FMS SPAG Cahiers 31:Layout 1 - Marist Brothers · Jean-Jacques Gallet de Montdragon es el señor...

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  • ÍNDICE DE MATERIAS

    EDITORIAL

    André Lanfrey, fms........................................................................................... 3

    ESTUDIOS

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del ImperioAndré Lanfrey, fms ................................................................................... 5

    II. La vida material de los Hermanos en LavallaAndré Lanfrey, fms................................................................................. 55

    III. De Lavalla a l’Hermitage : crisis inicial y lenta mutación materialAndré Lanfrey, fms............................................................................... 109

    IV. Lavalla y los Hermanos Maristas de 1825 a nuestros díasLouis Vibert, fms.................................................................................... 135

    COMPLEMENTO

    El retrato Champagnat de Ravery de N.D. de l’HermitageJean Roche, fms.......................................................................................... 169

  • FMS CUADERNOS MARISTASN° 31 AÑO XXIII 2013

    Responsable de la redacción: Comisión de Patrimonio

    Director técnico:Alberto I. Ricica S., fms

    Colaboradores de este número:André Lanfrey, fmsLouis Vibert, fmsJean Roche, fms

    Tradutores : Moisés Puente, fmsTony Aragón, fmsGabriela ScanavinoEdward Clisby, fmsMario Colussi, fmsRalph Arnell, fmsCharles Filiatrault, fmsAfonso Levis, fmsSalvador Durante, fmsMiro Reckziegel, fmsAloisio Kuhn, fms

  • Como la Comisión de Patrimonio, en-cargada de redactar los CuadernosMaristas, ha llegado al final de su man-dato y el nuevo equipo no está aún enactividad, nos ha parecido útil elabo-rar un Cuaderno Marista, en ciertomodo transitorio, para no interrumpiruna publicación que mantiene casi re-gularmente un número cada año.

    Advertirán los lectores que estecuaderno está dedicado fundamen-talmente a La Valla. Se trata de untema un poco arriesgado pues todoMarista, durante su formación, hallegado a conocer diversos aspectossobre la cuna del Instituto; numero-sos escritos se han publicado sobreeste tema e incluso un gran númerode hermanos y de laicos han visitadoeste lugar.

    En un intento de no volver a contarcosas ya conocidas, dos vías nos pa-recían posibles: presentar un balancede los trabajos realizados o intentaruna aproximación al tema de forma

    distinta. Hemos optado por esta se-gunda vía para trabajar, en ciertomodo, en la periferia de la historiamarista. Presentaremos pues La Vallay su región antes de la llegada deChampagnat; luego la vida de comu-nidad en sus aspectos más realistas;por fin, la transición problemática dela casa de La Valla a la del Hermitage.El H. Louis Vibert, miembro de la co-munidad actual de La Valla, hará deenlace entre los inicios y el día de hoy.

    A lo largo de diferentes artículosestudiaremos de forma bastante sis-temática los documentos de conta-bilidad y los registros de toma dehábito y de profesiones, legados porel P. Champagnat y presentados deforma muy accesible por el H. PaulSester con la publicación: Origen delos Hermanos Maristas, en 2011.

    Un artículo del H. Jean Rochesobre los retratos del P. Champag-nat, nos situará en la continuidad delnº 29 de Cuadernos Maristas.

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    EDITORIAL

    André Lanfrey fms

  • I.LAS REVUELTAS POPULARES DE LA REVOLUCIÓN Y DEL IMPERIO

    E S T U D I O S

    André Lanfrey fms

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    1. LA REGIÓN DE SAINTCHAMOND A FINALESDEL ANTIGUO RÉGIMENY BAJO LA REVOLUCIÓN

    Ordenado sacerdote a finales de ju-lio de 1816, Marcelino Champagnates destinado al pueblo de Lavalla, enla ladera del macizo del Pilat, quedomina el valle del Gier y la ciudad deSaint Chamond, próxima a SaintEtienne. Con su llegada en agosto,entra a formar parte de la historia deun territorio que ha conocido gran-des revueltas: las de la Revolución(1789-1799), ya relativamente anti-guas, aunque de impronta profunda,y la invasión extranjera en 1814 y1815, con huellas más recientes y deotra naturaleza.

    1.1. Saint Chamond y su territorio1

    Desde 1768 hasta la Revolución,Jean-Jacques Gallet de Montdragon

    es el señor del marquesado de SaintChamond (la ciudad más Izieux, SaintJulien, Saint Martin) y del señorío deThoil-Lavalla que asciende hasta elBessat, así como de Doizieu, otro va-lle de la ladera de los montes del Pi-lat. Aunque la Revolución suprime es-tas antiguas divisiones feudales, loshabitantes de Saint Chamond consi-deran los municipios de Lavalla y deDoizieu como su propiedad dondetienen el derecho a buscar su sub-sistencia. En resumen, el pueblo,nuevo soberano, deseará constituir-se en heredero de las antiguas pre-rrogativas señoriales.

    1.2. Mucha industria.Una agriculturabastante pobre

    Al inicio de la Revolución, la aglo-meración de Saint Chamond cuentacon 9125 habitantes, Doizieu 1625 yLa Valla 1675. Las actividades eco-nómicas son variadas. En primer lu-

    1 La fuente principal, la constituye el libro de Lucien Parizot: La Révolution à l’œil nu. L’exemple du Lyon-nais vécu à Saint Chamond et en Jarez, Ediciones Val Jaris, Saint Chamond, 1987. Aunque exprese a ve-ces opiniones no bien fundamentadas, presenta una descripción detallada de esta pequeña región.

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    6 I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio

    fms Cuadernos MARISTAS

    gar, la fabricación de clavos, cuyosprincipales productores son los her-manos Neyrand, futuros bienhechoresde Champagnat. El carbón que afloraen varios lugares y su explotación,aunque anárquica, proporciona milesde toneladas al año. La elaboración decintas está muy extendida en la ciudady en el campo. Por fin, una decena demolinos trabajan los hilos de seda.

    La economía rural está menos fa-vorecida: el suelo, ingrato, está so-metido a las sequías. La Valla y Doizieuposeen terrenos con fuertes pen-dientes, donde se cosecha poco trigoy bastante centeno para el suministrode la población y para la venta. El fo-rrage es abundante en la cuenca su-perior del Gier y los grandes bosquesde coníferas suponen una riqueza po-tencial, especialmente en Lavalla, don-de el bosque es municipal. Sin em-bargo, en realidad no aporta mucho alser expoliado de forma sistemática. Lafabricación de clavos, la elaboración decintas y la artesanía de la madera sonun buen recurso para los campesinosde Lavalla y de Doizieu.

    1.3. Entorno religioso

    En las fechas previas a la Revolu-ción, Saint Chamond es una pequeñaciudad que cuenta con tres parroquias:– Saint Ennemonde, cuyo vicario es

    Julien Dervieux, futuro bienhechorde Champagnat.

    – Notre Dame, dirigida por el pá-rroco Antoine Flachat (1725-1803),con tres vicarios y una sociedadde cuatro sacerdotes habituales2.

    – Saint Pierre, con el párroco An-toine Chaland (1732-1804), tres vi-carios y una sociedad de sietessacerdotes habituales.

    En cuanto a los religiosos y reli-giosas:• Capuchinos: 6 religiosos y 9 her-

    manos.• Ursulinas: 34 religiosas.• Mínimos: 4 religiosos y la cole-

    giata Saint Jean-Baptiste.

    El Hospital, gestionado por un con-sejo de diez miembros, tiene su ser-vicio atendido por 8 ó 10 “Hermanasde Saint Joseph”3 . “La Charité”, fun-dado en 1764 por el párroco Flachat,acoge a pobres, ancianos y niños de8 a 15 años. Las chicas devanan laseda y los muchachos fabrican clavosbajo la dirección de una decena de“Hermanas de Saint Joseph”.

    Algunas “escuelitas para pobres”parecen languidecer. Sin embargo, lasUrsulinas, los sacerdotes habitualesde las parroquias y las “Hermanas deSaint Joseph” constituyen un entornoeducativo y caritativo importante parauna época en el que el catecismo y porende la lectura están muy presentes,aunque de manera difusa o en estruc-turas que no se denominan escuelas.

    2 Los sacerdotes habituales son originarios de la parroquia. Desarrollan en ella actividades cultura-les, caritativas o instructivas bajo la autoridad del párroco.

    3 No son miembros de una congregación pero están adscritas al hospital. Se trata de mujeres piadosas.

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    Por fin, existen las cofradías: la delos “ribandiers” fabricantes de cintas,la de los “passementiers”, tejedoresartesanales y la de los “mouliniers”,hiladores de la seda. Son cofradías deprofesiones con influencia de la reli-gión bastante difusa. Por el contrario,los penitentes del pendón erguido dela parroquia de Saint Pierre y los pe-nitentes del Santísimo Sacramento deNotre Dame son cofradías con de-vociones más rigurosas. Ambas dis-ponen de una capilla particular queservirá para las asambleas y los clubsdurante la Revolución.

    Todo este entorno religioso, a lavez social y cultural, será fuertemen-te desestabilizado por la Revoluciónaunque su resurgimiento parece ha-ber sido rápido.

    1.4. Valoración socio-económica

    En los planos económico y social,el pago del impuesto directo, el canonseñorial, es un buen indicador. Antesde la Revolución, en Saint Chamond,sobre los 1251 hogares con que cuen-ta el municipio, 43 son privilegiados yno pagan el impuesto directo; 531 ho-gares están sujetos a canon y 627,demasiado pobres, están exentos. EnDoizieu, municipio limítrofe con La-valla4, en 1772, el 5% de los hogaresson considerados ricos, el 20%, aco-modados y el 50%, tenidos por de-masiado pobres, no pagan impuesto.

    La proporción debe de ser bastanteparecida en Lavalla.

    La Revolución cambiará poco estaestratificación social revelada por lafiscalidad. Es verdad que en SaintChamond existe una burguesía gran-de y pequeña y un proletariado ur-bano masificado en el que la Revolu-ción reclutará a sus fanáticos. En elcampo, la vida parece menos preca-ria para los pobres y los ricos son es-casos. Esta situación será un ele-mento importante en la oposición‘ciudad–campo’ bajo la Revolución.Saint Chamond estará dominado porel Jacobinismo, pero el medio ruraldel entorno, sobre todo La Valla,ofrecerá resistencia.

    1.5. Una cronología localde la revolución

    No vale la pena complicarse conuna cronología compleja de la Revo-lución pues, aunque sus repercusio-nes sean profundas en casi todos loslugares de Francia, solo ciertos acon-tecimientos merecen ser destacados.

    A partir de 1788, se preparan losEstados Generales y se redactan loscuadernos de reclamaciones5 convistas a la reforma del reino. El año1789 es particularmente rico en acon-tecimientos: revolución política deVersalles en junio, transformación delos Estados Generales en AsambleaNacional Constituyente y asalto a labastilla de París el 14 de julio.

    4 Parizot Lucien, La Révolution à l’œil nu. L’exemple du Lyonnais vécu à Saint Chamond et en Jarez,Val Jaris, Saint Chamond, 1987, p. 22.

    5 Clero, nobleza y tercer-estado elaboran por separado la lista de las reformas que desean.

  • Este último acontecimiento susci-ta en la mayor parte de Francia un“Gran Miedo”; grupos de bandidosvendrían para aniquilar a las pobla-ciones. Se toca a rebato, se reúne avoluntarios para defenderse, muchosse ocultan… Finalmente, se dan cuen-ta de que solo era un rumor. El 28 dejulio, Saint Chamond es uno de los epi-centros de este ‘Gran Miedo’ y Lavallatampoco se libra de él. A partir de estemomento se instala una semi-anar-quía que las nuevas autoridades ape-nas llegarán a reprimir, a pesar de or-ganizar en cada municipio una miliciapopular: la Guardia Nacional. En el Pi-lat, el bosque municipal de Lavalla ylos bosques de Chartreux, converti-dos en bienes nacionales, son siste-máticamente saqueados.

    Como la cosecha de 1789 ha sidomuy escasa, en la primavera de 1790Saint Chamond carece de pan y lapenuria se instala hasta 1791. El ham-bre y el miedo a tener que padecer-lo serán motivos fundamentales ypermanentes de la Revolución, pueslas clases populares están dispues-tas a sublevarse a favor de quien pro-mete pan o que denuncia a los res-ponsables de su escasez.

    La Constitución Civil del Clero, dic-tada el 12 de julio de 1790, crea confu-sión, pues ha sido fijada sin acuerdocon Roma. La mayoría de los sacer-dotes de Saint Chamond aceptan el ju-ramento constitucional con o sin res-tricciones. Pero cuando el Papa con-dena la Constitución Civil el 10 de mar-zo de 1791, un gran número de ellos seretracta. Clero y pueblo se dividen:

    unos a favor de la Iglesia constitucio-nal; otros por la Iglesia refractaria.

    La guerra declarada en abril de1792, impone alistamientos de soldadospero nadie quiere incorporarse. El pro-blema de los reclutas opuestos al ser-vicio militar comienza a plantearse en1793. Solo acabará con el Imperio en1814. Lavalla se distingue especialmen-te por su oposición a esta obligación yse convierte en refugio de desertores.Los bosques espesos, el relieve acci-dentado y la complicidad de los habi-tantes impiden toda represión eficaz.

    El rey Luis XVI es guillotinado el 21de enero de 1793 y la Revolución seconvierte en tragedia a partir de mayo-junio de 1793. En París, los extremis-tas jacobinos consiguen el 2 de junioaniquilar al partido moderado: los Gi-rondinos o federalistas. Sin embargo,en Lyon, desde el 29 de mayo, los Ja-cobinos de Chalier son vencidos porlos moderados y poco a poco Lyon sedesliza hacia la confrontación abiertacon París. Para asegurarse el apoyode la región cercana y abastecerse dearmas en Saint Etienne, especializadaen armamento, los lioneses envían tro-pas que ocupan Saint Chamond e ins-talan una municipalidad de su partido,mientras que los Jacobinos, manda-tarios hasta entonces de la ciudad, seretiran a los bosques del Pilat.

    Los lioneses sin embargo, no pue-den mantenerse y los ejércitos revo-lucionarios se dirigen hacia Lyon. LaConstituyente ha enviado a la regióndel Loira, como representante enmisión para ejercer poderes dictato-

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio8

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    riales, a un canalla llamado Javoguesque aterroriza el departamento e im-pone una movilización de los hom-bres de 18 a 35 años para que se di-rijan al asedio de Lyon. Los guardiasnacionales de Saint Chamond y de losmunicipios vecinos acamparán enSaint Genis-Laval bastante contentosal parecer, por la perspectiva de sa-quear Lyon, ciudad que se rendirá aprincipios de octubre. De inmediatocomienzan los fusilamientos y lasmatanzas. Entre el 27 de noviembrede 1793 y el 3 de mayo de 1794 ten-drán lugar 1684 ejecuciones.

    En Saint Chamond, los extremistashan retomado el poder y el club de ja-cobinos se ha reorganizado. La jus-ticia revolucionaria del Loira ha insta-lado su tribunal y la guillotina enMontbrison, capital administrativa deldepartamento. Pero esta política san-guinaria y las confiscaciones le alejandel pueblo. Por otra parte, la ley demáximos que fija los precios y fun-ciona desde septiembre del 93 a di-ciembre del 94 no estimula el co-mercio, tanto más cuanto que loscampesinos son pagados con “as-signats”, papel moneda muy depre-ciado. Así pues, dejan de vender y sededican al mercado negro.

    A la represión se añade la des-cristianización impulsada por Fouchéy Collot d’Herbois, los verdugos deLyon, a partir de noviembre de 1793.Los sacerdotes, incluso los constitu-cionalistas, están obligados a devolversus acreditaciones, las iglesias sondespojadas de sus ornamentos y desus campanas; los sacerdotes re-

    fractarios, hasta entonces bastantetranquilos, deben ocultarse y celebrarel culto en lugares distintos. Para lasautoridades de Saint Chamond, La Va-lla presenta la mayor resistencia a ladescristianización. La animosidad con-tra Saint Chamond alcanza su mayorgrado y la población vive en el temorconstante a las expediciones de losenergúmenos de la ciudad.

    La caída y ejecución de Robespierreen julio de 1794 (9 thermidor) no acabancon el terror. El párroco de La Valla, JeanGaumont, detenido en agosto en el Pi-lat, es condenado a muerte y ejecuta-do el 2 de septiembre de 1794.

    Dicha caída ha quebrado no obs-tante, el nervio de la Revolución. Enadelante, los revolucionarios ya solopiensan en mantener el poder con laayuda de un ejército que les propor-ciona recursos procedentes del saqueode Europa. En el interior de Francia, rei-na la anarquía con golpes de Estado, yasea contra los jacobinos o contra los re-alistas que levantan de nuevo la cabe-za. En 1795-96 hace estragos, princi-palmente en Lyon y en Saint Etienne, un“terror blanco” (realista) que asesina aantiguos jacobinos entre los que figu-ra Ducros, primo de Jean-BaptisteChampagnat, padre de Marcelino. Elgolpe de Estado de fructidor, en sep-tiembre de 1797, impone de nuevo el te-rror contra el clero y los realistas, aun-que sin resultados en el sector deSaint Chamond. En realidad, una granparte del territorio francés se sustrae ala autoridad de un poder completa-mente desacreditado. El golpe de Es-tado del 18 de brumario de Bonaparte

  • 6 La copia se ha conservado en la biblioteca de Saint Etienne. El original parece haber desaparecido. 7 El censo de 1815 cita a cuatro Champalier como fabricantes de paños, sin duda de la misma familia. 8 Esta es tal vez, la fecha del final de la redacción del manuscrito. Como el relato apenas sobrepasa

    el año 1814, cabe preguntarse si una parte no se habrá perdido.

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio10

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    (finales de 1799) interviene en unaFrancia cansada de tantos desórdenes.

    El Consulado (1800-1804) y luegoel Imperio (1804-1814) restablecen laseguridad y la autoridad del Estadopero el reclutamiento y el despotismose muestran cada vez más insopor-tables. Las invasiones de 1814 y 1815ocasionan de nuevo toda clase de ex-propiaciones, de revueltas y una lar-ga ocupación de Francia.

    2.LAVALLA BAJO LA REVOLUCIÓN Y EL IMPERIOLas Memorias de Jean Louis Barge

    Jean Galley, historiador de la regiónde Saint Etienne de finales del s. XIX,copió en marzo de 1897 dos cuader-nos de las memorias de Jean LouisBarge, comunicado realizado por elsobrino del antiguo notario de Lavalla,M. Thibaud6, que nos ofrecen un re-lato, a la vez pintoresco y detallado dela historia del pueblo de La Valla.

    2.1. Un autor poco habitual

    Nacido el 24 de agosto de 1762 enLavalla, J. L. Barge es hijo de Pierre Bar-ge, sastre y de Antoinette Champalier,de una familia de comerciantes depaños de La Valla7. En la fecha de sumatrimonio, el 4 de junio de 1787, él mis-

    mo tiene esta profesión. Se casa conAnne Préher, hija del difunto notario deLavalla. Los cuatro testigos del matri-monio son sastres, fabricantes de cor-dones o de paños. Solo uno no sabe fir-mar. Jean-Claude Barge no es pues uncampesino sino más bien alguien liga-do al mundo del artesanado y del co-mercio textil con domicilio en Lavalla. Sumatrimonio con la hija de un notario de-nota que goza de cierta instrucción y deuna situación honorable. Sin embargo,cuando muere a los 90 años, el 8 deenero de 1853, se le declara labrador yya no vive en el pueblo sino en la aldeade Surchette (hoy día Serchette) don-de posee alguna propiedad. Su certifi-cado de defunción nos aclara el pro-cedimiento, gracias al cual el manus-crito ha podido llegar a nosotros, puesuno de los declarantes es Louis Thi-baud, notario de Lavalla, entonces con53 años, que ha conservado el ma-nuscrito publicado más tarde por su so-brino. Distribuido en 57 capítulos, abar-ca los años 1789-1815, revelándonos ungran número de acontecimientos lo-cales de esta época turbulenta.

    Por otra parte, Barge es conscien-te de haber atravesado un periodo ex-cepcional ya que titula su memoria:“Apuntes de los principales sucesosacaecidos en La Valla desde 1789hasta el día de hoy, 1 de enero de1819”8. En 1816, Barge, con 54 años,tiene que abandonar todo cargo oficialy se dedica a organizar el relato de

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    unos hechos que ha vivido, no olvi-dando de subrayar, de forma un tantoingenua, que él ha sido el héroe prin-cipal. Su relato tiene pues el inconve-niente de hablar solamente de losasuntos en los que se ha visto involu-crado y de callarse más o menos en elmomento en que Marcelino Cham-pagnat, de quien no habla nunca, lle-ga a La Valla. De forma inversa, este re-lato nos muestra con una fría claridadla realidad religiosa, social, económicay política del territorio donde el jovenChampagnat va a ejercer su aposto-lado. Se puede asegurar que Barge yChampagnat se conocieron pero espoco probable que hayan mantenidorelaciones permanentes.

    Sabemos por el mismo Barge queantes de la Revolución había sido sol-dado. Como lo hace notar Galley, po-see una cierta instrucción pues sabeescribir, cita a La Fontaine y comparaRobespierre con Cromwell y con Ma-homa. Además cuenta los hechoscon claridad. Sin duda él se ha bene-ficiado de las clases de un pequeño co-legio o de una escuela presbiteral quepreparaba jóvenes para el sacerdocio.Su paso por el ejército, probablemen-te hacia 1780, le ha permitido encon-trarse con las ideas nuevas. Por otraparte, muy consciente de su superio-ridad intelectual, no se priva a lo largode su relato de darse importancia, re-alzando su habilidad para librar al mu-nicipio de situaciones difíciles y subra-yando la estupidez, la cobardía, la hi-pocresía de los que le rodean.

    Sin embargo, su situación econó-mica es modesta. El censo de 1815 in-

    dica que es agricultor, habitante delpueblo y casado sin hijos. Algunas re-flexiones de su memoria dejan en-trever por otra parte, que no se avie-ne con su mujer. No es un burgués ynunca será alcalde. El municipio uti-liza sus competencias de lector-es-critor, particularmente como secre-tario-escribano, oficio que le propor-ciona algunos recursos complemen-tarios pero que le relega a unas fun-ciones secundarias.

    En resumen, Barge es alguien ve-nido a menos. Aunque superior a lamayoría de los demás vecinos porsus conocimientos, no goza de la si-tuación material que corresponde asus capacidades. Para él, la Revolu-ción a la que se adhiere con entu-siasmo al principio, es la oportunidadpara hacer valer sus talentos. No obs-tante, la evolución de los aconteci-mientos le hará retroceder rápida-mente hacia una actitud más mode-rada. Situación que puede evocarcierto paralelismo entre él y Jean-Baptiste Champagnat, padre de Mar-celino. Ambos se sitúan en la cate-goría de medio-sabios que acogenfavorablemente la Revolución y de laque se sienten decepcionados des-pués de haberla servido. Por otra par-te, en ambos casos, su compromisocon la política habría podido contribuira su fracaso en el plano económico.

    2.2. La Revolución en Lavalla

    La vida en Lavalla de 1789 a 1800 es-tará marcada por los grandes sucesospolíticos; sin embargo, Barge solo alu-

  • 9 J. B. Galley, Saint Etienne pendant la Révolution, t. 2, St Etienne, 1906, p. 690. En una lista de 28 sa-cerdotes refractarios: « Berne, dice Balaire, de la Valla, vicario en Graix ».

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio12

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    de a la historia general en la medida desu incidencia sobre este municipio. Nodice casi nada de los Estados Gene-rales y del asalto a la Bastilla (mayo-14de julio de 1789). Por el contrario, rela-ta el ‘Gran Miedo’ que sobrecoge a La-valla el 28 de julio al atardecer: suenanlas campanas; los más valientes se or-ganizan en grupos armados; otros, seesconden u ocultan sus bienes; las mu-jeres se agrupan para rezar. El incidenteacaba en tragicomedia: la tropa arma-da baja a Saint Chamond donde se laaclama y se la apacigua. Beben y lue-go se pelean (cap. 1). Pero en adelan-te “cada ciudad y cada pueblo se pro-tegían, organizando alternativamente lavigilancia y las patrullas” (cap. I).

    La revolución instaura una intensavida política en el pueblo; el primer sín-dico del municipio manda que Bargelea, a la salida de misa, los numerososdecretos de la Asamblea Nacional. El28 de febrero de 1790 tienen lugar enel templo las primeras elecciones mu-nicipales: Es la ocasión para un tu-multo, pues los habitantes de la par-te baja del municipio, próximos aSaint Chamond, tienen su candidato ylos de la parte alta, cuyo centro esSaint Etienne, el suyo. Finalmente, laparte alta gana: el alcalde Pierre Tardyes natural del Bessat. Junto a él sonelegidos cinco consejeros municipales.Barge es nombrado secretario.

    La caída del orden antiguo libera po-derosas tendencias anárquicas. Comoya hemos dicho, el gran bosque mu-

    nicipal de Lavalla está devastado porexplotadores sin derechos que no du-dan en emplear la violencia cuando selos quiere reprimir. En cuanto a los bien-es nobles y eclesiásticos, han sido ven-didos. Pero en Lavalla se preservan losprados de la parroquia y de la sacris-tía, tal vez por respeto a la Iglesia, perosobre todo porque se les considerabienes comunales.

    2.3. La división religiosa

    Barge dedica un largo pasaje a laConstitución Civil del Clero. El párro-co Gaumond y el vicario Robin se nie-gan a prestar juramento y a recono-cer la legitimidad del arzobispo cons-titucional de Lyon, Lamourette. Es laocasión para una violenta disputaentre el párroco y Barge, quien pa-rece bastante aislado del partido dela Revolución (cap. VII). En agosto de1791, Jean-Maríe Berne, seminarista,marcha para hacerse ordenar en elextranjero por el arzobispo de Lyonen el exilio, Mons. de Marbeuf. El 2 deoctubre de 1791 celebra públicamen-te la misa en Lavalla, lo que se con-sidera una provocación e inquieta alas autoridades municipales9. Pero laautoridad del párroco parece siemprepreponderante y Barge le acusa dequerer despedirlo de su puesto.

    2.4. Barge decepcionadopor la revolucion

    A partir de abril de 1792, estalla laguerra entre Europa y la Francia re-

    fms Cuadernos MARISTAS

  • 10 Ciertamente, existen varios Rivat en la parroquia, pero ninguno parece tan acomodado como él ypor consiguiente, digno de figurar en el consejo municipal.

    11 Ver el capítulo XVIII donde dice que había recibido instrucciones del representante en misión, Ja-vogues, ordenándole detener al párroco.

    13André Lanfrey, fms

    volucionaria, y comienza a plantearseel problema del contingente de solda-dos con que se debe contribuir (cap.XIII). Las derrotas radicalizan la Revo-lución, el rey está detenido. La asam-blea legislativa redacta una segundaconstitución a la cual Barge debe pres-tar juramento el 11 de octubre de 1792(cap. XV).

    Todos estos acontecimientos y so-bre todo el juramento lo han desilusio-nado: “de partidario entusiasta de la pri-mera constitución, me convertí de re-pente en enemigo secreto de la se-gunda. Esta Igualdad me arrojaba a la-berintos enmarañados”. Muchos fran-ceses han experimentado en este mo-mento la misma desafección hacia unrégimen que solo aportaba, en nombrede la Libertad y de la Igualdad, revuel-tas en el interior y guerra en el exterior.

    En diciembre de 1792, se elige unanueva municipalidad y Jean Rivat, hijo,es el encargado del Registro civil; sibien permite que el párroco Gau-mond continúe registrando bautis-mos, matrimonios y entierros. Acos-tumbrado ya a la clandestinidad o noqueriendo someterse a la autoridad ci-vil, incluso en la forma, no transcribe lasactas en los Registros civiles oficialessino en hojas separadas.

    En todo caso, el párroco Gau-mond que, según Barge, “creía siem-pre en el regreso del régimen anterior”,

    ejerce a la luz del día las funcioneseclesiásticas con el acuerdo de lamunicipalidad y de la gran mayoría delos habitantes, mientras que en ladiócesis, el clero constitucional ocupala mayor parte de las rectorías. Bargenos lo describe como “altivo y dema-siado acostumbrado a las alabanzas yadulaciones de la gente de Lavalla”(cap. XVII). En realidad, Barge nocomprende nada acerca de los moti-vos profundos de la oposición deGaumond a la Revolución y se perci-be en él una cierta envidia hacia elhombre influyente.

    ¿Quién es este Jean Rivat hijo, en-cargado del Registro Civil? Probable-mente, Jean-Baptiste Rivat, labradorde Maisonnettes, padre de Gabriel Ri-vat, futuro hermano François y suce-sor de Champagnat10.

    2.5. Barge reconciliadocon Gaumond

    Barge nos describe cómo el pá-rroco y él, enemigos desde 1789, sereconcilian ya que “la tormenta revo-lucionaria aumentaba de día en día” yque “ningún otro de Lavalla podía ser-le útil”. Barge tal vez exagera sus mé-ritos; sin embargo, desde 1789, pasapor ser un partidario entusiasta de laRevolución y en los momentos del Te-rror había sido designado agente na-cional del municipio, encargado dedenunciar a los sospechosos11.

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  • 12 El censo de 1815 señala en la villa de Lavalla a un tal Claude Louis Tissot, comerciante de paños.Probablemente es el mismo, tanto más cuanto que no existe otro Tissot en la parroquia y que Barge pre-cisa que entierra sus bienes más preciosos; señal de que en verdad, pertenece a Lavalla. Barge apro-vecha estas negociaciones para quejarse de haber sido, en 1789, desposeído de un banco suyo en la igle-sia. Es posible que esta privación haya sido la consecuencia del compromiso de Barge con la Revolución:represalias, en definitiva.

    13 Ver capítulo XX: viene por la noche a casa de su antigua sirvienta para cambiar de ropa.14 Es párroco de Longes en la fecha en que Barge lo cuenta. 15 Se trata del alistamiento de 300 000 hombres ordenado en marzo de 1793 o la incorporación masiva

    un poco más tarde.

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio14

    La reconciliación es secreta: “fin-gíamos en público la misma actitudque en el pasado; el convencimientode la gente era tal, que se dirigían amí cuando se hacían pesquisas con-tra él”. Al mismo tiempo, Barge des-vela levemente la red que ayuda alpárroco y que negocia la reconcilia-ción: el “padre Gaspard (Gonin)”, vi-cario de Gaumond, las señoras Parasde Saint Etienne, quienes al parecer,poseen una casa en La Valla, J. M.Tissot, amigo del párroco12.

    Esta reconciliación sobreviene atiempo, probablemente en la prima-vera de 1793, al principio del Terror. Untal Guérin, sacerdote, acusado deser acaparador de grano ha sido lin-chado por el populacho en Saint Cha-mond. Los “radicales” (jacobinos) dela ciudad quieren subir a La Valla paraapoderarse del párroco y del vicario,acusados del mismo crimen de acu-mulación de bienes y “para llamar laatención entre los llamados fanáticosy aristócratas”.

    2.6. Saint Chamondcontra Lavalla

    El populacho de Saint Chamondcree en un complot del campesinadopara hacerle pasar hambre cuyos res-

    ponsables son los párrocos refracta-rios. El frenesí llega a su culmen en pri-mavera, momento en el que las pro-visiones de invierno se han consumi-do y las nuevas cosechas aún no hanllegado a su madurez.

    A principios de septiembre de 1793,(cap. XVIII), habiendo comentado in-genuamente una mujer de Lavalla queel párroco y su vicario vivían siempre enla casa rectoral, doce hombres subeninmediatamente a caballo a las cuatrode la tarde. Prevenidos in extremis poruna mujer, ambos sacerdotes puedenescapar a tiempo. Los revolucionariosse contentan con robar el heno y lasgallinas de la rectoría. Algunos días mástarde, otra tropa sube en plena nochesin lograr mejores resultados.

    Parece que a partir de este mo-mento, el párroco Gaumond habría lle-vado una vida clandestina hasta su cap-tura, pero sin alejarse demasiado13.Luego, apenas se habla de él. Al pare-cer, el sacerdote refractario Bertholon14

    ejerce el culto clandestino (cap. XIX)mientras que el párroco constitucionalde Izieux, Jamet, tiene dificultades paraabrir la iglesia al culto. Como afirma Bar-ge: “los asuntos públicos iban de mal enpeor”. El municipio debe proporcionarveinte hombres al ejército15 pero na-

    31 fms Cuadernos MARISTAS

  • 16 Es un agente de la contrarrevolución realista bien conocido: Bésignan (cap. XXIV).17 Municipio de los montes del Lyonnais abiertamente realista y que presenta la resistencia armada.18 Es posible que Barge se haya equivocado de año: un gran proyecto de sublevación realista en la

    región tiene lugar en 1795. Ver Louis Trénard: La Révolution française’ dans la région Rhône-Alpes, Per-rin, 1992, p. 587…

    19 Se trata de la movilización de las Guardias Nacionales acantonadas en cada municipio después de1789.

    20 J. M. Tissot, amigo del párroco Gaumond, al principio comandante del destacamento del munici-pio, debe huir y Jean-Baptiste Galley ocupa su puesto. Acusado de haber robado el caballo de Tissot, esdetenido. Entonces la familia Galley se moviliza para liberarlo, ejerciendo presión sobre la esposa Tissotque deberá anular dicha detención, permitiendo la liberación del acusado y probablemente, del culpable.

    15André Lanfrey, fms

    die se quiere marchar. A todas luces,Lavalla es contraria al servicio military a la Iglesia constitucional.

    2.7.Una tentativa realista

    La contrarrevolución realista noestá inactiva en La Valla (cap. XXIV).Barge relata que poco antes del ase-dio a Lyon; es decir, en el verano de1793, “un notable gran señor16” entraen casa de Tissot donde se aloja confrecuencia M. Charvet “anteriormentemínimo de Annonay”, sin duda sacer-dote refractario que ejerce también elculto clandestino. Dicho señor proyectala sublevación de todo el Sur de Fran-cia y acaba por convencer a Charvet,al “padre Gaspard”, vicario de Lavalla,a Tissot e incluso al mismo Barge, paraque se unan al proyecto de rebelión.

    Se forma un grupo armado dirigi-do por dos de los hijos Tissot. Con elapoyo de una columna procedentede Chevrières17 y otras del Sur, de-berá tomar Saint Chamond. El resul-tado es un total fracaso. Nadie vieneen su ayuda y todos vuelven a casa.Por suerte, la tropa durante su mar-cha nocturna, no ha sido avistada porlas patrullas enemigas. Pero algunosrumores se difunden18.

    2.8. El sitio de Lyon

    Desde mayo a octubre de 1789,Lavalla sufre las consecuencias de larevuelta de Lyon contra la Convención‘montagnarde’. El municipio debesuministrar avena para el ejército si-tiador. También “se obligó a huir enmasa a los habitantes del campo y delas ciudades bajo el señuelo del pillaje.La Valla estuvo entre estos munici-pios”19.

    La división se introduce en la tro-pa20. Como dice Barge: “Era el espí-ritu del tiempo: todo estaba perverti-do” (cap. XXIII). En efecto, parece quemuchos de los labradores de La Va-lla habrían mostrado deseos de enri-quecerse a expensas de los lionesesusando como pretexto la causa pa-triótica. La guerra ‘ciudad-campo’se desarrolla a gran escala en estaocasión. Se asiste también a un ajus-te de cuentas entre dos familias, en-tre villa y aldea, y tal vez también, en-tre las partes alta y baja del municipio.

    La vuelta del asedio muestra enefecto, que muchos de los lugareñosparticipantes habían perdido la ca-beza. El banquete ofrecido a costadel municipio desemboca en borra-

    marzo2013

  • cheras, insultos y peleas. E incluso,“por la mañana querían destruir, se-gún decían, a los aristócratas y a losfanáticos (Tardy, du Coing y de Sou-lages, los Rivat, de Luzernod, de Pi-nay y de Maisonnettes, Tissot, etc., ala cabeza de los proscritos) y saquearsus casas” (cap. XXII). La guerra so-cial entre las ciudades y el campo nosolo se perfila en el pueblo sino queincluso toma un cariz político. Entodo caso, Barge nos cita los nom-bres de las personas destacadasdel partido de la resistencia a la Re-volución, entre ellas los Rivat.

    Hace notar que este momento deexaltación se calmará enseguida21

    pero añade a continuación que “des-pués del asedio, el terrorismo cam-paba por sus fueros. Solamente seveían detenciones, fusilamientos, y laguillotina en permanente actividadtanto en Lyon como en Feurs22”.

    2.9. La descristianización

    La descristianización golpea a La-valla el 18 de diciembre de 1793. El re-volucionario Monatte sube desde SaintChamond para apropiarse de los or-namentos de la Iglesia. Los Jacobinossolo encuentran algunos, pues la ma-yor parte han sido ocultados. Destru-yen las estatuas de los santos a gol-pe de sable, destrozan los libros, es-

    parcen las hostias del sagrario “enpresencia de gran número de perso-nas, todas ellas indignadas, pero sinatreverse a pronunciar palabra; tangrande era el miedo” (cap. XXVII). Bar-ge nos hace el inventario de los obje-tos litúrgicos escondidos, precisandoque solo están al corriente: el alcalde(Jean Matricon), Jean Rivat, Jean Thi-baud, miembros del consejo munici-pal y los dos hijos Tissot que parecencontrarrevolucionarios convencidos. Elhecho de que únicamente una mino-ría del consejo municipal esté de estelado muestra que más adelante, unaparte de los notables de Lavalla noofrezca garantías.

    Menciona también los nombres delas familias que guardan estos objetos.Así, Jean Rivat y su vecino Bise se ha-cen cargo de las estatuas de los san-tos del altar. Precisa que “los cofradesdel rosario vaciaron su capilla y se lle-varon la verja de hierro” que da acce-so. Sin duda en estas circunstancias,el cuadro de la Cofradía del Rosario,entregado más tarde a Champagnatpor la Sra. Rivat, actualmente en lacasa de los hermanos de la comuni-dad de La Valla, habría sido llevado ala casa de los Rivat en Maisonnettes.

    Mientras que en Saint Chamondse considera La Valla como un bloquecontrarrevolucionario compacto, Bar-

    16 I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio

    21 En La Valla no habrá ni club ni sociedad popular revolucionaria. 22 De hecho, en Montbrison, un joven, natural de Châlons-sur Saône, que, tras el asedio, había lo-

    grado ocultarse en casa de la señorita Ferréol, es denunciado por un habitante de La Valla. Detenido, seráfusilado en Lyon y su hospedera, también detenida; una parte de sus muebles es saqueado y el resto,requisado. La familia Tissot, comprometida en el asunto de la tentativa realista, ve su casa sellada y elpadre Tissot debe esconderse.

    31 fms Cuadernos MARISTAS

  • 23 Esta réplica nos muestra por otra parte, que Barge, al contrario de sus interlocutores, no es rico.

    ge nos muestra, por el contrario,que los opositores convencidos soloson una minoría reducida. Durante unperiodo, la iglesia solo se abrirá cadadiez días, en conformidad con elnuevo calendario revolucionario paraservir como templo de la razón (cap.XXXI) donde ofician de forma grotes-ca algunos enviados del club de SaintChamond. Para mantener el rito conasistentes, los miembros del Comitéde vigilancia de Saint Chamond re-corren los campos para denunciar alos que trabajan el décimo día e im-pedir el culto católico del domingo(cap. XXXV). De hecho, éste tiene lu-gar en la capilla del Etrat, situada casial exterior del pueblo. Barge no men-ciona nunca la celebración de misasclandestinas en lugares privados.

    2.10.Salvaguardar las campanas

    Queda el asunto de las campanasque deben ser entregadas a la Re-pública para la fundición de cañones.Barge subraya la dificultad para sal-vaguardarlas pues: “teníamos entrenosotros falsos hermanos y el miedoera tan grande que cada uno temíapor su cabeza”. Cuando proponeponerlas a salvo, sus dos interlocu-tores le replican: “Vd. solo arriesga-ría la cabeza pero nosotros, los bien-es con nuestras cabezas”23.

    El municipio hace oídos sordos a losrequerimientos de las autoridades deArmeville (Saint Etienne). Por fin, pro-

    bablemente en la primavera de 1794,tres hombres suben desde Izieux paratirar abajo las campanas. Casi total-mente ebrios y regocijados por los bai-les y la música, consienten en retirar-se bajo promesa de los habitantes deLa Valla de bajar las campanas por sucuenta. Efectivamente, las bajarán perono serán transportadas a Saint Etienne.

    2.11.La guerra de las subsistencias

    Barge menciona de forma exten-sa la más grave acusación contra LaValla formulada por los clubs de SaintChamond: “que escondíamos nues-tros alimentos en lugar de aprovisio-nar el mercado de Saint Chamond”.

    En su capítulo XXX, nos describelo que ocurre en el último domingo dediciembre de 1793, cuando el club delos Jacobinos de la ciudad ham-brienta reúne tropas para subir a LaValla y castigar a los habitantes. Ha-biendo bajado a Saint Chamond paraprevenir esta amenaza, él aclara quesu municipio no es el único que tieneque abastecer la ciudad y que, deta-lle importante, “la parte superior delmunicipio de Lavalla desde siempreha suministrado alimentos al Munici-pio de Armas” (Saint Etienne). Pro-mete pues a los jefes jacobinos el avi-tuallamiento y previene al consejomunicipal: el alcalde Matricon llevapiezas enteras de mantequilla, Rivaty Galley elaboran un queso de exce-lente calidad… Los tres notables ba-

    André Lanfrey, fms 17

    marzo2013

  • jan con él para aprovisionar a los je-fes ‘sans-culotte’, quienes, con lapromesa de ser abastecidos cadaquince días, intervienen en el clubpara calmar la presión contra La Va-lla. La ciudad de Saint Chamond noparece haber estado mejor aprovi-sionada a partir de esto hecho.

    2.12.Segunda conversiónde Barge

    Este mismo domingo, 28 de di-ciembre de 1793, tiene lugar en La Va-lla un suceso grave: cinco gendarmesde Rive de Gier sorprenden a los fie-les reunidos para las vísperas en la ca-pilla de Etrat, situada casi al exteriordel pueblo (cap. XXXI)24 “como si elejercicio del culto hubiera sido libre”.Invaden el lugar a caballo y aterrorizana los asistentes, luego continúan sumarcha. Barge, que regresa de SaintChamond, encuentra a la gente des-esperada diciendo: “¡Esto se ha aca-bado, adiós a nuestra religión!”

    Este suceso motiva en él un cier-to retorno a la religión:

    “La aparente indiferencia que había mostrado a este respecto era la consecuencia de los abusos de la religión y no la religión misma. En fin, yo teníauna esperanza secreta de volver a ella y estimulé de nuevo a todos los que apoyaban mis iniciativas “.

    Efectivamente, es la época enque la Revolución acaba de perder alos ojos de la mayoría de franceses la

    legitimidad que había tenido en susprimeros años. Y la Iglesia refractariaparece ser el dique de la resistenciaal fanatismo revolucionario.

    2.13.Asesinato delpárroco de Lavalla

    En agosto de 1794, el párrocoGaumond es detenido en la región deSaint Genest Malifaux. Será ejecuta-do el 2 de septiembre. Barge parecejustificarse por no haberlo socorrido:

    “Fue apresado por dos fanáticos ‘sans-culottes’ y conducido a Saint Genest Malifaux. Nos hubiera sido muy fácil liberarlo, apostándonosen su camino al día siguiente en número suficiente,algo enmascarados y con la ventaja de los bosques.Pero estábamos muy vigilados, sobre todo por el mismo B…,25 que le debía unos cincuentaescudos por la provisión de trigo, etc., el cual estaba muy contento con que muriese y así librarse de la deuda”.

    El proyecto de una liberación porla fuerza es muy plausible. Con fre-cuencia, sacerdotes escoltados ca-mino de la prisión fueron liberados porgrupos de aldeanos. Sin embargo, esla única vez que Barge parece des-velar una resistencia armada pro-yectada por los habitantes de La Va-lla. Además, nos revela una de lasfuentes de influencia de Gaumond enel municipio y al mismo tiempo mues-tra a plena luz el motivo, a veces poconoble, de las detenciones de los sa-cerdotes refractarios: el dinero.

    18 I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio

    24 Más adelante, Champagnat acudirá frecuentemente a esta capilla junto con sus hermanos. 25 Pasaje poco claro. Parece que el término “B…” sea una abreviatura de “imbécil”, calificativo inju-

    rioso. Parece que Barge quiere decir que uno de los dos ‘sans-culottes’ es de La Valla.

    31 fms Cuadernos MARISTAS

  • 2.14.Los opositores al reclutamiento

    Barge resume toda esta época entérminos lacónicos:

    “Era una confusión tiránica. Las gentes del campo no sabían cuál sería su futuro y vivíanconstantemente alarmados, tanto por parte del Comité(de vigilancia) y de sus subalternos como por partede las tropas que venían con frecuencia para obligara los movilizados a marchar hacia las fronteras”.

    Sobre este último punto, cita la fe-cha del 20 de enero de 1795 en la queunos ‘dragones’ y tropas de infante-ría de la Guardia Nacional asaltan elmunicipio, maltratan a la gente y la ro-ban sin encontrar ni sacerdote ni re-cluta opositor. Este tipo de operaciónse reproduce de vez en cuando enlos años 1796-97.

    A finales de 1798 el procedimien-to cambia: unos ‘húsares’ se alojandesde el 30 de noviembre al 9 de di-ciembre en casa de ocho habitantesque tienen un hijo insumiso al serviciomilitar. Como la operación no tuvo re-sultado, quince días más tarde llevana cabo una nueva ocupación con pi-llaje y extorsiones incluidos. Temien-do una revuelta popular, las tropas seretiran después de seis días.

    A finales de octubre de 1799; es de-cir, pocos días después del golpe deEstado de Bonaparte, el 18 de bru-mario, militares, gendarmes y guardiasnacionales, en número de 150, sealojaron en casa de los padres de losmovilizados o en la de los sospecho-sos de ocultarlos. Barge constata:

    “Los habitantes se denunciaban unosa otros y prolongaban así la ocupa-ción”. Sin embargo, parece que, engeneral, se mantenía la solidaridad en-tre los vecinos.

    El 4 de mayo de 1800 (14 Floreal,año VIII), el día de la ‘vogue’ (fiesta pa-tronal), a las seis de la tarde, algunosgendarmes y voluntarios de SaintChamond intentan sorprender a la ju-ventud en un baile. En esta ocasión,matan a un hombre y los insumisosperseguidos se defienden a pedradas.Temiendo una revuelta, la tropa re-gresa rápidamente a Saint Chamond.Como consecuencia, se inicia un pro-ceso largo y costoso entre la gendar-mería, que no quiere reconocer su cri-men y el municipio.

    El 30 de julio de 1800, trece gen-darmes suben de nuevo a Lavallapara obligar a los reclutas rezagadosa unirse a la tropa. Se alojan encasa de los padres de los insumisos.El drama vivido poco antes y las con-secuencias del cambio de régimenpolítico se hacen sentir. La tropa, me-nos numerosa y mejor controlada, noestá demasiado predispuesta al pi-llaje. Estas vejaciones repetidas tie-nen un motivo que Barge subraya(cap. XLI):

    “La Valla estaba mal considerada por el populachode Saint Chamond a causa de sus opinionesreligiosas y por la resistencia de la juventud que solo se enrolaba por la fuerza para desertar luego;hecho que había obligado al general Rey y al departamento a tomar la determinación de abusar de nuestro pobre municipio a su antojo,abrumándolo con militares”.

    André Lanfrey, fms 19

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  • 31

    De este modo, a la rivalidad tradi-cional entre Saint Chamond y La Vallase añade el problema militar. El ejérci-to hace uso del viejo método utilizadobajo Louis XIV contra los Protestantes:imponer a la población una ocupaciónmilitar hasta que se someta.

    2.15. Paz religiosa y paz civil

    El concordato de 1801 que resta-blece el culto católico en toda Franciatiene por efecto la reapertura de la igle-sia el 15 de noviembre de 1801(cap.XLI). El sacerdote Berne, con se-guridad Jean-Claude Berne de La Va-lla (cap. VII), que se ha ordenado en elextranjero en 1791, se aloja en la casarectoral26.

    Después de una larga época deanarquía terrorista, iniciada con la re-vuelta y el asedio de Lyon en 1793 y fi-nalizada con la reapertura de la iglesia,La Valla puede recuperar fuerzas. Me-nos violento, el poder es también máseficaz: los ladrones del bosque son de-tenidos (cap. XLVI y XLVII) y en abril de1803 numerosos reclutas evadidosson atrapados al final de una misa defuneral. El municipio acepta sin dema-siadas dificultades la autoridad delEmperador y la resistencia a la movili-zación se debilita.

    Las disputas en la vida política localatraen de nuevo la atención. Barge de-nuncia las intrigas contra él por parte

    del sacerdote Rivory que quiere apar-tarlo del consejo municipal (cap. XLIX).Sin embargo, dedica muy pocos capí-tulos a la vida de Lavalla entre 1803 y1814 sin duda porque está conformecon el régimen napoleónico. Como an-tiguo soldado, aprecia la gloria militardel régimen; como espíritu indepen-diente, constata que la influencia delclero ha dejado de ser absoluta. Enesta época es adjunto del alcalde.Pero el final del Imperio va a causarmuchos problemas.

    2.16. La invasión de 1814y el regreso de la realeza

    La columna aliada pasa por SaintChamond el 24 de marzo de 1814 y Bar-ge nos dice: “En esta época las con-fiscaciones de toda clase de alimentosy de forrage fueron permanentes”(cap. LIII). El 29 de marzo, ciento cua-tro dragones austriacos pasan por La-valla. Algunos habitantes, siguiendoun antiguo reflejo, ocultan sus bienes;otros, ofrecen agua a la tropa.

    En esta ocasión, se muestra se-vero con el clero y particularmente conRebos27, que será desde 1816 a 1824el párroco de Marcelino Champagnat.Lo encuentra demasiado familiar conlos oficiales austriacos de paso, aña-diendo: “Es frívolo y presuntuoso pornaturaleza. Además, estaba conven-cido de que el clero iba a adquirir unamayor autoridad con el regreso de es-

    20 I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio

    26 Resulta curioso que se instale como párroco de hecho y que Barge no hable de él en los años 1791y 1801. Se puede suponer que ha ejercido una actividad clandestina en la región cercana.

    27 Su nombre presenta diversas formas ortográficas: Rebaud, Rebot.

    fms Cuadernos MARISTAS

  • tos legítimos soberanos28”… Un pocomás adelante (cap. LIV) añade: “Ávi-do de bienes y de honores, no perdíaocasión para obtenerlos”. Aún másadelante (cap. LVI) denuncia las ma-niobras de Rebos quien “valiéndosepermanentemente de su autoridad”quiere controlar las funciones del clé-rigo (sacristán) y de los campanerosen un momento en el que la munici-palidad considera que estas tareas lecorresponden. Barge le reprocha tam-bién de querer impedir los bailes po-pulares (cap. LVI).

    Aunque de vuelta de sus simpatíasrevolucionarias, Barge conserva haciaal clero su antigua desconfianza de laépoca del párroco Gaumond. Es unanticlerical cristiano que no compren-de que el clero se inmiscuya en la po-lítica; sensibilidad que será comparti-da por una gran parte de la opinión du-rante la Restauración. Estamos puesante uno de los grandes cambios dela Revolución: el laicado cristiano noquiere dejarse llevar como antes.

    Dos días después del primer des-pliegue de tropas la situación empeo-ra; siete fusileros austríacos enviadosdesde Tarentaise llegan para exigir ví-veres. Como solo hablan alemán, sehacen comprender con violencia: in-cluso el párroco Rebos, su vicario, lashermanas, son maltratados. Bargedebe acompañar unas carretas deabastecimiento hasta Tarentaise, másallá del Besat en la planicie del Pilat,

    donde, ayudado por el párroco Mont-chovet que alberga al capitán austria-co, se queja de los malos tratos infligi-dos por las tropas. Pero el oficial, quehabla un francés perfecto, le contestaque, como soldado que él mismo ha-bía sido, seguramente había cometidoalgunas tonterías, lo que Barge nodesmiente. “Sobre todo, añade el ofi-cial, nuestras tropas no harán nuncaentre vosotros lo que las vuestras hanhecho en nuestro país”. El 7 de abril,cinco húsares austriacos llegan denuevo a Lavalla para confiscar heno.

    En resumen, esta primera ocupa-ción concluye con vejaciones modera-das. Barge apenas evoca el regreso deNapoleón en 1815 que conllevará enesta ocasión una larga ocupación deFrancia y probablemente nuevas con-fiscaciones. Pero el relato se interrum-pe bruscamente29 porque Barge dejade ejercer funciones públicas. La acti-tud del párroco no parece ser ajena aesta retirada, aunque Barge es sobretodo víctima del ambiente de revancharealista que llega a veces hasta el ‘te-rror blanco’ predominante tras la se-gunda caída de Napoleón. Se puedesuponer que poco después comenza-ría la redacción de sus memorias.

    2.17. Un documentoprecioso

    Las memorias de Barge son en de-finitiva, un documento muy valioso so-bre la vida local bajo la Revolución. Aun

    André Lanfrey, fms 21

    28 Los Borbones.29 Existe la posibilidad de que una parte de sus memorias se haya perdido.

    marzo2013

  • I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio22

    cuando él mismo muestre la tendenciaa atribuirse el buen papel, parece serun hombre inteligente, capaz de so-brepasar las perspectivas locales paraformular juicios claros y profundos deorden más general. En definitiva, nosrecuerda que los habitantes del cam-po son mucho menos incultos de loque creen los notables de la ciudad.

    La mayor cualidad del relato es elrealismo. Por medio de él llegamos aconocer una sociedad compleja don-de los intereses, las luchas de clanes,los problemas de poder son cons-tantes. Por él sabemos que el muni-cipio, desde la perspectiva social,económica y quizás política está di-vidido en dos facciones: la parte alta,vuelta hacia Saint Etienne y la partebaja hacia Saint Chamond.

    Por otra parte, si Lavalla es reli-giosamente fiel, este apego a la reli-gión se debe matizar y combinarcon otros factores, sobre todo con elrechazo a la movilización, la luchacontra el poder urbano y el centralis-mo administrativo. También hemosvisto que los problemas derivados delavituallamiento desempeñan un papelesencial en la rivalidad entre SaintChamond y La Valla.

    Muchísimos otros datos merecerí-an ser tenidos en cuenta. Quienes seinteresan por los orígenes de los Her-manos Maristas, deben saber que elnombre del clan Chirat aparece fre-cuentemente entre los defensores dela religión. El nombramiento de Mar-celino Champagnat para esta parro-quia tan particular tampoco carece de

    significado. Para controlar un territoriotan accidentado y extenso y para di-rigir a una población severamenteprobada era necesario un vicario vi-goroso y conocedor del mundo ruralde las montañas del Pilat. Era, en cier-ta medida, un puesto de confianza.

    En fin, con su relato detallado, Bar-ge nos ofrece una visión de lo que hapodido ser la vida en muchos am-bientes rurales y particularmente enMarlhes durante la Revolución. A lolargo de su infancia Marcelino Cham-pagnat debió sentir con fuerza losriesgos asumidos por su padre y losproblemas de un partidario de la Re-volución, obligado a gestionar día adía una situación anárquica de laque conseguirá muchas preocupa-ciones y ningún beneficio.

    En realidad, cuatro periodos puedendistinguirse en la historia de Lavalla:

    – 1789-1793: Periodo en que seinstaura la revolución y en elque Lavalla elige su campo bajola influencia del párroco Gau-mond. Barge, partidario entu-siasta de la Revolución, hacealarde de extremista con es-casa influencia.

    – 1793 es un momento de duda,pues el asedio a Lyon parecehaber atraído al campo revolu-cionario a un cierto número dehabitantes mientras que otrosse adhieren a una resistenciapolítico-religiosa más radical. Laopción por la clandestinidad delpárroco Gaumond parece ha-ber obligado a las autoridadesmunicipales a tomar algunas ini-

    31 fms Cuadernos MARISTAS

  • 23André Lanfrey, fms

    ciativas. Finalmente, el munici-pio mantiene una resistenciasoterrada. La contrarrevoluciónrealista no parece haber en-contrado una base sólida.

    – Desde 1794 a 1800, la parroquiadebe apoyar una verdaderaguerra contra Saint Chamond yel gobierno terrorista. Barge nosinforma muy mal sobre el cultocatólico de este periodo, tal vezporque, sospechoso de com-placencia con la Revolución,solo participa de forma marginalen la organización del cultoclandestino. Por otra parte,poco a poco, la situación reli-giosa se atenúa mientras queel problema de los reclutas in-sumisos y el del avituallamientopermanecen en un punto crí-tico. En todo caso, es la épocaen la que las autoridades muni-cipales hacen su aprendizajepolítico y se muestran máscomo protectores de la religiónque como sus servidores.

    – Desde 1801 a 1815, el periodo estranquilo, aparte la invasiónbreve de 1814. Sin embargo, sepuede suponer que al final delImperio, los reclutas desertoreso insumisos fueron numerososen los bosques de Lavalla. Elsilencio de Barge a este res-pecto, suscita interrogantes.Asimismo ignoramos todo so-bre las requisas de la segundainvasión de 1815 y sobre la largaocupación del territorio por losaliados. En todo caso, Bargedenuncia claramente a un clerolocal que quiere cerrar el pa-

    réntesis revolucionario con elintento de restablecer un poderpolítico-religioso.

    3.IGLESIA REFRACTARIAY RESTABLECIMIENTODEL CULTO EN SAINT CHAMOND Y EN LAVALLA (1789-1812)

    Gracias a la memoria de J.L. Bar-ge y a otras fuentes complementarias,hemos podido seguir a grandes ras-gos la historia religiosa de Lavalla des-de 1789 a 1794. Sin embargo, cuentapocas cosas de la época crucial:1794-1801, tiempo de persecución yde vida clandestina, y tampoco esmuy elocuente al hablar del restable-cimiento del culto entre 1801-1816.

    El certificado de bautismo de J.L.Barge nos da el nombre del vicario deLavalla: Proton. Su acta matrimonialde 1787 está firmada por el vicarioChapuis. Sabemos por sus memorias,que el párroco Gaumond y su vicarioRobin han rechazado de entrada el ju-ramento de fidelidad a la Iglesia cons-titucional; que Jean Marie Berne, se-minarista en Lavalla marcha para serordenado en el extranjero en 1791, porMons. de Marbeuf, arzobispo legíti-mo. Aparentemente ningún sacerdoteconstitucional ha podido instalarse enla parroquia y hasta septiembre de1793 el párroco y su vicario “el padreGaspard” permanecen en la casarectoral y ejercen públicamente el cul-to mientras que Charvet “anterior-mente mínimo de Annonay” frecuen-ta la parroquia. Barge aludirá también

    marzo2013

  • 31

    al sacerdote Rivory y al párroco Re-bod. Son pues siete sacerdotes los ci-tados entre 1789 y 1815. Pero Barge noparece tener idea del funcionamientoglobal de la Iglesia refractaria duran-te este periodo. Para saber más so-bre el tema durante este periodo esnecesario acudir a otra fuente.

    3.1. Las misiones de Linsolas

    La diócesis de Lyon, bajo la direc-ción del vicario general Linsolas30 hainventado un funcionamiento ecle-siástico muy original y muy eficaz enel que, sin duda alguna, Lavalla haparticipado31.

    Linsolas nos ha dejado unas me-morias en las que cuenta la historia dela resistencia católica en la diócesisde Lyon32. Hasta 1792, el mayor pro-blema es el cisma constitucional. A fi-nales de este año, solo una treintenade parroquias (La Valla entre ellas) delas 850 de la diócesis, se libran casipor entero del cisma, lo que significaque en otros lugares, privados de suspastores tradicionales, los fieles ca-tólicos están obligados a una vida re-ligiosa más o menos clandestina.Las persecuciones del año 1793 agra-van la situación religiosa pero la cla-rifican; es preciso entrar decidida-mente en la resistencia organizada.

    En la primavera de 1794, se aban-dona la estructura parroquial y la dió-cesis se divide en misiones; es decir,al principio, en territorios de 40 a 60parroquias dirigidas por un sacerdotejefe de la misión ayudado por un ad-junto que dirigen de 6 a 8 misionerosencargados cada uno de 6 a 8 parro-quias.

    Están ayudados por algunos laicos.Los catequistas precursores precedenal misionero en las parroquias desco-nocidas para sondear el ambiente yencontrar lugares de acogida a fin depermitir las visitas regulares y la orga-nización de una estructura eclesialpermanente. Cada parroquia tiene un“jefe laico” que preside la asamblea delos fieles en ausencia de sacerdotes,les comunica las instrucciones de ladiócesis33 y se relaciona directamen-te con el misionero. Está ayudado porun “catequista estable” que visita a losenfermos y a los pobres, anima a loscristianos perseguidos, cuida de quelos niños sean catequizados, informaa los fieles de la visita del misionero yda cuenta de la situación de la parro-quia al “jefe laico”. Los catequistas am-bulantes acompañan al misionero a lasparroquias vecinas para garantizar suseguridad.

    A principios de 1795, solo existen12 misiones. Hacia 1800 su número es

    24 I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio

    fms Cuadernos MARISTAS

    30 Relacionado por correo secreto con Mons. de Marbeuf, refugiado en Alemania.31 La obra-clave sobre este asunto es: Charles Ledré, Le culte clandestin sous la Révolution. Les mis-

    sions du prêtre Linsolas, Bonne Presse, Paris, 1947, 430 p. 32 La Iglesia clandestina de Lyon durante la Revolución, t. 1 (1789-1794), t. 2 (1794-1799), Ediciones

    lionesas de arte y de historia, colección del bicentenario de la Revolución francesa en Lyon, Lyon, 1987. 33 Linsolas, t. 2 p. 21-28

  • de 25, pues muchos sacerdotesconstitucionales se han retractado ymuchos exiliados han regresado ypueden ejercer como misioneros.Hacia 1800, las misiones de Linsolasagrupan a 677 sacerdotes, de los que186 garantizan el servicio en Lyon ysus alrededores. En el Loira, habránueve misiones entre ellas las deSaint Etienne (31 misioneros), deSaint Chamond (14), y de Rive-de-Gier (16)34.

    3.2. La mision de Saint Chamond

    Tenemos pocas informaciones so-bre la misión de Saint Chamond35. Sujefe, M. Gabriel, es presentado así en1802, momento en el que el sistema

    de las misiones está en proceso deabandono: “Ex párroco de SaintSymphrien d’Ozon, que ejerce comotal en Saint Chamond, con cerca de60 años, jefe de la misión de SaintChamond; ha trabajado mucho du-rante la revolución; aptitudes, celo ypiedad”36.

    Un tal Josserand, con 55 años, desensibilidad jansenista, ejerce en SaintChamond así como Michel Novet, con36 años, a quien M. Courbon consi-dera mediocre.

    En 180437 la diócesis organizauna encuesta entre los que ejercenel servicio y que deben formalizar su‘curriculum vitae’. El cantón (arci-prestazgo) de St. Chamond está for-mado así:

    André Lanfrey, fms 25

    marzo2013

    34 C. Ledré, op. cit. p. 96. 35 Archivos del arzobispado de Lyon, caja 1 II 9. 36 Ibid. Cuadro general de los sacerdotes de la diócesis de Lyon del 1º vendimiario 1802 redactado

    por el vicario general Courbon. 37 Arzobispado de Lyon, caja 2 II 92.

    Lugar Responsabledel servicio

    Fecha de nombramiento

    Curriculum antes de la R.F.

    Durante la R.F.

    Saint Chamond,parroquiaSt. Pierre

    Dervieux Julien nacidoel 29/1/1754.

    Ninguna pensión del Estado

    El 20/2/1803.Inicio de su función: el 28/9/1803

    Párroco de St. Ennemonde(St. Chamond)desde 1781

    Exiliado; misionero en Lyon, luego en St. Chamond

    St. Chamond,parroquia Notre Dame

    Gabriel Marienacido el 7/11/1735.

    Ninguna pensión del Estado

    El 20/2/1803.Inicio de su función: al domingo siguiente

    Durante 25 años, párroco de St. Symphoriend’Ozon

    Jefe de los misionerosen St. Chamond

  • 26 I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio

    31 fms Cuadernos MARISTAS

    St Julien, barrio de St Chamond

    Brun Blaise,nacido el 14 oel 15/11/1756.

    El 20/2/1803.Inicia su servicio al domingo siguiente

    Párroco de Pusignan

    Misionero en St. Chamonddurante 7 años.

    Lavalla (St. Andéol)

    Abrial Pierre,nacido el 25/6/1750.

    Ninguna pensión del Estado

    El 8/2/1803.Toma posesión el domingo siguiente

    Vicario en Tarentaise

    Misionero en Lavalla durante un año.

    St. Just en Doizieux

    Limosin Jean,nacido el 8/12/1763

    El 20/2/1803.Toma posesión el 11 de marzo

    Misionero en Jonzieu

    St. Martin à Coalieu

    Granjon Marcelin, nacido el 25/7/ 1745

    Pensión de 133 F. por semestre

    El 5/9/1803.Toma posesión muypronto.

    Párroco de Périgneux

    Farnay (St. Eucher)

    Nolhac Jean,nacido el 1/12/1741.Recibe una pensióndel Estado

    El 20/2/1803.Toma posesión el 14 de marzo.

    A Notre Damedu Puy

    6 años en St. Julien-en-Jarez.

    Izieux(St. André)

    Farge Pierre-François, nacido el 26/6/1763.

    Ninguna pensión del Estado

    El 20/2/1803.Toma posesión el domingo siguiente

    Misioneroen Pouilly-les-Feurs

    Este cuadro nos informa que el cul-to está regularmente establecido en fe-brero de 1803 y que el sistema misio-nero finaliza; si bien, la pensión previs-ta por el concordato de 1801 no se ha

    concedido a la mayoría de responsa-bles del culto, que viven de limosnas yde sus propios recursos. La continui-dad con la Revolución es evidentepues casi todos los responsables del

  • 38 Arzobispado de Lyon, registro 2 II 83*. 39 El P. Champagnat tendrá una amarga experiencia de ello. 40 Sacerdote constitucional. 41 Uno de los deberes del del alcalde es el de obligar a que los jóvenes marchen al servicio militar, ¡lo

    que no es tarea fácil!

    culto son nombrados para el mismo lu-gar de su actividad misionera o para al-gún otro cercano. Como contrapartida,la ruptura con el antiguo régimen se haconsumado. La mayoría de los sacer-dotes que habían ejercido antes de laRevolución, no reencuentran su antiguaparroquia. Todos los nacidos entre1735 y 1763 tienen una edad com-prendida entre 41 y 69 años. Con unamedia de edad de 53 años, es un gru-po de clérigos veterano, sobre todopara su época. Por eso las autoridadesdiocesanas están tan preocupadaspor la formación de una nueva gene-ración de sacerdotes, de la que Cham-pagnat, reclutado este mismo año de1804, va a formar parte.

    Respecto a la calidad de estas per-sonas, el Cuadro del clero de 180238

    muestra detalles interesantes: M. JulienDervieux, adversario primero y luegoamigo del P. Champagnat, es consi-derado como un “buen tipo bajo todoslos conceptos, con salud endeble queinfluye en su carácter39, diplomático”.Pierre Farge es “una persona excelen-te bajo todos los aspectos, buena sa-lud”. Como contrapartida, sobre M. Nol-hac, responsable de Farnay: “intruso40

    en Saint Julien en Jarret […] persegui-dor colérico, frecuenta los cabarets”.Marcelin Granjon es también “jura-mentado cismático”… En cuanto aJean Limosin, se le señala simplemen-te como “de la diócesis del Puy”.

    3.3. El restablecimientodel culto en Lavalla

    Respecto al culto clandestino de La-valla a partir de 1793, podemos pensarque Gaumont ha continuado ejercién-dolo hasta su detención en 1794 y queAbrial, antiguo vicario de Tarentaise, pa-rroquia vecina a Lavalla, ha tomado elrelevo. Por otra parte Barge recuerda(cap. XLVIII), la presencia de Abrial, pordesgracia sin fecha precisa, pero an-tes de 1800, al evocar un asunto delmunicipio: habiendo fallecido el alcaldeTissot, Jean-Joseph Tardy41 acepta elpuesto después de algunas vacilacio-nes por influencia del vicario Rivory“quien había abdicado del sacerdociodurante el periodo del terror, y habíasido rehabilitado gracias a la confian-za de que gozaba M. Abrial, encarga-do entonces de la parroquia de La Va-lla, cerca de M. Courbon, vicario ma-yor de la catedral de Lyon. Él (Rivory)dio tantas muestras de agradecimien-to por este favor, expresó tantos hala-gos a su protector, que el mismoAbrial le propuso como su vicario”.

    Sin embargo Barge nos dice(cap.XLV) que la iglesia de Lavalla seabre de nuevo el 15 de noviembre de1801, con ocasión de la paz. No indi-ca la presencia de Abrial como cele-brante sino la del sacerdote Berne,quien “se alojó en la casa rectoral”.Este hecho está confirmado por el

    André Lanfrey, fms 27

    marzo2013

  • 42 Arzobispado de Lyon, caja 2 II 83. 43 Arzobispado de Lyon, caja 2 II 92

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio28

    Cuadro general de los sacerdotes deLyon42 que describe así a Berne:“Natural de La Valla, ordenado al co-mienzo de la revolución, de unos 37años, encargado del culto de Lavalla,aptitudes suficientes, celo y piedad”.En el ambiente existente tras la re-volución, y antes de que las autori-dades eclesiásticas hubieran proce-dido a poner orden, el hijo del país,¿no habría suplantado durante untiempo al misionero? En todo caso, elmismo Cuadro general de 1802 esbastante elogioso para Abrial y lo re-conoce también como encargadodel culto en La Valla:

    “Ex vicario de Tarentaise, de unos 45 años, aptitudes suficientes, con bastante celo y piedad,responsable religioso de Lavalla, que ha trabajadodurante toda la revolución”.

    Para comprender esta aparenteanomalía, es preciso tener en cuentaque Berne y Abrial se habrían reparti-do la parroquia, tal vez desde 1794, en-cargándose éste último de la parte alta(Le Bessat, les Palais…) orientada ha-cia Tarentaise y Berne de la pastoral dela parte baja orientada hacia SaintChamond. Naturalmente, las autori-dades eclesiásticas no pueden dejarpor mucho tiempo a Berne en su pa-rroquia de origen y Abrial, evidente-mente de más edad, recibe el puestoal que su actividad apostólica le ha he-cho merecedor. Respondiendo a unaencuesta diocesana el 1º de agosto de180443 Jean-Maríe Berne, nacido el 5de noviembre de 1758, declara haber

    sido nombrado para la sucursal dePlanfoy, en el cantón de Saint GenestMalifaux el 7 de febrero de 1803 (18pluvioso, año 11) y precisa: “Yo me en-cargaba de la parroquia de Lavalla,cantón de Saint Chamond”.

    Sobre Rivory, de quien Barge ha-bla muy mal, el Cuadro general de lossacerdotes confirma en parte susafirmaciones: “Natural de Saint Mar-tin-Acoallieux, con 50 años de edad,ex vicario de Doizieu, reintegrado, ap-titudes normales, bastante buen cri-terio, buena conducta”. El término“reintegrado” significa que Rivory haprestado el juramento constitucionaly ha hecho una retractación seguidade un tiempo de prueba antes de1802. Como Courbon no indica que esabdicatario, sin duda Rivory no ha re-nunciado temporalmente al sacer-docio como lo afirma Barge. Ha sidoprobablemente vicario de la iglesiaconstitucional de Doizieu, parroquiamuy cercana, antes de regularizar susituación y ejercer como auxiliar deAbrial. En todo caso, en 1802 Courbonno le atribuye ningún puesto oficial. Talvez ha debido ser nombrado como vi-cario de Abrial a lo largo del año 1803.

    Barge añade que una vez instala-do, el vicario desea suplantar a su pá-rroco y apoya al alcalde Tardy que “noapreciaba a M. Abrial por un asuntodemasiado largo para ser expuesto”.Con sus maniobras, Rivory habríaobtenido el secretariado de la alcal-día y el alejamiento de Barge.

    31 fms Cuadernos MARISTAS

  • 44 Arzobispado de Lyon, registro de nombramientos I 19. 45 Ibidem. 46 Los registros no mencionan los nombres de los vicarios. Sobre el vicariato eventual de M. Rebod,

    ver el artículo siguiente. 47 No se indica el nombre. 48 En oposición a muchos, Linsolas es muy intransigente en relación a los antiguos sacerdotes cons-

    titucionales quienes deben realizar un acto explícito de arrepentimiento. 49 Arzobispado de Lyon, registro I 19.

    29André Lanfrey, fms

    El 29 de marzo de 1806, M. PierreAbrial, que no recibe aún ninguna pen-sión del gobierno, es nombrado para LaChapelle, en los montes del Pilat, can-tón de Pélussin, parroquia en la que elencargado percibe una remuneracióndel gobierno. El mismo día, M. BenoîtRivory, su vicario, nacido el 19 de ene-ro de 1747, que recibe del gobierno unapensión de 266 F. es nombrado en-cargado de la parroquia de Rochetai-llée, en el cantón de Saint Etienne44.

    El 17 de abril de 1806, M. Bussot (Jo-seph Marie) hasta entonces vicario deSaint Etienne, nacido el 3 de julio de1764, que recibe del gobierno unapensión de 266 F., sucede a Abrial enla parroquia de La Valla, puesto “nun-ca pagado por el gobierno”45. Sinduda, cuenta con un vicario, cuyonombre desconocemos, que proba-blemente se trata de M. Rebod46. Bar-ge no dice nada de él pero en 1802 elCuadro del clero de Courbon presen-ta el retrato siguiente: “Bussot,47 ex la-zarista, de unos 38 años, juramentado,cismático, intruso, retractado en el 97,reconciliado en 1801, encargado del cul-to en Sury, buen comportamiento, te-meroso con el santo ministerio”. Espues, un antiguo religioso, convertidoen sacerdote constitucional y encar-gado del culto en Sury y retractado desu juramento en 1797 pero, al parecer,

    vacilante durante largo tiempo en re-conocer su culpabilidad como lo exi-ge Linsolas48. Finalmente absuelto,ha ejercido en un tiempo de pruebacomo vicario en Saint Etienne, proba-blemente a partir de 1803, antes de sernombrado en 1806 responsable delculto en La Valla. La situación no ha de-bido ser fácil para él en una parroquiaconstantemente hostil a la Iglesiaconstitucional y en un territorio pocoadaptado a alguien que “tiene miedoal ministerio”. Como nadie habla de él,parece haber sido un personaje sin re-lieve. Cuando presenta la dimisión el 31de enero de 1812, solo tiene 48 añosy M. Rebod, con 34 años, se convier-te en encargado del culto el 5 de fe-brero de 181249.

    CONCLUSION

    Este estudio rápido sugiere que enlos años 1798-99 el culto clandestinofunciona casi por todas partes en elcantón de Saint Chamond pero demodo bastante informal a pesar delos esfuerzos de Linsolas para coor-dinarlo. La gran reorganización tienelugar en 1803 con M. Courbon, vica-rio general, quien valida las situacio-nes anteriores. La marcha de Abrial yde Rivory en 1806 significa para LaValla el final de la época de misiones.

    marzo2013

  • 50 Los archivos del arzobispado le llaman « Rebod ». La Vida parece no aludir a su nombre. El H. Avitle llama « Rebot ».

    51 Registro I 19. Información citada de nuevo en OM4 p. 42852 Uno de los descendientes de la familia Rebod lo reconoce como hijo de Jean Rebod, nacido en

    1746, vecino de Marlhes y de Marie Louison, tejedora de lana, natural de St.Just-Malmont. Sería el segundode sus ocho hijos, nacido en Marlhes el 5 de febrero de 1776. Con ocasión del censo del municipio deMarlhes en 1790, el párroco Allirot sitúa a esta familia Rebaud en la aldea de Joubert. El padre está cla-sificado entre los propietarios, lo que indica cierto ascendiente social pues en el momento de su matri-monio en 1774, había sido declarado como jornalero. Pero Jean-Baptiste, que tendría 14 años, no vive conla familia y podría haber sido colocado como sirviente. Esta hipótesis nos parece insuficientemente fun-dada y este J.B. Rebeau sería un homónimo de nuestro párroco.

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio30

    Evidentemente, muchas preguntaspermanecen en el aire. Por ejemplo, he-mos visto que el sistema de las misio-nes dependía en gran parte de los lai-cos. ¿Quién ha sido el “jefe laico” de La-valla y el catequista permanente? Pa-rece que sería conveniente mirar dellado de los notables de la parroquia es-pecialmente activos en la oposición al ja-cobinismo, como los Tardy de las alde-as de Coing y de Soulages, los Rivat deLuzernod, de Pinay y de Maisonnettes,les Tissot…considerados, después delasedio a Lyon, como aristócratas.

    En todo caso, desde 1794 a 1803, enla diócesis de Lyon ha funcionado unaIglesia revolucionaria a su modo, no ba-sándose en parroquias dirigidas por sa-cerdotes titulares sino en colaboracióncon un clero misionero itinerante y conlaicos militantes, garantizando así la ad-ministración local del culto. La Iglesia je-rárquica no es discutida en nada des-de el plano teórico pero en la prácticaresulta difícil imaginar un regreso puroy simple al antiguo orden establecido,pues los laicos, que han hecho revivira la Iglesia en tiempos de persecución,no tienen en absoluto el mismo puntode vista sobre su funcionamiento comoantes de la Revolución, que por otraparte, los ha inducido a cultivar sueducación política. Con más claridad

    que antes distinguirán las competenciasreligiosas y profanas. El párroco Gau-mont, que al parecer, había sido elhombre influyente de la parroquia has-ta 1793, puede ser considerado comoel último párroco del Antiguo Régimen.

    Al realizar un proyecto de herma-nos catequistas para La Valla, Cham-pagnat se sitúa en la continuidad de loque se ha vivido en la diócesis bajo laRevolución. Parece que él mismo seconsidera como misionero de un te-rritorio que no puede ni debe evan-gelizar sin el apoyo activo de laicoscomprometidos. La pregunta sobreuna filiación entre la pastoral de Lin-solas y la de Champagnat merece serplanteada; tanto más cuanto que,durante su infancia, ha conocido sinduda a misioneros itinerantes y ha vis-to que los laicos garantizaban el fun-cionamiento local de la Iglesia.

    4.M. REBOD PÁRROCO DE LAVALLA (1812-1825)

    Jean-Baptiste Rebod (o Rebot, Re-bau…)50 es nombrado encargado delculto de Lavalla el 5 de febrero de 1812.Los archivos diocesanos51 lo declarannacido en Saint Just-Malmont, Alto Loi-ra el 10 de diciembre de 177852.

    31 fms Cuadernos MARISTAS

  • 53 La diócesis del Puy solo será restablecida en 1823. 54 Algunos cursos regulares de teología comienzan de nuevo en Lyon por Todos los Santos de 1801

    y el gran seminario, en enero de 1803, cuenta ya con 60 - 80 teólogos en un seminario provisional (Vidade M. Duplay, t. 1 p. 170) y en 1805, el antiguo seminario de St. Irénée reabre sus puertas.

    55 Este transpaso aportaría cierta credibilidad a la tesis de un Rebod natural de Marlhes y reclama-do por la diócesis de Lyon, como sucedería más tarde con M. Courveille.

    56 OM2, doc. 754, § 2. 57 Solo conocemos de dicho Cuadro una fotocopia , procedente sin duda, de los archivos del muni-

    cipio de La Valla 58 Pero la genealogía estudiada por un descendiente indica que ella murió en 1812. Lo que es un ar-

    gumento muy sólido en contra de la hipótesis de un Rebod nacido en Marlhes en 1776.

    31André Lanfrey, fms

    Rebod es pues originario de lamisma región que Champagnat; lospueblos de Marlhes y Saint Just dis-tan solo algunos kilómetros y ambospertenecían antes de la Revolución ala diócesis del Puy. La creación de de-partamentos bajo la Revolución ads-cribe Saint Just-Malmont al del AltoLoira y Marlhes al del Loira. Con elconcordato de 1801, Marlhes pasa apertenecer a la diócesis de Lyonmientras que Saint Just-Malmont for-ma parte de la diócesis de SaintFlour-Le Puy53.

    Rebod no ha hecho sus estudioseclesiásticos en la diócesis de Lyon yno ha podido llegar a ser sacerdoteantes de la edad de 25 años ya quedurante la Revolución los seminariosestán clausurados y se reabren hacia180054. Sería necesario pues situar lafecha de su ordenación sacerdotalhacia 1803-1806. Tendría entoncesentre 25 y 28 años, edad bastantenormal entre los seminaristas tras laRevolución. No figura en los registrosdel arzobispado de Lyon antes de1812. Así pues, habría sido formado yordenado en la diócesis de St. Flour-Le Puy y luego incardinado en la dió-cesis de Lyon55.

    Un pasaje de la memoria Bourdinparece dar una precisión importantesobre el inicio de su presencia en La-valla, ya que en 1817, con ocasión desu discusión con Champagnat por lacompra de una casa el documento in-forma: “Él no quiere (adquirir la casa)por temor a no permanecer habien-do sido ya párroco allí durante 10años”. De hecho, hace solo cincoaños que Rebod es párroco y no sellegaría a comprender que rechaza-se dicha compra con el pretexto deuna eventual salida cinco años mástarde. Ciertamente, es preciso inter-pretar esta información como unaconfirmación de su presencia en laparroquia desde hacía unos diez deaños, primeramente como vicario yluego como párroco, lo que nos si-tuaría en los años 1806-180756.

    El hecho de acceder a los 34años a una parroquia bastante im-portante da a entender que es con-siderado como un hombre de ciertovalor y que no es mal visto por la po-blación. El cuadro de los habitantesdel municipio de Lavalla57 indica queen 1815 vive en la villa con su madre58,su hermana y un sirviente. Su vicariose llama Artaud.

    marzo2013

  • 59 Las veladas durante el invierno, que permiten sobre todo las relaciones entre muchachos y mu-chachas y dan lugar con frecuencia a bailes.

    60 La palabra « jurement » está tomada aquí en el sentido de grosería. 61 En realidad, los vendedores ambulantes suministran libros de cualquier procedencia a una pobla-

    ción que gusta de la lectura más de lo que cree la gente culta.62 Ver Vida del P.Champagnat cap. 5 p. 55 que cuenta su lucha contra los libros peligrosos y la cre-

    ación de una biblioteca de libros recomendables.

    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio32

    4.1. Barge severo con Rebod

    Ya hemos indicado que Barge ensus memorias encuentra al párrocovanidoso, autoritario “ávido de bien-es y de honores”. En el cap. LVI desus memorias, deplora que, “valién-dose constantemente de su autori-dad”, quiera controlar las funcionesdel ayudante (sacristán) y de loscampaneros. Barge le reprocha asi-mismo de querer impedir los bailespopulares (cp. LVI).

    ¿Qué importancia se debe dar asemejante opinión que puede parecermuy sectaria y de hecho, absoluta-mente banal para una época en la queel clero quiere reorganizar el marcoparroquial y retomar el control de losbienes de la iglesia, confundidos máso menos con el consejo municipal?

    4.2. De Barge al H. Jean-Baptiste

    En los capítulos 4 y 5 de la Vida deChampagnat, el H. Jean-Baptiste Fu-ret nos presenta en 1856 una situaciónbastante convencional de la parroquiade La Valla cuando llega Champagnaten 1816. “Los habitantes de La Vallaeran buenos y llenos de fe aunquemuy sencillos y muy ignorantes” (p.

    37). Cierto número de personas ya nose confiesan y otras lo hacen solo porPascua (cap. 5 p. 48). Los principalesvicios y abusos del municipio contralos que Champagnat va a luchar sonel alcoholismo, los bailes, las reunio-nes nocturnas59, las expresiones so-eces ‘jurements’60, la blasfemia y lalectura de libros peligrosos.

    Es una opinión que se podría apli-car a casi todas las parroquias deFrancia e incluso de Europa. Por otraparte nos preguntamos cómo losmalos libros pueden ser una lacrapara una población declarada igno-rante61 hace muy poco. Es verdadque los vendedores ambulantes vande granja en granja para vender hilo,agujas, pequeños objetos baratos ytambién libros, juzgados ‘a priori’ pe-ligrosos por no estar controlados porlas autoridades eclesiásticas62. LaValla, de hecho, es una buena parro-quia donde el culto católico jamás seha interrumpido. ¿Son ignorantes sushabitantes? Ciertamente están pocoalfabetizados, aunque ni más ni me-nos que en otros lugares, pero no sonincultos. La Revolución les ha acos-tumbrado a espabilarse por sí mis-mos, incluso en lo referente a mate-ria religiosa. Como han visto, desdela muerte del párroco Gaumont en1794, desfilar a muchos encargados

    31 fms Cuadernos MARISTAS

  • 63 Cap. 4 p. 37. 64 En su opinión sobre la Vida de Champagnat, el párroco Bedoin, sucesor de Rebod, criticará esta

    apreciación. Ver “Documentos Maristas” nº1, Roma, 1982, que ofrece una copia de estas críticas.

    33André Lanfrey, fms

    de culto y vicarios, su actitud hacia elclero ha cambiado.

    En cuanto a Rebod, el H. Jean-Baptiste opina en cierta manera comoBarge: el párroco “aunque buen sa-cerdote […] no era apreciado” acausa de un defecto de habla que ha-cía insoportables sus sermones63.El motivo aducido parece muy su-perficial64. Podemos preguntarnossobre la naturaleza de este defectoque podría ser no tanto una elocucióndificultosa como la costumbre dedecir en público cosas desagradableso humillantes. El capítulo 11 de la Vidacita dos anécdotas respecto deChampagnat y que refuerzan esta hi-pótesis:

    “Un domingo, mientras el Padre daba una breveinstrucción a los fieles después de las completas, elSr. párroco entra bruscamente en la iglesia por laentrada principal y desde allí entona “O crux, ave…”con el que finalizaba el oficio. Los asistentes,sorprendidos y escandalizados, se vuelven hacia él,le miran y escuchan su canto con una actitudindignada que debió hacerle comprender cuántodesaprobaban su conducta. El P. Champagnat, sinmanifestar ninguna emoción y la menor tristeza,continuó su enseñanza cuando el Sr. párroco huboacabado de cantar”.

    “Otra vez que enseñaba el catecismo con motivo dela confirmación, como decía que el ministro de estesacramento es el obispo, el Sr. párroco, que en esemomento entraba en la iglesia, se vuelve hacia losfieles y les grita: “Hermanos, los sacerdotes conautorización también pueden administrar este

    sacramento”. En muchas otras ocasiones, el buenpárroco se permitió actitudes parecidas y el P.Champagnat solo le respondió con una pacienciainalterable”.

    Menciona otro defecto del párro-co que Barge no señala: su inclinacióna la bebida que habría sido un moti-vo de escándalo para la parroquia. ElSr. Etienne Bedoin, párroco de La Va-lla desde 1824 a 1864 protestó poreste pasaje sin desmentirlo. “¿Valíabien la pena divulgar un hecho cuyoconocimiento apenas alcanza másallá del pequeño círculo de Lavalla?”.La nefasta reputación del párroco so-bre este punto puede afectarle talvez, por su apoyo al maestro alco-hólico.

    Pero, ¿vale la pena conceder tan-ta importancia a un defecto que la po-blación, inclinada asimismo a la bebi-da, al menos en los días de fiesta, miracon cierta comprensión? Por otraparte, puede ser que la despedida almaestro en 1819 y la sobriedad deChampagnat hayan evitado al párro-co ir demasiado lejos. En 1825 el Sr.Rebot se convierte en capellán de lasUrsulinas de Saint Chamond; un pues-to que implica ser un hombre de bue-nas costumbres y con cualidadespara predicar. En realidad, el fondo delproblema parece ser el siguiente: el Sr.Rebod es un párroco celoso de su au-toridad y que quiere dirigir su parroquiacomo antiguamente. Este es el moti-vo de la acusación de Barge.

    marzo2013

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    I. Las revueltas populares de la Revolución y del Imperio34

    4.3. Los conflictos de Rebod con Champagnat

    Con su vicario, mantiene la mismaactitud autoritaria pero el aspecto pri-mordial de su divergencia es sinduda, más importante. Rebod imagi-na su parroquia como un territorioque debe administrar mientras queChampagnat considera la tarea de lossacerdotes como misionera, másrespetuosa con las autoridades civi-les, dispuesta a buscar la adhesión delos corazones y la colaboración de loslaicos. Tal vez por esto funda la obrade los hermanos.

    Todos estos motivos provocanconflictos sucesivos de los que el cap.11 de la Vida de Champagnat (p. 119-120) ofrece una visión de conjunto:

    “El Sr. Párroco de Lavalla, que había sido uno de los primeros en criticar al buen Padre,desaprobando su obra, y que informabapuntualmente al Sr. Bochard de lo que sucedía en casa de los hermanos, redobló sus invectivascontra él […] el Sr. párroco le denigraba incluso en presencia de los Hermanos, y se esforzaba por alejarlos de la congregación. Ofreció a uno de los mejores tomarlo para su servicio; a muchosotros, les propuso colocaciones favorables en otrossitios o favorecer su ingreso en otras comunidades.Cuando en 1823, el H. Louis, fue destinado a Bourg-Argental, hizo todo lo posible por retenerloe impedir que obedeciera. “Soy vuestro párroco, tú eres natural de mi parroquia, le dijo, no quieroque la abandones. El P. Champagnat que diga lo que quiera, pues no sabe lo que hace”.

    La memoria Bourdin65 escrita ha-cia 1830 y basada ampliamente en eltestimonio de Champagnat, ofrececon estilo muy telegráfico el detalle delas peripecias del conflicto entre pá-rroco y vicario cuyas etapas podemosreconstruir. Desde 1817, Champagnatintenta convencer al párroco de lacompra de la casa Bonner para ha-cer de ella una escuela y el funda-mento de su obra. Como el párrocono está conforme, Champagnat lacompra pero el párroco siembra ci-zaña entre el padre y el hijo Bonner loque obliga a Champagnat a realizarun nuevo contrato más caro en