ADVERTENCIA La Cartilla Socialista de Plotino C. Rhodakanaty ...

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ADVERTENCIA La Cartilla Socialista de Plotino C. Rhodakanaty, constituye una joya bibliográfica que es fundamental para la comprensión de la evolución de las ideas sociales en el ambiente de nuestra historia. Precedida de un concienzudo estudio de José C. Va- ladés, se pone a disposición de las personas interesadas en la trayectoria del México moderno y contemporáneo. Me honra hacer público, que debido al nombrado historiador, fue facti- ble volver a sacar a la luz este importante documento. Había sido publicado (1968) en una limitada edición de cien ejem- plares. En nombre de Estudios de historia moderna y contem- poránea de México, un sincero agradecimiento a José C. Vala- dés, por su valiosa aportación. El editor

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    ADVERTENCIA

    La Cartilla Socialista de Plotino C. Rhodakanaty, constituye una joya bibliogrfica que es fundamental para la comprensin de la evolucin de las ideas sociales en el ambiente de nuestra historia. Precedida de un concienzudo estudio de Jos C. Valads, se pone a disposicin de las personas interesadas en la trayectoria del Mxico moderno y contemporneo. Me honra hacer pblico, que debido al nombrado historiador, fue factible volver a sacar a la luz este importante documento. Haba sido publicado (1968) en una limitada edicin de cien ejemplares. En nombre de Estudios de historia moderna y contempornea de Mxico, un sincero agradecimiento a Jos C. Valads, por su valiosa aportacin.

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    CARTILLA SOCIALISTA DE PLOTINO C.

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    Noticia sobre el Socialismo en Mxico durante el siglo XIX

    Por Jos C. VALADS.

    Las manifestaciones sociales, ya individuales, ya colectivas encaminadas a alcanzar el bienestar humano y por lo mismo a extinguir el temor al hambre ya la intemperie, no comienzan en M xico ciertamente con Plotino C. Rhodakanaty, autor de la Cartilla Socialista> el primer impreso mexicano sobre socialismo; pero se hacen precisas con Plotino C. Rhodakanaty.

    Y quin era Rhodakanaty? Acaso el mdico mexicano disfrazado de griego, tan desdeado por el obispo Emeterio Valverde y Tllez? 1 O era un profesor estrafalario, fundador en Mxico de una escuela llamada Pan teosfica? 2

    Todo lo concerniente a la histori:- de la vida de Rhodakanaty es cuestionable. Lo que no da lugar a dudas es su presencia en Mxico y su pensamiento socialista; quizs el primer individuo que tuvo en el pas la idea conjugada y exacta de lo que era el socialismo. Y esto es lo que nos proponemos estudiar, no sin dejar de remirar el origen y empresas de tal hcmbre; aunque son muy fragmentarias las noticias que poseemos.

    Rhodakanaty a pesar de su aristocrtica ascendencia, de su cultura y doctrinaria pluma, fue muy modesto. Ocult todo lo Ieferente a su persona; pero su sistema filosfico y sus ideas sociales denotan su amor a la humanidad. No preconizaba la violencia, ni adulaba a una sola clase, ni hada teatro de fantasa. Tuvo la virtud de exponer cmo alcanzar la dicha de la sode

    Queda prohibida la reproduccin de este artculo sin la autorizacin del autor.

    1 Emeterio Va1verde y Tllez, Bibliografa filosfica, Len, 1913. 2 Emeterio Valverde y Tllez, Critica. filosfica, Mxico 1904; La Interna

    cional, Mxico, 25 de septiembre, 1878.

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    dad. Fue discpulo de Charles Fourier; pero la corriente de su doctrina, omitiendo la autoridad, se converta en afluente del anarquismo. 3

    Lleg a Mxico a los comienzos del 1861, atrado por los proyectos colonizadores del presidente Ignacio Comonfort; 4 yaunque tales proyectos constituyeron una frustracin. Rhodakanaty hizo residencia en el pas, dedicado a propagar sus ideas, a dar lf"cciones acerca de sus consideraciones filosficas que derivaba del pantesmo de Spinoza y a cultivar la amistad de la gente pobre a la que auxiliaba con sus conocimientos mdicos.

    No se sabe que tuviese ttulo profesional; pero las fuentes consultadas sealan de manera accesoria que haba estudiado medicina en Berln; 5 pues su origen era de posicin desahogada. Corresponda a la familia del prncipe Demetrius Rhodacanakis, quien en 1614 contrajo matrimonio con la princesa Theodora Palalogina, heredera nica de Theodore Palalolugus, sexto ti tular heredero de tacto y de jure del imperio bizantino y gran maestro imperial de la Orden de San Jorge. 6

    El prncipe Rhodacanakis descenda de la familia Duca, considerada como la "ms antigua e ilustre" de Bizancio; pero a consecuencia de las guerras civiles y extranjeras, los Duca se refugiaron en la isla Rodas. De aqu la adopcin del apellido Rhodoc (la rh es la decimasptima letra del alfabeto griego y equivale a la rr de la lengua espaola) , que adelante se convirti en Rhodacanaks, Rhodacanack, Rhodokanian, Rhodocani des, Rhodacanakides, Rhodakanaty.7

    Estos Rhodoc estaban emparentados con la nobleza italiana: los Ursini, Spinola, Colonna, D'Este y Barberini; y residieron desde mediados del siglo XVII, como se ha dicho, en la isla de Rhodas; pero debido a las pretensiones del prncipe Demetrius, tuvieron que emigrar, no sin seguir abanicando sus derechos a los reinos de Georgia, Albania, Hungra y Armenia. s

    3 Vide Plotino C. Rhodakanaty, Garantismo social, Mxico 1876 y Neopantesmo, Mxico, 1864.

    4 Jos C. Valads, El presidente Ignacio Comonlort, Mxico 1966. 5 Vide, La Internacional, Mxico, julio y agosto, 1878.

    6 C.f. Willia~ S~ith, ~i~tjonary ~I Greek and Roman, Londres, 1861; J. J. Sabatler, DescnptlOn Generale, Pans, 1862. t. 1I; Annimo, Compendio Historico dell'origene, Venecia, 1696.

    7 F. Falmerayer, The History 01 Emperors 01 Trabizond, Londres; CI. Nichols Carlisle, Concise account 01 Several Foreign Orders, Londres, 1839; Vide, So.turday Review, Londres, 31 de diciembre, 1870.

    s Ibidem.

    As, al comenzar e a la familia del ltil cel y tumba de los p bien escasas y difid los griegos de def011l establecidos en la al Panteles y Nicephol Plotino, a quien se 14 de octubre de 18!

    Las mismas notici y que quiso ser mcf:ij Hungra, adonde se sigui las luchas de l. aqu que, sin olvida de Hungra". 11

    No es m lo que I anterior al 1861; au naturaleza} que se su< del que slo tenemo! dakanaty a Francisc(J

    Ahora bien: lo qu. tivas de Rhodakanat salieron majestuosam que todas ellas, eua dar fin a la pobreza cuntas horas de lue los aos del 1840 al

    Cierto que no fu. acerca del perfeccion econmica de los pU4 el equivalente de la de la autoridad y de bres. La erradicaci. humana no pertenec apuntada. Lo que ca factible en el desenv( t'n las frmulas com

    11 Indico Veloz di GUCl cia, s.f.

    10 Lo. Interno.dOfl4l, cit. 11 Ibidem.

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    As, al comenzar el segundo tercio de la centuria XIX, hallamos a la familia del ltimo prncipe Rhodacanakis en Londres, dr.. cel y tumba de los polticos desterrados; y las noticias histricas, bien escasas y difciles de manejar debido a la costumbre de los griegos de deformar sus nombres, nos dicen que los Rhodoc establecidos en la capital britnica eran los hermanos Joames, Panteles y Nicephorus.\} Uno de stos debi ser el padre de Plotino, a quien se cita como nativo de Atenas y se seala el 14 de octubre de 1828, como da de su nacimiento. 10

    Las mismas noticias aseguran que estudi en Viena y Berln y que quiso ser mdico; pero los remolinos del 1848 le llevaron a Hungra, adonde se hizo devoto de las libertades; admir y sigui las luchas de los hngaros y fue ciudadano de tal pas. De aqu que, sin olvidar a su pueblo natal, se dijese "sbdito de Hungra". 11

    No es ms lo que sabemos con certidumbre del Rhodakanaty anterior al 1861; aunque l haca referencia a su libro De la naturaleza, que se supone editado (en Pars?) hacia 1860; pero del que slo tenemos referencias al travs de una carta de Rhodakanatya Francisco Zalacosta (Ms., 8 de enero, 1871).

    Ahora bien: lo que no desconocemos, es que las ideas formativas de Rhodakanaty fueron las que resplandecieron y sobresalieron majestuosamente a la quinta dcada del siglo XIX; porque todas ellas, cual ms, cual menos, tenan el designio de dar fin a la pobreza e inaugurar la edad feliz del mundo. Con cuntas horas de luchas, ilusiones y contento quedaron llenos los aos del 1840 al 18501

    Cierto que no fueron tales das los primeros en el pensar acerca del perfeccionamiento de la wciedad, de la organizacin econmica de los pueblos, del garantismo a la libertad que era el equivalente de la justicia, de las limitacin o desaparicin de la autoridad y de la solidaridad espontnea entre los hombres. La erradicacin de los males que aquejan a la familia humana no perteneci a un propsito exclusivo de la dcada apuntada. Lo que conmovi en aquellos aos, por novedoso y factible en el desenvolvimiento del hombre y la ciencia, estuvo en las frmulas concretas; en las reformas y aplicaciones del

    \} Indico Veloz di Guevara, Historia Genealgica della Casa Duro, Veneda, s.f.

    10 La Internacional, cit. 11 Ibidem.

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    vocabulario poltico y en el desprecio a lo pretrito. En las margenes del cincuentenario de la Revolucin Francesa, las palabras lib'ertadJ igualdad y fraternidad, quedaron finiquitadas. Otros 'soles iluminaban el cielo europeo; otros vientosprodudn susurros de esperanzas entre el pueblo. La gente acariciaba las nacientes voces y se dispona al combate. ,:A Babeuf se le vea en la retaguardia lejana "'con su estrecha y facticia ... concepcin del Comunismo". 12 La idea y accin de las sociedades secretas haba pasado a set diversin deholgazanes; y aunque los slums londinenses, hechos clebres por Gustavo Dor, desaparecan poco a poco, el mundo que emerga en el horizonte, exiga la pronta rehabilitacin de la pobretera, pidiendo la violencia, la insurreccin. 18 . . En esos mismos angustiosos a par de optimistas das, la legis

    lacin inglesa reglamentaba el trabajo de menores y mujeres y moderaba el curso de la Revolucin industriaL En Inglaterra y' Alemania era discutido el concepto de clase social. En Francia haba motivo y guas para una concrecin proletaria. Espaa caracterizaba la inquietud del bienhacer poltico. El trabajo amenazaba con constituirse en un poder. 14

    La Alta Europa -la que se desarrollaba entre banqueros y comerciantes, industriales y navieros, Estado y burguesa- pareca ajena a las primeras cuestiones sociales. Para qu preocuparse de manifestaciones secundarias cuando estaba en marcha una nueva expansin econmica?

    Los primeros aleteos del organismo social daban la idea de meras fantasas; quizs de primicias de una novelstica marginal al desenvolvimiento industrial; al progreso del capitalismo. lQuin, en la Alta Europa, pudo creer en la gran conversin de los valores sociales proyectada por L'Ange, Chalier o Marechal, primero; por Saint-Simon, Fourier y Owen, despus? 11>

    Aunque con muchas imprecisiones en sus designios, Claudio Enrique de Rouvroy, conde de Saint-Simon, pens en la nece~ sidad de reformar la vida de la sociedad. No pretenda dar fin

    12 P. Krotpotkin, La gran revolucin, Barcelona (1909), t. n. 13 Vide M. Cruells, Los movimientos sodales en la era industrial, Barcelona,

    1967; H. E. Frielaender, Historia econmica, Mxico, 1957; Max Beer, 1 Histar 01 British Socialism, Londres, 19191920, t. T.

    14 Ibidem. 11> Hubert Bourgin, eontribution [,tude du Socialisme Iranfais, Pars,

    1905; Jacques Nicolai, La eonceptin de l'volution Social, Pars, 1910; ef. Ch. Gide, F()Urier, Pars s.f.

    a. las desigualdades omisin de las Ilt1 l . posibilidad de : ,hombre con el hOI dbiles y haciend< desenvolvimiento e

    Saint-Simon pro social que como COl cuando se entreg hacia el valle de .bu guno, pero s hizo ( nes ,en el discurso observaciones y pro: se le catalogue de mrito, por su tratCl sido uno de los fu

    Dentro de la mis rentesco con la fa quien si es verdad idealizaciones, tamt 10 prctico. Sus PI a las fabulosas fom pblica imaginaria gls para caer en la: gimnasia corresponl instrumentos para] empresa. Debase a 1 de . contable. Sin el] alma humana; tamp . pero con la idea de ble o intil. Para el faltaba en l la 08aJ ingenuidad. 18

    Un pueblo como luntad a la Revoluci

    16 C.H. Saint-Simon, Ce ges Weill, Un Prcurseur

    17 ef. G. Gurvitch, raine, Pars, 1955.

    18 R. Owen, A BooII. Sargent, Robert Owen ti Noyes, Histar 01 Amerie

  • . CARTILLA SOCIALISTA

    a las desigualdades; quera la orga,nizacin sedal, haciendo omisin de las intrusiones o influencias del Estado. Crea en l . posibilidad de acuar un orden societario, vinculando 41 ,hombre con el hombre, construyendo la defensa, de las partes dbiles y haciendo compatible el desarrollo hum(lno con el desenvolvimiento econmico. 16

    Saint-Simon proceda ms como un promotor del anlisis social que como constructor de una nueva sociedad; ahora que cuando se entreg a los fogonazos de la imaginacin, se desliz hacia el valle de las alegras. En ste no pudo erigir templo al- . guno, pero s hizo de tallugai, un punto de partida para quienes en el discurso de los aos trataran de excederle en sus observaciones y proposiciones. De aqu que si con cierto desdn se le catalogue de utopista, no por ello se le puede restar el mrito, por su trato con las cuestiones de la sociedad, de haber sido uno de los fundadores de la sociologa contempornea. 17

    Dentro de la misma clasificacin que tiene tan estrecho pa. rentesco con la fantasa, qued considerado Robert Owen, quien si es verdad que en ocasiones ascenda al cielo de las jdealizaciones, tambin es exacto que sola rozar el suelo de lo prctico. Sus proyectadas comunidades no correspondan a las fabulosas formaciones sociales de Saint-Simon ni a la re pblica imaginaria de Toms Moro. Era Owen demasiado in gls para caer en las tentaciones de la ficcin. Su formacin y gimnasia correspondan a la era industrial. Haba inventado instrumentos para mejorar los rendimientos del trabajo y la empresa. Debase a la disciplina de los nmeros. Tena carcter de' contable. Sin embargo, sobre eso no poda esconder una alma humana; tampoco un espritu ambicioso de innovaciones; pero con la idea de no exterminar lo que estimaba despreciable o intiL Para emprender una tarea destructora del pasado faltaba en l la osada; aunque llevaba ('n s un sobrante de ingenuidad. 18

    Un pueblo como el britnico, opuesto por naturaleza y voluntad a la Revolucin Francesa y entregado al optimismo que

    16 e.H. Saint-Simon, eatehisme Poritique des Industriels, Parls, 1832: Georges 'Veill, Un Preurseur du Socialisme, Pars, 1894.

    17 ef. G. Gurvitch, Les Fondateurs fran:aises de la Soeiologie eontempomine, Pars, 1955.

    18 R. Owen, A Book of the New Moral World, Glasgow, 1812: Vide, R. Sargent, Robert Owen and his social PhjlosOPhy, Londres, 1860; John H. Noves, History 01 A menean Soeialiml, Filadelfia, 1870.

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    producan el hierro y el vapor, no poda sentir ni creer en la necesidad de aterrar un nivel, para hacer un segundo nivel. Inglaterra, para probar y comprobar el valor de su vocacin pragmtica, buscaba lo yermo. No deseaba luchar contra lo pretrito, sino que quera conquistar lo futuro; no iba a ocupar su espritu empresario en demoler, antes en construir. De all el principio de su doctrina colonial.

    Owen no podra escapar al influjo del pensamiento de su patria; y aunque la transfiguracin social que proyectaba tambin tena los visos del coloniaje, era para constituir una nueva sociedad y no con el objeto de establecer un dominio. El ovenismo no corresponda a una mera teora de asociacin y sujecin. Propenda a una equidad colectiva.. En Owen viva una desilusin en sus tratos con el industrialismo; la esperanza en una sociedad mejor organizada. Para ello no haca distingo de pobres y ricos en el orden moral o fsico. Slo ambicionaba la dicha general. 19

    Crea en la instauracin de comunidades equitativas en lo que respecta a su existencia econmica; dichosas en lo que pudiese ataer al entendimiento; pero de tanto orden, que se olvidaba de los derechos de la autonoma individual o cuando menos tal independencia formaba en la lnea accesoria. La libertad del ovenismo no se apartaba del concepto ingls: la libertad no debe guiar al hombre, sino es el hombre el que ha de dirigirla. Por esto, el juicio de Owen as como sus proyectos se tenan en Europa por utpicos y por Jo mismo eran desdeados y considerados como pueriles y errneos. 20

    Verdad que crey posible construir una nueva sociedad dentro del casco de la vieja. Verdad que en sus planes no hizo balance de los progresos del industrialismo ni del acrecentamiento del capitalismo. Verdad que no acudi, con sus pensamientos a la recomendacin de procedimientos violentos para transformar al mundo y llevarlo al bienestar; como tampoco prohij los instrumentos de una guerra social. Verdad que su programa estaba aglutinado por partculas, olvidando la existencia de una sociedad universal. Verdad todo eso; pero en cambio preconiz la justicia social dentro de lo que se propona construir. Haba en sus empresas tantas reglas bienhechoras, aunque exentas del anlisis del sansimonismo, que siempre se le

    19 Apud Sargento

    2il Ibdem.

    ha colocado en la socialismo. la!

    Pero si remiram preliminares de la mos con verdadero trabajos del social: las ideas en nuestI universalidad mex citamos como mero temperatura inicial dial.

    Sin embargo, tra en Mxico, Owen j regrina idea de qut: te el territorio de ideal -una repbli4 su voz, en tan extr. tenerla. Su palabra desdn, la ignoranc porque los propsit4 del astuto aventure: tado Onis, solicit cesin para colonizo

    Owen, contrarian Oteando el horizon lugar a donde crey( advertir que al pedi cer sus comunidades cionalidad.

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    21 Beer, OO. cit. 22 Lucas Alamn, Bist.

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    ha colocado en las pginas sobresalientes de la historia del socialismo. 21

    Pero si remiramos a Sain-Simon y a Owen y repasamos los preliminares de las luchas sociales, se debe a que persegui. mos con verdadero inters las primeras vinculaciones o primeros trabajos del socialismo con o en Mxico. La anatoma de las ideas en nuestro pas es un inequvoco termmetro de la universalidad mexicana. Y si no Saint-Simon (a quien slo citamos como mero antecedente) , s fue Owen quien nos dio la temperatura inicial en el inmenso cielo del pensamiento mundial.

    Sin embargo, tratando de introducir o ensayar el socialismo en Mxico, Owen fue desafortunado. Desafortunado por la peregrina idea de que los mexicanos pudiesen ceder graciosamente el territorio de Texas, para instaurar en l una repblica ideal-una repblica socialista. Desafortunado tambin, porque su voz, en tan extraa peticin, no tuvo resonancia. No poda tenerla. Su palabra escrita se perdi entre la desconfianza y el desdn, la ignorancia y un nacionalismo incipiente y estrecho; porque los propsitos de Owen no encerraban maldad, como los del astuto aventurero Moiss Austin, quien valindose del tratado Onis, solicit y obtuvo de las Cortes de Espaa la concesin para colonizar las tierras de Texas. 22

    Owen, contrariamente a Austin, era un idealista y ensayista. Oteando el horizonte, haba encontrado en el suelo texano el lugar a donde crey hacer sus experimentos sociales; pero sin advertir que al pedir la independencia de Texas, para establecer sus comunidades socialistas, iba a lesionar a una naciente nacionalidad.

    Este proyectismo de Owen no era delirante ni entraaba intencionalidad. Texas se present a su vista no a manera de territorio por conquistar, sino como la tierra virgen de la promisin, adonde nada estaba hecho y todo por construir. No quera aquel suelo para ponerlo bajo sus plantas, mandarlo y gobernarlo a su capricho y antojo. Lo quera vindole y palpndole como arcilla maleable en la cual, conforme a su doctrina, moldeara una humanidad ajena. a las guerras y hecha en la educacin y en respeto entre los semejantes.

    21 Beer, ob. cit.

    22 Lucas Alamn, Historia de Mjico, Mxico 1852, t. l.

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    Peda loimposble; pero lo fundamentaba en la bondad de sus ideales. Construira un "nuevo estado de la sociedad" Qu clase de sociedad? Una sociedad, deca, en la que el hombre gozara "de la ms completa seguridad desde su nacimiento hasta su muerte", 23

    La independencia de la repblica ovenista, en el caso de que Mxico hiciese la cesin territorial, para que all se realizase un cambio "radical de la raza humana", estara garantizada ~e dianle el protectorado de Mxico, Estados Unidos y Gran Bretaa. 24

    De muy singular inocencia era el plan acariciado por Owen. Su repblica -la Repblica Socialista- preparara los medios para "poner fin a las guerras, a las animosidades religiosas, a las rivalidades mercantiles entre las naciones y a las disensiones entre los individuos", de manera que la poblacin universal se viese "libre de la pobreza o del temor de ella". 25

    Owen aseguraba que la aplicacin de sus propsitos sera una "revolucin moral", para mejorar "la condicin de los productores", quienes impediran "destruir por medio de una revolucin fsica a los no productores". 26

    Al proponer esa nueva sociedad, no pretenda empezar tal tarea con la instauracin de un gobierno. l no era gobernante, sino un constructor idealista. Deca que por sus ensayos en "Inglaterra y Escocia" conoca los "principios de la ciencia", gracias a lo cual saba "formar un carcter superior a los nios que no estuviesen enfermos fsica o moralmente", as como crear "grandes riquezas para todos y sin dao a nadie". Crea, pues, en la "necesidad de comenzar la regeneracin del modo de ser de la raza humana, en un pas en que las leyes y las instituciones" fuesen establecidas de acuerdo "con los principios ovenistas". 27

    Despus de esa peticin al gobierno de la repblica, hecha con el "caracter de ciudadano del mundo", no conocemos otro documento en el que Owen haya insistido en establecer co

    "lonias en Mxico; aunque su hijo Robert Dale, tan prolfico

    23 Robert Owen, Peticin ... a la Repblica Mexicana, septiembre de 1828. Ms. Exp. s.n., Colonizacin, Arch. Sra. de Relaciones.

    24 Ibidem. 2lSIbidem. 26 Ibidem. 27Ibidem; Cf. Fran~ois Sargent, Le eommunisme au Nouveau Monde, Dijon,

    1900.

    en el trato de las il dej de pensar que una "nueva socieda

    Con ese episodio socialismo con M: e inciertas, las hube que se codeaba COIl que hablar social y

    y si no de sociali: la demOcracia sOCia mienzos del segunc: ciones fueron dbile inters que despen de un creyente. Un (1840), la hemos te tor francs con la bJ que sin estar estudi. a hombres menospI mando y gobierno.

    A la presencia de sociedad mexicana d europeo del 1840 a pas; aunque no se ideolgicas. Las lud im portantes caras, .p por la ausencia de t rosas, hicieron impc: rios universales ya] munidad nacional.

    Hay una rfaga d la felicidad del mu yectos falansterianos calientes hacia 1850 acontecimiento son gacin especfica COl fondo sobre este ca designios de Charle tuvo un nuevo con

    28 el. Robert Dale Ot Cabe, Robert Owen, Loo

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    11

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    CARTILLA SOCIALISTA

    en el trato de las ideas de su padre; observa que este nuna dej de pensar que el suelo mexicano era el ms propio par una "nueva sociedad". 28

    Con ese episodio ovenista, termina el primer contacto del socialismo con Mxico. Citaciones socialistas siempre vagas e inciertas, las hubo en aos posteriores a Owen entre la lite que se codeaba con el conde de la Cortina, de quien habr que hablar social y literariamente, algn da.

    y si no de socialismo, s de un populismo emparentado con la democracia social, hubo amantes en Mxico hacia los comienzos del segundo tercio decimonnico. Tales manifestaciones fueron dbiles y en la realidad guiadas por la simpata e inters que despert Robert de Lamennais con sus Palabras de un creyente. Un ejemplar de tal obrita, editada en Mxico (1840) , la hemos tenido a la mano y advierte el roce del escritor francs con la historia de las ideas en nuestro pas; historia que sin estar estudiada ni escrita, es un resplandor que ilustr a hombres menospreciados bajo el peso de las ambiciones de mando y gobierno.

    A la presencia de Lamennais en el crculo de una pequea sociedad mexicana de letras, se sigui el influjo del pensamiento europeo del 1840 al 1850. A tal influjo no pudo escapar el pas; aunque no se observaron manifestaciones levantiscas ni ideolgicas. Las luchas intestinas, originadas en una de sus ms importantes caras, por la falta de una cohesin social, as como por la ausencia de un cuerpo selecto con ideas propias y generosas, hicieron imposible la vinculacin de Mxico a los idearios universales y a las preocupaciones por el bienestar de la comunidad nacional.

    Hay una rfaga de universalidad -tambin de esperanzas en la felicidad del mundo carente de pan y techo- en los proyectos falansterianos de Jos Mara Chavz, ensayados en Aguascalientes hacia 1850; pero las noticias que poseemos sobre este acontecimiento son tan precarias, que se necesita una investi. gacin especfica con el deseo de llegar a un conocimiento de fondo sobre este captulo, en el que estn claros la imagen y designios de Charles Fourier, gracias a cuyas ideas, Mxico tuvo un nuevo contacto con el socialismo. Pero cmo haba

    28 el. Robert Dale Owen, Threading my Way, N. York, 1874; J'ide J. Me Cabe, Robert Dwen, Londres 1920.

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    entrado a Mxico el genio furierista y en cambio se escapaban el de Pedro Jos Proudhon y el de Karl Marx?

    Las ideas de estos dos ltimos llegaran muy demoradas al pas. No exista, expliquemos las causas, una intelectualidad nacional procuradora de ideas polticas ni de ilustracin uni. versal; tampoco el artesanado haba alcanzado, como en Europa, una personalidad obrera. Vivase en Mxico con los paos me nores del operario dominado por una mentalidad rural. La industria textil, que practicaron, pero tambin idealizaron Alamn, Antuano y Baranda, daba sus primeros pasos, utilizando, sin tcnica ni provecho, los brazos de mujeres y nios. La miseria vista en la pobreza de la alimentacin, vivienda e indumentaria, formaba en la costumbre nacional. La congoja y el dolor humanos entraban en la consideracin de males incurables. El nico roce entre el pensar y la sociedad estaba en la beneficiencia -establecimiento de tan pequea superficie como de aplicacin humillante.

    En medio de ese cuadro era ms fcil llegar a la sociedad de la mano de Charles Fourier que del brazo de Pedro Jos Proudhon o Karl Marx. El furierismo en Europa -y tena que ser as en Mxico- fue el proemio de las grandes ideas sociales; la gnesis de un cuerpo doctrinal; el alumbramiento de un principio confonne el ser humano no debera vivir del ser humano, sino con el ser humano.

    A este solo pensamiento que felizmente inund el mundo, cambi el concepto y objeto de la sociedad. Marx mismo no hubiese llegado a su sntesis social, sin el antecedente de Fourier; sin los preliminares del furierismo; y esto que Marx posea una cabeza privilegiada y era tan respetable por su saber.

    Sin embrago, para el desarrollo de su doctrina necesitaba de la energa y calor que produce el fuego de las contradicciones; y tal puede observarse en la repulsa marxista a las teoras de Saint-Simon y Fourier; pero ms especialmente a las de este ltimo. 29

    No bast a la redonda cabeza de Marx la diseccin y construccin sodales de los dos tericos anteriores a l. Verdad es que fue Fourier el primero en aceptar el designio de dar fin a la descomposicin social que sufran los pases concurrentes a la revolucin industrial. Pero si se persegua acabar

    29 Annimo, El esfuerz.o, Mxico, 1851.

    con los males que cal ser parte de ese neo eran la causa del des ciaba? so Los instrum gurar una edad de sal tes en las que, segn eran causa y efecto? a una utopa, segn la

    Adems, conforme dase integrada la soci tradiccin social- de constitucin de clase.! tambin, la lucha entl

    Fourier, ms que & una annona universc; miento social en edad4 cado, barbarie, civilW nismo. 34

    En cul de esos e procuraciones de Fou zos del garantismo. 1 Estado transpondra" para fijar su horizont el Estado absorbi, su cipios del socialismo} luchas sociales que COI siglo pasado a los das

    A la poca que rem de la frmula de dar lo mismo no lesionaba institucionalidad, de f4 que no ocurrira un re sin, es necesario reite

    30 Ch. Fourier, Thorie d'Association domestique ag

    111 ef. M. Sambuch, Le &l Fourier, Mxico, 1940.

    32 Apud Sambuch; H. De porains, Pars, 1957.

    83 q. Pourgin, ob cit.; A. 34 A. Alhaiza, Historique

  • 19

    r

    CARTILLA SOCIALISTA

    con los males que causaba el naciente industrialismo, podan ser parte de ese necesario derrumbamiento, los mismos que eran la causa del desequilibrio que el propio Fourier denunciaba? 30 Los instrumentos para curar una enfermedad e inaugurar una edad de salud social podan ser usados a las dos partes en las que, segn Marx, estaba dividida la sociedad, y que eran causa y efecto? 81 No; tal significaba una mera fantasa; una utopa, segn la expresin marxista. 32

    Adems, conforme se desarrollase el industrialismo, y quedase integrada la sociedad capitalista, la separacin -la contradiccin social- de causa y efecto, sera mayor. De all la constitucin de clases; clases imposible de acoplarse. De all tambin, la lucha entre un nivel social y otro nivel social. 33

    Fourier, ms que Saint-Simon vea la meta de la sociedad en una armona universal. Presentaba la historia del desenvolvimiento social en edades precisas: edenismo, salvajismo, patriarcado, barbarie, civilizacin, garantismo o sociantismo y harmonismo. ll4

    En cul de esos estadios estaba el mundo al punto de las procuraciones de Fourier? Corran, en tales das, los comienzos del garantismo. En ello Fourier fue un clarividente. El Estado transpondra velozmente sus rdenes y preocupaciones, para fijar su horizonte en la garanta social. De esta manera, el Estado absorbi, sin ser socialista, uno de los mayores principios del socialismo y con ello destronc el valimiento de las luchas sociales que conmovieron al mundo desde mediados del siglo pasado a los das anteriores a la Primera Guerra Mundial.

    A la poca que remiramos, pues, el furierismo estaba dentro de la frmula de dar bienestar y garantizar ese bienestar. Por lo mismo no lesionaba intereses establecidos; pero s prevea su institucionalidad, de forma que la sociedad estuviese segura de que no ocurrira un rebote de los males ya curados. Haca omi. sin, es necesario reiterarlo, de una lucha violenta para el esta.

    30 Ch. Fourier, Thorie des Quatre Mouvements, Besanson, 1808; Trait d'Association domestique agricole, Besanson, 1822.

    31 el. M. Sambuch, Le Socialisme de Fourier, Pars, 1900; Vide, F. Armand, Fourier, Mxico, 1940.

    32 Apud Sambuch; H. Desroches, Notes sur les tudes Fouriristes eontem porains, Pars, 1957.

    33 cp. Pourgin, ob cit.; A. Pinloche, Fourier et le Socialisme, Pars, 1933. 84 A. Alhaiza, Historique de l'cole Socitaire, Pars, 1894.

  • 2Q HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    plecimiento de su rgimen. Parecale que a su propagacin recibira el beneplcito universal; porque quin podra oponerse a ganar una condicin mediante la cual tendra asegurado no solamente el pan, el techo y el trabajo, sino tambin la placidez, puesto que el genio previsor no haba olvidado ningn aspecto de la vida que condujese al desengao y la desesperacin? As dejara de existir el miedo al hambre y a la intemperie. 811

    De estos enunciados de Fourier, asociados a los de SaintSimon, se derivaron tambin los estudios que sobre la sociedad hizo Pedro Jos Proudhon. Posiblemente tUv.o ms influjo sobre Proudhon el predicado furierista que el sansimoniano. Fourier y Proudhon eran originarios de Besanson. El primero haba nacido el 7 de abril de 1772; el segundo, el 15 de enero de 1809; 86 a aqul ms que la observacin, le incit el chispazo. Despus, se entreg a todos los caminos que ofrece la imaginacin al hombre. As invent y vaticin; proyect y construy; pero todo 10 hizo sin conocimiento de causa y sin examen de cimentacin, 31 pero no por ello se pueden borrar o ignorar las huellas de su bondad y los alcances de su clarividencia.

    Proudhon estaba hecho de otra pasta. Sin embargo, galopaba. No se apartaba de las interrogaciones que se presentaban sobre la testa y vientre de la sociedad; pero estaba dominado por la devocin a los asuntos polticos. De aqu que no ayuntase estrecha e indisolublemente las cuestiones del Estado y de la sociedad. Esto no obstante procedi con ciencia y razn al cotejo de ambas entidades; y las disparidades que hall, le condujeron a importantes conclusiones. 88

    Analiz las diversificaciones y distorsiones del Estado. La humanidad podra zozobrar en medio de la inmensidad estatal; y si no era posible reglamentar al Estado para mermar su poder, puesto que tal suceso tendra que corresponder al propio Estado, s era dable fraccionar la facultad autoritaria, y con esto fundar un rgimen federalista, lo que producira la minoracin de las fuerzas y abusos del Estado. Esto equivala en la

    115 Ibdem. 86 Apud Alhaiza; Armand Cullivier, Proudhon, Mxico, 1934. 87 Apud Armand; Apud Alhaiza. 88 ej. P. J. Proudhon, Mies Rvolutionnaires, Pars, 1849; eontradictions

    Politiques, Pars, 1870.

    e

    doctrina prudoniana l aqu el parentesco del

    El . pensamiento de P xco por los polticos ] durante el santanismo, -el espritu de libertad

    Este captulo, que F4 crea en una asociacin noma disciplinada y d cismo libertario. "La s mezcla en la cual una I un concepto que forma fue reproduccin del F inspirado por Saint-Sim simoniana, sino con un daos y beneficios del (

    Estudiando este probl t ~i la propiedad era o robo de la persona ine social. La propiedad pue y puso en coma todo r ces a las familias humar

    Reformista como era Proudhon hace una mm1 en ocasiones llaman de ponde, en la verdad y re: del siglo XIX, en el que el que peda la reforma cracia poltica: Fourier forma econmica a la dA

    Por esto no es desact enemigo del orden soci; zaba el orden gubernaJl los regmenes autoritari(

    89 Vide, Jules Puech. Le PI hon et l'Europe, Monchresdel:

    40 Ch. Fourier, Piegel et C~ 41 G/. Alhaiza. 42 P. J. Proudhon, Teorl4 e 48 G. Trujillo, El federalm

    ideas, Madrid, 1966, t. L 44 J. J. Chevalier. El Fedef'~

  • 21 CARTILLA SOCIALISTA

    doctrina prudoniana a una futura supresin del Estado. De aqu el parentesco del prudonismo y el anarquismo. 39

    El pensamiento de Proudhon, que seria introducido en M xico por los polticos liberales desterrados en Nueva Orlans durante el santanismo, en seguida de tocar el tema poltico -el espritu de libertad- sigue el examen del orden econmico.

    Este captulo, que Fourier no haba convivido, puesto que crea en una asociacin voluntaria ajena a los sistemas de economa disciplinada y disciplinaria, slo procuraba un organicismo libertario. "La sociedad (escribi Fourier) no es una mezcla en la cual una substancia predomina sobre la otra. Es un concepto que forma un organismo." 40 As, tal captulo no fue reproduccin del pensamiento de Fourier. Proudhon fue inspirado por Saint-Simon; 41 pero ya no con la intuicin sansimoniana, sino con un mtodo que le condujo a estudiar los daos y beneficios del derecho de propiedad.

    Estudiando este problema de la sociedad, Proudhon no dispu. t si la propiedad era o no un robo. Lo afinn; pero no como robo de la persona individual, sino como robo al bienestar social. La propiedad pues, merm la solidaridad de la sociedad, y puso en coma todo rgimen guiado por la idea de hacer feli ces a las familias humanas. 42

    Reformista como era en el trato de la sociedad y el Estado, Proudhon hace una mixtura. Presenta un tipo de socialismo que en ocasiones llaman de "pequeoburgus"; pero que corresponde, en la verdad y realidad, al socialismo francs de la mitad del siglo XIX, en el que se distinguan dos grupos de doctrina: el que peda la refonna econmica prescindiendo de la democracia poltica: Fourier y Proudhon, y el que asociaba la reforma econmica a la democracia poltica: Marx y Engels. 43

    Por esto no es desacertado decir que Proudhon no era un enemigo del orden social de bienestar humano; pero s rechazaba el orden gubernamental que equivale a la negacin de los regmenes autoritarios que suplantan el orden voluntario. u

    39 Vide, Jules Puech, Le Proudhanisme, Pars, 1907; M. Amoudruz, Proudhan et l'Europe, Monchrestien, 1945.

    4() Ch. Fourier, Pieges et Charlatanisme des deux Sectes, Pars, 1835. 41 Cf.Alhaiza. 42 P. J. Proudhon, Teora de la propiedad, Madrid, 1873. 43G. Trujillo, El federalismo, Madrid, 1967; P. Trouchard, Historia de las

    ideas, Madrid, 1966, t. l.

    44 J. J. Chevalier, El Federalismo, Madrid. 1965.

  • r

    22 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    Fourier, en este sentido, si no con la idea ya clarificada como la de Proudhon, s bien manifiesta en sus propsitos "no recurra al Estado ni a ningn cuerpo poltico para organizar su sistema falansteriano. .. (vea) en la falansterio dos formas de descentralizacin social: una econmica y otra territorial, que implicaban dos especies diversas de federalismo". 45

    Descbrese en todo esto una contigidad de Fourier y Proudhon. No as de stos con Marx. Proudhon con apoyo en Fourier cre un cuerpo doctrinal tan revolucionario como el que ms, basado sobre la libertad y biencomn del hombre. 46 Marx, en cambio, estableci un poder del Estado capaz de producir y distribuir equitativamente las riquezas sociales. Omiti as, la idea de libertad, como si sta formase nicamente dentro de las utopas; 47 y si sus conclusiones corresponden a la propiedad de su criterio, no por ello dej de asociar el origen de su pensamiento al furierismo. 48

    Pero lo fundamental de los das europeos que corrieron dentro de la quinta dcada de la centuria decimonnica, es que los pensadores, al tiempo de analizar las condiciones de la sociedad, exponan los remedios a los males que observaban.

    Fourier a pesar de sus utopas (escribe M. Cruells) e incluso de sus extravagancias especulativas y lingsticas nos presenta un fiel retrato de la situacin social de su tiempo. .. pero quien dej una huella profunda de esa poca fue Pedro Jos Proudhon. .. (quien) con su doctrina intent la capitalizacin industrial por medio del crdito obrero; 49 pero como se ha dicho, trata como filsofo y poltico de hallar un diluente del Estado, y da nacimiento a un federalismo aplicado a todos los rdenes de la vida. Siente los principios del anarquismo, forma de revolucin social muy propia de las capas sociales que en los primeros estadios de la industrializacin deja la ag:icultura para pasar a la industria. 50

    Al desarrollo industrial entre los treintitantos y los cuarentitantos; al crecimiento del pauperismo; a los trfagos del capitalismo yal sentido humano que la novela -Sue y Sand- dio

    45 G. de Rugiero, Historia del liberalismo, Madrid, 1944.

    46lbidem; M. Lair, Proudhcm pere de I'Anarchie, Pars, 1909.

    47 Vide Rugiero y Trouchard; Cf. Pi y Margall, La reaccin 'Y la revolucin,

    Madrid, 1854. 48lbidm; Apud Trouchard; Vide Lair ch. supra. 49 Apud eruells. 50lbidem.

    a la sociedad, surgi no fueron, pues, nic Fourier y Owen.

    Ahora, hacia la d. nin, Herzen, BJanqui, gobiernos, mientras

  • 23 CARTILLA. SOCIALISTA

    a la sociedad, surgi la gran plyade de los rebeldes sociales; no fueron, pues, nicamente los preliminares de Saint-Simon, Fourier y Owen.

    Ahora, hacia la dcada citada, son Marx, Proudhon, Bakunin, Herzen, Blanqui, quienes hacen temblar con sus iras a los gobiernos, mientras que Feuerbach conmueve con su atesmo y Mazzini engendra el nacionalismo y hace creer al pueblo en un nuevo mesianismo. Al mismo tiempo, Max Stirner es el gua de la juventud. Su El nic.o y su propiedad, fue un volcn que convulsion a los jvenes europeos; que todava modela espritus en nuestros das. 111

    Tan grande era el alma revolucionaria de aquella mitad de siglo como respuesta a la intensidad y expansin del capitalismo, que los sansimonistas, tan de suyo quietos y apaciguadores, sufrieron una evolucin. No desistan ciertamente de sostener el derecho de propiedad, pero buscando la repercusin de sus ideas, construyeron en Cond sur Vosges una comunidad de solidaridad y autonoma. 52

    El diputado Baudet-Dulary don a los sansimonistas quinientas hectreas y all fundaron una "colonnie socitaire". Despus, establecieron otras en Cdiz y Argelia; aunque la ms importante fue la de Jean Baptiste Godin, en Guisa. Aqu qued establecido, como anticipo a un "industrialismo comn", un gran complejo metalrgico; y a ste se asociaron las construcciones habitacionales, escolares y de espectculos. Queran aquellos "tericos y prcticos" de la socialidad, transformar la arquitectura, fabricar nuevos tipos de viviendas y fijar los alquileres a razn de 25 cntimos el metro cuadrado. Sin embargo, aquel arquetipo de comunidad se derrumb despus de haber visto florecer una poblacin de dos mil y tantas almas, durante la Primera Guerra Mundial. El ensayo haba sido ejem. pIar, y el mundo capitalista tom noticias de tal comunidad, para implantar reglas y modalidades en las urbes de nuestros das.1il!

    111 Apud Trouchard; Apud Gurvitch; Vide Cullivier oh cit.; CI. Pi y Margall oh cit.; Vide Cruells, oh cit.; A. Sou'hy, Capitalismo y democracia, Buenos Aires, 1955; Cr. Ch. Morag-, El apoqeo de la bure:uesa, Barcelona, 1965.

    112 Apud Gurvitch; R. Rocker, "Socialismo Constructivo", en La Protesta, Buenos Aires, 4 mano, 1929.

    1i31bidem; Cf. F. Myoue, Le Famileslere, Parls, 1886.

  • I

    r,24 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    Los progresos de las ideas sociales condujeron a una competicin que se disputaba el apoyo de los agrupamientos polticos. Las rivalidades personales y de partido adquirieron cuerpo de antagonismos peligrosos; aunque la aplicacin de teora y proyectos destinados al bien social posea un fondo de liberalidad y utilidad.

    Todos los pensadores sociales beban en las similares fuentes; todos se dirigan a un mismo fin. 114 Los designios sociales eran tan novedosos como opulentos y fuertes los baluartes del mundo industrial y capitalista, que las ideas se agrupaban y defendan en una nica y grande plaza.

    Proudhon haba alcanzado una decisiva influencia entre los liberales y hombres del progreso, mientras peleaba con los mar xistas, furieristas y sansimonistas fuera del radio del poder francs. Marx, sacudiendo tambin los cimientos de los llamados utopistas, luchaba contra Proudhon, burlndose de ste y dando bases a la transformacin de la propiedad individual y de los instrumentos de trabajo. Marx, en efecto, entraba recta y va lientemente al mundo social con su proposicin de propiedad colectiva. 55

    Debido a su carcter guerrero al que asociaba la agresividad de sus enunciados, Marx tena en su frente principal numero sos adversarios; y si detena al contrario era por el portento de su ilustracin y lo vasto de su talento -era un sabio de la edad romntica, en la que no se entenda el pensamiento sin la batalla. Creaba as un mundo de guerreros sociales, de quienes l era el sobresaliente. 5e

    1banle a la zaga otros combatientes, que si no organizaban agrupamientos ni hadan escuela s derramaban ideas en abundancia. 57 Wilhem Wietling remozaba los principios de Hbert, el descendiente de Babeuf; aunque dejando al margen la idea de las sociedades secretas. 58 Etienne Cabet, daba a luz su Voyage et Aventures de Lord William Carisdall en Icaria y pretenda hacer realidad sus ensueos; y esto en medio de muchas

    114 Max Nettlau, La anarqua a travs de los tiempos, Barcelona, 1935. 115Ibidem; Cf. CulJivier oh cit.; Apud Alhaiza; Vide Max Raphael, Proud

    hon, Marx, Picasso, PariB, 1933 66 Ibidem. 117 Cf. Nettlau, ob. cit.

    68 A. Tierno Galvn, Baboeuf i' los Iguales, Madrid, 1967; L. Jacob, Hbert,

    Pars, 1860: Apud Souchy.

    desilusiones. 111 Godwi tos griegos" su T he 1 rant, el ms elocuentj sobre la vida del hOD L'cole socitaire Ion.

    Con todo esto, las como consecuencia de ricano como resultadc cin y la sociedad det vida social qued ine fluy en eso Karl ?da; base para otras ideas , visible y efectivo a la

    Por esta razn, de caus el marxismo en conquistar la autorida Marx se sintiese acos; magno procurador de para la comunidad, se talento y del saber. ( mismo se burlaban de de Ricardo, ya de Co Max Nettlau, el ilUSb obras ajenas, puesto q tacin forzosamente JI

    En efecto, creaba C4 tenido notables p~ moderno y progres.ist con relacin a la polt traron a las casas de b en la economa de 1 sus principios sociales pases industriales.

    Esto no obstante. fuerza del talento. hiz lencias. Quera que la conforme al camino t

    IJ9Apud Nettlau. eoIbidem.

    11 Ibidem.

    62 Ibidem.

  • 25 CARTILLA. SOCIALISTA

    desilusiones. ti9 Godwin Barmby haca publicar "con fragmentos griegos" su T he Book of Platonopolis 60 y Victor Considrant, el ms elocuente de los furieristas, despus de su fantasa sobre la vida del hombre en la luna, escriba su Manfeste de L'cole socitaire fonde par Fourier. 61

    Con todo esto, las luchas polticas desdeadas en Europa como consecuencia del bonapartismo y en el Continente Americano como resultado del abismo entre los Estados en formacin y la sociedad desintegrada, adquirieron nuevos tintes. La vida social qued incorporada parcialmente a la poltica. Influy en eso Karl Marx. Su Manifiesto Comunista (1848) fue base para otras ideas y regmenes del decadentismo poltico tan visible y efectivo a la mitad del XIX.

    Por esta razn, de comprobacin histrica, gran impacto caus el marxismo en los agrupamientos polticos deseosos de conquistar la autoridad del Estado. Esto mismo origin que Marx se sintiese acosado por las rivalidades polticas; y aquel magno procurador del equilibrio econmico y de la justicia para la comunidad, se convirti en una fibra sensibilsima del talento y del saber. Creyse circundado de "enemigos que lo mismo se burlaban de sus ideas que le acusaban de plagiario, ya de Ricardo, ya de Considrant; pero Marx, como lo observ Max Nettlau, el ilustre historiador del anarquismo, no copi obras ajenas, puesto que a sus estudios les dio una "interpretacin forzosamente marxista". 62

    En efecto, creaba con sus trascendentales trabajos, que han tenido notables proslitos al travs de un siglo, un mundo moderno y progresista manifestado en definiciones precisas con relacin a la poltica y al poder. As, sus enunciados penetraron a las casas de las leyes y a las mentalidades pragmticas en la economa de las naciones; y todo eso, mientras que sus principios sociales invadan el terreno de las lites en los pases industriales.

    Esto no obstante, la emotividad, producto siempre de la fuerza del talento, hizo a Marx, se repite, un hombre de violencias. Quera que la sociedad y el individuo se desarrollasen conforme al camino trazado por el marxismo. Quera tam

    ti\) Apud Nettlau.

    60 Ibidem.

    81 Ibidem.

    82 Ibidem.

  • ,

    26 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    bin que su doctrina social no slo fuese admirada, sino obedecida. De all parti el culto autoritario -el desenvolvimiento del estatismo- y con lo mismo surgieron numerosos enemigos del Manifiesto Comunista, que no entendan cmo aquel hombre que preconizaba una transformacin social haca omisin de las libertades. Cmo podra vivir -se preguntaban los negadores del marxismo- una sociedad sin los goces y defensas que proporciona y asegura la libertad?

    Marx, orientada su doctrina al establecimiento de una ortodoxia social, pareca menospreciar la autonoma individual. Esto no era as de matemtico. Marx escalonaba la evolucin humana. Haba dentro de su ideario un acercamiento al sansimonismo y al ovenismo. Adems como en los das que viva, la libertad tena las caractersticas de lo tormentoso, Marx, dejando a su parte la libertad poltica, sin condenarla, no consider la libertad social, creyendo que de auspiciarla exclua la posibilidad de que el proletariado diese el primer paso de reivindicacin, que segn l consista en tomar el poder. Reserv, pues, la libertad para los das que se sucediesen al establecimiento del comunismo. 63

    No fcilmente adquirira creyentes la tesis de Marx. La reaccin que produjo entre los devotos de la libertad adquiri caracteres de un personalismo fiero, en ocasiones atropellado e inconducente, que caus demoras en el desenvolvimiento mental del proletariado. 64

    M uchas horas quedaron perdidas al socialismo mundial; aun que tambin sirvieron para purificar ideas y procedimientos. Asimismo, para establecer el principio de una inmutable e imperecedera batalla entre la libertad y la autoridad; batalla a la que ha concurrido el hombre en cada uno de sus actos, de manera que no puede ser marginada de 10 historiable.

    De esa misma batalla, en lo que respecta a la organizacin preliminar bsica de la propagacin y adopcin de las ideas, naci la Internacional, organismo que se supona abrazara al proletariado mundial; pero que en sus comienzos slo pudo dilatarse a los pases europeos. Esto fue resultado no tanto de la escasez de comunicaciones extracontinentales, cuanto de la inexistencia en numerosos pases de una capa social que hu

    83 Tbidpm: Manifiesto comunista, Barcelona, 1890; Ch. Rappoport, Le Socialisme, Pars, s.f.

    C1 Apud Nettlau; Vide Rappoport, cit. supra.

    b!ese alcanzado, pol rIsmo.

    Entre los pases e Mxico. Aqu, las c' la manufactura mal eran, por igual, op rada durante el virr compatible con la 1 para fijar los estadi aqullas en las que I los elementos sufic definidos o median~ cin obrera mexic;u industrial, se pierde que sin organizacil y derecho, del pas.

    Con ese dominio mosas sobre la natt dente, Mxico tenfa y fue sta la causa organizacin de la 1

    Las noticias del t pero no por ello se ligan de la historia a la poltica, s es 1 ridad a la evolucin

    Hemos dicho arri que en Aguascalien del falansterio; pero y habiendo adquiri4 y definiciones y fun vulgadores mexican< de un reducido grU} principal, fueron til

    Hay fuentes de p sociales no eran ignc tual de los ltimos establecido en pgm los liberales constitu

    eil Vide Jos C. VaIadl

  • 27 CARTIlLA. SOCIALISTA

    biese alcanzado, por tcnica y economa, la condicin de obrerismo.

    Entre los pases que no contaron en la Internacional, estuvo Mxico. Aqu, las condiciones del trabajo y las modalidades de la manufactura mantenan el estado de la artesana. Artesanos eran, por igual, operarios y patronos. La gremialidad instau rada durante el virreinato no haba sufrido una transformacin compatible con la revolucin industrial; y aunque las fuentes para fijar los estadios del progreso fabril nacional, no son de aqullas en las que sea posible fiar, de todas maneras no existen los elementos suficientes para sealar los filamentos sociales definidos o medianamente definidos. Las huellas de una poblacin obrera mexicana constituida dentro del raqutico progreso industrial, se pierden envueltas en la pesadez de una masa rural. que sin organizacin ni ideario estaba apoderada, por nmero y derecho, del pas. 6~

    Con ese dominio de la ruralidad, que ha escrito pginas hermosas sobre la naturalidad de la gente y de su proceso ascendente, Mxico tena que vivir marginado de las ideas sociales; y fue sta la causa por la cual no se enter ni concurri a la organizacin de la Internacional.

    Las noticias del tal suceso llegaron al pas muy demoradas; pero no por ello se acercan a la curiosidad personal ni se desligan de la historia social de Mxico, que si no hace sucumbir a la poltica, s es bosque que proporciona sombra y prosperidad a la evolucin del pueblo mexicano.

    Hemos dicho arriba, por 10 que respecta al furierismo puro, que en Aguascalientes se registr una precaria manifestacin del falansterio; pero ya entrada la segunda mitad del siglo XIX y habiendo adquirido el socialismo sus propias caractersticas y definiciones y fundada la Internacional no se encuentran di vulgadores mexicanos anteriores al 1871. Y stos, con excepcin de un reducido grupo, poniendo al alcance del pblico la idea principal, fueron tibios y oficialistas.

    Hay fuentes de primera mano, para asegurar que las ideas sociales no eran ignoradas en Mxico, ora entre la lite intelectual de los ltimos das de Lucas Alamn, ora, como queda establecido en pginas anteriores, en el proceso formativo de los liberales constitucionalistas; pero ese socialismo estaba tan

    C:; Vide Jos C. Valads, El porfirismo, Mxico, 1941.

  • :

    28 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    intelectualizado que no tena capacidad para hacerse presente en forma y fondo. .

    El hecho es explicable, puesto que Mxico no concurs en la instalacin y evolucin del socialismo; y tal evolucin haba ocurrido entre crudezas y rudezas, pues concrecionado por Marx hubo de causar las ms dismbolas corrientes de opinin, no tanto por su esencia, cuanto debido a los procedimientos selec~ cionados para instaurarlo. As, mientras. Marx. crea en u~a clase, en un partido y en un poder POltICO, MIguel Bakumn, su principal contradictor, aunque apoyando y pr~onizando al igual de los marxistas, los mtodos violentos, conSIderaba que una sociedad comunista no sera sociedad de justicia y libertad, mediante el Estado, aunque ste fuese organizado y gobernado por una clase obrera.

    Bakunin, dueo de un portentoso talento, hecho ms que Marx en la lgica humana, inspirado por la irreverencia a la autoridad, ms creyente en la naturaleza del hombre que en los dictados de partido o del proyectismo partidista, fiel amante de los principios de libertad por los que haba sufrido tanto en los acomodamientos familiares como en los sociales, no po. da tolerar que una idea, nacida no en el cerebro de Marx o de otro individuo, sino en medio de una sociedad que no hallaba la base de su felicidad desde los das de la Revolucin Francesa, cayese bajo los poderes de un Estado que slo cambiaba de denominacin ideolgica por obra y gracia de la batuta del marxismo. 66

    Qu poda hacer el Estado (se preguntaba Bakunin) para realizar una transformacin social, cuando por su origen y contextura tendra obligadamente que empezar por conservarse a s propio y por lo tanto a negar la libre asociacin de los indio viduos y el espontneo aprovechamiento de sus bienes? 61

    No era (seguimos el pensamiento de Bakunin) la autoridad, en ninguna de sus formas hechas o por hacer, la llamada a di~. poner la forma del vivir ~ocia.l. Esto corr~sponda .al entendImiento, dictamen y coordmacIn de la mIsma SOCiedad. Para ello, Bakunin fiaba en la capacidad del individuo, en el incentivo que era el goce de la libertad, en l~s progresos de la ci:ncia que sera apta para dilatar sus benefICIOS a toda la sO~le?ad y en la cooperacin de persona a persona cuando se smtIese

    66 Elena Iswolsky, La vida de Bakunin, Barcelona, 1931.

    67 M. Bakunin, Obras, T.V., Barcelona, 1938; Vide Nettlau, ob. cit.

    ajena a un mande convivencia. 88

    Estas ideas bakl socialistas, provOCi plicables en aquel toriables en los ni sobre la materia, pases capitalistas, de Marx y Bakun: No son negables, I bos; pero a cuesti de grandes o pequ,

    Lo que s no cialista de aquellOll sin. Pero sta no y a sus procuracioIl el mundo socialist particiones, de mal de ideas, sino el v

    Uno de esos peru dad de la justicia; e correspondiente a 1 guntando a la socil del mando o en el

    Durante los aos qued catalogado e mero fundament i dad; el otro lo fij I mente, la proceden( funcionalmente, la

    Las guerras munc de China, el desen1 pitalista, la interna. fenmeno cubano, la postracin del ii Estado para hacer e tismo autoritario sic ciliado las frmulas

    68 Apud Bakunin.

    l\1l Ibdem.

    'lO Apud Nettlau; ef.

  • 29 CARTILLA SOCIALISTA

    ajena a un mando y duea total de su iniciativa, seguridad y convivencia. 68

    Estas ideas bakuninianas de antiautoridad, dividieron a los socialistas, provocaron peligrosas enemistades personales, inexplicables en aquellos das; pero comprensibles, aunque no historiables en los nuestros, puesto que las fuentes documentales sobre la materia, abiertas hoy tanto en la URSS como en los pases capitalistas, no tienen el menor signo de que la rivalidad de Marx y Bakunin hubiese sido movida con intencionalidad. No son negables, ciertamente, los recelos y agravios entre ambos; pero a cuestiones tan personales eran ajenos los agentes de grandes o pequeos Estados de la poca. 69

    Lo que s no fue posible evitar dentro del movimiento socialista de aquellos aos -de los actuales tambin- fue la escisin. Pero sta no dejara de ser provechosa al gnero humano ya sus procuraciones de felicidad; porque a partir de entonces, el mundo socialista que se acercaba al siglo xx, qued en dos particiones, de manera de hacer inigualable no tanto la lucha de ideas, sino el valor del pensamiento.

    Uno de esos pensamientos se hizo piedra angular en la sociedad de la justicia; el otro en la comunidad de la libertad. Aqul, correspondiente a la necesidad; ste, a la voluntad. Ambos preguntando a la sociedad cmo quera vivir: si en las exigencias del mando o en el ejercicio del apoyo mutuo.

    Durante los aos de la Internacional uno y otro pensamiento qued catalogado en la incompatibilidad, puesto que si el primero fundament lo porvenir social en el orden de la autoridad; el otro lo fij en la organizacin de la libertad. Funcionalmente, la procedencia y finalidad de la autoridad era la justicia; funcionalmente, la libertad significaba la autonoma. 70

    Las guerras mundiales, la Revolucin Rusa, la transformacin de China, el desenvolvimiento industrial, la universalidad capitalista, la internacionalzacin de los precios y la moneda, el fenmeno cubano, el desarrollo defensivo de Estados Unidos, la postracin del individualismo absoluto, la impotencia del Estado para hacer estable y cierta la justicia social y el despotismo autoritario siempre amenazante al bien pblico, han conciliado las frmulas de la Internacional, para establecer que la

    68 Apud Bakunin.

    f\9Ibidem.

    70 Apud Nettlau; Gf. Rocker, ob. cito

  • i

    30 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    libertad y la justicia deben ser paralelas, con lo cual han proporcionado al socialismo un nivel inequvoco en sus proposiciones y expedicin en sus aplicaciones; como consecuencia, al llegar el ltimo tercio del siglo XX, las ideas sociales adquirieron mayor cohesin y volumen.

    Inclyense en este desarrollo el furierismo utpico yel prudonismo poltico. El falansterio idealizado al travs del decimonnico, se acerca hoya la realidad. El molde de Fourier que pareci una mera fantasa -y el artista fue en gran parte el culpable de dar al falansterio los visos de una imagen de la ficcin- es actualmente la frmula llamada a sustituir las multitudinarias concentraciones urbanas, producto del industrialismo; porque ya no es cuestionable que la mejor manera para el manejo habitacional, distribuible y consumible, es la urbe. previamente organizada, para ochenta o cien mil habitantes. Este tipo de ciudad -falansterios gigantes- sera garanta de la equidad y autonoma sociales; con ellas comenzara la edad de la harmona, que hace un siglo y medio pareca un mero ensueo de Charles Fourier. '1'1

    En igual nivel de esperanza y realidad se halla el pensamiento de Proudhon, quien hizo del predicado federalista -foedus. en la terminologa bsica del prudonismo- una ineludible forma de vivir de los pueblos, tanto en su rgimen interior como en los supuestos universales. 7.2

    Dos imperativos polticos propios del siglo XIX combati Proudhon: los supraestados y el supranacionalismo. Pero podan evitarse unos y otro, dentro del incontenible desarrollo del industrialismo? No acaso correspondan tales imperativos al fundamento y crecimiento del capital y por lo mismo resul. taban antagnicos a una lgica del progreso de la manufactura, precios y salarios como lo haba advertido Marx? 73

    La nica defensa de la sociedad dentro del crculo de hierro del capitalismo tuvo que ser el Estado socialista; tambin el Estado democrtico; ahora que ste en lugar de adoptar las instituciones especficas del socialismo, tom el camino del garantismo social preconizado sin definiciones precisas por Fourier.

    No aconteci lo mismo con el federalismo de Proudhon. Tal

    71 Vide Rocker oh. cit. Apud Myoue; CI. Armand oh. cit.; Apud Poulat. 7.2 Apud Trujillo.

    73 Apud Cullivier; CI. Bakunin, t. VI.

    federalismo qued. nacionalismo; per, siglo, las amenaza paso del Estado parte, hicieron re: fue complemento

    Pues bien: de concurrentes al ru que significaba J. pis el suelo mex anterior fue la pl trovertible el hecl social, slo arrib Rhodakanaty y la partir del 9 de jn

    Es innegable ql y tibia. As y td( posicin y discusi de Mata Rivera. e: ideas y doctrinas; ilustracin. QuizJ cipio generoso.

    Mata Rivera er: transcurrido entre tualistas, y posibl quien fue discpul vir a la humanida blicacin peridia aparecieron las ir que tales manifel divulgador de un;;

    Pero si El Socia ganda del socialisl dio al movimientc obrero; pues El ~ otro camino y no a la de agrupar a 1 pondientes al ram

    74 Jos C. Valads, . 75 Jos C. Valads. ~

    1927.

  • 31 CARTILLA SOClALlST A

    federalismo qued diluido entre los supraestados y el supra~ nacionalismo; pero con la entrada del ltimo tercio de nuestro siglo, las amenazas de las guerras, por una parte; el necesario paso del Estado socialista a la sociedad comunista, por otra parte, hicieron renacer la idea prudoniana; y el federalismo fue complemento de la doctrina de justicia social.

    Pues bien: de dos corrientes dismiles en su origen, pero concurrentes al acoplamiento social en los das siguientes, la que significaba la idea de libertad sobre la idea de justicia, pis el suelo mexicano en el ltimo tercio del XIX; porque si anterior fue la presencia del furierismo en Mxico, es incontrovertible el hecho de que el socialismo, ya como concrecin social, slo arrib a nuestro pas con presencia de Plotino Rhodakanaty y la publicacin del peridico El Socialista (a partir del 9 de julio de 1871). '14

    Es innegable que se trataba de una publicacin oportunista y tibia. As y todo, constituy un escenario propio para la exposicin y discusin de cuestiones sociales. Su director Juan de Mata Rivera, era el hombre menos indicado para promover ideas y doctrinas; aunque no escaseaban en l ni talento ni ilustracin. Quizs, para editar El Socialista, le anim un principio generoso.

    Mata Rivera era impresor, hijo de espaoles. Su vida haba transcurrido entre los talleres tipogrficos y las sociedades mutualistas, y posiblemente su encuentro con Rhodakanaty, de quien fue discpulo en la escuela pan teosfica, le inclin a servir a la humanidad doliente de Mxico por medio de una publicacin peridica, en la que ciertamente en algunas ocasiones aparecieron las influencias del furierismo y del prudonismo, sin que tales manifestaciones indicasen que Mata Rivera fuese divulgador de una u otra teora.

    Pero si El Socialista no fue un valor positivo para la propaganda del socialismo, s tuvo dos misiones. Una, el apoyo que dio al movimiento artesanal que poco a poco se converta en obrero; pues El Socialista quiso dirigir al mutualismo hacia otro camino y no al de beneficencia que era el dominante. Otra, la de agrupar a los trabajadores, especialmente a los correspondientes al ramo textil, en actitud antipatronal. 75

    '14 Jos C. Valads, Bibliografa anarquista, Buenos Aires, 1927. 7;; Jos C. Valads. Sobre los or{genes del movimiento obrero, Buenos Aires,

    1927.

  • ,

    .32 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    Dbense asimismo al peridico de Mata Rivera, los primeros esfuerzos para el mejoramiento de los regmenes de trabajo "1 las empresas en favor de los nios y muj~re~ empleados. en .las fbricas de hilados y tejidos. Fue El SoctallSta la pubhcaCln mexicana que se preocup por las cuestiones sociales; y aunque esto, se repite, con tibieza, de todas maneras sirvi al progreso de los operarios de ambos sexos. 76

    De El Socialista (esto se debi posiblemente a la inspiracin de Rhodakanaty) parti el proyecto para la fundacin del Crculo de Obreros, que sera la primera asociacin nacional de los trabajadores mexicanos; y Mata Rivera dio mucho calor a esta idea; tambin a hacerla tangible y permanente. Los basamentos de tal agrupacin fueron sin embargo tmidos e incoherentes. Esto no obstante, hall apoyo entre el artesanado, especialmente en los primitivos centros fabriles de la repblica. 77

    Pero las mutaciones polticas dentro del Estado produjeron reflejos en la vida y propsitos tanto de El Socialista corr:o del Crculo de Obreros. De la entonacin de independencIa de aqul, en el 1871, y de la autonoma del Crculo en su fundacin a las manifestaciones observadas en los dos vehculos que se supona socialistas en el 1880, hubo mucha de~err:ejanz~..A partir de este ltimo ao, El Socialista fue un pendlco ofICIa lista con la mscara del socialismo; y sin fundamento que le acreditase como verdadero exponente y propagandista de una idea precisa. Igual sucedi con el Crculo, que languideci poco a poco. De las asociaciones ~ue l~ dieron. cu~rpo, unas regresaron al mutualismo de benefIcenCIa; las SIgUIentes, fueron con ducidas a las formaciones porfiristas; las terceras, desaparecieron.

    A las desviaciones sociales, cada da mayores, de El Socialista, Rhodakanaty respondi abandonando a Mata Rivera; despus dej de ser parte del Crculo Obrero; pero sin olvidar su responsabilidad de adalid, reorganiz La Social -grupo de estudios sociales, francamente socialista. 78

    La Social, asegur Rhodakanaty, llamndola "sociedad humanitaria", haba sido fundada veinte aos antes de su reorga

    76 Nettlau, ob. cit.; Max Nettlau, Correspondencia con Jos C. Valads, iechada en Innsbruck. Mss. 1925, 1926.

    77 Apwl Valads, Sobre los orgenes, cit. 78 La Internacional, nmeros 2 r 3.

    nizacin. Pero cu: quienes la institul son tan confusas "1 t o comprometerlas,

    Rehecha La Soci La Internacional, socialismo antiaute inclinado a un furi cacin, estaba nota gados a Mxico, e4 Bakunin. 80

    De esos espaole Carlos Sanz y Fedc envueltos por tan tificables. Esto no e y diri giendo La lt~ naty. Sanz se hace nizar en Mxico u contramos en el SI Crculo Obrero, p

    N o poseemos, rei de esos tres espao Internacional entre de ste, habiendo 1 Italia, haya sido la

    Si para decir q\ Fusco correspondl si no de indiscuti stos perteneceror entre los obreros \ xico, hallndose n que exista entre: naro, quien no de raire, conocido an;

    Tratndose' de cautela; pues en la cin de los person De todas maneras,

    79 Apud Valads, So, 80 Nettlau. Correspol 81Ibidem; Valads.

  • 33 CARTILLA SOCIALISTA

    nizacin. Pero cul fue el lugar de su nacimiento? Quin o quienes la instituyeron y a la luz de qu ideas? Las noticias son tan confusas y contradictorias, que no es posible hilvanarlas o comprometerlas, sin el riesgo de caer en el error. 19

    Rehecha La Social fue el portavoz de la misma, el peridico La Internacional, en el que no se ocult una tendencia del socialismo antiautoritario, aunque apareciendo, en ocasiones, inclinado a un furierismo mutualizante. Sin embargo, la publicacin, estaba notariamente bajo la influencia de espaoles llegados a Mxico, con inclinaciones al pensamiento de Miguel Bakunin. 8()

    De esos espaoles slo conocemos a tres: Francisco Zalacosta, Carlos Sanz y Federico M. Fusco. Sus nombres y figuras estn envueltos por tan misteriosas sombras que les hacen inidentificables. Esto no obstante, distinguimos a Zalacosta, fundando y dirigiendo La Internacional y asociado siempre a Rhodakanaty. Sanz se hace ms oscuro en sus procuraciones para organizar en Mxico una filial de la Internacional. A Fusco le encontramos en el seno de las asociaciones correspondientes al Crculo Obrero, pero sin destacar su personalidad.

    No poseemos, reiteramos, probaciones totales de la militancia de esos tres espaoles; pero no parece dudoso que, dividida la Internacional entre los partidarios de Marx y Bakunin, la voz de ste, habiendo tenido respuesta directa y feliz en Espaa e Italia, haya sido la misma que los hispanos trajeron a Mxico.

    Si para decir que no parece dudoso que Zalacosta, Sanz y Fusco correspondan a las ideas de Bakunin, hay documentos si no de indiscutible autoridad, s de buen linaje. Unos de stos pertenecieron a La Social; otros a las notas cambiadas entre los obreros uruguayos y los socialistas residentes en Mxico, hallndose noticias en tales papeles del entendimiento que exista entre Sanz y Farga Pellicer, un cataln revolucionario, quien no debe ser confundido con Antonio Pellicer Paraire, conocido anarquista europeo. SI

    Tratndose de las notas dichas, hay que manejarlas con cautela; pues en la confronta de. fechas, as como en la remiracin de los personajes que citan hay disparidades sospechosas. De todas maneras, esa correspondencia entre mexicanos y uru

    19 Apud Valads, Sobre, cito

    80 Nettlau, Correspondencia y La anarqua, cit.

    81/bidem; Valads. Sobre, cit.

  • 34 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    guayos nos hace entender que existan trabajos en los aos repasados, con el objeto de vincular a los socialistas de Mxico con la Internacional. 82

    Pero dejando a su parte la militancia de los socialistas extranjeros en Mxico, no es improbable que cuando menos Rhodakanaty haya estado ligado a un movimiento milenario ocurrido en Chaleo, en mayo de 1869. Las ideas de tal movimiento no fueron precisas; no podan serlo dado su origen y contextura. Las luchas de campesinos eran comunes; y el alzamiento chalquense, al igual de los acaudillados por Miguel Negrete, como los lozadeos, los de Sierra Gorda, los llamados de indios brbaros en el norte de la Repblica y los de Yucatn conocidos con el nada propio nombre de guerra de castas, no fueron fenme.nos exclusivos de Mxico; ocurrieron en diversos pases, especIalmente hacia la segunda mitad del siglo XIX. Hobsbawm los considera consecuencia de los periodos industriales. 83 "A finales de la quinta dcada del siglo pasado (escribe Hobsbawm) se tienen noticias de cuadrillas de campesinos que me rodeaban y aun de pueblos que asuman el poder." 84

    Tan cierta es esta noticia, que al travs del estudio histrico e~ posible o~servar s~mejanzas entre los movimientos campeSInOS de MXICO y frIca; de Mxico y Espaa. 85 En Andaluca las correras de Diego Corrientes tuvieron similitud con las de Heraclio Bernal, en Sinaloa

    ... robaban a los ricos y socorran a los pobres. 86

    Llenos de curiosidades, espejismos y realidades estn esos alzamientos primitivos, que en Mxico estn esperando investigacin, anlisis y composicin. Ciertamente, en el pas, entre los que clasifican como meros "asaltantes de camino real", haba bandoleros sociales, creados por la sociedad campesina, que se vala de ellos cuando senta

    la necesidad de un defensor y un protector... y es que el bandolerismo social, aunque protesta... no protestaba contra

    8.2lbidem.

    83 E. l. HobsbawID, Rebeldes primitivos, Barcelona, 1967.

    84lbidem.

    85lbidem: E. Andersen, Messianic Popular Movemetlts, Upsa1a, 1958.

    86 Apud Hobsbawm.

    el hecho de que sen) oprimidos, opresin resultal: no se espera qUl pueden enderm opresin puede 1

    Una historia del siglo XIX al movim incuestionablement tenderanse a los ca Miguel Bakunin dI sores y los vengadol "de toda forma de

    Esos movimient( inters particular ( como en la de Clu dbil de las ideas I

    No fue, sin emb Rhodakanaty. ste social selecto, ilum recta del furierism( De esa finalidad de lides mexicanos; pe y Alejandro Herrf noticias, a Priscilia lez, quienes ms a( porfirismo, no obsl valimentos. 89 .

    Gonzlez, adetrul obreras, fund El1 defendi el derech boral y fue de graJ

    El Socialista y j como los vehculO! cana; tambin paI Repblica, a pew creciones socialista

    87lbidem. 88lbidem. S1l Valads, Sobre, dt

  • 35 CARTILLA SOCIALISTA

    el hecho de que los campesinos fuesen pobres y ... (estuviesen) oprimidos, sino contra el hecho de que la pobreza y la opresin resultaban a veces excesivas. De los hroes bandidos no se espera que configuren un mundo de igualdad. Slo pueden enderezar yerros y demostrar que algunas veces la opresin puede revertirse. 81

    Una historia del bandolero social de Mxico, conectada del siglo XIX al movimiento acaudillado por Francisco Villa, sera incuestionablemente un importante documento nacional. Entenderanse a los caudllos rurales -a los "bandidos" de quienes Miguel Bakunin deca que eran siempre los hres, los defensores y los vengadores del pueblo; los enemigos irreconciliables "de toda forma de gobierno". 88

    Esos movimientos milenarios, pues, dejando a su parte el inters particular de los mismos, tuvieron en alguna ocasin, como en la de Chalco, el influjo, bien lejano y por lo mismo dbil de las ideas sociales.

    No fue, sin embargo, el alzamiento popular la finalidad de Rhodakanaty. ste pens ms en la organizacin de un grupo social selecto, iluminado por el socialismo de descendencia directa del furierismo, que en el movimiento de masas populares.

    }, De esa finalidad de Rhodakanaty, quizs surgieron algunos adalides mexicanos; pero slo podemos citar a Santiago Villanueva y Alejandro Herrera, de quienes no tenemos sino pequeas noticias, a Prisciliano Daz Gonzlez y Francisco de P. Gonzlez, quienes ms adelante se uncieron al carro burocrtico del porfirismo, no obstante lo cual, su obra social no dej de tener valimentos. 811

    Gonzlez, adems de sus empresas dentro de las sociedades obreras, fund El Hijo del Trabajo (a partir de junio de 1876) , defendi el derecho de huelga, procur la reglamentacin laboral y fue de gran rectitud personal.

    El Socialista y El Hijo del Trabajo, deben ser catalogados como los vehculos para la primera organizacin obrera mexicana; tambin para la propaganda social que se dilat en la Repblica, a pesar de que ambos peridicos carecan de concreciones socialistas, pero de todas maneras fueron preconizado

    871bidem. 881bidem. 811 Valads. Sobre, cit.

  • 36 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    res del principio de asociacin. Adems, influyeron en el origen de otras publicaciones: La Huelga (de Jalapa), La Fraternidad (de Lagos) , La Revolucin Social (de Puebla) y La Comuna (de Mxico) .90

    Y tanto se dilat la organizacin de trabajadores en el pas, que el Crculo de Obreros, luego apellidado Gran Crculo, dijo tener 28 sucursales, en lo que no es difcil que hubiese la exageracin que hizo escuela ms adelante, al hablarse de agrupamientos obreristas. 91

    De todas maneras, los representantes de las sociedades gremiales en la ciudad de Mxico, se reunieron los das 6 y 13 de enero (1876), para discutir y aprobar las bases que sirviesen para celebrar un congreso obrero; y aunque en tales bases se habla endeblemente de la organizacin de una confederacin de trabajadores, la incertidumbre y la ausencia de ideas en la promocin del acto siembra muchas dudas en torno de la reunin. Adems, dentro del gremialismo tradicional compartan trabajadores y patronos y las sociedades proletarias vivan bajo el peso de un mutualismo en funcin de beneficencia o caridad, con lo cual se humillaba a la pobretera. 92

    El congreso fue instalado el 5 de marzo de 1876. Asistieron a tal acto, cincuenta y un "diputados trabajadores"; y luego de inaugurada la asamblea, surgi la cuestin de si el congreso debera dar o no su apoyo al gobierno de la Repblica y de ser afirmativo el voto, si ello daba derecho a dichos diputados a pedir remuneracin oficial. 98

    Despus de este preliminar que no mereci la aprobacin del congreso, fueron presentados proyectos para fundar una asociacin obrera nacional. Nada extraordinario indicaban las constituciones ofrecidas a la discusin; pues no hacan ms que adaptar el vulgar vocabulario poltico, unido a las dbiles e inciertas voces del mutualismo, a un tema que especficamente llamaban obrero. Esto no obstante, no podan ocultarse las manifestaciones de una lucha interna que, dentro de un mismo cuadro, pretenda por un lado, que la agrupacin en formacin fuese "absolutamente extraa a la influencia del poder

    00 Ibdem; Bibliografa, cit.

    91lbidem.

    92lbidem.

    98lbidem.

    pblico", en tanto las sociedades obreJ

    Entre discusin ' bras propias a las 1 hilista, socialista, ca objeto de citaciones centralizacin de bu c1amaciones revoluc y siervos, gobernant

    Marx y la Intem jeramente; tambin peones del socialis referencias no fueI'l proletariado naci~

    El 17 de abril te juntas fueron intm definiciones de un I cipio de asociacin las clases trabajador: testimonio el manH y que se debi a la

    Ese documento de de su gnero en el tenido como finalid Trabajo"; aunque ni de vida. 08

    Esto no obstante, Gonzlez, algunos pl chas del proletariadc la exigencia de "gat dores", la libertad e de procuradores obn la repblica", "la at4 huelgas" y el "mejo. El lema aprobado 1 cho." 99

    94 Ibidem.

    9~ Ibdem; El S0C41isttl

    98lbidem.

    97 Ibidem.

    08 Ibidem.

    99Ibidem; Manifiesto,

  • 37 CARTILLA SOCIALISTA

    pblico", en tanto que por otro lado, se crea necesario que las sociedades obreras se acercasen al gobierno. 94

    Entre discusin y discusin no dejaban de proferirse palabras propias a las luchas sociales. Las voces de anarquista, nihilista, socialista, comunista y furierista, si no comunes s eran objeto de citaciones. Hablbase asimismo de centralismo y descentralizacin de las asociaciones obreras; y no faltaban las exclamaciones revolucionarias de "No ms ricos y pobres, seores. y siervos, gobernantes y gobernadosl" 95

    Marx y la Internacional fueron mencionados, aunque pasajeramente; tambin se aludi a las divisiones entre los campeones del socialismo mundial. Sin embargo esas y otras referencias no fueron aplicadas al proceso de asociacin del proletariado nacional. 96

    El 17 de abril terminaron los trabajos del congreso, cuyas. juntas fueron intermitentes; y si no se puede hallar en ellas definiciones de un socialismo preciso, s se encuentra el principio de asociacin y el designio de mejorar la condicin de las clases trabajadoras de Mxico; y de esto y aquello dej un testimonio el manifiesto expedido a la clausura del congreso y que se debi a la pluma de Daz Gonzlez. 97

    Ese documento de concreciones obreristas que es el primero de su gnero en el pas, seal que el congreso obrero haba tenido como finalidad la instauracin de la "Repblica del Trabajo"; aunque no determinaba en qu consista tal rgimen de vida. 98

    Esto no obstante, hay dentro del programa traza40 por Diaz Gonzlez, algunos puntos bsicos que anticipan las grandes luchas del proletariado: "la instruccin de los obreros adultos". la exigencia de "garantas polticas y sociales para los trabajadores", la libertad de "conciencia y culto", el nombramiento de procuradores obreros, la fijacin "del tipo de salario en toda la repblica", "la atencin directa al importante asunto de las. huelgas" y el "mejoramiento de las condiciones de la mujer". El lema aprobado por el congreso: "Mi libertad y mi derecho." DD

    94lbidem.

    95lbidem; El Socialista, Mxico, enero, febrero, marzo, 1!376.

    96lbidem.

    971bidem.

    981bidem.

    991bidem; Manifiesto, Mxico, 1876.

  • :

    .38 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    No fue este programa, a pesar de que posea un significado social, correspondiente a los pensamientos de Rhodakanaty y Zalacosta, de all que stos procediesen a la reorganizacin de La Social y a su aislamiento de las filas que acaudillaba Mata Rivera, como qued dicho arriba. El Crculo de Obreros tom un camino que poco adelante le ~onducira al oficialism~. Rhodakanaty y Zalacosta siguieron el rumbo opuesto, encamInados hacia el socialismo.

    Este ltimo derrotero lo seal Rhodakanaty, de manera incontestable, al hablar en la reorganizacin de La Social. No escasean en las palabras del adalid socialista las irradiaciones del socialismo decimonnico; pues al remirar el pasado hizo reminiscencia del edenismo de Fourier. En tal edad, dijo exista la igualdad entre los hombres; igualdad que feneci substituida por "la teora absurda de la propiedad", generadora de un "monstruoso orden de cosas" que haba conducido a "distinciones necias" y a la separacin y rivalidad de las naciones y comarcas. 100

    Rhodakanaty preconiz el Socialismo Libre. Pero qu ~ra y qu quera ese socialismo? El propio Rhodaka~~ty respondI: reconstruir "la unidad absoluta de la gran fanllha humana ... la transfiguracin de la humanidad. .. la extincin de ~a ~breza, de la autoridad", la justicia de la frmula de Samt-SImon: a cada uno segn su capacidad; a cada capacidad segn sus obras. 101

    Pero como si eso no bastara para el bien social, y queriendo dilatar el principio de la equidad, propuso que en la sociedad del porvenir se diese "a cada uno segn sus necesidades, para recibir de cada uno segn sus fuerzas". 102

    Con los anteriores apotegmas era necesario apuntalar una economa que verificase la justicia econmica, es decir, la garanta del socialismo; y Rhodakanaty hall el equilibrio en la recomendacin prudonista para determinar el orden laboral: hacer trabajar a todo el mundo a fin de que cada uno goce de todo por nada. 103

    Mediante ese cuerpo de doctrina, podra incluirse a Rhodakanaty entre los utpicos o era un terico de la sociedad comu

    100lbidem.

    101lbidem.

    102lbidem.

    103lbidem.

    nista? No cabe du ahora que su proch mo libre, es decir si corresponda o 1 a uno de sus brazos, una seccin mexica

    Dentro de este 01 certeza de una secCl enlazan las empresa: nacional de esos d< mismo fciles de COl lacosta s proyectab.

    Adems, el propio de la "Gran Asociac blemente se refera j sario observar que le personales, ilusiones ginacin que por 101 dejaba arrebatar PO] movimiento obrero Crculo de Obreros,

    As, lo conexivo a o socialistas extranje: nal es objeto de dese ume asegur que en nal, a la sazn estab con Mxico". 107 Per al hecho de que el J blemente en funcin meses del ao citado

    Consideramos que lapso desde la fundac ternacional en el Sair quedado atrs las fec bre, 1869), de Londrl

    104 Vide en La IntemtJC 105lbidem; Valads, SolJ 106 El Socialista, mime!

    Sobre, cit. 107 James Guillaume, L~ 108lbidem.

  • 39 CARTILL SOCIALISTA

    nista? No cabe duda que era un constructor del socialismo; ahora que su proclamacin en La Social, fue la de un socialismo . libre, es decir antiautoritario; pero esto no determinaba si corresponda o no a la Internacional; y si estaba afiliado a uno de sus brazos, o lo que es lo mismo: no adverta si exista una seccin mexicana.

    Dentro de este captulo no hay huellas que nos hablen con certeza de una seccin mexicana. Las fuentes consultadas, no enlazan las empresas de los socialistas de Mxico con la Internacional de esos das. Existen apuntamientos ligeros y por lo mismo fciles de conducir por un camino errneo, de que Zalacosta s proyectaba tal seccin. 104

    Adems, el propio Zalacosta hablaba de La Social como parte de la "Gran Asociacin Internacional de Trabajadores" (posiblemente se refera a la Federacin del Jura) ; lO\) pero es neceo sario observar que los socialistas de aquella poca de rivalidades personales, ilusiones y optimismo, se guiaban ms por la imaginacin que por los hechos reales y efectivos. Rhodakanaty se dejaba arrebatar por el entusiasmo y crea ver "un vigoroso" movimiento obrero mexicano, cuando dentro y al margen del Crculo de Obreros, todo era precario e impreciso. 106

    As, lo conexivo a las relaciones de los socialistas mexicanos o socialistas extranjeros residentes en el pas con la Internacional es objeto de desconfianza. Esto no obstante, James Guillaume asegur que en 1875, el Consejo Federal de la Internacio nal, a la sazn establecido en Suiza, "entabl correspondencia con Mxico". 107 Pero llamara Guillaume "correspondencia" al hecho de que el Bulletin jurasiano hubiese recibido (posiblemente en funcin de canje) El Socialista, hacia los ltimos meses del ao citado? 108

    Consideramos que para ese ao haba transcurrido un largo lapso desde la fundacin (28 de septiembre de 1869) de la Internacional en el Saint Martin Hall, de Londres; y que haban quedado atrs las fechas de los congresos de Basilea (septiembre, 1869), de Londres (septiembre, 1871) y de La Haya (sep

    104 Vide en La Internacional, nmeros, Clts. 105Ibidem; Valads, Sobre, cit. 10} El Socialista, nmeros dts.; La Internacional, nmeros cit.; Valads,

    Sobre, cit. 107 James Guillaume, L'Internaticmale, Pars, 1909, t. III. 108 Ibidem.

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    40 HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORNEA DE MXICO

    tiembre, 1872) del que salieron expulsos Bakunin y los blan~ quistas. Tambin, para los das de que habla Guillaume, el Consejo general que corresponda a los designios de Marx estaba trasladado a Nueva York. 109

    El contacto de Mxico con el socialismo internacional slo se hace patente en el Congreso revolucionario de Londres, efectuado en julio de 1881. Aqu s fue escuchado entre el asombro y el estrpito, el nombre de Mxico; y dijo llevar la palabra mexicana el poco acreditable anarquista norteamericano Nathan Ganz (quien no debe ser confundido con Carlos Sanz) , director de The Anarchist, revista editada en Boston. 11o

    Ganz, segn el Rvolt y la Freheit, publicaciones mencionadas por Nettlau, afirm representar al Crculo de Obreros de Mxico. Habl de un socialismo revolucionario mexicano. Cit peridicos socialistas que no existan y propuso, en nombre del proletariado de Mxico, llevar a cabo la revolucin social, usando armas qumicas y todo gnero de instrumentos propios a la violencia. 111

    No ser difcil a los estudiosos seguir las huellas de Ganz. Los documentos referentes al congreso de Londres son numerosos. La literatura de esa poca todava est virgen para quien procure penetrar al socialismo de tales das.

    Nuestra remiracin al Socialismo en Mxico termina precisa-, mente con los sucesos de 1881.

    Hacia tal ao, las sociedades obreras fueron incorporadas a los intereses del gobierno porfirista. Mata Rivera y Daz Gonzlez entraron a la esfera oficial; ambos fueron diputados. Zalacosta se pierde, despus de ser aprehendido, suponemos que por sus empresas sociales, en Quertaro. La Social, desapareci. Rhodakanaty, en seguida de publicar (1880) un opsculo intitulado Garantismo Humanitario, con visos ms filosficos que sociales, edit la Cartilla Socialista, que tenemos por su obra fundamental; tambin como el primer trabajo del socialismo doctrinal en el pas.

    En seguida, y ahogado en los mares del porfirismo, Rhodakanaty refugi sus ltimos das en su escuela panteosfica, que explic en su Afedula pantesta del sistema filosfico de Spinoza

    l09lbidem. 110 Max Nettlau, Contribucin a la bibliografla, Buenos Aires, 1927; Corres

    pondencia, cit. supra. 111lbidem.

    (Mxico, 1885) 112 catearan, al 1905, a nes se reuni en T can la dicha para 1

    Anterior a este a pIar el relampagu( colonia socialista, e tanto en la impotel dades en la imprev

    As, el socialism< mera savia, qued las tinieblas de un t pre el de los gobie

    Jos C. Valads

    San Angel, agosto

    la Vide Valverde y 113 Vide Jos C. Valac

    Mxico, 1939.

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    (Mxico, 1885) 112 Y aguard, como si las esperanzas le acicatearan, al 1905, ao en el que un grupo de socialistas alemanes se reuni en Toluca, para dar aliento a las ideas que buscan la dicha para la humanidad.

    Anterior a este acontecimiento, Rhodakanaty debi contemplar el relampagueo que produjo el ensayo (1889-1893) de colonia socialista, en Topolobampo (Sinaloa), 113 frustrado no tanto en la impotencia de una doctrina, cuanto por las debilidades en la imprevisin de los hombres.

    As, el socialismo mexicano al que Rhodakanaty dio la primera savia, qued abismado, durante veinticinco aos, entre las tinieblas de un teatro estru jante y amenazante, como es siempre el de los gobiernos personales.

    Jos C. Valads San ngel, agosto de 1968

    112 Vide Valverde y Tllez, obs. cit. 113 Vide Jos C. Valads, Topolobampo, la metrpoli socialista de Occidente,

    Mxico, 1939.

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  • CARTILLA SOCIALIST