Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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    El futuro del derecho internacional humanitarioUn artista imagina las normas de la guerra en 2064

    Relatos de la Cruz Roja y de la Media Luna RojaCon motivo del 8 de mayo recordamos lo que nos une al Movimiento

    Avanzar sin olvidarRuanda recuerda su pasado para forjar un futuro mejor

    Programados

    para la guerraCmo sera el futuro de

    los conictos armados?

    QU? OH, NO!UN SOLDADO

    ROBOTNO DISPARE!

    w w w . r e d c r o s s . i n tN M E R O 1 . 2 0 1 4

    L A R E V I S T A D E L M O V I M I E N T O I N T E R N A C I O N A LD E L A C R U Z R O J A Y D E L A M E D I A L U N A R O J A

    Cruz Roja Media Luna Roja

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    El Movimiento Internacional de la Cruz Roja

    y de la Media Luna Rojaest integrado por

    el Comit Internacional de la Cruz Roja, la Federacin

    Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la

    Media Luna Roja y las Sociedades Nacionales.

    El Comit Internacional de la Cruz Roja

    (CICR) , organizacin imparcial, neutral e

    independiente, tiene la misin exclusivamente

    humanitaria de proteger la vida y la dignidad de

    las vctimas de los conflictos armados y de otras

    situaciones de violencia, as como de prestarles

    asistencia. El CICR se esfuerza asimismo en

    prevenir el sufrimiento mediante la promocin y

    el fortalecimiento del derecho humanitario y de

    los principios humanitarios universales. Fundado

    en 1863, el CICR dio origen a los Convenios de

    Ginebra y al Movimiento Internacional de la Cruz

    Roja y de la Media Luna Roja, cuyas actividades

    internacionales en los conflictos armados y en

    otras situaciones de violencia dirige y coordina.

    La Federacin Internacional es la mayor

    red humanitaria de servicio voluntario en el

    mundo que, cada ao, presta asistencia a 150

    millones de personas por intermedio de sus

    189 Sociedades Nacionales miembros. Juntos,

    la Federacin Internacional y las Sociedades

    Nacionales trabajan antes, durante y despus de

    los desastres y las emergencias sanitarias para

    atender a las necesidades y mejorar las vidas de

    las personas vulnerables, sin distincin de nacio-

    nalidad, raza, sexo, credo, clase social u opinin

    poltica.Orientada por la Estrategia 2020 el plan

    de accin colectivo para superar los principales

    desafos humanitarios y en materia de desarrollo

    de este decenio, la Federacin Internacionalafirma su determinacin de salvar vidas y cambiar

    mentalidades.

    El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Rojase rige por siete Principios Fundamentales:

    humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidady universalidad.

    Todas las actividades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja tienen un nico objetivo fundamental:ayudar sin discriminacin a quienes sufren, contribuyendo a mantener y promover la paz en el mundo.

    CICR

    Federacin Internacional de Sociedades

    de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

    Las Sociedades Nacionales de la Cruz

    Roja y de la Media Luna Roja perso ni -

    fican la labor y los principios del Movimiento

    Internacional de la Cruz Roja y de la Media

    Luna Roja en ms de 189 pases. Auxiliares de

    los poderes pblicos de su respectivo pas en el

    campo humanitario, las Sociedades Nacionales

    brindan una gama de servicios que van desde

    la presta cin de socorros en casos de de-

    sastres a programas de asistencia social y de

    salud. En tiempos de guerra asisten a los civiles

    afectados y apoyan a los servicios mdicos de las

    fuerzas armadas donde sea necesario.

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    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 1

    La voluntad de vencer el genocidio

    Hace ya veinte aos del inicio del ge-

    nocidio de Ruanda y la memoria de

    este terrible suceso sigue conmocio-nando la conciencia colectiva de la huma-

    nidad y fortaleciendo nuestro compromiso

    de luchar contra la impunidad del crimen

    ms odioso. Al igual que con las atrocidades

    presenciadas durante el Holocausto y en

    Srebrenica, el genocidio de Ruanda se ha in-

    corporado a un proceso de reconocimiento

    colectivo de que el crimen de genocidio no

    puede ni debe quedar impune.

    Estos episodios abominables

    subrayan la importancia de

    la labor pionera de Raphael

    Lemkin y sus incansables es-

    fuerzos*, que llevaron a la

    adopcin de la Convencin

    sobre el genocidio (Conven-

    cin para la Prevencin y la

    Sancin del Delito de Geno-

    cidio) y a la codicacin del

    compromiso con la humani-

    dad de disuadir a los genocidasy hacer que

    paguen por sus crmenes.

    Lo que ha dejado el genocidio en Ruanda

    no solo es el casi milln de vidas perdidas

    y traicionadas por la inaccin de la comuni-

    dad internacional, sino tambin su efecto en

    el desarrollo del derecho internacional hu-

    manitario, la prevencin de atrocidades y la

    justicia para las vctimas. Este aniversario es

    una ocasin para recordar esas vidas y exa-

    minar con ojo crtico las lecciones que se han

    sacado de esa tragedia.

    Los horrores del genocidio de Ruanda

    nalmente obligaron a la comunidad inter-

    nacional a pensar en qu forma hacer ms

    efectiva la Convencin sobre el genocidio,

    en la cual se rearma el consenso mundial de

    que los crmenes de esta naturaleza y magni-

    tud no deben quedar impunes. El genocidio

    fue el ejemplo ms dramtico de los peligros

    que conlleva la vacilacin poltica y de las

    consecuencias de la inaccin. Hoy en da, la

    adopcin de medidas para prevenir el geno-cidio no es una opcin de principio, sino ms

    bien una obligacin legal internacional para

    hacer cumplir una norma imperativa.

    En 1994, el Consejo de Seguridad de las Na-

    ciones Unidas estableci el Tribunal Penal

    Internacional para Ruanda como una res-puesta directa al genocidio en Ruanda. Sin

    embargo, la vacilacin poltica que permiti

    que se produjera el genocidio dej ensean-

    zas ms amplias que sentaron las bases para

    constituir un tribunal penal internacional per-

    manente, como estaba previsto al principio

    en la Convencin sobre el genocidio y que

    nalmente cristaliz en la Corte Penal Inter-

    nacional (CPI).

    La definicin de delito de

    genocidio contenida en

    la Convencin sobre el

    genocidio se reprodujo tex-

    tualmente en el artculo

    6 del Estatuto de Roma,

    lo que dota a la CPI con la

    competencia de juzgar las

    ocurrencias de ese grave de-

    lito. El Tribunal hace cumplir

    la obligacin de los Estados

    de vencer el genocidio y promover la inves-

    tigacin y el enjuiciamiento de los presuntosresponsables. El Tribunal de Ruanda y la CPI

    representan una nueva era en materia de

    responsabilidad, en la cual no habr refu-

    gio para los genocidas ni asilo para los que

    violen el carcter sagrado de la vida y la hu-

    manidad.

    La jurisprudencia del Tribunal Penal In-

    ternacional para Ruanda es instructiva en

    muchos campos de aplicacin del derecho

    penal internacional, en particular el genoci-

    dio. Por ejemplo, en el genocidio de Ruanda

    se perpetraron actos de violencia incalica-

    bles contra la mujer. Se han hecho grandes

    avances en la denicin jurdica del modo

    cmo la violacin y otros actos de violencia

    sexual pueden utilizarse como armas de

    guerra y ser calicados de crmenes. El 2 de

    septiembre de 1998, el Tribunal pronunci

    una decisin pionera en el caso de Akayesu,

    en el que se reconoci explcitamente, por

    primera vez en la historia, la violacin como

    instrumento de genocidio cuando se co-mete con la intencin de destruir, total o

    parcialmente, a un grupo nacional, tnico,

    racial o religioso.

    El Tribunal Penal Internacional para Ruanda

    ha logrado avances signicativos en lo que

    se reere a la lucha contra la impunidad delgenocidio y la bsqueda de la justicia para las

    vctimas. Como mecanismo judicial perma-

    nente, la CPI ha heredado este legado y tiene

    un potencial enorme. Para la CPI, al igual que

    con todas esas instancias judiciales interna-

    cionales, la cooperacin de los Estados es una

    condicin sine qua nonpara su xito. A pesar

    de la existencia de un cuerpo rico y completo

    de derecho internacional humanitario y penal,

    como son las instituciones internacionales in-

    dependientes con la jurisdiccin de aplicar esa

    normativa, el cumplimiento es un elemento

    central para garantizar la aplicacin plena,

    oportuna y sistemtica del estado de derecho.

    Si no se aplican las decisiones judiciales, si los

    sospechosos no son detenidos para que com-

    parezcan ante la justicia, si no se dispone de

    sucientes recursos; si no se destinan todos

    los esfuerzos a la proteccin de las vctimas

    y los testigos y si no se da curso a las solicitu-

    des de otros tipos de cooperacin, entonces

    no se podr hacer justicia realmente ni habrnadie que vele por ella. En cuanto a la CPI, los

    Estados Partes deben permanecer vigilantes

    para defender los valores fundamentales

    consagrados en el Estatuto de Roma y ser los

    rmes guardianes del propsito y objetivo

    del tratado. Por regla general, el conjunto es

    mayor que la suma de sus partes, lo que es sin

    duda cierto para el nuevo sistema de justicia

    penal internacional, en el que la cooperacin

    de los Estados sirve de tabla de salvacin.

    Al recordar los horrores que tuvieron lugar en

    Ruanda y honrar a sus vctimas, renovamos

    el compromiso inquebrantable de preve-

    nir atrocidades en masa y la esperanza del

    nunca ms. Se nos recuerda que la preven-

    cin del genocidio es una empresa y un reto

    de toda la humanidad. La CPI cumplir sin

    lugar a dudas su cometido.

    Fatou Bensouda, scal jefe de la Corte Penal Interna-

    cional y ex scal general y ministro de Justicia de la Repblica

    de Gambia.* Raphael Lemkin es muy conocido por su trabajo contra el genoci-

    dio, trmino que l acu en 1944, y deni como la destruccin de

    un grupo nacional o tnico.

    Fotografa:REUTERS/LucGnago

    Tribuna abierta

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    El Movimiento llega a lapoblacin asediadaEl conicto sirio entra en su cuarto ao

    y el Movimiento volvi a pedir a todos

    los actores armados que protegieran

    a los trabajadores humanitarios y

    permitieran a los civiles acceder a

    la asistencia sin ningn riesgo, tras

    la muerte, el 8 de enero, de otro

    voluntario de la Media Luna Roja

    rabe Siria, Hekmat Mohamad Kerbaj,

    que estuvo desaparecido durante

    unos cinco meses, segn inform la

    Federacin Internacional. Mientras

    tanto, el CICR y la Sociedad Nacional

    siria no cejaron en sus esfuerzos

    para llegar a las personas atrapadas

    por los combates en ciudades, tales

    como Barzeh, al norte de Damasco,y Homs. Sin embargo, el pasado

    mes de febrero, los camiones con

    socorros humanitarios de la Sociedad

    Nacional siria, al entrar a Homs,

    recibieron disparos de fusil y uno de los

    conductores result herido. Tambin

    se dispararon obuses de mortero cerca

    del convoy a pesar de que los vehculos

    ostentaban claramente el emblema

    de la media luna roja. Pese al ataque,

    los voluntarios de la Media Luna Roja

    rabe Siria distribuyeron paquetes

    de alimentos, estuches de higiene

    personal y medicamentos. Unas 600

    personas fueron evacuadas. Se creeque ms de 1 milln de personas

    residen en zonas asediadas, por lo que

    el Movimiento recuerda a todas las

    partes su responsabilidad de satisfacer

    las necesidades bsicas de la poblacin

    que tienen bajo su control. Cuando no

    puedan hacerlo, se debe permitir la

    asistencia humanitaria imparcial y la

    evacuacin en condiciones seguras.

    Se extienden losenfrentamientos enSudn del SurLos colaboradores del Movimientoen Sudn del Sur estn cada vez ms

    alarmados por los ataques brutales

    perpetrados contra personas que

    no participan en los combates que

    estallaron a mediados de diciembre.

    Tambin se ha indicado que se estn

    destruyendo los centros de salud

    y los pacientes han sido objeto de

    ataques, dijo Melker Mabeck, jefe de la

    delegacin del CICR en Sudn del Sur.

    El CICR ha ampliado sus operaciones

    desde diciembre y los voluntarios de

    la Cruz Roja de Sudn del Sur han

    prestado primeros auxilios y otro tipo de

    ayuda. Sin embargo, muchos voluntarioshan sido desplazados por los combates.

    En Juba, la capital, los voluntarios han

    ayudado a suministrar agua potable a

    las personas desplazadas que viven en

    los campamentos y a mostrar ciertas

    nociones de higiene. Los campamentos

    estn abarrotados y las instalaciones

    de saneamiento no dan abasto, dijo

    Ben Adeiza, coordinador de salud de la

    Federacin Internacional en frica. Las

    condiciones son propicias para que se

    d un brote de enfermedades como

    diarrea aguda y clera.

    Comprender la magnitudde la catstrofe en laRepblica CentroafricanaAnte una violencia cada vez ms

    brutal y generalizada en la Repblica

    Centroafricana, el Movimiento ha

    hecho llamamientos urgentes para

    que se ponga n inmediatamente a

    los ataques contra la poblacin civil.

    La poblacin de Bangui y del oeste

    del pas est aterrorizada, declar

    Georgios Georgantas, jefe de la

    delegacin del CICR en la Repblica

    Centroafricana. Antoine MbaoBogo, presidente de la Cruz Roja

    Centroafricana, aade que todas las

    partes deben respetar a los voluntarios

    de la Cruz Roja, que han trabajado

    sin descanso en ambos bandos de

    la divisin intercomunitaria. Ve con

    preocupacin la situacin que ir

    empeorando con la llegada de la

    temporada de lluvias y la falta de

    vivienda adecuada, atencin mdica,

    alimentos y agua potable para millones

    de personas. El mundo todava no

    se da cuenta de la magnitud de la

    catstrofe que est ocurriendo en

    la Repblica Centroafricana, dice.Me temo que cuando esta crisis sea

    reconocida por lo que es, ya ser

    demasiado tarde.

    La Cruz Roja Tailandesaaclara el uso del emblemaEn enero, los miembros del personal

    mdico de varios hospitales de Bangkok

    protagonizaron manifestaciones

    polticas y muchos decidieron llevar

    banderas de la Cruz Roja. En los

    das siguientes, las imgenes de losmanifestantes con las banderas se

    difundieron en los medios sociales, los

    principales peridicos y las cadenas

    de televisin. La Cruz Roja Tailandesa,

    que presta primeros auxilios y apoyo

    de salud en caso de disturbios

    polticos, denunci rpidamente el

    uso del emblema con nes polticos.

    La Sociedad Nacional record a

    los manifestantes y los medios de

    comunicacin que la Cruz Roja conserva

    su neutralidad en cuestiones de ndole

    poltica y que el uso del emblema de

    la Cruz Roja se rige por la normativa

    2 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    DijeronRindo homenaje a los valientessocorristas que prestan ayudaa los sirios que lo necesitan.El pilar rojo en Siria la

    Media Luna Roja rabe Siria, laFederacin Internacional y elCICR es fundamental parallegar hasta las personas msvulnerables y a las que estn

    sitiadas.

    Secretario general de las Naciones Unidas

    Ban Ki-Moon, en su discurso pronunciadoen la Conferencia Internacional sobrepromesas de contribuciones con neshumanitarios para Siria, celebrada en laciudad de Kuwait en enero.

    34: es el nmero total de voluntariosde la Media Luna Roja rabe Siria que

    han muerto en el cumplimiento de su

    deber a enero de 2014; muchos ms

    han resultado heridos.

    48: es el porcentaje obtenido a febrerode 2014 de los 106 millones de dlares

    solicitados en el llamamiento de

    emergencia en favor de Siria, emitido

    por la Federacin Internacional.

    935.000: es el nmero dedesplazados por los enfrentamientos

    en la Repblica Centroafricana.

    1 milln: es el nmero aproximadode personas que han recibido paquetes

    de vveres y comidas preparadas de la

    Cruz Roja de Filipinas, con el apoyo del

    Movimiento.

    4 millones: es el nmero de vecesque se ha descargado la aplicacin de

    primeros auxilios desarrollada por la

    Cruz Roja Britnica y adaptada por la

    Cruz Roja Americana.

    33 millones: es el nmero decocoteros destruidos o daados por el

    tifn Haiyan en las costas lipinas.

    ndice humanitario

    Fuentes: Federacin Internacional, Media Luna Roja rabe Siria

    Fotografa:REUTERS/WolfgangRattay

    Recuperndose despus de HaiyanLos sobrevivientes del tifn Haiyan en la parte central de Filipinas siguen adelante

    con la reconstruccin despus de una de las tormentas ms devastadoras de la

    historia, pero la recuperacin ser un proceso largo. La pesca y el sector agrcola

    se vieron muy afectados: en algunas ciudades se perdi el 95% de los barcos

    pesqueros y millones de cocoteros resultaron destruidos. Los cocoteros se

    demorarn cinco aos en crecer, as que mientras tanto viviremos de los cultivos

    de arroz y tubrculos, seala Julianito Cabalhin, un funcionario local. En los meses

    posteriores a la tormenta, la Cruz Roja de Filipinas y los asociados del Movimientodistribuyeron vveres, artculos para la construccin de alojamientos, agua y dinero

    en efectivo a ms de 1 milln de personas. En total, el Movimiento recaud ms de

    334,4 millones de dlares para las operaciones y la fase de recuperacin, que ahora

    se centran en los medios de subsistencia y el alojamiento.

    internacional y una ley nacional sobre el

    emblema, promulgada en 1956.

    Nuevo secretario generalpara la FederacinInternacionalLa Junta de Gobierno de la FederacinInternacional eligi a Elhadj Amadou

    (As) Sy como prximo secretario

    general. El cargo ms reciente que

    ocup Sy fue el de director de alianzas

    con el sector pblico y movilizacin

    de recursos de UNICEF en Nueva

    York. Tambin fue director regional

    de UNICEF para frica Oriental y

    Meridional y coordinador mundial de

    emergencias para el Cuerno de frica.

    Antes, el ciudadano senegals fue

    director de asociaciones y relaciones

    exteriores y director ejecutivo adjunto

    de ONUSIDA en Ginebra.

    Gacetilla

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    22. Cronologa de una tragedia

    16. Desde Sdney con amor

    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 3

    En la portada: La escena podra pertenecer a una novela deciencia-ccin. Sin embargo, muchos expertos dicen que la robtica

    y la tecnologa de las armas que se estn construyendo hoy enda indican que la nocin de soldados robots no parecer tanestrambtica en las prximas dcadas. Ilustracin de Pat MasioniFotografas de esta pgina, desde arriba: Cruz Roja Alemana, Juozas Cernius/Federacin Internacional; Jarkko Mikkonen/Federacin Internacional; ClaireDoole/Federacin Internacional; Cruz Roja Americana

    Primera planaProgramados para la guerra 4Desde las armas microscpicas hasta las mquinas de

    combate totalmente automatizadas, la tecnologa dela guerra ha ido cambiando rpidamente. Este ao, elprimer Convenio de Ginebra de 1864 cumple 150 aos y esuna ocasin para examinar el futuro y preguntarse si lostrabajadores humanitarios y el derecho de la guerra podrnmantenerse al da con la generacin de armas siguiente.

    Hola, me llamo Bot y vengo aayudarte 8Algunos dicen q ue Bots sin fronteras revolucionar lamanera de prestar asistencia humanitaria en los prximosdiez a veinte aos. Si fuera as, hay riesgo de que el humanodesaparezca de la asistencia humanitaria?

    Testigos digitales 10Los telfonos mviles han contribuido a que la cartografa

    digital sea una parte esencial de la intervencin ensituaciones de emergencia. Podran las herramientasdigitales actuales ayudar a rastrear e impedir crmenes deguerra?

    La guerra virtual 12En los videojuegos de accin en primera persona,cuyasimilitud con la realidad es asombrosa, los jugadores hacende soldado. Millones de personas juegan a estos juegosde combate, entre ellas las unidades militares durante laformacin y el reclutamiento. Por lo tanto, deberan reejarmejor las realidades y las normas de la guerra?

    Crnica fotogrfica 14Accin humanitaria 2064En esta crnica fotogrca especial, el dibujantePat Masioninos lleva en un viaje imaginario hasta el ao 2064, 200 aosdespus de la rma del primer Convenio de Ginebra. En estacolorida ilustracin se muestra la forma en que se podraaplicar el derecho internacional humanitario en una era desoldados robots, drones de alta velocidad, armas no letales ytrabajadores humanitarios robots.

    4. Programados para la guerra

    8. Hola, me llamo Bot

    14. Accin humanitaria 2064

    Reuniones estatutarias 16Desde Sdney con amorEl programa futurista de las reuniones estatutarias

    celebradas el pasado mes de noviembre en Sdney (Australia)integr muchos retos presentes y futuros, desde el cambioclimtico hasta la agenda de los Objetivos de Desarrollo delMilenio despus de 2015.

    Genocidio 20Avanzar sin olvidarVeinte aos despus del genocidio que desgarr estapequea nacin del frica Central, muchos ruandeses seenfrentan a un gran dilema personal: no olvidar lo queocurri en 1994 para que no se repita y al mismo tiempodejar atrs el pasado para reconstruir sus vidas.

    Respuesta en casos de emergencia

    22Cronologa de una tragediaEl 21 de septiembre comenz como cualquier otro sbadode maana en el popular centro comercialWestgate deNairobi. Cuando los miembros de un grupo militante somalcomenzaron a disparar, el centro comercial se convirti enuna escena de caos, sangre y miedo. Este relato minuto aminuto nos cuenta lo que les toc vivir a los voluntarios yal personal de la Cruz Roja de Kenia, y las enseanzas quesacaron de ese trgico da.

    150 aos de accin humanitaria 26Nuestras vivencias, nuestra historiaPara conmemorar este ao el Da Mundial de la Cruz Roja y

    de la Media Luna Roja, personas de todo el mundo cuentancmo se vincularon con el Movimiento. En este artculo,voluntarios de la Sociedad Nacional ms antigua de fricacomparten sus vivencias y expresan su opinin sobre laaccin humanitaria.

    Material 29Se presentan nuevas publicaciones sobre diversos temascomo seguridad econmica, ciencia forense, atencinprehospitalaria en entornos muy peligrosos, y ms.

    ndiceNMERO 1 .2014 .www.redcross.int

    Artculos, cartas a la redaccin y dems correspondencia han deremitirse a:

    Cruz Roja Media Luna RojaApartado de correos 372, CH-1211 Ginebra 19, SuizaCorreo electrnico: rcrc@FIC R.org ISSN No. 1019-9357

    RedactorMalcolm Lucard

    Versin en espaolMara Eliana InostrozaAna Elena Guyer

    Responsable de edicinPaul Lemerise

    DiseoBaseline Arts Ltd, Oxford, RU

    DiagramacinNew Internationalist, Oxford, Reino UnidoImpreso en pap el sin c loro. IRL PLUS SA, Lausana (Suiza)

    Consejo de RedaccinCICR Federacin InternacionalDorothea Krimitsas Andy ChannelleSophie Orr Susie ChippendaleFlorian Westphal Pierre Kremer

    Agradecemos la ayuda prestada por los documentalistas y elpersonal de apoyo del CICR, la Federacin Internacional y las

    Sociedades Nacionales. La revista se publica tres veces por ao enrabe, chino, espaol, francs, ingls y ruso y se distribuye en 189pases con una tirada de 70.000 ejemplares.

    Las opiniones de los autores no coinciden forzosamente con las delMovimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.Se agradecen los artculos enviados por iniciativa propia pero nopodrn ser devueltos a los autores.

    Cruz Roja Media Luna Rojase reserva el derecho de modificarartculos y cartas antes de publicarlos. Los artculos y fotosque no lleven mencin de copyright pueden reproducirse sinautorizacin previa, haciendo constar la fuente.

    Los mapas que figuran en esta publicacin son slo con fines deinformacin y no tienen ningn significado poltico.

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    Programados para

    la guerraLas armas robticas y automatizadas son tansolo una de las maneras en que la tecnologaest cambiando la forma de hacer la guerra.

    Se mantienen al da los trabajadoreshumanitarios y las normas de la guerra?

    El caza espa no tripulado de fabricacin britnica Taranis en un vuelo de prueba en Inglaterra en 2013.El Taranis estar programado para evadir ataques y seleccionar blancos, pero el fabricante y el Gobiernobritnico insisten en que el Taranis est diseado para ser maniobrado por operadores humanos, y que losobjetivos siempre sern vericados por el operador humano antes de lanzar cualquier ataque.Fotografa: Ray Troll/BAE Systems

    En mayo de 2013, una aeronave no tripulada

    con alas de murcilago del tamao de un avin

    de combate estndar realiz su primer vuelo

    desde la cubierta del portaaviones USS George HW

    Bush, junto a la costa de Estados Unidos, cerca de

    Washington D.C.

    Conocido como el X-47B, este avin teledirigido,

    gracias a su envergadura, es capaz de volar mucho ms

    tiempo que los drones Predatorque se usan actual-

    mente y su capacidad para despegar desde un buque

    signica que se puede utilizar en casi cualquier parte

    del mundo.

    Pero algo ms hizo que el vuelo del X-47B fueranico, incluso histrico: segn la Marina de Estados

    Unidos, tiene un diseo que le permite ser progra-

    mado para realizar misiones sin intervencin humana.

    A diferencia de los aviones no tripulados que se utilizan

    actualmente, esta arma puede ser automatizada. En re-

    sumen, se trata de un robot con alas, armas y

    bombas.

    Esto es el futuro, dijo el con-

    traalmirante de la Marina

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    7/32

    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 5

    Las armas que funcionan de manera autnoma no son una novedad.Las minas terrestres (extremo izquierda) funcionan sin intervencinhumana mientras que los sistemas de ametralladoras ms sosticados(segundo desde la izquierda), que se utilizan para proteger zonasfronterizas o instalaciones delicadas, pueden localizar blancos ydisparar sin un control humano directo. Los sistemas de misilesdefensivos (izquierda) son automatizados para tomar decisionessobre un blanco a gran velocidad. Las armas que se construyen enla actualidad tienen mltiples formas. El avin furtivo no tripulado

    de la Marina estadounidense X-47B es capaz de llevar a cabomisiones preprogramadas mientras que los expertos dicen que losnanodrones del tamao de un insecto pueden ser programados pararealizar misiones y reaccionar ante las condiciones que se presentanen el terreno. Fotografas, de izquierda a derecha: Nita Bhallia/REUTERS; Pichi Chuang/REUTERS; Darren Whiteside/REUTERS; Rich-Joseph Facun/REUTERS; Skip Peterson/REUTERS

    de Estados Unidos, Mat Winter, a travs de la agencia

    Associated Press.

    Y el X-47B no es la nica arma en la fase de diseo.

    Numerosos pases, con ejrcitos grandes y pequeos,

    estn creando sistemas de armas areas similares que

    pueden ser controladas a distancia (como los drones

    que se usan actualmente) y tambin funcionar de

    forma autnoma.

    Conicto a gran velocidadDesde el punto de vista militar, existen muchas ven-

    tajas. Los drones de combate seran capaces de volar

    en el espacio areo defendido sin poner en peligro a

    los pilotos y podran maniobrarse con mayor rapidez,

    tomando curvas cerradas que podran herir o matar a

    una persona. Vuelan ms rpido, durante ms tiempo

    y ms alto que las naves de combate tradicionales y los

    que son programados o automatizados seran capaces

    de continuar una misin, incluso si se interrumpe la co-

    municacin entre el dron y el centro de mando.Mientras tanto, una revolucin anloga est ocu-

    rriendo en el terreno. En los ltimos 15 aos, se han

    desplegado miles de robots en conictos como el de

    Irak y el de Afganistn. La mayora han sido utilizados

    para detonar artefactos explosivos improvisados, pero

    en 2007 se puso a prueba en Irak un robot mo-

    dicado para portar armas.

    Desde entonces, China, Israel

    y Rusia tambin han cons-

    truido sistemas de robots terrestres convertidos en

    armas y otros pases estn siguiendo el ejemplo. Vie-

    nen en todas las formas y tamaos: algunos son apenas

    ms grandes que un juguete de control remoto, otros

    son del tamao de camiones grandes. Por lo general,

    equipados con orugas como las de los tanques o conruedas grandes, muchos tienen brazos capaces de rea-

    lizar tareas simples y estn equipados con cmaras de

    vdeo maniobrables, dispositivos con luz infrarroja o de

    visin nocturna y armas.

    Sus misiones son mltiples. Pueden entrar en

    edicios o territorios ocupados por combatientes ene-

    migos, con nes de reconocimiento o de ataque, y la

    mayora de estos sistemas son operados por control

    remoto. Con el tiempo pronostican los expertos

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    8/32

    los robots terrestres podran tambin ser programados

    para misiones autnomas.

    Segn muchos expertos, los avances que se estn

    realizando hoy en la inteligencia articial representan

    un salto cuntico en la tecnologa de la guerra, similar

    a la llegada de la aviacin en la primera mitad del siglo

    XX. Pero esta vez, no son solo los pases con grandes

    ejrcitos los que intervienen.Hoy, sin duda, vemos una amplia gama de actores

    con acceso a la nueva tecnologa avanzada, particu-

    larmente porque es ms barata y ms fcil de utilizar,

    escribe Peter W. Singer, director del Center for 21st Cen-

    tury Security and Intelligencedel Instituto Brookings de

    Washington D.C., en un nmero reciente de la Revista

    Internacional de la Cruz Roja.

    Cuando se llega al punto en que un microdron

    puede volar usando una aplicacin iPhone lo que

    ahora es posible un montn de gente puede usarlo,

    acota Singer, que es tambin autor de Wired for War:

    The Robotics Revolution and Conict in the 21st Century.

    Distincin mecanizadaTodo esto tiene serias consecuencias en el modo cmo

    pueden evolucionar los conictos y el equilibrio del

    poder internacional. A algunos, como Noel Sharkey,

    cientco informtico y experto en robtica radicado

    en el Reino Unido, les preocupa que estemos en la cs-

    pide de un nuevo tipo de carrera armamentista en la

    que las armas en cuestin son relativamente peque-

    as, baratas, fciles de producir, pero extremadamente

    difciles de reglamentar. Todo el mundo tendr estatecnologa, asegura Sharkey, y observa que la tec-

    nologa robtica est siendo impulsada tanto por los

    mercados de consumo e industriales como por los pre-

    supuestos militares.

    Esta es la razn por la cual Sharkey se opone a los

    sistemas de armas que no se encuentren bajo el control

    de una persona en todo momento y cree que un nuevo

    derecho de tratados podra mejorar la situacin.

    Sharkey sostiene que no es una cuestin jurdica

    sino de humanidad. No podemos delegar en una m-

    quina la decisin de matar. Es el colmo de la indignidad

    dejar que una mquina decida matar a una persona.

    Para el sector humanitario, los sistemas de armas

    robticos automatizados o totalmente autnomos

    plantean tambin serios interrogantes: dado que la

    mayora de las funciones de estas mquinas son auto-

    matizadas, sern estas ecientes mquinas de matar

    capaces de hacer la debida distincin entre combatien-

    tes y objetivos militares, por un lado, y civiles, por el

    otro?

    Si, como pronostican algunos, los aviones de guerrahipersnicos automatizados aceleran brutalmente el

    ritmo de un conicto, sern capaces los seres huma-

    nos de tomar decisiones acertadas sobre la seleccin y

    la proteccin de los civiles, dado el ritmo ultrarrpido

    de combate de la prxima generacin? O esas decisio-

    nes tambin pasarn a ser automatizadas?

    Y si un arma autnoma o automatizada comete una

    violacin de las normas de la guerra, quines sern

    considerados responsables? El comandante que

    envi el dron o el robot a la batalla, o el fabricante del

    software que maneja el robot?

    La respuesta a estas preguntas se est debatiendo

    en los crculos acadmicos, militares y de promocin

    de la paz. Mientras algunos estn pidiendo una regla-

    mentacin, un nuevo derecho de tratados e incluso

    moratorias y prohibiciones de ese tipo de armas, el

    CICR ha efectuado un llamado a los Estados para que

    cumplan sus obligaciones de acuerdo con los Con-

    venios de Ginebra y sus Protocolos adicionales para

    velar por que todos los sistemas de armas nuevos sean

    conformes al derecho internacional humanitario (DIH)

    antesde que se construyan y se desplieguen.

    Ya hay muchas cuestiones legales, morales y polti-cas que giran alrededor de los drones que se utilizan

    hoy, sobre todo por parte de Estados Unidos, para lle-

    var a cabo ataques en Afganistn, Pakistn y Yemen.

    Pero la mayora de las cuestiones relacionadas con el

    derecho internacional humanitario y las misiones ac-

    tuales de aeronaves no tripuladas tienen que ver con

    la forma en que se emplean esas armas, no con la tec-

    nologa en s. Lo esencial es que actualmente los seres

    humanos tienen todava el control activo de los drones

    durante sus misiones, aunque desde una ubicacin le-

    jana del campo de batalla.

    Con las armas autnomas, la ecuacin jurdica ha

    cambiado y el debate est ms centrado en la tec-

    nologa propiamente dicha y su capacidad. Segn el

    CICR , un arma de ese tipo tendra que ser capaz de

    distinguir no solo entre combatientes y civiles, sino

    tambin, por ejemplo, entre combatientes activos y

    los que estn fuera de combate, as como entre civi-

    les que participan directamente en las hostilidades y

    civiles armados.

    Un arma autnoma tambin tendra que cumplir

    con la norma de proporcionalidad, segn la cual las

    bajas civiles incidentales que se prevn que cause unataque contra un objetivo militar no deben ser excesi-

    vas en relacin con la ventaja militar directa y concreta

    prevista. Y en caso de ataque, tendra que ser capaz de

    6 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    Sern estas

    ecientes mquinas

    de matar capaces

    de hacer la debida

    distincin entre

    combatientes yobjetivos militares,

    por un lado, y

    civiles, por el otro?

    KUn soldado estadounidensemirando un vehculo robticoarmado, conocido como MAARSo sistema robtico armadomodular avanzado, en unaexposicin militar en una base

    de la Marina de Estados Unidos,en California, en 2012.Fotografa: Mike Blake/REUTERS

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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    tomar las precauciones necesarias para minimizar las

    bajas civiles.

    Para el experto en robtica Sharkey, la tecnologa

    que permitira a las computadoras hacer distinciones

    y tomar precauciones de ese tipo an est lejos de la

    realidad. Si hubiera un entorno perfectamente des-

    pejado, como un desierto con un tanque, se lograra

    distinguir la forma del tanque y atacarlo, dice.Pero incluso en entornos moderadamente com-

    plejos, como son el centro de un pueblo o una calle

    residencial, las computadoras no son capaces de dis-

    tinguir entre varias formas cambiantes en un paisaje

    atestado de edicios, coches, rboles y personas, dice.

    Con los sistemas de armas automatizados o se-

    miautomatizados (es decir, programados para llevar

    a cabo una serie de ataques especcos) se plantean

    interrogantes diferentes. En este caso, una persona ha

    tomado las decisiones con respecto a objetivos preci-

    sos. Pero qu pasa si la situacin cambia: un autobs

    escolar se detiene de repente delante del objetivo una

    vez que se puso en marcha la misin? Los sistemas po-

    dran permitir que un ser humano anule la orden, pero

    si la comunicacin con el arma es interceptada por las

    fuerzas enemigas (algo normal en tiempo de guerra)

    no habra vuelta atrs.

    Sin embargo, algunos expertos en derecho inter-

    nacional humanitario arguyen que ya se dan esas

    circunstancias con algunas armas no autnomas que se

    estn utilizando. Cuando se dispara un misil de crucero

    de largo alcance, por ejemplo, la situacin en el terreno

    puede cambiar bruscamente entre el momento en quese lanza el misil y en el que impacta su objetivo.

    Prdida de humanidad?De hecho, no todos los expertos en robtica y DIH

    estn convencidos de que la automatizacin o la auto-

    noma de los sistemas de armas contradigan siempre

    los valores humanitarios. A medida que la inteligencia

    articial se va perfeccionando, algunos sostienen que

    un robot tericamente podra ser programado para

    comportarse en cierto sentido de manera ms hu-

    mana que los seres humanos, sobre todo en entornos

    con mucha carga emocional y mucho estrs.

    Como este nivel de automatizacin es an una fanta-

    sa de la ciencia, un ejemplo ms concreto e inmediato

    son los sistemas de misiles defensivos, que ya se utili-

    zan para identicar, apuntar y derribar misiles lanzados

    a una velocidad que excede la capacidad de los ope-

    radores humanos. Sera justo, se preguntan algunos

    expertos, impedir a un Estado que use la automatiza-

    cin para defender a las personas de un bombardeo

    con cohetes?

    El huevo y la gallinaSin embargo, en la prctica, es poco probable que los

    Estados se pongan de acuerdo sobre el derecho de

    los tratados para regular esta nueva tecnologa en el

    corto plazo, seala William Boothby, un experto en el

    proceso de examen jurdico de las nuevas armas en re-

    lacin con el derecho internacional humanitario.

    Una razn es que los militares por lo general no re-

    velan su verdadera capacidad tecnolgica con el n

    de mantener la ventaja en futuros conictos. Parte de

    esa ventaja disminuye si otros conocen el arma y saben

    cmo funciona, observa Boothby, autor del recientelibro Conict Law, the inuence of new weapons techno-

    logy, human rights and emerging actors.

    Es el problema del huevo y la gallina, aade.

    Quin va a legislar sobre algo cuyas caractersticas

    an desconocemos? Es difcil evaluar los riesgos y

    oportunidades de algo que no ha logrado cierto grado

    de madurez.

    Por esa razn, a Boothby le parece que es funda-

    mental que los Estados incrementen su capacidad

    para llevar a cabo un examen jurdico de cada uno

    de los nuevos sistemas de armas, a lo que ya se insta

    en los tratados. De los 170 Estados que estn obli-

    gados, en virtud de un tratado, a realizar exmenes

    de nuevas armas, solo 12 tienen un proceso regular

    para hacerlo sistemticamente, dice. Boothby re-

    conoce que pese a la existencia de esos exmenes,

    este sistema no es per fecto, sobre todo porque son

    los propios Estados los que evalan sus sistemas de

    armas. Pero afirma que es una etapa importante y

    necesaria.

    Sea cual sea la posicin que se adopte sobre las

    armas robticas, el sector humanitario debe pres-

    tar ms atencin, sostiene el experto en armas PeterSinger, y aade que cuando empez a hablar con las

    organizaciones humanitarias sobre la nueva tecnologa

    ninguno de ellos [estaba] dispuesto o quera hablar

    acerca de las tecnologas como el dron Predator.

    El mismo fenmeno est ocurriendo en este mo-

    mento con el desarrollo actual de la tecnologa, arma

    en su reciente artculo de la Revista. La comunidad hu-

    manitaria est reaccionando tardamente ante cosas

    que ya existen y estn siendo utilizadas. Y por lo tanto

    su impacto ser menor porque no se dio cuenta de las

    consecuencias hasta que pasaron las cosas.

    Una de las razones que expliquen esto puede ser

    que las organizaciones humanitarias han estado muy

    ocupadas lidiando con las atrocidades y violaciones

    diarias, muchas de ellas cometidas con armas con-

    vencionales sencillas, desde machetes hasta fusiles

    automticos.

    En un nivel ms profundo, como hace notar Sin-

    ger, todo esto plantea cuestiones que van ms all

    del derecho internacional humanitario: La pregunta

    fundamental es: son nuestras mquinas las que

    estn preparadas para hacer la guerra o nosotros,

    los humanos?

    Malcolm Lucard

    Redactor jefe de Cruz Roja Media Luna Roja

    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 7

    150 aosde accinhumanitariaEste ao, en el queel primer Convenio

    de Ginebra llega a susesquicentenario, Cruz RojaMedia Luna Rojaexplorael futuro del derecho

    internacional humanitarioy las consecuencias que

    tendrn las nuevas armasy la tecnologa en la accin

    humanitaria y en las normasde la guerra.

    LNumerosos pases vienentrabajando desde hace aosen la construccin de dronesde combate furtivos. En laimagen, un camargrafo lmael modelo de un vehculo areono tripulado chino, apodadoAnjian o Espada Arcana.Fotografa: Bobby Yip/REUTERS

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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    8 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    Hola, me

    llamo Boty vengo a

    ayudarteAlgunos dicen que bots sin fronterasrevolucionar la forma de prestar asistenciahumanitaria. Si es as, existe algn riesgode que se elimine al humano de la asistencia humanitaria?

    IMAGINE QUE SE HA PRODUCIDO un terremotoen una lejana aldea de montaa. Los caminos hanquedado destruidos y la nica forma de llevar su-ministros es a pie a travs de un paso peligroso. Luego

    imagine que tiene un ayudante: un robot cuadrpedo

    del tamao de un perro grande, capaz de andar por

    un terreno irregular y de ayudar a transportar los su-

    ministros.

    A muchos trabajadores humanitarios la idea de que

    los robots desempeen un papel importante en la in-

    tervencin de emergencia les podr parecer un tanto

    exagerada, una idea ms acorde con fantasas de cien-

    cia ccin que con realidades humanitarias.

    Pero algunos ven un futuro prometedor para los

    robots humanitarios, y puede que ese futuro no sea

    tan lejano. Quizs, incluso dentro de los prximos 20

    aos, dice Robert Richardson, experto en robtica de

    la Universidad de Manchester en el Reino Unido. Po-

    dramos ver sistemas que, aunque no sustituyan a los

    seres humanos, seran como colaboradores durante la

    respuesta humanitaria.

    Tomen a Big Dog, un robot cuadrpedo creado porBoston Dynamics, una rma con sede en Estados Uni-

    dos. La versin actual es ruidosa, bastante aterradora

    y su alcance es limitado. Pero puede caminar por coli-

    nas escarpadas en la nieve y enderezarse por s mismo

    cuando se le empuja.

    Y esto es solo un ejemplo. Se estn fabricando mu-

    chos robots que caminan, gatean, ruedan, vuelan y

    hasta nadan. En su mayora, se estn construyendo

    para que puedan llegar a lugares que son de acceso

    demasiado difcil o peligroso para los seres humanos:

    el interior de los volcanes para pronosticar la prxima

    erupcin, zonas de combate o profundidades marinas.

    En cualquier punto de los ocanos de todo el mundo,

    los drones submarinos operados por la Universidad

    Rutgers de Estados Unidos rastrean temperaturas y

    corrientes ocenicas que podran contribuir a pronos-

    ticar la intensidad de las tormentas. Mientras tanto, una

    compaa israel est trabajando en una ambulancia

    sin tripulacin dirigida a control remoto diseada para

    evacuar a soldados durante combates intensos.

    Usar robots para la accin humanitaria no es ninguna

    novedad. Hace aos que se utilizan para desactivar bom-

    bas y minas terrestres. Ms recientemente, los vehculos

    areos no tripulados han comenzado a tener un papel

    en la fase de recuperacin tras un desastre. Durante eltifn Haiyan en Filipinas, se usaron pequeos helicpte-

    ros a batera no tripulados para inspeccionar los daos,

    tomar fotos y mostrar al mundo la devastacin. IlustracindePa

    tMasioni

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 9

    trabajadores humanitarios podran ser inmensas, como

    sostienen sus partidarios. Los robots podran trabajar

    sin descanso y sin dormir, levantar objetos pesados o

    soportar altas temperaturas.

    Mientras tanto, los avances en la inteligencia arti-

    cial, que es lo que da a la computadora la capacidad

    de pensar y ver identicar objetos y comprender

    su entorno han permitido crear coches que se con-ducen solos, robots agricultores capaces de cosechar,

    que hasta tienen un toque ms humano. En Japn,

    pionero en robtica industrial, los robots cuidadores

    tambin ayudan a las personas mayores o a los enfer-

    mos a acostarse o levantarse de la cama y hasta son

    capaces de confortar.

    Bots sin fronterasPero los robots tambin plantean serios interrogantes

    a los trabajadores humanitarios. Si se envan robots

    o drones a realizar evaluaciones o prestar ayuda a

    lugares que son demasiado peligrosos para los trabaja-

    dores humanitarios, se podra con eso menoscabar la

    nocin de trabajadores humanitarios de carne y hueso

    capaces de acceder con toda seguridad a las personas

    necesitadas?

    Y cmo inuyen estos robots en las decisiones

    tomadas por los seres humanos que los controlan?

    Los drones y los robots pueden permitir que los tra-

    bajadores humanitarios vean ms all y hagan ms,

    pero podran provocar tambin un uso excesivo de

    la accin por control remoto, en la que el sobrevuelo

    de un dron toma el lugar de la intervencin humanadirecta?

    Y las personas aceptarn la ayuda que presten dro-

    nes o robots, o conarn en ella, especialmente si no

    est claro quin est haciendo funcionar estos disposi-

    tivos? En las zonas de conicto, la utilizacin de drones

    por parte de trabajadores humanitarios podra levantar

    sospechas si en las mismas zonas hay vigilancia militar

    e incluso ataques armados con drones que ya estn

    causando tensin psicolgica?

    Teniendo en cuenta estas preguntas, es com-

    prensible que muchos trabajadores humanitarios se

    preocupen. Pero Patrick Meier, destacado analista de

    tecnologas humanitarias, dice que es probable que la

    manera de ver los drones cambie con el tiempo. Los

    vehculos areos no tripulados o los drones tienen una

    connotacin militar muy fuerte para muchos de no-

    sotros, seala. Pero tambin la tuvieron los satlites

    espaciales antes de que Google Earth llevara imgenes

    de satlite a nuestros hogares.

    Richardson est de acuerdo. Resultara muy extrao

    que una persona llegara ahora a una zona de crisis hu-

    manitaria seguida por robots, dice. Pero una vez que

    la gente se familiarice con ellos y se vean en ms luga-res, una vez que haya ms drones civiles que realicen

    tareas como vigilar las cosechas, se irn aceptando

    pero desde luego depende del entorno.

    Los lmites de la tecnologaHasta ahora, las limitaciones de ndole tecnolgica y

    econmica han impedido su aplicacin en las zonas

    de desastre. Segn el Informe Mundial sobre Desastres

    2013 de la Federacin Internacional, tras la devastacin

    causada por el terremoto y el tsunamien el noreste de

    Japn en marzo de 2011 con la consiguiente falla

    en la central de energa nuclear, se emplearonrobots de reconocimiento de fabricacin

    japonesa y estadounidense para buscar

    anomalas qumicas, biolgicas o radiol-

    gicas.

    Sin embargo, muchos de los robots

    desplegados no pudieron usarse du-

    rante mucho tiempo, ya que debido

    al volumen de desechos y radiacin

    pronto dejaron de funcionar. Japn

    est trabajando en la fabricacin

    de robots bpedos mviles resis-

    tentes, que pueden soportar ese

    tipo de entornos inhspitos,

    mientras que una sociedad

    de investigacin militar de

    Estados Unidos ha ofrecido

    un premio de dos millones

    de dlares a las empresas

    que puedan construir un

    robot capaz de sustituir a

    los trabajadores de rescate

    en situaciones como la de

    Fukushima.En cuanto a los vehcu-

    los areos no tripulados,

    nos topamos con otras

    limitaciones. En los

    vehculos areos no

    tripulados ms pe-

    queos, el problema

    es la batera, explica

    Richardson. Cuando

    se trata de volar de un

    punto A a un punto B,

    es bastante sencillo. Pero

    cuando empezamos a hablar

    de llevar objetos de un lugar a

    otro, la cosa es totalmente diferente.

    Los avances en la nanotecnologa estn ayudando

    a hacer cmaras, microchips y circuitos cada vez ms

    pequeos. Pero por el momento, las herramientas que

    podran ser tiles, como los sensores infrarrojos o de

    visin nocturna, no son prcticas debido a su ta-

    mao, peso y costo.

    Segn los expertos, lo ms probable es que

    sean los mercados de consumo, como la indus-tria juguetera, los que reduzcan los costos gracias a

    la produccin en masa. Cuando se rompan las ba-

    rreras tecnolgicas y de costos, las ventajas para los

    Resultara muy

    extrao que una

    persona llegara

    ahora a una zona de

    crisis humanitaria

    seguida por robots.Pero una vez que la

    gente se familiarice

    con ellos y se vean

    en ms lugares, una

    vez que haya ms

    drones civiles que

    realicen tareas como

    vigilar las cosechas,se irn aceptando.

    Robert Richardson, expertoen robtica

    Ms en lawebMuchos aspectos de larobtica, del control remoto

    y de la automatizacinan no son asequibles

    ni prcticos para lostrabajadores humanitarios.

    Pero hay excepciones. LaCruz Roja de Hait, con el

    apoyo de la FederacinInternacional, puso

    en marcha un serviciotelefnico automatizado

    que facilita a los usuariosinformacin sobre temas

    que van desde la prevencindel clera hasta la

    preparacin para huracanes.El servicio tambin recopila

    informacin de los usuariosy realiza encuestas.

    Ms informacin enwww.redcross.int .

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    12/32

    10 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    TestigosdigitalesAhora la cartografa digital integra la intervencin en casosde emergencia. Los mapas digitales de crisis basados enInternet pueden tambin contribuir a documentar o incluso

    impedir los crmenes de guerra?

    Cuando en 2011 la revuelta poltica en Siria seconvirti en conicto, un grupo de activistasy voluntarios, llamado Humanitarian Tracker,cre en la web un sitio de mapas digitales de crisis

    denominado Syria Tracker. A partir de una plataforma

    desarrollada por Ushahidi, la organizacin pionera en

    cartografa de crisis, el mapa de Siria muestra la ubica-

    cin de los hechos violentos y permite a los usuarios

    leer relatos de primera mano y ver videos de incidentes

    subidos a la web por testigos.Gracias a la informacin obtenida de Twitter, Face-

    book, correos electrnicos y otras fuentes directas, los

    informes dan cuenta de tiroteos, ataques contra civiles,

    detenciones, ataques areos, bombardeos, ejecucio-

    nes y la destruccin de centros religiosos, actos que

    pueden constituir violaciones del derecho internacio-

    nal humanitario. Con este tipo de informacin digital

    de primera mano se podra establecer un registro p-

    blico que permitiera desalentar las violaciones de las

    leyes de la guerra? Para saber ms, Cruz Roja Media

    Luna Rojaentrevist a Hend Alhinnawi, uno de los co-

    fundadores de Humanitarian Tracker.

    Hend Alhinnawi: Estamos hablando aqu de una

    tecnologa muy sencilla. Si tienes un telfono mvil

    y acceso a Internet, puedes contar lo que te est

    ocurriendo. Es una herramienta muy poderosa, que

    permite devolver el poder a la gente que est en el

    terreno.

    De dnde vienen los informes?

    Unas 93.000 personas han presentado informes que

    hemos publicado. Hemos vericado a cada una de esas93.000 personas. Sin embargo, solo hemos publicado

    un seis por ciento de los informes que hemos recibido

    en los ltimos tres aos. Somos sumamente pruden-

    tes con lo que publicamos porque preferimos calcular

    por lo bajo las cifras a publicar cosas que no podemos

    corroborar.

    Adems, hemos extrado informacin de ms de

    50.000 informes de prensa a partir de fuentes o-

    ciales de los medios, as como de blogs y medios

    sociales para que las personas que consultan el sitio

    web puedan tener una visin global de lo que est

    ocurriendo en el terreno. Tambin hemos establecido

    alianzas y relaciones de conanza con las personascon las que hemos trabajado en los ltimos tres aos.

    Cuando recibimos informes de ellas, sabemos que son

    exactos. Pero cotejamos estos informes con otras fuen-

    tes tambin.

    Mientras tanto, la informacin ha ido mejorando. La

    gente enva vdeos o fotos que contienen mucha ms

    informacin que nos permite vericar el informe. A

    veces incluyen un punto de referencia para vericar la

    ubicacin o una foto que muestra a la persona que ha

    muerto, su nombre, etc. Por lo general, la edad de la

    vctima es lo que ms cuesta vericar.

    Cmo mantienen la credibilidad de todas las fuen-

    tes en un conflicto tan polarizado?

    Humanitarian Tracker no tiene liacin poltica o re-

    ligiosa. Su causa es exclusivamente humanitaria. El

    objetivo es simplemente velar por que ninguna vctima

    ni ningn delito queden sin reconocer. Sostenemos

    que este sitio web no es un lugar para discusiones po-

    lticas.

    Pero cmo pueden asegurarse de que los mapas di-

    gitales de crisis no se convierten en otro campo debatalla en una guerra de propaganda?

    El sentido de este foro es que cualquier persona puede

    presentar un informe: el integrante del gobierno o el

    LEste mapa interactivo delsitio web Syria Tracker permitea los usuarios seleccionarel tipo de datos que estnbuscando y obtener ms detallespulsando los puntos de colores.Los nmeros en los puntosindican la cantidad de informesrecibidos de una zona geogrcadeterminada. A partir de otrasfunciones los usuarios puedenclasicar las muertes y losincidentes violentos por sexo yedad de las vctimas, la ubicaciny la causa de las lesiones, entreotras variables. Fotografa: cortesa deHumanitarianTracker.org

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    13/32

    Han recibido muestras de inters de organizacionesque quieren examinar los datos para tener pruebas

    de crmenes de guerra?

    S. Si se produce un crimen y podemos vericarlo, nos

    interesa que las personas responsables den cuenta de

    sus actos ante la justicia. Sin embargo, nuestro trabajo

    consiste principalmente en poner los datos a dispo-

    sicin del pblico, ya sea un grupo humanitario que

    quiere saber dnde es ms apremiante la asistencia ya

    sea alguien que quiera saber ms acerca de una ma-

    tanza que se ha producido.

    Puede este tipo de plataforma desempear tambin

    un papel en la proteccin de la poblacin civil?

    Por supuesto. Por ejemplo, hablamos con una orga-

    nizacin que estaba interesada en la creacin de un

    albergue para personas vctimas de violacin en una

    zona donde se produjeron casos de violacin selec-

    tiva. As pues, Syria Tracker toma la informacin que

    nos facilitan y otras organizaciones pueden localizar la

    informacin y sacarla de all.

    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 11

    ciudadano medio. Toda persona tiene voz y la capa-cidad de presentar un informe sobre lo que le est

    ocurriendo.

    Es cierto que la inmensa mayora de los informes

    que recibimos tienden a ser de un bando. Pero fuimos

    uno de los pocos que publicamos informes sobre posi-

    bles actos de violacin una serie de ataques contra

    mujeres cometidos por el Ejrcito Libre de Siria. La

    decisin de publicar estos informes no le gust a mu-

    chos. La gente nos pregunt, Por qu estn tomando

    partido? Pero justamente Syria Tracker est basado en

    no tomar partido. Si esas personas estn cometiendo

    crmenes, queremos asegurarnos de que se est docu-

    mentando al respecto.

    Tiene usted algu na idea de si la prese ntaci n de

    informes est teniendo algn efecto en el comporta-

    miento de los combatientes?

    Esperamos que s. Pero no es seguro que un informe

    pueda evitar incidentes en el terreno. Pero si esa infor-

    macin es enviada a una organizacin que se encarga

    de llevar a las personas que han cometido crmenes

    de guerra ante la justicia, entonces esos informes son

    muy valiosos. Hay pruebas de que miembros de ambosbandos han sido llevados ante la justicia. As que tal

    vez ms adelante la rendicin de cuentas pueda ser un

    factor de disuasin.

    Ms en la webJen Ziemke, cofundadora de la redInternational Network of Crisis Mappers explica que los mapasde crisis pueden ayudar a las organizaciones a proteger a los civiles mediante el anlisis de lospatrones de violencia dentro del conic to. Consulte www.redcross.int .

    HumanitarianTracker no tiene

    liacin poltica ni

    religiosa. Su causa

    es exclusivamente

    humanitaria.

    Su objetivo es

    simplemente velar

    por que ningunavctima ni ningn

    crimen queden sin

    reconocer.

    Hend Alhinnawi,cofundadora de

    Humanitarian Tracker

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    14/32

    12 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    La guerra virtualTambin necesita normas?EN UN ALMACN ABANDONADO que ha sidoacribillado a balazos, se encuentra usted, comoparte de un equipo de operaciones militaresultra secretas, interrogando a un enemigo capturado,

    que se niega a hablar. Decide entonces tomar algunos

    fragmentos de vidrio de una ventana rota y los inserta

    en la boca del cautivo.

    Esta escena brutal es en realidad una secuencia de Call

    of Duty: Black Ops, un videojuego que muestra las ope-

    raciones clandestinas de un equipo secreto totalmente

    cticio de las fuerzas especiales. Para poder avanzar en el

    juego, el jugador tiene que dar una orden a la computa-

    dora o la consola y golpear al detenido en la cara.

    Este es tan solo un ejemplo de cmo los videojuegos

    de accin en primera persona actuales ponen al juga-

    dor en medio de un escenario de guerra virtual, que con

    frecuencia es extremadamente brutal. Tambin muestra

    que muchos de estos juegos contienen escenas que vul-

    neran las normas de guerra ms elementales.

    Debido a que millones de personas juegan a estosjuegos virtuales todos los das, algunos ven con preocu-

    pacin la inuencia que puedan tener en la percepcin

    de los usuarios con respecto a lo que se permite hacer

    a los soldados en la guerra.

    Las personas que juegan a estos juegos durante un

    par de horas todos los das se vern inuidos por stos

    inevitablemente, dice Franois Snchaud del CICR, ex

    ocial del ejrcito suizo que ahora acta como enlace del

    CICR con las fuerzas armadas. Esta repeticin de accio-

    nes se asemeja a los ejercicios utilizados en la instruccin

    militar: es la forma de inculcar un reejo en las personas.

    Varios estudios realizados en los ltimos aos

    tambin han sealado que se cometen numerosas vio-

    laciones virtuales del derecho internacional humanitario

    (DIH), como por ejemplo la destruccin de bienes civiles

    y ataques intencionales contra la poblacin civil. Va-

    rios juegos tambin permiten a los jugadores disparar

    contra soldados heridos que estn fuera de combate. Y

    los trabajadores humanitarios no gozan de inmunidad:

    incluso algunos juegos incluyen disparos contra las uni-

    dades sanitarias que llevan el emblema de la cruz roja, la

    media luna roja o el cristal rojo.

    Normas de intervencinAun as, Snchaud insiste en que el CICR no trata de

    censurar los videojuegos violentos. Lo que la Institu-cin propone es que los fabricantes de videojuegos

    integren voluntariamente el DIH en sus productos. Por

    ejemplo, si los jugadores atacan a los civiles o torturan

    a los prisioneros, deben asumir las consecuencias de

    sus actos: tiempo en el calabozo (prisin), prdida de

    puntos, incluso quedar fuera de juego. Snchaud

    A travs de estos

    juegos, estamos

    dirigindonos

    a los futuros

    combatientes, los

    futuros legisladores,los encargados de

    tomar decisiones

    y tambin a las

    personas que estn

    hoy en los campos

    de batalla.

    Franois Snchaud, CICR

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    15/32

    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 13

    argumenta que as el juego se vuelve ms interesante

    y realista, y fomenta la sensibilizacin y un mejor com-

    portamiento si esos jugadores llegan a ser soldados

    algn da.

    Despus de todo, muchos de estos juegos los

    utilizan tambin las unidades militares para el entrena-

    miento e incluso como herramienta de reclutamiento.

    A travs de estos juegos, estamos dirigindonos a losfuturos combatientes, los futuros legisladores, los en-

    cargados de tomar decisiones y tambin a las personas

    que estn hoy en los campos de batalla, precisa.

    Varios fabricantes de videojuegos ya se han puesto

    a tono. Marek Spanel, director de Bohemia Interactive,

    dice que el juego de su empresa, Arma 3, pretende ser

    una autntica experiencia militar en la computadora,

    una de las razones por las cuales los juegos son utili-

    zados por numerosas organizaciones militares (por

    ejemplo, en Australia y los pases de la OTAN, entre

    ellos el Reino Unido y Estados Unidos) como un m-

    todo muy eciente para la formacin de personas.

    Cuando nos dimos cuenta de que haba jugadores

    que disparaban contra todo lo que se mova nos pareci

    que eso no estaba bien, asegura Spanel. Aade que el

    equipo de Bohemia Interactive introdujo mecanismos

    para castigar a los jugadores que matan a los no com-

    batientes o a los simpatizantes de sus propias las.

    Corazn y menteSin embargo, no todos los jugadores estn conven-

    cidos. Cuando el CICR comenz a hablar sobre los

    crmenes de guerra y los videojuegos en 2011, lareaccin fue inmediata. Muchos creyeron errnea-

    mente que el CICR estaba presionando para que se

    demandara en el mundo real a los jugadores por sus

    acciones en el juego.

    Uno podra pensar que tienen mejores cosas que

    hacer que denir si es una violacin [del DIH] o no

    Ms en la webCon la ayuda de 11

    Sociedades Nacionales, elfabricante de videojuegos

    Electronic Arts Inc., con sedeen Estados Unidos, integr

    directamente en su juego

    de planicacin urbanaSimCity las intervencionesde emergencia de la Cruz

    Roja. Los jugadores puedencomprar, descargar y

    desplegar un centro desocorro, as como tiendas

    de campaa y vehculosde la Cruz Roja. Para ms

    informacin:www.redcross.int .

    disparar pxeles contra otros pxeles, coment una

    persona en el blog de juegos Polygon.

    Desde entonces, el debate evolucion. Despus de

    que el CICR aclar que no estaba tratando de censu-

    rar los juegos, sino simplemente proponiendo que las

    consecuencias de los crmenes de guerra fueran ms

    realistas, el debate en los blogs de juego cobr un tono

    ms positivo.Es alentador ver que en lugar de demonizar los vi-

    deojuegos, estn tratando de mejorarlos y usarlos para

    hacer el bien, escribi uno.

    Estoy deseando que salgan los juegos de guerra

    moderna en primera persona que permitan hacer pri-

    sioneros, tomar decisiones morales, etc., en lugar de

    arrasar con todo, escribi otro.

    Pero aun as, no todos estn convencidos. Puedo

    entender su punto de vista, escribi un jugador.

    Pero insisto, los videojuegos estn concebidos para

    entretener y ofrecer una va de escape a la realidad. No

    me parece muy divertido si mi personaje cae en prisin

    en medio de una misin porque atac a un civil acci-

    dentalmente o el enemigo estaba escondido en una

    habitacin llena de civiles.

    Ahora bien, los juegos estn concebidos para entre-

    tenerse pero la guerra es un asunto muy serio. Dado

    que el entrenamiento para la guerra, e incluso la guerra

    misma, es cada vez ms virtual, algunos sostienen que

    habra que empezar a pensar en cmo se puede apli-

    car el derecho humanitario en el entorno virtual de la

    guerra. Por lo tanto, segn el CICR, los Estados deben,

    como mnimo, velar por que los instrumentos de en-trenamiento y reclutamiento virtual no permitan ni

    fomenten ningn comportamiento ilcito sin las debi-

    das sanciones, para que tampoco se vean implicados

    si los soldados entrenados, mediante algo diseado

    simplemente para distraerse, cometen crmenes de

    guerra.

    KImgenes deArma 3, unvideojuego de accin en primerapersona muy cercano a la realidadutilizado por algunos serviciosarmados estatales con nes de

    entrenamiento. Su fabricante,Bohemia Interactive, con sede enla Repblica Checa, es una de lasvarias empresas que han integradoaspectos del derecho internacionalhumanitario en los videojuegosde ese tipo.Imgenes: Bohemia Interactive

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    16/32

    14 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 414 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    Pat Masioni

    A n de conmemorar el 150 aniversario del primer Convenio de Ginebrade 1864, pedimos al artista Pat Masioni que imaginara la forma en que sepodran aplicar las normas de la guerra en el ao 2064, fecha en la cual elConvenio cumplir su 200 aniversario.

    ENVEN LOS DRONES PARACARTOGRAFIAR Y EVALUAR LA

    SITUACIN, Y AS PODER INTERVENIR LOANTES POSIBLE CON LOS ROBOTS!

    DE ACUERDO, COMENZAMOS A RECIBIROTRAS ALERTAS. LOS VOLUNTARIOS

    HAN SIDO MOVILIZADOS PARA PRESTARPRIMEROS AUXILIOS.

    HAY VARIOS MUERTOS Y HERIDOS. LA GENTE HUYE DE LOSCOMBATES Y NECESITAR AYUDA INMEDIATA

    ESTALLARON LOSCOMBATES EN LA CIUDAD

    DE SHILANO

    PERO LA FELICIDAD DURA POCOUNA TRANSMISIN DE URGENCIA

    DEL CICR

    QU FELICIDAD HABER PASADOUN PERODO TAN LARGO SIN

    GRANDES CRISIS!

    S, CREO QUE LA LABOR DEPREVENCIN DE DESASTRES

    QUE REALIZAMOS EST DANDOSUS FRUTOS.

    SI LA ACCIN HUMANITARIA YA NO ESNECESARIA QUIZ PUEDA JUBILARME ANTES

    Y YO EMPEZAR ABUSCARME OTROTRABAJO JEJE

    ACABO DE ENVIAR MIINFORME TRIMESTRAL

    A GINEBRA

    FECHA: 17 DE ABRIL DE 2064INFORME DEL PRIMER TRIMESTRE

    SAMIR TOLAFSEN, COORDINADOR DE MEDIDAS DE EMERGENCIAESTACIN AREA DE INTERVENCIN REGIONAL

    EN RELACIN CON LA VIOLENCIA Y LOS CONFLICTOS, HAHABIDOUN PERODO RELATIVAMENTE TRANQUILO EN LA

    REGIN, Y LA VIOLENCIA HA TENDIDO A DISMINUIR EN ESTELTIMO DECENIO. SIN EMBARGO, LA TENSIN ES PERCEPTIBLE

    ENTRE LOS MOVIMIENTOS SEPARATISTAS Y EL ESTADOEN DETERMINADOS ENCLAVES DEL CENTRO DE LA CIUDAD.

    SEGUIMOS PRESTANDO AYUDA A LA POBLACIN, EN PARTICULARA LOS DESPLAZADOS DE LAS GRANDES CIUDADES, EN LO QUERESPECTA A LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y LA PREPARACIN

    PARA DESASTRES NATURALES.

    Accin humanitaria

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

    17/32

    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 15N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 15Pat Masioni es autor congoleo de historietas y public entre otras cosas un relato sobre el genocidio ruands y otro sobre el conicto en la Repblica Democrtica del Congo.Para ms informacin: www.redcross.int.

    ENTRETANTO, LOS COMBATES SE INTENSIFICAN

    NO SE PREOCUPEN. NUESTROS DRONES Y ROBOTS ESTNPROGRAMADOS PARA HACER LA DISTINCIN ENTRE

    COMBATIENTES Y CIVILES. NO ATACAREMOS NI A LOSEQUIPOS MDICOS NI A LOS CIVILES

    CREO QUE LAS REDES HAN SIDOAFECTADAS POR UN CIBERATAQUE.PERD LA SEAL DE LOS DRONES

    QUE IBAN A CARTOGRAFIAR

    HEMOS SUFRIDO UN CIBERATAQUE.PERDIMOS EL CONTROL DE LOS ROBOTS!

    CONTINUAR

    POR FAVOR,

    NO ME MATEN

    ESCCHENME. SOY VOLUNTARIA DE LA CRUZ

    ROJA MEDIA LUNA ROJA. SOY TRABAJADORAHUMANITARIA Y ME ESTOY OCUPANDO DE UNAPERSONA CIVIL HERIDA. ESTAMOS PROTEGIDOS

    POR LOS CONVENIOS DE GINEBRA Y SUSPROTOCOLOS ADICIONALES

    ESTOY AQU PARA AYUDARLOS

    EH? ROBOTS?!

    HAY MUCHAS VCTIMAS CIVILES. LOSEQUIPOS DE PRIMEROS AUXILIOS DEL CICRY DE LA CRUZ ROJA Y LA MEDIA LUNA ROJAYA ESTN EN EL TERRENO. RECUERDEN QUEDEBEN RESPETAR LA NEUTRALIDAD DE LOS

    TRABAJADORES HUMANITARIOS

    MUY BIEN MUCHACHOS,ELIMINEN ESTA ESCORIA!

    LOS DRONES DEL CICR Y DE LAFEDERACIN INTERNACIONAL

    CONSTATAN LOS DAOS

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    16 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    Desde Sdneycon amorAl mismo tiempo que el Movimiento conmemoraba el150 aniversario de las primeras Sociedades Nacionales,se celebraban sus reuniones estatutarias en Sdney(Australia), en las antpodas de las viejasciudades de Europa, donde, en 1863,se inici el Movimiento de la Cruz Rojay de la Media Luna Roja.

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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    N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 17

    En nombre de los gadigal, les doy la bienvenida,

    dijo el anciano aborigen Allen Madden a los delegados,

    dando as inicio a la gran ceremonia de inauguracin.

    Los gadigal eran el pueblo originario que habitaba en

    la zona que rodea Sdney, explicaba Madden, mientras

    continuaba la ceremonia de bienvenida con el ritmo

    del diyirid y el ritual de utilizar el humo de ciertas

    plantas con objeto de puricar o preparar un espaciopara actividades o reuniones importantes.

    Mientras tanto, la numerosa representacin de las

    naciones insulares del Pacco no dejaba olvidar que el

    cambio climtico un gran problema humanitario para

    los aos venideros afectar directamente al futuro de

    muchas culturas de esa regin. El efecto del cambio

    climtico en la severidad de las tormentas se puso cla-

    ramente de maniesto con la llegada del tifn Haiyan a

    Filipinas justo cuando se dirigan hacia Sdney los dele-

    gados de las Sociedades Nacionales de todo el mundo.

    La respuesta al tifn se convirti en un tema de-

    nitorio de la conferencia y muchos de los asuntos

    tratados en los talleres la diplomacia humanitaria,

    la coordinacin en el Movimiento, la comunicacin

    con los beneciarios, los llamamientos de fondos

    fueron ejemplicados en tiempo real ya que hubo

    equipos del CICR y de la Federacin Internacional,

    as como de numerosas Sociedades Naciona-

    les, que organizaron operaciones de socorro,

    dieron conferencias de prensa e hicieron lla-

    mamientos.

    Del mismo modo, el actual conflicto

    en Siria, donde la Media Luna Roja rabeSiria desempea un papel humanitario

    primordial (con el apoyo de la Federacin

    EL ENCUENTRO FUE, en muchos aspectos, un re-ejo del gran alcance del Movimiento, no soloen el mbito geogrco, cultural y tcnico, sinotambin en lo que atae a las complejas crisis y proble-

    mas humanitarios que le toca encarar en el siglo XXI.

    Organizada por la Cruz Roja Australiana, una Socie-

    dad Nacional a la vanguardia de la tecnologa y experta

    en medios de comunicacin, que despliega operacio-nes nacionales e internacionales slidas, la reunin

    brind a los ms de 1.000 delegados participantes la

    oportunidad de conocer las cuestiones que estn en

    juego en Australia y en la regin.

    KEn un da lluvioso enSdney, durante las reunionesestatutarias de la Cruz Roja y dela Media Luna Roja en noviembrede 2013, los dirigentes, losvoluntarios y los simpatizantesde todo el mundo se cubrieroncon ponchos impermeables rojosponiendo color en las escalinatasde la pera de Sdney, una delas estructuras histricas msemblemticas de Australia.Fotografa: Louise M. Cooper/Cruz Roja

    Australiana

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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    18 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4

    Internacional y del CICR) fue otro de los temas cardi-

    nales de las conferencias de prensa y los llamamientos

    pblicos para la proteccin y el apoyo a los esfuerzos

    humanitarios.

    Las reuniones fueron tambin la ocasin para

    abordar algunos asuntos internos espinosos, como

    la cooperacin entre la Federacin Internacional, las

    Sociedades Nacionales y el CICR, as como futurascuestiones externas esenciales, desde el armamento

    automatizado hasta las armas nucleares o la prdida

    de respeto hacia los trabajadores humanitarios en mu-

    chos contextos.

    El Movimiento tambin dio la bienvenida a dos nue-

    vas Sociedades Nacionales (Chipre y Sudn del Sur) que

    tienen admisin ocial en la Federacin Internacional.

    Adems, en las reuniones de Sdney fue la primera

    vez que la Cumbre Mundial de la Juventud se celebra

    justo antes de la Asamblea General, una decisin deli-

    berada de los organizadores para integrar la energa

    y el impulso de los jvenes en el proceso de toma de

    decisiones, segn Ashanta Osborne Moses, presidenta

    de la Comisin de la Juventud de la Federacin Interna-

    cional. Nosotros estamos logrando solo una pequea

    parte de lo que somos capaces de hacer, porque no se

    ha incorporado totalmente a nuestros jvenes al pro-

    ceso de toma de decisiones, asegur.

    El aporte hecho para el desarrolloLos Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y la con-

    tinuacin de su cumplimiento fue otro de los temas

    abordados. Dado que las promesas esenciales hechaspara 2015 como parte de los ODM de las Naciones

    Unidas, (erradicar la pobreza extrema, lograr el acceso

    universal al agua potable y mejorar la salud) no po-

    drn cumplirse antes del plazo jado para el prximo

    ao, cmo puede el Movimiento ayudar a cambiar las

    cosas?

    Amina Mohammed, Asesora Especial de las Na-

    ciones Unidas sobre la Planicacin del Desarrollo

    despus de 2015, propuso a las Sociedades Naciona-

    les que ayudaran a establecer la agenda. Queremos

    una agenda en la que nos reconozcamos todos, en la

    que veamos el aporte que hemos hecho despus de

    2015, dijo a la concurrencia. Lo que no queremos es

    una agenda trada desde Nueva York y pasar luego los

    prximos cinco aos tratando de ponerla en prctica.

    Muchos dirigentes de las Sociedades Nacionales,

    como Anselme Katiyunguruza, secretario general de la

    Cruz Roja de Burundi, respondieron diciendo que crear

    y mantener redes de voluntarios locales es un paso cru-

    cial. Para alcanzar metas de desarrollo importantes,

    tenemos que transformar a las personas vulnerables en

    personas a las que se ha dotado de medios para ayudar

    a los dems, seal.

    Malcolm Lucard

    Redactor jefe de Cruz Roja Media Luna Roja

    Palabras desde SdneyEn las reuniones celebradas en Sdney, se destacaron

    muchos oradores que abordaron con vehemencia temasque van a ocupar el Movimiento en los prximos aos.

    He aqu algunos de ellos.

    Armas nuclearesCharlotte Nordstrm, coordinadora voluntaria de la Cruz Roja

    Noruega

    Extracto de su declaracin ante el Consejo de Delegados en apoyo

    de la resolucin para la eliminacin de las armas nucleares.

    Crec despus de la guerra fra, por lo tanto, me resulta difcil entender los argumentos que

    deenden la existencia de las armas nucleares. Pero la extensin del sufrimiento humano

    que causan nunca ha sido ms clara. Por esa razn,hace exactamente un ao, los jvenes de la Cruz

    Roja en Noruega salieron a las calles para recoger el

    apoyo a nuestra causa y lo hicimos con gran xito.

    Creo que podemos contribuir a salir del punto

    muerto que ha persistido por mucho tiempo

    en las discusiones sobre el desarme nuclear. La

    prevencin es la nica opcin viable. No vamos a

    vivir bajo la amenaza que podra destruir toda vida

    en nuestro planeta, y no vamos a dejar esta labor

    a los dems.

    ObjetivoshumanitariosFiona Terry, escritora y trabajadora humanitaria

    En su intervencin en el Foro Humanitario, una plataforma para de-

    batir cuestiones humanitarias antes de la apertura de las reuniones

    estatutarias, en relacin con el aumento de ataques contra los traba-

    jadores humanitarios.

    Hace veintin aos me sub a un avin de carga en Melbourne que iba rumbo a Somalia.

    Aterric en el epicentro de una hambruna. Lo que vimos all era inimaginable y no

    estaba preparada en absoluto. Tuvimos que hacer cosas horribles, como decidir quin

    tendra acceso a los centros de alimentacin, por que no tenamos sucientes alimentos

    para todos. Y la razn por la cual no tenamos sucientes alimentos fue que las miliciasarmadas nos robaron los suministros humanitarios. Ante esta situacin, hicimos lo que

    pudimos. Nos dimos cuenta de que la nica forma que haba para apor tar vveres, dado

    que por da moran unas 200 personas, era contratar unas camionetas con ametralladoras

  • 8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra

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    montadas en la parte trasera, de modo que podamos as proteger los alimentos y

    proporcionar cierta seguridad.

    El dilema tico que esto gener pagar por la seguridad armada para protegernos y

    entregar la ayuda humanitaria por encima del can de un arma fue inimaginable. Haba

    trabajado en el norte de Irak y nunca ocurri nada por el estilo. Y, honestamente, pensamos

    que nunca podra haber una situacin tan difcil como la que enfrentamos en 1992 y 1993

    en Somalia. Pero estbamos equivocados. Despus de dos dcadas he vuelto a Somalia y ni

    siquiera me atrevo a regresar adonde fuimos con aquellos vehculos hace 20 aos.

    S, como comunidad humanitaria nos hemos vuelto mucho ms reacios al riesgo. No creoque la gente pueda hacer hoy lo que hicimos entonces. Pero al mismo tiempo, no ramos

    el blanco de ataques como trabajadores humanitarios. Podamos quedarnos atrapados en

    el fuego cruzado, pero no nos mataban ni nos

    secuestraban por lo que representbamos. Esa es la

    realidad hoy en da.

    InclusinLucy Yaneth Murillo, voluntaria y

    lder, Cruz Roja Colombiana

    Murillo qued parapljica tras un

    accidente de avin hace tres aos.Voluntaria antes y despus de su ac-

    cidente, dice que el Movimiento tiene

    que ver a las personas con discapaci-

    dad no solo como beneciarios, sino como voluntarios, empleados y

    futuros lderes.

    Cuando tienes un accidente que limita tu capacidad fsica te parece que las organizaciones

    como la Cruz Roja no son las mejores para ofrecerse como voluntario por el tipo de trabajo

    que implica. Y la discriminacin viene de todas partes, incluso de los otros voluntarios. As

    que es necesario que las personas con discapacidad hallen la manera de salvar vidas desde

    una perspectiva diferente. Tambin es necesario

    que el Movimiento d una prioridad absoluta a la

    inclusin de las personas con discapacidad.

    EsprituemprendedorBen Huh, empresario de Internet y

    director ejecutivo de la red Cheez-

    burger

    Huh se dene a s mismo como un

    empresario de Internet que desarrolla

    plataformas que ayudan a personas a hacer rer a otras personas.

    A nivel macro, nos estamos alejando de un mundo denido por las jerarquas y

    acercndonos a un mundo de redes. Y no es que las jerarquas desaparezcan o sean malas,

    sino que el progreso futuro reside ms en la aceptacin de las redes entre iguales. Ya no

    se trata de estructuras de poder que dicen: tienes que hacer esto y esto otro, sino de la

    organizacin de personas, cuyos mtodos de hacer negocios van a ser mucho ms rentables

    y ecaces a largo plazo.

    Silos y programas

    informticos abiertosJuliana RotichDirectora ejecutiva de Ushahidi,que crea programas informticos de

    cdigo abierto para su uso en situa-

    ciones de crisis en todo el mundo.

    Lo que hay que pensar a nivel local y mundial

    es: estamos trabajando en silos? Cules son

    los sistemas y procesos para derribar esos silos

    de modo que la apertura pueda ser un principio

    rector? Porque as es como podemos volver a los

    principios de unidad y universalidad. Nos estamos

    enterando de que los sistemas cerrados no les dan

    el efecto y la amplitud deseados, y no son el tipo de

    invitacin a la participacin y la comunidad que se

    obtiene con el sistema de cdigo abierto.

    La antorcha humanitariaAbdulrahman Attar

    Presidente de la Media Luna Roja rabe Siria, al recibir el Premio de

    la Cruz Roja y de la Media Luna Roja por la Paz y la Humanidad en

    nombre de su Sociedad Nacional y de sus voluntarios.

    Permtanme que les cuente lo que una mujer voluntaria de la Media Luna Roja rabe Siria

    contest cuando le preguntaron lo que signicaba

    el voluntariado para ella: Mi universidad cerrsus puertas y dej de ensear. Perd mi trabajo

    y mi casa. Pero quera ayudar a mi pueblo y mi

    patria. Lo nico que me quedaba era el alma y slo

    deseaba drsela a la Media Luna Roja rabe Siria y

    al Movimiento Internacional, en los que realmente

    creo. Estos son los principios de los voluntarios

    de la Sociedad Nacional siria. Quizs nosotros, el

    Movimiento Internacional, no podemos resolver los

    problemas del mundo, pero s ofrecer soluciones si

    mantenemos encendida la antorcha humanitaria.

    Un legado duradero?Cheryl Kernot, directora del Centre for Social Impact de AustraliaCheryl Kernot invit al Movimiento y a las organizaciones humani-

    tarias ms grandes a participar en pequeas organizaciones de base

    innovadoras y empresas sociales y establecer asociaciones con ellas.

    Un gran nmero de jvenes opina que las grandes instituciones y los gobiernos han

    fracasado en el objetivo de satisfacer las difciles necesidades sociales. Ese fracaso es una

    llamada de atencin para hacer las cosas de manera diferente. Me gustara preguntarles:

    La forma en que ustedes estn estructurados, la forma en que estn gobernados les

    ayuda a cumplir su misin? Cun rpido pueden adaptarse al cambio cultural que reside

    en los conocimientos de los jvenes y el hecho de que la revolucin de la tecnologa de la

    informacin nos ha unido ms que nunca con nuestros hermanos y hermanas de todo el

    mundo? Para m, [se trata de] la capacidad de promover la colaboracin y asociacin entrelos sectores, ya que la pregunta es cul ser el legado de la asistencia humanitaria? Se trata

    de un corto plazo, de una solucin rpida, de un cambio al mbito siguiente de necesidad? O

    se trata de dejar un legado duradero de empoderamiento, autonoma econmica, etc.? Todaslasfotografa

    s:CruzRojaAustraliana

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    KAlzar la voz por un futuro mejor

    Durante los meses de violencia de 1994, miles de mujeres fueron violadas. Vestine Mukasekuru, de 35 aos, fueuna de ellas. La violaron varias veces, desde los 15 aos, y ahora es madre de 4 hijos, dos de los cuales nacierona consecuencia de las violaciones. El padre de su primera hija fue quien mat a toda su familia. Yo lo conoca,era mi vecino. Cada vez que le daba la gana me iba a buscar. (El segundo hijo naci despus de ser violada porun soldado del g obierno). Hoy pertenece a una organizacin que ayuda a las vctimas de violacin y a los hijosnacidos de sta a sobreponerse al trauma. Gracias al asesoramiento de esta organizacin, es capaz de hablar delo que vivi. Le sucedi a la mayora de nosotras, pero son pocas las que pueden hablar de sus vivencias. A pesarde todas sus dicultades, incluso un tipo de discriminacin inicial por parte de su propia comunidad p orque tenauna hija del enemigo, Vestine es positiva : Puedo vislumbrar un futuro mejor. Todo ser posible gracias a lareconciliacin.

    LTodos sufrieron por igualJean-Pierre Mugabo, 25, perdi a su madre durante los ac tos de violenciade 1994, mientras que su padre muri en prisin despus de haberse vistoimplicado en las atrocidades. Hoy, Jean-Pierre se gana la vida trabajandoa tiempo parcial para la Cruz Roja Ruandesa en un programa para ayudara los hurfanos y a los nios vulnerables afectados por el genocidio.Actualmente el pas atraviesa un perodo de estabilidad y confa en que lascosas van a mejorar. Cuando el pas est en paz, la gente tambin est enpaz y puede ser vir como se debe a su pas, dice.

    Es muy difcil seguir adelante, pero tengo que intentarlo, dice Beate Mukanguranga, que a los45 aos contina luchando para sanar las heridas causadas por el genocidio que devast Ruandaen 1994. Mukanguranga sobrevivi a las matanzas que se prolongaron durante casi 100 das,pero al igual que muchas mujeres ruandesas, sufri mltiples agresiones sexuales. El enorme ycontradictorio desafo de seguir adelante sin olvidar lo que pas hace dos dcadas lo compartecon muchos de sus conciudadanos. Tenemos que vivir juntos y perdonarnos para que podamos

    construir la nacin, dice Ildephonse Karengera, director de la Comisin Nacional de Lucha contra elGenocidio. El pas ha progresado considerablemente desde 1994, pero la crisis est lejos de habersido resuelta. El r