Teoría Social Del Discurso

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1 UNA TEORÍA SOCIAL DEL DISCURSO LA PROPUESTA DE LA ESCUELA DE LANCASTER Propuesta metodológica elaborada por las Profesoras Elsa Ghio y María Delia Fernández Traducción de fragmentos seleccionados y adaptados por Elsa Ghio de los siguientes textos: 1. Norman Fairclough (1992) Discourse and Social Change, Cambridge. Polity Press. (Reprinted 1995) 2. Norman Fairclough (1989) Language and power. London. Longman. (Reprinted 1994) Universidad Nacional del Litoral Facultad de Humanidades y Ciencias 2002

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analisis del discurso

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UNA TEORÍA SOCIAL DEL DISCURSO LA PROPUESTA DE LA ESCUELA DE LANCASTER

Propuesta metodológica elaborada por las Profesoras

Elsa Ghio y María Delia Fernández

Traducción de fragmentos seleccionados y adaptados por Elsa Ghio de los siguientes textos:

1. Norman Fairclough (1992) Discourse and Social Change, Cambridge. Polity Press. (Reprinted 1995)

2. Norman Fairclough (1989) Language and power. London. Longman. (Reprinted 1994)

Universidad Nacional del Litoral

Facultad de Humanidades y Ciencias

2002

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PALABRAS PRELIMINARES

INTRODUCCIÓN

UNA TEORÍA SOCIAL DEL DISCURSO

La posición que adopta Fairclough (i Ver NOTA 1, al final) sobre el lugar del lenguaje en la

sociedad es que el lenguaje está centralmente involucrado con el poder y las luchas por el poder

y que esto se vincula con sus propiedades ideológicas. Esto implica, precisamente:

1. que el lenguaje es parte de la sociedad, y no algo de alguna manera exterior a ella

2. que el lenguaje es un proceso social

3. que el lenguaje es un proceso condicionado socialmente, es decir, condicionado por

otras partes de la sociedad.

En los libros de texto sobre el lenguaje se encuentran con frecuencia secciones sobre las

‘relaciones entre lenguaje y sociedad’, como si el lenguaje y la sociedad fueran dos entidades

independientes que entran en contacto ocasionalmente. Aquí se sostiene que no existe una

relación de exterioridad ‘entre’ el lenguaje y la sociedad, sino una relación interna y dialéctica. El

lenguaje es parte de la sociedad; los fenómenos lingüísticos son fenómenos sociales.

Los fenómenos lingüísticos son sociales en el sentido de que cuando las personas hablan o

escuchan o escriben o leen, lo hacen de maneras que están socialmente determinadas y

además, estas prácticas tienen efectos sociales. Aun cuando las personas sean muy conscientes

de su propia individualidad y se piensen a sí mismas como al margen de las influencias sociales

– ‘en el seno de la familia’, por ejemplo – aún así, emplean la lengua de modos que están

sujetos a la convención social. Y la manera en que la gente emplea la lengua aún en los

encuentros más privados e íntimos, no sólo está determinada por las relaciones sociales de la

familia, sino que también tiene efectos sociales en el sentido de que contribuye a mantener (o

por cierto, a cambiar) esas relaciones.

Por otra parte, los fenómenos sociales son lingüísticos, en el sentido de que la actividad

lingüística que se lleva a cabo en contextos sociales (como toda actividad lingüística) no es

meramente un reflejo o una expresión de los procesos y las prácticas sociales, sino que es una

parte de esos procesos y esas prácticas. Por ejemplo, las disputas sobre el significado de las

expresiones políticas es un aspecto constante y familiar de la política. La gente a veces discute

explícitamente sobre los significados de palabras como socialismo, democracia, nacionalización,

imperialismo, liberación o terrorismo. Más aún, usan esas palabras de manera más o menos

diferente y de maneras más o menos incompatibles – y los ejemplos son bastante fáciles de

encontrar en los intercambios entre los líderes de los partidos políticos, o entre la Unión

Soviética y EEUU por ejemplo. Esas disputas a veces son consideradas como preliminares o

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como consecuencias de las prácticas o los procesos políticos concretos. Lo que propone

Fairclough es que en realidad, son prácticas y procesos políticas. La política consiste en parte en

las disputas y luchas que ocurren en el lenguaje y sobre el lenguaje.

Pero no se trata de una relación simétrica ‘entre’ lenguaje y sociedad como facetas iguales de un

todo simple. El todo es la sociedad, y el lenguaje es una hebra en la red de lo social. Todos los

fenómenos lingüísticos son sociales, pero no todos los fenómenos sociales son lingüísticos-

aunque aun aquellos fenómenos que no son precisamente lingüísticos, como la producción

económica, tienen un elemento lingüístico sustancial, y a menudo, subestimado.

UN MARCO PARA EL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO

Fairclough propone un marco para el análisis crítico del discurso que intenta integrar diferentes

perspectivas teóricas y metodologías para el estudio del cambio social y cultural. Su propuesta

combina aspectos de la concepción del discurso de M. Bakhtin y de M. Foucault, con los aportes

de la lingüística sistémico-funcional de Halliday y de la sociosemántica del texto de Halliday y

Hasan. Al mismo tiempo, recoge los aportes de otras tradiciones del análisis del discurso y la

conversación (teoría de actos de habla, etnometodología).

También incluye una perspectiva dinámica de la práctica discursiva y su relación con la práctica

social de la que surge, con la conceptualización de Gramsci sobre el poder y la lucha por el poder

en términos de hegemonía.

Su intento es diseñar un modelo de análisis que al mismo tiempo sea, políticamente relevante

para el discurso y para el lenguaje. Esto implica que la propuesta apropiada para las

investigaciones en ciencias sociales, específicamente para el estudio del cambio social, que debe

contemplar:

1. Una orientación lingüística

2. Una concepción social

En su propuesta, el análisis de los textos subsume dos tipos complementarios de análisis:

a) análisis lingüístico, que muestra cómo los textos se construyen a partir del sistema

lingüístico. Incluye no sólo los niveles tradicionales del análisis lingüístico (fonología,

gramática oracional, vocabulario y semántica) sino también el análisis de la organización

textual más allá de la oración (cohesión entre oraciones y diversos aspectos de la

estructura textual que se incluyen en el análisis del discurso y la conversación - por

ejemplo, las propiedades del diálogo como el sistema de cambio de turnos-).

b) análisis intertextual, que muestra cómo los textos se construyen a partir de

determinados géneros discursivos u órdenes del discurso [así denomina a las

configuraciones particulares de prácticas convencionalizadas históricamente]. En este

sentido señala que los escritos de Bakhtin sobre los géneros discursivos contienen un

buen argumento para el análisis intertextual como complemento necesario del análisis

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lingüístico. El análisis intertextual centra la atención en cómo los textos dependen de la

sociedad y la historia, es decir en los recursos disponibles dentro del orden del discurso

(los géneros discursivos son “cadenas de transmisión entre la historia de la sociedad a la

historia de la lengua” (Bakhtin 1986:65). Pero, el análisis intertextual, entendido

dialéctica y dinámicamente como lo hace Bakhtin, también llama la atención sobre el

modo en que los textos transforman estos recursos históricos y sociales. Desde esta

perspectiva la descripción de géneros individuales y de tipos discursivos es en gran

medida una descripción idealizada, porque los textos reales, en mayor o menor medida,

se constituyen mezclando estos tipos ideales. En su propuesta tridimensional del análisis

del discurso, el análisis intertextual ocupa una posición intermedia; mediatiza la conexión

entre el lenguaje y el contexto social, tendiendo un puente entre los textos y los

contextos. Las propiedades intertextuales (o ‘dialógicas’, en términos de Bakhtin) se

realizan en sus rasgos lingüísticos. Esta perspectiva dinámica de los géneros discursivos

implica que un texto particular es siempre heteroglósico: se construye sobre una

pluralidad de géneros, puede ser lingüísticamente heterogéneo, y a veces posee valores

estilísticos y semánticos contradictorios.

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UN MODELO DE ANÁLISIS TRIDIMENSIONAL

Sobre esta base propone un análisis del discurso en tres dimensiones:

1. como texto

2. como práctica discursiva (contexto de interacción)

3. como práctica social (contexto de la estructura social).

Esta concepción tri-dimensional del discurso se representa en el siguiente diagrama:

El esquema identifica el texto, la praxis discursiva y el contexto social (praxis social) como tres

elementos de un discurso.

El término texto se emplea aquí de manera amplia, tal como lo hace Michael Halliday, tanto

para referirse a los textos escritos como ‘hablados’ (Halliday 1978), y en general, lo emplea para

referirse una transcripción escrita de lo que se habla. Más que un proceso el texto es un

producto – un producto del proceso de producción de textos.

El término discurso se refiere en cambio, al proceso total de la interacción social de la que el

texto es sólo una parte. Este proceso incluye además del texto, el proceso de producción del

cual el texto es producto, y el proceso de interpretación, en el que el texto es un recurso o una

fuente.

El análisis de texto es sólo una parte del análisis del discurso, que también incluye el análisis de

los procesos productivos e interpretativos.

El análisis del discurso no es un nivel de análisis particular sino que consiste en analizar cómo

funcionan los textos dentro de la praxis social.

Condiciones sociales de producción Condiciones sociales de interpretación

CONTEXTO : PRÁCTICA SOCIAL

Procesos de producción Procesos de interpretación INTERACCIÓN: PRÁCTICA DISCURSIVA (producción, distribución, consumo)

TEXTO

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Fairclough emplea el término ‘discurso’ para referirse a lo que tradicionalmente se llama en

lingüística: ‘habla’ o ‘performance’ o ‘uso lingüístico’ o ‘lenguaje en uso’ (ii NOTA 2 al final).

Propone considerar el uso lingüístico como una forma de práctica social, más que como una

actividad puramente individual o como un reflejo de las variables situacionales. Esto tiene

diversas implicaciones:

1) Implica que el discurso es tanto un modo de representación como un modo de acción,

un modo de actuar sobre el mundo, y especialmente sobre los otros o entre sí. Esta

perspectiva ha sido empleada por la filosofía lingüística y la pragmática lingüística (Levinson

1983), aunque a menudo en términos individualistas.

2) Implica que hay una relación dialéctica entre el discurso y la estructura social, que hay una

relación entre la práctica social y la estructura social. La estructura social es tanto una

condición para, como un efecto de la práctica social.

Por una parte, el discurso es conformado y restringido por la estructura social en el más

amplio sentido y en todos los niveles: por el sistema de clases, en el nivel social; por las

relaciones específicas de roles en instituciones particulares tales como la ley, o la educación; por

los sistemas de clasificación; por las diversas normas y convenciones de naturaleza discursiva y

no discursiva. Los eventos discursivos específicos varían en su determinación estructural de

acuerdo con el particular dominio social o institucional en el que se generan.

Por otra parte, el discurso constituye lo social. Contribuye a constituir todas aquellas

dimensiones de la estructura social que directa o indirectamente lo conforman y lo constriñen,

sus propias normas y convenciones, así como las relaciones, identidades e instituciones que

subyacen a ellas. El discurso es una práctica no sólo para representar el mundo, sino para

significarlo, constituirlo y construirlo simbólicamente.

Entre los efectos constructivos del discurso menciona Fairclough:

• Contribuye antes que nada a la construcción de lo que se conoce como ‘identidades

sociales’, ‘posiciones del sujeto’, ‘sujetos’ sociales y tipos de ‘yo’ (self).

• El discurso contribuye a construir las relaciones sociales

• El discurso contribuye a la construcción de sistemas de conocimientos y creencias.

De modo que la construcción discursiva de la sociedad no emana del libre juego de ideas en las

mentes de las personas, sino de las prácticas sociales, que se arraigan firmemente en las

estructuras sociales materiales y concretas, y están orientadas a esas estructuras.

La perspectiva dialéctica también permite evitar que se exagere el condicionamiento o la

determinación del discurso por las estructuras discursivas (los códigos, las convenciones y las

normas) y por las estructuras no discursivas.

El mismo término ‘discurso’ ha sido empleado de modo ambiguo. Desde este punto de vista, la

posibilidad que tiene la palabra ‘discurso’ de referirse tanto a las estructuras convencionales que

subyacen a los eventos discursivos como a los eventos mismos (el discurso jurídico, periodístico,

político, el discurso en el aula), es una ambigüedad oportuna, aunque desde otros puntos de

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vista pueda resultar confusa. El estructuralismo (representado por ejemplo, por el enfoque de

Pechêux, considera las prácticas discursivas y los eventos discursivos como meras instancias de

las estructuras discursivas, que se representan como unitarias y fijas. Concibe la práctica

discursiva como un modelo de causalidad mecánica (y por ende, pesimista). La perspectiva

dialéctica, en cambio, considera que las prácticas y los eventos son espacios de lucha,

contradictorios que se relacionan de manera compleja y variable con las estructuras que ellos

mismos manifiestan, y que sólo tienen una fijeza temporaria, parcial y contradictoria.

Hasta aquí se ha puesto el foco en aquello que permite asimilar el discurso a otras formas de

práctica social.

¿Qué hace que la práctica discursiva sea específicamente discursiva?

Parte de la respuesta es evidente: el lenguaje. La práctica discursiva se manifiesta bajo una

forma lingüística, una forma a la que llamamos ‘textos’. Fairclough entiende que el análisis de

textos implica necesariamente el análisis de la forma u organización de los textos – de lo que

Halliday y Hasan (1976) llamaron ‘textura’. No es simplemente análisis de la forma como

opuesta al análisis del significado o el contenido: no puede analizarse el contenido sin analizar

simultáneamente la forma, porque los contenidos siempre se realizan necesariamente en

formas, y diferentes contenidos entrañan diferentes formas y viceversa. La forma es parte del

contenido (Fairclough, 1995:188). Si el ser una instancia de la práctica social (política,

ideológica, etc.) es una dimensión del evento discursivo, el ser un texto es otra dimensión.

Esto no es, sin embargo, suficiente. Estas dos dimensiones - la práctica social y el texto-, están

mediatizadas por una tercera que coloca el foco en el discurso como una práctica

específicamente discursiva.

En la concepción de Fairclough, la ‘práctica discursiva’ no contrasta con la ‘práctica social’:

es una forma particular de la práctica social. En algunos casos, la práctica social puede estar

totalmente constituida por una práctica discursiva, mientras que en otros casos, puede

involucrar una mezcla de práctica discursiva y no-discursiva.

La propuesta tridimensional para el análisis del discurso de Fairclough es un intento de reunir

tres tradiciones analíticas, cada una de las cuales resulta indispensable para el análisis del

discurso:

a. La tradición de análisis lingüístico y textual, dentro de la lingüística

b. La tradición macrosociológica de análisis de las prácticas sociales en relación con las

estructuras sociales

c. La tradición microsociológica que considera que las prácticas sociales son producidas

activamente por los agentes sociales, que las interpretan y les dan sentido basándose en

procedimientos compartidos de sentido común.

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LAS TRES ETAPAS DEL ANÁLISIS

Estos tres elementos se corresponden con la distinción entre estadios del análisis crítico del

discurso:

1. la descripción de los rasgos formales del texto [dimensión textual]

2. la interpretación de las relaciones entre los rasgos formales del texto y la práctica

discursiva [dimensión del significado social]

3. la explicación de las relaciones entre la praxis discursiva y la praxis social [dimensión de

las luchas sociales].

Fairclough señala que no debe darse demasiado peso al contraste entre descripción/

interpretación / explicación, aunque desde un punto de vista metodológico es conveniente

distinguir estos tres estadios como procedimiento.

El tipo de análisis asociado con el estadio de la descripción de las propiedades formales de los

textos presupone, en cierto sentido, una interpretación, y ésta es en cierta medida parte de la

explicación propia de las ciencias sociales. La relación entre el texto y las estructuras sociales es

una relación indirecta, mediata. Está mediatizada en primer lugar por el discurso del que el texto

forma parte, porque los valores de los rasgos textuales sólo se vuelven reales, socialmente

operativos, si están incluidos en la interacción social, donde los textos son producidos e

interpretados sobre una base de supuestos de sentido común que dan su valor a los rasgos

textuales. Estos procesos discursivos y el modo en que dependen de supuestos de fondo de los

participantes, son la preocupación de la segunda etapa del procedimiento, la interpretación.

La relación está mediatizada, en segundo lugar, por el contexto social del discurso. La relación

de los discursos con los procesos de lucha y con las relaciones de poder es la preocupación de la

tercer etapa del procedimiento, la explicación.

Así, si nuestra preocupación está centrada en los valores sociales vinculados con los textos y

sus elementos, y de manera más general, con la significación social de los textos, la descripción

necesita ser complementada con la interpretación y la explicación. Adviértase también que ni la

dependencia del discurso en suposiciones de fondo, ni las propiedades de estas suposiciones que

los ligan con las luchas y las relaciones de poder, son obvias para los participantes del discurso.

La interpretación y la explicación pueden por lo tanto, ser consideradas como dos

procedimientos de develamiento o desmitificación, que se aplican sucesivamente.

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1. DESCRIPCIÓN.

EL DISCURSO COMO TEXTO

SOBRE LA DESCRIPCIÓN Y LA INTERPRETACIÓN

Nunca hablamos en realidad de rasgos de un texto sin hacer referencia a la producción y/o a la

interpretación. Por esto, la distinción entre análisis del texto y análisis de la práctica discursiva

(y así también entre las actividades analíticas de descripción e interpretación) no es nítida.

Cuando los rasgos formales de los textos son más sobresalientes, se incluyen aquí; cuando se

destacan los procesos de producción e interpretación, las cuestiones tienen que ver con el

análisis de la práctica discursiva, aunque involucren rasgos formales de los textos. Las relaciones

entre descripción e interpretación se amplían en el apartado 2.

ASPECTOS A ANALIZAR

El análisis requiere prestar atención a la forma, la estructura y la organización textual en todos

los niveles: fonológico, gramatical, léxico (vocabulario) y los niveles de organización textual

(sistema de turnos de conversación, estructuras argumentativas, estructuras genéricas según

los tipos de actividad).

En Discourse and social change (1992) Fairclough propone que el análisis lingüístico de los

textos puede organizarse en cuatro apartados principales:

1. vocabulario

2. gramática

3. cohesión

4. estructura textual

Puede pensarse que se ordenan en una escala ascendente: el vocabulario trata principalmente

de palabras individuales, la gramática con la combinación de palabras en cláusulas y oraciones,

la cohesión con el modo en que las cláusulas y oraciones se relacionan entre sí, y la estructura

textual con las propiedades organizativas más amplias de los textos.

En Language and power (1989), Fairclough organiza el análisis de estos aspectos en torno a un

conjunto de preguntas que pueden formularse a un texto. En cada pregunta los lectores

encontrarán una breve introducción y ejemplificación de las categorías o conceptos analíticos.

El autor enfatiza que este procedimiento debe entenderse como una guía orientadora y no como

una proyecto detallado y tampoco debe asumirse como una orden sagrada. Cada uno encontrará

en esta propuesta sugerencias que podrá tomar o dejar de lado, o incluso discutir y reformular,

de acuerdo con los propios objetivos de investigación.

El conjunto de rasgos formales que encontramos en un texto específico, puede considerarse

como el conjunto de selecciones particulares entre opciones (de vocabulario o gramaticales)

disponibles en los tipos de discurso que el texto formula.

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Para interpretar los rasgos que efectivamente están presentes en un texto, generalmente es

necesario tener en cuenta qué otras elecciones podrían haberse realizado dentro de los sistemas

de opciones de los tipos discursivos, de dónde provienen los rasgos que efectivamente se

realizan. En consecuencia, al analizar textos, el foco del analista alterna constantemente entre lo

que está "ahí" en el texto, y el (los) tipo(s) de discurso(s) que el texto está produciendo.

A. VOCABULARIO.

1. ¿Qué valores experienciales tienen las palabras? (iii Nota 3, al final).

¿Qué esquemas de clasificación se formulan?

¿Existen palabras impugnadas ideológicamente?

¿Existe re-denominación o exceso de denominación en un determinado dominio de la

experiencia?

¿Qué relaciones de significado, ideológicamente significativas, existen entre las palabras?

2. ¿Qué valores interpersonales tienen las palabras?

¿Hay eufemismos?

¿Existen palabras marcadamente formales o informales?

3. ¿Qué valores expresivos tienen las palabras?

4. ¿Qué metáforas se emplean?

B. GRAMÁTICA.

5. ¿Qué valores experienciales tienen los rasgos gramaticales?

¿Qué tipos de procesos y participantes predominan?

¿Es poco clara la agentividad? ¿Los procesos son lo que parecen?

¿Se emplean nominalizaciones?

¿Las oraciones son activas o pasivas?

¿Las oraciones son afirmativas o negativas?

6. ¿Qué valores interpersonales tienen los rasgos gramaticales?

¿Qué modos se emplean (declarativo, interrogativo, imperativo)?

¿Existen rasgos importantes de modalidad relacional?

¿Se emplean los pronombres yo y nosotros? Si es así, cómo se emplean?

7. ¿Qué valores expresivos tienen los rasgos gramaticales?

¿Existen rasgos importantes de modalidad expresiva?

C. COHESIÓN

8. ¿Cómo se ligan entre sí las oraciones (simples)?

¿Qué conectores lógicos se emplean?

Las oraciones complejas ¿se caracterizan por la coordinación o por la subordinación?

D. ESTRUCTURAS TEXTUALES.

9. ¿Qué convenciones interaccionales se emplean?

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¿Existen modos en que un participante controle los turnos de los otros?

10. ¿Qué estructuras de gran escala presenta el texto?

A. VOCABULARIO

PREGUNTA 1.

¿Qué valores ideacionales (o experienciales) tienen las palabras?

El aspecto del valor ideacional de mayor interés en el contexto de este libro se vincula con el

modo en que se codifican en el vocabulario las diferencias ideológicas que presentan diferentes

textos en sus representaciones del mundo.

Fairclough analiza un par de ejemplos que muestran un vocabulario que denomina de manera

diferente denominación a las mismas prácticas psiquiátricas.

Texto psiquiátrico 1. privación de comida, cama, caminatas al aire libre, visitantes, correo o llamadas telefónicas; confinamiento solitario; prohibición de la lectura o de materiales de entretenimiento; inmovilizar a la gente atándolas con sábanas mojadas y luego exhibirlas al personal y a los otros pacientes ; otras restricciones físicas al movimiento del cuerpo; colocar drogas contra la voluntad del paciente; encarcelar en pabellones cerrados; una cantidad de humillaciones públicas tales como denunciar las intenciones de escaparse o cometer suicidio, requerir confesiones públicas de mala conducta o culpabilidad, y anunciar públicamente las anormalidades y las malas acciones. Texto psiquiátrico 2 desanimar el comportamiento enfermo y fomentar el comportamiento saludable mediante recompensas selectivas; disponer de la reclusión, el control y los pabellones cerrados para garantizar a un paciente una suspensión de la interacción con otros; posibilitarle pensar acerca de su comportamiento, para hacer frente a sus tentaciones de huir y sucumbir a la depresión, y para desarrollar un sentido de seguridad; inmovilizar al paciente para calmarlo, satisfacer sus necesidades de dependencia, darle el cuidado y la atención extra que él aprecia, y permitirle beneficiarse de la confrontación con los pares; colocar límites a su acting out (la expresión quiere decir aproximadamente ‘poner en acto’ la fantasía, borrar los límites entre la fantasía y la realidad); y enseñarle que el equipo se preocupa por él .

TEXTO 1. Fuente : Edelman M 1974 : 300 [citado por Fairclough , 1989]

El segundo texto denomina estas prácticas desde la perspectiva de los psiquiatras que las

favorecen, mientras que el primero es una expresión “de oposición” a esas prácticas. Podemos

de hecho considerar al primer texto como una ‘reformulación’: una formulación existente,

dominante y naturalizada (texto 2) se reemplaza sistemáticamente por otra (texto 1) que se

opone conscientemente a aquélla.

En algunos casos, lo que resulta ideológicamente significativo de un texto es su vocabulario per

se; por ejemplo, subversivo y solidaridad pertenecen respectivamente a marcos ideológicos de

“derecha” y de “izquierda”, y su ocurrencia tenderá a ‘ubicar’ ideológicamente a un texto.

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En otros casos, es el modo en que las palabras co-ocurren o se ‘colocan’ en el discurso: así, en

el texto psiquiátrico 2, comportamiento se coloca junto con enfermo y saludable, dando un

esquema ideológicamente específico (y dominante) para clasificar el comportamiento.

En otros casos, es el empleo metafórico de una palabra o expresión de un dominio de uso a

otro (ver Pregunta 4 más abajo): por ejemplo, la expresión confinamiento solitario, en el texto

psiquiátrico 1, representa metafóricamente una situación médica en términos de

aprisionamiento.

Algunas palabras son impugnadas ideológicamente, son el foco de la lucha ideológica, y esto, a

menudo es evidente en un texto. Por ejemplo, la palabra socialismo en una carta que sostiene

que:

“ es un ‘error semántico’ creer que “un término como socialismo tiene una única verdad y un

significado ‘literal’. Esta es una creencia absoluta entre los propietarios de los medios de

producción”. Los diferentes significados de la palabra tienen por cierto un núcleo común: “la

creencia de que el control social debería ejercerse en interés de la mayoría de los trabajadores

en la sociedad”.

El fragmento de la carta citada por Fairclough, parecería ser un ejemplo subrepticio de lucha

ideológica disimulada por el análisis semántico.

En este apartado, resulta útil tener en cuenta los esquemas de clasificación que organizan el

vocabulario en los diferentes tipos de discurso. Veamos el Texto 2. desde este punto de vista.

Texto 2. Fuente: Revista VIVA. Diario Clarín. 10-08-1997

Este texto de propaganda constituye un esquema de clasificación de la serie de ‘acciones para

comprar una casa’, que se apoya en esquemas de clasificación preexistentes. Uno de ellos tiene

que ver con el ordenamiento temporal de los días de la semana. Otro, con la serie ordenada de

actividades y acciones relativas a la compra y el arreglo de una vivienda, y que, conectada con

el marco temporal de los días de una semana, destaca una rapidez y celeridad inusuales para

realizar estas acciones. Y por último, apela al conocimiento acerca del mito de la creación en la

SIETE DÍAS QUE CAMBIARON SU VIDA • El primer día pidió el préstamo. • El segundo día encontró la casa • El tercer día llamó al plomero, los pintores y

el electricista. • En el cuarto día eligió las cortinas y las

alfombras • El quinto día encargó los muebles • El sexto día arregló con la escribanía • Y el séptimo día descansó (Le otorgaron el préstamo hipotecario del Banco Francés)

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religión judeo-cristiana, y en particular en un intertexto con el texto de la Biblia (el Génesis).

Esta referencia intertextual relaciona la agilidad de la divinidad para realizar la compleja serie de

acciones de la Creación, con la inusual agilidad en la transacción bancaria para otorgar

préstamos, y la totalidad del trámite con el milagro de la creación. Las acciones aludidas son

estimadas en términos de facilidad, eficiencia e impacto social. Este empleo implica un uso

instrumental del lenguaje – el lenguaje como herramienta para obtener/hacer cosas. En ambos

casos, el esquema de clasificación constituye una determinada manera de distinguir algunos

aspectos de la realidad, que se construye sobre una particular representación ideológica de esa

realidad.

Los diferentes tipos de discurso pueden diferir cuantitativamente en los esquemas de

clasificación que ponen en juego, en la medida en que formulan diferentes grados de ciertos

aspectos de la realidad, con un mayor o menor número de palabras. A veces se produce un una

‘sobrecarga denominativa’ – un exceso de denominación, que a menudo implica emplear muchas

palabras que son casi sinónimos. Esta ‘sobrecarga denominativa’ muestra una preocupación del

hablante sobre cierto aspecto de la realidad que puede indicar que este aspecto es un foco de

lucha ideológica. En el siguiente texto, tomado de “El amor de la estanciera” primera obra del

teatro nacional, uno de los personajes, Juancho Perucho, representa un arquetipo del paisano.

En el fragmento, está solicitando al padre la mano de la joven estanciera:

JUANCHO ... una buena manaa de caallos asiados Y ligeros como el viento,

Un corredor gateado

Sobre todos, un rosillo, un castaño y un rosado

Un morillo y un tordillo, un bello alazán tostado...

Un malacara y un melado con un bayo...

Un pangaré y un zaino.

A su mandao están toos

Texto 3. Fuente: “El amor de la estanciera”. Autor anónimo.

Su vocabulario muestra exceso de denominación en la enorme variedad de nombres para

distinguir clases de caballos por el pelaje. En el contexto de la obra es un modo de mostrar

cabalmente que el personaje es conocedor de las tareas de campo, lo que constituye una

estrategia para ganar el favor del padre, y un modo de mostrar el contraste con el contrincante,

un comerciante brasilero quien no sólo desconoce todas estas denominaciones, sino que es

claramente inhábil para montar caballos.

En otros casos, un texto puede armarse sobre relaciones de significado propias de un tipo de

discurso. De acuerdo con Halliday y Hassan (1976) la colocación es “la ocurrencia de un item

léxico que transporta con ella su propia historia textual”. Se trata de un particular entorno de co-

ocurrencia del vocablo que se construye en el curso de la creación del texto y que provee el

contexto en el que el vocablo se encarna en esta particular ocasión. Este entorno determina el

sentido textual del item, que es único para cada instancia textual específica.

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A veces, estas relaciones de significado están determinadas ideológicamente, ya sea por la

ideología incluida en el tipo de discurso, o por la ideología que un texto genera de manera

creativa. De manera que un aspecto de la Pregunta 1 implica identificar las relaciones de

significado dentro del texto y el tipo de discurso y también, la especificación de sus bases

ideológicas.

Las principales relaciones de significado son la sinonimia, la hiponimia y la antonimia. La

sinonimia, es el caso donde las palabras tienen distinta forma y el mismo significado. Es difícil

encontrar muchos ejemplos de sinónimos absolutos, de manera que, en realidad, uno busca

relaciones de sinonimia aproximada entre las palabras que co-ocurren en un discurso, por

ejemplo entre temblor, sismo, terremoto. A veces se establece una relación de sinonimia entre

palabras que no son sinónimos, por ejemplo:

Sábato cumplió sus ochenta años. El escritor de ‘Sobre héroes y tumbas’ recibió múltples muestras de afecto.

Texto . Fuente: citado por De Gregorio de Mac y Rébola de Welti, 1992. P.101.

Sábato y escritor de ‘Sobre héroes y tumbas’, son cuasi sinónimos. Sábato es un apellido, y

como tal no es inherente a la categoría de ‘escritor’; de hecho, en nuestro país, habría que

distinguir entre el Sábato, escritor y el Sábato cineasta, que son dos personas diferentes.

La hiponimia es el caso donde el significado de una palabra está, por así decir, incluido dentro

del significado de otra palabra; en algunos textos, el significado de totalitarismo (hiperónimo)

se incluye en el significado de comunismo, marxismo, fascismo (los cuales son sus hipónimos)

en un tipo particular de discurso.

La antonimia es la incompatibilidad de significado – el significado de una palabra es

incompatible con el de otra con la que forma un par complementario (e.g. el significado de

mujer y el de hombre, de perro y gato). A veces, el marco de conocimiento permite reconocer

entre algunos vocablos una relación de pares complementarios, similar a la de la antonimia, por

ejemplo, la oposición entre Montescos y Capuletos, entre tirios y troyanos. El efecto cohesivo, en

este caso, no depende de una relación semántica sistemática, sino de su tendencia a aparecer

en los mismos co-textos; es su proximidad en el discurso lo que provee la fuerza cohesiva.

PREGUNTA 2:

¿Qué valores interpersonales tienen las palabras?

Esta pregunta se centra en cómo la elección de expresiones de un texto depende de, y ayuda a

crear, relaciones sociales entre los participantes. Es probable que las palabras tengan estos

valores interpersonales simultáneamente con otros valores. Por ejemplo, el uso del vocabulario

racista o discriminatorio (tal como cabecita negra, bolita, indio) tiene un valor ideacional

(experiencial) como representación de un grupo étnico o social particular; pero su empleo – y la

imposibilidad de evitarlo – puede también tener un valor relacional; si en el texto se emplea este

vocabulario hay que ver si esto supone que esa ideología racista o discriminatoria es un valor

común para el hablante y para los otros participantes.

Page 15: Teoría Social Del Discurso

15

El siguiente es un ejemplo tomado de un artículo periodístico: Ver si no hay que buscar otro

ejemplo)

Sospechamos que los industriales están por entender que necesitan hacer algo, pero no están seguros de qué es ese algo. Por supuesto, ¡ no estamos sugiriendo que la industria se convierta en un voyeur de los problemas personales, o que se entrometa innecesariamente en la desgracia y el dolor privado! Sería contraproducente dar la impresión de que es la dueña de su fuerza de trabajo. Tampoco estamos defendiendo un retorno al paternalismo del siglo diecinueve de los barones de jabón y chocolate. Pero su idea de comprometerse con sus empleados como personajes totales es algo que no podemos ignorar.

Texto 4. Fuente: The Guardian, 17 de diciembre de 1986. [Citado por Fairclough 1989]

Las expresiones en negrita podrían considerarse como diferentes denominaciones ideológicas de

las mismas acciones formuladas por los empleadores, de manera que este texto podría ser un

ejemplo de los valores experienciales de las palabras. Sin embargo, estos autores parecen

rechazar las tres primeras denominaciones a favor de la cuarta, como parte del proceso de

negociación de una relación de confianza y solidaridad con el lector, y aquí es donde aparece el

valor relacional. Pero también está involucrado el valor expresivo: los escritores asumen que las

tres primeras denominaciones constituirían evaluaciones negativas para los lectores, y que, en

cambio, la cuarta podría constituir una evaluación positiva. Por ende, al favorecer la cuarta, los

escritores asumen valores comunes con los lectores.

Los productores de texto adoptan, a menudo, estrategias para evitar los valores expresivos de

las palabras. Un eufemismo es una palabra que sustituye a una más convencional o familiar,

como un modo de evitar los valores negativos. El texto psiquiátrico 2 parece contener cierta

cantidad de eufemismos. Tiene reclusión, donde el primero tiene confinamiento solitario,

pabellones cerrados versus pabellones clausurados, fugarse versus escaparse, liberarse,

sucumbir a la depresión versus cometer suicidio.

Una propiedad del vocabulario que tiene que ver con los valores interpersonales es la

formalidad. Por ejemplo:

Q: Mr. Ehrlichman, previo al receso para el almuerzo usted afirmó que en su opinión, el

ingreso a la oficina de psiquiatría de Ellsberg era legal por razones de seguridad nacional.

¿Creo que ese fue su testimonio?

La formalidad de la situación demanda aquí una formalidad de las relaciones sociales, y esto es

evidente (entre otras cosas) en el vocabulario, el cual de manera consistente opta por elecciones

más formales en lugar de otras alternativas menos formales disponibles (‘antes de’ en lugar de

previo,‘comida’, en lugar de almuerzo, ‘entrada’ en lugar de ingreso, ‘interrupción’ en lugar de

receso, ‘dijo’ en lugar de afirmó, por ejemplo), para expresar cortesía, preocupación por la

imagen del otro (deseo de agradar, deseo de no imponerse), respeto por el status y la posición

del interlocutor.

En su Teoría de la Valoración (Appraisal Theory), Peter White analiza los Valores de afecto que

proporcionan uno de los modos posiblemente más obvios en que el hablante puede adoptar una

postura o una posición frente a determinado fenómeno – proporcionan los recursos por medio de

Page 16: Teoría Social Del Discurso

16

los cuales el hablante puede indicar el modo en que ese fenómeno lo afectó emocionalmente, o

para apreciar el fenómeno en términos afectivos. Esta funcionalidad se ilustra en el siguiente

fragmento tomado de un artículo periodístico en el que la autora describe sus propias

experiencias como madre adoptiva de un bebé aborigen australiano. (Los valores de afecto

están subrayados y en negrita).

Como familia adoptiva sufrimos penas y traumas, lágrimas y enojo, y a veces

desesperación. También hubo amor y risas y apoyo de los amigos y de la familia. Mis

chicos enriquecieron mi vida y me enseñaron mucho acerca de mí misma.

Texto . Fuente: Sydney Morning Herald 4/6/97. Citado por R. White

Las evaluaciones implicadas en los sustantivos en negrita están cargadas intersubjetivamente y

ponen en juego la solidaridad entre el hablante y su audiencia. Al apreciar los eventos en

términos afectivos, el hablante/escritor invita a su audiencia a compartir esa respuesta

emocional, o por lo menos, a considerarla adecuada y bien motivada, o comprensible. Una vez

establecida esta conexión empática, existe la posibilidad de que el oyente esté más receptivo o

abierto a los aspectos ideológicos más amplios de la posición del hablante. Cuando la invitación

a compartir la respuesta emotiva no es aceptada – cuando el valor afectivo se considera

inadecuado, o extravagante o poco funcional etc.– entonces, probablemente disminuyan la

solidaridad o la simpatía, y también la posibilidad de lograr acuerdo ideológico.

Podemos considerar que esta estrategia funciona en el fragmento anterior. El artículo apareció

en un momento en que los aborígenes australianos reclamaban una disculpa pública y una

compensación económica por la política previa del gobierno de Australia de arrancar por la

fuerza a los niños aborígenes de sus familias y ubicarlos como hijos adoptivos de padres blancos.

Esa política se describió como una forma de genocidio cultural. Los medios de comunicación y los

grupos políticos de izquierda y de centro adoptaron en general una posición comprensiva hacia

la perspectiva aborigen. La concepción del mundo de la autora de ese fragmento obviamente

tenía diferencias con esa posición, por lo menos en cuanto a que su propia experiencia de

adoptar dos niños aborígenes no tenía nada que ver con el genocidio, y no tenía motivos de

vergüenza y de culpa. Su inclusión de los valores de afecto como los que se citan más arriba

puede considerarse como parte de una estrategia para negociar por lo menos cierto espacio

para su perspectiva alternativa, y socialmente divergente. Su construcción del tema en términos

de respuestas emocionales básicamente humanas, tenía la expectativa de establecer, por lo

menos para ciertos lectores, cierta simpatía, la sensación de tener experiencias compartidas y

por lo tanto, pretendía aumentar la posibilidad de que su posición en el artículo pudiera

considerarse legítima y bien intencionada.

La valoración adoptada aquí, tiene en cuenta no sólo el afecto del autor, sino también las

respuestas emocionales que le atribuye a otros actores sociales. Por lo general, las respuestas

emocionales producen una evaluación social que se considera adecuada o inadecuada, natural o

Page 17: Teoría Social Del Discurso

17

no natural, y se espera que esa descripción de emociones pueda producir respuestas favorables

o desfavorables en el lector/oyente.

Un lector que simpatiza con la respuesta emocional atribuida a un determinado tipo social,

estará predispuesto a legitimar la posición social que ese tipo representa. Podemos ver cómo

funciona esta dinámica en el siguiente fragmento, tomado de una carta al editor en el diario

Australian, escrita por un australiano de origen vietnamita. El escribía en un momento en que el

racismo era un tópico candente en los medios de comunicación frente al reciente aumento del

movimiento político anti-asiático, anti-inmigratorio y encubiertamente racista, bajo el liderazgo

de la parlamentarista independiente, Pauline Hanson.

La semana pasada, Pauline Hanson atacó a la población de Footscray, considerándola un

enclave étnico que la hace sentir una extranjera en su propio país.

¿Estuvo Pauline Hanson alguna vez en Footscray? ¿Es consciente de su orgullosa

tradición de lucha y de trabajo duro? ¿Sabe de las oleadas de inmigrantes que han

trabajado en sus canteras, sus fábricas, sus comercios y negocios? Los inmigrantes que

han sido parte de la columna vertebral de la fuerza de trabajo de Australia están

agradecidos por la oportunidad de trabajar y comenzar una nueva vida en este país.

(The Australian, 4/6/97)

Aquí, el escritor está obviamente preocupado por negociar un espacio intersubjetivo para una

posición social de simpatía hacia los intereses de los inmigrantes australianos, que se

contrapone con la propuesta por Pauline Hanson y sus seguidores. De acuerdo con esta posición,

los inmigrantes de una de las áreas más multi-culturales de Australia, la municipalidad de

Footscray en Melbourne, son evaluados positivamente a partir de las respuestas emocionales

que les atribuye el escritor. Así, se declara que están `orgullosos' de su trabajo y sus luchas y

`agradecidos' por sus oportunidades en este nuevo hogar. El escritor toma una posición hacia

una determinada realidad socio-semiótica a través de los valores afectivos que atribuye a los

representantes de esa realidad.

PREGUNTA 3:

¿Qué valores expresivos tienen las palabras?

En el texto psiquiátrico 1 había una cantidad de ejemplos donde la evaluación negativa del

escritor acerca de las prácticas que describe, estaba implícita en el vocabulario – exhibir,

encierro, humillaciones.

El valor expresivo de las palabras siempre ha sido una preocupación central para aquellos que

están interesados en el lenguaje persuasivo. Aunque también es importante para nuestro interés

en la ideología, no lo es tanto. Lo que nos interesa aquí no es tanto la movilización de valores

expresivos para fines persuasivos particulares, sino el hecho de que estos valores expresivos

puedan referirse a esquemas de clasificación ideológicamente contrastantes.

Page 18: Teoría Social Del Discurso

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TEXTO 5. Fuente: “Izquierda Ilimitada”, 1986. [Citado por Fairclough 1989]

Para muchos lectores de la izquierda tradicional es probable que exista un conflicto de valores

expresivos en el Texto 5, por ejemplo en la tercera oración (con el estilo político personal...). Las

expresiones “conciencia política” e “izquierda”, es probable que pudieran tener valor expresivo

positivo para tales lectores, en tanto que: “consumismo”, “moda”, y posiblemente “estilo”,

tengan valores negativos. Más aún, “moda” y “estilo”, probablemente serían considerados como

fuera de lugar en un discurso político. “Política personal” tendría un valor expresivo no

establecido porque la colocación es relativamente nueva dentro del discurso político de la

izquierda. El efecto de conjunto puede ser desconcertante y hasta injurioso para tales lectores.

Las diferencias entre géneros discursivos con respecto a los valores expresivos de las palabras

son también, significativas desde el punto de vista ideológico. Un hablante expresa evaluaciones

mediante esquemas de clasificación que, en parte, son sistemas de evaluación. Además, hay

esquemas ideológicamente contrastantes, que encarnan diferentes valores en distintos géneros

discursivos. De manera que el ejemplo anterior puede interpretarse como un conflicto ideológico

entre diferentes discursos y esquemas clasificativos de la izquierda. En un discurso menos

tradicional de la izquierda, ‘moda’, ‘estilo’ y ‘política personal’ serían elementos evaluados

positivamente.

PREGUNTA 4:

¿Para que se usan las metáforas?

La metáfora es un medio de representar un dominio de la experiencia en términos de otro, y de

ninguna manera está restringido al tipo de discurso con el que se asocia de manera

estereotipada, es decir, el discurso literario y poético. Lakoff y Johnson (1980) señalan que

cualquier aspecto de la experiencia puede ser representado por medio de metáforas, y entre los

ejemplos que citan, podemos mencionar: la virtud, lo racional, lo bueno, la felicidad, la salud, la

vida es ARRIBA, el vicio, lo irracional, lo malo, la tristeza, la enfermedad y la muerte es ABAJO.

Todas ellas implican metáforas de orientación espacial, que se manifiestan en numerosas

La moda es propaganda de vestimenta – informa acerca de quién es la gente, lo que quieren ser y su política. La industria de la moda está en constante flujo, impulsando nuevas imágenes: las modas de la calle se encuentran con la alta costura, la moda para niños y la moda ‘alta sociedad’. Con la política personal y el estilo elevado de la agenda política de la izquierda, ¿la conciencia de la moda será parte de la conciencia política o es sólo una excusa para el consumismo? ¿Qué hay de radical en la imagen radical? Izquierda Ilimitada está orgullosa de presentar el primer show de la moda de la izquierda. Los últimos diseñadores del Colegio Universitario presentarán sus trabajos, seguidos por algunos de los viejos favoritos: los brillos y las chaquetas safari de Ken Livingstone; el top trotzkista; la chaqueta de asno y las insignias de los trabajadores; el envejecido Marxismo Hoy; el Euro chic, y muchos más. Estará presente el editor de la revista ID de moda de calle, Karim Franklin y el diseñador de alta costura Paul Smith; la escritora de la moda “High Street”, Angela Stephens de Just 17; el comentador Chris Kirk y la periodista de City Limits, Kathy Myers. Luces, música, pasarelas... y política.

LA IZQUIERDA ... DESPUÉS DE LA MODA

Page 19: Teoría Social Del Discurso

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expresiones de la vida cotidiana, y que puede surgir de la experiencia física o cultural. En

algunas culturas el futuro ‘está delante de nosotros’, mientras que en otras, ‘está detrás’, por

ejemplo. La relación entre metáforas alternativas tiene particular interés para nosotros, porque

diferentes metáforas tienen diferentes funciones ideológicas.

Este es el comienzo de un artículo de un periódico escocés sobre los “disturbios” de 1981:

El cáncer se expande.

A medida que los disturbios de jóvenes turbulentos se expande desde el sur, hasta los

más optimistas temen por el futuro, pensando que lo peor todavía está por llegar.

Pregunta ¿hasta dónde puede expandirse el problema?. Si llega hasta Escocia, pregunta

¿dónde estallará? .

Texto. Fuente : Citado por Fairclough 1989]

La representación metafórica de los problemas sociales como una enfermedad, tal como aquí se

ilustra, es muy común. Se incorpora una metáfora de la enfermedad para referirse al conflicto

como una fuerza vaga, subhumana, e impensable (¿dónde estallará?). La significación ideológica

de las metáforas de la enfermedad tiende a considerar los intereses dominantes como los

intereses de la sociedad global, y construye las expresiones de los intereses no dominantes (los

estallidos, las demostraciones, los disturbios) como una forma de socavar (la salud de) la

sociedad. Una metáfora alternativa para “los disturbios” podría ser, por ejemplo, la del

argumento – “disturbio” como protestas vociferantes, que es otra metáfora. Diferentes

metáforas implican diferentes modos de considerar las cosas: no se llega a un arreglo negociado

con el cáncer, aunque esto podría hacerse con la argumentación de un oponente. En cambio, el

cáncer debe ser eliminado, erradicado.

B. GRAMÁTICA

PREGUNTA 5:

¿Qué valor experiencial tienen los rasgos gramaticales?

Los aspectos ideacionales o experienciales de la gramática tienen que ver con el modo en que

las formas gramaticales de una lengua codifican los sucesos o relaciones que ocurren en el

mundo, las personas, los animales o las cosas involucradas con esos sucesos y relaciones, y

también, con sus circunstancias espacio-temporales, la manera en que ocurren, etc.

¿Qué tipo de procesos y participantes predominan?

Cuando uno quiere representar textualmente alguna acción, evento, estado de cosas o relación

real o imaginaria, existe a menudo una elección entre diferentes tipos de procesos y

participantes gramaticales [concepto de Sistema de transitividad de Halliday], y la selección

que se haga entre ellos puede tener significación ideológica.

Para explorar esta pregunta en profundidad necesitamos considerar un aspecto de la gramática

de las oraciones simples.

Page 20: Teoría Social Del Discurso

20

Una oración simple del tipo “declarativa” consiste en un sujeto (S) seguido de un verbo (V); el

verbo puede o no estar seguido de otros elementos: objeto (O), complemento (C), adjunto (A).

Hay tres tipos principales de oración simple, cada una con una diferente combinación de

elementos. En los ejemplos que se dan más abajo se colocan las etiquetas después de cada

elemento; cualquiera de los elementos puede consistir en una palabra o en más de una.

S V O Reagan (S) ataca (V) Libia (O)

S V O La policía sudafricana(S) incendió (V) un poblado negro (O)

S V O Los contra (S) mataron (V) muchos campesinos (O)

S V Reagan (S) estaba pescando (V)

S V Un poblado negro (S) fue incendiado (V)

S V Muchos campesinos (S) murieron (V)

S V C Reagan (S) es (V) peligroso (C) (o es una persona peligrosa) (C)

S V C Muchos campesinos (S) están (V) muertos (C)

En estos ejemplos, tanto el objeto como el complemento van después del verbo. La diferencia es

que el objeto puede convertirse en sujeto de una oración pasiva equivalente, pero el

complemento no. Esto es posible en todos los ejemplos que tienen la forma SVO, pero no con

los que tiene la forma SVC.

También hay diferencias con respecto a qué clases de palabras pueden funcionar como estos

elementos. S u O pueden ser sustantivos (por ej. Reagan o muchachos) o pronombres (yo, me,

ella, etc.) con una frase que incluya un sustantivo, conocida como una frase nominal (por

ejemplo: un poblado negro, muchos campesinos), o una nominalización. El complemento ( C )

también puede ser sustantivo, pero también puede ser un adjetivo (por ejemplo peligroso,

muerto). El Adjunto ( A ) puede ser un adverbio (a veces terminados en -mente) o una frase

preposicional. Una frase preposicional consiste en una preposición ( en, sobre, después de, etc.)

seguida de un sustantivo o una frase nominal ( por ej. en París, en el campo o cerca de

Londres). No hay ningún adjunto en los ejemplos que ilustran los tipos de oraciones, aunque, en

realidad, cualquiera de estos tipos puede ocurrir con una gran variedad de adjuntos diferentes.

Por ej. pueden agregarse cualquiera de estos adverbios a los ejemplos anteriores:

frecuentemente, sin piedad, en Sudáfrica, desde 1985, desafortunadamente. Cualquiera de

aquellos ejemplos puede llevar por lo menos uno de estos adverbios como adjuntos.

Estos tres tipos principales de oración expresan típicamente (pero no siempre como veremos

más abajo) los tres tipos principales de procesos: acciones, (SVO), eventos ( SV), y atributos

(SVC). Una acción involucra dos participantes, un agente y un paciente, y el agente, de alguna

manera, actúa sobre el paciente. Asi que en los ejemplos SVO citados más arriba, “Reagan”, “la

policía sudafricana” y “los contra” son agentes, en tanto que “Libia”, “un poblado negro” y

“muchos campesinos” son pacientes. No todos los participantes son animados; aunque

Page 21: Teoría Social Del Discurso

21

generalmente los agentes lo son, incidentalmente pueden no serlo; los pacientes a veces son

animados (por ej. muchos campesinos) y otras veces son inanimados (por ej. un poblado

negro).

Un evento involucra sólo un participante, que puede ser animado (muchos campesinos en el ej.

anterior) o inanimado (un poblado negro). Sin embargo, las oraciones SV no siempre son

eventos; si tienen participantes animados, pueden constituir una clase especial de acción sin

paciente, a las que llamaré acción no directa. Una forma de saberlo es preguntar a qué tipo de

cuestiones responde de manera natural la oración SV: Si de manera natural responde a la

pregunta ¿qué ocurrió?, es un evento, pero si responde a la pregunta ¿qué hizo el sujeto? es una

acción no directa. Sobre esta base “muchos campesinos murieron” es un evento, pero “Reagan

estaba pescando” es una acción no directa.

Un atributo también involucra sólo un participante, pero hay también alguna clase de atributos

que van después del verbo, ya sea un atributo posesivo, si el verbo es una forma de “tener”, o

un atributo no posesivo con otros verbos (ser, pero también sentir, parecer, ver y algunos

otros). Los atributos no posesivos se muestran a veces como adjetivos (por ej. Reagan es

peligroso) y a veces como sustantivos ( Reagan es una amenaza).

Las posibilidades ideológicas de elegir entre tipos de procesos se muestran en algunos de los

ejemplos anteriores. Representar la muerte de los campesinos nicaragüenses como una acción

con agentes responsables, un evento, o un atributo, implica realizar elecciones que tienen

significación clara. Lo mismo ocurre con la representación del incendio de poblados sudafricanos

como un evento o como una acción realizada por agentes. Tales selecciones para resaltar ( o

mitigar) la agentividad pueden ser sistemáticas, automáticas, y de sentido común, y por lo tanto

ideológicas, pero también pueden realizarse conscientemente. Es difícil saber si el siguiente

ejemplo lo es; fue escrito por un columnista de un periódico para argumentar que los políticos

manipulan los medios más de lo que los medios manipulan a los políticos:

Texto . Harris Pragmática y poder buscar datos Explicar

La falta de agente en la 2da. oración: El tema de la defensa ocupó el primer lugar ( proceso-

evento) y el programa se convirtió... (proceso de atribución). Uno puede preguntarse: ¿dónde

están los agentes que pusieron el tema de la defensa en primer lugar y cambiaron la naturaleza

del programa? Una pieza relevante de información situacional, quizás, es que en la conferencia

del Partido Conservador que tuvo lugar la semana anterior a la escritura de esta nota, la política

M. se le aconseja conseguir un abogado- entiende

A. si consigo un abogado - me costará más o menos lo mismo,¿ no es así?

M. no tiene sentido argumentar o amenazar de ningún modo- si no lo hace

usted mismo se colocará en riesgo de ser traído nuevamente a este tribunal y

enviado a prisión

Page 22: Teoría Social Del Discurso

22

de defensa del laborismo fue seleccionada como la cuestión que los conservadores destacarían

en la próxima campaña electoral.

¿ Es poco clara la agentividad?

Aquí tenemos un texto que proporciona un ejemplo de cómo el oscurecimiento de la agentividad

puede tener motivaciones ideológicas. El problema de la carga derramada en la cantera.

Camiones de la cantera Middle Barrow todavía están causando problemas por las piedras

desparramadas...

Aquí hay en verdad, dos oraciones simples, ambas del tipo SVO: Camiones de la cantera de

M.B.(S) todavía están causando (V) problemas (O); y (los camiones) (S) derramaron (V)

piedras (O). En la primera, el sujeto es un agente atípicamente inanimado de un proceso –

acción; el agente que causa problemas es atribuido a los camiones, pero debería atribuirse de

manera más apropiada a las personas que los manejan. El caso más común es que los agentes

sean animados, pero también, los agentes pueden realizarse como sustantivos inanimados,

como sustantivos abstractos, o como nominalizaciones. En este último caso, como en el del

ejemplo, hay que estar alerta sobre la posibilidad de que el oscurecimiento de la agentividad, la

causalidad y la responsabilidad, tengan motivaciones ideológicas.

¿Los procesos son lo que parecen?

En la segunda oración simple tenemos lo que normalmente se representa como un evento, (las

piedras (S), cayeron (V), de los camiones (atributo) representado como una acción, que

nuevamente coloca a los camiones como un agente inanimado, y por ende, refuerza el status

agentivo que tiene en la primera oración. Vale la pena estar alerta acerca de cuáles son los

procesos usuales de un tipo, que aparecen como procesos de otro tipo, y tener en cuenta cuáles

pueden ser las posibles razones ideológicas de este cambio.

¿ Se emplean nominalizaciones?

En el titular: el problema de la carga derramada en la cantera, vemos cómo un proceso,

además de ocurrir bajo la forma gramatical de una oración, puede ocurrir en la forma reducida

de una nominalización, como en este ejemplo. Una nominalización es un proceso convertido en

sustantivo. Está reducida en el sentido de que algunos de los significados que uno obtiene en

una oración están omitidos: el tiempo ( no hay indicación del tiempo del proceso), la modalidad

y el agente y/o el paciente. En este ej. tenemos una nominalización que comprime los dos

procesos que se desarrollan en las oraciones simples del texto, aunque no queda claro

exactamente cómo quebramos la nominalización para separar los dos procesos. Se advierte la

ausencia de agentes: ni el que causó el problema ni el que derramó la carga están identificados,

de modo que el titular es paralelo con el texto porque deja poco claras las atribuciones de

causalidad y responsabilidad.

Page 23: Teoría Social Del Discurso

23

¿ Las oraciones son activas o pasivas?

Los procesos de acción pueden manifestarse como oraciones activas o pasivas. Todos los ej. de

oraciones SVO que vimos antes son activos. Sus equivalentes pasivos serían:

Libia fue atacada por Reagan.

Un poblado negro fue incendiado por la policía sudafricana.

Muchos campesinos fueron asesinados por los contra.

Es también posible en cada caso omitir la frase agente (introducida por 'por') para obtener una

pasiva sin agente. Las pasivas sin agente son también una forma de dejar en la oscuridad la

causalidad y la agentividad. En algunos casos, y esto también vale para la nominalización, esto

puede servir para evitar la redundancia, si la información ya se dio de alguna otra manera. En

otros casos puede ser un oscurecimiento intencional de la agentividad y de la causalidad.

¿Las oraciones son afirmativas o negativas?

Por último, los tres tipos de oraciones pueden ser afirmativas o negativas ( Los contras no

mataron muchos campesinos, etc.). Obviamente la negación tiene un valor experiencial en el

sentido de que es la manera básica que tenemos para distinguir qué es lo que ocurre y lo que no

ocurre en la realidad. Pero su interés principal reside en la diferente dirección de un texto – la

intertextualidad y el contexto intertextual.

PREGUNTA 6:

¿Qué significados interpersonales tienen los rasgos gramaticales?

Existe una variedad de rasgos gramaticales de los textos que tienen significado relacional (o

interpersonal). Tomaremos tres de ellos: los modos, la modalidad y los pronombres.

¿Qué modos se usan?

Existen tres modos principales: declarativo, interrogativo e imperativo. Todos los ejemplos

dados hasta aquí son declarativos. Las oraciones declarativas están marcadas por tener un

sujeto (S) seguido de un verbo (V). Las imperativas en general no tienen sujeto explícito (S) y

comienzan con un verbo (V): Abrí (V) la puerta (O). Ven (V) aquí (atributo). Las interrogativas

son más complicadas porque hay diferentes tipos.

1º: Las interrogativas parciales, que comienzan con pronombre relativo como quién, qué,

cuándo, dónde, por qué, de qué modo, cuál : por ej. ¿Dónde naciste?.

2º: Las interrogativas generales, que exigen una respuesta por sí/no: ¿Puede Ud. pasarme la

sal? ¿Le gusta la música? ¿Ud. es María Delia?.

Estos tres modos posicionan a los sujetos de manera diferente. En el caso de una declarativa

típica, la posición subjetiva del hablante/escritor es la de un dador o donante (de información),

y la posición del interlocutor es la de un receptor. En el caso de las imperativas, el

hablante/escritor se posiciona como alguien que puede ordenar algo al interlocutor, mientras el

interlocutor es (idealmente) un actor obediente. En una interrogativa, el hablante/escritor

Page 24: Teoría Social Del Discurso

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nuevamente solicita algo del interlocutor, en este caso, solicita información, y el interlocutor

está en la posición de un proveedor (de información). Las asimetrías sistemáticas en la

distribución de los modos entre los participantes son importantes. En las relaciones entre los

participantes: solicitar (ya sea una acción o una información) implica por lo general una

posición de poder, como también lo es proporcionar información (excepto si ésta ha sido

solicitada).

Pero el panorama es mucho más complicado que esto porque:

a) No existe una relación uno a uno entre los modos y el posicionamiento de los sujetos, y

b) Hay un conjunto mucho más rico de posiciones subjetivas que las que acá se identifican.

En relación con a) es evidente, por ejemplo, que una declarativa puede tener el valor de un

requerimiento de información ( UD. debe ser la hermana de Alberto, por ej.), una interrogativa

puede tener el valor de una demanda de acción ( Por favor, ¿puede irse?). y un imperativo

puede ser, por ejemplo, una sugerencia (Trate de sacar la tapa).

En relación con b) hay una cantidad de actos de habla que pueden gramaticalizarse de manera

variada en estos tres modos, con un correspondiente conjunto de posiciones subjetivas más

específicas: prometedor en las promesas, acusador en las acusaciones, demandante en una

querella, etc. Pero estos diferentes valores de los actos de habla no se distinguen mediante

rasgos formales. Más bien, son los intérpretes los que asignan esos valores a las emisiones, en

parte basándose en sus rasgos formales, pero también, en parte, sobre la base de los supuestos

del intérprete.

¿Existen rasgos importantes de significado interpersonal en la modalidad ?

El concepto de modalidad es muy importante tanto para analizar los significados interpersonales

como los expresivos en la gramática. La modalidad tiene que ver con la autoridad del hablante o

escritor, y existen dos dimensiones de la modalidad de acuerdo con la orientación de la

autoridad. En primer lugar, si tiene que ver con la autoridad de uno de los participantes en

relación con otros, tenemos una modalidad interpersonal. En segundo lugar, si tiene que ver con

la autoridad del hablante o escritor con respecto a la verdad o probabilidad de una

representación de la realidad, tenemos una modalidad expresiva, por ejemplo, la modalidad de

evaluación de la verdad por parte del hablante/escritor. La modalidad expresiva se considerará

en la siguiente pregunta.

La modalidad se expresa por medio de verbos auxiliares modales, tales como: poder, deber,

querer, pero también por otros variados rasgos formales que incluyen los adverbios y el tiempo.

Aquí tenemos un breve texto que ilustra la modalidad interpersonal:

Está retrasado en la devolución de libros de la biblioteca y su carné de acceso no podrá

usarse hasta que no sean devueltos. Si los libros no son devueltos dentro de una

quincena, deberá pagar el costo de su valor antes de que poder pedir otros.

Texto: Fuente: Texto citado por Fairclough

Page 25: Teoría Social Del Discurso

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Aquí hay dos auxiliares modales: no podrá y deberá. Como modalizador, ‘Poder’ puede señalar

‘permiso’ (‘Ud. puede ir’), pero si está precedido de ‘no’, el significado es ‘no permitido’. ‘Deber’

indica ‘obligación’ (‘Ud. está obligado a pagar el costo del libro’). Las relaciones de poder y

autoridad en que se basan los que producen este texto para otorgar o negar permiso, como así

también para imponer obligaciones a las personas a las que se dirige este escrito, no están

explicitadas. Son precisamente las pretensiones implícitas de autoridad y las relaciones

implícitas de poder, como las que han sido ilustradas con este ejemplo, las que convierten a la

modalidad en una cuestión de interés ideológico.

¿Se emplean los pronombres nosotros y usted/ustedes? Si es así, ¿cómo se emplean?

Los pronombres de segunda persona Usted/Vos-tú, y la elección entre ellos, está ligada con

relaciones de poder y solidaridad. En inglés no existe esta variación pronominal, pero, los

pronombres pueden usarse con significados interpersonales de diferentes tipos. Por ej. en esta

oración aparecida en al editorial del Daily Mail durante la guerra de Las Malvinas:

“No podemos permitir que nuestras tropas pierdan su límite bajo cubierta mientras los

diplomáticos argentinos juegan a la gallina ciega en los corredores de las Naciones Unidas”

Texto 9: Fuente :(Daily Mail 4/5/ 87?).

El editorial usa (como a menudo lo hacen las editoriales) el así llamado “nosotros inclusivo”

que incluye al escritor tanto como al lector, como opuesto al “nosotros exclusivo” que se

refiere al escritor más a algunos otros, pero no incluye al interlocutor. El periódico está hablando

para sí, para sus lectores, y por cierto, para todos los ciudadanos británicos. Al hacerlo, está

sentando una pretensión de autoridad implícita (la autoridad para hablar por otros), similar a los

ejemplos de modalidad interpersonal que vimos más arriba. También “Gran Bretaña” o “el

Gobierno” podrían reemplazar de manera eficaz al primer “nosotros”. El modo que tiene el

periódico de mostrar su identificación con el gobierno y el estado es tratarlos como equivalente

de su “nosotros”, es decir de todo el pueblo británico. Un aspecto de esta reducción es que es

útil para las ideologías corporativas que ponen el acento en la unidad de un pueblo, a expensas

del reconocimiento de intereses divididos.

Otro ejemplo tiene que ver con el empleo del pronombre “ustedes”, empleado también en la

comunicación masiva donde los interlocutores potenciales son muchos, y su identidad es

desconocida para el productor. A pesar de que la audiencia de la comunicación masiva es

anónima, la mención explícita de “ustedes”, es por cierto muy común. La propaganda es un

ejemplo claro. El encabezado de un aviso escrito para la sopa BACHELOR, por ejemplo, es: “Lo

mejor de la cosecha, donde sea que Ud. compre”. (Buscar otro ejemplo de propaganda

nuestra) Esta mención personal simulada es, presumiblemente un intento reparar el

incremento de la impersonalidad.

Ud./Uds (en inglés ‘you’) se emplea a menudo como un pronombre indefinido, por ejemplo, en el

discurso político de Mrs. Thatcher:

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26

”you ’ve got to be strong to your own people and others countries have got to no know

that you stand by your word” (En la traducción española debería decir: uno debe ser

fuerte con la propia gente y los otros países tienen que saber que uno mantiene su

palabra).

Esto implica una relación de solidaridad entre Mrs. Thatcher (el gobierno) y el pueblo en general.

PREGUNTA 7:

¿Qué significados expresivos tienen los rasgos gramaticales?

Los comentarios sobre los significados expresivos se limitarán aquí a la modalidad expresiva.

Hay una superposición entre los auxiliares modales que marcan la modalidad interpersonal y los

que marcan la modalidad expresiva. Así encontramos que ‘poder’ se asocia con el significado de

‘posibilidad’ ( el puente puede caerse) pero también con ‘permiso’ (podés salir esta noche), y

‘deber’ se asocia con ‘obligación’ (debés hacer tu tarea). También encontramos ‘no poder’ como

‘imposibilidad’, (‘el puente no puede soportar ese peso’); ‘debería’ como ‘probabilidad’, (‘el

puente debería soportar ese peso’).

Sin embargo, la modalidad no es sólo una cuestión de auxiliares modales. También pueden

emplearse adverbios modales: ‘el plazo para la entrega de los trabajos posiblemente/

probablemente esté vencido’.

El interés ideológico radica en las pretensiones de autenticidad, o de conocimiento que

evidencian las formas modales. Los periódicos ofrecen un caso muy interesante. En las noticias

periodísticas, los sucesos informados se representan generalmente como verdades categóricas,

como ‘hechos’, sin modalización intermedia. Ver el Texto 6.del Daily Mirror, más abajo. Los

verbos están todos en presente no modalizado ( rechaza, planea, se prepara...) o en perfecto

(han sido invitados). La preponderancia de modalidades categóricas confirma una perspectiva

transparente del mundo – como si éste por sí mismo indicara su propio significado a cualquier

observador, sin que sea necesaria la interpretación y la representación por parte del lector.

Las ‘noticias’ generalmente disfrazan los complejos y complicados (o desordenados) procesos

de interpretación y recolección de la información que se realizan en su producción, y también,

las ideologías que están implícitas en los supuestos y en las prácticas establecidas y que los

intérpretes emplean para interpretarlas.

C. COHESIÓN

PREGUNTA 8:

¿cómo se vinculan entre sí las oraciones?

Aquí nos ocupamos de los significados conectivos (como opuestos a los significados ideacionales,

interpersonales y expresivos) de los rasgos formales de un texto. Estos significados tienen un

carácter parcialmente “ interno” comparado con los otros, en la medida en que tienen que ver

con los significados de los rasgos formales para conectar entre sí las partes de los textos. Pero

también tienen un carácter “externo”, en la medida en que tienen que ver con la relación entre

Page 27: Teoría Social Del Discurso

27

los textos y los contextos: algunos rasgos formales apuntan fuera del texto a su contexto

situacional, o a su contexto “intertextual”, es decir, a textos previos que están relacionados con

él. También los rasgos formales con valor conectivo tienen, simultáneamente, otros valores,

como veremos ahora.

Texto 10. Fuente: Daily Mail, 3 de mayo de 1982. [Citado por Fairclough 1989]

Existen en general conexiones formales entre las oraciones de un texto que, en conjunto, se

denominan cohesión. La cohesión puede implicar relaciones de vocabulario entre las oraciones

(repetición de palabras, o uso de palabras relacionadas). Y puede implicar referencia (palabras

que se refieren hacia atrás a una oración anterior, o, menos a menudo, hacia delante, u oración

que viene después). Llamamos rasgo cohesivo a cualquier rasgo formal de un texto que tiene

una función cohesiva, que indica una conexión entre una oración y otra. Los comentarios que

siguen acerca de la cohesión se vinculan sólo con los conectores ( las primeras dos preguntas) y

con la referencia (la tercera pregunta).

¿Qué conectores lógicos se emplean?

Los conectores lógicos (o secuenciales) pueden indicar supuestos ideológicos. Tenemos un

ejemplo de esto, que involucra una relación concesiva:

Nunca he salido con nadie aunque mami diga que soy bastante linda.

El conector en este caso es “aunque”, pero adviértase que la oración podría parafrasearse con

otros conectores:

Mami dice que soy bastante linda, pero nunca salí con nadie;

Aun cuando mami dice que soy bastante linda, nunca salí con nadie;

Mami dice que soy bastante linda. A pesar de ello, nunca salí con nadie.

En cada uno de estos casos, la atribución de coherencia depende de la suposición de que si una

jovencita (de 13 años en este caso) es “bastante linda” (adviértase que su mamá dice que ella

es bastante bonita) ella puede esperar haber salido con alguien.

Un ejemplo que produce una relación de ‘consecuencia’ es:

Foot rechaza el ofrecimiento del Nº 10 pero...

MAGGIE PLANEA LA INVASIÓN

Por Gordon Greig, Editor Político

Mrs. Thatcher se prepara para hacer estallar la crisis en Las Falklands con un desembarco de comandos y tropas paramilitares. Como existe la amenaza de una confrontación sangrienta, los líderes de la oposición han sido invitados a discutir con ella las últimas opciones.

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28

Ellos se negaron a pagar un alquiler más alto cuando se anunció el aumento. Entonces,

fueron desalojados de su departamento.

El supuesto, en este caso, es que es esperable que no pagar el alquiler tenga como consecuencia

el desalojo. Lo que muestran estos ejemplos es que relaciones causales o de consecuencia entre

las cosas que se consideran de sentido común, pueden ser ideológicas. Sin embargo, estas

relaciones no siempre están indicadas por conectores; a veces, pueden señalarse por mera

yuxtaposición de las oraciones.

¿Las oraciones se caracterizan por la coordinación o por la subordinación?

Las oraciones pueden combinar otras oraciones de diferentes maneras. Habitualmente se

distingue entre la coordinación, donde los componentes simples de las oraciones tienen igual

valor, y la subordinación, donde hay una cláusula principal y una o más cláusulas incluidas.

Generalmente ocurre que la cláusula principal es informativamente más importante que las

cláusulas subordinadas, porque el contenido de las cláusulas subordinadas queda en segundo

plano.

Hay que tener en cuenta que en que los textos la información se puede presentar como

relativamente principal y como relativamente secundaria (relativamente importante y

relativamente menos importante). En algunos casos, el contenido de las cláusulas subordinadas

está presupuesto, sobreentendido, o se presenta como ya conocido, o “dado” para todos los

participantes.

“ No podemos dejar que nuestras tropas pierdan su límite bajo cubierta, mientras los

diplomáticos argentinos juegan al gallo ciego en los corredores de las Naciones Unidas”.

La primera cláusula (hasta ‘cubierta’) es la cláusula principal, la segunda (el resto de la oración),

es la subordinada. Aunque la cláusula principal contiene una aserción, no se afirma que los

diplomáticos argentinos están jugando al gallo ciego en los corredores de las Naciones Unidas,

sino que se presupone.

¿Qué medios se emplean para la referencia externa e interna del texto?

Hay una cantidad de mecanismos gramaticales disponibles para referirse de una manera

sintética al material introducido previamente en un texto, para no repetirlo por completo. Los

más destacados son los pronombres ( él, esto eso, aquello, etc.) y el artículo definido (el). Por

ejemplo, ella, el (artículo), le, se, en la segunda de las siguientes oraciones:

Una amiga mía escribió un libro sobre la India. Ella intentó durante dos años que le

publicaran el libro, pero siempre le dijeron que no se vendería.

El artículo definido tiene un particular interés en el presente contexto, porque se usa

intensamente para nombrar referentes (personas, objetos, eventos) presupuestos, que no se

explicitan textualmente, ni siquiera son evidentes en el contexto situacional de una interacción.

El texto 7 es un ejemplo de esto. Esta propaganda presupone que hay una mujer y una madre

“en usted” (el lector supuesto), y estas dos presuposiciones son compatibles sobre la base de la

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suposición de que la “femineidad” de una mujer (usada aquí en el sentido más limitado de su

atractivo sexual para los hombres) y su maternidad, son incompatibles – hasta que Berlei

(marca del corpiño) llega.

TEXTO 11. Fuente: Berlei. Citado por Fairclough 1989.

D. ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURAS TEXTUALES

PREGUNTA 9:

¿Qué convenciones interaccionales se emplean?

Los rasgos formales en el nivel textual se relacionan con las propiedades formales organizativas

del texto completo. El concepto amplio de ‘texto’ incluye tanto los rasgos organizativos del

diálogo (conversaciones, lecciones, entrevistas) como los del monólogo (discursos, artículos

periodísticos). Nos ocuparemos ahora del valor interaccional de la organización de la

conversación.

¿Cuál es el sistema de cambio de turnos?

¿Cómo se maneja el cambio de turnos en el diálogo?. La respuesta depende de la naturaleza del

sistema de cambio de turnos que está operando, y éste a su vez depende de las relaciones de

poder que se establecen entre los participantes. Comencemos con una conversación informal

entre iguales. El cambio de turno en una conversación de esta naturaleza se maneja mediante la

negociación entre los participantes, que cambia turno a turno, de acuerdo con la siguiente

fórmula: la persona que habla puede seleccionar al próximo hablante; si esto no ocurre, el

próximo hablante puede tomar el turno; si esto no ocurre, la persona que está hablando puede

continuar. Se supone que todos los participantes tienen iguales derechos, en cada punto de la

fórmula, para seleccionar a otro, para seleccionarse a sí mismo, o para continuar.

La conversación informal entre iguales tiene un gran significado como forma ideal de la

interacción social, pero esta igualdad de derechos entre los participantes, no debe tomarse,

como muchas veces se hace, como una “norma” de la interacción en general: en nuestra

sociedad dividida en clases y orientada por relaciones de poder, ocurre muy limitadas veces.

Cuando ocurre, requiere una explicación.

EL CORPIÑO MATERNIDAD de algodón

de BerleiBerleiBerleiBerlei

imagen

El primer corpiño Que tiene en cuenta a la mujer Y a la madre que hay en usted

Page 30: Teoría Social Del Discurso

30

En los diálogos entre participantes desiguales, los derechos de cambio de turno son también

desiguales. Veamos un pequeño ejemplo del discurso en el aula.

P: ¿Adónde debe ir antes de llegar a los pulmones?

A: Por el tubo (forma vulgar para designar la tráquea), señorita.

P: Por el tubo... Ahora, alguno recuerda la otra palabra para decir tubo?

A: La tráquea.

P: La tráquea... Bien.

TEXTO 12 . Fuente: Coulthard M. 1977

El sistema de cambio de turno en este discurso entre profesor/alumno es muy diferente del que

se emplea para la conversación informal. Los alumnos sólo toman el turno cuando se dirige una

pregunta a la clase como un todo, o a un alumno en particular. Los alumnos, normalmente, no

se autoseleccionan; en cambio, los maestros, siempre se autoseleccionan, porque los alumnos

no pueden seleccionar al maestro. Y no sólo es el cambio de turno lo que está restringido para

los alumnos; también el contenido de los turnos que toman: están esencialmente limitados a dar

respuestas relevantes o pertinentes a las preguntas del maestro. Y el criterio de relevancia del

tema lo impone también el maestro. Aunque los maestros hacen una gran cantidad de

preguntas, también hacen muchas otras cosas en sus turnos, a diferencia de los alumnos. Los

maestros pueden proporcionar información, dar instrucciones, o como en este ejemplo, evaluar

las respuestas de los alumnos, repitiendo una respuesta, o haciendo un comentario evaluativo. A

este discurso del aula subyacen las ideologías de la jerarquía social y de la educación que se

reproducen por medio de él. No obstante, se pueden encontrar aulas donde las prácticas

discursivas y las ideologías son muy diferentes.

¿Algún participante emplea formas de control de las contribuciones de otro?

El poder en el discurso se caracteriza en términos de las restricciones que los participantes de

mayor poder ejercen sobre las contribuciones de los participantes de menor poder. Hay varios

mecanismos que se emplean para hacer esto, de los cuales mencionaré cuatro:

• interrupción

• reforzar la explicitud

• controlar el tópico

• formulación

La interrupción se ilustra en el siguiente ejemplo de diálogo entre un doctor (D) y un grupo de

estudiantes de medicina en una visita a una unidad de bebés prematuros:

D:... Bueno, ustedes van a poner sus manos sobre el niño (.) van a examinar los puntos clave y al mismo tiempo van a mostrárselo al grupo. ¿Puede hacerlo , por favor?

E: Bueno, en primer lugar voy a (...)

D: Primero, antes de hacerlo va a lavarse las manos ¿no? Porque usted ha estado examinando a otro niño (largo silencio) y todavía no está en condiciones de empezar a examinar a otro.

Page 31: Teoría Social Del Discurso

31

E: Sólo iba a sacar esto .

D: Muy bien.

Texto 13. Fuente: citado por Fairclough, 1989

El doctor interrumpe al estudiante de medicina para controlar sus contribuciones, en este caso

para impedirle empezar una revisación antes de lavarse las manos.

La ambigüedad o la ambivalencia pueden ser mecanismos útiles para los participantes de menor

poder en su trato con los de mayor poder; pero los que tienen más poder pueden responder

reforzando la explicitud: por ejemplo forzando a los participantes a desambiguar sus aportes ,

preguntándole cosas como ésta: ¿Es una amenaza? ¿Me está acusando de mentir?

El silencio es otra estrategia de los participantes de menor poder, particularmente como un

modo de no comprometerse con lo que los participantes más poderosos. Pero estos últimos

pueden forzar a los otros a responder preguntándoles, por ejemplo, ¿Entiende?, o ¿ Está de

acuerdo?, o ¿Qué piensa usted?

Los tópicos de una interacción puedes ser determinados y controlados por el participante de

mayor poder, que a menudo están en posición de especificar (como el maestro o el médico) la

naturaleza y los propósitos de una interacción en su mismo comienzo, y a desautorizar las

contribuciones que no son (desde su punto de vista) relevantes.

Un mecanismo empleado ampliamente es la formulación. Los hablantes emplean las

formulaciones para comprobar si se entiende lo que se dice, o para lograr una caracterización

compartida de lo que se dice en la interacción. Una formulación puede emplearse para aclarar lo

que se supone que debe decirse en relación con el co-texto, o para explicitar lo que quedó

implícito.

También puede ser una reformulación de lo dicho por el propio hablante o por otros, en un

mismo turno o en una secuencia de turnos, o incluso en todo un episodio.

Otras veces se emplea con propósitos de control, por ejemplo en las entrevistas de radio, como

modo de conducir a los participantes a aceptar una determinada versión del tópico que se está

tratando, y así limitar sus opciones para futuras contribuciones.

Aquí hay un ejemplo de formulaciones y de su empleo estratégico en el discurso. Es un relato de

un sucesos en torno a un accidente con los cristales de una ventana:

A: estaba rota cuando vine a almorzar

B: ya estaba..

A: así que lo hicieron mientras hablaba con los chicos arriba, más o menos

B: así que no lo hicieron los chicos, que estaban arriba entonces

A: Ah, supongo que no

Texto 14: Fuente: citado por Fairclough, 1989.

El segundo turno de B formula la explicación de A – ‘ofrece’ a A una conclusión acerca de lo que

acaba de decir, y A parece forzada a conceder que es así.

Page 32: Teoría Social Del Discurso

32

La formulación puede ser una prerrogativa del participante de más poder, pero eso no significa

que siempre la utilicen para controlar. La siguiente formulación es el cierre de una entrevista

entre un director y un joven sospechado de hurtar en un negocio:

D: y niega haber dejado la escuela durante la hora de clase o

J: Niego haber dejado la

escuela para ir a esa tienda a tomar el dinero, o lo que sea, porque nunca lo

hice.

Texto 15: Fuente: citado por Fairclough 1989.

El director mueve la entrevista ofreciendo al joven una formulación de respuesta a las

acusaciones que se le hicieron. No obstante, el director intenta formular sus fallas, y el joven

controla la situación al interrumpirlo y proporcionar su propia formulación de la situación.

PREGUNTA 10.

¿Qué estructuras globales presenta el texto?

El texto 10 es un ejemplo de cómo el texto tiene una estructura global, es decir, que puede

construirse con elementos predecibles en un orden predecible. Las estructuras globales de los

informes de accidentes (o de incidentes), generalmente involucran ciertos elementos principales

como los siguientes: qué ocurrió, qué lo causó, qué se hizo para controlarlo; qué otros efectos

inmediatos tuvo; qué efectos de largo alcance o qué consecuencias tuvo el incidente. (Cambiar

el ejemplo : Maru)

TEXTO 16. Fuente Lancaster Guardian: 7 de octubre de 1986. Citado por Fairclough 1989.

El titular y el primer párrafo informan acerca de lo que ocurrió. El segundo párrafo informa en

primer lugar qué se hizo para manejar la situación y más adelante especifica lo sucedido. El

tercero, proporciona más detalles sobre los efectos inmediatos, y el cuarto se refiere a las

consecuencias de largo alcance. El orden de aparición de los elementos no es particularmente

lógico, y un elemento simple puede aparecer en más de un lugar (el fuego).

El ordenamiento de los sucesos en los artículos periodísticos se basa en su importancia como

noticia; el encabezado y el primer párrafo, en particular, proporcionan las informaciones que se

consideran más importantes y esenciales para el relato. En este caso, los encabezados destacan

LOS BOMBEROS ATACARON EL FUEGO

Anoche trabajaron por turnos en una línea de cubierta en la fábrica de revestimientos Nairm. La población de St. George’s Quay, Lancaster, tuvo que ser evacuada luego de desatarse el fuego en un horno en la noche del miércoles. Cuatro camiones de bomberos se ocuparon del incidente. Los bomberos, usando máscaras de oxígeno, atacaron las llamas que se desataron cuando estalló un horno infrarrojo. El fuego causó grandes daños en los tubos de metal, enl interior de una máquina de revestimientos y en el hall...

Page 33: Teoría Social Del Discurso

33

lo que se hizo para manejar el incidente, aunque también está incluida una indicación acerca de

lo que ocurrió (el fuego).

Las expectativas de los participantes sobre la estructura de las interacciones sociales en que

participan, o de los textos que leen, son un importante factor para la interpretación – y los

elementos particulares que se informan pueden interpretarse de acuerdo con lo que se espera,

en el punto en que ocurren, más que por la importancia que revisten.

La significación de la estructuración global de las noticias también tiene un alcance mayor: estas

estructuras pueden imponer altos grados de rutina en las prácticas sociales. En los informes

periodísticos de accidentes industriales, por ejemplo, la familiaridad con los sucesos que se

informan dificulta percibir el hecho de que entre las cosas que se mencionan no figure, por

ejemplo, cuáles fueron las medidas de seguridad de la empresa involucrada en el incendio. Lo

inverso de esto es que los aspectos de los eventos que no se incluyen como elementos

estructurales, tienden a desaparecer de la vista y de la conciencia, como a menudo ocurre con

las cuestiones referidas a las medidas de seguridad y precaución que deben implementar las

empresas para evitar accidentes industriales.

Page 34: Teoría Social Del Discurso

34

2. INTERPRETACIÓN:

EL DISCURSO COMO PRÁCTICA DISCURSIVA

SOBRE EL CONCEPTO DE INTERPRETACIÓN

El término ‘interpretación’ identifica una etapa de procedimiento del analista del discurso, pero

también se refiere a la interpretación que los participantes del discurso hacen de los textos. Con

esto Fairclough pretende poner el énfasis en la esencial similitud entre lo que hace el analista y

lo que hacen los participantes, aunque también reconoce que hay diferencias entre ambas

interpretaciones.

La etapa de interpretación tiene que ver tanto con los procesos de producción como con la

interpretación de textos por parte de los participantes del discurso.

Hay dimensiones específicamente ‘sociocognitivas’ de la producción e interpretación del texto,

que se centran en el interjuego entre los recursos que han internalizado los participantes y que

hacen intervenir en el procesamiento del texto, y el texto mismo, como conjunto de ‘rastros’ del

proceso de producción, o como conjunto de ‘indicios’ para el proceso de interpretación. Estos

procesos generalmente funcionan de manera no consciente y automática (aunque ciertos

aspectos de ellos se pueden volver conscientes con mayor facilidad que otros), por lo que se

constituyen en un importante factor a tener en cuenta para determinar su efectividad ideológica.

Los procesos de producción e interpretación tienen restricciones sociales en un doble sentido:

1. Por los recursos interpretativos que emplean los miembros – los ‘recursos de los

miembros’ [RM], que son estructuras sociales, normas y convenciones, internalizadas de

manera efectiva. Estos RM incluyen órdenes del discurso y convenciones para la producción,

distribución y consumo de textos, que se constituyeron a través de luchas y prácticas

sociales en el pasado.

2. Por la naturaleza de la práctica social específica de la que forman parte, la cual determina

a qué elementos de los RM se recurre, y cómo se los emplea (es decir, si se emplean de

manera normativa o creativa, aquiescente u opositora).

Otro rasgo importante del marco tridimensional para el análisis del discurso es que intenta

explorar estas restricciones, especialmente las segundas (qué aspectos de los recursos de los

miembros se emplean y cómo), para establecer relaciones que expliquen tanto la naturaleza de

los procesos discursivos concretos como la de las prácticas sociales en que se integran.

La producción o interpretación de un texto se representa por lo general como un proceso de

múltiples niveles, y como un procesamiento de ‘abajo-arriba-arriba abajo’.

Los niveles inferiores analizan una secuencia de sonidos, o de grafías, en oraciones. Los niveles

más altos tienen que ver con el significado, con la adscripción de significados a las oraciones, al

texto entero y a partes o ‘episodios’ de un texto, y con la interpretación de la coherencia de las

emisiones conectadas.

Page 35: Teoría Social Del Discurso

35

Los significados de las unidades ‘superiores’ se construyen, en parte, a partir de los significados

de las unidades ‘inferiores’. Esta es la interpretación ‘de abajo-arriba’.

No obstante, la interpretación se caracteriza también por establecer predicciones prematuras

acerca del significado de las unidades superiores, basándose en evidencias limitadas. Estos

significados van conformando o configurando el modo en que se interpretan las unidades

inferiores. Este es el procesamiento de ‘arriba-abajo’.

Así, la producción y la interpretación son procesadas, en parte, de ‘arriba –abajo’ y, en parte,

de ‘abajo-arriba’. Además, la interpretación se realiza en tiempo real: la interpretación que ya

se ha dado a una palabra u oración, o el episodio x excluirá otras posibles interpretaciones para

esa palabra, oración o episodio x + 1.

Las interpretaciones son generadas por una combinación dialéctica entre:

a) lo que está en el texto (indicios del texto)

b) lo que está ‘en’ el intérprete (los ‘recursos de los miembros’ (RM) que el intérprete

pone en juego.

Desde el punto de vista del intérprete, los rasgos formales del texto son 'indicios’ que activan

elementos de los RM del intérprete. En tanto ayudan a generar interpretaciones, podemos

referirnos a los RM como procedimientos interpretativos. Los RM se denominan a menudo

conocimiento de fondo, pero el término es restrictivo, ya que pierde de vista la cuestión de que

muchos de los supuestos de sentido común son ideológicos, por lo que llamarlos conocimiento es

un tanto equívoco. El siguiente cuadro proporciona un panorama global del proceso de

interpretación.

Cuadro 1 Interpretación (tomada de Fairclough 1989:142)

PROCEDIMIENTOS INTERPRETATIVOS (RM) RECURSOS INTERPRETAR

Ordenes sociales Contexto situacional

Contexto intertextual Contexto Intertextual

INTERPRETACIÓN DEL TEXTO DOMINIO DE INTERPRETACIÓN

Fonología Superficie de la emisión gramática, vocabulario Semántica, pragmática Superficie de la emisión Coherencia pragmática Coherencia local Esquemas Estructura textual y ‘punto’

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Interpretación del cuadro:

Columna de la derecha: bajo el encabezado Interpretar, se enumeran seis grandes dominios de

interpretación. Los dos de la sección superior se relacionan con la interpretación del

contexto, mientras que los de la sección inferior se relacionan con cuatro niveles de

interpretación textual.

Columna de la izquierda: aquí se enumeran los grandes elementos de RM que funcionan como

procedimientos interpretativos. Cada elemento de RM está específicamente asociado con el

nivel de interpretación que ocurre en la misma línea del diagrama.

Columna central: identifica el rango de los Recursos que preparan el terreno para cada uno de

los dominios de interpretación de la derecha. En cada caso estos recursos incluyen más de un

procedimiento interpretativo de la izquierda: hay o tres o cuatro ‘datos de ingreso’ para cada

‘caja’.

La interpretación del texto identifica así cuatro niveles de acuerdo con los dominios de

interpretación enumerados en la columna de la derecha.

1. Superficie de la emisión: El primer nivel de interpretación del texto se relaciona con el

proceso por el cual los intérpretes convierten las cadenas de sonidos, o las grafías, en

palabras, frases y oraciones reconocibles. Para hacerlo, tienen que organizar ese aspecto de

su RM que se denomina a menudo ‘conocimiento lingüístico’, y que se especifica como

‘fonología, gramática, vocabulario’. Este aspecto de la interpretación se incluye en el análisis

del de la descripción y no tiene particular relevancia aquí.

2. Significado de la emisión: El segundo nivel de interpretación tiene que ver con la

asignación de significado a las ‘emisiones’. A veces, pero no siempre, las emisiones se

corresponderán con oraciones, o con ‘proposiciones’ semánticas. Los intérpretes organizan

aquí los aspectos semánticos de sus RM, es decir, sus representaciones de los significados de

las palabras, su habilidad para combinar los significados de las palabras con la información

gramatical y para interpretar significados implícitos, como medio de arribar al significado de

la proposición completa. También emplean las convenciones pragmáticas de sus RM que les

permiten determinar cuáles son los actos de habla que realiza una emisión.

3. Coherencia local: El tercer nivel de interpretación establece conexiones de significado

entre emisiones, produciendo (donde es factible) interpretaciones coherentes de los pares y

las secuencias de emisiones. Aquí no se trata de analizar la coherencia ‘global’ de un texto

completo – un articulo periodístico completo o una conversación telefónica completa, por

ejemplo – sino más bien, las relaciones ‘locales’ de coherencia dentro de una determinada

parte de un texto. La coherencia global se considera en el próximo nivel. En este tercer

nivel, el intérprete organiza aquellos aspectos de su ‘conocimiento lingüístico’ que tiene que

ver con la cohesión, y que se analiza en la etapa de la descripción. Sin embargo, es preciso

recordar que la coherencia no puede reducirse a aquella cohesión formal: los intérpretes

pueden inferir las relaciones de coherencia entre emisiones aún en ausencia de señales

Page 37: Teoría Social Del Discurso

37

cohesivas formales, sobre la base de suposiciones implícitas, que, a menudo tienen un

carácter ideológico. Por lo general, estos procesos inferenciales se consideran una

cuestión pragmática. De modo que la ‘pragmática’ se identifica como un procedimiento

interpretativo tanto en este nivel de la interpretación como en el de la descripción.

4. Estructura textual: La interpretación de la estructura textual tiene que ver con el modo en

que el texto se sostiene como un todo, es decir, con la coherencia global del texto. Esto

implica establecer correspondencias entre el texto y un repertorio de modelos de

organización textual que se asocian con los tipos de discurso. Por ejemplo, una vez que un

intérprete ha decidido que está involucrado en una conversación telefónica sabe que puede

esperar que ocurran ciertas cosas en un determinado orden (saludos, establecer el tópico de

la conversación, cambiar los tópicos, cerrar la conversación, saludos). El ‘tópico’ de un

texto es una interpretación sumaria del texto como un todo al que arriban los intérpretes, y

es lo que se almacena en la memoria de largo plazo. El aspecto experiencial del punto de un

texto es su tópico global. Fairclough prefiere la expresión ‘punto’ a la de ‘tópico’, porque el

concepto de ‘punto’ incluye también los aspectos del significado interpersonal y expresivo del

texto; nosotros seguiremos empleando la denominación de tópico, que es de uso más

frecuente, teniendo en cuenta que aquí se incluyen también esos otros aspectos del

significado.

En un determinado punto de la interpretación de un texto, las interpretaciones previas

constituyen una parte de los ‘recursos’ de interpretación. Cada dominio de interpretación emplea

interpretaciones de otros dominios como parte de sus ‘recursos’. Esta interdependencia es

bastante obvia para los cuatro niveles de interpretación textual: por ejemplo, para interpretar la

coherencia global y el ‘tópico’ de un texto, se emplean interpretaciones de la coherencia local de

las partes del mismo; y para llegar a éstas, se emplean interpretaciones de los significados de la

oración; y para llegar a ésta, las interpretaciones de la forma superficial de las emisiones. Pero

también hay interdependencia en la dirección contraria. Por ejemplo, los intérpretes hacen

tempranas conjeturas en el proceso de interpretación de un texto, acerca de su estructura

textual y su ‘tópico’, y estas conjeturas influyen en los significados que se atribuyen a las

emisiones particulares, y se establecen relaciones de coherencia local entre ambas. Estos

procesos se captan con las nociones de procesamiento ‘de arriba–abajo’ (el nivel más alto de

interpretación configura al nivel más bajo) y también el proceso inverso, de ‘abajo-arriba’.

Un proceso similar se produce entre la interpretación del contexto y la interpretación del texto:

los intérpretes deciden rápidamente cuál es el contexto, y esta decisión puede afectar al modo

en que se interpretará el texto; pero, la interpretación del contexto también se basa en parte en

el texto y puede cambiar en el curso de esa interpretación textual.

La interpretación implica tanto la interpretación del texto como la del contexto. En el cuadro 1,

Fairclough distingue dos tipos de contexto: situacional e intertextual.

Page 38: Teoría Social Del Discurso

38

Los participantes arriban a la interpretación del contexto situacional, en parte, a partir de

indicios externos – rasgos de la situación física, propiedades de los participantes, lo que se ha

dicho previamente – pero también, en parte, basándose en aspectos de su RM con los cuales

interpretan estas señales – específicamente, las representaciones del orden social y del orden

socio-institucional que les permiten adscribir la situación en que se encuentran a un tipo

particular de situación.

El modo en que los participantes interpretan la situación determina qué tipos de discurso

emplear, y esto a su vez, afecta la naturaleza de los procedimientos interpretativos que se

emplearán en la interpretación textual.

Pero también necesitamos referirnos al contexto intertextual: los participantes en cualquier

discurso operan sobre la base de suposiciones acerca de discursos (o series de discursos)

previos con los que se conecta el discurso en el que están involucrados. Estas suposiciones

determinan qué es lo que puede darse por sentado como parte de la experiencia común, a qué

se puede hacer alusión, con qué se puede estar de acuerdo, o en desacuerdo, etc. De este

modo, la imagen que emerge del proceso de interpretación es bastante compleja.

Cuadro 2. [Tomada de Fairclough 1989: 146]

ORDEN SOCIAL DE LA SOCIEDAD

Determinación del escenario institucional

ORDEN SOCIAL INSTITUCIONAL

Determinación del escenario situacional

SITUACIÓN TIPO DE DISCURSO

¿qué está ocurriendo? CONTENIDOS (actividad, tópico, propósito)

¿quién está involucrado? SUJETOS

¿En qué relaciones? RELACIONES

¿Cuál es el rol del lenguaje en lo que está sucediendo? CONEXIONES

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La Cuadro 2. representa esquemáticamente cómo proceden los intérpretes para arribar a

interpretaciones del contexto situacional, y el modo en que esto determina sus decisiones acerca

de qué tipo de discurso es el ‘adecuado’. Para simplificar la explicación de estos procedimientos,

se supone que se está empleando sólo un tipo de discurso en cada interacción, aunque esto

nunca es realmente así, ya que en una interacción se pueden emplear dos o más tipos de

discurso.

Las cuatro preguntas de la izquierda se relacionan con cuatro dimensiones principales de la

situación. El siguiente texto, tomado de una entrevista policial, nos permitirá ilustrar estas

dimensiones:

P: ¿Vio al que estaba en el auto?

W: Vi su cara, sí

P: ¿qué edad tenía más o menos?

W: Unos 45. Usaba un...

P: ¿... la altura?

W: unos seis pies

P: Seis pies.¿ Cabello?

W: Oscuro y enrulado.

1. ¿Qué está ocurriendo?: esta pregunta comprende la actividad, el tópico y el propósito.

Podrían hacerse discriminaciones más finas, pero estas serán suficientes. La primera,

actividad, es la más general y permite identificar la situación en términos de un conjunto de

tipos de actividades, que se reconocen como diferentes dentro de un orden social particular,

y que se relacionan con estructuras textuales globales como las que se consideran en la

Pregunta 10 de la etapa de la descripción. Por ejemplo, en el trabajo de la policía, los tipos

de actividad incluyen actividades como: ‘hacer un arresto’, ‘hacer un informe’, ‘ entrevistar

testigos’, ‘ interrogar a un sospechoso’, etc. En el ejemplo anterior, el tipo de actividad es

‘entrevistar a un testigo’. Es probable que el tipo de actividad establezca restricciones sobre

los tópicos posibles, aunque esto no significa que los tópicos se puedan predecir

mecánicamente a partir del tipo de actividad. En el ejemplo, el tópico es ‘la descripción de

un supuesto infractor’. De manera similar, los tipos de actividad también están asociados

con propósitos particulares reconocidos institucionalmente. En este caso, el propósito

general es ‘obtener información y documentación de la información’ (recordar que P está

llenando un formulario durante la entrevista), y también, ‘obtener un relato acerca del

supuesto crimen’.

2. ¿Quién está involucrado?: Esta pregunta y la siguiente están estrechamente conectadas,

aunque es posible separarlas para el análisis. En el caso de la primera se trata de especificar

qué posiciones subjetivas están en juego, ya que el conjunto de posiciones subjetivas

difiere según el tipo de situación. Es importante advertir que las posiciones subjetivas son

Page 40: Teoría Social Del Discurso

40

multi-dimensionales. En primer lugar, una dimensión se deriva del tipo de actividad; en este

caso, ‘una entrevista’, y las entrevistas tienen las posiciones subjetivas de entrevistador y

entrevistado. En segundo lugar, la institución adscribe identidades sociales a los sujetos que

funcionan dentro de ellas; en nuestro ejemplo, el ‘policía’ y un ‘ciudadano’, que además, es

un ‘testigo’, y una probable ‘víctima’. En tercer lugar, las diferentes situaciones tienen

diferentes posiciones según se hable o se escuche: hablante, oyente, destinador,

destinatario, portavoces, escuchas casuales, etc. En nuestro ejemplo, tenemos los roles

alternantes de hablante y destinatario entre P y W.

3. ¿En qué relaciones?: Aquí se consideran las posiciones de los sujetos de manera más

dinámica, es decir, teniendo en cuenta qué relaciones de poder, distancia social, etc. se

ponen en acto en la situación. En este caso, la naturaleza de las relaciones entre los

miembros de la policía y del público en general. Se puede advertir, por ejemplo, que el

policía como entrevistador está más movido por ‘tratar’ a W en términos de ‘procedimiento’,

que por empatizar con él como testigo de un crimen violento.

4. ¿Cuál es el rol del lenguaje?: En nuestro ejemplo, el lenguaje se emplea de manera

instrumental, es decir, como instrumento para llevar a cabo un objetivo institucional y

burocrático más amplio – se emplea para obtener información de W, necesaria para llenar

un formulario oficial que será parte de la documentación del caso. Este rol del lenguaje no

sólo determina su género – una entrevista como ésta es, obviamente, un modo de obtener

la información–; sino también el canal, que puede ser oral (preguntas-respuestas) como

escrito (formulario). A veces, una información burocrática de este tipo se resume por

escrito – se le pide a la gente que llene formularios. El hecho de que esto no ocurra en este

caso, en que el llenado del formulario está complicado con una entrevista, es indicativo del

grado de control que el policía ejerce sobre todos los aspectos del caso: la información de W

sólo será oficialmente válida en un formulario que esté mediatizado, y controlado por el

policía.

Estos aspectos de la situación se vinculan con las cuatro grandes dimensiones de un tipo de

discurso, como un conjunto de convenciones subyacentes que pertenecen a un determinado

orden de discurso. En efecto, como hemos visto, un tipo de discurso encarna ciertas

restricciones de:

1. contenidos (significados ideacionales o experienciales) : determinados por lo que está

ocurriendo

2. sujetos (significados interpersonales): determinados por quiénes están involucrados

3. relaciones (significados expresivos): determinados por las relaciones entre los sujetos

4. conexiones (internas y externas): determinadas por el rol que juega el lenguaje en lo

que está sucediendo. Las conexiones se establecen tanto hacia el exterior, es decir, el

modo en que los textos están ligados a los contextos situacionales en que ocurren

Page 41: Teoría Social Del Discurso

41

(relación texto-contexto), como hacia el interior del texto, es decir, los modos en que se

relacionan entre sí las partes de un texto (‘cohesión’). Ambas conexiones pueden variar

según los tipos de discursos.

Todas estas dimensiones del tipo de discurso asociadas convencionalmente con un tipo particular

de situación, están determinadas por la situación. La situación determina el modo en que se

produce e interpreta el discurso en curso, y también controla los elementos RM implicados en los

niveles de interpretación del texto.

Fairclough dice que un tipo de discurso puede concebirse como un ‘potencial de significados’,

según la terminología de M. Halliday, es decir, como una configuración particular de posibles

significados experienciales, expresivos, interpersonales y conectivos. Y algunos de los elementos

de los MR, considerados como principios interpretativos, serán propios de este tipo de discurso y

de la realización de su potencial de significados: vocabulario, relaciones semánticas,

convenciones pragmáticas, esquemas, marcos y guiones.

Los rasgos de la situación física en que ocurre el texto, no determinan por sí mismos el contexto

situacional, aunque son señales importantes que ayudan al intérprete a interpretarlo. Estas

señales no son ‘observables’ de la misma manera y para cualquier participante; se ‘leen’ – es

decir, se interpretan - junto con, y a la luz de, algún/os elemento/os de los RM de cada

intérprete. El intérprete pone en juego sus representaciones acerca cómo está organizado el

‘espacio social’, es decir, los órdenes sociales que tiene organizados en sus RM. Un orden social

es una suerte de tipología de tipos de situación social. Al interpretar una situación concreta lo

que hacemos es asignarla a un determinado orden social, es decir, a un tipo particular de

situación social. (1) Este proceso puede representarse en dos etapas:

1) El intérprete determina el tipo de escenario institucional, es decir, en qué dominio

institucional está ocurriendo la interacción. Un orden social divide el espacio social total

en una cantidad de espacios institucionales, y cualquier situación particular se tiene que

ubicar primero dentro de alguno de estos espacios.

2) El intérprete llega a determinar el escenario de la situación, dentro del cual ocurre el

tipo de situación de la interacción en curso, según el orden social institucional

seleccionado en la etapa 1. Cada orden social institucional divide el espacio institucional

en una cantidad de tipos de situación, y cada situación concreta se incluye dentro de (o

al menos en relación con) una categoría de esta tipología.

Cualquier dimensión de un orden social, ya sea social o institucional, es un orden del discurso.

Al tipificar la situación en relación con un determinado tipo de discurso, también la tipificamos

en relación con el orden de discurso asociado a ese tipo de discurso. Este doble proceso de

tipificación es simultáneo, aunque en el diagrama, por razones de procedimiento se representa

1 . Ver Cap. 2 de Fairclough 1989, sobre los órdenes sociales

Page 42: Teoría Social Del Discurso

42

como si la situación se tipificara primero, y luego, el tipo de discurso: aunque esto es útil desde

el punto de vista analítico, ambos procesos ocurren simultáneamente.

La Cuadro 2. también da la impresión de que los valores de cada una de las cuatro dimensiones

de la situación se determinan de manera independiente, y que cada dimensión selecciona por sí

misma los valores del tipo de discurso que le corresponden. Nuevamente, aunque esto es útil

desde el punto de vista del análisis, un orden institucional sólo fija un número relativamente

pequeño de combinaciones convencionales de valores para la dimensiones situacionales; y cada

tipo de situación sólo puede pensarse parcialmente como un tipo de discurso, que es una

combinación convencionalizada de valores para las cuatro dimensiones de tipos discursivos.

Este aspecto puede relacionarse también con el concepto de géneros discursivos de Bachtin

(1979, 1982: 248-293), quien sostiene que todas las esferas de la actividad humana se

relacionan con el uso de la lengua. Retomamos aquí una cita de su concepto:

“El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales o escritos) concretos y singulares, que pertenecen a una u otra esfera de la praxis humana. Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las esferas, no sólo por su contenido (temático) y por su estilo verbal, o sea por la selección de los recursos léxicos, fraseológicos y gramaticales de la lengua, sino, ante todo, por su composición o estructuración. Los tres momentos mencionados – el contenido temático, el estilo y la composición – están vinculados indisolublemente en la totalidad del enunciado y se determinan, de un modo semejante, por la especificidad de una esfera dada de comunicación. Cada enunciado separado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados a los que denominamos géneros discursivos. “La riqueza y diversidad de los géneros discursivos es inmensa, porque las posibilidades de la actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la praxis existe todo un repertorio de géneros discursivos que se diferencia y crece a medida que se desarrolla y se complica la esfera misma.” (Bachtin, 1979-1982 : 248)

IDEOLOGÍA Y RELACIONES DE PODER

Los órdenes sociales y los órdenes discursivos se relacionan con determinadas ideologías y

relaciones de poder. Una consecuencia de esto es que las situaciones pueden interpretarse de

manera diferente si los diferentes participantes ponen en juego diferentes órdenes sociales como

procedimientos interpretativos. Estas diferencias son muy comunes en las relaciones

interculturales, y es muy probable que sean las motivaciones profundas de los problemas de

malentendidos o las dificultades de comunicación que surgen entre culturas diferentes. Dentro

de una misma cultura, estos malentendidos sólo ocurren cuando se enfrentan diferentes

posiciones ideológicas. Esto significa que no podemos dar por sentado el contexto, o asumir que

éste es transparente para todos los participantes. El contexto no es un ‘dato observable’,

‘objetivo’, idéntico para todos los participantes. Al producir o interpretar el contexto de un

discurso particular, necesitamos establecer con qué interpretación(es) del contexto situacional

están trabajando los participantes, y si existe o no una única interpretación compartida. También

es preciso ser conscientes de hasta qué punto la interpretación de un participante de mayor

poder puede imponerse sobre las otras.

Page 43: Teoría Social Del Discurso

43

Una consecuencia que se desprende de esta concepción es que las ideologías, y las relaciones de

poder que subyacen a ellas, tienen una influencia profunda e intensa sobre la interpretación y la

producción del discurso, porque están incluidas en los procedimientos interpretativos de los

participantes, es decir, los órdenes sociales de los RM.

A menudo se sostuvo que el procedimiento interpretativo consistía en computar, en un primer

momento, los ‘significados literales’ de las oraciones de un texto, los cuales, en un segundo

momento, se modificaban a la luz del contexto. Esta concepción sostiene, en cambio, que los

intérpretes operan desde el principio con supuestos de fondo acerca del contexto (que están

abiertos a modificaciones posteriores), y que estos supuestos influyen en el modo de procesar

los rasgos lingüísticos, de manera que un texto siempre se interpreta teniendo en cuenta cierta

representación mental del contexto. Esto significa que los valores que poseen los rasgos

particulares de un texto dependen de la tipificación que hace el intérprete del contexto

situacional. La implicaciones de esta concepción de la interpretación como fuertemente

dependiente del contexto situacional puede resultar en cierto modo alarmante para ciertos

lingüistas acostumbrados a considerar el significado como una propiedad puramente lingüística

de las formas lingüísticas.

Para estos lingüistas, una forma de reaccionar frente a esta dependencia del contexto, es tratar

de delimitarlo, es decir, de restringir de alguna manera la vastedad del contexto. Sin embargo,

el contexto situacional de los discursos incluye el sistema de relaciones sociales y de poder. Así

como se considera que hasta una simple oración implica toda la lengua, así también

cualquier discurso, por simple que sea, implica todo el orden de la sociedad. Esto es así

porque los esquemas tipificadores y clasificatorios de la práctica social y el discurso – lo que

Fairclough llama los órdenes sociales y los órdenes del discurso – son conformados por las

matrices sociales e institucionales de ese simple discurso.

SOBRE EL CONCEPTO DE PRÁCTICA DISCURSIVA

La práctica discursiva involucra procesos de producción, distribución y consumo de textos. La

naturaleza de estos procesos es variable según los diferentes tipos de discurso. La variación

depende de factores sociales. Por ejemplo, los textos se producen de maneras específicas, en

contextos sociales específicos: el artículo de un periódico se produce mediante complejas rutinas

de naturaleza colectiva, por un equipo cuyos miembros están involucrados de maneras diversas

en las diferentes etapas de la producción – acceso a los recursos, tales como los informes de

prensa de las agencias, transformación de estos recursos (a menudo, ellos mismos son ya

textos) en un borrador de información, decidir dónde colocar la información en el periódico,

editar el informe (ver Van Dijk, 1988).

Además, el concepto de ‘productor de texto’ es más complicado de lo que parece. Resulta útil

distinguir un conjunto de posiciones que pueden ser ocupadas por la misma o por diferentes

personas. Goffman (1981:144) sugiere una distinción entre:

• animador, la persona que produce los sonidos o las marcas en el papel,

Page 44: Teoría Social Del Discurso

44

• autor, el que selecciona y organiza las palabras y es responsable de la redacción del texto,

• principal, aquel cuya posición es representada por las palabras.

En los artículos de un periódico existe cierta ambigüedad en cuanto a las relación entre estas

posiciones: el principal es a menudo una ‘fuente’ exterior al periódico (las agencias de noticias,

como TELAM, UP), pero algunos informes no dejan claro esto y dan la impresión de que el

principal es el periódico (su editor, o un periodista); y los textos que son de autoría colectiva se

escriben a menudo como si fueran de autoría de un periodista (quien, a lo sumo, puede ser el

animador). (Fairclough 1988b tiene un ejemplo de esto).

Los textos también se consumen de diferente manera en diferentes contextos sociales. Esto en

parte tiene que ver con el tipo de trabajo interpretativo que se aplica a ellos (una lectura

minuciosa, o una atención vaga sobre el conjunto), y en parte, se relaciona también con los

modos de interpretación disponibles, por ejemplo, las recetas no se leen a menudo como textos

estéticos, ni los artículos académicos como textos retóricos, aunque ambas lecturas son

posibles.

Tanto la producción como el consumo pueden ser colectivos o individuales: comparar, por

ejemplo, una carta de amor y un informe administrativo. Algunos textos (entrevistas oficiales,

grandes poemas) se graban, se transcrben, se preservan, se re-leen; otros (la publicidad no

solicitada, las conversaciones casuales) son transitorias, no se conservan ni se graban, se tiran.

Algunos textos (discursos políticos, libros de texto) son transformados en otros textos. Las

instituciones tienen rutinas específicas para ‘procesar’ textos: una consulta médica se puede

transformar en un informe médico, que puede usarse para recopilar estadísticas médicas.

Los textos tienen consecuencias variables tanto extra como intra-discursivas. Algunos textos

llevan a la guerra o a la destrucción de armas nucleares; otros permiten que la gente obtenga o

pierda un empleo; otros, cambian las actitudes, las prácticas o las creencias de la gente.

Algunos textos tienen una distribución simple – una conversación casual pertenece sólo al

contexto de situación inmediato en el que ocurre- mientras que otros tienen una distribución

compleja. Los textos producidos por líderes políticos, o los textos producidos en la negociación

internacional del armamento, se distribuyen en dominios institucionales diferentes, cada uno de

los cuales tiene sus propios patrones de consumo, y sus propias rutinas para reproducir y

transformar textos. Los televidentes, por ejemplo, reciben una versión transformada del discurso

que dio Thatcher o Gobachev, el cual es consumido de acuerdo con particulares hábitos y rutinas

de visión. Los productores de organizaciones sofisticadas, tales como los departamentos de

gobierno, producen textos de manera que anticipan su distribución, transformación y consumo,

y tienen múltiples audiencias construidas en ellas. No sólo anticipan a los ‘destinatarios’ (

aquellos a quienes están dirigidos), sino también a los ‘oyentes’ (aquellos a quienes no están

dirigidas directamente, pero que se supone que forman parte de la audiencia), y a los ‘oyentes

casuales’ ( aquellos que no forman parte de la audiencia ‘oficial’, pero se sabe que son

consumidores de hecho; por ejemplo, los oficiales soviéticos son oyentes casuales en las

Page 45: Teoría Social Del Discurso

45

comunicaciones entre los gobiernos de la OTAN). Y cada una de estas posiciones pueden ser

ocupadas de manera múltiple.

FUERZAS CENTRÍFUGAS Y CENTRÍPETAS: PROPIEDADES CONVENCIONALES Y CREATIVAS DE LOS TEXTOS.

En el marco tridimensional del análisis crítico del discurso, el análisis de la práctica discursiva

implica prestar atención a los procesos de producción, distribución y consumo de los textos.

Se supone que cualquier nivel de organización textual puede ser relevante para el ACD, y por lo

tnto, es importante evitar enfatizar unilateralmente, ya sean las propiedades repetitivas (o

reproductivas) como las propiedades creativas (de cambio o transformación) de los textos.

Cualquier texto es un punto de tensión entre presiones centrípetas y presiones centrífugas, y por

lo tanto, en parte es repetición de normas y convenciones previas, y en parte, es creativo. La

importancia relativa de esas presiones puede variar de acuerdo con las condiciones sociales en

que un texto se produce / interpreta y en que circula y se consume.

Las presiones centrípetas tiene que ver con las necesidad de producir / interpretar un texto

según determinadas convenciones o normas, que son de dos clases:

� Las convenciones y normas de una lengua

� Las de un orden del discurso (es decir, determinadas prácticas discursivas de

producción / interpretación de textos estructuradas históricamente)

Concretamente, para producir un texto en español, obviamente deberían emplearse vocablos y

estructuras oracionales de la lengua española, y se tendrán que seleccionar entre los diferentes

y variados géneros discursivos disponibles en el orden del discurso en que se producirá el texto.

Las presiones centrífugas provienen de la especificidad de las situaciones particulares de

producción textual. Y estas situaciones no se repiten de manera indefinida, sino que por el

contrario, son indefinidamente nuevas y problemáticas. Los textos negocian las contradicciones

y las ‘diferencias’ socioculturales.

Por cierto, constituyen uno de los modos en que se llevan a cabo las luchas sociales. Por

ejemplo:

� En relación con la función ideacional, la gente negocia textualmente las contradicciones o

diferencias de creencias, conocimientos y representaciones del mundo y de la experiencia.

� En relación con la función interpersonal, los textos negocian las relaciones sociales entre

las personas en circunstancias de duda, de divergencia o de disputa. Las personas tratan

de trabajar textualmente en su uso lingüístico los dilemas a los que se enfrentan para

definir sus propias identidades.

Los productores de textos no poseen otros recursos que las convenciones dadas en la lengua y

los órdenes del discurso para enfrentar las presiones centrífugas; pero son capaces de emplear

estos recursos de manera nueva, por ejemplo, creando nuevas configuraciones de géneros y

discursos.

Page 46: Teoría Social Del Discurso

46

Esta tensión entre repetición / creatividad, presiones centrífugas / presiones centrípetas se

manifiesta en los diferentes grados de homogeneidad / heterogeneidad de las formas textuales y

de los significados. Un texto relativamente homogéneo es relativamente consistente en la forma

y en el significado. Por ejemplo, una construcción congruente de las relaciones entre el

productor del texto y su audiencia puede realizarse en parte, mediante un empleo consistente o

coherente de la modalidad.

Un texto relativamente heterogéneo puede, en cambio producir relaciones diversas y

contradictorias entre productor /audiencia, realizadas en parte, con modalidades incongruentes

y conflictivas. La heterogeneidad de los textos codifican las contradicciones sociales. Esta

propiedad de los textos es la que los convierte en indicadores sensibles (indicios que pueden

percibirse sensorialmente) de los procesos socioculturales y los procesos de cambio.

Las contradicciones sociales pueden incluso condensarse en los textos en colocaciones

particulares, en los particulares patrones de co-ocurrencia y de predictibilidad mutua entre las

diferentes palabras. Por ejemplo la colocación ‘cultura empresarial’ o ‘empresa cultural’.

Las homogeneidades /heterogeneidades de los textos pueden demostrarse mediante el análisis

intertextual (relaciones entre un texto y otros textos o tipos textuales) como complemento

necesario dentro del análisis de los textos.

Una parte importante del análisis del discurso, incluso de algunas versiones del ACD se ha

concentrado en una versión más o menos idealizadas del texto homogéneo y, virtualmente, ha

ignorado los textos heterogéneos y, de manera más general, lo que Bakhtin ha llamado

‘heteroglosia’ ; por ejemplo, la Escuela de Birmingham ( Sinclair y Coulthard) en sus primeros

trabajos sobre el análisis de la conversación; también, la llamada Lingüística Crítica (R. Fowler y

otros , 1979, Language and control , Routledge y Keagan Paul) y el análisis del discurso francés

(Pecheux). Otros trabajos han prestado atención a la heterogeneidad, pero de manera limitadas,

que no se condice con las implicaciones teóricas y metodológicas más profundas de los textos

heterogéneos, como los análisis de la conversación más recientes de Drew & Heritage ( 1992,

Talk at work, Cambridge University Press) y también el trabajo de Labov y Fanshel sobre el

discurso terapéutico ( 1972).

ASPECTOS A ANALIZAR EN LAS PRÁCTICAS DISCURSIVAS

Además de los cuatro apartados considerados en la etapa de la descripción, Fairclough distingue

otros tres apartados principales que se emplearán en el análisis de las prácticas discursivas más

que en el análisis de los textos, aunque también involucran rasgos formales de los textos:

5. la ‘fuerza’ de las emisiones (qué clase de actos de habla constituye: promesas, pedidos,

amenazas, etc.)

6. la ‘coherencia’ de los textos

Page 47: Teoría Social Del Discurso

47

7. la ‘intertextualidad’

Juntos, estos siete aspectos constituyen un marco para el análisis de textos que cubre tanto los

aspectos de su producción e interpretación como los de las propiedades formales.

ACTOS DE HABLA.

Los actos de habla son un aspecto central de la pragmática, que se ocupa de los significados que

adscriben los participantes de un discurso a los elementos de un texto, sobre la base de su MR y

de sus interpretaciones del contexto, parte del segundo nivel de interpretación textual del

Cuadro 1. Las propiedades pragmáticas (sentidos) de un texto no son, por ende, formales, y no

pertenecen a la etapa descriptiva, sino más bien a la interpretación.

Al caracterizar parte de un texto como un acto de habla, uno señala lo que el productor está

haciendo en virtud de producirlo: hacer una aseveración, hacer una promesa, amenazar,

advertir, preguntar, dar una orden, etc. El productor puede hacer simultáneamente muchas

cosas, y también un elemento simple puede tener múltiples valores como acto de habla. Los

valores de los actos de habla no se asignan simplemente sobre la base de los rasgos formales de

una emisión. Al asignar significados, los intérpretes también tienen en cuenta el contexto textual

de una emisión ( lo que precede y lo que sigue en el texto), el contexto situacional y el contexto

intertextual, y los elementos del RM.

Por ejemplo, los investigadores que han escrito sobre el discurso en el aula han señalado que a

una oración declarativa o una pregunta gramatical dicha por un profesor es probable que los

alumnos le asignen el valor de acto de habla de una orden, si se refiere a cierta acción o

actividad que tienen la obligación de realizar. Ejemplos de esto serían: “ la puerta todavía está

abierta” o “ ¿cerraste la puerta? “.

Los escenarios ecolares que describen estos autores son muy tradicionales en lo que atañe a las

relaciones entre profesor - alumnos, ya que ordenes ‘ocultas’ o indirectas como las de aquellos

ejemplos implican una relación de poder categórica. Quizás en aulas más liberales donde

funcionen ideológicamente diferentes tipos discursivos, estas órdenes encubiertas no ocurran, y

estas oraciones podrían no ser interpretadas ( o al menos no tan fácilmente) como órdenes. Es

menos probable que las mismas emisiones sean interpretadas de esta manera en las clases de

educación superior o universitaria. El punto principal reside en que para determinar el significado

o la ‘fuerza’ de los actos de habla de estos ejemplos necesitamos conocer en qué clase de

contexto situacional ocurren, y por ende, que tipos discursivos están funcionando. Su forma pura

nos dice bastante poco.

Los actos de habla pueden tener una expresión relativamente directa (“ ¡ Cerrá la puerta !”

como una orden, por ejemplo), o una expresión relativamente indirecta. Los tipos de discurso

difieren en sus convenciones para la expresión directa de los actos de habla, y estas diferencias

se conectan ampliamente con el modo en que están codificadas las relaciones sociales en esos

Page 48: Teoría Social Del Discurso

48

tipos discursivos. Tomemos un ejemplo: los dos primeros turnos (pregunta – respuesta) de la

entrevista policial:

P. ¿Vio al que estaba dentro del auto?

Q. Vi su cara, sí.

La pregunta de P. es bastante directa. No obstante sólo puede atribuírsele significado si se la

considera como una elección dentro de un sistema de opciones – en este caso, el discurso de las

entrevistas entre policía - testigo para obtener información. Esta es una elección no- marcada en

el sistema de opciones asociado con los actos de habla ‘impositivos’ – no marcada en el sentido

de que ni es especialmente agraviante ni es especialmente mitigadora. Esa misma forma de

pregunta directa puede ser marcada como agraviante en un tipo de discurso diferente: por

ejemplo, en un seminario universitario. El modo en que Q responde la pregunta también

depende del tipo discursivo. Hay muchos modos de responder esta pregunta, pero la mayoría

puede excluirse en este caso. La respuesta podría haber sido, por ejemplo:

Oh, Dios mío, es muy difícil.

Bien, déjeme pensar

Estoy seguro de que pude vislumbrar su cara, sí.

Ciertamente, tales respuestas podrían haber ocurrido, quizás como una manera bastante

efectiva de desafiar las expectativas normativas de este tipo de discurso. Pero lo que se espera

en este caso es el tipo de respuesta que en realidad ocurre, una respuesta que sólo proporciona

la información requerida.

Las convenciones para los actos de habla que forman parte de un tipo de discurso encarnan

representaciones ideológicas de los sujetos y de sus relaciones sociales. Por ejemplo, las

asimetrías de derechos y obligaciones entre los sujetos (un policía y un testigo, en este caso)

pueden incluir derechos asimétricos para hacer preguntas, requerir acciones, quejarse, y

obligaciones asimétricas de responder, actuar, justificar las propias acciones, etc. También las

convenciones que rigen el grado en que un acto de habla es (in)directo puede variar de acuerdo

con los supuestos de cada participante acerca de cuándo conviene o no ser cortés con otros

sujetos, o cuándo evitar imponerse sobre ellos, etc. En suma, vale la pena preguntarse en

cualquier tipo de discurso quién emplea qué tipo de actos de habla, y con qué formas.

COHERENCIA (2)

La coherencia se considera a menudo como una propiedad de los textos, pero en verdad se

concibe mejor como una propiedad de las interpretaciones. Un texto coherente es un texto cuyas

partes (episodios, emisiones) se relacionan entre sí de manera significativa, de modo que el

texto tiene sentido como un todo, aun cuando sólo existan escasas marcas formales de esas

relaciones de significado, es decir, aunque haya una escasa ‘cohesión’ explícita.

2 Para este aspecto Fairclough remite a la siguiente bibliografía: de Beaugrande y Dressler 1981: cap. 5; Brown y Yule: cap. 7.

Page 49: Teoría Social Del Discurso

49

El modo en que la gente interpreta el tópico de un texto tiene considerable importancia en

cuanto a los efectos que produce un texto, dado que el tópico es lo que generalmente se retiene

en la memoria, el que puede recordarse. El tópico tiene que ver con el contenido, es decir con

el significado ideacional. Por ejemplo, en el fragmento del Daily Mail ( “El nuevo líder de los

‘paras’ ”, Texto 4, tomado del diario Daily News, que incluye una foto del líder de los

paracaidistas)

Texto 3.4. Fuente: Daily Mail , 1º de junio de 1982

El tópico de este texto puede representarse como una proposición:

LA MUJER DEL NUEVO COM. DEL 2º BATALLÓN DE PARACAIDISTAS DICE QUE SU MARIDO HARÁ BIEN SU TRABAJO

Sin embargo, en este texto también hay otra dimensión expresiva, que se relaciona con la

mujer, a través de los significados expresivos implícitos que se ligan a ella. En efecto, el texto

transmite implícitamente el sentido de que Jenny Keeble es una ‘buena esposa’ y una persona

admirable. ¿Cómo logra el texto transmitir implícitamente este sentido? Es claro que se apoya

en los RM de los intérpretes: el significado de que J. Keeble es una ‘buena esposa’ no está

expresado explícitamente en el texto, y es sólo porque los intérpretes tienen en sus mentes una

representación mental de lo que estereotipadamente se supone que es ‘ser una buena esposa’, y

pueden encontrar esos atributos en el texto e inferir ese sentido implícito.

La esposa del nuevo Com. del 2do Batallón de Paracaidistas habló anoche de sus temores por la seguridad de su esposo. Mientras jugaba al sol con sus cuatro hijos, Jenny Keeble dijo que esperaba que su esposo no tuviera que estar nuevamente en batalla. Dijo: “ Ruego por que él y sus hombres ya hayan hecho suficiente. Pero si siguen adelante sé que es un hombre que hará su trabajo con la mejor destreza y estoy segura de que él y el 2º Batallón de Parac aidistas tendrán éxito”. El Mayor Christopher Keeble, un devoto católico romano de 40 años, sucederá al Coronel Herbert Jones quien murió comandando a sus hombres contra un puesto de armamento argentino en la batalla de Gans o Verde. Ayer, la familia de Jenny Keeble y sus amigos se re unieron de su casa - una antigua vicaría, un edificio Tudor ubicado en Maddi ngton sobre la Llanura de Salisbury - para pasar una tarde de picnic, mientr as ella intentaba mantener un aire de normalidad por el bien de los niños. El Mayor Keeble ... llevará a combate a los paracaidistas

Él hará bien su trabajo, dice

la esposa del mayor

foto

EL NUEVO LÍDER DE LOS “PARAS”

Page 50: Teoría Social Del Discurso

50

Los intérpretes emplean el ‘guión’ [ ‘script’] de la ‘buena esposa’, que funciona como un modelo

estereotipado a partir del cual puede atribuirse ese rasgo a la mujer. Estos son recursos que los

miembros de una cultura almacenan en su memoria de largo plazo y que emplean para

interpretar los textos. Es importante tener conciencia de las raíces sociales del aparato cognitivo

en los que se apoya el intérprete para interpretar el texto como un todo. Los esquemas y los

guiones son variables, difieren de una cultura o subcultura a otra, pero llevan la impronta de la

carga ideológica de los grupos y sectores socialmente dominantes. Los esquemas y guiones, y

que funcionan como un recurso naturalizado empleado por la mayoría, son probablemente los

que dan por sentado los grupos que sustentan el poder. De modo que todos los modos rutinarios

de apropiarse de los textos y de internalizarlos, pueden estar indirectamente constreñidos por

las desiguales relaciones de poder.

La cuestión es que un texto sólo tiene sentido para alguien que le encuentra sentido, que es

capaz de inferir relaciones significativas en ausencia de marcadores explícitos. Pero el modo

particular en que se genera una lectura coherente para un texto, depende de la naturaleza de

los principios interpretativos que se emplean. Ciertos principios interpretativos se asocian de

manera ‘natural’ (naturalizada) con determinados tipos de discursos, y vale la pena investigar

cuáles son esas relaciones porque pueden iluminar importantes funciones de la coherencia en la

interpelación de los sujetos. Los textos pueden interpelar a los sujetos que son capaces de

encontrarles sentido y de establecer conexiones e inferencias. Estas conexiones e inferencias

pueden apoyarse en supuestos de carácter ideológico. Por ejemplo, ¿qué establece la coherencia

entre dos oraciones como?:

‘Ella dejará su empleo el lunes’. ‘Está embarazada.’

El supuesto ideológico es que las mujeres suelen dejar de trabajar cuando tienen hijos

pequeños. En la medida en que los intérpretes encuentren sentido a este supuesto, asumen

automáticamente que hay una conexión entre ambas oraciones. Esta ‘interpelación’ que el

discurso ejerce sobre los intérpretes es ideológica.

INTERTEXTUALIDAD Y PRESUPOSICIÓN

El concepto de contexto intertextual requiere que consideremos los discursos y los textos

desde una perspectiva histórica, en contraste con la posición más común en los estudios

lingüísticos, que tiende a considerar al texto como independiente del contexto, analizable sin

referencia a otros textos, abstrayéndolos del contexto histórico. El productor puede mezclar dos

o más géneros discursivos – dos o más convenciones textuales, dos o más tradiciones genéricas

– empleando creativamente los recursos tradicionales para dar cuenta de las cambiantes

necesidades comunicativas del presente. Además se producen transformaciones de los órdenes

discursivos que se constituyen en las transiciones entre períodos históricos.

Las prácticas discursivas y los textos que ocurren dentro de ellas, tienen una historia,

pertenecen a series históricas. Interpretar el contexto intertextual implica decidir a qué serie

pertenece un texto, y por lo tanto, qué es lo que puede considerarse compartido o lo que debe

Page 51: Teoría Social Del Discurso

51

ser presupuesto por los participantes. Como en el caso del contexto situacional, los participantes

de una práctica discursiva pueden llegar a una misma interpretación, o a interpretaciones

diferentes, y la interpretación del participante de mayor poder puede imponerse sobre la de los

otros. De manera que tener poder puede significar ser capaz de determinar cuáles son las

presuposiciones del texto.

Las presuposiciones no son propiedades de los textos, son un aspecto de las interpretaciones del

contexto intertextual que hacen los productores de los textos. Estas presuposiciones son

indicadas o señaladas en los textos mediante una gran cantidad de rasgos formales. Dos de

ellos, muy importantes, ya fueron considerados en la pregunta 8 de la etapa de la descripción: el

artículo definido y las cláusulas subordinadas. Otros que podemos incluir ahora son las

preguntas con pronombres relativos y las cláusulas con que después de ciertos verbos y

adjetivos (lamentar que..., señalar que..., advertir que..., etc.). En el siguiente fragmento,

tomado de una revista para mujeres sobre la boda de Sarah Ferguson y el Príncipe Andrés,

existen diferentes señales de este tipo:

Texto 11. Fuente: Women’s Weekly, 9 de agosto de 1987.(Fairclough 1989:153)

Entre las presuposiciones de este fragmento encontramos que: ‘el día era encantador’, ‘las

multitudes eran coloridas’, ‘ellos son felices’, ‘la entrevista de TV fue encantadora’, ‘su relación

es plena’, ‘ellos se complementan uno al otro’, ‘se deleitan con la personalidad del otro’, ‘están

comprometidos con el futuro’, ‘el rol que ha asumido Sarah demanda cosas’, ‘ella tiene su propia

carrera’. El fragmento es excepcional por la cantidad de presuposiciones. Por la naturaleza del

tópico y por la cantidad de gente que vio la boda por televisión, inevitablemente está

contándole, por lo menos a la mayoría de la gente, lo que ya sabían – devolviéndoles recortes de

los textos previos, ya experimentados por ellos como espectadores, oyentes o lectores. O más

bien, parece significar que es oportuno decir a la gente lo que ya sabe.

Como en los textos de los medios de comunicación no hay manera de que el escritor pueda

conocer cuáles son las reales experiencias de los lectores, entonces deben construir un ‘lector

ideal’ con determinadas experiencias intertextuales. No existe ninguna garantía de que los

¿No fue un día encantador?

Salió el sol, las coloridas multitudes se reunieron, y en el centro de todos estaban Sarah y Andrés, derramando su felicidad, y convirtiéndolo en un día para recordar – para ellos y para nosotros.

Junto con la mitad del mundo, probablemente, ví la encantadora entrevista de TV de la noche anterior a la boda, y quedé asombrada por la plenitud de su relación. Cómo se complementan uno al otro – en el humor, en su deleite por la personalidad del otro, en su compromiso con el futuro. Sarah es obviamente consciente de las demandas del rol que ha asumido como esposa de un Marino y como duquesa real, aunque todavía mantiene su propia carrera. Seguramente esto debe ser único en la historia real, pero qué a tomo con las relaciones y vida contemporáneas.

Page 52: Teoría Social Del Discurso

52

textos que se asumen como parte de la experiencia de la audiencia hayan existido realmente

fuera de la cabeza del productor del texto. Este es un recurso bastante poderoso y efectivo que

emplean los productores de textos en los medios de comunicación masiva para manipular a las

audiencias, al atribuir a su experiencia aquellas cosas que el productor del texto quiere

conseguir que la gente acepte. Como esas proposiciones no se hacen explícitas, a veces es difícil

que la gente pueda identificarlas, y rechazarlas si no están de acuerdo. La audiencia queda

atrapada por la presuposición del productor del texto.

De manera que las presuposiciones pueden ser, por así decirlo, sinceras o manipulativas. Pero

también pueden tener funciones ideológicas, cuando lo que se presupone adopta el carácter de

‘supuesto de sentido común al servicio del poder’. Un ejemplo de esto es una expresión como:

‘la amenaza soviética ’, que se emplea a menudo como una fórmula estereotipada en las

informaciones periodísticas, y que, acumulativamente, contribuye a naturalizar ciertas

proposiciones altamente discutibles o contenciosas, que quedan presupuestas – en el ejemplo

considerado, que existe una amenaza de la U. Soviética (para EEUU, para Europa, para 'el

mundo occidental’). Estas presuposiciones no evocan textos o series textuales específicas, sino

más bien, son vagamente atribuidas a la experiencia textual de los lectores; aunque a veces las

presuposiciones se apoyan en textos específicos, en otros casos, sólo apelan de manera general

al ‘conocimiento de fondo’ de los lectores.

Otras veces, además de presuponer elementos del contexto intertextual, los productores pueden

desafiarlos o cuestionarlos. (Buscar otro ejemplo donde haya dialogismo)

Texto 12. Fuente : Blue Jeans Nº 488. Mayo 1986 (Fairclough 1989 : 154)

En este fragmento se presenta una suerte de ‘diálogo’ entre el productor del texto y los

productores de otros textos del contexto intertextual.

La presuposición también es dialógica, aunque de una manera menos dinámica. Dado que los

textos siempre entablan relaciones intertextuales con otros textos, se puede decir que siempre

son ‘dialógicos’, propiedad que, a veces, se denomina como ‘intertextualidad ’.

Los participantes pueden tener diferentes interpretaciones del contexto situacional e intertextual.

Esto supone que pueden emplear diferentes procedimientos interpretativos en los cuatro niveles

de interpretación textual y, de este modo, los diferentes participantes pueden adscribir

diferentes significados a determinados rasgos textuales.

Ningún maquillaje y ningún peinado te convertirá en una chica encantadora, si tus dientes no

están en buenas condiciones. No puedes sentirte orgullosa de nada, si no has ido al dentista en los últimos cinco años. Sólo estás buscándote problemas. El tratamiento dental no se puede comparar con estar una semana escuchando a Nana Mouskouri. Tu dentista no está para provocarte pesadillas ni para infligirte un dolor innnecesario. Lo mejor, son los controles periódicos – ¡ la prevención es siempre mejor que la curación ! Si durante años no has ido al dentista, junta coraje y pide una cita, ¡ valdrá la pena! La Fundación Británica de la Salud Dental ha producido una serie de útiles folletos sobre el cuidado dental, que merecen leerse, y que incluyen información sobre las coronas, las enfermedades producidas por las gomas de mascar, la higiene bucal, el azúcar y la elección de un dentista. Para solicitar copias gratuitas envía un SAE a la Fundación Británica para la Salud Dental, 88 Gurnanrds Avenue, Unit 2, Fishermead, Milton Keynes, Bucks.

Page 53: Teoría Social Del Discurso

53

Además, tanto las interpretaciones del contexto, como también los procedimientos

interpretativos, pueden cambiar durante el curso de la interacción, para alguno o para todos los

participantes. También debemos tener en cuenta la posibilidad de que, cuando existe tal

diversidad entre los participantes, un participante con mayor poder puede intentar imponer sus

propios procedimientos interpretativos y su propia interpretación del contexto sobre los

participantes con menor poder.

Estas consideraciones subrayan la importancia de tener en cuenta las marcas que indican

variaciones entre los participantes y también las variaciones de tiempo entre el momento de la

producción y el de la interpretación.

En resumen, la interpretación del texto implica la formulación de tres preguntas:

1. Contexto: ¿qué interpretación(es) dan los participantes a los contextos situacional e

intertextual?

2. Tipo de discurso: ¿Qué tipo(s) de discurso emplea(n)? – y por ende, ¿qué reglas, qué

sistemas o principios de fonología, gramática, cohesión oracional, vocabulario,

semántica y pragmática emplea(n)? ¿ y qué esquemas y guiones?

3. Diferencia y cambio: ¿Las respuestas a las preguntas 1 y 2 son diferentes o idénticas

para los diferentes participantes? ¿Cambian durante la interacción?

La etapa de la interpretación corrige las ilusiones de autonomía de los sujetos en el discurso.

Hace explícito lo que para los participantes, por lo general, está implícito, o sea: que la práctica

discursiva depende de los supuestos no explícitos de sentido común de los RM y de los tipos

discursivos. No obstante, lo que no logra hacer la interpretación es develar las relaciones de

poder y dominación y las ideologías construidas en estos supuestos, y que convierten a la

práctica del discurso cotidiano en un lugar de lucha social. Por ello necesitamos la etapa de la

explicación.

Page 54: Teoría Social Del Discurso

54

4. EXPLICACIÓN.

EL DISCURSO COMO PRÁCTICA SOCIAL

IDEOLOGÍA Y HEGEMONIA

SOBRE LA EXPLICACIÓN

Podemos establecer la transición desde la etapa de la interpretación a la etapa de la explicación

advirtiendo que, cuando se emplean ciertos aspectos del RM como procedimientos

interpretativos, tanto en la producción como en la interpretación de textos, estos aspectos son,

por la misma razón, reproducidos. Para los participantes, la reproducción es un efecto colateral

no intencional, por así decirlo, de la producción y la interpretación. La reproducción conecta las

etapas de la interpretación y la explicación, porque la primera tiene que ver con el modo en que

se emplean los RM para el procesamiento del discurso, y la otra tiene que ver con la

constitución social y el cambio de los RM, incluyendo, por supuesto, su reproducción en la

práctica discursiva.

El objetivo de la etapa de la explicación es presentar al discurso como parte de un proceso

social, como una práctica social, mostrando cómo está determinado por las estructuras sociales,

y qué efectos reproductivos acumulativos pueden tener los discursos en esas estructuras,

contribuyendo a reproducirlas o a cambiarlas. Estas determinaciones sociales son ‘mediatizadas’

por los RM: es decir, las estructuras sociales conforman los RM, los cuales a su vez configuran a

los discursos y su interpretación. Los discursos reproducen o cambian los RM, los cuales, a su

vez, reproducen o cambian las estructuras sociales y las relaciones de poder. Los procesos y las

prácticas sociales que interesan aquí son los de las luchas sociales. De modo que la etapa de la

explicación consiste en considerar al discurso como una parte de los procesos de la lucha social,

dentro de una matriz de relaciones de poder.

La explicación tiene dos dimensiones, que dependen del énfasis que se pone en la estructura o

en el proceso, es decir, en la reproducción de las relaciones de poder o en los procesos de

conflicto y las luchas sociales.

Por una parte, podemos considerar a los discursos como partes de las luchas sociales, en el

contexto de estas luchas (no discursivas), y en los efectos que esas luchas tienen sobre las

estructuras. Esta perspectiva enfatiza los efectos de cambio y transformación sociales que

produce el discurso, en la creatividad y en el futuro.

Por otra parte, podemos mostrar cuáles son las relaciones de poder que determinan a los

discursos. Estas relaciones son en sí mismas resultado de luchas sociales, y se establecen (y se

naturalizan idealmente) por aquellos que detentan el poder. Esta perspectiva enfatiza los

Page 55: Teoría Social Del Discurso

55

aspectos deterministas que la estructura social tiene sobre el discurso, la tradición y la

reproducción de los productos de las luchas pasadas.

Tanto los efectos sociales del discurso como los determinantes sociales del discurso deberían

investigarse en tres niveles de organización social: el nivel social, el nivel institucional, y el nivel

situacional. Esto se representa en el cuadro 3.

Cuadro 3. Explicación

Podemos considerar como supuesto operativo que cualquier discurso tendrá tanto determinantes

como efectos en los tres niveles y que, por lo tanto, cualquier discurso está conformado por

relaciones de poder sociales e institucionales, y contribuye (aunque sea de manera

insignificante) a las luchas sociales e institucionales.

Esto no quiere decir que todos los discursos manifiestan el conflicto – la lucha social o, por lo

menos, no tienen necesariamente la forma de un conflicto explícito o manifiesto. Incluso un

discurso en el que los participantes llegan aparentemente a una interpretación (virtualmente)

idéntica de la situación, emplean los mismos RM (procedimientos interpretativos) y los mismos

tipos de discursos, puede considerarse como un efecto de las relaciones de poder y como una

contribución a la lucha social.

Por ejemplo, una conversación cotidiana y perfectamente armoniosa entre dos personas

casadas, en virtud de la ordinaria división desigual del ‘trabajo’ conversacional entre hombres y

mujeres, puede manifestar las relaciones sociales patriarcales que imperan tanto dentro de la

institución familiar, como en la sociedad global, y de este modo, realiza una minúscula

contribución, desde una perspectiva conservadora, a las luchas por la posición de la mujer en la

familia y en la sociedad. (Buscar un ejemplo de relación marido mujer==

Si tenemos en cuenta los tres niveles de organización social que figuran en el Cuadro 3., esto

quiere decir que el mismo discurso puede considerarse de diferente modo si lo enfocamos como

una práctica situacional, o como una práctica institucional o como una práctica social.

Normalmente no observamos las diversas características de un discurso en estos tres niveles.

Más bien, a menudo observamos las mismas características desde diferentes perspectivas, como

si cambiáramos los filtros de las lentes de una cámara.

SOCIAL SOCIAL

INSTITUCIONAL MR DISCURSO MR INSTITUCIONAL SITUACIONAL SITUACIONAL

Page 56: Teoría Social Del Discurso

56

Se ha observado que, por ejemplo, en una conversación doméstica cotidiana entre un hombre y

una mujer, las mujeres reaccionan y se involucran más, muestran mayor comprensión y

valorización hacia lo que dicen los hombres (con marcadores como mmhm, sí, no, oh, ¿en

serio?), que lo que hacen los hombres cuando hablan las mujeres.

Podemos considerar esta característica en el nivel situacional, como una muestra de la posición

‘tolerante’ o ‘ comprensiva’ de determinadas mujeres en determinadas relaciones domésticas;

pero también, puede considerarse en términos sociales e institucionales como una característica,

entre otras, que muestra una tendencia a asignar a las mujeres un rol tolerante o comprensivo

en las interacciones, mientras que los hombres juegan un rol estelar, como ‘divos’ de la

situación.

En relación con sus efectos, un discurso puede reproducir, sin ningún cambio, sus propios

determinantes sociales y los RM con los que se construye, o puede contribuir, en mayor o menor

medida, a su transformación.

Estas diferentes posibilidades pueden considerarse en relación con los diferentes modos en que

los productores (o los intérpretes) emplean sus RM. En el primer caso, el productor está en una

relación normativa con su RM, en tanto actúa de acuerdo con ellos. En el último caso, el

productor está en una relación creativa con sus RM, en tanto los emplea y los combina

creativamente, y por lo tanto, contribuye a transformarlos. En la medida en que determinadas

orientaciones hacia el uso creativo de los RM se vuelven sistemáticas, pueden llegar a producir

transformaciones en esos RM y, por lo tanto, a transformar las relaciones sociales que subyacen

a ellos. Un ejemplo de esto parece ser el de los cambios sistemáticos introducidos en las

prácticas discursivas por las feministas en las últimas décadas.

En general, las diferentes relaciones que los participantes tienen con sus RM dependen de la

naturaleza de la situación. Las relaciones normativas con los RM se asocian con situaciones que

no son problemáticas para los participantes, mientras que las relaciones creativas son

características de situaciones problemáticas. Una situación no es problemática si los

participantes pueden interpretarla fácil y armoniosamente como una instancia de un tipo familiar

de situación, es decir, si lo que ocurre, los participantes involucrados y las relaciones que

mantienen entre sí, son claras y están de acuerdo con el tipo de situación. En esos casos, los

RM constituyen normas (tipos de discursos, procedimientos interpretativos) apropiadas, que se

pueden seguir sin problemas. A la inversa, si todo esto es problemático, los RM no proporcionan

normas claras. Se produce un desajuste entre la situación concreta y los tipos familiares de

situación, y este desajuste requiere que los participantes empleen sus RM de una manera

creativa, para hacer frente a las propiedades problemáticas de la situación. Tales situaciones

constituyen momentos de crisis para los participantes, y surgen de manera típica cuando la

lucha social se hace explícita y pública. Entonces, los RM y las relaciones de poder que subyacen

a ellos – es decir, los resultados temporalmente estabilizados de luchas pasadas – entran ellos

mismos en crisis.

Page 57: Teoría Social Del Discurso

57

La investigación de los determinantes y los efectos del discurso en los niveles institucional y

social puede llevarnos fácilmente a un minucioso análisis sociológico. Dado que consideramos al

discurso como una práctica social, esto no resulta demasiado sorprendente. No obstante, por lo

general existen ciertas limitaciones prácticas para avanzar en esta dirección. No existe una regla

para saber hasta dónde puede uno extenderse en estos aspectos sociológicos de la institución y

la sociedad. Si uno se embarca en un proyecto de investigación, podría ser necesario un

detallado análisis sociológico. En circunstancias menos ambiciosas, un informe bastante general

sobre la institución y la sociedad en términos de agrupamientos y relaciones puede proporcionar

una matriz social suficiente para analizar el discurso desde una perspectiva crítica.

La etapa de la explicación implica considerar a los RM específicamente como ideologías. Es decir,

los supuestos acerca de la cultura, las relaciones sociales, y las identidades sociales que están

incorporadas en los RM están determinados por las relaciones de poder específicas que imperan

en la sociedad o en la institución, y el modo en que se emplean estos RM en las luchas sociales o

institucionales, contribuye a reproducir o a transformar estas relaciones de poder.

En resumen, la explicación supone la formulación de tres preguntas que pueden realizarse a

cualquier discurso:

1. Determinantes sociales: ¿qué relaciones de poder de nivel institucional y social

ayudan a conformar este discurso?

2. Ideologías: ¿Qué elementos de los RM empleados tienen un carácter ideológico?

3. Efectos: ¿Cómo se posiciona este discurso en relación con las luchas de poder en los

niveles situacional, institucional y social? ¿Estas luchas, son abiertas o están

encubiertas? ¿Con respecto a los RM, el discurso es normativo o creativo? ¿Contribuye

a reproducir o a transformar las relaciones de poder existentes?

LA POSICIÓN DEL ANALISTA

Consideremos ahora la posición del analista en las etapas de la interpretación y la explicación.

¿Cómo accede el analista a los procesos de producción e interpretación discursivas? Estos son

procesos mentales, y por lo tanto, no es posible observarlos del mismo modo que los procesos

del mundo físico. En realidad, el único acceso que el analista tiene a ellos es a través de su

propia capacidad de comprometerse en los procesos discursivos que está investigando. En otras

palabras, el analista debe emplear sus propios RM (procedimientos interpretativos) para poder

explicar cómo los participantes emplean los suyos. El análisis de los procesos discursivos es

necesariamente un trabajo propio de alguien que es un ‘miembro de un grupo’ – y por eso,

Fairclough llama ‘recursos de los miembros’ (RM) a los recursos empleados tanto por los

participantes como por los analistas.

Pero si los analistas emplean sus propios RM para explicar cómo operan los RM de los

participantes en el discurso, entonces, es importante que sean conscientes de los recursos en los

que ellos mismos se apoyan para hacer su análisis. En esta etapa del procedimiento, no es sólo

Page 58: Teoría Social Del Discurso

58

la auto-conciencia lo que distingue al analista de los participantes que está analizando. El

analista hace lo mismo que el participante-intérprete, pero a diferencia de él, está preocupado

por explicar qué es lo que está haciendo. Con mayor razón en el caso del analista crítico, el

objetivo es eliminar incluso esa diferencia: ser autoconciente de cómo el discurso se arraiga en

los supuestos de sentido común de los RM. La posición del analista en la explicación se distingue

fácilmente de la de los participantes, en la medida en que los recursos que emplea el analista

en esta etapa se derivan de una teoría social.

No obstante, la autoconciencia es importante también aquí, si se quiere evitar importar

supuestos no teorizados acerca de la sociedad, o actuar como si la explicación pudiera ser

independiente de la teoría o teóricamente neutral. Los participantes tienen sus propias

racionalizaciones de la práctica discursiva que se expresan en sus supuestos acerca de la

sociedad. Pero, el objetivo del analista crítico del discurso es tender un puente sobre el abismo

entre la interpretación del analista y la del participante.

Page 59: Teoría Social Del Discurso

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NOTAS

(NOTA 1) DATOS SOBRE NORMAN FAIRCLOUGH

Es Profesor de Lenguaje en la Vida Social en la Universidad de Lancaster (Reino Unido de Gran

Bretaña). Ha publicado Language and Power (Longman), Discourse and Social Change (Polity

Press), Critical Discourse Analysis (Longman), Media Discourse (Arnold), Critical Language

Awareness (como editor)

Trabaja los fundamentos teóricos del análisis crítico del discurso a partir de las ciencia social

crítica, y el análisis crítico del discurso (ACD) como método para investigar la modernidad tardía

(o ‘postmodernidad’). Coordina el grupo Lenguaje, Ideología y Poder en la Universidad de

Lancaster. Es miembro activo de la Red Europea de Análisis Crítico del Discurso y del comité

coordinador de Centro del Lenguaje en la Vida Social e integra el comité editorial de la revista

Discourse and Society. También es miembro fundador de la Red Globalización, para la discusión

sobre las prácticas discursivas de la globalización.

Sus intereses incluyen los enfoques críticos del estudio del lenguaje y la relación entre poder,

ideología y lenguaje en los medios, los lugares de trabajo y otros marcos institucionales, y en las

relaciones de género y las relaciones entre cambio social y lingüístico en Gran Bretaña

contemporánea. También está comprometido en la investigación de estas áreas en un proyecto

interdisciplinario sobre el cambio cultural.

(NOTA 2)

La presente nota se basa en partes del cap. II de Language and power, donde Fairclough expone

sus diferencias con otras teorías acerca de estos conceptos.

En primer lugar señala que se va a referir en particular al modo en que se ha interpretado la

obra de Saussure, ya que considera que las ideas del ginebrino son menos claras y menos

simples de lo que sugieren estas interpretaciones, en parte, debido a que fueron compiladas de

manera póstuma por sus alumnos.

Saussure considera la langue como un código, previo al uso lingüístico concreto, y que es el

mismo para todos los miembros de una comunidad lingüística, y que es la parte social del

lenguaje que se opone a la parole (habla), lo que se dice o escribe concretamente, que es

individual, es decir, está determinada exclusivamente por las elecciones individuales, y no

socialmente. El ‘habla’ (parole) de la tradición saussureana se caracteriza por la variación

lingüística individual (es decir, no está condicionada por factores sociales), y por ello, frente a la

lengua, el habla es impredecible, no es homogénea ni sistemática. En una línea similar, el

estructuralismo de Bloomfield consideró que, en la medida en que depende de la libre elección

del hablante individual, la variación en el uso lingüístico es azarosa, y además, la alternancia

entre variantes lingüísticas no produce cambios de significado (son semánticamente

equivalentes).

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60

¿Pero qué pasa con la langue? Saussure la entendió como una entidad homogénea y unitaria que

atraviesa toda una sociedad. ¿Pero existe en realidad una lengua homogénea y unitaria en este

sentido? Mucha gente habla y actúa como si así ocurriera: todos estamos familiarizados con

expresiones como ‘el inglés’ o ‘la lengua inglesa’, y hay todo un ejército de especialistas que

enseñan ‘inglés’. Lo mismo ocurre con el español, el italiano, el alemán, etc.

Cuando la gente habla sobre el ‘inglés’ de Gran Bretaña por ejemplo, generalmente piensa en el

inglés británico estándar, es decir, en la variedad estandarizada del inglés británico. La difusión

de esta variedad en importantes dominios públicos y su alto status entre la mayoría de la

población son logros del proceso de estandarización como parte de la unificación política,

económica y cultural de la moderno Estado de Gran Bretaña. Desde esta perspectiva, ‘el inglés’,

lo mismo que las otras lenguas, parecen ser productos de las condiciones sociales específicas de

un determinado período histórico.

Sin embargo, no hay ninguna especificidad histórica en la noción de langue; Saussure define el

concepto como si todas las comunidades lingüísticas, cualesquiera sean sus condiciones sociales,

tuvieran su lengua. Para Saussure, la posesión de una lengua es condición para la posesión del

lenguaje. Más aún, supone que cada uno de los miembros de una comunidad lingüística tiene el

mismo acceso y el mismo dominio de su lengua, cuando en realidad, el acceso y el dominio de la

lengua estándar es profundamente desigual.

Lo que sorprende de la noción saussureana de langue, así como de los usos que los lingüistas

hacen de término ‘lengua’, es la similitud que tiene con la retórica de la estandarización. La

difusión de una variedad estándar en la población y a través de los diferentes dominios del uso

lingüístico es un aspecto de la estandarización; y para imponerla se ha desarrollado toda una

serie de justificaciones retóricas sobre los beneficios de la variedad estándar: que es la lengua

de todos, que todos la usan, que cada uno la tiene en alta estima, etc. Todos estos planteos

implican una transmutación de la lengua estándar en una lengua nacional mítica. Uno de los

requerimientos políticos para crear y mantener un estado nación es que sus instituciones

unificadoras tengan una legitimidad reconocida por la masa popular, y para ganar esa

legitimidad a menudo se recurre a aquella retórica. Esto no quiere sugerir que Saussure y otros

lingüistas se propongan deliberadamente reproducir en su teoría lingüística un mito motivado

políticamente. Sin embargo ¿es totalmente accidental que la emergencia de la noción de langue

ocurriera durante un período en que el mito de la ‘lengua nacional’ estaba en su apogeo, es

decir, en el paso al siglo veinte?

Esto se relaciona con la decisión de Fairclough de colocar el foco en el discurso. No acepta la

concentración de Saussure en la lengua como opuesta al uso lingüístico; ni acepta, por otra

parte, la noción individualista del uso lingüístico que está implicada en la noción de parole. En

su noción de discurso coloca el énfasis en el uso lingüístico determinado socialmente. Sin

embargo, parte de la distición saussureana entre langue / parole es una distinción general, la

que corresponde a la distinición entre convenciones sociales y uso real, y Fairclough mantiene

esta distinción, aunque en diferentes términos (como se verá en la próxima sección): no supone

Page 61: Teoría Social Del Discurso

61

que las convenciones sean unitarias y homogéneas; por el contrario, se caracterizan por su

diversidad, y por la lucha por el poder. En tanto se logra la homogeneidad – como ocurre en el

caso de la estandarización – ésta es impuesta por los que tienen poder.

En contraste, los sociolingüistas de la tradición inaugurada por William Labov conciben al ‘uso

lingüístico’ no como una actividad individual, sino como socialmente condicionado. La

Sociolingüística ha mostrado que esta variación no es, como en el pensamiento de Saussure, un

producto de la elección individual, sino un producto de la diferenciación social – el lenguaje varía

de acuerdo con las identidades sociales de las personas en las interacciones, con los objetivos

socialmente definidos de esas interacciones, con el escenario social, etc., por lo que sostienen

que la variación en el uso lingüístico está estructurada. La relación entre uso lingüístico y

estructura social se establece como una correlación entre variables, donde la sociedad es la

variable independiente y el uso es la variable dependiente: la variación lingüística no se concibe

como individual o libre, ni tampoco es casual, sino como funcional a la estructura social, es

decir, depende del contexto extralingüístico. La hipótesis de Labov es que el habla, aunque es

heterogénea y dinámica, está estructurada, sigue pautas sistemáticas, condicionadas por los

contextos sociales y situacionales. El lenguaje varía de acuerdo con la naturaleza de la relación

entre los participantes en la interacción, el tipo de evento social y los objetivos sociales que

persigue la gente en la interacción. Esta posición representa un avance respecto de la tradición

saussureana, no obstante, considera Fairclough, presenta dos dificultades:

1) Se coloca demasiado énfasis en el modo en que varía el lenguaje de acuerdo con factores

sociales, lo cual sugiere que existen tipos de sujetos sociales, tipos de relaciones sociales y

tipos de situación de manera absolutamente independiente del uso lingüístico, y excluye la

posibilidad de que el uso lingüístico contribuya a constituirlos, reproducirlos y cambiarlos.

2) Las ‘variables sociales’ que se consideran correlativas de las variables lingüísticas son rasgos

relativamente superficiales de las situaciones sociales del uso lingüístico. Desde esta

perspectiva carece de sentido pensar que las propiedades del uso lingüístico puedan ser

determinadas en un sentido global por la estructura social en un nivel más profundo (las

relaciones sociales entre clases y otros grupos, los modos en que se articulan las

instituciones sociales en la formación social, etc.) y que puedan contribuir a reproducirlas y

transformarlas.

(3) SIGNIFICADOS EXPERIENCIALES, INTERPERSONALES , EXPRESIVOS Y CONECTIVOS.

Fairclough distingue cuatro tipos de valores de significado que pueden presentar los rasgos

formales: experiencial, interpersonal y expresivo.

Un rasgo formal con valor experiencial es una huella y una señal del modo en está

representada la experiencia del mundo natural y social del productor del texto. El valor

experiencial tiene que ver con los contenidos, el conocimiento y las creencias. Este aspecto

del significado se relaciona con lo que Halliday llama significado ideacional.

Page 62: Teoría Social Del Discurso

62

Un rasgo formal con valor interpersonal es una huella de las relaciones sociales que se

actualizan por medio del texto en el discurso.

Y, por último, un rasgo formal con valor expresivo es una huella y un signo de la evaluación

que realiza el productor realiza acerca de esa porción de realidad de la que habla. El valor

expresivo tiene que ver con los sujetos y las identidades sociales, aunque sólo una dimensión

de estos conceptos tiene que ver con los valores subjetivos. Cualquier rasgo formal puede

tener simultáneamente dos o tres de estos valores, que se presentan en el siguiente

diagrama.

Dimensiones del significado

Valores de los rasgos Efectos estructurales

Contenidos Experiencial o ideacional conocimiento/creencias

Relaciones Interpersonal relaciones sociales

Sujetos Expresivo identidades sociales

Además, un rasgo formal puede tener un valor conectivo, es decir puede conectar entre sí

las partes de un texto.