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-TRABAJOS ZOOLOGICOS- DEPARTAMENTO DE ZOOLOGIA y BIOLOGIA MARINA FAC. DE CIENCIAS, UNIVERSIDAD DE PALMA DE MALLORCA N º 2 MARZO 1985 PROBLEMATICA DE LA INTRODUCCION DE PROCAMBARUS CLARK 1, (G 1RARD) (CRUSTACEA: DECAPODA) EN LAS MA- RISMAS DEL GUADALQUIVIR 11: POSIBLES SOLUCIONES(*) L. Gállego (**) y M. E. Ocete(***) RESUMEN: Se estudia el grave problema planteado en la Marisma del Guadalquivir por la introducción de 100 kg de cangrejo rojo (Procambarus clarki) importados de EEUU en 1974. Su gran capaci"dad de reproducción y resistencia afecta muy seriamente, por una parte a los cultivos de arroz allí establecidos y por otra pueden alterar gravemente a las comunidades de Doñana. Por ambas razones estamos ante un ejemplo de grave impacto ambiental cuya magnitud es imprevisible. Se incluyen medidas concretas dirigidas a controlar la situación. Palabras clave: Impacto ambiental; Procambarus clarki; Guadalquivir. *. Trabajo realizado con una ayuda económica de la F.A.A.E. **. Depto. Zool. y Biol. Mar., Facultad Ciencias, Palma Mallorca ***. Depto. Zool. Facultad Biología, Universidad Sevilla. Edita: Departamento de Zoología y Biología Marina, Facultad de Ciencias, Universidad de Baleares, 07071 - Palma de Mallorca (Spainl. ISSN:0213-09aX u NiiiI[ínlmirff 510286008X

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-TRABAJOS ZOOLOGICOS-

DEPARTAMENTO DE ZOOLOGIA y BIOLOGIA MARINAFAC. DE CIENCIAS, UNIVERSIDAD DE PALMA DE MALLORCA

Nº 2 MARZO 1985

PROBLEMATICA DE LA INTRODUCCION DE PROCAMBARUSCLARK 1, (G 1RARD) (CRUSTACEA: DECAPODA) EN LAS MA­RISMAS DEL GUADALQUIVIR 11: POSIBLES SOLUCIONES(*)

L. Gállego (**) y M. E. Ocete(***)

RESUMEN: Se estudia el grave problema planteado en la Marisma delGuadalquivir por la introducción de 100 kg de cangrejo rojo (Procambarusclarki) importados de EEUU en 1974. Su gran capaci"dad de reproducción yresistencia afecta muy seriamente, por una parte a los cultivos de arrozallí establecidos y por otra pueden alterar gravemente a las comunidades deDoñana. Por ambas razones estamos ante un ejemplo de grave impactoambiental cuya magnitud es imprevisible. Se incluyen medidas concretasdirigidas a controlar la situación.

Palabras clave: Impacto ambiental; Procambarus clarki; Guadalquivir.

*. Trabajo realizado con una ayuda económica de la F.A.A.E.**. Depto. Zool. y Biol. Mar., Facultad Ciencias, Palma Mallorca***. Depto. Zool. Facultad Biología, Universidad Sevilla.

Edita: Departamento de Zoología y Biología Marina, Facultad de Ciencias,Universidad de Baleares, 07071 - Palma de Mallorca (Spainl. ISSN:0213-09aX

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2 TRAZOS

ABSTRACTS: The severe problem caused in the River Gualquivi~ marshes by theinsertion of 100 Kg of red crayfish (Procambarus c1arki) imported in 1974from the USA is studied. Their great reproduction rate and resistenceseriously affects the rice fields of the area and endangers the Doñanacomunities. For both reasons this is an exainple ofan serious environmentimpact of an unpredictable importance. Some special measures in order to

control the situation are included.

key words: Environmental impact¡ Procambarus clarki; Guadalquivir river

1. INTRODUCCION

En 1982, la Federaciónde Agricultores Arroceros deEspaña (F.A.A.E.), nos ofre­ció la posibilidad de reali­zar un estudio para conocerla problemática planteada porla introducción del cangrejorojo, Procambarus clarkii, enla marisma del Guadalquivir ysus posibles soluciones. Lasituación creada por esa in­troducción es muy compleja enla actualidad y se expuso, enparte, en el Primer CongresoIbérico de Entomología (OCETEy LOPEZ, 1983). En este nuevotrabajo se indican los resul­tados de nuestro trabajo enla marisma junto a algunasconsideraciones teóricas ba­sadas en un estudio sobre suproductividad hecho en Loui~

siana (YEW-HU y J. W. AVAULT,Jr. 1980). Con todos esosdatos se proponen una seriede medidas dirigidas a sacarel máximo partido a unasituación ya creada.

2. MATERIAL Y METOnOS

Se han realizado captu­ras en la marisma utilizandodiferentes modelos de redes ytrampas que nos han permitidomanejar varios miles de ejem­plares, adultos y jóvenes.

Además de las nasas tí­picas se utilizaron otros mo­delos de trampas y redes di­señadas y preparadas a propó­sito para este trabajo. Losdistintos tipos de trampas,

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marisma 3

así como su situación respec­to al agua de los canales seseñalan en las figuras 1, 2 Y3. Los modelos T-1, T-2 Y T-3son cajas metálicas de 10x23x25 cm con tres aberturas máso menos elípticas y se dispo­nían enterradas en el fondodel canal horizontales o ver­ticales. En este último casolos orificios de entrada sesituan a favor y en contra dela corriente. Los modelos T-4y T-5 son cajas metálicas,como las anteriores, con unao dos aberturas rectangularesy se' situaban, también ente­rradas, horizontal y verticalrespectivamente. Los modelosT-6, T-7 Y T-8 son ladrillosperforados o tubos dispuestosal azar sobre el fondo y lasparedes laterales para cono­cer cuáles son preferidos porel cangrejo para escondersedurante el día. Los modelosT-9 y T-10 son cajas de plás­tico con dos aberturas circu­lares o una rectangular, en­terradas verticalmente. Elmodelo T-11 es una malla sos­tenida por varillas metálicasque, situada sobre el fondo,ocupa todo el lecho del canalpara retener lo que arrastrala corriente. Asi pues, todoslos modelos, menos T-6, T-7 YT-8 tienen una cámara dondelos cangrejos pueden permane-

cer ocultos y caben variospor trampa, en éstos últimossó~o hay un agujero, sin cá­mara y no pueden albergar amás de uno. Los ejemplaresadultos pueden entrar y salirlibremente de cada una de lastrampas, si bien la dificul­tad puede ser mayor o menorsegún que éstas se situenverticales u horizontales.Para los jóvenes las dificul­tades aumentan por su menorcapacidad de movimiento. Elmodelo T-11 no proporcionaningún albergue y simplementeretiene lo que arrastra elagua, por esa razón se utili­zó para capturar ejemplaresjóvenes que son diseminadospor la corriente y no puedenretroceder contra ella. Lastrampas se situaron en la,boca de desagüe de una tablay a lo largo de 16 metros desu mismo canal, algo alejadosde la boca (Fig. 4, zonas A yB). En una primera expe­riencia se trabajó sólo en lazona A y las trampas sedispusieron según el plano dela figura 5. En esta primerafase se desecharon los mo­delos T-4, T-5, T-6, T-7 YT-8 por su ineficacia o porsu engorroso manejo. En unasegunda experiencia se tra­bajó ya en las zonas A y Bcon las trampas situadas como

4 TRAZOS

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Figura 1.- Trampas de los modelos T-1, T-2, Y T-3 Y su posición respecto alagua del canal.

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marlsma 5

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Figura 2.- Trampas de los modelos T-4, T-5, T-6 Y T-7 Y su posición respectoal agua del canal.

6 1RAZOS

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Figura 3.- Trampas de los modelos 1-8, T-9, 1-10 Y redes (1-11) y suposición respecto al agua del canal.

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marIsma 7

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Figura 4.- Croquis de la zona de trabajo a escala 1:250. Se señala laposición de las zonas A y B descritas en el texto.

8 TRAZOS

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I Tipos de trampas emayodas1 o t7 (gCJ ¡,I

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Figura 5.- Situación de trampas en la zona A durante la primera experiencia.

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Gállego y Ocete: Cangrejo marIsma1985

Jisposicion de trampas en la 2a. Serie

Figura 6.- Situación de trampas en las zonas A y 8 (segunda experiencia).

10 TRAZOS

se aprecia en la figura 6.Por su situación respecto ala corriente de agua se deno­minaron así:

fluencia de los canales devarias tablas, por tanto mos­traba la información proce­dente de zonas no controla­das.

4. RESULTADOS

820605 21 30 48 70820619 42 35 78 65820629 25 40 37 60820802 108 35 197 65820815 40 23 134 77

Total 236 32 494 68

En el cuadro 1 se indi­can los ejemplares capturadoscon nasas en cinco días dife­rentes así como la proporclonde machos y hembras respecti­vamente. En el cuadro 2 seindican los ejemplares captu­rados con las trampas distri­buídas como indica la figura6. Las columnas I, D, CD, C,y T se refieren a su posiciónen el canal como se explicóen el apartado Métodos. En elcuadro 3 se señalan los ejem­plares jóvenes retenidos enlas mallas T-11, dispuestasen los lugares 1,2,3 y4, comose aprecia en la figura 7,que fueron descritos en elapartado Métodos.

- l. En la margen izquierda,limitando con la tabla.- D. En la margen derecha,limitando con el camino.- C. En el fondo del canal,sin sobresalir sobre él losagujeros.- CD. En el fondo del canal,sobresaliendo los orificiosde entrada y dispuestos afavor y en contra de la co­rriente.- T. Debajo del desagüe, demodo que el agua de la tablalas bañaba como si fuera unapequeña cascada.

En ningún caso se uti­lizó cebo y se controlarondurante 30 días. Las redesT-11 se emplazaron como seaprecia en la figura 7, secontrolaron durante 22 días yfueron cuatro en total. Lanúmero 1 estaba en la mismatubería de desagüe de la ta­bla. La número 2 a un par demetros de la anterior. La nú­mero 3 pasados los 16 metrosde canal de la zona A. Cadauna de ellas proporcionó in­formación de una zona contro­lada. La número 4 se situó enun punto posterior a la con

Cuadro 1.

Nasa % 9 %

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marisma

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Situacion de las trampas tipo n

Figura 7.- Disposición de redes T-11 en los puntos J, 2, 3,y 4 (ver texto).

12

Cuadro 2

TRAZOS

Ejemplares capturados con trampasdistribuidas como en la figura 6.

Referen. 1 O CD C T TOTAL

820708 O 3 4 8 O 15820709 5 4 2 O 8 19820710 1 3 5 O 2 11820711 1 2 2 O 5 10820712 O O 1 O 2 3820713 1 5 5 O 3 14820714 2 1 1 O 6 10820716 O 3 1 O 2 6820717 1 2 1 O 2 6820718 1 1 4 1 3 10820719 O 2 3 2 4 11820720 O 2 1 O 6 9820721 1 1 1 2 3 6820722 1 O 1 1 3 6820723 1 1 2 O 5 9820724 O 1 6 1 8 16820726 3 14 8 7 24 56820727 O 1 O 4 11 16820728 2 3 1 O 18 24820729 7 2 6 O 19 34820730 2 3 3 1 183 192820731 1 3 5 1 98 108820802 1 4 7 2 46 60820803 3 2 4 2 22 33

. 820805 2 5 3 1 30 41820806 3 3 4 O 11 21820807 O 3 4 1 13 21820810 2 5 8 O 21 36820811 2 O 2 O 14 18820812 4 3 2 2 13 24TOTAL 47 82 101 32 585 847Agujeros 12 27 42 5 12

Cuadro 3

Ejemplares jóvenes capturados conlas redes T-11, situadas en lospuntos 1, 2, 3 Y 4 (Fi 9. n.Referen. 1 2 3 4 TOTAL

820717 6 31 34 5 76820718 2 5 1 6 14820719 - 4 - 33 37820720 160 - 78 2 240820721 - 353 56 3 412820722 5 39 146 450 635820723 - 85 24 - 109820724 1 176 121 11 309820726 - - - 62 62820727 - 176 40 3 219820728 15 84 66 6 171820729 - - 36 287 323820730 4 8 17 - 29820731 - 17 8 4 29820802 - 31 5 - 36820803 2 15 13 5 35820805 8 24 16 12 60820806 - 9 14 5 28820807 - 8 10 14 32820810 - 91 18 14 123820811 - 17 30 28 75820812 - 23 14 15 52

TOTAL 203 1.192 751 965 3.111

1985 Gálle90 y Ocete: Cangrejo marisma 13

4. DISCUSION

Empezaremos comentandolos datos sobre productividadde P. clarkii en Louisiana(YEW-HU CHIEN y J.W.AVAULTJr., 1980). Estos autores es­tudiaron tres lotes de parce­las: en el primero no intro­dujeron ningún cangrejo alcomienzo de la experiencia;en el segundo introdujeron 57Kg/Ha y en el tercero 114Kg/Ha. Al terminar la campañano encontraron diferenciassignificativas en la cantidadde cangrejos capturados encada una de los lotes de par­celas y la cifra media fue de1.058 Kg/Ha. Estos datos o­bligan a pensar que los ejem­plares no capturados al finalde una temporada sobrevivenhasta la siguiente y son su­ficientes para producir lamisma cantidad final que enlas parcelas en las que seintrodujeron 57 y 114 Kg/Harespectivamente. La cantidadde supervivientes debe serpequeña, pensamos nosotros,puesto que se consideró opor­tuno el sembrar las otrasparcelas con distintas can­tidades para ver si aumentabala producción. En una primerasuposición por nuestra parte,consideramos que la produc­ción final era de 1100 Kg/Ha

de los que se capturaban1.058, equivalentes al 96%, yquedaban 42 Kg de supervi­vientes.

El hecho de que en lostres lotes de parcelas sellegara a la misma producciónfinal, independiente de lacantidad inicial, nos hacepensar que la población de ~clarkii se estabiliza en unascifras directamente relacio­nadas con el alimento y lasuperficie disponible. Estoes un hecho común en otrasmuchas especies. Por tanto,lo que varía en los treslotes de parcelas tratadas enLouisiana es la tasa demultiplicación (TM). Conside­rando un peso medio por ejem­plar de 20 gramos, se puedecalcular la TM de cada par­cela dividiendo la poblaciónfinal por la inicial, obser­vandose que varia entre 26,2y 7 (Cuadro 4). Así pues, elhecho de capturar cada año el96% de los ejemplares nosupone ninguna incidenciagrave para la población, queen la temporada siguientevuelve a tener valores fina­les semejantes.

Para conocer la evo­lución de una población desdeel momento que se considera

14

Cuadro 4.

TRAZOS

Siembra inicial de cangrejos Producción anual

Kg/Ha x 50 = Ind./Ha Kg/Ha x 50 = Ind./Ha T.M.

42 x 50 = 2.100 1.100 x 50 = 55.000 26,2(57+42) 99 x 50 = 4.950 1.100 x 50 = 55.000 11,1

(114+42 ) 156 x 50 = 7.800 1.100 x 50 = 55.000 7

inicial, hasta alcanzar elmáximo de individuos que sepuede soportar" en una zona,se ha utilizado la forma li­nealizada "de la ecuaClondiferencial de Bernouilli,que representa el modelo lo­gístico de crecimiento pobla­cional, según la siguientefórmula:

K

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en la que:

- t, es el tiempo expresadoen años.- No, es la población inicial- N" N2 , ••• Nt , es la po-blación al cabo de uno, dos,... t años.- K, es una constante deno­minada "capacidad de carga" yes la cifra máxima que sepuede mantener en una super­ficie determinada.

- e, es el número e = 2,718- r, es otra constante a de-terminar. Depende de la espe­cie de que se trate, y de sudinámica poblacional.

Para aplicar esa fór­mula a la población de la ma­risma es necsario hacer va­rias SUpOSICIones pues sedesconoce La capacidad decarga y el tiempo necesariopara completarla.

El tiempo lo supondre­mos igual a 10 años aceptandoque todavía no está completaesa capacidad de carga peroque no debe faltar mucho sinos fijamos en las grandesconcentracciones de cangrejosque se observan en deter­minados lugares. Respecto ala cantidad que supone esacapacidad de carga se harándos supuestos diferentes. Enel primero se fijará en 3.000toneladas por el hecho de que

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en 1982 se comercializaron2.250 toneladas y, como se hasupuesto, está próxima a com­pletarse esa capacidad. En elsegundo supuesto tendrá valo­res semej antes a los deLouisiana, es decir, 1.100Kg/Ha, que suponen 30.800toneladas en los arrozales dela marisma.

La posible evolución dela población de cangrejos enel primer supuesto se apreciaen el cuadro 5. En él, a suvez, se dan tres posibili­dades diferentes para valoresde r comprendidos entre 2 y3. La evolución de la pobla­ción en el segundo supuestocon valores de r entre 2 y 3se señala en el cuadro 6.

Estos datos merecen unaserie de comentarios:

1. - Si se aceptan los datosde kilos comercializados quese indican a continuación,según cifras proporcionadaspor la F.A.A.E:

1975 800 Kg 40.000 ind1976 9 Tm; 450.000 "1978 750 " 37.500.000 "1979 1.100 " 55.000.000 "1980 1.350 " 67.500.000 "1981 1.550 " 77.500.000 "1982 2.250 " 112.500.000 "

se observa que pueden sersoportados por cualquier po­blación con r igual o supe­rior a 2,5.

2.-Valores de la tasa demultiplicación similares alos de Louisiana se observanpara r = 3. Por tanto hay quefijarse más en esta últimacomo modelo teórico que nosayude a comprender la evo­lución de la población deProcambarus en la marisma delGuadalquivir.

3.- Una vez completada la ca­pacidad de carga en las ma­rismas, para alcanzar captu­ras equivalentes al 96%, comolas obtenidas en Louisiana,deberían pescarse 2.880 tone­ladas anuales. Ello supondríaeliminar a 144 millones deindividuos, pero los 5 res­tantes actuarían de simientey en dos años se volvería atener la capacidad de cargaprácticamente cubierta (Cua­dro 5, r=3).

En el segundo supuesto,con capacidad de carga iguala la de Louisiana( 1.100 Kg/Ha) también son válidas lasconsideraciones anteriores.La única particularidad esque el 96% de las capturassuponen 28.000 toneladas.

16 TRAZOS

Cuadro 5.Capacidad de carga: 3.000 toneladas, ( = 150 millones de individuos).Población inicial (N ), igual a 5.000 individuosTiempo necesario par~ completar la capacidad de carga: 10 años.

Año r = 2 1. M. r = 2,5 1.M. r = 3 1.M.

1974 5.000 5.000 5.0001975 36.000 7,38 60.000 12,17 100.000 20,071976 272.000 7,37 738.000 12,12 1. 990.000 19,831977 1.990.000 7,30 8.526.000 11,54 31.000.000 16,021978 13.558.000 6,81 63.000.000 7,44 126.000.000 3,971979 63.000.000 4,68 134.000.000 2,12 148.000.000 1, 171980 126.000.000 1,99 148.000.000 1,10 149.000.000 1,001981 145.000.000 1,15 149.000.000 1,00 149.000.000 1,001982 149.000.000 1,00 149.000.000 1,00 149.000.000 1,001983 149.000.000 1,00 149.000.000 1,00 149.000.000 1,001984 149.000.000 1,00 149.000.000 1,00 150.000.000 1,00

Cuadro 6.Capacidad de carga semejante a la de Lousiana: 1.100 kg/ha, equivalentes a1.540 millones de cangrejos en las 28.000 hectareas.Población inicial (N ), igual a 5.000 individuosTiempo necesario par~ completar la capacidad de carga: 10 años.

Año r = 2 1. M. r = 2,5 1. M. r = 3 1. M.

1974 5.000 5.000 5.0001975 36.944 7,38 60.910 12,18 100.000 20,081976 272.000 7,38 741. 000 12,17 2.014.000 20,061977 2.014.000 7,38 8.987.000 12, 11 39.000.000 19,591978 14.000.000 7,32 102.000.000 11,43 532.000.000 13,481979 102.000.000 6,96 717.000.000 6,97 1.407.000.000 2,641980 532.000.000 5,18 1.407.000.000 1,96 1.532.000.000 1,081981 1.226.000.000 2,30 1.528.000.000 1,08 1.539.000.000 1,001982 1. 488.000.000 1,21 1.539.000.000 1,00 1.539.000.000 1,001983 1.532.000.000 1,02 1. 539.000.000 1,00 1.539.000.000 1,001984 1.539.000.000 1,00 1. 539.000.000 1,00 1.540.000.000 1,00

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marisma 17

Con los datos presenta­dos se puede calcular lo quesupondría el intento de eli­minar todos los cangrejos me­diante el uso de productosqUlmlcos. Aplicando algúnocapaz de matar al 99% de lapoblaci6n, ésta se reduciríadrásticamente y, como conse­cuencia, la tasa de multipli­caci6n aumentaría hasta losvalores más altos. Si se con­sidera igual a 20, es decir,inferior a la comprobada enLouisiana y equivalente a laobtenida en los cuadros 5 y 6para r=3, la poblaci6n decangrejos variará según losdatos señalados en el cuadro7, para los dos supuestosconsiderados.

En cualquiera de ellosse necesitarían 5 6 6 años,tratando con la misma inten­sidad las 28.000 Ha paravolver de nuevo a una situa­ción semejante a la iniciadaen 1974. Todo ello contandoademás, con que no llegarancangrejos de zonas limítro­fes, o que no los sembraranintencionadamente. Pero, paraevitar llegar de nuevo a si­tuaciones como la actual, sehabrían de continuar los tra­tamientos químicos, pues cadaaño que no se hicieran, lapoblación evolucionaría como

Cuadro 7.

Capacidad de carga: 3.000 toneladas

POBLACION RESISTENTES loM.año 1 150.000.000 1. 500.000 20

11 2 30.000.000 300.000 2011 3 6.000.000 60.000 20

" 4 1. 200.000 12.000 20

" 5 240.000 2.400 *

Capacidad de carga: 30.800 toneladas

año 1 1. 540.000.000 15.400.000 20

" 2 308.000.000 3.080.000 20

" 3 61. 600.000 616.000 20

" 4 12.320.000 123.200 20

" 5 2.464.000 24.640 20

" 6 492.800 4.928 **

* (Equivale a la mitad de la siembrarealizada en 1974)** (Equivale a la siembra realizadaen 1974)

muestran los cuadros 5 y 6.

Desconocemos el costede semejante tratamiento perose pueden valorar las reper­cusiones que tendría sobre elresto de la fauna, y no esaventurado asegurar que elresultado sería catastrófico.Además, considerando la pro­ximidad de la Reserva Naturalde Doñana es difícil que sepermitiera ese tipo de luchaoficialmente. Aun en el caso

18 TRAZOS

de que se aprobara resultaimprobable que los pescadoreslo' contemplaran impasibles.Resuel tas favorablemente laspremisas anteriores, todavíaqueda un gran interrogantesin resolver, ¿ cómo se equi­libraría de nuevo el ecosis­tema una vez eliminada granparte de la fauna ? Cual­quiera de estos tres interro­gantes, por sí solo, desacon­seja este método de lucha,independientemente del costeeconómico. Por tanto se reco­mienda buscar otra solución.

Una pesca intensiva re­suelve los tres interrogantesplanteados, pero tampoco so­luciona el problema, como severá a continuación. En pri­mer lugar las poblaciones serecuperan de modo muy rápido(Cuadros 5 y 6) por lo que elesfuerzo anual de pesca debe­ría ser extraordinario. Sólopodría encomendarse a pesca­dores profesionales, lo quesupondría comprar todos losexcedentes que no admiten lasastacifactorías e inclusoprimarles para que pescaranmás cada año. En defini tiva,esto es dejar en manos de lospescadores la solución, loque equivale a permanecer asus expensas. En estas condi­ciones aunque bajara el pre-

cio en el mercado consumidor,los pescadores, como medidade presión, podrían mantener­lo frente a los arroceros. Elcoste económico de esta solu­Clon, resultaría igualmenteprohibitivo y los resultadospobres o nulos a muy cortoplazo.

Así pues, lo mas prác­tico parece ser una accióncoordinada de arroceros ypescadores, dirigida a mante­ner la población de cangrejosdentro de unos límites quepermitan disminuir al mínimo,los gastos ocasionados por suactividad. Pero esos límites,controlados, deben permitir alos pescadores una actividadcontinuada con beneficiosproporcionales al trabajo re­alizado, evitando la baja delos precios debido a un exce­so de pesca.

Esta acción coordinadade los dos gremios será posi­ble si, conociendo ambos lasituación, se plantean conseriedad la solución eficaz.Esta puede necesitar de tra­tamientos químicos y pesca osólo pesca siempre y cuandoésta se realice siguiendo u­nas pautas determinadas. Ellolleva implici to la realiza­ción de un seguimiento duran

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marisma 19

te unos años para encontrarel equilibrio que beneficie aambos.

El uso de productosquímicos, lo mas específicosposible, deberá hacerse demodo que permi ta a los pes­cadores mantener su actividady les proporcione ejemplarescapaces de superar cualquiercontrol sanitario. Este con­trol se podrá garantizar sise eligen dosis y productosno acumulables en los super­vivientes y, además, se evitala pesca durante los trata­mientos y días posteriores.En este sentido parecen reco­mendables dos épocas de tra­tamiento específico: una an­tes de empeza,r a sembrar elarroz, al iniciarse la cam­paña y otra despues de reco­gido, al finalizarla. En losdos casos bastará mantener elagua unos días en las tablasy vaciarlas posteriormente.El tratamiento final afectaráa las condiciones de los quevan a enterrarse hasta lapróxima campaña y a los jóve­nes. El tratamiento inicialafectará a los primeros envolver a salir. Ambos trata­mientos reducirán la pobla­cion, pero ésta aumentará sutasa de multiplicación ydeberá ser suficiente para

mantener un nivel de pescacompetitivo durante la tempo­rada. Habrá que buscar eseequilibrio entre la eficaciao mortandad ocasionada porcada tratamiento químico másla pesca y la tasa de mul­tiplicación que adoptará laespecie en esas condiciones.

La dinámica de los tra­tamientos, pesca y multipli­cación podemos esquematizarladel modo siguiente:

A continuación se verácomo evoluciona la poblaciónutilizando productos químicoscon diferente % de muertes ytambién diferentes % de cap­turas mediante la pesca. Enel cuadro 8 se indica en cadacolumna, entre paréntesis, elporcentaje de muertos y fuerade él los individuos quequedan despues de cada ac­ción. En todos los casos separte de una población ini­cial de 100 para poder compa­rar mejor los resultados yfacilitar la comprensión.

Se pueden hacer otrastantas combinaciones como lasseñaladas, por lo que parece

20 TRAZOS

Cuadro 8.

Población Tratamiento Multiplicación Capturas Tratamientoinicial químico por pesca químico,

inicial final

100 (50%) 50 x 20 = 1.000 (50%) 500 (50%) 250100 (60%) 40 x 20 = 800 (60%) 320 (60%) 128100 (50%) 50 x 20 = 1.000 (80%) 200 (50%) 100100 ----- x 20 = 2.000 (50%) 1.000 (90%) 100

Las 28.000 Ha suponen 7 vecesmás, es decir, 1.148 km decanales.

La longitud total delos canales se calcula par­tiendo de los datos conocidosde una finca de 4.000 Ha queson los siguientes:

Un canal principal 14 kmun primario de llenado 43 kmun primario de vaciado 43 kmsecundarios: 800 mcada 50 Ha 64 km

Total 164 km

lugares en que fueron situa­das. Para ello es necesarioconocer la densidad de can­grejos, que se ha calculadopor metro de canal en variossupuestos diferentes.

supuestoscontinua­

que losexclusiva-

En los cuatroque se explican ación se consideracangrejos se situan

Por otra parte hay quetener en cuenta que lo másinteresante para los arroce­ros es mantener libres decangrejos determinados puntosmuy vulnerables en los quelos daños les ocasionan cuan­tiosos gastos. En este senti­do vamos a calcular ahora laeficacia de las trampas queensayamos en los diferentes

innecesario seguir. Lo queresul ta patente es que arro­ceros y pescadores deben ele­gir una estrategia concreta yseguir su evolución, rectifi­cándola en la dirección queparezca más apropiada. El pa­norama presentado permitepensar en un control de lapoblación que siga siendorentable a los pescadores pa­ra contar con su cooperación,pero manteniendo al número deindividuos en unos mlnlmosque reduzcan los .daños oca­sionados.

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marisma 21

150.000.000 2.296.000 = 65cangrejos por metro.

112.500.000 : 2.296.000 49cangrejos por metro.

1.540.000.000 : 2.296.000=671cangrejos por metro

Supuesto 3º.- Si estu­viera completa la capacidadde carga de 30.800 toneladas:

Es evidente que en lossupuestos 2, 3 Y 4 las den­sidades obtenidas son mayoresque las reales, de acuerdocon la consideración plantea­da inicialmente.

por metro, similar a la delsupuesto 2.

La eficacia de lastrampas en la boca del desa­güe es claramente superior ala media y , por lo tanto, seestá en condiciones de pro­teger esos puntos de mayorimportancia, situados en loslugares próximos a las obras.

Nuestras trampas hancapturado en 30 días, en lazona de desagüe de la tabla,(Cuadro 2, columna T) 585cangrejos, de los que 74 eranadultos. En los 16 metros decanal trampeado (Cuadro 2,resto de las columnas) se hanrecogido 262 adultos. Estosignifica que en 120 días sepueden capturar respectiva­mente 296 y 1.048, contandasólo formas adultas. La pri­mera de estas cifras superaampliamente las densidadescalculadas en los supuestos1, 2 Y 4. La segunda es supe­rior a la del supuesto 1 ysemejante, a las de los su­puestos 2 y 4.

69 cangrejos

Supuesto 2º.- Si estu­viera completa la capacidadde carga de 3.000 toneladas:

55.000 : 800

Supuesto 1 º. - Si sólohubiera las 2.250 toneladascapturadas en 1.982, la den­sidad sería:

mente en los canales y en lazona de la tabla colindantecon ellos. Así pues, sevalora la zona de capturacomo el doble de la longitudreal de canales, es decir,2.296.000 metros.

Supuesto 4º . - Si seconsidera una Ha aislada conlos 1.100 kg de capacidadcarga, repartidos sólo por elperímetro (400 m), más otrostantos metros de borde detablas:

22 TRAZOS

Esto significa que se puedenevitar los destrozos que oca­sionan, o al menos reducirlosde modo considerable. Ademásse debe sumar a esa eficaciael hecho de que parece ser unlugar preferido para guare­cerse las hembras cargadas dehuevos. En este sentido hayque valorar la gran capturade jóvenes realizada precisa­mente en la red 2 si tuada aun metro del desagüe (hembrasen estas condiciones eran muyescasas o inexistentes en lasnasas). La eficacia de las

trampas situadas en los 16metros de canales es sufi­ciente, si bien el trabajoque supone revisarlas consuficiente periodicidad noaconseja su instalación, porel momento. Sólo cuando hayaque reparar las paredes delos almorrones y cuando seencuentre un método de re­visarlas mas fácilmente seráconveniente pensar en insta­larlas también en los cana­les. En las figuras 8, 9 Y 10se indican diferentes obrasasí como la disposición y nú-

Figura 8.- Disposición de.trampas protegiendo un almorrón.

1985

u

o

Gillego y Ocete:. Cangrejo marisma

Figura 9.- Disposición de trampas protegiendo un puente.

24 TRAZOS

mero de trampas que se puedencombinar en esta lucha espe­cífica. Los individuos queviven en el centro de latabla hacen poco daño y sóloson nocivos en tanto en cuan­to que suponen una reserva dereproductores.

Es claro que un segui­miento de este tipo necesitala dedicación de cierto núme­ro de personas y se debe va­lorar también su rentabilidadpara evitar que, como dice elrefrán: "vale más el collarque el perro".

---

Figura 10.- Disposición de trampas protegiendo el desagüe de una tabla.

1985 Gállego y Ocete: Cangrejo marisma 25

tes a 4.687.500 pesetas en lazona que se está tratando.

1. 703 x 150 x 4jóvenes.

1.021.800

Si la eficacia de lascapturas selectivas realiza­das por esos dos hombres re­dujeran los gastos en un 50%,supondría un ahorro superiora los dos millones de pese­tas. A nuestro modo de vertodavia se puede obtener unamayor rentabilidad de la pes­ca selectiva realizada. Loscangrejos y las formas juve­niles se pueden criar y co­mercializarse en la época deprecios altos; o bien prose­guir su estudio con vistas alograr otro tipo de lucha, otratar la reutilización de sumateria orgánica.

La rentabilidad de es­tas nuevas posibilidades esdifícil de calcular , sin em­bargo se pueden hacer algunasaproximaciones. La zona B re­presenta un sólo punto deconflicto y se obtuvieron du­rante 30 días (Cuadro 2, co­lumna T y Cuadro 3, columna2), 74 ejemplares adultos más511 y 1.192 jóvenes respecti­vamente, que suponen 1.703 entotal. Ampliando esos datos a120 dias y 150 puntos de con­trol se obtiene:

74 x 150 x 4 = 44.400 adultos

Si se crían y se logranun 20% de adul tos supondrán204.360 que, sumados a los44.400 anteriores, represen­tan 4.975 Kg. En función delprecio de comercialización suinterés será mayor o menor.

Pero su cultivo reque­rlrla la existencia de insta­laciones y personal, por loque no serían beneficios to­das las cifras señaladas. Loque resultará de interés seráutilizar esas instalacionespara potenciar las otras dosopciones apuntadas: a) otrostipos de lucha y b) reuti­lización de la materia orgá­nica.

a) En insectos queconstituyen plagas se ha pro­bado, en ciertos casos, laliberación periódica de ma­chos esterilizados en labora­torio. Estos dificultan elapareamiento normal y portanto reducen la tasa de mul­tiplicación. En algunas oca­siones resulta mucho mas efi­caz este sistema que cual­quier tratamiento químico.Para ello es necesario dispo­ner de gran cantidad de ma­chos para su esterilización,

26 TRAZOS

por lo que, si se pretendeencontrar soluciones defini­tivas, creemos innecesarioinsistir en la utilidad deesas instalaciones.

b) Reutilización de lamateria orgánica. Si el pesoseco de un cangrejo supone un5% de su peso fresco, y sucontenido en elementos mine­rales o peso en cenizas, un1%, resulta que las 2.250toneladas comercializadas en1.982 han supuesto la pérdidade 112.500 Y 22.500 kg res­pectivamente, con el consi­guiente empobrecimiento delas tierras al repetirse esteproceso cada año.

El equipo encargado delseguimiento y estudio debeconsiderar la reconverSlondel material capturado y suimportancia económica, compa­rada con la simple comercia­lización como cangrejos co­mestibles. En caso favorablese puede pensar en comprar alos pescadores los excedentesque no les admiten las coo­perativas en la época deabundancia, o aquéllos que noalcanzan el tamaño comercial.De este modo se les incentivapara aumentar sus capturas yel dinero invertido se puedereconvertir en materia mine-.

ral que vuelve a la tierra,ralentiza su empobrecimientoy ahorra la compra equiva­lente que se realiza cadaaño.

Cabe la posibilidad,incluso, de sustituir el tra­tamiento qUlmlco final poruna pesca intensiva. De estemodo se lograrán reducir laspoblaciones igualmente y a lavez se podrá sacar partido dela gran cantidad de ejempla­res capturados.

Los datos de reconver­slon, sean los· que fueren,indicarán una cierta pérdidade eficacia pues en todo pro­ceso de transformación haypérdidas de energía y portanto de dinero. No obstantese recomienda a los arrocerosque estudien esos datos condetenimiento, pues a la largaresultarán beneficiosos. Vie­ne a cuento recordar el enor­me gasto que se hizo de losproductos derivados del pe­tróleo cuando éste iba baratoy la gran crisis mundial quesupuso su encarecimiento. Fuénecesaria la crisis para di­rigir la investigación haciala búsqueda de otros tipos deenergía, considerados antesantieconómicos. Gracias a eseesfuerzo, la dependencia del

1985 Gálle90 y Ocete: Cangrejo marisma 27

petróleo ha cambiado hoy demodo notable con respecto a1973. De igual modo, aplican­do esa comparación a los can­grej os de la marisma no sedebe descartar, a prioricualquier tipo de actuaciónpor considerarla poco renta­ble

Nos encontramos ante uncaso en el que las medidasmuy drásticas podrian sereficaces con un gran desem­bolso y grandes discusionesde tipo politico y social.Por el contrario, la utiliza­ción de todo tipo de medidas,siempre que incidan en elmismo sentido, por pequeñaque sea su influencia, con­tribuirán a lograr lo que sepretende: reducir gastos. Di­cho de otro modo, la intro­ducción del cangrejo en lamarisma supuso la ruptura delequilibrio existente en losarrozales y está ocasionandograndes gastos. Una lucha ex­trema, si fuera posible, su­pondria otra ruptura violentadel nuevo equilibrio que seestá logrando, de consecuen­cias tan imprevisibles comofué la primera introducción.Por esa razón debemos buscarel cambio de la situación ac­tual lo más rápidamente posi­ble pero de modo controlado.

Hay que pensar que, si bienel cangrejo produce muchosdaños, éstos se pueden redu­cir considerablemente, comose ha visto, y es posiblealcanzar un equilibrio con­trolado en el que arroz y.cangrejos sean perfectamentecompatibles.

5. CONCLUSIONES

Para lograr lo anteriorse proponen las siguientesmedidas a tomar:

1. - Diálogo entre losdos gremios implicados en elproblema tratando de conocerla realidad y de comprenderla necesidad de cooperación.

2. - Crear un equipo deinvestigación encargado deseguir la evolución de la po­blación de acuerdo con la es­trategia elegida. También sedeberá preocupar del estudiode otros tipos de actuaciónescomo son las siguientes:

a) Proteger y controlarpuntos de interés preferentepara evitar en ellos la ac­ción nociva de los cangrejos.

b) Probar, modificar ydiseñar nuevos tipos de de­fensa dirigidos a aumentar su

28 TRAZOS

eficacia.

c) Valorar los datosproporcionados por los arro­ceros sobre productos utili­zados, fechas, dosis, etc,para conocer su eficacia.

d) Valorar los datosproporcionados por los pesca­dores sobre las capturas, in­dependientemente de que seano no comercializadas.

e) Si se dispone deinstalaciones dirigir la in­vestigación hacia:

el. Cultivo de los can­grejos y posterior comercia­lización.

e2. Estudio de la posi­ble reconversión en materiaorgánica o mineral.

e3. Estudio de otro ti­po de acciones que ayuden ala lucha contra su expansiónen la zona del arroz.

3.- Es aconsejable quelos arroceros estudien el es­tablecimiento de zonas depesca intensiva, facilitando

a los pescadores el acceso einstalación de redes.

4.- Posibilidad de con­tratar o realizar una campañade pesca intensiva al finalde la temporada, que puedasustituir al tratamiento conproductos químicos. Esta cam­paña proporcionará un númerode individuos, de gran inte­rés si se pretenden iniciarlas líneas de investigaciónpropuestas.

5. - Los pescadores, acambio, deberán limitarse alas zonas asignadas de mutuoacuerdo. Respetar igualmente,las instalaciones de defensaestablecidas en los puntos demáximo interés por el equipode investigación y proporcio­nar a éste los datos que seles soliciten sobre la pesca.

Cumpliéndose las condi­ciones arriba mencionadas, enel plazo de dos o tres añosse estaría en condiciones deajustar ese equilibrio a con­veniencia.

*****

1985

5. AGRADECIMIENTOS

Gállego y Ocete: Cangrejo marisma 29

A Dn Rafael Morales, del Departamento de Ecología de la Facultad de Cienciasen la Universidad de Granada por el cálculo con ordenador de la dinámica dela población en diferentes supuestos. Al Dr. Miguel Morey, Catedrático deEcología de la Facultad de Ciencias en la Universidad de Baleares por lalectura crítica del manuscrito y sus correspondientes observaciones. ASebastian López, por el cuidado puesto en la realización de las figuras queexcedió la simple obligación profesional. A Dn. Eugenio Bertolín y Dn.Vicente Castelló, de la F.A.A.E. por la ayuda concedida para la realizacióndel trabajo de campo. A Tere Caballero, Ignacio Gállego, Paco García, ManuelHermosín, José Mª Molina, y Julia Morales por su compañía y ayuda tantofísica como moral en muchos momentos difíciles.

6. BIBLIOGRAFIA

OCETE, M. E. Y LOPEZ, S., 1983. Problemática de la introducción de Procambarus clarkii (Girard) (Crustacea: Decapoda) en las marismas del Gua­dalquivir. Actas del 1 Congreso Ibérico de Entomología, León 1983

RABINOVICH, J. E., 1980. Introducción a la Ecología de poblaciones animalesC.E.C.S.A., Mexico.

YEW-HU CHIAN y JAMES W. AVAULT, Jr., 1980. Production of Crayfish in ricefields, The progresive fish culturist, 42(2):67-71

7. ANEXO

Se incluye un informe del Instituto Nacional de Toxicología enSevilla, sobre acumulación de diversos productos químicos , de los empleadosnormalmente en el tratamiento del arroz,en cangrejos de la marisma.

INSTITUTO NACIONAL DE TOXICOLOGIA

Dt::.PAfHAME,NTO AEC:iIONAL

A. POSTAL sea

SEVILLA

InL 7.153

S'obre investigación de plé.guicidas en 5 frascos conteniendo

4 muestras de cangrejos con la~ siguientes etiquetas: 1) margen

derecho 20.6.82; 2) margen izq~ierdo 6.7.82; 3) margen izquierdo

9.7.82, y 4) margen izquierdo S.7.82.

Se han realizado determinaciones de los siguientes plaguicidas:

lindano, malatión, triclorfón y molinate por carecer de muestras

paerones 1e los restantes que se incluyen en la lista recibida.

S~ h~n prepar~do homo~enpiz~dos de los cangrejos y previa ex­

tracclSn con Cisolven[es organicos se ha realizado determinación

~0r Cromatografia con ~ase gaseosa con detector de captura de e1ec­

tr~nes (niguel 63) obtenie~dos~ los 3iguientes resultados:

- Muestra 0 2 1: Margen oer~cho 20.5.82

~indano: 0'078 nancgramos por kg de ~eso

":-L:lor~'on: O' 17 nanogramos por kg de peso

Tioo"'ncac"o: r;' 059 nanog,ramos poc' kg de peso

- ~uestra n Q ~: ~arger izquierdo 6.7.82

Lindano: 1)' .:155 nanl,,"gramos po!'" kg de peso

Triclorfon: O'2~ ~anogramos por kg je peso

r·lalatió,,: O' 025 nanogramos por \.:g de peso

Ordram: 0'157 nanogramos por kg de peso

- ~uestra nº 3: Margen izquierdo 8.8.82

Lindano: 0'321 nanogramos por kg de peso

~riclorfon: 0'022 nanogramos por kg de peso

- Muestra nº 4: Margen izquierdo 9.7.82

Lindano : 0'278 nanogramos por kg de peso

Sevilla, 14 de marzo de 1983

Dr. e