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    152 SOC[OLOGIA Y ANTROPOLOGIAPuede imaginarse cual es el interes de estas investigaciones que nos conduciran a unateo r ia ge ne ral del rito. Sin embargo, nuestros deseos no se limitan a esto. Intentarnosrealizar al mismo tiempo una teorfa de lanocion de 10 sagrado, pues si encontramosen la magia nociones de este tipo, tendrernos una idea muy distinta de su alcance,de su generalidad y de su origen.Para ella nos hemos encontrado con una grave dificultad, que es una de las razo-nes par las que hemos realizado este trabajo. Hemos dicho que la noci6n de sagradoes una noci6n social, es decir, producto de la actividad colectiva, De hecho, muchasprescripciones y prohibiciones aparecen como resultado de una especie de acuerdo.Tenernos, pues, que sacar la conclusion de que las practicas magicas, resultado de esanoci6n 0 de otras semejantes, son hechos sociales del mismo tipo que los ritos reli-giosos. Sin embargo, los ri tos magicos no se pre se nt an normalmente bajo este a spec to.Practicados por individuos aislados del grupo social que actuan en interes propio 0en el de otros Individuos y en su nombre, exigen mucho mas del ingenio y del savoir-faire de sus realiz adores. En estas condi cione s, l.como es que la magia puede proc eder,en ultima instancia, de una noci6n colectiva como la de 10 sagrado y como puededesarrollarla? Nos encontramos ante un dilema: 0 la magia es colect iva 0 la noci6nde 10 sagrado es individual. Para resolverlo hemos de averiguar si los ritos magicostienen Ingar en un arnbiente social, pues si encontramos ese ambiente en la magia,habrernos demostrado que una nocion de naturaleza social como es la de 10 sagradopuede actuar en rnagia y sera un simple juego demostrar que asi fun c ion a en realidad,Nos encontrarnos ahora ante el tercer aspecto productivo de nuestro estudio, Pa-samos de Ia observaci6n del mecanismo del rito al estudio del medio ambiente delos rites, pues s610 en ese ambiente encontraremos la razon de ser de Ias practicasde l individuo mago .

    Lo que vamos a analizar no es una serie de rites, sino el eonjunto de la magia,que es el ambiente de los ritos magicos, Esta descripcion nos permitira resolver, acontinuacion, la controversia de la relacion entre rnagia y religion. Por el momenta,sin prohibirnos tocar el tema, no nos detendremos en 61 eon objeto de conseguir nues-tra primera finalidad. Queremos cornprender la magia antes de hacer su historia. De-jamos de lado por el memento, reservandolo para una proxima memoria, los hechosm.evos que esta investigacion puede aportar a la sociologla religiosa, Nuestro deseoha sido, par otra parte, salir del circulo de nuestras preoeupaciones habituales, de-mostrando como, en la rnagia, el individuo aislado actua sobre fenomenos sociales,El objetivo que nos hemos designado exige un rnetodo diferente del que hemosutiliz ado e n e l estudio del sa crificio. No resultaria posible, 0 mejor, no resultaria uti Iproceder a un analisis, aunque fuera bastante profundo, de un ruimero determinado,aunque considerable, de ceremonias magicas, La magia no es, como es el sacrifieio,una de esas costumbres colectivas que se pueden analizar y describir sin tern or a per-dec la conciencia de que tiene una realidad, una forma y una funcion diferenciadas.Es una institucion, pero 5610 en un grado minimo. Es una especie de acciones y creen-c ia s ma l def in ida s y mal organizadas, incluso para quien la pone en practica y creeen e lla. No conoeemos sus limites a priori y, en consecuencia, no estamos en estadode ele gi r, a certadamente, los hec hos ti pic os que represente n l a total ida d de los hechosmagicos, Primeramente tendremos que hacer una especie de inventario que nos per-mitira concretar aproximadamente el campo en que ha de realizarse nuestra inves-t iga cion, No podremos tomar en c onsidera cion, independientemente, una serie de rltosaislados, sino que tendremos que tomar en consideracion, al rnisrno tiempo, todo 10que constituye la magia, es decir, en primer lugar describirla y definirla, En el ana-lisis que van a ver a continuacion no nos guiaremos por el orden de sucesi6n de losdiversos mementos de un rito. Nuestro estudio recaera no tanto sobre el plan y lacomposicion de los ritos, cuanto sobre la naturaleza de Ios medios de acci6n de lamagia, [ndependientemente de su aplicacion sobre las creencias que implica, sobrelos sentirnientos que provoca y sobre los agentes que la llevaran a cabo.

    SEGUNDA PARTE

    ENS A YO SOBRE LOS DONES. RAZON Y FORMADEL CAMBIO EN LAS SOCIEDADES PRIM ITIVAS

    Mauss, MarcelSociologia y AntropologiaEd. Tecnos, Madrid, 1979,434 pp.

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    INTRoDuccr6N

    SaBRE LOS DONES Y SOBRE LA OBLlGACIONDE RACER REGALOSEstudio publicado en Annee Sociologique, segunda ser ie ,1923-1924, t. I.

    Veamos a continuaci6n algunas estrofas del Havamal, un VIeJOpoemade l Edda escandinavo 1, que puede servirnos de epigrafe a este trabajo,par 10 directamente que pone al lector en la atm6sfera de las ideas y loshechos sobre los que nos vamos a mover ahara en nuestra demostra-ci6n 2,

    39 lamas h e encont rado un hombre mas gen eroso y esplendi doen agasa ja r a sus huespedesque " recibi r no hubie ra s ide recibido",n i de hombre tan ... (falta el adjet ivo)d e sus bien esqu e reci bir a carnbio lc fu era desagradab le 3.

    I Ha sido CASSEL q uien nos ha dado la pista de este texto, Theory 0/ Social Eco-nomy, vo l. II, pag. 3 45. Loa sabios escandinavo s conocen bi en esta caract erfsti ca desu antiguedad nacional.a Maurice Cahen realize para Mauss la traducci6n 31 frances del texto que se re-produce.3 La estrofa no es clara, sobre todo par falta del adjetivo en el verso 4; sinembargo, su sentido se haee mas facil cuando se afiade, como se suele hacer de or-dinario, una palab ra que si gnifique li beral, gastado r, EI verso 3 t ambien es d ift ci l.CASSEL 10 traduce por: "que no acepta 10 que se ofrece". La traducci6n de Cahenes I ibre y nos dice que "la expresion es ambigua, unos entienden que 'recibir no Iees agradable', y otros interpretan que 'recibir un regale no obliga a devolverlo": yome in cl ine, n at uralmente, par la segunda acepcio n", A pesar de mi incompe tenc iasobre el norrois (id iorn a d e l os anti guos pueblo s escandi navos), me perrni to otra in -

    terpretaci6n. La expresion evidentemente corresponde a un viejo cent6n que debi6de ser algo aSI como "recibir es recibido", Una vez admitido esto, el verso haria alu-sion al estado de animo en que se encuentran el visitante y el visitado. Se suponeque cada uno ofrece su ho sp italid ad 0 sus regalos como si no debi eran de devol ver-sele nunca. Sin embargo, cada uno acepta el regalo d el visitan te 0 la contraprestaciondel huesped, porque son bienes, aSI como un medio de fortalecer el contrato del cualson par te integrante,Creemos, inc luso , que en estas e st ro fa s 51: puede di st ingui r un a parte mas antigu a.La estructura de todas es Ia.misma, peculiar y clara, El centro esta formado por uncenton jurldico : "que recib ir no sea recib ido" (39), "quienes se hacen regales son ami -gos" (41). "devolver regale por regale" (42). "hay que unir tu alma a la suya y earn-biar regales" (44), "el avaro teme siempre los regales" (48), "el regalo que se da es-pera siempre de otro a cambia" (145), etc. Es una autentica coleccion de dichos orefranes en que cada uno vi ene acompaiiadode un comentari o que 10 desarrolla, Noseneontramos, pues, no 0010 ante viejas f6rmulas de derecho, sino incluso ante unaforma muy ant igua de l it era tu ra ,

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    156 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA SOBRE LOS DONES 15741 Con armas y vestidos

    los arnigos han de darse gusto;cada uno .1 0 sabe par s f mismo (po r su prop ia experi encia) ,Quienes se hacen regalULmutuosson ami os mas tiemposi las casas salen bien.

    te6ricamente voluntarios, pero, en realidad, hechos y devueltos obl iga-toriamente.

    42 Hay que ser amigopara el amigoy dar regaio por regalo ;hay que daruna sonrisa cuando nos dan sonrisay dolo cuando una ment ira.

    Este trabajo es un fragmento de un estudio mas amplio. Desde haceafios, me he interesado a la vez por el regimen del derecho contractualy por el sistema de prestaciones economicas entre las diversas seccioneso subgrupos de que se componen las sociedades llamadas primitivas, asicomo las que podriamos denominar arcaicas. Hay una variedad enorme deellos, muy complejos, donde todo queda mezclado, todo cuanto constituyela vida propiamente social de las sociedades que han precedido la nuestra-incluidas las de la protohistoria-. En este fen6meno social tota1 , comoproponemos denoroinar lo, se expresan a la vez y de golpe todo ti 0 ooins-tituciones: la s re ligiosas, jur fdicas, morales-en estas tanto___ills_polf tica scomo las familiares-y econ6micas, las cuales ;doptan fo_nnas_especialesde producci6n y consumo, 0 mejor de prestaci6n y de distribucion, y alas cuales hay que afiadir los fen6menos esteticos ague estos hechos, danlugar, as! como los fen6menos morfol6gicos QULwaLinstituciones pro-ducen.

    Sobre estos temas tan complejos y sobre esta multitud de cosas socialesen movimiento, queremos aqui tomar en consideraci6n un solo rasgo pro-fundo pero aislado: el caracter voluntario, por asi decido aparentementelibre y gratuito y, sin embargo, obligatorio e interesado de esas presta-ciones; prestaciones que han revestido casi siempre la forma de pre~ente.de_regalo ofrecido generosamente incluso cuando, en ese gesto que acom-pafia la transacci6n, no hay mas que ficcion, formalismo y mentira social,y cuando en el fondo 1 0 que hay es la obligaci6n y el interes econ6mico.Incluso, aunque expongamos can precisi6n los principios diversos quehan dado este aspecto a una forma necesaria del cambio, es decir, de ladivisi6n del trabajo social de todos elIos, s610 estudiaremos a fondo uno:i,C_ydles la norma de derecho y de interes que ha hecho que en las socie-dades de t iRO arcaico el regalo recibido hqy_ 4fLML blig(Jforiamente de-vuelto' l lQue fuerza tiene la cosa que se da, que obliga at donatario a devol-v_erla?Este es el problema de que nos ocuparemos, aunque indiquemostodos. Esperamos dar una respuesta a esta cuestion concreta valiendonosde un gran rnimero de hechos, ademas de sefialar e1 camino para un estudiode las cuestiones en relacion con ella. Podra verse tambien como nos en-contraremos ante nuevos problemas, relativos unos a una forma perma-nente de la moral contractual, a saber: la forma en que el derecho realesta todavia hoy ligado al derecho personal; relativos otros a las formase ideas que han presidido siempre, al menos en parte, el cambio y que,todavia hoy, sustituyen en parte la noci6n de interes individual.

    44 Ya se sabe, SI tienes un amigoen quien t ienes confianzay quieres obtener buenos resul tados,~ay que unir tu estado de animo al Sl!YoY camblar regalosliacu!ndole visitas con frecuencia,

    44 Pero si tienes otrode quien desconflasy quieres obtener buenos resul tados,hay que decirle palabras agradablespero a las que el pensamiento no responday devolverl e dolo por ment ira,

    46 Yean aquelcon qu ien no ri enes con fianzay tienes sospechas sobre sus sentimientos,hay que sonre ir lehablandole sin sinceridad :l os r egalo s que se haeen deben ser igual a los recibidos.

    48 Los hombres generosos y valientestienen mejor suerte en la vida;carecen de temores.EI cobarde tiene miedo de todo ;el avaro tiene siempre miedo a los regalo~.

    Cahen nos ha indicado tambien la estrofa 145:145 Mas vale no pedir

    que sacri ficar dernasiado (a los dioses) :~l r egalo oto rgado espera s iempn : de o tTOa carnb io.Mas vale nchacer una of r end aque ga st ar dernas iado en ella .

    PROGRAMA

    Vemos, pues, cual es el tema. En la civilizaci6n escandinava, as! comoen muchas otra s, los cambios y contratos se hacen bajo 1a forma de regalos, Can ello conseguiremos un doble fin. POl' una parte llegarernos a con-

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    1 5 8 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA SOBRB LOS DONES 1 5 9

    c1usiones, en cierto aspecto arqueol6gicas, sobre la naturaleza de lastransacciones humanas en las sociedades que nos rodean 0 que nos hanprecedido. Describiremos los fen6menos del cambio y del contrato enaquel las sociedades que no han estado desprovistas, como se ha preten-dido, de mercados economicos, ya que, segtin nuestra opini6n, el mercadoes un fenomeno humano que se produce en todas las sqciedades cgnocidas,aungue el regimen del cambio sea diferente al nuestro. Se estudiatLelmercado antes de la aparici6n de la insti tuci6n del mercader y~c:!esu prin-Cipal mvento: la moneda propiamente dicha, asi como su funcionamientoantes que se crearan las formas que podriamos denominar modernas(semitica, helenica, helenfstica y romana) del cont rato y de la venta, porun lado, y de Ia moneda legal, por otro. Asimismo examinaremos la moraly Ia economia que rige esas transacctones,

    Al comprobar que esta moral y esta economia acnian todavia hoy ennuestras sociedades de una forma constante y por asi decirlo subyacente,y considerar que hemos encontrado con ello uno de los bloques sobrelos que se levanta nuestra scciedad, deducimos una serie de conclusionesmorales sobre alguno de los problemas que plantea la crisis de nuestroderecho y de nuestra economia y nos detenemos en ellos. Estas paginas dehistoria social, de sociologfa te6rica, de conc1usiones de moral, de practicepolit ica y economica, nos llevan a replantearnos, una vez mas, bajo formasnuevas, los viejos pero siempre nuevos problemas 4.

    LA PRESTACION, EL DON Y EL POTLATCH

    Este trabajo forma parte de una serie de investigaciones que hemosllevado a cabo con Davy sobre las formas primitivas del contrato 6, delas cuales es necesario hacer un resumen.. . . . . .

    Creo que jamas ha existido, ni en un perfodo cercano al nuestro, nien las sociedades que indebidamente se denominan primitivas 0 inferiores,nada que se asemeje a 10 que se denomina Economia natural 7. Par unaextrafia pero clasica aberracion, se ha eIegido para presentar el tipo deesta economia los textos de Cook relativos al cambia y el trueque entrelos polinesios 8. Es de estos polinesios de los cuales nos vamos a ocuparahora, demostrando 10 alejados que estan, en derecho y en economia, delestado natural.En los derechos y economias que nos han precedido, jamas se vera elcambio de bienes, riquezas 0 productos durante una compra llevada a caboentre individuos. No son los individuos, sino las colectividades las que seobligan mutuamente, las que cambian y . contratan 9. Jasperspnas que est6n

    METODO UTILIZADO

    DAVY. "Foi juree" (Travaux de l 'Annee Sociologique, 1922) . Ver las ind icac io -n es bi bli ograficas en MAUSS, "Une forme archaiqu e de con trat chez l es Thrac es", Re-vue des Etudes Grecques, 1921; R . LENOIR,"L 'I ns ti tu tion du Pot lach", Revue Phi lo-sophique, 1924. M. F. SoMLo. Der Gilterverkehr in der Urgesellschajt (I ns ti tu t Solvany , 1909),ha hecho una exposicion de estos hechos, pag, 156, desde un punto de vista quecoinci de en p arte con el nuestro. GRIERSON,Silent Trade, 1903, dio ya los argumentos necesarios para poner fina aqu e1 prejui cio. Del mismo modo VONMoszowsx r, Vom Wir tschf ts leben der pr i-mitiven VOlker. 1911. aunque con si dera el robo como p rimiti vo, confundi endo el de-recho a tomar una cosa con el robo. W. VONBRUN h a heche una amplia exposicionde los hechos Maoris en Wirtschafts organisation der Maori (Beitr, DE LAMPRECHT,18),Leipzig, 1912, donde consagra un capitulo al cambio. EI trabajo de eonjunto masrecien te sobre la economfa de los pueblos primi tivos es e l de KOPPERS, "E thno logi scheWirtschaftsordnung", Anthropos, 1915-1916, pdgs, 611 a 651; pags, 971 a 1079. Inte-resant e en la expo si ci6n de l as doetrinas, aunque un poco dial ectico, Despues de nuestras ultimas publicaciones hemos eomprobado en Australia uncomienzo de prestacion entre tribus y nc entre c1anes 0 fratias, concretamente conocasi6n de la muerte. Entre los kadaku, en el norte del territorio, hay una tereeraceremoni a fun eraria despues del segundo enti erro. Durante esta cerernoni a, lo s hom-bres proceden a una especie de inv estigaci 6n judi cial para d etermin ar, at rneno s fieti -ciamente, quien ha sido el autor de la muerte por hechizamiento, y contrariamentea 10 que o eurre en las demas tribu s aust rali anas, no se l ie v a a cabo ni nguna venganza.Los hombres se limitan a unir sus lanzas y decidir que pediran a cambio, A la mananasiguiente las Ianzas se lIevan a otra tribu, los Umoriu, por ejemplo , los cuales com-prenden perfectamente Ia razon del envio. Alii se agrupan las lanzas segun quienesson sus propietarios, y de acuerdo con una tarifa ya conocida, los objet os qu e aqu ellosdeseaban se colocan al lado y todo se lleva a Kadaku (BALDWINSPENCER,Tribes o fthe Northern Terri tory, 1914, pag, 2 47). Sir Baldw in dice que aquell os obj etos pod rancambiarse de nuevo por lanzas, hecho que no acabamos de cntender. El encuentradificultad en comprender la conexion entre los funerales y los cambios de cosas, a10 cual aflade que "los natives no tienen idea". La costumbre, sin embargo. se com-prende perfectamente: es una especie de eomposici6n jurfdica que sustituye la ven-

    Hemos seguido un metodo comparative concreto. Como siempre, he-mos estudiado el tema en lugares determinados y elegidos: Polinesia, Me-lanesia, noroeste americana, as i como algunos derechos fundamentales.A cont inuaci6n, hemos elegido solo aquellos derechos que, gracias a losdocumentos y a un trabajo filol6gico, ya que se trata de terrninos y no-ciones, nos daban acceso a la conciencia de la propia sociedad, 10 cualha limitado atin mas el campo de comparaciones. Cada estudio nos haconducido a un sistema que nos hemos . . .ocupado de describir, a continua-cion, en su integridad; renunciando como podra verse a una comparaci6nconstante donde todo se mezcla y donde las instituciones pierden su ca-racter local y los documentos su valor 5.

    4 No he podido con sultar BURCKHARD,Zum Begri j] der Schenkung, pags. 53 y S5.En el derecho anglosaj6n los hechos que vamos a poner a la luz ban sido ya anali-zados por POLLOCKy MAITLAND,History of English Law, 1. II, pag. 82; "The widemoral gif which will cover sale, exchange, gage and lease", Rf. ibtd., pag. 12; ibld.,pags, 212-214: "II n'y a pas de don gratuit qui tienne force de loi". Vease tambienla di sertacio n de Neubeck er a prop6sit o del d erecho germani co, Die Mi tgib t, 1909 ,pags, 65 Y55.$ las notas y 10 que no esta en caracteres grandes es 5610 indispensable para losespeciahstas,

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    1 60 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA SOBRE LOS DONES 16 1presentes en el contrato son personas morales: dalles, tribus,_lamilias..~g~ese enfrentan y se oponen, ya sea en grupos gue se encuentran _en el lugardel cont rato 0 representados por medio de sus jdes,_Q_por ambossiste-mas 10. Lo que intercambian no son exclusivamente bienes 0 riquezas,r iiUebles e inmuebles, cosas iit iles econ6micamente; son sabre todo genti-lezas, festines, r itos, servicios mili tares, mujeres, nif ios, danzas, ferias enlas que e1 mercado ocupa solo uno de los mementos, y en las que lacirculaci6n de riquezas es solo uno de los terminos de un cont rato muchomas general y permanente. Estas prestaciones y contraprestaciones nacende forma mas bien voluntada por medlO de presentes y regales. aunque,en el fondo, sean rigurosamente ohligatorias baja pena de guerra privada0'-publica. Nuestra idea es el Hamar a to do esto sistema de prestacionestotales. EI fIpo puro de estas insti tuciones, creemos esta representado por laalianza de dos patrias en las tribus australianas 0 en general en lasnorteamericanas, donde los ritos, matrimonios, sucesiones de bienes, lasobligaciones de derecho y de interes y los rangos militares y sacerdotalesson complementarios y suponen la colaboraci6n de las dos mi tades de latribu. Los juegos se rigen muy especialmente par ellas 11. Los Tlinkit y losHaida, dos tribus del noroeste americana, expresan hondamente la natu-raleza de estas pract icas al decir que las dos patrias se respetan 12.En estas dos tribus del noroeste americano, as! como en toda la region,aparece, bien es verdad, una forma tfpica pero mas desarrol lada y relati-vamente mas rara, de estas prestaciones totales. ;Nuestra propuesta es. dedenominarla potlatch, como hacen los autores americanos, utilizando 1a de-nominaci6n chiilOOkque hoy forma parte del lenguaje cormin de los blan-cos e indios de Vancuver en Alaska. Pot latch quiere decir fundamen-talmente aIimentan~, consumir 13. Estas tribus, muy ricas, que viven en

    las islas, en la costa y entre la cadena y la costa, pasan el invierno en unafiesta continua: banquetes, ferias y mercados, que son a1 mismo t iemporeuni6n solemne de 1a tribu, 1a cual se ordena de acuerdo con las cofra-dias jerarquicas, sociedades secretas confundidas can frecuencia con lasprimeras y con los clanes; todo, clanes, rr.atrimonios, iniciaciones, sesionesde shamanismo y de culto a los dioses principales, de totem, asf como elculto a los antepasados colectivos 0 individuales del clan, se mezcla enuna inextricable red de rites, prestaciones jurfdicas y economicas, de fija-cion de rangos politicos en la sociedad de los hombres, en la tribu y enlas confederaciones de tribus, incluso internacionales 14. Lo que hay quetomar en consideracion de estas tribus es el principia de rivalidad y anta-gonismo que domina todas sus practicas hasta dar lugar a una batal la y a lamuerte de los jefes y notables que se enfrentan aS1; por otro lado, a ladestruccion puramente suntuaria 15 de las riquezas acumuladas con objetode eclipsar al jefe rival que es tambien un asociado (y generalmente suabuelo, suegro 0 cufiado). Hay prestacion total en el sentido de que todoel clan contrata por todos, par todo 10que posee y por todo 10 que nace,por medio de su jefe i6. Esta prestaci6n esta revestida para el jefe de unaspecto agonizante muy seiialado. Es fundamentalmente usuaria y suntua-ria, y, sobre todo, una lucha entre notables con e1 fin de asegurar entreellos una jerarquia que posteriormente beneficia al clan.Proponemos reservar el nombre de potlatch a este tipo de insti tucion quese podria, can menos peligro y mas precision, pero tambien en frase maslarga, denominar prestaciones totales de tipo agonlsiico.

    Hasta el momenta no habiamos encontrado ejemplos de esta institu-cion fuera de las tribus del noroeste americano, en algunas de Norteame-rica 17, en Melanesia y en Papuasia 18. En los demas sitios, en Africa, Po-ganza y sirve de origen aun mercado entre tribus, Este cambio de cosas es al misrnotiempo carnbio, gajes de paz y solicitud en el duelo, como ocurre de ordinario enAus tr ali a ent re clane s de famili as asociadas y aliadas por matrimonio. La unica di-ferencia es que en este caso la costumbre se ha heche entre tribus,

    10 Un poeta tan tardio como Pmdaro dice tambien : veavil1 lafl~Pq. 7tpo1Civo)Y ofno! is' JOrxa~6 , Olympique, VIII, 4. Todo el pasaje esta dedicado' al estado de derechoque nosotros vamos a describir : el tema del regalo, de Ia riqueza, del matrimonio,del honor, del valor, de la alianza, de la comida en comun y del brindis, incluso elde los celos que provoca el matrimonio, se tocan con palabras expresivas, dignasde comentario.II V . especialmente las reglas de juego de [a pelota entre los omaha. Alice FLET-CHER Y LA FLESCHE,tribu omaha, Annuel Report of the Bureau of American Anthro-pology, 1905-1906, XXVII, pags, 197 y 366 .

    U KRAUSE, Tlinkit lndianer, pags, 234 y ss., ha podido ver bien esc caraeter enlas fiestas, ritos y contratos que describe sin darles el nombre de pot latch . BOURSIN.en PORTER, "Report of the Population, etc., of Alaska", en Eleventh Census (1900),pags , 54-66, y PORTER,pag , 33 , han comprobado ese caracter de glo ri fic aci6n recip ro-ca del pot latch I lamandole es ta vez par su nombre, SWANTONes qu ien 10 ha se fial adomejo r: "Soci al condi tions , etc. , of the T lingit Indi ans", Ann. Rep. of the Bureau ofAmer. Ethn., 1905, XXVI, pag. 345, etc.; cf. Annie Soc., 1. XI, pag, 207, y DAVY,Foi Juree pag. 172.'" Sobte el sentido de 1a palabra potlatch, V. BARBEAU,Bu/. let~n de la Societe deGeographie de Quebec, 1911; DAVY, p ag. 162. No nos parece, sm embargo, que e1sentido sea el original. BOAS, en efeeto, da a la palabra potlatch, es cierto que enKwakiutl y no en Chinook, el sentido de Fedeer, alimentador, y Iitera1mente "place

    of being sat iated", lugar donde uno se sacia, "Kwakintl Texts", Second Series, JesupExpedit, vol. X, pag. 43, n.O2 , Y vol. III, pag. 255 y pigs. 517 y ss, V. POL. Estes dossentidas de potlatch, don y alimentos, no son las unicos, ya que la forma esencial dela p res ta ci6n es en est os casas alimen tici a. Sobre es te sent ido vease infra.,.. EI aspecto [urfdico de potlatch 10 ha estudiado ADAM en sus artfculos en laZeitsch, f. vergleich Rechtswissenschait, 1911 y siguientes, y en Festschrigt, en Seler ,1920, y DAVYen su Foi Iuree. EI aspecto religiose y economico no es menos esencialy ha de tratarse muy a fondo. La naturaleza religiosa de las personas implicadas y delas casas objeto de cambio 0 destruidas atafie a la naturaleza del contrato al igualque el valor que se les da,, . Los Haida dicen "matar" la riqueza.

    13 V. los documeatos de Hun t en BOAS,"E thnology of Kwak iut l" , XXXV AnnualRep. I}f the Bureau of American Ethn., t. II, pag, 1340, donde hay una descripci6nmuy mteresante sobre la forma en que el clan aporta su contribucion a1 jefe delpotlatch con unas palabras muy interesantes, En concreto, el jefe dice: "No sera enmi nombre, sera en el vuestro y os hareis famosos entre las tribus cuando se digaque dais 10' que es vuestro par un potlatch" (pag. 1342, I. 31 y 55.).

    17 :1 campo del potlatch supera, en efecta, los lfrnites de las tribus del Noroeste.EI Asking Festival de los eskimos de Alaska hay que considerarlo como alga distintode un prestamo a las tribu.s indias vecinas, Vease mas adelante nota 45 del cap. I.18 V. nues tr as observaciones en el Annee Soc . t, XI, pag. 101, y torno XII, pagi-nas 372-374, y Anthropologie, 1920 (acta de sesiones del Instituto frances de Antro-po log ia) . LENOIRha encont rado dos casas bas tan te claros de po tlat ch en Ameri ca delSur ( exped iciones mar tn rnas en Melane si a en Anthropologie, sept. 1924)

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    162 SOCIOLOG[A Y ANTROPOLOGIAlinesia, Melanesia, en America del Sur y en el resto de America del Norte,el fundamento del cambio entre los clanes y las familias nos parece de tipo~as elemental que la. prestaci6n total. Sin embargo, una investfgaci6nmas profunda, ha hecho aparecer un mimero considerable de formas in-termedias entre estos cambios por una rivalidad exasperada, con destruc-cion de riquezas como en el caso del noroeste americano, en Melanesiav otros mas moderados, en que los contratantes rivalizan en regalos: a estetipo pertenecemos nosotros, que rivalizamos en nuestros aguinaldos, Ies-tines, bodas y en las simples invitaciones en que nos sentimos obligadosa dar la revancha (revanchieren) !9, como dicen los alemanes. Tambienhemos encontrado estas formulas intermedias en el mundo indo-europeoantiguo, especialmente entre los tracios 20.Este tipo de derecho y de Economia contiene diversos temas, reglase ideas. El mas import ante de estos mecanismos espiri tuales es evidente-mente el que obliga a devolver el regalo recibido. En ningiin lugar la raz6nmoral y religiosa de esta obligaci6n es mas aparente que en Polinesia. A1estudiarla veremos claramente cual es la fuerza que obliga a devolver unacosa recibida y, en general, cual es la fuerza que obliga a ejecutar J(\~contratos reales.

    CAPiTULO PRIMERO

    SOBRE LOS DONES QUE SE OFRECEN Y SOBRELA OBLIGACION DE DEVOLVERNOS(POLINESIA)

    I. PRESTACION TOTAL. BIENES UTERINOS A CAMBIO DEBIENES MASCULINOS (SAMOA)Durante mucho tiernpo, en las investigaciones llevadas a cabo sobre laamplitud del si stema de los dones contractuales, se ha crefdo que en PoU-nesia no habia potlatch propiamente dicho. Parecia que en las sociedadespolinesias, cuyas instituciones eran mas semejantes, no se llegaba al sistemade prestaciones totales, de contratos perpetuos entre clanes que ponianen cormin sus mujeres, hombres, nifios, ritos, etc. Los hechos que habiamosestudiado, especialmente en Samoa, la curiosa costumbre de cambiar tren-zas blasonadas entre los jefes con motive del matrimonio, no creiamosestaba a este nivel ' , Parecia faltar el elemento de rivalidad, de destrucci6ny de combate que se daba en Melanesia. Habfarnos analizado pocos hechos.De ahora en adelante seremos menos criticos.En primer lugar, en Samoa el sistema de regalos contractuales seextiende a otros hechos adernas del matrimonio. Acompafia a los siguientesacontecimientos: Nacimiento de un nino 2, circuncisi6n 3 , enfermedad 4, pu-bertad de Ia mujer 5, ritos funerarios 6 y comercio 7.

    1 DAVY, Foi juree, pag. 140, estud ia estos cambl os con mo tiv o del mat rimon io ysus relacio nes con el cont rato , Veremos lu ego como ti enen o tra ampl itu d.2 TuRNER, Nineteen years in Polynesia , pag. 178 ; Samoa, pag, 82 y 55.; STAIR,Old Samoa, pag. 175 .3 KRXMER, Samoa Inseln, t. II, pags, 52 a 63 . STAIR , Old Samoa. pag . 180 ; TURNER. Nineteen years, pag, 225; Samoa. pag. 142. TuRNER, Nineteen years, pag, 184; Samoa, pag, 91 .a KRAMER, Samoa lnseln, t. II. pag. t05; TURNER, Samoa, pag. 146.7 KRAMER, Samoa Inseln, t. II, p ags, 9 6 y 363 . La exped icio n corn erci al, el "mala-ga" ("wataga", Nueva Guinea), es muy semejante al potlatch, caracterlstico este delas exped ic iones en e l a rchipielago vec ino, KRAMER uti li z6 la p al ab ra " G en ge ns ch en k"para indicar el cambio de los "oloa" contra los "tonga", de que nosotros vamos ahablar. Aunque no hay que caer en las exageraciones de los etnografos americanosde Ia escuela de Rivers y de Elliot Smith, ni en las de los etn6grafos americanos que,sigu iendo a Boas, con sideran el pot latch americano como una serie de ideas cop iadas,hay que, sin embargo, seguir la trayectoria de la instituci6n, dado que un gran co-rnereio de isla en isla y de puerto en puerto, desde tiempos inmemorables, ha servidode vehIculo no 5610 a las cosas, sino tarnbien a la forma de carnbiarlas. Malinowski seha dado cuenta de ello en los trabajos que c it aremos mas ade lante. V. un estud iosobre algunas de estas ins ti tuciones (Melanesia Noroeste) en R. LENOIR, "Expedicionesmarftimas en Melanesia", Anthropologie, sep, 1924 .

    1 TIIURNWALD, Forschungen auf den Saloma lnseln, 19)2., t. III, pag. 8, hace u sode la palabra,

    0 ReI'. des Et, Grecques, t. XXXIV, 1921.

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    164 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA SOBRE LOS DONES QUE SE OFRECEN 165Ademas, se dan dos elementos fundamentales del potlach: el del ho-

    nor, el prestigio, el mana que confiere la riqueza 8 y la obligaci6n absolutade devolver estos dones bajo pena de perder ese mana , esa autoridad, esetalisman y esa fuente de riquezas que es Ia misma autoridad 9.

    Por una parte, Turner 10 dice: despues de la fiesta del nacimiento,despues de habet dado y devuelto los oloa y los tonga-en otras palabras:los bienes masculinos y femeninos=-el marido y la mujer no eran masricos que antes, pero tenian Ia satisfacci6n de haber visto 10 que consi-deraban un gran honor, masas de bienes acumulados con ocasi6n del naci-miento de su hijo 10. Por otra parte, estos dones pueden ser obligatoriosy permanentes sin otra contraprestaci6n que el estado de derecho quelos produce. Asi, por ejemplo, el nifio que la herrnana, y por 10 tantoel cufiado, tio uterino, recibe para educar de su hermano y cufiado, se ledenomina tonga, bien uterino 11, pues es el canal par donde los bienesde naturaleza indigena 12, los tonga, pasan de la familia del nino a estafamilia. Par otra parte, el nino es para los padres el medio de conseguirbienes de naturaleza ext ranje ra (oloa) de los padres que Ie han adoptado,10 eual dura mientras el nino vive. Este sacrificio de los lazos naturalescrea una facilidad sistematica de trafico entre propiedades indigenas y ex-tranjeras. En resumen: el nifio, bien uterino, es el medio pOt el cual losbienes de la familia uterina se cambian con los de la familia masculina.Es suficiente comprobar que, al vivir con su tic uterine, tiene un dereehoa vivir alli y, por 10 tanto, un derecho general sobre sus propiedades, por10 cual este sistema de Iosteraje tiene gran semejanza con el derechogeneral que se reconoce en Melanesia al sobrino uterine sobre las propie-dades de su tio 1 3 ; para que sea pot latch, 5610 fal ta el caracte r de rival idad,de combate y de destrucci6n.

    Sefialemos dos terminos: oloa y tonga. Este ultimo de signa una serievariada y permanente de obje tos que comprenden especia lmente las t renzas

    del matrimonio 14 que heredan las hijas que se. casan, las decoracionesy los talismanes que entran en la nueva familia a traves de Ia mujer conla carga de ser devueltas; en realidad, son una especie de inmuebles pordestinaci6n 15. Los oloa 16 designan objetos, la mayor parte instrumentos,que son especificamente del marido y fundamentalmente muebles.

    Hoy se aplica tambien ese termino a las cosas que provienen de losblancos 17, 10 cual evidentemente es una extension de sentido reciente,por 10 que debemos olvidar Ia traducci6n de Turner: oloa-joreing, ton-ga-nat ive, que es inexacta e insuficiente aunque no deja de tener interes,ya que demuestra que determinadas propiedades llamadas tonga estan masunidas a la tierra 18, al clan, a la familia y la persona que las denominadasolea.

    Ampliando nuestro campo de observacion, la nocidn de tonga adquiereotra amplitud. En mahori, tahitiano, tongan y mangarevan, caracterizatodo 10 que es propiedad propiamente dicha, aquello que hace rico, po-deroso e influyente, todo cuanto puede ser objeto de cambio y de com-pensaci6n 19.

    Comprende exclusivamente los tesoros, talisrnanes, blasones, trenzase idolos sagrados y a veces las tradiciones, cultos y rituales magicos, Nosencontramos, pues, ante la noci6n de propiedad-talisman que estamos se-guros esta' generalizada en el mundo malayo-polinesio e incluso en el pa-cifico 20,

    14 KRAMER,Samoa lnseln, V. toga, t. I, pag. 482; t. II. pag, 90.IS Ibid., t. U, pag, 296; pag. 90 (toga = Mitgift) ; pag. 94, cambio dc oloa contratoga., . lbid. , t. I , pag , 477. VIOLETIE, Dictionnaire Samoan-Frall(,:ais, v. "toga": rique-zas del pais consistentes en trenzas y oloa, riquezas tales como casas , embarcaciones ,telas, fusiles (pag, 194, col. 2), y reenvia a oa, bienes que comprenden todos los ar-tfculos extranjeros.17 TURNER,Nineteen years , pag, 179, c f. pag . 186. TREGEAR(para la palabra tonga,v. taonga) Maori Comparative Dictionary; pag, 468, confunde las propiedades de estenombre con las de oloa, 10 cua l indudablemcnte se debe a negligenc ia ,La rev . "El la", "Polinesi an nat ive cloth ing" , J. P. S., t. IX, pag, 165, desc ribe defa forma siguiente las i e tonga (trenzas): "Constituian la riqueza pr in cipal de los in-digenas. de Ias cuales se servian como de moneda en los carnbios de propiedad enlas bod a s, en las ocasiones, de una especial cortesra, Con frecuencia se guardanen Jas farni li as como heir/oms (bienes devue ltos) y muchas ie antiguas sc conoclan yeran especialmen te ap reciadas po r haber per tenecido a alguna familia celebre, etc . .. "Cfr. TURNER,Samoa. pag. 120 . Todas estas expresioncs tienen su equivalenie en Mela-nesia, en America del Norte e incluso en nuestro folklore, como [uego vcrernos,,. KRAMER, Samoa lnselu, t. II, pags. 90-93 .]9 V. TREGEAR,Maori comparative Dictionary, adverbio taonga (Tahiti); tataoa,dar bienes; [aataoa, cornpensa r, dar bienes ; Marquesas, LESSON, Polynesiens, t. H,pag, 232, taetae ; efr., "tirar regal o s", "tiau tae-tae" regales que se dan "regalesbienes del pais dados con el fin de obrener bienes ~xtranjeros". RADlGUE';, Demier;Sauvages, pag. 157. La raiz de la palabra es tahu, etc.20 V. MAUSS. "Orlgenes de la nocion de Moneda" , Anthropologlc, 1914 (resumcnesdela 1. F. A.), donde todos los casos citados, a excepci6n de Ins casos negros y arne-

    ricanos, pertenecen a este campo .

    La ernulacion entre los clanes maori se cita can frecuencia, sobre todo a prop6-silo de las fiestas, por S. P. SMITH, Journal o f the Pol ines ian Soc ie ty (citado anterior-mente S. P. S.) , XV, pag , 87. V. mas adelan te,9 La razon par la que decimos que no bay potlatch propiamente dicho en esteeaso se debe a que falta el caracter usurero de La contraprestacion, Como verernosen ~I derecho maori, el hecho de no devolver produce la perdida del "mana", de la"cara" como dicen los chinos. En Samoa, hay que dar y devolver, bajo la misma pena.1. TlJRNER, Nineteen years , pag. 178; Samoa, pag. 52. EI lema de la ruina y delhono r es f undamental en el potlatch arnericano del noroeste. V. ex.. en PORTER. LltbCensus, pag, 34. "11 TURNER, Nineteen years , pag, 178. Samoa, pag. 83, Ie denomina "adoptado .Se equ ivoca, la costumbre es del "fo sterage" , educacion fuera de la fam ilia natal ~onla precision de que este "fosterage" cs una especie. de vU,elta a .la familia uter,ma.,ya que es la familia de la herm~na del padre, e~ decir, su uo uterine, esp.o~o ~~ esta,quien le educa, No hay que olvidar que en Polincsia hay una doble clasificacion delparentesco : uterina y masculina, V. nuestro resumen del trabajo de ELSDONBEST,Maori Nomenclature , Ann. Soc ., t. 'Ill, pag, 420, asi como las observaciones de DUR-

    .;KHEIM. Alll. Soc. t. V, pag, 37.JO TURNER,Nineteen years , pag. 179. Samoa. pag, 83.J3. V. nuest ras obsc rvac iones sobre e l I'mu fijiano en el Proceso verbal del I. F. A ..

    en A ntropoiog, 1921.

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    166 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA SOBRE LOS DONES QUE SE OFRECEN 16 7

    Esta observacion nos conduce a una constatacion muy importante. Lostaonga estan, a1 menos en la teoria del derecho y de la religi6nmahori,estrechamente ligados a la persona, al clan y a la tierra; son el vehfculode su mana, de su fuerza rnagica, religiosa y espiritual. En un proverbiorecogido par sir G. Grey 21 y C. O. Davis 22, se les ruega destruir al indi-viduo que los ha aceptado. Par 10 tanto, tienen en sf esa fuerza para elcaso en que no se cump1a el derecho y sabre todo la obligacion de de-volverlos.Nuestro Ilorado amigo Hertz se dio cuenta de la importancia de estoshechos y con un entrafiable desinteres escribio: Para Davy y Mausssobre la ficha que contenia el siguiente dato: Colenso dice 2 3 : Ternan unaespecie de sistema de cambio, a con mas exactitud un sistema por el cualse hacian regales que 1uego habian de cambiarse 0 de devolverse. Secambiaba, por ejemplo, pescado en salaz6n a cambio de pajaros conser-vados en manteca por trenzas 24. Todo 1 0 cual era objeto de cambioentre tribus Iarnilias amigas sin someterse a ninguna estipulacion.Hertz habia recogido tambien un texto que yo he encontrado en susfichas y cuya importancia se nos habia escapado a los dos, ya que yotambien 10 conocia.Se refiere a1 hau, al espiritu de las cosas y en especial al del bosquey a los animales que viven en el; Tamati Ranaipiri, uno de los mejoresinformadores maorfs de R. Elsdon Best, nos da, por pura casualidad, laclave del problema 25. Voy a hablaros del hau... El hau no es de ningunmodo el viento que sopla, Imaginense que tienen un art iculo determinado(taonga) y que me 10 dan sin que se tase un precio 26. No llega a habercomercio. Pero este articulo yo se 10 doy a un tercero, que despues depasado algiin tiempo decide darme algo en pago (utu) 27 y me hace unregalo (taonga). EI taonga que l me da es el espiritu (hau) del taonga queyo recibi primero y que le di a I. Los taonga que yo recibo a causa deese taonga (que usted me dio), he de devolverselos, pues no seria [usto(tika) POt mi parte quedarme con esos taonga, sean apetecibles (rawa) a no

    (kino). He de devolverlos porque son el hau 26 del tuonga que recibi. Siconservara esos taonga podrian causarme dafios e incluso la muerte. Asfes el hau, el ha u de la propiedad personal, el ha u de los taonga, e1 ha u delbosque. Kaii ena (par hoy ya es suficienre) .Este texto fundamental merece un comentario. Las doctrinas de lacasa de los secretes, puramente maor i e impregnadas de un espirituteologo y [uridico todavia poco preciso, pero a veces asombrosamenteclaro, s610 tienen un punto oscuro, el de la intervencion de la tercerapersona. Para comprender al jurista maor i bastaria decir: el taonga, as!como todas las cosas de propiedad personal poseen un hau, un poder espi-ritual. Yo recibo una cosa y se la doy a un tercerc, el cual me devuelveotra, obligado por el hau de mi regalo y yo estoy obligado a devolverleesa cosa, porque es necesario devolver 1 0 que es, en realidad, el productodel hau del taonga que recibi de 61.Interpretada de este modo la idea, no solo queda clara, sino que apa-rece como una de las ideas fundamentales del derecho maori, s ignificandoque el regale recibido, cambiado y obligado no es algo inerte. Aunque eldonante 10 abandone, le pertenece siempre. Tiene fuerza sobre e1 benefi-ciario del mismo modo que el propietario la tiene sabre el ladron 2~. Puesel taonga esta animado par el ha u de su bosque, de su territorio y de susuelo es autenticamente nativo 30: el ha u acornpafia a la cosa, quienquiera que sea su detentador, Acompafia no solo al primer donante, sinoincluso a un tercero 0 a cualquier individuo a quien se transmita el

    II. SOBRE EL ESPIRITU DE LA COSA QUE SE DA (MAORI)

    28 He hau, La traduccion de la frase ha sido abreviada por Elsdon Best, abrevia-cion que yo tarnb ien sigo,29 R. HERTZ reunio gran numero de hechos demostrativos sobre este punto, paraelaborar una de las parte de su trabajo sobre el Peche et l 'Expiation. Demuestranque la sancion del robo es simplemente el efecto rnagico y religio so del mana, delpoder, que tiene el propietario sobre la cosa que se roba, y que esta rodeada adernasde tabues y marcada por los signos de .la propiedad; est a cargada por estes de hall,de poder espiritual, Es el hau quien venga el robo apoderandose del ladron, encon-trandole y conduciendo le hasta Ia muerte, con la restitu ci6n de 10 robado . Esto s hechospodran leerse en el libro de Hertz que nosotros publicaremos, en '105 apartados dedica-dos al hau.O. Los docu rnen tos sob re los mauri a que aquf hacer nos referenda. se encuen tranen el ensayo de Hertz. Los mauri son a l mismo t iernpo tal ismanes, paladios, s antua-rios, donde habita el alma del clan, hapu, su mana y el hau de su tier ra.Los docu rnen tos de Elsdon Best sobre este punto requ ieren cornentario y d iscusi6nsobre todo en 10 relativo a las expresiones hau whitia y kai hau. Los pasajes mas im-por tantes son: "Spir itual concepts ", Journa l o f the po lynesian society, t. X, pag. 10(texto maori) y el de la pag, 198 del tomo IX. No tenemos aqui sitio para ocuparnos .de el, como desearlamos ; sin embargo. nuestra interpretacion es la siguiente : "hauwhitia, hau avisado". As f 10 traduce Elsdon Best y creemos que la traduccion esexacta, ya que el pecado de robo 0 de no pagar 0 de no llevar a cabo la contrapres-tacion es un desvfo del alma, del hau, como ocurre cuando no se quiere hacer unacornpra (que a veces confunden con el robo) 0 un regale. Po r el con tr ario, Kai haesta mal traducido cuando se considera como un simple equivalente de huu whitia, encuyo caso expresa el acto de comer el alma y es sinonimo de whanga hau. TllEGEAR.Maori Camp. Diet. v, Kat y whangai, aunque esta equivalencia no es tan sencilla, yaque ese tipo, es el del alir nento k ai, y la palabra hace alusion a ese sistema de cornu-nion alimcnticia. a la falta que consiste en continuar en saldo deudor. Adernas deQue la nalabra hau est:! d entro de ese circu lo de ideas. WILLIAMS,Maori Dict., pagi-

    na 23. v . "Hau, regale que se hace en reconocim iento del r egalo recib ido" .

    " Proverbs, pag. 103 (trad, pig. 103).2.' Maori Mementoes, pag, 21 .23 En Transactions o f New Zealand Ins ti tute. t. I , pag. 354.2. Las tribus de Nueva Zelanda se dividen teoricarnente, por la misma tradicionmao ri, en pescadores, agricu lto res y cazado res, que Inter cambian sus productos con-tinuamente. ELSDONBEST, Forest Love, Transact, N. Z. lnst. vol, XL II. pag. 435.25 Ibid., pag, 431 del texto maori, trad. pag. 439.2. La palabra hau signif ica 10 mismo que . Ja l at ina spiritus, tanto el viento comoel alma y mas concretarnente en algunos casos, el alma y poder de las cosas inanima-das y de los vegetales, La palabra mana se reserva para los hombres y los espfritus,aplicandose a las cosas con menos frecuencia que en Melanesia.'7 La palabra utu signif ica satisfaccion de qu ien venga la sangre, satisfaccion dela compensaci6n ,del pago, de la responsab ilid ad, etc. '" significa tambien preclO. Es

    una nocion cornpleja de derecho , de religion 't de economta,

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    168 S OC IO LO GI A Y A NT RO PO LO GI A SOBRE LOS DONES QUE SE Ol'RECEN 169taonga 31. En el fonda, es el ha u que quiere volver al lugar de su naci-miento, al santuaria del bosque y del clan y par 10 tanto a su propietario.Es el taonga 0 su hau, que por otra parte es en S I mismo una especie deindividuo 32, quien se une a esa serie de usuarios, hasta que aquellos de-vuelvan de 10 suyo, de sus taongas, propiedades 0 de su trabajo a comercioun equivalente 0 un valor superior, por medio de sus fiestas, festineso regalos, el cual a su vez dara a su donante, autoridad y pader sobre eIprimer donante, transformado ahora en ultimo. Este es el principio queparece presidir, en Samoa y Nueva Zelanda, la cireulaci6n obligatoria deriquezas, tributos y dones.

    Este hecho aclara dos sistemas importantes de fen6menos sociales enPolinesia e incluso fuera de ella. En primer lugar, permite averiguar emiles la naturaleza del laze [urfdico que crea la transmisi6n de una cosa,Volveremos despues sabre este punta, demostrando como estos hechos pue-den eontribuir a una teorla general de las obligaciones. Por el momenta10 que ha quedado claro es que para el dereeho maori, la obligacion dederecho, obligacion por las casas, es una obligacion entre almas, ya que lacosa tiene un alma, es del alma. De 10 que se deriva que ofrecer una cosaa alguien es ofrecer algo propio. Sirve ademas para darse cuenta mejor decual es la naturaleza del cambio par medio de dones, de cual es la natu-raleza de 10que nosotros denominamos prestaciones totales, y entre ellas,la del potlatch. Se comprende clara y l6gicamente que, dentro de estesistema de ideas, hay que dar a otro 10 que en realidad es parte de sunaturaleza y sustancia, ya que aceptar algo de alguien significa aceptaralgo de su esencia espiritual, de su alma. La conservacion de esa cosa seriapeligrosa y mortal, no solo porque serfa ilicita, sino tambien porque esacosa que sale de la persona, no s610 moral, fisica y espiritualmente, esaesencia, ese alimento 33, esos bienes muebles 0 inmuebles, esas mujereso sus descendientes, esos rites 0 comuniones, otorgan un poder magicoy religioso sobre la persona. Es decir, que lacosa que se da no es algoinerte, Animada ya veces individualizada, tiende 0 bien a volver a 1 0 que

    Hertz denomina su Iugar de origen, a a producir, por medic del clana de la tierra de que forma parte, un equivalente que la reemplace,

    III. SOBRE OTROS TEMAS. SOBRE LA OBLIGACIONDE DAR Y LA OBLIGACION DE RECIBIRNos queda ahora por comprender a fondo la insti tuci6n de la prestacion

    total y del potlatch, buscando la explicaci6n de dos momentos que les soncomplementarios, ya que la prestacion total comprende no s610 la obliga-cion de devolver los regalos que se reciben, sino que supone otras dos tanimportantes Como ella: la obligaci6n de hacer, por un lade, y la de de-volver, por otro. La teoria completa de estas tres obligaciones, de estostres temas de un mismo complejo, serviria de explicacion fundamentalsuficiente de esa forma de contrato entre los clanes polinesios. Por elmomento no podernos sino indicar la forma de tratar el tema. Nos encon-traremos con gran cantidad de hechos relativos a la obligacion de recibir,ya que el clan, la familia y eI huesped no son libres de pedir hos~italidad 34,de no recibir los regalos que se les hacen, de no comerciar 3, 0 de nocontraer una alianza por medio de las mujeres 0 de 1a sangre. Los dayakshan desarrollado incluso un sistema campleto de dereeho y moral, sobreel deber que se tiene de compartir las comidas a las que se asiste 0 quese han vista preparar -".No menos importante es la obligacion de dar; su estudio perrnitiracomprender por que los hombres se han hecho cambistas. S610 indicare-mas algunos hechos: tanto negarse a dar 37 como olvidarse de invitar 0 ne-

    34 Este es el punto donde debe estudiarse eJ sistema de hechos que los maori cali-Iican con la expresion de "desprecio de tahu".EJ principal documento es el de ELSDONBEST, Maori Mi tho logy . en el I ourn . Po l. Soc ., t. IX. pag. 113. Tohu es el nombre"emblematico" de la cornida en general, es su personificacion, La expresion "Kuua eTokahi ia Tahu" "no desprecies el tahu' se emplea respecto a. l a l'ers?na que no a.cepla1 0 .5 alimentos que se la ofrecen. El estudio sobre las creenc!us relatl~as a los allm.en-tos en los pafses maorfs nos apartarfa m ucho deltema. Dirernos solo que cse dios,esa hipostasis de la comida, es identico a ROllRO. dios de las p lant :-s '! de la paz,. Lacual perrnitira comprender mejor asociaciones de Ideas como las s iguientes : hospi ta-Iidad a limento, cornunion , paz, cambio, de recho .s'V. ELSDON BEST, "Spir, Cone.", Jour. Pol. Soc., t. IX. pag, 19~. .,. V. HARDELAND, Dayak Wi!rterbucll, s. V., indjok, irck pahuni, t. l, pag. 190, pagi-na 397 a. EI estudio comparative de estas instituciones puede extenderse a toda elarea de la civilizacion mal a sia , indone sia y polinesia, La unica dificultad esta en reco-nocer Ia institucion. Veamos un ejernplo : bajo el nombre de "cornercio obligado",Spencer Saint John describe la forma en que, en el Estado de Brunei (Borneo)., losnobles reciben el tribute de los bisayas, cornenzando por regal a ries telas que estespagan luego a un falso usurero durante afios (Life in the [oresr of the jar East, t. U.pagina 42). El e rror se produce cuando los maJayo>. c ivi lizados explotan de sus he rma-nos menos civilizados, unacostumbre que ellos rmsrnos no cornprenden. No enume-raremos todos los hechos indonesios de este tipo (V. mas adelante el resumen deltrabajode KRUYT, Koopen ill Midden Celebes)." E! oJvidarse de invitar a una danza guerrcra cs un pecado. una [alta que en laisla de l Sur. re cibe el nombre de puha. H. T. DE CROISILLES. "Short Traditions of thesouth Island", I. P. S .. t. X. pag. 76 (p6ngase la atenci6n en: talinu, Riff of food. regal oconsistente en comida). El ritual de hospitalidad maori consiste en: una invitacionobligatoria que el que llcga no puede denegar, pero que tampoco debe solicitar ; debe

    31 Llamamos tambien Ia a tenc ion sobre la expre sion kai-hau-kai. T)(EGEAR, M. C. D,.pagina 116: "ofreccr un regalo de alimentos de una tribu a otra : fiesta (isla del Sur)".Significa que el regalo y la fiesta que se devuelven son en reaJidad el alma de la pri-me ra pre stac ion que vuelve '3 su punto de partida : "alimento que es el hau de l a li -menta". En esta s ideas e inst ituc iones se ccnfunden pr inc ipios que nuest ro vocabularioeuropeo pone buen cuidado en distinguir.32 Los taonga, en e fecto, pa recen estar do tados de individua lidad, incluso indepen-dientemente del hau que lcs confiere su relacion con su propictario. Poseen nornbres.De aeuerdo can las mejores enumeraciones (la que TRAGEAR, loco cit., pag, 360, v .. pou-namu, sacado de Colenso) solo cornprenden, l imi ta tivamente, Lasca tegorias s igu ientes :los pounamu, ja des farnosos, propiedad sagrada de los je fes y cJanes, general mentelos tiki, tan raros, individuales y bien esculpidos ; algunos tipos de trenza s, una de lascuales, blasonada como en Samoa, lleva el nombre de korowai (que es la unica pa labramaori que nos recuerda la palabra de Samoa, oloa de la cual hernos intentado en vaneel equivalente maort), Hay un documento maori que da el nombr~ de taonga a l?skarakia, f6rmulas magicas tituladas individualrnente, que se consideran como talis-manes personales transmisibles: Jour. Pol. Soc .. t. IX, pag, 126 (trad, pag, (33).ae ELSDON BEST. Forest Love, ibid., pag. 449.

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    170 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA SOBRE LOS DONES QUE SE OFRECEN 17]garse a acepta r 38, equivale a declarar la guerra, pues es negar 1a alianzay la comuni6n 39. Se da porque se esta forzado a dar, ya que el donatariogoza de una especie de derecho de propiedad sabre todo 1 0 que perteneceal donante 40. Esta propiedad se manifi esta y se concibe como una especiede laze espiritual. Asi, par ejempln.en Australia, el yerno que debe todos losproductos de la caza a su suegro y a su suegra, no puede comer nadade esto delante suyo, par miedo a que su sola respiraci6n envenene 10 queesta comiendo 41. Anteriormente, hemos visto que el taonga uterino, enSamoa, tiene un derecho de este tipo, semejante a su vez a1 que tiene elsobrino uterino (vasu) en Fiji 42.

    En todo caso, se dan una serie de derechos y deberes de consumir y dedevolver correspondientes a los derechos y deberes de ofrecer y recibir.Todo este conjunto de derechos y deberes simetricos puede parecer coo-tradictorio si se piensa que, fundamentalmente, 10 que hayes una mezclade lazos espirituales entre las casas que en cierto modo format: parte delalma, de los individuos y de 10$ grupos, que se consideran, hasta uncierto punta, como casas.

    Estas instituciones sirven para expresar un hecho, un regimen social,una determinada mentalidad: la de que todo, alimentos, mujeres, nifios,

    bienes, ta li smanes, t ie rra, traba]o , servicios, oficios sacerdota les y rangosson materia de transmision y rendicion, Todo va y viene como si exis-ti era un cambia constanteentre los clanes y los individuos de una materiaespiritual que comprende las casas y los hombres, repartidos entre lasdiversas categorias, sexos y generaciones.

    IV. REGALOS QUE SE HACEN A LOS HOMBRES YPRESENTES QUE SE HACEN A LOS DIOSES

    dirigirsc hacia la xasa de lu reccpcion (distintu segun las castas) sin mirar en tornosuyo ; su anfitri6n debe hacerle prepa ra r una cornida e special , a la cual asistira hn-mildemente : cuando sc rnarche .. el ex!ranjero recibira un regalo de viatico (TREGEARMaori Race, pag. 29). Vease mas adelan!e los rites identicos de hospitalidad hindu '3. En realidad, las dos normas se mezclan de forma indisoluble, del mismo modoque las presta~i.ones antitetic!ls y simetricas que prescriben, Hay un proverbio querecoge esta fusion: .TAYLORITt' ik a a Muui, pag. 132, proverbio nurn. 60) 10 traduceapropiadarnente dic iendo : Wllt'll raw it is seen, when cooked, it is taken. "Mas va lecomer un alirnento sernihecho (que esperar a que los extranjeros lleguen) y cuandoeste hecho tenerlo que compartir con ellos."au El jefe Hekemaru, segtin la leyenda, solo aceptaba "la cornida" cuando habrasid? visto y recibido por el pueblo extranjero. Si su cortejo habia pasado desaper-cibido y se le enviaban mens~Jems. para que volviera el y su cortejo, y cornpartierancon e llos una c{)~lda , ~e spondl

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    1 72 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA SOBRE LOS DONES QUE SE OFRECEN 1 73regalo s produce abundancia de riquezas. Nelson 47 y Por te r 48 nos han dejado unaextensa descripci6n de estas fiestas, y de su accion sobre los muertos y sobre la cam,y sobre los cetaceos y peces que cazan los esquimales. En esa especie de idioma de lostrampero s ingleses se les

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    174 SOCLOLOGIA Y ANTRQPQLOGIA SOBRE LOS DONES QUE SE OFRECEN 175que comprar y que los dioses saben devolver el precio de -las cosas, Quiza en ningunsitio se expresa esta idea de forma mas tipica que entre los toradja de Celebes.Kruyt 62 dice que el propietario tiene que comprar a los dioses el derecho de poderrealizar determinados actos sobre "su", en realidad sobre "sus" propiedades, Antesde cortar "su" bosque, antes de labrar "su" tier ra y antes de p lan tar el poste de "su"cas a ha de pagar a los dioses, Mientras que la nocion de cornpra esta muy poco des-arro!lada entre los usos civiles y comerciales de los toradja 63, esta cornpra es. sinembargo, constante a los espiritus y a los dioses.

    Malinowski sefiala hechos del mismo tipo en Trobiand, a proposito de las formasde cambio a las que nos varnos a dedicar ahora, Se conjura a un espfritu maligne,un tauvau de qu ien se ha encon trado un cadaver (serpien te 0 cangrejo de t ie rra) ofre-ciendole uno de esos vaygu'a, uno de esos objetos preciosos, ornamento, talisman yriqueza a la vez, que sirven para los cambios del kula. Este don actua direc tamentesobre el esplritu de ese espir itu 64. Durante la fiesta de los mila-mila 65, pot la tch e llhonor de Ios muertos, se exponen y ofrecen a los esplritus las dos especies de vaygu'a,lo s del kula y los que Malinowski denomina, por ve z primera 66, los "I'agyu'a per'manentes", en una plataforma identic a a la del j efe. Esto hace buenos a sus espfr itus,los cuales se !levan consigo la sornbra de estas cosas preciosas al pais de los muer-tos 67, donde rivalizan en riquezas como rivalizan los hombres vivos que vuelvende un kula solemne 68.

    Van Ossenbruggen, que ademas de ser un teorico es un observador muy agudo, yque vive en lo s lugares sobr e los que investig a, ha sef ialado otra de las caracter isticasde esas instituciones 69. Los dones a los dioses y a los 'hombres tienen tambien comofinalidad comprar la paz entre unos y otros, pues de este modo se apartan los malosespf ritus, y comunmente las malas influ encias, aunque estas no esten personalizadas,ya que la maldicion de un hombre permite que los espfritus celosos entren en uno,pudiendo matarle, que las malas influencias actuen y que las Ialtas cometidas contralos hombres debiliten al culpable vis a vis de los espiritus y de las cosas dafiadas.Van Ossenbruggen interp reta en este sentido el lanzamiento de monedas por el cor-tejo en China durante el matrimonio, e incluso el precio de cornpra de la novia.Sugest i6n interesante de la que se desprenden toda una cadena de hechos 70.

    Vemos, pues, como de to-do esto podria elaborarse la teorta y la historia del sa-crificio-contrato, el cual supone instituciones del tipo de las que hemos descrito y,a la inversa, supone su realizacion en ultimo grado, ya que los dioses que dan yofrecen actuan para dar una cosa pequefia par una grande.

    No es puro azar que las dos f6rmulas solemnes del contrato : en latin, do III des,y en sanscrito, dadami se, dehi me ~1, se han conservado tarnbien a traves de lostextos religiosos.Una nueva consideracion, La limoslla.-M.as tard e, en la evo lucion de lo s der echosy religiones, los hombres reapar ecen como rep resentantes de lo s dioses y de lo s muer-

    tos, suponiendo que 10 hayan dejado de ser en algun momenta. Asi, por ejemplo, en-tre los Haoussa del Sudan, cuando el "trigo de Guinea" esta maduro, se extiendenunas fiebres que s610 se pueden evitar haciendo regalos de ese trigo a los pobres 72.Tambien entre los Haoussa (de Tr ipoli), can mo tiv e de I a Gran Oracion (Baban Salla),los ninos (costumbre europea y mediterranea) visitan las casas: "~Debo entrar?", yresponden: "{Oh liebre de las grandes orejas!, par un hueso se reciben servicios ."(Ei pobre es feliz de trabajar para los ricos.) Los regalos que se hacen a los nifiosy a los pobres son agradables a los muertos 73. Ent re los haous sa estas cos turnbres sonquiza de origen musulman ~\ 0 de origen rnusulman, negro y europeo a la vez ;t ambien pueden ser berbe ri scos .

    En cualquier caso vemos como se esboza con esto una teoria de la limosna. Lalimosna es resultado de una noci6n moral" del don y de la f ortuna 75, par un lado,y de la nocion de sacrificio, par otro. La liberalidad es obligato ria porque la Nemesisvenga a los dioses y a los pobres del exceso de felicidad 0 de riqueza de algunoshombres que deben deshacerse de ella; es la vieja moral del don como principia dejusticia. Los dioses y los espfritus consienten que la parte que se les debe, que sedestru ia en sacrificio s inutiles, sirva a lo s pob res y a los nifios 76. Recogemos aqui Iahistoria de las ideas rnorales de los semitas, La sadaka 77 arabe, tanto como lazadaqa hebraica, en un p rincip io , es exclusivamen te 10 j usto transformandose luegoen limosna. La epoca del mesianismo y de la victoria de los "Pobres" puede consi-derarse como el momento en que nace la doc tr ina de la caridad y de la limosna queluego da la vuelta al mundo can el cristianismo y el Islam. En ese momenta, lapalabra zadaqa cambia de sentido ; en Ia Biblia no qui e re decir limosna,

    Pero vol vamos a nuestro tema principal, al don y a la obligacion de dar.Estos documentos y cornentarios no tienen s6lo un interes etncgraficolocal; a traves de un sistema comparativo, estos datos podrian extenderse

    y profundizarse,Los elementos fundamentales del potlatch 78, se encuentran en Poline-02 Koopen i. n midden Celebes. Meded. d. Konigk . Akad. I. Wet. Ald. 1etterk. 56;serie B, n," 5, pags, 163 a 168, pags, 158 a 159. Ibid., pags. 3 y 5 del resumen.64 Argonauts of the Westem Pacific, pag. 511.6. I b id . , pags. 72 y 184.66 P. 512 (los que no son objeto de intercambio obligatorio), Cfr. "Baloma Spiritsof the Dead". Jour. o f the Royal Anthropological Institute, 1917.

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    176 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIAsia, aunque no se de alli la instituci6n completa 79; en cualquier caso laregla es el cambia-don. Seria pura erudicion indicar este tema de derechosi solo fuera maori , 0, en rigor, polinesio. Al menos para la obligaci6n deda r podemos demostrar que tiene una extension mucho mas amplia. Sefia-.laremos a continuaci6n cual es la extension de las otras obligaciones, de-mostrando que nuestra interpretacion es valida para otros muchos gruposde sociedades.

    CAPiTULO IIEXTENSION DEL SISTEMA. LA L1BERALIDAD,EL HONOR, LA MONEDA

    I. REGLAS DE LA GENEROSIDAD. ANDAMANS (N. B.)

    Dame mis taonga.La primera estrofa sin duda hace alusion a los taonga de piedra. Puede verse comola noci6n de taonga es inher en te al ritual de la fiesta de la eomida. Cfr. PERCYSMITH,"Wars of the Northern against the Southern Tribes", ]. P. S., t. VHI, pag. 156 (Ha-kari de Te Toko).T Suponiendo que no se produzca en las sociedades polinesias actuales, puedeque haya existido en las civilizaciones y soc iedades que han absorbido 0 restituidola inrnigrac ion de pol inesios y puede tam b ien que estos la hayan tenido antes de sumigraei6n. De heeho,hay una razon que hace que haya desaparecido de esta zona,el que los clanes estan definitivamen te jerarquizado s en casi todas las islas e in clu soconcentrados en torno a una monarquia; falta, por tanto, una de las condicionesprincipales del potlatch, la inestabilidad de una jerarqufa que la rivalidad de losjefes tiene como finalidad equilibrar de vez en cuando. Esta misma razon es por laque encontramos mas restos entre los maoris, mas que enninguna otra isla, debidoprecisamente a que los jefes han vuelto a aparecer y que los climes aislados se hanhecho rivales.Sobre la des trucci6n de r iquezas de t ipo melanes io 0 americano en Samoa. V. KRA-MER, Samoa Inseln, 1. I, pag. 375. V. Indice ifoga. Tambien puede estudiarse , desdeeste punto de vista, el muru, destruccion de riquezas por haber cometido una falta.En Madagascar , las relaciones en tre los Lohateny, que comercian entre sf y que pue-den destrozar todo e insultarse cuando estan en casa de .los otros, son restos de lospot la tch ant iguos, V . GRANDlDIER.Ethnographie de Madagascar, t. n. pag, 131, Ynota pags, 132-133.

    En primer lugar, estas costumbres se dan tambien entre los pigmeos,los mas primitivos de los hombres segiin el Padre Schmidt 1. Brown, desde1906, observ6 hechos semejantes entre los andamans (Isla del Norte) y losha descrito maravillosamente a proposito de la hospitalidad entre losgrupos locales y de las visi tas, ferias y fiestas que sirven a los cambiosvoluntarios-obligatorios (comercio del acre y de los productos del mara cambio de los del bosque, etc.). A pesar de la importancia de estoscambios, como el grupo social y la familia son autosuficientes en cuantoa iitiles, etc., estos regalos no tienen la misma finalidad que e 1 comercioa el cambio, en sociedades mas desarrolladas. La finalidad es fundamental-mente moral, el objeto es producir un sentimiento de amistad entre lasdos personas en juego, y si no se consigueeste efecto, la operaci6n resultafallida 2,

    Nadie es libre de no aceptar el regalo que se le ofrece. Todos, hombresy mujeres, intentan superarse en generosidad. Exist ia una especie de riva-lidad en dar mas cosas y de mas valor 3, Los regalos sellan el matrimo-nio, creando un parentesco entre los dos grupos de parientes. Dan a los

    Cfr. un mito en GREY, Poly. Myth, pag, 213 (ed, de 1855), pag , 189 (ed. popular deRoutledge) describe el. hakari de Maru, dios de la guerra; en ella designacion solem-ne de los donantes es identica a la de las fiestas neo-caledonias, de Fiji y a las neo-guineanas . Veamos un discurso formando Ull Umu taonga (Four un taonga) para unhikairo (distribucion de alimen tos). conservado en un canto (Sir E. GREY. Konga Mo-teatea, Mythology and Traditions in New Zealand, 1853, pag. 132); en la medida enque es reproducible (es trofa 2).

    Dame mis taonga de este ladoDame mis taonga para que ]05 amontoneque los apile hacia la tierraque Jos apile hacia el maretc . .. h acia el Este,

    N. Be+Bstcs hechos y datos estan tom ados de provincias etnograficas muy dis-tintas, y no esta -en nuestra id ea el estudiar sus conexiones. Desde un punto de vistaetnologico, no hay duda de que existe una civilizacion del Pacifico que explica, enparte, alguno de lo s r asgo s comunes entre el potlatch melanesio y el americano y queson del mismo tipo que el norasiatico y e1 nor teamer icano. Sin embargo. es extra-ordinaria su aparici6n entre los pigrneos y no menos extraordinarios son los restosde potlatch Indoeuropeos de los que luego hablaremos, Nos abstendremos de hacerconsideraciones a la moda sabre la migraci6n de las instituciones; en nuestro caso,tan peligro so es hablar de imitaciones 0influencias como de Inventos independientes,ademas de que no hemos de olvidar que nos movemos enel marco de los escasos co-nocimientos 0 ignorancias actuales. Por el memento nos limitaremos a explicar cuales la naturaleza y amplitud de un tema de derecho, quede para otros, si 10 consiguen,la labor de hacer su historia.1Die Stellung der PygmiienvOiker, 1910. No estarnos de acuerdo con el P. Schmidten este punto. V. Annee Sociologique, t. XII, pags. 65 y 55.2 Andaman islanders. 1922, pag. 83. "A pesar de que se consideraban como re-galos, se esperaba recibir alga de su mismo valor, enfadandose si el regalo recibidono correspondia a 10 esperado."3 lbld., pags. 73, 81. B rown observ6 a continuac i6n que esta act iv idadcont ractualera muy inestable y que conducfa can frecuencia a querellas cuando su verdaderamis i6n era e l bor ra rl as .

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    1 7 8 SOClOLOGIA Y ANTROPOLOGIA LA LIBERALlDAD, EL HONOR, LA MONEDA 1 7 9dos lades la misma naturaleza, identidad que se manifiesta por la prohlbicion que hara tabu, desde el comienzo del noviazgo hasta el fin desus dias, a los dos grupos de parientes, los cuales no se volveran aver,ni se dirigiran la palabra; sin embargo. se ofreceran regalos perpetuamen-te 4. En realidad, esta prohibici6n expresa la intirnidad y el miedo de estosacreedores y deudores reciprocos: que este es el principio, 10 demuestra elque el mismo tabu, significativo de la intimidad y el alejamiento simul-taneo se establece tambien entre los j6venes de los dos sexos que hanasistido al mismo tiempo a la ceremonia de comer tortuga y cerdo 5y que quedan ya para toda la vida obligados a cambiarse regalos, Algasemejante ocurre en Australia 6. Brown reeoge, ademas, los ritos que acom-pafian el encuentro despues de una larga separaci6n, abrazos y lagrimas,demostrando como el cambia de regalos es equivalente 7 a ellos y c6mose mezc1an los sentimientos y las personas 8.En el fonda todo es una combinacion donde se mezc1an las cosas conlas almas y al reves, Se mezclan las vidas y precisamente el c6mo laspersonas y las casas mezcladas salen, cada uno de su esfera, y vuelvena mezclarse, es en 10 que consiste el contrato y el cambia.

    Comienza par describir el pilou-pilou y el sistema de fiestas, regales y pres-taciones de todo tipo, incluida la moneda II, que no se puede dudar encalificar como potlatch. Los dichos de derecho en los discursos solemnesdel heraldo son tipicos a este respecto. Asl, por ejemplo, durante la cere-mania de presentaci6n de los names 12 para la fiesta, el heraldo dice: sihay algtin pilou ante el cual no hemos estado alli, entre los Wi..., etc., estename vendra como en otra ocasi6n un name semejante partie de allipara venir entre nosotros 13. Es Ia misma cosa la que retorna. Mas adelante,en el mismo discurso, es el espfritu de los antepasados quien permiteque desciendan sobre sus descendientes vivos el efecto de su acci6n y desus fuerzas, El resultado del acto que ellos realizaron aparecera hoy,pues todas las generaciones estan presentes en su boca. He aquf otraforma, no menos expresiva, de representar la obligaci6n de derecho: Nues-tras fiestas son como el movimiento de la aguja que sirve para unir laspartes de un teclado de paja, con el fin de formar un solo techo, una solapalabra 14, Retornan las mismas cosas, es el mismo hilo el que une 15.Otros varios autores recogen estos hechos 16.

    TROBIANDn, RAZON, PRINCIPIOS E INTENSIDAD DEL INTERCAMBIODE DONES (MELANESIA)

    Las poblaciones melanesias han conservado 0 desarrollado el potlatch 9mejor que las polinesias. En cualquier caso, han conservado por un ladoy desarrollado POt otro, el sistema de los dones y esa forma de cambio,Entre ellos, mucho mas netamente que en Polinesia, aparece la noci6n demoneda 10, haciendose el sistema mas complicado pero tambien muchomas preciso.NUEVA CALEDONIA

    Las ideas que nosotros deducimos, asi como su expresion, las encontra-mas en los documentos que Leenhardt ha recogido sabre Nueva Caledonia.

    En el otro extremo del mundo melanesio existe un sistema muy ex-tendido y equivalente al de Nueva Caledonia. Los habitantes de las islasTrobiand son los mas civilizados de su raza. Hoy son ricos pescadores deperlas, pero antes de la llegada de los europeos, eran ricos fabricantes deceramica, de monedas de concha, de hachas de piedra y de casas precio-sas, caracterizandose siempre como buenos comerciantes y navegantes va-lientes. Malinowski, cuando los compara a los compafieros de Jason, lesda la denominaci6n argonautas del oeste del Pacifico verdaderamenteexacta. En uno de los mejores libros de sociologia descriptiva, refiriendose

    .. Ibid.II Ibid6 Este hecho se puede per fectamen te comparar con las relaciones kalduke de losngio-ngiampe ent re los Narrinyerri y a las yutchin de los Dieri, relaciones de las quenos ocuparemos en otra ocasion, Ibid. .8 Ibid. Brown ha elabo rado una excelente teor ia socio logica sobre estas man ifes-taciones de la comunien de la identidad de sentimientos y del caracter a la vez obli-gator io y libre de sus m~nifest ac iones. Exi st e otro problema, en conexion con 151,sobreel que ya hemos Ilamado Ia atenci6n: Ia expresion obligatoria de los sentirnientos,Journal de Psycho logie, 1921.9 v. anteriormente nota 13 de la Introducci6n. .. .10 Volveremos a ocuparnos del tema de la moneda en Polinesia, v. anteriormentenota 17 del cap. I, la cita de "Ella" sobre las trenza~ de Samoa. Las hachas grandes,los jades, los tiki, los dientes del cachalote, son, sm duda alguna, monedas, como

    tarnbien 10 son algunas conchas y cristales.

    1J "La moneda nee-caledonia", Revue d'Ethnographie, 1922, pag. nil, sabr e todoen loque respecta a las monedas con fines funerarios y del principe, pag. 332. LaF iest a del Pi lau en Nueva-Ca ledonia, Anthropologie, pags, 226 y ss,m Ibid; pags, 236-237. Cfr. pags. 250 y 251.1

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    1 8 0 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA LA LlBERALIDAD, EL HONOR, LA MONEDA 18 1

    17 V. Kula, Man , julio 1920, n.O 51,pags. 90 y ss, Argonauts of the Western Pc-cijic, Londres, 1922. Todas las referencias que no lleven otra indicacion se refierena este libro.

    18 Malinowski exagera, sin embargo, pags, 513, 515, la novedad de los hechos quedesc ribe . En primer lugar el kula no es mas que un potlatch intertribal, de un tipobastante frecuente en Melanesia y al que pertenecen las expediciones que describeel Pad re LAMBERT,en Nueva-Caledon ia, as! como las grandes expediciones, las 010 -010 de los habitantes de Fiji, etc. V. MAUSS, "Extension du po tlatch en Melanesie", enProces-verbaux de 1'1. F. A., Anthropologie, 1920. El significado de la palabra kulase relaciona, creo, can otras palabras del mismo tipo como, por ejemplo, ulu-ulu.V. RIVERS, History of the Melanes ian socie ty , 1. II, pags, 415 y 485; t. I, pag. 160.El kula es en algunos aspectos menos caracterfstico que el potlatch americana, alser estas islas mas pequefias y menos ricas y poderosas que las de las costas de laColombia bri tanica , Estas poseen todas las carac te ri st icas del pot la tch inter tr ibal. Hay ,sin embargo, autenticos potlatch internacionales, as! el de los Haida contra Tlingit(de hecho Sitka es una ciudad comun y el Nass River, un lugar de encuentros cons-tantes); K:wak iutl contra Bellacoola, contra Heiltsuq; Haida contr a Tsimshian, etc.,nota que esta en la misma naturaleza de las cosas : las formas de los cambios songeneralmente extensibles e internacionales, y tanto aquf como en otras partes, hanseguido y ab ierto las vias comer ciales entr e tribu s igualmente ricas y mar iti mas.

    19 Malinowski recoge la expresion kula ring.20 lbid., nobleza obliga.21 Ibid .. las expresiones de modestia: "acepta los restos de mi. comida de hoy,te los traigc", mientras dan un collar de gran valor.a lbid., se debe a una razon puramente rdidactica y para hacerse comprender porfo s europeo s, po r 10 que Malinowski, pag, 187, inc luye e l Kula dentro de los "cam-bios ceremoniales can pago" (de vuelta), Tanto la palabra pago como la palabra

    cambio son igual rnente europeas.

    el cual se practica, ademas del kula, en las grandes ferias primitivas queson las asambleas del kula intertribal, asf como en los pequeiios mercadosde kula interior, caracterizandose por un regateo tenaz entre las dos par-tes, procedimiento indigno en el kula. Del individuo que rea1iza el kulasin Ia grandeza de espfritu que es necesaria, se dice que se comportacomo un gimwali, Al menos en apariencia el kula, al igual que el pot-latch del noroeste americano, consiste para unos en dar y para otros enrecibir 2 3 ; los que hoy son donatarios a la vez siguiente son donantes.Ineluso en la forma mas completa, solemne, elevada y competit iva 24 delkula, la de las grandes expediciones marftimas de los uvalaku, la normaes partir sin tener nada para cambiar ni para dar, aunque sea a cambio delos alimentos, ya que ni siquiera estes pueden pedirse, Se aparenta ques610 se recibe y cuando la tribu visitante da hospitalidad al ana proximoa la flota de 1a tribu que se visit6, entonces los regalos se devolveran conusura.Sin embargo, en los kula de menor envergadura, se aprovecha el viajemaritime para cambiar los cargamentos; en estes tambien se dedican alcomercio los nobles, ya que hay una profunda teorfa indigena en todoello. Se solicitan 25, piden y cambian muy variadas cosas, dando lugar anumerosas re1aciones ademas del kula, aunque este sea siempre el fin ul-timo y el momenta decisivo de estas relaciones.La misma donaci6n adopta formas muy solemnes; 10 que se ha derecibir se desdefia, se desconfta de ello y s610 se toma despues queha sido lanzado a los pies; el donatario adopta una modestia exagerada 26;despues de haber llevado su regalo de forma solemne y a son de caracola,se excusa de que s610 sean restos, lanzando el regalo a los pies de su rivaly compafieros 7:1. Sin embargo, la caracola y el heraldo son prueba de lasolemnidad de 1a transferencia. Con todo esto, se intenta dar muestras deliberalidad, de Iibertad, de autonomia, asf como de grandeza 28, y, sinembargo, en realidad, 10 iinico que juega son los mecanismos de 1a obli-gaci6n, incluso de una obligaci6n en funci6n de las casas.El objeto principal de estos cambios-donaciones son las vaygu'a, una especiede monedas 2g. Las hay de dos tipos: las mwali, bellfsimos brazaletes ta-

    al tema que nos interesa, describe el sistema comercial intertribal e intra-tribal que se denomina kula 17. Describe todas las instituciones que se rigenpor los mismos principios de derecho y de economia: matrimonio, fiestaen honor de los muertos, iniciacion, etc.; por tanto, la descripcion quenosotros haremos ahora sera s610 provisional , aunque los hechos son fun-damentales y evidentes 18.El kula es una especie de gran potlatch; al ser la f6rmula de un grancomercio intertribal, se extiende por todas las islas Trobiand, por parte delas islas Entrecastes y las islas Amphlett. En estas tierras, el kula interesaindirectamente a todas las tribus y directamente, a algunas grandes, comolas de Dobu en las islas Amphlett, a las Kiriwina, a Sonaketa y Kitava ya las Trobiand, desde Vakuta a la isla Woodlark. Malinowski no da 1atraducci6n de 1a palabra, que sin duda quiere decir circulo, ya que, enefecto, es como si estas tribus, sus expediciones maritimas, sus cosas pre-ciosas y sus utensilios, sus alimentos y sus fiestas, sus servicios de todo tipo,r ituales y sexua1es, sus hombres y sus mujeres, estuvieran encerrados enun circulo 19, siguiendo en el tiempo y en el espacio un movimiento regularen torno a ese circulo.El comercio kula es de caracter noble 2 0; parece que esta reservado a los[efes, los cuales son a la vez jefes de las flotas, de las canoas y comer-ciantes, asi como tambien donatarios de sus vasallos, a traves de sushijos y yernos, que estil l sometidos a ellos, pero son al mismo tiempo jefesde algunos pueblos infeudados. Se ejerce de forma noble, aparentementepura, desinteresada y modesta 21. Se dist ingue con cuidado del simple inter-cambio econ6mico de mercancias iitiles que tiene e1 nombre de gimwali Z2,

    23 V. "Prim itiv e Economics o f the Trobiand Islanders", Economic Journal, mar-zo 1921.24 Rito de tanarere, la exposicion de productos de la expedicion sabre la arenade Muwa, pags, 374-375, 391. Cfr. Uvalaku de Dobu , pag, 381 (20-21 de abril). Sedecide quien ha sido el mejor, es decir, el de mas suerte, el mejor comerciante,2$ Ritual de wawoyla, pags. 353-354; magia del wawoyla, pags, 360-363.126 V. supra. nota 21."1 V. el frontispicio y las fotografias de los grabados, V. injra, notas 62 y ss.a a Excepcionalmen te d iremos que estas no tas morales se pueden comparar con lasbellas sen tencias de la Etica a Nicomaco sob re la l-'ET'z),orrps,ma y la O,o~ijopi(l.z, NOTA SOBRELOS PRINCIPfOSPARAEL EMPLEODE L.~ NOCIONDE MONEDA.Nosotros,a pesa r de las objec iones de MALINOWSKI("Primi tive Currency" , Economic Journal,1923) , seguimos uti1izando esta palabra . MALINOWSKIha protest ado sobre todo contrael abuso (Argo1lauts, pag, 499 , mim. 2) y critica la nomenclatura de Seligmann. Reser-va la nocion de rnoneda a los objetos que sirven, no solo como media de cambia.sino tarnbien como medida de su valor. Sirniand rne ha hecho el mismo tipo de

    objeciones respecto al usa que se hace de la nocion de valor en las sociedades de

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    182 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA LA LIBERALIDAD, EL HONOR, LA MONEDA 183!lados y pulidos en una concha que llevan en las grandes ocasiones lospropietarios 0 sus parientes, y los soulava, collares realizados par los ha-biles torneros de sinaketa, con el nacar de los espondilos rojos, Las mu-

    jeres los l levan con toda solemnidad 30 y s610 en casos excepcionales, comopor ejemplo en caso de agonfa 31, los llevan los hombres. Generalmente,tanto los unos como los otros se atesoran, gozando solo de su posesi6n.La fabricaci6n de los unos, la pesca y joyeria de los otros y el comerciode estos dos objetos de prestigio y de cambia, constituyen, junto con otroscomercios mas prosaicos y vulgares, la fuente de Ia fortuna de los tro-biandefios,Segun Malinowski, estos vaygu'a estan dotados de una especie de mo-vimiento circular: los mwali, brazaletes, se transmiten normalmente deOeste a Este, y los soulava viajan siempre de Este a Oeste 32. Estos dosmovimientos en sentido contrario se llevan a cabo entre todo el con juntode las islas Trobiand, Entrecastos, Amphlett y las islas aisladas de Woodlark,Marshall, Bennett, Tubetube e incluso la costa sudeste de Nueva Guinea,de donde los brazaletes salen en bruto. Alli ese comercio se encuentracon las mismas grandes expediciones que vienen de Nueva Guinea (Massim-Sud) 33 y que Seligmann ya ha descri to.En principio, la circulaci6n de estos signos de riqueza es incesantee infalible. No hay ni que conservarlos mucho tiempo, ni ser lento 0 pe-rezoso 34 en desembarazarse de ellos; no se puede gratificar con ellosnada mas que a determinados compafieros y siempre en un sentido deter-minado, en el sentido del brazalete 0 en el del eolian> 35. Se tieneny deben guardarse desde un kula hasta eI otro, enorgulleciendose la comu-nidad de los vaygu'a que ha obtenido alguno de sus jefes. Incluso hayocasiones, como por ejemplo los preparativos de las fiestas funerarias, lasgrandes s'oi, en que esta permitido recibir siempre, sin devolver nada a

    este tipo. Desde su punto de vista, seguramente estos dos investigadores tienen razon ,pues entienden la palabra moneda y valor en su sentido mas estricto. A este respecto,solo puede hablarse de su valor economico cuando hay moneda y soloha habidomoneda cuando los objetos pr ecio so s, riquezas y signos de riqueza en S I mismos,s~ han considerado ~omo monedas, dandoles un titulo e impersonalizandoles, apar-tandolos de su relacion con cualquier tipo de persona moral, cclectiva 0 individualque no sea la de la autorid ad del Estado que asl los conside ra. EI problema plantea-do en estos terminos se reduce a averiguar cual es el limite arbitrario para el uso deesta palabra. A mi parecer, solo se define asi un segundo tipo de moneda: el nuestr o.En las sociedades que han precedido a aquelJas donde se ha considerado comodinero el or o, el br once 0 la pla ta , ha habido otras cosas : piedras , conchas y especial-mente metales preciosos, que se han empleado y han servido como medio de efectuarcarnbio y de pagar, Todavia en muchas de las que nos rodean se sigue utilizandoeste s is tema y este es e l que nosot ros desc rib iremos.Es cierto que muchas de estas cosas preciosas dificren de las que nosotros tene-mos la co stumbre de considerar como i~ st~umento s Iiberadores, En pr imer lugar , an-tes que un valor y un~ naturaleza economica, 10 que poseen es una naturaleza magi-ca, son sobr e todo talismanes: Life givers, como decia RIVERS y como dicen PERRYy JACKSON.Adernas, aunque tienen una vinculacion bastante amplia dentro de unaso~iedad , e in c1uso en tre sociedades, todavI a estan lig adas a personas 0 a clanes (laspn rneras monedas romanas fueron acufiadas por gentes) y a la individualidad de susantiguos poseedores, asf como a contrato s llevados a cabo entre personas morales. Suvalor es todavia subjetivo y personal. Por ejemplo, las monedas de concha en Mela-nesia, se miden todavfa con el palmo del donante. RIVERS. Historv of the MelanesianSociety. 1. II, pig. 527; t. I, pags. 64, 71, 101, 160 Y ss. Cfr. la' expresion Schulter-[aden, TliURNWALD.Forschungen, etc..., t. III, pigs. 41 y ss., vol. I, pag, 189, v. 15;Hiljtschnur, t. II, pag, 263, 1. 6, etc. Ya veremos otro s ejer nplo s importantes de estasinst ituc iones, Es cier to que estos valores son inest ables, carecen de las carac te rfst icasn~cesarias para serv[r de medida, ya que su precio aumenta 0 dism inuye, segun elnumero e importancia de las transacciones en que se han utilizado. Malinowski com-para acertadamen te las vaygu'a de los Trobiand que aumentan de pr estigio dur antesus viajes, con las joyas de la corona. Del misrno modo los cobres blasonados delnoroeste americana y las trenzas de Samoa aumentan de v'alor con cada potlatch, concada cambio.Por otra parte, sin embargo, y desde dos puntos de vista las cosas preciosas rea-lizan la misma funcion que la moneda dentro de nuestras sociedades, por 10 tantopueden clasificarse dentro del mismo tipo, Poseen un poder de compra y este poderes limitado. A tal "cobre" americana corresponde en pago tantas mantas, a tal va-vgu: corresponden tantos cestos de alimentos. La idea de nnmero esta en ellosaunque queda fijada de forma diferente que por Ia autoridad del Estado, y aunquevar ia en cada kula y en cada po tlatch . Este poder de compra es, adernas, autentica-mente Iiberatorio. Aunque solo este reconocido entre individuos, clanes y tribus de-terminadas y unicamente entre asociados, no por ello es menos publico, oficial y fijo.Brudo, amigo de Malinowski y residente como el, durante mucho tiempo en Trobiand,pagaba a los pescadores de perlas tanto con los vaygu'a como con la moneda europeao con rnercancfas de valor fijo. El paso de un sistema a otro se ha hecho sin so-bresaltos, por tanto era posible. Armstrong da indicaciones muy claras sobre lasmonedas de la isla Rossel, cercaria a la de Trobiand, y persiste, si hay error, en elmismo error que noso tr os. A unique monetary system. Economic Journal, 1924 (co-rnunicacion en pruebas),A nuestro parecer, la humanidad ha ido a tientas, En una prirnera fase se diocuenta de que habra cosas, casi todas magicas y de valor, que no se destruian conel uso y las atribuyo un poder de compra, V. MAUSS, "Origenes de la notion deMonnaie", Anthropologie, 1914 . en Proc. Verb. de l'I, F. A. Entonces s610 intenteaveriguar cual era el origen mas lejano de la moneda. En una segunda fase, despuesde coriseguir hacer circular cosas, dentro de la tribu y f uera de ella, I a humanidadse dio cuenta de que estos instrumentos de compra podian servir como medio de enu-meracion y de cir culacion de riquezas, y esta es la fase que estarnos ahora descri-biendo : partiendo de esta fase, en una epoca muy an tigua en las sociedades sern fticas,

    y quiza no tan antigua, entre las dernas, se inventa-tercera Iase=-la forma de sepa-rar estas cosas preciosas de los grupos y gentes, haciendo de ellas instrumentcs per-manentes de valoracion, si no racional, al menos universal, en espera de encontraruna fo rmu la mejor.A nuestro parecer ha existido una moneda anterior a la nuestra, sin con tar lasque consisten en objetos de uso, por ejemplo en Africa y Asia, [as placas y lingotesde cobre, de hierro, etc., y dentro de las sociedades antiguas y en las african as ac-tuales, el ganado (a proposito de.este, v. nota 80 del cap. III).Pido perd6n por haberme visto obligado a adoptar una postura dentro de unproblema tan amplio, pero esta demasiado en relacion con nuestro tema y era ne-cesa rio dejar lo bien sentado..30 Grabado XIX. Parece que la mujer en Trobiand, asf como las "princesas" delnoroeste americano y alguna otra persona, sirven en cierto modo, para exponer losobjetos de boato , sin con tar que con ello . Ies da un cierto " encanto ", Cfr. THURNWALD,Forsch. Saloma Inseln, t. I, pags. 138, 159, 192, v. 7.,31 V. infra..32 V. mapa pag. 82, efr. Kula, en Man, 1920, pag. 101. Malinowski dice que noha habido otro sentido 0 razones miticas a esta circulacion. Convendria averiguarlo,pues si su Iundacion estriba en que hay que dar una orientacion determinada a estosobjetos, intentando que vuelvan a su punto deorigen, siguiendo su via de origen mi-tico, este hecho seria extraordinariamente identico al polinesio, al hau maori.33 V. sobre esta civilizacion y comercio SELIGMAN, The Melanesians of BritishNew Guinea, cap. XXXIII y ss. Cfr, Annee Sociologique, t, XII, pag. 374; Argo-nauts, pag, 96.34 Las gentes de Dobu son "duras al kula", Argn .. pag. 94.35 Ibid.

  • 5/10/2018 Marcel Mauss_El Don

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    184 SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA LA LlBERALIDAD, EL HONOR, LA MONEDA 185cambia 36, can la iinica finalidad de devolver todo, de gas tar todo cuandose de la fiesta. En efecto, se goza de propiedad sabre los regalos recibidos,pero es una propiedad especial, que recoge, en un cierto sentido, todos losprincipios de derecho que los modernos hemos ida separando y aislandounos de otros. Es propiedad y es posesi6n, es regalo y cosa alquilada, escosa vendida y comprada, a1 mismo tiempo que es cosa depositada, sujetaa mandato y a fidecomiso, ya que se entrega s6lo con la condici6n de quesea usada par otro 0 de transmitirla a un tercero compafiero lejano,murimuri 37. Este es e1complejo econ6mico, jurldico y moral, autenticamentetipico, que Malinowski ha sabido descubrir, observar y describir.

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