un estudio para OXFAM · evaluaciones de los proyectos aceptados en los Planes de ... y en las...

53
Biocombustibles y opciones energéticas: el caso de Chile un estudio para OXFAM Miguel Márquez Consultor [email protected] con apoyo de Bárbara González, Economista Santiago, agosto-septiembre 2007

Transcript of un estudio para OXFAM · evaluaciones de los proyectos aceptados en los Planes de ... y en las...

Biocombustibles y opciones energéticas:

el caso de Chile

un estudio para

OXFAM

Miguel Márquez Consultor

[email protected] apoyo de

Bárbara González, Economista

Santiago, agosto-septiembre 2007

- 1 –

Indice

“We believe that the prefix bio, which comes from the

Greek word for “life”, is entirely inappropriate for such anti-life

devastation”. Seedling. Agrofuels Special

Issue, July 2007.

INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................. 2

1. CRISIS Y OPCIONES ENERGÉTICAS PARA CHILE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO. ........................................................................................................................................... 5

1.1 UN PAR DE OPCIONES SUSTENTABLES: EL USO EFICIENTE DE LA ENERGÍA Y LAS FUENTES RENOVABLES DE ENERGÍA..............................................................................................................................6 1.2 MERCADOS ENERGÉTICOS Y MARCO INSTITUCIONAL............................................................11 1.3 PERFIL DE CONSUMO ENERGÉTICO............................................................................................12

2. EL ESTADO DEL ARTE DE LOS BIOCOMBUSTIBLES EN CHILE....................... 15

2.1 DEFINICIONES Y CONCEPTOS.......................................................................................................15 2.2 VENTAJAS E IMPACTOS ...............................................................................................................17 2.3 OBSTÁCULOS Y PROBLEMAS ASOCIADOS A LA PRODUCCIÓN DE BIOCOMBUSTIBLES ....19 2.4 PRODUCCIÓN DE BIOCOMBUSTIBLES EN CHILE ......................................................................22 2.5 LAS EMPRESAS Y EL NEGOCIO DE LOS BIOCOMBUSTIBLES...................................................26

3. COSTOS Y PRECIOS EN EL MUNDO Y ESTIMADOS EN CHILE. ...................... 28

3.1 COSTOS Y PRECIOS EN CHILE .....................................................................................................29 3.2. ASPECTOS REGULATORIOS Y SUBSIDIOS..................................................................................32

4. IMPACTOS EN PEQUEÑOS PRODUCTORES Y EN EL MEDIO AMBIENTE .. 36

4.1 PEQUEÑOS PRODUCTORES Y BIOCOMBUSTIBLES ..................................................................36 4.2 LOS BIOCOMBUSTIBLES, LA SUSTENTABILIDAD Y EL MEDIO AMBIENTE.............................38

5. CONCLUSIONES ................................................................................................................ 42

ANEXOS .............................................................................................................................................. 43

GLOSARIO, ABREVIACIONES Y DEFINICIONES................................................................... 50

BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................................... 52

- 2 –

Introducción

Acorde a parámetros internacionales Chile es un país en extremo dependiente y altamente vulnerable en materia energética. Paradojalmente, su demanda crece aún más que su producto y las estimaciones de fuentes serias, parecieran reafirmar tal comportamiento. El sostenido crecimiento de la demanda o del consumo energético, se sitúa en un contexto de repetidas y sucesivas crisis, de ausencia de política energética, de persistencia en propuestas centradas en un crecimiento sostenido de la oferta, de un inadecuado funcionamiento de sus mercados energéticos, y last bust not least, de la persistencia de patrones de consumo energéticos voraces, difícilmente sostenibles en el tiempo. Tal diagnóstico da cuenta de una situación compleja para el desarrollo energético nacional y exige, en opinión del autor de este estudio, asumir los desafíos implícitos que derivan del breve diagnóstico esbozado, en especial aquellos relacionados con el comportamiento de los mercados, los patrones de consumo energético y el mejoramiento en el uso de la energía. Es probable que la profundidad de la crisis energética actual (invierno del 2007), de la cual los cortes e interrupciones con severas disminuciones en el suministro de gas proveniente de Argentina sean su expresión más cruda, jamás sea cabalmente “contabilizada” y por ende, plenamente asumida en toda su profundidad y extensión. La no contabilidad (plena) de los costos en los cuales se ha incurrido por la crisis, no quiere decir que tales costos no existan. Éstos se expresan en: la pérdida de competitividad por parte del sector productivo nacional y en especial de la Pyme al ver éstas aumentados significativamente sus costos energéticos1; en el impacto en el consumo energético -en cantidad y calidad- de los sectores modestos del país, tanto por la vía precios2 como por el aumento de sus carencias energéticas y finalmente, por el aumento en los impactos ambientales, reflejado en la calidad del aire y en sostenida presión que se ejerce sobre la masa boscosa (nativa), por mencionar un par de ejemplos. La crisis actual tiene precedentes. Y frecuentes en la historia reciente de Chile. Es así como a lo largo de las dos últimas décadas es posible destacar varias situaciones críticas. Es el caso de los años 1998 y 2004. En ambas situaciones, como ahora, la discusión y el foco estuvo centrado en los problemas de oferta y peor aún, en la –supuesta- falta de incentivos para estimular la inversión especialmente en el sector eléctrico. A tales diagnósticos -como ahora- la búsqueda de soluciones ha estado focalizada en cómo generar dicha mayor oferta. La tendencia ha sido y continúa siendo la de otorgar cada vez mayores garantías a la inversión –léase a la compañías- para que realicen tales inversiones oportunamente. Esa persistente búsqueda de mayor oferta, es consecuencia de una percepción que aún prima en ciertos sectores3 para quienes: “… el modelo de mercado que determina la generación eléctrica ha funcionado extraordinariamente bien (sic!), que la actual crisis (del 2004) está lejos de

1 “Firmas de Concepción paralizan sus faenas por fuerte alza de la energía”. Entre otras:

Papelera Concepción, Eka Chile y Oxy Chemicals. El Mercurio, 24 de mayo 2007. 2 A mayo del 2008 se estima que el aumento en las tarifas eléctricas para los clientes de

la zona central, habrán subido 50% en sólo trece meses. El Mercurio, 3 de octubre, 2007.

3 Mesa Redonda convocada por la División de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile: Raúl O’Ryan, convocante, Alejandro Jadresic, ex Ministro de Energía, Sebastián Bernstein, ex Secretario Ejecutivo de la CNE durante el Gobierno Militar y Hugo Rudnick, consultor de empresas y académico de la Universidad Católica.. N° 30, junio del 2004. Tales opiniones no son las únicas. Afirmaciones algo similares se pueden encontrar a propósito de la crisis a mediados del 98 y del 2000 en diversos medios locales.

- 3 –

plantear una redefinición en materia energética y, lo más importante, que hay que dejar actuar al mercado, ya que, de lo contrario, se destruye el modelo”. A la luz de lo acontecido en los últimos años (véase en Anexo breve listado de fallas del sistema eléctrico) y especialmente en el reciente invierno del 2007, es evidente que no sólo se enfrentó una nueva situación de crisis, sino que el mercado no ha funcionado como se pretende. Más allá de un análisis más riguroso respecto del funcionamiento de los mercados energéticos en el país, es un hecho que centrarse en la oferta no es la solución y lo que es peor, se sigue abultando la cuenta de los impactos “no contabilizados” en el país. Es probable que las incorrectas decisiones en el campo de la energía haya significado miles de millones de pesos o dólares “olvidados“ o soslayados por las evaluaciones de los proyectos aceptados en los Planes de Obras (plan indicativo que da cuenta de demandas eléctricas estimadas y opciones para enfrentarla) y en las decisiones estratégicas de la Nación en relación a las opciones de largo plazo del país. Es en este contexto de crisis en el que aparece la opción de los biocombustibles, como una más entre aquellas sugeridas por ciertos actores para enfrentar las dificultades y desafíos de largo y mediano plazos.

Su más completa ausencia de la propuesta programática durante la campaña política presidencial,4 hace que el interés consagrado a los biocombustibles por el actual Gobierno y en especial por el Ministerio de Agricultura pueda parecer inusitada. Más aún, porque lo natural para esa Secretaría de Estado, habría sido el estudio y fomento de opciones relacionadas con la biomasa o leña, opción para la cual Chile dispone no sólo de una vasta experiencia y masa crítica, sino además, constituye una potencialidad de enormes y positivas proyecciones de ser abordada de manera correcta. Es probable que en esta sorpresiva decisión de apoyo a los biocombustibles haya incidido, por un lado, el debate internacional y la difusión de ciertos aparentemente positivos resultados obtenidos en países como Estados Unidos y Brasil, pese a las diferencias que de toda índole –territorio, escalas, geografías, tecnológicas, e institucionales- Chile posee con tales países, sino además, el interés –también aparente- de desarrollar esta opción por parte de empresas como ENAP y IANSA5. La mayor parte de la información utilizada para la realización de este estudio es de dominio público; ésta incluye información proveniente de instituciones oficiales, empresas y material periodístico. Se obtuvieron además, ciertos estudios técnicos internos y se incluyeron estudios elaborados por el autor. Toda la información utilizada, corresponde a un trabajo de seguimiento y pesquisa de la

4 Programa de Gobierno Michelle Bachelet. Estoy Contigo. 2006 – 2010. 5 La Empresa Nacional del Petróleo, ENAP y empresas IANSA S.A. firmaron un Memorandum de Acuerdo para dar inicio al desarrollo de estudios de factibilidad para realizar un proyecto destinado a producir biocombustibles.La ceremonia contó con la asistencia del Gerente General de ENAP, Enrique Dávila Alveal, del Presidente del Directorio de empresas IANSA S.A., Oscar Guillermo Garretón, del Gerente General de empresas IANSA S.A., Felipe Lyon Ramirez, del Gerente de Enap Refinerías S.A., Carlos Cabeza Faúndez. 3 de marzo del 2006, www.enap.cl; http://www.enap.cl/opensite_det_20060303184403.asp.

- 4 –

información disponible y aparece debidamente citada con sus autores cuando ello corresponde, siendo además incluida en el listado bibliográfico. En el capítulo 1, se da cuenta de la situación de contexto que explica no sólo la crisis energética del invierno del 2007 sino también se señalan las dificultades y desafíos que desde el punto de vista energético enfrentan las opciones energéticas tecnológicamente sustentables energéticas como las fuentes renovables de energía (FRE) o el uso eficiente de la energía. Se mencionan además otros aspectos esenciales para entender el tipo de mercado en el cual se insertaría esta opción, su marco institucional y el perfil energético de la demanda que pareciera justificar esfuerzos por producir combustibles localmente.

En el capítulo 2, se establece el estado del arte de los biocombustibles en Chile, lo que en buenas cuentas significa precisar ciertos conceptos y definiciones en uso (y abuso), los obstáculos, ventajas y desventajas que parecen derivar o están asociadas a esta opción; potencialidades de producción en Chile acorde a estimaciones de la ODEPA y las empresas presentes o con interés en el negocio de los biocombustibles. En el capítulo 3, se da cuenta respecto de las estimaciones de costos manejadas, estableciéndose algunas comparaciones útiles para evaluar su viabilidad y competitividad así como aspectos regulatorios e impositivos previstos o en discusión, que a la postre parecieran ser decisivos para su viabilidad.

En el capítulo 4, se abordan algunos aspectos a considerar al evaluar el rol de los biocombustibles en las políticas agrarias nacionales especialmente en función de llas opciones energéticas desde la perspectiva de la pequeña y mediana agricultura. Se abordan además aspectos relacionados con la sustentabilidad y el medio ambiente.

Finalmente, se incluyen las conclusiones del estudio, sus anexos correspondientes así como el conjunto de siglas y glosario utilizado. El presente trabajo fue elaborado durante los meses agosto y septiembre del 2007.

- 5 –

1. Crisis y opciones energéticas para Chile: antecedentes y contexto. Las restricciones de gas natural, las dificultades de suministro eléctrico, lo ajustado de la oferta y demanda eléctrica, los problemas ligados al suministro de derivados del petróleo6, la vulnerabilidad de la matriz energética, los rasgos de inequidad energética, manifestadas en las dificultades de acceso a energéticos y combustibles comerciales, modernos y menos contaminantes, son sólo algunas de las peculiaridades y problemas que enfrenta el desarrollo del sector energético en Chile. Si bien el conjunto de problemas antes descrito remite a Chile a la necesidad de establecer una matriz energética diversificada, no es menos cierto que también obliga a enfrentar las dificultades asociadas a las ausencia de políticas energéticas, a las complejidades y debilidades asociadas al funcionamiento de los mercado energéticos, a la ausencia de un “tercer actor” -el consumidor organizado- y finalmente, de una lista no exhaustiva pero indicativa de la realidad energética nacional, con la dificultad de “instalar” una visión global e integrada del sistema energético como un conjunto interrelacionado, sinérgico, cuyo análisis de opciones exige tal mirada sistémica y transversal. Las dificultades a las cuales se alude, se erigen, aparentemente, en formidables barreras para que el desarrollo energético sea percibido como un factor de impulso mayor y equitativo en los afanes de desarrollo nacional. No está demás recordar que pese a lo profundo de la reforma privatizadora en los mercados energéticos locales, jamás se ha realizado una evaluación que, luego de más de veinte años, permita afirmar o desmentir las bondades de las medidas estructurales adoptadas. Ello contrasta con lo acontecido en países de la OCDE que han incursionado en procesos reestructuradores algo similares, como es el caso de Gran Bretaña en donde en más de una ocasión se han establecido evaluaciones de sus mercados energéticos y aspectos relacionados con la privatización del sector, la integración regional, la separación de la distribución del transporte y generación de la electricidad, por ej., acarreando no pocas reorientaciones y nuevos instrumentos. La situación actual permite afirmar que en Chile, desde la perspectiva de los propios objetivos privatizadores, éstos parecieran no haberse cumplido7 y que los problemas energéticos tienden a agravarse, Pese a que los estudios en este sentido escasean y/o denotan miradas parciales e interesadas8, es muy probable que la creciente vulnerabilidad de la matriz energética, el surgimiento de serios y complicados problemas de logística en lo que concierne a los derivados del petróleo; el sostenido aumento de los precios de los energéticos con simultáneas -en algunos casos- extraordinarias rentabilidades de las empresas energéticas, la falta de rumbo estratégico y previsor de empresas como ENAP, y el creciente aumento de los 6 Las capacidades de refinación de ENAP están copadas y se complican en extremo la

logística relacionada con el almacenamiento y transporte de los productos derivados del petróleo, en especial del diesel que ha visto crecer de manera dramática su demanda en los últimos años, tanto por la generación de electricidad como el aumento en el parque autormoitriz. Véase entre otros: El Diario, miércoles 3 de octubre, 2007.

7 Un ejercicio parcial pero revelador de los resultados del proceso privatizador en el sector eléctrico se puede encontrar en el estudio Reestructuración Energética y Desarrollo Sustentable: El Caso del Sector Eléctrico Chileno, Márquez, Miguel y Pedro Maldonado, CEPAL/NU, 71 pp, Santiago, Chile, 1995.

8 Libertad y Desarrollo; Benavente, José; Galetovic, Alexander; Sanhueza, Ricardo; Serra, Pablo (2004): "Estimando la demanda residencial en Chile: A Doña Juanita le importa el precio; Número 192, Publicaciones del CEA, Departamento de Ing. Industrial, Universidad de Chile, Junio, 2004. En esta categoría de estudios “parciales e interesados” , parecieran ubicarse aquellos que demostraron –financiados por las empresas que corresponde- la necesidad de terminar con el FEPP para estimular la penetración del gas natural en la matriz energética,

- 6 –

impactos ambientales derivados de las actividades del sector permiten afirmar, que los resultados son cuestionables y exigen, por lo menos un análisis del conjunto de los mercados energéticos y su funcionamiento y la adopción de opciones que consideren la demanda y la peculiar estructura del consumo energético nacional en las propuestas estratégicas.

1.1 Un par de opciones sustentables: el uso eficiente de la energía y las fuentes renovables de energía.

Independientemente de la evaluación o análisis que pudiese realizarse respecto del desarrollo energético nacional, lo relevante tiene que ver con la persistencia de estrategias basadas en la expansión física del sistema (cantidad) en detrimento de un desarrollo que apueste en el mejor uso de la energía (calidad). Tal rasgo, el de la expansión física sostenida del sistema energético nacional, constituye un aspecto destacado del perfil energético chileno, una política, si ese fuese el término apropiado, en donde prima la oferta por sobre acciones conducente a orientar la demanda y fomentar el uso racional de la energía (ver en Recuadro 1 aspectos relativos a la relación entre el uso racional de la energía y objetivos de equidad). Ello explica buena parte de los problemas energéticos actuales. El porqué de esta imposición de esta percepción de oferta tiene que ver con aspectos que superan ampliamente los objetivos de este estudio pero se pueden señalar algunos: la mantención de las ventas/utilidades como el factor explicativo esencial del desarrollo de los negocios energéticos, la ausencia de una propuesta estratégica de largo plazo y la incapacidad para conciliar desarrollo energético y sustentabilidad, entre los más importantes. Abordar, aunque fuese someramente, en estos parte de estos aspectos, permite entender no sólo el porqué de lo erróneo de las propuestas energéticas hasta hoy adoptadas sino además el limitado esfuerzo que se efectúa en la selección de opciones energéticas, y que entre otras implicancias conduce a destinar esfuerzos, recursos y atención institucional (pública y privada) a la opción nuclear, al desarrollo de centrales en la Patagonia o a…los biocombustibles, ¿Cómo se expresa concretamente la apuesta de una política de oferta por sobre la gestión del consumo y de la demanda energética y qué significa aquello? En Chile crece el producto (PIB) y más aún lo hace el consumo de energía (ver líneas azul y roja continuas en el Gráfico 1). En casi todos los países desarrollados, sucede lo contrario9. En éstos, como es el caso de los países de la OCDE, crece el producto (línea punteada de color azul o línea superior punteada en el Gráfico 1) aunque a ritmos más modestos que Chile y, simultáneamente, disminuye o se mantiene el consumo de energía (línea punteada de color rojo o inferior). Es de hacer notar que acorde a datos de la International Energy Agency (IEA), desde 1990 el consumo de energía por unidad de Producto Geográfico Bruto (PGB) a nivel mundial, se ha reducido a razón de 2% por año. Si bien el fenómeno descrito y las conclusiones que de tal comparación pudiesen sacarse son contundentes, ello no pareciera resultar evidente para todos en Chile. Así, frecuentemente se insiste de que en Chile, dado los aún bajos consumos energéticos, en los que destacan el consumo eléctrico per cápita de alrededor de 2.500 kWh/año, comparados a los de los países desarrollados, superiores a los 8.500 kWh/año en promedio de países de la OCDE10 y, considerando el ritmo de crecimiento del producto y de la escasa energización de ciertas actividades, el consumo de energía (de Chile) debería aumentar, por lo que sería atendible, para 9 Desde 1990, el consumo de energía por unidad de Producto Geográfico Bruto (PGB), a nivel

mundial, se ha reducido a razón de 2% por año. IEA, 2003. 10 Fuente de los datos: OECD/IEA, 2004 y CNE, 2005 en el caso de Chile.

- 7 –

unos, e incluso deseable, para otros, que la estrecha relación entre energía y producto se mantuviese. 11

RECUADRO 1 Energía y objetivos del milenio de la ONU (DFID 2002)

Fuente: Departamento para el Desarrollo del Reino Unido La energía es crucial para lograr los objetivos del Milenio de la ONU, en el contexto de mejorar el acceso a la energía a vastos sectores carenciados es posible afirmar que el uso eficiente puede ayudar a mejorar aspectos tan diversos como la salud, la alimentación y la educación:

El acceso a formas modernas de energía evitan el consumo poco eficiente de biomasa tradicional (leña y excrementos animales, hornos y cocinas rudimentarios) de esta forma la atmósfera es más saludable, con la consecuente reducción de enfermedades respiratorias en mujeres y niños que son quienes más pasan en la vivienda.

En la mayor parte de los países pobres, las mujeres, son las que llevan el peso de las tareas domésticas (UNDP 2004b) y, en zonas rurales, dedican parte importante de su tiempo al acopio de combustibles; el acceso a combustibles modernos permite ganar un tiempo que pueden dedicar a labores más gratificantes como cuidar hijos, su educación, etc.

La electricidad permite alargar las horas con luz; mejora la productividad en talleres, la alimentación de comunidades y favorece la venta de excedentes. En suma, la energía ayuda a salir de la pobreza, a reducir la mortalidad infantil y a disminuir las diferencias de género entre otros beneficios.

(Extraído y adaptado de Análisis de las perspectivas mundiales para el próximo cuarto de siglo. LLuis Batet Miracle, Departamento de Física e Ingeniería Nuclear, Universitat Politécnica de Cataluña).

11 Tal opinión es compartida con entusiasmo diferenciado según quien sea: empresas

eléctricas (generadoras y distribuidoras), por aquellas establecidas en el mercado de los derivados y del gas, incluida ENAP, así como casi la totalidad de funcionarios públicos de alto nivel relacionados directa o indirectamente con el desarrollo energético.

- 8 –

Gráfico 1: Evolución del PIB y del Consumo de Energía en Chile y países desarrolados. 1986 -2003. Indice Base 1986=1

Fuente: OECD/IEA y CNE. Citado por E. Aguila. La Energía en Chile y en el Mundo, ICAL, Marzo 2007.

En realidad, tal argumento se ajusta sólo parcialmente a la realidad. Si bien los consumos de energía promedio, en especial de electricidad son aún bajos por lo que sería altamente probable que se verifiquen aumentos en la demanda de energía, ello no significa que este mayor consumo tenga necesariamente que realizarse bajo las formas actuales de consumo y transformación de energía, o incluso de de organización y gestión de los sistemas usuarios. O, dicho de otro modo, es posible aumentar el consumo per cápita pero de manera eficiente. En términos gráficos y cuantitativos, ello significa disminuir la tendencia creciente que muestra el consumo de energía y mejorar la intensidad energética, indicador dilecto para dar cuenta del uso de la energía a nivel macroeconómico, sectorial o por rama de actividad económica. Un reciente estudio12 estimó que de haberse aplicado programas de uso eficiente de la energía en Chile similares a aquellos implantados por los países desarrollados, desde principios de los 90, y suponiendo una disminución del 1,5% de la intensidad energética por año en el periodo 1990 - 2002 se podría haber logrado una reducción del 17% del consumo de energía a fines del año 2002 (Gráfico 2), lo que supondría un ahorro acumulado de energía de 30.767 ktep en el período. Tal cifra es el equivalente a todo el consumo de energía del año 2001.

12 Santiago Consultores. Estimación del Potencial de Ahorro de Energía, Mediante

Mejoramiento de la Eficiencia Energética de los Distintos Sectores del Consumo en Chile, 2004. Tal 1,5% no es arbitrario, recoge las potencialidades de ahorro de energía en casi todos los sectores de la economía salvo transporte. Se adoptaron parámetros conservadores por lo que tales potencialidades serían aún más importantes de adoptarse, por ejemplo, instrumentos regulatorios y de mercado más agresivos, o incluso la creación de una Agencia o un Fondo especial como lo han hecho un buen número de países de la OCDE.

0,00

50

00

50

00

50

00

1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004

Años

Indi

ce B

ase

1986

=1

3,Consumo Energía (1986=1)

0,

1,

1,

2,

2, PIB (1986=1)

Países OCDE

- 9 –

Gráfico 2: Evolución del consumos de energía y de ahorros de energía posibles de lograr de haberse aplicado un Programa de Eficiencia Energética (1990 – 2002).

15.000

17.000

19.000

21.000

23.000

25.000

27.000

29.000

31.000

33.000

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

kTEP

Consumo Energético Real

Consumo Energético Esc. Eficiencia Energética

Fuente: SC, 2004.

Otro estudio de características algo similares pero prospectivo esta vez, da cuenta de potencialidades de ahorro importantes, Gráfico 3. De acuerdo a tales estimaciones, la aplicación de un programa de uso eficiente de la energía o de relativa alta intervención, permitiría lograr ahorros superiores al 21% del consumo total de electricidad, 19.333 GWh para el periodo de estimación 2004-2020. El posible ahorro constituye más del 50% del consumo total de energía eléctrica del año 2005, 35.000 GWh acorde a registros del Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC): La línea en negro representa el crecimiento del PIB, la de rojo un escenario inercial o de “bussines as usual”, y la verde, el escenario eficiente.

Gráfico 3: Proyección de Escenarios de Consumo Total de Electricidad 2004 - 2020

5.000

10.000

15.000

20.000

25.000

2004 2008 2012 2016 2020

MM$ 86

30.000

45.000

60.000

75.000

90.000

105.000

120.000tcal

PIB MM$ 86 Inercial AltaAlta intervención: 19.300 GWh de ahorroConsumo elec 2005 = 35.000 GWH

Fuente: “Apoyo al proceso de Implementación de unaPolítica Energética Sustentable para Chile: Diagnóstico y Recomendaciones”. Estudio elaborado para el PNUD y CNE por Miguel Márquez, con apoyo de Rolando Miranda y Javier Castillo, agosto 2005, Santiago, Chile.

- 10 –

A las elevadas potencialidades que resultan de la aplicación de medidas ligadas al uso eficiente de la energía (UEE), se suman aquellas que podrían derivar de la adopción de mecanismos que estimulen la adopción y desarrollo de las energías renovables (ER) incluyendo las energías renovables no convencionales (ERNC). No obstante, a diferencia del UEE, para el que se han podido establecer estimaciones de potencialidades por sectores y a nivel global, e incluso se han establecido un conjunto de instrumentos pertinentes e idóneos para su fomento, para las ER, aún no se ha logrado aquello sin desconocer que se ha avanzado en la elaboración de antecedentes, estudios e informes de información y divulgación que han permitido estimar el posible aporte de éstas a la matriz energética nacional13.

La falta de identificación de las potencialidades relacionadas con las ER y especialmente, aquellas relacionadas con el uso de la biomasa, bajo todas sus formas y estado, y la opción solar (térmica y fotovoltaica), así como aquellos estudios y análisis relacionados con la implementación de patrones de consumos más “inteligentes” de sectores hoy voraces energéticamente (minería y transporte por citar un par de ellos), contrasta con el apoyo otorgado al estudio de potencialidades relacionadas con las opciones ligadas a la fisión nuclear o los biocombustibles.

Tal vez una de las opciones de mayor interés en el conjunto de las fuentes renovables de energía resultan ser los residuos forestales y cierto tipo de plantaciones dendroenergéticas. Al respecto, cabe puntualizar algunos aspectos destacados: i) la leña continúa teniendo una elevada participación relativa en la matriz energética nacional y constituye, en promedio, cerca del 59% del consumo de energía en el sector residencial (CNE, 2005); ii) se carece de un catastro completo de sus potencialidades; iii) pese a la experiencia lograda en ciertas tecnologías (generación de electricidad) el vasto conjunto de tecnologías asociadas a la conversión termoquímica (pirólisis, gasificación, entre otras) o de conversión bioquímica, para la obtención de combustibles, por ej. no son utilizadas en Chile; iv) el uso de la leña a partir de bosque nativo bien manejado o plantaciones dendroenergéticas en pequeños predios son parte importante de las soluciones energéticas y de acceso a la energía de vastos sectores rurales en Chile. Lamentable, Chile no sólo carece de política pública al respecto sino que además adoptar este tipo de política para este sector específico requiere aparentemente de una percepción distinta de las actividades del agro y los pequeños propietarios.

13 CNE. “ERNC: barreras y progresos”. Documento interno, 2004.; “Análisis operacional y

comercial de proyectos de cogeneración y energías renovables conectados a redes de subtransmisión y distribución eléctrica”, Universidad de Chile para CNE, diciembre de 2003. A ello se suman otros estudios desarrollados e impulsados por la CNE tendientes a identificar potencialidades, superación de barreras, y más recientemente, los cambios al marco regulatorio relativo al suministro de electricidad incorporados en la Ley Corta I y II.

- 11 –

1.2 Mercados energéticos y marco institucional

Cualquiera sean las opciones energéticas que se pretendan adoptar, y esto incluye los biocombustibles, es un hecho que el mejor funcionamiento de los mercados energéticos es tarea ineludible. El mercado de los hidrocarburos, y en particular el de los derivados, del gas licuado y del gas natural, en la práctica, carecen de un marco regulatorio con características y funciones como aquellos que poseen los países desarrollados. Esto quiere decir reglas y mecanismos de funcionamiento claros, bien definido el rol de productores, comercializadores y consumidores, con mecanismos que concilian el negocio con la seguridad y suministro energético, la formación de precios justos y razonables, la eficiencia energética, etc. En los hechos, el mercado energético posee un limitado conjunto de reglas relativas a la seguridad, transporte de la energía, y en menor medida, aspectos relativos a la calidad del servicio. Las tareas de fiscalización las asume, en los hechos, de manera limitada la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). Parcialmente, a su vez, las funciones de observación del mercado y del comportamiento de precios es asumida por la CNE e, indirecta e informalmente, por ENAP, vía el cálculo de precios de los derivados del petróleo, atendiendo al criterio de precios paridad, o paridad de importación y, en menor medida, por el Ministerio de Economía y Energía y Minería. El marco regulatorio actual consagra la tendencia al alza de los precios al consumidor con elevadas y persistentes rentabilidades para las empresas energéticas, alienta la concentración del mercado, mantiene elevadas barreras de entrada e indefensión del pequeño consumidor. En un contexto así le cabe un rol determinante al Estado para asegurar un desarrollo armónico del mercado y los objetivos estratégicos relativos a la energía. Casi en su totalidad los países desarrollados cuentan con planes o políticas energéticas de largo plazo, verificables, y con mayor o menor intervención de los mercados, incluyendo países anglosajones menos proclives a medidas que intervienen mercados. Ello por razones de seguridad de suministro y por los compromisos relacionados con el cambio climático Es el Estado el encargado de velar por el bien común. Es el responsable de conciliar intereses públicos y privados, concebir estrategias integrales, y a fortiori sustentables, en que se conjugue energía, medio ambiente, crecimiento y negocios. A él le competen por definición, la adopción de propuestas y opciones tecnológicas más eficaces para asegurar el suministro de energía y prever futuras necesidades o dificultades. En ese contexto, las estrategias de sustentabilidad exigen un rol de liderazgo de parte del Estado y de inclusión de ciudadanos en la adopción de tales estrategias y luego, probablemente sólo luego, a consumidores e inversionistas. Los marcos regulatorios para la energía en Chile en este sentido, parecieran tener roles y prioridades trastocadas. Conviniendo en que esta afirmación también puede ser discutible, lo que no admite duda alguna es que en la medida en que las opciones energéticas cambian la calidad de vida de la gente, en especial cuando se trata de megaproyectos, tanto positiva como negativamente, parece del todo oportuno y necesario, social y políticamente, preguntar si los ciudadanos desean o no tales cambios. Por otro lado, la importancia del sistema energético y sus imbricaciones con el resto de los sectores de la sociedad, hace necesario que el Estado cautele y se porte garante de la competitividad en el sector. La expansión del sector energético, en especial en la generación de electricidad, mantiene tendencias preocupantes en

- 12 –

cuanto a un proceso de concentración y falta de competitividad14. Una mayor influencia del poder económico sobre el poder político conspira no sólo contra la competitividad sino que además contra la sustentabilidad del sistema democrático y contra la eficiencia del sistema para responder a los desafíos del desarrollo sustentable. En ese contexto y a la luz de la experiencia de países latinoamericanos y el funcionamiento de sus mercados, el fomento de la opción nuclear no deja de ser preocupante.

1.3 Perfil de consumo energético

De acuerdo a datos de la CNE (2007), en los últimos 10 años el consumo energético chileno no ha experimentado cambios importantes en su composición por fuentes de energía primaria, salvo en lo que concierne a la penetración del gas natural y que no duró más de 10 años (gráfico 4), lo que en un matriz energética de cualquier país es un lapso de tiempo extremadamente corto.

Gráfico 4: Consumo bruto energía primara 1996 (190.000 tcal)

gas natural8%

carbón16%

hidroelectr19%

leña17% petróleo

40%

Gráfico 5: Consumo bruto energía primaria 2006 (296.000 tcal)

hidroelectr8%

carbón12%

gas natural24%

petróleo40%

leña16%

En términos de consumos sectoriales, las participaciones relativas de los sectores tampoco han experimentado grandes cambios, salvo en el caso de la participación del sector residencial y la disminución en el consumo energético del propio sector energético (gráfico 5).

14 CEPAL. Herfindahl-Hirshman Index. Y ello pese a las leves modificaciones introducidas en

la Ley eléctrica últimamente. Citado por Hugo Altomonte en presentación sobe Energía y Sustentabilidad, CEPAL,/UN, Santiago, 2000.

- 13 –

Gráf 6: Variaciones en el consumo sectorial de energía, 1996-2006

05

101520253035

Transporte Industrial y minero Com, Púb yResidencial

Centros deTransfor

Sectores

%

1996

2006

No obstante, algo distinta es la situación de considerarse la composición de la participación sectorial del consumo al tratarse del consumo secundario de energía. En efecto, a partir del año 2000 aproximadamente, pero sobre todo a partir del 2007 se incrementa la participación del sector transporte y el consumo eléctrico. En el primero de los sectores mencionados ello significa el aumento en el consumo de gasolinas y diesel, lo que aparentemente justificaría el estudio y fomento de los biocombustibles por parte del Ministerio de Agricultura. No deja de llamar la atención el hecho que pese a la razonable inquietud que surge por el incremento en el consumo energético del transporte y las limitadas posibilidades de respuesta ante el agotamiento de hidrocarburos y la elevada volatilidad de los precios del crudo (y de productos terminados) a nivel internacional, las estimaciones son en extremo cautas y no superan, en el mejor de los casos el reemplazo de sólo un 10% del consumo de combustibles líquidos, ya sea por diesel o por etanol, en ambos casos para mezclas a lograr, en el año 2010 ó 2014. La precaución motivada por escalas de producción y limitaciones de espacios, que se expresan en los escenarios mencionados por parte de los promotores de los biocombustibles, 5% ó 10%, no guarda relación, con los impactos severos que en términos ambientales, económicos y que sobre las economías locales, el desarrollo de los biocombustibles pudiese tener. Más adelante se abunda en ello. El contexto para el fomento y desarrollo de opciones distintas a las convencionales es de por sí complejo. Ello se manifiesta en opciones seguras, ampliamente probadas en el mundo como es el caso del uso eficiente y de ciertas renovables. Las metas actuales propuestas por el Gobierno y asumidas por la industria de la energía, son mínimas, limitadas y no resuelven ni con mucho los problemas de seguridad de suministro, ni de independencia buscada. En el ámbito del acceso a la energía de sectores pobres, rurales y aislados, aun importantes en número, es probable que las soluciones tarden en llegar, al menos aquellas que apuesten por las fuentes renovables de energía y que consideren en sus evaluaciones no sólo el costo ambiental sino también aquellos impactos positivos que el acceso a la energía supone para las mujeres quienes, preferentemente, son las responsables de buscar y acopiar leña u otros combustibles para las labores domésticas. La falta de consideración de los aspectos de género en los planes de acceso a la energía es un desafío por asumir en los nuevos planes de energización de los sectores rurales aludidos.

- 14 –

El marco regulatorio actual no constituye un marco que estimule el desarrollo de las fuentes no convencionales; por el contrario, la competencia entre fuentes sigue siendo en condiciones adversas para las renovables y tecnologías limpias ligadas a las fuentes convencionales. Ello se expresa esencialmente en precios aún no competitivos para éstas últimas y además, con estructuras de mercados opacos, concentrados y que no incorporan o de manera limitada, el medio ambiente. En ese contexto, se advierte una situación relativamente adversa para el uso eficiente y las fuentes renovables de energía, y desde ese punto de vista, constituye también un escenario adverso, para los biocombustibles y en especial para la biomasa, la parte más prometedora de éstos. Un breve estado del arte respecto de esta opción energética permite despejar algunas preguntas, identificar barrearas y dificultades para su desarrollo en Chile, así como los diversos impactos, positivos y negativos que de su eventual desarrollo parecen derivar.

- 15 –

2. El estado del arte de los biocombustibles en Chile

2.1 definiciones y conceptos

Se entiende por biocombustibles, al biodiesel, al bioetanol y al biogás que se pueden obtener a partir de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos. A su uso se le asocia generalmente una menor contaminación ambiental lo que aparentemente podría estar en entredicho de acuerdo a estudios realizados a nivel internacional y desde este punto de vista, se ve amagada su viabilidad en tanto alternativa frente al agotamiento de energías fósiles, como el gas y el petróleo, donde se observa un incremento sostenible de sus precios. Los biocombustibles derivan de un sinnúmero de productos agropecuarios, como también de los productos forestales. Los biocombustibles desarrollados a partir de estos productos, pueden ser utilizados en los motores convencionales sin cambios de consideración, ya que debido a su poder diluyente, solo requieren –de ser necesario- el reemplazo de las mangueras de conducción del combustible por elementos no fabricados sobre la base de caucho o espuma de poliuretano. La versatilidad de su origen queda de manifiesta pues pueden producirse ya sea a partir de algas hasta de bosques o desechos de éste. Toda la variante vegetal es posible transformarla en alcoholes. Para una primera generación, y en un corto y mediano plazo, los productos en primera selección son maíz, trigo y remolacha. Para el caso del metanol, raps y parcialmente maravilla para el biodiesel. Existen otros cultivos en zonas áridas, pero no están en la lista en la primera etapa de desarrollo como es el caso de Chile. Biodiesel y etanol El biodiesel es un combustible liquido muy similar en propiedades al aceite diesel, pero obtenido a partir de productos renovables, como son los aceites vegetales y las grasas animales. En comparación con el diesel de recursos fósiles, puede producirse a partir de aceites vegetales de diferentes orígenes, como soya, maní u otros aceites vegetales, tales como el aceite para cocinar usado, o incluso, excremento animal.

Para producir el biodiesel, el aceite se extrae de la semilla cultivada dejando atrás harina de semilla que puede usarse como forraje animal. El aceite es refinado y sometido a la transesterificación, lo que produce glicerina como un derivado. El biodiesel puede usarse en su forma pura (100% biodiesel) o mezclado en cualquier proporción con diesel regular para su uso en motores de ignición a compresión. Esta última es una de las alternativas que se proponen desarrollar en Chile. El biodiesel puro es biodegradable, no tóxico y esencialmente libre de azufre y de compuestos aromáticos, sin importar significativamente el alcohol y el aceite vegetal que se utilice en la transesterificación.

En Europa, es producido principalmente a partir del aceite de la semilla de canola (también conocida como colza o rapeseed) y el metanol, denominado comercialmente como RME (Rapeseed Methyl Ester), el cual es utilizado en las máquinas diesel puro o mezclado con aceite diesel, en proporciones que van desde un 5% hasta un 20%, generalmente. En Alemania y Austria se usa puro para un máximo beneficio ambiental. demás de la colza, en los últimos años se ha producido biodiesel a partir de soya, girasol y palma, siendo esta última la principal fuente vegetal utilizada en Malasia para la producción de biodiesel PME y PEE (Palm Methyl Ester y Palm Ethyl Ester).

Hoy en día países como Alemania, Austria, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Malasia y Suecia son pioneros en la producción, ensayo y uso de biodiesel en automóviles. En el Cuadro 1 a continuación, se expone los principales países productores a nivel mundial.

- 16 –

Cuadro 1: Principales Productores de Biodiesel, 2005

Fuente: Worldwatch Institute.

Etanol Etanol a partir de maíz El etanol puede ser producido a partir de un buen número de cultivos. Uno de los más difundidos es el aquél obtenido a partir del maíz. En el caso de EEUU, el etanol en base al maíz, no es ni barato ni ecológico. Se requiere tanta energía para producirlo que la que emite cuando es quemado. Los costos de los subsidios en los contribuyentes, de acuerdo al Instituto Internacional para el Desarrollo Sustentable, están en alguna cifra entre los US$ 5.5 mil millones y los US$ 7.3 mil millones al año. Etanol a partir de caña de azúcar El etanol hecho a partir de la caña de azúcar por el contrario, aparentemente tendría menores impactos ambientales. Produce mucha más energía de la que se necesita para que crezca. Brasil, el principal productor de etanol de caña de azúcar, posee grandes extensiones de tierras disponibles para plantar caña sin necesidad de impactar su producción de alimentos o invadir bosques naturales, al menos actualmente. Etanol de celulosa Se produce a partir de sustancias ricas en celulosa, como madera, varios pastos y arbustos y desechos agrícolas. Convertir esto en etanol, requiere de costosas enzimas, pero actualmente existen investigaciones en curso que buscan rebajar los costos del proceso. El etanol en base a celulosa, seria incluso mucho más eficiente en términos energéticos de producir que la caña de azúcar y no tendría relación alguna con la producción de alimentos. Esta opción, en principio, permitiría que países con poca población y con recursos forestales, como Suecia y Nueva Zelanda o incluso Chile, pudieran producir su propio combustible.

- 17 –

Cuadro 2: Principales Productores de Etanol 2005.

Fuente: Worldwatch Institute

El diagrama a continuación da cuenta de las posibles fuentes a partir de las cuales y según la tecnología se puede obtener etanol o biodiesel.

Diagrama de obtención de biodiesel y etanol

2.2 Ventajas e impactos

Biodiesel Las principales ventajas del biodiesel son su biodegrabilidad, su aparente disminución de GEI, bajos niveles de azufre, altos niveles de cetano, aumenta la lubricidad en los motores, y se puede producir a partir de productos reciclados. El biodiesel tiene ciertas ventajas técnicas respecto del etanol, ya que se puede usar la logística del diesel para su distribución, pudiéndose incluso mezclar en las refinerías.

- 18 –

Sus desventajas más importantes es que posee problemas de fluidez a bajas temperaturas; tiene una mayor propensión a degradarse, tiene menos energía que el diesel convencional y aumenta levemente las emisiones de NOx (Oxidos Nitrosos) precursores de ozono tropoférico. Etanol Entre las ventajas del etanol se puede mencionar que es biodegradable frente a potenciales derrames, disminuye las emisiones de CO2, CO y NMHC; posee un alto octanaje y tiene propiedades oxidantes. Sus desventajas tienen que ver con que exigen un alto consumo de agua en el proceso industrial, necesita una logística de distribución delicada (no es posible utilizar oleoductos); aumenta las emisiones de NOx, es totalmente miscible en agua y altera las especificaciones de las mezclas.

De un listado de impactos positivos que la producción de biocombustibles traería consigo según la literatura internacional, destacan:

La creación de nuevos puestos de trabajo, el incremento de la actividad económica, la reducción de la dependencia del petróleo, proveer al desarrollo de energías alternativas y fundamentalmente el cuidado del medio ambiente.

Una solución parcial al problema energético del país Una opción de desarrollo al sector agrícola no exportador, al darle un nuevo

impulso a una gran superficie de hectáreas no o subutilizadas. Los biocombustibles emiten casi la misma cantidad de CO2 (dióxido de

carbono) que los combustibles fósiles, pero a diferencia de estos últimos, el mismo es vuelto a fijar por la masa vegetal a través del proceso de la fotosíntesis. De esta forma se produce un "ciclo de carbono", que hace que el CO2 quemado y liberado a la atmósfera, vuelva a ser fijado y el ciclo tenga como resultado un balance cero, en lo que a emisiones se refiere, no habiendo acumulación de gases. El ciclo descrito contrasta notoriamente con lo que sucede con la emisión de CO2 producido por la quema de los combustibles fósiles en el cual el carbono liberado, fijado hace miles de millones de años, es quemado y vuelto a liberar, causando la acumulación de los mismos en la atmósfera, el efecto invernadero y el calentamiento global.

La producción de biocombustibles puede originar nuevos productos y un crecimiento potencial de negocios.

En el caso de Chile, tales impactos positivos parecieran ser similares a los destacados previamente, sólo que esta vez ODEPA15 los precisa:

Productivas: mayor dinamismo en la estructura productiva, propio de una nueva industria; mejores alternativas de comercialización para la producción agrícola tradicional.

Económicas: insumo producido por el sector agrícola para asegurar la diversificación de la matriz energética del país; generación de nuevos polos de desarrollo regional (núcleos de “clusters” productivos).

Sociales: generación de empleos regionales y rurales, que representan una oportunidad para reducir la migración campo-ciudad; mayor estabilidad en los ingresos y precios, mediante agricultura de contrato, seguros agrícolas y transferencia tecnológica.

Ambientales: reducción del efecto invernadero; posibilidad de contribuir a una agricultura limpia y de calidad, mediante la aplicación de las buenas prácticas agrícolas.

15 “Hacia una política nacional de biocombustibles”. Ecoamérica N° 64, diciembre 2006, pp 14

y 15.

- 19 –

Como se verá más delante, para que se lleguen a concretar estos beneficios, existen un conjunto de desafíos que deben ser asumidos entre los que destacan, el que los precios deben ser competitivos tanto vis-a-vis los productos agrícolas tradicionales como en comparación con los combustibles importados, que los cambios en la estructura productiva y tenencia de la tierra permitan el desarrollo de la pequeña y mediana producción agrícola, aparentemente no compatible con las escalas que se requiere, en general, para biocombustibles; que es una opción energética competitiva y factibles en relación a otro conjunto de opciones sustentable abordadas en las primeras páginas de este estudio y que aporta al cambio climático o que al menos es neutro en cuanto a las emisiones de GEI16 y que representa una solución a los problemas de dependencia y de vulnerabilidad energéticas.

2.3 Obstáculos y problemas asociados a la producción de biocombustibles.

A la luz de ciertos estudios e informes publicados a nivel internacional los impactos positivos señalados no parecieran ser tales. En efecto, un informe de la compañía de seguros éticos Co-op Insurance Society indica que la consecuencia del objetivo de la Unión Europea de que antes del año 2020 el 10% del combustible usado en automóviles provenga de biocombustibles, podría tener un grave impacto ambiental. El informe señala que para sustituir el 10% de los combustibles para el transporte a nivel mundial seria necesario dedicar cerca del 9% de las tierras agrícolas del planeta. Esto significa que la fabricación de biocombustibles podría provocar una disminución de las tierras disponibles para la producción de alimentos en países donde ya hay hambruna. Las consecuencias en términos ambientales y la consagración de terrenos a la conservación en Estado Unidos dado el precio y ayuda para la producción de etanol pueden ser desastrosas (ver Recuadro 2). Por otro lado, según varios informes citados en páginas más adelante, los esfuerzos por pasar de los combustibles tradicionales a los biológicos podrían causar un incremento de los precios de alimentos y de deforestación a nivel mundial. Cuando se analiza el impacto de los biocombustibles desde la roturación del terreno a su utilización en el transporte terrestre, las limitadas reducciones en las emisiones de GEI se anulan con aquellas, mucho más importantes, que originan la deforestación, los incendios, el drenaje de las zonas húmedas, las practicas culturales y la pérdida de carbono de los suelos. Cada tonelada de aceite de palma, emite tanto o más CO2 que el petróleo. El etanol producido a partir de la caña de azúcar, por ejemplo, cultivado en selvas tropicales desmontadas emite un 50% más de GEI que la producción y la utilización de la cantidad equivalente de derivado del petróleo (nafta). Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), hay suficiente cantidad de alimento en el mundo como para alimentar a todos sus habitantes con una ración diaria de 2.200 calorías, bajo la formula de frutos secos, legumbres, lácteos y carnes. Sin embargo, por ser pobres, 824 millones de personas siguen sufriendo hambre. La transición anunciada pone a competir la producción alimentaría con la de combustibles en el acceso a la tierra, el agua y los recursos. A escala planetaria, la gente pobre gasta más entre 50 y 80% de sus ingresos familiares en alimentación. El Internacional Food Policy Research Institute de 16 Harmut Michel, Premio Nobel de Química 1988, quien sostiene que : «…los combustibles de

origen vegetal no ahorran emisiones de CO2 y promueven la pérdida de selva tropical”. La Tercera, 29 de septiembre, 2007.

- 20 –

Washington estimó que el precio de los alimentos básicos aumentará entre un 20 y 33% en 2010 y entre un 26 y un 135% en 2020. Con cada aumento de 1% en el precio de los alimentos, 16 millones de personan caen en la inseguridad alimentaria. Si la tendencia actual continua, 1.200 millones de habitantes podrían sufrir de hambre de manera crónica para 2025. Los cultivos industriales destinados a combustibles necesitan importantes esparcimientos de abonos producidos a partir de petróleo, cuyo consumo mundial (actualmente 45 millones de toneladas por año) más que duplicó el nivel de nitrógeno biológicamente disponible en el planeta. Así, el fertilizante contribuyó en gran medida con las emisiones de oxido nitroso, un GEI cuyo potencial de recalentamiento global es 300 veces más elevado que el del CO2. En regiones tropicales, los abonos químicos poseen entre 10 y 100 veces más efecto sobre el recalentamiento planetario que en regiones templadas. Producir 1 lt de etanol requiere de 3 a 5 lts de agua de riego y produce hasta 13 lts de aguas residuales. Se necesita el equivalente energético de 113 lts de gas natural para tratar estas aguas residuales, lo que aumenta la probabilidad de que sean liberadas en el medio ambiente, contaminando ríos y napas freáticas. La intensificación de los cultivos energéticos, también tiene como consecuencia el agravamiento del ritmo de erosión de los suelos, particularmente en la producción de soja. Es casi un hecho que la competitividad de los biocombustibles esté estrechamente ligado al fomento de cultivos transgénicos y la concentración de nichos ligados a la agro industria en el mundo. En efecto, de acuerdo a la información disponible en diversos medios periodísticos, los grupos petroleros, cerealeros y de cultivos transgénicos refuerzan su presencia en toda la cadena de valor agregado de los agrocombustibles. Cargill y ADM controlan el 65% del mercado mundial de cereales, Monsanto y Sygenta dominan el mercado de los productos genéticamente modificados. En ese contexto, los campesinos que producen para los agrocombustibles dependen cada vez más de un acuerdo entre empresas fuertemente organizadas. No sorprende que sean los mismos grandes conglomerados los que se encuentran en procesos de compra de empresas nacionales, dando cuenta de un delicado proceso de concentración en esta naciente industria en el mundo17. La industria apunta a producir plantas celulósicas, genéticamente modificadas, en particular árboles de rápido crecimiento, que se descompongan fácilmente para liberar azúcares. Teniendo en cuenta la proclividad de la diseminación ya demostrada para los cultivos genéticamente modificados, pueden esperarse enorme impactos derivados de contaminaciones. Toda tecnología cuyo potencial permita evitar los peores impactos del cambio climático debe ser comercializada a gran escala en los próximos 5 a 8 años. Una perspectiva poco probable en el caso del etanol extraído de la celulosa, producto, que hasta el presente, no implicó ninguna reducción en la emisión de carbono. Existe una contradicción para los combustibles de segunda generación, evocada en párrafos previos, que señala que a medida que los hidrocarburos se vuelven más

17 Monsanto Compañy anunció que ha adquirido Agroeste Sementes, empresa brasileña

lider en semillas de maíz, en poco más de $100 millones. Agroeste se dedica a la producción de semillas de maíz híbrido y atiende a agricultores de todo Brasil, que tiene la tercera área de producción de maíz más grande del mundo. Según los términos del acuerdo, Monsanto adquirió la titularidad de 100% de los negocios de Agroeste, incluidas sus marcas de semillas de maíz. Agroeste será un importante complemento de la marca nacional que tenemos en Brasil", señaló Brett Begemann, Vicepresidente Ejecutivo del Área Comercial Global de Monsanto. Fuente: Monsanto Company, septiembre del 2007.

- 21 –

caros, los agrocombustibles de primera generación se vuelven más rentables, desalentando así la inversión en el desarrollo de las generaciones que podrían seguir. Si el petróleo llega a US$ 80 por barril, precio umbral para los escenarios de producción a precios competitivos en Chile, los productores de etanol pagan más de US$ 5 por celemín18 de maíz (alrededor de 127kg), volviéndolo más competitivo incluso frente a la caña de azúcar. La crisis energética mundial es potencialmente un premio entre US$ 80 y 100 mil millones para los grupos alimentarios y petroleros.

RECUADRO 2 Etanol y las consecuencias en la agricultura en Estados Unidos

En estos momentos la mayoría de los agricultores conocen lo que van a sembrar esta primavera. En todo el país la respuesta es la misma: maíz, maíz, maíz. Las cifras son sorprendentes. Los agricultores cosecharán unos 90.5 millones de acres de maíz este año —12 millones más que el año pasado y la mayor cantidad vista desde 1944. Los acres dedicados al cultivo de la soya se han reducido en más de un 10 por ciento y se han producido disminuciones similares en el cultivo del trigo y el algodón. La razón para este trascendental cambio es, naturalmente, el auge del etanol y la creciente demanda de maíz que ello ha creado.

Si solo fuese cuestión de cambiar la proporción en cuanto a la cantidad de acres ya sembrados —más maíz, menos trigo— podría encontrarse un punto de equilibrio económico dentro de poco. El verdadero problema surge en lo que lo rodea. Este auge que tiene lugar en el cultivo del maíz constituye un elemento de presión para la tierra que ha sido destinada al Programa de Reserva y Conservación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Desde mediados del decenio de 1980, los agricultores han dedicado unos 37 millones de acres de tierra cultivable a este programa. Se trata de tierra que ha sido devuelta a la naturaleza y está en correspondencia con lo que los estadounidenses pagan mediante la Ley Agrícola de los Estados Unidos. La mayor parte de esta tierra no es adecuada para los cultivos —demasiado accidentada, demasiado húmeda, demasiado valiosa como hábitat de la vida silvestre— pero cuando los precios del maíz son tan elevados como en estos momentos, la idea relativa a lo conveniente cambia con rapidez.

Los grupos interesados en la cuestión agrícola comenzaron a instar al Departamento de Agricultura a liberar parte de esta tierra de la reserva, de modo que los agricultores pudieran dedicarlas a la producción de maíz. La USDA ha suspendido temporalmente las nuevas inscripciones en el programa y aunque probablemente no libere tierra alguna este año, la presión para que lo haga aumentará.

Por mucho que guste la idea de la producción de etanol —y en particular la posibilidad de etanol celulósico, de otras fuentes que no sean el maíz— sería un error trágico echar por la borda veinte años de conservación a partir de la agricultura por obtener ganancias a corto plazo. El etanol obtenido del maíz solo sustituirá una pequeña parte del petróleo que utilizamos, y si lo hace al precio de una nueva demanda desproporcionada de tierras cultivables, entonces habremos perdido mucho más en cuanto a conservación que lo que ganaremos en términos de independencia energética. (Editorial de The New York Times, 5 de abril de 2007)".

18 Aproximadamente 4,6 lts. Se trata de una antigua medida de capacidad para áridos.

- 22 –

2.4 Producción de biocombustibles en Chile

Las estimaciones de demanda De acuerdo a las proyecciones elaborada por la CNE, el consumo de gasolina y diesel al año 2010, alcanzaría a cerca de 3.3 y 7.6 millones de m3, respectivamente. Si se asume que existen tres escenarios posibles de sustitución de los combustibles fósiles que implicarían un 2%, 5% y 10% de incorporación de etanol a la gasolina y de biodiesel al diesel, se tendrían las siguientes cifras de consumo al año 2010:

Cuadro 3: Proyecciones de consumo de etanol y biodiesel al 2010

Mezcla Etanol Mezcla Biodisel (%) m3 (%) m3 E2 66.520 B2 152.520 E5 166.300 B5 381.300

E10 332.600 B10 762.600

Fuente: ODEPA en base a CNE. E2: mezcla de un 2% de etanol y 98% de bencina B2: mezcla de un 2% de biodiesel y un 98% de diesel

Acorde a estimaciones de la CNE19, la introducción de un 5% de etanol y biodiesel en mezclas con 95% de gasolina y diesel respectivamente permitiría, a) reducir las importaciones de gasolina: en 157 mil m3 de etanol sobre 3.146 mil m3 de gasolina) en el 2010 en 176 mil m3 de etanol sobre 3.521 mil m3 de gasolina) en el 2014 b) reducir las importaciones de diesel: en 250 mil m3 de biodiesel sobre 4.998 mil m3 de diesel en el 2010 en 289 mil m3 de biodiesel sobre 5.773 mil m3 de diesel en el 2014 En relación a estas estimaciones no existen datos relativos a costos ni precios finales, precisos al menos públicamente. En lo que parecen estar de acuerdo tanto autoridades como empresas, es que no solamente el precio final debe recibir algún tipo de subsidio sino que se requiere de estímulos mayores aún para hacer viable estos productos. Tal vez una de las más importantes ayudas que esperan recibir los promotores de los biocombustibles en Chile tiene que ver con la creación de un poder de compra, por parte de ENAP que estimularía la creación de una oferta a escalas rentables más amplias en el país y sobre todo una demanda cautiva que otorgaría seguridad a productores. Las crecientes dificultades de ENAP, tanto en términos de gestión, operacionales como de barreras que le impone la ley para el inicio de nuevos

19 “Biocombustibles. Un Aporte para la Seguridad Energética” Presentación en la FAO. Karen

Poniachik Ministra de Minería y Energía. 27 de julio de 2006.

- 23 –

negocios tenderían a limitar y fragilizar tales proyectos.20 No obstante, en la medida en que los biocombustibles son fomentados por dicha empresa pública y IANSA, gran industria agrícola y comercial, desde sus inicios, parece del todo lógico, que tal iniciativa prospere. Suelos y producción agrícola De acuerdo a estimaciones preliminares efectuadas por la ODEPA, para un escenario conservador de sustitución de 5% de diesel por etanol y biodiesel, respectivamente, existiría en el país cerca de 170.000 há susceptibles de ser cultivadas para la producción de biocombustibles. En el siguiente Cuadro 4, se incluyen las superficies estimadas y las producciones de etanol y biodiesel por cultivo asociadas.

Cuadro 4

En el caso del biodiesel, Chile ha cultivado hasta 70.000 há de raps en épocas pasadas y lo que se señala ahora, es que es posible darle un espacio productivo de esa magnitud al raps, porque el cultivo desapareció cuando en Chile se inicio la importación de aceite. Ahora, según ODEPA, se podría sustituir esos aceites y producirlos internamente para volver a sembrar y cultivar 12.000 hectáreas de raps, aún cuando su rendimiento no parece ser de los mejores (Grafico 7). En el caso del trigo, hay un espacio productivo que no es limitado, pero según los expertos y técnicos en la materia hay de primera, de segunda y seguramente habrá de tercera y cuarta generación. Los primeros años son consagrados a la obtención de semillas, granos o de raíces. En los de segunda generación o biomasa se corta todo el cultivo y se transforma en alcohol. Estos producen mucho más y son más rentables. No obstante, nuevamente se sitúan en promedios medianos de rentabilidades en comparación a otras materias primas. Las desventajas

20 Los problemas ligados a la logística del diesel, falta de orientación estratégica de la empresa,

erróneas estimaciones respecto de costos de proyectos (GNL), de anuncio de descubrimiento de gas natural que no existe en los volúmenes anunciados sumado a los graves incidentes ambientales permiten suponer serias dificultades y limitaciones para emprendimientos de alto riesgo como estos.

- 24 –

comparativas e incluso competitivas con Argentina, representa un problema no menor en términos de la posible producción local y su competitividad, pero al mismo tiempo, podría representar una interesante opción de importación para la demanda nacional.

Gráfico 7: Rendimiento de materia primas para biocombustibles Cebada Trigo Maíz Remolacha Caña Azúcar Soya Habas Semilla Mirasol Raps Jatropha AceitePalma

Fuente: Worldwatch Institute (citado por Poniachik, FAO, 2007) Sector pecuario La estimación preliminar al 2010 señala que este sector podría contribuir con un poco más de 52.000 m3 de biodiesel, representando el 21% de la demanda estimada de biodiesel al mismo año, según estimaciones de la CNE y expuestas en el Cuadro 5 a continuación:

- 25 –

Cuadro 5

Sector forestal y producción de biomasa Existen recursos forestales conformado por 2.1 millones de há de plantaciones (100% productivos) y de 4 a 5 millones de há de bosque nativo productivos. La oferta de madera de las plantaciones de pino radiata y eucaliptos esta prácticamente copada por la demanda industrial. Por el contrario, la madera nativa prácticamente no tiene aprovechamiento industrial y su principal uso es la leña. Es un recurso renovable subutilizado, con alto potencial, que se podría manejar en forma sustentable para generar bioenergía. De manera similar a los cultivos anuales, en el sector forestal existe alrededor de 3 a 4 millones de há de suelos con aptitud forestal, factibles de ser plantados y que actualmente no poseen un uso económico alternativo. Según ODEPA, es excesivamente caro producir etanol en Chile, por lo tanto, en términos de políticas y de direccionamiento de los esfuerzos iniciales no está considerada su producción. A los precios actuales del maíz, en un país con déficit importante de abastecimientos de cereales, hace inviable pretender etanol a través de aquel cereal. En base a lo anterior, se afirmó que la base de producción es bastante limitada en términos agrícolas, pues compite con el uso de la tierra orientado al objetivo de convertir a Chile en potencia agroalimentaria. “Chile no puede expandir su frontera agrícola para producir biocombustibles, vamos a tener que reutilizar o reasignar superficie que hoy está en un uso marginal”, señaló el propio jefe de la ODEPA21. Los expertos afirman que actualmente no hay una hectárea en Chile con plantación de especies alternativas para la producción de bioetanol. Por lo tanto, son necesarios entre 3 y 5 años de cultivo para obtener información sobre las condiciones ambientales necesarias y dimensionar superficies. Por ende, “no hay un interés mayor en explotar esa situación por ahora. Quizás, en 5 años más con algunos resultados podría ser”.22

Así, a diferencia del etanol, el biodiesel es considerado como la alternativa más viable por las entidades gubernamentales, debido a su mayor compatibilidad con la existencia de cultivos en el país, específicamente en la zona sur. En ese contexto lo que se prevé es, comenzar con los limitados recursos que se tienen, partir con una cuota baja de 2% de biodiesel, que puede ir aumentando en la medida que se vaya

21 André Laroze, Jefe de Bioenergia de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA). 22 Ibidem.

- 26 –

haciendo económicamente viable y se establezcan umbrales de demanda mínimos como los estimados por ODEPA.

2.5 Las empresas y el negocio de los biocombustibles

Se trata tanto de empresas extranjeras, con experiencia, y que poseen plantas industriales en otros países, como de grandes conglomerados nacionales, los que aparentemente están interesados en el desarrollo del negocio en Chile. El siguiente es un listado que ha podido establecerse de estas empresas:

• Iansa, Rafael Irarrazabal su Gerente de esta industria azucarera afirmó que han estudiado entrar en el mercado de los biocombustibles, pero no han considerado tener como alternativa el etanol y menos en base a la remolacha. “Nosotros consideramos que Iansa tiene potencial agro económico importante, por el cual queremos ver favorecido otro tipo de cultivos que vayan destinados hacia la producción de biodiesel, a través de aceites. Por lo tanto estamos evaluando el cultivo de raps y plantas aceiteras y de biodiesel”, sentenció. Es una de las empresas, junto a ENAP que estimuló desde principios de marzo del 2006, el interés en el desarrollo de los biocombustibles.

• Etanol del Pacifico S.A. su gerente Francisco Marmijo señaló que aún cuando

no está todo dicho sobre el tema: “es importante hacer un estudio con empresas que conocen del tema como Lurgio, pero donde los chilenos entreguen los datos de condiciones de producción”. “(Porque)…no podemos traer un estudio de cualquier país, debido a que cada país es distinto y tiene realidades diferentes”, sentenció.

• EcoPellet S.A. Un grupo de inversionistas del sector forestal: José Rafael,

Campino (Forestal del Sur y Corma), Alejandro Reyes (socio de Celfin Capital), Ramón del Pino (ex ejecutivo de CMPC) y la familia Gross de Temuco y Marcial González (representante de numerosas marcas de equipamiento forestal), se unieron a un proyecto de Fundación Chile para convertir los desechos de las industrias de muebles y molduras de la Región Metropolitana en pellets que pueden ser utilizados como biocombustibles. Los primeros frutos de esta empresa comenzarán a verse con sus embarques a Europa y Japón a partir de mayo del 2007. Se estima que las exportaciones de EcoPellet ascenderán a US$ 10 millones anuales al 2009.

• Molinos Gorbea, empresa de propiedad de las familias Sabugo y Seco,

iniciará la construcción de una planta piloto para la producción de biodiesel a partir de raps. Vital para ello fueron los $270 millones que obtuvieron para estudiar, en conjunto con la Universidad de la Frontera, la factibilidad de producir ese combustible. En la actualidad, la empresa procesa la mitad de la superficie plantada de raps (15.000 há en total), que se destina principalmente a la alimentación de salmones.

• Südzucker. Esta empresa alemana, la mayor productora de azúcar en

Europa, manifestó al Gobierno su interés por invertir en Chile en la producción de bioetanol o biogás, y de ampliar la inversión ya existente a través de su filial ORAFTI Chile, la que cultiva chicoria en la Octava Región. Paralelamente, el Ministro de Agricultura, agregó que esta empresa expresó su intención de aumentar las hectáreas de cultivo de chicoria a través de la filial ORAFTI, en Pemuco, Región del Bío Bío, donde producen los componentes alimenticios insulina y oligofructosa. “La intención de la empresa es aumentar en cinco años de 1.500 a 5.000 há de chicoria con el sistema de cultivo de contrato,

- 27 –

lo que implicará una importante oportunidad productiva para la Octava Región”, se señaló de fuentes periodísticas locales.

• EnerZoil. El empresario chileno Marcos Zylberberg, a través de dicha

empresa busca construir plantas que usando el carbono (CO2) que emiten las empresas mineras o eléctricas, reproduzcan artificialmente en tierra y a mayor escala algas que luego sean convertidas en biocombustibles, como etanol o biodiesel. Zylberberg ha fijado como meta promover con fuerza esta idea, exponiéndola al BID, a la CORFO, a empresarios mineros y a la comisión de Minería y Energía del Senado.

• ENAP y IANSA. Esta alianza o sociedad aparece como una de las principales

promotoras de los biocombustibles en Chile desde marzo del 2006. Acorde a diversas informaciones de prensa de la época,

A este breve catastro se suman otros proyectos de menor tamaño promovidos por diversas agencias o corporaciones que han visto en los biocombustibles opciones para pequeños propietarios.23

En suma, los supuestos beneficios derivados de la producción de biocombustibles se ven amagados por varias razones.

El uso alternativo de la tierra y su impacto en la producción alimentaria habría hecho que ODEPA desechara la producción del etanol en Chile. Distinto pareciera ser el caso del biodiesel cuya producción de origen pecuario y forestal no competiría por el uso de la tierra. Por el contrario, es probable que el aprovechamiento de desechos forestales, proveniente tanto del bosque nativo como de plantaciones surja como una opción interesante no bien el desarrollo y maduración de las tecnologías involucradas lo hagan realidad.

Algo similares son las conclusiones preliminares que pueden destacarse respecto del uso de los biocombustibles y el medio ambiente o aspectos de éste: el uso intensivo de abonos y en especial de nitrógeno para rendimiento competitivos, el también uso intensivo del agua en algunos casos y por último, la fuerte dependencia de los cultivos transgénicos, asociados normalmente a grandes conglomerados y compañías multinacionales parecieran aconsejar un extremo cuidado en la evaluación de los impactos ambientales económicos y que sobre el uso de la tierra puede causar el fomento de los biocombustibles.

A la luz de lo anterior es probable que rigurosas evaluaciones costo/beneficio den cuente que el desarrollo de los biocombustibles no constituye una de las mejores opciones para Chile de considerarse los aspectos evocados. En efecto, frente a otras opciones energéticas, especialmente el uso eficiente de la energía, no sólo es menos rentable desde el punto de vista costo/beneficio para Chile, esto es, es más rentable invertir en un m3 ó 1 kWh ahorrado que en 1 m3 ó 1 kWh producido o generado, sino que además en contraposición a los biocombustibles, sólo posee impactos positivos, ambientales, sociales, políticos y de independencia en el suministro de energía.

23 Es el caso de la Fundación para la Innovación Agraria, dependiente del Ministerio de

Agricultura de Chile, aprobó dos proyectos para la producción de biodiésel en el norte y sur del país. Uno de los proyectos contempla la evaluación y adaptación de camelina y mostaza como materia prima de bajo costo para producción de biodiésel en tres regiones del sur del país. El otro apunta al desarrollo del Sistema Jatropha para la producción de biodiesel en la Región de Coquimbo, 450 kilómetros al norte de Santiago. Miércoles 3 de octubre, 2007. ANSA.

- 28 –

3. Costos y precios en el mundo y estimados en Chile. Una de las grandes interrogantes en relación a la producción de biocombustibles es el costo de producción de los biocombustibles, por lo que transparentar la información respecto a la tecnología disponible asociada al tamaño de las plantas, es un elemento básico para la toma de decisiones de inversión por parte de agricultores e industriales interesados. En el siguiente Cuadro 6, se incluye, para distintos tipos de biocombustibles, el precio del petróleo al cual la fuente de energía es económicamente viable según información publicada por The Economist. Cuadro 6

El cuadro es lo suficientemente elocuente para indicar que el biodiesel sólo es económicamente viable a partir de US$ 80 el barril (no queda claro, a que crudo se refier pero es probable que sea el WTI) y el etanol a partir de US$ 60 el barril y que no considera impuestos. Se trata de precios relativamente elevados y que coyunturalmente, ya han sido alcanzados. No obstante, en la realidad, las condiciones o aspectos que se requieren considerar para su competitividad son numerosos y parecieran no estar incluidos en estas estimaciones como son: las escalas de producción y aspectos ambientales. En relación a las escalas de producción en Estados Unidos y Brasil acerca de los cuales la referencia es hecha por la publicación, es posible afirmar que pareciera ser que tales umbrales de precios son viables si y sólo si los volúmenes de producción son elevados y los territorios consagrados a tales producciones vastos, como se muestra en páginas más adelante. En relación a los aspectos ambientales es necesario señalar que las estimaciones no señalan sin han sido considerados las emisiones de NOx asociadas a tales volúmenes de producción, un gas de efecto invernadero con elevada potencial de recalentamiento más elevado que el CO2 ni tampoco los elevados requerimientos de agua y su tratamiento posterior.24

24 Fuente: Eric Holtz-Gimenez. Director General de Food First, Institute for Food and

Development Policy, Oakland (USA). Debate sobre Biocombustibles: “Cinco mitos sobre agrocombustibles”. Le Monde Diplomatique/junio 2007.

- 29 –

3.1 Costos y precios en Chile

Tal cual se señalaba en párrafos previos, el informe ODEPA consigna que el precio a distribuidor del biodiesel sería cercano a $375 el litro (impuesto específico excluido). Señalaba además que con los actuales impuestos vigentes y los costos de materias primas, el biodiesel tendría un precio competitivo con el diesel sólo con niveles altos de precio del petróleo: en torno a US$ 72 por barril. En el Diagrama de flujo a continuación se exponen los diversos aspectos para establecer el precio final del biocombustible, suponiendo una obligatoriedad de 5%. $ 375/litro

Incremento de precios mayoristas de 1%

Precio a distribuidor de Biodiesel (impuesto específico excluido), considerando actuales precios del raps, como materia prima y considerando el menor factor energético

Suponiendo Obligatoriedad de 5% de uso de Biodiesel

Precio Petróleo debe ser alto US$ 80 por barril

De acuerdo a las estimaciones respecto de la evolución del precio del petróleo para los últimos años y aquella realizada por la Comisión de Política Monetaria del Banco Central acerca del precio del crudo para el 2008, es posible sostener que pese a los altos precios del petróleo (Gráfico 8), pero también de la gasolina y el diesel, éstos aún se encuentran por debajo de los niveles que se requieren para hacer competitivos los precios estimados de los biocombustibles.

- 30 –

Gráfico 825

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Ene

Feb

Mar

Abr

May Jun Jul

Ago Sep

Oct

Nov Dic

Ene

Feb

Mar

Abr

May Jun Jul

Ago Sep

Oct

Nov Dic

Ene

Feb

Mar

Abr

May Jun Jul

Ago Sep

Oct

Nov Dic

Ene

Feb

Mar

Abr

2003 2004 2005 2006Fuente: Banco Central

Precio del PetróleoSerie en US$ por barril.

En los cuadros y diagramas a continuación, se expone una estimación elaborada por la ODEPA. En él se especifican participaciones relativas por superficie así como por orígenes (producciones pecuarias o agrícolas) para la producción de un 5% de combustibles. En tal estudio se avanzan además, parte de los costos e inversiones en plantas que se requieren para alcanzar tales niveles de producción de etanol. Se trata de costos no menores en términos de inversiones: US$ 100 millones con una capacidad de producción de 90 mil m3 anuales en platas pilotos de BTL (biomasa to liquid), con tecnología para obtener etanol a escala comercial de materiales lignocelulosicos. La instancia, integrada por 13 instituciones, gremios y empresas y que lideró las oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA)26, concluyó además que para hacer económicamente viable el desarrollo de biocombustibles y fomentar su producción es clave asegurar la obligatoriedad de su consumo que permita garantizar una demanda mínima.27 Con respecto al biodiesel, el informe sugiere una mezcla inicial de 2% “que podría ir incrementando en tramos de 1.5%” Para asegurar el cumplimiento de la obligatoriedad, establece la necesidad de “contratos de abastecimiento de largo plazo”. Según el Informe final de la ODEPA28, surge como primer desafío a nivel nacional, la necesidad de optimizar la producción y los procesos industriales para el caso del biodiesel, cuando el precio del petróleo sea inferior a los US$ 80 por barril. 25 Banco Central. Informe de Política Monetaria (IPM), Mayo de 2007. 26 Participantes: Chile Sustentable, Colegio de Ingenieros Agrónomos, CORMA, MUCECH,

IANSA, Biodiesel América, SNA, Universidad de Chile. CNE, CONAMA, CORFO, FIA y ODEPA. 27 Según el Ministro de Energía, Marcelo Tokman, más importante que eso (si se suman los

US$ 10 millones que CORFO destinará para investigar la opción de producir con recursos forestales, así como el uso de aceites vegetales, que junto a cultivos como raps, maíz y trigo, son parte de las alternativas para obtener estos combustibles, agregó) son las acciones para generar la demanda que haga atractivo el negocio. Se espera que antes de fin de año (2007) Enap defina la operación del poder de compra que creará para dar estabilidad a los precios de estos productos.

28 Participantes: Chile Sustentable, Colegio de Ingenieros Agrónomos, CORMA, MUCECH, IANSA, Biodiésel América, SNA, Universidad de Chile. CNE, CONAMA, CORFO, FIA y ODEPA.

- 31 –

Cuadros 7: Oferta y Demanda en Producción de Biocombustibles en Chile. Estimación el año 2010. Perspectivas de Producción de Biocombustibles en Chile (año 2010)

Biocombustible Superficie y Materia Prima Potencial Unidad

Producción Biocombustibles m3

Demanda Biocombustibles m3

Etanol 130.000 ha 457.000 157.000 Biodiesel 40.000 ha 44.500

Biodiesel 65.423 ton

grasa 52.338 250.000 Total Biodiesel 96.838 Fuente: Odepa

Producción Agrícola y suelos

Cultivos

Producción Bioetanol m3 Cultivos

Producción Biodiesel m3

Trigo 90.000 Maravilla 16.500 Avena 33.000 Raps 28.000 Maíz 189.000 Papa 65.000 Remolacha 80.000 Total 457.000 44.500

Producción Pecuaria

Especie Producción Biodiesel m3

Bovino 15.177Ovinos 650Porcinos 36.138Caprinos 2Equinos 371Total 52.338Fuente: Odepa Costos Fijos: Producción de Etanol Fuente: Odepa

Costos en Plantas Pilotos (BTL): US$ 100 millones

Capacidad de Producción 93.000 m3 anuales

Costos en Plantas para 2010: US$ 400 millones

Capacidad de Producción 200.000 m3 anuales

A partir de la información disponible no es posible entregar un precio preciso en el caso del biodiesel en la medida en que las estimaciones son ejercicios con supuestos discutibles y numerosos. Lo que si queda claro es que la producción de biocombustibles en porcentajes relevantes, no será antes del 2015, que el precio estimado es bajo como para incentivar su producción masiva y no considera costos relacionados con el medio ambiente (agua, nitrosos, etc.), que sólo el diesel a partir de raps y de maravilla y más en el largo plazo, a partir de la biomasa pueda tener opciones viables, tanto económica como ambientalmente.

- 32 –

Aparentemente sin embargo, no sólo los temas mencionados inciden en la viabilidad de la producción de biocombustible en el país, también es necesario diseñar y adoptar un marco regulatorio que permita el desarrollo de esta potencial industria.

3.2. Aspectos regulatorios y subsidios

Aparentemente el gobierno tiene la voluntad de incluir el tema de los biocombustibles en la agenda del desarrollo energético del país, en base a tres premisas, las que en orden de importancia son: seguridad energética, sustentabilidad productiva y ambiental del abastecimiento energético y el costo de producción de la energía. Sin embargo, la tarea de fomentar la producción de los biocombustibles no se anuncia fácil. Por varias razones. Pero tal vez la una que destaca es porque tal iniciativa se inserta en las características de la regulación para el mercado energético nacional: limitada en el sector eléctrico, casi nula en el sector de los derivados del petróleo, gas y carbón, e inexistente en el caso de la biomasa o leña.La tarea no deja de ser compleja en la medida en que la mayor parte de los sucedáneos o productos que compiten con el biocombustible establecen sus costos, precios y rentabilidades más en función del paradigma ventas/utilidades que de parámetros de seguridad energética, ambientales o de eficiencia energética. En ese contexto, es probable que las intenciones de regular, asignar subsidios, proteger producciones dedicadas al biocombustible exiga abordar problemas y desafíos no abordados hasta el momento en el mercado de los derivados del petróleo, su estructura y grados de concentración, así como las rentabilidades oligopólicas allí instauradas. Los primeros lineamientos regulatorios (ver además Recuadro 3) que al respecto se conocen, dan cuenta de la complejidad de la tarea. En efecto, el Comité Público de bioenergia29 en su Informe Final definió los 21 lineamientos para el desarrollo de los biocombustibles. La instancia, integrada por 13 instituciones, gremios y empresas y que lideró la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), concluyó que para hacer económicamente viable el desarrollo de biocombustibles y fomentar su producción era clave asegurar la obligatoriedad de su consumo que permita garantizar una demanda mínima y para asegurar el cumplimiento de la obligatoriedad, establece la necesidad de “contratos de abastecimiento de largo plazo” Para el fomento de las energías renovables y en especial de los biocombustibles se establecerían además, rebajas tributarias. En ese contexto, el Ministro de Hacienda, anunció que se emitiría un decreto a través del cual quienes utilicen este tipo de combustibles no pagarán el impuesto específico. Además, se enviaría un proyecto de ley al Congreso con el objetivo de que en el futuro aumente la producción de los biocombustibles. Para la adopción de este incentivo no se requerirá de cambios legales para aplicarse, sino que será el Servicio de Impuestos Internos (SII) el que, por la vía de una circular administrativa, va a calificar el tratamiento tributario de estas mezclas.

En Chile, el impuesto específico equivale a 6 UTM por metro cúbico (unos $193,8 por litro), en el caso de la gasolina, y a 1,5 UTM ($48,5 por litro) en el diesel. Este impuesto, junto al IVA, representa cerca del 40% del precio de un litro de bencina para los consumidores.

29 Informe Preliminar sobre Primeros Lineamientos del Desarrollo de Biocombustibles en Chile.

ODEPA. Departamento de Políticas Agrarias. Unidad de Bioenergía, 19 de enero del 2007.

- 33 –

RECUADRO 3 Uso de biocombustibles en nuestro país seguirá norma alemana.

Norma técnica para la producción de biocombustibles chilenos establece producción fundamentalmente a partir de raps. El Ministro de Agricultura, Álvaro Rojas, informó que la producción de biocombustibles en nuestro país seguirá el ejemplo alemán y que la norma técnica para su elaboración, que se encuentra en consulta pública desde la semana pasada, establece que la mezcla final deberá contener un 75% de aceite proveniente de raps y un 25% de aceite derivado de otra materia prima. Rojas explicó que la norma también fijará criterios para la producción de etanol para mezclar con gasolina en base a cualquier cultivo, aunque la autoridad proyectó que será la industria del biodiesel la que tendrá un mayor desarrollo “debido a su alta demanda en el mercado nacional. Si uno revisa la demanda futura de combustible, el transporte de carga, de pasajeros y la industria, lo que requiere es diésel. La demanda de gasolina es menor. Por tanto, la industria estaría dando las señales que sea el biodiésel el que tenga el mayor rol que jugar". "Este Ministerio estima que podríamos tener entre 60.000 y 120.000 há de raps en la zona sur. Ahora hay alrededor de 20.000, pero el país ha tenido períodos, como en la época en que se producía aceite, en que se llegó a contar con 70.000 hectáreas de raps desde la VIII Región hacia el sur. Hay un espacio enorme de trabajo, empleo e innovación" afirmó el Ministro. La autoridad sostuvo que la producción chilena de biocombustibles seguirá el ejemplo alemán, porque tal como en ese país, también aquí el criterio será que el diesel común, derivado del crudo, pueda mezclarse con un máximo de 5% de biodiesel. El Ministro Rojas enumeró que entre los beneficios del uso de biocombustibles están los de ser energías no contaminantes con el medio ambiente, combatir el calentamiento global, diversificar la matriz energética del país, brindar un nuevo impulso a la industria agrícola del centro sur del país, promover la mano de obra y aumentar la rentabilidad de los cultivos requeridos como materia prima. Fuente: diversos diarios nacionales, 2007.

- 34 –

De acuerdo a la circular N° 30 del 16 de mayo de 2007 de SIII, los biocombustibles tendrán el tratamiento tributario expuesto en el Recuadro 4:

RECUADRO 4 Tratamiento tributario a los biocombustibles

Afectos al Impuesto al Valor Agregado. Impuesto especial a la primera venta o importación de las gasolinas

automotrices y del petróleo diesel, establecido en el artículo 6° de la Ley N° 18.502, de 1986, no es aplicable al biodiésel y bioetanol.

Impuestos establecidos en la Ley N° 19.030, de 15-01-1991, que creó el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo y Ley N° 20.063, de 29/09/2005, cuya vigencia fue prorrogada por la Ley N° 20.115 de 01/07/2006, que creó el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles; no son aplicables al biodiésel y bioetanol.

Impuesto establecido en el artículo 42° del D.L N° 825, de 1974, aplicable a las bebidas alcohólicas, analcohólicas y productos similares, se descarta la aplicación de este impuesto respecto de la producción, importación o comercialización de los biocombustibles.

5-Tratamiento tributario de los biocombustibles cuando son adicionados a productos gravados con impuestos específicos: el combustible resultante se encontrará gravado con los impuestos específicos que se aplican a los combustibles derivados del petróleo (gasolinas automotrices y petróleo diesel) sólo en aquel porcentaje que efectivamente constituya uno de estos combustibles, quedando la proporción correspondiente a biocombustible sin ser afectada por estos gravámenes, sin perjuicio del Impuesto al Valor Agregado que corresponda.

Además de acuerdo a lo señalado en el discurso del 21 de mayo de 2007, se habría acordado:

la creación de un consorcio tecnológico para investigar el potencial forestal de Chile para generar bioenergía.

La generación en ENAP de un poder de compra de biodiesel para

mezclarlo con diesel.

Pese a los mencionado en páginas previas y dada las serias dificultades que enfrenta ENAP en temas relacionados con el diesel y su logística, a la falta de gas natural en el sur, al aumento de costos y pérdida de mercados, es muy probable que al menos la creación de ese poder de compra sea postergado o complicado.

A propósito, el Ministro de Energía, señaló hace algún tiempo atrás que hasta el momento las fuentes para producir biocombustibles no han demostrado ser económicamente convenientes y siguen los esfuerzos para identificar el potencial de Chile en esta área, para lo cual se está propiciando la cooperación con países que ya tienen experiencia en el tema, como Brasil. Más importante que eso, agregó, son las acciones para generar la demanda por parte de ENAP que haga atractivo el negocio. En ese mismo orden es necesario señalar que no obstante la visión optimista que respecto de los biocombustibles se posee en el Ministerio de Agricultura, desde la

- 35 –

CNE y el propio Ministro de Energía, se ha señalado que:”…(pese a que) las alternativas para producir biocombustibles no son competitivas, el gobierno trabaja para determinar el potencial de este campo”.”…el gobierno no avanzará en esta materia a cualquier costo, es decir, mientras no se demuestre que producir biodiesel y etanol, que se mezclan con el diesel y las gasolinas respectivamente, es competitivo”30. En este momento se está haciendo la apuesta de apoyar la etapa de investigación, pero lo que no se hará es subsidiar el uso de biocombustibles si no resultan económicamente convenientes, porque no se puede encarecer el costo de nuestros combustibles”, agregó. El informe de ODEPA, citado en páginas previas aparentemente, sugiere que dada las dificultades citadas, correspondería incluso apoyar el desarrollo bioenergético con los recursos de la Comisión Científica y de Innovación Tecnológica provenientes del royalty minero, haciendo clara alusión al uso de subsidios para el desarrollo de los biocombustible en Chile, haciéndose eco de lo planteado en este mismo sentido por privados interesados en su desarrollo. Es muy probable que dado el desarrollo de esta industria en países como la Argentina y de hecho en Brasil, buena parte de este tipo de combustible provenga de importaciones.

30 Ministro de Energía Marcelo Tokman, Emol, junio del 2007.

- 36 –

4. Impactos en pequeños productores y en el medio ambiente

De acuerdo al informe de la ODEPA, el desarrollo de los biocombustibles, además de diversificar la matriz energética, tendría impactos positivos tanto en el plano social y económico como ambiental. De manera más oficial o formal, el informe final de la ODEPA señala que el desarrollo de los biocombustibles:

• estimula el empleo en la agricultura, nuevas inversiones y desarrollo tecnológico y territorial, porque no se dará en Santiago, sino en regiones que están reclamando inversiones importantes

• para los agricultores, habría nuevas alternativas de producción, un gran

esfuerzo por desarrollar la agricultura de un país tan bien dotado como Chile, que puede utilizar mejor su suelo.

4.1 Pequeños productores y biocombustibles

Chile posee recursos de suelos escasos en comparación a otros países, pero con altos niveles de productividad. De los 75,6 millones de hectáreas de Chile continental, sólo 25,2 millones de hectáreas tienen potencial silvoagropecuario:

Arables: 5,1 millones de hectáreas Aptitud ganadera: 8,5 millones de hectáreas Aptitud forestal: 11,6 millones de hectáreas

De estas 5,1 millones de hectáreas arables, son:

1,8 con riego 1,3 potencialmente regables 2,0 de secano

También de acuerdo a la ODEPA, a la superficie anterior se podrían incorporar a futuro 200 mil hectáreas adicionales de riego debido a la construcción de cinco embalses a lo largo del país.

Acorde a ODEPA (Cuadro 8), la mayor parte de la producción potencial de biocombustible provendría de las regiones del sur del país. En el caso del etanol, mayoritariamente de las regiones IX y X y en el caso del biodiesel de la IX Región. El potencial desarrollo de los biocombustibles de este modo, se instala en las regiones más pobres del país, paradójicamente, en las aquellas que ostentan más viviendas sin electricidad y/o con dificultades de acceso a combustibles modernos.

- 37 –

Cuadro 8: Cultivos anuales: cobertura geográfica en Chile para producción de etanol y biodiesel.

Cultivos Superficie (ha)

Participación (%) Prom. en la superficie Regiones

Región más importante

2001-2005 2005/06 total cultivos

anuales

Etanol Trigo 419.120 314.720 51 IV a X IX - 38% Avena 97.374 90.190 12 V a X IX - 48% Maíz 106.518 123.560 13 V a VIII VI - 57% Papa 59.078 63.200 7 IV a X IX- X - 60%

Remolacha 36.514 27.670 4 VI a X VIII - 52% Total 718.604 619.340 87

Biodiesel

Maravilla 1.927 2.660 0 V a VIII VII - 33%

Raps 10.344 13.520 1 V - VII -VIII – IX - X IX - 60%

Total 12.271 16.180 1

TOTAL E+BD 730.875 635.520 88

Otros cultivos 98.059 119.060 12

Total 17 cultivos 828.934 754.580 100 I – XII

Fuente: ODEPA con información del INE. Desde el punto de vista de la energía al menos, resulta una cierta desproporción el desarrollo de este tipo de energía dado los precios, escalas y el mercado al cual se apunta (transporte fundamentalmente), al no tener a los propios habitantes de estas regiones como posibles clientes. Pareciera ser una propuesta energética algo similar a lo acontecido con las grandes centrales hidroeléctricas instaladas en Chile en las últimas décadas, en que las comunidades y poblaciones aledañas a las grandes obras y centrales sólo veían las torres de alta tensión pero carecían hasta hace muy pocos años atrás, de electricidad.31

Desde el punto de vista del acceso a la energía y las posibilidades de desarrollo de estos sectores y regiones, de mayor interés resultan los conclusiones esbozadas en un estudio32 que propone el rediseño o transformación de un relativamente exitoso Programa de Electrificación Rural (PER) por un Programa de Energización Rural (ver Recuadro 6) el que incluso crearía más y mejores empleos que los supuestos puestos de trabajo que derivan del desarrollo de los biocombustibles. Al respecto es necesario señalar que en lo que al empleo respecta, aparentemente, los beneficios no parecen ser relevantes, estimándose por parte de la propia ODEPA, que por cada unidad producida de biocombustibles, se generarían tres veces más empleo que en la industria del petróleo33, lo que en realidad no sólo pareciera ser un parámetro ampliamente generoso sino también ambiguo, considerando la problemática integral de la pequeña y mediana empresa ligada al agro en las regiones

31 Es el caso de comunidades cercanas a las centrales construidas en el Alto Bío-Bío, entre otras. 32 Márquez, Miguel, Eduardo Giesen y Javier Castillo. “Diseño de una propuesta preliminar para un Programa de Energización Sustentable, de sectores, rurales, pobres y aislados”. Preparado para la CNE y PNUD, Santiago, mayo 2006 33 ODEPA. Informe final, enerro 2007, pp 11 y 12.

- 38 –

involucradas (Recuadro 5). Si de comparaciones respecto de la creación de empleos se trata, es necesario señalar que algunos expertos afirman que ésta es exigua34 e incluso estimaciones realizadas en torno al caso en Argentina, permite afirmar que la creación de empleos, y su productividad, asociada a grandes escalas de producción en el caso de la soya35, dan cuenta de la creación de alrededor de 2.000 empleos para toda la cadena de producción de biocombustibles(hh por ton de biodiesel procesado, por hh en cosecha y post cosecha, hh por ton de aceite procesado, esencialmente) con un resultado de 500.000 ton de biodiesel y el requerimiento de cerca de 1.000.000 há. Compárense tales estimaciones con el total de há estimadas por la ODEPA, cerca de 750.000 (Cuadro 8) para la posible producción de biocombustibles y se puede afirmar que la creación de empleos no sólo es reducida sino que además está asociada a escalas difícilmente reproducibles en el país. Aparentemente, dada la estructura económica y social de la producción y de la agricultura pequeña y mediana de estas regiones, su búsqueda de opciones de desarrollo, incluyendo las energéticas, se encuentran más bien en opciones diversificadas y a escalas más humanas, como aquellas ligadas a emprendimientos agro-silvo-pastoriles incluyendo las forestales, si se incluye en tales aspiraciones el acceso a la energía.

Recuadro 5 Desarrollo rural y agricultura familiar campesina

Algunos antecedentes básicos de este sector señalan que: posee 278.000 familias; representa el 85% de las unidades productivas; consta de 1,2 millones de personas; representa el 25% de la tierra agrícola; sólo el 27% de las explotaciones están formalizadas; genera 600.000 empleos; contribuye con el 25 a 30% del PIB Agrícola; el 53% de los productores individuales tiene la educación básica incompleta, un 14% tiene educación básica completa, un 12% no tiene escolaridad y sólo un 2% cuenta con formación técnica profesional; no tiene acceso efectivo a la capacitación; su producción está atomizada y es tecnológicamente atrasada. Por otra parte, la AFC posee una marcada participación en la producción de cultivos tradicionales, representando en promedio cerca del 40% del total sembrado. Según el sector, esta participación alcanza al: 44% de cultivos anuales; 45% de hortalizas; 29% de frutales; 41% de viñas; 42% de bovinos; 33% de ovinos; 63% de caprinos; 48% de cerdos y el 16% de las plantaciones forestales. Fuente: ODEPA, enero 2007.

4.2 Los biocombustibles, la sustentabilidad y el medio ambiente

Como toda actividad productiva, la producción de biocombustibles posee impactos ambientales entre los que se mencionan la contaminación atmosférica, los recursos hídrico, el suelo; el efecto sobre la disponibilidad de los recursos agua y suelo, y sobre la biodiversidad.

34 Alberto Lafarga del Instituto Técnico de Gestión Agrícola (ITGA), España, consideró que: “…en lo que se refiere al sector de la agricultura la producción de biocombustibles no aumentará los puestos de trabajo, “debido a la imparable mecanización del sector”, “pero sí puede llevar a mayores niveles de producción y aprovechamiento”. Mesa Redonda: Los biocombustibles a debate’ Navarra España, febrero del 2007. 35 Adreani et all (2000). http://www.estrucplan.com.ar/contenidos/Impacto/Energias/parte2.asp

- 39 –

En el siguiente gráfico o diagrama se muestra esquemáticamente las etapas intermedias de evaluaciones de los posibles impactos ambientales en la producción de biocombustibles.

Gráfico 9: Biocombustibles e impactos en medio ambiente

Entre los factores claves en el ciclo productivo de los biocombustibles y sus criterios de sustentabilidad figuran: no sustituir el bosque nativo, no amenazar a la producción alimentaria, prevenir la mayor concentración en la propiedad de la tierra, entre los más importantes. En lo que se refiere al sector forestal, las principales ventajas de utilizar los biocombustibles son: (1) el efecto neutro en liberación de C (algunos proyectos pueden acceder a beneficios del Protocolo de Kyoto), y (2) el aprovechamiento de los residuos (astillas, despuntes, aserrín, desechos de cosecha), que adicionalmente trae beneficios en la disminución de riesgos de incendios forestales y en la reducción de los problemas ambientales. Su producción a gran escala, no obstante, requiere de importantes cantidades de tierra cultivable con agua y suelos fértiles, lo que es reconocido como tal por las propias autoridades36. Llama la atención que ello no sea objeto de evaluación mayor en las mediciones costo/beneficio realizado por el estudio de ODEPA, incluyendo en los costos en que se incurriría por el desarrollo de las metas propuestas para la producción de biocombustibles. Respecto de la producción alimentaria, la información al respecto pareciera ser negativa al menos en algunos casos conocidos en el mundo37.

36 Presentación Karen Poniachik Ministra de Minería y Energía, 27 de julio de 2006. 37 Para mayor información véase el reportaje de John Vidal en The Guardian, August 29,2007: http://www.guardian.co.uk/environment/2007/aug/29/food.g2.”A year or two ago, almost all the land where maize is now being grown to make ethanol in the US was being farmed for human or animal food. And because America exports most of the world's maize, its price has doubled in 10 months, and wheat has risen about 50%”.”…. The effect on agriculture in the UK is price increases all round. "The world price [of maize] has doubled," says Mark Hill, food partner at the business advisory firm Deloitte”.

- 40 –

En efecto, la fabricación de biocombustibles puede provocar una disminución de las tierras disponibles para la producción de alimentos en países donde ya hay hambruna. La prensa internacional se hace eco de casos como el de Malasia (ver Recuadro 6), Indonesia, India, entre otros, pero también de casos de países desarrollados, como el de Estado Unidos como se expone en el Recuadro 2 en las primeras páginas de este informe. La búsqueda de seguridad energética pareciera no conjugar con pobreza ni medio ambiente ni aparentemente con seguridad alimentaria al tratarse de biocombustibles.

RECUADRO 6 BIOCOMBUSTIBLES: El altísimo costo del combustible barato

Malasia, junto con Indonesia, es el principal productor mundial de aceite de palma puro para la exportación, aunque para ello debe pagar un costo muy alto. Según un informe de 2005 de Amigos de la Tierra, el 87% de la deforestación reciente en el país tuvo lugar con el fin de hacer espacio para las plantaciones de palma aceitera. Dado que los bosques tropicales malayos se cuentan entre los ecosistemas más diversos del planeta, la tala de esas zonas plantea graves amenazas a un sinnúmero de especies vegetales y animales. Esta práctica hace estragos no solamente en la megafauna del país sino que la contaminación que genera es significativa. La FAO calcula que la deforestación ocasiona entre 25% y 30% de los gases de efecto invernadero que cada año se liberan a la atmósfera (alrededor de 1.600 millones de toneladas). La organización Wetlands International, especializada en humedales, demostró que la destrucción de las turberas del sudeste asiático para establecer plantaciones de palma aceitera, que cubren el 0,2% de la superficie terrestre mundial, es responsable del 8% del total de emisiones de CO2. No obstante, las turberas quemadas y desbrozadas para plantaciones para biocombustibles pueden llegar a obtener la financiación del MDL del Protocolo de Kioto. En septiembre, Malasia anunció un emprendimiento conjunto con socios privados para construir tres plantas que producirán el nuevo combustible para exportar a Europa. No son buenas noticias ni para la gente ni para el medio ambiente. “Primero las corporaciones limpian la tierra para lucrar con la madera. Después queman todo lo que queda en el suelo, como arbustos, tocones y turba, que puede arder durante tres o cuatro meses antes de extinguirse por completo”, explica Michelle Desilets, directora de la Borneo Orangutan Survival Foundation, la fundación británica para la supervivencia del orangután de Borneo. Combinadas, la tala de árboles y la quema crean una neblina sobre el bosque y liberan toneladas de CO2 a la atmósfera, colaborando así con el mismo calentamiento global que los biocombustibles supuestamente reducen. “Cuando un producto se convierte en bien de consumo mundial, se involucran las corporaciones”, dice Tim Keating, director ejecutivo de Rainforest Relief. “Al principio la palma aceitera se cosechaba manualmente, pero una vez que se involucran las corporaciones terminamos teniendo tala de bosques y plantaciones masivas”. En este momento la palma aceitera se usa más que nada en alimentos, pero si la demanda de biodiesel de aceite de palma aumenta, sin duda el negocio del aceite de palma se expandirá y provocará más deforestación y destrucción de especies. Fuente: Boletín Mensual del Movimiento Mundial por los Bosques. Número 112 - noviembre 2006.

Más aún, hasta hace poco incluso los biocombustibles se consideraban una solución potencial al problema del cambio climático porque permitía reducir los GEI. No obstante, ello no pareciera ser así de acuerdo a voces autorizadas entre las cuales se cuenta: Hartmut Michel, Premio Nobel de Química de 1988, ver Recuadro 7, el propio gobierno holandés que ha propuesto pautas para la producción de biocombustibles38, y el UNDP39.

38 Véase: http://es.mongabay.com/news/2007/0429-dutch.html. 39 UNEP. Unesco, Paris 2–6 de Julio, 2007.“La diversidad biológica y la producción de biocarburantes líquidos. “Los datos científicos disponibles indican que la producción a gran escala de biocarburantes líquidos puede contribuir a la reducción de emisiones de GEI”. “Sin embargo, la producción de biocarburantes a gran escala puede tener efectos negativos sobre

- 41 –

El auge de los biocombustibles puede ser la solución para la demanda energética, pero ha generado un aumento de más de 50% en el precio del trigo y del maíz durante los últimos doce meses, lo que está impactando al precio de los alimentos y la inflación de los países a nivel mundial. Si a nivel mundial se han detectado importantes y significativos impactos ambientales derivados de la producción de biocombustibles, sobre el uso de la tierra e impactos sobre alimentos, no existen razones para pensar que ello no suceda en Chile. Al respecto es de hacer notar que en mayo de 2007 el IPC muestra un aumento de 2,9% en doce meses, mientras que el precio de los alimentos asciende a 4,9%, por sobre el promedio, si bien es cierto ello tiene que ver en buena medida con aspectos coyunturales y climáticos no se descarta que en ello haya incidido el alto precio del trigo y de otros cereales.

RECUADRO 7 Biocombustibles, cambio climático y medio ambiente

Según el Premio Nobel de Química 1988, el alemán Hartmut Michel: “… (quien) determinó por cristalografía de rayos X el funcionamiento en detalle de la fosíntesis, asegura que los combustibles de origen vegetal no son una buena opción para combatir el cambio climático. Michel estima que esos biocarburantes no ahorran emisiones de CO2 y promueven la deforestación de la Amazonia y otros parques del mundo. En consecuencia, propone abolir una directiva de la Unión Europea de que el 5,75 por ciento de todo el transporte basado en energías fósiles deberá ser sustituido por biocombustibles antes del 2010. Admitió que es imperativo pasar a energías renovables, pero advirtió que los biocombustibles no son neutrales en la emisión de CO2 porque al menos la mitad de la energía contenida en ellos procede de fuentes fósiles. Para producir etanol, ejemplificó, hace falta invertir tanta energía fósil en fertilizante, transporte, destilado de alcohol, como la que hay en ese biocarburante y acabas emitiendo más CO2 que usando gasolina en el coche. El biocombustible que se puede producir por unidad de superficie y año contiene menos del 0,4 por ciento de la energía solar que ha recibido ese espacio en el mismo tiempo. Cubrir la demanda de electricidad de Alemania con biocombustibles exigiría dedicar toda la superficie del país a cultivos energéticos, sostiene el científico. En comparación, las células fotovoltaicas son entre 50 y 100 veces más eficientes y necesitan menos suelo. Los biocombustibles fomentan pérdida de selva tropical en Indonesia, Malasia, algunas zonas de Africa y en Brasil donde cada vez se cultiva más soja en la selva, y quemar ésta libera una cantidad enorme de dióxido de carbono. La eficiencia de la conversión de biomasa en biocombustible oscila entre 0,15 y 0,3 por ciento mientras que las células fotovoltaicas tienen ya una eficiencia de entre 15 y 20, señala el Premio Nobel alemán quien propone energía solar en lugar de biogas”. Fuente: El País, septiembre del 2007.

la diversidad biológica, entre ellos la fragmentación y la degradación de los hábitats, un aumento de las emisiones de GEI debido a la degradación de los sumideros de carbono y a la deforestación, la contaminación y eutrofización del agua, y la sobreexplotación causada por los conflictos sobre la utilización del suelo y el aumento de los precios de los alimentos”.

- 42 –

5. Conclusiones Pese a lo novel e inusitado del interés por los biocombustibles y la elevada incertidumbre en torno a sus escalas de producción, precios montos y tipos de incentivos y subsidios, la asignación de recursos por parte del Gobierno es significativa, en especial en el caso del biodiesel y no tiene común medida con otras opciones energéticas sustentables. Si el desarrollo de los biocombustibles es una respuesta a los críticos severos y persistentes problemas energéticos, aparentemente su viabilidad como opción se ve cuestionada por razones económicas, ambientales, sociales y políticas. Opciones como el uso eficiente y otras fuentes renovables son sin duda más atractivas, prometedoras y sustentables. Desde el punto de vista ambiental, si bien los biocombustibles pueden resultar mejor opción frente a los hidrocarburos, sus escalas de producción y demandas relacionadas hacen que sus supuestos beneficios resulten mitigados o incluso negativos. Es el caso de los elevados recursos hídricos, particularmente en el caso del etanol, la producción de biodiesel aumenta levemente las emisiones de NOx precursores de ozono tropoférico, y dada las condiciones de su producción, no evita ni mitiga las emisiones de CO2 y promueve la deforestación. Por otro lado, los esfuerzos por pasar de los combustibles tradicionales a los biológicos están causando un incremento de los precios de alimentos y de la deforestación a nivel mundial. A ello se suma una estrecha relación entre escalas de producción y transgénicos, procesos íntimamente ligados a fenómenos de concentración en la agroindustria a nivel mundial. En ese contexto, la información disponible permite pensar que desde el punto de vista de la creación de empleos en Chile tampoco resulta ser una opción atractiva ni elemento u opción que permita el desarrollo y emancipación de los sectores rurales, en especial pequeños y medianos agricultores. No obstante, es probable que adecuadas evaluaciones, más integrales y de largo plazo, permitan establecer las potencialidades energéticas a partir de los residuos forestales y constituya ésta una posibilidad cierta y más ventajosa que la de los biocombustibles tal cual se propone hoy en día, basado en cultivos extensivos, concentrados en las regiones del sur del país. Desde el punto de vista del desarrollo de los sectores pequeños y medianos, sus opciones de desarrollo e incluso energéticas residen más bien en propuestas agrosilvopastoriles y forestales, que en aquellas que parecieran surgir de opciones como los biocombustibles. El apoyo al desarrollo de a esta nacien teindustria en Chile, pareciera obedecer más a aspectos coyunturales e intereses específicos y parciales, tanto del mundo privado como del sector público, que a orientaciones o propuestas energéticas de largo plazo. En ese sentido es probable que el postergar la adopción de políticas y estrategias energéticas de largo plazo den pié para que se impongan opciones tecnológicas menos sustentables pero rentables para grupos industriales limitados y en desmedro de opciones energéticas apropiadas para la pequeña y mediana agricultura.

- 43 –

ANEXOS

- 44 –

Protocolo de Kyoto

El protocolo de Kyoto firmado el 10 de diciembre de 1997, y que entró en vigor el 16 de febrero del año 2005, es el compromiso formal de los países participantes en la tercera conferencia de las partes de la convención sobre cambio climático (COP3) de reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero para el año 2012

Contempla tres tipos de mecanismos que permiten a los países del Anexo I cumplir con sus compromisos de reducción de Gases de efecto invernadero.

- Intercambio de Emisiones: Consiste en el intercambio de emisiones asignadas entre países que se han comprometido con reducciones, llamados del Anexo I.

- Implementación Conjunta (Joint Implementation - JI-): Permite que un país del Anexo I desarrolle un proyecto de reducción emisiones en otro país perteneciente al Anexo I.

- Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL): Permite que un país del Anexo I desarrolle un proyecto de reducción de emisiones en un país que no pertenece al Anexo I, como Chile.

La necesidad de reducir los efectos contaminantes de la atmósfera terrestres están dadas porque desde principios de la década de los noventa el mundo ha estado presenciando reiteradas catástrofes climáticas que han causado la muerte de miles de personas, la destrucción de millones de viviendas, perturbaciones en las finanzas de compañías aseguradoras y han puesto a la comunidad científica y mundial en alerta máximo. Según investigaciones llevadas a cabo, existe una fuerte correlación entre la mayoría de los siniestros climáticos señalados y la emisión de gases de efecto invernadero, que produce el denominado cambio climático y recalentamiento global.

La emisión de los gases efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre) si bien se inició con el desarrollo del hombre en el mundo, se manifiesta claramente a partir de la revolución industrial y se incrementó notoriamente como consecuencia del desarrollo económico de las principales potencias económicas durante el siglo XX.

El efecto invernadero, provocado principalmente por la acumulación del dióxido de carbono en la atmósfera, conlleva un ascenso de la temperatura media del planeta y repercute negativamente en varios aspectos de la vida cotidiana de los cinco mil millones de personas que habitan nuestro planeta. Es así como se prevén 75 ascensos del nivel del mar causando la inundación de países e islas, cambios en la geografía de varias regiones y aparición de enfermedades en lugares antes exceptuados.

A la situación descripta se arriba por la irracionalidad de haber considerado al aire gratuito, de libre acceso y de uso indiscriminado. Al ser de libre acceso, la necesidad de conservarlo careció de una expresión económica a través de un sistema de precios y de esta manera el beneficio de utilizarlo sin retribución quedó en el agente ejecutor y el costo recayó sobre toda la sociedad, quién sufre las consecuencias.

De esta manera en 1992 durante la Cumbre de Río, los países acordaron la creación de la Convención Marco del Cambio Climático como plataforma para tomar medidas orientadas a resolver la problemática del calentamiento global, iniciando de esta manera una rueda de consultas interdisciplinarias y multilaterales permanentes.

En Diciembre de 1997 durante la tercera reunión de las Conferencia de las Partes llevada a cabo en la ciudad de Kyoto-Japón, unos 10.000 delegados de más de 100

- 45 –

países asistieron a este evento de gran envergadura en el cual se llegó por consenso a la decisión de aprobar un Protocolo en virtud del cual los países industrializados se comprometían a reducir, para el período entre los años 2008- 2012, el total de sus emisiones de gases de efecto invernadero en por lo menos un 5% con relación a los niveles de 1990, confiando en que este compromiso vinculante produzca una reversión histórica de la tendencia ascendente de las emisiones.

De esta forma, el Protocolo de Kyoto separa claramente entre aquellos países que, aceptando la responsabilidad que les compete, se comprometen en reducir las emisiones (llamados países del Anexo I) y aquellos con una responsabilidad muy limitada y casi ajena a esta situación sin obligación de cumplir con reducciones de emisión y que son llamados países no Anexo I.

El Protocolo de Kyoto consta de 28 artículos y entre las cuestiones que se puede relacionar con los proyectos de Biocombustibles, puede destacarse el artículo 12 el cual describe la creación de un Mecanismo para el Desarrollo Limpio.

- 46 –

Algunas fallas en el sistema eléctrico nacional 2000-2004

El 17 y 19 de enero de 2002 se produjeron cortes de electricidad, los que afectaron gran parte de la V región.

El 23 de Septiembre de 2002 se produjo una falla en el sistema de transmisión de 500kV en el SIC que abarcó de Talca a Santiago,

El 15 de enero de 2003 se produjo otro corte de suministro eléctrico que afectó la zona comprendida entre Taltal y Santiago.

El 7 de noviembre de 2003, en pleno horario peak de consumo eléctrico, una interrupción generalizada del SIC dejó sin electricidad a una vasta zona del país, comprendida entre Taltal por el norte (III Región) y Linares por el sur (VII Región), mientras que en la Décima Región se evidenciaron pérdidas aisladas de consumo en algunas localidades.

El 28 de enero del 2004, corte en el suministro que afectó a las regiones novena y décima, el proceso se dirige contra la empresa transmisora Transelec.

El sábado de 10 de abril, un apagón que dejó sin luz al territorio nacional entre Tal Tal y Talca durante la madrugada de ese día, en plena Semana Santa.

De acuerdo a ciertos antecedentes, si bien las fallas tenderían a disminuir desde mediados de los 90, no sólo se mantienen en niveles relativamente altos, sino y lo que es más importante, con importantes pérdidas para el país. Fuente: Castillo y Maldonado (2004) y SEC (2004).

- 47 –

Conclusiones del Estudio Diseño de una propuesta preliminar para un Programa de Energización Sustentable, de sectores, rurales, pobres y aislados. El Programa de Electrificación Rural (PER) posibilitó la cobertura de electricidad del 92% de las viviendas rurales del país, cumpliéndose con los objetivos propuestos asumidos desde su creación en 1994 hasta fines del 2005. Pese a ello subsisten algunos desafíos e interrogantes. En efecto, restan aún cerca de 45.000 viviendas sin suministro eléctrico a los que se suman cerca de 20.000 deficientemente cubiertas. El proceso de electrificación rural refleja asimismo una desigual distribución territorial en la cobertura lograda: cerca del 60% de las viviendas a las cuales resta por entregar suministro eléctrico, se encuentran en la X, IX y VIII Región. Las regiones aludidas incluyen un vasto número de comunidades mapuches, pehuenches y huiliches en situación de pobreza40. El número de viviendas que aún queda por cubrir (incluye las insuficientemente cubiertas) es significativo: alrededor de 260.000 familias, en su mayor parte en condiciones de pobreza. El acceso a energéticos modernos constituye una condición sine qua non para la emancipación de estos sectores. Por el contrario, su carencia o dificultad de acceso, erosiona severamente las posibilidades de desarrollo de estas familias. Además, la falta de compromisos explícitos con el medio ambiente, local y global, pueden postergar la adopción de opciones tecnológicas menos o no contaminantes, que a la par de disminuir la presión sobre los ecosistemas locales (aire, suelos y biomasa, especialmente) constituyen adecuadas soluciones frente a los elevados costos de operación y mantenimiento de sistemas descentralizados basados en soluciones convencionales. La propuesta de entregar suministro eléctrico a un porcentaje razonable de las viviendas que aún resta por electrificar, adoptada por las actuales autoridades, involucra cerca de 20.000 viviendas y, acorde a estimaciones de la propia CNE, cerca de 54 millones de dólares sólo en subsidios. Esto implica un esfuerzo financiero sin precedentes que requiere no sólo de nuevos mecanismos de financiamiento sino y sobre todo, de un propuesta de política pública distinta a la que animó al Programa de Electrificación Rural. Los fundamentos de esta otra política pública en relación al tema energético y las zonas rurales y aisladas descansa en dos elementos centrales estrechamente ligados entre sí: i) se trata de una propuesta de energización que asuma el conjunto de sus requerimientos energéticos; y, ii) se requiere de programas que consideren las nuevas realidades sociológicas, antropológicas y económicas de las zonas rurales y aisladas. Con el primero se alude al hecho que las nuevas metas de cobertura deben considerar el conjunto de los requerimientos energéticos y no restringirse a la electricidad. En efecto, se trata esta vez de diseñar una propuesta que considere como punto de partida el conjunto de los usos finales a nivel residencial y no sólo la iluminación, electrodomésticos y la entretención como contempla el actual PER. Tal nueva propuesta debe considerar y facilitar el acceso a energéticos modernos, considerar el confort térmico de la vivienda (calefacción), el calentamiento de agua para cocción y aseo personal, y el desarrollo de actividades productivas y/o comerciales.

40 Existe una estrecha relación entre la condición de indígena y un menor acceso al sistema de

tendido eléctrico. Subdere, Plan De acción, 2004.

- 48 –

El actual PER no considera adecuadamente las potencialidades productivas, que aunque restringidas o limitadas, existen en zonas rurales y aisladas y representan complementos a opciones de desarrollo de sus habitantes.

En efecto, a partir de las estimaciones realizadas en el estudio, se estableció una demanda eléctrica asociada de entre los 3,8 GWh/mes y los 12,1 GWh/mes. Las demandas térmicas (en GWh/mes equivalentes) se establecerían en un rango que va de entre los 16 y 46 GWh/mes. El que las demandas se establezcan en uno u otro rango –afirmación valida para ambas estimaciones- dependerá de la intensidad con que se promueva y/o desarrollen las actividades productivas de carácter comercial detectadas en las zonas aisladas y rurales.

Al respecto es de hacer notar, la ausencia relativa de programas e instrumentos de fomento relativos a facilitar el acceso a la energía o de energización de las zonas rurales y aisladas. Entre ellos, además de los ampliamente conocidos ligados al FNDR u otros de directa provisión del propio PER, destaca el PIR y por sus potencialidades coordinadoras en ciertos territorios, el CIDEZE. En el primero de los mencionados, se señala explícitamente el tema de la electrificación rural, domiciliaria y productiva como una de sus preocupaciones. En el caso del segundo, la falta de una evaluación rigurosa de sus actividades impide pronunciarse, sin embargo, éste aparece como uno de los instrumentos complementarios de mayor interés para abordar en las zonas rurales, aisladas y extremas, el acceso a la energía tomando como dato la necesidad de una mejor y mayor coordinación de las diversas instituciones públicas involucradas en el desarrollo de estas zonas o localidades, más aún si se sugiere considerar el conjunto de usos finales o requerimientos energéticos. La dimensión de la tarea pendiente en relación al acceso a la energía de los sectores rurales y aislados tanto administrativa como financiera permite afirmar que se requiere de un programa específico dotado de objetivos y fondos financieros propios acorde a los desafíos. La mitigación de gases de efecto invernadero derivado del reemplazo parcial de fuentes energéticas convencionales (diesel y gas licuado) por ERNC en las demandas eléctricas asociadas a las potencialidades productivas detectadas se estableció en 8.600 ton/año, cantidad interesante pues representa un aporte no despreciable a las reducciones de gases de efecto invernadero emitidos en nuestro país, pero aún limitadas por sí mismas para permitir, por ejemplo, plantear la “venta” de estas reducciones mediante la utilización del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL, Protocolo de Kyoto). Es necesario señalar que estas cifras deben ser usadas con cierta reserva dado los supuestos y parámetros adoptados. Las cifras permiten afirmar no obstante, que podría tratarse de varias miles de toneladas, cuyo monto definitivo dependerá de iniciativas más rigurosas y sistemáticas de reemplazo de fuentes energéticas convencionales por ERNC tanto en las actividades productivas en zonas rurales aisladas como de las viviendas que restan aún por cubrir en término de suministro eléctrico. De las viviendas que aún quedan por electrificar, se estima que un 70% puede serlo por extensión de red y el 30% restante con sistemas de autogeneración, principalmente basados en ERNC. Para que ello sea posible, y más aún para difundir las fuentes renovables se requiere de ajustes al modelo de subsidio que rigió el PER de manera que se asegure la viabilidad económica, social y ambiental de los proyectos. A la luz de la experiencia nacional, la adopción de esquemas organizacionales adecuados al tipo de tecnología es esencial para la sustentabilidad de los proyectos. Ello pasa por adoptar con ciertos resguardos que tienen que ver con: alternativas imbuidas de enfoques de largo plazo y más flexibles que los actuales (esto incluye las cooperativas); enfoques graduales con puntos de referencia que garantice el respaldo durante 10 años o más; a mayor grado de vulnerabilidad del sistema mayor grado de involucramiento de parte del Estado (mayor apoyo en

- 49 –

capacitación y gestión del sistema); la elaboración de estudios específicos previos a la adopción del esquema, que den cuenta del perfil de la localidad e involucre activamente a la municipalidad; que aún cuando la energización de estas localidades se trata de un problema más social que económico o comercial ello no excluye la necesaria adopción de criterios comerciales que aseguren flujos para cubrir operaciones de mantenimiento, operación y reposición de sistemas.

Finalmente, la energización rural o una propuesta desde la perspectiva de invertir mejor para invertir más obliga considerar los cambios de diverso orden experimentado en estas zonas y adecuadamente detectados por organismos fiscales preocupados del tema: la población rural es cada vez de mayor edad y opta por la venta o arriendo de su fuerza de trabajo y, desde este punto de vista, es más residencial que “productiva” o si se quiere, menos proclive a emprendimientos. Si a ello se suma las condiciones de pobreza prevalecientes, es probable que las propuestas de energización, en el caso de las zonas rurales y aisladas, deban aceptar que las demandas energéticas sean más residenciales que productivas y que dada la composición etaria y características económicas de estas poblaciones, sea necesario abordar las necesidades energéticas más a partir de programas o planes sociales de desarrollo que meramente energéticos o de mejoramiento de la infraestructura, naturalmente concediendo la importancia que a la energía le corresponde en el conjunto de necesidades básicas de este tipo de población.

En el contexto antes descrito, las demandas eléctricas asociadas al desarrollo productivo o comercial de las zonas aludidas pueden ser vistas como complementarias pero, aparentemente, no justificadoras de un PER como el hasta ahora adoptado. Mayores costos, limitaciones de carácter ambiental así como deberes desde el punto de vista social justifican una propuesta de energización rural, con fondos y recursos financieros propios, gestionado por la CNE e inserto en propuestas –tal vez institucionales- con objetivos de mayor equidad en el país.

- 50 –

Glosario, abreviaciones y definiciones

CNE Comisión Nacional de EnergíaCONAMA Comisión Nacional del Medio AmbienteCORFO Corporación de Fomento de la ProducciónDOE Department of EnergyENAP Empresa Nacional del Petróleo S.A.ER Energias RenovablesERNC Energias Renovables No ConvencionalesFRE Fuentes Renovables de EnergíaGLP Gas Licuado de PetróleoGNC Gas Natural ComprimidoGWh 1012 watts horaIANSA Industria Azucarera Nacional SA

IEA International Energy AgencyIPCC Panel Intergubernamental por el Cambio

Climáticoktep kilo toneladas equivalentes de petróleokWh kilo Watt horaMINECO Ministerio de EconomíaOCDE Organización de Cooperación EconómicaODEPA Oficina de Estudios y Políticas AgrariasPER Programa de Electrificación RuralPGB Producto Geográfico BrutoPIB Producto Interno BrutoPNUD Programa de las Naciones Unidas por el

DesarrolloPYME Pequeña y Mediana EmpresaRM Región MetropolitanaSEC Superintendencia de Electricidad y Combustibles

SEIA Sistema de Evaluación de Impacto AmbientalSESMA Servicio de Salud del Medio AmbienteSIC Sistema Interconectado CentralSING Sistema Interconectado del Norte GrandeSPL Secretaría de Producción LimpiaUEE Uso Eficiente de la Energía

- 51 –

Transesterificación es el proceso de intercambiar el grupo alcoxi de un éster por otro alcohol. Estas reacciones son frecuentemente catalizadas mediante la adición de un ácido o una base

Catalizador es una sustancia (compuesto o elemento) capaz de acelerar (catalizador positivo) o retardar (catalizador negativo o inhibidor) una reacción química, permaneciendo éste mismo inalterado (no se consume durante la reacción). A este proceso se le llama catálisis. Los catalizadores no alteran el balance energético final de la reacción química, sino que sólo permiten que se alcance el equilibrio con mayor o menor velocidad. Muchos de los catalizadores actúan alterando superficies permitiendo encontrarse y unirse o separarse a dos o más reactivos químicos. En el mundo natural hay catalizadores biológicos o biocatalizadores, los más importantes son las enzimas, de naturaleza proteica aunque también existen ácidos ribonucleicos con capacidad catalítica, denominados ribozimas.

Compuestos aromáticos

En los comienzos de la química orgánica, aromático, se usaba paradescribir algunas sustancias en extremo fragantes como elbenzaldehído (de cerezas, duraznos y almendras), el tolueno (delbálsamo de Tolú) y el benceno (del destilado de carbón). Sin embargopronto sé comprendió que las sustancias agrupadas en aquellosgrupos, se comportaban químicamente distinto, que los demáscompuestos orgánicos. Hoy, el termino aromático, se ocupa parareferirse al benceno y a los compuestos relacionadosestructuralmente con él. El presente trabajo esta destinado a analizar de forma exhaustiva los compuestos aromáticos, su uso industrial yel riesgo inherente con él.

- 52 –

Bibliografía Autor, Institución Titulo Editorial Fecha Ciudad

André Laroze Fundamentos para una política nacional de Biocombustibles

Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Ministerio de Agricultura

10-10-2006 Santiago

Departamento de Políticas Agrarias. Unidad

de Bioenergia ODEPAInforme Final: Comité Publico-Privado de Bioenergia

Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Ministerio de Agricultura

19-01-2007 Santiago

Diario el Agro "Científicos Estadounidenses desarrollan Biocombustible a partir de virutas de madera"

Diario el Agro28-05-2007 Santiago

Diario el Agro "Tensiones por Etanol dominarán cumbre" Diario el Agro 17-04-2007 Santiago

Diario el Agro "Gobierno no subsidiará producción de biocombustibles" Diario el Agro

05-05-2007 Santiago

Diario el Agro "La UE apuesta por fomentar los Bio-carburantes mediante unas cuotas obligatorias de consumo"

Diario el Agro12-03-2007 Santiago

Diario el Agro "Uso de alimentos para generar energía impacta inflación mundial" Diario el Agro

03-04-2007 Santiago

Diario el Mercurio "Etanol: Castro estaba en lo correcto" Diario El Mercurio 9-04-2007 Santiago

Diario el Mercurio " Cumbre Energética. Reunión de mandatarios sudamericanos en Isla Margarita: Lula intentará pacto de etanol con Chávez"

Diario El Mercurio

14-04-2007 Santiago

Diario El Mercurio " Convierten desechos en energía" Diario El Mercurio 12-03-2007 Santiago

Diario la Nación entrevista a André Laroze Diario la Nación 21-03-2007 SantiagoDiarios y Noticias

El Diario, BusinessWeek "Energías Renovables: Comida v/s Combustibles" El Diario, BusinessWeek 02-02-2007 Santiago

El Diario, BusinessWeek " Energía: mensaje al congreso: favor no echarlo a perder. La carrera del Capitolio por promover combustibles alternativos puede desembocar en una legislación perjudicial"

El Diario, BusinessWeek

26-01-2007 Santiago

Grain publicaciones.¡No a los agrocombustibles! Grain Organitation.

http://www.grain.org/agrofuels

Julio, 2007 Barcelona, España

Grain publicaciones. Agrofuels special issue. Biodiversity, Rights and Livelihood Seedling

Grain Organitation. http://www.grain.org/agrofuels

Julio, 2007 Barcelona, España

La Tercera "Zylberberg negocia apoyo del BID a su proyecto de Biodiesel" La Tercera 29-04-2007 Santiago

Le Monde Diplomatique " Cinco mitos sobre agrocombustibles" "Aun creemos en los sueños" Junio, 2007 Santiago

Leo Peskett, Rachel Slater, Chris Stevens

(ODI), Annie Dufey (IIED) Biofuels, Agriculture and Poverty Reduction

Overseas Development Institute. Department for International Development (DfID) for the benefit of developing countries.

Marzo, 2007 United Kingdom (UK)

Lorenzo Eguren Mercado de energías renovables mercado de carbono en América latina: Estado de situación y perspectivas

CEPAL, Naciones Unidas

Febrero, 2007 Santiago, Chile

Revista Ercilla "Entrevista Álvaro Rojas, Ministro de Agricultura: La era de los Biocombustibles"

Revista Ercilla09-04-2007 Santiago

Rigoberto Turra Antecedentes para una política nacional de bioenergia

Movimiento Unitario de Campesinos y Etnias de Chile, MUCECH

27-10-2006 Santiago

Robert Bailey Oxfam International Draft Biofuel Policy Reactive Oxfam 08-06-2007

The Economist abril 07-04-2007United Nations- Energy Sustainable Bioenerg: a framework

for decision market United Nations- Energy Julio, 2000 USA

Universidad Técnica Federico Santa María Evaluación del Potencial Productivo

de Biocombustibles en Chile con Cultivos Agrícolas Tradicionales

Informe elaborado para la CNE, FIA y ODEPA.

marzo del 2007 Santiago

Worldwatch Institute Biofuels for Transportation: global potential and implications for agriculture and sustainable energy in the 21st century

28-06-1905