Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

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  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

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    SOCIEDA

    ADOLESCENC

    Traduccion de

    ANDRES MARTINEZ CORZOS

    Revision de

    ARMANDO SUAREZ

    ERIK H. ERIKS

    Shapai

    4

    40

    ektontatia

    (

    Vat

    siglo

    veintiuno

    editores

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    INDICE

    siglo veintiuno editores s.a. de c.v.

    CERRO DEL AGUA 248. DELEGACION COYOACAN. 04310 MEXICO. DF

    siglo veintiuno de esparia editores s.a.

    CALLE PLAZA 5. 28043 MADRID. ESPANA

    siglo veintiuno argentina editores

    siglo veintiuno editores de colomb ia s.a.

    CALLE 55 NUM. 16 44. BOGOTA. D E COLOMBIA

    portada de anhelo hernandez

    primera edici6n en espanol, 1972

    decimotercera edici6n en espaiiol, 1991

    siglo xxi editores, s.a. de c.v.

    isbn 968-23-0076-2

    derechos reservados conforme a la ley

    impreso y hecho en mexico/printed and nade in mexico

    Nota introductoria,

    por Andres Martinez

    Corzos

    1] Notas autobiograficas sobre la crisis de

    identidad

    2]

    La ontogenesis de la ritualizacion

    3]

    Reflexiones sobre el disentimiento de la

    juventud contemporinea

    4]

    Memorandum sobre la juventud

    [

    vn ]

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    112

    A ONTOGtNESIS DE LA RITUALIZACIoN

    —[1965b]:

    Psychoanalysis and ongoing history, en

    Am. J. Psychiat.,

    122:241-5o.

    —[1966a.]:

    The human life cycle, en International

    encyclopedia of the social sciences,

    Nueva York,

    Crowell-Collier (en prensa).

    —[1966b]:

    Identity, psychosocial, en International

    encyclopedia of the social sciences,

    Nueva York,

    Crowell-Collier (en prensa).

    Erikson, K. T. [1966]:

    Wayward puritans,

    Nueva

    York, Wiley.

    Freud, S. [1933]: New introductory lectures on psycho-

    analysis,

    en

    S. E.,

    22:3-182 (trad. esp.:

    Nuevas con-

    ferencias introductorias al psicoancilisis,

    Madrid,

    Biblioteca Nueva).

    Hartman, H. [1939]:

    Ego psychology and the problem

    of adaptation,

    Nueva York, IUP,

    1958 (trad. esp.:

    La

    psicologia del yo y el problema de la adapta-

    cion, Pax).

    Lorenz K. [1964]:

    Das sogenannte Base,

    Viena, Bo-

    rotha Schoeler (trad. esp.:

    Sobre hi agresion, el

    llamado mal,

    Mexico, Siglo XXI).

    Mayr, E. [1964]:

    The determinants of evolution, en

    Proc. Nat. Acad. Sci.,

    51:834-41.

    White, R. W. [1963]:

    Ego and reality in psychoanalitic

    theory,

    en

    Psycho . Issues,

    3

    REFLEXIONES SOBRE EL

    DISENTIMIENTO DE LA

    JUVENTUD CONTEMPORANEA

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      s

    116

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    rientarse a si mismos frente a los desafios juveni-

    les; y es que la juventud, casi por definicion, tiene

    una presencia que desafia al teorizar. Podemos

    suponer tambien admitido que una autocritica

    historica del psicoanalisis, al igual que otros es-

    quemas del desarrollo humano, deb6 incluir una

    evaluacion del papel que sus descubrimientos es-

    tan entro de las tensiones ideolo-

    gicas de nuestro tiempo. Si la juventud rebelde

    en la segunda mitad de este agitado siglo debe

    controlar y trascender los cambios revolucionarios

    de la primera, la influencia de los

    insights

    de

    Freud en la motivacion inconsciente forma ahora

    parte de esa carga. Ciertamente, algunos jovenes

    pueden aceptar la nueva profundidad solo exhi-

    biendola, en ocasiones apasionadamente, a menu-

    do burlonamente, en la superficie misma, o desa-

    fiandola precipitadamente con experiencias indu-

    cidas por drogas, como si la nueva generacion hu-

    biese ya enfrentado todos los peligros tanto inter-

    nos como externos. Pero si es que en este caso

    —como tambien en el de gran parte del drama y

    la literatura modernos— descubrimos un intento

    de asimilar los

    insights

    del psicoanalisis mediante

    la actuacion manifiesta de impulsos anteriormen-

    te reprimidos, entonces el psicoanalisis encara nue-

    vas tareas hipocraticas.

    Una de tales tareas esti definida por el hecho

    de que hoy en dia no podemos ya, ni siquiera en

    la literatura clinica, escribir

    respecto

    a la juven-

    tud sin escribir para la juventud. Y aunque una

    critica sisternatica del comportamiento contempo-

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    1

    rine° y polemic° se ye siempre acosada por serio

    ptoblemas metodolOgicos, no veo como podamo

    tomar en serio tanto nuestro campo de trabajo

    como a nuestros estudiantes sin plantear que tan

    to de

    profecia

    y que tanto de

    retrogresion

    somo

    capaces de discernir con nuestros metodos en la

    pautas actuales de disentimiento. Con esto quier

    decir que la conducta juvenil, ahi donde provoca

    ambivalente fascinacion, aparece siempre tanto

    profetica —es decir, inspirada por el vigor de una

    ' nueva era— como retrogresiva, en la medida en

    que parece insistir en simplezas desgastadas, y en

    mostrar regresiones sorprendentes. Estoy hablan

    do, piles, de la carga emocional de ciertas pautas

    de disentimiento, no de su utilidad o nocividad

    politicas. El joven lector de una exposiciOn, preo-

    leuPado con tales oscilaciones, se encontrara sin

    ,

     ,embargo respondiendo siempre a indicacione

    --abiertas u ocultas de si el autor parece estar en

    pro o en contra de lo que intenta clarificar; y si la

    - M.etodologia de la exposicion se basa en la aplica-

    tiOn de la observacion clinica, toda referencia a la

    fijacion o retrogresiOn en el desarrollo propende-

    ta a ser entendida como una sugerencia de debili-

    ;da_cl, de m aldad o de pretension mOrbida, y por lo

    nto a ser expresion de un prejuicio generacional

    o

    politico por parte del autor. Estas dificultades,

    ,

    gin embargo, no pueden ser evitadas si nos ocupa-

    os de fenomenos con tern orineos, convencidos

    :como estamos de que el

    insi h

    psicoanalitico tie-

    e

     

    ro n el cambio cultural e hist&

    :7

    iudnepiifa

    u

    e cumplir en la critica de lo que

    des

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    No sin desconfianza acepta uno escribir otro ar

    ticulo mas sobre la juventud. La literatura sobre

    la inquietud contemporinea aumenta cada se

    mana, cada dia, cada hora. Gran parte de ella

    .refleja una profunda inquietud en los adultos, un

    _estado traumatizado, de hecho, que busca la ca.

    Aarsis en apresurados intentos de asegurar el con

    trol intelectual sobre un sorprendente curso de

    acontecimientos. Las conclusiones alcanzadas, por

    to

    tanto, tienden a volverse anticuadas durante

    el periodo mismo de publicacion. En este punto

    solo la doble promesa de alguna clarificacion sis-

    tematica sobre los divergentes fenomenos del di-

    sentimiento y de algtin beneficio para la teoria

    desarrollo llega a justificar, si acaso, escribir

    respecto al disentimiento. Mis reflexiones se con-

    centraran en aquello que hemos aprendido res-

    pecto al lugar y a la funcion de la juventud den-

    tro del ciclo de la vida humana en toda su relati-

    vidad hist6rica y respecto al papel decisivo de la

    anfancia dentro del cambio historic°.

    Al escribir para una revista profesional pode-

    mos

    dar por sentada la suposicion de que hay, de

    que debe haber, una penetrante complicacion irra-

    frtional en cualquier intento de los adultos de reo-

    [ 1 1 5 ]

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    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    rico, que la humanidad como un todo malamente

    puede permitirse. Pareceria, de hecho, que unos

    cuantos de los lideres revolucionarios jovenes de

    hoy son conscientes de alguna regresividad emo-

    cional en empresas radicales que estan ya marca-

    das por la retrogresion historica.

    Al intentar clarificar

    cionales del

    disentimiento juvenil,

    debemos conceder desde el

    pnncipio que incluso el psicoanalisis —como otros

    movimientos alguna vez revolucionarios— se ha

    dejado arrastrar a intentos modernos para neutra-

    lizer poderosas fuentes internas y externas hacien-

    do al hombre más superficial y mecanicamente

    adaptable. Algunas de las preocupaciones más

    profeticas de la juventud de hoy pueden, de hecho,

    servir para renovar o, en cualquier caso, para re-

    cordarnos una vision liberadora inherente a los

    inicios del psicoanalisis.

    II

    Antes de seleccionar algunos fenOmenos implici-

    tos en el disentimiento activo para el escrutinio

    psicoanalitico, tambien yo debo presentar algunas

    especulaciones sobrt la ecologia cambiante de la

    juventud en la presente etapa de la historia. A

    la generaciOtiter

     

    m. por supuesto, el cambio

    o le parece siempre una cuestkOn

    de grad°, hasta que muchas de las diferencias re-

    lacionadas han llegado a ser el equivalente de un

    cambio aterrador en la calidad total.

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    La adolescencia siempre ha sido vista como u

    etapa intermedia entre un sentido aliernativame

    ` te vigorizante y desconcertante de un pasado d

    finido en extremo que debe ser abandonado y

    un futuro atin por identificar, y con el cual ide

    tificarse. Incluso en un periodo de rapid° camb

    la adolescencia parece cumplir la funcion de co

    fiar a la persona en

    miento los logros posib

    ,y los ideales comp

    una civilizaci n

    existencia o en desarrollo. En nuestro tiempo, l

    nuevas exigencias del trabajo disciplinado en equ

    po y de la racionalidad programada, dentro de o

    ganizaciones que viven en inevitable simbios

    con sister

    e

    cnolo icos

    ,

    parecen ofrecer pa

    muchos, si no pars la mayoria, una satisfactoria

    autocorrectiva imagen del mundo. La mayoria

    los jovenes, por lo tanto, no yen razOn para cue

    „timar seriamente al sistema , acaso tan solo d

    bido a que nunca han visualizado otro.

    En caAl_

    in embargo

    l

     en cada g

    neracion, existe un potencial para lo que_podfi

    mos llamar una

    adolescencia

    int= ifica, es d.

    e critics marcasz

    a exas

    racio

    recip

    el conflicto interno y la cissoniz

    cion social. El psicoanalisis, por razones obvias, h

    estudiado primordialmente aquellas formas má

    malignas de exasperaciOn resultantes del conflic

    infantil no resuelto y del aislamiento adolescent

    Sin embargo, desde Dora, la paciente de Freud, l

    historias clinicas de jovenes neuroticamente exa

    perados han demostrado tambien una relacion e

    tre la epidemiologia de una epoca determinada

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    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    los conflictos ocultos de las generaciones —y por

    lo tanto con la historia rnisma. Si, por otra parte,

    otro sector de la juventud exasperada se vuelve

    militantemente agitado y se da a la tarea de agitar

    en gran escala, a menudo tiene exito más alla de

    su fuerza nunierica o anticipacion politica debido

    a que saca al exterior e inflama las exas • eraciones

    latentes de esa mayoria de- Ovenes gue de otra

    manera elegirian tan solo faunns han-ales. y—tamsi-

    torias de expresar el- isentimiento o de mostrar

    el conflicto —y respecto a las cuales, en consecuen-

    ..„.;_____

    cia, el psicoanalisis ignora tanto. Desde este punto

    de vista nuestros pacientes a menudo parecen ser

    _.asidentes

    a: demasiado enfermos para

    el malestar de moda en su tiempo, demasiado ais-

    lados para el disentimiento cornim y, sin embargo,

    demasiado sensibles para la simple adaptacion.

    Ctiales son, pues, los cambios cuantitativos que

    parecen alterar la calidad de la adolescencia en

    nuestro tiempo? Se dice que sencillamente hoy

    en 'dia hay más jovenes que nunca; que por

    lo general ahora maduran más temprano y que

    mayor niunero de ellos estan mejor informados

    respecto a las condiciones mundiales —e informa-

    dos tanto por la palabra escrita como por las ima-

    genes comunes de la comunicaci6n de masas— que

    nunca mita. Pero aunque estas imagenes y voca-

    bulario compartidos trasmiten simpli ica os i. ea-

    _les de identidad, personalidad y eficacia,

    tal fro-

    mesa se vuelve enteramente iluso

    ria

    e los

    diarios caplichos_de—las rnitripkiidaclatecnologi-

    casjegales—y_burocraticas, en_si mismas resultado

    D

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    21

    de una variedad de cambios cuantitativos.

    A me-

    nudo, por lo tanto, solo el estar intensamente con

    eso y con el otro proporciona un sentido de in-

    dividualidad y de comunalidad dentro de discon-

    tinuidades que de otra manera resultarian parali-

    zantes. Esto, parece, esta expresado vivida y con

    frecuencia devastadoramente en canciones de

    -una

    soledad expresada a g,ritos, subrayadas por un

    golpeante ritmo-para-acabar-con-todos-los-ritmos

    en un mar giratorio de colores y duces. Semejante

    dominio activo y colectivo de un mundo cacof6

    nico puede ser experimentado con un abandon°

    emocional y fisico diferente a todo lo salad° por

    las generaciones anteriores; y sin embargo —espe

    cialmente en donde se mezcla con drogas— puede

    tambien encubrir un aislamiento reciproco de de

    sesperada profundidad.

    Pero tal vez un observador aprende más a medida

    que se vuelve consciente de lo que el cambio socia

    esta haciendo con (y a) sus propios conceptos so

    bre la juventud. Por ejemplo, hemos postulado

    dentro del estadio de la juventud una moratoria

    psicologica, periodo en el que el joven puede dra

    matizar o, por lo menos, experimentar con pauta

    de conducta que son —o no llegan a ser— infanti

    les y adultas a la vez, y sin embargo con frecuencia

    incorporarse en forma aparatosa a ideales tradi

    cionales o a nuevas direcciones ideologicas. Una

    :

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    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    autentica moratoria, por supuesto, proporciona

    tiempo extra para valores intemporales; quita la

    presion del tiempo, pero debe terminar. Si en el

    pasado la gente joven (y los adultos creadores) a

    menudo ha experimentado el duelo por el final

    de la moratoria como perdida irrevocable de iden-

    tidades potenciales, los jOvenes lideres de hoy, tran-

    sitorios como son, declaran que el mundo que esti

    mas alla de la juventud es completarnente vacio

    e indefinido. Pero una moratoria sin final tam-

    bier' elimina todas las utopias, excepto aquella de

    una moratoria infinita. Las utopias a gran escala

    que debian iniciar un nuevo tipo de historia en

    el periodo de la posguerra —la guerra para acabar

    con todas las guerras, el socialismo que haria mar-

    chitarse al Estado, el Reich que duraria mil arios

    o el advenimiento de la no violencia militante—

    han sido todas seguidas por holocaustos tan fria-

    mente planeados como lo fueron las cknaras de

    gas e Hiroshima, o tan sorprendentemente caren-

    tes de plan como los motines masivos; y han sido

    remplazados por sistemas burocrkico-industriales

    de una minima diferenciaciOn ideologica. Asi,

    tambien, terming la incuestionada superioridad

    de los padres, ya sea que hubieran obedecido y

    muerto, o sobrevivido y prosperado. Si entonces,

    como debe hacer siempre, la juventud rebelde

    toma prestados roles de las revoluciones pasadas,

    debe ahora evitar la tentacion de conformarse con

    cualquier consolidacion anterior. El solo

    que formakoc

    riaadoplaletmundo des plesde_

    y

    sigu i en te revoluciOn yars_ce-ya_m st con trarr evo-

    pISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    lucionario. Mas una moratoria sin algun ipo de

     

    t  

    servo utopico sOloplieesor2. ucir a una prom

    ;`cuidad ideolOgica Tie tantct

    dopta corno effin

    las views revoluciones. Existe, por supuesto

    model° marxista. Algunos de los activistas de h

    stan de semejarse a revolucionarios marxistas

    apariencia y ert_vocabulario, pero sin poder co

    fipartir lo que eran hasta aquel entonces sus es

    ranzas o su disciplina intelectual y su habilid

    politica.

    Necesitan un proletariado que liberar, pero

     

    casos grupos de trabajadores hoy en dia podri

    ser guiados durante mucho tiempo por jOven

    .intelectuales sin ningtIn plan. Asi, la juvent

    debe proclamarse a si misma

    unacs_ciecle pro

    •ariado

    ieneasignific

    prim

    ordialmente

    Otroanodelo es el gandhiano, anticolonial y

    violento. Dificilmente existe un elemento en

    arsenal de la protesta moderna —desde la que

    de cartillas hasta las marchas de masas— que G

    . dhi no inventara como parte del metodo revo

    cionario de la no violencia militante. Origin

    mente una revuelta de los que incidentalmen

    estaban desarmados Rego a traves de el a sig

    ficar por encima de todo el metodo de los q

    elegian

    permanecer desarmados. Sin embargo

    s

    juventud de hoy (a excepciOn de grupos tan d

    dicados, como los manifestantes por los derech

    civiles y los resistentes al reclutamiento en

    Estados Unidos) ha carecido de la continuid

    que podria elevar la protesta no violenta al niv

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    124

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    , de campatias nacionales. No existe tampoco mu-

    cha probabilidad de que a las victimas restantes

    del colonialismo les importe contar con la juven-

    tud de los paises prosperos. Por lo tanto,

    la ju-

    ventud se ha •roclamado a si misma tambien como

    la victima personificada del colonialism

    pie_ de

    e unameLacionantsior viene

    a simbol i 7 A r

    uria despreciable herencia

    Gandhi de ninguna manera desconocia la fun-

    don catartica de la violencia; el psiquiatra Frantz

    Fanon fue su portavoz. Al hacer hincapie en la

    necesidad terapeutica de la violencia revoluciona-

    ria, constituye un eslabon ideologic° entre el anti-

    colonialismo y la "revolucion freudiana", que ha

    contrapunteado los metodos de la liberacion poli-

    tica con una exploraciOn sistematica de la escla-

    vitud psicologica del hombre. _

    Algunos de nues-

    tros *ovenes, combinando 1.

    as • is sal

    con la confrontacion, alternativamente violenta y

    no violenta,

    y con

    la

    proles?

    tanto intelectual

    como antiintelectual, intentan combinar las c r a

    todas las revoluciones en una moratoria

    im •rovisada a menud

    CO

    olo 0-

    nerlas

    en

    peliaro

    e

    incluso

    mofarse de todas_ellas.

    De las revoluciones combinadas de los oprimi-

    dos y los reprimidos, de los proletarios, los desar-

    mados y los dolientes mentales, parece haber emer-

    gido ahora

    un rebcie

    los dependientes. Que

    el ser dependiente otado es

    el es-

    labor' ide. • • ic e

    • . - .

    a de la

    jiztexund, el estado

    estad°_politic.o

    ns

    esarrollados,Esto, al

    .DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    2

    menos, podria explicar parcialmente la sorpren

    dente similitud, de la logica empleada en las pau

    tas de confrontacion tanto por la juventud privi

    legiada como por la ciudadania subprivilegiada

    Y zacaso no ha aprendido la juventud del psico

    ar

    nsisa c.onsiTerar

    larolon a depenc

    encia

    infantil del

    hombre como

    un hecho evolutivo a

    tificialmente alar do or s a

    rirtos pares rode

    asi_minar

    12

    hrillaiatersleJQ5a-itiosy e vigor

    la juventud y pares perpetuar los

    moldes de auto

    imagenes dultas?

    La rebelion de los dependientes, sin embargo

    desafia directamente a todas aquellas institucione

    existentes que monopolizan los procedimientos d

    admision al cuerpo principal de la sociedad. Esta

    confirmaciones, graduaciones e inducciones ha

    intentado siempre unir la profecia juvenil con la

    imagenes del mundo existentes, ofreciendo un

    variedad de ritos caracterizados por estados espe

    ciales de difusion ceremonial del propio yo. Tod

    esto, tambien, la juventud disidente busca ahor

    proporcionarselo a si misma en autograduacione

    recien improvisadas y ritualizadas, desde

    happen

    ings

    musicales hasta el experimento comunal y l

    revuelta politica.

    He indicado ya unos cuantos aspectos de la he

    rencia revolucionaria que las generaciones pasada

    y en especial los lideres carismaticos del period(

    de la posguerra han legado a la juventud. Mien

    tras tanto, sin embargo, la industrializacion h

    cambiado todas las premisas basicas, y la mayori

    de los jOvenes permanecen comprometidos en l

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    126 ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    invencion y perfeccionamiento de tecnicas que

    por su inmenso sentido

    practico pudieran garan-

    tizar la segu ridad, racionalidad y abu ndancia, aun

    cuando la exploracion espacial promete un nuevo

    tipo de aventura heroica y un parentesis celestial

    ilimitado. Pero incluso la juventud tecnolOgica

    responde en ocasiones a la cualidad profetica de

    las dos preguntas que la juvent d ex

    specla.

    a pa-

    _

    rece formular:

    i no es ahora, en este

    periodo posideologico de la h istoria y antes de que

    la tecnocracia cOsmica tome el poder completa-

    mente, intentard el hombre integrar sus valores

    intemporales, sus nuevos

    insights y su proximo

    dominio dentro de una vision y planeaciOn hu-

    mana total? el-quien si no ellos, los jovenes reu ni-

    dos en la prolongada moratoria de la vida .acade-

    mica, vivira y se rebelara en beneficio de esa vi-

    sion?

    IV

    Freud en cierto m omento subray6 qu e la sociedad

    debe por necesidad actuar como supresora de la

    _individualidad, la genitalidad y el intelecto, y qu e

    lejos de desear la superacion de la violencia hu-

    mana como tal las sociedades simplemente insis-

    ten en el derecho a controlar los medios y a esti-

    pular los blancos de la violencia. Freud se pro-

    nunciaba por la primacia del insight,

    pero daba

    por sentado e l Estado y la civilizaciOn; se enfren-

    tO al espectro de las sociedade s totalitarias solo h a-

    .

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    27

    cia el final de su vida. Desde entonces, el psico

    - analisis ha encontrado una mutua acomodacion

    con sistemas sociales que pueden pretender ofre

    cer un maximo de oportunidad al mayor niimero

    de sus ciudadanos y qu e promue ven, junto con la

    comodidades de la tecnologia en expansiOn, l

    btisqueda del saber y de la salud, incluso de l

    salud mental. La psicologia psicoanalitica del yo

    a su vez, ha venido a estudiar aquellos proceso

    'sociales adaptativos que deben proteger y apoya

    el desarroilo del yo en la infancia y proporciona

    fuerza y direcciOn a la identidad ado lescente. Per

    aun ue la complementaridad de los procesos indi

    viduales

    .

    reconocidayestudiada

    han quedado las preguntas relativas a la arliiiia

    rTedacipotenciaLde.....tadetUos

    oder

    Esta interrogante, de hecho, se ha visto intensifi

    cada en alios recientes con la creciente concienci

    del use (o abuso) que la organizacion en gran

    escala hace de la inventiva y e l valor individuales

    Au n los sistemas Inas prOsperos y progresistas pa

    teem medrar a expensas de los valores

    les: su alto costo puede hacerse manifies

    lw en l

    restricciOn de la espontaneidad en medio d un

    sistema • ue ensalza ,la libertad individual; en l

    estandarizacion de la informacion en medio d

    una industria universal de comunicaciones y, l

    peor de todo, en nue vas y aturdidas negaciones e

    medio de la ilustracion universal.

    La juventud moderna ha crecido junto con e

    hecho de que una civilizaciOn opulenta pued

    aprender a vo lverse relativam ente pacifica y am is

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    11/26

    128

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    tosa en grandes areas de su existencia y sin em-

    bargo delegar el más grande poder destructivo que

    jamas haya existido a monstruos nucleares cienti-

    ficamente creados y lealmente mantenidos por

    expertos y tecnicos bien adaptados. No es que la

    mayoria de los jovenes más que la mayoria de los

    adultos puedan mantener esta paradoja en el cen-

    tro de su atencion por un periodo indefinido;

    pero acaso no fue, nuevamente, el psicoanalisis

    el que ense116 que el hombre es responsable de lo

    que reprime o de lo que intenta permanecer in-

    consciente? Sin embargo, con todo y lo mucho que

    hemos aprendido respecto a las consecuencias de la

    represion sexual, no poseemos aun terminos y con-

    ceptos sistematicos adecuados para enfrentarnos

    a la escision en la percepcion humana que hace

    posible la coexistencia de la abundancia del con-

    sumo y de la "matanza" minuciosamente planeada,

    ni tampoco con el precio emocional reclamado por

    tal escisi6n.

    Y sin embargo debemos darnos cuenta de que el

    espectro de la guerra nuclear cambia la ecolora

     

    total deaq.ielloqne hemos venido a considerar

    _.—

    como la econorn_fainstiativa total del homl

    m. En

    tantoJas_guerras pueden4o..4aodian) proporcianar

    Ta?P_Pes--ificalOgicanagnte-canylacentesp

     

    qeXiOn. Inasiva,deLodio-scibleenemicsgoos,

    gTAn_ p_arte..,deLconflicto-intereintergene-

    racional podia co_ nsuiirsee2p

     

    e_gi

    -----

    7—

    erra. A medida que la comunicacion hace

    aparecer humano al enemigo, y a mWida que los

    desarrollos tecnolOgicos hacen absurda la guerra,

    ,.;,DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    el insatisfecho odio de si mismo al igual que

    tension llena de odio en las familias y comunid

    des bien pueden causar nuevas y sorprendent

    formas de violencia.

    No sorprende, entonces, que la

    legitimidad

    la violencia

    se vileiva hey dia el ,priacipal ter

    en la lucha ideologica de la juventud. Puede a

    . can r sui

    a n

    s e ini en aquellos j

    venes que deben estar preparados para verse

    ellos mismos o a sus enemigos reclutados para

    "servicio" que legitimiza lo que parece serm

    t--- 

    mirr;

    nuacion insensate de las 0,11erialed. L

    mayoria de ellos deciden llevar a cabo las tr

    cjagales esperanzas del LIeber y el 1erotsmo. A

    gunos objetan concienzudamente y —si deb

    tambien admitir concienzudamente que no cre

    en el tipo de Dios oficial— deben enfrentar

    carcel bajo condiciones que niegan inclusive

    sentido tradicional del martirio. Unos cuantos

    vuelven furiosamente en contra del sistema; pe

    si al

    sceniatahnentee_n_usaios a una ijtopian

    crativa en la.

    Awe _el mundo existente debe lieg

    a un final an de que alg_o_pu_eda vivir, debem

    recordar pjeellos han crecido en un ambi

     

    nte

    eli

     je_l_a_felicklail "como de costumbre" adu

    no excluia 1a4tosibilidad "minuto a minuto"

    un holocausto nuclear_y et final de la humanid

    tal como la conocemos.

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    12/26

    130

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    V

    Si intentara ahora arrojar alguna luz metodologica

    sobre la gama de reacciones que la juventud exhi_

    be frente a las con diciones antes bosquejadas, debo

    empezar por clarificar algunos terminos que he

    empleado a lo largo de los alms. En lugar de em-

    plear

    difusion de la identidad

    (o difusiOn del yo)

    y

    corjj:L

    ...

    sion

    en forma alterna, me gustaria tomar

    en cuenta el hecho de que el yo adolescente

    nece-

    sita de una cierta di sign. Emplearia, en conse-

    cuencia, este termino para experiencias en que

    son expandidos algunos limites del si mismo para

    incluir una identidad más amplia, con ganancias

    compensatorias en el tono emocional, en la certi-

    dum bre cognoscit iva y en la conv iccion ideolOgica,

    presenta ndose todo esto dentro de estados de am or,

    de union sexual y de amistad, de discipulado y de

    seguimiento y de inspiracion creadora. Tales es-

    tados pueden, por supuesto, presentarse dentro de

    afiliaciones culturalmente sancionadas o en grupos

    autoafirmantes que ocupan un lugar en el borde

    de la sociedad. La cuestion es siempre si el estado

    cumulativo de la propia difusion equivale a una

    nueva y poderosa vision o a una ilusion retrogre-

    siva de estar actuando en forma significativa. La

    confusion de la identidad

    caracterizaria asi a agu e-

    llos estados en los que existe un empobrecimiento

    y una disipaciOn de las ganancias emocionales,

    cognoscitivas y morales dentro de un transitorio

    estado grupal, en un renovado aislamiento, o en

    ambos.

    .DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    31

    La dificultad para clasificar tales estados y, so

    bre todo de ad'udicarlos a determinadas clases d

    individuos con personalidades particula

    re

    „ i

    antecedentes similares se

    ye, or su

    incre

    mentada ahi donde los mismos individuos jOvene

    yjosLaismose.msparecen demostrar una

    .xiadsestp

    dos

    o

    sy

    en determinado momento heroicamente entre

    -.gados y en otro amcamente mcompromet

    n

    un momento devastadoramente logicos y en otr

    ,deliberadamente irracionales, en cierto moment

    'calculadamente afirmativosyen otrodescuidada

    mente destructivosjLos aspectos defensivos de ta

    alternancia son inherentes a los mecanismos des

    critos por Anna Freud en su clasica descripcio

    de la pubertad. Pero probablemente podriamo

    tomar estos mecanismos, uno por uno, y hacer ex

    plicita la naturaleza complementaria de las nece

    sidades internas del individuo adolescente y lo

    alicientes ofrecidos no solo por formaciones gru

    pales espontaneas sino tambien por movimiento

    ideologicos. Los hechos cognoscitivos establecido

    por Piaget hacen suficientemente_plausible la tes

    ciectuela juventud

    piensa

    ideolOgicarnen te, es de

    cir, con una_combinacion de una orientacion

    egocentrics, determinada a adaptar a

    mjindopara_si, con una devociOn a esquetnaL

    s y altruistas, ya sea que su

    probadasulesmentidascliw

    mto

    la logica adulta o que no lo sea. De manera

    lar, en imigenes ideologicas del mundo (y estoy

    por supuesto, hablando no solo de la variedad to

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    13/26

    132

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    talitaria) tal lOgica se vuelve superflua; la verdad

    "evidente en si misma" respecto a alternativas sim-

    plistamente sobredefinidas y la omnipotencia pro..

    metida en un curso radical de la accian permiten

    a los jovenes entregar su. lealtad y ofrecer sus pro-

    pias vidas. En momentos decisivos de la historia

    y en las manos de lideres inteligentes, semejante

    Toiaeda, hasty

    za; pero du-

    rante los largos intervalos del potencial revolucio-

    nario minimizado, la juventiconducida a

    creencias y acciones en las que las fronteras entre

    la travesura y la delincuen

    l

    dram

    enudo

    asi como es dificil discernir maiaLaarteklas

    _p erso na lidade.sde los JideresideciicigicoLla Ijszzia

    y el histrionismo se mezclan con el autentico

    ca-

    ri

     

    Todo esto es bien conocido; pero hay mucho

    que aprender respecto a la posicion dentro del

    desarrollo de las expresiones juveniles a medio

    camino entre el juego de los nifios y los aspectos

    ritualizados de la sociedad adulta.

    otros logros, reviv e experien cias y antici-_

    aciones de caricter u

    entro del micro-

    cosmos del mundo de los

    y las yromesa s

    de la ficciOn propsmcionan un e uilibrio necesa-

    rio contra la • ion co • • • .d de una concien-

    cia in

    ra,

    aga impulsividad y una des-

    concertante realidad social. La necesidad de tal

    e uilibrio este multi licada en la adolescencia

    cuando un cuerpo desarrollado, unequipogenital

    maduro y una mentalidad perceptiva permiten ac-

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    33

    ciones en la frontera de la simple juguetoneria y

    de la realidad completamente seria, de la travesura

    transitoria y de la accion irreversible, de la simu

    laciOn audaz y de la entrega final. Al negociar

    ambas fronteras, los jOv ene s pueden ser ca paces de

    compartir conflictos transitorios que de otra ma

    nera podrian obligar a cada individuo a improvisa

    su propia neurosis o conducta delincuente, pero

    evidentes que tambien pueden arrastrarse mutua

    mente a compromisos permanentes en discrepan

    cia con la imagen de si mismos, su conciencia y

    con la ley. La mayoria logra superar esto, pero e

    importante visualizer en que grado el mundo adul

    to, con sus habitos ceremoniales en terrenos de la

    más grande y duradera importancia, sigue expre

    sando la necesidad de la ficcion ritual.

    Pero aqui nos ocu pamos de los aspectos retrogre

    h&xestall aciones juveniles. Evito usar e

    termino

    regresion a causa de sus implicaciones on

    togeneticas y cl inicas. La regresiOn transitoria pue

    de sei

    __Lkal-te tanto de la creatividad como del desa

    rrollo, como queda implicito en el termino de

    Kris regresiOn al ,servicio del yo y en el de Blo

    regresion al servicio del desarrollo . Blos, de

    hecho, considera la "ca • a

    • ara movere entre

    la conciencia Jegesizay_vronesiva con facilidad

    como la cualidad exclusiva delladolesssucia.

    Y, ciertamente o sugeriria • ue al• nos de los

    _procesos adolescentes, ca i icados tan apresurada

    mente de regresivos, tienen la peculiar funcion

    zdaptativa de reyivir

    as fra&menta

    rias experiencias infanTiiis

    C6ii

    -

    Taa de recoin

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    14/26

    134

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    dent

    ro de

    ueva totali-

    dad de la experiencia. Tal unificacion debe obvia-

    mente contar con las funciones del yo. Pero se

    acompana con un nuevo sentido del Yo , al igual

    que por una nueva experiencia del nosotros .

    El destino y la funcion de tal sentido y de tal ex-

    periencia en la secuencia de los estadios de la vida

    ha escapado hasty el presente de ser conceptuali-

    zada en te rminos psicoanalit icos. En cu alquier for-

    ma, el que una totalidad especifica de la experien-

    cia pueda estar irrecuperablemente perdida una

    vez pasada la adolescencia es el temor que brinda

    a gran parte de la conducta adolescente una cierta

    determinaci6U desesperada. Y esto, tambien, es

    una fuente de identificacion con los subprivilegia-

    dos de cualquier parte, que han perdido su opor-

    tunidad pero que les debe ser ofrecida nueva-

    men te.

    Seleccionare para un analisis más detallado un

    elemento del desarrollo poco discutido en psico-

    analisis: el de_a_orientacion moral y etica Ha-

    blare del

    afirelylizaj rr

    ,loral con?LDam_asp.capde

    la

    jfaacia, de la

    experimentaci

    no

    unaparte delaadaltsceacia y de la

    consolidacion

    dticaspi

    nourlatarea

    l

    clulp. Pero, como sabemos

    a partir del estudio de la psicosexualidad, las pri-

    meras etapas no son rem plazadas, sino — de acu er-

    do con el principio epigenetico— absorbidas den-

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    tro de un sistema jerarquico de diferenciacio

    creciente. Si el nifio aprende a ser moral, con

    que -primordialmente quiero decir a

    internaliz

    prohibiciones

    de aquellos que le son signi

    cativos, sus conflictos morales contimlan en

    adolescencia, pero quedan bajo la primacia d

    pensamiento ideologic°. Por ideologia, a su ve

    me refiero a un

    sistema de ideds directrices aglu

    , nado más (pero no exclusivamente) por la logi

    totalista y la conviccion ut6pica que por la cor

    . prension cognoscitiva o la experiencia pragmatic

    Esta orientacion ideologica, al igual que la mora

    es a su vez absorbida, pero nunca completamen

    remplazada, por esa orientacion etica que estab

    ce la diferencia entre adultez y adolescencia, qu

    riendo decir con etica

    la aceptacion de un se

    tido universal de valores

    con vision y previsio

    con anticipacion de responsabilidades inmediata

    una de las cuales es trasmitir estos valores a

    generaci6n siguiente. Tal desarrollo garantiza

    esta estructura total de valores una sincronizacio

    gradu

    alislacles ecTi6mico-politicas,pe

    tambien da _pora(1111ma_persistente inclin

    ciOn qu e _pu ede ,siempre con ducir a retrog,resion

    parciales_ Enlakyentud, esto puede apreciar

    en una detenciOn en el nivel ideol6g

    _

     

    retorno a conflicTos infantiles respecto

    clones m oliTeT,

    -

    Forliiirue la ju

    ventud particula

    mente agitada y exasperaclarestablece

    una po

    cinora/ Viue niega toda necesidad de un

    moralidad; una posiciontamora/ Viue hace alar

    de Ias normas aceptadas; una posicion

    tantimor

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    15/26

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    37

    so que habia usado el

    insight

    psicoanalitico para

    ,1hacer a más gente decir Si a un mayor mimero de

    bebes, con mayor conciencia prictica que cual-

    quier otro doctor antes que el. Semejante corn-

    aria, sin embargo„

    soloporie_jkiequelos

    'sentimientos mas eticos de os,...jo

    in a me-

    nudo smcromzados con los sentimientos más juve-

    niles c

    elosac

    Lulto m

    . Por encima

    de todo, sin embargo, las palabras de Ferber deben

    servir aqui de lema paralanies,

    ta. ion_Atica.. de

    una nuevazeneracion de

    dultovenes

    que, con

    la exhortacion a traves de la cancion o el eslogan,

    mediante la accion dramatica o la resistencia ca-

    llada, han introducido en aims recientes una nye-

    va orientacion etica dentro de la vidanortearneri-

    ca

    acion reTi

     

    iTAeYn los intereses

    Te una

    nueva generacion de estudiantes. He em-

    pezado con los resistentes de Boston debido a que

    una retrogr esion grupal tiene menor posibilidad

    de presentarse cuando una resistencia civil disci-

    plinada a una preocupacion nacional especifica

    domina la acciOn. He escuchado un Si igualmente

    claro a estudiantes de la Universidad de Ciudad

    del Cabo que reiteraron su determinacion y la de

    sus maestros de abrir las universidades a sus corn-

    liatriotas negros. Si quisiera uno serialar algun pe-

    ligro retrogresivo en toda esta area del disenti-

    miento etico, seria el de la seleccion arbitraria de

    expresiones de rebeldia que no llegan a sumar

    un Si sostenido y el de los metodos no coordinados

    con las acciones de otros.

    Al pasar de una consideracion de la posicion

    136

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    que niega militantemente toda autoridad, y final-

    mente una posiciOnVutiautorliarial y sin embargo

    moralista,ique condena al mundo adulto con el

    fervor de los justos, todo dentro del contexto de

    una insistslc:usa_que

    a

    juventud no debe rendirse al sistema existente.

    Para empezar con la orientacion etica: el 16 de

    octubre de 1967, en la iglesia de la calle Arlington

    en Boston, Michael K. Ferber, estudiante de Har-

    vard, fue uno de los lideres de una ceremonia en

    contra del reclutamiento en la que pronunci6 un

    discurso titulado Un tiempo para decir no .

    Concluia asi:

    Pero lo que quiero decir va más alla de que digamos

    No, porque no importa que tan fuerte lo gritemos, no

    importa que ceremonia llevemos a cabo para decirlo,

    no llegaremos a constituir una comunidad entre nos-

    otros ni nos volveremos agentes eficaces para cambiar

    al pais si todo lo que compartimos es una negativa.

    Albert Camus decia que el rebelde que dice No es

    tambien el que dice Si, y que cuando establece un

    limite más alla del cual rehusa cooperar esti afir-

    mando los valores del lado opuesto. Para nosotros,

    que venimos hoy aqui, que es lo que afirmamos?,

    que es aquello a lo que podemos decir Si?

    Si

    bien Ferber estaba hablando tan eticamente para

    los jovenes que estaban actuando como el, tambien

    se encontraban a sus costados un capellan univer-

    sitario plenamente afirmativo y un pediatra famo-

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    16/26

    138

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    etica a la de la restauracien de conflictos morales

    anteriores, seguire el habitual metodo de esque-

    matizar las etapas infantiles originalmente corn-

    prendidas dentro de la teoria de la pregenitalidad.

    En cierta analogia con los principios de esa teoria,

    procederemos suponiendo que el proceso de la ado-

    lescencia incluye una restauracion de todas las po-

    sici,ones preadolescentes, de la infancia en adelante,

    para poder integrar todos los beneficios de la in-

    fancia dentro de un estilo de adolescencia tanto

    individual como colectivo, consonante con las ne-

    cesidades del periodo historic°. En el proceso, sin

    embargo, cada posicion parcial puede independi-

    zarse en conjuncion con una subculture adoles-

    cente especializada en algunas de las promesas uto-

    picas de la posiciOn en cuestian y que intente

    aportarlas a un orden mundial emergente. Seme-

    'ante

    totalizacion

    de un con'unto deoterijila

    humanos eventu

    almente

    olverse tanto re-

    uesva como destr

    uctive, pars

    Lia.,sacitclaclerL

     

    eneraL

    La infancia contribuye a toda la vida posterior,

    junto con algunas vulnerabilidades inevitables,

    una oralidad denodada y una vehemencia sensorial

    continuada. Lo_que en analisis clinico hemos lla-

    mado habitu

    almente

    breyiar, oral ha Si&

    u

    na insistencia zonal o libidinal;

    los modo • finales de incor • orar tanto alimento

    como sensaciones form. 1 1 • s, -,

    • ra u • a

    aceptaciinacliyadelmundo. Cualquier evalua-

    cion clinica o evolutiva, en esta forma, podria ini-

    ciarse con cualquiera en una serie de temas y con-

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    39

    ducir inexorablemente a todos los demas. Insistire

    aqui en la

    mutualidad

    de las respuestas del nifio

    conlapersona materna,

    qu

    onduce a la intro-

    yeccion de una ima: en materna benevola conlia-

    rimaria. Esto,

    a su vez, cohtribuye au0,...zroporcion favorable

    delacon

    Lisa..whys la

    desconfianza bdstca

    tie a s

    fundamental de todo el crecimiento. Todo este,

    se combina para formar una primera

    posicion det

    desarrollo

    que se volvera un elemento contribu-

    yente a todas las etapas posteriores, a medida que

    alcanza en cada etapa un nivel de diferenciacion

    superior. Esta grafica de tiempo del desarrollo es

    tambien, por supuesto, un mapa de regresiones

    parciales y transitorias durante estados de crisis,

    enfermedad o fatiga, y de un irreversible retiro

    hacia la gratificacion ilusoria en los estados patolo-

    gicos.

    En la adolescencia, la virtud de la fidelidad, la

    capacidad de ser leal a una vision del futuro, in-

    corpora ahora la confianza infantil, mien tras que

    de tener fe aparece como una espe-

    ranza más precisa, sincronizada a un universo ideo-

    logicamente coherente. Lal to talizacien icorrespon-

    _

    diente la conocemos clinicamente en la forma de

    una regresion masiva en individuos aislados, adic-

    tos o psicoticos. La conocemos biograficamente

    como el estado especial de una recapitulaciOn crea-

    tiva del despertar sensorial en alguno de los me-

    dios de representaciOn artistica. Y la conocemos

    sociologicamente como una vida comunitaria uto-

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    17/26

    140

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    pica o restauradora de un espiritu marcadamente

    infantil, confiado y mistico.

    Regresando a las actuales pautas de disentimien-

    to, debe resultar evidente que el estilo grupal ge

    .

    neralmente colocado ba'o el termino2hippiano"

    es esa totalizacion de la

    sid6ra_dallesa-

    rrollo. En medio de nuestro mundo tecnocratico,

    ho mbres y m ujeres j6venes se alientan unos a otros

    a vivir como los proverbiales lirios del cam po, con

    un amor confiado como su exigencia y demostra-

    cion predominantes.

    Dentro del sistema de las etapas morales, seme-

    jante regreso a la log ica tanto de la infancia como

    del paraiso pue de ser visto como u na restauracion

    de la

    eta a premoral.

    Estos jovenes parecen con-

    vencerse a si mismos (y en ocasiones a nosotros)

    de que la caida de la gracia y la expulsion del

    paraiso fueron despliegues excesivos del rigor di-

    vino y de que la desconfianza basica es un bagaje

    superfluo para un "ser humano". Este regreso

    puede' ser una reafirmacion del indispensable te-

    soro de experiencia que nuestro mundo tecnocra-

    tico esti vagam ente consciente de h aber sacrifica-

    do a los dioses de los objetos, la mercancia y la

    adaptacion mecanica; y, hasta cierto punto, el

    mu ndo esti agraflecido, o de cualquier forma, fas-

    cinado con esta tribu de "otro mundo". Pero, por

    desgracia, una tecnologia existente tiene sus pro-

    pios metodos de absorber y neutralizar las inno-

    vaciones u topicas, y los h ijos de las flores, tambien,

    han su frido — precisamente a causa de su represion

    de ese minimo de desconfianza necesario— la ex-

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    4

    plotacion com binada de microbios, vendedores d

    drogas y publicistas.

    VII

    No podria existir mayor contraste que aquel ent

    las posiciones etica y premoral antes bosquejad

    y la posici6n amoral que examinaremos a con

    nuaci6n. Y sin embargo el disentimiento unific

    y los hippies y las pandillas de motociclistas h

    sido vistos en ocasiones conviviendo juntos com

    los corderos y los leones. Tambien he sabido p

    lo menos de un caso en que los resistentes al r

    clutamiento se eslabonaron unos con otros alred

    dor de un desertor consciente, con cadenas ent

    gadas a ellos por una pandilla vestida de cue

    negro. Si_

    .laiosizitamoral tiene tendencies m

    manifiestamente siniestras que la

    el2„sulebiclo ague defiende_una sincera cree

    cia en la bondad tanto de la violencia fisica com

    h

     

    La_posicion am ora4 esti clarame nte relaciona

    con la segunda etapa del desarrollo infantil (

    decir, alrededor del segu ndo y tercer arms de vida

    Con do gm atica brevedad, el desarrollo

    anal-uret

    y muscular tuvo un corolario psicosocial en

    sentido de autonom z a,

    que a stlyez.teerc)512

    ligro de una

    duds

    y una ver iienza e)ccestas.

    nueva y ruchmentaria fuerza que surge de e

    etapa es un sentido de una

    fuerza de volunt

    libre, matizada con la aceptaciOn de una mut

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    18/26

    142

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    delimitaciOn con la voluntad de los demas. La.

    contraparte psicopatologica de todo esto es, de he-

    cho, un mal funcionamiento de la voluntad, ya

    sea en la forma de un

    control excesivo

    interno

    manifiesto en tendencias

    compulsivas y obsesivas

    ya como una impulsividad

    obstinada.

    El desarrollo de la identidad en la adolescencia

    requiere tambien de una restauracion de la se-

    gunda position del desarrollo. Nuevamente a prue-

    ba, la voluntad uede entonces uedar subordi-

     

    ada a algun orden reconoci o como unayohm-

    rad superior dun impulso e iaua1a_experierwia

    comunitaria, mientras que la obediencia ciega pue-

    de volverse una_disciplina_escogaLor uno mis-

    mo, colocando siempre el acento suldetivo ensue

    ser ineludible. En la rebeliOnLtotalistal sin embar-

    go, la restauraciOn negativa de esta posici6n pue-

    de conducir a una completes inversion de posi-

    ciones. Lejos de mostrar alguna vergiienza, los

    disentidores hacen gala de su ausencia, la obe-

    diencia se vuelve desafio y la duda de si mismo

    desprecio. Estos retos deliberados, a su vez, des-

    iertm d.e los_demis, de ahi que el amo-

    ralista militante se encuentre, tarde o temprano,

    frente a hombres uniformados, pagados para hacer

    el

    trabajo sucio para la gente decente, y pro-

    pensos a satisfacer fantasias amorales al compor-

    tarse como la version externalizada de una con-

    ciencia brutal, por más que en ocasiones —en

    terminos de su trabajo y de su entrenamiento—

    ellos mismos sean amorales.

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    4

    Queda bien dentro de la logica del desarrol

    que la retrogresion a un estado amoral recapitu

    —no menos compulsivamente por parecer tan ob

    via y deliberada— autas

    piptej.t

    tales como el habil ckw'sLtg...cle.....he.ces en lu gar

    profanables y el uso del excrement° como mun

    cion. En este contexto tambien entra la adjudic

    cion indiscriminada de -1

    4as_ults autoridade

    En el caso de cerdos , esto ciertamente muest

    una extraiia falta de respeto por un animal in

    centemente sucio, y en el de 'las obscenidade

    sexuales una notoria retrogresion de la libe

    tad sexual?

    Este puede ser el lugar para discutir brevemen

    la suposicion simplista, escuchada frecuentement

    de que tales actos retrogresivos por parte de

    juventud privilegiada son simplemente rabiet

    desproporcionadas debidas a la tolerancia de s

    La tolerancia autentica probablemente n

    puede ser aprendida en unas pocas generacione

    En el interin, existe, más bien, una excesiva inh

    bicien de la ira parental e inclusive de la indi

    naciOn genuina. Esto deja a la ira, tanto de l

    padres como de los hijos, sin ser puesta a prueb

    y sin educar, y sobrevive como una expectativ

    ansiosa residual relativa a cuando se atreveran l

    padres a ventilar su ira suprimida y probara

    I No puedo discutir aqui la diferente signification q

    adoptan la irreverencia y la obscenidad deliberadas ent

    los militantes de las minorias raciales, quienes por gen

    raciones y en el transcurso de su vida han estado expuest

    a un "cumplimiento de la ley" extralegal.

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    19/26

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    iniciativa fue (y lo es nuevamente)

    intrusiva

    locomotriz,

    con hincapie en la invasion de l

    terrenos del padre; y fue (y es) durante algi

    tiempo intrusiva al igual que locomotriz en

    nitias, en ocasiones con u n fervor com petitivo s

    prendente para los chicos. Si la represion de l

    empujes agresivos y sexuales hacia las figur

    parentales fue la herencia negativa de la terce

    etapa —y esto acompatiado de un marcado tem

    de dafiar las partes ejecutoras— se vuelve a

    más plausible que los jOvenes se vean atraid

    por lideres carismaticos y cauiiiirtOy•ic

    Tas—

    sanaoi____

    aran_y_propowonaran direccion a la r

    44

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    que, en verdad, pueden manejar su propia vio-

    lencia. Pero los problemas de la crianza infantil

    son siempre parte de un clima intergeneracional

    ;

    y bien pudiera ser que no solo la experiencia

    infantil sea la que impulse a los jovenes a poner

    a prueba los limites de la equidad desapasionada

    pretendida por las autoridades y por los padres.

    En do nde tal desafio es enfrentado con el desplie-

    gue de una fuerza asalariada que no vacila en

    ventilar toda la ira frustrada, tan evitada por los

    privilegiados, la debilidad etica implicita en ese

    delegar la violencia despierta inmediatamente la

    solidaridad de aque lla m ayoria de estudiantes q ue

    en otra situacion no serian atraidos por estrata-

    gemas amorales.

    VIII

    En la tercera etapa de la infancia —es decir, el

    cuarto y parte del quinto aiios de la vida— la ima-

    ginativa

    antisipari4n—de---reles—futiugada

    -

    Con

    ngottts_y_ disfracesencuentos ses.

    Es to, tamlien, es ecapit.iladodespues dela pu-

    ,beslid,cnanda la Tuv e tud., enf=ren_t4_a__1a rea-

    lidad econenaiayalaactualidacthistOrica. Lo que

    se-

    manifiesta nuevamente es le. reclamacion del

    derecho a eercer_la,.iniciativaVde imaginaciOn y

    de action, y estosind_cpregyo_sentie

    cu/palque en un tiempo hizo más profunda la

    tendencia a la represion e hizo al nitio tan sus-

    ceptible a la presion moralista. En el nitio esta

    tauracion de la imaginacio vigorosa y compe

    Lusa. Para evitar to peor, la generacTiciiIiiTei

    trata, no sin condescendencia, de dar a los jOven

    un area para el restablecimiento de empresas

    licas con el proposito de "correr sus mocedade

    o de servir como "valvula de escape" antes

    que la "realidad" adulta haga retroceder toda

    exuberancia deportiva hacia canales de obedi

    cia. La educacion superior, en especial, ha cu

    vado siempre su estilo de amable jactancia y d

    portiva competitividad. Pero a la larga tambien

    trasmitido el poder de las ideas incorporado d

    tro de los periodos y hombres rebeldes del gr

    pasado, y ayudado asi a obstaculizar la prop

    siOn de la juventud exasperada a someterse a

    regimentation tecnica y burocratica.

    Entre las tendencias retrogresivas asociadas c

    el restablecimiento en la adolescencia de la cu

    infantil esta la position

    antiautoritaria e hip

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    20/26

    146

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    47

    moralista

    que, en ocasiones, al observarla resulta

    más extrafia aun que el nombre que aqui le estoy

    adjudicando. He aqui un ejemplo simple y mo-

    derado de lo que quiero decir. En un periOdico

    universitario, un estudiante recrimin6 a un pro-

    fesor autenticamente distinguido por un punto de

    vista supuestamente ilogico y carente de etica.

    El problema no es aqui tan importante como la

    posicion. El autor reprochaba: "Lo que verda-

    deramente me molesta es la calidad y 16gica de su

    justificaci6n.. ."; "encuentro completamente in-

    genuo su intento de distinguir entre.. ."; "aim

    más risible es la caracterizacion en su carta.. .";

    "aun si le concediese yo este punto a su favor, en

    beneficio de la discusi6n..."; "de lo que la mayo-

    ria de los... expertos carecen es de un perceptible

    sentido de responsabilidad..." Esta forma total

    de volverse en contra de la "autoridad" de una

    posicion legendaria de maestro de escuela es ca-

    racteristica del tono empleado por muchos revo-

    lucionarios autonombrados, que declaran "culpa-

    ble" a un hombre o a un grupo determinado con

    un empleo fanatic° de la logica de "culpabilidad

    por asociaciOn". Algunos jovenes con la más clara

    inteligencia y las más eticas intenciones pueden

    dialogar llevandose unos a otros a tal retrogre-

    sion, sin darse cuenta de la probabilidad de que

    estan apresurando esa ocasion en que la usaran

    el uno contra el otro para la liquidacion moral

    reciproca.

    Mientras tanto, el fanatismo "aventurado" por

    los agitadores puede conducir a confrontaciones

    peligrosas precisamente porque son escenificados

    -

    en el centro de la prerrogativa masculina adulta

    Tal vez el restablecimiento de la tercera posicion

    del desarrollo no llega a ser tan obvio como lo

    ;,  

    es en los efectos colaterales emocionales y

    com

    portamentales de ataellassonfroatacTizsgue se

    centran en laacupacisia.lesclificios con joaskat2:2

    y_ simjpolos del oder establecido. La adquisicion

    de una base territorial

    en el corazon del Establish

    Ment es, por supuesto, una antigua tecnica revo

    lucionaria que tiene tanto de estrategica como de

    simbOlica. En la ocupacion de un centro en e

    alma mater, sin embargo, los aspectos retrogresivo

    estan subrayados debido a que los conquistadore

    reclaman y cuentan con la protecciam de la extra

    territorialidad

    academica. Y, ciertamente, sus osci

    laciones afectivas subsecuentesparecen variar es

    de_ a sensacioa de certeza de

    iabo

    una hazafia comunitaria histOricamente valida

    fiasta excesos que claramente dramatizarilos te

    mas ceUe

    ai~deastatern~ ~ como

    tisurpa ores culpablesy del derecho deJosj_6

    venes a reclamar

    mnistia casi ante

    de que la hazafia sea consumada. Y, ciertame

    las facultades propenden a hacer de tales revuelta

    problemas de familia; de tal manera que se vuelv

    igualmente risible demandar o conceder amnisti

    o insistir en castigos severos para hechos que, en

    realidad, logran despertar dudas culpables en lo

    adultos confrontados y los obliga a confrontars

    unos a otros en un prolongado y anacrOnico

    debate.

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    21/26

    148

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    IX

    Ahora debemos, al fin, ocuparnos de esa mayoria

    de j6venes que, sin semejante

    e

    veria

    n una fo

    ente y

    probable

    8

    - • -

    e

    . una revuelta.

    No que la mayoria no haya siempre cultivado

    travesuras, correrias y desordenes periOdicos que

    dentro de las diferentes culturas se dan por sen-

    tados. Pero aun cuando en algunos paises ocasio-

    nalmente se pierdan vidas, estos desordenes juveni-

    les rarer vez adoptan la naturaleza de una rebeliOn

    concertada, excepto en donde la mayoria de los

    estudiantes tienen razones para sentir que el sis-

    tema no les concede el lugar debido

    dentro

    de el.

    Los estudiantes_no eltan....necesaLiznente

    enalena-

    dos de un mundo industrial q.....inclusa_sle un

    complejo militar-industrial en tanto sus estuios

    lesp7Ometan un_ayance.41:

    ici

    n

    y un estilo de ociaanautilicetodo el cordon

    clela_raesanizac

    an . Es dificil adjudicar

    a esta mayoria una tendencia a restablecer una

    posiciOn del desarrollo anterior, debido a que sus

    aspiraciones son en amplio grado solo una exten-

    sion de la cuarta etapa, la edad de

    la escuela

    y

    el juego

    dentro de un prolongado perlodo de

    aprendizaje. En nuestrocontinuum desde las orien-

    tacionsi_pmnorales _hastalasszpr.csamente fiti-

    cas, este numeroso grupo intermedio cultiva un

    kragmat

    ism,g_posmoraLy Tree ti co. Este_ ffoLn i-

    na , sobre todo, entre los estudiantes de especia-

    lidades ocupacionales que intentan enfrentarse a

    l

    '-DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    49

    :eras complejidades concretas de la vida modema,

    ya sean la produccion o distribuciOn, la transpor-

    taciOn o comunicaciOn, la medicina o el derecho:

    para ellos,

    lo que funciona es bueno y es destino

    del hombre estar en movimiento y poner las cosas

    'en movimiento en union de una fuerza planifi-

    . cadora divina. El trabajo en equipo justifica la

    confianza humana en el control eventual de todas

    las complejidades modernas, incluyendo la pobreza

    y las relaciones raciales, la guerra y la conquista

    del espacio.

    Segan esta orientacion general, la moralidad, la

    ideologia y la etica pueden ser todas integradas

    en la adquisicion de tecnicas, quedando relegados

    los problemas del pecado o la salvacion a la reli-

    giosidad dominical que nunca esti en conflicto

    con el habit° y la razon y que recompensa a aque-

    llos que se ayudan a si mismos. El resultado es

    una nueva consolidacion tecnico-cultural andloga

    a aquellas que han dominado todos los periodos

    anteriores de la historia.

    Si existe retrogresien en esta orientacion, esti.

    en el ajuste demasiadoplesay demasiad.o comple-

    to a los modos dominantes de och.. :1e

    exito; y si bien es cierto que aquellos que sienten

    pertenecer a el propenden a escapar a las formas

    más graves de la confusion de identidad, tambien

    lo es que deben vivir mediante un disimulo de

    las emociones, cuyo destino cumulativo y colectivo

    dentro de la vida interna o interpersonal es difi-

    cil de evaluar. Las pautas de disentimiento evi-

    denciadas por aquellas sincronizadas con el sis-

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    22/26

    150

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    tema" difieren en paises de grados diferentes de

    desarrollo economico; y aun donde los pragma-

    ticos se permiten ocasionalmente verse exasperados

    o condu cidos por actividades radicales, estos 1116-

    mos no pueden siempre anticipar si sus partida-

    rios temporales desean un sistema diferente, o

    una identidad más lucrativa dentro del existente;

    y es que los pragmaticos estan más cercanos a las

    luchas de poder dentro de la estructura politica

    de lo que lo estan a los problemas ideolOgicos

    como tales.

    Se sienten tambien los pragmaticos morales

    "enajenados" en un mundo tecnocratico? Es difi-

    cil responder. Pero un contacto creciente con la

    intelectualidad humanista es susceptible de pro-

    piciar el disentimiento radical. De otra forma una

    retrogresion dentro de 1114,91cadela.

    earagco-

    lar adquiere la forma de "romper con el

    bereffa76deWur

    al eva-

    sion de una sumision anterior a las estrechas

    tecnicas de capacidades limitadas puede (en don-

    de las leyes de reclutamiento lo permiten) ser de

    gran valor, especialmente cuando se une a practi-

    cas y experiencias enriquecedoras. Pero tarde o

    temprano los qu e se separaron del sistem a tienden

    a levantar una pretension comunitaria de supe-

    rioridad sobre aquellos que trabajan y sirven, su-

    perioridad que a rnenudo solo encubre ese ex-

    quisito

    sentido de inferioridad que es la sombra

    pertinaz de la edad escolar.

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    5

    x

    Podriamos condensar cuanto ha sido dicho sobr

    los diversos tipos de disentimiento reclamando q u

    las retrogresiones grupales se originan en la in

    capacidad o en la negativa de concluir la etap

    de identidad bajo las condiciones ofrecidas po

    el mundo adulto. Pero la barrera generaciona

    siempre se encuentra entre Jos futuros adultos

    los adolescentes recientes. Hoy esta reforzada de

    lado adulto por un deletereo sentido de deficien

    cies dentro de una o rientacion etica y religiosa con

    cordante con un desarrollo de la identidad pro

    metido todavia hace una generaciOn. De hecho

    muchos de los adultos más efectivos en las tran

    sacciones modernas han tenido muy poco tiemp

    para completar, o ciertamente para renovar, e

    desarrollo de su identidad Lpara no hablar de s

    sentido de intimidad o generatividad— bajo l

    presiOn del cambio tecnologico e historic°. (Ser

    esta la razOn por la que algunos jOv enes barbado

    y algunas jovenes austeras se las arreglan par

    lucir y actuar como veteranos de la vida, compa

    rados con el aspecto exitoso e infantil de su

    padres y feliz e infantil de sus madres?)

    Algunos militantes, por supuesto, se niegan

    admitir toda necesidad de una identidad; para

    ellos el concepto mismo es solo otro intento d

    forzar a la juventud hacia roles prescritos por e

    Establishment. Ya sea esto parcialmente cierto o

    no, es importante darse cuenta de que existe una

    connotaciOn ideologica ocu lta en todas las teoria

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    23/26

    152

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    que se ocupan de la naturaleza del hombre; aun

    las observaciones más cu idadosamente ve rificadas

    mostraran haber estado sujetas a las polarizacio-

    nes ideolOgicas de su periodo historic°. Este cier-

    tamente ha sido el caso con la teoria de la psico-

    sexualidad. Hoy en dia, cuando (parafraseando

    a McLuhan) la mascara tan frecuentemente es el

    mensaje, nos enfrentamos a jovenes que ocultan

    su verdadera identidad —en todo el sentido de la

    palabra— detris de unas gafas oscuras y de una

    cabellera omnipresente, haciendo ostentacion al

    mismo tiempo de una identidad negativa con fre-

    cuencia más alla de su s recursos emo cionales. Esto,

    tambien, uede ser

    o de na valentia en el

    tambieLL pugdeiLcklasamg...cca0;a

    _

    eo

    aciOn de las tres_Resgsidades evolutivas que

    senalaTaTieimin

    -

    acion deTa;c

    a

    i'creni

    a al una eficacia; una sexualTra

    li da . a_un estilo de intimid

    . d e _ _ u Q b z . c r

    -

    S er:Lpoco tiempo, responsable de la

    si uiente gfneras

     on. ------

     

    Debem os reconocer de paso los avances de m u-

    chos jovenes de hacer de la libertad genital un

    aspecto central de una mayor honestidad comu-

    nitaria. Una vigorosa cultura genital, sin embar-

    go,. depende entre otras cosas de metodos anti-

    conceptivos; y mientras que su invencion fue

    anticipada fervientemente por Freud, puede ser

    necesario h oy en d ia estar atento frente a la creen-

    cia demasiado precoz de qu e la instintividad geni-

    tal y procreativa pueden ser divididas en forma

    tan clara, sin nuevas manifestaciones de esfuerzo

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    emocional. Por otra parte, la libertad de escog

    la paternidad junto con u na mayo r concienciaci

    de lo que el genero humano puede y debe s

    capaz de prometer a cada recien nacido,

    en cu

    quier par te,

    bien podria constituir el

    sine qua n

    de una etica futura provista con un conocimien

    más claro de las necesidades basicas de un s

    humano.

    El futuro, propondria yo en conclusion, impo

    dra a los adultos jovenes no solo nuevos estil

    de paternidad sino tambien la responsabilidad

    ser, en verdad, los guardianes de sus hermanos

    hermanas menores. Tras de todos los notab

    servicios que algunos de nuestros jovenes h

    prestado a los subprivilegiados y subdesarrollad

    en la periferia de sus vidas, bien pudieran ten

    que aprender aim que el ser joven bajo las co

    diciones del cambio ripido significa asumir

    responsabilidad de las personas meno res cercan

    y esto en formas imposibles de cumplir por l

    mayores y menos que nadie por los padres. Es

    tambien, esti anticipado profeticamente en l

    fraternidades y hermandades transitorias de ho

    aun cuando esa mutua preocupaci6n sea en oc

    siones solo un fen6meno e sporadico y romantic°.

    En este artfoculo primordialmente "diagn6s

    co me gu staria h acer esta sug erencia terapeutic

    que (afortunadamente, como sucede tan a men

    do) se apoya en lo obvio futuro;

    de mayor ecad_pudieran

    encjrar dentro

    de

    .el

    valor —y en sus mayolfsel_aliento

    y la orie

    tacion— para institucionalizar su respon sabilida

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    24/26

    154

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    para con los jovenes de menor edad, • edriamos

    Fr aparecer imageries muy diferente

    a-

    JesmatotelLj.u.v.em

    Itez jo-

    ven. Nu evos modelos de conducta fraternal pueden

    llegar a remplazar aquellas imagenes de camara-

    deria y valor que en el pasado quedaron vincula-

    das al servicio militar y que probablemente con-

    tribuyeron a la glorificacion de u n t ipo de com bate

    destinado a volverse obsoleto en nuestro tiempo; y

    pueden llegar a continuar el extraordinario tra-

    bajo, a la vez inspirado y concreto, efectuado en

    las illtimas decadas por grupos juveniles, pioneros

    en una diversidad de fronteras. Esto, a su vez,

    pennitiria a losaduitaportar el conocimiento

    generaeione s-4-fclasi.ca':. Pero a

    cia debemos tambien hacer hincapie en las obli-

    gaciones hipocraticas implicitas en ella: los

    in-

    sights

    diagnOsticos y terapeuticos no pueden, más

    ally de un cierto grado de partidarismo declara-

    do, quedar subordinados a contratransferencias

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    5

    ideologicas. En un mundo posfreudiano, el

    insigh

    psicolOgico debe cobrar una significacion y pode

    etico propios.

    Porque los adultos, tambien, retroceden baj

    las condiciones descritas. 0 mas bien, las man

    festaciones discutidas son ya el resultado de un

    retrogresion adulta, aguda y sin embargo oculta

    Nosotros que conocemos tanto resp&to del nili

    dentro del adult() sabemos mucho menos respect

    al destino del adolescente en su interior; y si

    embargo esti eminentemente claro que los adulto

    de estatura etica conservan sus compromisos ideo

    16gicos irracionales al igual que su moralism

    punitivo, y pueden volver a caer en ambos. Qu

    los vestigios adolescentes perduran puede aprecia

    se, en tiempos más tranquilos, en las retrogresione

    ritualizadas en grupos como los de ex alumnos

    veteranos; y a menudo son evidentes en las pecu

    liaridades de personas cuya ocupacion las oblig

    a (o les permite) pasar su vida con la juventud

    para no hablar de aquellos adolescentes de tiemp

    com pleto entre el profesorado. Confrontado de ma

    neiaa

    guda_p_or los desafios de la

    xa

    erackyagitaai;-el-

    ufrir_un

    especie de paralisis emocional causada por lo

    vesti 'os a

    os de sus • ro io

    fragmentos de identidad norealizades

    ;

    - y una

    cie

    ta identif icacion irresistible —puniTiva__Q autopu

    nitiva— con el tipo de_jusentud mass reciente. Y

    sea el resultado la rendicion generacional o l

    renovacion del aislacionismo generacional, tard

    o temprano conducira a un despliegue de esa qu

    autentisoy la ex '

    nuina sin ado tar

    unaposici

    a Id

    sucakaci:

    dadreal y de su autoridad interna verdadera.

    En la definici6n y defens

    a de un nuevo vin

    semejante entre las generaciones tambien veo un

    nuevo rol Rara hombres y mujeres jovenes (bue-

     

    no, relativamente) con entrenamiento psicoana-

    litico. Más ally de su funcion como saneado-

    res, bien podrian servir como interpretes de los

    conflictos que se despiertan en aquellos que —en

    cu alquier lado de la barrera— n o pueden despren -

    derse de las ima enes e impulsos de la luck de

    . •

    r.

    - -

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

    25/26

    156

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    bradiza dignidad que supuestamente protege la

    dignidad y el

    status

    ocupacional. A esto, nueva-

    mente, reaccionan negativamente la mayoria de

    los jovenes; para ellos u na carrera qu e no e s digna

    de sacrificarse por los ideales declarados no es dig-

    na de poseerse.

    Corn art 

    utoridad con los jó-

    venes, sin e

    ie • a •.

    lgolgo

    de lo plelosadultos-ha

    desconfiar

    en ellos mismos: un potencial autenticame

    etico. El estudio de la

    raiz psicologica de e ste po-

     

    encial puede ser u na de las tareas más inmediatas

    del psicoanalisis. Com o ya h em os dejado atras el

    siglo del nifio y estamos experimentando, en toda

    su fuerza, el del adolescente, bien podriamos estar

    entrando en un periodo en que debamos atrever-

    nos a preguntar: 2que

    es,

    verdaderamente, un

    adulto?

    Una nueva generacion, para nosotros, siempre em-

    pieza nuevamente con Edipo. Damos por sentado

    que el rey Layo sabia lo que estaba haciendo,

    porque, acaso no contaba el con la autoridad del

    oraculo, cuando abandon6 a la mu erte a su pequ e-

    fio hijo, sin correr riesgos con la posibilidad de

    que una buena educacion pudiera resultar más

    fuerte que el Establishment oracular? Por lo que

    sabemos boy en dia, sin embargo, podriamos in-

    clinarnos a preguntar: que podria esperarse de

    un pequefio cuyo padre se sentia tan vinculado

    DISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    al tradicionalismo fobico? Sin embargo, la teo

    h a confirmado el oraculo: cada nu evo nifio par

    ser portador potencial de la maldicion edipica

    el parricidio sigue siendo una explicacion muc

    más plausible de los males del mundo que

    filicidio.

    Y sin embargo debe estar claro que todos

    ritos de pubertad y las confirmaciones, al ig

    que todos los reclutamientos y (si, todas)

    graduaciones, ademas de establecer una recip

    cidad de obligaciones y privilegios, tambien am

    nazan con un elemento de mutilacion y de exi

    si no en la forma cruda de alianzas quirtirgicas

    en la insistencia de que la identidad final de u

    persona debe estar cortada a la medida:

    medida de un fi o convencional de adultosi

    Babe su luau:le. .

    25ra a. Asi continuamos ln

    tucionalizando las idenTifiaaiiffes— generacion

    que sirven de soluciones intrinsecas para la c

    flictiva infantil y sin embargo tambien garantiz

    su recurrencia de generacion en generaciOn.

    El descubrimiento del complejo de Edipo h

    accesible a la critica consciente a un destino ge

    racional basado tanto en la filogenesis como

    la ontogenesis. Semejante destino no se vue

    completamente relativo a tray& del cambio h

    t6rico. Pero bien puede ser que diferentes

    riodos de la historia y diferentes epidemiolog

    abran al insight

    psicoanalitico nue vos aspectos

    la participacion tragica del hombre y de sus es

    sas victorias. En estesentsl o mas_amplio,-pjle

    ser que algunas de las actuales confrontacion

  • 8/16/2019 Sociedad y Adolescencia ERIK H. ERIKSON

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    158

    ISENTIMIENTO DE LA JUVENTUD

    sobre las que insiste la juventud

    la

    confrontaciOn interns que es la esencia de nuestro

    metodo estén • Iniendo de manifiesto as conse-

    cuerAcias intercte asclel

    n

    oralismo patriar-

    calla necesid

    _

    te de una nueva etica a

    nivel mundial apoyadas por las elecciones razo-

    nadas de los hombres y mujeres jovenes.

    MEMORANDUM SOBRE LA JUVENTU