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 COLECCION DE Y DQCUMENTOS RELATIVOS HISTORIA NACIONAL. -- (TOM0 VI.) CRONICA DEL REIN0 DE CHILE, ESCRITA POB EL CAPITAR DON PEDRO MARIRO DE LOVERB. SA1ITWIAQ0, LMPKENTA DEL FERROCARRIL, Calle de le Bandera, nlzm. 39. p= 1865 == /&e -

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COLECCIONDE

Y DQCUMENTOS R E L A T I V O S

HISTORIA NACIONAL.-(TOM0 VI.)CRONICA DEL REIN0 DE CHILE, ESCRITA POB EL CAPITAR DON PEDRO MARIRO DE LOVERB.

SA1ITWIAQ0,LMPKENTA DEL FERROCARRIL, Calle de le Bandera, nlzm. 39. p= 1865 ==

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cESCRITA POR EL

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CAPITAN DON PEDRO MARIN0 DE LOVERA.D I R I J I D A AL EXMO. SEZOR DON GARCIA IIURTADO D E MENDOIA,

nMarqnes de Cahte, vice-rei y capitan jenerq de 10s Reinos del Perti y Chile.

REDUCIDA A NUEVO MfiTODO, Y ESTILO'

POR EL PADRE

BARTOLONE Dl ESCOBAR, D LA ~

~'DE JESUS. ~ ~

A1 Exmo. sefior don Garcia IXudndo d e Mendoxa marques d e Cafiete, y vicerei de 20s remos del P e d y Chile. Bartolorid de Escobar de lu Compaiiia de Jesus, srxlud y eternajel i c i d d en nuestro &&or Jesucristo.Una de las cosas, sellor Exmo., que me aumentan el gusto, que en servir a V. IC, con cstos renglones recibo, es el hallarme desobligado a prolongarlos, con escribir el punto: que por una parte es inexcusable, y por otra pudiera causar prolijidnd, habiEndose de explicar, como la, materia pidc. Esto es tratar del fin que me mcvi6 a escribir de nuevo esta historia: el c u d consttin~lolca V.E. no ser otro, sino la voluntad y oblipcion que de scrvir a V. E. tengo, me parece estoi justamente eximido de renovarlo :p e s ultra desto ninguna otra cos8 fuera parte para ello. Porquc, aunque la materia no sea la que derechnmente mi profesion ejeraita, mas bien mirada, no la tengo por fuera delln : pues a un principe tan defensor de la relijion cristiana, y celoso de su aumento, y tan protector de las particulares relijiones, y afecto a ellas, y seiialadamente a nuestra compallia de Jesus, cnslquier servicio que se le h a p se p e d e presumir que redundz en lo que todos pretendenios, que es la gloria del nombre de Cristo, a l a cual todos ctebemos aspirar ante todas cosas. Y no tengo por cosa mui remota deste intento el ssunto q u e he tomado en esta historia, pues se trata en ella orijinalmente el modo como entr6, y se ha ido aumentando en estas paztes nuestra santn f6 catblica, para que en semejantes ocasiones tengn el lector aviso de como debe proceder asi en seguir lo que q u i se d6 por licito y loable, como en evitar lo menos puesto en razon, y aun lo exorbitante della, si liallare algo que merezca tal nombre. Ni ttimpoco es razon que deje yo de estimar por suficiente motivo, el que tiene por tal V. E., que es no dejar frustrados 10s trabajoa de don Pedro Mari5o de Lovera, autor de esta historia ; el cual con extraordinaria dilijencia escribi6, asi las cosas de que fuB testigo, como persona que se ha116 en Chile, casi alos principios de su conquista, como la3 que inquiri6 con t m t a solicitnd, que ninguna cosa mas deseaha, que el no ver en su historia cosa que discrcpase un punto de In verdad averiguada. Y desto puedo decir, que soi testigo : porque del mesmo modo con que conmigo hablaba desto pocos

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RISTORIADORES IIC C n f L L

dias Antes quc miiriesc, colejia yo claraniente ser pura verdad la que trataba, porque en EU einceridnd, .y l!nneza no pu&cra cabcr doblez, o ficcion, que pudiera desiinularse, sin ccharh de very niayormente quien tanto dabs 57 t o m a ~ mcon 6; en e ~ t o c o : yo. k' bicn se le echa de ver, , ~ que no atendis B otra coca, cip1o n 11v w h d so!a y apurada; p e s ni se 1, cur6 de lenguaje ni estil,), 11i de hutcar quien ie f ~ ~ e ayudando en este se asunto a1 tiempo q u ? ewri?Ga, eihdolc tm nccesario, como pereona que dernas de su 122t~i*'il ~ i i ~ c c ~ iPC l , h hnliia ocii;~ado siempre en las arnias y en cjercicios nillitare? nxdn concernientes a este ministerio ; tanto que habiendo ~cab;zdode escrii)ir S E historin, descando que se i d u j e s e a disposicinn, Ienganje, y ciiio, t;c content6 con qnien tan corto caudal y suficiencin time cmio j-",(luc por reconocerln tanto no me atreviera a sdir :I csto, si no liiera inaiTL1al!ocle W. E. c u p benignidad suple mis faltas, nnirnhdmic B ~ i i a s lo que For mi solo me fuera de justo. Verdad es que no relnra t3nf.c eii el i.lji.nio rnal snbf,iiizado, lengnaje y m@todomzl p r o p x i o n a d o n lo rnucho Lucno que se requeria para la descripcion dnl rciiio (!e Chile ; 1.1 tlivcr2idad de :-us teinplos ; la abundancia de sa3 maiiter:i:iiirntqs ; In ft,:.oe:ithtl clc s i i s naturales, y riqueza de sus niinas ;y 51Irlmci1te el dIRcurso de su conquista, y aaiento: en Io cnaI no ~n niuc!in e q t w 113 > 1n6nos !)ien puesto en 6rden hist6ricoYy elegante cctilo : lo q::c lit>tc:n; lo e 3 v1ninc:;tc el emprender esta obra, en cuantu ticnc ii:seitpr, las ii;cmo:.:,E:es I,szafiss de V. E. que miBntras inns tengo p e eeerybir Cellae, :.into m h o s acierto a referirlas, sin bajsr muclio de 10s q u i i ~ t c s , qirc c!hs mben. Per0 ningun n hombre discreto se cspnntarit de que yo :io aiiiie n yonderar conio es razon el haber V. 13. siendo de vcinte y clos nfios cnti-ndo entr6 en el gobierno 6estod reinou, d i d o coil C~nJ)rc%Ys, :xrgtiyen cincuenta de q:i+ madureza, p muchos m:w de cspcricncia : ccxio e vera en el discurso . desta bistoria. Bien s:ibe todo el i\>UiliIo (!e !,I mnnera que entr6 V. E, a apsciguar un reino ifiquicto, >- re'x!,.uc's, que V. C. a h 6 innno de si1 gobierno esa (1 ) destruido, y miserab!e. QX!I coFa f ~ i @ d u d s el hasin ....tlos jencra!es espa5oles aposesionados de la ber y. E. e n . . Suera del reino y pacificBnclolo en todo ; y tierra enviBndolos. . habi6ndose coli 10s suyos coli tnl cq:ii:!d y ~ G S O , que no liiciesen j6nero de d e s k n , o desafgero : gmiilc el li:2ocr cii:!-aC;o en aquellas, famosisinm batnllas can>ple3con tan rcclutAJ lliimero de soldados ens tre el excesivo de 10s btirbaros belico?os, ailliendo sieiiipre con I victoria: grande el haber acometido a 1111ik hrtnleza entrhnclose solo por la puerta entre veinte inil enemigos, tenieildo apenns veinte soldados que le siguiesen :grande el hnber funciado sietc ciuclades y puesto en &den las que estaban antes desconccrfnda9: y no nienos grande el haber hc-

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Los puntos suspwsivas indican las pahbras perdidas por el deterioro de1 MS.

PEDRO HARIP?O DE LO\ LRA.

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cho mucho y sacar nada de interes de Ins Indias, como eonst,a en todas ellas. Pero lo que es mas que g r a d e , y de mayor ponderacion, es el comun sentir no solo de 10sespafioles, que en todo Chile y el Pert? hail Ilorado tanto la ausencia de V. E. cuanto deseado su venida, mas tambien la voz de 10s mismos bhbaros, que perseveran en la guerra, 10s cuales piiblicainente han clamado desde enthnces, que con ninguno otro medio, ae allanarian, si no es con V. E. D e suerte, sefior Exmo., que la f d t a que en mi reconozco de 10s requisitos para escribir exactamente cosas tan aventajdas, me liabia puesto casi a punto de desistir deste laberinto : mas considerando atentamente las circupstancias, me pareci6 ' que la cortedad de mi caudal para tratarlas, por una parte es ganancia de V. E. sin p6rdida mia, y por oira granjeo yo mucho sin disminucion del nombre deV. E. Digo ser ganancia, p e s lo es,y mui ilustre, que las obras de V. E. sean tales, que no haya injBnio que acierte a darles el punto en que ellas estiin: y sin menoscabo mio, pues no pierdo yo nada en no llegar a lo que ninguno alcanza. Dije tambien ser interes inio ;porque miBntras el leneuaje y estilo ea mas humilde, se colejiri mas claramente no haber 9 en mi intento alguna niezcla dg otro fin, fuera del que me he propuesto de servir a V. E., pues no viendo en m i cosa de que se pueda hacer ostentacion de mi parte, presumird cualquier discreto, que est6 de parte de V. E. todo lo que me mueve, y 110 otra cosa ; y esto sin detrimento de las hazafias de V. E., pues son ellas tan manifiestas a todo el mundo que ni el alto estilo las acumula, ni el bajo las disminuye. Y cuando no estuvieran por si mesmas tan notorias, fueran agora manifiestnmen'te conocidas por las preseutes del gobierno, y justicia q u e V. E. en el Pert? administra, de que somos todos testigos; donde as5 lau pias como las grandiosas, hinchen enteraniente el vacio que el marques mi seiior, padre de V. E., clej6 en su muerte, segnn con razon esperamos, dichosa, riunca acabaclo de lienar hasta el tiempo en que V. E. vino a ello. PregGntelo a 10s pueblos de indios cuyas iglcsias estaban arruinadas por haberlas arrasado con el suelo 10s furiosos telremotos pasados, y estin ya todas reedificadas con tantas ventajas que en 5010 este valle de Lima, donde V. E. reside, ha fabricado cuatro,$y reparado las demas en lo necesario ; lo cual se ha hecho a este tenor en 10s demas lugares deste reino ; diganlo tainbien 10s hospitales, as< el de 10s espafioles fundado por el marques mi sefior, padre de IT. y el de E., San Diego agora de nuevo edificado, y favorecido con el amparo d e V. E., como el de 10s indios, jente a quien V. E. con particular afecto favorece y ampara ; pues vciiios que actualmente est6 V. E. aumentando estss casas, ilustrhndolas, con herinosas fuentes no m h o s Gtiles para el servicio que dcleitables para recreacion de 10s enfermos, socorriEndolos con este regalo, que gozan hoi todas las rolijiones, y lugares g6blicos desta ciudad de 10s Reyes con tants abundancia y hermouura, que parecc ern otra 13 ciuclnd cuando V. E. entrb~ clla, de la que en es agora en la silzon preaentc. Y no quiero que semi solos eufermos 10s indios que atestiguan con wto, sino todos uriiversalrnente de c u d 2

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BISTORIADQ%ES DE CHILE.

quiera disposicion y estado; a 10s cuales, como a jente miserable, y amilanada, ha eximido V. E. de gravisimas vejaciones, si6ndoles refujio y alivio en todas cosas asi temporales como espirituales, de que estaban no poco necesitados. Veo tambien que 10s motines y desconciertos que en unos lugares se rujian, y en otros comenzaban a tramarse, les cort6 V. E. 10s brios sin dejarles alzar cabeza, apaghndose como centella 10s que faltando la prevencion y dilijencia de V. E.; pudieran ser de tanto detriment0 que pusieran a1 reino del P e r 6 en continjencia, y a canto de perderse, si Nuestro Sefior por su misericordia no tomara a V. E. por instrumento para allanarlo txlo en sus principios, poniendo resguardo a lo que si viniera a mas rompimiecto tuviera sin duda fines desastrados. Xkjo aparte la nueva poblacion de Castrovirreina para el asiento, y lnbranza de las ricas minns de nuevo descubiertas ; y otra semejante hecha en Guhilas, dc no m6ilos pr6speras esperanzas : ni tampoco hago mencion del nuevo pucblo de San Lhzaro ; ni de la insigne f6brica de las casas reales de la habitacion de V. E.; ni de la grande cantidad de artilleria y rnunicion con que V. E. ha ilustrado y fortalecido la tierra, y guardado el mar, cosa que no poeo adniira a 10s que agora diez abos ni vimos raptro desio, ni aim pudi6rninos persuadirnos que en cien aiios vinkra pueblo de !as h & a s a t m t a medra, como hoi vemos, estando as5 esta cindad de 10s &yes como su puert o de mar y navios que por 81 navepn, tan l k n o todo de piezas gruesas, tan perfectas i bien labraaas, quc creo nos podrinn tener cnvidia 10s lugares que en Europa est& mas g ~ a r n e c i d ~pertrechados, lo c u d toy ~ co tan de paso, no porque In cosa no sea digns de ponderacion y estima, sin0 porque la veo mejor ileclarada por 10s ef'ectos. M e remito, pasando a otra cosa tan pia cuanto libertlf, segun de la mano y jenerosidad de Y. E. se esperaba. Est0 tdir,in rncjor no pocos hombres honrados tan pobres que andnban casi mnriendo de ham?xe, a 10s cuales ha ausiliado V. E.. no cesnn de echnde benilicionea. Dz rnznera que siendo las... que V. E. . Chile notorias a todos a d nor si mismas c o n 0 por las presentes que p z a m o s , n o pucrle mi co~tcclttdde razones perjudicar a sus trofeos, cu'mto mas qu?, . , . . en mi facundia para poder cumplir con In matcrio, me repdiniera a1 conocer !a condicioil de V. E..: no gasta tanto de ver sus hazafias ewritas en 10s autores cuanto de scr autor de ellas p')r la obra. I por hxber tcnido atencion a esto el capitan don Pedro Marifio de Lover?*, 9. , . .en que destas cosas insignes i memorables de V. E. que 61 tenia eqcritns Antes de que V. E. viniese por vicerei de aqnestos reinos, se cercenasen no pocos renglones por haber ya V. E. venido, por c u p mnno habia de pasar este libro, las cuales estaban 6jos de deberse qnitar tilde dellas, pues hntes se les debia de aliadir mnclzo si hubiersn de pasar por otra mano. I desta limis q u n nuestra voluntad y la mesma casa que tacion que pusimos . . .en todns ellas 10s orijinalcs prirneros desta historia, . muchos a5os Antes que V. 13. viniese, quitan toda 10s cuales, sospecha de lleonja, p e s estaba el autor bien descuidado de ver en es-

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44 tos reinos a V. E., sabiendo como hombre. esperimentado que la cosa mas deseada es la que est6 mas Idjos de >venir a ef'ecto, y el haber Dios Nuestro Seiior cumplido el universal deseo destos reinds, trayendo a ellos tal principe por quien t,anto anhelaban todos desde el dia que V. E. s a l 3 d e ellos, me persuado haber sido por querer su Divina Majestad enviar un comun refrijerio a estas tierras a tiempo que estaban en medio de tsntos infortunios i calamidades, que toclos por nuestros pecados esperimentdbamos. Ninguno hai a quien no le conste que ha116 V. E. 10s pueblos con excesiva carestia de mantenimieatos, universal hambre, enfermedades y pestes gravisimas, apena3 a la eazon fenecidas del todo, edificios a,rrui;lados lastimosamente con 10s estraordinarios terremotos que poco Antes habian precedido, con otras muchss calamidades dignas de propis historia, toclas Ias cudes se trocaron en tanta prosperidad y contento, que somas todos .tcstigos qce de treinta afios a esta parte EO se ha T isto tan coniun sanidtld y huenos temporales; ni abuiidancia de frutos, y ganados tan copiosa ; ni tanto lustre y crecimiento en las ciudacies, asi por 10s edificios restaurados, como 10s de nuevo fabrica !os desde 10s ciinientos : no olvidkndome de lo que el verlo cada dia a 10s ojos uo me .&jam olviclar aunque quisieray que es el haber dado V. E. asiento y &den en do5 c a w de las mas principales que ejercita la reptiblica cristiana ; la una la prevencion y ensaye ordinario en el ejercicio mili!ai*, y la otra el crecimiento y bnen progreso de las ietras, que cunzitlo no hubiera mas que ver a, esta ciudad de 10s hteyes tan ilustracla con tantoa colcjios y seminarios, uno8 de nuevo fundados por V. E. y otros aumentailos eon su Eivor y a m p r o , ern motivo suficiente para tener por felicc SLI venida a estas partes. Cuanto mas si tocase el punto qve prepondera casi a todrrs 10s que he tocado, que es haber sdido estos rcinoi de 1121 j h e r o de opresion, y aun ignominiade las hefas que cada dia nos Iiacian diversos piratas ingleses, entrando y salienclo por cste innr del 53r cotno por su casa, y saliendo siempre con la suya coil no ec~iar vez lance en van0 sin llevar presa, tanto que parecia rie andaban pascando por et mar, tornando IOU navios que les hacian a1 cas0 sin resistencia dguxia, y hzllLnclolo todo a pedir de boca, sin haber quien se lo demandase con no pcquel?a nota de la honra espaiiola, que no suele sufrir que se le h a p n eeniejantes burlas y gasquetas, ni dejaree estm tan ~o.juzg& cotno lo est5bnrnos de estos corsarios, que nos tenian puesto, como C!ic el pi4 sobre el pescueao. Bendito sea Nuestro ScEor que nos ha t r d o tan deseado principe y tan cabal en todo lo que Irxbian rncneoter tan precisamente estos reinos, pues la primera vez que estos encrnigos acometio,ron entrar en tiempo de V. E., fueron todos dcstruidos con dcsastrados temporales 6ntes de embocar por el Estreclio de Magallanes, como se vi6 el aiio de noventa y dos, y la segunda vez que uE el aiio de noventa y cuatro cuando vino el jeneral Richarte de Aquinas, de tres navios que train perdi6 10s dos en el camino qucmlindose uno ante sus qjos, y el otro yendose a fondo sin poder socorrerle aunque lo veia, y aun el rnesmoPEDE0 NAIiIfiO DE LOVEILA.

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BI~TJRIIDORFSDE CHtCE.

jeneral que se tenia por mejor lilurdo en haber entrado con su capitam y lancha a correr esta costa, ni ha116 en ella de aquellas presas que SUB antecesores, ni dej6 61 de qucclar peso, por haber puesto V. E. dilijentisiina prevencion y resguardo en que todo estuviese puesto en coh o ; y jixntamente conietiendo esta empresa a la persona mas calificada' destos reinoj, que es el seiior don Beltran de la Cueva, hijo del conde de Lenios y hermano de mi Seliora la marquess, con cuya jornada, y el 6rden con qne V. E. proceclici en dar alcance a este corsario, le hubo a las manos V. E. a 61 y a todos 10s suyos, tomiindole el navio y lancha y poiiiBndole en I priaiori, donde al presente est$, cual todos s vemos. Y no quiero clejar de advertir por respecto de 10s que en Europa podrian leer esta victeria, que no se debe quilatar de la maiiera que en Italia o E s p i i a se hiciera, sino como cosa niucho mas excelente que all6 psrcciern, atento a la disposiicion dejte reino ; cuyos moradores califcanios esto por gran ixgocio, corn0 jente que tocamos con las manos las cosas de por acii y eabenioa la incomparable dificultad que hai en salir con semcjantes empresa'j ; todo Io cual escribo sin recelo de soApecha de adnlacion dgunn, sabiecdo que la gloria i alabanza se debe a Dios primeramerite, para la cuai es j m t o 110 ocultar tan manifiestas mini estado, cuanto IP sericordias; i para acordar a V. E.. incumbia obligacion de clar incceableinente gracias a1 Seiior, a quien toinando a la de V. E. por icstruinento para poner.. perfectamente. P por resolution de esta carta solo me resta que decir, que auiique yo no soi autor h t a historia, ni he aiiadido cosa concerniente a In substancia, Bntes quitado. por evitar prolijidad, i si algunas he de iiuevo escrito, son algunos puntos COmunes a1 PerG y Chile que yo he visto, y han sido necesarios para declaracion y eiitereza de !a historia de suerte q u e . por mi he puesto, p r la, mayor parte no es mas que la disposicion, y estilo dfsenndo dar n cach COS% Is ponderacion y punto que se le debe: p r o cusndo IlesuB a e-wibir la parte que en esln cr6nica a V. E. prtenece, no me satisfice con qnc tuvicec un autor solo, sin0 dos juntos, pareciBiicloine que por ser cosw tan her6icas y extraordinarias no era razon perdmar punto de la autoridad, que se le podia dar a la historia ; y para ayudar, y o a!oo de mi profesion, hice. 3 inf'ormiinclome iiiui por menor. fidedignas que en Chile conocieron a V. E. y IiallLindolas tan contestes.. Pedro Mariiio de Lovcm, que finalniente no pude aiiadir cosa de subsexiuna nueva autoridad, que. tancia ultra. menea cleben resultar en Io que escribo. Lo. mente-en el acat,amiento de V. E. de cnya mano espero, que In ha de venir a este li- ' bro el qactanto e l . . deseo, y y o n o he acertaclo a tlarlc : teniendo V. E.. a 10s largos trabajos, y continua dilijencia ilc don Pedro Marifio clt: Lowra, y lo.. deseo sersir a V. E. que parece obliga a la jenerosidad de tan p a n principe a favorccer sus intentofi, levantando de quilates Io que yo por

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mi parte he deslustrado; aunque no por eso des. . . . de la confianza que en la benignidad de V. E. tengo, que recibirii por servicio este pequeiio cornadillo, que yo he puesto como de siervo, y capellan, que se ocupa mucho mas que en esto, en suplicar a Nuestro Seiior guarde la excelentisima persona de u. E. como todos estos reinos, ' y otros muchos lo.. ... para mayor servicio y honra de Nuestro Creador y Seiior Jesucristo: al c u d sea para sienipre la gloria, que le es debida, y espero en su infinita bondad dar&a V. E. un eterno descanso y bienaventuranza como tocios sus siervos y capellanes desta minima compaiiia con la dehida instancia le suplicamos.

PEDRO M A R I ~ O LOVEEA. DE

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BmTorAoM$ DE ESCOBAR.

AT, CRISTIANO LECTOR.Entre las infelices calamidades que universalmente se esperimentan en estas Indias, no es la m h o s de llorar la inquieta instabilidad del estndo de las cosas que casi sieinpre se tornan como de paso y de prestado, atendiendo cada UUO a1 blanco de SLI pretension, y alzando mano de lo demas, dej&ndolocorrer por do corriere. Qniero decir, que la mayor partes de 10s hombres que pasan de Europa a estas partes, emplean su conato en atesorar las riquezas, a que vienen anhelanclo con designio de dar la vueita a sus deseatlas patrias; para gozar en ella 10s bienes que en las Pndias hubieren acumulado. De q u i es que todas Iss demas cosas, que son coiicernientes a1 aumento de sus haciendas 8e miran como propias, y las g e e desdicen itesto como qjenas, y fuera de prop6sito; o como casa de arquiler, que es miracla con mui diferente cuidado de propio dueiio, o delinquilino, que no miramas de tener casa en que vivir por aquel aiio, aunque a1 iin dB1 quede tan deslustrada, que no pueda otro entrar a hahitar en eIIa. E n efecto, 10s ejercicios, a que en la Am6rica se han dedicado 10s que cle fuera han venido a ella han sido sacar or0 y plata, o ayudar a ello, sin tomar de propdsito el levantar y autorizar las C O P de estarejion con amor, y afecto a ellas, como a propias ~ Sntes usan lo que con l i r misina tierrs, que en sacando el metal de 10s minerales, lo desentrafian cuanto pueclen, recojiendo la plata, y echando, como dicen, por alii la tierra. D e aqui procecle el poco cas0 que hasta aqui se lia hecho de poner en historia Ias cosas memorables deste nuevo orbe, habiendo en 61 tantas, y tan extraordinarias, y de tanta admiracion para todo el mnndo. No quiero cansar a1 lector acuniulando razones para apoyar la utilidad y aun importancia de escribir historias; baste para confirrnacion de todo, el haberla usado gravisimos antores, y 10s dichos de todos 10s sabios que intiman este asunto coni0 absolutamente necesario. No poco ponder6 Ciceron este punto, cuando dijo en lo de oratore: la historia es testigos de 10s tiempos; luz dela verdad; vida de la

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HIS1 OXIADOAES DI: CHILE.

memoria; y maestra de la vida. Y asi en las repitblicas bien ordenadas habrii hombres eruditos diputados para escribir sus anales, y para que la diuturnidad del tsiempo no pusiese en olvido SUB grandezas. Bien se colije la estima que 10s antiguos teninn desto; del us0 de 10s romanos, 10s cuales levantaron estjhxa con lengw de or0 a. J o q h o Histcirico, con ser estranjero; y a otrov muchou, como constn de sns escritores. Y no f'uera de peque50 iriconveniente el anclar a ciegas sin saber hacer distinciones de perc??nau nobies, pw,a echar m m o clei!as cu:indo se of'recen lances de importan$a, lao cuales personas se discieri!::n de 1:bjente v~dgar, de menor y gruego, pop IO que cle sits snfepasdos sc Ice cn lss historim; sin las cnales m:ll se pudiera trveriguar la, a,ntigikdad de 1st prosapia y orijen de cada nno; y loa exclareci(bs hechos, poi- los criales merecieron sus antecesores 1%h0lll-a y opinion en que 6011 tenidod 10s descendientea. Cuant.0 mas que ])By% em$earde ti? lzoinhrc en e& cjcrcicio bnata el T'ei-, que muchos holnbres (le sGtiles iiijeiiiod h i 1 esLdo en innumerables errores por carecer de historias; con lm CLX&S han venido en conocimiento de In verdad otros muciios (le moderados, y aun cortos entenciimientos; pues nadie d1t& haber siclo rmo et cai~dal injenio de Arist6teles, el crial se desde pec6 en gr:ivw chitinos a c e m de In crexcion c M munclo y de las cosas conpiguientes a estazst:mdo certificndos de I verdatd innumerabies . : hombrrs de hnmildes enteix1i:nientos; porque gozan de Ins historiav sagradns, Ias cuales in=trnyen al lector c n lo que segun la lei catolica todo C0nfevmo.z. Viece mui :ip:.oy6sito lo que pnsa en 13s mesmas In&as, donde a! prevents estam.,; ile CUYOS catmales ni sabemos el orij'en, ni de qu6 parte, o por quE via hayan aportado a estos reinos; y andamos conjeturando zscrcn dcsto, sin atinwr con el rastro de la verdad, no con poco diegusto de los hombres politicod, y curiosos, solamente por fa1,ltar historias antigrias dcstx tierru, por la ba,rbaritIad de aqiiesta jente. Y es esto de tanto inconveniente, que aun 10s que aabemcis las coma, que han pasado de dos o tres mil aiios a esta parte entre 10s lacedemonios, atenienses y espmtanos, y en otras rejioues remotisimas, que no nos tocan, solamente por la curiosidad y vijilancia que tuvieron en escribir historias; andamos a ciegas en las cosas que sucedieron ahora ochenta o noventa afios en 10s mismos reinos que habitamos. Y entre otras muchas ntilidades que trae la hivtoria no es !a de m h o s estima el ser incentivo de virtud a 10slectores; porque como dijo Oracio, mas remisamente mueven las palabras que 10s ejernploq, o sabidos por relncion de las historias, o vistos por 10s ojos. No puede negarae, que el v e r a otros que fueron de la mesma masa y condicion nuestre, fr6,ji!cs y detesnables, y como dicen de carne, y hueso, finalniente hombres que ventodo por no faltar a ciendo sus naturales inclinaciones Dios, ni a su rei, ni al pundonor. y de.. con. .a 10s pere , y por otra 10s hizo salir. cualquier por ganar lo que ganaron 10s que hicieron, aegocio herbico, y lo que ellos imitm. Y por decir mi sentimiento desnudo de toda aficion y sin recelo de que alabo cosa mia, me parece que est& la hidtoria que

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PEDRO MARIfiO DE LOVEBA. IS escribo tan, .de esterilidad en esta parte que Bntes hai materia a manos llenas. Porque si el lector pondera losintolerables trabajos, memorables hazaiias, y valerosas empresas, no se por qu6 deba anteponer ni hacer mas cas0 de 10s famosos hechos de 10s griegos, romanos, y asirios, ni tener por mas seiialados 10s de Alejandro Magno, y Julio CeBar; pues hallas6 aqui Hectores, Aquileu, y Boldanes tanto mas dignos destos nombres, y otrus de mas estoh, que si alguna diferencia h i entre aquellos nntiguod, y evtos nue&ros, es el ser mas averiguada verdad la que. que !os bien ponderados .que yo hallo para de las suyas. Mas a la serdad 1% que estas cosas no haynn ctndo tan grandc estampido en el mundo .dos a 10s que !as oyen, es el ser cosas de Indias; las y mercancias, no cuales han caido entre hombres. entre Josephos, Hoineros, Titclivios ni Plutarchos. Que si hubiera .de cronista que de pa reconociera el mundo que no es uno ni cliez .Cides que ha, tenido Espaiia escondidos en este rinconcillo del reino chilense. Y. .estos tan valerosos hoinbres ni han dejado estiituas levantadas, ni suntuosos .su memoria, tengan siquiern por alguu premio de sus trabajos el ser en paz.. .historia, aunque con cierto m h o s aparato, que ellos merecian; pues ni yo puedo dar alcance cumplidarnente a este asunto, ni me atrevo a arrojar a 10s que con mzon pudiera poner las cosas tales que podrian causar algun j&nero de sospeoha a quien no ha visto la iiereza, multitud y fortaleza de estos bELrbaroP, mnyarmente tucapelinos, y araucanos; ni considera mas de cerca las grandiosas obrsa; que por acii se han hecho tan insignes y calificadas, que aun yo m e m o no pudiera creer haberlas hecho a otroe que 10s espaiioles.

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Don Pedro Marii'io de Lovcra fu6 natural de la gran villa de Ponteviedra en el reino de Galicia, hijo de Hernan Rodriguez de Lovera y Rivera, y de do% Constanza Masirlo Marinas de Sotomayor. FL~Q su padre rejidor perpBtuo del dicho pueblo, y capitan jeneral en su costa de mar por S. 34.real del emperador don Cdrlos V. Habiendo guerra entre Espaiia y Francia, desde el ai'io de 1538 hasta el de cuarentn y des, en el c ~ i d tiempo con celo de la honra de la M. Ceairea pnso la espada en la cinta a su hijo don Pedro, autor de esta historia, dindole 10s consejos concernientes a la calidad de su persona para que procurase siempre dar de si buena cuenta, esrnerindosc en las cosas de virtud, y llevando adelante las buenas costumbres de sus projenitores. IHabiendo, p e s , servido x su padre en oficios de su ejercicio militar algun tienipo, le pareciij que le estaria bien dar una vuelta en las Indias; y asi lo inlent6 y trat6 con sii padre c u p licmcia, y bendicion alcanzij; con la c u d pus0 en ejecucion SIX deseo, saliectlo de SIX patria el :Go de 45. El primer viaje que hizo fuE a, la ciudnd dc Nonibre de Dios; de la cual di6 la vuelta para Espaiia, mas por justos respectos que le movieron, que por desistir de la prosecucion de sus intentos. Mas, como Ilegase a la Hsbana, para de dli pasnr E s p a h , nwrt6 a venir en aquella coyuntura el licenciado Gasca por Presidente del Perti: cl c u d lid16 a don Pedro de Lovera, en cste puerto clc la Mabana, y * l e hizo echar por otro rumbo envi6,ndolo a la nueva Espafin con ciertos recaudos d r importancia para don Antonio de Mencloza vicerei de aquel reino. Di6 tan buena cuenta de si en este negocio, que pasando el m e m o vicerei al PerG a gobernarle, lo trajo en su compaiiia hasta esta &dad de

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EISTORIADOBES DE CHILE.

10s Reyes, donde hizo asiento. Mas, coin0 don Pedro era tan aficiona do a las armas, y sup0 que en el reino de Chile Iiabia no poco en que emplearse acerca desto por las continuas guerrils, que hai entre 10s in&os natnrales de le tierrz y !os espaiioles, pGsose en camino para allh, a doncle 1lcg6 el niio dc cincueutn y uno.] 110 que en esta conquista sirvi6 a S. 1 ; 10s trabajos que padeci6 en razon de esto; la gran suM ma de dineros que gast6 quedando a1 fin pobre, por no haber recibido alguna paga, o je'nero de remixneracion, se versi mejor en el discnrso en de la historia, la c u d 61 escribi6 con suma dilijencia, desvel~ndose inquirir IRS co9a.s que dej6 eacritas, y aunque su lenguaje, y traza en el m escribir dernas de sei- el que ordinariament,e usan 10s de Ga1' *a , era de hombre ejercitado mas en arinas que en libros, y la letra que escribia era. m2l forniada, con todo eso tomando en las mmos u n papel, y tijeras, cortabo, unxs ietras tan peri'ecbas, qu:: ningun maestro Ins sacara mejores con plumiz y tiiita. Y cle e3ins letras hacia muchos r6tulos en derredor de :as cortaduras que cortaba. coil tal piinor, que por grau servicio ]as presentaba, a cadquier principc. P lo que mas me espsntaha, era que siendo hayto viejo toinnba un papel de (10s declos de ancho y de largo de totlo el p!iego, y io cortaba por medio por lo grueso, haciendo de una mesma tira dos del mesmo ancho, y largo, pero riiucho nias delgado que estaban Antes. Y con la niesma sutileza tomaba un lnanojo de cabellos, y losiba cortando dc: abajo arriba, haciendo de cada uno dos sin quitarles puntn del largo que tenian. Lo cnal escribi6 por ser curiosidad mui particular y una gracia inui buena en un caballero que tenia la mano hecha a la lanza, como niaq largamcnte se refiere en !a historia con Ins deinas cosas de su vida.bMuri6 a fines de! afio de noventa y cuatro e9 la ciuclad -le 10s Eeyes, a la c u d habia vexlido de Cainanj, donde habia sido correjichr sin haber aun sacado a FU rnujer del distrito de su correjirniento por hiilser poco tiempo que habia dejado el tal oficio. Rebibi6 todos 10s sacramenlos con la preparacion debida en hombre tan cristiano, dej6ndonod eaperanzas de que Ntro. Seiior le tiene consigo en la eterns felicidad, para que todos fuimos criados.

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DE LA SITUACION, P COITQUIi3TA BEL ICEINO DE CHILEIIECIIA

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CAPPTULQ I !De, como el adelantado don Diogo de Almagro tnvo noticia del reino de Chile, y sepus0 en (,amino pira dedcubrble.

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En las Indias Occidentales, con rilzon llamadas nuevo orbe, asi por la grande lonjitud de su distrito como PO:. estar tan remotas de la; tres rejiones conocidas de 10s antiguos, e s d un reino llamado Chile en la parte filtima desta nueva rejion llamada AmBrica, de que tratamos; el cual aunque no est6 en ma;ior altura clue de veinte y cinco a cnarenta p dos grndos, que tieneeste reino de lonjitud yendo de norte a sur, con todo eso es el mas llegndo al polo AntBrtico llamado medio dia, que hai en toda la AmBrica, porque la tierra que V B mas adelante a c e r c h dose a1 dicho polo austral, o es despoblada, o por descubrir; la cual se va prolongando por el largo estrecho de Magallanes, cuyos moradores apBnas se sabe cu6les sean: y asi hablttndo de la tierra conquistada por 10s espaiioles, es la deste reino de Chile In mas pr6xima a1 sur, y In de mayor akura que hai en su rejion. P o r la otra parte que se va apartando del niedio dia confina con e Peril, aunque tiene en medio tantos ! despoblados, y provincias casi desamparndas e incnlbs, que hai mas de quinientas leguas deste reino cle Chile a lo que lxopiamente se llama Perfi, mayormente si se torna el lindero por la part? maritima; porque tomsindose por la tierra mas alta, que e3t6 de 1%otra p r t c de la cordi!lera, confina cste reino con el de Tucunnan, que est6 inrneditlto al Per@ y asi el descubrimiento de este reino de Chile Eu6 i:iinediatanientc hecho despues que el P e r 6 fit6 descubierto, y por 10s mismos conquistadores, por el &den siguiente, remitie'cdome en lo que toea a1 Perfi,. , .historia.

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Habian. .en la.. .el marques don Fran.y un caballero llamado don, cisco.. de Almagro como 10s principles cabezas .......... ..caudillos, de snerte, que S. M empeiador CArlos V. rei de n fias para satisfacer a1 coirio a ~~1.13. .mando que el. ... .del. .conquistaclo estuviese.. .de. .................. marques fu6 gobernador.. del reino que e,staba mas Ile., ........don Diego de Almagro .de 13 ciudacl del ....y aunque es verdad de la conquista que .en la tierra, no f u k cosa de duda, porque todo el caudal eran pedazos de oro, y.. .....q ue estaban cunles son unas grandas cuevas llenas de recojidos en Ins huacas; huesos, retretes esctiros que servian, asi or6cuIos de 10s demonios que hablaban a !os indios hochiccros en q u e 1 luqar; como de entermmientos suyos; y por scr costumbre de 10s indios 1)rincipaIes lievar consigo toclns siis riqucziw a1 seyulcro cuando Iniiereii, vino con el tiempo a crecer much0 la riqueza tlc !as hnacas; y asi lor? cspafioles liallaron al principio todo lo que habia, jixnto, y coin0 clicen, ahechado. ?das pasaclo este primer lance y fortuna, ti0 sc hallaba .riqueza de las minas, que &ora Eiai porqne no esttsba clescubierto el famosisimo cerro clc Potosi, que es el mas rico de todos 10s minerales de plata que se sabe en el universo; y nsi ejtaba la tierra mknos. Tuvo a esta sazon don Diego de AImagro reiacion de ezte reirio de Chile, del cada afio v a n suma de.. .el rei Inca del Per6 llamado Guaynacapae, y h, . pareciendole que seria negocio acertado proseguir su marcha hasta .Chile. .cuyo conocimiento.. .{os bjrbaros deste. tambien y quien se hahian de snperar.. ..Ir asi se resolvi6 en poner en ejecucion su intento comenzanclo luego id convocar alguna jente espafiola, de la c u d era ilustre grnn parte y juntamente se previno de todas las armas que pudo, haber defensivas, y ofensivas, con 10s demas instrumento bblicos, municion, y vituallas concernientes a tal entrada; y habiendo juntado como quinientos espafioles, en cuyo y avio gast6 gran supor ser tiempo .razonable ma d e , tres y ....... .mil pesos, se pu. haciendo resefia de la jente entre 10s cuales hizo eleccion de capitan del ej&cito, poniendo 10s ojos en 10s. .para tal oficio por ser el blanco que. cosas debe poner a 10s ojos en todas las ocasiones donde haya cabezriu con mucha priidencia hai comunidad, el procurar y. .es. .para esto las personas de mas lustre y valw. Y as; en el primer .que el adelantado ., salio por su teniente.. Orgoiiez, hombre.. Nuiiez de que .por rnaestre industrioso; i tal fuk tambien el alfirez jeneral Diego Maldonado. F o r capitanes Woguerol de Ullon: Gomez de Alvarado: R u i Diaz de Torre8: J u a n d e Herrada: J u a n de Saavedrs; y Francisco de Chaves; con

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llISTOnIADORES DE CBILE.

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PCDRO NAlllWQ DR LOBBRA.

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cuya eleccion, puesto en Brden el ejGrcito, comenz6 a marchar el aiio del Sefior de mil y quinientos y treinta y cinco, precediendo el capitan Juan de Saavedra con su compafiia, para rccorrer en la provincia de Paria a l p n a jente que estaba convocada, donde lleg6 el resto del ej6rcito a pocos &as, y descans6 algun tieinpo para poder proseguir en adelante. Habiendo hecho alto para renovar el 6rden con la nueva compaiiia, vino en busca del adelantado un indio llamado Pablo Inga hermano de TopaTnga, que a la sazon era rei del PerG por muerte de Huaynacapac. Este Pablo traia consigo scscnta mil indios de pelea, para ofrecerse con ellos, como.. ......... .arlelantado para ayuchrle en ELI conquistz. Di6le las gracias el adelantado. ............. .grandes.. . ....awadecirniento ............ajeno de recelo en vcrpe rodeado de tan9 tos indios, 10s cuales annque venian en su favor y parecia felice suerte, con todo esto cua:ido y asi trat6 con Pablo con achaque de cvitar trabnjos excusados, que escojiendo algunos sus mas amigos, despidiese la gruesa de su jente: lo cual se ejecut6 volvihdode a sus casas mar de cuarenta mil indios, y siguiendo Pablo con el resto el 6rden que el adslantado !e dabn en todo. Estilndo as2 confederados 10s espaiioles con 10s indios fueron pro$iauiendo el vinje troruenzado hasta llegar a una pmvincia Ilamada Jupisa, en la cual tuvieron d e nuevo el motivo que dirB para su intento. Lleg6 un indio principal llatmado P-Iuayllullo que bajaba de Chile con el presente acostumbrado, que aquel reino orccia a1 rei universal del Per6, el c u d teniaen Chile dos gobernadores de a q i d reino puestos por su mano, el uno en el valle de Mapuche, y el otro en el dc Coquimbo; de 10s cunles era enviado por clnbajador el Huayllullo; y era tanta la r e neracion con que en aquel tienipo respetaban 10s indios a su rei, que por mas reverencia traian el presente ,en unas andas ricamente artificisdas con guarnicioneu de or0 de martillo llevadnq en lionibros de indios principales; a 10s cualcs hacitin solemne recibimiento en todas Ias provincias, por donde pasabm en lionor de su rei, que a d lo mandaba. Era todo el presente de oro fino en barretas, y tejas qne 5e suelen hacer por fundision del or0 que se saw de las miiias envuelto en la mesnia tierra donde se enjendra. Fer0 cntre est0 traia dos h r. m o de ~ s or0 crindos en la inesma tierra, que venian sin p s a r por fundicion, 10s cuales eran de estraordinaria grndeza, por qiic el uno pes6 catorce librar, y el otro once; con 10s cusles era toda la suma de or0 que traian h a s h doscientos mil pesos de oro, que valian trescientos mil docados; y en lugar de marca traiar, las barretas y tejas la figinra de su rei. Recibi6 el adelantado con mui bucn ro9tr0 a l indio emhajador, y con mejores manos el or0 que traia; del cual B apoiesion6 comunicando su ine tento con el IIuayllullo, y d&ndole razon de su viajc y aviso de que ya estaba librc de semejantes tributos, pues el rei del P e r 6 era otro; a1 cual solo se debia obediencia; conviene a saber el emperador C&rlos V.: y as< le pereuadi6 a que se volviese con 61 cesando en SIX viaje pucs habia cesado el fin a donde lo dirijia. Condescendi6 1Iuayilullo con el adc-

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HISTORIB.DORES DE CHILE.

lantado volviEndose con 61 a Chile; y era de ver el contento, y con que acudian 10s soldados a cojer cada uno aparte 10s mas largos ratos que podia a el embajador para informarse del pormeniido de la riqueza de la tierra; el c u d les Iisblalia tan a1 pdadar que con el grande peso del or0 que prometia, 10s alijeraba inns que con espuelas a 10s caballos; aunque por ent6nces fucron Eorzatclos 3, Iiacer d!,o en aquel Iugar, y-yo en aqueste con la historia, dejando el p r o p s o para el capitulo siguiente.

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CRPITULO 11.De algunos encuentra? quc tuvo don Dicgo de Almagro en cl cYmino con 10s lhrba1'0s cn las provincias llaniadss Jojoni, Chihuana. y Quirequire; donde hubo una famosa bata!la.

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E n este asiento de Jupisa estuvo cietenido el ejBrcito inas de tres meses, hasta ver como se podria allanar el paso, que, segun se decia, estaba mui pobladc de jcnte en In provincia siwiente llamada Jojoui, por ? lo cual sali6 adelante por expior:dor un capitan con jente de a caballo, y de a pi&; a quien seiieron a recibir 10s indios bhbaros, que estaban en la fortaleza de aquel puerto, convidando con la paz y amistad, para asegurar a 10s espafioles, como lo hicieron, de suerte que se alojaron cerca de aquel fuerte; de donde enviaron a1 jeneral aviso de todo, cluedando todos ellos sin 61, y con total descuido. No tardaron mucho 10s iiidios en descubrir sus intentoe, clatndo de repcnte sobre 10s espafioles con inimo determinado, de manera que 10s hicieron retirar con p4rdida de cuatro sctldados, por mas valcntias, que hicieron entre 10s indios. Sabido por el adelantado estas claegracias sintido intimamente, sabiendo cuanto imports entrar con buen pi6 en seinejantes coyunturas; y as< !lo di6 a entender a 10s de su cnmpo, represcnthdoles la importancia desto para aniinarlos con la eficacia de sus razones, diciendo ,ser cosa de grande inconveniente ir a 10s priiicipics de vencida, mayormente entre jente birbara; lo cual si a1 principio cs sojuzgado de 10s brios de sus enemigos, queda tan cobarde, y amilanada, que no osa en adelante resistirlas; y por el contrario, si a 10s principios sale con la suya, cobra tal orgullo y avilantez, que no h i qui .n d e s p e s se pueda averiguar con ellos. P en razon desto despach6 a1 capitan Francisco de. con ochent a hombres de a pi&,y de a caballo, y algunos indios de su ejQcito, pnra que fuesen a dar el dcbido castigos a 10s atrevidos birbaros, con tal rigor, que volase la fama por la tierra adelante poniendo pavor R 10s demas indios, que se habian cle ir conqnistando. Parti6 sin dilacion Rquella compafiia bien pertrechada: y en llegando a la fortaleza .en ella .los lugares mas a prop6aito pacon toda dilijencia considerando. ra. ,ella; y habiendolo reconocido todos no pudo conocer lugar Aaco aunque por todas partes no cesaba de darle bateria, prohibiendo *. y entrada de 10s contrarios. Rcorilaron 10s espaiiolcs de valerse del remedio mas cierto, y provechoso que es la oracion; sin la cnal

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mui, mal. .de momento, pues lo que 10s hombres. no pueden acabar industrias, despues de haber hecho .no de potencia, lo concluyen con grande facilidad acojiendose a D i m . es dificil. .mostrar de desamparar a 10s suyos en semejantes aprietcis, para que se acuerclen, que todo el bien ha de venir de su poderosa mano; como consta a cada paso de la sagrada escritura; y lo verB claramente el que leyere el capitulo veinte del Exodo, donde se dice, que estando el pueblo de Dios peleando con 10s Amalecitas.. Moises alzando las manos a Dios puest,o en oracion, vencian 10s suyos; y ......bajan. .y aflojando en su.. .de sus contrarios. Y as: se experiment6 en eeta necesidad de que tratamos; porque se vieron tan apurados 10s bjrbaros, que. .no pudiendo resiatir al nuevo impet u de 10s cristianos desampararon secretamente aquella noche su fuerza; aunque por mucho quc lo disimularon, no pudieron dejar de ser sentidos de 10s espaiioles, 10s cuales acudicron a1 ruido; y entrzindose por la fortaleza, no hallaron, persona en ella; pero no fu6 lance en vano, porque denins de la provision que en ella hajpa de vituallas, tnvieron a 10s enemigos desencastillados, para poderlos seguir a placer hasta darIes aIcance matando a 10s que iban en la retagnardia, y cojienclo la SOpa y otras cosas, que por alijerarse, dejilban 10s fujitivos. Poco despues deste conflicto lleg6 alli el adelantado con el e,jj6rcito; y j~int&ndose 61 la ,jente que habia precedido, fueron todos con buen con &den en prosecucion de SLI viaje hasta otra provincia Ilamada Chihuana. E n este lugar anduvieron algunos espafioles con tan libre soltura, y demasia que hicieron muchoa d e d u e r o s contra 10s indios de aquel asiento, entrhdose por sus cilsns, como por viEn vcndiniiada, a saquearlas. Cuya insolencia indign6 a 10s mGradores, que estaban a la mira en las cabezadas del valle, de tal manern, que arremetieron con impetu a dar en 10s desniandados; y prevaleci6 su c6lcra y brio, de manera que pusieron en huida a 10s nuestros, dcscalabrando alpnos, y cautivando a un soldado, cuyo nombre era Antonio de Salazar ..... .el'adelantado.. ....refriega cuarenta hombres de a caballo y algunos de a pi&, con 10s cuales sal% a ponerse en celacla usando un ardid de guerra astuto, y avisado desta f'ormn, iban con el ej6rcito muchos indios Yanaconas (que es nombre indico, el cual quiere decir, que andaban .entrada, no solamente servian mozos de servicio) y de traer . y lefia, y . ,de 10s caballos concerniente.. tainbien ayudaban a sus amos en la guerra como h a s h hoi lo hacen 10s indios .de Chile, gu au.. ..y parie yanaconas, y .los demas iudios guerreros del ejBrcit,o distribuy6 el adelantado inuchos por diversos lugares del valle, para que estando por alli esparcidos se ... .en ellos 10s enernigos; y a1 tiempo, .. .en ellos, sobreviniesen los espafioles cojiendo a los contrarios a . .Dicho y hecho: ap6nas habian asomado 10s yanaconas cuando loa bhrbaros se vinieron descolgmdo por 10s cerros npricse 10s arc&, crujiendo Ias hondas, y haciendo volar por 10s aires, recios dardos de pal.. con

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PEDRO MAnIfiO DE LOVERA.

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IlISTORIADORES DIE CIlILL

puyas de cobre, y con menuda. . .arrojatlizas. Los espaiioles estaban viendo el especticulo a pique para partir en oyendo la voz del adelantado, que aguard:iba sazon para hncer su lance; mas un soldado estaba tan violento Coil la dilacion, que le coinian 10s pies por abalanzarse como' lo liizo, sin aguarclar 6rdenes. Ap6nas habia salido de su puesto, cuando 10s b6rbaros lo divisaron; y entcndiendo la lctra, volvieron a1 pnnto las espalilas jntes cle llegar :I lo ilano; con lo que se perdi6 la ocasion cle cojerlos en campo raso, donde 10s espsfioles son mejores. Picado el adelantado, 1- sentido cle que 10s enemigos se fuesen alabando, se arroj6 tras ellos sin aguardar consultas, y asi por la destreza, que tenia en gobernar la espuela, y siendo como por ser el caballo de tanta estima, que habia costado dinco mil ducados, en breve tiernpo di6 alcance a 10s b&rbaros, y alcanz6 a 10s clos 6ltimos enemiIanzados, hombre valiente :ia, que acertando a 10s pe; y aun pus0 en aprieto al adelantatlo, que estaba cas1 ~ e b a j ot i e l caballo. EIa116se alli cerca un soldado no i d n o s industribso, quc l e d llamado J u a n Martin de Cbceres; 63te se ape6 de S U caballo, y sncando del peligro a! adelantado lo subi6 en el, mientras 10s delixis acudiero:i a resistir a1 indio, que lo habia derribado, alancehndolo con algunos otros a quienes dieron alcance; y aunqne por In aspereza de la cuesta que era fi'agosn, no pudieron proseguir adelante, con todo eso hicieron riza; porque esparcihlose por todo el valle clescubrieron algunos i n c h qne estaban escondidos, y tiay6ndolos ante el adelantaclo, les mand6 'dar rigurosos castigos por la muerte del espaiiol, y a vista de todos fueron empalaclos, 10s que se hallaron en la rnatanzn. . , a1 ., A n n n n o 2:"" J a o n r i n n An o a t n o v o f ' A a m o c 11fin-L,innnn nA-nnm-.ln

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.el ejkrcito, y proaigui6 sii camino a otra provincia llamatla Quirequire. E n esta descans6 algunos dias, previnikndosc de bastimentos; i h echa suficiente ixovision fuk prosipiendo por sus jornadas hasta dar e:n una campnfia desierta; aunque e a medio de ella estaba un fuerte de aos tapias en alto, por el cuad entmba un rio para servicio de 10s que e: staban dentro, que eran COK~IO quince mil. iiidios de guerra naturales de aquells provincia, 10s cuales estal)a:i bien prevenidos de manteniIIiientos para algunos dim, y no menos de diveraos jEneros de armas,C W I l l W JtiIIl,';

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tado de aqueste puesto por !os corredores del campo, que lo descubrieron. acudi6 con todx nrestezz. a nonerle cerco con la jente espaiiola que tl:aia en la vanguardia: y . .no tar& niacho t:ti llegar el reeto del e.j6rcito con el maestre de campo; a1 cual ma,nd6 que juntase 10s capi.-L! -1 ,l- --l--ll taue;s y U I I -:~ I--L !C I g u^__.._ U1II._._O So L t u b ouualleros cliestros en ella, OI C ~ e ~C ~I Ii -~ ~ U I I- U haciendo consults sobre el cmo; hallandose all: Itodrigo Orgoficz, su lugar teniente, con cuyos pareceres sc determind de tentar primero Is via mas loable, y que suele dieculpnr a 10s agresores, que es el con-

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PEDRO MARIfiO DE LOVEBA.

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'PEDRO MAR180 DE LOVER&.

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puesto en arma: con lo c u d se refrenarou 10s indios, no osando acometer a tanta jente. Con todo eso acudi6 el indio cristiano don Pedro Levolican, queiba en el ej6rcito con 200 indios amigos. Y di6 q u e l l s noche algunos rebatos a 10s araucanos sin dejarlos reposar, hastn que a1 amanecer volvieron las espddas quedando :presos cinco dellos, que eran espias,"de 10s cuales se supo, que estaba todo Arauco puesto y a en escuadrones forniados para dar sobre la ciudad de Caiiete. Con eata nueva picaron mas 10s espafioles, y mucho mas, cuando llegaron a In vista de la ciudad, cosa de una legua viendo salir dclla grande humare&, que leu di6 indicio, de haber incendio hecho por 10s contrarioa. Mas como entrasen en ella, y la ha!lasen casi quemada, supieron que cl capitan della, que era Vasco Saval habia mandado rccojer toda la jente a la fortaleza, metiendo en ella todas las hilaias por la nuera c/ue * t w o , de quc 10s inclios venian sobre 61, y el incendio era puesto poir 10s inesmos ciudadanos solamente a la paja I:on que Ias c a m estxlmr1 --.;,. cubiertas. Runaue no nor est0 Podremos infell1 UUG 7,.--..--&I l U C h b l..-- at' IUI' (JX niovicron a humo de pajas: pues en efecto de verdad venian sobre la ciudad g r a d e s liuestes de enemigos, que se detuvieron con la l l c p l a de 10s espafioles la c u d fu6 a nueve dias dcl mes de enero de 1569. Dentro de tres dias se pus0 Martin Ruiz de Gamboa en camino p r z la fortaleza de Arauco con casi cien honibres dejando veinte en la ciu(lad con 10s demas que ha116 en ella ; y mi6ntras 61 so apercibia nndaha all6 el capitan del fuerte, que era Gaspar de la Barrerx natural de Sevilla metido en no m6nos alborotos que 10s del pueblo. La ocasion fu4 el haber llegado a1 puerto de Arauco un barco cargado dc l m t i mentos, para lo cual sali6 con veinte hombres a hacer escoltx; i hall6 tantos indios de guerra puestos a1 paso que si no fuera aprovechhndose de su industria, no pudiera escaparse por fuerza de armas. Pero us6 de una estratajema, que fuE echar por un camino dando a entender, qiie pretendia seguirle para que 10s indios le siguiesen a 41, como lo hicieron dejando desembarnzado el paso que ocupaban, y ad, en vi6ndolos cn campo raso, partieron 10s espafioles a todo correr entriindose por la angostura donde 10s indios habian estado para impedirles, y asi evacli6 de BUS manos. Por otra psrt8ecaminaba ya Martin Ruiz de Gamboa con su ejbrcito, llevando en 61 200 indios amigos, cuyo capitan era don Pedro Levolican, el cual le di6 aviso de que en un fuerte de Quiapo, que estaba cerca del sitio donde 61 estaba alojado, habia gran suma de enemigos para impedir el paso a 10s caminantes de Cafiete a la casa fuerte; por lo c u d era de parecer que en ninguna manera pasasen adelante, o por lo m h o s se buscase otro camino, porque en el que llevaba era el riesgo manifiesto. Por esta causa tomaron otro rumbo tan lleno de ci6nagos i espesura 1 que si pasaran por entre 10s ad, ,do lo uno y lo otro: porque deshas con gran trabajo hallaron a1" I

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320 BISTORIADORES DE CHILE. tomar acuerdo sobre lo que pnreciese mas espediente. Entonces 10s indios pensando que los nuestros querian dar la vuelta representaron batalla, a la cual se opus0 Gnmboa ordenando que don Miguel con algunos soldados volviese atras pars aderezar el camino, de suerte, que cuando se retirasen no hubiese estorbo que los cletuviese. E n esta coyuntura estabsnl v1 &Pln mn;""" ll

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mui de cerca y en aclarando algo mas, que fuB al'-cabo de dos horas sz! descubrieron por todas partes escuadrones de indios, 10s cuales acudieron a u n a a la compafiia de don Miguel que estaba mas metida en In montnfia; para cuyo socorro se evadi6 Gamboa de 10s que tenia a lot ojos acudiendo a favorecer a don Miguel, el cual iba ya corriendo dc huida, y se adelant6 tanto que se hubo de poner en salvo, quedandc".?.I,"'/ a u i u u a ubuiiA?.-

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matando de camino no pocos inclios; porque unas veces iban 10s espafioles todos a una huyendo a media rienda, y luego revolvian de repente dando sobre 10s indios que iban ya en las colas de 10s caballos; y con nn breve impetu mataban 10s que habia mas a la mano, y luego se torna1)an a retirar del xmsmo modo ganando siempre tierra h h i a el sitio (le donde habian saliclo. En cste punto acordaron loa 200 indios que iban con 10s nuestros dc rcbelarse, ponihdose del bantlo de BUS conterrhneos, y haciendo mas urjcnte gnerra a 10s espaiioles que todos 10s demas, escepto s u capitan don I'cdro Levolican, y dos deudos suyos, que siempre guardaron lealtad a 10s espaiioles sin apartarse del lado del jeneral, peleando en su favor vderosamente. Desta manera corrieron 10s unos y 10s otros espacio de (10s leguas sin dejar de pelear un punto hasta llegar a un rio que est6 jirnt80a Cafiete donde estaba don Bliguel de Velasco con su jente: con onpa vista, y con advertir que habian muerto mnchos de su bando sin hmer d a h a espahol ninguno se retiraron 10s indios volvihloae por

l b tiis bntallns qiie hubo entre 10s indios araucanos, y 10s espaiioles de C:aiiete y Incas8 fuerte.

Rpenas habian entrado 10s dos jeneralea que eran,-tiamboa y don Mip e l de Velasco en la cindad de Cafiete, cuando los enemigos trataron entre si de venir con mucha mas f'uerza sobre Cahete y In casa fuerte: y asi lo pusieron pnr obra distribuyhlose en muchos escuadrones con i u e formaron dos-ej6rcitos viniendi el uno sobre la fortaleza de Araucc3 y el otro sobre la ciuclad de Cafiete. P annque 10s espaholcs del fuertf3 lo pasaron mejor por tener m u c h artilleria, rnunicion, y bastimentoa

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se deSencli6 muchos dias con solo cincuenta hombres saliendo no pocas veces a1 campo; pero a loa ctc la ciudad de Cahete les f'u5 mui mal por estar inui fnltos (le vituallas. v mui acosados de la mayor parte de 10s

?IC que solinn mantenerse; , :.> ",,,,1,. ,.ii ,,,. ",,.,>.,,~nl~'..,?,>

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todo lo c u d ern dar de ,l,

les las sementeras i ganados i despojarlos de sus haciendas, hijos i mujeres en irecuentes asaltos le pareci6 a1 capitan Diego Maso de Alderete ..-..,:I. 2, 0, .. ...:;,. ~ U ~ ~ t i i ~ U U L UG uastro de Chilo6 que seria acertado segnir el descubrimiento de aquel archipi&go, (:orno se habia heclio en tiempo de don Garciade Mendoza, ye1 doctor Sarnvia. Y meti6ndose en un bergantin ,.,71 -. , , :tiuu I I U G V G G D U i d l l W l G J ~ v uwuw lodios emboc6 por un brazo de mar de 6 cien pasos de ancho, y .vino a dar en la anchura del archipMago, donde ha116 mas de 1,500 is1; y parte de ellas tan pobladas, que pasan de as, 200000 indios 10s qule en ellas habitan de ordinario. Ha116 tambien -__-- 2--: glan SUUIL ut:p i q u a 8 hechas de tablas cocidas con cortezas de iirboles y calafateadas con yerbas molidas en lugar de estopa y betumen. D e estas acudieron a dar muchas en el bergantin para matar 10s que en 61 estaban, aunque les sali6 tan a1 reves que 10s mesmos agresores tifieion el pielago con sangre por arrojarse sin &den y concierto y por tener 10s espafioles dos tiros de campo, cuatro arcabuces, y tres alabardas, ultra de sus espadas, y las flechas de 10s indios de su compaiiia, y aunque 10s contrarios arrojaban gran fuerza de dardos y piedras y peleaban con lanzas y macanas, no pudieron hacer daiio a 10s del bergantin por falta de esperiencia y destreza, l a . cual tenian valerosamente 10s nueve espaiioles, que fueron Maso de Alderete, Leonard0 Rosa, Hernan Rodriguez de Gallegos, Andres Aguado, Francisco Gonzales, Manuel Alvarez, Diego Muiioz, J u a n Hernandez de Cepeda, y Pedro de Porras, 10s cuales volvieron a BUS casas a1 cabo de dos meses sin haber hecho otro efecto mas de descubrir islas y derramar sangre. PasLronse algunos dias despues de las batallas referidas sin que 10s indios tomasen armas contra 10s nuestros cansados de tanta desventura como veian por SUBtierras causadas de la coutinuas guerras, y en especial 10s indios de Arauco que vian a nuestro ejercito alojado en medio de su comarca junto nl rio de Pangue, y una Iagiina donde 41 entra por ser sitio, que dejaba solo un portillo para entrar 10s enemigos y mui c6modo para s d i r a correr Is tierra, y traer bastimentos en abunclancia para la iente que estaba alli invernando. 'Y poi. no haber rumor de enemigos envi6 el gobernador a su yerno Gamboa con treinta hombres a visitar las ciudades de arriba, elI cual llegando a1 camino de Ancapel, que est6 junto. a1 valle de Angol, di6 con una gran junta de indios de guerra que --L-L-c- 2 eavdvdll pi G p l a 1 I u u a t, i a dar b a t a h a nuestro ejdrcito, y acometiendo :p repentinamente 10s desbarat6 y mat6 rnuchos dellos, y les quebr6 cuatro mil ciintaros y mas de mil tinajas de vino y chicha de la que ellos beben, que lo sintieron mas que la efusion de sangre de 81-19heridas. Habiendo conseguido esta victoria se entr6 en la ciudad Imperial, de donde envi6 cincuenta hombres a1 valle de Langngue para socorrer a1 capitan que alli estaba, que era Juan Alvarez de Luna, y 61 se fuE por otra parte n castigsr la muerte de Cosme de Molina, y para ello se aloj6 con sus soldados a orilla de la laguna por ser sitio c6modo para acudir de 61 a todas partes. Con esta novedad despertaron tambien 10s enemigos para defender sus tierras y personas, y -se juntaron mas deA, .

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PEDRO MARIWO DE LOYERA. 373 tres n: iildeellos en una fortaleza donde tenian mucha provision de vitud las y armas de diveraos jgneros, y no m6nos de piedras para tirar de lo alto del fuerte, y muchas tinajas de yerba ponzoiiosa molida para encxbolar las flechas, cuyo n6rnero era excesivo. Con esta prepara"+"L, l l l U cion eol,c%Nallln" :..A:nol V D 1JlYUG lJc%lQ U I U W l U G U G L 1-0 I G c 2 l G U An1 7nnn.h.a de campo J u a n Alvarez de Luna; pero viendo el mariscal tan cerca q u e le hacia espaldas con cien espaiioles, v muchos indios amiaos, no 1usaron desmandarse por entGnces y con esta ocasion hubieron de volverse a sus casas sin xprovecharse de laa prevenciones que con tantaI W Dn( , 1

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a eabu YUlbu uauruu4 ICvslllL.Br e ~ wz a U ~ W U B ~ I ~ G W 1 L 1 i~ J U ~ ~ I L C prcsencia a1capitan J u a n de Matienzo dhndole instruccion para quedar en aquel lugar favoreciendo a J u a n Alvarez de Lune, por ser necesaria mas fuerza que la que 61 tenia. I-Iecho esto se fu6 Gamboa a la ciudad de Valdivia donde junt6 alguna jente, y mucho mantenimiento, para ir con ello a 10s estados de Arauco, doncle estaba el campo del gobernador esperando a que pasase el invierno.I

cerco de la Vik-Rica.hnmhrno IIVIIIVIGD0 1 -mil,-, ,I,-, L U I I ~ ~ i j U G I J L u ~ L b , V I T.lnnnnn.,r,~n;lnn:nn;lh V(1,LLG U G U

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Muchos dias habia ya que el capitan J u a n Alvarez de L u n a estaba("a ,Lnnrrnntn" V V b U U L U

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trabajos por estar en mano de 10s enemigos, y asi m e m o estaban ellos irritados con 10s nuestros por 10s frecuentes asaltos que les hacian destru~~6ndoles haciendas y emDalando a 10s a u e topaban descuidados, la8 I30s lo cuaI se recojeron a un f'ucrte, que fabricason en un lugar aItl0, y mui Aspero en la subida dondc se enseiioreaban de los:espaiioles, qu.e testaban en lo llano. Y para darles socorro en tal coyuntura acudi6 el . : A , . I. .- - 7 _..--:,.-A,. . 2. , ,.-. - a uIiBcu nauian Baiiau - L con"que manteneree. , Por otra parte enviaba el gobernador ordinariamente algunos -pibnean correr la tierra desde el nuevo faerte de San Pedro p entre eUQsa l maeatre de campo y a Rafael Portocarrero que daban frecuentee ttasnochadae a loa indios en las orillas de la laguna y a Quinehilca 7 Codico donde loa dos teniaa hechaa sua dbarradas p el memo se fuC al fuerte deepoblado de Lliben donde asent6 au campo enviando desde allfa1 capitan don Pedro del Barco con 20 de a caballo, e1 cual top6 con indios de guerra y pelel con elloa matando algunos, auaque a1 cabo se fut? retirando por ver que cargaban muchos de refresco. No salidla jente espafioh de esta refriega sin muchas heridas, y lo pasaran mucho peor si no llegara a tiempo a donde estaba el campa del gobernador con cincuenb hombrea que hicieron espaldas a 10s 20 que iban inaltratadoe. Despues de esta comenz6 el maestre de campo a bogar la laguna donde coji6 quince canoas y las llev6 a1 gobernador que lrrs tu90 porgran presa por haber quitado a loa rebeladooa 10s instrumentoa que eran SUE pi& y manos, aunque no rsupo aprovechwee de este lanoa mmo p.e d i d en eu Ingar. Asi mismo en la ciudad de San Bartolorn6 de Chiilan andaban todoe de revuelto p r haber dado eobre ell08 una. noche a1 cuarto de In modorm trescientoa indios araucanoB qua andaban siempe capitancrrdoa de UP mulato que 8;uataba de pasar BU pida entre e t jente. T trais aa-L,.A-~

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cuadia de a pi6 db mataron muchos indios de ser el dniio que pudieron mientras 10s que estaban en la fortaleza se deepavilaba.1 10s ojos y rebullian para ealir cn su defensn. Y universaltnente en toda la tierra esccpto las ciutlades de Snfltiago y l a Serena habia cads tlia rebatos y encuentros con 10s enemigos y en particular en la ciudad de 10s Infantes clondc tomaron 10s inclios iiiucho ganado con un espaiiol llamado Diego de Mora. Y en San Bartoloin6 de Cliillan hicieron lo misnio matando a 10s indios de paz que podiad haber a. las manos y llevando a otros presos entre 10s cualee fu6 el caciqhe Reno deepues de haberse &fendido valerosamente. D e suerte que a don& qiiiera que el hombre volviern 10s ojw, no podia ver otra cosa +e cnlamidades de las que este reino lleva de cosecha. 1 porque las islas de la laguna de Ranco eran el refujio de 10s indioi J toniaban de ellas provision para sustentnr la w e r r a , e n d 6 el goberD nador a su sarjento mayor Alonso Rodriguez Nieto con dock hombres, 10s seis de eUos arcabuceros, para que entrasen en dus canoas a ver lo qne habia en la i s h J deatruir todo lo que pudiese ser de provecho para aliinentar Io3 rebelados. Sslieron estos del fuerte de San Pedro url liines nueve de enero de 1581, y fueron bogando por eepac legua de golf0 que hai entre la i s h y tierra firme en cuyo Bobrevino un temporal de viento desgarron que levantaba olas como en el mar, que les obligaron a arribar a1 fuerte. Tom6 esto mui mal el gob m d o r no permitiendo que parasen alli una sola hora, y asi se hubieron de volver travesado el golfillo con h f t n dificultad, hallando despues otra mayo a1 tiempo de surjir en tierra, porque era la jente de aquel lugar tan astuta que se recoji6 toda en una emboscada, de rjuerte que anduvieron 10s nuestros desatinados sin topar inrlio except0 uno cojo que por ventura era echndo de pi&opGsito:este comenz6 a entrctenerlos con muchas patrafias sin habhr verdad en coila aIguns hasta que vino a morir a puros tormcntos sobre el cas0 y estando ,log nucstros metidos en eeta obra snlieron de repente 10s de la emboscad~, que pasaban de dos mil y dieron ssbre ellos repentinamente, donde se trabb una sangrienta batalla, por no podor 10s eyxGiolcs edcusnr la causa do haher 10s indios ganado p r L i inan6 en widcraree de Ins piragaas dejirdolos sin reineilio dc cvatlirsc poi. algum vis. Y auiiqne murieron casi tollos vendiendo mui bien 9u9 vidas, y en particular el caudillo q u e cstando col; las tripas de fuera no dejnba de pelcnr y anim yo3, con todo esto rescrvaroii 10s indios dos sc!dados llcm Pedro Cordero, y el otro Martin Kuiioz natural de CazaUa, para fzstejar con d o s la rictoria, yc;ncriend~ celeb-arla con mas aolemnidad, se fueron con eIIos a la provincia cle ISiLer, donde en rncdio de Ia fiesta y risa mataron a1 Cordero aunque no por ceremonia judaics, sin0 rito de 10s trofeosindicas. El otro soldado qua era Martid Muiioz estaba e n esta coyuntura echado In b a r b en remojo viendo pelar la de su veeino, teniendo por ciertb que le gnardaban para la tome bo& que habie

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HISTOBIADOBEB DE CHILII.

de ser.para el dia siguiente. Mas como el licor en que podia remojar labarba era tan abundante, que remoj6 las cabezas de 10s indios con tal cargazon que se quedaron todos tendidos por tierra, tuvo lugar para escabullirse sin saber del 10s que no sabian de si mesmos. Y caminando de dia a pi6 y descalzo por 10s lugares mas montuosos y cerrados, y de noche por las sendas descubiertas anduvo diez y seis leguas con excesivos trabajos de pasos impertransibles y rios caudalosos que pasaba a nado arrojiindose a ellos como quien no tenia otiro remedio de suvida: de esta manera 12eg6 a1 fuerte de San Pedro de donde habia salido, y le ha116 despoblado por haber salido de alli el gobernador con recelo de 10s brios que habrian de cobrar con esta victoria loa indios comarcanos, en particular don Cristoval Aloe que estaba mui cerca de esta fortaleza. Grande fu6 la afliccion en que se vi6 el pobre caminante hallando tan donoso albergue y descanso despues de tan estrecho peligro de la vida e intolerables angustias del camino: per0 a mas no poder hub0 de caminar otras ocho leguas con las mesmas dificultades haata llegar a la punta de la isla llamada el Pasaje de J u a n Gomez, cuatro leguas de la ciudad de Osorno, a donde el gobernador habia pasad0 BUS reales, sabiendo por relacion de 10s indios amigos que vinieron huyendo el desastre del sarjento mayor y de 10s demas soldados, segun queda referido en el discurso de esta historia. Y para poner conveniente resguardo a lo que podia resultnr de esta victoria de 10s indios cuyo orgullo era tanto que andaban por toda la tierra haciendo ostentacion de todas las cabezas de 10s espaiioles, mayormente de la del sarjento mayor hlonso Rodriguez Nieto y de Felipe Diaz de Gabrera y Crist6val Hernandez Redondo que se habian sefialedo en la batalla, fabric6 alli Martin Ruiz de Gamboa una fortaleza dejando en ella alguna jente para su defensa y guards de la comarca; hecho esto se fu6 a1 embarcadero de Tanquelen en cuyo camino ha116 a1 maestre de campo J u a n Alvarez de Luna con cincuenta espaiioles que estaban sacudidndose el polvo por salir de una refriega que en aquel punto habian tenido con ma5 de dos mil indios, matando gran parte de ellos-con tres capitanes llamados GuaitopaFgue, Talqueperel y Renque, con lo cual, y la llegada del gobernador a tan buena coyuntura, hub0 gran regocijo por largo rat0 hasta que Gambo? fu6 en prosecucion de su camino, quedando el maestre de campo para sustentar la guerra en toda el distrito. E n este tiempo andaba el capitan Baltazar Verdugo en la tierra de Ancud, t6rminos de la ciudad de Osorno, corriendo el campo con cuarenta hombres donde padeci6 muchos trabajos por la dificultad y aspereiza de 10s caminos y frecuentes encuentros que tenia con 10s enemigos, sin cesar de perseguirlos de die y de noche; y universalmente por todas las ciudades de arriba y SUB comarcas, andaban siempre corredores l i a piando la tierra de adversarios, taliindoles las sementeraa y llevhndolea 10s ganados para compelerlos'a rendirse a pura fuerza de trabajo. Y en partioular.envi6el gobernador a a dferez jenerd Nicolaa de Quiroga* u

4 03 con alguna jente a la tierra de Chillan y a1 valle de Angol y Penco, donde se preparaban para dar sobre las ciudades de arriba. Y por otra parte envi6: a1 capitan Pedro de Olmos de Aguilera con provisiones , para hacer jente y recojer mantenimientos de que tenian necesidad 10s que andaban en Arauco. 'Y sin detenerse mas se parti6 el meamo mariscal a la provincia de Lliben, llevando por tierra un grande bergantin por espacio de quince leguas para echarlo a1 agua en 1% laguna de Ranco, y entrar en las islas a castigar 10s rebelados que habiap muerto a1 sarjento mayor Alonso Rodriguez Nieto con au compaiiia. P hiibiendo llegado a la frontera de Quincliilca y asentsclo de propGsito loa realm, envi6 a su maestre de campo con cincuenta espaiioles y doscientos indios acorrer la tierra de Renigua destruy8ndola toda, asi jente como haciendas sin dejar coaa de provecho. A este tiempo lleg6 n u e m de que se habia hecho justicia de don Pedro &miquipillan intitulado rei entre 10s indios, por haber acometido a 10s espaiioles que estaban en la encomienda de don Pedro Mariiio de Lovera. Y juntamente con 61, se cIi6 muerte a otros muchos de su compaiiia, 10s cuales ae habian alborotado de puro aburridos de sufrir las molestias de algunos espaiioles; y en particular uno mui desalmado que 10s tratdba corn0 a perros, como lo hacen otrog muchos en estos reinos. Tras esba nueva lleg6 otra mas pesada de que toda Ia tierra por donde acababa de pasar, que era la de Marquina, se queria poner en arma para dar en 10s espaGoles. Para cuyo remedio mand6 convocar todos 10s caciques que hall6 a mano un domingo, doce dias del mes de marzo del sobredicho aiio; y les hizo una larga pl&tica acordSndoles como eran cristianos, y ofrecihdoles BU favor de alli adelante para librarlos de Ias vejaciones de 10s encomenderos que les chupaban la sangre. Dicho esto mandG luego ahorcar diez de ellos 10s mas indiciados, y pus0 en prisiones algunos otros hasta que diesen deacargo de si, dejanda ir a 10s demas libremente. Y quiso su ventura que un dia despues de este castigo, lleg6 otra nueva de que estaba ya declarado el alzaniiento de Codico, estando 10s indios debajo de la bandera del biirbaro Guaichamanel que habia muerto a su padre y a u n sobrino suyo. Sinti6 mucho esto el mariscal Gamboa, y para dar el debido castigo a 10s rebelados, despach6 a1 capitan Rafael Portocarrero en compaiiia de ochenta hombres, con &den de que se juntasen con el maestre de campo J u a h Alvarez de Luna y diesen luego en 10s enemigos, de 10s cuales iban topando algunas cuadrillas que iban con otros cuidados a entender en SUB haciendas, y mataron a 10s vzrones haciendo Jgunas crueldades en las mujeres, como cra cortarles 10s brazos, pechos y okras partes de BUS cuerpos sin atender a1 detriment0 de las criaturas quc amamantaban, ni a la piedad que profesa la lei de Jesucristo, sino solamente a ponerles terror y obligarles a rendirse.PEDRO

MARIGO DE LOVERA.

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81ETOB1ADORES DE CHItR

CAPITULO ZXVLComo b s mpaiioles de Chilevendieron con titulo de esclavosB 10s

indios cojidoa en

la guerra.

& h ipoca esperanza d e quietud ienian ya las cosas en este tiempo: tanto que el gobernador tuvo por Gltimo e sacar de sus pueblos a loa ! indios de paz de la provincia de Codico, trasponi6ndolos en ei vale de Callacalla y Andalue, donde fuesen amparados con la asistencia de 10s espaiioles de la ciudad de Valdivia. Y aunque habian de sembrar en las tierras a donde se pasaban, hicieron el riego en la que dejaban con muchas lbgrimas de sus ojos y gotas de sangre del corazon, de verse mcar de sns naturales, y dejar sus casillas y muchas de BUS pobres alhajas que no podian 1 r a cuesta; sacando solamente las que sufrian sus espaldas. Y a vue1 e esto echarm mano Blgunos espaiioles de 10s indios a quien podian achacar alguna culpa del alzamiento, y Jleviindolos al puerto entre loa culpadou 10s embarcaron para que fuesen vendidos fuera de BUS tierras como esclavos cautivos en guerra licita. Sobre lo cual hubo en aquella playa un llanto tan doloroso que la hacia estar mas amarga con Ias 16grimas que salads con laa o h . Lloraron las madres por sus hijos, y las mujeres por 10s maridos, y aun 10s maridos por las mujeres, pues se las quitaban para esclavas de soldados, y otras COSM peores que ellos suelen hacer teniendo en sus tiendas algunas mujeres. Y en est0 hai hasta hoi grnndes abusos saliendo cuadrillas de soldados ta correr la tierra alejhdose del cielo por 10s clesafueros que hacen arrebatando manadas de indios para vender 10s muchachos, y enviar las nibas presentsdas a muchas seiiorsa conocidas suevuelto viviendo cada uno coma le da gusto, en este tiempo e1 capitan Rafiael Portocarrero con cuarenta hombres a correr el campo diversas veces; y por otra parte envi6 a1 gobernador a un mestizo llamado J u a n de Almendras, con trescientos indios amigos alas montaiias que caen sobre la mar, para hacer estrago en 10s moradorev de aquella tierra, pareci6ndole que era expediente llevarlo todo a fuego y sangre apurando a 10s rebelados, pues 1 0 1 habia remedio de atraerlos por otra via. Y diose tan buena mafia el capitan que trajo gran caterva de jente, dejando algunos otros muertos que pretendieron defenderse. Hecho esto levant6 el mariscal sus reales de la tierra de Quinchilca dejando con ella a1 capitan Martin Gallego, natural de Badajos, que era de 10s antiguos conquistadores del reino. Y con esto pas6 a .Codico donde estaba su maestre de campo con sesenta soldados de prcsidio, donde tuvo n u e w de quo hlartin Gallego habia dado licencia w ciertos soldados de su compaiiin pare irse a la ciudad de Valdivia; y tomando eeto pesndamente envi6 a un soldado cuyo nombre era J u a n de Lisama a desposeer del oficio de capitan a Martin Gallego entrando en BU lugar en eate cargn, como lo hizo puntualmente aentencisndo

PEI)BO MAR180 DE LOVEBBI. 407 a1 Martin Gallego a dos aiios de servicio personal en aquel fuerte brzjando a simple eoldado de capitan obedecido; y porque en el sitio de

Codico no habia ya indios poblados rpor haberse pasado a Callacalle desampar6 el gobernador la fortaleza ponikndole fuego para que no &ese de provecho a 10s enemigos. Y con esto se fu6 a 10s llanos don& edtaba el capitan Salvador Martin con alguna jente espaiiola para defenaa de 10s indios pacificoa de la comma. E r a ya tiempo de cuaresmadel aiio de 1581 en el cual con ocasion de las confesiones y.predicacion de un relijioso de la 6rden del glorioso patriarca Santo Domingo, llamado frai Pedro Beltran que andaba entre 10s soldados, hub0 alguna reformacion en ellos, ayudhdole el gobernador con su autoridad a estirpar las ocasiones de 10s vicios, y solucion de muchas que vivian desenfrenadamente. - D e s p e s de est0 llegaron cartas de que en fa ciudad de Santiago no habian querido obedecer a1 capitan Pedro de Olmos de Aguilera que habis ido con provisionea para recojer veinte mil pesos de ropa con que 8e vistieran 10s soldados, echando una demama entre 10s mercaderes don& todoscontribuyan. Y ddmas de esto habian eiiviado 10s del cabildo BUS procurdores a1 virei del PerG don Francisco de Toledo para que r$me. diase la vejacion de 10s ordinarios tributoe de esh tierra. Y sinti6 esto el mariscal tanto mas gravemente, cuanto mas grave eran las pereonas quo intervinieron en ello, que fueron el doctor Azocar teniente de gobernader, y cl maestre de campo Lorenzo Bernal de Mercado que sc embarc6 para el reino del Pcrfi, aunque con designio de que se 1e:remunerasen en alga SUB muchos y mui calificados eervicios y hazaiiae. POP causaBe esta parti6 lnego el gobernador a la ciudad de Santiago con cuarente EO^d&a, dejando a su maeatre de campo con ciento y veinte, y al cap;tan de la fortaleza que era Antonio Galleguilloe, con \otro razonabt nbmero. &ando 10sde la ciudad supieron el viaje del gobernador 10 galieron a recibir un cuarto de Icgua en forma de cabildo gendo en el principal lugar el doctor Azocar, como teniente jencral y justicia mavole del reino, a1 c u d coin0 llegase a pedirle las rnanoa quiso el goberbador ecli4reelas cticiendo sed p e s o de parte de su rnnjeatad; per0 como 61 respondicse que de parte de 811 majestad h d h rnandato contrario, a esto sacando una cEdnla en que le norhbrnba ])or jiteticin mayor del rkino, ae apearan liiego el capitan Juan de Lisania, Nicolas de Quiroga y otros aoldadoa p dieron con 61 (lo la mula nbnjo, y lo Ilevaron medio arrastrando a la cindad, de donde fut5 llevat?o dentro de treR diae a1 .puerto de Valparaiso, y desde alli a la ciudntl de 108 RqeR cion& goherntiha ya el virei don Martin Enriquez.

CAPITULO xxvxr.Do la salida del gobernador con 8u ej6rcito dc la ciudad de Santiago, parapreregun- la guerra on 10s tdrtninos de la Conctpcion y 10s Infant-.

Llegado e1 tiernpo de salir a la guerlta por haber cesado las aguae, determind GarnboiL mlir a e l h cn perdona coin0 sielnpre lo acoaturn-

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BISTOBIADOBES DE CHILE.

braba. Y para que el trabajo fuese de provecho, dispuso las cosas de manera que el maestre de campo andaba por el distrito de las ciudades de arriba que son la Imperial, Valclivia, Osorno y la Villa :Rica, y 61 sefial6 para su Campo 10s t6rminos de Penco, Angol y Congoya, donde estan la ciudad de la Concepcion, San Bartolom6 de Chillan, y 10s Infantes. Y para bnstecer a sus soldados del aderezo y vituallas necesarias, ech6 derrama cntre 10s mercaderes y otras personas en la ciudad de Santiago, como tambien lo hizo su maestre de campo cn la de Valdivia, y lo han hecho otros gobernadores ordinariamente librando la p a p en la casa real para cuando tuviese de que pagar, placiendo a Dios que hasta ahora no tiene un grano de sobra. D e mas de est0 mand6 se preparase en el camino, en la provincia de ,105 paramocaes e l manteaimiento necesario para el ej6rcito; lo cual se him h e g o poniendo a punto tres mil quintales de bizcocho, cuatrg mil tocinos, gran Euma de cargas de cecina, muchw carneros y cosas de refresco: todo lo cual salia del sudor de loa pobres indios sobre cuyos hombrm cargaba el trajin de las cargas despues de haber salido de sus costillas casi todo lo que habia en ellas. Y aunque escribo esto en cual o cual coyuntura, no es porque no liaya sido y sea cosa ordinaria en todos tiempos, sino por no repetirlo tantas veces danclo enfado a1 lector, si lee por desenfado o demasiada litstima, si lee con deseo de saber el fruto que 10s cristianos han hecho en Chile acerca de la conversion de 110s infieles. Y por evitar este mismo fastidio voi pasando muchas batallas dignas de memoria, y tocando superficialmente algunas otras que no fueron de menos ruido que las primeras donde se pudieron celebrar 10s hechos de nxichos valerosos soldaljos, pareci6ndome que cumplo con advertir a1 lector, que 10s encuentros de estos tiempos pudieran y aun debieran escrebirse tan extensamente como 10s pasados, si el evitar prolijidad no.fuera tan conveniente para Ia acepcion y gusto de la lectura. E n razon de esto apuntar6 suacintamente el cerco puesto a la ciudad de Chillan por 10s indios araucanos y peuquinos, cuyo capitan fu6 Buts Calquen, hombre de grande sagacidad y valentia, contra el cual sali6 el capitan Rliguel de Silva con algunos soldados bien apercebidos, y mat6 a muchos de 10s enemigos poniendo a otros. en prisiones, volviendo el resto de ellos desbaratados en diez y siete dias del mes de octubre del aEio de 1581. Y en e mismo tiempo sali6 el mariscal Mar! tin Ruiz de Gamboa de la ciudad de Santiago con doscientos espaiioles y algunos indios amigos, llevando de camino el avio que les tenian preparado en Ias paramocaes, con que tuvieron sustento en abundnncia para muchos meses que anduvieron por 10s confines de la Concepcion, Angol y Congoga, haciendo suertas en 10s enemigos y pasando calamidades R vuelta de esto que fuera negocio largo referidas. Y viendo el mal talle que llevaban ]as cosas de Chile y la poca esperanza d e su remedio, envi6 a1 reino del Per6 al.capitan Rafael Portocarrero que era hombre de muclia suerte; asi pop su prosapia como por su persona para que tratase con el vicerei don Martin Enriquez el progre-

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PEDEO M A R I ~ O LOVRBA. DE 80

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de las cogas dsindole cuenta por menudo de-todas ellas, y pidikndole algun socorro para DO dar con todo a1 traste. ApuntarE dos cosas que sucedieron en este tiempo en la ciudad de Santiago. L a una fuE unagrande nube que apareci6 a prima noche que tomaba desde la sierra que est6 a la parte del oriente, hasta la costa del mar que cae a1 occidente; la cual era de color de sangre, y parindose por un rato, comenz6 a echar rayos resplandecientes y largos a manera de lanzas: J demas de esto mengu6 la mar tan extraordinariamente, que se quedaron en seco dos navios que estaban en el puerto; L o otro fu6 que.un hombre llamado J u a n Caballero, mat6 a un hijo suyo de poea edad sobre lo cual pedia justicia su mujer y madre del muehaclio, sin que fuesen poderosas con ellas las muchas intercesiones de persones graves para que desistiese de la querella, hasta que en efecto ahorcaron a1 marido. No es cosa nueva en cl mundo haber muerto muchos padres a sus hijos como se lee en las historias, pues consta de la de Plutarco, que Epaminondas mat6 a su hijo Stesibroto, Erichtes a su hija, y tambien Lisiinaco mat6 a su hijo Agatocle, y Ptolomeo a1 que le naci6 de Cleopatra su hermana, y finalmente Deyotaro a muchos que enjendr6 escepto uno. Pero el haber muerto muchas mujeres a sus maridos ha sido y es tan ordinario en el mundo, que no es menester recurrir a loa historiadores, aunque no se halla poco de esto en sus libros. Notorio es que Laudisea mat6 a au marido Antioco, Fabia a1 suyo llamado Fabio, Agripina a Tiberio, Lucila a Antonio Vero, y por abreviar concluir6 con lo que refiere Volaterrano que 10s treinta y dos hermanos de Albina hija del rei de mataron a SUBmaridos como cosa que :lo tenian por clima.

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C A P I T U L O XXVIII.J

Del fin del gobierno del lnariscal Martin Ruiz de Gambos, a1 concilio provincial de Lima.

la salids de loa obisps

Habiendo estado algunos dias el gobernador en San Bartolome de Chillan procurando traer de paz a 10s indios circunveeinos, sup0 como en las ciudades de arriba iban las cosas de mal en peor cada dia por la gran fuerza de enemigos que 10s combatian. Y como era tan amigo de acudir en persona allugar mas necesitado, parti6 luego COD todo su ejgrcito para remediar est0 en cuanto le fuese posible. Y llegando a1 rio de Nibiqueten, hallaron cierta frutilla a manera de garbanzos la cual nunca se habia visto otras veces que por alli habian pasado 10s espafioles; y asi se tom6 experiencia de ella como de fruta nueva, mostrlindose ella mesma en sus efeetos, pues dentro de cuatro horas caia muerto cualquiera que habia comido de ella. Y no hallando otro regalo mejor que este, se fueron marchando h a s h 10s Infantes, de donde salieron algunos capitanes a correr la tierra haciendo ejemplaree castigos en 10s rebelados. D e aqui pas6 la jente a la Imperial donde se emple6 en 10s mesmos ejercicios, sin dejar a loa indioe un solo dia de 52

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EISTORIADOBES DE CHILE.

eosiego, ni tomarla para si en razon de acabar ya con tan prolija guerra. Finalmente, distribuyd el mariscal sns soldados, enviando'al maestre .de campo con 10s ciento de elloa a correr las provincias de Lliben Ranco, y MaEue quedhdose 61 cdn otros cientos alojado en 10s 1Ianos de Valdivia donde tenia frecuentes guazavaras y rebatoe. NO f d de poca ntilidad para el soeiego de muchos indioe la prision de uno de ellos Ilamado Ijutacalquin, que era de grande valor y estima y p i a b a la danzs delos araucanos; el cual como se viese en cadenas ablsxid6 el corazon, cual otro rei &nasea, segun mostraba en las 6eiiales exteriores, y por medio de a1,aunos mensajeros atrajo rimchos indios a la paz en la provincia de Chillan y eatadoa de Arauco. ' E n este tiempo se convocci en la ciudad de 10s Reyes del P e r 6 concilio provincial donde e,e hallaron 10s obispos de todo el reino, y del de Tucuman, Quito y Chile. Y fu6 negocio de mucha importancia para el asiento de la doctrina que se enseiia a loa indios por habertle hecho catequirmo en todas lenguas de ]as mas jenerales de estos reinoa. Para esto salieron Chile don Diego de Midillin obispo de Santiago y el de IS Imperial don Antonio de San Miguel, Ambos del habilo de San Francisco, 10s cuales se embarcaron en el puerto de Coyuimbo, 10s 25 (Gas del mea de junio de 1582. Y estuvieron mas de dos aiios sin volver a sus obispados pot haber durado mucho el concilio. Y llegndo el mes de octubre del mesmo aiio, hicieron 10s indios con6Ultajeneral de guerra en el lebo de Talcaguano, orillas del rio grande de Biobio, don&? s e p n sus ceremonias se sabian 10s principles caobre una columna de madera para que todos oyes t a d o sentadoa en el suelo como es costumbre en todaslae Indias jenerahente. Y subiendo el primer adalid Ilamado Almilkan comenz6 a detraer de 10s criatianos y a la tercera palabra enmudsci6, quedando absorto y con 10s ojos fijos en el cielo; y estando 10s (kinas sudpensos por mui largo rato, Bali6 el que habia de hablar deapues de 61, y le pregunt6 1%cmea de tnn extraordinario eepanto; a In cual respondid que estaba mirando una gran seiiora puesta en medio del aire, I cual le reprendie su delito, infidelidad y ceguera; a cupae s p:labras respondieron todos con 10s ojos levanthndolos a 10 alto donde vieron a la gran princesa que el capitan le3 habia dicho. Y habiEndolu mirado atentamente bajaron luego las cabezas quedando por media hora tan inm6viles corno'estfituae, y sin hablar mas palabra se fuE cada uno por su parte y se entraronen SUB casaa, sin haber hombre de todos ellos que tomase de alli adelante armas contra 10s cristianos.,Y a d ae caminaba eeguramente d e d e la Concepcion a 10s Infante8 bin I-iaber estorbo en ei camino con haber sido hasta alli el paso mas peligroso de este reino. E n el mesmo tiempo a r,..,-Cn "G an Arauco CAPI'L'ULO XXII. De como ee despobl6 la casa fuerte de Arauco: y de la victoria queel capitan Lorenzc Bernal alcanz6 del jeneral indio llamado Quiromanite en la ciudad de 10s Infantes CAPITULO XSIII. Del cerco que 10s indios de Arauco y Penco pusieron a la ciudad de la Concepcion, y desbarataron a dos capitanes con muerte de don Pedro de Godoy caballero sevillano.. CBPITU1,O XXIV. Ue la entrada de JerBniho Costilla en Chile con un ejjercito de soldados. Y del nuevo gobierno de Itodiigo de Quiroga CAI'ITULO XXV, De la batalla que Martin Ruiz de Gambon tuvo con 10s indios de Turaupe, y la que tuvo el gobernador Qoiroga con 10s indios de Tnl camavida. Y otros encuentros habidos en Arauco 2AI'ITULO XXVT, De la nueva fundacion de la ciudad de Caiiete y fortalcza de Arauco; y la batalla de Purcn entre Lorenzo Ber