BARBADILLO (1989) - Reptilia Guadix-Baza

8/7/2019 BARBADILLO (1989) - Reptilia Guadix-Baza

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BARBADILLO: REPTILIA

Los Reptilia (Sauria y Amphisbaenia) de losyacimientos Plio-pleistocnicos de la cuenca

Guadix-Baza (sudeste espaol).

Luis Javier BarbadilloUnidad de Paleontologa. Departamento de Biologa.Facultad de Ciencias.Universidad Aunnoma de

Madrid.

ABSTRACT

Fossil remains of Sauria and Amphisbaenia from the Plio-pleistocene localities of the Guadix-Baza basin(Southeast of Spain) are studied in this work. The taxa described are: Acanthodactylus cf. erythrurus , Lacertacf. lepida, Lacerta (Podareis) sp., Psammodroma cf. algirus, Lacertidae indet., Chalcides cf. bedriagai,Chalcides sp., Scincidae indet., Blanus cinereus y Amphisbaenidae indet. The palaeoecological conditionsof this area are discussed.

KEYWORDS: Amphisbaenia, Sauria, Plio-Pleistocene, Guadix-Baza basin.

Introduccin

La presencia de restos reptilianos en determinados yacimientos, a pesar de ser considerada conrelativa frecuencia como secundaria en relacin con la de otros taxones de vertebrados, puederesultar de gran ayuda a la hora de intentar esclarecer determinados aspectos paloeclimticos ypaleogeogrficos del rea en cuestin. Resulta evidente que el grado de inters depende en granmedida de la abundancia y variedad de los restos hallados, as como de la posibilidad de unadiagnosis precisa de los mismos, factor que se revela como primordial cuando se trata de unapaleoherpetofauna muy similar o idntica a la actual ya que, en este caso, pueden establecersecorrespondencias inmediatas a nivel ecolgico. Por desgracia, en muchas ocasiones se carece inclusode un conocimiento osteolgico suficientemente profundo para determinados taxones actuales(vase Lacertidae ms adelante), lo que dificulta la diagnosis con independencia de la cantidad dematerial fsil disponible. Con el presente trabajo se pretende entre otras fmalidades abordar con

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LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

ms profundidad de lo que viene siendo habitual el estudio de algunos grupos (Lacertidae yScincidae) cuya diagnosis especfica vena considerndose tradicionalmente complicada cuando noimposible (vase Klemmer, 1957; Sanchz, 1980, 1987; Mlynarsky et al. , 1984). Como resultado detodo ello se ha podido establecer por vez primera la existencia de nuevas especies fsiles cuyodescubrimiento reviste, tal como se ver ms adelante, gran inters paleoecolgico.Material y mtodos.

El material analizado en este trabajo procede de los siguientes yacimientos plio-pleistocnicos:Cllar de Baza-1, Rambla del Conejo-3, Huscar, Barranco de Cauelas, Cueva del Alfarero yBacochas-1.Teniendo en cuenta la edad de los yacimientos, se ha tomado principalmente como referencia ala hora de efectuar las diagnosis correspondientes la herpetofauna actual. Como consecuencia de lavariabilidad intraespecfica existente en algunos de los taxones considerados (vase por ej. Rocek,1980 y Barbadillo & Sanz, 1983, para el caso de los Lacertidae) se ha utilizado una amplia muestrapatrn para cada especie, con inclusin de ejemplares de diferentes sexos y edades. A continuacinse especifican las especies utilizadas como muestra comparativa, as como el nmero de ejemplaresutilizados en cada caso: Lacertidae: Acanthodactylus erythrurus (15); Agyroides marchi (13);Gallotia atlantica (15); G. galloti (8); G. stehlini (3); Lacerta agilis (6); Lacerta lepida (21); Lacertamonticola (16); L. schreiberi (11); L. viridis (21); L. vivpara (21); P odarcis bocagei (12); P. hispanica(20); P. muralis (25); P. pityusensis (5); Psammodromus algirus (20); Psammodromus hispanicus (15).Scincidae: Chalcides bedriagai (4); Chalcides chalcides (3); Chalcides sexlineatus (2).Amphisbaenidae: Blanus cinereus (5).La partcula confer (cf.) se utiliza en el trabajo con el sentido empleado por Sanchz (1977).Descripcin faunstica

Orden Sauria McCARTNEY, 1802Familia Lacertidae BONAPARTE, 1831Gnero Acanthodactylus WIEGMANN, 1834Acanthodactylus cf. erythrurus SCHINZ, 1833

Se ha recolectado abundante material perteneciente a esta especie en el yacimiento de Cllar deBaza-1. En total se contabilizan 36 fragmentos de dentarios, 14 de maxilares y 2 de premaxilares.A primera vista, los dentarios se caracterizan por su robustez y elevada altura en relacin con sutamao (fig. 1). Resulta especialmente diagnstica la relativa estrechez de los dientes, con uncociente anchura/longitud comparativamente bajo en relacin con otros lacrtidos de su tamao(obs. pers.). Igualmente caracterstica resulta la acusada convexidad Lingual de los dientes en suregin media, convexidad que acaba por desaparecer en la regin apical donde lingualmente losdientes aparecen en mayor o menor grado cncavos. En las regiones media y posterior del dentario,la mayora de los dientes son claramente bicuspidados, con una cspide principal puntiaguda endireccin distolingual y otra secundaria en posicin mesial. Excepcionalmente, algunos dientesmuestran una tercera cspide distal poco aparente. Por el contrario, los dientes ms anteriores sonmayoritariamente monocuspidados. Lingualmente, las coronas dentarias carecen de ornamentacinaparente. En general, los espacios interdentarios son estrechos y, por consiguiente, los dientes seinsertan relativamente juntos. En la regin anterior del dentario, los dientes se implantan formandocon la crista dentalis un ngulo anterior agudo. Por el contrario, en las regiones media y posterior,los dientes se insertan ms o menos perpendicularmente en relacin con el margen superior delmismo.

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BA RBADIL LO: REP TILM

La morfologa de la mayora de los dientes maxilares se ajusta en trminos generales a la descritapara la regin media del dentario.

Figura 1. Acanthodactylus cf. erythrurus (Cllar de Baza-1). la: fragmento de dentario izquierdo, vistalingual. lb: vista labial. lc: detalle de un diente. Id: fragmento de dentario izquierdo. le: fragmento dedentario derecho.

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Con respecto a los maxilares, stos se caracterizan por su robustez, especialmente significativa enel acentuado ensanchamiento del proceso premaxilar posterior. Dorsalmente, destacan 4 grandesformenes. La seccin transversal del proceso resulta triangular, con un progresivo y acusadoengrosamiento desde los mrgenes laterales hasta la linea medioventral del mismo. Las piezasdentarias son monocuspidadas, slo ligeramente convexas lingualmente en su regin media, y enmayor o menor grado convexas labialmente hacia su pice. Las coronas carecen de ornamentacinlingual aparente.

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Figura 2. Lacerta cf. lepida (Cllar de Baza-1). 2a: fragmento de maxilar izquierdo. 2b: fragmento demaxilar derecho.

Se trata del primer registro fsil del taxn, tanto a nivel genrico como especfico, del que tenemosconocimiento.

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Gnero Lacerta LINNAEUS, 1758Laceria cf. lepida DAUDIN, 1802

De esta especie tan slo se poseen 3 restos muy fragmentarios de maxilares procedentes delyacimiento Cllar de Baza-1 caracterizados por su gran tamao y acusada robustez (fig.2). En todoslos fragmentos ha desaparecido el tejido seo cementante (sensu Peyer, 1968) de los espaciosinterdentarios, aprecindose en estas zonas las correspondientes filas de foramina, una por espacio.El primero de los restos (fig. 2a) corresponde a un fragmento de maxilar izquierdo que porta tresdientes extraordinariamente robustos, estando dos de ellos mellados en sus cspides. El mejorconservado de los dientes es relativamente corto y muy ancho en vista lingual, claramentetricuspidado, con la cspide principal en posicin central y recorrida transversalmente en su picepor una arista cortante, mientras que las dos restantes cspides, una mesial ms desarrollada y otradistal menor, estn separadas de la principal por sendos surcos en forma de V. En la corona dentariase aprecian unas finsimas crestas poco aparentes que divergen desde el pice en direccin distal omesial. En vista mesial, el diente muestra un contorno triangular, con el perfil lingual ms o menosrecto, de longitud similar a la del rea de insercin y ms del doble de la del perfil labial cncavo.La morfologa dentaria indica que el fragmento pertenece a la seccin ms posterior del maxilarizquierdo.

El segundo de los restos pertenece a un maxilar derecho y porta un nico diente tricuspidado que,en vista lingual, es ms estrecho y de mayor altura que el descrito con anterioridad, mostrando ciertogrado de recurvamiento hacia atrs (fig. 2b). La cspide distal est muy reducida, mientras que laprincipal se sita en posicin central y queda separada de la mesial secundaria por un surco en formade V. El pice est recorrido transversalmente por una arista cortante. En vista mesial, el perfillingual resulta convexo en la mayor parte del diente a excepcin del extremo apical que aparececncavo. La corona presenta una ornamentacin lingual similar a la descrita para el primero de losrestos.El tercero de los fragmentos maxilares se encuentra muy deteriorado.La especie ha sido ya citada con anterioridad en la Pennsula Ibrica por Lpez Martnez &Sanchz (1981) para el neolitico de Jan, y por Driesch & Boessneck (1980) para el centro y sudestepeninsular. Su presencia tambin ha sido sugerida para el pleistoceno de Burgos (Sanchz, 1987).Por su parte, Sanz & Sanchz (1980) apuntan la existencia de una especie relacionada, Lacerta aff.lepida en el Pleistoceno de Madrid. No obstante, tal como reconocen estos autores, dicha formapudiera tratarse en realidad de la actual especie L. lepida , por lo que dejan abierto el status especficode la misma.

Gnero Lacerta LINNAEUS 1758 (Podareis)Lacerta indet.

Todos los restos atribuibles a este gnero proceden del yacimiento Cllar de Baza-1. Entre ellosfiguran dos fragmentos de dentarios y dos premaxilares de pequeo tamao y relativamente frgiles.La atribucin de los dentarios al grupo Lacerta (Podareis) se ha establecido en base a lacombinacin de determinados rasgos y parmetros como son el grado de concavidad lingual, lamoderada curvatura en vista lateral, la fragilidad y pequeo tamao de los fragmentos y lamorfologa de los dientes en relacin con su posicin en el dentario. Uno de los restos mejorpreservados corresponde a la mitad anterior de un dentario (fig. 3a) que tan solo conserva dosdientes completos en las posiciones 7 y 8, y otros dos en parte fracturados en las posiciones 9 y 10.En vista lingual, los dientes presentan una anchura similar en toda su longitud, una moderadaconvexidad en su regin media y un rea cncava en la base de las cspides. La cspide principalaparece como relativamente puntiaguda en direccin disto-lingual, mientras que la secundaria,

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mesial, muestra el borde superior oblicuo. Una pequea arista que recorre oblicuamente la regindistal de la cspide principal insina una tercera cspide apenas discernible. Las coronas dentariascarecen de ornamentacin lingual aparente.Los premaxilares (fig. 3b) se caracterizan por su pequeo tamao y extremada fragilidad, as como

por el grado de curvatura de su borde anterior. El contorno lingual de los dientes es ms o menosrecto o ligeramente convexo en toda su longitud, con excepcin hecha de la regin apical que puederesultar algo cncava.

Figura 3. Laceria (Podareis) sp. (Cllar de Baza-1). 3a: fragmento de dentario derecho. 3b: premaxilar.

Debido a la dificultad que entraa la diagnosis dentro del gnero Lacerta (Podareis), ste ha sidocitado como tal, sin determinacin especfica alguna, para multitud de yacimientos plio-pleistocnicos, tanto en nuestro territorio como en el resto de Europa (vase Mlynarsky, 1962, 1977;Sanchz, 1980, 1987; Sanz & Sanchz, 1980; Kotsakis, 1981; Mlynarski et al., 1984).

Gnero Psammodromus FITZINGER, 1826Psammodromus cf. algirus LINNAEUS, 1758

Dentro del material atribuible a la especie destaca inicialmente un dentario procedente delyacimiento del Barranco de Cauelas-5 que se encuentra en buen estado de conservacin (fig. 4).Unicamente se han desprendido de la pieza pequeos fragmentos correspondientes a la reginanterolingual y de los mrgenes inferior y posterior de la rama ventral. Como ocurre en todos loslacrtidos, el canal de Meckel se abre a lo largo de todo el dentario, contabilizndose por otra parteun total de 19-20 posiciones dentarias de las que slo 12 conservan los correspondientes dientes,de implantacin tpicamente pleurodonta. Tan solo se conserva tejido seo cementante (sensu Peyer1968) en las piezas dentarias 12 y 15. En principio, a pesar de que el tamao de la pieza no permiteuna diagnosis especfica, la morfologa general de la misma y de los dientes se ajustan perfectamentea la observada en algunos ejemplares actuales de Psammodromus algirus. De hecho, resultanidnticas a las existentes en ciertas hembras adultas y machos de mediano tamao utilizados en la

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Figura 4. Psammodromus cf. algirus (Barranco de Cauelas). 4a: dentario derecho, vista lingual. 4b: detallede los dientes. 4c: vista labial.

muestra comparativa. As, la robustez general del dentario en relacin con su tamao resulta mayorque la observada para el conjunto de las Podarcis y Lacerta de talla similar, siendo este carcterespecialmente significativo en el borde lingual de la rama dorsal y en la zona de anclaje labial delcoronoide. Por otra parte, la zona de implantacin dentaria basal de la pieza puede considerarse,sobre todo en la regin media del dentario, como relativamente amplia y ms tpica dePsammodromus algirus que de la mayora de las Podarcis. Por otro lado, la morfologa dentariacoincide con la existente en varios ejemplares de Psammodromus algirus utilizados como muestracomparativa. En general, exceptuando la dilatacin existente en el rea de insercin basal, los dientespresentan en vista lingual una anchura similar en toda su altura, e incluso pueden resultarligeramente ms anchos en su tercio distal que en sus dos tercios restantes. El grado de convexidadlingual es en general moderado. El primer diente es monocuspidado, mientras que los restantes sonbi o tricuspidados. La cspide principal se sita en posicin central, con el pice en direccindisto-lingual, y queda delimitada inferiormente por un surco transversal a veces casi imperceptible.La segunda cspide en importancia se sita en posicin mesial y est separada de la primera por

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un surco longitudinal estrecho o abierto en forma de V que a veces est delimitado por un rebordeinterno aristado. En caso de existir una tercera cspide distal, sta queda delimitada por unapequea arista que se dirige oblicua y lingualmente hacia abajo. La mayora de las coronaspresentan una patente ornamentacin lingual a base de finas crestas longitudinales y divergentesdesde el pice hacia abajo.

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Figura 5. Lacertidae (Cllar de Baza-1). 5a: fragmento de fmur. 5b: fragmento de hmero. 5c: fragmentode hum ero.

Otros restos atribuibles a la especie proceden de la Cueva del Alfarero-1 e incluyen fragmentoscle 2 maxilares y 2 dentarios correspondientes a ejemplares de mayor talla y robustez que los1 5 8


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hallados en el yacimiento anterior, encontrndose de hecho en el lmite superior de talla conocidopara los actuales P. algirus (obs. pers.). La morfologa de los dientes es muy similar a la descrita parael dentario anterior. No obstante, cabe sealar que las cspides principales son ms puntiagudas,carcter ste que presenta cierta variabilidad intraespecfica en los lacrtidos (obs. pers.). La caralingual de las coronas dentarias presenta una profusa ornamentacin a base de finas pero bienpatentes crestas.

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Figura 6. Chalcides cf. bedriagai (Cueva del Alfarero). 6a: dentario derecho, vista lingual. 6b: detalle de losdientes. 6c: vista labial. 6d,e: fragmentos de maxilares.

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Cabe resear que se trata de la primera referencia que poseemos sobre este taxn como resto fsiltanto a nivel genrico como especfico.Familia Lacertidae BONAPARTE, 1831

Gn. y esp. indet.Se incluyen en este apartado restos procedentes de diferentes yacimientos (Rambla del Conejo-3,Huscar-7/3, Cllar de Baza-1 y Barranco de Cauelas) cuya identificacin especfica no ha sidoposible por diferentes motivos y que pueden agruparse en diferentes categoras:1) Restos de maxilares y dentarios excesivamente fragmentarios, sin dientes, con dientesfracturados, o con escasos dientes cuya morfologa general no resulta diagnstica por ajustarse a laexistente en diferentes gneros.2) Restos relativamente bien conservados del esqueleto apendicular, en general hmeros y fmures(fig. 5), cuyo valor diagnstico a nivel especfico resulta limitado o al menos dudoso. Todos ellospertenecen a lacrtidos de muy pequeo tamao, comparables en este sentido a los actuales

Psammodromus hispanicus . Sin embargo, su morfologa se ajusta tanto a la presente en esta ltimaespecie como a la de determinados ejemplares de pequeo tamao del grupo Podareis , no pudiendoestablecerse en consecuencia claras diferencias interespecficas.3) Restos que han sufrido una excesiva erosin, de manera que los rasgos inicialmentediagnsticos no pueden apreciarse con claridad.

Familia Scincidae GRAY, 1825Gnero Chalcides LAURENTI, 1768Chalcides cf. bedriagai BOSCA, 1880

El material perteneciente a esta especie incluye fragmentos de 1 dentario y 2 maxilares procedentesdel yacimiento de la Cueva del Alfarero-1, as como fragmentos de 30 dentarios, 13 maxilares y 3vrtebras procedentes del yacimiento de Cllar de Baza-1. La primera de las piezas mencionadas estrelativamente bien conservada pues slo se han desprendido de la misma parte del reborde lingualy los mrgenes inferior y posterior de la rama ventral (fig. 6). El dentario est recorrido lingualmentepor un canal de Meckel abierto en toda su longitud y presenta un proceso labio-dorsal biendesarrollado. En total se contabilizan 16 posiciones dentarias, nmero que resulta habitual en losChalcides bedriagai actuales (obs. pers.). Los 9 dientes que conserva el dentario muestran unaimplantacin tpicamente pleurodonta, sobresaliendo un tercio o menos de su altura por encimade la crista dentalis . Apicalmente, los dientes son relativamente romos o de punta obtusa ypresentan una arista transversal superior cortante. En vista lingual, la corona queda delimitidainferiormente por un surco transversal por lo general bien patente y presenta una caractersticaornamentacin a base de estrechas crestas longitudinales que la recorren desde el pice hasta elmencionado surco. Labialrnente, el dentario presenta en sus 2/3 anteriores 4 formenes bienpatentes. La diagnosis de la pieza se ha realizado atendiendo principalmente al tamao de la misma,el nmero de posiciones dentarias, el tamao de los dientes y el ndice longitud/anchura de losmismos, parmetros todos ellos que coinciden exactamente con los observados en los actualesChalcides bedriagai .

Los dos fragmentos de maxilares procedentes del mismo yacimiento portan dientes de tamao ymorfologa similares a los ya descritos (fig. 6), lo que resulta igualmente aplicable a los restos de laespecie recolectados en el yacimiento de Cllar de Baza-1 (fig. 7).De las tres vrtebras halladas slo se conservan los correspondientes cuerpos vertebrales para cuyadiagnosis se ha atendido primordialmente a la morfologa de los bordes anteroventrales del ctilo ydel cndilo, muy rectos, as como el grado de prominencia y curvatura de la regin medio-ventral,y a la morfologa de la cavidad cotilar y del cndilo. El primero de estos restos corresponde a una

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vrtebra cervical, probablemente la v-6 v-7 dado lo reducido de su longitud, su gran anchura anivel de las sinapfisis, la presencia de una quilla longitudinal medioventral y el gran desarrollo delas superficies sinapofisiarias (fig. 7). El segundo de los cuerpos vertebrales permite identificar el re-sto como procedente de una vrtebra paraesternal, muy probablemente la v-15, v-16 v-17 (fig.7),mientras que la posicin exacta del tercero de los restos no puede precisarse dado el mal estado deconservacin del mismo.

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Figura 7. Chalcides cf. bedriagai (Cllar de Baza-1). 7a: fragmento de dentario derecho. 7b: fragmento dedentario izquierdo. 7c: vrtebra cervical. 7d: vrtebra paraesternal.

Cabe destacar que esta cita constituye la primera referencia que poseemos sobre la especie comoresto fsil.Gnero Chalcides LAURENTI, 1768

Chalcides indet.Se incluyen aqu fragmentos de dentarios y maxilares procedentes de los yacimientos deBacochas-1, Cllar de Baza-1 y Rambla del Conejo-3, cuya identificacin especfica resulta impre-cisa por diferentes motivos. En la mayora de los casos, se trata de restos excesivamentefraccionarios con un nmero reducido de dientes (1 a 3) en posiciones no claramente diagnsticaso con piezas dentarias incompletas. En estos casos, la morfologa y ornamentacin de las coronasdentarias se ajustan a las observadas en los actuales Chalcides bedriagai , pero los ndiceslongitud/anchura de los mismos presentan valores ligeramente superiores a los obtenidos en la

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muestra comparativa, fenmeno que est probablemente relacionado con una variacinintraespecfica real mayor que la registrada en dicha muestra. En otras ocasiones, ha sido un desgasteerosivo excesivo el factor que ha impedido la determinacin especfica de los restos.Las nicas referencias que poseamos hasta la fecha sobre el gnero Chalcides como fsil seencuentran en Bate (1919) y hacen alusin a fragmentos de un dentario y de un maxilar delpleistoceno menorqun. Alcover et al. (1980) vuelven a mencionar este hallazgo, cuyo estatusgenrico queda posteriormente confirmado por Estes (1983).

Familia Scincidae GRAY, 1825Gn. y esp. indet.

Se incluyen aqu fragmentos aislados de dientes procedentes del yacimiento de Cllar de Baza-1en los que se aprecian nicamente el tipo de ornamentacin de las coronas o cierto grado deconcavidad lingual en las mismas, caracteres considerados como tpicos de la familia (Estes, 1983).En otros casos, se trata de fragmentos muy erosionados cuya diagnosis genrica o especfica resultaimposible. No obstante, teniendo en cuenta la abundancia de restos atribuibles al gnero Chalcidesencontrados en el yacimiento, resulta lgico pensar que estos restos, identificables nicamente anivel familiar, pertenezcan asimismo a dicho gnero.

Orden Amphisbaenia GRAY, 1844Familia Amphisbaenidae GRAY, 1865Gnero Blanus WAGLER, 1830

Blanus cinereus VANDELLI, 1797Se incluyen en el material atribuible a la especie fragmentos de 5 dentarios, 3 maxilares, 1premaxilar y 1 vrtebra, todos ellos en buen estado de conservacin y procedentes del yacimientode Cllar de Baza-1. Los dentarios (fig. 8) se caracterizan por su extraordinaria robustez, con unproceso posterodorsal relativamente alto, por encima del nivel de las cspides dentarias.

Labialmente se presentan 3 o 4 grandes formenes, mientras que lingualmente est recorrido porun patente y abierto canal de Meckel. En total se contabilizan de 6 a 8 dientes de implantacinpleurodonta por dentario, con una superficie vertical de insercin relativamente baja, cnicos ypuntiagudos, en mayor o menor grado recurvados y con los pices dirigidos distolingualmente. Entodos los casos, las piezas dentarias de mayor altura se sitan en las posiciones 1, 3 y 5, resultandoel cuarto diente visiblemente ms corto que los contiguos. La morfologa y tamao de todos estosrestos se ajustan perfectamente a los observados en los actuales Blanus cinereus de la PennsulaIbrica.

La morfologa de los dientes maxilares es similar a la ya descrita (fig. 8), aprecindose una claradisminucin en el tamao de las piezas dentarias desde las posiciones ms adelantadas hasta las msretrasadas.

Del premaxilar se conservan las regiones central y derecha. El proceso posterodorsal presenta unagran anchura y un patente engrosamiento, observndose en la zona de arranque del mismo dosgrandes formenes situados simtricamente en relacin con la lnea media del premaxilar. El dientesituado en posicin central es el de mayor longitud, tal como sucede en los anfisbnidos (Hoffstetter& Gasc, 1969) resultando labialmente convexo y lingualmente cncavo en su extremo apical. Seconservan dos dientes laterales, siendo de mayor altura el ms prximo al central.En relacin con el esqueleto axial, se conserva un cuerpo vertebral que resulta caracterstico porsu patente aplanamiento ventral, mrgenes laterales paralelos, reborde condilar sobresaliente ysinapfisis claramente dirigidas hacia adelante. Se observan dos formenes ventrolaterales por detrsdel nivel de las sinapfisis.

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La especie ha sido citada con anterioridad como resto fsil por Lpez Martnez & Sanchz (1981)para el yacimiento arqueolgico de Pontones (Jan).

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Figura 8. Blanus cinereus (Cllar de Baza-1). 8a y c: fragmentos de dentarios derechos. 8b: vrtebra. 8d:fragmento de maxilar.

Familia Amphisbaenidae GRAY, 1865Gn. y esp. indet.Del material fsil procedente del yacimiento Bacochas-1 cabe resear un dentario cuya

caracterstica morfologa permite incluirlo sin ningn gnero de dudas en la familia Amphisbaenidae.En conjunto, la morfologa de la pieza resulta muy similar a la observada en Blanus cinereus aunquedifiere entre otros rasgos por su tamao, muy superior al de los actuales Blanus, as como por ungrado de heterodoncia mucho menos acusado. El inters de la pieza aconseja un futuro estudio msdetallado de la misma, pues pudiera tratarse de una nueve especie de anfisbnido.Con anterioridad, Crusafont & Vilialta (1952) haban citado la existencia de restos fsiles deanfisbnidos en el yacimiento miocnico de Viladecabals (Can Purull). Posteriormente, Sanchz(1981) seala asimismo la presencia de esta familia en el mioceno de Fuentiduea (Segovia).

Discusin PaleoccolgicaLa fauna de saurios y anfisbnidos descrita en este trabajo para los yacimientos plio-plestocnicosde la cuenca Guadix-Baza resulta prcticamente idntica a la existente actualmente en esta zona(vase p.e. Salvador, 1985; Barbadillo, 1987). Slo cabe mencionar como excepcin el anfisbnidodel yacimiento de Bacochas que corresponde a una especie de tamao muy superior y morfologaligeramente diferente a la de Blanus cinereus , especie con la que pudiera haber convivido. Siexceptuamos el gnero Podareis, que de por s no resulta til como indicador paleoecolgico dada

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la diversidad de formas que en l se incluyen y la consecuente amplitud del espectro ecolgico queabarca en conjunto, las restantes formas halladas responden a un patrn ecolgico que podramosconsiderar tpicamente mediterrneo, de una acusada termofilia. Lacerta lepida n o p u e d e u t i l iz a r s ecomo indicador ms fino puesto que se trata de una especie relativamente euritpica dentro de sucarcter mediterrneo (Peters, 1962; Mellado et al. , 1975; Bischoffet ,1984; Barbadillo, 1987).Un esquema ecolgico similar, aunque quizs con un mayor grado de termofilia puede ser aplicadoa Psammodromus algirus (Seva, 1982, 1984; Barbadillo, 1987). Mucho ms significativas puedenconsiderarse tanto la presencia como la abundancia relativa en los yacimientos de las restantesespecies descritas en este trabajo, puesto que de ellas poseemos en la actualidad abundantesreferencias ecolgicas (Seva Escarr. 1976, 1980; Salvador, 1981a, 1981b, 1981c; Seva, 1982, 1984;Seva et al. ,1982; Barbadillo, 1987). Cabe destacar en este sentido la presencia de Acanthodactyluserythrurus , especie a la que podemos calificar de relativamente estenotpica, con un carctermarcadamente termfilo que la restrin ge a reas secas, ridas o incluso semidesrticas de laPennsula, habitando tpicamente zonas bajas de sustratos sueltos o al menos poco compactados,tendencia que se hace extensiva a Blanus cinereus y Chalcides bedriagai. De esta forma, en el litoralmediterrneo, A. erythrurus resulta frecuente en zonas de dunas costeras, hbitat que comparte conPsammodromus algirus y Chalcides bedriagai . En definitiva, podramos deducir para la zona objetode estudio unas condiciones paleoclimticas y paleoecolgicas durante determinadas pocas delplio-pleistoceno similares a las actuales.

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BARBADILLO (1989) - Reptilia Guadix-Baza

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