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La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

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  • La vida deLazarillo de Tormes

    y de sus fortunas yadversidades

    edicin deAsima F. X. Saad Maura

    STOCKCERO

  • Foreword & notes Asima F. X. Saad Mauraof this edition Stockcero 20071st. Stockcero edition: 2007

    ISBN: 978-1-934768-03-7

    Library of Congress Control Number: 2007906960

    All rights reserved.This book may not be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted,in whole or in part, in any form or by any means, electronic, mechanical, pho-tocopying, recording, or otherwise, without written permission of Stockcero, Inc.

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    Published by Stockcero, Inc.2307 Douglas Rd. Ste 400Miami, FL [email protected]

    www.stockcero.com

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  • ndice

    Dedicatora ..................................................................................................viiReconocimientos y agradecimientos ......................................................ixIntroduccin ................................................................................................xi

    Criterios para esta edicin ............................................................................................xiDebate de debates: el asunto de la autora ..............................................................xivEl problema del gnero..................................................................................................xvEl destino turbulento del Lazarillo y la crtica social que encierra ..............xixCaractersticas bsicas del pcaro, usando de modelo el personaje Lazarillo de

    Tormes ......................................................................................................................xxiiLos amos de Lazarillo-Lzaro ....................................................................................xxvObservaciones generales ............................................................................................xxixObras citadas ................................................................................................................xxxi

    Breve cronologa histrica, social y cultural de la EspaaImperial del Siglo de Oro ..............................................................xxxiii

    La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunasy adversidadesPrlogo ................................................................................................................................1Tractado primero ..............................................................................................................5Tractado segundo ............................................................................................................21Tractado tercero..............................................................................................................33Tractado cuarto ..............................................................................................................51Tractado quinto ..............................................................................................................53Tractado sexto ..................................................................................................................63Tractado sptimo..............................................................................................................65

    vLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

  • ApndicesMapa y descripcin resumida de la ruta de Lzaro ............................71Temas de discusin ......................................................................................73Bibliografa selecta (1995-2007) ..............................................................75

    A) Ediciones del Lazarillo. ..........................................................................................75B) Estudios crticos ........................................................................................................77C) Recopilaciones bibliogrficas sobre el Lazarillo en particular y la

    picaresca en general: ................................................................................................95

    vi

  • Dedicatora

    A mis primeras maestrasCarmen Ana (Carmn) Figueras y Norma Piazza,

    quienes desde jovencita me inculcaronel amor por la literatura y me inspiraron

    a escoger bien mi profesin.

    A Lucas Marchante Aragn,por entusiasmarme a releer el Lazarillo

    con nuevos ojos y descubrir otras perspectivas.

    viiLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

  • Reconocimientos y agradecimientos

    Esta edicin de La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y ad-versidades se realiz gracias al apoyo de colegas, familiares y amistadesque merecen mi sincero agradecimiento.

    Agradezco de manera especial a Stockcero y su editor Pablo Agrestpor haberme invitado a preparar una edicin ms de esta gran obra.

    A Luis Girn Negrn le debo las gracias por haber ledo mi primerborrador, cuando yo apenas haba escrito tres pginas; su buen nimoy disposicin me ayudaron grandemente. Reciben mi gratitud ngelEsteban, por gestionarme el permiso para escoger entre varias ilustra-ciones de Rafael Seco, y Marcelino Canino Salgado, por sus observa-ciones eruditas y valiosas.

    Le extiendo las gracias a Haverford College y en especial a mi asis-tente la Srta. Meridith Sine (HC 08), por su atinada ayuda durante elproceso de investigacin. Sin su colaboracin y entusiasmo, el trabajohubiese sido ms arduo. A mis colegas del Departamento de EspaolIsrael Burshatin, Roberto Castillo Sandoval, Ramn Garca Castro,Ana Lpez Snchez y Graciela Michelotti les agradezco profunda-mente el respaldo y la camaradera que siempre me han brindado.

    La comprensin, la paciencia y el apoyo de mi esposo Raymond J.McConnie Zapater y nuestros hijos fueron instrumentales a lo largo dela preparacin de la presente edicin. Por otro lado, estoy endeudadacon el Doctor Vijayendra Pratap por permitirme pasar buena parte delverano en su ermita de Pensilvania, donde termin de darle forma alrompecabezas que representa una obra de esta envergadura.

    ixLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

  • Finalmente, reconozco la funcin importantsima que desempeanlos lectores de actualidad, gracias a quienes siguen vigente el inters yla curiosidad que a lo largo de los siglos han despertado las vicisitudesde Lzaro de Tormes.

    Solamente me resta esperar que los comentarios que he redactadopara acompaar el texto no defrauden a nadie, por lo cual hago eco delas palabras de los editores del Tesoro de la lengua castellana o espaolade Sebastin de Covarrubias: pido con toda humildad y reconoci-miento de [mi] poco saber, que todo aquello que haya[] errado se[me] enmiende con caridad y se [me] advierta para otra impresin(Prefacio, XI). Por lo pronto, mi satisfaccin radica en compartir al-gunas ideas y abrir nuevos surcos para los estudios futuros del Laza-rillo.

    x

  • Introduccin

    La vida de Lazarillo de Tormes ha sido analizada por los crticos yestudiosos de la literatura desde diversos ngulos y enfoques. Hay an-lisis en los que resalta la burla, en otros la crtica social. Mientras al-gunos destacan el simbolismo religioso favorablemente, otros aseguranque se trata de una acusacin anticlerical; tambin pueden encontrarselos que sealan la presencia de la homosexualidad. De hecho, no creoque se haya obviado ninguna posibilidad de lectura analtica, bien seasobre dudas de autora y gnero literario, bien sobre la fecha en que seescribi y public. En fin, sobre las desventuras y adversidades de suhomnimo protagonista se puede llenar una extensa biblioteca. Por estola tarea de presentar una nueva edicin puede parecer atrevida. Ya te-nemos a nuestro alcance centenares de estudios, artculos, ensayos y re-seas sobre este clsico, por lo cual, ms que anlisis novedoso, presentomis inquietudes de lectora y me hago preguntas con las que espero des-pertar la curiosidad de otros.

    Criterios para esta edicin

    La presente est basada en las cuatro ediciones de 1554 que se co-nocen: Alcal de Henares, casa de Salcedo; Amberes, casa de MartnNucio; Burgos, casa de Juan de Junta; y Medina del Campo, casa deMateo y Francisco del Canto, las cuales, segn se cree, no son las pri-meras, sino que se derivan de una princeps perdida. La de Alcal, por

    xiLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    HinataResaltado

    HinataNota adhesivaUnmarked definida por Hinata

  • ejemplo, anuncia que es una segunda impresin corregida y denuevo. Para Alberto Blecua los cambios que aparecen en ella son atodas luces apcrifos y todo hace pensar que se tratan de correccionesy aadidos llevados a cabo por el propio Salcedo para dar cierta no-vedad al texto y poder as competir con otras ediciones (7). Ademshe cotejado con las ediciones crticas del mismo Blecua, junto con lasde Caso Gonzlez y Rico, quienes posiblemente han ofrecido las in-troducciones ms detalladas y eruditas que a mi juicio tenemos hastael momento. Por otro lado he prestado atencin a la controvertidaedicin del Lazarillo de abril de 2003 que Milagros Rodrguez Cceres(edicin y notas) y Rosa Navarro Durn (Introduccin) publicaron bajola autora indiscutible de Alfonso de Valds (ca. 1490-1532).1 Las ase-veraciones rotundas de parte de Navarro Durn en cuanto a la autorahan creado razonable y justificada incomodidad, sobre todo porqueparecen responder ms a su pasin personal que a la llamada objeti-vidad acadmica. Por lo pronto, es tema que prefiero postergar paraotra oportunidad.

    Dato curioso sobre la edicin de Medina del Campo es que no sesaba nada de ella hasta que fue encontrada accidentalmente cuandounos albailes, en 1992, derrumbaron la pared en que haba sido es-condida junto con otros libros prohibidos.2 Hoy solamente podemosimaginarnos la escaramuza que se dio en aquel hogar para esconder atiempo aquellos libros que muy bien hubiesen podido causar truenosante la Inquisicin.

    La presente edicin aspira a ofrecer a los lectores, en formato claroy escueto, las comnmente llamadas picardas del protagonistaLzaro, con un enfoque ni liviano ni gracioso como se ha acostum-brado. De otra parte, tampoco pretende ser erudita; para estudios deese tipo recomiendo ir directamente a Blecua, Caso, Rico y tantos otros.Mi inters es facilitar una gua para estudiantes de diferentes niveles,desde colegio hasta universidad, con la esperanza de que tal vez en-cuentren novedades y fascinaciones. He puesto empeo en las notas al

    xii

    1 Esa edicin ofrece una bibliografa de diecisiete estudios sobre el Lazarillo comentadosbrevemente; excepto la coleccin de ensayos publicada en 2002 por Gonzalo Santonja (ElLazarillo de Tormes. Entre dudas y veras) y la obra de la misma Navarro Durn (Alfonsode Valds, autor del Lazarillo de Tormes) de 2003, las fechas de los ensayos restantes vande 1927 a 1988, dejando sin mencionar quince aos de crtica valiosa y prolfica.

    2 Segn las noticias que aparecieron en diversos peridicos impresos y en la red, en Bar-carrota, Badadoz, se hallaron once textos que haban sido prohibidos por la Inquisicin.Tres aos despus, en 1995, la Junta de Extremadura los adquiri y, a raz de tan fortuitoencuentro, se inaugur una biblioteca nueva.

  • calce, corroboradas en su gran mayora con el Tesoro de la lengua cas-tellana o espaola (1611) de Sebastin de Covarrubias Orozco (1539-1613).3 Entiendo que es fundamental que los lectores obtengan las de-finiciones de los trminos tal como se usaban en la poca y, en lo posible,he tratado de no sobrecargarlas ni hacerlas ininteligibles para los lec-tores de nuestro siglo XXI. Asimismo, he preferido dejar la ortografaoriginal de aquellas palabras que son casi iguales a la que usamos ac-tualmente y que, por lo tanto, no ofrecen confusin. Considerooportuno que los lectores vean la evolucin de trminos como tractado,fructo, mochacho, adestrar, desto, ans, sacalla, tomalla y tantos otros, y loscomparen con tratado, fruto, muchacho, adiestrar, de esto, as, sacarla, to-marla, respectivamente. Lo mismo sucede con los verbos que comn-mente llevaban asidos al final los pronombres reflexivos y de objetosdirecto e indirecto: probsele, diome, entrbase, habale, fuile y muchosms. No veo razn necesaria para modernizar lo que a mi juicio re-sulta ser material rico, educativo y pedaggico, sobre todo para los in-teresados en los estudios lingsticos y filolgicos. A fin de cuentas,sirva esto para demostrar que la lengua es un organismo dinmico.

    Aparte de la seccin de obras citadas, he hecho lo posible por ofreceruna bibliografa completa ediciones, reseas, artculos y ensayos cr-ticos, bien sea impresos o los que se encuentran en la red (www) desde1995, ao en que se da a conocer la edicin de Medina del Campo, hastaagosto de 2007 cuando termino esta presentacin.

    Finalmente, con esta edicin no slo quiero ofrecer para el disfrutede los lectores las supuestas picardas del joven que le da ttulo a laobra, sino que tambin los invito a ponderar en las conexiones que suhomnimo personaje tiene an con los marginados de todos lostiempos.4

    xiiiLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    3 Utilizo la Edicin integral e ilustrada de Ignacio Arrellano y Rafael Zafra publicadaen colaboracin por la Editorial Iberoamericana, la Universidad de Navarra, la Real Aca-demia Espaola y el Centro para la Edicin de Clsicos Espaoles. En fin, un verdaderotesoro lingstico y cultural que merece un espacio privilegiado en cualquier biblioteca.

    4 El 2 de febrero de 2005 se estren en La Chicharra Teatro de Crdoba un drama es-crito y actuado por Jos Contreras basado en el Lazarillo. Con el ttulo de La vida de Ban-durrio de Crdoba, la obra trata del nuevo pcaro de nuestro siglo y se ha seguido pre-sentando hasta hoy (http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=197940).

  • Debate de debates: el asunto de la autora

    El valor que para m tiene el Lazarillo de Tormes trasciende pocas;desde que vio la luz no ha dejado de fascinar y enredar. Importa deverdad si su autor es annimo o verdaderamente puede ser identificadopor nombre y apellido como han tratado tantos? Ser de la pluma deFray Juan de Ortega, Diego Hurtado de Mendoza, Sebastin deOrozco, Jos de Sigenza, Lope de Rueda o Cristbal de Villaln? Oser su autor Juan de Valds o su hermano Alfonso, como reciente-mente asegura Rosa Navarro Durn (2003), o acaso ser Luis Vives,como refuta Francisco Calero (2006) contradicindola? An ms re-cientemente, en nuestro 2007, el profesor Jos Luis Madrigal, de laNew York University, nada menos que con la ayuda de Google asegurahaber descubierto al esquivo autor del Lazarillo de Tormes, que resultser un humanista toledano llamado, Cervantes de Salazar, autor de unaCrnica de la Nueva Espaa.5 Cunta importancia puede tener unnombre? A rose by any other name would smell as sweet, le dijo Julieta asu Romeo.

    Como si de rifa se tratase y para defender a sus respectivos au-tores, Navarro Durn, Calero y Madrigal, para mencionar solamenteestos tres, se apoyan en la presencia de ciertos trminos y frases en otrasobras de esos candidatos al premio de la misteriosa autora. Acasono recuerdan estos crticos que los universos lxicos que emplean losautores de cualquier poca son, al fin y a la postre, de dominio comny que se ponen y pasan de moda como la ropa o la msica? Aseve-raciones como las de ellos no hacen mella al texto que se ha mantenidovivo a lo largo de los siglos. Considero que el Lazarillo vale por smismo sin necesidad de llevar el nombre y el apellido de quienquieraque haya sido su verdadero autor, ya que, como bien dice el refrnms vale el milagro que el santo. Es por esto que en la portada denuestra edicin tomamos la decisin de no poner ni el trilladoAnnimo ni mucho menos el nombre de ningn autor, ya que pre-cisamente ese anonimato nos dice muchsimo sobre la poca en que seescribi, como sealo ms adelante.

    xiv

    5 Andrs Ibez. El ADN del lenguaje. ABC de Espaa, 17 de marzo de 2007. La listade nombres incluye, adems, a Torres Naharro, Alejo de Venegas, Lope de Rueda,Hernn Nez de Toledo y Gonzalo Prez. Es posible que se me haya escapado alguien.

  • El problema del gnero

    Autobiografa, epstola, fbula, historieta, itinerario de viaje,novela, todos estos trminos y puede que la lista se quede corta se lehan adjudicado al Lazarillo. Nace con Lazarillo un nuevo gnero li-terario o es Lazarillo un mero precursor? Es autobiografa o puraficcin? Se trata realmente de la primera novela moderna, parti-cularmente picaresca? Puede considerarse como relato de viaje yperegrinaje, o es meramente una historieta de lectura rpida y entre-tenida?

    Desde mediados del siglo XVI La vida de Lazarillo de Tormes se lee,estudia y ensea como obra cannica del gnero picaresco. Pero sonmuchos los estudiosos que no aceptan tal nomenclatura debido a quea lo largo del texto no aparece el trmino pcaro para referirse al pro-tagonista. Personalmente, me veo obligada a re-evaluar muchas de lassupuestas certezas que nos han llegado y que han sido acogidas comosi estuviesen talladas en piedra. Gregorio Maran, por ejemplo,asegura la creatividad literaria de la obra y en el prefacio a su edicinde 1940 comenta que [s]lo una mente alejada por la erudicin de la re-alidad puede imaginar que las aventuras de LZARO, el gran bellaco,sean autobiogrficas (11). Incluso arremete contra el gnero como talporque estima que va en contra del patriotismo espaol:

    Mucho mal nos han hecho estas historias picarescas, en las que el ingenioinigualado de sus autores di [sic] patente de corso a la bellaquera, ycre en las gentes el desaliento que produce la injusticia entronizada, yante el mundo engendr la falsa idea de una Espaa desarrapada ycnica. (28)

    As, pues, el debate no ha cesado entre los que dan por sentado queLazarillo s es un personaje pcaro y los que dicen que no. Para estosltimos, la picaresca comenz unos cuarenta y cinco aos despus delLazarillo con el Guzmn de Alfarache (1599) del sevillano MateoAlemn (15471615?) y lleg a su cumbre ya entrado el siglo XVIIcon La vida del Buscn llamado Pablos (1626) de Francisco de Quevedo(1580-1645). De todas maneras, me intriga que predomine la primeravertiente y me pregunto en dnde estn la gracia y esa picarda dizquesimptica con la que ha sido bautizado el relato que de adulto hace

    xvLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

  • Lzaro de Tormes? En todo caso, y con el perdn de Maran, me in-clino a pensar, como han dicho otros, que se trata de una obra pre-cursora ciertamente ni la nica ni la primera del Realismo del sigloXIX. Lazarillo es nada menos que un texto de crtica social, de protesta,que acusa y pone en tela de juicio la barbarie de su poca. Que el La-zarillo haya sido ledo como ficcin, que el personaje haya sido clasi-ficado de pcaro y gracioso apunta ms que nada a la agenda de ocultary negar lo nefasto del llamado Siglo de Oro. Lzaro obliga a ver queno todo lo que brilla es oro.

    En las pginas del Lazarillo queda plasmada abiertamente la rea-lidad desdichada, cruda y vil del siglo XVI cuando la hambruna y eldesamparo imperaban, desgracias promovidas por el prejuicio y la per-secucin en nombre de Dios, la Corona y la Santa Inquisicin. El na-rrador denuncia ante Vuestra Merced lo que la prevaleciente historiaoficial ocultaba y castigaba, o sea, todo aquello que estuviera en contrade la versin de los de arriba. No en balde era necesario que el autormantuviera su anonimato. Para colmo de males, los siglos posterioresno han ofrecido mejores acontecimientos que los relatados por Lzarode Tormes como tampoco han mermado los pobres y hambrientos delplaneta. A finales de los 80, en pleno siglo XX, se public un folletoen los Estados Unidos escrito por el sacerdote franciscano Bruce Ritter,denunciando los estragos padecidos por cientos de nios desamparadosy abusados en el Lower East Side de la ciudad de Nueva York. En unode los captulos, Fr Ritter expone algo que me hace pensar en el finaldel ltimo Tratado cuando Lzaro dice estar en la cumbre de todabuena fortuna:

    It doesnt take long to murder a child, and there are lots of ways to doit Three months on the street is a very long time. Six months isforever. A year? [] it becomes difficult, and then impossible, to sep-arate what you are from what you do. You become what you do. Andyou no longer care (56-57).6

    xvi

    6 En todos los idiomas hay obras que presentan a jovencitos desamparados que tienenque buscrselas para lograr sobrevivir con lo mnimo. El autor estadounidense SamuelLanghorne Clemens, mejor conocido como Mark Twain (1835-1910) dedic pginas aeste fenmeno social. Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las aventuras de HuckleberryFinn (1885) son sus novelas ms famosas en las que los protagonistas, dos mozalbetes delas orillas del Ro Mississippi, desarrollan su ingenio mientras hacen travesuras. En elsiglo XX tambin se emple el cine para dar a conocer grficamente estos problemas enpelculas como Pixote (1981) y Salaam Bombay (1988), para mencionar slo dos. El guinde la primera es de Babenco y Jorge Durn, quienes lo tomaron de la novela A infanciados mortos (1977) de Jos Louzeiro, sobre la delincuencia juvenil en Brasil. La segunda,dirigida por Mira Nair con guin de Sooni Taraporevala, presenta la vida miserable detres jovencitos que luchan por sobrevivir en las calles de la actual ciudad de Mumbai.

  • La transicin o transformacin de Lazarillo a Lzaro es una demuchas muertes y lo que el narrador calla y esconde vale tanto, acasoms, que lo que le cuenta a Vuestra Merced. Todo parece indicar queLzaro, una vez se encuentra asentado en Toledo con el Arcipreste yla esposa que ste le ha proporcionado, ya no puede distinguir entrequin es y lo que hace para subsistir. Lo que es peor, tal parece que nisiquiera tiene consciencia o que no le importa ni una cosa ni otra, y elqu dirn le tiene sin cuidado. As, pues, de la misma manera que laIglesia y la Corona se hacen de la vista larga ante las injusticias socialesque aquejan a la nacin, Lzaro escoge no ver la dudosa relacin queexiste entre su actual amo y la mujer que les sirve a ambos. Para todoslos efectos, Lzaro encierra en s mismo, a manera de microcosmos,todo aquello que ha venido criticando y denunciando en lo referenteal indeseable macrocosmos en el que le ha tocado vivir.

    Anteriores al Lazarillo hay tambin otras obras que presentan lacrudeza social como, por ejemplo La Celestina (1499) de Fernando deRojas (1470-1541) y el Retrato de la Lozana andaluza (1528) de Fran-cisco Delicado (c. 1480 - c. 1535), ambas igualmente prohibidas. 7 Dehecho, las obras ms populares y aceptadas por la Iglesia son de un cortetotalmente diferente: son idealistas, ajenas a la realidad del momento,desvinculadas de la ms simple cotidianidad. En todas ellas prevaleceel sentido de completa negacin ante los desastres y la decadencia socialy material que afectan al pueblo.

    A pesar de que la novela como tal no era gnero comn ni conocido,las obras literarias de aquel entonces han sido clasificadas bajo eserengln. Para facilitar la comparacin y comprender mejor mi argu-mento en torno a la realidad expuesta en el Lazarillo, ofrezco un brevedesglose de los diferentes tipos de aquellas otras novelas con lascuales rompe tajantemente la nuestra: La sentimental lleva este nombre

    xviiLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    7 La lista de personajes pcaros que le siguen al Lazarillo se extiende en el siglo XVII,incluso antes y an despus del Buscn. Pero interesante es el desarrollo de la mujerpcara. Continuando los pasos marcados por La Celestina y La Lozana, salen publicadaslas siguientes obras con protagonistas femeninas: Libro de entretenimiento de la pcaraJustina (1605) de Francisco de beda, La ingeniosa Elena, conocida tambin como La hijade Celestina (1612-14) de Alonso Jernimo de Salas Barbadillo y La nia de los embustesTeresa de Manzanares (1632) de Alonso de Castillo Solrzano. Sobre pcaros masculinosencontramos, entre otros, la Primera parte del guitn Honofre (1604) de Gregorio Gon-zlez; las Relaciones de la vida del escudero Marcos Obregn (1618) de Vicente Espinel; deCarlos Garca, La desordenada codicia de los bienes ajenos (1619); en 1620 salen la Segundaparte de la vida de Lazarillo de Tormes de Juan de Luna y el Lazarillo de Manzanares deJuan Corts de Tolosa; Alonso, mozo de muchos amos (1624) de Jernimo de Alcal Ynez,va seguido de la segunda parte en 1626; Antonio Henrquez Gmez saca su Vida de donGregorio Guadaa (1644); y en 1646 ve la luz La vida y hechos de Estebanillo Gonzlez,hombre de buen honor, compuesto por l mismo.

  • porque trata del amor o desamor que se da en el ambiente de lascortes; Crcel de amor (1492) de Diego de San Pedro se destaca en estegrupo. La morisca se llama as por la idealizacin de las relaciones entremoros y cristianos, as como por el idilio amoroso mayormente frus-trado entre amantes moros o moras y cristianos o cristianas. Entrestas contamos con El Abencerraje que trata del amor entre Abinda-rrez y su amada Jarifa.8 La pastoril, inspirada en los clsicos, llega aEspaa desde Italia. Los personajes son pastores y pastoras que ms pa-recen ser miembros de la Corte que trabajadores del campo; viven, seenamoran, sufren y hasta se vuelven locos o mueren en medio de unanaturaleza altamente idealizada. El modelo perfecto es Los siete librosde la Diana (1559) del escritor portugus Jorge de Montemayor (1520-1561). Mucho despus, cuando este tipo de novela ya estaba en su ocaso,Bernardo de Balbuena (c. 1562-1627) da a conocer Siglo de oro en lasSelvas de Erfile (1608, posiblemente la ltima de las de este subgnero.La bizantina trata generalmente de amantes que a causa de problemas,adversidades, vicisitudes e infortunios amorosos, no logran unirse. Lostrabajos de Persiles y Sigismunda, de Miguel de Cervantes (1547-1616),es una de estas novelas, acaso la ms conocida y celebrada, publicadapstumamente en 1617. Finalmente tenemos las novelas de caballeraque tambin tratan del amor, pero el protagonista es un caballeroarmado que realiza hazaas y aventuras heroicas para demostrarle suamor a la dama de quien se ha enamorado y a quien le jura amoreterno: Amads de Gaula (1508) de Garci Rodrguez de Montalvo es lams famosa; de ah que tenga su lugar de preferencia en la bibliotecadel caballero andante ms famoso de todos los tiempos, Don Quijotede la Mancha, el Caballero de la Triste Figura.

    Con esta lista de novelas queda claro que los lazarillos y escuderosmuertos de hambre as como los arciprestes y clrigos inescrupulososhuelgan por su ausencia en el microcosmos ideal representado en ellas,un mundito habitado por personajes sacados del imaginario mtico dela antigedad greco-romana que nada tiene que ver con el real y coti-diano de la Espaa del XVI.

    Otro dato curioso es que desde antes de su aparicin el nombre La-zarillo era comn en textos escritos as como en la tradicin oral. Porejemplo, en La Lozana andaluza se habla de un Lazarillo que cabalg

    xviii

    8 Alrededor de esta narracin existe tambin el debate de la autora junto al asunto turbiode la fecha original de publicacin. Empiezan a aparecer versiones en la dcada de 1550;en 1561 sale una en Toledo bajo el ttulo de Crnica, seguida de otras asimismo incom-pletas. Luego se conoce la edicin de Antonio de Villegas, publicada en 1565 en Medinadel Campo, y considerada como la ms completa.

  • a su agela (151).9 Adems, La Lozana ofrece la frmula picaresca depresentar el trasfondo personal y familiar del protagonista tpicamentepcaro, con su nombre y lugar de nacimiento, sus progenitores y en-torno, a la vez que se incluye un listado repleto de bajezas, fechoras,antagonismos, infortunios, adversidades, en fin, toda la mala suerte quepueda acaecerle a cualquier infeliz. As, en la obra de Delicado quedaestablecido de entrada, en la primera oracin, que [d]ecirse haprimero la cibdad, patria y linaje, ventura, desgracia y fortuna (35) dela protagonista que, como Lazarillo, le da ttulo a la obra.

    El destino turbulento del Lazarillo y la crticasocial que encierra

    Un ao despus de las cuatro ediciones de 1554, sali otra en la cualLzaro era nada menos que un pez, pero un lustro ms tarde, en 1559,y a pesar de que la Iglesia la prohibi se sigui publicando fuera deEspaa. En 1573 apareci la edicin expurgada y limpia de JuanLpez de Velasco en la cual recaa sobre el muchacho todo el peso dela culpabilidad y del castigo tan tpicamente judeocristianos. Con elttulo de Lazarillo castigado y distinguida por su pulcritud (se le hi-cieron varios cambios y se eliminaron los tratados IV y V), esta edicinpresenta a un joven mortificado por la culpa y llevado a la penitencia.Mientras la misma se reimprimi en el extranjero (Lisboa, Miln, Pars,Roma) y fue traducida a varios idiomas, el Lazarillo original no pudover la luz en su propia tierra hasta el siglo XIX cuando el texto com-pleto se reedit en 1834 en Barcelona. Por cierto, la primera edicincrtica se hizo precisamente en esa misma ciudad. Desde entonces sa-lieron otras siguiendo una segunda edicin barcelonesa de 1900.

    Durante ms de 450 aos el Lazarillo ha suscitado polmicas y de-bates que giran en torno a ciertos pasajes difciles de descifrar. Estudiosrecientes proponen que Lazarillo de Tormes no es tanto ficcin comoun documento verdico que habla abiertamente de la realidad de lapoca: hambruna, miseria, desamparo, orfandad, persecucin religiosay un largo etctera. A raz de la formacin de la Inquisicin que co-

    xixLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    9 Cito de la edicin con introduccin y notas de Bruno Damiani. Madrid: Clsicos Cas-talia, 1969.

  • Obras citadas

    Apuleyo, Lucio. El asno de oro. Jos Mara Royo, ed. Madrid: Ctedra,2003.

    Azorn. Castilla. Inman Fox, ed. Madrid: Espasa Calpe, 1991.___________. Los pueblos. Ed., introd. y notas de Jos Mara

    Valverde. Madrid: Castalia, 1974.Blecua, Alberto, ed. La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y

    adversidades. Madrid: Clsicos Castalia, 1975.Caso Gonzlez, Jos M., ed. La vida de Lazarillo de Tormes y de sus for-

    tunas y adversidades. Madrid: BRAE, 1967.Cela, Camilo Jos. Nuevas andanzas y aventuras de Lazarillo de Tormes.

    Barcelona: Noguer, 1970 (9na ed.).Covarruvias, Sebastin. Tesoro de la lengua castellana o espaola.

    Ignacio Arellano y Rafael Zafra, eds. Madrid:Iberoamericana, 2006.

    Garca Crcel, Ricardo. Pcaros y homosexuales en la Espaa moderna.Serie Los olvidos de la Historia. Barcelona:Random House Mondadori, 2005.

    Gitlitz, David. Inquisition Confessions and Lazarillo de Tormes.Hispanic Review 68 (2000): 53-74.

    Luna, Juan de. Segunda parte de la vida de Lazarillo de Tormes. Ed.,prl. y notas de Joseph L. Laurenti. Madrid: EspasaCalpe, 1979.

    Maran, Gregorio. Lazarillo de Tormes. Madrid: Espasa-Calpe, 1940.Prez de Herrera, Cristbal. Amparo de pobres. Ed., introd. y notas de

    Michel Cavillac. Madrid: Espasa-Calpe, 1975.Rico, Francisco, ed. La vida de Lazarillo de Tormes. Madrid: Ctedra,

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    White, Hayden. Metahistory. The Historical Imagination inNineteenth-Century Europe. Baltimore: Johns HopkinsUP, 1973.

    xxxiLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

  • Breve cronologa histrica, social ycultural de la Espaa Imperial del

    Siglo de OroNada ocurre en el vaco; la historia no es esttica, sino dinmica,

    continua y viva. De la misma manera que conocemos o recordamoseventos sucedidos ayer, el mes pasado o hace aos, en otras pocas lagente tambin se enteraba de los ltimos acontecimientos ocurridos,bien fuera por haber estado presente o por haberlos odo de la boca deotros. El momento histrico del Lazarillo no es menos complicado queel nuestro. La animosidad religiosa, la problemtica poltica, la grandiferencia social, entre otras cosas, son perennes. Conocer aunque seaun poco la historia de cualquier periodo ayuda a comprender mejortanto la vida y el quehacer humano como la literatura y la cultura. Poreso a continuacin ofrezco un recuento cronolgico de algunos sucesosque segn mi opinin marcaron la vida de aquel entonces.

    FECHAS EVENTOS IMPORTANTES

    1469 Boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragn, matri-monio que eventualmente servir para unir toda Espaa.

    1478 Fernando e Isabel crean el Tribunal de la Inquisicin, co-nocido tambin como el Santo Oficio.

    1483 Nombramiento de Toms de Torquemada (1420-1498)como Gran Inquisidor de Castilla y Aragn.

    1491 Se dan por fin, las Capitulaciones de Granada, el 28 de no-viembre, garantizndoles a los moros granadinos la libertadplena para practicar su religin, hablar su propia lengua yejercer sus costumbres y leyes. Estas Capitulaciones nofueron respetadas, como se constata en las fechas que siguen.

    1492 Los Reyes Catlicos conquistan Granada y quedan expul-sados los judos de Espaa. Sale publicada la primera Gra-mtica castellana de Antonio de Nebrija. Con dinero querecibe de la Reina Isabel, Cristbal Coln (1451-1506) zarpaen su primer viaje hacia India; en vez, llega a las Islas Ba-

    xxxiiiLa vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

  • La vida de Lazarillo de Tormes y de susfortunas y adversidades

    La vida deLazarillo de Tormes

    y de sus fortunas yadversidades

  • Prlogo

    Yo por bien tengo que cosas tan sealadas, y por ventura nuncaodas ni vistas, vengan a noticia de muchos y no se entierrenen la sepultura del olvido, pues podra ser que alguno que laslea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleite.Y a este propsito dice Plinio1 que no hay libro, por malo que sea, queno tenga alguna cosa buena; mayormente que los gustos no son todosunos, mas lo que uno no come, otro se pierde por ello. Y ans vemoscosas tenidas en poco de algunos, que de otros no lo son. Y esto para2

    que ninguna cosa se debera romper ni echar a mal, si muy detestableno fuese, sino que a todos se comunicase, mayormente siendo sin per-juicio y pudiendo sacar de ella algn fructo.3 Porque, si ans no fuese,muy pocos escribiran para uno solo, pues no se hace sin trabajo, yquieren, ya que lo pasan, ser recompensados, no con dineros, mas conque vean y lean sus obras y, si hay de qu, se las alaben. Y, a este pro-psito, dice Tulio: La honra cra las artes. 4

    Quin piensa que el soldado que es primero del escala tiene msaborrescido el vivir? No por cierto; mas el deseo de alabanza le haceponerse al peligro; y ans en las artes y letras es lo mismo. Predica muybien el presentado y es hombre que desea mucho el provecho de las

    1La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    1 Escritor, naturalista y filsofo latino nacido en Como en el ao 23 y muerto en el 79 acausa de la erupcin del Vesubio; su nombre completo era Cecilio Segundo Plinio, co-nocido tambin como Plinio El Viejo para diferenciarlo de su sobrino, El Joven. Entresus escritos estn los 37 volmenes de su Historia natural.

    2 para, del verbo parar que en este contexto pudiera muy bien significar hacer o im-plicar: y esto hace o implica que ninguna cosa

    3 fruto, provecho, algo de valor.4 Tulio, Marco Tulio Cicern. Tambin dijo: Es mejor sufrir injusticias que cometerlas,

    lo cual Lazarillo refleja en partida doble: de tanto sufrirlas, desarrolla la manera de co-meterlas. Curiosamente, los lectores nos convertimos en cmplices, nos remos de lasinjusticias que el supuesto pcaro ha aprendido, las aprobamos porque entendemos quelos otros se las merecen.

  • nimas; mas pregunten a su merced si le pesa cuando le dicen: Oh,qu maravillosamente lo ha hecho vuestra reverencia! Just5 muyruinmente el seor don Fulano,6 y dio el sayete de armas7 al truhn,8

    porque le loaba9 de haber llevado muy buenas lanzas:10 qu hiciera sifuera verdad?

    Y todo va de esta manera: que, confesando yo no ser ms santo quemis vecinos, de esta nonada,11 que en este grosero estilo escribo, no mepesar que hayan parte y se huelguen con ello todos los que en ellaalgn gusto hallaren, y vean que vive un hombre con tantas fortunas,12

    peligros y adversidades.13

    Suplico a Vuestra Merced14 reciba el pobre servicio de mano dequien lo hiciera ms rico si su poder y deseo se conformaran. Y puesVuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso,parescime no tomarle por el medio, sino del principio, porque se tenga

    2

    5 Just, luch con otro caballero. Del verbo justar, el ejercitar la justa; se llam justapor ajustarse y arrimarse a la tela para encontrar al adversario (Covarrubias). Es la luchaarmada sobre caballos.

    6 Fulano, Es un trmino de que comnmente usamos para suplir la falta de nombrepropio que ignoramos o dejamos de exprimir por alguna causa [] (Covarrubias).

    7 sayete de armas, ropa interior de algodn pegada al cuerpo sobre la cual los caballeros seponan la malla de hierro y el resto de su armadura.

    8 truhn, bufn. El chocarrero burln, hombre sin vergenza, sin honra y sin respeto, esadmitido en los palacios de los reyes y en las casas de los grandes seores, y tiene licenciade decir lo que se le antojare (Covarrubias). El propsito de este personaje era entre-tener a la gente de la Corte con sus burlas y tonteras; es decir, una manera de mantenerla negacin y desviar la atencin de las cosas serias que realmente ameritaban tenerla.

    9 loaba, alababa.10 de haber llevado muy buenas lanzas, de haber luchado bien. Exista desde entonces la cos-

    tumbre criticada por la Iglesia de que el caballero les regalase a los truhanes (bufoneso incluso criados) alguna prenda de vestir.

    11 nonada, insignificante, sin valor. Nihil; vide No supra; llamamos nonada lo que es de pocomomento (Covarrubias).

    12 fortuna, Vulgarmente lo que sucede a caso, sin poder ser prevenido; y as decimos buenafortuna y mala fortuna (Covarrubias). En el caso especfico del Lazarillo es obvio quese refiere a la mala fortuna o suerte; en fin, a todo tipo de desgracias.

    13 Es aqu donde Rosa Navarro Durn pone el final del prlogo que, segn ella, escribiAlfonso de Valds, el verdadero autor de Lazarillo de Tormes. Para ella, que vive unhombre se refiere a Lzaro y todas las fortunas, los peligros y las adversidades que vaa relatar. Visto de este modo, el prlogo no es sino una explicacin del ttulo.

    14 Para Navarro Durn, ste es el verdadero comienzo del texto literario como tal. Dehecho, ella propone separar o, ms bien, quitar este prrafo del prlogo y ponerlo en elTractado primero. Con esta separacin, entonces, el yo del prlogo es el autor, y el quesuplica a Vuestra Merced es el yo ficticio, Lzaro. Vuestra Merced equivale a Usted;se trata aqu de la persona que le ha pedido a Lzaro que le escriba y le d cuentas deta-lladas (muy por extenso) del caso, es decir, de los hechos acontecidos. Toda la obra,entonces, es una carta. Caso, vale suceso que haya acontecido; y as los juristas llamancaso la ocasin o proposicin sobre que se funda la determinacin de la ley o decreto; yen los pleitos, lo primero en que se concuerdan es en el caso o en el hecho, que es todouna cosa (Covarrubias).

  • entera noticia de mi persona, y tambin porque consideren los que he-redaron nobles estados cun poco se les debe, pues Fortuna fue con ellosparcial, y cunto ms hicieron los que, sindoles contraria, con fuerzay maa15 remando, salieron16 a buen puerto.

    3La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    15 maa, Vale destreza [] (Covarrubias). 16 salieron, entraron, arribaron, llegaron.

  • Tractado primero

    Cuenta Lzaro su vida y cyo hijo fue17

    Pues sepa Vuestra Merced, ante todas cosas, que a m llamanLzaro de Tormes, hijo de Tom Gonzlez y de Antona Prez,naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fuedentro del ro Tormes, por la cual causa tom el sobrenombre;18 y fuede esta manera: mi padre, que Dios perdone, tena cargo de proveer19

    una molienda de una acea20 que est ribera21 de aquel ro, en la cualfue molinero ms de quince aos; y, estando mi madre una noche enla acea, preada de m, tomle el parto y parime all. De manera quecon verdad me puedo decir nacido en el ro.

    Pues siendo yo nio de ocho aos, achacaron22 a mi padre ciertassangras23 mal hechas en los costales24 de los que all a moler venan,por lo cual fue preso, y confes y no neg,25 y padesci persecucin porjusticia. Espero en Dios que est en la gloria, pues el Evangelio los

    5La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    17 cyo hijo fue, de quin fue hijo. 18 sobrenombre, apellido; el que se aade al nombre propio (Covarrubias).19 proveer, prevenir con el grano necesario para el resto del ao, guardndolo en un lugar

    seguro.20 molienda de una acea, el padre de Lzaro estaba a cargo de atender los molinos de agua.

    Acea es nombre arbigo; vale tanto como molino; el molino de agua (Cova-rrubias), de los cuales haba muchos a lo largo del ro Tormes.

    21 ribera, a la orilla22 achacaron, denunciaron, le echaron la culpa. Achacar a uno que ha hecho cosa indebida,

    es denunciar dl, por solos indicios, sin haber bastante probanza (Covarrubias). De estamanera, Lzaro pone en duda la culpabilidad de su padre.

    23 sangras, hurtos, robos. En los molinos, sangrar los costales, romperlos por bajo parasacarles el trigo o harina (Covarrubias). Hay quienes sealan el sarcasmo o juego en elnombre del padre de Lzaro, Tom, del verbo tomar, o sea, hurtar, robar.

    24 costales, sacos grandes de tela en los que se guardaban los granos antes de ser molidos o,despus, en forma de harina.

    25 confes y no neg, es frase directa del Evangelio segn San Juan (I-20), utilizada aqu paraparodiar; esta no es la nica vez que Lzaro se valdr de los Evangelios de forma chistosae irreverente. Ntese la crtica: antes ha dicho que achacaron a su padre injustamente,de manera que ahora parece que lo forzaron tambin a confesar y no negar.

  • llama bienaventurados.26 En este tiempo se hizo cierta armada27 contramoros, entre los cuales fue mi padre28 (que a la sazn estaba desterradopor el desastre ya dicho), con cargo de acemilero29 de un caballero queall fue. Y con su seor, como leal criado, fenesci30 su vida.

    Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinarrimarse a los buenos por ser uno de ellos,31 y vnose a vivir a la ciudady alquil una casilla y metise a guisar de comer a ciertos estudiantes,y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del comendador32 de laMagdalena,33 de manera que fue frecuentando las caballerizas.34

    Ella y un hombre moreno35 de aquellos que las bestias curaban36 vi-nieron en conocimiento.37 ste algunas veces se vena a nuestra casa yse iba a la maana. Otras veces, de da llegaba a la puerta en achaque38

    de comprar huevos, y entrbase en casa. Yo, al principio de su entrada,pesbame con l y habale miedo, viendo el color y mal gesto39 quetena; mas, de que40 vi que con su venida mejoraba el comer, fuile que-riendo bien, porque siempre traa pan, pedazos de carne y en el in-vierno leos a que nos calentbamos.

    6

    26 padeci justiciapues el Evangelio los llama bienaventurados, parodia el Evangelio deSan Mateo (V-10); esta seccin fue eliminada del Lazarillo expurgado de 1573.

    27 cierta armada, se refiere a la armada de los Gelves que volver a mencionar ms adelante.28 contra moros mi padre, aqu puede verse una posible insinuacin de que su padre fuese

    moro o morisco.29 Acemilero, el que cura y trae a su cargo las acmilas; acmila, mulo grande (Cova-

    rrubias). Por lo general, los acemileros eran moriscos, lo cual respalda lo dicho en la citaanterior.

    30 feneci, termin, acab.31 arrimarse ellos, acercarse a los que tienen dinero, no necesariamente a los que son mo-

    ralmente buenos, para, as, llegar a tenerlo tambin. Alude a un refrn de la poca:Allgate a los buenos y sers uno de ellos o, dicho de otra manera, El que a buen rbolse arrima, buena sombra le cobija.

    32 comendador, el caballero que tiene hbito o encomienda de caballera. Llamronse co-mendadores porque las rentas que tienen se les dan en encomiendas, y no en ttulos, porser religiosos, caballeros y seglares, incapaces de tener prebendas eclesisticas (Co-varrubias).

    33 de la Magdalena, se refiere a que el tal comendador era de la parroquia de la Magdalena,en Salamanca, la cual perteneca a una encomienda de la Orden de Alcntara.

    34 frecuentando las caballerizas, la madre de Lzaro iba con frecuencia a los establos, lo cualinsina que se estaba relacionando con los mozos de caballos del comendador; o seaque Lzaro insina que era prostituta.

    35 moreno, Morena. Color que no es del todo negra, como la de los moros, de donde tomnombre, o de mora (Covarrubias).

    36 curaban, cuidaban.37 vinieron en conocimiento, es decir, se conocieron e intimaron; tuvieron relaciones sexuales.

    Conocer a una mujer carnalmente (Covarrubias).38 en achaque, con la excusa. Achaque. La excusa que damos (Covarrubias).39 mal gesto, que es feo. Gesto. El rostro y la cara del hombre (Covarrubias).40 de que, desde que.

  • De manera que, continuando la posada y conversacin,41 mi madrevino a darme un negrito muy bonito, el cual yo brincaba42 y ayudabaa calentar.43 Y acurdome que, estando el negro de mi padrastro tre-bejando44 con el mozuelo, como el nio va45 a mi madre y a m blancosy a l no, hua de l, con miedo, para mi madre, y, sealando con eldedo, deca:

    Madre, coco!46

    Respondi l riendo:Hideputa!47

    Yo, aunque bien mochacho, not aquella palabra de mi hermanico,y dije entre m: Cuntos debe de haber en el mundo que huyen deotros porque no se ven a s mismos!

    Quiso nuestra fortuna48 que la conversacin del Zaide,49 que ansse llamaba, lleg a odos del mayordomo, y, hecha pesquisa,50 hallseque la mitad por medio51 de la cebada,52 que para las bestias le daban,hurtaba, y salvados,53 lea,54 almohazas,55 mandiles,56 y las mantas y s-banas de los caballos haca perdidas;57 y, cuando otra cosa no tena, lasbestias desherraba58, y con todo esto acuda59 a mi madre para criar a

    7La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    41 conversacin, como conocimiento implicaba amancebamiento, relaciones ntimas, tratocarnal, lo cual explica el nacimiento [d]el negrito muy bonito, ese hermanito que ahoratiene Lazarillo.

    42 brincaba, Brincar. Las madres para regalar sus nios tiernos suelen ponerlos sobre susrodillas y levantarlos en alto y esto llaman brincarlos (Covarrubias).

    43 calentar, le daba abrigo, lo arropaba. Estar uno caliente y tomar calor, o darle a otra cosa.Calentar en la cama con arroparse (Covarrubias).

    44 trebejando, jugando, jugueteando.45 va, vea.46 Coco, en lenguaje de los nios vale figura que causa espanto, y ninguna tanto como las

    que estn a lo escuro o muestran color negro (Covarrubias).47 Hideputa, hijo de puta, puede verse el doble sentido: como frase de cario por un lado y

    literal por otro.48 ver arriba, n. 12.49 Zaide, nombre arbigo, usual de esclavos africanos.50 pesquisa, averiguacin que se hace de algn delito (Covarrubias).51 la mitad por medio, es decir, la cuarta parte.52 cebada, el grano de que sustentamos las bestias caballares y de servicio (Covarrubias).53 salvados, Salvados, es lo grueso de la harina o cscara del trigo. Djose as porque se salva

    con el cedazo (Covarrubias)54 lea, leo, el rbol despus de cortado y limpio de las ramas; y de aqu se dijo lea,

    la que se corta para echar en el fuego (Covarrubias).55 almohazas, Almohaza, rascadera de hierro dentada con tres o cuatro rdenes con que

    estriegan los caballos y dems bestias y los rascan, sacndoles el polvo y caspa de la piely alisando el pelo (Covarrubias).

    56 mandiles, delantales de las mujeres de servicio. Trae origen de manta o manto, porquecubre, quasi mantil (Covarrubias).

    57 haca perdidas, finga, haca creer que se haban perdido.58 desherraba, le quitaba las herraduras a los caballos.59 acuda, ayudaba.

  • mi hermanico. No nos maravillemos de un clrigo ni [de un]60 fraile,porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para sus devotas ypara ayuda de otro tanto, cuando a un pobre esclavo el amor le animabaa esto.61

    Y probsele cuanto digo, y an ms; porque a m con amenazas mepreguntaban, y, como nio, responda y descubra cuanto saba conmiedo: hasta ciertas herraduras que por mandado de mi madre a unherrero vend.

    Al triste de mi padrastro azotaron y pringaron,62 y a mi madre pu-sieron pena por justicia, sobre el acostumbrado centenario,63 que encasa del sobredicho comendador no entrase ni al lastimado Zaide enla suya acogiese.

    Por no echar la soga tras el caldero,64 la triste se esforz65 y cumplila sentencia. Y, por evitar peligro y quitarse de malas lenguas, se fue aservir a los que al presente vivan en el mesn de la Solana;66 y all, pa-desciendo mil importunidades, se acab de criar mi hermanico hastaque supo andar, y a m hasta ser buen mozuelo, que iba a los huspedespor vino y candelas y por lo dems que me mandaban.

    En este tiempo vino a posar al mesn un ciego, el cual, pares-cindole que yo sera para adestralle,67 me pidi a mi madre, y ella meencomend a l, dicindole cmo era hijo de un buen hombre, el cual,por ensalzar la fe, haba muerto en la de los Gelves,68 y que ella con-

    8

    60 [de un] aparece en las ediciones de Alcal, Amberes y Medina.61 No nos maravillemos, este pasaje grita a viva voz en contra del clero. En otras palabras,

    no hay por qu extraarse de que Zaide (un pobre esclavo) robe para ayudar a la madrede Lzaro (el amor le animaba a esto) si al fin y al cabo los clrigos y frailes lo hacenpeor porque roban de sus propios conventos y de los pobres (los feligreses) para man-tener a sus devotas (amantes) y a los hijos que con ellas tienen.

    62 pringaron, Pringar, es lardar lo que se asa, y los que pringan los esclavos son hombresinhumanos y crueles (Covarrubias); o sea que lo torturaron echndole manteca o aceitecaliente (pringue) sobre la piel ya abierta por los azotes.

    63 centenario, cien azotes; el castigo acostumbrado por la ley a las mujeres que considerabanpecadoras.

    64 Por no echar la soga tras el caldero, refrn de la poca: es, perdida una cosa, echar a perderel resto (Covarrubias).

    65 se esforz, Esforzarse, animarse y sacar, como dicen, fuerzas de flaqueza (Covarrubias).66 el mesn de la Solana, estaba en donde hoy se encuentra el Ayuntamiento de Salamanca.

    Lo irnico de esto es que Antona se va a un mesn, lugar de fama tan dudosa como elmolino y las caballerizas mencionados antes.

    67 adestralle, adiestrarle, servirle de gua. Adestrar, guiar a alguno llevndole de la diestra,o porque es ciego o porque por lugar oscuro; y destrn llamamos al mozo del ciegopor esta razn (Covarrubias).

    68 la de los Gelves, no est claro si se trata de la expedicin de la armada de Gelves de 1510(que termin en derrota) o la de 1520. Gelves. Isla del Mar Mediterrneo, en la costade frica Sobre esta isla puso cerco el conde Pedro Navarro, llevando en su compaaa don Garca de Toledo, hijo del duque de Alba; perdironse por haberles faltado aguay vituallas y ser por el mes de agosto, y la tierra tan calurosa y trabajosa de caminar acausa de ser arenisca; murieron muchos de los nuestros, y entre ellos este gran caballero,habiendo peleado a caballo y a pie valerosamente (Covarrubias).

  • fiaba en Dios no saldra peor hombre que mi padre, y que le rogaba metratase bien y mirase por m, pues era hurfano. l respondi que anslo hara y que me reciba, no por mozo, sino por hijo. Y ans le comenca servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.

    Como estuvimos en Salamanca algunos das, parescindole a miamo que no era la ganancia a su contento, determin irse de all; ycuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llo-rando, me dio su bendicin y dijo:

    Hijo, ya s que no te ver ms. Procura de ser bueno, y Dios tegue. Criado te he y con buen amo te he puesto; vlete por ti.

    Y ans me fui para mi amo, que esperndome estaba.Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, est a la entrada de

    ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro,69 y el ciegomandme que llegase cerca del animal, y, all puesto, me dijo:

    Lzaro, llega el odo a este toro y oirs gran ruido dentro de l.Yo simplemente llegu, creyendo ser ans. Y como sinti que tena

    la cabeza par de la piedra, afirm recio la mano y diome una gran ca-labazada70 en el diablo del toro, que ms de tres das me dur el dolorde la cornada, y djome:

    Necio,71 aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saberms que el diablo.

    Y ri mucho la burla.Parescime que en aquel instante despert de la simpleza en que,

    como nio, dormido estaba. Dije entre m: Verdad dice ste, que mecumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cmo me sepavaler.

    Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos das me mostr je-rigonza.72 Y, como me viese de buen ingenio, holgbase mucho y deca:

    Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchoste mostrar.

    9La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    69 forma de toro, Toro de la puente de Salamanca; la puente de Salamanca, sobre el roTormes, es edificio de romanos, y sobre ella est una figura de un toro, aunque ya muygastada, y esta es cierto haberse puesto cuando se hizo la dicha puente, y en el toro queransignificar ser el dicho ro caudaloso y de los famosos, a los cuales los antiguos daban formade toros, pintndolos con cuernos por hacer sus riberas muchas inflexiones y vueltas, amodo de cuernos (Covarrubias).

    70 calabazada, los golpes que dan a uno arrimndole la cabeza a la pared se llaman ca-labazadas, del nombre cabeza, y turcenlo a calabaza (Covarrubias).

    71 necio, El ignorante que sabe poco (Covarrubias).72 jerigonza, Gerigonza. Un cierto lenguaje particular de que usan los ciegos con que se

    entienden entre s. Lo mesmo tienen los gitanos, y tambin forman lengua los rufianesy los ladrones, que llaman germana (Covarrubias).

  • Y fue ans, que, despus de Dios, ste me dio la vida, y, siendo ciego,me alumbr y adestr en la carrera de vivir.

    Huelgo de contar a Vuestra Merced estas nieras, para mostrarcunta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajarsiendo altos cunto vicio.

    Pues, tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas, VuestraMerced sepa que, desde que Dios cri73 el mundo, ninguno form msastuto ni sagaz. En su oficio era un guila: ciento y tantas oracionessaba de coro;74 un tono bajo, reposado y muy sonable, que haca re-sonar la iglesia donde rezaba; un rostro humilde y devoto, que, conmuy buen continente, pona cuando rezaba, sin hacer gestos ni visajescon boca ni ojos, como otros suelen hacer.75

    Allende desto,76 tena otras mil formas y maneras para sacar eldinero. Deca saber oraciones para muchos y diversos efectos: para mu-jeres que no paran; para las que estaban de parto; para las que eranmalcasadas, que sus maridos las quisiesen bien. Echaba pronsticos alas preadas si traan hijo o hija. Pues en caso de medicina deca queGaleno77 no supo la mitad que l para muelas, desmayos, males demadre.78 Finalmente, nadie le deca padescer alguna pasin,79 queluego80 no le deca:

    Haced esto, haris esto otro, cosed81 tal yerba, tomad tal raz.Con esto andbase todo el mundo tras l, especialmente mujeres,

    que cuanto les deca crean. De stas sacaba l grandes provechos conlas artes que digo, y ganaba ms en un mes que cien ciegos en un ao.

    Mas tambin quiero que sepa Vuestra Merced que, con todo lo queadquira y tena, jams tan avariento ni mezquino hombre no vi; tanto,

    10

    73 cri, cre.74 de coro, de corrido, de memoria. Ntese la irona en la comparacin del ciego con un

    guila, animal de visin extraordinaria, como antes dijo tambin que el ciego lealumbr.

    75 tono bajo, contrario a otros ciegos que compartan el mismo oficio de rezar tan comnde la poca, el amo de Lazarillo lo haca en voz baja y con buen temple (continente).

    76 Allende desto, ms all de esto, adems de esto.77 Galeno, Mdico excelentsimo de Prgamo, ciudad de Asia. Floreci en los tiempos de

    Marco y Cmodo, emperadores. Fue esclarecido y estimado en el imperio de Trajanohasta el de Antonio Po. Escribi muchos libros de medicina, gramtica y retrica. Esfama haber vivido ciento y cuarenta aos (Covarrubias).

    78 muelas, desmayos, males de madre, lista de los malestares y enfermedades que padece lagente, desde problemas de dientes hasta los problemas de la matriz que sufren algunasmujeres.

    79 pasin, achaque, sufrimiento, dolor, enfermedad.80 luego, en seguida, inmediatamente.81 cosed, en tres de las ediciones Amberes, Burgos y Medina dice cosed, mientras la de

    Alcal lee coged. De aqu que algunos arguyan que se trata de un trueque de sibilantes,coged/cosed. Por otro lado hay quienes creen que se trata de un problema de seseo: cosedpor coced (ver Rico 27, n. 55).

  • que me mataba a m de hambre, y ans no me demediaba82 de lo nece-sario. Digo verdad: si con mi sutileza y buenas maas no me supieraremediar, muchas veces me finara de hambre; mas, con todo su sabery aviso, le contaminaba83 de tal suerte que siempre, o las ms veces,me caba lo ms y mejor. Para esto le haca burlas endiabladas, de lascuales contar algunas, aunque no todas a mi salvo.

    l traa el pan y todas las otras cosas en un fardel de lienzo,84 quepor la boca se cerraba con una argolla de hierro y su candado y llave;y al meter de todas las cosas y sacallas, era con tanta vigilancia y tan porcontadero,85 que no bastara todo el mundo a hacerle menos una migaja.Mas yo tomaba aquella laceria86 que l me daba, la cual en menos dedos bocados era despachada. Despus que cerraba el candado y se des-cuidaba, pensando que yo estaba entendiendo87 en otras cosas, por unpoco de costura, que muchas veces del un lado del fardel descosa ytornaba a coser, sangraba88 el avariento fardel, sacando, no por tasa pan,ms buenos pedazos, torreznos y longaniza. Y ans, buscaba conve-niente tiempo para rehacer, no la chaza,89 sino la endiablada falta queel mal ciego me faltaba.

    Todo lo que poda sisar y hurtar traa en medias blancas,90 y, cuandole mandaban rezar y le daban blancas, como l careca de vista, no habael que se la daba amagado con ella, cuando yo la tena lanzada en laboca y la media aparejada, que, por presto que l echaba la mano, yaiba de mi cambio aniquilada en la mitad del justo precio. Quejbasemeel mal ciego, porque al tiento luego conoca y senta que no era blancaentera, y deca:

    11La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    82 demediaba, Demediar. Haber perdido la mitad de su ser, como la ropa trada est de-mediada, porque ha servido hasta gastar la mitad de lo que era o vala nueva (Cova-rrubias). En este sentido, Lzaro recuerda que ni siquiera coma la mitad de los alimentoscomo le corresponda.

    83 contaminaba, Contaminar. Manchar, daar secretamente, y sin que se eche de ver (Co-varrubias).

    84 fardel de lienzo, El saco o talega donde se mete alguna cosa y se aprieta (Cova-rrubias).

    85 por contadero, quiere decir que el ciego llevaba cuenta de todo lo que tena.86 laceria, Laceria. Vale tanto como miseria, mezquindad, desarrapamiento, pobreza ex-

    terior, trabajo, necesidad. []. En rigor vale tanto como despedazamiento y porqueel miserable y avariento parte y hace zaticos [pedazos] lo que ha de dar a otros (Co-varrubias).

    87 entendiendo, ocupado, trabajando. Entender en algo, es trabajar (Covarrubias).88 sangraba, hurtaba, robaba (ver n. 23).89 chaza, es la seal que se pone en el juego de la pelota sobre el mesmo lugar donde la

    tienen Rehacer la chaza, volver a jugar la pelota (Covarrubias). Lo que pretendaLzaro era seguir engaando al ciego para remediar la escasez o falta total de alimentoen que lo tena sumido su amo.

    90 blanca, moneda menuda (Covarrubias); es decir, de muy poco valor. El truco de Lzaroconsista en esconder la moneda en la boca y darle al ciego una de menor valor.

  • Qu diablo es esto, que, despus que conmigo ests, no me dansino medias blancas, y de antes una blanca y un maraved 91 hartas vecesme pagaban? En ti debe estar esta desdicha.

    Tambin l abreviaba el rezar y la mitad de la oracin no acababa,porque me tena mandado que, en yndose el que la mandaba rezar,le tirase por cabo del capuz.92 Yo ans lo haca. Luego l tornaba a darvoces diciendo:

    Mandan rezar tal y tal oracin? como suelen decir.Usaba poner cabe s93 un jarrillo de vino cuando comamos, y yo

    muy de presto le asa y daba un par de besos94 callados y tornbale a sulugar. Mas durme poco, que en los tragos conoca la falta, y, por re-servar su vino a salvo, nunca despus desamparaba el jarro, antes lotena por el asa asido. Mas no haba piedra imn que ans trajese a scomo yo con una paja larga de centeno que para aquel menester tenahecha, la cual, metindola en la boca del jarro, chupando el vino, lodejaba a buenas noches.95 Mas, como fuese el traidor tan astuto, piensoque me sinti, y dende96 en adelante mud propsito y asentaba su jarroentre las piernas y atapbale con la mano, y ans beba seguro.

    Yo, como estaba hecho al vino, mora por l, y viendo que aquelremedio de la paja no me aprovechaba ni vala, acord en el suelo deljarro hacerle una fuentecilla y agujero sutil,97 y, delicadamente, con unamuy delgada tortilla de cera, taparlo; y, al tiempo de comer, fingiendo98

    haber fro, entrbame entre las piernas del triste ciego a calentarme enla pobrecilla lumbre que tenamos, y, al calor de ella luego derretida lacera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en laboca, la cual yo de tal manera pona, que maldita la gota se perda.Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada. Espantbase, malde-case, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qu poda ser.

    12

    91 maraved, no significa una moneda singular o particular, ni se ha batido en tiemposde atrs ninguna deste nombre, aunque los aos pasados para dividir el ochavo hicieronuna monedita que vala dos blancas; y en realidad de verdad maraved es una suma ycuanta que se hace, y consta de monedas menores (Covarrubias).

    92 capuz, una capa cerrada larga (Covarrubias). El ciego le peda a Lazarillo que le avisaratirando del extremo de su capa cuando se iba la persona que le haba ordenado laoracin para no terminarla.

    93 cabe s, muy cerca de l, a su lado.94 par de besos, Dar un beso al jarro, es beber a boca de cangiln. Gente trabajadora y

    grosera, al tiempo del comer ponen junto a s el jarro del vino, con poca o ninguna agua,y presupuesto que lo que est en l ha de ser su racin, no vacan del vino en otro vaso,sino van bebiendo dl hasta que se acaba, y el irle requiriendo llaman darle besos (Co-varrubias). Lzaro, pues, beba de a poco para que el ciego no se diera cuenta.

    95 a buenas noches, se lo tomaba todo, lo dejaba vaco, oscuro como la noche.96 dende, de ah en adelante, desde ese instante.97 agujero sutil, hueco pequeo.98 fingiendo, as aparece en la edicin de Amberes, pero fingendo en las otras.

  • No diris, to99, que os lo bebo yo deca, pues no le quitis dela mano.

    Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que hall la fuente y cay en laburla; mas ans lo disimul como si no lo hubiera sentido.

    Y luego otro da, teniendo yo rezumando mi jarro como sola, nopensando el dao que me estaba aparejado ni que el mal ciego mesenta, sentme como sola; estando recibiendo aquellos dulces tragos,mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustarel sabroso licor, sinti el desesperado ciego que agora tena tiempo detomar de m venganza, y con toda su fuerza, alzando con dos manosaquel dulce y amargo jarro, le dej caer sobre mi boca, ayudndose,como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lzaro, que denada de esto se guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado ygozoso,100 verdaderamente me paresci que el cielo, con todo lo que enl hay, me haba cado encima.

    Fue tal el golpecillo, que me desatin y sac de sentido, y el jarrazotan grande, que los pedazos de l se me metieron por la cara, rom-pindomela por muchas partes, y me quebr los dientes, sin los cualeshasta hoy da me qued.101

    Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y, aunque me quera yregalaba y me curaba, bien vi que se haba holgado del cruel castigo.Lavme con vino las roturas que con los pedazos del jarro me habahecho, y, sonrindose, deca:

    Qu te paresce Lzaro? Lo que te enferm te sana y da saludy otros donaires que a mi gusto no lo eran.

    Ya que estuve medio bueno de mi negra trepa y cardenales,102 con-siderando que, a pocos golpes tales, el cruel ciego ahorrara de m, quiseyo ahorrar de l, mas no lo hice tan presto, por hacello ms a mi salvoy provecho. Y aunque yo quisiera asentar mi corazn y perdonalle eljarrazo, no daba lugar el maltratamiento que el mal ciego dende alladelante me haca, que sin causa ni razn me hera, dndome coxco-rrones103 y repelndome.104

    13La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    99 to, otra manera de decir seor, sobre todo a los mayores.100 El pobre Lzaro, estamos frente a un cambio repentino y momentneo en la narracin

    de primera a tercera persona singular.101 Sin embargo, son varias las veces que va a hablar de sus dientes como si los tuviera, como

    se va a ver ms adelante.102 trepa y cardenales, golpes y moratones. 103 coxcorrones Coscorrn. El golpe que se da en la cabeza, que no saca sangre (Cova-

    rrubias). El intercambio en el uso de las sibilantes [s] y [x] era comn. Como dije en laintroduccin, he preferido dejar en su mayora la ortografa de la poca.

    104 repelndome, Repelar. Sacar el pelo, y particularmente de la cabeza, castigo que se sueledar a los muchachos (Covarrubias).

  • Y si alguno le deca por qu me trataba tan mal, luego contaba elcuento del jarro, diciendo:

    Pensaris que este mi mozo es algn inocente? Pues od si el de-monio ensayara105 otra tal hazaa.

    Santigundose106 los que lo oan, decan:Mir107 quin pensara de un muchacho tan pequeo tal

    ruindad!Y rean mucho el artificio y decanle:Castigaldo,108 castigaldo, que de Dios lo habris!Y l, con aquello, nunca otra cosa haca.Y en esto yo siempre le llevaba por los peores caminos, y adrede,109

    por le hacer mal y dao; si haba piedras, por ellas; si lodo, por lo msalto;110 que, aunque yo no iba por lo ms enjuto,111 holgbame a m dequebrar un ojo por quebrar dos al que ninguno tena. Con esto,siempre con el cabo alto del tiento me atentaba el colodrillo,112 el cualsiempre traa lleno de tolondrones113 y pelado de sus manos. Y, aunqueyo juraba no hacerlo con malicia, sino por no hallar mejor camino, nome aprovechaba ni me crea, mas114 tal era el sentido y el grandsimoentendimiento del traidor.

    Y porque vea Vuestra Merced a cunto se extenda el ingenio deeste astuto ciego, contar un caso de muchos que con l me acaescieron,en el cual me paresce dio bien a entender su gran astucia. Cuando sa-limos de Salamanca, su motivo fue venir a tierra de Toledo, porquedeca ser la gente ms rica, aunque no muy limosnera. Arrimbase aeste refrn: Ms da el duro que el desnudo. Y vinimos a este camino

    14

    105 Ensayara. Ensayo, algunas veces significa el embuste de alguna persona que con fal-sedad y mentira nos quiere engaar (Covarrubias).

    106 santigundose, hacindose cruces, persignndose.107 mir, mirad, era comn eliminar la -d final en el mandato de la segunda persona plural,

    vosotros.108 castigaldo, castigadlo; fenmeno de mettesis -ld- muy comn desde los inicios del cas-

    tellano.109 adrede, vale lo mesmo que a sabiendas (Covarrubias); a propsito.110 alto; Alto se toma muchas veces por profundo, como en alta mar (Covarrubias).111 enjuto, Lo que est seco y sin humedad (Covarrubias).112 colodrillo, la parte superior de la cabeza, cogote (Covarrubias).113 tolondrones, chichones, golpes. Tolodrn [sic]. El bulto que se levanta en la cabeza

    cuando ha recibido algn golpe, sin que salga sangre (Covarrubias). 114 crea, mas la puntuacin predominante es esta, aunque hay ediciones, como la de

    Medina, que separa ambas palabras con punto y coma: crea; mas. Algunos editores, porsu cuenta, incluso han cambiado el sentido de esta oracin al acentuar ms, como es elcaso de la edicin de ngel Basanta: no me aprovechaba ni me crea ms: tal era elsentido (43).

  • por los mejores lugares. Donde hallaba buena acogida y ganancia, de-tenamonos; donde no, a tercero da hacamos San Juan.115

    Acaesci que, llegando a un lugar que llaman Almorox116 al tiempoque cogan las uvas, un vendimiador le dio un racimo de ellas en li-mosna. Y como suelen ir los cestos maltratados, y tambin porque lauva en aquel tiempo est muy madura, desgranbasele el racimo en lamano. Para echarlo en el fardel, tornbase mosto,117 y lo que a l sellegaba. Acord de hacer un banquete, ans por no poder llevarlo, comopor contentarme, que aquel da me haba dado muchos rodillazos ygolpes. Sentmonos en un valladar y dijo:

    Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que amboscomamos este racimo de uvas y que hayas de l tanta parte como yo.Partillo hemos118 de esta manera: t picars una vez y yo otra, con talque me prometas no tomar cada vez ms de una uva. Yo har lo mismohasta que lo acabemos, y de esta suerte no habr engao.

    Hecho ans el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance,el traidor mud propsito, y comenz a tomar de dos en dos, conside-rando que yo debera hacer lo mismo. Como vi que l quebraba lapostura,119 no me content ir a la par con l, mas an pasaba adelante:dos a dos y tres a tres y como poda las coma. Acabado el racimo,estuvo un poco con el escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo:

    Lzaro, engaado me has. Jurar yo a Dios que has t comidolas uvas tres a tres.

    No com dije yo; mas por qu sospechis eso?Respondi el sagacsimo ciego:Sabes en qu veo que las comiste tres a tres? En que coma yo

    dos a dos y callabas.120

    A lo cual yo no respond. Yendo que bamos ans por debajo de unos so-portales, en Escalona, adonde a la sazn estbamos, en casa de un zapaterohaba muchas sogas y otras cosas que de esparto se hacen, y parte de ellasdieron a mi amo en la cabeza; el cual, alzando la mano, toc en ellas, yviendo lo que era djome:

    15La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    115 hacamos San Juan, nos mudbamos, nos bamos de un lugar a otro. Tradicionalmente,el Da de San Juan es el de romper o renovar contratos, lo cual trae consigo cambios ymudanzas.

    116 Almorox, lugar en Toledo, cerca de Escalona; dice el padre Guadix que vale tanto comolugar de praderas (Covarrubias).

    117 mosto, es el vino que se ha exprimido del lagar y no est cocido (Covarrubias).118 Partillo hemos, nuevamente ocurre la asimilacin de r a l; partirlo. Ambos verbos juntos

    se refieren, en realidad, al tiempo futuro: lo partiremos.119 quebraba la postura, no cumpla con lo acordado, rompa el acuerdo o pacto.120 Lo que sigue en cursiva aparece en la edicin de Alcal de Henares.

  • Anda presto, muchacho; salgamos de entre tan mal manjar, que ahogasin comerlo.

    Yo, que bien descuidado iba de aquello, mir lo que era y, como no visino sogas y cinchas, que no era cosa de comer, djele:

    To, por qu decs eso?Respondime:Calla, sobrino; segn las maas que llevas, lo sabrs, y vers cmo

    digo verdad.Y ans pasamos adelante por el mismo portal y llegamos a un mesn, a

    la puerta del cual haba muchos cuernos en la pared, donde ataban los re-cueros sus bestias, y como iba tentando si era all el mesn adonde l rezabacada da por la mesonera la oracin de la emparedada, asi de un cuerno, ycon un gran suspiro dijo:

    Oh, mala cosa, peor que tienes la hechura! De cuntos eres deseadoponer tu nombre sobre cabeza ajena, y de cun pocos tenerte, ni aun or tunombre por ninguna va!

    Como le o lo que deca, dije:To, qu es eso que decs?Calla, sobrino, que algn da te dar ste que en la mano tengo

    alguna mala comida y cena.No le comer yo dije y no me la dar. Yo te digo verdad; si no, verlo has, si vives.Y ans pasamos adelante hasta la puerta del mesn, adonde pluguiere a

    Dios121 nunca all llegramos, segn lo que me sucesda en l.Era todo lo ms que rezaba por mesoneras y por bodegoneras y turro-

    neras y rameras122 y ans por semejantes mujercillas, que por hombre casinunca le vi decir oracin.

    Reme entre m y, aunque muchacho, not mucho la discreta con-sideracin del ciego.

    Mas, por no ser prolijo, dejo de contar muchas cosas, ans graciosascomo de notar, que con este mi primer amo me acaescieron, y quierodecir el despidiente123 y, con l, acabar.

    16

    121 pluguiere a Dios, ojal.122 rameras, prostitutas. Es lo mismo que cerca de los latinos meretrix. Estas vivan fuera

    de los muros de las ciudades Estas salan algunas veces a los caminos reales y sobreunas estacas armaban sus chozuelas y las cubran con ramas, de donde se dijeron ra-meras (Covarrubias).

    123 despidiente, de despedida: el ltimo episodio antes de despedirse del ciego.

  • Estbamos en Escalona,124 villa del duque de ella, en un mesn, ydiome un pedazo de longaniza que le asase. Ya que la longaniza habapringado y comdose las pringadas,125 sac un maraved de la bolsa ymand que fuese por l de vino a la taberna. Psome el demonio elaparejo126 delante los ojos, el cual, como suelen decir, hace al ladrn, yfue que haba cabe127 el fuego un nabo pequeo, larguillo y ruinoso, ytal que, por no ser para la olla,128 debi ser echado all. Y como al pre-sente nadie estuviese, sino l y yo solos, como me vi con apetito goloso,habindoseme puesto dentro el sabroso olor de la longaniza, del cualsolamente saba que haba de gozar, no mirando qu me podra su-ceder, pospuesto todo el temor por cumplir con el deseo, en tanto queel ciego sacaba de la bolsa el dinero, saqu la longaniza y muy prestomet el sobredicho nabo en el asador, el cual, mi amo, dndome eldinero para el vino, tom y comenz a dar vueltas al fuego, queriendoasar al que, de ser cocido, por sus demritos haba escapado. Yo fui porel vino, con el cual no tard en despachar la longaniza y, cuando vine,hall al pecador del ciego que tena entre dos rebanadas apretado elnabo, al cual an no haba conocido por no haberlo tentado con lamano. Como tomase las rebanadas y mordiese en ellas pensandotambin llevar parte de la longaniza, hallse en fro con el fro nabo.Alterse y dijo:

    Qu es esto, Lazarillo?Lacerado129 de m! dije yo. Si queris a m echar algo?130

    Yo no vengo de traer el vino? Alguno estaba ah y por burlar haraesto.

    17La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    124 Escalona, della, Los judos que vinieron a Espaa poblaron ciertos lugares en el reinode Toledo y pusironles los nombres de los que dejaron all en su tierra, como Yepes,Maqueda Escaln; la villa de Escalona est ocho leguas de Toledo puesta en la riberadel Alberche, que corre por bajo, y ella est en un alto (Covarrubias). Don Diego LpezPacheco fue el duque en aquel entonces, hasta su muerte en 1529. Adems, era marqusde Villena y conde de Santisteban.

    125 pringado pringadas, cuando se comen las rebanadas [de pan] sobre que echamos lapringue (Covarrubias). Ver tambin la nota 62.

    126 aparejo, lo necesario para hacer alguna cosa (Covarrubias). 127 cabe, cerca, al lado de (ver n. 93).128 olla, es decir, el cocido; Por la figura metonimia se toma olla por lo que est dentro della

    (Covarrubias).129 Lacerado, de laceria (nota 86). llamamos comnmente lacerado al avariento que, te-

    niendo con qu poderse tratar bien, anda roto y mal vestido (Covarrubias). Pero aques obvio que se refiere a pobre, miserable, desgraciado. Tambin puede haber un juegode palabra con el Lzaro histrico lleno de laceraciones. En otros pasajes, Lzaro usa la-cerado mezquino, miserable, avariento, sinvergenza para referirse a sus amos, comose ver ms adelante.

    130 echar algo, achacar, culpar de haber hecho algo.

  • No, no dijo l, que yo no he dejado el asador de la mano; noes posible.

    Yo torn a jurar y perjurar que estaba libre de aquel trueco ycambio; mas poco me aprovech, pues a las astucias del maldito ciegonada se le esconda. Levantse y asime por la cabeza y llegse aolerme. Y como debi sentir el huelgo,131 a uso de buen podenco,132 pormejor satisfacerse de la verdad, y con la gran agona que llevaba,asindome con las manos, abrame la boca ms de su derecho y desa-tentadamente meta la nariz. La cual l tena luenga y afilada,133 y aaquella sazn, con el enojo, se haba aumentado un palmo; con el picode la cual me lleg a la gulilla.134

    Y con esto, y con el gran miedo que tena, y con la brevedad deltiempo, la negra longaniza an no haba hecho asiento en el estmago;y lo ms principal: con el destiento de la cumplidsima nariz, medio cuasiahogndome, todas estas cosas se juntaron y fueron causa que el hechoy golosina se manifestase y lo suyo fuese vuelto a su dueo. De maneraque, antes que el mal ciego sacase de mi boca su trompa, tal alteracinsinti mi estmago, que le dio con el hurto en ella, de suerte que su narizy la negra mal mascada longaniza a un tiempo salieron de mi boca.135

    Oh gran Dios, quin estuviera aquella hora sepultado, que muertoya lo estaba! Fue tal el coraje del perverso ciego, que, si al ruido no acu-dieran, pienso no me dejara con la vida. Sacronme de entre sus manos,dejndoselas llenas de aquellos pocos cabellos que tena, araada la caray rascuado el pescuezo136 y la garganta. Y esto bien lo meresca, puespor su maldad137 me venan tantas persecuciones.

    Contaba el mal ciego a todos cuantos all se allegaban mis desastres,y dbales cuenta una y otra vez, ans de la del jarro como de la del racimo,y agora de lo presente. Era la risa de todos tan grande, que toda la genteque por la calle pasaba entraba a ver la fiesta; mas con tanta gracia y do-naire recontaba el ciego mis hazaas, que, aunque yo estaba tan mal-tratado y llorando, me paresca que haca sinjusticia en no se las rer.

    18

    131 huelgo, aliento (Covarrubias).132 podenco, sabueso. El perro de caza que busca y para las perdices; y djose as por lo

    mucho que anda de una parte a otra y con gran diligencia, que los cazadores llaman tenermuchos pies; y as tiene el nombre (Covarrubias).

    133 afilada, la edicin de Alcal dice afinada.134 gulilla, lo profundo de la garganta; o sea, la epiglotis que comnmente llamamos cam-

    panilla.135 Dicho sencillamente, Lazaro vomit.136 pescuezo, ordinariamente se toma por el cuello [] (Covarrubias).137 lo mereca su maldad, se refiere a su propia garganta; Lzaro se desapega de los hechos

    y la personifica.

  • Y en cuanto esto pasaba, a la memoria me vino una cobarda y flo-jedad que hice, por que me maldeca, y fue no dejalle sin narices, puestan buen tiempo138 tuve para ello, que la mitad del camino estabaandado; que con slo apretar los dientes se me quedaran en casa, y, conser de aquel malvado, por ventura lo retuviera mejor mi estmago queretuvo la longaniza, y, no paresciendo ellas, pudiera negar la demanda.Pluguiera a Dios que lo hubiera hecho, que eso fuera as que as!139

    Hicironnos amigos la mesonera y los que all estaban, y, con el vinoque para beber le haba trado, lavronme la cara y la garganta. Sobrelo cual discantaba140 el mal ciego donaires, diciendo:

    Por verdad, ms vino me gasta este mozo en lavatorios al cabodel ao, que yo bebo en dos. A lo menos, Lzaro, eres en ms cargo 141

    al vino que a tu padre, porque l una vez te engendr, mas el vino milte ha dado la vida.

    Y luego contaba cuntas veces me haba descalabrado y arpado lacara, y con vino luego sanaba.

    Yo te digo dijo que, si hombre en el mundo ha de ser biena-venturado con vino, que sers t.

    Y rean mucho los que me lavaban con esto, aunque yo renegaba.Mas el pronstico del ciego no sali mentiroso, y despus ac muchasveces me acuerdo de aquel hombre, que sin dubda deba tener espritude profeca, y me pesa de los sinsabores que le hice, aunque bien se lopagu, considerando lo que aquel da me dijo salirme tan verdaderocomo adelante Vuestra Merced oir.

    Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba de m, determinde todo en todo dejalle, y, como lo traa pensado y lo tena en voluntad,con este postrer juego que me hizo afirmlo ms. Y fue ans que luegootro da salimos por la villa a pedir limosna, y haba llovido mucho lanoche antes; y porque el da tambin llova, y andaba rezando debajode unos portales que en aquel pueblo haba, donde no nos mojamos,mas como la noche se vena y el llover no cesaba, djome el ciego:

    Lzaro, esta agua es muy porfiada, y cuanto la noche ms cierra,ms recia. Acojmonos a la posada con tiempo.

    Para ir all habamos de pasar un arroyo, que con la mucha aguaiba grande. Yo le dije:

    To, el arroyo va muy ancho; mas si queris, yo veo por donde

    19La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    138 buen tiempo, buena oportunidad.139 as que as, muy fcil.140 discantaba, bromeaba.141 eres cargo, le debes ms.

  • travesemos ms ana142 sin mojarnos, porque se estrecha all mucho y,saltando, pasaremos a pie enjuto.143

    Parescile buen consejo y dijo:Discreto eres, por esto te quiero bien; llvame a ese lugar donde

    el arroyo se ensangosta,144 que agora es invierno y sabe mal el agua, yms llevar los pies mojados.

    Yo que vi el aparejo a mi deseo, saqule de bajo de los portales yllevlo derecho de un pilar o poste de piedra que en la plaza estaba,sobre el cual y sobre otros cargaban saledizos145 de aquellas casas, ydgole:

    To, ste es el paso ms angosto que en el arroyo hay.Como llova recio y el triste se mojaba, y con la priesa que llev-

    bamos de salir del agua, que encima de nos caa, y, lo ms principal,porque Dios le ceg aquella hora el entendimiento (fue por darme del venganza), creyse de m, y dijo:

    Ponme bien derecho y salta t el arroyo.Yo le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto y pngome

    detrs del poste, como quien espera tope146 de toro, y djele:Sus,147 saltad todo lo que podis, porque deis de este cabo del

    agua!Aun apenas lo haba acabado de decir, cuando se abalanza el pobre

    ciego como cabrn y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrsde la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, queson tan recio como si diera con una gran calabaza, y cay luego paraatrs medio muerto y hendida la cabeza.

    Cmo, y olisteis la longaniza y no el poste? Ol!148 Ol! ledije yo.

    Y dejle en poder de mucha gente que lo haba ido a socorrer, ytom la puerta de la villa en los pies de un trote, y, antes de que la nocheviniese, di conmigo en Torrijos.149 No supe ms lo que Dios de l hizoni cur de lo saber.

    20

    142 ana, en seguida, pronto. Palabra brbara, muy usada, con que damos priesa a que sehaga alguna cosa; vale lo mesmo que presto (Covarrubias).

    143 a pie enjuto, secos (ver n. 111).144 se ensangosta, se pone ms angosto y estrecho.145 saledizos, del verbo salir; la parte del edificio que sale fuera de la pared maestra de los

    cimientos (Covarrubias).146 tope, el golpe que se da una cosa con otra (Covarrubias).147 Sus, adelante, nimo; sus y suso usamos cuando queremos dar a entender se aperciba la

    gente para caminar o hacer otra cosa; presteza e mpetu (Covarrubias).148 Ol, oled, imperativo de oler.149 Torrijos, otro lugar del rea de Toledo.

  • Tractado segundo

    Cmo Lzaro se asent con un clrigo, y de las cosas que con lpas

    Otro da, no parescindome estar all seguro, fuime a un lugarque llaman Maqueda,150 adonde me toparon mis pecados conun clrigo, que, llegando a pedir limosna, me pregunt si sabaayudar a misa. Yo dije que s, como era verdad; que, aunque mal-tratado, mil cosas buenas me mostr el pecador del ciego, y una de ellasfue sta. Finalmente, el clrigo me recibi por suyo.

    Escap del trueno y di en el relmpago,151 porque era el ciego paracon ste un Alejandre Magno,152 con ser la misma avaricia, como hecontado. No digo ms, sino que toda la laceria del mundo estaba en-cerrada en ste: no s si de su cosecha era o lo haba anejado con elhbito de clereca.153

    l tena un arcaz viejo y cerrado con su llave, la cual traa atada conun agujeta del paletoque.154 Y en viniendo el bodigo155 de la iglesia, porsu mano era luego all lanzado y tornada a cerrar el arca. Y en toda lacasa no haba ninguna cosa de comer, como suele estar en otras algntocino colgado al humero, algn queso puesto en alguna tabla o en elarmario, algn canastillo con algunos pedazos de pan que de la mesa

    21La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

    150 Maqueda, pueblo toledano entre Torrijos y Escalona. Entre otros nombres que dicenhaber trasladado los judos a nuestra Espaa, y particularmente al reino de Toledo, comoson Escalona, etc., dieron nombre a Maqueda, pueblo cerca de Toledo y villa principal,ttulo del ducado de Maqueda (Covarrubias; ver n. 124 sobre Escalona).

    151 Escap relmpago, de un mal pas a otro peor.152 Alejandre Magno, Al que loamos de liberal y dadivoso decimos que es un Alejandro

    (Covarrubias).153 no s clereca, pasaje eliminado en la edicin del Lazarillo castigado de 1573.154 agujeta del paletoque, Agujeta. La cinta que tiene dos cabos de metal, que como aguja

    entra por lo agujeros (Covarrubias), con la cual se ajustaba el paletoque, un tipo de capacorta que cubra hasta la cintura y se ajustaba a los calzones.

    155 bodigo iglesia, bollo de pan; pan regalado y en forma pequea; destos suelen llevar lasmujeres por ofrenda (a la iglesia) Tamarid dice ser arbigo, y que vale bollo (Cova-rrubias).