Los Amores Del Trompo y La Pelota - 17

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Los amorea de un trompo y una pelota 10 Halls Christian Andersen

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cuento ilustrado - los amores de un trompo y una pelota

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Los amorea de un trompo y una pelota

10

Halls Christian Andersen

6rüño

Los amores de un trompo y una pelota

HANS CHRISTIAN ANDERSEN

l'rilu1uu edición Seguudo rolm¡tr••l6o Abrll • 199? ~Uembre. 2007

~ERECHOS DE EDICIÓN RESERVADOS: Asociación editorial Brul\o ':J Av. Arica751- Breña-Ap. 05-144 Llma Perú

.. 423-7890-424-2272-424-4134 -425-0282 Fax: 425-0424-425-1248

U n trompo y una pelota se encontraban dentro de una caja, junto con otros juguetes.

-¿Por qué no nos casamos, ya que vivimos juntos en la misma caja? -dijo el trompo a la pelota.

Pero la pelota, que estaba forrada de tafilete y se las daba de gran señorita, ni siquiera se tomó la molestia de contestar.

Al día siguiente, el muchacho dueño de los juguetes decidió pintar el trompo de verde y

-¿No me engañas? -dijo la pequeña pelota.

-Que nunca más pueda bailar sino es verdad lo que he dicho -contestó el trompo.

-¡Mírame! -gritó el trompo a la pequeña pelota-. ¿Qué te parezco?

¿Nos casaremos ahora? Creo que hemos nacido el uno para el otro.

l

¡Tú saltas y yo bailo!

Nadie sería más feliz que nosotros.

¿De veras? ¿Lo piensas así? -replicó la pelota.

¿Ignoras acaso que mis padres fueron unas soberbias zapatillas de tafilete? ¿No sabes que mi cuerpo es de corcho de España?

-Sí, lo sé; pero no olvides que yo estoy hecho de caoba y que me hizo el alcalde en persona en su torno, en sus ratos de ocio. Se divierte labrando toda clase de objetos.

-,

amarillo y ponerle una punta nueva de cobre, de suerte que cuando bailaba producía un efecto magnífico.

-Sabes exponer tus méritos -observó la pelota, pero no pueclo acceder a tus deseos.

Estoy comprometida con una golondrina.

Cada vez que me elevo en el aire, ella asoma la cabeza fuera del nido y dice: "¿Me quieres?" Y yo le he contestado que sí muchas veces, en silencio, por lo cual me considero medio comprometida· con ella. Pero te prometo que nunca me olvidaré de ti. e

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-Está muy bien -dijo el trompo.Y, desde entonces, ya no volvieron a hablar más.

Al día siguiente, el rnu chacho tomó la pelota y la arrojó al aire.

El trompo vio cómo volaba, semejante a un pájaro, hasta que la perdió completamente de vista; pero al poco rato la pelota caía al suelo

para ser despedida otra vez. o

-Bien sé yo dónde está -suspiró el trompo-. Se encuentra en el nido de la golondrina, con quien debe haberse casado.

Al caer daba un sorprendente bote, ya sea porque desease elevarse de nuevo, o bien porque tenía un cuerpo de corcho de Espafia. Pero a la novena vez de elevarse desapareció. E1i. vano el muchacho buscó por todas partes: no pudo encontrarla.

o

El hecho de que la pelota hubiese escogido a otro daba un carácter particular al asunto.

Sin embargo, el trompo siguió girando y zumbando, sin dejar de pensar en la pequeña pelota, cuyo recuerdo se presentaba cada vez más seductor en su imaginación.

Y cuanto más reflexionaba en esto, más triste se ponía. Desde que no podía verla, más le parecía amarla.

~

e esta manera ~ranscurriero:u algunos años y pensaba en la pelota como se piensa en un viejo amor.

El trompo había dejado de ser joven. Pero un día lo pintaron de color de oro; nunca había estaclo tan hermoso. Ahora era un trompo dorado y brillaba como el sol.

¡Cómo giraba y zumbaba! Era algo verdaderamente digno de verse. Pero de repente, dio u11 salto dem.asiado alto ... y desapareció. o

Lo buscaron por todas partes, hasta en el sótano, pero no lo encontraron. ¿Dónde se habría metido?

Se hallaba en el bote de la basura, mezclado con toda clase de cosas: tronchos de col, mondaduras y polvo que había caído del techo.

-¡En bonito lugar he caído! -pensó e] trompo-. Pronto perderé mi lindo color dorado si sigo aquí. ¡Cuánta basura me rodea!

Miró a su a]rededor y vio un largo troncho de col y luego una extraña cosa redonda semejante a una manzana podrida. G)

Pero no se trataba de una manzana, sino de una pelota vieja que había estado durante años e1i. un albañal y se hallaba todavía empapada de agua.

11 -¡Gracias a Dios! -exclamó la pelota-. Por

fin encuentro a alguien con quien podré hablar. Tal corno me ves, estoy forracla de tafilete y

tengo el cuerpo de corcho de España, aunque no lo parezca. e

Has de saber, además, amigo trompo, que estaba en vísperas de casarme con una golondrina, pero fui a parar e11 el canalón del tejado, donde permanecí durante cinco años, hasta quedar casi empapada del todo.

Aunque parezca mentira, en otro tiempo fui una linda muchacha.

El trompo no contestó.

Estaba pensando en su antiguo amor y, por lo que había oído, tenía la seguridad de que aquella pelota había sido años atrás el objeto de sus ansias.

En esto se presentó la criada para vaciar el bote de la basura.

-¡Vaya! -exclamó-. Aquf hay un trompo dorado.

Y, de esta manera, el trompo volvió a gozar de prestigio y honor; pero nada se supo de la pequeña pelota.

El trompo jamás volvió a hablar de su viejo amor, porque éste muere cuando el objeto amado ha permanecido cinco años en un canalón de tejado y se ha vuelto fofo y arrugado. Y uno no lo reconoce cuando lo encuentra de nuevo en el bote de la basura. e