IMPORTANCIA DE LA INCLUSIÓN DE LA NEUROPEDAGOGÍA EN LA … · 2020. 4. 14. · entienda cómo...
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IMPORTANCIA DE LA INCLUSIÓN DE LA
NEUROPEDAGOGÍA EN LA FORMACIÓN
DOCENTE EN LAS ESCUELAS NORMALES:
DIAGNÓSTICO BYCENES
Marisol Aguilar Ochoa [email protected]
Camelia Conde Barragán [email protected]
Moisés Hernández Trejo [email protected]
Esc. Normal Rural “Gral. Emiliano Zapata”
RESUMEN
El propósito de este estudio es conocer
en un primer momento la opinión sobre incluir
la neurociencia como parte de los cursos del
trayecto optativo en la formación de los
normalistas. La investigación se llevó a cabo
con estudiantes, docentes y directivos de la
Benemérita y Centenaria Escuela Normal del
Estado de Sonora (BYCENES), utilizando una
metodología con enfoque mixto.
Para llevar a cabo la indagación se tuvo
la participación de 67 estudiantes, 22
profesores y 3 directivos de la EN, el
instrumento utilizado fue un cuestionario de
preguntas abiertas y cerradas, el cual fue
analizado y sistematizado en una hoja de
cálculo de Excel y se categorizaron las
respuestas de las preguntas abiertas tomando
en cuenta los dichos de los sujetos en las
respuestas al analizarlas.
Al tener los resultados, se procedió al
análisis en donde se encontró que los actores
que se encuentran inmersos en los procesos
educativos en la EN, mencionan como
favorable y necesario incluir los temas de
neurociencia y neuropedagogía en el currículo,
lo cual permite concluir, que a pesar de que su
conocimiento al respecto no es amplio y ha sido
autodidacta, consideran importante incluir esos
cursos en pro de egresar profesores más
competentes.
PALABRAS CLAVE: neuropedagogía, innovación, neurociencia, enseñanza y aprendizaje.
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En los últimos años se han reunido tres ciencias que impactan el proceso de
enseñanza y aprendizaje que se han conocido hasta el día de hoy y según el Instituto Nacional
de Neuroeducación (INN, 2018), la pedagogía, la neurociencia y la psicología unen sus
hallazgos para mejorar la calidad educativa. La primera ciencia apoya con teorías
pedagógicas que sustenten la práctica, la segunda manifiesta el funcionamiento del cerebro
al momento de lograr un aprendizaje con el fin de conocer cómo aprende el cerebro y utilizarlo
en la labor docente. Y por último, pero no menos importante, se encuentra la psicología,
ciencia que fundamenta la conducta y procesos mentales que suceden en el infante.
Los descubrimientos que tiene la neurociencia con relación al aprendizaje son
recientes; sin embargo, para llegar a ellos se realizaron investigaciones a lo largo de los años.
El cerebro ha sido objeto de estudio por diversas ciencias, como la biología, psicología, física,
antropología, filosofía, entre otras. En estos estudios se logra comprobar la importancia que
éste tiene en el desarrollo funcional del ser humano, ya que es quien dirige, coordina, permite
las sensaciones, los movimientos y reaccionar a situaciones adversas, así como es el
encargado del proceso de aprendizaje y comunicación (INN, 2018).
Su inclusión en el currículo de la formación docente es importante y de apoyo para una
adecuada aplicación de estrategias al momento de enseñar. Esta ciencia contribuye en la
comprensión del aprendizaje, memoria, emociones, ambientes, tiempos atencionales,
etcétera, dichos hallazgos logran docentes capacitados sobre bases neuronales y el proceso
que surge para la obtención de conocimientos.
A razón de lo anterior se puede decir que la falta de conocimientos neuropedagógicos
en el proceso de enseñanza-aprendizaje pueden significar un problema para el profesor, el
cual debe tratarse desde el currículo en las escuelas formadoras de docentes, dado que, de
acuerdo con el diagnóstico aplicado en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del
Estado de Sonora “Profr. Jesús Manuel Bustamante Mungarro” (ByCENES) a estudiantes,
docentes y directivos, se tiene un déficit de conocimientos al respecto, ya que no hay una
asignatura que atienda estos contenidos.
Después de hacer una revisión de dicho diagnóstico en combinación con la teoría
relacionada sobre los aspectos positivos que trae consigo la integración de la neuroeducación
a la educación normal, se crea un análisis que incluye los componentes neurológicos como
apoyo a la mejora de centros educativos y propuestas curriculares, así como también de
acuerdo a Campos (2010), el ofrecer beneficios en el proceso de enseñanza-aprendizaje,
para crear un perfil más competente y la obtención de nuevas herramientas a los docentes.
Por ello se plantea como objetivo conocer en un primer momento la opinión sobre
incluir la neurociencia como parte de los cursos del trayecto optativo en la formación de los
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normalistas, para en un segundo momento después de tener ese diagnóstico, llevar a cabo
una propuesta de desarrollo curricular para tal fin.
Marco teórico
La neurociencia en la educación es un tema que se estudia, analiza y debate con
mayor énfasis en los últimos años. Esto debido a la importancia que tiene la inclusión de esta
ciencia en la labor docente, de los educadores y educandos. Este tema ha servido de reflexión
para investigadores de todo el mundo. A nivel internacional existen autores que con sus
investigaciones dejan una mirada de innovación y transformación al papel docente al incluir
la neurociencia en su quehacer educativo.
En Costa Rica, Salazar (2005) propone y analiza la incorporación de estudios del
cerebro humano como eje en la formación profesional. Debido a que en muchas ocasiones
se ha focalizado la atención en aspectos psicológicos y filosóficos sin considerar el papel
trascendental que juega lo biológico, el mismo autor afirma que “los conocimientos que tendrá
el docente sobre características, potencialidades e implicaciones en los distintos ámbitos de
la acción educativa le permitirán ampliar las fuentes en la toma de decisiones en los procesos
pedagógicos” (p. 1).
Al conocer sobre neurociencia, el docente logra adecuar sus clases a las necesidades
biológicas del cerebro de sus alumnos teniendo en cuenta que el cerebro es un órgano
cognitivo social; por lo tanto, debe contar con estímulos para provocar el aprendizaje
permanente. Morín (como se citó en Salazar, 2005) afirma que: (...) el hombre sólo se
completa como ser plenamente humano por y en la cultura. No hay cultura sin cerebro
humano (aparato biológico dotado de habilidades para actuar, percibir, saber, aprender), y no
hay mente (mind), es decir capacidad de conciencia y pensamiento sin cultura. (p. 3).
En la investigación sobre neuroeducación, realizada por Campos (2010), se sustenta
la inclusión de la neuroeducación en la formación docente, a través de una propuesta de
transformación e innovación, la cual atiende los avances de la neurociencia y su implicación
en el ámbito educativo, la autora menciona que: (…) todo agente educativo conozca y
entienda cómo aprende el cerebro, cómo procesa la información, o cómo es frágil frente a
determinados estímulos, llega a ser un requisito indispensable para la innovación pedagógica
y transformación de los sistemas educativos (Campos, 2010, p. 1).
Al revisar los objetivos establecidos en el Foro Mundial Sobre la Educación (FMSE) en
el año 2000 en Dakar con plazo a cumplir de cinco años, se encuentra un aspecto clave que
no ha sido tratado, la calidad educativa, la cual se vería beneficiada al innovar y lograr una
transformación en preparar y capacitar a los docentes en este ámbito, tomando en cuenta la
neuroeducación como aporte fundamental para la mejora en el proceso de enseñanza y
aprendizaje del sistema educativo (Campos, 2010).
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Es importante comprender que se deben analizar y considerar todos los hallazgos que
mejoren la calidad educativa, sin perder de vista la brecha que existe entre ciencias naturales
y sociales. Estudios demuestran que el cerebro aprende a través de la socialización, es en
esta que se conectan los conocimientos para darle una aplicación en la vida. En diversas
partes del mundo se ha logrado un impacto en investigaciones de cómo reacciona el cerebro,
y cómo el docente puede ocasionar estímulos para captar la atención, crear aprendizaje y
entender la memoria para apoyar el proceso educativo.
En el estudio denominado La integración de las neurociencias en la formación inicial
de docentes para las carreras de la educación inicial y básica: caso Cuba, realizada por
Calzadilla (2017), se analiza la fundamentación y antecedentes de integrar la neurociencia en
la formación docente, como una vía para la actualización educativa. El autor sostiene que: las
neurociencias ofrecen a la pedagogía valiosos conocimientos que sirven de ‘puentes’ para
enriquecer su cuerpo teórico y conceptual, y afirma que se requiere la fundamentación teórica
y metodología de estudios sobre la transferencia en los programas para la formación del
docente y en los procesos de enseñanza y aprendizaje (Calzadilla, 2017, p. 9).
En la República Mexicana se cuenta con investigadores reconocidos por sus aportes
en el ámbito educativo, los años 90 fue la década del cerebro, por lo tanto se debe estar
abierto a considerar los estudios neurocientíficos en ambientes educativos que en su
momento fueron realizados.
En el mismo orden de ideas Aguilar (2018) hace una reflexión sobre los aportes que
ha tenido la neurociencia en la educación, la importancia de comprender temas complejos
como lo son los procesos cognitivos, las funciones ejecutivas, conductuales, emocionales y
vínculos afectivos, que son factores determinantes para el aprendizaje. Es necesario valorar
los estudios de la neurociencia y tenerlos en cuenta en el ámbito educativo, así como también
en el diseño de políticas públicas, el autor afirma que: el debate en los últimos años se centra
en la necesidad de garantizar la calidad que los programas y servicios requieren para reducir
la brecha de desigualdad social en los países de la región y mejorar las condiciones de
aprendizaje en los niveles educativos posteriores (Aguilar, 2018, p. 99).
Esto, a su vez, permite comprender la educación de calidad como aquella que
promueve el máximo potencial de desarrollo, enfocándose en que los educandos logren el
aprendizaje en un ambiente enriquecedor, en donde se privilegien interacciones afectivas y
sanas.
En México se reconoce la importancia que tienen las neurociencias en la docencia, sin
embargo, las investigaciones realizadas sobre el tema son escasas, en comparación a otros
países. En el país se toma la neuroeducación como un extra a la formación docente y no
como un requisito indispensable. Las propuestas que existen están relacionadas con las
maestrías, los cursos, los diplomados, etcétera, pero no se tiene conocimiento de una
licenciatura que forme docentes que contemple dicha ciencia. Ésta sólo es tomada en cuenta
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en la Licenciatura en Inclusión Educativa (2018) en cursos como: desarrollo neuropsicológico,
trastornos neuropsicológicos del aprendizaje, estrategias de intervención en el aula para
alumnos con trastornos de aprendizaje por mencionar algunos. Dichos cursos ayudan a
reconocer los trastornos de aprendizaje, por tal motivo es importante que todo docente
conozca los procesos que surgen en el cerebro al aprender. Lo anterior según el Centro
Virtual de Innovación Educativa de la Dirección General de Educación Superior para
Profesionales de la Educación (CEVIE-DGESPE, 2018).
En un estudio realizado en Hermosillo, Sonora se realiza una revisión teórica de
los principales fundamentos neuropedagógicos para mejorar la atención en estudiantes
durante el proceso educativo. A su vez se hace una mirada de reflexión sobre la inicial
aportación a la educación desde la neuropedagogía que se tiene en México (Gavotto, 2015).
El autor considera importante que todo docente comprenda los procesos que se ven
involucrados en el cerebro humano al momento de aprender y afirma que es indispensable el
conocimiento y funcionamiento de este, de las neuronas, ondas cerebrales y memoria para
generar un estado óptimo de atención durante el proceso de enseñanza aprendizaje.
Como sustento a la importancia de incluir la neurociencia en la formación docente,
López (como se citó en Gavotto, 2015) considera la colaboración entre neurociencia y
educación cada vez más necesaria, puesto que, con ello, se podrán ofrecer métodos precisos
para el tratamiento adecuado en las necesidades educativas de todos los niveles, estadios y
campos formativos. Por lo tanto, se entiende que un docente con los conocimientos
necesarios en los aspectos pedagógicos, psicológicos y biológicos con relación al aprendizaje
podrá brindar una educación de calidad, la cual englobe todos los aspectos que requiere el
educando.
Se reafirma la relevancia de la neuroeducación y se establece que todo educador
debería estar interesado e informado de los avances que las neurociencias están teniendo y
sus aplicaciones para mejorar los procesos educativos (Bruer, como se citó en Gavotto,
2015).
Como se menciona en el párrafo anterior, el interés e información en avances con
relación a los procesos de enseñanza aprendizaje, son exclusivos de la automotivación en
cada docente, el apoyo que reciba este, en actualización es abundante y debe ser valorado…
no hace mucho se le consideraba al docente como el principal agente promotor del cambio
cultural y social de toda comunidad, desgraciadamente los métodos y sustentos teóricos
usados por él fueron rebasados, no se hicieron los ajustes necesarios para cumplir con las
exigencias que la sociedad demanda —cada vez con más premura y diversificación— pues
se trabajaba con contenidos del siglo XIX, profesores del siglo XX y alumnos del siglo XXI
(Acuña, Martínez y Ríos, 2015, p.19).
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Esto es motivo de descontento y desmotivación para alumnos, padres y sociedad en
general, por esta razón el docente debe innovarse constantemente, a las exigencias y retos
que presenta la sociedad actual.
Metodología
En este apartado, se determina la metodología empleada, el enfoque, las estrategias,
los instrumentos, entre otros elementos; los cuales, favorecen al desarrollo del estudio y así
mismo a la obtención de datos necesarios para el análisis de resultados y no solo
complementa la literatura revisada, sino que “define, construye y valida los métodos
necesarios para la obtención de nuevos conocimientos” (Gómez, 2006, p.30).
La metodología utilizada en la investigación es de carácter mixto, ya que abarca
aspectos de la investigación cualitativa y cuantitativa. El diseño mixto ha tomado fuerza en
los últimos años, según menciona Pereira, (2011), la aplicación de este en investigaciones
ayuda a triangular diversos aspectos, especialmente en el campo de las ciencias sociales. Se
plantea una búsqueda pertinente de la aplicación de dicho diseño en el área educativa.
Así pues, al ser el enfoque mixto una fusión del cuantitativo y cualitativo, en Hernández,
Fernández y Baptista (2010) se indica que ambos utilizan cinco fases similares y relacionadas
entre sí; llevan a cabo la observación y evaluación de fenómenos, establecen suposiciones o
ideas como consecuencia de la observación y evaluación realizadas, prueban y demuestran
el grado en que las suposiciones o ideas tienen fundamento y se revisan sobre la base de las
pruebas o del análisis. Asimismo, proponen nuevas observaciones y evaluaciones para
esclarecer, modificar, cimentar y/o fundamentar las ideas, o incluso generar otras.
En lo que respecta al diseño de investigación, dentro del enfoque mixto, se encuentran
el complementario, de iniciación, desarrollo, expansión y triangulación, donde este último
resulta de gran interés para el presente estudio en este primer momento que tiene que ver
con el diagnóstico de la situación problema y la toma de decisiones en cuanto a las acciones
futuras sobre el mismo. Tashakkori y Teddlie (como se citó en Greene y Caracelli, 2003)
presentan como propósito del diseño de triangulación, la búsqueda de la convergencia y la
corroboración de los resultados sobre un mismo fenómeno, donde se combinan las fortalezas
de ambas metodologías para obtener datos complementarios acerca de un mismo problema
de investigación.
En el esquema 1 se muestra una ejemplificación de los aspectos a considerar en el
modelo mixto, según Pereira (2011), los cuales fueron adaptados a las necesidades
específicas de este estudio:
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Esquema 1. Análisis del diseño mixto
Fuente: Elaboración propia
Ahora bien, para determinar el alcance del estudio, es necesario tomar en
consideración la estrategia, el diseño, los procedimientos y otros componentes de la
investigación. De acuerdo a Hernández et al. (2010), ellos indican que los componentes
anteriormente mencionados dan origen a diversos alcances, tales como el correlacional,
explicativo, el exploratorio y descriptivo, de los cuales se puede seleccionar más de uno.
Para el fin de este estudio, y de acuerdo con el nivel en el que actualmente se
encuentra, la investigación presenta dos alcances: exploratorio y descriptivo, donde el primer
caso se realiza “cuando el objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco
estudiado, del cual se tienen muchas dudas o no se ha abordado antes” (Hernández et al.,
2010, p. 79). Asimismo, dichos autores expresan que el descriptivo, busca especificar
propiedades, características y rasgos importantes de cualquier fenómeno que se analice y
describe tendencias de un grupo o población. En cuanto al diseño es narrativo pues tal y
como lo expresa Salgado (2007) se recolectan datos pertinentes de experiencias
determinadas, los cuales se describen y analizan.
Los sujetos con los que se llevó a cabo el diagnóstico para el estudio son 67
estudiantes de primero a séptimo semestre de la LEPRI de la ByCENES de los cuales 60 son
mujeres y siete son hombres, también participaron 22 docentes, ocho hombres y 14 mujeres,
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además los tres docentes que integran el cuerpo directivo de la EN que lo conforman una
mujer y dos hombres; a razón de lo anterior se abarcó una población que incluye un 72.8 %
de estudiantes, 23.9 % de docentes frente a grupo y 3.3 % del equipo directivo.
Como ya se mencionó anteriormente, se llevó a cabo la aplicación de un cuestionario
como instrumento de diagnóstico para determinar la importancia del problema que se plantea
en este estudio. Se considera que los cuestionarios son de los más socorridos para recolectar
datos que permiten detectar una problemática a atender y se utilizan en todo tipo de
encuestas, ya que consisten en una serie de preguntas respecto a lo que se desea medir o
conocer (Hernández et al., 2010).
Para este caso particular, se aplicó un cuestionario con preguntas abiertas y cerradas,
lo cual es útil, pues las preguntas abiertas no delimitan las posibles respuestas, además de
permitir obtener una mayor información sobre lo que se solicite y las cerradas dan opciones
de respuesta concretas que permiten un análisis preciso sobre la indagación que se realiza.
Dicho cuestionario se realizó a través de formularios de Google y se compartió el link
con todos los sujetos involucrados a través de diversos medios electrónicos (correo
electrónico, redes sociales y mensajes de texto vía celular) en un periodo de 15 días, se
realizó el análisis de dicho instrumentos y se sistematizó la información para identificar la
problemática y el nivel de atención que se le dará a través de la propuesta curricular que se
llevará a cabo como fase final de la investigación, la cual hasta el momento se encuentra en
la fase de diagnóstico para la realización de dicha propuesta.
Desarrollo y discusión
De acuerdo con lo que se ha ido describiendo en los apartados anteriores, se puede
entonces decir que todo docente en formación debe contar en la actualidad con la inquietud
por la investigación educativa, según Acuña et al. (2015), dicha inquietud debe generarse
desde su salón de clases, mismo que será su principal campo de experimentación e
innovación, así como el generador de argumentos para afrontar las exigencias que la
sociedad demanda.
La capacitación fuera de la formación docente que se recibe es con el objetivo de
prepararse e instruirse por interés personal, pero sería de mayor impacto para la educación
en México que se formen docentes que atiendan los nuevos retos y hallazgos para brindar
educación de calidad, tener las competencias necesarias para atender la diversidad en el
aula, aplicar estrategias adecuadas y apoyar las necesidades que se presentan en las aulas.
La preparación en neuroeducación se puede considerar como la clave para lograr
dicha calidad, debido a que existen diversos beneficios para el docente y educando, los
aspectos que mejoran la práctica son presentados en un estudio de “Neurociencias y
Educación: Una puerta abierta hacia el desarrollo humano”, realizada por Campos (2010),
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quien comienza enumerando cinco razones básicas por las cuales se piensa que las
neurociencias encajan en el campo pedagógico. La autora menciona que ayudan para:
innovar los centros educativos y sus propuestas curriculares, para la mejora de procesos de
enseñanza aprendizaje, para transformar el perfil del educador, para brindar nuevas
herramientas a los maestros y para rescatar la atención y revivir el placer de aprender en los
alumnos (pp. 4-5).
Además de presentar las cinco razones para incluir la neurociencia en la pedagogía,
se abordan algunos “conocimientos provenientes de los estudios acerca del cerebro que
podrán cambiar la práctica educativa” (Campos, 2010, p. 6). El autor menciona que: todo niño
y niña tiene derecho a desarrollar su potencial, que nadie puede recibir un rótulo, que el
desarrollo está bajo influencias genéticas y ambientales, que el alto nivel de stress provoca
un impacto negativo en el aprendizaje, las emociones matizan los aprendizajes, que las
experiencias directas y multisensoriales son fundamentales para el aprendizaje, (…) que la
capacidad del cerebro para guardar información es ilimitada y maleable, que varios factores
ejercen influencia en el cerebro y por ende en el aprendizaje y que el cerebro sigue etapas
fundamentales para captar cualquier aprendizaje (p. 7).
Los aspectos anteriores ayudan a mejorar la educación, del educando y del educador
mientras que los conocimientos que trae la neurociencia a la práctica pedagógica es
enriquecedora y ardua, hay que saber aprovechar los hallazgos para una calidad educativa,
brindar las estrategias correctas y enseñar de una forma fácil para el cerebro, no ir en contra
de él.
Resultados
Posteriormente a la aplicación de la encuesta como instrumento para la recolección de
datos, se analizan los resultados del diagnóstico, el cual arroja que tanto estudiantes, como
profesores y directivos consideran importante el incluir la neurociencia y la neuropedagogía
en la formación docente de educación básica, por ello para solventar esa problemática
detectada, posteriormente se llevará a cabo una propuesta de intervención curricular a través
del diseño de un curso del trayecto optativo que atienda a esta necesidad planteada.
El instrumento inicia solicitando datos contextuales de los sujetos a los que se aplicó
dicho diagnóstico, tales como datos generales, es decir, edad, género y nivel de estudios.
Como ya se mencionó en la metodología, la mayoría de los sujetos con estudiantes aún, en
el caso de los profesores en su mayoría tienen el grado de maestría, seis tienen doctorado y
tres solo la licenciatura, los directivos dos son doctores y uno es maestro. En su mayoría la
población es femenina, tanto entre los estudiantes como entre los docentes y las edades
varían desde los 20 hasta los 56 años.
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La primera indagación tiene que ver con los conocimientos que tienen normalistas,
docentes y directivos con relación a la neuropedagogía. Se obtiene como resultado del
análisis de los instrumentos que un 68.5 % de los encuestados no conocen sobre el tema,
mientras que un 31.5 % conoce aspectos básicos, es decir, que consideran importante el
estudio de la neurociencia para la mejora en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Por otra
parte, un 90.2 % consideran muy importante conocer el cerebro humano para desarrollar
dicho proceso y un 9.8 % lo considera solo importante. A razón de lo anterior se puede decir
que el tema es relevante para los actores que se encuentran inmersos en el ámbito educativo,
unos en su formación y otros en la formación y dirección, por lo tanto, se debe considerar esa
temática al momento de formar a los docentes.
Los participantes muestran su gusto por conocer más sobre dicha ciencia al momento
de formarse como normalista, al ser un 83.7% los que consideran que si les gustaría que se
incluyera la neuropedagogía en la formación normalista y solo un 16.3% no está seguro de
ello. Es importante considerar que, a pesar de su falta de información sobre el tema, los
encuestados conocen la importancia y relevancia de que los docentes conozcan sobre la
neurociencia y su implicación en la educación, debido a que ningún participante estuvo en
desacuerdo en la posible inclusión de estos saberes en la formación normalista.
Se les cuestionó a los sujetos sobre su conocimiento con relación a trastornos de
aprendizaje, los cuales, de acuerdo con la teoría, son comprendidos con ayuda de la
neuropedagogía. Un 53.3 % de la muestra afirma tener conocimientos básicos y un 46.7 %
dice no conocer sobre los mismos, lo cual apoya la intención de incluir la neuropedagogía en
la formación para un docente de educación básica.
En cuanto a la formación que se imparte actualmente en las EN de acuerdo con los
Planes y Programas vigentes (2012 y 2018), un 71.7 % de los encuestados considera que la
EN prepara para la labor docente y la formación es enriquecedora, dado que combina teoría
y práctica; sin embargo, según la respuesta dada por uno de los participantes “considero
importante incluir cursos de relevancia actual y mayor preparación con relación a las
necesidades educativas especiales” (S5CD). El 25 % de los participantes consideran que la
preparación es pertinente y no requiere cambio alguno, mientras que un 3.3% opina que la
formación en la EN no te prepara para la labor docente, al hacer referencia a aspectos que
no se consideran como actividades de índole administrativa, atención a todo tipo de
Necesidades Educativas Especiales (NEE), entre otros.
Dado lo anterior y aunque es bajo el porcentaje de sujetos que aluden a qué no se les
prepara para enfrentar la labor docente, si es un foco de atención que tendrá que revisarse y
analizar más a fondo y proponer posibles soluciones, lo cual será tema de otro de estudio que
puede ser derivado del actual.
La importancia que tiene conocer el funcionamiento del cerebro para poder atender a
la diversidad que se pueda presentar en el aula de clases cobra relevancia de acuerdo con
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las respuestas de los encuestados; al ser un 93.5% quien afirma y coincide con lo anterior,
en tanto un 6.5 % considera que quizá sea importante, sin llegar a estar en desacuerdo con
el hecho. La mayoría de los encuestados que consideran importante el conocimiento del
cerebro para llevar a cabo un mejor proceso de enseñanza y aprendizaje, opinan que con la
comprensión de su funcionamiento y cómo pueden impactar en el mencionado proceso,
estarían en posibilidad de poder crear estrategias, clases modelo y atender las
particularidades de todos, de tal forma que los niños realmente adquieran el conocimiento por
ser significativo y este permanezca, y no solo por memorización y en el corto plazo haya que
retomar nuevamente todo un tema porque ya lo olvidaron, lo cual sería un indicativo de que
en realidad no se aprendió.
Al calificar la formación que brinda la escuela normal con relación a la inclusión, se
obtuvieron los siguientes resultados: un 2.2 % consideró mala la preparación con relación a
dicho tema, un 25 % regular, 60.9 % alude que es buena la preparación que brinda la normal
sobre la inclusión, y finalmente un 12 % la cree excelente. Respecto a este dato en particular,
el origen de la formación docente como una profesión meramente humanista, ha permitido
que aunque el en los Planes y Programas no se atienda en un curso específico como tal las
NEE, cada docente y cada estudiante busca las herramientas para hacerlo al momento que
se ve enfrentado a la situación real en el aula de educación básica y en las aulas de la misma
EN, situación que puede apoyarse y en algunos casos solventarse con la inclusión de un
curso optativo que atienda esas cuestiones específicas que son necesarias para un mejor
desempeño de los docentes y por tanto un mayor desarrollo de los estudiantes.
Este último cuestionamiento analiza la preparación y actualización docente con
relación a los cursos que imparten y si dichos cursos atienden las necesidades del siglo XXI,
los participantes consideran en su mayoría que es regular con un 39.1 %, ya que consideran
que se requiere de actualización constante en el Plan de Estudios, pero a su vez en la
capacitación que se ofrece al docente. Un 31.5 % considera que la EN no está actualizada
en temas de relevancia nacional e internacional, y que los cursos que se imparten deben
atender a las características y exigencias de la población actual, a través de la formación de
docentes con un mejor nivel de preparación profesional y finalmente un 29.3 % de los sujetos
opinan que la EN si está cumple con su función de formadora al encontrase actualizada en
cuanto a temáticas y atención a las necesidades del siglo XXI.
Como se puede observar, el diagnóstico arroja resultados que permiten tener claridad
en los puntos que los actores que se encuentran inmersos en los procesos de enseñanza y
aprendizaje en la EN mencionan como favorables, desfavorables, necesarios de atención,
atendidos, etcétera, lo cual da un parámetro para poder realizar la siguiente fase de este
estudio, que será el diseño curricular de un curso del trayecto optativo que incluya los temas
de neurociencia y neuropedagogía.
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Conclusiones
Al llevar a cabo el análisis anterior y hacer un recorrido teórico por el tema que se
abordó en este estudio, podemos concluir que las neurociencias ofrecen un aporte importante
a la docencia y por ende a la educación y al proceso de enseñanza y aprendizaje, que puede
ser un valioso apoyo para el desarrollo y desempeño de los futuros profesores, si esta es
incluida como parte del currículo de las Licenciaturas en Educación Primaria y Preescolar de
los Planes de Estudio de la Educación Normal.
El propósito de esta investigación fue cumplido, ya que a través del diagnóstico
realizado se pudo conocer en este primer momento la opinión de los actores involucrados en
los procesos formativos en la EN, es decir, estudiantes, docentes y directivos, sobre incluir la
neurociencia como parte de los cursos del trayecto optativo en la formación de los normalistas
y que va a permitir realizar la planificación y desarrollo de un segundo momento o fase del
proyecto, que es llevar a cabo una propuesta de desarrollo curricular en un curso específico
para tal fin.
Se sugiere para una investigación más completa sobre el tema y abarcar a más
población y que se pueda ver un mayor impacto en este tipo de acciones, que se amplíe la
indagaciones a otras EN del estado de Sonora e incluso de la región Noroeste y que se pueda
realizar posteriormente una comparación entre los resultados de los diagnósticos y la
posibilidad de compartir los diseños de cursos que se implementen basados en la
neurociencia y la neuroeducación como apoyo a la mejora en los procesos de enseñanza y
aprendizaje de los docentes en formación.
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