LA TEORÍA POLÍTICA ANGLOAMERICANA SOBRE LAS RELACIONES CIVILES Y MILITARES VENEZOLANAS

Por

Hernán Castillo hcastill@usb.ve

Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela y

Leonardo R. Ledezma Leonardo_Ledezma@tamu-commerce.edu

Texas A&M University-Commerce

Prepared for the XXIV Latin American Studies Association, LASA, International Congress

Dallas, Texas, USA March 27-29, 2003

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LA TEORÍA POLÍTICA ANGLOAMERICANA SOBRE LAS RELACIONES CIVILES Y MILITARES VENEZOLANAS∗

“Nada es tan peligroso como un ejército en medio de una nación pacífica”. Alexis

Tocqueville

Introducción Este artículo, “la teoría política angloamericana∗ ∗ sobre las relaciones civiles y militares

venezolanas”, forma parte de un trabajo de exploración bibliográfica de mayor aliento, orientado a la conformación de aspectos teóricos y conceptuales de futuras investigaciones. Nos proponemos contribuir a llenar el enorme y lamentable abandono que hay en la formación de la juventud venezolana sobre la gran significación e importancia política que tiene el Control Civil de la institución militar para la vida civilizada en una sociedad democrática, en donde la tolerancia, el respeto al ejercicio de las libertades públicas y los derechos humanos, entre otros, son valores vitales.

Nos propusimos redactar un texto didáctico, y sobre todo introductorio y elemental para

jóvenes del pregrado universitario en campos asociados con las ciencias sociales, y humanísticas en general. Posteriormente se podría completar con una revisión bibliográfica mucho más profunda, completa y detallada para cursos de postgrado. De tal manera que principalmente vamos a presentar un conjunto de investigaciones y estudios originalmente escritos en inglés sobre las relaciones civiles y militares venezolanas, sobre la base de la traducción de algunos resúmenes, y partes suficientemente ilustrativas del contenido, objetivos, organización y secciones más importantes de cada uno de ellos. No pretendemos realizar ningún tipo de evaluación, análisis o crítica a los puntos de vista y enfoques metodológicos, etc. de estos estudios. Es decir no vamos a formular juicios de valor ni tampoco realizaremos ningún tipo de clasificación de estos trabajos. Básicamente lo que pretendemos hacer es una revisión y arqueo bibliográfico de los estudios publicados en inglés, en los Estados Unidos, en este interdisciplinario campo de las ciencias sociales.

∗ Queremos agradecer a la directora de la biblioteca James G. Gee, señora Diane Downing y a Scott Downing jefe del servicio de préstamos inter-bibliotecas de Texas A&M University-Commerce las facilidades y apoyo prestado en la realización de esta búsqueda bibliográfica, sin sus respectivos respaldos este trabajo no hubiese sido posible. No obstante, por supuesto, las fallas que pueda presentar son de nuestra entera responsabilidad. ∗ ∗ El término angloamericano es usado en este trabajo para incorporar una palabra que represente la idea del conjunto de autores anglo-sajones o americanos en el sentido más amplio de la expresión, es decir, autores de los países de Norte América, Centro América y Sur América.

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También vamos solamente a mencionar algunos otros estudios de un alto nivel académico y político que originalmente fueron escritos en inglés, que sin tener como objeto central las relaciones civiles y militares venezolanas, si tocan tangencialmente algunos aspectos parciales y complementarios, pero muy importantes, vinculados de muchas maneras a este tema.

En función de aproximarnos a alcanzar el objetivo principal de este trabajo de intentar

llenar, en una cierta medida, tal como dijimos antes, el enorme vacío teórico y conceptual y ayudar a reducir el lamentable abandono que ha existido en la educación venezolana en general, y en el mundo académico en particular, sobre el estudio de las relaciones civiles y militares, y mucho más aún sobre las fuentes bibliográficas escritas originalmente en inglés, es conveniente preguntarse ¿por qué motivos conocer específicamente la teoría política de origen estadounidense sobre las relaciones civiles y militares venezolanas? Entre otros motivos importantes, que a nuestro juicio, existen para estudiar la teoría política estadounidense sobre las relaciones civiles y militares venezolanas está el hecho central que, en el mundo académico, en todos los niveles superiores del sistema educativo nacional son bastante desconocidos y muy poco manejados. Sólo en el nivel de algunos postgrados en el país, y muy parcialmente, se leen y se examinan algunos de esos trabajos. Como una consecuencia obvia tampoco existe en Venezuela un análisis y debate, sobre el conjunto de planteamientos que hacen esos estudios, sobre este polémico tema. Además todos esos trabajos se encuentran muy dispersos, a lo cual hay que agregar que muy pocos de ellos han sido traducidos al castellano, lo cual a hecho más difícil su acceso a la población estudiantil universitaria venezolana. Pero de la misma forma, por otra parte, son realmente excepcionales los libros, artículos, investigaciones y estudios, en general, escritos originalmente en castellano, sobre este tema, que tampoco han sido traducidos al inglés.

Otra de las razones, para estudiar la teoría política de origen angloamericana sobre las

relaciones civiles y militares venezolanas, probablemente una de las más fuertes, sea que las democracias anglosajonas son, entre otras, una de las que mayor control político democrático, ejercen sobre sus militares, sobre todo en las democracias anglosajonas de los países más industrializados. Y de esas experiencias de control civil sobre los militares, probablemente hay algunas lecciones y enseñanzas políticas para las democracias de América Latina y Venezuela en particular. Pero por otra parte también, el debate entre los académicos, en el mundo desarrollado en general, sobre las relaciones civiles y militares es muy fuerte, creativo y amplio; y la lectura en general de sus trabajos y sobre los países latinoamericanos en particular, entre ellos Venezuela, obviamente, puede contribuir a impregnarnos de novedosas influencias teóricas, metodológicas y conceptuales que nos ayuden a enriquecer el debate político nacional.

Sin embargo es bueno señalar complementariamente que sobre las relaciones civiles y

militares y el control político de los militares en los sistemas cerrados y totalitarios, como Cuba por ejemplo, entre otros, se ha investigado, escrito y publicado muy poco, y son excesivamente desconocidos trabajos de naturaleza académica, de un buen nivel, que valga la pena analizar. En

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cambio sobre el resto de los regímenes militares dictatoriales en América Latina si se han escrito bastantes trabajos de muy alto nivel académico y político, tanto en inglés como en castellano. No obstante, no ser el tema de este artículo, creo que merecería la pena hacer un ejercicio intelectual académico y preguntarse también cómo funcionan las relaciones civiles y militares, y cómo se controlan políticamente a los militares en el conjunto de los sistemas militares dictatoriales, o de una fuerte inspiración autoritaria.

Otra razón, también muy notoria, para proponerse estudiar la teoría política

angloamericana sobre este problema, es que probablemente sean los académicos estadounidenses quienes mayormente han estudiado las relaciones civiles y militares en cada uno de los países del continente latinoamericano. Sin embargo, paradójicamente, en el caso específico venezolano llama la atención que, a nuestra manera de ver, no son suficientes, son bastante escasos los estudios sobre las relaciones civiles y militares venezolanas de origen estadounidense, en relación con el conjunto de estudios en este terreno sobre el resto de los países latinoamericanos. Seguramente una de las razones, y en esto parece haber un acuerdo bastante generalizado entre los especialistas, esté el hecho que la democracia venezolana parecía ser una de las más consolidadas en la región, en donde sus fuerzas armadas habían dado muestras suficientemente contundentes de su papel institucional, de respaldo y lealtad al sistema de libertades democráticas, partir de los desafíos que se le plantearon al sistema político a partir de 1959, con la presidencia de Rómulo Betancourt.

No obstante, estos estudios angloamericanos, a pesar de no ser numerosos, tienen un gran

valor porque son estudios realizados por académicos que están fuera de la controversia política nacional y esa condición los coloca en una situación un poco más objetiva e imparcial para interpretar los problemas. Sin embargo, es justo señalar también, que a partir de los últimos desarrollos políticos venezolanos, especialmente a partir de las insurgencias militares del año 1992, los estudios de académicos de origen estadounidenses sobre las relaciones civiles y militares venezolanas vienen aumentando, tal como veremos más adelante.

Este tema, de las relaciones civiles y militares, en los estudios universitarios sobre

ciencias sociales, entre otros, y en la cultura política anglosajona en general, ocupa un lugar destacado, en contraposición al lamentable descuido que en Venezuela, en particular, hemos tenido en la formación de los futuros profesionales egresados de las universidades. De tal manera que en este artículo, siguiendo el estilo pedagógico y didáctico planteado inicialmente, nos proponemos también, hacer un conjunto de referencias muy básicas sobre el estado en que se encuentran los estudios, el debate y la investigación académica sobre las relaciones civiles y militares en los propios Estados Unidos.

Es importante comenzar por establecer que, en términos relativos, Venezuela ha sido muy

poco estudiada, por los académicos norteamericanos, en relación con la calidad y volumen de estudios que existen sobre el resto de los países del continente, sobre todo en el campo específico

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de las relaciones civiles y militares. Son bastante limitadas las investigaciones sobre la democracia venezolana originalmente realizadas en inglés, y mucho más escasas aún son los trabajos específicos sobre las relaciones civiles y militares venezolanas. Probablemente Venezuela ha tenido mayor atención por parte de los académicos estadounidenses en el campo económico, energético, y petrolero en particular. Uno de los indicadores, entre otros, de la baja prioridad que tenían los estudios sobre Venezuela, en los Estados Unidos, lo muestra la relativamente reciente creación de la Sección de Estudios Venezolanos, en 1997; en la Asociación de Estudios Latinoamericanos, LASA en sus siglas en inglés.

A continuación vamos a realizar un recorrido con el siguiente esquema. Primero, una

reseña de trabajos específicos, libros y artículos, escritos en inglés relacionados directamente con el tema. Segundo, vamos a presentar una muestra bibliográfica relevante del estado en que se encuentra el debate académico sobre el control civil de las fuerzas militares en los Estados Unidos. Tercero, otros estudios escritos en inglés relacionados con la democracia y las relaciones civiles y militares venezolanas. Y finalmente, una pequeña sección referida a algunos pocos sitios web y direcciones electrónicas asociadas al tema de las relaciones civiles y militares y al control civil de los militares, en general.

1. Una Aproximación a los Estudios Angloamericanos sobre las Relaciones Civiles y Militares Venezolanas: Una Rápida Revisión Bibliográfica

El primero de los trabajos sobre relaciones civiles y militares venezolanas, es el clásico libro de Winfield Burggraaff (1972) The Venezuelan Armed Forces in Politics, 1935-1959. Columbia University of Missouri Press.

Este trabajo es un estudio de naturaleza histórica, que se propone analizar el rol de los

militares en la política venezolana, desde la muerte de Juan Vicente Gómez hasta la presidencia de Rómulo Betancourt en 1959. Y lo hace, primeramente, a través del estudio de los 10 años que siguieron a la muerte de Gómez; allí estudia la participación militar en la política venezolana durante los gobiernos de los Generales Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, en lo que Burggraaff llama “ una década de la transición”. Posteriormente estudia la rebelión del 18 de octubre; luego el golpe de Estado del 24 de noviembre contra Rómulo Gallegos; a continuación examina la dictadura militar de diez años del General Marcos Pérez Jiménez; y la insurrección del 23 de enero; seguidamente estudia el período de la Junta de Gobierno, al cual llama “el regreso a los cuarteles”; y finalmente termina con una especie de balance acerca de la redefinición del rol de los militares en la política venezolana, durante este lapso.

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Igualmente Burggraaff, aclara la enorme confusión conceptual existente sobre lo que se debe entender correctamente por militarismo; específicamente por militarismo latinoamericano. Pero sobre todo se propone disipar el mito en que todos los problemas venezolanos, de la época, son el resultado directo de la supremacía política de sus fuerzas militares. Es un excelente modelo y guía metodológica para posteriores investigaciones históricas; y plantea también el crónico problema de las fuentes documentales y las entrevistas con militares activos, para realizar estudios de campo, en Venezuela.

Posteriormente encontramos otro trabajo sobre Venezuela escrito entre Winfield

Burggraaff y Richard Millet, en 1995, “More than Failed Coups: the crisis in Venezuelan Civil-Military Relations”, en el libro Lessons of the Venezuelan Experience editado por Louis W. Goodman, Johanna Mendelson Forman, Moisés Naím, Joseph S. Tulchin, y Gary Bland, pp. 54-78. En este mismo libro hay un trabajo de Felipe Agüero sobre los militares rebeldes y la elite política venezolana, que examinaremos un poco más adelante.

Este trabajo de Burggraaff y Millet se orienta a examinar las raíces y las causas del

deterioro del sistema democrático y los signos cada vez más preocupantes del empeoramiento de relaciones civiles y militares venezolanas, especialmente a partir de los acontecimientos de febrero de 1989. Examina, en general, el derrumbe del modelo socioeconómico y político, a partir de los años 80 y la incapacidad del sector civil de presentar alternativas y opciones. Pero principalmente indaga sobre los motivos del gran descontento y división en el sector militar, más allá de una variedad de todo tipo de tensiones y problemas, institucionales y extra-institucionales del país. Se puede decir que la parte conclusiva del trabajo es la más importante, sobre todo la parte relacionada con las lecciones que tenemos que sacar y la experiencia de los errores y omisiones cometidas por el liderazgo político venezolano, durante todos estos años, en relación con las fuerzas armadas.

Luego encontramos las investigaciones de Gene E. Bigler, (1977) “The Armed Forces

and Patterns of Civil-Military Relations”, in John Martz and David J. Myers. (Ed.) Venezuela. The Democratic Experience, Praeger Publishers, New York, London, pp.113-133.

Aquí Bigler plantea un tema que ahora, visto en perspectiva histórica, tiene extrema

vigencia especialmente si tomamos en consideración, en primer lugar que este trabajo fue publicado originalmente en 1977 durante los años de la bonanza económica; pero en segundo lugar también si tomamos en consideración la profunda la crisis que ha vivido el sistema político venezolano sobre todo a partir de los sucesos de 1989 y los desarrollos posteriores, en donde se ha visto involucrada de una forma muy importante la institución militar. Se trata de la respuesta a la pregunta de por qué, históricamente, durante los años de vigencia de la relativamente joven democracia venezolana, que comenzó en 1959, los golpes militares nunca no han sido exitosos.

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En el desarrollo del trabajo, Bigler establece los factores y circunstancias, que según él,

han permitido mantener control político y dentro de las reglas del sistema democrático, a los militares venezolanos, durante todos esos años. Se puede afirmar que con este trabajo es cuando propiamente se inician académicamente, los estudios sobre las relaciones civiles y militares venezolanas. Desde entonces la bibliografía sobre el tema ha venido gradualmente aumentando.

Luego tenemos de Gene Bigler “Professional Soldier and Restrain Politics in Venezuela”

(1982) Robert Wesson (Ed.) New Military Politics in Latin America, New York, Praeger. En este trabajo Bigler hace una revisión de su anterior trabajo, en cuanto a que profundiza

y desarrolla ampliamente el factor profesional como el elemento principal de contención e inhibición de la participación de los militares venezolanos en política. También plantea los nuevos retos para el mantenimiento de la contención de los militares venezolanos en política.

En este trabajo Bigler se propone principalmente dos cosas, por una parte se propone

examinar el rol institucional de las Fuerzas Armadas en el flexible sistema político venezolano de mantenimiento del régimen democrático civil. Y por otra parte hace un esfuerzo para proporcionar una estructura básica que permita evaluar la gravedad de las amenazas al modelo venezolano de contención de la participación de los militares en cuestiones política.

La primera sección del trabajo se la dedica a actualizar su trabajo del año 1977 que

expusimos anteriormente. La segunda sección examina ampliamente el modelo de profesionalización militar que se implemento en Venezuela, en el proceso de transición del régimen militar perezjimenista a la democracia. La tercera y última sección evalúa las consecuencias de las nuevas formas de interacción entre los civiles y militares venezolanos. Esta sección vincula los análisis de las secciones anteriores con el fin de destacar cuáles serían las amenazas más importantes a los límites de participación política de las fuerzas armadas venezolanas.

Continuando con la revisión bibliográfica, tenemos los artículos de Felipe Agüero; sus trabajos en este campo específico son esencialmente tres. Primero, uno publicado en 1990, “The military and Democracy in Venezuela”, in Louis Goodman, Johanna Mendelson, and Juan Rial. (Eds.): The Military and Democracy: The future of Civil-Military Relations in Latin America, Lexington, Kentucky.: Lexington Books, pp. 256-275.

Este libro también tiene una versión en castellano que difiere de la versión inglesa la cual

analizamos a continuación. En este trabajo Agüero esencialmente plantea que el sistema de relaciones civiles y militares que se establecen históricamente en la democracia venezolana, durante la vigencia de la Constitución de 1961, tienen su origen en la forma como se fueron

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configurando estas relaciones en la transición entre la dictadura y la democracia. Señala Agüero que

... demarcar los límites de la fase de transición a la democracia es siempre arbitrario. Para nuestros propósitos, la transición a la democracia en Venezuela comienza con el derrocamiento de Pérez Jiménez en enero de 1958 y termina con el cambio del primer al segundo gobierno democrático, esto es, con el fin del gobierno de Rómulo Betancourt. De este modo la transición incluye el período de la Junta de Gobierno que sustituyo a Pérez Jiménez, los intentos militares d involución y revolución, la promulgación de la Constitución de 1961, la exclusión de la extrema izquierda y las medidas de estabilización que impulso Betancourt. El problema militar quedó prácticamente resuelto con el término de la transición”, p. 348. Es decir, Agüero estudia en este trabajo, en primer lugar, las relaciones civiles y militares

durante los años que van desde el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez en enero de 1958 con la Junta de Gobierno. Luego estudia la dinámica política del conjunto de medidas de control sobre las Fuerzas Armadas que introdujo Betancourt en su gobierno. Y finalmente estudia lo que él llama la estabilización de las relaciones civil militares, a partir del gobierno de Leoni. Agüero señala que el dominio civil sobre los militares fue posible porque las instituciones civiles, entre ellas los partidos políticos, la Iglesia, las organizaciones empresariales y los sindicatos, fueron fortaleciéndose. Esto, aunado al incremento del ingreso petrolero, permitió mantener un proceso de modernización y profesionalización de las fuerzas armadas al mismo tiempo que se ejecutaron programas sociales y de expansión industrial. Hasta el momento en que Agüero publicó este artículo, los militares parecían haber acogido su rol dentro del Estado señalado por la Constitución y han mantenido su carácter subordinado al control civil.

En el último párrafo de la sección conclusiva, Agüero premonitoriamente, dice

textualmente: Es claro hoy que los factores que entonces se destacaron como apaciguadores de una eventual expansión del rol político de los militares, ya no tienen la misma fuerza. Las fluctuaciones en la economía internacional del petróleo y la nueva situación de endeudamiento internacional, hacen más difícil mantener el ?expanding-sum game’1 que tuvo lugar en las décadas pasadas. Esto, junto a recientes indicadores de fragmentación y divisionismo en la élite política presentan menos claro el panorama de las fuerzas civiles bajo el cuál se afianzo el

1 El término expanding-sum game se refiere a la situación en la cual todas las partes involucradas en un proceso determinado derivan beneficios de manera creciente. Esto es lo contrario a zero-sum game en el cual solo el ganador obtiene beneficios. (La nota es nuestra)

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sistema de relaciones civil-militar que ha predominado hasta ahora. Sería una verdadera prueba de la fortaleza de la subordinación militar que esta permaneciese inalterada en el transcurso de una crisis política severa. Nadie tiene derecho a exigir esta prueba última, pero cabe desear que si llega a aparecer, puedan los distintos actores sortearla con tanto éxito como supieron hacerlo en el pasado, p. 360. El segundo trabajo de Agüero fue publicado en 1995, “Debilitating Democracy: Political

Elites and Military Rebels” in Louis W. Goodman et al (Ed.): Lessons of the Venezuelan Experience, The Woodrow Wilson Center Press, The Johns Hopkins University Press, pp. 136-161. Agüero señala, entre otras cosas interesantes, que las razones de los alzamientos militares en Venezuela en el año 1992, para intentar derribar el gobierno constitucional, no se deben buscar sólo en que supuestamente la acción de los golpistas del 4 de febrero y 27 de noviembre respondía al profundo descontento popular por la pésima situación económica del pueblo, producto de las políticas económicas neoliberales del gobierno de Carlos Andrés Pérez. Señala que ese es un razonamiento muy simplista ya que en las sociedades modernas con un sistema complejo de instituciones y una fuerza militar profesional, el descontento popular y su mala situación económica no tiene porque reflejarse automáticamente en ese sector armado de la sociedad, como son sus fuerzas militares.

Agrega que el conjunto de todas las instituciones del sistema político juegan un papel

muy importante en la mediación y amortiguamiento del impacto que tienen los cambios durante la implementación de las políticas y ejecutorias gubernamentales y su capacidad para mantenerlas como, y en algunos casos convertirlas rápidamente en, entes legítimos. Si las instituciones responden y se adaptan a las nuevas situaciones, no necesariamente se producen automáticamente alzamientos militares contra los gobiernos constitucionales.

El análisis de este trabajo se centra principalmente en el estudio del tipo de deterioro

institucional que hizo posible que se produjera una importante resonancia y eco en amplios sectores militares venezolanos, y un generalizado entusiasmo y apoyo popular en contra de la situación en que se encontraba el sistema político. Este trabajo, además, muestra que aunque los militares golpistas expresaron su solidaridad con el descontento general, su acción ilegal respondía a factores mucho más complejos que comprendían el desprestigio de las instituciones y la perdida de legitimidad tanto de la élite civil como la élite militar. El movimiento de los militares alzados también expresó el resentimiento de muchos oficiales hacia una partidocracia cerrada que dominaba el sistema político y que le hizo mucho daño a la carrera de militares verdaderamente profesionales.

Finalmente plantea también, entre otras lecciones, cómo los mecanismos de control civil

que fueron útiles en las primeras etapas de la democracia venezolana, fallaron y no se ajustaron a las cambiantes circunstancias, para asegurar un balance, en el largo plazo, entre el nivel de

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autonomía exigido por el profesionalismo militar y la subordinación al control civil exigido por los gobiernos democráticos. La enorme contradicción entre una genuina lealtad al sistema democrático del liderazgo militar por una parte y la dañina intromisión de la influencia partidista por la otra, derrumbó finalmente la disciplina y el profesionalismo militar de las fuerzas armadas venezolanas. Este mismo argumento es planteado en “Las Fuerzas Armadas y el debilitamiento de la democracia en Venezuela” publicado en castellano en Venezuela: La democracia bajo presión, Andrés Serbín y Andrés Stambouli (compiladores), editado por el Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos (INVESP) y North-South Center de la Universidad de Miami, editorial Nueva Sociedad en 1993.

Y en tercer lugar Agüero en su otro artículo (1995) “Crisis and Delay of Democracy in

Venezuela: The Civil-Military Dimension, in Jennifer McCoy, Andrés Serbín, William Smith, and Andrés Stambouli (Eds.) Venezuelan Democracy Under Stress. Miami North South Center, University of Miami, pp. 215-234, aborda el problema de los alzamientos militares del año 1992 y del control de las fuerzas armadas en una democracia como la venezolana desde, primero, una perspectiva institucional; segundo la perspectiva de las élites políticas; tercero la perspectiva de la represión militar y; cuarto desde la perspectiva estrictamente militar. Finalmente plantea una serie de problemas, reformas y desafíos políticos, que en el futuro enfrentaran las relaciones civiles y militares venezolanas y su impacto en el sistema político, en la sociedad en general, y en los militares venezolanos en particular.

Luego tenemos un trabajo de Gómez Sucre, Gisela and Cornett María Dolores. (1998).

“Civil-Military Relations in Venezuela” in David Mares (Ed.) Civil-Military Relations Building Democracy and Regional Security in Latin America, Southern Asia, and Central Europe. Boulder Colorado, Westview Press.

Este artículo plantea un conjunto de problemas que mantienen una gran vigencia política.

Y hace un conjunto de juicios y afirmaciones bien sugerentes y polémicas. Este es más bien un interesante ensayo de naturaleza politológica, en contraposición a algunos otros trabajos que hemos visto que son más bien de tipo sociológico o histórico.

El artículo está dividido en cinco secciones principales. Pero en una de ellas, donde

caracteriza específicamente a las relaciones civiles y militares dice textualmente: “En resumen, las relaciones civiles y militares se desarrollaron bajo una estructura de reglas políticas concebidas para asegurar el control civil de los militares mientras que, al mismo tiempo, se le proveían recursos para su modernización. La estructura de estas relaciones está caracterizada por el clientelismo político y prácticas de estilo populista. De esta manera fueron manejados tanto los intereses de control civil como la modernización militar”, p. 65.

En la tercera sección, una de las más interesantes, titulada “Los Intereses Civiles y

Militares”, señala entre otras cosas que “Las fuerzas armadas se convirtieron en actores

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principales asociados con el sector civil y comprometidos con la defensa de la democracia. Pero ambos, militares y civiles, tenían preocupaciones específicas relacionadas con la defensa de los intereses nacionales”, p. 65.

Inmediatamente después dicen, en relación con “Los Intereses Civiles”: “No podemos

olvidar que desde el establecimiento de la democracia en 1958, el liderazgo político venezolano ha sido siempre muy aprehensivo de darle a las fuerzas armadas una participación importante en la toma de decisiones. La participación de los militares podría amenazar los intereses específicos de los partidos políticos y socavar la subordinación de los militares al sector civil”, p. 66.

Pero con relación a “Los Intereses Militares”, plantea, entre otras cosas, “El apoyo del

liderazgo político a la profesionalización militar no fue un indicador de una estrategia para reorientar las futuras funciones de las fuerzas armadas, pero si fue una respuesta a las demandas de la oficialidad por renovar y desarrollar su institución. De este modo, la institución militar se convirtió en un grupo de interés, y se insertó en el sistema político sobre las bases de jugar el rol de guardián de la soberanía y el orden democrático del país, en el contexto de un orden jurídico e institucional que subordinara a los militares al control civil”, p. 66.

En la sección cuarta bajo el título “El Dilema de las Fuerzas Armadas”, plantean, básicamente, que las fuerzas armadas venezolanas, para la época de la crisis del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, se encuentran ante dos realidades contrapuestas, por una parte comprometidos a responder a su obligación constitucional de defender la democracia y mantenerse apolíticos. Y por el otro lado, la gravedad y profundidad de los problemas del país, en una estructura de poder político de la cual ellos mismos son una parte importante. Este dilema se agrava porque, históricamente, los militares venezolanos estaban acostumbrados a responder muy profesionalmente ante amenazas al país de naturaleza exterior, como fue, por ejemplo, entre otros, el apoyo de Fidel Castro a las guerrillas y la subversión comunista de los años 60, y en esta oportunidad perciben que la amenaza a la estabilidad institucional no venía de un enemigo externo, sino mas bien estaba generada internamente. El dilema se hizo más agudo cuando se evidenció que dentro de los propios rangos militares mucho de los oficiales de mediana y baja graduación percibían que un golpe de Estado era la única manera de restaurar la decencia y bienestar de la sociedad venezolana, pp. 68-69.

Ahora bien, es importante agregar que este “dilema” no es nada novedoso en el sistema

institucional latinoamericano, cada vez que la situación hace crisis, por cualquier razón, en alguno de estos países, con alguna que otra excepción, siempre se presenta la posibilidad de una salida militar. Quizás la novedad para el caso venezolano es que no se había puesto a prueba, desde los inicios de la democracia con el gobierno de Rómulo Betancourt, la fortaleza de sus instituciones y la subordinación de los militares al poder político durante una crisis verdaderamente fuerte, como fue la crisis que, produjeron en Venezuela, los cambios estructurales, entre otras cosas, que el gobierno de Pérez trató de introducir. Sin embargo hay

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que señalar también que los dos alzamientos del año 1992 fueron derrotados, entre otros recursos, con las fuerzas militares leales al gobierno constitucional.

Finalmente, una de las cuestiones más serias que plantea el artículo en la ultima parte

sobre “El Futuro de las relaciones Civiles y Militares Venezolanas” es que el Dilema de las Fuerzas Armadas, según ellas, todavía sigue planteado y, no sólo eso sino que, se ha acentuado cada vez más. p. 72.

Entre unas de las más importantes investigadoras sobre las relaciones civiles y militares venezolanas tenemos a Deborah Norden, quien publicó un artículo titulado “The Rise of the Lieutenant Colonels: Rebellion in Argentina and Venezuela” en Latin American Perspective, en el número dedicado a Venezuela, publicado en el verano de 1996, por Sage Periodicals Press, Issue 90, Volume 23, Number 3, pp. 74-86. Básicamente plantea que los movimientos militares carapintadas en Argentina y bolivarianos en Venezuela presentan similitudes y diferencias importantes de resaltar.

En relación con Venezuela, Norden en este trabajo plantea que los problemas entre los

militares y los civiles fueron minimizados ya que después de 1958 las Fuerzas Armadas inmediatamente asumieron la defensa del país ante la amenaza de las guerrillas. No fue sino hasta después de1989, con la aplicación de un programa de reformas neoliberales que se comienza a manifestar abiertamente la crisis militar. A pesar de que los intentos de golpes de Estado no lograron derrocar al gobierno, ni en 1987 en Argentina ni en 1992 en Venezuela, ambos movimientos establecieron una presencia política importante que perduró por mucho tiempo después que ellos depusieron las armas.

Los carapintadas y los bolivarianos interpretaron la crisis económica que vivieron ambos

países, de manera diametralmente distinta, sin embargo coincidieron en responsabilizar a sus superiores jerárquicos, incluyendo al Presidente de la República como comandante en jefe, de las repercusiones de la crisis nacional. Adicionalmente, ambos movimientos tienen un fuerte componente nacionalista. Al mismo tiempo las diferencias de contextos resaltan la importancia de las similitudes entre los dos movimientos, y también ayuda a explicar sus contrastes. La especificidad del nacionalismo en ambos movimientos está íntimamente relacionada con tradiciones de relaciones civiles y militares distintas. De cualquier manera estos movimientos encontraron un terreno fértil en la sociedad que perdurará en el futuro.

Un segundo trabajo publicado en 1998, bajo el título “Democracy and Military Control in

Venezuela: From Subordination to Insurrection”. Latin American Research Review Vol. 33, N° 2, pp. 143-165, entre sus ideas principales, en este artículo plantea, que el declive de la subordinación militar en Venezuela, tiene como origen las debilidades iniciales del modelo de control civil que muy exitosamente se aplicó en los comienzos de la democracia venezolana en

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los años 60. El declive de este modelo, y la perdida de control político por parte del sector civil venezolano se comenzó a manifestar muy fuertemente a finales de la década de los 80 y comienzos de la década de los 90; y finalmente este modelo colapsa con los dos alzamientos militares de 1992, en el contexto de una profunda crisis política y económica.

En el marco de la profunda crisis, de todos esos años, dos aspectos del modelo

venezolano se combinaron para que oficiales de mediana graduación se animaran a insubordinarse contra la larga tradición de subordinación que había caracterizado a las fuerzas armadas. Por una parte, el patrón de identificación con los civiles orientó a los oficiales de mediano rango a identificarse con grupos distintos a sus superiores jerárquicos. Y por otra parte, el alto nivel de autonomía militar propio del esquema de control civil aplicado en Venezuela, también animó a la oficialidad media a actuar independientemente de su liderazgo militar y civil.

En pocas palabras, esta investigación centra su atención en la búsqueda de estrategias

alternativas orientadas a lograr establecer control civil sobre los militares venezolanos, sobre la base de la clásica formulación teórica de Samuel Huntington de las categorías de control objetivo y control subjetivo. Luego examina los mecanismos por medio de los cuales el sector político originalmente estableció el control sobre los militares. También estudia las razones y significación de los intentos de golpes de Estado de 1992 sobre el control civil de las fuerzas militares venezolanas. Finalmente termina esta investigación con el examen de las implicaciones que tiene la crisis general que vive Venezuela para lograr establecer estrategias alternativas de subordinación de los militares venezolanos al control civil.

El otro trabajo de Deborah Norden, es mucho más específico, pero no por ello menos

importante e interesante, fue publicado en 2000 “The Organizational Dynamics of Militaries and Military Movements: Paths to Power in Venezuela” in David Pion-Berlin (Ed.) Civil-Military Relations in Latin America. New Analytical Perspective, The University of North Carolina Press, Chapel Hill and London.

Este trabajo, en términos generales, se plantea responder al asunto de cómo, desde el

punto de vista de la teoría clásica de la dinámica organizacional, es que Chávez después de contribuir a organizar un movimiento militar conspirativo, como el Movimiento Bolivariano Revolucionario, MBR, dentro de una estructura organizativa burocrática clásica como el ejército venezolano, primero, su movimiento militar fracasa al tratar de alcanzar el poder por la violencia. Segundo, ese movimiento organizativamente lo convierte, siete años después, en un movimiento popular electoral exitoso, el Movimiento V República o el MVR. Es decir, la autora estudia ¿cómo fueron transformados dos tipos de organización tan extremadamente diferentes en su naturaleza, estructura, organización, métodos, y funciones? ¿Cómo se adaptaron organizativamente a las nuevas exigencias para tener éxito? La primera, una estructura conspirativa clásica cerrada, de cuadros; y la segunda una estructura también clásica pero abierta y de masas. Es más, la autora sostiene que el fracaso golpista primero y su éxito electoral

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después fueron, al menos en parte, consecuencia de factores organizacionales, de ambos movimientos.

Finalmente de Deborah Norden encontramos “Democracy in Uniform: Venezuela´s

Political Coup D´etat”. Paper prepared for the Annual Meeting of the American Political Science Association, September 2001, San Francisco, California.

En este ensayo Deborah Norden se plantea principalmente buscar la explicación de por

qué la elección democrática de un militar como Chávez ha sido tan aparentemente problemática para las fuerzas armadas venezolanas. Con tal propósito explora la naturaleza del gobierno de Chávez y sus paralelismos con regímenes militares, las políticas militares de su gobierno y las consecuencias que ellas producen en las relaciones civiles y militares en Venezuela

Los siguientes trabajos son de Harold Trinkunas. Este es el autor de origen anglosajón

que más ha escrito sobre el conjunto de circunstancias y problemas de la democracia venezolana que, a su modo de ver, explican la crisis y decadencia de la visión política implícita en el “Pacto de Punto Fijo”, en relación con el control civil de las fuerzas armadas venezolanas.

El primero de sus trabajos es “Crafting Civilian Control in Argentina and Venezuela” in

David Pion-Berlin (Ed.) Civil-Military Relations in Latin America. New Analytical Perspective, The University of North Carolina Press, Chapel Hill and London, 2001.

En este trabajo Trinkunas le aplica a la situación Argentina 1983-1992 y Venezuela

1958-1973, la tesis de que sin la existencia de un efectivo Control Civil sobre las fuerzas militares no se puede establecer, o no puede emerger, una democracia completa.

La existencia de unas fuerzas militares bajo un control civil débil hace peligrar la

existencia de la propia sociedad civil y de la democracia misma. La democracia no se puede consolidar sino se elimina la posibilidad de la intervención militar, por más pequeña que sea la amenaza. La sola amenaza de la intervención militar le da a las élites autoritarias, o al sector pretoriano de las fuerzas armadas, la capacidad de imponer límites al alcance y calidad de la democracia, y no permiten su completa consolidación, esos podrían ser los casos de Brasil, Chile y Perú, en Latinoamérica. Sin embargo en países de una larga tradición de intervenciones militares en Europa, como Grecia, Portugal y España lograron la reducción de la jurisdicción militar y el establecimiento de mecanismos civiles de autoridad sobre las fuerzas militares. Esos países han sido capaces de consolidar completamente sus democracias, pero tuvieron que descartar la interferencia militar de sus procesos políticos.

¿Cómo algunas sociedades logran mantener la lealtad de sus fuerzas militares aún con

profundas crisis y graves problemas políticos, sociales y económicos? ¿Por qué algunos gobiernos civiles democráticos son capaces de ejercer autoridad y control sobre sus fuerzas

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armadas y excluirlos del proceso político, mientras que otros muchos no son capaces de hacerlo? ¿Cómo hacen esas democracias para establecer altos niveles de autoridad y ascendencia sobre sus fuerzas militares? ¿Y cuáles son las circunstancias bajo las cuales el sistema jurídico y la democracia, en general, logra la lealtad de sus militares? En definitiva, ¿qué es control civil de los militares y cómo los gobiernos democráticos lo pueden lograr? Estas son algunas de las afirmaciones y preguntas que formula Trinkunas, en su trabajo.

Siempre hay que tener muy presente que Trinkunas hace su estudio y planteamientos en

relación con un amplio contexto político, de 9 años en el caso argentino y 15 años en el caso venezolano, en que tanto en Argentina como en Venezuela, prácticamente terminaron de emerger definitivamente sus democracias, luego de muchos años de dictaduras militares, en ambos países. Sin embargo, sus planteamientos tienen también vigencia para el conjunto de democracias débiles latinoamericanas, y la debilidad de los sistemas democráticos en estos países, tiene mucha relación, entre otras cosas importantes, con un débil control civil de sus fuerzas militares.

Trinkunas sostiene básicamente dos cosas. Primero, los actores democratizadores que

actúen estratégicamente para aprovechar las oportunidades creadas por una transición pueden maximizar su influencia sobre las fuerzas armadas. La mejor estrategia para maximizar la ascendencia civil sobre las fuerzas armadas debe combinar altos niveles de contraloría y supervisión civil en las actividades de defensa, con fuertes sanciones contra las rebeliones militares y los oficiales desleales al régimen. La combinación de oportunidades y estrategias políticas exitosas crean gobiernos con ascendencia sobre las fuerzas armadas, ascendencia que puede ser utilizada para eliminar privilegios militares y mantenerlos dentro de sus límites de sus tareas estrictamente profesionales.

Y segundo, el control civil está consolidado cuando los representantes electos

transforman estrategias de control en instituciones que permanentemente confieran el poder a las autoridades civiles en lugar de otorgárselo las autoridades militares. La capacidad del gobierno para manejar cuestiones de defensa es lo que le permite a las democracias crear instituciones permanentes que mantengan su ascendencia sobre los militares. Los actores del proceso de democratización a los cuales les falten recursos suficientes o experticia civil en asuntos de defensa sólo serán capaces de institucionalizar un débil control civil sobre los militares, a pesar de la ascendencia que estos actores hayan logrado sobre las fuerzas militares.

Este estudio está centrado principalmente en la definición de control civil de las fuerzas

militares y cómo el control civil se puede consolidar en las democracias emergentes. También analiza el proceso por medio del cual el control civil se desarrolla e institucionaliza en Argentina y Venezuela. Particularmente se refiere a las oportunidades que los actores democratizadores tienen para generar ascendencia sobre las fuerzas armadas. Igualmente examina los obstáculos que tienen que enfrentarse para institucionalizar la ascendencia del sector civil sobre las fuerzas armadas.

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En la tercera sección analiza cuatro vías alternas a través de las cuales las democracias

emergentes pueden lograr o perder el control civil sobre las fuerzas armadas. En la cuarta sección estudia al control civil como una variable dependiente, y sostiene

que es posible diferenciar distintas formas de democracias emergentes, a través del seguimiento a los cambios en el control y la influencia que las autoridades civiles hayan logrado sobre las instituciones militares.

La última sección ilustra la argumentación teórica, formulada en este estudio, con los

casos de Argentina (1983-1992) y Venezuela (1958-1973), ambos casos han disfrutado de amplias oportunidades después de su transición del régimen autoritario hacia la democracia. De modo que, esta sección se dedica a analizar la interacción estratégica y la creación institucional requerida en el logro del control civil en cada uno de estos países.

Luego de Trinkunas tenemos, “The Crisis in Venezuelan Civil-Military Relations: From

Punto Fijo to the Fifth Republic”, Latin American Research Review, Volume 37, N° 1, 2002, pp.41-76. La versión inicial de este artículo fue presentada originalmente en la reunión de LASA en Miami del año 2000 con el título “From Despoliticization to Interventionism?: Changing Patterns of Civil-Military Relations over the Course of ´Punto Fijo` Democracy”.

En este trabajo Trinkunas indaga sobre las causas de los alzamientos militares de 1992,

por qué fracasaron, pero sobre todo por qué fracasaron los alzamientos militares en el contexto de una grave crisis económica y política en el gobierno de Carlos Andrés Pérez; y también responde la pregunta de por qué los militares venezolanos no se han vuelto a alzar en los años siguientes.

Sostiene Trinkunas que en la Quinta República han sido desmanteladas las bases

institucionales que permitieron el control civil de los militares, aumentando de esta manera, tanto las probabilidades de conflictos en las relaciones civiles y militares, como las amenazas a la estabilidad al sistema gubernamental. Si la democracia venezolana estaba consolidada ¿qué cambios se dieron en el sistema y qué pasó en las Fuerzas Armadas que se crearon las condiciones para un alzamiento militar? Pero también si la situación era peor cada vez más ¿por qué entonces fracasaron? Trinkunas clasifica y examina el grupo de explicaciones académicas, basadas principalmente en factores estructurales, históricos, políticos y económicos. No obstante, agrega que esas dimensiones son necesarias para explicar el deterioro de la democracia venezolana, pero no son suficientes. Se necesita también una perspectiva institucional enfocada en las relaciones civiles y militares para entender la crisis de año 1992, p. 42.

En resumen, este trabajo examina los patrones institucionales de control civil establecidos

en el “Pacto de Punto Fijo”. También analiza cómo algunos de estos mecanismos de control se

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fueron deteriorando en la década de los años 80, creándose de esta manera las condiciones que fueron permitiendo la perdida del control civil sobre los militares venezolanos, y las oportunidades para alzarse. Igualmente estudia el origen y fracaso de los dos intentos de golpes de Estado de 1992, y el esfuerzo del presidente Caldera por revitalizar el Pacto de Punto Fijo después de 1993. El artículo concluye ventilando la discusión acerca de cómo las relaciones civiles y militares han sido transformadas bajo la administración Chávez y en la Constitución de 1999.

Y finalmente, de Trinkunas tenemos “A Crisis in Civil-Military Relations in the Andes”

Trabajo presentado en el XXXIII Congreso Internacional de Latin American Studies Association, LASA, September, 2001 Washington, DC.

Este es un trabajo bien interesante porque ubica la situación política de las relaciones

civiles y militares venezolanas, entre otras, en el amplio contexto de los países andinos. Trinkunas plantea que si colocamos en relación todas la problemática por las que han

pasado el conjunto de países andinos durante la última década, se puede desprender que las relaciones civiles y militares podrían estar experimentando una crisis. Particularmente, esa situación de crisis generalizada en la región, ofrece una excelente oportunidad para estudiar la relación entre la naturaleza de las instituciones civiles y militares y la legitimidad democrática, en estos países.

Por una parte se pregunta Trinkunas, si está aumentando la preeminencia política de las

fuerzas armadas en estos países ¿pretenden entonces estas amenazar la estabilidad democrática? Si existe tal situación, ¿entonces cuáles son sus fuentes? Pero por otra parte plantea, hay considerables evidencias de la existencia de una crisis en las relaciones civiles y militares en la región andina. También hay un aumento de las evidencias de una crisis generalizada de la gobernabilidad democrática en estos países. Y finalmente establece que el propósito de este trabajo sobre la crisis de las relaciones civiles y militares en los países andinos no es establecer vínculos causales definitivos entre las dos situaciones, más bien se propone bosquejar unas líneas de investigación orientadas a explorar la relación entre el resurgimiento del papel político jugado por las fuerzas armadas y la legitimidad democrática, en los países andinos.

Pérez, Orlando and Leonardo Ledezma. (2000) en “From Loyal Subordination to Active

Politicians: An Analysis of Civil-Military Relations in Contemporary Venezuela”, trabajo preparado para la Conference on Venezuelan Politics, Tufts University, Boston, Massachussets, presentan una discusión teórica sobre los mecanismos o medios a través de los cuales las autoridades civiles obtienen control sobre la institución militar, de acuerdo a los planteamientos de Samuel Huntington. Seguidamente estudia el auge y caída del sistema político puntofijista, y especialmente estudia la naturaleza de sus relaciones civiles y militares. El trabajo sigue con la discusión de los cambios específicos en las relaciones civiles y militares que introdujo la

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Constitución de 1999 bajo el gobierno de Hugo Chávez. El trabajo concluye con una evaluación del nuevo modelo cívico-militar; y examina si puede ser la base de una nueva democracia, o si por el contrario es una señal del comienzo de un régimen autoritario populista, como algunos de sus críticos sostienen.

Este trabajo se oriento a responder las siguientes preguntas: ¿Qué factores llevaron a los

intentos de golpes de Estado de 1992? ¿ Por qué el sistema político venezolano colapsó? ¿Cuál es la naturaleza del nuevo modelo civil-militar propuesto por Chávez?. ¿De qué manera, la participación activa de los militares en la formulación y ejecución de políticas públicas afecta su subordinación a las autoridades civiles? Y por último, ¿Hasta qué punto en Venezuela se está construyendo un nuevo modelo de democracia popular o se está dirigiendo hacia un régimen populista autoritario?

Para ir finalizando encontramos un trabajo de Orlando Pérez. (2000) “The New Latin

American Militarism and its Challenge to Liberal Democracy”, in Hernán Castillo, Manuel Donís y Domingo Irwin, Conferencia sobre Balance y perspectivas de las relaciones civiles y militares venezolanas en la segunda mitad del siglo XX, Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela.

El valor principal o la originalidad del estudio de Orlando Pérez radica, entre otras cosas, en que plantea que las nuevas formas de influencia militar en Latinoamérica son tanto o más peligrosas que las clásicas intervenciones militares a través de golpes de Estado. Especialmente las formas populistas de gobierno con apoyo de las Fuerzas Armadas. Eso es lo que Pérez define como “neomilitarismo latinoamericano”. Y advierte cómo esta nueva forma de intervencionismo militar puede poner en peligro las bases de la democracia liberal. En sus propias palabras dice textualmente: “El trabajo presta atención particular a la reestructuración de los roles y misiones de las fuerzas armadas en la dirección de un mayor uso de los militares en asuntos de desarrollo nacional. Este fenómeno amenaza la estabilidad democrática puesto que tiende a aumentar el prestigio e importancia de la institución castrense con relación a las autoridades civiles”, p. 16. Termina, Orlando Pérez su trabajo planteando, lo que a su modo de ver es, el rol de los militares en la era “post-autoritaria” latinoamericana.

Finalmente, tenemos una ponencia del profesor Domingo Irwin “Civil-Military Relations

or Military-Civil Relations: General Comments on South American Country”, Third Annual Society for Military And Strategic studies Conference, February 3, 2001, University Club, University of Calgary, Alberta, Canada.

En este trabajo, Irwin básicamente hace una breve síntesis de su libro sobre las relaciones

y militares venezolanas en el siglo XX, publicado por Centauro Ediciones, 2000, y centralmente argumenta, que, en la segunda mitad del siglo XX, Venezuela en términos reales, permaneció bajo la tutela de las fuerzas armadas. Y se hace dos preguntas, ¿Por qué la sociedad civil ha sido

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incapaz de contener al pretorianismo, en las fuerzas armadas? Y ¿por qué ese sector pretoriano en las fuerzas armadas venezolanas ha emergido con tanta fuerza, tal como lo demostraron los alzamientos del año 92? Sin embargo, en esta ponencia no se propone responder a esas interrogantes, sino sólo sugerir el estudio de algunos asuntos que pueden ayudar a responderse esas preguntas. Para ello estudia temas como por ejemplo, la permanente resistencia para implementar una economía liberal de mercado como una constante tendencia de la sociedad venezolana. También examina temas como las relaciones militares con la sociedad civil. Pero sobre todo plantea que paradójicamente, durante los últimos cuarenta años en Venezuela, a pesar de haber existido una fuerte competitividad y participación política no ha existido un fuerte control civil sobre sus fuerzas militares. Y concluye con unas palabras sobre el desafío que significa el fortalecimiento de la sociedad civil y el incremento del profesionalismo militar como una de las vías hacia el logro de un genuino control civil de los militares en la Venezuela del siglo XXI.

2. El Debate sobre el Control Civil de los Militares en los Estados Unidos.

Sobre este punto específico hay una bibliografía excesivamente amplia; bibliotecas

enteras se han escrito sobre el conjunto de asuntos relacionados con el control civil de los militares en los Estados Unidos. Son los académicos estadounidenses, principalmente, los creadores de la teoría política moderna sobre las relaciones civiles y militares, y su control civil. Es más, para una superpotencia militar como los Estados Unidos, luego de la situación que ha sucedido a la confrontación con la Unión Soviética, toda la teoría política ha venido siendo revisada y dentro de ella específicamente el nuevo rol que en la nueva situación pueden jugar las fuerzas militares, en las sociedades democráticas.

Esta sección merece un desarrollo mucho más amplio y profundo, pero sólo a los fines

didácticos y pedagógicos de este texto consideramos importante remitirlos, en primer lugar, a todo lo publicado por la revista Armed Forces & Society.

En segundo lugar un trabajo de Douglas Johnson and Steven Metz. “American Civil-

Military Relations: New Issues, Enduring Problems”. Strategic Studies Institute, U.S. Army War College, Carlisle Barracks. Fall, 1994. Este trabajo monográfico fue llevado posteriormente a un artículo con el título de “Civil-Military Relations in the United State: The State of the Debate” y publicado en Washington Quarterly, Vol. 18, N° 1,Winter, 1995, pp.208-212.

En tercer lugar, un extraordinario artículo de Peter D. Feaver, que a estas alturas se puede

considerar como el “Estado del Arte” en el campo de las relaciones civiles y militares. “Civil-Military Relations”, Annual Review. Political Sciences, 1999. Vol. 2, pp. 211-241.

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En cuarto lugar al libro de Peter D. Feaver and Richard H. Kohn (Eds) Soldiers and

Civilians. The Civil-Military Gap and American National Security, Triangle Institute for Security Studies, MIT Press, Cambridge, Massachusetts, London, England, 2001.

Y en quinto lugar al libro de Michael C. Desch, Civilian Control of the Military. The

Changing Security Environment, Johns Hopkins University Press, Baltimore and London, 2001.

La combinación de este grupo de lecturas nos da una idea bastante aproximada de la

situación actual en que se encuentra el debate, los estudios y la investigación académica sobre las relaciones civiles y militares, y específicamente sobre el control civil de los militares en la sociedad estadounidense, luego del final de la Guerra Fría. En ese grupo de trabajos y fuentes, a nuestro juicio, se recogen los distintos puntos de vista y posiciones que hay en el sector político y académico norteamericano.

Hacerle seguimiento a ese debate, o al menos estar suficientemente informado, es muy

importante, entre otras cosas, por la enorme influencia que los Estados Unidos, como superpotencia ejerce a lo largo del mundo, especialmente en el conjunto de países latinoamericanos. 3. Otros Estudios Escritos en Inglés Relacionados con la Democracia y las Relaciones Civiles y Militares Venezolanas. Andersen, Robert Bruce. (1985) “Civilian Control of professionalizing militaries: implications

of the Venezuelan case” Ph. D. dissertation University of Denver. Arceneaux, Craig. (1996) “Dramatic Consolidation or Reconsolidation? Military Doctrine and

the 1992 Military Unrest in Venezuela,” Journal of Political and Military Sociology, 24 (Summer) pp. 57-82.

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Latin American Research Review, Volume 36, N° 3, pp. 255-265. Castillo, Hernán. (2001) “Political and Economic Insecurity: Civil-Military Relations in

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dissertation, George Washington University, Washington DC. Ellner, Steve. (1995) “Venezuelan revisionist political history, 1908-1958: New motives and

criteria for analyzing the past,” Latin American Research Review, Volume 30, N° 2, pp. 91.

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Sahd, Theodore Michel. (1975) “Civil-Military Relations and militaries civic in Venezuela”

Thesis M.A. Arizona State University. 4. Sitios electrónicos vinculados al tema de las relaciones civiles y militares en general.

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Especialmente desde el colapso de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, los estudios sobre las relaciones civiles y militares han emergido como uno de los campos interdisciplinarios más grandes de las ciencias sociales en general. . Es extremadamente abundante la información que aparece en Internet. Resulta prácticamente imposible revisarla en su totalidad. Todo esto sin tomar en cuenta las gigantescas bases de datos de las bibliotecas y librerías de universidades; y centros de investigación en campos asociados con el específico tema de las relaciones civiles y militares.

Esta enorme proliferación de información tiene muchas causas, entre otras, que el mundo

polarizado entre las dos principales superpotencias militares, la Unión Soviética por un lado y los Estados Unidos por el otro, fue sucedido por una apertura en el acceso a la información. Igualmente el debate sobre los temas relacionados con el mundo militar es más abierto y hacer investigación resulta una más ardua tarea por lo copiosos volúmenes de datos disponibles.

Todos los parámetros de la política tradicional en que estaba enmarcada esa

confrontación están siendo revisados y cambiados, entre ellos los parámetros y la naturaleza de las relaciones civiles y militares. Por supuesto que esa dinámica también afecta a los países latinoamericanos, y entre ellos, obviamente a Venezuela. Por este conjunto de razones le sugerimos la consulta de una pequeña muestra de la multiplicidad de sitios electrónicos vinculados con el tema de las relaciones civiles y militares.

Center for Hemispheric Defense Studies (CHDS) National Defense University. http://www.ndu.edu/ Center for Civil Military Relations, Naval Post Graduate School (CCMR) http://ccmr.org Civil-Military Relations Resources http://www.usaid.gov/democracy/cmr/resources.html Civil-Military Relations Net http://www.cmrnet.org/ Civil-Military Relations in Central and Eastern Europe http://civil-military.dsd.kcl.ac.uk/ Florida International University http://www.fiu.edu Geneve Center for the Democratic Control of Armed Forces http://www.dcaf.ch/

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International Political Science Association IPSA, Armed Forces & Society Research Committee. http://www.ipsa.ca/en/research/directory.armed.shtml International Relations and Security Network http://www.isn.ethz.ch/ Inter-University Seminar on Armed Forces and Society http://www.bsos.umd.edu/ius/ Institute of Latin America Studies http://www.sas.ac.uk Jane’s defense weekly http://www.jane’s.com Journal of Political and Military Sociology http://www.jpms.niu.edu/ Latin American Studies Association (LASA) http://lasa.international.pitt.edu/ Library of Congress http://www.loc.gov/ Latin American and Iberian Collections and resources at University of New Mexico http://www.unm.edu Partnership for Democratic Governance and Security. An International Forum for Civil-Military Relations and Democratic Governance. http://www.pdgs.org/ Red de Expertos en Seguridad de América Latina (RESDAL) http://www.resdal.org/ Stratfor Intelligence Report http://www.stratfor.com/corp/ Tulane University Council on Research. Center for Latin American Studies http://www.tulane.edu

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Universidad de la Florida http://www.clas.ufl.edu Universidad de California. San Diego http://www.ucsd.edu Universidad de Texas in Austin http://www.utexas.edu University of Michigan.Document Center. Statistical Resources on the Web Military and Defense. http://www.lib.umich.edu/govdocs/stmil.html Comentarios Finales. Esperamos que este capítulo, “La Teoría Política Anglo-Americana sobre las Relaciones

Civiles-Militares Venezolanas”, sea de alguna utilidad para los estudiantes de pregrado universitario en general, pero especialmente para los estudiantes de campos profesionales y técnicos vinculados con las ciencias sociales. Es decir, sea un aporte para reforzar la conciencia, que a nuestra manera de ver, debe existir sobre la importancia que tiene en el sistema democrático el control civil de los militares. Este tema es importante, entre otras cosas, por la situación que vive Venezuela a partir de los cambios que introdujo la Constitución de 1999 en materia de relaciones civiles y militares, y sobre todo por las implicaciones y repercusiones que estos cambios pueden tener en el futuro del país. Lo que justamente diferencia a las democracias políticamente maduras de las democracias atrasadas y subdesarrolladas es precisamente el control que la sociedad civil ejerce sobre sus militares. Esta es una de las características, probablemente la más importante, entre las democracias modernas y desarrolladas con el resto de las democracias del mundo civilizado.

Tal como dice el profesor Domingo Irwin, “Venezuela en el Siglo XIX estuvo dominado

por el caudillismo; el Siglo XX por los militares y aspiramos a que el siglo XXI este dominado por la sociedad civil”, este trabajo aspira ser una pequeña contribución en ese sentido, en el cual los venezolanos ejerzamos en el siglo XXI un verdadero y efectivo control civil sobre la institución militar.

Finalmente en este capítulo se presento una visión académica que se corresponde con una

interpretación teórica de la realidad política venezolana en el campo de las relaciones civiles y militares, particularmente en una de sus versiones, la angloamericana. Esta aproximación, en términos generales, no incluye algunos detalles inherentes a la realidad venezolana que la hacen

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diferente al mundo político Anglo-Sajón. Sólo tratamos de mostrarles a los estudiantes universitarios venezolanos parte de la complejidad del problema. También tratamos de evidenciar que existen otras visiones y enfoques metodológicos en el estudio del tema del control civil de los militares distintos a la visión autoritaria, pretoriana tradicional en la cual los militares ejercen una influencia política desproporcionada que no se corresponde con la naturaleza de la democracia y del propio profesionalismo militar. Tal cual como dice Richard Kohn, “los militares son para defender la Sociedad, no para definirla”.

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LOS AUTORES: Hernán Castillo. Profesor Agregado, Universidad Simón Bolívar, El Litoral. Master en Ciencias Políticas, USB (1984) Master en Seguridad y Defensa, IAEDEN (1998) Aspirante a Doctor en Historia, UCAB. Director Académico de la ONG Comprensión de Venezuela; la cual tiene como objetivo principal el estudio de las relaciones civiles y militares. Profesor Visitante Texas A&M University-Commerce. (2002-2003) Publicaciones Relevantes: “El Congreso de la República y la Política de Seguridad y Defensa del Estado Venezolano, 1959-64”, Politeia, 21. 1998. Militares y Civiles. Balance y perspectivas de las relaciones civiles y militares venezolanas en la segunda mitad del siglo XX. USB, UPEL, UCAB. 2001. (Hernán Castillo, Manuel A. Donís R. y Domingo Irwin Compiladores) Leonardo R. Ledezma, Ph. D. Profesor Asistente Texas A&M University-Commerce. Presidente de la Sección de Estudios Venezolanos, Latin American Studies Association LASA (2001-2003)