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Info 12/2013

Seroprevalencia de leptospirosis canina

La leptospirosis es unas zoonosis de distribu-ción mundial, causada por bacterias espirales gram negativas, que pertenecen a la familia Spirochaetaceae. Especies patógenas y no patógenas coexisten en el medio ambiente y están muy adaptadas a los diferentes reservo-rios vertebrados, los cuales excretan el pató-geno en la orina. Este organismo ha sido identificado en más de 150 especies de mamíferos en todo el mundo. Los perros se infectan principalmente por la especie Leptospira interrogans. Las especies patógenas de Leptospiras se clasifican en serovares, según el tipo de car-bohidrato presente en la cadena lateral del lipopolisacárido bacteriano, y los serovares se combinan en serogrupos. A pesar de que desde los años setenta se han usado vacu-nas bivalentes contra los serotipos L. canicola y L. icterohaemorraghiae, el número de casos de leptospirosis ha aumentado, lo cual es indi-cativo de que probablemente otros serovares estén implicadas en la infección.

Signos clínicosLa manifestación clínica de leptospirosis es muy variable y compleja. Diferentes factores, tales como la virulencia del serovar de Lep-tospira, el nivel de exposición bacteriana y la respuesta inmune del animal determinan la se-veridad del cuadro clínico. La enfermedad se transmite de forma directa (agua, orina y am-biente contaminado, mordeduras, placenta) y por la ingesta de carne contaminada (roedor). Durante el primer día tras la infección, el agen-te se multiplica rápidamente en sangre colo-nizando hígado, riñones, pulmones, bazo, sistema nervioso central y ojos. Los signos clínicos varían dependiendo del órgano afec-tado, pudiendo cursar de forma inespecífica, moderada y severa. Los sígnos más comunes son fiebre anorexia, apatía, ictericia, hepatitis, alteraciones de la coagulación, polidipsia, po-liuria, vómito, fallo renal, tos y disnea.

DiagnósticoAnimales sintomáticos pueden manifestar al-teraciones a nivel laboratorial, tales como au-mento de las enzimas hepáticas, alteración de la función renal, leucocitosis con desviación a la izquierda, trombocitopenia y coagulación in-travascular diseminada. El método de diagnóstico indirecto están-dar es la prueba de microaglutinación (MAT) en suero. Este análisis se basa en la dilución seriada del suero del paciente, seguida por su incubación con distintos serovares de lesptos-piras vivas, y la evaluación microscópica de aglutinación secundaria a la reacción antíge-no - anticuerpo. El diagnóstico de infección se confirma ante un aumento ≥ a cuatro veces (≥ 1:400) del título de anticuerpos frente a un se-rovar de Leptospira (vacunal o no). El diagnóstico directo de Leptospira por PCR a partir de una muestra de orina permi-te confirmar la infección en animales infecta-dos así como identificar portadores asintomá-ticos. Resultados negativos no descartan la infección. El análisis por PCR a partir de una muestra de orina puede dar lugar a resultados falsos negativos en pacientes que reciben do-sis altas de antibióticos.

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Info 12/2013

Seroprevalencia de Leptospirosis El estudio se basó en 35.000 MAT realizadas entre el año 2009 y 2011. Para el estudio se usaron muestras de suero procedentes de 3.907 perros.Los datos sobre la historia clínica y la pauta de vacunación realizada en los animales analiza-dos se desconocen. Las serovariantes analiza-das fueron: L icteriohaemorraghiae, L. canico-la, L. pomona, L. grippotyphosa, L. bratislava, L. autumnalis, L. saxkoebing, L. australis y L. seroje.Aproximadamente un 10% de los animales analizados en el 2009, un 11% en 2010 y un 12% en el 2012 dieron títulos de anticuerpos positivos ( título ≥ 1:400 ). Las muestras positi-vas fueron mayormente frente L. bratislava, L. icterohaemorraghiae y L. australis. Los resulta-dos de las muestras obtenidas durante el 2009 revelaron que L. bratislava (~25%), L. ictero-haemorraghiae (~21%) y L. australis (~14%) fueron los serovares más frecuentes. Duran-te el 2010 los serovares más frecuentemente identificados fueron L. bratislava (~24%), L. australis (~18%) y L. icterohaemorraghiae (~14%) y durante el 2011, L. icterohaemorra-ghiae (23%), L. bratislava (~20%) y L. australis (~18% ). La prevalencia de anticuerpos frente a L. grippotyphosa sufrió una variación lige-ra durante los años 2009 y 2010 (del 8,5% al 8,1%), descendiendo en el 2011 hasta el 5,5%. La proporción de animales positivos frente a L. saxkoebing se mantuvo constante en torno al 5%, con un incremento del 8% en el 2010. Los títulos de anticuerpos positivos frente a la sero-variante L. canicola (vacunación) aumentaron del 5% en el 2009 a poco menos de 8% en el 2011. Ninguno de los perros del estudio pre-sentaron títulos de anticuerpos positivos frente a L. seroje.

Otros resultadosLos niveles de anticuerpos más altos (1:3200) fueron detectados frente a L. bratislava, se-guido de L. autumnalis, L. australis y L. icter-haemorraghiae. Durante los años 2009 y 2011 el número de perros que fueron seropositivos frente a un serovar se mantuvo casi sin cam-bios en torno al 4%. Por otro lado, el número de animales del estudio que resultaron seropo-sitivos frente a dos serovares aumentó ligera-

mente, del 1,3% en 2009 al 2,1% en 2011. Un 0,3% de los animales analizados fueron positi-vos frente a tres serovares, y un 0,6% frente a cuatro serovares.

ResumenEn este estudio se observó que los serovares más frecuentemente identificados en perros con leptospirosis procedentes del sur de Ale-mania son L. grippotyphosa y L. saxkoebing. Sin embargo, L. pomona fue encontrada ma-yormente en perros procedentes del este de Alemania. Títulos de anticuerpos positivos frente a estos tres serovares fueron raramente observados. Por otro lado, títulos de anticuer-pos positivos (≥ 1:400) frente a L. canicola (serovar vacunal) se encontraron raramente. Adicionalmente el título de anticuerpos frente a los serovares vacunales L. canicola y L. ic-terohaemorraghiae fue el más bajo (≤ 1:200) registrado en los animales analizados.Teniendo en cuenta el alto nivel de anticuer-pos observados y la alta incidencia de títulos de anticuerpos positivos frente a los serovares salvajes L. bratislava, L. australis y L. autumna-lis, concluimos que aunque es posible, es poco probable que exista una reacción cruzada con los serovares vacunales (L. canicola, L. ictero-haemorraghiae, L. copenhageni), y se sugiere que otros serovares deben de estar involucra-dos en la patogénesis de la infección. Por lo tanto, leptospirosis debe incorporarse dentro del diagnóstico diferencial de animales vacu-nados o no frente a leptospira, que muestren sintomatología compatible con leptospirosis.