La Brújula (9)cs2 -...

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José Fernando Isaza Rector Juan Manuel Caballero Vicerrector Académico Fanny Mestre de Gutiérrez Vicerrectora Financiera y Administrativa Manuel García Valderrama Director de Investigaciones Óscar Azuero Secretario General Oficina de Relaciones Públicas y Comunicaciones Carrera 4 No. 22 -61 Ocina 230 Módulo 1 Teléfonos 3345236, 2427030 Ext. 1155, 1156, 1157 e-mail: [email protected]o www.utadeo.edu.co/labrujula e-mail: [email protected]o Editorial Arte y Cultura: dos opciones y una alternativa En la periferia del dial Historia con vuelta de hoja Paladares con química A la caz(s)a de la exploración científica La imagen del país Pensar la imagen Imagen y proyecto En sintonía virtual ¿Estás seguro? El anonimato de la justicia Ángeles que se forman en el infierno Qué buen clima está viviendo la Facultad de Ciencias Naturales Crónica roja termina turno Palabrería: escribir por oficio 4 6 8 10 12 14 16 20 21 22 24 26 28 30 33 36 DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Ailyn Vargas Felipe Garzón Jair Cárdenas FOTOGRAFÍ A Daniel Montejo Robespierre Johana Amaya COMITÉ EDITORIAL Patricia Prieto Directora Alberto Saldarriaga Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño Pastora Correa Directora del programa de Diseño Gráfico Vera Schütz Directora del programa de Comunicación Social Sandra Naranjo Editora General Óscar Mauricio Velásquez Profesor - Asesor Gráfico Robespierre Editor de Fotografía Mauricio Guío Editor Gráfico Sheyla Yurivilca Coordinación Administrativa Impreso por Editora Géminis Ltda. Rl i Públi C i Rl i PERIODISTAS María Camila Bermúdez Javier Moya Hernando Barbosa Guillermo Díaz Carlos Corzar Jein Steven Mahecha Jéssica Andrea Sánchez Carlos Rojas Alfonso Medina Andrés Castaño Guillermo az

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José Fernando IsazaRector

Juan Manuel CaballeroVicerrector Académico

Fanny Mestre de GutiérrezVicerrectora Financiera y Administrativa

Manuel García ValderramaDirector de Investigaciones

Óscar AzueroSecretario General

Ofi cina de Relaciones Públicas y ComunicacionesCarrera 4 No. 22 -61 Ofi cina 230 Módulo 1

Teléfonos 3345236, 2427030 Ext. 1155, 1156, 1157 e-mail: [email protected]

www.utadeo.edu.co/labrujulae-mail: [email protected]

Editorial

Arte y Cultura: dos opciones y una alternativa

En la periferia del dial

Historia con vuelta de hoja

Paladares con química

A la caz(s)a de la exploración científi ca

La imagen del país

Pensar la imagen

Imagen y proyecto

En sintonía virtual

¿Estás seguro?

El anonimato de la justicia

Ángeles que se forman en el infi erno

Qué buen clima está viviendo la Facultad de Ciencias Naturales

Crónica roja termina turno

Palabrería: escribir por ofi cio

46810121416202122242628303336

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓNAilyn VargasFelipe GarzónJair Cárdenas

FOTOGRAFÍADaniel MontejoRobespierreJohana Amaya

COMITÉ EDITORIALPatricia Prieto

DirectoraAlberto Saldarriaga

Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño

Pastora CorreaDirectora del programa de Diseño Gráfi co

Vera SchützDirectora del programa de Comunicación Social

Sandra NaranjoEditora General

Óscar Mauricio VelásquezProfesor - Asesor Gráfi co

RobespierreEditor de Fotografía

Mauricio GuíoEditor Gráfi co

Sheyla YurivilcaCoordinación Administrativa

Impreso por Editora Géminis Ltda.R l i Públi C iR l i

PERIODISTASMaría Camila BermúdezJavier MoyaHernando BarbosaGuillermo DíazCarlos CortázarJein Steven MahechaJéssica Andrea SánchezCarlos RojasAlfonso MedinaAndrés CastañoGuillermo Díaz

[ 4 ] La Brújula

Ésta es una época en la que los tadeístas estáncorriendo de arriba abajo, tratando de cumplircon las últimas exigencias académicas que serequieren para pasar al siguiente período. Mu-chos están pendientes de las notas, otros siguenevaluando si lo visto en las clases fue realmentesufi ciente y otros no asimilan que empezarán el2008 repitiendo una materia.

Para que dejen de lado el “corre corre” y paraque dediquen un rato a todo el conocimientoque surge hoy de nosotros en forma de texto eimagen y que, con gran dedicación, es entrega-do a todos ustedes, nuestros lectores, la ediciónnúmero 9 de La Brújula alberga temas que no sehabía tratado con profundidad anteriormente.

Saber más acerca de la Facultad de Ciencias Naturales, el Centro de Arte y Cultura,la emiso-ra HJUJ 106.9 F.M, la biblioteca y el Consultorio Jurídico, es una oportunidad para entender por qué es necesario buscar un lugar de esparci-miento intelectual diferente a las aulas de clase, y más aún por qué es importante integrarse a la institución para hacer de la vida universitaria algo menos monótono, estresante y simple.

Pero los temas tratados no están únicamente relacionados con la Universidad sino también con sus alrededores, desde el Jardín Infantil del Centro Cristiano en el que los niños crecen y se educan en un ambiente difícil, gracias a la labor de profesio-nales entregados a esa misión, hasta la vida noc-turna del centro en la localidad de Santa Fé.

Es una oportunidad para conocer más de cerca lo que pasa a nuestro alrededor, cuando estamos en pleno ajetreo universitario y no tenemos tiem-po de mirar hacia los lados y darnos cuenta de que hay otros factores que afectan nuestra vida; sin importar cómo lo hacen… ahí están y son mere-cedores de parte de nuestra atención.

Nuestro interés está enfocado en captar su atención para que seamos capaces de crear conciencia no sólo académica sino cultural, social, económica y sobre todo para que nos demos la oportunidad de ver más allá de nues-tros propios intereses. No debemos seguir pen-sando que la información que está a nuestro alrededor sólo debe ser consumida, masticada. Hay que empezar por considerar que ella es la

Equipo de redacción de La Brújula

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base de nuestra capacidad de procesar pro-blemáticas e idear soluciones que favorezcana cada miembro de la comunidad universitariay por ende a la comunidad que la rodea. Estarbien informado es una de las principales herra-mientas que tiene el ser humano para confron-tar e intervenir en la realidad en la que vive.

Hoy La Brújula termina un ciclo de comuni-acación en el cual ustedes han sido y son nues-tro principal objetivo. Estamos en un proceso deaprendizaje, de construcción de ideas y de lasdiversas formas para plasmarlas en el papel y ha-cerlas llegar a todas las conciencias tadeístas, conel fi n de generar nuevos contemplativos de su en-torno y con ellos nuevos pensamientos críticos.

El mundo está lleno de personas desintere-sada. No seguir ese camino es otro de los obje-tivos de la comunicación, pues prestar atención al contexto incluye enfrentar lo que somos y lo que queremos.

Es época de balances. Hemos querido que nuestra voz refleje las voces de todos uste-des, que el mundo que plasmamos en imá-genes sea el que compartimos y contribuir a que el conocimiento del entorno, del nuestro, tan personal, tan íntimo amplíe sus fronte-ras. Y también es tiempo de evaluaciones, los invitamos a que nos comenten si sienten que nuestras sentidas misiones se han cumpli-do, a dónde quieren que dirijamos nuestras

miradas, si hay preguntas que poDríamos in-tentar responder. Con toda seguridad lo que nos digan será el norte de nuestros días.

Nos resta por ahora, con estas páginas, desear-les unas felices fi estas y un exitoso regreso a las aulas en el 2008, y a aquellos que ya cumplieron su meta en la Universidad: ¡Buena Suerte!

Muchos desconocen qué hay en el séptimo piso del módulo siete.Otros han estado cerca de éste, porque es el camino desde el as-censor hacia la terraza de oma o porque se sentaron o acostaron a descansar en los sofás del fondo del corredor. Los que son go-mosos de la música, el cine, la danza y otras manifestaciones de este tipo, ya deben estar anticipando a qué me refi ero. Pero este artículo está dirigido a los que no tienen la menor idea de lo que funciona allí. Como sucedió con un artículo anterior publicado en La Brújula que, no para pocos, signifi có enterarnos de que tenemos capilla, ésta es una invitación a que nos enteremos de que tenemos un Centro de Arte y Cultura.

El Centro de Arte y Cultura de la Tadeo nació por la necesidad de ofrecer a los estudiantes una posibilidad de aprovechar su tiempo libre de una forma sana y productiva, en respuesta a las propuestas de los alumnos. En un principio, los talleres que se ofrecían se po-dían contar con los dedos de la mano, pero después fueron aumen-tando, en concordancia con los intereses de los jóvenes. Actual-mente se ofrecen treinta y ocho opciones de talleres, entre los que se cuentan clases de guitarra, bajo, danza árabe, yoga, danza afro-colombiana, percusión folclórica, movimientos cinematográfi cos, gastronomía, body paint y pilates. Todos ellos propuestas que no tse quedaron en el papel o en una conversación, sino que, a través de este espacio, se hicieron realidad, logrando que los estudiantes tengan, así, opciones para salir de la monotonía o el cansancio que, algunas veces, causa la rutina académica.

Además de los talleres para todos los gustos y necesidades, también se ofrece una programación cultural permanente, en la

Por Javier Moya ‹[email protected]

La Brújula [ 7 ]

que se incluyen proyecciones cinematográfi cas, a veces en es-treno, en formato vhs, dvd o 35 mm., conciertos, exposiciones,presentaciones de danza contemporánea y una muestra culturalal fi nal de cada período académico, que reúne el resultado artís-tico de los talleres.

También se cuenta con Música en secuencia: una franja deconciertos que se realiza en la terraza de oma, con la partici-pación de grupos de jóvenes talentosos que, en muchos casos,han surgido de los talleres, y que han encontrado, en la mismaUniversidad, un escenario propicio para mostrar su trabajo. Va-rias bandas importantes en el escenario musical han participadoen este espacio como invitados especiales: grupos conocidos enel ámbito nacional, como Alerta, Black Cat Bone, Nawal, entreotros, o en el ámbito internacional como Papashanty, Dub Jilla oVoodoo Souljah’s, participantes de Rock al Parque en el 2006.

Ocasionalmente, el Centro de Arte y Cultura organiza proyec-tos especiales, como otra alternativa a la programación cultural.Se trata de proyectos relacionados con todas las áreas artísticas,por ejemplo, “Bogotá, Capital Mundial del Libro”, tema con el cualse convocó a los estudiantes a participar en el Primer Concursode Ilustración y en la tercera versión de escritores: La Tadeo alPie de la Letra. Estos dieron como resultado imágenes y textosque nos ofrecen un imaginario de la ciudad, el libro y el mundodesde la visión de estudiantes tadeístas. Otro de los proyectosque vale la pena resaltar es el Encuentro de Intérpretes que selleva a cabo cada dos años. En él participan bandas y solistas quedesean mostrar el talento musical que posee la Universidad en

la infi nita diversidad que nos caracteriza, llámese pop, rock, ska, salsa… Estas propuestas, bien sean en inglés o español, resultan ser valiosos e interesantes trabajos musicales. Hay otros esce-narios frecuentes, como homenajes a grandes artistas, charlas de cine, festivales interuniversitarios de danza contemporánea, que le permiten a la comunidad tadeísta acercarse al mundo cultural y artístico desde diferentes ópticas.

Gracias a la labor del Centro de Arte y Cultura, en la Tadeo es posible conformar grupos artísticos, con el fi n de representarnos en convocatorias interuniversitarias. Del Centro han salido en-sambles, como el de salsa, jazz yz reggae; grupos como los de ca-poeira, tango, danza árabe, también la tuna y el grupo de teatro. Todos ellos se esmeran por mejorar, cada vez más, su trabajo, para dejar siempre en alto el nombre de la Tadeo.

En este momento se está empezando a desarrollar el proyecto del coro, del que se espera que sea otro de los referentes del posicionamiento artístico y cultural de la Universidad.

Hacer parte de un proyecto o un taller en el Centro de Arte y Cultura es cuestión de conocer lo que tenemos, de tener ganas y de querer emplear bien el tiempo libre. Y ésta es una invitación a aprovechar tales oportunidades de formación integral que, sin duda, aportan al crecimiento y desarrollo personal.

Fotografías: Daniel Montejo

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Para los que gustan de una música diferente aaquella de sonidos predecibles y comerciales,la emisora de la Tadeo, hjut 106.9 fm, surgecomo respuesta a incontables plegarias. Es unespacio cultural que, a pesar de ser pequeño,ha logrado hacerle contrapeso al, en ocasiones,aventajado sinsentido de la música popular.

La hjut nace hacia 1982, por iniciativa de losestudiantes. Para 1984 el interés estudiantilse reduce, resultado, quizá, de la apatía y laausencia de propósitos que caracterizan aljoven, promedio. El comité ejecutivo de esta“ suntuosa excepción”, a cargo del entoncesrector de la universidad Jaime Pinzón López,conforma un equipo integrado por personasde “alto calibre” y capacidad profesional paramantener vivo el espacio. Y este empeño se hamantenido hasta hoy, pues la emisora siguefuncionando, ahora bajo la tutela del Rector dela Institución, José Fernando Isaza, abanderadode su noble causa, seguido al mando porsimpatizantes como Alberto Lozano Simonelli,

Presidente de la Fundación para el Desarrollo Universitario y, “capitaneando” este “umbral de la cordura”, el maestro Bernardo Hoyos, una de las fi guras más representativas de la cultura, en compañía de Rogelio Delgado, subdirector y mano derecha e izquierda de esta causa.

El equipo lo conforman, además, periodistas, programadores, asesores, técnicos, auxiliares y otras personas que trabajan con un sencillo propósito: la divulgación de un mundo rebo-sante de armonías artísticas.

No obstante, actualmente aún hay lugar para la participación estudiantil en la hjut. Por ejem-plo, en, la divulgación de contenidos hechos por y para estudiantes, y la propuesta de crear progra-mas, en los cuales se valida la expresión juvenil.

El trabajo desarrollado por la hjut le ha me-recido ser catalogada como la mejor emisora cultural. En sus lustrosos anaqueles suma siete galardones del Premio de Periodismo Simón Bolívar en Radio al mejor programa cultural y una envidiable mención de honor en el Premio

Por Hernando Barbosa Penagos ‹[email protected]

Cultura al alcance del oído

Seguros de hacer lo correcto, las intencio-nes que sustentan la esencia de esta emisorasiguen vigentes. Los patrocinadores que handecidido “unirse a la causa” apoyan económi-camente esta particular empresa. Pero, ante lacarencia de medios sufi cientes para medir losniveles de audiencia, es necesario que aquellosbenefactores confíen en la creciente audien-cia, que, de seguro, se mantiene pegada a losparlantes descifrando el dulce mensaje de lossonidos que luchan, de buena gana, con lasconocidas tendencias populares.

Mal pudiera decir yo que soy amante de lamúsica clásica, porque soy producto de las ten-dencias musicales que han marcado a nuestrasjóvenes generaciones. Para bien o para mal soyun refl ejo del mundo que me vio nacer. Peroquiero lanzarles una invitación para que seacerquen a las múltiples alternativas que ofre-ce la programación cultural de nuestra emiso-ra. No dejen de contemplar el amable horizontede posibilidades tendidas bajo el sol.

Gonzalo Jiménez de Quesada, otorgado por laSociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, enla categoría de progreso cultural de la ciudady de los bogotanos; un reconocimiento al es-fuerzo por construir espacios culturales a favorde la radiodifusión local.

Sus programas y contenidos son claramenterepresentativos de la excelencia que se la hapremiado. Se le reconoce por su especializadaprogramación en música de diversos géneros(tangos, jazz, boleros y otros) y procedencias.Dentro de su programación se cubren, tambiénlos campos del arte, la literatura, la ecología,la historia, la sociología, la ciencia y la econo-mía. Programas como Teatro en Música, 1900,Punto de Giro, Panorama del Cuarteto de Cuer-das, Poesía en el Tiempo, Vida Musical Europea,entre otros, evidencian las infi nitas alternati-vas a partir de las cuales el mundo cultural serepresenta en nuestra casa. Sus transmisionesllegan a toda la sabana de Bogotá y a zonas deBoyacá, Tolima, Caldas y Antioquia.

Fotografía: Daniel Montejo

Desde sus inicios en 1984, con no más de 1.500 li-bros, hasta el imponente edifi cio que hoy se elevaen la plazoleta central de la Universidad JorgeTadeo Lozano, la Biblioteca ha sido un símbolo denuestra Universidad, compañera y cómplice demuchos estudiantes (de unos más que de otros).

Nació siendo el primer centro de documen-tación especializado en Biología Marina delpaís. Hoy en día tiene seis divisiones: la Biblio-teca Satélite de Postgrado, las Bibliotecas Sa-télites de Santa Marta y Cartagena, el Centro deDocumentación del Programa de Biología Ma-rina, el Centro de Documentación de ComercioInternacional y el Centro de Investigaciones yAsesorías Agroindustriales ”La Mana”. Todasmanejadas desde la Biblioteca General, con unimportante énfasis en servicios y apropiaciónde nuevas tecnologías.

En general, todos los tadeístas hemos dis-frutado alguno de los servicios de la Biblio-teca, bien sea el préstamo de libros, el tintogratis que dan en el primer piso o el uso delos computadores (que casi siempre estándesocupados; eso sí, sin muchos progra-mas), pero, en realidad, muy pocos conocensu verdadero potencial. Una tarde, en semanade corte, debía consultar un libro para argu-mentar un trabajo fi nal. Subí al segundo pisoy, donde se entrega el carné para solicitar elservicio de ‘locker’, me encontré a una amiga.

La Biblioteca no es sólo libros:

es hemeroteca,es música, es cine,

es cultura

Por Guillermo Díaz -. [email protected]

Lo curioso es que ella estudia en la Universidad Nacional y, al preguntarle qué hacia aquí, me contestó sarcásticamente: “Yo vengo a con-sultar los libros en la Tadeo básicamente por dos razones: primero, hay muchos títulos y, segundo, siempre están en la estantería; nadie nunca los saca”.

La verdad es que la Biblioteca de la Tadeo está siendo subutilizada, no sólo porque los estudiantes no la visitan con la sufi ciente re-gularidad, sino también porque no se conocen sufi cientemente sus servicios y su alcance.

El nuevo edifi cio de la Biblioteca cumple tres años, y fue un obsequio de la Universidad en su cumpleaños número 50 al sector de Las Nieves. Como obra arquitectónica ganó mención es-pecial en el Premio Nacional de Arquitectura y primer puesto en los remios de Asocreto. Es un edifi cio que, desde su concepción misma, fue creado como centro de cultura viva. Dentro de él se encuentran los libros, obviamente, pero tam-

bién el Hemiciclo (hermoso y moderno audito-rio), las salas de videoconferencias y el reciénnacido Museo de Artes Visuales.

Actualmente se está conformando la dis-coteca. La primera selección musical la hizoel señor Bernardo Hoyos, actual director de laemisora HJUT 106.9 FM, y se tuvo en cuenta laopinión de los estudiantes para saber cuál esla música de su preferencia. También se estágestando la videoteca, con base en la histo-ria del cine. Pero, sin duda, el logro más im-portante de la Biblioteca es la aplicación desistemas informáticos, que la hacen parte dediversas redes universitarias y académicas enColombia, Latinoamérica y el mundo, graciasal sistema de red llamado RUMBO, Red Univer-sitaria Metropolitana de Bogotá, que le permiteconectarse a la red nacional llamada RENATA,a la red latinoamericana llamada CLARA y, deesta manera, conectarse con el mundo a tra-vés de Internet 2, una red de Internet acadé-

mica de alta velocidad, en la que se encuentran universidades, centros y grupos de investiga-ción organizados y clasifi cados por diferentes metabuscadores.

Se ha invertido en bases de datos en línea, como lo son PROCUES y E-Libro, en los que la Universidad paga cierta cantidad de dinero por cada estudiante, y estos, a su vez, tienen de-recho a 18.000 libros electrónicos que pueden bajar y tener en su computador. Existe, igual-mente, una metabiblioteca virtual de Bogotá que se ha construido, conjuntamente, con el Archivo Nacional y la Alcaldía Mayor de Bogotá, que sirve para reunir y consultar cualquier información sobre la ciudad y su historia.

Acceder a estos servicios no es difícil. Para orientar a los estudiantes, la Biblioteca cuenta con jóvenes monitores, quienes los guían en el manejo adecuado de las bases de datos, los ca-tálogos en línea, la reserva de libros y la entrega de claves de acceso individual para que puedan conectarse desde la casa.

Así pues, sea desde un portátil, un café Inter-net o desde el romántico ambiente de la sala de lectura del tercer piso con su olor a papel, su si-lencio y su frío, es posible acceder a un placer al que no debemos renunciar: el de sumergirnos en los voluptuosos laberintos de la palabra.

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Es momento de alimentarse bien. No duden encomerse algo delicioso mientras leen este ar-tículo. Pero, de paso, nútranse de conocimien-to, pues les hablaré del programa que forma aaquellos que milimétricamente cuidan nuestrasalud, a partir de recursos que buscan mejorarla calidad y la producción de lo que comemos,y así ofrecer buen trato a nuestros sufridos, aveces, estómagos. Les hablo de lngeniería deAlimentos, carrera que, con algunos cambiosde nombre y currículos, hornea desde hacecasi 30 años excelentes profesionales.

Sus primeros pasos tienen sabor a pescadoy mariscos. En ese entonces, sólo existía laFacultad de Ciencias del Mar. Los estudiantesde biología marina debían terminar la segundaparte de la carrera, necesariamente, en Carta-gena. Pero muchos de los alumnos no podíantrasladarse a esta ciudad, así que se propusoal icfes la creación de una tecnología (pesque-ra y de alimentos), en 1971. Después de cinco

años se transformó en Química en Tecnologíade Alimentos y, posteriormente, en 1978, en elPrograma de Ingeniería de Alimentos.

Desde entonces se dio inicio a la preparacióndel perfi l del ingeniero de alimentos tadeísta. Enla fase inicial se seleccionaron los ingredientesbase, teniendo en cuenta las necesidades dela industria, y se escogió, como sustancia pri-mordial, la química de alimentos, aprovechan-do la experiencia que se había acumulado eneste campo. Después, en 1986, se realizó unarevisión y se decidió que en la preparación delingeniero se debía amasar muy bien lo concer-niente a la ciencia y la tecnología. Por último,en concordancia con el pei (Proyecto EducativoInstitucional) que fue aprobado, en la Tadeo, en1999, el Programa mejoró la receta, agregandonuevos componentes y quitando otros, y ob-tuvo como resultado ser el primer programaacreditado en la Universidad, en el 2003. Lareceta demostró ser muy buena, porque tam-

bién permitió que fuera el primer programa re-acreditado en el presente año.

Este proceso proporcionó el punto de coc-ción ideal del profesional en ingeniería en ali-mentos. Un perfi l que, de acuerdo con la actual Decana del Programa, Janeth Luna, busca el desarrollo integral de los estudiantes, con base en las habilidades que demuestra cada uno de ellos, y los especializa en trabajos en la indus-tria, en asesoría técnica, en investigación o en generación de empresa, la cual es potenciali-zada en el Programa, marcando, así, uno de los ideales propuestos por la Universidad: la for-mación de profesionales emprendedores.

Entre tanta diversidad hay que resaltar aque-llas recetas que son motivo de orgullo para el Programa. Entre ellas se cuenta el Laboratorio de Control de Calidad, creado en 1988, y que estuvo en operación durante nueve años, el cual alcanzó a ser un laboratorio de referencia para América Latina. En éste se crearon platos

Por Carlos Cortázar ‹[email protected]

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magistrales como el de metodologías rápidas anivel de análisis microbiológico, con el que seobtuvo un premio latinoamericano, ademásdel apoyo al proceso de saneamiento frente ala epidemia del cólera en 1992.

También se destaca su preocupación porcontribuir a mejorar la tabla de composiciónde alimentos para el país, la misma que dicecuantas calorías, grasas y otros químicos tieneun producto. Esta tabla es vital para que el go-bierno, según Ligia RoDríguez, AdministradoraDocente del Programa, determine cuáles sonlos productos alimenticios adecuados para im-portar, teniendo en cuenta los existentes en elpaís. El proyecto de investigación, fi nanciadopor la Universidad, sirvió para proponer unatabla en productos de comidas rápidas comola arepa, empanada, lechona, entre otros. Taliniciativa los llevó a tener contacto con LiliamMassan, presidenta de Latin Foods (entidad quesofrece la base de composición de alimentos a

la Food and Agricultural Organization, fao, entidad vinculada alas Naciones Unidas que lidera los esfuerzos mundiales por dis-minuir el hambre, la desnutrición y la pobreza en el mundo), y aconstituir el capítulo para Colombia, cuya secretaría técnica esliderada por la Universidad.

Para el futuro, el Programa de Ingeniería de Alimentos quiereagregarle nuevos ingredientes a la carrera: continuar con el pro-yecto de investigación, desarrollado con el apoyo de Colciencias, para la recuperación de vitaminas a partir de residuos agroin-dustriales y el aprovechamiento de las cáscaras de las frutas yproductos afi nes en nuevos usos; seguir adelante con los proce-sos de autoevaluación para establecer planes de trabajo, y poner en funcionamiento una maestría en ingeniería de alimentos, con tres áreas de trabajo; entre otras: procesos ingenieriles, aprove-chamiento de recursos y calidad.

Ellos seguirán trabajando para deleitarnos a todos, y esperare-mos a que a nuestras manos, bocas, estómagos y mentes lleguensus obras, especializadas en nutrir nuestra existencia.

Por: Jein Steven Mahecha Ortiz ‹[email protected]

En el número anterior se dio inicio al nuevoespacio de La Brújula, dedicado al desarrolloinvestigativo en la Tadeo. Se habló sobre algu-nos instrumentos con los que cuenta la Uni-versidad para el avance de las exploracionescientífi cas y se destacó la importancia de loslaboratorios en este aspecto. En esta entre-ga se exponDrán las condiciones actuales dela investigación, las políticas de la Tadeo paragarantizar el crecimiento investigativo y elproceso histórico recorrido.

De un tiempo para acá, la Tadeo ha venidoexperimentando un fl orecimiento de la in-vestigación y ha avanzado a tal punto que,en la actualidad, todos los programas, sin ex-cepción, se encuentran adelantando proyec-tos científi cos impulsados desde su seno. Deacuerdo con el Director de Investigaciones,Manuel García, este apogeo investigativo sedebe a dos fenómenos: el primero obedece

a una coyuntura nacional, manifi esta en uninterés generalizado, por parte de las univer-sidades, por presentar proyectos de explo-ración científi ca ante organismos estatalescomo el Ministerio de Educación, el ConsejoNacional de Acreditación y Colciencias, conel fi n de adquirir reconocimiento de la tra-yectoria investigativa realizada; el segundoes el crecimiento de las exploraciones, unfenómeno estructural del país que se rela-ciona con la necesidad de que Colombia sesume a procesos de innovación, traducidosen desarrollos investigativos, que la haganmás competitiva en los mercados propios yextranjeros y, de esta manera, se mejoren lascondiciones económicas y sociales.

Por supuesto, estas exigencias serían im-posibles de cumplir si no se realizara una ges-tión interna adecuada y efi ciente. La Tadeocreó, hacia el 2004, la Dirección de Investi-

gaciones, desde la cual se ha organizado todo el proceso para darles respuesta. Por un lado, se han creado marcos de referencia para los investigadores que permiten clarifi car las condiciones de formulación y presentación de propuestas de exploración mediante guías metodológicas. Por otro, se han creado con-vocatorias internas de investigación, que les permiten a los profesores investigadores ac-ceder a los recursos de fi nanciación, desti-nados por la Universidad para la exploración científi ca. Asimismo, se busca integrar, en estos procesos, a los estudiantes, con el fi n de generar aprendizaje en aspectos como meto-dologías de la investigación y de muestreo, di-seño experimental y análisis e interpretación de resultados, entre otros.

Los avances logrados saltan a la vista, pues-to que, luego de tres convocatorias anuales, se ha logrado que todos los programas presenten

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proyectos de investigación, aprobados de acuerdo con criteriosde calidad, pertinencia y efi ciencia de los proyectos. La eva-luación recae sobre un Comité de Investigaciones de Facultady otro Comité de Investigaciones de la Universidad, los cualesdeterminan la viabilidad de cada propuesta.

Otro de los logros alcanzados es el aumento en el número yla variedad de grupos investigativos en la Tadeo, pues se pasóde siete grupos formales, todos enfocados hacia el área de bio-logía e ingeniería de alimentos, antes del 2004, a veintiochogrupos en diversas áreas del conocimiento, registrados anteColciencias. Vale la pena resaltar que el registro ante Colcien-cias es garante de calidad, pues, a través de él se reconoce a losgrupos que están adelantando la investigación en el país. Deltotal de grupos registrados, diez son reconocidos, por Colcien-cias, como grupos de calidad dentro del ámbito investigativo.

Este apogeo es muy importante y demuestra, en el procesohistórico recorrido por la Tadeo para llegar a su desarrolloactual, que ha sido capaz de materializar el objetivo de susfundadores: el estudio, la evaluación y la investigación de losrecursos naturales. En el año 1960 se creó el primer Departa-

mento de Investigaciones, que realizó labores durante más de dos décadas y, hacia 1980, se creó el Centro de Investigaciones Científi cas, que hoy es la Dirección de Investigaciones. Fue por esa época cuando se defi nieron las primeras líneas de investigación en temas marinos y de agrología.

Tal como están las cosas, se ve un inte-rés generalizado por avanzar cada vez más en el camino de la investigación, con guías, estrategias y políticas para apoyar la labor, pero, sobre todo, con ganas, interés y un re-curso valiosísimo: el capital humano.

Afi che: Juan Carlos Baena,ganador del concurso

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Este año OP Gráfi cas decidió abrir el Concur-so de Diseño Gráfi co para mayores de 26 años, como búsqueda de nuevos talentos, que no por su edad, sino por su reconocimiento artístico, enriquecieran el IV Salón OP Gráfi cas, que se ha venido realizando desde 1983. En aquel entonces tuvo como invitado al maestro David Consuegra, quien este año es homenajeado en este salón, como reconocimiento a su enseñanza y trayec-toria, las cuales trajeron como benefi cio grandes avances en esta disciplina para el país.

El concurso contó, como en los salones ante-riores, con el apoyo del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), donde fueron exhibidas las obras y se llevó a cabo la premiación el 12 de sep-tiembre de 2007. Profesionales en el área, con gran reconocimiento en el país, fueron seleccio-nados “románticamente” como jurados: Martha Granados, Maripaz Jaramillo, Carlos Duque, César Cifuentes, Christian Schrader, Decano del Pro-grama de Publicidad de la Tadeo, y Dicken Castro, quien fue decano del Programa de Diseño de In-teriores, también de nuestra Universidad.

La acogida que tuvo el concurso fue grande y se contó con la participación de un sinnúmero de tadeístas, de los cuales muchos fueron se-leccionados y pudieron exhibir sus obras en el Salón. Entre ellos estuvo el premiado con el ter-cer puesto: Alberto Villa, egresado del Programa de Diseño Industrial del 82 y quien más adelante fue profesor de la Tadeo por algún tiempo.

Su afi che inspirado en Escher, refl ejaba la te-mática del concurso, “Colombia positiva”, de una forma bastante particular: cuaDros de diferentes colores, los cuales se convertían en palomas que se besaban y delimitaban el mapa de Colombia y, en una esquina, una paloma blanca represen-tando aquel anhelo de un pueblo en su búsqueda por la paz. Eso es Colombia, aquella diversidad de colores que tiene un mismo sueño.

Otros escogieron caminos diferentes para representar a Colombia: Juan Carlos Baena, ga-nador del concurso, utilizó elementos propios de la identidad, ya posicionados, como el som-brero “vueltiao”, el café, motivos precolombi-nos, entre otros, dándole cierta profundidad al afi che, al tiempo que fundía letras entre líneas y objetos. Mientras, el segundo puesto, María Isabel Cabarcas, se inclinó por trazos y líneas caprichosas de colores básicos, que parecen plasmar de forma etérea una orquídea.

Diferentes puntos de vista y diversidad se encontraron en esta convocatoria, de alto nivel por el reconocimiento de sus jurados y la tra-yectoria del evento, el cual ha venido realizando esta labor social en pro del desarrollo e inves-tigación de esta especialidad, que no tiene aún mucha promoción y apoyo en el país.

OP Gráfi cas quiso romper con el esquema de convocatorias sólo para los muy jóvenes. Alberto Villa, nuestro tercer puesto, comentó al respec-to: “Me pregunto si es que existe, en general, la creencia de que después de los treinta ya no se tienen ideas”. Se tienen muchas ideas, por su-puesto, y más posibilidades de explorar cam-

pos diferentes, alejados ya las tendencias y las modas. Pero con continuidad, pues como afi rmó José Fernando Isaza, Rector de la Universidad: “Hay cosas que se deben hacer antes de los 24, aparte de divertirse, y una de ellas es realizar un proyecto serio”, eso crea hábitos en la búsqueda de conocimiento que con el paso de los años se manifi esta en trabajos de calidad, como los que se vieron en este concurso.

Sin embargo, una última inquietud debe sembrar una refl exión para los que vienen: las herramientas digitales deben proveer facilida-des en la ejecución de trabajos, pero la máquina jamás poDrá diseñar en lugar del profesional. De ahí la importancia del boceto en papel. “Nunca los trazos digitales van a ser mejores que los que se realizan a mano”, reitera Villa. Entonces, las tendencias informáticas en todos los cam-pos del diseño, que se manejan en la actuali-dad, parecen más preocupadas por la imagen que por su propio contenido. “Sí, había afi ches muy bonitos, pero sin contenido, vacíos y que no dejaban ningún tipo de mensaje en el es-pectador”, señaló Schrader.

Los medios digitales son simplemente una herramienta. La funcionalidad de cualquier producto debe basarse en su contenido, aquel mensaje que sea de provecho para la sociedad. Hace falta preguntar a las generaciones de hoy en día, y a unas cuantas que ya han venido pa-sando, ¿qué hay detrás de la imagen?

Por: Jessica Sánchez - [email protected]

[ 18 ] La Brújula

Obras que fueron presentadas por los tadeístas en el IV Salón de OP Gráfi cas:

La temática con la que se convocó a la elabo-ración de los carteles fue “Colombia Positiva”,un llamado a reconocer los valores que alien-tan el país. Concursaron 42 tadeístas, con unporcentaje del 27% en la participación general,el más alto por institución.

OP Gráfi cas es una de las empresas más re-conocidas del sector gráfi co en Colombia. Estácumpliendo 40 años de participación en el ám-bito comercial de la publicidad, la fotografía yel diseño, pero, además, a través de iniciativas

Rinú: Ricardo Núñez Suárez Gólgota: Iván Onatra Murcia Keka: Johanna AnDrea Quecán García

como los salones de diseño, anuarios de pu-blicidad y, más recientemente, su CalendarioOP Gráfi cas ha buscado apoyar y promover eldesarrollo de estas disciplinas en el país.

La cuarta versión del Salón op Gráfi cas es sumanera de celebrar eso 40 años de vida y de re-afi rmar su compromiso con la promoción de di-chas disciplinas en el ámbito cultural nacional.

Con estas y otras obras que conformaron lamuestra se realiza el Calendario OP Gráfi cas 2008.

Teodomiro: Alberto Villa

La Brújula [ 19 ]

Estructura preventiva de lesiones menores en la práctica deportiva del volleyball para dis-minuir la frecuencia de las lesiones e incrementar la competitividad de los deportistas.

Basada en una ideología preventiva esta propuesta de un objeto de diseño pretende educar al deportista en el uso de dispositivos que optimicen la práctica deportiva y prevengan lesiones que puedan afectar el desempeño profesional y personal.

Proyecto monográfi co de AnDrés Felipe Robayo Morales - Diseño Industrial

Investigación periodística realizada por Guillermo Díaz

EL EVENTO DE FIN DE SEMESTRE

PRESÉNTATE A LA CONVOCATORIA DE LA BRÚJULA PARA SER REDACTOR, FOTÓGRAFO O DISEÑADOR DE NUESTRA REVISTA.

Requisito: Ser estudiante de la TadeoDirígete a Relaciones Públicas y Comunicaciones, oficina 230 módulo 1.Teléfono: 334 52 36, 334 17 77 Ext. 1155 - 1156 - 1157e-mail: [email protected]

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[ 22 ] La Brújula

Uno de los instrumentos que nos muestra el mundo en que vivi-mos a través ondas sonoras ha sido la radio, que ha evolucionadogracias al avance de la tecnología. Hoy en día tal progreso ubica aeste medio de comunicación en una fase de cambio, en el que lovirtual juega un papel vital para defi nir sus nuevos senderos.

En la Tadeo se abre la puerta a este avance, con el ánimo de serprotagonistas, gracias a una iniciativa del profesor AnDrés Barrios,docente del Programa de Comunicación Social. Barrios comentaque la idea surgió un día en que, al recordar su época de estudian-te, terminó por ponerse en los zapatos de sus alumnos. Se vio a sí mismo cuando era un estudiante entusiasmado con el cuento delos medios y, a pesar de que admiraba la emisora de la Universi-dad, la 106.9 fm, pasaban los semestres y se encontraba con queno había prácticas en la emisora y que el acceso era complicado.Ya en calidad de docente, encontró que esta situación seguía enel mismo punto, y que aún no existía para el alumno un medio defácil acceso, a través del cual poder expresarse y tener un primeracercamiento a este ámbito de trabajo.

Por eso decide darle vida a una emisora virtual, para los es-tudiantes, cimentada en un proyecto que formalizó en el marcode su especialización. El proyecto fue avalado por Vera Schütz,Decana del Programa de Comunicación Social, y aprobado porel Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño,Alberto Saldarriaga. Luego se incluyó en los planes de mejora-miento de la Facultad, y pretende involucrar en este proceso atodos los miembros de los Programas de Comunicación Socialy Tecnología en Producción Radial, así como a otras áreas de la

Universidad, por ejemplo, el Programa de Diseño Gráfi co. El ideal de la emisora virtual es ser un espacio de los estudiantes para los estudiantes. No ser una competencia de la hjut 106.9 fm, sino ser un complemento de ésta.

Para la construcción de espacios en la futura emisora se hizo un estudio durante el primer semestre de 2006, en todos los programas académicos de la Universidad, en la sede de Bogotá. Este estudio tenía como objetivo establecer dos aspectos: qué desearía el estudiante dentro de una emisora por Internet y las proyecciones de la sintonía. De él se desprendió que los estu-diantes escucharían un espacio radial de esta índole en el que la música fuera predominante, seguida de las variedades y las noticias, y que se tenDrían, aproximadamente cincuenta estu-diantes escuchando al mismo tiempo la emisora. Esto permitió fi jar unos requerimientos técnicos necesarios y los criterios para observar las propuestas de los estudiantes, en términos del cui-dado con los horarios de emisión y los contenidos.

La convocatoria para la presentación de propuestas está abier-ta. Eso sí, se debe tener en cuenta, por parte de los proponentes, la viabilidad de las iniciativas y, principalmente, como dice el pro-fesor Barrios, que ellos mismos sientan que les gustaría escuchar ese programa. Las propuestas deben surgir de las ganas y el com-promiso, y en la presentación incluir, como mínimo, el nombre del programa, días y hora de emisión que les gustaría tener; estructura del programa, integrantes, objetivos, si hay viabilidad de patrocinios o de comercialización, qué pretenden, qué quieren hacer, cómo lo quieren hacer y qué se requiere para hacerlo.

Por Carlos Cortázar ‹[email protected]

Fotografía: Johana Amaya

[ 24 ] La Brújula

La seguridad que hoy tenemos en la Universidad y sus alrede-dores está orientada por la Dirección de Recursos Académicos y Administrativos, en cabeza de Juan Sastoque, y es el resultado de un arduo trabajo que se ha venido realizando desde hace muchos años, cuando se adoptaron algunas estrategias, que fueron de-terminantes para que la Jorge Tadeo no tuviera que trasladarse a otro sector de la ciudad.

La primera de las estrategias fue la adquisición de predios de uso comercial y residencial, en los que se encontraban negocios que hacían del sec-tor uno de los más peligrosos de la ciudad. Esta es-trategia no sólo contribuyó a mejorar la seguridad del sector, sino que también permitió la construc-ción de nuevos edifi cios con estructuras modernas y la adecuación de nuevos espacios.

La segunda fue la creación de cinco anillos de seguridad internos y externos, los cuales están divididos así: recorredores internos y recepcio-nistas, vigilantes fi jos externos, supervisores, corredores de seguridad y escuaDrón motoriza-do, los cuales están ubicados estratégicamente y hacen recorridos permanentes que brindan seguridad a los estudiantes y transeúntes las 24 horas del día y los 365 días del año. Todos estos anillos están conformados por guardias de una de las mejores compañías de vigilancia privada (algunos acompañados con perros adiestrados).

La tercera estrategia es el apoyo logístico, brin-dado por los recursos tecnológicos como radiote-léfonos y cámaras. La cuarta, de gran importan-

La Brújula [ 25 ]

cia, es un programa que creó la Policía Nacional,el cual asigna cuatro policías bachilleres a cadauna de las universidades del centro de la ciudad.La quinta tiene que ver con alarmas contra roboe incendios, las cuales usan sensores de movi-miento y sonido. Y la última es una línea directa deatención inmediata, llamada Teléfono Rojo, que sepuede utilizar marcando el 4444, desde cualquieracceso telefónico dentro de la universidad, estalínea permite reportar cualquier eventualidad oacción sospechosa.

Aparte de las estrategias de seguridad quese crearon para la Universidad, también sehizo un convenio con otras universidades einstituciones, el cual permite un mayor cu-brimiento de vigilancia en el sector. En esteconvenio también está involucrada la PolicíaNacional, que se reúne con los directores deseguridad de las universidades del centro parahacer estudios encaminados a implementar ymejorar la seguridad del sector universitario.

Si usted es uno de los que creen que la segu-ridad es trabajo sólo de la policía o de los vigi-

lantes, debe saber que en la Tadeo el programa de seguridad se llama En la Tadeo, entre todos nos cuidamos. Y es una invitación a construir, mediante una actividad efi caz, un muro de contención frente a la delincuencia, pues todos, sin excepción alguna, somos responsables de la calidad de la seguridad. De acuerdo con los balances realizados por la Dirección de Recur-sos Humanos y Administrativos, la mayoría de los robos reportados no fueron producto de la confrontación o uso de arma blanca: fueron por descuido, por no denunciar irregularidades o por dar “papaya”, como se dice popularmen-te. Por tanto, las recomendaciones básicas que contribuyen a que todos seamos partícipes de nuestra seguridad son: no incurrir en el grave error de tomar bebidas alcohólicas hasta altas horas de la noche en establecimientos aleda-ños a las universidades, no suministrar datos personales a extraños, cuidarse de encuestas sospechosas, no dejar los objetos personales en cualquier lado, denunciar cuando se sea vícti-ma, no llevar a la vista objetos o joyas de valor y,

lo cual es muy importante, portar el carne para que los vigilantes puedan identifi car quién per-tenece y quién no pertenece a la Universidad.

Otro aspecto que preocupa a esta dependen-cia y sobre el que también ha venido trabajando es qué hacer en caso de una emergencia como un terremoto, un incendio, una inundación o un atentado terrorista. Muchos ni quisiéramos pen-sar en esas eventualidades, pero esto es, preci-samente, lo que no podemos hacer. La idea no es sugestionarnos o alarmarnos, es tener en cuenta y aprendernos las señales de emergencia o eva-cuación. La Universidad cuenta con un comité de evacuación y una coordinación de seguridad. Además, se tienen proyectados simulacros de emergencia y se están haciendo refuerzos es-tructurales a las instalaciones de la Universidad.

Los encargados del programa de seguridad saben que todos estos eventos han causado y van a causar un poco de incomodidad a la co-munidad tadeísta, pero son eventos que debe-mos tolerar, ya que todo se está haciendo en pro de nuestro bienestar.

[ 26 ] La Brújula

Ésta es una historia real: “Fulanito de tal” tuvo que purgar una culpa de la quesu conciencia no fue testigo. Mientras que con inocente semblante vagaba poralgún lugar venezolano, alguien, con su mismo nombre, no lejos de acá, se armóde vergonzoso valor y dispuso de la vida de otro fulano, propinándole algo más desiete puñaladas. Nuestro “inocente” fue a parar a la cárcel por algo más de seismeses. Sólo una persona logró encontrar y mostrar su extraviada inocencia: sumaDre, quien acudió al Universidad y, gracias a la ayuda que recibió, pudo dar fi na tal desgracia imprevista.

Luego de presentar como evidencia el pasaporte de viaje que comprobaba lapresencia del supuesto culpable en Venezuela, durante el momento en que loshechos se desencadenaron, la autoridad pertinente determinó que se había tra-tado de un caso de homonimia.

Hechos como estos golpean las puertas de nuestro Consultorio Jurídico (la granmayoría de ellos resueltos en los mejores términos para las partes involucradas)que, producto de una serie de artículos de la Constitución que hacen posible suconformación, entró en funcionamiento el primero de agosto de 2000. Actual-mente, bajo la dirección del doctor Carlos Andrés Gómez, un atildado hombre debien que, sabrá Dios por qué, entregó su vida al ejercicio del derecho penal, el

Consultorio ha facilitado la participación de muchos estudiantes de la Facultad de Derecho que están cursando los últimos cua-tro semestres de su ardua formación académica, prestando en forma regular servicios de asesorías legales en los ámbitos pe-nales, civiles y laborales, especialmente a personas de escasos recursos que no cuentan con el sustento económico sufi ciente para contratar un abogado de ofi cio.

Un cuantioso grupo de “abogados en ciernes” está al ampa-ro de sus asesores de práctica, intentando coordinar esfuerzos para depurar, en el menor tiempo posible y de forma satisfacto-ria, alrededor de 20 consultas diarias que, a lo largo de este año, suman algo más de 4.000.

A la considerable labor social se suman los intereses mismos de cada estudiante por alternar la gran cantidad de contenido académico, que desborda su voluntad de abarcarlo, y su labor frente a las instancias jurídicas legales en el país, intentando es-trechar la cercanía entre lo académico y el mundo que se erige fuera de las cuatro paredes del aula.

Por Hernando Barbosa ‹[email protected]

La Brújula [ 27 ]

Además de todas las instancias relevantes inscritas en los mar-cos de acción penal, civil y laboral, el Consultorio Jurídico, graciasa alguna acción legal, goza de la posibilidad de organizar a susexpensas un centro de conciliación, a partir del cual le es viableagilizar el cuantioso volumen de trámites legales que, en muchasocasiones, se hallan acumulados en los grandes tribunales jurídi-cos del país, retrasando la pronta intervención de asesores jurídi-cos que pretenden instaurar una satisfactoria resolución.

El centro de conciliación abrió sus puertas el 29 de abril de 2002para depurar todos aquellos confl ictos que no implican el empleode despachos e instancias judiciales. Para los culpables, quere-llas insignifi cantes resueltas en el diálogo; para las víctimas, unaguerra mundial diferida en trozos de tiempo a punto de detonar,resuelta únicamente por la intervención tardía de la paciencia.

Además de toda la aparatosa parafernalia, de las consideracio-nes legales y de la infi nidad de confl ictos que han atravesado laspuertas de esta dependencia, el Consultorio Jurídico ha adelanta-do varios procesos de investigación en relación con los crecientes

problemas que afrontan las instancias legales en el país, con lo cual intenta conser-var la imperecedera fe en la remoción constante de los innumerables desaciertos de nuestros sistemas judiciales.

Todos ellos apuntan a la conformación progresiva de algún vínculo de intercambio entre la Universidad y todas aquellas agencias educativas extranjeras que se hallen dispuestas a patrocinar el talento humano y los agigantados adelantos investigativos que el Programa de Derecho, junto con el Consultorio Jurídico, lleva a cabo. El proceso continúa, seguros aún de contar con el auspicio y la confi anza de las miles de víctimas que golpean a sus puertas en busca de algo semejante a su “redención”.

Diligentemente las puertas han de estar abiertas para quien haya de encarar un problema de proporciones legales. No me resta más que lanzar una invitación para que todo aquel que ha de tener contacto con lo trazado en este papel compruebe que hay espacios en nuestro claustro que para ser descubiertos o aprovechados sólo requieren una prueba de atención, una sencilla muestra de interés.

Fotografía: Johana AmayaDoctor Carlos Andrés Gómez, Director del Consultorio Jurídico de la UJTL

[ 28 ] La Brújula

Por un mejor futuroPor. Alfonso Medina Caballero [email protected]

Tener una educación digna desde que se inicia una vida académicaes algo de lo que muchos, y más en este país, han carecido debidoa muchas circunstancias, ya sean socio-económicas, geográfi caso culturales. Por esta razón, la comunidad de algunos niños delcentro de Bogotá que estudian en medio de los prostíbulos y laviolencia de su entorno, es fi el testigo de esta realidad.

El Jardín Infantil del Centro Cristiano, ubicado en medio de los bur-deles de la localidad de Santa Fe, es un lugar que presta sus serviciosa niños, desde recién nacidos, hasta (en casos excepcionales) lossiete u ocho años de edad. Está localizado en un edifi cio que tienecomo nombre “Centro Cristiano de los Niños”, desde cuya entradase puede vislumbrar un comedor comunitario, producto de la cam-paña Bogotá sin hambre, del actual alcalde Luis Eduardo Garzón.

La ubicación es el mayor problema que aqueja a su directo-ra, Lucila de Ortiz, quien argumenta que el Jardín tiene catorceaños de antigüedad, y que esos sitios libidinosos llegaron tiempodespués de que el Jardín se estableciera. Por eso se muestra

inconforme y manifi esta su intención de que esa situación cambie, porque, por obvias razones, la zona no presenta un ambiente propicio para la educación.

Precisamente, el lugar surgió ante la necesidad de muchas maDres (prostitu-tas, recicladoras, desplazadas…) de proporcionarles una educación a sus hijos, pues, por sus labores, han sido discriminadas en otros centros educativos y por ende, también sus hijos. Por aquella época, según datos de la Cámara de Co-mercio, eran aproximadamente 5.000 los niños hijos de prostitutas que no eran atendidos por ninguna institución en el centro de Bogotá. Esta entidad educa-tiva comenzó con 275 niños. Hoy, ese número se ha visto un poco reducido: actualmente, presta servicio a unos 100 niños, aunque tiene el objetivo de au-mentar esa cantidad, para continuar ayudando a estos sectores de la sociedad que son vistos, por muchos, con apatía.

El lugar cuenta con tres pisos: en el primero se ubica la ofi cina de la coordina-dora. El segundo corresponde a una zona de odontología, en la que trabajan vo-luntarios que deseen iniciar sus prácticas, y a los que la entidad les facilita los ins-trumentos. A un lado se encuentra una ofi cina administrativa y la de la directora. En el tercer piso hay dos habitaciones: en una se encuentran dos sala-cunas, y

La Brújula [ 29 ]

en otra están los niños de párvulos que, de laforma más educada, saludan a cualquier per-sona que no conozcan, con un coro infantil. Yaen el último piso está el jardín como tal, dotadode toboganes, rodaderos, un césped bien cui-dado y con muchos juguetes para los niños.

Infortunadamente, la inocencia y ternura sepierde, como anteriormente se mencionaba,cuando se mira hacia el exterior.

“Se dan casos en los que a veces un niño ma-nosea a una niña”

Otra de las problemáticas que tiene que en-frentar el Jardín es en materia de comporta-miento. Se presentan casos en los cuales “unniño, de repente, toca a una niña de una forma

morbosa”, comenta su directora, “y esto se debe a que traen conductas de la casa y las adoptan en el Jardín”. Para este tipo de casosse habla con los paDres y se lleva a cabo unproceso correctivo.

También hay casos en que ciertos niños,cuando reciben una charla sobre los perjuiciosdel consumo de sustancias alucinógenas, comola marihuana, bajan sus cabezas y lamentan quesus paDres las consuman. Las seis educadoras(algunas son tecnólogas en educación y otrasson estudiantes de último semestre), intentancrear mecanismos para desarrollar la concien-cia de los niños, para que aprendan a distinguirlo correcto de lo que no lo es. Es un plan guiado,por la coordinadora, Claudia Parra.

Concepto sicológicoLa sicóloga Lucía Ramírez, quien actual-

mente le presta sus servicios a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, comenta que este tipo de casos son bastante complejos, porque son los primeros años, en la vida de todo ser humano, los que gestan el sentido propio. Desarrollar en el niño la capacidad para saber juzgar es difí-cil, ya que se requiere de condiciones adecua-das: buen ambiente familiar, una alimentación balanceada, un entorno acogedor y el desarro-llo de habilidades verbales y conceptuales para evitar, al máximo, conductas inapropiadas que lo perjudiquen en su proceso de adaptación.

¿Y la ley?Para Leary Caicedo, Coordinador Jurídico de la

zona, la situación es bastante crítica y, actual-mente, se están realizando gestiones, que de-mandan cierto tiempo, apoyadas en la ley 232, a partir de la cual se están guiando para desalojar la prostitución de esa zona. Caicedo asegura que las prostitutas no pueden ejercer ahí, y mucho menos andar por fuera de los establecimientos exhibiéndose sin ningún tipo de pudor.

Lo que queda…Ciertamente, en la “zona de alto impacto” de

Santa Fe, como llaman a esta parte peligrosa del barrio, la prostitución, la Drogadicción y el tráfi co de armas entre otros asuntos críticos, llevan dándose desde hace bastante tiempo, y se ve todavía lejos la posibilidad de cambiar esta si-tuación. Al respecto, la misma directora del jardín infantil expresa con desconsuelo: “Ya a nuestra sociedad y al gobierno se nos ha hecho tarde para cambiar el futuro de esta generación”.

Fotografía: Johana Amaya

[ 30 ] La Brújula

Entrevista con Diógenes CamposPor: Guillermo Díaz Álvarez - [email protected]

Después del simposio realizado por la Facultadde Ciencias Naturales, dialogamos con su de-cano, Diógenes Campos, físico de la Univer-sidad Nacional y doctorado en Ciencias Na-turales de la Universidad de Kaiserslautern(Alemania), quien tomó posesión de su cargoel 4 de Julio de 2006. Nos habló acerca delbalance del simposio, su gestión durante eltiempo que lleva como decano y los proyectosfuturos dentro de la facultad.

la brújula: El pasado mes de agosto se rea-lizó en las instalaciones de la Universidad JorgeTadeo Lozano, “El I Simposio Colombiano sobreCambio Climático” liderado por la Facultad deCiencias Naturales. Desde su perspectiva, ¿cuálcree usted que fue el balance?

diógenes campos: Fue una experiencia su-premamente gratifi cante. Logramos reunirconferencistas con una sólida trayectoria entemas asociados al cambio climático, y eso nos

muestra un panorama bastante preciso de lo que se está haciendo realmente en Colombia por parte de la comunidad científi ca y de la capacidad que se está desarrollando en el país sobre el tema. El diseño del simposio abrió las puertas no sólo a las conferencias, sino tam-bién a paneles de discusión, de manera tal que las personas conocedoras del tema, los estu-diantes y todos los que quisieran interactuar formularan sus preguntas. Al fi nal se cumplió perfectamente con los objetivos.

l.b.: ¿De dónde nace la idea de realizar un simposio con estas características y temática?

d.c.: La idea nace en el lanzamiento del libro que escribí con el Dr. José Fernando Isaza, titu-lado Cambio climático: glaciaciones y calenta-miento global. Dicho lanzamiento se hizo en el stand de la Universidad, durante la pasada Feria del Libro. Teniendo en cuenta la actualidad e importancia del tema, el rector sugirió que organizáramos un evento de esa naturaleza

con la colaboración de la Ofi cina de Relaciones Públicas y Comu-nicaciones, del profesor Edilberto León y de Carlos Aponte; todocoordinado por la decanatura de la Facultad Ciencias Naturales.Fue un proceso de aproximadamente dos meses de gran activi-dad. Gratamente, hoy puedo decir que, desde el punto de vistade la asistencia, fue espectacular, porque, desde el primer día,el Aula Máxima de la Universidad y el Hemiciclo contaron conuna altísima participación de estudiantes. Esa participación es laque incentiva al cuerpo docente y a las directivas para continuarapoyando y desarrollando eventos de esta naturaleza.

l.b.: Usted, con el rector, Dr. Isaza, tienen en su haber la escri-tura y producción de algunos textos. Cuéntenos cuáles han sidolos tópicos que han manejado y cómo fue el proceso que culmi-nó en la publicación de su más reciente libro Cambio climático:glaciaciones y calentamiento global.

d.c.: Con el Dr. Isaza he venido trabajando en proyectos aca-démicos desde mucho tiempo atrás. Escribimos un libro desistemas dinámicos aplicados a sistemas de la mecánica, otrosobre sistemas dinámicos aplicados a la ecología. Sobre el cam-bio climático, hacia 1983, el Dr. Isaza ya había escrito un primertrabajo que publicó: Las Gaviotas. Desde entonces, ya se vis-lumbraba un interés sobre el tema. Los avances y la abundanteliteratura científi ca presentados en las últimas tres décadas, nosdieron la oportunidad de profundizar en la problemática; estosumado a la nueva conciencia que se estaba gestando por partede los diferentes países que se vio refl ejada el 11 de diciembrede 1997, cuando los países industrializados se comprometieron,en la ciudad de Kyoto, a ejecutar un conjunto de medidas parareducir los gases de efecto invernadero (protocolo de Kyoto).También se vio refl ejada en precauciones del grupo g8, cuyasposiciones son muy claras respecto al calentamiento global y acómo contrarrestarlo. Todo ello nos pone en un contexto en elque el tema es de mucha pertinencia y el darnos cuenta de estohizo que nos pusiéramos en la tarea de escribir.

l.b.: ¿A qué público está dirigido fundamentalmente el libro y,por ende, cómo es el lenguaje que maneja?

d.c.: En los libros que mencioné había un altísimo contenidomatemático, porque se trataba de estudiar los sistemas dinámi-cos, hacer cálculos, hacer procesos de simulación, de tal maneraque tenían una alto componente de fórmulas matemáticas quele brindaban un mundo de información al público especializado.En cambio en este libro sobre cambio climático, si usted lo revi-sa, va a encontrar que existen solamente un par de cositas conecuaciones, porque eran inevitables, pero el resto del texto estáescrito en un lenguaje accesible para cualquier lector y con

Fotografía: Johana Amaya

[ 32 ] La Brújula

muchas gráfi cas que dan información de carácter puntual:cómo se comportaban ciertos tipos de fenómenos climáticos,cómo cambió la temperatura global de la tierra en los últimos 700millones de años o datos de ese estilo, de tal manera que el libro lopuede consultar desde una persona que esté cursando sus estu-dios de bachillerato hasta profesionales de distintas áreas.

l.b.: Usted ingresa a la Universidad Jorge Tadeo Lozanopara el tercer período académico de 2006 como cabeza dela Facultad de Ciencias Naturales, ¿cuál ha sido el proceso decambio y reestructuración de los programas dentro de la de-canatura que usted lidera?

d.c.: La Facultad de Ciencias Naturales involucra al Departa-mento de Biología, al Departamento de Ingeniería de Alimentos,al Departamento de Ciencias Básicas, al Centro de Investigacio-nes y Asesorías Agroindustriales en Chía, a la sede de Santa Martay al Museo del Mar, que dependen de Biología Marina. Creamos elComité de Ciencias Naturales, en el que participan los directoresde cada uno de estas dependencias, y hemos tenido la oportu-nidad de seleccionar y generar un mapa conceptual de direccio-namiento estratégico llamado “Plan estratégico de la Facultadde Ciencias Naturales” para proponerle a la Universidad. Hemosido ampliando el grupo de profesores. Han venido nuevos pro-fesores a integrarse a la Facultad con nuevas visiones y men-tes frescas. En el tema de investigación tenemos organizadosgrupos con reconocimientos, clasifi cados en Colciencias. Hayavances en lo que tiene que ver con programas de consultoría.El Departamento de Biología está desarrollando, entre otros, un

proyecto para analizar el problema que se presentó en Betania, la cantidad de peces muertos entre fi nes del año pasado y principios de éste. También en el Sena están muy interesados en que participemos en acompañarlos en procesos que tienen que ver con ecocultura. Todo eso ha sido posible gracias a la calidad del cuerpo investi-gativo y docente que conforma la Universidad, fruto de profesionales, profesores y personas que están dispuestos a entender los nuevos retos de la ujtl y a entender que hay cambios que hacer y que, al actuar todos al unísono y trabajar por unas metas claras, se nos va a facilitar muchísimo llevarlos a cabo.

l.b.: Complementando el proceso de reestructuración que han emprendido, ¿cuáles son los proyectos que como facultad piensan desarrollar a mediano plazo?

d.c.: Proponemos lineamientos en diferentes frentes. Por ejemplo: el Centro de Investigaciones y Asesorías Agroindustriales en Chía (ciaa), que con la dirección del doctor Óscar Duarte, quien es el nuevo director, se está redireccionando y re-organizando con el fi n de lograr una mayor integración con la Facultad, no sólo en procesos de investigación, sino también en procesos de formación, para conver-tirlo en un centro que tenga que ver con estudios ambientales. También queremos comprometernos con nuevas carreras. Entendemos a las ciencias naturales como unas ciencias básicas y aplicadas, o sea, con un fuerte componente en ingeniería. La idea es incorporar, dentro de la oferta curricular, una mayor presencia de las ingenierías además de otros programas, como una maestría en ingeniería de ali-mentos y una maestría en biología marina; consolidar la idea de armar una gran cátedra que podamos rotar entre las cuatro grandes facultades y conformar un centro de informática y sistemas. Sabemos que no todos estos proyectos son a corto ni tal vez a mediano plazo, pero estamos seguros de que tenemos un faro bien puesto a la distancia.

[ 34 ] La Brújula

El Centro, en el alba, se torna diferente. No se trata ya de las calles bullosas por la que se transita, agarrando el bolso con las manos y mirando de reojo al que se acerca mucho. El trancón desapare-ce, excepto en una esquina (calle 19 con 10), donde se parquean los buses a esperar a uno que otro pasajero. Todos caminan a paso ligero o corren por la mitad de la calle. En el silencio que embriaga la noche se extrañan los pitos, las madreadas, los vendedores con megáfono y hasta los canchos. Las calles desoladas están atentas, escuchan pasos, acechan, se encuentran armadas y, ante cual-quier imprevisto, siempre hay una respuesta inmediata: te traga el asfalto o llega la policía.

2:15 a.m.Nos congelamos de tanto problema que guarda la Nevera. Deslizamos la puerta con fuerza,

nos bajamos, cruzamos la calle y acudimos con urgencia al baño y, de paso, a comprar untinto. Subimos a la camioneta y arrancamos en un silencio que perturbaba. No hubo ni unasola palabra, aunque preguntáramos algo. Subiendo por las calles y callejones de Las Cruces,los dos uniformados con los que íbamos parecían haber muerto, junto con el compañero atro-

la plaza de Las Cruces, nuevos callejones y, en nuestras narices, la Décima. “Eche para abajo, ñero,” se le escucha al Teniente, que saca brin-cando de un salto a un gamín de entre las ba-suras. Sube por esa calle y, de nuevo, nosotros nos vamos con fuerza hacia un lado. Luego da un giro a la izquierda y nosotros para el otro lado. Nos acomodamos. El carro frena, se le acercan a la ventanilla del teniente dos hom-bres esposados, con cara de que sí fueron. Le ruegan para no ir otra vez a la UPJ y le muestran desde las heridas recién hechas hasta cicatri-ces de hace años. Un policía los jala hacia la puerta de atrás, mientras el otro le explica que andaban con armas blancas y, fuera de eso,

Por Jéssica Andrea Sá[email protected] y Andrés Castaño-andres.castañ[email protected]

pellado. El afán por contar sus historias deturno había cesado y tan sólo esperaban queel tiempo se pasara rápido.

Seguimos subiendo hasta llegar al barrio Gi-rardot, y nos burlábamos, pues entre más seascendía, los dedos de los pies más se entu-mecían. Llegamos de nuevo al Mirador, el ba-rrio con la vista más hermosa y con el frío másjodido de toda la ciudad. Los primeros en ba-jarse fueron el teniente Pérez y su compañero.Mientras, con ese helaje, nosotros nos lo pen-sábamos “¿Entonces qué, muchachos?, ¿cómola están pasando?”, pregunta el teniente Pérezrelajado. “Está del putas”, respondemos, “lavista…” Su compañero le hace señas, nos subi-mos a la camioneta y seguimos. Ya en la cabezahay café y tranquilidad.

“Telecom uno, Telecom uno”, suena la radio“mi Teniente, hay gente para guardar en la cajay las cosas en el CAI se están calentando”. Ba-jamos a toda por entre las pequeñas callecitas,

“chuzados” y sucios de sangre. Ya dentro de la camioneta siguen rogando. Cogemos cami-no directo al CAI y vemos, en una esquina, a un hombre esperando. Frenan, se baja el Teniente y le pide papeles. No tiene. “Se me sube que me mamé de verlo hace horas esperando”, le dice, y le abre la puerta de atrás. El hombre nos mira y le dice: “Yo soy militar”., “Y yo policía”, le res-ponde Pérez, y arrancamos para la estación.

Justo cuando llegamos, una piedra rompe un vidrio de la estación, y el hombre fornido, el supuestamente indefenso ante las travestis de hace un par de horas, sale corriendo. Detrás de él sale corriendo un policía. Se acerca un agen-te y le dice al Teniente: “De este man no hay pruebas de que lo estaban robando y sí está fregando, y los señoritos están jodiendo, uno por su silicón y no se qué más vainas, y el otro que se le va a salir el alma por la pierna”. Re-gresa el policía con otro compañero y el fornido viene esposado, con el vaho de la rabia en las narices. El Teniente Pérez los ve y dice: “Esos tres juntos no me suenan. A éste póngamelo atrás, y al de la pierna me lo llevo para arriba a la Perseverancia. ¡Ah!, y a esa loca que está gritando, sí déjela allá adentro.

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3:40 a.m.Dejamos al travesti en el hospital de La Per-

severancia, quien se despide de Pérez con un“gracias, papi”. Bajamos de nuevo por Las En-rejadas, como le dicen al sector de prostitutasde la calle 13 para abajo, y los patrulleros se pre-guntan dónde estarán metidas las Peganteras .Son alrededor de unas veinte niñas, la mayorde quince años y la menor de unos once, quese prostituyen por estos lados y son las favo-ritas de los hombres viejos y de sus billeteras,por supuesto. Aunque, si la ocasión lo requiere,también roban. Y si toca apuñalear o enterrarjeringas, coraje no les falta. El miedo no correpor sus venas, pero sí mucha adrenalina, y elboxer es la aspiración más grande durante lanoche… y el día. Muchas ya tienen hijos, Sida yandan con la modita de ser lesbianas.

La Nevera da otra vueltica para limpiar lazona. Corre a los indigentes que abren lasbolsas de la basura con un: “cochino, vuélva-se a orinar ahí y me lo subo” y, cerca de losbares el típico y repetitivo “ñero, ¡se abrió! ¡seabrió!”. Pasamos por las bodegas de reciclajey el teniente Pérez las manda a cerrar, porquea esta hora no puede haber nada de gente porahí, vendiendo droga ni atracando. Seguimospor la Caracas hacia al sur. Se escuchan rui-dos de sirenas. Avanzamos y vemos otra vez laambulancia, su camilla, su herido encima, lagente con las luces en la cara. Enfocamos másal fondo. Peor no pudo haber sido la estrella-da. El carro quedó en pérdida total, trepado enun poste. En la acera, vidrios por todos lados ycharcos de sangre. El Teniente se voltea hacia

nosotros y comenta: “Y hay peores. ¿Sí ven, pelados? Por eso se jode tanto a los borrachos que mane-jan”. Mirándolo fi jamente, en ‘shock’, asentimos lentamente con la cabeza en señal de “sí”. Nos fuimos de ahí y ahora nosotros éramos los callados.

conductor se sacuden las pulgas. Al parecer, están fastidiadísimos, pues no dejan de ras-carse, y nos dicen: “Eso es lo peor de encon-trar una olla.”

05:50 a.m.Con buenas caras, un poco dormilonas, nos

miran estos dos uniformados, mientras trata-mos de encontrar un lugar cómodo y lejos de las pulgas para arruncharnos. “Para que no digan que no los paseamos, vamos al Mirador, esta vez de día”. Nos embarcamos otra vez y nos vamos para allá. Con luz del día, la vista es aún mejor. Se ven los edifi cios y las calles ordenados como un tejido perfecto. La noche terminó y el turno también. “Pudo haber estado peor”, concluye Pérez, porque, según él, estuvimos de buenas y en el Centro no hubo tanto daño. No se sabe si es por el puente del fi n de semana o por la llu-via de a ratos. Al fi n de cuentas, no tiene mucha importancia. Con ladrones, y todo lo que se le parezca, en las noches o en las mañanas, desde aquí la ciudad sigue siendo igual de bella. Loca y veloz, como la sangre, y parsimoniosa y lenta, como algunos de sus urbanautas sin rostro.

“Telecom uno, Telecom uno, se le nece-sita a media cuadra del CAI por toda la calle 13 con 24”.Acelerador a fondo y llegamos al lugar de los hechos. El problema es en una residencia que, al parecer, ya estaba sellada. Sale un hombre con una maleta, renegando: “Señor agente, me robaron las botas de tra-bajo”. Una anciana se asoma y afi rma que el hombre no le quiere pagar. Sale otro inquilino y empieza a disparatar. Detrás de él hay otro y todos hablan al mismo tiempo. Gritos van y gritos vienen. Llega el Negro, un caminante de por ahí y mete también la cucharada: “Que sí”, “que no” “hijueputa, me robó”, “te largas de mi casa”, “infeliz”, “no se meta”, “rela-jada, cucha”. El Teniente Pérez, ya cansado de la guachafi ta, dice: “Bueno, se me callan”. Saca a la mitad de la gente del confl icto y deja sólo al de la maleta y a la abuela. Después de la charla, el asunto queda así: la abuela tenía la residencia cerrada por papeles, por peleas y otros problemas, y una casa sellada no se tiene por qué andar alquilando, ni la noche, ni la hora, ni nada. Además, los policías en-tran en la casa y salen con ochenta bichas en la mano, bolsas negras llenas de marihua-na y blancas llenas de coca. Se escucha un “adentro hay más, mi Teniente”. Sacan a todo el mundo de la casa y los suben a la patrulla, menos a la abuela, a la que se le advierte que va a tener que declarar. El teniente Pérez y el

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En las mañanas nos mirábamos poco, sólo lo necesario. Ellasalía con el pijama amarillo que le llegaba cada vez más arriba de larodilla, como una suerte de crecimiento retardado de una Ameliaque cruzaba los veinticinco. Era marzo y, como todos los marzos,las mañanas llegan en un azar festivo, a veces parpadeando lucesdestellantes que cruzan la sabana y tapan la ciudad, atravesandolos jardines, el parque de la independencia, los fl oreros y nues-tra ventana que, a pocos, parecía morir desgarrada por el frío y lalluvia de una Bogotá en delirio, de una Bogotá que no conoce deinviernos y veranos, sólo de ojos mirando al cielo.

Nos hablábamos poco pero nos sentíamos cruzar la pensión,fumar, preparar la comida, salir…Desde que se fue el último in-quilino de la pensión nos creemos atados a una suerte de soledad.Me gusta sentirme un poco responsable, un poco familia, por esola llamo a mi cuarto para que me arregle la corbata y el vestido. Megusta besarla y salir corriendo al trabajo, esperar la noche y verlasiempre, tan solos en un caserón de veinticinco cuartos, dondenos alcanza la noche tan juntos, tan soñados, tan diarios.

Era un domingo como tantos. Ella reclamaba por la tardan-za de los días. Añoraba esas épocas cuando todo era posible. De momento salir a la calle parecía un poco más naufragio entreparedes escondidas y callejones estrechos. Parecíamos extraña-mente encerrados, invisibles, con innumerables luces de desafíoy tedio. Bogotá siempre es así los domingos de lluvia. Todo pa-rece tan chocolate caliente entre cobijas y sueño. Días inexis-tentes y parroquiales. En las tardes acariciábamos a Garufo queinsistía en meterse bajo el corto pijama de Amelia. Garufo medaba miedo, se sentaba en la poltrona de la abuela y se hacía el dormido. Yo alzaba los ojos, en un parpadeo lento y cansa-do, y le veía retándome. Retándome por estar entre las piernasde Amelia. Garufo partía en las noches. Supongo que para susnecesidades nocturnas felinas. No pretendo saber su suerte detejado, aunque a veces quisiera seguirlo y hablar con él, cazarratones y encontrar una que otra gata que me contara más sobreAmelia. Qué incoherentes nos volvemos los domingos. No bastasino mirar las tejas y escuchar cómo las gotas caen tan pesadas,

cómo se forman ríos y canales, imaginar cómo pensaba Garufo, mientras me veía, pensar en la azotea y en cuánto veía desde allí, sentir cómo Garufo partía a eso de las siete, justo cuando Amelia preparaba el tinto y salía desnuda al patio de la pensión, yo arre-glaba la chimenea y me armaba de tijeras puntudas, esquivaba las goteras que inundaban el patio, azotaba los cojines, prepara-ba los cigarrillos y sacaba los primeros diarios.

Leíamos primero los titulares, nos encantaban las letras gran-des, las negras y las rojas. Algunas brillaban en una magnifi cencia tipográfi ca. Amelia amaba las g siempre iban en la parte alta de su espalda, como una gran carga idiomática. A mí me gustaba ver cómo le cubrían lentamente la espalda. Era un acto romántico en el que solamente pocas cosas parecían ser prescindibles: Mata a su padre y su hijo niña de quince años, afi rmaba uno de los dia-rios sensacionalistas, Colombia gana 2-0 en un partido apreta-do, Escándalo para política, Amenazas de las FARC. Amelia ponía poca atención a los titulares. Persistía en creer que era una vaga respuesta publicitaria de una Colombia amenazada por caer en el olvido. Cortábamos los ojos, las bocas y las orejas también. Siem-pre las más apetecidas por Amelia eran las de Maneco o las de su jefe, el señor presidente. Yo las pegaba alrededor de los labios, apenas sospechados de Amelia, por su parte los ojos redondea-ban sus parpados cansados, y parecían ocultar y desaparecer sus ojos pequeñitos y llorosos. Al fi nal me daba miedo, sentía como si Amelia me hablara en un acto teo-recorte-idiomático-sensi-ble. Sentía como me miraba la niña asesina y el Maneco, el negro futbolista que marcó el segundo. Sentía sus ojos de alegría, de tristeza, sentía esas pesadas voces de opinión. Mil ojos me mi-raban formando sólo uno con su paralela voz frente a mis gritos inertes, pues tantos recortes de orejas parecían haber tapado los oídos de Amelia, y mis palabras se perdían en su pelo o debajo de sus pestañas, donde nadie las sintiera propicias para algo.

Siempre era una sorpresa la sección de Bogotá. Esa ciudad naciente entre la sabana perdida, donde casi todo puede pasar o destruirse y reconstruir al amanecer. 100 palomas caen como meteoritos, Un hombre arroja muebles a la calle mientras grita

ser liberado de esta ciudad, Bus escolar es aplastado por una trituradora, Encuentran la billetera del presidente, Ovnis en Ken-nedy, U2 en Rock al parque. Me encanta recorrer sus calles los viernes, y mirar tantas cosas inertes, encontrar a los personajes de las sociales con cualquier presentadora de sofá, sentir el co-llage de esta gran obra dadaísta, ver el azar que creó al cartucho a pocas calles de la presidencia, andar viendo y escapando de los ladrones para luego correr porque puedes parecer uno en cual-quier de esos tantos barrios de fuerza pública entre bigotes, ba-rriga y sombrero. Casi toda Bogotá se oculta en el pecho de Ame-lia, dice que de allí nacen las historias que les contará a sus hijos, mientras les da de mamar. A veces hablo con Amelia, le digo lo bello que hubiera sido conocerla en algún Transmilenio, tocarle la mano sin que se diese cuenta, y tal vez darle un beso, no volver a verla y caer en la magia parcial, cada vez que entrase al gran bus rojo y mis ojos descansen sobre los puestos y el corredor, esperando verla para sólo darle un beso y desaparecer de nuevo. De ser cierto esto caminaría por la Candelaria, tomando chicha o subiría a Moserrate de rodillas para tomar chocolate con la for-tuna del perdón, empapándome de Bogotá hasta un amanecer fallido en el que le mire a los ojos desde mi ventana, sintiéndome tan suyo que como amante prófugo arrojé los muebles a la calle, gritando de ser liberado de ésta, la grande Bogotá.

La noche transcurría lentamente en una ansiedad de ama-necer, ahora leíamos las historietas, la única gran certeza de los diarios. Amelia insistía en que Mafalda debería lanzarse a la pre-sidencia, justo cuando cumpliera los dieciocho. Ya tenía más de cincuenta, y parece tener infl uencia mayor que cualquier presi-dente. Todas sus opiniones son atendidas y aparece a diario en prensa. A las historietas no le hacíamos ningún corte, ni a sus nubes de letras, ni a sus “#$%$#. Era como un ejercicio cobarde frente a tan eminentes personajes. Igual suerte no corrían los su-dokus y crucigramas, cuyos tipos se perdían en horizontes con-trarios en el cuerpo de Amelia, entre sus dedos, sobre sus mus-los, en su axila. Era como el descanso más. Yo siempre aguardaba

esos espacios para acercarme y darle un beso en el ombligo o repetirle que tan bella se veía con esa B inmensa que recorría su cuello, le tocaba el pelo y nos veíamos un rato, mientras los otros tantos ojos parecían dormir. Estábamos solos y todavía recuerdo sentirme como un niño bajo la mesa con su prima en un once y seis fabuloso de primera comunión.

Por fi n los clasifi cados y mortuorios, recopilados desde el lunes de reconstrucción. Cómo nos encantaba tal epílogo. Era la espe-ranza en letras cifradas en preciosas composiciones absurdas. Amelia y yo mandábamos siempre alguna que ayudara a algún co-barde relativo o igualmente absurdo, Ratones suicidas buscan fe-lino grande de dientes afi lados que guste de los trabajos sociales, Felino rehabilitado (Garufo) busca ratones para ofi cios de Hogar, Hogar de enfermos mentales ofrece locos a bajo precio, aprove-che, casi nuevos, Nuevos horizontes, pensión en el barrio Santa Fe, busca residentes amantes de los gatos y los diarios, Diarios viejos regalados. Siempre terminábamos por escoger alguno que nos encantara. Amelia no lo cortaba como a los demás, sino que lo pegaba justo en su frente, como enigmática pista de asesino en serie, Bogotá desapareció, interesados buscar sus ojos, su voz y su lenguaje escrito en mi cuerpo junto a la plaza central.

No sabemos cómo tantas letras y tantas formas recortamos, ni cómo se acabaron los diarios antes del amanecer. Parece que la ciudad nos regaló un poco más de noche. Nunca supe cómo letra sobre letra cubrió el cuerpo de Amelia, cómo parecía ahogarse con esas r fatales que tanto daño le hacen al cuello. Sólo supe rque nos alcanzó la noche para rodear la plaza central y dormir un poco allí. Sólo sé que al despertar la grande Bogotá estaba indescifrablemente en paz, sin voces que le hirieran y ojos que la indagaran, callada y sin lenguaje, como ese poema corporal, como Amelia.

Miguel Ángel Díaz Zerrate