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Facultad de Trabajo Social G r a d o e n T r a b a j o S o c i a l UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Trabajo Social Trabajo Fin de Grado MICROMACHISMOS Alumno/a: Anabel Barranco Cruz Tutor/a: Pilar Ríos Campos Dpto: Trabajo Social y Servicios Sociales Octubre, 2015

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INDICE

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ltad

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raba

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Grad

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raba

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cial

UNIVERSIDAD DE JAÉN

Facultad de Trabajo Social

Trabajo Fin de Grado

MICROMACHISMOS

Alumno/a: Anabel Barranco Cruz

Tutor/a: Pilar Ríos Campos

Dpto: Trabajo Social y Servicios Sociales

Octubre, 2015

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 2

1.- INTRODUCCIÓN: ........................................................................................................... 4

2.- MARCO TEÓRICO: ......................................................................................................... 5

2.1.- Estereotipos y poder: identidad de género: ................................................................. 5

2.2- Sociedad disciplinaria: la disciplina como herramienta de poder: .............................. 9

2.3- Microrrelaciones de poder: ........................................................................................ 11

2.4.- Micromachismos: ..................................................................................................... 14

3.- HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN: ............................................................................. 24

4.- OBJETIVOS: .................................................................................................................. 24

5.- METODOLOGÍA: .......................................................................................................... 25

6.- ANÁLISIS DE DATOS OBTENIDOS: ......................................................................... 26

7.- CONCLUSIONES: ......................................................................................................... 33

8.- PROPUESTAS: ............................................................................................................... 34

9.- REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS: ............................................................................. 36

10.- ANEXOS ....................................................................................................................... 39

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Resumen

El patriarcado es una herencia cultural fuertemente arraigada en nuestra sociedad,

fundamentado por una diferenciación de género, totalmente desequilibrada a favor de los

varones, en la que se deducen unas expectativas diferentes para hombres y mujeres, ya

impuestas anteriormente a su nacimiento.

El sustento de este sistema patriarcal lo encontramos en este trabajo en una sociedad

disciplinaria, donde las personas se han visto enmarcadas en unas determinadas condiciones

impuestas, afectando al modo de relacionarse y mejorando así un modelo en el que se instala

y perpetúa la violencia sobre las mujeres.

Los micromachismos se entienden como ejercicios cotidianos del dominio de poder

por parte del varón hacia la mujer, dentro de este Trabajo fin de Grado se estudiarán los

micromachismos, insertos en las microrrelaciones de poder.

Palabras clave: identidad de género, poder, patriarcado, disciplinas, microrrelaciones,

micromachismo.

Abstract

The patriarchy is a strong legacy that is rooted in our society. This patriarchal system is based

on a huge difference between genders, as a consequence the expectations of men and women

are radically different and they are imposed in the birth.

The support of this patriarchal system can be found, along this essay, in a disciplinary society,

where people suffer a series of predetermined requirements that are imposed and at the same

time affect in the possible mechanisms that people have in order to be in contact and

improving this system which is established and perpetuates the violence against women.

“Micro-machismo” must be understood as some quotidian acts that show us the control and

the power that a man exerts in a woman. Along this thesis we shall study “Micro-machismo”

inside power “Micro-relationships”.

Key words: Gender Identity, Power, Patriarchy, Disciplines, Micro-relationships, Micro-

machismo.

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1.- INTRODUCCIÓN:

Existe una serie de comportamientos, por parte de los varones hacia las mujeres, en las

relaciones de pareja que, por ser difícilmente perceptibles porque los tenemos interiorizados,

son poco investigados, “multiplicidad de prácticas que los varones realizan en lo cotidiano y

que sin ser muy notables, violentan y minan, insidiosa y reiteradamente la autonomía, la

dignidad y el equilibrio psíquico de las mujeres” (Bonino 2005).

El siguiente trabajo fin de grado tiene como propósito principal el estudio del

micromachismo inserto en las microrrelaciones. Mediante la observación participante se ha

recogido información de mi entorno inmediato, la cual se ha analizado para identificar

comportamientos micromachistas. Estos comportamientos son importantes estudiarlos debido

a que generan conflictos en las relaciones de pareja, siempre a favor de los varones y

detrimento de las mujeres.

La forma en que se dan dichos conflictos, se caracterizan por ser ataques velados hacia

las mujeres, que atentan y dañan su autonomía e independencia. Con ésto, los varones

procuran mantener su posición privilegiada de género en las relaciones de pareja, creando una

red que sutilmente atrapa a la mujer sin que ella lo perciba en dicho momento o a lo largo del

tiempo.

Según la historiadora Gerda Lerner (1990), la existencia de las relaciones patriarcales

en nuestra sociedad, por las cuales los hombres dominan sobre las mujeres en la familia y por

tanto en la sociedad, se remonta a la antigua Mesopotamia, donde la autoridad absoluta estaba

en la figura del padre.

Esta dominación se ha mantenido de forma estable hasta nuestros días, con la cual los

hombres dominan sobre las mujeres en la familia y por tanto en la sociedad, o al revés.

Mi intención con este trabajo es contribuir a la comprensión de comportamientos

velados que plantean los hombres en forma de lenguaje en situaciones dadas.

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2.- MARCO TEÓRICO:

2.1.- Estereotipos y poder: identidad de género:

Rebeca West “Sólo sé que la gente me llama feminista cada vez que expreso

sentimientos que me diferencian de un felpudo” (Álvarez, 2006:3)

La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing (1995) adoptó el

concepto de género declarando que “el género se refiere a los papeles sociales construidos

para la mujer y el hombre asentados en base a su sexo y dependen de un particular contexto

socioeconómico, político y cultural y están afectados por otros factores como son la edad, la

clase, la raza y la etnia”.

La ONU en los trabajos preparatorios de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer,

adoptó el término de «género»: «El género es la forma en que todas las sociedades del mundo

determinan las funciones, actitudes, valores y relaciones que conciernen al hombre y a la

mujer. Mientras el sexo hace referencia a los aspectos biológicos que se derivan de las

diferencias sexuales, el género es una definición de las mujeres y los hombres construido

culturalmente y con claras repercusiones políticas».

Por lo tanto, se entiende como género al conjunto de ideas, creencias, representaciones

y atribuciones sociales construidas culturalmente basando esa construcción en una

diferenciación sexual.

Desde el movimiento feminista se acuña el concepto de “género” para analizar y

explicar las relaciones de poder y subordinación entre los sexos “No se nace mujer, se llega a

serlo. Ningún destino biológico, sociológico o económico determina la figura que presenta la

hembra humana en la sociedad: es la civilización como un todo la que produce esa criatura,

intermedia entre hombre y eunuco, que se describe como femenina” (Beauvoir 1949).

Como apunta Castro (2008), “el sujeto se forma a partir de una serie de procesos y

sistemas que no responden a una naturaleza originaria de la subjetividad, sino que obedecen

a condiciones históricas, políticas y sociales”.

Dicho esto, se vislumbra que esta construcción de género, en la que los hombres y las

mujeres tienen categorías diferentes, superponiéndose las de ellos a la de ellas, forma parte de

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un sistema adquirido socialmente, el cual se conoce como sistema patriarcal, Victoria Sau

(1989) lo define como:

“Una toma de poder histórica por parte de los hombres sobre las mujeres cuyo agente

ocasional fue el orden biológico, si bien elevado este a la categoría política y

económica, dicha toma de poder pasa forzosamente por el sometimiento de las

mujeres a la maternidad, la represión de la sexualidad femenina, la apropiación de la

fuerza social de trabajo total del grupo dominado, del cual su primer pero no único

producto son los hijos” (p. 237).

Si tenemos en cuenta como apunta Foucault (1992), “la verdad esta ligada a los

sistemas de poder que las producen y las sostienen, y a efectos de poder que ella induce y

reproduce; todo esto constituye un régimen de verdad. […] Las relaciones de verdad son

relaciones de fuerza inherentes a las prácticas que se observan y codifican en los efectos de su

propio movimiento”.

Por lo tanto la posición de género (femenino o masculino) es uno de los ejes cruciales

por donde discurren las microrrelaciones de poder, y la familia, uno de los ámbitos en que se

manifiesta. Esto es así porque la cultura ha legitimado la creencia en la posición superior del

varón: el poder personal, la autoafirmación, es el rasgo masculino por antonomasia.

Para entender las microrrelaciones de poder, cabe mencionar la connotación que

Foucault le da al cuerpo, el cual encarna un pequeño poder, un micropoder, de las relaciones

de micropoderes surgen las diferentes normas, acuerdos, estipulaciones, por tanto, los

diferentes hilos en los que se inserta al cuerpo y a la sociedad (Sossa 2011).

Es decir, la relación entre individuo (cuerpo) con otros individuos (cuerpos) dan lugar

a normas, acuerdos, etc., donde se establece una forma de cultura social. El micropoder

acuñado por Foucault, ayuda a analizar y comprender como se establecen dichas relaciones

entre individuos contextualizados en su entorno social, como se crean esas interrelaciones y

como se desarrollan.

Al heredar el individuo el concepto de género como ser social, trae como

consecuencia: “el micropoder conforma la idea del varón como autoridad, donde define que

es lo correcto o incorrecto pues, el micropoder fundamentalmente nace de una concepción

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del varón como individuo, asumiendo el rol de varón desde un plano individual, donde se

concibe la identidad de género” (Foucault 9179).

“Ser varón supone tener el derecho a ser protagonista (independientemente de cómo

se ejerza ese derecho). La cultura androcéntrica niega ese derecho a las mujeres, que

deberán entonces (si pueden) conquistarlo. A través de la socialización, esto deviene en la

creencia generalizada de que los varones tienen derecho a tomar decisiones o a expresar

exigencias a las que mujeres se sienten obligadas, disminuyendo su valor y necesitando la

aprobación de quien a ellas les exige” (Bonino, 2004).

Para Luis Bonino (2004), este dominio, arraigado como idea y como práctica en

nuestra cultura se mantiene y perpetúa por:

• Su naturalización.

• La falta de recursos de las mujeres.

• Utilización por parte de los varones de las microrrelaciones de poderes al interactuar

con las mujeres, que es la capacidad y habilidad de orientar el tipo y el contenido de

las interacciones en términos de los propios intereses, creencias y percepciones.

“La historia nos ha mostrado que los hombres siempre tuvieron todos los poderes

concretos; desde los primeros tiempos del patriarcado consideraron útil mantener a la

mujer en un estado de dependencia” (Beauvoir, 1949).

Aunque bien es cierto que cada sociedad dispone de una imagen sobre lo que las

mujeres y hombres deben hacer, cómo organizar y desarrollar su vida y capacidades,

aunque no todas las sociedades asignan las mismas funciones a uno u otro sexo. Las

distintas sociedades adscriben roles en función del sexo, pero éstos varían en función de

las culturas y de los momentos históricos.

Una de las partes que sustenta el sistema patriarcal se fundamenta en el género y en la

construcción que hacemos de él, dotándole de diferentes roles y estereotipos diferenciados

según el sexo.

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Rol de género: “es el conjunto de deberes, aprobaciones, prohibiciones y expectativas

acerca de los comportamientos sociales apropiados para las personas que poseen un sexo

determinado. La tipificación del ideal masculino o femenino es normativizada hasta el

estereotipo, aunque en el desarrollo individual la futura mujer u hombre haga una elección

personal dentro del conjunto de valores considerados propios de su género. No obstante, los

roles y estereotipos de género –tanto femeninos como masculinos– están tan hondamente

arraigados, que son considerados como la expresión de los fundamentos biológicos del

género” (Dio Bleichmar, 1985).

Estereotipos: ideas preconcebidas, simples, que están muy arraigadas y determinan las

conductas, comportamientos y actitudes que deben tener las personas en función del grupo de

pertenencia.

• Estereotipos femeninos: espontaneidad, ternura, debilidad intuición,

subordinación, superficialidad, sumisión, pasividad, abnegación, volubilidad,

suavidad, dependencia.

• Estereotipos masculinos: Razón, violencia, fuerza, inteligencia, autoridad,

profundidad, dominio, actividad, inconformismo, tenacidad, rudeza,

independencia.

La identidad se construye socialmente mediante un proceso histórico en el cual se

adquiere la identidad personal y social. Esto incluye: género, raza, grupo étnico, clase, cultura,

lengua, edad, sexo.

La identidad de género alude al modo en el que ser mujer o ser hombre está prescrito

socialmente y como condiciona la vida de las personas desde su nacimiento.

La identidad de género sustenta al sistema patriarcal y el sistema patriarcal sustenta la

identidad de género, ambos se encuentran íntimamente ligados y son indivisibles dentro de la

sociedad.

En toda sociedad hay unas expectativas diferentes para mujeres y para hombres, éstas

expectativas son incluso anteriores al nacimiento. Tanto la familia como el entorno social

trasmite a las y los recién nacidos una serie de condicionantes de género.

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2.2- Sociedad disciplinaria: la disciplina como herramienta de poder:

Al relacionarse los individuos en sociedad, existe la necesidad de controlar y organizar

dichas interrelaciones y su desarrollo, dando lugar a una sociedad disciplinaria con el fin de

controlar al sujeto para indicarle aquello que está permitido y lo que no. Por consiguiente, el

control social genera una sociedad disciplinaria y la sociedad disciplinaria genera el control

social, existe una retroalimentación entre ambas debido a que este tipo de sociedad hereda el

sistema patriarcal y, por otra parte, el individuo aporta la división de género conformando una

sociedad culturalmente androcéntrica. Tal modelo social androcéntrico genera una

desigualdad significativa entre hombres y mujeres.

Como nos dice Sossa 2011:

“el cuerpo ha estado inmerso en una estrategia de poder, en un campo político […] esto se va

haciendo factible […] por el proceso de disciplinamiento, vigilancia y normalización al que

nos vemos sometidos desde que nacemos en una determinada sociedad y que poco a poco nos

va construyendo como sujetos […] la disciplina busca fiscalizar y controlar la conducta, sus

comportamientos, sus aptitudes, sus preferencias, a través de diferentes formas”.

Como podemos ver, este proceso de disciplinamiento hace que las personas estén

condicionadas en un tipo de estructura preconcebida que va cercando al individuo, ya Andrés

(2005) apunta:

“La sociedad disciplinaria, nace precisamente en el momento en que los regímenes

penales implementaron unas tácticas, unas estrategias en la aplicación de la pena. A finales

del siglo XVIII y a comienzos del siglo XIX, el castigo se volvió más sutil y se le dio mayor

importancia a la vigilancia y observación de los individuos, de todo lo que realizaban o iban

a realizar” (pág. 5).

Se considera, tras lo expuesto, la ciudad como la consecuencia de un desarrollo

industrial. A medida que fue creciendo la industria, fue evolucionando el núcleo urbano,

convirtiéndose en ciudades donde habitaban las personas y se relacionaban. La necesidad de

estructurar ese espacio común, que son las ciudades, dio lugar a la sociedad disciplinaria.

“Todo lo penal del siglo XIX pasa a ser un control, no tanto sobre si lo que hacen los

individuos está de acuerdo o no con la ley sino más bien al nivel de los que pueden hacer, son

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capaces de hacer, están dispuestos a hacer o están a punto de hacer” (Foucault 1978, pág.

98).

Con el tiempo las personas se han visto enmarcadas bajo numerosas disciplinas

impuestas por la sociedad, la finalidad es lograr un determinado comportamiento,

encasillándolo de acuerdo a los espacios donde se desenvuelve (casa, trabajo, escuela,

supermercados, etc.)

“El objetivo de las disciplinas es el de obtener personas que sean dóciles, es decir

fáciles de conducir, fáciles para dejarse enseñar, ése es el objetivo de las disciplinas”

(Andrés 2005, pág.4).

La relación que encontramos entre la disciplina y el sistema patriarcal, es que la

disciplina es el sustento del mismo, la cual se configura en la creación de una sociedad

disciplinaria, no siendo de extrañar que se de una transposición del modelo penitenciario

aplicado a la organización de la ciudad.

“El Panóptico era un sitio en forma de anillo en medio del cual había un patio con

una torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que daban al interior y al

exterior y en cada una de esas pequeñas celdas había, según los objetivos de la institución,

un niño aprendiendo a escribir, un obrero trabajando, un prisionero expiando sus culpas, un

loco actualizando su locura, etc. En la torre central había un vigilante y como cada celda

daba al mismo tiempo al exterior y al interior, la mirada del vigilante podía atravesar toda la

celda; en ella no había ningún punto de sombra y, por consiguiente, todo lo que el individuo

hacía estaba expuesto a la mirada de un vigilante que observaba a través de persianas,

postigos semicerrados, de tal modo que podía ver todo sin que nadie, a su vez, pudiera verlo”

(Foucault, 1998:99).

Entiendo que para Foucault, el panóptico está al servicio de la sociedad disciplinaria;

una sociedad donde diariamente estamos siendo vigilados, donde por ejemplo, a través de las

redes sociales, nos convertimos en jueces, verdugos y presos, castigados emocionalmente,

encerrados en estereotipos y jueces de vigilancia.

Para señalizar un ejemplo mas claro de lo que supone a lo que Foucault llama

panóptico asociado a las mujeres, hay que mencionar a Álvarez (2012) “Ciudades como

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Londres o Berlín incluyen en su configuración poblaciones circundantes para convertirse en

Metrópolis. Con esta reconfiguración territorial se rompe la relación entre trabajo y

vivienda, que hasta el momento estaba estrechamente ligada, creando grandes distancias

entre ambos lugares, y alejando por tanto a la mujer del trabajo remunerado. La actitud

patriarcal que impera en este momento histórico, fuertemente apoyado por reformadores

sociales y la iglesia relegará a la mujer al hogar doméstico periférico, alejándolas de los

centros urbanos donde la vida activa diaria se desarrolla”, así señala que “ningún espacio

está pensado como lugar de desarrollo personal para la mujer, quien realmente habita

diariamente en el hogar”.

Como apunta Álvarez (2012), la concepción social del espacio en la ciudad heredada

de una tradición patriarcal conlleva como consecuencia para la mujer:

“Problemas de aislamiento, incomunicación, ausencia de privacidad y de un lugar

propio en el hogar en la vida cotidiana de muchas mujeres”

La ciudad es el modelo donde se instala y perpetúa la violencia de género, como nos

advierte Álvarez (2012):

“El uso y repetición de modelos de vivienda basada en la norma social y valores

patriarcales continuará provocando una situación de tensión en los hogares, donde los

sentimientos de inferioridad y aislamiento propician una y otra vez la violencia de género en

el hogar. No es de extrañar que sea en estos escenarios, en el propio hogar, donde la mujer

se sienta más aislada y sin lugar propio, donde ocurra la mayoría de los actos violentos

contra ellas”

No habría frase que mejor venga al caso que la citada por Virginia Woolf (1985), “las

mujeres deben disponer de una habitación propia para su descanso”, un espacio propio que

pueda sustentar por ella misma, para poder tomar su propio poder.

2.3- Microrrelaciones de poder:

Como se ha expuesto en apartados anteriores, se postula al individuo influido por un

condicionante de género desarrollado principalmente en un entorno afectivo próximo

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(familia), a esto lo denomino MICRO, que es todo aquello que aporta el sujeto como

individuo a la perspectiva de género.

Por otro lado, la sociedad disciplinaria, donde esta imbuido el sujeto, impone un

sistema patriarcal arcaico que nuestra sociedad actual integra; donde los varones poseen una

situación de privilegio en detrimento a la de las mujeres, a esto lo denomino MACRO, que es

todo aquello que se potencia socialmente frente a las mujeres.

Dichos campos, macro y micro, se alimentan mutuamente y ambos se potencian por

igual, dando lugar a un tipo de sociedad fuertemente estandarizada en una cultura

androcéntrica, la cultura que perpetúa al sistema patriarcal.

Ambos conceptos, micro y macro, conforman el BIOPODER, que da lugar a la

elaboración de una serie de normas sin incumplir las leyes, normas asimiladas tanto por

hombres como mujeres de forma habitual y cotidiana, en el día a día.

La consecuencia inmediata del biopoder trae consigo las microrrelaciones de poder y

estas se ven reflejadas en las relaciones entre hombres y mujeres, donde crea la norma los

varones sin trasgredir la ley, dando lugar al micromachismo.

“Pero el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las

relaciones de poder operan sobre él como presa inmediata; lo cercan, lo doman, lo someten a

suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos”

(Foucault, 1998: 32).

El cuerpo se encuentra sumergido en un campo político en donde establece relaciones

con otros cuerpos, relaciones que reciben el nombre de “relaciones de poder”.

“Pienso que no hay un poder sino que, dentro de una sociedad, existen relaciones de

poder extraordinariamente numerosas y múltiples, colocadas en diferentes niveles,

apoyándose unas sobre las otras y cuestionándose mutuamente” (Foucault 1979: 142).

Para aclarar esta idea hay que acuñar tres conceptos claves de Foucoult (1998),

conceptos que operan para producir una productividad del cuerpo en la sociedad; éstos, a su

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vez, acaban interrelacionándose con los ya expuestos: “un concepto entendido como las

formas de educar, disciplinar el cuerpo individual, de volverlo un cuerpo útil y dócil” a estas

formas podemos darle la categoría de microrrelaciones en tanto operan en la persona, en el

cuerpo individual. Por otra parte, “El concepto de biopolítica, es decir, la manera como se

emplean formas políticas de administración de la vida de una población” a estas formas, por

su parte, podemos darle la categoría de macrorrelaciones en tanto involucran a toda la

sociedad.

Ambos conceptos conforma el último término denominado biopoder. “El surgimiento

del biopoder trae consigo consecuencias, como un desplazamiento en importancia de la

norma a expensas de la ley, pues un poder que tiene como objetivo gestionar la vida necesita

mecanismos permanentes y reguladores. Un poder así mas que desplegar prohibiciones y

represiones, necesita clasificar, medir, jerarquizar y excluir, teniendo como parámetro la

norma, es decir, estableciendo estrategias de normalización.”

Así vemos como las macrorrelaciones inciden en las microrrelaciones y éstas últimas,

por su parte acaban dando una normalización a las primeras, siendo, por tanto, las últimas el

caldo de cultivo de las primeras, como un mecanismo circular que necesita el uno del otro

para poder mantenerse.

“Dos acepciones surgen con la palabra "poder": una es la capacidad de hacer, el

poder personal de existir, decidir, autoafirmarse; requiere una legitimidad social que la

autorice. Otra, la capacidad y la posibilidad de control y dominio sobre la vida o los hechos

de los otros, básicamente para lograr obediencia y lo que de ella se deriva; requiere tener

recursos (bienes, afectos) que aquella persona que se quiera controlar valore y no tenga, y

medios para sancionar y premiar a la que obedece“ (Bonino, 1998: 2).

Las microrrelaciones de poder donde se enmarca el varón, da lugar a una

desestructuración emocional y en la medida en la que se intenta recuperar, por parte del

mismo en el ámbito de las relaciones de pareja, se manifiesta en forma de micromachismo;

como la necesidad de reafirmarse como varón y recuperar el dominio a costa de la mujer.

Micromachismos

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Para concluir con este apartado hay que matizar la necesidad de entender los términos

micro y macro como una simbiosis inserta en un sistema cultural ya gestado, es decir, hay que

entenderlos con un todo. Por lo tanto, el micromachismo, acuñándolo con el uso del “micro”

no ha de entenderse como algo sutil, sino que es un concepto inserto en el cuerpo siendo éste

la manifestación y perpetuación del sistema patriarcal en estado puro.

2.4.- Micromachismos:

Contemplando estas relaciones expuestas como un todo, al hablar de micromachismo

hay que hacerlo desde ese todo en el que éste es una parte más del sistema patriarcal.

La historiadora Gerda Lerner (la creación del patriarcado, 1990) expone que la

existencia de las relaciones patriarcales que se dan en nuestra sociedad, en donde el hombre

domina sobre las mujeres en la familia y por lo tanto en la sociedad, se remonta a la antigua

Mesopotania, donde la autoridad absoluta estaba en la figura del padre.

Los micromachismos han de entenderse como ejercicios cotidianos de dominio de

poder, enmarcados dentro de las microrrelaciones por parte del varón hacia la mujer, el varón

el cual ha construido dicho sistema. Formas y modos que se dan en la vida cotidiana dentro de

la relación hombre y mujer.

Son hábiles artes, de comportamientos reiterativos, que los varones ejecutan

permanentemente con el fin de reafirmar una masculinidad sesgada por los estereotipos de

género en las microrrelaciones sociales de poder, donde impera el servilismo y la disciplina.

Tanto el hombre como la mujer, son seres sociales que tienden a ocupar su propio

espacio. El micromachismo es el poder que ejerce el hombre al invadir y reducir el espacio de

la mujer, en la forma en que se da dicha invasión es donde aparecen estas microrrelaciones de

conflicto, en tanto la mujer es vigilada y castigada por el hombre, absortos ambos en esos

sistemas de dominación y disciplina.

En los últimos años se ha dado lugar a la legitimación social y legal de las mujeres,

donde son reconocidos sus derechos en base a la igualdad e identidad. Esto se traduce en la

recuperación de un espacio que durante siglos les ha sido negado, pero esta recuperación aún

no está materializada como tal.

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“Desde que en 2004 se aprobara la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral

contra la Violencia de Género […] parece que la revelación de estos actos y

persecución de los maltratadores, así como la defensa y protección de sus víctimas, no

ha sido suficientemente efectivas como para conseguir una reducción del número de

víctimas significativo en los últimos años. La persecución y rechazo de este delito no

han conseguido borrar las relaciones de dominación del hombre sobre la mujer tan

intrínsecamente imbuidas en nuestra sociedad” Álvarez (2012).

Dicho esto, no se trata de ejercer un poder sobre el varón, ni de quitar espacio al

mismo por parte de la mujer, sino más bien ocupar su legítimo espacio propio. Pero no

es solo el propio espacio el que ha de ser conquistado, sino todo el entramado de

microrrelaciones al que se ha sometido a la mujer.

“Bajo el patriarcado la mujer pierde la libertad de decisión sobre su propio cuerpo y,

por tanto sobre el libre ejercicio de la sexualidad […] con esta perdida de la libertad

también pierde la posibilidad y legitimidad de la búsqueda del placer y de su

satisfacción mientras que le exige y que entregue someta su cuerpo y su sexo a una

servidumbre destinada a la de otros: hombres” (Arisó & Mérida, 2010).

Ésta es consustancial a nuestra forma de entender las diferencias y las relaciones entre

hombres y mujeres ya que son categorías muy cerradas, generando normas de

comportamiento casi imposibles de reemplazar. Esto sucede porque el género es entendido

como un imperativo social que impone llevar a cabo determinados comportamientos y deseos

en una única dirección.

Es de entender que toda estas microrrelaciones construidas por el patriarcado se

encuentre en las escalas más cercanas de las relaciones de los cuerpos, pero de forma cierta

como interpreta Rubio (2015), a Butler, “Desnaturalizar al cuerpo y el sexo no supone una

negación de la anatomía o la biología. Desnaturalizar el cuerpo supone poner de manifiesto

el sentido político y cultural del mismo”, de ello la importancia de la concienciación de estas

relaciones dadas.

A modo de síntesis, en este apartado desarrollo el siguiente concepto: en nuestro

entorno social se desarrolla entre los individuos una lucha de poder, denominada

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Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 16

microrrelaciones de poder, una particularidad de dichas microrrelaciones de poder es el

micromachismo que se contextualiza en las relaciones de pareja entre hombres y mujeres. El

objetivo por parte de los varones, dentro del contexto micromachismo, es socavar y anular el

poder de las mujeres, apoderándose de dicho poder a ser posible con el “consentimiento” de

las mismas, dando lugar a una mujer dominada y sumisa. El machismo aparece como una

imposición por parte de los varones de “sus propias leyes” trasgrediendo aquellas leyes

consensuadas e institucionalizadas donde se recoge la igualdad entre ambos sexos, los

varones actúan de esa forma ante la resistencia de las mujeres al carecer los mismos, de

argumentos manipuladores para apropiarse de dicho poder que pertenece legítimamente a las

mujeres y, es aquí donde aparece la violencia de género.

2.4.1.- Tipologías de los micromachismos:

He estimado recoger las siguientes tipologías de los micromachismos que realiza Bonino

(2005).

Micromachismos utilitarios:

• No responsabilización sobre lo doméstico: en el hogar se define al hombre como

ayudante de la mujer, obligándola así a ejercer el rol de gerencia del hogar, indicando

a los demás “ayudantes” lo que deben hacer.

• Aprovechamiento y abuso de la capacidad “femenina” de servicio: ellos como

proveedores y ellas como cuidadoras: autoconvencimiento de las mujeres para que

“naturalmente” ejerzan diferentes roles de servicio (madre, cocinera, esposa, asistenta,

gestora, acompañante social, psicóloga, secretaria…).

• Presión invisible: actitudes normalizadas en el entorno familiar

− Cuando la familia está reunida comiendo en el salón, suena el teléfono

y es la mujer quien se levanta para responder. Otro caso sería cuando

falta el salero en la mesa o acompañar a comprar la ropa a los hijos o el

marido.

− ¿Dónde está? Esta pregunta esconde un “búscalo y dámelo”.

− Apelar al “no saber” para no hacer algo.

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• Justificaciones masculinas:

− Una de las justificaciones más comunes de los varones es apelar a su

ignorancia sobre lo doméstico.

− Naturalización de la maternidad y cuidado.

− Afirmación de que las mujeres no quieren abandonar su rol de amas de

casa y que ellos ya bastante tienen con cumplir su rol de proveedor, aún

así cuando la mujer trabaja también fuera del hogar.

Micromachismos coercitivos:

• Intimidación: verbal y no verbal (mirada, postura, tono de voz), cada cierto tiempo

muestra poder abusivo (físico, sexual, económico) para recordar a la mujer

consecuencias si no se somete.

Toma repentina del mando: anulación de la mujer en decisiones que la involucran.

(ej.: decisiones sin consultar, ocupar espacios comunes, opinar sin que se lo pidan.)

A largo plazo se crea generalmente una situación en la que el varón logra no ser

molestado en lo que a él no le gusta y no estar disponible para nadie, salvo para sí

mismo.

• Apelación al argumento lógico: se recurre a la lógica (varonil) y a la razón para

imponer ideas, conductas o elecciones.

o Provoca intenso agobio: no tienen en cuenta los sentimientos ni las alternativas

(exponer su argumento les da derecho a salirse con la suya).

o Muy efectivo con mujeres que abordan la realidad desde un modo perceptivo o

intuitivo.

• Insistencia abusiva: obtener lo que se quiere por agotamiento, a cambio de un poco de

paz (ganar por cansancio).

• Control del dinero: maniobras utilizadas por el varón para monopolizar el uso o las

decisiones sobre el dinero, limitándole su acceso a la mujer. Se incluye también en

este apartado la negación del valor económico que supone el trabajo doméstico y la

crianza y el cuidado de los niños.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 18

o Limita el acceso, no información sobre usos del dinero común, control de

gastos y exigencia de detalles, retención (obliga a la mujer a pedir dinero).

• Uso expansivo del espacio físico: idea de que el espacio es posesión masculina y que

la mujer lo precisa poco (ropa masculina por toda la casa, posesión del mando de TV,

ocupación de las piernas del varón de todo el espacio inferior de la mesa, sofá del

salón para la siesta…).

• Imposición de intimidad: consiste en una acción unidireccional de acercamiento

cuando el varón desea, es una práctica coactiva en cuanto el varón no se molesta en

negociar movimientos hacia la intimidad. Muy típico ejemplo de esto es la seducción

forzada cuando él quiere sexo.

• Toma o abandono repentinos del mando de la situación: maniobras mas o menos

sorpresivas de decidir sin consultar, anular o no tener en cuenta las decisiones de la

mujer, basados en la creencia del varón de que él es el único que tiene poder de

decisión.

Micromachismos encubiertos:

Atentan de modo más eficaz contra la autonomía de la mujer. Invisibles en cuanto a su

intencionalidad.

• Abuso de la capacidad femenina de cuidado: sobreesfuerzo vital que impide el

desarrollo personal de la mujer.

o Maternalización de la mujer.

o Mediante pedidos “mudos” apelan aspectos cuidadores del rol femenino

tradicional.

o Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las personas: maniobras

basadas en la creencia que lo doméstico y el cultivo de la conexión son

patrimonio de la mujer.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 19

• Maniobras de explotación emocional: se aprovecha de la dependencia afectiva de la

mujer para:

o Culparla de la disfunción familiar. Inocentización del hombre.

o Culparla del placer de la mujer con otras personas o situaciones donde el

hombre no está (creencia asentada de que la mujer solo puede disfrutar con su

compañero afectivo y por él).

o Enfurruñamiento: acusación culposa no verbal frente a acciones que no le

gustan al varón.

• Maniobras de desautorización: inferiorizan a la mujer.

o Redefinición como negativas de cualidades o cambios positivos de la mujer.

o Colisión con terceros con los que la mujer tiene vínculos afectivos mediante

historias sesgadas, secretos… (en función de ésta con su hermano o familiar).

o Descalificación de cualquier transgresión de rol tradicional.

o Gesto que suele acompañar estas maniobras es la “cara de perro”.

o Terrorismo: comentarios sorpresivos que provocan la confusión, desorientación

y parálisis en la mujer.

1. Utilizan la sospecha, agresión y culpabilidad como

descalificadores del éxito femenino, resaltar cualidades de mujer

objeto y recordar tareas femeninas.

o Autoalabanzas y autoadjudicaciones: se desautoriza a la mujer a través de la

hipervaloración que hace el varón de sus propias cualidades o aportes, así

como autoadjudicándose espacios, objetos o tiempos que se niegan a la

mujer.

• Paternalismo: enmascara la posesividad y el autoritarismo del varón. Se detecta

cuando la mujer se opone y el hombre no puede tolerar no controlarla (no permitir

decisiones independientes de la mujer).

• Creación de falta de intimidad: bloquean la puesta en juego de las necesidades

relacionales de la mujer y evitan la intimidad que para el varón supone riesgo de

perder poder y quedar a merced de la mujer.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 20

• Negación del reconocimiento: conduce al:

o “Hambre” de afecto y aumenta la dependencia.

o Sobrevaloración de lo poco que brinda el varón.

• Seudointimidad: el varón dialoga, pero manipulando el diálogo, de modo de

favorecer el control y el ocultamiento, dejando a la mujer con menos poder al

retacearle sinceridad.

o Comunicación defensiva-ofensiva: el objetivo de la comunicación no es aquí la

apertura sino que se habla para imponer y convencer.

o Engaños y mentiras: aquí el varón oculta u omite información para desfigurar

la realidad y seguir aprovechando ventajas que si fuera sincero perdería. Oculta

lo que no conviene que la mujer sepa, para no ser perjudicado en lo que no

quiere perder. Entre los engaños más frecuentes se encuentran: incumplir

promesas, adular, negar lo evidente, negar descubrimientos femeninos de

infidelidades, etc.

• Silencio: evitar el control de las reglas del dialogo mediante la renuncia a hablar.

o Encerrarse en sí mismo.

o No contestar.

o No preguntar.

o No escuchar.

o Hablar por hablar sin comprometerse.

• Negación a la mujer de su derecho a ser cuidada.

• Inclusión invasiva de amigos, reuniones y actividades, limitando o haciendo dejar de

existir los espacios de intimidad.

o Acusar a la mujer de ser poco sociable.

• Desfigurar la realidad: lo que el hombre no quiere que la mujer sepa:

o Negar lo evidente.

o Incumplir promesas.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 21

o Adular.

o Crear una red de mentiras.

o Apelar a la desautorización de las intuiciones de la mujer para ocultar

infidelidad.

• Autoindulgencia sobre la propia conducta perjudicial.

• Maniobras para bloquear la respuesta de la mujer:

o Hacerse el tonto: se apela a la inconsciencia, dificultades de los varones,

obligaciones laborales, torpeza, parálisis de la voluntad.

o Comparaciones ventajosas: se apela a que hay varones peores.

o Impericias y olvidos selectivos: esta maniobra consiste en evitar

responsabilidades a partir de declararse inexperto para determinadas tareas o

manejo de aparatos, ocultando su nula predisposición para el aprendizaje.

o Minusvaloración de los propios errores.

Micromachismos de crisis:

• Seudoapoyo: apoyos que se anuncian sin ir acompañados de acciones cooperativas

hacia mujeres que acrecientan su ingreso en el espacio público. No se ayuda a la mujer

a repartir su carga doméstica y tener más tiempo.

• Desconexión y distanciamiento: resistencia pasiva:

o Falta de apoyo o colaboración.

o Conducta al acecho (yo lo hubiera hecho mejor).

o Amenazas de abandono o abandono real.

• Hacer méritos: frente a la amenaza de separación: hacer regalos, prometer ser un buen

hombre, ponerse seductor y atento, cambios superficiales. Estos cambios suelen dejar

de realizarse cuando la mujer deja de enfadarse y acepta darle “otra oportunidad”.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 22

• Dar lástima: el hombre exhibe manipulativamente su invalidez para el autocuidado,

apelan a la predisposición femenina del cuidado y le inducen a pensar que sin ella

podrían terminar muy mal.

o Comportamientos autolesivos, accidentes, adicciones, enfermedades, amenazas

de suicidio.

2.4.2.-Efectos de los micromachismos:

“Dada su casi invisibilidad van produciendo un daño sordo y sostenido a la autonomía

femenina que se agrava en el tiempo. Cuando éstos se perciben. No suelen reconocerse como

producidos por estas trampas manipulativas” (Bonino, 2004).

• Efectos en la calidad de vida femenina:

o “Sobreesfuerzo psicofísico (agotamiento emocional): disminución de las

reservas emocionales y de la energía para sí y para el desarrollo de los

intereses vitales” (Bonino, 2004).

o Inhibición del poder personal, limitación de su libertad y aumento de actitudes

defensivas y queja ineficaz (limitación de libertad y aumento de quejas).

(Bonino, 2004).

o Inhibición de la lucidez mental con bloqueo o disminución de la valentía,

critica, pensamiento y acciones eficaces, protesta valida (Bonino, 2004).

(Bloqueo mental).

o “Deterioro de la autoestima y autocredibilidad, aumento de la desmoralización

y la inseguridad, aparición de sentimientos de incompetencia, derrota,

distancia emocional o impotencia” (Bonino, 2004). (Baja autoestima e

inseguridades).

o “Malestar difuso, irritabilidad crónica y un hartazgo “sin motivo” de la

relación, de las cuales las mujeres se culpan, por no percibir su origen”

(Bonino, 2004). (Irritabilidad crónica).

• En la relación de pareja, las estrategias de los micromachismos lleva a:

o Favorecer el desarrollo del varón a costa de la mujer: “favorecer una

relación no igualitaria, donde la autonomía y desarrollo del varón se realiza a

costa de la mujer” (Bonino 2004).

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 23

o Relación de pareja encaminada a los intereses del varón: “encaminar la

relación en dirección a los intereses del varón, ya que los micromachismos

provocan el “dejar hacer” femenino que permite que predominen los tipos de

situaciones que el varón desea” (Bonino 2004).

o Cargar la responsabilidad en la mujer del deterioro de la relación de

pareja: “etiquetar a la mujer como “la culpable” del deterioro del vinculo.

La mujer percibe que algo anda mal en el vínculo y él lo niega. Al no poder

clarificar la causa, ella tiende a autoculparse y él, no reconociéndose

machista, queda ubicado como inocente no responsable de la situación”

(Bonino, 2004).

o Empobrecimiento de la relación: “convivencia no dialogante no

colaborativa, o una guerra fría con transformación de la pareja, donde la

mujer no puede relajarse, creándose el terreno favorable para otros abusos o

para la ruptura de la relación” (Bonino, 2004).

2.4.3.- Consecuencias de los micromachismos:

Al partir de la hipótesis que los varones que intentan apoderarse del poder de las

mujeres, cuando éstos no lo consiguen da lugar a una apropiación, a imponerse sobre las

mujeres (como si tuvieran el derecho de) ante la resistencia de las mujeres. Es decir, en el

momento en que las mujeres se resistan a la imposición de los varones, da a lugar a una

violencia de género.

Al considerar el machismo como derivación del micromachismo, daría lugar a las

siguientes consecuencias recogidas por la Organización Mundial de la Salud (2007) considera

el maltrato como uno de los mayores asuntos de salud y de derechos humanos. Según el

Informe Anual de Violencia de Género del Observatorio Estatal (2007) la violencia en la

salud de las mujeres tiene las siguientes consecuencias

• Consecuencias físicas: lesiones y/o quemaduras, hematomas, contusiones.

• Consecuencias psicológicas: depresión y ansiedad, estrés, trastornos del sueño,

trastornos alimenticios, abuso de alcohol y otras drogas.

• Consecuencias en las condiciones de salud: intestino irritable, trastornos

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 24

gastrointestinales, quejas somáticas, dolores crónicos.

• Consecuencias en la salud sexual y reproductiva: pérdida de deseo sexual,

trastornos menstruales, enfermedades de trasmisión sexual, fibrosis vaginal,

infecciones urinarias, embarazos no deseados.

• Consecuencias sociales: aislamiento, absentismo laboral, pérdida de empleo.

3.- HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN:

Al considerar el trabajo como un ensayo de investigación es, plasmar el

micromachismo como manifestación de las microrrelaciones de poder en las relaciones de

pareja. Dando lugar, dichos micromachismos, al machismo en el momento que las mujeres

ofrecen resistencia a los varones, con la consiguiente aparición de la violencia de género.

Comportamientos por parte de los varones hacia las mujeres, recogidos en forma de

comentarios, dados en mi entorno familiar que revelan micromachismos.

4.- OBJETIVOS:

• Objetivo general

Explicar el origen de muchos malestares que se originan en las relaciones de parejas

que, por su cotidianeidad, no son reveladas como trascendentes y, que suelen atribuirse

principalmente como “problemas femeninos”, eximiendo a los hombres de sus

responsabilidades.

• Objetivos específicos

- Estudiar el uso de las formas en que los varones usan el micromachismo hacia las

mujeres en la vida cotidiana.

- Revelar dichas formas en que se manifiesta el micromachismo.

- Contribuir a la comprensión del lenguaje que hay escondido en dichas situaciones.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 25

5.- METODOLOGÍA:

La investigación social “pretende conocer la realidad tal y como es, en el sentido que

la investigación tenga la capacidad para mostrar o representar la realidad a la que se

refiere” (Muñoz, 2012).

Se trata de una investigación documental y descriptiva de carácter cualitativo.

“La orientación cualitativa busca siempre situarse en el campo de las relaciones

cotidianas, vistas como prácticas situadas, es decir, como un sistema de métodos y rituales

difusos que utilizan los miembros de la comunidad para construir permanentemente su

mundo” (Alonso, 1998:26-28).

Considero que el acercamiento cualitativo es muy útil en esta investigación debido a

que no se sabe mucho aun del objeto de estudio, en este caso sobre el “micromachismo”, o no

hay mucho publicado sobre el mismo.

“El enfoque cualitativo en sociología trasciende, por tanto, la experiencia sensorial

cotidiana para adentrarse en las codificaciones culturales y simbólicas que construyen

nuestro modo histórico de ver y vivir la realidad social misma” (Riesman, 1965: 420).

Se trata de una metodología que “estudia la realidad tal y como sucede, intentando

sacar sentido e interpretar los fenómenos de acuerdo con los significados que tienen para las

personas implicadas” (Rodríguez, Gil & García, 1996: 30).

La producción de datos se caracteriza por ser de dos tipos:

En primer lugar es indirecta, recopilando información ya existente y realizando un

análisis de la misma con la finalidad de obtener un mayor conocimiento sobre la materia a

investigar y estudiar. Para ello, se ha utilizado la información disponible sobre este tema

revisando la bibliografía publicada, al igual que se han consultado datos de la biblioteca y la

hemeroteca de la universidad de Jaén y diferentes fuentes encontradas en Internet. También se

ha analizado información disponible en los informes del Instituto Andaluz de la Mujer sobre

la situación en Andalucía, de que manera se percibe entre los jóvenes el sexismo.

En segundo lugar es directa, recopilando situaciones que he podido observar en mi

entorno personal, familiar y de amistades, entorno cotidiano que se dan en el día a día de

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 26

forma continuada, describiendo unas pautas de comportamiento de ciertos modelos que se

repiten una y otra vez, siguiendo el modelo de observación participante de Malinowski.

“El proceso de aprendizaje a través de la exposición y el involucrarse en el día a día o

las actividades de rutina de los participantes en el escenario del investigador" (Schensul,

Schensul and LeCompte 1999: 99).

El análisis de los datos recopilados mediante la observación se hace a través del análisis

del discurso, es decir, “un campo de estudio complejo y necesariamente multidisciplinar”

(Manzano, 2005). Según este autor existen varios pasos a seguir, los cuales se han llevado a

cabo para la realización del análisis de datos:

1. Identificar los componentes que rodean al discurso, es decir, que hacen comprensible

su contenido, su cometido y su efecto: contexto, tema, agentes implicados.

2. Entrar en su contenido denso: ideología, recursos lingüísticos, argumentaciones,

técnicas de persuasión empleadas, propuestas de acción implícitas y explícitas,

estrategias de apoyo y legitimación.

3. Generar un modelo completo sobre el discurso que considere la relación entre todos

los elementos analizados, su génesis, su expresión y sus consecuencias.

6.- ANÁLISIS DE DATOS OBTENIDOS:

He optado por estos ejemplos, recopilando situaciones en mi entorno familiar directo

mediante la técnica cualitativa, con la idea de desvelar que en simples conversaciones,

aparentemente inocuas y cotidianas, pueden enmascararse unas estrategias y actitudes por

parte del varón hacia la mujer. Estos ejemplos son más indicativos, tienen la intención de

desvelar y mostrar cómo se articulan los micromachismos en las relaciones de pareja.

Considero que estos ejemplos son bastante significativos y bastante aclaratorios y se suelen

dar de forma muy habitual.

El ultimo ejemplo, aunque no hace referencia a los conflictos que se sitúan dentro de

la pareja, hace referencia a una situación que se suele dar entre jóvenes, me ha parecido

interesante recoger este ejemplo porque no deja de ser la antesala del micromachismo que

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 27

luego aparecerá posteriormente en las relaciones de pareja, cuando se lleve una convivencia

mas duradera.

− <<“Ayer fue el cumpleaños de mi sobrina, no me lo recordaste. No me extraña que

se te olvidase con esa cabeza”. Le dijo el marido a la mujer>>.

Este ejemplo se sitúa en un entorno familiar clásico, que da lugar a diferentes

variantes: si no es la sobrina es la abuela, la madre, etc., y si no es el cumpleaños, es el día o

un acontecimiento determinado. Considero que prevalece en esta situación la recriminación

por parte de él hacia la mujer, debido a un acontecimiento que hace referencia a un entorno

familiar del varón, en este caso, la sobrina del mismo.

Por una parte está “con esa cabeza” refiriéndose a la mujer, interpreto aquí que el

varón plasma una actitud de autoindulgencia, al varón se le había olvidado hacer la llamada a

su sobrina y en relación a la mujer, considero que lo que recibe es una maniobra de

explotación emocional.

Por otra parte el “no me lo recordaste”, veo que el varón lo plantea como un problema

o interpreta que hay un problema de comunicación en la pareja, culpando a la mujer de dicho

problema sin haber mantenido un diálogo previo con ella. Aquí considero que para la mujer es

una maniobra de desautorización, debido a que dicha actitud por parte del varón la

infravalora.

Ambas expresiones por parte del varón, considero que además nos conduce a una

inocentización del mismo, al relativizar su papel en la relación y, por otra parte, lo que percibe

la mujer es una presión, por parte del varón, por la utilización y abuso de su capacidad

femenina de cuidado.

− <<En la mesa, suena el móvil del padre, parece como si él no lo escuchase. Se

levanta la mujer enojada y se lo lleva>>.

La madre, el padre y una hija. Los 3 miembros de la familia se encuentran reunidos en

la mesa tomando el almuerzo, el teléfono móvil se encuentra sobre la encimera de la cocina.

Se genera un conflicto cuando suena el teléfono del varón en el momento en que todos

se encuentran comiendo. El hecho ocurre cuando suena el teléfono y el varón está ocupado

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 28

comiendo, en esta situación él considera que el comer le exime de levantarse de la mesa y, en

cierto modo, considera que se lo tienen que traer a él o la madre o la hija.

Entiendo que el varón ejecuta una presión invisible sobre la madre y la hija, al tener

una actitud pasiva dejando que el móvil suene. Esta actitud por parte del varón, considero que

se hace para obligar a la madre o a la hija a que le traigan el teléfono. La respuesta esperada

por el marido es que éste sea atendido y cuidado por la mujer trayéndole el teléfono.

Una vez que la mujer le lleva el móvil, hay una negación de reconocimiento,

entendiéndose como no dar las gracias, aquí valoro que hay una denigración o infravaloración

de la mujer que es como considero que ella podría sentirse.

− <<Mujer y hombre que llegan de trabajar: La mujer prepara la comida con la

colaboración de la hija, mientras que el padre se sirve una cerveza. Ante la crítica

de la hija por la actitud poco colaborativa del padre, él le responde con tono de

broma: “¡ay! si yo supiese cocinar”>>.

En este ejemplo, que es parecido a los anteriores, se repite el concepto de

autoindulgencia, ya que se hace el despistado, vuelve a aparecer el abuso de la capacidad

femenina, ya que el varón entiende que las mujeres han de ocuparse de preparar la comida.

En este ejemplo, quiero además señalar que, con la expresión por parte del varón de

“¡ay! si yo supiese cocinar”, nos muestra una clara maniobra evasiva con la intención de

bloquear una posible respuesta por parte de la hija. Considero que dicha maniobra evasiva

elude el hecho de la colaboración en la cocina.

Quiero plasmar aquí la intención del varón, que al bloquear la respuesta femenina lo

hace porque para él prevalece, o es más importante, disfrutar de la cerveza antes que colaborar

con la madre y la hija en el momento de hacer la comida.

− <<La mujer recibe la visita de una vecina, “vámonos a la cocina que está mi marido

viendo el fútbol en el salón”>>.

Aquí nos encontramos al varón viendo un programa de variedades, fútbol,

entretenimiento, etc., en el cual él está interesado. La llegada de la vecina genera, para la

mujer, un conflicto de espacio, donde aparece el uso expansivo del espacio físico por parte del

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 29

varón, entendiendo este concepto como la idea de que el espacio del salón es posesión

masculina y que la mujer lo precisa poco. Trae la consecuencia de que la mujer se desplace a

otro lugar, que en este caso sería el espacio de la cocina. Esto lo hace la mujer para evitar un

posible conflicto con el hombre, aceptando la apelación al argumento lógico por parte del

varón, debido a que, según el mismo, el espacio natural de la mujer sería la cocina.

− <<Una pareja en la cual ambos trabajan. Ella cocina y él espera a ser servido,

posteriormente él critica la comida a la hora de probarla y después de haber

apurado el plato, el varón sigue criticando la comida>>.

En este ejemplo, aparentemente sencillo, cotidiano y que se describe por sí mismo,

considero la confluencia de varios micromachismos de forma simultanea.

Abuso de la capacidad femenina de cuidado: el varón espera a que la mujer prepare la

comida.

Desconexión y distanciamiento: se ve aquí una clara falta de apoyo y colaboración

por parte del varón hacia la mujer y su trabajo.

Inocentización culpabilizadora: él se posiciona como juez sobre la comida.

Negación del reconocimiento: el hecho que el varón critique la comida antes y

después de comérsela.

Maniobras de desautorización: el varón descalifica la comida preparada por la mujer.

Particularmente yo resaltaría la notable presión que, en este ejemplo sencillo, puede

llegar a soportar la mujer que, evidentemente, va a tener unas consecuencias en el día a día de

la relación.

− <<Mujer y marido trabajan: fin de semana, hay que preparar la casa de verano. Él

se dispone a disfrutar del fin de semana yéndose a cazar, ella se cabrea porque hay

que limpiar la casa del verano. Él la llama histérica y se va>>.

Considero que desde el punto de vista del hombre, la mujer “exagera” el hecho que él

se vaya a cazar, mientras que ella se queda al cargo del arreglo de la casa. También se puede

plasmar aquí como la connotación de la palabra “histérica”, conlleva para el marido que la

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 30

mujer no razone, no piense, no escuche y que lo único que hace ella es gritar, exagerar las

cosas sin sentido para él. Aquí se contempla por parte del marido una actitud de estrategia

masculina para mantenerse por encima de ella, relativizando su cabreo, sin darle importancia.

Entiendo que esto es un micromachismo de crisis, el cual lo utiliza el hombre para mantener

la sensación de poder y dominio sobre la mujer.

Este micromachismo de crisis engloba otros tipos de estrategias por parte del varón ya

contempladas anteriormente.

− <<Marido: “¿Dónde pusiste mi pantalón verde?” nunca se encuentra nada en esta

casa. (la mujer lo había lavado y estaba pendiente para plancharlo, ambos han de ir

al trabajo y tienen prisa)>>.

Expongo en este ejemplo, por una parte, el marido tiene un pantalón verde que quiere

ponérselo para ir al trabajo y, por otra, la mujer que lava dicho pantalón, lo pone a secar y lo

recoge, lo deja en una cesta para plancharlo después, pues ella también tiene que ir al trabajo.

Me interesa resaltar las diferentes formas de entender ese “ir al trabajo” por parte del

hombre y por parte de la mujer. En dicha diferenciación es donde se crea el conflicto y donde

se generan unas estrategias por parte del hombre.

Uso expansivo del espacio físico: él ni sabe donde está ni se preocupa en saberlo, pues

no pregunta, lo único que quiere es que le den ese pantalón. Aquí contemplo como para el

varón, el pantalón es el símbolo de su propio espacio, un espacio que abarca todo el territorio

de la casa, por eso, él tiene el “derecho” de “exigirlo”.

Terrorismo y maniobras para bloquear la respuesta de la mujer: parto de la idea de la

expresión “aquí no se encuentra nada”, enlazándola con “tienen que ir a trabajar y tienen

prisa”, ante la situación que la mujer tiene prisa, pues ha de ir a trabajar, él utiliza como

estrategia un comentario sorpresa hacia la mujer el “aquí no se encuentra nada”, con la

intención de confundir, desorientar y paralizar la respuesta de la mujer.

Se muestra claramente como se fusiona tanto en la estrategia de terrorismo, por parte del

varón, como la estrategia de maniobras para bloquear la respuesta de la mujer al introducirlo

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 31

el varón, intencionadamente, dentro de esa brevedad de tiempo que dispone la mujer antes de

ir a trabajar.

No que decir tiene que aquí se vuelve a repetir, entre otros mecanismos también, el

abuso de la capacidad femenina del cuidado y la negación del reconocimiento por parte del

varón hacia la mujer.

− <<El padre le muestra a la hija la compra que ha hecho al salir del trabajo,

pescado, y le describe como se podría cocinar para que estuviese muy bueno,

concluye con: “todo tuyo”>>.

El padre le apetece un tipo de pescado, lo compra y lo lleva a casa, sin consultar con la

hija, le dice de que forma tiene que cocinarlo para que salga de la forma mas sabrosa posible,

sin volver a contar con la opinión de la hija.

Sobrevaloración de lo poco que brinda el varón: como el padre compra el pescado, la

obligación de cocinarlo es de la hija, según el padre. Dentro de esta actitud, también podemos

encontrar la apelación al argumento lógico por parte del varón, en el sentido de que él ha

comprado el pescado y ya ha cumplido su “obligación”, creando una presión invisible que

obliga a la hija a asumir esa responsabilidad.

A la vez, todo esto, se relaciona muy fuertemente con el abuso de la capacidad

femenina de cuidado. Como el padre es quien aporta el dinero a la casa, él considera que la

hija tiene la “obligación” de llevar el tema de las tareas domésticas, incluido el hacer de

comer. Además de ser juez y parte en la supervisión de cómo hace la hija la comida, dando

lugar a una acción de inocentización culpabilizadora.

− <<Un grupo de chicos van a un bar, observan que la terraza esta vacía, entran a

pedir las bebidas, cuando regresan a la terraza, los únicos asientos que existen están

ocupados por unas chicas. Uno de los chicos, dirigiéndose a ellas, dice: “las

dejamos porque son muy guapas”>>.

Este ejemplo lo he elegido como muestra de micromachismo no solo en la pareja, sino

entre los jóvenes.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 32

Tenemos una terraza de un bar, unos chicos antes de pedir ya han elegido el sitio, justo

el que estaba libre y que ha sido ocupado por muchachas. Como respuesta a esa situación,

por parte del varón, es mostrarse condescendiente frente al hecho de que las chicas ocupen

ese espacio. Ante la expresión “las dejamos porque son muy guapas” de uno de los

muchachos que llegan, pone de manifiesto la intención de ceder los asientos de forma

indulgente y benevolente, ante la decisión previa de querer ocupar ese espacio y la

sorpresa de encontrarse, que dicho espacio, ha sido ocupado por las muchachas. El

muchacho que realiza esa expresión, no lo hace dirigiéndose a sus compañeros, sino que

dirige la expresión de cara a las muchachas.

Es la aparente actitud “caballerosa” por parte del varón que, en realidad encubre un

conjunto de micromachismos, tales como:

Uso expansivo del espacio físico: ya que previamente los muchachos habían decidido

tomar posesión de la terraza con un golpe de vista, considero que es un comentario

considerado como terrorismo porque no tiene lugar ese comentario sorpresivo, de carácter

a que no se conocen ni tienen confianza, tampoco ellos pretenden integrarse con las

muchachas ni entablar una posible amistad o para pedir opinión personal a ellas, como

maniobra de bloqueo de respuesta de las mujeres por parte del varón.

Se manifiesta la creencia de que el espacio público pertenece a los muchachos, debido

a que si fuesen otros los varones que ocupasen ese espacio, no hubiese habido comentario y la

actitud hubiese sido diferente.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 33

7.- CONCLUSIONES:

A lo largo de este proyecto se han analizado numerosos documentos bibliográficos

para reconocer en mayor medida el origen del micromachismo inserto en las microrrelaciones

de poder, así como su articulación diaria y casi imperceptible de su desarrollo, que nos deja

como consecuencia la realidad de un poder oculto, casi indistinguible, pero contundente sobre

la mujer.

En los ejemplos que he tratado demuestro cómo se articulan estos micromachismos

mediante estrategias por parte de los varones, dando lugar a que en una expresión, por parte

de los mismos, pueden darse de forma simultánea. También llama la atención como se

manifiestan los efectos de estas estrategias masculinas en una simple y corta frase.

Además he de mencionar la variedad y cantidad tremenda de estrategias y elementos

disponibles por parte de los varones para utilizarlos en contra de las mujeres, debido a las

ventajas que les proporciona esta sociedad. Lo cual no deja de ser una tremenda injusticia

para las mujeres, lo que denota que esta sociedad es claramente androcentrista.

Micromachismos

Anabel Barranco Cruz Trabajo Fin de Grado Página 34

8.- PROPUESTAS:

Tras esta observación podemos ser conscientes de que se siguen interiorizando y

normalizando actitudes de dominación, aceptándolas como algo normal a pesar del malestar

que provocan en las mujeres, malestar que no es identificado como consecuencias de actitudes

de subordinación y dominio.

La existencia de estas actitudes en nuestra sociedad nos condiciona a la hora de

desarrollarnos emocionalmente y como personas, condicionándonos sin darnos cuenta a una

determinada posición.

La familia, la casa, la calle, las relaciones sociales, son espacios que provocan la

construcción de estatus y roles de género, permitiendo que la población imponga patrones de

comportamiento naturalizados y exponiéndose así a microrrelaciones de poder.

Tras realizar esta observación directa, proponemos promover el desvelamiento de

actitudes micromachistas, ponerlas en evidencia y facilitar las claves para su identificación

con el objetivo de empoderar a la mujer mediante el reconocimiento de estas actitudes

continuas de dominación masculina.

Debemos intervenir en el conocimiento que se tiene sobre las relaciones que se

establecen de manera desigualitaria y en sus consecuencias poco estudiadas, ya que las

relaciones personales es lo más significativo en el desarrollo personal y la percepción de

género no es ajena a ellas.

1. “Promover la asociación de mujeres basadas en la afirmación de su propia

personalidad, un lugar donde identifiquen y aumenten su conciencia de género y

puedan establecer las similitudes de sus propias experiencias con las experiencias de

sus compañeras” (Trigueros Guardiola, 1995).

2. “Fomentar la participación en diferentes grupos donde puedan compartir sus

historias de vida hacia el resto de grupo y aprender de esa forma de las sensaciones y

experiencias de sus compañeras” (Trigueros Guardiola, 1995).

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3. “Identificar el origen de sus problemas y necesidades para lograr liberarse de su

sentido de culpabilidad y hacer que redefinan sus responsabilidades sociales y

familiares” (Trigueros, 1995).

4. “Potenciar en las mujeres relaciones de mayor calidad para fomentar la autogestión

de sus problemas” (Trigueros, 1995).

5. “Alentar a las mujeres para que busquen su propio espacio donde puedan disfrutar de

una intimidad” (Trigueros, 1995).

6. “Impulsar el conocimiento de sus derechos y deberes para una plena participación

como ciudadanas, además de proponerle herramientas para que aprendan a hablar

en un espacio y defender su opinión” (Trigueros, 1995).

7. “Fomentar la creación de una serie de recursos que vayan dirigidos hacia las

mujeres” (Trigueros, 1995).

8. “Fomentar recursos que favorezca la eliminación del aislamiento social” (Trigueros,

1995).

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9.- REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS:

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10. - ANEXOS Anexo 1. Diálogos recogidos de situaciones cotidianas.

1. <<“Ayer fue el cumpleaños de mi sobrina, no me lo recordaste. No me extraña que se

te olvidase con esa cabeza”>>.

2. <<En la mesa, suena el móvil del padre, parece como si él no lo escuchase. Se

levanta la mujer enojada y se lo lleva>>.

3. <<Mujer y hombre que llegan de trabajar: La mujer prepara la comida con la

colaboración de la hija, mientras que el padre se sirve una cerveza. Ante la crítica de

la hija por la actitud poco colaborativa del padre, él le responde con tono de broma:

“¡ay! si yo supiese cocinar”>>.

4. <<La mujer recibe la visita de una vecina, “vámonos a la cocina que está mi marido

viendo el fútbol en el salón”>>.

5. <<Una pareja en la cual ambos trabajan. Ella cocina y él espera a ser servido,

posteriormente él critica la comida a la hora de probarla y después de haber apurado

el plato, el varón sigue criticando la comida>>.

6. <<Mujer y marido trabajan: fin de semana, hay que preparar la casa de verano. Él se

dispone a disfrutar del fin de semana yéndose a cazar, ella se cabrea porque hay que

limpiar la casa del verano. Él la llama histérica y se va>>.

7. <<Marido: “¿Dónde pusiste mi pantalón verde?” nunca se encuentra nada en esta

casa. (la mujer lo había lavado y estaba pendiente para plancharlo, ambos han de ir

al trabajo y tienen prisa)>>.

8. <<El padre le muestra a la hija la compra que ha hecho al salir del trabajo, pescado,

y le describe como se podría cocinar para que estuviese muy bueno, concluye con:

“todo tuyo”>>.

9. <<Un grupo de chicos van a un bar, observan que la terraza esta vacía, entran a

pedir las bebidas, cuando regresan a la terraza, los únicos asientos que existen están

ocupados por unas chicas. Uno de los chicos, dirigiéndose a ellas, dice: “las dejamos

porque son muy guapas”>>.