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8/20/2019 repositorio CEPAL
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Revista de la
CEPAL
Secretario Ejecutivo
Gert Rosenthal
Secretario Ejecutivo Adjunto
Andrés Bianchi
Director de
la
Revista
Aníbal Pinto
Secretario Técnico
Eugenio Lahera
NACIONES UNIDAS
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
SANTIAGO DE CHILE, DICIEMBRE DE 198 )
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8/20/2019 repositorio CEPAL
2/23
Revista
de la
CEPAL
Sant i ago de Chi l e Dic iembre de 1989 N ú m e r o 39
S U M A R I O
El desar ro l lo de Amér ica Lat ina y el Car ibe en los años ochen ta y sus perspect ivas .
Gert Rosenthal, Secretario Ejecutivo de
la
CEPAL,
7
Caracterís t icas
y
fases
del
"modelo sueco" .
Olof Ruin.
19
Co me n t a r i o s al t ex to del Profesor Olof Ru in .
Adolfo Gurrieri.
29
Suecia y Am ér ica Lat ina : com entar ios sobre el texto del Profe sor Olof R uin.
Francisco C, Weffort.
33
La incorporac ión de la mu j e r en las políticas de desar ro l lo .
Cecilia López M.
y
Molly Pollack E.
39
Una perspec t iva del desarrol lo social en Brasi l .
Sonia Miriam Draibe.
49
Tendencias de la in tegrac ión en el m e r c a d o de t rabajo brasi leño.
Claudio Salm
v
Luiz Carlos Eichenberg Silva.
65
La iniciativa
de los
Es tados Un idos para
la
cuenca
del
Car ibe . Wilfred Whittingham.
77
El potencial tecnológico del sec to r p r imar io expo r tador .
Mikio Kuwayama.
101
E n t o r n o
a la
in tegrac ión económ ica a rgen t ino-bras i l eña .
Daniel Chudnovsky
y
Fernando Porta.
125
El s is tema centro-peri feria y el in te rcambio des igual .
Edgardo Floto.
147
Orien tac iones para
los
c o l a b o r a d o r e s
de la
Revista de la CEPAL.
168
Publicaciones de la
CEPAL.
169
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REVISTA DE LA CEPAL
N °
39
El sistema
cent ro-pe r i fe r i a
y e l in te rcambio
desigual
Edgardo
Floto*
La crisis económica que lia afectado a los países lati
noam erican os d esde com ienzos de los años ochenta y
que amena za pro lo ngar se hasta e l decenio s iguien te ,
ha in tensi f icado e l deba te sobre comer cio y desarro l lo
y sobre el pap el de Am érica Latina en la división in ter
nacional del t rabajo . Con e l presente art ícu lo se espera
cont r ibui r a ese debate a l enun ciar la teoría orig inal de
la CEPAL, sobre c entr o-p erif eria en el ma rco de las dis
cusiones respecto a l " in tercambio desigual" . El au tor
pre tende most rar que esa teoría s igue ofreciendo, des
pués de casi cuare nta a ños, los e lem entos p ara una
in terpr e tac ión má s sa t i sfac toria del come rcio mun dia l
que las rea l izadas por o t ras teorías . Después de una
breve in t roducción sobre las venta jas comparat ivas y la
teoría del come rcio , se exa min an los e lem entos princi
pales del mod elo cent ro- per ifer ia de la CEPAL. Ense
guida se cont rapone este modelo a las ideas de los
principales part ic ipantes en e l debate sobre e l comer
c io desigual , recurriendo para e l lo a las re lac iones de
precios y la d is t r ibución de un m odelo de comerc io
in ternaciona l co mp uesto de dos países y dos pr oduc
tos, en el cual las dos naciones se susti tuyen por un
"cent ro" y una "peri feria" . En las ú l t imas secciones se
incorp ora en e l deb ate e l arg um ent o de la CEPAL. sobre
la elasticidad de la de m an da y se analiza n las implica
c iones de pol í t ica que encierra e l modelo para los
países peri féricos.
^Economista del Centro de Inversiones de la Organiza
ción de las Naciones Unidas para la Agricultura
y
la Alimenta
ción (FAO).
I
Las ventajas comparativas
y la teoría del comercio*
La teoría tradicional sobre el comercio interna
cional, sea formulada en su forma ricardiana
clásica o en el marco refinado de la teoría neoclá
sica, sostiene que el libre comercio de productos
funcionará siempre en provecho de cada país
participante en ese intercambio, de modo que
tendrá siempre efecto positivo no sólo en el bie
nestar mundial sino también en el de cada país
copartícipe comercial.
Ricardo, mediante su famoso ejemplo del
intercambio de telas por vino entre Inglaterra y
Portugal, llegó a la conclusión de que iba en
interés de cada uno de los socios comerciales
especializarse en los productos en que* tuvieran
costos de producción comparativamente
1
más
bajos, ya que esto tendría por resultado niveles
de ingreso más elevados, en términos de valores
de uso, en ambos países.
En el modelo de Ricardo se supone que los
recursos son móviles dentro de cada país, pero
internacionalmen te inmóviles. La mano de obra,
único factor de producción explícitamente consi
derad o, se utilizaba en las dos ramas de produc
ción existentes (vinos y telas), y se suponía que
éstas tenían rendimientos a escala constantes.
Los precios a los cuales estarían dispuestos a co
mercia r los países (y, por end e, sus ventajas com
parativas) quedaba n d eterm inados por las condi
ciones técnicas que regían el insumo de man o d e
obra en cada economía.
La teoría de Ricardo sobre las ventajas com
parativas ha sido objeto d e varias precisiones des
de su formulación inicial. Algunas se mantenían
dentro del marco clásico; así, J.S. Mill, que se
alejó de la teoría del valor determinado por la
mano de obra al introduc ir la ley de la deman da
recíproca como d eterm inante del equilibrio de la
relación de intercambio en el modelo ricardiano.
Otros, como Heckscher, Ohlin y Samuelson, se
quedaban firmemente dentro de la tradición
*EI au tor agradece a David Evans y E.V.K. Fitz Gerald
sus in teresantes observaciones a una versión an terior del
p re se n t e e s t u d i o .
1
Opo nién dos e a l p rincip io d e la ventaja d e costo absolu
ta enunciado en un anál i s i s an terior del comercio in ternacio
nal , por A. Smi th en su l ib ro
Riqueza de las Naciones.
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REVISTA
DE LA CEPAL N° 39
/
Diciembre de 1989
neoclásica. Heckscher y Ohlin (Heckscher, 1919
y Ohlin, 1933), sostenían que las ventajas compa
rativas pueden existir únicamente si la dotación
de recursos o la proporción de factores (a diferen
cia de las técnicas de producción de Ricardo) de
los copartícipes comerciales son diferentes. Tales
diferencias dará n por resu ltado precios de facto
res relativos diferentes, y, puesto que cada país
exportará los productos que utilicen más sus re
cursos más abundantes, el comercio tenderá a
reducir las diferencias en los precios relativos de
los factores. Posteriormente, Samuelson (Sa¬
muelson, 1948) mostraría que, dados ciertos su
puestos, el libre comercio igualaría efectivamen
te los precios de los factores en los socios comer
ciales.
Básicamente, la teoría neoclásica demostraba
que, en ciertas condiciones,
2
había una posibili
dad de comercio rentable cuando las técnicas de
producción eran idénticas en todos los copartíci
pes comerciales, pero su dotación de factores era
diferente. De esta man era, de ntro del marco ana
lítico neoclásico, la diferencia de con diciones téc
nicas en tre ios países, que se supo nía en el mo de
lo ricardiano, pasaba a ser sólo un motivo más
para tener, antes de la transacción comercial,
relaciones de precios diferentes y, por end e, ob
tener ganancias. Además, las diferencias en la
composición de la demanda también produci
rían diferencias en dichas relaciones de precios,
incluso siend o iguales las técnicas y la dotación de
factores. La inmovilidad internacional de los fac
tores,
que desempeñaba un papel fundamental
en el modelo ricardiano, ya no era esencial en el
m und o neoclásico, puesto que el desplazamiento
de productos podía sustituirse por el desplaza
miento de factores a fin de obtener los beneficios
de las transacciones internacionales (Samuelson,
1948).
Las conclusiones a que llegaba la teoría neo
clásica del comercio internacional no eran muy
diferentes de las del modelo estático ricardiano.
En el m un do n eoclásico, supu esta la existencia de
una perfecta armo nía d e intereses entr e todos los
países (y todas las clases sociales de esos países), el
sistema mundial de libre comercio tenía una
tendencia innata a mejorar la situación de todos
los países que mantienen relaciones comerciales
^ A u n q u e bajo supuestos bastante rest rict ivos, como lo
ha
d e m o s t r a d o K a l d o r
(1980),
y a reduc ir (si no a eliminar
3
) las desigualdades
entre ellos. Además, como el progreso técnico
ocurriría al azar, sin ningún sesgo sistemático,
geográfico, social o económico, donde quiera que
se produjese, beneficiaría directamente a todos
al abaratar los productos, e indirectamente, al
estimular la producción de otros bienes. En otras
palabras, el libre comercio haría que un mejora
miento general de la productividad y el ingreso
en un lugar se tradujese en un aumento de la
productividad y el ingreso en todas partes del
mundo.
Pese a que existen antecedentes históricos
que co ntradic en la visión neoclásica de la econo
mía mundial, nunca se cuestionó seriamente la
ley de las ventajas comparativas como explica
ción básica del comercio internacional de pro
ductos.
4
Sin embargo, a fines del decenio de
1940 la
CEPAL
puso e n tela d e juicio
las
conclusio
nes de la teoría de las ventajas comparativas y
trató de ofrecer otra visión de los efectos del
comercio exterior en los países que comercian
entre sí. Pero, la
CEPAL
no estaba interesada en
introducir sólo modificaciones internas'' en la
teoría Heckscher-Ohlin predominante entonces,
ni tenía la intención de restringir su análisis a la
esfera del intercambio (como se le atribuye gene
ralmente), sino de explicar, por medio d e la inte
racción de fuerzas en el centro y en la periferia
del sistema capitalista d ur an te el ciclo, los proce
sos de acumulación, producción y crecimiento en
la economía mundial . Lamentablemente , la
l
L as
des igua ldades en t re l as reg iones que comerc i an
e n t r e sí si se el iminarían por c om pleto si los países tuvieran
funciones de producc ión i dén t i cas y "de buen compor t a
mien to" , esto es, funciones de producción idént icas que,
fue
ra
de ser l ineares y homogéneas, tuvieran una elast icidad de
susti tución
cons t an t e , cua l esqui era que fuesen l as p roporc io
ne s d e factores; Kaldor (1980).
'L a
mayor par t e de l as impug nacione s procedi eron de l
lado de la teoría protecc ionista, per o ellas que dar on incor po
radas
en el cu erp o principal de la teoría del comercio interna
cional.
"Al di rigi r la atenció n a la correc ión del mal funciona
m i e n t o
de l os mecani smos de merc ado que opera n de una u
o t ra
m ane ra pa ra da r señales ' incorre ctas ' en cuan to a la
dirección de las ventajas compara t ivas , el arg um en to del l ibre
comerc io
ha log rado , en g ener al , sobrevivi r al a taque" ; Evans
{1981
c), p. 118.
;
'E s
esa una tentación común entre los crí t icos de la
teoría
neoclásica, qu e hace m ás complejo el análisis pero no
modifica
fund amen ta lmente l a es t ruc tura bás ica de l modelo
neoclásico, ni su conclusión.
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EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL / E.
Floto
149
a p o r t a c i ó n de la CEPAL sólo ha l l egado a conocer
se mejor en el ú l timo de cen io , con la apar i c ión de
l a l l amada cr í t i ca neor r i card iana
de la
teoría
de
l as v e n ta j as c o mp a r a t i v a s j u n t o con las de l ibera
c iones sobre el " in te rcamb io des igual " y el deba te
C o m o ha qued ad o seña lado , las ideas de la CEPAL
se desar ro l l a ron como respues ta an te l as conclu
s iones
y las
r e c o m e n d a c i o n e s
de
política
de la
t eo r í a o r todoxa sobre el comerc io in te rnac ional .
Las observaciones crí t icas de la CEPAL no iban
d i r ig idas
a
n i n g u n a f o r mu l ac i ó n d e t e r m i n a d a
de
esa teoría, s ino hacia algo bastante vagamente
def in ido como "aquel p re té r i to esquema de la
div is ión in te rnac iona l del t raba jo que desp ués de
h a b e r a d q u i r i d o g r a n v i g o r en el siglo xix seguía
p r e v a l e c i e n d o d o c t r i n a r i a m e n t e h a s t a muy
a v a n z a d o el p resen te . . . ( según el cual) . . . a la
América Lat ina ven ía a c o r r e s p o n d e r é , c o m o
p a r t e
de la
per i fe r i a
del
s i st ema económico mu n
dial , el papel específ ico de p roduci r a l imen tos
y mater i as p r imas para los g randes cen t ros in
dustr iales" .
1
' Pese a la falta de re ferenc ias carac
terística
en los
p r imeros t raba jos
de la
CEPAL,
7
b i e n p u e d e s u p o n e r s e
que los
func ionar ios
de la
CEPAL
p e n s a b a n , al f o r mu l a r sus críticas, en el
t ipo de mo d e l o H e c k s c h e r - O h l i n .
C o m o lo han seña lado Pin to y Kñakal (197 2) ,
los conceptos de " c e n t r o " y "per i fe r i a" p ued en
a d o l e c e r de c ie r ta a m b i g ü e d a d si se les tom a fue
ra
de su
c o n t e x t o
o
s ignif icado originales .
No se
p r e t e n d e , por c i e r to , que e n t r e n a sust i tui r los
c o n c e p t o s de pa í ses "desar ro l l ados" y en desa
r r o l l o " o p a í s e s " i n d u s t r i a l i z a d o s " y " s u b
d e s a r r o l l a d o s " .
En el
c o n t e x t o
del
s is tema cepal i
n o de c e n t r o - p e r i f e r ia , una economía "cen t ra l "
t i ene
que ser
nece sar i am ente desar ro l l ada . Pero ,
a d e m á s del elevado nivel de su e s t r u c t u r a de
i ngreso y d e s a r r o l lo , y de la índo le bás icamente
e n d ó g e n a de su d i n a m i s m o de c rec imien to , re-
Prebisch (1949), p. 1.
7
Con las honora bles excepciones de J.M. Keynes y H.W.
Singer.
N o r t e - Su r . Nos p r o p o n e m o s m o s t r a r que una
mayor e l aborac ión de la formulación original del
modelo cen t ro -per i fe r i a o f rece una i n t e r p r e t a
ción más realista del o rden es t ab lec ido por la
ac tua l es t ruc tu ra
del
comerc io mu ndia l .
q u i e r e una capac idad de e j e rcer una influencia
perceptible
sobre el curso de los acon tec imien tos
en l as econom ías per i fé ri cas — per o no
a la
inver
sa".
8
Será el c e n t r o el que dec ida el g r a d o de
influencia y la m a n e r a de ejercerla. P or ot ra pa r
te ,
a
d i fe renc ia
de la
s i tuación
del
s iglo pasado,
c u a n d o G r a n Br e t a ñ a
era sin
d u d a a l g u n a
el cen
tro de l s is t ema mun dia l , en el m u n d o de hoy cabe
d i s t ingu i r un "cen t ro p r inc ipa l " (por e j emplo , los
Es tados Unidos ) y unos "su bcen t ros" (como la
CEE y e l J a p ó n ) , que influyen uno s sobre otros y
en la per i fe r i a en m a y o r o me n o r g r a d o , s e g ú n su
capac idad económica . En consecuencia , a unq ue
p u e d a e mp l e a r s e
el
t é r mi n o " c e n t r o "
de
m o d o
q u e c o m p r e n d a el "cen t ro p r inc ipa l " y los " sub
c e n t r o s " , no p u e d e e n t e n d e r s e c o m o que eng lo
be a todos los países desarrol lados.
La explicación que da la CEPAL del funciona
mi e n t o
del
s i st ema económico m undia l par t e
de
las premisas de que el desarrol lo capi tal is ta no
sólo ha s ido des igual des de un principio, s ino que
e n c i e r r a
una
d e s i g u a l d a d i n h e r e n t e
que
ampl ia
rá la dis tancia que me d i a e n t r e los dos e x t r e mo s
—el cen t ro y la per i fe r i a— en vez de es t rechar l a
c o m o nos i n d u c e a c r e e r la t eo r í a o r todoxa del
comerc io in te rnac ional .
El
desarrol lo capi tal is ta
ha favorecido a los países s i tuados en el cen t ro
del s i s t ema económico mundia l donde los mé t o
dos ind i rec tos de p r o d u c c i ó n g e n e r a d o s por el
progreso t écn ico se i n t r o d u j e r o n p r i me r o y se
p r o p a g a r o n en fo rma bas tan te pare ja y ráp ida
p o r t o d o su s is tema de p r o d u c c i ó n . Los d e má s
países,
9
los qu e son peri féricos
a la
d i fus ión m un-
8
Pinto y Kñakal (1972), p. 100.
9
El modelo original centro-periferia de la CEPAL refleja
ba un orden bipolar de un mundo capitalista industrializado y
un mundo subdesarrollado, en el cual no había lugar pa ra el
I I
El s i s tema cent ro-per i fer ia formulado por la CEPAL
-
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150
REVISTA DE
LA CEPAL
N° 39 / Diciembre
de
¡989
dial de la tecnología, partiero n con retraso y en
ellos "el progreso técnico sólo prende en exiguos
sectores de su ingente población, pues general
mente no penetra sino allí en donde se hace
necesario para producir alimentos y materias
primas a bajo costo, con destino a aquellos gran
des centros industriales".
10 ,
La manera como el progreso técnico se di
fundió desde esos países de origen hacia el resto
del mu nd o dio lugar a estructuras de producción
diferentes en el centro
y
en la periferia
y a
funcio
nes diferentes en el sistema económico mundial.
Así, pues, a juicio de la CEPAL, el centro y la
periferia pueden considerarse como el resultado
histórico de la manera cómo se propagó el pro
greso técnico en la economía mundial.
12
En un
mundo semejante, la función de la periferia es
producir
y
exporta r materias primas
y
alimentos,
mientras que la del centro es producir y exportar
b ienes indus t r ia le s pa ra
el
s is tema
en su
con jun to .
u
En la diferenciación de estos dos gru
pos de países
en e l
co ntexto de la economía m un
dial, que se refleja en la estructura del comercio
mundo socialis ta , lo que reflejaba la muy escasa repercusión
económica ex te rna
de la
U R S S an te s
de la
segunda gue r ra
m u n d i a l .
A
p e s a r
de la
rápida tasa
de
c rec imien to mos t rada
p o r
los
países socialistas
en el
p e r í o d o
de
pos tgue ra ,
su
nivel
relativamente bajo de in teg rac ión a la economía mund ia l
(comparados con los países indu str ia l izados capita lis tas) no
h a mod i f icado bás icamen te
las
conclusiones sacadas del
mo
delo
o r ig ina l
de la
C E P A L . (véase Pinto y Kñakal, 197 2,pp .
72-
1 2 8 ) .
Adem ás , descon tad as unas pocas excepc iones
(p. ej.
Cuba ) ,
las relaciones com erciales en tre los países socialis tas y
la s economías pe r i fé r icas , hab lando en té rm inos gene ra le s ,
n o pa recen reposa r
en una
base
muy
d i fe ren te
de la que
caracteriza las
re lac iones comerc ia le s en t re
el
"centro capita
lista" y la
pe r i fe r ia .
De
acue rd o con ta le s supues tos ,
la
distr i
bución de beneficios derivados del comerc io y el p rog reso
técnico no deb ie ra tam poco ser muy d i fe ren te en un caso y en
e l o t ro .
' "CEPAL (1951), p. 3.
1
' Ka ldo r a rgum en ta r ía que
la
des igua ldad
de
desarrollo
e n t r e los
países industr ia l izados
y los
periféricos
no se
debe
sólo al
h e c h o
de que el
p rog reso tecno lóg ico
se
introdujo
p r i m e r o en aqué l lo s , s ino también a la presencia de rend i
m i e n t o s c r e c i e n t e s p a r a la i n d u s t r i a y el c o n s i g u i e n t e
"p roceso
de
polar izac ióN°,
que inhibe el crecimient o de activi
d a d e s
m a n u f a c t u r e r a s
en
a lgunas zonas
y las
concen t ra
en
ot ra s .
La
e x p o r t a c i ó n
de
e s tos "p roduc tos
de
fábrica" baratos
e l iminó a los p rodu c to res loca le s (p roduc tos hechos a mano ,
a r te sanos ) de los países en desarr ollo , a l hacerlos incapaces de
compe t i r ,
y
obligó
a
estos países
a
"especializarse"
en la
p r o
ducc ión de
ma te r ia s p r imas y mine ra le s . Ka ldo r (1980) ,
p. (i.
' ^Rodr íguez (197 7 ) , p. 206.
'•
i
V éaseP reb isch (194 9) ,pp . Í -2ycKPAi . (195l ), pp . 3-4.
internacional, subyace una distinción básica en
tr e
sus
estructuras
de
producción (Rodríguez,
1977). A fin de que la periferia pudiera cumplir
su papel de proveedor de materias prim as y ali
mentos de ma nera eficiente, el progres o tecnoló
gico se orien tó principa lmen te hacia su sector de
exportación primaria. Esto
dio
lugar
a una es
tructura interna altamente especializada, por
cuanto una gran proporción de los recursos p ro
ductivos se consagraron a ampliar el sector de
exportación primaria. El resto de lo sectores
económicos se dejaron rezagados, con una pro
ductividad baja
de la
mano
de
obra,
ya que la
demanda interna de otros bienes y servicios se
satisfacía mediante importaciones y no con pro
ducción propia. De ahí que la periferia terminó
teniendo una estructura productiva que era a la
vez especializada y heterogénea. En otras pala
bras,
la econom ía periférica se caracterizaba por
la presencia
de
sectores
de
altos niveles
de
pro
ductividad, comparables a los alcanzados en
otras partes del mundo, pero que sólo podían
ofrecer empleo a un número limitado de trabaja
dores; éstos coexistían con sectores en que los
niveles de productividad de la mano de obra
estaban muy por debajo de los de actividades
semejantes
en
los países industrializados del cen
t r o . En cambio, en el centro, el progre so tecnoló
gico tendía a propagarse de manera pareja por
todo el sistema de producción interno, creando
una estructura de producción diversificada y ho
mogénea, que le permitía cumplir eficientemen
te
su
papel
de
productor
y
exportador
de
bienes
industr ia les para el sistema mundial en su
conjunto ."
Se sostiene que, dentro de tal esquema, las
razones principales de que se ampliaran las dife
rencias de ingreso y productividad del centro y la
periferia del sistema económico mundial, resi
den no sólo en la evolución disímil del progreso
técnico sino, también, en la manera desigual co
mo se distribuyen sus beneficios.
10
Se afirmaba
N
E stos concep tos
de
h e t e r o g e n e i d a d
y
h o m o g e n e i d a d
d e
las e s t r u c t u r a s de p roducc ión se e laboran en una fecha
m u y posteri or; véase Pinto (1965) . El orden bipolar del mun
d o
de la
C E P A L
no
cons ide ra
el
caso
del
desa r ro l lo
de
nuevas
regiones de
a sen tam ien to , t ale s como
la
Amér ica
del
N o r t e
y
Ocean ia ,
d o n d e
se
d i fund ie ron también
los
beneficios
de la
alta tecnología y de la p roducc ión homogénea . Debo es ta
sugerencia a D. Evans.
15
CEPAL 1951), p. 78.
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EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL
/ E. Floto
151
que el progreso técnico era más rápido en el
centro que en la peri feria, y se suponía que los
aumentos de l a p roduct iv idad de l a mano de
obra eran más intensos en la industr ia que en la
producción primaria de los países peri féricos .
11
'
En teoría, los beneficios de es te progreso técnico
p o d í a n t r a n s f e r i r s e s e a me d i a n t e u n a r e d u c
ción en el precio de los bienes (sin cambios en los
ingresos monetarios) , lo que refleja costos de
producción más ba jos , o median te un aumento
de los ingresos (sin cambios en los precios). En la
práct ica, s in embargo, las ganancias que la pro
duct ivid ad da ba a la indu str ia no se reflejaban en
una reducc ión de p rec ios s ino en un aumento de
ingresos en el centro; mientras que ocurría lo
con t ra r io para l as mater i as p r ima s p roducidas en
la periferia. Esto, a su vez, se reflejaba en tasas de
aumento de l a p roduct iv idad media y del ingreso
real medio que eran más elevadas en el centro
que en la peri feria.
1 7
En otras palabras , la pauta
de d i s t r ibuc ión de l p r ogre so t écn ico en t re pa í ses
tuvo por resu l t ado un s i s t ema económico mun
dial que t iene, en el centro, una es t ructura de
produ cción d ivers if i cada y hom ogén ea , con una
d inámica endógena y l a capac idad de reprodu
cirse por s í misma; y , en la peri feria, una es t ruc
tu ra económica espec ia l i zada y he terogénea , en
que só lo puede lograrse acumulac ión median te
el intercambio con el centro. Es es ta preocupa
ción por las di ferencias de las es t ructuras econó
micas en el centro y en la periferia, y por sus
procesos de a cum ulac ión y e l papel de los medios
de producción, lo que hace que el anál is is de la
CEPAL no sea ún icam ente u na t eo r í a más respec to
al comercio, s ino en real idad un enfoque diver
so
18
fren te a la teoría del com ercio,
1
'
1
s igu iendo
las líneas sugeridas por la reciente crítica neorri¬
cardiana a la teo ría de las ventajas co m pa ra-
Uvas.
20
Los part idarios del enfoque neoclásico del
comerc io in te rna c ional sos tendr ían que los bene-
1 6
Prebisch 1949) , p. 4 .
l 7
R o d r í g u e z ( 1 9 7 7 ) , p . 2 07 .
18
U t i l i z ando un c onc e pto d e S te e dma n: "Un e nfoque
diverso. . . conducir ía a una teor ía de l comerc io qu e se preocu
pa más de l c rec im iento y de l papel d e los bienes de capita l que
una teor ía de l come rc io —co mo la de la teor ía de Heckscher¬
Ohlin-Samuelson— que par te de l intercam bio y e l consu mo ".
S te e dma n (1979) , p . 7 .
19
Como se sugiere también en Fi tzGera ld (1982) .
20
Véase Evans (1981 c) .
f icios del progreso técnico, dondequiera que és te
o c u r r a ,
2 1
se pondrían a disposición de todos los
países del mundo, cualquiera que fuese su l ínea
de especial ización, mediante una disminución de
los precios de los bienes .
2 2
Sin embargo , según
Prebisch (1949), los datos his tóricos indicarían
que es to , aunque era p robab lemente c i e r to res
pecto a los países industrializados, no se aplicaba
a la peri feria de la economía mundial . Los enor
mes benef i c ios ob ten idos de l aumento de p ro
duct ivida d no l legaban a los países peri féricos en
una medida comparab le a l a que ob ten ía l a po
blación de los grandes centros industr iales , y el
mecanismo por el cual se revelaba es ta dis t r ibu
ción desigual de los beneficios e ra el de terio ro de
la relación de intercambio de la peri feria y su
tendencia secu lar a empeorar .
Un de ter io ro de l a re l ac ión de in te rcambio
de la per i fe r i a se en t i en de como u na d i sminución
de la can t idad de p roductos ma nufac tu rados t e r
min ados qu e esos pa í ses pue de n ob tene r por u na
c a n t i d a d d a d a d e p r o d u c t o s p r i m a r i o s .
2 1
La
CEPAL sos t i ene
2 4
que e l aume nto de l a p roduct iv i
dad resu l t an te de l p rogre so t écn ico no ha re dun
dado en una reducc ión p roporc ional de los p re
cios nom inales s ino qu e, en real idad , se ha t rad u
cido en un aumento de precios (e ingresos); y ,
además , que ese aumento ha s ido mayor en l a
p roducción indus t r i a l de l cen t ro que en l a p ro
ducc ión p r im ar ia de la per i fe r i a . Adem ás , pu es to
que la relación de intercambio ha s ido desfavora
*'La probabil idad de que ocurr ie ra en otra par te ser ia
semejante .
a2
Véase , entre otros , Johnson (1958) .
8 3
Este es un concepto ut i l izado pese a su reconocida
l imitac ión en e l sent ido de que no ref le ja diferencias de
ca l idad de los productos te rminados (véase Prebisch, 1949,
p. 4) , que explicar ía par te de l de ter ioro de la re lac ión de
prec ios entre productos pr imarios y manufac turas . La re la
c ión de in te rc a mbio de produc tos s e u t i l i z ó proba ble me nte
por que es re la t ivam ente fáci l de med ir y fáci l de ob tener . Sin
e m b a r g o , e l a r g u m e n t o d e l a CEPAL implica que lo que t iene
que ba jar es la " re lac ión de intercam bio d e fac tores" más bien
que la " re lac ión de intercambio de productos" . Inc luso s i és ta
no se de ter iora , la s imple des igualdad en la tasa de aumento
de la productividad de la mano de obra ( la productividad se
e leva más en e l centro que en la per ifer ia ) supone una dife
rencia en los nive les de ingreso medio. SÍ la re lac ión de
in te rc a mbio de produc tos s e de te r iora t a mbié n , e n tonc e s l a
diferencia entre los ingresos será aún más grande (Rodrí
gue z , 197 7 . p . 20 8) .
'
¿l
Véase CEPAL (1951) y Prebisch (1949) y (1951) .
-
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152
REVISTA DE LA CEPAL N° 39 / Diciembre de ¡989
ble a la periferia, ello quiere decir que mientras
los centros han retenido íntegramente el fruto
del progreso técnico de su industria, los países de
la periferia les han traspasado una parte del fru
to de su propio progreso técnico .
¿:i
La posibilidad que tienen los centros indus
triales de retener los beneficios de su progreso
técnico y, al mismo tiempo, absorber parte de los
beneficios que corresponden a la periferia puede
explicarse, según la CEPAL, mediante dos juegos
de factores: por una parte, la manera cómo evo
lucionan los salarios y las utilidades, tanto en el
centro como en la periferia, en el transcurso del
ciclo económico
2
*' y, por otra, la diferencia entre
la elasticidad-ingreso de la demanda de importa
ciones en el centro y en la periferia. La primera
parte del argumento contiene los elementos bási
cos de lo que ha llegado a conocerse como la
teoría del intercambio desigual
27
y, por lo tan
to,
se analiza a continuación.
III
Los
salarios y las utilidades durante el ciclo económico
El ciclo ha sido la modalidad de crecimiento del
sistema capitalista, y el aumento de la productivi
dad, uno de los factores principales de ese creci
miento. En consecuencia, la distribución de los
beneficios del progreso técnico no puede com
prenderse sino en relación con los ciclos comer
ciales y la manera cómo estos evolucionan en los
centros y en la periferia.
28
En el centro, el proceso de evolución cíclica
crea una disparidad continua entre la demanda y
la oferta totales de bienes de consumo termina
dos;
y la primera supera a la segunda en la fase
ascendente del ciclo, mientras que en la fase des
cendente ocurre lo contrario. Las utilidades y sus
variaciones están estrechamente vinculadas con
esta disparidad (Prebisch, 1949). En la fase as
cendente, pese al aumento de la productividad,
los precios se elevan y también se elevan las utili
dades. Por consiguiente, si el aumento de la pro
ductividad ocasionara una mejora inmediata de
los sueldos y salarios, éstos tendrían que elevarse
más que los precios. Sin embargo, los precios se
elevan con frecuencia más que los salarios, de
modo que los beneficios resultantes del progreso
técnico son absorbidos por las utilidades, que
dando así en manos de los empresarios. Por otra
parte, durante la fase cíclica descendente, cuan
do las utilidades tienen que reducirse, la fracción
que había sido absorbida por los aumentos de los
salarios nominales pierde su liquidez y no puede
ser reducida simultáneamente. De ahí que, du
rante la depresión, los salarios nominales se re
ducen menos que los precios y sólo pierden una
parte del aumento obtenido en la fase de prospe
ridad, estableciéndose así una relación más favo
rable para los salarios.
Sin embargo, el mecanismo de los ciclos co
merciales todavía no explica por qué los países
industriales están en condiciones de conservar
los beneficios de su propio progreso técnico, e
incluso, de absorber par te de los beneficios del
progreso técnico correspondiente a la periferia.
A fin de comprender esta distribución desigual
de los beneficios es preciso analizar la desigual
dad del movimiento cíclico de los precios de los
productos primarios y de las manufacturas.
En la fase ascendente del ciclo, la demanda
de manufacturas es mayor en el centro que la
oferta. Esto, como se ha señalado, ocasiona un
aumento de los precios así como de las utilidades
^'Prebisch (1949) , p. 5; esta conclusión parece haber
chocado
a Viner, que no vaciló en rechazarla como en su
mayor parte, fantasías maliciosas, o historia conjetural o
fal
se a da " ; véase Viner (1953) , p. 73.
2
' 'Pues si bien la escasa movilidad de los factores p r o
ductivos
conforme se propaga el progreso técnico, basta para
explicarnos cómo se van operando grandes diferencias entre
los ingresos de los centros y de la periferia, estas diferencias se
forman precisamente durant e el movimiento cíclico , CEPAL
(1951) , p. 60.
¿7
Los
principales contribuidores a esa teoría son Emma
nuel
( 1972 ) ,
que fue el primero que utilizó el término inter
cambio desigual; Amin ( 1974 ) ; Braun ( 1973 ) ; Saigal (1973) .
í8
Véase Prebisch
( 194 9) ,
p. 6, y CEPAL
( 195 1) ,
pp. 60 -61 .
-
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EL SISTEMA CENTRO PE RIFERIA Y EL INTERCA MBIO DESIGUAL
/
E. Floto
153
y los salarios nominales. Con el t iempo, y me
diante una ser ie de reacciones , la ofer ta sup era a
la demanda, dando lugar a l descenso c íc l i co .
Mient ras és te dura , se acumulan exis tencias de
m anufa c t u ras qu e po r el m o m en t o no s e pueden
vender . Como resul tado , los productores d i smi
nu i r án s u dem anda a s u s p roveedo res i nm ed i a
tos, quie nes, a su vez, la red uc irá n a sus propio s
proveedores , y as í suces ivamente , has ta que se
afecta el eslabón más débil de la cad ena , es decir,
los proveedores de productos pr imar ios en la
periferia.
A través de las diversas etapas de la fase
cíc l i ca descendente , hay una reducción de pre
cios, de empleo y de ut i l idades. Si la reducción
del precio de la ofer ta fuera proporcional a l au
mento de las ut i l idades y salarios que provocó el
alza inicial de precio, s implemente se volvería al
punto de par t ida , y t an to e l cent ro como la per i
feria recibirían partes iguales de los beneficios
del progreso técnico
(CEPAL,
1951) . S in em barg o,
la exper iencia ha mos t rado que en e l cent ro , a
pesar del desem pleo , los b ien organizados s indi
catos obre ros t i ende n a opon er gra n res i stencia a
toda reducción de sa lar ios , en tan to que los em
presar ios , por su lado , t i enden a opo ners e a toda
reducción de u t i l idades . Es tas r ig ideces impedi
rán toda reducción de precio de las manufactu
ras en la medida necesaria para equil ibrar la
ofer ta y la de ma nd a, por lo cual segui rán acum u
lándose los exce dente s de ex i s tencias . La acumu
lación de existencias provoca una mayor necesi
dad de reduci r l a producción y , por ende, de
d i s m i nu i r l a dem anda de p roduc t o s p r i m ar i o s .
Por cons iguiente , l a pres ión p ara red uci r los pre
cios se desp laza hac ia la perife ria con m ayo r fuer
za de lo qu e su ced ería s i, de bid o a las l imitaciones
de la com pete ncia , no fuera n rígidos los salarios
y
las ut i l idad es en el ce ntro (Prebisch, 1949). Mien
tras más fuertes sean esas rigideces, tanto mayor
será la caída d e la de m an da y de los precios de los
p roduc t o s p r i m ar i o s .
En la periferia, por otra parte, la existencia
de un excedente de mano de obra , unida a l a
caracterís t ica fal ta de organizaciones laborales (a
lo menos , de organizaciones t an poderosas como
las del centro), impide que los t rabajadores, en
p r i m e r l u g a r , o b t e n g a n a u m e n t o s s a l a r i a l e s
equiparables a los de los países industriales du
rante la fase ascendente del ciclo y, en segundo
lugar , que conserven los aumentos que hayan
obten ido en me dida seme jante en la fase descen
dente del ciclo. Del mismo modo, los empresarios
de la periferia no pueden ofrecer resistencia a
una reducción de u t i l idades comparable a l a que
ofrecen sus contrapartes de los países industrial i
zados .
Es as í como , du ra nte l a fase desc ende nte ,
es probable que los salarios y las ut i l idades sean
más bajos en la periferia que en el centro, mien
t ras que e l dese mp leo será más e levado en aqué
lla qu e en éste . Si los salarios y las utilidad es e n la
per i fer ia m os t rara n m ayor res i s tencia a l descen
so, esto sólo aumentaría la presión ejercida por el
cent ro sobre l a per i fer ia , y l a demanda de pro
ductos pr imar ios bajar ía has ta e l punto requer i
do para lograr la necesaria reducción del ingreso
(esto es, utilidades más salarios) en el sector de
producción pr imar ia .
2 1
' Como lo indicó la expe
riencia de la Gran Crisis , la presión que el centro
es capaz de e jercer sobre los prod ucto res pr ima
rios puede ser tan grande, que los obl igue a deva
luar su moneda a fin de adaptarse a la caída de
precios ocasionada por la disminución de la de
manda por parte de los países industrial izados
(CEPAL,
1951).
El inte nto d e la CEPAL de explicar la distribu
ción desigual de los beneficios del pro gre so técni
co a lo largo del ciclo haciendo ver la relat iva
inflexibilidad de los salarios y las utilidades en el
cent ro durante l a fase descendente , mues t ra só lo
una cara de la mo ned a. El hecho de que e l cent ro
pu ed a ut i l izar esa inflexibi l idad n o sólo par a con
servar en sus propias economías ¡os beneficios
del progreso técnico , s ino también para obtener
una par te de los benef ic ios corre spond ientes a la
pe r i f e r i a , s e puede com prender ún i cam en t e en
el contexto de dos sis temas dist intos de forma
ción de precios. Como lo señaló Kalecki hace
algún t iempo"
10
(y lo volvió a descubrir Hicks a
mediados del decenio de 1970
3 1
), las variaciones
de precios pueden clasificarse en dos grupos: las
que e s t án dom i nadas p r i nc i pa l m en t e po r l a s
condiciones de la oferta y la demanda y las que
son "deter min ada s por los cos tos" o están dom i
nadas por " los cos tos más las u t i l idades" .
3 2
o s
'•" 'Prebisch (1949), pp. 6-7; véase también CEPAL. (1951) ,
p.
62.
:
" Véase Kalecki (1 939 ).
" V é a s e H i c k s ( 1 9 7 6 ) .
•^Uti l izando té rminos de J . Robinson; véase Robinson
(1980), p. 8.
-
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REVISTA DE LA CEPAL N° 39
/ Diciembre de 1989
p r e c i o s d e l o s a r t í c u l o s t e r mi n a d o s e s t a r í a n
"determinados por los costos", en tanto que los
precios de las materias primas y los al imentos
bás icos es t a r í an "de terminados por l a demanda"
(Kalecki , 1971). Este concepto podría ampliarse,
sosteniendo que los precios de los bienes produ
cidos en la peri feria es tán "determinados por la
demanda" , mien t ras que los p roducidos en e l
cen t ro los de terminan p r inc ipa lmente los cos tos
básicos uni tario s (es to es , costo de los materia les y
salarios) y el margen de ut i l idad bruta, expresa
do como el recargo de precio sobre los costos
básicos uni tarios . Los recargos de precio son de
t e rminados por fac to res semi o to ta lmente mo¬
nopolísticos, o sea, lo qu e Kalecki den om inó el
"grado de monopol io" de la posición de la em
presa, que és ta ejercería asegurándose de que el
precio no sea demasiado al to en relación con los
prec ios de o t ras empresas en l a misma indus
t r i a .
3 3
Para una empresa de terminada , es t as con
d ic iones pueden represen tarse por l a ecuac ión :
=
m- juj + n | pi (1)
en que pj es el precio d e la empr esa " j " de la
indu str ia " i" , u son los costos básicos uni tarios
de la empresa, mj y nj son coeficientes positivos
específ icos de la empresa
j ,
y p¡ es el precio
medio ponderado de todas l as empresas de l a
indus t r i a "i". Del mismo m odo , el p rom edio pon
der ad o p or la p roducció n de l as ecuac iones para
cada empresa de la industr ia " i" sería:
pi = m¡u¡ + n¡pj y, po r con sigu iente (2)
p¡ = u¡ —fzr— ~ ^¡
u
i
e n
c
l
u e
(3)
I n¡
Xj
es el rec arg o de p recio m edio d e la industr ia, el
: t : i
Kaldor se opuso a es te concepto por considerar lo pu
ram ent e tautológ ico (véase Kaldor , 1955/5(5); más ta rde , Ka
lecki sos tuvo que no había ningún problema de tautología : s i
los prec ios no eran d e ter mi nad os p or e l equil ibr io de la ofer ta
y la de m a nd a , e n tonc e s e ra n fijados por las empresa s a base
de los costos bás icos medios y de l prec io m edio de l gru po de
productos de que se t ra te" (M. Kalecki , "Trend and the
business cycle",
Economic journal,
19oN, reim pre so en Kalecki,
1971) . Otra defensa de l concepto de Kalecki puede verse en
Riach (1971) .
cual , según Kalecki , refleja el grado de monopo
l io de esa indus tr ia. Su po nie nd o que el nivel efec
t ivo de gastos generales no influye directamente
en la determinación del precio, puesto que los
gas tos genera les permanecen más o menos es t a
b les aunque l a p roducción var í e , en tonces se
puede equiparar s in di f icul tad el recargo de pre
cio a la util idad (\¡ = r¡). Además, siguiendo el
anál is is de Main wa ring ,
3 1
si los costos básicos un i
tarios de la industr ia " i" se expresan como
Uj = p
P
a
pi
+ w a
((i
(4)
en que p
p
representa el precio de los insumos del
producto, a , , ] los coeficientes de insumos varia
bles,
a„i la mano de obra unitaria y w el salario
monetar io de l a mano de obra homogénea; en
tonces , las ut i l idades de una industr ia s i tuada en
e l cen t ro pueden expresarse como
Por motivos de s implicidad, podría suponer
se ,
as imismo, que "c" es una indus tr ia del ce ntro
situada en las etapas iniciales de la cadena de
producción, cuyos costos básicos consisten en los
salarios y el costo de los productos primarios
suminis t rados por la peri feria. Así , puede verse
que durante la fase descendente del ciclo , cuan
do los precios se vienen abajo, los capitalistas del
centro pueden conservar sus ut i l idades (o ate
nuar su disminución) con sólo disminuir w ó p, , .
Como ya hemos señalado que los salarios en el
cen t ro es t án de terminados por fac to res ins t i tu
cionales (el poder de negociación de los s indica
tos obrer os) y m ues tran una inflexibi l idad al des
c e n s o , e l p r o b l e ma s ó l o p u e d e r e s o l v e r s e a
expensas de los precios de los productos prima
rios (p , , ) suminis t rados por la peri feria. Por ot ra
parte, como la peri feria es "receptora de precios"
(a di ferencia del centro, que es "autor de pre
cios"),
no l e queda o t ro remedio que acep tar
precios más bajos y reducir en consecuencia las
utilidades y los salarios.
34
M a i n w a r i n g ( l 9 7 7 ) , p . 6 77 .
-
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11/23
EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL
/
£. Floto
i r > : >
IV
La
CEPAL
y el debate sobre el " intercambio desigual"
C om pa r e m os a ho r a b r e ve m e n te e l m ode lo de l a
CEPAL con las aportaciones pr incipales hechas a l
deba te sobre e l in te rcambio des igua l (por e j . ,
Em ma nue l , Amin y Brau n) . Pa ra es tos autores , e l
in te rcam bio des igua l se pro du ce po rqu e los sa la
r ios reales son más altos en el No rte desa rrolla do
qu e en e l Sur en des a r ro l lo . El comerc io , en ta le s
condic iones , e s des igua l pa ra e l mundo en desa
r ro l lo en e l sent id o no rmat iv o de qu e sus n ive les
de re lac ión de in te rcam bio y de ingreso son más
ba jos de lo que se r ían en v i r tud de una moda l i
dad comercial ef ic iente , en el concepto de Pare-
to , que pe rmi t ie se una pe r fec ta movi l idad de la
m a n o de ob r a i n t e r na c iona l.
1
'
>
La mejor man era
de analizar sus proposiciones es con ayuda de un
mode lo comerc ia l neor r ica rd iano o de Sra f fa a
base de do s pa íses y dos prod uc tos , que hace
abstracción del nivel de actividad.
M >
Los dos paí
ses serán C ("centro") , que t iene salar ios e leva
dos , y P ("perifer ia") , qu e t iene salar ios bajos. La
producc ión se rea l iza en pe r íodos de l imi tados y
los salar ios se pag an al f inal de cada pe r íod o. Los
prod uc to s 1 y 2 se pro duc i rán por med io de
mano de obra, y a ambos se les asignarán los
coefic ientes técnicos a¡¡ y la pro duc tivid ad de la
mano de obra a ¡ . Se supondrá , además , que , co
mo resul tado de l comerc io exte r ior , ocur r i rá una
completa especialización de C y P. De esta mane
ra , en una s i tuac ión en que pueden pasa r se por
a l to los cos tos de t r a nsp or te , pod r ían es tablece r
se las siguientes ecuaciones de precios:
p
t
= w
(
. a*j + (1 + r) (a 'h p , + aai p
2
) (6)
p
2
= w
p
a£ +
(1
+
r)
(af
2
p i + a j
2
p
2
)
0)
en que las variables son, los precios (p¡), los sala
rios (w
c
, w
p
) y la tasa de uti l ida des (r) ( la cual, po r
e l m om e n to , s e supondr á que que da i gua l a da
po r med io de la com petenc ia ) ; y en qu e el cent ro
se especializa en la producción de la manufactura
1 y la pe r i fe r ia en la producc ión de mate r ia s
primas (producto 2) . Si def inimos la re lación de
in te rcam bio com o T = p^/pi> en qu e el prec io de
:,:
'Bacha (1978), p. 321.
:i(i
Véase Mainwaring (1978) y Evans (1980).
la s manufac turas queda normal izado como pi =
1 , en tonces tenemos que
1 = w
c
a f + ( l + r ) ( a ü i + a
l
21
T )
T =
W p
a P + ( l + r)(af, + afe T)
8)
9)
en que los salarios (w
(
, w
p
) se expresan en fun
ción de su razón de intercambio con la manufac
tura 1. En consecuenc ia , tenem os dos ecuac iones
y cua t r o va r iables : w
c
, w,„ r y T. Para resolver las
ecuac iones , se r ía necesa r io da r por "ce r rado" e l
sistema, escogiendo dos var iables que se toman
c om o de t e r m ina da s e xóge n a m e n te . La s e le cc ión
de la pa re ja de va r iables que se sup one n de te rmi
nadas exógenamente of rece e l p in i to de pa r t ida
para un b reve exam en de los a rgu me nto s ana l ít i
cos presen tados po r los d ive rsos pa r t ic ipantes en
e l deba te sobre e l " In te rcambio des igua l" .
: í 7
El a r gu m e n to de Em m a nue l c om ie nza m od i
f icando los supuestos de Ricardo en cuanto a la
movi l idad de los fac tores . Mant iene e l supues to
relativo a la inmovilidad internacional de la ma
no de obra , pe ro t r a t a e l capi ta l com o in te rnac io
na lm ente móvi l , con la tendenc ia cons iguiente a
la igualación de la tasa de uti l idades en todos los
p a í s e s /
8
Además , supone que los sa la r ios nomi
nales y reales en el cent ro
y
en la per ifer ia (w
(
, w,,)
e s t á n d e t e r m i n a d o s i n d e p e n d i e n t e m e n t e p o r
fuerzas insti tucionales e histór icas, y establece
una relación directa entre la re lación de inter
cam bio y los salar ios a nivel internacio nal (med i
dos por la ces ta de produc tos que se requie ren
pa r a m a n te ne r a l a m a no de ob r a ) . Em m a nue l
saca la conclusión de que, en el contexto de un
comerc io espec ia l izado y u t i l idades in te rnac iona
les equiparadas, las desigualdades de los salar ios
a n ive l in te rnac iona l da r ían por re sul tado una
distr ibución desigual del ingreso salar ia l y un
"in te rcambio des igua l" a soc iado con una re la
c ión de in te rcambio d e t rueq ue desfavorable . En
su mode lo , e l in te rcambio des igua l se de f ine
comparando los prec ios in te rnac iona les de la
37
Este enfoque fue tomad o de Evans (1981 d) y FitzGe-
rald(1981).
38
Emmanuel (1972), pp. xxxiii-iv.
-
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156
REVISTA DE LA CEPAL N° 39 /
Diciembre de 1989
producción habiendo salar ios desiguales con lo
que ser ía habiendo salar ios iguales.
39
P a ra Em
ma nue l , los sa lar ios e levados pr ece den y ocas io
nan n iveles de desa rro l lo m ás e levados en e l cen
t ro , pero empujan a la periferia más aún hacia el
" in tercambio des igual" como resul tado de la d i
ferencia "cent ro-per i fer ia" en e l poder de nego
ciación de los t rabajadores ,
4 0
lo cual lleva a la
conclus ión inadmis ib le de que los t rabajadores
del cent ro cons t i tuyen una ar i s tocracia l aboral
que explo ta a los t rabajadores de la per i fer ia .
4 1
Otras objeciones al anál is is de Emmanuel se
ref ieren , por u na p ar te , a la h ipótes i s no com pro
bada de que los salarios más elevados no sólo
mejoran la re lación de in tercambio s ino que,
también , conducen d i rectamente a n iveles más
al tos de acumulación y de cambio técnico (Evans,
1981 c); y, por otra, a la no explicación de por
qué ,
dada la supuesta movil idad internacional del
capi tal , no hay una afluencia masiva de capi tal a
los países periféric os pa ra la fabricación, a costos
económicos , de productos para l a expor tación a
los mercados mundiales. '
1
'
2
Por úl t imo, la teoría
de Emmanuel ha s ido cr i t i cada también porque,
en las condiciones de movil idad internacional del
capi ta l que se suponen en su modelo , un aumen
to de los salarios (nominales y reales) de corto
plazo en un p aís ha rá de sce nd er la tasa de ut i l ida
des po r deba j o de l n i ve l i n t e rnac i ona l m en t e
equiparado, lo que dará lugar a una sa l ida de
capital de c orto plazo y a un a crisis de balanc e d e
pagos .
Esto, a su vez, creará fuertes presiones
competi t ivas que l levarán a una reducción de los
salarios reales (sea por una baja del t ipo de cam-
39
Evans (1980 ) , p. 3; lo des tacado es tá así en e l or igina l .
40
7Ibid., p. 5
41
. . .un f rente un ido de hecho de los t rabajad ores y los
capita l is tas de los pa íses r icos , dir igi do en contra de las nac io
nes pobres , coexis te con una lucha s indica l interna sobre la
repar t ic ió n de l bo t ín. En ta les cond ic iones , es ta lucha s indica l
se convier te necesar iamente más y más en una especie de
a jus te de c ue nta s e n t r e c opa r t í c ipe s " (Emma nue l , 1972 ,
p.
180) . Pero como señaló Braun con razón, la c lase t rabaja
dora de los pa íses imperia l is tas puede
beneficiarse
del bajo
nive l de sa lar ios que se dan en los pa íses dependientes , pero
no puede explotar a las c lases t rabajadoras de esos pa íses
porque no t i e ne r e la c ión de
dominación
con e l las (Braun,
1 9 7 7 ,
p. 111).
l 2
Bra un (1977 ) , p . I l l ; ob je c ión que c ompa r t imos pe ro
que no hubié ra mos e spe ra do de Bra un , ya que é l t a mbié n
postula la equiparac ión de tasas de ut i l idad y, por consiguien
te , la movil idad internacional de l capi ta l .
bio o mediante desempleo) a fin de restablecer la
tasa de ut i l idades a los niveles de largo plazo, lo
cual socavará e l meca nismo cen t ra l que se requie
re para que funcione la t eor ía de Emmanuel . '
1 3
El anál is is de Braun presenta gran afinidad
con la t eor ía de Emmanuel sobre e l in tercambio
desigual . Pero, a diferencia de éste, en vez de
aceptar el supuesto de que los salarios const i
tuyen la variable independiente y los precios la
var iab le dep end ient e , Bra un opta po r los precios
como var iab le indep end ien te . El precio a l que los
países periféricos comercial izan sus productos es
determinado por los paí ses cent ra les mediante
una combinación de pol í t icas comerciales y po
der de negociación monopolíst ico. El precio así
determinado es t a l , que, para una tasa dada de
uti l idades, r , w
(
> w
p
y el cen tro se beneficiará
siempre con el intercambio desigual . La posible
ut i l ización de restricciones comerciales tari farias
o de o t ra índole para pro teger una indus t r ia que
compi te en las importaciones en e l cent ro , no
el iminaría los beneficios netos por t rabajador
em ple ad o, ya qu e a lo me nos par te del costo de la
protección se t raspasa a la periferia mediante el
meca nismo del in tercamb io des igual , y w, (dedu
cida la protección) sería más elevado que w,,
(Evans, 1981 b). La seg un da variable esc ogida
por Braun para cerrar l a ser ie de ecuaciones de
form ación de pr ecios es la tasa de u t i l idades (r) , la
cual , s iguiendo a Emmanuel , é l supone equipa
rada in ternacionalmente , '
1
'
1
si bien en su sistema
no se anal izan las consecuencias de la movil idad
in ternacional del capi ta l. La ma ner a có mo se de
termina la tasa de ut i l idades (r) tampoco es expli
cada cabalmente por Braun; pero parecer ía que
se determina de manera exógena por e l proceso
de acumulación en e l cent ro y se d i funde por
todo e l mundo. Para cualquier conjunto dado de
precios (T) y ut i l idades (r) , el s is tema de ecuacio
nes puede resolverse para las otras dos variables
(w
t
, w
p
) , lo qu e da lug ar n o sólo a un co njunto de
precios de largo plazo sino también a una rela
ción de distribución. Dado el valor de "r", las
ganancias del in tercambio des igual se imputan a
los t raba jado res en el cent ro (si bien n o a la aris to
cracia l aboral de Emmanuel ,
4 ;
' aunque pa rece
más probable que es tos benef ic ios son "compar
i :i
Eva ns (1981 c ) , p . 123 .
•"Bra un (1977 ) , p . 52 .
,5
Véase la nota
41.
-
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EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL
/
E. Floto
157
tidos"
entre capitalistas y trabajadores en el
centro.
Dentro del modelo de Braun
4 6
, las relaciones
de de ma nda restringirán la selección de "T" (Pa-
rrinello, 1979), pero no ocasionarán necesaria
mente una relación de intercambio desfavorable
a la periferia. Para qu e la relación de in tercamb io
de la periferia se deterio re, " T" debe estar "ses
gado en contra de la periferia", es decir, los pre
cios han de ser determinados por los países del
centro de una manera que haga desiguales los
beneficios del intercambio para ellos. Esto ha
dado lugar a críticas respecto a la índole conspi
rad ora de sem ejante teoría (Evans, 1981 b), lo
cual, aun que Bra un lo niegue, se supone implíci
tam ente que forma par te del carácter general del
imperialismo.
Am in, en su análisis de las relaciones ent re el
centr o capitalista
y
la periferia, trata de presentar
una v ariante del modelo de intercambio desigual
de E mm anuel. Para A min, la selección de las dos
variables independientes w,
}
y r es resultado de
las especificaciones estructurales que da él res
pecto a la economía m undial. Amin introduce el
concepto de un modo de producción periférico
caracterizado por la presencia de sectores expor
tadores modernos y de tecnología avanzada (y
posiblemente sectores competidores de importa
ción protegida), los cuales tienen una relación
interna de "intercambio desigual" con modos de
producción marginalizados o no capitalistas.
Dentro de este marco, los salarios en la periferia
(w
()
) quedan determinados por las necesidades
de subsistencia de la fuerza labora l, influida prin
cipalmente por el papel de las actividades no
capitalistas, y no por el resultado de un proceso
histórico, institucional y de negociación, como en
Emmanuel/
17
Además, el bajo nivel de los sala
rios en la periferia es resultado de la formación
social de los países periféricos, que genera per
manentemente un excedente de mano de obra.
Se supone que la segunda variable independien
te es la tasa de utilidades (r), que se determina
por las necesidades de acumulación en el centro.
Amin supone una movilidad internacional
de largo plazo del capital, que aseguraría una
" 'Braun habla en rea l idad de l poder ins t i tuc ional , de la
ut i l izac ión de l Estado para apoyar de terminadas polí t icas
e c onómic a s .
, 7
D . Evans (1981 d) , pp. 27-30.
equiparación de las tasas de utilidades.
48
Supone
también que la periferia es capaz de producir
bienes no específicos (es decir, productos que
compiten con el centro), lo que abre la posibili
dad de un desarrollo autárquico o más "autosufi¬
ciente".
49
Por otra pa rte, dada la supuesta movili
dad internacional del capital en el modelo de
Amin, la productividad de la "periferia" es se
mejante a la del "centro". En consecuencia, el
intercambio desigual se define como el intercam
bio de bienes cuya producción entraña diferen
cias de salarios mayores que las diferencias de
productividad
50
Así pue s, en su modelo el inter
cambio desigual que beneficia al centro ocurre
porque los salarios en la periferia, que, como
quedó señalado, se establecen en el nivel de sub
sistencia, están siempre q ued ando rezagados con
respecto a los aumentos de productividad. Sin
embargo, el supuesto relativo a los salarios es
bastante restrictivo, ya que no permite en la peri
feria más que un salario, el de subsistencia (Fitz-
Gerald, 1981).
A diferencia de Emmanuel y Braun, Amin
rechaza la idea de que el intercambio desigual
pued a beneficiar automáticam ente a los trabaja
dores en el centro, si bien no se dan razones pa ra
su rechazo. Sostiene que el intercambio desigual
sólo puede beneficiar a los trabajadores del cen
tro en la medida en que permite un desarrollo
mucho más acelerado de sus fuerzas produc
tivas.
5l
Sin em bargo, como lo señala B raun, pese
a que la clase trabajadora del centro no puede
extraer directamente un excedente de la perife
ria actuando sobre los mercados de productos
(esto
es,
la relación de intercam bio), no hay moti
vo para que no se beneficie indire ctame nte de los
precios bajos que los capitalistas del centro pue
den imponer a los exportadores de la periferia,
de la misma manera como se beneficia indirecta
mente del desarrollo más vigoroso de las fuerzas
productivas en el centro.
Existen, sin embargo, ciertas deficiencias en
"*En rea l idad supone que la movil idad internacional de l
capita l dará lugar a una gama muy es trecha de tasas de
uti l idad. Véase Amin (1977) , p. 184.
,
'Un examen de las conexiones entre las ideas de Amin
sobre un a re lac ión de " intercam bio des igu al" y las de a lg unos
a utore s que t r a t a n de l a de pe nde nc ia , t a l e s c omo Fra nk
(1967) y Wallers te in (1974) , es e l que hace Evans (1981 a) .
' "Amin (197 7 ) , p . 211 .
r
Ibid
p.
219.
-
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158
REVISTA DE LA CEPAL N° 39 / Diciembre de ¡989
el modelo de Am in. Como lo han señalado Evans
{1981 d) y FitzGeraid (1981), parece haber una
inconsecuencia interna en el modelo de acumu
lación de Amin, por cuanto su teoría de la acu
mulación periférica e ntrañ a que el ahorro (o sea,
el excedente restante) determina la inversión,
mientras que, según su modelo, lo contrario pa
recería ser válido en el centro. O tra debilidad del
modelo de Amin es que, al suponer bienes no
específicos en el com ercio m und ial, n o se ve cla
ramente por qué los capitalistas no se trasladan
del centro, donde los salarios son altos, a la peri
feria y prod uce n todos los bienes ahí a más bajos
costos para exportarlos al centro. Sólo se entien
de si se acepta la conclusión de Amin de que el
"intercambio desigual" es un régimen comercial
impuesto a la periferia por el centro median te el
supuesto funcionamiento de fuerzas ajenas al
merc ado. El mod elo de Amin funciona
si
se acep
ta su idea de q ue los capitalistas están en situación
de adoptar ciertas medidas para imponer su pre
cio a la economía precapitalista (la periferia), e
impedir así que ésta participe de los beneficios
del aumento de productividad generado en el
centro. Como los precios de los bienes exporta
dos po r los países periféricos se mantien en bajos,
así se conservan en el centro las condiciones de
acumulación y reproducción. En última instan
cia, lo que tenemos es una teoría de la domina
ción impe rialista de los países "periféricos" po r el
"centro" imperialista, para usar las palabras de
Evans, que impone un intercambio desigual me
diante fuerzas ajenas al mercado ; mientras que el
intercambio desigual de Emmanuel es resultado
del imperialismo del libre intercambio (Evans,
1981 d).
En esta fase de la discusión podemos intro
ducir el análisis cíclico de la
CEPAL
y tratar de
hacerlo extensivo a un marco analítico de largo
plazo
y
c ontra pon erlo con las diversas posiciones
expresadas en el debate sobre el intercambio des
igual. El modelo de la
CEPAL,
aunque ello no se
señala explícitamente en sus estudios, conservó
el sup uest o de R icardo de la movilidad nacional
y
la inmovilidad internacional del capital y de la
mano de obra.
1
'
2
Así tenemos ah ora r
(
. ^ r
p
y,
por
lo tanto, una variable adicional en nuestro
r,ii
Si
bien las conclusiones del modelo de la C E P A L . no se
modif ica rán
si se supone que el capi tal t iene una
movilidad
incompleta
y no un a
absoluta.
conjunto de ecuaciones. La tasa de utilidades en
el centro (r
t
) queda exógenamente determinada
por el proceso de acumulación (que puede con
cebirse como una "clausura de Cambridge" del
sistema de Sraffa), en tanto que los salarios se
determinan por la lucha de clases. Aún tendría
mos tres variables (r,„ w
p
, T) que resolver con dos
ecuaciones. Si retornam os a nuestra ecuación (5)
del grado de monopolio y normalizamos el pre
cio de las manu facturas como
p
(
.
= I, tendríamos
la tercera ecuación que se requiere:
de modo que el proceso de acumulación y la
lucha de clases en el centro determinan la rela
ción de intercambio y, por consiguiente, los sala
rios y la tasa de utilidades en la periferia.
Antes de proseguir el examen del intercam
bio desigual, es necesario abrir un paréntesis pa
ra explicar la utilización de un concepto de corto
plazo, como el grado de m onopolio, en un argu
mento de largo plazo. Si bien es cierto que las
relaciones costo-precio que definen el grado de
monopolio se derivan inicialmente de considera
ciones de corto plazo, el análisis, como sostiene el
propio Kalecki,
5
* es también aplicable al largo
plazo.
M
Los únicos parám etros que en tran en la
ecuación (3) son m y n, y éstos pueden cambiar,
aunq ue no necesariamen te, a largo plazo (Kalec-
ki,
197 1, p. 52). Si los dos pará metro s son cons
tantes a largo plazo, entonces la única influencia
en el precio procedería de variaciones en los cos
tos básicos unitarios, en tanto no se alcance la
restricción de capacidad (Kriesler, 1987, p. 77).
El punto de partida del análisis de Kalecki sobre
la determinación del precio (y, por consiguiente,
sobre la participación de las utilidades en el in
greso nacional), es que las em presa s que trabajan
fuera del sector de producc ión prim aria
lo
hacen
en condiciones de com petencia imperfecta y a
niveles de producción por debajo de los límites
de la capacidad física, con costos medios de mate
riales y fuerza de trabajo manual aproximada
mente constantes. Por consiguiente, los factores
" V é a s e
Kalecki (1969), capítulos 14 y 15. y Kalecki
(1971 ) . capí tulo 5 .
' ' U n
exa me n a fond o de la validez en el largo plazo de
un
concepto a cor to p lazo como e l g rado d e m onopol io ,
y
d e
las limitaciones del concep to , pu ede verse en Kriesler (1987) v
Sawyer (I985).
-
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EL SISTEMA CENTRO PERIFERIA V EL INTERCAMBIO DESIGUAL
/ E Floto
159
que influyen en el grado de monopolio, y por
ende en el recargo de precio, no son muy suscep-
tibles de variar en modo apreciable con respecto
a los cambios de la demanda y de la producción.
En el estudio de Kalecki hay otros dos aspectos
pertinentes. El primero, es que el largo plazo no
es más que una colección de cortos plazos. La
economía, pues, está funcionando siempre en
algún corto plazo;
y
en ese sentido, los factores de
corto plazo determinan lo que ha de ser el em-
pleo, la distribución del ingreso o cualquier otra
variable. El segundo, es su aseveración de que la
representación de las economías en un estado de
equilibrio es irreal, dado que la competencia im-
perfecta está profundamente arraigada en ¡a
índole del sistema capitalista .
o:)
En esas condi-
ciones, sostiene Kalecki, su análisis del grado de
monopolio tiene validez en el largo plazo.
La selección de variables en el modelo de la
CEPAL
presentaría varias ventajas sobre las demás
opciones relativas al intercambio desigual . En
primer lugar, mantenemos el supuesto de Ricar-
do sobre la inmovilidad internacional del capital,
por lo menos entre el centro y la periferia. Esto
respondería a la crítica de Braun a Emmanuel
sobre la ausencia de corrientes de capital del
centro hacia la periferia en su esquema, y a las
deficiencias del modelo de Amin respecto al mis-
mo punto. El supuesto puede suprimirse para la
movilidad del capital entre países del centro (esto
es,
la equiparación internacional de r
(
) sin que se
A principios del decenio de 1950/'
8
se planteó
una nueva explicación del deterioro de la rela-
ción de intercambio de la periferia, basada tanto
en la falta de dinamismo de la demanda de ali-
mentos, trayendo a colación la ley de Engel, co-
mo en la relativa disminución de la demanda de
modifiquen las conclusiones del modelo. En se-
gundo lugar, el modelo determina los salarios del
sector moderno (esto es, enclave exportador) de
la periferia, de modo que el salario de subsisten-
cia del sector tradicional de pequeños agricul-
tores también podría ser incorporado al sistema,
permitiéndonos así abordar los problemas del
dualismo y de la migración interna en la peri-
feria.
56
Por último, se ajusta a la índole depen-
diente del proceso de acumulación de la peri-
feria.
En el caso del modelo de la CEPAL ya no se
aplica la crítica de Evans a Emmanuel de que la
abundancia de mecanismos mediante los cuales
el capital financiero altamente móvil, en el corto
plazo, y el capital productivo, en el largo plazo,
pueden funcionar
y
funcionan para impedir que
las
negociaciones nacionales sobre salarios mone-
tarios se salgan de los márgenes aceptables de
rentabilidad para el capital internacional, des-
truye toda base para considerar los salarios como
la variable independiente .''
7
Para empezar, la
CEPAL no postula un capital altamente móvil ;
pero incluso si aceptamos esta movilidad entre
países del centro, los capitalistas del centro pue-
den permitir que las negociaciones nacionales de
salarios se salgan de sus márgenes, en tanto que
puedan compensar esto reduciendo el otro com-
ponente de los costos unitarios, esto es, el precio
de las materias primas importadas de la peri-
feria.
materiales nuevos como resultado de las innova-
ciones tecnológicas. Esta idea, aunque se desa-
rrolló sólo en estudios, posteriores, se convirtió
en el argumento central para la interpretación de
la tendencia al deterioro de la relación de inter-
cambio de la periferia (como también para justi-
V
El argumento de la CEPAL sobre la elasticidad
de la demanda
Kalecki (1939), p. 41, citado en Kriesler (1987),
p.
101. Evans (1980), p. 25.
'• FitzGerald (1981), p. 3.
5M
Véase Prebisch (1951).
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REVISTA DE LA CEPAL N° 39 /
Diciembre de 1989
ficar la prote cció n a la industrial izac ión a base de
sus t i tución de importaciones) .
5 9
En términos generales , l a CEPAL sost iene que
el progreso técnico reduce la par t i c ipación del
valor de los productos primarios en el valor total
de los b ienes t erminados . Es te fenómeno ocurre
deb ido a : i) l a creación de p rodu ctos nue vos qu e
ex i gen una e l abo rac i ón p rog res i vam en t e m ás
compleja o refinada de las materias primas y, por
cons iguiente , hacen bajar l a cont r ibución de és
tas a l valor del prod ucto term inad o; i i) una mejor
ut i l ización de las materias primas y los bienes
in termedios , que t i ene por resu l tado un valor
p ropo rc i ona l m en t e m ás e l evado que an t es de l
p roduc t o t e rm i nado po r un i dad de m a t e r i a p r i
ma o d e bien inte rm ed io; y i ii ) la sust i tución, en el
proceso de producción de manufacturas , de los
productos naturales por insumos hechos por e l
hom bre , que r e s u l t an m ás ba ra t o s .
6 0
Adem ás ,
es tos aumentos de product iv idad , y e l cons i
gu i en t e aum en t o de l i ng res o que s uponen , d i e
ron lugar a modi f icaciones de la demanda, que
han afectado la re lación de in tercambio de la
periferia. "Así : a) es un hecho bien establecido
que a l crecer e l ingreso la demanda se d ivers i
f i ca y , mient ras aumenta re la t ivamente poco la
demanda de los a l imentos usuales , después de
pasado c ier to l ími te , crece cons iderablemente l a
de los var iados ar t í cu los en que van t radu ciénd o
se sucesivamente las innovaciones técnicas, y b)
en esa misma tendencia a la diversificación crece
la dem an da de serv icios persona les , y, por t an to ,
d i sminuye la proporción en que ent ran los pro
ductos primos en la sat isfacción de la demanda
global de la poblacióN°. '
1
' En teoría cabría soste
ner que la reducción re la t iva de la demanda de
al imentos podr ía quedar compensada con creces
por e l aumento re la t ivo de la demanda de mate
r ias pr imas a causa del incremento de la deman
da de manufacturas a medida que e l ingreso se
eleva, con lo que la periferia quedaría en mejor
si tuación que antes; pero en la práct ica ocurre lo
cont r ar io . Por cu anto las innovaciones t ecnológi
cas t i enen la caracter í s t i ca de ahorrar mater ia
pr ima, es probable que e l aumento de la deman
da de insumos de las indus t r ias manufactureras
refuerce en vez de compensar l a d i sminución de
' ' "Véase , por e jemplo, Prebisch (1959) .
""Prebisch (1951) , p. 21 .
,n
Ibid.,
p. 22.
l a t asa de crecimiento de la demanda de a l imen
tos y, po r cons iguie nte, ocasione u na baja relat iva
de la demanda g lobal de productos pr imar ios .
La aplicación de tecnologías que aho rra n in
sumos unida a una in terpretación ampl ia de la
ley de Engel es la causa de que las importaciones
de productos pr imar ios en los cent ros indus t r ia
les se ex pa nd an a un r i tm o infer ior a l del ing reso
real . En otras pala bras , las invencio nes tecnológi
cas y las variaciones de la demanda ocasionadas
por e l aumento del ingreso dan por resu l tado
una e las t i c idad- ingreso de las importac iones pr i
marias inferior a la unidad en los centros (Pre
bisch, 1951). Por otra parte, la elast icidad-ingre
so de la demanda de importaciones en la per i fe
r ia se cons idera ex t remadamente e levada (a lo
men os potencia lm ente) en v i sta del a l to conteni
do de importaciones de las nuevas invers iones y
del efecto de demost ración del cent ro en e l pa
t rón de consumo de los grupos de e levados in
gresos en los países periféricos. De ahí que, s i
estos países tuvieran que atenerse sólo a sus ex
por taciones pr imar ias para l a expans ión de sus
economías , como o curr ía a n tes de la Gran Cris i s
y como de ber ía n hace r lo según la t eor ía or to
doxa, su r i tmo de desarro l lo económico ser ía
cons iderablemente más bajo que en los cent ros
industriales. Además, esta diferencia de la elast i
cidad-ingreso menoscabó la posición de los pro
ductos pr imar ios en e l mercado mundial y refor
zó la de las manufacturas, afectando así tanto la
relación de intercambio de la periferia como la
posibi l idad de una distribución más pareja de los
benef ic ios der ivados de los aum ento s de pro duc
t ividad.
i>¿
En tales circunstancias, la tendencia de
largo plazo de la brecha que existe entre los dos
polos del s is tema capital is ta mundial seria a am
pl iarse más b ien que a es t recharse .
Más o menos al mismo t iempo que Prebisch,
pe ro de m anera i ndepend i en t e , S i nge r fo rm u l ó
un a rgu me nto parec ido , basado en la índole de la
dem anda de p roduc t o s p r i m ar i o s y de m anufac
turas ,
para explicar las fluctuaciones de la rela
l ,a
Como Prebisch sos tendría con razón en un es tudio
poster ior , es ta diferencia en la e las t ic idad-ingreso de la de
ma nda s e ve a c e ntua da c on f r e c ue nc ia por me dida s pa ra
pro te g e r los produ c tos p r ima r ios e n e l c e n t ro . Vé a se Pre b i sch
(1959) . Un punto c e nt r a l e n e l a rgume nto de Bra un , pa ra
quien, como vimos antes , e l intercambio des igual aparece
como resul tado de la imposic ión de aranceles por e l centro y
e l poder de negociac ión monopolis t ic» de és te .
-
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EL SISTEMA CENTRO P ERIFERIA Y EL INTERCAMBIO DESIGUAL
/ E. Floto
161
ción de intercambio (Singer, 1950). Este hecho
ha inducido a muchos escri tores a fusionar am
bas t eo r í as con e l ró tu lo común de "Teor ía Pre-
b i sch-Singer" ,
6 3
aun cuando la de Singer no in
cluye más que un elemento del anál is is de Pre
bisch, a saber, las di ferencias de elas t icidades en
la demanda de impor tac iones . S inger reconoce
que "el progreso técnico en las industr ias manu
factureras t rajo consigo un aumento de los ingre
sos,
mientras que el progreso técnico en la pro
ducción de al imentos y materias primas en los
países en de sarr ol lo t rajo consigo un a caída de los
precios",
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per o no expl ica por qu é y cóm o ocu
rre es to , y prefiere recalcar las di ferencias en la
índo le de l a demanda de manufac tu ras y de p ro
ductos primarios en el centro y en la peri feria,
para expl icar la tendencia al deterioro de la rela
ción de intercambio de es