Un Modelo de Evolucion Social y Cultural Del Mexico Precolombino

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Pan American Institute of Geography and History is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Boletín de Antropología Americana. http://www.jstor.org un modelo de evolución social y cultural del méxico precolombino Author(s): román piña chán Source: Boletín de Antropología Americana, No. 11 (julio 1985), pp. 113-134 Published by: Pan American Institute of Geography and History Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40977102 Accessed: 26-02-2015 14:37 UTC Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. This content downloaded from 201.148.81.39 on Thu, 26 Feb 2015 14:37:08 UTC All use subject to JSTOR Terms and Conditions

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Algunos conceptos e ideas acerca del desarrollo cultural en Mesoamerica

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    http://www.jstor.org

    un modelo de evolucin social y cultural del mxico precolombino Author(s): romn pia chn Source: Boletn de Antropologa Americana, No. 11 (julio 1985), pp. 113-134Published by: Pan American Institute of Geography and HistoryStable URL: http://www.jstor.org/stable/40977102Accessed: 26-02-2015 14:37 UTC

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  • romn pina chn

    un modelo de evolucin social y cultural del

    mxico precolombino

    Introduccin

    El continente americano se pobl, desde hace miles de aos, por una serie de grupos humanos que en distintos tiempos y en oleadas sucesivas penetraron fundamentalmente por el Estrecho de Bering; y este paso slo era posible durante los perodos glaciales en que avanzaban los hielos, decreca el nivel del mar y se formaba un puente helado entre Asia y Norteamrica, el cual poda cruzarse a pie.

    Las estimaciones geolgicas, las fechas de car- bono 14 y los restos materiales de esos grupos, indi- can que cuando menos por 25000 aos antes de la era cristiana ocurri una antigua inmigracin de gen- te, de homo sapiens en proceso de diversificacin; y stos trajeron una cultura muy sencilla, adaptada principalmente a la recoleccin de alimentos vegeta- les y animales, por lo cual slo se han encontrado una serie de pobres artefactos hechos de nodulos y lascas de piedra, de cantos naturales trabajados por percusin, sin poseer todava puntas de proyectil I iti - cas.

    Estos primeros pobladores fueron asentndose en lugares de Alaska y las Aleutianas, avanzando por la Costa del Pacfico -que era un corredor ms amplio por las tierras emergidas- hasta dejar atrs la parte glaciada de Norteamrica, en busca de regiones ms aptas para vivir; y poco a poco se fueron extendiendo por el sur, libre de hielos, logrando alcanzar algunos de ellos el territorio mexicano e inclusive partes de Centro y Sudamrica.

    Posteriormente, tal vez entre 1 8000 y 1 5000 aos antes de la era cristiana, penetr otra oleada de gente cazadora de fauna pleistocnica, la cual ya se haba diversificado fsicamente en sus lugares de origen; mismos que introdujeron el grmen de las puntas de

    proyectil acanaladas, hechas de piedra, de las que surgieron las puntas Sanda, Clovis y Folsom en terri- torio americano.

    Estos cazadores pronto cubrieron buena parte de Norteamrica, desde Alberta en el Canad hasta las grandes planicies, ya que los hielos haban retroce- dido hacia el norte, dejando un corredor paralelo a las Montaas Rocosas; y por abundar la fauna pleis- tocnica fueron abarcando nuevos territorios, cada vez ms, hasta penetrar a Mxico en donde continua- ron con su mismo tipo de vida. Tambin estos caza- dores pudieron irse mezclando con gente de la oleada anterior que sobrevivira en lugares de refugio, incre- mentando as el mestizaje de la poblacin americana.

    Despus penetraron otros grupos ya ms diferen- ciados y mezclados en sus lugares de origen, entre ellos los mongolides, tal vez entre 8000 y 4000 aos antes de la era cristiana; y stos fueron introduciendo poco a poco la industria de piedra pequea o micro- ltica, las viviendas semisubterrneas, el perro con afinidades rticas, la utilizacin del cobre nativo, la cermica con semejanzas asiticas y otros rasgos culturales ms avanzados, sin perder sus contactos con Siberia y la Costa de Asia, mediante la navega- cin.

    En suelo de Norteamrica, y por los continuos desplazamientos, todos estos grupos -diferenciados y mezclados en sus lugares de procedencia- conti- nuaron mestizndose, aclimatndose a distintos am- bientes y an asentndose en zonas de refugio, lo cual contribuira a dar la diversidad de la poblacin del Nuevo Mundo, mxime que algunos de ellos se extendieron a partes de Mxico, Centro y Suramrica; no descartndose, desde luego, la penetracin de otros pequeos grupos por la va del Pacfico, despus de 3000 A.C. y por medio de la navegacin, aunque

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  • 114 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

    stos no contribuiran tanto a la diversificacin del tipo fisico, sino que ms bien influiran sobre la cul- tura de esos tiempos.

    En nuestro territorio las evidencias humanas ms antiguas se fechan hacia 20000 A.C., especialmente las de Tlapacoya, Edo. de Mxico, las cuales revelan que por esos tiempos el hombre era tanto recolector como atrapador de animales, tal como ocurra entre la gente de la primera oleada de inmigrantes a Nor- teamrica; en tanto que despus aparecen los cazado- res de animales pleistocnicos, como lo indican las puntas de proyectil de los tipos Clovis, Folsom, Ler- ma, Plainview, etc., encontradas en varias localida- des del suelo mexicano; algunos de los cuales pasaron a la recoleccin especializada y de ah a la agricultura incipiente.

    En otras palabras, los primeros pobladores del territorio mexicano fueron reducidos grupos que se desplazaron de Norteamrica, cuando todava exis- tan animales pleistocnicos como el mamut, glipto- donte, mastodonte, bisonte de gran cornamenta, ca- ballo americano, camlidos y otras especies asocia- das a una flora tambin muy antigua; y estos grupos tenan unos pocos artefactos adaptados a sus necesi- dades ms apremiantes, como lo era el alimento, el abrigo y el vestido.

    Estos primitivos pobladores eran recolectores y cazadores que llevaban una vida nmada, subsistan de la recolecta de plantas y animales en forma alea- toria, posean pocos artefactos, se organizaban en bandas y tenan una cultura sencilla; aunque algunos comenzaron a experimentar con el cultivo de ciertas plantas nativas, desembocando a la horticultura o agricultura incipiente, base de las futuras comunida- des aldeanas.

    Dicho en otra forma, los recolectores y cazadores nmadas -que dependan esencialmente del medio vegetal y animal- se agrupaban en bandas menores o mayores segn las potencialidades de su ambiente; tenan una tecnologa sencilla y en funcin de sus necesidades ms apremiantes; su utillaje era escaso y sus poblamientos dispersos y temporales; pero poco a poco algunas bandas se fragmentaron en familia semisedentarias que vivan de la recoleccin y caza estacional en determinados territorios; nacieron los matrimonios exgamos; lo sobrenatural era la expe- riencia constante; prosper algo la tecnologa; y al iniciarse la experimentacin de los cultivos fueron abandonando el modo de apropiacin o recolecta de sus alimentos.

    La agricultura fue una revolucin en la produccin alimenticia, facilit el crecimiento de la poblacin, permiti la vida en aldeas y el surgimiento de peque- as sociedades y culturas originales que se apegaron a su propia tradicin; o sea que con las aldeas se inici el sedentarismo, la produccin de alimentos, las viviendas y poblamientos estables, la organizacin en comunidades tribales, el chamanismo, los clanes totmicos y la magia.

    Los grupos agrcolas adoptaron una actitud distinta

    frente a su universo, dependan de otros medios, crearon una nueva forma de sociedad, pensaron dife- rente; y as surgieron las prcticas y creencias mgicas para explicar lo sobrenatural, el culto a los antepasa- dos y las festividades agrcolas, la experiencia de los ciclos agrarios, etc.; a la vez que se fueron generali- zando ciertas reglas sociales como la exogamia, la obligacin de cultivar el suelo, la distincin de los individuos por edad y sexo, los ritos de pubertad, la autoridad familiar y tal vez la integracin de consejos con ancianos o personas de prestigio para la decisin de las empresas colectivas.

    Con el tiempo se multiplicaron las economas autnomas que aseguraban la cohesin y durabilidad de las comunidades aldeanas; aumentaron los recur- sos alimenticios por la explotacin de nuevos ambien- tes y con ellos crecieron las poblaciones; se intensi- ficaron los intercambios entre los grupos; y poco a poco algunas aldeas se fueron convirtiendo en focos de integracin regional, en los cuales comenz a concentrarse la riqueza, los excedentes econmicos, surgiendo as los primeros centros ceremoniales y una nueva sociedad y cultura.

    En esos centros la economa se basaba en una agricultura intensiva, gracias al inicio de la irrigacin sencilla por medio de canales y al terraceado, com- plementada con la caza, pesca, recoleccin, ciertas artesanas y los intercambios; se dispona de un exce- dente de mano de obra; surgieron nuevas herramien- tas y tcnicas; la sociedad estaba organizada bajo el gobierno de una casta sacerdotal; y all tambin surgieron los cultos y las festividades a los primeros dioses agrarios, los basamentos para templos y cons- trucciones, es decir, la arquitectura, lo mismo que la escultura en piedra, los conocimientos del calenda- rio, la numeracin y la escritura jeroglfica, que hicie- ron posible el auge de una teocracia cada vez ms poderosa.

    De dichos centros nacieron las culturas regionales y locales que se caracterizaron principalmente por sus estilos artsticos, en las que se advierte el desarro- llo de la agricultura y la escultura, la pintura y la produccin de objetos suntuarios, los conocimientos intelectuales y otros progresos; a la vez que se observa la reparticin de las funciones sociales y cargos, los especialistas y artesanos de tiempo completo, el de- sarrollo de la religin y los cultos, el inicio del comer- cio, la fijacin de las fiestas religiosas de acuerdo con un calendario, el apogeo de las matemticas y la astronoma, la medicina herbolaria y otros aspectos.

    En algunas partes la teocracia impuls la creacin de verdaderas ciudades y centros urbanos en el sen- tido prehispnico, en donde una economa produc- tora de alimentos tuvo que recurrir a una mejor irri- gacin para intensificar la agricultura, aunada a la produccin artesanal y al comercio interno y forneo, a la vez que extraer de las poblaciones vecinas un mayor excedente econmico para el sostenimiento de dichos centros o ciudades; y all florecieron las artes y los conocimientos, la religin, las artesanas,

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  • PINA CHAN UN MODELO DE EVOLUCIN SOCIAL Y CULTURAL DEL MEXICO PRECOLOMBINO 115

    y la sociedad fue organizada jerrquicamente bajo un gobierno sacerdotal, con la consiguiente divisin social y explotacin.

    Algunas sociedades teocrticas extendieron su comercio a lugares bastante alejados, iniciaron la formacin de una casta de mercaderes que se acom- paaban de una escolta militar para su defensa, cuando viajaban por tierras lejanas; y sto, ms una serie de movimientos de grupos que buscaban nuevos lugares donde asentarse, migraciones de gente beli- cosa que atentaba contra los centros de alta cultura, invasiones de tierras y fronteras, empobrecimiento de las poblaciones y suelos de cultivo, ineficacia de la religin para resolver los problemas sociales, difusin de nuevos cultos y dioses, etc., fueron factores que asentaron las bases del militarismo y el surgimiento de nuevas sociedades y culturas.

    Ahora la sociedad es gobernada por la casta militar o guerrera; la conquista de otros grupos y pueblos se vuelve prctica corriente; se imponen los tributos como factor econmico; se transforma la religin agraria; se integran los cacicazgos o seoros, la cultura propicia la creacin de caudillos y hroes divinizados; se monopoliza el comercio hasta el mximo y el arte exalta al espritu militar, se pone a su servicio; y as se llega a un perodo francamente imperialista, con metrpolis que gobiernan un gran territorio, que impone sus costumbres y su lengua al

    vencido, que institucionaliza la tributacin y hace de la guerra un factor econmico y de dominio poltico, al mismo tiempo que dicta leyes, mantiene un ejrcito y establece una sociedad con casi verdaderas clases sociales.

    Desde los primeros pobladores del territorio mexi- cano -Tlapacoya, Iztapan, Tepexpan- hasta los me- xicas de Tenochtitlan hay una evolucin social y cultural continua, la cual a grandes rasgos hemos tratado de bosquejar, especialmente a travs de los cambios que puedan observarse en los materiales arqueolgicos y fuentes histricas; evolucin que muestra por otra parte la larga historia de nuestro pasado precolombino, rico en sociedades y culturas que cambiando constantemente llegaron hasta los tiempos de la conquista espaola, asentando las bases de la nacionalidad mexicana.

    Al respecto, Mxico es un mosaico de ambientes fsicos y culturas, cuenta con una compleja configu- racin superficial y geolgica, con variadas regiones o provincias fisiogrficas y ecolgicas en donde el hombre de tiempos precolombinos encontr los luga- res ms favorables para vivir, no sin luchar contra la naturaleza; y as desde las planicies calcreas de la Pennsula de Yucatn hasta las tierras pantanosas de Tabasco fue la regin de los mayas, quienes constru- yeron ciudades como Palenque, Comalcalco, Bonampak, Yaxchiln, Ro Bec, Edzna, Jaina, Uxmal, Chichn Itz, Tulum y muchas ms, cada una de ellas con un estilo peculiar; regin de donde surgieron tambin varios pueblos derivados del gran tronco maya, entre ellos los Chontales, Lacandones, Tzeltales, Tzotziles, Tojolabales, Choles, Mames y Mayas Yuca- tecos, que an subsisten.

    Los mayas antiguos fueron los genios matemticos y astrnomos del Nuevo Mundo: ellos descubrieron la exacta posicin y uso del cero; crearon un sistemas numrico vigesimal por posicin; ajustaron su calen- dario solar o civil en 365 das; calcularon el mes Sindico lunar en 29 das; computaron el ciclo Venu- siano en 584 das; dejaron tablas para la prediccin de eclipses; y registraron las fechas de sus aconteci- mientos ms importantes en preciosas estelas, dinte- les y escalinatas, partiendo de una fecha-era.

    Esos conocimientos estaban en manos de los sa- cerdotes, quienes residan en los numerosos centros ceremoniales y ciudades, en los que no faltaban observatorios, basamentos y templos, canchas para el juego de la pelota, calzadas, chultunes, adoratorios y en ocasiones arcos de entrada a las ciudades; y fueron los mayas quienes inventaron el arco falso o bveda de piedra salediza para techar sus edificios, las cresteras, las columnas serpentinas y otros ele- mentos arquitectnicos; a la vez que fueron diestros talladores de piedras finas, creativos ceramistas, teje- dores, escultores, pintores y literatos, como puede leerse en el Popol Vuh o en los libros de los Chilam Balames.

    En Oaxaca, cuyo territorio es sumamente monta- oso, se desarrollaron los zapotecas y mixtecas, los

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    primeros asentados principalmente en los valles y la costa -Monte Albn, Quiotepec, Etla, Cuilapan, Zaachila- los segundos en la cadena serrana de la alta Mixteca -Nochistln, Yanhuitln, Tilantongo, Coixtlahuaca, Mitla, Tututepec-; y tambin all se asentaron otros grupos marginales, como los Huaves, AmuzgQs, Triques, Mixes, Cu cateos, Mazatecos y Chinantecos, quienes a pesar de la conquista espa- ola todava sobreviven.

    Antiguamente los zapotecas posean una gran cultura: vivan en ciudades o centros ceremoniales en los que haban templos sobre basamentos con tablero de doble escapulario, juego de pelota, obser- vatorios, palacios y otras estructuras menores; cono- can la escritura jeroglfica, la numeracin y el calen- dario; desarrollaron una arquitectura funeraria con tumbas de cajn o con cmaras abovedadas, decora- das con nichos y a veces con pinturas; tuvieron una cermica principalmente de color gris, representando a sus diversos dioses en urnas y braseros que ponan como ofrendas a los difuntos para que les sirviesen de acompaantes y custodios; a la vez que tallaron las piedras verdosas en forma de placas-pectorales, orejeras, mscaras y otros ornamentos.

    Por su parte los mixtecas bajaron de la sierra hacia los valles para conquistar poblamientos zapotecas y fundar sus seoros, con centros como Mitla en donde impusieron su decoracin preciosista en forma de grecas sobre las fachadas de los edificios y en el interior de los cuartos; decoraron tambin sus tumbas cruciformes, en donde enterraban a sus seores con ricas ofrendas; y fueron consumados orfebres del oro, plata y cobre; trabajaron delicadamente el hueso, la madera, el cristal de roca, el alabastro y la turquesa; hicieron una bella alfarera policroma; y pintaron cdices en piel de venado, en los que dejaron cons- tancia de sus genealogas, conquistas, conocimientos geogrficos e histricos, fiestas religiosas, dioses y varios temas ms.

    Por la costa del Golfo de Mxico, desde el sur de Veracruz hasta las planicies de Tabasco, se asentaron los olmecas arqueolgicos, quienes fundaron centros ceremoniales como San Lorenzo, Tres Zapotes, Cerro de Las Mesas y La Venta, ubicados especialmente en las mrgenes de los ros y ambientes selvticos; cen- tros en los que floreci la escultura en piedra, monu- mental o preciosista, como lo atestiguan las cabezas colosales, los altares monolticos, los pisos de mosai- co, cajas o sarcfagos, esculturas del dios jaguar y de sacerdotes, delicadas figurillas de jade, diminutas mscaras, orejeras y otros ornamentos, adems de que iniciaron la escritura jeroglfica y el calendario que fueron heredados por los zapotecas y mayas.

    En la franja costera del Centro de Veracruz floreci la cultura Totonaca, principalmente en sitios como El Tajn, Yohualichan, Cempoala, Isla de Sacrificios, Quauhtochco y Quiahuiztlan, que eran grandes cen- tros cvico-religiosos en diferentes perodos; y all sobresalieron los edificios decorados con nichos, los juegos de pelota con paneles decorados en bajorelie-

    ves el completo yugos-hachas-palmas y figurillas son- rientes; lo mismo que una alfarera policroma, figuras de animales con ruedas y vasijas en alabastro; rasgos que despus fueron modificados por las conquistas mexicanas.

    Y ms hacia el norte, por la Sierra Madre Oriental que tiene algunos valles y escarpamientos dirigidos a la Costa del Golfo, se desarroll la cultura Huasteca, caracterizada por sus construcciones de planta circu- lar, una cermica de color blanco o crema en forma de calabazas con vertedera, tambin por vasijas b- cromas y policromas representando animales y seres humanos, figurillas y un delicado tallado de la concha y el caracol marino; adems de que los huastecos gozaron fama de ser grandes tejedores, brujos y hech i- ceros e ilusionistas y en su territorio se crearon varias deidades -Tlazolteotl, Quetzalcoatl-Ehecatl, Ix- cuina- que fueron adoptadas por los mexicas.

    En el Altiplano o Mesa Central de Mxico florecie- ron importantes culturas prehispnicas, ya sea por los frtiles valles del Bajo, Toluca, Mxico, Puebla y Morelos, o por las zonas lacustres de Chpala, Cuitzeo, Ptzcuaro y Cuenca de Mxico; o sea que all tuvieron asiento los teotihuacanos, toltecas, me- xicas, otomes, matlatzincas, cholultecas, colimen- ses, tarascos y muchos grupos ms, algunos de los cuales han sobrevivido.

    Los teotihuacanos construyeron una gigantesca urbe y un Estado teocrtico por excelencia; all eleva- ron a la arquitectura y a la escultura a planos monu- mentales, no excentos de religiosidad; decoraron sus cuartos y palacios y templos con bellas pinturas mu- rales; modelaron elegantes vasos con soportes y ta- pas, lo mismo que vasijas y braseros en los que se advierte su espritu creador; hicieron delicadas figu- rillas de barro, algunos de los miembros movibles como tteres, a la vez que figuras recortadas en obsi- diana; y tallaron excelentes mscaras de piedra con fines funerarios; tuvieron una religin politeista con dioses como Tlloc (lluvia), Xipe Totee (primavera), Huehueteotl (fuego); desarrollaron el comercio, esta- blecieron colonias y fueron los creadores del estilo arquitectnico de talud y tablero.

    Los toltecas fueron mas bien militaristas; fundaron su capital en Tula, Hidalgo; ciudad compuesta de varios conjuntos de edificios, entre ellos el Templo de Tlahuizcalpanteuchtli; (Seor del alba o venus como estrella matutina), el Palacio Quemado, los Juegos de Pelota, el Coatepantli, El Corral, etc.; y all tambin se labraron los famosos colosos o caritides en forma de guerreros, columnas serpentinas, ban- quetas con escenas procesionales de guerreros, lpi- das con jaguares y guilas devorando corazones hu- manos, chacmoles, almenas en forma de caracol cortado y lpidas del hombre-pjaro-serpiente, es decir, del dios Quetzalcoatl, las cuales embellecan a los edificios y al centro ceremonial.

    Por su parte, los mexicas o aztecas fueron imperia- listas, ya que lograron conquistar en poco tiempo un vasto territorio por la fuerza de las armas; y as la

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    gran Tenochtitlan se convirti en una rica metrpoli, urbana y cosmopolita, en la que haban calzadas y canales, acueductos y fuentes pblicas, templos y adoratorios, escuelas y bibliotecas, jardines botnicos y parques zoolgicos, palacios con huertas, mercados o tianguis y, en suma, todos los elementos de una gran ciudad, en la que se concentraba el poder pol- tico y los tributos de los pueblos conquistados.

    En consecuencia, all floreci la arquitectura de los templos gemelos y de las alfardas de las escaleras rematadas en un cubo para poner los braseros y portaestandartes; la escultura monumental como la Coatlicue (diosa de la tierra), Piedra del Sol y Piedra de Tzoc; la metalurgia y la plumaria; las obras hidru- licas como el acueducto de Chapultepec y El Albarra- dn; lo mismo que la hechura de cdices en papel de amate; la escritura, literatura y poesa, la medicina herbolaria; el comercio y otros muchos aspectos culturales.

    Los matlatzincas fundaron seoros militaristas en Calixtlahuaca, Malinalco, Joquicingo, Calimaya, Teotenango y otros lugares; conocieron la metalurgia, tallaron la obsidiana, fueron buenos tejedores de algodn y fibra de maguey, lo mismo que ceramistas y escultores; a la vez que ayudaron a los tarascos en sus guerras y algunos grupos poblaron en el centro de Michoacn, por lo cual fueron llamados Pirindas o los de enmedio.

    Y antiguamente los tarascos o purpechas domina- ron un gran territorio por medio de conquistas milita- res; establecieron su capital en Tzintzuntzan, Mi- choacn; construyeron ycatas o basamentos de planta rectangular-circular; fueron afamados metalur- gistas, plumarios, ceramistas y talladores de obsidia- na; a la vez que mantenan guarniciones para la defensa del imperio de Jarcuaro, la Huacana, Zit- cuaro y Oztuma, contra la penetracin mexica prin- cipalmente; y comerciaban con la tierra caliente, la costa y la sierra, obteniendo miel, cera, algodn, plumas, pieles, aceites, copal, oro, plata, cobre y sal.

    Por la zona semirida volcnica de la Mesa del Norte, desde Zacatecas a Chihuahua -que cuenta con varias cuencas aluviales como Valparaiso, Villa- nueva, Guadiana, Poanas y Guatmape- hay una franja territorial que fue ocupada por grupos de agri- cultores avanzados, como lo revelan los sitios arqueo- lgicos de Chalchihuites y La Quemada, con sus impresionantes construcciones sobre los cerros, o como se observa en El Teu I, Las Ventanas, El Zepe y Casas Grandes; sitios que adquirieron una base cultural mesoamericana, pero con influencia de otros pueblos norteos.

    As, en Casas Grandes o Paquim, Chihuahua, hay casas de planta circular y semisubterrneas; edi- ficios con varios pisos y cuartos hechos de adobe; un juego de pelota de planta oval; canales de riego y cisternas para almacenar el agua; hornos para cocer mezcal; jaulas de adobe para guardar pericos y apro- vechar sus plumas; cermica policroma como la del Suroeste de los Estados Unidos; ornamentos de con-

    cha, turquesa y cobre; pipas y hachas de ranura; mientras que en La Quemada, Zacatecas, hay todo un sistema de revestimiento del cerro, con edificios de lajas cuatrapeadas y columnas, plazas y adorato- rios, que le dan la impresin de una ciudadela forti- ficada; adems de cermica, ornamentos, enterra- mientos, pipas, hachas de ranura y otros objetos.

    Con posterioridad este territorio fue ocupado por grupos de ms bajo nivel cultural, como los Zacat- eos, Cuachichiles, Cazcanos, Conchos, Jovas y Hui- choles; ltimos que continan habitando por la parte septentrional del Edo. de Jalisco, all en los lmites con Nayarit y Zacatecas, especialmente en las barran- cas, picachos, valles y mesetas, donde suelen encon- trarse sus cabeceras y santuarios.

    En la propia Sierra Madre Occidental -donde imperan los caones y barrancas como la del Cobre y del Presidio- el hombre ocup los abrigos y las cuevas como viviendas temporales y para enterrar a sus muertos; regin que tambin fue ocupada por algunos grupos seminmadas que llegaron a contar con la agricultura y, desde luego, por los Verohios, Tepehuanos, Jovas y Tarahumaras que an subsisten.

    Hacia el Noroeste de Mxico, de Sonora a Nayarit -donde se ubica el ardiente desierto de Altar y nume- rosas planicies aluviales son surcadas por ros como el Mayo, Yanqui, Fuerte, Acaponeta y Santiago- se asentaron varios grupos humanos que evolucionaron de una vida nmada a la sedentaria, que levantaron aldeas agrcolas y pueblos con estructuras ceremonia- les, como se observa en Guasave, Culiacn, Chame- tla, Amapa, Trincheras y otros sitios ms; culturas prehispnicas que se caracterizaron por el conoci- miento de la cermica, de los tejidos y an de la metalurgia del oro y del cobre; que tenan pipas de barro y de piedra para fumar el tabaco; que posean artefactos y hachas de ranura, malacates y agujas, ornamentos de concha y de turquesa, a la vez que levantaban edificios ceremoniales y fortificaciones en lugares estratgicos. Adems de esos grupos, por tiempos cercanos a la conquista espaola hubieron otros que en su mayora sobreviven; tales como los Seris, Pimas, patas, Ppagos, Yaquis, Mayos y Co- ras.

    Y en la Pennsula de Baja California -que tiene desiertos como El Vizcaino, sierras como las de Jurez y San Pedro Mrtir, llanuras como la de La Paz y verdes franjas costeras como la de San Jos del Cabo- vivieron originalmente grupos de cazadores de ani- males pleistocnicos y recolectores como los de Co- mond, San Joaqun y Laguna Chpala, hoy desapa- recida; luego se asentaron gentes pescadoras y reco- lectoras de moluscos que dejaron concheros desde Ensenada hasta el Cabo San Lucas; y ms tarde all vivieron grupos nmadas que nos legaron pinturas rupestres y petroglifos, como los de San Fernando, San Borjita, Palmarito y Cabo Pulmo, as como los Yumanos histricos, Laymones, Cochimes, Seris, Guaicuras y Perjcues, conocidos por los misioneros del siglo XVI e historiadores posteriores.

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  • 118 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

    Por todo ello decamos que Mxico es un mosaico de paisajes y de grupos indgenas, de regiones geogr- ficas y ambientes en donde el hombre encontr, desde lejanos tiempos, los lugares ms propicios para vivir; y de ah la existencia de numerosas sociedades y culturas precolombinas, lo mismo que de grupos actuales que prcticamente habitan en las regiones que ocuparon sus ancestros y, que en conjunto, constituyen el Mxico indgena de ayer y de hoy.

    En nuestro tiempo el estudio y conocimiento de los indgenas del pasado es tarea de la arqueologa, apoyada en las otras ramas de la antropologa y en otras disciplinas cientficas que contribuyen al cono- cimiento del hombre, de la humanidad; tarea cuyo propsito debe ser el conocimiento de las sociedades y culturas desaparecidas, de su desarrollo y evolu- cin, a travs del cambio, a efecto de que ese cono- cimiento ayude a comprender a los indgenas actuales y se procure su mejoramiento y transformacin, en base a la realidad social del pas y a la aspiracin de una sociedad ms justa.

    Formulacin del modelo

    Todo grupo humano o sociedad obtiene de la natura- leza las fuentes de su vida, dominndola por medio de las energas de que dispone, segn el grado de conocimientos y tecnologa alcanzados en un mo- mento determinado; y la forma de vida resultante y compartida por sus miembros evoluciona y cambia en el transcurso del tiempo, permitiendo nuevas trans- formaciones de la naturaleza y sociedad.

    En otras palabras, cualquier grupo humano o so- ciedad emplea su fuerza de trabajo, herramientas y tcnicas que posee para arrancar al medio ambiente de su localidad lo que necesita para vivir; y las actividades cotidianas y colectivas que resultan, as como las relaciones existentes entre sus miembros, progresan y cambian con el tiempo, determinando nuevas transformaciones en la naturaleza y sociedad.

    Este proceso que ocurre en el presente ha ocurrido tambin en el pasado, es aplicable a las sociedades desaparecidas que estudia la arqueologa; y as tanto en el viejo como en el Nuevo Mundo las sociedades han evolucionado de formas sencillas a formas cada vez ms complejas, sin que necesariamente todas ellas hayan progresado igual, o hayan tenido que pasar por una serie sucesiva de formas de desarrollo.

    As, ya mencionbamos anteriormente que los primeros pobladores del territorio mexicano fueron recolectores y cazadores nomdicos que vivan de la recolecta o apropiacin de plantas y animales; que algunos se volvieron cazadores especializados de animales pleistocnicos y otros fueron recolectores especializados; que algunos grupos comenzaron a experimentar con el cultivo de ciertas plantas nativas, lo cual los llev a la agricultura incipiente; y que ms tarde se desarroll la agricultura y surgieron las aldeas sedentarias, luego los centros ceremoniales, las ciu-

    dades urbanas y la teocracia; finalizando con la crea- cin de seoros militaristas que sucumben con la conquista espaola.

    Esta evolucin brevemente bosquejada, considero que se adapta bastante bien a la dinmica cultural del Mxico precolombino, constituye en s un modelo de desarrollo sociocultural que puede ser aplicado por la arqueologa; y slo necesita ser formulado con trminos claros y precisos que muestren dicha evolu- cin y cambios, que concuerden con las evidencias arqueolgicas y hechos histricos, a la vez que dentro de una periodificacin y cronologa relativamente exacta, la cual permita la incorporacin de las fases locales establecidas por los arquelogos.

    Tomando en cuenta todo ello, y sujeto desde luego a la revisin y crtica de los estudiosos, el modelo propuesto es el siguiente:

    I. Epoca de Apropiacin de Alimentos

    Etapa de los Recolectores y Cazadores Nmadas. Perodo Preagrcola: 20000 - 7000 a.C. Perodo Protoagrcola: 7000 - 5000 a.C.

    II. Epoca de la Produccin de Alimentos.

    Etapa de las Comunidades Sedentarias. Perodo Agrcola Incipiente: 5000 - 2400 a.C. Perodo Agrcola Aldeano: 2400 - 1200 a.C.

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  • PINA CHAN UN MODELO DE EVOLUCIN SOCIAL Y CULTURAL DEL MEXICO PRECOLOMBINO 119

    Etapa de los Pueblos y Estados Teocrticos. Perodo de las Aldeas y Centros Ceremoniales:

    1200 a.C. -200CI.C. Perodo de los Centros Ceremoniales y Ciudades

    Urbanas: 200 - 900 d.C. Etapa de los Pueblos y Estados Militaristas. Perodo de las Ciudades y Seoros Militaristas:

    900- 1250 d.C. Perodo de los Seoros y Metrpolis Imperialistas:

    1256- 1521 d.C.

    En este esquema las pocas se caracterizan por la forma de obtener los alimentos, es decir, por la simple apropiacin de ellos, sin transformacin o recolecta- dos y por la produccin alimenticia que implica el control de los mismos; las Etapas van definiendo el paso del nomadismo o trashumancia al sedentarismo, de las bandas a las comunidades, aldeas, pueblos y Estados, es decir, a los agrupamientos humanos que van de lo sencillo a lo complejo con sus implicaciones demogrficas; y los Perodos van marcando el pobla- miento de los grupos o sociedades: cuevas, campa- mentos temporales, aldeas, centros, ciudades y me- trpolis, con el consiguiente desarrollo econmico, tecnolgico, social, poltico y cultural.

    Por apropiacin entendemos el tomar una cosa sin transformarla o producirla, una especie de reco- lecta, mientras que produccin es lo contrario; noma- dismo es el cambiar de lugar frecuentemente, propio de grupos no civilizados o de bajo nivel cultural, en tanto que sedentarismo es lo contrario; por comuni- dad entendemos la existencia de una congregacin de personas que viven unidas y observan ciertas -reglas; aldea es un lugar pequeo de corto vecindario o de poblacin reducida; pueblo es un lugar mayor, centro o ciudad, con poblacin concentrada y au- mento demogrfico; centro es el punto ms concu- rrido de una poblacin local y fornea, donde se radica la organizacin administrativa, poltica y reli- giosa; en tanto que ciudad es el lugar donde habita una gran poblacin, el cual tiene conjuntos de edifi- cios intercomunicados, subcentros o barrios, algunos servicios pblicos y otros progresos.

    Por teocrtico entendemos un gobierno ejercido por los sacerdotes; por ceremonial queremos decir un lugar donde se llevan a cabo los cultos religiosos, las festividades y otros actos pblicos; urbano implica planeacin de un pueblo o ciudad, lugar populoso y con servicios pblicos, edificios, plazas, mercados, calles, etc. dentro de una traza premeditada; por seoro entendemos el lugar o territorio que gobierna un seor, cacique o jefe por lo general una jurisdic- cin o provincia; Estado es un territorio cuyos habi- tantes se rigen por leyes, sujeto a un gobierno central y constituido por cabeceras, pueblos, centros, provin- cias y an naciones; provincia es la divisin territo- rial de un Estado, sujetas administrativamente a una autoridad; en tanto que militarista indica el predomi- nio del elemento militar o guerrero en el gobierno de una provincia o Estado, y por imperialista entendemos

    ser partidario de extender por medio de la fuerza de las armas el dominio de un Estado sobre otros pue- blos, aunque el jefe del gobierno no sea emperador.

    Aplicacin del Modelo

    /. Epoca de la Apropiacin de Alimentos

    Se refiere a los ms antiguos acontecimientos que ocurrieron en el continente americano, a las primeras oleadas o penetraciones de inmigrantes que se fueron adaptando progresivamente a sus nuevos ambientes ecolgicos, dispersndose y an mezclndose con el tiempo en varias partes de Amrica; los cuales traan algunos rasgos culturales del Viejo Mundo que se adaptaron y transformaron o evolucionaron en suelo americano.

    Estos grupos humanos fueron contemporneos a una flora y fauna pleistocnica que se extingui o transform en parte ante los, cambios climticos del Holoceno o Reciente; su economa era fundamental- mente del tipo de apropiacin de alimentos naturales dentro de un patrn recolector que se ajustaba a las potencialidades de cada zona; la produccin de sus artefactos o instrumentos estaban en funcin de las necesidades de subsistencia, como el alimento, el abrigo y el vestido, por lo cual pueden mostrar cierto progreso tecnolgico gradual y an alguna especiali- zacin; a la vez que la densidad de poblacin era muy reducida, el nivel cultural era bastante bajo, y existan varias formas o modos de vida tradicionales, localizadas en unos pocos sitios pero dentro de vastos territorios.

    Etapa de los Recolectores y Cazadores Nmadas

    Estas formas de vida, sencillas y generalizadas, se basaban fundamentalmente en la recoleccin y cace- ra, solas o combinadas, primarias o secundarias, en diversos grados de especial izacin o no, y de caracter nomdico por lo comn; y esa trashumancia se ajus- taba a los hbitos de los animales y a las estaciones de los productos vegetales, lo mismo que al problema de conseguir suficientes alimentos para la subsisten- cia del grupo, no permitiendo una gran poblacin ni una organizacin social compleja.

    En otras palabras, la explotacin de los recursos alimenticios del medio natural, de zonas ecolgica- mente variables, se traduca en una simple apropia- cin o recolecta; y ello slo permita la formacin de bandas menores o mayores, unidas tal vez por lazos de parentesco, sexo y edad, las cuales posean una gran movilidad y un escaso equipo material, ajustado a las necesidades ms apremiantes.

    Perodo Preagrcola: 20 - 7000 a.C.

    Independientemente de los hallazgos ocasionales de

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  • 120 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

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  • PINA CHAN UN MODELO DE EVOLUCIN SOCIAL Y CULTURAL DEL MEXICO PRECOLOMBINO 121

    ciertos artefactos estimados como muy antiguos, en Tlapacoya, Edo. de Mxico, se han encontrado evi- dencias de que el hombre ya exista desde cuando menos por 20,000 aos antes de la era cristiana; y ello permite suponer que el poblamiento americano es ms antiguo en Norteamrica y cuando menos igual o un poco ms reciente en Sudamrica, aunque nuevos descubrimientos deben mostrar una antige- dad decreciente de norte a sur.

    En Tlapacoya los escasos implementos encontra- dos no permiten definir con certeza que tipo de vida llevaban, es decir, que el grupo pudo ser tanto reco- lector como cazador; y ello nos recuerda a una serie de hallazgos ocurridos en Amrica, consistentes en ncleos y lascas, partidores o choppers martilladores, machacadores y otros sencillos artefactos, general- mente toscos e indiferenciados, que pudieron apli- carse indistintamente a la recoleccin y a la caza de una paleofauna en vas de extincin, para lo cual los grupos podan contar tambin con puntas de proyectil no lticas.

    Y por ciertas evidencias asociadas a esos hallaz- gos, los grupos conocan la manera de producir el fuego; pudieron habitar estacionalmente las cuevas o abrigos rocosos, lo mismo que acampar temporal- mente al aire libre; y los grupos constituiran reduci- das bandas de familias nomdicas, que explotaban un habitat determinado por cierto tiempo, cambiando de lugar cuando la subsistencia ya no era posible.

    Junto a esa vida, indiferenciada por los artefactos encontrados, se observa que otros grupos posteriores dependan ms de la caza de animales pleistocnicos o megafauna, selectivamente o especializada local- mente, con recoleccin estacional como actividad secundaria, en baja escala y con cierta restriccin territorial pero nomdicos; y de ah tambin la espe- cializacin de algunos implementos, como las puntas de proyectil de los tipos Clovis, Folsom, Lerma, Plainview, etc., localizadas en varios lugares del territorio mexicano, lo mismo que raspadores, graba- dores, tajadores, raederas, buriles, pulidores, macha- cadores, lascas, etc., que acusan cierto adelanto tecnolgico y ms variadQS usos.

    De hecho, estas bandas nomdicas o trashumantes eran recolectoras de plantas y animales, aunque algu- nas fueran de cazadores especializados y recolectores en baja escala; y as en la fase Ajuereado del Valle de Tehuacn, Puebla, Me Neish ha sealado que las microbandas o familias nomdicas vivan de la reco- leccin de plantas silvestres, de la caza y atrapa- miento de animales, tanto paleofauna como especies menores (caballo, antlope, conejo silvestre, aves, etc.); a la vez que habitaban las cuevas y cambiaban sus campamentos varias veces al ao, estacionalmen- te. Entre sus implementos pueden mencionarse pun- tas Lerma, navajas, buriles, raspadores, lascas, taja- dores, cuchillos y raederas.

    Y tambin es evidente que otros grupos dependan ms de la recoleccin especializada y de la caza tarda, con eficientes tcnicas para recoger y preparar

    sus alimentos vegetales, y que cazaban y atrapaban animales, lo mismo pleistocnicos sobrevivientes que pequeos; a la vez que pudieron iniciar la pesca y la recoleccin de moluscos en ciertos lugares aptos para ello.

    Ejemplo de este primer perodo son los hallazgos de Tlapacoya, Edo. de Mxico (20000 a.C); Tepex- pan (12-10000 a.C); el Complejo Ajuereado del Valle de Tehuacn, Puebla (1 1-10000 a.C); el Com- plejo Diablo, Tamaulipas (10000 a.C); el Complejo Lerma (10-9000 a.C); Santa Isabel Iztapan (9-8000 a.C.) y algunos ms.

    Perodo Protoagrcola: 7 - 5000 a.C. La vida recolectora se fue especializando ms, desde luego sin abandonarse la cacera y la pesca, pasando los grupos a los umbrales de la agricultura; y as Me Neish dice que en la Fase El Riego de Tehuacn, Puebla, se han encontrado piedras para la molienda, machacadores, morteros, manos, raspadores, nava- jas, buriles, agujas y punzones de hueso, puntas de proyectil con espigas, dardos de asta de ciervo o de madera, trampas, redes y otros implementos ms, adaptados a varias actividades cotidianas; y los gru- pos han de haber constituido bandas de familias extendidas, nomdicas estacionalmente, que ocupa- ban semipermanentemente las cuevas o abrigos roco- sos, o que podan levantar campamentos al aire libre; a la vez que recolectar plantas silvestres como el guaje o calabazo, agaves, amaranto, maz, chile, aguacate, zapote, frijol, algodn, etc.

    De hecho, Jos grupos de Tehuacn y de otros lugares alcanzaron nuevos progresos culturales, entre ellos el tejido y la cestera, evidente en las redes, mantas, sandalias, bolsas, cestos tejidos en espiral, petates, etc.; y tambin incineraban a sus muertos o los enterraban en el interior de las cuevas, envueltos en mantas o petates y con acompaamiento de pobres o sencillas ofrendas para la otra vida. Algunos grupos pudieron practicar el chamanismo y los sacrificios humanos.

    Ejemplos de este perodo son los hallazgos de la Cueva Espantosa de Coahuila; el Complejo El Riego de Tehuacn (7-5200 a.C); el Complejo Infiernillo de Tamaulipas (6500-6200 a.C); los niveles ms bajos de la Cueva de Santa Marta, Chiapas, el nivel Zohapilco 1 de Tlapacoya.; etc.; y desde luego, por estos tiempos los recolectores y cazadores seguan las rutas naturales determinadas por los accidentes del terreno, permanecan temporalmente ah donde las posibilidades del medio se los permita, y cambios climticos importantes modificaban sus fuentes de alimentos, animales y vegetales, repercutiendo en sus modos de vida.

    //. Epoca de la Produccin de Alimentos

    Se refiere a los tiempos posteriores al temprano pobla-

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  • 122 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

    miento de Amrica en general y de Mxico en parti- cular, durante los cuales los grupos, con un carcter ms americano, fueron asentando las bases de las culturas propiamente sedentarias y regionales del Nuevo Mundo; y con ello se inicia y evoluciona la forma de vida productora de alimentos, en diversos grados; aumenta la densidad demogrfica; se hace comn la vida en aldeas, centros ceremoniales y ciudades en el sentido prehispnico; progresa la tec- nologa; etc.; alcanzndose niveles culturales cada vez mas adelantados, que se ven truncados por la conquista espaola.

    Etapa de las Comunidades Sedentarias

    Significa una forma de vida estable; basada principal- mente en la agricultura o pesca, con caza y recolec- cin subsidiaria, que van determinando una gradual economa mixta productora de alimentos; misma que se traduce en una cultura ms desarrollada, con poca especializacin y abierta al cambio. La economa, autosuficiente gradual, permite cierto aumento de la poblacin; la fundacin de aldeas pequeas o gran- des, dispersas o relativamente cercanas, formando una comunidad tribal, multifamiliar; y el equipo ma- terial se acrecienta ante la aparicin de nuevas ocu- paciones que pueden realizar ambos sexos, o sea que puede llegarse a una produccin artesanal sencilla y

    practicada por todos, sin requerimientos de especia- listas de tiempo completo.

    Aspectos como una produccin de alimentos que se destina a cubrir las necesidades de la comunidad aldeana; cierta organizacin social autnoma; eco- noma autosuficiente; vinculacin entre la agricultura o pesca con las artesanas que se conciben como ocupaciones suplementarias practicadas por ambos sexos; apropiacin de la tierra para la realizacin de los cultivos; intercambios de recursos entre los grupos de diferentes zonas geogrficas; poblacin sedentaria concentrada; afianzamiento y divulgacin del patrn agrcola; propagacin de plantas; etc., son factores que se presentan en esta etapa de las comunidades sedentarias.

    Perodo Agrcola Incipiente: 5000-2400 a.C.

    En el curso del tiempo algunas bandas rebasaron el nivel de vida y de cultura recolectora, especialmente en zonas potencialmente ricas en plantas y animales, llegando a un franco sedentarismo estacional y a la experimentacin cultivadora de algunas especies ve- getales nativas; lo cual condujo a la integracin de tempranas y reducidas aldeas, habitadas ms bien semipermanentemente, y al cultivo u horticultura incipiente, base de futuros progresos culturales.

    Pero esos cultivos incipientes -que marcan de

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  • PINA CHAN UN MODELO DE EVOLUCIN SOCIAL Y CULTURAL DEL MEXICO PRECOLOMBINO 123

    hecho la etapa productora de alimentos- jams elimi- naron al modo de recoleccin de plantas y a la caza de animales, que cuantitativamente definen a la poca anterior; o sea que la presencia de cultivos y aldeas slo alcanza su mximo en perodos posterio- res, cuando la agricultura es capaz de sostener a co- munidades mayores y permanentes, por lo cual este perodo es mas bien transicional a ellos.

    As, este perodo se refiere a tiempos en que se iniciaron los cultivos, despus de un largo y lento proceso de observacin y experimentacin con algu- nas plantas nativas, con lo cual se inicia o gesta la poca de produccin de alimentos; pero estos culti- vos slo constituan un bajsimo porcentaje de la dieta alimenticia, la cual segua siendo prcticamente reco- lectora, cazadora y pescadora, combinadas en diver- sos grados.

    En otras palabras, algunos grupos dependan ms de la caza, recoleccin y pesca, aunque comenzaron a domesticar algunas plantas por la seleccin de ciertas especies; o sea que de una larga experimenta- cin pasaron a la domesticacin gradual de plantas silvestres, desembocando a la horticultura o cultivo de algunas de ellas. Y tambin, por depender de los recursos alimenticios de los bosques, ros y costas, eran recolectores estacionales de vegetales y molus- cos, lo mismo que pescadores en baja escala.

    Segn las exploraciones de Me Neish en el Valle de Tehuacn, y otras evidencias arqueolgicas, estos grupos podan constituir macrobandas seminomdi- cas, con tendencia al sedentarismo y a la concentra- cin de la poblacin en aldeas restringidas, situadas en un lugar determinado y ocupadas por perodos anuales; y dichas macrobandas estaran formadas por familias nucleares, unidas por parentesco, y posible- mente integrando clanes patrilineales con diferencia- cin por sexo y edad; contaban ya con el perro domesticado y habitaban tambin estacionalmente las cuevas, o se asentaban a lo largo de los ros y costas, construyendo casas o viviendas semisubterr- neas en algunos sitios.

    Entre sus artefactos, algunos mejor adaptados, pueden citarse: piedras para la molienda, metates, morteros y manos; molcajetes, machacadores, reci- pientes de piedra, agujas, punzones, puntas de pro- yectil pequeas, navajas, etc.; y ya contaban con plantas domesticadas como el maz, la calabaza, frijol, chile y otras ms, que contribuan quizs hasta con un 25% de la dieta alimenticia.

    Tambin tejan bolsas, redes, sandalias, cordeles, mantas, petates, canastos, etc., de varias fibras vege- tales; enterraban a sus muertos envueltos en telas o esteras, rociados con polvo rojo de hematita o cina- brio, acompandolos con ofrendas para la otra vida; y pudieron tener ciertas creencias mgicas y practicar el chamanismo, e iniciar el sentido artstico en sus ornamentos y artefactos.

    Dichos grupos pudieron prosperar ms en zonas virtualmente ricas en plantas y animales, ya sea evo- lucionado por sus propios medios o por contactos

    con otros vecinos; y al final del perodo pudo intro- ducirse la cermica, de aspecto tosco o primitivo en algunos casos.

    Ejemplos de este primer perodo son los hallazgos de Coxcatln (5200-3400 a.C), el Complejo Nogales (5000-3000 a.C), Ocampo (3700-2600), el Com- plejo Abejas (3400-2300 a.C), La Perra (3000-2200 a.C), Cueva de Santa Marta, etc.; y durante l se intensifica la explotacin de los bosques, hay un ligero aumento de la poblacin, se inician las tcnicas agrcolas, surgen algunos implementos para el trabajo del campo, se establecen las primeras aldeas, y hay ms ocupaciones cotidianas que contribuyen a la vida en comunidad y al sedentarismo.

    Perodo Agrcola Aldeano: 2400 - 1200 a.C.

    Se refiere a los grupos plenamente sedentarios, agrco- las o pescadores bsicamente, que vivan en aldeas y cuya economa autosuficierte permita la subsisten- cia de una poblacin relativamente pequea; misma que posea un orden social interno que no rebasaba el plano de la comunidad tribal y que tampoco reque- ra de personas especializadas.

    En este perodo diversos grupos van asimilando una economa agrcola o pescadora, se expande el conocimiento de la agricultura, se trasmiten las plantas y tcnicas de cultivo de una regin a otra; y se va consolidando un rgimen agrario o de pesca, productor de alimentos.

    Aunque en algunos lugares se pueden aprovechar las cuevas temporalmente, hay ahora la tendencia a construir aldeas' a lo largo de los ros y la costa, a veces con chozas o viviendas semisubterrneas; y los grupos agrcolas cuentan ya con varias especies de maz, calabaza, frijol, chile y otras plantas alimenti- cias, lo mismo que con el algodn y frutas silvestres que recolectan. Tambin tienen al perro domestica- do, entierran a sus muertos, y cuentan con artefactos ms adaptados a sus necesidades.

    Un nuevo rasgo en este perodo es la introduccin de la cermica, como se ha visto en el valle de Tehuacn e Izucar, Puebla, o en Puerto Marquez, Acapulco, Guerrero; y sta se caracteriza por un color cafetoso, con la superficie cuarteada o con hoyitos, debido al grueso desgrasante de arena o grava que contiene la pasta y que no permite un buen pulimento, por lo cual se le ha llamado "cermica con viruela" por Brush. Entre sus formas predominan las ollas y cuencos sencillos, con bases esfricas; y esta cermica no guarda al parecer relaciones con las tradiciones alfareras conocidas. Su aparicin se coloca, de acuerdo con fechas de Carbono 14, de 2400 a 2300 a.C. por ahora.

    Ejemplos de este perodo son la Fase Purrn del Valle de Tehuacn (2300-1500 a.C), que segn Me Neish contaba con pequeas aldeas de casas semisubterrneas, cuencas o recipientes de piedra y cermica cafetosa; la Fase Fiacco de Tamaulipas

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  • 124 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

    (2000 a.C), la Cueva de Santa Marta; Tlapacoya; etc.; y para entonces las tempranas comunidades cuentan con una mayor variedad de recursos, la caza y pesca continan contribuyendo a la dieta alimenti- cia, y la agricultura se va desarrollando lo suficiente, como para poder sostener a grupos mayores.

    As, el paulatino desarrollo de la vida aldeana lleva a la ocupacin no slo de los ros y costas sino tambin de los valles y laderas de los cerros, en los que haban tierras aptas para la agricultura; y sta se practicaba por el sistema de humedal o de avenida, aunque tambin se utilizaba la roza o milpa, acla- rando parte del bosque con.ayuda del fuego y hachas de piedra. Para la siembra se us el bastn plantador y la semilla se guardaba en graneros.

    Adems de la cermica y modelado de figurillas los grupos se dedicaban a la manufactura de sus artefactos o herramientas: puntas de proyectil para la caza; metates y morteros para la molienda; raspado- res o raederas; navajas y cuchillos; hachas y pulido- res; punzones y agujas; etc.; para los cuales emplea- ban el pedernal, la obsidiana, la serpentina, el hueso y el asta, la madera y otros materiales.

    Tambin aprovechaban y tejan algodn para la confeccin de sus vestidos y adornos para la cabeza; hacan cestas y petates; trabajaban la concha para obtener sus ornamentos que completaban el atuendo personal; y mantenan ciertos intercambios con los grupos vecinos, para suplir o equilibrar las deficiencias de materias primas y an de productos alimenticios y algunos objetos elaborados.

    Para este perodo ya exista la divisin del trabajo por sexo y edad, aunque todava no perfectamente institucionalizada, pues haban agricultores, cazado- res, pescadores, alfareros, tejedores, lapidarios, ces- teros y personas dedicadas a otras actividades senci- llas, a veces practicadas por ambos sexos; integrando todos ellos una comunidad tribal y gobernada tal vez por individuos de experiencia, edad y prestigio, que vean por la colectividad.

    Y desde el punto de vista religioso o de sus creen- cias, la sociedad de aquellos das ha de haber tenido un culto a las fuerzas de la naturaleza, ligadas a la agricultura, a la tierra y al agua, por lo cual celebra- ran ciertos ritos y ceremonias agrcolas; a la vez que rendan culto a sus muertos, enterrndolos en aguje- ros excavados en el suelo, en posicin extendida por lo regular, y con acompaamiento de ofrendas para la otra vida.

    Este desarrollo cultural, a grandes rasgos, es el que se observa inicialmente en algunos lugares del Altiplano Central de Mxico, entre ellos El Arbolillo, Tlapacoya, Zacatenco y Tlatilco; y en ellos aparece una cermica esencialmente monocroma, en colora- ciones negro, caf negruzco, bayo y caf rojizo y blanca, en vasijas que adoptan la forma de cuencos sencillos o de silueta compuesta, ollas y vasos de paredes divergentes, todas ellas de cuerpos y bases esfricas. Tambin se aprecia que la decoracin es continua alrededor de la pieza; sobresaliendo un

    motivo de tringulos rellenos de lneas paralelas inci- sas.

    Y las figurillas se hacan a mano, agregando a la cara y el cuerpo los rasgos faciales y los adornos, por medio de filetes y bolitas de barro, tcnica conocida como "al pastillaje", lo cual indica una tradicin alfarera propia del Altiplano; y dichas figurillas fueron evolucionando de formas toscas a formas mejor equi- libradas anatmicamente, desarrollo que puede apre- ciarse en los llamados "tipos C3, C2 F antiguo y C1" con sus variantes locales.

    Las figurillas, por otra parte, revelan algunos datos ms, y as stas representan generalmente a mujeres, lo cual podra indicar la existencia de clanes matrili- neales o el culto a la fertilidad; muestran escasa indumentaria y mayor nfasis en la desnudez y pintura facial y corporal; a la vez que se observa el uso de orejeras, narigueras, collares, brazaletes, sandalias y tocados elaborados, que implican el tejido, la preo- cupacin por los adornos y un mayor gusto esttico que en el perodo anterior.

    Desde estos tiempos la cultura Olmeca se co- mienza a formar en el sur de Mesoamrica, sobre la base de una tradicin cermica que incluye la imprp- sin de cuerdas y de textiles, la excisin, el estampado de mecedora o "rocker stamp", el punteado o punzo- nado, la impresin de ua, el asa de estribo y otros rasgos ms; tradicin cermica a la cual se le aade el simbolismo del jaguar, animal totmico del grupo, y el modelado de figurillas con los ojos ranurados o incisos, bocas con las comisuras hacia abajo, como de recin nacidos y cabezas deformadas y rapadas o combinadas con mechones de pelo.

    Una vez formada la cultura Olmeca, con una clara obsesin felina, esta comienza a extenderse en dos direcciones principales, una dirigida hacia la Costa del Golfo, va Itsmo de Tehuantepec, para alcanzar lugares como San Lorenzo, La Venta, Tres Zapotes, etc.; y otra dirigida hacia Oaxaca, Guerrero, Puebla y Morelos, la cual, hacia 1250 a.C., cuando menos, alcanza la Cuenca de Mxico.

    Por ello decimos que los Olmecas se dispersaron por la Costa del Golfo y por Oaxaca-Guerrero-Alti- plano Central, establecindose en lugares no ocupa- dos con anterioridad y en sitios en donde ya exista una poblacin distinta a ellos; y en este ltimo caso los Olmecas contribuyeron a modificar la cultura existente y a enriquecerla, como se observa en Tlapa- coya, Tlatilco, Chalcatzingo, Las Bocas, Ajalpan y otros lugares.

    De ah que en esos sitios se encuentre cermica negra, blanca, roja, blanco sobre rojo, caf, rojo sobre blanco y rojo sobre caf, que corresponden a la tradicin alfarera local; junto con cermica negra gruesa, negra con bordes blancos, griscea brillante, blanca o marfil fina, amarillenta laca y otras ms, que corresponden a los Olmecas; y de all tambin que junto a formas sencillas esfricas aparezcan teco- mates, platos y vasos de base plana, botellones tipo Chavn, botellones con asa de estribo, vasijas efigie,

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  • PINA CHAN UN MODELO DE EVOLUCIN SOCIAL Y CULTURAL DEL MEXICO PRECOLOMBINO 125

    platos con pico vertedera, vasijas de caoln, etc., decoradas en muchos casos con los tpicos elementos felinos.

    En las figurillas se advierte el mismo proceso que en la cermica, pues los alfareros locales producan ejemplares de la tradicin "C" o al pastillaje, mientras que los Olmecas introdujeron sus figurillas de color blanco pulido, por lo regular sedentes, y con la cabeza deformada, de cuya mezcla surgieron las figuras huecas o tipo "cara de nio", el tipo "D" o "mujer bonita" y otras muchas variantes.

    El impacto de esta cultura Olmeca sobre la pobla- cin aldeana del Altiplano central fue decisiva, pues impuls al mismo tiempo la tecnologa, la economa, las artes y la religin iniciales; y as al travs de las figurillas se ven representaciones de magos o brujos, msicos y danzantes, acrbatas y enanos o bufones, mujeres embarazadas o cargando a sus hijos, joroba- dos y otros seres deformes, viejos y nios, jugadores de pelota, etc.; lo mismo que la prctica de la defor- macin craneal, la mutilacin dentaria, el corte total o parcial del pelo, la pintura corporal y facial, el uso de trenzas entre las mujeres, y otras muchas costum- bres.

    Tambin mejora el tejido y la indumentaria (faldi- llas, bragueros, capas, cinturones, sandalias, sacos, sombreros, barbiquejos, etc.); se hacen mas ricos y variados los ornamentos (orejeras, collares, narigue- ras, espejos, pectorales, etc.); y se utilizan sellos o

    pintaderas de barro, mscaras de barro y tal vez de madera, silbatos, etc.

    La representacin de magos o hechiceros permite inferir que ahora stos son los que dirigen o gobiernan a la comunidad, que son los que participan en las festividades agrcolas, en las que no faltan la msica y la danza, las acrobacias y el juego de la pelota; y a esas fiestas asistan ataviados con mscaras fants- ticas, pelucas y sonajas en las manos, para causar mayor impresin.

    Estos brujos eran, por otra parte, los representantes de la autoridad poltica y religiosa de aquel entonces, aunque en este ltimo sentido sera mas correcto hablar de creencias mgicas; ya que rendan culto a la lluvia y a la tierra, a la fertilidad, simbolizado por el jaguar-serpiente y realizaban ritos agrcolas y fies- tas; al igual que adoraban a algunos animales totmi- cos como el pato y la serpiente, tanto acutica como de cascabel y llegaron a fusionar el concepto de la serpiente acutica con el jaguar, para elaborar una especie de dragn terrestre conectado con la tierra y el agua fertilizante.

    En relacin con la magia representaron en sus figurillas a seres femeninos con dos cabezas o con tres ojos en una misma cara; a personas con manchas de pelo en las mejillas; a viejos con la lengua colgante y partida; a jorobados y a otros individuos patolgi- cos; lo mismo que mscaras con una mitad jaguar y otra mitad hombre, o una mitad vida y otra mitad muerte, todo ello tal vez como amuletos para conjurar o evitar esos aspectos inexplicables.

    Y en cuanto al culto a los muertos, ahora se observa que los cadveres se enterraban comnmente en posicin flexionada, adems de la extendida, colocados en hoyos excavados en la tierra, en ocasio- nes con ringleras de piedras para delimitar la fosa, y con acompaamiento de ricas ofrendas para la otra vida; a la vez que se hacan sacrificios humanos, especialmente de nios y perros que fungan como custodios o acompaantes del muerto.

    Adems de estos grupos mas adelantados, en las costas haban aldeas de individuos que dependan fundamentalmente de la pesca y la recoleccin mar- tima, aunque tambin podan recolectar productos vegetales silvestres y cazar algunos animales terres- tres; los cuales desarollaron el arte de la navegacin, en canoas o balsas; tuvieron una tecnologa apro- piada a sus actividades de subsistencia; conocan el tejido y la cestera; y mantenan contactos con los grupos agrcolas, propiciando el cambio cultural.

    As, en Altamira, Izapa, Mazatn y otros lugares de Chiapas, los grupos eran fundamentalmente pesca- dores, tenan cermica roja, negra, incisa y acanala- da, en forma de tecomates y cuencos sencillos; explo- tando sus microambientes por la recoleccin y la caza como actividades complementarias, y tal vez con una agricultura a base de plantar tubrculos como la yuca.

    Otros sitios, como Chiapa de Corzo, eran agricul- tores, tenan una cermica desarrollada, hacan figu-

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  • 126 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

    rulas de barro, enterraban a sus muertos con acompa- amiento de ofrendas; y tenan sellos de barro, sona- jas y silbatos, pequeas mscaras, cuentas y orejeras de jade, etc.

    De hecho, en este perodo pudieron existir aldeas iniciales o primitivas que por ser autosuficientes per- manecieron sin cambiar prcticamente; aldeas de pescadores, basados en su autoabastecimiento, que tambin por cierto aislamiento no prosperaron; y aldeas principalmente agrcolas que recibieron est- mulos de otros grupos contemporneos, hacindolas progresar notablemente.

    Sin embargo, todas ellas definen a una etapa bastante homognea, de comunidades tribales auto- suficientes; aunque ciertas aldeas comienzan a mos- trar, como es natural, una .serie de rasgos que defini- rn a una etapa mas avanzada, entre ellos: la existen- cia de brujos o hechiceros que controlan el poder, y que se convertirn en sacerdotes y jefes; la coloniza- cin de lugares por algunos grupos, como los Olme- cas; una mayor intensidad de los intercambios de productos; un mayor intercambio de recursos prove- nientes de zonas geogrficas alejadas; ciertos servi- cios comunales como los cementerios o lugares fijos para los enterramientos; creencias mgicas tendientes a la creacin de dioses; un mayor desarrollo de la tecnologa; aumento de poblacin y proliferacin de aldeas; y an un patente mejoramiento en la construc- cin de las viviendas, con la aparicin en algunos lugares de plataformas de tierra o lodo, revestidas de piedra, para asentar las chozas. En algunos sitios se delimitan los entierros con ringleras de piedras, germen de las tumbas; y pudieron haber casas comu- nales hechas de materiales perecederos.

    Etapa de los Pueblos y Estados Teocrticos

    Se refiere a la consolidacin de una economa mixta productora de alimentos, que exige una mxima explotacin de los diversos ambientes ecolgicos, el desarrollo de nuevos sistemas agrcolas como el terra- ceado y los sencillos canales para el riego artificial; lo mismo que el aumento de la poblacin, el gradual desenvolvimiento de las artesanas y la tecnologa, la acumulacin de excedentes econmicos, el comer- cio interno y forneo, etc.; lo cual determina el nacimiento de una nueva sociedad, en la que un grupo de individuos controlan el poder poltico y econmico, la produccin de los alimentos y las manufacturas, creando un sistema de redistribucin de los excedentes en beneficio de los centros ceremo- niales y urbanos, lo mismo que de la poblacin que en ellos reside.

    Gradualmente, algunas aldeas mayores se van transformando en pequeos centros ceremoniales, los cuales incorporan a su rbita a ciertas aldeas vecinas; algunos centros ceremoniales crecen y se transforman en verdaderos centros urbanos o ciuda- des, los cuales aglutinan a otros centros y aldeas vecinas; y en ellos florecen las artes y los conoci-

    mientos, las artesanas y el comercio, la religin y otros aspectos culturales, cada vez mas complejos.

    Perodo de las Aldeas y Centros Ceremoniales: 1200 a.C. - 200 d.C.

    La aparicin de los primeros centros ceremoniales ocurre en la Costa del Golfo y en el Sureste de Mxico antes que en el Altiplano Central, principalmente en lugares ocupados por los Olmecas, como San Loren- zo, La Venta, Tres Zapotes, etc.; y en ellos hade haber intervenido decididamente la intensificacin de los intercambios, la colonizacin de lugares estratgicos a manera de rutas comerciales y el control de ellas; ya que desde el perodo anterior los Olmecas llevaban de la Costa del Golfo el hule para las pelotas, el chapopote, las conchas y caracoles marinos, el jade, etc., controlando por medio de intermediarios el algodn, el caoln, turquesa, obsidiana, hematita, etc., de otros grupos.

    As, los intercambios, la incorporacin de los recursos de otras zonas geogrficas, la integracin de varias aldeas a un centro mayor y una organizacin centralista, permiti el desarrollo de sus centros cere- moniales; en los cuales haban sacerdotes y jefes, artesanos especializados, campesinos, mercaderes, sirvientes, etc., dentro de un sistema jerrquico.

    Estos Olmecas construyeron centros ceremoniales con plazas rodeadas de basamentos y edificios cvicos y religiosos, aunque hechos de tierra o lodo; desarro- llaron una escultura mayor y menor, fundamental- mente en piedra, material que tena que ser llevado a los centros desde lugares bien alejados, por medio de balsas y canoas; lograron desarrollar excelentes tcnicas lapidarias y una escuela artstica tradicional que influy sobre otros pueblos; y fueron los iniciado- res de la expansin territorial, aspecto que mas tarde desembocara en el militarismo.

    Ellos tallaron enormes altares monolticos, a veces con representacin de sacerdotes saliendo de la en- traa del jaguar; labraron cabezas colosales a manera de retratos de sus jefes que haban sido decapitados en el juego de la pelota; hicieron cajas o sarcfagos de piedra; figuras en bulto; pisos de mosaico de serpentina, figurando mascarones esquematizados del jaguar; tumbas hechas con bloques de basalto a manera de troncos de rboles clavados en el suelo; lpidas y estelas con personajes en relieve; grabados sobre rocas naturales y otras obras mayores; lo mismo que bellas figurillas de jade y otras piedras verdes, hachas votivas con finas incisiones, mscaras y deli- cados ornamentos.

    Tambin construyeron largos caos de piedra para el aprovechamiento del agua y para los desages; colocaban monumentos de piedra en las plazas y al frente de sus edificios; sanearon y nivelaron terrenos para el crecimiento del centro ceremonial; iniciaron la planeacin y la orientacin de sus construcciones; tuvieron una religin centrada principalmente en el jaguar, pero relacionada con la agricultura, tierra,

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  • PINA CHAN UN MODELO DE EVOLUCIN SOCIAL Y CULTURAL DEL MEXICO PRECOLOMBINO 127

    lluvia, fecundidad y otros aspectos conexos; al mismo tiempo que iniciaron el conocimiento del calendario, de la numeracin y de la escritura jerogl- fica, o sea que tuvieron algunas observaciones astro- nmicas, preocupndose por fijar el ritmo de las estaciones, las pocas de siembra y cosecha, cele- bracin de sus festividades agrcolas y otros progre- sos.

    Estos Olmecas influyeron sobre otros grupos aldea- nos, gracia? al intercambio de experiencias, ideas y conocimientos, a veces interviniendo directamente sobre las poblaciones o por los intercambios de pro- ductos; y as surgi Monte Albn y otros centros tempranos de Oaxaca, en donde comenz la arqui- tectura, el calendario, la numeracin y la escritura jeroglfica, que llegaron a ser mas adelantadas; o Izapa y otros lugares de Chiapas, en donde se desa- rroll un estilo artstico con races olmecas, relacio- nado con el de la Costa del Pacfico de Guatemala, de los cuales naci prcticamente la cultura Maya.

    As, por lo finales del perodo ya estn presentes rasgos como: centros ceremoniales que se colocan como focos rectores de varias aldeas vecinas; socie- dades formadas por sacerdotes, jefes, artesanos, mer- caderes, campesinos, etc., que constituyen estamen- tos sociales o grupos clasistas; cierta especializacin de productos manufacturados; intercambio de pro- ductos, experiencias e deas; estilos artsticos regiona- les; religin institucionalizada; conocimientos como el calendario; numeracin y escritura jeroglfica; di- visin del trabajo; etc.; todo lo cual contribuir a la formacin de los primeros Estados que en perodos siguientes alcanzarn nuevas modalidades.

    En la evolucin de las aldeas, en el Altiplano Central se observa como algunas de ellas se fueron transformando en villas o pueblos concentrados, como aument la poblacin y fueron proliferando los sitios ocupados, entre ellos; El Cerro del Tepalcate, Ticomn, Cuicuilco, Tlapacoya, Chimalhuacn, Xico, Cuanaln y muchos mas; lo cual inicia un nuevo perodo de progreso cultural, en el que se incrementa la agricultura, se desarrollo la tecnologa, aparece la arquitectura y comienzan los artesanos de tiempo completo y la casta sacerdotal.

    La agricultura se vuelve casi ptima gracias a nuevos sistemas como el terraceado y la iniciacin del regado por medio de canales, como se ha visto en Amalucan, Puebla; a lo cual se agrega el trueque y una produccin artesanal mas eficiente, y tal vez el cultivo de nuevas plantas y el empleo de abonos. A su vez el contacto mayor con otros grupos contri- buye tambin el progreso cultural, recibindose est- mulos para el cambio y una orientacin casi urbana en el sentido prehispnico.

    Los nuevos sistemas agrcolas aumentan la eficien- cia en la produccin de alimentos, con menos traba- jos y mayores excedentes, lo cual se traduce tambin en un mayor tiempo disponible para el desarrollo de las artes y las artesanas, para la elaboracin de los conocimientos; surgiendo los estilos artsticos locales

    o regionales que caracterizarn a las altas culturas, ya sean decorativos o en funcin de la religin.

    Los excedentes econmicos, el aumento de pobla- cin, la intensificacin de los intercambios y el surgi- miento de una clase de individuos que organizan y centralizan la produccin de varias aldeas, la fuerza de trabajo de las comunidades y el control poltico, permite el nacimiento de los primeros centros cere- moniales con estructuras cvico-religiosas, que ac- tan como focos de concentracin humana, interna y fornea; o sea que ahora se integran varias aldeas en un centro mayor, tal vez por razones de tradiciones o forma de vida y lengua comn, o por medios coercitivos, centro en el cual surge un nuevo modo de produccin y grupos clasistas que tienden a concen- trarse cada vez ms.

    Con la aparicin de los centros ceremoniales, pequeos o grandes, surge la arquitectura, la cual se manifiesta en las plataformas para casas, basamentos para templos, plazas o patios, altares, muros de con- tencin, caos para el drenaje y otras obras menores; y con ello adelanta la tecnologa, pues aparecen los martillos o mazos de piedra, cuas de madera para la extraccin de la piedra, cinceles de serpentina, plomadas, pulidores de pisos y paredes, taladros, etc., y se diversifican los materiales de construccin, entre ellos: troncos, morillos, lodo, piedra, cantos de ro, paja, palma, estuco y otros ms.

    Algunos de esos centros ceremoniales, pequeos pero con una poblacin concentrada, se situaban en las estribaciones de los cerros, otros se asentaban por las mrgenes de los ros y lagos, en terrenos abiertos; y servan como ncleos integradores de las aldeas o rancheras vecinas, quienes contribuan a su sosteni- miento, o sea que ya estaba constituido el pobla- miento denominado de "constelacin", es decir, al- deas dispersas dependientes de un centro mayor.

    Esos centros se regan por sacerdotes que actuaban como jefes, auxiliados por otros sacerdotes menores o personas de linaje y prestigio, con funciones espe- cficas para la buena marcha de la sociedad, entre ellas la organizacin del trabajo comunal para la construccin de edificios cvicos y religiosos, que contribuan al engrandecimiento de dicho centro; y tambin haban artesanos, algunos especializados, lo mismo que mercaderes, campesinos, sirvientes, etc.; o sea que ya existan categoras sociales con funciones diversificadas, antecedente directo de la sociedad teo- crtica monopolista de las verdaderas civilizaciones.

    En la Cuenca de Mxico la arquitectura evolu- cion de la sencilla choza asentada sobre una plata- forma a los basamentos para templos, compuestos de una serie de plataformas superpuestas, rectangulares o circulares, con rampas o escaleras y con un templo- choza encima; y de ah se pas al concepto de la pirmide truncada, que culmin en las imponentes estructuras de Teotihuacn.

    Con la aparicin de los primeros centros ceremo- niales y la casta sacerdotal naci tambin la religin, pues ahora hay representaciones de un dios Viejo del

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  • 128 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

    Fuego, concebido como un anciano jorobado, que carga a la espalda un brasero; tambin se comienza a representar al antecedente del dios Tlloc o de la lluvia, con rasgos de animal y hombre, esquematiza- dos, sobre el cuello de algunos botellones; lo mismo que al antecedente del dios Xipe, que llegar a ser patrono de los mantenimientos y de la primavera. Por su parte, los Olmecas tienen a un dios jaguar y representaciones de serpientes aladas que simbolizan a la lluvia. -

    A su vez, el culto a los muertos contina prospe- rando, pues aparecen las tumbas para las personas importantes, enterradas en ellas sobre una capa de corteza vegetal o de cinabrio, acompaados de nu- merosos objetos como ofrenda; y las tumbas tienen ya paredes de piedra y techos de lajas; mientras que en las ofrendas se colocan cestos, cermicas, cuchi- llos, ornamentos, figurillas y otros objetos. Adems de este tipo de enterramiento hay otros que se hacen directamente en el suelo, con pobres ofrendas, lo cual indica tambin la diferenciacin social existente.

    La cermica de este perodo se caracteriza por la policroma y la decoracin negativa, por el predomi- nio de los soportes ornamentales, y aparece la tcnica del estuco seco pintado y la combinacin del nega- tivo-polcromo. En la Cuenca de Mxico este estilo alfarero se ve enriquecido por la introduccin del estilo de Chupcuaro, Guanajuato; y tambin se reci- ben influencias sureas como los soportes mamifor- mes, las vasijas tetrpodas, la vertedera sencilla y las molduras labiales y bsales.

    Lo mismo sucede con las figurillas de barro, que localmente se siguen produciendo por la tcnica del pastillaje o tradicin "C", mientras que Chupcuaro, Guanajuato, introduce tambin su estilo de figurillas aplanadas que modifican un tanto a las anteriores (estilo H4).

    Tambin se trabaja mas la concha y el caracol marino, trados tanto del Atlntico como del Pacfico; y con ellas se hacan cuentas para los collares, pec- torales, pendientes, objetos calados a manera de mosaico, figuras recortadas en varias partes y con perforaciones para coser o sujetar a los vestidos, discos perforados y otros mas. De igual manera se observa el desarrollo del tejido del algodn y de la cestera, ltima que se haca trenzada y enrollada en espiral.

    Y la proliferacin de varias aldeas alrededor del Valle de Teotihuacan, y la concentracin de la pobla- cin hacia el centro del mismo, determina la organi- zacin de un centro mayor; y ello permiti la cons- truccin de las grandes pirmides del Sol y de la Luna, a escala monumental pero siguiendo el tipo de arquitectura en boga, es decir, plataformas super- puestas con muros en talud y revestimiento de estuco sobre la piedra, con angostas escalinatas limitadas por alfardas; lo cual revela una organizacin social avanzada, ideas religiosas bien establecidas, exce- dentes econmicos e integracin de la fuerza de trabajo comunal, especialistas, etc., factores que per-

    mitieron el desarrollo de las grandes civilizaciones. En resumen, durante este perodo aparecen los

    primeros edificios religiosos y una gradual especiali- zacin de labores; un patrn de pequeas aldeas compactas que se concentran alrededor de un centro ceremonial con basamentos-templos; comienza la importancia de la casta sacerdotal, cuya fuerza se basa en un creciente prestigio por sus conocimientos; y esta casta funciona como grupo poltico que junta a varias aldeas y las controla o gobierna, que toma las decisiones de la sociedad, volvindose una lite encargada del gobierno, de los cultos religiosos, de las artesanas y de los intercambios de productos y materias primas.

    Desde luego, esa lite necesitaba coordinar el trabajo de las poblaciones aldeanas, para lograr exce- dentes alimenticios, impulsar las construcciones de los centros, transportar la piedra y las materias primas de una regin a otra, etc.; y tal vez una fuerza coer- citiva o un fervor religioso contribuyeron a la creacin de esa nueva sociedad, autoritaria y estratificada, con una hbil organizacin y control centralizado.

    El grupo directriz no necesitaba vivir directamente en los recintos ceremoniales, sino que stos eran mas bien atendidos por unos cuantos sacerdotes y sirvien- tes para la buena marcha de los asuntos administra- tivos y religiosos, sirviendo al mismo tiempo como lugares de peregrinaje y mercado en fechas especia- les: pero all se comienza a observar una concentra- cin de poblacin, una naciente aristocracia que controla el poder y el comercio, que divulga su estilo

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  • PINA CHAN UN MODELO DE EVOLUCIN SOCIAL Y CULTURAL DEL MEXICO PRECOLOMBINO 129

    artstico y su ideologa, sus conocimientos intelectua- les, base de las futuras civilizaciones.

    Y ejemplos de este perodo pueden ser San Lo- renzo (1 200 - 800 a.C), La Venta (1 000 - 400 a.C), Izapa (700 - 600 a.C.) Dzibilchaltn (800 a.C.) Chiapa de Corzo, Cuicuilco, Tlapacoya, Cerro del Tepalcate, Chimalhuacan, etc.; en los que se comien- zan a manifestar los ncleos de construcciones alre- dedor de plazas, las esculturas monumentales, la orientacin de los edificios y esculturas, ejes y espa- cios rectores de las estructuras, calendarios agrcolas y rituales, cultos agrcolas que se van modificando, costumbres funerarias mas elaboradas, monopolio de las artesanas y rutas comerciales en potencia, repar- ticin de las funciones sociales y otros muchos aspec- tos culturales que aumentarn de grado en el perodo siguiente.

    Perodo de los Centros Ceremoniales y Ciudades Urbanas; 200 - 900 d.C.

    En este perodo se incluyen a los grupos o sociedades que alcanzaron una alta cultura o civilizacin, basada en una economa que produce suficientes excedentes para el sostenimiento de una creciente poblacin no productora de alimentos, concentrada en centros mayores que cuentan con numerosos edificios y una arquitectura desarrollada, tendientes en varios casos al urbanismo; regidos por jefes-sacerdotes principal- mente, los cuales constituyen un gobierno central, organizador, de las obras pblicas, de las manufac- turas, del comercio, de la administracin y de la poltica.

    En trminos generales se obtienen mas excedentes econmicos por la agricultura con irrigacin sencilla, por la incorporacin de nuevas tierras para el cultivo, por la tributacin de mas aldeas, por una produccin artesanal mas especializada y por ej comercio inten- sivo y extensivo que incorpora materias primas, obje- tos y recursos de otras regiones; lo cual permite el sostenimiento de grupos no productores de alimentos, que contribuyen al engrandecimiento y embelleci- miento del centro, prosperando una arquitectura mo- numental asociada a la escultura y pintura mural; los conocimientos astronmicos, calendricos, matem- ticos y de medicina herbolaria; la escritura jeroglfica y otros aspectos culturales, todo ello a nivel mas alto que en el perodo anterior.

    La poblacin mas densa y concentrada; la diferen- ciacin socioeconmica; la divisin del trabajo, la estratificacin a distintos niveles; la estructura poltica piramidal; la jerarquizacin social y religiosa; el con- trol de la produccin y la distribucin de los exceden- tes; la existencia de servicios sociales; la tributacin; ciertas leyes institucionalizadas; etc. son aspectos que definen a una nueva sociedad, ms teocrtica y tendiente a la vida urbana, pero en la que, por sus finales, comienza a mostrar cierto nfasis guerrero que la conducir a la integracin de los Estados Militaristas.

    Tambin el dominio de un grupo superior que se sobrepone a la masa de campesinos; la especializa- cin artesanal de tiempo completo; los ingresos por concepto del comercio y los tributos; el control sobre otras comunidades aldeanas, satlites de los centros; las especializaciones locales en ciertos oficios; los nuevos desarrollos tecnolgicos e intelectuales, etc.; son otros tantos rasgos que definen al nuevo perodo; y as mismo los amplios contactos e interrelaciones entre los pueblos y grupos, permiten la transmisin de las deas, de los productores materiales, de los estilos artsticos, que influyen y en muchos casos cambian el rumbo de algunas culturas.

    En este perodo se desarrolla la civilizacin teo- tihuacana. El centro ceremonial, urbano y religioso, se planea sobre un eje norte-sur o Avenida de los Muertos, a cuyos lados se construyen los conjuntos de edificios para los nobles, jefes y sacerdotes, para la realizacin de los cultos y las funciones administra- tivas; se construyen espaciosas plazas para el mer- cado y las festividades religiosas que se llevan a cabo de acuerdo con un calendario; se levantan altares, adoratorios y templos para los dioses; se trazan redes de caos para el desage y se abren pozos para el abastecimiento del agua; a la vez que surgen los barrios residenciales y de artesanos, con bloques de construcciones compuestas de mltiples cuartos, y con calles y banquetas, mientras que en la periferia se acumulan las chozas para el pueblo.

    En esa ciudad prospera la arquitectura monumen- tal, dentro del estilo de talud y tablero; buena parte de los edificios se decoran con pinturas murales de temas religiosos; se labran grandes esculturas de los dioses, mosaicos de piedra para las fachadas, pilastras y otras obras; se hacen delicadas mscaras funerarias, figurillas, vasos y ornamentos; en la aifarera se pro- ducen vasijas para el comercio, entre ellas los vasos trpodes decorados al champlev o pintados sobre estuco seco, lo mismo que la cermica anaranjada delgada; y los comerciantes viajan hasta lugares bas- tante alejados, acompaados de escoltas de guerre- ros, al travs de rutas conocidas, trayendo plumas preciosas de quetzal y de otras aves, yugos lisos, conchas y caracoles marinos, pelotas de hule, tal vez cacao, cermica zapoteca y maya, etc.

    La religin teotihuacana se vuelve politeista, pues se rinde culto a Tlloc o dios de la lluvia, a Chalchiuhtlicue o diosa de las aguas, a Xipe o deidad de la primavera y los mantenimientos, a Huehueteotl o dios del Fuego, a Quetzalpapalotl, a un dios Gordo Costeo, etc.; y la cultura teotihuacana influye sobre otros pueblos de Mesoamrica, especialmente de Oaxaca y de las tierras mayas, como se observa en Monte Albn, Kaminaljuy y Tikal.

    En la Costa del Golfo de Mxico se desarrolla la cultura del Centro de Veracruz, la cual se caracteriza por un estilo artstico a base de volutas, ganchos y entrelaces, patente en sus yugos, palmas, hachas y figuras sonrientes, como se ve especialmente en el Tajn, Veracruz; y en este gran centro ceremonial hay

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  • 130 BOLETN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA 11 JULIO 1985

    numerosos edificios decorados con nichos y grecas de piedra, juegos de pelota con tableros ornamenta- dos con relieves, lpidas, esculturas, etc.

    Esta cultura influy a su vez sobre otros pueblos, como se observa en Teotihuacan, Cholula, Xochi- calco y varios lugares de la Costa del Pacfico de Guatemala; y en esta parte se integra un nuevo estilo de volutas y entrelaces vegetales, aunado a una obse- sin ofidiana, incorporando los yugos y las hachas a la decapitacin de los jugadores de pelota, estilo que a su vez influir sobre algunos sitios de la cultura maya en Yucatn.

    Y tambin podra habl-arse de la cultura de los centros o ciudades como Monte Alban, Xochicalco, Cholula, y muchos otros de Oaxaca, del Altiplano Central, de la Huasteca y del Occidente de Mxico, regiones que alcanzaron en algunos puntos una situa- cin similar; pero preferimos terminar esta ejemplifi- cacin con la regin maya, en la cual florecan cen- tros como Palenque, Bonampak, Yaxchiln, Piedras Negras, Tikal, Kaminaljuy y muchos ms.

    Casi todos esos centros ceremoniales se sustenta- ban de aldeas y rancheras vecinas, ejerciendo el control sobre un territorio determinado, cuyo traspaso por otro centro poda causar un conflicto blico -observable en las pinturas de Bonampak y Mu Chic, o en estelas de Piedras Negras y otros sitios en que son comunes las representaciones de conquistas y jefes guerreros, esclavos, etc.-; y en ellos haban sacerdotes, jefes, comerciantes, artesanos, campesi- nos, etc., constituyendo una sociedad con estamentos sociales. La sociedad era mas bien de tipo teocrtico, ya que an el jefe o cacique principal era al mismo tiempo sacerdote, civil y guerrero, por lo cual en las estelas puede aparecer representado con una bolsa de copal o con una barra ceremonial (sacerdote) con escudo y lanza (jefe de la guerra) o con un cetro maniqu (jefe civil).

    La arquitectura en esos centros alcanz un gran desarrollo, dentro de estilos peculiares como el del Peten Guatemalteco y Campechano, el de Palenque, el de Ro Bec, el del Usumacinta, Chnes y Puuc; a la vez que