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FEB - JUL 2014 · AÑO 12 Análisis sobre capacidad pesquera aplicable al Atún Talla mínima de madurez sexual del Caracol Chicoreus Brevifrons (Arrechón) en el norte de Chacopata, Edo. Sucre Sobre capacidad Pesquera de Embarcaciones que Pescan Atún en el Océano Pacífico Oriental (OPO)

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Boletín producido por FUNDATÚN, sobre temas científico-divulgativos del ámbito pesquero nacional venezolano e internacional y sectores coligados (la pesca y su gente, cadenas de valor, negociación internacional, etc.).

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FEB - JUL 2014 · AÑO 12

Análisis sobre capacidad pesquera aplicable al Atún

Talla mínima de madurez sexual del Caracol Chicoreus Brevifrons (Arrechón) en el norte de Chacopata, Edo. Sucre

Sobre capacidad Pesquera de Embarcaciones que Pescan Atún en el Océano Pacífico Oriental (OPO)

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Fundación Pesca de Tunidos Fundatún

La Fundación para la Pesca Sostenida y Responsable

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CONTENIDO

Sobre capacidad pesquera de embarcaciones que

pescan atún en el océano pacífico oriental (OPO)

Análisis sobre capacidad pesquera aplicable al atún

Talla mínima de madurez sexual del caracol Chicoreus Brevifrons

(arrechón) en el norte de Chacopata, Edo. Sucre

Alvin Delgado M.

Carlos E. Giménez B.

María Gabriela Nieves, Carolina Peralta, Patricia Miloslavich - Laboratorio de Biología

Marina, Universidad Simón Bolívar

Nota Luctuosa

Pescando la Noticia

Presentación4

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Juan José Cárdenas

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CONSEJO DIRECTIVOPReSiDeNTe:Roberto Ortisi

VicePReSiDeNTe:Doménico Pinto

DiRecToReS:Manuel de La Iglesia Fracesco G. SolariJosé María Bengoa Giuseppe SpinalliSalvatore Natoli Gentile

DiRecToR ejecUTiVo:Carlos E. Giménez B.

MIEMBROS HONORARIOSKaldone NweihedPedro Pablo Aguilar

PERSONAL TÉCNICOAlvin Delgado Manuel CorreiaRubén Baloa Juan José Cárdenas

COLABORADORESFreddy Arocha Ana Carolina Peralta Manuel CorreiaCésar Paz Patricia Miloslavich Ricardo MolinetJeremy Mendoza Luis Marcano Eduardo KleinJosé Alió

BOLETÍN “COFA Convivencia Pesquera”Marzo 2013iSNN: 1317-1232

DiRecToR:Carlos E. Giménez B.

Av. Rómulo Gallegos entre Calle El Carmen y Guanchez,Torre Capital, PB, Local N°02. Los Dos Caminos.TLF: +58 (212) 232.43.10CORREO: [email protected] - [email protected]

DiSeÑo GR ÁFico:Fabiana Antonioli CarrasqueroMartinova Javornik AyllónGustavo FernándezCORREO: [email protected]

FUNDATÚNFundación para la Pesca y Sostenida y Responsable de Túnidos.Av. Francisco de Miranda, Multicentro Empresarial del Este,Torre Miranda, Núcleo A, piso 10, Oficina 103-A.Chacao 1060, Caracas - Venezuela.TLF: +58 (212) 267.66.66FAX: +58 (212) 267.00.86WEB: www.fundatun.orgCORREO: [email protected]

FUNDATÚN CUMANÁPrograma Nacional de Observadores de Venezuela - PNOV.Urb. El Dique, Av. Principal, Edif. San Pablo, PH.Cumaná, Estado Sucre - Venezuela.TELEFAX: +58 (293) 433.04.31CORREO: [email protected]

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otras jurisdicciones que explotan las mismas pobla-ciones de atún (pez altamente migratorio), además de que la eficiencia pesquera que aporta le tecno-logía – caso de los FAD- debería ser considerado en cualquier discusión sobre capacidad, dado que esta última variable deja de ser, por si sola, factor determinante en el poder de pesca de las flotas.

Incluimos también en este número de COFA, Convivencia Pesquera, los aportes de los colegas de la USB, quienes nos brindan datos sobre la pesca incidental de un gasterópodo Muricide, asociada a la pesquería de la pepitona, recurso aún de enorme importancia socioeconómica en el oriente de Venezuela. De allí la relevancia de la comprensión cabal de la ecología de las bancos de pesca y del impacto de esta actividad sobre otras especies, eventualmente aprovechables.

Finalmente, nuestros consecuentes amigos de la UDO y la UCV, acompañados por un colega de la Universidad Autónoma de Baja California, nos hacen una descripción pormenorizada de la eco-logía de los peces picudos en el OPO, en tanto que especies asociadas a las poblaciones de atún y que, por si mismos, tienen importancia como re-curso pesquero de alto valor relativo en el balance de las pesquerías atuneras.

Se trata pues de un boletín denso y diverso que esperamos que interese a muchos y que, sobre todo, de pie para la toma consciente de mejores decisiones para la gestión de los recursos aquí considerados.

En el mundo atunero, el aforo total de las bodegas de los buques pesqueros es la variable empleada para ponderar la presión real o potencial que tienen las flotas para actuar sobre el recurso atunero.

Esta variable es denominada “capacidad” y ha sido objeto de múltiples discusiones y negociacio-nes en el seno de las reuniones de las Comisiones internacionales llamadas a gerenciar las pesque-rías asociadas al atún.

Últimamente, el tema de la capacidad, ha cobrado importancia y ha sido objeto de discusiones es- pecíficas en la reciente reunión de la CIAT (Cartagena de Indias, abril 2014), dadas las preocupaciones que suscita el hecho de que la capacidad óptima, en función de la realidad poblacional y de resiliencia de las diferentes poblaciones y especies de atún que transitan el OPO, supera con creces la capacidad operativa y potencial de la flota de la región.

Esta situación es tratada en detalle en los artículos de Carlos Giménez y Alvin Delgado, en los que se manifiesta, en el caso del primer autor, su inquietud por el carácter migratorio del atún, carácter este que debería generar un debate profundo sobre los derechos diferenciales entre países atuneros ribereños al OPO o no. Por su parte, Delgado hace hincapié en el abordaje integral con el que debe ser tratado el asunto de la capacidad, en virtud de que las normas y resoluciones aprobadas por la CIAT no necesariamente surten efectos en

Juan José Cárdenas

PrEsENTaCIóN

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SOBRE CAPACIDAD PESQUERA DE EMBARCACIONES QUE PESCAN ATÚN EN

EL OCÉANO PACÍFICO ORIENTAL (OPO)Alvin Delgado M. (FUNDATÚN)

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INTRODUCCIóN Las pesquerías a nivel mundial muestran en general signos sobrecapacidad, que implican que muchos recursos pesqueros se encuentran sobreexplotados o están a niveles cercanos al nivel del Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). De mantenerse esta ten-dencia muchos de estos recursos pesqueros pueden colapsar y de no tomarse medidas efectivas, estos pueden desaparecer o afectarse a niveles que resulta-ra difícil de recuperar a corto o mediano plazo. Las pesquerías de túnidos no escapan de esta realidad y especies como el aleta azul (atún rojo), atún patudo, albacora y aleta amarilla muestran diferentes grados de sobreexplotación.

En el OPO se presentan situaciones similares, siendo las tres principales especies pescadas el patudo, el aleta amarilla y el barrilete, cada uno de ellos con diferentes grados de afectación. Así, las poblaciones para las dos primeras mencionadas, están en niveles cercanos o por encima del RMS. Las flotas que pescan en gran escala estas especies de atunes, son la cer-quera y la palangrera, cada una con especies objetivo diferentes. Por su parte, para la flota palangrera, la

Archivo: “FUNDATÚN” Archivo: “FUNDATÚN”

especie principal es el patudo, seguida del aleta ama-rilla. La cerquera, en cambio, dirige sus esfuerzos a las tres especies indistintamente, concentrándose en una u otra, en función del arte empleado.

En el OPO, la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) tiene un Registro Regional de Bu-ques, donde se reportan todos los palangreros grandes y los cerqueros que están activos, así como también la capacidad inactiva y/o hundida. También la Comisión prevé la posibilidad de que algunos países ribereños puedan desarrollar a futuro flotas pesqueras. Este Registro viene operando desde junio de 2002 a través de la Resolución C-02-03 de la misma Comisión. Esta Resolución obliga a las Partes que tienen barcos operando en la región, a reportar los cambios de bandera, de capacidad, de sellado de bodegas, etc. Igualmente, en la reunión de la CIAT donde se aprobó esta Resolución, se acordó de llevar un Registro de Capacidad Extra, que, no estan-do necesariamente operativa o en uso, es susceptible de emplearse eventualmente. Este Registro de Capa-cidad Extra, recoge los metros cúbicos disponibles que

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tienen los países, asociados a barcos vendidos, retira-dos, hundidos, etc. y cuya su capacidad se le ha reservado el país para su uso futuro.

En el último reporte de la CIAT sobre Cambios en la Lista de Capacidad Cerquera, correspondiente a mar-zo de 2014, se observa que la capacidad activa es de 229.767 m3: La inactiva-hundida es de 5.607 m3 y la disponible (extra) de 59.045 m3, lo que da un total de 294.419 m3.

En este inventario no están consideradas las capaci-dades a pie de página que permite la Resolución C-02-03 para países ribereños, de manera que estos puedan desarrollar sus pesquerías a futuro y que ac-tualmente es de 12.909 m3.

Sobre esta base, algunos países centroamericanos, con capacidad actual concedida de 6.861 m3, están so-licitando que se les asigne capacidad adicional para desarrollar sus pesquerías por el orden de los 13.304 m3, apelando a su carácter ribereño.

A lo anterior se suma la capacidad potencial de los 32 buques de bandera de Estados Unidos que ejercen la pesca, al menos, 3 meses al año y que pudiesen redu-cirse a 8 barcos de año completo, con una capacidad aproximada 11.200 m3.

Esta relación representa un total aproximado de unos 338.693 m3.

A esta realidad se opone lo establecido en la Reunión Anual de la CIAT, en Lanzarote, España, en la cual se adoptó un Plan de Acción para la Ordenación Regional de la Capacidad Pesquera Atunera en el área de la Convención. Este plan fija un marco de referencia para el manejo de la flota para asegurar la sostenibilidad en el OPO a largo plazo, de la pes-quería de las diferentes especies amparadas por la Convención. Así, prevé en consecuencia la elaboración de un programa de reducción para lograr el nivel ob-jetivo de bodega de 158.000 m3, cifra, que como se ve, es muy distante de la capacidad operativa y mucho más de la capacidad potencial que puede operar en el OPO en estos momentos.

TALLER DE ExPERTOS TÉCNICOS SOBRE LA CAPACIDAD DE LA FLOTA ATUNERA EN EL OCÉANO PACÍFICO ORIENTALLa Comisión, preocupada por esta situación y bajo los auspicios de la Unión Europea, la WWF y la ISSF, aportó los fondos para realizar un Taller sobre Ca- pacidad, contribuyendo el Gobierno de Colombia con la sede. Este Taller de Expertos Técnicos sobre la Capacidad de la Flota Atunera en el Océano Pacifico

Oriental, se realizó entre el 23 y el 25 de abril en la ciudad de Cartagena de Indias y contó con los especia-listas Rick Deriso, Robín Allen, Guillermo Compeán, Ángela Martini, Jean-François Pulvenis, Víctor Res-trepo, Josh Graf-Ziven, Jenny Sun y Yujiro Akatsuka.

OBJETIVOS DEL TALLEREl propósito principal del taller fue definir, de manera consistente con el plan regional de 2005, un sistema eficaz, equitativo, y transparente para manejar y redu-cir, de forma efectiva y a mediano plazo, la capacidad de la flota atunera del OPO, incluyendo un calendario para la adopción e implementación del sistema.

Los participantes, en su calidad de expertos técnicos, deberán analizar las formas de reducir la capacidad total de la flota a un nivel compatible con la sosteni-bilidad del recurso atunero y proponer acciones apropiadas que garanticen que se logre esa reducción, evitando al tiempo incrementos futuros de la capaci-dad controlada.

DESARROLLO DEL TALLERLos participantes en el taller abordaron los diferentes temas relacionados con el manejo de capacidad, según el siguiente orden:

1.- Antecedentes y bases de ordenación: Repaso de la capacidad actual de la flota y de la ca-pacidad objetivo (Rick Deriso). Repaso del Plan de 2005 para la ordenación regio-nal de la capacidad de pesca (Robin Allen). Repaso de la Resolución C-02-03 de la CIAT sobre la capacidad de la flota atunera operando en el OPO (Guillermo Compeán). Un enfoque económico a la ordenación de la capaci-dad (Dale Squire). Aspectos jurídicos relacionados con la ordenación de la capacidad (Jean-François Pulvenis). Capacidad de pesca atunera cerquera global. Distri-bución regional e implicaciones para la ordenación (Víctor Restrepo).

2.- Propuestas de ordenación: Propuesta de Japón sobre Programa de Ordenación de Capacidad para los buques pesqueros cerqueros de cerco IATTC-85, Prop. H-2 JPN (Yujiro Akatsuka). Hacia un nuevo plan de ordenación de la capacidad en el Pacífico oriental (Ángela Martini). Uso complementario de la ordenación basada en derechos (Guillermo Compeán).

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Pese a las razones que los países aducen, el manteni-miento de la capacidad en los niveles actuales o su incremento, conducirá al colapso del recurso y, consi-guientemente, a la pérdida de los beneficios para todas las Partes y a la afectación de las poblaciones de tunidos y otras especies a niveles de difícil recupera-ción. Se impone entonces que todos se sacrifiquen en alguna medida para lograr la reducción efectiva de la capacidad, en aras del provecho global.

Tal sacrificio eventualmente, mientras se logre el des-censo de la capacidad, significará también vedas más largas y/u otras medidas como corralitos, etc.

El problema sobre capacidad no puede tratarse de ma-nera aislada. Es necesario tener presente que los recursos atuneros son altamente migratorios y mu-chas veces se trasladan a muy grandes distancias, lo cual supone que las medidas aprobadas no sean aplicables en las diferentes jurisdicciones de otras Comisiones. Es por esto que, si una Comisión toma medidas, las otras deberían adoptar medidas simila-res, de manera que el sacrificio que ellas encierran, sea equitativamente distribuido entre todas las nacio-nes que usufructúan del atún.

Por último, hay que destacar que en el Taller no se trató el tema de las implicaciones asociadas a la co- locación de objetos flotantes con boyas satelitales de última generación y con sistemas sofisticados de detección de cardúmenes, que están afectando signi-ficativamente las pesquerías de túnidos en el área de la Convención. El número creciente de estos disposi-tivos agregadores de peces (plantados o FAD) tienen altas repercusiones directas en la pesca por su alta eficiencia, por lo cual ser rigurosamente regulados: debe haber un control del número, ubicación, recolec-ción y desplazamiento, de modo de poder evaluar su impacto y fijar, en consecuencia un plan de manejo de los mismos.

Es nuestra consideración que el asunto de los FAD debe ser abordado de manera conjunta con el de capa-cidad, dado que ambos factores actúan de manera sinérgica en el impacto que ocasionan sobre las pobla-ciones de peces y sobre las pesquerías.

Balances bioeconómicos entre artes y la dinámica de la flota de pesquería atunera de cerco (Jenny Sun). Recompras en el OPO (Josh-Graf-Ziven).

Una vez terminada cada presentación, se realizó una discusión y al final se elaboró una matriz de análisis de ventajas y desventajas de las diferentes propuestas.

CONCLUSIONES1.- Es importante, para poder iniciar un sistema de reducción que nos acerque a los niveles de capacidad de 158.000 m3 u otro nivel que recomiende el personal científico de la Comisión, que el Registro se cierre de-finitivamente o con una moratoria de mediano o de largo plazo, de lo contrario todos los esfuerzos que se logren pudiesen verse afectados con la incorporación de buques registrados en la capacidad disponible.

2.- La propuesta de Japón recomienda que cuando se incorpore una embarcación nueva en sustitución de una unidad desincorporada, se considere una reduc-ción de la capacidad de la nueva unidad en un 10% o más, tomando en cuenta las ventajas que confieren las nuevas tecnologías. Esta propuesta está alineada con las recomendaciones del personal científico de la CIAT, se considera pertinente, pero se estima de efec-tividad moderada, dada la lentitud del proceso.

3.- La recompra es una buena herramienta para redu-cir la capacidad, pero para que esta sea efectiva, debe cerrarse el registro.

4.- Reducción de capacidad por retiro de flotas en un área determinada por compensaciones económicas. Es una propuesta innovadora pero no reduce la capa-cidad a largo plazo.

5.- Enfoque de manejo de capacidad basado en captu-ras a través de un sistema de Capturas Totales Permisibles (CTP o TAC), donde el 40% de las captu-ras las manejan los países ribereños y el 60% restantes en alta mar. Este mecanismo aunque pudie-se ser efectivo no parece del todo equitativo y tiene algunos problemas para su instrumentación.

CONSIDERACIONES ADICIONALESExisten muchos problemas a resolver la sobre capaci-dad, de carácter complicado y diverso. Queda claro, en todo caso, que deben abordarse bajo principios de equidad y racionalidad. Sabemos que muchos de nues-tros países necesitan aumentar sus flotas para poder incrementar sus capturas y coadyuvar en la compen-sación de déficit alimentarios de sus pueblos. Para otras naciones, la consideración primera es de orden económico, por lo que, por diferentes motivaciones, hay pocas disposición a realizar concesiones.

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Cuando se instala una pesquería, es deber del ad-ministrador pesquero plantearse dos cuestiones fundamentales para las cuales debe procurar con- seguir respuestas. Una de esas interrogantes es la capacidad que tiene cada una de las unidades que están operando en una zona pesquera determinada y la otra es determinar cuál es el monto de captura que se puede generar en ese espacio sin comprometer la recuperación del recurso presente.

Cuando se trata de recursos circunscritos a una zona dada y que esa zona no es compartida geopolíticamen-te, el administrador pesquero tiene ventajas para la obtención del conocimiento de ambas variables seña-ladas. Pero cuando se trata de recursos migratorios y transzonales, cuya migración natural pasa por lími-tes geopolíticos de diversas jurisdicciones nacionales, así como por el alta mar, que es patrimonio común de la humanidad, la cuestión puede ser más complicada para lograr una administración que logre el objetivo de una captura sostenible. Este es precisamente el caso de las especies atuneras, en cuyo aprovecha-miento participan distintos países en amplias zonas de distribución del recurso, zonas estas que, en algu-nos casos son espacios jurisdiccionales de varios países ribereños, pero en otros, son áreas de alta mar que constituyen patrimonio de la humanidad, lo cual incluye a aquellos países que no tienen costa o que no tienen acceso directo al mar. En estas circunstancias el esfuerzo para lograr equi-dad, debe ser constante y renovador. Analizando la pesquería de atunes en Océano Pacífico Oriental Tro-pical (OPO), zona en que nuestro país tiene una pesquería instalada desde comienzo de la década de los ochenta, nos encontramos con una realidad que es digna de ser examinada, lo cual efectivamente ha tenido lugar en el marco de las reuniones de las orga-nizaciones encargadas de la gestión del recurso atunero en esta región del Pacífico, por mandato de

los países miembros, siendo la más reciente la efec-tuada en Cartagena, Colombia, en la que se trató de manera específica el tema de la Capacidad Pesquera. Un análisis histórico de la Capacidad Pesquera en el OPO, que desde el punto de vista conceptual es adop-tado en el seno de la CIAT como el número de metros cúbicos (m3) de capacidad de bodega (almacenamien-to), también denominada Capacidad de Acarreo. Ese análisis señala lo siguiente: a comienzos de la década de los sesenta, la capacidad total aplicada a la zona del OPO se situaba por debajo de 50.000 m3. Poste-riormente se produce un cambio cuantitativo muy importante entre el 74 y 82, año este último en el que se inicia una caída hasta 1995, cuando nuevamente se emprende un proceso de aumento de la capacidad, la cual se ubica en poco más de 220.000 m3 en el año 2012.

En contraste con la cifra anterior, diversos estudios han determinado que la capacidad óptima asociada a las condiciones actuales de operatividad, en corres-pondencia con los niveles de Máximo rendimiento Sostenible (RMS), debe situarse en el orden de los 158.000 m3.

En el reciente encuentro de Cartagena, se presenta-ron distintos trabajos de investigadores, incluyendo el del propio Director Científico de la Comisión Dr. Guillermo Compean Jiménez. Todos los enfoques son respaldados por evidencias científicas incuestionables.

Ante tales evidencias, procede entonces decidir entre las diversas opciones de manejo y convertirlas en acuerdos formales en el seno de la Organización CIAT, la cual concentra el poder administrativo pro-ducto de una Convención Internacional a la que pertenecen países del área y fuera de ella, pero, en todo caso, las membresías están basadas en derechos históricos de participación, consagrados en los textos del Derecho del Mar en vigor.

ANáLISIS SOBRE CAPACIDAD PESQUERA APLICABLE AL ATÚNCarlos E. Giménez B. (FUNDATÚN)

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9Foto: Archivo FUNDATÚN

El trabajo de carácter international “Plan of Action for Management of Capacity” del Dr. Robin Allen, exdirector científico de la CIAT, presenta las fases necesarias de Identificación para abordar el tema de Manejo: a) Investigación y Seguimientob) Límites de Capacidad y c) Establecimiento de incentivos económicos que con-tribuyan a la disminución de la flota cerquera.

La resolución C-02-03, sobre Capacidad, adoptada por los países miembros de la Comisión ya tiene 11 años de vigencia con las siguientes características: Acuerda un esquema de límites de capacidad de flota atunera cerquera.

No establece asignaciones nacionales de capacidad o límites. El control del tamaño de la flota y su capacidad es esencialmente hecho a través de del Registro Regio-nal de Buques (RVR, por sus siglas en inglés).

La interrogante sobre el porque ha aumentado la Capacidad de Acarreo entre los años 2002 y 2012 en un 13%, encuentra respuesta en la propia Resolución C.-02.03, puesto que esta permite la incorporación de unidades por barcos hundidos, así como aquella correspondiente a los barcos inactivos, lo cuales figu-ran en el RVR.

En el taller de expertos sobre Capacidad de Carta- gena, se presentó un trabajo denominado Opciones de manejo. Esquema TAC (Total Allowance Catch). En este estudio de se exhiben opciones de uso del TAC, cuyos aspectos generales se pueden sintetizar de esta manera: Cuota basada en la captura de 2011, considerando que esta cifra se vincula a la mortalidad por pesca que genera el Máximo Rendimiento Sostenido MRS. Establecimiento de una distribución espacial entre los barcos Cerqueros (PS) y los Palangreros (LL) para la totalidad de la captura, tanto para atún aleta ama-rilla (YFT) como atún ojo gordo (BE), tomando en cuenta la proporción de las pesquería. Esquema de distribución de YF y BE combinado. Esquema de distribución espacial basada en la cap-tura generada en las distintas Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de los países ribereños y el alta mar. Regulación de Acceso a la Pesquería, basado en el Registro Regional de Buques (RVR). Distribución de las unidades (barcos), siguiendo el procedimiento adoptado para la asignación de DML (Límite de Mortalidad de Delfines, usado en la Con-vención APICD en la que la CIAT ejerce la Secretaría).

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Figura 1. C. Brevifrons

El caracol Chicoreus brevifrons (Figura 1) también conocido como “arrechón” es un gasterópodo de la fa-milia Muricidae que se encuentra generalmente en aguas someras, sobre sustratos duros y en praderas de pastos marinos de la especie Thalassia testudi-num, así como asociado a bancos de la pepitona o Arca zebra de la cual se alimenta (D’Armas et al., 2010). Su distribución va desde el sur de Florida hasta la costa norte de Brasil y en Venezuela se encuentra distribuida por toda la zona centro-oriental (Gómez, 1999; Prieto et al., 2001; 2005). Los adultos alcanzan un tamaño de 74,2 a 145,0mm aproximadamente (Flores, 1978) y externamente, no se diferencian el macho de la hembra. Se reproducen durante todo el año a través de la puesta de huevos dentro de unas estructuras denominadas ovicápsulas que son adhe-ridas a algún sustrato duro como roca firme o fragmentada, valvas vacías de las especies Anadara notabilis, Arca zebra, y Chama sp; colonias del cirri-pedio Balanus spp; trozos del coral de fuego Millepora alcicornis y masas ovígeras de la misma especie (Flores 1978). Las ovicápsulas son de color blanquecino, en forma de lengüeta y contienen entre 520 y 863 huevos cada una. De éstos, en cada ovicáp-sula se desarrollan de 3 a 7 embriones que eclosionan como juveniles reptantes (Penchaszadeh 1981).

Esta especie es considerada importante desde el pun-to de vista económico y es un recurso pesquero que podría ser aprovechado en el campo de la acuicultura, por ser una especie prolífica, comestible y relativa-mente abundante. D’Armas y colaboradores (2010) estudiaron la composición de ácidos grasos de esta y otras especies de gasterópodos, concluyendo que su consumo frecuente puede ser una rica fuente de áci-dos grasos esenciales para el organismo resultando en beneficios para la salud.

TALLA MÍNIMA DE MADUREz SExUAL DEL CARACOL chicoreus brevifrons (ARREChóN) EN EL NORTE DE ChACOPATA, EDO. SUCRE

Mª Gabriela Nieves, Carolina Peralta, Patricia Miloslavich - Laboratorio de Biología Marina. Universidad Simón Bolívar.

Actualmente la especie se encuentra bajo fuerte pre-sión pesquera siendo parte de la fauna acompañante de la pepitona, la cual se pesca artesanalmente por arrastre en la zona oriental de Venezuela. Durante dicha pesca, se extraen 225 organismos/bote de C. brevifrons (Nieves, 2012) en una noche de faena, can-tidad que podría poner en riesgo a la población. A pesar de esta significativa explotación, no existen datos oficiales al respecto.

La talla de madurez sexual es un dato muy importan-te que se utiliza por lo general en la administración y manejo de las pesquerías, dado que esta informa-ción permite establecer ciertos controles sobre la población que se está explotando, de manera de no agotar los stocks presentes en dicha zona (Appel-doorn, 1988). Para determinar este parámetro en C. brevifrons, se realizó el análisis histológico de las gónadas a individuos, tanto machos como hembras capturados junto con las pepitonas por los arrastreros al norte del pueblo de Chacopata.

Las tallas mínimas de madurez sexual para machos y hembras se muestran en la Tabla I.

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Figura 2. C. brevifrons en su hábitat natural

El hecho de que los machos alcancen la madurez sexual a una talla menor que la hembra, es común en gasterópodos marinos (Peralta, 2012). Por otra parte, cabe destacar que para los machos, la talla considera-da como mínima corresponde a la talla del individuo más pequeño obtenido, dado que todos los individuos machos de este estudio se encontraron maduros sexualmente. Los datos de la estructura de tallas de los individuos capturados por pesca incidental, indi-can que el 49.% de los individuos están por encima de la talla mínima y el 51% restante está por debajo, lo cual podría limitar la recuperación de la población. Es importante tener en cuenta que las muestras obte-nidas para el presente estudio provienen de la pesca incidental de la pepitona y por lo tanto una pesquería no dirigida a la captura de C. brevifrons. No se tienen datos de individuos pequeños, que en el caso de los machos impide definir con precisión la talla mínima de madurez; esto hace que su talla de cierto modo esté sesgada y restringida al tamaño de la red con la cual se obtuvieron los ejemplares analizados. Este factor puede que no refleje el rango de tallas presentes en la población, lo que impide definir la talla mínima de madurez gonadal para los machos. Sin embargo, los machos estudiados aparentemente presentan menor talla de madurez que las hembras, es decir, que estos maduran mucho más rápido. En estudios realizados en otros gasterópodos se obtiene resultados similares (Zetina et al., 1998; Peralta, 2012; Elhasni et al., 2010, 2013). Para minimizar el impacto de la captura incidental sobre las poblaciones de C. brevifrons, se sugiere que la talla mínima de captura de los indivi-duos sea de al menos 89 cm, dado que los machos son indistinguibles de las hembras.

Tabla 1. Individuos C. brevifrons maduros por

talla mínima y máxima

Nombre N Min-Max longitud Talla mínima de concha (mm) madurez sexual

Macho* 24 57,7 - 125,10 57,7

Hembra 34 79,10 - 128,60 89,2

*No se encontraron individuos inmaduros (talla mínima corresponde a la talla del individuo más pequeño obtenido)

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REFERENCIAS

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D’Armas, H; D, Yáñez; D, Reyes y G, Salazar. 2010. Composición de ácidos grasos de los caracoles marinos Phyllonotus pomum y Chicoreus brevifrons (Gasteropoda: Muricidae). Revista Biología Tropical. Vol. 58 (2): 645-654.

Elhasni, K; M, Ghorbel; P, Vasconcelos; O, Jarboui. 2010. Reproductive cycle and size at first sexual maturity of Hexaplex trunculus (Gastropoda: Muricidae) in the Gulf of Gabès (southern Tunisia). Invertebrate Reproducción and Development, 54 (4), 213-225.

Elhasni, K; P, Vasconcelos; M, Ghorbel; O, Jarbout. 2013. Reproductive cycle of Bolinus brandaris (Gastropoda: Muricidae) in the Gulf of Gabès (souther Tunisia). Mediterranean Marine Science, 14 (1), 25- 35.

Flores, C. 1978. Cápsulas ovígeras de gastropoda prosobranquia de las aguas costeras de Venezuela. Tesis de Grado para obtener el grado de Magister Scienciatum de la Universidad de Oriente.

Gómez, A. 1999. Los recursos marinos renovables del Estado Nueva Esparta Venezuela. Biología y pesca de las especies comerciales. Tomo 1. Organización Gráficas Capriles.

Nieves, M. 2012. Captura incidental de gasterópodos asociados a la pesca artesanal de la pepitona (Arca zebra) en Chacopata, Venezuela. Tesis de Grado para optar al titulo de Licenciada en Biología. Universidad Simón Bolivar. pp. 52.

Peralta, C. 2012. Ecología, reproducción y amenazas potenciales concernientes a Voluta musica (Caenogastropoda-Volutidae) en el noreste de la península de Araya, Venezuela. (Tesis Doctoral). Universidad Simón Bolívar. 158pp

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Figura 3. Individuo de C. brevifrons

siendo medido

Para futuros estudios, se sugiere analizar todos los rangos de tallas de esta población, capturando indivi-duos directamente del habitat donde se encuentran y no producto del “bycatch” de la pesca de pepitona, para de esta manera determinar la talla de madurez sexual de la especie y definir parámetros de pesca que no afecten a la población.

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ANáLISIS ESPACIO-TEMPORAL DE LA CAPTURA INCIDENTAL DE PICUDOS POR LA PESQUERÍA CERQUERA vENEzOLANA DE ATÚN EN EL PACÍFICO ORIENTALNora Eslava Vargas, Juan Guillermo Vaca-Rodríguez, Héctor LópezUniversidad de Oriente (UDO) - Universidad Autónoma de Baja California, Ensenada, México -Instituto de Zoología Tropical, Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela

INTRODUCCIóNLos picudos son peces óseos pertenecientes a las familias Istiophoridae y Xiphiidae. Son especies epi-pelágicas y oceánicas altamente migratorias que habitan aguas tropicales y templadas, y estacional-mente aguas frías de todos los océanos. La primera familia, incluye a 11 especies entre marlines, peces de trompa corta y el pez vela (Istiophorus platypterus, Shaw, 1792) y, la segunda, incluye sólo al pez espada (Xiphias gladius, Linnaeus, 1758). La característica principal de los picudos es que su mandíbula superior se prolonga más allá de la inferior, formando un ros-trum que es plano y en forma de espada (pez espada), redondeado o en forma de pico (istiofóridos). General-mente se encuentran confinados por arriba de la termoclina, pero pueden encontrarse a grandes pro-fundidades (800 m) (Nakamura, 1985). Este mismo autor indica que estas especies se distribuyen latitu-dinalmente desde los 45° N hasta los 35° S. Pueden

alcanzar hasta 500 cm de longitud total (LT), como el marlín negro (Makayra indica, ahora Istiompax indi-ca, Cuvier, 1832) y el marlín azul (M. nigricans, Lacepede, 1802), quienes se considera son entre los peces más grandes del mundo (Sosa-Nishizaki, 1998).Hanamoto (1974) y Sakagawa (1989) mencionan que los picudos tienden a concentrarse en áreas donde el alimento es abundante, generalmente a lo largo de zonas de frente donde convergen masas de agua o corrientes oceánicas formando turbulencias y gra-dientes de temperatura y salinidad. Sosa-Nishizaki (1998) indica que los picudos son muy apreciados como alimento por la excelente calidad de su carne, y su alto índice de carne utilizable con respecto a su peso corporal. Squire y Au (1990) anotan que las mayores capturas de estas especies provienen de las pesquerías palangreras (de línea) de atún de países como Japón, China (Taiwán) y Corea, donde son

rEsumENSe realizó un análisis de la pesquería venezolana de atún con cerco que opera en el océano Pacífico oriental, con el objetivo de determinar la distribución espacio temporal de la captura incidental de picudos. Se utilizó la serie histórica de datos de la captura incidental de picudos y el esfuerzo de 1995 a 2006 proporcionados por el Programa Nacional de Observadores de Venezuela. El esfuerzo de pesca se expresó en número de lances y la captura en número de organismos. Los picudos representaron 0.4% de la captura incidental y estuvieron agrupa-dos en dos familias: Xiphidae (pez espada) e Isthiophoridae (marlines y pez vela). La captura no mostró un patrón de distribución anual bien definido, siendo los años 1998, 2000 y 2003 los que presentaron los valores más altos de todo el período. El promedio de la captura anual mostró diferencias estadísticas significativas. Las capturas más altas se observaron en la Zona 3, comprendida desde el litoral de Centroamérica, al oeste, hasta 120° O, entre los paralelos 5° N y 20° N. Se comprobó que existen diferencias significativas entre zonas. El mayor porcen-taje de captura incidental de picudos provino de lances realizados sobre mamíferos (55%), seguida sobre brisas (29%) y, finalmente sobre objetos flotantes (16%). La comparación estadística estableció que existe diferencia signi-ficativa de la captura media entre estos tres indicadores de pesca. Los organismos se capturaron principalmente desde los 26.5 °C hasta los 30.5 °C de temperatura superficial del mar. El 88% de los picudos capturados fueron grandes (>150 cm).

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capturadas como pesca incidental. Sin embargo, en algunas áreas como en México, el pez espada, el mar-lín rayado (Tetrapturus audax, ahora Kajikia audax, Philippi, 1887) y el pez vela, son el objetivo principal de la pesca palangrera, debido a sus altas tasas de captura. La pesca de picudos con caña es considerada por muchos pescadores como el más grande de los deportes marinos (Talbot & Wares, 1975). Según la CIAT (2006), la mayor captura incidental o dirigida de picudos en el Océano Pacífico Oriental (OPO), es aportada por las flotas de cerco y de línea, respec-tivamente; mientras que la flota cañera y varias pesquerías deportivas y artesanales representan sólo una pequeña fracción de las capturas totales.

De las seis especies de picudos identificadas y captu-radas por la flota atunera cerquera venezolana, sólo el pez espada se encuentra en la Lista Roja como evalua-do, pero los datos son insuficientes para estimar su grado de extinción (UICN, 2001).

Usando datos del comienzo de la explotación de gran-des predadores en cuatro ecosistemas costeros (peces demersales: Gadidae, Pleuronictidae, Rajidae y otras especies), y nueve oceánicos (Scombridae: Thunnus spp., Isthiophoridae y Xiphidae: Xiphias gladius), Myers y Worm (2003) señalaron que las pesquerías típicamente industrializadas redujeron la biomasa de la comunidad en 80% durante los 15 años de explo-tación. Usando una aproximación meta-analítica, estimaron que la biomasa de los grandes predadores hoy en día, es aproximadamente del 10% de los nive-les pre-industriales.

Desde 1995 hasta 2006, la flota atunera cerquera venezolana capturó un total de 2.323.843 organismos de manera incidental. La pesca incidental estuvo constituida por peces óseos y peces cartilaginosos, así como por invertebrados. El mayor porcentaje estuvo representado por peces pequeños, y en menor propor-ción por picudos (0.4%) y el grupo mantas y rayas (0.4%). Sin embargo, a pesar del bajo número captu-rado, se consideró importante realizar un estudio de estas especies que están ubicadas en la cúspide de la pirámide de alimentación. Por lo cual, el objetivo fue analizar la variabilidad espacio-temporal de los pi- cudos capturados por la flota atunera cerquera venezolana en el OPO, en los tres tipos de lances y el efecto de la temperatura superficial del mar (TSM) en su variabilidad.

MATERIALES Y MÉTODOSSe consideró como área de estudio los lugares de pes-ca del OPO, donde opera la flota atunera cerquera venezolana desde 1995 hasta 2006. El OPO se define como la zona entre el litoral del continente Americano (Norte, Centro y Sudamérica) a la longitud 150° O, de 50° N a 50° S, modificado por la CIAT el 12 de junio de 2007.

El OPO se caracteriza por tener una termoclina (capa que separa la zona mezclada de la superficie con la zona fría profunda, rica en nutrientes) poco profunda (CIAT, 2002). Dentro del OPO se encuentra una zona más costera denominada Área de Regulación de la Comisión para el atún aleta amarilla (ARCAA) (CIAT, 2002), que se subdividió en 4 zonas pequeñas para los procesos estadísticos del presente trabajo, y en 2 zonas más grandes para el resto del océano Pací-fico, hasta el meridiano 150° O.

La base de datos empleada cubre el período 1995-2006 y fue proporcionada por el Programa Nacional de Observadores de Venezuela (PNOV). Este progra-ma, coordinado por FUNDATÚN, es el encargado de

Figura 1. Sectorización del océano Pacífico oriental (OPO), según el

acuerdo sobre el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines (CIAT, 2007). Los números

corresponden a las zonas de pesca donde se realizaron capturas incidentales de picudos

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recopilar la información, mediante observadores a bordo de las embarcaciones atuneras venezolanas que operan en aguas del OPO. La información corres- pondió al 100% de los viajes de pesca de dichas embarcaciones y contiene: datos del lance pesquero, fecha (año-mes-día) y hora de lance, área geográfica (zonas) y tipo de lance (sobre brisas, sobre mamíferos y sobre objetos flotantes); número y talla de picudos capturados; y temperatura superficial del mar (TSM).

De esta información se extrajo el total de picudos capturados por año, por mes, por zona de pesca y por tipo de lance; así como la talla. El esfuerzo utilizado correspondió al número de lances. Se realizó un

Tabla 2. Clasificación de los picudos capturados de manera incidental

por la flota venezolana en el Óceano Pacífico Oriental

Tabla 3. Total de captura incidental (núm. organismos) de picudos (Isthiophoridae y Xiphidae) por especie o grupo no identificado en relación con el tipo de lance efectuado por la flota atunera cerquera venezolana en el OPO durante el período 1995-2006

Familia Género Especie con autoridad Nombre VulgarIsthiophoridae Istiophirus I. platypterus (Shaw, 1792) Pez vela Makaira M. nigricans Lacepéde, 1802 Marlín aguja azul M. ssp Marlines Istiompax Istiompax indica Cuvier, 1832 Marlín aguja negra (antes M. indica) Tetrapturus T. angustirostris (Tanaka, 1915) Marlín trompa corta Kajikia K. audax Philippi, 1887 Marlín rayado (antes Tetrapturus audax)

Xiphiidae Xiphias X. gladius (Linnaeus, 1758) Pez espada

Especie Lance sobre brisas Lance sobre Lance sobre Total mamíferos marinos objetos flotantes

Picudo no identificado 34 23 8 65Marlín aguja azul 51 198 238 487Marlín aguja negra 220 449 389 1058Marlín no identificado 46 164 95 305Marlín rayado 91 283 318 692Marlín trompa corta 5 27 4 36Pez espada 22 56 25 103Pez vela 2220 3796 364 6380Total 2689 4996 1441 9126

análisis espacio temporal de las capturas. Para deter-minar si había diferencia significativa entre años (interanual), entre meses (intermensual), entre zonas y entre los tipos de lance.

Asimismo, se realizó la relación entre la temperatura superficial del mar (TSM) y el número de organismos capturados. Finalmente, se determinó la composición de la captura según talla por año, por tipo de pesca y por zona de pesca. Se agruparon según la escala pro-puesta por la CIAT: Pequeños (<90 cm), Medianos (90-150 cm) y Grandes (>150 cm).

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RESULTADOSLos picudos capturados de manera incidental por la flota venezolana estuvieron agrupados en dos fami-lias (Tabla 2), con un registro de un total de 9126 picudos (Tabla 3), de los cuales el pez vela fue el más representativo (69.91%).

En el análisis espacio temporal de las capturas se observó que los picudos fueron capturados en todos los años y en todas las zonas de estudio, a excepción de la Zona 4, en donde no fueron capturados. La zona 3 presentó el mayor volumen de capturas, en todos los años, excepto en 2006, cuando en la zona 2 se capturó el mayor número de individuos (Fig. 2).

La captura de picudos tendió a aumentar anualmen-te, desde 1995 hasta 2003, a excepción de 1999, 2001 y 2002, cuando disminuyó, al igual que en los años 2004 y 2006. Las capturas de los años 1998, 2000 y 2003 representaron los valores más altos de toda la temporada. El aporte anual de las otras zonas de pesca fue bajo, con capturas relativamente altas en la Zona 2 en los años de 1999 y 2006 (Fig. 2). En la figura 3 se puede observar que el esfuerzo anual reali-zado por la flota venezolana por zona, no presentó un modelo claro de variación; sin embargo cabe destacar que el mayor esfuerzo se desplegó en la zona 3. La evolución anual de la captura y el esfuerzo aplicado, la mayor de las veces no tuvieron relación.

La captura anual mostró diferencias estadísticas sig-nificativas, siendo los años 1998 y 2004 los que presentaron las capturas con mayor y menor variabili-dad, respectivamente (H (11,1047) = 47.75 p <0.05) (Fig. 4).

Se comprobó que existen diferencias significativas de la captura promedio de picudos entre las distintas zonas (H(5,1047) = 281.47 p <0.05). Las capturas mostraron la mayor variación en la Zona 3, y la menor en la Zona 6.

El mayor porcentaje de captura incidental de picudos provino de los lances realizados sobre mamíferos ma- rinos, seguida de aquellos sobre brisas y, finalmente, sobre objetos flotantes. Se comprobó que existe diferen-cia significativa de la captura entre los indicadores de pesca (H(2,1047) = 13.79 p <0.05); donde las capturas aso-ciadas a brisas presentaron la mayor variación, y la menor sobre objetos flotantes.

Figura 2. Evolución anual de la captura incidental

(Núm. organismos) de picudos (Isthiophoridae y Xiphidae) de la flota atunera por zona de pesca

del OPO (1, 2, 3, 4, 5 y 6) durante 1995-2006. El eje vertical derecho corresponde a la zona 3.

Figura 4. Variación de la captura incidental

(Núm. organismos) de picudos (Isthiophoridae y Xiphidae) en el periodo de 1995 a 2006 por la flota

atunera cerquera venezolana en el OPO.

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Figura 5. Evolución mensual de la captura incidental (Núm. organismos) de picudos (Isthiophoridae y Xiphidae) en el OPO durante 1995-2006 por la flota atunera cerquera venezolana.

Las capturas mensuales de los picudos durante el perío-do evaluado variaron ampliamente a través del tiempo, obteniéndose una curva bimodal, con modas en los me-ses de abril y septiembre. En ambos casos, la captura más alta, con valores muy semejantes, correspondieron a los meses de abril, mayo y septiembre. El mínimo valor mensual se detectó en diciembre (Fig. 5).

Además se evidenció que los meses más y menos varia-bles fueron septiembre y diciembre, respectivamente. Por otra parte, en cuanto a la relación entre la captura incidental y la temperatura superficial del mar, los picudos fueron capturados de forma incidental por la flota atunera cerquera venezolana en el OPO, desde los 19.5 °C hasta los 32.5 °C de TSM, y con capturas nulas en los 18.5 °C y 33.5 °C. La captura más alta se registró a los 28.5 °C, y la más baja a los 19.5 °C.

DISCUSIóNLas mayores capturas de picudos registradas en la Zona 3 estuvieron asociadas al alto esfuerzo desarro-llado por la flota en esta área (29,150 lances), en los cuales predominó el número de lances asociados a delfines (25,710); así como también fue en esta zona donde se obtuvo la mayor captura de atún aleta ama-rilla Thunnus albacares Bonnaterre, 1788, especie objetivo de la flota.

Es importante señalar que para todo el período con-siderado la flota venezolana realizó en el OPO 43,668 lances. Estos resultados son similares a los encon- trados por Martínez-Rincón et al. (2009), quienes señalaron que la flota mexicana atunera cerquera que opera en el OPO, también realizó el mayor núme-ro de lances a lo largo de los 10° N, entre los 115° O y los 130° O, aproximadamente, al igual que la flota cerquera mundial (Hall et al., 1999). Santana-Her-nández et al. (2009) señalan que esta área del Pacífico centro oriental se caracteriza por la estacionalidad de la presencia de aguas templadas o cálidas que se forman por la Corriente de California, la Corriente Costera de Costa Rica, la Corriente Norecuatorial y la Contra Corriente Norecuatorial, las cuales generan una zona de alta productividad que favorece el desa-rrollo de las pesquerías.

Además de los efectos de las corrientes antes mencio-nadas, se combinan otros factores meteorológicos y oceanográficos locales o regionales que propician la formación de surgencias, convergencias o divergen-cias, que favorecen la riqueza y diversidad de especies en la respectiva zona de influencia (Mann & Lazier, 1996). La combinación de los factores mencionados, con sus cambios periódicos y estacionales, determi-nan la agrupación de especies que son afines a ella. Fiedler (1992) y Fiedler et al. (1992) anotaron que esta área se caracteriza por estar influenciada por la masa de agua tropical y por presentar termoclinas someras, entre 50 m y 150 m, así como poca variabili-dad estacional en cuanto a la TSM, lo que favorece la agregación tanto de mamíferos marinos como de pe-ces. Asimismo, Bocanegra-Castillo (2007), señala que el área comprendida entre 0° y 10° N se caracteriza por presentar una alta diversidad de presas para depredadores topes tales como tiburones, atunes, dorados y picudos, los cuales depredan primariamen-te sobre peces pequeños, crustáceos y calamares.

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Hanamoto (1974) menciona que los picudos tienden a agregarse en áreas donde el alimento es abundante, generalmente a lo largo de las zonas de frentes oceá-nicos, donde las corrientes oceánicas o masas de agua confluyen para formar turbulencias y gradientes mar-cados de salinidad y temperatura.

Las fluctuaciones anuales de la captura de picudos observadas en este estudio, pueden atribuirse a la dinámica migratoria o de agregación con los cardú-menes de atún, tal como lo sugieren Fréon y Misund (1999), quienes indican que el ciclo de vida de muchas especies, en particular las que son altamente migra-torias, está estrechamente relacionado con las condiciones ambientales que afectan su disponibili-dad y vulnerabilidad. El comportamiento anual de la captura de picudos puede estar parcialmente deter-minada por la disponibilidad de alimento, el que a su vez puede obedecer los eventos de El Niño (Solano- Sare et al., 2008). El patrón de variación mensual de la captura de picudos encontrada en el presente estu-dio, con valores máximos en abril, mayo y septiembre fue semejante a la del pez espada adulto en el océano Atlántico (Mourato et al., 2010), pero en este caso el primer valor se ubicó en marzo. Hall et al. (1999), señalan que la zona ecuatorial (0° a 10°) es muy pro-ductiva como consecuencias de la surgencia generada por los vientos alisios; la máxima producción de fito-plancton ocurre en marzo y abril, sugiriendo que en esta zona altamente productiva encuentran abundan-te alimento los peces que migran a través de ella.

Las capturas mensuales más altas de picudos regis-tradas pudieran ser una consecuencia de la alta productividad al final del primer trimestre y comien-zos del segundo, si se considera el tiempo desfasado de las cadenas tróficas. Según Mourato et al. (2010), la profundidad de la capa de mezcla, que indica la parte superior de la termoclina, es una característica im-portante que puede afectar directamente la vulnerabilidad, capturabilidad y abundancia local del pez vela y otros istiofóridos; ya que Mourato et al. (2010) determinaron que en el Atlántico oriental tro-pical, la abundancia del pez vela varía temporalmente en relación con el enfriamiento del agua superficial por la intensificación estacional del proceso de sur-gencia. Ueyanagi et al. (1970), mencionan que la temperatura superficial del mar, la profundidad de la capa de mezcla, la concentración de clorofila y la ba- timetría, están asociadas con la abundancia de peces de picos.

Los bajos valores de picudos capturados con lances efectuados sobre objetos flotantes hacen suponer que

son especies raras, tal como lo señala Solana-Sanso-res (2001a). Por estar presentes en 10% de los lances sobre objetos realizados por la flota atunera cerquera mexicana, son clasificados como especies solitarias o que forman grupos pequeños. Igualmente se encontra-ron tendencias similares, por indicador de pesca en la captura incidental de picudos en el OPO con la pesque-ría cerquera mundial en el período 1993-2004 (CIAT, 2005) y en los años de 2005 y 2007 (CIAT, 2006; CIAT, 2008); así como en la flota atunera cerquera mexicana (Vaca-Rodríguez & Dreyfus-León, 2002).

Gómez-Muñoz et al. (1992) refieren que existe una relación entre la TSM y la frecuencia de lances reali-zados sobre atún asociado a delfines, siendo éstos más frecuentes a TSM de 28 °C, en tanto que los lances sin delfín (brisas y objetos flotantes) se realizan en su mayoría a 23 °C. Los autores sugieren que tal asocia-ción parece depender del gradiente y profundidad de la termoclina, siendo la TSM un buen indicador de estas dos variables.

Es importante recordar que la mayor captura de picu-dos estuvo representada por el pez espada, especie que, junto con el atún, está en el grupo de peces que prefieren aguas cálidas, donde la temperatura supera los 15 °C (González-Mandujano, 1989). Según Kers-tetter et al. (2003), el pez vela pasa la mayor parte del tiempo en la capa de mezcla y prefiere aguas con temperaturas entre 25 ºC y 30 ºC, tal como se ha comprobado en otros estudios basados en etiquetas móviles de satélite (PSAT) y telemetría ultrasónica. Asimismo, Nakamura (1985) menciona que en varias partes del mundo el patrón migratorio del pez vela se confina a la isoterma superficial de 28 ºC. Se sugiere que otros istiofóridos, tales como el marlin blanco, Kajikia albida, Poel, 1860 (Horodysky et al. 2007), y el marlin azul, Makaira nigricans (Goodyear et al. 2008), tienen preferencia por aguas más templadas y superficiales del océano Atlántico. Por consiguiente, la profundidad de la capa de mezcla, que marca la parte superior de la termoclina, es una característica importante que puede afectar directamente la vulne-rabilidad, capturabilidad y abundancia local del pez vela y otros istiofóridos, tal como lo señalan Mourato et al. (2010), que se asocian con los cardúmenes de atún en tales circunstancias.

Al analizar la composición de la captura incidental de picudos, según la talla, se encontró que hubo un mayor porcentaje de organismos grandes, un porcen-taje inferior de medianos y un mínimo porcentaje de pequeños. Los picudos medianos y grandes proce- dieron, principalmente, de los cardúmenes de atún

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asociados a delfines; mientras que los pequeños estu-vieron más representados en las capturas sobre cardúmenes libres o no asociados (brisas); las tres tallas fueron abundantes en la Zona 3. En todos los años, tanto en los valores totales, como por tipo de indicador de pesca, prevalecieron los picudos de talla grande, resultado que coincidió con lo establecido por Kume y Joseph (1969) y Prince y Goodyear (2006) para el pez espada en el Pacífico, quienes mencionan que los organismos de tallas grandes se encuentran en el lado oriental de dicho océano y también con lo encontrado por Mourato et al. (2010) en el Atlántico Sur. Lo anterior hace suponer que se capturaron organismos adultos sexualmente maduros. Mourato et al. (2010) sugieren que la diferencia en la distribu-ción de tallas del pez vela en ambos lados del Atlántico Sur, podría estar relacionado con su ciclo de vida y movimientos migratorios, los cuales, a su vez, posiblemente se asocian con las diversas condiciones oceanográficas que afectan las preferencias de há- bitat de organismos jóvenes y adultos de forma diferente. Sin embargo, Prince y Goodyear (2006) creen que el mayor tamaño de los peces vela del Atlántico oriental y del Pacífico oriental, es una posi-ble consecuencia de la reducción de hábitat por hipoxia, lo cual incrementa las oportunidades de cap-tura de los individuos que se encuentran concentrados en un nivel superficial somero, junto con sus presas.

La predominancia de la talla grande de los picudos asociados con delfines, hace suponer que se asocian con atunes y delfines de tallas similares para pro- tegerse de depredadores como tiburones y orcas

(González-Mandujano, 1989). Solana-Sansores (2001b) menciona que la captura de los picudos por la flota atunera cerquera en el OPO sobre objetos flotan-tes, estuvo constituida por organismos adultos. La predominancia de picudos grandes en la captura in-cidental de la flota atunera cerquera venezolana en el OPO, induce a pensar que se están capturando ma-yormente organismos adultos, por lo que al parecer no hay riesgo de la sustentabilidad de dicho recurso pes-quero, esto de acuerdo a lo reportado por Froese y Pauly (1998), quienes señalan que las tallas encontra-das corresponden a individuos adultos.

Según CIAT (2008) las condiciones medioambientales afectan los ecosistemas marinos, así como la dinámi-ca y captura de atunes y picudos, y por ende la actividad de los pescadores. Los picudos son organis-mos pelágicos durante todos los estadios de su vida, y los factores físicos que afectan las porciones del océano Pacífico tropical y subtropical, pueden tener efectos importantes en su distribución y abundancia. Se cree que las condiciones ambientales causan varia-ciones considerables en el reclutamiento de los atunes y picudos. Las TSM cálidas o frías causan que estos peces se desplacen a un hábitat más favorable.

Finalmente, para poder realizar un análisis conside-rando las especies particulares, se recomienda que en un futuro el análisis se pueda realizar con la informa-ción de toda la flota internacional, que cuenta con mayor número de registros y detalle de la captura in-cidental, y no solamente con la información de la flota venezolana.

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20 Foto: Archivo FUNDATÚN

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PESCANDO LANOTICI

Sealord está probando una nueva tecnología desarrollada para proporcionar a los capitanes de los barcos pesqueros una visión en tiempo real de los fondos oceánicos y el equipamiento mientras pescan, lo que hace posible una pesca de arrastre inteligente y la reducción del im-pacto negativo en los fondos marinos.

Como la pesca de altura se lleva a cabo a profundidades de más de 200 metros, los pes-cadores no podían hasta ahora observar los peces, y operaban en la oscuridad, conjeturan-do sobre su posible comportamiento cuando se encontraran con los artes de pesca.

“Este es el primer paso en la tecnología para ser más exactos con las redes de arrastre y tra-bajar en pos de dejar una huella más suave en el medio marino, con menos corales y esponjas atrapados en las redes. En lugar de esperar a ver qué sale en la red de arrastre, lo veremos en tiempo real y podremos tomar medidas”, ex-plica el gerente de Recursos de Sealord, Graham Patchell.

El equipo consta de una red de arrastre monta-da sobre un sistema acústico y óptico (AOS) diseñado para proporcionar datos en tiempo real y efectos visuales a través de un cable de

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22Un rastrero de altura

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Sealord prueba tecnología de arrastre ‘inteligente’

NUEVA ZELANDA, junio 2014

fibra óptica blindado, desplegado desde un cabrestante separado pero conectado por una computadora al sistema principal de la red de arrastre.

Sealord estuvo trabajando en esta tecnología en los últimos cinco años, en colaboración con CSIRO (Commonwealth Scientific y Industrial Research Organisation). La asociación está probando ahora la nueva cámara de alta defini-ción y los equipos en un primer ensayo mundial que se inició en Nelson este fin de semana.

Se sabe que el cableado de fibra óptica permite un mejor rendimiento, mayor velocidad de transferencia de datos y capacidad para llevar grandes cantidades de datos visuales. Esto, junto con un equipo de iluminación de gran alcance, proporcionará a los capitanes de los barcos de Sealord una visión en tiempo real del arte de arrastre y del fondo del océano, y les permitirá concentrarse en los peces y evitar accidentes submarinos.

El nuevo equipamiento fue instalado en el pesquero Thomas Harrison en las últimas dos semanas, y será utilizado durante las prospec-ciones de la biomasa de reloj anaranjado que se llevarán a cabo en dos zonas de pesca de la costa oeste de la Isla Norte.

Al ser capaz de observar a los peces en su hábi-tat natural, la compañía también tendrá una comprensión mucho mayor acerca de cómo se comportan los peces, y este equipo le proporcio-nará una herramienta más eficiente y precisa para la evaluación de los stocks. La focaliza-ción precisa de las especies también implica la capacidad de capturar las cuotas en un modo tal que ahorra valioso tiempo y combustible.

De acuerdo con el director general de Pesca de Sealord, Doug Paulin, si bien los avances toda-vía están en una etapa temprana, este paso es parte del compromiso continuo de la compañía para el desarrollo de la mejor ciencia y la inno-vación para ofrecer el pescado más sostenible del mundo.

“La inversión de Sealord en investigación y tecnología ya se ha traducido en un mejor cono-cimiento de las pesquerías de reloj anaranjado y tres de ellas han ingresado en la certificación de sostenibilidad del Marine Stewardship Council (MSC).”

“Nuestro compromiso con la sostenibilidad va más allá de las poblaciones de peces sanas, y estamos invirtiendo en un enfoque ecosistémi-co para garantizar que tratamos el medio ambiente con el mismo cuidado con que lo ha-cemos con las pesquerías”, dijo Paulin.

La tecnología inteligente de pesca de arrastre de CSIRO y Sealord es la continuación de un proyecto innovador para desarrollar un Sis- tema Óptico Acústico (AOS) de frecuencias múltiples, una tecnología de aguas profundas que permite a los científicos usar sonidos de di-ferentes frecuencias y la óptica para entender mejor el comportamiento de los peces y el me-dio marino.

Este equipo ha proporcionado material nunca antes visto del reloj anaranjado y los tiburo-nes, a profundidades de más de 1.000 metros, e información mejor y más precisa sobre estas especies.

Fuente: [email protected] - www.fis.comFoto: Stock File

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La posible llegada del fenómeno de El Niño motiva al sector pesquero del país a tomar precauciones para mitigar los efectos del cam-bio climático. “Estamos elaborando un plan estratégico respecto de lo que pueda pasar si el fenómeno El Niño viene con fuerza”, dijo Gabriela Cruz, presidenta de la Federación Nacional de Cooperativas Pesqueras del Ecua-dor (Fenacopec).

La representante expuso también que: “La ac-tividad pesquera podría suspenderse, habrían aguajes fuertes y tenemos el ejemplo de 2011, cuando en Santa Rosa hubo la destrucción de embarcaciones”.

Además, anunció que para la próxima semana habrá una reunión con la titular de la Secreta-ría de Gestión de Riesgos, María del Pilar Cornejo, para presentar el plan estratégico diseñado.

Fuente: L a Hora Foto: www.andes.info.ec

ECUADOR, junio 2014

Pescadores elaboran plan por el Niño

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El Gobierno Bolivariano continúa llevando alimento pesquero a todas las regiones del país y en esta oportunidad se han distribuido mil 205 kilos de proteína marina a precio justo en jornadas a cielo abierto, a través del Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura (Insopes-ca), en compañía del Consejo del Poder Popular de Pescadores, Pescadoras, Acuicultores y Acuicultoras (Conppa) La Cuenca de Mucujún, en el estado Mérida.

Entre los puntos de distribución, estuvieron en la parroquia Bailadores, del municipio Rivas Dávila y en la comunidad Fernández Peña, municipio Campo Elías, donde se beneficiaron a 600 personas.

Mil 205 kilos de pescado fueron distribuidos en jornadas a cielo abierto en Mérida

Fuente y Foto: Prensa INSOPESCA

VENEZUELA, mayo 2014

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Un poco más de SESENTA AÑOS tenía el Sr. Francesco Ortisi M. en Venezuela. Su vida estuvo guiada, desde joven, por una conexión permanente con el mar, na-vegando durante 24 meses en el buque escuela de la Armada Italiana, Américo Vespuccio. Era de profesión motorista, pero, al llegar a Venezuela y, fuerza de superación e inventiva, se convierte en emprendedor y de ahí se proyecta como Gran Capitán de Empresas y excelente gremialista, además de haber sido colabo-rador espontáneo para los programas y proyectos que contribuyeran al conocimiento de las ciencias pesqueras.

Esa trayectoria que lo sobrevivirá por muchos años, lo coloca como alguien que creía mucho en Venezuela, dejando muchos testimonios de ese gran apego y con-fianza por el país, como por ejemplo, la creación de múltiples empresas integradas de pesca, servicios e industrias y la instalación y modernización de dos plantas en Cumaná, AVECAISA y CAIP, para el proce-samiento de atún y sardina. Tales esfuerzos, entre otros muchos, lo hacen acreedor de la distinción “El Empre-sario del Año” en 1996.

Gremialmente se dedicó a crear y fortalecer la Aso-ciación AVIPA, con sede en Punto Fijo, y luego dio apoyo a la creación de La Federación FENAPESCA, que agrupaba todas las asociaciones de pescadores industriales.

Además de sus dotes de dirigente empresarial y gre-mial, siempre fue un fiel convencido de la necesidad de acompañar el uso de los recursos pesqueros con inves-tigación y conocimiento técnico sobre las pesquerías. Fue así que el Señor Ortisi impulsó y apoyó de manera decidida a varios investigadores en ciencias pesqueras y programas de divulgación del conocimiento sobre la materia pesquera, que hoy permanecen como referen-cia esencial, bajo la forma de tres libros sobre la pesca industrial de fondo y la pesca atunera, además de la creación de una Fundación, de la cual él fue su Presi-dente Fundador: FUNDATÚN.

Como aporte reciente, fue también suya la decisión de transformar una embarcación que operaba en el pa-sado en la pesca comercial, en plataforma logística con fines científicos y oceanográficos. Se trata de la embarcación “Carlitos”, nombre recordatorio de su hijo que prematuramente perdió la vida en un accidente.

Es difícil escribir una nota luctuosa para un amigo, más aún cuando esa amistad estuvo signada, durante casi 40 años, por el respeto, la consideración y la solidari-dad, expresados en una fluida comunicación, en un marco que admitía los distintos enfoques desde ópticas o motivaciones diferentes: el interés en desarrollar sus empresas con base en la pesca y su industrialización, en consideración de su repercusión económica y social, y la motivación por el conocimiento de las pesquerías y su impacto como consecuencia de la presión pesquera que ejercen las flotas en los recursos pesqueros y la necesidad derivada de trabajar en la formulación de políticas públicas.

Armonizar esos dos puntos de vista es normalmente algo muy difícil entre un empresario y un administrador de recursos pesqueros, pero con el Sr. Francesco, tal armonía era perfectamente alcanzable y natural. Esto fue siempre una expresión permanente de su bonho-mía: el trato respetuoso del otro y de sus criterios.

En una entrevista que le hiciera el periodista Carlos Machado V., en el año 2000, Francesco Ortisi señaló: “Venezuela comenzó a conocerse como una potencia pesquera cuando, hace 20 años, un grupo de empre-sarios, actuando como verdaderos Capitanes de Empresas, asumen el riesgo de la inversión sin esperar ayuda oficial y se lanzaron al mar en busca de pros- peridad económica para sus familias y para las poblaciones donde operan”... frases estas sencillas pero contundentes que reflejan el propósito de vida de un hombre que nació para emprender, para generar bienestar a sus semejantes”.

NOTA LUCTUOSAcarlos e. Giménez B.

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Señor Francesco Ortisi

Que Dios lo reciba en su gloria.

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La Fundación para la Pesca Sostenida y Responsable de Túnidos (FUNDATÚN),

celebra el cumplimiento de las normas para la pesca del Atún y conservación de los Delfines en la zona del océano Pacífico oriental Tropical,

contenidas en el “Acuerdo Programa Internacional para la Conservación de Defines (APICD)”

en vigor desde febrero de 1999.

www.fundatun.org