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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE INSTITUTO DE ECONOMIA
Parte III
FINANCIAMIENTO: CAPITALIZACION Y REPARTO*
La parte III describe y analiza las diferencias entre financiar las
pensiones por capitalización y hacerlo por reparto. Llamamos "reparto" a la
práctica de destinar el total de la recaudación de cotizaciones de un período al
pago de pensiones en el mismo período, evitando acumular o desacumular activos
o fondos de pensiones. Llamamos "capitalización" a la práctica de respaldar las
promesas de pensión con activos protegidos por derechos de propiedad, como por
ejemplo propiedades y títulos financieros endosables. Estas inversiones
constituyen el “fondo de pensiones” del plan.
La gran mayoría de los planes de primer pilar se financia por reparto1. La
gran parte de los planes de tercer pilar se financian por capitalización total,
aunque un fuerte número de planes de empleador alemanes financiados con
“reservas en libros” son la excepción notable. Entre los planes de segundo pilar la
competencia es estrecha en cuanto al tipo de financiamiento, aunque en las últimas
décadas ha habido un movimiento hacia la capitalización total en Suiza, Gran
Bretaña., Holanda, Dinamarca, Australia y América Latina. Además, varios planes
tradicionales financiados por reparto puro se han movido hacia o han sostenido la
capitalización parcial, como Estados Unidos, Suecia, Canadá y Japón.
Es posible encontrar textos que dan por evidente que el reparto es el mejor
tipo de financiamiento (Barr, 1998) y otros que llegan a la conclusión opuesta
(Banco Mundial, 1994). Una parte de esta controversia se debe al desconocimiento
de la teoría económica apropiada y al uso de un lenguaje impreciso.
1 La excepción es el primer pilar de Bolivia, llamado “Bolivida” y anteriormente “Bonosol”. Esta es una pensión anual universal, financiada por capitalización con un fondo proveniente de la privatización de las empresas públicas. Opera desde 1997.
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A nivel intuitivo, una propuesta de capitalizar una institución previsional
preexistente y financiada por reparto es análoga a lo siguiente: Supongamos que
usted comparte el uso de un automóvil con un amigo. Notemos que usted depende
de su buena voluntad, y él tampoco desea ofenderlo negándole el uso del auto.
Una capitalización equivale a explicitar la propiedad conjunta, precisando en un
contrato la distribución del uso del auto entre usted y su amigo. Ese contrato
asigna derechos de propiedad protegidos por la Constitución.
Parte de la literatura económica ha analizado una operación diferente,
donde usted compra un auto nuevo, entregando al amigo el uso pleno del
automóvil antiguo. En esta operación, usted y su amigo pasan de tener un
automóvil a tener dos, lo que constituye un claro aumento del capital físico del que
disponen. Por esta razón, se llamado también “capitalización” a esta operación.
Sin embargo, es evidente que se trata de dos operaciones diferentes. Es
posible respaldar a un plan con activos protegidos por derechos de propiedad sin
que la economía acumule capital físico. Por ejemplo, un empleador puede financiar
con deuda perpetua los aportes que realiza al plan que patrocina, de forma que el
plan queda capitalizado pero la economía en su conjunto no ha aumentado su
capital físico, pues no ha habido ahorro. También es posible hacer que la economía
acumule capital físico sin proteger a los activos del plan de pensiones con derechos
de propiedad. Por ejemplo, un estado que ofrece pensiones financiadas por reparto
- con aportes corrientes - a sus ciudadanos puede prepagar la deuda pública
elevando los impuestos. Ello eleva el capital físico de la economía - hay ahorro
nacional - pero los activos del plan continúan sin la protección del derecho de
propiedad. La definición correcta de capitalización es sin duda la primera, pues el
plan del empleador queda capitalizado, mientras que el segundo plan no lo está.
Estos temas se tratan en dos capítulos diferentes: la capitalización del plan se
analiza en el capítulo 10, donde se define como asignación de derechos de
propiedad. Los posibles vínculos con un incremento del capital físico de la
economía, que implicaría un incremento del ahorro nacional, se tratan en el capítulo
11.
La discusión respecto al “costo de la transición” se refiere, continuando con
nuestro ejemplo, a cómo financiará usted la adquisición del segundo auto.
Posiblemente lo hará con deuda, o vendiendo otros activos, y en ambos casos
deberá reducir su consumo durante un período transitorio, pero significativo. Al
término de ese período, usted estará mejor pues podrá usar su automóvil sin
compartirlo y la economía habrá acumulado capital físico.
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El costo de la transición es el argumento favorito de quiénes se oponen a
aumentar el grado de capitalización de los planes de pensiones. Pero eso confunde
las dos operaciones descritas, que son diferentes. Para capitalizar un plan de
pensiones basta con que una reforma transforme la expectativa del plan de cobrar
los impuestos implícitos en el reparto, en títulos financieros en favor del plan,
protegidos por los derechos de propiedad que garantiza la Constitución. La
conveniencia de hacer esto puede ser grande, cuando un plan capitalizado logra
reducir el riesgo político, económico y demográfico en comparación a un plan
financiado por reparto puro (sin derechos de propiedad). Las ganancias obtenidas
de reducciones y de mejoras en la distribución de los riesgos políticos, económicos
y demográficos son analizadas en la sección 10.3 y en el capítulo 13.
Por otro lado, es necesario rechazar las afirmaciones simplistas en cuanto a
que siempre conviene aumentar el grado de capitalización de los planes de
pensiones, pues ello depende de qué efecto tendrá la asignación de derechos de
propiedad sobre el riesgo. Esto depende de las reglas de distribución del riego que
se aplican antes y después de la capitalización y de cuál es el contexto institucional
para la administración del riesgo con que cuenta la economía. Un ejemplo de
capitalización indeseable es la que conduce a un fondo de pensiones administrado
por el estado que se invierte con criterios populistas o electorales, y obtiene una
baja rentabilidad económica.
En cualquier caso, la capitalización del plan puede hacerse sin que el capital
físico de la economía aumente. Sólo esto último genera costos de transición y
redistribución de riqueza entre generaciones.
No compartimos el énfasis que muchos autores han dado a la relación entre
la demografía y el método de financiamiento de las pensiones. Esos autores han
creído ver la capitalización de los planes una respuesta al cambio demográfico que
enfrentan ciertas regiones de mundo. Esa visión es incompleta, pues cuando el
paso a capitalización se hace sin aumentar el capital físico de la economía, no
contribuye a aliviar los problemas causados por el cambio demográfico por la vía
de aumentar el capital físico, pero contribuye a aliviarlo por la vía de diversificar
mejor el riesgo demográfico entre las distintas generaciones de afiliados que
coexisten en un momento del tiempo, e internacionalmente.
En nuestra opinión, el mayor atractivo de una capitalización, es que puede
contribuir a evitar la acción del factor más profundo que explica los problemas de
financiamiento que enfrentan muchos planes de pensiones obligatorios, del
segundo pilar: el predominio de las consideraciones políticas de corto plazo en el
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ajuste de los parámetros frente a los riesgos materializados. En los países de altos
ingresos de Europa, Japón y los Estados Unidos, las consideraciones electorales
han causado el proceso de reducción de los requisitos para obtener pensiones
anticipadas y ha llevado a esos países a postergar reformas paramétricas, como
por ejemplo aumentos en la edad de pensión, que son necesarias para mantener la
solvencia de sus planes de pensiones.
La situación es similar en América Latina, a pesar de que su situación
demográfica es la opuesta. Países como Brasil y México han sufrido en los 90 las
consecuencias de la maduración de sus planes financiados por reparto, a pesar de
que el crecimiento poblacional del sector formal de sus economías continuará a
tasas elevadas por varias décadas más. El motivo es que la competencia política los
llevó a aprobar leyes que prometían pensiones insostenibles. Países como
Argentina, Colombia y El Salvador vieron que el riesgo político asociado al
financiamiento por capitalización es mayor que el asociado al financiamiento de
reparto. El problema demográfico es el problema principal solamente en algunos
países, como Alemania, Japón y Corea del Sur.
Esta parte del libro tiene cuatro capítulos:
Capítulo 8: Contabilidad de la Capitalización y el Reparto
Capítulo 9: Equilibrio Macroeconómico y Financiamiento
Capítulo 10: Transiciones hacia Capitalización
Capítulo 11: Ahorro Nacional y transiciones
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Capítulo 8:
CONTABILIDAD DE LA CAPITALIZACION Y EL REPARTO
Indice de Materias 8.1 Sinopsis 6 El grado de capitalización El reparto 8.2 Flujo de caja de una institución previsional 10 Flujo de caja agregado Casos particulares Flujo de caja en un modelo de generaciones traslapadas El grado de capitalización La identidad del flujo de caja Reparto y capitalización Ajuste de parámetros frente a cambios exógenos Transiciones en el grado de capitalización 8.3 Flujo de caja en un estado estacionario 26 Estados estacionarios El flujo de fondos agregado Propiedades del flujo de fondos en un estado estacionario Algunas consecuencias para el caso de capitalización Cambios de la edad de pensión para el caso n = 0 8.4 Balances actuariales de una institución previsional 37 Tipos de balance actuarial Balance como testigo de las tendencias Limitaciones de los balances actuariales Balance de caja abierta para un horizonte infinito 8.5 El activo oculto en el financiamiento de reparto 49 Medición del activo oculto El balance económico Planes insolventes y quiebra de un plan El estado de resultados Derechos de propiedad y riesgo Conclusión Conceptos Clave 61 Ejercicios propuestos Bibliografía
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CAPITULO 8: CONTABILIDAD DE LA CAPITALIZACION Y EL REPARTO
Se inicia la discusión presentando una sinopsis que introduce la definición
de "grado de capitalización" de un plan de pensiones y explica los principales
conceptos. El resto de la discusión se organiza en torno a los estados contables de
la institución previsional, para un plan de pensiones cuyas distintas generaciones
de afiliados tienen vidas de dos períodos de igual duración. El análisis del flujo de
caja muestra que el financiamiento por reparto puro puede entregar una
rentabilidad positiva. Además demuestra que existen reglas de ajuste que dotan de
estabilidad financiera al plan financiado por reparto.
El análisis de los balances muestra también que según cuál sea el entorno
macroeconómico, un plan de pensiones financiado por capitalización parcial
puede estar en dos clases de situaciones: sin balance, y por tanto sin restricción
presupuestaria, y con balance. En este último caso, al caer el grado de
capitalización, aumenta la importancia de un activo oculto, que es el valor
presente de los impuestos que requiere aplicar el plan de pensiones a sus afiliados
en el futuro para mantener su independencia financiera.
8.1 Sinopsis
Esta sección sintetiza la diferencia entre los sistemas extremos de
financiamiento que puede utilizar un plan de pensiones. En un extremo, está la
capitalización total o prefinanciamiento2. Este sistema es una extensión del
principio de ahorro individual para la vejez hasta el nivel de la institución
previsional. El individuo que ahorra para su vejez usa la capitalización, pues
acumula derechos de propiedad en inversiones financieras y reales, para
liquidarlas en la vejez con el objeto de cubrir sus necesidades de consumo.
Consideremos ahora un grupo de personas en constante renovación, como
son los afiliados a un plan de pensiones. Se espera que los ingresos laborales de los
miembros futuros sean positivos. La existencia de ingresos sustanciales al plan,
generados por la membresía de afiliados futuros, sugiere que gracias a la
renovación permanente, el grupo o plan nunca tendrá un caída en el ingreso
laboral agregado. Sin embargo, la ausencia de una caída en el ingreso laboral, es
2 En inglés, este método de financiamiento se llama "full funding" o "prefunding".
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similar a afirmar que el grupo nunca envejece. De esta forma, parecería que el
grupo o plan no requiere formar un stock de ahorro para una vejez que nunca
llegará.
Sin embargo, el grupo puede hacerse viejo si la membresía deja de renovarse.
Esta situación puede ocurrir con facilidad en los planes de pensiones de un solo
empleador, pues muchas empresas cierran eventualmente. También puede ser éste
el destino de un sistema de transferencias desde los jóvenes hacia los viejos en el
interior de una familia extendida, pues cada familia individual está sujeta al riesgo
de disolución y extinción. En el caso de los estados nacionales surgidos en Europa
a partir del siglo XVI, y luego extendidos por el resto del mundo, la membresía
futura de un sistema de pensiones obligatorio a nivel nacional puede parecer más
segura. Sin embargo, subsisten los riesgos de emigración, de caída de la fertilidad,
de aumento de la longevidad, y quizá más importante, de desaparición de ese
estado por conquista o desmembramiento (como Austria-Hungría y la URSS).
Si bien la existencia de estos riesgos podría justificar capitalizar en parte los
respectivos planes de pensiones, continúa siendo factible evitar la capitalización
completa, aprovechando los ingresos laborales generados por la membresía futura.
Por ello ha sido frecuente en la historia que las familias, los gremios, las unidades
feudales, los ejércitos nacionales, las iglesias, las empresas organizadas como
sociedades anónimas y, desde fines del siglo XIX, también los estados nacionales,
apuesten a que los ingresos laborales de los miembros futuros serán sustanciales.
Surge así el financiamiento de reparto, llamado también contemporáneo, sobre la
marcha o en cadena3.
Conviene advertir al lector que hemos introducido una falacia: aún si el
ingreso laboral de un grupo es creciente y éste no requiere formar un stock de
ahorro, no se sigue que el grupo o plan pueda regalar pensiones a ciertos
miembros del grupo - por ejemplo los viejos iniciales - sin sacar los fondos de
alguna parte.
El grado de capitalización
En cada momento del tiempo todo miembro del grupo, y por ende el
conjunto de los miembros, posee un stock de ahorro expresado como derechos a
cobrar pensiones en el futuro. Esos derechos constituyen un pasivo para la
3 En inglés, este método de financiamiento se llama "pay as you go financing" o "unfunded finance".
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institución previsional o plan de pensiones. La institución previsional puede
respaldar parte o todos los derechos de sus miembros adquiriendo activos
protegidos por derechos de propiedad, como por ejemplo títulos financieros
endosables (emitidas por empresas, bancos, gobiernos y hogares - mutuos de
crédito hipotecario-) y en activos reales como terrenos urbanos, maquinaria, tierra
agrícola y patentes industriales. El "grado de capitalización" ( ) de un sistema de
pensiones se define por:
(8.1) t Ft
VPt(Pt1,t2,...)
donde t = grado de capitalización del sistema al final del período t.
Ft = valor de los activos protegidos por derechos de propiedad al final
del período t.
Pt+1,t+2,... = agregado de las pensiones ya prometidas, a cambio de
contribuciones ya recibidas, que se pagarán en los próximos períodos.
VPt(X) = valor presente esperado de X, determinado con las tasas de
interés disponibles en el mercado financiero para el ahorro realizado en la fecha t.
La expresión VPt(Pt+1) es la "deuda pensional a la fecha" o DPF. Por ello, el
grado de capitalización indica la composición del activo de la institución pensional
o del plan de pensiones, pues indica qué parte del pasivo (la deuda pensional) está
financiada con activos protegidos por derechos de propiedad, llmados reservas o
fondos de pensiones (F). Los casos comunes son:
= 0 "financiamiento de reparto puro", es decir cero capitalización.
en el intervalo (0,1) llamado "capitalización parcial"
= 1 "capitalización total" o "capitalización pura".
Cuando una institución previsional tiene, en términos netos, una deuda
financiera a la fecha t, entonces Ft y t son negativos. Esto define a los sistemas de
reparto desbalanceados, donde por alguna razón la tasa de cotización queda
rezagada en un nivel inferior a la necesaria para financiar los beneficios en curso
de pago (ver sección 8.5).
En el otro extremo, cuando la institución previsional posee activos o
reservas financieras de valor superior al pasivo con los pensionados ( > 1), existe
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un "patrimonio" en favor del patrocinador o fundador del sistema de pensiones.
Esto es frecuente en los planes de pensiones de empleador, cuando éste desea
acumular utilidades en el plan de pensiones para aprovechar las ventajas
tributarias de que éstos gozan, por ejemplo una tasa reducida de impuesto a las
utilidades de las inversiones. Por eso en los EE.UU. el Internal Revenue Service ha
establecido multas a los planes de pensiones con mayor que cierto nivel, cercano
a 1,10.
El grado de capitalización es una característica agregada de una institución
pensional o sistema de pensiones. No depende de si el fondo de pensiones es de
propiedad colectiva o es de propiedad individual. No depende de si existen
cuentas individuales o registros de los aportes individuales.
El reparto
La clave del financiamiento por reparto está en que la deuda pensional a la
fecha está respaldada por un activo inusual: impuestos que se aplicarán a personas
que aún no son miembros del grupo (afiliados del plan), pero que lo serán en el
futuro, y también de personas que ya son miembros del grupo y harán más aportes
en el futuro. ¿Es éste activo un activo más, tal como los activos financieros
normales? No lo es, pues no está protegido por derechos de propiedad, y además
para adquirirlo no es necesario un desembolso inicial.
Además, al crearse este activo (por iniciación del sistema, o por reducción del
grado de capitalización) se produce un excedente de caja. Este puede ser destinado
a subsidiar a las generaciones vivas al momento de crearse el activo. El costo (uso
alternativo) de ese subsidio es que no se acumulan activos protegidos por derechos
de propiedad, es decir no se acumula un fondo, y por ello los miembros futuros del
grupo dejan de recibir ingresos por intereses. Por eso, iniciar un plan con
financiamiento por reparto permite al grupo adelantar consumo.
Las deudas también exhiben las propiedades de no requerir desembolso
inicial, y de generar un excedente inicial de caja. Esto sugiere que reducir el grado
de capitalización de las pensiones es equivalente a emitir deuda. Pero, ¿quién
emite esa deuda?
Recordemos que el activo de una institución previsional financiada por
reparto es el derecho a cobrar impuestos a personas que aún no son miembros del
grupo. Se sigue que los futuros miembros del grupo deben asumir un pasivo de
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igual magnitud. Luego, quienes asumen y emiten la deuda son las futuras
generaciones de miembros del grupo.
Así, el reparto presenta una ventaja en comparación a la deuda: la institución
previsional no compensa a las futuras generaciones de miembros del grupo, es decir
no les paga por haber aceptado esa deuda. Las futuras generaciones de miembros
del grupo deben aceptar la deuda que se les impone, sin poder cobrar por
aceptarla. Los recursos obtenidos son repartidos por la institución previsional
entre las generaciones vivas ahora, justificando quizá la denominación en francés y
castellano de este método de financiamiento ("rèpartition" y "reparto").
A pesar de este gravamen, las futuras generaciones todavía pueden recibir
una rentabilidad positiva de su participación en un plan de pensiones financiado
por reparto. Esto no es tan sorprendente como podría creerse, pues basta con que
la rentabilidad obtenida sea inferior a la pagada en el mercado financiero para que
exista un impuesto o gravamen contra las futuras generaciones.
Si bien se afirma con frecuencia que un plan de pensiones financiado
enteramente por reparto es insolvente, ello es falso una vez que los parámetros del
plan se ajustan para lograr un equilibrio en el flujo de caja. La institución
previsional financiada por reparto y con flujo de caja equilibrado es solvente, pues
puede pagar todos sus compromisos. Su activo es inusual: el derecho a cobrar
impuestos a personas que aún no son miembros del grupo. Luego, no tienen
fundamento las afirmaciones de que los sistemas de reparto siempre "están
quebrados", y menos aún de que siempre sufran déficit de caja.
8.2 Flujo de caja de una institución previsional
Esta sección presenta el flujo de caja de la institución previsional o plan de
pensiones, para una gama de situaciones que se observan en la realidad. Se
analizan los principales ítems y su evolución en el tiempo.
Es importante indicar que en el lenguaje de los actuarios, una "proyección
actuarial" corresponde al flujo de caja proyectado anualmente por varias décadas
hacia el futuro. Deben distinguirse de las "valoraciones actuariales", que son
balances y se tratan más adelante.
Las proyecciones actuariales son indispensables para una administración
financiera eficiente de un plan de pensiones. Ellas permiten detectar con
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anticipación cambios en los principales ítems de flujo de caja en diversos
escenarios, lo que a su vez permite estudiar y aplicar respuestas eficientes.
Por ejemplo, es interesante predecir la evolución de las reservas financieras
de un plan de pensiones a lo largo del tiempo, típicamente para determinar si
existe una fecha finita en la cual se agotarán las reservas y cuál es esa fecha. Por
ejemplo, la proyección actuarial del Sistema de Seguridad Social (SSS) de Filipinas
realizado en 1990, que proyectó los flujos anuales hasta el año 2060, determinó que
al adoptar un incremento de pensiones propuestos las reservas financieras
empezarían a declinar en el año 2043 y se agotarían en el año 2060, en el escenario
más probable (Templo, 1995, p. 13).
Flujo de caja agregado
La identidad del flujo de caja dice que todo ingreso debe ser utilizado en
algún destino, por lo que:
(8.2) Ct + rt-1.Ft-1 + Qt + Gt - [ Pt + (Ft - Ft-1) + St ] = 0 para todo t.
Las convenciones son que los stocks se miden a principio de período y que la
tasa de interés rt se fija en el período t pero se paga en t+1. Las variables en la
ecuación (8.2) son de dos tipos:
INGRESOS (positivos):
Ct = cotizaciones recibidas. Incluye a las realizadas a nombre de los
trabajadores y a nombre de los empleadores.
rt-1.Ft-1 = renta de inversiones del fondo de pensiones. Considera sólo los
activos de capitalización, excluyendo los activos implícitos en el financiamiento de
reparto, y resta los intereses pagados en eventuales deudas financieras. Incluye
intereses y ganancias de capital, netas de pérdidas de capital.
Qt = aporte regular, planeado y explícito del patrocinador del plan de
pensiones, cuando éste existe. Puede ser presentado como cotización del
patrocinador (empleador o estado) o simplemente como un subsidio permanente
del patrocinador. Por ejemplo, el estado alemán aportó el 14,6% del gasto en
pensiones en 1991, como parte de un esfuerzo regular y explícito. El estado
mexicano aporta regularmente "un peso diario" a las cuentas de todos los afiliados
a las AFOREs (Cerda y Grandolini, 1997).
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Gt = aportes eventuales recibidos del patrocinador del plan de pensiones, neto
de retiros o giros eventuales realizados en favor del patrocinador. Este ítem es
importante en los planes con garantía directa y explícita de parte de un
patrocinador (planes de compañías de seguros de vida, planes de empleador,
algunos planes estatales). En esos casos, el aporte positivo ocurre cuando un hecho
externo imprevisto eleva los gastos o reduce los ingresos agregados, generando un
desequilibrio entre beneficios prometidos y disponibilidades de fondos. En los
planes garantizados, el equilibrio se restablece con el aporte del garantizador
externo directo, que alcanza la suma exacta necesaria y evita modificar parámetros
del plan. El aporte negativo ocurre cuando un hecho imprevisto genera un
superávit de caja, lo que permite al garantizador externo hacer un retiro, o reducir
el aporte Qt que había planeado, en la cantidad exacta que restablece el equilibrio
financiero, sin modificar parámetros del plan.
Este ítem también puede ser importante cuando las autoridades a cargo del
plan deciden por su cuenta intervenir para modificar uno o más parámetros del
plan de pensiones (tasa de cotización, fórmula de beneficios, edades de jubilación,
grado de capitalización). Además, la intervención puede incluir un cambio en los
aportes previstos inicialmente. A diferencia del caso anterior la intervención de las
autoridades a cargo del plan restablece el equilibrio financiero modificando
parámetros del plan. La intervención puede ocurrir o no en respuesta a hechos
externos.
EGRESOS (negativos):
Pt = pensiones de vejez pagadas, más retiro de fondos para adquirir rentas
vitalicias, más beneficios de suma única, lo que incluye excedentes de libre
disposición y beneficios funerarios. No se consideran los beneficios de los seguros
de invalidez y sobrevivencia porque esos beneficios se financian con una
cotización separada (la prima del seguro) que no está incluida en las cotizaciones
Ct, que son las destinadas a pensiones.
Ft - Ft-1 = Aumento neto del fondo de pensiones. El "fondo de pensiones" o
reserva financiera, formados por inversiones reales y financieras. Los activos reales
se diferencian de los activos financieros en que estos últimos constituyen pasivos
para otras personas que residen en la misma economía. Ejemplos de activos
financieros son la deuda pública y los créditos de consumo otorgados a hogares.
Los activos reales son el capital físico (maquinaria, equipo, estructuras), el capital
intangible (marcas, patentes) y los activos extranjeros (sean reales o financieros).
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El fondo de pensiones incluye únicamente a los activos de capitalización, y excluye
a los activos implícitos asociados al financiamiento de reparto que consisten en el
gravamen esperado sobre las futuras generaciones de miembros del plan.
St = subsidios cruzados a otras ramas de la seguridad social, pagados por el
sistema de pensiones. Por ejemplo, en España el “Sistema Contributivo” de la
seguridad social obligatoria presta los siguientes servicios a cambio de 28,3% del
salario: Asistencia sanitaria, Riesgo durante el embarazo y maternidad,
prestaciones por Desempleo, prestaciones Familiares, Seguro escolar, Seguro de
muerte y supervivencia, Seguro de invalidez y vejez (jubilación). Los primeros
cinco no corresponden a pensiones, y pueden contener subsidios cruzados.
En América Latina ha sido frecuente que los planes de pensiones financien
generosos subsidios de salud y vivienda, que benefician en forma contemporánea
a los miembros del plan de pensiones. Estos subsidios pueden ser en especie
(servicios de atención médica gratuita) o financieros (créditos de vivienda a tasas
de interés inferiores a las de mercado, pagos que reemplazan al salario en caso de
enfermedad o maternidad, subsidios a las primas de seguros para gastos de salud,
etcétera).
Otros subsidios salen del ámbito tradicional de la seguridad social, por lo que
es más apropiado tratarlos como parte de la política de gasto público. Esto ocurre
con la exención de contribuciones al plan, sin una reducción correlativa de
beneficios, en favor de grupos favorecidos. Ejemplos son la exención de
contribuciones a quienes hacen el servicio militar en Austria, Italia y Letonia, la
exención de contribuciones a las mujeres que han tenido más de tres hijos en
muchos países de la ex Unión Soviética, y la exención de contribuciones para las
personas que tienen un niño pequeño o un anciano inválido a su cargo, como en
Austria e Italia. Lo mismo ocurre con los subsidios cuyo fin es redistribuir ingreso,
como son las asignaciones familiares y las pensiones mínimas. En estos casos sería
más apropiado tratar a estos subsidios como un Qt de signo negativo, pues se trata
de una entrega de fondos al patrocinador que es regular y planeada, aunque no
explícita.
Desde luego, los subsidios pueden ser deseables o no, dependiendo de su
diseño y de la transparencia con que son financiados por el sistema político. Sin
embargo, es frecuente encontrar casos en que se ha legislado subsidios financiados
por los sistemas de pensiones, sin identificar claramente a quienes soportan los
tributos implícitos asociados. En muchos casos se grava a las futuras generaciones.
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Casos particulares
Ciertos casos particulares gozan de atención especial porque permiten
simplificar el análisis, sin sacrificar sus elementos esenciales. En particular
destacan los siguientes:
(a) Cuando St = 0 (para todo t en la ecuación 8.2), se dice que el plan de
pensiones es "especializado". El motivo es que el plan se especializa en dar
beneficios de vejez y no se extiende a otras ramas de la seguridad social o de la
política de gasto público. En general, la especialización del sistema de pensiones es
deseable porque facilita una administración eficiente tanto de las pensiones como
de los demás programas de gasto.
Quizá más importante, la especialización del sistema de pensiones es
necesaria para que la competencia política opere de forma eficiente, pues sólo así
se genera la información mínima necesaria para que la opinión pública, incluídas
las autoridades políticas superiores del gobierno y de la oposición, puedan conocer
el resultado financiero del sistema de pensiones y sus tendencias, para tomar
acciones correctivas adecuadas en forma oportuna. En muchos países de América
Latina la mezcla de funciones al interior de una gran institución de seguridad
social no especializada ha facilitado la concesión de favores a grupos de presión
específicos que ofrecen apoyo político a cambio y ha permitido la creación de una
burocracia de grandes dimensiones. Para concentrar la atención en la esencia de
los métodos de financiamiento es deseable entonces analizar el caso puro en que el
sistema de pensiones es especializado;
(b) Cuando Qt = 0 (para todo t en la ecuación 8.2), se dice que el plan de
pensiones es financieramente "independiente". El motivo es que su presupuesto
no recibe aportes regulares, planeados y explícitos de parte del patrocinador
(empleador, fisco o compañía de seguros). Ello permite analizar el financiamiento
de las pensiones sin referencia a la capacidad y voluntad del patrocinador de
cumplir con el compromiso de aporte Qt. Sin embargo, la "independencia" del plan
de pensiones de su patrocinador es relativa, pues él mantiene la potestad de
modificar parámetros tales como la tasa de cotización, la tasa de reemplazo (los
beneficios), y la edad de jubilación. El ejercicio de estos poderes tiene impactos
significativos en las finanzas del plan. En este sentido más amplio, ningún plan de
pensiones es independiente de su patrocinador.
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Políticamente, los impuestos y recortes de gastos reducen las probabilidades
de las autoridades de mantenerse en el poder. Luego, la voluntad del fisco de
aportar los fondos Qt está sujeta a criterios exigentes. Es probable que el estado
prefiera reducir Qt a valores negativos, para poder reducir impuestos y aumentar
otros gastos públicos valiosos.
Si las autoridades estiman conveniente usar los aportes, salarios imponibles y
beneficios del plan de pensiones como base para determinar impuestos y
subsidios, pueden hacerlo sin inmiscuirse en las finanzas del plan de pensiones,
manteniendo su independencia financiera. Así, los planes de pensiones
independientes no son afectados por el diseño de la política fiscal; y
(c) Cuando no hay incertidumbre ni riesgo, no puede haber aportes ni
retiros sorpresivos ni eventuales y Gt = 0 (todo t). La supresión de las
consideraciones de riesgo es conveniente porque permite simplificar el análisis de
este capítulo. Esas consideraciones se analizan en forma separada en el capítulo 13.
Esta simplificación es compatible con los casos donde el escenario externo o
las políticas de las autoridades del plan varían a través del tiempo en forma
predecible. Por ejemplo, podremos analizar una transición demográfica
perfectamente predicha y un cambio en la política de financiamiento de las
pensiones que sea aplicado tal como fue anunciado.
Flujo de caja en un modelo de generaciones traslapadas
Para simplificar la notación, utilizamos un modelo de generaciones
traslapadas, donde la vida de cada generación se divide en dos períodos de igual
duración (cada período puede tomar 30 años). Cada generación de miembros del
sistema trabaja sólo durante la juventud, pero consume durante ambos períodos.
Los períodos de vida de estas generaciones están "traslapados" en el tiempo, de
forma que en cada período coexiste una generación joven con la anterior, que ya es
vieja.
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tiempo (período)
Número de lageneración
0
1
2
3
4
1 2 3 4
j,t v,t+1
v,t+1=Generaciónde viejos enperiodo t+1
j,t= Generación
de jóvenes enperiodo t
Donde:
Gráfico 8.1: Notación con generaciones traslapadas y vidas de 2 períodos
En este modelo usamos la siguiente notación:
Nvt = número de afiliados viejos en el período t.
Njt = número de afiliados jóvenes en el período t.
yjt = ingreso laboral imponible de los afiliados jóvenes (activos) en t.
at = aportes de un individuo joven en el período t.
pt = pensiones recibidas por un individuo viejo en el período t.
t = tasa de cotización aplicada a los jóvenes en el período t.
ßt = tasa de reemplazo pagada a los viejos en el período t.
t = tasa interna de retorno pagada por el plan de pensiones a quienes son
jóvenes en el período t.
Sabemos del capítulo 4 que at =t.yjt , que pt =ßt.yjt-1 y que 1+t = pt+1/at =
ßt+1/t. Como suponemos que no existe incertidumbre en cuanto a la duración de
la vida y por ello nadie muere joven, resulta que Njt = Nvt+1 para todo t. Otros
parámetros descriptivos del plan de pensiones son:
nt = (Njt/Njt-1)-1 = (Nvt+1/Nvt) -1 = tasa de crecimiento de los cotizantes
entre t-1 y t y tasa de crecimiento de los pensionados entre t y t+1. Debido a que nt
17
puede variar en el tiempo, este modelo permite investigar el efecto de variaciones
en la fertilidad y en la cobertura del plan de pensiones4.
xt = (yjt/yjt-1)-1 = tasa de progreso tecnológico aumentador de la calidad del
trabajo, que permite aumentar los salarios imponibles en términos reales. Este
factor puede incorporar también las mejoras o deterioros en la fiscalización de la
obligación de aportar, pues ello afecta el ingreso imponible declarado medio, que
es el que interesa para el financiamiento del plan de pensiones.
gt = (1+nt)(1+xt) -1 = tasa de crecimiento de la masa salarial imponible por el
plan de pensiones. Este parámetro resume las variaciones demográficas y del
mercado laboral que afectan a los planes de pensiones5.
El grado de capitalización
Recordemos de la ecuación 8.1, que el "grado de capitalización" ( ) de un
plan de pensiones o institución pensional se define por la razón entre el fondo y el
valor presente de las obligaciones ya contraídas con los afiliados. En el caso del
modelo de generaciones traslapadas con vidas de dos períodos, el valor presente
en t sólo debe mirar un período más adelante, porque para t+2 todos los actuales
afiliados, aún los más jóvenes, estarán muertos. El valor presente se determina
utilizando la tasa de interés real "rt" ofrecida en el período t, para ser pagada en el
período t+1. Luego, se cumple que VP(Pt+1,t+2,...) = (Nvt+1.pt+1)/1+rt, por lo
que:
(8.3) t Ft
(Nv,t1 pt1) 1 rt
Ft
At
1 rt
1t
donde:
Nvt+1 = Njt debido al supuesto de que nadie muere joven.
At = t.yjt.Njt = contribución agregada de los jóvenes en t.
pt+1 = (1+t).t.yjt = pensión por pensionado en t+1.
t = Rentabilidad otorgada por el plan.
4 Sin embargo, las variaciones en la edad de pensión y en la longevidad no pueden ser analizadas con este modelo porque cada generación vive dos períodos de duración exactamente igual y la edad de retiro es siempre al final del primer período. 5 Cuando la cobertura del sistema de pensiones es una proporción constante de la masa salarial en todos los períodos, y la participación del trabajo en el PIB también es constante, entonces gt es
también la tasa de crecimiento del PIB.
18
Para analizar ecuación (8.3), consideremos primero el cuociente F/A. Este
cuociente indica la proporción de los aportes de cada generación que ha sido
acumulada como reservas o inversiones al final del período. Mientras mayor sea la
proporción de los aportes que se acumulan como reservas al final de cada período,
más aumenta el grado de capitalización.
El grado de capitalización depende también del nivel de las promesas de
pensión futuras, descontadas al presente. Mientras mayores sean las promesas de
pensión en relación a lo cotizado, es decir mientras mayor sea (1+ ), un nivel dado
de reservas es más insuficiente y el grado efectivo de capitalización de las promesas
es menor. Finalmente, a mayor tasa de interés de mercado, un nivel dado de
reservas iniciales permite generar más ingreso por intereses, lo que cubre de mejor
manera las promesas de pensión y aumenta el grado de capitalización.
La definición (8.3) nos sirve también para expresar el tamaño del fondo de
pensiones en función del grado de capitalización, pues ella implica, en conjunto
con las demás definiciones, que Ft = t.t.(1+t/1+rt).(yjt.Njt).
La identidad del flujo de caja
Para un plan de pensiones especializado (St=0), independiente (Qt =0), y bajo
la hipótesis de certidumbre (Gt=0), la identidad del flujo de caja (8.2) para el
período "s" se simplifica a:
(8.4a) Ct + rt-1.Ft-1 + Ft-1 = Pt + Ft
(8.4b)6 s. yjs.Njs + (1+rs-1).Fs-1 = pvs.Nvs + Fs
Ahora reemplazamos (8.3) en (8.4b). Usando además las definiciones yjs =
yjs-1.(1+xs-1) ; Njs = (1+ns-1).Njs-1 ; (1+gs-1) = (1+xs-1).(1+ns-1); Nvs = Njs-1 y
que pvs = (1+s-1)s-1yjs-1.; la definición de la tasa interna de retorno para cada
generación, y el grado de capitalización para representar al fondo de pensiones,
resulta que la identidad del flujo de caja (8.4b) se transforma en (8.5a):
6 Reagrupando y reemplazando Ct = t
. yjt.Njt y Pt = pvt
.Nvt en (8.4a) obtenemos (8.4b).
19
(8.5a) s(1 gs1) s1s1(1 s1) (1 s1)s1 ss1s1 rs
(1 gs1)
Cada término de (8.5a) corresponde al término de la ecuación (8.4) que está
en la misma posición. Esta ecuación demuestra que la tasa interna de retorno para
la generación que es joven en el período s-1, que es (1+ s-1), está ligada
directamente a la tasa interna de retorno de la generación siguiente, que es (1+ s).
Recordando que la tasa de reemplazo se define como ßs = (1+s-1).s-1 es
posible eliminar s en función de ßs, con lo que la ecuación (8.5a) puede
presentarse también en términos de la tasa de reemplazo:
(8.5b) s(1 gs1) s1s s ss1(1 gs1)
1 rs
Nuevamente, cada término de (8.5b) corresponde al término de la ecuación
(8.4) que está en la misma posición. Esta expresión indica que la tasa de reemplazo
de una generación está directamente ligada con la tasa de reemplazo recibida por
la generación anterior.
Esta ecuación es válida en un ambiente donde cambian los parámetros
demográficos y económicos en forma predecible (para que Gt =0). Por ello
generaliza significativamente las presentaciones tradicionales. Esta ecuación nos
permite tratar transiciones en el grado de capitalización t, en la tasa de cotización
t y en los beneficios (representados por t o ßt).
Reparto y capitalización
Revisaremos algunos casos particulares de la ecuación (8.5), donde la
intuición nos permite identificar la tasa interna de retorno del plan en forma
independiente:
a) Sistema de capitalización total, como las AFPs, AFJPs y AFOREs.
La capitalización total implica que s-1 = s = 1. Al reemplazar estas
condiciones en la ecuación (8.5b), ella se simplifica a s = rs. Esto significa que
cada generación obtiene una tasa interna de retorno idéntica a la tasa de
20
rentabilidad lograda en las inversiones del fondo de pensiones durante ese
período. Ello concuerda con lo que nos dice la intuición.
Puesto al revés, este resultado indica que si un plan de pensiones intenta
acreditar a las cuentas individuales de cada generación tasas de retorno diferentes
de las ganadas por el fondo de pensiones, necesariamente su grado de
capitalización se desviará de la capitalización total, pues sobrarán o faltarán
fondos.
b) Sistema de reparto maduro, como en la mayoría de los planes tradicionales europeos.
Este sistema de financiamiento implica que s = s-1= 0. Al reemplazar esta
condición en la identidad (8.5a), ella se simplifica a:
(8.6) 1+ s-1 = (1+gs-1)(s/s-1) para reparto puro
Esta ecuación dice que la tasa interna de retorno pagada por un sistema de
reparto puro es proporcional a la tasa de crecimiento de la masa salarial imponible
(1+gs-1), y también a la tasa de crecimiento de la tasa de cotización (s/s-1). El
producto de ambas es la tasa de crecimiento de la recaudación de cotizaciones. Por
eso, la tasa interna de retorno pagada por un sistema de reparto puro es idéntica a
la tasa de crecimiento de la recaudación de cotizaciones.
En un estado estacionario donde la recaudación de cotizaciones crece a una
tasa constante en el tiempo, la expresión de la derecha es positiva. Esto implica que
la rentabilidad pagada a cada generación es positiva, a pesar de que no existen reservas
ni fondos de pensiones (Samuelson, 1958). Esto es posible por el siguiente motivo:
al aumentar la recaudación de cotizaciones, los fondos disponibles para pagar a los
pensionados son mayores que una simple devolución de sus aportes7.
Sin embargo, cuando por algún motivo ocurre que gs < 0 en algún período "s"
y la tasa de cotización es constante, la tasa de rentabilidad para una generación de
afiliados debe ser negativa. Esto es necesario para que el sistema de pensiones
financiado por reparto mantenga su independencia financiera. Esto ha ocurrido en
planes de pensiones que han experimentado una caída de la contratación de
miembros jóvenes (planes de empresas en declinación, tales como los
ferrocarriles), una caída de la fertilidad a niveles inferiores a los de reemplazo
(Italia a partir de los 80) una emigración de los jóvenes (Uruguay en los años 80),
7 Como veremos en el capítulo 9, una "burbuja", "pirámide" o "Juego de Ponzi "que ofrezca una tasa de rentabilidad suficientemente baja es financieramente sostenible en el largo plazo.
21
una reducción de la cobertura y un aumento de la subdeclaración de salarios
(Argentina en los años 80) y una caída en los salarios reales (Rusia en los 90,
México en los 80).
c) Sistema de reparto inmaduro, como el plan tradicional brasileño.
En todo plan de pensiones nuevo se cumple que s-1 = 0 para el período
previo al inicio del plan (que definimos como el período s-1=0). El financiamiento
de reparto tiene la propiedad única de que la recaudación obtenida en el período
inicial (definido como período s=1) puede ser repartida, pues no se pretende
formar un fondo. De esta manera, sobran fondos durante las décadas de
introducción del reparto. Consideremos entonces el caso frecuente donde se
regalan pensiones a la generación que ya es vieja al iniciarse el sistema, sin exigirle
contribuciones a cambio. Esto último significa que s-1 = + para s-1 = 0, ya que la
tasa interna de retorno obtenida por la generación inicial es infinita en un modelo
de ciclo de vida de dos etapas iguales.
En el caso real donde la vida tiene muchos períodos, es frecuente observar
sistemas de pensiones donde se exige a todo beneficiario haber contribuido alguna
suma, pero igualmente se puede entregar a las generaciones iniciales un subsidio
por la vía de entregarle una pensión de valor presente muy superior al valor
presente de sus contribuciones. Por ejemplo, esa fue la política seguida al
introducir el Social Security de los Estados Unidos (Leimer, 1994).
Recuadro 8.1: La identidad del flujo de caja en un sistema nuevo.
Debido a que s-1 = +∞ y ßs =+∞ para s-1 = 0, y s-1 = 0, el segundo término
de (8.5a) tiene un valor indefinido y ,por consiguiente, la ecuación (8.5a) no puede ser aplicada en el primer período.. Por ello, la magnitud del subsidio a la generación inicial, en relación a su ingreso cuando joven, se obtiene de (8.2), bajo Qt =Gt=Ft-1=St=0 :
Ct – Pt + Ft = 0 Reemplazando por definiciones de Ct, Pt y Ft para t=1 se obtiene:
1yj 1Nj 1-1yj 0Nv 1 + 1 1 yj 1Nj 1. (1+1)/(1+r1) = 0
Despejando 1 y definiendo g0 =(yj 1Nj 1)/( yj 0Nj 0) -1 , tenemos:
(R8.10) 1 1(1 g0 ) 1 1 1 1
1 r1
Esta ecuación muestra que la tasa de reemplazo para la generación que ya era vieja al iniciarse el sistema (ß1 = pv1/yj0) crece con la tasa de cotización aplicada a
22
la primera generación joven (1, para la cual s = 1 cuando joven) y con la tasa de
crecimiento del ingreso imponible desde la generación vieja a la siguiente, esto es
g0. El motivo es que 1 y g0 juntos determinan el tamaño de la recaudación inicial.
Además, el subsidio a la generación inicial es positivo solamente si 1.(1+1)
< (1+r1). Esta desigualdad se cumple siempre que se evite insistir en la
capitalización total de esas promesas de pensión8 yo alternativamente se prometan a la primera generación joven pensiones inferiores a las que es posible financiar con el retorno disponible en el mercado financiero. Cuando un sistema de pensiones es creado por el estado, la experiencia internacional sugiere que las presiones políticas exigen la entrega de subsidios a la generación que ya es vieja en ese momento, y además exigen prometer un retorno atractivo a la primera generación de jóvenes. En esas condiciones la variable de
ajuste financiero es la meta de capitalización al final del primer período (1), que
puede ser despejada de (R8.10):
(R.8.11) 1 1 r1
1 1
11
1 (1 g0)
Como era de esperar, el grado de capitalización al final del primer período
(1) cae a medida que suben ß1 y 1. Por ejemplo, cuando no se pagan pensiones a
la generación inicial de viejos (ß1 = 0) y además se acredita a la generación inicial
de jóvenes la rentabilidad obtenida en las inversiones (1 = r1), entonces el grado
de capitalización al final del primer período es 100%.
d) Capitalización parcial
La ecuación (8.5) también permite analizar casos de capitalización parcial.
Nos limitamos a analizar aquí el caso de un estado estacionario tanto en lo
demográfico como en lo económico. En este escenario, la ecuación (8.5) muestra
que mantener un grado de capitalización constante en exige que la tasa de
cotización esté relacionada con la tasa de reemplazo de la siguiente forma:
(8.7)
1 r1
1 g
o alternativamente, 1
1 r1
1 g
1
8 La magnitud del subsidio no es necesariamente cero cuando el sistema de pensiones pretende
lograr una capitalización total a final del período inicial (1 = 1), pues en teoría es posible prometer
a la primera generación joven un retorno inferior al que obtendrá el plan al invertir las reservas financieras.
23
Esta ecuación muestra que en el caso de capitalización parcial, la tasa interna
de retorno para el afiliado es el promedio ponderado armónico de la rentabilidad
demográfica g, y de la rentabilidad financiera r, donde el ponderador es el grado
de capitalización. Usaremos esta ecuación en la sección final de este capítulo.
Ajuste de parámetros frente a cambios exógenos
Hemos supuesto que no existe riesgo ni incertidumbre. Ello significa que
todos los cambios en el tiempo son modificaciones anunciadas y no existen
sorpresas. A pesar de ello, este modelo permite analizar casos donde se sabe que
algunos parámetros externos al plan evolucionarán en forma predeterminada con
certeza a lo largo del tiempo. Por ejemplo, la masa salarial puede crecer a una
secuencia conocida de tasas gs y el fondo de pensiones puede rentar una secuencia
conocida de tasa de interés rs.
Frente a esos cambios exógenos y predeterminados en los datos, un plan
financiado por reparto puro sólo puede mantener el equilibrio financiero
ajustando sus parámetros, tales como la tasa de cotización, la tasa de beneficio o la
edad de pensión. La cuestión que analizamos ahora es cuál es el efecto de diversas
reglas de ajuste simple de parámetros.
Veremos qué ocurre con dos posibles reglas automáticas de modificación de
parámetros en respuesta a una secuencia predeterminada de tasas de crecimiento
de la masa salarial gs, para un plan financiado por reparto puro:
i) Sistema de reparto puro con tasa de cotización constante.
Supongamos que la tasa de cotización es constante en el tiempo, es decir que
s = para todo s. En reparto puro la ecuación (8.6) exige que s-1 = gs-1.
Como la tasa de reemplazo se define como ßs = (1+s-1).s-1 , este anuncio
implica anunciar que la tasa de reemplazo, es decir el nivel de las pensiones,
variará para cumplir con la siguiente condición: ßs = .(1+gs-1).
Esto revela que un ajuste decidido de la tasa de reemplazo y, por lo tanto, de
las pensiones, permite evitar las modificaciones a la tasa de cotización. Sin
embargo, reducir o aumentar las pensiones de esta forma puede ser
indeseable, como veremos en el capítulo 14.
ii) Sistema de reparto puro con tasa de reemplazo constante
24
Supongamos que, en vez, la autoridad del plan anuncia que la tasa de
reemplazo se mantendrá constante en el tiempo, es decir que ßs = ß para todo
período "s". Recordando que la tasa de reemplazo se define como ßs = (1+s-
1).s-1, esta condición exige que s = ß/(1+gs-1).
Este anuncio es equivalente a ajustar la tasa de cotización decididamente en
cada período, en todo lo necesario para mantener la tasa de reemplazo
constante. Nuevamente este cambio en las tasas de cotización, reduce o eleva
significativamente el salario líquido, lo que puede ser indeseable, como
veremos en el capítulo 14.
Al reemplazar esta condición en la ecuación (8.6), se encuentra que la tasa
interna de retorno es s = gs-1. Esto difiere del caso (i), pues existe un rezago
de un período en la tasa interna de retorno.
Con ambas reglas de ajuste el plan financiado por reparto mantiene su
independencia financiera indefinidamente. Estos dos ejemplos demuestran el error
de las afirmaciones en cuanto a que el financiamiento por reparto sería
intrínsecamente inestable. El ajuste paramétrico siempre es capaz recuperar la
estabilidad financiera.
El financiamiento de reparto puede resultar inestable en presencia de
restricciones no económicas, quizá de tipo político, que impiden ajustar los
parámetros de forma de recuperar la independencia financiera. Sin embargo,
también un sistema financiado por capitalización es vulnerable a otras
interferencias políticas. Este tema se discute en el capítulo 13.
Otra lección de estos ejemplos es que el sistema de reparto puro exhibe un
comportamiento diferente, frente a una misma secuencia de cambios en la tasa de
crecimiento de la masa de salarios imponibles, según cuál sea la política de la
autoridad en cuanto al ajuste de los parámetros del plan. Por ejemplo, para un
episodio donde cae la masa de salarios imponibles, hemos ilustrado dos
posibilidades: si la menor disponibilidad de fondos se enfrenta reduciendo las
pensiones, sufre la generación vieja (menor s-1). Si se enfrenta elevando la tasa de
cotización, sufre la generación joven (menor s).
De aquí extraemos una segunda lección: el grado de capitalización y los
choques demográficos y económicos no determinan por sí solos la secuencia de
tasas internas de retorno que reciben las distintas generaciones de miembros. Otro
determinante importante de ellas es la regla usada por la autoridad del plan de
pensiones para ajustar los parámetros en respuesta a los cambios exógenos. La
25
regla de ajuste financiero puede clasificarse como discrecional o automática, pero
en cualquier caso es una dimensión de diseño para los planes de pensiones que es
diferente del grado de capitalización . Este importante tema es analizado en el
capítulo 14.
Transiciones en el grado de capitalización
Otro uso de la ecuación (8.5) es el análisis de transiciones en el grado de
capitalización t. Supongamos que un plan de pensiones opera dentro un estado
estacionario económico y demográfico, por lo que r y g son constantes en el
tiempo. Supongamos que los administradores del plan de pensiones deciden
elevar su grado de capitalización desde 0 hasta 1, en la magnitud ∆s, durante el
período s.
En una primera modalidad de ajuste, supondremos además que la tasa de
reemplazo ß se mantiene constante en el tiempo, en el valor ß. La identidad del
flujo de caja (8.5b) indica que esta transición exige elevar la tasa de cotización. Se
encuentra que el incremento transitorio en la tasa de cotización, definido como ∆s
es9:
(8.8) s
1 r
s
La ecuación (8.8) indica cuánto debe elevarse la tasa de cotización para elevar
la capitalización en ∆s. Una vez concluida la transición la tasa de cotización
puede volver a su valor inicial, en cuyo caso el mayor grado de capitalización
permite un aumento permanente en la tasa de reemplazo en el caso r > g. Sin
embargo, la generación que es joven durante la transición debe sufrir para elevar
el grado de capitalización de esta forma, pues debe cotizar más y sin embargo
obtiene la misma tasa de reemplazo ß.
Una segunda forma de elevar el grado de capitalización consiste en elevar la
tasa de cotización, pero manteniendo la tasa interna de retorno constante. Para
lograrlo se debe elevar por una vez la tasa de reemplazo de la generación joven
9 Despejando s de ecuación 8.5b, se obtiene que:
rg
sss
11
1 1
y diferenciando, se obtiene (8.8), ya que el primer término de la expresión anterior está dado.
26
que cotiza más. Es decir, la tasa de reemplazo de la generación joven que aporta
más es aumentada, para mantener su tasa interna de retorno igual a la de la
generación anterior. Es natural que con esta exigencia de mayor gasto se requiera
de un mayor incremento en la tasa de cotización para lograr el mismo incremento
en el grado de capitalización. La identidad del flujo de caja (8.5a) indica que esta
modalidad de transición exige elevar de inmediato la tasa de cotización en10:
(8.9) sr
s
0
0
11
Esta ecuación confirma lo esperado. Con esta modalidad, el aumento en la
tasa de cotización crece más que proporcionalmente con la meta de aumento en el
grado de capitalización. Además, a medida que el nivel inicial de capitalización 0
es más alto, el incremento de cotización requerido crece indefinidamente, para una
misma meta de aumento en el grado de capitalización.
8.3 Flujo de caja en un estado estacionario
Esta sección discute el flujo de caja de un plan de pensiones en un caso más
simple que la sección anterior. Aquí suponemos que tanto en el ambiente externo
al plan de pensiones, como en los parámetros que gobiernan el financiamiento del
plan de pensiones, existe un estado estacionario. Esta simplificación permite
considerar el caso real de vidas de muchos períodos. Esto permite mostrar los
vínculos entre el nivel de las pensiones y la edad de pensión o jubilación.
Estados Estacionarios
Consideraremos economías que están en una de dos clases de estado
estacionario. Cuando el estado estacionario es estricto, los trabajadores promedio o
representativos de las distintas generaciones cotizan la misma cantidad a cada
edad y eligen la misma edad para pensionar. Por ello, el stock de derechos a
pensión que hoy tiene el trabajador representativo de edad e es igual al stock de
derechos a pensión que tendrá el próximo año el trabajador representativo que
10 Ver demostración en ejercicio propuesto Nº 3 al final de este capítulo.
27
hoy tiene edad e-1, y es igual al stock de derechos a pensión que tuvo el año
pasado el trabajador representativo que hoy tiene edad e+1.
Cuando el estado estacionario es creciente por aumento de la población,
estos resultados siguen siendo válidos. Pero cuando el estado estacionario es
creciente por aumento de la productividad del trabajo, cada generación será más
rica, y si bien se pensiona a la misma edad, el stock de derechos a pensión a cada
edad es proporcional a la productividad de cada generación y por ende crece en el
tiempo.
Un estado estacionario en las tasas de crecimiento se define por el hecho de
que todas las variables económicas agregadas crecen a una misma tasa g. Esta es la
tasa de crecimiento de agregados como el PIB, la masa de salarios imponibles, la
recaudación del sistema de pensiones, el stock de capital físico, el stock de deuda
pública, etcétera. De lo contrario esa variable no podría mantener una relación
constante con el tamaño de la economía, es decir crecería o decrecería
indefinidamente en relación al PIB, lo que exigiría ajustes macroeconómicos que
romperían el estado estacionario. El caso particular g = 0 también genera un
estado estacionario en los niveles de las variables económicas agregadas.
El progreso tecnológico es compatible con un estado estacionario. Un caso
simple donde ello ocurre es cuando el único efecto del progreso tecnológico es
aumentar la productividad laboral. En ese caso g = (1+n)(1+x) - 1, donde n es la
tasa de crecimiento de la población y x es la tasa de aumento de la productividad
laboral.
El caso n < 0 puede ocurrir cuando la emigración es fuerte o la tasa de
fertilidad está por debajo de la reposición de la población (n < 0). El caso x < 0
puede ocurrir cuando el agotamiento de los recursos naturales, las guerras o la
decadencia cultural conducen a que la productividad laboral descienda en forma
constante.
El flujo de fondos agregado
En cualquier sistema de pensiones, hay muchas generaciones de afiliados
en cada momento del tiempo, que se distinguen por la edad. Cada una de esas
generaciones siempre puede ser representada por un hipotético integrante
promedio, y en un estado estacionario éste presenta características constantes en el
tiempo. En un estado estacionario tampoco hay incertidumbre, por lo que no
28
puede haber intervenciones esporádicas de un garantizador externo para cubrir
déficits de caja o absorber excedentes eventuales.
Supondremos además que el plan de pensiones es financieramente
independiente, en el sentido de que no existen aportes financieros regulares y
programados del algún agente externo. También suponemos que el sistema de
pensiones es especializado11. En cualquier sistema o plan de pensiones de estas
características, el flujo de caja agregado cumple con:
(8.10)
Me
Je
tttt
Je
Ee
FFFrepeNeceN 111
1
)()()()(
donde
c(e) = monto cotizado por el afiliado representativo de edad e.
N(e) = número de afiliados de edad e.
E = edad a la cual se inicia la cotización.
J = edad en que se inicia la pensión y se deja de cotizar12.
p(e) = pensiones para el afiliado representativo de edad e.
M = edad de muerte, en que se deja recibir pensiones.
Ft = fondo de pensiones agregado al comienzo del período t.
rt-1 = rentabilidad real promedio recibida por el fondo de pensiones
agregado al principio del período t, pero invertida en el período
anterior (t-1). Esta rentabilidad es neta de las comisiones cargadas
por los intermediarios financieros involucrados.
En un estado estacionario la tasa de rentabilidad real es constante en el
tiempo, por lo que rt-1 = r para todo t. Además, en un estado estacionario todas las
variables económicas agregadas crecen a una misma tasa g para que no varíe su
participación con respecto al PIB. Aplicando esto al fondo de pensiones, se debe
cumplir que:
(8.11) Ft = (1+g).Ft-1
Reemplazando (8.11) en (8.10) se obtiene:
11 Suponer que el sistema de pensiones es especializado significa que no hay subsidios hacia otras ramas de la seguridad social. 12 Recordemos del capítulo 5 que la edad de pensión no coincide necesariamente con la edad en que el afiliado deja de trabajar, evento denominado retiro de la fuerza de trabajo.
29
(8.12)
Me
Je
Je
e
FgreceNepeN1
21
)()()()()(
Propiedades del flujo de fondos en un estado estacionario
La ecuación (8.12) permite deducir cuatro propiedades del flujo de fondos
en cualquier sistema de pensiones financieramente independiente en estado
estacionario:
a) A nivel agregado existe una transferencia intergeneracional de fondos en
cualquier sistema de financiamiento, pues las cotizaciones de cada año ayudan a
financiar las pensiones pagadas en el mismo año. Esto se cumple tanto en el
financiamiento por reparto como por capitalización.
b) El sistema de financiamiento por capitalización se diferencia del reparto
puro en que existe una fuente adicional de fondos, que son las rentabilidades
ganadas por encima de la tasa de crecimiento g. Esta fuente es mayor mientras
mayor sea el grado de capitalización, indicado aquí por el tamaño relativo del
fondo de pensiones F.
c) Mientras mayor sea la tasa de rentabilidad ganada por el fondo de
pensiones (r), mayor será el pago de pensiones, para un mismo ingreso por
cotizaciones, una misma tasa de crecimiento g y un mismo fondo F.
d) Si un sistema de pensiones acredita tasas de retorno que en promedio son
menores que la tasa de crecimiento del producto (g), entonces en el largo plazo
(estado estacionario) el pago de pensiones debe ser superior al ingreso por
cotizaciones y existe un déficit de caja permanente, que obliga a liquidar
gradualmente el fondo de pensiones agregado.
La ecuación (8.12) no se aplica fuera de un estado estacionario. Por ejemplo,
si el plan de pensiones es nuevo, y acumula un fondo desde hace pocos años atrás,
el crecimiento de los derechos de pensión debería ser muy superior al g%. En
efecto, en cada período el sistema de pensiones debe adquirir activos netos por el
monto de las cotizaciones anuales más r% de los fondos de pensiones tenidos el
año anterior. Esto ocurre porque en la fase inicial no es necesario pagar pensiones.
Otro ejemplo ocurre cuando un país sufre una caída en la tasa de natalidad, o
cuando aumenta la tasa de emigración de los jóvenes. En ambos casos se observa
una liquidación neta de activos durante la transición al nuevo estado estacionario.
30
Algunas consecuencias para el caso de capitalización
En un sistema financiado por capitalización parcial o total se cumple que F
> 0. Una consecuencia del supuesto de estado estacionario para un sistema
financiado por capitalización parcial o total es que los fondos de pensiones no
liquidan inversiones en el agregado para pagar pensiones, mientras subsista el estado
estacionario y continúe financiado por capitalización parcial o total con un grado
de capitalización fijo. Por el contrario, los fondos agregados deben crecer a la tasa
g. De lo contrario, el fondo de pensiones perdería importancia como proporción
del PIB a lo largo del tiempo, lo que tendría consecuencias macroeconómicas y
rompería el estado estacionario. Por la misma razón, los fondos de pensiones
agregados tampoco pueden crecer más rápidamente que g% real todos los años.
Este argumento continua siendo válido aunque g sea nulo o negativo. Si
una economía está en declinación permanente, los fondos de pensiones deben
decrecer en el agregado, a una tasa igual a la tasa de declinación del producto, |g|.
Esto no quiere decir que un fondo de pensiones administrado por un plan
de pensiones (o AFP) específico jamás requerirá liquidar inversiones. Por ejemplo,
si un plan sólo retiene afiliados pensionados y no tiene afiliados jóvenes, deberá
liquidar inversiones a lo largo del tiempo. Sin embargo, en un estado estacionario,
el fondo de ese plan siempre es reemplazado por el crecimiento de los fondos de
otros planes o de nuevos planes, cuya composición de afiliados es la opuesta, es
decir tiene más afiliados jóvenes que pensionados.
Este resultado también es compatible con que el sistema de pensiones como
un todo, liquide un cierto tipo de inversiones, pero ellas siempre serán
reemplazadas por aumentos en otros tipos de inversiones.
Además, las adquisiciones brutas de todo tipo de activos pueden ser mucho
mayores que g% del fondo inicial, porque deben incluir la reposición de las
amortizaciones de títulos de deuda y los retiros o distribuciones de capital
recibidos de las inversiones accionarias durante el período. Mientras menor sea el
plazo promedio de las inversiones de renta fija y mientras mayor sea la porción de
la rentabilidad de las inversiones accionarias que se recibe en forma de
dividendos, mayor debe ser el flujo bruto de amortizaciones y mayores deben ser
las adquisiciones brutas de activos, para una misma tasa de crecimiento g de los
fondos de pensiones.
31
Otra consecuencia de la ecuación (8.12) es el fuerte impacto que alcanza la
tasa de rentabilidad de largo plazo r sobre el nivel de las pensiones en un sistema
de pensiones financiado por capitalización total, como muestra el ejercicio
siguiente:
Ejercicio 8.1: En una economía cerrada el producto interno bruto (PIB) crece el 4% anual, la remuneración del trabajo dependiente, es decir la que paga cotizaciones, en el ingreso nacional es 40% y la tasa de cotización es 10%. El sistema de financiamiento es capitalización total, por lo que la suma de los fondos de pensiones alcanza a 1,5 veces el PIB. La tasa de retorno es 4,5%. Suponga que los administradores logran elevar el retorno a 5,0% anual en forma permanente, debido a una mejor asignación de los fondos. Suponga por ahora que en el nuevo estado estacionario, los fondos de pensiones se mantienen en 1,5 veces el PIB (ver nota 2). Determine en qué proporción aumentan las pensiones individuales. Determine también qué proporción del gasto en pensiones se financia con las cotizaciones en la situación final. Respuesta: Según la ecuación (8.12), el flujo de pensiones pagadas en la situación inicial, como proporción del PIB, es igual a las cotizaciones más [r-g]% del fondo, es decir: Pensiones iniciales = 0,10x0,40 + [0,045-0,04]x1,5 = 4,75% del PIB En la nueva situación, el flujo de pensiones es: Nuevas pensiones = 0,10x0,40 + [0,05 - 0,04]x1,5 = 5,5 % del PIB Luego, si el PIB hubiera mantenido su misma trayectoria, las pensiones habrían subido en (5,5% - 4,75%)/4,75% = 15,8%. Es decir, un alza permanente de la rentabilidad en 0,5% anual, eleva las pensiones individuales en 15,8% en un plan donde el fondo de pensiones es 1,5 veces el PIB. Nota 1: La proporción del gasto en pensiones que se financia con las cotizaciones contemporáneas (recibidas en el mismo año) es 0,10x0,40 /5,5% = 72,7 %. El resto, es decir 27,3% se financia con el exceso de [r-g]. Nota 2: Es probable que la razón Fondo/PIB se eleve respecto a su valor inicial, pues durante la transición hacia el nuevo estado estacionario se ahorra en el fondo parte de la mayor rentabilidad. Ver ejercicio 4 al final de este capítulo.
Este ejercicio también muestra que el impacto de la tasa de rentabilidad de
largo plazo r sobre el nivel de las pensiones depende directamente del grado de
capitalización, es decir del tamaño del fondo de pensiones con respecto al PIB.
32
En el caso descrito en el ejercicio 8.1 el PIB debe haber alcanzado un nivel
más alto, porque la mayor eficiencia de la inversión de los fondos de pensiones
debe generar un mayor nivel de producto interno bruto (PIB). Los pensionados se
apropian de una parte de ese mayor producto, que es la proporción entre el
tamaño que exhiben los fondos de pensiones y el stock de capital total que utiliza
la economía. De lo contrario el mayor ingreso de los fondos de pensiones se
obtendría a costa de reducir el ingreso de otros factores productivos.
Cuando sólo los fondos de pensiones capturan ese aumento de retorno, y no
otros inversionistas, la identidad del ingreso geográfico y nacional exige que:
(8.13) PIB = Ingreso de todos los dueños de factores
= Ingreso de los fondos de pensiones + Ingreso de otros factores
(8.14) PIB = (Ingreso de los fondos de pensiones) + (Ingreso otros factores)
= [5,0x1,5 - 4,5x1,5 ]% del PIB inicial + cero.
= 0,75% del PIB inicial
Luego, la mejora en la tecnología de inversiones financieras permite elevar
la senda del PIB por una vez. Es decir, en ese año el PIB crece en (4.0% + 0.75%) =
4.75%. Después el PIB continúa creciendo al 4% anual. Se deduce también que la
participación de ingresos de los fondos previsionales en el PIB sube de (4,5%x1,5)
= 6,75% a (5,0%x1,5/1,0075) = 7,44%.
Cambios de la edad de pensión para el caso n = 0
Esta subsección pretende mostrar el impacto financiero de cambios en un
factor demográfico clave: la edad de pensión efectiva13. El efecto de estos cambios
puede verse en forma extremadamente clara en el caso en que la tasa de
crecimiento de la población cubierta por el plan (n) es cero, cualquiera sea la tasa
de crecimiento de la productividad laboral debida al avance tecnológico (x)14.
Definamos:
13 Ella es influenciada por el uso efectivo de la opción de pensión anticipada. 14 Otros factores demográficos, tales como la tasa de crecimiento de los salarios reales también son importantes. Se recomienda el modelo de tiempo continuo propuesto por Bravo (1996) para analizar esos factores con una fórmula sencilla.
33
p = pensión promedio pagada durante un año dado a todos los
pensionados, cualquiera sea su edad y fecha de pensionamiento.
a = aporte promedio pagada en un año dado por todos los trabajadores,
cualquiera sea su edad.
E = edad de entrada al empleo cubierto (21 años).
J = edad de jubilación efectiva. Lo normal es que J sea menor a la edad
normal de pensión de vejez que define la ley, debido a la existencia de
mecanismos de pensión anticipada o temprana.
M= edad de muerte (esperada).
Cuando n=0, ocurre que N(e) = N para toda edad e, por lo que:
(8.15)
Me
Je
pNJMepeN )()()( y
Je
e
aNEJeceN21
)()()(
En la industria previsional es costumbre definir a los aportes y pensiones en
relación al salario medio. Sean:
W = salario imponible medio de los cotizantes.
B = p /W = razón pensión media a salario imponible medio, y
= a /W = tasa de cotización.
f = el fondo de pensiones promedio por afiliado, cualquiera sea la edad.
= f /W = cuociente entre el fondo de pensiones y la masa de salarios
imponibles.
No se debe confundir a la tasa de reemplazo ß, donde la pensión se define
en relación al salario que el mismo pensionado obtuvo en el pasado, con el
coeficiente B, que es la relación entre la pensión promedio de la actual generación
de viejos y la cotización promedio de la actual generación de jóvenes; es decir B
considera generaciones diferentes, mientras que ß considera la misma generación
en diferentes momentos del tiempo. Cuando hay crecimiento de la productividad
laboral (x > 0), se cumple que B < ß.
Introduciendo las definiciones anteriores y (8.15) en (8.12), resulta que:
(8.16) B J E
M J
M E
M J (r g) para n=0 en estado estacionario
La "razón de dependencia del plan de pensiones" está definida como el
cuociente entre el número de afiliados pensionados y el número de afiliados
34
activos que cotizan. Cuando n = 0, la razón de dependencia del plan es (M-J)/(J-E) 15. La ecuación (8.16) muestra en su primer término que cuando mayor es la razón
de dependencia del plan, menor debe ser B, la pensión media en relación al salario
imponible.
El segundo término de la ecuación (8.16) muestra que la pensión media
aumenta en relación al salario medio imponible en tres casos: cuando aumenta el
grado de capitalización (proporcional a ), cuando aumenta el tamaño del fondo
de pensiones por cada pensionado (indicado por .(M-E)/(M-J)), y cuando
aumenta la rentabilidad de las inversiones del fondo de pensiones (r).
La ecuación (8.16) permite demostrar que la edad de pensión J afecta el
nivel de las pensiones por dos canales: (a) al aumentar J aumenta el número de
cotizantes (J-E), y (b) al aumentar J cae el número de pensionados (M-J). Nótese
que (M-J) está en el denominador de ambos términos de la derecha de la ecuación
(8.16).
Alternativamente, la ecuación (8.16) demuestra que un aumento de la edad
de pensión J reduce la razón de dependencia del sistema de pensiones (primer
término) y aumenta el tamaño del fondo de pensiones por cada pensionado
(segundo término).
Es por esta razón que cuando el objetivo es elevar las pensiones sin subir la
tasa de cotización, aparece atractivo elevar la edad de pensión J, pues es una
herramienta cuantitativamente poderosa. De hecho, con frecuencia es más
poderosa que mejorar el método de financiamiento. El siguiente ejercicio ilustra
este punto:
Ejercicio 8.2: Analice una economía demográficamente madura, donde la edad de muerte promedio es 80 años y la población no crece. El avance técnico eleva la remuneración real de los trabajadores a la tasa de 1,5% anual. La tasa de cotización obligatoria es 15% del salario. Suponiendo estado estacionario, a) Calcule la razón pensión media a salario medio para un sistema de pensiones financiado por reparto puro, para el caso en que la edad de pensión es de 60 años. b) Para aumentar las pensiones, se han propuesto dos métodos: (i) elevar la edad de pensión a 67 años; (ii) elevar el grado de capitalización, de forma que la razón entre el fondo de pensiones y la masa de salarios imponibles alcance a 3
15 Para el caso n ≠ 0 pero constante, la razón de dependencia es una expresión más compleja (ver Bravo, 1996) pero se conserva la relación directa entre tasa de dependencia y tamaño de la pensión media en relación al salario imponible.
35
veces. En este segundo caso, se estima que la tasa de retorno disponible en el mercado de capitales será 3,5% real anual (dos puntos porcentuales por encima del crecimiento del PIB, supuesto apoyado por la evidencia presentada más adelante). Calcule la razón pensión media a salario medio en las dos alternativas, sin considerar el esfuerzo de ahorro que debe realizarse durante la transición para aumentar el grado de capitalización (ese punto se analiza en el capítulo 10). Respuesta:
a) Para un financiamiento de reparto puro los datos son =0, = 0,15, J = 60, M=80 y E=21. Se pide B, que es la razón pensión media a salario medio. Usando (8.16) se encuentra que:
B(J=60) = 0,15.(39/20) = 0,293 b) Se desea aumentar las pensiones. Método (i): Usando (8.16) con J= 67, se encuentra que:
B(J=67) =0,15.(46/13) = 0,531
Método (ii): Usando (8.16) para el nuevo estado estacionario, con J=60, =3, r=3,5%, g=1,5% , se calcula:
B = 0,15.(39/20) + 3,0.(0,035 - 0,015)(59/20) = 0,470 Comentario: la gran efectividad de variar la edad de pensión se debe a que, para cada individuo, un alza de la edad de pensión afecta simultáneamente el número total de las pensiones pagadas (reduciéndolas) y el número total de cotizaciones recibidas (aumentándolas). Es decir, un aumento en la edad de pensión permite al mismo tiempo reducir los gastos y aumentar los ingresos del plan de pensiones.
Sin embargo, un uso eficiente de los cambios en la edad legal de pensión
requiere largos períodos de aviso y gradualidad en su introducción, por lo que los
cambios en J no son apropiados para manejar crisis financieras imprevistas.
No es posible aumentar la edad de pensión durante un año dado en más de
un año sin dañar severamente al grupo que ya pensionó. Para ver esto,
supongamos un caso, donde en el año 2000 se eleva la edad de pensión de
inmediato desde 60 a 65 años. Entonces, quienes tienen 61 y pensionaron en 1999,
se encuentran con que ahora dejan de recibir pensión hasta que cumplan 65, es
decir hasta el año 2004. Pero muchas de estas personas ya renunciaron a sus
36
empleos para pensionar. Como el mercado laboral para personas de 61 años que
buscan un empleo nuevo tiende a pagar salarios relativamente menores que los
pagados a personas de 61 años que se mantienen en su empleo habitual, al
imponer una obligación de buscar trabajo se inflige un daño severo a esos
afiliados.
Por ello, es conveniente que los planes que eleven las edades de pensión lo
hagan gradualmente,. Por ejemplo, la ley puede disponer que la edad de pensión
sube en 0,5 años por cada año transcurrido desde la reforma del plan.
Adicionalmente, es conveniente que al aumentar la edad de pensión se especifique
que el cambio se aplicará sólo después de que haya transcurrido un período de
aviso desde la aprobación legal del cambio. El objetivo de un período de aviso es
evitar daños severos a los individuos que están cerca de pensionar y están
planeando su salida del mercado laboral
Es importante advertir que en el uso profesional, es necesario tener una clara
distinción entre la razón de dependencia de un plan y la razón de dependencia de
la población del país donde opera ese sistema de pensiones. Esta última depende
de factores puramente demográficos y puede obtenerse fácilmente de ese tipo de
estadística. Sin embargo la razón de dependencia correspondiente al plan,
depende críticamente de la cobertura que alcanza dicho plan. Entre los motivos
para esta diferencia destacan dos: (a) el sistema puede cubrir a los distintos grupos
de edad en grado diferente: y (b) la edad promedio de pensión efectiva en el plan
de pensiones puede ser anterior a la edad de retiro de la fuerza de trabajo
observada en la población, o a la edad de retiro supuesta por los demógrafos para
calcular la razón de dependencia para la población total del país.
8.4 Balances actuariales de una institución previsional
El balance es el estado financiero que identifica las obligaciones de una
institución previsional o plan de pensiones a una fecha determinada, e indica las
magnitudes de los diferentes activos que respaldan esas obligaciones.
37
Tipos de balance actuarial
Las empresas comerciales usan diferentes conceptos de balance según si
esperan dejar de operar o si esperan operar en forma indefinida. Lo mismo ocurre
en el caso de los planes de pensiones, donde los actuarios utilizan las siguientes
clases de balance:
a) Valuación de caja cerrada a la fecha. Este concepto supone que el plan de pensiones
deja de recibir aportes de los afiliados a partir de la fecha del balance. Es decir,
supone que el plan se "cierra" a la fecha del balance y no continúa en marcha. Los
pasivos corresponden a los derechos a pensiones y a otros pagos de suma alzada
devengados a la fecha, por los actuales miembros del plan. Los pasivos se
subdividen a su vez entre los derechos de los miembros del plan que ya están
pensionados, y los derechos de los miembros del plan que no han pensionado aún
pero tienen derecho a recibir beneficios debido a los aportes que ya han realizado.
Normalmente el monto de este segundo ítem es menor al caso en donde el plan
hubiese continuado en operación. Esta diferencia depende de los detalles de la
fórmula de beneficio16. La riqueza que los afiliados poseen en un plan es el monto
de los pasivos de ese plan definidos para el evento de cierre inmediato.
El activo del plan incluye a las reservas financieras (fondo de pensiones) y a
otros items que se discutirán en la sección 8.5. La diferencia entre pasivos y reservas
financieras se denomina "deuda pensional a la fecha" (DPF).
b) Valuación de caja cerrada o grupo cerrado (con actuales miembros). Este concepto
también supone que el plan de pensiones deja de recibir nuevos miembros en la
fecha del balance. Sin embargo, supone que los actuales miembros continúan
contribuyendo y acumulando derechos hasta pensionar, y luego continúan
cobrando pensiones hasta su muerte. Por ello, a los activos mencionados en el caso
(a) se adiciona el valor presente de las contribuciones futuras de los actuales
miembros. A los pasivos se adiciona el valor presente de los beneficios que
devengarán los actuales miembros después de la fecha del balance. La riqueza que
los miembros poseen en el plan es el monto total de los pasivos. Ella fue llamada
"riqueza de seguridad social" por Feldstein (1974).
16 Por ejemplo, bajo algunas fórmulas quienes no han completado al menos un cierto número de años de aportes no tienen derecho a beneficios. En otros casos el derecho a beneficio existe sólo si al afiliado sobrevive hasta la edad legal de pensión.
38
Se denomina "deuda neta de la seguridad social"(DNSS) a los pasivos medidos
de esta forma, menos los aportes futuros y menos las reservas financieras.
c) Valuación de caja abierta o grupo abierto. Este concepto supone que el plan de
pensiones continúa recibiendo nuevos miembros indefinidamente hacia el futuro.
A los activos mencionados en (a) y (b) se adiciona el valor presente de las
contribuciones de los futuros miembros, incluso los no nacidos aún. A los pasivos
se adiciona el valor presente de los beneficios que devengarán los futuros
miembros, nacidos y por nacer. En la sección 8.5 mostramos el balance económico
de un plan de pensiones que opera en forma indefinida, lo que exige usar el
concepto de valuación de caja abierta.
En algunos casos se realizan valuaciones de caja abierta con un tope de
tiempo. Por ejemplo, los actuarios de la Administración de la Seguridad Social de
los Estados Unidos realizan cada dos años una "valuación de grupo abierto para
los próximos 75 años. Este concepto considera como ingresos a los aportes de todos
los nuevos miembros que alcancen a afiliarse en los próximos 75 años, pero sólo
considera como gastos a las pensiones pagadas durante los próximos 75 años. Este
concepto está sesgado hacia el superávit porque no toma en cuenta que los aportes
que hacen los futuros trabajadores hasta el año 75 originan también obligaciones
de pago. Es así como el informe anual de 1998 de los Fideicomisarios de la
Seguridad Social de los Estados Unidos reportó un pasivo neto de la seguridad
social de sólo 3 trillones de dólares para el grupo abierto, siendo que la deuda neta
de la seguridad social alcanzó a 9 trillones de dólares (grupo cerrado) (Shipman,
1998).
Recuadro 8.2: Tres balances en un plan de pensiones Para un plan de pensiones especializado (St = 0), independiente (Qt = 0) y en
ausencia de riesgo (Gt = 0), definimos:
Fo = valor de las reservas financieras del plan (fondo de pensiones).
VP(P1) = valor presente esperado de los beneficios pagaderos a miembros ya pensionados. VP(P2) = valor presente esperado de los beneficios pagaderos a los actuales miembros no pensionados por concepto de beneficios ya devengados. VP(P3) = valor presente esperado de los beneficios aún no devengados en favor de los actuales miembros no pensionados.
39
VP(P4) = valor presente esperado de los beneficios pagaderos a miembros futuros. VP(C3) = valor presente esperado de las contribuciones futuras de los actuales miembros (aún no pensionados). VP(C4) = valor presente esperado de las contribuciones de los futuros miembros. Las identidades de los tres balances son: (R.8.20) DPF = VP(P1) + VP(P2) - Fo
(R.8.21) DNSS = DPF + VP(P3) - VP(C3) donde: DPF = deuda pensional a la fecha. DNSS = deuda neta de la seguridad social.
El "grado de capitalización", simbolizado por , es un indicador financiero ya
definido en (8.1). En la notación de este recuadro, se define como:
(R.8.22) = Fo/[VP(P1) + VP(P2)] = Fo/[ DPF + Fo]
Para los planes de pensiones obligatorios de amplia cobertura, la magnitud
de la deuda pensional a la fecha, expresada como proporción del PIB, son algunos
de los indicadores contables de mayor utilidad. En los países industriales es
común encontrar que la deuda pensional supera el 100% y a veces el 200% del PIB.
Cuadro Nº 8.1: Deuda Pensional en planes estatales de la OCDE, 1990
(todos expresados como % del PIB)
Deuda Pens. Act. Fin. DPF Deuda Pública Suma País Bruta (F. de Pens.) (Neta) del Estado Deudas Estados Unidos 112 23 89 55 167 Canadá 113 8 105 73 186 Gran Bretaña 139 0 139 35 174 Japón 163 18 145 70 233 Alemania 157 0 157 44 201 Francia 216 0 216 40 256 Italia 1990 259 0 259 101 360 Italia 1992 242 0 242 101 343
40
Mexico (1994) 73 0 73 n.d. n.d. Filipinas (1995) 43 8 37 n.d. n.d. Hungría (1997) 143 0 143 n.d. n.d. Fuentes: Holzmann (1998) para los países desarrollados; Cerda y Grandolini (1997) para México; Cifuentes y Valdés-Prieto (1997) para Filipinas y Hungría.
Debemos advertir que es perfectamente compatible que un plan exhiba una
gran deuda y al mismo tiempo el flujo de caja corriente y proyectado esté en
equilibrio. Cuando la institución previsional cuenta con activos iguales o mayores
que la deuda, no hay contradicción entre ambas situaciones. Sin embargo, el
cuadro 8.1 muestra que ninguno de los planes mencionados posee activos
financieros de magnitud comparable a la deuda, pues operan en reparto puro o
capitalización parcial. Veremos en la sección 8.5 más adelante que el activo faltante
es el valor presente de los impuestos ocultos que el plan aplicará en el futuro a sus
afiliados.
Balance como testigo de las tendencias
Un balance contiene una proyección del futuro capitalizada al presente. Esta
propiedad del balance le permite registrar el efecto de las tendencias en las distintas
partidas del flujo de caja. Por ejemplo, cuando se anuncia un choque que
modificará los flujos futuros con certeza, el balance cambia de inmediato, aunque
los flujos corrientes todavía no hayan cambiado. Por esto, cuando un plan de
pensiones no está en estado estacionario, sino que se anticipan o están ocurriendo
cambios demográficos o económicos, el balance entrega información
significativamente distinta del flujo de caja.
Los siguientes choques pueden ser anticipados con bastante seguridad varias
décadas antes de que ocurran, generando cambios en el balance de hoy:
(a) cambios demográficos, incluyendo variaciones en la longevidad, en la
fertilidad, y en la población servida por el plan.
(b) cambios en la razón de dependencia del plan, es decir la razón entre
cotizantes y pensionados, para una demografía prefijada. Por ejemplo, es posible
prever que esta razón caerá en los planes de pensiones para trabajadores de
industrias en declinación, y que aumentará transitoriamente cuando aumenta la
tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral cubierto.
41
(c) cambios en la madurez del propio plan de pensiones (ver recuadro 8.3).
Recuadro 8.3: Madurez de un sistema de pensiones Definimos que un sistema de pensiones es "maduro" cuando cumple el siguiente requisito: "La proporción de los miembros del sistema que ha alcanzado edades donde cobran beneficios en base a una fórmula de aplicación permanente, se hace estable en el tiempo". Una de las situaciones opuestas a la madurez es la "inmadurez", que afecta a los planes nuevos. Ningún plan nuevo cumple con este requisito. Por ejemplo, al introducir un sistema financiado por reparto, la recaudación por aportes se gasta en beneficios a personas que no tienen una historia completa de contribuciones. Para darles estos beneficios, se hace uso de una fórmula "transitoria", que es más generosa que la aplicada a los demás miembros. En un sistema nuevo financiado por capitalización, quiénes eran mayores que la edad de pensión al iniciarse el sistema no participan en él, y por lo tanto no están representados entre los miembros. Esa representación aumenta gradualmente a través del tiempo, hasta que el plan alcanza la madurez después de varias décadas. Tampoco cumplen este requisito los planes de pensión que han cerrado la admisión de nuevos miembros, y por ende están en proceso de cierre. Por ejemplo, el plan de pensiones de vejez del IMSS mexicano dejó de admitir nuevo miembros en Julio de 1997, pues los nuevos jóvenes que se incorporan al mercado laboral se hacen miembros de las AFORE. Por ello la proporción de los miembros del IMSS que cobra beneficios está en aumento y no es estable en el tiempo. Quizá se debería describir a estos planes como "sobremaduros".
Es común encontrar instituciones previsionales que exhiben una situación de
caja equilibrada en el presente, y al mismo tiempo proyectan fuertes déficit de caja
para el futuro. Un caso espectacular es el del Instituto Mexicano de Seguridad
Social (IMSS), que en 1995 y 1996 exhibió equilibrio de caja global, un pequeño
superávit en el ramo de invalidez, vejez, cesantía (en edad avanzada) y muerte, y
un pequeño déficit de caja en los ramos de enfermedad y maternidad. Al mismo
tiempo tenía un enorme déficit patrimonial global (ver cuadro 8.2):
Cuadro Nº 8.2 Balance Actuarial del IMSS de caja abierta
(Miles de Millones de N$, al 31 de diciembre de 1994)
42
Activos Pasivos
Reservas (Fondo de Pensiones) 3 Valor presente de pensiones
Valor presente de aportes a) En curso de pago 97
a) Generaciones ya afiliadas 180 b) Otras generaciones ya afiliadas 1.017
b) Generaciones por afiliar 504 c) Generaciones por afiliar 1.373
Patrimonio (1.801)
Fuente: Farell Actuarios Asociados, S.C., Ciudad de México, citado por Luis Cerda (1997).
El enorme déficit de patrimonio que indica el Cuadro 8.2 es el resultado de
una tasa de cotización inferior a la necesaria para que cada generación financie sus
propios beneficios. Además, el balance del IMSS muestra que las generaciones ya
afiliadas recibirían una enorme transferencia de riqueza si las actuales tasas de
cotización y niveles de beneficio continúan. Veremos más adelante que para un
plan de pensiones independiente (Qt = 0) y en ausencia de transferencias
eventuales (Gt = 0), el patrimonio del plan debe ser nulo. Sin embargo, un plan de
pensiones no tiene por qué ser independiente en valor presente, como muestra el
caso del IMSS.
El ítem del activo que equilibra el balance del IMSS es el derecho a recibir
transferencias de parte de su patrocinador, que es el estado mexicano y los
contribuyentes que lo respaldan. Alternativamente, si se mantiene la
independencia financiera del plan, el activo faltante está dado por el derecho del
IMSS a gravar a las futuras generaciones de afilados, que deberán aportar sumas
mayores que las supuestas por el balance o recibir pensiones inferiores.
Esto es habitual en planes inmaduros. Consideremos el caso del Social
Security System (SSS) de Filipinas. De acuerdo a la ley vigente en 1996, el SSS
acreditaba los siguientes años de contribución para determinar los beneficios de
pensión: el número de años con al menos 6 contribuciones mensuales, para quienes
contribuyeron por primera vez después de enero de 1975; y el número de años
entre la primera contribución y enero de 1975, más el número de años con al
menos 6 contribuciones mensuales desde 1975, para los demás cotizantes17.
De esta manera, para quienes cotizaron por primera vez antes de 1975, se les
acredita una continuidad total en las contribuciones aunque hayan cotizado sólo
por un mes de salario antes de 1975 lo que es señal de notable inmadurez. A partir
17 Republic Act No. 1161, sección 8, letra (r), según modificación del Decreto Presidencial No. 1636 de 1979, efectivo a partir del 1º de enero de 1980.
43
de 1975, este grado de inmadurez disminuye pero sigue siendo significativo. En
efecto los aportantes pueden omitir la mitad de su contribución sin perder
beneficios, por lo que la acumulación de reservas Fo es inferior a la que habría
ocurrido en capitalización total.
Si bien el SSS ha devengado fuertes subsidios a las generaciones iniciales de
miembros, no los desembolsará hasta después del año 2000. Esta diferencia de
tiempo entre la fecha del devengo y del pago de los subsidios permitió al SSS
contar con una reserva financiera significativa en 1996 (Fo cercano al 5% del PIB)
pero exhibir a la misma fecha, un grado de capitalización cercano a 20%.
Un balance entrega una fotografía de los activos y pasivos a la fecha,
resumiendo de esta forma los flujos de caja futuros. Para mostrar la senda que se
espera de estos flujos de caja, es posible proyectarlos en conjunto con el balance
que se espera exhiba el plan en diversas fechas del futuro. En este último caso, se
trata de realizar proyecciones para los valores de los indicadores financieros
DPF/PIB y DNSS/PIB para diversos años hacia el futuro. Esas proyecciones nos
dicen cómo afectarán al balance del plan las distintas tendencias que hoy se
visualizan.
Por ejemplo, si se espera que una transición demográfica reduzca la fertilidad
a niveles de reemplazo dentro de veinte años, se deduce que el crecimiento de la
fuerza laboral caerá a cero dentro de 4 o 5 décadas, mientras que el crecimiento del
número de pensionados caerá a cero dentro de 7 u 8 décadas. En ese escenario, el
balance de un sistema financiado por reparto mostrará que la razón DPF/PIB sube
sin tregua durante el intervalo entre 2 y 8 décadas hacia el futuro.
El siguiente gráfico muestra la senda del indicador la deuda pensional/ PIB
en respuesta a una reforma en las reglas de indexación de pensiones de un plan
hipotético pero representativo18, según el modelo de simulación PROST del Banco
Mundial: la indexación cambia desde un ajuste para recuperar la inflación, a un
ajuste igual al aumento del salario imponible medio. Este segundo ajuste es en
18 Se trata de un plan de pensiones de dos pilares, similar al creado por Argentina en 1994. El primer pilar consiste en una Pensión Básica Universal de monto igual al 20% del salario imponible medio y el segundo pilar paga pensiones proporcionales a los aportes con una fórmula de años de servicio, donde la tasa de reemplazo es 1,5% por cada año de aportes. La esperanza de vida al nacer es 70 años, la edad de pensión es 60 años y los salarios imponibles son el 44% del PIB. Suponiendo financiamiento de reparto puro, se requiere una tasa de cotización combinada de 23% del costo del empleador (30% del salario líquido), para financiar una tasa de reemplazo media de 50% sobre el salario líquido. El gasto en pensiones es 9% del PIB. Se supone que la tasa de interés y de descuento es 3 puntos porcentuales superior a la tasa de crecimiento del PIB.
44
general mayor que el primero, debido al aumento de la productividad laboral
causada por el avance tecnológico.
Deuda Pensional/PIB (%)
tiempo(años)
A T
163
185
202
T+30
Gráfico 8.2: Deuda Pensional/PIB, en reforma de la indexación de las pensiones
(Fuente: Holzmann (1998), Gráfico 1a)
El gráfico 8.2 muestra que esta reforma, anunciada a partir de la fecha A, e
implementada a partir de la fecha T, provoca un salto discreto en la deuda
pensional en A. El motivo es que el balance capitaliza los efectos de esta reforma
desde el momento en que se anuncia. Eso no es todo, pues la razón Deuda
Pensional/PIB aumenta aproximadamente otros veinte puntos porcentuales en los
30 años posteriores a T.
Este ejemplo muestra cómo un balance y una proyección del balance
permiten a las autoridades y a la opinión pública obtener una visión más completa
y realista de la situación actual y de los efectos de alguna reforma, en comparación
a una proyección del efecto en el flujo de caja durante los próximos 3 años, que es
la información entregada habitualmente. Los balances actuariales están en
condiciones de hacer una contribución decisiva a la calidad del debate público
respecto a las políticas de pensiones.
45
Limitaciones de los balances actuariales
Es habitual que los balances de los sistemas de pensiones estimen los flujos
futuros en base a escenarios respecto a variables sujetas a incertidumbre como
tasas de interés real, tasa de crecimiento de la población cubierta, tasa de
crecimiento del salario real medio y mortalidad. El impacto acumulativo de estos
riesgos en un horizonte de 50 o 100 años es grande, llevando a los actuarios a
entregar un balance diferente para cada escenario. Por ejemplo, el grado de
capitalización (estimado en 1994 por la firma actuarial The Wyatt Company
para el SSS de Filipinas, con un horizonte de 45 años fue 19,4% para el escenario
medio, 32,8% para el escenario optimista y 11,8% para el escenario pesimista, lo
que indica un margen de error de 50% hacia arriba o abajo aproximadamente19.
Sin embargo, la incertidumbre respecto al futuro no significa que los activos y
pasivos de un plan de pensiones no tengan un valor cierto en el presente. Cuando
el afiliado es averso al riesgo, la incertidumbre se refleja en una reducción del
valor en el presente, pero cada individuo atribuye un solo valor en el presente a
cada item del activo o pasivo. Ese es el precio a cambio del cual ese individuo está
dispuesto a comprar ese activo del plan o a vender su derecho a recibir ese
beneficio del plan. Desde luego, en la mayoría de los planes no es posible observar
esos precios porque algunos items del activo y todos los del pasivo no cuentan con
mercados secundarios líquidos20.
Así, el balance económico de un plan no contiene cifras aleatorias, sino
valores ciertos. La práctica actuarial habitual de mostrar escenarios no entrega el
balance económico del plan, sino una distribución de valores que puede ser
transformada en un valor cierto por medio de atribuir probabilidades a cada
escenario y una aversión al riesgo al individuo. La práctica actuarial habitual
omite estos pasos, dejándolos a consideración de los usuarios de las proyecciones.
Otro aspecto fundamental de las proyecciones actuariales es que
habitualmente se basan en el supuesto de que los parámetros del plan (tasas de
contribución, edades de pensión y fórmulas de beneficios) siguen la senda
preestablecida en la legislación vigente. Ello no significa que los parámetros de un
plan no puedan variar en forma significativa, sino que el objetivo del ejercicio
19 Wyatt (1994), línea "Assets/PSL ", en Cuadro VIII.2 p. 25. 20En el caso de los pasivos de un plan, esos mercados no existen porque la ley prohibe esas transacciones.
46
actuarial es determinar qué ocurriría si las autoridades del plan eligen no reformar
la senda de parámetros vigente. Sin embargo, este supuesto confiere un carácter de
certidumbre a los beneficios prometidos que en muchos casos no corresponde a la
realidad. Este supuesto se transforma en un defecto serio en los planes de primer
pilar donde se requiere una intervención legislativa anual para continuar pagando
beneficios (ver Recuadro 8.4).
Las proyecciones actuariales exhiben una debilidad adicional: no toman en
cuenta que los planes de pensiones obligatorios de tamaño significativo afectan el
equilibrio macroeconómico, y éste afecta al plan. Además, los mecanismos de
ajuste macroeconómico que relacionan las tasas de interés reales con otras
variables como la tasa de crecimiento de la población cubierta y la tasa de
crecimiento del salario real medio, reducen la variabilidad de las estimaciones del
déficit pensional. Para incorporar estas relaciones es necesario insertar el modelo
de proyección actuarial dentro de un modelo macroeconómico. En la literatura
reciente, el modelo de Auerbach y Kotlikoff (1987) ha provisto la base para
proyecciones que incluyen estas relaciones macroeconómicas, como las realizadas
para Colombia, Filipinas y Hungría por Cifuentes y Valdés (1997).
Recuadro 8.4: ¿Existe una deuda oculta en los programas de pensión mínima? En El Salvador y en Chile el gobierno ha dictado leyes que fijan un subsidio a quienes reciben pensiones bajo cierto umbral. En México el gobierno dictó una ley que promete un subsidio de "1 peso diario" a las cuentas individuales de los aportantes. ¿es el valor presente esperado de esos compromisos una deuda pública oculta? La respuesta depende de cuán flexible o "blando" sea el compromiso de pago futuro. En un extremo, cuando alguien dona $100 a un anciano pobre hoy, el donante no se está comprometiendo a donar $100 al mes a ese anciano hasta su muerte. Por definición de donación, el donante es libre de dejar de donar en el futuro, o de redefinir su donación. En este caso no existe deuda oculta. En el caso de los programas de "pensiones asistenciales" que establece el estado para ayudar a los ancianos que demuestren pobreza, y en los programas de pensión mínima donde el subsidio se define por la diferencia entre la pensión autofinanciada y una meta de pensión fijada por el legislador, existe un grado mayor de compromiso, pues una ley declara la intención de continuar asistiendo a esas personas en el futuro. Pero el beneficiario no posee un derecho de propiedad sobre esa asistencia, y el estado mantiene el derecho a reducir su asistencia en el futuro. En el caso de la pensión mínima, el estado mantiene el derecho a reducir o no aumentar la meta de pensión. Tampoco existe deuda oculta en este caso.
47
Para fortalecer el punto, apliquemos una reducción al absurdo: ¿deberíamos definir que el valor presente esperado de los gastos ya legislados en las áreas de defensa nacional y educación son una deuda pública "oculta"? La respuesta es que no. Como esos gastos públicos están aprobados en la ley anual de presupuestos, y los congresos futuros tienen el derecho a modificarlos con leyes futuras, el compromiso dura sólo un año (o unos pocos años, cuando se usan presupuestos multianuales). No hay verdadero compromiso de pago y por tanto no hay deuda "oculta". ¿Existe una deuda oculta en los planes de pensiones de cobertura universal, donde la pensión es un derecho del afiliado que obtiene al cumplir los requisitos establecidos en la ley? Una respuesta es que existe una deuda pensional cuando los afiliados al plan puedan lograr la protección de un tribunal contra los legisladores que intenten modificar los parámetros y reglas del plan, para obligarlos a respetar los compromisos originales del plan. En la mayoría de los planes tradicionales de cobertura universal y de beneficio garantizado por el estado, la fórmula de beneficio puede ser redefinida por una nueva ley aprobada en el Congreso en cualquier momento, tal como ocurre en los subsidios comunes. Sin embargo, en la mayoría de los países las pensiones en curso de pago a quiénes ya pensionaron sí dan origen a un derecho exigible ante los tribunales, y por tanto el plan tiene una deuda pública oculta por este concepto al menos. Además, tales reformas son políticamente improbables, lo que protege los derechos adquiridos de los trabajadores activos. Por esto tiene sentido afirmar que estos planes tienen una deuda "oculta". En el extremo de la inflexibilidad o "dureza" de un compromiso de pago está la deuda pública. Los inversionistas en la deuda pública tienen derechos de propiedad, y no pueden ser expropiados. Ello es especialmente cierto para la deuda pública indizada a la inflación, aunque subsiste cierto riesgo de abuso cuando la medición de la inflación está a cargo de las propias autoridades deudoras. Sin embargo la inflexibilidad nunca es total cuando el deudor es un ente soberano (como el estado), pues éste puede crear nuevos impuestos para gravar a los inversionistas. En los nuevos planes de capitalización iniciados en América Latina en los años 90, todos los afiliados son propietarios de su fondo individual, por lo que éste sufre un riesgo de expropiación similar al de los inversionistas en deuda pública.
Balance de caja abierta para un horizonte infinito
El balance de caja abierta es el relevante para el financiamiento de reparto.
Consideremos los flujos de caja esperados de dos períodos consecutivos. Usando
(8.2) en dos períodos para eliminar Ft, encontramos que:
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(8.17) Ft-1.(1+ rt-1) + [Ct + Ct+1/(1+rt)] + [Qt + Qt+1/(1+rt)] + [Gt + Gt+1/(1+rt)]
= [ Pt + Pt+1/(1+rt)] + [St + St+1/(1+rt)] + Ft+1/(1+rt)
Esta expresión puede ser generalizada para H períodos consecutivos, y
reordenada en la forma de un balance:
(8.18) VP(C) + VP(Q) +VP(G) + Fo = VP(P) + VP(S) + Patrim.
donde:
VP(X) = valor presente esperado del flujo de caja X entre el período t y el
período (t+H), actualizados al comienzo del período t.
Fo = Ft-1.(1+ rt-1) = valor de las reservas financieras de propiedad del plan
(fondo de pensiones) al comienzo del período t.
Patrim. FtH
(1r j )jt
tH
= reservas financieras del plan de pensiones al final de
los H períodos consecutivos, actualizado al comienzo del período t.
La identidad (8.18) es la "valuación de caja abierta con horizonte H", pues
considera las contribuciones y pensiones de los actuales y futuros miembros que
participen hasta el horizonte H, aunque no sean miembros aún de la caja o plan.
Cuando el plan de pensiones es especializado, se cumple que VP(Q) = 0. Cuando
es financieramente independiente ocurre que VP(S) = 0, y cuando nunca recibe
aportes ni entrega excedentes al patrocinador se cumple VP(G) = 0.
Un caso interesante se da cuando el horizonte H tiende a infinito. En ese caso
pueden darse dos situaciones:
(1) Patrimonio nulo. En este caso el Patrimonio = (Ft+H)/∏j(1+rj) tiende a
cero al aumentar el horizonte H. Este es el caso normal, pues se espera que los
ingresos del plan se agoten en el pago de beneficios, sin que sobren fondos.
(2) Patrimonio positivo. En este caso, al aumentar el horizonte H, el patrimonio
se mantiene positivo, pudiendo ser constante o incluso crecer con el horizonte H.
La situación (2) puede indicar que el plan de pensiones extrae riqueza de sus
miembros presentes o futuros, pues tiene un valor positivo aún después de pagar
todos los beneficios prometidos.
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Pero (2) también puede indicar que el plan de pensiones crea riqueza
(Samuelson, 1958). Ello sólo puede ocurrir si la economía está en una senda donde
la tasa de interés real es menor que la velocidad con que crece el saldo final de caja
(Ft+H). El capítulo 9 discutirá si esto es compatible con el equilibrio
macroeconómico.
En efecto, cuando el patrimonio crece sin límite al crecer el horizonte, la
institución previsional no tiene restricción presupuestaria y no tiene balance. Una
consecuencia de esto es que una generación de miembros puede ser beneficiada
sin perjudicar a las demás generaciones de miembros.
Debido a la posibilidad de que el patrimonio crezca sin límite, los actuarios
evitan hacer balances para planes de pensiones financiados por reparto y se
limitan a proyectar los flujos de caja hacia el futuro. Sin embargo, esta estrategia es
inadecuada, pues veremos que un plan de pensiones financiado por reparto sí
tiene balance cuando la tasa de interés es suficientemente alta. Ese balance es
tremendamente informativo, como demostraremos en la sección siguiente.
8.5 El activo oculto en el financiamiento de reparto
Todo plan de pensiones exhibe un pasivo exigible, que consiste en el valor
presente de sus obligaciones con los afiliados actuales. La magnitud de este pasivo
está dada por la fórmula de beneficios del plan de pensiones, y por ello no depende
de cual sea el método de financiamiento. El pasivo exigible es siempre finito, para
cualquier valor de r y g. Así, el pasivo exigible es un componente sólido e
inamovible del balance de un plan de pensiones.
Sin embargo, un plan de pensiones financiado por reparto puro no posee
activos financieros ni inversiones reales tales como tierra urbana o agrícola. Luego,
pareciera que la identidad del balance exige que el patrimonio de un sistema de
pensiones financiado por reparto sea negativo. Por ello, algunos autores sostienen
que los planes de pensiones financiados por reparto - y en menor grado los
financiados por capitalización parcial - son insolventes o están "quebrados".
Esa descripción es errónea. Un plan financiado por reparto puro que está
equilibrado no exige aportes continuos de fondos al patrocinador del plan, por lo
que no puede tener un "patrimonio negativo". No existe déficit de caja en un
sistema de pensiones financiado por reparto, una vez que la tasa de cotización, la
50
tasa de reemplazo y la edad de jubilación se ajustan al nivel requerido para lograr
el equilibrio financiero.
El caso de r g ya fue analizado al final de la sección anterior, donde se
demostró que en ese caso el plan de pensiones no tiene balance, pues no tiene
restricción presupuestaria. En ese caso, es imposible que un plan de pensiones
tenga un patrimonio negativo y que esté "quebrado".
Esta sección demuestra que cuando r > g, y el flujo de caja es tal que el plan
conserva su independencia financiera, la identidad del balance se cumple debido a
la presencia de un activo especial, diferente del fondo de pensiones, que poseen los
planes de pensiones financiados por reparto y por capitalización parcial. Este
activo, llamado activo oculto, es el valor presente de los impuestos que espera y
necesita aplicar el plan de pensiones en el futuro a sus afiliados, para mantener su
independencia financiera.
La presencia de este activo oculto implica que el patrimonio de cualquier
plan de pensiones independiente es nulo. Esto explica que no requiera aportes
continuos del patrocinador y demuestra que no está "quebrado".
Sin embargo, existen al menos dos maneras de quebrar un plan de pensiones.
Primero, cuando ocurren cambios exógenos que generan un déficit de caja
permanente al plan y las autoridades impiden al plan ajustar sus parámetros de
forma de conservar su independencia financiera. Por ejemplo, cuando un plan con
flujo de caja equilibrado se enfrenta a un aumento de longevidad, aumenta su
pasivo. Para evitar la quiebra, el plan requiere reformas paramétricas para
aumentar su activo (elevar la tasa de cotización), o reducir su pasivo (reducir la
tasa de reemplazo) o ambos (elevar la edad de pensión). Cuando las autoridades
impiden al plan realizar al menos uno de estos ajustes de parámetros, quiebran al
plan.
Segundo, cuando alguien cierra un plan o institución previsional que no
estaba totalmente capitalizado, el plan quiebra. La imposición de un cierre implica
que no existirán las futuras generaciones de afiliados que el plan esperaba gravar,
es decir que desaparece el "activo oculto" del plan. El cierre deja al plan con un
patrimonio negativo, es decir insolvente, lo que se manifiesta en un déficit de caja.
Frente a ello quedan sólo tres opciones y sus respectivas combinaciones: incumplir
las promesas de beneficio, incumplir la promesa de que el patrocinador no tendría
que aportar fondos, o exigir al ente que impuso el cierre del plan que asuma la
pérdida que ha causado. Los cierres de planes de pensiones son analizados en el
capítulo 11.
51
Medición del activo oculto
Medimos el valor del activo oculto para una población de generaciones
traslapadas donde cada generación de miembros del plan vive por dos períodos
de igual duración, sobreviviendo hasta el segundo período con probabilidad 1. En
el primer período el afiliado aporta una fracción de su ingreso laboral a la
institución previsional y en el segundo recibe pensiones de esa institución.
Suponemos que el ingreso imponible agregado cubierto por la institución
previsional crece a la tasa de g% real anual y que la tasa de interés real es r% por
período, donde r > g. Además suponemos que la economía y el sistema de
pensiones están en un estado estacionario, por lo que todos estos parámetros son
constantes en el tiempo.
El impuesto que grava a un afiliado que participa en un sistema de pensiones
es el valor presente de los aportes realizados menos el valor presente de los
beneficios recibidos. Este impuesto es el efecto riqueza analizado en el capítulo 4,
llamado también impuesto oculto, pero aplicado al afiliado representativo o
promedio de una generación y no sólo a un afiliado individual. Por lo tanto el
agregado “T” de los impuestos cobrados a cada generación de afiliados cuando
joven es:
(8.19) T jt
1 r
y jt Njt
Esta expresión supone que los impuestos se cobran cuando joven, por lo que
pueden interpretarse como un incremento a la tasa de cotización. Los aportes y
beneficios están relacionados por la identidad del flujo de caja (8.5b). En un estado
estacionario donde el grado de capitalización es constante en el tiempo, la
independencia financiera exige que se cumpla la ecuación (8.7), que repetimos
aquí:
(8.7)
1 r1
1 g
Reuniendo (8.20) y (8.7), se encuentra que el impuesto agregado aplicado a la
generación que es joven en t durante el período t alcanza a la cifra de:
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(8.20) T jt yjt N jt (1 ) (r g)
(1 r )(1 g)
Este resultado concuerda con la intuición de que el efecto riqueza de
participar en un sistema de pensiones depende de cuánto menor es g respecto de r,
del grado de capitalización , y del tamaño del sistema de pensiones, representado
aquí por la tasa de reemplazo ß. Por ejemplo, cuando r = g, este impuesto es cero,
pues ninguna generación futura sufre un gravamen.
Ahora calculamos el valor presente de los impuestos que pagarán todas las
futuras generaciones de afiliados al plan, exceptuando a la actual generación joven en
t. Cuando r > g esta suma alcanza a la siguiente cantidad:
(8.21) VPTFt(Tj) j1,2... Tj,ti
(1 r)i
i1
(1 )
1 ry jt Njt cuandor g
Esto porque cuando el ingreso imponible agregado (yj,t+i.Nj,t+i) crece a la tasa g,
se cumple que:
(8.22) Tj,ti
(1 r)i
i1
(1 )r g
(1 r)(1 g)
yj,ti Nj ,ti
(1 r)i
i1
(1 )r g
(1 r)(1g)1g
r g(yjt N jt)
Estos impuestos son de beneficio de la institución previsional, por lo que
constituyen un activo para ella. Este es el activo oculto del plan de pensiones. Como
cada generación de afiliados futuros debe aportar más que el valor presente de los
beneficios que se les entregará, el plan obtiene un beneficio o utilidad de "servir" a
las generaciones futuras. El activo oculto es el valor del estanco o monopolio legal
que ha concedido la autoridad al plan al obligar a los futuros afiliados a ahorrar
para la vejez en este plan, a pesar de que paga una rentabilidad inferior a la que
paga el mercado financiero.
Por definición, el rendimiento del activo oculto es r, pues esa es la tasa de
descuento utilizada para determinar su valor. Por otra parte, como se explicó en la
sección 8.3, la tasa de crecimiento del valor del activo oculto es g, pues así lo
requiere un estado estacionario. Insistimos en que el activo oculto excluye el
impuesto aplicado a la actual generación de afiliados jóvenes.
Notemos que cuando r tiende hacia g por arriba, (8.21) indica que el activo
oculto tiende a un valor positivo y no cae a cero. Cuando r = g, (8.21) es una suma
53
de infinitos términos donde cada uno tiene el valor cero. Esa suma tiene un valor
indefinido, lo que permite concluir que cuando r = g, el activo oculto del plan tiene
también un valor indefinido21. La interpretación económica es que la restricción
presupuestaria del plan está indefinida. Finalmente, cuando r < g, cada término
de la suma (8.21) es negativo, y además el valor absoluto de esos términos crece
con el factor (1+g)/(1+r) > 1. Esta suma infinita tiene un valor negativo infinito. La
interpretación de este resultado es que el plan no tiene restricción presupuestaria
lo que le permite tener un patrimonio infinito negativo.
El balance económico
Para construir el balance económico usamos algunas convenciones contables.
Como se espera que la institución previsional opere por un horizonte infinito,
corresponde usar una valuación actuarial de caja abierta. De acuerdo a la
identidad (8.18), la identidad del balance para un plan de pensiones especializado,
independiente y que no recibe aportes ni paga excedentes eventuales, como el que
estamos analizando, es:
(8.23) Fo + VP(C) = VP(P) + Patrimonio
Para construir el balance, elegimos la fecha del balance al final del período
inicial. Eso nos permite evitar considerar las pensiones pagadas a la actual
generación vieja y las cotizaciones recibidas de la actual generación joven. Esos
flujos se cancelan exactamente en el caso del reparto puro (en el caso de la
capitalización parcial dejan un pequeño excedente, que se debe agregar al fondo
para mantener constante).
Desglosamos el valor presente de las pensiones debidas VP(P) en dos partes:
lo debido a la actual generación de afiliados jóvenes, que están completando sus
aportes, y lo debido a las generaciones futuras de afiliados. Lo debido a la actual
generación de jóvenes es VP(P1), mientras que lo debido a las futuras generaciones
de afiliados es VP(P3). Reordenando la ecuación (8.23) encontramos:
(8.24) Fo + [ VP(C) - VP(P3) ] = VP(P1) + Patrim.
21 El límite cuando r tiende a g por arriba es el lado derecho de la ecuación(8.22). Pero cuando r tiende a g por abajo, el límite es -∞.
54
El valor presente de los impuestos que pagarán todas las futuras generaciones
de afiliados al plan, es también, por definición, la diferencia entre el valor presente
de los aportes de las futuras generaciones y el valor presente de los beneficios que
recibirán las futuras generaciones. Luego, la expresión en el paréntesis cuadrado
de la ecuación (8.24) es VPTF, ya calculada en (8.21).
Por otra parte, el tamaño del fondo de pensiones Fo está relacionado con el
grado de capitalización . Según la definición (8.1), el monto de activos financieros
al final del período t cumple con ser una fracción de lo que el plan de pensiones
debe pagar a la actual generación joven en el período siguiente:
(8.25) Ft = .ß.yjt.Njt/(1+r) y también para t = 0.
Sumando este activo al valor presente de los impuestos aplicados a las
futuras generaciones (VPTF) para el caso r > g, resulta que el activo económico
total en el balance de la institución previsional es:
(8.26) Ft VPTFt
1 r1
1 r
y jt N jt
1 r yjt N jt cuando r g
Esto entrega un resultado importante: el activo económico total de un plan de
pensiones medido al final del período t depende sólo de ß y r, cualquiera sea el
grado de capitalización y cualquiera sea el valor de g (siempre que r > g).
Por el lado del pasivo exigible, falta considerar la deuda pensional contraída
con la actual generación joven, que acaba de terminar de cotizar. Esta es VP(P1). El
valor presente de las pensiones que deberán pagarse en t+1 a la generación que
está a punto de jubilar, es la tasa de reemplazo por el ing reso agregado que los
actuales jóvenes tuvieron en este período, traído a valor presente al período t:
(8.27) VP(P1)t = ß.yjt.Njt/(1+r) finito para todo r y g.
Al comparar (8.27) y (8.26), encontramos que cuando r > g el activo
económico de la institución previsional es igual a su pasivo con la actual
generación de pensionados VP(P1) y por lo tanto el patrimonio del plan es cero
(ver 8.24). Un patrimonio nulo indica que el plan es financieramente
independiente de su patrocinador, que es justamente lo que ocurre en este caso.
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Esto completa la demostración de que el balance debe reconocer al activo oculto
como parte del activo.
Reuniendo (8.24) con la definición de la deuda pensional a la fecha (ver
sección 8.4), se encuentra que:
(8.28) DPF = VP(P) - Fo = VPTF
Es decir, la deuda pensional a la fecha es un activo para el plan de pensiones
mientras siga en marcha y pueda gravar a las futuras generaciones de afiliados.
Pero si cierra, no puede gravarlos y el plan queda debiendo DPF.
Planes insolventes y quiebra de un plan
El supuesto clave para demostrar que el activo oculto del plan es el valor
presente de los futuros impuestos ocultos es que el plan posee independencia
financiera (ecuación 8.7). Pero, ¿qué ocurre si esa relación no se cumple?
En ese caso, que es frecuente, el plan exhibe un superávit o déficit de caja
permanente a partir de alguna fecha del futuro. Luego, el plan requiere una
reforma paramétrica para recuperar su independencia financiera. Mientras esa
reforma no sea aplicada, su patrimonio no es cero. Por ejemplo, si la reforma
requerida debe aumentar los fondos, entonces su pasivo con los afiliados medido a
las actuales tasas de reemplazo es mayor que su activo medido a las actuales tasas
de cotización y el plan tiene un patrimonio negativo. En efecto, el activo oculto es
el valor presente de los impuestos ocultos, pero como el impuesto oculto en el plan
puede ser negativo (un subsidio) si es suficientemente bajo, se deduce que el
activo oculto también puede ser negativo. El patrimonio negativo indica que el
plan es insolvente, lo que significa que en algún plazo predecible no podrá cumplir
con los compromisos de pensión asumidos, si mantiene la senda anunciada de
tasas de cotización. Cuando se cumpla ese plazo, y el plan incumpla su
compromiso, estará quebrado.
Esto no significa que el plan sea ilíquido. Es posible que el plan pueda
continuar pagando sus compromisos por los siguientes diez, veinte o treinta años.
Por ejemplo, si existía algún grado de capitalización positivo, el plan puede
reducirlo gradualmente. Sin embargo, la insolvencia del plan indica que a partir de
alguna fecha finita en el futuro, el plan no podrá cumplir sus compromisos.
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Esto puede ocurrir de varias maneras. Una posibilidad es que un cambio
exógeno genere un déficit de caja permanente y las autoridades impidan al plan
ajustar sus parámetros de forma de conservar su independencia financiera. Por
ejemplo, cuando un plan financiado por reparto puro con flujo de caja equilibrado
se enfrenta a una reducción de la tasa de crecimiento del empleo cubierto, cae su
activo oculto. Para evitar la quiebra, el plan requiere reformas paramétricas para
aumentar su activo (elevar la tasa de cotización), o reducir su pasivo (reducir la
tasa de reemplazo) o ambos (elevar la edad de pensión). Si impiden realizar estos
ajustes de parámetros hasta que el plan incumpla, las autoridades quiebran al
plan.
Recuadro 8.5: Por qué el Social Security de EE.UU. era insolvente en 1998 Una ilustración dramática de insolvencia de un plan está dada por el programa Old Age, Survivor and Disability Insurance (OASDI) de los Estados Unidos, llamado habitualmente "Social Security". Se trata de un plan tradicional que intenta realizar simultáneamente los objetivos de ayuda a los ancianos pobres y de alivio de la imprevisión, que tiene cobertura universal y obligatoria en los EE.UU. La tasa de cotización a este plan es de 12,4% del salario y la ley promete en promedio una tasa de reemplazo cercana al 40%. Esta tasa de cotización fue fijada por ley en 1983 en base a una propuesta de la Comisión Greenspan, y ella ha excedido a lo necesario para cubrir los gastos inmediatos. La diferencia se acumula en un fondo de capitalización colectiva llamado Trust Fund, cuyo objeto es hacer frente a las necesidades de fondos que causará la jubilación de la generación del baby boom a partir del año 2010. Cuando se fijó esta tasa de cotización en 1983, se esperaba que ella aseguraría el pago de todos los compromisos del plan hasta el año 2063. Si bien en ese año se produciría la quiebra del plan (incumplimiento de compromisos), se estimó en 1983 que habría un tiempo adecuado para buscar otro ajuste más adelante, antes del 2063. De acuerdo a un conjunto de proyecciones realizadas a fines de los años 90, entre las que destaca la proyección oficial de 1997, la realidad será mucho más dura. Ahora se pronostica la quiebra para el año 2029, es decir 34 años antes de lo esperado. En el año 2029, el ingreso de cotizaciones será apenas 66% a 75% del flujo de gastos de pensión, y el Trust Fund se habrá agotado. Para equilibrar el flujo de caja en ausencia de ingresos por intereses, la tasa de cotización tendrá que subir en el año 2030 desde 12,4 a 16,8% en la alternativa media y a 20,1% en la alternativa pesimista. Como esto ocurrirá sin que aumenten los beneficios, la tasa
interna de retorno para los afiliados jóvenes se reducirá dramáticamente, a niveles negativos.
57
Así, con las actuales tasas de cotización y beneficio el Social Security de los Estados Unidos está insolvente en 1998. Su patrimonio negativo es igual al valor presente de los déficits de caja que se esperan a partir del año 2030, una vez agotado el Trust Fund. Pero ello no significa que el Social Security haya llegado al extremo de tener un activo oculto negativo, aunque lo tuvo hasta hace poco. Con los parámetros actuales el plan, la tasa interna de retorno para el afiliado medio que pensionará en 2030 es cercano a 2% real, como demuestran Steuerle y Bakija. Como esta cifra es notoriamente inferior a la tasa de interés en el mercado financiero, se deduce que esa generación pagará un impuesto oculto positivo, y por tanto el activo oculto es positivo. La insolvencia de este plan se debe a la combinación entre una demografía progresivamente más desfavorable, que exige que las tasas de cotización aumenten aún más después del año 2030, y a que el plan no posee reglas automáticas para distribuir el riesgo demográfico entre los afiliados. En vez, depende de la aprobación de nuevas leyes que ajusten los parámetros, y esas leyes tienden a demorarse por ser políticamente conflictivas (ver capítulo 13). Fuente: Shoven, J. (1999), gráficos 1.1 y 1.8; Steuerle y Bakija (1994, cuadro 5.5 p. 118)
Otra posibilidad es que las autoridades tomen la iniciativa para modificar un
parámetro del plan, reduciendo el activo del plan. Por ejemplo, si las autoridades
aumentan las facilidades para obtener una pensión anticipada (antes de la edad
legal de pensión) y no elevan la tasa de cotización en la cantidad necesaria,
entonces quiebran al plan.
Es interesante notar que los planes financiados por reparto o por
capitalización parcial rara vez calculan su pasivo y menos aún publican su balance
completo en los medios de comunicación. Sin embargo, los planes ocupacionales
en Estados Unidos y Gran Bretaña son forzados por el estado a calcular sus
balances, a hacerlos públicos, y a anotar los déficits patrimoniales como deuda de
la empresa patrocinante. Por otro lado, en el caso de Alemania, muchos planes de
empresas privadas no han sido obligados a mostrar su déficit patrimonial como
pasivo de la empresa patrocinante.
Se ha pretendido explicar esta omisión aduciendo que los parámetros
presentes de un plan respaldado por el estado no deben proyectarse
indefinidamente hacia el futuro, pues las autoridades públicas están
comprometidas a legislar periódicamente para ajustar los parámetros del plan
para que éste cumpla sus compromisos de pensión. En esta interpretación el
pasivo y el activo del plan son elásticos, y el compromiso de las autoridades para
58
intervenir asegura que éste nunca quebrará. Sin embargo la historia muestra
numerosos casos donde las autoridades han intervenido con objetivos diferentes
de lograr el equilibrio financiero, y donde han omitido reformas paramétricas
necesarias para el equilibrio financiero, forzando al plan a incumplir sus
compromisos con los afiliados.
El estado de resultados
Conviene completar esta descripción con el estado de resultados del plan de
pensiones. Para ello, debemos recordar cuál es la diferencia entre amortizar una
deuda y pagar un costo de producción corriente: la diferencia está en que el primer
pago extingue un pasivo, mientras que el segundo adquiere un activo (los ingresos
corrientes).
En el caso de un plan de pensiones, es indudable que al pagar una pensión el
plan no está adquiriendo ningún activo o ingreso corriente. Luego, debe estar
extinguiendo un pasivo, que es la deuda pensional a la fecha. Esto nos lleva a
concluir que el pago de pensiones no es un gasto corriente, sino una amortización de
deuda.
Del mismo modo, como la aceptación de cotizaciones obliga al plan a pagar
pensiones en el futuro, el ingreso por cotizaciones es análogo a una emisión de deuda. Sin
embargo, excepto en capitalización pura, el valor económico de la deuda que
asume el plan de pensiones al aceptar una cotización no es la totalidad de la
cotización, sino sólo la parte de ella que no es un impuesto.
Para expresar estos conceptos, conviene reagrupar la identidad del flujo de
caja (8.4a) de la siguiente manera:
(8.29) Tt + rt-1.Ft-1 = { Pt - Ct' } + Ft - Ft-1
donde la recaudación de aportes o contribuciones Ct fue dividida en dos
partes: el impuesto Tt y la recaudación de aportes neta de impuestos Ct'. Esta
última representa la parte de las cotizaciones que es el compromiso de pago futuro
de beneficios, descontado a la tasa de interés de mercado.
La ecuación (8.29) es el estado de resultados, pues los dos primeros términos
son los únicos ingresos corrientes del plan. El gasto administrativo corriente se
supone despreciable. Los demás términos son operaciones "bajo la línea" o de
financiamiento. Estas operaciones se descomponen a su vez en amortización y
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emisión de deuda (entre llaves) y acumulación de activos financieros. En el caso de
reparto puro, el ingreso por intereses es nulo y la acumulación de activos
financieros es nula.
Este estado de resultados tiene consecuencias importantes para la
presentación de las cuentas fiscales en los países que tienen un sistema de
pensiones estatales financiado por reparto puro. Es frecuente en esos países que la
contabilidad fiscal se consolide con la contabilidad del sistema de pensiones,
incorporando al pago de pensiones como gasto corriente y a la recaudación de
cotizaciones como ingreso corriente.
Este procedimiento contable constituye un error, pues el pago de pensiones
no es parte del gasto público, sino amortización de deuda pensional. Del mismo
modo, sólo una parte de la recaudación de cotizaciones es un impuesto, y el resto
es emisión de deuda pensional. Esta diferencia de presentación tiene
consecuencias cuando un sistema de pensiones se enfrenta a choques demográficos
y económicos y cuando se acometen reformas que buscan cambiar el grado de
capitalización del plan.
Por ejemplo, cuando se decide introducir un plan de pensiones financiado
por reparto puro, la presentación tradicional muestra un superávit de cotizaciones
sobre gastos de pensiones durante el largo período introductorio. La competencia
política obliga a las autoridades a destinar ese "superávit" a financiar otros gastos
públicos. Sin embargo, una contabilidad económica correcta revelaría que la
contrapartida de ese superávit de caja es la emisión masiva y continua de deuda
pensional, que habrá que servir en el futuro. Si la opinión pública fuera informada
correctamente, es plausible que la competencia política llevaría a adoptar políticas
diferentes, tal como destinar ese superávit de caja a acumulación para facilitar el
servicio futuro de la deuda pensional.
Veremos en el capítulo 8 que una contabilidad errónea también lleva a
gruesos errores de apreciación en las reformas de pensiones que aumentan el
grado de capitalización, como las realizadas en América Latina en los años 90.
Derechos de propiedad y riesgo
La identidad del balance económico se cumple apenas reconocemos que
cuando r > g, el gravamen exigido a los afiliados futuros es un activo económico
para el plan, aunque oculto. Al observar la ecuación (8.26) queda claro que el
grado de capitalización de un sistema de pensiones mide la composición del activo
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total de un plan de pensiones. Esto sugiere analizar la política de financiamiento de
un plan de pensiones como una decisión de cartera de inversión, o una decisión de
portafolio.
Al respecto, debe recordarse que al ser resultado de un gravamen, el activo
oculto es producto de una desinformación de los afiliados futuros o de una
obligación de participar impuesta por el estado. Debido a estos orígenes, el activo
oculto tiene la característica de no estar protegido por derechos de propiedad
protegidos por los tribunales.
Esto es evidente cuando el activo oculto es producto de un engaño a los
afiliados futuros, pues ellos dejarán de participar apenas detecten el engaño. En el
caso de que el activo oculto sea producto de la obligación legal de participar,
debemos recordar que esa obligación puede ser modificada o incluso retirada por
la vía de aprobar nueva legislación que eleve los beneficios o reduzca la tasa de
cotización obligatoria que deben cumplir las generaciones futuras.
En cambio, un fondo de pensiones es un activo financiero sobre el cual la
institución posee derechos de propiedad, que son protegidos por los tribunales y la
constitución. Si bien los derechos de propiedad también pueden ser gravados por
futuros impuestos, el requisito constitucional de que los impuestos y gravámenes
afecten de igual forma a todas las instituciones, empresas y personas del país,
tiende a llevar a un equilibrio del mercado político diferente del equilibrio político
que se forma en torno a la legislación previsional que determina el activo oculto.
Finalmente, se debe resaltar que la potestad para aplicar los impuestos que
forman el activo oculto proviene del patrocinador, quien exige la participación y
afiliación a las futuras generaciones. Por ello, se podría afirmar en un sentido
amplio que el patrocinador realiza un aporte de capital oculto al plan de pensiones, al
dotarlo del derecho a cobrar impuestos a los afiliados futuros, pues les impide
desafiliarse del plan o no contribuir. Desde este punto de vista más amplio, un
plan de pensiones financiado por capitalización parcial no es financieramente
independiente del patrocinador, aunque no reciba trasferencias explícitas de
fondos.
Conclusiones
El caso de r ≤ g fue analizado en la sección anterior, donde se demostró que
en ese caso el plan de pensiones no tiene restricción presupuestaria ni balance: el
plan es una máquina para generar riqueza. Esta sección muestra que cuando r > g,
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la identidad del balance se cumple, debido a la presencia de un activo oculto, que
es el valor presente de los impuestos que necesita aplicar en el futuro a sus
afiliados para mantener su independencia financiera. La cuestión pendiente es
cuál de estos casos es más probable, y cuál representa mejor a las economías reales.
El que la capitalización sea mejor o peor que el reparto depende en parte de la
respuesta a esta cuestión, y en parte del costo de transitar de reparto a
capitalización o viceversa.
Conceptos Claves
Reparto
Capitalización
Flujo de caja de una institución previsional
Grado de capitalización
Valuación de caja cerrada
Valuación de caja abierta
Tendencias y proyecciones del balance
Deuda pensional
Orden de r y g
Ejercicios Propuestos.
1. Demostrar, usando la ecuación (8.5), que la capitalización total permanente (s-1
= s = 1) implica que s = rs para todas las generaciones de afiliados.
2. Demostrar, a partir de (8.5b), que el ∆s requerido para elevar el grado de
capitalización en ∆ , manteniendo ß constante, es: s
1 r
s .
3. Demostrar, a partir de (8.5a), que el ∆s requerido para elevar el grado de
capitalización en ∆ , manteniendo constante, es:
sr
s
0
0
11
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Ayuda: Recuerde que t=t-1(1+t), que s es un dato conocido y s+1 es
variable para el período “s” y, por último, que gs, rs, s son constantes para todo “s” en estado estacionario. 4. Resuelva ejercicio 8.1 manteniendo los mismos supuestos, excepto que en el nuevo estado estacionario, los fondos de pensiones se han elevado a 1,6 veces el PIB, debido a que en la transición, se ahorra en el fondo parte de la mayor rentabilidad
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