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EEn los últimos años, la iglesia delSeñor Jesucristo se ha vistoatacada, con redoblado encono,

por el mundo. La excusa para esteataque ha sido la caída deprominentes siervos de Dios que,creyéndose más fuertes que el resto denosotros, descuidaron su vidapersonal fraternizando con el enemigoy, quedaron expuestos a los golpesletales de un adversario seductor,traidor y despiadado.Todos tenemos la tendencia de perderel sentido de la realidad acerca denuestra naturaleza humana despuésde que Dios nos ha usadopoderosamente. Nunca está elhombre en mayor peligro de caer quecuando más firme se siente. Muchosdecimos: “Eso nunca me pasará a mí.”Pablo advierte que tengamos cuidado,no sea que caigamos (1ª Corintios10:12).El cristiano que juega con el mundo esjuzgado con él. La protección de Dioses para el obediente a sumandamiento. Cuando Dios juzgó aEgipto por la dureza de su corazón,personificada en el Faraón que nodejaba ir a Israel, envió al ángel amatar a todo primogénito y dioinstrucciones específicas para laseguridad de los israelitas: un corderosacrificado, su sangre untada en eldintel de las puertas y quepermanecieran en sus casas. Pareceque todo Israel obedeció esta vez yninguno sufrió la muerte de su primerhijo. La desobediencia hubiera sidofatal.Hay ocasiones cuando el resultado dela desobediencia no es de vida omuerte. Un cristiano se aleja unpoquito del dominio de Dios y tomasu libertad para fraternizar con el

mundo y su pecado. Dios tienemisericordia la primera vez, lasegunda, ¿la tercera?... y lo protege. Elcristiano siente remordimiento, perono arrepentimiento y la semilla de ladestrucción queda intacta. Con eltiempo cree poder hacer igual sinsufrir como antes, las consecuencias.Quizás sólo sintió un poco la pérdidade la presencia de Dios en su vida.Otro poquito más no le hará daño,razona él. Pero la rectitud de Dios essu justicia y es inexorable. Un díavendrá a cobrar. Y su alguacil no seráun ángel del cielo, todo lo que Diostiene que hacer es remover suprotección de nosotros para que eldiablo y el mundo caigan con toda sufuerza como lobos rapaces sobre unindefenso cordero.

Sólo mediante el reconocimiento denuestra necesidad del poder de Dios yejerciendo su fuerza podremosmantenernos irreprensibles y sinmancha.Otra vez Pablo es quien dice: “Hacedtodo sin murmuraciones y contiendas,para que seáis…hijos de Dios sinmancha en medio de una generaciónmaligna y perversa” (Filipenses 2:14-15). Como las águilas que saben volar,pero que usan las corrientes de airepara llegar a distancias increíbles,nosotros debemos llegar primero al finde nuestra fuerza para entrar en la deDios.

El ejemplo de SansónLa historia de Sansón en la Bibliailustra mejor que todas lasconsecuencias del descuido moral.Más que un campeón de Israel. Dioslo hizo fuerte porque sólo con fuerzapuede ser derrotado el enemigo.¿Qué hacía fuerte a Sansón? Por ciertono era el pelo largo ni los votos de

nazareo que el ángel le impuso antesde su nacimiento. Estos eranimportantes en todo el esquema deDios. Pero su fuerza estaba en launción del Espíritu de Dios. Hay unafrase que aparece con frecuencia en lanarración bíblica: “Y el Espíritu delSeñor vino sobre él con gran podery…”, mató a un león sin tener nada enla mano…mató a treinta milfilisteos…rompió las sogas que loataban y mató a mil hombres que seburlaban de Dios y, en su muerte,acabó con toda la jerarquía filistea.

Cualquier hazaña es posible bajo launción. Dios es fuerte y se manifiestaen la fuerza; nosotros tenemos que serfuertes para vencer a nuestroadversario que anda “como leónrugiente”, para permanecer libres deataduras y acabar con las burlas de losenemigos del pueblo de Dios.

La condición de gran parte del pueblode Dios hoy es semejante a la de Israelen el tiempo de los Jueces. En elcapítulo 13, versículo 1, dice que Israelvolvió a hacer lo malo ante los ojos delSeñor. Se repite también confrecuencia en el libro de los Jueces ysignifica que se apartaron de él y sevolvieron a otros dioses. Lamotivación de ir tras los dioses de latierra no era doctrinal. Estos israelitasno cambiaron de religión porquecreyeran que Jehová Dios estuvieraerrado en su mandamiento o porquela liturgia filistea fuera más espiritual.Por supuesto que no. Tampoco lohicieron de la noche a la mañana. Fuetodo un proceso que comenzóalimentando las pasiones de la carne yterminó en detrimento de su relaciónespiritual con el verdadero Dios.Las religiones paganas secaracterizaban por su enfoquesensualista. Entre los ritos de sus

Preservado irreprensiblePreservado irreprensible

Hugo M. Zelaaya

Cuidando las actitudes del corazón

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templos estaban incluidas las orgíascon toda clase de desviacionessexuales. Los sacerdotes ysacerdotisas eran los sodomitas y lasprostitutas del templo. La decencia yel pudor nos prohíben describir el tipode celebración depravada que seefectuaba en nombre de sus dioses. Aesto eran atraídos los israelitas y“cambiaron la gloria del Diosincorruptible por una imagen... y Dioslos entregó a la impureza, la lujuria desus corazones... y las pasionesdegradantes” como dice Romanos 1.Y ¿qué de nuestro tiempo? Andamosparecido. Los dioses ya no se llamanDagón, Baal o Asera. Y no están enuna tierra muy lejana adorados poraborígenes incultos. Tienen otrosnombres más sutiles, como libertad deelegir, derechos individuales,intelectualismo, hedonismo, etc., y sonadorados por las personas más cultasque hayan existido jamás. Y están enmedio nuestro y algunos se hacenllamar “cristianos”. Su templo estáigualmente prostituido. Todos hemosleído de la ordenación al “ministerio”de hombres y mujeres homosexuales.Estos son los que han cambiado laBiblia. Sacando de ella toda mencióna Dios en términos masculinos yeliminando toda referencia “sexista”.Israel pecó y perdió su fuerza. Elpueblo de seudo cristianos también hapecado y se ha debilitado. Dios hapuesto sobre ellos el “terror súbito” deenfermedades incurables que losconsumen y hacen languidecer el alma(Lea Levítico 26:14-22).

Nacimiento de SansónEn medio de la condición endeble deIsrael, Dios preparó a un hombre paraque comenzara a liberar a su pueblode manos de los filisteos. CuandoDios no encuentra a uno que puedausar, lo hace nacer. Primero busca portoda la tierra para fortalecerlo (lea 2ªCrónicas 16:9). Si no lo encuentra lohace nacer.Dios envía a un ángel temible paraanunciar el nacimiento de Sansón. Suaparición es un contraste con lacondición del pueblo. Así es siempre

que Dios se revela. Su manifestaciónes un contraste con la condiciónnuestra. Muchos han creído que lasexpresiones sobrenaturales delEspíritu Santo son una señal demadurez, fuerza o perfección, pero nonecesariamente. Los corintiosaventajaban a los demás en el uso delos dones y eran carnales e inmaduros,que es casi repetir la misma cosa.Los israelitas se habían debilitado a talextremo que eran incapaces dedefenderse. No hay nada más tristeque un pueblo acobardado. Peor aunsi este pueblo profesa seguir al único yverdadero Dios que es omnipotente,que detesta el miedo, la debilidad y lacobardía; que quiere que seamosfuertes y libres para que caminemoscomo hijos suyos. Él es elTodopoderoso y sus hijos caminan enalguna dimensión de ese poder.Debe ser penoso para él ver lacondición de su pueblo viviendo bajoel dominio de una fuerza extraña quesupuestamente nosotros debemosdominar.No hace mucho, se dio ampliacobertura en los medios decomunicación al enjuiciamiento en lostribunales de la justicia civil, de unconocido siervo de Dios acusado demalversación de fondos y fraudepostal. Estos eran los cargos civiles.Día a día, la prensa, la radio y latelevisión, particularmente, exhibíancomo un espectáculo de circo elproceso legal. En una oportunidad,las cámaras de televisión mostraron aeste consiervo llorando y meciéndosede atrás para adelante en una posiciónfetal. ¡Qué terrible fue ver a aquelhombre en semejante estado dedebilidad! Ningún hijo de Diosdebiera tener que pasar por semejantesuplicio. Con razón David se entregóen las manos de Dios y le rogó que nolo dejara caer en manos de hombres“porque grandes son susmisericordias” (lea 2ª Samuel 24:14).

Símbolos y realidadesDios tiene una respuesta para ladebilidad de su pueblo: su fuerza. Nonecesita de muchos para lograr su

propósito. Uno dedicado a hacer suvoluntad es suficiente. Dios escogió aSansón para que comenzara laliberación de su pueblo. Le prohibiócortarse el pelo, beber alcohol y comercosa inmunda. Su fuerza no estaba enlos símbolos de su separación: el pelo,la bebida y la dieta. La realidad de supoder se fundamentaba en elllamamiento divino. Dios capacita aquien llama. El poder venía delEspíritu Santo. Sin embargo, paraSansón, el pelo sin cortar y latemperancia, representaban surelación con Dios. Los símbolosexternos declaraban la realidadinterna de su santificación: separadopara el uso de Dios. Eran como elanillo de matrimonio que simboliza launión entre un hombre y una mujer.Ponerse un anillo de matrimonio noconvierte a nadie, necesariamente, enuna persona casada. Ni al que se loquita necesariamente en soltero. Peroel casado declara con su anillo antetodas las solteras que no es un hombrelibre. Y el casado que quiere jugar conotras mujeres, descuida el símbolo desu relación matrimonial y entra enpeligro de muerte. Tengamos estopresente particularmente en la historiade Sansón.

Sentir como Dios“El niño creció y el Señor lo bendijo”(Jueces 13:24). La Biblia ahorra losdetalles de su desarrollo a la vidaadulta. El siguiente versículo esimportante: “Y el Espíritu del Señorcomenzó a manifestarse en él...Tampoco da los pormenores, perotuvo que ser notable. Unamanifestación es una indicaciónvisible o palpable de una intención. Anosotros nos parece que cuando elEspíritu comenzó a venir sobreSansón, éste empezó a sentir comoDios. Comenzó a inquietarse por lacondición de su pueblo. Otros sehabían acostumbrado a lo anormal.Ya no les importaba que eran elpueblo de Dios con una misión en latierra. Unos lo que querían erasobrevivir de la mejor manera posiblesin perturbar a sus opresores. Otrosse habían adaptado a su vida de

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esclavos. Y quizás otros a una formamás perniciosa de esclavitud: la de laspasiones bajas que los dominaban a suantojo.No sé cuál de estas circunstanciascomenzó a perturbar a Sansón. Locierto es que venía del Espíritu. Elmismo que hizo que Jesús volcara lasmesas de los cambistas en el templo.El mismo que nos hace exclamar convoz de alarma, “esto no está bien”,cuando vemos la condición depobreza y debilidad espiritual en losque constituyen el templo del Señor.

Para comenzar a ser libres, tenemosque detestar la debilidad que ha hechoesclavo al pueblo de Dios, sinconfundirnos y despreciar al hermanodébil, jamás aceptemos lamediocridad. Dios no es mediocre nila acepta. Yo dudo del llamamientode cualquiera que se llame ministrodel Señor (o lo habrá olvidado) que nose agite al ver que representantes de laiglesia del Señor Jesucristo seanjuzgados por el mundo, y que laiglesia misma sea el objeto de la burlay el desprecio de hombres y mujeresinmorales y blasfemos. El Espíritu delSeñor comenzará a manifestarse en losverdaderos siervos suyos negándosea aceptar este estado de cosas comonormal.

Dios busca ocasión contra losfilisteosLa Biblia no explica elcomportamiento de Sansón. Debemostener cuidado de no aceptar lo que espuramente humano, pero al mismotiempo de no rechazar a Dios en lassituaciones difíciles de entender.Algunas situaciones no encajan ennuestra conceptualización. En elcapítulo catorce, Dios parece llevar aSansón por un camino extraño.Se enamora de una mujer filistea yDios permite el desarrolle de unatrama difícil y de un desenlace comosólo Dios puede hacerlo. La Escrituradice claramente que “esto era delSeñor” (Jueces 14:4).Dios había advertido a su pueblo queno contrajeran matrimonio con las

naciones de la tierra que él les daría(lea Deuteronomio 7:3). El padre y lamadre de Sansón, lo sabían, pero él seconsideraba la excepción e insistió conpalabras que revelan su debilidad decarácter:“Tómala para mí, porque ella meagrada (al margen se lee: es perfectaen mis ojos)”. Sansón era un hombresumamente sensual. ¡Qué contraste!Extraordinariamente fuerte en elaspecto físico y al extremo débil en sucontextura moral. No lo censure, noestá solo en su condición. Muchoshombres lo acompañan.

Tenemos que hacer una aclaración eneste punto. No hay duda que estatimnatea era una mujer sumamentehermosa, como las hay ahora en elmundo, disponibles al mejor postor.Sansón la quería; no le importaban lasrestricciones que tuviera su pueblo;estaba dispuesto a correr el riesgo.Había nacido para cumplir elpropósito de Dios y cuando el Espírituse movía en él, sentía el deseo decumplirlo, pero el enemigo le hablatendido una trampa de la quelamentablemente no escaparía sinenorme pérdida personal. El enemigohabía descubierto que a Sansón legustaban las mujeres filisteas,hermosas a los ojos, sin restriccionesmorales, entregadas a satisfacerplenamente todas sus pasiones,

criadas para complacer los apetitossexuales del hombre más exigente.Dios mío, si no fuera porque sabemosque la historia se desarrolla entiempos muy remotos, creeríamos queestamos frente a una situaciónmoderna.Sansón había santificado su pelo alSeñor, no así su cuerpo con todos susinstintos sensuales. Quería servir aDios, pero estaba muy ocupadofraternizando con las mujeres delenemigo. De manera que Diosaprovecha las circunstancias en suvida para llevarlo a cumplir con elpropósito de su nacimiento. De ahí,en mi opinión, la frase “esto era delSeñor”. San Juan dice: “Y esto es loque el mundo ofrece: los malos deseosde la naturaleza humana, el deseo deposeer lo que agrada a los ojos, y elorgullo de las riquezas” (1ª Juan 2:16V.P.)Así que no nos confundamos. Lapasión de Sansón no era del Señor,sino del mundo, pero Dios redimiríala situación para que cumpliera con suvoluntad de comenzar a liberar aIsrael de las manos de los filisteos.Aceptemos la realidad. Dios a vecesusa a personas con fallas morales parallegar a cabo su plan. El Ser perfectousa a seres imperfectos en su tratohumano. Sin embargo, nadie puede iren contra de sus preceptos sin sufrirlas consecuencias: todos pagaremospor nuestros pecados si no nosarrepentimos a tiempo. No siemprenos detenemos a preguntar lo queDios está pensando.Dios buscaba ocasión contra losfilisteos y Sansón, con todas susdebilidades, era la carnada perfecta.

Los enigmas de SansónCamino a Timnat con sus padres, parahacer los arreglos de la boda, un leónjoven se cruza en el camino de Sansónsin que éste tuviera nada en su manocon qué defenderse. Pero Dios no haterminado con él todavía y le brindasu protección: “El Espíritu del Señorvino sobre Sansón, quien despedazó alleón como quien despedaza uncabrito” (Jueces l4:6).

Los pensamientos de Sansón estabancon la timnatea y no se preocupó decontar el incidente a sus padres. Alllegar a la casa de ella, pusieron lafecha de la boda y él y sus padres sefueron. Cuando regresó más tardepara la boda vio abejas en el cuerpodel león y recogió la miel en susmanos, la comió y siguió su camino,sin decir nada a sus padres.¡Qué poca comunicación existía entreeste hombre y sus padres!Seguramente porque sabía que comonazareo no debió haber tocado elcadáver del león, ni por la miel quehabía en él. ¿No es esta otra figura desatisfacer los deseos de la carne?Dulce al paladar pero llena depodredumbre y muerte. Sigue Sansóndescuidando los símbolos de susantificación.Hay una gran fiesta al estilo filisteo;era un bacanal. Sansón no bebeporque es nazareo y comienza aaburrirse. Esto lo provoca a apostar asus acompañantes treinta vestidurasde lino si descifraban el enigma delleón joven.“Del devorador salió comida, y delfuerte salió dulzura” (Jueces 14:14).Comenzamos a ver el plan de Dios.Usaría a Sansón por reacción. Enverdad, es la única manera en que sedejaría usar por Dios. ¿Y usted?Hasta que el enemigo no nos tocapersonalmente no hacemos nada paracomenzar a liberar al pueblo de Dios.Esto se llama obediencia negativa.Dios siempre cumple su propósito,pero a gran costo personal de susiervo. La obediencia positiva escuando somos motivados por el deseoy la voluntad de Dios, no por nuestrobienestar o sólo como reacción alhostigamiento del enemigo. Laobediencia positiva da como resultadoel cumplimiento del propósito de Diosy su bendición abundante para susiervo.Los acompañantes de Sansón nolograron descifrar el enigma yrecurrieron a una vieja estratagemapara obtener la respuesta. Usaron a lamujer para sacar el secreto de su

prometido. Dice la escritura que ellale rogó y le lloró por los siete días queduró el banquete hasta que Sansón leconfió la solución y ella la dio a losjóvenes de su pueblo. Sus lealtades nohabían cambiado. Seguía siendofilistea aunque se estuviera casandocon un hebreo. Esta es una de lasrazones por las que Pablo dice que nodebemos estar “unidos en yugodesigual con los incrédulos” (2ªCorintios 6:14), porque no hay ningúnfundamento de asociación ocomunión. Este tipo de relación espuramente carnal.

Sansón se enojó, hizo otro verso, yDios le ayudó a “comenzar a liberar aIsrael”: salió y “el Espíritu del Señorvino sobre él con gran poder”, mató atreinta filisteos, los despojó de susropas y las entregó a susacompañantes. “ Y ardiendo de ira,subió a la casa de su padre” (Jueces14:19).

Cuando le pasó el enojo, regresó paratomar a su mujer y descubrió que elpadre de ella la había dado al mejoramigo. Provocado otra vez, sintió“dedicación” al propósito de Dios.Comenzó a planear la destrucción delos filisteos. Capturó trescientaszorras, amarró una antorchaencendida de dos en dos por las colasy las soltó en sus sembrados. Estoyseguro que Dios le dio la estrategia yle ayudó. ¿A quién se le hubieraocurrido un método más efectivo paraquemar los campos de1 enemigo?Esto comenz6 con una serie deacontecimientos que culminó con unagran mortandad y Sansón, resentido ydesilusionado, busca refugio en unacueva. El no quería problemas connadie. Todo lo que deseaba era esamujer timnatea y los mismos filisteosla habían quemado.

En la cuevaElías también huyó a una cueva.Quizá tenía miedo de Jezabel, peromayormente era porque estabaresentido con Dios. Las cosas nohabían resultado como él las habíaprevisto. Dios no lo había tratadocomo él se imaginaba. ¿Por qué

permitía Dios que esa mujer impía loamenazara? Dios debió haberacabado con ella junto con loscuatrocientos cincuenta profetas deBaal. Sólo él había servido fielmente aDios. Más y más pensamientoslastimeros. En el caso de Elías, porquehabía servido al Señor. Pero Sansónno tenía de donde aferrarse. Todo loque le había pasado, él se lo habíabuscado. Aún así, no quiere nada connadie. Lo que sigue debió ser la peorherida que recibiera en todo elembrollo en que se había metido. Tresmil de sus hermanos vinieron paraentregarlo a los filisteos que buscabana Sansón para matarlo. Habíanaceptado la dominación filistea comonormal y no querían problemas con elenemigo. Preferían ser cobardes envez de vencedores. Habían sidoneutralizados por el miedo y erancomo gusanos que se arrastran por latierra sin mayor aspiración que comerpolvo.¿Qué diría Sansón? ¿Era esta la genteque Dios quería liberar? Con amigosasí, ¿quién necesita enemigos? Perodócilmente se dejó atar por sushermanos y se entregó a los filisteos.Estaba emocionalmente agotado yespiritualmente disipado. Noquedaba más lucha en su ánimo. ¡Quéimportaba lo que hicieran con él!¿Ha estado usted alguna vez en unacueva así? Yo sí. Hasta dudaba de miministerio y de mis hermanos, amigosque “no querían el poder de Dios”.¿Para qué me había llamado Dios?¿Para terminar derrotado, con gentemal agradecida que no apreciaba loque había hecho por ellos? Ahora veola mano de Dios en todo, peroentonces estaba demasiado heridopara notar que todo obedecía a unplan de Dios, que si me hubieramovido en obediencia positiva, nohubiera tenido que pasar por todo loque había sucedido.Pero Dios no había acabado con él.“Al llegar a Lehi, los filisteos salierona su encuentro gritando” (Jueces15:14). ¿Se ha puesto a pensar en loque decían? Eran gritos de burla y deblasfemia anunciando que Dagón era

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más fuerte que Jehová. Es comocuando uno entra a una sala cargadacon la presencia del maligno. Pordentro se siente el embate del sonidocomo golpes siniestros en la ternuradel espíritu creado por Dios. Si es uncristiano del todo, usted lo habrásentido en alguna ocasión.Nuevamente “el Espíritu del Señorvino sobre él con poder” y rompió lassogas, tomó una quijada de asno queestaba cerca y comenzó a dar golpes adiestra y siniestra, y mató a milhombres con ella (vs. 14,15), y en vezde dar la gloria a Dios, Sansóncompuso otro enigma:Con la quijada de un asno, unmontón, dos montones; con la quijadade un asno maté a mil hombres(vs.16).Tan pronto como había entrado endepresión salió de ella y,lamentablemente, igual que antes. Nohabía aprendido su lección. Todavíaera fuerte, todavía tenía el pelo largo,pero su carácter era igual de débil y secreía dueño de su fuerza.

Más filisteasEl comportamiento de Sansón sedeterioraba. En una ciudad llamadaGaza, vio a una ramera y se acostó conella. Los vecinos del lugar esperaronhasta la mañana para apresarlo, peroél se escapó arrancando de cuajo losportones de la ciudad, se los echó alhombro y los subió a la cumbre de unmonte. Me pregunto, si no estabahaciendo alarde de su fuerza. Elpeligro es inminente, la desgracia leespera en el recodo del camino.

Su gusto por las mujeres filisteashabía sido cultivado. El versículocuatro del capítulo 16 dice que Sansónse enamoró de otra filistea, pero nodice que esto fuera del Señor. Diosrara vez se repite. Dios todavía tieneuna misión y espera con paciencia elarrepentimiento de su siervo pecador,pero llega un tiempo cuando deja deungir a los que viven para satisfacersus propias pasiones o ambiciones.

Dalila fue el fin de Sansón. El leconfió el secreto de su fuerza. Había

fraternizado con el enemigo por tantotiempo que también había comenzadoa descuidar los símbolos de susantificación y le entregó todo lo queera sagrado para él por un momentode placer.Es terrible perder la fuerza y nosaberlo. Tres veces jugó con el peligroacercándose más y más a la orilla delprecipicio hasta que cayó en él. Laúltima vez “despertó de su sueño, ydijo: Saldré como las otras veces yescaparé. Pero no sabía que el Señorse había apartado de él” (16:20), y conél se había ido toda su fuerza. Lanarración se mueve con rapidez: “Losfilisteos lo prendieron y le sacaron losojos... lo ataron con cadenas... y lopusieron a trabajar en el molino de lacárcel” (vs. 21).“¡Cómo han caído los valientes!”

El cuadro es sumamente triste. ¡Quiénsabe cuántos años pasó en la prisión!Los últimos días de Sansón notuvieron que ser así. Si hubiera vividopara Dios, como declaraba susantificación, su final hubiera sidomuy diferente. Ahora estaba viejo,ciego, débil y humillado, y deseabaestar muerto.¡Qué triste es ver a un siervo de Dioscaído! Después de conocerlo en elapogeo de su fuerza, predicando conel fuego de la unción, usadopoderosamente por Dios, moviendomultitudes con la palabra de supredicación... verlo derrotado yabatido, con esa mirada de profundatristeza y desesperación, deseandopoder regresar al pasado paraenderezar por donde se torció, peroimpotente para cambiar la condiciónen que se encuentra. Le rompe elalma a cualquiera. A Sansón sólo lequedaban los recuerdos. Quizá ahorasí recordara el relato de su nacimiento:el ángel, las instrucciones de susantificación, su llamamiento, elpropósito de Dios, que no erarecostarse en el regazo de una filisteao componer acertijos, sino comenzar aliberar a Israel.

—¡Oh, Dios perdóname! He sido uninsensato y merezco todo esto y lo

peor. Señor, acuérdate de mí y tencompasión. Déjame sentir tu unciónuna vez más. Señor, no sólo mi pelo ymi dieta, toma mi vida, no vale nadasin ti.Y “el cabello de su cabeza comenzó acrecer de nuevo” (Jueces 16:22).Hubo una celebración en honor aDagón, todos los príncipes filisteosestaban allí, y mandaron traer aSansón para que los divirtiera. Ahoraeran ellos los que cantaban ycomponían versos en honor a su dios.Sansón comenzó a tener unainquietud conocida.—Señor, si pudiera sentirte sólo estavez.—Te costará tu vida.—Con gusto moriré. Acércame a lacolumna.“Y se apoyó contra ellas... y se inclinócon todas sus fuerzas, y el edificio sederrumbó sobre los príncipes y sobretodo el pueblo que estaba en él. Asíque los que mató al morir fueron másque los que había matado durante suvida” (Jueces 16:29,30).Por amor a Dios y su iglesia, nodescuidemos nunca nuestrotestimonio. El secreto no está en elvestido, la abstinencia o lo que cree sudenominación. El secreto está en quesomos llamados a ser el pueblo deDios para destruir las fortalezas delenemigo y, por la gracia de Dios,podemos ser preservadosirreprensibles hasta la venida denuestro Señor Jesucristo. ∆

Tomado de la revista ConquistaCristiana, Vol 1 Nº 16, enero/febrero1990

Hugo Zelaya es director de ConquistaCristiana. Es el fundador de laFraternidad de Iglesias y Ministerios delPacto que da cobertura a varias iglesias enCosta Rica. Actualmente reside con suesposa Alice, en Alajuela, Costa Rica.

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AAdán fue privilegiado al serpuesto en el huerto que Diosmismo, con sus manos,

plantó.“Y Jehová Dios plantó un huerto enEdén al oriente; y puso allí al hombreque había formado ” Génesis 2: 8.Conociendo al Creador y sueminencia para hacer la perfección, ellugar deslumbraba por los detalles dela flora, la fauna, el oro (Génesis 2:12),además de piedras preciosas.No faltaría por supuesto el agua,elemento fundamental para subsistiren esta tierra bella que diseñó el granarquitecto del universo (Génesis 2: 10) Si al viajar observas majestuosospanoramas y bellezas naturales comola formación de nubes en laexpansión de los cielos, por vía aéreao sobrevuelas el norte de Canadá ypasas por mares hechos de hielo, opor cataratas como las del Iguazú,

donde uno pierde la noción deltiempo y del espacio, sale un grito delalma buscando al eterno poder paradecirle “¡Bendito por las edades! ”Todo árbol era “delicioso a la vista”,dice la escritura, “ bueno para comer”(Génesis 2:9); con todo, existía unárbol prohibido; yo le llamo “el árbolde la desobediencia”, simplemente.La advertencia fue dada, y el pacto eracon Dios, no con los hombres: cuandoes con ellos, las emociones ysentimientos hacen que milesquiebren alianzas con facilidad.Fuerte está escrito en Génesis 3:24 :“Echó, pues, fuera al hombre delhuerto”, sitio estupendo que Dioshabía hecho con todo su amor para sudisfrute.Cuando abrimos los ojos, ahora en elreino de Dios, y entendemos que elárbol de la vida es Cristo y que si nonos negamos (árbol del bien y de mal)

moriremos espiritualmente,empezamos a cuidar la salvacióncomo pide el apóstol Pablo, “contemor y temblor”.El huerto sigue en pie; el físico estáescondido para propósitos eternos,pero el espiritual es plantado en elcorazón de los que se humillan y searrepienten de sus pecados,aceptando el señorío de Cristo.“ …Y serás como huerto de riego, ycomo manantial de aguas, cuyasaguas nunca faltan “ Isaías 58: 11 b. Nos dice que parecemos un huerto ennuestro corazón, con plantíos ymanantiales que no se agotan.Gálatas 5:22 habla de frutos de losárboles que están en mi huerto; sinotamos, son frutos “deliciosos paraverlos”, como el amor, el gozo, la paz,la benignidad, etc.Entonces el panorama se esclarece, elmisterio deja de serlo, el cielo pide

EEll hhuueerrttoo ddeeJorge L. Soto

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que nuestro corazón debe serguardado, ahora, sobre todas lascosas, “... porque de él mana la vida”Prov. 4: 23.Cuando Jesús mencionó que loshombres recibirían en su interior alEspíritu Santo, dijo: “De su interiorcorrerán ríos de agua viva.” ¿No esinteresante que en la creación delhuerto del Edén, también se mencionaun río principal, la vida de Dios, queluego se abren cuatro brazos?(Génesis 2:10) Entonces formamos el“rompecabezas” mejor con estedetalle: tenemos un huerto, árboles(Salmo 1:1-3), frutos y ahora aparecenríos.Debemos atender al detalle que daGénesis 2:12 de la presencia de orobueno y de valiosas piedras preciosas.El oro no sólo nos habla de realeza,sino de riqueza material, poseerlo estener capacidad económica para vivire invertir. Las piedras bellasindudablemente nos recuerdan losdones maravillosos que el EspírituSanto, entrega o reparte a la iglesia.Aquel huerto, divinamente hecho conexcelencia, no era un lugar paravacacionar eternamente, no. Génesis2:15 afirma: “Tomó, pues Jehová Diosal hombre, y lo puso en el huerto deEdén, para que lo labrara y loguardase.Esto cambia las mentes que piensanque el plan original incluía laholgazanería o crear seres que norealizarían ningún esfuerzo o trabajo.Vemos claramente que el verbo“labrar” significa preparar la tierra,sembrar semillas, cuidar el cultivo,cosechar y procesar, nada eraautomatizado en el Edén. El Señordiseñó la vida con propósitos, metas ylogros, y al hombre con capacidad deampliar y avanzar.Por otro lado, el verbo “guardar”implica vigilancia, cuido, protección.Este velar es pasar noches vigilandocomo Abraham cuidó su altar desacrificio.“Y sucedió que puesto el sol y yaoscurecido, se veía un horno

humeando, y una antorcha de fuegoque pasaba por entre los animalesdivididos”, Génesis 15:17.Este texto traspasa los lugares deconformismo de muchos cristianosque estacionan su alma sólo en lasalvación y no quieren labrar, menoscuidar, el huerto que el Dios de graciaentregó para convertirlo en toda unagran finca, donde nuestra almadisfrutara de la vida que Jesúsconquistó para nosotros en la cruz.De esta manera podemos deducir quela conducta de millares de esposos esincomprensible, dejan todo tirado alapasionarse por cualquier vicio odeporte.La mayoría de hombres andan solos,como si no tuvieran esposa ni hijos,queriendo demostrar a sus amigosque ellos son libres, que no temen anada. Pero cuando llegan a su hogarvienen enojados, evitando lacomunicación, como a escondidas,temerosos, mintiendo y dandoexcusas como niños mal portados.El mismo David lloró a solas,gritando: “ ¡Mi hijo Absalón, hijo míoAbsalón!” Absalón estaba muertopara entonces; pero por dos años no lehabía hablado a su hijo teniéndolo enel palacio cerca de él.“Mas el rey dijo: Váyase a su casa, yno vea mi rostro.Y volvió Absalón a su casa, y no vio elrostro del rey.“ 2ª Samuel 14:24.“¡Quién me diera que muriera yo enlugar de ti, Absalón, hijo mío, hijomío!” 2ª Samuel 18:33.Podríamos ser muy famosos eimportantes, pero fracasados comojefes de familia. La sociedad, de todasmaneras los aceptaría así, y congrandes galardones; pero apareceránen medio de múltiples diversiones, ograndes escándalos sexuales. Lossociólogos disfrazan todos estos malosejemplos con una palabra modernista:relativismo.Incluso en el reino de Dios podríamos,sin fallar, poner el título a un buenescrito: “Hombres fuertes ungidos,

pero con familias débiles.”Es hora de levantar los ojos y ver aDios, la esperanza de gloria, quien nosdesafía diciéndonos: “No importa loque comió del huerto la oruga o elsaltón, incluso el revoltón”, porquepor medio del profeta Joel aseguraque si nos rendimos a Él, todo se nosrestituirá.“Y haré alejar de vosotros al del norte,y lo echaré en tierra seca y desierta: sufaz será hacia el mar oriental, y su final mar occidental; y exhalará su hedor,y subirá su pudrición, porque hizograndes cosas.Tierra, no temas; alégrate y gózate,porque Jehová hará grandes cosas.Animales del campo, no temáis;porque los pastos del desiertoreverdecerán, porque los árbolesllevarán su fruto, la higuera y la viddarán sus frutos.Vosotros también, hijos de Sión,alegraos y gozaos en Jehová vuestroDios; porque os ha dado la primeralluvia a su tiempo, y hará descendersobre vosotros lluvia temprana ytardía como al principio.Las eras se llenarán de trigo, y loslagares rebosarán de vino y aceite, yos restituiré los años que comió laoruga, el saltón, el revoltón y lalangosta, mi gran ejército que enviécontra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis elnombre de Jehová vuestro Dios, elcual hizo maravillas con vosotros; ynunca jamás será mi puebloavergonzado” Joel 2:20-26. ∆

Jorge Luis Soto Gould es un reconocidolíder internacional, pastor de la IglesiaManantial de Vida, en Esparza, CostaRica; director de Intercesores por CostaRica y autor del libro Discipulandolíderes.Teléfono (506) 635-5651- Fax (506) 636-6251, Apartado 7-5500 Esparza, CostaRica

CComo parte de la iglesia deCristo somos conmovidos alenterarnos de la noticia que da

cuenta sobre algún hermano, enoportunidades con una posición deliderazgo, quien ha caído en unpecado grave causando un enormedaño espiritual en la comunidad de fe. Esas situaciones que nos golpean,muchas veces nos resultan asimismosorpresivas pues, al parecer, la caídase produjo de repente y de modototalmente imprevisto. ¿Por quérazón, aunque algunos síntomas de loque se estaba incubando eranperceptibles, lo sustancial del procesopermanecía oculto para la mayoría delas personas?

Los tres niveles Bob Munford (1) ha enseñado cómolos seres humanos vivimos en lo quese puede describir como tres niveles.De esos tres niveles el primero es elnivel descubierto, el de nuestraconducta visible, el nivel del “hacer”. El segundo nivel se refiere a laactividad encubierta de nuestrospensamientos y emociones, los cuales,salvo que los saquemos a la luz, solonosotros conocemos. Existe asimismo un tercer nivel, unnivel escondido donde se encuentra elverdadero yo, el sótano del alma: es elárea donde se asientan las verdaderasmotivaciones de todo lo que hacemosen nuestra vida. Es a esa área,bíblicamente conocida como“corazón”, a la cual la Palabra de Diosle atribuye la mayor importanciaespiritual. Es tal esa importancia que Proverbios4:23 dice: “Sobre toda cosa guardada,guarda tu corazón; porque de él manala vida”.

El término “corazón” se usa en laBiblia con referencia a la parte centralde las cosas. Términos modernos tales como:carácter, personalidad, voluntad ymente, son expresiones que reflejan,todas ellas, algo del significado deltérmino “corazón” en su uso bíblico. Es esa esencia espiritual y moral delser humano, a la cual la Palabra deDios denomina “corazón”, la quedetermina lo que una personarealmente es. En ese sentido el Señor Jesús dijo: “Elhombre bueno, del buen tesoro de sucorazón saca lo bueno; y el hombremalo, del mal tesoro de su corazónsaca lo malo; porque de laabundancia del corazón habla laboca” (Lucas 6:45).Precisamente porque el corazónconstituye la esencia espiritual ymoral del ser humano la gran lucha,el gran tema en nuestras vidas, tieneque ver con quién controla nuestrocorazón. El Señor debe ser primero en nuestravida y corazón.Dice en Deuteronomio 6:5 “Amarás alSeñor tu Dios con todo tu corazón,con toda tu alma y con toda tufuerza”. En igual sentido leemos en Isaías 44:6lo siguiente: “Así dice el Señor, el Rey de Israel, ysu Redentor, el Señor de los ejércitos:“ Yo soy el primero y el último y fuerade mi no hay Dios”. A consecuencia de ello el Señorordenó a Israel la consagración de losprimogénitos (Éxodo 13:1), elhonrarlo con las primicias del fruto dela tierra (Deut. 26:2) y con los bienes(Proverbios 3:9). ¿Por qué el Señor requirió esto a supueblo? La respuesta es que larelación con nuestros familiares, conlos bienes materiales y el modo enque administramos nuestro tiemposon los síntomas visibles de unacuestión mucho mas importante ytrascendente: quién ocupa el primer

lugar en nuestro corazón. El Señor Jesús lo explicó diciendo:“Vosotros, pues, no busquéis quéhabéis de comer, ni qué habéis debeber, y no estéis preocupados.Porque los pueblos del mundo buscanansiosamente todas estas cosas; perovuestro Padre sabe que necesitáisestas cosas.Mas buscad su reino, y estas cosas osserán añadidas.No temas, rebaño pequeño, porquevuestro Padre ha decidido daros elreino.Vended vuestras posesiones y dadlimosnas; haceos bolsas que no sedeterioran, un tesoro en los cielos queno se agota, donde no se acercaningún ladrón ni la polilla destruye.Porque donde esté vuestro tesoro, allítambién estará vuestro corazón.”(Lucas 12:29-34) Biblia de lasAméricas.

El tesoroEl versículo 34 resulta clave en lo quevenimos tratando: nuestro “tesoro” osea, aquello que valoramos más que aotras cosas, es lo que controla nuestrocorazón. Aún cuando en el nivel consciente denuestros pensamientos no lleguemosa percibirlo, ese valor supremo seconstituye en la verdadera motivaciónde nuestras acciones. La “Biblia al día” traduce el versículo34 diciendo “el corazón del hombreestá siempre donde está su tesoro”. Conocer cuál es en realidad nuestrotesoro es un asunto de máximatrascendencia espiritual. Por ello lo que llamamos una“prueba” es un proceso dirigidoprimordialmente a poner en claroquién o qué está primero en nuestrocorazón. Dios probó a Abraham (Génesis 22:1)y le pidió poner en el altar aquelloque le resultaba más valioso: su hijoIsaac. Isaac constituía para Abrahamla única evidencia externa y nexo

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Daniel Zuccherino

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visible entre las promesas de Dios ysu cumplimiento futuro. En Hebreos 11:17-19 se nos explicaque al ser probado quedó claro: paraAbraham nada tenía más valor que elSeñor. Dice la Palabra de Dios: “MientrasDios probaba a Abraham, ésteconfiaba en Dios y en su promesa; poresto estuvo dispuesto a tomar a Isaac,su hijo, e inmolarlo en el altar delsacrificio. ¡E Isaac era precisamente elhijo a través del cual, según lapromesa de Dios, iba a surgir todauna nación de descendientes suyos!Pero Abraham creía que, si Isaacmoría, Dios lo resucitaría. En lapráctica así sucedió; para Abraham,Isaac murió, pero siguió viviendo.(Paráfrasis “Biblia al día”).

Dios conoce el corazónSi bien Dios conoce perfectamente loque sucede en nuestro corazón, paracada uno de nosotros resultaimposible tener certeza al respecto. Dice la Palabra de Dios en Jeremías17:9-10:“ Más engañoso que todo, es elcorazón, y sin remedio; ¿quién locomprenderá? Yo, el Señor, escudriño el corazón,pruebo los pensamientos, para dar acada uno según sus caminos, según elfruto de sus obras. ” Biblia de lasAméricas.Asimismo leemos en Proverbios 21:2“Todo camino del hombre es rectoante sus propios ojos, pero el Señorsondea los corazones”.Por eso es fundamental examinarseante la presencia del Señor, porque esen la comunión con él donde nuestraverdadera condición nos es revelada ysomos tratados por su Espíritu Santo. Para que el Señor esté primero ennuestros corazones debemos rompernuestros compromisos con el mundo. El Señor debe ser nuestro valorsupremo, nuestro tesoro. No se trata de palabras sino de algoque debe concretarse en hechos.

Cuando Abraham estuvo dispuesto aofrecer a Isaac quedó perfectamenteclaro que Dios estaba primero en sucorazón, y que el Señor era su tesoro. Igual sucedió con aquel hombre delcual nos cuenta la Palabra de Dios enMateo 13:44 cuando nos dice que:“El Reino de los cielos es semejante aun tesoro escondido en el campo, queal encontrarlo un hombre lo vuelve aesconder, y de alegría por ello, va yvende todo lo que tiene y compraaquel campo”. ¡Que el Señor nos fortalezca por suEspíritu para que hagamos lo mismo

y Él sea así el tesoro de nuestrocorazón! ∆(1) Munford, Bob “Bajo la línea defondo”. Vino Nuevo. Vol. 5. Nro. 4.Noviembre/Diciembre 1983.

Daniel Zuccherino, abogado, profesoruniversitario y pastor ordenado de laIglesia Menonita Argentina (1978),actualmente es pastor en la ComunidadCristiana en Buenos Aires. Director delEquipo Evangelístico "Vida Nueva".Ex evangelista asociado del Dr. LuisPalau. equipovidanueva@argentina.com

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MMuchos cristianos anhelamostener un corazón quesatisfaga a Dios. Hacemos

grandes esfuerzos para llegar atenerlo, pero muchas veces noalcanzamos la meta que anhelamos.Más bien, al examinarnos, tendemos adesilusionarnos al ver nuestrarealidad; encontramos en nuestraspersonalidad defectos, y muchos tanfeos que llegamos a la conclusión deque no daremos la talla para serconformes al corazón de Dios. Nosasustamos cuando descubrimos lascosas que salen de nuestro corazón;sin embargo, estamos frente a unarealidad que está en nuestras vidas.

A veces estamos engañados respectode lo que somos. Por ejemplo,creemos que somos humildes, hastaque alguien dice o hace algo que noshace reaccionar con orgullo. Que Diosnos ayude a ver nuestra realidad y noslleve a la trasformación que tiene paranuestras vidas.

¿Qué es el corazón?El diccionario ilustrado de la BibliaEditorial Caribe nos dice lo siguiente:“Término que se usa en las escrituraspara designar el centro, la totalidad, ola esencia de todas las cosas oactividades.” Se refiere al centro de lapersonalidad del hombre.

Antes de ver algunas de lascaracterísticas que son conforme al

corazón de Dios, miremos lo que quedice la Biblia sobre este tema. Proverbios 4: 23 dice: “Sobre toda cosaguardada, guarda tu corazón; porquede él mana la vida”. Este texto nos manda a guardarnuestro corazón; a tener cuidado de loque dejamos entrar, porque el corazóndetermina lo que usted haráposteriormente. Si tenemos algo de valor seguramentebuscaremos un lugar seguro paradepositarlo; no lo dejamos donde sepueda perder; por eso no debemosexponer nuestro corazón a aquello quehará que se pierda. Dentro delcorazón del cristiano debe estarguardada la Palabra de Dios quelimpia nuestro corazón y transformanuestra vida. El salmo 119: 11 dice: “En mi corazón he guardado tusdichos, para no pecar contra ti.” Si en nuestro corazón está la palabrade Dios, lo que sale de nosotros será laverdad de Dios y la verdad de Diosbendecirá a muchos.Muchos buscan qué dice la psicologíapara el ser humano, qué nuevométodo se ha encontrado para conocermejor al hombre; pero la palabra deDios es sencilla y certera, no secomplica mucho. Simplemente dice:“ De la abundancia del corazón hablala boca”, o sea, que con sólo queusted escuche a una persona hablar,sabrá lo que tiene en el corazón. Sihabla de maldad eso es él; si habla debien, eso es lo que tiene en su corazón.Esta es la psicología de Dios y nuncafalla. El hombre sincero reconocerá que sucreador lo conoce bien y que lo quehabla en su palabra acerca del corazóndel hombre es real. Mateo 12: 34, 35 dice: “ ¡Generación devíboras¡ ¿Cómo podéis hablar lobueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazónhabla la boca. El hombre bueno, del

buen tesoro del corazón saca buenascosas; y el hombre malo, del maltesoro sacas malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabraociosa que hablen los hombres, deella darán cuenta en el día del juicio.” De acuerdo con estos textos, elcorazón puede ser malo o bueno y elhombre sacará lo que haya en él.¿Qué es lo que hace que un corazónsea bueno o malo? La primera realidad es que el hombrees pecador por naturaleza y sucorazón necesita ser cambiado. Lo segundo es que hemos tenidoalgún tipo de enseñaza en nuestrainfancia que nos perjudicó. Cuandosomos niños nuestros padres nostrasmiten sus celos, envidias, odios osu amor, comprensión, caridad; y todoesto que ha entrado en nosotros haceque nuestro corazón sea bueno o seamalo. ¡Qué importante es lo quetrasmitimos a nuestros hijos! En elfuturo ellos sacarán de su corazón loque hemos puesto en ellos, sea buenoo malo.Tercero, existen ambientes entre losque crecimos que nos perjudicaron onos ayudaron. En conclusión, el corazón es aquellaparte interna del hombre quedetermina algo bueno o algo malo.Esto quiere decir que una personapuede estar sentada en una silla sinhacer nada y, a la vez, estarmaquinando los pecados más grandesde su vida o estar pensando cómohacer algo bueno para beneficiar aotros. Watchman Nee dice en unos de suslibros que el corazón es como unacentral telefónica, que permite entraren ella la intimidad del hombre ysacar lo que está adentro. Dicetambién que el corazón es laconciencia del espíritu del hombremas la mente que se halla en el almadel hombre.

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Franklin Aguilar

Con el espíritu nos comunicamos conDios; el alma nos da conciencia denosotros y de los demás y el corazónpuede darle expresión a estos dos.Podemos decir que lo que está ennuestro corazón es lo que realmentesomos; por eso en la regeneraciónDios nos da un nuevo espíritu y unnuevo corazón ( Ezequiel 36: 26 ).

David, un hombre conforme alcorazón de DiosPersonalmente creo que no sólo Davidfue un hombre conforme al corazónde Dios. Existen muchos hombres ymujeres hoy en quienes Dios seagrada por el corazón que tienen.Muchas de estas personas están en elanonimato, pues son personas quetrabajan para el Señor sin buscarpopularidad, pero interesados enhacer con excelencia la obra que Diosles manda. Posteriormente Dios seencargará de levantarlos. Así hemosvisto a hombres de Dios queaparentemente surgieron de la nochea la mañana, levantados por Dios,porque han sido fieles a Él aúncuando no eran conocidos. La escogencia de Saúl vino porque elpueblo de Israel quiso tener un reycomo las otras naciones. La Biblia diceque Saúl era un hombre alto, concaracterísticas exteriores queimpresionaban. Pero Dios no se fija enlo externo.

Cuando Dios escoge a un hombremira lo interno. 1ª Samuel 16: 7 dice: “Y Jehová respondió a Samuel: “Nomires a su parecer, ni a lo grande desu estatura, porque yo lo desecho;porque Jehová no mira lo que mira elhombre; pues el hombre mira lo queestá delante de sus ojos, pero Jehovámira el corazón. “ La escogencia de Dios no es como lade los hombres. El humano mira loexterior del hombre: su altura, suelocuencia, los niveles académicos, sies una persona pujante y capaz demover las masas. Cuántas veces comopastores nos equivocamos al nombrara algún líder. Pero no debemos desentirnos mal, muchos se han

equivocado también; aún el mismoSamuel casi equivoca su decisión,pero gracias a la intervención divinaacertó escogiendo a David.“E hizo pasar Isaí siete hijos suyosdelante de Samuel: pero Samuel dijo aIsaí: Jehová no ha elegido a éstos” ( 1ªSamuel 16: 10 ). Un pastor, que amo mucho, usa unaexpresión: “Esta persona es un buenprospecto para el servicio del Señor.”No sé si usted ha dicho así de alguienque cree dará la talla en el servicio alSeñor, lo pone a servir en la iglesia,para tiempo después, sentirse muydesilusionado de ella: porque lomirábamos como “un buenprospecto”. Tal vez lo que vimos fuealgo exterior, pero de seguro noescuchamos la voz de Dios pararecibir dirección. Cuando Samuel conoció a los hijos deIsaí le dijo: “¿Son éstos todos tus hijos?Y él respondió: Queda aún el menor,que apacienta las ovejas. Y dijoSamuel a Isaí: Envía por él, porque nonos sentaremos a la mesa hasta que élvenga aquí.Envió, pues, por él, y le hizo entrar; yera rubio, hermoso de ojos, y de buenparecer. Entonces Jehová dijo:Levántate y úngelo, porque éste es ( 1ªSamuel 16: 11, 12 ).

Características de un hombreconforme al corazón de DiosMuchas son las características quetenía David para que la Biblia lodescriba como un hombre conforme alcorazón de Dios. Veamos siete deellas que pueden ayudarnos en eldesarrollo de nuestra vida cristiana. 1 - Se indigna si el pueblo de Dios eshumillado ( 1ª Samuel 17: 26 ). David sabía que Dios era poderosopara darle la victoria a su pueblo.

Todo el que sirve a Dios con corazónlimpio, buscará el beneficio del pueblode Dios; y cuando éste sea atacado,estará dispuesto a luchar contra elenemigo para quitar la afrenta. Hoy encontramos a muchos que están

más interesados en cortarle la lana alas ovejas que en luchar por ellas,principalmente cuando esta ovejamuestra debilidades. David dice:"¿Quién es este filisteo incircunciso,para que provoque a los escuadronesdel Dios viviente?" Se molesta con elenemigo y se dispone a luchar. Lavalentía caracteriza siempre a David,pues es un hombre conforme alcorazón de Dios. 2- Es fiel en lo poco ( 1ª Samuel 17: 34-37 ) Cuando David cuidaba las ovejas enalgunas ocasiones tuvo que lucharcontra un león o un oso: si alguno deestos animales tomaba un cordero,David luchaba hasta quitárselo. Lohacía porque era fiel al trabajo que lehabía asignado su padre, aunquenadie lo estuviera viendo; puede queal llegar a la casa y comentar suhazaña, sus hermanos no le creyeran ehicieran burla de él; pero Dios sabíaque decía la verdad y le agradaba elcorazón de este joven. Me imagino aDios diciendo: “Este muchacho tieneun corazón parecido al mío y eso megusta.” Miró que en lo poco era fiel, yDios lo puso como rey de Israel. 3- No depende de su propia fuerza ( 1ªSamuel 17: 45, 47 )Un hombre que es conforme alcorazón de Dios no depende de supropia fuerza. Sabe que tienenecesidad de acercarse a Dios parapoder realizar su obra. La confianzaen sí mismo siempre traerá derrota.Tampoco luchaba en su propionombre; él decía: “Mas yo vengocontra tí en el nombre de Jehová de losejércitos.” David creía de tal maneraen el Señor que le dijo a Goliat:“Jehová te entregará hoy en mismanos.” ¡Qué hermoso es ver a unsiervo de Dios tener tal confianza y feen un Dios vivo! Es bueno y saludablereconocer que, como seres humanos,no podemos confiar en nosotrosmismos. Recuerdo un cántico quedecía: “Si me miro a mí mismo yofracasaré, pero si miro a Cristo todo lopuedo en él.” Un hombre que esconforme al corazón de Dios confíaplenamente en el poder de Dios.

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4- Sabe amar y hace pactos ( 1ª Samuel18: 1- 5 ; 23: 18 ).El hombre que tiene un corazónconforme a Dios, no es duro eindiferente, sino que sabe amar y sedeja amar. David era hombre quesabía expresar sus sentimientos a losdemás. Y, otro aspecto muy importante, eraun hombre dispuesto a hacer pactos,no sólo con Dios, sino también con loshombres. Hoy encontramos a muchoshombres que no cumplen lo queprometen, son cambiantes, hacenpromesas y no les importaquebrantarlas. Estas personas secomprometen con otros y cuandoperciben que han de pagar un precio,se vuelven atrás, no saben sostener elpacto que han hecho. Pero no David. Él era un hombre quecumplía su palabra. Después demuerto Jonatán, David recordó elpacto que había entre ellos y bendijo aJonatán y a su familia. Un hombre conforme al corazón deDios, tiene palabra a pesar de lascircunstancias difíciles que estépasando. Sabe lo que son los pactoscon Dios y con su pueblo. 5- No desampara al necesitado( 1ª Samuel 22: 1, 2 ). No era fácil tener una congregacióncomo la que tenía David: los afligidos,los endeudados, los amargados. Creoque como pastores no escogeríamosuna congregación así. Sin embargo,David sí lo hizo, fue hecho jefe deellos: una congregación de unoscuatrocientos. En nuestras iglesias quizás hayaalgunos con estas características, peroen esta de David todos eran así.Como si hubieran sido seleccionadospara probar el corazón de David. Élno tuvo miedo de tomarlos y caminarcon ellos, les enseñó y ayudó acambiar sus pensamientos. Unhombre que es conforme al corazón deDios ayuda a los afligidos, a losendeudados y aún a las personas quetodo lo ven mal, los amargados. 6- Respeta a las autoridades (1ª Samuel

24: 4- 7 ; 26: 9-11 ). David tenía una actitud ejemplar antela autoridad delegada de Dios; lemostró respeto. Y lo siguió haciendoaún cuando Saúl lo buscaba paramatarlo. Es impresionante escuchar aDavid decir: “Jehová me guarde dehacer tal cosa contra mi señor, elungido de Jehová.” Cuántos hay que cuando sienten queDios los está usando, quieren desecharal pastor que estaba antes que ellos.He escuchado expresiones como esta:“Nosotros somos la nuevageneración.” Y con eso desplazan, porun deseo de poder, al hombre que lesha enseñado. Desechan al hombreque Dios usó para darles formación oque estaba antes que ellos en lacongregación. Como si Dios ignorarala intención con que están haciendolas cosas. Lo impresionante de Davides que respetó a Saúl y no tomó sulugar por la fuerza, a pesar de que yahabía sido ungido por el profeta. Hermano, guarde su corazón, deje queDios sea el que mueva las cosasconforme a su voluntad, aprenda aesperar el tiempo de Dios, si quiereser un hombre conforme al corazón deDios. Respetemos las autoridades queDios ha puesto, no digamos de ellos loque nos venga a la mente, porque asícomo David fue ungido por el profeta,también lo fue Saúl. 7- No reacciona ante las injurias ( 2ªSamuel 16: 5, 13 ) Nuestra tendencia natural como sereshumanos, cuando alguien nos ataca,es enojarnos con la persona que vienea provocarnos. Pero no fue así en elcaso de David: es muy impresionantesu reacción, que venía con susvalientes a su derecha y a suizquierda. Pudo haber hecho matar aeste hombre que le estaba lanzandopiedras, pero no lo hizo. Abisai síreaccionó de tal manera que le dice aSimei: “Perro muerto.” Pero David lodetiene y le dice: “déjale que maldigapues Jehová se lo ha dicho.” Dios permite algunos de los ataquesen contra nuestra para corroborarcómo está nuestro corazón .

Podemos sacar muchas enseñanzas dela vida de David, pero estos sietepasos nos pueden ayudar a ver, enforma general, cómo es un hombreconforme al corazón de Dios.La prueba saca a la luz lo quetenemos en el corazónLa presión hace que salga lo que estádentro de nuestro corazón. Puede serque tengamos cierto control sobrenuestras acciones pero, hermanos,llega el momento en que el fuego de laprueba saca la realidad de lo hayadentro. En el tiempo de bonanza ode alegría podemos sentirnos comograndes cristianos, pero cuandovienen situaciones que nos disgustan,salen reacciones que muchas vecesnos sorprenden a nosotros mismos. La realidad es que la prueba va avenir y es necesaria para purificarnuestras vidas. Lo que realmentesomos se verá en medio de laspruebas. Aprendamos a ser cristianos quedisfrutan de las bendiciones que Diosles da y que, en medio de las pruebas,sacrifican alabanza al Señor. Dios nos conoce muy bien: mejor quenuestros padres, que el cónyuge, quenuestros amigos íntimos, y aún quenosotros mismos. Y él permite laspruebas para revelar lo que haydentro de nosotros y que sepamosquiénes somos en realidad. Deuteronomio 8: 2 dice: “Y teacordarás de todo el camino pordonde te ha traído Jehová tu Diosestos cuarenta años en el desierto,para afligirte, para probarte, parasaber lo que había en tu corazón, sihabías de guardar o no susmandamientos.” No se asuste por las pruebas quevengan. Dios permite algunas parapurificar su vida, para saber lo quehay en su corazón. ∆

Franklin Aguilar es pastor de la Misión deCrecimiento Espiritual Cristiano, afiliadaa la Fraternidad de Iglesias y Ministeriosdel Pacto en Costa Rica.

EEl día que decidí aceptar elllamado de Dios para mi vidafue un día muy especial. Dios

me había estado llamando duranteaños. Lo había hecho a través demuchas personas y circunstancias. Enmi corazón sentía una poderosaatracción hacia el pastorado, pero lorechazaba con fuerza por temor y porrencor. Sentía temor porque no mesentía apto para el ministerio, erademasiado tímido como para tratarcon la gente y mucho menos meimaginaba predicando. Tambiénsentía mucho rencor hacia Dios yhacia la iglesia por las experienciasque habían formado parte de miadolescencia. Pero, un día no puderechazarlo más. Estaba solo en micasa (tenía 18 años) y sentí una vozinterna que me hizo llorar yarrodillarme. Salí corriendo de micasa, tomé mi motocicleta y llegué a laiglesia. Subí las escaleras corriendo ysin tocar la puerta, entréabruptamente a la oficina de mi papá.Llorando le dije que había decididoaceptar el llamado de Dios, que iba adejar la universidad para dedicarme aservirle. Estaba dispuesto a todo porDios. Oramos, nos abrazamos,lloramos. Para mi todo habíacomenzado. Entonces recibí el primerconsejo de mi padre acerca de miministerio: “No dejes la universidad.”No la dejé, sino que entré a estudiaruna segunda carrera, la de teología. Conforme pasaba el tiempo ibamadurando en el ministerio. Habíalogrado vencer la timidez y ahorapredicaba gustosamente. Visitabanumerosas iglesias donde meinvitaban a dar conferencias o apredicar. A Dios le había placidousarme. Estaba feliz y muy realizado.Claro que no todo era color de rosa,

hubo muchas lágrimas y dificultades.Cometí algunos errores, a veces sentímucha frustración y hasta deseos derenunciar. Pero, nunca olvidaré el díaque Dios me preguntó qué realmenteestaba dispuesto a hacer por él. Hastael momento sólo sabía que estabadispuesto a dejar muchas cosas, asufrir, a trabajar incansablemente;estaba dispuesto al rechazo y a lacrítica, al abandono y a la traición.Pero ese día algo cambió.

Era un sábado, nos habían invitado aministrar en el culto juvenil de otraiglesia. Nuestros músicos habíanensayado fuertemente, yo habíapreparado mi sermón con muchoamor y entusiasmo. Nos santificamos,oramos e intercedimos por el culto deese día. Todos teníamos muchaexpectativa de lo que Dios iba a haceren ese lugar.

Durante los últimos dos meseshabíamos estado experimentando unavivamiento poderoso. Habíamosvisto el poder de Dios manifestándoseentre nosotros. Ese sábado iba a serespecialmente poderoso. Habíamoshecho todos los pasos correctos. Nossentíamos realmente preparados paraimpactar a esos jóvenes. Mi sermón seapoyaría en una fotografía queproyectaríamos en la pantallamultimedia de aquella iglesia. Todoestaba perfectamente planificado. Cuando llegamos al lugar, nos dieronla noticia de que no podríamos usar lapantalla multimedia porque lacomputadora se había averiado. Lasletras de todas nuestras cancionestampoco serían proyectadas, eso nospreocupó ya que la música que elgrupo tocaría no era conocida en esaiglesia. Tuve que cambiar mi tanpreparado sermón. La música sonómaravillosa, pero la gente no logró

cantar una sola canción. Mi sermónfue todo un desastre. Intentéimprovisar, pero todo parecía inútil.No lograba concentrarme, la genteestaba incómoda y distraída, cada vezsudaba y me desesperaba más. Peroen mi interior tenía la plenaconvicción de que no se trataba de misermón, sino del poder de Dios. No setrataba de mí, sino de él. Entoncesterminé mi mensaje y le pedí alEspíritu Santo que viniera. Nadielograba orar. Tampoco yo lograbahacerlo a conciencia. De un momentou otro Dios me mostró un cuadropanorámico de la situación. Memostró a tres muchachos inconversosa mano izquierda del local. Memostró a dos personas, adictos alcrack, que hablaban entre sí en lassillas del centro; vi también unanciano que padecía de algorelacionado con el corazón en elextremo derecho del salón. Me dije:“¡Por fin!”. Empecé a mencionar loque Dios me había mostrado, peronada pasaba. La gente no quería serministrada. Al final sólo cuatropersonas pasaron para serministradas. Me sentí fracasado y meenfadé con Dios. Me sentíavergonzado y expuestopúblicamente.

Al llegar a casa seguía sintiéndomefrustrado y avergonzado. Pensaba entoda esa gente que se fue sin recibirnada. Pensaba en la gente de miministerio que creían en mí, en losmúsicos que se habían esforzado aconciencia y ahora yo losdecepcionaba. Hasta llegué asentirme pecador. Entonces comencéa orar y a reclamarle a Dios. Estabaenfadado con él. Luego de tres horasde orar, de llorar y de sentirmeburlado por Dios, él me habló. Sentíque Dios me estaba preguntando:

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¿ Q u é e s t á s d i s p u e s t o ¿ Q u é e s t á s d i s p u e s t o

José Pablo Chacón

“¿Qué estás dispuesto a hacer por mí?¿No estas dispuesto a fracasar por mí?¿No estás dispuesto a hacer el ridículocuando yo así lo desee? ¿Solo estásdispuesto a recibir triunfos? Puesdebes saber que si quieres tener unministerio grande y poderoso, debesestar dispuesto a tener fracasosgrandes y poderosos. Si quieres unministerio fuerte e impactante, debesestar dispuesto a tener fracasos fuertese impactantes.” Sentí que estaba aprendiendo algobásico. Si yo deseaba ser un hombreobediente a Dios, ¿hasta qué puntoestaba dispuesto a obedecerle? Eramuy fácil obedecerle y sacrificarse porun ministerio exitoso. Pero ¿sería elmismo hombre de fe, dispuesto aobedecerle, si me pedía un “fracaso”?Comprendí que debería estardispuesto a que él decidiera si unculto debía ser exitoso o todo unfracaso, y aceptar su decisión como unhijo fiel y sumiso. Recordé que Dios le había pedido aIsaías que anduviera desnudo durantetres años (Is. 20:2). Por supuesto que aIsaías eso le provocó un terriblesentimiento de vergüenza, de fracasoy seguramente se sintió burlado porDios. Un profeta que había visto alSeñor sentado sobre su trono (Is. 6:1),que había visto a los serafinesadorando al Rey de reyes y dándosevoces el uno al otro diciendo: “Santo,santo, santo, Jehová de los ejércitos,toda la tierra está llena de su gloria”(Is. 6:3); que había escuchado la vozdel Señor (Is. 6:8), ahora Dios le pedíadesnudarse durante tres largos años.Pero Isaías lo hizo, soportó tres añosde desnudez y de burlas. En esosmomentos Isaías se parecía más a unloco que a un profeta de Dios. Otro hombre de Dios que aceptó el“fracaso” ordenado por Dios fue el

profeta Oseas. Oseas recibe elmandato de enamorarse y casarse conuna mujer que luego le es infiel (unamujer de fornicación). La orden deDios era: “Ve y ama a una mujeramada de su compañero, aunqueadúltera, como el amor de Jehová paracon los hijos de Israel…”. ¿Qué estoy realmente dispuesto ahacer por Dios? ¿Hasta dónderealmente estoy dispuesto a hacer suvoluntad? Si quiero un ministeriogrande, debo estar dispuesto agrandes triunfos y a grandes“fracasos”. Si quiero un ministeriopoderoso, debo estar dispuesto atriunfar poderosamente y a “fracasar”poderosamente. Se trata deobediencia en la fe, no obediencia enel éxito, ni obediencia en la desgracia,sino obediencia en la fe. Esto me traea la memoria un cuento que leíalguna vez:…Y cuando se hizo grande su padre ledijo:-Hijo mío, no todos nacen con alas. Ysi bien es cierto que no tienesobligación de volar, me parece quesería penoso que te limitaras acaminar, teniendo alas que el buenDios te ha dado.-Pero yo no sé volar – contestó el hijo.-Es verdad… - dijo el padre, ycaminando lo llevó hasta el borde delabismo en la montaña.-Ves, hijo, éste es el vacío. Cuandoquieras volar vas a pararte aquí, vas atomar aire, vas a saltar al abismo yextendiendo las alas, volarás.El hijo dudó: -¿Y si me caigo?-Aunque te caigas no morirás, sóloalgunos moretones que te harán másfuerte para el siguiente intento,contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos,a sus pares, a sus compañeros con losque había caminado toda la vida.Algunos de ellos le dijeron: ¿Estásloco? ¿Para qué? Tu padre estámedio zafado… ¿Qué vas a buscarvolando? ¿Por qué no te dejas detonterías? ¿Quién necesita volar?Los más amigos le aconsejaron: ¿Y sifuera cierto? ¿No sería peligroso?¿Por qué no empiezas despacio?Prueba tirarte desde una escalera odesde la copa de un árbol, pero…¿desde la cima?El joven escuchó el consejo de quieneslo querían. Subió a la copa de unárbol y, con coraje, saltó… Desplególas alas, las agitó en el aire con todassus fuerzas pero de todas maneras seprecipitó a tierra…Con un gran chichón en la frente, secruzó con su padre: “¡Me mentiste!No puedo volar. Probé y ¡Mira elgolpe que me di! No soy como tú.Mis alas sólo son de adorno.”-Hijo mío, dijo el padre, para volarhay que crear el espacio de aire librenecesario para que las alas sedesplieguen. Es como para tirarse enun paracaídas, necesitas cierta alturaantes de saltar.Para volar hay que empezar corriendoriesgos. Si no quieres, quizá lo mejorsea resignarse y seguir caminandopara siempre. ∆

José Pablo Chacón es Pastor de Jóvenesde la Iglesia La Viña del Esteen San José, Costa Rica.Correo electrónico:yahvista@hotmail.com

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