Helio Gallardo: Engels y Darwin en el origen del hombre. Elementos ...

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Helio Gallardo ENGELS y DARWIN EN EL ORIGEN DEL HOMBRE. Elementos para una discusión Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXVII (66), 361-378, 1989 Summary: The discussion of some of the pro- duction conditions in a study by F. Engels: The role 01 the work in the transition Irom monkey to man, allows to establish its positive articulation with the theoric darwinism of XIX Century, and, at the same time, contributes to determine some strokes of its polemic with the social darwinism during that term and its affirmation of an specific theoric environment for the comprehension of the history and society: the historical materialismo Resumen:La discusión de algunas de las condi- ciones de producción de un estudio de F. Engels: El papel del trabajo en la transición del mono al hombre, permite establecer su articulación po- sitiva con el darwinismo teórico del siglo XIX y, al mismo tiempo, determinar algunos rasgos de su polémica con el darwinismo social en el período y su afirmación de un ámbito teórico específico para la comprensión de la historia y la sociedad: el materialismo histórico. 1 Durante la discusión académica de una defensa de tesis acerca del carácter y papel gnoseológicos del materialismo dialéctico en la obra de Federico Engels (1), se vertió, por parte de uno de los miem- bros del Tribunal, la opinión de que el texto de Enge1s: El papel del trabajo en la transición del mono al hombre (publicado en Die Neue Zeit en 1896) se aproximaba conceptualmente más al la- marckismo que al darwinismo y que esta aproxima- ción ligaba los esfuerzos de Engels no sólo a un discurso probadamente falso respecto del origen de la diversidad de las especies y acerca de la herencia, sino que vinculaba su pensamiento a un materialismo (mecanicismo) estrecho, determi- nado por la noción de necesidad, materialismo que conducía a cuestiones tan grotescas, en el plano de la teoría científica y de sus prolongaciones técnicas, como la escenificada en la Unión Soviética por el "caso Lysenko" (2). Como la opinión inicial de que el texto específico de Engels es más lamarc- kiano que darwiniano no es primera vez que la escucho - y tal vez, por desgracia, no sea tampoco la última -, quisiera realizar aquí algunas observa- ciones acerca del marco en que, a mi juicio, debe ser discutida esta cuestión. Desde luego, el punto incidental se ubica dentro de un contexto más am- plio y determinante como es el de la relación entre materialismo histórico y proceso de producción de conocimientos, filosofía y ciencia al interior de la concepción marxista del mundo, lucha política y producción de conocimientos y, en último término, por la discusión fundamental respecto de la 'cien- tificidad' del marxismo. Estas últimas determina- ciones, sin embargo, no serán abordadas directa- mente en este trabajo que intenta concentrarse en las condiciones para una discusión del artículo de Enge1s: El papel del trabajo en la transición del mono al hombre, contenido en su Dialéctica de la naturaleza. Para ello realizaremos dos aproxima- ciones -de distinto carácter pero complementa- rias- a este texto. Ninguna de estas aproximacio- nes constituye, por sí misma, un discurso cerrado. Lamentamos que el punto de partida de la discusión obligue a algunas precisiones escolares. Lamarck, Darwin, Engels. La cuestión del 'lamarckismo' enge1siano supo- ne, en primer lugar, la necesidad de diferenciar y

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Helio Gallardo

ENGELS y DARWIN EN EL ORIGEN DEL HOMBRE. Elementos para una discusión

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXVII (66), 361-378, 1989

Summary: The discussion of some of the pro-duction conditions in a study by F. Engels: Therole 01the work in the transition Irom monkeyto man, allows to establish its positive articulationwith the theoric darwinism of XIX Century, and,at the same time, contributes to determine somestrokes of its polemic with the social darwinismduring that term and its affirmation of an specifictheoric environment for the comprehension of thehistory and society: the historical materialismo

Resumen:La discusión de algunas de las condi-ciones de producción de un estudio de F. Engels:El papel del trabajo en la transición del monoal hombre, permite establecer su articulación po-sitiva con el darwinismo teórico del siglo XIX y,al mismo tiempo, determinar algunos rasgos de supolémica con el darwinismo social en el períodoy su afirmación de un ámbito teórico específicopara la comprensión de la historia y la sociedad:el materialismo histórico.

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Durante la discusión académica de una defensade tesis acerca del carácter y papel gnoseológicosdel materialismo dialéctico en la obra de FedericoEngels (1), se vertió, por parte de uno de los miem-bros del Tribunal, la opinión de que el texto deEnge1s: El papel del trabajo en la transición delmono al hombre (publicado en Die Neue Zeit en1896) se aproximaba conceptualmente más al la-marckismo que al darwinismo y que esta aproxima-ción ligaba los esfuerzos de Engels no sólo a undiscurso probadamente falso respecto del origen dela diversidad de las especies y acerca de

la herencia, sino que vinculaba su pensamiento aun materialismo (mecanicismo) estrecho, determi-nado por la noción de necesidad, materialismo queconducía a cuestiones tan grotescas, en el plano dela teoría científica y de sus prolongaciones técnicas,como la escenificada en la Unión Soviética por el"caso Lysenko" (2). Como la opinión inicial deque el texto específico de Engels es más lamarc-kiano que darwiniano no es primera vez que laescucho - y tal vez, por desgracia, no sea tampocola última -, quisiera realizar aquí algunas observa-ciones acerca del marco en que, a mi juicio, debeser discutida esta cuestión. Desde luego, el puntoincidental se ubica dentro de un contexto más am-plio y determinante como es el de la relación entrematerialismo histórico y proceso de producción deconocimientos, filosofía y ciencia al interior de laconcepción marxista del mundo, lucha política yproducción de conocimientos y, en último término,por la discusión fundamental respecto de la 'cien-tificidad' del marxismo. Estas últimas determina-ciones, sin embargo, no serán abordadas directa-mente en este trabajo que intenta concentrarse enlas condiciones para una discusión del artículo deEnge1s: El papel del trabajo en la transición delmono al hombre, contenido en su Dialéctica de lanaturaleza. Para ello realizaremos dos aproxima-ciones -de distinto carácter pero complementa-rias- a este texto. Ninguna de estas aproximacio-nes constituye, por sí misma, un discurso cerrado.Lamentamos que el punto de partida de la discusiónobligue a algunas precisiones escolares.

Lamarck, Darwin, Engels.

La cuestión del 'lamarckismo' enge1siano supo-ne, en primer lugar, la necesidad de diferenciar y

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mediante la acción de fuerzas que continúan ope-rando y que son observables. En el período, lastesis catastrofistas -que 'explicaban' las diversasformaciones geológicas por una sucesión de cata-clismos seguidas por la intervención divina querecreaba cada vez a la Tierra ya sus pobladores-enfrentaban a neptunistas -partidarios del dilu-vio- contra los plutonistas -adheridos a la tesisde los terremotos-. Se trataba, en verdad, de va-riaciones para el campo de la geología del creacio-nismo que contiene la prolongación en la biologíade las tesis de la inmutabilidad o fijeza (fixismo,fijismo) de las especies vivas. Esta concepción,derivada de Aristóteles, a la que se le agregó lanoción de la creación divina, prevaleció durante eldesarrollo de la ciencia antigua y medieval. En elperíodo inmediatamente anterior al que nos ocupa,Carlos Linneo (1707-1778), por ejemplo, de tantaimportancia en los orígenes de la taxonomía moder-na, creía inicialmente en la inmutabilidad de lasespecies, es decir sostenía la tesis de que cadaespecie es creada específicamente y que los límitesque separan a una especie de otra son absolutos.Igualmente Jorge Cuvier (1769-1832), a quien yahemos mencionado, creador de la anatomía compa-rada y de la paleontología morfológica, adhería alas tesis catastrofistas cataclísmicas y al dogma dela inmutabilidad de las especies. La afirmación dela inmutabilidad de las especies descansa, desdeluego, en determinaciones filosóficas, específica-mente en la doctrina de la necesidad de la estructuraontológica del mundo (5) y teológicas: la Creación.De modo que en cuanto a este clima de pugna alinterior de las ciencias naturales y de sus supuestosfilosóficos y teológicos (y principalmente de susprolongaciones epistemológicas y teóricas). La-marck y Darwin tienden a ubicarse en el mismomovimiento o tendencia tal como, por lo demás,lo expresó en su momento el mismo Darwin: "La-marck fue el primer autor cuyas conclusiones sobreel tema (el origen de las especies) despertaron graninterés. Este naturalista justamente célebre publicópor primera vez sus opiniones en 1801; las amplióconsiderablemente en 1809 en su "Philosophie zoo-logique" y posteriormente, en 1815, en la introduc-ción a su "Histoire naturelle des animaux sans ver-tébres". En esas obras sostiene la doctrina de quetodas las especies, inclusive el hombre, desciendende otras especies. Fue el primero en prestar el emi-nente servicio de atraer la atención sobre la proba-bilidad de que todo cambio en el mundo orgánico,tanto como en el inorgánico, sea resultado de leyesy no de intervenciones milagrosas ( ... ) Con

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oponer estrictamente, en la época -segunda partedel siglo XIX- el pensamiento de Juan BautistaLamarck (1744-1829) del de Carlos Darwin (1809-1882). Ahora, la expresión 'en la época' remite nosólo a una cuestión de fechas, sino, principalmente,al clima de ideas biológicas y naturalistas imperantedurante esa fase de desarrollo de la teoría biológica.En este sentido, El origen de las especies por mediode la selección natural, de Darwin (primera ediciónen 1859), puede considerarse como una obra queculmina una de las tendencias que se enfrentaban,en el período, en las ciencias naturales: el evolucio-nismo. El mismo Darwin indica, en la reseña his-tórica que antecede a su trabajo clásico, que él seinscribe en una tradición científica abierta moder-namente por Buffon (1707-1788) y prolongada enla primera parte del siglo XIX por los trabajos deLamarck, Geoffroy Saint-Hilaire, Erasmo Darwin,W.C. Wells, W. Hernert, Grant, Patricio Matthew,von Buch, Rafinesque, Haldeman, M.J. D'Oma-lius d'Halloy, y en la segunda parte del mismosiglo por Freke, Spencer, M. Naudin, el Conde deKeyserling, Schaaffhausen, Lecoq, Baden Powell,A.R. Wallace, von Baer, Huxley y Hooker, cuyasobras, desde diversos ángulos, tocan la cuestiónde la modificación de las especies desde el puntode vista de la selección natural (3), principio cuyamera enunciación Darwin atribuye a Wells (Dosensayos sobre el rocío y la visión singular, 1818)y Matthew (Maderas navales y arboricultura,1831). En términos más generales, se considerancomo antecedentes intelectuales de las tesis evolu-cionistas en los tiempos modernos aspectos de laobra de F. Bacon, Leibniz, Linneo, C. Bonnet yel clima filosófico configurado por Vico, Condor-cet, Laplace y Kant, todos ellos al interior del es-pacio cultural abierto por Newton (1642-1727)(4)y, desde el específico campo de la geología, lostrabajos de J. Hutton (Teoría de la Tierra, 1795)y Carlos Lyell Principios de Geología, primer volu-men 1830), este último amigo personal de Darwin.Precisamente las ideas de estos geólogos nos acer-can al enfrentamiento existente al interior de lasciencias naturales del período. Hutton (1726-1797)expuso la tesis de que los fenómenos de la geologíason producto de las fuerzas que se observan en lanaturaleza; por ejemplo, para él, los valles habíansido originados por los ríos. Lyell (1797-1875)impuso, contra Cuvier, la idea de que la Tierra ensu conjunto y su superficie actual poseían una his-toria en el tiempo y que su aspecto era el resultadode una lenta transformación. Montañas, llanos ymares adquirieron su forma actual gradualmente

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rserpecto a los medios de modificación, atribuyóalgo a las condiciones físicas de vida, algo al cru-zamiento de formas ya existentes y mucho al usoy desuso, es decir a los efectos del hábi-to" (6).

En esta primera aproximación, los trabajos cien-tíficos de Lamarck y Darwin se nos presentan nocomo antitéticos, sino que en una relación de con-tinuidad. Los adversarios teóricos de Lamarck y

Larnarck, Darwin

evolucionismo de las especies vivas

/práCtiCa CientífiCa~

configuración de tendencia a una explicaciónun campo teórico ~ inmanente

Ahora, la continuidad de pensamiento entre La-marck y Darwin no se limita a esta inserción comúnen una de las tendencias de las ciencias naturalesdel período, sino también y sobre todo se afirmaen el hecho de que Darwin acepta de Lamarck latesis de que los caracteres adquiridos por los indi-viduos debido a las exigencias del medio y por eluso y desuso de órganos pueden ser traspasados(herencia) a los descendientes, produciendo cam-bios en la especie. Señala, por ejemplo, el biógrafoalemán de Darwin, Johannes Hemleben: "Al con-trario que Darwin, Wallace destaca también en estecorto escrito programático sus ideas, rechazandolas hipótesis de Lamarck. La evolución no dependepara él del uso o no uso de los órganos, que despuésse convierten en heredables, sino exclusivamentede que siempre los que más sobreviven son 'aque-llos que poseyeron mayor capacidad para la capturade sus presas' ( ... ) Aquí se ve que Wallace, en suargumentación contra el 'lamarckismo', es más'darwinista' que el propio Darwin, quien, aunquecon ciertas limitaciones, admitió toda su vida aLamarck" (7). Las pruebas de esta aceptación deDarwin de los puntos de vista de Lamarck en suobra escrita son abundantísimos. Nos referimosaquí exclusivamente a los trabajos de Darwin queEngels cita como referencia bibliográfica en su Dia-léctica de la naturaleza: "El origen del hombre" y

Darwin eran quienes sostenían, en el período, lastesis de la inmutabilidad de las especies, del carác-ter enteramente singular del ser humano, de la pree-minencia del discurso y conocimiento filosófico-teológico sobre las prácticas científicas, de la espe-culación sobre la observación y el experimento y,en último término, de la permanente acción mila-grosa de Dios sobre la historia natural y humana.En un esquema:

Cuvier y otros

inmutabilidad de las especies; creacionismo

¡tendencia a la especulación metafísica y teológica

"El origen de las especies por medio de la selecciónnatural" (8). Apuntamos en este trabajo, por razo-nes de espacio, sólo referencias decisivas.

En El origen del hombre: "Se ignora si las mo-dificaciones precitadas llegarían a ser hereditariasen el caso de que los mismos hábitos se continuasendurante muchas generaciones, pero es probable queasí sería. Rengger atribuye la delgadez de las pier-nas y el grosor de los brazos de los indios Payaguas,a que sus generaciones sucesivas han pasado lavida en embarcaciones, sin servirse casi de susmiembros inferiores. Otros autores han formuladoopiniones parecidas sobre otros casos análogos. Se-gún Cranz, que ha vivido mucho tiempo entre losEsquimales, 'los indígenas dicen que el talento yla habilidad para la pesca de la foca (arte en el quesobresalen) es hereditario' ( ... ) Se asegura que alnacer, los hijos de los obreros tienen en Inglaterralas manos más fuertes que los (sic) de las familiasacomodadas. Sin duda a la correlación que existe,al menos en algunos casos, entre el desarrollo delas extremidades y el de las mandíbulas, se ha deatribuir la reducción de dimensiones que estas últi-mas presentan en las clases acomodadas, cuyosindividuos sólo someten a sus miembros a un tra-bajo débil. Es positivo que las mandíbulas son ge-neralmente más pequeñas entre las personas civili-zadas o de buena posición, que entre los obreros

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ignoramos aun mucho sobre el empleo de numero-sas partes y sobre la naturaleza de los cambios quedeben experimentar la sangre y los tejidos paraadaptar un ser a un nuevo clima o a una alimenta-ción diferente. También debemos tener en cuentael principio de la correlación que enlaza entre sítantas extrañas desviaciones de estructura, comolo ha probado 1. Geoffroy respecto al hombre. In-dependientemente de la correlación, un cambio enuna parte puede arrastrar a otras partes a modifica-ciones del todo inesperadas, debidas a un aumentoo disminución de uso( ... ) Sobre todo debemos re-cordar siempre que modificaciones adquiridas, yhabiendo continuamente servido para algún uso útilen los tiempos pasados, han debido pasar a ser muyfijas y continuar heredándose mucho tiempo" (11).

Como es sabido, El origen de las especies nose ocupa específicamente de la generación del serhumano, pero el planteamiento teórico general esel mismo que el de la obra posterior que acabamosde citar. Por ejemplo: "Por los hechos a que healudido en el primer capítulo creo que no puedecaber duda de que el uso en nuestros animalesdomésticos ha fortalecido y ampliado ciertas partes,y el desuso las ha disminuido; y que tales modifi-caciones son hereditarias. En estado de naturalezalibre no tenemos puntos de comparación para juzgardel efecto del uso o desuso largamente continuados,porque no conocemos las formas madres; pero mu-chos animales poseen estructuras que pueden expli-carse mejor por los efectos del desuso" (12). "Elhábito es hereditario en las plantas ... " (13). "Herecapitulado ya los hechos y consideraciones queme han convencido plenamente de que las especies,durante un largo curso de generaciones, se hanmodificado. Esto ha ocurrido principalmente pormedio de la selección natural de numerosas varia-ciones leves, sucesivas y favorables; ayudada deun modo menos importante, es decir en relacióncon estructuras adaptativas pasadas o presentes,por la acción directa de las condiciones externas ypor variaciones que en nuestra ignorancia creemosespontáneas. Parece que anteriormente no estimélo bastante la frecuencia y el valor de esas formasposteriores de variación en cuanto conducen a mo-dificaciones permanentes de estructura aparte de laselección natural. Pero como en los últimos tiemposmis conclusiones han sido muy tergiversadas y se hadeclarado que atribuyo la modificación de las espe-cies exclusivamente a la selección natural, quizásse me permitirá observar que en la primera ediciónde esta obra, y también en las otras, puse en unlugar muy conspicuo -al fmal de la introducción-

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ocupados en trabajos mecánicos, o los salvajes ( ... )Por más que el hombre pueda no haberse modifi-cado mucho durante los últimos períodos de suexistencia, por causa de un aumento o disminuciónen el uso de algunas partes, los hechos que acaba-mos de señalar prueban que su aptitud para ello nose ha perdido, y sabemos de la manera más positivaque la misma ley se aplica a los animales inferiores.De ello podemos, pues, por consiguiente, inferirque cuando en una época remota los antecesoresdel hombre se hallaban en un estado de transición,durante el cual, de cuadrúpedos se transformaronen bípedos, la selección natural habrá sido conside-rablemente ayudada por los efectos hereditarios delaumento o la disminución en el uso de las diferentespartes del cuerpo" (9).

En el mismo estudio: "A medida que los antece-sores del hombre se han ido irguiendo de más enmás, y modificando a: la par manos y brazos parala prehensión y otros usos, y pies y piernas parala sustentación y marcha, han llegado a ser necesa-rias una multitud de otras modificaciones de confor-mación. La pelvis se ha debido ensanchar; la espinadorsal enderezarse de una especial manera; la ca-beza fijarse en otra posición; cambios todos que sehan efectuado en el hombre ( ... ) Otras diversasconformaciones podrían también señalarse que pa-recen estar en conexión con la actitud vertical delhombre. Es difícil decidir hasta qué punto de todasestas modificaciones relativas son resultado de unaselección natural, o cuáles pueden haberlo sido delos efectos hereditarios del aumento de uso de algu-nas partes, o de su acción recíproca, unas sobreotras. No es dudoso que estas causas de cambiosobren y reaccionen entre sí; cuando ciertos múscu-los y los aristas huesosos que están unidos, se au-mentan por uso habitual, se ve en ello una pruebade que desempeñan una parte útil que favorece alos individuos en los que más aumentan, los cualestenderían a sobrevivir en mayor número" (10). Fi-nalmente, en esta misma obra: "He tratado de de-mostrar que algunos de los caracteres más distinti-vos del hombre han sido obtenidos según todas lasprobabilidades, o directamente o más a menudo deuna manera indirecta, por selección natural. Noolvidemos que no han podido ser adquiridas de estemodo las modificaciones de estructura o de consti-tución que no prestan ningún servicio a un organis-mo, adaptándolo a su modo de vivir, a los alimentosque consume, o pasivamente a sus condiciones am-bientes. A pesar de esto no podemos decidir conmucha seguridad cuáles son las modificaciones quepuedan ser ventajosas a cada organismo, porque

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las siguientes palabras: 'Estoy convencido de quela selección natural ha sido el principal, si bien noel único, medio de modificación" (14). Todavía,al finalizar, y refiriéndose a las leyes naturales dela evolución: "Estas leyes, tomadas en el sentidomás amplio, son: crecimiento con reproducción;herencia, que está casi implícita en la reproducción;variabilidad por la acción directa e indirecta de lascondiciones de vida, y por el uso y desuso; una-proporción de incremento tan alta que lleva a lalucha por la vida y en consecuencia a la selecciónnatural, acarreando divergencia de caracteres yex-tinción. de las formas menos mejoradas. Así, de laguerra de la naturaleza, del hambre y la muerte,se sigue directamente el objeto más elevado quesomos capaces de concebir, es decir la producciónde los animales superiores" (15).

Bien, constatar que Darwin asume las tesis la-marckianas respecto del traspaso hereditario de loscaracteres derivados del uso-desuso o función-dis-función en relación al medio, no implica, obvia-mente, que el planteamiento teórico de Darwin seaidéntico al de Lamarck. De hecho, hemos enfati-zado que los pensamientos de Lamarck y Darwinse alinean en una misma corriente (el evolucio-nismo o transformismo) y que entre sus concepcio-nes existe continuidad en la medida que Darwinrecoge, en el período, proposiciones lamarckianas,las considera correctas y las incorpora como com-plemento de sus propias tesis. Pero no queremossugerir con ello que sus planteamientos teóricossean idénticos.

Ahora, ¿en qué consistía, específicamente, elplanteamiento teórico de Lamarck (16), propuestodespués de estudios sistemáticos que lo convencie-ron respecto de la variabilidad de las especies y desu descendencia de otras especies pre-existen-tes?

Para Lamarck, cuatro leyes presidían la forma-ción de los organismos vivos: a) los organismosvivos y sus partes componentes tienden a incremen-tar permanentemente su tamaño; b) la producciónde un nuevo órgano en un cuerpo animal es elresultado del advenimiento de una nueva necesidady del nuevo movimiento que esta necesidad deman-da; e) el desarrollo de los órganos y sil fuerza deacción están constantemente en razón directa conel uso de los órganos mismos, y d) las variaciones.producidas durante la vida de un individuo (adqui-sición, pérdida o cambio), variaciones derivadasde los principios anteriores, serán heredadas porsus descendientes y cambios acumulativos se pro-ducirán en estos seres después de algún tiempo.

El planteamiento teórico de Darwin, en cambio,puede ser resumido así: los seres vivos, animalesy plantas, se reproducen en mayor número del quepuede sobrevivir, aunque sus poblaciones adultasson relativamente constantes. La explicación deeste fenómeno es la lucha por la supervivencia.Ahora, los individuos de todas las especies difiereno varían unos de otros. Algunas de estas singulari-dades pueden resultar neutrales, pero otras ayudanu obstaculizan al organismo en su lucha por laexistencia. Sobreviven, por tanto, traspasadas porla herencia, las variaciones o singularidades másapropiadas para la existencia de la especie, mientrasque desaparecen o tienden a desaparecer las impro-pias para el organismo y su relación con el medio.De este modo, las especies se modifican paulatina-mente en el sentido de la fijación de las variacionesque ofrecen más ventajas.

Observamos que las tesis de Darwin descansansobre las nociones de población (probabilidad), lu-cha por la existencia y supervivencia de los másaptos (extinción de los menos dotados, selecciónnatural), herencia y cambio continuo y paulatino.Dice en su texto clásico: "Si bajo condiciones va-riables de vida los seres orgánicos presentan dife-rencias individuales en casi todas las partes de suestructura, y esto no puede negarse; si debido a suproporción geométrica de incremento hay una in-tensa lucha por la vida en alguna edad, estación oaño, y esto tampoco puede negarse, entonces, con-siderando la infinita complejidad de relaciones detodos los seres orgánicos entre sí y con sus condi-ciones de vida, por lo cual resulta ventajoso paraellos una infinita diversidad de estructura, constitu-ción y hábitos, sería extraordinario que no hubiesensurgido nunca variaciones útiles para el bienestarde cada ser, del mismo rnodo que han surgido mu-chas variaciones útiles al hombre. Pero si las varia-ciones útiles a un ser surgen alguna vez, segura-mente los ejemplares caracterizados por ellas ten-drán las mejores probabilidades de ser preservadosen la lucha por la vida, y debido al fuerte priricipiode la herencia, tenderán a producir descendientescaracterizados de la misma manera. Este principiode preservación, o la supervivencia de los más ap-tos, es lo que he llamado selección natural. Con-duce al mejoramiento de cada criatura en relacióncon sus condiciones orgánicas e inorgánicas devida; y en consecuencia, en la mayoría de los casos,a loque puede considerarse como un progreso enla organización. Sin embargo, formas simples einferiores resistirán largo tiempo si están bien adap-tadas a sus sencillas condiciones de vida" (17).

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Darwin debemos añadir su diferencia teórica:ella se concentra en la noción de selección natu-ral propia de este último. Desde ella, Darwin cri-tica, como unilateral e insuficiente, la explicacíóade la variación de las especies como adaptación almedio: "Los naturalistas se refieren continuamentea las condiciones externas -clima, alimentoetc. - como la única causa posible de variación.En cierto sentido, como veremos más adelanteesto puede ser cierto, pero sería absurdo atribuir asimples condiciones externas la estructura, porejemplo, del pájaro carpintero, que tiene las patas,la cola, el pico y la lengua tan admirablementeadaptados a la captura de insectos debajo de lacorteza de los árboles" (19), pero recupera la varia-ción por efecto del medio desde o en la perspectivade su concepto de selección natural. En un esque-ma:

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Desde luego, el gran vacío de la obra de Darwin seconcentra en su incapacidad para desentrañar los me-canismos de la "descendencia con modificación"(18), es decir de la herencia, cuestión que él intentóresolver con su hipótesis de la pangénesis (La varia-ción de los animales y de las plantas en domesticidad,1868), una explicación provisoria que señala que to~dos los órganos producen unas partículas diminutas(pangenes, gemmulas) que llevadas por el torrentesanguíneo se depositan en los gametos y permiten lareproducción de todo el órgano que originalmenteprodujo la partícula. Por supuesto, Darwin descono-ció absolutamente la obra de Gregorio Mendel (1822-1884), cuyas experiencias sobre la herencia, queabrieron el paso a la genética moderna, fueron redes-cubiertas recién en el año 1900.

De modo que a la similitud de alineación y ala continuidad entre el pensamiento de Lamarck y

Lamarck

variabilidad

/ ~

( ) variabilidad

/ ""+crecirmento ~ necesidad ~ uso

carácter en organismos individuales

(tendencia a una teleología)

El éxito científico de la explicación darwinianatiene que ver con el paciente trabajo de acumulaciónfáctica con que precedió, acompañó y prolongó asu teoría, con la existencia en los ámbitos filosóficoy científico del período de sectores favorables a lasideas evolucionistas (cosmología, historia, geolo-gía, etc.), lo que hizo posible su resonancia e in-cluso facilitó su éxito 'popular' (la primera ediciónde El origen de las especies se agotó el mismo díade su lanzamiento), es decir su influencia en laconfiguración de "sentido común", y por la senci-llez y fuerza -que Hernleben estima unilaterali-dad- de sus conceptos básicos.

Resulta posible ahora plantearse más específica-mente un eventual 'Iamarckisrno' de Engels. Entérminos absolutos él significaría que Engels desco-noció el aporte teórico de Darwin y lo tradujo sim-plemente a la ideología lamarckista. En términosmás relativos, podría implicar que Engels conocióel discurso teórico de Darwin pero fue incapaz, porrazones diversas, de asumir su radicalidad teórica.En todo caso, el 'lamarckismo' de Engels siempre

Darwin

selección natural ~ medioen población de seres vios

(explicación inmanente por fuerzas naturales)

deberá juzgarse en relación a su capacidad o inca-pacidad para asumir la novedad del discurso teóricode Darwin y no en cuanto a su aceptación de ele-mentos como la heredabilidad de caracteres adqui-ridos por el uso, cuestión que, aislada y en el pe-ríodo, como vimos, es tanto lamarckiana como dar-winiana.

Emplearemos como criterio de aproximación alproblema que hemos planteado -la capacidad deEngels para reconocer el aporte teórico de Dar-win- una consideración de la literatura que explí-citamente Engels dedica a Lamarck y Darwin. Ellonos permitirá, al menos, introducimos a la reacciónsubjetiva de Engels ante estos autores.

Lo primero que salta a la vista, en esta aproxi-mación, es la diferencia cuantitativa y cualitativade las referencias a Lamarck y a Darwin en laliteratura engelsiana. En su Ludwig Feuerbach yel fin de la filosofta clásica alemana (1888), porejemplo, dedica un paréntesis, en media línea, paracalificar de "atisbo genial", en contra del materia-lismo clásico francés, las percepciones evolucionistas

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de Geothe y Lamarck (20). En AntiDühring (1878)encontramos una referencia más amplia, en el con-texto de una ardorosa defensa de la teoría darwinis-ta: "Pero ya es hora de que volvamos la espalda atodos estos gruñidos y lamentaciones, coléricos ycontradictorios, con que el señor Dühring da riendasuelta a su rabia contra el progreso gigantesco quelas ciencias naturales deben al impulso recibidocon la teoría darwinista. Ni a Darwin ni a los natu-ralistas partidarios suyos se les pasó por la mentemenoscabar en lo más mínimo los grandes méritosde Lamarck; son precisamente ellos quienes lo al-zan de nuevo sobre el pavés. Pero no debe perdersede vista que en tiempos de Lamarck la ciencia nodisponía aún, ni mucho menos, de datos suficientespara poder resolver el problema del origen de lasespecies más que anticipándose a su época, de unmodo profético, por así decido. Desde los tiemposde Lamarck, aparte del enorme cúmulo de materia-les reunidos por la botánica y la zoología descrip-tivas y anatómicas, han surgido dos ciencias com-pletamente nuevas, de importancia decisiva en esteterreno: la embriología, o ciencia del desarrollo delos gérmenes vegetales y animales, y la paleonto-logía, o investigación de los vestigios orgánicosque se conservan en las diferentes capas de la su-perficie terrestre. En efecto, se ha descubierto queexiste una coincidencia muy peculiar entre el desa-rrollo gradual de los gérmenes orgánicos hasta lle-gar a formar organismos maduros y la gradaciónde las plantas y los animales que van apareciendosucesivamente en la historia de la Tierra. Y estacoincidencia es precisamente la que ha dado la basemás firme para la teoría del desarrollo. Pero estateoría es todavía muy joven, por lo cual es induda-ble que las investigaciones ulteriores vendrán a mo-dificar de manera notable incluso las ideas riguro-samente darwinistas acerca del proceso de desarro-llo de las especies" (21). De modo que en estetexto, que Engels prologó por última vez en 1894,él afirma la continuidad entre Lamarck y Darwin,la superioridad teórica de este último y el carácterprovisional de toda teoría científica.

En Dialéctiva de la naturaleza, materiales yapuntes no publicados por Engels, Lamarck aparececitado, en una línea, en relación al desarrollo delas ideas evolucionistas, mención que culmina conun "fue llevado a la victoria por Darwin, en 1859,exactamente cien años después" (22). Aparece,también, ligado a Darwin, en notas que destacanla comprensión de la naturaleza como procesos li-gados a desarrollos (p.157). Aparece nuevamentemencionado en unas observaciones críticas sobre

Liebig y en relación con la influencia general delas ideas de Lamarck sobre los científicos de sutiempo (p. 238). Más interesante, desde el puntode vista filosófico, es la asociación que se hace dela teleología supuesta por la dialéctica hegelianaen los seres vivos -cuestión que Engels caracterizacomo ideología - y la noción de necesidad lamarc-kiana (p. 169). Todas estas observaciones, por de-más marginales, excepto la primera, están conteni-das en las Notas y Fragmentos, es decir en mate-riales de trabajo no desarrollados por Engels.

Las referencias a Darwin, en cambio, son abun-dantísimas e incluyen reflexiones amplias y de sig-nificación profunda. Acota, por ejemplo, Engels,en El origen de la familia, la propiedad privada yel Estado: "El nuevo descubrimiento de la primitivagens de derecho materno, como etapa anterior a lagens de derecho paterno de los pueblos civilizados,tiene para la prehistoria la misma importancia quela teoría de la evolución de Darwin para la biología,y que la teoría de la plusvalía, enunciada por Marx,para la Economía política" (23). En Ludwig Feuer-bach ... , Darwin es mencionado como el primeroque desarrolló sistemáticamente la idea de que "losproductos orgánicos de la naturaleza que hoy exis-ten en torno nuestro, incluyendo a los hombres,son el resultado de un largo proceso de evolución,que arranca de unos cuantos gérmenes primitiva-mente unicelulares, los cuales, a su vez, procedendel protoplasma o albúmina formada por vía quími-ca" (24). El aporte de Darwin es considerado aquí,junto al descubrimiento de la célula y a la pruebade la transformación de la energía, un descubri-miento que da un impulso gigantesco a los conoci-mientos humanos respecto del carácter procesualy concatenado de los fenómenos naturales.

En AntiDühring, las referencias se inician en laIntroduccián, en donde Engels señala que Dühringes antidarwiniano (según Dühring las ideas de esteúltimo serían un cúmulo de brutalidades de lesahumanidad (p.29» y lamarckiano, lo que revelaque no entiende ni a uno ni a otro. En el apartadoVI de la sección de Filosofía, del mismo estudio,encontramos una reseña de lo que Engels entiendedel aporte darwiniano, por oposición al pseudodar-winismo construido por Dühring. Básicamente En-gels sostiene que Darwin tuvo la idea de que lasespecies vegetales y animales no eran constantessino variables, como un resultado de sus viajescientíficos. Que continuó la investigación en estecampo mediante el estudio de la crianza de plantasy animales. Que mediante esta investigación logróprobar, por una parte, la variabilidad de las especies

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vivos. Señala Engels que Darwin expresamente de-clara que la expresión 'selección natural' incluyesólo la conservación de los cambios, no su origen(28).

Admite, asimismo, Engels, que la teoría de Dar-win es principalmente descriptiva y no explicativade cómo las desviaciones individuales van convir-tiéndose gradualmente en características de unaraza, de una variedad o de una especie, pero atri-buye esta deficiencia a la ausencia de conocimientopositivo sobre estas causas (29) y afirma tambiénque esta ausencia de conocimiento positivo llevóa Darwin a una generalización unilateral excesiva-lo que J. Hemleben califica, en 1968, como elcarácter unilateral que constituye, a la vez, lafuerza y la debilidad de la teoría darwiniana - ,propia, sin embargo, de quien realiza un progresoteórico real. Pese a lo primero, insiste Engels,"quien impulsó las investigaciones encaminadas aaveriguar dónde reside la verdadera causa de todasesas transformaciones y diferencias fue, de nuevo,Darwin" (30). Engels remite aquí a la reciente,para el período, obra de E. Haeckel (Morfologíageneral de los organismos, 1866), naturalista ale-mán y ardoroso darwinista, desde la cual resultabaposible concebir la transformación de las especiescomo el resultado de un proceso de acciones mutuasde adaptación y herencia, "en que la adaptaciónaparece como el lado modificativo y la herenciacomo el lado conservador del proceso" (31).

Particularmente importante resulta la caracteri-zación que Engels hace del aporte de Darwin a laconfiguración del espacio teórico de la biología yde las ciencias naturales, espacio teórico que élopone al espacio ideológico cuyas representacionesfundamentales son el deísmo y el creacionismo(32). Darwin es también muy claro respecto de suaporte materialista para la comprensión de los ca-racteres de los' organismos vivos: "Todas las men-cionadas reglas, ayudas y dificultades en la clasifi-cación pueden ser explicadas, si no me engaño,con la hipótesis de que el sistema.natural se fundaen la descendencia con modificación; que los carac-teres que los naturalistas consideran como demos-trativos de verdadera afinidad entre dos o más es-pecies cualesquiera son los que han sido heredadosde un progenitor común, siendo genealógica todaverdadera clasificación; que la comunidad de origenes el lazo oculto que los naturalistas han estadobuscando inconscientemente, y no algún plan igno-rado de creación, ni el enunciado de proposicionesgenerales ni la mera reunión o separación de objetosmás o menos parecidos" (33).

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y, también, la posibilidad de antecesores comunesa organismos que poseían distintos caracteres deespecie. Que desde estos resultados, Darwin inves-tigó si no existirían en la naturaleza causas quecrearan, en los organismos vivos, sin que mediarauna intención consciente, transformación seme-jante a las de la crianza artificial. Y culmina susíntesis Engels: "Encontró estas causas en la des-proporción entre el número inmenso de gérmenescreados por la naturaleza y el número pequeño deorganismos que llegaban realmente a desarrollarse.y como todo germen tiende a desarrollarse, surgenecesariamente una lucha por la existencia, que nose revela solamente en forma de lucha directa, físicay devora, sino también como lucha por el espacioy -Ia luz, aun en el mundo de las plantas. Y esevidente que en esta lucha llevan las mayores pers-pectivas de madurar y multiplicarse, aquellos indi-viduos que posean cualquier particularidad indivi-dual, por insignificante que ella sea, ventajosa enla lucha por la existencia. Estas particularidadesindividuales tienden, pues, a transmitirse por heren-cia, y cuando se presentan en muchos individuosde la misma especie, tienden a acentuarse por he-rencia acumulativa en la dirección inicial, mientrasque, por su parte, los individuos no dotados deesas particularidades sucumben más fácilmente enla lucha por la existencia y acaban por desaparecerpaulatinamente. De este modo, las especies setransforman por selección natural y sobreviven losmás aptos" (25).

A continuación, Engels denuncia como una in-comprensión teórica el buscar el origen de la con-cepción darwiniana ·de la lucha por la existenciaen la teoría económica de la población realizadapor Malthus, como pretende Dühring -sobre estepunto volveremos más adelante- yenfatiza queDarwin fue quien dio el impulso decisivo para elestudio de las leyes de la población en los organis-mos naturales (26). Critica asimismo Engels la re-ducción que Dühring hace del concepto de "luchapor la existencia" traduciéndolo en términos de unaimagen propia del mundo animal en el que la ali-mentación "se efectúa por medio de la devoracióny rapacidad", mientras que Darwin hace extensivala lucha a toda la naturaleza orgánica. Enfatizatodavía Engels que Darwin jamás señaló -comopretende Dühring - que todos los organismos ac-tuales proceden de un único ser primitivo, cuestiónque está en abierto conflicto con la letra y el espíritude El origen de las especies (27) y que tampoco hizode la unión sexual el principio fundamentaldel naci-miento de las propiedades de los organismos

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ENGELS y DARWIN 369

Existen muchas otras referencias semejantes res-pecto a la obra y significación de Darwin en lostrabajos de Engels (34), pero creemos que con lasrealizadas hasta aquí basta para comprobar que elautor que nos interesa, Engels, conoció la obra deDarwin, asumió su significación teórica general yespecífica - y ello implica su distanciamiento res-pecto de las tesis de Lamarck consideradas, eso sí,"atisbos geniales" - y guardó frente a aspectos deella una distancia crítica debido fundamentalmentea la ausencia de conocimiento positivo respecto delos efectivos mecanismos de la herencia (desde lue-go, ni Engels ni Haeckel tuvieron noticia tampocode los trabajos de Mendel, redescubiertos, segúnhemos dicho, en 1900, ni pudieron trabajar con lascategorías de gene, fenotipo y genotipo o mutación(de Vries) , etc.). De modo que existe un darwi-nismo engelsiano no contaminado incluso por laaceptación acrítica que la teoría darwiniana suscitóen lo que Dodson y Dodson, siguiendo a Stebbins,llaman el Período Romántico (1860-1903) del pen-samiento evolucionista, fase caracterizada por unaactitud apologética hacia El origen de las espe-cies,la acriticidad hacia los datos de la experiencia,la descalificación de la evidencia negativa y la ma-nipulación de la información para ajustarla a lateoría de Darwin (35). En este período polémicoy apologético se ubican T.H. Huxley y H. Spenceren Inglaterra, David Starr Jordan y Asa Grey enEstados Unidos de Norteamérica y Carlos Gegen-baur, Ernesto Haeckel y Augusto Weismann enAlemania.

La ya reiterada mención de E. Haeckel -al queEngels remite en cuanto a sus estudios científicos(Haeckel estableció sistemáticamente las relacionesentre filogénesis y ontogénesis) y al que criticaduramente por sus planteamientos filosóficos, ideo-lógicos, pseudomaterialistas (Haeckel es uno delos fundadores ideológicos del 'darwinismo so-cial')(36), nos permite, todavía, referimos a otroaspecto que muestra la efectiva comprensión queEngels tenía acerca de la significación teórica dela obra de Darwin. El punto posee cierta compleji-dad en cuanto remite a una de las ideologías queinspiraron la teoría de Darwin, las tesis de Malthus(1776-1834) acerca de que el crecimiento incontro-lado de la población huymana era la causa de lapobreza, el hambre y la guerra (Essay on the Prin-ciple of Population, 1798). Estaasociación ideoló-gica Malthus-Darwin podría hacer sospechar queEngels, al rechazar la economía políticaapologéticade Malthus, renunciaría, asimismo, a las proposi-ciones naturalistas de Darwin.Ello podría conducir

a Engels a un lamarckismo disimulado. La cuestiónparece todavía más polémica si consideramos quela obra de Darwin, como indica Bernal, "se publicóen una época en que su contenido fue mal entendi-do. El sector radical y anticlerical en la economíay la política lo consideró como una nueva imagende sus propias teorías dellaisser faire y del 'ayúdatea ti mismo'. Se consideró, por tanto, como unajustificación de todo lo que estaba ocurriendo enel mundo capitalista, de la despiadada explotacióndel hombre por el hombre y de la conquista de lospueblos menos avanzados por los más poderosos.Incluso la guerra podía justificarse por comparacióncon la Naturaleza, 'ensangrentada porlas garras ycolmillos de los más fuertes" (37). Bernal se estárefiriendo a las doctrinas del darwinismo socialque, apoyadas en fuentes diversas, como la obrade Vogt, E.O. Schmidt y Haeckel, en Alemania,de Spencer y Bagehot y, posteriormente, de Galton,en Inglaterra, de Worms y de Lapouge, en Francia,etc., reforzaron o apuntalaron el racismo, el clasis-mo, y contribuyeron a la delirante metafísica nietzs-cheana de finales de siglo. En Estados Unidos, porejemplo, Surnner (1840-1910) escribía que "losmillonarios eran el producto de la selección natural"(38), y J.D. Rockefeller, Sr., apuntaba que "Eléxito de una empresa no es sino el resultado de lasupervivencia de los mejores. Se trata sencilla-mente del funcionamiento de una ley de la natura-leza y del cumplimiento del designio de Dios" (39).Estas extrapolaciones sociales del darwinismo tu-vieron efecto, asimismo, en las ideologías imperia-les de los centros consolidados o en expansión, enlos racismos nazi y norteamericano respecto de loslatinoamericanos (40) y se prolonga, aún, en inves-tigaciones 'científicas' que prueban que los desór-denes mentales derivan de fallas genéticas heredi-tarias (41). Para el darwinismo social, las nocionesde "lucha por la existencia" y "supervivencia delos más aptos", aplicadas a las sociedades humanassugieren que la naturaleza dispone que los rnejordotados triunfarán en las situaciones competitivasy que este triunfo conducirá a un mejoramientocontinuo ... y por ello también implican que todoslos intentos de reforma social constituyen esfuerzospara remediar lo insalvable o irrecuperable y, sobretodo, que estos intentos de reforma interfieren ne-gativamente las leyes de la naturaleza y conducen,de esta forma, a la degeneración (42). Aunque estetipo de discurso tiene una antigüedad de por lomenos un siglo, a los latinos, centroamericanos ycaribeños nos resulta actualmente muy familiar enrelación a la sabiduría 'natural' de una economía

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en su proceso de descubrimiento e, incluso, habersido empleada como instrumento teórico (45). Sin-téticamente, para Engels, el dominio objetivo dela teoría darwiniana no requiere de las "gafas" malt-husianas.

Las relaciones que Engels establece sobre estacuestión son, sin embargo, más complejas. En lasnotas y fragmentos de Dialéctica de la naturalezacritica fuertemente la reducción del fenómeno dela diferenciación en especies a una lucha por laexistencia derivada de la sobrepoblación. Indicaque los fenómenos evolutivos están ligados, asimis-mo, a procesos migratorios y de modificación delmedio, así como a las determinaciones del inter-cambio sexual. Dice Engels: "De ahí que la 'adap-tación y herencia' de Haeckel puede llevar adelantetodo un proceso de evolución, sin necesidad de laselección y el malthusianismo" (46). Engels insisteen que el error de Darwin consiste en ligar la 'se-lección natural' con la 'supervivencia del más apto'-fraseología esta última creada por H. Spencer-indicando que en términos objetivos la selecciónpor presión de la superpoblación puede hacer sobre-vivir a los más fuertes en cierto sentido, pero queson débiles en otros. Igualmente señala que la se-lección por adaptación puede significar tanto unaregresión como un progreso. Finaliza diciendo, "Loprincipal: que cada progreso en la evolución orgá-nica sea al mismo tiempo una regresión, una evo-lución que fija una evolución unilateral y excluyela posibilidad de la evolución en muchas otras di-recciones" (47). Como se ve, lo que reclama Engelsa Darwin es una interpretación unilateral e ideoló-gica del principio de selección natural y su no com-prensión en términos de una dialéctica objetiva,científica. La nota siguiente, dedicada a la expre-sión 'lucha por la vida', nos aclara el sentido dela polémica engelsiana: "Toda la teoría darvinistade la lucha por la existencia no es más que eltraslado, de la sociedad a la naturaleza orgánica,de la teoría de Hobbes, de bellum omnium contraomnes (guerra de todos contra todos), y de la teoríaeconómica burguesa de la competencia, así comode la teoría malthusiana de la población. Una vezcumplida esta hazaña (cuya justificación incondi-cional, en especial a la que se refiere a la teoríamalthusiana, sigue siendo muy cuestionable), re-sulta muy fácil trasladar estas teorías, de vuelta,de la historia natural a la historia de la sociedad,y en conjunto demasiado ingenuo afirmar que conello estas afirmaciones han quedado confirmadascomo leyes naturales eternas de la sociedad" (48).Se trata, nuevamente, de la crítica de los supuestos

HELIO GALLARDO

que se rige exclusivamente por las leyes del mer-cado (privatización, reaganomics, neoliberalismo)y que condena enfáticamente toda eventual accióneconómica 'degenerativa' del Estado.

El que la relación Malthus-Darwin pudiese tener'efectos' en la consideración teórica engelsiana -cuestión que, como veremos, es enteramente infun-dada- puede surgir como sospecha, también, de-bido a que esta asociación sí produjo efectos nega-tivos en la Unión Soviética de la primera parte deeste siglo, desacreditando a Darwin (y favoreciendopor tanto un neolamarckismo que está en la basedel michurinismo y del lysenkismo) en función dela fuente y utilización burguesa de su pensamiento.Como corrientemente se atribuye a Engels una in-fluencia filosófico-científica -cualquier cosa queesto quiera decir- decisiva en el marxismo-leni-nismo (un invento ideológico del período stalinia-no), entonces podría ocurrir que en Engels encon-trásemos al menos la motivación del distancia-miento del pensamiento 'proletario' de la obra deDaiwin (43). Ahora, ya indicamos que esto no esasí. Engels distingue claramente entre el procesode descubrimiento -en el que tiene un lugar laideología sobre la población de Malthus- y elproducto teórico logrado por Darwin. Dice Engels:"Contra esta teoría darviniana, objeta el señor Dü-hring, que el origen de la idea de la lucha por laexistencia hay que buscarlo, como 10 confesó elpropio Darwin, en una generalización dé las ideasdel autor de la teoría económica de la población,Malthus, con 10 que comparte todos los vicios in-herentes a esta teoría malthusiana sacerdotal sobreel exceso de población. Pero a Darwin no se leocurre ni por asomo decir que el origen de la ideade la lucha por la existencia hay que buscarlo enMalthus. Lo que dice es que su teoría de la luchapor la existencia es ~la teoría de Malthus aplicadaa los mundos animal y vegetal. Y por grande quefuese el descuido de Darwin al aceptar, en su sim-pleza, tan a la ligera la teoría ma1thusiana, cual-quiera puede ver a primera vista que no hacen faltaalguna gafas malthusianas para percibir en la natu-raleza la lucha por la existencia, la contradicciónentre el número infinito de gérmenes que la natura-leza engendra tan pródigamente y la cantidad pe-queñísima de ellos que, en general, pueden madu-rar, contradicción que, en efecto, se resuelve, ensu mayor parte, en la lucha por la existencia, aveces extremadamente cruel" (44).

De modo que para Engels el producto teóricodarwiniano no contiene la ideología ma1thusiana,aunque ésta pueda haber servido como motivadora

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ENGELS y DARWlN

ideológicos de la teoría científica de la selecciónnatural y, también, de su resonancia y prolonga-ción ideológicos en el darwinismo social, o sea deltraspaso de las categorías 'selección natural-super-vivencia del más apto', eficaces en la comprensiónde un área de los fenómenos naturales, a la expli-cación, sin más, de los fenómenos histórico-socia-les, es decir como una forma del discurso de domi-nación de clase, extensión indebida de un pensa-miento que Engels podía considerar metafísico. Siconsideramos las polémicas del período, lo queestá aquí en cuestión es el materialismo históricoy, con él, la posibilidad de la transformación socialconsciente de la organización capitalista de la vida.Engels subraya claramente la distorsión ideológica:"Aceptemos por un momento la frase "lucha porla existencia", con vistas a la discusión. Cuandomucho, lo único que consigue un animal es recolec-tar; el hombre produce, prepara los medios parala vida, en el sentido más amplio de las palabras,que sin él la naturaleza no habría producido. Estoimpide todo traslado inmediato a la sociedad huma-na, de las leyes de la vida en las sociedades anima-les ( ... ) Aquí -donde los medios de desarrollo seproducen en escala social- ya son inaplicables porentero las categorías tomadas del reino animal"(49) y su efecto político: "La concepción de lahistoria como una serie de lucha de clases es yamucho más rica en contenido, y más profunda quesu simple reducción a fases, apenas distinguidasentre sí, de la lucha por la existencia" (50).

En su carta a F.A. Lange, un darwinista social,Engels reafirma su crítica del aparato y uso ideoló-gicos que entorpecen y bloquean no sólo la com-prensión y desarrollo científicos de las tesis de Dar-win, sino que impiden el conocimiento de los fenó-menos históricos y sociales y obstruyen y paralizan,por ello, la teoría revolucionaria: "También a míme sorprendió, la primera vez que leí a Darwin,la notable semejanza entre su descripción de la vidade las plantas y los animales y de la teoría maltthu-siana. Sólo que yo llegué a una conclusión diferentea la de usted, esto es, que nada desacredita más aldesarrollo burgués moderno que el no haber logradotodavía superar las formas económicas del mundoanimal. Para nosotros, las llamadas "leyes econó-micas" no son leyes eternas de la naturaleza, sinoleyes históricas que aparecen y desaparecen; y elcódigo de la economía política moderna, en la me-dida que ha sido confeccionado con recta objetivi-dad por los economistas, es para nosotros simple-mente un resumen de las leyes y condiciones enlas cuales únicamente la sociedad moderna

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burguesa puede existir: en una palabra, las condi-ciones de su producción e intercambio expresadasen forma abstracta y sumaria. También para noso-tros, en consecuencia, ninguna de estas leyes, encuanto expresa condiciones puramente burguesa, esmásantiguaque la sociedadburguesamoderna"(51).

Creemos que con todas estas referencias pode-mos cerrar tentativamente nuestra primera aproxi-mación a la relación Engels-Darwin con las si-guientes conclusiones:

a) Engels conoció la obra de Darwin y fue capazde reconocer y asumir su aporte teórico específicoy su significación para una comprensión materia-lista (en el sentido engelsiano) del mundo; desdeeste punto de vista, el pensamiento de Engels seinscribe teóricamente en el darwinismo del períodoy no en el lamarckismo;

b) la crítica de Engels a la teoría darwiniana seorienta hacia su carácter descriptivo, no explicati-vo, a lo que considera unilateral insuficiencia desu principio de "selección natural-supervivenciadel más apto" como causa de la variabilidad de losorganismos vivos, y atribuye estas deficiencias ala ausencia de conocimientos positivos, en el pe-ríodo , acerca de los mecanismos de la herencia;en estas condiciones, y siempre dentro del marcodel darwinismo teórico, Engels asume las tesiscomplementarias del principio de selección naturaldel darwinista alemán E. Haeckel: herencia (--)adaptación, y

e) el otro nivel de la crítica engelsiana se refierea los antecedentes ideológicos de la teoría darwi-niana y a la apropiación y resonancia de esta mismateoría como ideología burguesa de dominación através de las diversas variedades del darwinismosocial, incluyendo sus antecedentes en el materia-lismo vulgar (Büchner, Vogt, por ejemplo). Esteúltimo punto nos pone en relación con la preocupa-ción fundamental de Engels en la literatura queexaminamos: la significación teórica del materia-lismo histórico, o sea, de la teoría marxista de lahistoria.

La observación precedente nos pone directa-mente en contacto con la segunda aproximaciónque realizamos en este trabajo. Ella intenta respon-der a la inquietud: ¿cómo debe ser leído teórica-mente el artículo de Engels, El papel del trabajoen la transición del mono al hombre?

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Engels: significación teórica de "El papel deltrabajo en la transición del mono al hombre".

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Hemos indicado que el pensamiento de Engelsrespecto de las tesis evolucionistas que ganan te-rreno entre los naturalistas de la segunda mitad delsiglo XIX se ubica al interior de un darwinismo(Darwin-Haeckel) asumido críticamente por razo-nes teóricas -su unilateralidad debida principal-mente a la ausencia de conocimiento positivo sobrelos mecanismos de la herencia, en el período- ypolítico-ideológicas: su prolongación en el darwi-nismo social, tendencia ajena al pensamiento deDarwin pero que enfrentaba directamente el papelteórico del materialismo histórico - teoría de lahistoria marxista - y a su significación política: la,posibilidad y necesidad de la revolución so-cial.

Conviene especificar alguna información acercadel texto de Engels, El papel del trabajo en latransformación del mono al hombre. Fue escritoen 1876 como parte de un trabajo que llevaba portítulo Las tres formas fundamentales de esclavitud.Posteriormente, pasó a ser una sección de la Intro-ducción de un estudio que Engels pensó llamar Laesclavizacián del trabajador. Ninguno de estos pro-yectos, incluyendo El papel del trabajo ... , fue con-cluido. Este último, bajo la forma de un artículoindependiente no terminado, fue publicado reciénen 1896. Lo que interesa, sin embargo, destacar,de esta primera especificación, es que el texto seinscribe dentro de una temática histórico-social,no biológica o naturalista y que él fue publicadoun año antes de la muerte de Engels, es decir du-rante el período que se considera de divulgación,por su parte, de la novedad teórica del materialismohistórico.

En 1876, fecha en que Engels escribe este estu-dio.. Darwin ha publicado su Origen del hombre(1871), trabajo con el que ingresa, desde su auto-ridad teórica, a la controversia respecto de si el serhumano es un resultado de la evolución de losorganismos vivos o un caso especial de la Creación.Haeckel ha publicado ya también lo fundamentalde su obra teórica (Morfología general de los orga-nismos, 1866; Antropogenia, 1874; Historia natu-ral de la Creación, 1873). El punto central de la

controversia había sido difundido, desde el dann-nismo, por ejemplo, por· Huxley y el misHaeckel. El primero escribió, en 1863: "Podeconsiderar cualquier sistema de órganos y la co••paración de sus diferentes rasgos con los de la se -de los monos nos conduce invariablementemismo resultado: que las diferencias anatómique separan al hombre del gorila y del chimpancéson menores que las que separan al gorila de Imonos más inferiores" (52).

En su Origen del hombre, Darwin es, asimismopreciso sobre este punto: " ... podemos deducir queel hombre debe su origen a algún antiguo miembrodel sub-grupo antropomorfo ( ... ) Comparado conla mayor parte de las formas que más se le aproxi-man, vemos que es seguro que el hombre habráexperimentado una suma extraordinaria de modifi-caciones, refiriéndose principalmente al enorme de-sarrollo del cerebro y al hecho de su actitud vertical;pero, sin embargo, no debemos olvidar que el hom-bre 'no es más que una de las diversas formasexcepcionales de los Primates'" (53).

Puede señalarse que en sus aspectos naturalistas,El papel del trabajo en la transición del mono alhombre, de Engels; se inscribe plenamente en eldarwinismo del período, no sólo por su referenciadirecta al capítulo VI de la obra de Darwin, Elorigen del hombre: "Los primeros antecesores delhombre tenían, sin duda, cubierto el cuerpo porcompleto de pelos, siendo barbudos ambos sexos;sus orejas eran puntiagudas y movibles; estabanprovistos de una cola mal servida por músculospropios ( ... ) nuestros antecesores vivíari sin dudahabitualmente sobre los árboles, en algún país cá-lido, cubierto de bosques" (54), sino por la coinci-dencia, en el artículo de Engels y el libro de Darwin,en enfoques específicos como el papel de las manosy de la actitud vertical (Darwin, págs. 113-117),la aparición del lenguaje, el perfeccionamiento delos órganos vocales y su influencia sobre el cerebroy el pensamiento (Darwin, págs. 42-46), sobre lagestación de la religión (Darwin, págs. 53-54),etc .. Citemos sólo uno de estos aspectos para apre-ciar la similitud:

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ENGELS y DARWIN 373

escribe Darwin escribe Engels

"No hubiera alcanzado nunca el hombre su posición domi-nante en el mundo sin el uso de sus manos, instrumentostan admirablemente apropiados a obedecer su voluntad (... )Si es ventajoso para el hombre el tener libres las manos ylos brazos y el poderse sostener firme sobre sus pies (... )no veo ninguna razón para que no haya sido igualmenteventajoso a sus antecesores el erguirse siempre más y elconvertirse en bípedos( ... ) El uso libre de brazos y manos,en parte causa y en parte efecto de la posición vertical delhombre, parece haber determinado indirectamente otras mo-dificaciones de estructura ...•• (55).

La otra referencia naturalista, explícita y docu-mentada, que realiza Engels en su artículo remitea C. Fraas (El clima y el mundo vegetal a travésde los tiempos, una historia de ambos, 1847), aquien él y Marx consideraron darwinista antes deDarwin (57).

La cuestión naturalista, sobre la que podríanaportarse muchos más ejemplos de coincidencia no

lectura naturalista

I IEl papel del trabajo en la transición del mono al hombre

Desde luego, la primera clave carece de novedadteórica; el texto de Engels no es, desde este puntode vista, sino Darwin-Haeckel-Fraas. La segundalectura remite, en cambio, a la noción, fundamentalen la teoría marxista de la historia, de producciónde medios de vida humanos, y de esto es lo quefundamentalmente trata el texto de Engels.

Que la anterior lectura no es arbitraria lo prue-ban, por ejemplo, la referencia contextual no con-sumada a que hicimos referencia anteriormente y,en el texto, por ejemplo, su primer párrafo: "Eltrabajo es la fuente de toda riqueza, afirman losespecialistas en economía política. Y en verdad esla fuente, junto a la naturaleza, que le proporcionael material que convierte en riqueza. Pero es muchí-simo más que eso. Es la fundamental y primeracondición de toda existencia humana, y ello en talmedida que, en cierto sentido, debemos decir queel trabajo creó al hombre" (58). Este es el textoque abre el estudio de Engels. La temática es,

"Se entiende que si la marcha erguida entre nuestros velludosantepasados fue primero la regla, y luego, con el tiempo;una necesidad, deben de haber recaído sobre las manos,entre tanto, funciones distintas (... ) Aquí se advierte el granabismo que existe entre la mano no desarrollada, aun de losmonos más parecidos al hombre, y la mano humana, quecientos de miles de años de trabajo llevaron a una altísimaperfección (... ) Mano alguna de mono ha modelado nuncael más tosco cuchillo de piedra (... ) Pero la mano no existíasola, era apenas otro miembro de un organismo integral,muy complejo. Y lo que benefició a la mano, beneficiótambién a todo el cuerpo que servía" (56).

es aquí, sin embargo, decisivamente significativa.El punto central es cómo debe leerse teóricamenteel texto de Engels. Si nos remitimos, por comodi-dad didáctica, sólo a su título, encontramos al me-nos dos énfasis o claves de lectura: una naturalistay otra histórico-social. Podemos apreciar la dife-rencia de un modo gráfico:

lectura histórico-social

El papel del trabajo en la transición del mono al hombre

pues, el trabajo como medio de producción del serhumano (es decir como producción de medios devida especfficamente humanos). Todo el texto pro-sigue en esa línea. Indiquemos los núcleos másrelevantes: " .. .la mano no es sólo el órgano deltrabajo, sino también el producto del trabajo"(p. 139), " ... el desarrollo del trabajo ayudó porfuerza a unir los miembros de la sociedad entre sí,al incrementar los casos de ayuda mutua y de acti-vidad conjunta, y al poner en claro la ventaja deesta actividad conjunta para cada individuo .. Enuna palabra, los hombres en formación llegaron alpunto en que tenían algo que decirse. La necesidadcreó al órgano; la laringe no desarrollada del monose transformó con lentitud pero con seguridad, gra-cias a la modulación para producir otras modulacio-nes cada vez más desarrolladas, y los órganos dela boca aprendieron poco a poco a pronunciar unsonido articulado tras otro" (p. 140)(59). "Primeroel trabajo, y con él el lenguaje: estos fueron los

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3) un cierto grado de desarrollo productivomite la inversión (trastrocamiento):

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dos estímulos más esenciales bajo cuya influenciael cerebro del mono se convirtió poco a poco enel del hombre, que a pesar de toda su similitud esmucho mayor y más perfecto" (p.141). "Cientosde miles de años ( ... ) transcurrieron, sin duda,antes que la sociedad humana surgiera de una bandade monos trepadores de árboles. Pero al cabo apa-reció. ¿Y qué volvemos a encontrar con diferenciacaracterística entre la banda de monos y la sociedadhumana? El trabajo" (p.143), etc. (60).

De modo que la clave correcta para leer El papeldel trabajo en la transición del mono al hombrees la noción de 'producción de medios de vida'que supone una determinada base natural que En-gels toma de las ideas científicas más desarrolladasen la época, base que, sin embargo, no constituyeel aspecto central ni el objeto teórico del trabajo.Una frase del estudio nos liga con el objeto funda-

'mentaí del materialismo histórico: "El trabajo co-mienza con la elaboración de herramientas"(p. 142). Recordemos la referencia de Marx acercade Darwin: "Darwin llamó la atención hacia la his-toria de la tecnología natural, es decir hacia laformación de órganos de plantas y animales consi-derados como medios de producción para su vida.La historia de los órganos productivos del hombresocial, base material de toda organización, ¿no seríadigna de investigadores similares? ( ... ) La tecnolo-gía pone al desnudo el modo de acción del hombrerespecto de la naturaleza, el proceso de producciónde su vida material, y por consiguiente el origende las relaciones sociales y de las concepcionesintelectuales que de ellas derivan" (61). Así, eltexto de Engels contiene como referente teóricofundamental la concepción materialista de la histo-ria. Es desde ella que lee (o enlaza) el naturalismodarwinista con la producción específica de lo huma-no: la producción y apropiación de su vida me-diante el trabajo. Un punteo lineal de los principa-les núcleos discursivos del artículo de Engels nosmostrará, todavía con mayor claridad, este refe-rente teórico (62):

1) la mano es órgano y producto del traba-jo ~-->lenguaje

2) la sociedad (humana) está determinada porel trabajo: distinción entre economía de rapiña (ani-mal) y economía productiva (produce medios deproducción), humana; esta última conduce al domi-nio sobre el fuego a la domesticación de animalesy, finalmente, al cosmopolitismo ~-->cultura(s)

carácter dirigente de la mente++--> trabajo-~idealismo (filosofía.concepción del mundo)

4) animal (usa)#ser humano (domina) la naturaleza IIIel proceso de trabajo

Zser natural con conciencia

li

destrucci600ecológica

1trabajo -----> crítica del

capitalismo

socialismo

Una gruesa consideración cuantitativa nos sirvetambién para indicar el sentido del texto. El artículoconsta de 26 párrafos, de los cuales indisputable-mente 14 pertenecen a consideraciones histórico-sociales y 10 a aspectos naturalistas. Más importan-te, los párrafos histórico-sociales abren el texto (1)y lo dominan casi ininterrumpidamente desde sumomento medio hasta el final (13, 14, 15, 16, 17,18, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26).

Ahora, ¿por qué este interés teórico o intelectualde Engels? Desde luego, él es el primer divulgadordel materialismo histórico, pero el texto fue escritoantes de la muerte de Marx (1883) y precede aAntiDühring (1878), El origen de la familia, lapropiedad privada y el Estado (1884) y a LudwigFeuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana(1888). Su motivación parece ser, por tanto, máscoyuntural y remitir al enfrentamiento con el dar-winismo social que traspasaba las tesis naturalistasal campo de la comprensión de la sociedad y de lahistoria. Contra esta interpretación, Engels afirmael origen natural del ser humano, su carácter ani-mal, pero también y sobre todo su especificidadcultural (su producción mediante la producción demedios de producción, cuestión inadvertida porDarwin) , su carácter propiamente humano no re-ductible al mundo animal. De aquí, por ejemplo,su asociación entre las imágenes 'economía de ra-piña' (animal) y 'organización capitalista de la pro-ducción' y su prolongación en la destrucción ecológi-ea, enfrentadas todas ellas a las nociones de produc-ción de medios de producción, apropiación del carác-ter natural e histórico-social de la producción, socia-lismo. Estas cuestiones no son teóricamente

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ENGELS y DARWIN 375

darwinistas -ni antidarwinistas, puesto que no per-tenecen a su ámbito teórico-, sino histórico-socia-les, es decir configuran, entre otros, el objeto pro-pio del materialismo histórico. Es este objeto elque Engels delimita, sin negar el darwinismo teó-rico, sino desde él, en su artículo inconcluso Elpapel del trabajo en la transición del mono al hom-bre.

Hacer resaltar la determinación de los diversoscampos teóricos, el correspondiente a los naturalis-tas, y el específico del análisis histórico-social,resultaba, en la coyuntura, todavía más apremiante,puesto que incluso la obra de Darwin, El origendel hombre, posee contenidos que admiten una lec-tura desde el darwinismo social, con todos los efec-tos que el peso de una autoridad como Darwinpodía alcanzar en la polémica teórica e ideológica.Escribe Darwin, por ejemplo, derivando la sociabi-lidad humana directamente de los instintos socialesanimales: "Aunque el hombre, tal como existe ac-tualmente, tiene muy pocos instintos especiales porhaber perdido los que sus primeros ascendienteshubieron de poseer, no hay ningún motivo paraque no haya conservado de una época extremada-mente remota, algún grado de amistad instintiva yde simpatía para con sus semejantes. Hasta nosotrosmismos tenemos conciencia de que poseemos efec-tivamente sentimientos simpáticos de esta naturale-za, pero no sabemos apreciar si son instintivos (yaque su origen asciende a una gran antigüedad, comolos de los animales inferiores) o si los hemos adqui-rido cada uno en particular, en el transcurso denuestra infancia. Siendo el hombre un animal socia-ble, es probable también que ha debido heredaruna tendencia a ser fiel a sus compañeros, cualidadque es común a la mayor parte de los animalessociables. Podía poseer a la par alguna aptitud paramandarse a sí mismo, y tal vez para obedecer aljefe de la comunidad. Siguiendo una tendencia he-reditaria, podía estar dispuesto a defender a sussemejantes con el concurso de los demás y a ayu-darles de un modo que no contrariase su propiobienestar ni sus deseos" (63).

Pero la confusión teórico-ideológica de Darwinva todavía más allá, al asumir, por ejemplo, la tesisde Spencer sobre la heredabilidad de los valoresmorales (virtudes): "Nuestro gran filósofo HerbertoSpencer ha emitido recientemente su opinión sobreel sentido moral. Dice: 'Creo que las experienciasde utilidad, organizadas y fortalecidas a través detodas las generaciones pasadas de la raza humana,han producido modificaciones correspondientes,que, por transmisión y acumulación continuas, han

llegado a ser entre nosotros ciertas facultades deintuición moral, ciertas emociones correspondien-tes a una conducta justa o falsa, que no tienenninguna base aparente en las experiencias de utili-dad individual'. A mi modo de ver no se ofrece lamenor improbabilidad inherente al hecho de quelas tendencias virtuosas sean hereditarias, con ma-yor o menor fuerza (... ) Sólo por el principio dela. transmisión de las tendencias morales, podemosdamos cuenta de las diferencias que se cree existen,en este concepto, entre las diversas razas de lahumanidad" (64). El efecto ideológico ('teórico')de este tipo de argumentos era el de introducir enel ámbito de la comprensión de los fenómenos his-tóricos y sociales, en el ámbito de comprensión delo específicamente humano, un elemento exterior,equivalente a la Creación que Darwin había expul-sado del campo de comprensión de las característi-cas de los seres vivos. Ya se trate del instinto o dela 'herencia' natural de las virtudes (y vicios) mo-rales, nos encontramos ante un elemento o recursoque, extraído de su espacio de eficacia científica,se ideologiza, produciendo como efecto el bloqueoteórico en la comprensión de la historia, es decirde las formas mediante las cuales los seres humanosse han organizado para producir y distribuir susmedios de vida.

Estas notas que se han alargado ya demasiadono pretenden ser exhaustivas. Creemos haber mos-trado con claridad que, en general, la literaturaengelsiana asume el valor teórico, científico, de laobra de Darwin y que, particularmente su artículo,El papel del trabajo en la transición del mono alhombre, reproduce las tesis naturalistas del darwi-nismo de la segunda parte del siglo XIX. Creemoshaber indicado, también, que el esfuerzo de Engelstiene como eje la mostración del valor y especifici-dad teóricos del materialismo histórico, inclusopara comprender y diferenciar lo necesario de locasual en la teoría darwiniana con entera justicia.Un corolario directo de estas demostraciones esque el "caso Lysenko", vivido por la Unión Sovié-tica en este siglo, no posee como antecedente inte-lectual la crítica del darwinismo social o del malt-husianismo por parte de Engels y Marx, o su 'la-marckismo', y que su explicación debe buscarsemás bien al interior de la ideologización del ma-rxismo original bajo la forma de un marxismo-le-ninismo y en las específicas condiciones políticas(lucha de clases) de la URSS en el período. Queda,por desgracia, sin tocar, el efecto que estas reflexio-nes tienen para una comprensión de la dialéctica

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nuevas propiedades o caracteres adquiridos por los animales •las plantas bajo la influencia de las condiciones de vida puede.transmitirse por herencia (tendencia rnichuriniana, materialistay progresista, según la Academia), mientras que rechazaba comoidealista y reaccionaria la que llamó tendencia mendelista-mor-ganista, es decir la que se apoyaba, mejor o peor, en el desarrolloteórico y práctico de la ciencia genética durante este siglo. Lainfluencia de las opiniones de Lysenko durante el período 1930-1960 significaron para la Unión Soviética un considerable re-traso para su escuela de investigación genética y dramáticascatástrofes agrícolas.

(3) C. Darwin: El origen de las especies, págs. 7-16. Ensu Mankind Evolving, Dobzhansky subraya la ausencia en estasmenciones de Eduardo Blyth quien, entre 1835-37, anticipó lasideas de Darwin (op.cit., p.131).

(4) Cfr. Dodson y Dodson: Evolution. Process and Product,cap.6. También Dobzhansky, op.cit. págs.2-4.

(5) Cfr. Abbagnano: Diccionario de Filosofía, p.479. Elpunto supone una teleología.

(6) C. Darwin, op.cit., p.8.(7) J. Hemleben: Darwin, p.104. A.R. Wallace (1823-

1913) es el biólogo inglés coautor de la teoría de la evolu-ción.

(8) En las referencias de Engels: The Descent of Man, andSelection in Relation to Sex, Londres 1871, y On the Origin o/Species by Means 01Natural Selection, or the Preservation 01Favoured Races in the Strugle for Life, Londres 1859.

(9) C. Darwin:EI origen del hombre, págs. 94- 98.(lO) tu«, págs. 118-119.(11) lbid., págs. 125-126. Para una síntesis de estas opíníe-

nes, recurrentes en toda la obra, puede verse la p.127.(12) C. Darwin: El origen de las especies, p.I40.(13) tua., p.145.(14) ua., págs. 193-194.(15) Ibid., págs. 502-503.(16) Los principales trabajos de Lamarck son Filosofía zoo-

lógica, publicado en 1809, Y la Historia natural de los animalesinvertebrados (1815-1822). Como no tenemos acceso a sustextos originales reseñamos aquí su pensamiento siguiendo aEdward y Peter Dodson, Abbagnano y Berna!.

(17) C. Darwin: El origen de las especies, p.135. El textode Darwin contiene o sugiere, asimismo, una noción de 'progre-so' (adaptación) biológico que no implica una teleología, peroque puede ser también leído desde la ideología filosófica de laépoca (ss. XVIII y XIX, en particular Spencer) como necesarioperfeccionamiento constante. Esta última noción, objetivamenteantidialéctica, es rechazada por Engels (Cfr., por ejemplo, Elpapel del trabajo en la transición del mono al hombre,p. 141).

(18) Ibid., p. 435 .(19) ¡bid., p. 21.(20) Marx-Engels: Obras Escogidas, t. 7, p. 366.

HELIO GALLARDO

de casualidad y necesidad en la literatura engelsia-na, cuestión cuyo tratamiento objetivo excede conmucho las posibilidades de estas notas.

BmLIOGRAFIA

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derno), Mensajero, Bilbao, España 1974.Marx, Carlos-Engels, Federico: Obras Escogidas, 8 vols.,

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NOTAS

(1) G. Dobles: ELstatus gnoseológico del materialismo dia-léctico en F. Engels.

. (2) En 1948, T.D. Lysenko, Presidente de la AcademiaLenin de Ciencias Agrícolas de la URSS, hizo aprobar a estaacademia una resolución que señalaba que la idea de que las

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ENGELS y DARWIN 377

(21) Marx-Engels, op.cit., t.6, págs. 63---M. Más adelante,en el párrafo siguiente, Engels indica que Dühring es un darwi-Dista vergonzante y un lamarckiano explícito.

(22) Engels: Dialéctica de la naturaleza, p.34. Los cienaños se refieren a la publicación, por parte de C.F. Wolf, en1759, de La teoría de la generación, en donde se atacaba ladoctrina de la inmovilidad de las 'especíes.

(23) Marx-Engels, op. cit., t.7, p.13!.(24) Ibid., págs. 379-380. Véase, asimismo, Engels: Dia-

lictica de la naturaleza, p.159.(25) Marx-Engels, op.cit., t.6, p.59. Un Diccionario de

Filosofía, el del Saber Moderno, trae, curiosamente, una des-cripción semejante a la que realizó Engels. Sólo que el diccio-nario se editó en 1974 (véase, p.86, darwinismoi.

(26) Ibid., p.60.(27) Véase p.S02, por ejemplo.(28) Marx-Engels, op.cit., 1.6, p.63.(29) Ibid., p.6!.(30) Ibid.,(31) Idem. Sobre Ernesto Haeckel escribió Darwin: "Los

que quieran darse cuenta de lo que alcanza a descubrir un talentoingenioso, aliado a una ciencia profunda, pueden consultar lasobras del profesor Haeckel" (El origen del hombre, p.I77).

(32) Marx-Engels, op.cit. t.6, p.63.(33) C. Darwin: El origen de las especies, p.43S. Dicho

sea, de paso, este es el materialismo al que se adhiere Engels,un principio heurístico, positivo, y no una doctrina filosófica.

(34) Cfr. Del socialismo utópico al socialismo científico,p.304; Cartas a Lange (29-III-1865) y a Marx (28-V- 1876),y, desde luego, en Dialéctica de la naturaleza (véase especial-mente p.159) y específicamente en el artículo "El papel deltrabajo en la transición del mono al hombre". Marx también serefirió al Origen de las especies ... como "el libro que contienela base, en la historia natural, de nuestras concepciones" (t.8,p.llO). En el primer volumen de El capital remite a Darwinpara enfatizar que "Cuando el mismo órgano tiene que efectuardistintos trabajos, no es raro que se modifique" (p.337) y, másimportante, para indicar que "Darwin llamó la atención haciala historia de la tecnología natural, es decir hacia la formaciónde órganos de plantas y animales considerados como mediosde producción para su vida" (p.362). Marx relaciona esta preo-cupación con su propia aportación teórica: el materialismo his-tórico.

(35) E. Dodson y P. Dodson: Evolution. Process and Pro-duct, p.lll. Los otros períodos considerados son el Agnóstico(1903-1937), marcado por los trabajos genéticos de Mendel,Johannsen y de Vries, y el de Síntesis Moderna, iniciado conla publicación de la obra de T. Dobzhansky: Genetics and theOrigin o/ Species, en 1937.

(36) Cfr. Dialéctica de la naturaleza, págs. 181; 202-203.En esta última dice: "Cuando las ciencias naturales orientan susesfuerzos a buscar la materia uniforme como tal, a reducir las

diferencias cualitativas a diferencias puramente cuantitativas enla combinación de partículas menores idénticas, hacen lo mismoque cuando exigen ver el fruto como tal, en lugar de cerezas,peras, manzanas, o el animal como tal, en lugar de gatos,perros, ovejas, etc.( ... ) La teoría darwiniana exige ese mamiferoprimitivo, el protomamífero de Haeckel, pero al mismo tiempodebe admitir que si este protomamífero contenía en sí mismo,en germen, todos los mamíferos existentes, tenía en verdad unrango inferior al de todos los mamíferos existentes y primitiva-mente toscos, y por lo tanto era más transitorio que cualquierade ellos". Véase también la p.216.

• (37) J.D. Bernal: Historia social de la ciencia, t.l,p.SI2.El comentario de Bernal es muy piadoso. La teoría de Darwin'tenía' que resonar así en la 'espiritualidad' burguesa.

(38) Citado por Dobzhansky: Mankind Evolving,p.12.

(39) Ibid., p.12.(40) Ibid., p.l3.(41) Un cable en la prensa informa que recientemente los

esposos Comings, biólogos norteamericanos, sobre la base deexperiencias parciales, intentaron revivir las tesis según las cua-les las disfunciones sociales (alcoholismo, compulsion en elcomer, depresión, hiperactividad, etc.) tienen su origen en fallasgenéticas hereditarias, asunto que remite a principios del siglocuando la ociosidad, la prostitución y la criminalidad se atribu-yeron a causas innatas, "genes malos", tesis cuyas implicacionescriminales fueron entusiásticamente practicadas por el nazismo(Cfr. La Nación, 19-12-1988).

(42) Dobzhansky, op.cit., p.l33. En el período, por tanto,el darwinismo social era obviamente antisocialista.

(43) De hecho, y por ejemplo, la Historia de la Filosofíade M.A. Dynnik, un texto soviético 'clásico', enfatiza comodefectos de la teoría darwiniana su no enfrentamiento con elsentido común burgués, o sea el compartir los prejuicios contrael materialismo y el ateísmo (sic), la aceptación de la teoríareaccionaria y anticientífica de Malthus, su dialéctica precariay el carácter 'ideal' de sus categorías (Dynnik, op.cit., págs.204-205, t.2). Señala específicamente Dynnik: "Las ideas malt-husianas proporcionan base al "darwinismo social" y al weisma-nismo-morganismo. También se apoya en el malthusianismola insensata propaganda de los racistas de nuestro tiempo"(op.cit., p.I77).

(44) Marx-Engels, op.cit. t.6, págs. 59-60.(45) D.Lecourt, en su Introducción al "Caso Lysenko",

realiza esta misma observación (p.23), pero no la remite aEngels, como hubiera correspondido.

(46) Engels: Dialéctica de la naturaleza, p.244. Existe tam-bién en Engels una tendencia a buscar el origen de las variacionesvitales en la química orgánica. Véase AntiDühring: Filosofíade la naturaleza. El mundo orgánico. En Dialéctica ... existen,asimismo, muchas alusiones a este punto.

(47) Idem.

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(56) Engels: "El papel del trabajo ... ", en Dialéctica de 11I

naturaleza, págs. 138-139.(57) Marx-Engels, op.cit., 1.8, p.I99.(58) Engels: El papel del trabajo en la transicián del mono

al hombre, p.139.(59) Sobre este punto escribe Darwin: " ... el lenguaje debe

su origen a la imitación y a la modificación, ayudada con signosy gestos de diversos sonidos naturales, de las voces de otrosanimales, y deJos gritos instintivos del hombre mismo( ... )Ejercitada cada vez más la voz, los órganos vocales se habránrobustecido y perfeccionado en virtud del principio de los efectoshereditarios del uso; lo que a su vez habrá influído en la potenciade la palabra" (El origen del hombre, p.45).

(60) Para sobreabundar en pruebas puede verse la síntesisque sobre la temática específica de El papel del trabajo ... realizaEngels en cuatro párrafos largos en la Introducción a Dialécticade la naturaleza (págs. 36--38).

(61) Marx-Engels, op.cit., t.I, p.362.(62) Obviamos aquí el párrafo de apertura al que ya nos

hemos referido.(63) C. Darwin: El origen del hombre, págs. 64-65.(64) tua., págs. 81-82.

HELIO GALLARDO

(48) Ibid., págs. 244-245. Esta dura crítica contrasta consu total aceptación del aporte científico de Darwin: "Por muchasque fuesen las transformaciones por las cuales esta teoría (deDarwin) pase todavía respecto de los detalles, en lo fundamentalya solucionó el problema en forma más que adecuada ( ... )Gracias a ello, no sólo resulta posible explicar la variedad exis-tente de productos orgánicos de la naturaleza, sino que ademásexiste ahora la base para la prehistoria de la mente humana,para seguir los rastros de las distintas etapas de su desarrollo,desde el simple protoplasma( ... ) de los organismos inferiores,hasta el cerebro humano pensante" (Dialéctica de la naturaleza,p.159).

(49) lbid., p.245. El último énfasis es nuestro.(50) Idem.(51) Marx-Engels, op.cit., 1.8, p.168. Las formas económi-

cas del mundo animal son las que Engels va a llamar "economíasde rapiña". La economía burguesa es, alegóricamente, una deellas (Véase Dialéctica de la naturaleza, p.38, y "El papel deltrabajo ... ", p.147).

(52) T.H. Huxley: Testimonios de la posicián del hombreen la naturaleza, citado por Hernleben, op.cit., p.127.

(53) C. Darwin: El origen del hombre, p.17!. Véase tam-bién el cap. 1, p.23.

(54) Ibid., p.180. Compárese con la referencia que haceEngels en Dialéctica de la naturaleza, p.138, segundo párrafo.

(55) Darwin: El origen del hombre, págs. 116--119.

Helio GallardoEscuela de Filosofía

Universidad de Costa Rica