Los Milagros de Jesús - Fabris

8/18/2019 Los Milagros de Jesús - Fabris

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LOS MILAGROS DE JESÚS

1. Jesús realizador de milagrosLa figura evangélica de Jesús es inseparables del marco del taumaturgo que cura a los enfermos,expulsa demonios de los poseídos, sacia a la multitud hambrienta y libera a los discípulos del miedo a la

tempestad del lago. En conunto los tres evangelios sin!pticos relatan casi una veintena de milagrosreali"ados por Jesús en beneficio de individuos o de grupos # discípulos o multitud # a los que se debea$adir uno o dos de los episodios milagrosos del cuarto evangelio. Los relatos de los milagros est%ndistribuidos en los & evangelios de la siguiente manera' () en *ateo, (+ en *arcos, - en Lucas y + enJuan. e estos últimos, algunos son comunes o similares a los narrados en los sin!pticos./erdaderamente nuevo es el milagro de 0an%.

Entonces para la tradici!n cristiana primitiva, que est% en la base de los actuales evangelios, laactividad de Jesús se distingue por una serie de hechos prodigiosos como lo permiten comprender nosolamente los relatos m%s o menos amplios de sus milagros, sino también las palabras referentes a losmilagros que est%n en los sumarios. *arcos se distingue, refiriendo algunos sumarios en la primera

parte de su evangelio 1*c (,232&4 *c 2,53( tiene paralelos en Lc y *t4 finalmente *c 6,723768.9na investigaci!n exegética sobre los milagros de Jesús puede partir de la tradici!n evangélica de laspalabras y sentencias en las que se alude a los hechos prodigiosos reali"ados por Jesús. Esta tradici!nes acogida con particular favor por la crítica literaria e hist!rica. La primera sentencia puede ser lareferente a la presencia y actualidad del reino de ios, del cual los exorcismos son un signo' :si yoexpulso los demonios por virtud del Espíritu de ios # Lucas dice ;dedo de ios< # es que ha llegado avosotros el reino de ios= 1*t (,+4 Lc ((,-8. Este dicho evangélico, traído por *ateo y por Lucas enel contexto de la controversia con los udíos por los exorcismos de Jesús, con gran probabilidad seremonta a Jesús, porque no se puede explicar como creaci!n de la comunidad pospascual, donde losexorcismos en el nombre de Jesús no tienen la funci!n de atestiguar la venida del reino de ios4 elloshacen parte del programa hist!rico de Jesús.

Esta caracteri"aci!n de Jesús como exorcista es confirmada por otras sentencias, conservadas en latradici!n lucana. 0uando los discípulos regresan de su misi!n y llenos de alegría exclaman' :>e$or,hasta los demonios se someten a nosotros en tu nombre=, Jesús dice' :?o veía a >atan%s caer delcielo como un rayo= 1Lc (-,(+8. 0on la imagen de sabor profético3apocalíptico, Jesús conecta losexorcismos practicados por sus discípulos a la victoria decisiva sobre >atan%s, derrocado de sudominio.

@odavía en una sentencia program%tica referida por Lucas, en respuesta a los enviados por AerodesBntipas, Jesús sinteti"a su actividad con estos términos' :?o expulso demonios y llevo a cabocuraciones hoy y ma$ana, y al tercer día soy consumado.= 1Lc (2,28. Cor m%s que pueda haber sidoretocada por el trabao redaccional de Lucas, esta breve sentencia tiene una buena probabilidad deremontarse a Jesús por su tenor semiti"ante.

Dtra serie de sentencias evangélicas califican la actividad de Jesús como intervenciones terapéuticasprodigiosas a favor de las diversas categorías de enfermos. 9n elenco variado y detallado de talescasos se encuentra en la respuesta que Jesús da a los discípulos enviados por Juan, desde la c%rcel, yque es referida por Lucas y *ateo. B la pregunta de los dos discípulos de Juan sobre si Jesús era elque había de venir o debían esperar a otro, él responde' :d y contad a Juan lo que oís y veis' losciegos ven y los coos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y seanuncia a los pobres la Fuena Gueva4 Hy dichoso aquel que no halle esc%ndalo en míI= 1*t ((,2364 Lc5,-38.

>e puede atribuir este marco redaccional al modo de pensar y de expresarse propio de la comunidadcristiana que se representa la figura de Juan el Fautista como precursor de aquel que debe venir. Laserie de las cinco curaciones de Jesús, entre las cuales falta extra$amente la menci!n de losexorcismos, son formuladas aludiendo m%s o menos explícitamente a los textos de saías 16,()4 ),(+3()4 27,7368. ncluso la f!rmula :los pobres son evangeli"ados= est% tomada de s 6(,(. Esta maci"areferencia bíblica podría ser un indicio de la elaboraci!n de la tradici!n cristiana, que relee la actividad


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de Jesús bas%ndose en determinados textos proféticos. Cero la reflexi!n cristiana sucesiva no excluyeque en su origen haya habido una toma de posici!n por parte de Jesús que interpreta su actividadterapéutica en relaci!n con el anuncio del reino de ios a los pobres. Este último hecho, que cierra lapresentaci!n de las obras del *esías, es característico del proyecto hist!rico de Jesús que anuncia elreino de ios a los pobres.

9n tercer grupo de sentencias evangélicas presentan la actividad prodigiosa de Jesús como signos deios que llama a la conversi!n. Es la doble tradici!n de *ateo y Lucas la que registra la lamentaci!ncontra las ciudades situadas unto al lago. *ateo introduce el doble ¡ay! contra 0ora"ín y Fetsaida conuna nota redaccional' :Entonces se puso a maldecir a las ciudades en las que se habían reali"ado lamayoría de sus milagros, porque no se habían convertido' :HBy de ti, 0ora"ínI HBy de ti, FetsaidaICorque si en @iro y en >id!n se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo haque en sayal y ceni"a se habrían convertido. Cor eso os digo que el día del Juicio habr% menos rigorpara @iro y >id!n que para vosotras. ? tú, 0afarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Corque si en >odoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, aúnsubsistiría el día de hoy. Cor eso os digo que el día del Juicio habr% menos rigor para la tierra de>odoma que para ti= 1*t ((,-3&4 Lc (-,(23(78. En este texto evangélico aparece el término dynameiscaracterístico de los sin!pticos para designar la actividad taumatúrgica de Jesús 1*t ((,-328. Estaterminología de origen bíblico y la formulaci!n de la frase en pasivo para referirse a la acci!n de ios, yfinalmente la valoraci!n pesimista de los milagros que no tuvieron una eficacia segura, son todoselementos que se inclinan a favor de la autenticidad de estas sentencias y de su núcleo esencial, sin losdesarrollos y las adaptaciones testimoniados por su doble edici!n evangélica.

9na confirmaci!n de ello se derivaría de la constataci!n que en los evangelios no se locali"a ningúnrelato de milagro en Fetsaida4 y 0ora"ín es precisamente ignorada del todo por esta tradici!nevangélica. En cambio, en 0afarnaúm est%n ambientados algunos episodios milagrosos y en elevangelio de *ateo esta localidad se convierte en la patria de Jesús. e aquí se comprende laampliaci!n redaccional de *t ((,23&.

Esta comprensi!n de los milagros como signos de Jesús que revelan la acci!n poderosa de ios,urgente y decisivo llamado a la conversi!n para la salvaci!n, se encuentra en algunos dichos polémicosen las confrontaciones con los responsables udíos. B su petici!n de un signo de legitimaci!n por partede Jesús, él responde remitiéndolos al signo de Jon%s, el profeta del uicio y de la conversi!n 1*t (,2+3&(4 (6,&8. Cor el contrario, sus discípulos asociados a la iniciativa gratuita de ios al destino de Jesús,son proclamados bienaventurados, porque sus oos ven lo que los profetas y ustos desearon ver y no lovieron 1*t (2,(63(54 Lc (-,23&8.

En conclusi!n, los evangelios sin!pticos testimonian la existencia de una tradici!n en la que seconservan las palabras de Jesús, que presuponen su actividad taumatúrgica, en forma de exorcismos yde curaciones. La documentaci!n sobre la base de las sentencias evangélicas garanti"a un mínimo deconfiabilidad en relaci!n con los milagros de Jesús sobre la cual concuerdan también los críticos m%sexigentes.

. Los rela!os de milagroCara una lectura correcta de los textos evangélicos referentes a los milagros, se deben tener en cuentados datos'

a. Los textos evangélicos reproducen los milagros según los modelos literarios ya probados4b. Ellos se inspiran en la tradici!n religiosa de su ambiente.

El relato de curaci!n por eemplo sigue m%s o menos este esquema'a. ntroducci!n en la que se presenta el caso del enfermo en las condiciones de una persona que

no tiene esperan"as de curaci!n con los medios terapéuticos normales.b. Encuentro con el taumaturgo4 a la petici!n de curaci!n corresponden el gesto y la palabra

efica" de Jesús.c. 0onclusi!n y despedida, donde se registra tanto la curaci!n ocurrida como la reacci!n del

curado y de los testigos.


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9na variante de este modelo se tiene en el relato de exorcismo, que se resuelve en una especie deconfrontaci!n entre el taumaturgo y el espíritu de posesi!n, que es vencido, expulsado fuera delposeído.

En algunos casos el límite entre curaci!n y exorcismo no est% bien definido porque se habla de espíritu

de enfermedad 1Lc (2,(-8, de endemoniado ciego y mudo, curado por Jesús 1*t (,4 cf. *t ),232&4(5,(73(+8. Aasta un gesto poderoso de liberaci!n, como el control de la tempestad sobre el lago, esdescrito como una especie de exorcismo 1*c &,2)4 cf. (,78.

Bdem%s de este esquematismo literario, se debe tener en cuenta un segundo dato, a saber, la funci!ndel relato en el interior de la estructura del evangelio e incluso antes en el %mbito de la tradici!ncomunitaria. Blgunos relatos de curaci!n en los textos evangélicos ofrecen el pretexto para un debate odiscusi!n entre Jesús y los udíos observantes, cuando estos milagros son reali"ados en día de s%bado1*t 2,(364 Lc (2,(-3(54 Jn 7,(3(+4 ),(3&(8.

0ada evangelista ha transcrito el relato de milagro según su propia perspectiva cristol!gica ycatequética. Marcos ve en los milagros una manifestaci!n del poder salvífico de ios que est% presentey operante en Jesús, que se revela en plenitud en el contexto de su muerte y resurrecci!n. Cara elevangelio de Ma!eo los relatos de milagros se ubican dentro de los dos polos espirituales de suproyecto de catequesis' Jesús, el Aio de ios viviente, y la glesia como convocaci!n de los hermanosy de los peque$os, llamados a perseverar no obstante las tensiones internas y los conflictos externos.Los milagros son un llamado a la fe perseverante y activa en Jesús, *esías misericordioso, presente enla comunidad de discípulos. El evangelista L"cas presenta los milagros de Jesús como signo de lasalvaci!n ya anticipada en los gestos de los grandes profetas taumaturgos del B@, pero que se reali"aen este momento en la acci!n y palabra de Jesús, en espera de su pleno cumplimiento 1Lc &,()8.

@eniendo presentes estos presupuestos, se pueden examinar algunos relatos de milagros narrados por*arcos y establecer una confrontaci!n con los paralelos de *ateo y Lucas, para resaltar lascaracterísticas redaccionales y el mensae teol!gico y espiritual.

a. La curación del leproso (Mc "#$"%& Mt '$"& Lc %$)*

Este es el primer relato de milagro de un cierto relieve. >e encuentra en el capítulo ( de *arcos. Dtrosdos milagros est%n insertos en la ornada tipo de 0afarnaúm, donde se describe la liberaci!n de unposeído y la curaci!n de la suegra de Cedro 1*c (,2354 (,)32(8. Cero ellos no tienen el relievenarrativo y program%tico del relato del leproso curado. Este relato, conservado en todos los 2 sin!pticos,abre la serie de los gestos de Jesús y asume así un significado program%tico de mani+iesto. Go existeningún vínculo espacio3temporal evidente con el que lo precede inmediatamen3te, aunque este relato demilagro puede representar un eemplo de la actividad de Jesús en las sinagogas de galilea, como dice*c (,2).

*ateo sitúa este episodio después del >erm!n del *onte con esta nota redaccional' :0uando Jesúsdescendi! del monte, la multitud lo seguía= 1*t +,(8. En *ateo el relato del leproso curado abre la seriede las obras o gestos a favor de los pobres, en este caso, de los enfermos. Lucas con su típico estilodice de manera m%s genérica que un día Jesús se encontraba en una ciudad y un hombre cubierto dellagas lo vio y se le ech! a los pies rog%ndole' :>e$or, si quieres, puedes limpiarme= 1Lc 7,(8.

El relato de milagro en el texto de *arcos, seguido por los otros sin!pticos, reproduce el esquemacaracterístico de las curaciones. espués del encuentro, en el que se conugan la súplica y la petici!nde ser curado, se presenta la reacci!n de Jesús' el contacto con la mano, la palabra sanadora. Laconstataci!n de la curaci!n y el comentario o nota final ponen en evidencia la resonancia y la eficaciade la curaci!n obrada por Jesús.

Lo que impacta en el texto de *arcos, después de la súplica del leproso, es la reacci!n de Jesús.Bteniéndonos al testimonio del texto críticamente m%s seguro, no se debería leer :movido acompasi!n=, sino :airado=. Esto subrayaría la reacci!n de Jesús que recuerda de alguna manera laacci!n ante el poder del mal y de la muerte. En otras palabras, *arcos pone en paralelismo el poder de


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Jesús, que se revela en la liberaci!n de los poseídos, con la que se revela en la purificaci!n del leproso,que se convierte así en una especie de símbolo del dominio sobre el mal y sobre la muerte. *ateo yLucas no acogieron estos elementos típicos de *arcos.

El texto de *arcos dice' :Extendi! la mano, lo toc! y le dio' ;Hquiero, queda sanoIegún el texto del Lev(2,&73&6, el enfermo de lepra debe alearse de la comunidad y de la convivencia gritando ;inmundo,inmundo< y durante todo el tiempo en que tuviera el mal, se mantendr% aleado de la sociedad. /ivir%solo, en su habitaci!n, fuera del campamento.

Bteniéndonos a este texto, el leproso es impuro, no por ra"ones higiénicas solamente, sino en sentidoritual3religioso. Es un excluido de la comunidad santa. Esto es confirmado por la tradici!n, donde sedice que el leproso hace impura la casa al ingresar en ella. l se compara con un muerto, que haceimpuro a todo el que se le acerca. La ciudad que ha excluido a los leprosos es santa. Este estatuto valede modo particular para Jerusalén 1Klavio Josefo, Bntigedades udías, , ((,2 MM 6(36&8.

B la lu" de esta tradici!n y cultura udía, se comprende también la oraci!n del leproso a Jesús':purifícame=. Go es la petici!n de simple curaci!n, sino de la reintegraci!n en la comunidad santa.Bdem%s, también según la tradici!n udía, el leproso golpeado por ios, es un pecador. Cor estosmotivos, las prescripciones respecto de él tienen un valor no s!lo social, sino sagrado. El gesto deJesús que toca al leproso expresa su solidaridad con el excluido, con el enfermo y el pecador, y seconvierte al mismo tiempo en compromiso con su acci!n y presencia efica". En el gesto de Jesús seentrevé el de ios que toma bao su protecci!n a los débiles y a los indefensos 1cf. >al (2+,58.

La palabra ;sanadora< es referida por los tres sin!pticos con la misma f!rmula y expresa el poder deJesús. >iguen la constataci!n de la curaci!n y luego la palabra de Jesús que da significado a lacuraci!n del leproso en relaci!n con las instituciones udías. *arcos en este punto a$ade una frasemisteriosa' :espués de haberlo amonestado severamente, lo despidi! y le dio' :Le despidi! alinstante prohibiéndole severamente' :*ira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote yha" por tu purificaci!n la ofrenda que prescribi! *oisés para que les sirva de testimonio=. 1*c (,&23&&8.Crobablemente esta expresi!n :prohibiéndole severamente= hay que relacionarla con el clima o alusi!nque *arcos estableci! entre el gesto de curaci!n y los gestos de exorcismo. @odos los sin!pticosrefieren las palabras de Jesús o su mandato de no decir nada a nadie, sino de presentarse alfuncionario religioso y dar testimonio de la curaci!n según la norma de *oisés.

La expresi!n :para que les sirva de testimonio= se encuentra también en *c 6,(( 1cf. *c (2,)8 y podríatener este significado' no es la simple constataci!n médico3legal de una curaci!n ocurrida para tener elpermiso de reingresar a la comunidad civil, sino que se trata de un evento que, como el evangelio, seconvierte en uicio, propuesta salvífica o sentencia de condena. La expresi!n puede tener también elsignificado de denuncia. La iniciativa de Jesús es un testimonio contra las instituciones udías,representadas por el sacerdocio. En estas instituciones el leproso es un segregado. La manifestaci!ndel reino en el gesto de Jesús, que se solidari"a con el excluido y el enfermo, anuncia el fin de lasinstituciones discriminantes marginadoras.

Este significado del gesto de Jesús podría iluminarse si se sitúa en la tradici!n bíblico3evangélica, quepone la curaci!n de los leprosos entre los signos de la intervenci!n escatol!gica de ios. El texto de *t((,7 entre las obras del *esías enumera explícitamente la curaci!n de los leprosos 1cf. Lc 5,8. Enotras palabras, el texto de Jesús aparece como un gesto mesi%nico, es decir, como la obra queatestigua la presencia liberadora de ios de la muerte y del mal, según las expectativas proféticas. Esegesto se convierte en buena noticia y pone al hombre ante la necesidad de hacer una elecci!n. Estovale también para los tutores de las instituciones udías' los sacerdotes.

Este aspecto es subrayado por la conclusi!n de *arcos' :Cero él, así que se fue, se puso a pregonarcon entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público enninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. ? acudían a él de todaspartes.= 1*c (,&78. *arcos, seguido sin demasiada convicci!n por Lucas, pone una ve" m%s en


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evidencia el aspecto parad!ico del evento Jesús. *ientras él es obligado a retirarse a lugares solitarios,las multitudes vienen hacia él. En forma visuali"ada se expresa ese aspecto parad!ico y ambivalenteque est% presente en las palabras y en los gestos de Jesús. El evangelio debe ser proclamado en lamisi!n que reali"a el leproso. Cero la plena revelaci!n del *esías no puede tener lugar en estemomento, porque existe el peligro de malinterpretar su misterio profundo. Esta tensi!n entre

manifestaci!n del reino de ios en los gestos de Jesús y la voluntad de mantener la discreci!n sobre elmisterio de su identidad, constituye el llamado secreto mesiánico que es subrayado de maneraparticular en los textos de *arcos y que responde a su modo de ver la figura y la acci!n de Jesús.

En la edici!n de *ateo, que sigue fielmente el texto de *arcos en su estructura esencial, las palabrasde Jesús dirigidas al leproso curado tienen un doble valor' por una parte, permiten entender que elmilagro y la curaci!n del leproso son un signo de que el tiempo mesi%nico de la salvaci!n ha sidoinaugurado por la actividad liberadora de Jesús 1cf. *t ((,74 (-,+84 por otra, dicen que el gesto de Jesúsno va contra la ley, sino que la cumple super%ndola. Bllí donde interviene la fuer"a sanadora de ios yano hay necesidad de aquellas instituciones legales que segregan a los leprosos sin eficacia salvífica.

En el texto de Lucas se entrevé una referencia al B@ acerca de la curaci!n de la lepra, reservada a losprofetas m%s grandes. Esto es evocado explícitamente en la escena program%tica de Ga"aret 1Lc &,58.9na alusi!n específica al milagro de Eliseo est% presente en el relato de los die" leprosos quesolamente Lucas relata 1Lc (5,((3()8. ncluso la alusi!n a la palabra que se difundía puede estarincluida en la visi!n misionera de Lucas. El movimiento de las multitudes, que buscan la ayuda curativade 0risto, contrasta con su búsqueda de intimidad y de silencio. @ambién la acentuaci!n de la oraci!nes un rasgo característico de Lucas, quien concluye el relato del leproso sanado con esta expresi!n':Cero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba.= 1Lc 7,(68.

b. La liberación de un endemoniado (Mc %$#& Mt ''$,"& Lc ')$,-*

El episodio del endemoniado de Nerasa liberado por Jesús, en el texto de *arcos hace parte de lasecci!n de los milagros, que va desde *c &,27 a 7,&2. El relato marciano sustancialmente es seguidopor los otros sin!pticos, con algunas variantes que reflean la perspectiva de los respectivos autores yqui"%s la influencia de una tradici!n particular. La amplia y particulari"ada descripci!n del endemoniado,hace de trasfondo a este cuadro' él trata de resaltar la grande"a del milagro mostrando el poder deJesús en confrontaci!n con la fuer"a de destrucci!n y de muerte, que se abate sobre el hombre y serevela también en el ahogamiento de la piara de puercos.

El texto de *arcos se puede subdividir, según el esquema de los relatos de exorcismo, así'

(8 ntroducci!n # presentaci!n del protagonista endemoniado, poseído por una fuer"a queestremece y deshumani"a.

8 El encuentro' la palabra de Jesús ordena al demonio que dee al hombre poseído4 la eficacia dela palabra de Jesús tiene una resonancia en la ruina de la piara de puercos.

28 El conunto concluye con la reacci!n de los porqueri"os y de los gerasenos, que se enteran delo sucedido.

&8 La palabra con la que Jesús se despide del hombre endemoniado, encarg%ndole una misi!nevangeli"adora en el territorio pagano.

La parte m%s amplia y particulari"ada es reservada por *arcos a la presentaci!n del hombre golpeadopor la posesi!n demoníaca 1*c 7,(378. 9no tiene la impresi!n de que el texto actual de *arcos resultade la fusi!n de dos tradiciones, porque se relata en dos momentos el encuentro de Jesús con elendemoniado. Bl inicio' : Mar# $%&'( l ver de leos a Jesús, corri! y se postr! ante él 5 y grit! con granvo"' :Bpenas salt! de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espírituinmundo.= 1*c 7,8 y luego' :Bl ver de leos a Jesús, corri! y se postr! ante él y grit! con gran vo"':OPué tengo yo contigo, Jesús, Aio de ios BltísimoQ @e conuro por ios que no me atormentes= 1*c7,6358.

Entre estos dos encuentros se coloca la descripci!n particulari"ada del poder demoníaco queestremece a este hombre segreg%ndolo de la convivencia y releg%ndolo a la "ona de la muerte, los


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sepulcros. Es una fuer"a que se expresa en la destrucci!n del hombre' :que moraba en los sepulcros ya quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado congrillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destro"ado los grillos, y nadie podía dominarle. ?siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose conpiedras.= 1*c (,28.

El momento del encuentro sirve para subrayar el poder de Jesús, quien pregunta el nombre al espírituinmundo orden%ndole que dee al hombre poseído. El nombre, con el que se presenta el poderdemoníaco Legión, sirve todavía para expresar la estructura de esta fuer"a que domina al hombre y loconfina a la "ona de la muerte. La orden de Jesús permite a los demonios que se posesionen de loscerdos y el efecto que sigue de ello muestra la fuer"a estremecedora y mortal del demonio. e esemodo resalta el poder liberador de Jesús.

*arcos subraya el hecho de que los puercos eran unos dos mil y se ahogan uno tras otro en el mar,cuando el demonio entra en ellos. La reacci!n de los porqueri"os, que huyen llevando la noticia a laciudad y al campo, y la llegada de la gente, expresa todavía el contraste entre la acci!n liberadora deJesús y la imposibilidad de superar el recha"o que viene del mundo humano.

*ientras Jesús logra liberar al hombre de la posesi!n demoníaca, él mismo es expulsado del territoriode los paganos. Cero sobre aquel territorio él dea un representante del evangelio. El episodio de*arcos concluye con la invitaci!n que Jesús dirige al curado, después de haber declinado su petici!nde estar con él o de ser su discípulo' :Cero no se lo concedi!, sino que le dio' :/ete a tu casa, dondelos tuyos, y cuéntales lo que el >e$or ha hecho contigo y que ha tenido compasi!n de ti=. l se fue yempe"! a proclamar por la ec%polis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedabanmaravillados.= 1*c 7,()3-8.

El lenguae de la invitaci!n de Jesús' :cuéntales lo que el >e$or ha hecho contigo=, es característico dela misi!n o catequesis cristiana. En aquel territorio, que est% bao el se$orío de >atan%s y que haexperimentado un signo del poder liberador del reino de ios de manera prefigurativa, se ha puesto unsigno de la obra de evangeli"aci!n y el hombre liberado es el testigo de ello.

Los otros dos evangelios, *ateo y Lucas, siguen el esquema del relato de *arcos con algunos retoquesque reflean su perspectiva teol!gica. En *ateo el peque$o drama gira en torno al personae central,que es Jesús. En efecto, los discípulos no aparecen absolutamente en la descripci!n de *ateo. En elversículo inicial, a diferencia de *arcos y de Lucas, él habla s!lo de Jesús, que desembarca en la otraorilla, en el país de los gadarenos, aunque en el episodio precedente #la tempestad en el lego # élestuviera en la barca con los discípulos.

*ateo retoca la edici!n de *arcos según esta perspectiva cristol!gica. En primer lugar, precisa lalocalidad hablando del país de los gadarenos y no de Nerasa o de los gerasenos, como hacen lostextos de *arcos y de Lucas4 en segundo lugar, él redobla el número de los endemoniados según unatendencia típica, es decir, dispone los personaes en pareas en una especie de hermanamiento 1cf.),54 -,2-' dos ciegos8. En el caso presente, mateo con esta amplificaci!n de los protagonistas haquerido sinteti"ar la pluralidad de los gestos de exorcismo, conservados en la tradici!n evangélicacomún.

La novedad del texto de *ateo vuelve a sobresalir en la solemne profesi!n de fe cristol!gica que élpone en boca de los endemoniados' :OPué tenemos nosotros contigo, Aio de iosQ OAas venido aquípara atormentarnos antes de tiempoQ= 1*t +,)8. El poder demoníaco reconoce la identidad misteriosade Jesús y advierte su presencia en territorio pagano como una amena"a contra su dominio indiscutido.La venida de Jesús, al país de los gadarenos, es un signo del se$orío de ios, que hace retroceder elreino de >atan%s. Es Jesús mismo quien en el primer evangelio da este sentido a los gestos deexorcismo' :Cero si por el Espíritu de ios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros elReino de ios.= 1*t (,+8.

>egún las concepciones difundidas en el ambiente udío, atestiguadas por la literatura ap!crifa, laacci!n de los poderes demoníacos se limita al período que antecede a la irrupci!n del reino de ios


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1(Aenoc (6,(8. *ateo interpreta la acci!n salvífica de Jesús según este esquema' su venida hist!rica esun signo que preludia y anticipa su venida final, cuando el poder sat%nico ser% destruido definitivamente1*t (2,253&24 7,&(8. Cor tanto, la ruina de los demonios, que a una orden de Jesús se precipitan enlas aguas del lago, representa un signo de la irrupci!n del tiempo mesi%nico.

ncluso en la conclusi!n del episodio se nota la perspectiva característica del autor. *ateo entronca surelato con un recha"o de Jesús por parte de los gadarenos' ellos en efecto lo instan a que se alee desu territorio. Jesús se va solitario como había llegado de la tierra de los paganos. l es enviado porahora s!lo :a las oveas perdidas de la casa de srael= 1*t (7,&8. La misi!n de los paganos est%reservada al tiempo posterior a la Cascua, cuando Jesús ser% entroni"ado en la plenitud de sus poderesmesi%nicos 1*t +,(+8. Cor tanto, el primer evangelista no recuerda en absoluto, como hacen losprimeros sin!pticos, el papel misionero del endemoniado sanado, que de alguna manera sustituiría enla tierra pagana el papel de Jesús.

Lucas concentra su interés narrativo en el hombre poseído por el demonio, descrito de tal modo queatraiga la compasi!n. l hace explícita la idea de *arcos sobre el fin y el encarcelamiento de lasfuer"as demoniacas en el abismo 1Lc +,2(4 cf. Bp -,(32.(-8. Las multitudes de los gerasenos sonpresentadas bao un aspecto favorable4 ellas no expulsan a Jesús a causa de los cerdos perdidos, sinopor miedo 1Lc +,258. Krente a la manifestaci!n potente de Jesús reaccionan con la reverenciacaracterística ante la manifestaci!n de lo divino. Bdem%s, en el relato de Lucas Jesús aparece como elque salva al hombre recha"ando en el abismo a las fuer"as del mal.

c. La curación de la hemorroisa y la resurrección de la hia de /airo (Mc %$",& Mt -'$)& Lc'"#$%)*

Este episodio, como el anterior del endemoniado, hace parte de los cuatro grandes gestos de poder dela colecci!n de milagros que narra *arcos en un crescendo significativo. *arcos relata el milagro deldominio sobre las fuer"as desencadenadas de la naturale"a # la tempestad calmada # donde Jesús serevela como el >e$or que domina el caos 1*c &,273&(84 sigue el relato del gesto victorioso de Jesússobre las fuer"as demoníacas, luego la curaci!n y finalmente, al final, la victoria sobre la muerte con laresurrecci!n de la hia del efe de la sinagoga.

Lo que impacta en este último relato es la disposici!n de los dos relatos, uno encaado en el otro' el dela hemorroisa y el de la ni$a resucitada. Este artificio literario, presente en otras secciones de *arcos,se debe a un motivo catequístico' invitaci!n a interpretar un relato mediante otro relato. En efecto, losdos milagros se encuentran ya sea a nivel superficial' se trata de dos mueres4 la hemorroisa est%enferma desde hace ( a$os y la hia de Jairo tiene ( a$os4 ya sea a nivel profundo' los verbos salvar y los motivos correspondientes salvar y creer , dominan los dos fragmentos evangélicos. Cor tanto, losdos milagros pueden ser aproximados, porque concurren ambos con un encuentro3contacto con Jesús,que es puesto en evidencia explícitamente por *arcos.

(8 La curaci!n de la hemorroisa 1*c 7,732&4 +,&23&+4 *t ),-38

El relato de la muer que sufre de fluos de sangre est% insertado después de la llegada y la súplica delpadre de la ni$a. El relato est% construido según el esquema de los relatos de curaci!n. Creceden unosdatos acerca de la naturale"a y la duraci!n de la enfermedad' una muer que desde hace ( a$os est%afectada por una hemorragia4 ( es una cifra redonda. Luego son evocados los inútiles y dispendiososintentos hechos donde los médicos, con una tendencia peyorativa en *arcos. Estos aspectossignificativamente son deados a un lado o pasados por encima por Lucas. @odo esto sirve parasubrayar la grande"a del milagro. ste sucede después de haber tocado el vestido de Jesús y de lafuer"a que sale de él.

El gesto de la muer que toca el borde del vestido de Jesús # detalle subrayado por *t ),- y por Lc+,&& # podría ser entendido en la perspectiva de la cultura del ambiente bíblico3udío, donde el vestidoes el símbolo de la persona. El gesto de la muer, m%s que un acto m%gico, podría indicar una sumisi!n


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al sanador para poder obtener la curaci!n. Bl gesto de la muer, sigue la constataci!n de la curaci!nocurrida' «E inmediatamente ella sinti! que había sido curada de aquel mal» 1*t 7,)8.Cero el interés del relato evangélico no se detiene aquí. En la escena que sigue, presentada con vívidaplasticidad por *arcos, se pone en evidencia el significado profundo del acontecimiento. 0on lapregunta de Jesús' «OPuién me ha tocadoQ», y la incomprensi!n de los discípulos, *arcos coloca el

hecho sobre el plano verdadero. Go se trata de un tocamiento físico3m%gico, sino de aquel contacto ques!lo mediante la fe puede salvar. El versículo conclusivo lleva el episodio a su vértice. Jesús dice' «Aia,tu fe te ha salvado, vete en pa" y queda curada de tu mal» 1*c 7,2&8. Esta palabra que llega tarderespecto de la curaci!n que ha sucedido, tiene la precisa finalidad de corregir la primera impresi!n.Jesús garanti"a la salvaci!n a quien cree. Cor eso no se reprueba la actitud m%gica de la muer, sinoque se resalta en su gesto aquello que puede llamarse' +e 0ue salva.

Esta fe es la base de la relaci!n salvífica con Jesús. El episodio de la muer sanada se vuelve signoemblem%tico del camino de fe. ncluso en una situaci!n como aquella de una muer golpeada por el tabúde la sangre 1Lev (7,78, Jesús se revela como >alvador. La única condici!n es la fe aunque seaembrionaria como la de la muer que busca obtener la curaci!n mediante el contacto con su vestido.

8 La resurrecci!n de la hia de Jairo 1*c 7,273&28

Los Milagros de Jesús - Fabris

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