William MacDonald - Hay Un Camino de Regreso a Dios

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Vida Cristiana

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    WlLLIAM MACDONALD

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    de regreso a Dios

    WlLLIAM MACDONALD

  • de regreso a Dios

    WlLLIAM MACDONALD

    LLAMADA DE MEDIANOCHECx.P. 1688 90001-970 PORTO ALEGRE/RS - Brasil

    Telfono: +5551 3241-5050 Fax: +5551 3249-7385www.llamada.com.br [email protected]

  • HAY UN CAMINO DE REGRESO A DIOSWilliam MacDonald

    Ttulo original en ingls:There is a way back to God

    Copyright of the English original byWilliam MacDonald, 1967

    Primera edicin en espaol: Enero 2011.

    TRADUCCIN: ALEJANDRO LAS, GIOVANA CHAVESEDICIN: ALEJANDRO LAS

    DISEO DE LA PORTADA: ROBERTO REINKE

    A menos que se indique lo contrario, todas las citas bblicas fuerontomadas de la Versin Reina-Valera, revisin de 1995.

    1995 Sociedades Bblicas Unidas.

    2011 Copyright by:Llamada de Medianoche

    Cx.P. 168890001-970 PORTO ALEGRE/RS - Brasil

    Telfono: + 5551 3241-5050Fax: + 5551 3249-7385

    www.llamada.com.br [email protected]

    ISBN 978-85-87308-99-3

    Impreso en talleres propios en Brasil.

  • le uocea a c/Dud?Antes de convertirse en cristiano, haba sido un marinero

    borracho y blasfemo. Si alguien le hubiese dicho que algunavez iba a ser religioso se habra redo y quizs habra lanza-do un insulto. Bud trataba de impresionar a sus compaerosmarineros con su capacidad para beber licor y con su libertinavida amorosa, pero en realidad era un personaje pattico, tor-pe y tambaleante.

    Pero un marinero del portaaviones no se dejaba impresio-nar por Bud y su vida desordenada, se llamaba Chuck y eralder de una clase bblica que se reuna semanalmente en unade las barracas. l y Bud haban estado juntos en el centrode entrenamiento, Chuck haba hablado varias veces con Budsobre su vida desastrosa y de la necesidad que tena de Cristo.Aunque la respuesta haba sido hostil al principio y luego confingido desinters, Chuck fue paciente y persistente.

    Bud se negaba a asistir a la clase bblica pues esto ha-bra destruido la imagen que se haba esmerado en crear,pero en breves encuentros y conversaciones con Chuck ha-ba hecho preguntas que revelaban un sentimiento interiorde necesidad.

    Una noche, cuando Bud volva al barco despus de ha-ber pasado largas horas bebiendo en Honolul fue atacadopor tres matones, apaleado, robado y dejado inconsciente enun callejn. Lo encontr la Patrulla Costera y lo llev al bar-co, donde tuvo que pasar dos das en la enfermera. Al pocotiempo se encontr con Chuck en el comedor, cenaron juntos

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    y luego fueron a la barraca para conversar. Viendo que Budestaba ya preparado Chuck le present las buenas nuevas desalvacin y luego lo invit a que se entregase totalmente

    Totalmente quebrantado, Bud se arrodill junto a unahilera de cajas y dijo: Oh, Dios, he estado hasta ahoraen la oscuridad, pero ahora veo la Luz. Su vida quedtransformada. Toda su falsa imagen de hombre duro des-apareci. Abandon varios hbitos impuros casi inmediata-mente. Comenz a asistir a la clase bblica. All aprendi atener a diario un tiempo devocional. Tambin comenz unprograma sistemtico de memorizacin de las Escrituras. Ycomenz a dar testimonio a sus compaeros.

    Al principio era difcil aceptar las burlas, especialmentecuando haba un grupo de compaeros alrededor. El "diablorojo" -decan burlonamente-, se ha transformado en un "di-cono". Pero por lo general, l no se diriga al grupo, sino quehablaba personalmente con los compaeros acerca del Seorcuando tena una oportunidad. Despus de unas semanas, lasburlas disminuyeron. El cambio en su vida, su consecuentetestimonio y su manera de actuar afable y extrovertida le ga-naron una cierta medida de respeto.

    Durante el resto de su tiempo en la Marina, Bud siguicreciendo espiritualmente. Sucedi a Chuck como lder de laclase bblica cuando Chuck fue trasladado a otro portaaviones.Por medio del testimonio y de la enseanza de Bud, treinta ycinco hombres en el barco profesaron fe en el Seor Jess.

    Esto fue hace ms de seis aos. Ahora Bud est en la vidacivil, viviendo en Homestead, Arizona. Est casado y tienedos hijos: un varn y una nia. Trabaja como vendedor parauna compaa nacional de aire acondicionado.

    Pero ya no est ardiendo para el Seor. Nunca se acercaa una iglesia, tampoco lo hace su mujer, y los nios nunca hanasistido a la Escuela Dominical. Bud no tiene amigos cristia-nos; de hecho, parece evitar a los cristianos tanto como puede.

    Hace dos semanas, Chuck tuvo permiso para ir a su casaen Texas. Se detuvo en Homestead para visitar a Bud (haba

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    odo que las cosas no iban demasiado bien). Cuando Chuckse detuvo delante de la casa, Bud estaba all, ocupado con suauto. Se saludaron con verdadera cordialidad, pero algo falta-ba. Haba una sensacin de incomodidad. La vieja confianzahaba desaparecido. Al cabo de diez minutos, Chuck decidiromper la barrera. -Qu te ha pasado, Bud?

    Bud no contest; slo aplast con el pie el cigarrillo en elpiso. Chuck volvi a probar. -Bud, nadie podra decirme queno fuiste salvo aquella noche en el barraca. Bud mir hacia lacasa para cerciorarse de que nadie le escuchaba. Luego dijo:

    -Desde luego, fui salvo... pero estoy alejado del Seor.Salvo... pero estoy alejado del Seor!Qu le haba sucedido a Bud?Cmo se apart del Seor?Puede volver?Y cmo?

    A COMUNINES UN DBIL HILO

    El caso de Bud es un fenmeno bien tpico en la vida cris-tiana, se le llama recada. Un recado es un verdadero creyenteque est fuera de comunin con Dios debido a algn pecadono confesado en su vida.

    Qu queremos decir por estar fuera de comunin conDios? Lo siguiente: Dios es santo y sin pecado. No hayninguna tiniebla en l (1 Jn 1:5). Para poder andar en co-munin con Dios, el creyente debe confesar y abandonarsus pecados tan pronto como sea consciente de ellos. Afin de cuentas, comunin significa tener algo en comn.Cmo pueden dos personas ir juntas en compaa, si noestn de acuerdo? Cmo puede uno estar en comunincon Dios si tolera el pecado en su vida, mientras Dios locondena? (Un 1:6,7).

  • En una familia humana, la comunin significa que losmiembros viven felices en compaa. Pero supongamos que elmarido y la mujer se peleen de manera escandalosa! La comu-nin queda rota. Se asienta una negra nube de resentimiento yde tensin. Y el feliz espritu de familia queda deshecho hastaque marido y mujer confiesen sus faltas y se reconcilien.

    Y as sucede con la familia de Dios. El pecado quebrantala comunin. El delicado hilo de la comunin se rompe. Yeste hilo queda roto hasta que el pecado es confesado y echa-do a un lado.

    Pero, aunque el pecado rompe la comunin, no rompe larelacin. En el momento de la conversin, la persona viene aser hijo de Dios por medio de la fe en el Seor Jesucristo (Jn1:12). Esta relacin se inicia en el nacimiento espiritual. Nadapuede romperla. Una vez que ha tenido lugar un nacimiento,la relacin no puede ser cambiada. Es indisoluble.

    Por eso la relacin del creyente ha sido comparada conuna cadena irrompible, mientras que su comunin es comoel filamento solitario de una araa. Cuando un cristiano peca,sigue siendo hijo de Dios, pero desaparece el gozo de la feli-cidad familiar. No pierde su salvacin, pero s pierde el gozode su salvacin.

    Esto puede sucederle a cualquier creyente, en la mayo-ra de los casos comienza con el descuido de la Palabra deDios y de la oracin. Las presiones de la vida van ocupandoel tiempo diario devocional. Al apartarnos de la influenciade la Biblia, dejamos de considerar el pecado como algograve. Desarrollamos una actitud liberal e indulgente. Lastentaciones dejan de parecer peligrosas; de hecho, la expec-tativa del pecado se convierte en algo atrayente. Nos gustapensar en ello. Claro que no tenemos intencin de hacer talcosa, pero pensamos tanto en ello que nos familiarizamoscon la idea. Luego jugueteamos, frivolizamos y probamos,y finalmente nos zambullimos (Stg. 1:14, 15).

    La mayora de los creyentes recaen en una u otra poca desus vidas. La Biblia nos habla de algunos santos destacados

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    que permitieron que el pecado quebrantase su comunin conDios: Lot, Sansn, Noem, David, Jons, Pedro y Dems; porejemplo. El cristiano que cree que a l no podra sucederle talcosa est en grave peligro de cada (1 Co 10: 12).

    Todo pecado debe ser confesado ante Dios. Pero si otroshan sido afectados, debemos confesarlo tambin a ellos (Mt5:23, 24), y debemos hacer restitucin en todos los casos enlos que nuestro pecado haya causado una prdida tangible aotros. En el momento en que hay una genuina confesin aDios y a los hombres y se ha efectuado restitucin, entoncesqueda restaurada la comunin con Dios, y el Espritu Santopuede reanudar Su ministerio predilecto: mantener al creyen-te ocupado con las glorias del Seor Jesucristo (Jn 16: 14).

    Significa esto, entonces; que un cristiano puede pecar yquedar sin consecuencias? La respuesta es un evidente NO. Peroal considerar esta cuestin, ser til mostrar la distincin entrela PENA por el pecado y las CONSECUENCIAS del pecado.

    Es evidente en la Biblia que el recado nunca tendr quepagar la pena eterna de su pecado. Esta pena fue pagada por elSalvador cuando colgaba de la Cruz. Los que creen en l novendrn ajuicio, sino que han pasado ya de muerte a vida (Jn5:24). En otras palabras, cuando un verdadero creyente peca,no es por ello condenado al infierno. Cristo hizo una completasatisfaccin por la pena del pecado al derramar Su sangre enel Calvario. Dios no demandar el pago dos veces, primero departe de Cristo, y despus de parte de nosotros.

    Cuando un hijo de Dios peca, el diablo lo acusa ante elTrono de Dios en el cielo. Entonces el Seor Jess se presentacomo Abogado, sealando a las heridas en Sus manos, piesy costado, y viene a decir: Pagu por este pecado hace msde mil novecientos aos. Crgalo en mi cuenta (1 Jn 2:1).De modo que el recado no tiene que pagar las consecuenciaseternas de su pecado en el infierno. Pero debemos aadir contoda presteza que s tendr que sufrir las consecuencias de supecado en esta vida y tambin en el cielo.

    Algunas de las consecuencias del pecado en esta vida son:

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    con las mujeres. Tena buena conversacin, facilidad en el tra-to, y unas manos que se inclinaban a acariciar y a tocar. Todosucedi cuando estaba fuera de casa, en un viaje de negocios.Desde entonces ha sido irregular en su asistencia a la iglesia.Las cosas nunca han vuelto a ser iguales en casa. Nadie sabequ sucedi. Todo lo que saben es que es diferente. Fri. Ale-jado. Callado. Hasta ahora lo ha guardado todo en su interior,y as es como quiere mantenerlo.

    Luego est la recada del tipo hijo prdigo. Es el caso deB--D. Creci en un hogar cristiano protegido y se convirtiel ao antes de alistarse en los Marines (grupo de fuerzasespeciales del ejrcito estadounidense). Para l fue un granalivio apartarse de los frenos de la vida del hogar. Estabadecidido a vivir a su manera. Durante su tiempo en losMarines, nadie se daba cuenta que era cristiano. Se movacon la corriente de la multitud y procuraba adaptarse tantocomo fuese posible. Todo ese tiempo estuvo actuando. Noera el verdadero B--D, y lo saba. En lo ms profundo de suser haba un sentimiento de culpa y de insatisfaccin.

    EG - tuvo una recada de tipo intelectual. Despus deestudiar en una escuela bblica, pas a la universidad. Tenados buenas razones para ello. La primera era su decisin deno hacer el servicio militar. La segunda era su deseo de unttulo de una universidad acreditada. Su especialidad era lafilosofa. Al cabo del primer mes, sus creencias cristianasquedaron gravemente sacudidas. Se volvi hurao y crtico.Perdi la simplicidad que hay en Cristo, y qued lleno dedudas y especulaciones.

    Luego, naturalmente, est la recada del bebedor. H--F,comenz con la bebida social. Cuando llevaba a sus clientesa cenar, los acompaaba a tomar un cctel: Pero cuando au-mentaron las presiones familiares y de trabajo, se aliviaba be-biendo ms. Ahora est aprisionado por el hbito, pero piensaque puede abandonarlo cuando quiera. Cuando piensa en laiglesia y en sus amigos cristianos, se siente casi abrumado devergenza, pero para hallar alivio, se toma otro trago.

  • Otro tipo comn de recada es la del cristiano casadocon un incrdulo y que se ha quedado desalentado y vencido,el recado en yugo desigual. T~ S era una radiante mucha-cha cristiana que testificaba del Seor por doquier. Su novioprofes ser salvo despus de haber salido juntos durante tressemanas. Hoy, ella est segura de que aquella fue una falsaprofesin. Tienen bien poco en comn. En el hogar hay di-ferencias y discusiones constantes. Los nios son irritables yrebeldes. El marido le dice que no la quiere ni a ella ni a losnios y pasa la mayor parte de sus veladas con sus amigos.Ella se queda en casa, lamentndose y llorando, aunque tratde seguir viviendo para el Seor durante unos pocos aos des-pus de casarse, ahora se ha dado por vencida.

    Luego tenemos las recadas por negocios. Puede que nose cometan pecados groseros, pero se permite que los nego-cios ocupen el tiempo de tal manera que queda poco tiempopara el hogar y para el Seor. Apenas leen la Palabra u oran,y su escasa asistencia a la iglesia es una mera formalidad. Loscuidados de esta vida han agotado su vitalidad espiritual. Sonvctimas de la codicia y del materialismo.

    Y hay muchos ms. Algunos que se han visto frustradosen el amor, o que sufren grandes reveses, se vuelven fros ycarnales. En lugar de aceptar estas cosas como la voluntad deDios y como bendiciones de incgnito, se vuelven huraos eirritables y pierden su resplandor espiritual.

    Algunos tienen un espritu implacable. Les han perjudica-do en algo y todo el mundo lo sabe, pero no estn dispuestosa perdonar y a olvidar. De modo que se vuelven vengativos,farisaicos e inmisericordes. Dios no puede dar el perdn pa-terno a los creyentes no dispuestos a perdonarse unos a otros(Mt 6: 14, 15).

    Muchos cristianos caen en una condicin de recada porconstantes pendencias en el hogar. Algn desacuerdo ca-rente de importancia destruye la paz del hogar. Las paredesvibran con la pelea. Se rompen las relaciones diplomticasentre marido y mujer. Se interrumpe el altar familiar. Sera

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    una farsa orar juntos cuando no pueden ni siquiera hablarde manera civilizada los unos con los otros. Nadie est dis-puesto a ceder. Son tan inflexibles como barras de hierro.Cada uno piensa que tiene la razn, no dndose cuenta deque ambos estn en estado de recada.

    Quiz algunos se sorprendern al saber que los verda-deros creyentes pueden alejarse tanto del Seor como en loscasos que hemos mostrado. Entonces ser de ayuda recordarlo siguiente:

    1. David fue un recado moral. Cometi los pecados deadulterio y asesinato (2 S 11:1-27).

    2. No cometi el pecado de embriaguez despus de ha-ber sido salvado a travs del juicio divino del diluvio(Gn 9:20, 21).

    3. Lot fue un recado por negocios. Busc el prestigio yla riqueza en Sodoma (Gn 13:7-11; 19:1-28).

    ...y todos estos fueron restaurados a la comunin con elSeor. Si ellos pudieron ser restaurados, tambin puede serlotodo creyente verdadero que se haya extraviado.

    0N EL PAS LEJANOUno de los primeros sntomas de la decadencia espiritual

    es la acumulacin de polvo sobre las tapas de la Biblia. Dejade parecer importante pasar un tiempo regular con la Palabra.Qu diferencia hay si se saltea un da? Pero pronto deja deser un da. Ahora son varios das, ahora una semana, y final-mente se abandona totalmente el estudio de la Biblia. No haydeseo por las Escrituras, ningn sentimiento de necesidad.

    Y la oracin! Sola formar una parte vital de la vidaespiritual. Pero, por la razn que sea, se ha roto la pauta. Lavida de oracin se vuelve errtica, y luego desaparece porentero. A fin de cuentas, la oracin parece cosa ms bienvaga, intangible y mstica, o no?

  • 1 4 * ^ /(/ flll ffljIlHH ...

    Por lo que toca a la asistencia a las reuniones de la asam-blea local, tambin all hay una gradual decadencia. Losmensajes son una cosa muy aburrida! Y muchos de los asis-tentes son hipcritas religiosos! Quizs sera mejor no ir paranada... Los cristianos pronto se preocupan y tratan de entraren contacto con l, pero el fugitivo demuestra ser muy es-curridizo. Al llegar a este punto, se siente verdaderamenteincmodo en presencia de los creyentes.

    Ms y ms, encuentra sus amistades y sus placeres fuerade la esfera de la iglesia. Al principio parece un poco extra-o participar en cosas que su madre haba siempre llamadomundanas, pero pronto pierde las inhibiciones y desarrollauna notable tranquilidad y destreza.

    Al ir declinando espiritualmente, va oyendo algunasvoces de alarma en el camino. Los dems dicen cosas quele duelen, aunque no sean conscientes de ello. En las cartas,artculos del diario y en la televisin ve luces en rojo, peroprosigue sin prestar atencin.

    El gozo de su salvacin ha desaparecido ya desde hacemucho tiempo. Sola poder hablar de manera inteligente yentusiasta acerca del Seor Jess. Ahora no podra hacerlo,al menos no con entusiasmo. Tambin sola cantar: cantabacomo cristiano lleno de alegra. Ahora canta ocasionalmen-te, pero no las mismas canciones.

    Ha desarrollado una actitud crtica haca la vida en ge-neral. Quizs se debe a que nada le va bien. Parece que todaslas cosas se le tuercen. Si tan slo las cosas le salieran bien...pero no. Y por ello, ataca a los dems. Mientras que antes eraafable y amable, ahora es duro y sombro.

    Al principio tiene que pensar mucho antes de poder co-meter un nuevo pecado. Pero despus, las defensas han baja-do, y ya no parece tan difcil. Luego decide llegar al final dela calle. Para justificarse, desarrolla una serie de complica-das racionalizaciones. Cosa extraa, puede incluso encontrarversculos de las Escrituras que le apoyen en su actual formade vivir. Y razona en el sentido de que muchos cristianos

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    santurrones hacen cosas peores que las que l hace. Y piensaque el problema de la mayora de los cristianos es que sondemasiado legalistas, y que sus padres fueron demasiado es-trictos con l cuando era nio. Para cuando ha terminado,est diciendo que ciertos pecados no son pecados porque sehacen con amor. Est demostrando que lo negro es blanco.

    Pero la verdad es que se siente desgraciado. Sabe dema-siado para sentirse feliz con esta clase de vida. Pero nuncaquerr admitirlo. Es un buen actor, y puede dar una aparienciade no tener problemas. Lo ltimo que querra sera derrum-barse y confesar su miseria interior. Est viviendo constante-mente una doble vida, siempre tratando de mantener su esta-do oculto, y tiene el constante temor de quedar en evidencia.Quiz incluso recurre a sobornos para protegerse.

    Algunas veces se sorprende de las situaciones en las quese encuentra, tolera condiciones contra las que habra protes-tado enrgicamente antes. Se da cuenta de que sus ms pobresamigos cristianos estn mejor que l. Pero parece atrapado. Ylo soporta con resignacin. En el rea del habla es donde msha cambiado. Debe ser cosa bastante mala cuando algunos desus amigos impos le reprende: Solas hablar con decenciacuando llegaste aqu, pero da pena orte ahora. Le duele pro-fundamente ser recriminado por unos disolutos como ellos.

    Pero no todos los males son estos! Est la cuestin dela prdida de oportunidades para testificar. Ve a tantos desus amigos en una profunda necesidad espiritual! Y qules puede decir? Algunos incluso acuden a l y le hacenpreguntas que dejan la puerta abierta para hablar de su Se-or. Pero sus labios estn cerrados. Una o dos veces intentdbilmente dar un poco de ayuda espiritual, pero alguien ledijo: Si crees esto, qu ests haciendo aqu? Despus deesto, decidi que sera mejor no decir nada.

    Quiz lo ms chocante de todo esto es que al menos unavez se ha hundido en profundidades a las que los incrdulosapenas llegan. Se siente abatido cuando piensa en ello. A me-nudo querra hablar con alguien de estas cosas, pero nadie le

  • comprendera. De modo que se guarda todo en su interior. Yse siente asombrado de cmo el amor se torna en odio. Ahora,al pensar en su compaero de pecado, lo odia con un odio tanprofundo como el amor que antes le tena (2 S 13:15).

    La vida parece haberse convertido en una noria. Trabajams que nunca, pero nunca parece llegar a ninguna parte. Eldinero se le va de las manos y de los bolsillos. Surgen gastosdesacostumbrados, como las reparaciones del auto despus delaccidente. Y el incendio accidental por descargas elctricas enel apartamento. Tambin se encuentra con las facturas del m-dico. Ha hecho frecuentes visitas a los mdicos, y le han hechomultitud de chequeos. Hasta ahora no han encontrado proble-mas orgnicos. Pero el dolor sigue ah, y otros sntomas.

    Vive con la esperanza de que pronto le cambien las cir-cunstancias. Las cosas no pueden siempre ir tan mal comoahora. Quiz si B muriera, esto resolvera el problema. Demodo que espera un funeral que nunca llega. Quiz su propiofuneral podra incluso solucionar el problema. Ha pensado enesto -ha pensado incluso en acabar de una vez-pero slo se haatrevido a llegar hasta aqu.

    OCANDO FONDOMs tarde o ms temprano ha de llegar un desenlace. Si

    una persona es verdaderamente creyente, no puede seguir ale-jada de Dios de manera indefinida. Ha de haber un momentoen que toca fondo. El fondo podra ser una fosa abierta en unfro da de invierno, mientras contempla como desciende unpequeo atad blanco en la tierra.

    El fondo puede ser un accidente en el que milagrosa-mente es el nico superviviente. Puede que sea una camade hospital donde se queda hora tras hora en solitario, parapensar y ensimismarse. O puede que no sea nada de todo loanterior. Puede que sea sencillamente el fin de la fortaleza

  • ... de regreso a Dios 17

    humana. El momento en que abandona toda esperanza depoder solucionar sus propios problemas.

    Se podra decir que se trata de un tiempo de desespera-cin y de frustracin absoluta, parece intil seguir luchando.Quedan cerradas todas las posibles rutas de escape.

    AVOZ QUE SUSURRA NO HAYESPERANZA

    Justo en este momento crucial hay una voz que susurra:No hay esperanza.

    De nada vale intentarlo.Ms valdr que lo dejes.Todo lo que puedes hacer es cooperar con lo inevitable.De todas formas, las cosas nunca podrn volver a ser lo

    que eran. El pjaro con un ala rota nunca vuelve a volar tanalto como antes... Has pecado hasta el punto de perder tu dade oportunidad.

    Has rebasado el punto de retorno.La leche derramada, no se puede recoger...Y la voz sigue lanzando sus ecos por el largo y vaco corredor.No hay esperanza.No hay salida.Ms all de toda restauracin.Imposible.

    A VOZ QUE DICE: VUELVE.Pero en aquella oscura y solitaria hora se oye otra Voz, y

    esta Voz est llena de resplandeciente promesa. Dice:Hay un camino de vuelta a Dios.La puerta est siempre abierta.

  • 1(S Ci/tay ri'ti. cnntjiMO...

    El pasado puede ser perdonado y borrado. La culpa acumula-da de un milln de pecados puede ser purificada en un momento.

    Las cosas pueden ser tan buenas como fueron, e inclu-so mejores... Dios puede restaurar los aos que se comi lalangosta.

    Nada hay demasiado difcil para el Seor. Ni siquiera t.Por qu no vuelves a casa?

    A DECISIN CRUCIALLuego llega el gran momento de la decisin. Se sien-

    te desgarrado por emociones contrapuestas. Por una parte,est la vergenza atormentadora de admitir el pecado yel fracaso. Por la otra est el anhelante deseo de volver alhogar y arreglar las cosas.

    Tan pronto como piensa en dar media vuelta, mil demoniosparecen estarle sujetando. Se maravilla de que un cuerpo huma-no pueda contener unas tensiones tan violentas y contrarias.

    Una vez ms oye la voz de Dios: no es una voz dura nivengativa, sino tierna y amante: Vuelve... a Jehov tu Dios;es tu pecado el que te ha hecho tropezar. Llevad con vosotrospalabras de splica, y volved a Jehov, y decidle: Quita todainiquidad, y acepta lo que es bueno, y te ofreceremos en vezde terneros la ofrenda de nuestros labios (Os 14: 1, 2).

    Luego llega el momento de la gran resolucin. El diquede tensiones acumuladas se rompe de repente. Comienzana fluir las lgrimas, con sollozos que brotan de un coraznquebrantado. El terco y orgulloso recado yace postrado a lospies del Salvador.

    Pronto estn hablando los labios temblorosos:Ten piedad de m, oh Dios, conforme a tu misericordia;

    conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.Lvame ms y ms de mi maldad, y lmpiame de mi peca-do. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado est

  • ... de regreso a Dios lc)

    siempre delante de m. Contra ti, contra ti solo he pecado, yhe hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas recono-cido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. Heaqu, en maldad he sido formado, y en pecado me concibimi madre. He aqu, t amas la verdad en lo ntimo, y en losecreto me has hecho comprender sabidura. Purifcame conhisopo, y ser limpio; lvame, y ser ms blanco que la nie-ve. Hazme or gozo y alegra, y se recrearn los huesos quehas abatido.

    Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis mal-dades. Crea en m, oh Dios, un corazn limpio, y renueva unespritu recto dentro de m. No me eches de delante de ti, y noquites de m tu santo Espritu. Vulveme el gozo de tu salva-cin, y espritu noble me sustente.

    Entonces ensear a los transgresores tus caminos, y lospecadores se convertirn a ti.

    Lbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvacin;cantar mi lengua tu justicia.

    Seor, abre mis labios, y publicar mi boca tu alaban-za. Porque no quieres sacrificio, que yo lo dara; no quie-res holocausto.

    Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; alcorazn contrito y humillado no despreciars t, oh Dios(Sal 51: 1-17).

    He pecado contra el cielo y ante ti. Ya no soy digno deser llamado hijo tuyo; hazme como a uno de tus jornaleros(Le 15: 18b, 19).

    Aparece ya una sensacin de enorme alivio. Se ha levan-tado una carga. Ha amanecido una gran luz: el amanecer de unnuevo da. Las palabras del apstol Juan vienen a su mente:Si confesamos nuestros pecados, l es fiel y justo para per-donarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda iniquidad(1 Jn 1:9). Se aferra a esta promesa como si todo dependiesede ella.

    Luego recuerda cmo volvi el hijo prdigo y cul fue laregia bienvenida que le esperaba..

  • 20 C/ld 1/ ffj/ cttnu/K ...

    Y levantndose, march hacia su padre. Y cuandoan estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a compa-sin, y corri, y se ech sobre su cuello, y le bes efusiva-mente. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cieloy ante ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero elpadre dijo a sus siervos. Sacad de prisa el mejor vestido,y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en suspies. Y traed el becerro engordado y matadlo, y comamosy hagamos fiesta; porque este mi hijo estaba muerto, y harevivido; se haba perdido, y ha sido hallado. Y comenza-ron a regocijarse.

    Y piensa especialmente en las palabras ... su padre... co-rri, y se ech sobre su cuello, y le bes efusivamente. Se dacuenta de que esto es lo que le ha sucedido tambin a l. ElPadre le vio cuando estaba todava lejos. Corri y le abrazy le bes. Comprende ahora lo que significan estas palabras,porque est gozando del beso del padre.

    el mejor vestido...un anillo en su mano...calzado en sus pies. Y...el becerro engordado...

    25LAMADME AMARGALas campanas han comenzado a taer en su alma,

    pero sigue habiendo un gran obstculo: la vuelta a sufamilia y amigos cristianos. Se encoge de vergen-za ante el pensamiento de tener que comparecer anteellos. Teme la reaccin de ellos. Se mostrarn fros ydistantes? Intentarn evitarlo? O se mostrarn acer-bos y crticos?

    Recuerde a Noem en el Antiguo Testamento. Cuandovolvi a Beln tras un tiempo de alejamiento y recada enMoab, la gente preguntaba: No es sta Noem?

  • ... de regreso a Dios 21

    Ella respondi: No me llamis Noem (que significaPlacentera), sino llamadme Mar (que significa Amarga);porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.Yo me fui llena, pero Jehov me ha vuelto con las manosvacas (Rt 1:19-21).

    Sus temores acerca de cmo su familia y sus amigos le re-cibirn carecen de fundamento. Lo que le dan es una maravi-llosa bienvenida, casi como si hubiese vuelto de los muertos.Le dan un clido apretn de manos, algunos le abrazan, y laslgrimas corren libremente. No hay recriminaciones. Nadiedice: Te lo haba advertido. Todos estn contentos de verasde verle de vuelta. l trata de pedir perdn por la deshonraque ha causado al Nombre del Seor, por el dolor que ha cau-sado a su familia, por la tristeza que ha provocado a los cris-tianos en la iglesia local. Pero ellos le interrumpen afirmandoque ha sido perdonado, y con expresiones de gratitud porquesus oraciones han sido contestadas. l pensaba que le haranentrar a gatas, en humillacin; pero aqu los tiene, tratndolecon amor y misericordia.

    Cada latido del corazn dice: Es maravilloso! Estarde vuelta en la comunin con el Seor y con Su pueblo.Tener restaurado el gozo de Su salvacin. Experimentarel beso del Padre... De hecho, es algo as como habernacido de nuevo. El pensamiento penetra a travs de sumente: Me pregunto si jams haba sido salvo antes...Pero entonces la cuestin parece ms bien acadmica.Si nunca lo haba estado antes, lo est ahora, y eso es loque cuenta.

    El sentimiento de alivio es abrumador. No estar conten-diendo ms con el Seor! No estar orgulloso ni mal dispuestoa quebrantarse! No estar siempre huyendo!

    No puede terminar de creerlo! El mejor vestido! Unanillo en el dedo! Calzado en los pies! El ternero engor-dado! La fiesta que empez pero que nunca acababa! Ysi tener un hermano mayor que desease que el hijo perdidono volviese al hogar!

  • 12 f'/l CfftJ/f/lf! . . .

    A CERTIDUMBRE DEL PERDNEs maravilloso ser restaurado al Seor. Sin embargo,

    eso no significa que no vaya a haber problemas en adelan-te. Muchos creyentes que son devueltos a la comunin conDios pasan tiempos terribles de conviccin, de duda y dedepresin. Encuentran difcil creer que han sido verdadera-mente perdonados!

    Examinemos algunas de las dificultades comunes a lasque hacen frente.

    1. Cmo puedo saber que Dios me ha perdonado?Lo puedes saber por la Palabra de Dios. l ha prometido

    una y otra vez perdonar a los que confiesan y abandonan suspecados. Nada hay tan seguro en el universo como la promesade Dios. Para saber que Dios te ha perdonado, has de creer SuPalabra. Atiende lo que dicen estas promesas:

    El que encubre sus pecados, no prosperar; mas el que losconfiesa y se enmienda alcanzar misericordia (Pr 28:13).

    Yo deshice como una densa nube tus rebeliones, ycomo niebla tus pecados; vulvete a m, porque yo te redi-m (Is 44:22).

    Deje el impo su camino, y el hombre inicuo sus pensa-mientos, y vulvase a Jehov, el cual tendr compasin de l,y a nuestro Dios, el cual ser amplio en perdonar (Is 55:7).

    Venid y volvamos a Jehov; porque l ha desgarrado, yl nos curar; l hiri, y l nos vendar (Os 6: 1).

    Si confesamos nuestros pecados, l es fiel y justo paraperdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda iniquidad(Un 1:9).

    2. S que me perdon cuando fui salvo, pero cuando piensoen los terribles pecados que he cometido como creyente, me esdifcil creer que Dios me pueda perdonar por ellos. Me pareceque he pecado contra una intensa luz y un gran privilegio!

    David cometi adulterio y asesinato; sin embargo, el Se-or lo perdon (2 S 12:13).

  • ... de regreso a Dios 23

    Pedro neg tres veces al Seor; sin embargo, el Seor leperdon (Jn 21:15-23).

    El perdn de Dios no se limita a los inconversos. l pro-mete tambin perdonar a los recados:

    Yo sanar su apostasa, los amar de buen grado; porquemi ira se apart de ellos (Os 14:4).

    Si Dios pudo perdonarnos cuando ramos Sus enemigos,ser menos perdonador ahora que somos Sus hijos?

    Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados conDios por la muerte de su Hijo, mucho ms, habiendo sidoreconciliados, seremos salvos por su vida (Ro 5: 10)

    Los que temen que Dios no los puede perdonar estn mscerca del Seor de lo que piensan, porque Dios no puede re-sistir a un espritu quebrantado (Is 57: 15). l puede resistir alsoberbio y al rebelde, pero no despreciara al hombre verdade-ramente arrepentido (Sal 51: 17).

    3. S, pero, con cunta frecuencia perdonar Dios? Co-met un cierto pecado, y Dios me perdon. Pero lo he hechovarias veces desde entonces. Lo cierto es que Dios no puedeperdonar indefinidamente.

    Esta dificultad recibe su respuesta de manera indirecta enMateo 18:21, 22:

    Entonces se le acerc Pedro y le dijo: Seor, cuntasveces perdonar a mi hermano que peque contra m? Hastasiete veces? Jess le dijo: No te digo hasta siete veces, sinoaun hasta setenta veces siete.

    Aqu el Seor ensea que deberamos perdonarnos unosa otros, no siete veces, sino setenta veces siete, lo que es otramanera de decir que indefinidamente.

    Ahora bien, si Dios nos ensea a perdonarnos indefini-damente, cuntas veces est l dispuesto a perdonarnos? Larespuesta es evidente.

    Este conocimiento no debera inducirnos al descuido nialentarnos a pecar. Por el contrario, una gracia tan maravillosa esla razn ms poderosa por la que el creyente no debera pecar.

    El problema que tengo es que no me siento perdonado.

  • Dios nunca ha tenido el designio de que la seguridad delperdn venga a travs de los sentimientos. En un momentouno podra sentirse perdonado, y al siguiente podra conside-rarse tan culpable como siempre.

    Dios quiere que sepamos que hemos sido perdonados.Por eso, l ha basado la certidumbre del perdn en lo msseguro del universo: Su propia Palabra. Su Palabra, la Bi-blia, dice que si confesamos nuestros pecados, l nos per-dona (1 Jn 1:9).

    Lo importante es haber sido perdonado, ya sea que losientas o no. Una persona podra sentirse perdonada sin serlo.En tal caso, sus sentimientos le engaaran. En cambio, unapersona podra estar verdaderamente perdonada y no sentirlo.Qu diferencia marcan estos sentimientos, siempre que Diosle haya perdonado?

    El recado arrepentido puede saber que ha sido perdonadoen base a la principal autoridad: la Palabra del Dios Vivo.

    5. Temo que al apartarme del Seor, he cometido el pecadoimperdonable. La recada no es el pecado imperdonable. Enrealidad, hay al menos tres pecados imperdonables menciona-dos en el Nuevo Testamento, pero pueden ser cometidos slopor incrdulos.

    (a) Es imperdonable atribuir al diablo los milagros de Je-ss, que fueron llevados a cabo por el poder del Espritu Santo.Es decir que el Espritu Santo es el diablo, lo cual es por consi-guiente blasfemar contra el Espritu Santo {Mt 12:22-32}.

    (b) Profesar ser creyente y luego repudiar totalmente aCristo es un pecado para el que no hay perdn. Este es elpecado de apostasa mencionado en Hebreos 6:4-6. No es lomismo que negar a Cristo; Pedro lo hizo y fue restaurado. Esel pecado voluntarioso de pisotear al Hijo de Dios, conside-rando Su sangre como inmunda, y ultrajando al Espritu degracia (He 10:29).

    (c) Morir en incredulidad es imperdonable (Jn 8:24). Estees el pecado de rehusar creer en el Seor Jesucristo, el pecadode morir contumaz y sin fe en l.

  • ... LIC R' a 1 )ios 25

    La diferencia entre un verdadero creyente y uno que no essalvo es que el primero puede caer siete veces, pero se vuelvea levantar.

    Por Jehov son afianzados los pasos del hombre, y laprueba su camino. Cuando cayere, no quedar postrado, por-que Jehov sostiene su mano (Sal 27:23, 24).

    Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse;mas los impos se hundirn en la desgracia (Pr 24: 16).

    6. Creo que Dios me ha perdonado. Pero yo no puedoperdonarme a m mismo.

    Para cualquiera que haya recado (y hay acaso algn cre-yente que no haya pasado por esto en algn grado?), esta ac-titud es bastante comprensible. Con tanta agudeza y claridadsentimos nuestra absoluta indignidad y fracaso.

    Sin embargo, esta actitud es irracional. Si Dios ha perdo-nado, por qu he de permitir estar acosado por sentimientosde culpa?

    La fe se aferra al perdn como una realidad, y olvida elpasado, excepto como una sana advertencia para no apartarseotra vez del Seor.

    AS CONSECUENCIAS DE LARECADA

    Por lo dicho hasta ahora, podra surgir la idea de que uncristiano puede pecar y salirse con la suya. En otras palabras,todo lo que ha de hacer es confesar el pecado y abandonar-lo. Suena a demasiado fcil. Por ello, es importante volver adistinguir entre el perdn de los pecados y las consecuenciasde los pecados. En cuanto al perdn, ya hemos observado quehay dos clases: el judicial y el paterno.

    Cuando alguien confa en Jesucristo como Seor y Sal-vador, recibe el perdn judicial de sus pecados. Esto significaque Dios, como Juez, lo perdona sobre la base de la obra de

  • 26

    Cristo en el Calvario (Jn 3:18a). El pecador que cree nuncatendr que pagar la pena de sus pecados, por cuanto el Salva-dor la pag en la cruz (2 Co 5:21).

    Cuando un creyente peca, y despus confiesa sus peca-dos, recibe el perdn paterno. Esto significa que Dios, comosu Padre, lo perdona y restaura a la comunin en la familia(Un 1:9).

    Pero debemos tambin recordar que el pecado tiene con-secuencias, y que a veces estas consecuencias persisten atravs de la vida y que prosiguen hacia la eternidad. Esto sepuede ilustrar en las vidas de personajes bblicos:

    (a) Abraham se cas con Agar durante un periodo de re-cada y desaliento (Gn 16: 1-16). Sus descendientes (los is-maelitas) han sido acerbos enemigos del pueblo terrenal deDios desde aquel entonces.

    (b) Como resultado de su recada, Lot perdi a su mujer,a sus yernos, su testimonio, y casi su misma vida (Gn 19:14-26). Tambin vino a ser padre de los moabitas y amonitas,crueles enemigos del pueblo de Israel (Gn 19:33-38).

    (c) Sansn perdi su castidad, libertad, testimonio, vista,y finalmente su misma vida (Jue 16).

    (d) Noem perdi a su marido y a sus dos hijos, que mu-rieron en tierra extraa (Rt 1:3, 5).

    (e) David fue perdonado de sus pecados, pero le fue de-mandada la cudruple restauracin por el asesinato de Uras.Posteriormente murieron cuatro de sus hijos:

    (1) Muri el beb nacido de Betsab (2 S 12:19).(2) Amnn muri a manos de Absaln (2 S 13:28, 29).(3) Absaln fue muerto por Jos y sus hombres (2 S

    18:14, 15).(4)Adonas fue muerto por Benaas (1 R 2:24, 25).Dios dijo a David que la espada jams se apartara de su

    familia, y nunca se apart (2 S 12: 10). A David no le fue per-mitido edificar el Templo debido a su fracaso (1 Cr 22:8).

    Las consecuencias de su pecado persisten hasta el da dehoy. Por su recada, dio gran ocasin de blasfemar a los ene-

  • ... de rcort-so a Dios 27

    migos del Seor (2 S 12:14). Los ateos en la actualidad siguenblasfemando contra Dios por llamar a David un hombre segnSu corazn, despus que David actuase tan malvadamente.

    Quin puede jams medir las consecuencias de la reca-da? Por ejemplo, el tiempo perdido fuera de comunin conDios. La prdida de recompensa ante el Tribunal de Cristo.

    Y qu hay de la influencia del recado sobre otros?Cuntos no habrn tropezado por su mal ejemplo? Cuntospadres no han vivido para ver su pecado repetido en su fami-lia? O para ver a sus hijos apartados de la fe cristiana? Quprecio se ha de pagar por un breve momento de pecado!

    Y qu hay de las oportunidades desperdiciadas? Ningu-na lgrima puede jams recuperarlas.

    Quin puede describir el remordimiento del recado?Quin puede hablar de las convulsiones de su conciencia?Quin conoce la contaminacin de mente y espritu que re-aparece durante los momentos ms sagrados de la vida?

    Todas estas cosas nos recuerdan que un cristiano no pue-de pecar sin un gran costo. Sigue siendo cierto que de suscaminos recibir hartura el necio de corazn (Pr 14: 14). Ysabemos por la Escritura y por experiencia que todo lo que elhombre siembre, eso tambin segar (G 6:7).

    OSIGUIENDO A LA METAAunque es cierto que las consecuencias del pecado son

    costosas, es tambin cierto que Dios es un Dios de restau-racin. Anhela ver al recado restaurado y levantndose porencima de todos los fracasos del pasado, y viviendo una vidallena del Espritu. Cmo puede el cristiano conseguir esto?Cmo puede estar seguro de que no cometer otra vez elmismo error?

    1. Lo primero que debera hacer es limpiar su vida deuna manera completa. Esto puede incluir quemar ciertos li-

  • 28

    bros, librarse de ciertos objetos que formen hbitos nocivos,destruir todo aquello que pueda estimular los deseos pecami-nosos. Incluso cierto tipo de ropa puede conducir a asocia-ciones impuras. Judas dice que debemos aborrecer el vestidomanchado por la carne (Jud 23). Aferrarse a cosas materialesque estimulan malos deseos revela la insinceridad en el arre-pentimiento o la ignorancia acerca de la propia capacidad deresistir a la tentacin.

    2. Lo segundo que se debe hacer para mantener lacomunin es confesar constantemente todo pecado. Tanpronto como uno se hace consciente del menor mal en suvida, debera llevarlo al Seor, llamar aquello por su nom-bre, y juzgarlo en Su presencia (1 Co 11:31). Debe haberquebrantamiento en cuanto a esto; una continua disposi-cin a ponerse del lado de Dios contra el pecado y contrael ego.

    3. Luego debera haber una plena entrega de la propia vo-luntad al Seor (Ro 12: 1, 2). Esto comienza como una ex-periencia de crisis, pero prosigue como un hbito constante.Hay fuerza y seguridad en estar rendido a la voluntad de Dios,sea cual fuere. Cuando afirmamos nuestra propia voluntad,nos adentramos en una zona de peligro.

    4. Y desde luego, el creyente ha de leer y obedecer adiario las Escrituras (Sal 119:9, 11). De esta manera queda-mos advertidos contra tropiezos, somos conducidos de unamanera positiva y somos fortalecidos contra las tentacionesque nos sobrevienen. No es suficiente con leer la Palabra oescucharla. Debemos estar listos para hacer todo lo que elSeor nos dice (Stg 1:22). Esta actitud de profundo someti-miento a las Escrituras es indispensable (ls 66:2).

    5. La oracin ha de ser asimismo una fuerza viva y vital,en la vida del creyente (Fil 4:6, 7). Bsicamente, la oracines hablar con Dios. Es tomarle en cada rea de nuestras vi-das, buscar Su conduccin y reconocer Su Seoro. La ora-cin debera incluir el constante clamor: No nos metas ententacin, mas lbranos del mal (Mt 6:13).

  • ... tli' reoa-so a I )ios * 29

    6. Otra influencia santificadora en la vida del cristianoes la asistencia regular a las reuniones de la asamblea lo-cal (He 10:25). La asociacin con otros creyentes resultaen edificacin y fortalecimiento (Pr 27: 17). Asimismo, larememoracin constante del Salvador en la Cena del Seores un poderoso freno al pecado (1 Co 11:23-24).

    7. El creyente debera tambin tratar de mantenerse ocu-pado para el Seor (Ef 5: 15, 16). La tentacin es ms inten-sa en los momentos de ocio, cuando la mente est en estadoneutro y el cuerpo excesivamente adormecido. De modo quehay proteccin en aprovechar bien el tiempo para el Seor,haciendo lo que nuestras manos encuentren para llevar a cabo(Ec9:10).

    8. Tambin es importante que el creyente se ponga en unasituacin en la que tenga que confiar en el Seor. Somos lla-mados a vivir por fe. Pero esto es algo que exige una accindeliberada de nuestra parte. Lo natural es vivir por vista, po-ner a nuestro lado tesoros sobre la tierra, acumular reservas,apoyarnos en seguridades y muletas financieras. Andar por fesignifica que estamos contentos con alimento, vestido y unlugar donde vivir (1 Ti 6:8), y que invirtamos todo lo dems enla obra del Seor, y que confiamos en l para el futuro.

    9. Finalmente, el cristiano que quiere evitar la recada de-bera andar humildemente delante del Seor todos los das desu vida (Is 38:15). No hay una solucin de una vez por todasal problema de vivir una vida cristiana victoriosa. Es un andarconstante en humilde dependencia del Seor (Pr 3:5,6).

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    William MacDonald (07/01/1917 - 25/12/2907) vivi en California - EEUU, dondedesarroll su ministerio. Su nfasis consisti en resaltar en forma clara y objetiva lasenseanzas de la Biblia para la vida cristiana, tanto en sus predicaciones como atravs de los ms de 80 libros que escribi.

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