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    1 Este artculo es el resultado de la investigacin realizada por el autor sobre Regin, Espacio y Territorio.Traducido del manuscrito original en ingls y espaol (spanglish) por Clemencia Rodrguez.2Ph.D., University of Texas, Austin.3

    Associate Professor of Geography.

    O MAPEASOTEMAPEAN: MAPEOINDGENAYNEGROENAMRICALATINA1

    MAPORBEMAPPED. INDIGENOUSANDBLACKMAPPINGINLATINAMERICA

    OUMAPEIASOUTEMAPEIAM: MAPEIOINDGENAENE-GRONAAMRICALATINA

    KARL OFFEN2

    University of Oklahoma3, USA

    [email protected]

    Recibido: 11 de septiembre de 2008 Aceptado: 24 de febrero de 2009

    Resumen

    La aprobacin del Convenio 169 de la OIT en 1989 inici una serie de amplios cambiospolticos en las relaciones entre los indgenas y, en menor medida, gente negra y sustierras tradicionales en las tierras bajas tropicales de Amrica Latina. De 19 pases que hanraticado el Convenio 169 de la OIT en los ltimos veinte aos, 13 han sido de AmricaLatina. Entre otras cosa, la Convencin establece una base legal para los derechos culturales,

    la auto determinacin y el reconocimiento de las tierras tradicionales. Adems de convertirse

    en ley nacional una vez es raticada, este Convenio ha sido incorporado a muchas reformasconstitucionales que se han generalizado en la regin desde 1990. Uno de los resultados de

    estos desarrollos ha sido el mapeamiento de los tradicionales reclamos de tierras de indgenasy negros en su mayora en tierras nacionales. Histricamente, los mapas han servido comoinstrumentos del imperio para desposeer a los indgenas y los pobladores negros ruralesde sus tierras, pero ahora con la ayuda de ONG internacionales estas poblaciones estn re-

    mapeando: han aprendido que deben mapear o son mapeados. Los ubicuos proyectos decooperacin internacional sobre mapeamiento que uno encuentra a travs de toda AmricaLatina hoy, sin embargo, han alterado la forma en que la que la gente expresa su relacin

    con la tierra y entre s, y ha redenido la manera en que conuyen la identidad, el territorio

    y las prcticas polticas. Los mapas han sido siempre instrumentos del poder, pero ahora losprocesos sociales y polticos que involucran la produccin de contra-mapas estn afectando

    las relaciones entre territorio e identidad al interior de muchas poblaciones indgenas y negrasen las tierras bajas tropicales de Amrica Latina. Este artculo proporciona un panorama deestos recientes desarrollos y sugiere que las consecuencias a largo plazo de la espacializacinde las polticas identitarias no han sido sucientemente examinadas.Palabras claves:mapeamiento indgena, contra-mapeo, Convenio 169 de la OIT, ONG.

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    CASA DEL ANGEL

    Fotografa de Martha Cabrera

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    Abstract

    The passage of ILO Convention 169 in 1989 initiated a set of broad political changes in

    the relationship between indigenous and, to a lesser extent, black peoples and their

    traditional lands in the lowland tropics of Latin America. Of the 19 countries to haveratied ILO 169 in the last 20 years, 13 have been in Latin America. Among other things,the convention establishes a legal basis for cultural rights, self-determination and therecognition of traditional lands. Besides becoming part of national law once ratied, it hasbecome integrated into many constitutional reforms that have swept the region since 1990.

    One outcome of these developments has been the mapping of traditional indigenous andblack land claims in what were for the most part national lands. Historically, maps haveserved as tools of empire to dispossess indigenous and rural black peoples from their lands,but now with the help of international NGOs these people are mapping back: they have

    learned they must map or be mapped. The ubiquitous and international-partnered mapping

    projects one nds throughout Latin America today, however, have altered the way peopleexpress their relationship to the land and one another, and redened the way identity,territory, and political practices come together. Maps have always been tools of power, butnow the social and political processes that enact the production of counter-maps areaffecting the relationship between territory and identity among many indigenous and black

    peoples in the lowland tropics of Latin America. This paper provides an overview of theserecent developments and suggests that the long-term consequences of spatializing identitypolitics has not been sufciently examined.Key words:indigenous mapping, counter mapping, ILO 169, NGOs.

    Resumo

    A aprovao do Convenio 169 da OIT em 1989 gerou uma srie de amplas mudanaspolticas nas relaes entre os indgenas e, em menor medida, entre os negros e suas terrastradicionais nas terras baixas tropicais da Amrica Latina. De 19 pases que tem raticadoo Convenio 169 da OIT nos ltimos vinte anos, treze so latino-americanos. Entre outrascoisas, a Conveno estabelece uma base legal para os direitos culturais, a auto-determinao

    e o reconhecimento das terras tradicionais. Alm de converter-se em Lei nacional, uma vezraticado, esse Convnio tem sido incorporado em muitas reformas constitucionais quetem se generalizado na regio a partir de 1990. Um dos resultados desses desenvolvimentos

    tem sido o mapeamento das tradicionais reclamaes de terras de indgenas e negros, na sua

    maioria em terras nacionais. Historicamente, os mapas tm servido como instrumentosdo imprio para expropriar os indgenas e as populaes negras rurais de suas terras, masagora com a ajuda de ONGs internacionais, essas populaes esto se re-mapeando: elas

    tm aprendido que devem mapear ou sero mapeadas. Os ubquos projetos de cooperaointernacional sobre mapeamento que so encontrados hoje em toda a Amrica Latina,no entanto, tem alterado a forma que as pessoas usam para expressar sua relao com

    a terra e entre elas, e tem re-denido a maneira que conuem a identidade, o territrioe as prticas polticas. Os mapas tm sido sempre instrumentos de poder, mas agora osprocessos sociais e polticos que envolvem a produo de contra-mapas esto afetando

    as relaes entre territrio e identidade dentro de muitas populaes indgenas e negras das

    terras baixas tropicais da Amrica Latina. Este artigo proporciona um panorama desses

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    desenvolvimentos recentes e sugere que as conseqncias ao longo prazo da espacializaodas polticas identitrias no tem sido sucientemente examinadas.Palavras chave:Movimento indgena, contra-mapeio, Convnio 169 da OIT, ONG.

    Los ltimos quince aos han sido testigo de un nivel muy alto de activismopoltico por parte de los pueblos indgenas en Amrica Latina. El activismo de

    este perodo es diferente del de luchas anteriores por varias razones; entre ellas

    la ms significativa son los triunfos del movimiento indgena en trminos de

    derechos territoriales y culturales. Este fenmeno est fuertemente articulado

    con tres procesos globales distintos que han tenido su mxima expresin en

    Amrica Latina: primero, una esfuerzo transnacional de los pueblos indgenas

    en torno a la lucha poltica identitaria organizada alrededor de demandasterritoriales, de autoreconocimiento, y de derechos colectivos; segundo, cambios

    legislativos tanto a nivel constitucional como en acuerdos internacionales que

    han demarcado garantas claras para el reconocimiento de los derechos indgenas

    y de otros grupos tnicos, incluido el derecho a co-gobernar los territorios

    tradicionales; y tercero la formacin de alianzas estratgicas entre pueblos

    indgenas y ambientalistas a nivel mundial. Todos estos procesos constituyen una

    nueva poltica de gobernabilidad para territorios en reas de alta biodiversidad y

    esto significa una nueva poltica geogrfica indgena.

    Mientras que cada uno de estos procesos polticos ha tenido sus propias fuerzas

    impulsoras y ritmos histricos, la interaccin positiva entre todos ellos comenz

    a comienzos de los aos noventa. Esta coyuntura, por supuesto, coincide conel fin de la Guerra Fra y la resolucin de los conflictos armados en Amrica

    Latinasiendo Colombia la nica excepcin desde ese momento hasta ellevantamiento indgena Zapatista en 1994. Esta coyuntura de principios de los

    aos noventa tambin coincide con el surgimiento de polticas neoliberales yde descentralizacin apoyadas desde el Estado y promovidas por organismos

    financieros internacionales; y tambin con la intensificacin del activismo polticoliderado por los nuevos movimientos sociales y sus visiones en pro de una

    sociedad democrtica alternativa para Amrica Latina; por ltimo, la publicidaden torno a varios espectculos del quincentenario, o los Quinientos daos enpalabras de un artista graffitero quiteo, tambin cumple un papel protagnicoen toda esta historia. En fin, los tres procesos que acabo de mencionarel

    activismo de los pueblos indgenas, el reconocimiento de los derechos culturales

    y el movimiento ambientalista globalhan dado forma y reflejan una coyuntura

    nica que surge a comienzos de los 90. Este momento, cuando llegamos al final

    del Decenio Internacional de las Poblaciones Indgenas del Mundo (1995-2004)

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    denominado as por las Naciones Unidas, parece propicio para reflexionar sobre

    una de las modalidades polticas ms exitosas de los pueblos indgenas y tnicosen Amrica Latina: el levantamiento de mapas indgenas.4

    Quiero argumentar que en la ultima dcada, los mapas indgenas han jugadoun papel clave tanto en la creacin y

    el reconocimiento del concepto de

    territorio, como en la intensificacinde las luchas identitarias indgenas que

    se desarrollan en torno al conceptode territorio. Adems, es importante

    sealar que el proceso mismo dellevantamiento de los mapas es tan

    importante como los mapas mismos. Es decir, los procesos de mapeo hanpolitizado profundamente tanto la identidad indgena como el concepto de

    derechos territoriales, y la relacin entre estos dos. Los procesos de mapeo hanrevitalizado el valor del conocimiento tradicional y han contribuido a la transmisin

    de tal conocimiento a generaciones ms jvenes; han re-significado paisajesculturales con conceptos indgenas; han servido de vehculo para la transferencia

    de tecnologa, sobre todo tecnologas cartogrficas y de computacin; han

    contribuido a la concientizacin popular en torno a los derechos culturales y elsignificado poltico del discurso del manejo sostenible de los recursos naturales

    en una poltica territorial. Pero sobre todo, los procesos de mapeo han dotado alos pueblos indgenas de un instrumento que les permite evadir a las instituciones

    del Estado e internacionalizar su lucha poltica.

    Un mapa es un objeto poltico porque da forma y a la vez refleja la realidad misma

    que se supone representa de manera transparente. Un mapa es una herramientadidctica que muestra la realidad no tal cual es, sino como la quiere hacer ver

    quien levanta el mapa. Los mapas son testimonios tejidos a punta de signos ysmbolos que, en conjunto, constituyen una visin del mundo especfica, es decir,

    una poltica geogrfica. Si, es verdad que los mapas registran informacin, pero

    esta informacin es siempre selectiva, reducida, a escala, a color, construida apunta de convenciones e intencional. Los mapas son conos semnticos que

    representan significados ms all de ellos mismos; as como un libro o unapintura, su significado no puede ser totalmente controlado por el autor del mapa.

    Es ms, los mapas pueden tener vida propia y, por supuesto, muchos la tienen.Consideren, por ejemplo, el mural del edificio del Instituto Geogrfico Militar de

    Quito en Ecuador. S, Ecuador es un pas amaznico, pero esta imagen del pas

    muestra algo ms, un reclamo territorial sobre Per. Aunque la guerra entre estosdos vecinos ha terminado, el mapa qued vivo, listo para inspirar a una nueva

    generacin de militares nacionalistas.

    4 Desde septiembre 11 de 2001 se ha dado un

    cambio estructural impulsado por los EE.UU. en

    torno a re-centralizar el poder federal en Estados

    de Amrica Latina (a excepcin de Venezuela),

    y a la coordinacin de bloques regionales de

    seguridad. Es decir, los procesos que se haban

    puesto en marcha en los aos noventa estn ahora

    en retroceso debido a las nuevas polticas generadas

    por los hechos del 11 de septiembre.

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    Hasta hace poco, los mapas haban sido la herramienta exclusiva del colonizador

    y del Estado. Histricamente el poder de mapear, as como el poder de nombrar,han representado el poder de poseer y de controlar. Lo primero que hizo Adn

    cuando Dios lo puso en el Jardn del Edn fue nombrar todos los animales ylas plantas con el fin de establecer su dominio sobre todas las criaturas. Para

    los pueblos indgenas del mundo hay muy pocas razones para pensar que los

    mapas producidos por Occidente pueden tener algn otro significado ms alldel control de sus territorios. Pero a partir de la ltima dcada ms o menos,el nmero de mapas producidos por los pueblos indgenas se ha multiplicado:podemos decir que ahora el colonizado y el sin-Estado estn produciendo sus

    propios mapas. Por ejemplo, cuando los 60,000 indgenas de Guyana trataronde titular su territorio tradicional en la cuenca del Ro Mazaruni, el gobierno los

    ret a demostrar la forma como estaban utilizando esas tierras. Con el apoyofinanciero y tcnico de Forest Peoples Programme y de Local Earth Observation,

    dos ONGs Britnicas, los indgenas levantaron un mapa en 1998. Este mapa hasido elogiado por la Organizacin de los Estados Americanos y por el Banco

    Mundial. A pesar de que el gobierno de Guyana se ha rehusado a reconocer elmapa, hay que preguntarse hasta cundo los gobiernos podrn conceder derechos

    a la explotacin de minerales y maderas en territorios como este, reclamados porpueblos indgenas. Aunque no tenemos ninguna certeza, si podemos especular

    que, debido a la existencia de este tipo de mapas, el momento llegar.

    El mapa de Guyana, as como una docena de otros mapas que voy a mencionaren las pginas que siguen, combinan conocimientos tradicionales con tecnologasgeogrficas avanzadas, tales como el uso del sistema de informacin geogrfico

    (SIG) y el sistema de posicionamiento global (GPS). Los mapas indgenas, tal

    como el de los guyaneses, son diseados con el propsito explcito de ilustrar laocupacin, el uso, el manejo, la posesin, las leyendas, las historias, la cultura, losconocimientos tradicionales y los derechos indgenas; es decir, su propsito es

    mostrar la importancia profunda que tiene el territorio integral para los mismoscartgrafos. Las convenciones del mapa, es decir lo representado, as como los

    smbolos utilizados para representar la realidad son muy importantes en el procesode legitimar la autenticidad del mapa. En los siguientes mapas se puede observar

    cmo lo representado por los mapas indgenas se diferencia de lo representadoen los mapas occidentales. Los mapas indgenas representan cmo se utiliza el

    territorio en el pasado, en el presente y en el futuro, sin importar qu tan mundano

    sea el uso. Los mapas muestran los diferentes ecosistemas clasificados con criterio

    de cmo se usan, y no segn criterios cientficos de occidente; representan lahistoria del territorio y del pueblo que habita en el territorio; as mismo, representanla relacin entre hbito y hbitat. De esta forma, los mapas indgenas de hoy no

    son muy diferentes de los mapas de las Relaciones Geogrficas de la Nueva

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    Espaa del siglo XVI: tanto unos como otros representan una combinacin detecnologas nuevas con tradicionales y por supuesto bajo unos y otros subyace lamisma poltica: el reconocimiento de los derechos culturales.

    Los mapas indgenas son la concretizacin de una lucha cultural identitaria y encuanto a tales pueden ser bien poderosos. Desde la academia, los gegrafos handesignado la ola reciente de mapeo indgena con el trmino de contra-mapeo

    [counter-mapping] (algo as como mapeo de resistencia).5 El recin fallecidogegrafo Bernard Nietschmann una vez dijo que Ms territorio indgena se

    ha recuperado a punta de mapas que de armas, una observacin que tambin

    tiene un corolario, que ms territorio indgena podr ser reclamado y defendidoa punta de mapas que de armas. La leccin para los pueblos indgenas y para

    sus aliados internacionales es muy

    clara: en este mundo, o mapeas ote mapean (Nietschmann, 1995:37;Offen, 2003a).

    A travs de organizaciones internacionales que promueven los derechos

    indgenas y la conservacin ambiental, los pueblos indgenas han aprendidoel valor de hacer sus mapas inteligibles a la mirada occidental. Por medio de

    conferencias tales como el Foro Internacional de Mapeo Indgena realizado enCanad en marzo de 2003, lderes indgenas de muchas partes del mundo se

    congregaron con el fin de compartir sus experiencias de mapeo, fortalecer susidentidades como pueblos indgenas, discutir la transferencia de tecnologa, y,

    en lo posible, conseguir financiacin. As mismo existen en este momento varias

    pginas web muy bien mantenidas que incluyen vnculos a proyectos mundialesde mapeo, a recursos tcnicos y a futuros eventos sobre mapeo indgena. En la

    ola de crecimiento y conquistas relativas de los proyectos de mapeo indgena hasido clave el papel de varias ONGs internacionales que apoyan la financiacin

    del mapeo indgena, facilitan la transferencia de tecnologa y tambin ayudana formular el discurso que permea el contexto poltico de los proyectos

    indgenas de mapeo. En varias pginas web, por ejemplo, el discurso en torno

    a los derechos territoriales est unido a cuestiones de derechos humanosy proteccin del medio ambiente: una trinidad que es a la vez producto ycatalizador de proyectos participativos indgenas de mapeo.6

    Una segunda dimensin de los proyectos indgenas de mapeo y las

    luchas identitarias que los fundamentan es la nocin de territorio. No escoincidencia que actualmente las

    demandas indgenas en torno a latierra no son cuestiones de reforma

    agraria sino ms bien cuestiones de

    5

    Sobre el contra-mapeo ver Peluso (1995) Walker yPeters (2001), Hodgson y Schroeder (2002) y Sletto

    (2009).

    6 Ver p.ej. http://www.iwgia.org/sw403.asp y

    http://www.oxfamamerica.org/es/noticias/

    noticias/art6584.html acceso 21 de julio de 2008.

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    reconocimiento de la autonoma, de los espacios tradicionales socioculturalesy los derechos a beneficiarse de los recursos naturales all contenidos: es decir,los derechos territoriales.

    Esta distincin entre una demanda de tierra comunitaria o privada y una demandaterritorial es importante. Todos los pueblos rurales del mundo tienen vnculosespeciales con la tierra que sostiene su forma de vida y una demanda de tierrapuede ser fortalecida con un discurso que exprese estos vnculos. Sin embargo,en si misma, una demanda de tierra no desafa las reglas y regulaciones conlas que se administran los derechos a la propiedad. Una demanda territorial esuna cuestin diferente. Una demanda territorial es una cuestin de poder, deafirmacin de la identidad, de autogestin y de control de los recursos naturales.En Amrica Latina las demandas territoriales basadas en derechos culturales o

    tnicos representan una crtica al mito oficial del mestizaje, una ideologa que niegala existencia de diferencias tnicas y culturales mientras que simultneamentediscrimina por cuestiones de diferencia (Wade, 1993, 1995). Una demandaterritorial, entonces, busca imponer una nueva territorializacin que, al interiordel espacio nacional y fundamentada en la ciudadana territorial, intenta redefinirla relacin de las personas con el Estado y con la nacin.

    Para los gegrafos, la territorialidad es una estrategia espacial para afectar, influiro controlar tanto recursos naturales como gente. Una territorialidad especficarefleja cmo la gente usa la tierra, cmo se organizan ellos mismos en un

    espacio, y cmo le dan sentido a ese lugar. Lo que hace tan importante la nocinde territorio en Amrica Latina es que el cmo le da sentido la gente a un lugar,as como el cmo se organizan en el espacio son fenmenos constituyentes deprocesos a travs de los cuales se lucha por un territorio, se concibe legalmente unterritorio, se demarca fsicamente un territorio, y se representa cartogrficamenteun territorio (Sack 1986:1,2; Offen 2003a, 2003b). Los sentidos de lugar y lasformas de organizacin socio-espacial no son esencias ontolgicas, sino queestn fuertemente articulados a las vivencias que les dan sentido. Los lugares y lossentidos de lugar, as como las redes sociales tejidas a travs de ellos no se pueden

    separar de los procesos polticos que buscan su territorializacin. Los proyectosparticipativos de mapeo, por supuesto, no son la excepcin. Las prcticas dereproduccin de la vida material, los dichos populares en torno al lugar, y lascadencias culturales enraizadas en el paisaje natural son mediaciones de cualquiernocin de territorio, y por lo tanto estn entretejidas con las estrategias polticasque buscan el reconocimiento territorial. Lo que est en cuestin con la nuevapoltica geogrfica indgena (y podemos decir negra tambin), no es solamentela tierra o quin se queda con qu tierra, sino, como dice Arturo Escobar, elconcepto de territorialidad mismo como un elemento central de la construccin

    poltica de la realidad (Escobar 1999:72).

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    La nueva poltica geogrfica indgena en Amrica Latina ha recibido un impulso

    muy importante de una fuente muy poco predecible: el Banco Mundial. Elreconocimiento por parte de los Estados de los proyectos indgenas de mapeo

    dentro de sus dominios territoriales, y en particular la titulacin de territoriosindgenas pudo no haber existido sin la presin del Banco Mundial. Ms adelante

    voy a demostrar esto, pero por ahora simplemente voy aclarar que la idea delmapeo territorial y la titulacin de tierras indgenas y negras no se origin en el

    Banco Mundial; sin embargo, recientemente el Banco ha apoyado estos proyectos

    de titulacin territorial y los ha respaldado con recursos econmicos. Como partede su discurso sobre etnodesarrollo, el Banco Mundial afirma que el hecho de

    que las tierras reclamadas por pueblos indgenas o negros estn baldas, es ungran obstculo para atraer la inversin privada y para implementar un desarrollo

    sostenible. El Banco ha visto la titulacin territorial como una condicin paraestabilizar los regmenes de propiedad, para sustraer tierras de alta biodiversidad

    de las oscilaciones de las fuerzas del mercado (asegurando que la propiedadcolectiva sea intransferible), para fomentar la inversin extranjera directa, y para

    atraer tecnologas apropiadas en reas de alta biodiversidad (Hoekema y Assies,2000; Davis y Partridge, 1994; World Bank, 2002). Hasta la fecha de 2002, la

    reciente titulacin de ms de 5 millones de hectreas a 122 consejos de gobiernoque representan cientos de comunidades negras en el Pacfico colombiano, por

    ejemplo, fue financiada con dineros del Banco Mundial.7

    La produccin de mapas indgenas y demandas territoriales no son una cuestinsolamente de Amrica Latina. Losproyectos participativos de mapeo

    hacen parte de las luchas indgenas yambientalistas de todo el planeta. No

    es de sorprenderse entonces que los pueblos aborgenes y tribales de Australiay Canad han sido muy dinmicos en este mbito y han tenido conquistas

    relativamente positivas en el sentido de hacer que sus demandas territorialessean reconocidas y codificadas legalmente. Es ms, tanto sus experiencias

    como sus xitos han tenido una fuerte influencia directa e indirecta sobre lapoltica geogrfica indgena en Amrica Latina. Los pueblos tribales de Asia

    del sureste han sido particularmente dinmicos en el mapeo de sus territoriostradicionales, generalmente con el apoyo de organizaciones ambientalistas

    globales. Sin embargo en estos pases, sobre todo aquellas islas que ya sufren

    la preocupacin de la desintegracin, como Indonesia y Las Filipinas no se halogrado el reconocimiento estatal de los territorios indgenas. En todos estos

    casos los mapas participativos constituyen una lucha por la representacin, unalucha cartogrfica que ha fortalecido significativamente el reconocimiento de los

    derechos indgenas. En fin, estos mapas y los procesos transnacionales, financieros

    7 Entre 2002 y 2008 unas docenas de comunidades

    negras dentro y fuera del Pacfico han recibido ttulos

    territoriales aunque no tengo los datos exactos.

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    y cartogrficos que los producen han transformado para siempre la relacin entre

    los Estados, los pueblos indgenas y el concepto de territorio. Ahora, podemosdiscutir si esto es un desarrollo positivo o no, pero definitivamente representa una

    nueva poltica geogrfica indgena.Haciendo un seguimiento de algunos procesos regionales a internacionalesrecientes que afectan los derechos indgenas de Amrica Latina, voy a examinar

    ahora algunos proyectos de mapeo indgena especficos de esta regin. Luegoseguir con una discusin ms a fondo de la demarcacin territorial y los proyectos

    participativos de mapeo financiados por el Banco Mundial en la costa de la

    Mosquitia en Centroamrica con los que tuve experiencia directa. Para finalizar,har en anlisis del caso del Pacfico colombiano. Estos proyectos multimillonarios

    han reconocido, mapeado, y en algunos casos titulado los territorios colectivos

    tradicionales de comunidades indgenas y negras; estos proyectos han transformadola identidad poltica y territorial de estos mismos grupos.

    En los ltimos veinte aos el activismo poltico indgena, as como losmovimientos de derechos humanos han contribuido al surgimiento de una

    ola de reformas constitucionales que han esclarecido los derechos indgenas ytnicos en Amrica Latina. Muchas de estas reformas han redefinido la nacin

    como multicultural y multitnica, situacin esta que responde a la vez quefortalece las demandas indgenas y negras por el reconocimiento de la diferencia

    y los derechos territoriales. Diez y siete de estos cambios constitucionales han

    ocurrido en Amrica Latina desde 1987 (Van Cott, 2000a, 2000b, 2000c, 2000d;Daz Polanco, 1997; Yagenova, 2003; Yashar, 1999, 1998).

    El Convenio 169 sobre pueblos indgenas y tribales de la OrganizacinInternacional de Trabajadores (OIT) de las Naciones Unidades levantado en

    1989 ha tenido un papel importante en influenciar el lenguaje de las reformas

    constitucionales pertinentes a los derechos indgenas, as como el lenguaje delas convenciones internacionales y polticas directrices de agencias multilaterales

    tales como el Banco Mundial. Las formas especficas en que el Convenio 169

    define los derechos a la tierra, a los recursos y el poder de autodeterminacin delos pueblos indgenas ha tenido una fuerte influencia en las polticas geogrficasde los pueblos indgenas tanto como el lenguaje de sus demandas. El Convenio

    169 especifica que los pueblos indgenas tienen el derecho a decidir sus propiasprioridades de desarrollo, que tienen derecho a las tierras que tradicionalmente han

    ocupado y usado, y que el gobierno debera implementar las acciones necesariaspara proteger estos derechos. Tambin tienen derecho a beneficiarse de los

    recursos naturales de sus territorios. Adems, bajo el Convenio 169, los Estadosno deben seguir designando reas protegidas en zonas donde hay comunidades

    autctonas, hasta incorporar los derechos e intereses de estas comunidades. De

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    esta forma, el Convenio ha afectado el lenguaje correspondiente en las reformasconstitucionales Latinoamericanas as como el lenguaje de otras convencionesinternacionales como por ejemplo el Convenio sobre la Diversidad Biolgicade 1993. Quizs an ms importante, el OIT 169 ha forzado cambios en laspolticas directrices del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrolloy del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) (Davis, 1993, 1988; Gray,1998, 1997; Gray, Parellada y Newing, 1998). Adems, una vez que el OIT 169es ratificado por un gobierno, adquiere el poder de una ley nacional que proveea los pueblos indgenas (y a sus aliados internacionales) de poderes legales conlos cuales pueden responsabilizar a los gobiernos nacionales por sus acciones ysus omisiones (Plant, 2000; Plant y Hvalkof, 2001). El mayor impacto del OIT169 ha sido en Amrica Latina, ya que 13 de los 19 pases del mundo que lo hanratificado hasta 2008 estn en esta regin.8

    El mapeo participativo indgena comenz en los 1980s como una herramientapara promover un mejor manejo delos recursos naturales en los bosqueshmedos tropicales de AmricaLatina. Hace mucho tiempo quelos ambientalistas saben que losecosistemas de ms biodiversidad yms saludables del planeta son tambin

    el hogar de los pueblos indgenas quequedan en el mundo. Es ms, frecuentemente los ambientalistas han insistido enque la diversidad biolgica y la diversidad cultural van de la mano. Ya en los 1990s,los ambientalistas haban logrado construir un discurso en el que el destino de lospueblos indgenas est ligado al destino de los bosques tropicales. Este discursoafirma los conocimientos tradicionales de los pueblos indgenas como creadoresy guardianes de la biodiversidad. Aunque es un discurso muy simplista, tiene algode razn. Sin embargo, no es hasta los 1990s cuando una mayora de ambientalistasencontraron que parte de su lucha inclua el trabajo con pueblos indgenas paralograr un mutuo beneficio. Aunque la alianza entre ambientalistas y pueblos

    indgenas ha estado plagada de tensiones y contradicciones, ambos aliados se hanutilizado mutuamente con el fin de fortalecer agendas independientes.

    Consideren, por ejemplo, el mapa producido recientemente por la NationalGeographic y la ONG Native Lands, o Tierras Nativas con el fin de representarlos pueblos indgenas y los ecosistemas naturales de Amrica Central. En un ladoel mapa representa las tazas de deforestacin desde 1950, y combina esto con lafamosa imagen de los efectos en el entorno de las diferentes polticas a lo largode la frontera mejicano-guatemalteca en el Petn. En el otro lado, el mapa de los

    territorios indgenas que sobreviven est sobre impuesto sobre la situacin del

    8 Pases de Amrica Latina que han radificado OIT

    169 hasta abril de 2008 incluyen Mxico (1990),

    Colombia (1991), Bolivia (1991), Costa Rica (1993),

    Paraguay (1993), Per (1994), Honduras (1995),

    Guatemala (1996), Ecuador (1998), Argentina

    (2000), Dominica (2002), Venezuela (2002), Brasil

    (2002). Los dems pases incluyen Noruega (1990);

    Dinamarca (1996); Fiji (1998); Holanda (1998);

    Nepal (2007); Espaa (2007).

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    medio ambiente en el ao 2000. Tanto el mapa como el texto que lo acompaano slo demuestran la relacin entre ecosistemas naturales sobrevivientes ypueblos nativos, sino que tambin hacen coincidir el futuro de la naturaleza conla supervivencia de los pueblos indgenas.

    Los primeros proyectos de mapeo surgidos de una relacin de colaboracinentre ambientalistas y pueblos indgenas en reas de alta biodiversidad influyeronen la forma como los pueblos indgenas comenzaron a verse y a reinterpretary describir su relacin con sus tierras. Mac Chapin, un activista que desde uncomienzo viene promoviendo el mapeo de tierras indgenas y fundador de laONG Tierras Nativas ha confesado que tanto l como otros de sus colegashaban despreciado las profundas implicaciones polticas del mapeo territorial,y que los tom por sorpresa la forma tan acelerada en que los pueblos indgenas le

    comenzaron a sacar ventaja al etnomapeo ambiental. En este testimonio Chapinrecuerda cmo el nivel de utilizacin de los mapas sobrepas lo que cualquierahubiera imaginado (Chapin y Threlkeld, 2001:3). Lo que comenz en eseentonces como un ejercicio acadmico en cartografa ambientalista, rpidamentese metamorfose en una forma de cartografa poltica (Gray, Parellada y Newing,1998; Garca Hierro, Hvalkof y Gray, 1998; Western y Wright, 1994).

    En retrospectiva, las publicaciones como por ejemplo el nmero especial deCultural Survival Quarterlyllamado Geomatics: Who needs it? de 1995 tuvo unimpacto enorme en la diseminacin de los objetivos y las tcnicas del mapeo

    indgena entre una numerosa audiencia internacional de acadmicos, activistasy pueblos indgenas. A partir de entonces, el editor de este nmero especial, elcanadiense Peter Poole, ha producido numerosos reportes para organizacionestales como el Banco Mundial, UNESCO y ONGs globales, en los cuales resaltala eficiencia de vincular los mapas territoriales indgenas con las metas de laconservacin ambiental (Poole, 1989, 1995a, 1995b, 1998, 2003).

    Hacia finales de los aos noventa se publicaron varios manuales sobre cmomapear, as como varios nmeros de revistas profesionales especialmentededicados a describir en detalle los proyectos indgenas de mapeo. Se podra

    argir que el ms influyente de todos estos ha sido el proyecto del Maya Atlasproducido por el Consejo Cultural Toledo Maya en conjunto con cartgrafos dela Universidad de California de Berkeley. Este hermoso libro de mesa documentalos usos contemporneos de la tierra de 42 comunidades maya en el sur de Belice,as como tambin sus races histricas y culturales. Este documento ha sidoresaltado como un modelo de mapeo autodeterminado en Estados multi-tnicos(Anaya, 1998; Van Ausdal, 2001; Kroshus Medina, 1999; TMCC 1997).

    Hoy en cada pas Latinoamericano donde hay pueblos indgenas existenproyectos de mapeo indgena apoyados por organizaciones internacionales.

    En Venezuela, un pas con tan slo 300,000 indgenas, o el 1% del total de la

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    poblacin, muchos grupos indgenas han trabajado activamente en el mapeode sus tierras. Durante una dcada los Yekuana han venido trabajando con laorganizacin britnica Rainforest Peoples Programme con el fin de mapear susterritorios tradicionales y sus usos de la tierra. No es de sorprenderse que los

    Yekuana fueron de los grupos ms activos polticamente en hacer presin paraque el Presidente Chvez incluyera los derechos indgenas a la tierra como partede la reforma constitucional que culmin en 1999 (Arvelo-Jimnez y Conn, 1995;

    Arvelo-Jimnez, 2000; Jimnez Turn y Perozo, 1994). Desde 2002 los Pemondel Sector 5 de la Gran Sabana tambin han venido mapeando activamente suterritorio (Sletto s.f.a, s.f.b).

    En el Per, el Sistema de Informacin sobre Comunidades Nativas del Per(SICNA), un consorcio de ONGs tanto nacionales como internacionales, ha

    tenido mucho xito en la produccin de un conjunto de mapas sobre poblaciny usos de la tierra para las comunidades indgenas de la Amazona peruana. Enpalabras de SICNA, el propsito de estos mapas es poner a disposicin de lasorganizaciones indgenas e instituciones interesadas informacin sistematizadaque contribuya a la defensa y gestin de los territorios indgenas amaznicos.Este esfuerzo ha sido recompensado ya que 315 comunidades nativas del Perhan recibido ttulos colectivos de sus tierras (SICNA 2004). Como Venezuela,Per ratific el OIT 169, pero su constitucin slo reconoce los derechos a lapropiedad comunal pero no los derechos territoriales.

    Los Kuna de Panam han sido uno de los primeros grupos en levantar sus propiosmapas territoriales. Capitalizando tanto el sistema de resguardos indgenas heredadode la Nueva Granada y de la Repblica de Colombia as como un feroz activismodurante el siglo XX, los Kuna han obtenido muchas conquistas en trminos degenerar una nueva poltica geogrfica indgena en Panam. La poltica geogrficade los Kuna ha sido transferida tanto a los Ngbe-Bugl como a los dems gruposindgenas de este pas. Hoy da, la institucin territorial de la comarca indgena cubreel 21.5 por ciento del territorio nacional, aunque los pueblos indgenas representanslo un 7 por ciento de la poblacin (Howe, 1998; Pemesky, 1990; Herrera, 1998;

    Herlihy, 2003; Guionneau-Sinclair, 1991; Ventocilla et al., 1995).El caso de Bolivia es el ms interesante. En marzo de 1990 cientos de indgenasamaznicos bolivianos marcharon 650 kilmetros hasta La Paz para demandarterritorio y dignidad. Despus de la marcha, nueve Tierras Comunitarias deOrigen (TCOs) fueron decretadas por el Presidente. Despus de una segundamarcha en 1996, que esta vez se llam La Marcha por Territorio, Dignidad yRecursos Naturales, la Ley INRA de 1996 codific la institucin las TCOs.La Ley tambin reconoce otras 16 TCOs constituyendo as una nueva formade propiedad rural en Bolivia. Estos territorios han pasado a travs de un

    saneamiento o reglamentacin especial de terceros, pero esto no quiere decir que

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    las TCOs han resuelto los conflictos territoriales en la amazona boliviana. Losconflictos tanto entre los indgenas y el Estado como entre indgenas y colonossiguen (orld Bank, 2000; Stephenson, 2002; Van Cott, 2000a; Roper, 2003;(orld Bank, 2000; Stephenson, 2002; Van Cott, 2000a; Roper, 2003;

    Assies, 2000; Hoekema y Assies, 2000; Sfeir-Younis, 1999; Brysk, 1997).

    Una de las ms recientes y exitosas ONGs internacionales que apoyan a losindgenas a levantar mapas territoriales es El Equipo Amaznico de Conservacin(ACT). Formada por el etnobotanista Mark Plotkin y basada en Washington,D.C., EE. UU., ACT trabaja en sociedad con los pueblos indgenas con el fin deconservar la biodiversidad y el conocimiento cultural tradicional. En la prcticaesto implica la obtencin de reconocimiento legal de sus territorios tradicionalesy la implementacin de un plan de manejo de stos. El Equipo Amaznico deConservacin tiene varios proyectos en esta lnea en Sur Amrica, incluyendo un

    proyecto con el Instituto de Etnobiologa sobre la valoracin y la proteccin delos conocimientos mdicos tradicionales en la Amazona colombiana. Podemosestar seguros de que cuando la paz retorne a la Amazona colombiana surgirnmuchas Entidades Territoriales Indgenas (ETIs) como las que se discuten en ellibro Territorialidad indgena y ordenamiento en la Amazona. Por ejemplo la FundacinGAIA Amazonas de Bogot, con financiamiento de la Unin Europea, ya hacreado conjuntamente con pueblos indgenas, docenas de mapas que tantoreflejan como influyen las modalidades territoriales indgenas de la regin(Fundacin GAIA, 1993; Vieco, Franky y Echeverri, 2000).

    Entre los proyectos ms impresionantes del Equipo Amaznico de Conservacin seincluyen las Reuniones de Chamanes (ver http://www.amazonteam.org/umiyac.html) y el levantamiento de mapas en la Amazona de Surinam y Brasil. En conjuntocon Tierras Nativas, El Equipo Amaznico de Conservacin ha apoyado a losindgenas Tiri del Surinam del sur en el mapeo de ms de 4 millones de hectreasde sus tierras tradicionales. En conjunto con Tierras Nativas, El Equipo Amaznicode Conservacin ha apoyado a los indgenas Tiri del Surinam del sur en el mapeode ms de 4 millones de hectreas de sus tierras tradicionales. No es de sorprenderseque los mapas resultantes sean mucho ms detallados y acertados que cualquier cosa

    que el gobierno de Surinam haya producido o, aun ms, haya visto. Los mapas hanobtenido un status oficial y la sociedad Tiri-ACT ha recibido mucha notoriedad. Lapublicidad de ACT es interesante tambin por la manera como busca apoyo financieromientras que al mismo tiempo utiliza los medios masivos. En esta imagen de una cajade cereal para nios, nos informan que un porcentaje de las ganancias de la compaaEnvironkidz ser destinado a apoyar los proyectos de ACT. No solo se transmitenlos valores del bosque y los pueblos indgenas que viven en ellos, sino que tambin seaprende que el consumo del cereal salva a ambos: en el caso de esta caja, a travs deun proyecto de mapeo. Lo que quiero enfatizar es que la idea del mapeo indgena est

    integrndose a la cultura popular de los pases que financian estos proyectos.

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    El xito de los proyectos de mapeo en Surinam result en una sociedad con laFundacin Moore, el gobierno de Brasil y cuatro tribus indgenas del noreste de la

    Amazona brasilea. Este proyecto, llamado Proyecto Mapeo de Tumucumaquebusca mejorar el manejo y fortalecer la proteccin de 4 millones de hectreasal oeste del Parque Nacional de Tumucumaque, que ya es el rea protegida msgrande del mundo. Estos detalles del mapa Tumucumaque muestran una multitudde relaciones culturales ecolgicas y es reconocido como uno de los mapas msavanzados en este tipo de mapas. El grupo ACT est en proceso de implementarla fase dos del proyecto, que consiste en crear planes de manejo de territoriosusando los mismos mapas. Parecera que pases amaznicos como Brasil estnsubcontratando la funcin de manejar el espacio territorial nacional.

    Ahora quisiera pasar a algo ms concreto: mi propia experiencia mapeando las

    tierras reclamadas por pueblos indgenas y negros en la Costa de la Mosquitia conun grupo de acadmicos de la Universidad de Texas conocido como el Central

    American and Caribbean Research Council (CACRC). Hay dos elementos delproceso de mapeo en la Mosquitia que quiero subrayar. Primero, todo el procesodesde el comienzo hasta el final fue financiado por el Banco Mundial; y, segundo,la forma como el proceso mismo sirvi de inspiracin para los lderes indgenas,hasta el punto en que todo este esfuerzo result en el surgimiento de una nuevapoltica geogrfica. Es decir, sin ser su intensin, el Banco Mundial terminfinanciando en espacio social en el que los pueblos indgenas y negros pudieron

    expresar su propia poltica geogrfica, reprimida hasta ese momento.En el ao 1987 el gobierno Sandinista hizo un acuerdo con los pueblos indgenasllamado la Ley de Autonoma. La Ley cre dos regiones autnomas, una en el

    Atlntico Norte y otra en el Atlntico Sur. Las dos regiones son multitnicasy hoy da slo en la RAAN podemos decir que la poblacin indgena y negraalcanza un 50 por ciento de la poblacin total. Las dos regionesllamada laCosta de la Mosquitia desde tiempos colonialestienen una larga historia deindependencia y de influencia anglosajona. Durante todo el siglo XX slounas pocas tierras en el llamado Resguardo Mosquito haban sido tituladas,

    pero nunca fueron suficientes ni para garantizar la subsistencia bsica de lacomunidad. El proyecto de mapeo en el que particip result despus de queNicaragua buscara un prstamo con el Banco Mundial para regular propiedadesdel oeste del pas. El Banco, sin embargo, insisti en que se realizara undiagnostico de demarcacin indgena en la Costa de la Mosquitia, de otraforma, el prstamo sera bloqueado. El gobierno fue, en esencia, forzado asubcontratar el diagnstico de demarcacin con el CACRC. El Gobierno deNicaragua nunca acept la intensin del proyectoel reconocimiento de losterrenos comunales dentro de lo que se considera tierras nacionalese insisti

    en que l sera el nico dueo de los mapas resultantes.

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    Para acortar una larga historia, usamos aparatos GPS para demarcar tierrascomunales de 128 comunidades indgenas, Garfuna y comunidades negras.Ibamos anotando los croquis y las actividades culturales en diarios de campojunto con las posiciones geogrficas de puntos claves. Aunque la versin finalde los mapas fue producida en Austin, Texas, muchos borradores fueronrealizados en la Mosquitia por los y las GPSistas mismos. Uno de los resultadossorprendentes del proyecto fue que 116 de las 127 comunidades que participarondecidieron presentar los terrenos reclamados como bloques o territoriosmulticomunales en vez de reclamar un terreno por comunidad. Se formaronun total de 17 bloques. Dos de estos bloques incluyen 13 o ms comunidades yrepresentan una poblacin de 20,000 o ms, y una extensin territorial de msde 2,500 km2. La extensin total de los terrenos reclamados cubre la mayorade la Mosquitia, incluyendo muchos cayos e incluso tierras en Honduras. Si

    consideramos que muchas comunidades no participaron, el resultado de todoslos mapas juntos ilustra lo que los lderes indgenas vienen diciendo desde hacetiempo: que no existen terrenos nacionales en el este de Nicaragua, que todo elterritorio mosquiteo es reclamado por los pueblos indgenas y negros ( Dana1998; Dana et al. 1998; Equipo Wani 2000; CACRC 2002b; Gordon, Gurdin, yHale 2003; Offen 2003a; Finley-Brook y Offen 2009).

    El proceso de mapeo fortaleci una intensa lucha identitaria fundamentada enlos lugares y territorios que el proyecto intentaba demarcar entre las comunidades

    Miskitu. Este tipo de proceso socio-poltico se hizo evidente en los foroscomunitarios donde intelectuales de la comunidad narraban la historia y la identidadMiskitu a raz de la geografa de la Mosquitia, y simultneamente le daban unsentido al mapeo y movilizaban a la comunidad a apoyar el proyecto de mapeo. Losintelectuales lograron esto, en parte, gracias a su habilidad para emplear el lenguajeMiskitu, un idioma fuertemente arraigado en metforas culturales y del entorno,alegoras inspiradas en la naturaleza, y parbolas morales, siendo todo este materialsemntico literal y figurativamente parte integral del paisaje Miskitu y del sentidode lugar de los Miskitu. Un componente central de estas narraciones pblicasfueron las lecciones histricas a travs de las cuales se informaba a los Miskitu

    sobre los derechos culturales a la tierra que, como como pueblos indgenas, tienen.Estas narraciones pblicas reflejan un discurso pblico y una prctica polticaparticular, fundamentada en un sentido de lugar, que logr conmover y movilizar ala comunidad (Offen, 2003a; Finley-Brook y Offen. 2009).

    El objetivo del proyecto de mapeo de CACRC era tan slo la produccin deun esquema en borrador para ayudar a la Comisin Nacional a decidir la mejorforma de proceder en el proceso de demarcacin de tierras en las regionesautnomas. Sin embargo, en la prctica, el proyecto sirvi de catalizador para

    dar un debate pblico sobre la relacin entre autonoma, identidad y territorio

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    en el este de Nicaragua. Al proveer un contexto en el que la autonoma fue

    definida en trminos de multi-comunidad y de inter-etnicidad, el proyecto demapeo transform el objetivo del proyecto: en vez de buscar la demarcacin de

    los terrenos de cada comunidad, a la nocin de territorios multi-comunitariospero homogneos tnicamente. El proyecto de mapeo, financiado por el Banco

    Mundial, le proporcion a la comunidad la oportunidad de re-examinar lanaturaleza y extensin de sus territorios y para re-afianzar un vnculo histrico

    y geogrfico con comunidades amistosas. A travs de la alianza con acadmicos

    norteamericanos, los pueblos indgenas re-significaron la Mosquitia con unanueva poltica geogrfica.

    Desde la perspectiva del Banco el proyecto de mapeo de CACRC fue tan exitoso

    que CACRC fue contratado de nuevo para hacer la demarcacin de tierras Garfuna

    y Miskitu en la Mosquitia Hondurea. Hasta el momento el Estado hondureono ha sido capaz de resolver los reclamos de las comunidades tnicas de maneraeficaz. No le ha dado suficiente prioridad al proceso, y las instituciones que tienen

    incidencia en el tema no han coordinado esfuerzos en torno a la proteccin delas tierras ancestrales. Con antecedentes en una historia muy diferente desde la

    mitad del siglo XIX, las comunidades Miskitu y Garfuna de Honduras decidierondemarcar sus tierras colectivamente pero como comunidades individuales. Como

    resultado, el proyecto de mapeo mostr claramente los derechos Miskitos yGarfunas sobre las tierras representadas en los mapas, justificados ampliamente

    por el uso y la ocupacin, tanto actuales como histricos. Adems, la exhibicinpblica y la discusin de los mapas han transformado la poltica geogrfica entrelos pueblos indgenas y el Estado hondureo para siempre (CACRC, 2002a).

    La Mosquitia hondurea y nicaragense ha visto tambin otros proyectos demapeo. Por ejemplo, The Nature Conservancy (TNC) mape los usos indgenasde la tierra as como los reclamos en BOSAWAS, el rea protegida ms extensa al

    norte de la Amazona. El que las comunidades indgenas hubieran decidido mapearsu territorio de acuerdo a un criterio tnico dentro de BOSAWAS fue una sorpresa

    para todos, incluyendo a mucha gente que por mucho aos ha estado cercana aestas comunidades. Antes del mapeo, parecera que las divisiones tnicas no jugaranun papel tan importante (Stocks, 2003; Stocks, Jarqun y Beauvais, 2000).

    Por otro lado, uno de los proyectos de mapeo polticamente significativosen Nicaragua fue un proyecto iniciado por la comunidad Mayangna de Awas

    Tingni en sociedad con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el IndianLaw Resource Council de Washington y Cultural Survival, que es un grupo de

    Massachusetts que defiende los derechos indgenas. En 1995, el gobierno de

    Nicaragua, ignorando sus propias leyes, le hizo una concesin a la compaa

    coreana Sol del Caribe, S.A. (SOLCARSA), para la explotacin de maderas.

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    Buscando el reconocimiento legal de sus tierras comunitarias garantizadopor la constitucin nicaragense, los Mayangna y sus consejeros legalesdel Indian Law Resource Council presentaron una peticin ante la ComisinInteramericana de Derechos Humanos en 1996. Al decidirse a presentar su casoante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), La Comisinconcluy que, al no demarcar o garantizar de otra manera los derechos a latierra de Awas Tingni, el gobierno nicaragense ha violado sus obligacioneslegales internacionales adquiridas bajo la Convencin Americana de DerechosHumanos (ILRC 2001:3). La Comisin afirm que los intentos de Nicaraguapor desarrollar su propia ley para garantizar los derechos indgenas a la tierrason ilusorios e ineficientes (Macdonald 2002:66). Al dictaminar a favor de losMayangna, la Corte afirm que para los pueblos indgenas la relacin con latierra no se limita a una cuestin de posesin y produccin, sino que tambin es

    un elemento material y espiritual que deberan poder gozar a plenitud, as comouna forma de preservar su herencia cultural y de transmitirla a generacionesfuturas (ILRC 2001:1).

    El caso de Awas Tingni resalta la importancia de los grupos internacionales quedefienden los derechos indgenas y el apoyo que brindan a los procesos de reclamode sus territorios. El borrador del mapa elaborado por la comunidad de Awas

    Tingni en particular sirvi como base para que Cultural Survival desarrollara unproyecto de mapeo ms formal. Fue a travs de la alianza entre Cultural Survival

    y los Mayangna que el Fondo Mundial de la Conservacin y, luego, el IndianLaw Resource Council se vincularon a apoyar al proceso legal de los Mayangnaen contra de las compaas madereras y del gobierno. Por otro lado, en vista deque los derechos indgenas mismos no caen dentro de la jurisdiccin de la Corte,el caso de Awas Tingni se fundament en la nocin de derecho a la propiedad yla premisa de que la ley debera reconocer el territorio ancestral colectivo comouna forma de propiedad. Los mapas del proyecto cumplieron un papel claveen el proceso porque representaban tanto el territorio ancestral como la nocinde propiedad, en una combinacin legal y visual que apoyaba el argumento delos Sumu. Este dictamen de la Corte, que no tiene precedente, podra tener un

    gran potencial para otros grupos indgenas que buscan el reconocimiento de susderechos territoriales. (Debo mencionar tambin que varios de los testimonios afavor de la comunidad presentados ante la Corte fueron de miembros del grupoactivista CACRC que ya mencion).

    Antes de terminar esta presentacin sobre la nueva poltica geogrfica de lospueblos indgenas de Amrica Latina, siento que es importante mencionar as seaen pocas palabras, el caso de la nueva territorialidad de comunidades negras en laregin. Ya hemos visto cmo las comunidades negras y garfunas en Centroamrica

    se han involucrado en proyectos de mapeo indgena como pueblos tradicionales

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    con reclamos de derechos territoriales. Lo mismo est pasando en Amrica del

    Sur. Los Cimarrones de Saramaka en Surinam, por ejemplo, han levantado mapaspara mostrar sus reclamos de territorios tradicionales a travs de la misma lucha

    activista-cartogrfica que ya he mencionado. Cientos de quilombos o palenquesde Brasil tambin han obtenido el derecho a recibir ttulos colectivos sobre sus

    territorios tradicionales. Hasta ahora unos 35,000 quilomberos brasileos hanrecibido 22 ttulos que legitiman un total de 400 mil hectreas. Ahora, no es de

    sorprenderse que tanto la demarcacin quilombera como la titulacin legal estn

    siendo financiadas por el Banco Mundial (Thorne, 2001; Offen, 2003b; Vran,2002). Pero en trminos de magnitud y trascendencia no existe un proyecto de

    titulacin con comunidades negras ms importante que el proyecto de titulacinde los territorios comunales afro colombianos en la costa Pacfica de Colombia.

    Gracias a la nueva constitucin de 1991 y a la Ley 70 de 1993, las comunidadesnegras del Pacfico colombiano recibieron derechos territoriales. En 1995, elDecreto de Procedimiento 1745 instruy a un grupo de instituciones y agencias

    gubernamentales a trabajar coordinadamente con el fin de demarcar y titularterritorios negros a nombre de los consejos comunitarios representantes. Lo

    interesante es que la Ley 70 define lo que significa una etnicidad negra enColombia y esta codificacin a su vez ha afectado la forma en que las comunidades

    negras se organizaron y a travs de los nuevos consejos comunitarios, desarrollanun discurso tnico-territorial.

    Como ya mencion entre 1996 y el 2004, el gobierno colombiano ha demarcado y

    titulado 132 territorios a los consejos comunitarios de las comunidades negras. En

    total estos territorios encierran una extensin de ms de 4.7 millones de hectreas,incluyen 1.300 comunidades negras y representan casi 300.000 personas. Sin

    embargo, la poblacin y el tamao del territorio vara dramticamente: algunosterritorios incluyen unas 30 personas viviendo en una sola comunidad, mientras

    que los territorios ms grandes incluyen 30.000 personas en 90 comunidadesdistintas en una extensin de ms de medio milln de hectreas (Offen, 2003b).

    El proyecto de demarcacin y titulacin hace parte del Programa de Manejo deRecursos Naturales (PRMN) financiado con $39 millones de dlares del BancoMundial. Al Banco le interesa mucho el Pacfico colombiano por su fama de tener

    una riqueza impresionante en recursos genticos, una biodiversidad muy alta yun 25 por ciento de especies endmicas. Por cierto el Banco se adhiere al dicho

    famoso del bilogo Al Gentry que dice tenemos ms conocimiento de la lunaque del Choc. As mismo, el Banco considera importante la estabilizacin de

    estos territorios para poder pensar ms adelante en un proyecto ms amplio deconservacin como por ejemplo el proyecto para el Corredor Binacional Choc-

    Manab (Leyva, 1993; Ocampo Villegas y Javier, 1996; Restrepo y Ignacio del

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    Un reporte del proyecto de titulacin del Pacfico colombiano realizado por elantroplogo colombiano Enrique Snchez y el abogado de derechos indgenasRoque Roldn Ortega menciona casi todos los elementos que ya he explicado

    aqu acerca de los proyectos de mapeo indgena. Para dar tan slo un ejemplobsico, los autores del reporte dicen que uno de los logros ms importante

    fue: la recuperacin de la memoria de los procesos culturales de apropiacin

    del territorio por parte de las comunidades y de los saberes tradicionales sobrela biodiversidad. Dicen tambin que El proceso de titulacin gener un

    movimiento intelectual en las mismas comunidades y los ancianos, los cazadores,

    los recolectores y los mdicos tradicionales se dieron a la tarea de reconstruirla historia de la ocupacin de los territorios comunitarios y de explicar, desdesu propia perspectiva, la importancia y usos de los recursos naturales en ellos

    existentes. Se redescubrieron sitios y recursos, se recobr la toponimia demuchos ros y arroyos, se revivieron hechos histricos y se puso en evidencia

    los riesgos y peligros de los usos indebidos de los recursos. Dicen tambin queParte de este saber qued consignado en los mapas y memorias elaborados en

    talleres de cartografa social y recorridos (monteos) realizados por los expertoscomunitarios en el conocimiento del territorio pero, como lo reconocen algunos

    de los dirigentes afro colombianos, lo ms importante fue poner a trabajar juntosa jvenes y viejos, hombres y mujeres y socializar un conocimiento tradicionalsobre los recursos biolgicos y sobre el territorio comunitario como parte de la

    propia identidad (Snchez y Roldn, 2002:36-37).9

    Para terminar, solo voy a mencionar dos puntos clave. Primero, la nueva polticageogrfica indgena (y podemos decir negra rural tambin) representa una nuevaterritorialidad en Amrica Latina. Es decir, una modalidad distinta de interveniren el manejo del espacio nacional en su conjunto cimentado en una imagenmultitnica y pluricultural de nacin. Es claro que los mapas tienen un enorme

    poder en el proceso de creacin de una nueva visin geogrfica por parte de lospueblos indgenas. Los mapas no son objetos pasivos sino que son una esperanzapoltica. Por otro lado, el hecho de vincular el territorio con todos sus significadoscon una lucha identitaria puede traer nuevos problemas. Ya se ha visto quealgunos proyectos de mapeo han incrementado las tensiones entre grupostnicos donde no haba tantos problemas antes. Por otro lado, el proceso de crear

    imgenes de territorios deseados no esnada nuevo, solo que ahora es el turnode los pueblos indgenas y negros.

    9Vase tambin Ngweno (2001:36-7, 41).

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    Segundo, hubiera sido imposible desarrollar un poltica geogrfica indgena tan

    fuerte como la que ha surgido sin el apoyo internacional tanto a nivel de financiacincomo en cuanto a la legitimidad de un discurso vigoroso sobre los derechos

    territoriales de los pueblos indgenas y negros. Pero estos logros que son realmenteimportantes y que ya haban sido muy postergados representan un cuchillo de doble

    filo. Basta enfatizar que muchos de los procesos de mapeo indgena que persiguentanto la conservacin del medio ambiente como el fortalecimiento de los derechos

    indgenas se desarrollan de forma muy marginal a la arena pblica nacional y a vecesreflejan ms los intereses de las ONGs del norte y de organismos internacionalescomo el Banco Mundialinstituciones que no son democrticas. No tengo que

    mencionar que podemos estar hablando de un nuevo imperialismo, pero unimperialismo mucho ms complicado que el de siglos pasados. A pesar de todo,

    es importante recordar que los pueblos indgenas y negros son los protagonistasprincipales y que ellos merecen sus derechos territoriales.

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