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1 XIV INTERNATIONAL ECONOMIC HISTORY CONGRESS HELSINKI, FINLAND, 21 TO 25 AUGUST 2006 SESSION 56 “The Economics of Latin American Labor” Organizer: Dr. James P. Brennan, Prof. University of California- Riverside, USA Participant: Dra. Mónica B. Gordillo. CONICET. Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba ( Argentina). Título: “Proyectos flexibilizadores y respuestas obreras en la industria automotriz de Córdoba, Argentina” A partir de 1989, con la asunción del presidente Carlos Menem, se sentaron las bases para desmontar el capitalismo asistido desarrollado en la Argentina desde la posguerra. En efecto, un plan de reformas estructurales comenzó a aplicarse con la sanción de las leyes de Emergencia Económica ( Ley 23696) y de Reforma del Estado (Ley 23697), entre agosto y septiembre de ese año 1 . Estas leyes generaron los recursos institucionales para concentrar la autoridad necesaria para la puesta en marcha de las reformas. Sobre esa base se redefinió el papel del Estado, las reglas del juego económico y, dentro de ello, se comenzó a señalar la necesidad de replantear las relaciones laborales. Sin embargo, las reformas estructurales no siguieron el mismo ritmo en todo el país ni en todas las esferas de la vida social. Las políticas de ajuste en las provincias y las medidas flexibilizadoras en el ámbito laboral fueron demoradas para asegurar la gobernabilidad inicial. En efecto, el gobierno de Menem privilegió contar con el consenso necesario para realizar la reforma 1 - La primera suspendió por un plazo de 180 días – que sería luego renovado indefinidamente- los regímenes de promoción industrial, regional y de exportaciones y las preferencias que beneficiaban a los productos nacionales en las compras del Estado, también se autorizaron los licenciamientos de empleados públicos y se puso fin a esquemas salariales de privilegio en la administración; la Ley de Reforma del Estado – por su parte- fijó el marco normativo para proceder a la privatización de las empresas estatales. Cfr. Pablo Gerchunoff y Juan Carlos Torre “ La política de liberalización económica en la administración de Menem” Desarrollo Económico V. 36 N° 43, Buenos Aires, octubre-diciembre 1996 p. 736

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XIV INTERNATIONAL ECONOMIC HISTORY CONGRESS

HELSINKI, FINLAND, 21 TO 25 AUGUST 2006

SESSION 56

“The Economics of Latin American Labor”

Organizer: Dr. James P. Brennan, Prof. University of California- Riverside, USA

Participant: Dra. Mónica B. Gordillo. CONICET. Facultad de Filosofía y Humanidades,

Universidad Nacional de Córdoba ( Argentina).

Título: “Proyectos flexibilizadores y respuestas obreras en la industria automotriz de

Córdoba, Argentina”

A partir de 1989, con la asunción del presidente Carlos Menem, se sentaron las bases para

desmontar el capitalismo asistido desarrollado en la Argentina desde la posguerra. En efecto, un

plan de reformas estructurales comenzó a aplicarse con la sanción de las leyes de Emergencia

Económica ( Ley 23696) y de Reforma del Estado (Ley 23697), entre agosto y septiembre de ese

año1. Estas leyes generaron los recursos institucionales para concentrar la autoridad necesaria para

la puesta en marcha de las reformas. Sobre esa base se redefinió el papel del Estado, las reglas del

juego económico y, dentro de ello, se comenzó a señalar la necesidad de replantear las relaciones

laborales. Sin embargo, las reformas estructurales no siguieron el mismo ritmo en todo el país ni en

todas las esferas de la vida social. Las políticas de ajuste en las provincias y las medidas

flexibilizadoras en el ámbito laboral fueron demoradas para asegurar la gobernabilidad inicial. En

efecto, el gobierno de Menem privilegió contar con el consenso necesario para realizar la reforma

1 - La primera suspendió por un plazo de 180 días – que sería luego renovado indefinidamente- los regímenesde promoción industrial, regional y de exportaciones y las preferencias que beneficiaban a los productosnacionales en las compras del Estado, también se autorizaron los licenciamientos de empleados públicos y sepuso fin a esquemas salariales de privilegio en la administración; la Ley de Reforma del Estado – por suparte- fijó el marco normativo para proceder a la privatización de las empresas estatales. Cfr. PabloGerchunoff y Juan Carlos Torre “ La política de liberalización económica en la administración de Menem”Desarrollo Económico V. 36 N° 43, Buenos Aires, octubre-diciembre 1996 p. 736

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económica y del Estado buscando disuadir la oposición de los gremios industriales, tradicionales

aliados, al preverse – como de hecho ocurrió- la segura resistencia de los gremios estatales frente al

ajuste. La reactivación económica en el corto plazo que trajo aparejada la estabilidad y el disponer

de recursos fiscales provenientes de las privatizaciones, sumados a ciertos beneficios obtenidos en

los convenios del sector industrial que permitieron partir de un piso salarial alto en el momento de

producirse la estabilidad, mantuvieron relativamente tranquilos a los gremios industriales en los

primeros años de la década. Por otra parte, los cambios en lo referido a la estructura sindical

tardaron más en producirse y fueron objeto de una sostenida disputa y concertación en lo referido a

avanzar sobre prerrogativas de las corporaciones sindicales2. Las primeras medidas tendieron así

sólo a aplacar la resistencia que se esperaba generar como consecuencia de las reformas del aparato

estatal. De todos modos uno de los soportes principales del Plan de Convertibilidad, lanzado en

1991, era el de reducir los costos laborales de ahí que, frente a las dificultades para consensuar una

reforma integral, se dieron algunos decretos reglamentarios como el 1334/91, que estableció la no

homologación de aumentos salariales que no se atuvieran a pautas de productividad3. Un paso

adelante fue dado, sin embargo, al sancionarse la Ley de Empleo o de contrato de trabajo ( Nº 24.

013) en noviembre de 1991 , que incorporó la figura de los contratos temporarios, aunque éstos

necesitaban de la aquiescencia sindical en convenciones colectivas, y la Ley de accidentes de

trabajo ( Nº 24. 028), sancionada en el mismo mes, que redujo los montos indemnizatorios e hizo

más estricta su aplicación. Pero fue recién en 1993 cuando se retomaron con fuerza iniciativas de

reforma laboral integral y de modificaciones en el sistema previsional, lo que fue objeto de una

fuerte resistencia en el ámbito legislativo impidiendo concretar el objetivo del gobierno.

La coyuntura de 1995 marcaría sin embargo importantes cambios. Por un lado, porque por

primera vez comenzaron a tener visibilidad los costos del ajuste pero, también, porque se pretendió

avanzar integralmente en políticas flexibilizadoras. Por otro, porque desde el punto de vista político

comenzó a fisurarse el “consenso de fuga hacia delante” que había mantenido unido al bloque

dominante, haciendo posible el surgimiento de marcos interpretativos alternativos que alentaron la

acción colectiva.

En ese contexto, tomaremos como objeto de estudio la situación en la industria automotriz

de Córdoba. En efecto el desarrollo de esta industria, ligado a la segunda fase de sustitución de

importaciones que tuvo lugar en el país a partir de la segunda mitad de la década del ´50, generó

polos dinámicos de crecimiento industrial con importante concentración de empleo, una particular

2 - Sebastián Etchemendy y Vicente Palermo “ Conflicto y concertación. Gobierno, congreso yorganizaciones de interés en la reforma laboral del primer gobierno de Menem (1989-1995) DesarrolloEconómico V. 37 N| 148, enero-marzo de 1998 pp. 559-5893- Ibídem. P. 565

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organización del trabajo, nuevas propuestas de relaciones laborales y de negociación colectiva,

dinámicas diferenciadas en el mercado de trabajo y en las pautas salariales y una significativa

activación del consumo obrero. Dentro de esos polos de crecimiento industrial, Córdoba ocupó un

lugar principal, modificándose la fisonomía económica y social de la provincia a partir de la

radicación de las plantas automotrices Fiat y Kaiser ( IKA), entre 1954 y 1955. Esto fue

acompañado a su vez por la conformación de importantes sindicatos mecánicos que consolidaron

una particular tradición sindical, convirtiéndolos en líderes y principales activadores de la protesta

obrera4 durante toda la etapa de crecimiento industrial y de vigencia del modelo fordista. Sin

embargo, a pesar del importante papel jugado en el país por esta industria, no son muchos todavía

los trabajos que han abordado empíricamente la modalidad específica que adoptó en el ámbito local

la articulación entre las nuevas concepciones empresarias y la organización del trabajo resultante

como consecuencia de la difusión del modelo japonés onhista o toyotista que comenzó a aplicarse

en los países centrales hacia los años ’80 5; y son también escasos los que han avanzado sobre las

respuestas obreras frente a esas nuevas situaciones6. Según lo han señalado varios autores7 la

introducción de nuevas tecnologías se había ya generalizado en la industria argentina hacia fines de

los ´80, sin embargo esto no se reconocía formalmente como organizador de las relaciones

laborales. En efecto, los convenios colectivos celebrados a partir de 1988 parecían reeditar los del

período de 1973-1975. De este modo la flexibilización de hecho comenzó a operar en los sectores

más dinámicos, pero habría que esperar condiciones propicias para su formalización. Estas se

encontrarían a partir de los cambios estructurales producidos durante el gobierno de Menem pero,

más específicamente, en la coyuntura crítica que se abre entre 1995 y 1997, que delimitamos como

4 - Cfr. Mónica Gordillo Córdoba en los ́ 60. La experiencia del sindicalismo combativo. Córdoba, Direcciónde Publicaciones de la UNC, 1996 y James P. Brennan El cordobazo. Las guerras obreras en Córdoba.Buenos Aires, Sudamericana, 1996, entre otros trabajos sobre el tema.5 - Entre los trabajos que han abordado los cambios en la industria automotriz para el caso argentino, podemoscitar: Marta NOVICK y A. M. CATALANO "Reestructuración productiva y relaciones laborales en laindustria automotriz argentina" Estudios del Trabajo N° 11, primer semestre 1996 pp. 63-99; Jorge KATZ ycolaboradores Desarrollo y crisis de la capacidad tecnológica latinoamericana. El caso de la industriametalmecánica. Buenos Aires, IDES, 1996; Marta NOVICK " Nuevas tecnologías de gestión y acciónsindical. Métodos japoneses de producción en la industria argentina" Estudios del Trabajo N° 1, primersemestre 1991 pp. 77-111 y Martha Roldán ¿Globalización o mundialización? Teoría y práctica de procesosproductivos y asimetrías de género. Buenos Aires, EUDEBA, 20006 - Cfr. Marta Novick " Nuevas tecnologías de gestión y acción sindical. Métodos japoneses de producción enla industria argentina" Estudios del Trabajo N° 1, primer semestre 1991 pp. 77-111; O. Battistini y A. Wilkis« De la familia Falcón a la familia Toyota » En : O. BATTISTINI (comp.) El trabajo frente al espejo.Buenos Aires, Prometeo, 2004 pp. 141-170, M. Delfín y M. C. Cross “ La construcción de hegemonía en lasempresas. El caso de una firma del sector automotriz” En: A. Fernández (comp) Estado y relacioneslaborales: transformaciones y perspectivas. Buenos Aires, Prometeo, 2005 pp. 193-216 y M. ROLDAN¿Globalización o mundialización? Teoría y práctica de procesos productivos y asimetrías de género. BuenosAires, EUDEBA, 2000

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nuestro período de estudio. Entendemos que el período aparece entonces como un momento de

inflexión en la década y, en lo que se refiere particularmente a la provincia de Córdoba, se asistirá a

un escenario transformado luego de haberse mantenido todavía en la primera mitad de los ´90 cierto

modelo de Estado benefactor con canales tradicionales de canalización de los conflictos. Durante la

segunda mitad la situación cambió debido a varios factores: la consolidación del proyecto

menemista al ser Menem reelecto en 1995, la crisis mexicana, el fortalecimiento de los proyectos de

regionalización que legitimarían cambios en las principales industrias, una nueva ofensiva de las

empresas multi o transnacionales que encontrarían condiciones ventajosas en el país, entre otros

factores, que llevaron al gobierno a intentar completar la tarea inconclusa, favoreciendo así nuevos

proyectos flexibilizadores. Por otra parte, en lo que se refiere a la situación provincial, la caída del

gobernador Angeloz en julio de 1995 y la política de ajuste aplicada por el nuevo gobernador,

Mestre, sirvieron a su vez para generar un nuevo contexto de legitimación de cambios estructurales.

Como veremos, esos cambios en el contexto servirían para “institucionalizar” y, de este modo,

legitimar nuevas formas de organización del trabajo y de relaciones laborales, tal como lo

ocurrido en las principales plantas automotrices de Córdoba como en CIADEA ( terminal de la

firma Renault en Argentina) y, principalmente, a partir de la firma del convenio con Fiat Auto en

1996 para su reinstalación en Córdoba.

De este modo la nueva situación abrirá una serie de dilemas al accionar sindical y a las

respuestas obreras; algunos de ellos podrían resumirse en los siguientes: se concentraría la acción en

la arena política o industrial?; ¿ se adoptaría una postura táctica prioritariamente conflictiva o

cooperativa?; ¿ se localizaría el foco principal en el nivel central o en los niveles locales del

sindicato?; ¿ cómo incidieron las tradiciones sindicales y empresarias previas en las respuestas

dadas? Frente a estos dilemas Novick esboza tipologías de acción sindical en función de sus

respuestas: a) sin acción (indiferentes) con aceptación del cambio tecnológico y b) respuestas

activas que pueden discriminarse en tres subtipos: aquella que da un apoyo activo a la política

empresaria, otra propositiva – parcial o global- y una última de resistencia no propositiva. 8

Lo planteado nos llevará, entonces, a presentar una primera aproximación a los proyectos

flexibilizadores formalizados en la industria y a indagar acerca de las respuestas dadas por los

sindicatos obreros de Córdoba, portadores de una consolidada tradición sindical combativa.

Entendemos que para explicar la conflictividad obrera en el período es necesario considerar

una serie de variables: por un lado, el impacto entre los trabajadores de la crisis coyuntural vivida;

por otro, la paulatina construcción en la segunda mitad de la década de un marco interpretativo

7 - Cfr. Marta Novick " Nuevas tecnologías de gestión y acción sindical. Métodos japoneses de producción enla industria argentina" Estudios del Trabajo N° 1, primer semestre 1991 pp. 77-111, entre otros

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contrario a la flexibilización que activó tradiciones previas y, por último, un contexto de

expectativas crecientes dado por los planes de inversión y rectivación industrial que se proponen en

la provincia a partir de 1996. De todos modos creemos que es posible observar diferencias en las

respuestas de los trabajadores de las dos principales plantas automotrices – tanto en lo que se refiere

a los núcleos conflictivos como a las formas y estrategias utilizadas para la resolución del conflicto-

que, a nuestro entender, guardan relación con las distintas tradiciones sindicales y empresarias

construidas históricamente.

1. La situación en la industria automotriz y la legitimación del nuevo orden:

Los estudiosos de la industria automotriz en Argentina reconocen que entre 1976-1990 se

produce una segunda etapa en su desarrollo caracterizada por el quiebre del modelo de sustitución

de importaciones, concentración de capital, crisis del sistema de producción, intentos de apertura

del mercado, introducción de cambios tecnológicos, progresiva ruptura del acuerdo fordista en las

relaciones laborales, tendencia de las EMS hacia la especialización autopartista, en un contexto de

fuerte recesión y disminución del consumo. Una tercera etapa se iniciaría a partir del proceso de

integración regional de los mercados que se fue gestando durante los ´80 a través del MERCOSUR

y que se consolidó con la firma en marzo de 1991 de un Acta Acuerdo que otorgó una serie de

beneficios a estas industrias y se renovó en 1994 con vigencia hasta 1999. El mismo se subscribió

entre el gobierno, los sindicatos- Unión Obrera Metalúrgica ( UOM) y Sindicato de Mecánicos y

Afines del Transporte Automotor ( SMATA)- y las Cámaras empresarias del sector: entidades

representativas de las firmas terminales ( ADEFA) y de las concesionarias ( ACARA). 9

Si bien el acuerdo se limitó a una reducción de impuestos por parte del gobierno, precios y

comisiones por parte de las entidades empresarias y de la presión salarial sobre las negociaciones

salariales en curso por parte de los sindicatos10, sin que se plantearan cambios en la organización del

trabajo, en el manejo de las relaciones laborales o en las políticas de empleo de las empresas,

instaló como cuestión la situación de crisis de la industria y la necesidad de generar un régimen

especial con concertación de todos los actores implicados para su recuperación. De este modo se

irían abriendo nuevas condiciones para la legitimación de cambios más profundos.

Los efectos de esta política se notaron inmediatamente. Los datos referidos a producción

total y ventas de vehículos ( incluidos automóviles y camiones) en Argentina muestran un constante

8 - Ibídem. P. 889 - Marta NOVICK y A. M. CATALANO "Reestructuración productiva y relaciones laborales en la industriaautomotriz argentina" Estudios del Trabajo N° 11, primer semestre 1996 p. 6410 - Ibídem. P. 73

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crecimiento a partir de 1991, luego de superar una caída en los valores en el año 1990 con relación a

los de 1989. Esta línea ascendente continuará hasta 1995, en cambio a partir de entonces se observa

un brusco descenso que no podrá ser revertido completamente con posterioridad, manteniéndose los

valores del año 1998 inferiores todavía a los conseguidos en 1994. Este comportamiento es

diferente al seguido, por ejemplo, por Brasil que vivió un proceso de lento pero permanente

crecimiento desde 1992, luego del descenso en su producción operado entre 1990-1991, con

relación al valor de 1989. 11 Si además consideramos la variación en el empleo en la industria del

automóvil, se observa para el caso argentino un comportamiento similar al ocurrido con la

producción. En efecto en términos globales la ocupación había caído del tope de 57.400

trabajadores en las terminales en 1975 a unos 20.000 en 1989 12, con un crecimiento constante

entre 1991-1994 y posterior caída en 199513.

De este modo el Acuerdo de 1991 y su renovación en 1994, así como los proyectos de

integración regional que – como veremos- se formalizaron ese año, hicieron del año 1995 un

momento de inflexión en la industria, nuevos proyectos de inversión con pautas flexibilizadoras

comenzaron a plantearse en el país, y en Córdoba en particular, en consonancia con los planes de

expansión de las principales empresas transnacionales, excedidas en su capacidad de producción.

Las diez que encabezaban las ventas y el empleo en el mundo, siguiendo un orden de importancia

eran: General Motors, Ford, Toyota, Daimler-Benz, Volkswagen, Nissan, Chrysler, Fiat, Honda y

Renault. 14 La etapa que se abrió entonces entre 1995-1998 se caracterizó por nuevas inversiones,

11 - La producción total de vehículos en Argentina y Brasil entre 1989-1998 en miles de unidades fue lasiguiente:

PAIS 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998ARG. 128 100 139 262 342 409 285 297 313 338BRASIL 1013 914 960 1074 1391 1581 1636 1806 1877 2.010Fuente: Cuadro elaborado en base a los datos de FITIM Informe del automóvil de la FITIM. Año 1997.Ginebra, FITIM, 1997 p. 17

12 - Martha Roldán ¿Globalización o mundialización? Teoría y práctica de procesos productivos y asimetríasde género. Buenos Aires, EUDEBA, 2000 p. 205

13 - Variación del empleo en la industria del automóvil, 1990-1995PAIS DESDE 1990 (%) DESDE EL AÑO ANTERIOR (%)

1995 1994 1993 1992 1991 1995 1994 1993 1992 1991ARG. 25.3 47.7 32.2 27.6 5.2 -15.2 11.7 3.6 21.3 5.2BRASIL ---- ----- -9.2 -10.6 -6.8 ----- ---- 1.5 -4.0 -6.8

Fuente: Cuadro elaborado en base a los datos de FITIM Informe del automóvil de la FITIM. Año 1997.Ginebra, FITIM, 1997 p. 23

14 - Le seguían en orden de importancia: Peugeot, BMV, Volvo, Mitsubishi, Mazda, Isuzu, Hyundai, Suzuki,Fuji, Kia, Daihatsu y Daewoo. En Ibídem. P. 13

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tanto de las empresas ya existentes en el país como de otras que llegaron, todas con planes de

inversión en tecnología para la renovación integral de la oferta de modelos y mejorar la calidad, lo

que llevó también a una reestructuración del sector autopartista. 15

En ese contexto, la empresa Fiat decidió reasumir directamente la producción en Argentina

con una inversión prevista para 1996 de 600 millones de pesos destinados a la fabricación de

automóviles, superior a la que realizaría en Brasil en 1998 que sería de $500 millones para la

producción de motores y del automóvil Palio; la Ford pensaba invertir en Argentina en 1998 $1000

millones para la renovación y expansión de la planta y para nuevos productos, la que también era

mayor a la de Brasil que iba a ser en 1997 de $850 millones para la producción de vehículos Fiesta

y Ka. Por último, en Argentina también la General Motors tenía proyectos de inversión para 1997

por un monto total de $400 millones destinados a la producción del automóvil Corsa y motores; en

Brasil el monto a invertir en 1998 sería de $500 millones para motores y $600 para vehículos

pequeños. Los proyectos de inversión total para Argentina alcanzaban así los $2000 millones. Por

su parte en Brasil los proyectos ascendían a $ 5.508 millones, incluyendo además de los señalados

los de las empresas Asia Motors, BMW- Chrysler, Mercedes Benz, Renault, VW y VW- Audi.16

1.1. La versión local de la legitimación:

Para comprender este comportamiento de las transnacionales se hace necesario analizar,

brevemente, el sustento político- ideológico que ofrecía tanto el discurso oficial como algunas

concreciones específicas que convertían al país nuevamente en centro de interés para estas

inversiones. Entre ellas la más importante fue, sin duda, la creación de una Unión Aduanera o zona

de libre comercio en diciembre de 1994 entre los países que habían suscripto el Acta de Asunción

en 1991, reforzando con ello el concepto de “regionalismo abierto”. A partir de 1995 se inició

entonces una nueva etapa por la cual, siguiendo ese esquema, los sectores productivos del

MERCOSUR debían lograr competitividad internacional en base a proyectos conjuntos. Este sería

el primer elemento, otros pasos serían la definición de un arancel externo común bajo, la

eliminación de las trabas al comercio, tanto intra-zona como externas, garantizar una operación

comercial internacional leal y la incorporación de nuevos socios.17 Dentro de ese modelo el capital

15 - ASOCIACION DE FABRICAS DE AUTOMOTORES ( ADEFA) La industria automotriz en laArgentina: Estado de situación y escenarios de desarrollo futuro. Buenos Aires, ADEFA, abril 2001. p. 816 - FITIM Informe del automóvil de la FITIM. Año 1997. Ginebra, FITIM, 1997 p. 4117 - Cfr. KESMAN Carlos V. Las transformaciones mundiales: Argentina y las regiones del país en laspróximas décadas. [ s/d de edición. Se indica que el trabajo fue preparado para el Consejo Federal deInversiones, marzo de 1997, se realizó la publicación en una serie reducida con fines académicos.] p. 8-12 Loimportante es que este trabajo fue encontrado en el Archivo del SMATA Córdoba, lo que habla de lacirculación del mismo entre los dirigentes del gremio; como se podrá apreciar todo el planteo replica losfundamentos de la visión de K. Ohmae

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humano ocupaba un lugar central, pero concibiendo la empresa como un “taller global”, repartido

en varios lugares que responderían a las condiciones de productividad y costo. Por eso sería

necesario no sólo ocuparse del conocimiento de punta sino de estructurar la fuerza laboral en toda

su extensión “ con habilidades complementarias que cubran un amplio abanico”. 18

El Mercado Común del Sur ( MERCOSUR) se reforzó con el Acuerdo con Chile, que entró

en vigencia en octubre de 1996 y que incluyó un Protocolo de integración física, por el cual

Argentina y Chile se comprometieron a invertir en infraestructura en una serie de pasos fronterizos.

Estos eran vistos así como avances concretos hacia una integración productiva que consistiría en

abandonar total o parcialmente la producción del bien final en el mercado pre-existente para pasar a

producir partes para el mercado ampliado del bien final en el MERCOSUR. Se entendía que la

empresa sería más eficiente y tendría una inmensa ventaja de escala produciendo bienes para el

mercado ampliado, lo que implicaría alternativas de complementación industrial. 19 Estas acciones

aparecían claramente como la versión local del Estado- región que haría posible avanzar en otros

cambios organizacionales. Veremos cómo otros presupuestos relativos a la organización de la

producción y del trabajo buscaron consolidarse en nuevas formas institucionales. Para ello se hace

necesario reseñar brevemente cuál fue la traducción de los mismos en los convenios colectivos del

sector, distinguiendo los que fueron “renovados”, siguiendo los parámetros existentes en 1975, de

los “nuevos”, firmados con las empresas que se reinstalaron en el país a partir de 1995, como los de

General Motors, FIAT, Chrysler y Toyota 20

La estrategia sindical del SMATA fue la de diferir en los primeros la negociación de nuevas

formas de organización del trabajo con los consiguientes cambios que esto acarrearía en las

categorías laborales, centrando el eje de la negociación en las pautas salariales, una vez restituida

las convenciones colectivas en 1988. En esa oportunidad los convenios establecieron la revisión

cada dos años de las cláusulas referidas a condiciones de trabajo y anualmente las pautas salariales,

estableciéndose la actualización trimestral según índice de costo de vida. Será recién luego de la

firma del Acta Acuerdo de 1991 y al implementarse la convertibilidad – y particularmente los

decretos 1331/91 y 470/93 que reconocían aumentos sólo en función de productividad- cuando el

18 - Ibídem. P. 2219 - Ibídem. P. 30-31 Lo importante es que este trabajo fue encontrado en el Archivo del SMATA Córdoba, loque habla de la circulación del mismo entre los dirigentes del gremio; como se podrá apreciar todo el planteoreplica los fundamentos de la visión de K. Ohmae y también de la transición de la producción en masa a laproducción magra, sostenida en el libro de Womack, Jones y Roos ( 1991) “La máquina que cambió elmundo. La historia de la producción magra”.20 - El primero firmado bajo esta nueva modalidad fue con la General Motors en 1994, luego le siguieron elconvenio con Fiat, acordado con el SMATA a fines de 1995 y ratificado por la Corte Suprema de Justicia el 3de abril de 1996; con Chrysler y con Toyota, el 2 y 15 de mayo de 1996 respectivamente. La Voz delInterior. Córdoba 4/4/1996 p. 1 A; La Voz del Interior. Córdoba 3/5/1996 p. 1 A y La Voz del Interior.Córdoba 16/5/1996 p. 9 A

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SMATA comenzó a incluir cláusulas de productividad en sus convenios. La posición del gremio fue

la de apelar en los otros aspectos a la “ultraactividad”, decidiendo a su vez reforzar la

centralización, frente a la autonomía que habían tenido las seccionales en el pasado para negociar

los convenios por empresa. Ahora, en cambio, propuso un modelo de negociación articulada por el

cual se establecía un módulo general de concertación intersectorial donde se fijaban las reglas

mínimas de funcionamiento del sistema de relaciones laborales entre los actores institucionalizados:

sindicato, a través del Consejo Directivo Nacional, cámaras empresariales y Estado; esto se

complementaba con “módulos particulares” que se acordaban por empresa con el sindicato local.

Como se podrá apreciar, se intentó limitar el protagonismo de las Comisiones Ejecutivas de las

Seccionales tratando con esto de frenar posibles alternativas de tipo político o gremial que atentaran

contra los compromisos de paz social y concertación celebrados. 21 Esta nueva estrategia permite

entender el hecho de que los “nuevos” convenios – como veremos para el caso de Fiat- se acuerden

directamente con el SMATA central. La posición del sindicato de no discutir ni enfrentarse a los

cambios, llevó a que – de hecho- estos comenzaran a aplicarse en las firmas, más allá de que no

aparecieran registrados en los convenios hasta el momento de instalación de las nuevas empresas.

Esta no oposición facilitaría posteriormente la institucionalización de los cambios a partir de los

nuevos convenios, con un verdadero efecto de legitimación, lo que contrasta, por ejemplo, con la

posición asumida por la UAW norteamericana que, frente a la introducción del toyotismo y de su

idea del “empoderamiento” obrero, lo definió como una verdadera “gestión del stress” 22 .

La re-elección de Menem en 1995 aseguró no sólo la convertibilidad sino, también, el

avanzar en los proyectos de reforma estructural que habían quedado pendientes en la primer etapa,

entre ellos la reforma laboral para reducir los costos laborales. Aunque en los hechos, por la fuerte

oposición sindical, no fue mucho lo que se pudo avanzar en este sentido23, sin duda se fortaleció un

discurso oficial flexibilizador que, frente a la mirada externa, convertía al país en uno atractivo para

proyectos de inversión integrada.

21 . Marta NOVICK y A. M. CATALANO "Reestructuración productiva y relaciones laborales en la industriaautomotriz argentina" Estudios del Trabajo N° 11, primer semestre 1996 p. 86-8722 . Martha Roldán ¿Globalización o mundialización? Teoría y práctica de procesos productivos y asimetríasde género. Buenos Aires, EUDEBA, 2000 p. 4323 - Cfr. Sebastián Etchemendy y Vicente Palermo “ Conflicto y concertación. Gobierno, Congreso yorganizaciones de interés en la reforma laboral del primer gobierno de Menem ( 1989-1995). DesarrolloEconómico. Buenos Aires, V. 37 N° 148, enero-marzo de 1998 pp.579-581 y Pablo Gerchunoff y Juan CarlosTorre “ La política de liberalización económica en la administración de Menem” Desarrollo Económico. V.36, N° 143, octubre-diciembre 1996 pp. 761

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1.2.Nuevas inversiones y avances flexibilizadores en la industria automotriz cordobesa

Volviendo a Córdoba, en 1995 el impacto del “efecto Tequila” se acentuó por la situación

de cuasi cesación de pagos de salarios a los empleados públicos y a los proveedores del Estado, en

la que había entrado la provincia desde fines de 1994, con el consiguiente impacto sobre el

consumo y sobre el crédito. A comienzos de 1996 la crisis en la industria y el problema del

desempleo se instalaron con fuerza en la agenda pública. La Asociación de Industrias Metalúrgicas

de Córdoba señalaba que desde 1978 se observaba un 33,5% menos de establecimientos fabriles en

el sector, una disminución de 2624 puestos de trabajo y una baja en la producción del 43%. 24 En el

mismo sentido se indicaba que en encuestas realizadas, el desempleo era el “problema más grave”

en la percepción de la gente. Los datos oficiales indicaban que en el primer bimestre del año la

caída de la actividad industrial había sido en Córdoba del 10,7% con respecto al año anterior. 25 En

ese contexto comenzaron a plantearse una serie de cambios en el sector metal- mecánico que

pasaremos a precisar.

1. 2.1. Tercerización en CIADEA:

El año 1995 marcó un momento de inflexión en la historia cordobesa y en su principal

industria: la automotriz. En efecto, ese año tuvo lugar el fin de la “isla” cordobesa de bienestar 26,

cuando comenzó a aplicarse el ajuste provincial, y marcó también uno de los momentos más críticos

de toda la década en la industria metal-mecánica. La principal planta automotriz de Córdoba

CIADEA, que producía los modelos Renault, inició una política de reconversión tecnológica y

productiva que incluía también reducción de personal. Desde comienzo de año se activaron las

conversaciones con la empresa francesa Polymont, especializada en mantenimiento industrial, en

automatización, robótica, asistencia técnica e informática, con la intención de tercerizar esas

actividades en la planta, quedando a cargo de una nueva empresa que incorporaría personal de

CIADEA. Polymont se había instalado en México en ese año y era su intención hacerlo también en

el MERCOSUR. En julio Polymont presentó a CIADEA un ante-proyecto de sub-contratación del

mantenimiento – que incluía el traspaso de personal de CIADEA a la nueva empresa- y en octubre

se firmó la Carta de intención, por la cual CIADEA manifestó estar de acuerdo con el proyecto, con

24 - La Voz del Interior. Córdoba, 16/1/199625 - La Voz del Interior. Córdoba, 26/3/1996 p. 9 A26 - Cfr. Mónica Gordillo “ El modelo cordobés y su crisis: la caída de Angeloz en 1995” Anuario de laEscuela de Historia. Córdoba, Facultad de Filosofía y Humanidades UNC, A. III N° 3, 2003 pp.249- 268,donde analizo las características del “modelo cordobés” sostenido en las tres gobernaciones consecutivas deEduardo Angeloz de la UCR y el ciclo de protesta iniciado a fines de 1994 que lo obligó a renunciar el 6 dejulio de 1995.

11

reserva del aspecto económico que debía ser objeto de un mayor análisis y negociación.27 En

noviembre se firmó un nuevo acuerdo sobre algunos aspectos que habían sido objeto de negociación

y se estableció que el contrato que se firmara tendría una duración de cinco años, sin perjuicio de

las cláusulas de rescisión anticipada que las partes dispusieran. 28 Resulta interesante analizar los

argumentos presentados por Polymont para fundamentar las ganancias que implicaría, que estaban

“directamente” ligados a la reducción de personal, estimada entre un 8 a 10%, así como a la

posibilidad de disponer de mayor superficie industrial para otros fines, además de otras ventajas.29

El proyecto comenzaría a implementarse en 1996. Polymont intentó no aplicar para las relaciones

con el personal que se traspasara las condiciones establecidas en el convenio que el SMATA había

firmado con CIADEA sino firmar un nuevo convenio. 30

Mientras estas conversaciones se desarrollaban, CIADEA inició la reducción de personal en

las líneas de producción. Así, en julio de 1995 amenazó con cerca de 1500 suspensiones, que

posteriormente terminaron transformándose en retiros voluntarios con pago de indemnizaciones

superiores a las normales, algunos despidos y la suspensión de 357 operarios31. Los cambios

afectaron también al personal de la planta Matricería Austral, dependiente de Renault, ya que ésta

dejó de comprar gran parte de las matrices que producía para comprarlas en Malasia, que le

resultaban más baratas. En consecuencia en esta planta también se produjeron 59 cesantías en

agosto.

La segunda mitad de 1996 mostraría, sin embargo, los síntomas de la reactivación en la

industria, lo que no implicará necesariamente aumento del empleo. En efecto a mediados de julio, al

mismo tiempo que continuaban los despidos en la planta, CIADEA destacaba un aumento en su

productividad conjuntamente con la robotización creciente de su proceso industrial, que la

27 - Carta de intención CIADEA-POLYMONT firmada entre Esteban E. Antelo en representación deCIADEA y por Michel Tersou en representación de Polymont. Córdoba, 6/10/1995. En Archivo SMATACórdoba, en adelante ASC.28 - “Minuta sobre continuación de negociaciones” firmada entre Esteban E. Antelo en representación deCIADEA y por Michel Tersou por Polymont. Córdoba, 27/11/1995. En ASC29 - Propuesta de mantenimiento de Polymont a CIADEA. Córdoba 25/7/1995. En ASC30 - Ibídem. El convenio que el SMATA había firmado con Renault establecía que en los contratos que laempresa celebrara con contratistas que tuvieran a su cargo trabajos no relacionados directamente con laproducción o fabricación, debía preverse la obligación de éstos de cumplir con las obligaciones legalesvigentes y con las normas específicas sobre higiene y seguridad del trabajo. Polymot argumentaba que “notenían a nuestro cargo trabajos de producción o de fabricación pero sí tenemos a nuestro cargo trabajosrelacionados directamente con la producción y la fabricación” y que esto no se encontraba contemplado en eltexto del convenio, por lo que concluían que no era aplicable a su caso. Además estimaban que el personalcedido por CIADEA debería estar encuadrado en el convenio de la industria metalúrgica, que veían comomucho menos beneficioso para los trabajadores en materia de adicionales por antigüedad, vales de compra,remuneración de horas extras en fin de semana, entre otros.31 - De ellos 202 fueron reincorporados en junio de 1996, en el marco de las negociaciones con el SMATA yargumentándose la reactivación que estaba operándose en la planta. La Voz del Interior. Córdoba, 12/6/1996p. 8 A

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colocaban al nivel de algunas terminales europeas. En igual sentido, anunciaba sus primeros

embarques del modelo Renault Clío a Brasil y a Chile. 32

1.2.2. La reinstalación de Fiat Auto y el nuevo convenio FIAT- SMATA:

Pero, sin duda, el acontecimiento más importante del período para la provincia fue la nueva

radicación de Fiat Auto. La empresa se había instalado por primera vez en Córdoba, a partir del

acuerdo suscripto en 1954 con el entonces presidente Perón, con tres plantas en Ferreyra una al lado

de la otra: la de CONCORD, que comenzó produciendo maquinaria agrícola y tractores y luego

inició la fabricación de autos con el modelo Fiat 600; la que producía grandes motores Diésel (

GMD) y la que fabricaba material ferroviario ( MATERFER). Durante la década del ’80 la

producción de estas plantas fue en constante descenso, hasta que en 1992 Materfer cerró y Concord

convertida en CORMEC continuó con la fabricación de motores. Desde que la empresa se radicó en

Córdoba comenzó la lucha entre el SMATA y la UOM por el encuadramiento sindical de su

personal. Fiat propició la creación de sindicatos de planta y cuando éstos se disolvieron en 1972 –

tras la experiencia de los sindicatos “clasistas”- la afiliación a la UOM. El único personal de la

empresa que fue afiliado al SMATA fue el de GMD en 1966.

Luego de varios años de ausencia, Fiat Auto decidió reasumir directamente las actividades

productivas. Para ello por el Dec. del Poder Ejecutivo N° 495, de abril de 1995, fue autorizada para

radicarse en el país. En un primer momento se iniciaron conversaciones con Macri para la compra

de su planta en Caseros y con la UOM en su carácter de futuro representante del personal,

llegándose incluso a elaborar un ante-proyecto de convenio. Al parecer el monto solicitado para la

compra llevó a Fiat a considerar más conveniente instalar una nueva planta en Córdoba en Ferreyra,

al lado de la ex CONCORD. El SMATA Córdoba, apenas tomó conocimiento de esta intención,

inició tratativas a través del Ministerio de Trabajo de la provincia para solicitar – de radicarse

finalmente en Córdoba- el encuadramiento sindical de su personal. Al comienzo Fiat se negó a

considerar esta posibilidad pero tras fracasar el intento con Macri, que incluía el convenio con la

UOM, inició su acercamiento al SMATA para analizar la posibilidad de firmar un convenio con las

mismas pautas que habían sido conversadas con la UOM.

El SMATA Córdoba pidió que las negociaciones se desarrollaran en la ciudad, pero tanto la

Fiat como el SMATA central insistieron para que se realizaran en Buenos Aires. Esto limitó el

margen de negociación ya que, según la opinión de quien era el Secretario del SMATA Córdoba, se

podría haber obtenido un mejor convenio pero la central priorizó conseguir lo que había sido la

32 - La Voz del Interior. Córdoba, 14/79/1996 p. 1 E

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reivindicación histórica del SMATA de representar al personal de Fiat, más allá de las condiciones

en que esto se hiciera. 33 Por su parte para Córdoba, en la situación crítica en la que se encontraba la

industria, el proyecto de radicación de Fiat que preveía la creación de cinco mil puestos de trabajo

y, además, de afiliados al SMATA aparecía como una oportunidad muy promisoria. El convenio

aprobado fue impugnado por la UOM, que reclamó la representación sindical del personal de Fiat,

como lo había hecho hasta ese momento, pero finalmente en abril de 1996 la impugnación fue

resuelta definitivamente a favor del SMATA. 34

Los cambios introducidos en el convenio fueron importantes sobre todo porque explicitaron

y servirían para institucionalizar prácticas que ya se producían de hecho en otras plantas. En el caso

del nuevo convenio con la Fiat, ya en las “premisas generales” quedó clara la concepción que

regiría las relaciones laborales: la de la “fábrica integrada” que implicaba la adaptabilidad en la

gestión de los factores de producción 35

De este concepto se derivaron modificaciones en la organización del trabajo y en la

determinación de las categorías ocupacionales, ya que instituía la figura de trabajadores aptos para

distintos puestos de trabajo cuya categoría no estaba determinada por el conocimiento de un oficio o

de las tareas requeridas para un puesto de trabajo, sino por conocimientos generales que permitirían

su rotación. Se incorporaba también la figura de “conductores de procesos integrados” ( CPI), cuya

tarea era la de realizar el adiestramiento de los trabajadores, verificar que éstos estuvieran siempre

en condiciones de efectuar la actividad asignada y realizar las actividades de prevención de defectos

en conjunto con las otras figuras profesionales y el responsable de la UTE o tramo de línea. Este

trabajo en equipo y la introducción de “cartas de control”, que podían llevar a producir paradas en la

línea, tenía como objetivo controlar y realizar intervenciones correctivas antes que el proceso y/o el

producto sufrieran un degrado no aceptable. 36

La idea de “fábrica integrada” implicaba también mayor flexibilidad en la jornada de

trabajo y, sobre todo, una total disponibilidad para los requerimientos de la empresa. En vez de las

48 horas semanales, que incluía el sábado inglés en Córdoba y que regía en CIADEA, el convenio

estableció un ciclo plurisemanal ( de tres semanas) que permitía alcanzar un promedio de 44 horas

33 - Entrevista con José Campellone, Secretario General del SMATA Córdoba entre 1984-2000. Córdoba,13/7/2005. Campellone señala que había posibilidades para negociar un mejor convenio pero que, de todosmodos, la estrategia de Córdoba en esa coyuntura fue la de esperar conseguir mejores pautas con larenovación del convenio dentro de los tres años, porque con la planta instalada y en producción y con lamovilización que el SMATA Córdoba podía asegurar, sería mucho más fácil negociar. No obstante remarcóque el proyecto de convenio sobre el que trabajaron era el que la empresa había preparado con la UOM34 - El convenio fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia. La Voz del Interior. Córdoba, 4/4/1996 p. 1A35 - Convenio Colectivo de Trabajo Fiat Auto Argentina- SMATA Córdoba. 185-E/96 p. 536 - Ibídem. P. 18-23

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pagas por semana. Además se estimaban niveles salariales inferiores en casi un 40% a los que

regían para las empresas ya establecidas. 37

La reducción salarial no estaba dada sólo en los montos de las escalas salariales sino también en la

determinación de la conformación del mismo. La política de la Fiat desde su radicación en Córdoba

había sido la de establecer un “premio a la productividad”, cuya derogación progresiva e

incorporación al básico fue establecida en el convenio firmado con los sindicatos “clasistas” en los

´70. Si bien en la práctica las otras empresas aplicaban incentivos a la mayor productividad, éstos

eran entendidos más como un “plus” que como una parte fija en la determinación del salario. En el

nuevo convenio de Fiat el “premio por competitividad” fue, en cambio, incorporado como la parte

“variable” del salario, cuyo porcentaje máximo se fijó en el 15%. 38 Otra diferencia la marcaba el

menor porcentaje en los adicionales por antigüedad, que sería del 1% por año sobre el jornal básico

de la categoría, mientras que en CIADEA – por ejemplo- era del 1,5% por año. También la

disminución se observaba en los adicionales por vacaciones, donde el monto de horas fijadas por

este concepto era también inferior al de otras plantas. Lo que no estipulaba, y que marcaba una

distinción muy importante con el convenio que el SMATA había firmado en 1989 con las empresas

automotrices, era la actualización automática por incremento del costo de vida, reivindicación

equiparable a la que contenían los convenios gestionados por la UAW norteamericana con las

empresas automotrices.39 Con respecto a las relaciones sindicales había también algunas diferencias.

La Fiat tenía una visión más jerárquica y estamental de las relaciones, por eso las discusiones de

nivel general se realizaban directamente en Buenos Aires, entre el presidente de la empresa y

Rodríguez, el secretario general del SMATA. 40 En ese sentido parecía dar más importancia a

estructuras nuevas de consulta que a las Comisiones Interna de Reclamos, que si bien estaban

reconocidas en el convenio, su funcionamiento quedaba un tanto ambiguo, al no estipularse, por

37 - La Voz del Interior. Córdoba, 3/5/1996 p. 1 A38 - Ibídem. P. 25-31. En el título III se dejaba aclarado que la “remuneración consta de una parte fija y unavariable”, la parte fija está constituida por el salario básico y la variable por el premio de competitividad“vinculado a indicadores que miden los efectivos resultados gestionales de la empresa” ( p. 25). Estosindicadores, a diferencia de prácticas anteriores cuando el premio se había adjudicado discrecionalmente,estaban claramente explicitados y debía ser publicitado mensualmente el que correspondía; la fundamentacióndel mismo estaba también contenida en el convenio: “ la relevancia de los trabajadores dentro de laorganización y su participación con los objetivos de constante mejoramiento de la capacidad competitiva de laEmpresa resulta ser uno de los valores distintivos de la nueva filosofía del trabajo (...) p. 2639 - Por ejemplo los convenios de la United Automobile Workers ( UAW), tienen estipulada la asignación porcosto de vida ( ACV), que garantiza la compensación del 80% de la inflación de los precios de consumo, alcomienzo de un nuevo contrato, la ACV acumulada durante el período contractual anterior pasa a formarparte del sueldo base. FITIM Informe del automóvil de la FITIM. Año 1997. Ginebra, FITIM, 1997 p. 4640 - Ibídem

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ejemplo, reuniones sistemáticas y periódicas41 y por indicarse entre sus funciones la de derivar gran

parte de los asuntos a la Comisión Mixta de Consulta y Prevención que, de alguna manera, aparecía

con mayor importancia que el mismo sindicato. La existencia de ésta última encajaba bien con la

finalidad declarada por la empresa de “desarrollar modelos innovadores que prevén encuentros

periódicos durante los cuales se examinarán con espíritu constructivo las cuestiones inherentes a la

Empresa, su personal y la organización sindical.42

Es de destacar que si bien el convenio tenía una vigencia de tres años, durante el año 1996

se llevó a cabo la instalación de la planta, inaugurada en diciembre, y la capacitación del personal,

iniciándose estrictamente la producción recién en 1997.

Pero entre los cambios que la Fiat estaba dispuesta a realizar en Córdoba señalaremos, por

último, otra innovación por las consecuencias sindicales que tuvo. Una vez homologado el convenio

e iniciados los trabajos de instalación de la nueva planta en Córdoba, la empresa tomó otra decisión:

incorporar a la nueva empresa al personal de la CORMEC - que seguía produciendo motores con

cerca de mil setecientos empleados- y de este modo, al pasar a formar parte de Fiat Auto, encuadrar

a sus trabajadores en el convenio con el SMATA. El primer paso para esto fue la desvinculación de

Sevel que era propietaria de gran parte de CORMEC, comprando en mayo una parte del paquete

accionario. 43 El argumento de la empresa era que quería establecer un polo industrial en Ferreyra y

tener dos sindicatos diferentes les podía traer problemas con la producción, con posibles boicots,

por ello la solución que proponía era la de despedir a todo el personal con la indemnización que

correspondía más un plus importante, según la antigüedad, y luego recontratar al personal sin hacer

valer la antigüedad en la nueva empresa. Fue así que en septiembre la Comisión interna de

CORMEC, actuando al margen de la UOM de la que dependía, hizo firmar a los trabajadores un

petitorio solicitando la desvinculación de CORMEC y su ingreso a Fiat Auto. 44 Es de destacar que

el texto del petitorio requería la intervención de la Comisión interna para “negociar las condiciones

41- A diferencia de lo que era la práctica habitual en otras empresas donde las reuniones de CIR se realizabanhasta dos veces por semana en el horario de trabajo, en el nuevo convenio se establecía: “cuando se estimenecesario la Comisión Interna y la Dirección de la Empresa establecerán de común acuerdo las fechas y lahora de las reuniones para considerar los asuntos sometidos por las partes. Estas reuniones se desarrollarándentro del establecimiento y en las horas de trabajo. Convenio Colectivo de Trabajo Fiat Auto Argentina-SMATA Córdoba. 185-E/96 p. 39.42 - Ibídem. Esta Comisión estaría compuesta por dos representantes por la dirección de la empresa y dos porel sindicato y tenía como funciones la de examinar temas relacionados a asuntos estratégicos como programasde inversión y perspectivas productivas, de innovación tecnológica y organizacional, niveles ocupacionales,evolución de las relaciones laborales, entre otros; prevenir y conciliar cualquier controversia de caráctercolectivo que haya superado las etapas previstas en el convenio, reconociendo para sí el carácter de ámbitopreferencial donde buscar soluciones, fomentar planes de capacitación, etc. p. 40-4143- La Voz del Interior. Córdoba, 7/5/1996 p. 7 A44 - La Voz del Interior. Córdoba, 18/ 9/1996 p. 9 A

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en que se registraría el traspaso a Fiat Auto”45, o sea manifestaba la intención de los trabajadores de

ingresar a Fiat pero esto no implicaba necesariamente la aceptación del convenio firmado con el

SMATA ni que esto debiera ocurrir inmediatamente. Sin embargo, al día siguiente del petitorio,

Fiat procedió a convocar en forma individual a los trabajadores haciéndoles conocer la finalización

de la relación laboral con CORMEC y la obligatoriedad de aceptar el nuevo convenio firmado con

el SMATA, la negativa sería causal de pérdida del puesto de trabajo. 46 El monto total de las

indemnizaciones previstas ascendía a los 25.000.000 de dólares, cada operario percibiría un

promedio de 15.000 dólares, más un plus pagadero en ocho cuotas cuatrimestrales a partir del

último día de enero de 1997 y hasta octubre de 1998. Los trabajadores traspasados quedarían

efectivos, sin afrontar períodos de prueba. 47 De este modo el personal de CORMEC pasó a

depender de Fiat, veremos posteriormente las respuestas obreras ante esta decisión.

1.2.3. Otras inversiones, expansión de las expectativas, la flexibilización en debate:

Los primeros meses de 1996 se llenaron de anuncios de nuevas inversiones. En enero Dana

Corporation compró Thompson Ramco en Ferreyra y en abril adquirió el paquete principal de la

metal-mecánica AESA Aceros Especiales, en Jesús María, especializada en la fundición de

autopiezas para camiones, maquinarias agrícolas y todo tipo de vehículos pesados. 48 En el mes de

junio Chrysler hizo la presentación oficial de las obras de radicación de la planta industrial en la

zona sudeste de la ciudad, la inversión sería de 100 millones de dólares y contrataría 300 operarios

al iniciar su producción a comienzos de 1997. Produciría el Jeep Grand Cherokee, destinado

principalmente al Mercosur49 . También se señaló la llegada de Magneto Marelli, una de las

principales autopartistas del mundo. Asimismo, el Banco de Inversión y de Comercio Exterior lanzó

una línea de créditos por 80 millones de dólares dirigida a Córdoba para la adquisición de

tecnología de última generación para proveer a las terminales locales. En este sentido la Cámara de

Industriales Metalúrgicos de Córdoba ( CIMC) hablaba de “refundar sobre estas columnas

edificadas con millones de dólares la nueva Córdoba industrial” 50 Todos estos anuncios daban

45 - La Voz del Interior. Córdoba, 20/ 9/1996 p. 8 A46- Ibídem47 - La Voz del Interior. Córdoba, 19/ 9/1996 p. 9 A. El diario comenta: “hecho inédito en las relacioneslaborales del país, los 1700 operarios de la autopartista CORMEC SA fueron despedidos, indemnizados eincorporados desde hoy a Fiat Auto SA por su propia voluntad”. El día de pago de las indemnizaciones seríael 24 de septiembre.48 - La Voz del Interior. Córdoba, 3/4/1996 p. 10 A49 - La Voz del Interior. Córdoba, 5/6/1996 p. 9 A50 - Ibídem. El diario destacaba como titular “ una lluvia de dólares cae sobre la industria automotrizcordobesa”, hablaba de un “boom de inversiones”, y todos coincidían en reconocer los enormes desafíos quese planteaban y que ya nada sería igual.

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sustento a la idea de conformar un verdadero parque industrial donde se radicarían nueve empresas

proveedoras de Fiat, con una serie de beneficios impositivos. 51

La venta de autos creció en septiembre 14,7% con relación a igual mes del año anterior y en

los primeros nueve meses del año, un 82% en las ventas al exterior respecto a igual período en

1995. El primer lugar en las ventas del mes de septiembre lo ocupaba CIADEA con 6081 unidades,

seguido por Fiat- Sevel con 5.884, por Volkswagen con 5662 y por Ford con 3813 unidades. 52

Hacia fin de año varias nuevas autopartistas arribaron a Córdoba.

En líneas generales se observaba un clima de optimismo acerca del crecimiento de la

producción en la industria y de la integración con las autopartistas. Pero esto instaló también como

tema de la agenda y de debate el de la flexibilización53. Además de los avances concretados en el

sector, a nivel general el gobierno presentó nuevos proyectos de flexibilización, provocando la

reacción de la CGT que anunció la elevación de su propio proyecto. Como anticipo y al no

encontrar consenso, el presidente firmó dos decretos flexibilizadores en diciembre: uno que eliminó

la ultraactividad en los convenios y otro que alentaba la negociación por empresa con las

comisiones gremiales internas. 54

En este nuevo contexto, cuáles fueron los núcleos conflictivos y cómo respondieron los

trabajadores de la industria?

2- Las respuestas obreras:

2.1. Los conflictos en CIADEA:

Los primeros conflictos se originaron en la segunda mitad de 1995, como consecuencia de

las suspensiones y despidos resultantes de la contracción de la producción. Las acciones encaradas

por el SMATA tuvieron así un carácter defensivo de la fuente de trabajo, recurriendo a un

repertorio de medidas tradicionales: asambleas con abandono de la planta en las que participaron

cerca de 2500 operarios y marchas para instalar el problema en la esfera pública. 55 Finalmente, la

mayoría de las suspensiones fueron negociadas como retiros voluntarios con importantes

indemnizaciones, superiores a las que correspondían, produciéndose cerca de cien despidos.

51 - La Voz del Interior. Córdoba, 6/10/1996 p. 4 E52 - La Voz del Interior. Córdoba, 5/10/1996 p. 8 A53 - Resultan elocuentes dos notas aparecidas en el diario local sobre la relación desocupación-flexibilización.La primera arroja los resultados de una encuesta realizada en 30 de los principales sindicatos de la ciudad; el97% opinaba que desde que gobierna Menem el sindicalismo perdió poder; el 17% que la flexibilizaciónlaboral disminuirá la desocupación; el 27% que no influye en ella; el 50% que la flexibilización aumentará ladesocupación y el 80% creía que el plan económico del gobierno perjudicaba a la clase obrera. Cfr. La Vozdel Interior. Córdoba, 2/6/1996 p. 6 A y La Voz del Interior. Córdoba, 8/6/1996 p. 4 A54 - La Voz del Interior. Córdoba, 19/12/1996 p. 10 A55 - La Voz del Interior. Córdoba, 15/7/1995 p. 8 A y La Voz del Interior. Córdoba, 25/8/1995 p. 1 A y 9 A

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El primer cuatrimestre del año 1996 transcurrió sin mayores acciones de protesta, dado que

tanto Fiat como CIADEA estaban terminando de ajustar los cambios que aplicarían posteriormente.

Por otra parte, desde el punto de vista local, fue un momento de retracción de la acción colectiva, en

parte como consecuencia de la aplicación de las medidas de ajuste del nuevo gobierno provincial de

Mestre. Sin embargo los núcleos conflictivos resultantes de los procesos de reconversión en

CIADEA, que implicaban inversión tecnológica sin aumento del empleo, así como los avances

flexibilizadores impuestos tras la firma del convenio del SMATA con Fiat – con el consiguiente

temor de que pudieran generalizarse a las otras plantas- llevaron a los trabajadores a mostrar su

descontento bajo otras formas, en lo que podría interpretarse como acciones de “resistencia” a los

avances flexibilizadores. Así podemos interpretar el resultado de las elecciones en el SMATA,

realizadas el 31 de mayo. Estas se plantearon como elecciones generales en todo el país para elegir

integrantes del Consejo Directivo Nacional, de las Comisiones Revisoras de Cuentas, de las

Comisiones Ejecutivas de Seccionales, de los Delegados a la Asamblea General de Delegados

Congresales y Delegados al Congreso de la CGT. 56 En todas las Seccionales del país se oficializó

una sola lista – la Verde que representaba a la conducción de la central- salvo en Tucumán en que

lo hicieron dos y en Córdoba tres: la Azul y Blanca, que respondía a la conducción del gremio a

cargo de José Campellone; la Bordó que postulaba como Secretario General a Carlos Palumbo y la

Blanca, encabezada por Angel E. Tello. 57 La competencia de varias listas en las elecciones fue una

práctica común en toda la historia del SMATA Córdoba, pero en esta coyuntura crítica pareció

darse una clara oportunidad para expresar la oposición a las políticas aplicadas y a la forma de

enfrentarlas que estaba llevando el sindicato. En efecto, si bien se oficializaron tres, en la Seccional

se habían presentado cinco listas58, dos de ellas la Lista Blanca y Celeste y la Lista Celeste

finalmente por diversas razones – derivadas de impugnaciones presentadas por la lista Azul y

Blanca- comunicaron la decisión de desistir de intervenir en el acto eleccionario, manifestando la

expresa adhesión a la lista Bordó.59 Esta última apareció como un desprendimiento de la lista Azul y

Blanca que conducía la Seccional, y su candidato había sido secretario administrativo de

Campellone, al parecer en esta ocasión se había acercado a la lista Verde pero sin manifestarlo

abiertamente. La lista Blanca se había conformado inicialmente en los ’80 con algunos trabajadores

radicales, peronistas y de izquierda moderada; incluso en las elecciones de 1988 había recibido el

apoyo de la lista naranja, que habían conformado ex integrantes de la lista marrón de Salamanca.

56 - Nota de la Comisión Electoral Nacional del SMATA, Buenos. Aires, marzo de 1996. En ASC57 - Acta de la Comisión Electoral Nacional del SMATA, Buenos Aires, 9/4/1996. En ASC58 - Acta de la Escribana Graciela C. Luque, Córdoba, 22/3/1996 labrada a pedido de la Comisión Electorallocal para dejar constancia de las listas presentadas al cierre del plazo fijado para ello. En ASC59- Notas de los apoderados de cada lista a la Comisión Electoral local, Córdoba, 29/3/1996. En ASC

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El resultado final de las elecciones fue bastante parejo para las tres listas: la Azul y Blanca

obtuvo 2335 votos, la Bordó 1675 y la Blanca 1198. Un dato muy relevante fue el hecho de que la

lista Verde, de la central, obtuviera sólo 128 votos contra 5076 votos en blanco para los

representantes en el Consejo Directivo Nacional donde las otras listas no habían presentado

candidatos. 60 Esto hablaba de un viejo sentimiento anti-porteñista en la Seccional pero activado

ahora por la intervención que la central había tenido en la negociación del convenio con la Fiat y la

pasividad demostrada frente a las políticas flexibilizadoras que las empresas habían comenzado a

aplicar. Por otra parte, el mismo Campellone reconoció la incidencia negativa que la firma del

convenio con Fiat trajo entre los afiliados de SMATA, dado que interpretaban que las condiciones

fijadas impactarían en la política de las otras empresas; incluso señala que esto fue lo que le hizo

perder las elecciones en la planta de CIADEA61. La mayor oposición provino entonces de los

trabajadores con tradición sindical. Efectivamente, si se analizan los resultados por planta, estos

permiten extraer conclusiones significativas: en la planta principal de la industria automotriz

cordobesa, CIADEA, donde votaron 2104 trabajadores, la lista triunfante fue la Blanca con 779

votos, luego le siguió la Bordó con 750 votos y, en último lugar, la lista oficialista Azul y Blanca

con 552 votos. La lista Blanca también ganó en la planta de Bergomi y Macarelli donde se estaban

aplicando suspensiones y en Thompson Ramco donde se habían despedido a 60 trabajadores, que

estaban bajo proceso de conciliación obligatoria. Sin embargo la lista Azul y Blanca ganó en

Matricería Austral y entre el personal suspendido de CIADEA, así como en las otras plantas,

subsidiarias y concesionarias y también entre los jubilados y socios vitalicios. Donde fue muy

significativo el triunfo de la lista Bordó fue en la planta de Transax SA, subsidiaria de Volkswagen,

que triplicó los votos obtenidos por las otras dos listas. 62

La nueva Comisión Ejecutiva del SMATA asumió el 1° de julio en medio de un clima de

gran conflictividad por nuevos 152 despidos en CIADEA, a los que se sumaban los cesantes de

1995 no reincorporados. Al día siguiente se realizó un corte de la ruta 5 y una marcha, en la que

participaron cerca de 1000 trabajadores, hacia el Ministerio de la Producción; convocándose al

SMATA a una audiencia de conciliación. 63 El conflicto prosiguió hasta el 25 cuando la empresa

ofreció reincorporar 75 trabajadores; del total 30 habían ya cobrado las indemnizaciones y los

restantes despedidos recibirían obra social durante 6 meses y capacitación profesional a través del

60 - El total de empadronados ascendía a 6.355, de ellos votaron 5.252. Acta del Ministerio de Trabajo ySeguridad Social. Córdoba, 31/5/1996. En ASC.61 - Ibídem. Campellone remarcó que su intención era la de esperar para conseguir mejoras en la renovacióndel convenio, como de hecho lo hizo en 1999, y destaca también que muchos de los puntos fijados en la letradel convenio no fuero luego aplicados, por ejemplo el sistema de turnos rotativos, porque el SMATA lonegoció después con la empresa, pero reconoce que no todos lo entendieron así.62 - Resultados de las elecciones SMATA Córdoba. 1996. En ASC.

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Instituto de Reconversión Laboral.64 En el período que duró el conflicto se utilizaron diversas

medidas de protesta: en varias oportunidades se tomaron los portones de acceso a la planta

impidiendo la entrada de los proveedores, se quemaron 600 cubiertas, se efectuaron paros parciales

y el 11 de julio se realizó una nueva marcha hasta la Casa de Gobierno para pedir al gobernador que

intercediera para conseguir la reincorporación de los despedidos 65

Resulta interesante analizar las representaciones puestas de manifiesto en la intensa lucha

desplegada por los trabajadores, que enmarcaron las medidas adoptadas dentro de un contexto de

cambios generales que los afectaban, generando una situación de injusticia y de pérdida de

derechos. En este sentido es interesante destacar algunos testimonios:

“[...] en febrero tuve un infarto y ahora me despiden. Cómo inculcarles a nuestros hijos lafilosofía del trabajo si hoy tenemos que ir a decirles que estamos desocupados, que nosirvió de nada todo lo que hicimos [...] el futuro es más negro que esas gomas que seestán quemando”

“ Soy técnico electromecánico, acá sólo se tiene en cuenta la necesidad de cuidar el capitalde un grupo de personas [...] tienen derecho a preservar el patrimonio, pero no tienenderecho a deshumanizar el capital y generar un problema social como el que estáncreando, sumando más desocupación a la que ya existe en el país”

“ Tengo 55 años y 7 hijos. Después de 32 años trabajando en la fábrica me han cortadopor el medio, me han dejado en la miseria.[...] A mi edad no voy a conseguir nada y con la

plata que me van a dar de indemnización no creo encontrar nada para hacer en lo mío queson los motores”

“ A mi hija pude ofrecerle todo lo que necesitaba porque tenía trabajo. Pero al hijo que viene no tengo nada que ofrecerle, cuando él nazca no voy a tener cobertura médica ni obra social. Acá no somos sólo 152 desocupados más, sino 600 o 700 personas que quedamos sin comida, sin casa, sin asistencia médica” 66

Nuevamente en octubre la reconversión tecnológica que estaba llevando a cabo la empresa

fue motivo de conflicto. Esta vez por la transferencia de 480 trabajadores de mantenimiento a la

empresa Polymont, que debía iniciarse el primer día de ese mes. A pesar de la resistencia inicial de

esta empresa que – como vimos- quería firmar un nuevo convenio, luego de la experiencia vivida

con los trabajadores que fueron transferidos a Fiat, que luego analizaremos, CIADEA decidió

63 - La Voz del Interior. Córdoba, 2/7/1996 p. 13 A y 3/7/1996 p. 1 A y 7 A.64 - La Voz del Interior. Córdoba, 26/7/1996 p. 1 A. Es de destacar que en audiencias previas de conciliaciónla empresa había ofrecido reincorporar primero 30 operarios, luego 50 y 70; todas estas propuestas fueronrechazadas por el gremio en asambleas masivas en planta.65 - La Voz del Interior. Córdoba, 12/7/1996 p. 9 A66 - La Voz del Interior. Córdoba, 7/7/1996 p. 10 A. Los conceptos que utiliza el diario para enmarcar la notason: “globalización” , “drama”, “desesperanza”, “crisis”, “decadencia”, como subtítulos de los testimoniosobreros.

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asegurar - como condición para el traspaso- el reconocimiento de todos los derechos del convenio

vigente con el SMATA: antigüedad en la empresa, nivel de remuneraciones, premio por

productividad, condiciones de trabajo, beneficios sociales, adicionales y facilidades para la

adquisición de vehículos 0 km. Además CIADEA se comprometía a que si la relación laboral se

extinguiera, por cualquier causa que otorgara derecho a percibir indemnización, sería responsable

solidaria del pago de esas sumas, siendo condición de transferencia a otra empresa la continuidad

del contrato laboral. 67

Sin embargo, la experiencia vivida en julio y los efectos del conflicto con Fiat, sumado a un

contexto más favorable para las expresiones de protesta, llevó al SMATA a solicitar “un paraguas

protector” para estudiar las condiciones del traspaso, iniciándose una serie de audiencias en el

Departamento Provincial del Trabajo. Ahora el gremio exigía no sólo el mantenimiento de las

condiciones laborales – cosa que como vimos la empresa aceptaba- sino también el pago de

indemnizaciones a los obreros que se transfirieran. 68 Estas conversaciones llevaron a la empresa a

posponer el plazo del traspaso de los trabajadores hasta el 1° de noviembre, pero luego éste también

se corrió. El 11 140 trabajadores comenzaron a recibir las notificaciones para su pase en las

condiciones propuestas por la empresa, que se negaba a pagar indemnizaciones por considerar que

no había despidos; además ofrecía retiros voluntarios con una bonificación equivalente al 100% de

la indemnización por antigüedad. Esta decisión motivó, en una multitudinaria asamblea, 69 la

ocupación de la planta que se mantuvo hasta el 16 cuando se declaró la conciliación obligatoria. 70

Las negociaciones continuaron por casi dos meses; en diciembre la empresa ratificó sus condiciones

iniciales pero hizo una nueva oferta que implicaba una “compensación económica”, que se aplicaría

según la antigüedad a los obreros que accedieran pasar a Polymont; ésta fue rechazada en una

asamblea de planta. 71 Finalmente el 18 de diciembre se llegó a un acuerdo en base a la propuesta

realizada por el Sub-secretario de Trabajo, Norberto Ciaravino, que ofrecía tres opciones: 1) seguir

trabajando en la sección de Mantenimiento de CIADEA con el gerenciamiento de Polymont, 2)

67 - La Voz del Interior. Córdoba, 3/10/1996 p. 8 A.68 - La Voz del Interior. Córdoba, 16/10/1996 p. 12 A.69 - La Voz del Interior. Córdoba, 13/11/1996 p. 1 A y 9 A. La ocupación fue votada por el 85% de lospresentes, a pesar de que los 140 notificados mocionaron para que se abriera un compás de espera de 48horas, tuvo gran apoyo de la comunidad próxima a la fábrica y de otros gremios; por ejemplo se hizo presenteuna delegación de empleados de la ex Cormec. La empresa destacó que había un acuerdo previo con elgremio y que la ocupación había sido decidida como parte de la interna sindical, dado que la lista deCampellone no controlaba la situación en la planta.70 - La Voz del Interior. Córdoba, 17/11/1996 p. 10 A Se anunció la presencia del Secretario general delSMATA, José Rodríguez, en la primera audiencia de conciliación, lo que evidenciaba la importancia que se ledeba al problema.71 - La Voz del Interior. Córdoba, 10/12/1996 p. 7 A

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pasar a depender de Polymont SA y 3) retiro voluntario con la percepción de una suma equivalente

al total de indemnización por antigüedad. La novedad que introdujo, además de la posibilidad de

seguir perteneciendo a CIADEA, fue la del concepto de que por tratarse de contratos individuales

de trabajo cada empleado podía decidir su opción sin la validación por la mayoría, se les daba –

además- 45 días de plazo para decidirse. 72 De este modo, al cuestionar la legitimidad de la

resolución colectiva, fragmentó los argumentos de la lista opositora a la conducción del gremio que

sostenía la posición más intransigente y controlaba la situación en las asambleas de planta,

posibilitando la resolución del conflicto.

2.2. La respuesta de los trabajadores de CORMEC frente a FIAT:

Una atención especial merece la respuesta de los trabajadores de la empresa CORMEC ante

la decisión de Fiat de decidir su pase compulsivo a la nueva empresa, porque activó las

representaciones de un pasado combativo y de una tradición de autonomía que remontaba a los

sindicatos clasistas de los ´70, en el sentido de hacer valer las decisiones que emanaran de los

trabajadores de planta. El 19 de septiembre de 1996 cerca de 1000 trabajadores de CORMEC

ocuparon la planta por cinco días rechazando el traspaso y solicitando se respetara el convenio con

la UOM y las condiciones salariales que los regían. Se repudió también a los miembros de la

Comisión Interna de la UOM que habían acordado este pase con la empresa, surgiendo el liderazgo

de Carlos Gallo, trabajador de la planta que no estaba afiliado al sindicato. 73 Esta toma, que fue

vista como un ejemplo de oposición a las políticas flexibilizadoras y arbitrarias de Fiat, contó con

una fuerte adhesión de la comunidad próxima, de los familiares, de la propia CGT y de otros

gremios74. Por supuesto que la UOM no iba a aceptar pasivamente la pérdida de esta representación,

por lo que participó también en las acciones y publicó una solicitada donde acusó a la CIR de

traición y también al SMATA de realizar convenios paupérrimos. 75 Sin embargo, para los

trabajadores el nudo central del conflicto parece haber sido más que la oposición al traspaso a Fiat –

72 - La Voz del Interior. Córdoba, 19/12/1996 p. 15 A73 - La Voz del Interior. Córdoba, 20/9/1996 p. 1 A y 8 A. El personal de CORMEC tenía un bajo nivel deafiliación a la UOM, cerca del 10%, por oponerse a dirigentes “burócratas” y porque la empresa siemprehabía desalentado la afiliación. Al parecer la Fiat engañó a la CIR con la que había arreglado el traspaso, alprometerle cosas – entre ellas el plus de indemnización- que luego cambió, por ejemplo ese plus sería pagadoen dos años, etc. Cuando Campellone fue a la planta ocupada, también él fue repudiado. Entrevista a JoséCampellone, Córdoba, 13/7/200574 - Por ejemplo, en una reflexión que rememora el pasado, el abogado laboralista Lucio Garzón Macedapresente en la asamblea destacó: “ Fiat no aprendió la lección que tuvo hace 25 años” ( haciendo referencia alas simbólicas tomas del año 1971) La Voz del Interior. Córdoba, 20/9/1996 p. 8 A

75 - Solicitada “ La verdad sobre CORMEC”, La Voz del Interior. Córdoba, 23/9/1996 p. 4 A

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de hecho no hubo cuestionamientos en este sentido- y a una flexibilización que implicaba

sustanciales cambios en la organización y condiciones de trabajo, el de la “garantía salarial”. Los

trabajadores aceptaron la vigencia de esta garantía por 24 meses y también la pérdida de la

antigüedad al ser traspasados, pero no había acuerdo en el nivel salarial que se cobraría: la empresa

proponía pagar 18% menos hasta diciembre y, desde el 1° de enero de 1997, 14% menos, o sea que

el salario pasaría a ser el 86% de lo que cobraban anteriormente. En cambio, la Comisión de fábrica

proponía que se limitara al 8% menos hasta diciembre y, desde enero, al 4%.76 En esta primera

etapa del conflicto las negociaciones fueron llevadas a cabo por el SMATA, conjuntamente con la

Comisión de fábrica elegida en el momento de la ocupación de la planta, pero la empresa se negaba

a dialogar si no se levantaba la ocupación. Finalmente esto ocurrió cuando el gobierno dispuso la

conciliación obligatoria el 23 de septiembre, abriéndose allí nuevamente la disputa por el

encuadramiento sindical, ya que el Departamento Provincial del Trabajo convocó a la UOM pero la

empresa desconoció a esta representación sindical.77 Las conversaciones continuaron con la

Comisión de fábrica donde se comenzó a analizar el nuevo convenio, allí se destacó el

protagonismo de Gallo, ex estudiante de Física en la Universidad Nacional de Córdoba y de

Ingeniería electrónica en la Universidad Tecnológica Nacional, con experiencia como militante

estudiantil, quien reproducía un discurso que recordaba al de los sindicatos de Fiat en los ´70:

“ Tanto en mí como en el resto de mis compañeros de lucha no busquen ningún ‘ismo’porque no los hay. Nuestro compromiso es con la lucha solidaria, cansados de laburocracia sindical”78

Al parecer en esas conversaciones se habría alcanzado subir la garantía salarial79 allanando

las posibilidades de acuerdo, el que se logró el 15 de octubre. Ese día 1650 de los 1700 obreros de

CORMEC ratificaron su decisión de ingresar a Fiat con las condiciones establecidas en el convenio

firmado con el SMATA y en los acuerdos alcanzados con la Comisión provisoria; la empresa

anunció así el inicio formal de las actividades de Fiat en Córdoba. La UOM rechazó enfáticamente

el acuerdo y todo lo actuado, calificándolo de “un verdadero mamarracho jurídico que fue realizado

76 - La Voz del Interior. Córdoba, 23/9/1996 p. 8 A77 - La Voz del Interior. Córdoba, 26/9/1996 p. 8 A. Resulta interesante la apreciación que se hace del “efectocascada del caso CORMEC”, que tomaba este caso como testigo, adelantando lo que serían las futurasdiferencias entre vieja y nueva mano de obra. Se agregaba que los cambios que se operaban en una terminalpresionaban por modificaciones en el resto del sector, “ de hecho, autopartistas cordobeses pidieron estasemana al gobierno nacional que convoque a paritarias para discutir un nuevo convenio laboral que abarcaríaa más de 250 fábricas. La Voz del Interior. Córdoba, 29/9/1996 p. 2 E78 - La Voz del Interior. Córdoba, 30/9/1996 p. 7 A79 - La Comisión de fábrica pretendía que llegara al menos al 90% del monto que antes se abonaba. La Voz delInterior. Córdoba, 9/10/1996 p. 11 A

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entre gallo y medianoche”80 En el mismo momento en que se ponía así fin al conflicto por la

transferencia del personal, Gallo anunciaba la intención de crear la Seccional Ferreyra del SMATA:

“ Este es un objetivo lógico, si se tiene en cuenta que los ahora trabajadores de Fiatqueremos expresar que tenemos cierta independencia y que este es un paso natural en elcamino de lucha que hemos comenzado a transitar” 81

Un nuevo conflicto se iniciaría así por el encuadramiento sindical de los trabajadores ahora

de Fiat que, tras rechazar el SMATA su pretensión de crear la Seccional Ferreyra, terminarían

constituyendo un sindicato autónomo, el Sindicato de Trabajadores Metalmecánicos de Ferreyra (

SITRAMF), eligiendo a Gallo como su secretario. 82 Pero esto abre otras cuestiones que serán

abordadas en otro trabajo.

Reflexiones finales:

Como intentamos mostrar, el período objeto de estudio fue una coyuntura crítica donde se

institucionalizaron, a través de la firma de nuevos convenios colectivos, los cambios que

informalmente habían comenzado a introducirse desde fines de los ´80. En efecto, nuevas

concepciones empresarias y de organización del trabajo buscaron generalizarse al resto de la

industria, legitimadas por una coyuntura local de crisis en el sector pero, sobre todo, por un aparato

normativo nacional y supra-nacional – por ejemplo la consolidación del MERCOSUR- que

generaron un contexto de expectativas crecientes de inversión y empleo a condición de que se

aplicaran nuevas pautas productivas. En ese nuevo contexto Córdoba nuevamente ocupó un lugar

principal, por sus antecedentes históricos en el sector.

El período coincidió, también, con una coyuntura crítica en la provincia por aplicarse por

primera vez en la década el ajuste provincial, por una serie de factores que contribuyeron a reforzar

la incertidumbre en un primer momento y, luego, condiciones de aceptación de la inevitabilidad de

los cambios; situación que parece revertirse a partir de 1996 en un contexto de expectativas

crecientes en cuanto a la reactivación de la industria y expansión del empleo, lo que generó mayores

recursos a los trabajadores para negociar algunos márgenes de adecuación a las circunstancias

locales. Esa situación, al igual que la creación de marcos interpretativos que comenzaron a

80 - Haciendo alusión al dirigente Gallo y a supuestas negociaciones ocultas. Por su parte éste declaró que laconclusión del conflicto se había alcanzado mediante el acuerdo mayoritario de los trabajadoresdemocráticamente expresado en numerosas asambleas y posteriormente ratificado individualmente tambiénpor abrumadora mayoría. La Voz del Interior. Córdoba, 16/10/1996 p. 12 A Posteriormente el DepartamentoProvincial del Trabajo rechazó la presentación de la UOM argumentando que los trabajadores habíanaceptado el acuerdo y cobrado las indemnizaciones como ex trabajadores de CORMEC. La Voz del Interior.Córdoba, 18/10/1996 p. 13 A81 - La Voz del Interior. Córdoba, 16/10/1996 p. 12 A82 - La Voz del Interior. Córdoba, 16/1/1997 p. 8 A.

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cuestionar la política del gobierno, incidieron en las respuestas obreras creando condiciones más

propicias para las acciones de protesta, que fueron mucho más firmes y contundentes hacia fines de

1996.

Pudimos observar que la negociación de los cambios flexibilizadores se efectuó a nivel

central del sindicato. El SMATA, a ese nivel, no ofreció oposición a los mismos, no hubo

cuestionamiento político al modelo y la acción, cuando se dio, se concentró en la arena industrial,

adoptando una postura más bien cooperativa que conflictiva. En el nivel local los dirigentes fueron

más reticentes a los cambios pero también priorizaron las nuevas inversiones y generación de

fuentes de trabajo a la consideración de las condiciones en las que éstas se llevarían a cabo. Por

ejemplo el secretario del SMATA Córdoba argumentaba que una vez instaladas las empresas y con

el personal movilizado, sería mucho más fácil conseguir mejoras e imponer condiciones. Pero este

planteo de alguna manera daba por supuesto que el principal bien en disputa era la cuestión salarial,

no así los nuevos procesos de trabajo y concepciones empresarias, frente a las cuales parece haberse

“naturalizado” su existencia.

De todos modos se advierten diferencias en los comportamientos empresarios que guardan

relación con su historia en el manejo de las relaciones laborales. Así, por ejemplo, la reconversión

tecnológica que implementó CIADEA se realizó – al menos al comienzo- sin flexibilización laboral,

en un proceso más gradual de cambios negociados con el sindicato local que no excluyó la

reducción de personal, aunque ésta fue también objeto de permanente negociación. El caso de Fiat

implicó en cambio aplicar parámetros flexibilizadores en la organización del trabajo y menores

niveles salariales lo que, podríamos postular, posteriormente generaría problemas de integración

entre trabajadores con tradición sindical y empleados nuevos. La actitud de la empresa fue, además,

la de concentrar la negociación de los conflictos en el nivel de representación de planta, con una

posición mucho más intransigente en cuanto a efectuar adecuaciones locales.

Es posible también reconocer diferencias en las respuestas obreras. En líneas generales

podemos señalar que los trabajadores de CIADEA mostraron mucha mayor resistencia a los

cambios que los trabajadores de CORMEC, ligados siempre al grupo Fiat. Estos últimos no

cuestionaron el nuevo modelo de relaciones y proceso de trabajo, priorizando exclusivamente la

cuestión salarial, tal vez por la debilidad de la representación de empresa, aunque se enmarcara esta

autonomía en un discurso combativo, contra las burocracias sindicales. La apelación a viejos

contenidos, más allá de las intenciones de sus dirigentes, se inscribía en una tradición sindical

sustentada desde la radicación de la empresa en Córdoba y que la empresa había contribuido a

conformar. En efecto esa misma empresa que por años había sostenido un discurso anti-burocrático

y anti-sindical para controlar de manera paternalista la situación en sus plantas, alentaba ahora una

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afiliación – al SMATA- a la que históricamente se había opuesto. Todo parecía indicar que el

discurso y la tradición por tantos años esgrimidos eran ahora asumidos por los mismos trabajadores

para avalar, en esta ocasión, su precarización laboral. Así el conflicto con la Fiat, que fue cargado

con fuerte valor simbólico como paradigma de la resistencia a la flexibilización, pronto mostró sus

limitaciones, al igual que el modelo organizativo propuesto – el SITRAMF- que, recogiendo una

tradición histórica, surgió ahora como una alternativa, como un ejemplo de la crisis de

representación que se anticipaba.