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ABSTRACT
A PROGRAM OF RETENTION OF MEMBERS
FOR THE CUBAN UNION OF THE
SEVENTH-DAY ADVENTIST
by
Francisco Hernández Velázquez
Adviser: Jorge Rodolfo Dzul
ABSTRACT OF GRADUATE RESEARCH
Dissertation
Seventh-day Adventist Theological Seminary Interamerican
Montemorelos University Extension
Title: A PROGRAM OF RETENTION OF MEMBERS FOR THE CUBAN UNION OF
THE SEVENTH DAY ADVENTIST
Researcher: Francisco Hernández Velázquez
Adviser: Jorge Rodolfo Dzul, D. Min.
Date of end: August 2007
The retention of members is very important in the task of the evangelism. Each
church should take care of and to protect the new believers that join to its membership.
The retention of members is vital for the spiritual health of the church. The purpose of
this dissertation was to discover the factors that are causing the desertion of members
among the Adventist of the Seventh Day in Cuba and to create a program that serve of
model to fortify the retention of members in the Cuban church.
The methodology that follows this dissertation is to examine the writings that talk
about the theme, so much in the evangelical literature as Adventist. The theoretical part
considers a study of the meaning of the term, the neo- testamentary biblical bases of the
retention and the contemporary writers.
The practical part of the project presents a study, carried out through a survey,
about the factors that influence in the desertion of members in Cuba.
Finally, the project concludes with the elaboration of a program of retention
members, which is elaborate to be presented in five sessions. The first three sessions
show the biblical base, the recommendations of Ellen G. White and the contemporary
writers that talk about the retention. The last sessions show the results of the survey and
the exposition of the program itself. This material can be used for leaders and Cuban
Pastors.
The evangelism Christian is not only to baptize persons and to introduce them to
the church. The retention of members is intimately tied to the evangelism. The biblical
model of the New Testament confirms it. The evangelism has to include strategies and
methods “to close the back door" of the church and to impede the ones who has entered
to leave the church.
Retention of members is to fortify each new believer, in order to conducting him
to an experience with Christ and with his brothers. It is to prepare them for a new style of
life, with the purpose to convert them in propagators of the "eternal gospel".
It is to qualify them to face and to defeat the daily crisis. Therefore, retention of
members is to conduct each believer, step by step, until the encounter with Jesus in the
eternity.
SÍNTESIS
UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS PARA
LA UNIÓN CUBANA DE LOS ADVENTISTAS
DEL SÉPTIMO DÍA
por
Francisco Hernández Velázquez
Asesor: Jorge Rodolfo Dzul
SÍNTESIS DE TESIS DOCTORAL
Disertación
Seminario Teológico Adventista Interamericano
Recinto Universidad de Montemorelos
Título: UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS PARA LA UNIÓN
CUBANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
Investigador: Francisco Hernández Velázquez
Asesor: Jorge Rodolfo Dzul, Dr. en Ministerio
Fecha de terminación: Agosto 2007
La retención de miembros es importante en la tarea de la evangelización. Cada
iglesia debe cuidar y proteger a los nuevos creyentes que se unen a su membresía. La
retención de miembros es vital para la salud espiritual de la iglesia. El propósito de esta
disertación fue descubrir los factores que están causando la deserción de miembros entre
los adventistas del séptimo día en Cuba y crear un programa que ayude a fortalecer la
retención de miembros en la iglesia cubana.
La metodología que sigue esta disertación es comenzar examinando los escritos
que sobre el tema existen, tanto en la literatura adventista como no adventista: así la parte
teórica comprende un estudio del significado del término y los fundamentos bíblicos
neotestamentarios de la retención y los escritores contemporáneos. Luego la parte
práctica del proyecto presenta un estudio, llevado a cabo a través de una encuesta, sobre
los factores que inciden en la deserción de miembros en Cuba.
Finalmente, el proyecto concluye con la elaboración de un programa de retención
de miembros, el cual está elaborado para ser presentado en cinco sesiones. Las primeras
tres sesiones muestran la base bíblica, las recomendaciones de Elena G. de White y de los
escritores contemporáneos sobre la retención. Las últimas sesiones muestran los
resultados de la encuesta y la exposición del programa en sí. Este material puede ser
usado por líderes y pastores cubanos.
La evangelización cristiana no es sólo bautizar personas e introducirlas a la
iglesia. La retención de miembros está íntimamente ligada a la evangelización. El
modelo bíblico del Nuevo Testamento lo confirma. La evangelización tiene que incluir
estrategias y métodos para “cerrar la puerta de atrás” de la iglesia e impedir que salgan
los que entraron.
Retención de miembros es fortalecer a cada nuevo creyente, a fin de conducirlo a
una experiencia con Cristo y con sus hermanos. Es prepararlos para un nuevo estilo de
vida, con el propósito de convertirlos en diseminadores del “evangelio eterno”. Es
capacitarlos para enfrentar y vencer las crisis diarias. Por lo tanto, retención de miembros
es conducir a cada creyente, paso a paso, hasta el encuentro con Jesús en la eternidad.
Seminario Teológico Adventista Interamericano
Recinto Universidad de Montemorelos
UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS PARA
LA UNIÓN CUBANA DE LOS ADVENTISTAS
DEL SÉPTIMO DÍA
Tesis
Presentada en cumplimiento parcial
de los requisitos para el grado de
doctor en Ministerio Pastoral
por
Francisco Hernández Velázquez
Agosto de 2007
A mi amada esposa, Elvia, por su dedicación,
paciencia y apoyo incondicional
durante mis estudios.
A mis hijos, Francisco y Roberto,
quienes esperaron y soportaron
pacientemente mi ausencia.
A mi madre, Elisa, quien me guió sabiamente
por el camino de la salvación y a mi padre,
José Francisco, por su instrucción
A mis compañeros de clases y a la Universidad
de Montemorelos por su apoyo financiero.
ÍNDICE DE CONTENIDO
LISTA DE TABLAS . . . . . . . .
viii
LISTA DE FIGURAS . . . . . . . .
ix
Capítulo
I. INTRODUCCIÓN . . . . . .
1
El problema . . . . . . .
1
Propósito . . . . . . . .
2
Justificación . . . . . . .
2
Definición de términos . . . . . . 2
Metodología . . . . . . .
4
Delimitaciones . . . . . . . 4
Esbozo de la tesis . . . . . . . 5
II. FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA RETENCIÓN DE
MIEMBROS DE IGLESIA . . . . .
7
El término retención . . . . . .
7
Jesús y la retención de sus discípulos . . . .
9
Jesús mostró a sus discípulos lo que significaba seguirlo .
10
Jesús entrenó a sus discípulos para el servicio . .
13
Jesús cuidó a sus discípulos con diligencia . .
14
Jesús proveyó alimento a sus discípulos . .
15
Jesús proveyó protección a sus discípulos . . 15
Jesús instó a sus discípulos a permanecer en Él . .
16
Jesús dedicó tiempo a orar por sus discípulos . .
18
Los guardaba . . . . . .
19
Guárdalos en tu nombre . . . . 20
Uno de ellos se perdió . . . . .
22
La retención en la iglesia apostólica y en los escritos de Pablo . 24
La retención en la iglesia apostólica . . . .
24
Perseverancia en la doctrina . . .
25
Perseverancia en el compañerismo . . .
26
Perseverancia en las actividades religiosas . .
. . . . . . .
27
Pablo y la retención de los nuevos conversos . .
. . . . . . . .
29
Visitación frecuente . . . . . . . .
. . . . . . . . . .
. . .
29
Fortalecimiento doctrinal . . . .
30
Orientación para los nuevos conversos. . .
33
Liderazgo efectivo . . . . .
35
Dedicación a los nuevos conversos . . .
38
Resumen 40
III. LA RETENCIÓN DE MIEMBROS EN LOS ESCRITOS DE ELENA
G. DE WHITE Y EN AUTORES CONTEMPORANEOS . .
41
Elena de White y la retención . . . . .
41
Recomendaciones sobre la retención . . . . 42
Prepararlos fielmente para el bautismo . . .
42
Reuniones de confirmación . . . .
44
Proveerles un lugar de reunión . . . .
44
Instrucción post bautismal . . . .
.
45
Estableciéndolos en la fe . . . .
47
Visitación frecuentemente . . . .
48
Enseñarles responsabilidad . . . .
48
Proveerles literatura apropiada . . . .
49
Disciplinarles correctamente . . . .
50
Factores que inducen a la deserción . . . .
52
Falta de estudio de la Biblia . . . . .
52
Falta de consideración y actos precipitados . .
53
Falta de labor diligente por parte de la iglesia . .
54
Falta de trabajo en la obra misionera . . .
54
La retención en los escritores contemporáneos . . .
.
55
Factores que inducen a la deserción . . . .
56
Falta de participación . . . . .
56
Falta de un programa de discipulado . . .
56
Falta de amistad y cuidado . . . .
.
57
Falta de un programa de retención . . .
.
58
Factores que conducen a la retención . . .
.
58
La amistad . . . . . .
.
59
La participación . . . . .
. . . . . . . .
60
Los grupos pequeños . . . . .
61
La identificación . . . . .
. .
62
El crecimiento espiritual . . . .
62
El cuidado personal . . . . .
63
Pasos en el proceso de la retención . . . .
68
Educar . . . . . . .
69
Conducir . . . . . .
69
. 69
Evaluar . . . . . . .
70
Resumen 70
IV. LA DESERCIÓN EN LA IGLESIA ADVENTISTA DE CUBA . 71
Breve historia de Cuba . . . . . .
71
Breve historia de la Iglesia Adventista en Cuba . . .
72
Primera etapa: Misión Cubana . . . .
73
Segunda etapa: Conferencia Cubana . . . .
74
Tercera Etapa: Asociación Nacional de la IASD en Cuba .
75
Cuarta Etapa: Unión Cubana . . . . .
75
Deserciones en la Iglesia Adventista de Cuba . . .
77
Período 1985-1994 . . . . . .
78
Período 1995-2004 . . . . . .
78
Causas de deserción según los adventistas y ex adventistas de Cuba
80
Instrumento de evaluación . . . . .
82
Recolección de datos . . . . . .
83
Análisis de los resultados . . . . .
84
Las características de los encuestados . . .
85
Causas de deserción . . . . .
85
Discusión de los resultados . . . .
90
Indicadores totales . . . . .
93
Comparación de los resultados con otras investigaciones .
93
En República Dominicana . . . . .
94
En México . . . . . . .
94
Resumen 96
V. PROGRAMA DE RETENCIÓN PARA LA UNIÓN CUBANA .
97
Descripción del programa . . . . .
98
Propósito . . . . . . .
99
Objetivos . . . . . . .
. . . . . . . . . .
99
Aspectos previos al programa . . . .
100
Autorización . . . . . .
100
Nombramiento de la comisión de retención . .
101
Publicidad . . . . . 101
Preparación de los materiales . . . .
101
Implementación del programa . . . . . 102
Primera etapa . . . . . . . 103
Concientización de la iglesia . . . . 103
Capacitación . . . . . . 104
Segunda etapa . . . . . .
105
Visitación especial . . . . . 105
Programación especial . . . . . 106
Clases especiales . . . . . 106
Grupos pequeños . . . . . 107
Amigos predilectos . . . . . 107
Cultos y programaciones de la iglesia . . .
108
Tercera etapa . . . . . . . 108
Pasos en la aplicación del programa . . . . 109
Primer paso . . . . . . . 109
Segundo paso . . . . . . . 109
Tercer paso . . . . . . . 110
Cuarto paso . . . . . . . 110
Quinto paso . . . . . . . 110
Recomendaciones para el uso del programa . . . 111
VI. RESUMEN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 112
Resumen. . . . . . . . . 112
Conclusiones . . . . . . . 114
Recomendaciones . . . . . 115
Apéndices
A. ESTADÍSTICAS Y ENCUESTAS . . . 118
B. SESIONES DE CAPACITACIÓN PARA LA RETENCIÓN DE
MIEMBROS . . . . . 124
BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . 147
CURRÍCULUM VÍTAE . . . . . . . 159
LISTA DE FIGURAS
1. Relación entre bautismo/deserción. Período 1985-1994 . . . 81
2. Relación entre bautismo/deserciones. Período 1995-2004 . . 81
3. Porcentaje de personas que seleccionaron cada indicador de deserción . 87
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
El problema
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cuba está experimentando un éxodo
alarmante. Entre los años 1998 y 2003 las deserciones y las pérdidas alcanzaron la cifra
de 9,148 miembros, mostrando un promedio de 1,524. 6 deserciones por año.1 La Unión
Cubana, que es el organismo que agrupa a todos los adventistas de la isla, tiene uno de
los más altos porcentaje de pérdida de miembros de la División Interamericana (DIA),
territorio de la iglesia mundial que abarca desde México hasta Colombia y Venezuela.2
Según el informe estadístico de la DIA, en el periodo 1991-2001 la Unión Cubana
se situó, entre las uniones que más miembros perdió, ubicándose cuatro veces en el
primer lugar (1996, 1998, 1999 y 2000), cinco veces en el segundo lugar (1992, 1993,
1995, 1997 y 2001), una vez en el tercer lugar (1991) y una en el cuarto lugar (1994).3
Los bautismos en los últimos años han sido neutralizados por el número de
deserciones, lo que constituye una gran preocupación para los administradores, pastores y
líderes de las iglesias adventistas en Cuba. Por tanto se entiende que es necesario un
1General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report;
disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006.
2Ibíd.
3División Interamericana, “Informe estadístico”, 26 de mayo de 2002, 4-6.
programa que permita detener la fuga de miembros y a su vez fortalecer a aquellos que se
bautizan cada año.
Propósito
El objetivo de esta tesis es descubrir los factores que inciden en el abandono de la
fe de los miembros de la iglesia en Cuba y al mismo tiempo se sugiere un programa de
retención que ayude a nuestras iglesias para que esta crisis pueda ser superada.
Justificación
Se espera que los resultados de esta investigación sean útiles para los
administradores, pastores y líderes locales de la iglesia adventista en Cuba, pues
ayudarían a establecer una estrategia adecuada para la retención de los miembros en cada
congregación del país. El programa que se sugiere está disponible como recurso para ser
implementado por los pastores y líderes.
Evangelismo no tiene que ver sólo con bautizar personas, también implica cerrar
la puerta de atrás por donde salen muchos miembros de iglesia. Es por eso que cada líder
necesita concientizarse de lo beneficioso que sería implementar un programa efectivo de
retención de miembros.
Definición de términos
Retención de miembros: Conjunto de acciones y estrategias encaminadas a
mantener a los miembros unidos a la iglesia.
Confirmación: Trabajo que se debe hacer en la iglesia para que una persona
recién bautizada permanezca como miembro activo.
Asimilación: Estado de un miembro de iglesia que ha sido integrado con éxito a
los grupos y a las actividades de la iglesia.
Profesión de fe: Aceptación de una persona como miembro de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día sin tener que ser bautizada, porque fue miembro de otra
denominación cristiana donde recibió el bautismo por inmersión o porque fue separado
de la iglesia por paradero desconocido y ahora muestra que se ha mantenido fiel durante
todo el tiempo. También se aplica a aquellos casos en que una persona desea unirse a la
iglesia pero no puede ser sumergida en el agua para ser bautizada, que es la forma bíblica
en que un nuevo creyente se une a la iglesia.
Apostasía: Término que se usa en la Iglesia Adventista del Séptimo Día para
definir a un feligrés que por cualquier motivo abandona la iglesia y es separado
formalmente de la misma.
Deserción: Se utiliza como sinónimo de apostasía, con el propósito de atenuar el
efecto y ser menos ofensivo.
Pérdida: Se refiere al acto de separar a un miembro de la iglesia por paradero
desconocido o ajustes que efectúa la secretaría de una iglesia local.
Estilo de vida adventista: Son los aspectos prácticos de la vida cristiana como lo
enseña la iglesia adventista e incluyen: Forma de vestirse, hábitos de alimentación y la
recreación entre otros aspectos propios de las normas de conducta adventistas.
Delegación: Conjuntos de distritos e iglesias que componen estas últimas, que en
el resto del mundo son conocidas como misiones o asociaciones.
Metodología
Para la elaboración de este proyecto se realizó una consulta bibliográfica, que
incluyó libros y artículos relacionados con el tema de la retención y asimilación de los
miembros de iglesia: Los autores contemporáneos fueron tanto adventistas como no
adventistas. También se tomaron en cuenta los consejos dados por Elena G. de White,
considerada una escritora inspirada por los adventistas. Luego se elaboró un instrumento
de medición para determinar los factores que están ocasionando la pérdida de miembros
en la Unión Cubana. Esta encuesta fue aplicada tanto a miembros de la iglesia como a ex
adventistas de Cuba.
Tomando como base la información obtenida en las encuestas y en el repaso de la
literatura consultada se elaboró un programa de retención que puede servir para aplicarlo
en las iglesias adventistas cubanas, el que podrá ser adaptado en cualquier iglesia
cristiana según las necesidades de las mismas.
Delimitaciones
En lo que se refiere a la base teórica, el presente trabajo se limita a la retención de
miembros en el Nuevo Testamento. No considera los conceptos que puedan encontrarse
en el Antiguo Testamento ni tampoco en los siglos subsiguientes de la historia del
cristianismo. Además, se limita a presentar los factores de deserción en la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en Cuba.
Esbozo de la tesis
En el primer capítulo se plantea el problema de la deserción de la feligresía de la
Unión Cubana de los adventistas del séptimo día. Esto sirve de base para realizar un
estudio que ayude a detectar los factores que están incidiendo en la fuga de miembros.
También justifica la creación de un programa que ayude a retener y consolidar a los
miembros en las iglesias adventistas cubanas.
El capítulo segundo muestra la importancia que el Nuevo Testamento da al tema
de la retención, donde hay por lo menos tres ejemplos destacables: Jesús y su trabajo de
retención de los discípulos, la iglesia primitiva y la forma como retenían a los recién
conversos y las labores evangelísticas de Pablo como un ejemplo de retención efectiva.
El tercer capítulo repasa las recomendaciones que White da para la retención de
los recién convertidos. También muestra lo que la literatura contemporánea presenta
sobre la retención de miembros. En él se analizan las razones para la deserción y las
recomendaciones que se dan para la asimilación de los nuevos conversos.
El cuarto capítulo muestra las deserciones que ocurrieron en la iglesia adventista
en Cuba en el período de 1985 al 2004. También describe las encuestas aplicadas,
presenta los resultados e interpreta sus datos.
El capítulo quinto contiene la descripción, los pasos y las recomendaciones para
la aplicación del programa de retención de miembros en una iglesia local.
En el capítulo sexto se presentan el resumen, las conclusiones y recomendaciones
de esta investigación.
La tesis concluye con dos apéndices. El primero contiene estadísticas que
muestran la situación de la deserción en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en el
ámbito mundial, en la DIA y en la Unión Cubana, y también las encuestas aplicadas tanto
a miembros como a los ex miembros de la iglesia y sus resultados. El segundo apéndice
está dedicado a las sesiones de capacitación para la retención de miembros.
CAPÍTULO II
FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA RETENCIÓN
DE MIEMBROS DE IGLESIA
Este capítulo estudia los fundamentos bíblicos para la retención de miembros en
la iglesia. Primero a la luz del Nuevo Testamento se estudia el círculo de Jesús y sus
discípulos, enfatizando la exhortación que les hizo a que “vuestro fruto permanezca” (Jn.
15:16).4 Luego se explora la forma en la cual la iglesia primitiva trabajó en la retención
de miembros. Finalmente se repasa la metodología que usó el apóstol Pablo en la
retención de los nuevos conversos.
El término retención
El término retención significa “acción o efecto de retener una cosa”.5 Retener es
una palabra que se deriva del latín retinere que da la idea de impedir que algo se vaya,
conservarlo, no darlo o no soltarlo.6 Aunque la palabra retención no aparece en la Biblia,
el término griego que más se asemeja es meno y se traduce como permanecer, quedarse,
estar fijo o ser estable.7 El significado de meno se comprende mejor si se divide en
4A menos que se indique algo diferente, todas las citas bíblicas son tomadas de la
versión Reina-Valera de 1960 de las Sociedades Bíblicas Unidas.
5Diccionario de la lengua española, 21 ed., s.v. “Retención”.
6Diccionario de uso del español María Moliner (Madrid: Gredos, 1998), s.v.
“Retener”.
7Diccionario griego español, ed. 1988, s.v. “Meno”.
cuanto a lugar, tiempo y condición. Cuando se refiere a lugar da la idea de quedarse
como huésped, residir, alojar o mantener una comunión ininterrumpida. En cuanto a
tiempo, su significado es continuar siendo, resistir o sobrevivir. Cuando se refiere a
condición da la idea de que uno permanece tal como es.8
Vine afirma que el término meno es utilizado para referirse a una continuidad en
cuanto a existencia de algo o alguien (Mt. 11:23), a permanecer posando en la misma
casa sin moverse a otra (Lc. 10:7) y a la forma en la cual Juan el Bautista debía
identificar al Mesías: Por la permanencia sobre él del Espíritu Santo (Jn. 1:33).9 Meno da
la idea de “una persona o cosa que permanece donde él o ella se encuentra” (véase Mt.
10:11; Lc. 1:56; Hch. 9:43; 18:15).10
En el Nuevo Testamento, según Kittel, aparece 112 veces y se presenta con
matices diferentes.11
En los escritos joánicos ocurre 66 veces y parece expresar la
inmutabilidad e inviolabilidad de una relación íntima. Así como es importante la
permanencia del Padre en el Hijo (Jn. 1:10) también es importante la permanencia de los
fieles en Cristo (Jn. 15:4-7).12
La palabra permanecer es fundamental para la enseñanza del capítulo quince del
evangelio de Juan. Cristo, en su camino a Getsemaní, enseñó a sus discípulos la
8Diccionario de teología, ed. rev. 1999, s.v. “Permanecer”.
9W. E. Vine, “Remain”, An expository dictionary of biblical words
(Nashville, TN: Thomas Nelson, 1984), 945.
10Walter Bauer, “Meno”, A greek-english lexicon of the New Testament and other
early chistian literature (Chicago, IL: The University of Chicago Press, 1979), 503.
11Friedrich Hauck, “Meno”, Theological dictionary of the New Testament, 10
vols., eds. Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich, trad. Geoffrey W. Bromiley (Grand
Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 1964-1976), 4:576.
12Ibíd.
necesidad imperativa de permanecer en él. La ilustra a través de la figura de la vid y los
pámpanos. La permanencia en Cristo trae frutos abundantes y permanentes (15:16).13
El término meno también se utiliza en referencia “a la perseverancia de los
creyentes en la fe, el amor y la santidad, o en lo que han aprendido o creído”.14
Los
pasajes representativos son: l Timoteo 2:15 y 4:15. En ambos se destaca la importancia
de permanecer fieles en la fe que inicialmente los trajo a Cristo.
Jesús y la retención de sus discípulos
Jesús trabajó incansablemente sanando a los enfermos, resucitando a los muertos,
predicando de aldea en aldea, bendiciendo a los niños y alimentando a las multitudes.
Asistía tanto a las festividades religiosas en el templo, como a un banquete preparado en
su honor. Los evangelios revelan las enseñanzas y las obras que Jesús realizó durante su
ministerio terrenal. Está sección repasa algunos ejemplos y algunas enseñanzas que
muestran lo que el Maestro hizo y dijo sobre la retención.
El Maestro comenzó su ministerio llamando a un pequeño grupo para que
estuvieran con él (Mr. 3:13). Este proceso fue realizado con mucha oración (Mr. 3:13-
19; Lc. 6:12-16). A estos hombres se les conoce con el nombre de discípulos. El
Maestro les dedicó la mayor parte de su ministerio aquí en la tierra. Se concentró en
prepararlos y retenerlos para que luego se convirtieran en sus portavoces en todo el
mundo.
Jesús mostró a sus discípulos lo que significa seguirlo
13Diccionario de teología, s.v. “Permanecer”.
14Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich, eds., Compendio del diccionario teológico
del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2002), s.v. “Meno”.
Jesús comenzaba la obra de retención desde el momento en que alguien mostraba
interés en seguirlo. Dos discípulos de Juan el Bautista fueron impactados por el
testimonio que oyeron acerca de Jesús (Jn. 1:35-36). Luego de escucharlo ambos
discípulos siguieron a Jesús. El Maestro al notar que lo seguían les hizo una pregunta
inquisitiva: ¿Qué buscáis? (vs. 38). No les pregunta ¿a quién? sino ¿qué propósito
tenéis?15
La respuesta muestra “que querían estar con el Señor y llegar a conocerlo
mejor. No se sentían satisfechos con un mero encuentro con él. Anhelaban tener
comunión con él”.16
Uno de estos discípulos es identificado como Andrés, hermano de Simón Pedro
(vs. 40). El otro no es identificado en el cuarto evangelio. La opinión más generalizada
es que era Juan, el mismo que escribió el evangelio.17
El siguiente discípulo fue Simón,
el hermano de Andrés, al cual Jesús le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás
llamado Cefas (que quiere decir, Pedro)” (Jn. 1:42).
Al siguiente día Jesús llamó a Felipe y le hizo la invitación directa a seguirlo (Jn.
1:43). White señala que “fue el primer discípulo a quién Jesús dirigió la orden
terminante: Sígueme”.18
Bruce concuerda en que esta es la primera vez que ocurre este
llamado en el evangelio de Juan y que se puede reconocer una nota de autoridad en el
15A. T. Robertson, Comentario al texto griego del Nuevo Testamento (Barcelona:
CLIE, 2003), 202.
16William MacDonald, Comentario bíblico de William MacDonald (Barcelona:
CLIE, 2004), 659.
17Jon Paulien, John: Jesus gives life to a new generation (Boise, ID: Pacific Press,
1995), 59.
18Elena G. de White, El deseado de todas las gentes (Mountain View, CA:
Publicaciones Interamericanas, 1975), 259.
mandato de Jesús.19
Cada uno de los discípulos fue llamado a realizar una entrega sin
reserva, pues “nadie que haga reserva alguna puede ser discípulo de Cristo”.20
Jesús al seleccionar a sus discípulos los hacía pensar en las motivaciones que los
movían a unirse al grupo (Mt. 8:20). También los hacia ver que no debían colocar nada
por encima de él (Mt. 8:21-22). Luego permitía que ellos decidieran. Estos comprendían
lo que la respuesta a ese llamado implicaba y respondían conscientes de la
responsabilidad que contraían con el Maestro. Jesús no forzaba, presionaba o disfrazaba
lo que significaba aceptarlo a él. A los que se ofrecían para seguirlo les mostraba el
elevado precio que debían pagar (Lc. 9:57). Les advertía sobre las condiciones
materiales a las cuales debían hacer frente (vs. 58) y cómo afectaría incluso sus
relaciones familiares (vs. 59-62).
Coleman afirma que “el propósito inicial del plan de Jesús fue reclutar a hombres
que pudieran dar testimonio de su vida y completar su obra después que él regresara al
Padre”. Y añade que “no hay indicios de apresuramiento en la selección de estos
discípulos; sólo descubrimos decisión”.21
Cada uno de los llamados era consciente de lo
que implicaba responder a este llamado. No se les ofrecía un camino fácil. Eran
conscientes del precio que debían pagar y tomaban la decisión cuando Jesús mismo les
advertía: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo” (Lc.
19F. F. Bruce, The gospel of John (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans,
1983), 59.
20White, El deseado de todas las gentes, 239.
21Roberto Coleman, Plan supremo de evangelización (El Paso, TX: Casa Bautista,
1977), 15.
14:27). Este llevar la cruz, según Schulz, “era una renuncia diaria a las pretensiones del
yo humano”.22
Los evangelios sólo mencionan dos llamados más del resto de los discípulos: El
de Jacobo, el hermano de Juan (Mr. 1:19; Mt. 4:21) y el de Mateo (Mt. 9:9; Mr. 2:13-14;
Lc. 5:27-28). Coleman afirma que “los detalles que rodearon el llamamiento de los otros
discípulos no se mencionan en los evangelios, pero se cree que todos ellos fueron
llamados en el primer año del ministerio del Señor”.23
Su estrategia fue clara:
Entrenarlos y convertirlos en sus portavoces en todo el mundo.
Los evangelios registran que multitudes iban tras Jesús (Lc. 14:25). Él los amó a
todos, pero les mostró lo que significaba unirse a su grupo. Si decidían convertirse en sus
discípulos debían hacerlo seguros de lo que esto significaba y del costo que debían pagar
al tomar esta decisión (vs. 26-33). Luego de unirse al grupo debían “predicar el reino de
Dios” (Lc. 9:1-6). Uno de los propósitos de su llamado era “enviarlos a predicar” (Mr.
3:14; véase Mt. 10:5-15). Ser seleccionado para formar parte del grupo tenía como
objetivo convertirlos en testificadores.
Andrés y Felipe son ejemplos del potencial que los nuevos creyentes tienen para
predicar. Andrés comunicó el hallazgo a su hermano Simón (Jn. 1:41) y lo trajo a Jesús,
la persona apropiada, el Mesías. Luego se muestra a Felipe, que trae a Natanael (vs. 46),
quien es impactado al grado de reconocer a Jesús como el “Hijo de Dios” y “Rey de
22Anselm Schulz, Discípulos del Señor (Barcelona: Herder, 1967), 43.
23Billie Hanks y William A. Shell, eds., Discípulado (Miami, FL: Caribe, 1994),
43-44.
Israel” (vs. 49). MacDonald afirma que “los nuevos convertidos son los mejores
ganadores de almas. Su mensaje es sencillo y va al punto”.24
Jesús entrenó a sus discípulos para el servicio
El entrenamiento para el servicio es básico en la retención de los nuevos
conversos. Jesús instruyó y entrenó a sus discípulos para el servicio (Mt. 10:1-11:1). El
entrenamiento fue realizado no en un aula de clases sino en la práctica. Hanks y Shell
afirman: “Su instrucción no era en un salón de clases sino a través de las actividades
diarias. El método que empleó para enseñar a estos hombres fue mantenerlos cerca de él,
y serles escuela y programa de estudios”.25
Los nuevos conversos deben ser entrenados
para el servicio siguiendo el método de Jesús, esto fortalece y retiene al nuevo creyente.
Los discípulos fueron entrenados y capacitados para la obra que iban a realizar.
Jesús les dio responsabilidades (Mt. 21:1 cf. Mr. 11:1), compartió la tarea con ellos (Mt.
14:19), respondió sus preguntas (Mt. 24:4) y les reveló sus planes más secretos (Mt.
20:17-19). Fue su relación diaria con ellos lo que permitió que el entrenamiento fuera
eficaz, pues lo realizó por asociación. Al tratar con los recién convertidos debe
recordarse y practicarse este tipo de entrenamiento.
Jesús cuidó a sus discípulos con diligencia
Un elemento importante en la retención del nuevo miembro es la atención y el
cuidado pastoral. En el tiempo de Jesús “los fariseos -los pastores reconocidos de Israel-
habían sido desleales a su cometido”.26
Los líderes no habían cuidado el redil, se habían
24MacDonald, 659.
25Hanks y Shell, 57.
convertido en asalariados. En la parábola del buen pastor Jesús hace una comparación
entre el asalariado y el verdadero pastor (Jn. 10:11-17).
El asalariado huye cuando los peligros se acercan (vs. 13). Veloso al describir al
asalariado afirma que: “En el peligro, no ve la oportunidad de proteger el rebaño. Sólo ve
su propio riesgo personal y huye”.27
Afirma que “su interés no está en las ovejas sino en
lo que puede obtener de ella. El cuidado que pueda ofrecerles, es un producto exclusivo
de su interés personal, pues las ovejas no le importan”.28
El pastor tiene una actitud diferente: “Su vida da por las ovejas” (vs. 11). Jesús
“vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lc. 19:10). Jesús, como parte de la
retención, protegió y cuidó a sus discípulos. Luego de su arresto les dijo a sus
aprehensores: “Pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliese aquello
que había dicho: De los que me diste, no perdí a ninguno” (Jn. 18:8-9).
El nuevo creyente puede alejarse de la iglesia pero un verdadero líder hace todo lo
posible por retenerlo o rescatarlo. Jesús en la parábola de la oveja perdida ilustró esta
verdad (Lc. 15:1-7; véase Mt. 18:12-14). No importa el peligro que tenga que correr, está
dispuesto a enfrentar a la misma muerte por rescatar a la oveja descarriada. Sullivan lo
resume así: “El verdadero pastor sin vacilación arriesga su vida por las ovejas. Él hace
frente al peligro para proveerles seguridad. El bienestar de sus ovejas es siempre su
preocupación principal y este es la máxima protección para ellas”.29
26Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista, trad. Victor E. Ampuero
Matta, 7 vols. (Boise, ID: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 5:979.
27Mario Veloso, Comentario del evangelio de Juan (Nampa, ID: Pacific Press,
1997), 270.
28Ibíd.
La alimentación y la protección del nuevo miembro son elementos importantes en
la retención. La enseñanza de Jesús revela la labor que en este sentido el pastor necesita
realizar. Sigue enseñándolo a través de la figura del pastor y las ovejas.
Jesús proveyó alimento a sus discípulos
La alimentación es un aspecto importante en el cuidado de las ovejas. El buen
pastor guía a sus ovejas a lugares de “pastos frescos y nuevos” (Sal. 23:2). La seguridad
con que las guía y el alimento que les provee son esenciales para mantener saludables a
las ovejas. Keough afirma: “Puede tener que viajar kilómetros para encontrarlos, pero
sabe que es absolutamente esencial para sus ovejas tener buen alimento”.30
También el
nuevo creyente necesita ser alimentado espiritualmente.
Jesús proveyó protección a sus discípulos
Proteger a las ovejas también es responsabilidad del buen pastor. La iglesia local
debe proteger a los nuevos conversos. Un pastor debe preparar un refugio donde sus
ovejas puedan estar seguras. Paulien comenta que los rediles en la antigua Palestina eran
generalmente cuevas naturales. Las ovejas son conducidas a la cueva en la tarde, y el
pastor toma su posición en la entrada de la cueva y allí duerme. Cualquier ladrón o
animal que trata de alcanzar a la oveja debe físicamente pasar por encima del pastor. Lo
mismo sucede con cualquier oveja que intenta salir a vagabundear en la oscuridad.
Donde no era posible conseguir una cueva, se construía un campo cerrado de piedras,
29James L. Sullivan, Juan testifica de Jesús (El Paso, TX: Casa Bautista, 1965),
56.
30G. Arthut Keough, Alegrémonos con el salmista (Colombia: Asociación
Publicadora Interamericana, s.f.), 79.
dejando una abertura donde el pastor se colocaba bloqueándolo con su cuerpo mientras
dormía.31
Ezequiel profetizó en contra de los pastores “que se apacientan a sí mismos” (Ez.
34:1) y afirma que Jehová el Señor recogería y atendería a sus ovejas (vs. 11-13).
Köstenberger afirma que Jesús estaba tomando directamente el pasaje de Ezequiel para
representar a los líderes de su tiempo. Estos habían fallado al apacentar el rebaño del
Señor y ahora Jesús se presenta como “el buen pastor” (Jn. 10:11).32
Jesús instó a sus discípulos a permanecer en él
La conexión del nuevo creyente con Cristo es fundamental para su permanencia
en la iglesia. En el discurso de Juan 15 Jesús enfatizó esta necesidad. Veloso muestra
que la sección de Juan 15:1-17 tiene dos partes. La primera (vs. 1-8) se caracteriza por la
frase “permaneced en mi”. La segunda (vs. 9-17) se identifica con una frase parecida:
“Permaneced en mi amor”.33
Utilizó una imagen muy familiar para los judíos: La vid.
Según Dodd “la imagen de la vid domina el discurso”.34
Cristo se identificó a si
mismo como la vid (Jn. 15:1) y a sus seguidores los llama los pámpanos (vs. 5). Debe
haber una permanencia del creyente en Cristo. Una permanencia continua es vital para
que el fruto sea permanente. Mateos y Barreto afirman que “cuanto más fuerte sea el
31Paulien, 172-173.
32Andreas J. Köstenberger, Encountering John: The gospel in historical, literary,
and theological perspective (Grand Rapids, MI: Baker, 1999), 123.
33Köstenberger, 350.
34C. H. Dodd, Interpretación del cuarto evangelio, trad. por J. Alonso Asenjo
(Madrid: Cristiandad, 1978), 411.
vínculo creado con Jesús y la intensidad de su vida en los nuevos miembros, más
permanente será”.35
El creyente que permanece unido a Jesús produce frutos (Jn. 15:4). Estos frutos
tienen relación con lo que Jesús señaló a sus discípulos, junto al pozo de Jacob: “Alzad
vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega” (Jn. 4:35).
Veloso afirma que se trata del fruto misional y que debido a esto la permanencia en
Cristo tiene que ser mutua. Concluye que “esa es la atracción misionera que se extiende
desde el tronco a los sarmientos de la vid”.36
Los discípulos iban a ser los continuadores
de la obra que Cristo había comenzado. Iban a ir a todo el mundo y producirían frutos,
pero frutos permanentes.
El propósito de Dios es que se lleven frutos, pero “frutos que permanezcan es lo
que satisface a Dios”, afirma Pink.37
Este es el énfasis que Jesús deseaba que los
discípulos captaran cuando les dijo: “Y vuestro fruto permanezca” (Jn. 15:16). No frutos
temporales sino permanentes. Hovey señala que “los discípulos debían ir por el mundo
llevando frutos por medio de sus vidas piadosas y su enseñanza fiel, ganando almas para
Cristo, fundando iglesias y confirmando a los creyentes en la fe”.38
35Juan Mateos y Juan Barreto, El evangelio de Juan: Análisis lingüístico y
comentario exegético (Madrid: Cristiandad, 1979), 665.
36Veloso, 353.
37Pink, 838.
38Hovey, 373.
Jesús anhelaba que sus discípulos llevaran frutos, para eso los eligió y los envió,
pero “el fruto debía resistir la prueba del tiempo”, según Barclay.39
Debían cuidar el
resultado de su labor y no permitir que sus frutos se malograran o marchitaran. El fruto
es resultado de la conexión del pámpano con la vid y mientras se mantengan conectados
éste perdura. Los discípulos al estar conectados con Jesús podían exhibir frutos
permanentes.
Jesús dedicó tiempo a orar por sus discípulos
La oración intercesora por los nuevos creyentes también es importante en la
retención. Jesús dedicó tiempo a orar por sus discípulos. Una de las oraciones más
vehementes es la que se registra en San Juan 17. Se conoce como la oración intercesora
de Jesús. Al acercarse la hora final, el Maestro mostró cuáles eran sus mayores
preocupaciones.
La oración de Juan 17 puede dividirse en tres partes: Jesús pide por sí mismo (vs.
1-8), Jesús ruega por sus discípulos (vs. 9-19) y Jesús intercede por aquellos que en el
futuro iban a creer en él como resultado de la obra de sus discípulos (vs. 20-26). En la
segunda parte de la oración (vs. 9-19) se encuentra el ruego de Jesús por sus discípulos y
revela la preocupación por la retención de ellos.
Jesús hizo una clara diferenciación entre el mundo y sus discípulos: “Yo ruego
por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado” (vs. 9). El Maestro
mostró una de las prioridades que tuvo durante los tres años y medio de su ministerio: La
39William Barclay, The gospel of John, 2 vols. (Philadelphia, PA: Westminter,
1975), 2:179.
retención y el cuidado de sus discípulos (vs. 11-13). Bruce afirma que “Jesús los había
guardado a ellos como a un tesoro y ahora él daba cuenta de su mayordomía”.40
Los guardaba
En Juan 17:12 Jesús habló con su Padre del papel que había desempeñado en su
ministerio como “guardador o retenedor” de sus discípulos. Según Howard-Brook se
utilizan dos vocablos griegos para enfatizarlo: Eteroun y ephulaza.41
Morris comenta que
el primer vocablo da la idea de alguien que cuida o guarda y al estar en el tiempo
imperfecto indica una actividad continuada a través de los años. Y el segundo da la idea
de alguien que vigila u observa atentamente cada movimiento.42
Afirma que el verbo se
encuentra en aoristo indicando que la acción está completa.43
Tenney observa que cuando ambos vocablos aparecen juntos dan un cuadro de
liberación completa de todos los peligros.44
El Maestro fue un celoso guardador de cada
uno de sus discípulos. Durante el tiempo que permaneció con ellos se interesó en la
permanencia de cada uno de ellos en el grupo.
Pink comenta que “mientras estaba con ellos los había preservado de las
maquinaciones del mundo”.45
El ministerio de Jesús se concentró en proteger a sus
40Bruce, 332.
41Wes Howard-Brook, Becoming children of God (Maryknoll, NY: Orbis, 1994),
364.
42Leon Morris, The gospel according to John (Grand Rapids, MI: William B.
Eerdmans, 1995), 642.
43Ibíd.
44Merrill C. Tenney, John: The gospel of belief (Grand Rapids, MI: William B.
Eerdmans, 1946), 246-247.
discípulos. Torres enfatiza que “durante todo su ministerio los había protegido, su
ministerio con los discípulos había sido un ministerio protector”.46
Jesús realizó una obra
de fortalecimiento y cuidado esmerado con cada uno de sus discípulos. Siempre los
alentó, guió y fortaleció.
Jesús, explica Hovey, “piensa en sí mismo ya no en compañía de sus discípulos,
preservándolos de la apostasía, por su sabiduría, vigilancia y cuidado sino como aquel
que está por regresar al Padre y dejarlos solos”.47
Es consciente de los peligros que sus
discípulos tienen que enfrentar e implora a su Padre por ellos. Hovey concluye que
“mediante su propia influencia y cuidado habían sido conservados durante su trato con
él”.48
Guárdalos en tu nombre
Jesús pide al Padre que los guarde en su nombre (Jn. 17:11), con esta súplica
mostró la importancia de la continuidad de la obra de retención que él realizó. Veloso
afirma que es como si dijera al Padre: “Guárdalos en tu providencia, protégelos con tu
poder, mantenlos en tu seguridad”.49
Montgomery explica: “Ahora va a regresar al
45Arthur W. Pink, Exposition of the gospel of John (Grand Rapids, MI: Ministry
Resources Library, 1975), 935.
46David Javier Torres, Células: Multiplicación y poder (Colombia: Conquista,
2003), 123.
47Alvah Hovey, Comentario sobre el evangelio de Juan (El Paso, TX: Casa
Bautista, 1973), 417
48Ibíd.
49Veloso, 379.
Padre, y por lo tanto, le pide al Padre que los cuide”.50
Lindars señala que hasta ese
momento “Jesús mismo había sido su protector”.51
Este pasaje enfatiza la necesidad
futura de sus discípulos, contrastándola con las condiciones que hasta aquí habían tenido.
La preocupación que Jesús tuvo por sus discípulos también puede observarse en el
incidente de la tormenta en el mar de Galilea (Jn. 6:16-21). Los discípulos estaban en el
mar solos luchando contra una gran tormenta. Emprendieron el viaje por orden de Jesús
pero lo habían hecho “descontentos en su corazón y murmurando porque no les había
permitido proclamarlo rey”.52
Una violenta tempestad les sobrecoge y “eran alejados
cada vez más del punto que buscaban”.53
White comenta que Jesús no los olvidó y que ni por un momento perdió de vista a
sus discípulos. Afirma que “él que velaba en la orilla vio a aquellos hombres que llenos
de temor luchaban con la tempestad”.54
Compara el cuidado de Jesús al cuidado de una
madre que vigila con tierno amor a su hijo. Al acercarse a ellos no les recrimina, ni les
reprocha por su actitud. Sólo les dice: “Yo soy; no temáis” (Jn. 6:20).
En la oración de En la oración de Juan 17 Jesús declaró: “Cuando estaba con ellos
en el mundo, yo los guardaba en tu nombre” (vs. 12). El verbo guardaba (eteroun) se
encuentra en el tiempo imperfecto significando que el cuidado fue permanente y que aún
continuaba guardándolos. Luego añadió: “A los que me diste, yo los guardé” (vs. 12).
50James Montgomery Boice, The gospel of John (Grand Rapids, MI: Ministry
Resources Library, 1985), 1145.
51Barnabas Lindars, ed., The gospel of John (Greenwood, MS: Attic Press, 1977),
525.
52White, El Deseado de todas las gentes, 342.
53Ibíd., 343.
54 Ibíd., 343-344.
Ahora el verbo se presenta en aoristo (ephulaza) indicando el resultado final o completo
de la acción.55
Aunque se acercaba un momento crítico, él continuó orando y protegiendo a los
suyos. Les aseguró que aunque iban a ser dispersos, luego de su arresto y crucifixión, se
encontraría con ellos en Galilea (Mt. 26:31-32). Durante su ministerio, por medio de sus
enseñanzas y milagros, Jesús cumplió su tarea como el buen pastor. Los había guardado
día tras día, presentándoles constantemente todo lo que había oído del Padre.56
Uno de ellos se perdió
Jesús reconoce que uno de sus discípulos se perdió. No menciona su nombre,
sólo lo llama “el hijo de perdición” (Jn. 17:12). Hendriksen comenta que “tanto Jesús
como su Padre sabían a quién se refería; también los lectores del cuarto evangelio”.57
Según Nichol “esta expresión describe a uno destinado a la perdición o destrucción”.58
Harrison comentando Juan 17:12 señala que “así como los discípulos están en el
mundo, pero no son del mundo, así Judas estaba en la compañía apostólica, pero no era
de ellos”.59
Veloso afirma que Judas se perdió porque pertenecía al mundo.60
Nunca
dejó el mundo aunque estaba en el grupo de los que andaban con Jesús.
55R. C. H. Lenki, The interpretation of St. John´s gospel (Minneapolis, MN:
Augsburg, 1961), 1138.
56Guillermo Hendriksen, El evangelio según San Juan (Grand Rapids, MI:
Desafío, 1992), 630.
57Hendriksen, 630.
58Nichol, 5:1028.
59Everett F. Harrison, Juan: El evangelio de la fe (Grand Rapids, MI: Portavoz,
1995), 89.
Judas eligió convertirse en “un hombre destinado a la destrucción”. Dios desea
que toda la humanidad se salve (Jn. 3:16) “pero la voluntad de Dios debe ser confirmada
por la voluntad de cada uno individualmente a fin de que pueda ser efectiva”.61
Bruce
afirma que a pesar del sabor a predestinación del pasaje, Judas no se perdió contra su
voluntad sino con su consentimiento. Concluye que Jesús no fue responsable por la
decisión fatal de Judas. Judas al igual que los otros discípulos, había sido dado por el
Padre al Hijo, pero a pesar de eso la apostasía es una posibilidad solemne.62
White comenta que Judas se unió a los discípulos cuando las multitudes seguían a
Cristo. Fue conmovido por la enseñanza de Jesús. Jesús le dio un lugar entre los doce y
al igual que a los demás discípulos le dio poder para sanar enfermos y echar fuera
demonios. Pero Judas, concluye ella, no llegó al punto de entregarse plenamente a
Cristo. No renunció a su ambición mundanal. Aunque aceptó el puesto de ministro de
Cristo, no se dejó modelar por la acción divina.63
La metodología que Jesús siguió para retener a sus discípulos fue clara.
Primeramente les mostró lo que significaba seguirlo y luego que ya eran sus seguidores
los entrenó para el servicio. Jesús cuidó a sus discípulos diligentemente proveyéndoles
tanto alimentación como protección permanente. Una y otra vez los instó a permanecer
en Él para que sus frutos fueran permanentes. Finalmente Jesús dedicó tiempo a orar por
sus discípulos.
La retención en la iglesia apostólica y en los escritos de Pablo
60Veloso, 378
61Nichol, 5:1028.
62Bruce, 332.
63White, El deseado de todas las gentes, 663-664.
Los discípulos, llenos de la plenitud del Espíritu (Hch. 2:1-4), comenzaron a
cumplir la comisión que su Maestro les había dejado (Mt. 28:18-20). El día del
Pentecostés proclamaron con fervor el mensaje y como tres mil personas fueron
bautizadas y se añadieron a la iglesia (Hch. 2:41). La cosecha fue abundante, los
resultados fueron asombrosos en cantidad y la iglesia apostólica se convirtió, de la noche
a la mañana, en un numeroso grupo de creyentes.
Los apóstoles se preocuparon por la retención de los nuevos conversos. Está
sección explora los elementos que utilizó la iglesia primitiva para retener a los nuevos
creyentes. Luego se presenta la metodología que el apóstol Pablo siguió para la retención
de los nuevos conversos.
La retención en la iglesia apostólica
Lucas enfatiza dos veces que los nuevos conversos perseveraban (Hch. 2:42, 46).
Este término resalta la continuidad de los bautizados al grupo al cual se habían unido y su
adherencia al mismo. Kürzinger nota que “se menciona la adhesión mantenida de los
recién bautizados en 2:42 y su perseverancia en 2:46”.64
Ambos pasajes enfatizan que los
nuevos conversos perseveraban tanto en la doctrina como en la asistencia al templo.
Esta adhesión también incluye a los que no residían en Jerusalén. Viertel refiere
que “se quedaron en Jerusalén el tiempo suficiente como para aprender más acerca de las
actividades y las enseñanzas de Jesús”.65
Los nuevos conversos, antes de regresar a sus
diferentes regiones (Hch. 2:9-10), fueron instruidos cabalmente por los discípulos. Esto
64Josef Kürzinger, Los hechos de los apóstoles, 2 vols. (Barcelona: Herder, 1979),
1:80.
65Weldon Viertel, Los hechos de los apóstoles (El Paso, TX: Casa Bautista, 1988),
29.
fue un elemento esencial para la consolidación de los tres mil que se añadieron aquel día
(vs. 41).
Viertel añade que los discípulos “probablemente centraran sus enseñanzas en
ayudar a los nuevos creyentes”.66
Los recién bautizados no solo esperaron que los
apóstoles los enseñaran, sino que con “con toda decisión y firmeza buscaron a los
apóstoles para que les instruyeran en el evangelio de Cristo”.67
A continuación se muestran las áreas, que señala la Biblia, en la cual los creyentes
perseveraban: “Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hch. 2:42). Cada una de ellas tiene
elementos que jugaron un papel importante en la retención de los primeros conversos.
Perseverancia en la doctrina
Neil68
comenta que la enseñanza de los apóstoles implicaría mayores detalles del
sermón que Pedro acababa de predicar y de las profecías del Antiguo Testamento que
ahora se habían cumplido plenamente. Nichol señala que “esa primera instrucción sería
reforzada en días futuros por nuevas lecciones acerca de Cristo”.69
Kistemaker afirma
que esta frase “apunta al fervor y dedicación de estos primeros convertidos al
66Ibíd., 30.
67Simon J. Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Hechos (Grand Rapids,
MI: Desafío, 1996), 117.
68William Neil, The acts of apostles (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans,
1981), 80-81.
69Nichol, 6:151-152.
cristianismo”.70
Estas declaraciones muestran la importancia de seguir confirmando e
instruyendo a los recién convertidos.
Bruce comenta que esta comunidad “se constituyó sobre la base de la enseñanza
apostólica. Esta enseñanza tuvo autoridad porque era la enseñanza del Señor comunicada
a través de los apóstoles en el poder del Espíritu”.71
Los nuevos conversos fueron
fortalecidos con las enseñanzas bíblicas. Esta instrucción, según Kistemaker, tuvo un
doble significado. En un sentido amplio, “la palabra se refiere a las buenas nuevas de
todo lo que Jesús dijo e hizo” y en un sentido más restringido “los apóstoles fueron
ocupados en el trabajo de enseñar un evangelio oral a los convertidos”.72
Perseverancia en el compañerismo
Los nuevos conversos, de la iglesia cristiana primitiva, perseveraron en “la
comunión unos con otros”. La palabra griega que se utiliza para comunión es koinonía y
dentro del contexto de Hechos 2, se refiere a la hermandad que existió entre los apóstoles
y los nuevos conversos.73
Kistemaker refiere que esta palabra “describe el entusiasmo
que los creyentes demostraron en una adoración unida, en las comidas, y en el compartir
de sus bienes materiales (vs. 44)”.74
Los nuevos conversos fueron incorporados al compañerismo de los discípulos de
Cristo. Esta relación de koinonía los fortalecía y enriquecía espiritualmente. Sentían que
70Kistemaker, 117.
71F. F. Bruce, Hechos de los apóstoles (Buenos Aires: Nueva Creación, 1998), 91.
72Kistamaker, 117.
73Nichol, 6:152.
74Kistemaker, 117-118.
eran amados y a la vez amaban a los demás convertidos. Cada día recibían
compañerismo y especial atención de los apóstoles. Se preocuparon por mantener esa
amistad dentro de la comunidad de creyentes.
Perseverancia en las actividades religiosas
La expresión “partimiento del pan” es difícil de interpretar. Nichol señala que es
una frase idiomática judía equivalente a comer y puede interpretarse de dos formas. La
primera para referirse a comidas que evidentemente no eran celebración de la Cena del
Señor, es decir, a una comida habitual y la segunda como una alusión a la Cena del
Señor.75
Kistemaker afirma que “no es fácil encontrar la respuesta correcta”. Concluye
que se refiere al “pan apartado para el sacramento de la comunión”.76
Bruce señala que
“parece tratarse de la observación regular de lo que se llegó a llamar la cena del Señor”.
Y añade que el elemento significativo en el “acto de partir el pan” era el recuerdo de que
Jesús fue quebrantado en la muerte.77
Las oraciones, como parte de las actividades religiosas, eran realizadas tanto en el
templo (Hch. 3:1) como en las casas.78
Kistemaker afirma que “Lucas también usa aquí
el artículo definido para describir oraciones específicas hechas en la adoración”.79
Los
75Nichol, 6:152.
76Kistemaker, 118.
77Bruce, Hechos de los apóstoles, 92.
78Neil, 81.
79Kistemaker, 118.
nuevos conversos participaban en las actividades religiosas que se realizaban tanto en el
templo como en las casas (vs. 46). Estaban involucrados en la adoración corporativa.
Nichol resume estos elementos, de la vida en la nueva sociedad cristiana, de la
siguiente forma: (1) Los creyentes creían en el conocimiento de la verdad por medio de la
enseñanza de los apóstoles, (2) eran conscientes de su comunión con Cristo y con sus
hermanos por medio de cultos en conjunto y en bondad y caridad mutuas, (3)
participaban en el partimiento del pan, lo cual probablemente incluía la Cena del Señor y
(4) oraban con frecuencia, tanto en privado como en público.80
Estos elementos muestran el fervor y dedicación de estos primeros convertidos al
cristianismo. Revelan cómo se desarrolló la vida de la iglesia apostólica en sus
comienzos. Enfatizan la continuidad de cada uno de los nuevos conversos en la fe que
habían aceptado. Zackrison destaca el ciclo que la iglesia apostólica siguió en sus
comienzos: Recibían la palabra con alegría, fueron bautizados, fueron incorporados a la
iglesia, fueron instruidos por la iglesia, continuaron en el compañerismo de la iglesia,
penetraron en la comunidad y crecieron en número.81
Pablo y la retención de los nuevos conversos
Pablo fue uno de los pilares de la evangelización en la iglesia apostólica. Luego
de haber sido encontrado por Jesús en el camino a Damasco (Hch. 9:1-6) y recibir el
bautismo (vs.18), predicaba a Cristo (vs. 20-22). La iglesia en Antioquía, dirigida por el
Espíritu Santo, comisionó a Bernabé y a Saulo para “anunciar la palabra de Dios” (Hch.
13:1-5). Pablo mostró que la evangelización va más allá de bautizar nuevos miembros y
80Nichol, 6:152.
81James W. Zackrison, Poder para testificar (Buenos Aires: Asociación Casa
Editora Sudamericana, 1993), 87.
establecer nuevas iglesias, la predicación también incluye la retención y confirmación de
los nuevos creyentes.
Visitación frecuente
Pablo y Bernabé anunciaron el evangelio en Salamina (Hch. 13:5), Antioquía de
Pisidia (vs. 14), Iconio (Hch. 14:1), Listra y Derbe (vs. 6). El relato de Lucas nos dice
que en cada una de estas ciudades muchos aceptaron el evangelio y se constituyeron
discípulos de Jesucristo (Hch. 14:48-49). Luego decidieron regresar a Antioquía de Siria,
su punto de inicial de partida (Hch. 14:26).
Pablo y Bernabé se encontraron, geográficamente, en un punto donde podían
optar, según Ricciotti, por “atravesar la cordillera del Tauro por las puertas Ciliceas, bajar
Tarso, patria de Pablo, y desde allí llegar a Antioquía de Siria, un viaje mucho más fácil y
directo”.82
Ellos no escogieron lo más fácil o conveniente (recuérdese que Pablo era de
Tarso y podía haber pasado por su casa natal); Wikenhauser señala que decidieron
“volver sobre sus pasos por la misma ruta que hasta aquí habían llevado, con el propósito
de robustecer más las comunidades fundadas”.83
La Biblia muestra la obra a la cual Pablo y Bernabé se dedicaron cuando
regresaron por cada una de las ciudades donde habían predicado el evangelio. Afirma
que volvieron “confirmando los ánimos de los discípulos y exhortándoles para que
permaneciesen en la fe” (Hch. 14:21-22).
82Giuseppe Ricciotti, Los hechos de los apóstoles: Traducción y comentario
(Barcelona: Luis Miracle, 1970), 264.
83Alfred Wikenhauser, Los hechos de los apóstoles (Barcelona: Herder, 1967),
245.
El término griego que utiliza Hechos 14:22, traducido como “confirmando”, es
episterizontes y da la idea de “implantando sobre”, como en una columna firmemente
asentada.84
Los apóstoles, según Trenchard, comprendieron que los gozosos comienzos
tienen que ser confirmados y establecidos.85
Wagner afirma que “la tarea del cuidado
post bautismal es parte indispensable de la estrategia del movimiento de masas”.86
Fortalecimiento doctrinal
El segundo viaje misionero fue organizado luego de concluir el concilio de
Jerusalén. Pablo sintió preocupación por los hermanos que habían recibido la palabra del
Señor y le propuso a Bernabé iniciar una segunda gira “para ver cómo están” los nuevos
conversos (Hch. 15:36). Kürzinger nota que “Pablo esta apremiado por la solicitud
pastoral de no dejar abandonados a sí mismas las comunidades por él fundadas sino
seguir cuidando de ellas, ya con visitas personales, ya por medio del contacto epistolar”.87
Wikenhauser afirma que el objetivo de este nuevo viaje eran las regiones
evangelizadas durante el primer viaje: “Pablo quiere comprobar si las comunidades allí
fundadas han subsistido y progresan”.88
Su objetivo fue inspeccionar in situ la realidad
de estas iglesias y confirmar a los que aceptaron el evangelio de Jesucristo en su primer
viaje misionero. Kistemaker destaca la preocupación de Pablo por estos nuevos
84Ricciotti, 264.
85Ernesto Trenchard, Los hechos de los apóstoles: Un comentario (Madrid:
Literatura Bíblica, s.f.), 306.
86C. Peter Wagner, Iluminando al mundo (Miami, FL: Unilit, 1996), 200.
87Kürzinger, 2:66.
88Wikenhauser, 268.
conversos y señala que “las necesidades espirituales de las recién fundadas iglesias en
Asia Menor, estaban en la mente y en las oraciones de Pablo y Bernabé”.89
Bruce muestra que Lucas vuelve a utilizar el término episterizon90
(lo había
utilizado ya en Hch. 14:22) en Hechos 15:41 para señalar que el objetivo de Pablo era
confirmar a las iglesias. Krodel enfatiza que el propósito de este regreso fue fortalecer
las iglesias.91
Pablo y Silas visitaron Derbe, Listra, Iconio y las demás ciudades donde
habían establecido iglesias (Hch. 16:1-5). Kistemaker refiere que fueron “entregando la
carta del concilio e instruyendo a los creyentes”.92
Los misioneros tuvieron como
objetivo fortalecer a los creyentes y a las iglesias en los puntos que habían sido
controversiales. A través de la instrucción y el ánimo, que representó la visita de Pablo,
todos fueron fortalecidos.
Viertel enfatiza que “las iglesias habían sido amenazadas por las enseñanzas
falsas de los judaizantes, pero los decretos de Jerusalén que apoyaban la posición de
Pablo trajeron estabilidad doctrinal”.93
Pablo fue consciente de la importancia del
fortalecimiento de las nuevas iglesias e hizo todo lo posible para fortalecerlas. Nichol
afirma que esta era una característica del ministerio de Pablo: Se preocupó por todas las
89Kistemaker, 608.
90F. F. Bruce, The acts of the apostles (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans,
1990), 350.
91Gerhard A. Krodel, Hechos (Minneapolis, MN: Augsburg, 1986), 294.
92Kistemaker, 620.
93Viertel, 115.
iglesias que estableció (2 Co. 11:28) y los recordaba constantemente en oración (Ro. 1:9;
Ef. 1:16; Fil. 1:3).94
La tarea fue realizada con éxito. Lucas refiere que no fue en vano, pues “las
iglesias eran confirmadas (se afianzaban, BJ) en la fe, y aumentaban en número cada día”
(Hch. 16:5). "La iglesia, a punto de salir de la infancia, se está preparando para hacer
grandes progresos, y los misioneros están fortaleciendo sus miembros para esa
evolución”.95
Cuando las iglesias son fortalecidas, a través de programas de retención, no sólo
se consolida y se retienen a sus miembros sino que hay un crecimiento numérico
sostenido. Kistemaker muestra que “el griego indica que tanto el fortalecimiento en la fe
como el crecimiento numérico de los creyentes experimentaba un progreso constante”.96
Orientación para los nuevos en la fe
Entre los años 53 y 58 d.C. Pablo realizó su tercera gira misionera.97
Uno de los
propósitos de este viaje fue ayudar a los nuevos miembros a vivir la nueva fe que habían
aceptado. “Pablo no sólo era un evangelista que fundaba nuevas iglesias; también era un
pastor que mantenía un activo interés por el continuo bienestar de sus iglesias”.98
Vez tras vez, el apóstol repitió sus visitas a las iglesias establecidas; algunas de las
cuales fueron visitadas por cuarta vez (véase Hch. 13:51; 14:6, 21; 16:1, 6). Viertel
94Nichol, 6:313.
95Nichol, 6:322.
96Kistemaker, 621.
97Nichol, 6:105.
98Ibíd., 6:364.
destaca que “siguió la misma ruta que había tomado cuando inició su segundo viaje
misionero (véase Hch. 6:1-6)”.99
Trenchard afirma que “no había duda en cuanto al
propósito de la primera etapa del tercer viaje de Pablo, pues iba donde ya había plantado
obra fortaleciendo a todos los discípulos”.100
Cada viaje misionero iniciaba con la confirmación y retención de los nuevos
conversos. Comenzaban visitando a los que ya habían aceptado el evangelio. Bruce
expresa que “Pablo parece haber pasado una vez más por Derbe, Listra, Iconio y
Antioquía de Pisidia, no realizando una evangelización pionera sino ofreciendo ayuda y
aliento a antiguos amigos y conversos”.101
Kistemaker indica que la tarea a la cual se
dedicó Pablo cuando llegaba a las iglesias era el fortalecimiento de los creyentes. Este
fortalecimiento no sólo fue espiritual sino que también “los enseñó a poner en práctica su
nueva fe”.102
Lucas llama a los recién conversos discípulos, es decir aprendices,103
en Hechos
18:23. No es la primera vez que los llama así, ya en el verso 28 los había llamado
discípulos. Se encuentra que la preocupación de los misioneros no sólo era por las
iglesias como grupo sino que cada nuevo discípulo es confirmado individualmente en la
fe. Pablo muestra que cada nuevo converso debe ser fortalecido. Él dedicó tiempo para
realizar este trabajo.
99Viertel, 713.
100
Trenchard, 408.
101Bruce, Hechos de los apóstoles, 419.
102Kistemaker, 714.
103Viertel, 714.
Un famoso predicador misionero acostumbraba insistir en que “nadie tiene
derecho a escuchar el evangelio por dos veces mientras todo hombre no lo haya
escuchado una vez”.104
Pablo trabajó diferente. En cada viaje dedicó tiempo para
fortalecer y animar a los nuevos discípulos. Viertel afirma que “se da por sentado que
tomó el tiempo suficiente para enseñar a los discípulos de cada ciudad, confirmando a
todos los discípulos”.105
Un trabajo que incluía a cada uno en particular.
Hechos 19:21 refiere el deseo de Pablo de recorrer Macedonia y Acaya “su
propósito era fortalecer a los discípulos en las iglesias que había fundado”,106
como lo
había hecho en su segundo viaje misionero en Asia Menor. Volver a las regiones, que
hacía poco habían recibido el evangelio, para confirmar a los nuevos conversos.
Kistemaker recuerda que el “propósito era fortalecer a los creyentes en las iglesias que
había fundado”.107
Bruce comenta que durante casi dos años y medio Pablo hizo de Efeso su cuartel
general. Durante este tiempo el cristianismo fue fortalecido. Ahora Pablo podía dejar a
las iglesias recién fundadas en Asia con seguridad.108
La actividad de la retención puede
otra vez percibirse aquí. Pablo no transfirió su actividad misionera a otras áreas hasta que
no estuvo seguro que la iglesia de Efeso estaba fortalecida. La expresión “así crecía y
prevalecía poderosamente la palabra del Señor” (Hch. 19:20) refleja la solidez del trabajo
misionero de Pablo: Crecía y prevalecía la obra.
104William Sanford LaSor, Una iglesia viva (Barcelona: CLIE, 1978), 307.
105Viertel, 143.
106Ibíd., 743.
107Kistemaker, 743.
108Bruce, Hechos de los apóstoles, 435.
Liderazgo efectivo
Las iglesias y los nuevos creyentes fueron atendidos por líderes comisionados por
Pablo. Lucas menciona que Timoteo y Erasto fueron enviados a Macedonia (Hch.
19:22), “posiblemente a Filipos y Tesalónica”.109
Timoteo fue enviado a Corinto (1 Co.
4:17) “para amonestar y aconsejar a los creyentes”.110
Pablo le dio importancia a la tarea
de guiar o corregir a la comunidad de creyentes. Como él no podía estar presente en ese
momento, envió a Timoteo para “recordaros mi proceder en Cristo” (1 Co. 4:17). Fee
señala que la palabra proceder significa literalmente caminos ahí e implica tanto “la
conducta como la enseñanza”. Concluye afirmando que “son ellos los que están
emprendiendo un rumbo de disidencia”.111
Otro colaborador de Pablo fue Tito. Pablo lo dejó en Creta para establecer
ancianos y corregir lo deficiente (Tit. 1:5). Nichol afirma que “Tito debía completar la
obra de organizar la iglesia cretense”.112
Pablo sabe que toda nueva iglesia necesita
tiempo y atención para consolidarse. Algunas cosas aún quedaban por hacerse y Pablo
las dejo en manos de un líder eficaz como lo era Tito. Hendriksen señala que “para que
pueda prosperar la vida congregacional en las diversas ciudades de Creta, es necesario
nombrar ancianos de muy buenos antecedentes”.113
109Kistemaker, 744.
110Nichol, 6:374.
111Gordon Fee, Primera epístola a los corintios (Buenos Aires: Nueva Creación,
1994), 215-216.
112Nichol, 7:372.
113William Hendriksen, 1 y 2 Timoteo y Tito (Grand Rapids, MI: Desafío, 1979),
389.
Reus afirma que en las cartas de Pablo se observa continuamente que el apóstol,
cuando parte para proseguir su labor misional en otros lugares, recurre a sus
colaboradores y les confía la tarea de continuar solidificando la obra.114
La iglesia de
Efeso fue fundada y confirmada por Pablo. Él permaneció durante dos años en esta
ciudad (Hch. 19:10). Durante su encarcelamiento en Roma Pablo escribió la carta a los
efesios.115
Al final de su carta les promete enviar a Tíquico para “que consuele vuestros
corazones” (Ef. 6:21).
Tíquico era natural de Asia (Hch. 20:4). Fue comisionado por Pablo para ser
portador de las epístolas a los Colosenses, a Filemón y la de los Efesios.116
Su tarea
consistió en proveer “una atmósfera de consolación y fortalecimiento basada en las
promesas de Dios”, según afirma Hendriksen.117
La carta a los Colosenses incluye esta
misma idea (Col. 4:7-8). Pablo anhelaba que las iglesias supieran que a pesar de sus
prisiones él se mantenía firme.118
Los líderes enviados fortalecían las iglesias y ayudaban
a los nuevos conversos a mantenerse fieles.
La iglesia de Tesalónica recibió la visita de Timoteo. Fue enviado por Pablo para
“confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe” (1 Ts. 3:2). Cevallos comenta que cada
una de estas palabras tiene un significado especial en la terminología de la iglesia del
114Joseph Reus, El Nuevo Testamento y su mensaje: Tito (Barcelona: Herder,
1986), 28-29.
115Charles R. Erdman, La epístola a los efesios (Grand Rapids, MI: Desafío,
1976), 2.
116Homer A. Kent, Efesios: La gloria de la iglesia (Grand Rapids, MI: Portavoz,
1981), 139.
117William Hendriksen, Efesios (Grand Rapids, MI: Desafío, 1979), 309-310.
118Veis L. Carballosa, Colosenses: Orientación para un estudio exegético y
práctico (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1997), 139.
primer siglo. El primer término da la idea de sostenimiento con el propósito de
fortalecer. Es necesario un encuentro con el Señor pero también se necesita “profundizar,
echar raíces y crecer bien cimentado y fortalecido”.119
La segunda palabra tiene una connotación más bien pastoral. Muestra la idea de
“confortar, asesorar para que esté bien preparado para los diferentes problemas. No se
trata de suavizar la situación de quien está en problemas, sino la de capacitarlo para que
pueda enfrentarlos con mayor éxito”.120
Ryrie añade que la idea de confortarlos no es
simplemente la de un confortador neutral, sino la de alguien que “los animaba y ayudaba
positivamente en la batalla a la que se estaban enfrentando”.121
Dedicación a los nuevos conversos
Pablo dedicó tiempo a orar por cada una de las iglesias que había fundado. A
través de sus epístolas les recuerda que los tiene presente en sus oraciones. El apóstol
conocía la importancia de la oración intercesora y la practicaba cada día. Cuando le
escribe a la iglesia de Filipos, recordó a los miembros que en todas sus oraciones los tenía
presente (Fil. 1:3-5). Erdman señala que “cuantas veces le venían a la memoria sus
amigos, elevaba el corazón a Dios por ellos en petición; y cuantas veces hincaba las
rodillas en oración el recuerdo de los amigos le venía a la mente”.122
119Juan Carlos Cevallos, Tesalonicenses: El Señor viene (El Paso, TX: Casa
Bautista, 1990), 61.
120Ibíd., 62.
121Charles C. Ryrie, Primera y segunda tesalonicenses (Grand Rapids, MI:
Portavoz, 1994), 34.
122Carlos R. Erdman, La epístola a los filipenses (Jenison, MI: T.E.L.L., 1975), 40.
Cuando le escribió a la iglesia de Tesalónica les recuerda que los tiene presente en
sus oraciones (1 Ts. 1:2-3). Hendriksen afirma que “se mencionaban las necesidades de
las iglesias en forma definida, de una por una, según las circunstancias lo exigían. No
excluimos la idea de que los hermanos fuesen mencionados por nombre”.123
Cevallos
nota que el sentido de la frase “damos siempre gracias” (vs. 2) significa que lo hacen en
forma continua. Afirma que existe bastante diferencia con lo que sucede hoy: “Pedimos
o nos piden hacer oración de intercesión, y nos damos cuenta que muy rara vez
cumplimos con nuestra responsabilidad de orar por los demás”.124
A pesar de todos los esfuerzos que realizó Pablo para retener a sus compañeros de
labor y a los nuevos miembros de las iglesias que fundó, la Biblia registra que algunos de
ellos desertaron.
Demas fue ayudante de Pablo (Flm. 24) sin embargo desertó. Al escribirle a
Timoteo Pablo afirmó: “Demas me ha desamparado, amando a este mundo” (1 Ti. 4:14).
Erdman refiere que aunque no consta con certeza que Demas apostatara de la fe cristiana,
la tradición sí lo confirma.125
White afirma que “Demas fue fiel por un tiempo, pero
luego abandonó la causa de Cristo”.126
Hendriksen comenta que Demas se fue porque se
enamoró de la era presente: Del mundo.127
123William Hendriksen, 1 y 2 tesalonicenses (Grand Rapids, MI: Desafío, 1980),
57.
124Cevallos, 18.
125Charles R. Erdman, Las epístolas pastorales a Timoteo y Tito (Grand Rapids,
MI: Desafío, 1976), 136.
126Elena G de White, Los hechos de los apóstoles (Buenos Aires: Asociación Casa
Editora Sudamericana, 1977), 376.
127Hendriksen, 1 y 2 tesalonicenses, 57.
También Himeneo y Alejandro son dos personajes de los cuales Pablo afirmó que
“naufragaron en cuanto a la fe” (1 Ti. 1:19-20). Estos hombres “eran líderes entre los
herejes efesios”.128
Nichol señala que Pablo en estos versículos describe a los que
voluntariamente rechazaban la voz de la conciencia. Afirma que los pasos de la apostasía
son: (1) La violación de una conciencia pura, (2) la pérdida de la convicción en cuanto a
la importancia de los principios cristianos y (3) el rechazo voluntario de la fe.129
El
cristiano que se aparta de la Palabra de Dios y confía en su propio juicio o en el de otra
persona naufragará en su fe.130
Resumen
En este capítulo se analiza la metodología usada por Jesús para la retención de sus
discípulos. Se muestra cómo Jesús desde el mismo llamado comenzaba la obra de
retención. También se revisan los métodos que la iglesia primitiva usó en esta tarea. Se
revisa la forma en la que el apóstol Pablo puso en práctica la confirmación de los nuevos
miembros y de las congregaciones que estableció. Finalmente, hay que reconocer que la
deserción es algo con lo cual siempre vivirá la iglesia pues tanto en el ministerio de Jesús
como en el de Pablo, la deserción estuvo presente. Judas, Demas, Himeneo y Alejandro
son algunos de los ejemplos.
128Ibíd., 102.
129Nichol, 7:301.
130Ibíd.
CAPÍTULO III
LA RETENCIÓN DE MIEMBROS EN LOS ESCRITOS DE ELENA
WHITE Y EN AUTORES CONTEMPÓRANEOS
Este capítulo explora los consejos y recomendaciones dados por White para
confirmar y retener a los nuevos miembros. Enfatiza la importancia que para ella tuvo
esta tarea. Se analizan algunas de las recomendaciones que muestran sus escritos sobre la
retención. También se repasa lo que algunos escritores evangélicos contemporáneos han
escrito sobre la retención de miembros. Finalmente se muestran algunas de las causas y
de las recomendaciones que en sus escritos presentan para la retención de miembros.
Elena G. de White y la retención
White presenta consejos significativos para la retención de los nuevos creyentes.
Toma como base bíblica la comisión dada a Pedro por Jesús: “Confirma a tus hermanos”
(Lc. 22:32) y “apacienta mis corderos” (Jn. 21:15). Pide a cada pastor que esta comisión
sea “tomada a pecho” y señala que en las palabras dirigidas a Pedro “se expresa la
responsabilidad que atañe al ministro del evangelio que tiene a su cargo la grey de
Dios”.131
White destaca la responsabilidad que las iglesias locales tienen: “Esta es la obra
que hoy debe efectuarse en la iglesia, porque en caso contrario los abogados de la verdad
131Elena G. de White, El evangelismo (Miami, FL: Publicaciones Interamericanas,
1976), 254.
tendrán una experiencia inferior y estarán expuestos a la tentación y al engaño”.132
Recuerda que “cuando los hombres y mujeres aceptan la verdad, no hemos de alejarnos y
abandonarlos, para no sentir ninguna preocupación futura por ellos. Han de ser
atendidos”.133
Como mayordomos del Señor se pedirá cuenta a cada uno de los recién
convertidos.
Recomendaciones sobre la retención
En los escritos White se encuentran recomendaciones, amonestaciones e
instrucciones referentes al cuidado y retención de los nuevos conversos. Estos consejos
fueron dirigidos a evangelistas, pastores y administradores de la denominación con el
objetivo de instruirlos “sobre los principios y la práctica de la obra de ganar almas”.134
A
continuación se mencionan algunos de estos consejos.
Prepararlos fielmente para el bautismo
La preparación para el bautismo es parte importante en la retención del nuevo
creyente. White afirma que “los candidatos para el bautismo necesitan una
preparación más cabal. Necesitan ser instruidos más fielmente de lo que
generalmente se los ha instruido”.135
No es sólo que la persona afirme que cree, sino
que debe practicar la verdad. En su comportamiento, carácter y palabras muestra que
132Ibíd.
133Ibíd.
134Ibíd., 245.
135Ibíd., 389.
está en relación con Cristo. Su vida debe ser puesta en armonía con la verdad. El
amor a Cristo debe manifestarse a través de la obediencia.136
Algunas áreas que son descuidadas con frecuencia por los pastores al instruir a
los candidatos para el bautismo son: La alimentación saludable, el uso de los dones
espirituales, la mayordomía cristiana y las áreas de la actividad misionera.137
White
afirma que muchos pueden aceptar la teoría de la verdad pero luego se revela que “el
ministro construyó sobre un fundamento de paja, madera, y rastrojo, el cual será
consumido por el fuego de la tentación”.138
El peligro es que cuando otro ministro
sustituye al primero y presenta estas verdades a los nuevos miembros, “se ofenden, se
alejan, y no caminan más con aquellos que creen y aman la verdad”.139
La indumentaria es otro aspecto en el que debe instruirse adecuadamente a los
recién convertidos. White afirma que “no debe haber negligencia al respecto”.140
Señala que debe haber un cambio decidido en la manera de vestir y esta debe expresar
la verdad del evangelio. La apariencia “en todo respecto debe caracterizarse por el
aseo, la modestia y la pureza”.141
Cuando no hay una preparación adecuada la obra se
136Ibíd., 390.
137Elena G. de White, El ministerio pastoral (Silver Springs, MD: s.e., 1997), 237.
138Ibíd.
139Ibíd.
140Elena G. de White, Joyas de los testimonios, 3 vols. (Mountain View, CA:
Publicaciones Interamericanas, 1971), 2:393.
141Ibíd., 394.
hace a medias. Por lo tanto no debe descuidarse “la instrucción fiel, tierna y amante
tan esencial para los jóvenes conversos”.142
Reuniones de confirmación
White muestra la importancia de un segundo ciclo de conferencias. 143
El objetivo
es lograr que los nuevos conversos capten con mayor claridad y fijen las nuevas verdades
aprendidas. Esta segunda serie de conferencias debe prepararse con el mismo esmero y
perfección que la primera. Este segundo ciclo fortalece a los nuevos creyentes y “así la
obra no queda incompleta”.144
Generalmente las campañas evangelísticas concluyen con una ceremonia masiva
de bautizos y ahí termina todo. Esto no debe ser así. Las iglesias locales deben
programar y realizar una segunda serie de reuniones para confirmar a los recién
bautizados. Los nuevos creyentes deben ser convocados para estas reuniones. Los
miembros de iglesia deben apoyar y preparar estas reuniones con la misma calidad que la
primera. Debe contarse con un presupuesto que asegure el éxito y la calidad de esta
actividad.145
Proveerles un lugar de reunión
Otra recomendación que White hace es la necesidad de proveerles un lugar de
culto a los recién convertidos. Ella aconseja: “Dondequiera que se forme un grupo de
creyentes debería dedicarse una casa de culto. No abandonen los obreros el lugar sin
142White, Joyas de los testimonios, 2:390.
143White, El evangelismo, 246.
144Ibíd.
145Ibíd.
realizar esto”.146
Da algunas orientaciones que deben tener estos lugares de culto: “Dios
no nos ha mandado que le erijamos un edificio que se compare en riqueza y esplendor
con el templo. Pero hemos de edificar una humilde casa de culto, sencilla, bonita y
perfecta en su diseño”.147
Aconseja que los recién convertidos, bajo la dirección de un
pastor que sea guiado por el consejo de sus colaboradores, trabajen con sus propias
manos.148
White afirma que no es suficiente proveerle un lugar adecuado de reunión,
también debe establecerse en el nuevo lugar una escuela de iglesias. Ella aconseja: “No
sólo hay que edificar una casa de culto humilde, sino que también hay que tomar todas
las disposiciones necesarias para establecer una escuela de iglesia permanente”.149
Es
importante establecer esta escuela para que los hijos de los nuevos creyentes se
fortalezcan en la Palabra de Dios.
Instrucción posbautismal
White enfatiza la importancia que debe darse a la instrucción de los nuevos
miembros. Declara: “Hay que preocuparse cuidadosamente de la educación de los recién
convertidos”.150
Esta instrucción tiene como propósito que los nuevos conversos
aumenten “en conocimiento y en amor a la verdad, y crezcan hasta la plena estatura de
146Ibíd.
147Ibíd., 277.
148Ibíd., 278.
149Ibíd., 279.
150Ibíd., 269.
hombres y mujeres en Cristo Jesús”.151
Recomienda que los que se dediquen a esta tarea
deben ser fieles maestros de la Palabra de Dios, así el nuevo creyente será rodeado de
influencias favorables que ayudarán al crecimiento espiritual.152
White recuerda que los temas esenciales en los que se debe instruir cabalmente a
los nuevos creyentes son: La reforma pro salud, los dones espirituales, la dadivosidad
sistemática y las grandes divisiones de la actividad misionera. Afirma que es mejor
“educar fiel y cabalmente a esos conversos con respecto a todos los asuntos esenciales,
aunque esto significase menos miembros añadidos a la iglesia”. 153
Esta instrucción debe incluir no solo la teoría sino también la práctica. White
observa que es una obra pobre dejar a los nuevos creyentes sin saber cómo hacerle frente
a los ataques del enemigo y vencerlo.154
En el libro Obreros evangélicos señala que el
predicador no debe limitar su labor sólo al púlpito dejando a sus oyentes sin la ayuda del
esfuerzo personal. Necesita hablar y orar con ellos. Necesita entender la naturaleza de
los problemas que se presentan en la mente de la gente. Afirma que “la gente sabe tan
poco de la Biblia que hay que darles lecciones prácticas y definidas acerca de la
naturaleza del pecado y su remedio”.155
Estableciéndolos en la fe
151Ibíd., 248.
152Ibíd.
153Ibíd., 252-253.
154Ibíd., 250.
155Elena G. de White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: Asociación Casa
Editora Sudamericana, 1974), 382.
Es importante ayudar a los nuevos creyentes a establecerse en la fe. White
aconseja instruirlos “cuidadosamente para que posean un conocimiento bien fundado
acerca de los distintos aspectos de la obra encomendada a la iglesia de Cristo”.156
Recomienda alimentarlos y cuidarlos para que no se conviertan en blanco del enemigo.
Si esta tarea es descuida “la obra se habrá dejado a medias”. Reconoce que “ha habido
mucho de esta clase de obra hecha entre nuestros hermanos”.157
White aconseja rodear a los nuevos conversos con un baluarte para protegerlos de
las fuerzas de las tinieblas. Debe enseñárseles a mirar la Biblia como un todo y ver la
relación con sus partes. Deben conocer la verdad sobre la gran controversia y cómo esta
se desarrolla en todos los aspectos de la vida. Necesitan comprender “como revela él
mismo en cada acto de la vida uno u otro de ambos motivos antagónicos; y cómo, lo
quiera o no, ahora mismo está decidiendo en qué lado de la controversia ha de ser
hallado”.158
White, en 1890, escribió una carta a quienes eran jóvenes en la fe. Señaló que
debían andar humildemente con Dios y aprender diariamente en la escuela de Cristo. Les
recomendó velar en oración y cuidar el “jardín del corazón de las malezas venenosas del
orgullo, el amor propio y de la confianza desmedida en sí mismo”.159
Visitación frecuentemente
156White, El evangelismo, 249.
157Ibíd., 250.
158Ibíd.
159Ibíd., 251.
Pablo, según White, es un ejemplo de lo que significa tener un programa de
visitación y de un visitador incansable de las iglesias y de los nuevos miembros. El no
cumplir con esta tarea, afirma White, “hace que los ángeles lloren”.160
Compara el
trabajo del ministro con el de un pastor del rebaño que debe “cuidar a las ovejas y a los
corderos y buscar a los descarriados y perdidos trayéndolos de vuelta al redil”.161
Señala
que se deben visitar a todas las familias. Estas visitas no deben realizarse como un
“huésped para gozar de su hospitalidad, sino para inquirir acerca de la condición
espiritual de cada miembro de la casa”.162
La actitud del que realiza la visitación es importante. White dice que “su propia
alma debe estar imbuida del amor de Dios; entonces con amable cortesía, puede abrirse
camino al corazón de todos”.163
Recuerda que “debemos acercarnos a sus corazones
como quien se compadece de sus flaquezas”. Al reprobar y exhortar debe tomar como
base la Palabra de Dios sintiendo la preocupación por ellos y no hacerlo en forma
despótica.164
Enseñarles responsabilidad
White aconseja que “a todos los recién llegados a la fe hay que educarlos en lo
que atañe a su responsabilidad personal y a la actividad individual en la búsqueda de la
160Ibíd., 248.
161Ibíd., 255.
162Ibíd.
163Ibíd.
164Ibíd.
salvación del prójimo”.165
Una señal de verdadera conversión es el deseo de salvar a
otros que experimenta el nuevo creyente y una señal de estancamiento se percibe cuando
no realiza esta obra.166
Recomienda que cuando las almas se conviertan se les ponga a
trabajar enseguida y a medida que trabajen, de acuerdo con su habilidad, se irán haciendo
más fuertes. Declara que “es haciendo frente a las influencias opositoras como llegan a
confirmarse en la fe”.167
Cuando esta obra no se realiza los resultados son funestos. “La experiencia de los
conversos nuevos nunca alcanza más allá del abecé en las cosas divinas. Son siempre
infantes, siempre necesitan ser alimentados con leche, y nunca son capaces de participar
del verdadero manjar evangélico”.168
White aconseja que se les provea “una sabia
educación a los recién llegados a la fe. Enseñadles dándoles algo que hacer, en alguna
clase de trabajo espiritual, para que su primer amor no muera sino que aumente en
fervor”.169
Proveerles literatura apropiada
Una recomendación que White da para confirmar a los recién convertidos es
proveerles literatura adecuada. Afirma que sus libros Patriarcas y profetas y El conflicto
de los siglos “están especialmente adaptados a los recién llegados a la fe, para que sean
establecidos en la verdad”. A través de la lectura de estos libros se familiarizarán con los
165Ibíd., 260.
166Ibíd., 260-261.
167Ibíd., 261.
168Ibíd.
169Ibíd., 261-262.
peligros que se ciernen ante ellos y “serán guardados de los senderos extraños. Harán
sendas derechas para sus pies, no sea que el cojo salga fuera del camino”.170
Deben hacerse planes para que los nuevos conversos puedan recibir literatura que
los ayude a crecer y a fortalecerse. Afirma que “en El Deseado de todas las gentes,
Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos, y Daniel y el Apocalipsis, hay
instrucción preciosa”.171
Sobre los libros de Daniel y el Apocalipsis ella le dijo al
hermano Haskell que los publicara en un solo volumen añadiéndole unas pocas
explicaciones de ciertas partes.172
Disciplinarlos adecuadamente
La adecuada disciplina eclesiástica, según las directrices que Jesús dejó, es otra
recomendación que White señaló. Ella sugiere seguir los pasos de Mateo 18:15-18 no
importa el carácter de la ofensa.173
Aconseja que esta tarea se realice con un corazón
lleno del amor y de la simpatía de Cristo y añade: “Razonad con él serena y
tranquilamente. No dejéis escapar palabras airadas. Hablad de una manera que apele a
su mejor criterio”.174
Jesús en su trato con Pedro mostró que al transgresor se le debe tratar “con
paciencia, simpatía y amor perdonador”. Pedro entonces pudo, al recordar “su propia
debilidad y fracaso, tratar con su rebaño tan tiernamente como Cristo le había tratado a
170Ibíd., 269.
171Ibíd.
172Elena G. de White, Testimonios para los ministros (Buenos Aires: Asociación
Casa Editora Sudamericana, 1977), 117.
173White, Obreros evangélicos, 516.
174Ibíd.
él”.175
La iglesia debe aceptar el arrepentimiento del pecador y conducir al arrepentido
de las tinieblas a la luz de la fe. “Colóquese su mano temblorosa en la mano amante de
Jesús. Una remisión tal es ratificada en el cielo”.176
Ella recuerda que “los actos
precipitados y la falta de consideración revelan la falta de juicio e inducen a errores”.177
White afirma que la persona recién bautizada tiene con frecuencia fieros
conflictos con “costumbres arraigadas, o con alguna forma especial de tentación, y,
siendo vencida por alguna pasión o tendencia dominante, comete a veces alguna
indiscreción o un mal verdadero”. 178
Ella señala que es en ese momento cuando “se
requiere energía, tacto y sabiduría de parte de sus hermanos, a fin de que pueda serle
devuelta la salud espiritual”.179
Es normal encontrar imperfecciones en los nuevos creyentes. White muestra la
forma en la cuál debe tratarse las imperfecciones de los nuevos miembros:
Debemos esperar encontrar y tolerar grandes imperfecciones en
aquellos que son jóvenes inexpertos. Cristo nos ha invitado a tratar de
restaurar a los tales con espíritu de mansedumbre, y nos tiene por responsables
si seguimos una conducta que los impulse al desaliento, a la desesperación y a
la ruina. A menos que cultivemos diariamente la preciosa planta del amor,
estamos en peligro de volvernos estrechos y fanáticos, faltos de simpatía y
criticones, estimándonos justos cuando distamos mucho de ser aprobados por
Dios.180
Factores que inducen a la deserción
175White, El Deseado de todas las gentes, 753.
176White, Obreros evangélicos, 520.
177White, El evangelismo, 269.
178White, Joyas de los testimonios, 2:247.
179Ibíd.
180White, Joyas de los testimonios, 2:248.
White muestra algunas causas por las cuales los recién bautizados abandonan
la fe. Ella no es concluyente en las causas que hace que un miembro deserte de la
iglesia. Tampoco presenta una lista organizada con los motivos de apostasías. Al
explorar sus mensajes se pueden extraer algunos de los factores que pueden tomarse
como causa para la deserción.
Falta de estudio de la Biblia
Los nuevos conversos no tienen el hábito del estudio diligente de las
Escrituras. Han aceptado la verdad pero no comprenden sus principios
fundamentales. La instrucción sobre el conocimiento de Cristo no ha sido plena.
Debe recordársele a cada nuevo creyente que “el conocimiento permanente puede
adquirirse únicamente por labor ferviente y estudio perseverante”.181
El estudio de la
Biblia, señala White, no debe ser descuidado. El nuevo miembro necesita por sí
mismo saber qué es la verdad. Debe investigar cuidadosamente las Escrituras.182
White afirma que “no es suficiente leer tan sólo, sino que la Palabra de Dios
debe entrar en nuestros corazones y en nuestra comprensión, a fin de que nos
establezcamos en la bendita verdad”.183
Si los nuevos miembros conocen poco el
contenido de sus Biblias serán fácilmente engañados por “errores enseñados en forma
atractiva” e “irán a la deriva alejándose de los hitos bíblicos”.184
Satanás trabaja en
forma solapada y engañosa para arruinar la fe de la gente en Dios. Cuando el nuevo
181White, El evangelismo, 269-270.
182Ibíd., 268.
183Ibíd.
184Ibíd., 266-267.
creyente no tiene nada en qué anclar andará a la deriva de un engaño a otro,
impulsado “por los vientos de doctrinas extrañas”.185
Falta de consideración y actos precipitados
Otra de las causas que White da para que los recién conversos abandonen la
iglesia es la falta de consideración y los actos precipitados que los hermanos con más
experiencia cometen con ellos. Ella afirma que a los nuevos conversos “hay que tratarlos
bondadosamente, conducirlos, visitarlos y orar con ellos”.186
En la iglesia, a menudo, se observan actos precipitados y desconsiderados. “Los
jóvenes conversos serán perjudicados por esta influencia, y su confianza en la causa de
Dios se verá conmovida”.187
Las iglesias necesitan “la gracia transformadora de Dios”.
Debe haber humildad y mansedumbre al tratar a los nuevos creyentes. La iglesia tiene
una responsabilidad especial de atender adecuadamente a estas almas.188
Knight relata el esfuerzo que White realizó en Nimes, Francia, para rescatar a “un
joven converso que se había desanimado, en parte, por la forma en que los miembros más
antiguos lo habían tratado”.189
Ella lo visitó personalmente y le hizo ver que la forma en
185Ibíd., 266.
186White, Joyas de los testimonios, 1:455.
187White, El evangelismo, 269.
188White, Joyas de los testimonios, 2:116.
189 George R. Knight, Caminando con Elena G. de White: Su lado humano
(Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2006), 142-143.
la cual había sido tratado no era razón para que él abandonara a Cristo. Luego de orar y
hacerle un llamado ferviente el joven decidió regresar y ser fiel a su Dios.190
Falta de labor diligente por parte de la iglesia
Las iglesias locales deben ayudar y tratar con paciencia y ternura a los recién
llegados a la fe. Es responsabilidad de la iglesia asistir a esas almas que están
comenzando a dar los primeros pasos tras los rayos de luz recibidos. Los miembros de
iglesia al descuidar esta obra serán hallados “infieles al cometido que Dios les ha
dado”.191
Es obvio, afirma White, que “los recién convertidos necesitan cuidados,
atención vigilante, ayuda y estímulo. No se les debe dejar solos”.192
La predicación es sólo una pequeña parte de la obra que debe hacerse. Los
predicadores realizan su parte pero la iglesia debe cumplir la suya. White afirma que
Dios requiere que su iglesia cuide de aquellos que son jóvenes en la fe y experiencia y
que les visiten para orar y animarles.193
Falta de trabajo en la obra misionera
White recomienda que cuando las almas se conviertan debe ponérselas a trabajar
enseguida, pues a medida que trabajen se irán haciendo más fuertes. Al hacerle frente a
las influencias opositoras “llegan a confirmarse en la fe”.194
Ella recomienda el trabajo
misionero como la mejor medicina y afirma que “el desalentado pronto olvidará su
190Ibíd.
191White, El evangelismo, 258.
192Ibíd.
193White, Joyas de los testimonios, 1:456.
194White, El evangelismo, 261.
desaliento, el débil se hará fuerte, el ignorante inteligente, y todos estarán preparados para
presentar la verdad como es en Jesús”.195
El trabajo misionero desarrolla la espiritualidad. White afirma que las personas
que se ocupan en la tarea de ganar almas para Cristo “son las que más se desarrollan en
espiritualidad y devoción”.196
Para que el primer amor no muera es necesario darle algo
que hacer al nuevo creyente. Debe dedicarse tiempo a educar a los recién llegados a la
fe. Ellos necesitan trabajar y no convertirse en una carga para la iglesia haciendo esto
“echarán raíces”.197
La retención en los escritores contemporáneos
La literatura contemporánea muestra la importancia que tiene la retención de
miembros. Enfatiza la preocupación por “cerrar la puerta de atrás”198
de las iglesias. A
continuación se revisan algunas de las razones que se dan como motivos para la deserción
de miembros y algunas de las recomendaciones que sugieren para retener a los nuevos
feligreses.
Factores que inducen a la deserción
Los escritores contemporáneos dan diferentes razones para la deserción. Yonggi
Cho afirma que las historias de la mayoría de los desertores cristianos son similares. Y
señala que esa desilusión pudo haberla causado: (1) Una iglesia dividida, (2) problemas
195Ibíd.
196Ibíd.
197Ibíd., 262.
198Thom Rainer, High expectations: The remarkable secret for keeping people in
your church (Nashville, TN: Broadman and Holman, 1999), 1.
con el pastor o con el liderazgo de la iglesia, (3) pecados cometidos por los que le da
vergüenza regresar a la iglesia y (4) sentirse desatendido por el pastor que nunca lo
visitó.199
A continuación se presentan otros factores que también son mencionados como
causas para la deserción en la literatura contemporánea.
Falta de participación
Lewis señala, acertadamente, que “si no los usamos los perdemos”.200
Indica que
es más fácil para la gente continuar siendo fiel si se les da alguna responsabilidad que
puedan sobrellevar. Aunque aclara que una sobrecarga puede llevarlos a sentirse
frustrados y a un sentimiento de fracaso que puede ser la causa de que el miembro se
aleje completamente. Afirma que “la gente será más fiel, estudiará la Biblia más
seriamente, y crecerá más rápidamente si tiene una responsabilidad significativa y
satisfactoria”.201
Falta de un programa de discipulado
Otra razón para la deserción, señalada por Thompson, es la falta de un programa
para discipular a los nuevos conversos. Señala que el énfasis esta en bautizar pero no en
hacer discípulos. Presenta las cuatro características de un discípulo genuino: (1) Tiene
una relación personal con su maestro, (2) está bajo la total autoridad del maestro, (3)
199Paul Yonggi Cho, Mucho más que números (Miami, FL: Vida, 1985), 64.
200Larry L. Lewis, Manual para plantar iglesias (El Paso, TX: Casa Bautista,
1997), 127.
201Lewis, 127.
posee y demuestra el carácter del maestro y (4) está preparado para sufrir por su
maestro.202
Falta de amistad y cuidado
Cerna explica que hay iglesias donde las personas son borradas de los registros
porque se han “perdido entre la multitud”. Son miembros que llegan tarde o se van
temprano o dejan de asistir y parece que nadie se preocupa de ellos. “Con el tiempo se
mueren de hambre espiritualmente hablando, y se los elimina de los registros de la
iglesia”.203
Se escucha el clamor “nadie se interesa en mi”, “nadie se preocupa por mi”.
Los miembros necesitan amor, atención e interés.
Johnston asevera que un factor clave en la deserción es la falta de amistad.
Afirma que “el factor real fue si conocieron a seis u ocho personas en la iglesia dentro de
los primeros seis meses de ser miembros. Los que conocieron a alguna gente se
quedaron, los que no, no se quedaron”.204
Dudley y Cumings muestran que la carencia de
compañerismo es una de las razones claves para que un miembro abandone la iglesia.205
Falta de un programa de retención
202W. Oscar Thompson, Círculos concéntricos (El Paso, TX: Casa Bautista, 1985),
135.
203Miguel Angel Cerna, El poder de los grupos pequeños (Newbury Park, CA: El
Camino, 1991), 27.
204Bruce Johnston, “A myth is as good as a mile: All new converts soon leave”,
North Pacific Union Gleaner, 6 de noviembre de 1989, 4.
205Roger L. Dudley y Des Cummings, Jr., Adventures in church growth
(Hagerstown, MD: Review and Herald, 1983), 147.
Otra razón para la deserción es la falta de una conservación adecuada, un
programa que fortalezca a los nuevos creyentes. Lloyd y Wilma Mendoza de Mann
señalan algunos aspectos básicos sobre los cuales nadie los instruye: (1) Nadie toma el
tiempo para ayudarlos a saber cómo enfrentar y superar los ataques de Satanás, (2) no se
les explica por qué ahora que son creyentes tienen más problemas que antes, (3) no se les
enseña a estudiar la Biblia por sí mismos, ni cómo tener un tiempo diario con el Señor y,
lo más trágico, (4) tampoco encuentran modelos en la iglesia a quienes imitar, personas
que realicen estas actividades con regularidad.206
Factores que conducen a la retención
Lewis enlista algunas ideas de cómo seguir trabajando con las personas luego de
su bautismo.207
Aconseja que se organice una clase para los nuevos miembros.
Recomienda que el pastor u otro líder de la iglesia los visite a los pocos días de haber
sido bautizados. Se les debe proveer un paquete de materiales adecuados para su
crecimiento espiritual. La iglesia debe estar atenta en caso de cualquier enfermedad,
pérdida de un ser querido o crisis para apoyarlos. Finalmente sugiere la asignación de su
“hermano mayor” para su cultivo y seguimiento y a la vez la debida instrucción a este
“hermano mayor”.208
206Lloyd y Wilma Mendoza de Mann, El discipulado: Transferencia de vida
(Barcelona: CLIE, 1996), 19.
207Larry L. Lewis, Organizar para evangelizar (El Paso, TX: Casa Bautista,
1992), 94-97.
208Ibíd.
McIntosh y Martin209
recomiendan cinco formas para asimilar a los nuevos
conversos: Asimilación a través de la amistad, de las responsabilidades/funciones, de los
grupos pequeños, de la identificación y del crecimiento espiritual. Se repasan a
continuación estas cinco recomendaciones, incluyendo lo que otros autores han dicho
sobre las mismas, y se añaden dos recomendaciones que otros autores muestran.
La amistad
Schaller afirma que la mitad de los miembros que se unen a las iglesias
protestantes no sienten que son aceptados en el círculo de amistad de esa congregación.210
Rainer recuerda que los miembros de la iglesia necesitan desarrollar relaciones con los
nuevos miembros.211
Esto raramente se logra con programas. Debe enfatizarse
regularmente en la amistad y en la motivación para que los miembros enrolen en sus
círculos de amistad a los nuevos conversos.
McIntosh y Martin reconocen que los nuevos miembros pueden encontrarse en
dos niveles de inclusión: El superficial y el relacional. El primero se da cuando se
sienten cómodos en la adoración pero esquivan involucrarse en grupos pequeños, en
actividades de servicio y de apoyo. El segundo nivel es más significativo para la
asimilación de nuevos miembros pues estos sienten un sentido de responsabilidad y
209Gary McIntosh y Glen Martin, Finding them, keeping them: Effective strategies
for evangelism and assimilation in the local church (Nashville, TN: Broadman, 1992),
75-135.
210Lyle E. Schaller, Assimilating new members (Nashville, TN: Abingdon, 1978),
16.
211Thom S. Rainer, The book of church growth: History, theology, and principles
(Nashville, TN: Broadman and Holman, 1993), 282.
pertenencia. Desarrollar al nuevo miembro en este nivel debe ser el foco del liderazgo de
la iglesia.212
La participación
Wagner sugiere dos formas para asimilar a un nuevo miembro.213
La primera es
asignándole una tarea, pues si los individuos desarrollan una responsabilidad que
contribuye al bienestar de la iglesia, es probable que se queden. La segunda es formando
grupos de comunión pequeños. Ambos se complementan, pues al ir creciendo las
iglesias, se hace más y más difícil asignar responsabilidades a los miembros nuevos. En
las iglesias grandes es donde más se presenta esta dificultad.214
Rainer215
señala que debe involucrarse a los nuevos miembros en los ministerios
de la iglesia. Afirma que la clave para la asimilación de miembros es involucrarlos en un
ministerio real. Arn y Arn recomiendan que la iglesia cree nuevas funciones o tareas para
que los nuevos miembros puedan desempeñarse en ellas.216
McIntosh y Martin afirman que en los últimos años se les ha dado un mayor
énfasis a los dones espirituales y que cuando estos dones espirituales son descubiertos y
usados para beneficio de otros se tiene como resultado que los miembros son edificados,
212McIntosh y Martin, 76.
213C. Peter Wagner, Guiando su iglesia al crecimiento (Miami, FL: Unilit, 1997),
210-211.
214Ibíd.
215Rainer, 283.
216Win Arn y Charles Arn, The master´s plan for the making disciples (Grand
Rapids, MI: Baker, 1998), 146.
los miembros atienden juntos sus necesidades y los miembros se sienten satisfechos. La
iglesia debe mostrar a esos nuevos miembros la necesidad de servir.217
Es importante ayudarlos en la capacitación para que desempeñen su función
cabalmente. Torres recomienda que al recién convertido se le impartan cursos de
capacitación.218
Estos cursos lo prepararán para convertirse en un líder, lo ayudarán a
confirmar la doctrina y lo capacitarán para cumplir las responsabilidades que se le
asignen. Sugiere que “las células constituyen el principal centro de formación discipular
de la iglesia, de manera que las enseñanzas que se imparten en ellas, deben cumplir con el
objetivo de ayudarle a cimentarse en la fe en Jesús”.219
Los grupos pequeños
Los estudios demuestran que si durante el primer año el nuevo miembro entabla
amistad con al menos seis personas, probablemente permanezca. De lo contrario, la
posibilidad de que abandone la iglesia es mayor. Por eso Zackrison afirma que “un
continuo ministerio de grupos pequeños es especial para la vida de la congregación”.220
En estos grupos es donde se desarrollan y cultivan las amistades. Hay una mayor
oportunidad de relacionarse unos con otros y así formar una red de amistades duraderas.
McIntosh y Martin indican que en la iglesia primitiva se reunían en las casas.
Enfatizan que a través de los grupos pequeños los asistentes pueden cambiar moral,
mental y motivacionalmente. Concluyen afirmando que una iglesia que asimila
217McIntosh y Martin, 88-89.
218Torres, 129.
219Ibíd., 130.
220Zackrison, 49.
efectivamente a los nuevos miembros tiene un promedio de siete grupos pequeños por
cada cien miembros adultos.221
La identificación
McIntosh y Martin señalan que este principio de identificación incluye tres áreas
diferentes de alineación necesarias en el proceso de incorporación de los nuevos
creyentes. La primera es la identificación con el propósito de la iglesia, es decir que los
miembros conozcan la dirección, el objetivo, el propósito y el crecimiento de la iglesia.
La segunda es la identificación con la visión, que es la que provee la motivación para
cumplir con el propósito. Y la tercera es la identificación con la gran comisión. Iglesias
que ayudan a sus nuevos miembros a identificar el propósito, la visión y la comisión se
tornan iglesia efectivas en la retención.222
Rainer muestra en su investigación que las iglesias que tienen una alta expectativa
para todos sus miembros son iglesias efectivas en la asimilación. Concluye afirmando
que las iglesias que esperan más de sus miembros son las más efectivas en retener a sus
miembros.223
El crecimiento espiritual
Morton sugiere algunos consejos para ayudar a retener a los nuevos conversos.
Toma como base la primera carta a los Tesalonicenses y los llama las siete directrices
“corazón” para la paternidad espiritual. Estas son: (1) Un corazón intercesor (1 Tes. 1:2;
Jn. 17; Col 4:12), (2) un corazón que toma la iniciativa (1 Tes. 2:2; Jn. 9:35), (3) un
221Ibíd., 101-102.
222McIntosh y Martin, 106-114.
223Rainer, 23, 27.
corazón maternal (1 Tes. 2:7), (4) un corazón paternal (1 Tes. 2:11), (5) un corazón
abierto (1 Tes. 2:8), (6) un corazón intachable (1 Tes. 2:10) y (7) un corazón honesto (1
Tes. 2:3).224
McIntosh y Martin identifican cuatro señales mortales que impiden el crecimiento
espiritual. La primera es el aislamiento, es fácil que una persona se aísle en este mundo.
La segunda es la fragmentación, que se indica por las siguientes etapas: Frialdad,
desacuerdo, entrometimiento y resistencia. La tercera señal es el estancamiento y la
cuarta es la confrontación. Una iglesia que es efectiva en retener a sus miembros tiene un
ministerio específico para ayudar a las gentes a romper estos muros a través de un
movimiento continuo hacia el crecimiento espiritual.225
El cuidado personal
Coleman destaca el cuidado personal que debe tenerse con los nuevos creyentes.
Muestra como Jesús dedicó tiempo a la consolidación personal de los que lo aceptaban
(Jn. 4:39-42; Lc. 19:7); y como luego los discípulos hicieron lo mismo que Jesús había
hecho con ellos. Concluye afirmando: “Cada uno de los miembros de la comunidad de la
fe desempeñaba un papel en el cumplimiento de este ministerio.226
Kuhne señala que el nuevo creyente es más vulnerable en la lucha contra las
tentaciones de Satanás. Sugiere que un cristiano maduro debe estar en condiciones de
ayudarlo y guiarlo a través del seguimiento personal. También advierte que el nuevo
creyente no sólo debe ser enseñado a crecer en Cristo, sino también a testificar y asistir a
224Scott Morton, Down to herat discipling (Colorado Springs, CO: NavPress,
2003), 56-63.
225McIntosh y Martin, 119-131.
226Hanks y Shell, 63-64.
otros que acepten a Cristo. A esto le llama convertirse en un “multiplicador
espiritual”.227
Anderson recomienda “un ministerio intensamente personal entre dos o más
personas que se ayudan mutuamente a tener la experiencia de una relación creciente con
Dios”.228
Además, añade que Cristo antes de asignarles la tarea a sus discípulos se
relacionó con ellos. “El discipulado es ser antes de hacer, madurez antes que ministerio,
carácter antes que carrera”.229
También menciona varios niveles en los cuales se debe
ayudar al nuevo discípulo y algunas sugerencias para realizarlas:
1. Ayudarlos a estar firmemente arraigados en Cristo: Guiar a la persona a Cristo
y a la seguridad de la salvación. Guiarlos al verdadero conocimiento de Dios y de su
identidad con Cristo. Ayudarlos a vencer la culpa y la vergüenza cambiando su
motivación básica de los temores irracionales al temor de Dios.
2. Ayudarlos a estar edificados en Cristo: Ayudar a que las personas aprendan a
caminar por fe en el poder del Espíritu Santo. Guiarlos a disciplinar la mente para creer
en la verdad. Ayudarlos a salir de la montaña rusa emocional centrando sus
pensamientos en Dios y no en las circunstancias. Estimularlos en el desarrollo del
dominio propio.
3. Ayudarlos a actuar como cristianos en su hogar, en sus trabajos y en la
sociedad: Ya no vive para sí, sino para los demás.
227Ibíd., 118-121.
228Neil T. Anderson, Victoria sobre la oscuridad: Reconoce el poder de tu
identidad en Cristo (Miami, FL: Unilit, 2002), 231.
229Ibíd.
4. Ayudarlos a ejercer correctamente la voluntad: El andar cristiano efectivo
incluye el ejercicio adecuado de los dones espirituales, de los talentos y del intelecto para
el provecho de los demás y para ser testigos positivos en el mundo.230
Daman compara a la iglesia con un hospital espiritual donde acuden personas
quebrantadas y heridas buscando sanidad y ánimo. 231
Por lo tanto, debe ser un lugar
seguro en un mundo espiritualmente amenazante. Las personas que vienen a la iglesia
traen problemas que los abruman: Relaciones rotas, tensiones del trabajo, presiones
económicas, hijos rebeldes, enfermedades, luchas emocionales, tentaciones y conflictos
espirituales. Acuden al templo porque necesitan ánimo espiritual para enfrentarse a las
realidades diarias de la vida.
Es obvio que es Dios quien debe satisfacer estas necesidades individuales, ya sean
emocionales, espirituales o físicas, pero el cuerpo de la iglesia es un medio elegido por él
para aliviar estas necesidades (Gál. 6:2; véase Rom. 12:10-16).232
Daman muestra algunos aspectos que incluye el cuidado mutuo:
1. El cuidado involucra la disposición a sacrificar tiempo: Hoy se pasa más tiempo
haciendo cosas que con las personas. “Una congregación que aprende a amar es una
comunidad en la que las personas están dispuestas a sacrificar de buen grado su tiempo
para dedicarlo a estar con otras y ministrarlas en sus necesidades”.233
230Ibíd., 236-240
231 Glenn Daman, Cómo pastorear iglesias pequeñas (Grand Rapids, MI:
Portavoz, 2004), 136.
232Ibíd.
233Ibíd., 137.
2. El cuidado involucra la disposición a sacrificar la comodidad personal: A veces
debe dejarse la comodidad de la vida segura porque el amor a las personas demanda no
permanecer indiferentes a sus necesidades. No es cuestión de mantenerse alejados de sus
dificultades y gritarles consejos desde fuera, sino involucrarse tan estrechamente con
ellos que se comparta la carga de sus penas.234
3. El cuidado involucra la disposición a sacrificarse económicamente: Los
recursos económicos que Dios nos ha dado no son para uso exclusivo del receptor pues
deben usarse para el beneficio de otros.
4. El cuidado involucra la disposición a sacrificar energía: “Entregar a Dios
nuestra energía significa que estamos dispuestos a usar nuestros talentos para el beneficio
de otros”.235
Cristo dio ejemplo en esto, muchas veces estaba tan ocupado en su
ministerio por las multitudes que no tenía tiempo para comer o descansar (Mr. 6:31-
34).236
Otro ingrediente importante, según Daman, es que “los líderes deben ser
decididos en supervisar (sic) el crecimiento de amor dentro de la congregación”.237
Menciona varios medios para establecer una iglesia amorosa: (1) Proveer oportunidades
para que las personas cultiven las relaciones, (2) fortalecer la oración corporativa, (3)
proporcionar cuidado a las personas que pasan por crisis, (4) desarrollar la
responsabilidad y programas de mentores y (5) resolver los conflictos.238
234Ibíd.
235Ibíd., 138.
236Ibíd., 136-138.
237Ibíd., 145-146.
Daman compara al nuevo creyente con un recién nacido ya que “es inmaduro y
necesita instrucción, adiestramiento y dirección en los ingredientes elementales de la
fe”.239
Los recién nacidos tienen una alimentación propia para su edad. Los elementos
esenciales para que tengan un buen crecimiento son enumerados a continuación:240
1. La lectura de las Escrituras: Inculcarle el deseo y la disciplina de la lectura
consciente y sistemática de las Escrituras. Que se convierta en un amante de la Palabra
(Sal. 119:9). “Una nutrición bíblica constante es el medio mediante el cual Dios
comunica su mente y su voluntad al creyente con el fin de cultivar su relación con él”.241
Cuatro elementos son importantes: Repetición, concentración, comprensión y reflexión.
2. La oración: Enseñarle que el propósito de la oración es cultivar la relación con
Dios. La oración es el medio para comunicarse con Dios. La oración es una práctica que
se enseña y se aprende.
3. Obediencia: Significa integrar la fe en la vida y práctica diaria. No es una fe
confesional (Mt. 7:21; Lc. 9:23-37) sino una creencia transformadora.
4. Confesión: “La confesión es algo más que reconocer que se ha violado la ley
moral de Dios; es la expresión del deseo de ser perdonado como del cambio de
conducta”.242
La confesión no es un acto ocasional sino un proceso continuo.
238Ibíd., 146-148.
239Ibíd., 177.
240Ibíd., 178-183.
241Ibíd., 179.
242Ibíd., 181.
5. Compañerismo: Necesita el nuevo creyente entender que la vida cristiana se
vive en comunidad, no en aislamiento (Heb. 10:25). “El proceso de evangelismo no está
completo hasta que los creyentes individuales no han quedado injertados en el cuerpo de
Cristo e involucrados en la congregación local de creyentes”.243
6. Servicio: Al ejercitar sus dones los creyentes sirven a Cristo. “Al nuevo
convertido se le debería enseñar que todos los cristiano están llamados a servir a otros y a
testificar”.244
Se debe animar a los nuevos creyentes a escribir su testimonio y que lo den
a conocer a otros, este es un primer paso para convertirlo en un eficaz testigo.
7. Mayordomía: Se debe enseñar que la mayordomía es algo más que dar dinero a
la iglesia, “es el reconocimiento de que todas nuestras posesiones son un don de Dios,
que le pertenecen a él y que deben ser usadas para su gloria”.245
Dar es un privilegio y a
la vez una respuesta de adoración.
Pasos en el proceso de retención
Mckinney, citado por Daman, luego de afirmar que se ha fallado a la hora de
asimilar a los nuevos miembros, recomienda cuatro pasos en el proceso de asimilación.
Estos pasos son: Educar, conducir, preparar y evaluar.246
A continuación se comentan
brevemente estos pasos.
Educar
243Ibíd., 182.
244Ibíd.
245Ibíd., 182-183.
246Ibíd., 83.
Se debe educar a los nuevos miembros sobre la identidad y la misión de la iglesia.
Este paso es útil pues se instruye al nuevo miembro en las raíces denominacionales y se
le muestra la razón de ser de la iglesia adventista. Aquí se incluye la retención a través
de la identificación. También se ayuda a establecer al nuevo miembro en la fe.
Conducir
Conducir es organizar un proceso permanente para incorporar nuevos miembros a
la iglesia. En este paso se le instruye sobre las responsabilidades que como miembro
adquiere al unirse al cuerpo de Cristo. El nuevo miembro debe recibir algún material
sobre los dones espirituales y cómo desarrollarlos. En este paso se incluye la retención a
través de un programa de discipulado y del crecimiento espiritual. Los grupos pequeños
son un buen medio para lograr este objetivo.
Preparar
Preparar es asegurarse que cada miembro sea apadrinado y ayudado
espiritualmente por otro. Aquí se introduce al programa de amigos predilectos. El amigo
predilecto debe estar al tanto de la salud espiritual y el desarrollo del nuevo miembro.
Aquí se incluye el concepto de retención a través de la amistad y del cuidado personal.
Evaluar
Evaluar significa monitorear los procesos de seguimiento y asimilación de los
nuevos miembros. Mckinney dice que “el proceso de asimilación no está completo hasta
que el nuevo miembro no se ha integrado completamente al cuerpo de la iglesia y está
participando activamente en algún ministerio”.247
Sánchez recomienda que cada congregación seleccione el proceso de asimilación
que mejor se adapte a su personalidad y visión y es importante que incluya los pasos
vitales que la persona necesita dar para ser asimilado en la comunión fraternal y el
ministerio de la iglesia.248
Resumen
Este capítulo explora los consejos que White da sobre los métodos para la
retención de miembros. También presenta las causas que, según White, provocan la
deserción de miembros. Luego revisa en la literatura contemporánea, tanto de escritores
no adventistas como de adventistas, los factores de deserción y las recomendaciones que
dan sobre el tema de la retención y asimilación de miembros.
247Ibíd., 83-93.
248Daniel R. Sánchez, Ebbie C. Smith y Curtis E. Watke, Cómo sembrar iglesias
en el siglo XXI (El Paso, TX: Casa Bautista, 2001), 223-224.
CAPÍTULO IV
LA DESERCIÓN EN LA IGLESIA ADVENTISTA DE CUBA
Este capítulo presenta un breve resumen de la historia de Cuba y del surgimiento
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en esa isla. Luego analiza los bautizos y las
deserciones de los miembros de iglesia en los períodos comprendidos entre los años 1985
y 1994 y 1995 y 2004. Muestra el incremento tanto de los bautismos como de las
deserciones en ambos períodos y concluye, analizando los factores precipitantes,
señalados en la encuesta, tanto por ex miembros como miembros de la iglesia.
Breve historia de Cuba
Cuando en 1492 Cristóbal Colon, el almirante genovés, pisó suelo del noreste
cubano, no se imaginó a dónde había llegado. Se registra que creyó haber arribado a un
extremo del mítico Cipango.249
A la llegada de Colón, vivían miles de indígenas
esparcidos a lo largo de la isla. Estos formaban parte de los tres grupos principales que la
poblaban: Los guanajatabeyes (se cree que fueron los pobladores originales de la isla), los
ciboneyes (tal vez provenientes de lo que hoy se conoce como Venezuela) y los taínos
(tal vez el grupo más joven que habitaba el país).250
249Javier Rodríguez Piña, América latina una historia breve: Cuba (México, D.F.:
Patria, 1988), 13.
250Ibíd., 14.
La historia de Cuba puede dividirse en cuatro etapas. La primera fue la de los
aborígenes cubanos que concluyó con el descubrimiento del país en 1492. Luego sigue la
etapa de la colonización y el dominio de España, que concluyó en 1898. La tercera etapa
comenzó con la intervención estadounidense en 1898 y la fundación de la república en
1902 y se extendió hasta 1959. La cuarta etapa, que se extiende hasta el presente, es
conocida como la etapa de la Revolución Socialista Cubana, dirigida por Fidel Castro
Ruz.
En la tercera y la cuarta etapas están enmarcados los acontecimientos más
importantes que tienen relación con la política y las creencias religiosas en el país. Es
durante la etapa de la república cuando nace y se desarrolla la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. La cuarta etapa muestra los mayores desafíos y retos por los cuales la
iglesia en Cuba ha pasado.
Breve historia de la iglesia adventista en Cuba
El inicio de la historia de la iglesia adventista en Cuba puede ubicarse en el
invierno de 1902-1903. En esta fecha el pastor Spicer, en ese tiempo secretario de la
Junta de Misiones Extrajeras de los Adventistas del Séptimo Día con sede en Battle
Creek, Michigan, Estados Unidos, pasó algunos días en Cuba. Al regresar a los Estados
Unidos escribió un artículo en la Review and Herald, haciendo un llamado a los
adventistas del séptimo día para que abrieran obra en la isla.251
Como resultado de esto,
dos años después, la situación era diferente. En otro artículo que apareció en la misma
251W. A. Spicer, “Cuba –an unentered field”, Review and Herald, 10 de agosto de
1903, 15; disponible en http://www.adventistarchives.org/; accesada el 27 de julio, 2006.
publicación, Moore informa a la iglesia mundial acerca de los avances que experimentó
el adventismo en la isla y confirmó que “ya Cuba es un campo abierto”.252
La historia de la iglesia adventista en Cuba se puede dividir en cuatro etapas. La
primera va desde el inicio de la actividad misionera en la isla hasta febrero de 1935 y se
le llama, en este documento, la etapa de la Misión Cubana. La segunda etapa comienza
en el congreso de 1935 y termina alrededor de 1961.
La tercera etapa fue la más difícil, pues la iglesia perdió todo contacto con las
oficinas centrales de la denominación y tuvo que hacer frente a los obstáculos propios de
una revolución socialista. En esta época se adoptó el nombre de Asociación Nacional de
los Adventistas del Séptimo Día en Cuba. Finalmente, la cuarta etapa se inició en un
congreso celebrado en 1989 en la isla y ya con representantes de la División
Interamericana se creó la Unión Cubana que permanece con un status especial por las
características políticas y económicas que el país presenta.
Primera etapa: Misión Cubana
La Misión Cubana fue establecida en 1904 y organizada en 1905, con E. W.
Snyder como su director. La primera iglesia fue organizada en 1905, en La Lisa, un
suburbio de Marianao, cerca de la Habana. Esta iglesia fue conocida como la Iglesia
Adventista de La Habana. Los primeros cubanos convertidos fueron Pedro Cruz y
Manuel Ávila, que estudiaron las doctrinas adventistas con los misioneros y fueron
bautizados el 18 de mayo de 1907. Cinco meses después, el 26 de octubre, ocho
miembros más fueron recibidos a través del bautismo.253
La iglesia siguió creciendo y
252I. E. Moore, “Cuba an open field”, Review and Herald, 9 de marzo 1905, 12;
disponible en http://www.adventistarchives.org/; accesada el 27 de julio, 2006.
para finales de 1932 había una feligresía de 1,001 miembros registrados. Se
establecieron iglesias en Guanabacoa, El Cerro en La Habana, Santiago en Oriente y
otras ciudades de la isla.254
Segunda etapa: Conferencia Cubana
E. J. Lorntz llegó a la isla en 1933 para hacerse cargo de la presidencia de la
Misión Cubana. La iglesia adventista en Cuba fue reorganizada en un congreso
celebrado en La Habana, entre los días 31 de enero y el 9 de febrero de 1935. Lorntz fue
elegido presidente de lo que se denominó la Conferencia Cubana. Al arribar a los días
finales de 1937 la feligresía cubana se había duplicado, al reportarse 2,108 miembros. En
los siguientes tres años el crecimiento continuó, pero en forma más lenta.255
La insatisfacción de los cubanos, debido a la falta de representación nacional en
las juntas, provocó inconformidades que estallaron en un desacuerdo abierto. Esta
disputa se extendió desde julio de 1940 hasta enero de 1941 cuando se llegó a un
acuerdo: Organizar en Cuba dos asociaciones. La administración de cada una sería
compartida por un nacional y un extranjero.256
De esta forma la obra continuó hasta el
año 1959, cuándo se produjo un cambio político significativo en Cuba: La revolución
socialista comandada por Fidel Castro Ruz.
Tercera etapa: Asociación Nacional de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en Cuba
253Seventh-day adventist encyclopedia, 2da. ed., 1996, s.v. “Cuba”.
254Ibíd.
255Ibíd.
256Richard W. Schwarz y Floyd Greenleaf, Light bearers (Nampa, ID: Pacific
Press, 2000), 533.
La tercera etapa fue la más difícil en la historia de la iglesia adventista en Cuba.
Luego de varios años de lucha insurreccional (1956-1958), un grupo de jóvenes rebeldes
logró derrocar al dictador Fulgencio Batista. El primero de enero de 1959 comenzó la
etapa de la Revolución Cubana. Las propiedades extranjeras fueron nacionalizadas. Los
ciudadanos de otros países, especialmente estadounidenses, tuvieron que abandonar el
país. Fidel Castro declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana. La mayoría de
los países de América rompieron relaciones diplomáticas con la isla.
Durante los casi cincuenta y cinco años de adventismo en Cuba, la iglesia creció y
se fortaleció. Sus miembros eran aproximadamente 5,500 esparcidos a lo largo del
territorio nacional. El intercambio con la iglesia mundial comenzó a perderse. Durante
las siguientes dos décadas la comunicación fue casi nula.257
La iglesia en Cuba, por
acuerdo de su junta nacional, adoptó el nombre de Asociación Nacional de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día.
Cuarta Etapa: Unión Cubana
En el mes de abril de 1989, la iglesia adventista en Cuba se reorganizó de acuerdo
con los reglamentos oficiales del Manual de iglesia. “El resultado fue una nueva Unión
Cubana con tres delegaciones”.258
En este tiempo el gobierno cambió su enfoque hacia la
religión. Permitió mayor libertad para celebrar reuniones evangelísticas en todo el país y
autorizó desarrollar ceremonias bautismales masivas en lugares públicos. Las
autoridades del gobierno fueron invitadas y asistieron a estas celebraciones.
257Schwarz y Greenleaf, 533.
258General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report;
disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesada el 28 de junio de 2006.
Los bautismos, entre los años 1989 hasta el 2004, llegaron a cifras nunca antes
alcanzadas por la iglesia adventista en Cuba. Hubo una explosión evangelística que
involucró a todas las iglesias del país. La Tabla 1 muestra que durante esos dieciséis
años 34,488 miembros ingresaron a la iglesia en la Unión Cubana.
TABLA 1
BAUTISMOS Y PROFESIÓN DE FE (1989-2004)
Años Bautismos Profesión de fe Total
1989 611 611
1990 988 988
1991 1,060 1,060
1992 1,274 1,274
1993 1,609 1,609
1994 1,723 1,723
1995 1,691 1,691
1996 3,113 3,113
1997 2,752 2,752
1998 4,643 84 4,727
1999 2,673 56 2,729
2000 2,530 73 2,603
2001 3,143 123 3,266
2002 1,950 66 2,016
2003 1,888 91 1,979
2004 2,292 55 2,347
Total 33,940 548 34,488
Paralelamente con este aumento de los bautismos, también las deserciones
llegaron a proporciones nunca antes vistas.259
Entre los años 1989 y el 2004, las
deserciones y pérdidas alcanzaron la cifra de casi 15,000 miembros, un promedio de casi
1,000 por año, cómo puede verse en la Tabla 2.
259Ibíd.
TABLA 2
DESERCIONES Y PÉRDIDAS (1998-2004)
Años Deserciones Pérdidas Total
1989 470 470
1990 404 404
1991 365 365
1992 397 397
1993 388 388
1994 595 595
1995 681 681
1996 859 859
1997 777 777
1998 915 142 1,057
1999 1,297 69 1,366
2000 1,852 214 2,066
2001 1,492 301 1,793
2002 1,268 254 1,522
2003 1,144 200 1,344
2004 820 46 866
Total 13,724 1,226 14,950
Deserciones en la iglesia adventista de Cuba
A continuación se presenta un análisis de las deserciones/bautismo en la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en Cuba. Este estudio muestra la información estadística de
los últimos veinte años (1985-2004).260
Período 1985-1994261
Los años comprendidos, entre 1985 al 1994, fue un período de nuevas
perspectivas para la iglesia adventista en Cuba. Hubo un reencuentro con la iglesia
260Ibíd.
261Ibíd.
mundial y un nuevo énfasis en el evangelismo público nacional. Fue durante este período
que los bautismos aumentaron, superando la cifra de más de 1,000 por año e
incrementando la feligresía en más de 10,000 miembros en toda la Unión Cubana cifras
anheladas por muchos años entre los dirigentes y miembros de la iglesia adventista en
Cuba.
Políticamente también el mundo cambió en este período. El fin de la llamada
guerra fría y el derrumbe de los gobiernos comunistas, en la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas y los países de Europa oriental, marcaron un nuevo rumbo en la
política internacional. Cuba sufrió las consecuencias de la caída del bloque comunista
europeo. Durante casi treinta años la economía y el mercado cubano dependieron de esos
países, casi completamente. Al desplomarse ese mercado el país experimentó una crisis
económica total. Los dirigentes políticos nacionales declararon lo que se denominó
“período especial en tiempo de paz”, que consistió en la paralización del transporte, de
las principales industrias del país y en una escasez casi total de la mayoría de los
productos alimenticios.
Ante esta grave crisis, los dirigentes políticos de la nación, aceptaron abrir el país
a las inversiones de capitales extranjeros. El turismo recibió las mayores inversiones.
También se despenalizó la tenencia de dólares norteamericanos y se permitió la entrada
de remesas familiares procedentes del exterior, especialmente de los Estados Unidos.
Organizaciones no gubernamentales y religiosas comenzaron a llegar con ayuda
para amortiguar la penuria del pueblo cubano. La religión pasó a ser una opción
esperanzadora ante la grave crisis económica en la que se encontraba el país. Las iglesias
comenzaron a llenarse y las personas buscaban a Dios pues era su única esperanza.
Durante esos años, las estadísticas muestran que los bautismos se incrementaron
como nunca antes había sucedido en la iglesia adventista cubana. El promedio de
bautismos durante este decenio llegó a 1,049.2 por año. Las deserciones, por otro lado,
promediaron 322.2 por año en este decenio, representando solamente 30 por ciento de
pérdidas.
En la Figura 1 se muestra la relación entre bautismos y deserciones entre los años
1985 y 1994.262
Al observarla se percibe que los bautismos fueron incrementándose. A
partir del año 1990 se puede observar que año tras año se fue superando el número de
bautismos hasta llegar a la cifra de 1,723 en el año 1994, cifra nunca antes alcanzada por
la Unión Cubana. También se observa que las deserciones, en ese período, no alcanzaron
nunca la cifra de 600 personas.
Período 1995-2004263
El período de 1995 a 2004 sobresalió por la gran cantidad de personas que fueron
bautizadas y se incorporaron a las iglesias adventistas cubanas. Las estadísticas muestran
que en este decenio 27,223 nuevos miembros se añadieron a la iglesia. Si se suma este
número a los 13,960 miembros que fueron informados al concluir el año 1994, la suma
llegaría a más de 40,000 adventista en Cuba para el año 2004.
Al observar el número de miembros con que terminó la Unión Cubana en
diciembre del 2004, se nota que sólo llegó a 24,512 miembros. Esto significa que más de
15,000 miembros salieron de la iglesia en este período. La Figura 2 muestra esta
realidad.
262Ibíd.
263Ibíd.
Estas estadísticas alarman tanto a los líderes nacionales como a los pastores que
desarrollan su labor en la Unión Cubana. La preocupación también se manifiesta entre el
liderazgo laico y los miembros de las iglesias locales. Las causas que se exponen son
muy variadas y disímiles. Cada grupo presenta sus propias razones y las sostienen con
distintos argumentos, aunque nadie la ha probado. Las razones van desde la falta de
preparación de los candidatos al bautismo hasta la poca atención post bautismal. Urge
encontrar las causas o factores que están incidiendo en la deserción de los miembros de la
iglesia adventista en Cuba.
Causas de deserción según los adventistas y ex adventistas
Con el propósito de conocer los factores que llevan a los miembros de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en Cuba a desertar se elaboró una encuesta. Este instrumento
se confeccionó ex profeso; sin embargo, se utilizaron las técnicas habituales en estos
casos.
A continuación se presenta una descripción de cómo fue elaborada dicha
encuesta. Se describe la forma que se siguió en la recolección de los datos y finalmente
se muestra un análisis y una evaluación de los resultados.
Figura 1 Relación entre bautismo/deserciones. Período 1985-1994.
Figura 2 Relación entre bautismos/deserciones. Período 1995-2004.
Instrumento de evaluación
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
2000
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994
Bautismos Deserciones
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Bautismos Deserciones
El instrumento de evaluación se realizó mediante una revisión exhaustiva de la
literatura disponible y bajo la supervisión de Tevni Grajales, director del Centro de
Investigaciones de la Facultad de Teología de la Universidad de Montemorelos. Se
confeccionó una lista de las razones por las cuales los miembros desertan de la iglesia.
La siguiente etapa consistió en agruparlas por áreas y se obtuvo una lista final de quince
indicadores agrupados en cinco áreas: Un ítem correspondiente al área devocional, cuatro
correspondientes al área social, tres del área de preparación y cuidado posterior de los
miembros, cuatro del área correspondiente a la debilidad y falta de fe y finalmente se
obtuvieron tres ítemes del área de adoración y participación.
De este instrumento surgieron dos versiones. Uno para ser aplicado a los
miembros de la iglesia y otro para los ex adventistas (ver Apéndice A). Cada instrumento
comienza con una introducción general, que ubica al participante en los aspectos que se
han de encuestar. También presenta el propósito y el valor que tendrá el estudio.
Concluye, la parte introductoria, con un agradecimiento anticipado a los participantes.
El instrumento está divido en tres secciones. La primera recoge datos generales
de los encuestados. La segunda parte permite al encuestado referir los dos factores que
considera son las causas principales por las que abandonó la iglesia o las que cree son
factores por los cuales se deserta de la iglesia. Esta parte tiene que ver con lo cualitativo.
En la última sección, aunque no aparecen las divisiones de las cinco áreas, se enlistan los
quince indicadores recogidos como posibles causas de deserción.
Además, se le pide a los encuestados, que son miembros de la iglesia, que
marquen con una (X) las razones que creen más inciden para que los miembros
abandonen la iglesia. A los ex adventistas se les solicita que señalen los factores que les
hicieron abandonar la iglesia.
Recolección de datos
Para recolectar la información requerida se solicitó permiso al presidente de la
Unión Cubana, quien mostró interés en el estudio y lo aprobó verbalmente. El director de
Ministerio Personal de dicha Unión también se entusiasmó con la investigación y se
comprometió verbalmente a apoyar el proyecto.
Las encuestas aplicadas a los miembros de iglesia se efectuaron en diferentes
regiones del país durante el mes de septiembre de 2006. En cada región se entregaron
cincuenta instrumentos de evaluación. En la capital, por ser la ciudad que más
adventistas e iglesias tiene se aplicaron 100 encuestas. Se repartieron en todo el país 400
encuestas, de las cuales se pudieron recolectar 333 instrumentos.
En la capital se realizó en la iglesia de Boyeros y en la iglesia de La Víbora. En la
primera, el pastor local la aplicó un sábado en la mañana entre la escuela sabática y el
culto de adoración. Se repartieron cincuenta encuestas y al concluir el culto de adoración
fueron recolectadas 37. En la iglesia de La Víbora fue aplicada durante un festival de
laicos, donde participaban tanto los miembros de la iglesia local como laicos de otras
iglesias de la capital. El pastor, José Alfonso, explicó el propósito y los objetivos de la
encuesta. Los encuestados fueron escogidos según su criterio.
En la región central del país se aplicaron los instrumentos en dos lugares. En la
iglesia de Garrido en Camagüey y en la iglesia de la ciudad de Santa Clara. En el primer
lugar la aplicó el director de Ministerio Personales de la Unión Cubana, luego del culto
de adoración, siguiendo el mismo método utilizado en la iglesia de La Víbora. En Santa
Clara se aplicó un domingo en la tarde, luego de que el investigador impartió una clase de
doctrinas bíblicas a un grupo de laicos. Luego de concluir la clase se les explicó el
objetivo y propósito de la encuesta. Las encuestas fueron repartidas y a medida que iban
terminando se fueron recolectando.
Las encuestas realizadas en las provincias orientales del país las aplicó el
investigador. Se aprovechó una gira que el equipo evangelístico de la Unión Cubana
realizó por dicho territorio. Se visitaron las iglesias de Las Tunas, Bayamo, Santiago de
Cuba y Baracoa. En cada una de estas se explicó el propósito de la encuesta y se aplicó
luego del almuerzo, cuando los hermanos estaban esperando para reiniciar las actividades
de la tarde. Se concedió cerca de media hora para responderla y luego de este tiempo se
recolectaron las encuestas. Los encuestados fueron escogidos al azar.
Los más difíciles de localizar fueron los ex adventistas. Se requirió la ayuda de
varios miembros de iglesia de las diferentes regiones. Se les pedió pública o
personalmente a los que conocieran a algunos ex adventistas que tomaran algunas
encuestas para llevárselas y luego la devolvieran. Se les explicó el propósito del estudio
y cómo debían hacerlo. Se entregaron más de cien encuestas y al final dieciocho fueron
devueltas contestadas.
Análisis de los resultados
Los instrumentos recolectados de los adventistas se organizaron por las siete
regiones. Luego se enumeraron y se capturaron sus datos en un archivo Excel. Este
archivo luego fue transferido al programa Statistical Package for Social Sciencies (SPSS),
versión 13.0, para su análisis. El análisis consistió en determinar el número de frecuencia
de respuestas del cuestionario.
Las características de los encuestados
El total de participantes en este estudio fue 351 divididos en 333 miembros de la
iglesia (94.9%) y dieciocho ex adventistas (5.1%). Del total de casos 53.6 por ciento eran
representantes del sexo masculino y 46.4 por ciento fueron mujeres.
Del total de adventistas 19.6 por ciento eran miembros nacidos en la iglesia y 53.8
por ciento eran del sexo masculino. La edad mínima a la que fueron bautizados fue de
siete años con una edad máxima de 65, siendo la media de 24 años. El año de bautismo
más antiguo fue 1944 y el más reciente fue 2006, siendo la media de 1996 observándose
los porcentajes más alto de 1992 en adelante. El 89.7 por ciento afirmó tener cargos en la
iglesia.
Entre los ex adventistas 50.0 por ciento fueron de género masculino y 27.8 por
ciento afirmó tener cargos en la iglesia. La edad mínima a la que fueron bautizados fue
de nueve años, con una edad máxima de 62 años, siendo la media de 16 años. Los años
de bautizo están entre el 1969 y el 1999, siendo la media 1995. El tiempo que
permanecieron en la iglesia se ubicó entre uno y 24 años, situándose la media en seis
años.
Causas de deserción
El propósito específico de esta encuesta fue identificar los factores que tanto
adventistas como ex adventistas señalan como causa de deserción. Los resultados de este
estudio se presentan en la Tabla 3. Se muestran los quince indicadores que tanto
adventistas como ex adventistas podían marcar. Luego se presenta el porcentaje total que
recibió cada ítem. A continuación se presenta el porcentaje que marcaron los 333
adventistas que devolvieron la encuesta. En el último renglón se muestra el porcentaje
que cada indicador recibió de parte de los ex miembros de la iglesia adventista.
Se observan puntos de acuerdo común entre los adventistas y los ex adventistas y
también existen puntos de desacuerdo. Estos puntos se analizan en la discusión de los
resultados.
TABLA 3
PORCENTAJE DE PERSONAS QUE SELECCIONARON
CADA FACTOR DE DESERCIÓN
Factor
Total
N=351
Adventistas
N=333
Ex Adventistas
N=18
Descuido del estudio de la Biblia y la oración 84.6 85.3 72.2
Descuido del trabajo misionero 44.9 45.2 38.9
Falta de compañerismo de los miembros 73.2 76.3 16.7
Conflictos con otros miembros 29.3 30.6 5.6
Conflicto con el pastor y los dirigentes locales 16.0 16.5 5.6
Injusticia dentro de la iglesia 19.9 20.4 11.1
Preparación deficiente para el bautismo 51.6 54.1 5.6
Deficiente atención pos bautismal 41.6 43.2 11.1
Recibir responsabilidades prematuras 13.9 13.9 5.6
Pecados personales 31.3 30.0 55.6
Problemas para guardar el sábado 31.6 33.0 5.6
Problemas para adaptarse al estilo adventista 21.9 21.9 22.2
Desánimo y abatimiento 37.9 36.9 55.6
Culto y actividades deficientes 25.6 27.0 0
Poca participación en la iglesia 20.5 20.7 16.7
La Figura 3 presenta en forma gráfica los resultados de la encuesta. En forma
vertical, se presentan los porcentajes de participantes que seleccionaron los indicadores
presentados como causas de deserción. En forma horizontal, se presentan los quince
ítems que corresponden a las razones que tanto adventistas como no adventistas señalan
como factores por los cuales se abandona la iglesia. Se presenta una comparación en
cada indicador tanto de los adventistas como de los ex adventistas. También se muestran
los totales correspondientes a cada ítem.
Figura 3 Porcentaje de personas que seleccionaron cada indicador de deserción.
El área devocional, con un indicador en la encuesta, fue la que más alto porcentaje
recibió, 84.6 por ciento del total de encuestados. Tanto en el grupo de los adventistas
como en el de los ex adventistas fue el indicador más elegido. Entre los adventistas fue
85.3 por ciento y entre los ex adventistas fue 72.2 por ciento.
El área correspondiente a los indicadores relacionados con la debilidad espiritual
y la falta de fe fue la segunda más escogida por los ex adventistas. 55.6 por ciento marcó
el desánimo y el abatimiento como un factor clave en su deserción. El mismo porcentaje
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Total ASD ExASD
señaló los pecados personales como un factor que los hizo abandonar la iglesia. En tanto
los adventistas los señalaron con 36.9 por ciento y 30.0 por ciento respectivamente.
El área relacionada con los indicadores sociales fue la segunda más marcada, con
73.2 por ciento del total de consultados. 76.3 por ciento de los adventistas lo consideró
como el segundo factor de deserción. Entre los ex adventistas obtuvo 38.9 por ciento
relegado al sexto lugar como causa de su deserción.
Otra área que recibió un porcentaje alto, entre los adventistas, fue la relacionada
con la de preparación y cuidado post bautismal. 54.1 por ciento señaló que la
preparación para el bautismo es uno de los ítemes que hacen que los miembros
abandonen la iglesia. 43.2 por ciento señaló el cuidado post bautismal como un indicador
relevante. Entre los ex adventistas el primero (5.6 por ciento) no es tan relevante como el
segundo (11.1 por ciento).
El área relacionada con la participación fue relevante para los ex adventistas.
38.9 por ciento señaló el descuido en el trabajo misionero como causa de su deserción y
16.7 por ciento indicó que tuvieron poca oportunidad de participación en la iglesia. Para
los adventistas el indicador relacionado con el trabajo misionero ocupó el cuarto lugar
entre los quince ítemes a escoger con 45.2 por ciento. Aunque no le dieron un valor muy
elevado a la participación en las actividades de la iglesia (20.7 por ciento).
Indicadores señalados por los ex adventistas
Los ex adventistas eligieron siete ítemes principales como causas de deserción
como se presenta en la Tabla 4. Escogieron el descuido en el estudio de la Biblia y en la
oración como el indicador más importante que causa la deserción de miembros. Luego
marcaron los ítemes de pecados personales y desánimo y abatimiento como la segunda y
tercera causa por la cual abandonaron la iglesia. El descuido en el trabajo misionero es
el indicador que ocupa el cuarto lugar. Revelan que los problemas para adaptarse al
estilo de vida adventista, la poca oportunidad de participación y la falta de compañerismo
son los tres siguientes indicadores que les hicieron abandonar la iglesia.
TABLA 4
PRINCIPALES RAZONES DE APOSTASÍA
SEGÚN EX ADVENTISTAS
Indicador Porcentaje
Descuido del estudio de la Biblia y la oración 72.2
Pecados personales 55.6
Desánimo y abatimiento 55.6
Descuido del trabajo misionero 38.9
Problemas para adaptarse al estilo adventista 22.2
Poca participación en la iglesia 16.7
Falta de compañerismo 16.7
Indicadores señalados por los adventistas
Los adventistas señalaron el descuido del estudio de la Biblia y de la oración
como el ítem fundamental por la cual los miembros abandonan la iglesia. Escogieron, en
segundo lugar, la falta de compañerismo como posible razón para la deserción de los
miembros. Luego marcaron, en tercer y cuarto lugar, los indicadores que se relacionan
con una preparación deficiente para el bautismo y el descuido en el trabajo misionero.
La deficiente atención post bautismal fue escogida como la quinta razón por la
cual creen los miembros de la iglesia que los miembros desertan. El desánimo espiritual
y el abatimiento fueron señalados en sexto lugar relegando al séptimo lugar el indicador
relacionado con los problemas para guardar el sábado.
En la Tabla 5 se presentan las causas, que según los miembros de la iglesia, son
las razones principales por las que los feligreses abandonan la congregación.
TABLA 5
PRINCIPALES CAUSAS DE APOSTASÍA
SEGÚN LOS ADVENTISTAS
Indicador Porcentaje
Descuido del estudio de la Biblia y la oración 85.3
Falta de compañerismo de los miembros 76.3
Preparación deficiente para el bautismo 54.1
Descuido del trabajo misionero 45.2
Deficiente atención post bautismal 43.2
Desánimo y abatimiento 36.9
Problemas para guardar el sábado 33.0
Discusión de los resultados
Los resultados muestran similitudes y diferencias, entre lo que los miembros de
iglesia creen son los factores que provocan la deserción y los que indican los ex
miembros como la causa que los hizo abandonar la iglesia.
Un indicador, que tanto adventistas como ex adventistas señalaron como la
principal causa de deserción fue el descuido en el estudio de la Biblia y la oración.
Ambos coincidieron en la importancia de la vida devocional para permanecer en la
iglesia. Es indispensable la comunión con Dios para la permanencia de un miembro en la
iglesia, indicaron tanto adventistas como ex adventistas.
El descuido del trabajo misionero fue otro indicador similar para adventistas
como ex adventistas. Ambos grupos lo colocaron como el cuarto indicador por el cual
desertan los miembros de la iglesia. Es importante destacar que Burril coloca el factor
relacionado con la obra misionera como la primera causa de deserción.264
Los
encuestados en Cuba no lo colocan entre los tres primeros factores. La actividad
misionera todavía ocupa un lugar destacado en las iglesias cubanas. Un buen número de
miembros cada semana se involucran en alguna actividad misionera. Esta puede ser la
causa por la que en Cuba se relegó este factor al cuarto lugar.
Los adventistas señalaron la falta de compañerismo como el segundo factor para
la deserción de miembros. Los ex adventistas no lo consideraron así. Ellos se
responsabilizaron a sí mismos por la deserción. Señalaron al desánimo y abatimiento
como la segunda causa. También afirmaron que los pecados personales fueron la causa
de su deserción. Se puede notar que los adventistas se responsabilizan a sí mismo por la
deserción de los miembros al no brindarles el compañerismo necesario. Los que desertan
asumen la responsabilidad al referirse que su conducta fue la causa que les hizo
abandonar la iglesia.
La mayor diferencia entre ambos grupos se encontró en el indicador relacionado
con una deficiente preparación para el bautismo. Los adventistas señalaron este ítem
como la tercera causa por la cual piensan se van los miembros de la iglesia. Los ex
adventistas lo relegaron a un penúltimo lugar junto con otros cuatro indicadores. Los
miembros de iglesia sienten que los que se están bautizando no están bien preparados.
Mientras que los ex miembros afirmaron que ese no es el problema.
Los ex adventistas afirmaron que tuvieron problemas para adaptarse al estilo de
vida adventista. No fue la falta de conocimiento antes del bautismo, fue la puesta en
264Russell Burril, Reavivamiento del discipulado: Clave del éxito en la misión
(Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2007), 91, 116.
práctica de lo que sabían que debían hacer. Aquí se encuentra un punto interesante. Los
adventistas preocupados por la preparación de los candidatos antes del bautismo pero
descuidan la ayuda que los recién bautizados requieren para lograr vivir la teoría que
saben o han aprendido.
Los ex adventistas señalaron que no se les ofrecieron muchas oportunidades de
participación en la iglesia indicador que, aunque los adventistas refieren, lo hacen en el
decimosegundo lugar. Esto refleja la necesidad de tomar en cuenta a los recién
bautizados para que participen en las actividades de la iglesia. Los directivos de la iglesia
deben preocuparse por la participación de todos los miembros en alguna responsabilidad.
Para los adventistas y ex adventistas la atención post bautismal también fue un
indicador importante. En el caso de los adventistas le dan aún mayor importancia que los
ex adventistas. Darse cuenta de la poca atención post bautismal es una cosa, pero darla es
otra. Se conoce la importancia que esta atención tiene pero no hay programas definidos
para darla.
Indicadores totales
La Tabla 6 presenta los siete indicadores totales que fueron escogidos en los
primeros lugares como causa de deserción, en la Unión Cubana, tanto por miembros
como ex miembros.
TABLA 6
PRINCIPALES CAUSAS DE APOSTASÍA SEGÚN
ADVENTISTAS Y EX ADVENTISTAS
Indicador Porcentaje
Descuido del estudio de la Biblia y la oración 84.6
Falta de compañerismo de los miembros 73.2
Preparación deficiente para el bautismo 51.6
Descuido del trabajo misionero 44.9
Deficiente atención post bautismal 41.6
Desánimo y abatimiento 37.9
Problemas para guardar el sábado 31.6
Comparación de los resultados con otras investigaciones
A continuación se presenta una comparación de las causas que otros
investigadores de la División Interamericana han descubierto como razones para la
deserción de miembros en sus países.
En República Dominicana
Feliberto Martínez Páez realizó una investigación doctoral sobre la deserción en
la República Dominicana.265
Aplicó una encuesta a miembros activos y otra a ex
miembros de la iglesia. Los ex adventistas señalaron como la principal causa los
problemas personales y como segunda razón la caída en pecado.266
En la segunda causa
tanto los ex adventistas de Cuba como lo de República Dominicana concuerdan. Ambos
265Feliberto Martínez Páez, “La retención de miembros en la iglesia adventista de
la República Dominicana” (Tesis de doctorado en Ministerio, Universidad de
Montemorelos, N. L., México, 2002), 94-99.
266Ibíd., 99.
afirman que los pecados personales los hicieron abandonar la iglesia. Aunque Martínez
Páez no usó la opción del descuido del estudio de la Biblia y de la oración en su estudio.
La encuesta que realizó a los miembros activos de la iglesia no la enfocó a
preguntar acerca de las causas de deserción, sino a determinar si las iglesias tienen un
programa sólido de preparación y de retención. Un aspecto coincidente de los miembros
de Cuba y de República Dominicana es el indicador del compañerismo entre los
miembros. En ambos lugares fue marcado como segundo factor que impide la
retención.267
También señalaron los bautismos prematuros y una deficiente atención post
bautismal como causas importantes para la deserción.
En México
Moisés Espinoza Almazán, en el año 2001, realizó un estudio similar en la
Sección Norte de Chiapas. Encuestó tanto a miembros como a ex miembros de la iglesia
sobre las razones que por la cual se abandona la iglesia. 268
Los miembros de iglesia de
esta región de México, al igual que los miembros de la iglesia en Cuba, eligieron como
primer y segundo factor de deserción, la vida devocional pobre y la falta de
compañerismo con otros miembros.269
Esta es la percepción que los miembros de iglesia
tienen, aunque viven en países diferentes.
En la encuesta que realizó a los ex miembros de la iglesia también existen
semejanzas con los encuestados de Cuba. Escogieron como razón principal para
267Ibíd., 94.
268Moisés Espinoza Almazán, “Un programa de retención de miembros en la
iglesia adventista de Pueblo Nuevo, Solistahuacán, Chiapas” (Tesis de doctorado en
Ministerio, Universidad de Montemorelos, N.L., México, 2002), 58-64.
269Ibíd., 58.
abandonar la iglesia el descuido del estudio de la Biblia y la oración.270
Señalaron en
tercer lugar los problemas para adaptarse al estilo de vida adventista al igual que los ex
adventistas de Cuba.
También existen similitudes en los indicadores que tienen relación con los
pecados personales y la falta de compañerismo con los miembros. En la Sección Norte
de Chiapas fueron señalados en cuarto y quinto lugar.271
Los ex miembros de Cuba
escogieron el relacionado con los pecados personales en tercer lugar y el que tiene
relación con el compañerismo de los miembros en quinto lugar.
Resumen
Este capítulo presenta una breve historia de Cuba y del desarrollo de la iglesia
adventista en esa isla. Realiza un análisis del crecimiento de la iglesia en el período
comprendido entre el año 1985 y el 2004. Se muestra el alarmante aumento de las
deserciones en este mismo período y la preocupación de los líderes de la iglesia en la isla.
Se concluye mostrando los resultados de la encuesta realizada para descubrir los factores
que inciden en la deserción entre los miembros de la iglesia adventista en la Unión
Cubana.
270Ibíd., 64.
271Ibíd.
CAPÍTULO V
UN PROGRAMA DE RETENCIÓN DE MIEMBROS
PARA LA UNIÓN CUBANA
El capítulo anterior presentó los factores que tanto miembros como ex miembros
señalan como causas de deserción. Es evidente, entonces, la necesidad de un programa
de retención que sirva de modelo para que las iglesias en Cuba puedan retener con
efectividad a sus miembros. En la creación de este programa el autor revela vivencias
que lo condujeron a desarrollarlo y finalmente, muestra cómo puede ser implementado en
una iglesia local.
La iglesia adventista enfatiza la evangelización. Desde niño, el autor, escuchó
mensajes instando a salir y predicar. La palabra retención no era muy mencionada. La
expresión más común era “se apartó de la iglesia” o “apostató”, para referirse a hermanos
que eran desfraternizados por diferentes causas.
Los pastores eran estimulados e incentivados a lograr sus objetivos de bautismos.
El énfasis siguió siendo traer nuevos miembros a la iglesia. Tanto laicos como pastores
parecían contagiados con los programas evangelísticos que desde las oficinas de la Unión
eran enviados. Las iglesias duplicaban y triplicaban sus objetivos de bautismos.
En 1997 la iglesia envió al autor a enseñar en el Seminario Adventista de Cuba.
Allí preparó el contenido de la clase de evangelismo público e incorporó una unidad
relacionada con la retención y asimilación de miembros en la iglesia. Utilizó algunas
ideas extraídas del pastor Alfredo Aeschlimann y de artículos de diferentes revistas que
publica la iglesia adventista.272
También añadió ideas que había desarrollado en las
iglesias donde trabajó.
En el año 2003 inició sus estudios doctorales en el SETAI, recinto Montemorelos.
Al recibir la primera clase se pidió elaborar una propuesta de disertación y decidió
realizarla en el área de retención de miembros. Luego de recibir el visto bueno del
comité de tesis, comenzó a trabajar en la elaboración de un programa de ayuda para la
Unión Cubana en la retención y consolidación de los nuevos miembros.
El departamento de ministerio personal de dicha unión, solicitó incluir en el
programa evangelístico 2006-2008 un programa sugerente que ayudara a retener y
confirmar los nuevos miembros. También se decidió nombrar un responsable de
retención para la Unión Cubana, acuerdo tomado en el mes de junio del 2007.
Descripción del programa
A fin de elaborar el programa de retención fue necesario investigar sobre el tema.
La búsqueda comenzó con las fuentes bibliográficas disponibles, tanto en la biblioteca de
la Universidad de Montemorelos como las del Seminario Teológico Adventista de Cuba.
También se revisó los artículos y estadísticas bajados de la internet. Estos materiales
fueron ampliando y modelando la comprensión tanto bíblica, práctica y teológica del
proceso de retención de miembros en la mente del investigador.
272Monte Sahlin, “Dónde están los demás miembros”, Ministerio Adventista, julio-
agosto de 1990, 21-21; James A. Cress, “Usted no puede enseñar a volar un huevo hasta
que éste haya empollado”, Ministerio Adventista, mayo-abril de 1992, 11-16; James A.
Cress, “Conservando la pesca”, Ministerio Adventista, noviembre-diciembre de 1996, 25;
Leroy E. Froom, “¿Por qué tantos conversos abandonan la iglesia?”, La Revista del
Anciano, enero-marzo de 2003, 12-13; John R. Martín, “La verdadera razón por la cual la
gente deja la iglesia”, Revista Adventista, febrero de 1996, 12; George W. Brown, “Una
iglesia que retiene lo que gana” Revista Adventista, julio de 1993, 2; Ídem, “Cerremos la
puerta trasera”, Revista Adventista, abril de 1990, 2.
Mientras leía, tanto la Biblia como las fuentes bibliográficas consultadas, las ideas
fueron tomando forma. Las experiencias aplicadas en los distritos donde trabajó y la
observación de la problemática de los nuevos miembros en Cuba ayudaron en la
elaboración del programa.
A continuación se presentan los elementos generales del programa: Propósito,
objetivos, aspectos previos y la implementación del programa. Se sugiere que en cada
iglesia se estudie y se implemente, según las circunstancias y necesidades particulares de
cada lugar.
Propósito
El propósito general del programa es ayudar a la retención y consolidación de los
nuevos miembros de las iglesias en la Unión Cubana. Se enfatizará en las áreas que han
sido señaladas como factores de deserción. El propósito específico del programa es
fortalecer integralmente a cada iglesia en Cuba para que pueda alcanzar, asimilar y
retener a cada uno de sus miembros.
Objetivos
El programa de retención de miembros para la Unión Cubana tiene siete objetivos
específicos:
1. Fortalecer a los miembros que ya son parte de la iglesia local.
2. Asimilar y retener a los miembros que van ingresando a la iglesia.
3. Fortalecer el estudio de la Biblia y la oración.
4. Ayudar a crear un clima de compañerismo entre los miembros de la iglesia y
hacia los visitantes.
5. Preparar a los recién convertidos para que puedan hacer frente al desánimo y
al abatimiento.
6. Incorporar a la mayor parte de los recién convertidos en las actividades de la
iglesia y en la testificación.
7. Darle atención especial a cada nuevo creyente que ingrese a la iglesia.
Aspectos previos al programa
En esta sección se recomiendan los detalles que deben tenerse en cuanta antes de
iniciar el programa de retención. El programa debe ser aprobado por la iglesia local. Se
debe realizar una campaña promocional efectiva.
Autorización
El pastor o líder local debe presentar el proyecto a la Junta Directiva de la iglesia,
a fin de contar con su apoyo antes de iniciarse el programa. Luego de lograrse el voto de
recomendación debe presentarse a la Junta Administrativa, para su aprobación definitiva.
Se debe mostrar, tanto a la Junta Directiva como a la Junta Administrativa, la
importancia y los beneficios que el programa traerá a la iglesia. Se sugiere que se
nombre un coordinador general del programa. También deben nombrarse las personas
que integrarán la comisión de retención de la iglesia. Se sugiere que esta comisión sea
presidida por el coordinador del programa a nivel de iglesia y que el pastor o líder local
sea miembro ex oficio de la misma.
Nombramiento de la comisión de retención
Se creará una comisión de retención de miembros a nivel de iglesia local con un
coordinador general como su presidente. Será la encargada de llevar adelante el
programa y evaluar sus resultados. Se sugiere que trabaje en cinco áreas específicas: La
devocional, la social, la de fortalecimiento y protección de nuevos miembros, la de
adoración y participación y la de preparación y cuidado post bautismal.
Los responsables de cada área serán nombrados por la Junta Directiva de la
Iglesia y aprobados por la Junta Administrativa de la misma. Teniendo en cuenta el
número de miembros de la iglesia se podrá nombrar a una persona para atender dos o más
áreas. Si la iglesia tiene suficientes miembros se recomienda que cada área sea atendida
por una persona.
Publicidad
El programa debe anunciarse en los cultos regulares de la iglesia y a través de
carteles, que se colocarán en lugares visibles, con el propósito de entusiasmar e
involucrar a la mayor cantidad de miembros. Se deben hacer invitaciones individuales a
los miembros de la iglesia para que participen y se involucren en el programa.
Preparación de los materiales
El pastor o líder local debe asegurarse que cuentan con los recursos necesarios
para llevar a cabo el programa. Es necesario tener con una copia del modelo total del
programa. Deben tenerse listos los seminarios a impartir y a las personas que los van a
impartir. También debe haberse nombrado al director del programa de retención de
miembros y a los encargados de cada área de retención.
Implementación del programa
El programa de retención de miembros fue concebido para ser implementado en
tres etapas: (a) La etapa de concientización y capacitación, (b) la etapa de la
implementación del programa y (c) la etapa de la evaluación. Se recomienda que el
programa sea cíclico y permanente en la iglesia. Durante todo el año hay personas que se
están bautizando y personas que necesitan de rescate espiritual. Este programa debe
convertirse en un estilo de vida en cada una de las iglesias adventistas cubanas.
Se recomienda que el programa de retención de miembros se incorpore a las
etapas evangelísticas que corren durante el año eclesiástico. Esto hará menos complicado
su inserción dentro de los muchos programas y actividades de la iglesia local.
El programa comenzará a implementarse en toda la Unión Cubana a partir del
mes de septiembre de 2007. A mediados de dicho mes, se reunirán todos los pastores de
la unión y 350 líderes laicos de iglesias locales para recibir instrucciones sobre el
programa de retención de miembros. El investigador impartirá los seminarios (ver
Apéndice B) y capacitará a los asistentes para que en cada iglesia local el programa
comience a funcionar a partir del mes de octubre.
Los meses de octubre y noviembre se dedicarán a capacitar y concientizar a la
iglesia para la implementación del programa de retención de miembros. También se
organizará la comisión de evaluación del programa. A partir del mes de diciembre y
hasta el mes de agosto de 2008, el programa de retención de miembros será
implementado en cada iglesia adventista cubana.
En la tabla 7 se muestran las etapas, el tiempo y las actividades a realizarse en la
implementación del programa.
TABLA 7
VISUALIZACIÓN DEL PROGRAMA DE RETENCIÓN
ETAPA TIEMPO ACTIVIDADES
Primera etapa Dos meses Nombramientos de los líderes y de la comisión de
retención.
Instrucción de cargos
Revisión y actualización del libro de feligresía.
Identificar la condición espiritual de cada miembro.
Lanzamiento del programa: Sábado especial.
Capacitación de la iglesia: Cinco sesiones.
Segunda
etapa
Diez meses Visitación especial.
Programa especial.
Clases especiales.
Grupos pequeños.
Amigos predilectos.
Cultos de la iglesia.
Tercera etapa Permanente Evaluación de cada actividad y etapa del programa.
Realizar ajustes, cambios o modificaciones.
Primera etapa
La primera etapa debe concientizar y capacitar a los miembros de la iglesia para
que se involucren en el programa de retención. Se recomienda desarrollarla durante dos
semanas. La comisión de retención es la encargada de coordinar y establecer las fechas y
horas exactas cuando se impartirán los seminarios. La junta directiva de la iglesia local y
la junta administrativa deben recomendar y aprobar el calendario propuesto.
Concientización de la iglesia
Durante está etapa la comisión de retención debe realizar un estudio sobre las
deserciones/pérdidas en los últimos cinco años. El informe del estudio realizado debe
presentarse a la junta administrativa de la iglesia. El objetivo es concientizar a los
miembros de la importancia que tiene la retención de miembros e involucrar a la mayor
parte de ellos en el programa de retención.
Durante esta etapa deben revisarse los libros de feligresía e identificarse los
miembros que se encuentran alejados o desconectados de la iglesia. También debe
obtenerse una lista con las direcciones y los nombres de los miembros que han sido
separados de la iglesia en los últimos años. La comisión de retención debe pedir que se
ore en cada reunión por esta lista de personas.
Se recomienda realizar, en esta etapa, el censo de la membresía local para
identificar el estado espiritual y participativo de cada uno de los hermanos. Al finalizar,
la comisión de retención tendrá identificada la condición de cada feligrés. Deben
realizarse planes para atender, de acuerdo con lo detectado, las necesidades individuales
de cada miembro e intentar involucrar a la mayoría en el programa de retención.
El programa de retención debe iniciarse un sábado en la mañana. El programa de
Escuela Sabática debe enfatizar la responsabilidad de cada miembro por el cuidado de sus
hermanos espirituales. El sermón de esa mañana debe mostrar la importancia de la
retención y concluir con un llamado a involucrarse en las actividades del programa de
retención de la iglesia.
Capacitación
La capacitación para los miembros de la iglesia consta de cinco sesiones. Cada
sesión tendrá una hora de duración y media hora para responder preguntas y escuchar
opiniones. Se recomienda se imparta durante un fin de semana. El viernes en la noche se
impartirá la primera sesión titulada: Fundamentos bíblicos de la retención. La segunda
sesión: Recomendaciones de Elena de White sobre la retención, se impartirá el sábado en
la mañana. El sábado en la tarde se impartirá la tercera sesión: Cómo enfrentan el
problema de la deserción otras iglesias cristianas. El domingo en la mañana se impartirán
la cuarta sesión: El problema de la deserción en Cuba y la quinta sesión: Modelo práctico
a seguir en la aplicación del programa de retención (ver Apéndice B).
Segunda etapa
En la segunda etapa se implementará el programa de retención. Esta etapa se
extiende hasta el final del año eclesiástico. Se recomienda que algunas de las reuniones
de los miércoles en la noche se dediquen a consolidar el programa de retención. En los
testimonios y oraciones conviene enfatizar los aspectos, necesidades y estrategias de
dicho programa.
Visitación especial
Debe implementarse un programa de visitación masiva. El horario y otros
detalles deben haberse aprobados con anterioridad. Se recomienda dedicar un sábado
para visitar a la mayoría de ex miembros, a miembros inactivos o alejados y a miembros
de la extensión del hogar y enfermos (la comisión los habrá identificado con
anterioridad). Se les invitará para un programa especial el próximo sábado en la iglesia.
Al finalizar la visitación se recomienda celebrar una reunión plenaria en el
templo. Se organizará en tres partes: Una sección de oración, una de testimonios y otra
de estrategias para atender a los que mostraron interés o necesitan ayuda. Debe colocarse
a trabajar a los hermanos de acuerdo a sus dones para atender las necesidades de los
visitados.
La comisión de retención recibirá este informe de los participantes y coordinará
las acciones que deben implementarse en los días subsiguientes. Será responsable de dar
continuidad a la visitación y atención de todos los contactados. Trabajará en el
fortalecimiento de los miembros y en el rescate de los ex miembros.
Programación especial
Las actividades del siguiente sábado estarán dirigidas a esos ex miembros de
iglesia y miembros inactivos. Se sugiere que la Escuela Sabática presente un programa
especial dedicado a los que regresan. Debe prepararse un almuerzo de confraternidad
para compartir con los visitantes o realizarse los preparativos para que todos sean
invitados a comer con familias de la iglesia.
Clases especiales
Ese sábado comenzarán a funcionar, si no lo han estado haciendo, las clases
especiales. La clase para nuevos miembros, la clase bautismal y para visitas. Si han
estado funcionando se debe revisar su programación e implementar las clases que se
sugieren en este trabajo.
En la clase bautismal se implementarán estudios bíblicos que prepararen
cabalmente a los candidatos para el bautismo. Si existen condiciones se podrán tener dos
grupos: Una clase avanzada (personas que están entre las lecciones ocho y diez) y otra
preliminar para personas que asisten con menos regularidad o están comenzando. La
clase para visitas funcionará como agente para captar candidatos para la clase bautismal.
La comisión de retención supervisará, junto con los maestros de estas clases y la Escuela
Sabática el momento de transferir alumnos de una clase a la otra.
La clase para nuevos miembros debe tener un programa trimestral establecido.
Lo ideal es que funcione paralelamente con las clases de Escuela Sabática. La clase de
cada sábado debe ser una unidad completa. Los recién bautizados van ingresando (no
importa el momento) y continúan en la clase hasta que se complete el ciclo. Se
recomienda seguir un currículo establecido (ver Apéndice B). La clase debe ser
presentada desde la perspectiva práctica. Hacerla en forma interactiva permitiendo que
los nuevos conversos expresen sus dudas y recomienden soluciones.
Grupos pequeños
Deben iniciarse, en esta etapa, los grupos pequeños con énfasis en compañerismo.
Cada miembro debe ser involucrado en estos grupos. Los miembros deciden el grupo
donde participarán. Los líderes de estos grupos deben ser entrenados y capacitados. Se
recomienda que se elija un día a la semana para reunirse y recibir instrucción y
retroalimentación iniciaran a funcionar esa semana. Estos miembros alejados y ex
miembros que asistieron el sábado deben invitarse a unirse a uno de estos grupos.
Amigos predilectos
Cada nuevo miembro que se reciba en la iglesia, ya sea por bautismo o profesión
de fe, debe elegir a su amigo predilecto.273
La comisión de retención es la encargada de
supervisar la atención que el amigo predilecto elegido le da al nuevo miembro. Deben
realizar encuentros mensuales con los participantes en el programa Amigos predilectos.
En estas reuniones, se intercambian ideas, se dan instrucciones y se verifica el desarrollo
y la salud espiritual del nuevo converso. La atención a los nuevos miembros debe
continuar hasta que la comisión de retención considera que, el nuevo miembro, ha
madurado y se ha sido incorporado a la iglesia.
Cultos y programaciones de la iglesia
Las programaciones de la iglesia deben ser supervisadas y evaluadas
mensualmente. La comisión de retención sugerirá cambios en la adoración y en las
programaciones si es necesario.274
Tópicos tales como: La importancia del estudio de la
273James A. Cress, Estrategia para retenerlos: Si le interesa (Newbury Park,
California: El Camino, 2003), 147-152.
274Ricardo Norton, “Una iglesia magnética”, El Ministerio Adventista, marzo-abril
de 2006, 11-13.
Biblia y de la oración, formas para hacerle frente al desánimo y al abatimiento espiritual,
métodos para enfrentar y vencer los ataques de Satanás, entre otros, deben enfatizarse.
Debe incluirse a los nuevos miembros en la programación mensual de la iglesia.
Debe invitársele a pasar al frente. Debe instruírsele sobre la participación que se la
asignado y ayudársele para que la presente de la mejor formar. La Sociedad de Jóvenes
debe involucrar en sus grupos y actividades a los jóvenes recién bautizados. El
ministerio infantil hará lo mismo con los menores.
Tercera etapa
La tercera etapa es la de evaluación. La evaluación del programa es
imprescindible y debe ser permanente. Esta etapa comienza cuando se inicia la primera
etapa del programa de retención. La comisión de retención será la comisión evaluadora.
Será la encargada de los ajustes, cambios o modificaciones que se necesiten durante la
implementación del programa. Estas evaluaciones se realizarán mensualmente, en el día
y hora que la comisión establezca.
La comisión de evaluación debe tener un intercambio mensual con los
participantes en el programa de amigos predilectos para interesarse y recibir información
de los avances y problemas de los nuevos miembros. La comisión debe trabajar en
relación estrecha con la junta directiva de la iglesia.
Pasos en la aplicación del programa en una iglesia local
El programa de retención fue concebido para desarrollarse en una iglesia local. A
continuación se presentan los pasos prácticos que deben darse para su aplicación y una
breve descripción de cada paso.
Primer paso
El primer paso consiste en el nombramiento, en el ámbito de la iglesia local, del
coordinador del programa de retención. La recomendación es elegirlo en la comisión de
nombramientos que sesiona en la iglesia antes de iniciarse el año eclesiástico. Luego la
junta directiva de la iglesia debe nombrar a los cinco responsables de áreas.
Segundo paso
El segundo paso será formar la comisión de retención y asimilación de la iglesia.
Las siguientes personas deben formar parte de la misma: El coordinador de retención y
asimilación, como presidente; el pastor o líder local, miembro ex oficio; uno de los
ancianos; el director de los ministerios personales y los responsables de las áreas de (a)
devocional, (b) social, (c) fortalecimiento y protección, (d) adoración y participación y
(e) atención post bautismal. El secretario de dicha comisión será nombrado, de entre los
cinco responsables de las áreas especiales de atención.
Tercer paso
El tercer paso será la primera reunión de la comisión de retención de miembros.
En ella se debe instruir sobre el cargo y entregar por escrito las responsabilidades de cada
miembro de esta comisión. Debe estudiarse el programa sugerente y sugerirse un
calendario de fechas y actividades. Luego debe ser presentado a la Junta Directiva de la
iglesia, que será la encargada de recomendar su aprobación definitiva a la Junta
Administrativa local.
Cuarto paso
El cuarto paso es el de la publicidad. El inicio del programa de retención debe ser
anunciado en los cultos regulares de la iglesia, a través de carteles y de invitaciones
personales las fechas de inicio y el programa de retención de miembros. Como el
programa consta de un fin de semana de instrucción, a través de seminarios, se necesita
informar sus temáticas para asegurar la asistencia y participación de la mayor cantidad de
miembros de iglesia.
Quinto paso
El siguiente paso es realizar un programa de visitación masiva a ex miembros,
miembros alejados e inactivos de la iglesia con el fin de involucrarlos en los grupos
pequeños con énfasis en compañerismo, las clases especiales y actividades de la iglesia.
En este momento se recomienda que comience a funcionar también el programa de los
amigos predilectos.
Recomendaciones para el uso del programa de retención
El programa de retención fue diseñado para ser presentado en un fin de semana,
ya sea en una iglesia local o en un distrito. Puede impartírselo tanto a los miembros de la
iglesia como a líderes de un distrito. También se puede utilizar como instrucción para
pastores en una reunión a nivel de asociación.
El viernes en la noche se presentará la base bíblica de la retención de miembros.
El sábado en la mañana se estudiarán los consejos y las recomendaciones que Elena G. de
White presenta sobre la atención a los nuevos miembros. En la tarde se repasará lo que
autores contemporáneos han escrito sobre la retención y asimilación de nuevos miembros
y el análisis de la deserción en la iglesia adventista en Cuba. La mañana del domingo se
analizará el programa y los detalles para su implementación.
El programa debe incorporarse a las etapas evangelísticas que corren durante el
año eclesiástico. Esto hará menos complicado su inserción dentro de los muchos
programas y actividades de la iglesia local. Si algunas de las sugerencias del programa
ya están funcionando en la iglesia local, deben continuar siendo atendidas por los
encargados actuales o ser incorporados a la comisión de retención de nuevos miembros.
El programa está listo para servir de ayuda a los líderes y pastores adventistas o
de cualquier otra denominación. Este fue uno de los propósitos de su creación. También
está disponible para ser enseñado como clase en cualquier seminario.
CAPÍTULO VI
RESUMEN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Después del estudio realizado sobre los factores de deserción en la Unión Cubana
y del programa que aquí se propone con el objetivo de ayudar en la retención y
consolidación de los nuevos miembros, se presenta un resumen de los resultados de la
investigación y, finalmente, algunas recomendaciones.
Resumen
La retención de nuevos miembros está estrechamente ligada a la evangelización.
Jesús la consideró importante y trabajó día a día en la retención de sus discípulos. A
pesar de todas las actividades que realizó no descuidó a los que había llamado. Mantuvo
a sus discípulos cerca de él, los instruyó, fortaleció y preparó fielmente. Fueron
establecidos en la fe y luego de la ascensión de Jesús permanecieron fieles en el
cumplimiento de la misión.
La iglesia primitiva, fundada por los discípulos de Jesús, continuó preocupándose
por la retención de los nuevos miembros. Los instruyeron, fortalecieron y establecieron
en la fe. No los abandonaron ni descuidaron sino que trabajaron en la retención y
asimilación de cada nuevo creyente.
Pablo, luego de su conversión, inició uno de los programas evangelísticos más
grandes que registra la historia. Se propuso llevar el evangelio al mundo gentil de su
tiempo. Extendió el evangelio por toda Asia Menor y miles de personas aceptaron la
nueva fe. Fundó iglesias en cada lugar donde predicó. Su obra evangelística fue extensa,
como también lo fue su obra de retención.
Su preocupación no fue sólo alcanzar nuevos miembros o lugares, también fue la
retención y consolidación de los nuevos conversos. Cada nuevo viaje misionero lo inició
en los lugares donde antes había predicado. Se interesó en la conservación y retención de
los ya alcanzados. Visitó, instruyó, fortaleció, orientó y estimuló a cada nuevo creyente.
Escribió sus epístolas con el propósito de fortalecer y orientar a los nuevos miembros y a
las nuevas congregaciones. Sus ayudantes fueron enviados para atender y consolidar la
obra iniciada por él.
Pablo sintió, aun prisionero, preocupación por cada persona e iglesia que había
sido alcanzado por sus esfuerzos (2 Co. 11:28). No dejó abandonados los frutos
producidos. Oraba constante por los nuevos creyentes. Su interés no fue sólo bautizar,
sino retener a los nuevos miembros.
Elena de White, a través de sus escritos, transmitió consejos y recomendaciones
sobre la necesidad de realizar una obra cabal de retención. Mostró la importancia de
cuidar y fortalecer a los nuevos creyentes. Sugirió métodos para fortalecer a los recién
bautizados. Instó a los ministros y a cada iglesia para que se preocuparan por la
confirmación de los nuevos miembros. Reconoció que esta tarea había sido descuidada e
instó a realizarla cabalmente.
El movimiento de iglecrecimiento, iniciado por Donald McGravan, crece en todo
el mundo. Los libros sobre este tema se multiplican. Presentan ideas novedosas para
plantar nuevas iglesias, para hacer crecer a las iglesias pequeñas y para crear iglesias
saludables. Cada vez más, estos autores, presentan la necesidad de retener y consolidar
los resultados. Alertan sobre el peligro que significa “no cerrar la puerta de atrás”.275
Muestran como los esfuerzos evangelísticos pueden ser desastrosos si no se sigue un
correcto método para conservar los resultados.
Los administradores de la iglesia adventista están preocupados por la deserción de
miembros. Las investigaciones sobre el tema de la deserción se incrementan. La
Asociación General elaboró un documento oficial sobre la retención de miembros.276
La
División Interamericana también realizó un llamado para retener y consolidar a los
nuevos miembros.277
En su sesión plenaria de mayo de 2007, el comité ejecutivo trató
este problema e instó a tomar acciones encaminadas a retener a los nuevos miembros.278
Conclusiones
El estudio mostró los factores que, tanto adventistas como no adventistas, afirman
son causas de deserción en la Unión Cubana. Estos fueron:
1. Descuido del estudio de la Biblia y de la oración.
2. Falta de compañerismo de los miembros.
3. Preparación deficiente para el bautismo.
4. Descuido del trabajo misionero.
5. Deficiente atención post bautismal.
6. Desánimo y abatimiento.
275Rainer, 1.
276Taashi Rowe, World church: Leaders ´healing relationships´ at the heart of
retention, reclamation; disponible en http://news.adventist.org/data/
2007/03/1176319238/index.html.; accesada el 25 de junio de 2007. 277Libna Stevens, Reteniendo los miembros; disponible en http://www.
interamerica.org/users/index.php?type=news&id=842&language=es; accesada el 25 de
marzo de 2007. 278Ibíd.
7. Problemas para guardar el sábado.
Las iglesias adventistas cubanas necesitan poner en práctica un programa de
retención de nuevos miembros. Un programa evangelístico que no tome en cuenta la
retención de miembros puede convertirse en un fracaso. La retención y asimilación de
los nuevos miembros es parte indivisible de la evangelización. La iglesia adventista en
Cuba no debe descuidar esta tarea mientras avanza con la predicación del evangelio.
Recomendaciones
Las recomendaciones que se sugieren a continuación tienen que ver
principalmente con los resultados que se obtuvieron al analizar, a través de una encuesta,
los factores que están incidiendo en la deserción de miembros en la Unión Cubana.
Antes de realizar cualquier recomendación, se debe reconocer el trabajo hecho, a
favor de la iglesia, por el departamento de Ministerios Personales de la Unión Cubana.
Los planes evangelísticos han dado resultado y miles de nuevos miembros han sido
alcanzados como producto de dichos planes. Sus proyecciones han logrado establecer
nuevas congregaciones en lugares donde nunca había existido presencia adventistas.
También han logrado que muchas congregaciones hayan crecido en número de
miembros.
Fundamentados en la investigación presentada en los capítulos II y III de este
trabajo, en el análisis de capítulo IV y en los hallazgos realizados a través de la encuesta
de opinión hecha en el territorio de la Unión Cubana, tanto a adventistas como a ex
adventistas, sobre los factores de deserción, se hacen las siguientes recomendaciones para
la iglesia adventista en Cuba:
1. Animar a los pastores, dirigentes y representantes de laicos, de todos los
campos de la Unión Cubana, a estudiar e implementar la recomendación de la Asociación
General y de la División Interamericana, sobre la retención de nuevos miembros,
adaptándola al contexto cubano.
2. Estos líderes nacionales de la iglesia, luego de haber sido instruidos y
capacitados en la retención de miembros, deben transmitir estos conceptos e implementar
el programa, propuesto en este trabajo, en todas las iglesias de la Unión Cubana.
3. Debe haber un nuevo énfasis en la retención de miembros. Nuevos materiales
y estrategias deben ser creados. El programa evangelístico debe hacer un énfasis más
equilibrado entre bautismos y retención.
4. Debe nombrarse en cada iglesia a un coordinador de retención y asimilación de
nuevos miembros y una comisión que se encargue del programa de retención de
miembros.
5. Debe nombrarse en la asociación/misión y unión a un coordinador de retención
de miembros que sea el encargado de supervisar, planificar y sugerir programas y
estrategias de retención de miembros.
6. Debe llevarse a cabo una evaluación que estimule a cada pastor a trabajar en la
retención de los nuevos miembros.
7. Debe continuarse estudiando los factores de deserción en cada iglesia local y
seguir creando estrategias de retención de miembros.
8. El cuerpo pastoral debe ser fortalecido en el área de retención de miembros:
Cada año debe presentárseles materiales e investigaciones sobre esta área. Se sugiere
publicar o repartir algún libro denominacional que trate sobre este tema.
9. Los seminarios teológicos deben incluir en alguna de sus materias instrucción
con respecto a la retención y asimilación de miembros. El objetivo será proveer
herramientas útiles para que las nuevas generaciones de pastores puedan realizar una
retención efectiva de los nuevos miembros.
El tema de la retención de miembros es complejo e inagotable. Este trabajo es
sólo un esfuerzo hecho con dedicación y convicción. Los trabajos sobre retención cada
día son más abundantes, pero no por esto dejan de ser importantes. Se espera que en el
futuro este tema pueda seguirse ampliando y enriqueciendo. Las iglesias necesitan
encontrar métodos y estrategias para retener y conservar a sus miembros.
APÉNDICE A
ESTADÍSTICAS Y ENCUESTAS
ESTADÍSTICAS SOBRE DESERCIONES
CONFERENCIA GENERAL DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
AÑOS 2000 – 2005279
AÑO
INCREMENTO
DESERCIONES
% DESERCIONES
2000
748,057
212,866
28.45
2001
633,605
244,944
38.65
2002
573,171
227,034
39.61
2003
512,539
349,724
68.23
2004
530,378
363,040
68.44
2005
462,140
476,351
103.07
TOTAL
3,459,890
1,873,959
54.16
279General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report;
disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006.
ESTADÍSTICAS SOBRE DESERCIONES
DIVISIÓN INTERAMERICANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
AÑOS 2000 – 2005280
AÑO
INCREMENTO
DESERCIONES
% DESERCIONES
2000
113,737
45,018
39.58
2001
86,344
63,862
73.96
2002
127,013
46,853
36.88
2003
130,467
43,387
33.25
2004
103,507
45,871
44.31
2005
187,021
45.680
24.42
TOTAL
644,622
290,671
45.09
280General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report;
disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006.
ESTADÍSTICAS SOBRE DESERCIONES
UNIÓN CUBANA DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
AÑOS 2000 – 2005281
AÑO
INCREMENTO
DESERCIONES/
PÉRDIDAS
% DESERCIONES
2000
-282
2066
-
2001
1006
1793
-56.10
2002
206
1522
-13.53
2003
180
1344
-13.39
2004
1187
866
72.95
2005
1118
741
66.27
TOTAL
3415
8332
-40.98
281General Conference of Seventh-day Adventists, Annual statistical report;
disponible en http://www.adventiststatistics.org/view; accesado 28 de junio de 2006.
ENCUESTA
Para ex miembros de iglesia
Apreciado amigo (a)
Esta encuesta tiene el propósito de descubrir los factores más comunes por los que
los miembros abandonan la iglesia. Será de valor en la elaboración de un proyecto de
tesis doctoral. Le agradecemos su cooperación.
I. Información general
a. Sexo: Femenino ____
Masculino ____
b. ¿Nacido en un hogar adventista? Sí ____
No ____
c. Edad que tenía cuando fue bautizado _______ años
d. Año en que fue bautizado _______
e. Tiempo que permaneció en la iglesia _____________
f. ¿Tuvo cargos en la iglesia? Sí ____
No ___
II. Mencione los dos factores que lo hicieron abandonar la iglesia
1. ____________________________________________________
2. ____________________________________________________
III. Marque con una (X) algunos de los factores que cree también incidieron en su
decisión de abandonar de la iglesia.
___ Descuido del estudio de la Biblia y la oración
___ Descuido del trabajo misionero
___ Falta de compañerismo de los miembros
___ Conflictos con otros miembros
___ Conflictos con el pastor y los dirigentes locales
___ Injusticia dentro de la iglesia
___ Preparación deficiente para el bautismo
___ Deficiente atención pos-bautismal
___ Recibir responsabilidades prematuras en la iglesia
___ Pecados personales
___ Problemas para guardar el sábado
___ Problemas para adaptarse al estilo de vida adventista
___ Desánimo y abatimiento
___ Cultos y actividades deficientes
___ Poca oportunidad de participación en la iglesia
MUCHAS GRACIAS
ENCUESTA
Para miembros de iglesia
Apreciado hermano (a)
Esta encuesta tiene el propósito de descubrir los factores más comunes por los que
los miembros abandonan la iglesia. Será de valor en la elaboración de un proyecto de
tesis doctoral. Le agradecemos su cooperación.
I. Información general
a. Sexo: Femenino ____
Masculino ____
b. ¿Nacido en un hogar adventista? Sí ____
No ____
c. Edad que tenía cuando fue bautizado _______ años
d. Año en que fue bautizado _______
e. ¿Tiene cargos en la iglesia? Sí ____
No ___
II. Mencione dos factores que usted cree son causas por las que algunos
miembros abandonan la iglesia.
1. ____________________________________________________
2. ____________________________________________________
III. Marque con una (X) algunos de los factores adicionales que usted cree inciden
también en las personas para que abandonan la iglesia.
___ Descuido del estudio de la Biblia y la oración
___ Descuido del trabajo misionero
___ Falta de compañerismo de los miembros
___ Conflictos con otros miembros
___ Conflictos con el pastor y los dirigentes locales
___ Injusticia dentro de la iglesia
___ Preparación deficiente para el bautismo
___ Deficiente atención pos-bautismal
___ Recibir responsabilidades prematuras en la iglesia
___ Pecados personales
___ Problemas para guardar el sábado
___ Problemas para adaptarse al estilo de vida adventista
___ Desánimo y abatimiento
___ Cultos y actividades deficientes
___ Poca oportunidad de participación en la iglesia
MUCHAS GRACIAS
APÉNDICE B
SESIONES DE CAPACITACIÓN PARA
LA RETENCIÓN DE MIEMBROS
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CURRÍCULUM VÍTAE
Personal
Nombre: Francisco Hernández Velázquez
Fecha de Nacimiento: 1 de diciembre de 1965
Lugar de Nacimiento: San Andrés, Holguín, Cuba
Padres: José F. Hernández Ramirez y Elisa R. Velázquez Vidal
Esposa: Elvia María Castillo Torres
Hijos: Francisco Adiel y Roberto Aniel
Ordenado al ministerio: 7 de diciembre de 1996
Educación
Diplomas y títulos obtenidos:
1978 Escuela Primara Williams Aguilera, San Andrés, Holguín, Cuba
1981 Escuela Secundaria Básica Vladimir Ilich Lenin, San Andrés, Holguín,
Cuba
1984 Facultado Obrera y Campesina Abel Santamaría, San Andrés, Holguín,
Cuba
1990 Associate in Arts, Seminario Adventista de Cuba, La Habana, Cuba
1996 Licenciatura en Religión, Universidad de Montemorelos, Ext. Seminario
Adventista de Cuba, La Habana, Cuba
2001 Master of Arts in Pastoral Ministry, Andrews University, Ext. Universidad
de Montemorelos, México
2007 Doctorado en Ministerio Pastoral, SETAI – Ext. Universidad de
Montemorelos, México
Experiencia Profesional
1990 Pastor de distrito, Santa Marta-Cadena II-Vertiente, Camagüey, Cuba.
1991 Pastor de la iglesia de Ranchuelo, Santa Clara, Cuba.
1991 Pastor de la iglesia de Baraguá, Ciego de Avila, Cuba.
1994 Pastor de la iglesia de Palma Soriano, Santiago de Cuba, Cuba.
1995 Pastor de distrito Moa-Cayo Mambí-Sagua-Cayo Grande, Holguín, Cuba.
1997 Preceptor y pastor de la iglesia del Seminario Adventista de Cuba
2002 Profesor del Seminario Adventista de Cuba