TST II Evangelismo

REPUBLICA BOLIVARIANA DE

VENEZUELA

INSTITUTO DE CAPACITACION

TEOLOGICA

“BUENA ENSEÑANZA”

Núcleo Mérida

RIF: J-40295747-5

Técnico Superior en Teología

Trimestre II

[email protected]

ICTEBEN Evangelismo Tec. Sup. Teol. Trimestre II Núcleo Mérida Página 2

Pág.

Introducción…………………………………………………………………………... -3-

Capítulo 1. El Maestro y su Plan…………………………………………………… -4-

1.1. ¿Qué es evangelismo?

1.2. ¿Cuál es el principal objetivo de la iglesia?

1.3. El Maestro y su Plan

Capítulo 2. Selección y Asociación.……………………………………………… -11-

2.1. ¿En qué consiste la selección?

2.2. ¿En qué se fundamenta la asociación?

Capítulo 3. Consagración e Impartición……………..…………………..………. -18-

3.1. ¿Qué significa consagración?

3.2. ¿En qué consiste la Impartición?

Capítulo 4. Demostración y delegación……………….……………..…….……. -24-

4.1. ¿Cómo ejercitar la demostración?

4.2. ¿Cómo lograr la delegación?

Capítulo 5. Supervisión y Reproducción…….……..……………………………… -31-

5.1. ¿Por qué es importante la supervisión?

5.2. ¿Cómo se promueve la reproducción?

Conclusiones……………………………………………………………….…………. -36-


El presente trabajo está fundamentado en la pregunta: ¿Cuál fue la estrategia usada por Jesús en la

Evangelización? La respuesta a esta interrogante se describe acudiendo a los principios bíblicos inmutables y simples que deben servir de base a toda obra evangelística.

De modo que la iglesia en el propósito de cumplir el mandato de Dios expresado en Mateo 28: 19 ¨Por

tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…¨ conlleva a la necesidad de escudriñar el plan maestro de evangelización para reconocer las estrategias usadas por Jesús; y por consiguiente, promover la acción redentora y transformadora en la humanidad perdida, a partir del sacrificio de Cristo en la cruz del calvario y de su resurrección.

El plan maestro es el modelo resumido implementado por Jesús en su ministerio en la tierra y merece la

pena estudiarlo y aprehenderlo para el accionar diario de todo Hijo de Dios, llamado al liderazgo, al sacerdocio y a cumplir el mandato de llevar la luz del evangelio, compartiendo las buenas nuevas con aquellos que se encuentran en la oscuridad.


1.1. ¿Qué es evangelismo? La evangelización es la convicción, basada en las buenas nuevas de Dios a través de Jesús en reconciliar consigo el mundo; esto quiere decir, según el autor (Coleman, 1963) que el evangelismo no es una teoría o un lema, más bien viene a cubrir una necesidad. En otras palabras, evangelizamos para satisfacer la necesidad de reconciliación de lo creado con su creador. Esto abre una brecha, entre quien anuncia la buena nueva y como lo vive. La evangelización se describe como la manera que Dios usa para entrenar hombres y prepararlos para una vida futura que tiene un impacto en el presente. Este punto es excelente ya que la vida eterna comienza ahora, el tiempo para invertir en el cambio de esta generación depende de la actitud con que se mire este punto en el presente y sea reforzado al pueblo para vivir el futuro. 1.1.b. ¿Qué significa predicar el evangelio? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como

está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio del bien! Romanos 10:15

¿Y cómo predicarán?

Predicar significa proclamar públicamente, heraldo, divulgar verdades divinas. Heraldo era uno que transmitía mensajes, anunciaba decretos y ordenaba las ceremonias y los juegos públicos, un mensajero.

El que predica no es aquel que lo hace detrás de un púlpito únicamente, es uno que diariamente divulga el mensaje de salvación. Predicar, por lo tanto, es proclamar públicamente, divulgar el mensaje de salvación.

. ¿Quiénes son los enviados?

Enviar significa: poner aparte, enviar en una misión específica. Es poner a los cristianos aparte para prepararlos y así poderlos enviar a predicar. Jesús lo hizo con sus discípulos, primero les dijo “venid en pos de mí”, los puso aparte y luego les dijo “id”, los envió. Al enviarlos les estaba dando una misión específica.

Hermosos son los pies:

Hermoso, en su raíz griega, se refiere a: la hora precisa, temporada o tiempo, floreciendo hermosamente.

¿Por qué los pies? Porque cuando Jesús murió trazó un camino que era necesario seguir y solamente sus discípulos lo iban a hacer.


Los pies fue lo único que Jesús lavó a sus discípulos, dando a entender que estaban listos para desarrollar esta tarea tan preciosa. Después de eso fue arrestado.

Él le dijo a Pedro “ahora no entiendes lo que hago después lo entenderás”. Juan 13:5

Anuncia el evangelio:

¿Qué es lo que hay que anunciar? La Biblia es muy clara con respecto al mensaje:

La paz, no la que el mundo ofrece sino la paz de Jesús. No podemos anunciar algo que no vivimos.

El gozo, hay que proclamar gozo en nuestra Jerusalén, este mensaje se anuncia con la boca pero se ministra con el ejemplo.

La Salvación, este mensaje es muy amplio, debemos hablar de la salvación del espíritu, del alma, del cuerpo, del matrimonio, etc.

1.1.c. ¿Qué significa evangelizar?

Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas,

enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Mateo 10:35

Es recorrer todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia como lo hacía Jesús según Mateo 9:35.

Los pies sobre los montes. Los montes son ciudades, así lo interpreta la Biblia.

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas de gozo, del que anuncia la salvación, y dice a Sión: Tu Dios reina! Isaías 52:7


1.2. ¿Cuál es el principal objetivo de la iglesia?

Un punto en común entre el evangelio cristiano y los filósofos es cambiar el mundo, pero la diferencia está en que la iglesia proclama el cambio en el mundo como consecuencia del cambio en el hombre, de manera que un hombre pensativo solo puede generar nuevas filosofías, pero un hombre regenerado por la acción de Cristo en su vida, posee el poder de transformar verdaderamente la sociedad en la cual está inmerso.

La iglesia debe reconocer que el evangelismo no es un método, sino una pasión del alma del verdadero discípulo de Jesucristo. No obstante, cualquier evangelismo que se lleva a cabo es mediante algún método, de hecho en la Biblia encontramos a Jesús y a sus discípulos evangelizando usando varios métodos. Pero no es el método lo más importante. Es la condición del corazón. Esto también es así en cuanto al cumplimiento de la obra de evangelismo. Puede ser que en una iglesia ya se haya desarrollado un programa de entrenamiento y capacitación muy completo sobre cómo evangelizar, pero si la iglesia carece de la visión para alcanzar a su comunidad, y si no existe una compasión por los perdidos, no se movilizará. Si una iglesia subdesarrollada en cuanto a preparación "formal" en evangelismo tiene un alto nivel de motivación y deseo, la obra difícilmente se cumplirá. Por otro lado, puede contarse con un método muy bueno, pero si no existe una correspondencia con la vida, la actitud, la forma de la persona que presenta el evangelio, difícilmente tendrá un impacto positivo. En la misma forma, puede ser que la persona que evangeliza tenga una metodología muy inadecuada, pero su amor y sinceridad resplandecerán a pesar de todo, y habrá un resultado positivo.

¡El evangelismo no es un programa, sino una pasión! No depende del método, sino de la condición del corazón del evangelista.

Hay que tener en cuenta que la iglesia, como cuerpo de Cristo, puede estar dándole muy poca importancia a la obra de evangelismo. Puede ser que sea más importante, muchas veces, las reuniones en cuatro paredes, que la salvación de las almas. De manera que es necesario que cada creyente despierte a esta responsabilidad por la cual el Señor dio su vida y delego esta tarea.


Debido a que cada generación ha tenido la responsabilidad de salvar las almas de su época, ahora nos toca a nosotros, o salvamos almas o la sangre de ellos caerá sobre nosotros, y de allí la importancia de conocer el plan maestro de evangelización. De esta manera, el plan maestro de la evangelización, hace un cuestionamiento enérgico a la manera como la iglesia ve la evangelización, como la está realizando, como está siendo asimilada por el mundo y el impacto que está generando en él.

1.3. El Maestro y su Plan

Cristo, un ejemplo perfecto, un hombre que no cometió error alguno en su ministerio. Coleman dice acerca de él “sabemos que en él tenemos un Maestro perfecto, aunque participó de nuestra vida y fue tentado en todo, Él no estuvo atado por la limitaciones de la carme, limitaciones que acepto por amor de nosotros”.

El objetivo del Maestro fue claro: rescatar un pueblo para si, era su misión, un pueblo en el cual edificar su iglesia, una iglesia que no perecerá jamás y que vera su reino glorioso; y que tendrá una “morada hecha en el cielo. Un plan, redimir el mundo para Dios. Esta era su motivación la cual lo mantenía con vida, y por la cual se sujeto hasta la muerte para cumplir el negocio de su padre.

El Plan Maestro de Evangelización ha entrenado a millones de cristianos para compartir de manera más efectiva las buenas nuevas de la gracia de Dios. Coleman nos recuerda a todos que el Señor Jesús estaba dedicado a hacer discípulos, quienes a su vez harían discípulos y así sucesivamente. Es un método agradable y sencillo el cual la iglesia hoy día haría bien en redescubrir.

Algunas consideraciones con respecto a la obra evangelística se presentan a continuación:

El problema con los métodos evangelísticos: Simplemente por ser personas ocupadas en la obra o talentosas, no significa necesariamente que estamos cumpliendo con nuestras tareas. Todos nuestros esfuerzos para mantener los programas marchando ¿están cumpliendo con la gran comisión de Cristo?

La forma sigue a la función: Todo lo que hacemos debe tener un propósito. De no ser así nuestra actividad puede perderse en plena confusión y falta de propósito.

Un estudio de los principios: Estudios de los principios que guiaron su ministerio principios que determinaron sus métodos. Este podría llamarse un estudio de su estrategia de evangelismo, alrededor de las cuales su vida fue orientada cuando anduvo aquí en la tierra.


Se necesita más investigación: El tema de la estrategia básica de Jesús rara vez ha recibido la atención que se merece. Aunque apreciamos la labor de aquellos que han considerado el tema, y reconocemos sus hallazgos, la necesidad de mas investigación y clarificación queda siempre con nosotros, y esto es especialmente cierto del estudio de la misma fuentes originales.

Nuestro plan de estudio: Ni siquiera por un momento quito Jesús la vista de sus metas. No hubo nada dejado al azar en cuanto a su vida, ningún esfuerzo mal gastado, ninguna palabra sin propósito. El estaba en los negocios de Dios Lucas 2:49 Y dijo a ellos: « ¿Qué? ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en lo de mi Padre debo estar yo?» el vivió, murió y resucito de acuerdo al programa establecido. Como un general tramando el curso de una batalla, así el hijo de Dios trazo su plan con el propósito de ganar. No podía permitirse tomar ningún riesgo. Considerando cada alternativa y factor variable en la experiencia humana, el concibió un plan que no fracasaría.

Digno de cuidadosa consideración: Se puede observar que en la medida en que el ministerio de Jesucristo se desarrollaba, los pasos se hacían más pronunciados y la secuencia mas discernible.


1. ¿Qué es evangelismo? 2. ¿Qué es predicar? 3. Al enviar Jesús a sus discípulos ¿qué les estaba dando? 4. ¿Por qué fue los pies lo único que Jesús lavó a sus discípulos? 5. ¿Qué interpretación tienen los montes en la Biblia? 6. ¿Cuál es el mensaje que hay que anunciar? 7. ¿A qué áreas nos referimos cuando hablamos de salvación? 8. ¿Qué es evangelizar según Mateo 9:35? 9. ¿Tiene la iglesia visión de alcanzar la comunidad? 10. ¿Qué es más importante el método de evangelización o el corazón del que evangeliza? 11. ¿Estás cumpliendo la Gran Comisión o solo asistes religiosamente a una congregación cada domingo? 12. ¿Cuál es el problema con los métodos evangelísticos?


2.1. ¿En qué consiste la selección?

El principio de selección habla acerca de la importancia que tuvo para Jesús de alcanzar seleccionar a unos cuantos para que le siguieran, y que estos pudieran guiar a las multitudes. Dice además que los hombres serian su método para alcanzar el mundo para Dios, a través del cambio que Jesús haría en sus vidas, su testimonio seria clave para que las personas vieran ese cambio.

Algunas consideraciones con respecto a la selección se presentan a continuación:

Los hombres fueron su método: Todo empezó con Jesús llamando a unos pocos hombres a seguirle. Su preocupación no eran los programas para alcanzar las multitudes, sino hombres a quienes las multitudes seguirían. El objetivo principal de Jesús era el enlistar hombres quienes pudieran dar testimonio de su vida y continuar su obra luego que el retornara al Padre. No hay apresuramiento en la elección de estos discípulos, solo determinación. Los detalles concernientes al llamado de los otros discípulos no son registrados en los evangelios, pero se cree que todos ocurrieron en el primer año de ministerio del señor.

Hombres deseosos de aprender: Para resumir estos hombres seleccionados por el señor para ser sus asistentes representaban lo más común de la sociedad de su época. Ellos no eran el tipo de gente del cual uno esperaría que ganasen el mundo para Cristo. Jesús vio en estos hombres sencillos el potencial de liderazgo para el Reino. Estos hombres seleccionados eran en verdad “sin letras y de vulgo” de acuerdo al estándar de este mundo, pero ellos estaban deseosos de aprender. Tales hombres dóciles en las manos del maestro, podría ser moldeados para reflejar una nueva imagen Jesús puede usar que quiere ser usado.

Concentrado en unos pocos: El mundo no puede ser transformado a menos que individuos sean transformados, y los individuos no pueden ser cambiados excepto en la medida en que son moldeados en las manos del Maestro. La necesidad es clara no solo de seleccionar a unos pocos ayudantes, sino también de mantener al grupo lo suficientemente pequeño para poder trabajar efectivamente con ellos.

El principio observado en la selección: Estando todo lo demás en equilibrio, mientras más concentrado es el tamaño del grupo que está siendo enseñado, mayor es la oportunidad para una instrucción efectiva. Todo dependía de la fidelidad de ellos si el mundo iba a creer en ÉL “por la palabra de ellos”.


Sin descuidar las masas: Lo primero que Jesús hizo al comenzar su ministerio fue identificarse valientemente con el gran avivamiento de masas de su día, causado por el bautismo a manos de Juan; y, luego, alabó generosamente la obra del gran profeta continuamente, predicó a las masas que seguían su ministerio de milagros, los enseñó, los alimentó cuando estaban hambrientos. Asimismo, Él sanó a sus enfermos y echó fuera demonios entre ellos, bendijo a sus niños, a veces pasó todo el día ministrando a las necesidades de las masas (hasta el punto que no tenía “tiempo para comer”). De todas las maneras posibles, Jesús manifestó a las masas humanas una preocupación genuina. Estas fueron las personas que Él vino a salvar Él los amó, lloró por ellas y, finalmente, murió y resucitó para salvarlos de sus pecados. Nadie puede decir que Jesús evadió a las masas.

Las multitudes emocionadas: los evangelios, ciertamente, no indican que Jesús carecía de popularidad entre las masas, a pesar de la vacilante fidelidad y ésto fue así hasta el final. De hecho, fue el temor de esta amistosidad de las masas por Jesús lo que impulsó a sus acusadores a arrestarlo en ausencia de las masas.

Solo unos pocos parecían entender: Tal vez el número total de sus seguidores devotos, al final de su ministerio terrenal, alcanzaba un poco más de quinientos seguidores; a quienes Jesús se apareció después de su resurrección pero solamente 120 se quedaron esperando en Jerusalén para recibir el Bautismo del Espíritu Santo. Sin embargo, este número no es pequeño considerando que su ministerio activo se extendió solo por un periodo de tres años.

Su estrategia: Jesús no estaba tratando de impresionar a las masas, sino introducir un Reino. Esto significa que Él necesitaba hombres que pudieran guiar a las multitudes. Por esta razón, a menos que a los convertidos de Jesús se les proveyera de hombres de Dios competentes para guiarlos y protegerlos en la verdad, muy pronto caerían en confusión y desespero, y el estado postrero sería peor que el primero. La multitud de almas discordantes y confundidas estaban potencialmente listas para seguirles, pero Jesús no podía darles el cuidado individual que ellos necesitaban. La única esperanza era la de inspirar a líderes mediante su vida y, de ese modo, ellos lo harían por Él. Por tanto, Jesús se concentró en aquellos que serían el comienzo de tal liderazgo. Aunque hizo lo que pudo para ayudar a las multitudes, Él tenía que dedicarse primero a unos pocos hombres; en vez de las masas, para que las masas pudieran ser salvas al final. Este era el genio de su estrategia.

El principio aplicado hoy: La selección significa levantar discípulos entrenados “para la obra del ministerio” junto con el pastor y su equipo ministerial. Un puñado de gente con esta dedicación, a su tiempo impactará al mundo para Dios. La victoria nunca es ganada por las multitudes. Todo lo que se hace con los pocos es para la salvación de las multitudes.


Demostraciones modernas: Este principio de selección y concentración está grabado en el universo y traerá resultados, no importa quien lo practique, sea que la iglesia lo crea o no. Las multitudes pueden ser ganadas fácilmente si tan solo se les da líderes que seguir.

Es tiempo de actuar: Esto pone prioridad en ganar y entrenar a aquellos quienes ya están en posiciones de liderazgo.

2.2. ¿En qué se fundamenta la asociación?

El principio de la asociación habla del tiempo

que el maestro paso con ellos entrenándolos para la tarea que ellos desarrollarían, Jesús los atrajo a Él, les pidió que le siguieran, les enseño con su ejemplo el camino a seguir y, finalmente, Jesús los capacitó con acciones y no con filosofías. Él estuvo con ellos.

Habiendo llamado a sus hombres, Jesús practicó el estar con ellos. Esta era la esencia de su programa de entrenamiento, simplemente dejar que sus discípulos lo siguieran. El conocimiento no era comunicado por el Maestro en términos de leyes y dogmas sino en la personalidad viviente de aquel que andaba entre ellos. Sus discípulos fueron reconocidos no mediante conformidad externa a ciertos rituales sino por haber estado con él y, como consecuencia, de haber participado en su doctrina.

Algunas consideraciones con respecto al principio de asociación se presentan a continuación:

Conocer era estar con: Era por virtud de este compañerismo, que a los discípulos se les permitió “conocer los misterios del Reino de Dios” el conocimiento fue adquirido mediante la asociación antes que ser entendido mediante la explicación. En casa con Jesús podía hablar de sus asuntos y en privado podían ver íntimamente su naturaleza y obra.

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El principio observado: En su presencia podían aprender todo lo que necesitaban saber. Jesús dejó claro que antes que los hombres fueran a “predicar” o “echar fueran demonios” ellos “estarían con Él”. De hecho, esta designación personal de estar en constante asociación con Él era parte de su ordenación a la comisión tanto como lo era su autoridad para evangelizar.

Más cercanos al final del entrenamiento: Contrario

a lo que uno esperaría, a medida que el ministerio de Jesús se extendió al segundo y tercer año. Él incrementó del tiempo dado a los discípulos escogidos en vez de reducirlo. El tiempo que Jesús invirtió en estos pocos discípulos fue inmensamente mayor en comparación con el dado a otros, que solo podemos concluir que esta era su estrategia deliberada.

Ministrando a las masas: No se debe pasar por alto que, aun cuando Jesús ministraba a los otros, los discípulos estaban siempre allí con Él. De esta forma, ellos se beneficiaban de todo lo que Él hacía y decía a otros, además de su explicación personal y sus consejos.

Requiere tiempo: Tal asociación tan cercana y constante significa que Jesús prácticamente no tenía tiempo para sí mismo ellos eran sus hijos espirituales y la única forma en que un padre puede levantar una familia es estando con ella.

El fundamento del seguimiento: Jesús dijo “y vosotros daréis testimonio también porque habéis estado conmigo desde el principio (Juan 15:27). Y también vosotros testificaréis, pues, desde el principio, conmigo estáis. Jesús estaba diciendo que Él había estado entrenado

hombres para que fueran sus testigos después de su partida, y su método era simplemente el estar “con


ellos. Él hizo todo lo que pudo; y ésto, sin duda, sirvió para impresionar a sus discípulos hacia la necesidad de un cuidado personal inmediato a los nuevos convertidos. Pero Él tenía que dedicarse primeramente a la tarea de desarrollar líderes, quienes a su vez, pudieran dar este tipo de cuidado personal a otros.

La iglesia como un lugar de continua comunión: La iglesia era el medio por el cual se daría seguimiento a todos aquellos que siguieron a Jesús. Cada miembro de la comunidad de Fe tenía una parte que cumplir en este ministerio. Pero solo pudieron hacerlo al ser entrenados e inspirados.

Nuestro problema: Los niños no pueden ser criados usando un sustituto y a la distancia. El ejemplo de Jesús nos enseña que solo puede hacerse por personas que permanecen cerca de aquellos a quienes quieren guiar. La mayoría de las iglesias insisten en traer nuevos miembros a través de algún tipo de clase de consolidación, la cual se reúne por una hora a la semana por espacio de un mes o menos. Pero el resto del tiempo, el nuevo convertido no tiene contacto con ningún programa de entretenimiento específico excepto al asistir a los servicios de la iglesia y a la escuela dominical.

A menos que estos nuevos cristianos, si es que en verdad han sido salvos, tengan padres o amigos que llenen el vacío de una manera real, son dejados completamente solos para encontrar solución a innumerables problemas prácticos que confrontan, los cuales podrían significar el desastre para su nueva Fe. Si Jesús, el Hijo de Dios halló necesario el permanecer, casi constantemente, con sus pocos discípulos por tres años, y aun uno de ellos se perdió ¿Cómo puede una iglesia esperar hacer esta obras, si lo hace como si fuera una fábrica de ensamblaje y trabajando unos pocos días del año?

El principio aplicado hoy: La política de Jesús nos enseña claramente que cualquiera que sea el método de seguimiento que la iglesia adopte debe tener como base una preocupación personal por proteger a aquellos que le han sido encargados se debe hallar algún sistema mediante el cual cada convertido le es asignado un amigo cristiano a quien seguir hasta que el o ella pueda guiar a otro.


1. ¿En qué consiste el principio de selección? 2. ¿Por qué Jesús se concentró en unos pocos? 3. ¿Pueden las masas humanas contribuir de manera eficaz a la extensión del Reino de Dios? 4. ¿Qué características tenían los hombres que Jesús seleccionó? 5. ¿En qué consiste el principio de asociación? 6. ¿Qué debían hacer los discípulos de Jesús antes de ir a predicar, a sanar y a echar fuera demonios? 7. ¿Qué razones tendría Jesús de ministrar a las necesidades de las masas en presencia de sus discípulos? 8. ¿Por qué Jesús incrementó el tiempo que pasó con sus discípulos antes de ser arrestado? 9. ¿En qué consiste el fundamento del seguimiento según Juan 15:27? 10. ¿Por qué es necesario permanecer constantemente con los nuevos creyentes? 11. ¿Estás dispuesto a ser un seguidor de Jesús y asociarte con Él para cumplir la misión de ir y hacer

discípulos? 12. ¿Consideras que estas capacitado para asumir la responsabilidad que implica evangelizar y

discipular?


3.1. ¿Qué significa consagración? El principio de consagración nos habla de la importancia de obediencia, y lo que esta implicó para sus discípulos. La obediencia implica negarse a sí mismo y permitirle a Jesús que reine en nuestra vida, esto fue lo que sus seguidores debieron aprender.

Algunas consideraciones con respecto a la consagración se presentan a continuación:

ÉL requirió obediencia: Jesús esperaba que los hombres con quien ÉL estaba le obedecieran. Nadie sigue a una persona en la cual no confía, ni toma un paso de fe sinceramente a menos que esté dispuesto a obedecer lo que el líder dice.

El camino a la cruz: Ser un discípulo de Cristo involucra mucho más que una aceptación y gozosa de la promesa mesiánica: significa en entregar la vida completa al Maestro en absoluta sumisión a su soberanía. Debía haber una completa negación al pecado. La vieja manera de pensar, hábitos y placeres del mundo debían ser conformados a las nuevas disciplinas del Reino de Dios. Él estaba entrenando líderes para el Reino, y si ellos iban a ser vasos útiles para servir, tendrían que pagar el precio.

Considerando el costo: Jesús no tenía el tiempo ni el deseo de gastarse en aquellos que querían imponer sus propios términos en el discipulado. Por tanto, a todo futuro discípulo se le hacía considerar el costo. Jesús dijo: así, pues cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Unos pocos pagarían el precio: Cuando los oportunistas lo dejaron en Capernaum porque Él no quería satisfacer sus expectaciones populares, a Jesús le quedaban tan solo un puñado de seguidores. A partir de entonces Jesús comenzó hablar a sus discípulos más acerca de su sufrimiento y muerte y ésto lo hizo con mayor franqueza.

Obedecer es aprender: Esto no significa, sin embargo, que los discípulos entendieron rápidamente todo lo que el Señor les dijo. En lo absoluto, sus habilidades de entender las verdades profundas del ministerio vicario del Señor era estorbado por tantas limitaciones de la flaqueza humana.

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Él sabía que podía los discípulos podían llegar a dominar estos defectos al crecer en gracia y conocimiento. Su capacidad de recibir revelación crecería sin continuidad practicando la verdad que ya la entendían. La obediencia a Cristo, de este modo, era el medio por el cual aquellos en su compañía aprendían más verdades. El no les pidió a los discípulos que siguieran aquello de lo cual no estaban convencidos era la verdad, pero aquel que si lo seguía aprendía lo que era verdadero.

La prueba de amor: La obediencia suprema era interpretada con la expresión de amor.

Demostrado por Jesús: La absoluta obediencia a la voluntad de Dios, por supuesto, fue el principio que controlo la propia vida del Maestro. En su naturaleza humana Él continua-mente obedeció la voluntad de su Padre, lo cual hizo posible para Dios el usar su vida completamente de acuerdo a su propósito.

La cruz fue el clímax de la dedicación de Jesús de hacer la voluntad de Dios. Ella mostró para siempre

que la obediencia no se puede comprometer, siempre fue una dedicación hasta la muerte.

El principio enfocado: Un padre debe enseñar a sus hijos a que lo obedezcan si espera que su hijo sea como él. Se debe recordar también que Jesús estaba preparando hombres que guiaran su iglesia a la conquista. Nadie puede ser un líder hasta que primero aprenda a seguir a un líder. Esto requiere obediencia absoluta a la voluntad del Maestro y significa abandono completo de sí mismo.

El principio aplicado hoy: Si hemos aprendido por lo menos las verdades más elementales del discipulado, sabemos que somos llamados a ser siervos de nuestro Señor y a obedecer su palabra. No es asunto nuestro el razonar porque razón el Señor habla de la manera como lo hace, sino llevar a cabo sus órdenes. A menos que haya esta dedicación a todo lo que sabemos que Él quiere que hagamos ahora, sin importar lo inmaduro que sea nuestro entendimiento, es dudoso que podamos progresar en nuestra vida y misión.

No hay lugar en el Reino para los perezosos, pues tal actitud no solo imposibilita todo crecimiento en la gracia y el conocimiento, sino que también destruye toda utilidad en el campo de batalla mundial del evangelismo.

Cuando este principio es aceptado en la

práctica, es entonces que podemos desarrollarnos completamente de acuerdo con el próximo paso en la estrategia de conquista del Maestro.

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3.2. ¿En qué consiste la Impartición? El principio de la impartición habla del sentido de las palabras y la vida que cobras en sus hechos, el

demostró el amor el del padre hacia nosotros en su vida, y los enseño a vivir en un equilibrio para con Dios y los hombre.

Algunas consideraciones con respecto a la impartición se presentan a continuación:

Él se dio a sí mismo: Los discípulos entendieron que no tan solo estaba guardando una ley

sino que estaba respondiendo a uno que los amaba y estaba dispuesto a darse a sí mismo por ellos. Él les dio su paz por medio de la cual se sostuvo en la tribulación, Él les dio su paz por medio la cual pudo obrar al estar rodeado de sufrimiento y pena. Él les dio las Llaves del Reino contra cual los poderes del infierno no prevalecerían, más aun les dio su propia Gloria, la cual poseía desde antes de la fundación del mundo, para que ellos fueran uno como Él era uno con su padre.

Él dio todo lo que tenia no retuvo nada ni aun su propia vida. Así como el hombre por sus pecados debía morir, así también Dios por amos tenía que enviar a su hijo a morir en nuestro lugar.

La obligación del evangelismo: Su vida fue simplemente la

revelación en tiempo y espacio, del propósito eterno de Dios de salvar a un pueblo para sí. El maestro no consideraba ningún servicio muy pequeño ni aun sacrificio muy grande cuando era hecho para la Gloria de Dios.

Su santificación: La renovación constante de su propia consagración a Dios a través de su servicio de amor hacia otros

constituyó la santificación de Jesús. La palabra santificación no fue necesaria en el caso de Jesús para efectuar limpiezas, pues Él fue siempre puro tampoco era necesaria para recibir poder para servir, pues Jesús ya tenía todo el poder que podía usar.

Al contrario, su santificación, como el contexto revela fue en el área de la dedicación a la tarea para la cual

había sido enviado al mundo; y en dedicación a ese propósito de evangelización, dio su vida continuamente “por ellos”.

Su santificación, entonces, no fue para su propio beneficio sino para el de sus discípulos para que ellos

fueran “santificados en la verdad”, es decir, Jesús se dio a sí mismo para que los que estaban a su alrededor llegaran a tener a través de su vida una dedicación similar a la misión para la cual Él había venido a este mundo.


Él había sido su consolador, su Maestro, su guía. Jesús les hablo del Espíritu como otro consolador, un abogado, uno que estaría a su lado, una persona que tomaría exactamente el mismo lugar con ellos, en la esfera invisible de la realidad que Jesús había llenado en la experiencia visible de la carne.

De la misma manera como Él había ministrado a ellos por tres años, ahora el Espíritu los guiaría a toda verdad. Él les mostraría las cosas que habían de venir. Les enseñaría lo que necesitaban saber, les ayudaría a orar. En resumen, el glorificaría al Hijo tomando las cosas de Cristo y haciéndolas reales para sus seguidores.

El secreto de la vida victoriosa: La obra sobrehumana a la cual fueron llamados demandaba una ayuda sobrenatural una capacidad con poder de lo alto. Esto significa que los discípulos mediante la confesión de su orgullo y enemistad arraigados en completa rendición a Cristo, debían venir por Fe a una nueva y purificadora experiencia de la llenura del Espíritu. El poder está en el Espíritu de Cristo. No tiene nada que ver con quienes somos, sino quien Él es y esto es lo que hace la diferencia.

Una verdad escondida a los no creyentes: Solo aquellos que siguieron a Jesús hasta el final llegaron a conocer lo glorioso de esta experiencia. Jesús estaba invirtiendo todo lo que tenía en estos pocos hombres, para que pudieran ser preparados apropiadamente para esta obra.

El asunto principal hoy día: Su método era su vida. Debemos tener su vida en nosotros por el Espíritu si es que vamos hacer su obra y practicar sus enseñanzas. El Espíritu de Dios siempre insiste en dar a conocer a Cristo, debemos morir a nosotros mismo para vivir en Cristo, y en esa renuncia de nosotros mismos, debemos darnos a nosotros mismos en servicio y revocación a nuestro Señor.

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1. ¿En qué consiste el principio de consagración? 2. ¿Por qué Jesús exige obediencia? 3. ¿Qué significa el camino a la cruz? 4. ¿Por qué no hay lugar en el Reino para los perezosos? 5. ¿Estás dispuesto(a) a ser obediente a tus líderes espirituales? 6. ¿Por qué se dice que la obediencia trae bendiciones? 7. ¿En qué consiste el principio de consagración? 8. ¿Qué significado tiene el hecho de que Jesús se dio a sí mismo? 9. ¿Por qué Jesús no necesitaba ser santificado? 10. ¿Requerían los discípulos ser santificados? 11. ¿Llevas una vida en santidad y obediencia a Dios? 12. ¿Tienes un corazón dispuesto a negarse al pecado y crecer en la Gracia de Dios? 13. ¿Estás dispuesto(a) a seguir a Cristo hasta el final de tu vida? 14. ¿Estás dispuesto(a) darte a ti mismo(a) en servicio y revocación a nuestro Señor?


4.1. ¿Cómo ejercitar la demostración? El principio de demostración se fundamenta en el énfasis de Jesús en demostrar su amor a la humanidad. Él se dio a la gente y quería que sus creyentes aprendieran este principio de amor del Padre para la humanidad, y se dio para salvación. La meta de Jesús fue enseñarle a vivir en comunidad para que deslumbraran la comunión eterna que existe entre Jesús y su Padre.

Algunas consideraciones con respecto a la demostración se presentan a continuación:

Él les mostró como vivir: Desde un punto de vista completamente práctico

vivimos por lo que hacemos.

La práctica de la oración: Jesús no forzó esta lección en ellos, sino que siguió orando hasta que los discípulos lo desearon tanto que le pidieron que le enseñara lo que estaba haciendo.

Les explico alguno de los principios básicos de la oración y, luego antes de terminar, les ilustró lo que quería decir, pronunciando delante de ellos una oración modelo. Él enfatizo la vida de oración al hablar con sus discípulos, ampliando continuamente su significado y aplicación, en la medida en que ellos eran capaces de comprender realidades más profundas de su Espíritu.

Usando las escrituras: Otro aspecto de la vida de Jesús que fue vivamente comunicado a los discípulos fue la importancia y el uso de las Sagradas Escrituras. Esto era evidente en su vida devocional personal y al ganar a otros para el camino. Con frecuencia Él se esforzaba para inculcar a sus seguidores un cierto pasaje de la Biblia y nunca dejo de usas las Escrituras en sus conversaciones con ellos.

En todo momento fue hecho claro que las palabras de la Escritura y las palabras habladas de Cristo no estuvieron en contradicción, sino que se completaban una a la otra. Fue muy claro para ellos de que si iban a mantenerse en comunión por el Espíritu luego de él partir ellos debían permanecer en su palabra. Juan 15:7 si permanecéis en mí y mis palabras permanecéis en vosotros pedir todo lo que queráis y se os será hecho.

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Ganando almas con prioridad: A través de esta demostración personal de Jesús fue un legado a sus discípulos. A través de todo esto les enseñaba a ganar almas.

Enseñando naturalmente: Él hizo que las verdades llamaran la atención hacia ellas mismas, y no a la presentación. Todo lo que los discípulos tuvieron para enseñarles fue un Maestro que practicaba con ellos lo que esperaba que aprendieran. Mientras lo observaba aprendieron de qué se trataba. Él los guío a reconocer las necesidades inherentes de toda clase de persona, y los mejores métodos para alcanzarlos. Ellos lo observaron atraer gente a sí mismo; cómo ganó su confianza e inspiró su Fe; cómo les abrió el camino de salvación y los llamó a una decisión. Su método era tan real y práctico que era algo muy natural.

Sesiones continua de enseñanza: Esto era tan cierto en su trato con las masas como lo era con los individuos. Los discípulos estuvieron allí siempre para observar sus hechos y sus palabras. Si la manera usada por Jesús no era clara todo lo que tenían que hacer era pedirles que les explicara.

Un principio enfocado: Este era el secreto de su influencia como maestro. Él no le pidió a nadie que hiciera o fuera algo que no había demostrado ser primero en su propia vida, comprobando así no solo que funcionaba sino también su relevancia en relación a su misión. Y Él pudo hacer esto porque estaba constantemente con sus discípulos. Sus clases de entrenamiento nunca tomaban vacaciones. Es bueno decir a la gente lo que queremos decir, pero es infinitamente mejor demostrarlo. La gente busca una demostración, no una explicación.

El principio aplicado hoy: debemos entender que aquellos de nosotros que deseamos entrar a otros debemos estar preparados para hacer que ellos nos sigan de la misma manera como nosotros seguimos a Cristo, siendo ejemplos. Esto nos hace vulnerables, por supuesto. No somos perfectos como nuestro Señor y aquellos antes quienes abrimos nuestras vidas verán nuestras imperfecciones. Pero dejemos que vean también un deseo de confesar nuestros pecados al entender el error de nuestro caminar. El conocimiento por sí solo no es suficiente. Es necesaria la acción. Él estaba entrenando hombres para una obra. Y cuando supieron lo suficiente como para empezar, Él se aseguro de que hicieran algo al respecto.

4.2. ¿Cómo lograr la delegación? El principio de delegación habla de la importancia de delegar cuando se está enseñando a un grupo, esto les permite prepararse para desarrollar mejor la tarea en ausencia del maestro, y les permite encontrarse con situaciones reales, las cuales pueden ser afrontadas mejor con la ayuda de su tutor (Jesús). Algunas consideraciones con respecto a la delegación se presentan a continuación:


Él les asigno trabajo: La paciencia con que Jesús presentó esto a sus discípulos se refleja en su consideración de sus habilidades para aprender. Él nunca insistió prematuramente en que ellos hicieran algo. En la primera invitación hecha a los discípulos para que lo siguieran no se mencionó nada sobre ir y evangelizar el mundo, aunque este era su plan desde el principio. Su método era llevar a sus discípulos a una experiencia vital con Dios y mostrarles como era que Él obraba, antes de decirles que ellos debían hacerlo también. En los evangelios estos primeros discípulos realmente no hacían mucho más aparte de mirar a Jesús hacer su trabajo por un año o más. Cuando Jesús estaba comenzando su tercera gira por Galilea comprendió que el tiempo había llegado en que sus discípulos podían ayudarle más directamente en la obra. Ellos habían visto lo suficiente para por lo menos empezar. Ahora necesitaban poner en práctica lo que habían visto a su Maestro hacer. Así que llamo a los doce y comenzó a enviarlos. Así como cuando la madre águila enseña a sus hijos a volar empujándolos fuera del nido, así Jesús empujó a sus discípulos al mundo para ejercitar sus propias alas.

Órdenes e instrucciones: Antes de dejarlos ir, sin embargo, Jesús les dio unas órdenes e instrucciones en cuanto a su misión. Le reafirmó primero el propósito para sus vidas. Ellos debían ir a predicar el Reino de Dios y sanar los enfermos (Lucas 9: 1,29, reuniendo a sus doce discípulos les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades. Sin embargo, estas nuevas instrucciones enfatizaron lo inmediato de su tarea con el anuncio de que “el Reino se ha acercado” (Mateo 10:7) “y yendo, predica el reino de los cielos se ha acercado”.

Ellos también detallaron mejor la esfera de su autoridad al decirles no solo que iban a sanar sino también a limpiar leprosos, resucitar muertos, echar fuera demonios (Mateo 10:8). El prosiguió a decirles a quienes ir primero “por camino de gentiles no vayáis y en ciudad de Samaritano no entréis sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel” ´(Mateo 10:5,6). En cuanto a su apoyo, ellos debían confiar en Dios para proveer para sus necesidades. Se les pidió que presentaran su servicio gratis, recordando que ellos también habían recibido gratuitamente al Señor (Mateo 10:9, Marcos 6:8,9 Lucas 9:3). Al ellos ser fieles a Dios. El se encargaría de que sus necesidades fueran provistas “El obrero es digno de si alimento” (Mateo 10:10).

Sigue su método: El plan de Jesús es más específico a sus discípulos en sus instrucciones de hallar a alguna persona amistosa en cada pueblo que visitasen, y vivir allí todo el tiempo que durará su obra evangelística en el área “en cualquiera ciudad o aldea donde entréis informaos quien en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis” (Mateo 10.11; Marcos 6.10; Lucas 9:4) efectivamente a los discípulos se les dijo que concentraran su tiempo a los individuos más comprometedores de cada pueblo quienes pudieran continuar su obra luego de ellos.

Esto debía recibir prioridad sobre todo lo demás. De hecho si no hallaba quienes le dieran hospedaje, fueron instruidos específicamente a sacudirse el polvo de sus pies como testimonio contra ellos. Este principio de establecer una cabeza de playa en un nuevo lugar de trabajo, establecer relación con un posible líder clave para el seguimiento no debe ser minimizado.


Espera adversidades: El hecho de que algunos rechazarían el ministerio de los discípulos solo acentuó la advertencia de Jesús sobre el tratamiento que debían esperar recibir. Por tanto ellos serían odiados por todos los hombres Mateo 10:22,23 sin embargo, Jesús les dijo “No temáis” Dios nunca los dejaría y aunque su testimonio podría poner en peligro sus vidas, el Espíritu Santo los capacitaría para enfrentar cada situación (Mateo 10:21,21) pues no sois vosotros los que habláis sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros, el hermano entregará a la muerte al hermano y el padre al hijo. Los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir. Sin importar lo que pasara, Jesús les aseguró que cualquiera que le confesare delante de los hombres sería recordado delante de su Padre que está en los Cielos (Mateo 10:32).

Un evangelio que divide: Jesús les recordó la naturaleza decisiva del evangelio. No podía haber compromisos con el pecado y por esto cualquiera que estuviera resistiendo a Dios sería con seguridad perturbado por su predicación. Ellos irían delante con un evangelio revolucionario y cuando eran obedecidos el mismo evangelio efectuaba un cambio revolucionario con la gente y en la sociedad que vivían.

Unidos con Cristo: Él comenzó dándoles su propia autoridad y poder para hacer su obra (Marcos 6:7), y concluyó asegurándoles que lo que estaban haciendo era como si Él mismo lo estuviera haciendo “el que a vosotros recibe, a mi me recibe; y el que me recibe al que me envió” (Mateo 10:40). ¡que tremenda identidad! Los discípulos serían los representantes de Cristo al ir. Tan clara era esta asociación que si alguien les daba un vaso de agua tan solo porque eran discípulos, tal acto de misericordia seria recompensado (Mateo 10:42).

De dos en dos: Antes que se marcharan Él los organizó en grupos de dos (Marcos 6:7) indudablemente este plan tenía la intención de proveer para la necesidad de compañerismo de los discípulos en el camino. Juntos podrían ayudarse mutuamente, y cuando se enfrentarán a circunstancias adversas, como seguro ocurriría con frecuencia, podían aun hallar consuelo entre ellos.

Esto refleja la preocupación característica de Jesús por mantener la unidad. El nunca le pidió a ninguno que hiciera algo que Él mismo no estuviera dispuesto a hacer. Así que al partir los discípulos, el Maestro “se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos” (Mateo 11:1). No se sabe con seguridad quienes eran estos otros discípulos de la misión de los setenta, pero todo parece indicar que los doce estaban incluidos. El tamaño del grupo indicaba también que incremento en la actividad de los doce al testificar a Cristo. Las instrucciones dadas a este grupo mayor fueron esencialmente las mismas dadas antes a los doce. Una adición en esta nueva comisión fue el recordar que irían “a toda ciudad donde Él había de ir”. Simplemente era un indicio de que ellos debían practicar lo que había aprendido sobre la estrategia del evangelismo del Maestro.


Mandamiento después de la resurrección: El principio de enseñar trabajo evangelístico a sus discípulos fue demostrado de manera concluyente antes de Jesús regresar al cielo, luego de su crucifixión y resurrección. Por lo menos en cuatro ocasiones en que se reunió con sus discípulos. Él les ordeno ir y hacer su obra. Jesús les mostró a sus discípulos que era necesario también “que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados e todas las naciones comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:47) y para que se cumpliera este propósito divino, los discípulos era una parte esencial como lo era su Maestro.

Ellos serían los instrumentos humanos que anunciasen las buenas nuevas, el Espíritu Santo sería el poder personal de dios para su misión (Hechos 1:8).

El principio es claro: Es claro que Jesús no deja la obra del evangelismo sujeta a la impresión o convivencia humana. Para sus discípulos es un mandato específico percibido por el impulso del principio de su discipulado, pero aclarando progresivamente en su mente al seguir a Jesús y, finalmente, declarando en términos claros. Ninguno que seguía a Jesús por tiempo suficiente podía escapar llegar a esta conclusión. Así era entonces, así es hoy. La evangelización no es un accesorio opcional para nuestras vidas. Es el palpitar de todo lo que hemos sido llamados a ser y hacer. Es la comisión de la iglesia la cual da significado a todo lo que se emprende en el nombre de Cristo.

El principio aplicado hoy: La mejor manera de estar seguro de que se ha de hacer, es asignado tareas practica y llevándolas a cabo. Esto pone a la gente en movimiento. Y cuando han visto su tarea demostrada en la vida de su maestro, no hay razón para que la tarea no sea completada. Una vez vencida la inercia, es aun necesario continuar moviéndose, y yendo en la dirección correcta.


1. ¿En qué consiste el principio de demostración? 2. ¿Por qué es importante la práctica de la oración para evangelizar? 3. Explique la importancia de usar las escrituras 4. ¿Por qué fue prioridad ganar almas para Jesús? 5. ¿Cómo enseño Jesús naturalmente a sus discípulos?

6. ¿En qué consiste el principio de la delegación? 7. ¿Cuál fue el método de Jesús para delegar? 8. ¿Cuáles fueron las órdenes e instrucciones que Jesús les dio a sus discípulos? 9. ¿Por qué los discípulos deberían esperar adversidades? 10. Explique porque el evangelio del Reino de Dios divide. 11. ¿Por qué debemos ir a predicar el evangelio de dos en dos? 12. ¿Cómo asignaría trabajo a sus discípulos?


5.1, ¿Por qué es importante la supervisión? En cuanto a la supervisión, el Maestro dio gran parte de su ministerio a estar con ellos, a despejarles las dudas que pasaban por su mente, a responder preguntas, a entrenarlos y observarlos en el desarrollo de la tarea. Algunas consideraciones sobre el principio de supervisión se presentan a continuación:

El los supervisó: Jesús le dio importancia en reunirse con sus discípulos luego de sus giras de servicios, para escuchar sus informes y compartir con ellos las bendiciones de su ministerio. Sus preguntas ilustraciones, advertencias y amonestaciones fueron planeadas para traer a colocación lo que ellos necesitaban saber para poder cumplir con su labor, que era la de evangelización del mundo. La reagrupación de los discípulos luego de su gira evangelistíca, les proveyó, por supuesto el descanso necesario del cuerpo y alma. El factor tiempo aquí no es lo importante. Lo que importa, como lo muestra el registro es que después que los discípulos fueron enviados a trabajar debían compartir sus experiencias con el grupo. De igual manera, después que los setenta fueron enviados Jesús los convoco para que informaran sobre su trabajo.

Continúo repaso y aplicación: Al repasar algunas de la experiencias de los discípulos, el hacia aplicaciones prácticas de ellas a sus vidas.

Lecciones sobre la paciencia: Una de las lecciones más correctivas, más penetrantes del Señor luego de una actividad de los discípulos fue en relación con su actitud hacia otros en la obra que no eran miembros de la compañía apostólica.

El principio observado: Él se mantuvo con ellos constantemente, dándoles más atención en la medida que su ministerio terrenal llegaba a su fin. Él no los dejaría descansar en el éxito ni tampoco en el fracaso.

Esto era entrenamiento sobre la marcha en su máxima expresión Jesús dejaba que sus seguidores adquirieran experiencia o que hicieran algún comentario propio, y luego usaba esto como punto de partida para enseñar una lección de discipulado. Sus encuentros con situaciones de la vida real permitieron a Jesús dirigir su enseñanza a necesidades específicas y a expresarla en términos prácticos. Siempre apreciamos mejor una educación, luego de tener la oportunidad de aplicar lo que hemos aprendido. Lo importante de esta obra de supervisión de Jesús era que mantuvo a los discípulos avanzando hacia la meta que había establecido para ellos. El no espero de sus discípulos más de lo que podían hacer. Él si espero lo mejor de ellos y esperó que mejoraran siempre al crecer en gracia y conocimiento. Su plan de enseñar mediante el ejemplo, la asignación de proyectos prácticos y la constante supervisión. Fue todo planeado con el propósito de resaltar lo mejor en ellos.

El principio aplicado hoy: Hoy en día se necesita de igual paciencia y determinación entre ellos los que desean entrenar a otros para la evangelización. Es pues crucial que los que se involucran en la obra de la

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evangelización mundial, tengan una supervisión y guía personal, hasta que sea lo suficiente maduros para seguir solos.

5.2. ¿Cómo se promueve la reproducción? En cuanto al principio de la reproducción, esta es la última parte de la escala del principio, pero no significa que sea la más importante, todas las etapas son realmente importantes para que la iglesia pueda tener éxito así como lo tuvieron los discípulos de Jesús en su gran comisión por el mundo.

Algunas consideraciones sobre el principio de supervisión se presentan a continuación:

El esperaba que se reprodujeran: Jesús tenía la intención de que sus discípulos produjeran su semejanza en y a través de la iglesia alrededor del mundo. De este modo, su ministerio en el Espíritu se duplicaría muchas veces por medio de su ministerio en las vidas de sus discípulos. A través de ellos y otros como ellos, el evangelio continuaría expandiéndose en una siempre creciente circunferencia, hasta que las multitudes pudieran conocer de manera similar la oportunidad que ellos habían tenido con el Maestro. Mediante esta estrategia la conquista del mundo era solo cuestión de tiempo, y de su fidelidad a su plan. Jesús había edificado en sus discípulos la estructura de una iglesia que desafiara y triunfaría sobre todos los poderes de la muerte y el infierno.

Victoria mediante el testimonio: Esta increíble confianza en el futuro estaba basada en su conocimiento de aquellos que lo adoraban en el presente. Él sabía que sus discípulos habían conocido por lo menos la esencia de su gloria, no debemos fallar en ver la dirección directa entre el dar testimonio de Cristo y la victoria final sobre el mundo. La una no puede venir sin la otra. El traer estas dos dinámicas juntas por el poder del espíritu santo, es el genio culminante de la estrategia evangelista de Jesús.

El principio observado: Toda su estrategia evangelista dependía de la fidelidad de sus discípulos escogidos a esta tarea. No importaba cuan pequeño era el grupo al comenzar, con tal que se reprodujeran y enseñaran a sus discípulos a reproducirse. Esta era la manera en que su iglesia ganaría a través de las vidas dedicadas de aquellos que conocían al Salvador también, que su Espíritu y método los impulsaba a contarles a otros. Por simple que parezca esta era la manera en que el evangelismo conquistaría.

La prueba de su ministerio: Esta era la prueba de fuego. ¿Seguirían sus discípulos a su obra luego que el se marchara? O más claro aun, ¿podrían ellos hacer un buen trabajo si su presencia física como lo harían con ella? Si los discípulos fallaban en impartir de su Espíritu y método a otros quienes continuarían n con esta obra, entonces su ministerio con ellos todos esos años fracasaría rápidamente. No es de extrañar pues que Jesús grabara en sus discípulos de una manera tan imborrable la necesidad y la inevitabilidad de reproducirse. Un cristiano sin frutos es una contradicción. Un árbol se reconoce por sus frutos. De

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muchas maneras y entre todo tipo de gente Jesús hizo un llamado a los hombres a evaluar el producto de sus vidas esto era la revelación de lo que ellos eran.

La gran comisión: La gran comisión de Cristo dada a su iglesia lo resume el mandamiento de “haced discípulo a todas las naciones” la palabra aquí indica que los discípulos debían ir al mundo y ganar a otros que vendrían a ser ellos mismos eran discípulos de Cristo esta misión es enfatizada aun mas al estudiar el pasaje en el texto griego y ver que la palabra id, bautizándolos y enseñándoles son todas verbos en participio que obtienen su fuerza del verbo controlador “haced discípulos”. Esto significa que la gran comisión no es simplemente ir a los fines de la tierra predicando el evangelio o bautizar muchos convertidos en Cristo sino hacer discípulos edificar gente como ellos mismos que fueron tan constreñidos por la comisión de Cristo, que no solo siguieron sino que también guiaron a otros a seguir este camino. Solo en la medida en que se producían más discípulos, podían las otras actividades de la comisión cumplir su propósito.


1. ¿Por qué es importante la supervisión? 2. ¿Cómo se promueve la reproducción? 3. ¿Cómo se logra la victoria mediante el testimonio? 4. ¿Seguirían los discípulos su obra luego de que Jesús se marchará? 5. ¿Cuál fue la Gran Comisión? 6. ¿Estás dispuesto a cumplir el mandato de la Gran Comisión? 7. Para cumplir la Gran Comisión ¿qué cambio debes hacer en tu vida? 8. ¿Estás dispuesto a asumir la responsabilidad y el privilegio que Dios te dio?


La finalidad de la evangelización no es propagar un sistema creado por el hombre para salvación, ni tampoco llenar una iglesia de personas sin identidad, si no es el afán Dios por salvar el mundo, a través de la obra de su hijo en la manos de la iglesia. En conclusión, los Principios guías del plan del Maestro pueden resumirse en 8:

Principio 1 habla acerca de la importancia que tuvo para Jesús de alcanzar seleccionar a unos cuantos para que le

siguieran, y que estos pudieran guiar a las multitudes. Dice además que los hombres serian su método para alcanzar el mundo para Dios, a través del cambio que Jesús haría en sus vidas, su testimonio seria clave para que las personas vieran ese cambio.

Principio 2 habla del tiempo que el maestro paso con ellos entrenándolos para la tarea que ellos desarrollarían,

Jesús los atrajo a Él, y les pidió que le siguieran, y les enseño con su ejemplo el camino a seguir, Jesús los capacito con acciones y no con filosofías.

Principio 3 nos habla de la importancia de obediencia, y lo que esta implico para sus discípulos, la obediencia

implica negarse a uno y permitirle a Jesús que reine en nuestra vida, esto fue lo que sus seguidores debieron aprender.

Principio 4 su énfasis es demostrar su amor a la humanidad, el se dio a la gente y quería que sus creyentes

aprendieran este principio de amor del padre para la humanidad, y se da para salvación. La meta de Jesús fue enseñarle a vivir en comunidad para que deslumbraran la comunión eterna que existe entre Jesús y su padre.

Principio 5 habla del sentido de las palabras y la vida que cobras en sus hechos, el demostró el amor el del padre

hacia nosotros en su vida, y los enseño a vivir en un equilibrio para con Dios y los hombre. Principio 6 habla de la importancia de delegar cuando se está enseñando a un grupo, esto les permite prepararse

para desarrollar mejor la tarea en ausencia del maestro, y les permite encontrarse con situaciones reales, las cuales pueden ser afrontadas mejor con la ayuda de su tutor (Jesús).

Principio 7 habla de la supervisión, el Maestro dio gran parte de su ministerio a estar con ellos, a despejarles las

dudas que pasaban por su mente, a responder preguntas, a entrenarlos y observarlos en el desarrollo de la tarea. Principio 8 habla de la reproducción, esta es la última parte de la escala del principio, pero no significa que sea la

más importante, todas las etapas son realmente importantes para que la iglesia pueda tener éxito así como lo tuvieron los discípulos de Jesús en su gran comisión por el mundo.

TST II Evangelismo

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