Libro de Biocombustibles

7/25/2019 Libro de Biocombustibles

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ALBERTO ARIAS DVILAHUMBERTO TOBN

APOCALIPSIS AMBIENTAL?Futuro incierto para la humanidad

BIBLIOTECA AMBIENTAL


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ALBERTO ARIAS DAVILA HUMBERTO TOBON

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CAPITULO 1

AGROCOMBUSTIBLESUn negocio que produce hambre


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Captulo 1. AGROCOMBUSTIBLES, UN NEGOCIO QUE PRODUCE HAMBRE

LOS AUTORES

Alberto Arias Dvila. Economista con estudios de especializacin en Economa Ambiental (Flacso-Unesco), Educacin Ambiental (Santo Tomas de Aquino) y gerencia Pblica (UNED). Se desempeadesde hace once aos como director general de la Corporacin Autnoma Regional del Risaralda CARDER, que es la autoridad ambiental de dicho departamento, donde tambin ejerci como ContralorGeneral. Fue funcionario de la Administracin Nacional de Impuestos.

Humberto Tobn. Economista y Comunicador Social Periodista con estudios de especializacin enFinanzas (EAN), Economa Ambiental (Flacso Unesco) y Ciencias Polticas (U. Javeriana).Actualmente es asesor del PNUD en Objetivos de Desarrollo del Milenio. Ha sido consultor de laCARDER, Organizacin Internacional de las Migraciones, Comunidad Andina de Naciones, DANE,Empresa de Energa de Pereira y Contralora de Risaralda. Adems fue gerente asistente deEmpresas Pblicas de Pereira y Secretario de Planeacin del Tolima.


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INTRODUCCION 5

A QU LLAMAMOS AGROCOMBUSTIBLES? 11

POR QU EL AUGE DE LOS AGROCOMBUSTIBLES? 12

AGROCOMBUSTIBLES EN VEZ DE GASOLINA? 15DAOS AMBIENTALES DE LOS AGROCOMBUSTIBLES 17

REVOLUCION VERDE Y TRANSGNICOS 21

RELACION ENTRE LOS AGROCOMBUSTIBLES Y EL HAMBRE 27

Alimentos escasos 28

Alimentos caros 30

Los agrocombustibles son parte del problema 31

Reaccin social 33

Autarqua alimentaria 35

Lucha frontal contra el hambre 37

Qu acciones se deben emprender? 40

UN CONSUMO CRECIENTE DE ENERGIA 42

Conductas impropias de los gobiernos 47

Alianzas mortales 48LOS AGROCOMBUSTIBLES SON UN BUEN NEGOCIO? 49

Amenazas de los agrocombustibles 51

Amenazas contra los agrocombustibles 51

LAS QUIMERAS COLOMBIANAS SOBRE LOS AGROCOMBUSTIBLES 54

BIBLIOGRAFIA 59


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INTRODUCCION

No es decente, ni tico, ni econmico, ni sostenible, nioportuno, que Colombia est transitando a ciegas por la va de

los Agrocombustibles, sin haber avanzado en una discusinseria sobre la conveniencia o no de entrar en este negocio, elcual necesariamente enfrentar caminos tortuosos queimpactarn la soberana alimentaria del pas y la calidad devida de millones de personas.

Lo lgico es que frente a un tema tan crtico, el gobiernonacional auspicie un debate sobre cul es la balanza queofrece este agronegocio, para tener bases ciertas al momento

de dictar una poltica pblica. Pero lo que ha sucedido hasta elmomento, es la imposicin de una medida interesada en quelos grandes productores agrcolas concentren gran parte desus esfuerzos en cultivos con alto potencial para ser dedicadosa las industrias del etanol y el biodisel; y en que lleguencapitales multimillonarios con la apariencia de salvadoreseconmicos del campo, para que aprovechen adecuadamentela biomasa y acumulen riqueza.

Lo que los colombianos esperan es que cuando las vocesoficiales lancen entusiastas frases en favor de los

Agrocombustibles, estn respaldas en estudios quedemuestren cules son los impactos que este frente productivotendr sobre la sociedad y el desarrollo sustentable. Laesperanza es que las autoridades ambientales del pas asumanen su integridad el papel de defensoras de los activos naturalesy de la calidad de vida de los habitantes, y presenten sus


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argumentos basados en criterios tcnicos y cientficos y no esposiciones de conveniencia poltica.

Para avanzar en esta discusin es necesario encontrar

escenarios acadmicos, polticos y sociales, con el fin de quelos ciudadanos puedan tener la oportunidad de reflexionarsobre afirmaciones tan drsticas como la pronunciada por elRelator Especial de la ONU para la Comida, Jean Ziegler, apropsito de las siembras dirigidas a sostener la industria delos combustibles: "es un crimen contra la humanidad".

Un debate amplio puede incentivar a que los expertosdefensores y opositores de los Agrocombustibles, planteen sus

posiciones para aclarar las dudas sobre este tema, que hadespertado tantas reacciones en diferentes lugares del mundo:mexicanos, chinos, brasileos, rusos, haitianos, franceses,hondureos, norteamericanos, hindes e italianos, vienenprotestando airadamente por los efectos dainos queocasionan estos combustibles en la agricultura y la perversidadque ellos tiene en trminos de alimentacin para las familias.Sus principales argumentos tienen que ver con que gran partede la produccin de maz, soya, yuca, remolacha y trigo se est

yendo con destino a los agrocombustibles, presionandoaumentos significativos en los precios de estos alimentos, queson la base de la nutricin en varios pases.

Informes periodsticos1 advirtieron a finales de 2007 que envarias naciones el precio de la leche haba subido hasta en un200%, mientras que el maz y el trigo promediaban un

1El planeta entra en una crisis alimentaria sin precedentes. Revista Cambio edicin del 21 de noviembre de 2007.Consultada en internet en: http://www.cambio.com.co/mundocambio/751/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-3825682.html


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incremento del 50%. Tambin se report que en Rusia lasalzas fueron tan agudas, que el Gobierno decret unamoratoria para los precios de la leche y el pan. Los noticierosde televisin paralelamente mostraban imgenes de miles de

mexicanos marchando en las distintas provincias, protestandopor el alza en los precios del maz.

En Colombia, por ejemplo, el maz tuvo un crecimiento en elprecio al consumidor del 125% entre octubre de 2006 y octubrede 2007. Cosa similar ocurri con la yuca, la papa, la soya y elazcar, con graves impactos para la dieta de los compradores,especialmente los ms pobres. Este comportamiento delmercado fue el causante de que la inflacin de 2007 excediera

todos los clculos de las autoridades econmicas colombianas.El fenmeno inflacionario no slo se produjo por lacompetencia natural y tradicional surgida en el mercado por lasleguminosas, gramneas, liliceas y tubrculos para utilizarlascomo alimentos, sino porque muchas hectreas que sededicaban a producir una gran variedad de productos para laalimentacin humana y animal, fueron desplazadas porsistemas homogneos e intensivos para garantizar la mezclade combustible para los carros, reduciendo la oferta de comida.

Para 2008 la situacin se torn ms crtica. Ya no eran sloalgunas publicaciones periodsticas las que alertaban sobre lacrisis alimenticia. Fueron todos los medios de comunicacinlos que empezaron a dedicar amplios espacios de anlisissobre una situacin que est afectando de manera directa a loshabitantes de 43 pases, especialmente africanos.


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Organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos y laFAO, pertenecientes al Sistema de Naciones Unidas, sealaronque la ausencia de suficiente comida pona en riesgo demuerte a los integrantes del famlico club integrado por 860

millones de personas, que viven en pases donde las tierrasson improductivas y donde los precios de la alimentacin haaumentado de manera exagerada. Esto condujo a que losprogramas de ayuda humanitaria anunciaran que con losrecursos que tenan no era posible atender a las personas quetradicionalmente se beneficiaban con las raciones de alimentoy pidieron aportes extras a los pases ricos por cerca deUS$500 millones.

De seguir aumentando el precio de los alimentos yacelerndose su escasez, se estima que el nmero dehambrientos en el mundo sobrepasara las 1.000 millones depersonas en la prxima dcada y aumentara la cantidad diariade muertos por inanicin, que hoy suma alrededor de 13.000personas. Sin embargo, esta situacin pareciera sloimportarle a algunos sectores de la sociedad y a entidades deayuda humanitaria que tratan de paliar la crisis, dado que otrossegmentos, entre ellos los manipuladores de semillas

transgnicas y empresarios de agrocombustibles, se muestraninconmovibles ante las imgenes de miles de familiasesquelticas caminando por el desierto en bsqueda de agua ycomida.

A pesar de la gravedad social que acarrea el hambre, hay unamirada complaciente entre quienes creen que este aumento delos precios mejorar el ingreso de los productores, sumidosdurante aos en un esquema econmico que les ha impedido


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obtener ganancias significativas y que en algunos pases, comoEstados Unidos, se han mantenido a flote gracias a losmultimillonarios subsidios que paga el gobierno.

Estamos asistiendo a un fenmeno donde las razones de laeconoma estn chocando con las urgencias bsicas del serhumano, y las diferencias no se estn zanjando en el escenariode la tica sino en el campo del mercado. Parece importarmuy poco que millones de personas hambrientas vean pasarfrente a s a miles de carros cargados con alimentos que vancon destino a las destileras para producir etanol y poderresponder adecuadamente a unos consumidores ansiosos detener combustibles para sus carros. Nuestra sociedad se ha

vuelto lo suficiente idiota para ser capaz de prescindir de lacomida con tal de ir en coche, tal como presagiaba quesucedera Lovelock2.

Se cuentan por miles los productores que han respondidoafirmativamente al llamado que hacen voceros de los gobiernosy del capital privado, para que amplen la frontera agrcola ydediquen los actuales y nuevos terrenos a producir unabiomasa suficiente para que el mercado tenga un

abastecimiento de combustibles limpios y a cambio recibanbuenos precios por su produccin. Los campesinos sern losgrandes ganadores ante el aumento de los precios de losalimentos y ello redundar en su bienestar social, han dicho,por ejemplo, el Ministro de Agricultura y los dirigentes gremialesde Colombia. Sin embargo, la estructura tradicional delmercado agrcola de este pas, no permite que estas bonanzasbeneficien al origen de la cadena productiva y hace que las

2Lovelock, James. La venganza de la tierra. Ed. Planeta, p 106.


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utilidades se concentren en manos de los grandes productoresy comercializadores, para quienes el campo s va camino deser un gran negocio.

Y de la pobrera, qu? Quin les asegurar su alimentacin? Es humanamente degradante pensar que la comida, que debeestar destinada a los seres humanos, ahora est orientada,adems de la ganadera y la avicultura, a brindarlescombustible a los vehculos, con el fin de darle cumplimiento auna poltica censurable de los gobiernos, quienes han impuestomedidas obligatorias sobre uso de agrocombustibles en eltransporte, con el fin de llenar los bolsillos de millonariosinversionistas, que de manera directa estn sometiendo a los

ms indefensos al horror del hambre, en vez de impulsaropciones energticas alternativas como el gas natural, elhidrgeno y la energa de fisin nuclear3.

3Rotura del ncleo de un tomo, con liberacin de energa, tal como se produce mediante el bombardeo de dichoncleo con neutrones.


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A QU LLAMAMOS AGROCOMBUSTIBLES?

Los agrocombustibles se derivan de la biomasa, o sea, deproductos biolgicos que tienen la cualidad de producir

energa. Durante aos este tipo de combustible se extrae deresiduos agrcolas e incluso del estircol. Los campesinos loutilizan como fuente de energa para su uso domstico.

La crisis mundial del petrleo, generada por los altos preciosdel barril4, hizo que los ojos de los gobiernos y losinversionistas se posaran sobre esta tcnica biomsicatradicional para que ella se expandiera de los pequeospredios hacia el gran mercado de los combustibles, convertida

en etanol y biodisel. Ante esta nueva realidad ya no sonsuficientes los residuos de la produccin agrcola, lasdeposiciones del ganado y los sobrantes de madera en laspropiedades rurales. Ahora se requiere mucho ms: grandesextensiones de sembrados de maz, yuca, remolacha, caa deazcar, soya o sorgo, con el fin de responder a una demandacreciente de combustible para mover especialmente losautomotores.

Hay pases que se han especializado en la produccin deetanol como Brasil y Estados Unidos, quienes tienen controladoel 90% del mercado mundial de este combustible. Sinembargo, no logran suplir el 1% de la demanda. El biodisel,por su lado, que se elabora a partir de soja, canola, palmaafricana o higuerilla, tiene como los grandes productores a

4El petrleo West Texas Intermediate (WTI) referencia tipo en el mercado estadounidense- lleg a cotizarse el 16mayo de 2008 en 126,2 dlares por barril, en tanto el barril de Brent super la barrera de 120 dlares en el mercadode Londres para entrega en junio.


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Alemania, Francia y Estados Unidos, que entre los tresacumulan el 90% de la produccin orbital.

Pero la evidencia de que los agrocombustibles no son tan

eficientes energticamente como se haba dicho en unprincipio5 y que el mal uso de las biomasas va camino aconvertirse en una tragedia humana que se traducir enmiseria, desplazamiento, desnutricin y muerte por inanicin,ha creado una tendencia que est pensando en recurrir acombustibles provedos por desperdicios agrcolas yalimenticios, paja, sobrantes de madera y plantas tropicales,cuyos impactos en el medio ambiente no seran tan dainos.Estos denominados agrocombustibles de segunda generacin

se pueden manejar a baja escala y podran no afectar la ofertade comida y permitirles ingresos marginales a los campesinos.Sin embargo, sus niveles de produccin no alcanzaran a cubrirlas expectativas ms conservadoras de los inversionistas enagrocombustibles, para quienes lo ideal es intervenirdirectamente en cultivos extensos y homogneos.

POR QU EL AUGE DE LOS AGROCOMBUSTIBLES?

El principal mercado de combustibles fsiles es EstadosUnidos. All se genera el 25% de las emisiones de CO2 delmundo, a pesar de que este pas nicamente posee el 5% de lapoblacin. Una de sus industrias ms poderosas es laautomotriz, que requiere un abastecimiento seguro ypermanente de combustible. El que siempre han utilizadodurante su auge industrial ha sido el petrleo y sus derivados.Los proveedores del 60% de la demanda norteamericana y

5Lo cual se ir demostrando a lo largo del presente libro con base en informes de investiga ciones cientficas.


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quienes poseen las ms grandes reservas mundiales dehidrocarburos son naciones que estn por fuera de la rbitageopoltica del gran imperio. Esto sumado al incrementoacelerado de los precios del barril, han originado un panorama

crtico para esta economa, a tal punto que oblig a susautoridades a auscultar una alternativa energtica que pudieracomplementarse con la gasolina y que en el futuro estuviera encapacidad de responder a la demanda total de combustibles.La respuesta que se encontr, en principio, fue la de los

Agrocombustibles, los mismos que utilizan los campesinos paraencender sus lmparas y fogones.

La primera estrategia utilizada fue contratar cientficos para que

elaboraran estudios sobre las biomasas ptimas para laproduccin de energa. Con los datos en la mano, el siguientepaso fue convencer a los productores del campo que losagrocombustibles eran la salvacin de la agricultura y quequienes se dedicaran a la siembra de aquellos productoscapaces de generar etanol y aceite se convertiran en unaespecie de petroleros agrcolas. Las riquezas inundaran laszonas rurales y la produccin tendra mercados seguros yprecios altamente remunerativos.

La tercera fase de la estrategia hizo relacin con laconstruccin de un discurso igualmente impactante: si se usanlos agrocombustibles se le causar un menor dao al planeta ydisminuir el efecto invernadero, controlndose de paso elcambio climtico. Estos argumentos emotivos y llenos deintenciones altruistas en favor del ambiente, crearon una ola derespaldo inicial sin precedentes a esta fuente energtica.


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Por estas razones es que Estados Unidos incentiv a susproductores de maz para ampliar sus siembras. Les entregmultimillonarios subsidios, que ayudaron a que hoy ellos estnaportando la materia prima para la produccin de 14 millones

de litros diarios de etanol, que apenas s abastece al 2% de suparque automotor. Vislumbrando un negocio rentable, Brasillanz un plan de siembra de caa, ya no para la produccin deazcar, sino para el etanol. Pronto este pas produjo 16millones de litros diarios de alcohol carburante. Una parteimportante es consumida por su propia industria automotriz,que de acuerdo con normas legales debe utilizar unacombinacin de 75% de gasolina y 25% de etanol.Marginalmente han entrado a este mercado la Unin Europea,

India y China.

Sin embargo, la produccin mundial es tan baja aun, que elpropsito inicial de tener una fuente de energa natural quereemplazara los combustibles fsiles, no se est cumpliendo yello preocupa a las grandes potencias. Ante las cifras deproduccin de etanol, el presidente Bush ajust el discurso ysali a recorrer el mundo para convencer a los gobiernos y lassociedades de pases cuya economa depende esencialmente

de sus biomasas, para que se aliaran con Estados Unidos en lagran cruzada mundial por dotar al planeta de un combustiblenatural que le causara menos dao a la atmosfera y se pudierasuperar la adiccin al petrleo. Acord con las grandesfactoras de automviles como General Motors, Ford y Chryslerpara que adaptasen sus motores y pudieran funcionar concombustibles naturales.


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Bush viaj por Brasil y Colombia y varias nacionescentroamericanas. Sus esfuerzos no resultaron vanos.Muchos gobiernos se comprometieron con l a abastecerlo deetanol y biodisel. Colombia celebr alborozada que el sector

agrario haba encontrado por fin una opcin econmicamenteatractiva, y que ahora los campesinos seran una especie deRockefeller criollos que podran producir ya no oro negrosino lquidos blancuzcos o verdosos para contribuir a mover lagran economa norteamericana y recibir a borbotones losdlares que el pas requera para enrutarse por la senda deldesarrollo y el crecimiento. El presidente lvaro Uribe, ofrecipor lo menos un milln de hectreas para sembrar caa ypalma de aceite.

El mismo Bush fue mucho ms all, y destin US$86 millonespara que los cientficos de su pas descubrieran nuevas fuentesnaturales de combustibles, pues el propsito de la Unin

Americana es que antes de 2025 se tendr que reemplazar el70% de la demanda de petrleo por una energa alternativa.En la estrategia inicial est construir once plantas de energaatmica.

AGROCOMBUSTIBLES EN VEZ DE GASOLINA?

El mundo es capaz de producir el agrocombustible necesariopara reemplazar la gasolina? La respuesta es simple: No. Elmundo entero no tiene tierra suficiente para cultivar loscereales o las leguminosas para responder a la demanda decombustibles de origen natural. Este dato puede resultarsignificativo, anualmente se producen y se consumen 26.000millones de barriles de petrleo (aproximadamente cuatro


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billones de litros) para mover un parque de 900 millones deautomotores y la casi totalidad de la industria.

Por ejemplo, si Estados Unidos pretende suplir su consumo

interno de gasolina con bioetanol, ser necesario quemultiplique por 77 su rea cultivada de maz. Pero no tieneespacio suficiente para hacerlo. Ahora, hipotticamente estepas podra comprometer toda su extensin territorial apta parala agricultura, que suma alrededor de 175 millones dehectreas, a la produccin de maz como materia prima para eletanol. Aun as, slo sera capaz de atender el 50% de supropia demanda, debido a los niveles de productividad de latierra y a las restricciones que imponen las estaciones

meteorolgicas, lo cual indica que no sera posible unaproduccin continua durante los doce meses del ao. En elmediano plazo, en este supuesto, debido al agotamientoproductivo de los terrenos, a la necesidad de resiembras y alcrecimiento del parque automotor, slo podra atender menosdel 30% del mercado.

Regresando a la realidad, la situacin para Estados Unidos escrtica, ya que slo ser capaz racionalmente de

autoabastecerse de agrocombustibles en mximo el 5%. Lanica solucin posible que tienen, y as lo han entendido ellosperfectamente, es salir a buscar el combustible en pases confortalezas biomsicas. Pero tendrn que enfrentar variosinconvenientes, el primero, es que las naciones productorasusaran su etanol y su biodisel para suplir sus necesidadesinternas. Y en el caso de que hubiese excedentes, el preciollegara a niveles insospechados, pues pases europeos yasiticos competiran con Estados Unidos por hacerse a ellos,


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debido a que tambin tienen limitaciones en sus tierras paraproducir la materia prima que requieren.

Esta pintura de la realidad nos lleva a lo que se ha dicho en

muchos escenarios, que no hay suficiente espacio deproduccin agrcola en el planeta para garantizar elagrocombustible que demanda la industria. Se necesitan por lomenos dos planetas ms para garantizar el combustible quehoy se necesita y sera necesario un planeta adicional cadaveinte aos para atender las presiones crecientes de losnuevos consumidores.

Ahora, si no queremos buscar ni utilizar nuevos planetas para

reemplazar el petrleo por agrocombustibles, entonces existe laposibilidad de que se produzca la ms grande transformacinambiental del universo: que el hombre sea capaz de aceleraren un milln de veces el tiempo que necesita la captacin solarde la biomasa para producir energa. Es decir, lograr que lasplantas sinteticen energa solar un milln de veces ms rpidode lo que lo hacen ahora6. A lo mejor seremos capaces delograrlo, pero por el momento esto es solamente una utopa.

DAOS AMBIENTALES DE LOS AGROCOMBUSTIBLES

La historia que se ha vendido profusamente es que losAgrocombustibles tendrn beneficios excelentes para elplaneta. Que por tratarse de un combustible de origen natural,se reducirn las emisiones de dixido de carbono al momentode ser quemado. Sin embargo, los promotores del Etanol

6Honty, Gerardo. Energa, alimentos y agrocombustibleshttp://www.agrocombustibles.org/conceptos/HontyEnergiaAlimentosAgrocomb.html


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obvian de manera subrepticia explicar que todo el ciclomecanizado de procesamiento, refinacin y transporte se haceutilizando, en la mayora de los casos, carbn o petrleo,originando impactos negativos en la atmosfera y contribuyendo

al calentamiento global

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. Dicho de una manera ms clara, seutilizarn fuentes de energa contaminante para producirfuentes de energa limpias, y al final aquellas pesarn ms queestas. El exministro de Ambiente, Manuel Rodrguez Becerra8cuenta que un estudio dirigido por Paul Crutzen9encontr queel etanol proveniente de la canola y el maz pueden producirrespectivamente el 70% y el 50% ms de gases de efectoinvernadero que los combustibles fsiles tradicionales. Es unhallazgo resultante del anlisis de su ciclo de vida, que consiste

en un detallado seguimiento de los efectos del biocombustiblepara el medio ambiente, incluyendo la etapa agrcola, elproceso de destilacin y su combustin final.

Tambin se ha comprobado que la combustin de biodiselproduce ms xidos de nitrgeno que el disel fsil, los que enla atmsfera generan un efecto invernadero 24 veces superioral dixido de carbono10. Rodrguez Becerra acota en la mismacolumna que el cientfico Geogie Fargioni, comentado por la

revista Science (febrero del 2008) que la conversin de selvatropical, humedales, sabanas y praderas en suelos destinadosa producir diferentes biocombustibles libera entre 17 y 420veces ms de dixido de carbono que el total de ahorrosanuales de emisin de gases de efecto invernadero esperadosde estos productos.

7Humberto Tobn. Agrocombustibles: nuevo foco del conflicto. www.humbertotobon.blogspot.com8Un balance negativo. Biocombustibles al banquillo. Columna editorial publicada en El Tiempo, 5 de mayo de 2008.9Premio Nobel en Qumica por sus investigaciones sobre la capa de ozono10Conclusiones de estudios realizados por el Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas de Argentina- CONICET


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Aparecen tambin relacionados11 dos estudios de lasuniversidades de Minnesota y Princeton, publicados en la

revista Science, que afirman que el efecto neto derivado deluso de los agrocombustibles sobre el cambio climtico sernegativo. Se calcula que para que el efecto sobre el cambioclimtico sea neutro, se necesitan 167 aos de cultivoscontinuos de maz en EU. En Indonesia, para llegar a serneutral, se requieren 423 aos, y en el caso de Brasil, si setumba bosque tropical, se requieren 319 aos. La situacin estan preocupante, que incluso la ONU ha creado un panel paraestudiar el tema de agrocombustibles y cambio climtico.

Los impactos ambientales son igualmente negativos debido ala homogenizacin de la produccin, para lo cual es necesarioutilizar semillas transgnicas, reduciendo dramticamente ladiversidad biolgica y haciendo desaparecer muchas especiesendgenas, sometiendo de paso a los cultivos a gravesamenazas fitosanitarias e induciendo el uso indiscriminado defungicidas y plaguicidas, pues a los carros poco les importa sila materia prima es el resultado o no de una produccin limpia.Este esfuerzo monumental de agrologa y agricultura se pierde,quin lo creyera, cuando se comprueba, por ejemplo, que elmaz entrega menos cantidad de energa de la que se requiripara sembrarlo y procesarlo.

En Estados Unidos, donde se producen diariamente 14millones de litros de etanol con base en maz, los

11Ruiz Soto, Juan Pablo. Biocombustibles en el banquillo. El Espectador. Consultado por internet el 5 de marzo de2008.


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investigadores han concluido que la frmula es bastanteonerosa en trminos ambientales, ya que para lograr un litro deetanol se necesitan 5 kilos de dicha gramnea y utilizaralrededor de 5 litros de agua, adems de carbn para las

calderas y petrleo para mover la maquinaria. La eficienciaenergtica del maz es slo del 0,778 por cada unidad deenerga gastada en su produccin. Todo esto sin contar conlos fungicidas y abonos qumicos que se utilizan en el procesode cosecha, donde para producir un kilo de maz se necesitaalrededor de una tonelada de agua. Ante semejante ineficienciaen trminos productivos, es evidente que este grano tiene muypocas opciones de convertirse en la solucin biomsica para eletanol y, por el contrario, es uno de los grandes causantes de

la crisis alimentaria que se vive en varias regioneslatinoamericanas, donde su pecio se ha incrementado porencima del 80%, afectando la dieta de las familias eimpactando sectores productivos como el avcola y elganadero, donde el maz tiene una importancia muy alta entrminos de alimentacin animal.

Tambin hay efectos negativos en la presin que se ejercesobre los bosques. La deforestacin mundial es aterradora,

especialmente en la zona tropical. Hay tres razones para ello,el trfico ilegal de madera realizado por colonos, su utilizacincomo combustible directo y la ampliacin de las reasagrcolas, para destinarlas a los cultivos de aceite de palma,caucho y soya, que son materias primas esenciales para losagrocombustibles. Con la deforestacin se pierde gran parte dela biodiversidad y se somete a una presin inadecuada a lossuelos, los cuales disminuyen rpidamente sus condiciones


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agroecolgicas. Sobre este particular, Altieri12asegur que "losagrocombustibles son una tragedia ecolgica y social. Con su

produccin se crear un problema muy grande de soberanaalimentaria, ya que hay miles de hectreas de soja, caa de

azcar y palma africana que se van a expandir, lo que va aproducir una deforestacin masiva. Esto ya est pasando enColombia y en el Amazonas. Adems, va a aumentar la escalade produccin de monocultivos mecanizados, con altas dosisde fertilizantes y especficamente Atrazina13, que es unherbicida muy nocivo con irrupcin endocrina.

Con relacin a los impactos ambientales de los cultivoshomogneos para combustibles frente al agua, resalta el hecho

de que la agricultura consume el 72% del agua dulce que seutiliza anualmente en el mundo. Para el caso del maz, esparadigmtico y terriblemente injusto que para producir un kilose gasten 1.000 litros de agua, en tanto cerca de 1.200millones de personas no tienen acceso directo y fcil a unlquido potable y en el mejor de los casos, en pases africanos yasiticos, una familia debe sobrevivir con 17 litros diarios.

REVOLUCION VERDE Y TRANSGNICOS

El uso de grandes cantidades de herbicidas, fertilizantes ypesticidas es la base de la denominada Revolucin Verde,cuyo propsito es incrementar la produccin agrcolas a travs,adems, de la utilizacin de tcnicas relacionadas con laseleccin gentica y el riego.

12 Altieri, Miguel Angel. Doctor en agroecologa y profesor en la Universidad de Berkeley, California.13En animales expuestos a la Atrazina se ha observado dao del hgado, el rin y el corazn. No se hancomprobado efectos iguales o similares en los seres humanos.


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Estas tcnicas se aplican esencialmente en los cultivos detrigo, maz y arroz, que aumentaron tres y cuatro veces el nivelde productividad por hectrea en muchos pases del mundo,convirtiendo en exportadoras de alimentos a naciones que eran

deficitarias en este tema. Con estos resultados, en la dcadade los aos sesenta se inici un movimiento mundial en favorde esta denominada Revolucin Verde,la que fue vista como lapanacea para enfrentar los problemas de hambre ydesnutricin en el mundo. Estas nuevas tcnicas deproduccin agrcola aparecen en el momento en que sepresenta una necesidad creciente de alimentos causada por elaumento de la poblacin mundial, acontecimiento que recibi elapoyo, entre otros, de las fundaciones Ford y Rockefeller14.

Adems, han sido financiados centros de investigacin porparte del sistema de Naciones Unidas y Banco Mundial, quehan promovido centenares de variedades de trigo, arroz, maz,sorgo y frijoles, entregndoselos a millones de campesinos ypromocionando cerca de un milln de muestras degermoplasma en todo el mundo.

Sin embargo, una vez puesta en operacin la RevolucinVerde, se empezaron a generar crticas al modelo,

fundamentalmente porque las multinacionales de alimentosmanipularon genticamente las semillas, impidiendo su librereproduccin, lo cual cre una dependencia biotecnolgica quecausa desastres econmicos en varias regiones del mundo,afectando especialmente a los campesinos pobres, muchos delos cuales dejan de ser productores y propietarios de sus

14Diccionario de Accin Humanitaria y Cooperacin al Desarrollo. Gutirrez, Jorge.http://dicc.hegoa.efaber.net/authors/entradas_by_author/10


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tierras, para convertirse en trabajadores a jornal de grandesinversionistas del campo.

Sumado a esto, se hacen fuertes cuestionamientos a las

implicaciones ambientales por el uso excesivo de agua, laaplicacin de compuestos qumicos para combatirenfermedades y acelerar la produccin, prdida debiodiversidad por la homogenizacin agrcola en ampliasextensiones de tierra y daos irreparables en el suelo por lacompactacin que produce el paso de maquinara y equipo detransporte. A ello se agrega la necesidad de utilizar grandescantidades de energa en el proceso de siembra, recoleccin,transporte, almacenamiento y distribucin. Se suele decir que

la agricultura moderna es un gigantesco sistema de conversinde petrleo en alimentos15.

Hay reparos al hecho de que las semillas tienen uncomportamiento excelente en la medida en que las condicionesdel entorno sean ptimas, pero si ocurren desequilibrios envariables relacionadas con el cambio del clima, la cantidad deagua disponible, o la ausencia de fumigacin suficiente, etc., suimportancia se relativizaba y es en este momento donde

empiezan a tener un mejor desempeo las semillastradicionales, que adems son ms resistentes desde el puntode vista natural.

Tambin se han hecho consideraciones con relacin a lasdeficientes propiedades alimenticias de estas nuevasvariedades de arroz, trigo y maz. Se nota, adicionalmente, que

15Artculo Revolucin Verde. Escuela Superior de Ingenieros. Campus Tecnolgico de la Universidad de Navarra.http://www.tecnun.es/asignaturas/ecologia/Hipertexto/06Recursos/120RevVerde.htm


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durante el proceso de almacenamiento, los granos requiere eluso de grandes cantidades de fungicidas para controlar plagas.

Otro de los planteamientos es que las nuevas tcnicas de

produccin basadas en transgnicos, la fase superior de laRevolucin Verde, no han tenido impactos efectivos en sitiosdonde el hambre es crtica, como frica. La apuesta inicial eraque con semillas ms productivas sera posible derrotar elhambre, pero las estadsticas mundiales aseguran que ello noha ocurrido, de un lado, por la ineficacia de las semillas; delotro, por los altos costos de produccin que se reflejannecesariamente en los precios finales de los alimentos; por lafalta de adaptabilidad de las especies a determinados sitios del

planeta; y por una poltica iniquitativa de distribucin dealimentos.

Del inters social y humanitario que movi a organismosinternacionales a masificar el uso de semillas mejoradas entrelos campesinos, se ha pasado a un modelo en el que lastrasnacionales castran su reproduccin, sometiendo a loscultivadores a depender de ellos cada que van a realizarnuevas siembras. Adems, esas empresas se apoderaron

tambin del mercado de los agroqumicos y pesticidas, sin loscuales es imposible una buena cosecha de alimentostransgnicos. Con la intervencin de Monsanto, DuPont,Novartis y AgrEvo, que manipulan la produccin de alimentos,el mundo se enfrenta al serio peligro de perder su soberana ysu seguridad alimentaria. Esto conlleva a que se deba pensaren regresar a la agricultura tradicional y recuperar el banco degermoplasma que se tiene guardado en centenares de centrosde investigacin alrededor del mundo.


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Recientemente se dieron los primeros pasos en esta direccin,al ser inaugurada la Bveda Global de Semillas de Svalbard,en el Crculo Polar rtico, en la que se depositaron 100

millones de simientes procedentes de un centenar de pases detodo el mundo, que las proteger contra el cambio climtico ylas catstrofes naturales. La bveda est ubicada a 130metros de profundidad en una montaa de piedra arenisca,impermeable a la actividad volcnica, los terremotos, laradiacin y la crecida del nivel del mar. Reportes de prensa 16afirman que veinte instituciones de todo el mundo enviaronmuestras para participar en el proyecto, entre ellas, el CentroInternacional de Mejoramiento de Maz y Trigo de Mxico, el

Centro Internacional de Agricultura Tropical de Colombia y elCentro Internacional de la Papa de Per.

Pero mientras las preocupaciones con relacin a la seguridadalimentaria del planeta alertan cada vez ms a los ciudadanos,quienes s estn satisfechos con los resultados del uso desemillas transgnicas son los inversionistas de losagrocombustibles, que han presionado la intensificacin de lasinvestigaciones para dar con productos naturales de los cuales

se pueda extraer aceite o etanol, procurando mejorar suproductividad y buscando que el ndice de generacin deenerga sea ms alta que la que hoy se tiene.

Para lograr aumentar la productividad del maz y la caa deazcar, se estn acelerando investigaciones transgnicas.Monsanto, por ejemplo, est desarrollando un maz destinado

16El Espectador. Inauguran Arca de No en el rtico con depsito de 100 millones de semillas. Febrero 26 de2008.


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a la fabricacin de combustibles en un laboratorio de laLockheed Martn. Syngenta ha puesto a punto una enzimaalpha-amilasa, considerada un importante alergnico yexprimida en el maz 3272. En el 2005 fue presentada en los

EEUU una quimrica caa de azcar que contena un genhumano. La sociedad Centro para la tecnologa de la caa(ubicado en Piracicaba) obtuvo el 20 de marzo de 2007autorizacin de la Comisin de Bioseguridad para realizarensayos a cielo abierto con una variedad de caagenticamente modificada capaz de producir un 15% ms deazcar,de acuerdo con Guillet.17

Desde que comenz el boom de los agrocombustibles a

mediados de la dcada de los aos noventa, los cientficos sehan dedicado a auscultar cules elementos naturales son losms competentes para producir energa y las conclusionesapuntan en favor del Pasto Aguja (switch grass, en ingls), lamadera, el maz, la soya, el girasol, la palma aceitera y la caade azcar, entre otras. El pasto aguja, por ejemplo,ampliamente utilizado como follaje en la industria ganaderanorteamericana, no est en capacidad de proveer el nivel deenerga que ofrecen los combustibles fsiles como el petrleo y

el carbn. Estudios recientes18

indican que una tonelada deeste pasto produce 17 GJ de energa al quemarse, en tantouna de carbn genera 29 GJ. Pero la diferencia no radicanicamente en el nivel energtico, sino tambin en el precio, yaque la tonelada de pasto vale US$83 y la de carbn US$55.

17A poner sangre en los motores! La tragedia de los necro-combustibles. Artculo publicado en www.ecoportal.net enabril 15 de 2007.18Conclusiones dadas a conocer por Mae-Wan Ho en el artculo Agrocombustibles para los adictos al petrleo: lacura peor que la enfermedad?, publicado en la revista ISIS, 2006 y reproducido enhttp://www.ecoportal.net/content/view/full/60537


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Otros productos como el metanol de maz tiene un retorno de0,778 de energa frente a una unidad de petrleo, y el biodiselde soya slo produce 0,534 unidades frente a una de disel

fsil.

Si se quiere incorporar la produccin de masa vegetal comomateria prima para los agrocombustibles, los gobiernos tendrnque crear subsidios multimillonarios en favor de losproductores, porque es evidente que econmicamente ellos noson competitivos frente a los combustibles fsiles, teniendo encuenta variables como el ciclo de vida y los costos asociados ala produccin y el transporte, los riesgos de la cosecha y su

valor energtico comparativo. Si los subsidios llegaran a su fin,los cultivos de biomasas tambin finalizaran, porque habra undesbalance muy marcado entre los precios que se pagaran porproducir y vender uno y otro combustible. Un litro de etanolcuesta producirlo en Estados Unidos US$1,88, mientras el de lagasolina es de US$0,3319.

RELACION ENTRE LOS AGROCOMBUSTIBLES Y ELHAMBRE

La crisis mundial de alimentos siempre ha estado latente en laagenda de los gobiernos y de las organizaciones sociales. Seprevea que una de las causas de desabastecimientoprovendra del aumento significativo de la poblacin, quedurante el siglo XX se sextuplic, y en efecto, ello ha sucedido,especialmente en las naciones del frica Subsahariana, que

19 Ibdem


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hoy suman 250 millones de hambrientos. Tambin se creyque los cambios climticos afectaran a los pases productores,especialmente por las modificaciones en el rgimen de lluvias,y se ofertara menos comida, lo que en efecto ha acontecido.

Incluso, se pens que habra reduccin en la produccinindustrial de la agricultura por la poca rentabilidad que ofrecael sector, y ello ha sido una realidad latente. Adems, secalcul que habra una deficiente distribucin de la comida yeso se ha comprobado al tenerse evidencias de que duranteaos el 17 por ciento de los alimentos se perdan por efectosde mala manipulacin de las cosechas, deficientealmacenamiento o por la decisin de los comerciantes debotarla para evitar distorsiones en los precios.

Sin embargo, una de las variables que no se previ, era que lacomida que se produca tendra, adems de la ganadera y laavicultura, un competidor adicional: los agrocombustibles, quesumado a la ocurrencia de los tres acontecimientos anteriores,han creado una hecatombe alimentaria, que se distingue pordos fenmenos que marchan juntos: pocos alimentos y preciosen constante aumento.

Al imentos escasos. El poco abastecimiento de alimentos, quees un hecho que se ha vuelto recurrente en el mundo, provocaalrededor de 13 millones de muertes al ao, de las cuales 5millones corresponden a nios menores de cinco aos. Estascifras representan una tragedia increble, mucho mayor que lade cualquier guerra.

Las actuales bajas en la oferta alimenticia se deben, entre otrasrazones, a las sequas en Marruecos y Zimbabwe; a las


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inundaciones en Bolivia; a las fallas en la produccin de Coreadel Norte; a la violencia en Somalia; a la destinacin de lascosechas de trigo, maz, soya y caa de azcar para laproduccin de etanol; y a que los terrenos que antes eran

cultivados con alimentos, pasaron a la siembra de palmaaceitera o caucho.

La ocurrencia de esta crisis, ha dejado al descubierto que hoyexisten 43 pases con problemas de seguridad alimentaria ybrotes de hambre. Entre ellos aparecen Mauritania, Camern,Burkina Faso, Etiopa, Indonesia, Egipto, Marruecos, Costa deMarfil, Senegal, Madagascar, Filipinas, Hait, Bolivia yGuatemala. Todos pertenecen al denominado mundo

subdesarrollado, o para ser exactos, a las naciones pobres,que no tienen acceso a tecnologas apropiadas para laproduccin, y donde los habitantes, en su afn de conseguiralimento, han utilizado tcnicas predatorias del suelo yarrasamiento del bosque, que hacen que la miseria sereproduzca a velocidades inverosmiles. En efecto, el tamaode superficie agrcola por persona en estas regiones ha llegadoa ser de 0.6 hectreas, un poco menos de la mitad de lo quesucede en las naciones ricas, donde ese nmero es de 1.3

hectreas. Esto significa que cada vez habr menosposibilidades en los pases pobres de alimentar a sushabitantes, especialmente cuando los clculos del Fondo dePoblacin de las Naciones Unidas dice que en ellos seconcentrar el 90% de los nuevos nacimientos durante el sigloXXI20. Lo que se deduce es que habr una multiplicacin dehambrientos que crear una hecatombe en el planeta.

20Clculos del Fondo para la Poblacin de las Naciones Unidas indican que en 2050 podran haber sobre el

planeta 10.700 millones de personas.


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Al imentos caros. Adicional a la escasez de los alimentos, loque se est ofertando est muy caro. Los precios estn por lasnubes. Ni siquiera durante las guerras mundiales se lleg a

alzas tan pronunciadas y generalizadas como las actuales, quealcanzan el 75% desde 2005, de acuerdo con reportes de TheEconomist, que lleva registros desde 1845.

Cuenta la FAO21que la facturacin de importaciones de comidapor parte de los pases ms pobres creci un 25% durante2006, no porque se hayan comprado ms toneladas dealimentos, sino porque hubo un encarecimiento de ellos debidoa situaciones climticas, malas cosechas y presiones ejercidas

por las industrias del etanol. Para 200722

el ndice de preciosde alimentos se increment un 40%, incentivado por losabruptos aumentos de los lcteos y los cereales. A esto seagrega, que existen datos preocupantes de que la dinmica delas cosechas de cereales est disminuyendo en todo el mundo,con excepcin de lo que ocurre en China e India, las queimpulsaron un aumento global de la produccin.

Al comenzar 2008 la situacin se torn ms dramtica, al punto

de que el Programa Mundial de Alimentos lanz su voz dealerta sobre la necesidad de recaudar ms dinero para ayudahumanitaria y no tener que dejar por fuera al 30% de laspersonas ms pobres del planeta, a las que suministra comidade manera permanente. El pedido del PMA fue categrico: senecesitan US$500 millones para compensar la baja en lascompras de comida ante el aumento de los precios de artculos

21Perspectivas de cosechas y situacin alimentaria, 200722Declaraciones del director general de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacin(FAO), Jacques Diouf, Diciembre 17 de 2007


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como el arroz, el trigo, el maz y la soya, que experimentaronaumentos cercanos al 80% en un solo ao.

Esta caresta alimenticia tambin hizo trizas las expectativas

inflacionarias en la mayora de los pases y se volvi un dolorde cabeza para las autoridades monetarias. Es tal el pnicoexistente por el desabastecimiento, que la mayora de pasesdictaron medidas para restringir las exportaciones de comida yeliminaron aranceles para su importacin. Incluso, en la mecadel libre mercado y del consumismo extremo: Estados Unidos,las grandes cadenas comerciales le pusieron un tope a lasventas de arroz para evitar el acaparamiento.

Los agrocomb ust ib les son par te del problema. Con el finde acallar las protestas populares, sectores de la sociedadcientfica y voceros de los gobiernos, han afirmado que losagrocombustibles no son una competencia para la basealimenticia de los pases. Dicen que se estn utilizando tierrasimproductivas para sembrar la biomasa que requieren el etanoly el biodisel. Sin embargo, la evidencia est mostrando todolo contrario. A las destileras van a parar las cosechas de maz,caa de azcar, trigo y soya. Adems, muchas tierras que

venan siendo cultivadas para ofertar comida a las personas,fueron desplazadas por sembrados que tienen como destinolos combustibles. El resultado, es un aumento del hambre enel mundo.

Un ejemplo es lo que acontece con el arroz, cuya produccinmundial cay drsticamente, obligando a los gobiernos aadoptar medidas proteccionistas para asegurar la demandainterna. Tambin disminuy la produccin anual de trigo en


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Estados Unidos en un 16% en los ltimos cuatro aos, en tantosu produccin anual de maz signific una cada del 11%. Lasconsecuencias de este comportamiento se derivan enaumentos del 87% y el 112% de los precios en el kilo de maz y

trigo en el mercado norteamericano, respectivamente, lo cualha tenido un impacto directo en la alimentacin de losmexicanos, quienes importan el 80% del maz que consumen yque es la esencia de su dieta.

Como se observa, el mundo est enfrentado a un problemaque no tendra por qu ocurrir: el hambre de por lo menos unasexta parte de la poblacin mundial, que en el futuro podraextenderse a una tercera parte. Las posibilidades de que esto

ocurriera eran poco probables, pues la biotecnologa desarrollmejores semillas y aument la productividad a niveles nuncaantes logrados. Sin embargo, fenmenos naturalesrelacionados con el cambio climtico, prcticas inadecuadas desiembra y estructuras perversas en el mercado, han creadoguetos de hambruna en varias regiones del orbe. Esasmanchas oscuras se van ampliando a gran velocidad, a pesarde que los indicadores fros muestran que el mundo en generaltiene una produccin mayor de alimentos. Pero esos datos

estadsticos cuando se someten a contrastaciones, permiteninferir que los aumentos de esa produccin alimenticia no estndestinados a enfrentar la desnutricin de 860 millones de sereshumanos, sino a contribuir a abastecer las necesidades decombustible de 900 millones de vehculos.

Para la prensa, para los movimientos sociales y para la gentedel comn, ms all de cualquier explicacin cientfica, losagrocombustibles son culpables en parte del agotamiento de


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alimentos y del desproporcionado comportamiento alcista delos precios, cuya trepada le est restado posibilidades amillones de personas de acceder fcilmente a la comida,imposibilitando, adems, que instancias como Naciones Unidas

puedan ofrecer suficiente ayuda alimentaria a quienes viven enlos pases ms pobres del mundo.

Reaccin soci al. Mientras los gobiernos consideran que losagrocombustibles son una alternativa de desarrollo yargumentan que los campesinos se volvern ricos produciendobiomasa y que la contaminacin del ambiente ser cosa delpasado con las energas extradas de la vegetacin, pasescomo Mxico y Argentina, donde la esencia de su alimentacin

es el maz y la soya, respectivamente, empiezan a notar cmoel abastecimiento de estos productos escasea y lo que se estofertando ha aumentado significativamente de precio, lo quedeja sin opciones de acceder a ellos a variados sectores de lasociedad, lo cual repercute en trminos de eficiencia nutricionaly calidad de vida.

En Brasil, donde ha sido bastante dinmico el sector agrcola,es latente la protesta de los campesinos que sienten que han

sido marginados de las polticas de industrializacin del campopara producir biomasa para etanol. Tal exclusin conduce aque se ample la pobrera rural, cuya nica alternativa esbuscar terrenos para la produccin de alimentos y ellos losencuentran luego de deforestar. El resultado, es un daodrstico al medio ambiente y bajos niveles de productividad enuna tierra inadecuada para la agricultura.


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En Chile, el gobierno tuvo que otorgarles bonos a las familiaspobres para compensar la prdida real de compra ante elaumento del precio de los alimentos. En Hait, las protestasfueron tan fuertes ante la falta de comida, que el primer ministro

Jacques Edouard Alexis, tuvo que renunciar.

Lo que s es claro es que las personas aceptarn incluso quese afecte sustancialmente el medio ambiente con la siembrahomognea de materia natural para el etanol, siempre que ensu hogar exista el alimento bsico para consumir. Frente aesto, los gobiernos tendrn que redoblar sus esfuerzos paragarantizar no slo que la comida sea suficiente sino que ellatenga un precio adecuado para que pueda ser adquirida por las

familias, adems de evitar que los recursos naturales seconviertan en un factor de reproduccin de la pobreza.

Entre los pases ms susceptibles a la ocurrencia de una crisisalimentaria estn los de frica. All la calidad de la tierra nopermite una buena produccin de alimentos y su mercado noes atractivo para los inversionistas, lo cual conduce a que enesa regin se presenten la mayora de muertes por inanicindel mundo, las cuales seguirn ocurriendo porque no existe

ninguna variable que indique que la realidad va a cambiar.Pero las muertes no sern nicamente por hambre, sinotambin por efectos del conflicto que se pueda presentar entrey al interior de regiones, tal como est sucediendo en larepblica del Congo, donde por primera vez en la historia, loshombres y las mujeres han empezado a luchar por alimento,energa y agua, segn dijo Okouebe23. La ComisinEconmica de Naciones Unidas en frica, revel que en el

23Basile Ikouebe, embajador permanente de la Repblica del Congo en Naciones Unidas.


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desierto del Sahara se han presentado graves enfrentamientosentre tribus por el uso del agua y la comida.

Lo que queda en claro es que la gente no se va a dejar morir

de hambre por asegurarle combustible a los vehculos ypresionarn a los gobiernos a reversar todas aquellasdecisiones que pongan en riesgo su alimentacin. Lacomunidad se movilizar para exigir el abastecimiento decomida de manera permanente y llegarn a los levantamientospopulares de ser necesario.

Au tarqua alim en tar ia. Todo este panorama muestra que hoymuchos pases estn expuestos a una gran dependencia

alimentaria, la cual tiene implicaciones muy graves en suseguridad y desarrollo interno, tal como ocurre en Marruecos,Uzbekistn, Yemen, Guinea, Nger, Mauritania y Senegal,donde la gente est exigiendo comida.

El hecho de que un pas no produzca el alimento necesariopara su consumo propio, lo relega a la condicin dedependiente de un tercero en el abastecimiento de comida, locual en trminos polticos se convierte en un arma de

manipulacin y opresin. Observemos como ejercicioacadmico el caso de Venezuela, que ha desarrollado la teorade que su podero petrolero le permite tener el suficiente dineropara comprar el alimento que necesitan sus ciudadanos. Y ellofue cierto durante un largo tiempo. Sin embargo, frente a lasdificultades diplomticas ocurridas en 2008 con Colombia, elgobierno de Venezuela no tuvo el suficiente msculo pararomper relaciones comerciales, simplemente porque no tenaquin le proveyera la comida para sus habitantes. De alguna


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manera, el gobierno de Chvez qued dependiendo de loscolombianos para abastecer su mercado, mientras lograconseguir un proveedor alternativo, cosa bastante difcil, dadoque la produccin mundial de alimentos para consumo humano

tiende a bajar y los precios a subir.

Casos de dependencia alimentaria como el de Venezuela soncomunes en las economas actuales, bien porque es unadecisin de poltica econmica, al concentrar los esfuerzos endeterminadas potencialidades (turismo, petrleo, tecnologa,etc.) o porque el acceso al cultivo de la tierra, al agua y atcnicas adecuadas y modernas imposibilita una agriculturasostenible, lo cual induce al hambre y a la pobreza rural24.

La solucin, al parecer, est en promover una agriculturatradicional para la subsistencia, con el fin de que el mundo notenga que asistir a una masiva eutanasia de los pobres y, muyespecialmente, de los pobres del Sur, pues es all donde seencuentran las mayores reservas de la biomasa del planetarequerida para la fabricacin de los agrocombustibles25.

La realidad de la cual somos testigos obliga a los gobiernos de

los pases pobres a la bsqueda urgente de la autarquaalimenticia, como nica medida para enfrentar el alza de losprecios de la comida a nivel mundial, donde los nicos queestaran en capacidad de pagarla seran las naciones msdesarrolladas. A las medidas que se tendrn que estudiar sesuma la restriccin de las exportaciones y la necesaria

24Declaracin final de la Conferencia Internacional sobre reforma agraria y el desarrollo rural. Porto Alegre, marzo de200625 Atilio A. Boron. Los Agrocombustibles: el porvenir de una ilusin. Consultado el 18 de diciembre de 2007 enhttp://www.ecoportal.net/content/view/full/69732


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reduccin o eliminacin de los aranceles para la importacin dealimentos.

Lucha frontal contra el hambre. Durante la Cumbre del

Milenio de 2000 en Nueva York, reunida a instancias deNaciones Unidas, los lderes de 189 pases anunciaron un planpara disminuir en un 50% la pobreza mundial antes de 2015.Para ello, aprobaron los denominados Objetivos de Desarrollodel Milenio26, que esencialmente le apuntan a mejorar lascondiciones de vida de los nios, disminuir la muerte materna einfantil, asegurar el acceso de los pobres a la salud y laeducacin, promover los derechos de la mujer, viabilizar laoferta de agua potable y saneamiento bsico, evitar la

deforestacin, controlar el VIH/sida, aminorar los embarazosadolescentes y propiciar una cooperacin internacional para eldesarrollo.

Las evaluaciones internacionales sobre el cumplimiento de lasmetas del milenio muestran que hay pases y sectores queestn avanzando significativamente. La pobreza ha cedido entrminos globales, aunque algunas naciones han retrocedido,lo que demuestra un desarrollo iniquitativo y la adopcin

desigual de polticas pblicas. En aquellos lugares donde lapobreza extrema empieza a ceder, se destacada la inversinen las reas sociales y una actitud de rechazo a lasmanifestaciones de corrupcin.

La reduccin de los indicadores de la pobreza va acompaadapor una baja en el nmero de personas sometidas por elhambre. Sin embargo, las noticias que revelan una cada

26Puede consultarlos en http://www.pnud.org.co/sitio.shtml?apc=jEa-1--&s=a&m=a&e=A&c=02010


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universal de la oferta de alimentos bsicos y el aumento de susprecios, ponen en serio riesgo el cumplimiento del espritu de laDeclaracin del Milenio.

La pelea frontal contra el hambre se libra especialmente en lospases pobres, donde el crecimiento poblacional es cercano alos 95 millones de personas cada ao, en los que laproductividad de la tierra es baja, donde la economa seconcentra en una explotacin inadecuada de la agricultura y laminera, que en muchas ocasiones han arrasado con losrecursos naturales, y en los que los planes de desarrollo nohan acogido en su integridad los elementos bsicos de losObjetivos del Milenio. Adems, a pesar del inters poltico por

prestar cooperacin tcnica y econmica, esta no ha tenido ladinmica que se esperaba, al punto que la mayora de pasesricos no ha cumplido con su compromiso de destinar el 0.7% desu PIB para prestar asistencia a las naciones donde seconcentra la pobreza y la miseria.

El mundo sigue viendo las famlicas figuras de los pobres defrica, Asia y centro y sur Amrica, que ponen sobre el tapeteuna discusin tica y poltica de gran trascendencia: cmo se

puede romper la espiral de hambre en el mundo? El hambre esun fenmeno que adems de impactar a las personas que lopadecen, tambin tiene implicaciones sociales por la prdidade capital humano, degradacin de la calidad de vida,visibilizacin de las iniquidades y daos a la economa.

Si bien las imgenes de los hambrientos son sobrecogedoras,lo verdaderamente aterrador es la actitud que asumen losgobiernos frente a este drama. Las polticas pblicas son


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inadecuadas y tienden ms a promover paliativos que aelaborar soluciones definitivas. La lgica que mueve a laburocracia es la de ofrecer programas de lucha contra elhambre a travs de iniciativas coyunturales y asistencialistas

que cubren a ancianos, nios y familias que viven en la miseria,pero no hay inters en promover paralelamente una polticaestructural que contribuya a transformar la economa,modernizar el aparato productivo, generar compromisos deinversin privada, distribuir mejor la riqueza, proteger losactivos ambientales y brindarles a las personas opciones deingreso econmico sostenible.

La presencia de tantas personas hambrientas se debe a una

psima distribucin de la comida, la que gracias a labiotecnologa se ha triplicado y en algunas ocasionesquintuplicado en cantidad en aquellos lugares que disponen delas condiciones climticas y agrolgicas indispensables paraque las semillas puedan brotar. Este mismo desarrollo no sepuede (y en ocasiones no se quiere) aplicar en ciertas regionescomo frica, debido a problemas de suelos y de agua. En lossitios donde la Revolucin Verde es posible, tradicionalmenteha habido comida suficiente27, la que por esas dinmicas del

mercado no se exporta a aquellos lugares donde la produccinagrcola es escasa y, por ende, el hambre se multiplica,ocasionando profundos daos en la calidad de vida de laspersonas.

27En 2007 la produccin de cereales en el mundo lleg a los 2.905 millones de toneladas, un verdadero rcord, segnestimaciones realizadas por la FAO. Sin embargo, esta produccin apenas alcanz a cubrir las demandas paraalimentos y combustibles, que van en ascenso. Adems, no existen suficientes existencias para cubrir lasnecesidades de emergencia si se presentan problemas en las cosech as.


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La escasez alimenticia y el aumento de los precios de lacomida, que es una realidad tan desgraciada para millones defamilias, tiene una caracterstica que la vuelve humanamenteinaceptable, pero econmicamente productiva: los alimentos

que se producen a borbotones en varias zonas del mundotambin se disponen para la cra de animales y ltimamentehan empezado a ir directamente a los tanques de losautomviles. Frente a esto, el presidente del Banco Mundial,Robert Zoellick, afirma que el problema de los precios es tangrave, que se puede calcular que la reduccin de la pobrezapudo haber retrocedido unos siete aos. El hambre seconcentra en un 95,6% en los pases subdesarrollados, 3,4%en las naciones en transicin y 1% en el primer mundo.

Quac ciones se deb en em pren der ?La tarea bsica de lasorganizaciones sociales y de las entidades internacionales decooperacin y asistencia tcnica es lograr que los gobiernos delas naciones subdesarrolladas comprendan la trascendencia deinvertir en programas que ataquen directamente el hambre,mostrando los beneficios futuros en trminos econmicos ysalubres que se desencadenaran luego de aminorar lasincidencias de una mala nutricin en los nios y adolescentes.

Varios pases en desarrollo estn demostrando que es posibleun progreso rpido y a gran escala hacia los ODM, siempre quese combinen un liderazgo gubernamental slido y unas

polticas y estrategias que cubran de manera efectiva lasnecesidades de los ms pobres, con un adecuado respaldofinanciero y tcnico por parte de la comunidad internacional. 28

28Ocampo, Jos Antonio, Vicesecretario General de Economa y Asuntos Sociales de Naciones Unidas. Objetivosde desarrollo del milenio, informe 2007


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Otra estrategia bsica para combatir el hambre es asegurarle ala poblacin el acceso a la alimentacin, y ello slo es posiblecon un programa agrcola sostenible, que permita unaproduccin suficiente, en un territorio limitado y que no afecte la

calidad del ambiente. Una actuacin en este sentido, lograraderrotar las prcticas actuales, donde debido a tcnicas endesuso, las comunidades arrasan los bosques y amplan elespacio agrcola daando el suelo y agotando las fuentes deagua, destruyendo cualquier posibilidad futura de cultivar paraobtener alimento. Todo esto se debe desarrollar respetandouna condicin sustancial, que los alimentos sean para elconsumo humano y no se cometa el acto monstruoso dedisponerlos para los automviles.

El plan de produccin agrcola debe estar acompaado con eluso de tcnicas modernas de siembra, la utilizacin de semillasmejoradas que faciliten su reproduccin autnoma, laescogencia de productos altamente nutritivos que atiendan alos requerimientos culturales de las comunidades y lapromocin de la seguridad alimentaria familiar.

Complementariamente, los pases ricos y los organismos

internacionales de crdito, deberan cambiar la deuda externade las naciones pobres por seguridad alimentaria y aire puro,obligando a los gobiernos receptores de esta ayuda aredireccionar tanto su modelo de desarrollo como lasprioridades de la inversin, buscando que sean autososteniblesy cuenten con infraestructuras modernas.

Las polticas tienen que ver tambin con un sistema desubsidios a los productores con el fin de que se aminoren los


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costos de produccin y la gente pueda acceder a la comida aun precio justo. Ello se debe complementar con un modelo dedistribucin eficiente de alimentos, para que la mayor cantidadposible de personas accedan a ellos sin mayores limitaciones,

privilegiando a las mujeres gestantes, los nios y los ancianos.Adems, desechar la idea de que los alimentos debenconvertirse en combustibles para mover la poderosa industriaautomotriz.

Los gobiernos tienen tambin la posibilidad (y la facultad) deintervenir el mercado, as a los neoliberales les parezcainaceptable, para definir precios, planificar la produccin yeliminar las escalas de intermediacin. Finalmente, de lo que

se trata es de preservar la salud y la vida de la gente y hacerfrente a un mundo en el que el fantasma apocalptico delhambre atormenta cada vez con ms insistencia29

UN CONSUMO CRECIENTE DE ENERGIA

El nmero de vehculos que ruedan diariamente en el mundoalcanza 945 millones de unidades. En lo corrido del tercermilenio han ingresado al mercado 110 millones de carros. La

mayora del parque automotor se mueve esencialmente congasolina, lo que indica que los esfuerzos realizadosglobalmente para combatir el origen de la contaminacinatmosfrica han fracasado. Ha podido ms el gran poder delas industrias automotriz y petrolera, que los intereses de lahumanidad por reducir el nmero de partculas de dixido decarbono30, cuyo impacto sobre el medio ambiente es altamente

29lvaro Mutis, discurso pronunciado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara Mxico, noviembre de 2007.30La concentracin promedio actual en la atmsfera es de 365 partes por milln. Hace un siglo era de 88 partes pormilln.


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destructor, pues es el gas de efecto invernadero con msrpido crecimiento en los ltimos tres lustros31.

Para tratar de solucionar los efectos ambientales del

movimiento masivo de carros con motor a gasolina, se vienenproponiendo el uso de energas limpias, una de ellas, losagrocombustibles. La idea que se ha generalizado es unacombinacin del 90% de combustible fsil y un 10% de etanol.De llegar a aplicarse esta frmula, la nica manera de lograrlosera destilando alrededor del 90% de la actual produccinmundial de maz, yuca, trigo, caa de azcar y soya, partiendode los resultados de las investigaciones cientficas sobreeficiencia energtica de estas biomasas.

Esta realidad sobre el uso de energa, llev al PanelIntergubernamental del Cambio Climtico32reunido en Bangkok(Tailandia, 2007) a proponerle a los gobiernos que tomenmedidas para disminuir drsticamente el nmero deautomotores movidos con combustibles fsiles, como unafrmula inicial de choque para contrarrestar el incremento delcalentamiento global, cuyos impactos sobre la vida de laspersonas, las relaciones sociales y la economa mundial son

devastadores.

Esta recomendacin del PICC tendr que superar distintosescollos para poder ejecutarse. El primero, es librar un fuertepulso con la poderossima industria automotriz, con el fin deque ella produzca vehculos ms econmicos, livianos ypequeos, que sean hbridos que permitan el uso alternativo de

31Estudio publicado en internet por "Proceedings of the National Academy of Sciences".32Institucin ganadora del Premio Nobel de Paz 2007


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energas limpias y que sus motores puedan ser movidos porgas, electricidad, hidrogeno, tomos o iones y nonecesariamente seguir insistiendo en los agrocombustibles.Sobre este particular ya hay experimentos exitosos, que se han

venido mostrando tmidamente en las ferias internacionales.

El segundo escollo, ser enfrentar al Club del Petrleo, quedurante aos ha impedido la comercializacin de nuevasenergas, para poder mantener su prevalencia en un mercadocada vez ms creciente. Sin embargo, su lucha est perdiendoespacio debido al disparo de los precios del barril, que algunos,como el presidente de Venezuela, Hugo Chvez, vaticinan quellegar a 200 dlares.

El tercero, tendr relacin con medidas muy drsticas frente ala circulacin de vehculos con motor a gasolina. Unas de ellassera el nmero de kilmetros mximos que se podran andarpor ao, so pena de pago de impuestos ms onerosos.Tambin la aplicacin de horarios restrictivos para sumovilizacin, o avenidas rpidas que slo podran ser utilizadaspor vehculos que usen combustibles alternativos y limpios.

El cuarto, ser el incentivo al transporte pblico masivo concombustibles limpios para garantizar el desplazamiento demillones de personas que hoy hacen uso de sus automotoresparticulares. Ellos podran tener carriles especiales y exclusivosy subsidios gubernamentales.

El quinto, se referir a la imposicin de mayores gravmenes alos carros y motocicletas de uso particular, as como a lagasolina y los aceites fsiles. El sexto, estar dirigido a la


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construccin de ciclovias para incentivar el uso de medios detransporte no contaminantes como patines y bicicletas.

Las decisiones relacionadas con las restricciones al uso de los

automotores no sern fciles, debido a las inmensas presionespolticas que tendrn que soportar los gobiernos. Esto tieneuna explicacin obvia: en USA hay 789 vehculos por para1.000 personas. En Italia son 669, en Australia 643, en Francia596, en Alemania 589, en Canad 585, en Japn 582 y en elReino Unido 564. Estamos frente a un extravagante consumomundial de combustibles. Hay un derroche de energaincreble. Casi nadie quiere ceder en su consumo delirante ypor eso a muy pocos les importa lo que hay detrs de la mezcla

con que llenan el tanque del carro los usuarios en varios pasesdel mundo. Lo que interesa es que el coche pueda moverse.

Los consumidores compulsivos de energa saben que elpetrleo tiene sus aos contados, pero estn seguros que ellosno tendrn por qu preocuparse, pues de eso se encargarnlos inversionistas de los sectores automotriz y petroqumico,pues finalmente es su negocio el que est en juego. Laprimera movida que estn ejecutando es buscar alternativas en

los Agrocombustibles, pero cuando estos no sean idneos paraatender la demanda, simplemente acudirn a otras energas.Slo que cuando esto ocurra, la tierra estar devastada y loscampos y las ciudades sufrirn la hambruna. El futuro semuestra apocalptico.

Una parte muy importante de ciudadanos del mundo creen, ypor eso presionan, que llegar el momento en que lasrestricciones en el uso de energa fsiles ocurrirn, porque las


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penurias por las que pasar la humanidad por efectos delcalentamiento del planeta y del hambre sern de tal crueldadque los dueos de los vehculos y las industrias tendrn queaceptar cualquier medida que se tome en contra de su

comodidad. Estas medidas se adoptarn cuando intensasolas de calor en el centro de Europa le cuesten la vida a milesde personas (ya en 2001 murieron 33.000 personas por efectosde altas temperaturas, 11.000 de ellas en Francia). O que enlas provincias de la India, otros miles mueran ahogados por eldesbordamiento de los ros (Ya ha ocurrido en este pas, perotambin en Tabasco Mxico y en Colombia, para slomencionar algunos ejemplos). O que centenares fallezcan dehambre en China por la destruccin de los cultivos ante la falta

de agua para irrigar (Por el momento se han presentadoinundaciones que han daado los cultivos, pero vendr la olade calor). O que la biodiversidad est a punto de extinguirseen las selvas amaznicas por causa de los incendios(actualmente la principal amenaza es la deforestacin paraampliar las reas cultivables, especialmente de caa de azcaren Brasil). O que varios millones de seres humanos queden sinacceso al agua por la desaparicin de las cuencas principales(las estadsticas dicen que hoy hay 1.100 millones de personas

que no tienen acceso a agua potable). O que varias ciudadesse destruyan ante el paso implacable de los huracanes (losejemplos pululan en el Centroamrica y Estados Unidos.Recientemente un cicln en Birmania acab con la vida de45.000 personas). Hemos sido testigos de muchos desastres,pero lo peor est por venir. Y ser en ese momento cuando setomen las medidas de choque. Ojal no sea demasiado tarde.


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Lo que se espera es que las soluciones que se estnproponiendo para este uso insostenible de energas no tenganefectos colaterales peores a los de la crisis actual. Laesperanza es que se pueda parar la carrera ciega, orientada

por los polticos, de utilizar exclusivamente agrocombustiblesen reemplazo de los derivados del petrleo, para que ello noconlleve un aumento del nmero de personas que padecenhambre y que se pierdan espacios para los cultivos de alimentohumano. Sin embargo, la realidad que se vio durante laconferencia mundial sobre Cambio Climtico en Bali(Indonesia, 2007), fue que la mayora de asistentes miraronhacia los agrocombustibles como la opcin ms prxima paracombatir el calentamiento global, sin escuchar las conclusiones

de estudios que dicen que el proceso de siembra,transformacin y transporte de la biomasa no tiene los impactosbenficos sobre el ambiente que muchos se han imaginado.

Conductas improp ias de los gobiernos. Los europeos tandados a dictar ctedras de moral sobre temas ambientales yque se han convertido en una especie de vigilantes activospara evitar que el planeta siga dandose por efectos delmodelo productivo que est aplicando el hombre, ahora han

dado el paso hacia la orilla contraria. Los gobiernos de laUnin Europea han aprobado el uso de Agrocombustibles,aunque han dicho que tienen reservas sobre los efectosbenficos de estos alcoholes de origen vegetal. Pero siguenadelante. Llama especialmente la atencin que Francia, tanliberal ella, tan avanzada en temas de derechos de tercerageneracin, apruebe beneficios para quienes usen vehculosmovidos con combustibles vegetales, sin importar que ellosestn manchados de sangre en las extensas planicies


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sembradas con palma aceitera, o lleven el germen de la muertede los campos africanos.

El gobierno colombiano, por su lado, ha ofrecido seis millones

de hectreas para la siembra de agrocombustibles. Dosmillones para etanol y cuatro millones para aceites vegetales.Se ha expresado desde los crculos gubernamentales queestas tierras son adicionales a las que se tienen ya enproduccin alimentaria y que, por lo tanto, no se afectar laoferta de comida en el pas. Sin embargo, en algunas regionesse ha denunciado que se estn utilizando espacios queanteriormente estaban sembrados con arroz e incluso, se hatumbado selva para darle paso a plantaciones de palma

aceitera. Esta situacin es la que origina, en gran medida,escasez en la oferta interna de arroz, cuyo precio haaumentado en un 160% desde 2004, debido a que la ofertanacional ha cado y a que las importaciones del grano se hanencarecido dramticamente.

Alianzas mo rtales. Se han construido alianzas econmicas ytecnolgicas para aprovechar eficientemente losagrocombustibles. De acuerdo con el experto Dominique

Guillet33

, la sociedad petrolera BP acaba de asociarse con lasociedad qumica y biotecnolgica Dupont de Nemours con elobjeto de desarrollar un nuevo tipo de combustible vegetal.Toyota acaba de aliarse con BP para producir etanol en elCanad a partir de celulosa extrada de residuos. Volkswagenacaba de firmar un acuerdo con la multinacional de laalimentacin Archer Daniels Midland Company ADM. La Royal

33Dom i n i q u e G u i l le t presidente de la Kokopelli Seed Foundation: http://www.kokopelli-seed-foundation.com/


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Ducht Shell est tratando de desarrollar una segundageneracin de agrocombustibles y est haciendo ensayos derefinado de etanol partiendo de la lignina y de la celulosa.

Pero las alianzas no solamente son tecnolgicas, tambin seestn dando en el mercado de futuros en las Bolsas, creandoun caos insospechado, que ha hecho que los precios de losalimentos lleguen a alturas increbles, y que les cierren el pasoa los pobres de poder acceder a mnimos nutricionales. Los

jugadores de la bolsa, en movimientos cada vez msarriesgados, han llevado a una distorsin del mercado tal, quepases que enarbolan el libre comercio como Estados Unidos,Italia, Francia, Brasil y Mxico, han tenido que tomar decisiones

sobre la restriccin a la venta de ciertos alimentos que estnescaseando.

LOS AGROCOMBUSTIBLES SON UN BUEN NEGOCIO?

El negocio de los agrocombustibles es fenomenal, pero no paralos campesinos ni para los pequeos propietarios de la tierra,sino para un pool de organizaciones productoras detransgnicos, alimentos, petroqumicos, automotores,

medicamentos, etanol y biodisel. Ellas estn conformando unaasociacin empresarial que se distribuir las multimillonariasutilidades de este negocio. En esta alianza transnacional ymultisectorial caben tanto Monsanto como Bayer. Se ver aBASF, Cargill, BP, Midland, Crysler, Toyota, Dupont, TexasPetroleum, etc, compartiendo intereses. Este gran acuerdo semantendr vigente hasta el momento en que surja una nuevaalternativa energtica que congregue todos sus esfuerzos y sus


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capitales y quedarn abandonados a su suerte los productoresde biomasas.

Los Agrocombustibles se erigen como una alternativa

econmica viable en la medida en que la productividad de latierra sea mayor; que se descubran nuevas alternativasagrcolas que se acerquen a los niveles de produccinenergtica del petrleo, y que los precios de las materiasprimas mantengan un equilibrio en el largo plazo.

Pero existe una variable esencial para que losagrocombustibles sean un negocio atractivo y es que el preciodel barril de petrleo se encuentre por encima de los 40

dlares. Cuando el nivel sea menor se afectar de maneradirecta e inmediata a los cultivadores de la materia prima deletanol y biodisel, porque los precios de sus productos caern,lo que conducir a una crisis generalizada en la economa yfrente a esto el Estado tendr que salir a reducirles impuestos yentregarles subsidios y para lograrlo deber dictar reformastributarias que estrangularn a la sociedad. Por el momento,las condiciones son provechosas para estos inversionistas,dado que el petrleo mantendr precios muy elevados y no hay

razones para que se vaya a producir una baja pronunciada ensu cotizacin.

Lo que s es claro es que la cotizacin de los hidrocarburosser referente obligado de la produccin agrcola en el mundo yello tendr repercusiones sobre la oferta y el precio de lacomida, y ser determinante para orientar el destino de losalimentos: o van a la mesa de las familias o se queman en losmotores de los vehculos.


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Amenazas de los agrocombust ib les. El mundo estenfrentado a un agronegocio que para consolidarse producirhambre y en el que de todas maneras slo ganarn algunos

pocos, porque la mayora de la gente perder, bien porque notengan acceso fcil a la comida, o porque esta sea muycostosa. Los agrocombustibles son una actividad perversa quetendr efectos desastrosos en trminos sociales y en factoresambientales.

Tambin se vern afectados por los precios de losagrocombustibles las industrias ganadera y avcola, quetendran que entrar a competir en el mercado por la produccin

de forraje. Lo que se ha visto hasta el momento, es que elredireccionamiento del tipo de cosechas ha creado escasez dealimento para animales, induciendo a un incremento apreciabledel valor de la carne y la leche, generando de paso unadisminucin en el hato ganadero y en la poblacin avcola porla tendencia cada vez mayor de los inversionistas de noarriesgar sus recursos en estos sectores.

Amenazas contra los agrocombust ib les. Los

agrocombustibles no estn exentos de amenazas. Se hainsistido que las dos economas ms dinmicas del mundoactual: China e India, que acumulan ms de dos mil millones depersonas, ha duplicado su consumo de comida gracias a losbuenos resultados obtenidos en su PIB en la ltima dcada, ypelearn por obtener ms y mejores alimentos. En esa luchapor adquirir comida para humanos o para combustibles, losprecios subirn como espuma y ello podra conducir a que eletanol no sea tan econmico en comparacin con la gasolina y


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se deje al lado, incluso, abandonando el presunto beneficioambiental que hoy sirve como caballo de batalla para defendersu ingreso en el mercado.

Otra amenaza para los biocombustibles son las nuevasenergas limpias que empiezan a usarse. Por ejemplo, yaestn muy avanzados los desarrollos del hidrgeno comocombustible. De acuerdo con reportes de prensa34, Airbusprob con xito, en pleno, vuelo la tecnologa de la pila decombustible de hidrgeno para alimentar los sistemashidrulico y elctrico de sus aviones. En Reikiavik, Islandia,donde hay buses que usan hidrgeno, se construy un motorde un barco movido por este combustible, que se obtiene de

fuentes de energa renovable como la que se produce en lascentrales geotrmicas e hidroelctricas.

Una de los obstculos ms contundentes podra presentarsedesde las barreras paraarancelarias, dados los daos que sepodran originar por un uso irracional de las biomasas, loscuales ya son advertidos desde distintos sectores de lasociedad. Un primer remezn lo provoc la Unin Europea,que dijo a travs de su vocera35 que no haban previsto los

problemas de obtener de fuentes vegetales la mezcla para lagasolina y anunci que prohibirn la importacin decombustibles de ciertos cultivos, entre ellos el biodisel de lapalma aceitera proveniente de pases asiticos. Las razonesradican en una ampliacin del rea cultivada a costa debosques naturales que fueron tumbados, violaciones a lasnormas laborales y desplazamiento de familias. Para el caso

34El Tiempo, seccin Vida de Hoy, febrero 22 de 200835Jefa del Medio Ambiente de la UE Barbara Helfferich a la BBC de Londres el 17 de enero de 2008.


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colombiano, se afirma36 que el pas no tienen problemas alrespecto, aunque existen denuncias en varias regiones, dedesarrollos palmcolas que violan normas legales y atentancontra la estabilidad y la propiedad de las tierras de los

pequeos campesinos. Las historias de las plantaciones sondolorosas. Estn manchadas de la sangre y las lgrimas de lascomunidades negras y campesinas del Pacfico, del MagdalenaMedio, del Caribe colombiano. Es la historia silenciosa de losbosques desaparecidos para transformarse en plantacin. Es lahistoria de las culturas ancestrales transformadas en

proletariados palmcolas. Son esas voces las que reclamandetener la destruccin que nos proponen los defensores delbiodisel.37

Las presiones tambin son polticas, y se notaron en la reuninde la FAO en Brasil38, cuando organizaciones sociales,campesinas e indgenas de todo el mundo, exigieron que cesela produccin de agrocombustibles debido a los efectosperversos que est produciendo sobre el costo y la oferta delos alimentos. En esa oportunidad, el propio director de laFAO, Jacques Diouf, reconoci que los biocombustiblesgeneran "incertidumbres". En otro escenario, Jean Ziegler

relator de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentacin,manifest39 que "Producir biocombustibles hoy en da es uncrimen contra la humanidad",mientras que el jefe del grupo deproteccin de los consumidores alemanes, Thilo Bode, pidiuna poltica energtica diferente, pues no es correcto que

36Declaraciones concedidas a El Tiempo por parte de Arturo Infante, coordinador nacional para desarrollo debiocombustibles. Enero 18 de 2008, seccin Tierra y G anados37Roa Avendao, Tatiana. Censat Agua Viva- Centro Nacional de Salud, Ambiente y Trabajo -Bogot, Colombiahttp://www.censat.org/38La 30 conferencia regional de la FAO se celebr en marzo de 200839Reporte de la Agencia de Noticias EFE.


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llenemos nuestros tanques a expensas de los que tienenhambre". Naciones Unidas, a travs del Programa Mundial de

Alimentos, advirti que las reservas mundiales de alimentos esuna situacin que no tiene visos de mejorar, dada la extrema

volatilidad de los mercados de materias primas y la intervencinde los agrocombustibles

LAS QUIMERAS COLOMBIANAS SOBRE LOSAGROCOMBUSTIBLES

La mayora de las iniciativas agroindustriales en Colombia hanfracasado por falta de planeacin y porque los promotores

hacen cuentas alegres sobre los productos que estnimpulsando, dejndose arrastrar por intuiciones antes que porlos resultados que ofrecen las investigaciones cientficas y porel comportamiento de los mercados.

Son paradigmticos los fracasos de las industrias de la seda,del caucho, de las plantas de ctricos, de las procesadoras delcteos, para slo mencionar algunos sectores, donde losproductores fueron incapaces de sostenerse, debido a que se

haba fallado en los anlisis del mercado. En el recorrido porlas zonas rurales se encuentran infraestructuras abandonadasy voces que cuestionan drsticamente las polticas agrcolas ypecuarias del gobierno, fundamentalmente porque ellas sonimprovisadas e irresponsables.

Con el caso de los agrocombustibles la historia que se estvendiendo es que Colombia pondr a disposicin de laproduccin de biomasa para etanol dos millones de hectreas,


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mientras que para el biodisel se contar con cuatro millonesde hectreas.

El Ministro de Minas de Colombia40asegur que el pas est en

capacidad de producir biodisel (metil ster) a partir de palma,cocotero, higuerilla, aguacate, jatropha, colza, man, soya ygirasol. Adems, dijo que el etanol anhidro se podr extraer dela caa, yuca, remolacha, maz, sorgo y maderas. Segn susclculos ser posible ofertar diariamente 25 millones de litrosde etanol con base en caa de azcar41y 40 millones de litrosde biodisel extrada de

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