REVISTA DE PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL
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SUMARIO
En portada
Contraportada………
Fotos jóvenes en JMJ…..
Cápsulas pastorales
El acompañamiento a la luz de la palabra
de Dios………
Los laicos y la pastoral vocacional…….
Seguir a los ídolos o seguir a Jesús……..
Muchos jóvenes escuchan a Jesús…….
Cultura y carisma: el carisma en la
Delegación y cultura de Corea del Sur…
Testimonios
Los jóvenes en la Jornada Mundial de la
Juventud……………….
El acompañamiento a
la luz de la palabra
de Dios
I.-Moisés y su manera de acercarse a la realidad que acompaña
Elvira Minaya Féliz, m.c.
l acompañamiento en el camino de fe y de vocación, siempre ha sido tarea, aunque difícil,
una dimensión de la propia vocación en las diferentes dimensiones a las que Dios nos llama a responder. Quien recibe la fe como don y la vocación, han de ser canales para que otros y otras descubran y acójanla llamada de Dios a la liberación personal y comunitaria. Los profeta s los apóstoles han de ser para todo pastoralista de hoy y de siempre los modelos de quienes al estilo de Jesús conducen a los hombres y mujeres destinatarios de la misión al encuentro con el Padre.
El estilo particular de cada profeta y cada apóstol varía con el tiempo y el contexto, pero la meta, el criterio de fondo, siempre es el mismo, es la cercanía solidaria y la fidelidad al saber que se habla en nombre de otro.
Nos acercamos a la palabra:
Exodo 3,1-7
En aquellos días sucedió que
crecido ya Moisés, salió a ver
sus hermanos, y los vio en sus
duras tareas, y observó a un
egipcio que golpeaba a uno de
los hebreos, sus hermanos.
Entonces miró a todas partes, y
viendo que no parecía nadie,
mató al egipcio y lo escondió
en la arena. Al día siguiente
salió y vio a dos hebreos que
reñían; entonces dijo al que
maltrataba al otro: ¿Por qué
golpeas a tu prójimo?
Y él respondió: ¿Quién te ha
puesto a ti por príncipe y juez
sobre nosotros? ¿Piensas
matarme como mataste al
egipcio? Entonces Moisés tuvo
miedo, y dijo: Ciertamente esto
ha sido descubierto.
Oyendo Faraón acerca de este
hecho, procuró matar a Moisés;
pero Moisés huyó de delante de
Faraón, y habitó en la tierra de
Madián.
Moisés como los profetas y como todo vacacionado es alguien a quien se le asigna una misión de cara al pueblo y en su caso particular una misión de acompañar al pueblo en su itinerario vocacional. Es enviado a acompañar el proceso de liberación y conformación del pueblo de Israel. En este proceso de asumir la misión de acompañante, Moisés debe pasar por un proceso de
conversión personal que le conduce de sí mismo al pueblo, del pueblo a Dios y de Dios al pueblo.
Todo encuentro con la realidad implica un encuentro consigo mismo que obliga a salir, salir de sí mismo, de su propio palacio o realidad personal de protección. Esa salida de sí mismo aporta elementos objetivos para definir su
propia identidad. … crecido ya Moisés, salió a ver sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. La salida de Moisés y en el encuentro con los otros, le da elementos de juicio para identificarse con ellos, ya no son extraños, son sus hermanos y no sólo los ve como hermanos, sino que es capaz de contemplar su propia condición de pueblo que sufre, de población vulnerable necesitado de una mano que los conduzca porque como dice Jesús en el Evangelio, andan como ovejas sin pastor.
No huye, no la niega, no la ignora, no se reguarda en su palacio. Su posición privilegiada, no le impide darse cuenta y asumir que es un israelita, que es uno más de los esclavos. Y esa constatación le hace al mismo tiempo percatarse de la situación particular que vive su pueblo.
E
Moisés es un hombre que vive en el corazón de su historia.
Sin embargo el ver la realidad no es ya un indicador de haber hecho un camino de conversión que le capacita para ser guía del pueblo. Esta capacidad se adquiere con la iluminación que da la palabra de Dios. En el caso que nos ocupa, Moisés intenta resolver las cosas por sus propias manos: Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio, sin dialogar con alguien, y esto se vuelve en su contra.
El diálogo es lo que hace posible el contrastar la realidad y lo que hace posible tener una visión más objetiva de la misma, es el diálogo con los destinatarios y con el Dios de la historia lo da autoridad al agente para interpretar, iluminar y conducir. La tentación de tomar las riendas de la historia, de la realidad sin contar con los destinatarios y sin contar con Dios, hace que esta misma realidad se vuelva en su contra. Quien te ha puesto como juez? Acaso vas a m atarnos como mataste al Israelita? Los destinatarios de nuestra misión por muy jóvenes que sean, no son ingenuos, tienen una visión diferente de la realidad, pueden incluso tener una visión distorsionada, pero no carecen de información, cuando atropellamos la capacidad del joven de entrar en la dinámica de proponer, de aportar, de ofrecer su propia visión. Esta realidad se vuelve en contra de nuestros métodos. Y es como querer matar para
eliminar lo que a nuestro juicio no concuerda con nuestros objetivos. Lo que avala la postura del pastoralista, lo que da autoridad al profeta, lo que hace que Jesús hable como quien tenga autoridad, es además de la consistencia entre sus vidas y sus palabras, el hecho de que todos los ven como uno de los nuestros, pero al mismo tiempo como hombres de Dios. No se inventan los discursos, sus palabras están sustentadas en la experiencia de encuentro con Dios y en la experiencia de encuentro profundo con el corazón del hombre.
Moisés cuidaba el rebano de su suegro Jetró, sacerdote de Madián, una vez llevó el rebano más allá del desierto, hasta llegar a Horeb, el monte de Dios, el ángel del Señor se apareció en una llamarada a entre las zarzas, Moisés se fijo, la zarza ardía sin consumirse. Moisés dijo: Voy a acercarme a mirar este espectáculo tan admirable, como es que no se quema la zarza. Viendo el señor que Moisés se acercaba a mirra, lo llamó desde la zarza: Moisés, Moisés. Respondió el: aquí estoy dijo Dios, no te acerques, quítate las sandalias de los pies, porque el sitio que pisas es terreno sagrado. Moisés se tapó la cara temeroso de mirar a Dios. El
Señor le dijo. "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios
El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos.
Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel. El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo son oprimidos por los egipcios.
El agente de pastoral, debe ser alguien que se siente en el corazón de la historia, debe ser alguien capaz de sentirse parte de la historia de los tantos jóvenes que Dios pone en su camino, significa que de alguna manera que nos ponemos en la piel del otro, que no nos sentimos diferentes ni indiferentes, selectos, que no nos escandalizamos de sus experiencias, que no nos resulta indiferentes sus sueños aun cuando puedan parecer errados, que nos interesamos por sus gustos, El agente de pastoral debe ser alguien que se sienta hermano de los jóvenes y que vea su propia sufrimiento como suyo, sin caer en la tentación de resolverlos por su cuenta.
Para ver la realidad de manera objetiva y con criterios evangélicos hay que involucrar todos los sentidos. Es necesario ver más allá de lo aparente, la vida, las formas, las opciones, los gustos, de los jóvenes de nuestro tiempo no pueden ser vistos, simplemente como desaciertos, sino como canales a través de los cuales se puede conocer y ver a Dios. La manera de ser de los jóvenes son un reflejo de nuestra sociedad y a través de ellos se puede hacer una lectura de la realidad global. La manera de ver al joven y sus subculturas, no puede generar actitudes de juicios por parte de los agentes, porque nos perderíamos la capacidad de contemplar a un Dios eternamente joven que ama al joven, que es capaz de dejarlo en libertad y al mismo tiempo de ofrecerle el verdadero camino de la libertad. El evangelio de Lucas nos recuerda el encuentro de Jesús con el joven. Jesús mira al joven con amor más allá de sus intereses, no son las palabras, las opciones, la manera de ser del joven lo que despierta en Jesús el afecto, es el mismo joven el objeto de amor de Jesús, por eso cuando el joven ofrece su propia visión de fe, Jesús sin retirarle el afecto, lo
deja marcharse, no sin antes hacerle una propuesta clara y exigente. Si quieres ser perfecto…La realidad es siempre una…que interpela y al mismo tiempo despierta una interpelación por parte del pastoralista.
Una llamada que interpela: Moisés,
descálzate. El descálzate aquí puede ser interpretado de muchas maneras, de cara a los jóvenes sobre todo es sinónimo de apertura al misterio que hay en cada persona. Es confianza incondicional en la acción de Dios en su vida, es prudencia y respeto ante una realidad espiritual que es compleja, que es diversa, que es delicada e incluso que es frágil.
Una palabra que
ilumina la realidad:
He visto a mi pueblo…Ninguna
realidad puede ser abordada
únicamente desde el ámbito
social, si quien se acerca a ella
se siente urgido a anunciar el
Evangelio de Jesucristo, si
quien se acerca a ella lo hace
desde la experiencia pascual,
desde el encuentro con el
misterio. Por eso todo
acercamiento a cualquier
realidad y máximo a la realidad
del mundo juvenil
tiene que dejarse acompañar,
iluminar por la palabra de Dios,
en otras palabras, la realidad
que nos toca vivir, exige, mirar
la realidad con los ojos de Dios.
Es Dios quien ve primero la
realidad, y es él quien nos
envía…
Una misión que no se
realiza en solitario… El acompañante es alguien que
se sabe vulnerable, que necesita
contar con la ayuda de la gracia
pero también con la ayuda de
los demás. Moisés se sabe
pequeño, pobre, barro en
manos de Dios que es quien
verdaderamente hace de guía,
acompañante del pueblo. La
importancia de un trabajo con
sentido comunitario tiene
dos….Por un lado es la
necesidad de enriquecer los
procesos con la visión, el
dinamismo y la creatividad de
varios agentes, la contrastación
de mis criterios con los criterios
de otros que enriquece, clarifica
y fortalece, asegura la fidelidad
a la voluntad de Dios. Por otro
lado, el aprendizaje de la
importancia de la comunidad
entre los jóvenes acompañados.
Confirmar lo que dice Jesús:
donde hay dos o tres reunidos
en mi nombre, allí estoy yo.
No hay que olvidar que
Jesús es el primer
compañero de camino. Yo
estaré con ustedes hasta
el fin del mundo.
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Dios es el que convoca, l
lama, invita, te da la vocación.
Cuando un cristiano ve todo con
los ojos de la FE puede descubrir
fácilmente el llamado de Dios que
invita a trabajar por el Reino.
Como hombre o mujer somos
llamados hoy, en este momento
histórico actual, en la realidad que
nos toca vivir, a ser semillas de un
nuevo siglo. ¿Dónde nos llama
Dios? Es en la Iglesia donde se da
esa llamada. La iglesia, que es más
que la estructura física, más
que cuatro paredes. La
Iglesia que es la capacidad
de sacramentalizar a Cristo
en una cultura.
La pastoral es una acción
de la Iglesia. Pero, «…La
llamada no se dirige sólo a
los Pastores, a los sacerdotes,
a los religiosos y religiosas,
sino que se extiende a todos:
también los fieles laicos son
llamados personalmente por el
Señor, de quien reciben una misión
en favor de la Iglesia y del
mundo…» (Cristifideles Laici, 2).
El Laico, como fiel cristiano,
Incorporado e integrado a Cristo
por el Bautismo, es partícipe del
oficio sacerdotal, profético y real
de Cristo. Además ejercen en la
Iglesia y en el mundo la misión de
todo el pueblo cristiano en la parte
que a ellos corresponde. (LG.31)
Por tanto, lo que origina la
nueva condición del cristiano en la
iglesia; lo que constituye su más
profunda fisonomía; lo que está en
la base de todas las vocaciones y
del dinamismo de la vida cristiana
de los fieles laicos es: la inserción
de Cristo por medio de la fe y de
los sacramentos.
El bautismo es la clave para
entender la figura del LAICO. El
Bautismo incorpora a la Iglesia y
lo consagra como sacerdote Santo.
Es el medio por el cual Dios nos
convoca a su misión en la Iglesia.
“Dios quiere que todos los
hombres se salven, pero no
aisladamente, sino como pueblo,
como comunidad. (LG. 9)
El laico cristiano está llamado a
evangelizar la cultura. Por medio
del Bautismo participa del oficio
sacerdotal por el cual Jesús se ha
ofrecido así mismo en la cruz. Por
ese medio recibe la la misión de
Enseñar, Santificar y Presidir.
Esta triple misión implica en
todo laico:
Madurez humana, que se
traduce en equilibrio emotivo e
inteligencia despierta para captar
rápidamente los problemas que se
generan. Observador e intuitivo.
Con actitud de acogida y diálogo.
Transmisor de paz y seguridad.
Tener una fuerte vivencia
personal y comunitaria de la
fe. Ser testigo de su fe; que no
impone su propia visión, sino
que ofrece y anuncia ante
las dudas y las dificultades.
Con profunda vida de
oración y práctica
sacramental.
Ser pastor: que facilite
el acceso a Jesucristo a
través de su disponibilidad
y espíritu de servicio;
preocupado por su
comunidad de referencia;
con mucha comprensión
enmarcada en una cierta
exigencia de superación.
Ser conocedor y estimulador
de las posibilidades de cada
uno, respetando los ritmos y
las decisiones.
Saber ser animador evitando el
paternalismo. Desarrollar una
pedagogía activa donde se
ejercitan su liderazgo y
comparten responsabilidades.
Entonces… ¿Cómo entender el
papel del Laico en la Pastoral?
Toda la Pastoral se enmarca en
el proceso de evangelización y
catequesis. Ofrece, para la vida
cristiana laical, un conjunto de
experiencias que ayudan a
preguntarse y descubrir el sentido
de la vida; a descubrir, asimilar y
comprometerse con la persona de
Cristo y su mensaje. En otras
palabras, se está hablando de un
proceso de profundización y
madurez cristiana que se propone
personalizar la fe, vivirla en
comunidad y encarnarla en el
mundo.
La evangelización que
desarrolla, desde su misma
identidad laical, tiene una clara
dimensión educativa cuyo abanico
de acción tiene cuatro elementos
fundamentales:
Atención especial al
crecimiento personal y
armónico de todas las
potencialidades. Estamos
hablando del desarrollo de
nuestra persona desde lo que
somos y desde lo que
hacemos, desde lo que
creemos, sentimos y
pensamos.
Atención especial a su
dimensión social, cultivando
actitudes de diálogo y
solidaridad, estimulando un
compromiso por la justicia y la
paz. Es el desarrollo de nuestro
quehacer. La relación existente
entre mi persona y mi
profesionalidad, vividas desde
mi identidad cristiana.
Educarse y educar en la fe
desde la evangelización hasta
la vivencia cristiana de la fe
en la liturgia eucarística y el
compromiso vocacional.
Preparar y prepararse para la
construcción del mundo,
especialmente por su
testimonio cristiano.
Todo este proceso pastoral debe
llevar al laico a:
Descubrir en Cristo la plenitud
de sentido y el sentido de la
totalidad de su vida, y busque
más plenamente su
identificación con El.
Personalizar la fe y construir
comunidad. Que reside en un
proceso y que promueve
opciones. Que lleva a vivir el
bautismo de forma radical y
comprometida.
Ayudar a su propia madurez,
tanto en lo personal como en
lo social. Ahora bien, esto no
es posible en profundidad si no
hay orientación personal y
comunidades de vida que son
los que ayudan a madurar
socialmente.
He aquí algunos criterios
para desarrollar este
proceso. Se plantean en
cuatro niveles
diferenciados en función
de su trascendencia:
En lo personal:
Interpelación con la
realidad de su sociedad
Educación en la fidelidad a sus
compromisos personales y
comunitarios
Acompañamiento continuo y
concreto (mediante planes
definidos) dentro de un
proceso de crecimiento
humano y madurez espiritual
tomando como base su
Proyecto Personal.
En lo comunitario:
Crear, mantener y fomentar
espacios para el crecimiento en
la fe y en la espiritualidad
Crear un ambiente de
comunidad que propicie la
entrega y el servicio
Exigir actitudes y
comportamientos audaces en
los jóvenes y en los agentes de
pastoral que los conviertan en
testigos de Cristo.
En lo institucional:
Responder a proyectos
organizados dentro de una
dimensión social con un
compromiso cristiano y no
solo con acciones aisladas.
En lo social:
Ser un servicio en comunión
con la Iglesia, buscando no
sólo la promoción, sino la
evangelización de la sociedad.
Promover el servicio
misionero de los jóvenes.
Comprometerse en la situación
de pobreza y marginación de la
realidad latinoamericana.
Desde nuestra propia realidad….
desde América Latina
La acción Pastoral del laico en
América Latina, se presenta desde
la propuesta de la Civilización del
Amor como respuesta a los
interrogantes vitales y como
proyecto personal y comunitario
que dé sentido y plenitud a su vida.
La Civilización
del Amor es
"aquel conjunto
de condiciones
morales, civiles
y económicas
que permiten a la
vida humana una
condición mejor
de existencia,
una racional
plenitud, un feliz
destino eterno".
(Pablo VI). Es
un llamado a reconocer que el
Reino de Dios crece en América
Latina entre los pobres y los que
sufren. Es al mismo tiempo un
compromiso creador para ser
constructores activos de nuevos
modos de convivencia y de
relaciones humanas.
En definitiva, es una propuesta
total. Es un proyecto de Vida que
implica todos los ámbitos de la
existencia. Para construir una
sociedad de comunión y
participación, reafirmando los
valores evangélicos.
Comprometerse con el proyecto de
la Civilización del Amor implica el
rechazo y la lucha contra
antivalores que son expresión del
pecado como fuerza de ruptura
personal, con los demás y con
Dios. Consiguientemente, en la
reafirmación de valores y el
rechazo de antivalores, el
compromiso de construir la
Civilización del Amor supone una
serie de prioridades y opciones,
tales como:
Primacía de la vida sobre
cualquier otro interés
Primacía de las personas sobre
las cosas
Primacía de la ética sobre la
técnica
Primacía del testimonio y la
experiencia sobre las palabras
y doctrinas
Primacía del servicio sobre el
poder
Primacía de la economía
solidaria sobre la producción
de riqueza
Primacía del trabajo sobre el
capital
Primacía de la identidad
cultural sobre otras influencias
hegemónicas
Primacía de la fe y lo
trascendente sobre todo intento
de absolutizar al ser humano
Esta propuesta debe ser
interiorizada, reflexionada y
transmitida, por todos los laicos
comprometidos en la pastoral
pues implica vivir con el estilo
de Jesús en América Latina, de
tal suerte que origine cambios
profundos en la conciencia
personal y comunitaria y así
surjan nuevas y más justas
estructuras sociales.
Seguir a los ídolos o seguir a JESUS
Ma. Pilar Villegas Calvo, m.c.
ois jóvenes, y porque lo sois,
vuestra juventud es una
llamada a tomar decisiones
significativas, que marquen
vuestra vida y vuestro futuro,
decisiones que iluminen todo un
mundo de opciones que se irán
asomando a vuestra ventana en el
transcurso de vuestra vida. Por eso
hoy os lanzo el siguiente
planteamiento: ¿queréis seguir a los
ídolos o seguir a Jesús?, dicho de
otra manera, ¿queréis dejaros
esclavizar por los atractivos de este
mundo o dejaros seducir por la
atracción irresistible del Dios de la
vida, el Dios de Jesús?
Recordemos, en primer lugar, en
qué mundo nos movemos: quiénes
son los grandes personajes que la
sociedad de hoy ha colocado en la
cima de la fama y el poder,
personajes-símbolo de los valores
que predominan entre las masas y
que no son sometidos al
discernimiento y reflexión acerca
de su auténtica valía. El
mundo del espectáculo, la moda, el
deporte… encumbra a sus ídolos y
los ofrece como paradigma de
felicidad, engaño generalizado para
un mundo que no termina de
encontrar el verdadero sentido de la
vida.
¿Y tú? ¿Te dejas embaucar por
esta falacia ilusoria? ¿Te dejas
envolver por los ídolos del
momento? No olvides que, en
términos bíblicos, la pretensión del
ídolo era convertirse en sustituto de
Dios. Hoy también. Todo aquello
que colocamos en la cima de
nuestras alegrías le está quitando el
puesto a Dios y a la verdadera
felicidad.
Pero hay algo que debes saber: los
ídolos nunca pueden ser Dios,
jamás ocuparán su lugar, por más
que el mundo intente colocarlos en
lo más alto. Principalmente porque
sólo Dios es dios, y porque los
ídolos, como el resto de las
criaturas, son inconsistentes.
INCONSISTENCIA DE LOS
ÍDOLOS
Ya conoces el término
‘inconsistencia’. Se aplica a todo
aquello que no se sostiene por sí
mismo. Es lo contingente,
necesitado de algo o Alguien
superior que le da vida y
constantemente se la renueva. El
ídolo, como todos los seres
creados, se apoya en algo superior
a sí mismo. De ahí que jamás pueda
sustituir a Dios.
Por otro lado, el ídolo tiene, a su
vez, sus propios ídolos: la fama, el
dinero, el poder, el placer… Si
elegimos como ejemplo los
personajes del espectáculo,
podemos comprobar cómo ellos
mismos dependen del aplauso y
necesitan el apoyo de sus fans. Un
vídeoclips de Michael Jacksons nos
acerca a esta realidad y nos ayuda a
descubrir en la reacción de las fans
el impulso del absurdo llevado a
extremos a veces insospechados.
Según esto nos preguntamos cuál
es el sentido de sus vidas, qué les
mueve, cuál es el móvil de su
existencia.
¿Cuál es el sentido de su vida?
Muchos de ellos lo cifran en la
ambición: disfrutar cada vez más
de fama y dinero. Pero no podemos
generalizar; también los hay que
han descubierto un sentido nuevo a
sus vidas, y en lugar de la
ambición, les mueve la entrega
generosa a Dios y a los demás.
Escuchamos ahora el testimonio de
un personaje famoso que dio un
giro a su existencia y a su manera
de enfocar el mundo. Eduardo
Verástegui, director y actor de
cine, hombre atractivo y famoso,
se convirtió al catolicismo de una
manera radical y, sin abandonar su
profesión cinematográfica, se situó
de forma diferente ante la vida. Lo
tenía todo y cuando llega a la cima
de la fama, se encuentra vacío.
Entonces es cuando descubre a
Jesús como el único que da sentido
a su vida:
Después de diez años de carrera,
me di cuenta de que me faltaba
algo, pero no sabía qué. Me sentía
en un laberinto sin salida (…), me
sentía vacío. Muchas veces la
sociedad nos dice que si no
llegamos a la cima de la montaña,
y no somos alguien, y no tenemos
reconocimientos y éxito, entonces
somos unos fracasados. Lo que yo
pensaba que me iba a hacer feliz y
me iba a dar paz y que me iba a
hacer un hombre completo y pleno,
resultó que era una mentira, estaba
siguiendo una mentira1.
1 Testimonio de Eduardo Verástegui.
S
¿En qué manos cuelgan
nuestros ídolos?
Pero no siempre es así, por eso
nos preguntamos: ¿en qué manos
cuelgan nuestros ídolos? Y
volvemos a ver un vídeo clips
correspondiente a una canción
interpretada por Carlos Baute y
Marta Sánchez: ‘Colgado en tus
manos’. Seguro que lo conoces y
puedes cantar con ellos. En efecto,
colgado en tus manos, en las manos
del amor que le acompaña, en las
manos de la persona amada… Y le
pide que no le deje caer. Es
evidente la necesidad de alguien
que te sostenga. Pero los seres
humanos todos somos
inconsistentes, y nadie puede
sostener a nadie de manera total y
absoluta. Hay Alguien superior a
nosotros que fundamenta nuestra
vida y jamás cae. Nuestros ídolos
se apoyan en cosas que caen.
Cuando ponen el sentido de su
vida en lo inconsistente, se
tambalean y ellos también caen. Y
entonces viene el fracaso y las
consecuentes decepciones, cuando
no algo más extremo aún: El
diseñador de moda británico
Alexander McQueen ha fallecido
en su domicilio londinense en un
aparente suicidio.
¿En qué manos cuelgan nuestros
ídolos? ¿En qué manos cuelgas tú?
¡No me dejes caer!
¿En qué manos cuelga los
seguidores de Jesus? Nada les sostiene. SÓLO DIOS. Ellos cuelgan en las manos de Jesucristo. Están ARRAIGADOS
EN JESUCRISTO REDENTOR. Es el lema que nos acompañará durante toda la Jornada Mundial de la Juventud, y esperemos que a lo largo de nuestra vida también.
Arraigados, fundamentados en Cristo Jesús, el único
que da verdadero sentido a la vida. Como un árbol echa raíces profundas en la tierra y, desde ahí, crece sin temor a ser derribado por las dificultades de la vida, así es nuestro camino de seguimiento: cuando hemos afianzado nuestras raíces en la tierra buena de Jesucristo Redentor, permanecemos firmes en la fe, y nada nos puede derribar.
Así fue también el camino de seguimiento de los auténticos seguidores de Jesucristo, aquellos que le amaron y fueron capaces de entregar su vida a fondo y sin reservas. Adentrémonos, por tanto, en dos historias mercedarias, dos ejemplos de vida que nos alientan y vivifican la llama de nuestro amor: el P. Zegrí y Sor Isabel Lete, testigos de la vida verdadera que nunca se acaba y de una profunda pasión por Dios desde el carisma mercedario. En primer lugar, nos preguntamos si ellos tenían ídolos como ocurre a gran parte de la humanidad. Sin atrevernos a pronunciar una respuesta afirmativa, sí que podemos decir que, como a cualquiera, la vida les arrastraba. Todos los seres humanos vivimos en una constante lucha entre el bien y el mal, entre el egoísmo y la donación. Ellos también, por supuesto. Y en muchas ocasiones son agentes externos los que se convierten en fuerzas seductoras que intentan arrastrar y derribar el árbol tan profundamente
afianzado en la tierra buena y fértil que le ha visto crecer. Así, nuestro P. Zegrí2 pudo sentirse atraído por el renombre y la fama. Había llegado a la cima del prestigio social y eclesiástico, pues la misma vida le regaló una serie de dones que le capacitaron para ostentar altos cargos y ser considerado como un hombre y sacerdote de valía. Innumerables responsabilidades y reconocimientos jalonaron las páginas de los mejores años de nuestro Fundador. Él podía haberse dejado embriagar por tales honores, como ocurre a tantos personajes del espectáculo y la moda, conocidos por todos. Sin embargo, como vimos en un testimonio anterior, él mismo constató la vaciedad de buscarse a sí mismo y toda su actividad la orientó desde el principio hacia el bien de la humanidad, en Dios, por Dios y para Dios. Y no se conformó con esto, sino que en un momento determinado de su trayectoria,
2 Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno nació en Granada el 11 de octubre de 1831 y murió en Málaga el 17 de marzo de 1905. Fue ordenado sacerdote el 2 de junio de 1855 y desarrolló una amplia labor en el ámbito pastoral y docente, tanto en la diócesis de Granada como en la de Málaga, llegando a detentar altos cargos, como vicario de dicha diócesis. El 16 de marzo de 1878 fundó la Congregación de Hermanas Mercedarias de la Caridad, con un carisma de caridad redentora al servicio de los más pobres. Por causas ajenas a su voluntad, Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno tuvo que soportar la calumnia y la maledicencia, hasta el punto de ser alejado de la Congregación por él fundada. Sin embargo, él ofreció al mundo un testimonio de amor y configuración con Cristo, que introdujo su trayectoria en el camino de la santidad. La Iglesia reconoció oficialmente su vivencia de las virtudes heroicas y fue beatificado el 9 de noviembre de 2003.
supo decir ‘No’ a los posibles ídolos que el mundo le ofrecía; supo renunciar a la carrera desenfrenada de las múltiples actividades, para dedicarse de lleno a la fundación de una Congregación destinada principalmente al servicio y atención a los más pobres y necesitados, desde la vivencia de la caridad redentora al estilo de Cristo. Era un signo evidente de que estaba fundamentando y arraigando, cada vez más, su vida en Cristo Jesús.
El P. Zegrí, hombre y sacerdote valorado, estaba ejerciendo una admirable misión entre los fieles de las parroquias por las que pasó (Huétor Santillán y Loja) y, finalmente, en la diócesis de Málaga, donde ejerció, entre otros, el cargo de vicario junto al obispo. Asimismo, su labor docente en diferentes centros, sobre todo el Real Colegio San Bartolomé y Santiago, le permitió un contacto directo con la juventud del momento. Renuncia a gran parte de esta labor para dedicarse de lleno a
la Congregación, con toda la ilusión y el entusiasmo de su corazón apasionado por el Reino. Pero la vida le tenía reservado algo inesperado: la sombra de la cruz asomaba en su horizonte. Una calumnia empañó para siempre la transparencia de su vida ofrecida y regalada a los demás. La mentira enturbió la serena felicidad de la que disfrutaba hasta entonces. Todos comenzaron a darle de lado, a evitar su presencia. La duda y la
sospecha hicieron estragos en el camino siempre limpio de nuestro Fundador. Y fue apartado de la Congregación… ¿Podía haber algo en esos momentos más doloroso para el P. Zegrí que esto? Diez años permaneció alejado de la Congregación, y murió sin poder relacionarse con sus mercedarias. Ni siquiera las pudo ver en el momento de su muerte, ofreciendo este sacrificio en bien de la Congregación. Pero lo
que encaminó su vida por las sendas de la santidad fue la infinita confianza en Dios, que le sostuvo en sus momentos de oscuridad y abandono. El P. Zegrí, profundamente arraigado en Jesucristo Redentor, pudo permanecer firme en la fe cuando todos le habían abandonado. Por eso la vida le concedió, años después, el gran regalo de la justicia obrada en su persona y en su proyecto: la Iglesia ha reconocido de manera oficial la santidad de nuestro Fundador y, además, una larga
historia congregacional avala la fuerza del carisma en su vida. En la misma coyuntura encontramos a Sor Isabel Lete3, hermana mercedaria de la caridad que ofreció su vida joven por amor a Jesucristo, desde una profunda pasión por Dios y su Reino. Esta hermana, al igual que cualquiera de nosotros, experimentó la lucha contra el mundo y sus fuerzas seductoras. Ella poseía también unas cualidades que la convertían en una mujer profundamente atractiva para los demás. No era sólo su belleza física, aunque también, sino su simpatía, afabilidad, ‘don de gentes’, preocupación por todos los que le rodeaban… y un sinfín de dotes naturales hacían que Sor Isabel Lete nunca pasara desapercibida. Pero esto mismo podía ser un arma de doble filo, ya que algunas personas se dejaban abrumar por sus encantos. Tal fue el caso de un médico que trabajaba con ella en el sanatorio
3 Sor Isabel Lete Landa (Regina era su
nombre) nació en Osintxu, Vergara (Guipúzcoa), el 7 de septiembre de 1913. Su infancia transcurrió con carácter itinerante, debido a los distintos cambios de domicilio. La causa estuvo motivada por dolorosas circunstancias: la temprana muerte de su padre y la enfermedad de su madre. En Placencia conoció a las hermanas mercedarias, y el 7 de junio de 1929 ingresó en el noviciado de Zumárraga. El 2 de enero de 1931 celebró su profesión religiosa y fue destinada al sanatorio de Tablada, cerca de Madrid. En vísperas de su profesión perpetua (enero de 1939), realizó un acto sublime y definitivo para su vida: se ofreció como víctima al Señor. Y, desde marzo de aquel mismo año, vivió su enfermedad, en el sanatorio antituberculoso de Éibar (Guipúzcoa), como martirio voluntario. Murió el 13 de octubre de 1941, dejando a su paso huellas de santidad. El 26 de junio de 2006 fue declarada Venerable por el Santo Padre Benedicto XVI, siendo así reconocidas sus virtudes heroicas, primer paso hacia la beatificación.
de Tablada. Llegó a enamorarse intensamente de Sor Isabel y a perseguirla, con la única finalidad de que ella abandonase todo y se fuese con él. Sor Isabel lo tenía claro: su camino mercedario era la vocación a la que Dios le había llamado para toda la vida, y así se lo manifestó al médico: ‘Yo soy mercedaria’. Palabras clave que denotan un auténtico sentido de pertenencia y una clara identidad en el seguimiento de Cristo. Ella también estaba profundamente arraigada en el Dios y Señor de
la vida; se encontraba totalmente enamorada de Él y de ningún otro. Pero esta convicción no anuló el sufrimiento, elemento redentor cuando se vive desde el misterio pascual y la cruz de Cristo. En efecto, Sor Isabel sufría mucho con la situación y
así lo manifestó a sus superioras. Como consecuencia, decidieron ayudarle trasladándola a otro lugar. Fue una actitud de renuncia por parte de Sor Isabel, ya que todo cambio en la propia vida entraña una buena dosis de desprendimiento. Y Sor Isabel estaba dispuesta a renunciar a todo y entregarlo por amor, por un grande amor, que no era precisamente el que pudiera profesar a ninguna persona en esta tierra. Así fue. Poco a poco la vida le condujo al mayor de los
desprendimientos. Ella descubrió la nulidad de las cosas, la vaciedad de los atractivos de la tierra, y se enamoró plena y totalmente de su Señor. De esta forma, arrancó su corazón de todo aquello que pudiese sujetarla a este mundo y se sintió libre, con la libertad de las golondrinas que veía desde su ventana: “El tiempo que me queda de vida, quiero pasarlo como las golondrinas que veo volar desde mi ventana; quiero volar muy alto, sin pararme en el suelo”.4 Sor Isabel Lete empezó a paladear con más intensidad la fuerza
del carisma desde el mismo momento en que se ofrece como víctima al Señor. Es difícil entender este gesto en la sociedad actual en la que vivimos. Y vosotros mismos os
4 Positio Isabel Lete, La Unión con Dios,
pp. 49-50.
preguntaréis qué sentido tenía tal hazaña, pues siempre hemos pensado que se puede hacer mucho bien siendo eficaces y productivos aquí en la tierra. Sor Isabel también pensaba que con su juventud y sus cualidades podía ser testigo de Cristo en este mundo; pero ella tenía prisa. Eran grandes los deseos que sentía de encontrarse con el Señor, y le pidió que aceptara su ofrenda. Hemos de tener claro que su ofrecimiento no nacía de la decepción ni el desengaño; no era un ‘suicidio’ lo que ella estaba pidiendo, más bien al contrario: pedía una vida más plena, una vida totalmente llena de Jesucristo. A ella le movía un gran amor; le movía el mayor amor, un amor más fuerte que la muerte. Y desde ahí supo encaminarse hacia el encuentro con el Señor, dispuesta a padecer como Cristo en la cruz, con tal de ver pronto el rostro del Señor. Ella, que había conseguido luchar contra su propio atractivo y había alcanzado la madurez de los santos, ahora ofrecía toda su afectividad y toda su vida por amor, un grande y mayor amor. Pero al igual que al P. Zegrí, al igual que a todos los santos, las cosas no le iban a resultar tan fáciles. Sor Isabel hubiese querido caminar hacia la otra vida con rapidez, con presteza. Ella no buscaba la enfermedad como tal, sino el encuentro con Dios, su Señor, de quien estaba plenamente enamorada. Pero, cuando cayó enferma, parecía que el tiempo se había detenido en aquella cama del sanatorio de Éibar (Guipúzcoa). Dos años de enfermedad paralizaron sus
prisas, le hicieron paladear la cima del sufrimiento, y llegó a identificarse con Jesús en aquellos dos años de Calvario interminable. Aún hay más: Sor Isabel Lete llegó a experimentar el tremendo abandono de la noche oscura, cuando parece que Dios se esconde y nunca más lo vamos a sentir. Aquella alegría que asomaba a su paisaje cada vez que intuía el encuentro con el Señor, se disipó y ya no sentía
el consuelo de la presencia de Dios en su vida. Pero ahí es donde se prueba la grandeza y la fe de los santos; porque, aunque no sentía, nunca dejó de confiar. En lo más profundo de su corazón siempre guardó la inquebrantable certeza de que Dios estaba allí, inconmovible como siempre, pero escondido en el oculto lenguaje del amor que nace en el corazón. Al final de su vida, Sor Isabel lo perdió todo. La vida la había despojado. Era eso lo que ella quería, pues siempre luchó contra los atractivos de la tierra y contra su propio atractivo. Su rostro se había desfigurado y quedó lo que nunca muere: la gran belleza de Dios en el alma de sus amigos, el rostro de la santidad.
Posiblemente tú, joven, no entiendas el por qué de una vida ofrecida de esta manera, en plena juventud. Hoy es difícil comprender esto. Pero piensa en tantos mártires, santos de Dios, que siguen siendo testigos de un amor vivido apasionadamente, un amor que no se compra ni se vende, sino que se es capaz de entregarlo de manera total y gratuita. Ahí encontramos al P. Zegrí y a Sor Isabel Lete. Nuestro Fundador entregó
su amor desde un martirio
interior y Sor Isabel lo hizo a
través del martirio
voluntariamente ofrecido.
Nuestra Iglesia siempre ha
destacado la vida martirial
como forma suprema de
entregar la propia vida, por eso
tiene mucho sentido la vida
ofrecida del P. Zegrí y Sor Isabel
Lete, porque ambos son testigos
de una fuerza superior que
brota de la misma entraña de la
santidad: el amor, el más grande
amor que empapa de esperanza
el corazón de la HISTORIA.
Hay muchos jóvenes escuchando a Jesús
Bárbara Buncker, m.c.
Recordamos con admiración y
cariño las manifestaciones de más
de un millón de jóvenes de muchos
países en la Jornada Mundial de la
Juventud. Uno de los aspectos que
más ha llamado la atención ha sido
el de los silencios como momentos
de oración y contemplación. Han
sido momentos largos, donde nadie,
absolutamente nadie ha hablado, y
todos se han sentido envueltos por
un silencio que nacía del corazón
de jóvenes, para poder escuchar al
Señor en la interioridad.
¿Para cuantos estos minutos de
silencio habrán significado un
llamamiento para seguir a Jesús
más de cerca? Estos encuentros
despiertan vocaciones religiosas
porque los jóvenes sienten y palpan
la cercanía de Jesús y el llamado a
grandes ideales.
La juventud es una etapa
importante de la vida humana. Los
medios de comunicación pueden
deformar la imagen de la juventud
cuando sólo presentan los aspectos
de diversión o de placer. También
cuando promueven la carrera hacia
la riqueza, el tener y poder. No
encontramos con frecuencia
propaganda para tareas difíciles en
servicio de los más necesitados.
La Jornada mundial de la
juventud nos ha demostrado lo
contrario. Que al lado de la
diversión y de la alegría se
encuentra también la seriedad y el
silencio. Que la juventud busca
metas de generosidad y de servicio
y es sensible al ejemplo de
personas que saben entregarse a
servir a los demás.
La juventud es una etapa
importante de la vida humana. Los
medios de comunicación pueden
deformar la imagen de la juventud
cuando sólo presentan los aspectos
de diversión o de placer. También
cuando promueven la carrera hacia
la riqueza, el tener y poder. No
encontramos con frecuencia
propaganda para tareas difíciles en
servicio de los más necesitados.
La Jornada mundial de la
juventud nos ha demostrado lo
contrario. Que al lado de la
diversión y de la alegría se
encuentra también la seriedad y el
silencio. Que la juventud busca
metas de generosidad y de servicio
y es sensible al ejemplo de
personas que saben entregarse a
servir a los demás.
La vida religiosa es un campo
atractivo para esta juventud capaz
de generosidad y de compromiso.
La formación de jóvenes religiosos
debe ser el camino de una madurez
humana, de una riqueza interior, de
una capacidad de volverse cada vez
más personas para la comunión de
personas. El ganar metas
individuales de riqueza o saber no
es la única meta para una juventud
que sabe apreciar los valores y
acercarse a Dios como fuente de
todos ellos.
Jesús llamó una vez a un joven
que parecía bien dispuesto, que era
fiel en cumplir los mandamientos
del Señor, y ansiaba algo más.
Jesús le propone el ideal del
seguimiento en pobreza y en
solidaridad con los pobres y el
joven que era rico se desanimó y
alejó. Hoy como ayer, la riqueza y
la ambición de la seguridad
individual, serán el bloqueo para no
seguir la invitación de Jesús. La
riqueza es el gran ídolo que el
mundo propone a la juventud y son
muchos los que siguen para adorar
ese ídolo.
Jesús sigue llamando a la
juventud para servir la causa de los
pobres, de los abandonados. La
vocación religiosa pide una
renuncia a formar la propia familia,
porque el Padre Celestial invita a
esos jóvenes a vivir para la familia
universal, sobre todo de aquellos
que son excluidos, marginados y
olvidados.
Frente a una juventud que busca
la seguridad en las riquezas, Jesús
invita a los jóvenes a ser servidores
de los más débiles de esa gran y
universal familia de los hijos e hijas
de Dios. El seguir este camino sin
perder nada de las características de
la juventud, del entusiasmo y de la
alegría, de la seriedad y del
compromiso, se ha hecho evidente
por el testimonio de ese millón de
jóvenes que saben unir el silencio,
la oración, la alegría y el
entusiasmo. Lo ha proclamado ante
el mundo: ¡Seguir a Jesucristo vale
la pena!
PRESENCIA DE LAS
HERMANAS EN COREA DEL SUR
Caridad mucha caridad (B.
Zegrí)
Corea del Sur, cuyo nombre
oficial es República de Corea, es un
país situado en el Este de Asia.
Ocupa la mitad sur de la Península
de Corea, situada entre el Mar
Amarillo y el Mar del Este,
también conocido como Mar de
Japón. Hace frontera con Corea del
Norte por el norte, y Japón se
encuentra a su suroeste, cruzando el
Estrecho de Corea.
Se encuentra dividida en las
siguientes regiones:
Chungcheong del Norte, Chungcheong del Sur Gangwon,
Gyeonggi, Gyeongsang del Norte,
Gyeongsang del Sur, Jeju (isla
situada al sur de la Península de
Corea), Jeolla del Norte
Corea es una de las civilizaciones
más antiguas del mundo. A través
del tiempo, la historia de Corea ha
sido turbulenta con numerosas
guerras, incluyendo invasiones
tanto de China como de Japón. No
fue sino hasta 1987 cuando se
llevaron a cabo las primeras
elecciones justas y directas, por lo
que desde entonces el país es
considerado una democracia
multipartidista. Aproximadamente
la mitad de la población del país
vive en su capital, Seúl, o en su
zona metropolitana, que es una de
las áreas metropolitanas más
pobladas del mundo (algunas
fuentes la ubican como la segunda
más poblada, sólo detrás de Tokio,
en Japón) También se encuentra
entre los países más avanzados
tecnológicamente y mejor
comunicados es el tercer país con
mayor número de usuarios de
Internet de banda ancha entre los
países de la OCDE, siendo
también uno de los líderes
globales en producción de
aparatos electrónicos, dispositivos
semiconductores y teléfonos
móviles. La población actual es de
aproximadamente 49.540.000.
El idioma oficial del país y el más
hablado por los surcoreanos es el
idioma coreano.
cristianismo es la religión más
profesada en todo el país, ya que
cuenta con más de la mitad de
todos los adeptos religiosos. Hay
aproximadamente 13,7 millones de
cristianos, cerca de dos tercios de
ellos pertenecen a un grupo
protestante, mientras que el resto
pertenece al grupo de los católicos.
Corea del Sur es la segunda nación
con mayor envío de misioneros.
El sistema educativo surcoreano
está tecnológicamente avanzado y
es el primer país del mundo que
llevó el acceso rápido a Internet de
banda ancha a cada primaria y
secundaria en todo el país. Con esta
infraestructura, el país ha
desarrollado los primeros libros de
texto digitales en el mundo, que se
distribuirán de forma gratuita a
todas las primarias y secundarias
antes de 2013.
En el ámbito de la conservación del
medioambiente, se hacen esfuerzos
desde el campo de la educación y
de la política gubernamental.
( Wikimedia Commons)
Presencia mercedaria en
Korea del Sur Hace 50 años atrás Corea del sur
era un país empobrecido, mucha
gente en la calle sin techo y sin
comida, es por ello que el estado
inicia una campana de reubicación
de todas estas personas; los
discapacitados mentales o físicos
van a centros pensados y
preparados para ellos, los ancianos
a asilos o casas de acogida, los
niños a hogares de niños, etc. Pero
existe una gran masa de gente que
aun siendo discapacitada mental o
psíquica, que por ser rechazada por
sus familias o no tenerla, son
reubicados en otro tipo de centros,
estos son centros sociales para
gente de la calle o los que
deambulan (que sería la traducción
del coreano) así es que surgen en
cada ciudad del país estos lugares
de acogida para aquellos que no
tienen donde vivir. Es así mismo
que en la ciudad de Chuncheon,
hace 50 años nace el hogar
municipal de los sin techo. Este
centro es llevado por la
municipalidad de la cuidad y hace
unos 27 años atrás la Congregación
de los hermanos de San Juan de
Dios se hace cargo del mismo.
El año 1997 Corea del sur sufre
una gran crisis económica, para
resolver dicha situación pide ayuda
al FMI (Fondo monetario
internacional) pero gobierno
Coreano no deseaba quedar
endeudado por mucho tiempo, ante
ello toma varias medidas: primera
medida; la gente que tenia objetos
de valor, joyas, etc, las entrega al
gobierno para poder reunir el
dinero prestado y así devolverlo al
FMI, pero como esto no fue
suficiente, se tomo una segunda
medida; que fue el cierre de las
fabricas del estado, comenzando
por las menos productoras y en las
fabricas que no se cerraron se
redujo el personal en un 50% a
80%, lo que significo que mucha
gente perdió su empleo, familias
completas quedaron en la calle, a
su vez, como socialmente no se
podía dar una solución rápida al
problema, toda esa gente de un día
para otro comenzó a deambular por
las calles, dormir bajo los puentes,
etc. Muchos por causa del
sufrimiento de quedarse sin nada,
se enfermaron psíquicamente o se
sumieron en el alcohol.
El “refugio transitorio
de los sin hogar” y otros centros
sociales como este surgen como
una respuesta a esta situación de
extrema pobreza e injusticia social,
El “refugio transitorio de los sin
hogar” en Chuncheon es un centro
perteneciente a la municipalidad de
la ciudad, la misma lo mantuvo a su
cargo hasta el año 2007, después
paso ser parte del “hogar municipal
de los sin techo”, llevado por los
Hermanos de San Juan de Dios.
La comunidad de hermanas
mercedarias de la caridad inicia su
servicio junto a los hermanos en el
año 2007 en el “hogar municipal de
los sin techo” y el año 2010 en el
“refugio transitorio de los sin
hogar”.
Tuve hambre y me diste de comer,
tuve sed y me diste de beber, estuve
desnudo y me vestiste (Mt 25)
En el “hogar municipal de los sin
techo” viven alrededor de 100
personas entre varones y mujeres,
los cuales tienen entre los 30 y 65
años de edad. En rasgos generales
las personas que viven en el centro
son personas que tienen algún
problema psíquico (depresión,
esquizofrenia, bipolaridad, entre
otras) en algunos es congénito, en
otros es por falta de cuidado de las
familias, o producto de abusos
físicos o sexuales (en partículas las
mujeres) y sobre todo en la mayoría
de los hombres es fruto del alcohol.
Las personas que viven en
el hogar, son de corazón noble,
bondadosas y muy cariñosas, de
verdad de buen corazón, lo que se
trata es de ayudarles en aquello que
les sea más dificultoso de hacer por
si mismos, por ejemplo ayudarles a
bañarse, cambiarse de ropa,
limpiar, trabajar en una pequeña
empresa que tienen de bolsas de
Shoping, pero sobre todo el papel
principal de las hermanas, desde la
pastoral, es de promover espacios
de encuentro con Dios
por medio de los
sacramentos, la
participación en la
eucaristía, oración de la
tarde, compartir la
palabra, celebración de
la novena de Nuestra
Madre de la Merced,
etc
El “refugio
transitorio de los sin
hogar” funciona las 24 horas del
día, anualmente atiende unas 700
personas, es un lugar de acogida
para aquellos que no tienen donde
dormir, ya que viven en la calle, los
alcohólicos, discapacitados,
especialmente discapacitados
mentales, ancianos o cualquier
persona que se encuentre tirado en
la calle o que no encuentra su casa.
Casi la mayoría viene traído por la
policía o enviados por la
municipalidad, algunos también,
vienen por si mismos; se les recibe,
se les da alimento, se les ayuda a
higienizarse y se les da ropa limpia.
Si vienen heridos se les lleva al
hospital, o se les ayuda a
trasladarse a sus hogares o ciudades
de origen, sobre todo los
discapacitados psíquicos no se
acuerdan donde viven, entonces
después de localizar sus hogares se
les acerca a sus casas o de lo
contrario al bus terminal,
ayudándoles con el pasaje para
llegar a sus destinos.
El personal que trabaja en el centro
son tres personas, como
responsable del equipo una
hermana y dos trabajadores civiles.
Muchos de los que han venido al
centro son alcohólicos, a ellos se
les lleva a lugares de tratamiento
(hospitales), para recibir
medicación y rehabilitación.
El equipo de trabajo les visita en
los hospitales cada cierto tiempo, y
a los que van consiguiendo donde
dormir de manera más estable se
les visita en sus hogares, se trabaja
en conjunto con las entidades
sociales para conseguirles
pensiones de ayuda social,
reubicarlos en centros de acogida,
etc.
Las hermanas reconocemos que
es un trabajo arduo, muchas veces
con poco tiempo para el descanso,
pero creemos que el carisma del
Padre Fundador se hace visible y
patente, en medio de estos
hermanos, los más pobres, los más
desfavorecidos, pero más amados
por Dios ya que son los preferidos
del Reino.
La caridad no concluirá
mientras haya un dolor que
curar, una lagrima que
consolar, sudores que verter y
sangre que derramar(P.Z)
La delegación y la pastoral
juvenil vocacional
Teniendo en cuenta el poco
tiempo que la congregación está
presente en corea y la dificultad
que implica el aprendizaje del
idioma, la delegación no cuenta aún
con un grupo de jóvenes formal.
Aquí en corea la pastoral juvenil
se concentra en las parroquias
locales, quitando alguna
congregación como pueden ser los
salesianos, no hay un joven que
este desligado de una parroquia,
por eso la dificultad de formar un
grupo que pertenezca a la
congregación exclusivamente.
Nuestros jóvenes son de otras
parroquias que les gusta nuestro
estilo y vienen también a nuestra
casa, pero priorizando las
actividades parroquiales.
Aunque en la organización de
diferentes actividades como
retiros, encuentros de voluntariado,
y sobre todo la preparación para el
encuentro mundial de jóvenes se ha
abierto la posibilidad de un
encuentro más cercano con el
mundo juvenil. La enseñanza de la
lengua española también ha
posibilitado que jóvenes con interés
exclusivo de aprender el idioma y
que no pertenecen a una parroquia
puedan ser más periódicos en
nuestras reuniones, participando de
los diferentes programas que
organizamos.
El mantenimiento de la página
web también ha sido otro medio de
difusión de la congregación que
ha posibilitado que muchachas
con inquietud vocacional vengan
a nuestro encuentro con interés
de conocernos y compartir con
espontaneidad.
Por otra parte la implicación
de todas las hermanas en la
pastoral vocacional es de gran
apoyo porque se puede contar
con las comunidades para que las
muchachas hagan experiencias más
cercanas con respecto a la vida
religiosa, en una como en otra
comunidad, en una misión o en
otra.
De Cara a la delegación el reto
es poder formar un grupo juvenil en
el que se pueda crear espacios de
oración , de encuentro consigo
mismos, que les lleven a
preguntarse sobre su vida e incluso
sobre su vocación y, poder
transmitir nuestro carisma para
que luego ellos mismos sean los
transmisores de nuestro carisma
según sus propias expresiones
coreanas.
De cara a la congregación el
reto es poder crear una pastoral que
poco a poco vaya incluyendo a los
jóvenes de esta parte de Asia que se
expresan de una forma diferente y
tienen una cultura diferente, tanto
desde el idioma como la realidad
cultural, preferencias, intereses,
necesidades, que es muy diferente a
los jóvenes de Europa (España), de
América y de África.
La posibilidad de incluir dentro
de la pastoral juvenil-vocacional,
las realidades con mucha
experiencia en este campo, como
aquellas realidades o provincias
donde está empezando, porque
sería bueno y ayudaría, para
aprender unas, como para despertar
en otras retos, estilos, o formas
nuevas.
El secretariado es un organismo
cuyo objetivo es facilitar y
favorecer el trabajo en redes, la
unificación de criterios, el
compartir recursos como familia
religiosa y promover el sentido de
identidad en toda acción pastoral
juvenil en cualquier cultura en
donde estamos presente.
TTTeeessstttiiimmmooonnniiiooosss dddeee jjjóóóvvveeennneeesss dddeee JJJMMMJJJ Julia
Tajuelo,
m.c.
Son dos las JMJ celebradas en
territorio español: la primera, allá
por el año 1989 en Santiago de
Compostela, y la segunda, la recién
celebrada en Madrid en este
caluroso mes de agosto de 2011.
Considero un privilegio
haber participado en ambas; en la
de Santiago cuando realmente era
joven, y en la de Madrid siendo
bastante menos joven en edad (que
no en ilusión), acompañando a un
grupo de jóvenes del colegio de
Córdoba donde el Señor
quiere que en estos
momentos desarrolle la
misión que como Mercedaria
de la Caridad me ha
encomendado. Tanto en una
como en otra, ha quedado en
mí una certeza profunda, en
tiempos más que difíciles
para la Iglesia, en toda JMJ la
comunión eclesial no sólo se
expresa, sino que se fortalece. Las
Jornadas Mundiales de la Juventud
son una experiencia eclesial
inolvidable.
Ha sido realmente
impresionante contemplar riadas y
riadas de grupos de jóvenes de la
totalidad del mundo entero, con la
profunda convicción de que “no es
tiempo de avergonzarse del
Evangelio, sino que es tiempo de
predicarlo desde las azoteas y
vivirlo en lo cotidiano”. Son
experiencias en las que una
realmente se siente satisfecha y
orgullosa de ser cristiana.
Experimentar la universalidad
de la Iglesia y del carisma
mercedario de la caridad dentro de
ella, realmente ha supuesto para mí
un reafirmar mi fe y una
renovación clara del compromiso
en el seguimiento de Cristo como
Mercedaria de la Caridad, para
intentar ser en el mundo, como
bien decía parte del lema de estas
jornadas “… testigos de su amor”,
al estilo de Jesús y como quería el
P. Zegrí “… curando llagas,
remediando males, calmando
pesares, desterrando necesidades,
no dejando si posible fuera en todo
el mundo un solo ser abandonado,
afligido, sin educación y sin
recursos…”
Realmente la JMJ no ha
sido cuestión de una semana de
celebraciones en las que el Papa se
ha hecho presente, sino que es un
acontecimiento que ha tenido un
largo recorrido previo y también
posterior a su celebración. Ha sido
más de un año intenso de
preparación espiritual, material y
pastoral, ayudados siempre por los
temas preparados por el
Secretariado Vocacional de la
Congregación. Ya, tan sólo por lo
que de preparación, dedicación,
esfuerzo, entusiasmo y trabajos
previos supuso la JMJ, ésta hubiese
merecido la pena. Si a ello
añadimos los intensos días vividos
en Granada y Madrid con el
denominador común de la
evangelización y la siembra, ahora
que las luces y las músicas de la
Jornada Mundial de la Juventud
Madrid´11 se han apagado, nos
toca continuar la tarea de cultivar y
cuidar esa siembra, sabiendo, que
la mejor cosecha de toda JMJ es que
cada joven se encuentre con Cristo
Redentor y comience (o continúe)
un diálogo personal con Él que no
le deje indiferente, sino que le
anime a encontrar su propia
vocación, pues de ese modo, todos
en la sociedad y en la Iglesia
saldremos ganando.
Ahora, ya sólo es cuestión de
renovar nuestros esfuerzos y
compromisos, para con ayuda de
María de la Merced “nuestra sin
igual Madre y Protectora”,
contribuir a que este
acontecimiento, que no ha hecho
más que comenzar, dé los frutos
que el Señor quiera.
Por mi parte, agradecer a la
Congregación la oportunidad que
nos ha ofrecido de vivir estar JMJ
Madrid´11 como grupo mercedario
de la caridad, compartiendo el
carisma desde la universalidad de
los cuatro continentes donde
estamos presentes. Ha sido una
gozada experimentar que más allá
del idioma o la cultura se encuentra
el Señor Jesús dador de vida.
IMÁGENES JMJ MADRID 2011