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  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    1/23

    Revista de la

    CEPAL

    Secretario Ejecutivo

    Gert Rosenthal

    Secretario Ejecutivo Adjunto

    Andrés Bianchi

    Director de

     la

     Revista

    Aníbal Pinto

    Secretario Técnico

    Eugenio Lahera

    NACIONES UNIDAS

    COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE

    SANTIAGO DE CHILE, DICIEMBRE DE 198 )

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

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    Revista

     de la

    CEPAL

    Sant i ago  de  Chi l e Dic iembre  de 1989  N ú m e r o 39

    S U M A R I O

    El desar ro l lo  de  Amér ica Lat ina  y el  Car ibe en los años ochen ta y sus  perspect ivas .

    Gert Rosenthal,  Secretario  Ejecutivo de

     la

     CEPAL,

      7

    Caracterís t icas

      y

      fases

      del

      "modelo sueco" .

      Olof Ruin.

      19

    Co me n t a r i o s  al  t ex to del  Profesor Olof Ru in .

      Adolfo Gurrieri.

      29

    Suecia  y Am ér ica Lat ina : com entar ios sobre  el  texto del  Profe sor Olof R uin.

    Francisco C, Weffort.

      33

    La incorporac ión de la mu j e r en las políticas de desar ro l lo .

     Cecilia López M.

     y

     Molly Pollack E.

      39

    Una perspec t iva  del  desarrol lo social en  Brasi l .

      Sonia Miriam Draibe.

      49

    Tendencias de la  in tegrac ión en el  m e r c a d o de  t rabajo brasi leño.

      Claudio Salm

    v

     Luiz Carlos Eichenberg Silva.

      65

    La iniciativa

     de los

     Es tados Un idos para

      la

     cuenca

      del

      Car ibe .  Wilfred Whittingham.

      77

    El potencial tecnológico  del sec to r p r imar io expo r tador .

      Mikio Kuwayama.

      101

    E n t o r n o

     a la

     in tegrac ión económ ica a rgen t ino-bras i l eña .

      Daniel Chudnovsky

     y

     Fernando Porta.

      125

    El s is tema centro-peri feria  y el  in te rcambio des igual .

      Edgardo Floto.

      147

    Orien tac iones para

      los

     c o l a b o r a d o r e s

     de la

     Revista de la CEPAL.

      168

    Publicaciones  de la

      CEPAL.

      169

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    REVISTA DE LA CEPAL

      N °

      39

    El sistema

    cent ro-pe r i fe r i a

    y e l in te rcambio

    desigual

    Edgardo

      Floto*

    La crisis económica que lia afectado a los países lati

    noam erican os d esde com ienzos de los años ochenta y

    que amena za pro lo ngar se hasta e l decenio s iguien te ,

    ha in tensi f icado e l deba te sobre comer cio y desarro l lo

    y sobre el pap el de Am érica Latina en la división in ter

    nacional del t rabajo . Con e l presente art ícu lo se espera

    cont r ibui r a ese debate a l enun ciar la teoría orig inal de

    la CEPAL, sobre c entr o-p erif eria en el ma rco de las dis

    cusiones respecto a l " in tercambio desigual" . El au tor

    pre tende most rar que esa teoría s igue ofreciendo, des

    pués de casi cuare nta a ños, los e lem entos p ara una

    in terpr e tac ión má s sa t i sfac toria del come rcio mun dia l

    que las rea l izadas por o t ras teorías . Después de una

    breve in t roducción sobre las venta jas comparat ivas  y  la

    teoría del come rcio , se exa min an los e lem entos princi

    pales del mod elo cent ro- per ifer ia de la CEPAL. Ense

    guida se cont rapone este modelo a las ideas de los

    principales part ic ipantes en e l debate sobre e l comer

    c io desigual , recurriendo para e l lo a las re lac iones de

    precios y la d is t r ibución de un m odelo de comerc io

    in ternaciona l co mp uesto de dos países y dos pr oduc

    tos, en el cual las dos naciones se susti tuyen por un

    "cent ro" y una "peri feria" . En las ú l t imas secciones se

    incorp ora en e l deb ate e l arg um ent o de la  CEPAL. sobre

    la elasticidad de la de m an da y se analiza n las implica

    c iones de pol í t ica que encierra e l modelo para los

    países peri féricos.

    ^Economista del Centro de Inversiones de la Organiza

    ción de las Naciones Unidas para la Agricultura

      y

     la Alimenta

    ción (FAO).

    I

    Las ventajas comparativas

    y la teoría del comercio*

    La teoría tradicional sobre el comercio interna

    cional, sea formulada en su forma ricardiana

    clásica o en el marco refinado de la teoría neoclá

    sica, sostiene que el libre comercio de productos

    funcionará siempre en provecho de cada país

    participante en ese intercambio, de modo que

    tendrá siempre efecto positivo no sólo en el bie

    nestar mundial sino también en el de cada país

    copartícipe comercial.

    Ricardo, mediante su famoso ejemplo del

    intercambio de telas por vino entre Inglaterra y

    Portugal, llegó a la conclusión de que iba en

    interés de cada uno de los socios comerciales

    especializarse en los productos en  que* tuvieran

    costos de producción comparativamente

    1

      más

    bajos, ya que esto tendría por resultado niveles

    de ingreso más elevados, en términos de valores

    de uso, en ambos países.

    En el modelo de Ricardo se supone que los

    recursos son móviles dentro de cada país, pero

    internacionalmen te inmóviles. La mano de obra,

    único factor de producción explícitamente consi

    derad o, se utilizaba en las dos ramas de produc

    ción existentes (vinos y telas), y se suponía que

    éstas tenían rendimientos a escala constantes.

    Los precios a los cuales estarían dispuestos a co

    mercia r los países (y, por end e, sus ventajas com

    parativas) quedaba n d eterm inados por las condi

    ciones técnicas que regían el insumo de man o d e

    obra en cada economía.

    La teoría de Ricardo sobre las ventajas com

    parativas ha sido objeto d e varias precisiones des

    de su formulación inicial. Algunas se mantenían

    dentro del marco clásico; así, J.S. Mill, que se

    alejó de la teoría del valor determinado por la

    mano de obra al introduc ir la ley de la deman da

    recíproca como d eterm inante del equilibrio de la

    relación de intercambio en el modelo ricardiano.

    Otros, como Heckscher, Ohlin y Samuelson, se

    quedaban firmemente dentro de la tradición

    *EI au tor agradece a David Evans y E.V.K.  Fitz Gerald

    sus in teresantes observaciones a una versión an terior del

    p re se n t e e s t u d i o .

    1

     Opo nién dos e a l p rincip io d e la ventaja d e costo absolu

    ta enunciado en un anál i s i s an terior del comercio in ternacio

    nal , por A. Smi th en su l ib ro

      Riqueza de las Naciones.

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    148

    REVISTA

      DE LA CEPAL N° 39

      /

      Diciembre de 1989

    neoclásica. Heckscher y Ohlin (Heckscher, 1919

    y Ohlin, 1933), sostenían que las ventajas compa

    rativas pueden existir únicamente si la dotación

    de recursos o la proporción de factores (a diferen

    cia de las técnicas de producción de Ricardo) de

    los copartícipes comerciales son diferentes. Tales

    diferencias dará n por resu ltado precios de facto

    res relativos diferentes, y, puesto que cada país

    exportará los productos que utilicen más sus re

    cursos más abundantes, el comercio tenderá a

    reducir las diferencias en los precios relativos de

    los factores. Posteriormente, Samuelson (Sa¬

    muelson, 1948) mostraría que, dados ciertos su

    puestos, el libre comercio igualaría efectivamen

    te los precios de los factores en los socios comer

    ciales.

    Básicamente, la teoría neoclásica demostraba

    que, en ciertas condiciones,

    2

      había una posibili

    dad de comercio rentable cuando las técnicas de

    producción eran idénticas en todos los copartíci

    pes comerciales, pero su dotación de factores era

    diferente. De esta man era, de ntro del marco ana

    lítico neoclásico, la diferencia de con diciones téc

    nicas en tre ios países, que se supo nía en el mo de

    lo ricardiano, pasaba a ser sólo un motivo más

    para tener, antes de la transacción comercial,

    relaciones de precios diferentes y, por end e, ob

    tener ganancias. Además, las diferencias en la

    composición de la demanda también produci

    rían diferencias en dichas relaciones de precios,

    incluso siend o iguales las técnicas y la dotación de

    factores. La inmovilidad internacional de los fac

    tores,

      que desempeñaba un papel fundamental

    en el modelo ricardiano, ya no era esencial en el

    m und o neoclásico, puesto que el desplazamiento

    de productos podía sustituirse por el desplaza

    miento de factores a fin de obtener los beneficios

    de las transacciones internacionales (Samuelson,

    1948).

    Las conclusiones a que llegaba la teoría neo

    clásica del comercio internacional no eran muy

    diferentes de las del modelo estático ricardiano.

    En el m un do n eoclásico, supu esta la existencia de

    una perfecta armo nía d e intereses entr e todos los

    países (y todas las clases sociales de esos países), el

    sistema mundial de libre comercio tenía una

    tendencia innata a mejorar la situación de todos

    los países que mantienen relaciones comerciales

    ^ A u n q u e  bajo supuestos bastante rest rict ivos, como lo

    ha

      d e m o s t r a d o K a l d o r

      (1980),

    y a reduc ir (si no a eliminar

    3

    ) las desigualdades

    entre ellos. Además, como el progreso técnico

    ocurriría al azar, sin ningún sesgo sistemático,

    geográfico, social o económico, donde quiera que

    se produjese, beneficiaría directamente a todos

    al abaratar los productos, e indirectamente, al

    estimular la producción de otros bienes. En otras

    palabras, el libre comercio haría que un mejora

    miento general de la productividad y el ingreso

    en un lugar se tradujese en un aumento de la

    productividad y el ingreso en todas partes del

    mundo.

    Pese a que existen antecedentes históricos

    que co ntradic en la visión neoclásica de la econo

    mía mundial, nunca se cuestionó seriamente la

    ley de las ventajas comparativas como explica

    ción básica del comercio internacional de pro

    ductos.

    4

      Sin embargo, a fines del decenio de

    1940 la

     CEPAL

     puso e n tela d e juicio

     las

     conclusio

    nes de la teoría de las ventajas comparativas y

    trató de ofrecer otra visión de los efectos del

    comercio exterior en los países que comercian

    entre sí. Pero, la

      CEPAL

      no estaba interesada en

    introducir sólo modificaciones internas'' en la

    teoría Heckscher-Ohlin predominante entonces,

    ni tenía la intención de restringir su análisis a la

    esfera del intercambio (como se le atribuye gene

    ralmente), sino de explicar, por medio d e la inte

    racción de fuerzas en el centro y en la periferia

    del sistema capitalista d ur an te el ciclo, los proce

    sos de acumulación, producción y crecimiento en

    la economía mundial . Lamentablemente , la

    l

    L as

      des igua ldades en t re l as reg iones que comerc i an

    e n t r e  sí si se el iminarían por c om pleto si los países tuvieran

    funciones  de producc ión i dén t i cas y "de buen compor t a

    mien to" , esto es, funciones de producción idént icas que,

      fue

    ra

      de ser l ineares y homogéneas, tuvieran una elast icidad de

    susti tución

      cons t an t e , cua l esqui era que fuesen l as p roporc io

    ne s  d e  factores;  Kaldor  (1980).

    'L a

      mayor par t e de l as impug nacione s procedi eron de l

    lado de la teoría protecc ionista, per o ellas que dar on incor po

    radas

     en el cu erp o principal de la teoría del comercio interna

    cional.

     "Al di rigi r la atenció n a la correc ión del mal funciona

    m i e n t o

     de l os mecani smos de merc ado que opera n de una u

    o t ra

      m ane ra pa ra da r señales ' incorre ctas ' en cuan to a la

    dirección de las ventajas compara t ivas , el arg um en to del l ibre

    comerc io

     ha log rado , en g ener al , sobrevivi r al a taque" ; Evans

    {1981

      c), p. 118.

    ;

    'E s

      esa una tentación común entre los crí t icos de la

    teoría

      neoclásica, qu e hace m ás complejo el análisis pero no

    modifica

      fund amen ta lmente l a es t ruc tura bás ica de l modelo

    neoclásico,  ni su conclusión.

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    EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL / E.

      Floto

    149

    a p o r t a c i ó n de la CEPAL sólo ha l l egado a  conocer

    se mejor en el ú l timo de cen io , con la apar i c ión de

    l a l l amada cr í t i ca neor r i card iana

     de la

      teoría

     de

    l as v e n ta j as c o mp a r a t i v a s j u n t o  con las de l ibera

    c iones sobre el " in te rcamb io des igual " y el deba te

    C o m o ha qued ad o seña lado , las ideas de la CEPAL

    se desar ro l l a ron como respues ta an te l as conclu

    s iones

      y las

      r e c o m e n d a c i o n e s

      de

      política

      de la

    t eo r í a o r todoxa sobre el comerc io in te rnac ional .

    Las observaciones crí t icas  de la  CEPAL  no  iban

    d i r ig idas

     a

     n i n g u n a f o r mu l ac i ó n d e t e r m i n a d a

     de

    esa teoría, s ino hacia algo bastante vagamente

    def in ido como "aquel p re té r i to esquema  de la

    div is ión in te rnac iona l del t raba jo que desp ués de

    h a b e r a d q u i r i d o g r a n v i g o r en el siglo xix seguía

    p r e v a l e c i e n d o d o c t r i n a r i a m e n t e h a s t a  muy

    a v a n z a d o  el  p resen te . . . ( según  el  cual) . . .  a la

    América Lat ina ven ía  a  c o r r e s p o n d e r é , c o m o

    p a r t e

     de la

     per i fe r i a

      del

     s i st ema económico mu n

    dial ,  el  papel específ ico  de  p roduci r a l imen tos

    y mater i as p r imas para  los  g randes cen t ros  in

    dustr iales" .

    1

    ' Pese a la  falta  de  re ferenc ias carac

    terística

      en los

      p r imeros t raba jos

      de la

      CEPAL,

    7

    b i e n p u e d e s u p o n e r s e

     que los

     func ionar ios

      de la

    CEPAL

      p e n s a b a n ,  al  f o r mu l a r  sus  críticas, en el

    t ipo de  mo d e l o H e c k s c h e r - O h l i n .

    C o m o lo han seña lado Pin to y Kñakal (197 2) ,

    los conceptos  de  " c e n t r o "  y  "per i fe r i a" p ued en

    a d o l e c e r de c ie r ta a m b i g ü e d a d si se les tom a fue

    ra

     de su

     c o n t e x t o

     o

      s ignif icado originales .

     No se

    p r e t e n d e ,  por  c i e r to ,  que  e n t r e n  a  sust i tui r  los

    c o n c e p t o s  de  pa í ses "desar ro l l ados"  y en  desa

    r r o l l o "  o  p a í s e s " i n d u s t r i a l i z a d o s "  y  " s u b

    d e s a r r o l l a d o s " .

     En el

     c o n t e x t o

     del

     s is tema cepal i

    n o  de c e n t r o - p e r i f e r ia ,  una  economía "cen t ra l "

    t i ene

     que ser

     nece sar i am ente desar ro l l ada . Pero ,

    a d e m á s  del  elevado nivel  de su  e s t r u c t u r a  de

    i ngreso  y d e s a r r o l lo , y de la  índo le bás icamente

    e n d ó g e n a  de su  d i n a m i s m o  de  c rec imien to , re-

    Prebisch (1949), p. 1.

    7

    Con las honora bles excepciones de J.M. Keynes y H.W.

    Singer.

    N o r t e - Su r .  Nos  p r o p o n e m o s m o s t r a r que una

    mayor e l aborac ión de la  formulación original del

    modelo cen t ro -per i fe r i a o f rece  una  i n t e r p r e t a

    ción  más  realista  del  o rden es t ab lec ido  por la

    ac tua l es t ruc tu ra

      del

     comerc io mu ndia l .

    q u i e r e una capac idad  de e j e rcer  una  influencia

    perceptible

     sobre  el  curso de los  acon tec imien tos

    en l as econom ías per i fé ri cas — per o no

     a la

     inver

    sa".

    8

      Será  el  c e n t r o  el que  dec ida  el  g r a d o  de

    influencia y la m a n e r a de ejercerla. P or ot ra pa r

    te ,

      a

     d i fe renc ia

      de la

      s i tuación

      del

      s iglo pasado,

    c u a n d o G r a n Br e t a ñ a

     era sin

     d u d a a l g u n a

     el cen

    tro  de l s is t ema mun dia l , en el m u n d o de hoy cabe

    d i s t ingu i r un "cen t ro p r inc ipa l " (por e j emplo , los

    Es tados Unidos )  y  unos "su bcen t ros" (como  la

    CEE y e l J a p ó n ) , que influyen uno s sobre otros y

    en la per i fe r i a en m a y o r o me n o r g r a d o , s e g ú n su

    capac idad económica .  En consecuencia , a unq ue

    p u e d a e mp l e a r s e

      el

      t é r mi n o " c e n t r o "

      de

      m o d o

    q u e c o m p r e n d a  el  "cen t ro p r inc ipa l " y los " sub

    c e n t r o s " , no p u e d e e n t e n d e r s e c o m o que eng lo

    be a  todos  los  países desarrol lados.

    La explicación que da la  CEPAL del funciona

    mi e n t o

     del

     s i st ema económico m undia l par t e

     de

    las premisas de que el  desarrol lo capi tal is ta  no

    sólo ha s ido des igual des de un principio, s ino que

    e n c i e r r a

      una

     d e s i g u a l d a d i n h e r e n t e

     que

     ampl ia

    rá la dis tancia  que me d i a e n t r e los dos e x t r e mo s

    —el cen t ro y la per i fe r i a—  en vez de  es t rechar l a

    c o m o  nos i n d u c e  a  c r e e r  la  t eo r í a o r todoxa del

    comerc io in te rnac ional .

      El

      desarrol lo capi tal is ta

    ha favorecido  a los  países s i tuados en el  cen t ro

    del s i s t ema económico mundia l donde los mé t o

    dos ind i rec tos  de  p r o d u c c i ó n g e n e r a d o s  por el

    progreso t écn ico  se  i n t r o d u j e r o n p r i me r o  y se

    p r o p a g a r o n  en  fo rma bas tan te pare ja  y  ráp ida

    p o r t o d o  su  s is tema  de  p r o d u c c i ó n .  Los  d e má s

    países,

    9

      los qu e son peri féricos

     a la

     d i fus ión m un-

    8

    Pinto  y Kñakal (1972), p. 100.

    9

    El modelo original centro-periferia de la  CEPAL  refleja

    ba un orden bipolar de un mundo capitalista industrializado y

    un mundo subdesarrollado, en el cual no había lugar pa ra el

    I I

    El s i s tema cent ro-per i fer ia formulado por la  CEPAL

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    6/23

    150

    REVISTA DE

     LA CEPAL

     N° 39 /  Diciembre

     de

      ¡989

    dial de la tecnología, partiero n con retraso y en

    ellos "el progreso técnico sólo prende en exiguos

    sectores de su  ingente población, pues general

    mente  no  penetra sino allí  en  donde  se  hace

    necesario para producir alimentos  y  materias

    primas a bajo costo, con destino a aquellos gran

    des centros industriales".

    10 ,

     

    La manera como el  progreso técnico se di

    fundió desde esos países de origen hacia el resto

    del mu nd o dio lugar a estructuras de producción

    diferentes en el centro

      y

     en la periferia

      y a

      funcio

    nes diferentes en el sistema económico mundial.

    Así, pues,  a juicio  de la  CEPAL,  el  centro  y la

    periferia pueden considerarse como el resultado

    histórico de la manera cómo se propagó el pro

    greso técnico en la  economía mundial.

    12

     En un

    mundo semejante,  la  función  de la  periferia es

    producir

      y

     exporta r materias primas

      y

     alimentos,

    mientras que la del centro es producir   y exportar

    b ienes indus t r ia le s pa ra

      el

      s is tema

      en su

    con jun to .

    u

      En la diferenciación de estos dos gru

    pos de países

     en e l

     co ntexto de la economía m un

    dial, que se refleja  en la estructura del comercio

    mundo socialis ta , lo que reflejaba  la muy escasa repercusión

    económica ex te rna

      de la

      U R S S  an te s

      de la

      segunda gue r ra

    m u n d i a l .

     A

     p e s a r

     de la

      rápida tasa

     de

     c rec imien to mos t rada

    p o r

      los

     países socialistas

     en el

     p e r í o d o

     de

      pos tgue ra ,

     su

     nivel

    relativamente bajo  de  in teg rac ión  a la  economía mund ia l

    (comparados con los países indu str ia l izados capita lis tas) no

    h a   mod i f icado bás icamen te

     las

     conclusiones sacadas del

     mo

    delo

     o r ig ina l

     de la

     C E P A L .  (véase Pinto y Kñakal, 197 2,pp .

      72-

    1 2 8 ) .

      Adem ás , descon tad as unas pocas excepc iones

      (p. ej.

    Cuba ) ,

     las relaciones com erciales en tre los países socialis tas y

    la s   economías pe r i fé r icas , hab lando en  té rm inos gene ra le s ,

    n o   pa recen reposa r

      en una

      base

      muy

      d i fe ren te

     de la que

    caracteriza las

     re lac iones comerc ia le s en t re

     el

     "centro capita

    lista" y la

     pe r i fe r ia .

     De

     acue rd o con ta le s supues tos ,

     la

     distr i

    bución  de  beneficios derivados del  comerc io y el  p rog reso

    técnico no deb ie ra tam poco ser muy d i fe ren te en un caso y  en

    e l  o t ro .

    ' "CEPAL  (1951), p. 3.

    1

    ' Ka ldo r a rgum en ta r ía que

     la

     des igua ldad

     de

     desarrollo

    e n t r e  los

      países industr ia l izados

     y los

     periféricos

     no se

     debe

    sólo  al

      h e c h o

     de que el

      p rog reso tecno lóg ico

     se

      introdujo

    p r i m e r o  en aqué l lo s , s ino también  a la  presencia de  rend i

    m i e n t o s c r e c i e n t e s p a r a  la  i n d u s t r i a  y el  c o n s i g u i e n t e

    "p roceso

     de

     polar izac ióN°,

     que inhibe el crecimient o de activi

    d a d e s

      m a n u f a c t u r e r a s

     en

      a lgunas zonas

     y las

     concen t ra

     en

    ot ra s .

     La

     e x p o r t a c i ó n

     de

     e s tos "p roduc tos

     de

     fábrica" baratos

    e l iminó a los p rodu c to res loca le s (p roduc tos hechos a mano ,

    a r te sanos ) de los países en desarr ollo , a l hacerlos incapaces de

    compe t i r ,

     y

     obligó

     a

     estos países

     a

     "especializarse"

     en la

     p r o

    ducc ión de

     ma te r ia s p r imas y mine ra le s . Ka ldo r (1980) ,

     p. (i.

    ' ^Rodr íguez (197 7 ) , p. 206.

    '•

    i

    V éaseP reb isch (194 9) ,pp . Í -2ycKPAi . (195l ), pp . 3-4.

    internacional, subyace una distinción básica en

    tr e

      sus

     estructuras

      de

      producción (Rodríguez,

    1977). A fin de que la periferia pudiera cumplir

    su papel de proveedor de materias prim as y ali

    mentos de ma nera eficiente, el progres o tecnoló

    gico se orien tó principa lmen te hacia su sector de

    exportación primaria. Esto

     dio

     lugar

     a una es

    tructura interna altamente especializada,  por

    cuanto una gran proporción de los recursos p ro

    ductivos se consagraron  a  ampliar  el  sector de

    exportación primaria.  El  resto  de lo  sectores

    económicos se dejaron rezagados, con una pro

    ductividad baja

     de la

      mano

     de

     obra,

     ya que la

    demanda interna  de  otros bienes y servicios se

    satisfacía mediante importaciones y no con pro

    ducción propia. De ahí que la periferia terminó

    teniendo una estructura productiva que era a la

    vez especializada  y heterogénea.  En  otras pala

    bras,

     la econom ía periférica se caracterizaba por

    la presencia

     de

      sectores

     de

     altos niveles

     de

     pro

    ductividad, comparables  a los  alcanzados  en

    otras partes del  mundo, pero que  sólo podían

    ofrecer empleo a un número limitado de trabaja

    dores;  éstos coexistían  con  sectores  en que los

    niveles  de  productividad  de la  mano  de  obra

    estaban  muy por  debajo  de los de  actividades

    semejantes

     en

     los países industrializados del cen

    t r o .  En cambio, en el centro, el progre so tecnoló

    gico tendía a propagarse de  manera pareja por

    todo el sistema de  producción interno, creando

    una estructura de producción diversificada   y ho

    mogénea, que le  permitía cumplir eficientemen

    te

     su

     papel

     de

     productor

      y

     exportador

     de

     bienes

    industr ia les para  el  sistema mundial  en su

    conjunto ."

    Se sostiene que, dentro de tal esquema, las

    razones principales de que se ampliaran las dife

    rencias de ingreso  y productividad del centro  y la

    periferia  del  sistema económico mundial, resi

    den no sólo en la evolución disímil del progreso

    técnico sino, también, en la manera desigual co

    mo se distribuyen  sus beneficios.

    10

      Se  afirmaba

    N

    E stos  concep tos

     de

     h e t e r o g e n e i d a d

     y

     h o m o g e n e i d a d

    d e

      las e s t r u c t u r a s de  p roducc ión se e laboran en una  fecha

    m u y   posteri or; véase Pinto (1965) . El orden bipolar del mun

    d o

      de la

     C E P A L

     no

     cons ide ra

     el

     caso

     del

     desa r ro l lo

     de

     nuevas

    regiones de

     a sen tam ien to , t ale s como

     la

     Amér ica

     del

     N o r t e

     y

    Ocean ia ,

      d o n d e

     se

     d i fund ie ron también

      los

     beneficios

     de la

    alta tecnología  y de la  p roducc ión homogénea . Debo es ta

    sugerencia  a D. Evans.

    15

     CEPAL 1951), p. 78.

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    7/23

    EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL

      / E. Floto

    151

    que el progreso técnico era más rápido en el

    centro que en la peri feria, y se suponía que los

    aumentos de l a p roduct iv idad de l a mano de

    obra eran más intensos en la industr ia que en la

    producción primaria de los países peri féricos .

    11

    '

    En teoría, los beneficios de es te progreso técnico

    p o d í a n t r a n s f e r i r s e s e a me d i a n t e u n a r e d u c

    ción en el precio de los bienes (sin cambios en los

    ingresos monetarios) , lo que refleja costos de

    producción más ba jos , o median te un aumento

    de los ingresos (sin cambios en los precios). En la

    práct ica, s in embargo, las ganancias que la pro

    duct ivid ad da ba a la indu str ia no se reflejaban en

    una reducc ión de p rec ios s ino en un aumento de

    ingresos en el centro; mientras que ocurría lo

    con t ra r io para l as mater i as p r ima s p roducidas en

    la periferia. Esto, a su vez, se reflejaba en tasas de

    aumento de l a p roduct iv idad media   y del ingreso

    real medio que eran más elevadas en el centro

    que en la peri feria.

    1 7

      En otras palabras , la pauta

    de d i s t r ibuc ión de l p r ogre so t écn ico en t re pa í ses

    tuvo por resu l t ado un s i s t ema económico mun

    dial que t iene, en el centro, una es t ructura de

    produ cción d ivers if i cada y hom ogén ea , con una

    d inámica endógena y l a capac idad de reprodu

    cirse por s í misma; y , en la peri feria, una es t ruc

    tu ra económica espec ia l i zada y he terogénea , en

    que só lo puede lograrse acumulac ión median te

    el intercambio con el centro. Es es ta preocupa

    ción por las di ferencias de las es t ructuras econó

    micas en el centro y en la periferia, y por sus

    procesos de a cum ulac ión y e l papel de los medios

    de producción, lo que hace que el anál is is de la

    CEPAL no sea ún icam ente u na t eo r í a más respec to

    al comercio, s ino en real idad un enfoque diver

    so

    18

      fren te a la teoría del com ercio,

    1

    '

    1

      s igu iendo

    las líneas sugeridas por la reciente crítica neorri¬

    cardiana a la teo ría de las ventajas co m pa ra-

    Uvas.

    20

    Los part idarios del enfoque neoclásico del

    comerc io in te rna c ional sos tendr ían que los bene-

    1 6

     Prebisch 1949) , p. 4 .

    l 7

     R o d r í g u e z ( 1 9 7 7 ) , p . 2 07 .

    18

      U t i l i z ando un c onc e pto d e S te e dma n: "Un e nfoque

    diverso. . . conducir ía a una teor ía de l comerc io qu e se preocu

    pa más de l c rec im iento y de l papel d e los bienes de capita l que

    una teor ía de l come rc io —co mo la de la teor ía de Heckscher¬

    Ohlin-Samuelson— que par te de l intercam bio   y e l consu mo ".

    S te e dma n (1979) , p . 7 .

    19

      Como se sugiere también en Fi tzGera ld (1982) .

    20

     Véase Evans (1981 c) .

    f icios del progreso técnico, dondequiera que és te

    o c u r r a ,

    2 1

      se pondrían a disposición de todos los

    países del mundo, cualquiera que fuese su l ínea

    de especial ización, mediante una disminución de

    los precios de los bienes .

    2 2

      Sin embargo , según

    Prebisch (1949), los datos his tóricos indicarían

    que es to , aunque era p robab lemente c i e r to res

    pecto a los países industrializados, no se aplicaba

    a la peri feria de la economía mundial . Los enor

    mes benef i c ios ob ten idos de l aumento de p ro

    duct ivida d no l legaban a los países peri féricos en

    una medida comparab le a l a que ob ten ía l a po

    blación de los grandes centros industr iales , y el

    mecanismo por el cual se revelaba es ta dis t r ibu

    ción desigual de los beneficios e ra el de terio ro de

    la relación de intercambio de la peri feria y su

    tendencia secu lar a empeorar .

    Un de ter io ro de l a re l ac ión de in te rcambio

    de la per i fe r i a se en t i en de como u na d i sminución

    de la can t idad de p roductos ma nufac tu rados t e r

    min ados qu e esos pa í ses pue de n ob tene r por u na

    c a n t i d a d d a d a d e p r o d u c t o s p r i m a r i o s .

    2 1

      La

    CEPAL sos t i ene

    2 4

     que e l aume nto de l a p roduct iv i

    dad resu l t an te de l p rogre so t écn ico no ha re dun

    dado en una reducc ión p roporc ional de los p re

    cios nom inales s ino qu e, en real idad , se ha t rad u

    cido en un aumento de precios (e ingresos); y ,

    además , que ese aumento ha s ido mayor en l a

    p roducción indus t r i a l de l cen t ro que en l a p ro

    ducc ión p r im ar ia de la per i fe r i a . Adem ás , pu es to

    que la relación de intercambio ha s ido desfavora

    *'La probabil idad de que ocurr ie ra en otra par te ser ia

    semejante .

    a2

    Véase , entre otros , Johnson (1958) .

    8 3

    Este es un concepto ut i l izado pese a su reconocida

    l imitac ión en e l sent ido de que no ref le ja diferencias de

    ca l idad de los productos te rminados (véase Prebisch, 1949,

    p.  4) , que explicar ía par te de l de ter ioro de la re lac ión de

    prec ios entre productos pr imarios y manufac turas . La re la

    c ión de in te rc a mbio de produc tos s e u t i l i z ó proba ble me nte

    por que es re la t ivam ente fáci l de med ir y fáci l de ob tener . Sin

    e m b a r g o , e l a r g u m e n t o d e l a  CEPAL  implica que lo que t iene

    que ba jar es la " re lac ión de intercam bio d e fac tores" más bien

    que la " re lac ión de intercambio de productos" . Inc luso s i és ta

    no se de ter iora , la s imple des igualdad en la tasa de aumento

    de la productividad de la mano de obra ( la productividad se

    e leva más en e l centro que en la per ifer ia ) supone una dife

    rencia en los nive les de ingreso medio. SÍ la re lac ión de

    in te rc a mbio de produc tos s e de te r iora t a mbié n , e n tonc e s l a

    diferencia entre los ingresos será aún más grande (Rodrí

    gue z , 197 7 . p . 20 8) .

    '

    ¿l

    Véase  CEPAL  (1951) y Prebisch (1949) y (1951) .

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    8/23

    152

    REVISTA DE LA CEPAL N° 39 / Diciembre de ¡989

    ble a la periferia, ello quiere decir que mientras

    los centros han retenido íntegramente el fruto

    del progreso técnico de su industria, los países de

    la periferia les han traspasado una parte del fru

    to de su propio progreso técnico .

    ¿:i

    La posibilidad que tienen los centros indus

    triales de retener los beneficios de su progreso

    técnico y, al mismo tiempo, absorber parte de los

    beneficios que corresponden a la periferia puede

    explicarse, según la CEPAL, mediante dos juegos

    de factores: por una parte, la manera cómo evo

    lucionan los salarios y las utilidades, tanto en el

    centro como en la periferia, en el transcurso del

    ciclo económico

    2

    *' y, por otra, la diferencia entre

    la elasticidad-ingreso de la demanda de importa

    ciones en el centro y en la periferia. La primera

    parte del argumento contiene los elementos bási

    cos de lo que ha llegado a conocerse como la

    teoría del intercambio desigual

    27

     y, por lo tan

    to,

      se analiza a continuación.

    III

    Los

      salarios y las utilidades durante el ciclo económico

    El ciclo ha sido la modalidad de crecimiento del

    sistema capitalista, y el aumento de la productivi

    dad, uno de los factores principales de ese creci

    miento. En consecuencia, la distribución de los

    beneficios del progreso técnico no puede com

    prenderse sino en relación con los ciclos comer

    ciales y la manera cómo estos evolucionan en los

    centros y en la periferia.

    28

    En el centro, el proceso de evolución cíclica

    crea una disparidad continua entre la demanda y

    la oferta totales de bienes de consumo termina

    dos;

      y la primera supera a la segunda en la fase

    ascendente del ciclo, mientras que en la fase des

    cendente ocurre lo contrario. Las utilidades y sus

    variaciones están estrechamente vinculadas con

    esta disparidad (Prebisch, 1949). En la fase as

    cendente, pese al aumento de la productividad,

    los precios se elevan y también se elevan las utili

    dades. Por consiguiente, si el aumento de la pro

    ductividad ocasionara una mejora inmediata de

    los sueldos y salarios, éstos tendrían que elevarse

    más que los precios. Sin embargo, los precios se

    elevan con frecuencia más que los salarios, de

    modo que los beneficios resultantes del progreso

    técnico son absorbidos por las utilidades, que

    dando así en manos de los empresarios. Por otra

    parte, durante la fase cíclica descendente, cuan

    do las utilidades tienen que reducirse, la fracción

    que había sido absorbida por los aumentos de los

    salarios nominales pierde su liquidez y no puede

    ser reducida simultáneamente. De ahí que, du

    rante la depresión, los salarios nominales se re

    ducen menos que los precios y sólo pierden una

    parte del aumento obtenido en la fase de prospe

    ridad, estableciéndose así una relación más favo

    rable para los salarios.

    Sin embargo, el mecanismo de los ciclos co

    merciales todavía no explica por qué los países

    industriales están en condiciones de conservar

    los beneficios de su propio progreso técnico, e

    incluso, de absorber par te de los beneficios del

    progreso técnico correspondiente a la periferia.

    A fin de comprender esta distribución desigual

    de los beneficios es preciso analizar la desigual

    dad del movimiento cíclico de los precios de los

    productos primarios y de las manufacturas.

    En la fase ascendente del ciclo, la demanda

    de manufacturas es mayor en el centro que la

    oferta. Esto, como se ha señalado, ocasiona un

    aumento de los precios así como de las utilidades

    ^'Prebisch  (1949) ,  p. 5; esta conclusión parece haber

    chocado

      a Viner, que no vaciló en rechazarla como en su

    mayor parte, fantasías maliciosas, o historia conjetural o

      fal

    se a da " ;  véase Viner  (1953) , p. 73.

    2

    ' 'Pues si bien la escasa movilidad de los factores  p r o

    ductivos

     conforme se propaga el progreso técnico, basta para

    explicarnos cómo se van operando grandes diferencias entre

    los  ingresos de los centros y de la periferia, estas diferencias se

    forman  precisamente durant e el movimiento cíclico ,  CEPAL

    (1951) , p. 60.

    ¿7

    Los

     principales contribuidores a esa teoría son Emma

    nuel

      ( 1972 ) ,

     que fue el primero que utilizó el término inter

    cambio desigual; Amin  ( 1974 ) ; Braun  ( 1973 ) ; Saigal  (1973) .

    í8

    Véase Prebisch

     ( 194 9) ,

     p. 6, y CEPAL

     ( 195 1) ,

     pp.  60 -61 .

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    9/23

    EL SISTEMA CENTRO PE RIFERIA Y EL INTERCA MBIO DESIGUAL

      /

      E. Floto

    153

    y los salarios nominales. Con el t iempo, y me

    diante una ser ie de reacciones , la ofer ta sup era a

    la demanda, dando lugar a l descenso c íc l i co .

    Mient ras és te dura , se acumulan exis tencias de

    m anufa c t u ras qu e po r el m o m en t o no s e pueden

    vender . Como resul tado , los productores d i smi

    nu i r án s u dem anda a s u s p roveedo res i nm ed i a

    tos,  quie nes, a su vez, la red uc irá n a sus propio s

    proveedores , y as í suces ivamente , has ta que se

    afecta el eslabón más débil de la cad ena , es decir,

    los proveedores de productos pr imar ios en la

    periferia.

    A través de las diversas etapas de la fase

    cíc l i ca descendente , hay una reducción de pre

    cios,  de empleo y de ut i l idades. Si la reducción

    del precio de la ofer ta fuera proporcional a l au

    mento de las ut i l idades y salarios que provocó el

    alza inicial de precio, s implemente se volvería al

    punto de par t ida , y t an to e l cent ro como la per i

    feria recibirían partes iguales de los beneficios

    del progreso técnico

      (CEPAL,

      1951) . S in em barg o,

    la exper iencia ha mos t rado que en e l cent ro , a

    pesar del desem pleo , los b ien organizados s indi

    catos obre ros t i ende n a opon er gra n res i stencia a

    toda reducción de sa lar ios , en tan to que los em

    presar ios , por su lado , t i enden a opo ners e a toda

    reducción de u t i l idades . Es tas r ig ideces impedi

    rán toda reducción de precio de las manufactu

    ras en la medida necesaria para equil ibrar la

    ofer ta y la de ma nd a, por lo cual segui rán acum u

    lándose los exce dente s de ex i s tencias . La acumu

    lación de existencias provoca una mayor necesi

    dad de reduci r l a producción y , por ende, de

    d i s m i nu i r l a dem anda de p roduc t o s p r i m ar i o s .

    Por cons iguiente , l a pres ión p ara red uci r los pre

    cios se desp laza hac ia la perife ria con m ayo r fuer

    za de lo qu e su ced ería s i, de bid o a las l imitaciones

    de la com pete ncia , no fuera n rígidos los salarios

     y

    las ut i l idad es en el ce ntro (Prebisch, 1949). Mien

    tras más fuertes sean esas rigideces, tanto mayor

    será la caída d e la de m an da y de los precios de los

    p roduc t o s p r i m ar i o s .

    En la periferia, por otra parte, la existencia

    de un excedente de mano de obra , unida a l a

    caracterís t ica fal ta de organizaciones laborales (a

    lo menos , de organizaciones t an poderosas como

    las del centro), impide que los t rabajadores, en

    p r i m e r l u g a r , o b t e n g a n a u m e n t o s s a l a r i a l e s

    equiparables a los de los países industriales du

    rante la fase ascendente del ciclo y, en segundo

    lugar , que conserven los aumentos que hayan

    obten ido en me dida seme jante en la fase descen

    dente del ciclo. Del mismo modo, los empresarios

    de la periferia no pueden ofrecer resistencia a

    una reducción de u t i l idades comparable a l a que

    ofrecen sus contrapartes de los países industrial i

    zados .

      Es as í como , du ra nte l a fase desc ende nte ,

    es probable que los salarios y las ut i l idades sean

    más bajos en la periferia que en el centro, mien

    t ras que e l dese mp leo será más e levado en aqué

    lla qu e en éste . Si los salarios y las utilidad es e n la

    per i fer ia m os t rara n m ayor res i s tencia a l descen

    so,  esto sólo aumentaría la presión ejercida por el

    cent ro sobre l a per i fer ia , y l a demanda de pro

    ductos pr imar ios bajar ía has ta e l punto requer i

    do para lograr la necesaria reducción del ingreso

    (esto es, utilidades más salarios) en el sector de

    producción pr imar ia .

    2 1

    ' Como lo indicó la expe

    riencia de la Gran Crisis , la presión que el centro

    es capaz de e jercer sobre los prod ucto res pr ima

    rios puede ser tan grande, que los obl igue a deva

    luar su moneda a fin de adaptarse a la caída de

    precios ocasionada por la disminución de la de

    manda por parte de los países industrial izados

    (CEPAL,

      1951).

    El inte nto d e la CEPAL  de explicar la distribu

    ción desigual de los beneficios del pro gre so técni

    co a lo largo del ciclo haciendo ver la relat iva

    inflexibilidad de los salarios y las utilidades en el

    cent ro durante l a fase descendente , mues t ra só lo

    una cara de la mo ned a. El hecho de que e l cent ro

    pu ed a ut i l izar esa inflexibi l idad n o sólo par a con

    servar en sus propias economías ¡os beneficios

    del progreso técnico , s ino también para obtener

    una par te de los benef ic ios corre spond ientes a la

    pe r i f e r i a , s e puede com prender ún i cam en t e en

    el contexto de dos sis temas dist intos de forma

    ción de precios. Como lo señaló Kalecki hace

    algún t iempo"

    10

      (y lo volvió a descubrir Hicks a

    mediados del decenio de 1970

    3 1

    ), las variaciones

    de precios pueden clasificarse en dos grupos: las

    que e s t án dom i nadas p r i nc i pa l m en t e po r l a s

    condiciones de la oferta y la demanda y las que

    son "deter min ada s por los cos tos" o están dom i

    nadas por " los cos tos más las u t i l idades" .

    3 2

    o s

    '•" 'Prebisch (1949), pp. 6-7; véase también  CEPAL. (1951) ,

    p.

      62.

    :

    " Véase Kalecki (1 939 ).

    " V é a s e H i c k s ( 1 9 7 6 ) .

    •^Uti l izando té rminos de J . Robinson; véase Robinson

    (1980), p. 8.

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    10/23

    154

    REVISTA DE LA CEPAL N° 39

      / Diciembre  de 1989

    p r e c i o s d e l o s a r t í c u l o s t e r mi n a d o s e s t a r í a n

    "determinados por los costos", en tanto que los

    precios de las materias primas y los al imentos

    bás icos es t a r í an "de terminados por l a demanda"

    (Kalecki , 1971). Este concepto podría ampliarse,

    sosteniendo que los precios de los bienes produ

    cidos en la peri feria es tán "determinados por la

    demanda" , mien t ras que los p roducidos en e l

    cen t ro los de terminan p r inc ipa lmente los cos tos

    básicos uni tario s (es to es , costo de los materia les y

    salarios) y el margen de ut i l idad bruta, expresa

    do como el recargo de precio sobre los costos

    básicos uni tarios . Los recargos de precio son de

    t e rminados por fac to res semi o to ta lmente mo¬

    nopolísticos, o sea, lo qu e Kalecki den om inó el

    "grado de monopol io" de la posición de la em

    presa, que és ta ejercería asegurándose de que el

    precio no sea demasiado al to en relación con los

    prec ios de o t ras empresas en l a misma indus

    t r i a .

    3 3

      Para una empresa de terminada , es t as con

    d ic iones pueden represen tarse por l a ecuac ión :

    =

      m- juj + n | pi (1)

    en que pj es el precio d e la empr esa " j " de la

    indu str ia " i" , u son los costos básicos uni tarios

    de la empresa, mj y nj son coeficientes positivos

    específ icos de la empresa

      j ,

      y p¡ es el precio

    medio ponderado de todas l as empresas de l a

    indus t r i a  "i".  Del mismo m odo , el p rom edio pon

    der ad o p or la p roducció n de l as ecuac iones para

    cada empresa de la industr ia " i" sería:

    pi = m¡u¡ + n¡pj y, po r con sigu iente (2)

    p¡ = u¡ —fzr— ~ ^¡

      u

    i

      e n

      c

    l

    u e

      (3)

    I n¡

    Xj

     es el rec arg o de p recio m edio d e la industr ia, el

    : t : i

    Kaldor se opuso a es te concepto por considerar lo pu

    ram ent e tautológ ico (véase Kaldor , 1955/5(5); más ta rde , Ka

    lecki sos tuvo que no había ningún problema de tautología : s i

    los prec ios no eran d e ter mi nad os p or e l equil ibr io de la ofer ta

    y la de m a nd a , e n tonc e s e ra n   fijados por las empresa s a base

    de los costos bás icos medios y de l prec io m edio de l gru po de

    productos de que se t ra te" (M. Kalecki , "Trend and the

    business cycle",

     Economic journal,

      19oN, reim pre so en Kalecki,

    1971) . Otra defensa de l concepto de Kalecki puede verse en

    Riach (1971) .

    cual , según Kalecki , refleja el grado de monopo

    l io de esa indus tr ia. Su po nie nd o que el nivel efec

    t ivo de gastos generales no influye directamente

    en la determinación del precio, puesto que los

    gas tos genera les permanecen más o menos es t a

    b les aunque l a p roducción var í e , en tonces se

    puede equiparar s in di f icul tad el recargo de pre

    cio a la util idad (\¡ = r¡). Además, siguiendo el

    anál is is de Main wa ring ,

    3 1

     si los costos básicos un i

    tarios de la industr ia " i" se expresan como

    Uj = p

    P

      a

    pi

      + w a

    ((i

      (4)

    en que p

    p

      representa el precio de los insumos del

    producto, a , , ] los coeficientes de insumos varia

    bles,

      a„i la mano de obra unitaria y w el salario

    monetar io de l a mano de obra homogénea; en

    tonces , las ut i l idades de una industr ia s i tuada en

    e l cen t ro pueden expresarse como

    Por motivos de s implicidad, podría suponer

    se ,

      as imismo, que "c" es una indus tr ia del ce ntro

    situada en las etapas iniciales de la cadena de

    producción, cuyos costos básicos consisten en los

    salarios y el costo de los productos primarios

    suminis t rados por la peri feria. Así , puede verse

    que durante la fase descendente del ciclo , cuan

    do los precios se vienen abajo, los capitalistas del

    centro pueden conservar sus ut i l idades (o ate

    nuar su disminución) con sólo disminuir w ó p, , .

    Como ya hemos señalado que los salarios en el

    cen t ro es t án de terminados por fac to res ins t i tu

    cionales (el poder de negociación de los s indica

    tos obrer os) y m ues tran una inflexibi l idad al des

    c e n s o , e l p r o b l e ma s ó l o p u e d e r e s o l v e r s e a

    expensas de los precios de los productos prima

    rios (p , , ) suminis t rados por la peri feria. Por ot ra

    parte, como la peri feria es "receptora de precios"

    (a di ferencia del centro, que es "autor de pre

    cios"),

      no l e queda o t ro remedio que acep tar

    precios más bajos y reducir en consecuencia las

    utilidades y los salarios.

    34

     M a i n w a r i n g ( l 9 7 7 ) , p . 6 77 .

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    11/23

    EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL

     /

     £. Floto

    i r > : >

    IV

    La

      CEPAL

      y el debate sobre el " intercambio desigual"

    C om pa r e m os a ho r a b r e ve m e n te e l m ode lo de l a

    CEPAL  con las aportaciones pr incipales hechas a l

    deba te sobre e l in te rcambio des igua l (por e j . ,

    Em ma nue l , Amin y Brau n) . Pa ra es tos autores , e l

    in te rcam bio des igua l se pro du ce po rqu e los sa la

    r ios reales son más altos en el No rte desa rrolla do

    qu e en e l Sur en des a r ro l lo . El comerc io , en ta le s

    condic iones , e s des igua l pa ra e l mundo en desa

    r ro l lo en e l sent id o no rmat iv o de qu e sus n ive les

    de re lac ión de in te rcam bio y de ingreso son más

    ba jos de lo que se r ían en v i r tud de una moda l i

    dad comercial ef ic iente , en el concepto de Pare-

    to ,  que pe rmi t ie se una pe r fec ta movi l idad de la

    m a n o de ob r a i n t e r na c iona l.

     1

    '

    >

     La mejor man era

    de analizar sus proposiciones es con ayuda de un

    mode lo comerc ia l neor r ica rd iano o de Sra f fa a

    base de do s pa íses y dos prod uc tos , que hace

    abstracción del nivel de actividad.

    M >

      Los dos paí

    ses serán C ("centro") , que t iene salar ios e leva

    dos , y P ("perifer ia") , qu e t iene salar ios bajos. La

    producc ión se rea l iza en pe r íodos de l imi tados y

    los salar ios se pag an al f inal de cada pe r íod o. Los

    prod uc to s 1 y 2 se pro duc i rán por med io de

    mano de obra, y a ambos se les asignarán los

    coefic ientes técnicos a¡¡ y la pro duc tivid ad de la

    mano de obra a ¡ . Se supondrá , además , que , co

    mo resul tado de l comerc io exte r ior , ocur r i rá una

    completa especialización de C y P. De esta mane

    ra , en una s i tuac ión en que pueden pasa r se por

    a l to los cos tos de t r a nsp or te , pod r ían es tablece r

    se las siguientes ecuaciones de precios:

    p

    t

      = w

    (

    . a*j +  (1 + r) (a 'h p , + aai p

    2

    ) (6)

    p

    2

      = w

    p

      a£ +

      (1

     +

     r)

      (af

    2

      p i + a j

    2

      p

    2

    )

      0)

    en que las variables son, los precios (p¡), los sala

    rios (w

    c

    , w

    p

    ) y la tasa de uti l ida des (r) ( la cual, po r

    e l m om e n to , s e supondr á que que da i gua l a da

    po r med io de la com petenc ia ) ; y en qu e el cent ro

    se especializa en la producción de la manufactura

    1 y la pe r i fe r ia en la producc ión de mate r ia s

    primas (producto 2) . Si def inimos la re lación de

    in te rcam bio com o T = p^/pi> en qu e el prec io de

    :,:

    'Bacha (1978), p. 321.

    :i(i

    Véase Mainwaring (1978) y Evans (1980).

    la s manufac turas queda normal izado como pi =

    1 , en tonces tenemos que

    1 = w

    c

    a f + ( l + r ) ( a ü i + a

    l

    21

      T )

    T =

      W p

    a P + ( l + r)(af,  + afe T)

    8)

    9)

    en que los salarios (w

    (

    , w

    p

    ) se expresan en fun

    ción de su razón de intercambio con la manufac

    tura 1. En consecuenc ia , tenem os dos ecuac iones

    y cua t r o va r iables : w

    c

    , w,„ r y T. Para resolver las

    ecuac iones , se r ía necesa r io da r por "ce r rado" e l

    sistema, escogiendo dos var iables que se toman

    c om o de t e r m ina da s e xóge n a m e n te . La s e le cc ión

    de la pa re ja de va r iables que se sup one n de te rmi

    nadas exógenamente of rece e l p in i to de pa r t ida

    para un b reve exam en de los a rgu me nto s ana l ít i

    cos presen tados po r los d ive rsos pa r t ic ipantes en

    e l deba te sobre e l " In te rcambio des igua l" .

    : í 7

    El a r gu m e n to de Em m a nue l c om ie nza m od i

    f icando los supuestos de Ricardo en cuanto a la

    movi l idad de los fac tores . Mant iene e l supues to

    relativo a la inmovilidad internacional de la ma

    no de obra , pe ro t r a t a e l capi ta l com o in te rnac io

    na lm ente móvi l , con la tendenc ia cons iguiente a

    la igualación de la tasa de uti l idades en todos los

    p a í s e s /

    8

      Además , supone que los sa la r ios nomi

    nales y reales en el cent ro

     y

     en la per ifer ia (w

    (

    , w,,)

    e s t á n d e t e r m i n a d o s i n d e p e n d i e n t e m e n t e p o r

    fuerzas insti tucionales e histór icas, y establece

    una relación directa entre la re lación de inter

    cam bio y los salar ios a nivel internacio nal (med i

    dos por la ces ta de produc tos que se requie ren

    pa r a m a n te ne r a l a m a no de ob r a ) . Em m a nue l

    saca la conclusión de que, en el contexto de un

    comerc io espec ia l izado y u t i l idades in te rnac iona

    les equiparadas, las desigualdades de los salar ios

    a n ive l in te rnac iona l da r ían por re sul tado una

    distr ibución desigual del ingreso salar ia l y un

    "in te rcambio des igua l" a soc iado con una re la

    c ión de in te rcambio d e t rueq ue desfavorable . En

    su mode lo , e l in te rcambio des igua l se de f ine

    comparando los prec ios in te rnac iona les de la

    37

    Este enfoque fue tomad o de Evans (1981 d) y FitzGe-

    rald(1981).

    38

      Emmanuel (1972), pp. xxxiii-iv.

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    12/23

    156

    REVISTA DE LA CEPAL N° 39   /

     Diciembre  de 1989

    producción habiendo salar ios  desiguales  con lo

    que ser ía habiendo salar ios  iguales.

    39

      P a ra Em

    ma nue l , los sa lar ios e levados pr ece den y ocas io

    nan n iveles de desa rro l lo m ás e levados en e l cen

    t ro ,  pero empujan a la periferia más aún hacia el

    " in tercambio des igual" como resul tado de la d i

    ferencia "cent ro-per i fer ia" en e l poder de nego

    ciación de los t rabajadores ,

    4 0

      lo cual lleva a la

    conclus ión inadmis ib le de que los t rabajadores

    del cent ro cons t i tuyen una ar i s tocracia l aboral

    que explo ta a los t rabajadores de la per i fer ia .

    4 1

    Otras objeciones al anál is is de Emmanuel se

    ref ieren , por u na p ar te , a la h ipótes i s no com pro

    bada de que los salarios más elevados no sólo

    mejoran la re lación de in tercambio s ino que,

    también , conducen d i rectamente a n iveles más

    al tos de acumulación y de cambio técnico (Evans,

    1981 c); y, por otra, a la no explicación de por

    qué ,

      dada la supuesta movil idad internacional del

    capi tal , no hay una afluencia masiva de capi tal a

    los países periféric os pa ra la fabricación, a costos

    económicos , de productos para l a expor tación a

    los mercados mundiales. '

    1

    '

    2

      Por úl t imo, la teoría

    de Emmanuel ha s ido cr i t i cada también porque,

    en las condiciones de movil idad internacional del

    capi ta l que se suponen en su modelo , un aumen

    to de los salarios (nominales y reales) de corto

    plazo en un p aís ha rá de sce nd er la tasa de ut i l ida

    des po r deba j o de l n i ve l i n t e rnac i ona l m en t e

    equiparado, lo que dará lugar a una sa l ida de

    capital de c orto plazo y a un a crisis de balanc e d e

    pagos .

      Esto, a su vez, creará fuertes presiones

    competi t ivas que l levarán a una reducción de los

    salarios reales (sea por una baja del t ipo de cam-

    39

     Evans (1980 ) , p. 3; lo des tacado es tá así en e l or igina l .

    40

     7Ibid., p. 5

    41

    . . .un f rente un ido de hecho de los t rabajad ores y los

    capita l is tas de los pa íses r icos , dir igi do en contra de las nac io

    nes pobres , coexis te con una lucha s indica l interna sobre la

    repar t ic ió n de l bo t ín. En ta les cond ic iones , es ta lucha s indica l

    se convier te necesar iamente más y más en una especie de

    a jus te de c ue nta s e n t r e c opa r t í c ipe s " (Emma nue l , 1972 ,

    p.

      180) . Pero como señaló Braun con razón, la c lase t rabaja

    dora de los pa íses imperia l is tas puede

      beneficiarse

     del bajo

    nive l de sa lar ios que se dan en los pa íses dependientes , pero

    no puede explotar a las c lases t rabajadoras de esos pa íses

    porque no t i e ne r e la c ión de

      dominación

      con e l las (Braun,

    1 9 7 7 ,

      p. 111).

    l 2

    Bra un (1977 ) , p . I l l ; ob je c ión que c ompa r t imos pe ro

    que no hubié ra mos e spe ra do de Bra un , ya que é l t a mbié n

    postula la equiparac ión de tasas de ut i l idad y, por consiguien

    te ,  la movil idad internacional de l capi ta l .

    bio o mediante desempleo) a fin de restablecer la

    tasa de ut i l idades a los niveles de largo plazo, lo

    cual socavará e l meca nismo cen t ra l que se requie

    re para que funcione la t eor ía de Emmanuel . '

    1 3

    El anál is is de Braun presenta gran afinidad

    con la t eor ía de Emmanuel sobre e l in tercambio

    desigual . Pero, a diferencia de éste, en vez de

    aceptar el supuesto de que los salarios const i

    tuyen la variable independiente y los precios la

    var iab le dep end ient e , Bra un opta po r los precios

    como var iab le indep end ien te . El precio a l que los

    países periféricos comercial izan sus productos es

    determinado por los paí ses cent ra les mediante

    una combinación de pol í t icas comerciales y po

    der de negociación monopolíst ico. El precio así

    determinado es t a l , que, para una tasa dada de

    uti l idades, r , w

    (

      > w

    p

      y el cen tro se beneficiará

    siempre con el intercambio desigual . La posible

    ut i l ización de restricciones comerciales tari farias

    o de o t ra índole para pro teger una indus t r ia que

    compi te en las importaciones en e l cent ro , no

    el iminaría los beneficios netos por t rabajador

    em ple ad o, ya qu e a lo me nos par te del costo de la

    protección se t raspasa a la periferia mediante el

    meca nismo del in tercamb io des igual , y w, (dedu

    cida la protección) sería más elevado que w,,

    (Evans, 1981 b). La seg un da variable esc ogida

    por Braun para cerrar l a ser ie de ecuaciones de

    form ación de pr ecios es la tasa de u t i l idades (r) , la

    cual , s iguiendo a Emmanuel , é l supone equipa

    rada in ternacionalmente , '

    1

    '

    1

      si bien en su sistema

    no se anal izan las consecuencias de la movil idad

    in ternacional del capi ta l. La ma ner a có mo se de

    termina la tasa de ut i l idades (r) tampoco es expli

    cada cabalmente por Braun; pero parecer ía que

    se determina de manera exógena por e l proceso

    de acumulación en e l cent ro y se d i funde por

    todo e l mundo. Para cualquier conjunto dado de

    precios (T) y ut i l idades (r) , el s is tema de ecuacio

    nes puede resolverse para las otras dos variables

    (w

    t

    , w

    p

    ) , lo qu e da lug ar n o sólo a un co njunto de

    precios de largo plazo sino también a una rela

    ción de distribución. Dado el valor de "r", las

    ganancias del in tercambio des igual se imputan a

    los t raba jado res en el cent ro (si bien n o a la aris to

    cracia l aboral de Emmanuel ,

    4 ;

    ' aunque pa rece

    más probable que es tos benef ic ios son "compar

    i :i

    Eva ns (1981 c ) , p . 123 .

    •"Bra un (1977 ) , p . 52 .

    ,5

    Véase la nota

      41.

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    13/23

    EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL

      /

     E. Floto

    157

    tidos"

      entre capitalistas y trabajadores en el

    centro.

    Dentro del modelo de Braun

    4 6

    , las relaciones

    de de ma nda restringirán la selección de "T" (Pa-

    rrinello, 1979), pero no ocasionarán necesaria

    mente una relación de intercambio desfavorable

    a la periferia. Para qu e la relación de in tercamb io

    de la periferia se deterio re, " T" debe estar "ses

    gado en contra de la periferia", es decir, los pre

    cios han de ser determinados por los países del

    centro de una manera que haga desiguales los

    beneficios del intercambio para ellos. Esto ha

    dado lugar a críticas respecto a la índole conspi

    rad ora de sem ejante teoría (Evans, 1981 b), lo

    cual, aun que Bra un lo niegue, se supone implíci

    tam ente que forma par te del carácter general del

    imperialismo.

    Am in, en su análisis de las relaciones ent re el

    centr o capitalista

     y

     la periferia, trata de presentar

    una v ariante del modelo de intercambio desigual

    de E mm anuel. Para A min, la selección de las dos

    variables independientes w,

    }

     y r es resultado de

    las especificaciones estructurales que da él res

    pecto a la economía m undial. Amin introduce el

    concepto de un modo de producción periférico

    caracterizado por la presencia de sectores expor

    tadores modernos y de tecnología avanzada (y

    posiblemente sectores competidores de importa

    ción protegida), los cuales tienen una relación

    interna de "intercambio desigual" con modos de

    producción marginalizados o no capitalistas.

    Dentro de este marco, los salarios en la periferia

    (w

    ()

    ) quedan determinados por las necesidades

    de subsistencia de la fuerza labora l, influida prin

    cipalmente por el papel de las actividades no

    capitalistas, y no por el resultado de un proceso

    histórico, institucional y de negociación, como en

    Emmanuel/

    17

      Además, el bajo nivel de los sala

    rios en la periferia es resultado de la formación

    social de los países periféricos, que genera per

    manentemente un excedente de mano de obra.

    Se supone que la segunda variable independien

    te es la tasa de utilidades (r), que se determina

    por las necesidades de acumulación en el centro.

    Amin supone una movilidad internacional

    de largo plazo del capital, que aseguraría una

    " 'Braun habla en rea l idad de l poder ins t i tuc ional , de la

    ut i l izac ión de l Estado para apoyar de terminadas polí t icas

    e c onómic a s .

    , 7

    D .  Evans (1981 d) , pp. 27-30.

    equiparación de las tasas de utilidades.

    48

     Supone

    también que la periferia es capaz de producir

    bienes no específicos (es decir, productos que

    compiten con el centro), lo que abre la posibili

    dad de un desarrollo autárquico o más "autosufi¬

    ciente".

    49

      Por otra pa rte, dada la supuesta movili

    dad internacional del capital en el modelo de

    Amin, la productividad de la "periferia" es se

    mejante a la del "centro". En consecuencia, el

    intercambio desigual se define como el intercam

    bio de bienes cuya producción entraña diferen

    cias de salarios mayores que las diferencias de

    productividad

    50

      Así pue s, en su modelo el inter

    cambio desigual que beneficia al centro ocurre

    porque los salarios en la periferia, que, como

    quedó señalado, se establecen en el nivel de sub

    sistencia, están siempre q ued ando rezagados con

    respecto a los aumentos de productividad. Sin

    embargo, el supuesto relativo a los salarios es

    bastante restrictivo, ya que no permite en la peri

    feria más que un salario, el de subsistencia (Fitz-

    Gerald, 1981).

    A diferencia de Emmanuel y Braun, Amin

    rechaza la idea de que el intercambio desigual

    pued a beneficiar automáticam ente a los trabaja

    dores en el centro, si bien no se dan razones pa ra

    su rechazo. Sostiene que el intercambio desigual

    sólo puede beneficiar a los trabajadores del cen

    tro en la medida en que permite un desarrollo

    mucho más acelerado de sus fuerzas produc

    tivas.

     5l

     Sin em bargo, como lo señala B raun, pese

    a que la clase trabajadora del centro no puede

    extraer directamente un excedente de la perife

    ria actuando sobre los mercados de productos

    (esto

     es,

     la relación de intercam bio), no hay moti

    vo para que no se beneficie indire ctame nte de los

    precios bajos que los capitalistas del centro pue

    den imponer a los exportadores de la periferia,

    de la misma manera como se beneficia indirecta

    mente del desarrollo más vigoroso de las fuerzas

    productivas en el centro.

    Existen, sin embargo, ciertas deficiencias en

    "*En rea l idad supone que la movil idad internacional de l

    capita l dará lugar a una gama muy es trecha de tasas de

    uti l idad. Véase Amin (1977) , p. 184.

    ,

    'Un examen de las conexiones entre las ideas de Amin

    sobre un a re lac ión de " intercam bio des igu al" y las de a lg unos

    a utore s que t r a t a n de l a de pe nde nc ia , t a l e s c omo Fra nk

    (1967) y Wallers te in (1974) , es e l que hace Evans (1981 a) .

    ' "Amin (197 7 ) , p . 211 .

    r

    Ibid

    p.

      219.

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    14/23

    158

    REVISTA DE LA CEPAL N° 39   /  Diciembre de ¡989

    el modelo de Am in. Como lo han señalado Evans

    {1981 d) y FitzGeraid (1981), parece haber una

    inconsecuencia interna en el modelo de acumu

    lación de Amin, por cuanto su teoría de la acu

    mulación periférica e ntrañ a que el ahorro (o sea,

    el excedente restante) determina la inversión,

    mientras que, según su modelo, lo contrario pa

    recería ser válido en el centro. O tra debilidad del

    modelo de Amin es que, al suponer bienes no

    específicos en el com ercio m und ial, n o se ve cla

    ramente por qué los capitalistas no se trasladan

    del centro, donde los salarios son altos, a la peri

    feria y prod uce n todos los bienes ahí a más bajos

    costos para exportarlos al centro. Sólo se entien

    de si se acepta la conclusión de Amin de que el

    "intercambio desigual" es un régimen comercial

    impuesto a la periferia por el centro median te el

    supuesto funcionamiento de fuerzas ajenas al

    merc ado. El mod elo de Amin funciona

     si

     se acep

    ta su idea de q ue los capitalistas están en situación

    de adoptar ciertas medidas para imponer su pre

    cio a la economía precapitalista (la periferia), e

    impedir así que ésta participe de los beneficios

    del aumento de productividad generado en el

    centro. Como los precios de los bienes exporta

    dos po r los países periféricos se mantien en bajos,

    así se conservan en el centro las condiciones de

    acumulación y reproducción. En última instan

    cia, lo que tenemos es una teoría de la domina

    ción impe rialista de los países "periféricos" po r el

    "centro" imperialista, para usar las palabras de

    Evans, que impone un intercambio desigual me

    diante fuerzas ajenas al mercado ; mientras que el

    intercambio desigual de Emmanuel es resultado

    del imperialismo del libre intercambio (Evans,

    1981 d).

    En esta fase de la discusión podemos intro

    ducir el análisis cíclico de la

      CEPAL

      y tratar de

    hacerlo extensivo a un marco analítico de largo

    plazo

     y

     c ontra pon erlo con las diversas posiciones

    expresadas en el debate sobre el intercambio des

    igual. El modelo de la

      CEPAL,

     aunque ello no se

    señala explícitamente en sus estudios, conservó

    el sup uest o de R icardo de la movilidad nacional

     y

    la inmovilidad internacional del capital y de la

    mano de obra.

    1

    '

    2

     Así tenemos ah ora r

    (

    . ^ r

    p

     y,

     por

    lo tanto, una variable adicional en nuestro

    r,ii

    Si

      bien las conclusiones del modelo de la  C E P A L . no se

    modif ica rán

      si se supone que el capi tal t iene una

     movilidad

    incompleta

     y no un a

     absoluta.

    conjunto de ecuaciones. La tasa de utilidades en

    el centro (r

    t

    ) queda exógenamente determinada

    por el proceso de acumulación (que puede con

    cebirse como una "clausura de Cambridge" del

    sistema de Sraffa), en tanto que los salarios se

    determinan por la lucha de clases. Aún tendría

    mos tres variables (r,„ w

    p

    , T) que resolver con dos

    ecuaciones. Si retornam os a nuestra ecuación (5)

    del grado de monopolio y normalizamos el pre

    cio de las manu facturas como

     p

    (

    .

      = I, tendríamos

    la tercera ecuación que se requiere:

    de modo que el proceso de acumulación y la

    lucha de clases en el centro determinan la rela

    ción de intercambio y, por consiguiente, los sala

    rios y la tasa de utilidades en la periferia.

    Antes de proseguir el examen del intercam

    bio desigual, es necesario abrir un paréntesis pa

    ra explicar la utilización de un concepto de corto

    plazo, como el grado de m onopolio, en un argu

    mento de largo plazo. Si bien es cierto que las

    relaciones costo-precio que definen el grado de

    monopolio se derivan inicialmente de considera

    ciones de corto plazo, el análisis, como sostiene el

    propio Kalecki,

    5

    * es también aplicable al largo

    plazo.

    M

      Los únicos parám etros que en tran en la

    ecuación (3) son m y n, y éstos pueden cambiar,

    aunq ue no necesariamen te, a largo plazo (Kalec-

    ki,

      197 1, p. 52). Si los dos pará metro s son cons

    tantes a largo plazo, entonces la única influencia

    en el precio procedería de variaciones en los cos

    tos básicos unitarios, en tanto no se alcance la

    restricción de capacidad (Kriesler, 1987, p. 77).

    El punto de partida del análisis de Kalecki sobre

    la determinación del precio (y, por consiguiente,

    sobre la participación de las utilidades en el in

    greso nacional), es que las em presa s que trabajan

    fuera del sector de producc ión prim aria

     lo

     hacen

    en condiciones de com petencia imperfecta y a

    niveles de producción por debajo de los límites

    de la capacidad física, con costos medios de mate

    riales y fuerza de trabajo manual aproximada

    mente constantes. Por consiguiente, los factores

    " V é a s e

      Kalecki  (1969),  capítulos 14 y 15. y Kalecki

    (1971 ) .  capí tulo 5 .

    ' ' U n

      exa me n a fond o de la validez en el largo plazo de

    un

      concepto a cor to p lazo como e l g rado d e m onopol io ,

     y

     d e

    las limitaciones del concep to , pu ede verse en Kriesler (1987) v

    Sawyer (I985).

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    15/23

    EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA V EL INTERCAMBIO DESIGUAL

     / E Floto

    159

    que influyen en el grado de monopolio, y por

    ende en el recargo de precio, no son muy suscep-

    tibles de variar en modo apreciable con respecto

    a los cambios de la demanda y de la producción.

    En el estudio de Kalecki hay otros dos aspectos

    pertinentes. El primero, es que el largo plazo no

    es más que una colección de cortos plazos. La

    economía, pues, está funcionando siempre en

    algún corto plazo;

     y

     en ese sentido, los factores de

    corto plazo determinan lo que ha de ser el em-

    pleo, la distribución del ingreso o cualquier otra

    variable. El segundo, es su aseveración de que la

    representación de las economías en un estado de

    equilibrio es irreal, dado que la competencia im-

    perfecta está profundamente arraigada en ¡a

    índole del sistema capitalista .

    o:)

      En esas condi-

    ciones, sostiene Kalecki, su análisis del grado de

    monopolio tiene validez en el largo plazo.

    La selección de variables en el modelo de la

    CEPAL

     presentaría varias ventajas sobre las demás

    opciones relativas al intercambio desigual . En

    primer lugar, mantenemos el supuesto de Ricar-

    do sobre la inmovilidad internacional del capital,

    por lo menos entre el centro y la periferia. Esto

    respondería a la crítica de Braun a Emmanuel

    sobre la ausencia de corrientes de capital del

    centro hacia la periferia en su esquema, y a las

    deficiencias del modelo de Amin respecto al mis-

    mo punto. El supuesto puede suprimirse para la

    movilidad del capital entre países del centro (esto

    es,

     la equiparación internacional de r

    (

    ) sin que se

    A principios del decenio de 1950/'

    8

      se planteó

    una nueva explicación del deterioro de la rela-

    ción de intercambio de la periferia, basada tanto

    en la falta de dinamismo de la demanda de ali-

    mentos, trayendo a colación la ley de Engel, co-

    mo en la relativa disminución de la demanda de

    modifiquen las conclusiones del modelo. En se-

    gundo lugar, el modelo determina los salarios del

    sector moderno (esto es, enclave exportador) de

    la periferia, de modo que el salario de subsisten-

    cia del sector tradicional de pequeños agricul-

    tores también podría ser incorporado al sistema,

    permitiéndonos así abordar los problemas del

    dualismo y de la migración interna en la peri-

    feria.

    56

     Por último, se ajusta a la índole depen-

    diente del proceso de acumulación de la peri-

    feria.

    En el caso del modelo de la  CEPAL ya no se

    aplica la crítica de Evans a Emmanuel de que la

    abundancia de mecanismos mediante los cuales

    el capital financiero altamente móvil, en el corto

    plazo, y el capital productivo, en el largo plazo,

    pueden funcionar

     y

     funcionan para impedir que

    las

     negociaciones nacionales sobre salarios mone-

    tarios se salgan de los márgenes aceptables de

    rentabilidad para el capital internacional, des-

    truye toda base para considerar los salarios como

    la variable independiente .''

    7

      Para empezar, la

    CEPAL  no postula un capital altamente móvil ;

    pero incluso si aceptamos esta movilidad entre

    países del centro, los capitalistas del centro pue-

    den permitir que las negociaciones nacionales de

    salarios se salgan de sus márgenes, en tanto que

    puedan compensar esto reduciendo el otro com-

    ponente de los costos unitarios, esto es, el precio

    de las materias primas importadas de la peri-

    feria.

    materiales nuevos como resultado de las innova-

    ciones tecnológicas. Esta idea, aunque se desa-

    rrolló sólo en estudios, posteriores, se convirtió

    en el argumento central para la interpretación de

    la tendencia al deterioro de la relación de inter-

    cambio de la periferia (como también para justi-

    V

    El argumento de la  CEPAL sobre la elasticidad

    de la demanda

    Kalecki (1939), p. 41, citado en Kriesler (1987),

    p.

      101. Evans (1980), p. 25.

    '• FitzGerald (1981), p. 3.

      5M

    Véase Prebisch (1951).

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    16/23

    160

    REVISTA DE LA CEPAL N° 39  /

     Diciembre  de 1989

    ficar la prote cció n a la industrial izac ión a base de

    sus t i tución de importaciones) .

    5 9

    En términos generales , l a  CEPAL  sost iene que

    el progreso técnico reduce la par t i c ipación del

    valor de los productos primarios en el valor total

    de los b ienes t erminados . Es te fenómeno ocurre

    deb ido a : i) l a creación de p rodu ctos nue vos qu e

    ex i gen una e l abo rac i ón p rog res i vam en t e m ás

    compleja o refinada de las materias primas y, por

    cons iguiente , hacen bajar l a cont r ibución de és

    tas a l valor del prod ucto term inad o; i i) una mejor

    ut i l ización de las materias primas y los bienes

    in termedios , que t i ene por resu l tado un valor

    p ropo rc i ona l m en t e m ás e l evado que an t es de l

    p roduc t o t e rm i nado po r un i dad de m a t e r i a p r i

    ma o d e bien inte rm ed io; y i ii ) la sust i tución, en el

    proceso de producción de manufacturas , de los

    productos naturales por insumos hechos por e l

    hom bre , que r e s u l t an m ás ba ra t o s .

    6 0

      Adem ás ,

    es tos aumentos de product iv idad , y e l cons i

    gu i en t e aum en t o de l i ng res o que s uponen , d i e

    ron lugar a modi f icaciones de la demanda, que

    han afectado la re lación de in tercambio de la

    periferia. "Así : a) es un hecho bien establecido

    que a l crecer e l ingreso la demanda se d ivers i

    f i ca y , mient ras aumenta re la t ivamente poco la

    demanda de los a l imentos usuales , después de

    pasado c ier to l ími te , crece cons iderablemente l a

    de los var iados ar t í cu los en que van t radu ciénd o

    se sucesivamente las innovaciones técnicas, y b)

    en esa misma tendencia a la diversificación crece

    la dem an da de serv icios persona les , y, por t an to ,

    d i sminuye la proporción en que ent ran los pro

    ductos primos en la sat isfacción de la demanda

    global de la poblacióN°. '

    1

    ' En teoría cabría soste

    ner que la reducción re la t iva de la demanda de

    al imentos podr ía quedar compensada con creces

    por e l aumento re la t ivo de la demanda de mate

    r ias pr imas a causa del incremento de la deman

    da de manufacturas a medida que e l ingreso se

    eleva, con lo que la periferia quedaría en mejor

    si tuación que antes; pero en la práct ica ocurre lo

    cont r ar io . Por cu anto las innovaciones t ecnológi

    cas t i enen la caracter í s t i ca de ahorrar mater ia

    pr ima, es probable que e l aumento de la deman

    da de insumos de las indus t r ias manufactureras

    refuerce en vez de compensar l a d i sminución de

    ' ' "Véase , por e jemplo, Prebisch (1959) .

    ""Prebisch (1951) , p. 21 .

    ,n

    Ibid.,

      p. 22.

    l a t asa de crecimiento de la demanda de a l imen

    tos y, po r cons iguie nte, ocasione u na baja relat iva

    de la demanda g lobal de productos pr imar ios .

    La aplicación de tecnologías que aho rra n in

    sumos unida a una in terpretación ampl ia de la

    ley de Engel es la causa de que las importaciones

    de productos pr imar ios en los cent ros indus t r ia

    les se ex pa nd an a un r i tm o infer ior a l del ing reso

    real . En otras pala bras , las invencio nes tecnológi

    cas y las variaciones de la demanda ocasionadas

    por e l aumento del ingreso dan por resu l tado

    una e las t i c idad- ingreso de las importac iones pr i

    marias inferior a la unidad en los centros (Pre

    bisch, 1951). Por otra parte, la elast icidad-ingre

    so de la demanda de importaciones en la per i fe

    r ia se cons idera ex t remadamente e levada (a lo

    men os potencia lm ente) en v i sta del a l to conteni

    do de importaciones de las nuevas invers iones y

    del efecto de demost ración del cent ro en e l pa

    t rón de consumo de los grupos de e levados in

    gresos en los países periféricos. De ahí que, s i

    estos países tuvieran que atenerse sólo a sus ex

    por taciones pr imar ias para l a expans ión de sus

    economías , como o curr ía a n tes de la Gran Cris i s

    y como de ber ía n hace r lo según la t eor ía or to

    doxa, su r i tmo de desarro l lo económico ser ía

    cons iderablemente más bajo que en los cent ros

    industriales. Además, esta diferencia de la elast i

    cidad-ingreso menoscabó la posición de los pro

    ductos pr imar ios en e l mercado mundial y refor

    zó la de las manufacturas, afectando así tanto la

    relación de intercambio de la periferia como la

    posibi l idad de una distribución más pareja de los

    benef ic ios der ivados de los aum ento s de pro duc

    t ividad.

     i>¿

      En tales circunstancias, la tendencia de

    largo plazo de la brecha que existe entre los dos

    polos del s is tema capital is ta mundial seria a am

    pl iarse más b ien que a es t recharse .

    Más o menos al mismo t iempo que Prebisch,

    pe ro de m anera i ndepend i en t e , S i nge r fo rm u l ó

    un a rgu me nto parec ido , basado en la índole de la

    dem anda de p roduc t o s p r i m ar i o s y de m anufac

    turas ,

      para explicar las fluctuaciones de la rela

    l ,a

    Como Prebisch sos tendría con razón en un es tudio

    poster ior , es ta diferencia en la e las t ic idad-ingreso de la de

    ma nda s e ve a c e ntua da c on f r e c ue nc ia por me dida s pa ra

    pro te g e r los produ c tos p r ima r ios e n e l c e n t ro . Vé a se Pre b i sch

    (1959) . Un punto c e nt r a l e n e l a rgume nto de Bra un , pa ra

    quien, como vimos antes , e l intercambio des igual aparece

    como resul tado de la imposic ión de aranceles por e l centro y

    e l poder de negociac ión monopolis t ic» de és te .

  • 8/20/2019 repositorio CEPAL

    17/23

    EL SISTEMA CENTRO P ERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL

      / E. Floto

    161

    ción de intercambio (Singer, 1950). Este hecho

    ha inducido a muchos escri tores a fusionar am

    bas t eo r í as con e l ró tu lo común de "Teor ía Pre-

    b i sch-Singer" ,

    6 3

      aun cuando la de Singer no in

    cluye más que un elemento del anál is is de Pre

    bisch, a saber, las di ferencias de elas t icidades en

    la demanda de impor tac iones . S inger reconoce

    que "el progreso técnico en las industr ias manu

    factureras t rajo consigo un aumento de los ingre

    sos,

      mientras que el progreso técnico en la pro

    ducción de al imentos y materias primas en los

    países en de sarr ol lo t rajo consigo un a caída de los

    precios",

    6

    '

    1

      per o no expl ica por qu é y cóm o ocu

    rre es to , y prefiere recalcar las di ferencias en la

    índo le de l a demanda de manufac tu ras y de p ro

    ductos primarios en el centro y en la peri feria,

    para expl icar la tendencia al deterioro de la rela

    ción de intercambio de es