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  • David Arancibia Urza

    NUKE

  • NUKE

    Esta obra es parte del Programa de Talleres de Dramaturgia del Royal Court Theatre en Chile, realizado en colaboracin entre British Council, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Fundacin Teatro a Mil y The Royal Court Theatre of London.

    Publicacin a cargo de Luca de la Maza Cabrera (CNCA)Coordinacin general: Dalal Leiva Egnem (CNCA)Direccin editorial y produccin: Miguel ngel Viejo Viejo (CNCA)Direccin de arte: Soledad Poirot Oliva (CNCA)Diseo, diagramacin y arte de portada: Gracia Echeverra Alcaino (estudioese.com)Correccin de estilo: Daniela Faras Garca

    David Arancibia Urza Consejo Nacional de la Cultura y las ArtesRegistro de Propiedad Intelectual n0 236.475ISBN (papel): 978-956-352-072-9www.cultura.gob.cl

    Se autoriza la reproduccin parcial citando la fuente correspondiente.

    En este libro se utiliz para el cuerpo de texto principal la tipografa Australis, creada por el diseador chileno Francisco Glvez, fuente ganadora del Gold Prize en los Morisawa Awards 2002 de Tokio.

    1 edicin, diciembre de 2013Se imprimieron 500 ejemplaresImpreso en Andros Ltda.Santiago, Chile

  • 5Distintas voces de la dramaturgia nacional enriquecen esta coleccin del nuevo teatro chileno con 12 obras que demues-tran la diversidad y el vigor de nuestra drama turgia y son, adems, vivo testimonio del inters y compromi so del pres-tigioso Royal Court Theatre de Londres con Chile y nuestras artes escnicas.

    Los autores presentes en esta coleccin resultaron selec-cionados luego de una convocatoria realizada a nivel nacional para el Programa de Talleres del Royal Court Theatre en Chi-le, creado el ao 2012 gracias al esfuerzo conjunto del Con-sejo Nacional de la Cultura y las Artes, el British Council y la Fundacin Teatro a Mil. Esta gran iniciativa reuni en una serie de talleres a destacados maestros de la institucin lon-dinense con autores jvenes de las letras nacionales, todos ellos con al menos dos obras estrenadas, o incluso ms, y en su mayora tambin impulsores activos para que sus obras se estrenen y publiquen. Cada uno de los autores seleccionados desarroll un proyecto nico de escritura, sobre el cual se hizo un seguimiento permanente presencial y a distancia por parte del equipo del Royal Court Theatre, en un trabajo liderado por Elyse Dodgson, directora del rea Internacional de esta institucin, a quien agradecemos su dedicacin. Como resultado, nos encontramos con esta edicin seriada de las 12 obras originales, que permanecern como reflejo de la creatividad y bsqueda expresiva de nuestros autores.

    Presentacin

    Roberto AmpueroMinistro Presidente Consejo Nacional de la Cultura y las Artes

  • 6Este innovador programa de talleres de dramaturgia es una instancia que viene a complementar, con una visin internacional, la tradicional Muestra de Dramaturgia Nacional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que desde hace ms de una dcada busca fortalecer la creacin dramatrgica y se ha constituido en la actividad ms relevante en el fomento de la creacin de obras teatrales en nuestro pas.

    La experiencia del trabajo de instituciones chilenas junto al Royal Court Theatre de Londres marc, sin duda, un precedente sobre colaboracin artstica, y sus logros son dignos de proyectarse ms all de esta iniciativa. Hacer circular estas obras en formato de libro es una forma concreta de difundir la labor de estos autores y, en gran medida, de la creacin contempornea. De esta forma se beneficia el teatro chileno en general y el libro teatral en particular, en tanto registro del patrimonio literario y escnico del pas.

    Para el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes es una tarea prioritaria fortalecer la creacin en nuestro pas a tra-vs de diversas instancias de formacin para los creadores. De igual forma se hace urgente brindar espacios para hacer circular dicha creacin y as producir el acercamiento entre las artes y la ciudadana. En ese sentido la realizacin del Programa de Talleres del Royal Court Theatre en Chile, re-sulta no solo coherente con este objetivo sino que permite, adems, abrir nuevas alianzas ms all de nuestras fronteras para los agentes dramaturgos, creadores esenciales para el desarrollo de nuestras artes escnicas.

    El ejemplar que usted tiene en sus manos ir al encuen-tro de lectoras y lectores a travs de la distribucin de las obras en bibliotecas y escuelas de teatro en el pas, como tambin en circuitos culturales en el extranjero. Esperamos propiciar de este modo una plataforma que suponga un real aporte para el desarrollo de las artes y de la cultura en Chile.

  • 7En enero de 2011, tuve el placer de ser invitada por Fun-dacin Teatro a Mil y el British Council a asistir al Festival Internacional Santiago a Mil. Era mi primera visita a Chile y estaba muy emocionada con la expectativa de comenzar una aventura con la que haba soado durante muchos aos. Mi inters era claramente el nuevo trabajo de los dramaturgos chilenos y la posibilidad de desarrollar un nuevo proyecto de escritura en el futuro con socios chilenos.

    Entre los teatros britnicos, el Royal Court Theatre de Londres ha liderado el desarrollo de nuevos dramaturgos desde 1956, y durante los ltimos 15 aos ha colaborado en proyectos a largo plazo de nueva dramaturgia alrededor del mundo. Hemos trabajado con dramaturgos en ms de 30 pases y hemos establecido un dilogo permanente entre las diferentes culturas de dramaturgia contempornea. Al mismo tiempo, hemos sido capaces de presentar al pblico del Reino Unido nuevas obras que, de no ser por nuestros proyectos, jams podran haberse dado a conocer. De esta forma, hemos trabajado con xito en otros lugares de Amrica Latina como Mxico, Brasil, Colombia y Cuba. Por muchas razones, Chile era un destino importante para este trabajo. Ya habamos co-laborado con el dramaturgo chileno Alejandro Moreno, quien particip en 2006 en nuestra residencia internacional de un

    Prlogo

    Elyse DodgsonDirectora del rea Internacional del Royal Court Theatre de Londres

  • 8mes. En 2008 Guillermo Caldern, el segundo dramaturgo chileno en trabajar en el Royal Court Theatre, nos convenci de que haba nuevas voces en Chile con historias extraor-dinarias que nos inspiraran. Fue el momento propicio para una visita a terreno. A travs del Festival Internacional San-tiago a Mil, tuve la oportunidad de ver muchas obras nuevas chilenas, y con la ayuda adicional del British Council fue po-sible establecer reuniones con una amplia gama de potencia-les socios.

    Durante esta primera visita vi varias producciones chile-nas de nuevas obras, incluyendo La amante fascista, de Alejan-dro Moreno; y dos nuevas obras de Guillermo Caldern, Villa y Discurso, desarrollada en el Royal Court. Al mismo tiem-po, tuve reuniones con muchos de los principales actores del teatro chileno contemporneo para obtener una idea de cmo podra participar el Royal Court en un nuevo proyec-to de escritura. Entre ellos se encontraba el director Vctor Carrasco, quien apasionadamente crea en la importancia de este proyecto e insisti en que visitramos su nuevo teatro en Bellavista, el Teatro de la Palabra, dedicado a la drama-turgia. Volv a Londres completamente convencida de que un proyecto a largo plazo entre el Royal Court y dramaturgos emergentes de Chile tendra un enorme impacto en todos nosotros. No me decepcion.

    En abril de 2012 se llev a cabo el primer taller en el Teatro de la Palabra, con 12 dramaturgos chilenos que haban sido elegidos para participar despus de una convocatoria abierta dirigida por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, quienes financiaran gran parte del programa. Dirig el taller con dos dramaturgos del Royal Court: Leo Butler y Nick Payne, quienes visitaban esta parte del mundo por primera vez. Fue un momento importante para todos. La dedicacin y compromiso de los escritores nos inspir muchsimo. La calidez y energa positiva del grupo tocaron cada aspecto de

  • 9nuestra estada y, sobre todo, las ideas poderosas y origina-les que salieron del primer taller. Todos queramos ver estas primeras ideas convertidas en obras de teatro!

    Siempre empezamos haciendo la misma pregunta a los escritores: Como jvenes dramaturgos, qu sienten que es urgente abordar en vuestra sociedad actual?. Este grupo no tuvo ningn problema en descubrir los grandes temas y las grandes ideas que eran particularmente chilenas. Muchas de estas ideas se convirtieron en el centro de las obras que finalmente fueron escritas: el impacto del pasado de Chile y el trauma de la dictadura en la actualidad, el proceso de la memoria y lo que se olvida eran hasta cierto punto los temas clave en todas las obras de este grupo. Cuatro obras en particular se basan en esta temtica explcitamente. Ese algo que nunca compart contigo, de Claudia Hidalgo, revela secretos dolorosos ocultados durante dcadas entre padre e hija. Lo que se perdi, de Daniela Contreras Bocic, examina las vidas de nias que son amigas, pero se ven apartadas por la dicta-dura. Su actual confrontacin es poderosa y muestra cmo el pasado contamina la vida actual de la gente comn en to-dos lados. Negra, la enfermera del General, de Bosco Cayo lvarez, habla sobre la venganza de un pueblo contra una persona que sirve a un dictador. Tiempos mejores, de Florencia Martnez Echevarra, explora las vidas de los hijos de una familia de exmilitantes socialistas y el sentimiento de culpa y miedo experimentado por cada uno de ellos en un mundo mori-bundo con una matriarca postrada.

    La violencia, la poltica, las protestas y la manipulacin de los medios de comunicacin tambin fueron temas comunes de las nuevas obras chilenas. uke, de David Arancibia Urza, tiene lugar en el sur rural, donde el personaje principal ve a su comunidad nativa mapuche demonizada. Toma, de Be-goa Ugalde, tiene fuerte relacin con la actualidad chilena y ofrece una perspectiva sobre las polticas de la educacin,

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    a travs de la ocupacin de una universidad. Diez mil cosas, de Andrs Kalawski, nos muestra la relacin de un manifestante violento que viene de una buena familia y una camarera que ha tenido pocas ventajas en la vida.

    La libertad personal y la interferencia del Estado y de la sociedad en la vida de las personas fueron otros temas fuertes. Palo rosa es una comedia de humor negro, de Juan Andrs Rivera, donde una abuela y su vecina que viven en una comunidad aislada en el sur de Chile raptan a un joven en un intento de curarlo de su homosexualidad. Chan!, de Camila Le-Bert, trata de dos jvenes que estudiaron en el ex-tranjero con becas del gobierno, y a quienes les resulta difcil adaptarse y ser ellos mismos una vez graduados y de vuelta en el Santiago contemporneo. Aroldo Dinamarca, de Gerardo Oettinger, indaga en la presin ejercida sobre una pareja ru-ral que tiene un hijo, a pesar de su enorme diferencia de edad, y provoca debate sobre el sistema de justicia penal y la finalidad de la prisin. Novela, de Pierre Saur Costa, ex-amina al artista en la sociedad y su poder de crear y destruir, y alude a la idea del xodo urbano en Chile. La entretenida y satrica obra de Emilia Noguera Berger, Proyecto de vida, of-rece una mirada al colapso de una familia disfuncional en el mundo de los nuevos barrios de Santiago, y su relacin excesivamente dependiente con la nana.

    Al final del primer taller tenamos 12 nuevas ideas de obras teatrales para Chile. Cada uno de los escritores pre-sent un plan y una escena de la nueva obra. Les pedimos que entregaran un primer borrador tres meses ms tarde, para nosotros traducirlos y as planificar el prximo taller. En julio de 2012, recibimos los 12 proyectos a tiempo! Esto nos pareca imposible. En todos los aos que llevo haciendo estos talleres siempre hay una pequea desercin de algunos escritores y atrasos de otros. Pero todas las obras llegaron a tiempo y resultaban muy prometedoras.

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    Tener continuidad es muy importante en este tipo de proyectos, aunque no siempre se logra. Pero esta vez Leo, Nick y yo estbamos disponibles para regresar a Santiago y comenzar una segunda fase con los 12 escritores. Ahora tenamos los borradores de sus obras de teatro y el taller se concentr en identificar los problemas y soluciones. Tena-mos un pequeo grupo de seis actores para ayudarnos a de-sarrollar algunos de los personajes de cada obra, y a travs de sus brillantes improvisaciones muchas nuevas ideas tomaron forma. Al final del taller, se les dio solo dos meses a los es-critores para trabajar en una segunda versin basada en los descubrimientos del segundo taller.

    Volvimos por tercera y ltima vez en los meses de abril y mayo de 2013, y yes! Nuevamente los 12 escritores, Leo, Nick y yo estbamos involucrados. Esta vez fuimos acompaados por Richard Twyman, director asociado del rea Internacio-nal del Royal Court, quien nos ayudara a trabajar y visuali-zar un poco el montaje de todas las obras. Hicimos lecturas de las 12 obras y ensayamos una escena de cada obra para presentar como lectura dramatizada a un pblico selecto en el Teatro de la Palabra, con nuestros seis actores locales. Fue una ocasin inolvidable para nosotros, ya que cada obra co-br vida y fue una instancia muy valorada para el pblico se-lecto que pudo apreciarla. Un miembro del pblico nos dijo despus: Las obras son tan chilenas!

    Las obras finales se entregaron en junio de 2013, solo cuatro semanas despus de la ltima reunin de trabajo. Comenzamos el proyecto con doce escritores maravillosos y todos estaban con nosotros todava al final, lo que era completamente indito. La confianza, las risas, el flujo de ideas, las amistades, la dedicacin, fueron todas partes im-portantes de esta experiencia. En septiembre de 2013 pudi-mos gestionar la visita de algunos de los escritores a Londres para ejecutar lecturas dramatizadas de sus obras. Nos hu-

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    biera encantado invitar a todos los escritores a Londres, pero al menos cinco de ellos pudieron compartir su trabajo con el pblico del Royal Court. La respuesta fue tremendamente exitosa y espero que nuestra relacin con el teatro chileno y estos 12 emocionantes talentos contine por mucho tiempo.

    Este proyecto nunca hubiera sido posible sin el apoyo de un gran nmero de personas e instituciones. La Fundacin Teatro a Mil y el British Council fueron fundamentales en el apoyo al proyecto desde el principio. Carmen Romero y Claudia Barattini, de Fundacin Teatro a Mil, junto con Roco Valdez, quien cuid de nosotros todos los das de los tres talleres, fueron grandes campeonas. Alejandra Szczepa-niak, del British Council, trabaj con absoluta dedicacin, pasin y profesionalismo, y junto con Andrew Chadwick nos recalcaron la importancia de este trabajo para Chile y el Reino Unido. Vctor Carrasco y Brbara Nash, del Teatro de la Palabra, nos proporcionaron el mejor espacio posible, entregndonos su teatro para vivir en l. Tanto Luca de la Maza, coordinadora del rea de Teatro del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, como la propia institucin del Consejo nos entregaron un invaluable apoyo desde el primer taller hasta la publicacin de esta serie.

    Por ltimo, quisiera dar las gracias a mis colegas Leo, Nick y Richard por toda su experiencia y dedicacin y a los 12 escritores que nos ensearon y nos dieron tanto. Sabemos que esto es solo el comienzo.

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    David Arancibia Urza

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    A los presos, a los weichafe,

    a los muertos, a Jos Huenante

    y a las comunidades mapuche reprimidas

    por el estado chileno.

    A mi familia, que me ha acompaado siempre.

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    PERSONAJES

    NIO

    JOS

    CARMEN

    CABO

    HORTENCIA

    VCTOR

    PROFESORA

    ABOGADO

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    KINE

    Noche silenciosa. Nadie camina. Los espritus de la noche se esconden entre medio de las sombras. En medio del monte late un corazn. Un lejano kultrung rompe la calma. Su canto de pronto se confunde con los bramidos de los truenos. Las estrellas lloran. De sus lgrimas brotan las aguas. De las aguas brota la lluvia, y de la lluvia estalla una tormenta.

    [Los animales duermen. Las luces de la casa estn apagadas. Todo est oscuro. Vemos la silueta de un nio que mira por la ventana. Apenas se distingue a una mujer que est sentada a la mesa, tomando mate. No llora, no re, slo espera.]

    NIO [Cantando.] Vmautunge puen / Vmautunge puen / Vmautunge puen / Vmautunge puen / Wag pita nr / Wag pita nr / Amutuge weza nr / Amutu-ge weza nr / Kupayle ta weza nr / Deu ta tui tai puen.

    [De pronto, el nio bota sin querer una tabla que estaba apoyada en la pared. La madre dice algo con voz golpeada, pero al mismo tiempo casi susurrada. No entendemos lo que dice. El nio deja de cantar.

    Vemos que se saca los zapatos con sus pies y los deja ah mismo bajo la ventana. Abraza a su madre. Se va. De la ventana cubierta con

    un nylon, sopla el viento que viene desde afuera. La madera cruje. La cocina a lea est casi dormida. Una llave mal cerrada. Una gota se

    desliza por los platos amontonados con restos de comida. Un canasto con acelga, con tomates, con pepinos y espinacas. Las papas duermen

    abrazadas en un saco que est recostado a la pared. Son ocho los sacos en total. Un par de travesaos gruesos atraviesan el techo. De un clavo cuelga una sartn. De una amarra un atado de aj. De otra

    unos ajos. En los vrtices de los travesaos hay un par de cuerdas enrolladas. Junto a ellas cuelgan de unos clavos, cucharas de palo

    y una challa. Sobrepuesto por encima descansan dos gios. Y una trutruka cuelga en la pared. Se oyen venir unos pasos. Entra Jos,

    con bolsas de mercadera en cada mano.]

    JOS Y usted?

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    CARMEN Aqu. Lo estaba esperando

    [Un relmpago ilumina la casa por dentro. Jos deja las bolsas a un lado, en el suelo.]

    JOS Y el nio?

    CARMEN Lo mand a acostarse.

    [Jos se saca la parca que trae puesta, y que est muy mojada. La deja en el respaldo de una silla. La acerca al calor de la cocina

    que an est despierta. Saca un par de leos de un canasto y los arroja al fuego. La lluvia aumenta de intensidad. Jos se asoma por la ventana. Se saca las botas que trae puestas y

    se las cambia por unos zapatos suyos que hay bajo la ventana. Entra a la pieza para ver a su hijo.]

    La lluvia se va. / El tiempo retrocede. / Todo retrocede.

    Ayer. Todo sigue igual de oscuro. Como el kalf.

    Cantan grillos debajo de la casa porque sigue siendo noche. / Amanece lento porque el sol no se quiere dejar ver. / A lo lejos se sienten venir autos, camionetas y tanquetas. / Las botas que bajan de los autos,

    corren por el pasto, por el barro y por las piedras. / Algunas balas quiebran las ventanas. / Los disparos dan los buenos das.

    [Carmen se levanta rpidamente de su silla para ver lo que sucede. De esta manera se hace parte de su propio recuerdo.

    Mira por una de las ventanas. Se esconde tras la pared.]

    NIO [Desde su habitacin.] Mamita, venga! Mam! Mam! Ven!

    CARMEN Esprese! Qudese ah noms!

    [Ms disparos. Algunos se oyen muy cerca de la casa. Carmen se asoma nuevamente a mirar y de pronto... Alguien grita.]

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    CARMEN Por la mierda!

    [Los disparos continan.]

    CARMEN [Asomndose a la pieza de su hijo.] Tese tranquilito, no se le ocurra salir!

    NIO [Desde dentro.] Qu pasa?

    CARMEN Nada. Qudese callao! Mejor acustese, no salga, ya le dije.

    [Carmen le cierra la puerta. Luego mira por la ventana y sale corriendo. Los disparos no se detienen. Carmen entra arrastrando

    a un uniformado herido que viene quejndose de dolor.]

    CABO Ay por la chucha mierda!

    CARMEN Tese callato que la cosa no se le ve muy bien!

    [Carmen lo recuesta en el suelo. Desabrocha el botn del cuello. Le quita un arma que carga y la deja a un lado. Le saca el

    casco que trae puesto y tambin lo deja a un lado.]

    CARMEN As que ust es lamgen!

    [Carmen acerca una sbana que hay dentro de un balde, junto a la cocina. Llena un recipiente con agua y toma unas ramas que tiene

    colgada en la pared. Rompe un pedazo de sabana. Lo moja y le limpia la herida al uniformado. El cuello no para de sangrar.]

    CABO Que me esti haciendo indiae mierda!

    CARMEN Tese callao le dije! Mire que si habla mucho le puede hacer mal

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    [Carmen presiona la herida con las hojas de canelo que saca del montn de ramas, para generarle calor.]

    CABO Ay me duele me duele!

    CARMEN Ya po se va a quedar callao?

    [Carmen presiona las hojas, y con otro pedazo de sbana, le envuelve el cuello. Sin sacar las hojas. Siempre presionadas. El hombre normaliza

    un poco su respiracin, slo un poco. Los disparos tambin cesan.]

    CABO Por qu por qu me est haciendo esto?

    CARMEN Esto no lo hago por usted, por si acaso.

    [El uniformado apenas puede mantener los ojos abiertos. El dolor es intenso. Con las pocas fuerzas que tiene trata de enroscarse. Pero

    Carmen lo inmoviliza para que no se agite. Alguien entra. Es Hortensia que trae la boca tapada con una paoleta

    para protegerse de las lacrimgenas.]

    HORTENSIA [Sorprendida.] Qu cresta est haciendo? Este paco conchesumadre estaba disparando paca! Saque de aqu a este wingka trewa! Squelo! [Tose.]

    [Hortensia rpidamente echa un vistazo desde la puerta.]

    HORTENSIA La vieron? Saben que lo tiene aqu dentro?

    CARMEN No. Parece que no. Yo vi que cay noms. Nadie vino a ayudarlo. A lo mejor no se dieron cuenta. Por eso sal. Estaba en la entr de mi casa po parienta, no quera de-jarlo ah tirao...

    [La respiracin del hombre se agita. Transpira. Tirita. La herida arde. Carmen se levanta y saca un poco de agua caliente

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    de la tetera. Moja una sbana y la refriega en la cabeza del uniformado. Hortensia vigila desde la puerta. La respiracin

    del hombre se agita ms. Carmen trata de que lo siga con la respiracin, pero el uniformado ya no puede ms.]

    CABO Los paales se ensuciaron Los dej arriba de la mesa de la mesa de la

    [Muere. Silencio. Hortensia no sabe qu hacer. Carmen se levanta y saca arrastrando con cuidado el cuerpo.]

    HORTENSIA Carmen! Djelo tirao noms, que ellos se encarguen

    [Carmen sale.]

    CARMEN [Afuera.] Ayuda! Squenlo de aqu! Ayuda! Llvenselo! Estoy pi-dindoles ayuda por la chucha! Mrenme! Les tengo a uno de los suyos! Aydenme por la cresta, que est pesado!

    [Los gritos de Carmen se pierden un poco, por la distancia. Se escucha de pronto una conversacin entre Carmen y algn uniformado. No

    entendemos lo que dicen. De repente, irrumpe con ms volumen, una voz de mando.]

    CAPITN Rpido! Acerquen una camioneta Urgente! Traigan una camioneta, es para Albornoz! Avisen a las unidades que nos retiramos, tenemos un cuatro siete dos, repito te-nemos un cuatro siete dos. Urgente! No le apunten a ella, ella no le hizo nada, ella fue la que lo ayud Atentos! Cuatro siete dos, cuatro siete dos, Urgente!

    [Hortensia que ha visto todo esto desde la ventana, advierte que un casco y un arma yacen tirados en el suelo. Los recoge,

    se tapa la cara con la paoleta y sale corriendo.]

    HORTENSIA [Desde fuera.] Carmen! Carmen! Pseles estas cuestiones pa que no digan que son nuestras!

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    [A lo lejos autos, zorrillos y tanquetas se van. El ruido de los motores se confunde con el sonido de un trueno. Oscuro. La tormenta reaparece.]

    [Luz. Jos atornilla una ampolleta. Volvemos al presente. Carmen sigue sentada a la mesa. Sigue bebiendo mate. Igual que en un principio.]

    JOS Y cmo ha estado usted?

    CARMEN Cmo cree que estoy?

    [Carmen le sirve mate a Jos.]

    CARMEN Anoche tuve un sueo

    [Un ensordecedor trueno interrumpe a Carmen. La casa pareciera que se estremece por completo.]

    CARMEN So con una tormenta

    [Jos le devuelve el mate a Carmen.]

    Mawn! Mawn! Mawn! As gritaba el cielo: Mawn! Mawn! Mawn! As tambin cantaban los pjaros. Desde lejos oa el grito del leufu que se desbordaba. As escuchaba yo mientras estaba en la cama. Mi piwke lata rpido. Tena susto. Me vest. Sal a ver a los animales, pero no estaban. Empec a caminar por el campo y vi perros muertos tirados en el suelo. Los jotes bailaban en crculo. No les importaba la lluvia. Segu caminando y llegu hasta una quebrada, ah estaban los bueyes tratan-do de salir, pero no pudieron porque un aluvin grande se los llev. Volv corriendo para ver a los dems anima-les, y todos estaban encerrados. Guardados. Durmiendo. Las ovejas. Los chanchos. Hasta las gallinas. Pero faltaba una. Estaba afuera cacareando. Estaba buscando a sus pollitos que no aparecan por ninguna parte. La gallina

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    se qued en medio de la lluvia, pareca cansada. Estaba mojada, embarrada, las gotas de lluvia que caan por sus plumas parecan lgrimas de pena. Me despert y estaba lloviendo

    [Silencio.]

    Me dio una pena grande

    [Interrumpe un trueno, y un relmpago vuelve a iluminarlo todo.]

    JOS Y el nio? Cmo anda?

    CARMEN No s. No dice na.

    JOS Pero se dio cuenta de lo que pas?

    CARMEN Es qu no me atrevo a preguntarle. O sea, yo igual le dije algo. Que haba entrao un paco pa la casa, que por eso no poda salir de su pieza, pero no le dije nada ms.

    [Carmen se pone de pie, y se soba la parte baja de su espalda.]

    CARMEN Puta que estaba pesao el paco! Me duele harto esta cuestin!

    JOS Y pa qu se le ocurri entrarlo?

    CARMEN Por qu? Estuvo mal?

    JOS No. Pero estabai sola.

    CARMEN Por lo mismo, po. No sabs lo que sent en ese momento. Hice lo que tena que hacer noms.

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    JOS Pero podra haberlo dejao ah, y que ellos se hubieran encargao.

    CARMEN Es fcil decirlo si t no estuviste aqu. Haba que hacer algo, sino, qu? Vo no hubierai echo lo mismo acaso?

    JOS No s, a lo mejor. Pero me imagino que los hueones no hubieran entrao, po, si la saben hacer igual. En todo caso, se cagaron solos estos hueones. El problema es que ahora van a pasar metos ac los mierdas, quizs a quin le van a echar la culpa.

    CARMEN S. Quizs.

    [Silencio breve.]

    JOS Menos mal que ahora estoy ac.

    CARMEN Ahora, po! Ahora que ya pas la cuestin.

    JOS Bueno, perdn por tener que trabajar, po, oiga. No sea injusta. No me venga a reclamar a m.

    CARMEN No se las d de nada mejor.

    JOS Y qu pas con los disparos? Dijeron algo? Le han pe-dido declarar? Ust debi decirles.

    CARMEN No sea burro, oiga. Ya le dije ayer cuando me llam. Da lo mismo si fueron ellos, vamos a quedar todos nosotros como culpables.

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    [Carmen se acomoda en la silla, dndole la espalda a Jos para seguir masajendose la espalda.]

    CARMEN Al nio no lo he mandao al colegio, por si acaso.

    JOS Maana tiene que ir, entonces.

    CARMEN Es que no quiero mandarlo.

    JOS Pero tiene que ir.

    CARMEN Es que estoy preocup.

    JOS Bueno, pa eso estoy aqu. Pa que no les pase na.

    CARMEN Es que han pasao hartas cuestiones igual. El otro da, entraron al colegio, pa hablar con los hijos de la Teresa. Les preguntaron por su pap. Por lo que haba pasao en el pueblo la otra vez. Justo al otro da que t te fuiste.

    JOS Y por qu me dice eso?

    CARMEN Porque por algo se vinieron a meter ayer, po. Si pa m que queran agarrar a alguien. Si ms encima, andaba hasta el fiscal. Y por eso el paco se vino a meter pac tambin. Yo creo que andaba buscando algo.

    JOS Qu cosa iban andar buscando? Nada, po. Puro hue-viando no ms!

    CARMEN No s. Pa m que tu sabs.

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    JOS Qu me quers decir?

    CARMEN Yo te digo noms. Adems, que pa cuando t te fuiste el nio te estaba mirando por la ventana de su pieza.

    JOS Y qu tiene?

    CARMEN Que dice que te vio subir a una camioneta, que arriba haban unos hombres que tenan la cara tap.

    JOS La gente que me vino a buscar.

    CARMEN Para qu?

    JOS Cmo que pa qu? Pa ir a trabajar, po.

    CARMEN Y por qu andaban tapaos?

    JOS Porque haca fro, po, oiga. No se ande pasando pelculas mejor. Si no me cree, hable con el Crespn, porque andu-vimos trabajando en lo mismo.

    CARMEN Yo le digo noms. Es pa que no se meta en ninguna cosa. Suficiente tens con esas cuestiones atravess ah en tu pierna. Es refcil que la gente prenda. Pero no todos sa-len perjudicaos despus

    [Silencio.]

    Igual pienso que no hay que mandar al nio al colegio. Como los hijos de la Trnsito. Ella ya hace como dos se-manas que no los manda.

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    [Carmen se toma un sorbo grande de mate. Luego le sirve uno a Jos.]

    Estoy preocup por mi nio, pobre de mi Kaln

    JOS Entonces mndelo pal colegio mejor. Pa que no sea ma-mn. Mi hijo tiene que aprender a ser fuerte, como to-dos noms.

    CARMEN Cmo el Pascual?

    [Jos le entrega el mate a Carmen. Se levanta de la mesa y se asoma a la ventana. El viento sopla con fuerza. La ampolleta pestaea y se apaga. La lluvia se hace ms intensa... y se detiene abruptamente.

    Las nubes en el cielo se abren. La luna lo ilumina todo.]

    JOS No llovi ninguna cuestin. Parece que el invierno va se-guir igual.

    [Silencio.]

    CARMEN Ha ido donde el Pascual?

    JOS S. Maana voy a verlo.

    CARMEN Aproveche de llevarle una frazada, entonces.

    JOS Debera ir a verlo, mejor.

    [Silencio.]

    JOS Y los animales?

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    CARMEN Estn encerrados. Guardados. Las ovejas. Los chanchos. Hasta las gallinas Ah, menos una! Hay una que se pas toda la noche afuera, mojndose. Se le perdieron sus pollitos

    [Jos sale.]

  • 29

    EPU

    [A la maana siguiente. La televisin est encendida. Se escuchan las voces de los animadores de un matinal. Carmen cocina. Golpean la puerta. Entra Hortensia.]

    HORTENSIA Permiso, parienta. Disculpe, supe que lleg el Jos. Est por ah?

    CARMEN No, prima. Sali.

    HORTENSIA Pucha, vena a preguntarle por el Crespn. Fjese que lo llamo hace como dos das y no me contesta.

    CARMEN Debe andar con la otra, por eso no le contesta. O pa m que se fue con la come pei.

    HORTENSIA Andamos chistosa parece.

    CARMEN No me dijo na el Jos a m. Me dijo que anduvieron tra-bajando juntos noms. Es cierto?

    HORTENSIA S, po, el otro da que hablamos me cont. El Jos no le haba dicho? Parece que es otro el que anda con la come pei.

    CARMEN No. Si no es eso. Era por preguntar noms. Y qu tanto? Que se vaya noms con la come pei, yo me las puedo arreglar solita. Hasta muertos puedo cargar.

    HORTENSIA Eh. Andamos chistosa hoy da. [Viendo televisin.] Igual era mejor ese Felipe Camiroaga. As se llamaba o no? Este no tiene ni un brillo pa animar. [Pausa.] Y esta rucia fla-

  • 30

    cuchenta! Qu se cree? Le apuesto que yo cocino me-jor que ella. Con un par de verduritas y agua tenemos la mansa sopa. Cierto, Carmen? [Acordndose a lo que vino.] Ah, de veras, ust tiene trapi o tomate que me convide? Mire que los que tenemos todava los estamos guardan-do. Ust sabe, po. La sequa.

    CARMEN chele la culpa a la sequa noms! Si yo le dije que fue la luna. Plantaron en la fecha equivoc.

    HORTENSIA A m no me meta, ust sabe cmo es el Crespn. Si es ms porfiao! Bueno, aqu le traje una frazadita en todo caso. Ojal le sirva [Sacando de una bolsa una frazada de lana.] Mire, yo misma la tej.

    CARMEN Uy, parienta, que bonita! [Se acerca y toca la frazada.] Pero cmo se le ocurre! Ust no tiene na que darme nada. Si para eso estamos los parientes, para ayudarnos, pues.

    HORTENSIA Es sper calientita.

    CARMEN S, pero no tiene para qu, po, prima. Ust la necesita ms que yo. Vndala mejor. Squele plata. Le puede servir.

    HORTENSIA No, si en serio. Ustedes nos han ayudado harto tambin, como la cosecha nos sali ms o menos, por eso. Recba-la mejor. La hice para ustedes.

    [Carmen la recibe y entra a guardarla en una de las habitaciones. Luego saca de un canasto un par de tomates y unos

    cuantos ajes, y los echa dentro de una bolsa.]

    CARMEN Aqu tiene. Y aproveche que se viene we tripantu, pa pe-dir una buena cosecha.

  • 31

    HORTENSIA Feley.

    [Carmen se lava las manos y sigue cocinando. Hortensia se asoma por la ventana.]

    HORTENSIA El Jos? Se va demorar mucho?

    CARMEN Ya debe estar por llegar. Qudese a almorzar.

    HORTENSIA Gracias, pero no puedo. Est mi cuada all en la casa, ah est esa fea hedionda a merkn. Lleg con sus dos cabros chicos, que lloran y lloran, as que por eso voy hacer un pebre [Mostrando la bolsa de tomates y ajes.], pa que les pique bien fuerte y lloren ms todava. O pa que se queden callaos Y su nio? Lo mand al colegio?

    CARMEN Anda con el pap.

    HORTENSIA Y qu le dijo Jos por lo del paco?

    CARMEN Nada. Lo mismo que ust. Anda enojao tambin, porque dice que el Kaln tiene que ir al colegio.

    HORTENSIA Pero, cmo est el Kaln con todo esto?

    CARMEN No s, pa m que no se dio ni cuenta. Estoy preocup igual. He soado harto tambin. Puras cosas malas. Ten-go una cosa aqu como en el pecho y se me aprieta la garganta.

    HORTENSIA Por qu no le pregunta al machi?

  • 32

    CARMEN No quiero preocuparme. Lo nico que me interesa es mi hijito, que a l no le pase nada. Hay que terminar luego esa cuestin del colegio. Hace rato ya que dijeron que iban a traerle las sillas y las mesas. Pero nadie hace nada. Alguien debera hacerse cargo.

    HORTENSIA Y quin? Siempre dije que era mejor tomarse el colegio de los curas. Si entre que terminemos de traer las cosas, y nos consigamos a todos los profesores, porque faltan como tres todava, harto nos vamos a demorar. Los la-mgen de la universidad tienen que moverse, porque si no aportan, a qu vienen?

    CARMEN Bueno, no s.

    HORTENSIA A propsito, supo que el otro da los rati anduvieron hablando con la Sayen? Entraron a su colegio. Entraron pa preguntarle si saba algo de las armas que esconda su pap en la casa, mire, pues, ms encima la tontera que le preguntan. Pobrecita! Ha teno tanta mala suerte la pobre. Este ao le ha tocado duro. Ahora de principio le dijeron que no se poda graduar con vestimenta, dicen que por las reglas del colegio, que pa eso tienen unifor-me, pa que no hayan diferencias.

    CARMEN Da igual, no va dejar de ser una de nosotros por no estardisfraz.

    HORTENSIA S, pero es que no es eso. La cuestin es que por ltimo la dejaran, si total no le hace ningn dao a nadie, o tienen miedo de que se vea distinta? Si somos distintos, po, no podemos sacarnos la care kultrung, no hay na que hacerle.

  • 33

    CARMEN Distintos somos, pero no por eso tenemos que andar ha-ciendo ataos, po, si no despus andan hablando mal de todos. Despus andamos quedando como conflictivos, y esa no es la idea tampoco. A esa niita igual le gusta el leseo, por algo le dicen la Calfunao.

    HORTENSIA No, si na que ver. Si a los wingkas les gusta hacer ataos por las puras. A la hija del Vctor la tratan as por ser su hija no ms. Acurdese que hubo un tiempo que la que-ran meter presa por cualquier cosa, si hasta a tribunales ha tenido que ir.

    CARMEN Ya, pero, qu tiene ver la graduacin con la vestimenta.

    HORTENSIA Bueno, porque es algo importante, po. Es la graduacin de octavo. No va ver ms a sus compaeros. A lo me-jor se va pa algn internado despus. Ellos no le pue-den venir a poner esas reglas, po. Ms encima estamos a principio de ao recin. Lo estn haciendo pa puro molestarla. Hay que demostrarles que nosotros tenemos nuestras tradiciones y que las respetamos.

    CARMEN Yo creo que hay que construir el colegio luego pa nues-tros cabros y se acab la cuestin. Aqu van a estar ms tranquilos. Porque no podemos andar peleando con todo el mundo tampoco. Yo tambin estoy cans de pelear con los curas. Y lo que a m me preocupa es que nuestros nios estn bien. Que no les pase nada. Ellos son los im-portantes, a nosotros nos pueden tratar como quieran, pero a ellos no. Nosotros sabemos defendernos

    [Desde afuera, se oye el ruido de un bus que detiene su marcha justo al frente de la casa. Se va. Hortensia se asoma por la ventana.]

  • 34

    QILA

    [Hortensia abre la puerta. Se oyen venir unos pasos.]

    JOS [Desde fuera, con voz especial para hablarle a un animal.] Sale chancho! Sale mierda!

    [Se oye el ruido de un chancho que arranca.]

    HORTENSIA Mari mari, Jos, Chu, la mansa cara que trae! Cmo anda la pega?

    JOS [Entrando a la casa.] Ah estuvo. Ojal me llamen de nuevo la prxima semana.

    HORTENSIA Oiga, Jos, y ha sabido algo de mi wentru. Hace como dos das que lo llamo y no me contesta.

    JOS Con la come pei parece que anda. As dicen.

    HORTENSIA Andan chistosos hoy da los dos.

    JOS Ah est ese. Me dijo que se le haba quedado el carga-dor, as que de ah la va tratar de llamar.

    HORTENSIA Mire, ese era el cargador que andaba dando vuelta por all en la casa.

    CARMEN Qu necesita, prima? A lo mejor nosotros podemos ayu-darla.

    HORTENSIA No, si era pa encargarle algunas cosas que quera que me trajera de all. Ya, pero no importa.

  • 35

    JOSComo la Hortensia no tiene tele, anda echando de me-nos al Crespn.

    HORTENSIA S, pues, Jos, es que nosotros hacemos resistencia no-ms, po. Esa es la idea. Resistir harto, pa tener harto cabro chico.

    CARMEN [Alarmada.] El nio, Jos? No viene con usted?

    JOS Nos encontramos con la Trnsito por all. Se vienen en la camioneta. Andaba con el Pedro. Yo lo dej venirse con sus nios.

    CARMEN A qu hora vienen? Tengo casi listo el almuerzo. Me de-bi haber avisado.

    JOS No se preocupe, venan atrs mo. Luego va llegar.

    CARMEN Ojal no le pase nada.

    HORTENSIA Tranquila, prima. No le ponga. Ve. Por eso los sueos.

    [Jos apaga la tele y enciende la radio. Hortensia sigue de pie junto a la puerta hablndole a algn animal que anda cerca,

    puede ser un gato, o un perro, o una gallina. Jos saca de un mueble un vaso y una caja de vino. Bebe.]

    CARMEN Y Pascual?

    JOS Ah.

    CARMEN Cmo est?

  • 36

    JOS Dice que bien.

    [Silencio.]

    Pregunt por usted. Le dije. Debera ir a verlo.

    CARMEN No me gusta ver a mi hijo como si fuera un delincuente. Yo voy cuando pueda. Porque no me gusta. No me gusta ver a tantos hombres de verde tampoco.

    [Carmen le sirve un plato de comida a Jos. Lo deja en la mesa.]

    HORTENSIA [A Jos.] La prxima semana es el resultado de la corte, cierto?

    JOS No. La otra.

    HORTENSIA Pero avsenos, por fa. Pa ir a apoyarlos en tribunales.

    JOS Ah les avisamos.

    [Jos cambia el dial de la radio hasta que encuentra la msica que da inicio a un programa de noticias.]

    JOS En la maana, sacaron otra declaracin. A lo mejor aqu dicen algo.

    HORTENSIA Por qu? Pas algo?

    JOS No, nada. Lo mismo de siempre no ms. Que sigamos difundiendo, y que hay que salir a manifestarse. Es pa presionar.

    HORTENSIA Entonces habr que estar atentos, por si hay que hacer algo ms digo yo.

  • 37

    CARMEN Qu ms? Quemar camiones? Pinos? Eucaleutos? Cortar caminos? No podimos hacer ms. Tenimos har-tos presos ya como pa que caigan otros. Que mi hijo sal-ga libre no ms, porque l no ha hecho nada malo.

    HORTENSIA Yo no he dicho eso.

    [Jos sube el volumen de la radio.]

    CONDUCTOR DE NOTICIAS Los cuatro comuneros condenados por el ataque a un fiscal de la re-gin y otros ataques incendiarios a fundos del sector que an se in-vestigan, Hernn Cayupi, Daniel Huenchumilla, Ral Huente y Pas-cual Queipul, que llevan ochenta y siete das de huelga de hambre, a contar del medioda de hoy, han comenzado una huelga seca. Segn declaraciones de Carla Huenchumilla, vocera de los familiares de los comuneros, ni el gobierno ni los tribunales se han manifestado por la actual situacin de los imputados, condenados a veinte aos para los lderes de la organizacin, y catorce aos para los otros miembros...

    CARLA HUENCHUMILLA Esta huelga seca que inician hoy nuestros cuatro weichafe encarce-lados por el Estado chileno, es para seguir presionando al Gobierno por la manera en que se han llevado los procesos judiciales que in-justamente los han inculpado. Exigimos que se apresuren los procesos que podran permitir adems la rebaja de las penas. Con esta medida de presin queremos seguir insistiendo con nuestras demandas que tenemos como pueblo: La desmilitarizacin inmediata de nuestras co-munidades, poner fin a los allanamientos, procesos de investigacin transparentes para todos nuestros presos y derogacin de la ley bajo la cual se les imputa, ya que como sabemos, es una ley injusta, creada bajo una dictadura, y que no puede ser aplicada por gobiernos que se dicen democrticos. Pero como hemos visto, este gobierno y el anterior la siguen aplicando sin problemas...

    CONDUCTOR DE NOTICIAS El Gobierno, en tanto, ha sealado que no ceder ante ningn tipo de presin, y que no interferir en los procesos judiciales...

  • 38

    VOCERO DE GOBIERNO Nosotros, como Gobierno, no podemos intervenir ante la Justicia. De-bemos actuar como corresponde. Por otra parte, tenemos que ser cla-ros, ningn imputado, cualquiera sea la causa, puede ser tratado con beneficios especiales, ni tampoco recibirn un trato diferente al resto de nuestros compatriotas. Los ataques terroristas deben ser conde-nados como corresponde, y es por eso que no est bien, insisto, que el Gobierno intervenga en el actuar de los tribunales... Lo principal es no atentar con la vida ni la salud de nadie, nuestra principal preocu-pacin es el estado de salud de los imputados, pero al mismo tiempo exponemos toda la voluntad para resolver todos los temas que estn afectando a la zona roja de este conflicto...

    CONDUCTOR DE NOTICIAS Mientras tanto organizaciones de derechos humanos que apoyan a los cuatro comuneros...

    [Jos baja el volumen y sigue bebiendo vino. Silencio.]

    CARMEN Por qu no dijo nada? Pa que se queda callao con estas cosas?

    JOS Porque no era na seguro cuando yo me vine. Porque esta debe ser la declaracin pa la prensa noms. La huelga seca a lo mejor la empiezan maana, o pasado.

    [Silencio.]

    JOS La gente de Santiago me llam pa que furamos pall. Con todo esto que est pasando quieren hacer unas mar-chas. Quieren que vayamos este domingo. La marcha es el lunes.

    CARMEN Est loco! Vaya ust s quiere. Yo me quedo aqu con mi nio. No me gusta ir pall. Santiago es muy oscu-ro y anda mucha gente. Los hermanos de all puro que protestan y protestan, y quieren que pasemos metos all. Pero, quin se queda ac cuidando a los animales?

  • 39

    Quin se queda aqu a cuidar la casa? Tenemos que ha-cer nuestras cosas tambin, no las podemos dejar tiras. Y con tanta marcha las cosas no cambian mucho.

    HORTENSIA Bueno, pero de algo sirven.

    CARMEN Dgame, se ha logrado algo con las marchas?

    HORTENSIA Tenemos que hacer marchas pa presionar, por ltimo all en Temuco, donde estn las autoridades, para que nos escuchen. [A Jos.] Avsenos si tiene que ir, son varios los que podemos acompaarlo.

    JOS Gracias, pero a lo mejor vamos con el werkn y el lonko noms.

    CARMEN [A Hortensia.] Siempre somos unos pocos, aqu y all. Cuntos vamos siempre? Treinta? Cincuenta? Cien? A nosotros nadie nos apoya, no sacamos na con andar haciendo marchas a cada rato Se acuerda la otra vez cuando hubieron pro-testas por all en Aysn? Cuando cerraron los caminos, y se tomaron los puentes, y despus llegaron a sacarles la cresta, y les pegaron, y les quedaron balines en el cuerpo a algunas personas. En el resto del pas, todos salieron a protestar por eso, y por nosotros quin protesta?

    HORTENSIA Nosotros mismos noms. Si nosotros noms somos los que tenemos que dar la pelea, po, Carmen, si no la da-mos nosotros nadie ms la va dar. Y si tenemos que ra-dicalizarnos, tenemos que hacerlo, po, Carmen. Pero yo digo que nunca es suficiente, y para eso tenemos que gri-tar bien fuerte, para que nos escuchen. De eso se trata. Por eso tenemos que ir a las ciudades grandes. Y si tuvi-ramos que cortar cabezas, ah estaramos. Y si tuvira-mos que quemar Temuco y todas las ciudades, tambin.

  • 40

    Y si tuviramos que quemar Santiago otra vez, lo hara-mos noms y qu tanto. Algn da tenemos que hacer un gran levantamiento si es necesario. Aunque todos perda-mos la vida. Pa demostrarles a todos estos wingkas, que peleamos por lo que nos pertenece. Que todo lo que nos han robado es nuestra cultura. Porque ellos no tienen cultura. Porque ellos no tienen identidad. Porque son unos ladrones. Como sus empresarios que les quitan a ellos y nos quitan a nosotros tambin. Como los Lucksic, como los Paulmann, como los Matte, como Celco, como las represas que invaden nuestro territorio. Ellos dicen que nosotros les pertenecemos. Pero como dijo uno de nuestros weichafes, nosotros somos un pueblo aparte. No podemos quedarnos callados, Carmen. Si no damos la pelea, nos van a seguir tratando como siempre.

    CARMEN De ande sali ust! No tiene para que venir a decirnos esas cosas. Si nosotros las sabemos. Harto que se alum-bra ust tambin. A ust es la que le gusta andar subin-dose en las ventanas de La Moneda, andar gritando en los juicios en tribunales, la que dice que las marchas no son suficientes, la que le gustara hacer quizs que cosa. Pero as es refcil, ust lleva recin tres aos viviendo por estos lados. Ha vivido casi toda su vida en Santia-go, all es refcil hacerse el revolucionario, y cree que es llegar y jugar a ser weichafe. No se alumbre tanto me-jor. Qu quiere? Que la metan presa? Los presos y los muertos no sirven en la lucha.

    HORTENSIA Yo no estoy presa, ni tampoco estoy muerta, pero qu culpa tengo yo de haber nacido en la ciudad? A lo mejor hay muchas cosas que se han perdido. Pero a m tampo-co me venga a decir esas cosas. Una trata de aportar no ms. A otros hay que tirarles el discurso. A los cabeza tea, a los que se cambian apellido, a los awingkaos. Pero a m no. Tenemos que unirnos y no dividirnos. Y djeme decirle otra cosa. Cuando uno sale a protestar, no lo hace por uno, lo hace por todos. Ese hijo suyo que

  • 41

    est all en la crcel, est peleando por todos nosotros, y no slo por ustedes, l lo hace por toda su gente, para que nos dejen tranquilos, porque la primera vez dispa-raban en el camino, la segunda vez ya se metieron pac pal campo, y ahora, hoy da, ya llegaron pa las casas. Ust sabe. Y en vez de andar ayudndolos a ellos, mejor ayudarse entre nosotros, como siempre lo hemos hecho. Pa que no se vengan a meter ms pac a las comunida-des. Le aseguro que nadie quiere que uno de nuestros weichafes muera, y menos en la crcel. Y le digo algo ms? Pero no se enoje, esto se lo digo porque soy su pa-rienta. Vaya donde su hijo a verlo, trate de ir a visitarlo ms seguo. Si nadie le dice que tiene que estar meta all, pero vaya, y dele harto newen, porque se necesita

    [De pronto, un motor de auto se detiene frente a la casa. Se escuchan tambin voces de nios. La puerta del vehculo se abre

    e inmediatamente se cierra. El vehculo se va.]

    JOS Ya, se acab la cuestin. Lleg el nio. No quiero que hablen ms tonteras delante de l.

    [Carmen se seca las manos y sale. Tras ella le sigue Hortensia.]

    HORTENSIA Y ust, cmase toda la comida. Provecho. Marichiweo.

    [Sale. Jos se queda solo. Oscuridad.]

  • 42

    MELI

    [Atardecer. Luz de ampolleta encendida. El invierno est cada vez ms cerca. La mesa est servida. Carmen prepara mate. La tetera est hirviendo. Golpean a la puerta. Carmen se detiene. Mira la puerta pero no abre. Entra Jos desde dentro de la casa. Mira por la ventana. Abre. Entra Vctor, el Lonko de la comunidad. Jos y Vctor se dan la mano.]

    JOS Mari mari, pei.

    VCTOR Mari mari, pei. Mari mari, Carmen.

    CARMEN Mari mari, lamgen.

    VCTOR Chumleimi, Jos?

    [Silencio.]

    JOS Kumelen, eymi kai?

    VCTOR Kumelen.

    JOS Asiento, pei.

    VCTOR Chaltu.

    [Se sienta. Carmen coloca algunos platos en la mesa.]

    VCTOR Su hijo, Carmen?

    CARMEN En la pieza, durmiendo.

    VICTOR Tan temprano, lo tiene castigao?

  • 43

    CARMEN Es que aunque no vaya al colegio, l sabe que tiene que irse a dormir temprano. Usted sabe, pues, los nios tie-nen que descansar y dejar tranquilos a los espritus de la noche.

    VCTOR Mai.

    CARMEN Mley kofke.

    VCTOR Chaltu.

    CARMEN Muley trapi ka. Hice sopaipillas. [Colocndolas en la mesa.]

    [Se oye un ruido.]

    JOS Carmen, vaya a ver si el nio ya se durmi.

    [Carmen deja tambin el mate y un termo en la mesa. Va.]

    VCTOR As que ahora tenemos una huelga seca!

    JOS Mai.

    VCTOR Hay que ser fuerte.

    JOS Mai.

    [Silencio.]

    VCTOR Le ha comentado algo a Carmen?

  • 44

    JOS Nada.

    VCTOR Ust sabe que tenemos que conversar.

    [Silencio.]

    JOS Va haber trawn de nuevo?

    VCTOR Mai. No podemos quedarnos as. Hay que prepararse, de seguro que nos van a echar la culpa a alguno de nosotros.

    [Silencio. Entra Carmen. Toma el mate y comienza a servir. Al primero en darle es a Vctor.]

    JOS El nio?

    CARMEN Comi un pedazo de sopaipilla que le di, y se durmi

    JOS Menos mal.

    CARMEN Fjese que llevaba como dos semanas que no quera comer.

    VCTOR Chuta! Est enfermo?

    CARMEN No.

    JOS Tonteras. Deca que era para hacer lo mismo que su her-mano. Anda aprendiendo las mismas cuestiones.

    [Silencio.]

  • 45

    VCTOR Lamgen, usted tampoco piensa mandar ms a su hijo al colegio?

    CARMEN No, po, como se le ocurre, despus de todas las leseras que han pasado una va andar pensando en el colegio.

    JOS Y su hija?

    VCTOR Ella tiene que ir. Tiene que terminar octavo ahora. No le queda nada, ah est peleando todava para que la dejen graduarse con su vestimenta. Despus se va ir a la ciudad a estudiar, se va ir a vivir con su ta.

    JOS Menos mal. Su hija es inteligente, pues, ella no se puede perder.

    VCTOR Ojal nadie se perdiera.

    [Vctor se sirve su mate y se lo devuelve a Carmen. Carmen le prepara un mate a Jos.]

    JOS Mejor que mi hijo se quede ac, con su mam. Aqu va estar mejor.

    VCTOR Carmen, mire, yo vena a decirle algo. Lo que pasa es que el da en que le dispararon al paco ese, mi hijo estaba arriba de la camioneta que los lleva pal colegio.

    [Silencio.]

    Dijo que vio a su hijo asomao por la ventana.

    [Silencio.]

    CARMEN A quin vio?

  • 46

    VCTOR A su hijo.

    CARMEN Cundo?

    VCTOR Ese da.

    CARMEN Dnde lo vio?

    VCTOR En la ventana.

    [Silencio. Jos le devuelve el mate a Carmen. Carmen se sirve mate.]

    CARMEN Mi hijo ese da escuch los disparos, y se tir al suelo. Se escondi debajo de la cama.

    VCTOR Es que la camioneta del colegio se detuvo justo aqu al frente de su casa, y mi hijo dice que lo vio. Me dijo que los salud y les hizo esto

    [Haciendo un gesto con la mano como si estuviera disparando. Silencio.]

    Lo que quiero decir, es que si los nios vieron a su hijo haciendo eso, se imagina si lo han visto los pacos?

    CARMEN Por qu?

    [Silencio.]

    VCTOR La camioneta del colegio se detuvo justo aqu, al frente de su casa.

    [Carmen sorbetea el mate.]

  • 47

    CARMEN [A Jos.] Usted qu dice?

    [Silencio.]

    Diga algo, po.

    JOS No s.

    CARMEN Usted sabe, po.

    JOS Yo no s nada.

    [Silencio. Carmen ahora le pasa el mate a Vctor.]

    CARMEN Lamgen, a qu vino?

    VCTOR Bueno. Maana tenemos otro trawn pa conversar el tema. No nos podemos quedar aqu sentados esperando a que le echen la culpa a alguno de nosotros.

    CARMEN Pa qu?

    VCTOR Pa hacer algo.

    CARMEN Las balas van a seguir entrando.

    [Vctor le devuelve el mate a Carmen.]

    VCTOR Todos sabemos que van a buscar culpables. Y entre esas esta la Hortensia.

    CARMEN Harto que se ha alumbrao ella. Si la buscan, debe ser por otras cosas.

  • 48

    VCTOR Yo creo que es mejor andarse con cuidao, pa que no nos pase nada.

    [Silencio largo y pesado.]

    CARMEN Mi nio so con su hermano.

    VCTOR Con Pascual?

    CARMEN So con l, el mismo da en que muri el paco. Pascual le deca que se tire al suelo, y mi nio se tiraba al suelo. Y en verdad se tir al suelo, porque ah estaba cuando se despert.

    [Carmen le pasa el mate a Jos.]

    JOS Cundo fue eso?

    CARMEN Ahora. Se despert. Estaba en el suelo. Llorando.

    VCTOR Siempre suea eso?

    CARMEN Siempre.

    VCTOR Se tira al suelo.

    CARMEN Siempre.

    [La ampolleta de la casa pestaea. Se apaga. Se prende. Se vuelve a apagar. Se vuelve a prender.]

    VCTOR Pero bueno. Maana hay que reunirse. Capaz que ah se-pamos algo.

  • 49

    CARMEN Y qu se dice?

    VCTOR Yo s que nadie dispar, pero ust tambin sabe que como andan las cosas no s

    CARMEN Usted piensa que mi nio de ocho aos mat a ese cabo?

    [Silencio.]

    VCTOR Usted fue la nica que vio como fueron las cosas.

    CARMEN Mai.

    VCTOR Los pocos que andaban afuera en la maana dicen que fueron ellos mismos los que se dispararon. Es verdad eso?

    CARMEN Puede ser.

    VCTOR Carmen, usted sabe que como estn las cosas no nos pueden venir a culpar de algo as. Usted sabe, nosotros no somos los que disparamos. Nos estn echando la cul-pa, y de seguro van a meter preso a alguien. Usted sabe que las pruebas las inventan ellos. Si usted habla, puede ser que esta vez las cosas sean distintas.

    CARMEN Y cmo van cambiar?

    VCTOR Al Gobierno le conviene demostrar que nosotros somos los que hacemos mal las cosas.

  • 50

    CARMEN No, yo no digo eso. Dgame, cundo van a cambiar las cosas? Nuestros nios son los que estn sufriendo. Noso-tros somos grandes y sabemos defendernos.

    VCTOR La Rosa, la Trnsito y todas las mujeres quieren que el colegio se construya luego, yo se eso

    CARMEN Pero ellos van a seguir entrando!

    VCTOR Mai.

    CARMEN Ust no ha respondo a mi pregunta Cmo va cambiar todo esto? Para que las cosas resulten digo yo, para que podamos vivir tranquilos, y aunque ellos entren para ac nosotros no dejemos de hacer nuestras cuestiones. Las cosechas estn todas malas. Nadie hace algo. Se acerca we tripantu y tampoco lo hemos preparado como co-rresponde. Pero dgame, en qu han cambiado las cosas ac?

    JOS Hable ms bajo, que el nio se puede despertar.

    [Jos le devuelve el mate a Carmen.]

    VCTOR Cierto, Carmen. No tengo nada que decir. Hay que ser fuerte. Hay que resistir

    CARMEN Resistir? Hasta cundo? Hasta dnde?

    VCTOR Nosotros siempre hemos resistido.

    [Silencio.]

    Ahora me toca a m le hice una pregunta.

  • 51

    [Silencio. Ms silencio. Como una tarde silenciosa. Carmen toma mate. Lo deja a un lado y le sirve a Vctor.]

    CARMEN Yo vi disparos. Slo vi disparos Vi uniformes, vi botas, vi tanquetas, slo los vi a ellos, ellos cargaban las armas

    VCTOR Entonces?

    [Silencio.]

    CARMEN Qu cree usted?

    [Silencio.]

    VCTOR No s, por algo le vine a preguntar

    [Silencio.]

    CARMEN Si yo le digo que fueron ellos, qu sacamos.

    [Silencio.]

    VCTOR Los abogados dicen que la polica no tiene pruebas, de hecho dicen que la bala que le entr al cuello es de las mismas que ellos tienen

    CARMEN Entonces, para qu me preguntan a m?

    VCTOR Para no andar hablando dems.

    [Silencio. Vctor le devuelve el mate a Carmen.]

    VCTOR Chaltu.

    [Silencio.]

  • 52

    CARMEN Le apuntaban a la casa ese da, o no s pande y yo s que ellos saben Yo los vi yo los vi me acuerdo bien.

    [Silencio.]

    VCTOR Yo confo en su palabra. Si usted los vio disparar a ellos, lo ms probable es que as haya sido, que se hayan dis-parado entre ellos. Pero tenemos que apoyarnos. Y cui-darnos.

    [Jos se sirve un mate que le acaba de servir Carmen.]

    Trakelatuan inche.

    [Vctor se levanta de la mesa, inmediatamente Carmen tambin y le da la mano.

    Jos tambin se coloca de pie.]

    VCTOR Pewkayal, Carmen.

    CARMEN Pewkayal.

    JOS Pewkayal, Pei. Lemoria tami pu che.

    [Jos sale, acompaa a Vctor. Entra y cierra la puerta. Se va a su pieza. Silencio. Carmen retira algunas de las cosas que

    estn en la mesa. Comienza a lavar la loza. Silencio.]

  • 53

    KECHU

    [Todo est tranquilo. Alguien golpea la puerta. Carmen est lavando loza.]

    PROFESORA Seora Carmen, cmo est usted?

    CARMEN Ta!

    PROFESORA Espero no molestar.

    CARMEN Me pill justo con algunas cosas de la casa! Usted sabe, una nunca descansa. Pase, adelante. Quiere un tecito mientras? Un caf? Un mate?

    PROFESORA No se preocupe, as est bien.

    [La Profesora espera de pie. Carmen destapa la olla y saca unas sopaipillas que deja en la mesa.]

    CARMEN Srvase. Justo hoy da encontr un poco de harina, as que aprovech de hacer estas sopaipillas.

    PROFESORA Gracias, pero no quiero molestar.

    CARMEN Si usted no molesta, pues. Asiento. Pebre?

    PROFESORA Voy a sacar mermelada, de esta que est aqu. La hizo usted?

    CARMEN Coma, aproveche antes de que llegue mi hijo, mire que ese se lo come todo.

    [La Profesora come una sopaipilla con mermelada.]

  • 54

    CARMEN Srvase.

    [Carmen le sirve un mate. Luego sale. Se escucha el ruido que hace al cortar lea. Mientras, la profesora toma mate e inspecciona la casa

    con su mirada. Deja el mate a un lado, se levanta y observa algunas fotos antiguas en blanco y negro que hay en la pared. El ruido afuera

    se detiene. Entra Carmen con un lote de lea en sus brazos.]

    CARMEN Esos de ah, eran mis paps

    [Tira la lea en un canasto vaco junto a la cocina. Pone ms lea en el fogn. Toma la tetera para echarle agua y la vuelve a colocar al

    fuego. Vuelve a salir. Entra y trae un montn de ropa. Se la lleva a una de las habitaciones. Vuelve. Se sienta.]

    PROFESORA Y su hijo?

    CARMEN Estaba afuera con el pap. No lo vio cuando lleg?

    PROFESORAAh, parece que lo vi de lejos, pero no pens que eran ellos. Su marido no se molesta que conversemos, verdad?

    CARMEN No. Supongo. Total de ah le cuento. Adems que de mi hijo me encargo yo.

    [Carmen se sirve un mate. La Profesora la mira.]

    CARMEN Si?

    PROFESORA Es que quera tomar ms mate. Estaba rico.

    [Carmen tomndose su tiempo toma su mate y le prepara otro a la Profesora. Le coloca un poco de azcar.]

  • 55

    CARMEN Tmeselo as, para que no est tan fuerte.

    [La Profesora toma mate, termina y lo deja a un lado.]

    CARMEN Termin?

    PROFESORA Qu cosa?

    CARMEN El mate Para que sigamos.

    [La Profesora se lo entrega. Carmen se sirve otro mate y la profesora nuevamente la queda mirando.]

    CARMEN Qu pasa?

    PROFESORA Eh nada.

    CARMEN Mate?

    PROFESORA S.

    CARMEN Espreme, voy yo primero.

    PROFESORA Disculpe.

    CARMEN No se preocupe. Es que nosotros lo tomamos as.

    PROFESORA Ah.

    [Silencio.]

  • 56

    PROFESORA [Sacando de su cartera una carta.] Sabe, Carmen, yo vine porque me pidieron que le entre-gara esto.

    CARMEN Qu es?

    PROFESORA Lalo.

    [Le pasa la carta a Carmen, pero esta la rechaza.]

    PROFESORA Disculpe, se me olvid Se la leo?

    CARMEN No se preocupe.

    [Carmen termina su tercer mate. Y le prepara el prximo a la Profesora.]

    CARMEN Qu dice?

    PROFESORA Ellos quieren hablar personalmente con usted este asun-to. Eso dice la carta, bsicamente.

    CARMEN Los curitas quieren que mi hijo vuelva? Est segura? Parece que no entend muy bien. No se haban enojado con mi hijo por lo que pas la otra vez? No entiendo.

    PROFESORA En realidad no. Lo que pas esa vez fue un accidente de nios. Al menos as lo tom yo. O sea, de hace tiempo que los curitas estaban preocupados por los juegos de los nios, pero

    CARMEN Qu pasa?

    PROFESORA Lo que pasa es que a los nios les gusta esconderse

  • 57

    CARMEN Y qu tiene de raro eso?

    PROFESORA Supongo que nada. Pero en uno de estos juegos fue que su hijo le rompi la cabeza a su compaero.

    CARMEN S, lo s.

    PROFESORA Y a veces tiran piedras al otro lado de la pared, o al cami-no... Eh, y bueno, una vez le cay una piedra a una ca-mioneta. Pero por suerte no pas nada. Dicen que juegan a la a la lucha. S, eso. Y cuando yo les he preguntado porque lo hacen, me han dicho que porque tienen que prepararse para ser guerreros.

    CARMEN S, tambin s eso.

    PROFESORA Y usted encuentra normal que los nios jueguen a este tipo de cosas?

    CARMEN Depende.

    PROFESORA De qu?

    CARMEN Los nios de este lugar siempre recogen balas y bombas lacrimgenas que quedan tiradas en el campo, y despus juegan a la guerra.

    PROFESORA No saba.

    [Carmen le sirve mate a la Profesora.]

    CARMEN Entonces, encuentra normal que los nios jueguen a este tipo de cosas?

  • 58

    [Silencio.]

    Por qu le pidieron que viniera?

    PROFESORA Usted sabe.

    CARMEN Pero podran haber venido a dar la cara por ltimo.

    PROFESORAPor eso estoy aqu Aunque en verdad fui yo la que se ofreci a venir. Lo que pasa es que estoy preocupada por su hijo y por los dems nios que viven aqu. Casi todos han dejado de ir al colegio. Eso no est bien. Quiere cambiarlo de colegio?

    CARMEN Dnde? Hay alguna diferencia entre su colegio y los otros? Es lo mismo, si no es de curas es de pastores.

    PROFESORA Entonces?

    CARMEN Decid no mandarlo ms al colegio. No s hasta cundo. Adems que las cosas no andan muy bien por ac.

    PROFESORA Pero nosotros queremos apoyarlos. Los curitas estn muy preocupados por los nios que viven en este sector. Ellos no quieren que se queden sin estudios.

    CARMEN Sin estudios o no quieren quedarse sin subvencin? Por los estudios no importa, porque yo no fui al colegio. Y lo ms bien que s hacer las cosas. M mamita me ense todo lo que s.

    PROFESORA Igual es sper importante que aprenda lo que ensean en el colegio. Su hijo no se puede quedar sin saber algu-nas cosas.

  • 59

    CARMEN Por qu?

    PROFESORA Porque su hijo todava no sabe leer ni escribir bien, por ejemplo.

    CARMEN Los curitas se preocupan de que nuestros hijos aprendan a leer, a sumar, que sepan un poco de ciencia y un poco de historia, les ensean a rezar y hablar con dios, pero usted cree que les va a servir para algo?, usted sabe cortar lea?

    PROFESORA Ms o menos.

    CARMEN Ha sembrado papas alguna vez?

    PROFESORA Nunca.

    CARMEN Usted sabe hablar en nuestra lengua?

    PROFESORA No

    CARMEN Eso es lo que necesitan nuestros hijos. Que alguien le en-see hablar nuestra lengua. Pa que no se pierda. Porque nosotros no la hablamos. A algunos se les olvid. A otros les da vergenza. Los viejos noms saben hablarlo. Pero quedan poquitos, ya se estn muriendo todos. Despus, quin nos va a ensear?

    PROFESORA O sea

    CARMEN Qu les ensean, entonces?

  • 60

    PROFESORALeer sumar escribir les enseamos un poco de cien-cia, un poco de historia

    CARMEN Ve que tengo razn.

    PROFESORA Pero igual les enseamos la historia de...

    CARMEN Cul historia?

    PROFESORA Las conquistas, las batallas, los desastres, las guerras, las pacificaciones

    CARMENVe que se equivoca, po, ta. A mi hijo mayor en el colegio le ensearon lo mismo. Pero los abuelos de mis paps vivieron otra cosa. Y eso no era na una pacificacin como ust dice.

    [Silencio.]

    A nosotros los curitas no nos quieren. Yo lo s, pa qu vamos a venir con cosas. Nosotros queremos que a nues-tro hijo le enseen cosas que realmente le sirvan, por-que aqu la gente crece para cuidar el campo noms. No todos tienen la suerte de ir a la ciudad y estudiar en la universidad. As que a nosotros no nos interesa que les llenen la cabeza de cuestiones pa que despus se anden ilusionando. Mi pap encontraba que no era necesario que yo fuera al colegio, sabe por qu? Porque segn l las cosas importantes no se aprendan en el colegio, se aprendan trabajando, y yo creo que tena toita la razn. Sabe lo que es vivir con rabia por dentro? No le voy a explicar qu se siente, porque son muchas cosas. En todo caso nosotros no pedimos na a cambio. Nosotros siempre hemos sabido trabajar la tierra para no tener que depender de otros.

  • 61

    PROFESORA Mire, est bien no quiero que se ofenda. No fue esa mi intencin. Igual de todos modos, eh es cierto que van a instalar una escuela aqu? Le pregunto porque mire, a m me preocupa de verdad que sus nios sigan apren-diendo

    CARMEN En verdad, no s. Igual hay que tener recursos para man-tener una escuela. Pero mire, como ust trabaja con esos curas que nos tienen mala, tampoco le dira.

    PROFESORA En todo caso, yo quera saber qu fue lo que pas. Por qu decidi no mandar ms a su hijo al colegio.

    CARMEN No supo?

    PROFESORA No.

    CARMEN No vio las noticias?

    PROFESORA Es que no he visto mucho.

    CARMEN Est segura?

    PROFESORA Segura, por qu?

    CARMEN Porque muri un

    PROFESORA Verdad. S supe.

    CARMEN Yo lo ayude. Pero no sirvi de mucho.

  • 62

    [Silencio.]

    Pens que a lo mejor ust no saba las cosas que han pasado en estos lados, porque ust viene de la ciudad, y la gente que viene de all encuentra que esto de venirse a trabajar al campo es bonito, pero no es na tan bonito. La cosa es difcil. Yo valoro lo que usted hace. Pero a veces, las cosas no son tan simples. Adems que usted lleg hace un par de meses noms, entonces me imagino que harto le ha costado adaptarse.

    PROFESORA Sepa usted que de todos modos, igual se saben las cosas en el colegio. O sea, en el colegio se viven muchas reali-dades, no slo la que viven los nios de este sector. Le dije a los curitas que quera venir a verla, porque cuando me decid a hacer clases en un colegio rural, fue por lo mismo, para intentar hacer algo por los nios.

    CARMEN Cmo?

    PROFESORA No s ensearles, a que sean ms ordenados, o a que no sean tan violentos...

    CARMEN Ve. Pero es que si ust se fija bien los nios no son na violentos. Mire, no crea que a nosotros no nos haya im-portado lo que pas la otra vez. Mi marido le peg a mi hijo bien fuerte, pa que aprendiera, y yo le dije que no le pegara. Mi marido se qued mirndome y, sabe lo que hizo? Se puso a llorar. Sabe por qu? No lo va a entender.

    PROFESORA Bueno. A mi igual me gustara no s en verdad. No s.

    CARMEN Disclpeme por ser as, ta. Soy as por la misma razn que los nios juegan a esos juegos, que tanto les moles-tan a los curas. Me da tanta rabia esta cuestin, porque son ellos los que deberan estar aqu sentados, no usted.

  • 63

    Al menos usted, tiene buenas intenciones, pero lamenta-blemente se encontr con esto.

    [Carmen se levanta y coloca ms lea en la cocina.]

    PROFESORA Seora Carmen En verdad quiero que sepa, que a pesar de todo, la entiendo. Pero no s qu ms decir. A m me gustara poder hacer algo, en serio. Pero lamentablemen-te no s las cosas que pasan ac. Me entero de algunas noms. De verdad que quisiera tener ms comunicacin con usted. Para poder entenderla, porque el no entender todo esto, es difcil.

    CARMEN Gracias. De verdad gracias. Pero si le digo que de verdad no podr entender, va pensar que no quiero na con ust, pero de verdad que no lo va poder entender. Porque no basta con eso. Hay que vivirlo. Hay que estar aqu. Son cosas que son difciles de explicar, porque mi pueblo es distinto al suyo, y a veces nadie lo quiere entender as. Pero ese es otro tema tambin. Lo que pasa es que hay que enfrentar noms las cosas. Se podra decir que ya estamos acostumbrados a vivir as. Es parte del resistir, me entiende? Porque resistir no es tirar piedras sola-mente como a lo mejor ust cree, o correr cercas, o hacer huelgas de hambre, o no s. La resistencia tambin se lleva por dentro. Es una carga. La resistencia es algo que se vive da a da. No es fcil.

    [Silencio.]

    La otra vez ni al pueblo pudimos salir, porque en el ca-mino nos atajaron. Dicen que dieron vuelta una casa un da en la maana. Decan que buscaban armas, pero no haba na armas.

    PROFESORA No encontraron nada?

    CARMEN Qu cree usted?

  • 64

    PROFESORA Y a ustedes?... Nunca les ha pasado nada?

    [Carmen se levanta la ropa.]

    PROFESORA Pero cmo!

    CARMEN As noms.

    PROFESORA No saba.

    CARMEN Ya le dije. No tiene por qu saberlo.

    PROFESORA Seora Carmen, se le ve muy mal eso. A lo mejor tiene infectado. No ha ido a algn hospital?

    CARMEN S, s fuimos.

    PROFESORA Cundo?

    CARMEN Hace como cinco meses. El mismo da en que se llevaron al Pascual. S, ms o menos hace como cinco meses me hicieron esto.

    PROFESORA Pero no le revisaron? No le dijeron nada?

    CARMEN Es que cuando llegamos all al hospital, nos estaban esperando. En la puerta haba puros pacos vestidos de civil Bajamos de la ambulancia, chuta!, nos miramos nosotros con Jos Qu es lo que somos nosotros? Pen-s con mi cabeza.

    PROFESORA Y despus? Me imagino que los doctores hicieron algo.

  • 65

    CARMEN No. De ah nos bajamos, y en el hospital me pregunta-ron que qu me haba pasao, y ah dije lo que me haba pasao, que senta dolor, y ah estuve ms de una hora en una camilla. Me dejaron tir. Sin que nada me hicie-ran! Y al Jos tampoco, no le dieron nada.

    PROFESORA Por qu? Qu le hicieron a l?

    CARMEN Le pegaron dos balines en la frente. De goma dicen que era, pero yo creo que no.

    PROFESORA Pero en el hospital, no les dijeron?

    CARMEN No. Le limpiaron la herida noms y le dieron un diclo-fenaco. Solamente seis diclofenacos, y pa la casa Y ah estaban metos esos pacos de civil pidiendo informacin, porque lo que queran era meter a alguno de nosotros preso. Si habamos varios en la posta. Y quizs que le fueron a decir ah al doctor. Porque l se corri, justo cuando estaba atendiendo a una guagita, que estaba toa mal con esas cuestiones de las lacrimgenas, y ah la dejaron tir. Pobre chiquitita, porque estaba ahog la pobre. Tambin la tuvieron como una hora en la camilla, sin que ningn paramdico la viera si quiera. De ah que nos fuimos pal otro hospital, donde tampoco nos vie-ron. Ah a la guagita le dieron un solo inhalador. Nada ms. Y qu! De qu le va servir me pregunto? De seguro que con esa cuestin se le iba a pasar el ahogo

    PROFESORA Seora Carmen, yo de verdad que no estoy enterada de ninguna de estas cosas. O sea, s algunas cuando lo muestran en la tele. Y a veces noms. Bueno, es que me imagino que en fin, usted me entiende.

    [Silencio.]

  • 66

    Perdn, seora Carmen. En verdad nunca me imagin que usted estaba tan mal

    CARMEN Mal? No, cmo se le ocurre. Yo estoy bien.

    PROFESORA Pero

    CARMEN Es que, qu saca una? Si una tiene que hacer su vida. Porque si no. Qu sacamos con achacarnos, con guar-darse rabias, con enojarse? Nuestros hijos no tendran nada. No seran lo que son. Y hay que echarle pa delan-te noms. Para que despus, ellos tengan lo que una no tuvo. La rabia sirve para que uno pueda seguir viviendo eso s, y para saber defenderse. Y para que esta vida ten-ga sentido.

    PROFESORA Bueno, seora Carmen. En verdad, son muchas las cosas que quisiera decirle. A lo mejor no sirven de mucho. Yo vena porque los curitas quieren que los nios vuelvan. Pero est bien. Ustedes saben lo que hacen. O sea, us-tedes son los padres y ustedes siempre saben lo que es mejor para sus hijos. Igual me gustara que su hijo siga estudiando al menos, Kaln es un buen nio, inteligen-te Bueno, todos los nios de esta comunidad son muy inteligentes. Ninguno en verdad debera abandonar el colegio.

    [La Profesora toma su cartera y se pone de pie.]

    Bueno. No quiero quitarle mucho tiempo. Me imagi-no que tiene que seguir con sus cosas. No me imagin tampoco que y lo que les ha pasado me imagino que igual deben saber bien que hacer no s qu decir...

    [Suena un celular. Carmen contesta.]

  • 67

    CARMEN Trnsito? Dgame s s ms ratito se lo voy a dejar, si no maana ya ya Chau.

    [Corta.]

    PROFESORA Voy a aprovechar de irme, seora Carmen. Para que us-ted siga con sus cosas. Es mejor, adems que se me puede hacer tarde. Quiero ver si puedo hablar con alguien ms. En todo caso, me gustara volver a verla. Para conversar, para que me diga cmo andan las cosas por estos lados. Para saber cmo est su hijo Bueno, hace un poco de fro tambin. No vine muy abrigada.

    CARMEN Est bien. No se preocupe. La entiendo.

    [La Profesora se va. Carmen la acompaa hasta la puerta.]

    CARMEN Vuelva cuando quiera, ta. Aqu siempre la vamos a estar esperando. Pero ust ya sabe, no queremos na con esos curas.

    PROFESORA No se preocupe. Tratar de venir de nuevo. Hasta luego.

    CARMEN Pewkayal, ta. Pewkayal.

    [Cierra la puerta.]

  • 68

    KAYU

    [Carmen cierra la puerta. Ordena todo lo que ha quedado encima de la mesa. Tambin limpia y ordena las cosas de la cocina. De pronto se detiene y se lleva una de las manos al pecho. Entra Jos. Carmen disimula su molestia en el pecho, y sigue ordenando.]

    JOS A que vino esa seorita?

    CARMEN A qu cree usted?

    JOS Qu le dije yo.

    CARMEN Pero yo no quiero que vaya.

    JOS Y qu pasa si yo quiero?

    CARMEN Vamos a pelear. As que mejor no siga.

    JOS Pero yo soy el pap, y tambin puedo decir lo que yo quiero, y puedo hacer que mi hijo haga lo que yo le diga.

    CARMEN No quiero pelear.

    JOS Yo tampoco. Ha sido un da largo.

    [Pausa.]

    Me llamaron de Santiago.

    CARMEN Qu les dijo?

  • 69

    JOS Que si quieren que vaya, me tienen que pagar el pasaje. Pero que estaba complicao pa m esta semana. El lunes hay que juntarse con el abogado por si adelantan el fallo para este jueves. Ah puede que se acabe la huelga, y yo quiero estar aqu. As que a lo mejor mandan a algn werkn a la capital. [Pausa.] Y el martes quiero ir a dar-me una vuelta donde el Pascual Pa qu le pregunto si quiere ir.

    [Silencio.]

    JOS [Suspirando.] Estoy cansado. Camin harto hoy.

    [La tetera avisa que est hirviendo. Carmen retira la tetera del fogn. Pero antes se lleva nuevamente la mano al pecho. Jos la observa.]

    JOS Le pasa algo?

    CARMEN No nada.

    JOS Segura?

    [Carmen deja la tetera sobre la mesa. Mira para todos lados como buscando algo.]

    CARMEN [Para s.] Me falta un mate. [A Jos.] Ha visto el otro mate?

    JOS Lo dej ah en el lavaplatos en la maana.

    CARMEN Y el nio?

    JOS En la pieza.

    CARMEN Cmo que en la pieza?

  • 70

    JOS En la pieza, po.

    CARMEN Yo no lo he visto en su pieza.

    JOS Recin se entr a ver una pelcula.

    CARMEN Cundo?

    JOS Hace poco.

    CARMEN Jos, el nio no ha veno pac. No me mienta.

    JOS Pa que le voy a mentir. Yo mismo vi cuando entr. Vaya a su pieza.

    [Carmen sale. Va a buscar a su hijo. Vuelve.]

    CARMEN Jos, el nio no est.

    JOS Cmo que no est?

    CARMEN A lo mejor est en el bao.

    [Carmen sale. Deja la puerta abierta. Jos entra a los dormitorios a buscar a su hijo.]

    CARMEN [Afuera.] Kaln? Est ah? Kaln? Kaln? Hay alguien en el bao? Kaln?

    [Jos vuelve.]

    JOS Carmen. A lo mejor est donde la Trnsito.

  • 71

    [Carmen entra. Llama por telfono. Afuera empieza a llover.]

    CARMEN Al?... No, Trnsito, no. No la llamo por eso Es que quera saber si mi hijo andaba por all No?... No s, pero si sabe algo avseme por fa ya ya gracias.

    [Corta. Jos sale.]

    CARMEN Jos, no me deje sola. A dnde va?

    JOS No salga, qudese aqu por si el nio vuelve.

    [Se va. Carmen toma el mate que buscaba hace un rato, que encuentra en el suelo. Lo abraza. Afuera

    llueve ms fuerte. Carmen sale.]

    CARMEN [Afuera.] Kaln! Kaln! Kaln!

    [Se va.]

    [Un trueno enorme. Afuera la lluvia se hace ms intensa, como si mil pifilkas cantaran con furia. La ampolleta pestaea. Cambio de espacio. Otro

    lugar. Una oficina. Un escritorio. Al otro da.]

  • 72

    REGLE

    [Oficina.]

    CARMEN [Sollozando.] La verdad, es que no s si ust pueda ayudarme, pero no poda ir donde los pacos porque tampoco s si ellos me podan ayudar

    ABOGADO Les preguntaron a sus vecinos?

    [Carmen asiente con la cabeza.]

    CARMEN Mire yo s que ust ha hecho harto por nosotros por el Pascual sobre todo yo no saba dnde ir pero es que no s qu hacer.

    ABOGADO A ver. Dgame. Cundo fue la ltima vez que lo vieron?

    CARMEN Ayer. En la tarde. Haba acompaado al Jos a buscar los bueyes. Jos dice que lo vio entrar a la casa. Pero yo no lo vi.

    ABOGADO Y no vieron nada? Seguros? No escucharon algo?

    CARMEN No s Igual era tarde. No se escuchaban pasos, voces tampoco a mi hijo se lo llevaron, deso estoy segura, porque no est en ninguna parte

    ABOGADO Lo han seguido buscando? En otro lugar? Cerca de al-gn ro, por ejemplo? No han encontrado algn rastro, as como ropa?

    CARMEN No es que mire. Ust sabe cmo andan las cosas all, con lo que pas el otro da tambin no saben las cosas

  • 73

    que se dicen Se imagina? Cmo le iba de haber dis-parao, oiga? Mi papito tiene ocho aos, cmo se le ocu-rre que iba a matar a alguien. l no sabe cmo disparar esas cuestiones con estas mismas manos ayud al paco que muri Es que sabe? Si hubiera sido mi nio, de verdad, no lo hizo con intencin. Ellos dejan sus cosas ah tirs en el campo, y los nios las recogen y juegan. Si hasta las lacrimgenas quedan ah tirs. Pero nosotros no tenimos ni un arma Yo no s cmo pas o sea, no digo que l haya sido. Lo que quiero decir es que quiero que mi nio aparezca, pero que l no fue y no quiero que le echen la culpa al Jos, o a la Hortensia, ni a na-die porque yo vi como disparaban

    ABOGADO A ver, clmese. Tenemos que separar los temas. Si su hijo est desaparecido, no quiere decir que tenga que ver con lo ocurrido en su casa. Aqu lo que importa es hacer la denuncia. Tenemos que avisar que su hijo est perdido.

    CARMEN Yo no quiero ir donde ellos

    ABOGADO Si quiere, yo la acompao a hacer esa denuncia, pero va-mos a tener que ir igual. Es el nico lugar donde tenemos que dar constancia. Mientras tanto hay que seguir bus-cando. Ahora si fueron ellos, lo ms probable es que se limpien. Si usted cree que fueron ellos, tenemos que esperar. Tenemos que esperar para ver como demostrarlo. Pero antes no podemos hacer nada.

    CARMEN Quiero que mi hijo aparezca Yo s que no tengo nada que ofrecerle pero quiero que mi hijo aparezca

    ABOGADO Carmen. Yo estoy para ayudarla. Y lo mejor que podemos hacer es colocar la denuncia, s? Espreme un momento.

    [Sale. Hortensia saca su celular y llama. Mientras tanto le hace cario a Carmen en el hombro.]

  • 74

    HORTENSIA [En voz baja.] Jos?... Han sabido algo?... No?... S s Dice que hay que hacer la denuncia igual S s Ustedes no han encontrado nada?... Ya Ya Bueno de ah los llamo.

    [Corta. El Abogado se asoma desde la puerta.]

    ABOGADO Vamos?

    [Carmen se pone de pie lentamente. Pareciera estar muy confundida.]

    CARMEN A lo mejor se lo llevaron pa otro lugar, a lo mejor lo su-bieron arriba de alguna camioneta o de algn helicctero o en alguna de esas cuestiones yo quiero que usted me ayude por favor no me quiero quedar solita...

    ABOGADO Carmen. Tenga paciencia. Lo nico que podemos hacer es esperar.

    CARMEN No puedo esperar no puedo aguantar, este dolor que siento en la guata, se lo llevaron porque piensan que fue l mi guatita mi piwke est a punto de explotar la lluvia, la maldita lluvia que ensordece todo, la oscuridad que nos gobierna, que siempre nos ha gobernado La oscuridad me cansa, me aprieta el pecho. Hasta cundo vamos a aguantar? Alguien me quit a mi nio, alguien me lo quit

    [Cenital.]

  • 75

    PRRA

    [Otro lugar. Puede ser una entrevista o el relato de un documental. No lo sabemos. Carmen est sola. En plena oscuridad. Una intensa luz la ilumina.]

    CARMEN [A pblico, quizs.] Me despert y estaba lloviendoYo saba que poda pa-sar. Siempre lo supe. Lo haba visto en un sueo. Pero quizs ustedes no me entiendan. Estas son verdades, son cosas que pasan casi todos los das. Pero vivirlo, vivirlo es distinto a que se lo cuenten o a verlo en la tele o en esa cuestin del internet. Mi pollito se perdi Y me lo llevaron. Yo s que fue as Al mayor me lo encerra-ron est encerrado sin que pueda ver la luz, sin que pueda ver el sol Me gustara que abrieran los ojos y se dieran cuenta que esto es una guerra que ellos empeza-ron. Pero nos quieren hacer culpables de todo. Es cier-to que sabemos defendernos, pero no hemos cometido ningn delito. Que traigan las pruebas! Que las traigan! A nuestros hermanos los encarcelan. Los maltratan. Los torturan. En esta democracia. En supuestas democracias con sabor a dictadura. Soy madre y estoy sufriendo. Soy madre y no soy ninguna delincuente. Soy madre y soy mujer. Soy madre y no soy mala. Soy madre y no soy terrorista

    [De fondo, unos acordes de guitarra, cascahuillas y un kultrung. Apagn.]

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  • DAVID ARANCIBIA URZA Actor, Director y Dra-maturgo. Actualmente es tesista del Magster en Artes con mencin en Direccin Teatral en la Universidad de Chile. Ha escrito y dirigido: La Sagrada Historia del Reyno de Shile (2010), Monitos Culiaos! (2011) y Awkarayen (re escritura despojada) (2013). Tambin se ha desempeado como peda-gogo teatral en colegios de sectores vulnerables, y ha realiza-do talleres de dramaturgia colectiva en la Casa Memoria Jos Domingo Caas y en el Centro Cultural Matucana Cien. Es miembro del Colectivo Artstico Rumel Mlen y director de la compaa Repblica Independiente.