03 conferencia dr_eduardo_andere
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CONFERENCIA MAGISTRAL “RETOS EDUCATIVOS Y APRENDIZAJE EN EL SIGLO XXI”,
DICTADA POR EL DR. EDUARDO ANDERE, DURANTE LA CLAUSURA DEL CONGRESO
ESTATAL “EL SMSEM Y LA EDUCACIÓN MEXICANA DEL SIGLO XXI”
TOLUCA, MÉXICO, AGOSTO DE 2013.
Es un honor para mí estar una vez más en el Estado de México y estar con los maestros del
Estado de México, agradezco mucho al Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México
por su amable invitación, al secretario general Héctor Ulises y al grupo de trabajo del sindicato
que han estado en contacto conmigo desde hace un par de meses para amablemente invitarme a
compartir con ustedes esta charla sobre educación y aprendizaje en el siglo XXI y un poquito nos
vamos ir dando cuenta de por qué esto del siglo XXI, qué queremos decir con la educación del
siglo XXI. Vamos a platicar un poquito sobre cuáles han sido los retos y los avances de la
educación en México, con muy poquitas estadísticas pero que nos dan una visión de los que está
sucediendo y voy a unirlo, aterrizarlo más adelante con la forma en que nuestras autoridades
educativas a nivel nacional o federal y los expertos internacionales o expertos de organizaciones
internacionales han interpretado todo este mundo de la educación y del aprendizaje ahora en el
cambio de siglo y en el cambio de milenio; y voy a hacer una pequeña crítica más delante de la
forma en que los líderes de la política educativa y las organizaciones internacionales se han
acercado a este mundo de la educación interpretando, a mi manera de ver las cosas, de manera
equivocada el fenómeno de educación y aprendizaje en el cambio de siglo.
Voy a empezar un poquito con un par de estadísticas sobre lo que yo llamo la marcha de la
educación, y en mi último libro publicado hace un par de meses, La Escuela Rota, viene con todo
detalle la estadística (me voy a acercar con ustedes) y aquí, quizás lo más importante para
destacar es que gran parte de los problemas educativos y gran parte de los problemas que
enfrenta la política educativa tienen que ver con fenómenos exógenos o externos a la propia
política educativa. La política educativa de por si tiene una buena cantidad de problemas, la
humanidad tiene otra buena cantidad de problemas, lo que vamos a ver aquí un poquito es que
gran parte de nuestros problemas de la humanidad es el crecimiento explosivo, lo menciono en el
libro, es una especie de neomaltusianismo de la humanidad en un crecimiento poblacional de
1950 al año 2010 que pasamos de 25 mil 500 millones de habitantes a casi 7 mil millones de
habitantes, quiere decir que la humanidad casi se ha triplicado en 60 años. En México,
comparando en crecimiento del mundo con el crecimiento de México, hemos sido bastante más
prolijos y hemos avanzado digamos, en crecimiento poblacional de 28 millones; a 112 millones
para el 2010 un crecimiento de 4.4 veces es un crecimiento explosivo, es una marcha demográfica
que tiene también sus efectos en una marcha educativa y eso, afecta evidentemente, tanto la
política educativa, como los resultados de la educación, no sólo de México sino de cualquier país
del mundo creciendo a esos niveles. Como les mencionaba, el fuerte crecimiento demográfico,
provoca o provocó también un fuerte crecimiento demográfico educativo (por así llamarlo); si
bien en el año 1950 había una matrícula mundial de primaria, secundaria y terciaria de 300
millones de personas, para el año 2008 este crecimiento fue de 4.6 veces más, a mil 381 y como se
vio esté fenómeno en México, pasamos de una matrícula de apenas 3 millones de estudiantes en
1950, a una matrícula de 34 millones de estudiantes para el 2010, 10.6 veces más.
Si hubo una marcha demográfica en el mundo, hubo una marcha, un crecimiento
demográfico en México pero una explosión educativa, sobre todo en México, comparada con la
explosión educativa en el mundo. Éste es un gran reto, es un gran fenómeno que evidentemente
desbordó, fue más allá de la capacidad de la política educativa para responder al tamaño del
desafío, ¿cuál era el porcentaje de la población mundial en la escuela en el año 1950? solamente el
11.8 por ciento; para el año 2008 esté porcentaje había aumentado a 20.5 por ciento, es el tamaño
de la explosión educativa a nivel mundial. ¿Cómo está México comparado con esta estadística? en
1950 solamente el 12.6 por ciento de la población estaba en la escuela o había participado en la
escuela, cuando para el año de 2010 este porcentaje creció al 31 por ciento, casi tres veces. Y estos
son los grandes logros del sistema educativo mexicano, que a su vez son grandes desafíos y que, a
su vez, nos muestran una imagen de una masificación de la educación que después fue
malinterpretada por las autoridades educativas, como lo vamos a ver en un ratito. Una estadística
más al respecto, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más de edad, que
es la población que teóricamente debió haber terminado ya la educación básica, es la población
que teóricamente debió haber cruzado por lo menos hasta tercero de secundaria, en el año 1950
en México, solamente la población de esta edad (la que debió haber cursado la educación básica)
había cursado dos años de primaria y un poquito menos de la mitad de tercero de primaria; esa
era la educación promedio de la época en la que nuestros padres y nuestros abuelos fueron a la
escuela. Esto lo voy a relacionar más adelante con algunas reflexiones sobre la característica
elitista de la educación durante la primera mitad del siglo pasado en México y durante los siglos
anteriores a los países más desarrollados. A nivel mundial el grado promedio de escolaridad era
3.2, por arriba del grado promedio de escolaridad en México; 60 años después, para el año 2010,
el grado promedio de escolaridad en México es de 8.6. Esto quiere decir toda la primaria, dos años
de secundaria y un poco más de la mitad de secundaria; muy probablemente ahorita en el 2013
estemos muy cerca de los 9 años en algunos estados o entidades de la república; como en el
Distrito Federal, estamos por arriba de los 9 grados promedio de escolaridad, este es un cambio
fenomenal, en las estadísticas de cobertura educativa, esta es la marcha.
¿Cuál es el mito? el mito es que estamos viviendo en una era globalizada y una era definida
por lo que se conoce como la economía y la sociedad del conocimiento o la economía y la
sociedad posindustrial; vamos a ver qué tan posindustriales somos en México comparados con el
país más posindustrial del mundo o comparado con el país en donde más se sintetiza la economía
del conocimiento o la economía posindustrial, para ver qué tanto realmente estamos inmersos en
este mundo nuevo del siglo XXI.
Veamos con cuidado esta gráfica, esta gráfica representa la concentración de la producción
nacional, tanto en México como en Estados Unidos, para los años 1960 y 2008 y representa más o
menos cómo está dividida por sectores la producción nacional, la economía, para decirlo en pocas
palabras y normalmente la economía se divide en tres grandes sectores: agrícola, industrial y de
servicios.
Hace 100 años la mayor parte de las economías eran agrícolas, hace 50 años la mayor parte
de las economías del mundo eran industriales y ahorita se supone que las economías del mundo
se están moviendo hacia una nueva forma de producción y productividad, que es la famosa
economía posindustrial, y que se mide por el sector servicios; observemos muy bien está gráfica
de 1960, tanto de México como de Estados Unidos y luego comparemos con el año 2008; éste es
Estados Unidos y éste es México, en Estados Unidos, en el año 1960 el 4 por ciento de la
producción nacional estaba relacionado con actividades agrícolas, el 38 por ciento con industriales
y el 58 por ciento con servicios; éste es el México del 2008, éste es el epítome de la revolución
posindustrial, de la revolución del conocimiento. Observemos como prácticamente estamos igual
en la distribución económica que Estados Unidos, igualitos, nada más que con una diferencia de
50 años; o sea, ahí vamos, nos estamos acercando sí estamos en el mundo del conocimiento,
estamos en el mundo posindustrial, estamos en la globalidad, pero 50 años después.
De hecho estudios de esta economía, de la economía más desarrollada del mundo en el
sentido de crecimiento económico posindustrial, Estados Unidos, señalan que van a existir dos
sectores donde los empleos van a crecer más que en ningún otro sector, uno es el sector de la
hospitalidad, los servicios de turismo, porque nos estamos haciendo más viejitos todos y cuando
nos hacemos viejitos, nos jubilamos y tenemos más tiempo o para ver la televisión o para viajar, y
entonces, quiere decir que vamos a viajar más y que por tanto el sector de la hospitalidad va a
crecer para atendernos en nuestro interés de andar como turistas por el mundo. Pero también los
viejitos nos vamos a enfermar más, entonces nos vamos a dedicar a viajar o nos vamos a
enfermar, y entonces los dos sectores que van a crecer van a ser servicios de turismo, servicios de
salud y servicios de limpieza, para limpiar las calles, para limpiar las playas y para limpiar los
museos; ninguno de estos servicios es realmente de alta tecnología o de alto nivel de
conocimiento, entonces tenemos que entender que estos cambios históricos estructurales que se
dan en la historia de la humanidad, se dan gradualmente y que nosotros como un país con
desarrollo industrial tardío, traemos también un desarrollo del conocimiento tardío.
¿Cómo lo vamos a procesar? ¿Cómo lo vamos a entender? ¿Qué vamos a hacer? es un
punto de reflexión para todos nosotros es un punto de reflexión para tratar de entender, de
alguna manera, toda la retórica de los políticos y de los líderes en los diversos sectores que nos
conminan, que no invitan a hacer cambios radicales que tenemos que hacer. Yo estoy a favor del
cambio, depende qué cambio, estoy a favor de las reformas, pero no cualquier reforma, estoy en
favor de cierto tipo de reformas, al ratito platicaremos un poquito sobre eso; pero tratar de
entender que mucho de los mensajes que están detrás de los discursos, son mensajes de retórica
que no necesariamente corresponde con la necesidad que estamos viviendo.
Entonces ya vimos la marcha, ya vimos el mito, vamos a ver cuál es el reto de la educación
en México. Antes del reto vamos a ver el rezago, como andamos de rezagados, me voy a ir a la
parte más medular, el rezago educativo al final de la educación básica; ésta es la población
inscrita entre 15 y 19 años de edad, es una estadística internacional compilada con la OCDE, esta
organización con sede en París, una organización muy influyente que nace después de la segunda
guerra mundial para distribuir los recursos que la economía estadounidense estaba inyectando a
Europa para la reconstrucción de Europa; cuando se acaban los recursos, dicen ¿qué vamos a
hacer? Se quedan como una organización pensante para tratar de proponer políticas educativas,
políticas industriales, etcétera; es muy activa en el mundo de la educación, porque es la
organización que ha diseñado y promovido PISA, la prueba PISA.
Esta es una estadística de edades, porque es muy difícil hablar, por ejemplo de una
matrícula internacional comparable de educación media superior porque lo que nosotros
entendemos por educación media superior en términos de números, de años o ciclos escolares, o
edades con ciclos, no es necesariamente lo mismo que se entiende en otros países; por ejemplo la
mayor parte de los estudiantes de Finlandia, o bueno el 100 % de los estudiantes de Finlandia
empiezan primero de primaria a los 7 años de edad, entonces, cuando llegan a la preparatoria
están entre 15 y 16 años de edad. En México la edad teórica para estar en primero de preparatoria
son 15 años de edad, por eso el rango es entre 15 y 19 años de edad, ¿cuál es el porcentaje de esta
población que está en la escuela inscrita sobre el total de esta población de cada uno de estos
países y del promedio de la OCDE? bueno quiere decir que nosotros tenemos un poquito más de
la mitad de los jóvenes que debieran estar en la escuela , dentro de la escuela, lo hemos
escuchado una y otra vez en las estadísticas o en los encabezados o en las 8 columnas de los
periódicos nacionales y estatales, no solamente estamos rezagados respecto de las mejores
prácticas internacionales como Bélgica o Finlandia y del promedio de la OCDE, sería más alto si
México no estuviera ahí porque México está en el promedio, entonces estaría unos dos puntos
más arriba, pero también estamos rezagados con países de la región y de desarrollo similar al de
México. Comparemos por ejemplo con Brasil y con Chile, que tiene una matrícula en esta edad
mucho más elevada que la mexicana, entonces ese es un enorme rezago; si a ese rezago le
agregamos lo que yo llamo la huida, o sea la huida de la escuela ¿cuántos de esos jóvenes que
están en la escuela que ya vimos que son alrededor de 50 por ciento terminan la escuela, la media
superior en el tiempo en el que se supone que deben terminar para no estar rezagados? Y es un
poquito menos del 50 por ciento, o sea es la mitad de la mitad y ese es un enorme rezago, ¿qué
hacemos con todos estos jóvenes? pero además los que estamos preparando en la escuela no los
estamos preparando bien y más adelante viene una estadística al respecto.
Ahora vamos a hablar de la brecha, o déficit del conocimiento como le llamo, es el
porcentaje de población por grupo de edad con al menos educación preparatoria; en un rango de
población de 25 a 64 años de edad (que prácticamente toma toda la población económicamente
activa), México tiene el 36 por ciento de este grupo de edad (25 a 64) con al menos educación
preparatoria, contra el promedio de la OCDE que es de 75 % y una vez más ahí está México
también, o sea que si México no estuviera, ahí el promedio esto estaría un poquito más elevado,
un 77 por ciento, 78 quizás.
Entonces tenemos un enorme déficit de entrar a este mundo del conocimiento, por eso el
nombre de brecha del conocimiento; y si nos vamos a los diferentes rangos de edad encontramos
más o menos una línea paralela con el promedio de la OCDE.
Ahora, ¿qué hemos hecho con estos jóvenes? de los cuales llegan la mitad y cuando llegan
no terminan a tiempo o se van de la escuela, o la terminan muy tarde y por tanto entran a
acumular las cifras de rezago, ¿cómo los hemos entrenado? y aquí es lo que yo llamo el fracaso,
podríamos tomar varias estadísticas, podríamos agarrar Enlace como ustedes probablemente me
han leído y lo pueden leer en el libro de La Escuela Rota etcétera, no es una prueba que
necesariamente me guste a mí, pero yo si celebro que se haya anunciado que Enlace se acaba,
tenemos que pensar en otro tipo de pruebas. Pero bueno en fin, el fracaso.
Vamos a usar una prueba donde podamos anclar a México o dibujar a México en el mapa
mundial de la educación y México nada más ha participado en una prueba verdaderamente
mundial, no regional, no internacional, sino mundial, que es la prueba PISA, participamos en otra
en 1995 y 96 que se conoce con el nombre de TIMSS y organizada por una asociación
internacional con sede en Ámsterdam, pero que el gobierno de México decidió en 1996 no
publicar los datos. Y como decidimos no publicar los datos, la organización tuvo que destruir los
datos, porque al salirse un país de la tabla de Excel afecta todos los promedios, entonces habría
que hacer un delete, cortarlo completamente. Entonces perdimos la oportunidad de saber cómo
andábamos en el mapa, nos la da PISA de alguna manera, también una prueba muy criticada
etcétera, etcétera; pero vamos a suponer que tiene elementos suficientes de comparabilidad.
PISA como ustedes saben empezó en el año 2000 y se aplica en tres áreas de conocimiento,
lectura, matemáticas y ciencia y se ha repetido cada tres años, la famosa nueva ronda PISA y en
cada año una de estas tres áreas recibe una concentración especial en la evaluación, o sea tiene
más reactivos, más preguntas para tratar de obtener más información de cómo anda el
conocimiento y las competencias o las habilidades de los niños y jóvenes en estas tres áreas del
conocimiento. En el año 2000 empezamos entonces con el área de concentración lectura, y la
podemos comparar con el área de concentración de lectura del 2009 porque es cuando se inicia
otra vez el ciclo de las nuevas rondas de la aplicación de la prueba PISA, o sea un área de
concentración similar a la del 2000 que es español o lectura; y estos son los resultados: en el año
2000, estoy comparando con la mejor marca internacional y con el promedio de la OCDE, la mejor
marca internacional en el mundo de los países de la OCDE es Finlandia (al ratito platicamos
también un poquito de sobre cómo es la educación en Finlandia y porque los finlandeses son tan
famosos en el tema educativo, sobre todo la educación básica); bueno éste es el promedio de
resultados, ustedes saben que igual que Enlace, la prueba, esta estandarizada a 500 puntos con
100 puntos de desviación estándar, nosotros estamos 80 puntos por debajo del promedio
internacional; éste es el resultado del año 2000, éste fue el resultado del año 2009, sin ninguna
diferencia significativa, o sea estadísticamente es el mismo resultado 422 con 425, pero 9 años
después.
En 2000, los niños que presentaron la prueba en el 2009 en el año 2000 estaban en primero
de primaria, teníamos más o menos 9 años para llevarlos a un nivel superior de habilidades de
lectura y los dejamos más o menos igual; o sea aprendimos dónde nos ubicamos en el mapa
mundial de la educación pero no aprendimos qué hacer para mejorar el nivel educativo y por eso
yo insisto una y otra vez desde el libro publicado en el 2003 El Fracaso Monumental de la
Educación hasta el libro publicado en la Escuela Rota; ahora estaremos al pendiente de los
resultados de PISA del 2012 que se darán a conocer si no me equivoco el 3 de diciembre de este
año y van a ver los encabezados de todo el mundo como están los resultados; si nos va muy bien
no se va a mencionar mucho, si nos va muy mal se va a mencionar mucho, y eso sucede en
cualquier parte del mundo, las malas noticias son mediáticas, las buenas noticias son notitas que a
la prensa no le interesa.
Del fracaso nos vamos a ir a la interpretación de todos estos fenómenos mundiales y
nacionales de la marcha, del mito o del reto, del rezago, del fracaso; cómo aterrizan las
autoridades y los expertos de la educación mundial, cómo lo aterrizan en aspectos muy concretos
de política educativa y política pedagógica y hay una palabra que más o menos lo define todo y yo
estoy seguro que ustedes no la han escuchado y es la primera vez que la van a ver, y ésta es la
respuesta, de esa expresión que seguramente ustedes no han escuchado y estoy absolutamente
convencido que es la primera vez que la leen y entonces voy a darles dos o tres segundos para
explicarles en qué consiste esto, ¿qué son las competencias y por qué de repente llegan las
competencias como para resolver qué? ¿Qué tipo de problema observaron nuestras autoridades y
nuestros expertos internacionales y nos traen un traje a la medida que se llama competencias?
para tratar de enfrentar el rezago, el reto, el mito. Pues miren ahí les va una definición, es muy
genérica pero es una definición, son una prenda tejida con varios hilos; entonces ya hablamos del
problema, ahorita voy a utilizar algo de esto que casi estoy seguro que no lo han escuchado, a
menos de que yo haya tenido la suerte de que estuvieran conmigo en algunas otras charlas,
concretamente de competencias, pero voy a hacer un poquito de teoría internacional sobre el
origen de las competencias, o como le digo la prenda tejida con varios hilos.
Vamos a ver ¿cuál es uno de esos hilos? bueno estamos pasando de una sociedad industrial
a una sociedad posindustrial, ese choro ya nos lo sabemos aunque ya vimos que es como medio
mito porque estamos muy lentos, estamos avanzando pero despacito, porque estamos muy
entretenidos haciendo otras cosas, entonces sí es cierto que estamos avanzando pero muy
despacito; entonces cuando pasamos de una sociedad industrial a una sociedad posindustrial, la
forma en la que los seres humanos nos relacionamos es completamente diferente, la forma en la
que los seres humanos producimos es completamente diferente y nuestros grandes pensadores
dicen bueno hay que preparar a nuestros niños y jóvenes para una sociedad posindustrial; así
como cuando pasamos de una sociedad agrícola a una sociedad industrial había que preparar a los
jóvenes para estar menos en el campo y más en las fábricas, ahora estábamos pensando en
preparar menos a los jóvenes para estar menos en las fábricas y más no sé dónde, pero entre
otros lados en las bibliotecas, en las empresas; pensando, en lugar de estibando y haciendo las
cosas mecánicas, vamos a estar pensando, de ahí vienen todas estas propuestas de pensamiento
crítico como si el cerebro no hubiera pensado antes críticamente, toda la vida desde que somos
Cromañón estamos pensando porque es parte de la genética del cerebro, pero bueno de cualquier
manera están cambiando las cosas, porque está cambiando la sociedad, la forma en que se
relaciona y produce y por lo tanto, vamos a preparar a nuestros niños y jóvenes para esta nueva
época.
Luego otro de estos hilos, es los grandes acontecimientos internacionales que definen otro
tipo de actividades más del nivel de baja política, baja política política, contra alta política política;
bueno la posguerra, la bipolaridad, el deshielo, evidentemente el fin de la guerra marca un hito en
la historia del mundo y dice hay que repensar el mundo; se reúnen estos grandes líderes en
diferentes organizaciones, en diferentes lugares, se reúnen en la década entre los 40 y los 50 en
los famosos bosques de Bretton Woods, en New Hampshire, en Estados Unidos y crean las
instituciones de lo que se llamó el Orden Económico Mundial, algunos críticos le llamaron el
Desorden Económico Mundial, que son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y lo
que antes era el Acuerdo General de Tarifas y Comercio y que ahora es la Agencia o el Organismo
Internacional de Comercio; y crean estas instituciones un poco como para decir vamos a cambiar
al mundo, no podemos llegar a una tercera guerra mundial. Pero en la medida en que estamos
pensando como reorganizar al mundo, están sucediendo eventos de fines, de gran raigambre
política entre los vencedores y los vencidos y nace entonces el poderío de los vencedores
dividiéndose al mundo en dos grandes polos: el Capitalismo de Mercado y el Socialismo de
Estado, y esa es la bipolaridad. Y en este mundo de guerra fría donde estás conmigo o estás mal,
tanto de un lado como del otro lado, en este mundo de gran división económica e ideológica,
cualquier avance de uno de los dos líderes de los dos polos era un retroceso o percepción de
pérdida para el otro y en 1957 si no me equivoco, ocurre un fenómeno tecnológico muy
importante que es el lanzamiento y la colocación del primer satélite en el espacio fabricado por el
hombre, el Sputnik; pero ¿qué creen? fue fabricado por el Socialismo de Estado, o sea por la
Unión Soviética. Y este solo evento ocasiona, detona una impresionante crisis existencial en los
países de la Alianza Atlántica del Capitalismo de Mercado y dicen, algo estamos haciendo mal
porque los otros están avanzando más en ciencia y tecnología por lo tanto en la base que es la
educación y tenemos un serio problema. Derivado de esta gran crisis existencial, diez años
después, en el año 1967 se desarrolla una conferencia internacional con más o menos el titulo
siguiente. Conferencia Internacional sobre la Crisis de la Educación Mundial en Williamsburg, en
Virginia, Estados Unidos y se reúnen alrededor de 150 sabios del conocimiento de la educación
para saber que está pasando, como va a ser la educación del futuro, 1967; y en 1967 estos grandes
sabios de la educación nos dicen “las cosas están cambiando”, no sólo por el fin de la segunda
guerra mundial , no solamente porque estamos avanzando muy rápido en la época industrial, la
industrialización, sino por la aparición de una nueva máquina, la máquina de máquinas que es el
ordenador o la computadora y esto va a cambiar el mundo; y además en el futuro, la relación, las
formas en que los jóvenes necesitan ser educados es una forma completamente diferente a como
han sido educados en el pasado, necesitamos darles habilidades a nuestros jóvenes para que ellos
puedan seguir aprendiendo toda la vida, porque gran parte de lo que han aprendido en la escuela
de la era industrial son “verdades científicas”, entre comillas que se van hacer obsoletas antes de
que terminen la universidad o la escuela y cuando salgan al mercado laboral.
Entonces, no es suficiente darles conocimiento, tenemos que enseñarles a descubrir el
conocimiento, aprende a aprender. Entonces empieza a manejar 1967 este lenguaje, por eso les
digo que nos llegan un poco tarde las cosas, 50 años de rezago en pasar de la industria al
conocimiento, 50 años de que nos llegó el aprender a aprender, y ya de por sí en esta reunión les
llegó tarde porque hay propuestas desde la década de los 30 del siglo pasado que hablaban de los
investigadores educativos, que hablaban de que necesitábamos cambiar los modelos educativos
del mundo, de la humanidad. Esto, digamos, es otro de los hilos que empieza a tejer un nuevo
lenguaje de qué hacer con el mundo de las escuelas y de la educación.
Al mismo tiempo viene el deshielo, bueno 20 años después viene el deshielo, el
desmoronamiento de la Unión Soviética, la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989 y con
esto una sensación de capitalismo triunfante,” ganamos”, y entonces, si lo que funcionó bien en el
mundo del mercado que son las empresas y el desarrollo de esta ideología de competencia, ¿por
qué no lo llevamos al mundo de las escuelas? entonces empiezan a nacer todas estas ideas de ver
a la escuela como si fuera una empresa, una organización de negocios y empieza el lenguaje de
tenemos que comparar a las escuelas, para comparar las escuelas tenemos que medir a las
escuelas como las empresas miden sus resultados y hacen sus famosas curvas y gráficas de
referencia, lo que se conoce como la mejor marca, ¿quién es el mejor? para tratar de ver qué está
haciendo bien y nosotros podamos copiarlo o hacer ingeniería en reversa y podamos mejorarlo,
bueno entonces ¿por qué no hacemos esto en la escuela? entonces empieza a utilizarse un
lenguaje de mercado al mundo de las escuelas, empezamos a hablar de medición, de evaluación,
empezamos a hablar de rendición de cuentas y empezamos a hablar de gerencialismo en las
escuelas, los directores tienen que ser gerentes, gerente educativo y todo este lenguaje se
empieza a acumular con las otras literaturas para después entregarnos sistemas educativos
completamente nuevos.
Al mismo tiempo tenemos esta sensación de vulnerabilidad, el globalismo nos da una gran
ventaja, pero también nos da una enorme vulnerabilidad; recordemos la crisis del tequila y la crisis
del tango y del samba y del vodka, cuando un país de los tamaños de México o de Argentina o de
Brasil o de la entonces Unión Soviética tiene una crisis o Estados Unidos en la crisis del 2008,
todos los demás bailamos samba al ritmo que nos toquen, porque estamos interconectados y eso
se conoce en la literatura internacional, no sólo como interdependencia, sino vulnerabilidad,
entonces hay que prepararnos para la vulnerabilidad, hay que preparar mejor a nuestros jóvenes
para que los jóvenes del otro país que están mal preparados se queden sin chamba; y lo mismo
pensamos a nivel de nuestras escuelas, esta escuela es mejor y estos niños de esta escuela son
mejores porque van a estar mejor preparados para enfrentar la crisis, estas crisis de vulnerabilidad
a la que estamos sujetos con un nuevo mundo.
Sumado a todo esto viene la evolución del pensamiento educativo y empresarial originado
de estos dos grandes fenómenos con la idea de “vamos a cambiar a los sistemas educativos del
mundo” y fundamentalmente es: “maestras y maestros vamos a necesitar nuevas maestras y
nuevos maestros”; según el lenguaje de la década de los 70, necesitamos nuevas maestras y
nuevos maestros que se dediquen más al tema del aprendizaje que la enseñanza, inclusive en
Singapur tenían hace casi 10 años un poster repartido en todas las escuelas del país que decía
“enseña menos y aprende más”, vamos a irnos al mundo del aprendizaje, no es tan importante,
sigue siendo muy importante pero no es tan importante cómo enseñas tu materia a cómo el niño
aprende tu materia y ese es el brinco paradigmático que vivimos de 100 años de investigación,
pasamos de una pedagogía de la enseñanza a una pedagogía del aprendizaje; y dentro de esta
pedagogía están las competencias, que empezamos a entender, derivado de la literatura del
aprendizaje que la forma, la mejor forma de pegar en la memoria los nuevos aprendizajes, el
nuevo conocimiento, no es solamente mediante el desarrollo de habilidades cognitivas si no de
habilidades, las famosas habilidades no cognitivas, las emocionales, las metacognitivas y la
ejecutivas de las que vamos a hablar en un ratito más. Entonces entendemos que esto de
aprender se convierte en un concepto integrador, la competencia es un concepto integrador que
integra habilidades cognitivas, habilidades emocionales, actitudes, valores, respeto,
colaboración, habilidades metacognitivas: reflexión, análisis, evaluación, estudio y finalmente
ejecutivas; que tiene que ver con las buenas decisiones.
Las competencias entran en el mundo de la política educativa y nuestras autoridades
empiezan a entregarnos nuevos currículos, nuevos planes y programas de estudio orientados por
las competencias, ¿qué sucede en el mundo de la política educativa? pensemos por un ratito,
compañeras y compañeros, colegas (me voy a subir un ratito, porque yo no sé si ustedes o yo pero
siento mucho calor), pensemos en un segundo que nuestras autoridades educativas ven de
repente que tenemos una explosión educativa; pensemos en un ratito que nuestras autoridades
educativas empiezan a observar las opiniones y las propuestas de las organizaciones
internacionales de cómo está cambiando la educación y pensemos por un ratito que nos dicen que
los niños de hoy son más difíciles de educar y aprender que los niños del ayer; y como son más
difíciles de educar y aprender, porque los niños nos están llegando más malcriados, los niños nos
están llegando groseros, mal educados, ¿es cierto que los niños nos están llegando más
malcriados que en el pasado? ¿Es cierto que los niños y los jóvenes nos están llegando con menos
modales que en el pasado? Bueno, yo recorrí un par de veces el mundo visitando escuelas de
diversos países de alto desempeño y les pregunte a los directores y maestros de las escuelas y
maestros como ustedes que si los niños estaban cambiando y ahora llegaban más malcriados que
otros y me decían que no; hasta que fui indagando aquí y allá, encontré una frase fenomenal de
un profesor ministro de iglesia luterana, director de escuela que dice algo así su frase: “qué difícil
es enseñar a estas bestias indomables a un fin bueno”, y se refería a niños, a sus pupilos de
primaria, que difícil es enseñar a estas bestias indomables un fin bueno y ¿quién dijo esta frase tan
tan tan, tan tan? la dijo Mikael Agrícola, ¿y quién es este señor Mikael Agrícola? era un maestro
ministro de la iglesia luterana de alrededor de 1550 en Finlandia, o sea casi 500 años “qué difícil es
educar a estas bestias indomables a un fin bueno” pues es que tiene razón, porque los niños como
todos nosotros cuando fuimos niños estábamos, somos como bestias indomables, pensémonos a
nosotros que realmente lo que nosotros somos, somos un sistema nervioso encefálico cerebral; si
nosotros nos desnudamos de nuestra vestimenta, de nuestra piel, y nos mostramos con lo que
realmente nos da conciencia que es el cerebro, el encéfalo y nuestro sistema nervioso, vamos a
vernos aquí caminando todos nosotros como aliens espantosísimos, con unos aspectos muy
horribles, temblando por todos lados como son los nervios y vamos a estar completamente
inquietos y desajustados como andan los niños, porque la ontogenia del cerebro necesita años
para inhibirse, le podemos llamar maduración, pero también le podemos llamar inhibición; si esta
fabulosa audiencia que tenemos hoy aquí fuera de niños pequeños y no estuvieran sus maestros o
sus papás, estarían brincando y saltando por todos lados, porque son eso, son estos cerebros que
no han pasado por este proceso de inhibición al que estamos todos sujetos, ¿y por qué estamos
aquí? todos ustedes están, algunos maestros dormidos por la hora de la comida o porque la
charla está muy aburrida pero bueno, estamos aquí y estamos más o menos sentaditos y bien
portados porque hemos desarrollado nuestra función ejecutiva del cerebro, que es la parte más
frontal del lóbulo frontal de cerebro ¿y eso que significa en términos prácticos? significa que
somos capaces de utilizar todas las habilidades y conocimientos de nuestro cerebro, que son
cognitivas, metacognitivas y no cognitivas, emocionales para tomar decisiones y eso se adquiere
más o menos a los 20 años de edad, cuando adquirimos lo que la maestra atinadamente dice la
madurez de la ontogenia y lo que yo digo aprendemos a inhibir nuestra conducta. Entonces, por
eso nuestro cerebros que andan brincando de un lado para otro (nada más imaginemos todos
nosotros así), están sentaditos y más o menos tranquilos porque ya aprendimos a inhibirnos.
Somos un grupo de personas inhibidas y estamos bien portados.
Pero los niños, que son niños como seres humanos desde hace alrededor de 40 mil años,
son este conjunto de neuronas y nervios y glándulas y hormonas y todo ese tipo de cosas que
apenas está ajustándose amoldándose al mundo externo con el que viven y están aprendiendo; en
ese sentido, los niños y los jóvenes de hoy no son más groseros ni más mal educados que los niños
de hace 500 años como nos decía Mikael Agrícola; ¿entonces por qué tenemos todos la idea de
que efectivamente son más groseros y están más mal educados y por qué viene toda esta idea de
las competencias para tratar de meterles a los niños y a los jóvenes estas cosas de modales, buen
comportamiento, cooperación, actitud positiva y este concepto integrador que más tiene que ver
con la psicología que con la educación? ¿Cuál es la otra hipótesis? ahí les va esta hipótesis, ¿se
acuerdan de estas gráficas que mostré cual era el nivel de escolaridad hace 60 años en México?
2.4 grados, 11 % de la población con escolaridad, ahora es 30%. Quiere decir que cuando nuestros
padres y nuestros abuelos fueron a la escuela la mayor parte de la población no había ido a la
escuela, y normalmente en México y en el mundo, desde que se inventó la escuela, los niños que
iban a la escuela eran los niños de los padres que estaban interesados o que tenían la oportunidad
de mandar a sus niños a las escuelas, y eran los hijos de los gobernantes, los hijos de los
sacerdotes y los hijos de los militares. Entonces lo que llamamos elitismo y solamente muy pocas
personas iban a las escuelas y normalmente iban a las escuelas los niños que tenían papás y
mamás que estaban interesados o que ya habían ido a la escuela y que por tanto decían “voy a
mandar a mi hijo a la escuela”, pero de repente en un lapso de 20 años, se abre el tsunami de la
educación y llegan todos los niños a las escuelas de México en una forma rezagada, no lo voy a
platicar aquí está en el libro de La Escuela Rota cómo estamos rezagados en relación a esta gran
marcha de la educación y llegan a la escuela; y no solamente llegan a la escuela los niños cuyos
padres no habían recibido educación entonces tenían un ambiente de aprendizaje menos rico en
el hogar, los niños que nunca habían ido a la escuela antes y por lo tanto tenían menos historia de
educación y conocimiento y que son precisamente los niños más difíciles de educar y aprender y
no solamente eso sino que empiezan a crecer los salones de clase y entonces tenemos, no un
problema de arquitectura encefálico cerebral, sino tenemos un problema de sociología de la
educación, cambiaron los salones de clase eso fue todo, seguimos siendo humanos, afortunada o
desafortunadamente seguimos siendo humanos y ahora somos muchos más metidos en el salón
de clase, no sólo los fáciles de enseñar y aprender sino los difíciles.
Esta realidad sociológica fue interpretada como si fuera una realidad de que la arquitectura
cerebral está cambiando porque los papás estamos ocupados por la televisión, por el internet
etcétera, esa es otra sociología que efectivamente cambió pero entonces nos venden la idea de
que ahora, tú maestro tienes que hacer la chamba que antes tenían que hacer los papás, ahora
tienes que ser papá y mamá en el salón de clase y tienes que ser además psicoanalista, porque
tienes que detectar qué les está pasando a los niños porque no pueden aprender o sí pueden
aprender; e inventamos el concepto de competencias, que es una interpretación una solución
pedagógica a un tema psicológico de aprendizaje para decirle a todos los maestros de México y el
mundo lo que los buenos maestros y los buenos papás han hecho durante toda la historia de la
humanidad, ¿y qué es lo que los buenos papás y los buenos maestros han hecho durante toda la
historia de la humanidad? hablar un buen vocabulario, si hablamos un buen vocabulario en casa,
nutrido y variado, con eso es suficiente para elevar los niveles de conocimiento e inteligencia de
nuestros niños y nuestros jóvenes. Papás y mamás que logran desarrollar un buen ambiente de
aprendizaje en el hogar, que significa buen vocabulario en condiciones de cordialidad es la esencia
de los que hoy se conoce como buen ambiente de aprendizaje, con eso estamos sentando las
bases de un desarrollo estupendo para los niños y jóvenes, ya sea de hace 2 mil años, los Sócrates
los Platones y los Aristóteles, ¿quiénes inventaron las competencias? los que fueron educados en
las épocas de las pre competencias, o sea completamente fuera de este mundo, y entonces, estos
papás y mamás sabios por naturaleza o por educación crean este ambiente y nos dan a los niños y
jóvenes adecuados para entrar a la escuela ¿y entonces qué nos dicen las autoridades?
necesitamos una nueva política educativa que atendiera no sólo la instrucción sino la crianza;
entonces, vamos a hacer a nuestros maestros instructores, como lo han sido toda la vida desde
que nace la figura del maestro en la Grecia presocrática hasta el mundo de hoy, donde instrucción
es el desarrollo de habilidades cognitivas, pedagogías y estrategias de aprendizaje y crianza son
modales y conducta, hábitos y actitudes, cultura y valores y habilidades no cognitivas.
Por eso al libro anterior al de La Escuela Rota le llamo la cultura del aprendizaje, ¿tenemos
una cultura del aprendizaje los mexicanos o no? ¿cuántas horas vemos televisión? Bueno,
interpretadas las estadísticas de Conaculta por cada hora de lectura le dedicamos a ver 10 horas la
televisión; y además vemos televisión chatarra y lo que leemos es lectura chatarra, eso sí somos
muy cercanos, porque cuando vemos la televisión la vemos como muégano, en familias muy
unidas.
Entonces no tenemos una cultura proclive al aprendizaje, maestra y maestro, cambia estos
modales y hábitos de los niños en la escuela cuando simple y sencillamente cambiar un hábito que
el niño vive en el hogar por una clase, por una sesión, por un aula, por un libro, es imposible. No
podemos por tanto disociar a la escuela al aula, al salón de clases de los que sucede en el mundo
del hogar. No es que necesitemos tanto a los papás en la escuela metidos para organizar
quermeses y taquitos y cositas así, no necesitamos tanto eso, no necesitamos tantos consejos de
participación social, lo he dicho, no necesitamos estas grandes soluciones; necesitamos que las
mamás y papás estén interesados en la educación escolar. Eso es suficiente. Necesitamos
cambiar esa cultura, esa parte esencial de raíz y no decir ve a la escuela y ponte a hacer actividad
pedagógica porque además no estas entrenado para eso.
Para la política del siglo XXI, la división entre crianza e instrucción tiende a desaparecer y las
competencias se proponen como el mecanismo curricular integrado de estos dos mundos, ¿pero
realmente podemos nosotros? ¿Estamos preparados para ser papás y mamás en la escuela?
bueno solo es una pregunta. De ahí entonces la idea de que los nuevos maestros entrenados del
siglo XXI estén entrenados en psicología del aprendizaje. Si hacemos una comparación de los
grandes planes y programas de estudio de los países más avanzados como Finlandia y los planes y
programas de estudio de formación de maestros de México, por ejemplo, observamos que el 70
por ciento de las materias de los planes y programas de estudios de maestros de estos países son
pedagogía del aprendizaje, esa es la verdadera reforma que necesitamos en el mundo de la oferta
educativa que somos nosotros maestros y profesores.
Las competencias, como decía, son la solución pelágica a un tema psicológico y por lo
tanto, no hay competencias sin aprendizaje; y eso nos lleva al siguiente tema de la charla del día
de hoy, que es el aprendizaje; no me voy a meter a profundidad al tema del aprendizaje porque no
tengo tiempo, simplemente vamos a hablar en una sola diapositiva lo que se me va en
conferencias de tres horas, y lo vamos a hacer resumido, para que en cinco minutos entendamos
muy bien, tratemos de entender que es esto del aprendizaje, ya que es tan importante, es la
esencia de la política educativa del siglo XXI, es un proceso complejo de naturaleza, ambiente,
contextos y experiencias…
Eso es aprendizaje, un proceso complejo de naturaleza, cuando digo naturaleza ¿a qué me
refiero? al cerebro, ambiente ¿a qué me refiero? bueno, naturaleza, el sistema biológico cerebral
que todos heredamos, somos o no somos inteligentes por naturaleza, genéticamente, “es que yo
soy menos inteligente que el promedio”, échale la culpa a tus papás, es cuestión de naturaleza.”
Oye papá, ¿pues qué onda no?” y entonces tu papá te va a contestar, y tu madre también, digo
papá y mamá, que no es culpa de ellos, es culpa de los abuelitos; y vamos entonces con los
abuelitos y nos dan la misma historia. Entonces, no podemos hacer nada, todavía no podemos
modificar la estructura genética, tendrán que pasar unos cientos o miles de años para que el ser
humano evolucione a un ser humano plus, ahorita somos nada más seres humanos. No podemos
hacer nada, tecnológicamente tampoco, ya hablan en inteligencia artificial de estos chips de
modificación genética, en donde uno va a poder ir a los laboratorios de genética y poder comprar
un chip de “Módulo de Matemáticas I” o “Mandarín” o “Francés”, etc. pero eso no nos va a tocar a
nosotros. A nosotros nos va a tocar desarrollar a este cerebro con el ambiente en el que se planta.
Para hacer una interpretación ecológica de este modelo, el cerebro es una semilla que se
planta en un ambiente y dependiendo de qué tan rico ese ambiente de aprendizaje es que ese
cerebro se puede desarrollar mejor. No voy a modificar mi genética pero voy a modificar mi
conocimiento y mi manifestación de inteligencia. ¿Por qué? Porque si yo tengo la fortuna de nacer
en un hogar, como los hogares de todos ustedes, voy a tener la oportunidad de tener un
vocabulario más amplio, más variado y un ambiente de cordialidad que le gusta al cerebro.
Entonces, el cerebro, cuando llega al kínder llega con alrededor del 100% más de palabras
diferentes que los niños que no viven en sus primeros tres años de vida en un ambiente de
vocabulario amplio, nutrido, variado y además cordial. Ahí empieza ya la diferencia enorme, la
segregación, la escuela rota famosa.
Tenemos el cerebro, tenemos el ambiente y tenemos que este cerebro, para efectos de
dicción y de didáctica, lo tratamos de entender en el mundo del aprendizaje como una máquina
de desarrollo de habilidades de aprendizaje, con habilidades cognitivas, metacognitivas, no
cognitivas y de función ejecutiva.
Esta gráfica de acá es la misma que esta de acá, pero expresada con un lenguaje más
cotidiano, más amplio, más explícito. Este cerebro o estas habilidades de aprendizaje se
desarrollan en los ambientes. Y normalmente llamamos ambientes al hogar, la escuela, la
empresa, la iglesia, la sociedad, la comunidad, todo eso, donde vivimos; y ahí nos desarrollamos,
y dependiendo de las experiencias que vivamos, ricas o pobres, entonces desarrollamos esta
capacidad intelectual y de conocimiento. Y eso es, en esencia, la Teoría del Aprendizaje.
¿Y qué es lo que estamos tratando de hacer? Bueno, estamos tratando de decirle a nuestros
maestros y a nuestros padres y madres de familia que una ingeniería aquí abajo provoca un
resultado aquí arriba; y tiene que ser una ingeniería que toque aspectos, tanto cognitivos como no
cognitivos. Y entonces hablamos de lo que sí podemos controlar, no podemos controlar esto,
podemos controlar los efectos de esto mediante conocimiento de desarrollo y manifestación de
inteligencia a través de esto. No puedo ir al laboratorio a que me implanten un chip de
Matemáticas I, pero sí puedo hacer un ambiente de aprendizaje, con un buen vocabulario amplio,
nutrido, que me permita desarrollarme mejor.
Nos falta el contexto, que tiene que ver con la época en la que vivimos, la época en la que
vivimos hoy es diferente a hace 100 años. Hoy vivimos globalidad, una demografía como la que
mostré en las primeras gráficas, modernidad, independentismo, apertura, medios de
comunicación con TIC. Es un nuevo contexto, no era un contexto en el que aprendían los niños de
hace 100 años; es un contexto diferente porque hay más información, porque hay televisión,
porque hay más computadoras, ¿eso nos hace más inteligentes? ¿La computadora nos hace más
inteligentes? ¿Google nos hace más inteligentes? ¿Saber usar estas cosas nos hacen más
inteligentes? Nos pueden hacer más tontos, ¿por qué nos pueden hacer más tontos? Y es aquí la
navaja de doble filo. Ustedes recordarán, bueno, muchos de ustedes, otros no, que cuando
nuestros maestros en la universidad, en la escuela o en la preparatoria nos mandaban a hacer una
investigación, teníamos que ir a cinco bibliotecas a encontrar el libro adecuado para encontrar la
fuente original y, entonces aprendíamos el concepto de fuente original; teníamos que abrir el libro
y buscar la tabla adecuada. “Vamos a hacer un trabajo sobre la diferencia del crecimiento del PIB
en el mundo, con México, entre la posguerra y la modernidad, en el año 1970 ó 1980, antes de la
revolución de las tecnologías de la información y comunicaciones. Y entonces, acudíamos al libro,
veíamos la fuente y teníamos junto a nosotros, no una computadora, teníamos una hoja enorme
donde hacíamos nuestra tablita de columnas y renglones, donde apuntábamos los números y
sacábamos tasas de crecimiento y porcentajes; nuestro cerebro estaba funcionando, estaba
pensando si este es un buen porcentaje o no es un buen porcentaje, y entendíamos
perfectamente lo que estábamos haciendo, de ahí teníamos que hacer una interpretación y
llevarle el trabajo al maestro, nos llevaba un buen rato hacer todo eso. Ahora le pedimos a los
niños eso y ponen en el buscador de Google “crecimiento del PIB entre el 50 y el 2000”, les
entrega ya la tabla, les entrega la gráfica, no tienen ni que preocuparse por la fuente porque viene
abajo y no tienen que hacer el cálculo, no saben lo que están haciendo y llegan con el maestro y la
maestra Gaby y el maestro Alfonso y le presentan el trabajo engargolado y de colores, al maestro
se le cae la baba y dice: “estos niños del siglo XXI”. En ese sentido, en realidad nos estamos
haciendo más tontos, porque no estamos usando el cerebro; si esto nos ayuda a resolver el
problema, la única forma de hacer crecer el cerebro es desafiándolo, no facilitándolo; tenemos
que encontrar la forma y la mecánica de desafiar el cerebro. Antes usábamos la guía Roji, antes
investigábamos a dónde está la calle, dónde está esto, dónde está la dirección, ¿por qué? Y
volteábamos, interpretábamos los mapas, y la columna A6 con la H2, ahí encuentras un mapita, lo
investigas, ves la calle y es un verdadero dolor de cabeza porque estábamos usando el cerebro.
Ahora le ponemos a Google Maps ¿dónde estoy? O aquí estoy y quiero ir al Gran Hotel
Imperial para la conferencia del Dr. Andere que va a estar fabulosa. Y así se lo escribo a Google
Maps y me lleva derechito como me trajo a mí, y llegué pero sin ningún error porque me dijo muy
bien por dónde meterme; ¿pero eso me hizo más inteligente? No. Eso me hizo más flojo con “h”,
o sea, me hizo más holgazán.
Tenemos que entender que esto que nos facilita la vida necesita todavía de un cerebro
pensante. Entonces, más importante que el gadget, el artilugio, es ¿qué hago con el artilugio?
¿Cómo utilizo, cómo desafío a mi cerebro? Y no ¿Qué puede hacer el artilugio por ti, para hacerte
una vida más feliz? Pero más holgazán, y entonces, automáticamente estamos decreciendo
nuestra capacidad de análisis, de pensamiento crítico. Esto no me acerca al desarrollo del cerebro,
de mis habilidades de conocimiento y aprendizaje, a menos de que mi cerebro esté siendo
utilizado de una manera activa y yo sepa qué estoy haciendo.
¿A dónde nos lleva todo esto? Nos lleva, entonces al tema, el tema más, digamos, el último
grito de la moda para los maestros y papás del siglo XXI, me lleva al tema de la famosa
administración del aprendizaje en las escuelas que aprenden. ¿Qué es esto de la administración
del aprendizaje en las escuelas que aprenden? Lo voy a poner con una gráfica que se ve
complicada, y que no lo es, pero digamos esta es la administración del aprendizaje en las escuelas
del siglo XXI; este es el objeto y componentes de una empresa, en este caso llamada escuela, mi
objetivo social es el aprendizaje de mis niños y de mis maestros, y aquí tengo que entender qué es
esto del aprendizaje, que lo acabamos de aprender en la gráfica anterior (el cerebro, el ambiente,
el contexto y las experiencias). Y luego tengo que administrar el capital educativo de la
organización, los maestros, la planeación académica, la planeación estratégica, los currículos; y
después la administración de recursos físicos y financieros. Ésta es la administración de una
escuela, ésta es una organización que aprende, y una organización que aprende es la que se
organiza para el desarrollo del aprendizaje; es una organización que no solamente está buscando
el que los niños aprendan, así como una empresa de automóviles, el producir automóviles, en una
empresa escolar es el lograr niños con mejores niveles de inteligencia, de conocimiento,
aprendizaje, de manifestación de inteligencia y aprendizaje y cómo lo vamos a hacer. Bueno, las
organizaciones escuelas que aprenden organizan ambientes y actitudes de aprendizaje. ¿Y qué son
ambientes y actitudes de aprendizaje? O sea, estamos haciendo la ingeniería en la parte baja de la
gráfica que hicimos hace ratito en una sola gráfica ¿qué logra el aprendizaje de todos nosotros? El
ambiente de aprendizaje, que en resumidas cuentas es cordialidad, que ya platicábamos, es mejor
una expresión de sonrisa de cariño y de apoyo al niño, cuando expresó una palabra bien y
adecuadamente, que un regaño porque lo expresó mal; Porque cada vez que espectamos un
regaño o una felicitación, cada vez que nos manifestamos de alguna manera con los pequeños, lo
que está sucediendo es una formación, unas conexiones de las mil millones de neuronas que tiene
el cerebro y está creando patrones, entonces el niño asocia una palabra nueva bien pronunciada
con una sonrisa de mamá, o una palabra mal pronunciada con un regaño de mamá o de papá.
Entonces, lo contiene digamos, lo mueve hacia el aprendizaje, o lo contiene hacia el aprendizaje,
entonces uno llega a la edad adulta y se comporta uno mal y tiene uno ansiedades y acidez y todo
ese tipo de cosas que no sabemos ni por qué, y uno puede decir “no es mi culpa, es la culpa de mi
cerebro”. Y es cierto, porque somos cerebro, sin cerebro no funcionamos, somos más cerebro que
mente, es más, algunos neurólogos de pensamiento duro dirían “no existe la mente, nada más el
cerebro” pero no me voy a meter a ese relajo ahorita porque es un tema muy controvertido, pero
independientemente de eso sabemos que la cordialidad le gusta al cerebro, sabemos que un
ambiente con amplio vocabulario produce niños con mejores patrones neuronales para aprender
cosas más difíciles más adelante. Sabemos que la interacción o motivación intrínseca es más
importante que la motivación extrínseca, aunque la extrínseca es importante también.
Sabemos que las expectativas racionales, es como me dicen: “es que si tú tienes buenas
expectativas de lo que tu niño va a lograr” “maestro ten buenas expectativas de lo que tus niños
van a lograr en el salón de clases. Yo, cuando llego a la universidad doy una clase y tengo un
bonche de niños re burros, y les trato de enseñar algo, y digo: “es que yo ya fui a la conferencia del
Dr. Andere y aprendí que hay que tener expectativas positivas, piensa positivo y todo ese tipo de
cosas. Y entonces agarro y les digo: “niños, jóvenes, todos son genios”. Entonces, creo la
expectativa de que todos son genios, viene la segunda prueba y siguen reprobando y siguen
siendo burros; eso es tener expectativas retóricas contra expectativas racionales; ¿y cuál es la
diferencia entre la expectativa retórica y la expectativa racional? Es que si el niño se pone a
estudiar y a trabajar y el joven se pone a estudiar y a trabajar va a poder lograr lo que se propone,
pero si el niño sigue siendo igual de holgazán y yo le digo “eres un genio” pues le voy a hacer un
daño tremendo; es más, esto es fascinante: 30 años de investigación en psicología del aprendizaje
nos dice lo contrario a lo que todos nosotros pensábamos que era verdadero, que es importante
elogiar los logros de nuestros niños, o que es importante decirle a mi niño “eres muy inteligente”,
“¡qué bárbaro! Qué hijo tengo” “hijito, eres un genio”. Bueno, eso, elogiar la inteligencia o elogiar
el logro es muy mala idea, porque al cerebro le gusta ser elogiado, ¿a quién no nos gusta que nos
aplaudan? ¿A quién no nos gusta que nos pongan una medalla? ¿a quién no le gusta que nuestro
jefe nos diga “lo hiciste maravillosamente”? aunque no lo haya hecho tan bien, pero lo dijo porque
es la cuestión de la motivación de personal, los recursos humanos, el crecimiento humano y todo
ese tipo de choro, entonces, le voy a decir que lo hizo muy bien cuando en realidad lo hizo mal.
¿Por qué es malo eso? Porque una vez que el cerebro del niño, o el de cada uno de nosotros
conquista el triunfo del elogio, no voy a arriesgar con una tarea más difícil, o un examen nuevo, mi
corona, mi cetro; soy el inteligente, pero si me hacen otra prueba y ya no tengo el buen resultado
ya no lo voy a ser, ergo no la hago. Entonces, me dedico a cosechar en el colchón del sueño de los
laureles mis triunfos del pasado.
¿Qué es lo que dice la investigación que debemos hacer entonces? En lugar de elogiar el
triunfo o la inteligencia, debemos elogiar el esfuerzo y el trabajo, porque si elogiamos el esfuerzo
y el trabajo, inmediatamente se hacen estas cuestiones que se llaman sinapsis, conexiones
neuronales, y dice “ah me está elogiando que trabajo, denme, pásenme otro trabajito, pásenme y
entre más difícil mejor”; y entonces estoy propiciando un patrón de comportamiento
completamente diferente al del elogio del triunfo. Y eso es lo que creamos con las expectativas
racionales.
Y el método tiene que ver con pedagogía, y maestras y maestros, como ustedes saben más
de pedagogía que yo, me voy a la siguiente que es: actitud o mente de aprendizaje.
No sólo necesitamos un ambiente de aprendizaje, sino que necesitamos hacer una
reingeniería, lo que ahora se llama re cablear, rebobinar el cerebro: “ay, es que me encanta ver la
televisión”, oye pero ¿quieres ser más inteligente? ¿Quieres ser más aprehendiente? ¿Quieres ser
más conocedor? Necesitas apagar la televisión y tomar un libro. “Pero es que me cuesta
muchísimo trabajo”. ¿Por qué? ¿Por qué no tomo el libro? ¿Por qué no hago el esfuerzo? ¿Por qué
mi voluntad no es lo suficientemente fuerte para apagar la tele y tomar el libro? Eso tiene que ver
con patrón neuronal; desde pequeñitos que vivimos en el hogar, luego cómo lo vivimos en la
escuela, con los amigos, etc. ¿Podemos rebobinar nuestros cerebros como adultos? La literatura
está dividida, hay quien dice no, no puedes hacer nada, esto ya es determinante conforme a tu
estructura cerebral. Y hay la literatura que dice sí, sí puedes rebobinar el cerebro; podemos, a
través del esfuerzo, a través de la voluntad, a través del trabajo re cablear nuestros patrones
cerebrales y orientarnos a hacer otro tipo de cosas.
¿A qué le voy yo? La verdad no lo sé, hagan lo que ustedes quieran, pero lo único que nos
puede ofrecer esperanza de mejorar es la literatura de rebobinar el cerebro, es la literatura que
nos dice que si puedes trabajar para modificar tus hábitos automáticos de vida y que en lugar de
tener una actitud de flojera, tengas una actitud de trabajo.
Entonces, bueno, esfuerzo, atención y voluntad son los ingredientes para re cablear el
cerebro. Por ahí hay temas y holísticamente, ¿qué podemos hacer a nivel de las escuelas y de los
hogares? Y con esta filmina termino maestras y maestros, para crear esos ambientes de
aprendizaje, ese ambiente poderoso de aprendizaje en el hogar, la escuela y la comunidad.
Necesitamos el ambiente y la actitud que ya lo vimos hace rato, necesitamos una
metodología de enseñanza del conocimiento, o sea, conocimiento del conocimiento y de
manifestación de inteligencia, ¿me puedo hacer más inteligente o no me puedo hacer más
inteligente? ¿Nace uno inteligente o se hace uno inteligente? Los genetistas nos dicen que nace
uno inteligente. Los ambientalistas nos dicen que uno puede aumentar la manifestación de la
inteligencia.
¿Cómo puedo aumentarlo? Bueno, es motivo de otro taller. Voy a hablar con las
autoridades del sindicato a ver si hacemos un taller de administración de la inteligencia y del
conocimiento, pero para ahorrarles tiempo, esfuerzo y recursos, se los voy a decir con una sola
palabra, una sola palabra en el centro de una conferencia de tres horas sobre administración del
conocimiento y la inteligencia: esfuerzo, eso es lo único que distingue al inteligente del que no es
inteligente. El que se esfuerza, el que trabaja; dice Gardner y dice bien, cuando hace su estudio
sobre la diferencia entre los genios y los que no somos genios, dice: “lo que hace genio al genio, al
muy inteligente muy inteligente, es que traen un chip (inteligente genéticamente) incrustado en
el cerebro o cerebelo no sé en cuál, pero por lo menos en el encéfalo, que les dice que solamente
pueden lograr mejores resultados con esfuerzo y con trabajo. Ah ¡sorpresa! Para la mayor parte
de nosotros que no somos genios, la única brecha entre los genios y nosotros es que ellos traían
eso de fábrica, pero ahora nosotros ya lo sabemos. Entonces, si yo llego a mi casa hoy en la noche
y prendo la tele tres horas después de que no hice un esfuerzo serio, fuerte, etc. o no tomé un
libro, es que conscientemente me quiero quedar donde estoy. Y ese sí es un problema más grave,
ese no se requiere una charla de administración del conocimiento, se requiere un psicoanálisis de
diez o veinte años y probablemente no salga, porque está tan oscuro esto de la inconsciencia que
no sale.
Luego bueno y mal ambiente de aprendizaje, esto tendríamos que ver cuáles son las
características ya más a nivel concreto; qué hace un buen hogar, qué hace una buena aula, por
nivel educativo, nivel inicial, preescolar, primaria, secundaria, preparatoria, universidad ya no,
porque ya están echados a perder.
Y luego nos vamos a maestros del siglo XXI, ¿Cuál es la diferencia entre el maestro del siglo
XXI y el maestro del siglo XX y para atrás? La única diferencia es que el maestro del siglo XXI
aprende más y enseña menos. Sigue aprendiendo pero enseña menos; el maestro del siglo XXI
tiene este conocimiento del que platicamos el día de hoy y lo aplica en su vida cotidiana y en la
vida con los jóvenes y con sus niños y con quienes están cerca de él.
Luego viene esfuerzo y actitud, que lo platicamos aquí arriba también, la pedagogía
pedagógica, tengo por ahí un artículo publicado sobre eso (no voy a hablar de eso para que lo
busquen), en la revista Educación 2001 que ya no existe; luego el entorno físico arquitectónico,
¿qué quiere decir el entorno físico arquitectónico? Bueno, ¿Qué es lo más importante para el
desarrollo del cerebro? Lo más importante es la interacción entre el adulto y el niño, la interacción
humana. Todos queremos escuelas bonitas, por supuesto; todos queremos escuelas agradables;
por supuesto; más importante que eso es desarrollar primero la parte de la interacción humana;
ahora, ya la tenemos desarrollada, vámonos al entorno físico arquitectónico más espacioso, al
cerebro le gusta lo verde, al cerebro le gusta el silencio en lugar del ruido, salvo ciertas
excepciones, pero en general nos gusta más el silencio, aprendemos más con silencio, ¿qué
hicieron los singapurenses en la prueba PISA del 2012? Bueno, prohibieron la aviación comercial y
no comercial en el país mientras a los niños les estaban aplicando la prueba PISA, para que no
hubiera distractores y estuvieran concentrados. Y el cerebro necesita para la concentración
muchas cosas, entre otras, cordialidad, silencio, motivación, etc., es otra charla, se llama la
pirámide del aprendizaje, otro día platicamos sobre esa charla.
Luego viene el tema de la tecnología, que ya platicamos también de para qué sirve la
tecnología; no te preguntes qué puede hacer la tecnología por ti, si no tú qué puedes hacer por la
tecnología. ¿Quiénes son los que realmente aprenden en el mundo de la tecnología? Los que
hacen los programas, los que hacen los sistemas, los que hacen el hardware y el software como se
les dice, son los que realmente están utilizando pensamiento crítico, nosotros tenemos el gran
riesgo de que como todo nos lo están haciendo facilito, en lugar de utilizar pensamiento crítico,
estamos utilizando pensamiento superficial.
Entonces, ¿Qué necesitamos para eso? Repensar nuestra forma de utilizar la tecnología.
Evaluación es un tema muy de moda, está derivado de la literatura del aprendizaje, de la habilidad
metacognitiva, es pensar sobre tu pensamiento, reflexionar sobre lo que aprendes, cómo puedes
mejorar. Aquí vienen todas estas teorías de la evaluación formativa; para mí la evaluación
formativa es la única que realmente mejora los resultados de desempeño de los niños y jóvenes y
no la evaluación sumativa o punitiva, que son las evaluaciones que comparan en ranking y
premian o castigan a los maestros de acuerdo al resultado de los niños.
Decir que una prueba estandarizada nos puede dar elementos suficientes como para juzgar
a un maestro o a un niño en su proceso tan complejo de aprendizaje, como lo vimos, sería una
inocencia fenomenal, la más grande de las inocencias. Es realmente una vergüenza ser evaluados
por un lector óptico; y luego nos va a sancionar o a premiar una persona que nunca nos conoció.
Eso es totalmente antitético, y también antiético. Para evaluar a un ser humano
necesitamos una historia, una narrativa, ¿quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Por qué eres así? Y lo
vamos a tratar de entender con un grupo de pares, con una riqueza de intercambio, de
comentarios, de palabras, de expresiones, de historias.
Y luego vienen los líderes, ¿Quiénes son líderes? Todos son líderes en potencia y en
realidad. ¿Cuáles son los líderes educativos? Los directores de las escuelas, las autoridades
educativas, que su principal chamba es potenciar el desarrollo de los maestros.
Y ¿cuáles son los líderes pedagógicos? Son los maestros, que su principal chamba es
potenciar el desarrollo de nuestros niños y nuestros jóvenes.
Voy a terminar con una anécdota para que ya se relajen. Ya acabó lo más duro, lo difícil.
Quien se quiera ir se puede ir ahorita, no se perdió de nada. Pero resulta que dicen los expertos de
inteligencia que tenemos dos tipos de inteligencia todos los seres humanos; esa es una muy
buena noticia, tenemos inteligencia fluida e inteligencia cristalizada. La inteligencia fluida es
aquella inteligencia que nos permite resolver problemas nuevos sin necesidad de conocimiento.
Ejemplos de inteligencia líquida, ahorita les voy a dar uno en un cuento, una historia, una
anécdota; pero en casos de la vida real, cuando una va, por ejemplo, a un estacionamiento, ahora
están de moda las máquinas para pagar en lugar de las personas, lo cual lo entiende uno; por lo
menos si se enoja uno le grita a la máquina, no al ser humano, pero está la máquina para pagar y
es una máquina muy sofisticada para hacer esa máquina se requiere inteligencia cristalizada. Es la
inteligencia que necesita conocimiento para operar, yo no puedo pilotear un avión si no sé de
aeronáutica, por ejemplo; no puedo hacer una cirugía si no soy médico cirujano o no tengo
conocimientos de los que normalmente se asocian con un médico cirujano; no puedo hacer una
máquina de estas sofisticadas, si no tengo conocimientos de mecánica y electricidad y algo de
programación, etc. Entonces ya, la pongo la máquina, y le pongo una pantalla para leer lo que uno
tiene que pagar, entonces, los que llegan a colocar la máquina la colocan exactamente en contra
del sol. Entonces, está uno ahí media hora tratando de leer lo que dice la máquina porque no se
puede leer; entonces, quien la coloca como la coloca no utilizó ninguna inteligencia líquida. No se
necesita conocimiento para colocar la máquina en un lugar donde haya sombra, o sea, se necesita
lógica deductiva.
Esta inteligencia líquida que todos nosotros tenemos, y que ese es el final de la buena
noticia de la inteligencia líquida, se acaba alrededor de los 20 años de edad, así es que la mayor
parte de nosotros ya estamos deslicuados, sin líquido, se nos fue. Entonces, lo único que nos
queda es la cristalizada, pero ¡chin!, perdón ¡caray!, necesito estudiar para aumentar mi
inteligencia cristalizada, y como tenemos la sumatoria de las dos inteligencias, la líquida y la
cristalizada, lo único que puedo yo hacer para que la sumatoria no decaiga, mientras una por
naturaleza decae, es subir la otra; y esa nada más sube con el esfuerzo, el trabajo y el estudio, no
nos queda de otra; y ese trabajo, ese esfuerzo es lo que ahora llaman gimnasia cerebral, poner a
trabajar el cerebro, etc., es lo que nos hace crecer la sumatoria de las dos inteligencias.
Con un ejemplo muy sencillo (que seguramente alguno de ustedes ya lo escucharon), les
voy a decir cuál es la diferencia entre inteligencia líquida e inteligencia cristalizada. Resulta que
hay un profesor emérito, de éstos muy prestigiados, en una universidad de las muy prestigiadas
del mundo, en donde daba una materia muy prestigiada y muy difícil para la mayoría de nosotros
porque era en un lenguaje que la mayoría de nosotros no manejamos, que es físico-matemática. Y
este profesor era tan eminente y tan prestigiado, que tenía chofer y automóvil, normalmente los
profesores en las universidades no tienen este tipo de canonjías, eso es para las autoridades de la
universidad, para los jefazos, pero nosotros que somos del pueblo, los maestros y los profesores
no tenemos chofer y no tenemos automóvil.
Entonces, de repente, después de muchos años de que el profesor daba su clase en la
universidad y su chofer lo llevaba a dar su clase, el chofer le dice al profesor:
-Estoy aburrido.
-¿Cómo que estás aburrido? O sea, eres chofer.
-Estoy aburrido de esperarlo aquí y usted dando su clase, ¿me daría usted oportunidad de
por lo menos entrar a su clase para no aburrirme?
Y al profesor que se le cae la mandíbula de decir
-¡Qué cosa! ¿Qué he hecho yo en la vida para lograr este impacto en este hombre?
Lo deja entrar a su clase, pasan algunos años y el chofer le dice al profesor:
-La vida es injusta.
-¿Por qué?
-Porque usted tiene chofer y automóvil y yo no tengo chofer y automóvil, yo soy el chofer.
-Tú puedes ser maestro, profesor emérito…
-Es que yo ya me aprendí la cátedra que usted da.
-¿Cómo que ya te la aprendiste?
-Al pie de la letra, del pe al pa; es más, le propongo que yo dé la próxima clase del siguiente
ciclo escolar.
(Recuerden que estamos viendo la diferencia entre inteligencia líquida e inteligencia
cristalizada)
Y entonces, el profesor le dice:
-Perfecto, cambiemos de papeles.
Llega el siguiente ciclo escolar, cambian de papeles y el profesor se hace chofer, el chofer
profesor, se viste de traje, ya saben, el portafolio, la corbata, etc. Los alumnos eran nuevos, no
sabían quién era quién y el chofer empieza a dictar la cátedra, y lo hace exactamente igual que el
profesor. Y como el profesor era tan eminente y tan prestigiado nunca ningún estudiante le hacía
una pregunta, nunca; porque los estudiantes a veces somos tímidos si tenemos una eminencia y
nos vamos a exhibir delante de una audiencia tan célebre, tan egregia, no voy a meter la pata
haciendo una pregunta tan inocente.
Pero exactamente el día que el chofer estaba dando su cátedra, un nerd en la parte de atrás
de la audiencia, del salón de clases, levanta la mano y le dice:
-Profesor, tengo una pregunta.
Bueno, ¿qué es la inteligencia? Es resolver problemas nuevos, ¿no? Sobre todo la
inteligencia líquida.
Entonces, el estudiante hace su pregunta con toda la utilización de ecuaciones y conceptos
abstractos, que no los voy a traer a colación maestras y maestros porque ya es hora, es viernes
caray, casi viernes de quincena, vámonos a descansar, ¿qué hacemos aquí encerrados? con tanto
calor, escuchando aquí a este cuate espectar cualquier cantidad de cosas que ya sabemos. Pero
bueno, de cualquier manera este cuate hace su pregunta, y el profesor, que en realidad era el
chofer, se pone a caminar y a cavilar, ¿no? Camina y cavila. Y entonces dice:
-Ay joven -refiriéndose al chamaco que le hizo la pregunta- ¿cómo se atreve usted a hacer
una pregunta tan sencilla y tan simple en la presencia de un grupo de tanta materia gris y con un
profesor tan prestigiado? Mire usted joven amigo, su pregunta es tan simple y tan sencilla, que le
voy a pedir a mi chofer que se la responda.
Muchísimas gracias.
Gracias.