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SINOPSIS
Bloodlines 6
La pica conclusin de la Serie Bestselling New York Times
Bloodlines de Richelle Mead est finalmente aqu...
ydney Sage es una Alquimista, una de un grupo de
humanos aficionados a la magia que sirven para unir los
mundos de los humanos y los vampiros. Protegen los
secretos de los vampiros, y las vidas humanas.
Despus de que su romance secreto es expuesto, Sydney y Adrian se
encuentran frente a la ira tanto de los Alquimistas como de los Moroi en
esta electrizante conclusin de la Serie Bestselling New York Times
Bloodlines de Richelle Mead. Cuando la vida de alguien que ambos aman es
puesta en la lnea de fuego, Sydney arriesga todo para cazar a un antiguo
enemigo mortal. Mientras tanto, Adrian se ve envuelto en un rompecabezas
que podra ser la clave para un sorprendente secreto sobre la magia del
espritu, un secreto que podra sacudir todo el mundo Moroi.
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Contenido Sinopsis
Captulo 1
Captulo 2
Captulo 3
Captulo 4
Captulo 5
Captulo 6
Captulo 7
Captulo 8
Captulo 9
Captulo 10
Captulo 11
Captulo 12
Captulo 13
Captulo 14
Captulo 15
Captulo 16
Captulo 17
Captulo 18
Captulo 19
Eplogo
Richelle Mead
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Traducido por areli97, Lizzie Wasserstein y Jadasa Youngblood
Corregido por Lizzie Wasserstein
a vida de casado no era lo que haba esperado.
No me malinterpretes: No tena ningn
arrepentimiento sobre la mujer con la que me
haba casado. De hecho, la amaba ms de lo que
alguna vez imagin que era posible amar a otra
persona. Sin embargo, la realidad en la que vivamos? Bueno, solamente
digamos que realmente tampoco me imagin algo como eso alguna vez. En
todas nuestras fantasas previas, habamos soado con lugares exticos y,
ms importante, con la libertad. Estar encerrados en un pequeo conjunto
de habitaciones nunca haba sido parte de ningn plan de escape, mucho
menos una escapada romntica.
Pero nunca fui de los que renunciaban a un desafo.
Qu es esto? pregunt Sydney, sorprendida.
Feliz aniversario dije.
Ella acababa de terminar de ducharse y vestirse y ahora estaba de
pie en la puerta del bao, mirando alrededor a la transformacin que haba
forjado en nuestra sala de estar. No haba sido sencillo hacer tanto en tan
poco tiempo. Sydney era una persona eficiente, y eso se extenda a las
duchas tambin. Yo? Podras haber conducido una demolicin y
remodelacin entera en el tiempo que me tomaba ducharme. Con Sydney,
apenas haba habido tiempo suficiente para decorar el lugar con velas y
flores. Pero me las haba arreglado.
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Una sonrisa se arrastr sobre su rostro.
Ha sido solo un mes.
Oye, no digas solo advert. Aun as es monumental. Y te
dejar saber que planeo celebrar cada mes por el resto de nuestras vidas.
Su sonrisa se convirti en una sonrisa completa mientras pasaba
sus dedos sobre los ptalos de un florero lleno de flores. Eso hizo que mi
corazn doliera. No poda recordar la ltima vez que haba visto una sonrisa
tan genuina en ella.
Incluso conseguiste peonias dijo. Cmo te las arreglaste para
eso?
Oye, tengo mis mtodos declar altivamente.
Aunque probablemente es mejor que ella no sepa cules son esos
mtodos, advirti una voz en mi cabeza.
Sydney pase alrededor y evalu el resto de mi obra, la cual inclua
una botella de vino tinto y una caja de trufas de chocolate colocadas
artsticamente en la mesa de la cocina.
No es un poco temprano en el da? brome.
Depende de a quin le ests preguntando dije, asintiendo hacia
la ventana oscura. Para ti, es tcnicamente el anochecer.
Su sonrisa se atenu un poco.
Honestamente, ahora difcilmente siquiera s qu hora es de todas
maneras.
Este estilo de vida le est pasando factura, mi voz interior advirti.
Solo mrala.
Incluso en las parpadeantes luces de las velas, poda ver los signos
del estrs que Sydney estaba sintiendo. Sombras oscuras bajo sus ojos. Una
apariencia perpetuamente abatida, nacida ms de la desesperacin que de
la fatiga. Ella era la nica humana en la Corte Real Moroi que no estaba
aqu especficamente para alimentarnos a nosotros los vampiros. Tambin
era la nica humana en cualquier lugar Moroi civilizado que se ha casado
con uno de nosotros. Hacerlo haba significado incurrir en la furia de su
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propia gente y separarse a s misma de amigos y familia (los que an estaban
hablndole, por lo menos) en el mundo exterior. Y gracias al desdn y a las
miradas entrometidas que ella reciba alrededor de la Corte, Sydney
prcticamente se haba separado a s misma de las personas aqu tambin,
reduciendo su mundo entero a nuestro conjunto de habitaciones.
Espera, hay ms dije rpidamente, esperando distraerla. Con
pulsar un botn, msica clsica empez a tocar a travs del sistema de
sonido de la sala de estar. Extend mi mano hacia ella. Desde que no
pudimos bailar en nuestra boda.
Eso trajo la sonrisa de vuelta. Ella tom mi mano y me dej atraerla
ms cerca. La gir alrededor de la habitacin, con cuidado de no tirar
ninguna de las velas, y ella me recompens con regocijo.
Qu ests haciendo? Es un vals. Tiene tres tiempos. No puedes
escucharlo? Un-dos-tres, un-dos-tres.
En serio? Eso es lo que es un vals? Huh. Solo escog algo que
sonaba elegante. Desde que no tenemos realmente una cancin o algo.
Consider eso por un segundo. Supongo que hemos fallado como una
pareja en ese aspecto.
Ella se burl.
Si esa es nuestra falla ms grande, entonces creo que lo estamos
haciendo bien.
Largos momentos pasaron mientras bailaba con ella alrededor de la
habitacin, entonces dije repentinamente:
She Blinded Me With Science.
Qu? pregunt Sydney.
Esa podra ser nuestra cancin.
Se rio abiertamente, y me di cuenta que no haba escuchado ese
sonido en un muy largo tiempo. De alguna manera logr hacer que mi
corazn doliera y saltara al mismo tiempo.
Bueno dijo. Supongo que eso es mejor que Tainted Love.
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Ambos nos remos entonces, y ella descans su mejilla contra mi
pecho. Bes la parte superior de su cabeza dorada, respirando los aromas
mezclados de su jabn y su piel.
Se siente incorrecto dijo suavemente. Ser feliz, quiero decir.
Cuando Jill est ah afuera.
Ante ese nombre, mi corazn se hundi, una pesada oscuridad
amenaz con descender sobre m y romper ese pequeo momento de alegra
que haba creado. Tuve que empujar con fuerza a lo lejos la oscuridad,
hacindome retroceder de un peligroso precipicio que conoca demasiado
bien estos das.
La encontraremos susurr, apretando mi agarre en Sydney.
Donde sea que est, la encontraremos.
Si todava est viva, dijo maliciosamente esa voz interna.
Probablemente vale la pena sealar que la voz que continuaba
hablando en mi cabeza no era parte de algn ejercicio mental. Era en
realidad una voz muy distintiva, perteneciente a mi ta muerta, Tatiana,
antigua reina de los Moroi. Ella no estaba conmigo en ninguna forma
fantasma, sin embargo. Su voz era un espejismo, nacido del creciente agarre
que la locura estaba tomando en m, gracias al raro tipo de magia que yo
usaba. Una rpida prescripcin la habra callado, pero tambin me habra
cortado de mi magia, y nuestro mundo era demasiado impredecible ahora
mismo como para hacer eso. As que este fantasma de la ta Tatiana y yo
habamos sido compaeros de habitacin en mi mente. Algunas veces esa
presencia ilusoria me aterrorizaba, hacindome preguntarme qu tanto
tardara hasta que me volviera completamente loco. En otras ocasiones, me
encontraba a m mismo tomndolo con calma, y eso me asustaba incluso
ms, estaba empezando a considerarlo como normal.
Por ahora, me las arregl para ignorar a la ta Tatiana mientras
besaba a Sydney de nuevo.
Encontraremos a Jill dije ms firmemente. Y mientras tanto,
tenemos que continuar viviendo nuestras vidas.
Supongo dijo Sydney con un suspiro. Poda decir que estaba
tratando de convocar de vuelta su alegra ms temprana. Si se supone que
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esto est compensando nuestra falta de baile de bodas, me siento un poco
desvestida. Quizs debera ir a desenterrar ese vestido.
De ninguna manera dije. No es que el vestido no fuera
grandioso. Pero como que me gustas desvestida. De hecho, no me importara
que estuvieras mucho ms desvestida
Dej de bailar el vals (o cualquier movimiento de baile que haba
estado tratando de hacer) y baj mi boca hacia la suya en un tipo de beso
muy diferente que el que le acababa de dar. El calor me llen mientras senta
la suavidad de sus labios, y estuve sorprendido de sentir una apasionada
respuesta por su parte. A la luz de nuestras recientes circunstancias,
Sydney no se haba estado sintiendo particularmente fsica, y
honestamente, no poda culparla. Haba respetado sus deseos y mantenido
mi distancia sin darme cuenta de cunto haba extraado ese fuego en
ella hasta ahora.
Nos encontramos hundindonos en el silln, los brazos envueltos
apretadamente alrededor del otro, todava besndonos apasionadamente.
Me detuve para estudiarla, admirando la manera en que la luz de las velas
brillaba en su cabello rubio y sus ojos marrones. Me podra haber ahogado
en esa belleza, eso y el amor que poda sentir irradiando de ella. Era un
perfecto y muy necesitado momento romntico por lo menos, lo era hasta
que la puerta se abri.
Mam? exclam, saltando lejos de Sydney como si fuera un
nio de preparatoria y no un hombre casado de veintids.
Oh, hola, querido dijo mi madre, pasendose dentro de la sala
de estar. Por qu estn todas las luces apagadas? Parece un mausoleo
aqu adentro. Se fue la electricidad? Encendi el interruptor de luz,
haciendo que ambos Sydney y yo hiciramos una mueca. Est de vuelta
ahora. Pero realmente no deberan de haber encendido tantas velas. Es
peligroso. Amablemente sopl un grupo para apagarlas.
Gracias dijo Sydney llanamente. Es lindo saber que se est
tomando la seguridad en serio. Su expresin me record a la vez que mi
madre haba amablemente sacado un montn de notas adhesivas que
estaban amontonadas en un libro en el que Sydney haba pasado horas
anotando laboriosamente.
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Mam, pens que ibas a estar fuera por un par de horas dije
intencionadamente.
Lo estaba, pero se estaba volviendo simplemente demasiado
incmodo en la sala de los alimentadores. T pensaras que todos estaran
ocupados en la reunin del consejo, pero no. Demasiadas miradas. No me
poda relajar. As que ellos simplemente me dejaron traer uno conmigo.
Mir alrededor. Adnde se fue? Ah, ah. Dio un paso de vuelta al
pasillo y condujo a un aturdido humano que no era mucho ms viejo que
yo. Sintate por ah en esa silla, y estar contigo en un momento.
Salt sobre mis pies.
Trajiste a un alimentador aqu? Mam, t sabes cmo se siente
Sydney acerca de eso.
Sydney no hizo ningn comentario pero palideci ante la vista del
alimentador sentado al otro lado de la habitacin. Sus ojos aturdidos y
felices por las endorfinas que reciba de dejar que los vampiros se
alimentaran de l, miraban alrededor en blanco.
Mi madre suspir con exasperacin.
Qu esperas que haga, querido? No haba ninguna manera de que
me pudiera alimentar con Maureen Tarus y Gladys Dashkov sentadas ah y
chismorreando justo a mi lado.
Espero que tengas un poco de consideracin con mi esposa!
exclam. Desde que Sydney y yo nos habamos casado y buscado refugio
en la Corte, la mayora de las personas, incluyendo a mi propio padre, nos
haban vuelto la espalda. Mi mam se haba mantenido con nosotros,
incluso yendo tan lejos como para vivir con nosotros, lo cual no estaba
exento de complicaciones.
Estoy segura que ella puede simplemente esperar en su dormitorio,
dijo mi madre, inclinndose para apagar ms velas. Detectando las trufas
en la mesa, se detuvo para meter una en su boca.
Sydney no se tiene que esconder en su propia casa argument.
Bueno dijo mi madre, tampoco yo. Es mi casa tambin.
No me importa dijo Sydney, parndose. Esperar.
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Estaba tan frustrado, quera arrancar mi cabello. La pasin ya no
era el problema. Todo rastro de esa felicidad temprana que haba visto en
Sydney se haba ido. Se estaba retrayendo de vuelta en s misma, de vuelta
a la sensacin de desesperanza de ser una humana atrapada en un mundo
de vampiros. Y entonces, imposiblemente, las cosas se pusieron peor. Mi
madre haba notado uno de los floreros con peonias.
Son hermosas dijo. Melinda debe de haber estado muy
agradecida por esa curacin.
Sydney se congel en la mitad de un paso.
Qu curacin?
No es importante dije precipitadamente, esperando que mi
madre captara la seal. En otras ocasiones, Daniella Ivashkov era una
mujer remarcablemente astuta. Hoy, sin embargo, ella pareca estar en un
modo totalmente inconsciente.
Melinda Rowe, la florista de la Corte explic mi madre. Adrian
y yo nos tropezamos con ella la ltima vez que estuvimos afuera en una
alimentacin. Ella estaba teniendo un terrible brote de acn, y Adrian fue lo
suficientemente amable para acelerar su curacin. Ella prometi ayudarlo
a obtener algunas peonias en existencia a cambio.
Sydney se gir hacia m, sin hablar por su furia. Necesitando calmar
la situacin inmediatamente, tom posesin de su brazo y la jal dentro de
nuestro dormitorio.
Hazlo rpido le grit a mi mam, justo antes de cerrar la puerta.
Sydney arremeti inmediatamente.
Adrian, cmo pudiste? Lo prometiste! Prometiste no usar el
espritu, a menos que fuera para ayudar a encontrar a Jill!
No fue nada insist. Difcilmente tom algo del poder del todo.
Se acumula! chill Sydney. Sabes que lo hace. Cada pequea
cosa. No puedes desperdiciarlo en cosas como sta en el acn de alguien!
Aunque entenda por qu estaba molesta, no poda evitar ms que
sentirme un poco herido.
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Lo hice por nosotros. Por nuestro aniversario. Pens que te
gustara.
Lo que me gustara es que mi esposo se mantuviera cuerdo
espet de regreso.
Bueno, estamos ms all de eso dije.
Ella ni siquiera sabe la mitad de ello, remarc ta Tatiana.
Sydney cruz sus brazos y se sent en la cama.
Ves? Ah vas. Haciendo una broma de todo. Esto es serio, Adrian.
Y yo estoy siendo serio. S lo que puedo manejar.
Ella se encontr con mi mirada desapasionadamente.
Lo sabes? Todava creo que estaras mejor deteniendo el espritu
del todo. Vuelve a tus pldoras. Es ms seguro.
Qu hay acerca de encontrar a Jill? le record. Qu si
necesitamos mi magia del espritu de vuelta para eso?
Syney mir alej la mirada.
Bueno, no ha sido de mucho uso hasta ahora. La magia de nadie
lo ha sido.
El ltimo comentario era una condena para s misma tanto como
para m. Nuestra amiga Jill Mastrano Dragomir haba sido secuestrada hace
un mes, y hasta ahora, nuestros esfuerzos para encontrarla haban sido
para nada. No haba sido capaz de alcanzar a Jill en los sueos espirituales,
ni tampoco Sydney, una adepta estudiante de la brujera humana, haba
sido capaz de localizarla usando los hechizos a su disposicin. Lo mejor que
la magia de Sydney haba sido capaz de decirnos era que Jill segua con
vida, pero eso era todo. La creencia general era que donde sea que estuviera,
Jill estaba siendo drogada, lo cual poda esconder efectivamente a alguien
de la magia humana y Moroi. No nos detuvo a ambos de sentirnos intiles,
sin embargo. Ambos nos preocupbamos por Jill inmensamente, y mi
relacin con ella era particularmente intensa desde que yo haba usado una
vez la magia del espritu para traerla de vuelta del borde de la muerte. No
saber qu le haba pasado ahora haba arrojado una sombra sobre Sydney
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y yo, y todos los intentos de felicidad que habamos reunido mientras
estbamos bajo este voluntario arresto domiciliario.
No importa dije. Cuando la encontremos, necesitar mi magia.
No hay forma de saber qu es lo que necesitar hacer.
Como arreglar su acn? pregunt Sydney.
Me encog de hombros.
Te lo dije, no fue nada! Djame preocuparme a m sobre m y
cunto espritu puedo usar. No es tu trabajo.
Ella se dio la vuelta incrdulamente.
Por supuesto que lo es! Soy tu esposa, Adrian. Si yo no me voy a
preocupar por ti, quin lo har? Necesitas mantener el espritu bajo
control.
Puedo manejarlo dije entre dientes.
Todava habla tu ta contigo? pregunt.
Apart mi mirada, negndome a mirarla a los ojos. En mi cabeza, ta
Tatiana suspir. Nunca debiste contarle sobre m.
Ante mi silencio, Sidney dijo:
Es ella, no es as? Adrian, eso no es saludable! Tienes que
saberlo!
Me di la vuelta enfurecido.
Puedo manejarlo. Est bien? Puedo manejarlo, y puedo
encargarme de ella! grit. As que deja de decirme qu hacer! No lo
sabes todo, no importa cunto quieras que todos piensen que lo haces!
Afectada, Sydney retrocedi un paso. El dolor en sus ojos me lastim
mucho ms que sus palabras anteriores. Me sent horrible. Cmo haba ido
tan mal este da? Se supona que iba a ser perfecto. De repente, necesitaba
salir. Ya no poda soportar ms estas cuatro paredes. No poda soportar el
control de mi madre. No poda soportar sentirme como si siempre
decepcionara a Sydney y a Jill. Sydney y yo vinimos a la Corte para
solicitar proteccin de nuestros enemigos, ocultndonos aqu, entonces
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podamos estar juntos. ltimamente, pareca como que este acuerdo se
encontraba en peligro de desgarrarnos separndonos.
Tengo que salir dije.
Sydney abri sus ojos ampliamente.
A dnde?
Arrastr una mano a travs de mi cabello.
A cualquier lugar. A cualquier parte para conseguir un poco de
aire. A cualquier otro lugar, excepto aqu.
Me di la vuelta antes de que pudiera decir algo y sal furioso a travs
de la sala de estar, pasando por donde mi mam estaba bebiendo del
alimentador. Me dio una mirada perpleja, pero la ignor y segu adelante
hasta que me encontr afuera de nuestra puerta y pasando el vestbulo del
edificio de alojamiento de invitados. No fue hasta que sal afuera, hasta que
el aire clido de verano golpe mi piel, que me detuve para evaluar mis
acciones y explot un pedazo de goma de mascar, la cual era mi manera
actual de evitar fumar cuando me estresaba. Mir fijamente hacia atrs del
edificio, sintindome culpable y cobarde por salir huyendo de nuestra pelea.
No te sientas mal, dijo la ta Tatiana. El matrimonio es difcil. Es por
eso que nunca lo hice.
Es difcil, estuve de acuerdo. Pero esa no es una excusa para huir.
Necesito regresar. Necesito disculparme. Necesito resolver las cosas.
Nunca vas a resolver las cosas, mientras ests encerrado aqu y Jill
siga desaparecida, advirti ta Tatiana.
Dos guardianes pasaron junto a m justo entonces, y atrap una
parte de su conversacin, mencionando patrullas extras para la reunin del
consejo que estaba en marcha. Record a mi mam comentar anteriormente
sobre esa reunin, y la inspiracin de repente me golpe. Alejndome del
edificio, comenc a apresurarme hacia lo que serva como el palacio real
aqu en la Corte, con la esperanza de que pudiera llegar a tiempo a la
reunin.
S qu hacer, le dije a la ta Tatiana. S cmo sacarnos de aqu y
arreglar las cosas entre Sydney y yo. Necesitamos un propsito, una meta. Y
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voy a conseguirnos una. Necesito hablar con Lissa. Si puedo hacerla entender,
puedo arreglarlo todo.
Ese fantasma no respondi mientras caminaba. A mi alrededor, la
medianoche revesta al mundo de oscuridad tiempo de acostarse para los
humanos, horario de ms audiencia para aquellos de nosotros con un
horario vamprico. La Corte Moroi se ubicaba como una universidad:
cuarenta o algo as, venerables edificios de ladrillo ubicados alrededor de
patios embellecidos con un jardn. Era pleno verano, clido y hmedo, y
haba un buen nmero de personas de un lado para el otro. La mayora
estaban demasiado consumidos con sus propios asuntos para verme o darse
cuenta de quin era yo. Quienes me lanzaban esas mismas miradas
curiosas.
Simplemente estn celosos, declar ta Tatiana.
No creo que sea eso, le dije. Incluso sabiendo que ella era una ilusin,
algunas veces, era difcil no responderle.
Por supuesto que s. El nombre Ivashkov siempre inspir asombro y
envidia. Todos son subalternos, y lo saben. En mis das, esto nunca habra
sido tolerado. Es esa nia reina suya, que deja que las cosas se salgan de
control.
Incluso con las miradas intrusas, encontr que disfrutaba de mi
caminata. Realmente no era saludable estar encerrado demasiado en el
interior, algo que nunca pens que iba a admitir. A pesar del espesor del
aire hmedo, para m se senta ligero y refrescante, y me encontr deseando
que Sydney pudiera estar aqu tambin. Un momento despus, decid que
eso no era bueno. Necesitaba salir ms tarde, cuando el sol estuviera en lo
alto. Ese era el momento para los humanos. Estar en nuestro horario
probablemente era tan difcil para ella como el aislamiento. Hice una nota
mental para ms adelante sugerirle un paseo. El sol no nos mataba como lo
haca con los Strigoi, malvados vampiros no-muertos, pero tampoco era
siempre cmodo para los Moroi. La mayora dorman o se quedaban adentro
durante el da, y probablemente Sydney tendra menos posibilidades de
encontrarse con alguien si regulbamos nuestro paseo correctamente.
La idea me anim mientras explotaba de nuevo la goma de mascar y
llegaba al palacio real. Por fuera, se pareca a todos los otros edificios, pero
por dentro, se encontraba decorado con toda la grandeza y opulencia que
esperaras de la realeza de una antigua civilizacin. Los Moroi elegan a sus
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monarcas de entre doce familias reales, y enormes retratos de aquellas
ilustres figuras se alineaban en los pasillos, iluminados por la brillante luz
de araas. Multitudes de personas caminaban por los pasillos, y cuando
llegu a la sala de audiencias del consejo, vi que llegu al final de la reunin.
La gente se estaba yendo cuando entr, y muchos de ellos, tambin, se
detuvieron a mirarme fijamente. Escuch los susurros de abominacin y
esposa humana.
Los ignor y mantuve mi concentracin sobre mi verdadera meta,
cerca de la parte de enfrente de la habitacin. Ah, cerca del estrado del
consejo, estaba de pie Vasilisa Dragomir, la nia reina como ta Tatiana se
refera a ella. Lissa, como yo la llamaba, estaba parada, rodeada por
guardianes dhampir con trajes oscuros: guerreros mitad humanos, mitad
Moroi cuya raza se origin hace mucho tiempo, cuando Moroi y humanos se
casaban sin escndalo. Los dhampir no podan tener hijos entre ellos, pero
a travs de una peculiaridad gentica, su raza continu reproducindose
con los Moroi.
De pie justo detrs de los guardaespaldas de Lissa, los Moroi
presionan gritando preguntas que responde en esa misma manera tranquila
suya. Convoqu un poco de magia del espritu para ver su aura, y ella
ilumin mi visin. Brillaba con dorado indicando que era un usuario del
espritu como yo, pero sus otros colores se haban atenuado, y haba una
naturaleza temblorosa en todo, mostrando que se hallaba inquieta. Liber
la magia mientras me apresuraba a la multitud y agitaba mi mano en su
direccin, gritando para hacerme or entre el ruido.
Su majestad! Su majestad!
De alguna manera, escuch mi voz a travs de las otras y me hizo
seas para que me acercara hacia adelante una vez que terminara de
responder a las preguntas de otros. Sus guardianes se separaron para
dejarme acercarme. Eso provoc el inters de todos, especialmente cuando
los espectadores vieron a quien permiti que entrara en su espacio personal.
Poda ver que se estaban muriendo por saber qu estbamos discutiendo,
pero los guardianes los contenan atrs, y de todos modos, haba demasiado
ruido en la habitacin.
Bueno, esta es una sorpresa inesperada. No podas concertar una
cita? me pregunt en voz baja, aun manteniendo esa sonrisa pblica en
su rostro. Habra atrado mucha menos atencin.
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Me encog de hombros.
Estos das, todo lo que hago llama la atencin. Dej de darme
cuenta.
Una chispa de legtima diversin brill en sus ojos, por lo que me
sent bien de por lo menos traer eso a su alrededor.
Qu puedo hacer por ti, Adrian?
Es qu puedo hacer yo por ti dije, todava entusiasmado por la
idea que se me ocurri anteriormente. Necesitas dejarnos a Sydney y a m
ir a buscar a Jill.
Sus ojos se abrieron ampliamente, y la sonrisa cay.
Dejarlos ir? Me suplicaste que les permita estar aqu hace un
mes!
Lo s, lo s. Y estoy agradecido. Pero tu gente todava no ha
encontrado a Jill. Necesitas pedir alguna ayuda especial con habilidades
especiales.
Si mal no recuerdo dijo, Sydney y t ya probaron esas
habilidades especiales y fallaron.
Eso es el por qu necesitas dejarnos salir de aqu! exclam.
Regresar a Palm Springs y
Adrian interrumpi Lissa. Te escuchas a ti mismo? Viniste
aqu porque los Alquimistas estaban intentando atraparlos. Y ahora
quieres regresar directamente ah a sus garras?
Bueno, no cuando lo pones de esa manera. Pens que nos
escabulliramos cuando no lo supieran y
No interrumpi de nuevo. Absolutamente no. Tengo suficientes
preocupaciones sin ustedes dos siendo capturados por los Alquimistas.
Queras que los protegiera, y eso es lo que voy a hacer. Entonces, no tengas
ideas sobre irte a escondidas, tengo las salidas vigiladas. Ambos se quedan
aqu, donde estn a salvo.
A Salvo y comenzando a enloquecer, pens, recordando la mirada
sombra en los ojos de Sidney.
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Cario, susurr ta Tatiana, comenzaste a enloquecer mucho antes de
esto.
Tengo buenas personas buscando a Jill continu Lissa cuando
no le respond. Rose y Dimitri estn ah afuera.
Por qu no la encontraron? Y si alguien quera quitrtela, por qu
ellos no han
No pude terminar, pero la tristeza en los ojos verde jade de Lissa me
dijo que ella lo saba. Gracias a una ley que ella estaba tratando de cambiar,
el trono de Lissa le exiga tener un pariente vivo. Cualquier persona
deseando sacar a Lissa simplemente tendra que matar a Jill y mostrar las
pruebas. El hecho de que an no ocurra era una bendicin, pero tambin
profundizaba el misterio en torno a esto. Por qu ms alguien secuestrara
a Jill?
Adrian, vete a casa dijo amablemente Lissa. Hablaremos ms
tarde, en privado, si quieres. Quizs encontremos algunas otras opciones.
Quizs estuve de acuerdo. Pero realmente, no lo crea.
Dej a Lissa con sus admiradores y pas rpidamente de vuelta a
travs de la multitud que miraban boquiabiertos, mientras un oscuro y
demasiado familiar estado de nimo comenzaba a asentarse en m. Ir con
Lissa fue un impulso, uno que me dio una esperanza momentnea. Cuando
Sydney y yo buscamos refugio, no tenamos ni idea de lo que iba a ocurrirle
a Jill. Era cierto que Lissa tena buenas personas buscando a Jill, e incluso
la renuente ayuda de la vieja organizacin de Sydney, los Alquimistas. Aun
as, no poda evitar la sensacin de culpa de que si Sydney y yo estuviramos
ah fuera, en vez de escondindonos, encontraramos a Jill. Haba algo ms
pasando que todava no entendamos. De lo contrario, los secuestradores de
Jill tendran
Bueno, bueno, bueno. Mira quin decidi mostrar su cara cobarde.
Me detuve y parpade, apenas consciente de en dnde me hallaba.
Mis pensamientos se agitaban tan furiosamente que haba hecho la mitad
del camino a casa y ahora me encontraba parado sobre un camino de piedra
que se meta entre dos edificios, uno tranquilo, fuera del camino que era
perfecto para una emboscada. Wesley Drozdov, un Moroi de la realeza que
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recientemente se convirti en mi enemigo, se encontraba parado bloqueando
mi camino, con varios compinches a su alrededor.
Esos son ms que de los que normalmente van contigo, Wes dije
ligeramente. Desentierra un poco ms, y quizs finalmente tendrs una
lucha justa para
Un puo me golpe por detrs, en mi espalda baja, sacndome el
aliento y haciendo que me tropezara hacia adelante. Wesley vino hacia m y
me agarr con un gancho de derecha antes de que pudiera responder.
Borrosamente me di cuenta, a travs de mi dolor, que el comentario que le
hice, en realidad dio en el clavo: Wesley iba con un grupo, porque era la
nica manera en que poda combatir contra mi magia del espritu. Mientras
el pie de alguien golpeaba mi rodilla, forzndome al suelo, me di cuenta de
que haba, de hecho, sido un idiota por ponerme al descubierto tan
pblicamente. Wesley haba estado esperando la oportunidad de vengarse
de m por los agravios del pasado, y ahora la tena.
Qu pasa? pregunt Wesley, patendome con fuerza en el
estmago mientras yaca sobre el suelo, luchando por levantarme. Tu
esposa alimentadora no est aqu para salvarte?
S respondi otra persona. Dnde est tu puta humana?
No poda responder a travs del dolor. Siguieron ms patadas, de
ms personas de las que poda seguir la pista. Sus rostros nadaban por
encima de m, y estaba conmocionado al reconocer a varios de ellos. No eran
los habituales seguidores de Wesley. Algunos de ellos eran gente que
conoca, con los que en el pasado fui de fiesta... gente que alguna vez podra
haber contado como amigos.
Un golpe en mi cabeza hizo que las estrellas bailaran delante de mis
ojos, momentneamente desdibujando sus rostros en mi visin. Sus burlas
mezclndose en ruidos incomprensibles mientras seguan golpeando. Me
acurruqu en agona, luchando por respirar. De repente, a travs del
estruendo, una voz clara exigi:
Qu demonios est pasando?
Parpade, tratando de enfocar de nuevo el mundo, apenas vi manos
fuertes arrancar a Wesley alejndolo y lanzndolo contra el costado de un
edificio cercano. Tom un segundo y entonces una tercera parte de sus
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aduladores lo imit antes de que se dieran cuenta de que algo sali mal.
Retrocedieron como las ovejas asustadas que eran, y una cara familiar de
repente apareci mientras Eddie Castile se paraba sobre m.
Alguien ms se siente como para quedarse alrededor? dije con
voz ronca. An nos superas en nmero.
Sus nmeros eran nada comparados con un Eddie, y lo saban. No
pude verlos escaparse a todos, pero me lo imagin, y fue glorioso. Cay el
silencio, y un momento despus, otra persona me ayudaba a ponerme de
pie. Mir hacia atrs y vi otra cara familiar, Neil Raymond, deslizando su
brazo por el mo.
Puedes caminar? pregunt Neil, su voz ligeramente tocada por
un acento britnico.
Hice una mueca mientras pona mi peso sobre mi pie, pero asent.
S. Solo regresemos a casa ahora y ms tarde veremos si algo se
rompi. Por cierto, gracias aad, mientras Eddie soportaba mi otro
costado y comenzbamos a caminar. Es bueno saber que este Moroi en
apuros puede contar con tales caballeros galantes que me siguen alrededor.
Eddie sacudi su cabeza.
En realidad, una total coincidencia. Simplemente pasaba que
estbamos en nuestro camino a tu casa con algunas noticias.
Un escalofro me atraves, y detuve mis vacilantes pasos.
Qu noticias? exig.
Una sonrisa cruz las facciones de Eddie.
Reljate, son buenas noticias. Creo. Simplemente inesperadas.
Sydney y t tienen un visitante en la puerta principal. Un visitante humano.
Si no hubiera estado tan adolorido, mi mandbula hubiera cado. Esa
era una noticia inesperada. Al casarse conmigo y buscar refugio entre los
Moroi, Sydney cort con la mayora de sus contactos humanos. Que uno de
ellos se presentara aqu era raro, y no poda ser un Alquimista. Un
Alquimista hubiera sido rechazado.
Quin es? pregunt.
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La sonrisa de Eddie se convirti en una sonrisa sincera.
Jackie Terwilliger.
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Traducido por menoire90, Lizzie Wasserstein y veroonoel
Corregido por Lizzie Wasserstein
h, Adrian.
No haba nada ms que
pudiera decir mientras ayudaba a
limpiar la sangre y la suciedad de la
cara de Adrian con un pao hmedo,
cepillando a un lado los caprichosos mechones de cabello castao. Me dio
su sonrisa despreocupada y se las arregl para lucir apuesto, a pesar de su
estado desaliado.
Oye, no suenes tan deprimida, Sage. No era una pelea tan sin
esperanza. Mir a Neil y dijo en un susurro: Cierto? Dile que no era
una pelea tan sin esperanza. Dile que realmente me sostuve.
Neil logr una dbil sonrisa, pero la madre de Adrian habl antes de
que l pudiera.
Adrian, querido, no es momento para bromas.
Mi suegra vampira y yo no estbamos de acuerdo en muchas cosas,
pero este era un tema sobre el que estbamos en perfecta armona. El manto
de nuestra anterior pelea todava se cerna sobre nosotros y no pude evitar
sentirme un poco culpable de que no haba trabajado ms duro para
conseguir que se quedara. Por lo menos, deb haberle dicho que trajera un
guardin, ya que este no era su primer encuentro con alborotadores.
Usualmente, los guardianes solo acompaaban a los Moroi al mundo
exterior, donde los Strigoi eran un peligro real. Pero aqu, con el resto de la
gente de Adrian pensando que ramos monstruos de la naturaleza por
O
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habernos casado, el antagonismo golpeaba un poco ms cerca de casa.
Habamos enfrentado un montn de amenazas y calumnias, aunque nunca
antes la violencia absoluta. Fue un golpe de buena, aunque extraa, suerte
que Eddie y Neil lo hubieran encontrado.
Eddie se haba ido, teniendo que apurarse hacia la puerta principal
para escoltar a la Sra Terwilliger hacia nosotros. Era una seal de mi
angustia por la condicin de Adrian que apenas dediqu un momento para
reflexionar sobre qu en el mundo podra haber trado a mi antigua
profesora de historia y mentora mgica a la fortaleza real de una raza secreta
de vampiros. A pesar de que una atribulada parte de m se preocupaba
porque su visita no fuera por una buena razn, aun as no poda evitar
sentirme emocionada ante la perspectiva de verla. Haban pasado meses
desde que habamos estado juntas en persona. Amaba a Adrian y no me
importaba Daniella, pero estaba muriendo por algn otro tipo de
interaccin.
Nada est roto insisti Adrian. Probablemente ni siquiera voy
a tener una cicatriz por nada de esto. Es una lstima. Creo que una cicatriz
bien colocada exactamente aqu se toc el costado de su cara, realmente
podra acentuar mis ya perfectos pmulos mientras aade un tacto rugoso
de virilidad a mis rasgos. No es que yo necesite ms virilidad
Adrian, suficiente dije con cansancio. Me alegro de que ests
bien. Esto podra haber sido mucho peor. Y an deberas consultar a un
mdico despus de esto, solo para estar seguros.
Luca como si tuviera otro comentario sarcstico listo y entonces,
sabiamente, dijo:
S, querida.
Intent una expresin angelical que solo fortaleci mi sospecha de
que realmente no tena intencin de seguir adelante. Negu con la cabeza,
sonriendo a pesar de m misma y luego le di un beso en la mejilla. Adrian.
Mi esposo. Si alguien me hubiera dicho hace un ao que estara casada,
hubiera dicho que estaban bromeando. Si me hubieran dicho que estara
casada con un vampiro, hubiera dicho que estaban delirantes. Mirando a
Adrian ahora, senta una oleada de amor bien dentro de m, a pesar de
nuestra tensin ms temprano. Ya no poda imaginar una vida sin l en ella.
Era imposible. Podra imaginar una vida con l que no implicara estar
atrapados con su madre en un conjunto de habitaciones mientras nuestra
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gente nos insultaba y haca planes contra nosotros? Definitivamente. Haba
un sinnmero de futuros que me encantara tener para nosotros, pero este
era nuestro camino actual hasta que algo espectacular sucediera. Fuera de
las puertas de la Corte, mi gente me quera encarcelar. Dentro de ellas, su
gente quera atacarlo. Por lo menos en estas habitaciones estbamos a salvo.
Lo ms importante es que estbamos juntos.
Un golpe en la puerta salv a Adrian de ms castigo. Daniella abri
y Eddie apareci en la puerta. Verlo casi siempre traa una sonrisa a mi
cara. En Palm Springs, habamos pasado por gemelos, compartiendo similar
cabello rubio oscuro y ojos marrones. Pero con el tiempo, realmente se lleg
a sentir como un hermano para m. Conoca a otros pocos con tal valor y
lealtad. Estaba orgullosa de llamarlo mi amigo, y como tal, me dola ver todo
el dolor que senta por la desaparicin de Jill. Ahora siempre luca torturado,
y a veces me preocupaba si estaba realmente cuidando de s mismo. Casi
nunca se afeitaba y tuve la sensacin de que la nica razn por la que se
molestaba en comer era para poder seguir entrenando y mantenindose en
forma para cuando localizara a los secuestradores de Jill.
Pero mis preocupaciones por Eddie quedaron en suspenso cuando vi
a la prxima persona entrando en nuestra suite. Corr por la habitacin y la
envolv en un gran abrazo que la tom por sorpresa. La Sra Terwilliger,
nunca me atrev a llamarla Jackie, aunque ya no era su alumna, haba
cambiado mi vida de muchas maneras. Haba tomado el papel que mi padre
sola tener: ensendome los secretos de un arte antiguo. A diferencia de l,
sin embargo, nunca me hizo sentir mal conmigo misma. Me anim y me
apoy, hacindome sentir que vala la pena y era capaz, aunque no siempre
era perfecta. Ella y yo nos habamos comunicado por telfono desde que me
haba venido a la Corte, pero no fue hasta ahora que me di cuenta de lo
mucho que la extraaba.
Vaya, vaya dijo con una sonrisita, tratando de devolver el
abrazo. No me esperaba tal bienvenida.
Sus esfuerzos fueron un poco incmodos debido al hecho de que
estaba sosteniendo un maletn en una mano y lo que pareca un pequeo
transportador de animal en la otra.
Finalmente me dejara cargar esto? insisti Eddie, jalndole el
transportador. Ella cedi, permitiendo un abrazo apropiado. Los olores
mezclados de pachul y fastidioso champa la rodeaban, recordndome
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tiempos ms despreocupados, cuando ella y yo podamos trabajar juntas en
hechizos. Sent lgrimas brotar en mis ojos y rpidamente di un paso atrs
para apartarlas.
Estoy contenta de que est aqu le dije, tratando regresar a la
formalidad de nuevo. Sorprendida, pero contenta. Este pudo no haber sido
un viaje fcil para usted.
Lo que tengo que decir solo puede ser dicho en persona. Empuj
sus lentes por su nariz y evalu a los dems en la habitacin. Neil,
encantada de verte de nuevo. Y Adrian, me alegro que Sydney finalmente
hiciera un hombre honesto de ti.
l sonri ante eso y present a Daniella. Ella era corts, pero segua
siendo un poco distante. Los Moroi como ella, quienes generalmente vivan
vidas solitarias en la Corte, no tenan muchos amigos humanos. Todo el
concepto de humano utilizando magia era tan extrao para los Moroi como
para los alquimistas, pero tuve que dar crdito a Daniella por tratar de llegar
a un acuerdo con todo. Podra tener una terrible coordinacin del tiempo y
no ser capaz de captar la indirecta durante las posibles escapadas
romnticas, pero no poda negar que su vida ciertamente tambin haba
sufrido muchos trastornos en el ltimo ao.
Entre, entre dije, hacindole seas a la Sra Terwilliger para que
entrara. Habamos recibido tan pocos huspedes que casi haba olvidado la
hospitalidad bsica. Sintese y le conseguir algo de beber. O de comer?
Neg con la cabeza mientras se iba conmigo hacia la cocina. Los otros
la siguieron, a excepcin de Eddie, quien todava sostena torpemente el
transportador.
Estoy bien dijo. Y es posible que no tengamos el tiempo. Por
como estn las cosas, espero no llegar demasiado tarde.
Sus palabras hicieron que los vellos de mi cuello se levantaran, pero
antes de que pudiera responder, Eddie se aclar la garganta y levant el
transportador, que ahora poda ver que contena a un gato.
Uhm, le gustara que yo hiciera algo en especial con ella?
l corrigi la Sra Terwilliger. Y el Sr. Bojangles estar muy bien
esperando all mientras hablamos. Adems, si estoy en lo cierto, lo vamos a
necesitar.
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Adrian me lanz una mirada inquisitiva ante eso, pero solo pude
encogerme de hombros en respuesta.
Nos reunimos todos alrededor de la mesa de la cocina. Me sent y
Adrian de qued de pie detrs de m, apoyando las manos en mi hombro.
En mi visin perifrica, brillaban los rubes y oro blanco de su anillo de
matrimonio. La Sra Terwilliger tom el lugar frente a m y sac una
ornamentada caja de madera de su morral. Estaba cubierta de un diseo
floral que pareca haber sido tallado a mano. Dej la caja en la superficie de
la mesa y la desliz hacia m.
Qu es esto? pregunt.
Estaba esperando que me lo pudieras decir dijo. Lleg hace un
par de semanas, la dejaron en mi puerta. Al principio, pens que era una
especie de regalo de Malachi, a pesar de que este no es su estilo.
Correcto concord Adrian. Las granadas, los chalecos de
camuflaje... esos son sus regalos habituales por eleccin.
Malachi Wolfe era un cuestionablemente estable instructor de
defensa personal con quien Adrian y yo habamos tomado clases e
inexplicablemente se haba ganado el corazn de la Sra. Terwilliger.
Sonri brevemente ante el comentario de Adrian pero nunca apart
sus ojos de la caja mientras continuaba.
Pronto aprend que la caja est sellada mgicamente. He intentado
todo tipo de hechizos de desbloqueo, comunes y raros, sin suerte. Quien
hizo esto convoc algo extremadamente potente. Pas las ltimas semanas
agotando mis recursos y finalmente se la llev a Inez. La recuerdas, por
supuesto?
Es difcil de olvidar le dije, pensando de nuevo en la venerable y
peculiar vieja bruja, de vuelta en California que haba decorado cada
artculo de su casa con rosas.
En efecto. Me dijo que tena un poderoso hechizo que
probablemente podra reventarla para abrirla pero que haba fallado porque
este encantamiento est dirigido a una persona especfica. La Sra
Terwilliger pareca disgustada. No haba detectado eso. Obviamente, esa
persona no soy yo. Inez especul sobre a quin estara dirigida la caja para
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que pudiera abrirla con poca dificultad, y desde all, llegu a la conclusin
de que t eras el destinatario.
Me sobresalt ante eso.
Pero, por qu se la daran a usted para m?
La Sra Terwilliger mir a su alrededor con una mirada irnica.
Esta no es exactamente una direccin fcil de entregar. Solo
deseara haberlo sabido antes. Con suerte, lo que hay dentro no es sensible
al tiempo.
Mir la caja bajo una nueva luz, sintindome llena tanto de
entusiasmo como de temor.
Qu debera hacer?
brela dijo simplemente la Sra Terwilliger. Aunque les
aconsejo el resto de ustedes dar un paso atrs.
Daniella cumpli rpidamente, pero Adrin y los dhampir
obstinadamente se quedaron dnde estaban.
Hagan lo que ella dijo les dije.
Y si es una bomba? exigi Eddie.
Lo ms probable es que pueda minimizar cualquier dao a Sydney,
pero no garantizo nada para el resto de ustedes dijo la Sra Terwilliger.
Lo ms probable? pregunt Adrian. Tal vez esta es la manera
en que los alquimistas finalmente lleguen a ti.
Tal vez, pero no son fanticos de la magia humana. No me puedo
imaginar que hubieran recurrido a ella. Suspir. Por favor. Solo
muvanse hacia atrs. Voy a estar bien.
No saba eso a ciencia cierta, pero despus de un poco ms de
persuasin, los chicos cedieron. La Sra Terwilliger sac una pequea bolsa
y espolvore sobre la mesa un polvo amarillo de olor picante. Murmur un
encantamiento en griego y sent la magia, mi tipo de magia quemar en el
aire que nos rodeaba. Haba pasado mucho tiempo desde que la haba
sentido en alguien ms y estaba sorprendida por la rfaga que me dio. Con
el hechizo de proteccin en su lugar, asinti alentadoramente hacia m.
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Adelante, Sydney. Si solo abrirla no funciona, entonces intenta un
hechizo bsico de desbloqueo.
Descans mis dedos sobre la tapa y tom una respiracin profunda.
No pas nada cuando la levant, pero eso era de esperarse. Incluso si la Sra
Terwilliger tena razn acerca de que estaba destinada a m, eso no
significaba que iba a ser del todo fcil. Mientras convocaba las palabras de
un hechizo de desbloqueo, las preguntas obvias fastidiaban en los bordes
de mi mente: Era esto realmente para m? Si as era, de quin? Y lo ms
importante, por qu?
Habl el hechizo y aunque la caja no cambi, todos omos un
pequeo sonido de pop. Trat con la tapa de nuevo y esta vez se levant
fcilmente. An mejor, ninguna bomba estall en el interior. Despus de un
momento de duda, los chicos se acercaron hacia adelante para ver lo que
contena la caja. Mirando hacia abajo, vi algunos pedazos de papel doblados
con un solo cabello en la parte superior. Lo levant con cuidado, sujetndolo
a la luz. Era rubio.
Probablemente tuyo dijo la Sra Terwilliger. Para dirigir un
hechizo como este a una persona en concreto, se necesita algo de parte del
destinatario... Cabello. Uas. Piel.
Arrugu mi nariz ante eso mientras abra el primer pedazo de papel
y trat de no pensar en cmo alguien haba obtenido uno de mis cabellos.
El papel result ser un volante para un museo de robots en Pittsburgh. Eso
hubiera sido cmico si no fuera por las escalofriantes palabras escritas
sobre la imagen de una de las exposiciones destacadas del museo, el
Raptorbot 2000: VEN A JUGAR, SYDNEY. Mi respiracin se detuvo y
bruscamente levant la mirada. Todo el mundo pareca tan desconcertado
como yo. No reconoca la escritura.
Qu es el otro pedazo de papel? pregunt Neil.
Tambin estaba doblado y tena un brillo en l, como si fuera de una
revista. A primera vista, pareca ser una especie de anuncio de viajes. Lo
abr y me encontr mirando una foto de una posada en Palo Alto.
Qu tiene que ver esto con un museo de robots en Pittsburgh?
La Sra Terwilliger se puso rgida.
No creo que esa sea la pgina que se supone que veas.
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Di la vuelta al papel y lanc un grito ahogado ante lo que, o ms
importante ante a quien, vi.
Jill.
Casi me haba olvidado de este anuncio. Hace aos, o al menos se
senta de esa manera, Jill haba hecho brevemente algn modelaje para un
diseador de modas de Palm Springs. Nunca debera haberlo permito,
viendo la fisura de seguridad que era. La fotografa que ahora miraba era
una que se haba hecho en secreto, en contra de mis deseos. Jill llevaba un
par de grandes gafas de sol doradas y una bufanda de color pavorreal
envuelta alrededor de su abundante cabello rizado. Ella miraba hacia un
grupo de palmeras, y a menos que alguien la conociera bien, era difcil darse
cuenta de que era ella. De hecho, sera difcil para la mayora de la gente,
incluso reconocer que era Moroi.
Qu diablos es esto? exigi Eddie. Pareca como si fuera a
rasgar la pgina lejos de m. Pocas cosas podran hacerle perder su carcter
fro y sereno. La seguridad de Jill era una de ellas.
Negu con mi cabeza con incredulidad.
Tu conjetura es tan buena como la ma.
Adrian se inclin sobre m y agarr la primera pgina.
Sin duda, esto significa que Jill est siendo mantenida prisionera
en algn museo robot? En Pittsburgh?
Tenemos que ir dijo Eddie ferozmente. Se volvi como si fuera a
salir por la puerta en ese momento.
Tengo que ir le dije, sealando el volante que Adrian sostena.
La caja era para m. Incluso esta nota es dirigida a m.
No vas a ir sola replic Eddie.
No vas a ninguna parte dijo Adrian. Dej el papel hacia abajo.
Antes de mi pequeo, uh, percance con Wesley, tuve una charla con su
majestad, quien dej muy claro que t y yo no tenemos permitido salir de la
Corte.
La tristeza y la culpa me llenaron mientras miraba el perfil de Jill.
Jill. Desaparecida por casi un mes. Habamos esperado desesperadamente
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alguna pista y ahora haba llegado a nosotros. Pero como la Sra Terwilliger
haba especulado: Era demasiado tarde? Qu haba ocurrido mientras
esta caja esperaba?
Tengo que dije. No hay manera de que pueda ignorar esto.
Adrian, t lo sabes.
Nuestros ojos se encontraron. Tantos sentimientos se agitaban entre
nosotros, y finalmente asinti.
Lo s.
No crees que Lissa realmente forzara a seguridad a detenerme?
Suspir.
No lo s. Pero ella, correctamente, seal que despus de todos los
problemas que le dimos por estar aqu, se causaran ms si te fueras y
fueras capturada por los alquimistas. Podramos tratar de escabullirnos...
pero no me sorprendera si estuvieran checando los autos en las salidas.
Pens que algo as podra estar pasando dijo la Sra Terwilliger.
Haba superado su conmocin y estaba cayendo en su modo de vamos-a-
tener-las-cosas-hechas, lo cual encontr inmensamente tranquilizante. Lo
cual es por lo que vine preparada. Tengo una manera de sacarte de
contrabando, Sydney, si ests dispuesta. Su mirada se levant hacia
Adrian. Me temo que solo a Sydney.
De ninguna manera dijo rpidamente. Si ella se va, yo voy.
No dije lentamente. Ella tiene razn.
Sus cejas se levantaron.
Mira, te arriesgas mucho ms que yo por ir por ah. No voy a dejarte
ir y ponerte en peligro a ti misma mientras me quedo a salvo, as que no
No es eso lo interrump. Un momento despus, lo enmend.
Quiero decir, te quiero seguro, s, pero escucha lo que acabas de decir. Si
voy por ah, me arriesgo ms porque los alquimistas estn buscndome.
Solo que no estn buscando en este momento porque piensan que estoy
encerrada y segura contigo. Y mientras ellos sigan pensando eso, no van a
estar buscndome activamente. Nadie me ve aqu alrededor en la Corte, pero
te ven a ti de vez en cuando en las visitas de alimentacin. Si de repente los
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dos desaparecemos, los alquimistas podran saber que nos hemos ido. Pero
si la gente todava te ve...
Adrian hizo una mueca.
Entonces van a pensar que todava ests aqu tambin, solo
escondindote de los vampiros malvados.
Sers parte de mi coartada dije, poniendo mi mano sobre la
suya. S que no te gusta esto, pero realmente ayudara. Me dejara
moverme ms libremente en el mundo y tratar de averiguar de qu manera
eso hice un gesto hacia el volante del robot, est atado a Jill.
Se tom unos minutos para responder. Me di cuenta que saba la
verdad de mi argumento pero aun as no le gustaba.
Es que me molesta pensar que ests ah afuera sola mientras me
quedo sentado.
No estar sola dijo Eddie. No tengo ninguna asignacin, y
nadie est detrs de m. Puedo entrar y salir libremente de la Corte.
Yo tambin dijo Neil.
Uno de ustedes tiene que quedarse con Adrian discut. En caso
de que se repita lo de hoy. Neil, te quedaras? Y Eddie, vendras conmigo
a comprobar esto?
Lo hice sonar como una peticin, un favor incluso, pero saba que
no haba nada en el mundo que Eddie preferira hacer ahora que buscar a
Jill.
Este es el trato dijo Adrian, una vez que lo dhampir haban
estado de acuerdo. Me quedar aqu y te cubrir, pero tan pronto como
haya una manera de unirme a ti sin desplomar nuestra coartada, lo har.
Lo mir a los ojos de nuevo, deseando poder decirle tanto. Como que
lo senta por nuestra pelea de ms temprano, que no estaba tratando de
controlarlo. Estaba preocupada. Lo amaba tanto que solo quera que
estuviera a salvo. Esperaba que supiera todo eso. Todo lo que poda hacer
ahora, con tantos testigos, era asentir en acuerdo.
La Sra. Terwilliger nos mir con una diversin seca.
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Todos han decidido qu valiente papel tomarn? pregunt. Me
lanz una sonrisa. Aunque no pareces muy preocupada por la forma en
que planeo sacarte de aqu, Sydney.
Me encog de hombros.
Tengo fe en usted, seora. Si dice que tiene una manera, le creo.
Qu implica?
Despus de que me lo dijo, se hizo el silencio en la habitacin. Todos
no le quedamos mirando, estupefactos, hasta que Adrian finalmente habl.
Guau dijo. No puedo decir que vi venir eso.
No creo que alguien pudiera haberlo hecho admiti Eddie.
La atencin de la Sra. Terwilliger estaba en m.
Ests dispuesta, Sydney?
Tragu saliva.
Supongo que tengo que estarlo. Y no deberamos desperdiciar ms
tiempo.
Primero dijo Adrian, puedo hablar con mi esposa antes de que
sobrevenga la hilaridad?
Por supuesto dijo la Sra. Terwilliger, haciendo un gesto
grandilocuente.
Adrian me alej e inst a los dems:
Hablen entre ustedes. Me condujo a nuestra habitacin, sin
decir nada hasta que la puerta se cerr detrs de nosotros. Sydney, te das
cuenta de que esto es loco, cierto? Y no lo digo a la ligera.
Sonre y lo atraje hacia m.
Lo s. Pero ambos sabemos que no hay manera de que no pueda
no seguir una pista que nos pueda llevar a Jill.
Su expresin se oscureci,
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Deseara poder ser ms que tu coartada dijo. Pero si eso es lo
que se necesita Suspir. Lo que tambin parece loco es que te vayas
luego de que peleamos tan duro para llegar aqu y estar juntos.
S, pero Dud, odiando decir mis prximas palabras. No
puedes decir que esto ha sido exactamente lo que imaginamos.
Qu quieres decir? pregunt, pero me di cuenta que ya saba.
Adrian, no hay duda de que te amo y quiero una vida contigo. Pero
esta vida en particular escondindonos de nuestra gente con tu madre
cernindose sobre nosotros no lo s. Quizs algo de espacio es algo bueno.
Sus ojos verdes se abrieron.
Quieres alejarte de m?
No, claro que no! Pero quiero volver a evaluar las cosas, averiguar
cmo podemos tener la vida que hemos estado queriendo. Suspir. Y
por supuesto, an ms que eso
Tenemos que encontrar a Jill termin.
Asent y apoy mi cabeza en su pecho, escuchando el ritmo constante
de su corazn. Esa emocin de ms temprano subi dentro de m mientras
pensaba en el ao anterior y por todo lo que habamos pasado. Habamos
tenido que mantener nuestra relacin en secreto, y luego una vez que fue
descubierta, los Alquimistas me haban tenido prisionera y trataron de
lavarme el cerebro para volver a su organizacin. Cada momento que tena
ahora con Adrian era un regalo precioso, pero disfrutar de eso, darle la
espalda a Jill bueno, eso sera egosta.
Encontrarla es ms importante que nosotros ahora dije.
Lo s dijo, presionando un beso en mi frente. Y parte de por
qu te amo es porque no hay duda de que tienes que hacer esto. Y que t
me dejaras si los papeles estuvieran invertidos.
Es lo que hacemos dije simplemente.
Lo juro, tan pronto como sienta que puedo escaparme de forma
segura, ir contigo. No estars sola.
Toqu mi corazn.
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Nunca lo estoy. Siempre te siento aqu dentro.
Llev sus labios a los mos en un beso largo y exquisito, el tipo que
envaba calor todo el camino desde mis dedos y pies y me haca muy
consciente del hecho de que haba una cama detrs de nosotros. Me apart
antes de que nos distrajramos accidentalmente.
Estar de vuelta antes de que lo sepas le dije, dndole otro
abrazo. Y si todo va segn lo previsto, Jill estar conmigo.
Si todo va segn lo previsto respondi, recibiremos una
llamada en cualquier minuto ahora que quien la est reteniendo la haya
dejado salir luego del cambio de ley y que est de camino a casa.
Sonre ante eso, pero no haba verdadera alegra en ello.
Eso sera agradable.
Nos besamos de nuevo y volvimos con el resto. Me di cuenta de que
aunque Adrian y yo estbamos en buenos trminos de nuevo, no habamos
resuelto exactamente nuestra pelea de antes. An haba una gran cantidad
de asuntos que tratar, el mayor de ellos era su continuo coqueteo con el
espritu. Haba perdido mi oportunidad, y ahora solo poda esperar lo mejor
de l.
Mientras tanto, la Sra. Terwilliger ya se haba mantenido ocupada
convirtiendo nuestra cocina en un taller de hechizos. Botellas y bolsas de
componentes estaban instalados en la mesa, y herva agua afanosamente
en la cocina. Roci algo dentro, y el vapor pronto tom una fragancia de ans
estrellado.
Bien, bien dijo, apenas levantando la vista. Estn de vuelta.
Mediras dos cucharaditas de polvo de remolacha para m?
Tom su lugar a su lado y tuve una breve sensacin de dj vu. Era
fcil, momentneamente, sentirse como si me hubiera deslizado de nuevo
en los viejos tiempos juntas. No es que hubieran sido libres de estrs
exactamente. Aprender magia de ella haba sido difcil mental y
psicolgicamente, y siempre haba tenido las presiones adicionales de mis
luchas con Adrian y los otros. Aun as, la familiaridad era agradable,
particularmente ya que haba perdido este tipo de trabajo mgico. An
practicaba pero raramente conjuraba algo de esta magnitud aqu en la
Corte. El hechizo que tena en mente para que mi escape funcionara nos
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requera a las dos y unas horas de trabajo. Adrian y los otros trataron de
distraerse lo mejor que podan, y Eddie se fue para agarrar una bolsa de
viaje, ya que ninguno de nosotros saba exactamente qu sucedera en
Pittsburgh.
Jill, dese en silencio. Por favor, solo djanos llegar a ese museo
robtico y encontrar a Jill all vendiendo boletos.
De alguna manera, dudaba que fuera as de fcil.
Alrededor de las cuatro de la maana, la Sra. Terwilliger y yo
completamos nuestro trabajo. Esto era prcticamente medioda en el horario
vamprico, al cual me haba ajustado, pero ella estaba mostrando signos de
fatiga. Saba que estaba muriendo por caf, pero la cafena reduca la
efectividad de la magia, y haba tenido que conjurar pequeos hechizos en
el camino. El final del proceso era mo, sin embargo, y mientras se acercaba
el final, comenc a cuestionar lo que estaba a punto de hacer.
Tal vez sera ms fcil sacarme de contrabando en el maletero
dije, sosteniendo una taza con la bebida que habamos diseado.
Gran probabilidad de que estarn revisando autos mientras te vas
dijo Adrian. Especialmente el de ella. Lissa dej en claro que no quera
que nos furamos.
Comenc a llevar la pocin hacia donde la Sra. Terwilliger estaba
colocando un espejo. Una nueva preocupacin cay sobre m.
Creen que me dejar volver cuando descubra que me fui?
Nadie tuvo una respuesta inmediata para eso hasta que la Sra.
Terwilliger dijo pragmticamente:
Siempre podemos traerte de vuelta de la misma manera en que te
estamos sacando.
Hice una mueca y mir la taza en mis manos, preguntndome cmo
me sentira ms tarde. En la sala de estar, la Sra. Terwilliger haba apoyado
tilmente un espejo de cuerpo entero de la habitacin de Daniella. Tir de
transportador hacia l y abri la puerta. Un gato blanco atigrado, el Sr.
Bojangles, sali y se sent tranquilamente frente al espejo. Si no lo supiera
mejor, hubiera dicho que se estaba admirando a s mismo.
Sabes las palabras? pregunt la Sra. Terwilliger.
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Asent y me arrodill junto al gato. Haba memorizado el hechizo
durante nuestro tiempo de trabajo hoy.
Algo que debera saber antes de que esto suceda?
Solo recuerda mirar al gato una vez que se conjure el hechizo
dijo la Sra. Terwilliger.
Mir a los otros una ltima vez.
Hasta pronto, supongo.
Buena suerte dijo Neil.
Adrian me mir a los ojos por un largo momento, sin decir nada en
voz alta pero de alguna manera trasmitiendo un milln de mensajes. Sent
un nudo formndose en mi garganta mientras regresaba esa sensacin de
ms temprano. Habamos luchado tan duro para llegar aqu, y aqu estaba,
alejndome. No me estoy alejando, me dije. Voy a salvar a Jill. Lo que Adrian
y yo habamos hablado ms temprano era cierto. Nos ambamos pero no
ramos tan egostas acerca de nosotros como para poder simplemente darle
la espalda a alguien que nos importaba.
Le di una pequea sonrisa y luego beb la pocin. Tena un sabor
ligeramente picante, no del todo desagradable pero tampoco algo que
bebera por diversin. Cuando la taza estuvo vaca, la dej a un lado y me
concentr en el espejo, particularmente en el reflejo del gato a mi lado. El
Sr. Bojangles an segua sentado satisfecho, y asum que la Sra. Terwilliger
haba elegido a este gato en particular por su buen carcter. Llam a la
magia dentro de m, desconcentrndome del resto del mundo y
concentrndome solo en el hechizo en mano. Dije las palabras en latn, aun
mirando al gato. Adems del esfuerzo fsico implicado, el hechizo requera
una buena cantidad de fuerza personal, y cuando termin de hablar, me
sent exhausta mientras la magia surga a travs de m y se pona a trabajar.
Mis ojos estaban en el gato, pero poco a poco, mi visin de l cambi.
De hecho, mi visin cambi completamente. El color naranja del gato cambi
a gris en mi visin mientras que el patrn de su pelaje se agudizaba. Not
ms matices y detalles que antes en el patrn atigrado. Mientras tanto, todo
luca increblemente brillante, como si las luces se hubieran encendido.
Parpade un par de veces para tratar de aclarar esa sensacin y me di
cuenta que me acercaba ms y ms al suelo. Algo cay sobre mi rostro,
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oscurecindome mi visin, y me mov debajo. Era mi camiseta. Mirando de
nuevo al espejo, me encontr mirando los reflejos de dos gatos.
Uno de ellos era yo.
Bueno, estar condenado.
No reconoc la voz de Adrian de inmediato. An era lo
suficientemente humana para comprender el lenguaje, pero mis nuevos
odos procesaban sonidos en una manera completamente diferente. En
particular, oa ms, y los ruidos ordinarios de antes parecan ms altos.
Tuve poco tiempo para reflexionar sobre esto mientras dos manos me
recogan de repente y me metan dentro del transportador para gatos. La
puerta se cerr.
No queremos confundirlos dijo la Sra. Terwilliger.
En dnde van a poner al otro? pregunt Daniella.
Donde quieras dijo la Sra. Terwilliger. No lo puedo llevar
conmigo. Los guardias me vieron entras con un gato. Me vern irme con
uno.
Qu? La voz de mi suegra lleg muy estridente a mis odos.
Esa criatura se va a quedar? Lo imaginaba. Su nuera transformndose
en un animal? Ningn problema. Tener que cuidar a un gato? Crisis.
Les recoger una caja de arena y algo de comida para gatos dijo
Neil amablemente.
A travs de la rejilla metlica de la puerta de mi transportador,
apareci el rostro de Adrian de repente, mirndome.
Qu hay de nuevo, gatita? Ests bien ah dentro?
Por costumbre, trat de responder, pero todo lo que sali fue un
aullido a medias.
El mundo de repente gir a m alrededor mientras el transportador
se levantaba en el aire, obligndome a luchar para mantener el equilibrio
con ambos pies y sentidos que eran extraos.
No hay tiempo para charlar dijo la Sra. Terwilliger. Tenemos
que irnos.
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Adrian debi haberla seguido porque su rostro apareci de nuevo por
la puerta.
Ten cuidado, Sage. Te amo.
La Sra. Terwilliger y Eddie se despidieron y se dirigieron a la puerta.
Caminaron por el edificio y luego hacia afuera. Saba por un reloj ms
temprano que an era de noche, pero el mundo que era capaz de ver a travs
de los huecos en el transportador se vea totalmente diferente a lo que estaba
acostumbrada. Los postes de luz dispersos ms que encendan la oscuridad
para mi vista mejorada, e incluso si no vea una amplia gama de colores,
poda ver mucho ms lejos que lo que mis ojos humanos podran haber visto.
Tenamos al menos una hora de longevidad del hechizo, pero mis
acompaantes mantenan un buen ritmo, caminando a paso rpido por los
jardines de la Corte al estacionamiento para visitantes.
All, la Sra. Terwilliger reclam el auto de alquiler en que haba
conducido y puso mi transportador en el asiento de atrs. Me daba una
pobre visin de nuestros alrededores pero aun as me permita or todo. En
la puerta principal, los guardianes interrogaron a la Sra. Terwilliger sobre
su visita, queriendo saber por qu Eddie estaba con ella.
Estoy de permiso respondi de una manera que era brusca pero
no defensiva. Tengo temas personales que atender, y se ofreci llevarme.
S que las carreteras fuera de su Corte no siempre son amistosas
en la oscuridad aadi la Sra. Terwilliger. As que no me importa la
compaa.
Esperen, y el sol saldr en menos de una hora dijo el guardin.
No tengo tiempo respondi ella. Tengo que tomar un vuelo.
Como Adrian haba predicho, los guardianes revisaron el auto a
fondo, y escuch que uno de ellos le susurraba al otro:
Asegrate que no hay polizones.
Mi ansiedad aument, y me encontr experimentando la extraa
sensacin de azotar mi cola adelante y atrs.
El rostro de un dhampir apareci delante de m, e hizo algunos
sonidos de clic.
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Hola, gatito, gatito.
No respond, temiendo que podra salir como un siseo.
Los guardianes finalmente nos despejaron, y as como as,
estbamos en la carretera, libres del lugar que haba sido a la vez un
santuario y prisin por un mes. La Sra. Terwilliger condujo por otra media
hora para poner distancia entre nosotros y la Corte, y luego sac el auto en
el arcn de una carretera rural. Una vez estacionado, abri el transportador
para que pudiera salir al asiento de atrs, y dej una pila de ropa junto a
m. Ms all de ella, apenas poda discernir el cielo aclarndose.
Ah tienes dijo, movindose de nuevo al asiento delantero.
Probablemente debera habrtelo dicho antes es ms fcil entrar en este
hechizo que salir de l.
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Traducido por Fanny, Lizzie Wasserstein e IvannaTG
Corregido por Lizzie Wasserstein
os minutos se sentan como horas despus de la partida
de Sydney. Me paseaba por la longitud de nuestra
pequea suite, un nudo en mi pecho, mientras me
preparaba para lo peor. En cualquier segundo, tema, me diran que el plan
haba salido mal y los guardianes haban interceptado a Sydney tratando de
escapar de la Corte.
Cario, tienes que hacer eso? pregunt mi madre al fin. Ests
agitando a los animales.
Me detuve y mir a dnde el Sr. Bojangles estaba vigilando
cautelosamente a Hopper, el pequeo dragn encantado que Sydney haba
convocado a principios de ao. Hopper se haba convertido en una especie
de mascota y estaba mirando al gato con una emocin que claramente no
era recproca.
No creo que sea yo, mam. Solo estn
Un timbre de mi telfono me interrumpi, y me lanc por l,
sorprendiendo al gato y al dragn. En la pantalla de mi telfono, un mensaje
de texto de Eddie era claro y conciso: Logramos salir de la Corte. Todo est
bien.
Respond el texto: Sigo casado con un gato?
S, fue la respuesta, seguida un momento despus por: Pero la Sra.
T jura que es temporal.
L
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Algo de mi ansiedad disminuy, pero no toda. Escrib: Avsame
cuando ella est de vuelta.
Veinte minutos despus, un mensaje lleg, est de la mismsima
Sydney: De nuevo en forma humana. Todo parece estar normal.
Todo?, pregunt.
Bueno, aparte de la rara urgencia de seguir un punto de lser,
respondi.
Si ese es el peor efecto, me conformar. Mantenme informado. Te amo.
Te miau tambin, respondi. Fue abruptamente corregido con: Quiero
decir, te amo.
Sonre mientras alejaba el telfono pero encontr que me senta muy
lejos de sentir como si todo estuviera bien en el mundo. No poda quitarme
la sensacin de que las cosas no estaban completamente resueltas entre
Sydney y yo, y eso ni siquiera era tomando en consideracin las amenazas
fsicas que ahora enfrentaba. Logr salir de la Corte pero ahora se
enfrentaba potencialmente a todas los mismos peligros que nos haban
hecho buscar santuario aqu.
Solo si saben que est fuera. Me record la voz de la ta Tatiana, en
un raro momento de legtima amabilidad. Mientras nadie la est buscando,
y no logre que la descubran, estar a salvo. As que no lo arruines.
De acuerdo. Acord. Y nadie tendr alguna razn para pensar que no
est ah. Ella nunca sale de nuestra suite, y en realidad no tenemos muchos
visitantes.
Ms tarde ese da, por supuesto, tuvimos un visitante.
Por suerte, no era un regimiento de guardianes demandando saber
el paradero de Sydney, encontr a Sonya Karp Tanner de pie afuera de
nuestra puerta, sonriendo cuando me vio. Cualquier alivio que encontr al
verla, fue anulado por una ansiosa ta Tatiana.
No bajes la guardia a ningn precio!, dijo entre dientes.
Sonya es nuestra amiga, respond silenciosamente.
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La ta Tatiana no estuvo de acuerdo. No importa. Nadie puede saber
que Sydney se fue, no importa que tan amigables creas que son. Todo lo que
se necesita es un pequeo desliz, no importa que tan buena sea la intencin.
Entre menos gente sepa un secreto, mejor.
Con una punzada, me di cuenta de que tena razn. Mientras tanto,
la agradable expresin de Sonya se haba convertido en una de perplejidad
mientras realizaba mi conversacin mental con un fantasma.
Ests bien, Adrian? pregunt Sonya.
Bien, bien dije, hacindole seas para que entrara. Solo
cansado. Como que tuve una maana difcil. Vagamente, hice seas hacia
mi rostro, el cual an mostraba los signos del forcejeo con Wesley y su
equipo.
Como haba esperado, Sonya fue desviada con efectividad. La
preocupacin ilumin sus facciones.
Qu pas?
Oh, lo usual. Solo algunos celosos idiotas de mi por estar casado
con la mujer ms sexy de por aqu.
Dnde est? pregunt Sonya, mirando la vaca suite. Y tu
madre?
Mam se fue a la cama respond. Y Sydney sali a caminar.
Los afilados ojos de Sonya se enfocaron en m de nuevo.
Sali despus de que fuiste atacado esta maana?
Bueno, hay luz afuera, as que hay menos amenaza. Y Neil est
con ella. Casi dije Eddie pero era seguro si Sonya quiz haba escuchado
sobre l dejando la Corte. Conociendo mi suerte, Neil pasara sin aviso y
arruinara la historia. Necesitaba algo de aire aad, mirando la
escptica mirada de Sonya. Quedarse encerrada en verdad la est
afectado. Al menos, eso no era una mentira.
Sonya sostuvo mi mirada ms tiempo antes de decidir finalmente
olvidar el tema. Probablemente saba por mi aura y mi lenguaje corporal que
no estaba siendo completamente sincero, pero era poco probable que
pudiera adivinar la verdad que Sydney se haba transformado en un gato
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y haba salido a escondidas de la Corte en un descabellado intento de
encontrar a Jill.
Bueno, es a ti a quien vine a ver dijo Sonya por fin. Necesito
discutir sobre algo contigo. O mejor dicho sobre alguien.
Me sent en nuestra mesa de la cocina y mov la cabeza para que ella
hiciera lo mismo. Discutir sobre alguien? Poda hacer eso, mientras no
fuera Sydney.
A quin tienes en mente? pregunt
Sonya entrelaz sus dedos y tom una respiracin profunda.
Nina Sinclair.
Hice una mueca. Tal vez no tan problemticas como Sydney justo
ahora, pero Nina era en absoluto un tema bienvenido. Era un usuario del
espritu, como yo, alguien de quien haba sido muy buen amigo cuando
Sydney estaba en cautiverio. Desafortunadamente, Nina haba querido ser
ms que mejores amigos y haba visto ms en nuestra relacin de lo que
haba. Haba tomado mal mi rechazo, y haba respondido incluso peor
cuando se enter que me haba casado con una humana. En las raras veces
que me la haba encontrado desde que regres a la Corte, constantemente
recordaba el viejo adagio de si las miradas mataran.
Qu sobre Nina? pregunt cuidadosamente. Sigue
trabajando para ti?
Sonya era la lder en un proyecto intentando usar el espritu para
prevenir que la gente se convirtiera en Strigoi. Nina haba ayudado
inadvertidamente con esto inicialmente cuando haba restaurado a su
hermana, Olive, de ser una Strigoi. Con varios de nosotros trabajando
juntos, nos las arreglamos para transferir ese espritu mgico a la sangre
de Neil, efectivamente creando una vacuna que protega a Neil de ser
convertido a la fuerza. La victoria de Sonya haba sido de corta duracin, ya
que era incapaz de replicar ese efecto en alguien ms. Pero segua
trabajando incansablemente haca esa meta.
Tcnicamente, s, pero ha pasado un rato desde que realmente
ofreci algo de valor. La expresin de Sonya se oscureci. Nina ha estado
un poco apagada ltimamente.
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No pude evitar rer un poco.
Somos usuarios del espritu. Todos estamos un poco apagados.
Sonya no me regres la sonrisa.
No as. Si pudieras verla bueno, entenderas. Ayer la mand a
casa porque no deca nada con sentido. Tambin luca como si no hubiera
dormido en semanas. El nico usuario del espritu que he visto en tan mal
estado fue bueno, la vez que entrevist a Avery Lazar.
Eso me detuvo en seco. Avery, otro usuario del espritu, estaba ahora
en el hospital para enfermos mentales de una prisin Moroi.
Avery usaba cantidades ridculas de espritu le record. O sea,
ridculas. Y a diario. Recordando, Jill haba hecho mella en m,
drenndome temporalmente del espritu, pero haba sido cosa de una vez.
Avery haba intentado hazaas de alto poder, una y otra vez, llevndola a su
actual estado donde su mente ya no poda ms. Nina tendra que estar
haciendo alguna magia bastante seria para terminar as.
Eso es exactamente lo que me da miedo dijo Sonya
sombramente.
Jade, pensando en Avery.
Qu est tratando de adquirir compaeros besados por la
sombra?
No, no eso sino algo que toma casi tanto poder y que es hecho a
diario. Cuando trato de sacarle una respuesta, me evade o solo comienza a
balbucear tonteras. Sonya suspir. Estoy preocupada por ella, Adrian.
Necesita ayuda, pero no me dice nada.
Mientras el silencio creca, de repente entend lo que Sonya quera
decir.
Qu? Crees que hablar conmigo?
Sonya se encogi de hombros.
No s a quin ms pedrselo.
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Bueno, no a m! exclam. Estaba furiosa cuando la rechac.
Si ella est haciendo algo y necesita ayuda, no soy yo a quien va a decirle.
Necesitas pedrselo a alguien ms.
No hay nadie ms! Su hermana sigue desaparecida. Y sabas que
Nina renunci a su trabajo de la oficina? O de hecho, creo que fue
despedida, pero es difcil conseguir una respuesta directa de ella. Por lo que
s, t y yo somos los nicos de por aqu a los que nos preocupa lo que se
est haciendo a ella misma, y necesitamos hacernos cargo y ayudarla.
No hablar conmigo reiter.
Sonya pas una mano por su cabello rojo oscuro.
Tal vez te sorprendas. A pesar de que las cosas se cayeron
entre ustedes, ella todava siente como si hubiera algn tipo de conexin.
Por favor, Adrian. Solo intntalo, por favor. Si te aleja, bien. Que as sea. No
te lo pedir de nuevo.
Comenc a decir que no una vez ms, pero una mirada de cerca a
Sonya me detuvo. En verdad estaba agitada por esto. Estaba en su voz y sus
ojos incluso en los colores de su aura. Saba que Sonya no era de las que
reaccionaban de forma exagerada. Tambin saba que no me pedira esto si
no estuviera verdaderamente preocupada, especialmente desde que ella fue
la que me aconsej que me alejara de Nina para proteger sus sentimientos.
Mir la hora. Se estaba haciendo tarde para nuestros estndares. La
mayora de los Moroi estaran yndose a la cama.
Est bien si espero hasta maana para verla?
Sonya lo consider y luego hizo un pequeo asentimiento.
Estoy segura que estar bien. Por supuesto, tambin estoy segura
de que no estar dormida pronto. Pero tal vez sea mejor si esperas a que
regrese Sydney para irte, pero que Neil pueda acompaarte.
Por un momento, casi digo que Eddie estaba con Sydney, no Neil, y
luego record la historia de mentira. Tendra que comunicarme con Neil para
asegurarme de que respaldara lo que dije. Si no era cuidadoso, las cosas
podran complicarse muy rpido. Era lo que ms odiaba sobre mentir: rara
vez se mantena simple.
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Suena bien dije, ponindome de pie mientras Sonya lo haca.
Te avisar como va.
Gracias. S que esto no es Se comi sus palabras mientras que
el Sr. Bojangles sala de la habitacin, con Hopper en una acalorada
persecucin. Sonya se gir hacia m, sorprendida. Cundo conseguiste
un gato?
Uh, hoy, de hecho. Jackie Terwilliger, la vieja maestra de Sydney?,
lo dej cuando vino de visita.
Eso era obviamente nuevo para Sonya.
Estuvo aqu? En la Corte? Cunto tiempo se qued?
No mucho dije, deseando inmediatamente que no lo hubiera
mencionado en absoluto. Solo comprobando a Sydney.
Eso es mucho esfuerzo solo para comprobar a alguien. Una
llamada hubiera sido mucho ms simple.
Esperaba lucir inocente.
S, pero entonces no hubiera sido capaz de darnos al gato. Regalo
de bodas atrasado.
Adrian dijo Sonya, usando la voz que debe haber usado para
regaar a incontables estudiantes cuando era maestra de biologa en la
preparatoria, qu no me ests diciendo?
Nada, nada dije, llevndola a la puerta. Reljate, todos
estamos bien. La nica cosa por la que necesitas preocuparte es por lo
rpido que Nina me mandar lejos.
Adrian
Todo est bien dije alegremente. Le abr la puerta. Gracias por
pasar. Saluda a Mikhail por m.
Por su expresin, era claro que fall completamente en convencerla
de mi inocencia, pero al menos no luca como si fuera a obligarme a decirle
lo que en realidad estaba pasando, por ahora. Nos despedimos y respir un
suspiro de alivio cuando se fue, esperando que nadie ms viniera y me
forzara a formular otra pobre excusa de por qu Sydney no estaba por aqu.
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Fui a la cama poco despus y fui despertado a medio da por un
nuevo mensaje de texto de Sydney. Reportaba que ella, Eddie y Jackie
haban llegado a Pittsburgh pero que no estaran investigando el museo
hasta en la noche. Me asegur que todo estaba bien, y le asegur lo mismo,
decidiendo que era lo mejor si no saba que haba acordado ir a hablar con
una chica potencialmente loca quien, o estaba enamorada de m, o
despreciaba todo de m. Sydney ya tena suficiente por lo que preocuparse.
Cuando la Corte Moroi comenz a despertarse ms tarde ese da, me
las arregl para que Neil regresara y me acompaara a la casa de Nina. Era
suficientemente temprano como para que la gente estuviera afuera, pero
pens que era mejor prevenir que lamentar. Neil manejaba por deber, estaba
feliz de ayudarme, pero saba que tena un inters oculto para ir a ver a
Nina. Hace meses, l y la hermana de Nina, Olive, haban tenido el comienzo
de un floreciente romance. Ninguno de nosotros estaba completamente
seguro de que tan lejos haban ido, pero las cosas haban terminado
abruptamente cuando Olive se haba ido con poco contacto con Nina y
ninguno con Neil. Dudaba que Nina tuviera algn nuevo detalle sobre el
paradero de su hermana, pero probablemente Neil estaba esperando algo de
informacin.
El sol de verano todava estaba sobre el horizonte, incluso alrededor
de las seis, cuando llegamos a la puerta de Nina. Viva en una seccin de
apartamentos habitados por otros empleados de la Corte (o ex empleados,
como resultaba), lejos de los alojamientos mucho ms elegantes donde la
realeza como mi padre viva. Tom una profunda respiracin mientras
miraba la puerta, reuniendo mi coraje.
No va a ser ms fcil si lo pospones me dijo Neil, intilmente.
Lo s. Resuelto, di dos pequeos golpes a la puerta,
secretamente esperado que Nina estuviera durmiendo o que no estuviera en
la casa. Entonces podra decirle honestamente a Sonya que haba tratado y
dejarlo as. Desafortunadamente, Nina abri la puerta casi inmediatamente,
como si hubiera estado esperando a lado de ella.
Hola, Adrian dijo con cautela. Sus ojos grises se levantaron ms
all de m. Neil.
l asinti para saludar, pero yo estaba momentneamente
asombrado. Nina no vena de ancestros ricos o de la realeza, pero eso nunca
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haba afectado su belleza, y siempre se haba presentado en una manera
impecable.
Al menos, sola hacerlo.
Esa Nina que yo haba conocido no estaba a la vista. Su oscuro y
rizado cabello luca como si no se hubiera cepillado recientemente. De
hecho, no estaba seguro de que lo hubiese lavado en un rato tampoco. Una
arrugada falda azul a cuadros desentonaba con una camiseta naranja, sobre
lo cual llevaba un crdigan gris al revs. Uno de sus pies se hallaba cubierto
con un blanco calcetn corto. Su otro calcetn, adornado con rayas rojas y
blancas, llegaba a su rodilla.
Y sin embargo, lo ms alarmante no era la extraa eleccin del
vestuario; en su lugar, era la expresin de su rostro que me deca que Sonya
no exageraba. Oscuros crculos colgaban bajo los ojos de Nina, aunque sus
propios ojos eran claros y casi demasiado alertas, brillaban febrilmente. Era
una mirada que haba visto antes en los usuarios del espritu empujados al
lmite. Era una mirada que haba visto en el rostro de Avery Lazar.
Tragu saliva.
Hola, Nina. Podemos entrar?
Sus ojos se estrecharon.
Por qu? As puedes decirme otra vez cun totalmente
inadecuados somos? As puedes decirme cmo nosotros nunca, jams
posiblemente podremos salir, visto que no soy humana y que al parecer solo
te enganchas con personas que sirven tambin de cena?
Mi temperamento comenz a estallar ante el desprecio, pero luego
me record a m mismo que ella no estaba bien.
Lo siento por lo que dije la ltima vez, lo digo en serio. Conoc a
Sydney mucho antes de conocerte. Pero eso no es por lo que estoy aqu para
hablar contigo. Por favor, podemos entrar?
Nina me mir sin decir nada durante mucho tiempo, y aprovech la
oportunidad para recurrir al espritu y echar un vistazo a su aura. Como
Lissa ayer, el aura de Nina estaba llena con el plido dorado de un usuario
del espritu. A diferencia de Lissa, sin embargo, el dorado de Nina tena una
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dbil, casi acuosa calidad del mismo. No quemaba como una llama. Los
otros colores eran igualmente frgiles, titilaban prendidos y apagados.
Est bien dijo al fin.
Ella dio un paso a un costado y nos dej pasar. Lo que encontr
dentro era casi tan desconcertante como su apariencia. Haba estado antes
en su casa, cuando ella y yo fuimos a un montn de fiestas juntos. El
pequeo apartamento era en realidad ms que un estudio, con dormitorio y
sala de estar fusionados en uno. A pesar de su pequeo tamao, Nina
siemp