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Novela escrita por Richelle Mead

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    SINOPSIS

    Bloodlines 6

    La pica conclusin de la Serie Bestselling New York Times

    Bloodlines de Richelle Mead est finalmente aqu...

    ydney Sage es una Alquimista, una de un grupo de

    humanos aficionados a la magia que sirven para unir los

    mundos de los humanos y los vampiros. Protegen los

    secretos de los vampiros, y las vidas humanas.

    Despus de que su romance secreto es expuesto, Sydney y Adrian se

    encuentran frente a la ira tanto de los Alquimistas como de los Moroi en

    esta electrizante conclusin de la Serie Bestselling New York Times

    Bloodlines de Richelle Mead. Cuando la vida de alguien que ambos aman es

    puesta en la lnea de fuego, Sydney arriesga todo para cazar a un antiguo

    enemigo mortal. Mientras tanto, Adrian se ve envuelto en un rompecabezas

    que podra ser la clave para un sorprendente secreto sobre la magia del

    espritu, un secreto que podra sacudir todo el mundo Moroi.

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    Contenido Sinopsis

    Captulo 1

    Captulo 2

    Captulo 3

    Captulo 4

    Captulo 5

    Captulo 6

    Captulo 7

    Captulo 8

    Captulo 9

    Captulo 10

    Captulo 11

    Captulo 12

    Captulo 13

    Captulo 14

    Captulo 15

    Captulo 16

    Captulo 17

    Captulo 18

    Captulo 19

    Eplogo

    Richelle Mead

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    Traducido por areli97, Lizzie Wasserstein y Jadasa Youngblood

    Corregido por Lizzie Wasserstein

    a vida de casado no era lo que haba esperado.

    No me malinterpretes: No tena ningn

    arrepentimiento sobre la mujer con la que me

    haba casado. De hecho, la amaba ms de lo que

    alguna vez imagin que era posible amar a otra

    persona. Sin embargo, la realidad en la que vivamos? Bueno, solamente

    digamos que realmente tampoco me imagin algo como eso alguna vez. En

    todas nuestras fantasas previas, habamos soado con lugares exticos y,

    ms importante, con la libertad. Estar encerrados en un pequeo conjunto

    de habitaciones nunca haba sido parte de ningn plan de escape, mucho

    menos una escapada romntica.

    Pero nunca fui de los que renunciaban a un desafo.

    Qu es esto? pregunt Sydney, sorprendida.

    Feliz aniversario dije.

    Ella acababa de terminar de ducharse y vestirse y ahora estaba de

    pie en la puerta del bao, mirando alrededor a la transformacin que haba

    forjado en nuestra sala de estar. No haba sido sencillo hacer tanto en tan

    poco tiempo. Sydney era una persona eficiente, y eso se extenda a las

    duchas tambin. Yo? Podras haber conducido una demolicin y

    remodelacin entera en el tiempo que me tomaba ducharme. Con Sydney,

    apenas haba habido tiempo suficiente para decorar el lugar con velas y

    flores. Pero me las haba arreglado.

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    Una sonrisa se arrastr sobre su rostro.

    Ha sido solo un mes.

    Oye, no digas solo advert. Aun as es monumental. Y te

    dejar saber que planeo celebrar cada mes por el resto de nuestras vidas.

    Su sonrisa se convirti en una sonrisa completa mientras pasaba

    sus dedos sobre los ptalos de un florero lleno de flores. Eso hizo que mi

    corazn doliera. No poda recordar la ltima vez que haba visto una sonrisa

    tan genuina en ella.

    Incluso conseguiste peonias dijo. Cmo te las arreglaste para

    eso?

    Oye, tengo mis mtodos declar altivamente.

    Aunque probablemente es mejor que ella no sepa cules son esos

    mtodos, advirti una voz en mi cabeza.

    Sydney pase alrededor y evalu el resto de mi obra, la cual inclua

    una botella de vino tinto y una caja de trufas de chocolate colocadas

    artsticamente en la mesa de la cocina.

    No es un poco temprano en el da? brome.

    Depende de a quin le ests preguntando dije, asintiendo hacia

    la ventana oscura. Para ti, es tcnicamente el anochecer.

    Su sonrisa se atenu un poco.

    Honestamente, ahora difcilmente siquiera s qu hora es de todas

    maneras.

    Este estilo de vida le est pasando factura, mi voz interior advirti.

    Solo mrala.

    Incluso en las parpadeantes luces de las velas, poda ver los signos

    del estrs que Sydney estaba sintiendo. Sombras oscuras bajo sus ojos. Una

    apariencia perpetuamente abatida, nacida ms de la desesperacin que de

    la fatiga. Ella era la nica humana en la Corte Real Moroi que no estaba

    aqu especficamente para alimentarnos a nosotros los vampiros. Tambin

    era la nica humana en cualquier lugar Moroi civilizado que se ha casado

    con uno de nosotros. Hacerlo haba significado incurrir en la furia de su

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    propia gente y separarse a s misma de amigos y familia (los que an estaban

    hablndole, por lo menos) en el mundo exterior. Y gracias al desdn y a las

    miradas entrometidas que ella reciba alrededor de la Corte, Sydney

    prcticamente se haba separado a s misma de las personas aqu tambin,

    reduciendo su mundo entero a nuestro conjunto de habitaciones.

    Espera, hay ms dije rpidamente, esperando distraerla. Con

    pulsar un botn, msica clsica empez a tocar a travs del sistema de

    sonido de la sala de estar. Extend mi mano hacia ella. Desde que no

    pudimos bailar en nuestra boda.

    Eso trajo la sonrisa de vuelta. Ella tom mi mano y me dej atraerla

    ms cerca. La gir alrededor de la habitacin, con cuidado de no tirar

    ninguna de las velas, y ella me recompens con regocijo.

    Qu ests haciendo? Es un vals. Tiene tres tiempos. No puedes

    escucharlo? Un-dos-tres, un-dos-tres.

    En serio? Eso es lo que es un vals? Huh. Solo escog algo que

    sonaba elegante. Desde que no tenemos realmente una cancin o algo.

    Consider eso por un segundo. Supongo que hemos fallado como una

    pareja en ese aspecto.

    Ella se burl.

    Si esa es nuestra falla ms grande, entonces creo que lo estamos

    haciendo bien.

    Largos momentos pasaron mientras bailaba con ella alrededor de la

    habitacin, entonces dije repentinamente:

    She Blinded Me With Science.

    Qu? pregunt Sydney.

    Esa podra ser nuestra cancin.

    Se rio abiertamente, y me di cuenta que no haba escuchado ese

    sonido en un muy largo tiempo. De alguna manera logr hacer que mi

    corazn doliera y saltara al mismo tiempo.

    Bueno dijo. Supongo que eso es mejor que Tainted Love.

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    Ambos nos remos entonces, y ella descans su mejilla contra mi

    pecho. Bes la parte superior de su cabeza dorada, respirando los aromas

    mezclados de su jabn y su piel.

    Se siente incorrecto dijo suavemente. Ser feliz, quiero decir.

    Cuando Jill est ah afuera.

    Ante ese nombre, mi corazn se hundi, una pesada oscuridad

    amenaz con descender sobre m y romper ese pequeo momento de alegra

    que haba creado. Tuve que empujar con fuerza a lo lejos la oscuridad,

    hacindome retroceder de un peligroso precipicio que conoca demasiado

    bien estos das.

    La encontraremos susurr, apretando mi agarre en Sydney.

    Donde sea que est, la encontraremos.

    Si todava est viva, dijo maliciosamente esa voz interna.

    Probablemente vale la pena sealar que la voz que continuaba

    hablando en mi cabeza no era parte de algn ejercicio mental. Era en

    realidad una voz muy distintiva, perteneciente a mi ta muerta, Tatiana,

    antigua reina de los Moroi. Ella no estaba conmigo en ninguna forma

    fantasma, sin embargo. Su voz era un espejismo, nacido del creciente agarre

    que la locura estaba tomando en m, gracias al raro tipo de magia que yo

    usaba. Una rpida prescripcin la habra callado, pero tambin me habra

    cortado de mi magia, y nuestro mundo era demasiado impredecible ahora

    mismo como para hacer eso. As que este fantasma de la ta Tatiana y yo

    habamos sido compaeros de habitacin en mi mente. Algunas veces esa

    presencia ilusoria me aterrorizaba, hacindome preguntarme qu tanto

    tardara hasta que me volviera completamente loco. En otras ocasiones, me

    encontraba a m mismo tomndolo con calma, y eso me asustaba incluso

    ms, estaba empezando a considerarlo como normal.

    Por ahora, me las arregl para ignorar a la ta Tatiana mientras

    besaba a Sydney de nuevo.

    Encontraremos a Jill dije ms firmemente. Y mientras tanto,

    tenemos que continuar viviendo nuestras vidas.

    Supongo dijo Sydney con un suspiro. Poda decir que estaba

    tratando de convocar de vuelta su alegra ms temprana. Si se supone que

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    esto est compensando nuestra falta de baile de bodas, me siento un poco

    desvestida. Quizs debera ir a desenterrar ese vestido.

    De ninguna manera dije. No es que el vestido no fuera

    grandioso. Pero como que me gustas desvestida. De hecho, no me importara

    que estuvieras mucho ms desvestida

    Dej de bailar el vals (o cualquier movimiento de baile que haba

    estado tratando de hacer) y baj mi boca hacia la suya en un tipo de beso

    muy diferente que el que le acababa de dar. El calor me llen mientras senta

    la suavidad de sus labios, y estuve sorprendido de sentir una apasionada

    respuesta por su parte. A la luz de nuestras recientes circunstancias,

    Sydney no se haba estado sintiendo particularmente fsica, y

    honestamente, no poda culparla. Haba respetado sus deseos y mantenido

    mi distancia sin darme cuenta de cunto haba extraado ese fuego en

    ella hasta ahora.

    Nos encontramos hundindonos en el silln, los brazos envueltos

    apretadamente alrededor del otro, todava besndonos apasionadamente.

    Me detuve para estudiarla, admirando la manera en que la luz de las velas

    brillaba en su cabello rubio y sus ojos marrones. Me podra haber ahogado

    en esa belleza, eso y el amor que poda sentir irradiando de ella. Era un

    perfecto y muy necesitado momento romntico por lo menos, lo era hasta

    que la puerta se abri.

    Mam? exclam, saltando lejos de Sydney como si fuera un

    nio de preparatoria y no un hombre casado de veintids.

    Oh, hola, querido dijo mi madre, pasendose dentro de la sala

    de estar. Por qu estn todas las luces apagadas? Parece un mausoleo

    aqu adentro. Se fue la electricidad? Encendi el interruptor de luz,

    haciendo que ambos Sydney y yo hiciramos una mueca. Est de vuelta

    ahora. Pero realmente no deberan de haber encendido tantas velas. Es

    peligroso. Amablemente sopl un grupo para apagarlas.

    Gracias dijo Sydney llanamente. Es lindo saber que se est

    tomando la seguridad en serio. Su expresin me record a la vez que mi

    madre haba amablemente sacado un montn de notas adhesivas que

    estaban amontonadas en un libro en el que Sydney haba pasado horas

    anotando laboriosamente.

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    Mam, pens que ibas a estar fuera por un par de horas dije

    intencionadamente.

    Lo estaba, pero se estaba volviendo simplemente demasiado

    incmodo en la sala de los alimentadores. T pensaras que todos estaran

    ocupados en la reunin del consejo, pero no. Demasiadas miradas. No me

    poda relajar. As que ellos simplemente me dejaron traer uno conmigo.

    Mir alrededor. Adnde se fue? Ah, ah. Dio un paso de vuelta al

    pasillo y condujo a un aturdido humano que no era mucho ms viejo que

    yo. Sintate por ah en esa silla, y estar contigo en un momento.

    Salt sobre mis pies.

    Trajiste a un alimentador aqu? Mam, t sabes cmo se siente

    Sydney acerca de eso.

    Sydney no hizo ningn comentario pero palideci ante la vista del

    alimentador sentado al otro lado de la habitacin. Sus ojos aturdidos y

    felices por las endorfinas que reciba de dejar que los vampiros se

    alimentaran de l, miraban alrededor en blanco.

    Mi madre suspir con exasperacin.

    Qu esperas que haga, querido? No haba ninguna manera de que

    me pudiera alimentar con Maureen Tarus y Gladys Dashkov sentadas ah y

    chismorreando justo a mi lado.

    Espero que tengas un poco de consideracin con mi esposa!

    exclam. Desde que Sydney y yo nos habamos casado y buscado refugio

    en la Corte, la mayora de las personas, incluyendo a mi propio padre, nos

    haban vuelto la espalda. Mi mam se haba mantenido con nosotros,

    incluso yendo tan lejos como para vivir con nosotros, lo cual no estaba

    exento de complicaciones.

    Estoy segura que ella puede simplemente esperar en su dormitorio,

    dijo mi madre, inclinndose para apagar ms velas. Detectando las trufas

    en la mesa, se detuvo para meter una en su boca.

    Sydney no se tiene que esconder en su propia casa argument.

    Bueno dijo mi madre, tampoco yo. Es mi casa tambin.

    No me importa dijo Sydney, parndose. Esperar.

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    Estaba tan frustrado, quera arrancar mi cabello. La pasin ya no

    era el problema. Todo rastro de esa felicidad temprana que haba visto en

    Sydney se haba ido. Se estaba retrayendo de vuelta en s misma, de vuelta

    a la sensacin de desesperanza de ser una humana atrapada en un mundo

    de vampiros. Y entonces, imposiblemente, las cosas se pusieron peor. Mi

    madre haba notado uno de los floreros con peonias.

    Son hermosas dijo. Melinda debe de haber estado muy

    agradecida por esa curacin.

    Sydney se congel en la mitad de un paso.

    Qu curacin?

    No es importante dije precipitadamente, esperando que mi

    madre captara la seal. En otras ocasiones, Daniella Ivashkov era una

    mujer remarcablemente astuta. Hoy, sin embargo, ella pareca estar en un

    modo totalmente inconsciente.

    Melinda Rowe, la florista de la Corte explic mi madre. Adrian

    y yo nos tropezamos con ella la ltima vez que estuvimos afuera en una

    alimentacin. Ella estaba teniendo un terrible brote de acn, y Adrian fue lo

    suficientemente amable para acelerar su curacin. Ella prometi ayudarlo

    a obtener algunas peonias en existencia a cambio.

    Sydney se gir hacia m, sin hablar por su furia. Necesitando calmar

    la situacin inmediatamente, tom posesin de su brazo y la jal dentro de

    nuestro dormitorio.

    Hazlo rpido le grit a mi mam, justo antes de cerrar la puerta.

    Sydney arremeti inmediatamente.

    Adrian, cmo pudiste? Lo prometiste! Prometiste no usar el

    espritu, a menos que fuera para ayudar a encontrar a Jill!

    No fue nada insist. Difcilmente tom algo del poder del todo.

    Se acumula! chill Sydney. Sabes que lo hace. Cada pequea

    cosa. No puedes desperdiciarlo en cosas como sta en el acn de alguien!

    Aunque entenda por qu estaba molesta, no poda evitar ms que

    sentirme un poco herido.

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    Lo hice por nosotros. Por nuestro aniversario. Pens que te

    gustara.

    Lo que me gustara es que mi esposo se mantuviera cuerdo

    espet de regreso.

    Bueno, estamos ms all de eso dije.

    Ella ni siquiera sabe la mitad de ello, remarc ta Tatiana.

    Sydney cruz sus brazos y se sent en la cama.

    Ves? Ah vas. Haciendo una broma de todo. Esto es serio, Adrian.

    Y yo estoy siendo serio. S lo que puedo manejar.

    Ella se encontr con mi mirada desapasionadamente.

    Lo sabes? Todava creo que estaras mejor deteniendo el espritu

    del todo. Vuelve a tus pldoras. Es ms seguro.

    Qu hay acerca de encontrar a Jill? le record. Qu si

    necesitamos mi magia del espritu de vuelta para eso?

    Syney mir alej la mirada.

    Bueno, no ha sido de mucho uso hasta ahora. La magia de nadie

    lo ha sido.

    El ltimo comentario era una condena para s misma tanto como

    para m. Nuestra amiga Jill Mastrano Dragomir haba sido secuestrada hace

    un mes, y hasta ahora, nuestros esfuerzos para encontrarla haban sido

    para nada. No haba sido capaz de alcanzar a Jill en los sueos espirituales,

    ni tampoco Sydney, una adepta estudiante de la brujera humana, haba

    sido capaz de localizarla usando los hechizos a su disposicin. Lo mejor que

    la magia de Sydney haba sido capaz de decirnos era que Jill segua con

    vida, pero eso era todo. La creencia general era que donde sea que estuviera,

    Jill estaba siendo drogada, lo cual poda esconder efectivamente a alguien

    de la magia humana y Moroi. No nos detuvo a ambos de sentirnos intiles,

    sin embargo. Ambos nos preocupbamos por Jill inmensamente, y mi

    relacin con ella era particularmente intensa desde que yo haba usado una

    vez la magia del espritu para traerla de vuelta del borde de la muerte. No

    saber qu le haba pasado ahora haba arrojado una sombra sobre Sydney

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    y yo, y todos los intentos de felicidad que habamos reunido mientras

    estbamos bajo este voluntario arresto domiciliario.

    No importa dije. Cuando la encontremos, necesitar mi magia.

    No hay forma de saber qu es lo que necesitar hacer.

    Como arreglar su acn? pregunt Sydney.

    Me encog de hombros.

    Te lo dije, no fue nada! Djame preocuparme a m sobre m y

    cunto espritu puedo usar. No es tu trabajo.

    Ella se dio la vuelta incrdulamente.

    Por supuesto que lo es! Soy tu esposa, Adrian. Si yo no me voy a

    preocupar por ti, quin lo har? Necesitas mantener el espritu bajo

    control.

    Puedo manejarlo dije entre dientes.

    Todava habla tu ta contigo? pregunt.

    Apart mi mirada, negndome a mirarla a los ojos. En mi cabeza, ta

    Tatiana suspir. Nunca debiste contarle sobre m.

    Ante mi silencio, Sidney dijo:

    Es ella, no es as? Adrian, eso no es saludable! Tienes que

    saberlo!

    Me di la vuelta enfurecido.

    Puedo manejarlo. Est bien? Puedo manejarlo, y puedo

    encargarme de ella! grit. As que deja de decirme qu hacer! No lo

    sabes todo, no importa cunto quieras que todos piensen que lo haces!

    Afectada, Sydney retrocedi un paso. El dolor en sus ojos me lastim

    mucho ms que sus palabras anteriores. Me sent horrible. Cmo haba ido

    tan mal este da? Se supona que iba a ser perfecto. De repente, necesitaba

    salir. Ya no poda soportar ms estas cuatro paredes. No poda soportar el

    control de mi madre. No poda soportar sentirme como si siempre

    decepcionara a Sydney y a Jill. Sydney y yo vinimos a la Corte para

    solicitar proteccin de nuestros enemigos, ocultndonos aqu, entonces

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    podamos estar juntos. ltimamente, pareca como que este acuerdo se

    encontraba en peligro de desgarrarnos separndonos.

    Tengo que salir dije.

    Sydney abri sus ojos ampliamente.

    A dnde?

    Arrastr una mano a travs de mi cabello.

    A cualquier lugar. A cualquier parte para conseguir un poco de

    aire. A cualquier otro lugar, excepto aqu.

    Me di la vuelta antes de que pudiera decir algo y sal furioso a travs

    de la sala de estar, pasando por donde mi mam estaba bebiendo del

    alimentador. Me dio una mirada perpleja, pero la ignor y segu adelante

    hasta que me encontr afuera de nuestra puerta y pasando el vestbulo del

    edificio de alojamiento de invitados. No fue hasta que sal afuera, hasta que

    el aire clido de verano golpe mi piel, que me detuve para evaluar mis

    acciones y explot un pedazo de goma de mascar, la cual era mi manera

    actual de evitar fumar cuando me estresaba. Mir fijamente hacia atrs del

    edificio, sintindome culpable y cobarde por salir huyendo de nuestra pelea.

    No te sientas mal, dijo la ta Tatiana. El matrimonio es difcil. Es por

    eso que nunca lo hice.

    Es difcil, estuve de acuerdo. Pero esa no es una excusa para huir.

    Necesito regresar. Necesito disculparme. Necesito resolver las cosas.

    Nunca vas a resolver las cosas, mientras ests encerrado aqu y Jill

    siga desaparecida, advirti ta Tatiana.

    Dos guardianes pasaron junto a m justo entonces, y atrap una

    parte de su conversacin, mencionando patrullas extras para la reunin del

    consejo que estaba en marcha. Record a mi mam comentar anteriormente

    sobre esa reunin, y la inspiracin de repente me golpe. Alejndome del

    edificio, comenc a apresurarme hacia lo que serva como el palacio real

    aqu en la Corte, con la esperanza de que pudiera llegar a tiempo a la

    reunin.

    S qu hacer, le dije a la ta Tatiana. S cmo sacarnos de aqu y

    arreglar las cosas entre Sydney y yo. Necesitamos un propsito, una meta. Y

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    voy a conseguirnos una. Necesito hablar con Lissa. Si puedo hacerla entender,

    puedo arreglarlo todo.

    Ese fantasma no respondi mientras caminaba. A mi alrededor, la

    medianoche revesta al mundo de oscuridad tiempo de acostarse para los

    humanos, horario de ms audiencia para aquellos de nosotros con un

    horario vamprico. La Corte Moroi se ubicaba como una universidad:

    cuarenta o algo as, venerables edificios de ladrillo ubicados alrededor de

    patios embellecidos con un jardn. Era pleno verano, clido y hmedo, y

    haba un buen nmero de personas de un lado para el otro. La mayora

    estaban demasiado consumidos con sus propios asuntos para verme o darse

    cuenta de quin era yo. Quienes me lanzaban esas mismas miradas

    curiosas.

    Simplemente estn celosos, declar ta Tatiana.

    No creo que sea eso, le dije. Incluso sabiendo que ella era una ilusin,

    algunas veces, era difcil no responderle.

    Por supuesto que s. El nombre Ivashkov siempre inspir asombro y

    envidia. Todos son subalternos, y lo saben. En mis das, esto nunca habra

    sido tolerado. Es esa nia reina suya, que deja que las cosas se salgan de

    control.

    Incluso con las miradas intrusas, encontr que disfrutaba de mi

    caminata. Realmente no era saludable estar encerrado demasiado en el

    interior, algo que nunca pens que iba a admitir. A pesar del espesor del

    aire hmedo, para m se senta ligero y refrescante, y me encontr deseando

    que Sydney pudiera estar aqu tambin. Un momento despus, decid que

    eso no era bueno. Necesitaba salir ms tarde, cuando el sol estuviera en lo

    alto. Ese era el momento para los humanos. Estar en nuestro horario

    probablemente era tan difcil para ella como el aislamiento. Hice una nota

    mental para ms adelante sugerirle un paseo. El sol no nos mataba como lo

    haca con los Strigoi, malvados vampiros no-muertos, pero tampoco era

    siempre cmodo para los Moroi. La mayora dorman o se quedaban adentro

    durante el da, y probablemente Sydney tendra menos posibilidades de

    encontrarse con alguien si regulbamos nuestro paseo correctamente.

    La idea me anim mientras explotaba de nuevo la goma de mascar y

    llegaba al palacio real. Por fuera, se pareca a todos los otros edificios, pero

    por dentro, se encontraba decorado con toda la grandeza y opulencia que

    esperaras de la realeza de una antigua civilizacin. Los Moroi elegan a sus

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    monarcas de entre doce familias reales, y enormes retratos de aquellas

    ilustres figuras se alineaban en los pasillos, iluminados por la brillante luz

    de araas. Multitudes de personas caminaban por los pasillos, y cuando

    llegu a la sala de audiencias del consejo, vi que llegu al final de la reunin.

    La gente se estaba yendo cuando entr, y muchos de ellos, tambin, se

    detuvieron a mirarme fijamente. Escuch los susurros de abominacin y

    esposa humana.

    Los ignor y mantuve mi concentracin sobre mi verdadera meta,

    cerca de la parte de enfrente de la habitacin. Ah, cerca del estrado del

    consejo, estaba de pie Vasilisa Dragomir, la nia reina como ta Tatiana se

    refera a ella. Lissa, como yo la llamaba, estaba parada, rodeada por

    guardianes dhampir con trajes oscuros: guerreros mitad humanos, mitad

    Moroi cuya raza se origin hace mucho tiempo, cuando Moroi y humanos se

    casaban sin escndalo. Los dhampir no podan tener hijos entre ellos, pero

    a travs de una peculiaridad gentica, su raza continu reproducindose

    con los Moroi.

    De pie justo detrs de los guardaespaldas de Lissa, los Moroi

    presionan gritando preguntas que responde en esa misma manera tranquila

    suya. Convoqu un poco de magia del espritu para ver su aura, y ella

    ilumin mi visin. Brillaba con dorado indicando que era un usuario del

    espritu como yo, pero sus otros colores se haban atenuado, y haba una

    naturaleza temblorosa en todo, mostrando que se hallaba inquieta. Liber

    la magia mientras me apresuraba a la multitud y agitaba mi mano en su

    direccin, gritando para hacerme or entre el ruido.

    Su majestad! Su majestad!

    De alguna manera, escuch mi voz a travs de las otras y me hizo

    seas para que me acercara hacia adelante una vez que terminara de

    responder a las preguntas de otros. Sus guardianes se separaron para

    dejarme acercarme. Eso provoc el inters de todos, especialmente cuando

    los espectadores vieron a quien permiti que entrara en su espacio personal.

    Poda ver que se estaban muriendo por saber qu estbamos discutiendo,

    pero los guardianes los contenan atrs, y de todos modos, haba demasiado

    ruido en la habitacin.

    Bueno, esta es una sorpresa inesperada. No podas concertar una

    cita? me pregunt en voz baja, aun manteniendo esa sonrisa pblica en

    su rostro. Habra atrado mucha menos atencin.

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    Me encog de hombros.

    Estos das, todo lo que hago llama la atencin. Dej de darme

    cuenta.

    Una chispa de legtima diversin brill en sus ojos, por lo que me

    sent bien de por lo menos traer eso a su alrededor.

    Qu puedo hacer por ti, Adrian?

    Es qu puedo hacer yo por ti dije, todava entusiasmado por la

    idea que se me ocurri anteriormente. Necesitas dejarnos a Sydney y a m

    ir a buscar a Jill.

    Sus ojos se abrieron ampliamente, y la sonrisa cay.

    Dejarlos ir? Me suplicaste que les permita estar aqu hace un

    mes!

    Lo s, lo s. Y estoy agradecido. Pero tu gente todava no ha

    encontrado a Jill. Necesitas pedir alguna ayuda especial con habilidades

    especiales.

    Si mal no recuerdo dijo, Sydney y t ya probaron esas

    habilidades especiales y fallaron.

    Eso es el por qu necesitas dejarnos salir de aqu! exclam.

    Regresar a Palm Springs y

    Adrian interrumpi Lissa. Te escuchas a ti mismo? Viniste

    aqu porque los Alquimistas estaban intentando atraparlos. Y ahora

    quieres regresar directamente ah a sus garras?

    Bueno, no cuando lo pones de esa manera. Pens que nos

    escabulliramos cuando no lo supieran y

    No interrumpi de nuevo. Absolutamente no. Tengo suficientes

    preocupaciones sin ustedes dos siendo capturados por los Alquimistas.

    Queras que los protegiera, y eso es lo que voy a hacer. Entonces, no tengas

    ideas sobre irte a escondidas, tengo las salidas vigiladas. Ambos se quedan

    aqu, donde estn a salvo.

    A Salvo y comenzando a enloquecer, pens, recordando la mirada

    sombra en los ojos de Sidney.

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    8

    Cario, susurr ta Tatiana, comenzaste a enloquecer mucho antes de

    esto.

    Tengo buenas personas buscando a Jill continu Lissa cuando

    no le respond. Rose y Dimitri estn ah afuera.

    Por qu no la encontraron? Y si alguien quera quitrtela, por qu

    ellos no han

    No pude terminar, pero la tristeza en los ojos verde jade de Lissa me

    dijo que ella lo saba. Gracias a una ley que ella estaba tratando de cambiar,

    el trono de Lissa le exiga tener un pariente vivo. Cualquier persona

    deseando sacar a Lissa simplemente tendra que matar a Jill y mostrar las

    pruebas. El hecho de que an no ocurra era una bendicin, pero tambin

    profundizaba el misterio en torno a esto. Por qu ms alguien secuestrara

    a Jill?

    Adrian, vete a casa dijo amablemente Lissa. Hablaremos ms

    tarde, en privado, si quieres. Quizs encontremos algunas otras opciones.

    Quizs estuve de acuerdo. Pero realmente, no lo crea.

    Dej a Lissa con sus admiradores y pas rpidamente de vuelta a

    travs de la multitud que miraban boquiabiertos, mientras un oscuro y

    demasiado familiar estado de nimo comenzaba a asentarse en m. Ir con

    Lissa fue un impulso, uno que me dio una esperanza momentnea. Cuando

    Sydney y yo buscamos refugio, no tenamos ni idea de lo que iba a ocurrirle

    a Jill. Era cierto que Lissa tena buenas personas buscando a Jill, e incluso

    la renuente ayuda de la vieja organizacin de Sydney, los Alquimistas. Aun

    as, no poda evitar la sensacin de culpa de que si Sydney y yo estuviramos

    ah fuera, en vez de escondindonos, encontraramos a Jill. Haba algo ms

    pasando que todava no entendamos. De lo contrario, los secuestradores de

    Jill tendran

    Bueno, bueno, bueno. Mira quin decidi mostrar su cara cobarde.

    Me detuve y parpade, apenas consciente de en dnde me hallaba.

    Mis pensamientos se agitaban tan furiosamente que haba hecho la mitad

    del camino a casa y ahora me encontraba parado sobre un camino de piedra

    que se meta entre dos edificios, uno tranquilo, fuera del camino que era

    perfecto para una emboscada. Wesley Drozdov, un Moroi de la realeza que

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    recientemente se convirti en mi enemigo, se encontraba parado bloqueando

    mi camino, con varios compinches a su alrededor.

    Esos son ms que de los que normalmente van contigo, Wes dije

    ligeramente. Desentierra un poco ms, y quizs finalmente tendrs una

    lucha justa para

    Un puo me golpe por detrs, en mi espalda baja, sacndome el

    aliento y haciendo que me tropezara hacia adelante. Wesley vino hacia m y

    me agarr con un gancho de derecha antes de que pudiera responder.

    Borrosamente me di cuenta, a travs de mi dolor, que el comentario que le

    hice, en realidad dio en el clavo: Wesley iba con un grupo, porque era la

    nica manera en que poda combatir contra mi magia del espritu. Mientras

    el pie de alguien golpeaba mi rodilla, forzndome al suelo, me di cuenta de

    que haba, de hecho, sido un idiota por ponerme al descubierto tan

    pblicamente. Wesley haba estado esperando la oportunidad de vengarse

    de m por los agravios del pasado, y ahora la tena.

    Qu pasa? pregunt Wesley, patendome con fuerza en el

    estmago mientras yaca sobre el suelo, luchando por levantarme. Tu

    esposa alimentadora no est aqu para salvarte?

    S respondi otra persona. Dnde est tu puta humana?

    No poda responder a travs del dolor. Siguieron ms patadas, de

    ms personas de las que poda seguir la pista. Sus rostros nadaban por

    encima de m, y estaba conmocionado al reconocer a varios de ellos. No eran

    los habituales seguidores de Wesley. Algunos de ellos eran gente que

    conoca, con los que en el pasado fui de fiesta... gente que alguna vez podra

    haber contado como amigos.

    Un golpe en mi cabeza hizo que las estrellas bailaran delante de mis

    ojos, momentneamente desdibujando sus rostros en mi visin. Sus burlas

    mezclndose en ruidos incomprensibles mientras seguan golpeando. Me

    acurruqu en agona, luchando por respirar. De repente, a travs del

    estruendo, una voz clara exigi:

    Qu demonios est pasando?

    Parpade, tratando de enfocar de nuevo el mundo, apenas vi manos

    fuertes arrancar a Wesley alejndolo y lanzndolo contra el costado de un

    edificio cercano. Tom un segundo y entonces una tercera parte de sus

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    aduladores lo imit antes de que se dieran cuenta de que algo sali mal.

    Retrocedieron como las ovejas asustadas que eran, y una cara familiar de

    repente apareci mientras Eddie Castile se paraba sobre m.

    Alguien ms se siente como para quedarse alrededor? dije con

    voz ronca. An nos superas en nmero.

    Sus nmeros eran nada comparados con un Eddie, y lo saban. No

    pude verlos escaparse a todos, pero me lo imagin, y fue glorioso. Cay el

    silencio, y un momento despus, otra persona me ayudaba a ponerme de

    pie. Mir hacia atrs y vi otra cara familiar, Neil Raymond, deslizando su

    brazo por el mo.

    Puedes caminar? pregunt Neil, su voz ligeramente tocada por

    un acento britnico.

    Hice una mueca mientras pona mi peso sobre mi pie, pero asent.

    S. Solo regresemos a casa ahora y ms tarde veremos si algo se

    rompi. Por cierto, gracias aad, mientras Eddie soportaba mi otro

    costado y comenzbamos a caminar. Es bueno saber que este Moroi en

    apuros puede contar con tales caballeros galantes que me siguen alrededor.

    Eddie sacudi su cabeza.

    En realidad, una total coincidencia. Simplemente pasaba que

    estbamos en nuestro camino a tu casa con algunas noticias.

    Un escalofro me atraves, y detuve mis vacilantes pasos.

    Qu noticias? exig.

    Una sonrisa cruz las facciones de Eddie.

    Reljate, son buenas noticias. Creo. Simplemente inesperadas.

    Sydney y t tienen un visitante en la puerta principal. Un visitante humano.

    Si no hubiera estado tan adolorido, mi mandbula hubiera cado. Esa

    era una noticia inesperada. Al casarse conmigo y buscar refugio entre los

    Moroi, Sydney cort con la mayora de sus contactos humanos. Que uno de

    ellos se presentara aqu era raro, y no poda ser un Alquimista. Un

    Alquimista hubiera sido rechazado.

    Quin es? pregunt.

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    La sonrisa de Eddie se convirti en una sonrisa sincera.

    Jackie Terwilliger.

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    Traducido por menoire90, Lizzie Wasserstein y veroonoel

    Corregido por Lizzie Wasserstein

    h, Adrian.

    No haba nada ms que

    pudiera decir mientras ayudaba a

    limpiar la sangre y la suciedad de la

    cara de Adrian con un pao hmedo,

    cepillando a un lado los caprichosos mechones de cabello castao. Me dio

    su sonrisa despreocupada y se las arregl para lucir apuesto, a pesar de su

    estado desaliado.

    Oye, no suenes tan deprimida, Sage. No era una pelea tan sin

    esperanza. Mir a Neil y dijo en un susurro: Cierto? Dile que no era

    una pelea tan sin esperanza. Dile que realmente me sostuve.

    Neil logr una dbil sonrisa, pero la madre de Adrian habl antes de

    que l pudiera.

    Adrian, querido, no es momento para bromas.

    Mi suegra vampira y yo no estbamos de acuerdo en muchas cosas,

    pero este era un tema sobre el que estbamos en perfecta armona. El manto

    de nuestra anterior pelea todava se cerna sobre nosotros y no pude evitar

    sentirme un poco culpable de que no haba trabajado ms duro para

    conseguir que se quedara. Por lo menos, deb haberle dicho que trajera un

    guardin, ya que este no era su primer encuentro con alborotadores.

    Usualmente, los guardianes solo acompaaban a los Moroi al mundo

    exterior, donde los Strigoi eran un peligro real. Pero aqu, con el resto de la

    gente de Adrian pensando que ramos monstruos de la naturaleza por

    O

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    habernos casado, el antagonismo golpeaba un poco ms cerca de casa.

    Habamos enfrentado un montn de amenazas y calumnias, aunque nunca

    antes la violencia absoluta. Fue un golpe de buena, aunque extraa, suerte

    que Eddie y Neil lo hubieran encontrado.

    Eddie se haba ido, teniendo que apurarse hacia la puerta principal

    para escoltar a la Sra Terwilliger hacia nosotros. Era una seal de mi

    angustia por la condicin de Adrian que apenas dediqu un momento para

    reflexionar sobre qu en el mundo podra haber trado a mi antigua

    profesora de historia y mentora mgica a la fortaleza real de una raza secreta

    de vampiros. A pesar de que una atribulada parte de m se preocupaba

    porque su visita no fuera por una buena razn, aun as no poda evitar

    sentirme emocionada ante la perspectiva de verla. Haban pasado meses

    desde que habamos estado juntas en persona. Amaba a Adrian y no me

    importaba Daniella, pero estaba muriendo por algn otro tipo de

    interaccin.

    Nada est roto insisti Adrian. Probablemente ni siquiera voy

    a tener una cicatriz por nada de esto. Es una lstima. Creo que una cicatriz

    bien colocada exactamente aqu se toc el costado de su cara, realmente

    podra acentuar mis ya perfectos pmulos mientras aade un tacto rugoso

    de virilidad a mis rasgos. No es que yo necesite ms virilidad

    Adrian, suficiente dije con cansancio. Me alegro de que ests

    bien. Esto podra haber sido mucho peor. Y an deberas consultar a un

    mdico despus de esto, solo para estar seguros.

    Luca como si tuviera otro comentario sarcstico listo y entonces,

    sabiamente, dijo:

    S, querida.

    Intent una expresin angelical que solo fortaleci mi sospecha de

    que realmente no tena intencin de seguir adelante. Negu con la cabeza,

    sonriendo a pesar de m misma y luego le di un beso en la mejilla. Adrian.

    Mi esposo. Si alguien me hubiera dicho hace un ao que estara casada,

    hubiera dicho que estaban bromeando. Si me hubieran dicho que estara

    casada con un vampiro, hubiera dicho que estaban delirantes. Mirando a

    Adrian ahora, senta una oleada de amor bien dentro de m, a pesar de

    nuestra tensin ms temprano. Ya no poda imaginar una vida sin l en ella.

    Era imposible. Podra imaginar una vida con l que no implicara estar

    atrapados con su madre en un conjunto de habitaciones mientras nuestra

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    gente nos insultaba y haca planes contra nosotros? Definitivamente. Haba

    un sinnmero de futuros que me encantara tener para nosotros, pero este

    era nuestro camino actual hasta que algo espectacular sucediera. Fuera de

    las puertas de la Corte, mi gente me quera encarcelar. Dentro de ellas, su

    gente quera atacarlo. Por lo menos en estas habitaciones estbamos a salvo.

    Lo ms importante es que estbamos juntos.

    Un golpe en la puerta salv a Adrian de ms castigo. Daniella abri

    y Eddie apareci en la puerta. Verlo casi siempre traa una sonrisa a mi

    cara. En Palm Springs, habamos pasado por gemelos, compartiendo similar

    cabello rubio oscuro y ojos marrones. Pero con el tiempo, realmente se lleg

    a sentir como un hermano para m. Conoca a otros pocos con tal valor y

    lealtad. Estaba orgullosa de llamarlo mi amigo, y como tal, me dola ver todo

    el dolor que senta por la desaparicin de Jill. Ahora siempre luca torturado,

    y a veces me preocupaba si estaba realmente cuidando de s mismo. Casi

    nunca se afeitaba y tuve la sensacin de que la nica razn por la que se

    molestaba en comer era para poder seguir entrenando y mantenindose en

    forma para cuando localizara a los secuestradores de Jill.

    Pero mis preocupaciones por Eddie quedaron en suspenso cuando vi

    a la prxima persona entrando en nuestra suite. Corr por la habitacin y la

    envolv en un gran abrazo que la tom por sorpresa. La Sra Terwilliger,

    nunca me atrev a llamarla Jackie, aunque ya no era su alumna, haba

    cambiado mi vida de muchas maneras. Haba tomado el papel que mi padre

    sola tener: ensendome los secretos de un arte antiguo. A diferencia de l,

    sin embargo, nunca me hizo sentir mal conmigo misma. Me anim y me

    apoy, hacindome sentir que vala la pena y era capaz, aunque no siempre

    era perfecta. Ella y yo nos habamos comunicado por telfono desde que me

    haba venido a la Corte, pero no fue hasta ahora que me di cuenta de lo

    mucho que la extraaba.

    Vaya, vaya dijo con una sonrisita, tratando de devolver el

    abrazo. No me esperaba tal bienvenida.

    Sus esfuerzos fueron un poco incmodos debido al hecho de que

    estaba sosteniendo un maletn en una mano y lo que pareca un pequeo

    transportador de animal en la otra.

    Finalmente me dejara cargar esto? insisti Eddie, jalndole el

    transportador. Ella cedi, permitiendo un abrazo apropiado. Los olores

    mezclados de pachul y fastidioso champa la rodeaban, recordndome

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    tiempos ms despreocupados, cuando ella y yo podamos trabajar juntas en

    hechizos. Sent lgrimas brotar en mis ojos y rpidamente di un paso atrs

    para apartarlas.

    Estoy contenta de que est aqu le dije, tratando regresar a la

    formalidad de nuevo. Sorprendida, pero contenta. Este pudo no haber sido

    un viaje fcil para usted.

    Lo que tengo que decir solo puede ser dicho en persona. Empuj

    sus lentes por su nariz y evalu a los dems en la habitacin. Neil,

    encantada de verte de nuevo. Y Adrian, me alegro que Sydney finalmente

    hiciera un hombre honesto de ti.

    l sonri ante eso y present a Daniella. Ella era corts, pero segua

    siendo un poco distante. Los Moroi como ella, quienes generalmente vivan

    vidas solitarias en la Corte, no tenan muchos amigos humanos. Todo el

    concepto de humano utilizando magia era tan extrao para los Moroi como

    para los alquimistas, pero tuve que dar crdito a Daniella por tratar de llegar

    a un acuerdo con todo. Podra tener una terrible coordinacin del tiempo y

    no ser capaz de captar la indirecta durante las posibles escapadas

    romnticas, pero no poda negar que su vida ciertamente tambin haba

    sufrido muchos trastornos en el ltimo ao.

    Entre, entre dije, hacindole seas a la Sra Terwilliger para que

    entrara. Habamos recibido tan pocos huspedes que casi haba olvidado la

    hospitalidad bsica. Sintese y le conseguir algo de beber. O de comer?

    Neg con la cabeza mientras se iba conmigo hacia la cocina. Los otros

    la siguieron, a excepcin de Eddie, quien todava sostena torpemente el

    transportador.

    Estoy bien dijo. Y es posible que no tengamos el tiempo. Por

    como estn las cosas, espero no llegar demasiado tarde.

    Sus palabras hicieron que los vellos de mi cuello se levantaran, pero

    antes de que pudiera responder, Eddie se aclar la garganta y levant el

    transportador, que ahora poda ver que contena a un gato.

    Uhm, le gustara que yo hiciera algo en especial con ella?

    l corrigi la Sra Terwilliger. Y el Sr. Bojangles estar muy bien

    esperando all mientras hablamos. Adems, si estoy en lo cierto, lo vamos a

    necesitar.

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    Adrian me lanz una mirada inquisitiva ante eso, pero solo pude

    encogerme de hombros en respuesta.

    Nos reunimos todos alrededor de la mesa de la cocina. Me sent y

    Adrian de qued de pie detrs de m, apoyando las manos en mi hombro.

    En mi visin perifrica, brillaban los rubes y oro blanco de su anillo de

    matrimonio. La Sra Terwilliger tom el lugar frente a m y sac una

    ornamentada caja de madera de su morral. Estaba cubierta de un diseo

    floral que pareca haber sido tallado a mano. Dej la caja en la superficie de

    la mesa y la desliz hacia m.

    Qu es esto? pregunt.

    Estaba esperando que me lo pudieras decir dijo. Lleg hace un

    par de semanas, la dejaron en mi puerta. Al principio, pens que era una

    especie de regalo de Malachi, a pesar de que este no es su estilo.

    Correcto concord Adrian. Las granadas, los chalecos de

    camuflaje... esos son sus regalos habituales por eleccin.

    Malachi Wolfe era un cuestionablemente estable instructor de

    defensa personal con quien Adrian y yo habamos tomado clases e

    inexplicablemente se haba ganado el corazn de la Sra. Terwilliger.

    Sonri brevemente ante el comentario de Adrian pero nunca apart

    sus ojos de la caja mientras continuaba.

    Pronto aprend que la caja est sellada mgicamente. He intentado

    todo tipo de hechizos de desbloqueo, comunes y raros, sin suerte. Quien

    hizo esto convoc algo extremadamente potente. Pas las ltimas semanas

    agotando mis recursos y finalmente se la llev a Inez. La recuerdas, por

    supuesto?

    Es difcil de olvidar le dije, pensando de nuevo en la venerable y

    peculiar vieja bruja, de vuelta en California que haba decorado cada

    artculo de su casa con rosas.

    En efecto. Me dijo que tena un poderoso hechizo que

    probablemente podra reventarla para abrirla pero que haba fallado porque

    este encantamiento est dirigido a una persona especfica. La Sra

    Terwilliger pareca disgustada. No haba detectado eso. Obviamente, esa

    persona no soy yo. Inez especul sobre a quin estara dirigida la caja para

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    que pudiera abrirla con poca dificultad, y desde all, llegu a la conclusin

    de que t eras el destinatario.

    Me sobresalt ante eso.

    Pero, por qu se la daran a usted para m?

    La Sra Terwilliger mir a su alrededor con una mirada irnica.

    Esta no es exactamente una direccin fcil de entregar. Solo

    deseara haberlo sabido antes. Con suerte, lo que hay dentro no es sensible

    al tiempo.

    Mir la caja bajo una nueva luz, sintindome llena tanto de

    entusiasmo como de temor.

    Qu debera hacer?

    brela dijo simplemente la Sra Terwilliger. Aunque les

    aconsejo el resto de ustedes dar un paso atrs.

    Daniella cumpli rpidamente, pero Adrin y los dhampir

    obstinadamente se quedaron dnde estaban.

    Hagan lo que ella dijo les dije.

    Y si es una bomba? exigi Eddie.

    Lo ms probable es que pueda minimizar cualquier dao a Sydney,

    pero no garantizo nada para el resto de ustedes dijo la Sra Terwilliger.

    Lo ms probable? pregunt Adrian. Tal vez esta es la manera

    en que los alquimistas finalmente lleguen a ti.

    Tal vez, pero no son fanticos de la magia humana. No me puedo

    imaginar que hubieran recurrido a ella. Suspir. Por favor. Solo

    muvanse hacia atrs. Voy a estar bien.

    No saba eso a ciencia cierta, pero despus de un poco ms de

    persuasin, los chicos cedieron. La Sra Terwilliger sac una pequea bolsa

    y espolvore sobre la mesa un polvo amarillo de olor picante. Murmur un

    encantamiento en griego y sent la magia, mi tipo de magia quemar en el

    aire que nos rodeaba. Haba pasado mucho tiempo desde que la haba

    sentido en alguien ms y estaba sorprendida por la rfaga que me dio. Con

    el hechizo de proteccin en su lugar, asinti alentadoramente hacia m.

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    Adelante, Sydney. Si solo abrirla no funciona, entonces intenta un

    hechizo bsico de desbloqueo.

    Descans mis dedos sobre la tapa y tom una respiracin profunda.

    No pas nada cuando la levant, pero eso era de esperarse. Incluso si la Sra

    Terwilliger tena razn acerca de que estaba destinada a m, eso no

    significaba que iba a ser del todo fcil. Mientras convocaba las palabras de

    un hechizo de desbloqueo, las preguntas obvias fastidiaban en los bordes

    de mi mente: Era esto realmente para m? Si as era, de quin? Y lo ms

    importante, por qu?

    Habl el hechizo y aunque la caja no cambi, todos omos un

    pequeo sonido de pop. Trat con la tapa de nuevo y esta vez se levant

    fcilmente. An mejor, ninguna bomba estall en el interior. Despus de un

    momento de duda, los chicos se acercaron hacia adelante para ver lo que

    contena la caja. Mirando hacia abajo, vi algunos pedazos de papel doblados

    con un solo cabello en la parte superior. Lo levant con cuidado, sujetndolo

    a la luz. Era rubio.

    Probablemente tuyo dijo la Sra Terwilliger. Para dirigir un

    hechizo como este a una persona en concreto, se necesita algo de parte del

    destinatario... Cabello. Uas. Piel.

    Arrugu mi nariz ante eso mientras abra el primer pedazo de papel

    y trat de no pensar en cmo alguien haba obtenido uno de mis cabellos.

    El papel result ser un volante para un museo de robots en Pittsburgh. Eso

    hubiera sido cmico si no fuera por las escalofriantes palabras escritas

    sobre la imagen de una de las exposiciones destacadas del museo, el

    Raptorbot 2000: VEN A JUGAR, SYDNEY. Mi respiracin se detuvo y

    bruscamente levant la mirada. Todo el mundo pareca tan desconcertado

    como yo. No reconoca la escritura.

    Qu es el otro pedazo de papel? pregunt Neil.

    Tambin estaba doblado y tena un brillo en l, como si fuera de una

    revista. A primera vista, pareca ser una especie de anuncio de viajes. Lo

    abr y me encontr mirando una foto de una posada en Palo Alto.

    Qu tiene que ver esto con un museo de robots en Pittsburgh?

    La Sra Terwilliger se puso rgida.

    No creo que esa sea la pgina que se supone que veas.

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    Di la vuelta al papel y lanc un grito ahogado ante lo que, o ms

    importante ante a quien, vi.

    Jill.

    Casi me haba olvidado de este anuncio. Hace aos, o al menos se

    senta de esa manera, Jill haba hecho brevemente algn modelaje para un

    diseador de modas de Palm Springs. Nunca debera haberlo permito,

    viendo la fisura de seguridad que era. La fotografa que ahora miraba era

    una que se haba hecho en secreto, en contra de mis deseos. Jill llevaba un

    par de grandes gafas de sol doradas y una bufanda de color pavorreal

    envuelta alrededor de su abundante cabello rizado. Ella miraba hacia un

    grupo de palmeras, y a menos que alguien la conociera bien, era difcil darse

    cuenta de que era ella. De hecho, sera difcil para la mayora de la gente,

    incluso reconocer que era Moroi.

    Qu diablos es esto? exigi Eddie. Pareca como si fuera a

    rasgar la pgina lejos de m. Pocas cosas podran hacerle perder su carcter

    fro y sereno. La seguridad de Jill era una de ellas.

    Negu con mi cabeza con incredulidad.

    Tu conjetura es tan buena como la ma.

    Adrian se inclin sobre m y agarr la primera pgina.

    Sin duda, esto significa que Jill est siendo mantenida prisionera

    en algn museo robot? En Pittsburgh?

    Tenemos que ir dijo Eddie ferozmente. Se volvi como si fuera a

    salir por la puerta en ese momento.

    Tengo que ir le dije, sealando el volante que Adrian sostena.

    La caja era para m. Incluso esta nota es dirigida a m.

    No vas a ir sola replic Eddie.

    No vas a ninguna parte dijo Adrian. Dej el papel hacia abajo.

    Antes de mi pequeo, uh, percance con Wesley, tuve una charla con su

    majestad, quien dej muy claro que t y yo no tenemos permitido salir de la

    Corte.

    La tristeza y la culpa me llenaron mientras miraba el perfil de Jill.

    Jill. Desaparecida por casi un mes. Habamos esperado desesperadamente

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    0

    alguna pista y ahora haba llegado a nosotros. Pero como la Sra Terwilliger

    haba especulado: Era demasiado tarde? Qu haba ocurrido mientras

    esta caja esperaba?

    Tengo que dije. No hay manera de que pueda ignorar esto.

    Adrian, t lo sabes.

    Nuestros ojos se encontraron. Tantos sentimientos se agitaban entre

    nosotros, y finalmente asinti.

    Lo s.

    No crees que Lissa realmente forzara a seguridad a detenerme?

    Suspir.

    No lo s. Pero ella, correctamente, seal que despus de todos los

    problemas que le dimos por estar aqu, se causaran ms si te fueras y

    fueras capturada por los alquimistas. Podramos tratar de escabullirnos...

    pero no me sorprendera si estuvieran checando los autos en las salidas.

    Pens que algo as podra estar pasando dijo la Sra Terwilliger.

    Haba superado su conmocin y estaba cayendo en su modo de vamos-a-

    tener-las-cosas-hechas, lo cual encontr inmensamente tranquilizante. Lo

    cual es por lo que vine preparada. Tengo una manera de sacarte de

    contrabando, Sydney, si ests dispuesta. Su mirada se levant hacia

    Adrian. Me temo que solo a Sydney.

    De ninguna manera dijo rpidamente. Si ella se va, yo voy.

    No dije lentamente. Ella tiene razn.

    Sus cejas se levantaron.

    Mira, te arriesgas mucho ms que yo por ir por ah. No voy a dejarte

    ir y ponerte en peligro a ti misma mientras me quedo a salvo, as que no

    No es eso lo interrump. Un momento despus, lo enmend.

    Quiero decir, te quiero seguro, s, pero escucha lo que acabas de decir. Si

    voy por ah, me arriesgo ms porque los alquimistas estn buscndome.

    Solo que no estn buscando en este momento porque piensan que estoy

    encerrada y segura contigo. Y mientras ellos sigan pensando eso, no van a

    estar buscndome activamente. Nadie me ve aqu alrededor en la Corte, pero

    te ven a ti de vez en cuando en las visitas de alimentacin. Si de repente los

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    dos desaparecemos, los alquimistas podran saber que nos hemos ido. Pero

    si la gente todava te ve...

    Adrian hizo una mueca.

    Entonces van a pensar que todava ests aqu tambin, solo

    escondindote de los vampiros malvados.

    Sers parte de mi coartada dije, poniendo mi mano sobre la

    suya. S que no te gusta esto, pero realmente ayudara. Me dejara

    moverme ms libremente en el mundo y tratar de averiguar de qu manera

    eso hice un gesto hacia el volante del robot, est atado a Jill.

    Se tom unos minutos para responder. Me di cuenta que saba la

    verdad de mi argumento pero aun as no le gustaba.

    Es que me molesta pensar que ests ah afuera sola mientras me

    quedo sentado.

    No estar sola dijo Eddie. No tengo ninguna asignacin, y

    nadie est detrs de m. Puedo entrar y salir libremente de la Corte.

    Yo tambin dijo Neil.

    Uno de ustedes tiene que quedarse con Adrian discut. En caso

    de que se repita lo de hoy. Neil, te quedaras? Y Eddie, vendras conmigo

    a comprobar esto?

    Lo hice sonar como una peticin, un favor incluso, pero saba que

    no haba nada en el mundo que Eddie preferira hacer ahora que buscar a

    Jill.

    Este es el trato dijo Adrian, una vez que lo dhampir haban

    estado de acuerdo. Me quedar aqu y te cubrir, pero tan pronto como

    haya una manera de unirme a ti sin desplomar nuestra coartada, lo har.

    Lo mir a los ojos de nuevo, deseando poder decirle tanto. Como que

    lo senta por nuestra pelea de ms temprano, que no estaba tratando de

    controlarlo. Estaba preocupada. Lo amaba tanto que solo quera que

    estuviera a salvo. Esperaba que supiera todo eso. Todo lo que poda hacer

    ahora, con tantos testigos, era asentir en acuerdo.

    La Sra. Terwilliger nos mir con una diversin seca.

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    Todos han decidido qu valiente papel tomarn? pregunt. Me

    lanz una sonrisa. Aunque no pareces muy preocupada por la forma en

    que planeo sacarte de aqu, Sydney.

    Me encog de hombros.

    Tengo fe en usted, seora. Si dice que tiene una manera, le creo.

    Qu implica?

    Despus de que me lo dijo, se hizo el silencio en la habitacin. Todos

    no le quedamos mirando, estupefactos, hasta que Adrian finalmente habl.

    Guau dijo. No puedo decir que vi venir eso.

    No creo que alguien pudiera haberlo hecho admiti Eddie.

    La atencin de la Sra. Terwilliger estaba en m.

    Ests dispuesta, Sydney?

    Tragu saliva.

    Supongo que tengo que estarlo. Y no deberamos desperdiciar ms

    tiempo.

    Primero dijo Adrian, puedo hablar con mi esposa antes de que

    sobrevenga la hilaridad?

    Por supuesto dijo la Sra. Terwilliger, haciendo un gesto

    grandilocuente.

    Adrian me alej e inst a los dems:

    Hablen entre ustedes. Me condujo a nuestra habitacin, sin

    decir nada hasta que la puerta se cerr detrs de nosotros. Sydney, te das

    cuenta de que esto es loco, cierto? Y no lo digo a la ligera.

    Sonre y lo atraje hacia m.

    Lo s. Pero ambos sabemos que no hay manera de que no pueda

    no seguir una pista que nos pueda llevar a Jill.

    Su expresin se oscureci,

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    Deseara poder ser ms que tu coartada dijo. Pero si eso es lo

    que se necesita Suspir. Lo que tambin parece loco es que te vayas

    luego de que peleamos tan duro para llegar aqu y estar juntos.

    S, pero Dud, odiando decir mis prximas palabras. No

    puedes decir que esto ha sido exactamente lo que imaginamos.

    Qu quieres decir? pregunt, pero me di cuenta que ya saba.

    Adrian, no hay duda de que te amo y quiero una vida contigo. Pero

    esta vida en particular escondindonos de nuestra gente con tu madre

    cernindose sobre nosotros no lo s. Quizs algo de espacio es algo bueno.

    Sus ojos verdes se abrieron.

    Quieres alejarte de m?

    No, claro que no! Pero quiero volver a evaluar las cosas, averiguar

    cmo podemos tener la vida que hemos estado queriendo. Suspir. Y

    por supuesto, an ms que eso

    Tenemos que encontrar a Jill termin.

    Asent y apoy mi cabeza en su pecho, escuchando el ritmo constante

    de su corazn. Esa emocin de ms temprano subi dentro de m mientras

    pensaba en el ao anterior y por todo lo que habamos pasado. Habamos

    tenido que mantener nuestra relacin en secreto, y luego una vez que fue

    descubierta, los Alquimistas me haban tenido prisionera y trataron de

    lavarme el cerebro para volver a su organizacin. Cada momento que tena

    ahora con Adrian era un regalo precioso, pero disfrutar de eso, darle la

    espalda a Jill bueno, eso sera egosta.

    Encontrarla es ms importante que nosotros ahora dije.

    Lo s dijo, presionando un beso en mi frente. Y parte de por

    qu te amo es porque no hay duda de que tienes que hacer esto. Y que t

    me dejaras si los papeles estuvieran invertidos.

    Es lo que hacemos dije simplemente.

    Lo juro, tan pronto como sienta que puedo escaparme de forma

    segura, ir contigo. No estars sola.

    Toqu mi corazn.

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    Nunca lo estoy. Siempre te siento aqu dentro.

    Llev sus labios a los mos en un beso largo y exquisito, el tipo que

    envaba calor todo el camino desde mis dedos y pies y me haca muy

    consciente del hecho de que haba una cama detrs de nosotros. Me apart

    antes de que nos distrajramos accidentalmente.

    Estar de vuelta antes de que lo sepas le dije, dndole otro

    abrazo. Y si todo va segn lo previsto, Jill estar conmigo.

    Si todo va segn lo previsto respondi, recibiremos una

    llamada en cualquier minuto ahora que quien la est reteniendo la haya

    dejado salir luego del cambio de ley y que est de camino a casa.

    Sonre ante eso, pero no haba verdadera alegra en ello.

    Eso sera agradable.

    Nos besamos de nuevo y volvimos con el resto. Me di cuenta de que

    aunque Adrian y yo estbamos en buenos trminos de nuevo, no habamos

    resuelto exactamente nuestra pelea de antes. An haba una gran cantidad

    de asuntos que tratar, el mayor de ellos era su continuo coqueteo con el

    espritu. Haba perdido mi oportunidad, y ahora solo poda esperar lo mejor

    de l.

    Mientras tanto, la Sra. Terwilliger ya se haba mantenido ocupada

    convirtiendo nuestra cocina en un taller de hechizos. Botellas y bolsas de

    componentes estaban instalados en la mesa, y herva agua afanosamente

    en la cocina. Roci algo dentro, y el vapor pronto tom una fragancia de ans

    estrellado.

    Bien, bien dijo, apenas levantando la vista. Estn de vuelta.

    Mediras dos cucharaditas de polvo de remolacha para m?

    Tom su lugar a su lado y tuve una breve sensacin de dj vu. Era

    fcil, momentneamente, sentirse como si me hubiera deslizado de nuevo

    en los viejos tiempos juntas. No es que hubieran sido libres de estrs

    exactamente. Aprender magia de ella haba sido difcil mental y

    psicolgicamente, y siempre haba tenido las presiones adicionales de mis

    luchas con Adrian y los otros. Aun as, la familiaridad era agradable,

    particularmente ya que haba perdido este tipo de trabajo mgico. An

    practicaba pero raramente conjuraba algo de esta magnitud aqu en la

    Corte. El hechizo que tena en mente para que mi escape funcionara nos

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    requera a las dos y unas horas de trabajo. Adrian y los otros trataron de

    distraerse lo mejor que podan, y Eddie se fue para agarrar una bolsa de

    viaje, ya que ninguno de nosotros saba exactamente qu sucedera en

    Pittsburgh.

    Jill, dese en silencio. Por favor, solo djanos llegar a ese museo

    robtico y encontrar a Jill all vendiendo boletos.

    De alguna manera, dudaba que fuera as de fcil.

    Alrededor de las cuatro de la maana, la Sra. Terwilliger y yo

    completamos nuestro trabajo. Esto era prcticamente medioda en el horario

    vamprico, al cual me haba ajustado, pero ella estaba mostrando signos de

    fatiga. Saba que estaba muriendo por caf, pero la cafena reduca la

    efectividad de la magia, y haba tenido que conjurar pequeos hechizos en

    el camino. El final del proceso era mo, sin embargo, y mientras se acercaba

    el final, comenc a cuestionar lo que estaba a punto de hacer.

    Tal vez sera ms fcil sacarme de contrabando en el maletero

    dije, sosteniendo una taza con la bebida que habamos diseado.

    Gran probabilidad de que estarn revisando autos mientras te vas

    dijo Adrian. Especialmente el de ella. Lissa dej en claro que no quera

    que nos furamos.

    Comenc a llevar la pocin hacia donde la Sra. Terwilliger estaba

    colocando un espejo. Una nueva preocupacin cay sobre m.

    Creen que me dejar volver cuando descubra que me fui?

    Nadie tuvo una respuesta inmediata para eso hasta que la Sra.

    Terwilliger dijo pragmticamente:

    Siempre podemos traerte de vuelta de la misma manera en que te

    estamos sacando.

    Hice una mueca y mir la taza en mis manos, preguntndome cmo

    me sentira ms tarde. En la sala de estar, la Sra. Terwilliger haba apoyado

    tilmente un espejo de cuerpo entero de la habitacin de Daniella. Tir de

    transportador hacia l y abri la puerta. Un gato blanco atigrado, el Sr.

    Bojangles, sali y se sent tranquilamente frente al espejo. Si no lo supiera

    mejor, hubiera dicho que se estaba admirando a s mismo.

    Sabes las palabras? pregunt la Sra. Terwilliger.

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    Asent y me arrodill junto al gato. Haba memorizado el hechizo

    durante nuestro tiempo de trabajo hoy.

    Algo que debera saber antes de que esto suceda?

    Solo recuerda mirar al gato una vez que se conjure el hechizo

    dijo la Sra. Terwilliger.

    Mir a los otros una ltima vez.

    Hasta pronto, supongo.

    Buena suerte dijo Neil.

    Adrian me mir a los ojos por un largo momento, sin decir nada en

    voz alta pero de alguna manera trasmitiendo un milln de mensajes. Sent

    un nudo formndose en mi garganta mientras regresaba esa sensacin de

    ms temprano. Habamos luchado tan duro para llegar aqu, y aqu estaba,

    alejndome. No me estoy alejando, me dije. Voy a salvar a Jill. Lo que Adrian

    y yo habamos hablado ms temprano era cierto. Nos ambamos pero no

    ramos tan egostas acerca de nosotros como para poder simplemente darle

    la espalda a alguien que nos importaba.

    Le di una pequea sonrisa y luego beb la pocin. Tena un sabor

    ligeramente picante, no del todo desagradable pero tampoco algo que

    bebera por diversin. Cuando la taza estuvo vaca, la dej a un lado y me

    concentr en el espejo, particularmente en el reflejo del gato a mi lado. El

    Sr. Bojangles an segua sentado satisfecho, y asum que la Sra. Terwilliger

    haba elegido a este gato en particular por su buen carcter. Llam a la

    magia dentro de m, desconcentrndome del resto del mundo y

    concentrndome solo en el hechizo en mano. Dije las palabras en latn, aun

    mirando al gato. Adems del esfuerzo fsico implicado, el hechizo requera

    una buena cantidad de fuerza personal, y cuando termin de hablar, me

    sent exhausta mientras la magia surga a travs de m y se pona a trabajar.

    Mis ojos estaban en el gato, pero poco a poco, mi visin de l cambi.

    De hecho, mi visin cambi completamente. El color naranja del gato cambi

    a gris en mi visin mientras que el patrn de su pelaje se agudizaba. Not

    ms matices y detalles que antes en el patrn atigrado. Mientras tanto, todo

    luca increblemente brillante, como si las luces se hubieran encendido.

    Parpade un par de veces para tratar de aclarar esa sensacin y me di

    cuenta que me acercaba ms y ms al suelo. Algo cay sobre mi rostro,

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    oscurecindome mi visin, y me mov debajo. Era mi camiseta. Mirando de

    nuevo al espejo, me encontr mirando los reflejos de dos gatos.

    Uno de ellos era yo.

    Bueno, estar condenado.

    No reconoc la voz de Adrian de inmediato. An era lo

    suficientemente humana para comprender el lenguaje, pero mis nuevos

    odos procesaban sonidos en una manera completamente diferente. En

    particular, oa ms, y los ruidos ordinarios de antes parecan ms altos.

    Tuve poco tiempo para reflexionar sobre esto mientras dos manos me

    recogan de repente y me metan dentro del transportador para gatos. La

    puerta se cerr.

    No queremos confundirlos dijo la Sra. Terwilliger.

    En dnde van a poner al otro? pregunt Daniella.

    Donde quieras dijo la Sra. Terwilliger. No lo puedo llevar

    conmigo. Los guardias me vieron entras con un gato. Me vern irme con

    uno.

    Qu? La voz de mi suegra lleg muy estridente a mis odos.

    Esa criatura se va a quedar? Lo imaginaba. Su nuera transformndose

    en un animal? Ningn problema. Tener que cuidar a un gato? Crisis.

    Les recoger una caja de arena y algo de comida para gatos dijo

    Neil amablemente.

    A travs de la rejilla metlica de la puerta de mi transportador,

    apareci el rostro de Adrian de repente, mirndome.

    Qu hay de nuevo, gatita? Ests bien ah dentro?

    Por costumbre, trat de responder, pero todo lo que sali fue un

    aullido a medias.

    El mundo de repente gir a m alrededor mientras el transportador

    se levantaba en el aire, obligndome a luchar para mantener el equilibrio

    con ambos pies y sentidos que eran extraos.

    No hay tiempo para charlar dijo la Sra. Terwilliger. Tenemos

    que irnos.

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    Adrian debi haberla seguido porque su rostro apareci de nuevo por

    la puerta.

    Ten cuidado, Sage. Te amo.

    La Sra. Terwilliger y Eddie se despidieron y se dirigieron a la puerta.

    Caminaron por el edificio y luego hacia afuera. Saba por un reloj ms

    temprano que an era de noche, pero el mundo que era capaz de ver a travs

    de los huecos en el transportador se vea totalmente diferente a lo que estaba

    acostumbrada. Los postes de luz dispersos ms que encendan la oscuridad

    para mi vista mejorada, e incluso si no vea una amplia gama de colores,

    poda ver mucho ms lejos que lo que mis ojos humanos podran haber visto.

    Tenamos al menos una hora de longevidad del hechizo, pero mis

    acompaantes mantenan un buen ritmo, caminando a paso rpido por los

    jardines de la Corte al estacionamiento para visitantes.

    All, la Sra. Terwilliger reclam el auto de alquiler en que haba

    conducido y puso mi transportador en el asiento de atrs. Me daba una

    pobre visin de nuestros alrededores pero aun as me permita or todo. En

    la puerta principal, los guardianes interrogaron a la Sra. Terwilliger sobre

    su visita, queriendo saber por qu Eddie estaba con ella.

    Estoy de permiso respondi de una manera que era brusca pero

    no defensiva. Tengo temas personales que atender, y se ofreci llevarme.

    S que las carreteras fuera de su Corte no siempre son amistosas

    en la oscuridad aadi la Sra. Terwilliger. As que no me importa la

    compaa.

    Esperen, y el sol saldr en menos de una hora dijo el guardin.

    No tengo tiempo respondi ella. Tengo que tomar un vuelo.

    Como Adrian haba predicho, los guardianes revisaron el auto a

    fondo, y escuch que uno de ellos le susurraba al otro:

    Asegrate que no hay polizones.

    Mi ansiedad aument, y me encontr experimentando la extraa

    sensacin de azotar mi cola adelante y atrs.

    El rostro de un dhampir apareci delante de m, e hizo algunos

    sonidos de clic.

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    Hola, gatito, gatito.

    No respond, temiendo que podra salir como un siseo.

    Los guardianes finalmente nos despejaron, y as como as,

    estbamos en la carretera, libres del lugar que haba sido a la vez un

    santuario y prisin por un mes. La Sra. Terwilliger condujo por otra media

    hora para poner distancia entre nosotros y la Corte, y luego sac el auto en

    el arcn de una carretera rural. Una vez estacionado, abri el transportador

    para que pudiera salir al asiento de atrs, y dej una pila de ropa junto a

    m. Ms all de ella, apenas poda discernir el cielo aclarndose.

    Ah tienes dijo, movindose de nuevo al asiento delantero.

    Probablemente debera habrtelo dicho antes es ms fcil entrar en este

    hechizo que salir de l.

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    Traducido por Fanny, Lizzie Wasserstein e IvannaTG

    Corregido por Lizzie Wasserstein

    os minutos se sentan como horas despus de la partida

    de Sydney. Me paseaba por la longitud de nuestra

    pequea suite, un nudo en mi pecho, mientras me

    preparaba para lo peor. En cualquier segundo, tema, me diran que el plan

    haba salido mal y los guardianes haban interceptado a Sydney tratando de

    escapar de la Corte.

    Cario, tienes que hacer eso? pregunt mi madre al fin. Ests

    agitando a los animales.

    Me detuve y mir a dnde el Sr. Bojangles estaba vigilando

    cautelosamente a Hopper, el pequeo dragn encantado que Sydney haba

    convocado a principios de ao. Hopper se haba convertido en una especie

    de mascota y estaba mirando al gato con una emocin que claramente no

    era recproca.

    No creo que sea yo, mam. Solo estn

    Un timbre de mi telfono me interrumpi, y me lanc por l,

    sorprendiendo al gato y al dragn. En la pantalla de mi telfono, un mensaje

    de texto de Eddie era claro y conciso: Logramos salir de la Corte. Todo est

    bien.

    Respond el texto: Sigo casado con un gato?

    S, fue la respuesta, seguida un momento despus por: Pero la Sra.

    T jura que es temporal.

    L

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    Algo de mi ansiedad disminuy, pero no toda. Escrib: Avsame

    cuando ella est de vuelta.

    Veinte minutos despus, un mensaje lleg, est de la mismsima

    Sydney: De nuevo en forma humana. Todo parece estar normal.

    Todo?, pregunt.

    Bueno, aparte de la rara urgencia de seguir un punto de lser,

    respondi.

    Si ese es el peor efecto, me conformar. Mantenme informado. Te amo.

    Te miau tambin, respondi. Fue abruptamente corregido con: Quiero

    decir, te amo.

    Sonre mientras alejaba el telfono pero encontr que me senta muy

    lejos de sentir como si todo estuviera bien en el mundo. No poda quitarme

    la sensacin de que las cosas no estaban completamente resueltas entre

    Sydney y yo, y eso ni siquiera era tomando en consideracin las amenazas

    fsicas que ahora enfrentaba. Logr salir de la Corte pero ahora se

    enfrentaba potencialmente a todas los mismos peligros que nos haban

    hecho buscar santuario aqu.

    Solo si saben que est fuera. Me record la voz de la ta Tatiana, en

    un raro momento de legtima amabilidad. Mientras nadie la est buscando,

    y no logre que la descubran, estar a salvo. As que no lo arruines.

    De acuerdo. Acord. Y nadie tendr alguna razn para pensar que no

    est ah. Ella nunca sale de nuestra suite, y en realidad no tenemos muchos

    visitantes.

    Ms tarde ese da, por supuesto, tuvimos un visitante.

    Por suerte, no era un regimiento de guardianes demandando saber

    el paradero de Sydney, encontr a Sonya Karp Tanner de pie afuera de

    nuestra puerta, sonriendo cuando me vio. Cualquier alivio que encontr al

    verla, fue anulado por una ansiosa ta Tatiana.

    No bajes la guardia a ningn precio!, dijo entre dientes.

    Sonya es nuestra amiga, respond silenciosamente.

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    La ta Tatiana no estuvo de acuerdo. No importa. Nadie puede saber

    que Sydney se fue, no importa que tan amigables creas que son. Todo lo que

    se necesita es un pequeo desliz, no importa que tan buena sea la intencin.

    Entre menos gente sepa un secreto, mejor.

    Con una punzada, me di cuenta de que tena razn. Mientras tanto,

    la agradable expresin de Sonya se haba convertido en una de perplejidad

    mientras realizaba mi conversacin mental con un fantasma.

    Ests bien, Adrian? pregunt Sonya.

    Bien, bien dije, hacindole seas para que entrara. Solo

    cansado. Como que tuve una maana difcil. Vagamente, hice seas hacia

    mi rostro, el cual an mostraba los signos del forcejeo con Wesley y su

    equipo.

    Como haba esperado, Sonya fue desviada con efectividad. La

    preocupacin ilumin sus facciones.

    Qu pas?

    Oh, lo usual. Solo algunos celosos idiotas de mi por estar casado

    con la mujer ms sexy de por aqu.

    Dnde est? pregunt Sonya, mirando la vaca suite. Y tu

    madre?

    Mam se fue a la cama respond. Y Sydney sali a caminar.

    Los afilados ojos de Sonya se enfocaron en m de nuevo.

    Sali despus de que fuiste atacado esta maana?

    Bueno, hay luz afuera, as que hay menos amenaza. Y Neil est

    con ella. Casi dije Eddie pero era seguro si Sonya quiz haba escuchado

    sobre l dejando la Corte. Conociendo mi suerte, Neil pasara sin aviso y

    arruinara la historia. Necesitaba algo de aire aad, mirando la

    escptica mirada de Sonya. Quedarse encerrada en verdad la est

    afectado. Al menos, eso no era una mentira.

    Sonya sostuvo mi mirada ms tiempo antes de decidir finalmente

    olvidar el tema. Probablemente saba por mi aura y mi lenguaje corporal que

    no estaba siendo completamente sincero, pero era poco probable que

    pudiera adivinar la verdad que Sydney se haba transformado en un gato

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    y haba salido a escondidas de la Corte en un descabellado intento de

    encontrar a Jill.

    Bueno, es a ti a quien vine a ver dijo Sonya por fin. Necesito

    discutir sobre algo contigo. O mejor dicho sobre alguien.

    Me sent en nuestra mesa de la cocina y mov la cabeza para que ella

    hiciera lo mismo. Discutir sobre alguien? Poda hacer eso, mientras no

    fuera Sydney.

    A quin tienes en mente? pregunt

    Sonya entrelaz sus dedos y tom una respiracin profunda.

    Nina Sinclair.

    Hice una mueca. Tal vez no tan problemticas como Sydney justo

    ahora, pero Nina era en absoluto un tema bienvenido. Era un usuario del

    espritu, como yo, alguien de quien haba sido muy buen amigo cuando

    Sydney estaba en cautiverio. Desafortunadamente, Nina haba querido ser

    ms que mejores amigos y haba visto ms en nuestra relacin de lo que

    haba. Haba tomado mal mi rechazo, y haba respondido incluso peor

    cuando se enter que me haba casado con una humana. En las raras veces

    que me la haba encontrado desde que regres a la Corte, constantemente

    recordaba el viejo adagio de si las miradas mataran.

    Qu sobre Nina? pregunt cuidadosamente. Sigue

    trabajando para ti?

    Sonya era la lder en un proyecto intentando usar el espritu para

    prevenir que la gente se convirtiera en Strigoi. Nina haba ayudado

    inadvertidamente con esto inicialmente cuando haba restaurado a su

    hermana, Olive, de ser una Strigoi. Con varios de nosotros trabajando

    juntos, nos las arreglamos para transferir ese espritu mgico a la sangre

    de Neil, efectivamente creando una vacuna que protega a Neil de ser

    convertido a la fuerza. La victoria de Sonya haba sido de corta duracin, ya

    que era incapaz de replicar ese efecto en alguien ms. Pero segua

    trabajando incansablemente haca esa meta.

    Tcnicamente, s, pero ha pasado un rato desde que realmente

    ofreci algo de valor. La expresin de Sonya se oscureci. Nina ha estado

    un poco apagada ltimamente.

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    No pude evitar rer un poco.

    Somos usuarios del espritu. Todos estamos un poco apagados.

    Sonya no me regres la sonrisa.

    No as. Si pudieras verla bueno, entenderas. Ayer la mand a

    casa porque no deca nada con sentido. Tambin luca como si no hubiera

    dormido en semanas. El nico usuario del espritu que he visto en tan mal

    estado fue bueno, la vez que entrevist a Avery Lazar.

    Eso me detuvo en seco. Avery, otro usuario del espritu, estaba ahora

    en el hospital para enfermos mentales de una prisin Moroi.

    Avery usaba cantidades ridculas de espritu le record. O sea,

    ridculas. Y a diario. Recordando, Jill haba hecho mella en m,

    drenndome temporalmente del espritu, pero haba sido cosa de una vez.

    Avery haba intentado hazaas de alto poder, una y otra vez, llevndola a su

    actual estado donde su mente ya no poda ms. Nina tendra que estar

    haciendo alguna magia bastante seria para terminar as.

    Eso es exactamente lo que me da miedo dijo Sonya

    sombramente.

    Jade, pensando en Avery.

    Qu est tratando de adquirir compaeros besados por la

    sombra?

    No, no eso sino algo que toma casi tanto poder y que es hecho a

    diario. Cuando trato de sacarle una respuesta, me evade o solo comienza a

    balbucear tonteras. Sonya suspir. Estoy preocupada por ella, Adrian.

    Necesita ayuda, pero no me dice nada.

    Mientras el silencio creca, de repente entend lo que Sonya quera

    decir.

    Qu? Crees que hablar conmigo?

    Sonya se encogi de hombros.

    No s a quin ms pedrselo.

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    Bueno, no a m! exclam. Estaba furiosa cuando la rechac.

    Si ella est haciendo algo y necesita ayuda, no soy yo a quien va a decirle.

    Necesitas pedrselo a alguien ms.

    No hay nadie ms! Su hermana sigue desaparecida. Y sabas que

    Nina renunci a su trabajo de la oficina? O de hecho, creo que fue

    despedida, pero es difcil conseguir una respuesta directa de ella. Por lo que

    s, t y yo somos los nicos de por aqu a los que nos preocupa lo que se

    est haciendo a ella misma, y necesitamos hacernos cargo y ayudarla.

    No hablar conmigo reiter.

    Sonya pas una mano por su cabello rojo oscuro.

    Tal vez te sorprendas. A pesar de que las cosas se cayeron

    entre ustedes, ella todava siente como si hubiera algn tipo de conexin.

    Por favor, Adrian. Solo intntalo, por favor. Si te aleja, bien. Que as sea. No

    te lo pedir de nuevo.

    Comenc a decir que no una vez ms, pero una mirada de cerca a

    Sonya me detuvo. En verdad estaba agitada por esto. Estaba en su voz y sus

    ojos incluso en los colores de su aura. Saba que Sonya no era de las que

    reaccionaban de forma exagerada. Tambin saba que no me pedira esto si

    no estuviera verdaderamente preocupada, especialmente desde que ella fue

    la que me aconsej que me alejara de Nina para proteger sus sentimientos.

    Mir la hora. Se estaba haciendo tarde para nuestros estndares. La

    mayora de los Moroi estaran yndose a la cama.

    Est bien si espero hasta maana para verla?

    Sonya lo consider y luego hizo un pequeo asentimiento.

    Estoy segura que estar bien. Por supuesto, tambin estoy segura

    de que no estar dormida pronto. Pero tal vez sea mejor si esperas a que

    regrese Sydney para irte, pero que Neil pueda acompaarte.

    Por un momento, casi digo que Eddie estaba con Sydney, no Neil, y

    luego record la historia de mentira. Tendra que comunicarme con Neil para

    asegurarme de que respaldara lo que dije. Si no era cuidadoso, las cosas

    podran complicarse muy rpido. Era lo que ms odiaba sobre mentir: rara

    vez se mantena simple.

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    Suena bien dije, ponindome de pie mientras Sonya lo haca.

    Te avisar como va.

    Gracias. S que esto no es Se comi sus palabras mientras que

    el Sr. Bojangles sala de la habitacin, con Hopper en una acalorada

    persecucin. Sonya se gir hacia m, sorprendida. Cundo conseguiste

    un gato?

    Uh, hoy, de hecho. Jackie Terwilliger, la vieja maestra de Sydney?,

    lo dej cuando vino de visita.

    Eso era obviamente nuevo para Sonya.

    Estuvo aqu? En la Corte? Cunto tiempo se qued?

    No mucho dije, deseando inmediatamente que no lo hubiera

    mencionado en absoluto. Solo comprobando a Sydney.

    Eso es mucho esfuerzo solo para comprobar a alguien. Una

    llamada hubiera sido mucho ms simple.

    Esperaba lucir inocente.

    S, pero entonces no hubiera sido capaz de darnos al gato. Regalo

    de bodas atrasado.

    Adrian dijo Sonya, usando la voz que debe haber usado para

    regaar a incontables estudiantes cuando era maestra de biologa en la

    preparatoria, qu no me ests diciendo?

    Nada, nada dije, llevndola a la puerta. Reljate, todos

    estamos bien. La nica cosa por la que necesitas preocuparte es por lo

    rpido que Nina me mandar lejos.

    Adrian

    Todo est bien dije alegremente. Le abr la puerta. Gracias por

    pasar. Saluda a Mikhail por m.

    Por su expresin, era claro que fall completamente en convencerla

    de mi inocencia, pero al menos no luca como si fuera a obligarme a decirle

    lo que en realidad estaba pasando, por ahora. Nos despedimos y respir un

    suspiro de alivio cuando se fue, esperando que nadie ms viniera y me

    forzara a formular otra pobre excusa de por qu Sydney no estaba por aqu.

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    Fui a la cama poco despus y fui despertado a medio da por un

    nuevo mensaje de texto de Sydney. Reportaba que ella, Eddie y Jackie

    haban llegado a Pittsburgh pero que no estaran investigando el museo

    hasta en la noche. Me asegur que todo estaba bien, y le asegur lo mismo,

    decidiendo que era lo mejor si no saba que haba acordado ir a hablar con

    una chica potencialmente loca quien, o estaba enamorada de m, o

    despreciaba todo de m. Sydney ya tena suficiente por lo que preocuparse.

    Cuando la Corte Moroi comenz a despertarse ms tarde ese da, me

    las arregl para que Neil regresara y me acompaara a la casa de Nina. Era

    suficientemente temprano como para que la gente estuviera afuera, pero

    pens que era mejor prevenir que lamentar. Neil manejaba por deber, estaba

    feliz de ayudarme, pero saba que tena un inters oculto para ir a ver a

    Nina. Hace meses, l y la hermana de Nina, Olive, haban tenido el comienzo

    de un floreciente romance. Ninguno de nosotros estaba completamente

    seguro de que tan lejos haban ido, pero las cosas haban terminado

    abruptamente cuando Olive se haba ido con poco contacto con Nina y

    ninguno con Neil. Dudaba que Nina tuviera algn nuevo detalle sobre el

    paradero de su hermana, pero probablemente Neil estaba esperando algo de

    informacin.

    El sol de verano todava estaba sobre el horizonte, incluso alrededor

    de las seis, cuando llegamos a la puerta de Nina. Viva en una seccin de

    apartamentos habitados por otros empleados de la Corte (o ex empleados,

    como resultaba), lejos de los alojamientos mucho ms elegantes donde la

    realeza como mi padre viva. Tom una profunda respiracin mientras

    miraba la puerta, reuniendo mi coraje.

    No va a ser ms fcil si lo pospones me dijo Neil, intilmente.

    Lo s. Resuelto, di dos pequeos golpes a la puerta,

    secretamente esperado que Nina estuviera durmiendo o que no estuviera en

    la casa. Entonces podra decirle honestamente a Sonya que haba tratado y

    dejarlo as. Desafortunadamente, Nina abri la puerta casi inmediatamente,

    como si hubiera estado esperando a lado de ella.

    Hola, Adrian dijo con cautela. Sus ojos grises se levantaron ms

    all de m. Neil.

    l asinti para saludar, pero yo estaba momentneamente

    asombrado. Nina no vena de ancestros ricos o de la realeza, pero eso nunca

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    haba afectado su belleza, y siempre se haba presentado en una manera

    impecable.

    Al menos, sola hacerlo.

    Esa Nina que yo haba conocido no estaba a la vista. Su oscuro y

    rizado cabello luca como si no se hubiera cepillado recientemente. De

    hecho, no estaba seguro de que lo hubiese lavado en un rato tampoco. Una

    arrugada falda azul a cuadros desentonaba con una camiseta naranja, sobre

    lo cual llevaba un crdigan gris al revs. Uno de sus pies se hallaba cubierto

    con un blanco calcetn corto. Su otro calcetn, adornado con rayas rojas y

    blancas, llegaba a su rodilla.

    Y sin embargo, lo ms alarmante no era la extraa eleccin del

    vestuario; en su lugar, era la expresin de su rostro que me deca que Sonya

    no exageraba. Oscuros crculos colgaban bajo los ojos de Nina, aunque sus

    propios ojos eran claros y casi demasiado alertas, brillaban febrilmente. Era

    una mirada que haba visto antes en los usuarios del espritu empujados al

    lmite. Era una mirada que haba visto en el rostro de Avery Lazar.

    Tragu saliva.

    Hola, Nina. Podemos entrar?

    Sus ojos se estrecharon.

    Por qu? As puedes decirme otra vez cun totalmente

    inadecuados somos? As puedes decirme cmo nosotros nunca, jams

    posiblemente podremos salir, visto que no soy humana y que al parecer solo

    te enganchas con personas que sirven tambin de cena?

    Mi temperamento comenz a estallar ante el desprecio, pero luego

    me record a m mismo que ella no estaba bien.

    Lo siento por lo que dije la ltima vez, lo digo en serio. Conoc a

    Sydney mucho antes de conocerte. Pero eso no es por lo que estoy aqu para

    hablar contigo. Por favor, podemos entrar?

    Nina me mir sin decir nada durante mucho tiempo, y aprovech la

    oportunidad para recurrir al espritu y echar un vistazo a su aura. Como

    Lissa ayer, el aura de Nina estaba llena con el plido dorado de un usuario

    del espritu. A diferencia de Lissa, sin embargo, el dorado de Nina tena una

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    dbil, casi acuosa calidad del mismo. No quemaba como una llama. Los

    otros colores eran igualmente frgiles, titilaban prendidos y apagados.

    Est bien dijo al fin.

    Ella dio un paso a un costado y nos dej pasar. Lo que encontr

    dentro era casi tan desconcertante como su apariencia. Haba estado antes

    en su casa, cuando ella y yo fuimos a un montn de fiestas juntos. El

    pequeo apartamento era en realidad ms que un estudio, con dormitorio y

    sala de estar fusionados en uno. A pesar de su pequeo tamao, Nina

    siemp