Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

download Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

of 264

Transcript of Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    1/264

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    2/264

    manual_del_marketing_grayscale.indd 2 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    3/264

    ACCIONES PARA UNA

    BUENA

    COMUNICACIN DE CAMPAAS ELECTORALES

    Manual de marketing y comunicacin poltica

    manual_del_marketing_grayscale.indd 3 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    4/264

    Konrad-Adenauer-Stiftung

    Suipacha 1175, piso 3 C1008AAW

    Ciudad de Buenos AiresRepblica Argentina

    Tel: (54-11) 4326-2552

    www.kas.org.ar

    [email protected]

    ACEP

    Libertad 417, 2 piso

    C1011AAI

    Ciudad de Buenos Aires

    Repblica Argentina

    www.acepweb.org.ar

    [email protected]

    Diseo: Melasa Diseo

    Correccin: Jimena Timor

    ISBN: 978-987-1285-32-7

    Impreso en Argentina

    Diciembre 2012

    Hecho el dposito que establece la Ley 11.723

    Prohibida su reproduccin total o parcial, incluyendo fotocopia,sin la autorizacin expresa de los editores.

    Acciones para una buena comunicacin en campaas electorales : manual demarketing y comunicacin poltica / Carlos Fara ... [et.al.]. - 1a ed. - Ciudad

    Autnoma de Buenos Aires : Konrad Adenauer Stif tung, 2013.264 p. ; 29x21 cm.

    ISBN 978-987-1285-32-7

    1. Comunicacin. 2. Marketing. 3. Campaas Electorales. I. Fara, CarlosCDD 302.2

    manual_del_marketing_grayscale.indd 4 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    5/264

    5

    NDICE

    Prlogo / 7KRISTINWESEMANNYOSCARENSINCK

    Presentacin / 9CARLOSFARA

    IntroduccinDe la comunicacin de campaa a la comunicacin de ciudadanos / 11

    ADRIANAAMADOSUREZ

    Captulo 1Poltica y marketing poltico, diez aos despus / 33CARLOSGERMANO

    Captulo 2Caractersticas del electorado argentino / 43CARLOSFARA

    Captulo 3Los estudios de opinin pblica / 51CARLOSFARA

    Captulo 4Estrategias de campaa / 71CARLOSFARA

    Captulo 5Estrategias frente a la nueva ley de primarias (PASO) / 111CARLOSFARA

    Captulo 6Contexto de la comunicacin poltica actual / 115JORGEDELLORO

    manual_del_marketing_grayscale.indd 5 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    6/264

    6

    Captulo 7Storytelling: cmo construir el relato? / 147CARLOSFARA

    Captulo 8Relaciones con los medios en campaas electorales / 153SANTIAGOROSSI

    Captulo 9Campaas electorales e Internet / 173CARLOSFARA, JOSFERNNDEZARDIZ, LUCIOGUBERMAN, AUGUSTOREINAYMXIMOREINA

    Captulo 10Discurso poltico: el valor de las palabras palpables15 claves del discurso de impacto / 189

    DIEGOMONASTERIO

    Captulo 11Acciones de campaa / 203AUGUSTOREINAYMXIMOREINA

    Captulo 12El microclima en una campaa electoral / 215

    AUGUSTOREINAYMXIMOREINA

    Captulo 13

    Organizacin de campaa / 221AUGUSTOREINAYMXIMOREINA

    Captulo 14El presupuesto de campaa / 235CARLOSRIZZUTI

    Captulo 15Consejos para candidatos y asesores / 247

    Captulo 16

    Caso: Soy lo que soy / 251AUGUSTOREINAYCARLOSFARA

    manual_del_marketing_grayscale.indd 6 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    7/264

    7

    Desde las ediciones anteriores del Manual de marketing y comunicacinpoltica ABC: acciones para una buena comunicacin en campaas electo-

    rales(2002 y 2012 respectivamente), el escenario de las campaas electo-

    rales y la participacin ciudadana en poltica se modic sustancialmente

    tanto a nivel nacional como internacional. Quizs el gran hito de la poca a

    nivel internacional que ha cambiado la manera de hacer poltica y la forma

    en que se comunica en poltica sea la consolidacin de la web 2.0, con las

    redes sociales a la cabeza, que posibilitan un contacto directo entre pol-

    ticos y ciudadanos desligado del ltro informativo que tradicionalmente le

    competa a la prensa, como as tambin el desdibujamiento entre la esfera

    pblica y privada de la vida de los dirigentes polticos.

    En el plano nacional, el cambio importante estuvo dado por la incorpora-

    cin de los jvenes de 16 aos al proceso eleccionario (optativo), que sig-

    nica la necesidad de los dirigentes polticos de implementar estrategias

    de comunicacin ecaces para una franja etaria cualitativamente distinta,

    la celebracin por primera vez de las PASO y as tambin el cambio en la

    legislacin con respecto al pautado de propaganda poltica en los medios

    de comunicacin.

    Nos complace, pues, presentar esta segunda edicin revisada y amplia-

    da del Manual, que incorpora estas temticas con anlisis profundos y

    herramientas prcticas para la accin comunicacional, en nuestro perma-

    nente afn de profundizar los mecanismos de participacin democrtica

    con miras a la consolidacin del Estado de derecho, piedra angular de la

    labor de la Fundacin Adenauer y ACEP.

    Con esta nueva herramienta e instrumento de poltica comunicacional y

    electoral, KAS-ACEP pretenden profundizar la lnea de trabajo que comen-

    zamos aproximadamente en el ao 2002, y hoy podemos armar que he-

    mos sido pioneros en este aporte a la poltica nacional y latinoamericana.

    Prlogo

    Kristin Wesemann yOscar Ensinck

    manual_del_marketing_grayscale.indd 7 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    8/264

    8

    Nuestro profundo agradecimiento a los autores: Carlos Fara, Adriana Amado,

    Carlos Germano, Jorge DellOro, Santiago Rossi, Fernndez Ardiz, Lucio

    Guberman, Augusto Reina y Mximo Reina, Diego Monasterio y Carlos Riz-

    zuti, todos ellos excelentes profesionales consustanciados con los principios

    y valores polticos del humanismo cristiano, eje de las propuestas de trabajo

    de KAS-ACEP.

    Este libro aparece en un momento muy interesante de la poltica argentina,

    con el estreno de la ampliacin del cuerpo electoral nacional, la franja de

    jvenes de 16 a 18 aos, el voto electrnico en la provincia de Salta y una

    campaa electoral 2015 que ser ms que apasionante para la democracia

    argentina.

    Seguramente, ACEP-KAS estarn presentes a lo largo y ancho del pas con

    talleres, seminarios y presentaciones en todas las liales, presentando estaobra, la cual tiene como objetivo nal la participacin ciudadana, de modo de

    obtener en la repblica ms y mejor democracia.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 8 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    9/264

    9

    Es un honor para el grupo de consultores argentinos que venimos partici-

    pando desde hace por lo menos una dcada en actividades de la Funda-

    cin Adenauer, tanto en Argentina como en Latinoamrica, participar de

    la segunda edicin corregida y aumentada del Manual de marketing y

    comunicacin poltica. Acciones para una Buena Comunicacin en cam-

    paas electorales.

    Este manual guarda dos caractersticas fundamentales. Por un lado, no

    es una simple sumatoria de captulos aislados, sino que se trata de con-

    ceptos compartidos por un equipo que viene cooperando tanto en ca-

    pacitaciones como en consultoras, de modo que es un todo integrado.

    Por otro lado, todos los conceptos volcados en este manual son fruto

    de la extensa trayectoria de los consultores participantes. Nada de lo

    que aqu gura es resultado de una simple observacin de los procesos

    electorales, ni la importacin lisa y llana de aplicaciones de herramientas

    que se dan en otros marcos culturales y polticos. Todo ha sido proba-

    do en la prctica, lo cual no signica que se lo pueda aplicar de manera

    descontextualizada.

    Entre la primera edicin y esta segunda ha transcurrido exactamente unadcada, y en la Argentina y en el mundo los cambios han sido gigan-

    tescos. Ni las sociedades, ni los dirigentes polticos, ni los medios de

    comunicacin son ya los mismos. En aquella oportunidad no incluimos

    nada con respecto al uso de internet, y hoy eso sera un sacrilegio. Hay

    ciertos conceptos bsicos que ya han sido bastante asimilados por los

    partidos y los candidatos; y, por lo tanto, esto requera efectuar algunas

    actualizaciones conceptuales, herramentales y, por supuesto, poner el

    foco en otros temas que no parecan tan sustanciales como ocurre en la

    actualidad. Tambin se han incorporado otras voces ms jvenes y del

    interior, para que el manual contemple efectivamente algunas realidades

    Carlos Fara

    Presentacin

    manual_del_marketing_grayscale.indd 9 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    10/264

    10

    CARLOS FARA

    que se escapan de lo que cubren los grandes medios y otros materiales

    de estudio sobre la temtica.

    Un ltimo comentario sobre el espritu con el que el equipo de consulto-

    res se aboc a esta nueva edicin es que nunca dejamos de enfocarnosen dos cuestiones. Por un lado, la tica con la cual debe ser encarada la

    actividad. Las herramientas deben estar al servicio de ms y mejor de-

    mocracia en la regin, no solo de la satisfaccin de intereses egostas.

    Por el otro, los autores siempre hacemos una fuerte reivindicacin de la

    poltica para transformar la realidad. El marketing y la comunicacin son

    herramientas para la construccin de proyectos polticos y deben estar al

    servicio de stos, no a la inversa.

    Aprovechamos la oportunidad para agradecer a la Asociacin Civil Es-

    tudios Populares (ACEP) por esta nueva oportunidad de contribuir a laformacin de miles de cuadros polticos a lo largo y a lo ancho de todo

    el pas.

    Esperamos que a los lectores de este manual les resulte de tanta utilidad

    como el equipo de consultores disfrut en su elaboracin.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 10 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    11/264

    11

    INTRODUCCIN

    De la comunicacin decampaa a la comunicacinde ciudadanos

    Adriana AmadoSurez

    Cuando se habla de comunicacin poltica se suele hablar de recursos de co-

    municacin, lenguajes tecnolgicos, pautas de medios, ms que de los efec-

    tos que genera en los destinatarios toda esta parafernalia de mensajes. Los es-

    pecialistas suelen ofrecer conocimientos especcos (comunicacin electoral,

    comunicacin de campaa) o servicios en diferentes medios (comunicacin

    2.0, comunicacin de prensa, comunicacin publicitaria). Cada una de esas

    especializaciones se suma para formar el gran mosaico de la comunicacin

    pblica. Todos son necesarios, pero ninguno puede por separado garantizar

    la preciada meta de la comunicacin con el ciudadano, aunque cada especia-

    lista reclame para s la preponderancia de su arte. Como sabe cualquiera quehaya intentado la aventura de comunicar, la suma de todos los medios no

    garantiza el conjunto de los nes.

    Cuando un ciudadano decide empezar una carrera poltica, en lo primero que

    piensa es en comunicar. Mira a los que lo antecedieron, a sus potenciales com-

    petidores, a los que consiguieron ganar su cargo y constata que todos comu-

    nican. Quizs unos tengan ms recursos que otros, pero todos los candida-

    tos recurren ms o menos a los mismos canales y a similares formatos en la

    campaa. A la hora de organizar la estrategia, parecera que las decisiones de

    comunicacin pasaran por los recursos disponibles y la mejor manera de in-vertirlos en medios y tcticas. Eso no est mal, pero no es lo que va a decidir a

    favor o en contra del candidato. Porque la comunicacinno es solo una cues-

    tin instrumental, sino que es fundamentalmente una cuestin de personas.

    Este escrito intentar compartir algunas reexiones acerca de en qu estn

    las personas por estos das, cules son sus narrativas, qu competencias

    comunicacionales tienen los ciudadanos del siglo XXI, para entender qu

    desafos se les presentan a los consultores, analistas, polticos, funcionarios,

    en materia de comunicacin. Sabemos que las sociedades estn cambiando

    porque lo experimentamos da a da. Los medios de entonces ya no son los

    manual_del_marketing_grayscale.indd 11 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    12/264

    12

    ADRIANA AMADO SUREZ

    mismos. Las tecnologas de la comunicacin se han metido en nuestra vida

    de una manera que no imaginbamos hace diez aos atrs. Necesariamente,

    todo eso est cambiando la forma en que nos relacionamos entre nosotros

    y con la poltica.

    Reinventar la comunicacin polticaHacia nes del siglo pasado, en pleno apogeo del marketing poltico, el in-

    vestigador francs Dominique Wolton deni la comunicacin poltica como

    el espacio en que se intercambian los discursos contradictorios de los acto-

    res que tienen legitimidad para expresarse pblicamente sobre poltica, y que

    son los polticos, los periodistas y la opinin pblica (Wolton, 1998:31).

    Esta interaccin podra gracarse como un tringulo cuyos vrtices estn en

    tensin, en la medida en que los intereses de esos tres grupos operan siem-pre en contrapunto. Es justamente esa tensin la que mantiene el sistema en

    equilibrio inestable.

    Cuando alguno de esos tres actores se acerca demasiado a los otros, el

    tringulo empieza a dejar de ser equiltero: en la medida en que dos vr-

    tices se acercan, el tercero se aleja de ellos y se cae en los vicios de la

    comunicacin poltica. As, cuando los polticos actan en funcin de los

    sondeos, tratando de congraciarse todo el tiempo con la opinin pblica,

    pueden caer en la pura demagogia. Pero lo que para el poltico podra

    parecer un estado ideal porque dice de s solo lo que le conviene, se con-vierte a la larga en la razn del alejamiento de la ciudadana de la informa-

    cin poltica, cada vez ms refractaria a los mensajes propagandsticos. Al

    prescindir de ese intermediario socialmente reconocido que es la prensa,

    tambin se pierde la posibilidad de legitimar la informacin y de contar con

    un interlocutor que pueda servir de mediador de las opiniones sociales, con

    lo que la ciudadana puede no sentirse interpelada por la comunicacin.

    De la misma manera, si los periodistas dejan de dar las noticias del poder

    y convierten los medios en puro entretenimiento, garantizan audiencias y

    negocios pero dejan de cumplir su rol de vigilancia y renuncian a su fun-

    cin informativa para priorizar el comercialismo. La cercana de la prensa

    con los polticos genera medios a la medida del poder, que se complace en

    leer las noticias y publicidades que l mismo produce y un periodismo que

    solo se ocupa de las fuentes ociales. Cuando poltica y prensa se acercan

    demasiado, empiezan a pensar que lo publicado es todo lo que existe, con

    lo que dejan de escuchar otras voces pblicas. En estos casos puede ha-

    blarse de situaciones que incluyen desde complicidada contubernios en

    los que, por conveniencias o presiones, ni prensa ni polticos respetan el

    derecho a la informacin de la ciudadana.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 12 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    13/264

    13

    INTRODUCCIN

    ACTORES DE LACOMUNICACINPOLTICA

    Y DESEQUILIBRIOSEN SUS VNCULOS

    Algunos de estos desajustes en el equilibrio de fuerzas pueden explicar los

    cambios que se pueden dar en el vnculo entre los medios y la opinin pbli-

    ca. Pero si los medios estn en plena redenicin de las funciones que tradi-

    cionalmente tuvieron en la comunicacin pblica es menos por la aparicin

    de nuevas tecnologas de la comunicacin que por los usos sociales que se

    les dan a los medios. De hecho, a ms de una dcada de la popularizacin

    de internet ya se sabe que de ah no vendr la revolucin, que parece ha-berse corrido a los telfonos celulares, a juzgar por las movilizaciones que

    en la primera dcada del siglo XXI los tuvieron como protagonistas (Castells,

    2009:452).

    El telfono celular no solo es accesible y nos acompaa las 24 horas, sino

    que ya es la tecnologa ms democrticamente distribuida. Castells recuer-

    da que en 1991 haba 16 millones de celulares en todo el mundo y hacia nes

    de 2011 ya existan 5.500 millones.1En nuestro continente, el mvil es la tec-

    nologa de mayor penetracin: segn Latinobarmetro, tiene celular el 78%

    de los latinoamericanos y el 89% de los argentinos. El estudio concluye quesu uso se extiende tambin a las clases ms bajas, al punto de que los la-

    tinoamericanos preeren estar conectados al mundo y comer una comida al

    da que invertir todo lo que tienen en solo comer (Latinobarmetro, 2011:69).

    La gran ventaja del mvil en la comunicacin poltica es que suele traer los

    mensajes de una agenda telefnica conocida y, por tanto, ms conable.

    Esa garanta apoya la retransmisin del mensaje de uno a otro, que hoy se

    potencia, sin costo, a travs de las redes sociales, que expanden an ms el

    crculo de contactos.

    COMPLICIDAD

    PRENSA

    COMER

    CIALIS

    MO

    CIUDADANOS

    DEMAG

    OGIA

    POLTICOS

    manual_del_marketing_grayscale.indd 13 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    14/264

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    15/264

    15

    INTRODUCCIN

    CONFIANZAEN LAS INSTITUCIONESPROMEDIO 1996-2010

    ran una construccin colectiva de la informacin abierta a comentarios, en-

    miendas, revisiones, que producen una especie de wikinformacin, quin-

    taesencia del espritu crtico y colaborativo de la red (Castells, 2012). Es por

    eso, observa el especialista, que ya nadie lee un diario, sino que cada uno se

    arma un mosaico de informacin en funcin de las noticias que recibe, que

    le recomiendan, que encuentra por ah.

    Este factor es la mayor transformacin que enfrenta la comunicacin poltica

    y su mayor desafo. Las redes han acelerado los tiempos de circulacin de

    informacin y permiten el salto de los mensajes del celular a la gran pantalla,

    del Twitter a la radio, con lo que la brecha entre los conectados y los no co-

    nectados se desdibuja a la hora de informarse de la poltica. Pero sobre todo,

    marca una clara diferencia entre la informacin social construida entre va-

    riosy la informacin institucional, centrada en un emisor.

    Eso no impide que los medios se mantengan, en toda Latinoamrica, en el

    tope de las instituciones que despiertan ms conanza, lo que ha llevado

    a muchos a creer que vivir en los medios les iba a deparar ese cario que

    las audiencias les dispensan desde hace aos. Es extrao, porque la Iglesia

    siempre estuvo al tope de la consideracin y a ningn candidato se le ocurri

    convertirse en prroco para ganar adhesiones. Sin embargo, muchos siguen

    priorizando las estrategias mediticas a la hora de pensar las campaas, sin

    terminar de entender que estamos frente a un cambio en la circulacin de la

    comunicacin con relacin a los modelos de la comunicacin masiva que

    predominaron en el siglo pasado.

    Fuente: Latinobarmetro

    (2001:48)

    71Iglesia

    Radios

    Televisin

    Diarios

    Fuerzas armadas

    Bancos

    Empresa privada

    Gobierno

    Municipios/Gobierno local

    Polica

    Administracin pblica

    Poder Judicial

    Congreso/Parlamento

    Sindicatos

    Partidos polticos

    0 10 20 30 40 50 60 70 80

    55

    48

    45

    43

    39

    39

    37

    36

    35

    31

    31

    28

    28

    20

    manual_del_marketing_grayscale.indd 15 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    16/264

    16

    ADRIANA AMADO SUREZ

    Medios polticos o media poltica

    La vinculacin de los medios masivos con la poltica fue inmediata. Los in-

    tensos procesos socio-histricos del siglo XX fueron acompaados por la

    aparicin de los medios audiovisuales, que por alcance y facilidad de uso

    prometan superar en mucho la de por s inmensa contribucin que los pe-

    ridicos hicieron a la consolidacin de las democracias. Sus primeras emi-

    siones coincidieron con el convulsionado perodo de entreguerras y con la

    existencia de regmenes de distinto signo que coincidieron en esa necesidad

    de hacer uso de los nuevos recursos para consolidar su poder. De esa poca

    son esos famosos estudios que consideraban los medios como poderosos y

    manipuladores, que conguraban modelos de comunicacin fuertemente

    centralizadoscon una oferta de seales muy limitada, apoyados en un f-

    rreo aparato estatal de control.

    A mediados del siglo pasado, cuando empez a estudiarse sistemtica-

    mente el efecto de los medios, especialmente en los procesos electorales,

    Merton, Lasswell y Lazarsfeld ya haban postulado que ese poder estaba

    determinado por las condiciones sociales y psicolgicas de quienes reci-

    ban esa informacin (Moragas, 1985). Empezaban a ver que la circulacin

    de la informacin meditica era descentralizada, en tanto necesitaba

    el refuerzo que podan brindar ciertas personas que los ciudadanos con-

    sideraban referentes en algunos temas, por eso se hablaba de una comu-

    nicacin de dos instancias (de los medios a ciertos lderes, y de estos alresto de la comunidad). Incluso el famoso experimento de La guerra de

    los mundosno hizo ms que raticar que solo una parte pequea de la

    audiencia considerada en el experimento se haba sugestionado y coin-

    cida con el sector ms simple y con creencias religiosas ms extremas

    (Cantril, 1985). Esa misma lnea de estudios deriv en la teora del esta-

    blecimiento de la agenda, que contrariamente a lo que se cree cuando se

    la cita vulgarmente plantea que la transferencia de temas de los medios

    a la opinin pblica no es automtica, de ah que se encuadre tambin en

    las teoras de efectos limitados. La agenda dependera, entre otros fac-

    tores, de la persistencia del tema en todos los medios de manera homo-gnea durante varias semanas; de que los medios sean la nica forma de

    conocer el tema (no se pueden agendar el clima o la inacin, porque de

    ellos se tiene experiencia directa), de las condiciones sociales que hacen

    a las audiencias ms vulnerables, entre otros (McCombs, 2006). Ya para

    la dcada del 70 no quedaban teoras empricas que demostraran efectos

    poderosos para los medios. Mucho menos en nuestro pas, donde los es-

    tudios de comunicacin aplicada no tuvieron casi desarrollo, con lo que

    no existen antecedentes cientcos para avalar la inuencia de la prensa

    en los ciudadanos. Como dice Manuel Mora y Araujo, socilogo y consul-

    manual_del_marketing_grayscale.indd 16 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    17/264

    17

    INTRODUCCIN

    tor, si la prensa acompaa los vaivenes bipolares de la opinin pblica

    argentina, no est para nada demostrado que sea la causa de esos vaive-

    nes y no su reejo (Mora y Araujo, 2011:107).

    La creencia en el poder de los medios tena por entonces ms que ver conrazones polticas e ideolgicas que con evidencias empricas. La teora crtica

    abon loscamente ese enfoque, pero muchos de sus autores no llegaron

    a conocer el sistema tal como termin congurndose ni apoyaron sus ob-

    servaciones en estudios fcticos. Si en la poca de la Guerra Fra se sobres-

    timaban los medios de comunicacin era porque por esos aos la informa-

    cin era escasa, factor que en una perspectiva econmica otorga valor. Hoy

    lo que es escaso no es la informacin, porque hay de sobra. Ahora lo que

    hace la diferencia es la atencin, como nos recuerda Zygmunt Bauman: La

    atencin humana es el objetivo principal en la competencia de los medios, y

    su bien ms preciado; pero es tambin el recurso ms escaso y, fundamen-

    talmente, el menos prescindible. Dado que el total de la atencin no puede

    incrementarse, la competencia por la atencin es un juego de suma cero, y

    no puede ser sino una guerra de redistribucin: ciertos mensajes pueden ga-

    nar ms atencin solamente a expensas de que otros la pierdan (Bauman,

    2004:200).

    En este sistema abundan los contenidos de los medios y, por lo tanto, se de-

    precian cuanto ms se multiplican. En esta nueva economa de la superabun-

    dancia informativa, los mensajes que se distinguen son aquellos a los que el

    destinatario les asigna valor, porque vienen de un conocido o porque es algo

    que est necesitando. Este fenmeno est desarticulando los modelos de

    comunicacin descentralizada de los grandes emisores institucionales y sus

    facilitadores, que compiten con los sistemas de informacin distribuida

    a la que se oponen con fuerza otros mensajes que irrumpen sbitamente y

    que, sin tener ni la continuidad ni el poder de los mensajes institucionales,

    tienen la potencia de la novedad y de la cercana a la ciudadana, lo que les

    permite generar adhesiones momentneas pero intensas. Eso explica cmo

    en los ltimos aos la protesta de grupos sociales cobr suciente vigor para

    saltar de las redes personales a los medios masivos, como vimos con losindignados, con la primavera rabe o con el reclamo de los piqueteros o las

    minoras indgenas. La ventaja de estos grupos es que, aun desde su preca-

    riedad, conocen mejor que muchos consultores cmo funcionan los medios

    porque son sus consumidores y usuarios y, por tanto, avezados en los usos

    tanto de los medios de comunicacin de masas unidireccionales como la au-

    tocomunicacin de masas en la relacin entre el poder y el contrapoder, en

    la poltica formal, en la poltica insurgente y en las nuevas manifestaciones de

    los movimientos sociales (Castells, 2008).

    manual_del_marketing_grayscale.indd 17 15/11/2013 04:51:01 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    18/264

    18

    ADRIANA AMADO SUREZ

    De alguna manera, el uso intensivo de recursos publicitarios para difundir

    monoltica y unidireccionalmente un mensaje con nimo de que la mera re-

    peticin lo convierta en una verdad aceptada desdibuj la idea original del

    marketing poltico, esto es, la de una campaa electoral orientada hacia

    la demanda en lugar de la oferta (Vowe y Wolling, 2002:59). Por el contrario,

    termin colocando al votante en un lugar subordinado, como si le ofrecieran

    candidatos como productos estandarizados: Los polticos y los periodistas

    le hablan hoy a un mismo colectivo, despolitizado: el colectivo de los consu-

    midores consumidores de candidatos, de informacin y muchos otros bie-

    nes de consumo. Parece entonces natural que ambos soliciten los servicios

    profesionales de especialistas de marketing (Vern, 2011:305).

    Este modelo difusionista de comunicacin poltica muestra su agota-

    mientoen la medida en que los polticos necesitan cada vez ms dinero para

    mantener sus campaas con alguna notoriedad y los periodistas tienen me-

    nos posibilidades de cumplir en libertad su tarea de investigacin de los po-

    deres democrticos. El exceso de acontecimientos, la sobreabundancia de

    gacetillas de prensa, la habitualidad de los discursos no siempre signican

    ms comunicacin. Ni de mejor calidad. Como seala el acadmico Silvio

    Waisbord: Esta multiplicacin de la oferta televisiva no solamente implica la

    reduccin de espacios comunes de informacin, sino que adems permite

    que los televidentes puedan eludir la informacin poltica. Es decir, el proble-

    ma no es la disponibilidad de informacin, sino la falta de encuentro entre

    parte de la ciudadana especialmente aquella que no tiene gran inters en la

    poltica y determinados contenidos informativos (Waisbord, 2012). Las es-

    trategias de comunicacin de prensa suelen manejar mensajes relativamente

    ESQUEMAS DE LOSDISTINTOS MODELOS

    DE COMUNICACIN

    RED CENTRALIZADA RED DESCENTRALIZADA RED DISTRIBUIDA

    http://blogs.20minutos.es/

    codigo-abierto/tag/social-media-2/

    manual_del_marketing_grayscale.indd 18 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    19/264

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    20/264

    20

    ADRIANA AMADO SUREZ

    Venimos de unas dcadas de sobrestimacin del poder de los medios. La

    industria publicitaria y meditica abon el mito porque fue la principal bene-

    ciaria de la videopoltica: cuanto ms se conaba en el poder de los me-

    dios, ms fortalecan su lugar en el intercambio de las voces polticas. Pero

    fue ms una profeca autocumplida que una constatacin emprica. Solo

    bastara cruzar ndices de popularidad, inversiones publicitarias y resultados

    electorales obtenidos por cada uno de los candidatos en las distintas elec-

    ciones para ver que no hay tantas correlaciones como se supone. Es cierto

    que cierta notoriedad facilita la comunicacin, en la medida en que es ms

    fcil que se preste atencin al mensaje de alguien conocido que al de un per-

    sonaje ignoto. Pero en absoluto la mediatizacin es condicin suciente.

    De hecho, los candidatos provenientes del mbito del espectculo no obtu-

    vieron buenos resultados, lo que desmiente la premisa de que estos perso-

    najes gozaban de un piso de reconocimiento pblico que poda traducirseen votos. Ms an: en ciertos casos, esta notoriedad jug en contra, como

    factor de desconanza de que un personaje del espectculo pudiera hacer

    frente a la gestin.

    La primera dcada del siglo nos deja la experiencia con los telepresiden-

    tes, como llama Omar Rincn a esos dirigentes que, en permanente exhi-

    bicin en las pantallas, aparecen cerca del pueblo pero lejos de la demo-

    cracia (Rincn, 2008). Hemos comprobado que las reglas de los medios

    no son las de la gestin, y mucho menos sus tiempos, y eso puede llevar a

    cierta decepcin del televidente cuando se le crearon las expectativas dever la resolucin del asunto antes del cierre del programa. En este sentido,

    Dominique Wolton seala que la hipermediatizacin desestabiliz la rela-

    cin de fuerzas existente entre las lgicas de la informacin, de la opinin

    pblica y de la accin: Aunque no hay poltica sin comunicacin, hoy asis-

    timos a la inversin de la relacin: la comunicacin predomina por sobre la

    poltica en detrimento de los polticos, as debilitados (Wolton, 2007:155).

    La debilidad del sistema reside en que los tiempos y espacios de la co-

    municacin no son los de la poltica, porque la opinin pblica entiende

    claramente que la lgica de la sociedad no es la de [la emisin en vivo y

    en] directo (Wolton, 2007:163).

    De alguna manera, al mediatizarse, la poltica adopt una narrativa distinta,

    ms cercana a la emotividad que a la racionalidad, como dice Omar Rincn:

    La promesa mantiene al televidente/elector expectante y con esperanza. El

    ciudadano se convierte en consumidor de promesas polticas que lo llevan

    emocionalmente ms all de la precariedad generalizada (Rincn, 2006b).

    Esto tuvo la ventaja de humanizar la poltica, pero tambin de frivolizarla en

    cierta medida. El analista dene el fenmeno de la telepolticacomo el pro-

    ceso por el cual los medios de comunicacin imponen cada vez ms su lgica

    del entretenimiento en la construccin de la realidad poltica y se constituyen

    manual_del_marketing_grayscale.indd 20 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    21/264

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    22/264

    22

    ADRIANA AMADO SUREZ

    Esa falta de inters de la ciudadana por las elecciones no se soluciona con

    exceso de prensa del candidato ni con campaas publicitarias estandari-

    zadas. Sobre todo porque an no se ha demostrado que mayores presu-

    puestos, profusin de mensajes, reemplazo de la comunicacin directa por

    la mediatizada, sean determinantes de los resultados electorales o de una

    mejora de imagen de los polticos. Como bien postularon Vowe y Wolling, las

    decisiones sobre votantes, mensajes, utilizacin de medios () se basan

    en supuestos y suposiciones de las que no sabemos si resistirn un anlisis

    emprico (Vowe y Wolling, 2002:65).

    En su momento, una serie de entrevistas realizadas a los protagonistas de

    la campaa electoral de 1999 nos haca suponer que haba sido la de mayor

    despliegue comunicacional (AA.VV., 2000). Muchos analistas de por enton-

    ces omos atribuir a la campaa de la Alianza, a cargo de una agencia de

    publicidad muy exitosa en ese momento, la razn del triunfo sobre el pero-

    nismo. A poco ms de un ao de publicado el libro, sucesivas crisis del go-

    bierno determinaron la renuncia del vicepresidente, primero, y luego la salida

    anticipada del presidente Fernando de la Ra en diciembre de 2001, en me-

    dio de conictos sociales. Lo que s se pudo comprobar fue que la intensa

    comunicacin no brind reaseguro cuando la realidad estall en las calles.

    De esos aos tambin son las nuevas formas de expresinque fue adop-

    tando la sociedad global y que en el caso argentino se expresaron en mar-

    chas ciudadanas, escraches de grupos de derechos humanos a represo-

    res del Proceso Militar de 1976, protestas callejeras que empezaron con los

    trabajadores desocupados que introdujeron la modalidad de piquete, y

    que se extendieron a otros grupos (estudiantes, vecinos, jubilados) como

    recurso para poner en la agenda meditica la voz de los sectores habitual-

    mente excluidos de la discusin pblica o con poco acceso a los medios ms

    importantes (Amado, 2006:52).

    Pero esta efervescencia social no necesariamente trajo una transformacin.

    A pesar de que la consigna de 2001 fue Que se vayan todos, los candi-

    datos de las sucesivas elecciones pertenecieron a la tradicin partidaria. Y

    a pesar de la emergencia de nuevas formas de comunicacin, desde 2003se observa un crecimiento sin antecedentes en recursos destinados a la vi-

    deopoltica, al punto de que el presupuesto 2011 multiplic 46 veces el de

    2000, de acuerdo con lo que surge del presupuesto asignado a la Jefatura

    de Gabinete. Sin embargo, si se intenta establecer una correlacin entre el

    gasto publicitario y el impacto en la opinin pblica, vemos que no guarda

    relacin. Por tomar un parmetro comn a lo largo del tiempo se eligi el

    ndice de conanza en el gobierno que elabora mes a mes la Universidad Di

    Tella (Amado y Amadeo, 2012). Mientras la inversin publicitaria aumenta

    exponencialmente, especialmente en los aos de elecciones presidencia-

    manual_del_marketing_grayscale.indd 22 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    23/264

    23

    INTRODUCCIN

    les, la lnea que habla de la imagen de la Presidente no la sigue linealmente.

    De hecho, una conclusin provisional sera que cada vez se necesita gastar

    ms para obtener el mismo ndice de conanza pblica (que en 2011 dupli-

    ca el de 2008, que a su vez duplicaba el de 2006). Pero eso sera suponer

    que la apreciacin de la ciudadana depende de los avisos publicitarios, lo

    cual no es cierto.

    Esa falacia es lo que lleva a los ocialismos a hacer uso de la comunicacin

    gubernamental para su benecio, convirtiendo toda comunicacin con el ciu-dadano en una suerte de campaa permanente. Desde el punto de vista

    comunicacional, es la saturacin de las audiencias lo que explica que cada

    vez se tenga que gastar ms y ms en comunicacin y los resultados sean

    decrecientes con relacin con los estmulos propagandsticos. Pero adems

    de carecer de base tcnica, este sistema pone en desventaja a las fuerzas

    que no estn en el poder. No solo porque no tienen recursos equiparables

    a los de los partidos en el gobierno, sino porque en Argentina, desde 2011

    deben ajustar su comunicacin a los espacios cedidos, de acuerdo con la ley

    electoral. Con la ventaja obvia que le da su lugar, la posicin del ocialismo

    se ve beneciada por la informacin sobre su gestin de gobierno y se con-vierte en un momento importante en la campaa (Vowe y Wolling, 2002:65).

    Sin embargo, esta misma saturacin del sistema es la que propicia nuevas

    oportunidades para aquellos que experimenten nuevas formas de comuni-

    cacin ms directas con la ciudadana. En un mundo lleno de carteles, no

    es otro cartel el que va a marcar la diferencia. En un sistema que profundiza el

    modelo de la comunicacin publicitaria tradicional, las nuevas formas de ha-

    cer campaa, ms participativas, ms cercanas a la accin de la comunidad,

    son lo que permiti al Partido Demcrata volver al poder con Barack Obama.

    No fueron las redes, sino la comunicacin participativa que estas facilitaron

    INVERSIN PUBLI-CITARIA DEL PEN

    ARGENTINO COMPA-RADO CON EL NDICEDE CONFIANZA

    500

    450

    400

    350

    300

    250

    200

    150

    100

    50

    0

    800.000.000

    700.000.000

    600.000.000

    500.000.000

    400.000.000

    300.000.000

    200.000.000

    100.000.000

    0

    Publicidad anual (en $)

    ndice conanza gobierno (1 a 5)

    ene-05

    abr-05

    jul-05

    oct-05

    ene-06

    abr-06

    jul-06

    oct-06

    ene-07

    abr-07

    jul-07

    oct-07

    ene-08

    abr-08

    jul-08

    oct-08

    ene-09

    abr-09

    jul-09

    oct-09

    ene-10

    abr-10

    jul-10

    oct-10

    ene-11

    abr-11

    jul-11

    oct-11

    manual_del_marketing_grayscale.indd 23 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    24/264

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    25/264

    25

    INTRODUCCIN

    El factor decisivo es su notoriedad y la frecuencia con la que mencionan sus

    nombres en los programas de radio y televisin y las conversaciones que

    se siguen de stos. Pero no podemos olvidar, como se encarga de aclarar

    el mismo Bauman, que la notoriedad es tan episdica como la vida misma

    en un entorno moderno lquido. Es decir que si bien podemos concluir que

    los medios contribuyen a la legitimacin de ciertas imgenes o personajes,

    suelen ser demasiado efmeros como para atribuirles hoy los mismos efectos

    que suponamos para momentos en que los lenguajes mediticos eran otros.

    En algn momento, hacia el n del siglo pasado, las audiencias se aburrie-

    ron de ver siempre lo mismo. Y ah estaban las tecnologas, que permitan

    compartir contenidos entre pares, como los blogs, los canales de You Tube,

    las redes como Facebook, My Space o cualquiera de los muchos espacios

    para compartir vivencias, comentarios, imgenes. Entonces, el video casero

    empez a mostrar situaciones ms originales y creativas que las que ofrecan

    los medios tradicionales, que todava no haban entrado en la vida privada de

    sus audiencias. Esos nuevos formatos testimoniales empezaron a acaparar

    la atencin, al punto de que en 2006, la revista Timepuso a su lector como

    personaje del ao, en tanto protagonista indiscutido de la nueva circulacin

    de informacin.

    Es en este contexto que deben entenderse los nuevos formatos de la televi-

    sin realidad, donde los participantes suelen ser personas que no pertene-

    cen a ese mundo de las celebridades. Los clsicos medios de oferta, en los

    que el emisor marca los tiempos, empezaron a integrarse con los medios de

    demanda, en los que es el destinatario el que decide cundo y cmo desea

    ver una pelcula, escuchar msica o consultar el diario, mayormente sin pa-

    gar por ello. En la nueva era, el destinatario es protagonista, no slo por-

    que los participantes de los programas ms populares se parecen cada vez

    ms al televidente, sino porque los nuevos formatos convocan al pblico a

    sumarse. Votar por sus favoritos, dar sus testimonios, compartir sus proble-

    mas ntimos, mostrar sus talentos, enviar imgenes como cronista eventual

    de un hecho son algunas de las formas en que los ciudadanos hoy participan

    en los medios. Y son estos gneros los que adems generan mayor intersen las audiencias, al punto de que la publicidad de las grandes marcas est

    adoptando estas nuevas narrativas que ponen al consumidor real como pro-

    tagonista de los mensajes.

    Esta transformacin implica una nueva forma de comunicacin, que no ad-

    mite la simple transferencia de los recursos clsicos a los nuevos circuitos.

    Las redes no son para difundir los comunicados de prensa o las fotos de

    los actos ociales, sino para dialogar, para ver en qu estn los participan-

    tes, para intercambiar ideas, informacin, orientacin. Tener una direccin de

    Twitter con un milln de seguidores sin seguir a nadie, sin conversar jams o

    manual_del_marketing_grayscale.indd 25 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    26/264

    26

    ADRIANA AMADO SUREZ

    bloqueando a aquel que expresa una opinin disidente es usarlo como una

    casilla de correo y, por tanto, desaprovecharlo.

    El nuevo sistema, que podramos llamar posmedios porque ya no son nue-

    vos (como sugera la idea de nuevas tecnologas), sino que vienen a re-congurar el sistema de medios masivos con caractersticas distintivas, se

    caracteriza por:

    Autocomunicacin de masas, en la medida en que integra sistemas

    masivos con los personales.

    Comunidad, que otorga prioridad a los mensajes de remitentes co-

    nocidos y cercanos.

    Diversidad,dada por la multiplicidad de canales disponibles.

    Flexibilidadpara la demanda, en contraste con la oferta estructurada

    de los medios tradicionales. Conversacin, que promueve el ejercicio de la simetra de la

    comunicacin.

    Red:la circulacin deja de tener un centro porque se prioriza el inter-

    cambio entre pares.

    Si el destinatario es el que elige cundo se informa, a quines sigue en las

    redes y cundo y por qu medios se conectar, es obvio que priorizar aque-

    llo que hable de l mismo. Esa es la variante de la TV realidad en los forma-

    tos informativos, en donde la agenda del poder, que es la que suele cubrir la

    prensa tradicional, se corre para desarrollar un periodismo que se ocupa delos temas que proponen sus audiencias o que invita a preguntar al invitado.

    Pero tambin es la cadena de 24 horas de noticias cada vez ms recepti-

    va a las coyunturas que organizan los ciudadanos, que con sus protestas y

    manifestaciones marcan la agenda de los mviles de noticias. Entre un acto

    ocial, formal y protocolar y la expresin espontnea de la calle, siempre es

    ms atractivo lo segundo, por narrativa y por cercana al espectador. Es ms

    interesante la expresin del votante que los dichos de los candidatos, como

    mostr el video de Franois Hollande que capturaba imgenes espontneas

    de votantes en la calle y en los actos. Por ms poderoso que sea el emisor,

    ya no puede controlar los ujos de la informacin, como muestran casos

    de comunidades pequeas que pueden ahora llevar sus temas a la agenda

    nacional.

    De la publicidad alstorytelling(o de laspromesas probables a las historias reales)Hacia nes del siglo XX, en comunicacin poltica se hablaba de cosas como

    la videopoltica, que postulaba que si la escena pblica estaba delimitada por

    los medios, la discusin poltica deba ajustarse a las reglas del espectculo.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 26 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    27/264

    27

    INTRODUCCIN

    Con esa idea, los procesos eleccionarios se centraron en la campaa me-

    ditica, aplicando recursos de la publicidad de marketing a la comunicacin

    con el ciudadano. De la compulsa electoral, la comunicacin profesionalizada

    se extendi a la gestin de gobierno, que incorpor la aplicacin extendida

    de recursos grcos a la comunicacin, la pauta publicitaria para circular los

    mensajes y la presencia permanente en los medios de prensa mediante cam-

    paas organizadas con nes de difusin. En Latinoamrica, las condiciones

    de pobreza de la mayor parte de la poblacin no fueron un obstculo para que

    sus dirigentes polticos eligieran el formato glamoroso de los medios masivos

    para procurar el apoyo de sus votantes. Sin embargo, algo ms de dos dca-

    das de videopoltica intensiva no han trado mayor participacin democrtica

    ni mayor cercana de la poltica con la opinin pblica. Antes bien, la comuni-

    cacin poltica marketinizada qued en manos de quienes podan pagar sus

    altos costos de difusin y asesoramiento, lo que propici una concentracinen los que contaban con grandes presupuestos. Paradjicamente, el esce-

    nario que conform la videopoltica demuestra que el concepto deespacio

    pblico no es equivalente a espacio mediatizado.

    En la denicin de Wolton, espacio pblico como mbito abierto en el que

    se expresan todos los que se autorizan para hablar pblicamente y dar cier-

    ta difusin a su discurso se aplica perfectamente a este nuevo escenario

    que conguran las redes. La novedad es que la autorizacin para hablar ya

    no la da el poder, sino aquel que puede tomar la palabra en un momento

    dado, algo as como hacer uso poltico de esos quince minutos de famaque nos augur Andy Warhol a todos nosotros. Para los actores de poder

    resulta frustrante que una cmara improvisada en un piquete resulte ms

    atractiva que un discurso ocial bien ensayado. Y a veces estas nuevas

    circunstancias no son del todo comprendidas por quienes tienen a su favor

    recursos publicitarios o una trayectoria, y no terminan de comprender cmo

    es que esos personajes efmeros, intrascendentes, marginales, consiguen

    concentrar la atencin de las audiencias de manera ms eciente que las

    producciones ms sosticadas. En su desconcierto, a veces quieren pro-

    ducir la espontaneidad de los posmedios, como si se tratara de un espec-

    tculo o se inventan seguidores en Facebook o en Twitter que controlansus departamentos de prensa, o incluyen en sus actos al pblico, pero solo

    dejan ingresar a sus eles partidarios. La trampa en la que caen es que el

    nuevo destinatario percibe claramente esa naturaleza impostada de esta

    espontaneidad organizada.

    La diferencia principal entre el modelo de la videopoltica y este que congu-

    ran los medios en redes el paso de la representacin a la presentacin

    (Lash, 2005), esto es, de los discursos a las vivencias, de lo racional a lo

    emocional, del eslogan al testimonio. Deca hace unos aos Ramonet, para

    explicar estos cambios que se empezaban a ver en los noticieros, que mien-

    manual_del_marketing_grayscale.indd 27 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    28/264

    28

    ADRIANA AMADO SUREZ

    tras el televidente no puede saber si la noticia es verdadera o no, la emocin

    que experimenta s es cierta y, por lo tanto, cree ms en su emocin que en

    la noticia (Ramonet, 1998).

    El formato que est descubriendo la poltica para esto es lo que se llamastorytelling, que reemplaza las discusiones abstractas por las pequeas his-

    torias contadas por sus protagonistas. Este formato responde a las nuevas

    narrativas mediticas y a las investigaciones recientes de comunicacin, que

    arman que las emociones son ms fuertes que las ideas. Cuando hay co-

    lisin entre la razn y la emocin, la segunda prima (Crespo, Garrido, Car-

    letta y Riorda, 2011:116). Los testimoniales cercanos al talk showfueron el

    eje de la comunicacin del organismo estatal de seguridad social (Anses) en

    la presidencia de Cristina Fernndez, que luego se trasladaron a la campaa

    del ocialismo en 2011. Con esa estrategia, la comunicacin electoral tuvouna continuidad temtica y narrativa con la comunicacin de gobierno, que

    puso en pantalla testimonios de ciudadanos beneciados con alguna poltica

    pblica.3El realismo de las imgenes, que mostraban tambin debilidades

    de esas personas, las haca por eso ms crebles. La pieza La fuerza de

    Hayde mostraba una mujer contenta porque se haba podido jubilar, aun-

    que reconoca que tena que salir a trabajar para vivir. La fuerza de Elena

    hablaba de una familia que tena su televisin digital, pero la mostraba en su

    vivienda precaria. Lo que racionalmente podra ser una contradiccin, porque

    mostraba debilidades de las polticas del ocialismo, emotivamente le daba

    fuerza al testimonio.

    Cuando la comunicacin transita por

    lo conocido y lo cercano, sirven poco

    los argumentos racionales y las eviden-

    cias fcticas. La gente convencida no

    se dejar llevar a otras conclusiones,

    sino que ante un mensaje discordante,

    simplemente cambiar de canal o des-

    cartar los mensajes que contradicen

    sus opiniones. Como aconseja George

    Lakoff, no alcanza con la verdad si esta

    no guarda relacin con los marcos conceptuales de los pblicos: No pue-

    des ganar exponiendo simplemente hechos ciertos y mostrando que contra-

    dicen las reivindicaciones de tu oponente. Los marcos prevalecen sobre los

    hechos. Los marcos de l se mantendrn y los hechos rebotarn (Lakoff,

    2007:166). Es el mismo factor que explica que la gente vota al candidato

    que le provoca los sentimientos adecuados, no al que presenta los mejores

    argumentos (Castells, 2009:213).

    Video La fuerza de

    Hayde de la cam-

    paa 2011 del Frente

    para la Victoria

    manual_del_marketing_grayscale.indd 28 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    29/264

    29

    INTRODUCCIN

    Los ltimos estudios realizados dentro de la teora del enmarcado(framing)

    explican que las personas tienden a exponerse solo a los mensajes que

    coinciden con sus marcos conceptuales. Esto explica que elegimos los me-

    dios que guardan consonancia con nuestras opiniones: Las personas suelen

    recordar mejor la informacin que conrma los resultados que desean. Tam-

    bin es probable que utilicen sus recursos intelectuales para buscar infor-

    macin que conrme, y no que contradiga, sus metas (Castells, 2009:212).

    Esto nos explica por qu los nuevos fenmenos comunicacionales no pue-

    den describirse con las lgicas de la construccin de sentido, tan afectas

    a la investigacin acadmica del siglo pasado, sino que demandan una des-

    cripcin detallada de la circulacin y consumo de signos antes que de sus

    signicados. Desde la perspectiva de las elites, la informacin se basaba en

    el principio de autoridad: es verdad porque es dicho por alguien de poder, y

    se transcribe entre comillas sin que necesite ser constatado. En ltima ins-

    tancia, se remite la armacin a la fuente ltima, en la que se descarga la

    responsabilidad de los dichos. Algo similar ocurre con los mensajes electora-

    les, promesas en su mayora, como si la transmisin de la palabra poltica no

    necesitara ms prueba de existencia que su propia emisin: pretenden que el

    enunciado se valide por el acto mismo de la enunciacin. Pero ah es que no

    cuenta su signicado, porque precisamente se trata de un signicante vaco

    que cada quien llena de contenido emocional.

    La comunicacin poltica del siglo pasado fue tributaria de un modelo de

    oferta, donde el emisor era central en el proceso en tanto que determinaba el

    mensaje y elega el medio por el que lo pona a circular. En este esquema, el

    receptor quedaba como un mero testigo. Pero nuestra sociedad de hoy no

    se explica con los modelos sociolgicos anteriores, en la medida en que e l

    sistema lineal de Parsons es reemplazado por el sistema no lineal de Luh-

    mann. La linealidad de la reproduccin de lo simblico es desplazada por la

    no linealidad de lo real, al decir de Lash. Por eso ya no funciona la lgica

    unidireccional de los modelos de la propaganda y hay menos posibilidades

    de que el sistema de medios manipule homogneamente la opinin pblica.

    Si algo nos ensea la acomodacin del sistema de medios es que el realitytelevisivo es en cierta medida un reejo de cmo estn andando nuestras

    democracias. Dice Rincn que el gnero privilegia la convivencia de las di-

    versidades, que se construye de acuerdo con normas colectivamente acep-

    tadas y la gente puede participar en la toma de decisiones de la comunidad

    cticia(Rincn, 2006:76). En ambos sistemas se apela a la emotividad para

    saber a quin hay que eliminar y a quin hay que brindar apoyo. Pero mien-

    tras el voto es voluntario en un sistema democrtico, en losreality showses

    opcional y con cargo para el votante y, no obstante, mucha gente paga cada

    semana para votar a celebridades tan efmeras que a las semanas de termi-

    manual_del_marketing_grayscale.indd 29 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    30/264

    30

    ADRIANA AMADO SUREZ

    nado el concurso nadie recordar. Parte del entusiasmo que generan estos

    programas de realidadse explica porque son intensamente participativos:

    sus seguidores sienten pasiones, las expresan y son escuchados porque jus-

    tamente esas opiniones son parte del espectculo.

    El xito del show reside justamente en que trata de ir hacia lo que la decisin

    mayoritaria marca: a los productores no les interesa torcer el gusto popular

    porque justamente es lo que intentan captar. Cuando ms se acerquen los

    protagonistas a los espectadores, ms se consolidar el inters por el pro-

    grama, y para eso necesita que sea la misma audiencia la que les diga con

    quin quiere pasar las ltimas semanas. Un aprendizaje que la poltica tiene

    para hacer es abrir sus canales con la misma receptividady aceptar la crtica

    ms dura con la misma avidez con que busca los aplausos. Por eso dice Rin-

    cn: El da en que sepamos tanto de democracia como derealityhabremos

    ganado como sociedad; el da en que seamos tan participativos, crticos, ac-

    tivos y decisores con la democracia como lo somos con losrealityseremos

    autnticamente democrticos.

    El sistema de comunicacin que estrena el siglo XXI permite indagar, obser-

    var, compartir, escuchar, conversar, todas acciones que fortalecen la con-

    vivencia democrtica. La comunicacin poltica debera estar feliz de tener

    todo esto a su alcance como nunca antes. As como los ciudadanos empie-

    zan a apropiarse de estos recursos para expresarse, para verse, para rela-

    cionarse, los polticos deberan abandonar la vieja costumbre de hablarles

    a los votantes para aprovechar todas estas posibilidades para empezar a

    comunicarse con ellos.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 30 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    31/264

    31

    INTRODUCCIN

    Notas

    1 Citado en Revista Etctera, 25 de noviembre de 2011, en http://bit.ly/OuIV82 [consultado

    en julio 2012].

    2 El video se arm con imgenes que priorizaban los votantes en la calle o en los actos,en situaciones casuales, y fue musicalizado con la cancin de hip hop de Kany West y

    Jay-Zs Niggas in Paris. Se puede ver en http://youtu.be/BOXhp0BuaiM [consultado en

    agosto de 2012].

    3 La serie de comerciales tuvo como concepto La fuerza de y los principales comerciales

    fueron: La fuerza de Cecilia (http://youtu.be/XO1ztDWzRPA); La fuerza de Brian (http://

    youtu.be/-I3knCbcMPg); La fuerza de Jessica (http://youtu.be/cLSzo8JwQWQ);La

    fuerza de Elena (http://youtu.be/m9jDMoolT3A); La fuerza de Haydee (http://youtu.be/

    ss9LHPQHLYU).

    Bibliografa

    Amado, A. (ed.) (2000). Trastienda de una eleccin. Buenos Aires: Temas.

    ______ (2006). Argentina 2005: repensar la comunicacin poltica, en Dilogo poltico, Ao

    XXIII, Nro. 2, junio, pp. 49-77. En http://www.kas.org.ar/DialogoPolitico/Dialog/2006/Dial-

    Pol2_06/Amado.pdf.

    Amado, A. y Amadeo, B. (2012). Cristina al gobierno. Las relaciones pblicas al poder. XI Con-

    greso de la Asociacin Latinoamericana de Investigacin en Comunicacin. Montevideo:

    Asociacin Latinoamericana de Investigacin en Comunicacin.

    Bauman, Z. (2004). La sociedad sitiada. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica.

    Cantril, H. (1985). La invasin desde Marte. En Moragas, M. de (ed.), Sociologa de la comu-

    nicacin de masas(Vol. 2). Barcelona: Gustavo Gili.

    Castells, M. (2008). Comunicacin, poder y contrapoder en la sociedad red (I). Los medios y

    la poltica, en Telos, 74 (enero-marzo).

    ______ (2009). Comunicacin y poder. Barcelona: Alianza.

    ______ (2012). Defender la libertad en Internet es la base para defender la Libertad, en Revis-

    ta Etctera. En http://www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=13877.

    Crespo, I., Garrido, A., Carletta, I. y Riorda, M. (2011). Manual de comunicacin poltica y es-

    trategias de campaas. Buenos Aires: Biblos.

    Lakoff, George (2007). No pienses en un elefante. Lenguaje y debate poltico , Editorial

    Complutense.

    Lash, S. (2005). Crtica de la informacin. Buenos Aires: Amorrortu.

    Latinobarmetro. (2010). Informe 2010. Santiago de Chile.

    ______ (2011). Informe 2011. Santiago de Chile.

    McCombs, M. (2006). Estableciendo la agenda. El impacto de los medios en la opinin pblica

    y en el conocimiento. Barcelona: Paids.

    Mora y Araujo, M. (2011). La Argentina bipolar. Buenos Aires: Sudamericana.

    Moragas, M. de (1985). Sociologa de la comunicacin de masas. Estructura y funciones(Vol.

    2). Barcelona: Gustavo Gili.

    Poder Ciudadano (2003). Monitoreo de la cobertura informativa de la campaa presidencial

    argentina 2003. Buenos Aires.

    Ramonet, I. (1998). La tirana de la comunicacin. Madrid: Debate.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 31 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    32/264

    32

    ADRIANA AMADO SUREZ

    Rincn, O. (2006a). Narrativas mediticas. O cmo se cuenta la sociedad del entretenimiento.

    Barcelona: Gedisa.

    ______ (2006b). Cuando gobernar es una emocin televisiva. La insignia, pp. 16. Madrid. En

    http://www.lainsignia.org/2006/diciembre/cul_035.htm.

    ______ (ed.). (2008). Los tele-presidentes: cerca del pueblo, lejos de la democracia . Bogot:

    Centro de Competencia en Comunicacin. En http://c3fes.net/(p)publicacion7.htm.

    Sarlo, B. (2011). La audacia y el clculo. Kirchner 2003-2010.Buenos Aires: Sudamericana.

    Vern, E. (2011). Papeles en el tiempo. Buenos Aires: Paids.

    Vowe, G. y Wolling, J. (2002). Americanizacin de la campaa electoral o marketing polti-

    co? La evolucin de la comunicacin poltica, en F. Priess (Ed.), Relacin entre poltica y

    medios,Buenos Aires: Temas.

    Waisbord, S. (2012). Periodismo y poltica. Repensar la agenda de investigacin en la acade-

    mia globalizada, en Revista Telos, enero-marzo, pp. 1-16.

    Wolton, D. (1998). La comunicacin poltica: la construccin de un modelo, en J. M. Ferry y

    D. Wolton (Eds.), El nuevo espacio pblico,Barcelona: FALTA EDITORIAL.______ (2000). Internet, y despus?Barcelona: Gedisa.

    ______ (2007). Pensar la comunicacin. Buenos Aires: Prometeo.

    Adriana Amado Surez

    Dra. en Ciencias Sociales (FLACSO). Magster en Comunicacin Institucional. Lic. en Letras (Univ. de BuenosAires), especializada en comunicacin pblica y medios. Docente e investigadora en la Universidad Nacionalde La Matanza. Profesora visitante de posgrado en universidades de Latinoamrica. Participa activamente enforos y redes internacionales en temas de su especialidad y es miembro responsable del captulo argentinodel proyecto internacional de investigacin Worlds of Journalism. Cuenta con numerosas publicaciones aca-

    dmicas. Autora de tres libros, siete obras colectivas como editora y veinte como coautora. Colabora comocolumnista especializada en televisin y temas de sociedad en medios de prensa de Argentina. Dirige el blogde intercambio acadmico www.catedraa.com.ar, creado en 2004. Preside www.infociudadana.org.ar, unaorganizacin cvica que promueve la informacin pblica a travs del programa de conferencias de prensa

    Preguntar al poder, que cuenta con el apoyo institucional de la Fundacin Konrad Adenauer.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 32 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    33/264

    33

    CAPTULO 1

    Poltica y marketing poltico,diez aos despus

    CarlosGermano

    En el ao 2002 tuvimos el honor de escribir para la publicacin del Manual

    de marketing poltico ABC, Acciones para una Buena Comunicacin en

    campaas electorales. En ese momento, Argentina estaba viviendo una si-

    tuacin poltica, social e institucional sumamente delicada y que fue prece-

    dida por diversos xitos comunicacionales. En otras palabras, estuvimos

    ante la presencia de una campaa de comunicacin sumamente exitosa

    que le dio a Fernando de la Ra la posibilidad de instalarse en forma com-

    petitiva como la opcin ms fuerte ante el peronismo, que haba goberna-

    do el pas desde 1989. Esta pieza fue acompaada por la correcta eleccin

    de los temas polticos que eran relevantes para la ciudadana. Como se se-al en ese entonces: El candidato de la Alianza plante con conviccin

    los puntos centrales de su campaa: continuidad en materia econmica,

    incluyendo convertibilidad y defensa de la estabilidad; transparencia en la

    gestin de gobierno, y que el ajuste debera hacerlo la poltica. Sobre la

    base de estos ejes, es decir, teniendo en claro el qude la poltica, fue que

    sus asesores pudieron instrumentar el cmocon pericia tcnica y con un

    resultado exitoso. Pero el xito no es atribuible al equipo de comunica-

    cin, sino a una lnea poltica clara (ABC, 2002:11).

    De esta forma, se deni que lo que el marketing poltico proporciona sonherramientas, que resultan particularmente adecuadas al contexto en el que

    hoy se desenvuelve la poltica. Pero en la utilizacin de esas herramientas,

    en la denicin de los objetivos y orientaciones a los cuales se subordinan,

    hay un lugar indelegable e insustituible que corresponde al liderazgo poltico.

    Si existe tal liderazgo, las tcnicas del marketing y la comunicacin pueden

    servir para potenciar un proyecto determinado. Pero nunca pueden sustituir

    al liderazgo poltico, ni construirlo desde la nada. Para decirlo en pocas pa-

    labras: lo que el marketing poltico ofrece son tcnicas para resolver el cmo

    de la poltica en su aspecto de comunicacin, que hoy, con la centralidad de

    los medios masivos, cobra gran importancia. Pero la denicin de lo funda-

    manual_del_marketing_grayscale.indd 33 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    34/264

    34

    CARLOS GERMANO

    mental, esto es, el qu de la poltica, es una responsabilidad intransferible e

    insustituible de quienes hacen la poltica (ABC, 2002:9).

    El punto radica en que esta diferencia, entre el quy el cmode la poltica,

    sigue siendo una discusin vigente en la actualidad. Bsicamente, debido aque en esta ltima dcada se han sucedido, con una velocidad apabullan-

    te, profundos cambios en determinados parmetros y funcionamientos de

    las antiguas lgicas comunicacionales: estos avances han modicado ca-

    balmente nuestra forma de informarnos, de relacionarnos y de la reciproci-

    dad entre gobernantes y gobernados. Asimismo, hay que agregar la crecien-

    te intercomunicacin entre experiencias locales e internacionales, haciendo

    mucho ms sencillo conseguir acceso a piezas exitosas en otros pases,

    importar tecnologas de comunicacin e inclusive acceder a consultores y

    publicistas forneos (no slo de Amrica Latina, sino de Europa y Estados

    Unidos) que en otros momentos resultaban inalcanzables.

    Lo que ocurre, entonces, es que en esta disputa entre el qu y el cmo las

    partes parecen alejarse. Por un lado, la poltica sigue ocupando el mismo lugar

    que histricamente ocup, pero las herramientas de marketing poltico han au-

    mentado de manera trascendental en esta ltima dcada. Asimismo, algunos

    poderes del Estado se mantuvieron entre los argentinos como las instituciones

    con menor conanza. En este sentido, en los ltimos 10 aos no hemos tenido

    cambios signicativos. La pregunta que nace entonces es: cmo seguir sos-

    teniendo esta pelea que, a primera vista, parece ser despareja?

    Analicemos cada una de las partes. En primer lugar, tenemos que conside-

    rar brevemente cules fueron los cambios en materia de comunicacin que

    se dieron en esta ltima dcada. Claro que hace diez aos ya estbamos en

    presencia de un mundo en donde el diario, la radio y la televisin haban ido

    adaptando sus formatos y contenidos ante la bidireccionalidad que plantea-

    ba el crecimiento de internet, pero en la actualidad no slo nos encontramos

    en una situacin en la que esta realidad de los histricos emisores del men-

    saje se ha profundizado, sino que los receptores tambin han sido afectados

    por la revolucin de las telecomunicaciones. Las nuevas tecnologas permi-

    ten a las distintas audiencias la posibilidad de expresarse, quejarse y opinarsin lmites.

    El crecimiento de las redes sociales en el mundo viene siendo un factor fun-

    damental para comprender el cambio en las comunicaciones y en la redeni-

    cin del viejo axioma de la comunicacin en el cual un emisor da un mensaje

    mediante un canal particular para que lo reciba un receptor. Comprender y

    aceptar este cambio de situacin resulta casi un camino obligatorio en la ac-

    tualidad, pero el eje radica en adaptarse al contexto en el que se vive. En este

    sentido, Amrica Latina es un escenario particular ya que, como bien han

    marcado diversos expertos, la importancia radica en la conectividad. As, las

    manual_del_marketing_grayscale.indd 34 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    35/264

    35

    CAPTULO 1 - POLTICA Y MARKETING POLTICO, DIEZ AOS DESPUS

    fuertes desigualdades sociales que posee nuestro continente podran relati-

    vizar los alcances de estos cambios.

    Resulta fundamental, entonces, comprender cul es la situacin que se vive

    en la regin, y observaremos que nos encontramos con algunas situacionesinteresantes: analicemos rpidamente algunos datos al respecto, sobre la

    base de los resultados obtenidos por ComScore en Futuro Digital Latino-

    amrica 2012:1

    La poblacin online de Latinoamrica creci ms rpido que en cualquier

    otra regin del mundo en 2011, al aumentar un 16% y llegar a 129,3 millones

    de visitantes en diciembre de 2011.

    Los sitios Google reinaron como la entidad ms visitada en diciembre de

    2011 al alcanzar 123,4 millones de visitantes en la regin, mientras que Fa-

    cebook.com lider como la entidad web que ms involucr a los usuarios,

    registrando 25% de todo el tiempo consumido online.

    Las redes sociales, que eclipsaron a los portales como la categora online

    que ms evolucion en noviembre de 2011, registraron cerca de 30% de los

    minutos online al nal del ao, un aumento de 9,5% durante el ltimo ao.

    Latinoamrica tiene cinco de los mercados ms anes a redes sociales a ni-

    vel mundial. Los usuarios de internet en Argentina promediaron 10,7 horas

    en sitios de redes sociales en diciembre de 2011, seguidos por chilenos (9,5

    horas por visitante), peruanos (8,7 horas), colombianos (7,6 horas) y mexica-nos (7,1 horas).

    Los sitios de entretenimiento continuaron acumulando visitantes en 2011, al

    crecer de 14% a casi 97% de todos los usuarios online de la regin. Perua-

    nos, colombianos y chilenos pasaron la mayor parte del tiempo en sitios de

    entretenimiento, cada uno promediando ms de 4 horas por visitante a nes

    de ao.

    Las vistas de videos online crecieron rpidamente en 2011, ya que el total de

    videos vistos creci en dgitos dobles en Brasil, Mxico, Argentina y Chile.

    Hubo aumento en la audiencia y crecimiento de videos vistos por espectador.

    Impulsadas por la temporada de compras de estas navideas, las visitas a

    sitios deretail online crecieron en un 30% a medida que ms latinoamerica-

    nos acudieron a la web para ver y comprar bienes y servicios. Dentro de las

    categoras deretail, los sitios de comparacin de precios tuvieron la mayor

    penetracin, donde casi 1 de cada 4 usuarios online visit esos sitios en di-

    ciembre de 2011.

    Los latinoamericanos continan siendo propensos a las bsquedas onli-

    ne. En 2011, el nmero total de bsquedas aument 38%, a ms de 21 mil

    manual_del_marketing_grayscale.indd 35 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    36/264

    36

    CARLOS GERMANO

    millones en diciembre. Con un promedio de 173 bsquedas por persona que

    usa buscadores, Latinoamrica lidera el mundo en frecuencia de bsqueda.

    Continuando con este mismo esquema, basados en los datos de Internet

    World Stats de diciembre de 2011, se puede observar que en Argentina, el65% de los usuarios que consumen internet usa Facebook; y asimismo, de

    acuerdo con un estudio de ComScore de agosto de 2010, se puede armar

    que el alcance de Twitter se quintuplic desde agosto 2009 a agosto 2010. El

    73% de los usuarios utiliza mensajera instantnea para comunicarse (49%

    a nivel mundial, 32% en Amrica del Norte). YouTube es el principal canal

    de uso entre los usuarios en materia de entretenimiento online con el 57%

    y Argentina es el pas de la regin que ms aument su consumo de tiempo

    online (+3) en 2011, en el que est una hora por debajo de los mayores con-

    sumidores: Mxico y Brasil.

    Por otro lado, nos encontramos con la poltica, que no se encuentra en una

    situacin simple. Analizando el contexto poltico social argentino de hace 10

    aos, la actualidad encuentra, en cierto sentido, una poltica revitalizada. En

    primer lugar, el que se vayan todos, que pareca iba acabar con muchos

    actores presentes en la poltica nacional, signic en la prctica que se va-

    yan unos pocos. Asimismo, el ao 2012 nos encuentra con una nueva ola

    de participacin ciudadana, ya sea en el creciente aporte del electorado en

    elecciones provinciales y nacionales como en relacin con los sectores ms

    jvenes, ya sea dentro del kirchnerismo (donde La Cmpora es el principal

    prototipo) o inclusive, aunque de forma ms difusa, dentro de partidos como

    el PRO. En esta cuestin, el rol de las nuevas tecnologas es fundamental.

    Entonces, vale la siguiente pregunta: cmo se expresa la clase poltica? Lo

    escrito hace 10 aos sigue, en parte, estando vigente: A diferencia de lo que

    ocurra antes, cuando los dirigentes polticos tenan un contacto directo con sus

    votantes, y conocan de primera mano cules eran sus necesidades y deman-

    das, hoy esta cercana es virtualmente imposible, y esto lleva a que se desarro-

    llen diversos mecanismos de mediacin. Los medios de comunicacin son para

    los dirigentes polticos la mediacin ms adecuada parar llegar a un pblico

    muy extenso. Los sondeos de opinin, e incluso cierta utilizacin de los mediosde comunicacin por parte de la poblacin (como cuando se producen mani-

    festaciones destinadas a ser captadas por la cmara, para ganar visibilidad en

    el espacio pblico), son mediaciones que permiten transmitir las necesidades y

    preocupaciones de la ciudadana a los dirigentes (ABC, 2002:8).

    Estas palabras continan reinando en la actualidad, aunque las nuevas tecnolo-

    gas, como ya hemos visto, aparecen para cuestionar ciertos ejes y comprender

    que si bien los medios tradicionales (en especial la televisin) siguen presidiendo,

    hay que comenzar a valorar una audiencia que no slo tiene ganas de ser escu-

    chada, sino que tiene los canales y equipos para llevarlo a cabo.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 36 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    37/264

    37

    CAPTULO 1 - POLTICA Y MARKETING POLTICO, DIEZ AOS DESPUS

    De todas maneras, encontramos en el ao 2002 y en 2012 ciertas caracters-

    ticas comunes, una misma disputa en donde el marketing poltico ha logra-

    do aumentar sus herramientas posicionndose, an ms, como un espacio

    en donde la poltica tiende a descansar y conar. En donde los polticos se

    mueven en lugares en donde no se sienten cmodos y, como si fuera poco,

    intentan adecuar con estrategias vetustas las caractersticas de las nuevas

    tecnologas.

    Lo que el marketing poltico proporciona son herramientas, que resultan

    particularmente adecuadas al contexto en el que hoy se desenvuelve la po-

    ltica. Pero en la utilizacin de esas herramientas, en la denicin de los ob-

    jetivos y orientaciones a las cuales se subordinan, hay un lugar indelegable

    e insustituible que corresponde al liderazgo poltico. Si existe tal liderazgo,

    las tcnicas del marketing y la comunicacin pueden servir para potenciar un

    proyecto determinado. Pero nunca pueden sustituir al liderazgo poltico, ni

    construirlo desde la nada (ABC, 2002:8).

    Veamos dos ejemplos puntuales. El primero de ellos radica en un caso para-

    digmtico, que gener un cambio absoluto en la forma de comunicar polti-

    ca, exitoso, de una campaa moderna y un modelo que es constantemente

    imitado, con mayores y menores niveles de xito, en las campaas latinoa-

    mericanas actuales: la campaa presidencial de Barack Obama y su triunfo

    en noviembre de 2008. El segundo ejemplo es un caso que tambin es visto

    como una campaa electoral moderna, aplicada en nuestro pas, que lue-

    go sufri las vicisitudes de no poder sostener, tanto para la opinin pblica

    como para el armado poltico, un qu claro y denido: la campaa electoral

    de Francisco de Narvez de cara a las elecciones de mitad de trmino en el

    ao 2009 y su posterior posicionamiento poltico.

    El caso Barack ObamaBarack Obama anunci su candidatura siendo senador por el estado de

    Illinois en febrero de 2007. Luego de vencer en las internas demcratas, en-

    tre otros candidatos, a Hillary Clinton, compiti con el republicano John Mc-Cain por la presidencia de los Estados Unidos y el 4 de noviembre de 2008

    fue elegido por la ciudadana como el primer presidente afroamericano de la

    historia del pas.

    Toda su campaa electoral, ya sea en las internas partidarias como en las

    elecciones generales, fue considerada un caso de xito de las nuevas formas

    de comunicar y, de cara a su reeleccin, probablemente volvamos a ver estas

    y otras piezas y opciones comunicacionales, que luego sern replicadas en

    otros pases.

    manual_del_marketing_grayscale.indd 37 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    38/264

    38

    CARLOS GERMANO

    Tal como seala Rahaf Harfoush, quien fue una de las estrategas de la cam-

    paa de comunicacin de nuevas tecnologas de Barack Obama, la campaa

    fue una innovacin constante que tuvo su pilar en tres elementos bsicos: la

    presentacin del candidato en todos los estados (con el objetivo de desa-

    ar en todos los mbitos posibles al rival), buscar e identicar a los votan -

    tes indecisos y descontentos, y lograr potenciar la recaudacin de fondos

    (consigui reunir 750 millones de dlares frente a los 360 millones que pudo

    recaudar McCain).

    En este sentido, hay algunas conclusiones que pueden obtenerse, que ejem-

    plican el esquema utilizado por Obama.

    En primer lugar, se cre una marca fuerte bajo la gura del actual presidente,

    con lemas, logotipos, pginas de internet, aches callejeros y todo tipo de

    comunicaciones, reales o virtuales, que estaban abocadas a la construccinde la misma. Claro que esto estaba acompaado y sustentado sobre de-

    terminadas cualidades del candidato que escoltaban las sensaciones que

    generaba la marca Obama. Es profesor universitario, buen orador y con

    un carisma particular, capaz de cautivar rpidamente a la audiencia con len-

    guajes sencillos aunque contundentes. As, cada aparicin pblica no estaba

    exenta de toques de humor y emocin, pero de todos ellos podan obtenerse

    ttulos que ocuparan los medios de comunicacin y las redes sociales du-

    rante los prximos das.

    En segundo lugar, una estrategia de comunicacin simple, cercana y estric-tamente segmentada al pblico con el objetivo de acercar al candidato y la

    causa a la ciudadana. Bajo el paraguas de hope (esperanza), change we

    can believe in (el cambio que podemos creer) y yes, we can (s, podemos),

    se organiz toda la estrategia comunicativa. As, se busc aproximar a la

    ciudadana (recordemos que el voto en los Estados Unidos no es obligatorio

    como en Argentina) para que se sintiera partcipe y crear lazos no solo con

    el candidato, sino con otros votantes (o usuarios). De esta manera, se busc

    convertir a pblicos que no votaban, no mediante e-mails masivos sino me-

    diante comunicaciones segmentadas por cdigo postal, rasgos personales,

    patrones de compras, etc. y no necesariamente pidiendo un voto, sino mu-chas veces buscando generar actividades indirectas: mirar un video, com-

    partir un archivo, donar unos pocos dlares, etc.

    Aqu es donde las redes sociales funcionaron de una forma revolucionaria, y

    fue la campaa de Obama la que mejor entendi esta dinmica, ya sea para

    recaudar fondos, para ganar nuevos votantes o para reunir voluntarios que

    participaron activamente.

    El cmofue entendido por los artces de la campaa de manera perfecta.

    Evidentemente, fue una pieza de comunicacin integral que demostr su fun-

    manual_del_marketing_grayscale.indd 38 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    39/264

    39

    CAPTULO 1 - POLTICA Y MARKETING POLTICO, DIEZ AOS DESPUS

    cionalidad y aparece como el referente para numerosas campaas en Amri-

    ca Latina y el mundo. Aprovechar los momentos indicados para dar los men-

    sajes apropiados por los canales ms ecientes, con los objetivos claros, fue

    uno de los factores denitorios para explicar este fenmeno.

    Pero el problema radica, tal como escribimos hace diez aos, en las expec-

    tativas, ya que estas pueden ser las mejores amigas del candidato durante la

    campaa, pero las grandes enemigas durante la gestin: La brecha entre las

    expectativas alimentadas durante la campaa y lo que luego resulta posible

    en la gestin pueden derivar a su turno en un acelerado desgaste y prdida

    de legitimidad del gobierno, con consecuencias potencialmente lesivas para

    la estabilidad del sistema poltico en su conjunto (ABC, 2002:12).

    Si analizamos la evolucin de la aprobacin de gestin de Barack Obama,

    veremos cmo la gestin fue, y sigue siendo, uno de los problemas principa-les que tiene el presidente de los Estados Unidos. Gallup mide diariamente

    el porcentaje de estadounidenses que aprueban o desaprueban el trabajo

    que est haciendo Barack Obama como presidente. Los resultados se obtie-

    nen mediante encuestas telefnicas de aproximadamente 1.500 adultos que

    estn en condiciones de votar. El margen de error es de +/- 3,0%.2Barack

    Obama asumi la presidencia del pas el 20 de enero de 2009, con Joe Bi-

    den como vicepresidente. Sobre la base de los nmeros de Gallup, el 21 de

    enero de 2009 la aprobacin de gestin era de 68% y la desaprobacin, de

    12%. En los primeros das de abril, la desaprobacin haba subido a 30%.

    En noviembre del mismo ao se observa una aprobacin de 54% y una des-

    aprobacin de 41%. Al cumplirse un ao de su gestin, Obama tena 49%

    de aprobacin y 45% de desaprobacin. A partir de ese momento, contem-

    plando algunos picos sobre todo de desaprobacin, el Presidente no ha po-

    dido volver a parmetros meramente positivos y ucta en una aprobacin y

    desaprobacin del 50%.

    El caso Francisco de Narvez

    Francisco de Narvez es un empresario nacido en Bogot (Colombia) y de-venido poltico. Fue electo diputado nacional por el Partido Justicialista en

    2005, cuando comparti boleta con Hilda Chiche Duhalde. En el ao 2007

    fue candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires con Jorge Ma-

    cri como vice-gobernador, eleccin en la que obtuvo 14,9% de los votos y

    qued tercero detrs de Daniel Scioli y de Margarita Stolbizer. De todas ma-

    neras, fue la campaa a diputado nacional de 2009 la que le dio una notable

    instalacin en la opinin pblica y termin venciendo a Nstor Kirchner con

    34,5% de los votos contra 32,3%. En el ao 2011 fue nuevamente candidato

    a gobernador, con Mnica Lpez como vice-gobernadora y Ricardo Alfonsn

    manual_del_marketing_grayscale.indd 39 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    40/264

    40

    CARLOS GERMANO

    como presidente, y sali segundo con 15,8% de los votos, detrs de Daniel

    Scioli, quien obtuvo 55,1%. En el anlisis de este caso encontraremos un

    buen ejemplo de un cmoexitoso proseguido por un quinsatisfactorio.

    Si bien ya haba participado en dos elecciones previas, Francisco de Narvezse acerc a la campaa 2009 con un alto nivel de desconocimiento en la opi-

    nin pblica, aunque era diputado nacional por la provincia de Buenos Aires

    electo. En este sentido, tuvo la posibilidad de contar una historia, es decir,

    crear un relato ante la ciudadana basndose en las caractersticas polticas

    y personales que buscaba remarcar, sumado a aproximar estas ideas a lo

    exigido o deseado por la ciudadana general, pero por su potencial pblico

    objetivo en particular.

    En este objetivo fue como comprendi cabalmente sus oportunidades, con

    una lnea poltica clara, profesionalmente diagramada y acompaada por unabuena estrategia comunicacional. As, fue disminuyendo su nivel de desco-

    nocimiento y transformndose con un mejor diferencial de imagen positiva

    que negativa. Todas las acciones comunicacionales fueron explcitamente

    direccionadas a un target especco, analizando el consumo de medios de

    cada sector y adaptndose (no slo el mensaje, sino el canal por el cual se

    transmita) a cada objetivo.

    En primer trmino, hubo una presentacin en sociedad3donde se mostra-

    ba a un candidato contando su historia personal, no como poltico sino como

    una persona de familia, buscando transmitir cercana y, sobre todo, posicio-narse como el cambio ante el gobierno de Nstor Kirchner, que como sea-

    laban las encuestas del momento generaba fuertes rechazos en importan-

    tes sectores de la poblacin.

    Estos spots televisivos, radiales, aches en va pblica, folletos y comunica-

    ciones por internet se realizaron sobre la base de diversos estudios cuanti-

    tativos y cualitativos que supieron comprender el humor social del pblico

    objetivo y, a su vez, ir testeando las reacciones que generaban. As, busc

    enfrentarse ante una retrica ms crispada por parte del ocialismo y ca-

    pitalizar el sentimiento de cambio que buena parte de la sociedad en la pro-vincia de Buenos Aires buscaba, sobre todo luego de la crisis del campo,

    que culmin con el rechazo del Congreso a la Resolucin 125. Asimismo, se

    busc fuertemente armar una estrategia en donde la gente fuera el actor

    determinante del cambio. Este fue el objetivo del spot denominado Hay al-

    guien nuevo en la poltica: VOS.4

    El crecimiento de la imagen positiva del candidato, asociado a una mayor

    intencin de voto, se fue fortaleciendo y continu con la asociacin entre

    Francisco de Narvez, Mauricio Macri, Gabriela Michetti y Felipe Sol.5 A

    principios de 2009, la eleccin comenzaba a polarizarse lentamente en la

    manual_del_marketing_grayscale.indd 40 15/11/2013 04:51:02 p.m.

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    41/264

  • 8/13/2019 Manual de Marketing y Comunicacion Politica, Carlos Fara

    42/264

    42

    CARLOS GERMANO

    Resulta obvio sealar que la poltica siempre depende de la gente, y que un

    importante fragmento de las acciones debe, obligatoriamente, estar destina-

    do a comunicar e informar una gestin, idea o poltica determinada por los

    medios correctos. De todas maneras, nunca un spot, un ache o un acto van

    a ser tan efectivos como un liderazgo poltico. Mientras quienes nos gobier-

    nan no comprendan esta mxima, seguiremos creando candidatos sin parti-

    dos de fondo, personas o meras imgenes con poco contenido programtico

    que sigan fomentando un sistema poltico dbil y sumamente voltil. De esta

    forma, cabe reiterar que, independientemente de la necesidad de saber co-

    municar, no hay mejor marketing poltico que una buena gestin de gobierno.

    Notas

    1 http://www.comscore.com/Insights/Press_Releases/2012/3/Social_Networking_Eclip-

    ses_Portals_as_the_Most_Engaging_Web_Activity_in_Latin_America.

    2 http://www.gallup.com/poll/113980/gallup-daily-obama-job-approval.aspx.

    3 http://www.youtube.com/watch?v=ccFdiqPt91o&list=UUR0IPnVhLIQg1KAdYuAGD7A&in

    dex=518&feature=plcp.

    4 http://www.youtube.com/watch?v=O80OArEldrQ&list=UUR0IPnVhLIQg1KAdYuAGD7A&i

    ndex=504&feature=plcp.

    5 http://www.youtube.com/watch?v=7qH-VRCcyc8&list=UUR0IPnVhLIQg1KAdYuAGD7A&

    index=453&feature=plcp.

    6 http://www.youtube.com/watch?v=9NDEIZHM0E8.

    Carlos Germano

    Abogado (Universidad de Buenos Aires). Director de Carlos Germano y Asociados, consultora de opinin p-

    blica y comunicacin. Asesor de gobiernos nacionales, provinciales y municipales. Coautor del libro 20 aosde medios y democracia (KAS, 2005) y Piqueteros. Nueva realidad social (KAS-ACEP, 2005), entre otros.Colaborador en la publicacin La reforma poltica en emergencia democrtic