UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS DE LA...

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UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES MENCIÓN ESTUDIOS CULTURALES ANÁLISIS DE LAS MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS RELIGIOSAS SINCRÉTICAS DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ESTUDIOS DECOLONIALES Valencia, enero de 2018 Autor: Felipe A. Bastidas T. Tutora: Dra. Carmen Morfes

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    UNIVERSIDAD DE CARABOBO

    FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

    DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES

    MENCIN ESTUDIOS CULTURALES

    ANLISIS DE LAS MANIFESTACIONES ARTSTICAS RELIGIOSAS

    SINCRTICAS DESDE LA PERSPECTIVA DE

    LOS ESTUDIOS DECOLONIALES

    Valencia, enero de 2018

    Autor: Felipe A. Bastidas T.

    Tutora: Dra. Carmen Morfes

  • ii

    UNIVERSIDAD DE CARABOBO

    FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

    DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES

    MENCIN ESTUDIOS CULTURALES

    ANLISIS DE LAS MANIFESTACIONES ARTSTICAS RELIGIOSAS

    SINCRTICAS DESDE LA PERSPECTIVA DE

    LOS ESTUDIOS DECOLONIALES

    Valencia, enero de 2018

    Autor: Felipe A. Bastidas T.

    Tutora: Dra. Carmen Morfes

    TRABAJO PRESENTADO

    ANTE LA UNIVERSIDAD

    DE CARABOBO PARA

    OPTAR AL TTULO DE

    DOCTOR EN CIENCIAS

    SOCIALES, MENCIS

    ESTUDIOS CULTURALES

  • iii

  • iv

    A todos mis ancestros

  • vi

    AGRADECIMIENTOS

    Esta tesis doctoral es un discurso micro-social: fue elaborada gracias a la

    concurrencia de esfuerzos y a las ideas de muchas personas. En primer lugar, fue

    posible a las comunidades de Mosquey por su generosidad, entusiasmo y desinters en

    prestar toda la colaboracin posible. De esta comunidad destacan la cooperacin

    invaluable de Belkys Valladares y Porfirio Hernndez quienes no solo fueron

    informantes clave, sino que adems apoyaron y financiaron la investigacin: la primera

    con transporte y el segundo con el prstamo de una cmara porttil. Tambin de esta

    comunidad, fueron valiosos los aportes de Amable Montilla, Luis Graterol y Rubn

    Singer; Gloria Ramrez, prima y amiga, me ayud como informante clave y me

    acompa en mi caza de Las Negreras de Mosquey en 2016.

    Mi casa paterna-materna, ubicada en Mosquey, fue el centro de mi escenario de

    investigacin y mi sitio de inspiracin: mi madre Juana Tern y mis hermanas con sus

    atenciones y oficios permitieron que tuviera oportunidad para concentrarme en la

    lectura, extraccin de informacin de las fuentes documentales y para la redaccin,

    preparndome a punto, los alimentos y otros servicios de calor de hogar. Debo hacer

    mencin especial a mis hermanas Yajaira y Tibisay Bastidas quienes no solo me

    acompaaron en esta aventura, sino que adems fueron transcriptoras de las entrevistas

    y los registros de observacin, y amablemente, fueron informantes clave, apoyo en la

    logstica y el abordaje a la comunidad. As mismo, fue fundamental la participacin de

    Anbal Arteaga quien hizo el registro audiovisual de la investigacin, y me auxili en

    el respaldo de archivos y la gestin tecnolgica de este trabajo, de hecho, se convirti

    en un imprescindible asistente de investigacin.

    Otra persona clave para este trabajo intelectual fue Jess Barreto quien me facilit

    libros y material documental, sin el cual no hubiese culminado con xito esta tarea; su

    escucha intelectual atenta sirvi para cuestionar o afirmar mis ideas. As mismo, la

    tutora Dra. Carmen Morfes contribuy con sus orientaciones, tanto acadmicas como

    personales, a superar los retos impuestos por la burocracia universitaria. El Dr.

    Armando lvarez me orient en este camino irreverente, proveyndome de diversa y

    muy pertinente bibliografa, sin la cual no hubiese sustentado ni apuntalado el trabajo,

    aport ideas y me centr las veces que me dispers desde el punto de vista intelectual.

    Finalmente, agradezco a mi sobrino Carlos Alfonzo Torres y a mis sobrinas

    Jeismar Torres, Sofa Hernndez y Ana Luca Torres, por su paciencia y comprensin

    por el desvo del tiempo y las ocasiones preciadas para compartir con ellos, y que

    fueron sacrificados, para realizar esta tesis.

    A todos ustedes, y muchas otras personas ms, mil gracias.

    Los Guayos, 22 de junio de 2017

  • viii

    INDICE

    pp.

    RESUMEN...... xv

    INTRODUCCIN.......... 1

    INFLEXIN 1. CONTEXTUALIZACIN EPISTMICA DE LA

    SUBVERSIN

    Captulos

    I. La transmodernidad y el pensamiento fronterizo: salidas viables de la

    crisis civilizatoria de la modernidad/posmodernidad......................................

    9

    II. Las vas que condujeron al giro epistmico de los estudios decoloniales

    (o al giro decolonial)

    23

    Tradicin marxista como lugar comn de origen. 23

    Pensamiento crtico o criticismo dialctico 28

    Estudios culturales 32

    Crtica poscolonial/estudios poscoloniales... 38

    Complementariedad entre Teora de la Dependencia y el Anlisis del Sistema-

    Mundo de Inmanuel Wallerstein

    47

    Filosofa de la Liberacin.. 56

    Pensamiento decolonial/Estudios decoloniales 62

    III. Justificacin del giro decolonial en el estudio de las manifestaciones

    artsticas religiosas sincrticas ..

    71

    Crtica de la religin y el arte como reproductores y vehculos de la

    racionalidad moderna ..

    71

    Las manifestaciones artsticas sincrticas religiosas como espacios dinmicos

    de pensamiento fronterizo.

    77

    Importancia del estudio de las manifestaciones artsticas sincrticas religiosas

    desde la perspectiva de los estudios decoloniales.. .

    84

    INFLEXIN 2. FUNDAMENTACIN EPISTMICA DE LA

    SUBVERSIN

    Captulos

    IV. Fundamento epistmico del abordaje de las manifestaciones artsticas

    religiosas sincrticas...

    95

    Colonialidad del poder: La punta del iceberg. 96

    Sistema-mundo moderno en su versin capitalista como herterarqua.. 104

    La diferencia colonial 107

  • ix

    pp.

    Sinergia de la colonialidad del poder y del saber 114

    La decolonialidad del ser: Una tarea an pendiente. 124

    La herida colonial infringida por la diferencia colonial. 133

    Premisa de sustento para el estudio de las manifestaciones artsticas religiosas

    sincrticas como pensamiento fronterizo...

    139

    V. CRITERIOS PARA UNA APROXIMACIN A LAS

    SUBJETIVIDADES DE LAS MANIFESTACIONES ARTSTICAS

    RELIGIOSAS SINCRTICAS DESDE LA PERSPECTIVA

    DECOLONIAL...

    145

    Subjetividades como categora de anlisis congruente con la perspectiva

    decolonial..

    145

    Trascendencia de la centralidad de la razn-lgica cartesiana para el estudio

    de las subjetividades de las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas

    156

    Interculturalidad extendida y el acercamiento a las subjetividades 163

    Definicin de las claves para una aproximacin de la investigacin de las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas

    168

    Lugar de enunciacin y proximidad del investigador en torno a las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas religiosas

    170

    Dimensin histrica de la investigacin bajo perspectiva decolonial. 173

    Recorrido investigativo y no como metodologa predeterminada. 176

    INFLEXIN 3. VALORACIN HEURSTICA DE LA SUBVERSIN

    Captulos

    VI. Matriz cultural de las comunidades campesinas de Los Andes

    venezolanos..

    179

    Lugar de enunciacin y proximidad familiaridad del autor-invetigador 179

    Devenir ancestral y matices de las subjetividades de las comunidades

    campesinas de Los Andes venezolanos..

    184

    Ancestralidad indgena de las comunidades campesinas de Los Andes

    venezolanos...

    184

    Continuidad espiritualidad-religiosidad-arte-salud de los pueblos ancestrales

    de Los Andes venezolanos.....

    190

    De un paralelismo a un sincretismo religioso forzado 194

    Aporte de la ancestralidad afrosubsahariana a las subjetividades de las

    comunidades campesinas de Los Andes venezolanos

    197

    Caracterizacin de la matriz cultural comn de las subjetividades campesinas

    de Los Andes Venezolanos

    200

    Aproximacin a la ontologa del sistema de creencias espirituales/religiosas

    y del pensamiento metafrico de las comunidades campesinas de Los Andes

    venezolanos...

    220

  • x

    pp.

    VII. Dispositivos modernos y reproduccin de la modernidad presentes en

    las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas.

    225

    Perforacin de la diferencia colonial en las manifestaciones artsticas

    religiosas sincrticas: Del cristianismo medieval a la constitucin del sistema

    mundo moderno.

    225

    Uso del calendario cristiano y cofradas: Principales dispositivos modernos de

    control y perforacin de la diferencia colonial sobre las manifestaciones

    artsticas religiosas sincrticas...

    238

    Reproduccin de la dialctica vencedores/vencidos y de la subalternizacin

    de la mujer: Otra forma de reproducir /resistir la diferencia colonial

    247

    Jesucristo como figura central de la subjetividad campesina andina

    venezolana: Triunfo aparente de la imposicin de la modernidad por medio

    del cristianismo.

    254

    La innovacin y la gerencia: herramientas modernas integradas a las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas...

    257

    VIII. Resistencia cultural y subjetividades alternas al proyecto moderno

    presentes en las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas...

    279

    Los ancestros rabes-islmicos de la pennsula ibrica nos comparten su

    humor y alegra mediante las festividades de Los Andes venezolanos.

    279

    La impericia en la evangelizacin de los conquistadores y primeros colonos

    hispanorabes contribuy a la conformacin de una religiosidad alterna.

    290

    Sincretismo artstico-religioso: Una negociacin implcita y

    desproporcionada entre la ancestralidad timoto-cuica y la ancestralidad

    hispanorabe en Los Andes venezolanos..

    293

    La mmesis del damn andino ancestral con sus dioses y la naturaleza se

    representa y expresa en la manifestaciones artsticas religiosas-sincrticas.

    297

    El Nio-Jess deidad impuesta asimilada y reinterpretada por la religiosidad

    alterna andina como representacin de la divinidad y espiritualidad (mundo

    arriba) ...

    300

    Representacin de la organizacin social ancestral de una casta mojnica o

    escuela chamnica en las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas del

    estado Trujillo...

    305

    La teatralidad, la continuidad del espaciotiempo y el don recproco:

    Subjetividades ancestrales andinas expresadas en Las Negreras de Mosquey.

    310

    La organizacin por macro-familias de la manifestacin artstica sincrtica

    religiosa sincrtica: Representacin y prctica ancestral..

    321

    Confluencia de la ancestralidad originaria andina y afrosubsahariana en el

    culto de San Benito, el santo de los pobres ......

    325

    IX. Una exgesis del pensamiento fronterizo de las manifestaciones

    artsticas religiosas sincrticas..

    339

    Ciclo, continuidad, relacionalidad, plasticidad, tctica y trabajo con amor:

    indicios de un pensamiento otro...

    339

  • xi

    pp.

    Ontologa de las subjetividades de las comunidades andinas venezolanas

    subyacente en sus manifestaciones artsticas religiosas sincrticas..

    348

    Improvisacin como creacin artstica: Pensamiento y socioesttica otros.. 356

    Socioesttica otra: Poder agenciante de las subjetividades de las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas

    359

    Las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas como espacio de gnosis

    fronteriza y agente de interculturalidad extendida

    365

    Religiosidad alterna y gnosis fronteriza 373

    Msica, danzas, teatralidad, rituales, ceremonias, creacin de conceptos y

    palabras: Expresiones de una lengua otra.

    379

    CIERRE TEMPORAL DEL TRABAJO INTELECTUAL... 387

    Corolario 387

    Senderos por recorrer (reflexin-accin) . 393

    REFERENCIAS. 395

    APNDICE: Recorrido investigativo de Las Negreras de Mosquey (2015-

    2017) y su aporte a la tesis doctoral.

    407

  • xii

    LISTA DE INFOGRAFAS

    Infografa pp.

    1 Estrategias de autoconstruccin del occidentalismo segn Fernando

    Coronil..

    11

    2 Vertientes antropolgicas del proyecto moderno en la obra de Kant. 14

    3 Dimensiones del pensamiento fronterizo segn Mignolo. 22

    4 Genealoga de los estudios decoloniales... 69

    5 Colonialidad/modernidad como un proceso continuo que trasciende la

    descolonizacin........

    104

    6 Proceso de la colonialidad con sus dispositivos de control y dominio

    (sinergia entre colonialidad del saber y poder) ..

    123

    7 Importancia del estudio de la colonialidad del ser para hallar hitos en

    el pensamiento fronterizo que oriente la

    decolonialidad

    137

    8 Representacin del proceso de la perforacin de la diferencia colonial

    en la manifestaciones artsticas religiosas

    sincrticas..

    140

    9 Premisa para estudiar las manifestaciones artsticas religiosas

    sincrticas como pensamiento fronterizo...

    144

    10 Parcialidades indgenas de Los Andes venezolanos segn Alfredo Jahn 185

    11 Aproximacin al sistema religioso-espiritual ancestral de Los Andes

    venezolanos.......

    193

    12 Sinergia del elemento agua en las creencias religiosas de las

    comunidades campesinas de Los Andes venezolanos

    211

    13 Estructura mgico-religiosa andina (sic.) segn Clarac de

    Briceo..........................................................................................

    212

  • xiii

    pp.

    14 Sistema de creencias espirituales/religiosas de las comunidades

    campesinas andinas de Venezuela, con nfasis en las subjetividades

    boconesas......

    218

    15 Matriz cultural comn de las subjetividades tradicionales de raz

    ancestral de las comunidades campesinas de Los Andes venezolanos

    218

    pp.

    16 Ontologa subyacente en el sistema de creencias religiosas ancestrales

    y tradicionales y del pensamiento metafrico de las comunidades

    campesinas de Los Andes venezolanos..

    222

    17 Organizacin y jerarqua de las sociedades de San Benito en el estado

    Trujillo...........

    244

    18 Similitud entre la organizacin social timoto-cuica y la organizacin

    de la puesta en escena de Las Negreras de

    Mosquey........

    305

    19 Ontologa subyacente en Las Negreras de

    Mosquey........

    352

    20 Sacralizacin del espaciotiempo de los hogares segn el pensamiento

    metafrico de Las Negreras de Mosquey....

    355

    21 Significado de los toques de tambor en las festividades de San Benito

    del estado Trujillo......

    381

  • xiv

    UNIVERSIDAD DE CARABOBO

    FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

    DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES

    MENCIN ESTUDIOS CULTURALES

    ANLISIS DE LAS MANIFESTACIONES ARTSTICAS RELIGIOSAS

    SINCRTICAS DESDE LA PERSPECTIVA DE

    LOS ESTUDIOS DECOLONIALES

    Resumen

    Las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas han sido abordadas por las ciencias

    sociales desde dispositivos modernos que subalternizan sus subjetividades ancestrales

    y tradicionales. En este sentido, la intencionalidad de este trabajo intelectual fue:

    Subvertir el estudio de las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas desde la

    perspectiva de los estudios decoloniales. Se plantea el giro decolonial frente a este

    tema, para lo cual se construy una premisa con sustento epistmico del pensamiento

    fronterizo que, junto a los criterios de anlisis para el estudio de subjetividades y el

    paradigma indgena y la ciencia nativa, constituyeron las claves interpretativas. Se

    seleccionaron las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas ms prximas al

    investigador, para valorar la potencia heurstica de la premisa mediante investigacin.

    Se hall que las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas reproducen patrones

    modernos dentro de la diferencia colonial, contienen elementos de resistencia cultural

    y subjetividades alternas, siendo la ms significativa la lgica del don recproco. Se

    constat que son un espacio vivo de pensamiento fronterizo: pensamiento otro con

    metfora del ciclo, ontologa ancestral, salud como buen-vivir; gnosis fronteriza

    practicada desde una religiosidad alterna; una lengua otra expresada en msica,

    rituales, ceremonias y definiciones distintas al esquema categorial moderno;

    socioesttica otra distinta a la dicotoma artista/espectador de la modernidad. Se cerr

    con un recorrido investigativo como reconstruccin y no como metodologa

    predefinida que arroj la revisin documental, las entrevistas y la observacin como

    las principales tcnicas para la obtencin de la informacin; y la espontaneidad de

    colaboradores que trascendieron la dicotoma investigador/investigado.

    Palabras clave: Estudios decoloniales, pensamiento fronterizo, subjetividades,

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas, don recproco, ontologa andina.

    Autor: Felipe A. Bastidas T

    Tutora: Dra. Carmen Morfes

    Ao: 2018

  • 1

    INTRODUCCIN

    Las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas han sido objeto de estudio

    comn para las investigaciones acadmicas. No obstante, la mayora de los estudios

    son registros anecdticos o investigaciones descriptivas que no profundizan en su

    ontologa ni epistemologa. Lo anterior no es un hecho fortuito, corresponde a una

    consecuencia de la colonizacin de las ciencias sociales entrampadas dentro de la

    colonialidad/modernidad, que han subalternizado, exotizado y preterizado las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas, vacindolas de contenido e

    invisibilizando su potencial epistmico como saber o pensamiento fronterizo, ste

    concepto tomado de Mignolo (2007a).

    En respuesta a los planteamientos anteriores, esta tesis doctoral, tuvo como

    intencionalidad central: Subvertir el estudio de las manifestaciones artsticas

    religiosas sincrticas desde la perspectiva de los estudios decoloniales. En otras

    palabras, este trabajo intelectual parti y se fundament en los estudios decoloniales,

    al tiempo, que gener categoras de anlisis y trazos investigativos como aportes a la

    sistematicidad de este modelo epistmico en franca expansin y teorizacin. Esta tesis

    doctoral se realiz a partir de la revisin documental, la teorizacin, la crtica-reflexin,

    la vivencia personal y la investigacin.

    Parte del discurso aqu presentado es el resultado de los seminarios cursados en

    el Doctorado de Ciencias Sociales, mencin Estudios Culturales de la Universidad de

    Carabobo, se sustenta con gran cantidad de citas por la novedad y carcter irreverente

    de la propuesta. En este sentido, la organizacin de este documento expresa el

    exhaustivo proceso de indagacin, que fue incorporando y re-acomodndose con los

    aportes de revisores, arqueo bibliogrfico y otras sugerencias de colegas

    investigadores. Por la extensin de este proceso, se constituye el informe en tres

    inflexiones dentro de las cuales se integran los diferentes captulos.

    En la Inflexin 1: Contextualizacin epistmica de la subversin contiene una

    aproximacin a los estudios decoloniales, como modelo epistmico en construccin,

  • 2

    que pretende no solo criticar la modernidad, sino ir ms all de la misma. Muchos de

    sus tericos pioneros y otros intelectuales han hecho relevantes aportes, no

    concordantes del todo, por eso, fue necesario sistematizar, como ejercicio del tesista,

    sus orgenes y principales ideas-fuerza; pero tambin, dicho ejercicio, sirve para dar a

    conocer al lector esta perspectiva retadora y que pretende trascender la lgica moderna.

    Se presenta el Captulo I: La transmodernidad y el pensamiento fronterizo:

    salidas viables de la crisis civilizatoria de la modernidad/posmodernidad, cuya

    intencionalidad fue: Reconocer la transmodernidad y el pensamiento fronterizo

    como salidas viables a la crisis civilizatoria de la modernidad/posmodernidad. A

    tal efecto, se explica la crisis civilizatoria occidental y las principales ideas-fuerza de

    la modernidad; para luego exponer cmo la posmodernidad no es la salida a dicha

    crisis; en contraste, se detalla la transmodernidad y el pensamiento fronterizo como

    salidas viables a la modernidad y su crisis civilizatoria. Se contextualiza la

    investigacin al tiempo que se definen conceptos claves como modernidad,

    posmodernidad, transmodernidad, pensamiento fronterizo y giro decolonial.

    Luego, en el Captulo II: Las vas que condujeron al giro epistmico de los

    estudios decoloniales (o al giro decolonial) se dio lugar a la intencionalidad de:

    Trazar una genealoga de los estudios decoloniales a partir de las condiciones

    socio-epistmicas que favorecieron su surgimiento; por ende, se presenta una breve

    genealoga de los estudios decoloniales como derivacin y sintagma de corrientes y

    modelos tericos; se especifica el aporte de cada uno de ellos, se refuerzan los

    conceptos tratados y se va introduciendo algunos nuevos, as como premisas centrales

    de dicha perspectiva epistmica.

    Seguidamente en el Captulo III: Justificacin del giro decolonial en el estudio

    de las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas, que respondi a la

    intencionalidad de: Plantear el giro decolonial en el estudio de las manifestaciones

    artsticas religiosas sincrticas como alternativa frente a la perspectiva tradicional

    sustentada en la racionalidad moderna; vali para fundamentar el giro decolonial

    en las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas, partiendo de la concepcin

  • 3

    moderna del arte y la religin; as mismo, responde cmo se puede subvertir esta visin

    tradicional mediante los estudios decoloniales, integra la propuesta del concepto

    socioesttica otra (Prez et. al, 2011) y del sincretismo-paralelismo religioso como

    niveles de anlisis. Tambin se justifica por qu se escogi la designacin de

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas.

    En la Inflexin 2 Fundamento epistmico de la subversin, se sustenta el giro

    decolonial de las manifestaciones artsticas sincrticas religiosas, es decir, se presentan,

    sistematizan y proponen las ideas-fuerza que respaldan esta resignificacin de las

    festividades, alterna a la perforacin de la diferencia colonial propia de la modernidad.

    As se cumpli en el Captulo IV, la intencionalidad: Fundamentar epistmicamente

    el andamiaje de la premisa del giro decolonial para el estudio de las

    manifestaciones artsticas sincrticas religiosas como pensamiento fronterizo;

    donde se definen, argumentan y relacionan los principios, conceptos y categoras de

    anlisis, como paso previo y necesario para la construccin de la premisa del giro

    decolonial para el estudio de las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas que se

    presenta en este captulo.

    Como un paso adelante para aplicar esta premisa fue necesario: Redefinir

    criterios de anlisis que posibiliten una aproximacin a las subjetividades de las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas desde la perspectiva decolonial,

    intencionalidad que dio lugar al Captulo V, donde se hace una aproximacin al estudio

    de las subjetividades, las categoras de anlisis del paradigma indgena y la ciencia

    nativa, sistematizada por Arvalo (2013), ms otros aportes del autor-investigador, que

    son orientadores de las investigaciones a partir desde la perspectiva decolonial de las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas de forma alterna a la lgica moderna.

    De este modo, se procedi a la Inflexin 3: Valoracin heurstica de la

    subversin, donde se aplica la premisa del giro decolonial para el estudio de las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas con los criterios redefinidos, es decir,

    se procede al proceso de investigacin que visibilice su poder heurstico. Para ello fue

    necesario identificar las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas ms

  • 4

    familiares-prximas al tesista, a fin de valorar, si efectivamente, estas contienen

    subjetividades alternas al proyecto moderno.

    En consecuencia, en el Captulo VI: Matriz cultural de las comunidades

    campesinas de Los Andes venezolanos fue efectiva la intencionalidad de

    Recomponer una matriz cultural de las comunidades campesinas andinas

    venezolanas como instrumento de pesquisa y re-interpretacin de las

    subjetividades alternas subyacentes en las manifestaciones artsticas religiosas

    sincrticas ms familiares/prximas al devenir personal del autor-investigador.

    Para ello se hizo una exhaustiva revisin documental de las tradiciones, mitos y

    leyendas de las comunidades campesinas andinas de Venezuela, para poder emerger, a

    partir de ella, la matriz cultural comn que se expresa en sus distintas subjetividades.

    En el Captulo VII: Dispositivos modernos y reproduccin de la modernidad

    presentes en las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas, sirvi para dar

    respuesta a la intencionalidad: Criticar los patrones reproductivos de la

    modernidad presentes en las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas de las

    comunidades campesinas andinas de Venezuela desde la perspectiva de los

    estudios decoloniales. Aqu se describe cmo ha operado la diferencia colonial para

    perforar las manifestaciones desde la matriz de poder colonial hasta la actualidad.

    Tambin se exponen cmo algunas herramientas gerenciales, consideradas modernas,

    se han integrado a la organizacin y puesta en escena de las manifestaciones.

    Posteriormente en el Captulo VIII: Resistencia cultural y subjetividades

    alternas al proyecto moderno presentes en las manifestaciones artsticas religiosas

    sincrticas, se cubri el propsito de Develar los patrones de resistencia cultural y

    subjetividades alternas al proyecto moderno presentes en las manifestaciones

    artsticas religiosas sincrticas campesinas de Los Andes venezolanos. En este caso,

    se evidenci cmo las festividades de dichas comunidades son el resultado de la

    resistencia cultural rabe-islmica ibrica, timoto-cuica, afrosubsahariana y la misma

    tradicionalidad campesina andina resultante de la sntesis de las anteriores.

  • 5

    Seguidamente, en el Captulo IX: Una exgesis del pensamiento fronterizo de

    las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas, logr la finalidad de: Juzgar las

    manifestaciones artsticas religiosas sincrticas de las comunidades campesinas de

    Los Andes venezolanos de acuerdo a las categoras del pensamiento fronterizo.

    Aqu se interpretan las manifestaciones artsticas sincrticas religiosas sincrticas como

    pensamiento otro, gnosis fronteriza, lengua otra y socioesttica otra; las cuales

    expresan las subjetividades de las comunidades rurales andinas de Venezuela, y con

    ello, se valora efectivamente la potencialidad heurstica de la premisa del giro

    decolonial de las manifestaciones artsticas religiosas sincrticas.

    Se arrib al Cierre temporal del trabajo intelectual, donde se presenta el

    corolario contentivo de los principales hallazgos y aportes de esta tesis doctoral. Luego,

    el sendero por recorrer, como proceso iniciado e inacabado, como compromiso

    adquirido con los estudios decoloniales y con la comunidad que de forma viva provey

    informacin para culminar con esta subversiva propuesta. Se cierra con la exposicin

    de un apndice con el recorrido investigativo, es decir, como un recuento y

    reconstruccin de los procedimientos y tcnicas usadas como retrospectiva: se

    muestran las acciones que se aplicaron segn lo que iba emergiendo durante la

    investigacin y todo el trabajo intelectual.

  • 7

    INFLEXIN 1:

    CONTEXTUALIZACIN EPISTMICA DE LA SUBVERSIN

  • 9

    CAPTULO I

    LA TRANSMODERNIDAD Y EL PENSAMIENTO FRONTERIZO:

    SALIDAS VIABLES DE LA CRISIS CIVILIZATORIA DE LA

    MODERNIDAD/POSMODERNIDAD

    En este captulo se expone la crisis civilizatoria de la modernidad y las respuestas

    que ha tenido como son la crtica posmoderna y la transmodernidad. Esta ltima de

    origen latinoamericano propuesta inicialmente por Dussel, por ende, se conecta con y

    sirve de fundamento epistmico a los estudios decoloniales.

    Antes de profundizar en lo que es crisis civilizatoria, es preciso revisar el

    concepto de civilizacin, el cual tradicionalmente designa la complejizacin de las

    sociedades cuyas relaciones no se basan en el parentesco, se cimientan en la

    sedentarizacin y la institucionalizacin; es decir, es un concepto que se le atribuye a

    las sociedades sedentarias y complejas. El concepto de civilizacin involucra

    cultura, idioma, cosmovisin, trayectoria histrica, modos de vida y epistemes propias

    que la soportan, es decir, comprende las formas de ser-conocer-vivir-hacer en el

    mundo. Se habla entonces de la civilizacin egipcia, la mesopotmica, la incaica, la

    maya, la persa, por mencionar las ms conocidas. Desde el marco categorial de los

    estudios decoloniales se prefiere hablar de subjetividades en lugar de civilizacin,

    como su contrapartida conceptual no hegemnica.

    La civilizacin occidental es una de las que ha permanecido ms en el tiempo,

    fundamentada en la tradicin judeocristiana con una cosmovisin propia y una posicin

    eurocntrica. Sin embargo, esta designacin de civilizacin a la cultura occidental

    apenas puede establecerse en la actualidad para hacer referencia a un proceso de ms

    de 2.500 aos, porque se ha advertido que como civilizacin est en crisis; es decir, o

    se redimensiona y pasa a otro estadio de maduracin, o bien da paso para constituir

    otra civilizacin sobre sus bases, o finalmente perece y desaparece como se ha

    registrado con otras civilizaciones.

  • 10

    Para Dussel (2000) este enfoque no es ms que un mito ideolgico que esconde

    la colonialidad como cara oculta de la modernidad; para este autor la Grecia Clsica

    fue tributaria de otras civilizaciones incluyendo el mundo rabe gracias a la

    diseminacin de la cultura helnica por Alejandro Magno, Europa occidental no es

    entonces la nica heredera de la cultura helnica.

    De cualquier modo, los indicios que se pueden mencionar de la gnesis de la

    cultura occidental estn en la Grecia Clsica de cuyo pensamiento hered sus

    principales ideas-fuerza civilizatorias, siendo la concepcin del Uno la ms importante.

    Dentro del pensamiento griego antiguo est la visin de Parmnides del ser, como un

    ente eterno, inmutable, pensante, perfecto, del cual se derivaban y nacan todas las

    cosas, el universo y los seres; y a l todos en algn momento iban a confluir. Esta tesis

    de Parmnides permiti: (a) el desarrollo del pensamiento sobre categoras como

    verdad, eternidad, perfeccin, racionalidad y belleza caractersticas del Uno-pensante

    y (b) posteriores ejes de discusin y debate de la reflexin filosfica de la antigua

    Grecia.

    Al Uno-pensante de Parmnides, Platn le da la solucin dicotmica del mundo

    de las ideas (inmutable, perfecto, eterno, ordenado y racional) en contraposicin al

    mundo sensible (mutable, diverso, catico, perecedero), que es el mundo donde

    vivimos y el cual no es verdico a diferencia del mundo de las ideas, verdadero, nico,

    uniabarcante y perfecto.

    El aporte a la civilizacin occidental es que ese Uno-pensante parmnico -o bien

    el mundo de las ideas platnico- es accesible al conocimiento humano, y no slo eso,

    es deber del humano acceder, conocer e imbricarse a ese Uno-pensante. Aristteles

    propone establecer categoras para aproximarse o aprehender el ente, que segn este

    filsofo nunca se manifiesta del todo. Se inaugura as la concepcin

    ontolgica/epistemolgica que el ser humano es capaz y debe- aprehender el Uno-

    pensante manifestado en el mundo, el universo

    Con las conquistas de Alejandro Magno se expanden los principios del

    pensamiento griego y su lgica fundamentada en el Uno-pensante. La cultura helnica

  • 11

    posteriormente fue absorbida por la cultura romana quien a su vez la expandi a sus

    provincias conquistadas. La concepcin del Uno-pensante griego encontr

    complementariedad con el Dios nico judo, creencia religiosa de una provincia

    romana y de la posterior religin cristiana.

    El Uno-pensante de Parmnides hizo simbiosis con el Dios-Uno judeocristiano,

    tesis que fue elaborada por San Agustn. El Uno-Pensante parmnico se expres en el

    Uno-Dios cristiano o teolgico, y sirvi de sustento a la cultura europea durante la edad

    media. A partir del Renacimiento la civilizacin occidental adquiere una nueva

    vitalidad con la revisin del pensamiento griego antiguo y se fortalecieron sus bases.

    Los conceptos de verdad, belleza, perfeccin y el deber y la capacidad del ser humano

    de alcanzarlas permanecan en el tiempo. Segn Dussel (2000) la modernidad es un

    proceso de construccin que se gener a partir de 1492 como fecha metafrica y los

    procesos de colonizacin de la hoy llamada Amrica, frica y luego Asia fueron

    determinantes para la construccin de la autoimagen de Europa (occidente) por un

    proceso de contraste con el Otro (Oriente, comunidades no-occidentales) donde se

    construy el s Mismo.

    Infografa 1. Estrategias de autoconstruccin del occidentalismo segn Fernando Coronil. (Bastidas

    2017). Elaboracin propia a partir de la sistematizacin de Mignolo c.p. Lepe (2008).

    En este sentido, la modernidad es el producto de la construccin eurocntrica, es

    un proceso an vigente. Es un proyecto inacabado y contradictorio desde el cual se

  • 12

    configur el imperialismo o la expansin occidental, que en realidad esconde la

    colonialidad y el imperialismo. Dado que es un proceso inacabado, la reconstruccin

    de la modernidad solo se puede comprender hoy despus de cinco siglos de

    maduracin, por ende, conceptuarlo o definirlo es una tarea compleja y temeraria. Por

    tal motivo, tan solo se puede hacer un ejercicio de aproximacin de sus principales

    premisas, las cuales se exponen de forma sucinta a continuacin:

    1. La fe en la razn como fuente conocimiento el cual se deriva el conocimiento

    cientfico y la tecnologa como medios de progreso sustentado en una historia natural

    (evolucionista y lineal).

    2. La ciencia y tecnologa como conocimientos certeros para controlar,

    intervenir y transformar el mundo y el universo vistos desde una perspectiva

    mecanicistalineal. En este orden incluye lo ntico/ontolgico, al Otro y lo otro.

    3. Los grandes relatos discursivos ideolgicos basados en la idea del progreso

    soportada en la razn cientficatecnolgica.

    4. El universalismo y la homogeneidad presentes en sus instituciones

    racionales, planificadas, normadas y disciplinadas como antpodas de lo caolgico, lo

    incierto, lo intil y lo disperso; siendo el Estadonacional el principal instrumento y

    dispositivo para la normalizacin, la estandarizacin y la planificacin de la vida

    humana en todos sus aspectos.

    Se denota entonces que existe una idea-fuerza en el discurso moderno que no es

    ms que el Uno-racional que encuentra vestigios y soportes arqueolgicos en el Uno-

    pensante parmnico (griegoclsico) y el Uno-Dios de la tradicin judeocristiana. El

    Uno-racional moderno puede ser entendido como tributario depurado del Uno-pensante

    parmnico y del Uno-Dios judeocristiano. Este anlisis puede resultar fcil si se

    vislumbra desde la perspectiva actual en las coordenadas de la crtica posmoderna, pero

    profundizar en el discurso moderno y su idea-fuerza del Uno-racional como mito

    ideolgico puede develar nuevas pistas para su estudio.

    Surge as la visin antropocntrica que aparta al Uno-Dios y va dando paso al

    Uno-racional. Para MaldonadoTorres (2007) el Uno-racional se puede entender

  • 13

    tambin como el universalismo abstracto. Este Uno-racional se fundamenta en la

    tradicin copernicana-newtoniana-cartesiana de que el universo es mecnico, racional,

    lineal, perfecto, y, por ende, abarcable, cognoscible, aprehensible, y an ms

    controlable e intervenible a voluntad mediante la develacin de su lgica lineal causa-

    efecto; ahora permisible, posible y probable al desaparecer el veto, el misterio, el poder

    del Uno-Dios.

    Paralelamente, las europas, armadas y seguras de su capacidad de sujetar el Uno-

    racional se expande al resto del mundo exportando, difundiendo, implantando y

    aplicando su lgica del universalismo abstracto, soportado en la ciencia concebida en

    los fundamentos del empirismo ingls y del racionalismo, para mucho ms adelante

    dar como resultado el positivismo. Sin embargo, Dussel (2000) ubica el ego conquirio

    que sera correspondiente al Dios-Uno cristiano como precedente y constitutivo del

    Uno-racional (universalismo abstracto) el cual se construy a partir de la conquista

    de Amrica y no antes (por eso se habla de europa porque Europa como imaginario

    se constituy en alteridad con los pueblos y sociedades que iban conquistando) (Cfr.

    Said 1979).

    Previo al surgimiento del positivismo en el siglo XIX, en el siglo XVIII, Kant

    (1997, orig. 1781) desarrolla la filosofa que fortalece al Uno-racional (universalismo

    abstracto) estableciendo la universalidad del conocimiento aplicable a todos los

    mbitos de la vida humana. A este filsofo tambin se le debe la elaboracin de esta

    diferenciacin de la sociedad moderna estructurada en disciplinas y reas

    antropolgicas en el s. XVIII en sus tres obras emblemticas: Crtica de la Razn Pura

    (1781), Crtica de la Razn Prctica (1788), Crtica del Juicio (1790).

    En la primera se establece la secuencialidad causaefecto para observar, analizar

    y transformar el mundo natural y social, con soporte en el pensamiento cientfico-

    racional, en la segunda se subrayaba la racionalizacin de la moral universalista que

    apuntaba hacia la sociedad humana modeloestndar, cimiento para el derecho positivo

    y la universalidad/individualidad de los derechos humanos. Finalmente, en el juicio de

    la esttica se argumenta el modo racional moderno de abordar el arte, tambin con

  • 14

    ribetes universalistas-estandarizados. Lo destacable de los tres discursos kantianos es

    la organizacin de las tres vertientes antropolgicas del proyecto moderno entre la

    ciencia (filosofa, investigacin, tecnologa, tcnica), la moral (derecho y tica) y la

    esttica (manifestaciones artsticas).

    La elaboracin sistematizadora de la modernidad a cargo de Kant, surgi casi tres

    siglos despus de 1492, por esto, resulta contradictorio pensar que la intencin del

    conquistador europeo fue la ilustracin de los pueblos, o que vino ya con un

    pensamiento moderno elaborado, al contrario, la modernidad se construy a partir de

    la imposicin de la cultura de las metrpolis a la colonia, y su carcter fue eurocntrico

    en un principio y eurocentrado despus. Porque el imaginario de Europa como centro

    del mundo se construy en el siglo XVIII, no antes.

    Infografa 2. Vertientes antropolgicas del proyecto moderno en la obra de Kant. Bastidas (2017).

    Elaboracin propia.

    En este punto cabe destacar que la filosofa kantiana sent las bases para la

    construccin del Estado moderno como racionalizacin de la ciencia (polticas

    pblicas), de la moral (derecho positivo) y de la esttica (procesos legitimadores y

  • 15

    expresin de subjetividades). Dentro de esta concepcin tanto la ciencia, el arte y la

    moral son esferas autnomas desde las cuales debe construirse el tejido social en sus

    dimensiones polticas y econmicas. Hoy en da es universalmente aceptado que

    cualquier producto debe cumplir con los criterios de racionalidad cientfica,

    universalidad moralista y esttica segn los criterios sealados por Kant dentro de la

    lgica del proyecto moderno.

    En este contexto, surge y se fortalece la modernidad, con sus categoras de

    verdad, y sus aplicaciones del universalismo abstracto: la verdad nica, el nico modo

    de conocer que es la ciencia, la nica forma de gobernar racionalmente a travs del

    Estado, la historia como un continuo lineal y en el cual todas las sociedades van a

    converger, la racionalizacin de los valores y creencias judeocristianas: la felicidad, la

    hermandad, la igualdad que maduran y se expresan mediante el pensamiento liberal

    (Lanz 1991).

    La civilizacin occidental en su redimensin histrica a partir del iluminismo

    integr dentro de sus principios la lgica disciplinaria, es decir, se soporta en la ciencia

    como nica va de conocer y fuente de verdad y certidumbre, aprehende el Uno-

    universal por medio de diversas disciplinas y reas para intervenir y controlar la

    realidad objetiva por ella sentenciada y construida. El ser humano con el arma del

    mtodo cientfico-positivista basado en la causalidad lineal, disecciona la realidad a

    partir de la lgica disciplinaria. Estas son las bases del proyecto moderno.

    Esta lgica tiene su antecedente en Descartes (2004, orig. 1637) para quien la res

    cogitans no solo est separada de la res extensa, sino que la divide para su anlisis,

    busca en ella las categoras universales escondidas en la contingencia, para as

    establecer las leyes cientficas y tener el dominio del universo, del mundo. Con este

    dominio el ser humano es capaz de controlar y acelerar la historia lineal que conlleva

    a la eterna felicidad, hermandad y paz. Con ello, la felicidad y el futuro dejaron de ser

    inciertos y pasaron a ser certeros, probables y posibles.

    La ciencia es una herramienta para acceder a la felicidad puesta en el futuro,

    estudiando la realidad-una, analizndola racionalmente emergen sus leyes universales,

  • 16

    sta se despliega graciosamente y el ser humano ataviado de conocimiento cientfico-

    tecnolgico es capaz de abrir la brecha de su feliz futuro, aparece as el progreso como

    hijo del iluminismo: la historia es lineal y hacia ella converge inevitablemente el

    perfeccionamiento humano, de cada ser humano y de toda la humanidad. El Uno-

    pensante parmnico se revisti de nuevas alegoras, el ser humano es capaz de acceder

    al progreso con sus propios medios y voluntad, ya no busca al Uno-Dios sino a ese

    Uno-racional donde todos confluyen y que representa e integra a todos, la perfeccin

    es posible y alcanzable mediante el conocimiento del Uno-racional cimentado en el

    mtodo cientfico-positivista (universalismo abstracto)1.

    As se refund de nuevo el sueo helnico antiguo y judeocristiano de igualdad

    y felicidad, encapsuladas en el ideal de progreso liberal y la concepcin de la historia

    evolucionista conductora inexorable de la felicidad y perfeccin plena (plasmado en

    los ideales de la Revolucin Francesa y la Independencia de Estados Unidos), pero

    ahora ms cierta en el Uno-racional gravitada en la ciencia y no tan escurridiza, lejana

    y abstracta como la planteada por el Uno-Dios de la tradicin judeocristiana.

    En el siglo XIX surge la frustracin de verse cristalizados fielmente todos los

    postulados de la Revolucin Francesa ms la brutalidad de las primeras etapas del

    capitalismo industrial del siglo XIX, el socialismo surge entonces como la continuidad

    de la ideologa liberal que pretende conseguir los ideales de igualdad, fraternidad,

    felicidad, progreso y bienestar eternos y perfectos (Wallerstein 2006), cuya base se

    remontan a la Grecia Antigua y a la tradicin judeocristiana, por medio de una nueva

    1 En este contexto, cabe destacar que Del Bfalo (2011) realiza una genealoga de la crisis del

    socialismo y plantea que los ideales liberales tienen su origen remoto en las sociedades que comenzaron

    a establecer transacciones mercantiles de paridad en las antiguas civilizaciones a partir del comercio;

    estas prcticas fueron integradas al imperio helnico y luego al imperio romano, se siguieron practicando

    solapadamente en la edad media para volver a repuntar a partir del renacimiento y verse representadas y

    sistematizadas por el pensamiento iluminista-liberal. Este autor estima que el Uno-cristiano mut hacia

    el Uno-racional expresado en la constitucin del Estado moderno y su versin liberal-burgus.

    Aqu cabe apuntar que Wallerstein (2006) precisa que el capitalismo se forj posterior al

    renacimiento cuando se instaur la idea-fuerza de la acumulacin incesante de capital; entonces

    generacin de capital per se no es capitalismo, este aparece cuando se instala la acumulacin constante

    de capital.

    Lo importante de todo esto es que la igualdad de los seres humanos del pensamiento liberal es

    expresin de la tradicin de la paridad de las transacciones mercantiles.

  • 17

    solucin ideolgica que utiliza los mismos instrumentos que son la ciencia positivista

    con su lgica disciplinaria y el Estado moderno burocrtico (Lanz 1991; Del Bfalo

    2011).

    Pero los horrores de la Primera y Segunda Guerra Mundial, la constitucin del

    sistema-mundo-moderno sostenido por el positivismo en su vertiente liberal advirtieron

    que las promesas de la igualdad universal y la felicidad -aseguradas por el ideal y

    direccin del progreso-, no se cristalizaron ante un mundo desigual con avance

    cientfico-tecnolgico pero capaz de autodestruirse con el uso de armas nucleares, o

    por efectos de la contaminacin industrial o por el agotamiento de sus recursos

    naturales, o bien por la combinacin de esos factores o de todos en conjunto.

    Entra as en crisis la civilizacin occidental al ponerse en duda su Uno-

    racional o universalismo abstracto, en sus vertientes ms significativas y elaboradas:

    las ideas-fuerza de verdad, progreso, razn, historia, ciencia y sujeto. Desde finales de

    siglo XIX se vena advirtiendo la contradiccin y debilidad de los soportes de la

    civilizacin occidental por medio de Nietzche (2011., orig.1887); las crticas continan

    durante el siglo XX a travs de la tradicin crtica -con Hockeimer y Adorno a la

    cabeza-, para llegar luego a finales de siglo a la declaracin de la muerte de la historia,

    del sujeto, de los grandes relatos ideolgicos sustentados en la episteme de la ciencia

    positiva.

    Un golpe duro al Uno-racional lo dieron a principio del siglo XX los postulados

    de la fsica cuntica que abrieron la visin de un universo indeterminado, diverso,

    catico, inaprehensible e inabarcable (Briggs y Peat 1996; 2001). Kunh (2004,

    orig.1971) abre la visin que la historia de la ciencia est mediatizada y constituida por

    consensos y acuerdos donde el poder no est exento, es una historia discontinua y que

    se da en una dialctica orden/caos (Follari 2007).

    Las crticas sobrevinieron despus al realismo ingenuo y a la pretensin del

    positivismo lgico de que el lenguaje representaba fielmente la realidad

    (Wittgenstein), las dudas sobre esta episteme tan estructurada y exacta se debilitaron

    ms con el deconstruccionismo de Derrida (2008) y el ataque de Foucault (1999) acerca

  • 18

    de que los saberes no son ms que expresiones y reflectores del poder. El conocimiento

    se vislumbra ahora como algo metafrico (Hurtado 2010), depende de quien se dispone

    a observar, pero resulta a su vez que el observador no responde tanto como sujeto

    individual, sino como expresin de un contexto socio-histrico con condiciones

    materiales y culturales determinadas que lo impulsan y lo conducen a manifestar y

    construir epistemes; el problema es que estas epistemes no son neutras, sino que

    corresponden a factores de poder (Follari 2007).

    Lyotard (1991) plantea el derrumbe de los grandes relatos y de las ideologas,

    fenecen la historia (lineal-teleolgica), el sujeto, el progreso y toda idea y tentativa de

    proyectar el futuro. Lypovetsky (1994) admite que la era posmoderna lejos de

    convertirse en una era distinta a la moderna (tradicin iluminista) no es ms que una

    profundizacin del individualismo y la igualdad propias del pensamiento ilustrado y

    liberal, que se expresa por la mercadotecnia psi, hecha a la medida de la persona: cada

    quien asume su libertad individual dando rienda suelta a los apetitos, al narcisismo y al

    hedonismo.

    La sociedad industrial mut hacia la sociedad de las tecnologas de la

    informacin donde predominan los servicios dirigidos a satisfacer las demandas

    individuales a la carta. Muerte una vez ms para el sujeto racional y social, desaparece

    la idea de futuro y se desdibuja la necesidad del progreso, se vive el presente

    exprimiendo al mximo el relax, la apetencia personal y el hedonismo, el ser humano

    se empaqueta en una cpsula al vaco, no vale la pena luchar por proyecto poltico ni

    social alguno.

    Ces la aventura ideolgica y la bsqueda de la perfeccin hacia el Uno-racional

    fuera de la persona, todo parece haber quedado encapsulado al vaco en el

    individualismo psi: Se busca la perfeccin temporal e ntima. El Estado moderno

    racional se desdibuja a partir por lo apuntado por Foucault (1999) y posteriormente por

    los hermeneutas posmodernistas porque el poder ya no es algo objetivo-institucional

    sino una red continua que se expresa en las epistemes, los discursos y las prcticas

    sociales. La idea de progreso no tiene cabida, surge el escepticismo y la incredulidad

  • 19

    ante cualquier proyecto futurista o metarrelato, esa es la caracterstica de la era

    posmoderna.

    En conclusin, la posmodernidad no es la salida a la modernidad ni a la crisis

    civilizatoria que equivale a la destruccin inminente del planeta por el modelo lgico-

    positivista y de la acumulacin incesante del capital, idea-fuerza del liberal-capitalismo

    (Wallerstein 2006) que ha llevado al agotamiento de los recursos naturales. Ha surgido

    de este modo un concepto de transmodernidad que busca un giro epistmico que

    comience a salirse de los dispositivos modernos.

    Segn Grosfoguel (2007: 74): La perspectiva transmoderna no es equivalente a

    la crtica posmodernista. La posmodernidad es una crtica eurocntrica al

    eurocentrismo. Reproduce todos los problemas de la colonialidad/modernidad. En

    este sentido, transmodernidad significa ir ms all de la modernidad, incluida la

    posmodernidad que no es ms que extremar los valores e ideas-fuerza de la modernidad

    a un nivel superlativo. De acuerdo con Bautista (2014: 71): La idea de

    transmodernidad tiende explcitamente hacia un proyecto de vida distinto (no

    meramente diferente) de la modernidad.

    La transmodernidad busca una ruptura epistmica con la modernidad, justo de

    las epistemes que ellas siempre ha invisibilzado, obliterado y excluido (Bautista 2014).

    La trasmodernidad se ha de basar y partir desde las formas de producir conocimientos

    que la modernidad ha omitido, por ende, debe recibir una respuesta de la diversidad y

    la diferencia, o ms bien desde la distincin, en contraposicin al Uno-racional

    homogeneizante moderno. Para Grosfoguel (2007: 73): Dussel argumenta por una

    multiplicidad de propuestas crticas descolonizadoras contra la modernidad

    eurocentrada, y ms all de ella, desde las localizaciones culturales y epistmicas

    diversas de los pueblos colonizados del mundo.

    La transmodernidad es buscar y configurar un proyecto distinto y alterno a la

    modernidad. Para ello es necesario escrudiar en saberes ancestrales, los omitidos, las

    subjetividades ocultas que la implantacin del proyecto moderno obliter. La

  • 20

    modernizacin parte de la misma modernidad y sera darle continuidad a la

    colonialidad.

    Para Maldonado-Torres (2007: 156) un primer paso a la transmodernidad es

    trascender la ego-poltica y la individualidad extrema de la

    modernidad/posmodernidad, por ello es necesario: restaurar el mundo paradjico del

    dar y recibir, a travs de una poltica de la receptividad generosa. Para este autor la

    colonialidad/modernidad se sostuvo y desarroll en la anti-tica de la guerra donde el

    individuo se impuso como ego-poltica (res cogitans/ res extensa), es necesario

    adquirir y acumular capital de forma incesante, se pide, pero es poco lo que se da en la

    lgica de la modernidad, por eso:

    Trans-modernidad, que ataca como irracional a la violencia de la

    Modernidad, en la afirmacin de la razn del Otro), ser necesario negar

    la negacin del mito de la Modernidad, que es el que haca invisible la

    barbarie moderna, permitiendo aparecer a la modernidad como civilizada,

    buena, universal, racional, superior y verdadera (Bautista 2014: 55).

    El inicio para ir hacia la transmodernidad es el reconocimiento del Otro, basado

    en lo que Dussel (2011) ha denominado como analctica, no solo es reconocerlo o

    tolerarlo, es dar y recibir construir en funcin del Otro y superar la barrera del Otro

    como diferente, sino ms bien como distinto. Para Bautista (Ob. Cit.) las ideas-fuerza

    de la transmodernidad pudieran girar en torno:

    1. La razn del Otro, la razn de la alteridad, o de la exterioridad, no se poda

    expresar en el lenguaje de la razn moderna, sino en otra idea de racionalidad (p. 56).

    2. Se trata de un proyecto mundial de liberacin [] es una co-realizacin que

    hemos llamado analctica (o analgica, sincrtica, hbrida o mestiza) (Ibid.).

    3. No puede ser premoderno como afirmacin folclrica del pasado, ni anti-

    moderno, ni post-moderno, es transmoderno, aunque se pueda apoyar en cualquiera

    de las anteriores, requiere trascendencia.

  • 21

    4. Es preciso desmontar las ideas-fuerza de la modernidad basadas en el Uno-

    racional o el universalismo abstracto que deslocaliza la produccin de conocimiento y

    oculta el sujeto de enunciacin con fines ideolgico y posibles pretensiones imperiales.

    5. En la idea de transmodernidad est contenida la idea de decolonialidad, pero

    no est ni desarrollada ni conectada con ella (p. 71); hacer esa conexin de forma

    explcita ese es un trabajo pendiente.

    La transmodernidad es el camino viable para dar respuesta a la crisis

    civilizatoria de la modernidad, es necesaria y pertinente, ya que, la sobrevivencia del

    planeta y la especie humana es lo que la modernidad ha puesto en peligro, pues la crisis

    civilizatoria de la modernidad no solo afecta a su lugar de enunciacin encubierto, sino

    a todo el globo por su condicin de sistema-mundo moderno. La transmodernidad se

    basa en el pensamiento fronterizo ya que segn Grosfoguel (2007: 74).

    Es desde la geopoltica y corpo-poltica del conocimiento de esta

    exterioridad o marginalidad relativa, desde donde emerge el pensamiento

    crtico fronterizo como una crtica de la modernidad hacia un mundo

    descolonizado transmoderno pluriversal, de mltiples y diversos proyectos

    tico-polticos, en donde pueda existir una real comunicacin y dilogo

    horizontal con igualdad entre los pueblos del mundo, ms all de las lgicas

    y prcticas de dominacin y explotacin del sistema-mundo.

    En este orden de ideas, la transmodernidad parte del pensamiento fronterizo y se

    basa en la interculturalidad; necesarios para el giro epistmico frente a la modernidad,

    (giro decolonial) que no es ms que salir de los resortes de la modernidad y sus

    dispositivos para poder criticarla, cuestionarla, en trminos de paridad y no de

    subalternizacin como se ha hecho hasta ahora. Por eso la posmodernidad no es la

    salida a la modernidad sino ms bien es su continuo, el giro epistmico frente a la

    modernidad o ms bien el giro decolonial ha de hacerse desde otros lugares de

    enunciacin, desde el saber/pensamiento fronterizo.

    Para Mignolo (2007a) el pensamiento fronterizo, es el que se desprende y abre

    de la racionalidad moderna, de la matriz griega y latina de las lenguas imperiales. Por

    eso el pensamiento fronterizo para el giro decolonial se basa en tres dimensiones:

  • 22

    Infografa3. Dimensiones del pensamiento fronterizo segn Mignolo. Bastidas (2017). Elaboracin

    propia a partir de la sistematizacin de Lepe (2008).

    Es desde estas tres dimensiones que puede hallarse o (re)construirse el

    pensamiento fronterizo, que no es ms que criticar y reflexionar sobre la modernidad

    para salir de ella y su crisis civilizatoria:

    se trata de salir de esta autocontradiccin, mas no slo por la reflexin, que

    sigue siendo autorreflexin, sino por la recuperacin y recreacin de esas

    historias, saberes, conocimientos, lenguajes, formas de vida, etc., tantas

    veces negados, condenados, olvidados y excluidos de la reflexin.

    (Bautista 2014: 73).

    Y esto solo es posible desde los intersticios, desde los bordes, desde las fronteras

    geoculturales entre la modernidad y las sociedades y comunidades locales

    subalternizadas, que pueden dar una crtica doble: desde la modernidad y fuera de ella,

    puede hablar desde los lugares de enunciacin de dos o ms lenguajes, desde otras

    formas de conocimientos fuera de la racionalidad moderna que dialoguen con la

    epistemologa. De este modo, las ciencias sociales deben descolonizarse y comenzar a

    buscar hitos de pensamiento fronterizo que conduzcan al giro epistmico frente a la

    modernidad, es decir, al giro decolonial y a la transmodernidad: significa reconocer

    la capacidad del movimiento para entrar a/dentro del trabajo con y entre los espacios

    social, poltico y epistmico antes negados, y reconceptualizar esos espacios a travs

    de formas que respondan a la persistente recolonializacin de poder, mirando hacia la

    creacin de una civilizacin alternativa (Walsh 2007a: 59).

  • 23

    CAPTULO II

    LAS VAS QUE CONDUJERON AL GIRO EPISTMICO DE LOS

    ESTUDIOS DECOLONIALES (O AL GIRO DECOLONIAL)

    En el presente captulo se exterioriza una genealoga de los estudios decoloniales

    mediante el estudio de las condiciones socio-epistmicas que favorecieron su

    surgimiento, a partir de las coincidencias que en esta materia comparten Castro-Gmez

    c.p. Hernndez (2007), Mignolo (2007b), Castro-Gmez y Grosfoguel (2007), Bautista

    (2014), Maldonado-Torres (2007) y Gigena (2011), ms aportes propios surgidos de la

    revisin documental. Cada teora o tradicin terica tributaria se expone a partir de sus

    principales contribuciones a los estudios decoloniales entendiendo que son complejas

    y, por razones de espaciotiempo, no se pueden extender en toda su magnitud.

    Tradicin marxista como lugar comn de origen

    Uno de los primeros antecedentes que se puede rastrear de los estudios

    decoloniales es el marxismo, la teora marxiana o la tradicin marxista, la cual es la

    base comn de los estudios culturales, los estudios poscoloniales y la teora de la

    dependencia, todos tributarios de los estudios decoloniales. La elaboracin terica

    marxiana debido a su riqueza sintagmtica qued inacabada y sirvi de base para

    derivaciones posteriores gracias a las mltiples interpretaciones que de ella se han

    hecho, por esto en esta tesis doctoral se asume como tradicin terica, la cual se ha

    enriquecido al pasar el tiempo y an recibe aportes, actualizaciones y contribuciones.

    Una va posible para la comprensin del marxismo es abordarlo en sus dos

    aspectos: (a) como mtodo de investigacin y (b) como sistemas de conocimientos que

    implica una concepcin del mundo, del hombre y de la historia. El aspecto (a) se refiere

    al materialismo dialctico y el (b) al materialismo histrico.

    Con respecto al materialismo dialctico cabe apuntar lo sealado por Damiani

    (2014) quien establece que para la tradicin marxista la ciencia no solo debe

    conformarse con la captacin o la aprehensin de la realidad social, sino develar lo

  • 24

    subyacente a ellos, lo sustancial, lo que no se manifiesta de forma aparente y es preciso

    interpretar por medio de la reflexin a partir de la dialctica. La dialctica pasa hacer

    la herramienta para estudiar la complejidad y multidimensionalidad de la realidad en

    general y, en especfico, de la realidad social. Estas se rigen por las siguientes leyes (a)

    Ley del trnsito de lo cuantitativo a lo cualitativo; (b) Ley de la unidad y de la lucha de

    los contrarios; (c) Ley de la negacin de la negacin.

    Para resumir, estas tres leyes explican uno de sus postulados ms importantes:

    todo orden social tiene o contiene en su interior la contradiccin que dinamizar

    el cambio hacia un nuevo orden que de igual forma engendrar una

    contradiccin; as se sintetizan estas tres leyes que son aplicables al estudio de la

    sociedad. Aqu es preciso apuntar lo sealado por Damiani (Ob. Cit.: 9)

    la totalidad en el sentido marxista no es sincrnica es, por el contrario,

    diacrnica, o sea que debe entenderse como un proceso en continua

    transformacin y cuyo movimiento es consecuencia de las contradicciones

    objetivas, concretas, que se engendran en la realidad social.

    Solo as el investigador debe estar atento a la dinmica social, pasendose

    constantemente por el movimiento dialctico de lo concreto a lo abstracto y de lo

    abstracto a lo concreto, para poder captar (solo momentneamente) la riqueza y la

    imbricacin de los hechos sociales objetivos. Marx define la realidad social como lo

    concreto, la unidad en lo mltiple, rica en determinaciones, relaciones e imbricaciones,

    lo que a su vez genera la totalidad, por eso es necesario e imperativo abordar la realidad

    como un sistema complejo y orgnico. En este sentido: El marxismo plantea la

    exigencia del estudio global de la sociedad en su conjunto, en su totalidad, en vista de

    su transformacin estructural y cultural, es decir, de su transformacin histrica y

    concreta (Damiani Ob. Cit.: 15).

    Siguiendo a Marx la explicacin de la realidad social no es posible si se le

    fragmenta o se le reduce, cualquier categora como religin, poltica, Estado, filosofa,

    arte, entre otros, no pueden ser comprendidos en s mismos sino en relacin con un

    contexto social ms general, o en trminos recientes, holstica; o en su defecto al

  • 25

    conjunto del cual forma parte. En el mtodo dialctico no aplica la explicacin lineal

    causa-efecto, sino la mltiple y simultnea determinacin de los hechos sociales, por

    eso no se les puede extraer o fragmentar, es preciso estudiarlos en su contexto y en

    relacin a los otros hechos sociales. A este respecto Adorno (1973: 136) indica: La

    sociedad es un proceso total, en el que los hombres abarcados, guiados y configurados

    por la objetividad, influyen a su vez sobre aquella.

    Para Marx y Engels (2007, orig. 1968) la sociedad es el resultado de un proceso

    histrico determinado, puntual y especfico, donde van afirmndose, de vez en vez,

    determinadas estructuras materiales (fuerzas y modos de produccin) y determinadas

    fuerzas sociales (las clases sociales) (Damiani 2014: 9).2

    La dialctica de las fuerzas productivas cuya base es material genera la realidad

    social. Todo modo de produccin contiene la negacin de s mismo, la contradiccin.

    Dentro de las propuestas de Marx y Engels, el materialismo histrico consiste en que

    la contradiccin de las sociedades es captable a raz de la lucha permanente de las clases

    sociales, las cuales son: el conjunto de individuos que tienen una misma relacin con

    la produccin de los bienes y con la propiedad de los medios de produccin (Damiani

    Ob. Cit.: 11). La oposicin de las clases sociales es el motor de la historia.

    Aunque la teora marxiana puede ser abordada desde sus dos aspectos

    fundamentales como lo son el materialismo dialctico y el materialismo histrico, sus

    aportes los trascienden, mxime que el mismo Marx dentro de su produccin se movi

    desde una direccin ms idealista en sus primeros escritos hacia una ms materialista

    en sus escritos posteriores donde, segn la mayora de los autores, afin su

    determinismo econmico, es decir, la explicacin de la dinmica social a partir de las

    fuerzas productivas y los modos de produccin.

    2 Este es el principal aporte que los estudios decoloniales toman de la teora original de Marx, es

    decir, la naturaleza histrica-social de los sujetos y vivencia humana. Sirve para desmontar el mito del

    universalismo abstracto de donde se bas el eurocentrismo para justificar la idea del punto cero (Castro-Gmez 2008) como principal argumento moderno de la colonialidad y del imperialismo.

  • 26

    En trminos ms simplistas lo poltico, religioso, esttico, tico, filosfico e

    ideolgico (superestructura) son determinados por lo econmico (infraestructura): Lo

    espiritual en la sociedad, lo mismo que en el individuo es un reflejo de la vida material.

    La marcha evolutiva de la historia humana, social, cultural y religiosa, est determinada

    por las relaciones econmicas de produccin (Albornoz 2011, orig. 1990: 121).

    En el marco del determinismo econmico, el hombre debe satisfacer en primera

    instancia sus necesidades materiales como el alimento, el vestido y el techo, por ende,

    est forzado a trabajar para conseguirlo, de all que el resto de sus actividades y

    relaciones estn determinadas por las relaciones de produccin. De acuerdo con

    Damiani (2014: 16) para Marx: Las relaciones interpersonales se organizan a partir de

    los problemas, de las exigencias, de las formas de las relaciones productivas. Desde

    el mismo momento que el ser humano se vio forzado a trabajar comenz la oposicin

    entre l y la naturaleza, y comenz as su extraamiento tanto de la naturaleza como de

    sus semejantes. Con respecto a la naturaleza Marx (2009, orig. 1844: 112) establece:

    Que el hombre vive de la naturaleza quiere decir que la naturaleza es su

    cuerpo, con el cual ha de mantenerse en proceso continuo para no morir.

    Que la vida fsica y espiritual del hombre est ligada con la naturaleza est

    ligada consigo misma, pues el hombre es una parte de la naturaleza.

    El trabajo es el punto de inicio para que el ser humano se comience a sentir

    apartado, contrario, es decir, enajenado de la naturaleza, y por extensin de s mismo.

    Para Marx (Ob. Cit: 107) El trabajador no puede crear nada sin la naturaleza, sin el

    mundo exterior sensible. sta es la materia en que su trabajo se realiza, en la que obra,

    en la que y con la que produce. La necesidad del trabajo y su ejecucin son el punto

    de inicio para la enajenacin y extraamiento del ser humano, porque el producto de

    su trabajo se vuelve contra l:

    el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a l como un ser

    extrao como un poder independiente del productor. El producto del

    trabajo del trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa; el

    producto es la objetivacin del trabajo. La realizacin del trabajo es su

    objetivacin (Marx Ob. Cit.: 106)

  • 27

    Las razones del extraamiento del ser humano con respecto al producto de su

    trabajo se explican de la siguiente forma:

    El obrero es ms pobre cuanta ms riqueza produce, cuanto ms crece su

    produccin en potencia y volumen. El trabajador se convierte en una

    mercanca tanto ms barata cuantas mercancas produce (sic.). La

    desvalorizacin del mundo humano crece en razn directa de la

    valorizacin del mundo de las cosas. El trabajo no slo produce

    mercancas; se produce tambin a s mismo y al obrero como mercanca

    (Ibd.).

    Al sentirse el ser humano extraado y en contradiccin con la naturaleza y con el

    producto de su propio trabajo, tambin lo lleva a sentirse enajenado de sus congneres.

    As para Marx (Ob. Cit.: 114):

    Una consecuencia inmediata del hecho de estar enajenado el hombre del

    producto de su trabajo, de su actividad vital, de su ser genrico, es la

    enajenacin del hombre respecto del hombre. Si el hombre se enfrenta

    consigo mismo, se enfrenta tambin al otro. Lo que es vlido respecto a la

    relacin del hombre con su trabajo, con el producto de su trabajo y consigo

    mismo, vale tambin para la relacin del hombre con el otro y con el trabajo

    y el producto del trabajo del otro.

    El extraamiento frente a la naturaleza sobre la cual debe ejercer su fuerza de

    trabajo, es porque debe ordenarla e intervenirla para poderse alimentar, vestir y

    hospedar; esto a su vez lo conduce a extraarse del producto de su trabajo el cual se

    objetiva, y esto a su vez lo lleva a extraarse frente a los otros (aislamiento de lo otro/el

    otro), como consecuencia de la competencia, y del intercambio basado en la necesidad.

    En palabras de Marx (Ob. Cit.: 160): La enemistad abstracta entre sensibilidad y

    espritu es necesaria en tanto que el sentido humano para la naturaleza, el sentido

    humano de la naturaleza y, por tanto, el sentido natural del hombre, no ha sido

    producido por el propio trabajo del hombre.

    De entre orden de ideas, el ser humano se convierte a s mismo en un ser aislado

    y separado de la naturaleza, de sus semejantes y de su propio trabajo otorgndole a

    estos un carcter abstracto fuera de l, olvidndose que el ser humano crea sus

  • 28

    circunstancias, su trabajo, sus propias relaciones sociales, las tradiciones, costumbres

    y las instituciones sociales, lo que posteriormente Lucks defini como reificacin.

    Por eso la enajenacin puede ser definida como: el despojo y extraamiento

    que se producen entre el individuo y su medio social, la ruptura o separacin respecto

    de sus obras, lo cual reifica las relaciones humanas, las relaciones con las cosas y las

    relaciones consigo mismo. (Hanak c.p. Montero 2008, orig. 1997: 58). En fin, es el

    olvido o el distraimiento de que la sociedad es un proceso total u holstico donde

    individuos determinan lo social y lo social determina a los individuos (Adorno 1973),

    la reificacin es el olvido de esta premisa, es el otorgarles el carcter objetivado a las

    instituciones sociales.

    En sntesis, la enajenacin es la condicin necesaria para los procesos de

    ideologizacin ya sean polticos o religiosos, es el paso previo para que el ser humano

    acepte de forma pasiva un orden social establecido y el statu quo. El efecto de la

    enajenacin es el extravo de la personalidad y la identidad, que promueve la

    desactivacin de la creatividad y capacidad transformadora humana, ya que:

    implica la identificacin de abstraccin que conducen a una racionalidad

    que dispersa la interioridad psquica Esta desagregacin interior

    conduce a una vivencia que separa al ser de s mismo y la compromete con

    experiencias de interioridad conceptual y psicolgicas problemticas

    (Barrera 2015: 49).

    As el ser humano al haber creado las ideologas y las instituciones sociales se

    entramp a s mismo, dndole un carcter abstracto e independiente de l (reificacin),

    creando de esta forma las condiciones que fundamentan las estructuras de dominacin

    y renunciando a su rol de co-creador de la realidad o en su defecto, de transformador

    de la naturaleza.

    Pensamiento crtico o criticismo dialctico

    De la premisa anterior surgi la tradicin en las ciencias sociales de abordar los

    fenmenos culturales e ideolgicos como indicios que ocultaban procesos

    manipulativos y vehculos de poder que no son evidentes superficialmente, pero s son

  • 29

    susceptibles de develar, criticar y reflexionar para luego pasar a la accin con fines

    emancipadores. Para Mardones (2007: 317) los aportes de Marx trascienden lo que el

    mismo se propuso:

    Mantuvo una tensin dialctica entre el dominio de la naturaleza, el

    conocimiento tcnico y el inters de dominio y control con la interaccin

    que se desarrolla por medio del lenguaje y cristaliza en instituciones, la

    reflexin que pone en evidencia la manera como se enmascaran las

    diferencias en la distribucin de lo producido y la tensin hacia una

    sociedad emancipada y justa que implica una interpretacin del hombre y

    la historia.

    Es por esto que el marxismo tambin se considera como la gnesis del criticismo

    dialctico, y se convierte en una postura y corriente poltica, pues dentro de esta

    tradicin el investigador social no se debe conformar con describir, explicar y

    comprender los hechos, sino que debe develarlos, denunciarlos, reflexionarlos para

    pasar a la prctica que consiste en la lucha poltica, la resistencia y la revolucin.

    Siguiendo con Mardones (Ob. Cit.), la tradicin crtica inaugurada por Marx fue

    continuada y elaborada por Adorno, siguiendo la lnea de Escuela de Frankfurt,

    prosiguiendo los esfuerzos de Korsch y Lukcs para finalizar ms recientemente en los

    aportes de Habermas y Apel.

    En la lnea del discurso anterior, bajo los trminos teora crtica o tradicin

    sociocrtica se denomina la produccin intelectual de los fundadores de la Escuela de

    Frankfurt que sufrieron ostracismo y exilio por el rgimen nazi alemn entre las

    Primera y Segunda Guerra Mundial, cuyos principales exponentes son Horkheimer,

    Adorno, Marcuse y Kendell, ms prximos a la poca actual, tambin se ubican a

    Habermas y a Apel en esta tradicin.

    Los tericos crticos no conforman una teora en comn sino una posicin de

    criticar la sociedad capitalista, pero no ya solo sobre los supuestos del determinismo

    econmico de Marx y Engels, sino sobre la base del anlisis dialctico de los

    mecanismos ideolgicos-culturales de la sociedad industrial que para estos autores son

    elementos de dominacin y opresin ms efectivos que los econmicos: Segn la

  • 30

    Escuela de Frankfurt, la sociedad es una totalidad dialctica es una falsa totalidad

    que se presenta como una totalidad armoniosa, racional siendo, en efecto, una totalidad

    antagnica y contradictoria (Damiani 2014: 33).

    Otro factor comn de los tericos crticos es la crtica a la sociologa

    reproductiva y no transformadora, la reificacin (objetivacin) del mundo social, la

    mercantilizacin del todo social por parte del capitalismo, el positivismo presente en

    todas las disciplinas y factor de dominacin ideolgica, el poder de la televisin y los

    medios culturales en general para reproducir la ideologa capitalista (Rojas 2007). Los

    tericos crticos tambin parten del principio de que: La sociologa, desde esta matriz

    terica, debe contribuir a la formacin de una conciencia crtica de la sociedad, debe

    producir una postura crtica frente a lo existente con intencin prctica (Damiani 2014:

    33).

    Para lograr este cometido la sociologa no puede contentarse con la mera

    descripcin o representacin de lo real, para Adorno (1973: 137):

    nicamente para quien sea capaz de imaginarse una sociedad distinta de la

    existente podr convertir esta en problema; nicamente en virtud de lo que

    no es se har patente lo que es, y esta habr de ser, sin duda, la materia, de

    una sociologa que no desee contentarse con los fines de la administracin

    pblica y privada.

    Analizar el presente desde la proyeccin del futuro constituye la base de la

    reflexin y crtica de la sociologa cuyo punto de honor es el desmontaje de los aparatos

    ideolgicos que reproducen el orden social sin olvidar el carcter creativo e innovador

    prospectivo. De esta forma el pensamiento crtico o el criticismo dialctico se

    constituye en una mirada del mundo que conecta con las pulsiones culturales de una

    nueva poca, con las necesidades de comprensin de las nuevas realidades, con las

    aspiraciones emancipatorias de los actores sociales emergentes (Lanz 2012: 1). Por

    esta razn, la tradicin socio-crtica, aunque se apoya en el materialismo dialctico de

    Marx y Engels, se diferencia del marxismo original en el sentido de que parte del

    principio que el ser humano lleva implcito un deseo de libertad que le permite

    escapar de la enajenacin y propender a la libertad.

  • 31

    Se ha generalizado el uso del trmino paradigma sociocrtico donde adems de

    los autores citados incluyen a los marxistas latinoamericanos como Paulo Freire, cuya

    tendencia es analizar dialcticamente el capitalismo a partir de los mecanismos

    ideolgicosculturales. Cuando se incluye en esta tradicin a los autores

    latinoamericanos recientes como Paulo Freire o Fals Borda se le denomina paradigma

    sociocrtico. Este paradigma tambin se considera un discurso alternativo frente a la

    hegemona del positivismo lgico en el siglo XX y es punto importante en la crtica a

    ste (Mardones 2007).

    En este orden de ideas, para Mignolo (2007b) la teora crtica puede rastrearse

    mucho ms all del origen comn de la teora marxiana: en el pensamiento poltico

    ubicado en Amrica Latina que cuestionaba el poder colonial desde lo epistmico y

    con una perspectiva que desmontaba los dispositivos ideolgicos de la modernidad

    como inauguradora del capitalismo a travs del imperialismo y el colonialismo, se

    pueden ir tras las huellas invisibilizadas de Waman Poma, Maritegui y Lepoldo Zea

    para nombrar los ms representativos:

    Waman Poma miraba y comprenda desde la perspectiva del sujeto

    colonial (el sujeto formado y forjado en el Tawantinsuyu y en el

    Keswaymara, confrontado con la presencia repentina del castellano y del

    mapamundi de Ortelius) y no del sujeto moderno que en Europa comenz

    a pensarse a s mismo como sujeto a partir del Renacimiento (Mignolo Ob.

    Cit.: 33).

    Este autor tambin ubica a Cugoano (esclavo libre del siglo XVIII, residenciado

    en Londres) como precursor lejano de la corriente sociocrtica: Como Waman Poma,

    Cugoano tom los principios morales de la cristiandad al pie de la letra, y a partir de

    ah proyect su crtica a los excesos de los cristianos ingleses en la brutal explotacin

    de los esclavos (Mignolo Ob. Cit.: 40).

    En esta misma lnea, Castro-Gmez c.p. Hernndez (2007) tambin ubica a

    Maritegui dentro de la corriente sociocrtica, quien se basa en Gramsci para hacer la

    crtica al capitalismo industrial pero contextualizndolo en Amrica Latina, este

    pensador trascendi a Marx y observ que la explotacin capitalista en este hemisferio

  • 32

    no solo se rega por el salario, sino que junto a l coexistan otras formas de

    explotacin/dominacin tales como esclavitud, peonaje, produccin simple (no

    industrial), y categoriz las identidades sociales ms all de la dicotoma

    burgus/proletariado: blanco, mestizo, indio, negro

    Estos pensadores crticos son pioneros ms directos y relacionados con los

    estudios culturales, dentro del concepto que se ha denominado giro decolonial

    entendido como la salida de los dispositivos de la colonialidad/modernidad, solo

    posible en los lugares de enunciacin de los sujetos subalternizados o del pensamiento

    fronterizo entre la modernidad y otras formas de ser-conocer-vivir hacer en el mundo.

    En sntesis, Barrera (2008: 50-51) categoriza la tradicin socio-crtica (o el

    criticismo dialctico o pensamiento crtico) como un modelo epistmico al cual define

    como reproductivismo crtico, este autor parafrasea a Vzquez para precisar que dicho

    modelo parte de entender que las distintas estructuraciones sociales, por supuesto

    portadoras de conocimiento, de carcter organizacional e institucional constituyen

    aparatos de reproduccin ideolgica.

    Este autor seala que este hecho indica que tras estos dispositivos hay

    mecanismos de dominacin econmica, social y poltica, los cuales deben ser

    rechazados buscando fuentes perifricas o alternas de conocimiento, pasando de la

    investigacin-denuncia a la investigacin-accin: asumiendo temas marginales,

    realidades sociales antes subvaloradas de antemano, pero cuyas dinmicas permiten

    comprender la vida poltica y cultural de una comunidad (Ibd.). Por esta razn, para

    Lanz (2012) es imperioso que se renueve el pensamiento crtico o el criticismo

    dialctico para dar respuesta y a la vez inspirados en los fenmenos sociales actuales

    como lo es el resurgimiento de los movimientos sociales que desde necesidades locales

    aspiran a cambios mundiales.

    Estudios Culturales

    Del criticismo dialctico ms especficamente de la Escuela de Frankfurt-

    surgen los estudios culturales, a partir de la creacin del Centro de Estudios Culturales

    Contemporneos en Birmingham (Reino Unido) en 1964. De acuerdo con Hall (2010),

  • 33

    uno de los fundadores adems de Hoggart, Thompson y Williams, este centro en

    realidad fue un espacio de debates y de discusin sobre los estudios culturales, toda vez

    que las humanidades como rama del saber requera ser repensada despus del perodo

    de guerras y ante los vertiginosos y complejos cambios culturales que sufra Inglaterra;

    ante la posicin elitista y tradicional de las humanidades, ms el desinters de la

    sociologa ante estos cambios socioculturales, se gener la potencialidad de crear

    estudios culturales desde un punto de vista interdisciplinario. El centro de estudios

    mencionado responde al mismo intento que se ha hecho en diferentes puntos del

    espaciotiempo ante la necesidad de abordar de forma compleja y profunda el anlisis

    de la cultura.

    De esta forma los estudios culturales no son ni una disciplina ni una institucin,

    son ms bien un enfoque de origen multidisciplinario e innovador que responde a

    momentos histricos en los cuales se gestan cambios socioculturales de importancia.

    Los principales temas son la cultura obrera, la cultura popular inglesa, los cambios de

    una sociedad tradicional hacia una sociedad de masas, el papel de los medios de

    comunicacin en esos cambios, las posibles resistencias y la vivencia de las personas

    ante estos hechos. Los estudios culturales surgen, en definitiva, a partir de la crisis de

    las humanidades y para dar respuestas a los cambios de la cultura britnica desde unas

    culturas tradicionales basada en estamentos sociales hacia una cultura de masas ms

    homognea teniendo el consumismo como principal eje (Hall 2010).

    El pionero de los estudios culturales, Hoggart (1990, orig. 1957), seala que los

    medios de comunicacin han sido los responsables del cambio de una cultura popular

    urbana por una cultura de masas. Para este autor, la cultura popular urbana tena

    elementos y rasgos de una cultura campesina de una generacin precedente que se

    traduca ms en el plano simblico que en el prctico; haba cierto sentido comunitario

    y la consideracin del vecino. Los medios de comunicacin (radio, tv, peridico,

    revistas, produccin literaria, cmics), con sus concomitantes pautas publicitarias,

    contribuyeron a sustituir esa referencia ancestral campesina hacia una vida urbana

    caracterizada por el consumismo, el individualismo, la organizacin del tiempo

    personal y familiar. El sentido de pertenencia a una clase obrera con ciertos patrones

  • 34

    culturales fue sustituido paulatinamente por una cultura de masas ms homognea y

    estandarizada alentada y favorecida por los medios de comunicacin.

    Sin embargo, segn Hoggart (Ob. Cit.), la cultura urbana popular de los aos 20

    del siglo XX de Inglaterra, de algn modo ha sabido resistir a los embates de la

    imposicin de la cultura de masas. Uno de estos rasgos resistentes es la centralidad del

    hogar como sitio de refugio y ordenador de la vida. Exista un sentido de pertenencia

    basado en un ejercicio de alteridad de un ellos referido a otros grupos o clases sociales,

    considerados indiferentes y hostiles y un nosotros caracterizado por la solidaridad y la

    cercana. Otro rasgo propio de la clase obrera, segn este autor, es el uso constante de

    la irona y el humor como principal forma de expresin y de vivir en el mundo, una

    elevada autoestima y respetabilidad.

    El cambio introducido por los medios de comunicacin, la publicidad y la

    formacin de opinin pblica a partir de las encuestas, ya entrada la segunda mitad del

    siglo XX, signific la prdida la clase obrera de su capacidad reflexiva, cuestionadora

    y contestaria, otrora expresada por medio de la irona y el humor, por una actitud pasiva

    y conformista sobre lo que los medios de comunicacin construan y sentenciaban

    sobre ella (Ibd.). Adicionalmente, la industria cultural juzga a la clase obrera de forma

    subalterna y le dispone medios simples y sin profundidad, desestimando cualquier

    razonamiento, situacin criticada por el autor para indicar que cada persona o grupos

    hacen una interpretacin distinta de cada obra literaria mediada.

    En lo concerniente a lo establecido por Raymond Williams (2001, orig. 1958).

    La cultura no puede ser un asunto de lites o eruditos si se asumen como la forma en

    que las personas y grupos le dan sentido y significados a los hechos que producen y

    reproducen. En este caso, la realidad puede describirse en el contexto y con el lenguaje

    del espaciotiempo donde surgi. La cultura es el resultado del conjunto de prcticas

    sociales expresadas por los grupos sociales en contraposicin a la postura que asume a

    la cultura como un conjunto de ideas. Tambin critic el determinismo econmico

    marxi