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Dando virtuosas muestras . 1

Id con pasos concertados

Al Seor enderezados, ' . ' >

Porque las pisadas vuestras , ^

Imiten vuestros ganados. . V -''''

No- beban agua de cieno ; !

Ni suban fragosas cuestas '

Con las que no estn dispuestas

/ -

:.

Imitando al Pastor bueno, Que la oveja lleva cuestas.

Templanza. Posuisie, Domine sv per caput ejus coronam de lapide prelioso.

Mitra de valor se os pone Para que e) contrario tema, Dios con aquesto se estrea, Hasta tanto que os corone Con la corona suprema.

Y en siendo por esta honra Pensa iiiento revelado, Templado en ver coronado Con corona de deshonra A Dio?, por quien sois honrado.

Rectitud. '. Virga iv.a ct hacidus tuus, ipsc me consolata siint, SiniGca este cayado Ta poder que os da en el suelo El Pastor de tierra y cielo: Con l seris consolado Ya todos daris consuelo. . Al bueno consuela el bien,

Y al malo, si est en el mal, > Dando toque pastoral

', . Sacareis como Moisea

Las aguas del pedernal. . Con esta la mar se abri ; " Por do los justos pasaron

Y los malos se ahogaron, i Y en ella Cristo triunf

De los que en rbol triunfaron; Triunfad vos como constante Tenindola por estrella, Delante habis de tenella,

75

Trayendo siempre delante Al Seor que muri en ella. Fe. Por misterios soberanos Pedro Cristo representa, La Esposa est muy contenta. Caridad. Pues dense luego las manos Que esto es lo que Dios intenta. F. Aqu, seores y amigos, Porque enmudezca el demonio, Yo la F doy testimonio,

Y todos seris testigos De este santo matrimonio.

Parece un ngel cantando aquesta cancin.

ngel.

Pedro por el Trino y Uno

Y la Iglesia en una unin Se juntan de corazn; Digan si son para en uno.

Mesponden.

Que son los dos para en uno Los dos para en uno son.

El ttulo del coloquio cuarto es: "Los cuatro Doctores de la Iglesia." {Corpus Christi). Son interlocutores: San Agustn, San Gernimo, San Ambrosio, San Gregorio y dos pastores, llamados el uno Cuestin y el otro Capilla.

El coloquio carece de loa que declare el argumento; pero este le resume el Sr. Garca Icazbalceta con las siguientes palabras:

"El coloquio cuarto es sacramental, como desde luego lo in- dica el ttulo de Corpus Christi, que lleva al frente. Auto bre- ve y de argumento sencillsimo: no tiene loa. Dos pastores dis- curren en lenguaje rstico, procurando averiguar el objeto de

76 la fiesta que se celebra. Llegan en esto los cuatro Doctores de la Iglesia, con quienes los pastores consultan sus dudas, y para aclaracin de ellas reciben una instruccin acerca de los mis- terios, que difcilmente entrarla en las cabezas de los discpu- los,, los cuales concluyen pqr cargar de maldiciones [no muy pulcrasj al diablo, porque permanece obstinado en u rebelin." ' Este coloquio nos parece de algn mrito, pues al lado de las groseras de los pastores, se encuentra lenguaje correcto, versificacin generalmente buena, estilo agradable y contraste bien marcado de caracteres entre los sabios Doctores y los sen- cillos pastores: los puntos teolgicos -que aquellos tocan es sin molesta prolijidad. Como ejemplo del coloquio cuarto, copia- mos un trozo de stira decente puesta en boca de los pastores:

Cuestin.

,

Capilla, ya no hay doctores:

Son por favor gradoados.

4

Capilla.

A f que los hay chapados

Y sabidos.

Cuestin.

;. . ,

Otros hay palos vestidos

' . '

Tan torpes que no aprovechen,

Y merecen que los echen

A pacer en los egidos.

'\ -i "'

Capilla.

' ; OlJ, ...-'"._ i

No ves que son escogidos

, *--''

Sin dudar

Al tiempo de gradear?

v'-M-,-i -

Cuestioji.

. '.rviiV'-'^-' ;

Oh! nunca t tengas muelas.

Dttie en aquesas escuelas

, Vj'..- \.y:.:

Cul has visto desechar?

. vj'-. '..*..; -.., -,

Capilla.

. ' ' ' ' ' "...

Helos .visto examinar.

* ' / '

Anda vete,

Que el que en examen se mete ?_

Ninguno en su dao escarba, "I-

Porque es hacerme la barba

Porque te hagan el copete.

El metro de este coloquio se us tambin en el Auto de la^ Donas que envi Adam nuestra /Seora, inserto en la bi- blioteca de Autores EspaTioles. [Tomo 58].

El coloquio quinto lleva el ttulo siguiente: "De los siete fuertes que el Virey D. Martin Enriquez mand hacer, con guarnicin de soldados, en el camino que va de la ciudad de Mxico las minas de Zacatecas, para evitar los daos que los chichimecos hacian los mercaderes y caminantes que por aquel camino pasaban."

El argumento del coloquio le explica el autor mismo de es- te modo: "Simboliz el Autor l Santsimo Sacramento de la Eucarista, aplicando los siete fuertes les siete Sacramentos, para que los hombres que caminan de este mundo las minas del Cielo se acojan ellos, donde estarn seguros de los ene- migos del alma." Este argumento recuerda una alegora del Dante en su Divina Comedia, cuando lUpone un castillo ro- deado de murallas. El castillo representa la fama que adquie- ren los poetas, y las murallas las siete virtudes. , No tiene el coloquio defecto notable. que censurar. Las- lo- . cuciones bajas que en l se encuentran son pocas, y la alego- ra no CB forzada: el Ser Humano combatido. por los enemigos: del alma, Demonio, Mundo y Carne, armados de arco y flecha, como chichimecos, es defendido por el Socorro Divino, jefe" del fuert^lamado la Penitencia; el Socorro Divino muestra al Ser Humano el amparo que tiene en los siete sacramentos,, simbolizados por los siete fuertes. Es de advertir que se daba el nombre de chichimecos los indios no conquistados.

El coloquio sexto fu destinado la fiesta del Santsimo Sa-,

,33..-

crmnto; con motivo de la entrada Mxico del Virey conde I ;. ..de Oorufla.

' '' Ese coloquio comienza por un anacronismo notorio, y es la , Moa puesta en boca del dios Marte. Siguen algunos dilogos entre la Fortaleza, la F, el Courierto y el Entendimiento, coa ly ' .::a,lu8ones alegricas la entrada del Virey y al misterio de la If 'Eucarista, simbolizando la entrada que Dios hace en el alma. ]'.' > Ea esos dilogos bay algunas locuciones vulgares; pero ringu- .' na verdaderamente baja, ni menos indecente. Sigue despus , una escena entre dos fulleros, que juegan las cartas, y un Doc- tor comisionado por las Escuelw para, recibir al Virey: los ju- , gadores terminan en un pleito acalorado, se dicen injurias y se Acuchillan. El Doctor los pone en paz., predicndoles un ser- mn teolgico con referencias la fiesta del dia. Entra despus, el Simple discutir con el Doctor por medio de las bufonadas ' de costumbre. Concluye el coloquio con un dilogo serio entre la F, la Fortaleza y el Concierto , sobre el mismo tema de los dems interlocutores, esto es, la entrada del Virey y la fiesta del Corpus.

El argumento del coloquio stimo se refiere la predicacin del profeta Jons.en la ciudad de Nnive profetizando su des- truccin, y siendo interlocutores: Jons, profeta. Un Maestre. ." Un Contramaestre. Un Vizcano llamado Rodrigo. Dos Gru- metes. Un Simple. I ' Comienza por un entrems entre Diego Moreno y Teresa, si- , gue la loa y despus el coloquio. Este, mas que otros de Esla- va, es un conjunto de buenas cualidades y defectos. Lo mejor de todo es la loa ylos versos que recita Jons. El principal defecto del coloquio consiste en los muchos anacronismos que j . -encierra, alternando simultneamente el profeta Jons, Teresa, ! /hija de un conquistador de Mxico, un Alguacil, un Piloto, etc.: la nave que conduce Jons va para Trsis; pero si la Justi- cia encuentra en aquella al gracioso, le llevar" Espaa. Jons justa su pasaje por ducados,' y el Piloto habla de los Dioses ^que adora.

}:

19

Como ejemplo del coloquio stimo, pondremos el b monlogo de Jons:

'VM

Perfeccin suma, perfecta, Eternidad sin medida,^ Sabidura secreta En los labios esparcida De aqueste indigno profeta.

Quieres revelar conmigo Profundsimos secretos, Solo s, desto que digo. Que s menos tus secretos Cuando mas los investigo.

Maravillas' infinitas No se alcanzan sin razn; T me mandas, t m ditas Predicar su perdicin A las gentes Ninivitas.

Las cuales con ceguedad Hacen pecados sin cuento, Y ha subido su maldad Delante el acatamiento De tu sacra Magestad.

Dentro de cuarenta das Los tienes de destruir: T lo sabes, t lo guas; ' Mas, si no se ha de cumplir, Seor, para*qu me envas?

Si aqueste pueblo alevoso Llora y deja de pecar, Eres, Dios, tan piadoso Que yo tengo de quedar Por profeta mentiroso.

Abres contino la- puerta Bi te llaman con amor,

y

: i -

t:

-V';

-'4.

80

Y quieres, por cosa cierta, No muerte del pecador

Mas que viva y se convierta.

Tu justicia irrevocable Recibe erran violencia, Cuando el hombre miserable Saca de la penitencia Medicina saludable.

Si te i)ublico terrible, Temern tu indinacion: Si constante )' no movible,. Ser cau?a que el perdn Lo tengan ])or impusiblc:

Si te pregono Cordero, Ser mas desenfrenalloa, Confiando, lo que infiero," " " Que tienes de perdonallos Como }adre verdadero.

De una y otra consecuencia Inferimos su malicia,

Y es tan malo su conciencia Publicalles tu justicia, Tanto como tu clemencia.

Tu rigor y mansedumbre Curan lo que culpa llaga, i

Y en ciudad de tal costumbre, Seor, no s qu me baga, ^ Si t no me das tu lumbre.

Burlarn, si les revelo Lo [ue en tu mando se encierra: Que me pregunten recelo Cerno he sabido en la tierra Lo que mandes en el cielo.

Tu mensaje determino No lo poner en efecto,

[i

17..

. . " ' ' - 81" , :";;-'

-; '"'' "' Y que en pueblo tan malino ''''' ' Otro publique el secreto ^ ' '

De tu juicio divino. ' Nave surta est en el puerto,

Quireme en ella embarcar:

Porque si viese por cierto ' '' ' '

Toda Nnivi asolar, * : '^ " '' '

De compasin fuera muerto. '

El coloquio octavo tiene por ttulo: "Del Testamento Nuevo que liizo Cristo nuestro bien." Trata tambin de la Caja Real de BU. Magostad.

Son interlocutores: La Lej Natural. Buen Intento. Un n- gel. La Ley Vieja.' El Temor. La Ley de Gracia. yA Evange- lio. Un Judo.

La escena primera ee verifica entre la Ley Natural y el Buen Intento, vesLiJo do pablores y un ngel. Trtase-d^ que la buena intencin del hombre y su razn natural no bastan para conocer Dio;-!, sino qiio cs i:'!i''j,;;i!a la F. iSiu ciubi.rgo. Es- lava pesar do .ser (.'Icrigo, y do cUir doJiiinadu [lur lnH ideas de su poca y do su pas, se avanza A decir:

Ley Kairal. -.

Y si alguno la noticia De la Fe jan'ias tuviese, Y rectamente viviese, .i']ate tal ternia justicia .-/. Para que lieredero fuese? . ; AnfjeJ. Al que con pureza en todo - . La Ley Natural guardase. Porque no se condenase. Dios le buscara modo Cmo aqueste se salvase.

La escena siguiente se abre de la manera que explica el au- tor con las siguientes palabras: "Aqu se ba de aparecer aque-

y-

82 lia figura que vido San Juan en su Apocalipsis. El Juez con la espada en la boca, y las dems insinias que aquella figura sue- le tener. Caen en el suelo el Buen Intento y Ley Natural."

El ngel explica al Buen Intento y la Ley Natural, la fi- gura que tienen la vista.

En la tercera escena aparecen la Ley Vieja y el Temor, aquella de una manera ridicula, tuerta, para significar que no estaba cabal y completa como la Ley Nueva, 6 que no veia con la claridad de sta. En la escena que nos ocupa, dominan locuciones bajas y groseras. El Temor llama la Ley Antigua, vieja, bellaca, mala pieza, cliupacuartillog,.loca, boca de es- puerta, etc., etc. De manera tan poco pulcra trata tambin la Ley Antigua al Temor.

En la escena cuarta sale la Ley de Gracia vestida con ropas doradas, cetro y corona, como reina. Sintase la diestra del Juez y canta.

La Ley Antigua y la Ley Nueva, manifiestan sus cualida- des y ventajas, y exponen sus derechos, quedando la razn por parte do la Ley Nueva, quien para consumar su victoria pide se lea el Nuevo Testamento, el cual lee el ngel. Vindose desheredada la Ley Vieja, prorumpe en quejas y concluye di- ciendo:

Pues esta me sali mal, Quiero con nuevos intentos ' i Enviar uno y doscientos Y que la Caja Real

Demanden por m alimentos.

Por matar mejor el ascua Quiero enviar un judo Que vaya con poder mi,

Y Dios me d negra pascua

Y mala, si no lo envo.

"Aqu ha de estar la caja de tres llaves, y la Santsima Tri- nidad: cada persona con su llave. En la del Padre ha de tener

83 '

Poder: en la del Hijo Saber: eu la del Espritu Santo Bondad. Ha de haber tres planchas de plata: en la una ha de decir del Diezmo, en la otra Kescate, en la otra Quinto. El Evangelio est en la Caja Real, viendo las libranzas de los que van co- brar de ella. Entran Buen Deseo y el Evangelio." '

De esta manera trat Eslava de enlazar los elementos dis- miles de su coloquio; cosas tan poco anlogas entre s, y de pocas tan distintas, como el establecimiento del Evangelio y la Caja del Rey de Espaa.

En la escena quinta figuran el Buen Deseo y el Evangelio, quienes entablan un dilogo, declarando el Evangelio que pa- ra salvarse no bastan los buenos deseos, sino que se necesitan las buenas obras, todo esto con alusiones la Caja Real.

El coloquio concluye presentndose un judo con poder de la Ley Antigua cobrar una libranza contra la Caja Real, pa- go que rehusa hacer el Evangelio.

El argumento del coloquio noveno, intitulado "La Albndi- ga Divina," se encuentra en varios poetas eucarsticos: el Oido asistido de la F, es el nico de los sentidos corporales que puede conocer la presencia real de Jesucristo bajo los acci- dentes do pan y vino.

La idea de esto coloquio es elevada, en el orden religioso, y esttica en el artstico. El tacto, el gusto y el olfato apa- recen como los sentidos mas materiales, mas prcticos, por decirlo as, para comunicarnos con el mundo externo en toda su realidad. La vista se presenta como mas espiritual, mas especulativa, por medio de la mjia de los colores, del claro- oscuro, de la distancia, en una palabra, de la ilusin ptica. La diferencia del tacto, el gusto y el olfato respecto la vis- ta para conocer la materia, se encuentra en experiencias que- practicamos todos los dias: cuando la naturaleza material de un objeto no se conoce bien con la simple vista, se toca, se gusta y se huele. Sin embargo, el oido es todava mas espiri- tual que la vista, porque esta percibe una extensin fija, determi- nada, individual, mientras el oido se apodera de los sonidos por

|ict|^ libre y pasajero. De esta manera el sonido excita ^iL^'.^G^lmit sentimientos cuyo carcter es la subjetividad mas .absj^e^ti'la- carencia de realidad objetiva; de este modo el ;::8onidojjqcultndo la forma exterior y material, es el, medio mas ^^pti^pido; la naturaleza del espritu.

^!f IjioB'petas eucarsticos no se detuvieron con demostrar lasu- ^JMTmaca del oido sobre los dems sentidos, sino que creyeron necesaria la asistencia de la f para conocer los misterios de la 'religin, .como lo mas impalpable, lo mas sutil del mundo es- piritoal: el espritu conocido por medio del espritu. La f se presenta con los ojos del cuerpo cerrados, percibiendo directa- mente con el alma.

Desgraciadamente los medios de que so sirvi l'!sluva, no estn la altura de la idea, habindose valido de ' locuciones y figuras enteramente prosaicas que comienzan desde la loa.

, : Sobre aquesto va fundado

' - , El Auto, y sus fundamentos;'

.' Conviene que estn atentos

-' :;,' I^ovqne no pierdan bocado,

' ' '. Los buenos entendimientos.

Mas adelante, compara el autor la Confesin, la Contri|Con y

la Stisfiaccion con las tres escardas que sedan al trigo. En -otro -pasaje el pan eucarstico se tasa en catorce omines, que

son los artculos de la f. Para caracterizar los que reci- ; ben la comunin sin reverencia, se dice que "comen Dios

como perros." Los sentidos se presentan como personajes fa-

mlicoj.-

'9 ::'..

Nuestros amos desd ayer .';.> -' Dicen que al psito yamps:' i';,; Bien ser , que lo hagamos. : *

Tenga yo bien que comer,

Y ahorquen nuestros anjps>".f,

- ~ . -, Oir. V' A \': *: All se podr hartar < VA Toda la gente criada. r-

Mentir, que no cuesta nada: Pues yo solo he de tragar. Diez panes de una sentada.

Viso. Espera, Gusto y vers. Si el pan est tierno y cocho Me ho do comer siete 6 ocho.

Gusto. Para que me quepa mas Dende ac me desabrocho.

Tacto.' Como los udos de suelta Tengo que echar los bocados.

Giisto. %

Con los panchos atestados Volveremos la vuelta ^ Como tlamemes cargados.

V' /'

y

Wiiui f.';

Por el estilo, lo dems del coloquio, que concluye tan prosai- camente como comenz, diciendo la Justicia:

.iu ^on en Dios tu corazn , ; V

Y vers como lo entiendes Por esta comparacin:

i

86 Jarro, cntaro 6 tinaja Si estn llenos de un licor No tiene mas el mayor? Pues con Dios esa ventaja Tiene siempre el que es mejor.

El coloquio dcimo lleva el nombre de "La Esgrima Espiri- tual," y es mejor que el noveno, pues lo nico que tiene real- mente digno de censura son algunas palabras groseras que se dicen la Ignorancia y la Presuncin. La alegora del coloquio dcimo, aunque no es muy potica, est aplicada con bastante propiedad y decoro. Sirva de ejemplo la leccin que el maestro de esgrima, Temor de Dios, d al Entendimiento y la Cau- tela.

Entendimiento. Si con dudas el infierno Me acometiere espera?

Temor. Firme as de esta manera, Confiesa al Padre Eterno ,

Poder y causa primera. Entendimiento. Y si del hijo arguyendo Su juego el contrario funda?

Temor. Derribarte lias en seguida Que Dios es Hijo heredero. Porque el traidor se confunda.

Entendiviiento. Seor, si la brava fiera Me persigue tanto, tanto?

Temor. Para que le des espanto, Con amor, ponte en tercera Del Sacro Espritu Santo.

87 .Entendimiento. Si de Dios-Hombre tratando Me pide, como es aquesto?

Temor. Para remediar de presto Pont^ en cuarta, confesando Dios y hombre en un supuesto. Con esto asentareis vos,

Y estudiad estos primores Que son luz de pecadores.

Entendimiento. Gracias al Hijo de Dios

Y al maestro. y los seores. '

El coloquio once trata "Del arrendamiento que hizo el Pa- dre de las Compaas los Labradores de la Via." Figuraa en este coloquio: el Padre. Aleve. Rigor. Cautela. Llrente. Tres Mensajeros. Discrecin Divina. Saber. El Heredero. He aqu el argumento que precede al coloquio.

Atencin vengo pedir, Para ver y contemplar, Que en lo que han de recitar Hay cosas para reir

Y cosas para llorar.

Un ejemplo es de verdad ' ' Que puso el que nos cri De aquel padre que labr /

Torre, lugar y heredad

Y renta despus la dio. Los del mensaje primero

Dellos hieren, dellos matan,

Y los segundos maltratan: Luego envia al Heredero

Y tambin le desacatan.

- 88

En las Sacras Escrituras ' .

Nuestra obra va fundada: Tambin va moralizada Con doctores y figuras De la Escritura Sagrada, i

Con el mismo argumento, sacado del Evangelio, hay un au- to de Caldern; pero de aspecto enteramente distinto al de Es- lava, y ni uno ni otro nos parecen bien. El auto de Caldern es demasiado enigmtico y complicado, carece de la ingenui- dad necesaria para expresar la natural y sencilla parbola de la Sagrada Escritura. El coloquio de Eslava tiene el defecto de una transicin brusca entre lo grave y lo gracioso, entre el reir y elUorar c^Q anuncia el autor desde el prlogo. Ejemplos. Cuando se presentan los mensajeros para cobrar la renta los arrendatarios, deciden stos darles muerte, y entablan un dilogo con expresiones como las que vamos copiar. Lloren- te dice uno de los mensajeros que se queja:

Poco me da que te duela, Que all te puedes quejar A la madre de tu agela. Y despus de haber asesinado friamente al mensajero, agre- jfl go. q\ mismo Llrente:

De las tripas y cajuares Ser bien hacer morcillas.

Mas adelante se presenta el Heredero mismo de la Via hacer el cobro de las rentas, y dice uno de los arrei:datarios:

Como charla el mancebito? Charla; que vos llevareis.

Otro de los arrendatarios ataca al Heredero, diciendo: Ya le deja mi mojn Medio testuzo rompido.

Otro anima al agresor con estas palabras:

Mtalo, de l no te duelas.

. 89 Un tercero agrega, dirigindose al Heredero:

Con este lancho os har Escupir dientes y muelas.

El coloquio doce se escribi con motivo de la batalla naval que Don Juan de Austria tuvo con los turcos. Representan en este coloquio: La Muerte. La Vida. Un Simple. Un Soldado de la casa de la Fama. Un ngel. Un Soldado difunto.

El coloquio doce es defectuoso, pues mas que otros de su clase, carece de verdadero argumento, siendo una sucesin de dilogos inconexos. Ademas del simjole 6 gracioso de costum- bre, sale un personaje grotesco, un turco, que por no saber cas- tellano se expresa en una ridicula gerigonza, de que darn idea los siguientes versos:

Mahoma, t consentir ;v : '; " Que vencer m cristianos? Porqu ayudar no venir Prometer dar en las manos: y

o bacer: por qu decir?

Yo andar con el devocin \ To mezquita el romera, Adorar to zancarrn; Agora perder Turqua ' "

Lastimar me corazn.

Si el mal gusto literario pudiera defenderse con el principio de autoridad, diriamos que Planto, en una de sus comedias, saca un individuo que babla una mezcla de cartagins y fenicio, la cual imit Torres Nabarro.

El argumento del coloquio trece consiste en que la Pobreza y la Riqueza discuten sobre cul de ellas tenga mas mrito, y nombran como arbitro al Conocimiento, quien decide en favor de la Pobreza, haciendo que sta y la Riqueza se despojen del traje que llevan para mostrar su vestido interior: de este modo

resulta que la Riqueza solo bril

a por la superficie, mientras

so

que la Pobreza encierra mrito intrnseco; se entiende en el punto de vista religioso, evanglico. De este modo, el colo- quio trece de Eslava es de los mejores que escribi, no solo por la propiedad del argumento, sino por el lenguaje, la versi- ficacin y la animacin de los dilogos. Figura en el coloquio un gracioso simple; pero moderado en sus chistes: las locu- ciones vulgares son raras en los personajes serios.

Para no alargarnos demasiado, solo pondremos como ejem- plo del coloquio trece dos quintillas que recita el conocimiento, las cuales revelan el espritu juicioso del autor, muy distante de ideas comunistas.

Ten, cristiano, regocijo

De ser pobre ac en el suelo,

Tenlo por muy gran consuelo.

Pues Dios te tiene por liijo

Para que heredes el cielo.

La riqueza que regala Huyan todos de tenella: A la buena, poseella. Que la riqueza no es mala Sino solo usar mal della.

El coloquio catorce tiene por ttulo: "De la Pestilencia que dio sobre los Naturales de Mxico, y de las diligencias y reme- dios que el Virey D. Martin Enriquez hizo." Son interlocutores: La Pestilencia. El Furor. La Clemencia. Un Simple, hijo de la Clemencia. La Salud. El Celo. El Remedio Temporal. El Saber.

La loa que copiamos en seguida resume el argumento.

Saldr excelente Seor, Delante vuestra presencia La terrible Pestilencia, Y tambin saldr el Furor, Jecutor de su sentencia.

91

Envale demandar Clemencia con un villano Al Dotor Saber Humano Remedios para curar Este Reino Mexicano.

La Salud atribulada Se mete por los rincones,

Y el Celo con sus razones La lleva do sal armada De virtudes y oraciones.

Andan Clemencia y Salud Afligidas en el suelo; Mas el Remedio del cielo Acude por su virtud A darles todo consuelo.

El Saber Humano inquiere Remedio en tal agona..

Y en aquesto desvara, Porque lo que el Seor quiere No vale filosofa.

La Salud vern salir Armada de F cumplida, Con Caridad guarnecida; Armas con que ha de vivir El Cristiano en esta vida.

Por el mal en que se ha visto La Salud y el pueblo llora, Rogando Nuestra Seora Sea con su hijo Cristo, Por ellos intercesora.

Vern la Virgen Mara Madre y Puerta del Perdn, Que en cualquier tribulacin A quien suspiro le enva Le enva consolacin.

liL':

J

yi . ... ,

'J.r^^'s^'^-^:-- ' 92, ^

, ''^^M^ 'vi ^ - ' ' El Eemedio Celestial , ;-^:^>u ii^i^:. : Les hape un -Razonamiento,

': w^^-". ^^ ; ^ V- : " Poniendo por fundamento

> .*#^V I; ' ^'- Que el remedio cualquier mal

>-i';;^^i^:t -V ' Es el Santo Sacramento.

{; v^^:^ V-' - Porque este auxilio se cobre,

^K '^yi'^-, I ; -. El autor os lo dedica;

" '" ' ' . El cual. Seor, os suplica

v No miris el don, que es pobre,

' . Mas su voluntad, que es rica.

. ".-ij.Tl'i..-..-

|

>>}"" y.. '.-I- : < . .. . .. . *

-' :: H'i :',.. Comedia ut.sit mnibus iisdem 'Tersibus

;, - v;. .-,-V'. ., _

.- i^'- .!; ' Faciam ut commixta sit tra^i- comedia.

;'^r,''"^ apuesto lo dicho, resultara no solo injusto, sino ridculo,

''5 censurar Eslava por deectos que en su tiempo no lo parecian,

; '^si^do irricional pretender que todo escritor posea un genio re-

* formista, adelantndose las preocupaciones de su poca. Es-

h ..lava considerado como autor de dramas sagrados, no puede co-

. . - . .

.97 . ' ' ;.. r ' '

locarse al lado de Lope y de Caldern, porque no tiene la gran- diosidad, la magnificencia, el atrevimiento ' de concepcin 4ib1 ltimo, ni la gracia, caballerosidad y elegancia del otroj^ero entre los poetas de segundo orden merece ocupar unr'puesto distinguido.

Tal es, en definitiva, nuestra opinin acerca de los coloquios . de Eslava. Respecto sus Cancxm^i DivinaSf solo diremos una palabra, porque nos bemos extendido ya mncbo en este captulo. Las canciones de nuestro poeta son de mrito, porque en ellas dominan estas cualidades: lenguaje castizo, versifica- cin buena, sencillez, naturalidad y gracia, pudiendo ponerse sin desdoro junto las de Diego Corts, Gregorio Silvestre, - veda, Cristbal de Castillejo y otros poetas msticos espa- oles.

Concluiremos baciendo una observacin general respecto lo que conocemos de las obras de Eslava, y es que ellas no solo Bon apreciables en el punto de vista literario, sino tambin en el histrico y lingstico. En las composiciones .de Eslava hay muchos pormenores relativos los usos y las costumbres, de su tiempo, que no se encuentran en crnica historia algu- na, y -en esas mismas composiciones /puede el fillogo estu- diar las alteraciones del idioma espaol en Mxico, de este- modo: palabras cuyo uso se b perdido completamente; pala- bras que han cambiado de sentido sin cambiar de forma; otra que han cambiado de forma y no de sentidj'yoces tomadas de* los idiomas indgenas.

Tantas circunstancias reunidas en Gonzlez Eslava, permi- ten considerarle como uno de los principales adornos de nues- tra literatura. .

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CAPITULO III.

Noiii-iai jj'jie D.iAul'jiilo SaavcJra Guzmaii, y su poi'iia El Ptrcgruo luJiauo. Diversoi juicios acerca de esta obra. Anlisis Je ella.

EL bibligrafo Beristain dice acerca del autor que nos ocupa en el presente captulo, lo siguiente: "Saavedra Guzman D. Antonio, natural de Mxico, hijo de los primeros poblado- res de este reino, y biznieto del primer conde de Castelar, D. Juan Arias de Saavedra. Se dedic al estudio de las bellas le- tras, especialmente la poesa y la historia, y en la do su pa3 aadi el auxilio de la lengua mexicana, que supo con perfec- cin. Estuvo casado con una nieta de Jorge de Alvarad, otro de los capitanes de Corts, y hermano del famoso Pedro. Pa- sse Espaa fines del siglo XVI, y en setenta dias de su navegacin, compuso con los materiales que habia acopiado en siete aos la siguiente obra: El Peregrino Indiano, irnpres-o en Madrid por Pedro Madrigal en 1599."

Por la lectura que hemos hecho de El Peregrino Indiano, vemos confirmadas las noticias de Beristain sobre Saavedra Guzman, pudiendo agregar otras que Guzman mismo da en su poema. Saavedra Guzman hace subir su alcurnia al infante D.

Manuel y la reina Loba, segn manifiesta en el canto cator- ce. En el- canto once dice que fu corregidor de Zacatecas, y se queja de que injustamente le despojaron del cargo, dejndole olvidado y pobre, no obstante sus servicios y los de sus ante- pasados.

Las quejas del autor acerca de su situacin, no debe segura- mente haberlas tenido relativamente al xito de la obra que es- cribi, pues sta obtuvo los mayores elogios de los contempor- neos. El ilustrsimo Balbuena numera Saavedra Guzman entre los excelentes poetas de las Indias Occidentales. Lope de Ve- ga, en un soneto que dedic nuestro escritor, le llama "el Lu-

D. ANTONIO DE SAAVEDRA GUZMAN.

Losazaosos

EmpSas graves, graves g>-a, canto

Be Iquellos espaoles bl.coso.^^^^. Que al mundo depr-unuj^^

Pues con anda, esfue y _^^^^

TTpflios con pecao po y ^ ledu on tan brbaras naciones

-no riere en castellano, la . El verbo cucir, verso sUmon ^^^^^^^^ ^ ,^,

^ posicin . -.,t L::^ ve e! el rgimen de los nora- poelasles es permido altera , a ^^^ ^^^ ; , el

,, Les y verbos, -P"^;; -.f^lrdentro palacio." El uso ge- S:^rr:?apreposici^;^^,^^^^^^^

: Lo que s nos parece ^^^fTZLio significa aqu asombro,

: ..Dejln un nuevo espanto Espant .^ ^^^^^^^ .^

: . tac endo falta la P-P-'=' ^^;t as propioqueno. Po- :;. .ado,ydebindoseusa^u-^fic^^ ^^,,g,, eesp^^ diera acaso decirse. Qe a ^^^^^^ kco l ver

Algunos lectores de odo oe . ^

^ .0 tefto por la coacurr- ^^^^^^^^^^^^^^ J^.peion de la em-

El canto primero est at^"^* , ste dirige a sus

- peid que sufrid ^^l^XC^'^J^l le acompaaban |

, lldados; con l'-;; , fugares. H ^^-l"' "^ T^o 1

con rasgos poticos en dive =^ , istadores di Nue

Riendo uno de los imes "^ supone Saavedra G"']

, Muldopropagarlarelig^n s^P^^^^^ i,^^^

^an que el demonio se P ^iecion potica semejante se fetento desata la tempestad. ",]^^,^m, de los espirM Ctra en otros autores, - U t, ,,iaa," de Cr.t inMV.ndospararmped.rdtnmJo .

101 / ;'

bal Moza. Por lo qua hace al escritor mexicano, veamos de qu

manera se expres: . -

Como el malvado Lucifer se vido ' Del sacro empreo cielo desterrado, Y al pilago profundo sumergido, Por solo su soberbia derribado: .

Siempre desde aquel punto ha pretendido Poblar su reino y miserable estado, Envidioso del cielo y su grandeza Ensalzando su msera bajeza.

Luego que conoci el divino fruto ^ Que la pujante armada prometa Con libertar las almas del tributo. Que 1 prncipe malvado poseia: Por no perder el msero estatuto. De aquel oscuro reino y monarqua, Convoc sus legiones y potencia, Para que le hiciesen resistencia.

Movi los poderosos cuatro vientos, Que unnimes viniesen conjurados Saliendo de sus cncavos asientos, De toda su potencia alimentados: Furiosos, arrogantes y violentos, Indmitos, pujantes y mezclados. De suerte, que la flota sumergida . Desecha fuese, y del gran mar sorbida.

No fueron en cumplirlo perezosos, Que en un punto de sbito salieron ,

Muy ligeros bramando y tan furiosos, '

Que entre las mansas olas se metieron: El piloto exhort los animosos Marineros, y al punto previnieron, Aferra dice, aferra gente buena. Vayan dos diligentes la entena.

102

Como ejemplo de las locuciones prosaicas de Saavedra Guz- man alguno pudiera sealar "del gran mar sorbido" (verso veinticuatro); pero ntese que es una metfora admitida por la Academia espaola, en su Diccionario, la cual pone este ejem- plo: la mar sorbe las naves.

Relativamente la resea de los capitanes de Corts, que Be ve en el canto primero, se creer que esta es la oportunidad de hacer un paralelo con la misma resea hecha por Moratin; pero omitimos semejante paralelo, porque eonocemos ser muy infe- rior Saavedra Guzman Moratin, y porque la situacin en que se colocaron los dos escritores, es diferente. Moratin hace la resea de los capitanes de Corts, suponiudolos en tierra, mon- tados en sus corceles, y Saavedra Guzman describe una escena en el mar, dentro de las naves.

El canto segundo trata de la entrada de Corts en Acuzumil, lo que all sucedi con Calachuni y la llegada de Aguilar.

o es del todo despreciable, en el canto segundo, un discur- so que Corts dirige al cacique Calachuni y sus subditos, tra- tando de someterlos, por la razn, la f de Cristo.

Tamuien es do notar en el canto segundo, la descripcin de una fiesta que tuvieron los indio?, y de que son parte los b- guientes versos;

lo pudo saber mas, porque ha vjr.ido

Un mitote solemne celebrado,

Y cien mil invenciones diferentes,

Con diversos regalos y presentes.

Donde la trompa, el cuerno y atainbores, i, El caracol, sonaja y la vecina,

i La flauta, los cantares y dulzores

Suenan con invencin muy peregrina.

All era el referir de sus amores.

Cual con donaire para el otro inclina

Un udoso bastn, y muy airado

El golpe arroja liuyendo por un lado.

103 .

La palabra mitote, tomada del mexicano azteca, significa hoy alboroto, desorden; pero Saavedra Guzman la usa en su verdadero sentido, que es haile 6 danza. La Academia Espao- la admite la voz mitote en su genuina significacin, diciendo^ "especie de baile danza que usaban los indios." r

Lo mas notable del canto tercero es la descripcin de la ba- talla que los espaoles ganaron en Tabasco, y el incidente de haber encontrado Corts una de sus naves, que habia perdido. En el mismo canto tercero pueden recomendarse, siquiera co- mo medianos, algunos trozos de discursos pronunciados por los caciques, en el senado.

Aqu es de advertir, una vez por todas, que en manera algu- na es defecto de El Peregrino Indiano la continua referencia de batallas, por ser conforme la verdad histrica; y aunque se tratara de un poema pico, tampoco habria defecto, pues se- gn las reglas de la esttica, la situacin mas conveniente la epopeya, es la lucha, el estado de guerra, entendindose una lu- cha grandiosa, nacional, entre pueblos distintos, y nunca la guer- ra civil, con sus mczi'^uinos odios de partido. En la relacin de la conquista de Mxico, se adunan perfectamente el inters his- trico y el encanto potico: nada ms grande, nada ms heroico que un puTuvlo de valientes, decididos morir vencer, en me- dio de millones ue contrarios, dando lugar 4ima lucha entre hombres de raza, costumbres y fines enteramente distintos: los hijos del antiguo Cucaso y los indgenas de la joven Amrica; el hombre 1)1 anco v el hombre bronceado; una civilizacin ade- lantada frente la semi-barbarie; la religin, que tuvo por fun- dador quien dijo "mi yugo es suave y mi carga ligera," tra- tando de sustituir los sangrientos ritos de Huitzilopochtli. Y todas las escenas que esa lucha ocasiona, teniendo por teatro el panorama pintoresco de las llanuras de Tlaxcala, las alturas de Orizaba, el valle de Mxico. Aun autores que han escrito en prosa sobre la conquista de Mxico, sintieron arder su ima- ginacin y produjeron obras de arte, como en su tiempo la his- toria de Solis, y modernamente la de Prescot. Uno y otro mas

104

bien lian cantado que narrado las hazaas de aquellos que, al parecer de los indios, traian por armas los rilaos del cielo y por secuaces dioses superiores los indgenas, y cuya venida hacia largos aos estaba profetizada por los vates americanos.

Para no detenernos en transcribir el todo parte del canto cuarto, solo diremos que est realzado con varias arengas, con la descripcin de la marcha del ejrcito espaol, con la anima- cin de estilo al referir el combate entre espaoles y potoncha- nos, y con algunas figuras de retrica. ;

En el mismo canto cuarto, hay una palabra antigua, cuyo examen haremos brevemente, porque llmala atencin, no por BU falta de uso actual, sino porque ha cambiado de sentido'. Esa palabra es nonada. Antiguamente nada significaba cosa, y para hablar negativamente, se decia nonada, esto es, ningu- na cosa. As, por ejemplo, Hugo Celso dice: "Dios hizo el mun- do de nonada." La palabra nada que usamos actualmente es UD residuo de nonada.

El canto quinto es interesante, porque en l se refiere la con- tinuacin de la batalla con los potonchanos y hay dos episodios Ipoticos, uno la sentida relacin que hace el rey Cavalacan de BUS amores y el otro las dolientes quejas de la viuda del cacique Chamabato al saber la muerte de su consorte.

El asunto del canto sexto es la ltima derrota que sufri el rey de Tabasco, cuyo retrat copiaremos aqu como muestra del mis- mo canto.

Venia armado muy vistosamente

El rey Tabasco, bravo y poderoso,

De conchas de tortuga solamente,

Cubierto espalda y pecho valeroso.

Esas meten en agua muy caliente,

Y por medio sutil y artificioso i

Con una ligazn que las ablanda

Casi las vuelven como cera blanda.

I Era este coselete tan bruido,

Que pasta y fino acero parecia,

105 Trae el retrato suyo all esculpido "'

Que como en claro espejo se vea, Donde nadie seal niniuna vido . Que buril ni pintura descubra, ^

Asido de un len muy ensaado Que l con las manos ha despedazado.

Por despojos, la piel traia cubierta, ./. Despojos suyos, que era estatu-ido Que nadie la truje&c descubierta. No habiendo al animal muerto y vencido. Fu que estando Tabasco en la encubierta De una fuente, lugar que habia elejido Donde baarse, y vindole desnudo Le acometi el len bravo y saudo. SaH del agua tan ligero y presto Que se qued el len como asombrado; ' Aguardndole estuvo en pi, y enhiesto Para hacer su golpe enherizado, Tabasco viendo al bravo contrapuesto Arremeti furioso y ensaado,

Y asindole del cuello de l se abraza,

Y all le aprieta, mata y despedaza. No vino pertrechado de esmeraldas,

Perlas preciosas, ncares, ni oro, Ni atavos compuestos ni guirnaldas Que el alma trae envuelta en triste lloro. Siente verse cortar las largas faldas - " De su reputacin, que es su tesoro, Su contento, su bien, bu bizarra,

Y esto con su persona defendia. Solo traia una tiara puesta,

Real insignia entre ellos muy usada, Orejeras de oro y una cresta,

Y al remate una borla matizada. Nariguera traia, por ser esta

.

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V'

106 La cosa entre seores mas gaardada, Cacles tejidos muy curiosamente * Con las suelas de cuero de serpiente.

Traa cuatro pajea los lados, . [De pieles de unos tgueres cubiertos] Nietos de dos caciques sealados Que en gran dao del reino eran ya muertos. Llevaban cuatro cuerpos dibujados En sus cendales todos descubiertos: Eran los reyes que l haba vencido Cuando gan aquel reino engrandecido.

Otros cuatro llevaba muy lucidos De plumas, mantas, joyas adornados Iban delante, cerca y divididos. Con 03 portrechos de \ raa"? continuados Un arco y dos carcaxes muy fornidos, Unmontante y espada bien labrados Una rodela de oro matimda Y con BU estirpe en ella dibujada.

Lo que nos parece mas digno de notarse en las octavas an- teriores es lo siguiente.

Las octavas primera y segunda se recomiendan por su naturalidad, aunque no tanto la segunda en virtud de la oracin intercalar que comprende los versofe cuarto, quinto y sexto. !

'La octava tercera es muy defectuosa. Cubierta, descubierta, encubierta son consonantes triviales y forzados. Cubrir, en lo antiguo, significaba vestir, poner, y aun hoy se dice "cubrirse el 'BomTarero" por "ponerse el sombrero;" pero sea cual fuere el 8gQficado que se d cubierta (verso 1) tiene sentido con- trario, descubierta (verso 3") En "muerto y vencido" (verso 4?) hay una gradacin impropia: despus de muerto el len ya no.habia que vencerle. V'-Por el contrario, en la octava 4*, verso ltimo, se encuentra

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I ;:

una gradacin conforme las reglas del arte: aprieta, mata^ des- pedaza. Tambin es de alabar en el mismo verso .el bjien uso del acusativo le en vez.de lo. Nos remitimos sobre .ve indicacin resi^ecto las relaciones de Corts con la clebre D^ Marina, acaso por respeto aquel, y solo menciona esta cuando se une, como intrprete, con el ejcito espaol.

En el canto 11*^ se describe la ciudad de Mxico y se refiere la entrada de Corts ella, y la prisin de Moctezuma. Vamos copiar la descripcin de Mxico porque nos parece agradable en su conjunto, sin tomar en cuenta algunos defectos parciales.

Es Mxico lugar bien asentado, De edificios riqusimos, costosos, De piedra pmez todo edificado Con muchos torreones muy vistosos. Todo de cal y arcilla fabricado. Grandes' casas y templos suntuosos. Los techos son cubiertos de madera ,

Con ricos ventanajes por de fuera. ; J

Est todo el lugar y su edificio Fundado sobre agua en buena traza,

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Y atraviesan acequia al yervicio De la ciudad, hasta la misma plaza.

No hay cosa mal compuesta, ni con vicio, Antes no solo ocupa ni embaraza. Mas quedan tales calles anchurosas, Que son, sacro Seor, maravillosas.

Fosado est el lugar con dos lagunas, Que le rodean por cualquiera parte, Calzadas como diques hay algunas. Que le sirven de muro y baluarte. No hay rebellines, ni trincheas ningunas, Que descubierto est por toda parte, Solo usan de Cues, manera De atalayas, espias tronera.

Estn cuatro calzadas principales Por donde se frecuentan los estados, A trechos van de gruesos pedernales Los pontones y pasos bien calzados. Son estos los caminos esenciales De los pueblos mas graves y estimados, Texcoco, Xochimilco, Coyoacan, Chapultepec, Tacuba y Cuautitlan.

Dos mil y mas canoas cada dia Bastecen al gran pueblo mexicano, De la mas y la menos niera. Que es necesaria al alimento humano. Procura cada cual mas porfa. Sin exceptuar invierno ni verano. Traer lea, maz, cacao y fruta,

Y cuanto mas la tierra les tributa.

Son las indias muy diestras marineras,

Y al agua meten muchas en canoa, De estas casi las mas son las fruteras. Que es el trato que entre ellas mas se loa. Son lenguaces, graciosas y parleras,

111

Reman con pala puestas en la proa, De all van convocando compradorea, Con mil motes, donaires y dulzores.

Habiendo ya hecho diversas observaciones sobre los defectos en que incurre generalmente Saavedra Guzman, y teniendo que insistir en ello mas adelante, nos limitamos respecto al canto 11^, examinar cierta palabra que en l se encuentra por los diver- sos usos que de esa palabra se hacen en Espaa y en Mxico. Me refiero al distributivo se7io?os.

Los autores antiguos usaron en Espaa el adjetivo sidos en el sentido de cada cual, como Jorge de Montemayor, Coloma, Cervantes y Mariana. Buenos escritores modernos de la Pe- nnsula dan el mismo significado seydos. Martnez de la Rosa dice: "Se hallaban con sendos caballerosos de pelea," esto es, cada uno con su caballo. La Academia espaola no ha autori- Eado, hasta ahora, que se d otra acepcin sendos, y algunos diccionarios modernos de la leng;ua castellaaa se conforman ea- teramentecon el dictamen de la Acaiemia, como el intitulado: Enciclopdico. Por lo tocante Saavedra Guzman, se v en sa obra que usa sendos como lo entiende la Academia.

Desde el siglo 18 es cuando, segn parece, comenzaron en Espa- a algunos escritores tomar sendos en laacepcionde grandes^ fuertes como el padre Isla que en materia de lenguaje es buena autoridad. En el diccionario moderno intitulado "Diccionario nacional de la lengua espaola" ee advierte que sendos no'solo tiene el significado que le d la Academia, sino tambin el de cualidad magnitud. De este ltimo modo es como se usa ge- neralmente en Mxico la palabra que nos ocupa, por los escri- tores modernos, figurando entre ellos personas tan ilustradas como D. Bernardo Couto en su "Dilogo sobre la pintura mexi- cana."

El asunto del canto 12 es la muerte de Qualpopoca, la pri- Bon de Cacama, la de Moctezuma y la venida de Narvaez.

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112

. jn el canto 13 se refiere la partida de Corts Cerapoala, donde venci Narvaez; la matanza de los nobles mexicanos por D. Pedro de Alvarado en Mxico, el levantamiento all de 'los aztecas y la muerte de Moctezuma quien sucedi su sobri- no Guatimotzin.

Aunque el objeto del presente captulo es examinar el Pe- regrino Indiano en el punto de vista literario, y no histrico, sin embargo nos parece interesante aprovechar una oportunidad para exponer y comprobar la opinin que hemos formado acerca de Saavedra Guzman, como historiador. Creemos que Saavedra Guzman es muy fiel en cuanto la narracin de los hechos; pe- ' 10 algo parcial favor de los espaoles, en cuanto la califi- cacin de esos hechos. Para verificar nuestro aserto pasamos copiar el pasaje relativo la matanza de los nobles mexicanos por Pedro de Alvarado, haciendo despus las observaciones ne- cesarias.

Juntronse quinientos principales, Para el mitotiliztli sealados, ; Todos culhuas, seores naturales.

Los mejores del reyno y mas honrados. Entran en los alczares reales, otablemente bien aderezados, Joyas, perlas, y mantas, plumera, 3^ Con mucha, gruesa y rica pedrera.

- Y al son del teponaztle, un instrumento

Usado solo en este ministerio, Comenzaron el baile con contento

Al parecer de todo aqueste imperio; Disimulando su daado intento, :' Pues para nuestro dao y vituperio.

Queran hacer que todos nos matasen

Y para su comida nos guisasen.

f Comenzado el mitote se holgaban

.< Tanto que el mismo gusto parecan,

Y en himnos solemnsimos cantaban

BS^^,

113 . ^.

Los antiguos sucesos que saban: ' '

Y los presentes que tambin mezclaban La esclavitud de ahora, y la decian, Pronosticando su venganza, en modo Que fcilmente lo entendamos todo.

Yiendo las cosas en tan mal estado, Para salir del riguroso aprieto, Determin hacer el mas honrado Hecho que tuvo el mundo, y con secretos Habindolo los nuestros avisado, Pu con cincuenta, pselo en efecto, *

Y pas los quinientos cuchillo, ., :. Cosa notable, y digno de escribillo.

Quitronles las joyas, y riqueza, '

Y con el mas tesoro lo pusieron, .

Y aunque el hecho parece gran fiereza Todos por acertado lo tuvieron:

H celo por quitar la fortaleza

De muchos que cabeza se hicieron,

Y pluguiera al Seor de lo criado - Que as se hubiera hechoen el estado.

La relacin de Saavedra Guzman, copiada anteriormente, tiene el carcter de sinceridad, naturalidad y sencillez que domi- nan en el autor. Esta relacin puesta en boca de Pedro de Al- varado, no es una ficcin potica, sino que realmente la hizo el conquistador, tal como la pone el autor mexicano, y con ella se conformaron los historiadores Bernal Diaz del Castillo, Torque- mada, Sols, -Herrera y sustancialmeute Ixtlilxochitl, quien agrega la circunstancia de que los tlaxcaltecas, por el ddio que tenan los mexicanos, levantaron estos la calumnia de te- ner preparada una conspiracin contra los espaoles. As, pues, no debe censurarse Saavedra Guzman haber admitido lo que admitieron autores como los citados antes: en lo que creemos. se percibe la parcialidad de Saavedra Guzman es en la frialdad

9

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con que recita un hecho tan horrible, sin exhalar una sola queja de compasin en favor de los vencidos como lo hicieron aun escritores espaoles. Gomara, por ejemplo, observa que Pedro de Alvarado acuchill y mat los indios "sin duelo ni piedad cristiana," y Sahagun exclama horrorizado: "Fu tan grande el derramamiento de sangre que corran arroyos de ella por el patio como agua cuando mucho llueve."

Sin embargo de lo dicho respecto la parcialidad que pare- ce descubrirse en Saavedra Guzman, la buena crtica quede- be notar esa parcialidad, debe tambin disculparla atendiendo las circunstancias que influian sobre el autor, saber, su or- gen que era de la raza espaola; el de su esposa que, segn he- mos visto en otro lugar, descenda de Jorge de Alvarado; el

dominio que en su poca ejercian los castellanos; el respeto y aun veneracin que entonces se tenia los conquistadores; la opinin de la poca relativamente que la conquista no solo era un derecho, sino una obra de piedad porque se trataba de reducir naciones idlatras la f de Cristo; y por ltimo la cir- cunstancia de que el Peregrino Indiano estaba dedicado al rey de Espaa.

En en el canto 14 se relata la difcil salida de Corts y los suyos de la capital, despus de una reida batalla dentro de sus muros, y de haber tomado los espaoles el templo mayor con heroico esfuerzo. Al salir Corts de la ciudad tuvo lugar el famoso salto de Alvarado que varios anticuarios consideran hoy como una fbula; pero que Saavedra Guzman admite como un hecho. No merece la pena detenernos en ese episodio; pero s observarmes que el canto 14 concluye con un verda- dero pegote, y es la relacin que hace Saavedra Guzman de un sueo que tuvo, el cual tiene por objeto presentar, en el templo de la Fama, la apoteosis de los ltimos reyes de Espaa y de Hernn Corts. Esa relacin por ser difusa, pesada y no tener enlace con los sucesos del poema, de una manera directa, apenas podra tolerarse en obra de fantasa; pero de ningn mo- do en un trabajo histrico como el poema que nos ocupa. Parece

?n.-.^-,

115

que Saavedra Guzman lo que se propuso con la ficcin del sue- o fu incensar al rey de Espaa para preparar su nimo, pues al comenzar el canto 15 viene-otro pegote que consiste en que- jas exhaladas por el autor con motivo de habrsele quitado al- gunos cargos que tenia, y de no ser recompensados debidamen- te los descendientes de los conquistadores por los vireyes.

Haciendo abstraccin en el canto 15, de las quejas inopor- tunas que nos hemos referido, ese canto es de lectura intere- sante, porque en l se describe la famosa batalla de Otumba j la entrada de los espaoles Tlaxcala, donde celebran un tra- tado de alianza con los naturales de aquella Repblica. Ifti ba- talla de Otumba ha dado lugar una de las mejores narracio-, nes que existen en castellano, y es la hecha por Sols. Como muestra de lo que por su parte pudo hacer nuestro Saavedra Guzman, copiaremos el pasaje mas interesante de la batalla,, cuando Corts quit el estandarte al jefe azteca, determinando con ese hecho la derrota de los mexicanos.

Llegan al escuadrn que est apiado . Abriendo con la muerte un gran portillo, Tantos indios cualquiera ha derribado ' Que no podria mi lengua referillo. Matan, hieren, que al campo tan nombradr Durando mas, bastara destruillo,-!'; Traia el estandarte el esforzado Sobrino de Cacama el desdichado.

Corts, que en este trance riguroso

Doscientos y mas hombes habia muerto, Acometi soberbio y animoso Al que lo trae, con ira y desconcierto. Dos lanzadas dio al indio valeroso, De que le atraves, y cayendo muerto Le quit el estandarte de la mano Y en la suya lo tremola ufano.

Luego que al general vieron en tierra,.

116 'i

Y que ya el estandarte habia perdido, ' Ces en un punto aquella brava guerra

Por ser entre ellos fuero establecido,

Las observaciones que nos parecen mas dignas de liacerse respecto los versos anteriores, son las siguientes..

Enel'verso 5. hay una gradacin impropia: matan, hieren. En el verso 6" falta algo para hacer perspicua la oracin, como despus del adverbio mas, poner '7a batalla,'^ pues no se dice que es lo que habia de ^'durar mas."

En,lo3 versos 12 y 16 se usa el acusativo lo, y en el verso . 14 le. De este y otros pasajes de Saavedra Guzman pudiera in- ;ferirse que el autor guarda el trmino medio, propuesto por . algunos gramticos, entre los loistas y los leisias, esto es, usar lo cuando se trata de cosas, y le cuando se trata de personas. Efectivamente, en los versos 12 y 16 lo se refiere estandarte, y en el verso 14 le corresponde la persona que traia el es- tandarte.

En el verso ltimo, fuero est en el significado de ley, por- . que era ley entre los indios que cesase una batalla cuando se -' perdia el estandarte.

El canto 16 trata de.la batalla que dio Corts los mexica- ; nos y Culhuas en Huacachula, aliado con el cacique de all: despus de esa batalla se encamin Mxico.

El asunto del canto 17 es la entrada de Corts Texcoco, ': y las batallas de Cuernavaca, Tacuba y Xochimilco.

El canto 18 est adornado con cierto episodio amoroso, aun- ; que no muy conducente al aatinto del poema, y con la narra- ] cion de un suceso interesante, cual es haber echado Corts al [ agua los bergantines.

Con el canto 19 se acerca el poema su desenlace, pues el argumento es la ltima revista que Corts hizo de sus tropas en Texcoco, el cerco de Mxico y la primera batalla de los ber- \ antines.

En el canto 20 concluye el poema, refirindose la toma de

^.-

117

Mxico y la prisin de Guatimotzin. Saavedra Guzman andu- vo acertado en el acontecimiento que escogi para terminar su obra, pues es de efecto artstico, por lo interesante, lo trascen- dental y lo decisivo. Con la toma de Mxico y la prisin de Guatimotzin, cay el imperio mas poderoso que habia en An- buac, y en adelante ya no tuvieron los espaoles que sostener lucba mas obstinada, habiendo habido reino como el de Michoa- can, que se entregase voluntariamente al monarca de Castilla. Desgraciadamente la forma que emple Saavedra Guzman en los ltimos cantos, es de l mas defectuoso del poema, como si se hubiera cansado de corregir lo poco que corrigi al princi- pio. Vamos dar una prueba de ello copiando el pasaje relativo la prisin de Guatimotzin, que con las observaciones subse- cuentes har ver cuan verdadero es el principio artstico de que no hay obra de arte perfecta sin armona entre la. idea y la forma. . ,

Iban cuatro canoas por el viento. Adonde Quauhtemoc se habia metido, Corts mand Holguin en un momento, Que con su bergantn bien prevenido Las alcance, y con grande advertimiento, Que ninguno se toque ni sea herido: ,

GarciHolguin, el capitn famoso. Cual pjaro veloz parti furioso.

Iba por las espumas navegando,

Que esperanza sus alas le prestaba, Tal caza las canoas les fu dando, Que en un punto sobre ellas se hallaba El bravo Quauhtemoc, considerando La ventaja que en todo le llevaba, , " Se levant morir determinado,

Y con la mano apriesa le ha llamado. Y viendo tres ballestas asestadas,

Y otros los arcabuces apuntando,

Y desnudas cuarenta y dos espadas,

118

Se rindi, de eua dioses blasfemando. Djole Holguin: las cosas ordenadas,

Y que el preciso hado va trazando,

No pueden los mortales reusallas,

Ni es afrenta rendirse en las batallas. ' . . Prendile, no con muestra rigurosa, ' Y ante Corts lo trujo muy gozoso,

Con otra mucha gente poderosa.

Seores de aquel reino caudaloso. . ; Fu de Holguin la suerte tan dichosa.

De haber vencido un rey tan poderoso,

Y del hado ya el trmino cumplido, Al dominio espaol se dio rendido.

Las cuatro canoas (verso 1) no podian ir por el viento: el autor quiso decir "que iban (veloces) como el viento."

"Se habia metido" (verso 2) es locucin prosaica.

En el verso 6^ la fuerza del consonante herido, d lugar una mala inversin, debiendo decirse: "que ninguno se hiera y ni siquiera se toque."

Farioso (verso 8) es consonante forzado, resultando un ad- jetivo impropio. Despus de haber ordenado Corts Holguin que ninguno tocara, no habia motivo para que partiera fu- rioso. Podria haberse dicho: "Cual pjaro veloz va presuroso."

Los consonantes de la octava 2^ son triviales, como forma- dos de terminaciones verbales de las mas comunes.

El verso 12 es muy cacofnico, por producirse hiato.

En la octava 3* se encuentran consonantes triviales como los gerundios apuntando, etc.

La locucin "cuarenta y dos espadas" es prosaica y no se funda en hecho explicado anteriormente.

Omitiendo los muchos defectos de la ltima octava, solo nos detendremos en observar uno que har ver palpablemente el descuido con que escriba Saavedra Guzman. Varias veces he- mos notado que nuestro escritor sola hacer buen uso del pro-

119

Bombre le; pues bien, en esa ltima octava escribe correcta- mente, prendi/e, verso 1, mientras que en el verso siguiente dice: "Zo trujo J'

Aun pudiramos agregar otras observaciones respecto al Pe- regrino Indiano; pero para evitar repeticiones, nos referimos al captulo 7, donde analizamos una obra que tiene el misma argumento del Peregrino, es decir, la conquista de Mxico por los espaoles.

CAPITULO IV,

Carcter de la poesa en Mxico durante los siglos XVI y XVII. Poetas ms notables

del siglo XVII.

EL carcter dominante de la poesa en Mxico, durante el si- glo XVI, vista por el lado favorable, consiste en la correc- cin del lenguaje, versificaeion generalmente buena, naturali- dad y sencillez del estilo, conveniente moderacin de adornos poticos. Los defectos que se encuentran veces, son los que se deriban del prosasmo y el descuido; pero esto relativamente hablando en los diversos escritores, desde el muy desaliado Saavedra Guzman hasta Terrazas, el cual presenta algunos ras- gos de afectacin. Es interesante observar que las mismas bue- nas cualidades y los mismos defectos que en Mxico se encuen- tran en lo poesa de Espaa, durante el perodo que nos ocupa, como que la literatura mexicaua en la poca colonial fu ge- neralmente, respecto la forma, una imitacin de la espaola. Vamos hacer algunas indicaciones que lo comprueban.

Garcilaso de la Vega, el primero en mejorar la poesa caste- llana, escribi con naturalidad, gracia, sentimiento, y sobre to- do, correccin. El impulso dado por Garcilaso se comunic BUS cempatriotas, y el siglo XVI fu fecundo en poetas de pri- mer orden, como los que vamos citar.

: 120

Fr. Luis de Len se caracteriza por lo natural, lo fcil y lo sencillo, sin aspirar la altisonancia de la forma, aun degene- rando, veces, en- desaliado y prosaico. Francisco de la To- rre es sensible, sencillo y dulce; pero en ocasiones no solo se- descuida, sino que cae en la bajeza de diccin. En Francisco de Kioja se nota gran facilidad , sencillez para expresarse, correc- cin de estilo y un tinte de agradable melancola; pero tambin de vez en cuando decae hasta ser prosaico. Lope de Vega, abu- sando de su excesiva facilidad para hacer versos, es con mas frecuencia que otros ingenios de su siglo, desaliado, flojo, in- correcto y prosaico.

En el siglo XVII cambi de ndole la poesa tanto en Espa- a como en Mxico, pudiendo considerarse como punto de tran- sicin, en lo lrico, Herrera, y en lo dramtico Caldern de la Barca: apartndose de la sencillez primitiva se busc la pom- pa y la magnificencia en el lenguaje y la versificacin, abrin- dose de este modo la puerta las exageraciones y extravagan- cias del llamado culteranismo gongorismo, sistema que ex- plicaremos al tratar de Sor Juana en el captulo siguiente. V Hemos dicho antes que la poesa en Mxico fu generalmente una imitacin de la espaola durante la poca colonial, en cuan- to la forma, y esto requiere explicacin, porque es un error muy comn creer que la literatura mexicana es en todo y por todo de segunda mano. En la literatura mexicana hay muchas ve- ces originalidad en cuanto al objeto, en cuanto los argumen- tos y aun en el tono y la expresin: es cierto que en el siglo XVI vemos un mexicano repetir las hazaas del Cid Cam- peador; pero Saavedra Guzman narra por primera vez la Con- quista de Mxico, y Terrazas canta el Nuevo Mundo. Eslava, ya hemos visto que tiene en sus coloquios un color local, me- xicano, en la armona con el nuevo pueblo, con las nuevas cos- tumbres, con los nuevos idiomas que frecuentemente se re- fiere. Aun en los sentimientos que expresa la poesa lrica hay modificaciones, segn el lugar y las circunstancias donde , aquellos se excitan, no siendo igual el amor tranquilo de los

121 nacidos en el Septentrin al apasionado de los hijos del Me- dioda; y as no pueden tener idntico carcter, por ejemplo, los cantos del tepaneca Plcido, con motivo de la Aparicin de la Virgen de Guadalupe al tmido Juan I)iego, que las alabanzas de los vates espaoles Santiago matando mo- ros. Con mas razn se puede encontrar, y se encuentra origi- nalidad, en la poesa mexicana puramente descriptiva, en la que se inspira presencia de la naturaleza propia de nuestro clima y de nuestro suelo. Tales observaciones sern amplifica- das en el curso de esta obra; y tnganse presentes no solo res- pecto al siglo XVI sino los posteriores, especialmish'te cuan- do Mxico se emancip de Espaa.

De todas maneras, ya hemos visto que la poesa degener en Mxico, durante el siglo XVII, aunque no por esto falt la ac- tividad intelectual del anterior, como lo prueban varios hechos, bastando mencionar aqu el del nmero de personas que se de- dicaron la poesa en el referido siglo dcimo sptimo pasan- do de cien los escritores en verso de ese perodo que hemos visto citados en varias obras. Solo en el Triunfo Partnico de D. Carlos Sigenza Gngora se encuentran composiciones po- ticas de mas de cincuenta escritores, premiadas en los certme- nes que hubo con motivo de las fiestas en honra de la Inmacu- lada Concepcin, pues los poetas de Nueva-Espaa, durante la poca colonial, ejer-citaban su numen especialmente cuando se verificaba alguna festividad civil religiosa, como la entrada de un Virey Arzobispo, la coronacin de un Prncipe, la ca- nonizacin de un Santo, el estreno de una Iglesia, etc.; y as lo demuestran los ttulos de las composiciones de la poca, t- tulos que tendremos cuidado de trascribir literalmente algunas ocasiones, para que el lector pueda percibir el objeto y carc- ter de las obras que se refieren.

Empero, si bien la abundancia de escritores en verso del si- glo XVII es una prueba de la actividad literaria de Nueva- Espaa en aquellos tiempos, no por esto debe suponerse que todos esos autores eran poetas de primer orden, y antes bien^

122

puede asegurarse, que la mayor parte fueron meros aficionados las musas y escritores de circunstancias. Por lo tanto, seria intil para una obra como la presente, entrar en averiguacio- nes sobre cada persona que en el siglo XVII escribi un sone- to, un romance (3 cualquiera otra composicin, tanto mas cuan- to que el carcter potico de la poca en casi todos los escrito- res fu uno mismo; esto es, el gongorismo, sin mas que diferen- cia de grado. As, pues, nos reduciremos citar aquellos indivi- duos que aparecen como poetas mas notables, clasificndolos para mejor orden y claridad en latinistas, poetas lricos, auto- res de poemas histricos, bigrafos en verso, poetas descripti- vos, dramaturgos, traductores y poetisas. -^ Durante todo el tiempo de la dominacin espaola, se escri- bi en Mxico, tanto en espaol como en latin, cultivndose este idioma con mucho esmero, y manejndose fcilmente, si bien con mas menos pureza. Como latinistas notables del si- glo dcimo sptimo, vamos citar los siguientes.

FR. JUAN VALENCIA, mercenario mexicano. Obtuvo varios cargos importantes de su orden, pas Europa como Definidor general en 1614, electo en el captulo de Guatemala, y muri en el convento de Veracruz, siendo comendador, 2 de Enero de 1646. Fu muy instruido en letras humanas, es- . pecialmente en idioma latino. Sabia de memoria el gran dic- cionario de Calepino, y dej escrito un libro intitulado: Teres- siada, sive Teressia Jesu Elogium 350 Disticis Latinis re- trogradis. Comienza por el siguiente hexmetro:

- Asseret Roma nisi lis in amore Teressa

Sea lo que fuere relativamente al valor literario de esta cla- se de composiciones, lo cierto es que la obra del padre Valen- cia presenta grandsima dificultad, y prueba plenamente la rara ^ricia del autor en el idioma de los romanos. Habiendo con- sultado el padre Valencia sus versos C9n el jesuita Canal, re- putado por el mejor humanista de la Compaa de Jess en

123

'^Nueva-Espaa, quiso ste dar su opinin, tambin en versos retrgrados, y estuvo para perder el juicio antes de lograrlo. En Europa el polaco Juan Lascio escribi un corto Canto en esa clase de versos, el cual se juzg digno de publicar, y lo fu con grandes elogios en el Parnaso Potico Nemeseo. El siste- ma de versos retrgrados anacclicos se Labia usado en los ltimos tiempos de la literatura latina: esos versos, los ' acrsticos, numricos y otros por el estilo, llamaba Marcial difciles nugce, Al decaer la literatura griega, en tiempo de la ' escuela de Alejandra, hubo quien se ocupara en amoldar los versos de modo que representasen alguna figura, como un hue- vo, una zampona, etc., y lo mismo se hizo cuando la literatura latina lleg su decrepitud: la obra maestra de ese gnero es el elogio de Constantino el Grande, escrito por Porfirio en una serie de composiciones en forma de altar, planta, rgano, etc. Trifiodoro escribi una Odisea lipogramtica, es decir, que en cada canto falta una letra del alfabeto. En castellano hay cin- co novelas, faltando en cada una de ellas alguna vocal. Tales juegos literarios no fueron, pues, peculiares de Mxico, que los tom de Espaa, y esta especialmente de los rabes. Vase la Metamtrica y Rtmica de Caramuel, y los Orgenes de la poesa castellana ipoT Y el&zqaez. ^--'i-y ::-:- voz ruda, yeme sordo, pues me quejo muda.

, . .. nna fisura tan alambicada que se Eso de or con los ojos es una gu ^^.^^^ p,.

necesita tiempo para reflex^uarq^^;^^^^^^^^ ^; ^^^,^. , de con la vista adivinar los seniun ^^

tten es i-P^P-/- ^^^i" Tel' reterda V epitafio. '^-^-r^^^y^cfunoidorsordo, .

Un relator tartamudo, Un vista con cataratas: ^Pues anda bonito el mundo.

ESTROFA 12. ;

Cundo tu VOZ sonora !

Herir mis odos delicada, Y el alma que te adora ^

De inundacin de gozos anegada, A recibirte con amante prisa . Baldr.losoiosdesatadaen^-. ^^^ ^^^^^^^^^

..De inundacin ''^ ^"^1 Ja-^'e salga desatada es peor todava que el alma de un ^^.^^ ^^ 1,

4a, y mucto mas atendiend 4^ t - J^^ ^.^^ q, p^o- composicin, ternura que n J";^^*^^^^;,, >elanc6lica 6 u..

aucfalgun el^f ^^^^^^X: ttrasteque aqu producira l>o. lgrima de gozo, sera ei c

efecto. -ULTIMA ESTROFA.

Ven, pues, mi prendaa^^f^'- - Que ya fallece mi cansada vida

, 173

De esta ausencia pesada: Ven, pues, que mientras tarda tu venida Aunque me cueste bu verdor enojos, Kegar mi esperanza con mi ojos.

En ninguna parte cmo en la conclusin debe esmerarse el compositor, porque es lo que deja mas impresin en el nimo; pero la estrofa ltima no cuadra bien con esta regla, porque comparar la esperanza con lo verde, es una figura muy gasta- da, que solo se permite en la conversacin familiar.

El siguiente soneto no tiene mas que un defecto notable, que es la palabra silogismos, metfora muy violenta; y si en su la- gar se pusiera apariencias, quedara una bella composicin. Es muy propia, sobre todo, la gradacin con que el soneto con- cluye: cadver, polvo, sombra, nada. Hay, en efecto, algo me- nos que el cadver, y es el polvo en que aquel se convierte; existe todava algo mas vano que el polvo, y es una sombra; pero despus de esta no puede quedar mas que la nada.

SONETO.

!Este que ves, engao colorido, - Que del arte ostentando los primores Con falsos silogismos de colores Es cauteloso engao del sentido;

Este, en quien la lisonja ha pretendido ^

Excusar de los aos los horrores, Y venciendo del tiempo los rigores, y

Triunfar de la vejez y del olvido:

Es un vano artificio del cuidado, Es una flor al viento delicada, . Es un resguardo intil para el hado,

Es una necia diligencia errada, Es un afn caduco, y bien mirado, Es cadver, es polvo, es sombra, es nada.

174

Ea algunas otras de las composiciones de Sor Juana, el de. . fecto que se nota es la trivialidad,, y veces, aun la falta de decencia, . circunstancias que ms deben atribuirse la at- msfera prosaica que rodeaba la poetisa, que ninguna otra ausa: esas composiciones eran puramente familiares, de mera diversin, hechas para dar gusto una hermana del convento, al capelln, algn amigo, al virey cuando mucho.

Empero la sana crtica tiene que condenar esa clase de pro- ducciones cuando se hallan impresas, y aun presentar alguna de ellas. Lo primero, porque la poesa se adapta todos los gneros con gracia y dignidad, sin que sea necesario que lo jocoso degenere en insulso 6 en puerco. Lo segundo, porque pre- sentar nicamente lo bueno de un escritor es lo mismo que dar conocer una persona slo por las facciones que tenga her- mosas, ocultando las feas. Sin embargo, y para no molestar al lector, solamente copiaremos un soneto y algo de los villan- cicos.

SONETO.

Aunque eres, Teresilla, tan muchacha, Le das que hacer al pobre de Camacho, Porque dar tu disimulo un cacho A aquel que se pintare mas sin tacha.

Pe los empleos que tu amor despacha Anda el triste cargad como un macho,

Y tiene tan crecido ya el penacho

Que ya no puede entrar si no se agacha. Ests hacerle burla ya tan ducha

Y salir de ellas bien ests tan hecha, Que de lo que tu vientre desemhxLcha

Sabes darle entender cuando nos pecha Que has hecho, por hacer su hacienda mucha, De alguna siembra suya la coaecha.

Entre las composiciones triviales de Sor Juana, figuran en primera lnea sus villancicos, pues aunque suele encontrarse en

U5 ellos algn trozo de poesa mediana, generalmente son insulsos, de lenguaje vulgar y plagados de chocarreras.

Un par de ejemplos dar idea de esta clase de composiciones,, tanto mas censurables cuanto que se refieren asuntos religio- sos. Mabillon y otros escritores levantaron el grito, en su tiem- po, contra las composiciones de la clase que vamos examinando. 'Est^ no es juego de nios (dice ese autor hablando de la poe- sa), mucho menos ser juego de nios la poesa sagrada. Con todo, lo que se canta en nuestras iglesias no es otra cosa. Pero no he dicho lo peor que hay en las cantadas lo divino, y es que ya no todas, muchsimas estn compuestas al gnero bur- lesco. Y quien no le disonare tan indigno abuso por s mismo, no podr yo convencerle con argumento alguno."

JCAEA.

Aquella mujer valiente i

Que Juan retirado en Patmos. Por ser un Juan de buena alma, Se le mostr en un retrato.

La que por vestirse al sol, Luciente Sardanapalo, En la rueca de sus luces Le hace hilar sus mismos rayos. -

La qu%, si acaso se arrisca La Diana de los campos A competirle en belleza La meter en un zapato.

Para quien aon los reflejos De los mas brillantes astros Cintillos de resplandor Con que teje su tocado.

La que todo el firmamento, Con su luciente aparato, J No le estima en lo que pisa, v .: Porque ella pisa mas alto, / ,

176

La que si compone el pelo, La que si pretende el manto, No tiene para alfileres En todo el cielo estrellado

ESTRIBILLO.

Dios y Jos apuestan:

Oigan Dios, oigan:

Qu? qu? qu?

Oigan Jos, que aunque es hombre, se pone cuentas ccn l; Y no s quin alcanza, pero solo s que Dios gusta de que le alcance Jos.

Dios y Jos apuestan: Qu? qu? qu? que aunque es hombre se pone cuentas con l.

No necesita comentarios eso de llamar San Juan de buena alma, es decir, simple; locuciones como meter en un zapato; metforas cmo rueca de sus luces, y mucho menos la repre- sentacin de Dios y de San Jos disputando lo muchacho de escuela.

Pasemos hablar ahora del defecto mas general que se en- cuentra en las poesas de Sor Juana,*y es la incorreccin, la cual rara vez deja de haberla absolutamente, aun en sus mejo- res composiciones; y esto no es extrao en nuestra poetisa si atendemos que ella nos dice en su carta, tantas veces citada, que compona porque se le mandaba rogaba; de manera que debe haber escrito de prisa, muchas veces, y para salir del pa- so. Unos cuantos ejemplos sern bastantes para darnos mejor

entender.

No hay cosa mas libre que

El entendimiento humano

Que serian al ocio las

Precisiones de mi estado.

El arte mtrico prolaibe concluir el verso con un artculo, con el relativo que, 6 con alguna conjuncin, habiendo merecido censura, por esa irregularidad, aun poetas tan aventajados como D. Alberto Lista. ' ;^

li s que baya quien los venda : '

Que aunque s de mas de dos

En el segundo verso bay seis monoslabos, y esta concurren- cia produce muy mal sonido, aun en prosa. Quintiliano llamaba; este defecto caminar saltos:

Mas doy que siempre, aun debiera :

El mas sereno objeto

Por la prueba de lo fino

Perdonarles lo grosero. En el primer verso sobra una slaba, porque aunque demos una sola aun (segn usan varios poetas), la coma entre siem- pre y aun impide la sinalefa, resultando nueve silabas. Por el contrario, en el segundo verso falta una, atendiendo la sina- lefa que tiene lugar en las slabas 7io, oh. ; ,. .

Diuturna enfermedad de la esperanza / :

Que as entretienes mis cansados aos

Y en el fiel de los bienes, los daos... En el ltimo verso falta una slaba.

Y as ouise escribirte, - ., Porque no quise atrevida, . Quitar Dios ese obsequio,

Ni t estorbarte esa dicha. En el primer verso falta una slaba, atendiendo la sinalefa. El cario, cuntas veces, Por dulce entretenimiento, Fingiendo quilates, crece. La mitad del justo precio. ' ^ j

No es ofender lo que adoro. Antes es un alto aprecio, v

De pensar que deben todps

Ado^r lo que yo quiero.

12

ns

En las cuartetas anteriores hay asonancia en loa versos im- pares, lo cual no es conforme las reglas del arte.

La poetisa hace consonar, en algunos lugares, la s con la z cmo capaz y coynpas; Jlereza y princesa, aunque esto tiene la disculpa de que no suena mal en Mxico, porque entre nosotros la pronunciacin de la s y de la z, es igual.

Tambin se encuentran entre las composiciones de Sor Juana uno que otro barbarismo solecismo, aunque rara vez; y lo que s se nota con mas frecuencia, eon cacofonas por la repe- ticin de palabras 6 letras muy inmediatas, 6 por la concurren- cia de asonantes 6 consonantes en un solo verso. No creemos necesario llenar nuestro escrito con nuevas citas para compro- barlo.

Ya que hemos sealado, cmo debe hacerlo todo crtico, los defectos que se encuentran en las poesas de Sor Juana, plce- nos ahora manifestar sus bellezas, bellezas que no deben sor- prendernos, despus de todo lo dicho, si hacemos algunas con- sideraciones.

En primer lugar, muchas poesas de Gngora son de mrito, y no se encuentra en ellas la oscuridad que en el Follfemo y las Soledades, donde el poeta espaol llev al colmo el delirio de BU sistema, es decir, que Gngora tena sus momentos feli- ces, sus lcidos intervalos, y lo mismo 'puede suponerse de sus imitadores, cmo Sor Juana. Varias canciones de Gngora, al- gunos sonetos y letrillas, y sobre todo, sus romances, figuran en primera lnea en el parnaso espaol, habiendo dicho D. Ma- nuel Jos Quintana: "Ninguno de nuestros poetas antiguos puede disputar Gngora la palma en los romances, enrique- cidos por l con todas las galas del ingenio y de la fantasa."

Por otra parte, obsrvese que cmo nada existe en el mundo absolutamente bueno ni absolutamente malo, el gongorismo, en medio de los males que ocasion, produjo un bien: fundado en la novedad, en el deseo de aparecer original y elevado so- bre el orden comn, serva para ejercitar la inteligencia, para aguzar el entendimiento buscando cosas difciles, tratando de

r-: ...

1T9

presentar ideas nuevas. Bajo este concepto, en algunas poesas de Sor Juana, donde el gngorismo se modera ms d menos, disminuyen desaparecen las extravagancias deesa sistema, y queda, sin embargo, el carcter agudo ingenioso, as cmo la variedad de formas y la viveza de colorido.

Por ltimo, es muy verosmil suponer que algunas veces Sor Juana tomaba lo serio la composicin de sus poesas; que se reconcentraba dentro de s misma; que usaba de los recursos de su propio ingenio; que estudiaba para componer; que limaba lo escrito.

Esto supuesto, diremos que, en nuestro concepto, pueden te- nerse cmo buenas composiciones de Sor Juana algunos de sus sonetos y romances, los ovillejos y otras poesas jocosas, algu- nas composiciones satricas, como la censura de los hombres, varias dcimas, que son verdaderos epigramas, y otras produc- ciones que no es posible presentar aqu porque son materia de otra clase de obra. '

Cmo ejemplo de los sonetos insertaremos primeramente el intitulado " Lucrecia."

SONETO. ,

O famosa Lucrecia, gentil dama. De cuyo ensangrentado noble pecho, ' Sali la sangre, que extingui, despecho Del rey injusto, la lasciva llama!

O, con cunta razn el mundo aclama Tu virtud, pues por premio de tal hecho, Aun es para .tus sienes cerco estrecho La amplsima corona de tu fama!

Pero si el modo de tu fin violento Puedes borrar del tiempo, y sus anales," Quita la punta del pual sangriento

Con que pusiste fin tantos males; Que es mengua de tu honrado sentimiento Decir, que te ayudaste de puales.

..-n-Ti

180

Este soneto encierra un pensamiento moral bien desempe- ado, y de la manera que deba hacerlo la escritora cmo mujer cristiana. Al contemplar el hecho de Lucrecia, Sor Juana no poda menos de admirar su honestidad; pero no le era posible aprobar que se hubiera dado la muerte: ensalzar la honestidad de Lucrecia y condenar el suicidio debia ser, pues, el argumen- to de la poetisa, y le manej bien. En cuanto la .forma del soneto, hay que notar la claridad y correccin del lenguaje, la versificacin fluida, armoniosa y robusta, la propiedad de los calificativos y la dignidad en las expresiones. ,

El siguiente soneto es de otro gnero; y para comprobar el ingenio fecundo de nuestra autora, bastar decir que sobre el mismo asunto compuso dos ms, y otras varias poesas, general- mente con gracia y propiedad.

SONETO. ,

Que no me quiera Fabio, al verse amado, Es dolor sin igual, en mi sentido; Mas que me quiera Silvio aborrecido, Es menor mal, mas no menor enfado.

Qu sufrimiento no estar cansado Si -siempre le resuenan al odo. Tras la vana arrogancia de un querido El cansado gemir de un desdeado?

Si de Silvio me causa el rendimiento, A Fabio canso, con estar rendida, Si de ste busco el agradecimiento,

A m me busca el otro agradecida, Por activa y pasiva es mi tormento, Pues padezco en querer y en ser querida.

De los romances, bIo uno copiaremos, por ser exteso3, y ser el de La vana ciencia.

181

ROMANCE.

Finjamos que soy feliz, Triste pensamiento un rato; Quiz podris persuadirme, Aunque yo s lo contrario.

Que, pues slo en la aprensin Dicen que estriban los daos, Si os imaginis dichoso. No seris tan -desdicliado.

Srvame el entendimiento Alguna vez de descanso,

Y no siempre est el ingenio Con el proveclio encontrado.

Todo el mundo es de opiniones^ De jDareceres tan varios. Que lo que el uno que es negro, El otro prueba que es blanco.

A unos sirve de atractivo, Lo que otro concibe enfado;

Y lo que ste por alivio. Aquel tiene por trabajo.

El que est triste, censura Al alegre de liviano,

Y el que est alegre, se burla De ver al triste penando.

Los dos filsofos f^rieo-os Bien esta verdad probaron. Pues lo que en el uno risa, Causaba en el otro llanto.

182 Clebre su oposicin Ha sido, por siglos tantos, Sin que cul acert est . -

Hasta agora averiguado.

Antes en sus dos banderas El mundo todo alistado, Conforme el humor le dicta. Sigue cada cual el bando.

Uno dice que de risa Slo es digno el mundo vario;

Y otros, que sus infortunios Son eolo para llorados.

Para todo se halla prueba

Y razn en que fundarlo;

Y no hay razn para nada, De haber razn para tanto.

Todos son iguales jueces,

Y siendo iguales y varios. No hay quien pueda decidir Cul es lo ms acertado.

Pues si no hay quien lo sentencie, Por qu pensis, vos, errado, Que 08 cometi Dios vos La decisin de los casos?

O por qu, contra vos mismo, Severamente inhumano. Entre lo amargo y lo dulce Queris elegir lo amargo?

Si es mi mi entendimiento, Por qu siempre he de encontrarlo Tan torpe para el alivio, Tan agudo para el dao?

IjBS

El discu-rso es un acero Que sirve por ambos cabos; De dar muerte por la punta, . Por el pomo, de resguardo.

Si vos sabiendo el peligro. Queris por la punta usarlo, Qu culpa tiene el acero Del mal uso de la mano?

jSTo es saber, saber hacer Discursos sutiles, vanos, . Que el saber consiste slo En elegir lo ma sano. -

Especular las desdichas,

Y examinar los presagios, " Slo sirye de qu el mal Crezca con anticiparlo.

En los trabajos futuros La atencin sutilizando, Ms formidable que el riesgo Suele fingir el amago.

Qu feliz es la ignorancia . Del que indoctamente sabio, Halla de lo que padece En lo que ignora sagrado!

Ko siempre suben seguros Vuelos del ingenio osados^ . Que buscan, trono en el fuego

Y hallan sepulcro en el llanto.

Tambin es vicio el paber, Que si no se v atajando. Cuando menos se conoce Es ms nocivo el estrago.

184

Y si el vuelo no le abaten En sutilezas cebado,

Por cuidar de lo curioso Olvida lo necesario.

Si culta mano no impide Crecer al rbol copado, Quitan la sustancia al fruto La locura de los ramos.

Si andar nave ligera No estorba lastre pesado. Sirve el vuelo de que sea El precipicio ms alto.

En amenidad intil, Qu importa al florido campo, Si no halla fruto el otoo. Que ostente flores el mayo?

De qu le sirve al ingenio El producir muchos partos. Si la multitud le sigue El malogro de abortarlos?

Y esta desdicha, por fuerza. Ha de seguirse el fracaso

De quedar el que produce, Si no muerto, lastimado.

El ingenio es como el fuego, Que con la materia ingrato, Tanto la consume ms, Cuanto l se ostenta ms claro.

Es de su propio seor Tan rebelado vasallo, Que convierte en sus ofensas Las armas de su resguardo.

>..,

185 . ;-. . .

Este psimo ejercicio, Este duro afn pesado, :-"-

A los hijos de los hombres Dio Dios para ejercitarlos.

Qu loca ambicin nos lleva De nosotros olvidados? ;

Si es para vivir tan poco ' De qu sirve saber tanto? > .

Oh! si como hay de saber, , ,

Hubiera algn seminario, . ,

O escuela, donde ignorar Se ensearan los trabajos!

Qu felizmente viviera El que flojamente cauto '

Burlara las amenazaa ,

Del influjo de los astros!

Aprendamos ignorar ' . .

Pensamientos, pues hallamos

Que cuanto aado al discurso, . ;-

Tanto le usurpo los aos.

No negaremos que en el romance anterior se encuentran al- gunas incorrecciones, y uno que otro resabio de gongorismo; pero sus bellezas exceden de tal manera los defectos, quede- be verse cmo una poesa de mrito.

La primera la tercera cuartetas pued'Sn considerarse la introduccin, y 'el pensamiento que contienen es verdadero: la imaginacin v una misma cosa bajo diversos aspectos, en- tristecindonos consolndonos, y de esto ltimo quiso apro- \ vecharse la poetisa. *- \

Fijado su pensamiento en la variedad con que el hombre con- sidera las cosas, pasa exponer con ingeniosa gracia [hasta la . cuarteta doce], los varios pareceres que dividen el mundo, re-

r

186

cordando oportunamente [cuarteta stima]' Herclito y De- mcrito, antiguo tipo de la contrariedad de opiniones.

Hidehat quoties limirle moverat unum Protuleratque pedem; flehat contrarius alter.

Una de las circunstancias que ms recomiendan un escri- tor, y que puede servir como de critcrium para calificar sus producciones, es la facilidad con que las recordamos en circuns- tancias anlogas las que describe, porque la asociacin de las ideas no se verifica entre objetos dismbolos; as es que si tie- ne lugar, -esto sucede cuando el escritor habla con entera pro- piedad. Sor Juana la tuvo de tal manera en algunos de bus au- terioi'es versos (como las cuartetas sexta y undcima), que no creemos sea fcil olvidarles, despus do ledos, cuando nos encontremos alguna vez fluctuando entre diversidad de opi- niones.

De esa diversidad infiere la poetisa, y lo expone en el resto de su composicin, que el hombre en ningn sentido debe usar de sus facultades para hacerse mal, sino para procurarse el bien, principalmente tomando la ciencia' con discreta moderacin. Eu esta parte del romanea es donde se marca su carcter fil- sofo, es donde se encuentran ms pensamientos profundos. Son notables tambin por su valenta, algunas comparaciones do que se vale Sor Juana, sin faltar por eso la propiedad.

En cuanto la forma del romance^ ya hemos dicho que tie- ne algunas incorrecciones (las cuales fcilmente podr conocer el lector despus de los ejemplos puestos anteriormente); pero en lo general so recomienda por su facilidad y dulzura.

La Censura de los hombres est expresada en cuartetas flui- das y armoniosas, y en ella se descubren pensamientos inge- niosos, rasgos agudos, y cierta indignacin que cuadra muy bien en composiciones de esta clase, y que se nota principal- mente en las stiras de Juvenal.

18T

Hombres necios, que acusis A la 'mujer, sin razn, ;;

Sin ver que sois la ocasin De lo mismo que culpis. . :'

Si con ansia sin igual Solicitis su desden, Por qu queris que obren bien Si las incitis al mal?

Combats su resistencia, .

Y luego con gravedad Decs que fu liviandad Lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo De vuestro parecer loco "^

Al nio que pone el coco

Y luego le tiene miedo.

Queris con presuncin necia Hallar la que buscis Para pretendida, Thais,

Y en la posesin, Lucrecia. :

Qu humor puede ser ms raro Que el que falto de consejo,. El mismo empaa el espejo,

Y siente que no est claro?

Con el favor y el desden Tenis condicin igual, Quejndoos si os tratan mal, :. Burlndoos si os tratan bien.

Opinin ninguna gana, Pues la que ms se recata, Si no os admite, es ingrata, -

Y si 03 admite, es liviana. '

fs

188 Siempre tan necios andis, Que con desigual nivel, A una culpis por cruel,

Y otra por fcil culpis.

Pues cmo ha de estar templada La que vuestro amor pretende, Si la que es ingrata ofende,

Y la que es fcil, enfada?

Mas entre el enfado y pena, Que vuestro gusto refiere,. Bien haya la que no os quiere,

Y quejaos enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas A sus libertades alas,

Y despus de hacerlas malas. Las queris hallar muy buenas.

Cul mayor culpa ha tenido En una pasin errada. La que cae de rogada, O el que ruega de cado?

O cul es ms de culpar. Aunque cualquiera mal haga. La que peca por la paga, O el que paga por pecar? '

Pues para qu os espantis De la culpa que tenis? Queredlas cual las hacis O hacedlas cual las buscis.

Dejad de solicitar,

Y despus con ms razn Acusaras la aficin

De la que os fuere rogar.

189 . .

Bien con muchas armas fundo Que lidia vuestra arrogancia, ,

Pues en promesa instancia Juntis diablo, carne y mundo.

Los Ovillejos son una composicin jocosa, llena de gracia y . travesura; y en ellos se propuso Sor Juana retratar de uua ma- ^ era burlesca, una belleza que privaba mucho en su tiempo. Por ser muy larga esa composicin no la insertamos aqu.

Las composiciones que hemos copiado nos parecen bastan-- tes para que el lector se forme idea de lo malo y de lo bueno" que hay en las poesas lricas de Sor Jua^na, y, por lo tanto, pasaremos hablar de sus piezas dramticas. .

Las producciones