Leonora Carrington

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42  LATERCERA Lunes 5 de marzo de 2012 Cultura&Entretención Javi er Rodr ígue z (El País ) Leonora Carrington tenía famadefuerte,peroenelfon- do sie mpr e tuvo mie do.Mie- doalosnazis,miedoalalocu- ra,miedoalamuerte.Lapin- tora surr eali sta llev aba tanto tie mpoen loslibr osde his to- ria del arte que, cuando mu- rió, en mayo del año pasado, muchagente sesorprendióde que sigu ieraviva. Esa misma sensación tuvoelperiodis tay directordecineJavierMartín- Domí ngue z cuan dola descu - brióalleer Memo riasde aba-  jo y decid busc arla . Martín-Domín guez había rodadoundocumentalsobre PaulBowlesyunaversiónde Viajealaluna ,deGarcíaLor- ca. Estaba preparado para manejar la mezcla de mito y surr ealis mo quefueLeonora Carrington, hija de una fa- milia inglesa más que aco- modada, pintora, escritora, comp añer a deMaxErnst;re- fug iada dela II Gue rraMun- dial;emigradaalNuevaYork delos vanguar distasy casada conChikiWeisz,el fotó graf o húngar o queordenóla famo- samaletadeCapa. A sucasa llamóMart ín-Do- mínguez hace cuatro años. La propia Carrington cogió el teléfono.Hablaron.Queda- ronenverse.Sevieron.Tam- bié n quedaro n engrabaruna charla paraincluiren unape- lícula sobre su vida. La con- versaciónibaadurarunatar- de; duró10 días.“Congen ia- mos” , diceel director. “Y eso quees comp licad o rodarcon alg uie n de90 años queno es precisamente expansivo. Bowles era lo contrario: ha- blab a por los codos ”. La cinta Leonora Carring- ton. El juego surrealista  se est renóel vier nesen elFesti- valde Cin e de Gua dal aja ra y vuel vea exhi birs e estemiér- cole s.Es unretra tosin nar ra- dor,salpic adode escenasoní- rica s y conentrev istasal hijo deCarrington,Carlos Monsi- váisyElenaPoniatowska,au- torade la biogr afíanovelada Leonora. En ella se muestra cómo la pint orahuyótodasu vida : de lasclas esde equit aci ón enla casa familiar de Lancashire; detrescoleg iosy delpsiqu iá- tr icode San tan der , enel que la inter naron cuando Max Ernst fue deportado por los alemanes. A ella le costó re- pone rse.Huyó a una Espa ña rec iénsalidade la Guer raCi- vil.“Habíanvoladolospuen- tesenlascarreteras.Yotenía miedo todo el rato”, recuer- da.“Prefieronohablardeeso. Me pone enferma”. Le reco- mendaron que escribiera paraliberarseylohizo.Suli- bro Memoriasdeabajo nació deesepavory dela ps i co si s. “Sie mpr ehubohorroren sus ojos cuando hablaba de los campos de concentración”, cuenta Poniatowska. El miedo asaltó de nuevo a Carrin gtoncuandoElena Ga- rro,primer a esp osade Octa - vioPaz,laseñalócomoinspi- radorade lasrevueltasdel 68. Se marchó una temporada a EE.UU antes de regresar de- finitiva mentea México,don- demuriócon94años.Alfinal no pint aba.Hacía escult uras: árbolesconvida,caballosala- dos...Siemprelegustaronlos animales. “Los humanos no somos más que primates complicados”, dice Carring- ton.“Meda mied o eltiempo , porquenoloentiendo.Cuan- tomás viejoeres,más rápi do va todo”. En los últimos mi- nut osdel fil me,sopl a lasve- lasde unatarta,enciend e un ciga rril lo a esco ndida s desus hijos,sonríe, calla,murmura de nuevo: “Tuve una vida aburridament e normal”. b RR En los años 30, Ca rri ngt on tu vo co nta ct o en Par ís con Mir ó, Breton y Dal í, inic iado res del surr eali smo. Pel íc ula nar ra lo s te more s de Le on ora Carrington R En el Fes ti va l de Gua da laj ar a se pr esenta el do cumen ta l que re tr ata la vid a de la fa lle cid a pintora sur rea list a y pare ja de Max Ernst.

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    42 LATERCERA Lunes 5 de marzo de 2012

    Cultura&Entretencin

    JavierRodrguez (ElPas)

    Leonora Carrington tenafamadefuerte,peroenelfon-do siempre tuvo miedo.Mie-doalosnazis,miedoalalocu-ra,miedoalamuerte.Lapin-tora surrealista llevaba tantotiempoen loslibrosde histo-ria del arte que, cuando mu-ri, en mayo del ao pasado,muchagente sesorprendideque siguieraviva. Esa mismasensacin tuvoelperiodistaydirectordecineJavierMartn-Domnguez cuandola descu-brialleer Memoriasde aba-

    jo y decidi buscarla.

    Martn-Domnguez habarodadoundocumentalsobrePaulBowlesyunaversindeViajealaluna,deGarcaLor-ca. Estaba preparado paramanejar la mezcla de mito ysurrealismo quefueLeonoraCarrington, hija de una fa-milia inglesa ms que aco-modada, pintora, escritora,compaera deMaxErnst;re-fugiada dela II GuerraMun-dial;emigradaalNuevaYorkdelos vanguardistasy casadaconChikiWeisz,el fotgrafohngaro queordenla famo-sa maletade Capa.

    A sucasa llamMartn-Do-

    mnguez hace cuatro aos.La propia Carrington cogi

    eltelfono.Hablaron.Queda-ronenverse.Sevieron. Tam-bin quedaron engrabar unacharla paraincluiren unape-lcula sobre su vida. La con-versacinibaadurarunatar-de; dur10 das.Congenia-mos, diceel director. Y esoquees complicado rodarconalguien de90 aos queno esprecisamente expansivo.Bowles era lo contrario: ha-blaba por los codos.

    La cintaLeonora Carring-ton. El juego surrealista seestrenel viernesen elFesti-valde Cine de Guadalajara yvuelvea exhibirse estemir-

    coles.Es unretratosin narra-dor,salpicadode escenason-ricas y conentrevistasal hijodeCarrington,Carlos Monsi-visyElenaPoniatowska,au-torade la biografanoveladaLeonora.

    En ella se muestra cmo lapintorahuytodasu vida: delasclasesde equitacin enlacasa familiar de Lancashire;detrescolegiosy delpsiqui-tricode Santander, enel quela internaron cuando MaxErnst fue deportado por losalemanes. A ella le cost re-ponerse.Huy a una Espaarecinsalidade la GuerraCi-

    vil.Habanvoladolospuen-tesen lascarreteras. Yotena

    miedo todo el rato, recuer-da.Prefieronohablardeeso.Me pone enferma. Le reco-mendaron que escribieraparaliberarseylohizo.Suli-broMemoriasdeabajo nacideesepavory dela psicosis.Siempre hubohorroren susojos cuando hablaba de loscampos de concentracin,cuenta Poniatowska.

    El miedo asalt de nuevo aCarringtoncuandoElena Ga-rro,primera esposade Octa-vioPaz,lasealcomoinspi-radorade lasrevueltasdel 68.Se march una temporada aEE.UU antes de regresar de-

    finitivamentea Mxico,don-demuricon94aos.Alfinalno pintaba.Haca esculturas:rbolesconvida,caballosala-dos...Siemprelegustaronlosanimales. Los humanos nosomos ms que primatescomplicados, dice Carring-ton.Meda miedo eltiempo,porquenoloentiendo.Cuan-toms viejoeres,ms rpidova todo. En los ltimos mi-nutosdel filme,sopla lasve-lasde unatarta,enciende uncigarrillo a escondidas desushijos,sonre, calla,murmurade nuevo: Tuve una vidaaburridamente normal.b

    RR Enlos aos 30, Carringtontuvocontacto enParsconMir, BretonyDal, iniciadoresdelsurrealismo.

    Pelculanarralos temoresdeLeonoraCarringtonR En el Festival de Guadalajara se presenta eldocumental que retrata la vida de la fallecidapintora surrealista y pareja de Max Ernst.

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