“Las Alianzas Regionales y su Vinculación con una...

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“Las Alianzas Regionales y su Vinculación con una Eventual Unificación Coreana” Martín Pérez Le-Fort Director Centro Asia-Pacífico [email protected] Parte del Proyecto de Investigación “Korean Unification: Historical Outline of Presumptions, Perceptions and Policies“ desarrollado en el Programa de Estudios Coreanos del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile con financiamiento de la Academia de Estudios Coreanos. http://www.cap.iei.uchile.cl/ Seminario Internacional “Las Alianzas Regionales en la Península Coreana” Santiago de Chile, 14 de Enero de 2008

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“Las Alianzas Regionales y su Vinculación con una Eventual

Unificación Coreana”

Martín Pérez Le-FortDirector

Centro Asia-Pací[email protected]

Parte del Proyecto de Investigación “Korean Unification: Historical Outline of Presumptions, Perceptions and Policies“ desarrollado en el Programa de Estudios Coreanos del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile con financiamiento de la Academia de Estudios Coreanos.http://www.cap.iei.uchile.cl/

Seminario Internacional“Las Alianzas Regionales en la Península Coreana”

Santiago de Chile, 14 de Enero de 2008

China Imperial. Influencia histórica. Interviene apoyando diversos bandos coreanos.

Japón Imperial. Influencia creciente, especialmente a partir del período Tokugawa. Intentos de invasión.

Debilitamiento de la dinastía Qingen el Siglo XIX. Fracaso de la modernización china

Modernización exitosa japonesa en el Siglo XIX y militarismo

Siglo XIX

Problemas internos e internacionales con Japón, débil influencia

Creciente influencia rusa

Hegemonia regional japonesa, especialmente luego de la victoria sobre los rusos.

Fines del Siglo XIX y primera mitad del XX

EEUU

Siglo XX. Fin de Segunda Guerra Mundial. Dos Coreas.

Participación china en Guerra de Corea

Japón como base de operaciones norteamericana

URSS

Las Alianzas Regionales

En general, y a partir de los que hemos visto, podemos visualizar una transición importante de las alianzas regionales des de el fin de la Guerra Fría. Durante la Guerra Fría nos encontramos con una Corea del Norte, que a través de la “Juche”, buscaba mantener cierta cercanía con la URSS y con la República Popular China, pero manteniendo un cierto equilibrio, que impidiera caer completamente en la órbita de uno de estos actores. Cabe recordar que Corea del Norte era más desarrollado económicamente que Corea del Sur hasta la llegada de la década de los 70’s.

Con la llegada de Gorbachev se dió una política hacia ambas Coreas, a la cual siguió una política similar por parte de China, que estaba des-ideologizando su Política Exterior. En este contexto, nos encontramos con una Corea del Norte cada vez más aislada, con sus viejos aliados buscando una política de compromisos e integración económica con su rival del sur.

Por otra parte, Corea del Sur, estrecha aliada de EE.UU. durante las dictaduras militares, comienza a transitar hacia una cercanía mayor hacia otros actores. Ya desde la Nordpolitik del Presidente Roh Tae-woo, que apuntaba a mejorar las relaciones con los países socialistas, comenzó a integrarse de forma más sustantiva con China. Este país, como hemos visto, profundizó los lazos con Corea del Sur a un punto en que resulta difícil juzgar el alcance y profundidad de una asociación estratégica futura. La relación de China con Corea del Norte es sólo formal.

Rusia y Japón no tienen demasiada injerencia en el futuro de Corea y su unificación nacional. A Japón le cuesta visualizar una Corea unificada y a los coreanos les cuesta visualizar a Japón jugando un rol sustantivo en su unificación. Tal vez cuando Rusia logré superar su crisis de identidad pueda avanzar más allá de los vínculos energéticos, aunque estos son un buen primer paso hacia una mayor relevancia.

En síntesis, nos encontramos fundamentalmente con una Corea del Norte aislada y una Corea del Sur transitando estratégicamente desde una alianza con EE.UU. hacia una con China, sin un clara luz respecto a sus consistencia.

¿Por qué se da este proceso?

China y la Península Coreana

China mantiene una política equilibrada hacia ambas coreas. Dicho país estableció relaciones diplomáticas con Corea del Sur en 1992. En los 90’s China mantuvo una política de evitar un mayor involucramiento en el conflicto coreano.

Sólo en 2003 lanzó una agresiva diplomacia de mediación respecto al programa nuclear norcoreano. El problema no era el programa nuclear en sí, sino principalmente, el potencial conflicto de EEUU y Corea del Norte (en su patio trasero estratégico). Había preocupación en China y Corea del Norte por la Doctrina Bush en Irak y por el lenguaje agresivo de “estado paria” y “eje del mal”.

La política de China hacia Norcorea incluye los 5 “no”. No armas nucleares, no refugiados, no colapso, no inestabilidad, no guerra. China juega un rol proactivo en el manejo de este conflicto, entendiendo que China no es el factor dominante. China rechaza las sanciones.

Dentro de los 5 nos, China da prioridad dada a la no guerra. Una solución impuesta por Washington en términos militares podría constituir una ganancia geoestratégica muy importante, a expensas de China.

- La Península Coreana es percibida como un escudo estratégico vital por parte de China.

-Existe la percepción que la peligrosidad de un eventual escalamiento es más alta que otros conflictos.

-La frontera sino-coreana de 1.360 kms. sirvió de punto de partida de las fuerzas imperiales japonesas en la década del 30 y la aproximación norteamericana de los 50’s, que fue percibida como un potencial ataque.

- Como hemos dicho, China es el único de estos actores que tiene relaciones plenas y multidimensionales con ambas Coreas.

- A nivel de la opinión pública y de las élites de Corea del Sur, China es mirada positivamente como socio. China también es vista como un eventual apoyo para las políticas de reconciliación intercoreanas y para reducir la dependencia de EEUU.

-La política china hacia ambas coreas buscaría mantener el status quo.

Este acercamiento hacia China no parte con la Nordpolitik (1988) de Corea del Sur, ya que tuvo fases previas de acercamiento, especialmente a principios de los 80’s (Taiwán) y que se profundizaron a fines de esa década (juegos olímpicos). Es bueno recordar que Corea del Sur no condena el tema de Tiananmen e incluso profundiza los vínculos.

China tenía la política de una Corea (del Norte) a través del tratado de 1961. Sin embargo, luego de la llegada de Deng Xiaoping a fines de los 70’s, la política exterior comenzó a ser desideologizada a partir de “una línea de política exterior independiente” de 1982.

En 1992 se firma el comunicado conjunto de mutuo reconocimiento entre China y Corea del Sur.

Comercio de China con ambas Coreas en 1980:

- Corea del Norte: US$ 677 millones (+ 71 millones).

- Corea del Sur : US$ 188 millones (- 42 millones)

Comercio de China con ambas Coreas en 2004:

- Corea del Norte: US$ 1384 millones (US$ +214 millones).

-Corea del Sur : US$ 79.348 millones (US$ -20.178 millones)

-Corea del Sur y China pretenden llegar a un comercio de 200.000 millones de dólares en 2012 (cumbre de Noviembre de 2005 entre Hu y Roh).

-Crisis de 1993-1994 de Corea con EEUU dificultó una relación triangular equilibrada de China con ambas Dicha crisis fue un éxito diplomático de Corea del Norte al obtener un diálogo bilateral con EEUU significó papel secundario de China (afectada por Tiananmen y crisis del comunismo).

-Crisis nuclear de 2003 implicó diplomacia preventiva China en 2003-2005. Esto se debió al peligro de ataque militar norteamericano a Corea del Norte. La presión norteamericana podía inducir a Corea del Norte a lanzar un ataque, anticipándose a un ataque preventivo norteamericano (podía ser un curso racional de acción, aunque la victoria fuera imposible). Bush desplazó fuerzas militares ese año como un “mensaje”.

Rol extremadamente intenso de China como “mediador activo” en las conversaciones de las seis partes.

El anuncio, en 2005, de que Corea Corea del Norte poseía armas nucleares implicó el envío de diplomáticos chinos Pyionyang y sus presiones, junto con una adecuada coordinación con Corea del Sur, llevó a los Norcoreanos a negociar nuevamente para llegar a una cuarta ronda de las “conversaciones de las seis partes”. El objetivo inicial norcoreano era establecer un diálogo bilateral con EEUU. La derivación hacia su posterior incorporación en las “conversaciones de las seis partes”, constituye un éxito chino.

Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua” de 1961 ya no resulta consistente . Es visto como simbólico pero obsoleto por parte de China.

Las relaciones entre el Ejercito Popular de Corea y el Ejercito Popular de Liberación chino parecen ser más simbólicas que sustantivas.

China ha hecho mención informalmente a que la alianza de China con Corea del Norte no compromete a China a defender Corea del Norte o que no apoya una ataque no provocado de Corea del Norte o que no intervendría ”automáticamente”. Por su parte, el discurso de defensa de Corea del Sur evita poner a China como una amenaza.

En 1999, Corea del Sur decidió no participar en el sistema de defensa anti-misiles norteamericano.

En Marzo de 2005, el Presidente Roh advirtió que podría no estar del lado de EEUU y Japón en contra de China y Norcorea.

La visión de Roh respecto de Corea del Norte ha estado más cerca de China que de EEUU.

EE.UU. y la Península Coreana.

Una encuesta de enero de 2004 consideró que EEUU era la principal amenaza a Corea del Sur con el 39%, luego de Corea del Norte 33% (Research & Research, 01/05/2004). Esto se explica en parte, por la asociación que hace la opinión pública de EE.UU. con el período de las Dictaduras. En el rango de edad de 20-30, los porcentajes fueron EEUU 58% y Corea del Norte 20%.

En otra encuesta del mismo año (JoongAng Ilbo, Oct. 2004), establecía una visión positiva de los norteamericanos (65%), desfavorable respecto de Bush (72%), negativa respecto de la invasión de Irak (85%) y favorable al candidato demócrata Kerry (68%)

Desde la “diplomacia de las cañoneras” del siglo XIX, la relación de Estados Unidos con Corea no ha sido fácil. Los coreanos percibían negativamente a los norteamericanos por sus intentos imperialistas de mercantilismo y proselitismo y los norteamericanos percibían a los coreanos como ermitaños y violentos. Los tratados firmados entre Corea y EE.UU. eran percibidos como una forma de contención de la expansión japonesa. El desinterés norteamericano, generó a su vez, el interés coreano porque Rusia jugara un papel mayor. Sin embargo, los norteamericanos preferían a Japón antes que Rusia y miraban positivamente unas predominancia norteamericana en Filipinas y una japonesa en Corea.

La Guerra de Corea con 36.940 muertos en acción, 3737 desaparecidos, y 92.134 heridos, 400.000 bajas surcoreanas y alrededor de 2 millones de bajas chinas y norcoreanas (además se produjeron innumerables bajas civiles), dejó una amplia huella negativa.

La percepción en Corea del Sur respecto de EE.UU., luego de la división, era positiva y no necesariamente de un actor imperialista o colonialista. Eso se hizo patente durante el período del Presidente Rhee, con una marcada dependencia económica de EE.UU.

Evidentemente que la Guerra de Corea eliminó cualquier posibilidad de diálogo con Corea del Norte por mucho tiempo, hasta fines de los 80’s. hubo algún intento previo (uno norcoreano en 1973). Hubo una oferta norcoreana de reemplazar el armisticio por un tratado de paz en 1974 (al Congreso norteamericano).

En 1975 y 1976 hubo cierta percepción positiva por parte de algunos sectores norteamericanos (Kissinger) al respecto. Se buscó el reconocimiento cruzado (China-URSS con Corea del Sur y EE.UU. Con Corea del Norte). Los esfuerzos norcoreanos continuaron en la administraciones de Ford y Carter.

En 1983 hubo algunos esfuerzos (a través del presidente Hosni Mubarak). Los norteamericanos rechazaban propuestas que significaran la exclusión de Corea del Sur.

En 1984, Corea del Norte ofreció una propuesta de conferencia tripartita de las dos coreas con EEUU (tratado de paz y fin del estado de hostilidades). Esta oferta se dirigió luego hacia la retirada de las tropas norteamericanas y a iniciar el dialogo intercoreano sobre unificación (incluyendo reducción de armamento y pacto de no agresión). Sin embargo, ambos procesos se desarrollarían de forma independiente. Por su parte, EE.UU quería involucrar a China en este diálogo.

Con el fin de la Guerra Fría, estas posturas fueron devaluadas por las administraciones norteamericanas, con algunas excepciones como el de la “iniciativa modesta”d e diálogo de la aministración Reagan, permitiendo ciertas exportaciones y contactos no gubernamentales. Sin embargo, bajo la administración de George Bush padre, no se continuó dicha iniciativa. En dicha administración, como en la de Clinton, las consecuencias del colapso del bloque soviético aparecían como la obvia prioridad (por ejemplo el tema de las armas nucleares).

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EE.UU, al inicio de la administración Clinton , no dio pasos sustantivos respecto a Corea del Norte. El 12 de Marzo de 1993, Corea del Norte anunció su retiro del TPN, firmado en 1985. Esta se basaba en un rechazo a las inspecciones ilimitadas de la IAEA. Las tensiones crecieron, pero China amenazó con el uso del veto en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU (aunque se dió una resolución que abrió el diálogo EEUU Corea del Norte).

Las negociaciones bilaterales apuntaron a un acuerdo sobre el desarrollo de centrales nucleares de “Agua Ligera” (a completarese en 2003). Estados Unidos buscó multilateralizar el tema (China, Japón, Rusia, AIEA, Consejo de Seguridad, etc.). Sin embargo, en 1994, los norcoreanos dieron un paso adelante, removiendo material nuclear de la Central de Yongbyon. Las sanciones de la ONU eran vistas por Norcorea como una eventual declaración de guerra.

Los sectores moderados de dicha administración no quisieron llegar a ese punto. Esto llevó al “Acuerdo Marco” de 1994, que dio pie a un limitado compromiso entre ambas partes. Entre los aspectos considerados estuvieron la provisión de reactores de agua ligera (el primero a completarse en 2003) y el intercambio de documentos sobre el uso pacífico de la energía nuclear, desmantelamiento de los reactores de grafito y congelamiento de los que estaban en construcción. Suministro de combustible a Corea del Norte en un nivel de 500.000 toneladas anuales.

En este contexto, Corea del Norte no desarrollaría armas para uso nuclear y EE.UU. no amenazaría con usarlas en contra de ésta. Además estaba el compromiso de diálogo intercoreano. El problema fue que dicho acuerdo fue entendido como no vinculante por parte de EE.UU. y vinculante por parte de Corea del Norte.

Luego de la muerte de Kim Il-sung en 1994 y la llegada al poder de Kim Jong-il, la situación cambió. El nuevo lider mantuvo inicialmente posiciones en el marco de las FF.AA. Fue elegido como Secretario General del partido en 1997, manteniendo su posición en el ámbito miltar y siendo declarado Presidente de forma permanente.

Cabe recordar que a fines de la década se sumó a la tradicional política de Juche (auto-confianza o auto-dependencia), la política de Songun (lo militar primero).

En 1995 se creó el KEDO (Korean Peninsula Energy Development Organization), a instancias de EE.UU. Japón y Corea del Sur para el desarrollo del programa de reactores de agua ligera.

En los años siguientes Corea del Norte seguía solicitando ayuda.

En 1996 EEUU propuso la iniciación de un diálogo de cuatro partes, incluyendo a las dos Coreas, China y EE.UU. (que posteriormente dará base a las conversaciones de las “seis partes en 2003). Corea del Norte prefería solamente relaciones bilaterales con EE.UU., sin embargo dichas conversaciones se inician en 1997.

El lanzamiento del misil Taepong 1 en Agosto de 1998, que cruzó el espacio aéreo japonés, afectó profundamente las conversaciones.

Por otra parte, Corea del Norte se quejaba de que el programa de reactores de agua ligera no estaba cumpliendo con los plazos y que EE.UU. también estaba atrasado en la provisión de combustible pesado. En ese marco, Corea del Norte amenazó con volver a reabrir las instalaciones de Yongbyon.

Un nuevo acuerdo se alacanzó en 1998 para proveer de las entregas atrasadas de combustible y el avance en la construcción de los reactores de agua ligera.

Ya en 1999, la administración Clinton hizo algunos esfuerzos que inicialmente poco fructíferos hacia Corea del Norte. La política de acercamiento de Kim Dae Jung desde Corea del Sur (cumbre del 2000), además de un esfuerzo de acercamiento de Corea del Norte hacia China y Rusia generó un contexto más favorable. La idea era eliminar algunas sanciones a cambio de eliminación del programa nuclear y de misiles.

Los norcoreanos querían que el Presidente Clinton viajara a Corea del Norte, pero finalmente viajó la Secretaria de Estado, Madeleine Albright, en 2000.

Dicha visita consiguió varios compromisos de fin de la producción y venta de misiles a cambio de compensaciones. La verificaciones requerirían mayores negociaciones.

En esta reunión, mencionó que con el fin de la Guerra Fría, las tropas norteamericanas podrían jugar un rol estabilizador (lo que resultó sorprendente). Dando muestras de interés por el modelo de desarrollo tailandés o sueco (más que el chino). Aparentemente, Kim quería llegar a un acuerdo.

La llegada de la administración Bush hijo, trajo cambio, no continidad (a pesar de los esfuerzos iniciales de Collin Powell).

Cuando Kim Dae Jung visitó Washington D.C. en 2001, el Presidente norteamericano se mostró muy escéptico respecto a la política surcoreana de acercamiento hacia Corea del Norte, la Sunshine Policy. En Junio de ase año, la administración Bush propuso avanzar en el tema del Acuerdo marco, programa de misiles y políticas militares convencionales. La reacción Norcoreana fue bastante negativa a esas propuerstas, que buscarían “sofocar, aislar y destruir” a Corea del Norte.

Durante ese período, Corea del Norte buscó mejorar su situación internacional (UE, China, Rusia, etc.). Desde el lado norteamericano había poca simpatía por las negociaciones con Corea del Norte (estado paria), lo que fue profundizado luego del 11 de Septiembre.

La situación en 2002 continuó bajo los términos de una profunda desconfianza, con EE.UU. volcado en su lucha contra el terrorismo y con Corea del Norte buscando mejorar sus lazos internacionales (además enfrentaba una leve mejora económica).

En Octubre de 2002, se dió la visita a Pyonyang del Asistente del Secretario de Estado norteamericano, James Kelly, respecto a la violación norcoreana del Acuerdo Marco y de sus obligaciones con el Tratado de no Proliferación Nuclear.

Ante la denuncia norteamericana de 2002 respecto que Norcorea poseía un programa de uranio altamente enriquecido, la respuesta coreana fue que dicho programa obedecía a su derecho a desarrollar armas en contra de la amenaza de EEUU.

En ese período Norcorea también argumentó que ante la amenaza nuclear norteamericana ellos tenían derecho a desarrollar esas armas, sino además otras para defender su soberanía y supervivencia. Luego vino la oferta de un tratado de no agresión (no agresión y no uso de armas nucleares).

El argumento anterior apuntaba a traspasar la responsabilidad del programa a la amenaza norteamericana, además de ganar tiempo para continuar su desarrollo a partir de instalaciones previamente congeladas.

Se apuntaba a la renuncia al programa nuclear en relación al desarrollo de un tratado. Tal tratado podría ser la base de un futuro retiro de las fuerzas norteamericanas en la península.

Desde la perspectiva norteamericana, esto podría dar garantías de supervivencia al régimen de Corea del Norte y afectar seriamente la capacidad de disuasión de Corea del Sur. Sin embargo, ambos participan en las conversaciones de las seis partes.

Desde la perspectiva norcoreana, EEUU buscaría impedir las relaciones de ellos con otros países y el diálogo Norte-Sur (de la península).

Diálogos más Recientes

La Declaración de Principios del 19 de Septiembre de 2005 tuvo un inicio optimista debido a las dificultades de alcanzar un anterior acuerdo en Diciembre de 2003.

Corea del Norte había acordado abandonar toda arma nuclear o programa al respecto.

Además, acordó retornar al Tratado de No Proliferación Nuclear y aceptar las salvaguardas de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en una fecha cercana. Esto último implicaba también aceptar las inspecciones de esta organización.

Corea del Norte también acordó reafirmar el Acuerdo de Desnuclearización Corea del Norte-Corea del Sur de 1992.

Dos concesiones importantes no relacionadas con el tema nuclear fueron el tema de un régimen de paz coreano y el secuestro de ciudadanos japonenses.

Aparentemente Corea del Norte no abandonó las políticas iniciales previas al acuerdo (programas de armas nucleares y enriquecimiento de uranio).

Corea del Norte también acordó reafirmar el Acuerdo de Desnuclearización Corea del Norte-Corea del Sur de 1992.

Dos concesiones importantes no relacionadas con el tema nuclear fueron el tema de un régimen de paz coreano y el secuestro de ciudadanos japonenses.

Aparentemente Corea del Norte no abandonó las políticas iniciales previas al acuerdo (programas de armas nucleares y enriquecimiento de uranio).

Relaciones de Japón con Corea

Hay un fuerte peso de las identidades en relación tanto a la ocupación japonesa (nacionalismo coreano), como a las condicionantes de la Política exterior japonesa.

Hay tradicionales intereses geopolíticos en la península. El nacionalismo japonés lo vio como “un dardo apuntado al corazón de Japón” y posteriormente como una oportunidad de desarrollo (por ejemplo los “zaibatsus”).

Durante la ocupación, Corea fue vista como fuente de materias primas, trabajo y energía.

Hay variados temas pendientes en la relación:

-Tema de las islas Tok Do (Takeshima) ocupadas por la policía coreana desde 1953.

-Tema de las esclavas sexuales (entre 100.000 y 300.000)

-Migración obligatoria a Japón (Zainichi) y conformación como ciudadanos de segunda clase.

-Tema de los textos respecto a la Segunda Guerra Mundial.

Japón estaba relativamente aislado regionalmente, ya que el sistema norteamericano de alianzas no estimulaba los lazos bilaterales (“hub and spoke”).

Japón busca normalizar sus relaciones vecinales durante los 50’s ( Taiwán, Burma, Filipinas, Indonesia, Vietnam de Sur), La normalización con Corea del Sur (1965) y Malasia llega en la década de los 60’s.

Repatriación de Norcoreanos en los 50’s.

Normalización de relaciones durante el período de Park Chung-hee.

Visitas al templo de Yasukuni, que comenzaron a mediados de los 80’s afectaron la relación.

El diálogo intercoreano de fines de los 80’s y la nordpolitik, estimularon un acercamiento japonés (y norteamericano) hacia Corea del Norte.

Corea del Norte buscaba recursos para su desarrollo y vio una buena oportunidad en el cercamiento japonés.

A esto luego se sumaron demandas japonesas por la devolución de secuestradores aéreos refugiados en Corea del Norte. Corea pide la previa normalización de relaciones.

Japón incluyó luego el tema nuclear, la reanudación del diálogo intercoreano, membresía en la ONU y un tema particularmente difícil, el primer caso de los japoneses secuestrados por Norcorea desde los 70’s .

Se dan varias rondas de conversaciones en los 90’s (8 rondas, 1991-1992). Corea del Norte quería disculpas, compensaciones y declaración de los tratados impuestos históricamente a corea como nulos. Japón planteó que no habría compensaciones, que este acercamiento no afectaría las relaciones de Japón con Corea del sur, deudas coreanas, status de parejas binacionales, etc.

Luego del shock de las pruebas misilísticas norcoreanas a fines de los 90’s, se reinician las conversaciones en 2000. A los anteriores tópicos, se sumó la “cooperación económica” (o “compensación” desde el pueto de vista norcoreano), donaciones de alimento, se retoma el tema de los secuestros (con más casos). Se pide detener el programa de armas de destrucción masiva y el programa nuclear norcoreano. Esto resultó inaceptable y Corea del Norte suspendió las conversaciones ese mismo año.

Éstas se reabren en 2002 y se avanza en los secuestros y el tema nuclear. Japón dice que no habrá normalización sin solucionar los temas previos (secuestros, armas y programa nuclear). En 2004 se retoman, con los mismos temas y la promesa japonesa de no imponer sanciones económicas. Japón participa activamente en las conversaciones de las “seis partes”

Rusia y la Península Coreana

La Península Coreana tiene un rol secundario en la Política exterior rusa hacia el Noreste Asiático. Ésta está centrada en EEUU, China y Japón. Las relaciones rusas con la península están subordinadas a las anteriores. Históricamente los intereses han sido más estratégicos que económicos.

Manejo del tema a nivel de la burocracia de política exterior, no de altos funcionarios. Esto hace la política incremental y lenta. Las excepciones son Gorbachev en 1989-1990 y la política de Putin en 2000-2002.

Rusia tiene dividido su pensamiento geoestratégico entre los “europeístas”, “asianistas” y “excepcionalistas” (el único país realmente eurasiático), fuertemente asociado a su búsqueda de identidad. Por otra parte, su deseo de recuperar poder e influencia y volver a ser un actor relevante a nivel global y regional afecta fuertemente sus políticas hacia el Este de Asia.

Las relaciones de Rusia con ambas Coreas están fuertemente marcadas por el pasado (Rusia zarista, comunista y postcomunista) en sus relaciones con varias Coreas (Choson, Corea colonial y las dos Coreas). Ya a mediados del siglo XIX se miraba con sospecha sus intenciones en la península (por ejemplo: Francia). La influencia Rusa disminuye con la derrota ante Japón a principios del siglo XX.

Durante los inicios de la URSS había muchos inmigrantes coreanos y chinos. Stalin deporta a 180.000 coreanos al Asia Central, como paranoia respecto a su eventual rol como espías japoneses. Estos fueron obligados a traslado forzado, trabajos forzados y prisión (20.000 personas fallecieron por esas condiciones en la década del 30). También fueron enviados a las islas Kuriles.

Respecto de Kim Il-sung, los soviéticos lo escogieron por sus cualidades particulares como el interlocutor válido en Corea del Norte. En ese período había diversos grupos: nacionalistas, grupos comunistas operando en Seúl, el grupo de retornados desde China (Yan’an), el grupo soviético-coreano (que formaban parte del ejército soviético), grupos partisanos (Kapsan, grupo liderado por Kim).

Contención y luego apoyo a la Guerra de Corea.

Búsqueda de un balance entre China y URSS por parte de Kim Il-sung (Juche). Inicio de una relación triangular.

Distanciamiento en el período de Nikita Khrushchev en los 60’s.

Acercamiento en el período de Brezhnev, que vio a Corea del Norte como un aliado estratégico.

En los 80’s la URSS intenta recomponer las relaciones, provocado en parte por el acercamiento sino-norteamericano. Konstantin Chernenko proveyó además de apoyo técnico energético (convencional y nuclear) de nuevo equipamiento militar a los norcoreanos.

Gorvachev continuó ese acercamiento (operaciones navales conjuntas, uso de puertos coreanos, etc.)

Gorbachev se acerca a ambas Coreas. Decide participar en los Juegos Olímpicos y acercarse a Corea del Sur. Se reestablecen relaciones consulares, se abren oficinas en ambos países, se establecen vínculos marítimos (Vladivostok-Pusan), se refieren positivamente a los éxitos económicos de Corea del Sur públicamente, etc. Todo ello llevó a un enfriamiento con Corea del Sur.

Cabe recordar que la Perestroika se inició en 1985 y la Norpolitik de Roh Tae-woo comenzó en 1988.

Si bien la URSS había planteado su apoyo a Corea del Norte y a la idea de una Corea desnuclearizada durante el período Gorbachev, la situación de la península se presentaba como el principal obstáculo para establecer un sistema de seguridad asiático.

Gorbachev y Roh se reunieron en San Francisco en 1990. Se planteó la normalización de relaciones, que fue informada a los Norcoreanos. El comentario norcoreano respecto a la normalización fue que era “desagradable, nauseabundo e indecoroso” y que la URSS tenía una “diplomacia comprada con dólares“. Los norcoreanos amenazaron incluso con apoyar los reclamos japoneses sobre las Kuriles.

Gorbachev en 1991, en una nueva reunión en Cheju, anunció el apoyo a la entrada de Corea en la ONU para un diálogo intercoreano apuntado a reducir las tensiones y para inspecciones del desarrollo nuclear de dicho país.

La relación durante el período Yeltsin fueron extremadamente frías desde un anticomunismo que miraba con muy malos ojos el modelo Coreano, como un resabio stalisnista. Por otra paerte, se buscaba un acercamiento a Corea del Sur para apoyar el desarrollo de Rusia..

Ambas partes acuerdan dar por finalizado el Tratado de Defensa Mutua y Cooperación de la URSS y Corea del Norte (1961).

En 1992 se firmó el Tratado sobre Principios de Relaciones entre la Federación Rusa y la República de Corea (Corea del Sur), sobre las bases de libertad, democracia, DDHH y economía de mercado.

Por otra parte, Yeltsin suspendió la ayuda militar a Corea del Norte. Por su parte, Corea del Norte consideraba dicho tratado como obsoleto. Dicho régimen no creía en las garantías de que el paraguas nuclear ruso incluía su país, lo que redefinió su política de seguridad. Corea del Norte planteó que había sido “traicionado y dañado en un sentido material”

Sin embargo, en el proceso de solución del problema nuclear de la península, Rusia fue dejado de lado (en las conversaciones de las cuatro partes, estaba China pero no Rusia)

Corea del Norte no tenía particular interés en la participación rusa y lo conminaba a pedir el retiro de los norteamericanos de la península y a interrumpir el despliegue del NDM de dicho país.

Putin en 2001, buscó nuevamente aprovechar las distancias entre Kim Dae-jung y EEUU y establece un acercamiento en materias de seguridad.

Por otra parte, firmó un Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con Corea del Norte. (no incluye intervención militar automática, pero sí una ambigua cláusula de “contacto mutuo” en una crisis). Visita Corea del Norte en 2001. Se normalizan las relaciones

Putin aprobó la venta de repuestos para el armamento norcoreano y algunos equipos, pero no armamento avanzado. Además, hubo ofertas de cooperación energética

En los 90’s, los rusos no creían que Corea del Norte estuviera deteniendo su programa nuclear. Rusia tampoco creía que dicho programa afectara directamente su seguridad (punto no compartido por los militares). Moscú sigue viendo a Corea del Norte como un estado tapón (buffer) en sus relaciones regionales.

En general se puede calificar la política rusa hacia Norcorea como pasiva, reactiva y bastante cauta.

Cabe recordar el debilitamiento del Lejano Oriente ruso, con implicancias geopolíticas.

Pesimismo ruso respecto de las conversaciones de las 6 partes.

Preocupación por la agresividad norteamericana.

Conclusiones Preliminares

Percibimos que las políticas de unificación nacional de Corea del Sur, los esfuerzos del régimen norcoreano por sobrevivir y los intereses estratégicos de EEUU, China, Rusia y Japón, en dicha península, pueden ser contradictorias en ciertos niveles.

Las políticas de unificación nacional han perdido algo de su energía inicial debido a una mayor politización del tema por parte de los actores políticos. Por otra parte, la percepción de los sectores académicos proclives tanto al gobierno como a la oposición de Corea del Sur, visualizan esta eventual unificación en veinte o cuarenta años más. Parece no ser deseable una unificación por colapso, debido a los costos económicos que esto traería.

Está claro que China y EE.UU. son los actores externos relevantes en el nuevo escenario en donde avanzan las políticas de unificación nacional. China ha logrado reconfigurar su relación con la península a un alcance sorprendente e inesperado, es el único actor que mantiene una política consistente hacia ambas Coreas. Estados Unidos, por su parte, ha buscado forzar una eliminación del programa nuclear norcoreanos y sus programas de armas de destrucción masiva, pero ha caído en un discurso demasiado agresivo, que no sólo afecta sus relaciones con la península, sino con otros actores de la región como China. Sin embargo, más allá de la retórica de la administración del Presidente Bush, nos encontramos con una política que afortunadamente, a nuestro juicio, comienza a ser algo más responsable que en otras regiones.

Si bien China y EEUU, los principales actores, serían facilitadores del proceso de unificación en la península coreana, no lo son al punto de desear una unificación que altere muy profundamente los equilibrios estratégicos regionales. En otras palabras, son facilitadores, pero no dan respaldos consistentes de la ansiada unificación coreana. Probablemente ese proceso, pase más por la voluntad de los coreanos o por una crisis inesperada, que fuerce a estos mismos a jugar algunas cartas, que a primera vista resultas muy duras de asumir, pero creemos que si hay algo que sobra en Corea en fortaleza y voluntad de enfrentarlas.