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El apoyo nutricional en el animal enfermo y/o convaleciente es un punto clave en el tratamiento. El paciente enfermo tiende a la malnutrición debido a una ingesta vo- luntaria reducida o nula, pérdidas de ener- gía y nutrientes (vómitos, diarrea, poliuria) y a alteraciones metabólicas (hipermetabo- lismo), llevando al paciente a un balance energético y proteico negativo. Estos pa- cientes pueden experimentar mayores complicaciones y recuperarse peor debido a una disminución de la inmunocompe- tencia, una disminución en la reparación tisular, alteraciones en el metabolismo de los fármacos y en general muestran un in- cremento de la morbilidad y la mortalidad. Para revertir este estado hipermetabólico es necesario corregir la causa primaria y proveer un soporte nutricional adecuado. El objetivo del soporte nutricional en pacientes hospitalizados va a ser minimizar el estado catabólico en el que se encuentran para permitir su correcta recuperación. DIAGNÓSTICO DE LA MALNUTRICIÓN No se han identificado marcadores labora- toriales específicos que a la práctica puedan evaluar el estado nutricional de los pacien- tes. La decisión de establecer un plan de soporte nutricional en un paciente hospi- talizado va a basarse en la historia clínica y el examen físico. Realizar una completa evaluación nutricional (ver Capítulo 2) es muy importante para el diagnóstico tem- prano del problema. PLAN DE SOPORTE NUTRICIONAL El plan debe incluir: 1. ¿Cuándo actuar? 2. ¿Qué vía de administración utilizar? 3. ¿Qué dieta dar? 4. ¿Qué cantidad? 5. ¿Con qué frecuencia? 6. Seguimiento a realizar. 141 SECCIÓN 2. CAPÍTULO PACIENTES CRÍTICOS Y POST QUIRÚRGICOS HOSPITALIZADOS 16

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El apoyo nutricional en el animal enfermo y/o convaleciente es un punto clave en el tratamiento. El paciente enfermo tiende a la malnutrición debido a una ingesta vo-luntaria reducida o nula, pérdidas de ener-gía y nutrientes (vómitos, diarrea, poliuria) y a alteraciones metabólicas (hipermetabo-lismo), llevando al paciente a un balance energético y proteico negativo. Estos pa-cientes pueden experimentar mayores complicaciones y recuperarse peor debido a una disminución de la inmunocompe-tencia, una disminución en la reparación tisular, alteraciones en el metabolismo de los fármacos y en general muestran un in-cremento de la morbilidad y la mortalidad. Para revertir este estado hipermetabólico es necesario corregir la causa primaria y proveer un soporte nutricional adecuado.

El objetivo del soporte nutricional en pacientes hospitalizados va a ser minimizar el estado catabólico en el que se encuentran para permitir su correcta recuperación.

DIAGNÓSTICO DE LA MALNUTRICIÓN

No se han identificado marcadores labora-toriales específicos que a la práctica puedan evaluar el estado nutricional de los pacien-tes. La decisión de establecer un plan de soporte nutricional en un paciente hospi-talizado va a basarse en la historia clínica y el examen físico. Realizar una completa evaluación nutricional (ver Capítulo 2) es muy importante para el diagnóstico tem-prano del problema.

PLAN DE SOPORTE NUTRICIONAL

El plan debe incluir:

1. ¿Cuándo actuar?2. ¿Qué vía de administración utilizar?3. ¿Qué dieta dar?4. ¿Qué cantidad?5. ¿Con qué frecuencia?6. Seguimiento a realizar.

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SECCIÓN 2. CAPÍTULOPACIENTES CRÍTICOS Y POST

QUIRÚRGICOS HOSPITALIZADOS16

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¿CUÁNDO ACTUAR?

Antes de empezar: para evitar proble-mas metabólicos, la alimentación (sea cual sea la vía de administración) debe iniciarse una vez corregidos la deshidra-tación y los desequilibrios electrolíticos y ácido-base.

El soporte nutricional debe iniciarse en el mismo momento en que se identifica un estado de malnutrición o se prevé que pueda ocurrir (ver Figuras 16.1 y 16.2).

Se puede actuar con un plan de soporte nutricional en los siguientes casos:

• Pacientes hospitalizados que no han co-mido en las últimas 48 horas o aquellos que no han comido más del 50% de sus necesidades en reposo (RER) en los úl-timos 3 días (hay que tener en cuenta el tiempo de ayuno que han pasado antes de ser hospitalizados).

• Pacientes a los que se ha previsto so-meter a una cirugía que es posible que no permita al paciente comer de forma voluntaria durante más de 48 horas. En estos casos debe considerarse la colo-cación de un tubo de alimentación du-rante el proceso quirúrgico.

• Pacientes con enfermedades crónicas que cursen con una ingestión volunta-ria subóptima.

• Pacientes con una mala condición corporal (PCC<4), aunque la obesi-dad (PCC > 5) no es, en los animales enfermos, una contraindicación al so-porte nutricional. Cuanto más extrema la PCC, más rápido hay que intervenir (Figura 16.3).

• Pacientes con una pérdida de masa muscular (puede acompañarse o no de una condición corporal subóptima).

Dado que la decisión de intervenir ac-tivamente en el soporte nutricional va a basarse sobre todo en los tiempos de ayu-no y la clínica del paciente, es importante obtener la máxima información sobre su ingestión de alimento antes del ingreso por parte del propietario y registrar de forma constante y eficaz por parte de todo el per-sonal de hospitalización la ingestión real, el apetito, el tipo, cantidad de alimento y el

SECCIÓN II • Nutrición clínica

Figura 16.1. Importancia de la prevención.

En muchos casos la necesidad de intervención nutricional en un paciente puede anticiparse, en la clínica encontra-mos frecuentemente casos en los que la ingestión volun-taria del paciente se prevé alterada o nula, por ejemplo:

• Cirugías en animales con traumas en la zona oral, nasal o del cuello (como fracturas palatales y man-dibulares).

• Cirugías gastrointestinales graves con una evolución postoperatoria potencialmente compleja o larga (in-tervención de úlceras gastrointestinales por cuerpo extraño o enterectomias extensas).

• Cualquier cirugía con un proceso postoperatorio muy doloroso que requiera mantener al animal sedado du-rante varias horas al día.

En estos casos incluir la colocación de una sonda de ali-mentación durante la cirugía puede facilitar el manejo du-rante la convalecencia y asegurar al paciente el aporte de la energía y los nutrientes imprescindibles para ello, ade-más en muchos casos puede facilitar la administración de medicación, acelerando incluso el alta del paciente al permitir la terapia domiciliaria por parte del propietario.

En otros casos en los que no se requiera de una inter-vención quirúrgica, se pueden aprovechar otras situacio-nes en las que el animal deba ser sedado o anestesiado por alguna razón diagnóstica o terapéutica (pruebas de imagen, manejo en la UCI, etc.) para la colocación de sondas de alimentación.

143CAPÍTULO 16 • Pacientes críticos y post quirúrgicos hospitalizados

Figura 16.2. ¿Cómo se sabe si un paciente está comiendo lo suficiente? (continúa en la página siguiente).

Valorar si la ingestión voluntaria del paciente es adecuada es clave a la hora de decidir si es necesario intervenir. Esta valora-ción requiere de una historia dietética completa, así que se deberá pedir al propietario que responda las siguientes cuestiones:

• ¿Puede indicarnos la cantidad y los productos que componen su ración habitual?• ¿Desde cuándo el paciente está comiendo menos/nada?• ¿Si ha notado que come menos en los últimos días/semanas, ¿puede indicar cuánta cantidad y de que productos ha

ido comiendo?

Si el paciente está ingresado en el centro, se deberán registrar los productos y en las cantidades en que se le ofrecen y las cantidades que ingiere lo más exactamente posible (ver el ejemplo a continuación).

Esta información permitirá hacer un cálculo del porcentaje de su ingestión habitual o de sus necesidades energéticas mínimas que se considerarán el consumo óptimo:

[(Kcal ingeridas actualmente)/(Kcal ingeridas habitualmente o RER)]×100

Este dato va a permitir evaluar el riesgo de malnutrición y la urgencia en la que va a ser necesario intervenir a nivel nutricional en cada caso.

EJEMPLO

Nombre: TinaSexo: Gata hembra esterilizadaEdad: 10 añosPeso: 3,2 kgCondición corporal: 4/9

Historia dietética:

Tina ingresó hace dos días con signo de deshidratación e historia de apatía e hiporexia de varios días de duración. La propietaria especifica que antes del ingreso, Tina estuvo comiendo diariamente aproximadamente la mitad de su ración habitual. En los dos días de ingreso, el registro en la hospitalización indica:

Día 1

10 h 12 h 16 h 20 h 22 h

Producto Ingreso y pruebas, no se le ofrece

RC Recovery RC RecoveryPechuga de pollo

Cantidad ingerida

1/8 de lata 1/8 de lata1/4 con la propietaria

No quiere nada

Día 2

10 h 12 h 16 h 20 h 22 h

Producto RC Recovery Purina Gourmet Purina Gourmet

Cantidad ingerida

1/4 de lata No quiere nada 1/2 lata No quiere nada 1/4 lata

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momento en que se ofrece a cada paciente (ver Figura 16.2).

El registro del peso, la PCC y la pun-tuación de masa muscular (PMM) van a ser datos útiles en el seguimiento de la evolu-ción del paciente.

¿QUÉ VÍA DE ADMINISTRACIÓN UTILIZAR?

La primera opción va a ser siempre la in-gestión voluntaria (vía oral) antes de optar por otras vías (Figuras 16.4 a 16.6). La vía oral no es una opción cuando el paciente rehúsa ingerir voluntariamente alimentos o los ingiere de forma inconsistente y en

cantidades insuficientes. En estos casos se puede intentar estimular la ingestión vo-luntaria (ver Figura 16.4).

SECCIÓN II • Nutrición clínica

El cálculo de las Kcal ingeridas sería:

Producto Cantidad Kcal/100 g Fuente Kcal ingeridas

Royal Canin Recovery*

25 g

118Catalogo de productos Royal Canin 2011

30

Royal Canin Recovery*

25 g 30

Pechuga de pollo a la plancha

20 g (1/4 aproximadamente)

165 http://ndb.nal.usda.gov 30

Total día 1 90

Royal Canin Recovery*

25 g 118Catalogo de productos Royal Canin 2011

30

Purina Gourmet** 20 g80

Estimación de la densidad energética según la composición declarada en la etiqueta

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Purina Gourmet** 40 g 32

Total día 2 78

* Una lata de RC Recovery = 195g = 231 Kcal; **Una lata de Purina Gourmet = 85 g= 68 Kcal

El RER de Tina según su peso actual es de 167 Kcal/día (70 x 3,20,75), por lo tanto el día 1 su ingestión cubrió el 54% [(90 Kcal/167 Kcal) x 100] de su RER y el día 2 su ingestión apenas llegó a cubrir el 47% de su RER. Dado que la ingestión voluntaria de Tina es subóptima, y no se preven mejoras a corto plazo (en los próximos días), en este caso se deberá plantear un plan de soporte nutricional inmediatamente.

Figura 16.2. ¿Cómo se sabe si un paciente está comiendo lo suficiente? (viene de la página anterior). RER: requerimientos energéticos en reposo.

Figura 16.3. Paciente crítico con condición corporal ex-trema.

145CAPÍTULO 16 • Pacientes críticos y post quirúrgicos hospitalizados

Figura 16.5. Estímulo de la ingestión voluntaria en el pa-ciente crítico.

Figura 16.6. Estímulo de la ingestión voluntaria en el pa-ciente crítico.

Figura 16.4. Estímulo de la ingestión voluntaria en el paciente inapetente. RER: requerimientos energéticos en reposo.

Hay algunos recursos a probar ante el paciente inapetente para intentar estimular al máximo la ingestión voluntaria antes de plantearse opciones más invasivas. El paciente hospitalizado se encuentra en una situación altamente estresante, en un lugar desconocido con gente desconocida y por lo tanto para lograr que coma se deberá intentar que se sienta lo más “cómodo” posible.

• Ofrecer alimentos altamente palatables:• En general las dietas de prescripción para la recuperación y convalecencia suelen tener una gran palatabilidad.

También existen otros productos comerciales completos o complementarios que ofrecen una gran gama de sabores y texturas y que, en la experiencia de las autoras, resultan muy útiles en estas situaciones (por ejemplo los alimentos Gourmet de Purina).

• Los productos enlatados suelen tener una mayor aceptación que el pienso seco, aunque algunos pacientes pueden preferir el pienso y merece la pena ofrecerlo.

• Los alimentos tienen una mayor aceptación templados (a temperatura corporal) que fríos o muy calientes, con lo que se recomienda calentar ligeramente el alimento antes de ofrecérselo al paciente.

• Los productos de consumo humano (pollo, jamón, purés comerciales para niños, queso, etc.) son una buena opción a corto plazo (ya que no aportan todos los nutrientes esenciales).

• El propietario es quien mejor conoce las preferencias del paciente, por lo que no se debe dejar de preguntarle e incluso pedirle que traiga los alimentos preferidos si no se tienen en el centro.

• Crear un entorno favorable:• Separarle de entornos ruidosos.• Utilizar personal para alimentar diferente al que realiza manipulaciones estresantes o dolorosas.• En el caso de los gatos, apartar la caja de la arena de la zona dónde se le va a ofrecer alimento.• Cambiar al paciente de entorno en el momento de ofrecer alimento (por ejemplo otra jaula).• Pedir al propietario o a alguien del entorno familiar que sean ellos los que vengan a ofrecer el alimento al paciente

• Facilitar la ingestión:• Facilitar el acceso al comedero, intentando que tenga un tamaño cómodo para el paciente, utilizar platos planos en

gatos, retirar el collar isabelino a la hora de comer.• Puede ser necesario en algunos pacientes acercar la comida a la nariz/boca para estimularles a comer e incluso

alimentarles con la mano.• El uso de medicaciones para estimular el apetito se puede considerar, pero su efecto suele ser variable e impredecible, y

no suele servir para consumir el RER. Su uso es más útil en pacientes crónicos con apetitos oscilantes y no en animales hospitalizados.

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En los casos en que la ingestión volun-taria no sea una opción se debe recurrir a la nutrición asistida, bien enteral o parenteral, sin forzar la alimentación (Figura 16.7).

La alimentación enteral es preferible a la parenteral. En medicina veterinaria existen diferentes tipos de sondas de ali-mentación (nasoenteral, esofagostomía, gastrostomía y yeyunostomía), cada una de ellas presenta una serie de ventajas e inconvenientes así como un manejo es-pecífico (ver Tablas 16.1 a 16.4 y Figuras 16.8 a 16.10). El calibre de estas sondas se mide en French (F), donde 1 F equivale a 0,3 mm de diámetro externo. En todos los casos se debe comprobar su correcta colo-cación mediante una radiografía.

¿QUÉ DIETA DAR?

La selección de un producto u otro va a depender de los siguientes factores:

• Vía de alimentación:• Ingestión voluntaria: se escogerá el

producto que al paciente le apetezca siempre que no esté contraindicado para su enfermedad en concreto.

• Sondas de alimentación: el tipo de dieta va a depender del diámetro y posición de la sonda.

• Composición nutritiva: siempre es pre-ferible administrar alimentos completos, los alimentos complementarios (tanto comerciales, como productos de con-sumo humano) se pueden usar para es-timular la ingestión pero sólo valen para el corto plazo (menos de dos semanas).

• Densidad energética: los alimentos concentrados energéticamente van

a permitir cubrir las necesidades del paciente con un menor volumen de alimento a administrar, lo que va a fa-cilitar su manejo.

• Disponibilidad y precio.• Experiencia del veterinario.• Patología y signos clínicos: siempre que

sea posible se recomienda una dieta que favorezca la recuperación, que no ace-lere la progresión de la patología y que no empeore los signos clínicos que pre-sente cada paciente. En otros capítulos de este libro se especifican las caracte-rísticas de las dietas más adecuadas en patologías concretas.

Existen en el mercado diferentes dietas indicadas para estados de convalecencia y recuperación (Tabla 16.5). Las característi-cas principales de estos productos son:

SECCIÓN II • Nutrición clínica

Figura 16.7. La ingestión oral no voluntaria: ¿un bene-ficio para el paciente?. RER: requerimientos energéticos en reposo.

No se recomienda forzar a la ingestión (con la mano o mediante jeringa) en pacientes inapetentes. Esta práctica es muy estresante y tiene grandes riesgos para la salud del animal:

• Riesgo elevado de deglución desviada y neumonía por aspiración.

• Riesgo de lesión (tanto para el paciente como para el operador) durante el proceso.

• Riesgo de aversión alimentaria al asociar un determi-nado alimento a una situación muy estresante.

Los beneficios potenciales (mantener al paciente nutrido) no son tales, ya que casi siempre la administración de alimento forzando al paciente resulta muy poco eficiente (no suele llegar al 50% del RER) y a su vez da una falsa sensación de seguridad respecto a la necesidad de apor-te nutricional del paciente.

147CAPÍTULO 16 • Pacientes críticos y post quirúrgicos hospitalizados

Tabla 16.1 Sonda nasoenteral.

Se coloca a través de la narina hasta el esófago (8º espacio intercostal) o hasta el estómago (detrás de la última costilla).Calibre: 3-8 F

Ventajas Inconvenientes

• Económico• Fácil colocación• No requiere anestesia para su colocación• Poco invasivo

• Calibre muy reducido: sólo dietas líquidas• Molesto para el paciente, requiere la colocación de

collar isabelino• Tiempo de uso limitado a 7-10 días

Indicaciones Contraindicaciones

• Pacientes anoréxicos con el tracto gastrointestinal funcional

• Imposibilidad de someter al paciente a anestesia

• Vómito persistente e incontrolable• Alteraciones o cirugía a nivel nasal, faríngeo o eso-

fágico• Problemas esofágicos• Estado de conciencia alterado• Trauma craneal o hipertensión intracraneal

Tipo de dieta Complicaciones

• Dieta líquida exclusivamente• En bolos a lo largo del día o en infusión continua

• Neumonía por aspiración• Epistaxis, rinitis• Reflujo gastro-esofágico, esofagitis• Obstrucción de la sonda

Tabla 16.2 Sonda de esofagostomía.

Se coloca en el esófago por el lado izquierdo.Calibre: a partir de 8 F

Ventajas Inconvenientes

• Económico• Fácil colocación• Bien tolerado por el paciente• Permite nutrición asistida a largo plazo (semanas/

meses)• Permite el uso domiciliario

• Requiere de anestesia • Invasivo (intervención quirúrgica para su colocación)

Indicaciones Contraindicaciones

• Pacientes que requieran nutrición asistida prolongada • Anorexia prolongada• Pacientes sometidos a cirugías en cabeza o boca• Alteraciones en cavidad oral

• Vómito persistente e incontrolable• Alteraciones esofágicas primarias o secundarias • Cuerpos extraños, cirugías o neoplasias a nivel eso-

fágico• Estado e conciencia alterado

Tipo de dieta Complicaciones

• Cualquier dieta comercial enlatada (mezclada con agua si es necesario)

• Neumonía por aspiración• Infección / celulitis del estoma • Reflujo gastro-esofágico, esofagitis• Obstrucción de la sonda

148 SECCIÓN II • Nutrición clínica

Tabla 16.3 Sonda de gastrostomía.

Puede colocarse mediante laparotomía o por vía percutánea (a ciegas o por endoscopia).Calibre: a partir de 16 F

Ventajas Inconvenientes

• Mayor calibre• Bien tolerado por el paciente• Permite nutrición asistida a largo plazo (varios meses/

años)• Permite el uso domiciliario

• Requiere de anestesia • Invasiva • Debe esperarse al menos 10 días para retirarla

Indicaciones Contraindicaciones

• Pacientes que requieran nutrición asistida de más de 1 semana

• Anorexia prolongada• Pacientes sometidos a cirugías en cabeza o cuello• Alteraciones a nivel esofágico

• Vómito persistente e incontrolable• Alteraciones gástricas primarias o secundarias (gas-

tritis, úlceras, trauma)• Cuerpos extraños, cirugías o neoplasias a nivel gás-

trico• Estado de conciencia alterado

Tipo de dieta Complicaciones

• Cualquier dieta comercial enlatada o incluso seca (mezclada con agua si es necesario)

• Neumonía por aspiración• Infección / celulitis del estoma • Obstrucción de la sonda • Peritonitis por descolocación de la sonda (si se des-

coloca antes de los 10 primeros días)

Tabla 16.4 Sonda de yeyunostomía.

Se coloca a través de un estoma en pared abdominal hasta el yeyuno mediante enteropéxia, de forma quirúrgica.Calibre: 5-8 F

Ventajas Inconvenientes

• Permite nutrición enteral en situaciones específicas • Requiere de anestesia • Invasiva (intervención quirúrgica para su colocación)• Debe esperarse al menos 10 días para retirarla

Indicaciones Contraindicaciones

• Pancreatitis graves• Alteraciones difusas de la mucosa gastrica• Vómito persistente e incontrolable• Problemas gástricos (úlceras perforadas, cirugía

gástrica agresiva)

• Alteraciones yeyunales primarias o secundarias (yeyunitis, úlceras, trauma)

• Cuerpos extraños, cirugías o neoplasias a nivel del yeyuno

Tipo de dieta Complicaciones

• Dieta líquida mediante infusión continua exclusiva-mente

• Infección / celulitis del estoma • Obstrucción de la sonda • Peritonitis por descolocación de la sonda

Figura 16.9. Alimentación de un paciente mediante una sonda de esofagostomía.

149CAPÍTULO 16 • Pacientes críticos y post quirúrgicos hospitalizados

• Alta concentración energética y de nu-trientes, para maximizar el aporte nu-tritivo aunque la capacidad de inges-tión del paciente se vea reducida. Son productos altos en grasa y con niveles moderados a altos de proteína.

• Alta palatabilidad.• La mayoría de ellos son productos en-

latados con texturas que facilitan tanto la aceptación por parte del paciente como la administración directa por sondas de alimentación (esofagostomía y gastrostomía).

En algunos casos estas dietas pueden resultar contraproducentes para la recupe-ración del paciente:

• Pacientes con intolerancia a la grasa: pancreatitis canina, hiperlipidemia, ma-labsorción.

• Pacientes con problemas gastrointestina-les, ya que a veces no toleran alimentos muy grasos (vómitos, diarreas graves).

• Pacientes con intolerancia a la proteína (enfermedad renal avanzada, encefalo-patía hepática).

En estos casos, las sondas de esofagosto-mía y gastrostomía permiten el uso de dietas

Figura 16.8. Paciente crítico alimentado mediante infu-sión continua de una dieta líquida a través de una sonda nasoenteral.

Figura 16.10. Paciente al que se le colocó una sonda de gastrostomía para su soporte nutricional asisitido.

150 SECCIÓN II • Nutrición clínica

Tabla 16.5 Dietas comerciales para recuperación y convalecencia.

Fabricante Producto Presenta-ción

Adecua-ción al uso con sondas (diáme-tro> 12F)

Densidad energética

% EM pro-teína

% EM grasa

% EM carbo-hidra-

tos

Espe-cie

Specific Veterinary Diet

F/C-IN-WTarrinas de 95 g

Apto sin necesidad de añadir agua

1,3 Kcal/g 36 52 12Gatos y perros

Hill’s Pres-cription DietTM

a/dLatas de 156 g

Apto sin necesidad de añadir agua

1,1 Kcal/g o Kcal/ml

33 55 12Gatos y perros

Nestlé Purina Veterinary Diet

Convales-cence CN

Latas de 195 g

Licuado mediante la adición de agua

1,1 Kcal/g 35 61 4Gatos y perros

Royal Canin Veterinary Diet

Conva-lescence Support

Latas de 410 g

Licuado mediante la adición de agua

1,3 Kcal/g 31 54 15 Perros

Recovery

Latas de 195 g tarrinas de 100 g

Apto sin necesidad de añadir agua

1,2 Kcal/g o Kcal/ml

43 46 11Gatos y perros

Conva-lescence Support Instant

Sobres de 50 g de polvo para reconsti-tuir hasta 200 ml de solución

Dieta líquida

1,1 Kcal/ml de solución

35 48 17Gatos y perros

Bbraun

Enteral Care canine

Latas de 325 ml de dieta

Dieta líquida

0,8 Kcal/ml 30 38 32 Perros

Enteral Care feline

Latas de 325 ml de dieta

Dieta líquida

0,8 Kcal/ml 35 47 18 Gatos

EM: energía metabolizable.

151CAPÍTULO 16 • Pacientes críticos y post quirúrgicos hospitalizados

más adecuadas en forma de papilla (previa mezcla con agua) (Figura 16.11 y 16.12).

Desafortunadamente, existen pocas dietas comerciales veterinarias líquidas (en España: Royal Canin Veterinary Diet Con-valescence Instant canine/feline y Enteral-Care de BBraun), esto va a determinar que las opciones en pacientes con sondas naso-gástricas y yeyunales van a ser limitadas. En medicina humana existe una amplia oferta de dietas hospitalarias líquidas con composiciones variadas. Se puede recurrir a estos productos durante periodos cortos de tiempo, cuando las opciones veterina-

Figura 16.11. Preparación de dietas no específicas para su administración a través de sondas de esofagostomía y gas-trostomía.

Cualquier dieta enlatada puede administrarse por sondas de alimentación de esofagostomía o gastrostomía. Dependiendo del diámetro de la sonda, será necesaria la adición de agua para permitir su paso a través de ella.

Al añadir agua a un alimento, se reducirá su concentración energética, es decir la cantidad de Kcal por ml que aporta. Para conocer las Kcal/ml de una mezcla:

• Poner en el recipiente de la batidora, una cantidad conocida del alimento a administrar, por ejemplo, una lata o media lata.• Añadir agua tibia (en incrementos de 10-20 ml).• Batir hasta obtener una mezcla fluida.• Probar la facilidad de paso de la mezcla succionando con una jeringa y pasando la mezcla a través de una sonda equi-

valente a la que se le ha colocado al paciente.• Si es necesario, añadir más agua y batir la mezcla nuevamente hasta obtener una textura óptima.• Medir el volumen final de la mezcla y calcular las Kcal/ml según:

Kcal del alimento añadido ⁄ ml de mezcla final = Kcal por ml de la mezcla preparada

• Guardar la mezcla en el frigorífico tapada e identificada un máximo de 72 horas.• Preparar el alimento hasta que tenga una textura adecuada al calibre de la sonda por la que va a ser administrado. Debe

pasar fácilmente y no tener grumos. • Es recomendable batir el alimento con una batidora para conseguir una textura óptima.• Preparar la cantidad a administrar, midiendo el volumen con la misma jeringa con la que se administrará o con otro

recipiente. • Calentar el alimento al baño maría o en el microondas hasta que alcance una temperatura alrededor de los 30ºC. Homo-

genizar la temperatura en todo el alimento evitando las ‘burbujas calientes’ que pueden formarse.• Colocar al paciente en una posición cómoda y en un ambiente tranquilo.• Conectar la jeringa a la sonda de alimentación y empezar la administración del alimento muy lentamente, invirtiendo de

15 a 20 minutos por toma.• Una vez acabada la toma, desconectar la jeringa y conectar otra con 5 a 10 ml de agua tibia que se pasará para arrastrar

el material que quede dentro de la sonda.• Tapar y sujetar la sonda al paciente y dejarlo en reposo un mínimo de una hora (evitar manipulaciones durante este

tiempo). Observar posibles signos de intolerancia (sialorrea, nauseas, vómitos, etc.).

Figura 16.12. Preparación del alimento para su adminis-tración por sondas de alimentación asisitida.

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rias no están indicadas (intolerancia a la grasa o a la proteína), aunque son caras y deficientes en ciertos nutrientes (como por ejemplo la taurina).

¿QUÉ CANTIDAD ADMINISTRAR?

En los pacientes hospitalizados se admi-nistrará la cantidad de alimento necesaria para cubrir el RER del paciente para su peso actual. Estos pueden ser calculados mediante la fórmula:

RER (Kcal/día) = 70 ×(peso en kg)0,75

o consultados en la Tabla 16.6 en fun-ción del peso del paciente.

En función de la densidad energética (Kcal/g o Kcal/lata o Kcal/ml) de la dieta a administrar se puede calcular la cantidad diaria a administrar, según:

gramos, porciones de lata o ml diarios a administrar = [RER (Kcal/día)]/(Kcal/g

o lata o ml de la dieta)

El contenido en Kcal de los alimentos se debe consultar en las guías de producto que facilitan los fabricantes de alimentos para mascotas. En la Tabla 16.5 se facilita este valor para las dietas de convalecencia (se recomienda verificar los valores de la Tabla ya que las dietas se reformulan con relativa frecuencia).

El inicio de la administración de ali-mentos debe ser progresivo. Se iniciará el plan administrando un porcentaje del RER el día de inicio y aumentarlo pro-gresivamente en los días u horas siguientes, así por ejemplo:

Día 1 de administración de alimento: ad-ministrar 1/3 (33%) del RER del paciente distribuidas en varias tomas a lo largo del día.

Día 2 de administración de alimento: admi-nistrar 2/3 (66%) del RER del paciente.

Día 3 de administración de alimento y los días siguientes: administrar el 100% del RER del paciente.

¿CON QUÉ FRECUENCIA?

Se distribuirá la cantidad de alimento a administrar en varias tomas repartidas a lo largo del día. La frecuencia de administra-ción dependerá de la gravedad del estado del paciente y su potencial tolerancia a la alimentación, la disponibilidad del personal cuidador y la tolerancia del paciente una vez iniciada la administración.

Se administrarán alimentos de 2 a 6 veces diarias repartidas a lo largo del día, teniendo en cuenta:

• Volumen administrado: en las prime-ras tomas (donde aun se desconocela tolerancia del paciente al volumen), se intentará limitar el volumen de cada toma a 5 ml/kg.

• Frecuencia de administración: en la medida de lo posible, se empieza con frecuentes tomas pequeñas que se pue-den ir reduciendo a medida que la to-lerancia del paciente aumente, esto va a permitir empezar la administración con tomas de poco volumen.

Antes de empezar a alimentar a través de las sondas de alimentación primero se administrará agua tibia (2-3 ml/kg), para valorar el buen funcionamiento de la sonda

SECCIÓN II • Nutrición clínica

RER (Kcal/día)=

(kcal/g, lata o ml de la dieta)

gramos, porciones de lata o ml diarios

a administrar

153CAPÍTULO 16 • Pacientes críticos y post quirúrgicos hospitalizados

Tabla 16.6 RER (Kcal/día) en función del peso del paciente.

Requerimientos Energéticos en Reposo (RER) en Kcal /día según la fórmula [70 x (peso)0,75]

Peso pa-

ciente (kg)

kcal/día

Peso pa-

ciente (kg)

kcal/día

Peso pa-

ciente (kg)

kcal/día

Peso pa-

ciente (kg)

kcal/día

Peso pa-

ciente (kg)

kcal/día

Peso pa-

ciente (kg)

kcal/día

0,5 42 10,5 408 20,5 674 30,5 908 40,5 1124 50,5 1326

1 70 11 423 21 687 31 920 41 1134 51 1336

1,5 95 11,5 437 21,5 699 31,5 931 41,5 1145 51,5 1346

2 118 12 451 22 711 32 942 42 1155 52 1356

2,5 139 12,5 465 22,5 723 32,5 953 42,5 1165 52,5 1365

3 160 13 479 23 735 33 964 43 1175 53 1375

3,5 179 13,5 493 23,5 747 33,5 975 43,5 1186 53,5 1385

4 198 14 507 24 759 34 986 44 1196 54 1394

4,5 216 14,5 520 24,5 771 34,5 996 44,5 1206 54,5 1404

5 234 15 534 25 783 35 1007 45 1216 55 1414

5,5 251 15,5 547 25,5 794 35,5 1018 45,5 1226 55,5 1423

6 268 16 560 26 806 36 1029 46 1236 56 1433

6,5 285 16,5 573 26,5 818 36,5 1039 46,5 1246 56,5 1443

7 301 17 586 27 829 37 1050 47 1257 57 1452

7,5 317 17,5 599 27,5 841 37,5 1061 47,5 1267 57,5 1462

8 333 18 612 28 852 38 1071 48 1277 58 1471

8,5 348 18,5 624 28,5 863 38,5 1082 48,5 1286 58,5 1481

9 364 19 637 29 875 39 1092 49 1296 59 1490

9,5 379 19,5 650 29,5 886 39,5 1103 49,5 1306 59,5 1500

10 394 20 662 30 897 40 1113 50 1316 60 1509

y la tolerancia del paciente. De dos a tres tomas de agua separadas unas 2 o 3 ho-

ras permitirán detectar problemas (Figuras 16.13 y 16.14).