Revista Españ ola de Medicina LegalRevista Españ ola de Medicina Legal ... La Odontología Forense...

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Revista Española de Medicina Legal ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE MÉDICOS FORENSES El estudio Médico Legal por la muerte violenta del señor Calvo Sotelo (finalización). [The Forensic Medicine study by the violent death of the Mr Calvo Sotelo (ending).] Blas Aznar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 Valoración pericial en una intoxicación mortal por dextropropoxifeno. [Withness expert report about a lethal intoxicacion by dextropropoxiphene.] Mª Soledad Rodríguez Albarrán, Luis García Noguera, Mª Dolores Garrido Remirez, Rubén Sevillano Mateos, Juan de Dios Casas Sánchez. . . . . . .27 Medicina Forense y el daño a las personas.[Forensic Medicine and bodily harm.] Fernando Rodes Lloret, Ángeles Vázquez Márquez, Juan Bautista Martí Lloret. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Ficha unificada para la recogida de datos de interés médicolegal en las agresiones. [Protocol for collecting data during the Forensic explora- tion to the victims of aggressions.] María Castellano Arroyo, José Aso Escario, Begoña Martínez Jarreta. . . 38 Problemas Médico Legales de las hepatitis post-transfusionales. [Medico Legal problems of the transfusion's hepatitis.] Gabriel Soler Roca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 La Odontología Forense en la identificación de las víctimas de la Masacre de la Cárcel de Sabaneta (Venezuela). [Forensic Odontology in the identification of the victims of the Sabaneta Jail Massacre (Venezuela).] José Luis Fereira Paz, Angela Irene Espina de Fereira, Fernando Alonso Barrios Ferrer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 ISSN: 0377-4732. Depósito legal: M.- 31402-1974 REMLE8 1998; XXII(83) Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83) © Asociación Nacional de Médicos Forenses (España) http://www.arrakis.es/~anmf Verba volant; scripta manent. Índice Médico Español / IME, Índice Español de Ciencias Sociales (Serie C: Derecho)

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Revista Española de Medicina LegalÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE MÉDICOS FORENSES

El estudio Médico Legal por la muerte violenta del señor Calvo Sotelo(finalización). [The Forensic Medicine study by the violent death of the MrCalvo Sotelo (ending).]Blas Aznar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 5

Valoración pericial en una intoxicación mortal por dextropropoxifeno.[Withness expert report about a lethal intoxicacion by dextropropoxiphene.]Mª Soledad Rodríguez Albarrán, Luis García Noguera, Mª Dolores GarridoRemirez, Rubén Sevillano Mateos, Juan de Dios Casas Sánchez. . . . . ..27

Medicina Forense y el daño a las personas. [Forensic Medicine andbodily harm.]Fernando Rodes Lloret, Ángeles Vázquez Márquez, Juan Bautista MartíLloret. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 32

Ficha unificada para la recogida de datos de interés médicolegal enlas agresiones. [Protocol for collecting data during the Forensic explora-tion to the victims of aggressions.]María Castellano Arroyo, José Aso Escario, Begoña Martínez Jarreta. . . 38

Problemas Médico Legales de las hepatitis post-transfusionales.[Medico Legal problems of the transfusion's hepatitis.]Gabriel Soler Roca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . 47

La Odontología Forense en la identificación de las víctimas de laMasacre de la Cárcel de Sabaneta (Venezuela) . [Forensic Odontology inthe identification of the victims of the Sabaneta Jail Massacre (Venezuela).]José Luis Fereira Paz, Angela Irene Espina de Fereira, Fernando AlonsoBarrios Ferrer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . .50

ISSN: 0377-4732. Depósito legal: M.- 31402-1974REMLE8 1998; XXII(83) Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83)

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Revista Española de Medicina Legal

ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE MÉDICOS FORENSES

AÑO (Volumen) XXII - Núm. 83 Abril-Junio, 1.998

COMITÉ EDITORIAL

GREGORIO ARROYO URIETA

LUIS CONCHEIRO CARRO

JOSÉ ANTONIO GARCÍA ANDRADE

JUAN BAUTISTA MARTÍ LLORET

VICENTE MOYA PUEYO

MANUEL REPETTO JIMÉNEZ

GABRIEL SOLER ROCA

JOSÉ DELFÍN VILLALAÍN BLANCO

MARÍA CASTELLANO ARROYO

GABRIEL FONT RIERA

RODRIGO GONZÁLEZ-PINTO LÓPEZ

PELEGRÍN MARTÍNEZ BAZA

ANTONIO PIGA RIVERO

JOSÉ LUIS ROMERO PALANCO

DOUGLAS H. UBELAKER

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Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

NORMAS PARA LOS AUTORES

La intención que deben seguir los trabajos, es la de servir de un modo doctrinal y práctico alos lectores. Así, en los trabajos de estadística se debe buscar la comparación con otras seriesy analizar reflexivamente la obtención de conclusiones que sean de interés general y como talmanifestarlo; lo mismo en la exposición de casos.

Los trabajos (artículos doctrinales, de investigación, revisiones, comunicaciones cortas, aná-lisis de casos, puntos de vista, etc.) que sean presentados a la Revista Española de MedicinaLegal deben ser inéditos, no habiendo sido enviados a ninguna otra publicación. La lengua depublicación es el castellano. Los autores al prepararlos se ajustarán a los “Requisitos uniformespara preparar los manuscritos enviados a revistas biomédicas” elaborados por el ComitéInternacional de Directores de Revistas Médicas.

Los manuscritos se remitirán por correo postal a la Redacción de la Revista Española deMedicina Legal en la sede de la Asociación Nacional de Médicos Forenses:C/ Goya, 99, Escalera D, Primer piso, Puerta Derecha. 28009-Madrid (España).

La recepción se comunicará al primer autor firmante, lo cual no implica la aceptación del tra-bajo, que será notificada por escrito al autor responsable. Previa evaluación del mismo. LaRevista Española de Medicina Legal podrá rechazar, sugerir cambios o, si fuera menester,suprimir ilustraciones y alterar texto, sin que ello modifique el contenido. Los originales publica-dos pasarán a ser propiedad de la Revista, no devolviéndose los soportes físicos que fueranenviados. Los manuscritos no aceptados serán devueltos al primer firmante. Por cada trabajopublicado se entregará un ejemplar.

Todo el manuscrito se mecanografiará o imprimirá a doble espacio. El papel será de tamañoDIN-A4, dejando márgenes de 25 mm. Todas las hojas irán numeradas correlativamente (sien-do la número uno la página del título), marcando donde se colocan los gráficos, tablas e ilus-traciones. Se enviarán dos copias completas, incluídas fotografías y gráficos de cada trabajo,que irán sin los nombres de los autores (copias para los revisores). Se acompañará otra copiaen disquete de 3 HD con formato MS DOS, con el texto y gráficos completos, indicando los nom-bres de cada archivo (un archivo para el resumen, otro para el cuerpo del artículo y los que fue-ren menester para las ilustraciones), nombrando el programa de tratamiento de textos y la ver-sión utilizada (preferible WordPerfect).

El manuscrito y las copias irán acompañados de una carta de presentación del trabajo y acep-tación de las normas y condiciones de la Revista Española de Medicina Legal. En ella se infor-mará sobre la no publicación previa del artículo, ni envío actual a ninguna otra publicación, unadescripción del material enviado, la aceptación de asumir parte del costo de impresión de lasfotografías en color, la declaración expresa donde todos y cada uno de los autores manifiestanhaber leído y contribuído (la participación de los autores debe ser de un modo suficiente en eltrabajo como para asumir públicamente la responsabilidad sobre su contenido) al manuscritofinal. El orden de los autores. El nombre, dirección y teléfono del autor corresponsal. Copia delas autorizaciones para utilizar las reproducciones fotográficas y de las tablas o esquemas deotros autores, o de Autoridades. Este texto, debe ser firmado por todos los autores.

Cada parte del manuscrito empezará en página aparte, siguiendo esta secuencia: 1) páginade título o primera página; 2) el resumen y las palabras clave; 3) el texto del artículo; 4) agra-decimientos; 5) la bibliografía; 6) las tablas (con todas las notas al pie en una página separada)y 7) los pies de las ilustraciones.

La primera página debe incluir: 1) el título (que no exceda de ocho palabras, conciso e infor-mativo, también traducido al inglés); 2) el nombre propio y los dos apellidos de cada autor, consus titulaciones, cargos y adscripción institucional o profesional (la redacción podrá solicitar jus-tificación); 3) el centro donde se ha realizado el trabajo; 4) la negación de responsabilidad, siprocede; 5) el nombre y la dirección del autor responsable de la correspondencia sobre elmanuscrito; 6) el nombre y una dirección postal completa del autor con quienes los lectores delartículo puedan mantener correspondencia; 7) la(s) fuente(s) de apoyo en forma de subvencio-nes, equipos, fármacos o todos ellos.

2 sigue en la página 4

Rev Esp Med Leg 1998 Abril-Junio; XXII(83) ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

El resumen no excederá de las ciento cincuenta palabras, en castellano y en inglés.Anotándose a continuación de 3 a 10 palabras clave o frases cortas (lexemas) en castellano yen inglés (utilizando los términos del Medical Subjet Headings [MeSH] del Index Medicus.

Los gráficos serán en blanco y negro, sólo en dos dimensiones, no abusando de su número.Las fotografías serán de buena calidad, bien contrastadas, reveladas en blanco y negro con bri-llo. En el reverso se pegará una etiqueta identificativa. Son preferibles las diapositivas y losnegativos. Para la publicación de fotografías en color los autores tendrán que asumir parte delcosto de impresión, afirmando explícitamente la aceptación de ello en la carta de presentacióndel manuscrito. La reproducción de las mismas deberá estar autorizada por propietario oAutoridad.

Las referencias se numerarán consecutivamente siguiendo el orden en que se mencionan porprimera vez en el texto. En este, en los cuadros y en las ilustraciones, las referencias se identi-ficarán mediante números árabes entre paréntesis cuyo tamaño será el mismo que el del texto(no se aceptan los subíndices y los superíndices). La anotación bibliográfica se basará en la uti-lizada por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos en el Index Medicus.Abrevien los títulos de las revistas conforme al estilo utilizado en el Índice Médico Español y enel Index Medicus.

Ejemplos:

- Artículo ordinario:Pérez de Petinto M. Muerte súbita (notas prácticas de Medicina Forense). Forenses 1935; I:1-9.

- Autor corporativo:Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas. Requisitos comunes para los artículosoriginales enviados a revistas biomédicas. Mapfre Medicina 1997; 8:209-18.

http://www.mapfremedicina.es/1357.htm(traducción del original publicado en New England Journal of Medicine 1997; 336(4): 309-15)

- Original presentado en congresos, reuniones, etc.:Aso Escario J, Arredondo Díaz JM, Corrons Perramont J. Análisis pericial retrospectivo de uncaso de ictus postraumático, El papel de la embolia grasa. En/In : Generalitat de Catalunya,Ministerio de Justicia e Interior, Associació Catalana de Metges Forenses, autores/editors .Terceres Jornades Catalanes d´Actualizació en Medicina Forense; 1995 Nov 16-18; Barcelona,España; Barcelona: Generalitat de Catalunya; 1997. p. 335-42.

- Libro, autor personal:García Blázquez M. Aspectos Médico-Legales de la nulidad y separación matrimonial. Granada:Editorial COMARES; 1993.

- Capítulo de libro:Asfixias Mecánicas. En/In : Font Riera G, autor/editor . Atlas de Medicina Legal y Forense.Barcelona: José Mª Bosch Editor SL; 1996. p. 203-26.

- Tesis doctoral:Gómez Alcalde MS. Mortalidad violenta en el Partido Judicial de Alcalá de Henares 1985-1989[tesis doctoral/dissertation ]. Alcalá de Henares: Facultad de Medicina de la Universidad deAlcalá de Henares; 1992.

- Varios libros de un mismo autor:MIranda Podadera L. Gramática Española / Ortografía práctica de la lengua Española / Cursode redacción. Barcelona: Casa Editorial Hernando, 1984.

Lo escrito, escrito queda; las palabras, el viento las lleva.4

Rev Esp Med Leg 1998 Abril-Junio; XXII(83) ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

NÚMERO 83AÑO (Volumen) XXII Abril-Junio, 1.998

El estudio Médico Legal por la muerte violenta del señor CalvoSotelo (finalización).[The Forensic Medicine study by the violent death of the Mr Calvo Sotelo (ending).]Blas Aznar.

Valoración pericial en una intoxicación mortal por dextropropoxife-no.[Withness expert report about a lethal intoxicacion by dextropropoxiphene.]María Soledad Rodríguez Albarrán, Luis García Noguera, María DoloresGarrido Remirez, Rubén Sevillano Mateos, Juan de Dios Casas Sánchez.

Medicina Forense y el daño a las personas.[Forensic Medicine and bodily harm.]Fernando Rodes Lloret, Ángeles Vázquez Márquez, Juan Bautista MartíLloret.

Ficha unificada para la recogida de datos de interés médicolegal enlas agresiones.[Protocol for collecting data during the Forensic exploration to the victims of aggres-sions.]María Castellano Arroyo, José Aso Escario, Begoña Martínez Jarreta.

Problemas Médico Legales de las hepatitis post-transfusionales.[Medico Legal problems of the transfusion's hepatitis.]Gabriel Soler Roca.

La Odontología Forense en la identificación de las víctimas de laMasacre de la Cárcel de Sabaneta (Venezuela).[Forensic Odontology in the identification of the victims of the Sabaneta Jail Massacre(Venezuela).]José Luis Fereira Paz, Angela Irene Espina de Fereira, Fernando AlonsoBarrios Ferrer.

Publicaciones recibidas [Publications received]

Normas para los autores (resumen)Suscripción

Correspondencia [Letters]

SUMARIO

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Verba volant; scripta manent

Índice Médico Español / IME, Índice Español de Ciencias Sociales (Serie C: Derecho)

Revista Española de Medicina LegalAsociación Nacional de Médicos Forenses

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El estudio Médico Legal por la muerte violenta delseñor Calvo Sotelo (finalización).[The Forensic Medicine study by the violent death of the Mr Calvo Sotelo (ending).]

RESUMEN: El trece de julio de mil novecientostreinta y seis fue asesinado el jurista, profesor ypolítico Don José Calvo Sotelo. La investigaciónMédico Legal fue ordenada a la Escuela deMedicina Legal de Madrid. El Profesor Aznar emi-tió un nuevo informe en mil novecientos cuaren-ta, lo cual aprovechó para redactar un extensoestudio donde describe minuciosamente las dis-tintas partes de lo actuado y manifiesta su interésen que pueda servir para revisiones históricas.En esta última entrega se continúan los estudiosde laboratorios (biología forense en manchas desangre, estudios criminalísticos sobre cabellos,estigmas del disparo, etc).PALABRAS CLAVE: Medicina Legal, MedicinaForense, José Calvo Sotelo, Criminalística,Cabellos, Biología Forense, Hemogenética,Armas de fuego, Estigmas disparo.

ABSTRACT: The thirteen of July 1936, was mur-dered the jurist, teacher and political SpanishJosé Calvo Sotelo. The Forensic investigationwas ordered to the Legal Medicine School ofMadrid. Professor Aznar issued a new report in1940, describing minutely oll parts acted and itsinterst for historical reviews. In this fourth part arereproduced the chapters related to: laboratoryand conclusion.

KEY WORDS: Forensic Medicine, Jose CalvoSotelo, Laboratory, Criminology, Blood-group.

b) Diagnóstico de la especie zoológica de la san-gre. Una vez demostrada la naturaleza hemáticade las manchas sospechosas, surgió automática-mente otro problema identificativo: el de deter-minar la especie zoológica y, concretamente, si lasangre era humana. Es esta cuestión fundamentalpara la individualización serológica, con el fin deevitar el error interpretativo de una heteroagluti-nación.

Hasta que hicieron su aparición las técnicasserológicas, puede decirse que el problema de laidentificación específica de la sangre no fueresuelto, toda vez que las técnicas que para tal finexistían se basaban únicamente en los caracteresorganolépticos, que carecen en absoluto de valor.Otros procedimientos, ya más científicos, estu-diaban caracteres fisicoquímicos que permitieranestablecer diferencias entre la sangre humana y lade otras especies animales. Estas técnicas se refe-rían especialmente al estudio del tiempo de coa-gulación de la sangre, naturaleza del coágulo,dosificación del hierro, forma de los cristales de

hemoglobina, etc. Como es natural, dichas técni-cas llevan siempre el fracaso más rotundo: unas,por lo hipotético de tales diferencias; otras, por laimposibilidad de determinarlas en las manchas.

Únicamente los procedimientos anatómicosson los que verdaderamente tuvieron aplicaciónmédicolegal con resultados satisfactorios enalgunos casos muy limitados, en que por estarconstituidas las manchas por sangre de animalescuyos hematíes tienen características histológicastípicas (aves, reptiles, etc.) o diferencias de tama-ño fácilmente determinables, y asentar sobresuperficies pulidas, se ha podido llegar a estable-cer el diagnóstico específico por el examen histo-lógico, en situ, de los elementos formes.

Como es sabido, desde fines del siglo pasadofueron definitivamente incorporadas a las técni-cas médicolegales las siguientes reacciones sero-lógicas: la eritroaglutinación de Max yEhnenrooth, quienes aplicaron a la identificaciónde la sangre los descubrimientos de Bodert yGrube. La técnica de la eritroprecipitación se

Reimpresión: Aznar B. Problemas de la investigación criminal en el asesinato del señor CalvoSotelo. Revista de Medicina Legal 1956; XI(126-127): 257-384.

Blas Aznar

Aznar B. El estudio Médico Legal por la muerte violenta del señor Calvo Sotelo (finalización).Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 5-26.

6 El estudio Médico Legal por la muerte ... (finalización)

funda en el hecho de la diferente acción de lossueros homólogos y heterólogos en presencia dehematíes humanos frescos. La eritroprecipita-ción, de Klein, que utilizó el suero de animalespreviamente tratados con inyecciones de hematí-es de diferentes especies para obtener precipita-ciones con soluciones hemáticas procedentes deanimales de la misma especie que los utilizadosen las inyecciones preparantes. La desviación delcomplemento, propugnada por Nisser y Sachs,quienes a principio de siglo aplicaron a laMedicina Legal los interesantes descubrimientosy trabajos de Metchnicoff, Bordet, Erlich,Gengou y tantos otros. No se emplea en la actua-lidad. Y, finalmente, la anafilaxia, cuyas aplica-ciones médicolegales en la identificación de lasangre se han reducido extraordinariamente. Noobstante, algunos autores aconsejan utilizarla,juntamente con la de Uhlenhuth -que describi-mos a continuación-, para recíproco control. Nola consideramos necesaria, ya que la reacción deprecipitación de Uhlenhuth llena cumplidamentelas necesidades médicolegales.

Mas todos los procedimientos indicados fue-ron abandonándose para utilizar en la investiga-ción médicolegal únicamente la llamada reacciónde Uhlenhuth, que es la hemos empleado en elanálisis de las manchas sanguíneas localizadas enel autocar número 17.

Esta reacción se funda en el hecho de que unanimal preparado previamente mediante inyec-ciones de suero o sangre de otro animal de dis-tinta especie, adquiere en su medio interno pro-piedades en virtud de las cuales el suero de lasangre del primero produce una precipitaciónvisible al ponerse en contacto con el suero de ani-males de la misma especie que el utilizado parala preparación. Es de advertir que este diagnósti-co de especie sólo puede mantenerse en tanto seconsidere que la precipitación positiva única-mente implica la existencia de una albúmina delanimal preparante o de otro de la misma especie,sin que sea capaz de decidir la variedad de estaalbúmina. De ahí la necesidad del previo diag-nóstico genérico.

Una gran ventaja de esta prueba es su gransensibilidad, pudiendo hacerse con concentracio-nes sanguíneas al 1 por 25.000; lo que, práctica-mente, llena las necesidades de la investigaciónmédicolegal.

Valorado previamente el poder precipitante

de los antisueros específicos que conservamos enel laboratorio (antisueros humanos, de carnero ycaballo), controlados con los correspondientestestigos y pruebas en blanco, comprobamos laperfecta actividad y especificidad.

Véase la prueba de titulación (Cuadro 1).

Comprobada la actividad y especificidad enlos sueros y obtenidos extractos de cada una delas manchas sospechosas, extractos completa-mente transparentes y de una dilución aproxima-da al 1/0/0, se emprendieron acto seguido laspruebas de precipitación, estableciéndose unaserie de 10 tubos para cada muestra de sangresospechosa.

- El tubo número 1 lleva 1 cc del extracto sospechoso y en elfondo 1 cc de antisuero humano.- El núm. 2: 1 cc del mismo extracto con 1 cc de antisuero decarnero.- El núm. 3: 1 cc del mismo extracto con 1 cc de antisuero decaballo.- El núm. 4: 1 cc del mismo extracto con 0,1 cc de suero deconejo normal.- El núm. 5: 1 cc de extracto humano con 0,1 cc de antisuerohumano.- El núm. 6: 1 cc del mismo extracto del núm. 5 con 0,1 cc deantisuero de carnero.- El núm. 7: 1 cc del mismo extracto de los tubos anteriores con0,1 cc de antisuero de caballo.- El núm. 8: 1 cc del mismo extracto de los tubos anteriores con0,1 cc de suero de conejo normal.- El núm. 9: 1 cc del extracto de raspaduras de latón segura-mente no manchado, con antisuero humano.- El núm. 10: 1 cc del mismo extracto que el tubo núm. 9 con0,1 cc de antisuero de carnero.- El núm. 11: 1 cc del mismo extracto de los dos tubos anterio-res con 0,1 cc de antisuero de caballo.- El núm. 12: 1 cc del mismo extracto que los tres tubos ante-riores con 0,1 cc de suero de conejo normal.- El núm. 13: 1 cc de solución fisiológica con 0,1 cc de antisue-ro de carnero.- El núm. 14: 1 cc de solución fisiológica con 0,1 cc de suero decarnero.- El núm. 15: 1 cc de solución fisiológica con 0,1 cc de antisue-ro de caballo.- El núm. 16: 1 cc de solución fisiológica con 0,1 cc de suero deconejo normal.

Aznar B / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83):5-26. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

Suerohumano,por tubo.

Conc

1 X 1001 X 10001 X 20001 X 50001 X 100001 X 20000

Sueroanticaballo0,1 cc/tubo

Resultado

00000

Sueroanticarnero0,1 cc/tubo

Resultado

00000

Sueroantihumano0,1 cc/tubo

Resultado

Pr.Pr.Pr.Pr.Pr.Pr.

Cuadro 1. Titulación de los antisueros. Pr = pre-

7El estudio Médico Legal por la muerte ... (finaliza-

Los tres primero tubos son en los que ha deverificarse la posible reacción positiva delextracto problema con los antisueros empleados.El resto de los tubos del 4 al 16 constituye la serietestigo; para el correcto funcionamiento de lamisma se exige, a priori, que no haya precipita-ción más que en el tubo nº 5.

Con un perfecto funcionamiento de la serietestigo y un claro anillo de precipitación en el nº5, se encuentra que en el tubo nº 1 se ha produci-do otro anillo de precipitación igualmente claro.

Como el extracto obtenido con las manchasrecogidas en el departamento central, después deconvenientemente diluido, era suficiente, proce-dimos a realizar en éste las pruebas de precipita-ción con la misma disposición de la reacción quela anteriormente indicada para las manchasencontradas en el departamento delantero.

En las muestras recogidas en el estribo se pra-ticaron asimismo las reacciones de precipitación;pero, dada la pequeña cantidad de extracto obte-nido, se suprimieron los tubos nº 2, 3 y 4, con-servando el resto de la serie testigo, que, como enlos casos anteriores, funcionó correctamente,habiéndose obtenido un claro anillo de precipita-ción en el tubo nº 1.

Podemos, pues, afirmar que las manchas desangre de la camioneta número 17 eran de sangrehumana.

Véase en el cuadro número 2 la disposición

de la prueba de precipitación de una de las mues-tras de sangre (la del departamento delantero delautocar).c) Diagnóstico de grupo o grupos a que pertene-cen las manchas de sangre. Demostrada la natu-raleza humana de la sangre identificada en lacamioneta número 17, era necesario, a los finesde la individualización, el diagnóstico de gruposerológico.

El diagnóstico individual de las manchas desangre ha constituido siempre uno de los proble-mas más sugestivos y de más interés en la inves-tigación criminal.

Circunstancialmente pueden existir en la san-gre modificaciones serológicas, alteracionescuantitativas o morfológicas de las células hemá-ticas u otras modificaciones químico-físicas dellíquido sanguíneo, o elementos extraños, parási-tos, etc., que en determinadas circunstanciaspodrían ser utilizados como elemento individua-lizador de una muestra de sangre. Mas estas alte-raciones eventuales, transitorias, son de muypoca utilidad en la investigación médico-policial,ya que prácticamente son muy difíciles de inves-tigar sobre las manchas, forma habitual en que senos presenta la sangre en la identificaciónMédico Forense.

Otras diferencias individuales de orden fisio-lógico, ligadas a la constitución orgánica delsujeto, que indudablemente existen, no es posible

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Nº delos tubos

Extractosospechoso

Antisuerohumano

Antisuerocarnero

Antisuerocaballo

Suero deconejo normal

Extractode sangrehumana

Raspadurasde latón nomanchado

Soluciónfisiológica

Resultado

Cuadro 2. Reacción de precipitación en manchas del departamento delantero. Pr.= precipitación y 0 =ausencia de precipitación.

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evidenciarlas, dado el estado actual de las técni-cas bioquímicas, en forma tal que pudieran serutilizadas para nuestros fines. Solamente losmodernos estudios sobre las propiedades seroló-gicas han enriquecido las técnicas de la hemato-logía forense hasta el punto de permitir identifi-caciones de grupo.

Los problemas de la identificación de la san-gre que la histología y la química no han podidoresolver fueron solucionados en parte por la sero-logía, y no solamente las cuestiones relativas a ladeterminación de la especie zoológica, sino tam-bién las que atañen al trascendental problema dela individualización.

Con el descubrimiento de Bordet, en 1895, delas propiedades aglutinantes del suero sobrehematíes de animales de otra especie -heteroa-glutinación-, se inicia la era de trabajos que cul-mina con los de Landsteiner, quien demuestraque los glóbulos rojos de una determinada espe-cie pueden ser aglutinados por suero de ciertosindividuos de esta misma especie -isoaglutina-ción-; demuestra asimismo el carácter fisiológicodel fenómeno.

Los numerosos y recientes trabajos que sobrelas propiedades grupoespecíficas se han hecho yconstantemente se hacen en todas las partes delmundo, han llevado la teoría de la individualidadde la sangre a la más amplia de la individualidadcelular. Las propiedades grupoespecíficas noquedan limitadas a la sangre; en todos los humo-res y células del organismo, fijas o móviles, sehan descubierto propiedades grupoespecíficas,ya casi tan perfectamente estudiadas como las dela sangre, especialmente en aquellas células yhumores en que las necesidades forenses plante-an el problema de la individualización; tal ocurrecon el esperma, la saliva, etc. Landsteinr, Leviney Yamakami, en 1926, demostraron la presenciade sustancias grupoespecificas en el espermahumano, como anteriormente habían demostradoHapp en la leche y Weilly y Wall en diversoslíquidos orgánicos.

Actualmente se admite la presencia de estassustancias en la mayor parte de las células yhumores normales o patológicos del organismo,aun cuando no de manera constante y en propor-ciones extraordinariamente variables.

Son, pues, los caracteres serológicos, las pro-piedades isoaglutinantes de la sangre normal,caracteres constitucionales y hereditarios, los que

resuelven en gran parte el arduo problema deldiagnóstico individual de las manchas sanguíne-as. Estas propiedades isoaglutinantes son debidasa la existencia en el suero de una sustancia (anti-cuerpo) denominada aglutinina, y de un elemen-to del hematíe denominado aglutinógeno. Amboselementos, aglutinina y aglutinógeno, se ajustanentre sí específicamente.

Con arreglo a la distribución en los glóbulosy en el suero de ambos elementos, se clasificanactualmente las sangres en cuatro grupos funda-mentales. Existen en el suero humano dos tiposde aglutininas, alfa y beta, que pueden faltar oexistir aislada o conjuntamente.

A cada tipo de aglutinina corresponde especí-ficamente un determinado tipo de aglutinógenodenominados A y B, que de igual manera que lasaglutininas, pueden faltar o existir aislada o con-juntamente. Hay, pues, individuos cuyos hematí-es no poseen aglutinógenos A y B, otros cuyosglóbulos rojos tienen el factor aglutinógeno A,otros el B y otros, en fin, cuyos hematíes contie-nen ambos factores.

Esta hipótesis permite dividir la sangre encuatro grupos universalmente admitidos y cuyadenominación es la del aglutinógeno de sushematíes, con la siguiente distribución en elsuero y hematíes de los citados factores:

Posteriores investigaciones demostraron quelos aglutinógenos A y B no son los únicos queexisten en la sangre; así, pues, del grupo A exis-ten dos variedades denominadas A1 A2 (Nota delautor: reciéntemente se han descrito más, hastaA5). Igualmente, del grupo B se descubrieronvarios subgrupos: B1 B2.

Independientemente de los factores A y B yde las variedades A1 y A2, B1 y B2 de los gruposA y B, se han identificado otros dos denominadosM y N. Estos dos factores, de igual manera quelos A y B, pueden existir independientes o juntosen los glóbulos rojos; mas a diferencia de lostipos clásicos, no faltan en ninguna sangre, coe-xistiendo con cualquiera de los cuatro gruposfundamentales anteriormente señalados. Caben

AAABO

AAABO

No tiene

Grupo Aglutinógeno Aglutinina

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así las combinaciones siguientes:AM AN AMNBM BN BMNAMB ABN ABMNOM ON OMN

Es de advertir que el suero humano no con-tiene corrientemente aglutininas anti-M y anti-N,siendo preciso, para efectuar la determinación deestos grupos, obtenerlas mediante inmunizacio-nes de conejos con glóbulos M o N.

Otros factores aglutinógenos -Rh, P-G-Q.etc.-, últimamente descubiertos, todavía no estánperfectamente estudiados en cuanto a su identifi-cación sobre manchas y no han salido de loslaboratorios de investigación. No es, pues,correcto aplicarlos a la investigación criminal.

Vemos, pues, que si bien en el momentoactual no podemos hacer un diagnóstico de grupoque en muchas ocasiones, y habida cuenta de lascircunstancias del caso, puede ser suficiente a losfines de la investigación Médico Forense.

La técnica para la identificación de gruposvaría según las condiciones en que se encuentrenlas manchas. Por circunstancias que no es delcaso explicar detalladamente, elegimos para laidentificación de grupos en las manchas del auto-car número 17 la de la adsorción, cuyo poderaglutinante se ha titulado previamente, se poneen contacto con una muestra de sangre descono-cida; al cabo de cierto tiempo se encuentra en unanueva titulación con hematíes conocidos, que elsuero ha sufrido una pérdida de su capacidad deaglutinación y precisamente las aglutininas per-didas son las correspondientes al aglutinógenoque las fijó, con lo cual queda diagnosticada lanaturaleza del aglutinógeno y, por tanto, la mues-tra de sangre.

Así, en posesión de dos muestras de sangre,una del grupo A y otra del grupo B, procedimos ala investigación de las manchas-problema. Basta,en efecto, con estos dos grupos para hacer eldiagnóstico de los cuatro, porque si una sangrefija las aglutininas del suero B sin fijar las del A,pertenecerá al grupo A; si fija las del suero A sinfijar las del B, será del grupo B; si fija las agluti-ninas de los dos sueros será del grupo A B, y sino fija las aglutininas de los sueros será del grupoO.

Una vez en poder de los dos grupos de sangreanteriormente citados, se ha procedido a la titula-

ción de los sueros.Se dispuso para ello una serie de seis tubos

con 0,5 cc de suero Aa diluciones progresivas del1 por 10, 1 por 20, 1 por 40, 1 por 80, 1 por 160y 1 por 320, y otra serie igual con 0,5 cc de sueroB a las mismas diluciones. Cada una de estas dosseries se completa con dos tubos testigos, unocon 0,5 cc de una dilución al 1 por 10 de suerodel mismo grupo que los hematíes que se agregany otro con 0,5 cc de solución fisiológica. A cadatubo de la serie A se agrega una gota de hematíesB al 5 por 100, y a los de la serie B, una gota dehematíes Aa la misma concentración. Hecha lalectura a las dos horas, se observa que el suero Aha aglutinado a los hematíes B hasta el 1 por 20y en suero B la aglutinación de los hematíes Allegaba hasta el 1 por 40.

A continuación el extracto de cada una de lasmanchas-problema se divide en dos partes igua-les, que se colocan en tubos, a cada uno de loscuales se agrega 1,5 cc de solución fisiológica. Alcabo de unos minutos de maceración se añade alprimer tubo 1,5 cc de suero A al 1 por 5, y alsegundo una cantidad igual de suero B a lamisma concentración; de esta forma queda cadaextracto sanguíneo en contacto con 3 cc de sueroA o B al 1 por 10. Después de cuatro horas, tiem-po que consideramos suficiente para que la fija-ción de las aglutininas tenga lugar, se centrifuganenérgicamente los tubos y del líquido transparen-te sobrenadante se toma 1 cc, con el que se hacenpara cada suero nuevas series de diluciones.Estas se realizan siguiendo la misma técnica quepara la titulación de aglutininas y estableciendotambién para cada suero las mismas diluciones al1 por 10, 20, 40, 80, 160 y 320 con 0,5 cc devolumen de líquido. A cada tubo de suero A seañade una gota de hematíes Aa igual concentra-ción. A las dos horas se hace la lectura de estanueva titulación y se observa la desaparicióncompleta de aglutininas de las dos series; la san-gre pertenece, pues; al grupo A B.

Véase en los cuadros 3 y 4 la disposición deuna de las pruebas de titulación de los sueros y defijación de aglutininas.

En la misma forma se ha hecho la determina-ción de los factores M N, previa obtención deaglutininas anti-M y anti-N en conejos con gló-bulos M y N. Hemos utilizado con este fin san-gres del grupo O M y O N, que después de variaspesquisas nos fue fácil obtener. Aun cuando,

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como ya hemos dicho, los factores M o N existenen todas las sangres, utilizamos precisamente lasmuestras O M y O N para evitar la formación deaglutininas anti-A o anti-B que habría sido nece-sario eliminar por adsorción, lo que naturalmentealarga y complica la técnica.

Dispuesta la reacción en forma semejante a laanteriormente descrita, con ligeras variantes dedetalles técnicos que no es del caso explicar,observamos la desaparición total de las aglutini-nas de ambos antisueros M N. La sangre es, pues,del grupo A B M N.

d) Grupo serológico de la víctima. Ya indicamosen páginas anteriores que, como consecuencia delas investigaciones practicadas en el autocarnúmero 17, me trasladé al cementerio del Estecon el fin de recoger sangre y pelos del cadáverpara, en caso necesario, proceder a los pertinen-tes análisis comparativos con los realizados enlas huellas e indicios descubiertos en el autocar;y así, en efecto ante los resultados obtenidos,consideramos como necesario complemento delos mismos la determinación del grupo serológi-co de la víctima.

El procedimiento seguido fue, con ligerasvariantes de la técnica que la abundancia dematerial recogido nos permitió, el mismo indica-do ya para las manchas del autocar.

e) Fecha de las manchas. Es evidente que un fac-

tor de sumo interés en hematología forense quees preciso determinar en la mayor parte las inves-tigaciones judiciales, es la fecha de las manchas.Y aun cuando es problema que el estado actual denuestras técnicas no permite resolver con mate-mática exactitud, sí es factible un estudio crono-lógico lo suficientemente aproximado para serútil a los fines periciales: la coloración de lasmanchas, la solubilidad y las transformacioneshemoglobínicas. La coloración rojo-oscura de lasmanchas y salpicaduras encontradas en el autocarnúmero 17 es la correspondiente a las manchasde sangre recientemente desecadas, de menos decincuenta a sesenta horas. Igualmente la fácilsolubilidad de las mismas -ya que no ha sido pre-ciso recurrir a los especiales disolventes hemáti-cos, ni aun a los débiles- nos muestra claramenteel corto espacio de tiempo transcurrido entre laproducción de las manchas y la investigaciónmédicolegal.

Y finalmente, como ya hemos señalado alprincipio, la investigación microespectroscópica,realizada en tubos capilares, de los extractos demanchas, nos mostró que el elemento colorantede la sangre -hemoglobina- no había sufridotransformación alguna, ya que se identifican lasdos bandas (589-577 - 556-536 típicas de laoxihemoglobina).

Por todo lo cual deducimos que, teniendo encuenta las condiciones ambientales de las man-chas, éstas eran recientes.

Hematíesal

Suero A diluído al Suero B diluído

al 10

-

Suero A

-

Soluciónfisiológica

-Soluciónfisiológica

-

10

+

+

5%

B

A

20

+

+

40

-

-

80

-

-

160

-

-

320

-

-

Suero B

Cuadro 3. Titulacióndel suero A y B.

Muestraexaminada.

Departamentoanterior de lacamioneta 17

Tipo del suero

A

B

Tipo de loshematíes

BO

AO

Diagnóstico

Grupo AB

Título de laaglutinaciónantes de laabsorción

20

40

Título de la aglutinacióndespués de la absorción10

-

-

20

-

-

40

-

-

80

-

-

160

-

-

320

-

-

Cuadro 4. Fijación deaglutininas (- = ausen-cia de aglutinación).

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Los pelos: El pelo como indicio del delito.Elpelo, esa producción epidérmica, filiforme, flexi-ble y elástica es, sin duda alguna, uno de los ele-mentos anatómicos que más y mejor se ha estu-diado, toda vez que su examen no se ha limitadoa un estrecho criterio morfológico y micrográfi-co, sino también al más amplio antropológico yétnico. Es de todos conocido el papel que hadesempeñado el cabello en la clasificación de lasrazas, subrazas y razas mixtas, debido a las gran-des diferencias que en su color, morfología,dimensiones, topografía, etc., tiene en los dife-rentes pueblos. Por otra parte, el pelo posee unvalor identificativo y reconstructivo de primerorden en la investigación criminal, ya que seencuentra con harta frecuencia, junto con otrosindicios, como huella casi constante en los deli-tos contra las personas.

Como es sabido, el pelo no sólo presenta dife-rencias raciales, macroscópicas y micrográficas,sino también sexuales y anatomo-topográficas; laedad establece asimismo notables diferenciascromáticas, morfológicas y métricas, y las carac-terísticas individuales, dentro del mismo tipoétnico, son sumamente variables: de ahí su granvalor identificativo. Unase a esto la facilidad conque a la menor violencia son desprendidos dellugar de implantación, el pequeño esfuerzo detracción que es necesario para vencer su límite deelasticidad y producir la consiguiente rotura, ade-más del desprendimiento espontáneo de pelos ycabellos que continuamente tiene lugar en todaslas edades. Y para que nada falte, la especialestructura de las células cuticulares que cubren eltallo piloso en toda su extensión, es causa de esegran poder adherente del pelo a las ropas y obje-tos, sobre todo si no están pulimentados; e inver-samente, por la misma y otras causas, el pelo esun magnífico depósito de elementos extrañosque, como ya afirmamos en otras ocasiones, pue-den tener más valor policial que el mismo pelo.Por último, su característica traumatología y sustípicas alteraciones patológicas, así como suextraordinaria resistencia a la putrefacción soncualidades de sumo interés médicolegal.

Como dice mi ilustre amigo el profesorCastellanos, de La Habana; "es cada vez másimperioso buscar en lo pequeño e invisible elindicio que comprueba el crimen e identifica a suautor. Tengamos presente que las impresionesdigitales no pueden resolvernos todos los proble-

mas en la práctica policial". Y así es, en efecto: lalucha contra el crimen no puede ser decisiva yeficaz con una sola arma; no esperemos quesiempre brote la luz de la autopsia o de las hue-llas dactilares. Y una de las armas que, a mi jui-cio, no debe olvidarse jamás es el estudio médi-colegal del pelo, ya que, como hemos comproba-do repetidamente, con muy raras excepciones, entodos los delitos, desde el robo al asesinato,desde el crimen político al atentado sexual yhasta en los accidentes callejeros, el hallazgo depelos y su estudio científico resuelve de planomúltiples problemas.

El estudio del pelo en las actuaciones policia-les o Médico Forenses, ya sea localizado en ellugar del suceso, ya en el presunto agresor, o enla víctima, o en prendas u objetos más o menosdirectamente relacionados con el hecho, entrañados series de problemas completamente distintos,aunque íntimamente entrelazados: de una partelos de orden identificativo; de otra, los no menosimportantes que atañen a la reconstitución de loshechos.

Así, pues, no hemos de mirar el pelo como unsimple elemento susceptible de ser analizado confines identificativos, con ser éstos muy importan-tes y a veces decisivos para nuestra finalidadpericial; el pelo en la investigación criminal esalgo más que un factor histológico o anatómico;es un indicio, es una huella del crimen, y comotal debe estudiarse también para la reconstituciónde los hechos. De la misma manera que las man-chas de sangre u otras huellas requieren necesa-riamente, en todos los casos, un estudio topográ-fico y organoléptico antes de proceder a su análi-sis específico, el pelo encontrado en las ropas oen la mano de la víctima, en el lugar del suceso,en el arma homicida, etc., requiere siempre, sinexcepción, un estudio de su topografía, disposi-ción, forma y ambiente en que se encuentra, cir-cunstancias que, hábilmente estudiadas, inclusopueden hacer innecesarias otras investigacionestécnicas.

Muchas veces los datos recogidos en el estu-dio de lo que denominamos ambiente del peloson necesarios complemento de los obtenidos enel laboratorio. Así ha sucedido en el históricocaso que estudiamos, como veremos, más ade-lante, en las consideraciones médicolegales.

Los problemas identificativos que en nuestraopinión puede resolver un completo estudio

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médicolegal del pelo, independientemente de losreferentes a la reconstitución de los hechos quepor su naturaleza no cabe especificar, ya que sonabsolutamente distintos en cada caso, son lossiguientes:1º. Diagnóstico genérico. Es indudable que el pri-mero y fundamental problema identificativo anteelementos filamentosos encontrados en nuestrasinvestigaciones periciales es el que atañe a supropia naturaleza, ya que son múltiples los cuer-pos filiformes que pueden presentarse a confu-sión, tales como fibras de origen vegetal o decualquier otra naturaleza, pelos procedentes deplantas pilíferas, etc.2º. Diagnóstico de especie. Resuelto el problemade la identificación genérica, si se trata de pelossurge automáticamente el problema del diagnós-tico de especie zoológica. Es ésta, asimismo,cuestión básica de la peritación, ya que en múlti-ples ocasiones interesa a los fines judiciales, aunno tratándose de pelos humanos, precisar la espe-cie zoológica a que pertenecen (casos nuestros).

En el caso de que se trate de pelos humanos,son múltiples las cuestiones que plantea la prác-tica forense. A continuación exponemos, siguien-do un orden técnico analítico, no de importanciadel problema, ya que ésta la da las circunstanciasdel caso, las cuestiones que frecuentemente hubi-mos de resolver en nuestras investigaciones peri-ciales:a) Diagnóstico anatomotopográfico, es decir,determinación de la región anatómica a que per-tenece el pelo.b) Determinación del sexo.c) Determinación de la edad.d) Determinación de la raza.e) Diagnóstico individual.

Aparte de estos problemas genuinamenteidentificativos, tenemos los que a continuaciónseñalamos, en parte identificativos, pero que muyfrecuentemente tienen un más amplio valorforense para la reconstitución de los hechos:f) Los pelos hallados, ¿cayeron espontáneamen-te, fueron arrancados o cortados y por qué pro-cedimiento?g) ¿En qué momento fueron desprendidos lospelos? ¿Antes o después de la muerte?.h) ¿Es posible determinar la fecha de la muertepor el examen del pelo?.

Es preciso subrayar que, al contrario de lo queocurre con otros problemas técnicos de la inves-

tigación criminal, en el examen médico-forensedel pelo no contamos con datos de absoluta cer-teza para resolver todos los problemas anterior-mente enumerados, ya que la mayoría de aqué-llos sólo tienen la categoría de probables si seestudian aisladamente, pero de un gran valoridentificativo cuando se reúnen varios signoscoincidentes. Téngase presente que de la mismamanera que por un solo sistema no se establece,por regla general, el diagnóstico de una enferme-dad, sino por un conjunto de datos que integran elcuadro clínico, en el estudio médico-forense delpelo es preciso, para llegar a una conclusión uti-lizable a los fines periciales, reunir y valorardebidamente una serie de signos de diverso valorprobatorio, que aisladamente pueden ser de esca-so interés, pero que reunidos, y habida cuenta delas circunstancias del caso, son decisivos pararesolver el problema pericial planteado. Así, porejemplo, un diámetro total máximo de 140micras en un fragmento de pelo es de escasovalor identificativo; pero este mismo dato en unaserie de pelos (cuatro o cinco) y de una longitudsuperior a cinco centímetros, con punta y raíz esun signo de valor decisivo para resolver los pro-blemas de la edad, el sexo, la topografía del pelo,etc. Y así podríamos seguir los ejemplos, eninterminables lista.

Por esta razón, en lo que a la investigación depelos ser refiere y aun cuando se trata de resolveruno solo de los problemas anteriormente señala-dos, debe hacerse el estudio completo; no con-formarse con un solo dato o una serie de datos,sino que, en mi opinión, debe seguirse íntegra-mente la marcha analítica que en otra ocasiónpropugnamos, ya que de todas sus fases surgendatos aplicables a la resolución de todos los pro-blemas, como ya hemos tenido ocasión dedemostrar en nuestros trabajos.

Aun cuando líneas arriba hemos expuesto enforma ordenada y sistematizada los problemasmédico-legales que con más frecuencia plantea elhallazgo de pelos en las investigaciones crimina-lísticas, no quiere decir que surjan así o venganen esa forma expuestos los cuestionarios judicia-les o policiales, pues no siempre interesa la reso-lución de todas las citadas cuestiones, toda vezque ello depende de las circunstancias del hecho.Mas hemos de señalar que en la práctica rara vezpodemos prescindir de un completo análisis, auncuando sea uno solo el problema planteado, pues,

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como ya hemos apuntado, en todas las fases de lamarcha analítica se obtienen datos utilizablespara la resolución de un determinado problema.Es más: en algunos, como el del diagnóstico indi-vidual, tan frecuentemente planteado como pro-blema único en la investigación criminal, serequiere la previa determinación de especie,región anatómica, sexo y edad, amén de otrosdatos que eventualmente puedan traer aparejadaslas circunstancias del caso, aun cuando ningunade estas cuestiones vengan expresadas en la peti-ción judicial, o de la Policía.

En el caso del autocar número 17 considera-mos como cuestiones básicas para nuestro estu-dio, resolver, de una parte, el problema de la indi-vidualización de los cinco pelos encontrados enaquél; es decir, establecer o no la identidad conlos pelos testigo recogidos en la víctima; y deotra parte, determinar si los citados pelos cayeronespontáneamente en el lugar del hallazgo o fue-ron arrancados violentamente. El problema de laindividualización lleva en sí como cuestión pre-via la solución de los primeramente señalados enlos apartados a) b) c) y d). Por consiguiente, des-pués de anotar los caracteres macroscópicos,especialmente color y longitud, procedimos alestudio micrográfico y micrométrico, al objeto deresolver los problemas identificativos plantea-dos.

He aquí la pauta analítica que hemos seguidoen el estudio micrográfico:a) Investigación e identificación de posibles ele-mentos extraños adheridos al pelo. Este examenmicrográfico preliminar, antes de proceder a lalimpieza y desengrasado del pelo para el estudiohistológico y micrométrico, lo consideramos fun-damental, ya que frecuentemente permite descu-brir, como en el caso de autos, algún elementoextraño que puede tener interés identificativo ocomo factor reconstructor de los hechos.

En todas las preparaciones obtenidas con lospelos recogidos en el autocar número 17 compro-bamos la existencia de sangre; las microfotogra-fías de las figuras ilustraciones 19 y 20 muestrandos de las cinco preparaciones.

b) Examen micrográfico del tallo piloso. Tienepor objeto este análisis el estudio de los tres ele-mentos constitutivos del tallo piloso: cutícula,capa cortical y médula. Es fundamental su estu-

dio, ya que de él se deducen datos para el diag-nóstico genérico y específico por lo que respectaa la cutícula y a la médula, y para la determina-ción de la edad e individualización en lo queatañe a la capa cortical.

Tanto los caracteres de las células cuticularescomo los de las que constituyen el canal medular,son típicamente humanos (ilustraciones 21, 22 y

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Ilustración 19. Pelo con partículas hemáticasadheridas a la cutícula, localizado en el departa-mento delantero a).

Ilustración 20. Pelo hallado en el departamentocentral b), manchado con sangre coagulada “insitu”. La extremidad inferior aparece rota portracción.

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23).c) Examen micrométrico (ilustraciones 21, 22 y23). Es fundamental en el estudio médico-legaldel pelo. El diámetro total máximo del tallo pilo-so y el índice medular -relación entre el diámetrototal máximo y el de la médula- proporcionandatos indispensables para resolver las cuestionesrelativas a la edad (diámetro total máximo), a la

región anatómica de que procede el pelo (diáme-tro total máximo e índice medular), al sexo (diá-metro total e índice medular) y a la individuali-zación (media del diámetro total máximo).

Así, después de minuciosa limpieza y desen-grasado de los pelos en carbonato potásico, alco-hol-éter y xilol, procedimos a su estudio micro-métrico, para el que utilizamos un micrómetroocular de hilo móvil en ocular Ramsden, de lentesuperior enfocable. Los resultados obtenidos sonlos siguientes (cifras medias):

Deducimos de estos datos micrométricos quese trata de cabellos masculinos de adulto.

d) Examen de los extremos libres del pelo. Esasimismo de sumo interés médico-forense, yaque no sólo nos indica si el pelo fue cortado, rotoo arrancado, sino que en determinados casos pro-porciona datos para otros problemas diagnósticosque no hemos de detallar aquí (sexo, región ana-tómica, etc.).

Los cinco pelos examinados recogidos en elautocar número 17 fueron arrancados violenta-mente, ya que no sólo así lo demuestra el típico

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Ilustración 21. Examen micrométrico e histológi-co del tallo de los pelos hallados en el departa-mento central b). Zona con médula.

Ilustración 22. Examen micrométrico e histológi-co del tallo de los pelos hallados en el departa-mento central a). Zona con médula.

Ilustración 23. Rotura del tallo piloso, sin totalseparación de fragmentos, observada en uno delos pelos hallados en el departamento central b)del autocar número 17.

D.T.M.

I.M.

110,00 µ

000,22 µ

=

=

15El estudio Médico Legal por la muerte ... (finalización)

aspecto de la extremidad correspondiente a laraíz (ilustración 20), sino que las roturas que seaprecian a lo largo del tallo piloso lo compruebanclaramente (ilustración 23).

Afirmamos, pues, que los pelos hallados en elautocar número 17 no cayeron espontáneamente,sino que fueron violentamente arrancados.Asimismo podemos establecer la identidad decaracteres macroscópicos, micrográficos ymicrométricos entre los pelos y los cabellos testi-go recogidos a la víctima.

El examen micrográfico y microquímico de lasheridas que presentaba el cadáver del Sr.Calvo Sotelo. Los estigmas del disparo. Yaseñalamos en el lugar correspondiente que loscaracteres morfológicos de las heridas de la nucaen el cadáver del señor Calvo Sotelo eran los quegeneralmente se observan en los orificios deentrada de proyectil por disparo de arma de fuegoa muy corta distancia, y el que se apreciaba en elángulo externo de la órbita izquierda tenía típicoscaracteres de un orificio de salida; mas estosdatos, que esperábamos confirmar plenamente enla autopsia, era preciso comprobarlos lo másrápidamente -a ser posible, antes de practicaraquella diligencia-, por cuanto la reconstitucióndel hecho, especialmente de las circunstanciasdinámicas de las lesiones y la identificación delagente lesivo, ofrecería datos útiles para la inves-tigación policial y judicial de las primeras horas,antes de la autopsia. Urgían, en definitiva, laspruebas técnicas que corroboraran, sin lugar adudas, el juicio de impresión, de probabilidad,que el examen preliminar externo del cadávernos había permitido formular respecto a la natu-raleza de las lesiones.

En las heridas por disparo de arma de fuegono siempre es fácil establecer las diferenciasentre los orificios de entrada y los de salida, yaque en múltiples casos, sobre todo en disparos delarga distancia, con determinadas armas y cargaexplosiva, no suele haber diferencias aparentes;hácese preciso entonces recurrir al examenmicrográfico y microquímico de la herida y delos elementos extraños que eventualmente pre-sente, para establecer una diferenciación. Mascuando en los extremos del trayecto de un pro-yectil uno de los orificios presenta mayoresdimensiones, es irregular, con bordes hacia fueray sin cinta contusivo-erosiva, puede suponerse

que se trata de un orificio de salida, ya que sóloexcepcionalmente puede presentar estos caracte-res un orificio de entrada, y cuando los presenta,no suelen faltar los estigmas de combustión de lapólvora. Pero si junto a los caracteres anterior-mente señalados, en uno de los orificios del tra-yecto, el orificio del otro extremo, suponiendo eltrayecto único, presenta los signos típicos quecaracterizan a los orificios de entrada: menoresdimensiones, bordes regulares, anillo contusivo-erosivo, etc., etc., y, sobre todo, los estigmas deldisparo, la identificación no ofrece la menor dudainterpretativa. Mas no siempre ocurre así, y entales casos se precisa un minucioso análisis de losorificios. Es más: aunque los caracteres sean típi-cos, nada debe afirmarse que no haya sido com-probado objetivamente, con pruebas de certeza.Y éste ha sido nuestro caso. Pese al típico aspec-to de las heridas que presentaba el cadáver delseñor Calvo Sotelo, la trascendencia de las afir-maciones que aquéllas nos inducían a formularrequerían una comprobación técnica. Por esodurante la primera inspección del cadáver, reali-zada ya en la tarde del 13 de julio, junto con lasmuestras de sangre y pelos, fueron recogidas par-tículas cutáneas de los bordes de los tres orificios-de los dos, al parecer de entrada y del de salida-, a los fines de comprobar experimentalmente eljuicio de impresión que su examen externo noshabía permitido establecer. Además, era nuestraintención practicar un análisis urgente de los pro-ductos de combustión de la pólvora, si es que talindicio se identificaba en los bordes y proximida-des de las heridas, con el fin de identificar el tipode mezcla explosiva empleada en el arma homi-cida.

Así, pues, el estudio de las heridas que pre-sentaba el señor Calvo sotelo ofrecía distintasfases que someramente vamos a reseñar: a) Elexamen externo durante la primera inspecciónpracticada al cadáver, en la tarde del 13 de julio,y en la que fueron recogidas partículas y trocitosde tejido de los bordes y proximidades de lasheridas para las comprobaciones físico-químicasy micrográficas que estimábamos de urgencia,operación de recogida a la que ya hicimos refe-rencia en páginas anteriores; b) El examen físico-químico y micrográfico, en el laboratorio, deaquellas muestras; c) Las observaciones anatómi-cas de las lesiones internas, que únicamente erafactible realizar durante la diligencia de autopsia,

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y d) Finalmente, la observación micrográfica yfísico-química, en el laboratorio, de la regiónanatómica, previamente disecada, donde asenta-ban los dos orificios que estimábamos de entra-da, con objeto de analizar in situ las característi-cas macro y micrográficas de aquéllos y las par-ticularidades morfológicas y topográficas, cuan-titativas y cualitativas, de los estigmas del dispa-ro, única manera de formular, sobre bases objeti-vas y ciertas, conclusiones en orden a la identifi-cación del agente lesivo, y, sobre todo, a las cir-cunstancias dinámicas de la acción, datos todosimprescindibles para una correcta reconstituciónde los hechos.

Respecto al apartado a) ya hemos señaladolos resultados de la primera observación externade las lesiones y la conclusión provisional que talobservación nos había permitido establecer res-pecto a la naturaleza de las heridas que presenta-ba la cabeza del señor Calvo Sotelo. Igualmentefueron también reseñados los resultados de laautopsia a que se alude en el apartado c). Quedanigualmente por consignar, para el completo estu-dio médico-legal de las heridas, las cuestionesreferentes a los apartados b) y d) acerca de losresultado de las investigaciones físico-química ymicrográfica realizadas en el laboratorio sobrelas partículas de tejidos próximos a los orificios,recogidas durante la primera inspección pericialdel cadáver, investigaciones que fueron practica-das a la media hora de recogidas las muestras, lamisma tarde del 13 de julio; y las realizadas sobreel trozo de tejido disecado de la región anatómi-ca sobre la que asentaban los orificios que pre-sentaban los caracteres de entrada, llevada a cabodos horas después de la autopsia, en la mañanadel día 14. Unas y otras investigaciones nos hanservido para precisar, en los primeros momentos,determinadas circunstancias estáticas y dinámi-cas del disparo, de capital interés para las urgen-tes diligencias policíacas, aparte del valor médi-co-legal para la total reconstitución y conceptua-ción jurídica de los hechos.

Son muchos y muy variados los factores ycircunstancias que influyen en las característicasde las heridas por arma de fuego, unos depen-dientes del arma, del proyectil y de la mezclaexplosiva; otros, de las circunstancias dinámicasque concurren en el momento de producirse elimpacto: velocidad de la bala, distancia del dis-paro, oblicuidad del tiro; no pocos dependen de

las características anatómicas de la región delcuerpo herida, y otros, en fin, de la presencia deropas u otros elementos extraños que puedenalterar, en mayor o menor grado, los caractereslesionales. En consecuencia, no es preciso subra-yar que para reconstituir el conjunto de factores ycircunstancias estáticas y dinámicas que han con-currido en la producción de una determinadaherida por disparo de arma de fuego, es necesarioun minucioso análisis de cuantos signos lesivosprincipales y satélites la integren y de cuantoselementos extraños a la herida propiamente dichase identifiquen en la misma, especialmente losllamados estigmas del disparo.

El orificio de entrada del proyectil en los dis-paros por arma de fuego constituye una herida detan compleja estructura por los múltiples factoresy variadas circunstancias que intervienen en suproducción, por las características dinámicas dela acción lesiva y por los elementos extraños a laherida que en la misma tienen asiento, que suestudio requiere un minucioso proceso de análi-sis si se pretende extraer las deducciones médico-legales, identificativas y reconstructivas, queofrece tan peculiar lesión.

Tratar de exponer en este momento cuantoconcierne al estudio de las heridas causadas porproyectiles disparados por armas de fuego supon-dría adentrarse en el terreno de la balística foren-se y en el de la lesionología, aspectos que no pre-tendo analizar en estos comentarios. Únicamentedeseo apuntar muy esquemáticamente, comocomplemento de estas elementales explicacionessobre la investigación pericial del caso CalvoSotelo, unas nociones acerca de lo que es el estu-dio médico-legal de esta clase de heridas y lasconclusiones que tal estudio nos ha permitidoformular en el caso de autos.

En líneas generales, el estudio de las heridaspor proyectiles de arma de fuego supone el exa-men del orificio de entrada, el trayecto y, even-tualmente, el orificio de salida; aparte, claro es,del estudio pericial del agente vulnerante. Delexamen de estos elementos se deducen infinidadde datos que permiten precisar circunstancias demuy diverso orden identificativo y reconstructi-vo. Cuando en las lesiones, al parecer por dispa-ro de arma de fuego, existen orificios de entraday de salida, es de primordial interés,, como faseprevia de la investigación médico-legal, determi-nar con certeza cuáles son unos y otros. En con-

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secuencia, establecer caracteres diferencialesentre orificios de entrada y de salida es cuestiónclave de peritación. Una vez resuelto este proble-ma previo, es preciso proseguir el análisis de laherida de entrada -aisladamente y en función deltrayecto y del orificio de salida-, por cuanto suscaracteres morfológicos, topográficos y métricos,amén del examen de los elementos extraños quecasi constantemente se identifican en ella, permi-ten reconstituir circunstancias estáticas y dinámi-cas de los elementos lesivos y de la acción vul-nerante, que es preciso conocer para elaborar eljuicio médico-legal, respecto al cómo sucedieronlos hechos en lo que respecta a la producción delas lesiones, juicio que ha de ser base de la apre-ciación jurídica de aquéllos y, en su caso, de lavaloración penal de los mismos.

La forma del orificio está condicionada pormúltiples factores: forma y calibre del proyectil,efectos explosivos del disparo, distancia, oblicui-dad de la acción vulnerante, naturaleza del tejidolesionado y de los tejidos u órganos subyacentes,etc. Asimismo, las dimensiones del orificiodependen no sólo de las del proyectil, sino tam-bién de otros numerosos factores entre los quefiguran, como más importantes, los anteriormen-te enumerados. No es éste el momento para rese-ñar en interminable lista los caracteres morfoló-gicos y métricos en relación con cada una de lascircunstancias citadas; basta lo apuntado paracomprender el complejo proceso analítico que hade desarrollarse en el estudio médico-legal de laslesiones por disparo de arma de fuego. Pero,aparte de estos caracteres morfológicos y métri-cos, presentan los orificios de entrada pequeñossignos lesionales de un destacado interés pericial.Unos constantes, los producidos por la accióncontusiva del proyectil; otros eventuales, comolos ocasionados por los efectos explosivos deldisparo -quemaduras, estallidos- y por los ele-mentos resultantes de la acción explosiva; y,finalmente, otros, no ya como signos lesionales,sino como estigmas del disparo que no son causade lesión, ni siquiera microscópica, sino signosreveladores de la entrada del proyectil, cual sonlas zonas de taraceo, zonas ahumadas, de presen-cia de partículas de grasa, metálicas, etc. Unos yotros estigmas del disparo tienen muy distintovalor pericial, pues mientras cualquiera de ellos,aislados o conjuntamente, identifican el orificiode entrada, no todos determinan distancias y

dirección del tiro. La distancia y la incidencia delproyectil sobre el plano del impacto nos la danlos productos de la explosión -aparte de otros sig-nos lesionales- que salen por la boca del arma. Laidentificación del orificio de entrada, cuando porla excesiva distancia del disparo faltan los estig-mas explosivos, nos la precisa, además de los sig-nos lesionales, los elementos extraños adheridoal proyectil que han quedado detenidos al atrave-sar la piel, cual son las partículas de grasa delcañón, restos de pólvora que existan en aquél,procedentes de disparos anteriores; partículasmetálicas -latón, níquel, plomo- originarias delpropio proyectil, etc., etc.

Tanto entre los signos lesionales como entrelos estigmas del disparo, los hay constantes, quese determinan con mayor o menor claridad en losorificios de entrada, en la piel, y otros que sóloeventualmente se presentan, según las condicio-nes estáticas y dinámicas que concurran en loselementos lesivos y en la acción vulnerante.Unos y otros han de estudiarse con un rigurososcriterio pericial, en sus caracteres morfológicos,topográficos y métricos, absolutos y relativos;estudio que permitirá en gran número de casos,no siempre, reconstituir determinadas fases y cir-cunstancias de la acción lesiva. Por otra parte, elanálisis cualitativo y cuantitativo de aquellos ele-mentos permitirá no sólo corroborar y completarlas fases reconstructivas, sino resolver problemasde orden identificativo de tan decisivo interéspara las indagaciones policíacas.

De los signos lesionales, el anillo o cinta decontusión en el orificio de entrada en la piel es elmás importante. En un principio se creyó produ-cido por la acción térmica del proyectil más quepor la acción contusiva. En realidad es más debi-do a esta última, ya que la temperatura del pro-yectil raramente provoca tal tipo de lesión, aun-que este factor no se descarte en absoluto. En rea-lidad, se trata de una zona erosiva-contusiva, decontusión erosiva, producida por el proyectil algolpear y atravesar la piel. En gran número decasos, la zona erosivo-contusiva está enmascara-da por otros elementos procedentes ya de la heri-da, como la sangre, ya del disparo -grasa, pólvo-ra, combustión, etc.-. En disparos a distanciafuera de la acción de los productos explosivos,aparece con nitidez este signo lesional; pero enmuchos casos se requiere una escrupulosa obser-vación mediante medios ópticos adecuados -

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microscopio binocular, ultropak- que revelen losminúsculos signos erosivo-contusivos, inaprecia-bles a simple vista.

Los caracteres morfológicos, topográficos ymétricos de la zona contusivo-erosiva deben serestudiados con sumo cuidado, ya que tales carac-teres están en gran parte vinculados a la posiciónrelativa de proyectil y plano cutáneo, en elmomento de producirse el impacto. Cuando laposición del eje del proyectil es perpendicular aaquél en el momento del choque, la zona contu-siva tiene forma anular, concéntrica al orificio, yde una anchura sensiblemente igual -de unosmilímetros- en todo el contorno; por el contrario,en los impactos oblicuos, aun cuando se reprodu-ce la forma anular, la cinta erosivo-contusiva esexcéntrica y semilunar, con tantas más diferen-cias entre las zonas ancha y estrecha cuantomayor es la oblicuidad del eje del proyectil sobreel plano cutáneo del impacto. La zona ancha delanillo contusivo indica el ángulo agudo del eje detiro oblicuo sobre la piel.

Por parecido mecanismo al del anillo erosivo-contusivo, se forma otro anillo de los elementosextraños arrastrados por el proyectil y los expul-sados por la boca del cañón; aquéllos, siempreque existan en el proyectil, quedan adheridos a lazona erosiva-contusiva de la piel, cualquiera quesea la distancia es menor que el área de disper-sión de dichos productos. Las dimensiones, mor-fología y disposición topográfica de las huellasprovocadas por los gases y demás productos de laexplosión salidos por la boca del arma guardanestrecha relación con la distancia del disparo,ángulo de tiro, aparte, claro es, de los que la natu-raleza de la mezcla explosiva imprime a aquellascaracterísticas.

En ese examen morfológico, macroscópico,del impacto en la piel, cuando el disparo fuehecho dentro del área de dispersión de los ele-mentos explosivos, se observan con más o menosnitidez varias zonas de interés pericial para laidentificación de la mezcla explosiva y para lareconstitución dinámica del disparo: una zonamás o menos intensamente quemada, por laacción de la llama, no constante, extremadamen-te variable en extensión e intensidad, según ladistancia y la clase de pólvora; una zona de tara-ceo más extensa que la anterior, producida porlos granos de pólvora en combustión o incomple-tamente quemados, también estrechamente rela-

cionada en su forma, extensión e intensidad, conla distancia, oblicuidad del eje de tiro y naturale-za de la mezcla explosiva; y, finalmente, porfuera de las anteriores, una zona ahumada que, aligual que las anteriormente enumeradas, varía enextensión, forma, intensidad y coloración, segúnlas condiciones dinámicas del disparo y la natu-raleza de la pólvora. Esta disposición, escalonadapor zonas, es consecuencia del diferente grado dedispersión y alcance fuera del cañón de cada unode los agentes productores.

No es preciso subrayar que el estudio minu-cioso de todos estos elementos que integran elorificio de entrada es laborioso y complejo; peroentraña tales posibilidades identificativas yreconstructivas, que obligan a no omitirlo, aun enaquellos casos en los que a primera vista apare-cen claras las características del disparo.

En consecuencia, además del examen macroy microscópico de los signos estrictamente lesio-nales, como son los bordes de la herida, zonaserosivas y contusivas, etc., es obligado un análi-sis selectivo de los estigmas del disparo a losfines de precisar cuáles de ellos se identifican enel orificio y en sus proximidades, extensión,forma y disposición topográfica absoluta y relati-va de los mismos, y de cuantos signos puedancontribuir a resolver los problemas identificati-vos y reconstructivos que tales estigmas permitenestudiar.

Examen micrográfico y microquímico de lasheridas del Sr. Calvo Sotelo. Los caracteresmicrográficos de los fragmentos y partículasrecogidos en los bordes y proximidades de lasheridas de la nuca eran los típicos de los estigmasde la explosión de pólvoras piroxiladas. No obs-tante, este dato morfológico fue también objeti-vamente comprobado con el resultado positivode las reacciones microquímicas de las pólvoras-defenilamina, brucina, fenantrosacina, ácidosulfanílico y naftilamina-. Eran, pues, evidente-mente, las heridas de la nuca, dos orificios deentrada de proyectiles disparados por arma defuego con carga piroxilada. Esta fue la primerainvestigación de urgencia sobre las heridas, reali-zada en el laboratorio la misma tarde del 13 dejulio de 1936.

Los exámenes morfológico, topográfico,métrico, micrográfico y microquímico de lasheridas del disparo, realizados después de practi-

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cada la diligencia de autopsia, sobre el trozo depiel de la nuca que fue trasladado al laboratorio,reveló las siguientes especiales características enambos orificios: un anillo erosivo-contusivo, per-fectamente concéntrico al orificio, de una anchu-ra de tres a cinco milímetros -tres en el bordesuperior, cinco en el borde inferior-. sobre estacinta contusiva y por fuera de ella, en una exten-sión de cinco a seis milímetros, se acumulan,superponiéndose -lo que hace superfluo el análi-sis espectral, selectivo, de los radicales metáli-cos-, los estigmas del disparo: zona quemada -con parcial combustión de los pelos-, zona detaraceo, con incrustaciones muy próximas entresí, y todo ello ahumado en una superficie circularque rebasa en cuatro o cinco milímetros la zonade taraceo. Es de señalar que no se observan des-garros ni estallidos en los bordes de la herida, quesuelen apreciarse como consecuencia del embol-samiento de gases cuando la boca del arma estáen contacto con la piel al producirse el disparo.

Los caracteres lesionales de ambos orificiosson los que corresponden a una acción vulneran-te ligeramente oblicua de atrás adelante y deabajo arriba, como ha confirmado la trayectoriapuesta al descubierto en la autopsia del encéfalo.La distribución topográfica de los estigmas deldisparo, acumulados, superpuestos, en unapequeña zona, sensiblemente circular, de unos 15milímetros de diámetro, con abundantes restos decombustión de pólvora y de tejidos en las zonasprofundas del cráter, revela claramente la proxi-midad de la boca del arma homicida. Así, pues,todos estos caracteres -bien ostensibles en lafotografía de la ilustración 6, obtenida directa-mente con un microplanar Zeiss 1: 4,5 F = 7,5cm.- inducen a considerar que en el momento deproducirse el impacto la boca del arma no estabaen contacto con la piel, aunque sí muy próxima,ya que el área de dispersión de los productos decombustión de la pólvora no rebasa en ningunode los diámetros de la zona de huellas los 20 milí-metros. Por otra parte, la intensa acción combus-tiva sobre los tejidos y pelos que circundan el ori-ficio muestra también claramente la proximidadde los disparos. La topografía de estigmas y sig-nos lesionales, ligeramente excéntrica, con dos atres milímetros más de anchura en la zona infe-rior, muestra la oblicuidad del eje del cañón sobrela zona de las heridas.

Por lo expuesto estimamos que, dadas las

características de la mezcla explosiva, la distan-cia entre la boca del arma y la zona herida norebasó, en el momento de producirse los dispa-ros, los dos centímetros de distancia (véanse lasilustraciones 5 y 6).

La semejanza cualitativa y cuantitativa, mor-fológica, topográfica y métrica de todos los ele-mentos integrantes de ambas heridas, obliga aconsiderarlas como producidas por la mismaarma y en idénticas circunstancias de relaciónrecíproca de arma y zona de impacto, lo que a suvez obliga, dada además su localización y zonasvitales heridas, a estimar por fracciones desegundo el intervalo cronológico entre uno y otrodisparo, ya que, como hemos indicado al referir-nos a la autopsia, no concebíamos ni concebimosque personas distintas, con armas distintas, pro-dujeran lesiones con las características expuestas,en una zona tan vital. Es más lógico considerar -el resultado de los exámenes técnicos obliga aello- que ambas heridas fueron producidas por lamisma arma y por la misma mano, con un inter-valo que, repetimos, no rebasó algunas fraccio-nes de segundo.

Por circunstancias que no nos incumbe anali-zar, en gran parte derivadas del espíritu y de laletra de nuestras leyes procesales, el proyectilrecogido en el cadáver, en el lóbulo derecho, nofue sometido a estudio identificativo de laEscuela de Medicina Legal, y desconozco lasuerte que ha corrido el informe, si es que sellegó a emitir.

El análisis selectivo de los estigmas de la pól-vora en la determinación de la distancia deldisparo. Aun cuando en el caso Calvo Sotelo nofue precisa la identificación selectiva, dada laproximidad de los disparos, creo oportuno estemomento para exponer algunos conceptos y citarlos trabajos que a este respecto fueron realizadosen el Escuela de Medicina Legal, con el fin deofrecer al lector una visión panorámica de lasposibilidades técnicas con que cuenta la investi-gación criminal en los problemas relacionadoscon las lesiones provocadas por disparo de armade fuego.

El estudio de los estigmas del disparo, comoel de los indicios anteriormente estudiados -man-chas de sangre y pelos-, tiene dos aspectos com-pletamente distintos, cuya importancia pericialviene condicionada por las circunstancias del

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hecho. De otra, los que se refieren a la reconsti-tución dinámica de la acción lesiva.

La resolución de los primeros es, en muchasocasiones, absolutamente precisa para abordarlos segundos. Es más: debiera hacerse sistemáti-camente el análisis e identificación genérica yespecífica de la huella antes de enjuiciar sobre lacuestión relativa a la reconstitución de loshechos, sobre todo cuando aquéllas asientansobre las ropas. De esta forma se evitarían graveserrores interpretativos, como he tenido ocasiónde comprobar en no pocas ocasiones. Por ejem-plo, caso frecuente, cuando el orificio producidopor el proyectil coincide en el centro de una man-cha, que en un superficial examen pudiera inter-pretarse como producida por los productos decombustión de pólvora.

No puede fiarse a un juicio de impresión, porel simple examen organoléptico -aun cuando loscaracteres sean típicos- la identificación genéricade las huellas de pólvora, máxime cuando tanfácil es provocar una reacción con la brucina, ladifenilamina, el reactivo de Griess-Lunge o cual-quier otro que nos muestre de manera clara, ter-minante y objetiva su presencia. Identificadatambién su naturaleza específica por los procedi-mientos adecuados, que aquí no hemos de estu-diar, interesa practicar sistemáticamente, a losfines de la reconstitución de los hechos, lo quepudiera denominarse "identificación selectiva delos estigmas del disparo".

Los estigmas del disparo, sean producidospor el arma, el proyectil o la pólvora, identificanel orificio de entrada. Los productos de la explo-sión determinan también la distancia y otras cir-cunstancias dinámicas.

En mi opinión, por lo que respecta a este últi-mo aspecto, no se ha precisado exactamente todoel valor pericial que tienen las huellas de los pro-ductos de la explosión, toda vez que no se haceuna discriminación minuciosa de los elementosintegrantes de las mismas. Sabido es que, en tér-minos generales, se establece una fundamentaldiferenciación entre las huellas producidas porpólvoras negras y las ocasionadas por las pólvo-ras piroxiladas. No es nuestra intención estudiaren este momento los caracteres de los estigmasde unas y otras, harto conocidos. Recordaremosúnicamente que muchas veces las quemaduras enlos bordes del orificio de entrada en los disparospróximos son tan extensas que impiden el estudio

morfológico y topográfico de las zonas ahuma-das y de taraceo, de tan alto interés policial,incluso en los disparos realizados dentro del áreade acción de la llama. No obstante, el hecho de laamplia zona de combustión ya es un dato desumo interés, por las lógicas deducciones quepermite formular.

Mucho se ha escrito sobre los caracteres deltaraceo producido por disparos de arma de fuego;muchas han sido las investigaciones experimen-tales que se han realizado para precisar estoscaracteres, con toda clase de armas, cargas y enlas más variadas circunstancias de tiro; perosiempre, en todos esos trabajos, se han estudiadodesde un punto de vista morfológico y cualitati-vo. Se ha precisado la forma, la disposición deltatuaje, según la distancia y la dirección del dis-paro; se han determinado las distancias límite enque, con determinada arma y carga, se produce eltaraceo o huella del disparo. Pero lo que no se hahecho con la misma escrupulosidad es el estudioselectivo del área de acción de cada uno de loselementos constitutivos del tatuaje. A lo sumo sehan precisado las zonas de acción de la llama, delhumo, de las partículas en ignición, de las par-cialmente quemadas, pero no de todos los ele-mentos integrantes del producto de la explosión,los cuales, al proyectarse fuera del ánima delcañón y constituir el taraceo, lo hacen en distin-tas proporciones, dependientes de la distanciaque separa la boca del arma del plano sobre elque se produce el taraceo.

No es necesario encarecer la importancia deeste hecho, ya que de ser posible determinar elalcance y área de acción de cada uno de tales ele-mentos, habríamos aumentado las posibilidades,no sólo identificativas, sino las de averiguar conprecisión las distancias intermedias y máximasdel disparo, que la experiencia nos ha demostra-do son las más difíciles de determinar. Por lo quese refiere a las distancias mínimas, pueden preci-sarse con bastante exactitud, ya que los estigmasprofundos son muy demostrativos, como hemostenido ocasión de comprobar en otro de nuestrostrabajos.

Desde hace varios años emprendimos algunasinvestigaciones experimentales, al mismo tiempoque estudiábamos los casos de nuestra prácticajudicial, encaminadas a puntualizar las técnicasmás adecuadas para la identificación selectiva ypara determinar el área de acción de ciertos ele-

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mentos metálicos de la explosión. Desde luego,el problema, si no muy complejo, sí es de largainvestigación, pues requiere determinar, en pri-mer término, todos los elementos constitutivos delas pólvoras que puedan dar lugar a los estigmasidentificables en el taraceo; en segundo lugar,seleccionar procedimientos lo suficientementesensibles que permitan la identificación específi-ca de cada una de estas sustancias en las exiguasproporciones en que se encuentran sobre las hue-llas del disparo. Por otra parte, se requiere que losmétodos de análisis sean practicables y sus resul-tados ostensibles en presencia de los restanteselementos constitutivos del tatuaje, incluso lasangre, que casi constantemente mancha laszonas próximas a los orificios producidos por elproyectil. Y finalmente, determinar, mediante loscorrespondientes ensayos experimentales, el áreade proyección de cada uno de esos componentes,precisando especialmente su límite máximo, quesegún hemos comprobado, y en esto radica elmayor interés médico-legal de nuestras observa-ciones, es sumamente variable de unos elementosa otros.

Aunque en aquellos trabajos aludíamos atodos los elementos integrantes de las pólvoraspiroxiladas, limitamos la investigación experi-mental al estudio de ciertos elementos inorgáni-cos que se añaden a las pólvoras modernas con elfin de alimentar su inflamabilidad y disminuir lavelocidad de combustión, al mismo tiempo quelas hace resistentes a los choques y frotamientos.Las sustancias que contal fin se emplean en laactualidad son: el nitrato de bario, el nitrato deamonio y también el cromato potásico y el bicro-mato potásico. Estos elementos, que entran en lacomposición de las pólvoras piroxiladas, son deun alto interés médico-forense, porque constante-mente se encuentran en los residuos de combus-tión y en los tatuajes, y su demostración es, comose comprende, absolutamente necesaria para laidentificación. Otro elemento metálico integrantede la explosión, que interesa sobremanera a nues-tros fines, es el fulminato de mercurio.

Todos los procedimientos consignados a con-tinuación fueron sistemáticamente utilizados ennuestra casuística judicial; pero con el único quehemos logrado identificar selectivamente losradicales metálicos y su área de acción ha sidocon el procedimiento espectral.

Comprende nuestra sistemática general en el

análisis selectivo de los estigmas del disparo losapartados siguientes:a) Examen macroscópico (caracteres organolép-ticos, disposición, forma, etc.).b) Examen micrográfico y microquímico.c) Examen a la radiación 3650 U.º A.º.d) Análisis espectral.

a) Examen macroscópico. Es de advertir que elexamen organoléptico de un fogonazo o residuode combustión de pólvora debe hacerse, cual-quiera que sea su naturaleza, lo más rápidamenteposible. Cuanto menos tiempo pase entre elmomento del disparo y el del análisis, tantas másprobabilidades de éxito existirán, puesto que lapólvora no habrá sufrido las transformacionesque inevitablemente produce el tiempo y la oxi-dación al contacto con el aire.

El simple aspecto de un residuo de combus-tión nos puede orientar sobre la naturaleza de lapólvora que se utilizó en el disparo. Es sabidoque la pólvora negra deja un abundante residuograsiento, húmedo, semipastoso y negro, bastan-te característico si se examina poco tiempo des-pués del disparo, pero que se cambia rápidamen-te en blanco debido a la transformación del sul-furo potásico en sulfato potásico. En cambio, laspólvoras piroxiladas dejan muy poco residuo.Conviene señalar que, en contra de lo que afir-man muchos autores, la pólvora piroxilada dejaresiduos no muy abundantes, pero sí los suficien-tes para hacer cómodamente los análisis necesa-rios; es más, no sólo deja residuos de combus-tión, sino que, al igual que las pólvoras negras,suele dejar con harta frecuencia residuos no que-mados o incompletamente quemados, comohemos comprobado repetidas veces. Pues bien;estos residuos suelen tener muy variados aspec-tos y coloraciones, lo cual nos indica no sólo lanaturaleza piroxilada de la pólvora cuyo residuoexaminamos, sino que en múltiples casos nospodrá orientar sobre su clase, dentro de la granvariedad que de ellas existe.

Así, por ejemplo, las pólvoras piroxiladas enlas que entran los cromatos o bicromatos en sucomposición, suelen dejar unos residuos bastan-tes típicos, de color verde sucio, debido al óxidode cromo que se produce durante la combustión;el bario produce residuos blanquecinos. El mer-curio deja un residuo gris negruzco, como el quese forma con el fulminato de mercurio.

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No obstante lo típico de estos caracteres, noson éstos más que datos complementarios, signosde orientación, con los que solamente se puedeformar un juicio de impresión; datos que es pre-ciso completar con los caracteres químicos oespectrales. Solamente queremos señalar laimportancia que el examen organoléptico tieneen la investigación y como ensayo o método pre-liminar para la identificación de los residuos decombustión.

b) Examen micrográfico y microquímico. Loconsidero fundamental en el estudio de los estig-mas del disparo, ya que muchas veces nos mues-tra huellas no visibles a simple vista, sobre todocuando se trata de identificar el orificio de entra-da, y el disparo se ha hecho fuera del área deacción de los productos de combustión. Es enton-ces cuando el examen micrográfico, con fuertescombinaciones ópticas, puede resolvernos el pro-blema pericial, al mostrarnos las huellas micros-cópicas que el paso del proyectil deja en los teji-dos, minúsculas partículas de la explosión queinevitablemente lleva aquél.

Claro es que el examen micrográfico no selimita exclusivamente a los fuertes aumentos conel ultropak, sino que en múltiples ocasiones serequiere el examen micrográfico del conjuntocon binoculares de menos potencia, al objeto deprecisar la topografía de ciertos taraceos.

Frecuentemente el examen micrográfico secompleta mediante la adición de algún reactivoque permite identificar la huella o vestigio obser-vado. Es una prueba complementaria del examenmicrográfico que nosotros hacemos sistemática-mente, utilizando alguno de los reactivos genéri-cos o específicos, según las circunstancias acon-sejen (difenilamina, brucina, Griess-Lunge, etc.).[Nota del autor: la difenilamina produce colorazul en presencia de nitritos; la brucina, colorrojo; el ácido sulfanílico, azul.]

c) Examen con la radiación Wood. Desde el año1929, en que me hice cargo de mi servicio en laEscuela de Medicina Legal, practico sistemática-mente las pruebas ópticas de la radiación U.º A.ºen toda huella de pólvora o estigma del disparo.Durante el curso de 1935 a 1936 hicimos, connuestros colaboradores, una serie de experienciasa los fines de valorar las pruebas de la luz Wooden la identificación de las pólvoras. Los resulta-

dos en cuanto a los fenómenos de fluorescenciano fueron muy halagüeños. Anteriormente,Delgado Roig, en su tesis doctoral, aludía a estacuestión, también sin resultados decisivos. Noobstante, considero que la utilidad de este proce-dimiento de análisis físico no está -respecto a losestigmas del disparo- en el examen de los fenó-menos de fluorescencia o en los cambios cromá-ticos, sino en el estudio topográfico y morfológi-co de los taraceos profundos en las ropas, única-mente visibles cuando se hace la impresión foto-gráfica, por contacto, bajo la acción de la radia-ción Wood.

Respecto a las propiedades de la luz Wood ya la obtención de fotogramas aplicables al exa-men de tatuajes profundos, son cuestiones que yafueron tratadas en otro de nuestros trabajos, alhablar de las aplicaciones de la radiación 3650UºAº en Medicina Legal, y que no hemos de refe-rir aquí, ya que tampoco afecta a los taraceos enel piel, caso que concretamente estudiamos enestos comentarios.

d) Análisis espectral. Creo que el procedimientoideal, por su precisión y sensibilidad, para identi-ficar los distintos componentes de los estigmasmetálicos del disparo, sean los dejados por elproyectil, sean los ocasionados por la explosión,es el análisis espectral. Pero es que para la finali-dad perseguida en nuestras investigaciones:determinar el área de acción de los diferentesradicales metálicos que intervienen en la compo-sición de las pólvoras piroxiladas y en la cargafulminante, es el único procedimiento que nos hadado plenos y satisfactorios resultados.

Hemos recurrido a la obtención de espectrosde emisión, ya que tratamos de caracterizar ele-mentos metálicos. Sus rayas de emisión mantie-nen constante la longitud de onda, aunque deunas a otras determinaciones pudiera haber varia-ciones de intensidad lumínica.

Sabido es que el número de rayas espectralesde cada cuerpo simple es sumamente variable;generalmente se producen en cantidad más quesobrada para su fácil identificación, aun en aso-ciaciones espectrales; pero a los fines de la indi-vidualización es más que suficiente identificartres o cuatro rayas características de las que seoriginan siempre, por muy pequeña que sea lacantidad de sustancia analizada.

En nuestros trabajos hemos tomado como

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espectro es, como se sabe, muy rico en rayas deemisión, y en el que están localizadas las princi-pales que se consideran como patrón. Utilizamosun espectroscopio de red Rowland, de gran poderde defracción. El problema médico-legal queestudiamos queda reducido a demostrar la pre-sencia del elemento metálico, pues las diferen-cias cuantitativas, que indudablemente existen,no resuelven problemas que no estén previamen-te dilucidados por los métodos clásicos.

He de advertir que no hemos tropezado condemasiadas dificultades para conseguir nuestrafinalidad de identificar y determinar el área deacción de los estigmas del disparo constituídospor radicales metálicos. En cambio he fracasadoen cuantas investigaciones realicé con las sustan-cias estabilizadoras de naturaleza ureica. Heintentado identificarlas en las zonas de taraceomediante reacciones químicas y microcristalo-gráficas (hipobromitos, xantidrol), pero siemprecon resultados inconstantes, casi siempre negati-vos, que me hicieron renunciar a proseguir lostrabajos. En cambio, los resultados obtenidos conlos radicales metálicos mediante las pruebasespectrales los considero decisivos.

Claro que no es lo mismo la identificación delbario, del mercurio o del cromo en los residuosextraídos del cañón o de un casquillo que en lashuellas producidas en la piel o en las ropas, yaque en éstas suele ofrecer mayores dificultades,por la menor proporción en que se encuentran.Estas dificultades aumentan cuando, como ennuestras observaciones, se pretende determinarlas mínimas proporciones de dichos elementos enlas zonas extremas de su radio de acción.

La máxima distancia en que hemos identifi-cado por medios espectrales el mercurio del ful-minato de la mezcla explosiva rebasa general-mente los 40 centímetros, habiéndose identifica-do muy frecuentemente a los 45 centímetros enpistolas Star del nueve largo, con limpieza delcañón antes de cada disparo. Con cañón sucio pordisparos inmediatamente anteriores, el radio deacción de las partículas mercuriales con la mimaarma es de 55 a 60 centímetros. Así, pues, pode-mos establecer como límite máximo de proyec-ción de las partículas del mercurio entre 45 y 60centímetros, con la particularidad del alto interésmédico-legal de que, no obstante emplear pólvo-ras en cuya composición intervienen cromatos ybario, no se han identificado rayas de estos radi-

cales en los límites señalados.Por lo que respecta a estos dos elementos, es

mayor el radio de acción del cromo que el delbario, ya que pasados los 30 centímetros no sue-len apreciarse las típicas rayas del bario y sí, encambio, las del cromo, que se identifica cerca delos 40 centímetros.

Es curioso señalar el hecho de la nítida sepa-ración que se observa en las zonas de acción delos radicales metálicos, debido, probablemente, aque por su elevado peso molecular no son fácil-mente influídos por circunstancias externas o dela propia explosión, sino que su límite de expan-sión relativa viene condicionado por caracteresgravimétricos.

Podría hablarse de una zona del mercurio, lamás amplia; zona del cromo, la intermedia, yzona del bario, la más próxima, y aun cuando loslímites de estas zonas no son de una precisiónmatemática, es posible delimitarlas fácilmentemediante los procedimientos espectrales.

Cuando los espectrogramas se obtienen enplena zona de acción de cada uno de estos ele-mentos, se consigue fácilmente identificarloscomo si no existieran espectros parásitos.

En los disparos próximos no tiene interés elanálisis espectral, como no sea para la identifica-ción específica, no selectiva, de los productos dela explosión.

En cuanto a los espectrogramas obtenidos enlos bordes de orificio de entrada, son variadísi-mos, y se identifican a veces con gran pureza derayas del cobre, plomo, hierro y níquel, depen-dientes únicamente de la naturaleza del proyectil,y cuya importancia médico-legal no es precisodestacar.

En todas estas investigaciones se empleo unespectroscopio de red Rowland.

Como resumen de todo lo expuesto, podemosestablecer:a) El único medio eficaz para la identificaciónespecífica y selectiva de los estigmas del disparoes el análisis espectral.b) Mediante el análisis espectral, con redes dedifracción, se puede precisar la zona de acción decada uno de los radicales metálicos que integranlos productos de la explosión.c) Las zonas de acción más claramente delimita-das son las del bario (próxima), la del cromo(intermedia) y la del mercurio (máxima).d) La diferente expansión de los radiales metáli-

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cos la considero únicamente a causas de ordengravimétrico y al grado de volatización del metal.e) La radiación Wood solamente es utilizable alos fines de precisar topográficamente los tatua-jes profundos (1) (Quien desee conocer los deta-lles y circunstancias técnicas de estas investiga-ciones puede consultar nuestros trabajos citados,publicados en la revista Investigación).

CAPÍTULO VIII

Consideraciones médico-forenses y conclusio-nes periciales deducidas de la investigaciónmédico-legal en el caso Calvo Sotelo. [Nota delautor: estas consideraciones las transcribimos, engran parte, tal como fueron consignadas en nues-tro informe a la Causa General].

Una vez expuesta la investigación médico-legal en sus diversas fases, con los comentariosdoctrinales y técnicos que hemos estimado opor-tunos, cúmplenos, para finalizar este esquemáti-co estudio sobre la investigación criminal en elasesinato de Calvo Sotelo, sintetizar algunas con-sideraciones médico-forenses y establecer lasconclusiones periciales que, en orden a la recons-titución de los hechos y a los problemas identifi-cativos, no han permitido formular los resultadosde las investigaciones practicadas.

En lo que concierne al examen del presuntolugar del suceso -el autocar núm. 17-, resultaindispensable, en un metódico análisis, la deter-minación topográfica de las zonas del coche enque fueron halladas las huellas -sangre, pelos yobjetos de importancia pericial-. En el piso deldepartamento delantero se encuentran sangre ypelos; designamos esta parte del autocar zona a).En el piso del departamento central se encontra-ron también pelos con sangre, algunas salpicadu-ras hemáticas y un papel de fumar ensangrenta-do; ésta es la zona b) del autocar. Y, finalmente,en el estribo derecho se encontraron partículas dearena ensangrentada. Se designa esta parte delcoche zona c). (Véase ilustración 1).

De nuestra investigación pericial en las zonasa) b) c) se desprenden las siguientes considera-ciones médico-forenses, y ello no por merasdeducciones de carácter lógico, muy sujetas aerror, sino como corroboración de los hechos; nopor hipótesis banales que otras hipótesis contra-dicen, sino por taxativa coordinación de conse-

cuencias periciales deducidas de datos objetivosy probados.

¿En qué parte del autocar fue herido el señorCalvo Sotelo? Si sólo atendiésemos a la existen-cia de las manchas de sangre, sin analizar deteni-damente el valor de cada huella y su significacióncomo elemento de prueba para establecer unatesis fundamentada en razones científicas, seríadifícil saber, y menos asegurar rotundamente, silo fue en la zona a) o en la zona b), ya que en lasdos encontramos sangre y pelos identificadosclaramente como pertenecientes a la víctima.Tampoco podría decirse que estuvo en ambas elcuerpo del agredido, puesto que por deducciónlógica era igualmente verosímil que el señorCalvo Sotelo fuese herido en una de las dos zonasde huellas y manchada la otra accidentalmente,por diversos y variados medios. Nosotros cree-mos -decíamos en el informe- que debe sostener-se la siguiente afirmación: el señor Calvo Sotelofue agredido en la zona b) del autocar número17. Y ahora procedemos a fundamentar nuestroaserto.

En primer término, es una verdad que en lazona b) apreciamos señales fehacientes de unminucioso lavado, tan abundante, que por élqueda explicado el estar manchada la zona c) conel agua escurrida al baldear el suelo de la camio-neta. El agua corrió por el estribo, quedando en élpartículas de arena poco visibles y tan escasasque hubo que sacarlas de entre las rendijas. Laescasez de manchas debió de ser motivo de quepasasen inadvertidas para la persona o personasque lavaron las huellas de la agresión.

El área del corrimiento del agua por el suelodel autocar hacia el borde del estribo no alcanzala zona a), como debía haber ocurrido si en ellase hubiese hecho idéntica operación y con losmismos propósitos limpiar la sangre denunciado-ra de que allí, y no en otro sitio, se había perpe-trado el crimen. Y por precipitación o falsa cre-encia de que ya no había nada que limpiar, sedejan pequeñas -al parecer, despreciables- hue-llas, que han sido suficientes para la peritaciónmédico-legal.

La zona a) no estaba lavada, como ya hemosdicho, y acabamos de señalar datos suficientespara suponerlo así. Aún hay más. Nos referimosal estado intacto de las manchas (ilustración 2),que también debió contribuir a que pasasen inad-vertidas. Si a pesar de ser pequeñas se hubiese

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lavado la zona a), seguramente la sangre, al disol-verse, hubiera sido causa de advertencia paraquienes pretendían borrar las huellas. Acaso tam-bién, y esto es lo más probable, tenían conoci-miento del lugar del autocar donde había que lim-piar la sangre. Y por esta causa se extremó el cui-dado en la zona b); la zona donde, por múltiplescausas que vamos exponiendo, aparece con todaprecisión como la del lugar del delito.

También se encontraron pelos manchados consangre en dos lugares distintos -la zona a) y lazona b)-; pero ¡de qué distinta manera! Losencontrados en la parte que en el informe desig-namos zona b) estaban aglutinados entre la red defibrina de la sangre coagulada in situ; en cambio,los encontrados en la zona a) estaban simplemen-te manchados, con algunas partículas de sangredesecada adherida. Aquéllos, aprisionados consangre recién derramada, procedente de un cuer-po vivo; la que mancha estos pelos corresponde aun momento en el cual la sangre fluye con abun-dancia; a un momento, muy rápido, en que toda-vía hay vida. En cambio, los de la zona a) estabanmanchados con sangre cadavérica; con sangreque había perdido en parte su capacidad de coa-gulación. Esto induce a considerar que en el ins-tante de ser herida la víctima, pelos y sangre que-daron aglutinados en la zona b), mientras quemás tarde, cuando la sangre estaba desecada, ocuando menos en vías de desecación, sólo pudohaber adherencia relativa o más bien manchadelpelo sin formar el conglomerado, por la red defibrina, que se apreció en los pelos de la zona b).

La necesidad de ligar los hechos concernien-tes a las huellas del autocar número 17 con laslesiones encontradas en el cadáver del señorCalvo Sotelo y con el mecanismo de la muerte,nos ofrece puntos de vista de sumo interés peri-cial.

Desde luego, el examen del cadáver nos con-firmó la realidad de que las heridas sangraron enabundancia. Las heridas, no todas las lesiones,pues algunas de éstas, por su carácter contusivo oerosivo, no se acompañaron de salida de sangre.La sangre que fluyó de las heridas manchó lacamioneta, y también las manos de la persona, omás seguramente personas, que transportaron elcadáver desde el vehículo hasta el sitio en que fueabandonado. Una de las personas tocó con lamano ensangrentada un papel de fumar y, notan-do que estaba humedecido por la sangre, lo hizo

una pequeña bola y lo tiró al suelo de la camio-neta.

¿Cómo debieron ocurrir los hechos? En parte,es fácil deducir nuestra opinión y la respuesta quela expresa. Hemos dicho anteriormente lo bastan-te para comprender que estamos persuadidos deque el señor Calvo Sotelo fue herido y murió enel autocar número 17, hallándose sentado en él,en su parte central -zona b)-, en donde por laespalda, de repente, fue alcanzado por dos dispa-ros hechos a boca de jarro, casi simultáneamente,con una pistola del nueve corto [Nota del autor:no se hizo examen del proyectil por la Escuela deMedicina Legal], que le produjeron la muerteinstantánea. Allí quedó el cadáver caído en elsuelo del autocar, entre los asientos, ya quehubiera sido dificilísimo o casi imposible el man-tenerlo sentado. La sangre derramada produjo lashuellas de la zona b).

Dada la disposición de los asientos de lacamioneta, las lesiones de la víctima y las man-chas y huellas encontradas, la caída del cuerpodel señor Calvo Sotelo al ser mortalmente heridotuvo que ser hacia delante y en un departamentoque no era en el que se hallaba el agresor. Esteúltimo, en plano posterior, hizo los disparos, y alcaer el señor Calvo Sotelo se contusionó laregión nasal en el asiento situado frente aquel enque estaba sentado. Y en el espasmo se produjo laerosión, por choque, que al practicar la autopsiaencontramos en la pierna izquierda.

Tras un tiempo corto de permanencia delcadáver en el autocar, se planteó el problema detener que sacarlo del mismo. Para ello precisába-se un considerable esfuerzo muscular, dada lacorpulencia y peso de la víctima. No pudo hacer-se, a no ser arrastrándola, por una sola persona.De toda suerte, quien o quienes practicaron esteacto, al montar de nuevo en el vehículo estuvie-ron en la zona a), dejando allí huellas demostra-tivas de nuestra tesis. Estas huellas de sangrecadavérica no podían aglutinar los pelos, aunquesí adherirse al soporte. Por eso, allí, en la zona a)los pelos estaban sueltos, aunque manchados desangre. Como las manchas eran muy pequeñas,pasaron inadvertidas y, al baldear el autocar, nofueron objeto de lavado. No se supuso que allíquedaban huellas del delito.

Por lo que respecta a las ropas, consideramosque su aparente desorden se debía a una finalidadconcreta y útil a los propósitos de los agresores.

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Vuelta la americana sobre el rostro, tapando éste,era posible que la personalidad del señor CalvoSotelo no fuese identificada e incluso que reci-biera sepultura sin identificación. Otras hipótesis,y entre ellas la de haber levantado la americanaen el momento de la agresión para inutilizar todaactitud defensiva, no son aceptables en este caso,dada la situación de las lesiones. Por otra parte,ya hemos dicho reiteradamente que la agresiónfue imprevista, por la espalda, instantánea, y, porlo tanto, no había por qué asegurarse de un esta-do de falta de defensa, totalmente innecesario.

Todo lo anteriormente expuesto permite for-mular las siguientes

CONCLUSIONES

1.ªLa muerte del señor Calvo Sotelo se perpetróen el autocar número 17 de la Dirección Generalde Seguridad, y fue debida a las lesiones encefá-licas ocasionadas por dos disparos de arma defuego en la región de la nuca.2.ªLa muerte fue instantánea y sin que el agredi-do pudiera defenderse ni suponer, acaso, elmomento de la agresión.3.ªLa posición del agresor era en un plano poste-rior y a nivel del agredido.4.ªLas lesiones de la nariz y de la pierna izquier-da se produjeron en el momento de la caída, laprimera, y como consecuencia de un espasmoconvulsivo y choque con un cuerpo duro, lasegunda.5.ª Las manchas rojo-oscuras encontradas en elautocar número 17 era de sangre humana.6.ªTodas las manchas eran reciente.

7.ªTodas ellas pertenecían al mismo grupo sero-lógico el A B M N.8.ªEl grupo serológico de la víctima era el A B MN.9.ª Los pelos hallados en el autocar número 17eran cabellos masculinos de adulto con idénticoscaracteres macroscópicos, micrográficos ymicrométricos que los de la víctima.10.ª Los pelos estaban ensangrentados y fueronarrancados violentamente.11.ªEl cadáver estuvo en contacto con el piso dela zona b) del autocar número 17, manchándosede sangre y dejando en él pelos aglutinados.12.ª Los que sacaron el cadáver del autocar, ocuando menos uno de ellos, dejaron huellas en lazona a). Y uno de los que tocaron el cadáver -fuese o no el agresor- con la mano ensangrentadamanchó un papel de fumar que tiró al suelo,acaso por no servirle para liar el cigarrillo.13.ª La fecha del momento de la agresión erainferior en cuarenta y ocho horas a la del momen-to de la autopsia.14.ª La disposición y desorden aparente de lasropas tuvo como finalidad ocultar el rostro delcadáver para que no fuese identificado o lo fuesemás tardíamente.

En estas escuetas conclusiones, que en su díafueron formuladas ante la Causa General, quedósintetizado todo el proceso de la investigaciónmédicolegal en el asesinato del señor CalvoSotelo. Para llegar a establecerlas sobre basescientíficas y objetivas fue preciso el empleo demétodos y técnicas que someramente he tratadode exponer y comentar, con la finalidad ya seña-lada en las primeras páginas.

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Valoración pericial en una intoxicación mortal por dex-tropropoxifeno.[Withness expert report about a lethal intoxicacion by dextropropoxiphene.]

RESUMEN: Se describe un caso de intoxi-cación mortal debido a dextropropoxifeno(DXP) y el informe pericial al que dio lugar elmismo. Se detalla la farmacología clínica delDXP, los efectos tóxicos resultantes de unasobredosis aguda y el manejo de los mis-mos. En particular, se hace hincapié en laimportancia del tratamiento y diagnosticoprecoces a la vista de las complicacionespotencialmente letales que pueden tenerlugar súbitamente durante esta intoxicación.Se establecen las recomendaciones para eluso correcto del antagonista narcótico espe-cífico, la naloxona, y de otras medidas deapoyo intensivo. Se desarrolla esta discu-sión por la influencia que este tema tiene enlas autoridades sanitarias y debates de pro-fesionales médicos. Además, se realizan lasrecomendaciones con criterios específicospara evitar futuras complicaciones mortales.

PALABRAS CLAVE: Medicina Legal,Medicina Forense, Dextropropoxifeno,Toxicología Forense, Naloxona, Intoxicaciónmortal, Malapraxis.

ABSTRACT: An intoxication mortal caseabout DXP were rewieded and witnessexpert report related. The clinical pharmaco-logy of DXP relevant to the clinical toxiceffects resulting from acute overdosage isdescribed, and the management is detailed.In particular, the importance of early diagno-sis and treatment is stressed in view of thepotencially lethal complications that maysuddenly occur with this poisoning.Recommendations for the correct use of thespecific narcotic antagonist, naloxone, aremade, together with other intensive supporti-ve measures. The influence that the healthauthorities efforts and debates in the profes-sional press had with regard to this develop-ment are discussed. Futhermore, it is recom-mended that more explicit criteria as to howthe cause of death is to be determined in thefuture should be compiled.

KEY WORDS: Dextropropoxiphene, DXP,Forensic toxicology, Lethal intoxication,Malpractice.

Toxicología y Legislación Sanitaria. Facultad de Medicina.Ciudad Universitaria s/n. 28040 Madrid.

María Soledad Rodríguez Albarrán *Doctora en Medicina. Médico Forense. Agrupación de Forensías de los Juzgados de PrimeraInstancia e Instrucción números 1, 3 y 5 de Móstoles. Ministerio de Justicia. Profesor Asociadode Medicina Legal. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.Luis García NogueraMédico Interno Residente de Medicina Legal y Forense. Escuela de Medicina Legal de Madrid.María Dolores Garrido RemirezMédico Interno Residente de Medicina Legal y Forense. Escuela de Medicina Legal de Madrid.Rubén Sevillano MateosMédico Interno Residente de Medicina Legal y Forense. Escuela de Medicina Legal de Madrid.Juan de Dios Casas SánchezDoctor en Medicina. Médico Forense. Agrupación de Forensías de los Juzgados de PrimeraInstancia e Instrucción números 6, 7 y 8 de Móstoles. Ministerio de Justicia. Profesor Asociadode Medicina Legal. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.

Rodríguez Albarán MS, García Noguera L, Garrido Remirez MD, Sevillano Mateos R, Casas SánchezJD. Valoración pericial en una intoxicación mortal por dextropropoxifeno. Rev Esp Med Leg1998; XXII(83): 27-31.

28 pericial ... intoxicación mortal ... dextropropoxife-

El fallecimiento de un varón de resultas deuna intoxicación con dextropropoxifeno diolugar a la apertura de un procedimiento judicialen el curso del cual se emitió un informe pericialdel caso en cuestión y de la sustancia referida.Para ello se realizo una revisión bibliográfica enMedline desde 1987 hasta 1997 respecto de lascaracterísticas farmacocinéticas, clínicas y desobredosificación del propoxifeno, que se resumeen lo siguiente:

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

El dextropropoxifeno (DXP) es un opiáceomenor de acción central, de eficacia inferior a lacodeína (1), estructuralmente relacionado con lametadona, introducido en el arsenal terapéutico amediados de los años sesenta. Realiza un efectoagonista sobre los receptores mu cerebrales, yproduce efectos similares cualitativamente a losotros opiáceos. Tras su administración oral, indi-cada para síntomas dolorosos de intensidad levea moderada (2) (que no se alivie con analgésicosno opiáceos), se absorbe fácilmente a través delaparato digestivo y alcanza su pico plasmáticotras una o dos horas, uniéndose en un 80% a lasproteínas plasmáticas. Alcanza rápidamente altasconcentraciones en hígado, cerebro, pulmón yriñón, con un volumen de distribución de 16l/Kg; sufre un proceso de N-desmetilación hepá-tica y pasa a norpropoxifeno. El propoxifenotiene una vida media de eliminación de 8 a 24horas, siendo la de su metabolito principal, de 23horas (12 a 39 horas). Menos del 10 % de ladroga es excretada en las primeras 6 horas, mien-tras que sus metabolitos aparecen en las siguien-tes 6 a 48 horas (2).

Entre sus reacciones adversas a las dosis tera-péuticas, las más comunes son: mareos, somno-lencia, náuseas y vómitos; y menos frecuente-mente: constipación, dolor abdominal, erupcio-nes cutáneas y cefaleas; excepcionalmente: aste-nia, euforia, disforia y alteraciones visuales.

El DXP tiene algunas propiedades adictóge-nas, pero probablemente lo más preocupante es laproximidad entre las dosis tóxica y terapéutica.Aunque tras ingestas entre 960 mg y 3.2 gr, se haobtenido recuperación clínica, la Dosis LetalMínima en un adulto se encuentra alrededor de500 mg. Esta toxicidad se incrementa, inclusocon dosis bajas, con el consumo concurrente de

alcohol y/o benzodiacepinas. El envenenamientopor DXP se asocia a menudo con una instantáneao súbita insuficiencia cardiorespiratoria, inclusosin necesidad de depresión previa del nivel deconciencia. La importancia del diagnostico y tra-tamiento precoz es grande, vista la potencial leta-lidad de las complicaciones y que estas puedenaparecer de forma súbita. Así, tanto el correctoempleo del antagonista narcótico específico,naloxona, como otras medidas de soporte intensi-vas deben ser conocidos por los servicios de asis-tencia (3).

De los datos extraídos de la bibliografía (4),se infiere que el DXP es un fármaco que, a dosismoderadamente tóxicas, produce depresión delSistema Nervioso Central (SNC) y respiratoria.Dosis más altas provocan ilusiones, alucinacio-nes, confusión, cardiotoxicidad, edema pulmo-nar, convulsiones y muerte. Todavía no esta clarosi la cardiotoxicidad y los efectos de estimula-ción del SNC son debidos al norpropoxifeno (5),aunque se han descrito casos de remisión de alte-raciones cardiocirculatorias graves que cedieroncon el empleo exclusivo de naloxona (6). Ladepresión respiratoria está potenciada por el usoconcurrente de alcohol u otros agentes sedantesy/o hipnóticos.

La sobredosis se manifiesta clínicamente pormiosis (como signo más precoz para el diagnós-tico diferencial con la intoxicación por otras dro-gas), depresión respiratoria, gran somnolencia,seguida de coma e insuficiencia circulatoriaaguda (2, 6)

Se podría concluir que el empleo de prepara-dos con DXP deberá estar contraindicado en:alcoholismo crónico, pacientes que sigan trata-miento con psicotropos, relajantes musculares y,desde luego, en todos aquellos casos con historiaconocida de trastornos emocionales o de ideaciónsuicida. Desde este punto de vista, la medida pre-ventiva más eficaz será la prescripción en pacien-tes de riesgo, de analgésicos alternativos, másseguros en caso de sobredosis (2).

Las concentraciones sanguíneas tóxicas osci-lan entre 0.3 y 0.6 µgr/ml y las concentracionessanguíneas letales entre 1 (como mínimo poten-cialmente fatal) (7) y 17 µgr/ml (8).

La dispensación en nuestro país de este medi-camento no está controlada por receta de estupe-facientes, existiendo un aumento del consumo deeste fármaco, sobre todo en usuarios de drogas de

Rodríguez Albarrán MS, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 27-31. ©Asociación Nacional de Médicos

29pericial ... intoxicación mortal ... dextropropoxife-

abuso. Está incluido en la Lista II de laConvención Única de 1961 sobre estupefacientes(donde también se incluye la codeína, dihidroco-deína, norcodeína y otros opiáceos menores) (9).

Dada la aparente facilidad con que se puedeadquirir en los mercados legal e ilegal, y la altaincidencia de muertes relacionadas con su sobre-dosis, la segunda tras los opiáceos, entre los fár-macos analgésicos, y muy por encima de lasmuertes por salicilatos y paracetamol (10), seríainteresante la realización de controles más seve-ros de prescripción. En el aspecto del tratamien-to de la intoxicación, debería incrementarse elnivel de información en los servicios de atenciónprimaria y urgencias, con el fin de evitar situa-ciones indeseables y desafortunadas malpraxis enla resolución de estas urgencias.

INFORME MÉDICO FORENSE

La providencia del Juzgado de Instrucciónestaba dictada en los términos siguientes:

1ª. Si queda demostrada o probada por los datosobjetivos y pruebas forenses practicadas en laautopsia remitida, la conclusión Medico Forensede que la muerte de A.A.A. se produjo por uncuadro de anoxia de origen central, por afecta-ción de centros, siendo la causa fundamental dela muerte la intoxicación por propoxifeno.

2ª.Si se puede afirmar que se produjo una anoxiade origen central, por afectación de los centrosautomáticos bulbares.

3ª. Si pueden descartarse otras causas de muertediferentes a las señaladas, sobre la base de losdatos objetivos que se contienen en la autopsiaremitida.

Para la pericial toxicológica se dispuso de lasiguiente documentación:- Copia, testimoniada, del Informe de Autopsiaen el que se incluía una descripción de loshechos, que transcribimos a continuación; y- Copia, testomoniada, del Informe del AnálisisQuímico-Toxicológico, del que destacaron losresultados que se detallan posteriormente.

Así, la secuencia de hechos fue la siguiente:- El día 1 de abril de 199X a las 20 horas es

trasladado A.A.A. al Servicio de Urgencias de unCentro Hospitalario, presentando un estado degran agitación y agresividad, indicando como tra-tamiento la administración de: clorpromacina,haloperidol y prometacina. En poder del pacientese encuentra un frasco vacío de Deprancol ®(dextropropoxifeno).

- A las 20 horas y 20 minutos, tras la consul-ta realizada por el Psiquiatra de guardia, se pres-cribe una nueva pauta terapéutica; en esta oca-sión con haloperidol, levopromacina y biperide-no, recomendando su ingreso en un CentroPsiquiátrico, indicándose, además, medidas desujeción mecánica y vigilancia.

- Y a las 20 horas y 50 minutos se produceuna parada cardiaca de origen desconocido quese prolonga durante 45 minutos, falleciendo a las21 horas y 25 minutos.

En los antecedentes patológicos del fallecido,hay que destacar el hecho de que desde los 15años de edad sufría un trastorno de la personali-dad caracterizado por agresividad y angustia,existiendo crisis de agudización con ideas deli-rantes y gran agitación, que en algunas ocasionesplanteaban dudas sobre una posible esquizofre-nia. También había dos intentos de suicidiomediante la ingestión masiva de psicotropos.

En el estudio Médico Forense del cadáver sedestacó la existencia de livideces de coloraciónoscura, congestión conjuntival, edema agudo depulmón, con ausencia de otros datos macroscópi-cos reseñables. No se realizó autopsia cráneoencefálica.

Los resultados del análisis químico toxicoló-gico indicaron la presencia de propoxifeno ensangre (1.9 µgr/ml), norpropoxifeno (1.2µgr/ml); así como también, diacepam, nordiace-pan y clomipramina dentro del rango terapéutico.En el contenido gástrico se detecta la presenciade propoxifeno, diacepam y clomipramina.

Las Conclusiones establecidas en el InformeMédico Forense de autopsia fueron:1ª. Que A.A.A. fallece a las 21 horas y 25 minu-tos del día 1 de abril de 199X.2ª. Que la muerte es debida a un cuadro de ano-xia de origen central por afectación de los centrosautomáticos bulbares. Siendo la causa fundamen-tal de la muerte la intoxicación por propoxifeno,al parecer de origen accidental o suicida.

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CONCLUSIONES MEDICO LEGALES

Con estos datos elaboramos las siguientesConclusiones:

1ª. Que los niveles sanguíneos detectados en elcadáver se incluyen en el rango letal de intoxica-ción por propoxifeno.

2ª. Que la intoxicación aguda por propoxifenoorigina un cuadro de anoxia del sistema nerviosocentral por afectación del centro respiratorio,pudiendo ocasionar la muerte en un corto perío-do de tiempo.

3ª.Que según los datos objetivos, como el hallaz-go de un envase vacío de propoxifeno en poderdel fallecido, la autopsia practicada y el resultadotoxicológico analítico, consideramos probada lacausa de muerte por un cuadro de anoxia central,siendo la causa fundamental la intoxicación porpropoxifeno.

4ª. Que, por todos los datos expuestos, y espe-cialmente por la probada relación entre la intoxi-cación por propoxifeno y el fallecimiento poranoxia de origen central, queda suficientementeprobada ésta como causa de muerte.

5ª. Que sí es posible descartar otras causas defallecimiento, al menos con los datos recogidosen el informe de autopsia médico forense, que noindican ningún hallazgo reseñable que hicierasospechar cualquier otra causa de muerte.

DERIVACIONES DEL INFORME

No es infrecuente, en las actuaciones pericia-les, que el informe que fuera emitido para undeterminado procedimiento llegue a otro, e inclu-so a otro Orden Jurisdiccional, lo cual siempre sedebe tener en mente para extremar el cuidado enlas consideraciones y conclusiones. Y así fue enel presente, pues por el Juzgado de Instrucción senos comunicó que el Informe se incluyó en unProcedimiento Judicial de posible Malpraxis porparte del Servicio Médico de Urgencias, que ins-tauró el tratamiento inicial, y del Psiquiatra deGuardia que modificó secundariamente dichotratamiento.

En el mismo escrito del Juzgado de

Instrucción, además de agradecer la emisión delInforme Médico Legal, se remitió copia de laSentencia dictada en la Audiencia Provincial. Lacual, por su interés, y en espera de un futuro artí-culo específico, transcribimos textualmentecomo complemento a lo expuesto:" 1. - Que los hechos que se estiman probadosson legalmente constitutivos de una falta deImprudencia con resultado de muerte prevista enel artículo 586 bis del Código Penal, derogado,de 1973.

2. - Que no es admisible que ante un pacienteagitado, lo primero que hay que hacer es sedarlo,pues ello sería el tratamiento adecuado siempre ycuando no exista al menos la sospecha, comoocurre en el caso que nos ocupa, en que el pacien-te había ingerido 10 pastillas de Deprancol ®(propoxifeno) y que combinado con los sedantesque le fueron inyectados incrementaron sus efec-tos.

3. - Que es evidente que cuando el pacienteno se halla en condiciones de expresarse porqueno pueda o no quiera (como en este caso), esobligación del médico que le atiende, ponerse encontacto con sus familiares, informándoles de lasituación del enfermo y del tratamiento que se leva a imponer. Así, la administración de un cóctelsedante, fue una actuación precipitada, sin hablarantes con el enfermo o sus familiares y sin inda-gar motivo del ingreso.

4. - Que dada la historia psiquiátrica delpaciente y el hecho de que el paciente manifesta-ra a la Enfermera de Guardia que había ingeridolas 10 pastillas de Deprancol ®, los médicosdebieron sospechar cuando menos que la intoxi-cación por este fármaco era cierta, adoptando lasmedidas oportunas de soporte vital y el trata-miento antidótico, la naloxona; esta conductaterapéutica no se realizó.

5. - La actuación de los facultativos no cons-tituye una imprudencia temeraria integrante deuna culpa profesional, pues los hechos probadosno demuestran un olvido absoluto por parte delos procesados de las normas de la CienciaMédica que pudiera llevar a una temeridad mani-fiesta, sino que los tres médicos creyeron debuena fe que el paciente no se hallaba intoxicadopor Deprancol ® ante los signos clínicos que pre-sentaba y le administraron los correspondientessedantes, si bien actuaron con cierta falta de pre-caución, cautela y previsibilidad.

Rodríguez Albarrán MS, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 27-31. ©Asociación Nacional de Médicos

31pericial ... intoxicación mortal ... dextropropoxife-

6. - Que se debe moderar la indemnización apercibir por los padres del fallecido sobre la basede la contribución causal del propio fallecido y alas circunstancias personales que incurrían en elmismo.

Por todo lo anterior, el FALLO es de una faltade imprudencia con resultado de muerte, conmulta de 100.000 pesetas a cada uno de losencausados (Médicos del Servicio Médico deUrgencias y Psiquiatra de Guardia), e indemniza-ción pecuniaria con responsabilidad civil subsi-diaria del INSALUD y absolución del delito deimprudencia temeraria".

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Rodríguez Albarrán MS, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 27-31. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

32

Medicina Forense y el daño a las personas.[Forensic Medicine and bodily harm.]

RESUMEN: Destacamos la importancia dela pericia médico forense en los distintoscampos que esta ciencia abarca, entre ellos,el del daño a las personas, tanto desde unaperspectiva penal, como civil e incluso labo-ral. Revisamos la frecuencia con que elMédico Forense se encuentra con la exis-tencia de simulación y exageración en estetipo de peritajes. Abordamos las novedadesintroducidas por el nuevo Código Penal ensu artículo 147 con respecto al daño a laspersonas, revisando los términos de "prime-ra asistencia facultativa" y "tratamientomédico o quirúrgico".

PALABRAS CLAVE: Medicina Legal,Medicina Forense, Daño a personas, Código

ABSTRACT: We point out the importance offorensic expertise in the different areas ofthis science, including bodily harm, from acriminal as well as a civil and even labourpoint of view. We revise the frequency withwhich the Forensic Doctor comes acrosssimulation and exaggeration in this type ofexpert testimony. We look at the newaspects of the Penal Code in section 147 inrespect to bodily harm and revise the terms"medical first aid" and "medical or surgicaltreatment".

KEY WORDS: Forensic Medicine, Bodily

IMPORTANCIADE LAMEDICINAFORENSE

El papel de la Medicina Forense en la socie-dad es algo que no admite discusión. Diferentesautores clásicos han resaltado la importancia deesta ciencia y de la pericia que en ella se practi-ca.

Plenk (1), en 1796, en el prefacio de su obraMedicina y Cirugía Forense o Legal, escrita enlatín y traducida al castellano por el Dr. Lorenteafirma que: "Nadie, á no ser un necio, puedenegar las utilidades, y beneficios que resultan dela Medicina Forense, y su estúdio, para la con-

servación de los ciudadanos, tanto en tiempo depaz, como en el de guerra; como tambien que nohay foro alguno en la Legislación, que para sen-tenciar muchas causas no necesite el auxilio, ydictamen de la facultad Apolinea.

Sea el gobierno que fuere, y qualesquiera lasLeyes que lo rijan, siempre Temis (Diosa de losvaticinios, y de la Justicia) necesita del dictamende Higea (Diosa de la salud), y algunas vecestambien del escalpelo de Machaon (Médico céle-bre, hijo de Esculapio, y Arsinoe, que murió en laguerra de Troya, donde le fabricaron Templo yAltar, acudiendo á él á pedir la salud).División de Toxicología-Legislación Sanitaria. Facultad deMedicina. Universidad Miguel Hernández. Campus de SanJuan. E-03550 San Juan (Alicante)[email protected]

Fernando Rodes Lloret * Médico Forense. Agrupación de Forensías de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción números 4y 8 de Elche. Ministerio de Justicia. Profesor Asociado de Medicina Legal y Toxicología. División deToxicología-Legislación Sanitaria. Facultad de Medicina. Universidad Miguel Hernández. Campus de SanJuan. Alicante.Ángeles Vázquez MárquezLicenciada en Derecho.Juan Bautista Martí LloretCatedrático de Medicina Legal y Toxicología. División de Toxicología-Legislación Sanitaria. Facultad deMedicina. Universidad Miguel Hernández. Campus de San Juan. Alicante.

Rodes LloretF, Vázquez MárquezA, Martí Lloret JB. Medicina Forense y el daño a las personas.Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 32-37.

33Medicina Forense ... daño .... personas

Rodes Lloret F, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 32-37. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

Si no se consultára a la Medicina Forense,muchas veces se castigaría con la pena capital áaquel que hirió involuntariamente, ó no de muer-te; la inocente madre sufriría la pena del infanti-cidio; al infeliz melancólico se le daría la infamesepultura que al suicida.

Si no fuera por el estúdio de la MedicinaForense, arderían todavía en nuestras regioneslas hogueras, ó quemaderos para las brujas; y enmuchos casos se verificaría aquello de JUBE-NAL dat veniam corvis, vexat censura columbas:igualmente se usaría de los exôrcismos contralos malvados y dementes, teniendolos por verda-deros energúmenos; y también se publicaríanmuchos milagros fingidos, y otros muchos erro-res con oprobio y detrimento del género huma-no".

Esto, sigue teniendo, doscientos años des-pués, plena vigencia (con algún matiz) en losdiferentes campos que abarca la MedicinaForense, entre los que se encuentra el de la valo-ración del daño corporal.

TRASCENDENCIA DEL PERITAJEMÉDICO FORENSE EN LA VALORACIÓN

DEL DAÑO A LAS PERSONAS

Es importante y trascendente la periciaMédico Forense en la valoración del daño corpo-ral de los lesionados, ya que importantes y tras-cendentes son las repercusiones que de la mismase derivan en los distintos órdenes judiciales.

Así, en el orden penal la calificación jurídicadel hecho que ha dado lugar a las lesiones y enconsecuencia la posible sanción penal que de lamisma se pueda derivar estará en función de queel lesionado haya requerido objetivamente parasu sanidad además de una primera asistenciafacultativa, tratamiento médico o quirúrgico.

En el campo de la responsabilidad civil deri-vada de delitos o faltas, es obvio señalar la tras-cendencia del Parte de Sanidad en la determina-ción de la cuantía de la posible indemnización.

Por último, en el orden laboral, son numero-sos los peritajes requeridos a los MédicosForenses procedentes de los Juzgados de LoSocial sobre impugnación de altas médicas,reclamación de incapacidades o invalideces labo-rales, pensiones no contributivas, etc.

Toda esta actividad pericial se ve reflejada enla emisión de los correspondientes partes médico

legales una vez completado el reconocimientomédico, para su incorporación al expediente judi-cial.

Por otro lado, es importante señalar la fre-cuencia con que el Médico Forense se encuentraante la existencia de exageración o simulación enla diaria revisión de los lesionados.

Este fenómeno, habitualmente tiene comofinalidad, bien obtener una indemnización demayor cuantía de la que justamente le correspon-dería al sujeto, bien conseguir una pensión o unaincapacidad laboral no concedida.

Sin embargo, hay que señalar que todavía noes frecuente (aunque cada día lo es más) detec-tarlo con la intencionalidad por parte del lesiona-do (bien aconsejado por un tercero) de influir enla calificación penal de la infracción mediante lasimulación-invención de lesiones, o la simula-ción-exageración de las asistencias facultativas ydel tratamiento precisado para la curación. Deesta forma se conseguiría, por ejemplo, en el casode los accidentes de tráfico por imprudencia leveo simple, evitar el archivo de las actuaciones yque éstas tengan que seguirse por la vía civil.

En un estudio recientemente realizado pornosotros (2, 3, 4), sobre 1.000 Partes de Sanidad,se detectó algún grado de simulación o exagera-ción en el 16.8% de la muestra, obteniendo comoconclusiones más importantes y con dependenciaestadísticamente significativa que:1. - Simulan más las mujeres que los hombres.2. - Simulan más las personas de edades medias(50 a 59 años) que los más jóvenes y ancianos.3. - Simulan más los que sufren accidentes de trá-fico que los agredidos.4. - Simulan más los que sufren patologías neu-rológica y psiquiátrica.5. - A mayor gravedad de las lesiones, mayor esel porcentaje de simuladores.6. - A mayor período de incapacidad mayor es elporcentaje de simuladores.7. - Simulan más los que curan con secuelas quelos que lo hacen sin ellas.

En el estudio citado, la simulación o exagera-ción puesta en relación con los ámbitos en losque se produjo, dio los siguientes porcentajes deincidencia:- el 28.6% de los que sufren accidente laboral, - el 20.0% de los accidentados por tráfico,- el 14.5% de los agredidos, - y el 5.9% de las restantes etiologías (mordedu-

35Medicina Forense ... daño .... personas

Rodes Lloret F, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 32-37. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

mediante la vigilancia y cuidados del perso-nal auxiliar ".

Según Murcia (7): "La primera asistenciaincluye todo tratamiento médico o quirúrgicoen ella indicado o instaurado y el comple-mento que de esta primera asistencia sederive necesariamente".

Por último, la Circular 2/1990 de la FiscalíaGeneral del Estado (8), establece que: "Todoslos actos médicos aún curativos, fijados opracticados en la primera asistencia formanparte de ella y no constituyen tratamientomédico diferenciado".

Quizá estas dos últimas definiciones son lasque mejor expresan lo que el término de primeraasistencia facultativa comprende desde un puntode vista médico-legal.

Entre las definiciones aportadas de tratamien-to médico o quirúrgico, destacamos algunas:

Murcia (7) afirma que: "Solo se admitiríacomo tratamiento el que tuviera que instau-rarse con posterioridad debido a la gravedadde las lesiones o a complicaciones de lasmismas".

Según Boix (9): "Se considera incluido enel concepto de tratamiento médico o quirúr-gico la persistencia (más de una) de asis-tencias facultativas imprescindibles para lacuración del lesionado".

La Circular 2/1990 de la Fiscalía General delEstado (8) establece que: "El tratamiento médi-co es un plus a agregar a la primera asis-tencia facultativa. Ha de ser distinto y ulteriora ésta, necesario y de finalidad curativa".

NOVEDADES INTRODUCIDAS POR ELCÓDIGO PENAL DE 1995. PERSPECTIVA

MÉDICO LEGAL.

El concepto de lesión según el artículo 147del nuevo CP se mantiene inalterado, aludiendodicho artículo al menoscabo de la integridad cor-poral o de la salud física o mental. Desde la pers-pectiva del Médico Forense, es importante recor-dar la amplitud del concepto que se extiende nosolo al daño físico, sino también al psíquico.

Las novedades en la redacción de este artícu-lo aparecen al referirse a:"...... siempre que la lesión requiera objetivamen-te para su sanidad, además de una primera asis-

tencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgi-co. La simple vigilancia o seguimiento facultati-vo del curso de la lesión no se considerará trata-miento médico". Es decir, trata de aclarar la polé-mica suscitada con la anterior Ley de actualiza-ción de 1989 y para ello introduce el términoobjetivamente y sobre todo no considera comotratamiento médico la simple vigilancia o segui-miento facultativo del curso de la lesión.

Artículo 147 (CP 1995):1. El que, por cualquier medio o procedimiento,causare a otro una lesión que menoscabe suintegridad corporal o su salud física o mental,será castigado como reo del delito de lesionescon la pena de prisión de seis meses a tres años,siempre que la lesión requiera objetivamentepara su sanidad, además de una primera asis-tencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgi-co. La simple vigilancia o seguimiento facultativodel curso de la lesión no se considerará trata-miento médico.2. No obstante, el hecho descrito en el apartadoanterior será castigado con la pena de arresto desiete a veinticuatro fines de semana o multa detres a doce meses, cuando sea de menor grave-dad, atendidos el medio empleado o el resultadoproducido.

Esta tendencia, ya venía implícita en distin-tas sentencias del Tribunal Supremo anteriores alnuevo CP, como la del 1 de julio de 1992, la cualexpresa que "el tratamiento médico o quirúrgicose traduce no en que se lleve a cabo efectiva yrealmente, uno de dichos tratamientos o los dosa la vez, sino que objetivamente la lesión o lesio-nes necesiten o precisen el tratamiento o trata-mientos indicados". Esto es lógico, ya que podíadarse el caso de una persona que tras sufrir unalesión de importancia no acudiera al médico, obien que tras una primera cura de urgencia, prefi-riera seguir el proceso de curación sin ayuda.

Con la nueva redacción del CP, el MédicoForense, ante uno de estos casos deberá plantear-se si, aunque realmente no haya sido tratada esalesión, lo habría necesitado "objetivamente"para la Sanidad.

Así mismo, ya la sentencia del TribunalSupremo del 6 de febrero de 1993 expresa que"fuera de los supuestos de pura y simple preven-ción u observación, toda lesión que requiera unaintervención activa, médica o quirúrgica, será yade tratamiento". Es decir, excluye como ahora lo

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Rodes Lloret F, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 32-37. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

hace el artículo 147, la simple vigilancia, obser-vación o seguimiento facultativo del curso de lalesión de la consideración de tratamiento médico.

Todo esto supone una gran ayuda para elMédico Forense a la hora de elaborar el Parte deSanidad, ya que unifica unos criterios que podíanantes plantearle dudas en los casos ya comenta-dos, lesiones de escasa o intermedia importancia,donde podía ser problemático decidir si los cui-dados médicos recibidos estaban incluidos en laprimera asistencia facultativa o bien suponíanpor sí mismos tratamiento médico.

En cuanto a las faltas contra las personas, elnuevo CP establece en su artículo 617:"El que,por cualquier medio o procedimiento, causare aotro una lesión no definida como delito en esteCódigo ...”. Es decir, las define por exclusión:cualquier lesión que no haya precisado objetiva-mente para su sanidad además de una primeraasistencia facultativa, tratamiento médico o qui-rúrgico, será considerada como falta.

El apartado 2 del mismo artículo sanciona alque "golpeare o maltratare de obra a otro sin cau-sarle lesión ...". Este supuesto, ya existente en elanterior CP, no suele plantear problemas médicolegales; limitándose el Médico Forense a infor-mar, si procede, sobre la ausencia de lesiones.

Artículo 617 (CP 1995):1. El que, por cualquier medio o procedimiento,causare a otro una lesión no definida como delitoen este Código, será castigado con la pena dearresto de tres a seis fines de semana o multa deuno a dos meses.2. El que golpeare o maltratare de obra a otrosin causarle lesión será castigado con la pena dearresto de uno a tres fines de semana o multa dediez a treinta días.Cuando los ofendidos sean el cónyuge o personaa quien se halle ligado de forma estable por aná-loga relación de afectividad, o los hijos propios, odel cónyuge o conviviente, pupilos, o ascendien-tes, siempre que con él convivan, la pena será lade arresto de tres a seis fines de semana o multade uno a dos meses.

El apuntado concepto de lesión, sirve para lascausadas por imprudencia grave o leve, constitu-tivas de delito o de falta y tipificadas en los artí-culos 152 y 621 de dicho Código Penal de 1995.

ELEMENTOS QUE DEBEN INTEGRAREL PARTE DE SANIDAD

El Parte de Sanidad es el documento médicolegal que el Médico Forense emite cuando se pro-duce la curación o la estabilización de las lesio-nes.

Los elementos que deben integrarlo son:- Identificación del médico.- Identificación del lesionado.- Descripción de la naturaleza y localización delas lesiones.- Procedencia de la fuente de información, quepodrá ser: según exploración efectuada, segúnparte médico aportado, o según referencia delsujeto.- Número de asistencias facultativas precisadas.- Si ha precisado tratamiento médico, y en qué haconsistido: medicación, reposo, inmovilización,rehabilitación, otros.- Si ha precisado tratamiento quirúrgico, y en quéha consistido.- Tiempo de curación (días).- Tiempo de hospitalización (días).- Tiempo de incapacidad para el trabajo u ocupa-ción habitual (días).- Secuelas: descripción y baremación de las mis-mas, incluyendo si existe perjuicio estético.- Si ha quedado algún tipo de incapacidad per-manente para el trabajo o la ocupación habitualdel sujeto en el momento de ocurrir el hecho lesi-vo. Ésta podrá ser: parcial para el trabajo habi-tual, total para el trabajo habitual, absoluta paratodo tipo de trabajo, o gran invalidez.- Y por último, si hay necesidad de ayuda de otrapersona para realizar las actividades más esencia-les de la vida diaria.

Además, según el vigente CP, podrá elMédico Forense ser requerido para que informeen los siguientes términos:

Si del estudio de las lesiones se deduce queéstas han podido ser causadas con armas, instru-mentos, objetos, medios, métodos o formas con-cretamente peligrosas para la vida o salud, físicao psíquica del lesionado (artículo 148.1).

Si del estudio de las lesiones se deduce queéstas han podido ser causadas con ensañamiento(artículo 148.2).

Si hay pérdida o inutilidad de un órgano omiembro principal (artículo 149).

Si hay pérdida o inutilidad de un sentido (artí-culo 149).

Si hay impotencia (artículo 149).

37Medicina Forense ... daño .... personas

Rodes Lloret F, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 32-37. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

Si hay esterilidad (artículo 149). Si hay una grave deformidad (artículo 149).Si hay una grave enfermedad somática o psí-

quica (artículo 149).Si hay pérdida o inutilidad de un órgano o

miembro no principal (artículo 150).Si hay deformidad (artículo 150).

Esto es importante, pues todos estos supues-tos correspondientes a los artículos 148, 149 y150 del nuevo CP suponen una agravación de lapena establecida en el artículo 147.

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38

Ficha unificada para la recogida de datos de interésmédicolegal en las agresiones.[Protocol for collecting data during the Forensic exploration to the victims of aggressions.]

RESUMEN: A partir de la experiencia perso-nal en Medicina Legal y Forense, los autoresproponen en el presente trabajo un protoco-lo para la recogida de datos durante laexploración o entrevista a la víctima de unaagresión. Ese protocolo se plasma en unaFICHA informatizada que consta de unaparte general, I, común a cualquier tipo deagresión. La parte II se dirige a la agresióndoméstica y permite recoger los datos espe-cíficos en estas agresiones. La parte III sededica a los atentados sexuales. La utiliza-ción generalizada de esta ficha permitiríaidentificar las situaciones de riesgo de deter-minadas agresiones y facilitar su preven-ción. También resultaría muy útil para unaadecuada valoración de los daños físicos ypsíquicos sufridos por las víctimas.

PALABRAS CLAVE: Medicina Forense,Medicina Legal, Agresiones, Maltratodoméstico, Agresión sexual, Violencia,Lesiones, Ficha de datos.

ABSTRACT: A protocol is proposed forcollecting data during the forensic explora-tion to the victim of an aggression. This pro-tocol is based on the professional experien-ce of the authors as forensic doctors andconsist of three parts. The first is a generalpart that can be used in any type of aggres-sion. The second part is dedicated to domes-tic assaults and the third is devoted to sexualabuses. The information obtained by usingthis protocol would result very useful toaccomplish an adequate evaluation of thephysical and mental damages suffered bythe victims.Futhermore prevention can befacilitated as identification of risky situationscould be easier.The author's proposal is togeneralise the use of it.

KEY WORDS: Injuries, Domestic violence,Sexual abuse, Injuries, Forensic medicine

INTRODUCCIÓN

La violencia como manifestación de la con-ducta humana tiene un gran interés Médico-Forense. En publicaciones anteriores (1, 2, 3, 4,5, 6) este interés lo habíamos centrado en la vio-lencia contra las mujeres estudiando agresionesconcretas, tales como "el tirón de bolso", la vio-lencia doméstica o las agresiones sexuales. En

cada uno de estos casos, las víctimas y los agre-sores tienen unas características diferentes, sien-do también distintas las circunstancias. Todo ellolleva a configurar situaciones que si son estudia-das y conocidas pueden llegar a prevenirse.

En el presente trabajo también nuestra casuís-tica está formada por mujeres víctimas de violen-cia, sin embargo, el estudio nos ha mostrado queante la denuncia de cualquier agresión, con inde-Departamento de Medicina Legal y Psiquiatría. Facultad deMedicina. Universidad de Granada.Avd. Madrid, 11. 18071 [email protected]

María Castellano Arroyo *Catedrática de Medicina Legal. Departamento de Medicina Legal y Psiquiatría. Universidad de Granada.José Aso EscarioMédico Forense. Agrupación de Forensías de los Juzgados de Instrucción 3 y 9 de Zaragoza. Director delInsti tuto Anatómico Forense de Zaragoza. Ministerio de Justicia.Begoña Martínez Jarre taProfesora T itular de Medicina Legal. Facultad de Medicina. Universidad de Zaragoza.

Castellano Arroyo M, Aso Escario J, Martínez Jarreta B. Ficha unificada para la recogida de datosde interés médicolegal en las agresiones. Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 38-46.

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pendencia de las circunstancias de las víctimas yde los agresores, se omiten una serie de datos queson de gran importancia en la posterior recons-trucción médico-judicial.

Cuando un médico tiene conocimiento de unaagresión debe saber que, además del tratamientomédico-psicológico que la víctima necesite, estátambién obligado a aplicar sus conocimientos alesclarecimiento de otros extremos que puedenfacilitar el conocimiento de la identidad del autor,el motivo por el que se produjo la agresión ytodas aquellas circunstancias que lleven al casti-go del culpable y a evitar la repetición de loshechos.

En este trabajo hemos querido aprovecharnuestra casuística de denuncias de agresionespresentadas por mujeres en los Juzgados deZaragoza entre 1991 y 1995 para hacer una auto-crítica de la forma en que se recogieron los datosy proponer un mejor aprovechamiento médico ysocial de la actividad Médico Forense.

La ocasión de la denuncia de una agresión,sean cuales sean sus circunstancias, permite almédico recoger una valiosa información paraconocer mejor el problema de la violencia, iden-tificar situaciones concretas y colaborar en la pre-vención de la misma.

Por ello el presente trabajo concluye con lapropuesta de una ficha para la recogida unificadade todos los datos de interés ante una persona quepresenta lesiones por agresión. Es una ficha útilpara todos los profesionales sanitarios que pue-dan tener acceso a estas situaciones.

MATERIAL Y MÉTODOS

El estudio se ha realizado sobre los datosrecogidos ante las denuncias por agresiones pre-sentadas por mujeres en los Juzgados deInstrucción de Zaragoza, desde enero de 1990 ajunio de 1995.

Los datos que constaban en el archivo eranlos de identificación de la mujer denunciante, suedad, la lesión sufrida y el tipo de agresióndenunciada, el periodo de incapacidad temporalderivado de la lesión, los días empleados en lacuración y las secuelas sufridas.

En el presente artículo sólo vamos a valorar eltérmino con el que la agresión fue introducida enel fichero de datos informatizados. Tras el corres-pondiente análisis crítico, estos datos se han

tomado como punto de partida para confeccionaruna ficha que serviría de modelo para una reco-gida completa de información ante una denunciapor agresiones. Los datos relativos a la naturale-za de las lesiones sufridas, la evolución de lasmismas, los días de curación y las secuelas resul-tantes se tratarán en otro artículo debido a suextensión.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados obtenidos los hemos agrupadohaciendo referencia a los siguientes apartados:Número de denuncias, edad de las víctimas y cir-cunstancia o término con el que quedó codifica-da la denuncia en el archivo informático. Losanalizamos a continuación:1. El número de denuncias presentadas por lasmujeres víctimas de violencias diversas a lo largodel periodo estudiado fue de 2.005.2. En la Tabla 1 se expone el término con que haquedado recogida la agresión por el MédicoForense que reconoció a la lesionada.

MODALIDAD

Agresión (sin especificar)A. por marido/compañeroA. sexualA. vecinalA. por familiar próximoA. policialA. por roboA. por desconocidosViolaciónA. por arma blancaA. por familiar no proximoA. en el trabajo (laboral)A. a mujer policíaA. por conocidosA. por perdigónAutoagresiónA. por tirón de bolsoA. por perroA. por arma de fuegoA. por tráficoA en el colegioA. en la guarderíaA. por menoresNiña maltratadaA. por efermo mentalA. por proxenetaSecuestroA. por el socio

1.6991215825201411876554422221111111111

Total denuncias 2.005

Tabla 1. En Modalidad se anota la codificaciónrealizada al reconocer a las mujeres lesionadas,la letra A es la abreviatura de agresión. La colum-na Nº recoge el número de casos.

Ficha ... estudio ... agresiones

Castellano Arroyo M, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 38-46. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

40 Ficha ... estudio ... agresiones

Castellano Arroyo M, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 38-46. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

El término más comúnmente empleado fue elde "agresión" con el que se codificaron 1.699casos.

El resto de los casos, 306, se introdujeron enel fichero atendiendo a:a) Autoría de la lesión. Así aparecen:"marido/compañero" 121 casos"; "vecinal" 25casos; "familiar próximo" 20 casos; "agresiónpolicial" 14 casos; "desconocidos" 8 casos;"familiar no próximo" 5 casos; "por conocidos" y"policía agredida", ambos con 4 casos; "porperro" y "autoagresión" 2 casos cada uno; "pormenores", "niño maltratado", "por enfermo men-tal", "por proxeneta" y "por su socio", todos elloscon un sólo caso.b) El motivo.Se calificaron de este modo: "agre-sión sexual" 58 casos; "robo" 11 casos; "viola-ción" 7 casos; "tirón de bolso" 2 casos y "por trá-fico" y "secuestro" 1 caso cada una.c) El mecanismo empleado.Aparecen lossiguientes: "arma blanca" 6 casos, "perdigón" 2casos y "arma de fuego" con 1.d) El lugar.Por la circunstancia del lugar se cla-sificaron: "laboral" con 5, "colegio" y "guarde-ría" 1 caso en cada una.

Como ya se ha indicado, en cada uno de loscasos, además de la circunstancia que acabamosde comentar, se recogieron otros datos de interésMédico Forense tales como el tipo de lesiónsufrida, los días de curación, la evolución de laslesiones y las secuelas resultantes en los casos enlos que no se produjo la curación total.

Cada uno de los Médicos Forenses que parti-cipó en la recogida de los datos cumplió su fun-ción al proporcionar al Magistrado-Juez deInstrucción la información necesaria acerca de lagravedad de la lesión sufrida por la víctima y lasconsecuencias de la misma. Esta informaciónhizo posible, además de otros datos policiales, lacalificación penal de la agresión y la penaliza-ción correspondiente para los autores.

Sin embargo, desde una perspectiva científicapensamos que el Médico Forense es un especta-dor privilegiado de la conducta humana violenta.Estos profesionales reconocen a todos los lesio-nados e intervienen en todos los casos de agre-siones. Por todo ello, tienen la oportunidad derecoger un gran numero de datos que nos llevena conocer mejor la violencia, sus circunstancias,sus motivos y sus consecuencias.

El mejor conocimiento científico-médico de

la violencia en general y de algunos tipos de vio-lencia en particular, puede llevar consigo la pre-vención. En terminología jurídica se dice que"todo lo que es previsible debe ser evitable". Estonos da pie para pensar que si identificamos situa-ciones concretas como "situaciones de riesgo" deocurrencia de una violencia o agresión podremosprevenirlas y evitarlas.

Este argumento nos lleva a proponer a losprofesionales sanitarios que tienen posibilidad dedetectar violencia o agresiones, sobre todo losMédicos Forenses, y otros especialistas comoGinecólogos, Pediatras, Médicos de Familia,Psicólogos, Asistentes Sociales, etc., que ante unpaciente que presente lesiones resultantes de unaagresión realicen una recogida de datos completay exhaustiva.

Con el objeto de sistematizar dicha recogidade datos y de extender una FICHA UNIFICADAproponemos en el presente trabajo un PROTO-COLO DE AGRESIONES que permitiría crearun archivo a nivel nacional con numerosas venta-jas científicas y prácticas.

Entre estas ventajas estarían:1. Identificación de "situaciones de riesgo de vio-lencia/agresión" al objeto de establecer mecanis-mos preventivos. Esto es especialmente impor-tante en relación con situaciones concretas comoel maltrato doméstico o los atentados sexuales.2. Colaboración con la Organización de losServicios de Ayuda y Apoyo a las víctimas deviolencias, proporcionando datos rigurosos sobrela realidad de los problemas.3. Realizar una adecuada valoración de los dañosfísicos y psíquicos para una correcta reparaciónde los mismos.

El punto 1 tiene un gran interés. Pues unaentrevista bien dirigida y una exploración bienhecha permitirá clasificar correctamente la agre-sión y sus circunstancias, así conoceremos si hasido un hecho circunstancial y aislado o unasituación con riesgo de repetirse y agravarse.

En relación al punto 2 es de interés recordarque la Ley 35/1995 de 11 de diciembre "Deayuda y asistencia a las víctimas de delitos vio-lentos y contra la libertad sexual" recogía en elCapítulo II la Asistencia a las víctimas. En elmismo se diferencia, entre otros, "Deberes deinformación" y "Oficinas de asistencia a las víc-timas". Se puede sintetizar que las víctimas de

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estos delitos tienen el derecho a ser informadasde las ayudas económicas y de otro tipo a las quepuedan acceder; esta obligación de informaciónrecae sobre todos los funcionarios que tomancontacto con la víctima desde la denuncia deldelito, trámites judiciales, asistencia médica, etc.

También dice la ley que se instalarán Oficinasen las sedes de los Juzgados y Tribunales o entodas las Fiscalías en las que las necesidades loexijan.

El aumento en los últimos años de los delitosde este tipo ha llevado en numerosas ciudades ainstaurar los Servicios de Atención a las Víctimasde Violencias pensados especialmente para lasmujeres víctimas de agresiones sexuales y mal-trato doméstico. En estos Servicios se pretendearticular la asistencia médica con la policial yjudicial en un intento de simplificar el sufrimien-to de las mujeres y de darle mayor efectividad ala exploración y recogida de muestras que pudie-ran probar el delito.

En estos planes el acuerdo se ha establecidoentre los jueces (a través del Juzgado Decano),las Jefaturas Superiores de Policía y los Serviciosde Salud que designan el Hospital en el que sedebe centralizar la atención a estas víctimas.Algunos autores (7) proponen conductas concre-tas a seguir por los médicos que conocen estoscasos en la actividad clínica diaria.

En el punto 3 se insiste en la importancia quetiene la adecuada valoración de los daños físicosy psíquicos para una correcta reparación de losmismos.

El que en los casos de agresiones se llegue auna reparación justa dependerá, casi siempre, dela actuación Médico-Forense.

En general, la valoración de los daños físicosentraña poca dificultad. Las lesiones puedenobjetivarse y el recurso de las pruebas comple-mentarias analíticas, de imagen, etc. suele pro-porcionar datos suficientes para una completahistoria clínica Médico-Forense.

Más difíciles de valorar son los daños psíqui-cos, aunque no menos importantes. Este fue elpropósito de nuestro Proyecto de Investigacióncon el que concurrimos a la oposición a la cáte-dra de Medicina Legal de Granada (8).

En nuestra opinión el Médico Forense deberecurrir al diagnóstico psicológico y psicopatoló-gico para valorar la personalidad de la víctima enel momento de la denuncia así como su estado

psíquico; el seguimiento de su evolución poste-rior será también fundamental. Como señalaEsbec (9), tiene un gran interés el valorar el neu-roticismo presente en la víctima así como otrascircunstancias relativas a su red social, con el finde hacer una previsión del riesgo de que se pro-duzca una victimización secundaria que impidauna curación de la víctima generando en ella sín-tomas psíquicos que se estabilizan con el tiempoo que incluso se agravan.

El riesgo de padecer cuadros graves que lle-guen a cumplir los criterios diagnósticos para sercalificados de estrés postraumático está tambiénpresente, sobre todo ante agresiones sexuales quehayan llegado, incluso a ser vividas por la vícti-ma como un riesgo para su vida (10).

Sin embargo, los Médicos Forenses desempe-ñan hoy su tarea con medios muy dispares deunos lugares a otros, con una gran sobrecarga detrabajo y a menudo de forma aislada.

Los resultados reflejados en este artículodemuestran cómo un grupo de Médicos Forensescompetentes que trabajan en una misma ClínicaMédico Forense y que disponen de medios infor-máticos adecuados habían realizado una codifi-cación muy diferente de unos a otros al recogerlos datos de las denuncias presentadas por muje-res ante agresiones diversas.

En nuestra opinión, de aquí se puede derivarla conclusión más importante de este artículo. Espreciso un acuerdo en la recogida de datos deforma que las mismas lesiones queden codifica-das con criterios idénticos, así como las circuns-tancias que concurran, el seguimiento evolutivode las mismas o las secuelas que resulten de ellas.

Por todo ello y como conclusión del presenteartículo proponemos la Ficha Unificada de Datosde Agresiones.

En ella se diferencian:FICHA I. AGRESIONES. Es la parte general enla que se recogen los datos de la persona quedenuncia, los datos del agresor, las lesiones sufri-das con todas sus características, así como la acti-tud de la víctima hacia el agresor y la atenciónmédica y policial recibida.

De estas cuestiones se deduce el mecanismo ytipo de lesión, así como si existía relación ante-rior entre la víctima y el agresor o la existencia depatología en ellos. Esto permite reconocer laagresión como doméstica o no, o como agresiónsexual, lo cual llevaría a complementar la parte

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Castellano Arroyo M, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 38-46. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

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de la ficha correspondiente a estas agresionesespecíficas.

Acaba con un apartado de observacionesdonde se pueden anotar las particularidades delcaso y con la anotación de las pruebas psicológi-cas/psiquiátricas realizadas.

FICHA II. AGRESIÓN DOMÉSTICA. Indagasobre los factores presentes en la agresión tantode tipo circunstancial como actitudinales o evo-lutivos. El hecho de que en nuestro actual CódigoPenal se considere la "relación deparentesco/afectividad" entre víctima y agresor yla "habitualidad" como circunstancias que confi-guran un delito de lesiones específico, obliga aestudiar detenidamente estas situaciones. En ellasse presume que se trata de lesiones leves y repe-tidas, pero la práctica demuestra que en algunoscasos la gravedad de las lesiones es progresiva yque a veces acaban en el homicidio. Por ello,pienso que completar la ficha correctamentepuede ser de sumo interés para detectar y preve-nir estos peligros.

Tiene también, un apartado de observaciones.

FICHA III. AGRESIÓN SEXUAL. Consta de unprimer apartado en el que se solicita describirbrevemente la agresión dada la variedad de tiposposibles en este campo. Asimismo se constata lagravedad del hecho y la posibilidad de dañosconsecutivos. Es interesante el interrogatorioacerca de cómo ha vivido la víctima la judiciali-zación de su experiencia y el trato recibido en elproceso.

BIBLIOGRAFÍA

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Blanque A. Le profil des traits de personnalitédes femmes victimes de violences. En/In: Livrede Actes Xª Journées Mediterraneennes deMédecine Légale; 1992 Sep 13-15; Montpellier,Francia. Montpellier: 1992. p. 331-5.4. Castellanos Arroyo M. Violencia contra lamujer: tipos de agresiones. Cuadernos deSección. Ciencias Médicas1994; 3: 95-107. 5. Castellanos Arroyo M. La violencia en elmedio familiar. Anales de la Real Academia deMedicina de Zaragoza1996 diciembre; LXVIII:78-85. 6. Castellanos Arroyo M. Violencia en el mediofamiliar. En/In: Gisbert Calabuig JA, autor/edi-tor. Medicina Legal y Toxicología, 5ª edición.Barcelona: Masson SA; 1998. p. 444-54.7.Arribas Blanco JM, Baos Vicente V. El médicoante una víctima de violación-agresión sexual.¿Cómo actuar?. Medifam1995; 5(4): 195-202.8. Castellano Arroyo M, Aso Escario J, CoboPlana JA, Lusilla Palacios P, Martínez Jarreta B,Bona Ernicas MA. Estudio Médico-Forense de laviolencia hacia las mujeres a través de las denun-cias por agresiones. Proyecto de Investigaciónpresentado por Mª Castellano Arroyo. Oposicióna Cátedra de Medicina Legal. Universidad deGranada. Marzo, 1996. 9. Esbec Rodríguez E. Daño psíquico y su repa-ración en víctimas de delitos violentos: Una lineageneral de investigación. Los Centros de Ayuda.En/In: Delgado Bueno S, et al, autores/editors.Psiquiatría Legal y Forense. Volumen II. Madrid:Editorial Constitución y Leyes SA; 1994.10. Bownes IT, O'Gorman EC, Sayers A.Assaults characteristics and post-traumatic stressdisoder in rape victimes. Acta Psychiatr Scand1991; 83:27-30.

A la par que se invita al uso delas fichas descritas. Para los lectoresinteresados se dispone de la ficha endisquete para versiones PC y MAC.Solicitar a: Dra. María Castellano Arroyo.Departamento de Medicina Legal yPsiquiatría. Facultad de Medicina deGranada.

Avd. Madrid Nº 1118071 Granada.

[email protected]

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FICHA PARA AGRESIONES. I

1.- FICHA nº ____________________________ 2.- JUZGADO nº _______________________________3.- CIUDAD _____________________________ 4.- FECHA DEL PRIMER RECONOCIMIENTO _______5.-NOMBRE ____________________________________________________________________________Nº DILIGENCIAS _______________________________6.- FECHA DE NACIMIENTO _____________________ 7.- SEXO _____________8.- LUGAR DE NACIMIENTO ____________________________________________________________9.- ESTADO CIVIL _____(Soltero/a=1; Casado/a=2; Convive=3; Viudo/a=4; Divorc/Separado/a=5, Otro=Indicar)

10.- DOMICILIO _______________________________________________________________________11.- HA SIDO UNA UNICA AGRESIÓN ___ (Sí=1; No=2)

12.- FECHA DE LA AGRESIÓN O DE LA ÚLTIMA AGRESIÓN (Si han sido varias) ___________________13.- HORA DE LA AGRESIÓN __________________14.- LA/O ACOMPAÑARON A LA POLICÍA/JUZGADO _________________________________________(Sola=1; Familia=2; Extraños=3; Policia=4; Agresor=5; Otros=.Indicar)

15- LA AGRESIÓN HA OCURRIDO _______________________________________________________(Domicilio=1; Calle=2; Colegio=3; Trabajo=4; Bar=5; Otros=Indicar)

16.- EL TIPO DE AGRESIÓN HA SIDO: ____________________________________________________(Doméstica=1; Agresión sexual=2; Robo=3; Otra= Indicar)17.- EL AUTOR DE LA AGRESIÓN HA SIDO ________________________________________________(Marido=1; Compañero/novio=2; Ex-marido/Novio/Comp=3; Padres=4; Hijos=5; El/lla Misma=6; Vecino=7; Desconocido=8;O t r o s = I n d i c a r )

18.- LA VIOLENCIA SE HA PRODUCIDO CON: ______________________________________________(Manos/pies=1; Objetos contundentes=2; Mordedura=3; Objetos cortantes=4; Arma blanca=5; Arma de fuego=6; Otros=Indicar)

19.- LAS LESIONES FÍSICAS INMEDIATAS HAN SIDO: _______________________________________(Hematomas=1; Contusiones/Erosiones/heridas=2; Contusiones faciales con repercusión oto-ocular=3; Esguinces/luxaciones/policontu-siones=4; Fracturas menores=5; Fracturas mayores=6; Heridas penetrantes=7; TCE=8; Otros=Indicar)

20.- LA REACCIÓN PSÍQUICA INMEDIATA FUE _____________________________________________(Miedo y llanto=1; Estado de angustia y ansiedad=2; Estado de schok=3; Ninguna reacción=4; Otros=Indicar)

21.- LAS LESIONES PSÍQUICAS HAN SIDO ________________________________________________(Depresión=1; Angustia/ansiedad=2; Miedo a salir=3; Pesadillas/insomnio=4; Anorexia/adelgazar=5; Otros=Indicar)

22- LA AGRESIÓN NECESITÓ _______________________________________________________________________________________________________________________________________________(Puntos=1; Escayola=2; Collarín=3; Trat. Médico=4; Trat. Quirúrgico=5; Trat. Psiquiatra/Psicólogo=6; Otros=Indicar)

23.- NECESITÓ DE HOSPITALIZACIÓN _____ (No=1; Si=2). Nº de días___________________________24.- LOS DÍAS PREVISTOS PARA LA CURACIÓN SON: Nº días _________________________________25.- LOS DÍAS EMPLEADOS EN LA CURACIÓN HAN SIDO: Nº días _____________________________26.- EL AGRESOR TENÍA ANTECEDENTES ________________________________________________(NS/NC=0; Psiquiátricos=1; Retraso Mental=2; Defectos físicos=3; Alcoholismo=4; Drogas de abuso=5; Otros=Indicar)

27.- LA VÍCTIMA TENÍA ANTECEDENTES __________________________________________________(Psiquiátricos=1; Retraso mental=2; Defectos físicos=3; Consumo de alcohol=4; Drogas de abuso=5; Otros=6)

27- LA LESIÓN DEJÓ SECUELAS FÍSICAS _________________________________________________(No dejó=1; Cefalea=2; Dolor cervical=3; Dolor lumbar=4; Dolor articular=5; Trast.auditivos=6; Trast.visuales=7; Alopecia=8;Deformidades óseas=9; Limit. articular=10; Monoparesia=11; SPT=12; SPTC=13; Cicatrices=14; Seguimiento VIH=15; Pérdida de dien-tes=16; Otros=Indicar)29.- LA AGRESIÓN DEJÓ SECUELAS PSÍQUICAS ___________________________________________(Depresión=1; Angustia/ansiedad=2; Miedo a salir a la calle=3; Pesadillas/insomnio=4; Anorexia/adelgazar=5; Otros=Indicar)

30.-LA VÍCTIMA CONSIDERA ____________________________________________________________(Que es totalmente inocente de la agresión=0; Que facilitó la agresión por imprudente=1; Que provocó la agresión claramente=3; Tienedudas=4)

31.- SUS SENTIMIENTOS HACIA EL AGRESOR SON: ________________________________________(Indiferencia=1; Miedo=2; Odio=3; Amor=4; Afecto=5; Dependencia económica=6)

32.- CREE QUE MERECE _______________________________________________________________(Compasión=1; Que el Juez le llame la atención=2; Unos meses de cárcel=3; Varios años de cárcel=4; Tratamiento médico=5; Un hos-

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pital psiquiátrico=6; Otros=Indicar)

33.- CREE QUE LAACTUACIÓN DE LA POLICÍA EN RELACIÓN CON SU CASO FUE: ___________________________________________________________________________________________________(Buena=1; No hizo todo lo que pudo =2; Mala=3; Debió de . . . .

34.- CREE QUE LAACTUACIÓN DE LOS MÉDICOS EN RELACIÓN CON SU CASO FUE: ________________________________________________________________________________________________(Buena=1; No hicieron todo lo que debían=2; Mala=3; Debieron de . . . . )

35.- ¿CON QUÉ SE SENTIRIA USTED COMPENSADA?: __________________________________________________________________________________________________________________________(Con el castigo del culpable=1; Con una indemnización=2; Nada puede compensar lo que he sufrido=3; Otras=Indicar . . . .)

OBSERVACIONES ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

PRUEBAS PSICOLÓGICAS/PSIQUIÁTRICASTest 16PF de Catell ____________________________________________________________________Test MMPI ___________________________________________________________________________Escala de Depresión de Zung ____________________________________________________________Escala de Ansiedad de Zung _____________________________________________________________STAI ________________________________________________________________________________Test de salud general de Golberg __________________________________________________________Otras pruebas ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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FICHA PARA AGRESIÓN DOMÉSTICA. II (Cuando las lesiones se producen en el medio familiar).

1.- ¿CUANTAS VECES LA HAN AGREDIDO? APROXIMADAMENTE _____________________________2.- LA AGRESIÓN SE PRODUCE: ________________________________________________________(Sin discusión previa=1; Siempre hay discusión antes=2; A veces hay discusión sin agresión=3; Varía=4)

3.- LAS AGRESIONES SE PRODUCEN DESDE HACE ____________________________(Meses, años).4.- EL TIEMPO DE RELACIONES CON EL AGRESOR ES DE _______________________(Meses, años).5.- LA GRAVEDAD DE LAS AGRESIONES: _________________________________________________(Se mantiene igual=1; Ha disminuido=2; Ha aumentado=3).

6.- LAS AGRESIONES SE PRODUCEN:____________________________________________________(Cuando Bebe=1; Cuando toma otras drogas=2; Si se le lleva la contraria=3; Sin ninguna razón=4; Otras=Indicar)

7.- LAS AGRESIONES OCURREN UN DÍA FIJO DE LA SEMANA ________________________________(NS/NC=0; Lunes=1; Martes=2; Miércoles=3; Jueves=4; Viernes=5; Sábado=6; Domingo=7)

8.- CREE QUE LAS LESIONES SON: ______________________________________________________(Una amenaza para la convivencia=1; Una amenaza para la integridad física=2; Una amenaza para la vida=3)

9.- SU ACTITUD ANTE LA AGRESION ES: __________________________________________________(Bloqueo/Inhibición=1; Defenderse habría sido peor=2; Se defendió=3)

10.- DESPUÉS DE LAAGRESIÓN SE PRODUCE: ____________________________________________(Nada más=1; Insultos y amenazas=2; amenazas sobre los hijos=3; Agresión sexual=4)

11.-¿CUANTAS VECES LE HA DENUNCIADO? ______________________________________________12.-ACTUALMENTE CONVIVE: __________________________________________________________(Con el agresor=1; Con sus hijos/sola=2; Con su familia=3; Casada/compañero=4; Otras=Indicar)

13.- SU VIDA ACTUAL AFECTIVAMENTE ES: _______________________________________________(Excelente=1; Buena=2; Aceptable=3; Igual/peor que antes=4)

14.- ¿TIENE USTED HIJOS? ________ (Si=1; No=2)15.- Nº de HIJOS, EDADES Y SEXO _______________________________________________________16.- TIENEN PROBLEMAS FÍSICOS o PSÍQUICOS ______ (Si=1,No=2)17.- ¿CUAL DE ELLOS? ________________________________________________________________18.- SI SON MAYORES.¿CUAL HA SIDO SU ACTITUD? _______________________________________(Me han apoyado/Animado a la denuncia=1; Creen que la culpa es de los dos=2; Están a favor de él=3)

19.- ¿CON QUÉ APOYOS CUENTA AHORA?________________________________________________(Con la familia=1; Casa de acogida=2; Ninguna=3; Otra=Indicar)

20.- RECIBE TRATAMIENTO: ____________________________________________________________(Médico de cabecera=1; Psicólogo=2; psiquiatra=3. Otros=Indicar)

21- SE DEDICA _______________________________________________________________________(Sus labores=1; Trabajo no cualificado=2; Trabajo burocrático=3; Profesional cualificado=4; Profesional Titulado=5; Otros=Indicar)

22.-EN LAS FECHAS DE LA AGRESIÓN EL AGRESOR SE DEDICABA A: _________________________(No trabaja=1; Trabajo no cualificado=2; Trabajo burocrático=3; Profesional cualificado=4; Profesional Titulado=5; Otros=Indicar)

23.- ACTUALMENTE EL AGRESOR: ______________________________________________________(No sabe nada de él=1; Sabe que lleva una vida ordenada=2; Se ha degenerado=3. Otras=Indicar)

OBSERVACIONES

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Castellano Arroyo M, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 38-46. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

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Castellano Arroyo M, et al / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 38-46. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

FICHA PARA AGRESIÓN SEXUAL. III

1.- DESCRIBIR BREVEMENTE LA AGRESIÓN __________________________________________________________________________________________________________________________________2.- ¿CUANTOS HAN SIDO LOS AGRESORES?______________________________________________3.- LA RELACIÓN CON EL AGRESOR/ES ERA: ____________________________________________(Ninguna=1; Conocido=2; Compañero de trabajo=3; Padre=4; Familiar=5. Otro=Indicar)

4.- SE SOMETIÓ A LA VIOLENCIA: _______________________________________________________(Me han obligado=1; Con engaño=2; Con amenazas físicas=3; Con amenaza de arma=4. Otras=Indicar)

5.- LA ABORDO: ______________________________________________________________________(Amablemente=1; Violéntamente=2. Otras=Indicar)

6.- EL ASPECTO DEL AGRESOR/ES ERA: ________________________________________________(Normal=1; Borracho=2; Drogado=3; Otros=Indicar)

7.- EL TIPO DE VIOLENCIA FUE: _________________________________________________________(Tocamientos/masturbación=1; Penetración vaginal=2; Penetración oral=3; Penetración anal=4; Otras=Indicar)

8.- LA AGRESIÓN LE PRODUJO: _________________________________________________________(Mucho miedo=1; Pensó que peligraba su salud=2; Pensó que peligraba su vida=3)

9.- SU REACCIÓN FUE: ________________________________________________________________(Se quedó bloqueda/Inhibida=1; Se defendió=2; Otras=Indicar)

10.- SU MIEDO PRINCIPAL FUE: _________________________________________________________(Embarazo=1; Contagio=2; Juzgado=3; Reproche social=4; Reproche familiar=5; Otros=Indicar)

11.- ¿LE HAN CITADO PARA ANÁLISIS MÉDICOS? ______ (Si=1; No=2)12.- EN QUE ESPECIALIDAD? ___________________________________________________________11.-¿CUÁNTAS VECES HA CONTADO LO OCURRIDO? ________ ¿ES POSITIVO? ________________12.- ¿QUÉ CALIFICACIÓN HAN TENIDO LOS HECHOS EN EL JUZGA-DO?____________________________________________________________________________________________________________

Soler Roca G / Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83): 47-49. ©Asociación Nacional de Médicos Forenses

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Problemas Médico Legales de las hepatitis post-trans-fusionales.[Medico Legal problems of the transfusion's hepatitis.]

RESUMEN: Con motivo de haber informadosobre algunos casos de Hepatitis post-trans-fusionales, se plantean los problemas médi-co-legales sobre los que el perito forensetendrá que dictaminar. Hay que conocer losúltimos avances en los métodos de diagnós-tico en la investigación de estos virus y susanticuerpos. Se debe determinar en cadacaso el grado de afectación del enfermo y larepercusión sobre su capacidad laboral,intelectiva y social; y la posible evolución.

PALABRAS CLAVE: Medicina Legal,Medicina Forense, Hepatitis virales,Transfusiones.

ABSTRAC: Because of several records inpost-transfusión hepatitis patients, to poseforensic-medical problems. On must to knowthe last advances on diagnostic methodsover situation, and as far as this is concer-ned his work, social and intelligence ability.

KEY WORDS: Viral hepatitis. Transfusion.Forensic.

Las Hepatitis postransfusionales han aumen-tado su frecuencia en los últimos años, plantean-do a menudo problemas medicolegales, comoconsecuencia de los trastornos y secuelas que ori-ginan.

La sangre y sus derivados, como el plasma,los concentrados de hematites, de plaquetas oleucocitos, e incluso las gama-globulinas, puedenestar contaminados por virus, que serán transmi-tidos al receptor de la transfusión. Los virus con-taminantes más frecuentes son los de las hepati-tis y el de la imunodeficiencia humana (VIH).Pues determinarán en el transfundido la Hepatitisen el primer caso y el Síndrome de inmunode-fiencia humana (SIDA), en el segundo.

Los virus productores de hepatitis son varios,principalmente, el virus de la hepatitis B (VHB),virus de la hepatitis D o agente delta (VHD),virus de la hepatitis C (VHC) y el virus de lahepatitis no A-no B-no C. Pueden ocasionar en elpaciente, una hepatitis aguda, que evolucionará

en los casos favorables hacia la curación, y enotros a la fase crónica, ya en su forma persisten-te o en la forma activa o agresiva. El estadio finalde estos casos es la cirrosis y en otros, aunquecon menor frecuencia, el carcinoma hepático.

La prevalencia de los VHB y VHC en las san-gres de los donadores es del 0.6% y del 2.5%,respectivamente, en la población española (1).Para los hepatólogos americanos en el 1,4% delos donantes investigados (2). La prevalenciahallada en los donantes estudiados en Granada(3) era del 1.12% para VHC.

Estas cifras coinciden con las estadísticas deHepatitis post-transfusionales (HPT), dondeexiste un claro predominio de las producidas porel VHC, constituyendo el 85-90% de todos loscasos (4, 5).

Los virus E y G, recientemente descritos, tie-nen muy escasa prevalencia, como contaminan-tes de la sangre y sus derivados, y raramenteplantearan problemas médico-legales.

Calle Játiva, 1, A, 26. 46002 Valencia

Gabriel Soler Roca Médico Forense (jubilado). Exdirector del Instituto Anatómico Forense de Valencia. Ministerio de Justicia.

Soler RocaG. Problemas Médico Legales de las hepatitis postransfusionales. Rev Esp Med Leg1998; XXII(83): 47-49.

48 ... hepatitis postransfusionales ...

Los transplantes de tejidos u órganos conta-minados por los virus hepatíticos, pueden ocasio-nar hepatopatías y plantear los mismos proble-mas periciales que los de la sangre y derivados.

La transfusión de sangre o derivados conta-minados puede ocasionar al receptor graves per-juicios en su salud, su capacidad laboral y su eco-nómica. Ello motivará reclamaciones y deman-das; y en algunos casos, posibles responsabilida-des penales por negligencias en el análisis de lassangres transfundidas.

Los problemas que se plantean a la Justicia ysobre los que tendrá que informar el MédicoForense, son:

1º. Determinar si la sangre o derivados, que hansido transfundidos, han sido previamente analiza-dos, empleando todas las técnicas más actuales,para concluir que no eran portadores de virus ypor tanto aptas para su empleo.

2º. Cuando hay síntomas de hepatitis postransfu-sional, confirmar el diagnóstico de hepatitis, eltipo de virus causal, el grado de actividad y eltipo evolutivo. Precisar si se trata de una hepati-tis en fase aguda o crónica, y en este último caso,si es estacionaria o agresiva. Formulando un pro-nóstico evolutivo.

3º. Determinar la relación causa-efecto entre lahepatitis y la transfusión practicada.

ANÁLISIS DE SANGRE Y DERIVADOS

La investigación de virus en la sangre de losdonantes o del banco de sangre, ha sido perfec-cionada en los últimos años. Desde 1971 seemplea la determinación del antígeno AgHBs,para detectar el VHB, que se completó en 1988con la detección del anticuerpo Anti-HBc. Losvalores elevados de las transaminasas, sobre todola ALT/GPT, también indican que la sangre estácontaminada.

La demostración del ADN del VHB es tam-bién decisiva, aunque no siempre es positiva, aunen sangres, donde otras técnicas demuestran sucontaminación.

El VHC no se podía detectar en la sangrehasta 1990, cuando se inició la técnica Elisa I,que determinaba antígenos y anticuerpos para elVHC. La técnica era poco específica, daba un

importante porcentaje de falsos positivos y nega-tivos. Se perfeccionó con Elisa II, más específi-ca. Más recientemente se emplea la técnica ElisaIII, que tiene una mayor sensibilidad y especifi-cidad.

Posteriormente se incorporaron las técnicasde Inmuno-blot, tes de Riba, que también se fueperfeccionando. Desde el RIBA I hasta el Riba IIy Riba III, que investigan las proteínas estructu-rales y no estructurales del VHC. Se considera unresultado positivo, cuando se detectan por lomenos dos tipos de anticuerpos. El test de RIBAinvestiga cuatro antígenos virales: "C-22-3","c33c", "c-100" y "el epitopo c-100-3,5-1-1-".

El test Matrix 8 investiga los antígenos:"c100-3" y "HC-31" y los antígenos del núcleo:"HC-34" y "p-22". El antígeno c-100 tiene fasesen que se negativiza, coincidiendo con la norma-lización de las transaminasas, sin que ello supon-ga que la sangre es estéril, sino, una fase de laten-cia en la replicación del virus. La existencia delanti-p-22, indica que la replicación viral está acti-va, aunque los anticuerpos C-100-3 se hayannegativizado.

La determinación del ácido ribonucleico delVHC es también decisivo para confirmar que lasangre está contaminada, aunque no siempre espositivo.

Ninguna de estas técnicas da un 100% depositividad, en sangres portadores de VHC, porlo que se han de emplear varias para obtenermayor seguridad. Hay que tener en cuenta la lla-mada ventana de seroconversión, que correspon-de al periodo de latencia, en que el donante desangre, portador del VHC, no ha desarrolladoanticuerpos. Para obviar este inconveniente se hapropuesto la fidelización de la sangre (almacenarla sangre extraída, durante unos 4 meses, y enton-ces repetir las investigaciones en el donante, queya habrá pasado la ventana de la seroconversión).

La investigación de los VHD, se basa en lapresencia de antígeno (AgHD) y del anticuerpo(Anti-HD). Necesita la presencia del VHB paraser contaminante.

Queda todavía la posibilidad, cuando todoslos marcadores hepáticos son negativos, y serportador de los llamados Virus no-A, no-B, no-C.No existen marcadores para detectarlos y puedenocasionar hepatitis, si bien muy raramente. Eneste grupo se incluirán los VHE (hepatitis E) yVHG (hepatitis G) cuya prevalencia es mínima.

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DIAGNÓSTICO DE LA HEPATITIS

En la fase aguda este diagnóstico no ofrecedificultades para el perito forense, ya que elEspecialista clínico lo habrá establecido en lamayoría de los casos. La dificultad se presenta enlas formas crónicas, que son las más frecuentes,donde los síntomas son vagos e inespecíficos,anorexia, artralgias, dolores abdominales, adel-gazamiento, etc. En uno de nuestros se manifestópor menor rendimiento escolar. En otro caso porastenia y anorexia.

Las pruebas de los marcadores hepáticos con-firmarán la existencia de hepatitis y del tipo devirus causal. En el 90% de los casos es el VHC.Se aplicarán las técnicas enunciadas anterior-mente, Elisa I, Elisa II, Elisa III, RIBA I, Riba IIy Riba III. Se completará con la investigación delos virus ADN de HB y el virus ARN de la HC.Esta no siempre es positiva, en las sangres conta-minadas, ya que depende de la intensidad dereplicación del VHC. La positividad varía segúnlos distintos autores; así Alter las encuentra entreel 70 y el 90% de los casos (3). Tanaka y otros enel 100 % de los casos de Hepatitis crónica(5).

ESTABLECER LA RELACIÓN CAUSA-EFECTO CON LA TRANSFUSIÓN.

Cuando el diagnóstico de la hepatitis se confirmaen la fase aguda, al poco tiempo de la transfusión,será fácil establecer la relación causal. Siemprehabrá que excluir otros motivos de contamina-ción, anteriores o coetáneos con la transfusión,como la drogadicción por vía venosa, homose-xualidad, tatuajes, acupunturas, hemodiálisis,diálisis peritoneal, etc.

Cuando la hepatitis es asintomática en la faseaguda y evoluciona de forma larvada, manifes-tándose clínicamente después de meses o años dela transfusión, el establecer la relación causaltiene más dificultades. Hay que excluir otras cau-sas de contagio.

La confirmación decisiva sería repetir el aná-lisis de la sangre transfundida, mediante los mar-cadores hepáticos descritos y la investigación delvirus. En los Bancos de Sangre y Hospitales seconservan muestras de sangre, durante ciertotiempo, pero limitado, por lo que no siempre esposible repetir estas investigaciones.

Hay que tener en cuenta los periodos de incu-bación de los virus, al intentar establecer estarelación causal. En el virus B este periodo es de6 semanas a 3 ó 4 meses.

El estudio del genoma del ARN. permiteconocer los genotipos, de los que se han descritoseis y en cada uno de ellos varios subtipos. Lacoincidencia del genotipo y subtipo del virus queafecta al paciente, con el existente en la sangre oderivado transfundido, permitiría establecer larelación causal.

En la Hepatitis B el AgHBs aparece al mes decontagio y desaparece a los tres meses en caso decuración. El anticuerpo anti-HBc aparece al mesdel contagio y persiste en las formas crónicas.

En la Hepatitis C los anticuerpos anti-HCinvestigados por la Técnica Elisa I, solo se detec-tan a los dos o tres meses; en cambio con el Elisa2 aparecen más precozmente, entre los 15 y los45 días.

Cuando la hepatitis se diagnostique antes deestos periodos se podrá excluir la transfusióncomo causante de la misma.

La hepatitis crónica, ya en forma persistente oestacionaria ya en su forma agresiva, tiene unaevolución muy variable.

Para llegar al estadio de cirrosis se necesitanal menos dos o más años de evolución, de formaque si se diagnostica antes de este tiempo, sepuede excluir la transfusion como la causante dela hepatitis.

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La Odontología Forense en la identificación de las víc-timas de la Masacre de la Cárcel de Sabaneta(Venezuela).[Forensic Odontology in the identification of the victims of the Sabaneta JailMassacre (Venezuela).]

RESUMEN: Se reportan las labores desem-peñadas por los odontólogos forensesdurante los procedimientos de identificaciónde las 101 víctimas provenientes de la"Masacre de la Cárcel de Sabaneta" enMaracaibo, Venezuela. Se logró establecerla identificación de 61 víctimas mediante evi-dencias dentales y no dentales (señas parti-culares, restos de vestimenta y efectos per-sonales), permaneciendo 40 como cadáve-res no identificados. Los resultados obteni-dos demostraron nuevamente el valor de laevidencia dental en la identificación decadáveres severamente quemados, mutila-dos y en avanzado estado de descomposi-ción. Se recomienda mantener un sistemade reseña dental, dactilar y fotográfico entodos los recintos carcelarios.PALABRAS CLAVE: Medicina Legal,Medicina Forense, Odontología Forense,Identificación, Masacre, Autopsia bucal,Violencia carcelaria.

ABSTRAC: The task carried out by forensicdentists during the identification proceduresof the 101 victims from the "Sabaneta JailMassacre" in Maracaibo, Venezuela isreported. The identification of 61 victims wasestablished by means of dental and nondental evidence (particular remarks, clothingand personal effects), with 40 cadaversremaining as non identified. The resultsobtained showed once more the value ofdental evidence in the identification of cada-vers that are severely burned, mutilated or inan advanced state of decomposition. Werecommend that a system of dental, dacti-llary and photographic records be maintai-ned in all penitentiary centers.

KEY WORDS: Forensic Odontology,Identification, Massacre, Oral autopsy,Penitentiary violence.

Facultad de Odontología. Universidad del Zulia.Calle 65, Esquina Avenida 19.Apartado 526. Maracaibo(Venezuela)

José Luis Fereira Paz *Odontólogo. Doctor en Odontología. Profesor Agregado. Cátedra Electiva Odontología Forense.Investigador del Área de Patología y Clínica del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Odontologíade la Universidad del Zulia. Angela Irene Espina de Fer eiraOdontólogo. Profesora Agregado. Cátedra Electiva Odontología Forense. Investigador del Área dePatología y Clínica del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Odontología de la Universidad delZul ia. Fernando Alonso Barrios Ferre rBachiller. Asistente Técnico. Laboratorio de Bacteriología Bucal y Odontología Forense. Área dePatología y Clínica del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Odontología de la Universidad delZulia.

Fereira Paz JL, Espina de Fereira AI, Barrios Ferrer FA. La Odontología Forense en la identificaciónde las víctimas de la masacre de la cárcel de Sabaneta (Venezuela). Rev Esp Med Leg 1998;XXII (83): 50-56.

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INTRODUCCIÓN

Se conoce como desastre masivo aquellasconsecuencias de una catástrofe natural o provo-cada por el hombre, así como un accidente extra-ordinario que produzca grandes pérdidas huma-nas y/o materiales. Tales eventos sitúan a lossobrevivientes en condiciones de desamparo,sufrimiento y sin excepción alguna, crea caos yconfusión (1). La identificación de las víctimasfatales de un desastre constituye una de las labo-res del equipo médicolegal que adquiere mayorrelevancia, debido a que esta situación provocaun gran impacto en la comunidad en razón de lamagnitud de las pérdidas humanas y materiales.Además, razones legales, morales, sociales y sen-timentales requieren una identificación tempranade las víctimas (2). Sin embargo, el elevadonúmero de víctimas y el mal estado de conserva-ción de los restos, que incluye la presencia decuerpos mutilados, carbonizados y esqueletiza-dos, son factores que imprimen mayor dificultadal proceso de identificación (3, 4).

A pesar de que los cadáveres pueden presen-tar diversidad de condiciones, los procedimientosde identificación empleados por la OdontologíaForense son en esencia los mismos aplicados enla identificación de rutina de un cadáver, cuandose trata de un caso aislado. Lo que distingue eltrabajo de los odontólogos forenses en situacio-nes de desastre son los aspectos organizativosconcernientes a su participación en un grupomultidisciplinario, donde establecen mayor rela-ción con los Antropólogos y Médicos Forenses.

El método general para conocer la identidadmediante la práctica de la Odontología Forenseconsiste en la comparación de los datos y regis-tros dentales antemortem con los obtenidos post-mortem (2, 5). Por lo tanto, es fundamental reco-pilar la información antemortem del sujeto. Eneste particular, la Historia Clínica Dental, ofreceun excelente registro de los tratamientos odonto-lógicos realizados a un paciente, los cuales sonmuy útiles como características individuales quecontribuyen a la identificación. El odontogramaconstituye un documento de trabajo que general-mente se incluye en la Historia Clínica Dental, enel cual el odontólogo registra mediante símbolosel número de piezas dentales presentes y ausen-tes, las restauraciones y los materiales empleadosen su confección. Además, en la Historia Clínica

Dental se deja constancia de las rehabilitacionesprotésicas y cualquier otro tratamiento odontoló-gico realizado.

El examen clínico odontológico incluye ade-más un juego radiográfico periapical completo.Estos registros radiográficos son muy útiles confines forenses revelando la presencia de trata-mientos de conductos, caries interproximales ypatologías periapicales. Además, las radiografíasperiapicales pueden emplearse para la estimaciónde la edad de las víctimas (6).

Por otra parte, en Latinoamérica la presentedécada se ha caracterizado por una explosión dela violencia urbana, la cual ha sobrepasado lacapacidad de los recintos carcelarios para alber-gar los individuos protagonistas de los hechos deviolencia. Estas cárceles se han convertido enescenarios de motines, toma de rehenes, tráficode drogas y armas, fugas masivas, incendios pro-vocados por los propios reos, los cuales en lamayoría de los casos han generado un grannúmero de víctimas. Las cárceles venezolanasconstituyen un buen ejemplo de esta situación.En particular, en la Cárcel Nacional deMaracaibo ubicada en el Sector Sabaneta de estaciudad, se produjeron 79 decesos y más de uncentenar de heridos durante el año 1993, comoconsecuencia de luchas internas por territorio ypoder entre los reclusos dentro del penal. El día 3de enero de 1994 se desencadenó lo que se cono-ció como "La Masacre de la Cárcel de Sabaneta",la cual produjo 101 muertos y casi un centenar deheridos, siendo el incidente de violencia carcela-ria que ha arrojado el mayor número de víctimasen Venezuela.

LOS HECHOS

Aproximadamente, a las 5:30 horas del díadel suceso, un grupo de reclusos exaltados yarmados con bombas "molotov" irrumpieron enlos Pabellones 1 y 2 de la Cárcel Nacional deMaracaibo, a fin de dar captura a un reo que eldía anterior sabiéndose perseguido, había encon-trado refugio en estos pabellones. Ante la inmi-nente amenaza del grupo sobresaltado, los inter-nos asignados a estas áreas cerraron las puertasde acceso. El grupo agresor respondió derraman-do gasolina y encendiendo el fuego que produci-ría la muerte de un gran número de reclusos,mientras que otros fueron heridos con armas

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blancas y de fuego, ante el intento de escapatoria.

PROCESO DE IDENTIFICACIÓN

Un equipo médicolegal conformado por cincopatólogos, dos odontólogos forenses y dos antro-pólogos forenses, participó en las labores de esta-blecimiento de la causa de muerte y la identifica-ción de las víctimas. Tal y como lo establecen losprotocolos forenses para casos de desastres masi-vos, una vez constatada la magnitud de la trage-dia, se procedió a la convocatoria de todo el per-sonal adscrito a la Medicatura Forense deMaracaibo y se designaron un CoordinadorGeneral y los Jefes de Grupos.

Las acciones de rescate de las víctimas fueroncoordinadas con los cuerpos de bomberos, losgrupos de voluntarios, la policía del Estado y laGuardia Nacional, la cual había tomado el con-trol del penal para ese momento. Informes pre-vios de los grupos de rescate señalaban la ausen-cia de sobrevivientes en el interior de los pabe-llones e indicaban la presencia de gran cantidadde víctimas.

Una vez sofocado el fuego y refrescadas lasinstalaciones los médicos y odontólogos forensesingresaron al interior de los pabellones incendia-dos. Se procedió entonces a levantar el actadonde se registraron las condiciones en las que seencontraban los diferentes ambientes y el espaciofísico disponible, además de la presencia y ubi-cación de los cadáveres. Estos últimos fueron eti-quetados con numeración ascendente y en ordencronológico a medida que iban siendo encontra-dos, utilizándose para ello tarjetas, pinceles grue-sos, marcadores de tinta indeleble, pintura resis-tente al agua y de color llamativo (Ilustración 1).

En el lugar donde iban siendo hallados loscadáveres, se colocaba una marca identificadora(pintura, estaca de madera, etc.) junto con elmismo número que había sido asignado al cadá-ver. En muchas oportunidades, se encontraroncadáveres amontonados unos sobre otros, casosen los cuales se colocaron las marcas tratando dereproducir esta situación. Al mismo tiempo, sehabilitó una zona amplia dentro de la cárceldonde se organizaron los cadáveres según sunúmero, para de esta forma tomar los registrosfotográficos. En los casos donde fue posible serecolectaron registros dactilares.

Posteriormente, los cadáveres fueron trasla-

dados a la Morgue Médico Forense ubicada en laEscuela de Medicina de la Universidad del Zulia,manteniendo el correcto orden numérico previa-mente asignado. En este lugar, se habilitó el espa-cio físico donde había funcionado el InstitutoAnatómico de la Facultad de Medicina para serutilizado como morgue temporal debido a su grancapacidad e instalaciones presentes (Ilustración2). Los cadáveres fueron organizados siguiendoel orden en el cual iban siendo recibidos. Seabrieron los expedientes respectivos en el librode autopsias que lleva la Medicatura y se proce-dió a realizar una ronda de reconocimientovisual, por parte de familiares y allegados de lasvíctimas. Luego de establecidas las primerasidentificaciones mediante evidencias físicas yreconocimiento visual, se procedió a realizar lasautopsias médicolegales con el propósito princi-pal de determinar la causa de muerte en cadacaso. Es evidente que en este desastre la determi-nación del sexo no presentó dificultades ya quetodas las víctimas eran del sexo masculino, sinembargo, estos reclusos pertenecían al mismogrupo racial (goajiros), siendo además un grupomuy homogéneo en cuanto a la edad. Por otraparte, estos individuos se encontraban confinadosen el mismo espacio físico, todo lo cual generódificultades en el proceso de identificación.

Una vez concluidas las autopsia médicas, seprocedió a la realización de la autopsia bucal, enla cual participaron dos odontólogos forenses yun asistente técnico. Se fijaron prioridades, de lasiguiente manera : 1º. Se realizó en primer lugar la autopsia bucal aaquellos cadáveres que tenían una presunta iden-tificación.2º. Se practicó el procedimiento a aquellos casosen los cuales se disponía de registros dentalesantemortem.3º. Se prosiguió realizando la autopsia bucal alresto de los cadáveres siguiendo el orden estable-cido por la numeración asignada.

Para la obtención de los registros dentalespostmortem se practicó el protocolo de autopsiabucal propuesto por Fereira y cols (4) para cadá-veres quemados, asentando los datos obtenidosen una ficha dental, la cual cumple con los requi-sitos exigidos por INTERPOL y que es de usorutinario en la Medicatura Forense de la ciudadde Maracaibo. Una vez obtenidos los registrosdentales, éstos fueron anexados al expediente

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Ilustración 1. Aspecto en detalle de un cadáver donde muestra el núme-ro asignado dibujado sobre la superficie corporal, etiqueta de identifica-ción y recipiente de poliestireno que contiene todas las evidencias quefueron halladas junto al cadáver en el sitio de la tragedia.

Ilustración 2. Aspecto general de la Sala 1 del antiguo Instituto Anatómicode la Facultad de Medicina de la Universidad de Zulia. Disposición de loscadáveres en las mesas de disección a medida que iban siendo recibi-dos, para luego proceder a las rondas de identificación, autopsia médi-colegal y autopsia bucal.

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respectivo así como, un sobre en el cual se inclu-yó cualquier otra evidencia dental de importan-cia, tales como aparatos protésicos (dentadurastotales y parciales) y algún otro objeto extrañoencontrado en la cavidad bucal al momento de laautopsia.

En el mismo instante que comenzó la obten-ción de los registros dentales, se solicitó a losfamiliares y allegados de las víctimas que recopi-laran fotografías en vida, radiografías, historiasmédicas y odontológicas de los reclusos para queposteriormente mediante entrevista personal,reconocimiento visual de los cadáveres y compa-ración de los registros dentales antemortem ypostmortem, poder llegar al establecimiento de laidentidad de cada una de las víctimas.

Al octavo día de iniciadas las labores de iden-tificación, se procedió a la entrega de los cadáve-res que habían sido identificados a sus familiares.Igualmente, se dio sepultura a cada uno de loscuerpos a los cuales no fue posible establecer laidentidad en una fosa común zonificada y connichos numerados en el Cementerio Municipalde Maracaibo. En estos casos, los restos fueroncolocados individualmente en el interior de unabolsa de poliestireno de alta densidad, donde ade-más se incluyó un sobre plástico sellado que con-tenía una copia de la etiqueta identificadora, delnúmero de protocolo de autopsia y de los datosmás importantes del expediente del cadáver enparticular.

RESULTADOS

Durante la denominada "Masacre de la Cárcelde Sabaneta" se produjeron oficialmente 101decesos dentro de la población reclusa, total decadáveres que logró ser recuperado del sitio de latragedia. Se pudo establecer la identificación de59 de los mismos, mediante evidencias dentales ono dentales (objetos personales, señas particula-res, restos de vestimentas y calzados) y 42 per-manecieron no identificados, a los cuales se lesdio sepultura en fosa común. Posteriormente, seordenó la exhumación de 4 cadáveres de los cua-les 2 lograron ser identificados.

En cuanto a la causa de muerte se determinóque 95 reclusos murieron por sofocación y que-maduras de 2o y 3er grado que se extendían del 80al 100% de la superficie corporal. Además, 2fallecieron por asfixia mecánica, 2 debido a

lesiones producidas por arma blanca, 1 por lesio-nes ocasionadas por objeto contundente y otro aconsecuencia de heridas ocasionadas por armasde fuego (Tabla 1).

Cabe destacar que la cifra oficial de desapareci-dos no fue posible autentificar ya que en el recin-to penitenciario no se llevaba un control estrictode la lista de reos, así como también había unacarencia total de registros dactiloscópicos y den-tales.

ANÁLISIS DEL CASO

El clima de violencia urbana constituye unaproblemática que ha sido combatida mediante laaplicación de medidas represivas, las cuales hanconcentrado los agentes de violencia dentro delas cárceles, convirtiendo a estos recintos en losmayores reservorios naturales de resentimientosocial e individual. Esta situación se ha hechocomún en los países del tercer mundo, incluyen-do a Venezuela. Factores como las precarias con-diciones de vida en el ambiente carcelario, lamarcada infiltración del narcotráfico, las gravísi-mas fallas estructurales y operativas, la lentitudcon la que se desarrollan los procesos penales, asícomo el tráfico de armas dentro del recinto car-celario, condicionan un perfecto caldo de cultivopara las violaciones a los derechos humanos y lageneración de sucesos violentos, como la"Masacre de la Cárcel de Sabaneta".

Ante la presencia de un desastre masivo esnecesaria la participación de un equipo multidis-ciplinario que logre identificar y analizar en con-junto, las más variadas evidencias y poder llegar

Heridas por arma blancaHeridas por arma de fuegoQuemaduras y sofocaciónHeridas por objeto contundenteAsfixia mecánica

21

9512

1,980,99

94,050,991,98

Causa de muerte Nº %

Tabla 1. Causas de muerte de las víctimas de lamasacre de la Cárcel de Sabaneta en Maracaibo(Venezuela), 1994. Nº indica el número de vícti-mas en cada causa. % señala el porcentaje, entantos por ciento, para cada causa de muerte.Fuente: Libro de Traslados de la MedicaturaMédico Forense de Maracaibo.

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a la identificación de las víctimas, superando lasdificultades inherentes a las condiciones de loscadáveres como a las presiones legales, socialesy morales a las que se ve sometido el equipo detrabajo (7, 8).

Durante las labores de rescate de las víctimaspor parte de los grupos de bomberos y volunta-rios, el equipo médico forense se constituyó ycomenzó su actuación con el precintado del sitiodel desastre, esto con la finalidad de impedir elacceso a curiosos y para preservar el mayornúmero de evidencias en el lugar. El traslado delos cuerpos a la morgue provisional se planificóde acuerdo al número asignado a cada uno de loscadáveres y se seleccionó el local donde anteshabía funcionado el Instituto Anatómico de laFacultad de Medicina de La Universidad delZulia, por varias razones: la suficiente capacidadpara ubicar el gran número de cuerpos, se tratabade instalaciones adecuadas al trabajo que en ellasse iba a realizar, la Facultad de Medicina seencontraba desocupada por el período vacacionaldecembrino, había facilidad de acceso tanto almomento de recibir los cuerpos, como para laentrega de los mismos a sus familiares y además,se encuentra ubicada vecina a la Morgue MédicoLegal de la Medicatura Forense de Maracaibo.

Se ha establecido que en el trabajo forense laobtención de los registros dentales antemortemes importante en los procesos de identificaciónsiendo el resultado tan exacto como el obtenidomediante las huellas dactilares (9, 10). Sinembargo, en la identificación de las víctimas dela "Masacre de la Cárcel de Sabaneta" la obten-ción de los registros dentales antemortem fuedificultosa. En el recinto carcelario no existíanreseñas dentales y el servicio médico odontológi-co no llevaba historias dentales de los reos. Porotro lado, antes de ingresar al recinto carcelariolos individuos habían recibido servicio odontoló-gico esporádico y principalmente de tipo mutila-dor (exodoncias), por lo cual los familiares des-conocían a que servicio dispensador de saludhabían acudido. No lográndose identificar por nocontar con una fuente confiable de registros den-tales.

Se optó entonces, por practicar a las víctimasel protocolo de autopsia bucal para cadáveresquemados propuesto por Fereira y col (4), debidoa que éste ofrece menos alteraciones de la confi-guración facial del cadáver. Este es un elemento

muy importante cuando se tiene presente que elgrupo de cadáveres era muy homogéneo, quehabían mutilados y que en su mayoría presenta-ban quemaduras de extrema gravedad en ampliaszonas del cuerpo, todo lo cual dificultaba su iden-tificación mediante observación directa por partede sus familiares. Con la aplicación de este pro-tocolo se obtuvo una disminución del tiempo yesfuerzo necesario para realizar la autopsia bucala cada víctima.

La comparación de huellas dactilares ha sidoel principal método de identificación por muchosaños. Sin embargo, la carencia de registros ante-mortem suele representar una dificultad en loscasos de desastres masivos (3). En las labores deidentificación en la "Masacre de la Cárcel deSabaneta", además de enfrentar problemas inhe-rentes a la toma de huellas dactilares debido aque los pulpejos de los dedos habían sido des-truidos por la acción del fuego, en el recinto car-celario no existían registros confiables. Por ello,en este caso, la conservación de la configuraciónfacial del cadáver adquirió mayor importancia,puesto que permitiría el reconocimiento visualpor parte de familiares y allegados (11).

La labor en conjunto de médicos y odontólo-gos auxiliados con los datos aportados por losparientes, fue decisivo al momento de establecerla identidad de muchos cadáveres. El gran núme-ro de cuerpos en estado de descomposición, laausencia de recursos físicos y humanos paralograr su conservación, así como razones sanita-rias debido al peligro latente de que la morguetemporal se constituyera en un foco epidémico,obligaron a dar sepultura a los cuerpos no identi-ficados, quedando abiertos 44 expedientes devíctimas sin identificar.

Quince días después de haberse dado sepultu-ra a los cadáveres no identificados, el juez de lacausa ordenó la exhumación de cuatro cuerpos asolicitud de familiares quienes presentaron regis-tros dentales que lograron recuperar de odontólo-gos tratantes de las víctimas y que no fueron con-signados durante las labores de identificación. Alcomparar los registros dentales antemortem conlos obtenidos mediante la autopsia bucal, practi-cada durante la exhumación, se logró establecerla identificación de dos de las víctimas exhuma-das, las cuales fueron entregadas a sus familiares.Los otros dos cuerpos mantuvieron su condiciónde "no identificados", ya que no hubo correspon-

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dencia de los registros antemortem con los post-mortem, dándoseles de nuevo sepultura en elsitio del cual habían sido recuperados. Se destacaque en todos los casos de exhumación los datosobtenidos mediante la autopsia bucal realizada enla morgue temporal se correspondieron con losobtenidos en la ejecutada durante la exhumaciónde los cadáveres. Estos casos enfatizan de nuevola importancia de la identificación dental cuandolos cadáveres se encuentran severamente quema-dos, mutilados y en avanzado estado de descom-posición (12).

CONSIDERACIONES FINALES

El procedimiento de identificación de las víc-timas de la "Masacre de la Cárcel de Sabaneta" sedificultó debido a la carencia de registros denta-les antemortem, por lo cual se recomienda man-tener un sistema de reseña dental, dactilar y foto-gráfico dentro de los recintos carcelarios, demanera que estén disponibles al equipo forenseen casos de generarse tragedias que arrojen unelevado número de víctimas como la aquí pre-sentada.

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1. PERIÓDICAS

BOLETÍN DE INFORMACIÓN. MINISTERIO DE JUSTICIAEdita: Centro de Publicaciones del Ministerio de Justicia. San Bernardo, 62.

28015 - Madrid.Año LII, 1 de marzo de 1998, número 1816:- Se otorga carácter oficial al Escalafón del Cuerpo de Médicos Forenses, publicado en el BIMJ:suplemento al núm. 1814, de 1 de febrero de 1998, (BOE de 20 de febrero de 1998). Escalafóncerrado a 31 de julio de 1997. Había: 523 Médicos Forenses en Servicio Activo (3 de ellos en Serviciosespeciales) y 214 Médicos Forenses Excedentes. Estas cifras obligan a una reflexión seria y serena.

Año LII, 15 de marzo de 1998, número 1817:- Ley 2/1998, de 3 de mazo, sobre el cambio de denominación de las provincias de La Coruña yOrense, [texto completo], BOE de 4 de marzo de 1998. Las provincias pasarán a denominarse ofi-cialmente con el nombre oficial de la capital respectiva; así, A Coruña y Ourense.- Real Decreto 233/1988, de 16 de febrero, sobre ampliación de funciones, servicios y medios tras-pasados por los RD 2166/1994, de 4 de noviembre, y 2397/1996, de 22 de noviembre, en materiade provisión de medios personales, materiales y económicos para el funcionamiento de laAdministración de Justicia, a la Comunidad Autónoma de Galicia, [texto completo], BOE de 4 demarzo de 1998. Así, ... se traspasan a la Comunidad Autónoma de Galicia las funciones y los servicios quedentro del territorio de Galicia desempeña la Administración del Estado sobre provisión de medios materialesy económicos al servicio de ... y de los institutos de medicina legal al servicio de la Administración de Justicia.- Resolución de 10 de febrero de 1998, por la que se procede a la publicación del convenio de cola-boración entre el CGPJ. el Ministerio de Justicia y la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha,para la informatización de la Administración de Justicia en el ámbito de dicha Comunidad, [textocompleto], BOE de 28 de febrero de 1998. Así, el objeto ... es la informatización de todas las unidades dela Administración de Justicia (ór ganos judiciales, decanatos, fiscalías y órganos forenses) ...

Año LII, 15 de abril de 1998, número 1819:- La doctrina judicial italiana sobre el daño biológico. Un ejemplo de superación de los obstáculoslegales. La experiencia española como término de comparación.Medica Crespo M.- Jurisprudencia del Tribunal Supremo. Civil. Sentencia de 2 de diciembre de 1997. Ponente: Excm.Sr. D. Xavier O`Callaghan Muñoz. Responsabilidad médica extracontractual en la llama medicinavoluntaria. Mujer de 16 años, Sistema Ralka (alargamiento de piernas), Información de riesgos ysecuelas.

Año LII, 1 de mayo de 1998, número 1820:- Violencia en el hogar y medidas cautelares en el proceso penal.Tirado Estrada JJ.- Se aprueba la relación provisional de admitidos y excluídos a las pruebas selectivas para ingresoen el Cuerpo Nacional de Médicos Forenses. Resolución de 17 de marzo de 1998, de la Secretaríade Estado de Justicia, BOE de 28 de febrero de 1998. La relación de excluídos sale en el BOE.- Convenio de colaboración entre el Ministerio de Justicia, a través del Instituto Nacional deToxicología y la Comunidad Autónoma de Madrid, a través de la Agencia Antidroga. Resolución de18 de marzo de 1998, [texto completo], BOE de abril de 1998.

BOLETÍN DE NOVEDADES (libros). BIBLIOTECA.Edita: Centro de Estudios Jurídicos de la Administración de Justicia. Ciudad Universitaria s/n.

28040 - Madrid.Enero marzo de 1998:- [12081/347.56 DIA reg/12081] El régimen de la prueba en la resp. médica: hechos y derecho.Díaz-Regañón García-Alcalá C.

PUBLICACIONES RECIBIDAS

Rev Esp Med Leg 1998; XXII(83) ©Asociación Nacional de Médicos

PublicacionesPublicaciones

- [11890/347.56 GAR man/11890] Manual práctico de responsabilidad y defensa de la profesiónmédica: aspectos jurídicos y Médico Forenses.García Blázquez M, et al.- [11988/349.24 PRE/11988] La prevención de riesgos laborales: aspectos clave de la Ley 31/1995.Cueva López J, et al.- [11905/349.2 PER fun/11905] Fundamentos médico-legales de la incapacidad lab. permanente.Pérez Pineda B, et al.- [12031/340.6 PER man/12031] Manual de valoración y baremación del daño corporal.Pérez Pineda B, et al.

CIENCIA POLICIALEdita: Instituto de Estudios de Policía. Ministerio del Interior. Rafael Calvo, 33, 3ª.

28010 - Madrid.Número 41, marzo abril 1998:- Pequeña historia de la Policía Científica en España.Lecina Calvo JM.- Sistemas modernos de impresión.Corrales Arenal F.- Balística Forense.Rodríguez Nuñez A, et al.- La calidad en la Policía Científica.Cuesta Macho V.

CUADERNOS DE MEDICINA FORENSEEdita: Asociación Andaluza de Médicos Forenses. Apd. Correos 1. Of. 4.

41071 - Sevilla.Número 12, abril 1998:- La nueva regulación de la Invalidez Permanente en el Derecho de la Seguridad Social.Martínez Escribano A.- Por un sistema de valoración unitario en la Comunidad Europea. Modificaciones de los baremos.Borobia Fernández C.- Criterios de analogía y homologación de secuelas.García Blázquez M.- El contenido del informe médico pericial. La cuestión de la puntuación y otros extremos.Medina Crespo M.- Foramen esternal: una anormalidad ósea que puede conducir a errores de interpretación pericial.Hildebrando Xavier da Silva.- El hematoma subdural agudo. parámetros relacionados con la etiología y morbi-mortalidad. Aso Escario J, et al.- Esofagitis herpéticas: ¿lesión infrecuente?.Salguero M, et al.- Rotura traqueobronquial fatal, durante intubación endotraqueal anestésica, en una unidad deestancias cortas.Garfia A, et al.

EGUZKILORE. CUADERNO DEL INSTITUTO VASCO DE CRIMINOLOGÍA.Edita: Instituto Vasco de Criminología. Villa Soroa. Avd. Ategorrieta, 22.

20013 - San Sebastián (Guipúzcoa)Número 11, diciembre de 1997, extraordinario:- Racismo: aproximación jurídica al problema.Manzanares JL.- Intégration sociale, racisme et droits de l´homme.Szabo D.- La mediación.San Martín Larrinoa MB.- El Derecho penal ante el racismo y la eugenesia.Romeo Casabona C.

- Racismo y soliradidad en la Europa actual.Calvo Buezas T.- Ayuda a las víctimas. Mediación penal.Picca G.- El racismo como delito.de Miguel I.- Racismo y Derechos Humanos.Conde Zabala MJ.

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59Publicaciones

- La ambigüedad de la Religión y la relación con el otro.Aguirre R.- Reflexiones para un pensamiento jurídico no racista.Messuti A.- Un viaje de ida y vuelta: del colonialimo al racismo.Sotelo I.- El discurso racista: eficacia de su estructura.Zaffaroni ER.- La discriminación racial y el Código Penal.Bueno Arús F.

MAPFRE MEDICINAEdita: Fundación Mapfre Medicina. Ctra. Pozuelo a Majadahonda, s/n.

28220 - Majadahonda (Madrid).Volumen 9, número 1, 1998:- Traumatismos torácicos en el anciano.Freixinet J, et al.- Estudio de la mejoría física y disfunción tiroidea en sujetos asistentes a cursos de actividades físi-cas en la tercera edad.Sanz Mallofré P, et al.- Vigilancia cardiovascular y trabajo. Un reto para los servicios de prevención.De la Iglesia Huerta A.- Turnicidad y ritmos circadianos. Factores de riesgo en patología cardiovascular.Martínez Jarreta B.- Enfisema pulmonar: indicaciones quirúrgicas actuales.Carvajal Balaguera JJ, et al.- Síndrome de implantación del cemento óseo.Montero Furelos LA.- Síndrome del seno del tarso causado por tumor fibrohistiocitario.Castilla Serrano FJ, et al.

MEDICINA FORENSE ARGENTINA (MFA).Edita: Asociación de Médicos Forenses de la República Argentina. Ayacucho, 3421.

2000 - Rosario.Argentina.

Boletín nº 41, Año 19, marzo de 1998:- Calsificaciones de los Trastornos mentales y la Psiquiatría Forense.Jorge O. Folino.- Peritaje Psiquiátrico Forense e Imputabilidad.Osvaldo Romo Pizarro.- Conocimiento de Derecho Penal para el Médico Legista.Hector Oscar Espinosa.

MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA.Edita: Asociación Costarricense de Medicina Forense. Apartado 187 (3007) San Joaquín de Flores

Heredia - Costa RicaVolumen 12 - Nº 2 / Volumen 13 - Nº 1, diciembre 1995 - mayo 1996:- Compilación estadística y algunos indicadores sobre el consumo de drogas en población privadade libertad. Costa Rica 1983-1993.Sáenz Rojas MA.- Características de personas detenidas en Costa Rica por infracción de la Ley de Sicotropos.Roldán Retama JM.- Aspectos médicolegales de la Ley sobre Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas, Drogas deuso no autorizado y Actividades conexas.Hernández Ramírez G.- Análisis de 241 casos por sicotrópicos de la U. Médico Legal de Alajuela, Costa Rica, (1990-1994).Solano Calderón L, et al.

- Problemática indígena en Colombia.Sampedro Arrubla JA.- La prevención de delitos racistas.Stangeland P.- Racismo y sistema social.Giménez-Salinas E.- ¿Uniformes o iguales?Jáuregui G.- El sistema normativo.Subijana Zunzunegui IJ.

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60 Publicaciones

- Determinación de drogas en el Sistema Judicial Costarricense.Ortega Bell JH.- Reflexiones sobre la violencia doméstica: análisis de la experiencia con un grupo de ofensoresfísicos privados de libertad.Jiménez Chaves BL, et al.- Documentos médicos y el uso de las computadoras.Hernández Guerrero CA.- Intoxicación sistemática por mercurio elemental depositado en el organismo.Vargas Alvarado E, et al.- Empalamiento del tórax: presentación de un caso.Alvarado Arce EM.- Abdomen agudo. Dificultades diagnósticas.Sánchez Arias M.- Pena de muerte por garrote en Santiago de Cuba.Cobo Abreu AR.- La información como poder contemporáneo.Mora Ledezma MA.- El “crack” en Costa Rica.Castro Fernández JD.- La tecnología del ácido desoxirribonucleico en el Laboratorio Forense del Organismo deInvestigación Judicial de Costa Rica.Morales Cordero AI.

REVISTA ESPAÑOLA DE DOCUMENTACIÓN CIENTÍFICA.Edita: Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC). Joaquín Costa, 22.

28002 - Madrid.Volumen 21, número 1, enero marzo 1998:- Evaluación e indicadores de calidad en bases de datos.Rodríguez Yunta L.- Estudio.de las public. periódicas españolas de tecnología e ingeniería mecánica y metalúrgica.García del Toro MA, et al.- Comparación de la demanda de revistas españolas y extranjeras a través del Servicio deSuministro de Documentos.Vázquez M, et al.- Análisis y evaluación de catálogos automatizados de acceso público en entorno web.Moscoso P.

REVISTA VASCA DE DERECHO PROCESAL Y ARBITRAJE.Edita: Instituto Vasco de Derecho Procesal. Prim, 32, 3º.

20006 - San Sebastián (Guipúzcoa)Tomo X, cuaderno 1, enero abril 1998:- Apuntes sobre la regulación del embargo en el Borrador de Anteproyecto de L. E. Civil de 1997.Cachón Cadenas M.- Comentarios de urgencia al procedimiento de apremio regulado en el Borrador de Anteproyectode Ley de Enjuiciamiento Civil auspiciado por el Ministerio de Justicia en 1997.Franco Arias J.- La restauración del denominado incidente de nulidad de actuaciones mediante la Ley Orgánica5/1997, de 4 de diciembre.Lorca Navarrete AM.- El proceso monitorio. Examen crítico de su regulación en el Borrador de Anteproyecto de Ley deEnjuiciamiento Civil de abril de 1997.- Contrainforme: Conspiración contra el Jurado.Asociación Pro-Jurado.- Latrocinio procesal.

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Publicaciones

2. LIBROS

FORENSIC DIATOMOLOGY AND DROWNING.

Autor:

Editorial:

En inglés, 159 páginas. Análisis Médico Forense del ahogamiento y del valor pericial delestudio de las diatomeas, el cual pormenoriza y explica con claridad. Estudio práctico de varioscasos y atlas con profusión de imágenes de diatomeas.

COMPENDIO DI MEDICINA LEGALE.

Autores:

Editorial: Edizioni Minerva Medica S.p.A. 1998.Corso Bramante, 83-85. Turín (Italia).

En italiano, 385 páginas. Este compendio, de un modo resumido da una visión unitaria yno fragmentada del saber médicolegal. Con un índice de materias y analítico detallado, en su inte-rior da respuesta y enseñanza a prácticamente cualquiera de las cuestiones médicolegales que sepuedan plantear en la práctica Médico Forense. Su doctrina pericial es perfectamente aplicable enambos países. Se puede ampliar con el libro Medicina Legale de los Profesores Macchiareli yFeola.

LECCIONES DE PSIQUIATRÍA FORENSE

Autores:

Editorial: Comares SL. 1998.Polígono Juncaril, Condominio Recife, Parcela 121, Nave 11.18210 - Peligros (Granada)

En 461 páginas, recoge y desmenuza, el amplio abanico de la Psiquiatría Forense (con-cepto, clasificación, diagnóstico, cuadros clínicos, valoración pericial, etc). La cual dicta en veinti-

Michael S. Pollanen Departament of Chemistry and the Forensic Science Program.University of Toronto. Consulting Scientist, Office of the Chief Coroner Ontario. Canadá.

Elsevier Science B.V.; 1998P.O. Box 211.1000 AE AmsterdamHolanda

http://www.elsevier.nl

Elsevier Science Inc.P.O. Box 945.Nueva York, NY 10160-0757Estados Unidos

http://www.elsevier.com

Tomás Ortíz Va lero. Médico Forense (en excedencia), Profesor Asociado. Escuela deMedicina Legal. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.Javier Ladrón de Guevara y Guerrero. Médico Forense (en excedencia), Profesor Titular.Escuela de Medicina Legal. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.

Luigi Macchiarelli.Paolo Arbarello.Giuseppe Cave Bondi.Tommaso Feola.Istituto di Medicina Legale “Cesare Gerin”. Università degli Studi “La Sapienza”.Roma.

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dos didácticas y prácticas lecciones.3. PÁGINAS WEB

http://www.arrakis.es/~anmfAsociación Nacional de Médicos Forenses. Versión electrónica de la clásica Revista Española deMedicina Legal. Reproduce los títulos y resúmenes en español e inglés de los últimos números.Listado de los artículos publicados desde su aparición en 1974.

http://www.arrakis.es/~jacoelloPágina personal del Dr. José Antonio Coello Carrero, Médico Forense, Director del Instituto

Anatómico Forense de La Coruña. Primera página personal, en español, de Medicina Forense.Disposiciones legales (texto completo de: Código Penal, Reglamento del cuerpo de MédicosForenses, Reglamento de los Institutos de Medicina Legal y Temario de oposición). Selección deenlaces. Foros.

http://www.cica.es/~aamefoAsociación Andaluza de Médicos Forenses. Recoge la versión electrónica de la revista Cuadernosde Medicina Forense.

http://personal.redestb.es/aarmfAsociación Aragonesa de Médicos Forenses. Actividades del Instituto Anatómico Forense, de la

Clínica Médico Forense de Zaragoza y Servicios Comunes (laboratorio, radiología, análisis de ima-gen e informática). Artículos de las sesiones clínicas (CMF). Comentario de imágenes de PatologíaForense (IAF). Selección de enlaces.

http://vibora.ica.luz.ve/LabinvondFacultad de Odontología. Instituto de Investigaciones. Área de Patología y Clínica. Laboratorio de

Bacteriología bucal y Odontología Forense (Venezuela).

http://www.airastur.es/galanPágina personal de Don Julio Cesar Galán Cortés, Abogado, Doctor en Medicina y Profesor de

Toxicología y Legislación Sanitaria de la Universidad de Oviedo. Derecho Médico, Jurisprudenciade los cuatro órdenes jurisdiccionales, Disposiciones legislativas.

http://www.mapfremedicina.esFundación Mapfre Medicina. Entre otros recoge la revista Mapfre Medicina.

http://www.chasque.apc.org/smu/literatura/rmu/publicac.htmRevista Médica del Uruguay.

http://www.map.esMinisterio de las Administraciones Públicas.

http://www.mcu.es/pic/spain/ISBN.htmlISBN. Formulario para la búsqueda de libros españoles. Ministerio de Educación y Cultura.

http://www.munksgaard.dkEditorial Munksgaard (Dinamarca).

http://www.elsevier.nlEditorial Elsevier (Holanda)..

http://www.complucad.comComplucad Internacional SA. Empresa española que comercializa el conservante para la materia

orgánica COMPLUCAD. Muestra Información y documentación técnica.

DIRECTORIO DE ASOCIACIONES Y SOCIEDADES

ARGENTINA:

Asociación de Médicos Forenses de la República Argentina.Ayacucho 3421.2000 Rosario (ARGENTINA)

BRASIL:

Sociedade Brasileira de Medicina Legal.Rua Teodoro Sampaio, 115.Sao Paulo, SP-CEP 05405-000. (BRASIL)

COSTA RICA

Asociación Costarricense de Medicina Forense.Apdo 187, 3007 San Joaquín de Flores.Heredia (COSTA RICA) Correo electrónico: [email protected]

CUBA

Sociedad Cubana de Medicina Legal.Avd. Independencia y Hernán Cortés s/n.Plaza de la Revolución.Ciudad de la Habana. CP 10600 (CUBA)

ESPAÑA

Asociación Andaluza de Médicos Forenses.Ap. Correos 1. Oficina 4.41071 Sevilla (ESPAÑA) Correo electrónico: [email protected]

Asociación Aragonesa de Médicos Forenses Correo electrónico: [email protected]

Asociación Catalana de Médicos ForensesRonda de Sant Pere 35, baixos08035 Barcelona (ESPAÑA)

Asociación Nacional de Médicos Forenses.Goya 99, Esc D, 1º Dcha.28009 Madrid (ESPAÑA) Correo electrónico: [email protected]

URUGAY

Sociedad Uruguaya de Ciencias Forenses.Br. Artigas 1515.C.P. 11.200 Montevideo (URUGAY) Correo electrónico: [email protected]

VENEZUELA

Sociedad Venezolana de Medicina Forense.Apartado Postal 327. Los Teques.

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