LUMENGENTIUM

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PROFESORADO DEL CONSUDEC Profesorado de Informática Teología II CONSTITUCION DOGMATICA “Lumen Gentium”

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PROFESORADO DEL CONSUDEC

Profesorado de Informática

Teología II

CONSTITUCION DOGMATICA

“Lumen Gentium”

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CONCILIO VATICANO II, Constitución dogmática “Lumen Gentium”, ediciones Paulinas, Bs As, 1987.

EL MISTERIO DE LA IGLESIA

¿Porqué la Iglesia es “como un sacramento”?1.La Iglesia es como un sacramento porque desea iluminar a todos los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de la Iglesia, anunciado el Evangelio a todas las criaturas. La Iglesia es en Cristo como un sacramento, refleja la unión entre Dios y la humanidad; intenta exponer con precisión a sus fieles y a todo el mundo su naturaleza y su misión universal.

CONCILIO VATICANO II, Constitución dogmática “Lumen Gentium”, ediciones Paulinas, Bs As, 1987.

LA VOLUNTAD DEL PADRE ETERNO SOBRE LA SALVACIÓN UNIVERSAL

¿Qué etapas de la Iglesia reconocemos en el designio de salvación del Padre? 2. El Padre determinó convocar a los creyentes en Cristo en la Santa Iglesia, que fue prefigurada desde el origen del mundo, preparada en la historia del pueblo de Israel y en el A.T. constituida en los últimos tiempos manifestada por la efusión del Espíritu Santo, y se perfeccionará gloriosamente al fin de los tiempos. Todos los justos descendientes de Adán se congregarán ante el Padre en una Iglesia Universal.

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MISIÓN Y OBRA DEL HIJO

¿Qué misión realizó el Hijo?3.Cristo inauguró en la tierra el Reino de los Cielos, nos reveló su misterio, y efectuó la redención con su obediencia.

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EL ESPÍRITU SANTIFICADOR DE LA IGLESIA

¿De quién es obra la Iglesia?4.De la Santísima Trinidad. La Iglesia crece visiblemente por el poder de Dios, comienzo y expansión manifestada por la sangre y el agua que manan del costado abierto de Cristo crucificado y por sus palabras alusivas a su muerte en la Cruz: “ y yo, si fuere levantado, atraeré a todos a mí”. La Iglesia es obra de Cristo.

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EL REINO DE DIOS

¿Cuál es la relación de la Iglesia con el Reino?5.Jesús dio comienzo a la Iglesia predicando la Buena Noticia, es decir, la llegada del Reino de Dios. Este Reino comienza a manifestarse a los hombres por las palabras, por las obras y por la presencia de Cristo, para que los que creen en el pudieran acercarse al Padre en un mismo Espíritu.

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LAS VARIAS FIGURAS DE LA IGLESIA

¿Con qué tipo de imágenes se describe la Iglesia?6.La Iglesia se describe como una semilla depositada en el campo, que va germinando por su vigor interno y va creciendo hasta el tiempo de la siega. También se describe como un “redil”, cuya única puerta es Cristo. Es como una Grey cuyo pastor será el mismo Dios. La Iglesia es “agricultora”, o labranza de Dios. Muchas veces se la llama “edificación” de Dios o “La Jerusalén de arriba”.También es “templo” santo, es piedra angular que antes rechazaron los constructores, inmaculada esposa del cordero inmaculado.

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LA IGLESIA, CUERPO MÍSTICO DE CRISTO

¿Qué implicancias tiene la identificación de la Iglesia como Cuerpo místico de Cristo, respecto de los sacramentos, de la unidad de diversidad, de los carismas, de la relación de los miembros con su Cabeza y Esposa?7. Cristo, por la comunicación de su Espíritu a sus hermanos, reunidos de todos los pueblos, los constituye místicamente en su cuerpo.La vida de Cristo se comunica a los creyentes por medio de los sacramentos de una manera misteriosa, pero real.También en la construcción del cuerpo de Cristo existe una diversidad de miembros y funciones. Es el mismo espíritu el que, según sus riquezas y las necesidades de los misterios, distribuye sus diversos dones para el bien de la Iglesia. Entre estos dones destaca la gracia a los Apóstoles, a cuya autoridad el Espíritu mismo somete incluso a los carismáticos.

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LA IGLESIA VISIBLE Y ESPIRITUAL A UN TIEMPO

¿Cuáles son los dos aspectos de la Iglesia?8.Cristo, mediador único, estableció su Iglesia santa, comunidad de fe, de esperanza y de caridad en este mundo como una trabazón visible, y la mantiene constantemente, por la cual comunica a todos la verdad y la gracia. Pero la sociedad dotada de órganos jerárquicos, y el cuerpo místico de Cristo, reunión visible y comunidad espiritual, la Iglesia terrestre y la Iglesia dotada de bienes celestiales, no han de considerarse como dos cosas, porque forman una realidad compleja, constituida por un elemento humano y otro divino.

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LA IGLESIA VISIBLE Y ESPIRITUAL A UN TIEMPO

¿Cuáles son las notas de la Iglesia una que confesamos en el Credo?8.Esta es la única Iglesia de Cristo, que en el Credo confesamos una, Santa, católica y apostólica, la erigió para siempre como “columna y fundamentos de la verdad”.

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LA IGLESIA VISIBLE Y ESPIRITUAL A UN TIEMPO

¿En qué Iglesia afirmamos que subsiste la Iglesia una de Cristo, mientras que se reconocen elementos de santidad y verdad fuera de su estructura?8.En la Iglesia constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él.

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LA IGLESIA VISIBLE Y ESPIRITUAL A UN TIEMPO

¿Qué valor teológico se reconoce en los pobres y qué camino debe recorrer la Iglesia para comunicar la salvación?8.Así como Cristo realizó la obra de la redención y padeció la persecución, también la Iglesia está llamada a recorrer el mismo camino para comunicar a los hombres la salvación.La Iglesia descubre en los pobres y en los que sufren la imagen de su fundador pobre y sufriente, se preocupa de aliviar su miseria y busca servir a Cristo en ellos, pero El no conoció el pecado. “Por nosotros, se hizo pobre siendo rico”.La iglesia “va peregrinando entre las persecuciones del mundo con los consuelos de Dios, anunciando la cruz y la muerte del Señor”.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Nueva Alianza y nuevo Pueblo¿A quiénes convocó Dios para formar el Nuevo Pueblo?9.Cristo convocó a los judíos y los gentiles que se condensaran en la unidad, no según la carne sino en el Espíritu y constituyeran un Nuevo Pueblo de Dios.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Nueva Alianza y nuevo Pueblo¿Cómo es este pueblo mesiánico?. En relación con su cabeza, la dignidad de sus miembros, su ley, su condición peregrinante, su misión.9.Este pueblo mesiánico tiene por cabeza a Cristo, ahora reina glorioso en el cielo. La identidad de este pueblo es la dignidad y la libertad. Su ley es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo nos amó. El destino de este pueblo es el Reino de Dios, que El mismo comenzó en este mundo, que ha de ser extendido hasta que El mismo lo lleve a su perfección.Este pueblo es un germen muy seguro de unidad, de esperanza y salvación para todo el género humano.Todo el pueblo mesiánico camina en este mundo en busca de su ciudad futura permanente.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

El sacerdocio común¿Cuáles son las dos formas de sacerdocio que participan del sacerdocio único de Cristo?10.El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Ejercicio del sacerdocio común en los mandamientos¿Quiénes participan del sacerdocio común?11.Los fieles, en virtud del sacerdocio real participan de la oblación de la eucaristía, en La oración y en la acción de gracias, con el testimonio de una vida santa. Quedan incorporados a la Iglesia por el bautismo, destinados por el carácter al culto de la religión cristiana, y regenerados como hijos de Dios, tienen el deber de confesar delante de los hombres la fe que recibieron de Dios Por medio de la Iglesia.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Ejercicio del sacerdocio común en los mandamientos¿Cuál es el fin del sacerdocio ministerial?11.El sacerdocio ministerial, en virtud de la sagrada potestad que posee, modela y dirige al pueblo sacerdotal, efectúa el sacrificio eucarístico en nombre de todo el pueblo.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Sentido de la fe y de los carismas en el Pueblo de Dios¿Cómo se inician los miembros de la comunidad sacerdotal y qué sacramentos actualizan su carácter sagrado?12.La comunidad sacerdotal actualiza su carácter sagrado y su estructura orgánica por medio de los sacramentos y las virtudes. El bautismo incorpora a los creyentes de la Iglesia.El sacramento de la confirmación nos une más íntimamente a la Iglesia y nos enriquece con la fuerza del Espíritu Santo. Al participar del sacrificio eucarístico, los fieles ofrecen a Dios la Víctima divina y a sí mismos con ella.Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen la misericordia de Dios y el perdón de sus pecados, reconciliándose con la Iglesia. Con la sagrada unción de los enfermos, la Iglesia los encomienda a Dios a todos los enfermos , para que los alivie y los salve.Con el sacramento del matrimonio, por el que participan del ministerio de la unidad y del amor fecundo entre Cristo y la Iglesia, se ayudan mutuamente a santificarse con la vida matrimonial y con la educación de los hijos.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Sentido de la fe y de los carismas en el Pueblo de Dios¿Cómo participa el Pueblo de Dios de la función profética de Cristo?12.Participa difundiendo su testimonio, sobre todo por la vida de fe y de caridad, ofreciendo a Dios el sacrificio de la alabanza, el fruto de sus labios que bendicen su nombre.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Sentido de la fe y de los carismas en el Pueblo de Dios¿Para qué el Espíritu Santo distribuye sus dones?12.Para disponer y preparar a los fieles para realizar variedad de obras y de oficios, provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Universalidad y catolicidad del único Pueblo de Dios¿Quiénes están llamados a formar el Nuevo Pueblo de Dios?13.Todos los hombres, de todas las naciones, sin distinción.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Universalidad y catolicidad del único Pueblo de DiosConfrontar tipos de diversidad en el Nuevo Pueblo de Dios: naciones y diferentes órdenes: oficios, ministerio sagrado, estado de vida, Iglesias particulares. ¿A qué vínculos de comunión están llamados?13.Cada grupo aporta sus dones a los demás y a toda la Iglesia, de manera que el conjunto y cada una de sus partes se enriquecen con el compartir mutuo y con la búsqueda de plenitud en la unidad. De ahí resulta que el Pueblo de Dios no sólo reúne personas de diversos pueblos, sino que en sí mismo integra una diversidad de órdenes. Esta diversidad viene de las funciones, pues algunos desempeñan un ministerio sagrado o del estado y condición de vida.Dentro de la comunión eclesial, existen legítimamente las Iglesias particulares con sus propias tradiciones. Ahí tienen su origen finalmente los estrechos lazos de comunión entre las diversas partes de la Iglesia, tanto en lo referente a la Iglesia como a los trabajadores apostólicos y recursos materiales.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Los fieles católicos¿ Quiénes pertenecen plenamente a la Iglesia?14.Los que, poseyendo el Espíritu de Cristo, reciben íntegramente todas sus disposiciones y todos los medios de salvación depositados en ella, y se unen por los vínculos de la profesión de la fe, de los sacramentos, del régimen eclesiástico y de la comunión, a su organización visible con Cristo, que la dirige por medio del Sumo Pontífice y de los Obispos.

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Vínculos de la Iglesia con los cristianos no católicos¿ A quiénes se reconoce unida, aunque imperfectamente?15.La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro. Pues hay muchos que honran la Sagrada Escritura como norma de fe y vida, muestran un sincero celo religioso, creen con amor en Dios Padre todopoderoso y en Cristo, Hijo de Dios Salvador están sellados con el bautismo, por el que se unen a Cristo, y además aceptan y reciben otros sacramentos en sus propias Iglesias o comunidades eclesiásticas. Muchos de entre ellos poseen el episcopado, celebran la sagrada Eucaristía y fomentan la piedad hacia la Virgen, Madre de Dios. Añádase a esto la comunión de oraciones y otros beneficios espirituales, e incluso cierta verdadera unión en el Espíritu Santo, ya que El ejerce en ellos su virtud santificadora con los dones y gracias y a algunos de entre ellos los fortaleció hasta la efusión de la sangre. De esta forma, el Espíritu suscita en todos los discípulos de Cristo el deseo y la actividad para que todos estén pacíficamente unidos, del modo determinado por Cristo, en una grey y bujo un único Pastor 

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CAPÍTULO IIEL PUEBLO DE DIOS

Universalidad y catolicidad del único Pueblo de Dios¿Quiénes están ordenados a formar parte del Nuevo Pueblo de Dios de diversas maneras?16.Quienes todavía no recibieron el Evangelio, se ordenan al Pueblo de Dios de diversas maneras. En primer lugar, aquel pueblo que recibió los testamentos y las promesas y del que Cristo nació según la carne.Pues quienes, ignorando sin culpa el Evangelio de Cristo y su Iglesia, buscan, no obstante, a Dios con un corazón sincero y se esfuerzan, bajo el influjo de la gracia, en cumplir con obras su voluntad, conocida mediante el juicio de la conciencia, pueden conseguir la salvación eterna 

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

Proemio¿A quién puso Cristo a la cabeza de los apóstoles como fundamento del principio de unidad visible de fe y comunión?18.Estableció al frente de los demás apóstoles al bienaventurado Pedro.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

La institución de los Apóstoles¿Cómo les dio a los Doce el carácter de Colegio?19.El Señor Jesús, después de orar al padre, llamando así a los que El quiso, eligió a los doce para que viviesen con El y enviarlos a predicar el Reino. En esta misión fueron confirmados plenamente el día de Pentecostés.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

Los obispos, sucesores de los Apóstoles¿Qué cuidados tuvieron los Apóstoles para elegir sus sucesores y transmitir el oficio encomendado por Jesús a Pedro y a los Apóstoles?20.Puesto que el Evangelio que los apóstoles deben transmitir en todo tiempo es el principio de la vida para la Iglesia, tuvieron cuidado de establecer sucesores. A modo de testamento, confiaron a sus cooperadores inmediatos el encargo de acabar y consolidar la obra por ellos comenzada, encomendándoles que atendieran a toda la grey. Además, le dieron la orden de que, otros hombres probados, al morir ellos, se hiciesen cargo del ministerio.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El episcopado como sacramento¿Qué triple oficio da a los obispos, sucesores apostólicos, la consagración episcopal, que les confiere la plenitud del sacramento del orden sagrado?21.Los obispos presiden en nombre de Dios el rebaño que son los pastores, como maestros, que enseñan, sacerdotes del culto sagrado y ministros que ejercen el gobierno.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El colegio de los obispos y su cabeza¿Cuál es la relación entre el colegio apostólico y el Romano Pontífice, que es Papa porque el obispo de Roma, donde murieron los mártires Pedro y Pablo?22.Así como, por disposición del Señor, San Pedro y los demás Apóstoles forman un solo colegio Apostólico, de igual modo se unen entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro y los Obispos sucesores de los Apóstoles.El colegio o cuerpo episcopal, por su parte, no tiene autoridad si no se considera incluido en el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, como cabeza del mismo, quedando siempre a salvo el poder primacial de éste, tanto sobre los pastores como sobre los fieles.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

Relaciones de los Obispos dentro de la Iglesia¿En qué se constituye quien recibe plenitud del orden sagrado y a quién queda unido?23.Se constituye en Obispo y queda unido a Dios.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

Relaciones de los Obispos dentro de la Iglesia¿Cuál es el acto supremo sobre la Iglesia Universal?23.Promover y defender la unidad de la fe.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El ministerio de los Obispos¿A qué doble solicitud están obligados los obispos?24.A enseñar a todas las gentes y a predicar el Evangelio a toda criatura, a fin de que todos los hombres logren la salvación por medio de la fe, el bautismo y el cumplimiento de los mandamientos.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El ministerio de los Obispos¿Según qué leyes y costumbres se da la misión canónica?24.Puede hacerse por las legítimas costumbres que no hayan sido revocadas por la potestad suprema y universal de la Iglesia, por las leyes dictadas o reconocidas por la misma autoridad o directamente por el sucesor de Pedro.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El oficio de enseñar de los Obispos¿A qué les obliga la solicitud universal?25.A aceptar con sumisión la Iglesia Universal y sus definiciones de fe.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El oficio de enseñar de los Obispos¿En qué circunstancias se le da un carácter infalible al oficio de enseñar a los Obispos, maestros auténticos dotados de la autoridad de Cristo?25.Cuando los Obispos, aun estando dispersos por el mundo convienen en un mismo parecer como maestros auténticos que exponen como definitiva una doctrina en las cosas de la fe y de costumbres en el Concilio, en ese caso anuncian infaliblemente la doctrina de Cristo.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El oficio de los Obispos de santificar¿Cuáles son los dos sacramentos en que los Obispos son los únicos administradores, aunque como administradores de la gracia, en su oficio de santificar, deban procurar que los demás sacramentos y en especial la Eucaristía sean celebrados?26.la confirmación. Y el orden sagrado

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El oficio de los Obispos de regir¿Qué potestad reciben los Obispos como vicarios y legados de Cristo para ejercer el oficio de regir?27.La de regir como vicarios y legados de Cristo las Iglesias particulares que se les ha encomendado, con sus consejos, con sus exhortaciones, con sus ejemplos,

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pero también con su autoridad y con su potestad sagrada, aunque con miras a la utilidad de la Iglesia o de los fieles, pueda quedar circunscrita a ciertos límites.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

Los presbíteros y sus relaciones con Cristo, con los Obispos, con el presbiterio y con el pueblo cristiano. Los Diáconos¿Cuáles son los tres grados del ministerio eclesiástico, del orden sagrado de institución divina, que ejercen obispos, los presbíteros y los diáconos?28. y 29.Los presbíteros dependen de los Obispos, con todo están unidos a ellos en el honor del sacerdocio. Anuncian a todos la divina palabra, para con los fieles arrepentidos o enfermos desempeñan principalmente el ministerio de la reconciliación del alivio.Los Obispos están adscritos al cuerpo episcopal y sirven al bien de toda la Iglesia según la vocación y la gracia de cada cual.Los diáconos reciben la imposición de manos no en orden al sacerdocio sino al orden al ministerio. Sirven al pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

El oficio de los Obispos de santificar¿Qué deben enseñar los presbíteros y cuál es el fin de su misión?28.Anuncian a todos la divina palabra. Son ayuda e instrumento del orden episcopal.Unen la ofrenda de los fieles al sacrificio de su cabeza, actualizan y aplican el sacrificio de la misa, hasta la venida del Señor. Desempeñan principalmente su ministerio con los enfermos y los penitentes.

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CAPÍTULO IIIDE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA Y EN PARTICULAR SOBRE EL EPISCOPADO

Los diáconos¿Cómo sirven al pueblo de Dios los diáconos?29.El oficio propio del diácono es la administración solemne de bautismo, conservar y distribuir la Eucaristía, asistir y bendecir en nombre de la los matrimonios en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oración, administrar los sacramentales, presidir los funerales y los entierros.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

Qué se entiende por laicos31.Los laicos son todos los fieles cristianos, a excepción de los miembros que han recibido un orden sagrado y los que están en estado religioso reconocido por la Iglesia.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

Qué se entiende por laicos¿Qué misión les corresponde en los asuntos temporales?31.Viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, con las que su existencia está como entretejida. Allí están llamados por Dios, para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espíritu evangélico, contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento. Y así hagan manifiesto a Cristo ante los demás, primordialmente mediante el testimonio de su vida, por la irradiación de la fe, la esperanza y la caridad. Por tanto, de manera singular, a ellos corresponde iluminar y ordenar las realidades temporales a las que están estrechamente vinculados, de tal modo que sin cesar se realicen y progresen conforme a Cristo y sean para la gloria del Creador y del Redentor.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

Qué se entiende por laicos¿Cuál es la universal vocación de la Iglesia, de la que participan los laicos por su propia dignidad?31.Buscar y construir el Reino de Dios.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

Qué se entiende por laicos¿Con qué contribuye el apostolado de los laicos?31.Contribuye desde dentro a la santificación del mundo.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

Dignidad de los laicos. Unidad en la diversidad¿Cómo ejercen la consagración del mundo?32.Aunque no todos en la Iglesia marchan por el mismo camino, sin embargo, todos están llamados a la santidad, y han alcanzado la misma fe por la justicia de Dios. De este modo, en la diversidad, todos darán testimonio de la admirable unidad del cuerpo de Cristo; pues la misma diversidad de gracias, servicios y funciones congrega en la unidad a los hijos de Dios, porque “todas estas cosas son obras del único e idéntico Espíritu”.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

El testimonio de su vida¿Porqué el testimonio es el cumplimiento más a acabado de la misión profética de los laicos?35.Porque Cristo, el gran Profeta, por el testimonio de su vida y la virtud de su palabra, proclamó el reino del Padre, cumple su misión profética hasta la plena manifestación de la gloria, no sólo a través de la jerarquía, que enseña en su nombre y con su potestad, sino también por medio de los laicos, a quienes por ello, constituye en testigos y los ilumina con el sentido de la fe y la gracia de la Palabra.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

En las estructuras humanas¿Porqué recrear las estructuras del mundo y ordenarlas a la gloria de Dios, es equivalente a reinar con Cristo y construir el Reino?36.Los fieles deben conocer la naturaleza más íntima de todas las criaturas, su valor y ordenación a la alabanza divina. Deben ayudarse entre sí a crecer en santidad a través de las actividades, de tal modo que el mundo se impregne del espíritu de Cristo y consiga más eficazmente su fin en la justicia, en el amor y en la paz. Estructurando y organizando al mundo; de este modo estamos reinando junto a Dios y compartiendo junto a El la construcción del Reino.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

Relaciones de los laicos con la jerarquía¿Cómo deben ser las relaciones de los laicos con la jerarquía?37.Los laicos, como todos los fieles, tienen derecho a recibir, con abundancia, de los sagrados pastores, los auxilios de la palabra y de los sacramentos. En la medida del conocimiento, de la competencia y del prestigio que poseen, tienen el derecho y en algún caso la obligación de manifestar su parecer sobre aquellas cosas que dicen relación al bien de la Iglesia.

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CAPÍTULO IVLOS LAICOS

Conclusión¿Qué significa decir que los laicos son como “el alma en el cuerpo” respecto a su situación en el mundo?38.Todos en conjunto y cada uno en particular deben alimentar al mundo con frutos espirituales e infundirle aquel espíritu del que están animados aquellos pobres, mansos y pacíficos, a quienes el Señor en el Evangelio, proclamó bienaventurados.

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CAPÍTULO VUNIVERSAL VOCACION Y LA SANTIDAD EN LA IGLESIA

Llamamiento a la santidad¿En qué radica el llamado universal a la santidad y el llamado a los consejos evangélicos en los religiosos?39.En aquello que dijo el Apóstol: “porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación”. Esta gracia de la Iglesia se debe manifestar en los frutos de gracia que el Espíritu Santo produce en los fieles.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VLa vocación universal a la Santidad en la Iglesias

40. ¿Quiénes están llamados a la santidad? Jesús, modelo de toda perfección.El Señor Jesús, Maestro divino y modelo de toda perfección, predicó a todos y a cada uno de sus discípulos, de cualquier condición que fueran, la santidad de vida, de la que Él es el autor y consumador. Los seguidores de Cristo han sido llamados por Dios y justificados en el Señor Jesús, no por sus propios méritos, sino por su designio de gracia. El bautismo y la fe los ha hecho verdaderamente hijos de Dios, participan de la naturaleza divina y son, por tanto, realmente santos. Para todos, pues, está claro que todos los cristianos, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección del amor.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VLa vocación universal a la Santidad en la Iglesias

¿cómo se vive la santidad en los diversos estados? La santidad en los diversos estados

En los diversos géneros de vida y ocupación, todos cultivan la misma santidad. En primer lugar es necesario que los Pastores del rebaño de Cristo, a imagen del sumo y eterno Sacerdote, Pastor y Obispo de nuestras almas, realicen su ministerio con santidad, alegría, humildad y valentía. Si lo realizan así, será para ellos un excelente medio de santificación. Los presbíteros, a semejanza de los obispos, cuya corona espiritual forman, y que por Cristo, eterno y único Mediador, participan de la gracia de la función de aquéllos, tienen que crecer en el amor a Dios y al prójimo por la práctica diaria de su deber. Han de mantener los lazos de comunión sacerdotal, estar llenos de toda clase de bienes espirituales y dar a todos un testimonio vivo de Dios. También participan de la misión y de la gracia del sumo Sacerdote de una manera particular los ministros de orden inferíos, y en primer lugar los diáconos, que están al servicio de los misterios de Cristo y de la Iglesia. Los clérigos, llamados por Dios y escogidos como propiedad suya, se preparan para los deberes del ministerio bajo cuidado de sus Pastores. A éstos hay que

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añadir los laicos elegidos por Dios a los que llama el obispo para dedicarse totalmente a las tareas apostólicas y que trabajan en el campo del Señor con mucho fruto. Los esposos y padres cristianos, siguiendo su propio camino, deben apoyarse mutuamente en la gracia, con un amor fiel a lo largo de toda su vida, y educar en la enseñanza cristiana y en los valores evangélicos a sus hijos recibidos amorosamente de Dios.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VLa vocación universal a la Santidad en la Iglesias

¿En que radica el llamado a los consejos evangélicos? Los consejos evangélicos

Dios difundió su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha sido dado. Por tanto, el don principal y más necesario es el amor con el que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo a cauda de Él. Cada cristiano debe escuchar de buena gana la palabra de Dios y cumplir su voluntad con la ayuda de su gracia, participar frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, y en otras acciones sagradas y dedicarse constantemente a la oración, a la renuncia de sí mismo, a servir activamente a los hermanos y a la práctica de todas las virtudes. La santidad de la Iglesia también se fomenta de manera especial con los múltiples consejos que el Señor propone en el Evangelio a sus discípulos para que practiquen. Entre ellos destaca el precioso don de la gracia divina que el Padre conceda a algunos para que se entreguen únicamente a Dios con más facilidad, con un corazón no dividido, en la virginidad o en el celibato. La Iglesia medita también las palabras del Apóstol, el cual, animando a los cristianos a amarse, les recomienda que tengan los mismos sentimientos que Cristo Jesús. Todos los cristianos, por tanto, están llamados y obligados a tender a la santidad y a la perfección de su propio estado de vida.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VILos religiosos

43. ¿Qué es la profesión de los consejos evangélicos de los religiosos? Castidad, pobreza y obediencia

Los consejos evangélicos de castidad consagrada a Dios, pobreza y obediencia tienen su fundamento en las palabreas y el ejemplo del Señor. La autoridad de la Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo, se preocupó de interpretarlos, de regular su práctica y de determinar incluso las formas estables de vivirlos. Han crecido, en efecto, diversas formas de vida, solitaria o comunitaria, y diversas familias religiosas que se desarrollan para el progreso de sus miembros y pare el bien de todo el Cuerpo de Cristo. Estas familias, en efecto, ofrecen a sus miembros el apoyo de una mayor estabilidad en la manera de vivir, de una doctrina experimenta para conseguir la perfección, de una comunión fraterna en el servicio de Cristo, de una libertad fortalecida por la obediencia. De esta manera pueden cumplir con seguridad y guardar fielmente su profesión religiosa, avanzando con alegría en el camino del amor.

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CAPÍTULO VILos religiosos

44. ¿Cuál es la naturaleza e importancia del estado de vida religiosa en la Iglesia? Naturaleza e importancia del estado religioso en la Iglesia.

Por medio de los votos o de otros compromisos sagrados parecidos, con los que el cristiano se obliga a los tres consejos evangélicos ya citados, éste se entrega totalmente al servicio de Dios amándole por encima de todo. Ya por el bautismo, muerto al pecado y consagrado a Dios, ahora, para poder recoger frutos más abundantes de la gracia bautismal, con la profesión de los consejos evangélicos en la Iglesia intenta librarse de los obstáculos que pudieran apartarle del amor apasionado y de la perfección del culto divino y se consagra más íntimamente al servicio de Dios. Los consejos evangélicos unen a los que los siguen de manera especial a la Iglesia y a su misterio por medio del amor, que es su objetivo. Por eso el estado religioso, que libera mucho más a sus miembros de la preocupaciones terrenas, manifiesta también mucho mejor a todos los creyentes los bienes del cielo, ya presentes en este mundo. Este mismo estado de vida imita más de cerca y hace presente continuamente en la Iglesia aquella forma de vida que escogió en Hijo de Dios al venir al mundo para hacer la voluntad de Dios y que propuso a los discípulos que le seguían. Finalmente revela de manera especial la superioridad del Reino sobre todo lo creado y sus exigencias radicales. Muestra también a todos los hombres la grandeza extraordinaria del poder de Cristo Rey y la eficacia infinita del Espíritu Santo, que realiza maravillas en su Iglesia. Por lo tanto, el estado de vida que consiste en la profesión de los consejos evangélicos, aunque no pertenezca a la estructura jerárquica de la Iglesia, pertenece, sin embargo, sin discusión a su vida y a su santidad.

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CAPÍTULO VILos religiosos

45 - Los religiosos y la autoridad de la Iglesia. Bajo la autoridad de la Iglesia.

Es función de la Jerarquía eclesiástica apacentar al Pueblo de Dios y llevarlo a los mejores pastos. Por eso es competencia suya regular sabiamente, con sus leyes, la práctica de los consejos evangélicos, por los que se favorece especialmente el amor a Dios y al prójimo. Ella con su autoridad atenta y protectora, ayuda a los Institutos erigidos en todas partes para la construcción del Cuerpo de Cristo, a fin de que crezcan y florezcan según el espíritu de sus fundadores. El Sumo Pontífice puede declarar exentos de la Jurisdicción de los Ordinarios del lugar y sometidos a su sola autoridad a cualquier Instituto de perfección y a cada uno de sus miembros. Lo hace en virtud de su primado sobre toda la Iglesia, con miras al bien común… De manera parecida pueden ser dejados o confiados a la autoridad de su Patriarca. Los miembros, en el cumplimiento de sus deberes para con la Iglesia según su forma de vida peculiar, han de respetar y obedecer a os obispos según las leyes canónicas a causa de la autoridad pastoral en las Iglesias particulares y de la unidad y armonía necesarias en el trabajo apostólico. La Iglesia no sólo eleva la profesión religiosa a la dignidad de un estado canónico con su aprobación, sino que la presenta incluso en su acción litúrgica como un estado de vida consagrado a Dios.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VILos religiosos

46. Estima de la profesión de los consejos evangélicos.

Los religiosos han de procurar con empeño que la Iglesia, por medio de ellos, muestre cada vez mejor a Cristo a creyentes y no creyentes: Cristo en oración en el monte, o anunciando a las gentes el Reino de Dios, curando a los enfermos y lisiados, convirtiendo a los pecadores en fruto bueno, bendiciendo a los niños, haciendo el bien a todos, siempre obediente a la voluntad del Padre que lo envió. En efecto, los consejos evangélicos, asumidos voluntariamente según la propia vocación persona, contribuyen mucho a la purificación del corazón y a la libertad espiritual y animan sin cesar a amar apasionadamente. Pero, sobre todo, hacen que el cristiano se identifique más con el tipo de vida en pobreza y virginidad que eligió para sí el mismo Cristo el Señor y que también abrazó su Madre, la Virgen. Nadie debe pensar que los religiosos por su consagración se convierten en extraños a los hombres o inútiles en la ciudad terrena. Ellos colaboran espiritualmente para que la construcción de la ciudad terrena tenga siempre a Dios como fundamento y como meta, “no sea que trabajen en vano los que la construyen”.

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CAPÍTULO VILos religiosos

47. Ideal de la perseverancia

Todo el que ha sido llamado a la profesión de los consejos ha de procura con empeño perseverar y progresar en la vocación a la que Dios le ha llamado, para que la Iglesia sea más santa y para la mayor gloria de la única e indivisible Trinidad, que en Cristo y por Cristo es la fuente y el origen de toda santidad.

CONCILIO VATICANO II, Constitución dogmática “Lumen Gentium”, ediciones Paulinas, Bs As, 1987.

CAPÍTULO VIIINDOLE ESCATOLÓGICA DE LA IGLESIA PEREGRINANTE Y LA IGLESIA CELESTIAL

Indole escatológica de nuestra vocación en la Iglesia¿Cómo definir la índole escatológica de la Iglesia y la relación de la Iglesia peregrinante y la Iglesia universal?48.La plenitud de los tiempos ha llegado hasta nosotros, y la revelación del mundo está decretada y empieza a realizarse en cierto modo en el siglo presente, ya que la Iglesia, aún en la tierra, se reviste de una verdadera santidad.La Iglesia peregrina es la de la tierra, los fieles que marchan unidos a la doctrina de Dios. La Iglesia celestial es la de los fallecidos que se purifican, mientras otros contemplan a Dios. Ellos se unen a Dios para formar una sola Iglesia, para santificarla aún más.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIICarácter escatológico de la iglesia peregrina y su unión con la iglesia del cielo.

49 – Comunión de la Iglesia del cielo con la Iglesia peregrina.

Por tanto, hasta que el Señor venga en su esplendor con todos sus ángeles y, destruida la muerte, tenga sometido todo, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra, otros, ya difuntos, se purifican; mientras otros están glorificados, contemplando “claramente a Dios mismo, uno y trino, tal cual es”. En efecto, todos los de Cristo, que tienen su Espíritu, forman una misma Iglesia y están unidos entre sí en Él. Por tanto, la unión de los miembros de la Iglesia peregrina con los hermanos que durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe.

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CAPÍTULO VIICarácter escatológico de la iglesia peregrina y su unión con la iglesia del cielo.

50. Relaciones de la Iglesia peregrina con la Iglesia Celestial.

La Iglesia siempre creyó que los Apóstoles y mártires de Cristo, que habían dado con su sangre el supremo testimonio de fe y de amor, estaban más íntimamente unidos a nosotros en Cristo. Por eso los veneró con especial afecto junto con la Bienaventurada Virgen María y los santos ángeles, e imploró piadosamente la ayuda de su intercesión. Nuestra unión con la Iglesia del cielo se realiza de la manera más noble cuando celebramos las alabanzas de la grandeza de Dios con alegría compartida, sobre todo en la sagrada liturgia, en la que la fuerza del Espíritu Santo actúa en nosotros por medio de los sacramentos. Por tanto, al celebrar el sacrificio eucarístico, nos unimos de la manera más perfecta al culto de la Iglesia del cielo: reunidos en comunión, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, madre de Jesucristo nuestro Dios y Señor; la de su esposo San José; la de todos los santos Apóstoles y mártires y la de todos los santos.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIICarácter escatológico de la iglesia peregrina y su unión con la iglesia del cielo.

51. Disposiciones pastorales para el culto a los santos. El Concilio establece disposiciones pastorales

Este sagrado Sínodo recibe con gran afecto esta venerable fe de nuestros mayores acerca de la unión vital con nuestros hermanos en la gloria del cielo y con los que todavía se purifican después de su muerte…Al mismo tiempo, dada su preocupación pastoral, anima a los responsables a que traten de quitar o de corregir los abusos, excesos o defectos que hayan podido introducirse en algún lugar y a que dispongan todo para mayor alabanza de Cristo y de Dios. Han de enseñar, pues, a los fieles que el auténtico culto a los santos no consiste tanto en la cantidad de actos exteriores cuanto en la intensidad de nuestro amor en la práctica. Por medio de él buscamos en los santos “el ejemplo de su vida, la participación en su destino y la ayuda de su intercesión” Entonces toda la Iglesia de los santos, en la suprema felicidad del amor, adorará a Dios y al Cordero que fue inmolado, proclamando juntos: Bendición, honor, gloria y poder, por los siglos de los siglos, al que está sentado en el trono y al Cordero.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.I. Introducción

52. ¿Qué papel ocupa la Virgen María en el Misterio de Cristo? Dogma María Madre de Dios La Santísima Virgen María en el Misterio de Cristo

Dios, en su gran bondad y sabiduría, queriendo realizar la redención del mundo, cuando se cumplió el plazo, envió a su Hijo, nacido de mujer, para que recibiéramos la adopción de hijos. “El cual, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen”. Este misterio divino de la salvación se nos revela y continúa en la Iglesia, a la que el Señor constituyó como su Cuerpo. En ella, los fieles unidos a Cristo, su Cabeza, en comunión con todos los santos, conviene también que veneren la memoria “ante todo de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo nuestro Dios y Señor”.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.I. Introducción

53. ¿Qué papel ocupa la Virgen María en el Misterio de la Iglesia?

La Virgen María, al anunciarle el ángel la Palabra de Dios, la acogió en su corazón y en su cuerpo y dio la Vida al mundo. Por eso se la reconoce y se la venera como verdadera Madre de Dios y del Redentor. Por tanto, es la hija predilecta del Padre y el templo del Espíritu Santo. Debido a esta gracia tan extraordinaria, aventaja con mucho a todas las criaturas del cielo y de la tierra. Más aún, “es verdaderamente la madre de los miembros (de Cristo) porque colaboró con su amor a que nacieran en la Iglesia los creyentes, miembros de aquella Cabeza. Por eso es también saludada como miembro muy eminente y del todo singular de la Iglesia y como prototipo y modelo destacadísimo en la fe y en el amor. La Iglesia católica, enseñada por el Espíritu Santo, la honra como a madre amantísima con sentimientos de piedad filial.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.I. Introducción

54 – ¿Qué papel ocupa la Virgen María en relación a los fieles? Intención del Concilio.

El Sagrado Concilio, al exponer la doctrina de la Iglesia, en la que el divino Redentor realiza la salvación, intenta iluminar cuidadosamente la misión de la Bienaventurada Virgen en el misterio del Verbo encarnado y del Cuerpo místico, así como los deberes de los redimidos para con la Madre de Dios, Madre de Cristo y Madre de los hombres, especialmente de los creyentes. Por tanto, conservan su derecho las opiniones libremente discutidas en las escuelas de teología católica acerca de aquella que en la santa Iglesia ocupa el lugar más alto después de Cristo y el más cercano a nosotros.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.II. La función de la Bienaventurada Virgen en la historia de la Salvación

55. ¿Cómo fue anunciada y preparada la Virgen María en el Antiguo Testamento? La Madre del Mesías en el Antiguo Testamento

Los libros del Antiguo Testamento describen la historia de la salvación en la que se va preparando, paso a paso, la venida de Cristo al mundo. Estos primeros documentos, tal como se leen el la Iglesia y se interpretan a la luz de la plena revelación ulterior, iluminan poco a poco con más claridad la figura de la mujer, Madre del Redentor. Bajo esta luz, ella aparece proféticamente en la promesa hecha a nuestros primeros padres acerca de la victoria sobre la serpiente. Igualmente, ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo que se llamará Emmanuel. Finalmente con ella, excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación. Es el momento en que el Hijo de Dios tomó de María la naturaleza humana para librar al hombre del pecado por medio de los misterios vividos en su carne.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.II. La función de la Bienaventurada Virgen en la historia de la Salvación

56. ¿Cuál fue el rol de la Virgen en la Anunciación? María en la Anunciación

El Padre de las misericordias quiso que el consentimiento de la que estaba predestinada a ser la Madre precediera a la encarnación para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida. Enriquecida desde el primer instante de su concepción con una resplandeciente santidad del todo singular, la Virgen de Nazaret es saludada por el ángel de la Anunciación, por encargo de Dios, como llena de gracia. Y ella responde al enviado del cielo: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Así María, hija de Adán, dando su consentimiento a la palabra de Dios, se convirtió en Madre de Jesús. Con razón, pues, creen los Santos Padres que Dios no utilizó a María como un instrumento puramente pasivo, sino que ella colaboró por su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.II. La función de la Bienaventurada Virgen en la historia de la Salvación

57. ¿Cómo fue la relación de la Virgen con el Niño Jesús?

Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte… Se manifiesta igualmente en el nacimiento, cuando la Madre de Dios muestra con alegría a los pastores y a los Magos a su Hijo primogénito, que no menoscabó su integridad virginal, sino que la santificó… Al Niño Jesús perdido y angustiosamente buscado, sus padres lo encontraron en el templo ocupado en las cosas de su Padre, y no entendieron la respuesta de su Hijo. Su Madre, sin embargo, guardaba continuamente todo esto en su corazón y meditaba.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.II. La función de la Bienaventurada Virgen en la historia de la Salvación

58. ¿Cómo fue la relación de la Virgen con Jesús en su vida pública?

En la vida pública de Jesús, su Madre aparece de manera significativa, ya al principio, en las bodas de Caná de Galilea en las que, movida por la compasión, consiguió, intercediendo ante Él, el primero de los milagros de Jesús el Mesías. Así también la Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.II. La función de la Bienaventurada Virgen en la historia de la Salvación

59. . ¿Cómo fue la relación de la Virgen con la iglesia naciente? Dogma de la Asunción Dios no quiso manifestar solemnemente el misterio de la salvación humana antes de enviar el Espíritu prometido por Cristo. Por eso vemos a los Apóstoles, antes del día de Pentecostés, perseverar en la oración unidos, junto con algunas mujeres, con María, la Madre de Jesús, y sus parientes. María pedía con sus oraciones el don del Espíritu, que en la Anunciación la había cubierto con su sombra. Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada, libre de toda mancha de pecado origina, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.III. La Santísima Virgen y la Iglesia

60. ¿Cuál fue la relación de María con la obra de la redención y santificación?

Uno solo es nuestro Mediador según las palabras del Apóstol: Dios, en efecto, es uno, y

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uno el Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Pero la misión maternal de María para con los hombres de ninguna manera disminuye o hace sombra a la única mediación de Cristo, sino que manifiesta su eficacia. En efecto, todo el influjo de la Santísima Virgen en la salvación de los hombres no tiene su origen en ninguna necesidad objetiva, sino que Dios lo quiso así… de ella saca toda su eficacia; favorece, y de ninguna manera impide, la unión inmediata de los creyentes con Cristo.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.III. La Santísima Virgen y la Iglesia

61. ¿Cuál es el alcance de la Maternidad espiritual de María?

La Santísima Virgen… fue en la tierra la excelsa Madre del divino Redentor, la compañera más generosa de todas y la humilde esclava del Señor…colaboró de manera totalmente singular a la obra del Salvador por su fe, esperanza y ardiente amor, para restablecer la vida sobrenatural de los hombres. Por esta razón es nuestra madre en el orden de la gracia.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.III. La Santísima Virgen y la Iglesia

62. ¿Cuál es la relación subordinada de María a la Mediación realizada por Cristo? María, Mediadora.

Esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el consentimiento que dio fielmente en la Anunciación y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos los escogidos. En efecto, con su asunción a los cielos, no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna. Por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, sin embargo, se entiende de tal manera que no quite ni añada nada a la dignidad y a la eficacia de Cristo, único Mediador. La Iglesia no duda en atribuir a María esta misión subordinada, la experimenta sin cesar y la recomienda al corazón de sus fieles para que, apoyados en su protección maternal, se unan más íntimamente al Mediador y Salvador.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC,

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la

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Madrid, 1991. iglesia.III. La Santísima Virgen y la Iglesia

63. María, tipo de Iglesia.

La Bienaventurada Virgen, por el don y la función de ser Madre de Dios, por la que está unida al Hijo Redentor, y por sus singulares gracias y funciones, esta también íntimamente unida a la Iglesia. La Madre de Dios es figura de la Iglesia como lo señalaba San Ambrosio: en el orden de la fe, del amor y de la unión perfecta con Cristo.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.III. La Santísima Virgen y la Iglesia

64. Fecundidad de la Virgen

Contemplando su misteriosa santidad, imitando su amor y cumpliendo fielmente la voluntad del padre, también la Iglesia se convierte en Madre por la palabra de Dios acogida con fe… También ella es virgen que guarda integra y pura la fidelidad prometida al Esposo, e imitando a la Madre de su Señor, con la fuerza del Espíritu Santo conserva virginalmente la fe integra, la esperanza firme y el amor sincero.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.III. La Santísima Virgen y la Iglesia

65. Virtudes de María que debe imitar la Iglesia.

La Iglesia en la Santísima Virgen llego ya a la perfección, sin mancha ni arruga… Por eso dirigen sus ojos a María, que resplandece ante toda la comunidad de los elegidos como modelo de todas las virtudes… María, en efecto, ha entrado profundamente en la historia de la salvación y en cierta manera reúne en si y refleja las exigencias más radicales de la fe. Al honrarla en la predicación y culto, atrae a los creyentes hacia su Hijo, hacia su sacrificio y hacia el amor del Padre. La Iglesia procurando la gloria de Cristo se hace más semejante a su excelso Modelo… Por eso también en su acción apostólica la Iglesia con razón mira hacia aquella que engendro a Cristo, concebido de Espíritu Santo y nacido de la Virgen, para que por medio de la Iglesia nazca y crezca también ene le corazón de los creyentes. La virgen fue en su vida ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.

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IV. El Culto de la Santísima Virgen en la Iglesia

66. El culto a la Virgen

María, exaltada por la gracia de Dios, después de su Hijo, por encima de todos los ángeles y hombres como la Santa Madre de Dios, que participio de los misterios de Cristo es honrada con razón por la Iglesia con un culto especial … se venera la Santísima Virgen con el titulo “Madre de Dios”. Desde entonces, sobre todos desde el concilio de Éfeso, el culto del Pueblo de Dios hacia María ha crecido admirablemente en veneración y amor, en oración e imitación… Este culto tal como ha existido en la Iglesia, aunque del todo singular, es esencialmente diferente del culto de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al Espíritu Santo, pero lo favorece muy poderosamente.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.IV. El Culto de la Santísima Virgen en la Iglesia

67. Predicación y el culto.

El Sagrado Sínodo enseña expresamente esta doctrina católica. Al mismo tiempo, anima a todos los hijos de la Iglesia a que fomenten con generosidad el culto a la Santísima Virgen, sobre todo el litúrgico… Dedicándose a los estudios de la Sagrada Escritura, de los Santos Padres y Doctores de la Iglesia, así como de las liturgias bajo las guías del magisterio, han de iluminar adecuadamente la funciones y los privilegios de la Santísima Virgen que hacen siempre referencia a Cristo origen de toda la verdad, santidad y piedad.

Concilio Vaticano II “Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium”. Documento del Concilio Vaticano II, BAC, Madrid, 1991.

CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.V. María señal de esperanza segura y de consuelo para el Pueblo de Dios en marcha

68- . María, esperanza de redención . Antecede con su luz al Pueblo de Dios.

Entre tanto, la Madre de Jesús glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo.

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CAPÍTULO VIII.La bienaventurada Virgen María, madre de dios, en el misterio de Cristo y de la iglesia.V. María señal de esperanza segura y de consuelo para el Pueblo de Dios en marcha

69- María, dadora de unidad. Que nos alcance formar un solo pueblo.

… Todos los cristianos han de ofrecer insistentes súplicas a la Madre de Dios y Madre de los hombres, para que ella, que estuvo presente en los comienzos de la Iglesia con sus oraciones, también ahora en el cielo, exaltada sobre todo los bienaventurados y ángeles, en comunión con todos los santos, interceda ante su Hijo, hasta el momento en que todos los pueblos, los que se honrar con el nombre de cristianos, así como los que todavía no conocen a su Salvador, puedan verse felizmente reunidos en paz y concordia en el único Pueblo de Dios para gloria de la Santísima e indivisible Trinidad.