Kindle Individuo y Sociedad WeberDurkheim

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SociologíaAntropología

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ContenidoLA DIVISIN DEL TRABAJO SOCIAL DE DURKHEIM*1LAS SOCIEDADES COMO HECHOS CONSTRUIDOS: EL ENFOQUE DE WEBER DE LA REALIDAD SOCIAL28

LA DIVISIN DEL TRABAJO SOCIAL DE DURKHEIM*

RESUMEN La fuente de la vida social es, segn Durkheim, la similitud de las consciencias y la divisin del trabajo. La primera es ms evidente entre las sociedades primitivas, en las que la solidaridad mecnica, puesta de manifiesto por la ley represiva, prevalece. La segunda es propia de las sociedades avanzadas, en las que se manifiesta una mayor densidad dinmica y en las que las reglas jurdicas definen la naturaleza y las relaciones de las funciones. Al combatir el individualismo y basar la existencia de las sociedades sobre el consenso de las partes, Durkheim refuta su nfasis positivista que niega la relevancia de los fines en el estudio cientfico de la sociedad. En su discusin de los fines sociales hay una tendencia antimecanicista latente. La teora del desarrollo unilineal est basada sobre datos etnogrficos deficientes. Asume la ausencia de divisin del trabajo entre las sociedades primitivas, as como la de la solidaridad mecnica entre las sociedades modernas. Las leyes represivas y restitutivas se usan como ndices de la solidaridad mecnica y orgnica, pero Durkheim no establece con ninguna precisin las perfectas relaciones que l da por sentadas entre sus tipos de solidaridad y de leyes. En un estilo pedestre, y de alguna manera impropio, la obra de Durkheim De la division du travail social ha merecido una tarda traduccin al ingls, cuarenta aos despus de su publicacin inicial1 . Este testimonio de la estima otorgada a la obra de Durkheim provee un incentivo para reconsiderar la primera magnum opus de este protagonista hegemnico de la escuela sociol- gica. El valor de este examen es doble: por una parte, permite una reconsideracin del papel desempeado por Durkheim en el desarrollo del pensamiento sociolgico moderno y, por otra, llama la atencin acerca de varias concepciones fundamentales para gran parte de la investigacin contempornea. A la hora de valorar sus contribuciones, es pertinente un anlisis del contexto terico en el que esta obra fue escrita. Firmemente vinculado a la corriente del pensamiento positivista que procede de Comte, el libro de Durkheim expresa muchos de sus rasgos caractersticos. As, busca adoptar los mtodos y criterios de las ciencias fsicas para la determinacin de aquellas leyes sociales inducidas mecnicamente, las cuales, bajo condiciones dadas, se obtienen con una ineludible necesidad. Explcito en este proceder est, desde luego, la asuncin de la viabilidad del mismo, as como la susceptibilidad del fenmeno social a ser objeto de tal estudio. De este modo, se pasa por alto el hecho de que el concepto de causalidad, tal vez ms marcadamente en las ciencias sociales que en las fsicas, es una asuncin epistemolgica, una cuestin de imputacin y no de observacin. Dentro de esta tradicin positivista, La divisin es clasificable, adems, como un ejemplo del enfoque antiindividualista y antiintelectual. Es una rebelin declarada contra el positivismo utilitarista e individualista que, buscando sus prototipos en los sistemas de Hobbes y Locke, caracteriz a gran parte del pensamiento social ingls. Un sociologismo radical le pareci a Durkheim una forma de mantener la autonoma de la sociologa como una disciplina independiente, y a esta preocupacin dominante se deben muchas de sus concepciones. De especial trascendencia es el hecho de que La divisin, aunque bosqueja muchas de las ideas que Durkheim desarrollar con posterioridad2 , muestra un enfoque objetivo, con reservas implcitas, del cual l divergi claramente ms tarde, especialmente en sus Formes lmentaires de la vie religieuse. Los periplos de las ideas expresadas en La divisin han llegado a este pas, pero un breve sumario es, sin embargo, conveniente para establecer las bases de la discusin. Sostiene Durkheim que la fuente de la vida social es doble: la similitud de las consciencias y la divisin del trabajo. En un tipo de sociedad que l llama primitiva, la solidaridad es ocasionada por una comunidad de representaciones que dan lugar a leyes que imponen a los individuos creencias y prcticas uniformes bajo la amenaza de medidas represivas. Estas leyes represivas son ndices externos esto es, observables en un sentido positivista de la solidaridad mecnica. Por otro lado, la divisin del trabajo social, que si bien intensifica no impone la individualizacin, tambin ocasiona una solidaridad orgnica, basada en la interdependencia de los individuos y los grupos que actan cooperativamente. Este tipo de solidaridad es indiciada por reglas jurdicas que definen la naturaleza y las relaciones de las funciones. Estas reglas 202 2 El punto de partida de El suicidio es explcito en el libro II, captulo I, de La divisin...; Las reglas del mtodo sociolgico, en las pp. 349 y ss.; y Las formas elementales..., en las pp. 288 y ss. podran ser adecuadamente denominadas como leyes restitutivas, dado que su violacin no implica consecuencias expiatorias, sino slo reparadoras. Histricamente, el movimiento ha sido desde la solidaridad mecnica a la orgnica, aunque la primera nunca desaparece completamente. La causa determinante de esta tendencia se encuentra en el incremento del tamao y densidad de las poblaciones con el habitual si no invariable y concomitante incremento de la interaccin social. De este modo se intensifica la lucha por la existencia, puesto que slo por medio de la diferenciacin progresiva de funciones es posible la supervivencia para muchos que, de otra manera, estaran condenados a la extincin. Esta continua tendencia acontece mecnicamente a travs de unas series de equilibrios dinmicos sociales que se interrumpen y se restablecen. Ahora bien, como se sugiri previamente, Durkheim busca combatir el positivismo individualista que ignora la relevancia de los fines sociales como determinantes parciales de la accin social. De ah que se viera enfrentado a un dilema perturbador: como positivista, para admitir la irrelevancia de los fines para el estudio de la sociedad; como antiindividualista, indicar la eficacia de los propsitos sociales en el condicionamiento de la accin social y, con ello, abandonar el positivismo radical. Porque si, como el positivismo nos ha hecho creer, la lgica y la ciencia pueden tratar slo de hechos empricos, entonces una ciencia de los fenmenos sociales edificada slo sobre esta base se convierte en imposible, dado que esta actitud relega al limbo todos los fines, a saber, las anticipaciones subjetivas de los sucesos futuros, sin cuya consideracin la conducta humana se vuelve inexplicable3 . Fines, metas y propsitos no son, por definicin, datos lgicoexperimentales, sino, ms bien, juicios de valor; y, sin embargo, una comprensin de los fenmenos sociales requiere un estudio de su rle4 . Esto no implica un compromiso teleolgico-determinista, sino que simplemente apunta al hecho de que los fines subjetivamente concebidos con independencia de su reconocimiento de todos los datos pertinentes en una situacin dada, as como las condiciones externas, influyen en la conducta. Excluir los fines por considerarlos impropios para el estudio cientfico no es eximir a la sociologa de metafsica, sino contaminar sus hallazgos con una metafsica tosca y acrtica5 . LA DIVISIN DEL TRABAJO SOCIAL DE DURKHEIM 203 3 Paradjicamente, esta postura es admitida por el positivista V. Pareto. Ver su Trait de sociologie gnrale, II, Pars, 1917, pp. 1349 y ss. Tambin, Talcott Parsons, Some Reflections on The Nature and Significance of Economics, Quarterly Journal of Economics, XLVIII (1934), 511-545. Tengo una profunda deuda con el Dr. Parsons por mucho de lo aqu expuesto. 4 Vase Heinrich Rickert, Kulturwissenschaft und Naturwissenschaft, Tbingen: Hohr, 1921, pp. 99 y ss. Lon Duguit, cuyas concepciones de la similitud a travs de la divisin del trabajo recuerdan estrechamente a las de Durkheim, presenta una exposicin brillante de la trascendencia de los fines para la interpretacin. Vase su libro Ltat, le droit objectif et la loi positive, Fontemoing, 1901, pp. 33 y ss. En nuestro pas, la exposicin ms exacta de esta posicin se encuentra en W. I. Thomas y F. Znaniecki, The Polish Peasant in Europe and America (University of Chicago Press, 1918-1920), especialmente la discusin de las actitudes sociales y la definicin de la situacin. 5 Vase C. Hartshorne y P. Weiss (eds.), Collected Papers of Charles Sanders Pierce, I, Harvard University Press, 1931, pp. 52 y ss. En el momento de escribir La divisin, Durkheim era demasiado positivista como para reconocer explcitamente toda la fuerza de esta posicin, pero, no obstante sus doctrinas metodolgicas expresas, subrepticiamente se desliza entre los dos brazos del dilema y salva su consciencia antiindividualista al ocuparse de los fines sociales. As pues, indica de manera clara que si la sociedad fuera simplemente una resultante de individuos yuxtapuestos llamados a relaciones contractuales provisionales para la satisfaccin de sus respectivos intereses inmediatos, esto es, si la relacin social tpica fuera la econmica, entonces no tendramos por ms tiempo una sociedad, sino el estado de la naturaleza de Hobbes. All donde el inters es la nica regla, dado que nada refrena los egosmos presentes, cada individuo se encuentra en pie de guerra frente a sus semejantes y cualquier tregua no sera de larga duracin6 . Esto corresponde a la descripcin de Durkheim de la anomia. Pero el hecho es, contina el autor, que incluso en sociedades tan altamente contractuales e individualizadas como las nuestras, este estado bruto de naturaleza no prevalece. Entonces, qu es lo que evita esta situacin que, como cabra esperar, caracterizara a una sociedad contractual si el enfoque individualista fuera vlido? Es el consenso de las partes, la integracin de los fines individuales, el complejo-valor social7 . Esto se ve claramente en la regulacin legal de los contratos entre individuos, ya que si bien es verdad que estos contratos son inicialmente un asunto voluntario, una vez iniciados, estn sujetos a la sociedad como una tercera parte controladora y omnipresente. A travs de un sistema de derecho, un rgano de control social, el acuerdo de las voluntades individuales se constrien en consonancia con las funciones sociales difusas. Adems, en este proceso la sociedad desempea un papel activo para determinar qu obligaciones son justas, a saber, las que estn de acuerdo con los valores sociales dominantes, y cules no necesitan su puesta en vigor. Con este incisivo anlisis, Durkheim refuta una de las doctrinas bsicas de una sociologa atomstica, puesto que encuentra en la propia relacin que haba sido considerada individualista por excelencia la interpenetracin significativa de los factores sociales8 . Su concepcin es similar a la tensin hacia la consistencia y la autonoma de las mores de Sumner, as como a la nocin de Goldenweiser del lmite a las discrepancias entre los diversos aspectos de una cultura. Esta concepcin de la sociedad va vinculada a un reconocimiento del papel previamente mencionado 204 6 La divisin..., pp. 203-204; cf. p. 365. 7 Ibid., p. 360. Cf. Parsons, op. cit., p. 517. 8 La distincin entre el anlisis de Durkheim y las teoras del contrato social debera estar, de este modo, totalmente clara. Como el propio Durkheim observ: Slo una crtica singularmente superficial podra reprochar a nuestra concepcin de la coercin la reedicin de las teoras de Hobbes y Maquiavelo. Las reglas..., p. 151. de los fines sociales y a la aceptacin de la doctrina de la emergencia. Que la conducta social no puede explicarse mediante la referencia a los comportamientos individuales como mera yuxtaposicin es mantenido tanto por Durkheim como por Pareto9 , y es precisamente este criterio el que se esgrime para justificar el carcter de la sociologa como disciplina distintiva. En la discusin de Durkheim de los fines sociales est latente una tendencia antimecanicista. Cuando los instrumentos son forjados con miras al intento de consecucin de los fines, a causa de este mismo hecho las condiciones se desarrollan de tal forma que no slo actan en la direccin de las metas, sino que reaccionan ante stas y, frecuentemente, cambian las orientaciones de los valores. Estas nuevas valoraciones pueden exonerar al hombre de la necesidad de aceptar las condiciones de la existencia el milieu de Durkheim y de actuar de una manera previamente determinada. Habiendo cambiado su definicin de la situacin, su conducta tiene una orientacin nueva, y el determinismo mecanicista, basado en el conocimiento de los factores objetivos, no da ya razn apropiada de esta conducta. Pero, como suele ser caracterstico de los tericos mecanicistas, Durkheim no distingue adecuadamente sus concepciones abstractas, en este caso las condiciones externas de la existencia, de la situacin concreta, en la que se incluye a los factores normalmente suprimidos de la seleccin humana de objetivos. l piensa que las ineludibles conclusiones que se derivan de su delineacin abstracta de la situacin representan hechos reales en toda su diversidad emprica10. Para expresarlo de otra manera, Durkheim evita deliberadamente tratar sus concepciones como construcciones ideales que exijan una modificacin apropiada antes de que puedan describir adecuadamente fenmenos sociales concretos. En su presentacin de la evolucin social, Durkheim afirma rastrear gen- ticamente la transicin desde la solidaridad mecnica a la orgnica, y aqu es cuando sus defectuosos datos etnogrficos le llevan a equivocarse. Como Maine y Steinmetz, le gusta observar el predominio, incluso la existencia LA DIVISIN DEL TRABAJO SOCIAL DE DURKHEIM 205 9 Es especialmente chocante que Pareto, con su inclinacin hacia el empirismo, adoptara esta opinin. Tratado..., I, p. 26: Notez quetudier les individus ne veut pas dire que lon doit considrer plusieurs de ceux-ci mis ensembles, comme une simple somme; ils forment un compos, lequel, lgal des composs chimiques, peut avoir des proprits qui ne sont pas la somme des proprits des composants. Esta concepcin es, por supuesto, sealada en todos los escritos de Durkheim, si bien su primera exposicin apareci en Las reglas..., p. 126. (Nota del traductor: Si bien para respetar el sentido original del texto he optado por dejar la frase de Pareto en francs, tal y como Merton la tom, la consideracin al lector en castellano y la relevancia de la cita me lleva a traducirla a continuacin: Reparen en que estudiar a los individuos no quiere decir que se deban considerar como una mera agregacin de muchos de ellos, como una simple suma; ellos forman un compuesto, el cual, al igual que los compuestos qumicos, puede tener algunas propiedades que no son la suma de las propiedades de los componentes.) 10 Hace tiempo que Hume haba percibido esta confusin de la ciencia mecanicista. El profesor A. N. Whitehead indica este error con la descriptiva frase de la falacia de la concrecin equivocada. Vase su libro Science and the Modern World, New York: Macmillan, 1931, pp. 75 y ss. Una aguda descripcin psicolgica de la base de este error se encuentra en el libro de Richard Avenarius, Kritik der reinen Erfahrung, II, Leipzig: Reisland, 1907-8, pp. 376 y ss. exclusiva, de la ley penal en la sociedad primitiva. En realidad, como recientes estudios de campo han demostrado, las sociedades primitivas tambin poseen un corpus de leyes civiles restitutivas, impuestas mediante mecanismos sociales, que involucran derechos y deberes entre individuos11. La existencia de estas relaciones esencialmente contractuales entre los pueblos primitivos desvirta la plausibilidad de la teora de Durkheim del desarrollo unilineal. Adems, al afirmar el predominio de la solidaridad orgnica en las sociedades modernas, Durkheim tiende a despreciar, indebidamente, el persistente factor de la comunidad de intereses. Este sesgo pervierte su anlisis de los elementos de cohesin social. Factores de integracin de grupo tales como las concepciones del honor Ehre y la subsuncin del individuo bajo intereses colectivos durante periodos de guerra y conflicto elementos importantes en la cohesin de las sociedades contemporneas12, son generalmente ignorados de manera injustificada por Durkheim en su empeo por encontrar en la divisin del trabajo la nica fuente de la solidaridad moderna. La inviolada unidad del grupo se convierte en indispensable durante los conflictos intersociales, y esta unidad se consigue en gran parte mediante las apelaciones a los sentimientos comunes. Asimismo, la nocin no jurdica del honor es un poderoso, por no decir siempre efectivo, mecanismo regulador que fomenta la cohesin social. El hecho de que estas formas de solidaridad mecnica subsistan todava sugiere razones adicionales para rechazar el argumento de Durkheim del desarrollo unilineal. La concepcin de Durkheim de esta evolucin unilineal debe, por otra parte, reconsiderarse a la luz de lo que ha sido convenientemente llamado el principio de los lmites del desarrollo13. El desarrollo en una direccin dada podra continuar hasta llegar a ser contraproducente, despus de lo cual ocurrira una reaccin en la direccin opuesta. Si Durkheim no hubiera intentado extrapolar ms all del universo de sus datos, podra haber encontrado un exponente de esta reaccin en los siempre ms frecuentes estados de anomia que acompaan al incremento de la divisin del trabajo. En el mundo econ- mico, es preciso observar los movimientos de refortalecimiento que se dan despus de alcanzarse grados ptimos de diferenciacin para comprender que el proceso no es necesariamente unidireccional. Para llegar a esta concepcin de la evolucin, Durkheim no necesita, como se ha afirmado, abandonar su posicin sociolgica. Es verdad que l encuentra la causa determinante del incremento de la divisin del trabajo en el crecimiento e intensificacin de la densidad poblacional, que es principalmente un 206 11 Bronislaw Malinowski, Crime and Custom in Savage Society, New York: Harcourt, Brace & Co., 1926, pp. 55 y ss. Contrstese con la afirmacin de Durkheim de que en las sociedades primitivas... la ley es enteramente penal. La divisin..., p. 76. 12 Vase Georg Simmel, Soziologie, Mnchen y Leipzig: Ducker & Humblot, 1923, pp. 202, 404 y ss. 13 Vase A. A. Goldenweiser, History, Psychology and Culture, Journal of Philosophy, Psychology and Scientific Methods, XV (1918), 593; P. A. Sorokin, The Principle of Limits, Publications American Sociological Society (1932), pp. 19-28. factor biolgico, pero el cambio especificado slo tendr lugar en la medida en que este cambio demogrfico est vinculado a una mayor interaccin social y a la concomitante intensificacin de la competencia. Es, pues, este factor social la densidad dinmica, como l lo denomina el que Durkheim encuentra verdaderamente determinante. En un escrito posterior, reafirma este punto de forma an ms categrica al advertir que la densidad poblacional y la densidad dinmica no siempre van asociadas por ejemplo, en China y que en estos casos el incremento de la divisin del trabajo se ve considerablemente inhibido14. Por lo tanto, debe revisarse la frmula superficial que slo atribuye una diferenciacin creciente de funciones a los cambios demogrficos. En la medida en que esta diferenciacin es generalizable como un proceso social, podra decirse que est asociada con la competicin entre individuos y entre grupos, con independencia de los factores que conduzcan a tal competicin. Si abandonamos la teora unilineal de Durkheim nos quedamos con una aguda caracterizacin de dos sociedades, mecnica y orgnica, tomadas como tipos ideales o como ficciones heursticas. As pues, stas podran considerarse como casos lmite, nunca prevalecientes en la realidad emprica, que podran ser empleados de manera feraz como polos de referencia hacia los que orientar tericamente los datos empricos. De este modo, la obra de Durkheim provee un esquema conceptual que podra ser ventajoso en la interpretacin de los procesos de diferenciacin, integracin, competicin y otros de similar estilo. Otro aspecto de la metodologa de Durkheim, que caracteriza no slo a La divisin sino tambin a sus obras posteriores, es el uso de ndices, que l considera como la traduccin externa, mensurable, de los hechos sociales internos, no directamente observables. De la misma manera que el fsico mide el calor y la electricidad a travs de ciertos fenmenos objetivamente observables y fcilmente mensurables, tales como la subida y la bajada del mercurio en un tubo de cristal y la oscilacin de la aguja de un galvanmetro, as Durkheim espera emplear la ley represiva y restitutiva como ndices, respectivamente, de la solidaridad mecnica y orgnica15. En este punto surge una dificultad fundamental. Si los hechos observados (L) han de ser ndices significativos y relativamente precisos de los tipos de solidaridad (S), las relaciones siguientes deben ser verdaderas. Sea L (x, y ...) una funcin de cantidades mensurables (x, y ...) (estadsticas de leyes penales o restitutivas) asociada a S (x, y ...) (el hecho social-la cohesin social) que satisfacen estos postulados: cuando L vara de una manera determinada, S vara de forma equivalente. Cuando hay incrementos sucesivos en L, el primer cambio LA DIVISIN DEL TRABAJO SOCIAL DE DURKHEIM 207 14 Las reglas..., p. 140: Hemos cometido el error, en nuestra Divisin del trabajo, de subrayar en exceso la afirmacin de que la densidad material es expresin exacta de la densidad din- mica. Paul Barth yerra de manera manifiesta al adscribir a Durkheim a una interpretacin materialista de la historia sin modificar. El cambio de Durkheim al idealismo se hace ms evidente en su obra sobre la religin. Vase P. Barth, Die Philosophie der Geschichte als Soziologie, Leipzig: Reisland, 1922, pp. 628-642. 15 La division..., p. 66. de L es de L1 a L2 y el segundo de L2 a L3 , de tal modo que el primer incremento es mayor que el segundo y, por tanto, tambin el primer incremento en S (la solidaridad) es mayor que el segundo. Este postulado debe mantener su validez aun cuando sustituyamos mayor por menor16. Esto permite una variacin concomitante entre los hechos sociales y sus ndices, siendo las variaciones de los primeros inmensurables y relativas a las variaciones directamente mensurables de los ltimos. Durkheim fracasa precisamente en la demostracin de este tipo de relaciones puesto que no establece con precisin aquellas asociaciones perfectas que asume van a darse entre sus tipos de solidaridad y de leyes. Por ejemplo, la solidaridad orgnica podra regularse por los usos consuetudinarios y las costumbres sin llegar nunca a convertirse en ley civil. ste fue el caso especialmente de una buena parte de la Edad Media17. Adems, como se ha sugerido, mucha de la solidaridad mecnica en la sociedad contempornea que se manifiesta, por ejemplo, en el honor no encuentra expresin en la ley represiva. Estas indicaciones, necesariamente breves, son suficientes para destacar las discutibles premisas sobre las que Durkheim basa su sistema de ndices18. En su captulo sobre la divisin del trabajo y la felicidad, en general brillante, Durkheim evidencia otra debilidad fundamental de su mtodo. Elimina ciertas explicaciones posibles de un conjunto particular de fenmenos sociales al demostrar que las consecuencias lgicas de las teoras rechazadas no concuerdan con los hechos observados. Da por hecho que el nmero posible de teoras explicativas es determinable, x, y que habiendo eliminado x-1 explicaciones obtiene la solucin necesariamente vlida. De este modo, Durkheim sostiene que el deseo de llegar a ser ms feliz es la nica fuente individual que puede dar cuenta del progreso (de la divisin del trabajo). Si aqulla se desestima, no queda ninguna otra19. Este mtodo del experimento proyectado fue destacado por Descartes, con quien Durkheim estaba manifiestamente en deuda. Descartes mantuvo que en la aproximacin a la realidad nos encontraremos con que muchas consecuencias resultan de los principios inicialmente asumidos y que la consideracin racional decidir cules de estas consecuencias se realizan20. Pero la falacia de este mtodo radica en la asuncin inicial de que alguien puede agotar la totalidad de las explicaciones posibles. La eliminacin de las teoras alternativas de ningn modo incrementa las probabilidades de las restantes. 208 16 Vase A. L. Bowley, The Mathematical Groundwork of Economics, Oxford: Clarendon Press, 1924, pp. I y ss. 17 Vase Paul Vinogradoff, Customary Law, en The Legacy of de Middle Ages, G. C. Crump y E. F. Jacob (eds.), Oxford: Clarendon Press, 1927, pp. 287-319. 18 El mismo tipo de crtica debe dirigirse contra los ndices de cohesin del grupo y de desintegracin que emplea Durkheim en El suicidio. 19 La divisin..., p. 251. Est claro que esto es una afirmacin extrema, pero para Duguit, op. cit., pp. 50 y ss., sugiere una explicacin individualista y no eudemnica. 20 Ren Descartes, Discours de la mthode, Oeuvres, VI, Pars, 1902, pp. 64 y ss. De La divisin del trabajo social, de Durkheim, puede en general decirse que presenta un anlisis sugerente e incisivo de un determinado proceso social y de sus correlatos estructurales. Si sus conclusiones son demasiado radicales, si su mtodo es a veces defectuoso, todava podra reconocerse, desde la posicin ventajosa que proporcionan cuatro dcadas de ulterior investigacin, que el libro permanece como una de las contribuciones cimeras de la sociologa moderna. (Traducido por Cristbal Torres Albero.)Individualismo metodolgicoLAS SOCIEDADES COMO HECHOS CONSTRUIDOS: EL ENFOQUE DE WEBER DE LA REALIDAD SOCIALMartin Albrow Esta presentacin consta de tres partes. A su vez, cada una de las partes est dividida en tres secciones. Las partes - Weber como antifundamentalista, el mundo como facticidad, la prctica de la ciencia social - tienen una secuencia de pensamiento que se repite de modo muy similar en cada una de las secciones. Existe pues cierta organizacin en lo que sigue, una especie de ordenamiento por triples. Pero ello no surge de una decisin de principios para proceder de este modo. Fue obvio al examinar lo que se estaba escribiendo como reflejo en mis pensamientos. Tales declaraciones representan un punto de vista que consiste en que el hecho precede al pensamiento y el pensamiento al principio. Los fundamentos filosficos no son como los cimientos de un edificio que se derrumbara si stos no existieran. Son ms bien como una gua para visitantes de una ciudad, que es til para los turistas y posiblemente resulta un fastidio para los habitantes del lugar. Pero los socilogos no pueden darse el lujo de desdear la reflexin filosfica. Despus de todo son viajeros en tierras de otras personas. Apenas pueden objetar que los filsofos viajen en la suya. Sin embargo, los socilogos pueden esforzarse por garantizar que el lugar est limpio y ordenado y por arreglar cualquier desorden posterior. Esto siempre es ms fcil cuando uno est convencido de la autonoma y dignidad del propio trabajo. Weber como un antifundamentalista 1 . Una ciencia de la realidad Para Weber era indudable la posibilidad de hablar y escribir sobre la realidad social y cultural. Haba un mundo habitado por personas reales, el cual ciertamente estaba conformado por lo que stas hacan. Una ciencia de la realidad social tendra por lo tanto que preocuparse por representar y explicar la manera como cambiaba ese mundo, en otras palabras, investigar las causas y efectos de las acciones de la gente. A lo largo de su carrera, Weber sostuvo firmemente esta idea de una ciencia de la realidad cultural, una Wirklichkeitswissenschaft. La filosofa era tal ciencia, pero tambin lo era su aliada cercana, la historia, una disciplina que tena prioridad en su experiencia y afectos. Se distinguan entre s por la diferencia en el grado de generalidad de sus mtodos y por las distintas relaciones con la idea 4e lo social, pero compartan la creencia en un mundo de otras personas accesible a la indagacin disciplinada. Este es un punto de partida sin problemas filosficos, que se basa en el sentido comn. Permiti a Weber examinar la historia de las compaas comerciales del medievo o explorar las condiciones sociales en la Prusia rural con la seguridad de que estaba escribiendo sobre sucesos reales para lectores que lo entenderan. Tampoco perdi su conviccin. Aunque a fines de su carrera examin muchos de los presupuestos de la ciencia social, siempre fue con el espritu de aclarar el error o formalizar su propia prctica. Por esta razn Tenbruck ha sostenido que los llamados ensayos metodolgicos de Weber tan slo eran subproductos de su obra y no su esencia. La exploracin emprica fue la tarea central, que preceda a otras formas de investigacin. Deberamos aadir que Weber sin duda estaba interesado en el mtodo en el sentido ms restringido de la preocupacin por mejorar las tcnicas de investigacin o de razonamiento. Su inters por los mtodos de investigacin, el uso que les dio y su inclinacin por los modelos de accin econmica racional son prueba de su compromiso con una ciencia de la realidad y no con la filosofa. Hasta qu grado su compromiso con una ciencia emprica de la realidad cultural era simplemente un asunto de preferencia?, qu tanto un rechazo de principio de alternativas? stas son preguntas que deben plantearse ahora y que requieren una respuesta. 341 2. Antifundamentalismo No pueden ponerse en duda la extensin y profundidad de los intereses intelectuales de Weber. Atraan su curiosidad la historia, la economa, la teologa, la psicologa, al igual que las mltiples ramas de la filosofa. En esa medida, su propia eleccin de orientacin intelectual era un asunto de preferencia, incluso de temperamento. Esto es lo que su amigo y colega Rickert deca poco despus de la muerte de Weber: Mi impresin de Weber, si se insisten clasificar de alguna manera a ese hombre incomparable, es que pertenece a los grandes historiadores. Al mismo tiempo exista en l una gran necesidad de una construccin sistemtica de un modo que no suele encontrarse enlos historiadores. En sus ltiiros aos, esto lo llev a generalizar y presentar material no histrico que haba usado en su investigacin histrica. As llam "sociologa" a sus ltimos trabajos y le dio un nuevo significado a ese nombre, del que desde Comte se haba hecho gran uso y abuso. Rickert continuaba diciendo que Weber no era un filsofo y que era una injusticia llamarlo neokantiano y vincularlo con l y con Windelband. Todo lo que esperaba de la filosofa era "lgica". Podra decirse mucho ms sobre la preferencia de Weber por una ciencia de hechos sociales. Desde cierto punto de vista estaba respondiendo a su poca tal y como lo hizo su contemporneo Durkheim. Desde otra perspectiva, represent una resolucin particular de los problemas personales generados por los conflictos de valor de su tiempo. He intentado explorar la motivacin de Weber hacia la ciencia social en mi reciente estudio titulado Max Weber and the Construction of Social Theory. Con demasiada frecuencia los socilogos dan por un hecho su propia motivacin a veces no se dan cuenta de lo originales que resultan! Pero ah hay ms que preferencia personal. De cuando en cuando Weber sugiere ms objeciones de principio hacia ciertas orientaciones intelectuales, aunque, como se ver, el trmino "principio" no es del todo apropiado. Consideremos, por ejemplo, su insistencia en las fronteras de la racionalidad, las races irracionales de los juicios de valor, la necesidad de conflicto entre las esferas racionalizadas de la vida, cmo ambas cadenas de razonamiento y de autoridad terminan al final en actos de fe. El mundo y la experiencia, no slo la experiencia religiosa, son irracionales. Con frecuencia y de manera explcita Weber atribua lmites a la capacidad del intelecto racional para encuadrar al mundo. Se burl de quienes intentaban confinar el mundo dentro de un sistema intelectual. Ante todo mostr desdn por aquellos que pensaban que la salvacin poda obtenerse por medios intelectuales. Entre ellos inclua tanto a los socialistas como a los buscadores de nuevas religiones. Era el intelectual antiintelectual. Esta es una serie de actitudes que corresponden muy bien con lo que autores recientes han llamado "antifundamentalismo", el rechazo de la bsqueda de ciertas bases de conocimiento de una estructura de pensamiento que garantice una visin del mundo correcta. Rorty ha afirmado que Wittgenstein, Heidegger y Dewey, cado uno a su manera, sacaba en conclusin que la indagacin kantiana era ilusoria (1980; 5). Considera que estos filsofos reaccionan contra la visin decimonnica de que la filosofa era la materia donde se descubra el significado de la propia vida. Weber puede ubicarse con gran precisin relacionndolo con esta visin del desarrollo intelectual, ya que Rorty cita a Nietzsche y a William James como dos voces "sumamente desatendidas" en contra del fundamentalismo. Esposible documentar cmo ellos influyeron en Weber. Adems, este punto de vista es consistente con la evaluacin de Rickert sobre Weber que se acaba de citar. La reserva que podra surgir ante esta opinin es que se limita demasiado a un desarrollo dentro de la filosofa. Slo en ese sentido puede decirse que Nietzsche era "sumamente desatendido". Fue la voz ms grande de la cultura alemana durante ms de 30 aos! Los lmites de kantismo fueron bien comprendidos por generaciones de literatos alemanes que se inspiraban en Goethe: "toda teora es gris, el dorado rbol de la vida es verde". 3. Las funciones del fundamentalismo Tal vez una medida del xito del programa fundamentalista para captar la imagen pblica de la filosofa sea que an es difcil dar crdito al antifundamentalismo proveniente del interior de la disciplina. Cmo puede fundarse lo que no tiene fundamentos? Pero eso es un problema para el filsofo. Nietzsche extrajo sus propias conclusiones; opt por escribir poesa. De igual modo surgi el antifundamentalismo de Weber, no de la filosofa, sino de la respuesta cientfica al mundo real. Su antiin 343 telectualismo slo puede entenderse basado en la distincin entre la ciencia y el diletantismo, entre el rigor y la especulacin. Su visin del mundo era de sentido comn; su visin de la ciencia, pragmtica. A menudo mal llamado positivista, su propia orientacin se transmite ms adecuadamente como constructivista. Es aqu donde podemos identificar lapropia respuesta de Weber al kantismo, la cual ocup un lugar vital en la conformacin de sus respuestas morales ante el mundo. Su individualismo heroico y su insistencia en el deber son enteramente kantianos y protestantes. En cambio, los presupuestos trascendentales son mucho menos importantes como centro para su atencin intelectual. Mucho ms importante era el modo en que el kantismo se haba vuelto parte de las respuestas sociales ante el mundo que conforman una estructura, no tanto porque fueran ciertas sino porque proporcionaban un marco para la accin. Es difcil demostrar que la epistemologa kantiana haya tenido algn efecto en las ciencias naturales. La influencia kantiana no funcionaba como espejo de la naturaleza, sino como un cdigo de conducta, como tica. El trascendentalismo kantiano tena su principal efecto, en todas las ciencias, en la conformacin de la accin humana, y sobre todo como medio para generar suposiciones compartidas, como marco de referencia comn. En trminos intelectuales larespuesta de Weber al kantismo tena dos aspectos. Weber apreciaba como un logro tcnico la lucha por desarrollar la lgica de las ideas en cualquier esfera y reconoca avances en la racionalidad en sectores particulares como la economa y la ley. Al igual que Goethe, vea el kantismo como un aspecto de la extensin del dominio humano, no como el descubrimiento de la verdad. Pero permaneci apartado porque estaba interesado en la verdad. Consideraba el proceso de racionalizacin como un hecho de la historia humana que deba representarse y explicarse. Su bsqueda de la verdad no habra de encontrarse en la filosofa sino en la historia. El antifundamentalista poda recurrir a la poesa si era Nietzsche; a la historia, si era Weber. Si esto es una descripcin vlida del empuje de la obra de Weber, surge el problema de cmo podemos interpretar "esa fuerte necesidad de una construccin sistemtica" sobre la que escriba Rickert y la cual lo condujo a la sociologa. Eso sigue siendo para muchos el desarrollo ms difcil de comprender en la biografa intelectual de Weber, lo que Scaff , por ejemplo, simplemente pasa por alto en su sensible descripcin de la respuesta de Weber a la cultura de su tiempo. Despus de todo Weber distingua su propio mtodo del que corresponda al ms kantiano de todos los cientficos sociales, Simmel, porque este ltimo en opinin de Weber confunda el significado intencional y objetivamente vlido. Pero esto nos da la clave para la ciencia de Weber. Sin importar lo depurado que pudiera ser el marco de accin conceptual, nunca podra darse por sentado que el ideal se convertira en realidad. La naturaleza de cada uno se revelaba en la tensin entre ambos, no en la posibilidad de que se fusionaran. La cristalizacin de estas ideas provena de las diversas descripciones de los tipos ideales que haca Weber: no espejos sino ms bien modelos; sensores ms que luces. Sus tipos ideales podran extraerse del trabajo de quienes intentaban desarrollar principios normativos para la accin. Pero debido a que no eran reales, se podra reconocer que la lucha humana para comprenderlos tena otras ra- ces. El pensamiento sistemtico podra revelar que el pensamiento no era el fundamento. El mundo como factcidad 4. Fundamentos histricos Weber no sola hablar de fundamentos y por buenas razones. Su visin de la ciencia emprica no otorgaba un lugar especial a la argumentacin trascendental. Su inters resida en la prioridad real ms que en la lgica. Sin embargo, de cuando en cuando estaba dispuesto a identificar constelaciones objetivas como precondiciones para la accin humana. Uno de los pasajes cruciales a este respecto aparece al principio de su anlisis de las relaciones entre el orden econmico y el legal. Ah distingue entre el sistema de proposiciones legales construido de manera lgica y la estructura econmica en trminos de la distribucin de bienes y servicios. El primero es ideal, el otro es real, factual {faktisch). Ahora bien, contina Weber, si se quieren examinar sus relaciones en el mundo real, es necesario tomar el trmino 4 'orden legal" {Rechtsordnung) en un sentido completamente distinto; ' 'Ahora no significa un cosmos de normas derivado lgica y 'correctamente', sino un complejo de bases objetivas determinantes para la accin humana real" (WG; 182). Procede entonces a explicar la forma precisa en que puede considerarse la ley como fen- meno emprico: "La 'ley' es para nosotros un 'orden' con ciertas 345 garantas especficas de la probabilidad de su validez emprica". Desde luego que entre esas garantas se encuentra la existencia de un aparato coercitivo. El pasaje es una excelente ilustracin de un mtodo al que Weber alude en numerosas ocasiones. Era su forma de bajar el ideal a la tierra, de tratar las ideas como hechos adecuados para un tratamiento sociolgico. El trmino que traduzco como factual (faktisch) se emplea en diversas ocasiones aqu y en otras partes en el trabajo de Weber, as como el trmino relacionado Faktizitt (facticidad). Facticidad y factual son trminos que suelen aparecer muy vinculados con la idea de lo emprico, pero las connotacioneson ligeramente distintas. Weber al parecer emplea el trmino "factual" cuando quiere referirse a algo ms firme que las simples regularidades empricas efmeras. Las necesidades biolgicas son f actuales, lo mismo que la fuerza bruta, o las colectividades sociales, o la imposicin de normas. Las ideas de otras personas pueden volverse facticidades en la medida en que sean resistentes al cambio y definan nuestra propia situacin. La realidad es un mundo de hechos y en ese sentido el ininteligible Weber llama irracional alo real, aquello que la razn simplemente tiene que considerar ya dado. En ese sentido no est abierta a la inspeccin filosfica, slo cientfica, y por esa razn no tenemos una teora de la realidad o de los hechos en el sentido de un esquema lgicamente coherente. Esta es una actitud profundamente importante tambin para la sociologa de Weber, pues en la medida en que estudia el mundo real no puede esperar encontrar sistema y coherencia. Las estructuras que descubre sern fragmentarias, parciales y frgiles. Esta visin de la realidad debe poco a Kant y mucho ms a Weber. La naturaleza es inconmensurable, una fuente de asombro, que slo cede sus secretos a los seres humanos que no estn separados de ella y que luchan por tener acceso a ms. "Si queremos acercarnos al Infinito, debemos contentarnos con explorar lo Finito." Schweitzer sealaba que sta no era la visin cristiana de la realidad, por lo menos no la visin que la convierten producto del relojero celestial. Es una visin que tambin coloca en primer plano la experiencia histrica de los seres humanos. Los seres humanos luchan con las facticidades y a su vez crean hechos histricos. Entre los contemporneos de Weber, Dilthey sobresala en cuanto a su insistencia en diferenciar lo que representaba esto y el sueo hegeliano so 346 bre la compresin de la razn. Dilthey era la clave para la comprensin de la historia en la tensin entre facticidad e ideal. Es aqu donde emerge una combinacin que de hecho revela la esencia de la historia. Su fundamento es la facticidad irracional, de la cual surge el conjunto de fuerzas y mecanismos, por un lado y, por el otro, la diferenciacin de naciones, costumbres y pensamientos acerca del individuo sobre los cuales se construye la historia cultural genuina. (Gesammelte Schriften Vii, 1973; 288.) 5. La historia corno construccin humana Las ideas weberianas sobre la naturaleza y la historia no estn separadas. Su idea de la naturaleza es ms semejante a las del naturalista o ambientalista; su idea del pasado se acerca ms a la del etngrafo. Estuvo cercano en espritu a la indagacin de Ranke para encontrar "cmo fue realmente" y se resisti a la imposicin de ideas de evolucin o leyes histricas. Esto no significaba decir que no poda descubrirse una estructura. A partir de hechos histricos podan obtenerse diversas conexiones, regularidades yestructuras, que se convirtieron en elementos vitales en la explicacin histrica. A su descubrimiento contribuy el hecho de que en parte (pero slo en parte) eran resultado de la accin humana. Dilthey en efecto haba colocado al ser humano en el centro de su visin de la historia y haba hecho de la experiencia y la expresin los conceptos centrales en la interpretacin del pasado, en lugar de establecer un nfasis neokantiano en los valores eternos. Weber escribi menos sobre la experiencia y ms sobre ideas de valor, pero continu ms cercano en espritu a Dilthey que a Rickert en cuanto a que pona nfasis en la experiencia de los valores, la fe, la orientacin alas ideas, concebidas todas como categoras empricas. El corolario de insistir en la historia como el relato de la actividad humana es, desde luego, una indagacin de las condiciones, causas y motivos de la accin humana. Las personas como agentes son elementos intrnsecos en acontecimientos histricos. sta es la base para defender el Verstehen, no como una especie de alternativa a la explicacin causal, sino como la forma de explicacin en la que los seres humanos son considerados agentes. La oposicin entre el mundo natural y el social no consiste en que la explicacin 347 causal funcione para la primera y el significado y la interpretacin en la segunda. La vida social no es un texto; es un campo de batalla donde la gente hace que sucedan cosas. Weber busca las causas de lo que sucede por referencia a los motivos de la gente, su significado intencional, como deca al censurar aSimmel, y no algn significado objetivamente vlido. La descripcin que hace Weber de los motivos y el lugar de stos en una sociologa interpretativa es notablemente compleja y constituy un estmulo para que Schutz ofreciera una crtica que ha tenido enormes consecuencias en el desarrollo de la sociologa. Sostena que Weber a su vez era culpable de exagerar la posibilidad de asignar un significadobjetivo a los actos o al habla y que era esencial distinguir los motivos "con el fin de" y los motivos "debidos a". Puede aadirse que la propia descripcin de Weber tampoco hace justicia totalmente a su prctica. Para interpretar la accin de otra persona, adems de los motivos, por lo menos es necesario aadir ideas y capacidades como elementos. Ciertamente Weber estaba interesado en ambas. Es probable que las capacidades o habilidades estn dentro del rea de la facticidad ininteligible, que es el tipo de aspecto que investigaba al explorar la fatiga entre los trabajadores industriales. Ysu trabajo emprico est saturado de ideas, cognoscitivas y evaluativas, de conocimiento cientfico y fe, pero desde luego como componentes de cadenas causales, no como partes no motivadas de una esfera ideal. El punto es que los motivos, capacidades e ideas de otras personas se convierten en facticidades para uno mismo. Se descubre despus que se incorporan a los propios patrones de actividad para volverse parte de la transmisin y reproduccin de la cultura, donde la historia se convierte en tradicin, o bien existen como un ambiente dnde calcular, requisito esencial para el desarrollo de los mercados y para la ampliacin de las relaciones sociales en general. Aqu una esfera de hechos pblicamente reconocidos sobre otras personas es informacin esencial para permitir el clculo de las oportunidades para emprender un curso de accin. Esto se aplica en el amor, la guerra o el comercio. 6. El proceso abarcador Puede parecer como una de las grandes ironas que el cientfico emprico convencido, quien desprestigiaba los mitos metafsicos en las ciencias sociales, haya dado una tesis sobre el desarrollo histrico que abarcara tanto como las de Hegel o Marx. Sin embargo, las races de dicha tesis deben buscarse precisamente en la insistencia de Weber en la separacin de lo ideal y lo emprico. La clave para tal desarrollo en su pensamiento haba sido proporcionada anteriormente por Dilthey. Si el mundo real y el pensamiento humano estn en constante tensin, si los productos de las ideas humanas se convierten en hechos de la vida, como en la tecnologa, entonces podemos esperar identificar laacumulacin de los productos a lo largo del tiempo. No slo son artefactos, sino tambin instituciones, colectividades y formas de pensamiento. El proceso de racionalizacino es pues, con permiso de Gouldner, un pathos metafsico, es una induccin emprica, y no depende del poder inmanente de la razn humana, sino de la lucha efectiva de las personas por dominar su ambiente, dar sentido a su vida y poner orden en las cosas. En relacin con esto los intelectuales han tenido un gran efecto cuando han traoajado como cientficos, abogados, economistas y telogos. Todo el proceso es muy pblico. Eso tambin es un rasgo necesario de la facticidad del motivo en el mundo moderno. Tambin aqu pienso que Schutz no da suficiente crdito al reconocimiento que Weber otorga a la necesidad en el estado y sociedad modernos de hacer manifiesto y transparente el significado de la conducta cotidiana. La categora de Weber de la comprensin "inmediata" o efectiva debe aplicarse igualmente al cambio de un cheque en el banco o la espera en una parada de autobs. El leador que corta lea tal vez no era el mejor ejemplo. El punto sobre el significado de estas acciones es que se dan por sentadas sin preguntar las razones de los individuos. En efecto, como nunca se cans de sealar Weber, estos actos pblicos universalmente comprendidos podran de hecho ser ejecutados por individuos sin que aprecien su significado como fijo en las instituciones. Podemos encender la luz sin comprender la electricidad. Podemos redactar un testamento sin entender la ley sobre la herencia. Pero en muchos casos nuestro acto es significativo para los dems, aun cuando no comprendan nuestros motivos y aun cuando no sean ni electricistas ni abogados. Lo que habr es una suposicin general de que la gente "sabe lo que est haciendo" y de que son expertos que pueden explicar el significado total del acto. Es constitutivo de la vida pblica que la racionalidad conlleve un peso institucional tan fuerte. En el caso de la burocracia, los procedimientos estandarizados alejaron la toma de decisiones del ca 349 pricho de comits o individuos. En el caso del estado el dinero hizo posible el clculo de los ingresos fiscales. Las facticidades que interesaban aWeber eran las estructuras que tambin ataan a los historiadores, que regan la vida de millones de personas que se desarrollaban alo largo de los siglos y no en vidas individuales. Los individuos que le interesaban eran las figuras alrededor de las cuales se cristalizaban los movimientos y cuya intervencin poda mover esas grandes estructuras. Aqu tenemos otra clave para explicar por qu Weber pas de la historia la sociologa. El desarrollo histrico mismo haba producido un proceso de generalizacin de las condiciones de la vida individual que deba explorarse sincrnicamente encada cultura as como diacrnicamente. En la explicacin de acontecimientos singulares en el mundo moderno uno se vea obligado a reconocer el creciente carcter abarcador y unificador de las estructuras del estado y la economa. Los mercados, las comunicaciones, las ideologas se extendan en todo el mundo. stas eran las condiciones en que deban actuar los individuos. Ya no podan depender de pasar sus vidas dentro de los confines de la pequea comunidad. Dichas condiciones eran producto de la aplicacin de la racionalidad a la vida y a su vez lo producido requera una ciencia racional para su apreciacin. La prctica de la ciencia social 7. Tipos ideales El proceso de racionalizacin es producto del carcter esencialmente reflexivo de la accin social. La orientacin de las personas entre s en trminos de estereotipos, tipificaciones y todas las construcciones conceptuales hacen posible la existencia de patrones generalizados de orientacin hacia un mundo, los cuales al mismo tiempo estn abiertos a la revisin racional. La especializacin de la ocupacin intelectual garantiza que haya siempre un inters por el desarrollo ulterior de tales patrones generalizados. La tensin entre pensamiento y realidad radica en que ambos se transforman mediante los esfuerzos de los seres humanos por acercarlos ms, proceso que no puede concluirse ya que los pensamientos de un grupo se convierten en facticidad para otro. Para comprender la descripcin de Weber del proceso de racionalizacin es esencial reconocer que identificaba el desarrollo de la tica sistemtica y los modelos de la ciencia social como elementos clave en tal desarrollo. Las ciencias normativas, o axiomticas, proporcionaban guas tanto para la accin moral como para la tcnica en los asuntos sociales. Si acaso, el progreso de la tecnologa era menos significativo en la relacin de Weber que el desarrollo de cdigos legales, el dinero o la tica comercial. Los esquemas conceptuales desarrollados por las ciencias normativas se convirtieron en la fuente principal de tipos ideales, estndares de comportamiento, imgenes del mundo, estados de cosas imaginados, contra los cuales poda compararse la realidad y a los cuales poda hacerse que se ajustara la realidad si los grupos o individuos tenan inters en exigir tal conformidad. Dichos tipos ideales eran adems puntos de comparacin con los cuales era posible generar relaciones descriptivas yexplicativas del mundo. Eran igualmente esenciales para el cientfico emprico y sus usos eran tanto cognoscitivos como normativos. El primer punto por reconocer en la teora de Weber sobre los tipos ideales es que no son un dispositivo tcnico especfico de aplicacin limitada. Tienen un alcance sin lmites y no existe un inventario exhaustivo de las variedades y usos de los tipos ideales. No puede haberlo porque representan la suma total de las imgenes mentales de la realidad posible. No son generalizaciones cientficas de lo que existe, sino puntos de referencia construidos. El segundo punto que debe mantenerse firmemente en la mira es que los tipos ideales se convierten en puntos de orientacin en el mundo real para gente real, que busca comprender el verdadero protestantismo o la accin econmica racional o la indiferencia burocrtica o en caso contrario asumir que las dems personas se estn comportando de acuerdo con tales normas. Existe entonces una doble reflexin implicada en los tipos ideales para el cientfico social emprico. En primer lugar, el producto intelectual del abogado, telogo, economista se convierte en un punto de referencia normativo para un pblico. Entonces el intento por presentar una descripcin emprica para tal orientacin puede orientar por s mismo hacia tipos ideales de segundo orden. De este modo, la sociologa de la ley de Weber tiene que girar en torno a tipos ideales de segundo orden del proceso legal, que no son idnticos a los correspondientes a los abogados. Su concepto de ley en el mundo real es en s mismo idealmente tpico. El proceso no termina aqu. Los pblicos a su vez se orientan hacia los tipos ideales que han generado los cientficos sociales empricos, aun cuando explcitamente no hayan sido desarrollados por 351 referencia normativa. Los conceptos de Weber de legitimacin, burocracia o carisma ya han cambiado el mundo en que vivimos. Weber mismo entonces se ha convertido en un agente dentro del proceso de racionalizacin, aun cuando era mucho ms modesto que Hegel para reclamar algo para s. ste tena un sentido muy agudo de la funcin transformadora de su propia obra. A diferencia de Hegel, Weber reconoca que su trabajo estaba destinado a ser trascendido. 8. Las premisas de la sociologa No existe algn lugar de descanso en el flujo de esta ciencia transformadora de la sociedad? No hay un punto fijo de orientacin? Bien, existe desde luego el individuo, el individuo hablante que asigna e interpreta significado, transportador de cultura. Weber habla aqu de presuposicin trascendental en trminos kantianos. Tambin usa la analoga del tomo, pero la califica como comparacin problemtica. No est del todo claro, pues, si debemos llamar a esto un punto epistemolgico u ontolgico. Por lo que se refiere a la prctica de la sociologa, Weber dejaba claro que era un punto metodolgico porque insista en afirmar que un m- todo individualista no lo obligaba a afirmar la prevalncia o valor del individualismo. Probablemente es mejor observar el pensamiento de Weber sobre el individuo desde tantos puntos de vista como sea posible. No est ofreciendo una doctrina y no est preparado para seguir su examen ms all del punto donde sea til para comprender sus prop- sitos intelectuales como cientfico emprico. Si ofrecemos un esclarecimiento mayor, corremos el peligro de intentar hacer lo que l encontr innecesario, es decir proporcionar "fundamentos". Para l la prctica era primero pero, con el inters de disipar una confusin posterior, cuando los intentos por codificar ia prctica han proliferado, corremos los riesgos colaterales. Deben establecerse varias proposiciones. La primera es que el argumento "trascendental" no nos indica nada sobre el mundo real, ni siquiera para Kant. Comenta la forma en que pensamos. Se reconce que trata de decirnos que no podemos elegir pensar de cualquier otra forma. Pero no genera verdaderas proposiciones sobre el mundo y por esa nica razn no podra desempear una parte destacada en la obra de Weber. Dado que no implica ninguna eleccin en el asunto, de igual modo tam 352 poco hay una cuestin de juicio de valor; est ms all del hecho y del valor. Habiendo dicho lo anterior, podra suponerse que la incapacidad para pensar de cualquier otra forma es en s misma un hecho histrico. Esto es tal vez el cambio de procedimiento ms difcil o la mayor inconmensurabilidad dela prctica, es decir el cambio de un discurso epistemolgico a uno histrico. Para las personas que no pueden pensar de ninguna otra manera existe la gente que habita en un mundo-pensamiento kantiano, que estn ocupadas atribuyendo a otros la universalidade su propia forma de pensar. Pero suponiendo que las otras personas no comprendan ni aprecien el marco kantiano, no es esto un hecho que socava la universalidad kantiana? El mundo real, el mundo social real, no establece fronteras a la universalidad del discurso? Weber ante todo estaba convencido de la ubicacin histrica del mundo de pensamientos que habitaba. La racionalidad como se conoca e interpretaba en Occidente era un desarrollo histrico. Desde el inicio mismo en que demostr las nuevas formas de pensamiento que se desarrollaron con el comercio medieval, estaba interesado en identificar los cambios conceptuales que conducan a la creacin del individuo moderno. El individuo era una realidad histricamente creada. Adems, la persona, el agente, a quien se atribua responsabilidad, voluntad, autodeterminacin, era una imagen penetrante, que se introduca en otras culturas. El triunfo de Occidente no era slo de armas y comercio. Sin embargo, si el individuo se haba vuelto real eso en ningn sentido significaba que slo los individuos fueran reales. Los pensamientos, sentimientos, impresiones, conflictos, amor, amistad, autoridad, estructuras, mercancas, servicios, libros y batallas eran todos reales. El mundo era complejo y mltiple, aun cuando los individuos tuvieran un lugar privilegiado. El principal privilegio era la autodeterminacin, que permita la formacin reflexiva de proyectos y la atribucin de los mismos a otros. Eso era tambin la precondicin real para la sociologa, pues todas las propiedades que Weber atribua a los individuos eran las que l consideraba esenciales para la investigacin sociolgica. Slo el poseedor de cultura poda identificar cuando otros tambin la posean. Si tal es el caso, la sociologa slo poda ser la reflexividad de la cultura occidental. 353 9. La realidad de a sociedad El mtodo weberiano trataba a la gente como individuos tanto como era posible porque de esa manera la atribucin ms aguda de su intervencin en el curso de los acontecimientos se volva posible. La nocin occidental del individuo era la forma ms desarrollada de atribuir una influencia causal en el mundo a la gente, y tambin a personas en particular, no slo en conjunto. Sin embargo, la independencia que el mundo moderno otorgaba a los actores individuales volva problemtica su relacin con colectividades y grupos. Aqu quiero afirmar algo que es controvertido, aunque para m slo lo es debido al fracaso generalizado por captar la posicin de Weber. En ningn momento Weber niega la existencia de grupos o colectividades. Desde luego que existen palpablemente, porque se pueden ver en la forma como se comporta la gente. Asimismo, slo es posible comprender cmo se comporta la gente si nos referimos a todos los tipos de estructuras colectivas. El individualismo metodolgico de Weber es tan slo una forma de mostrar cmo son los grupos reales. Es la forma ms precisa para identificar e incluso predecir su estructura, tamao, persistencia, permeabilidad y fuerza. En toda su sociologa, el anlisis estructural de grupos y colectividades es una preocupacin y un logro centrales. Hay alquien que crea seriamente que como socilogo podra haber alcanzado su posicin prominente, si tal no hubiese sido el caso? En otra parte he intentado ofrecer un anlisis de la naturaleza de su pensamiento estructural. Aqu deseara terminar argumentando que el fruto principal del mtodo no fundamentalista de Weber es precisamente transformar la cuestin de la existencia de la sociedad en un asunto emprico. La ubicacin de una accin individual dentro de estructuras ms amplias es una preocupacin central y dominadora para Weber, pero la naturaleza de dichas estructuras ms amplias es un tema de investigacin emprica, tanto histrica como comparativamente. Lo que ante todo es ilegtimo es tomar la invocacin de conceptos colectivos por individuos como evidencia ipso facto de un referente real, una entidad fuera y ms all de la accin individual. Weber era un cazador ferviente del pathos colectivo, un exorcista de la ilusin colectiva. Pero las estructuras de significado que se asociaban con el estado y la economa modernos eran manifiestamente reales, acciones condicionadas de la gente, que necesitaban ser atendidas en su realidad, no como mitos. l punto es que hay que ser capaz de delinear las fronteras y la competencia de las familias, organizaciones y la mirada de estructuras dentro de las cuales el individuo moderno con tanta frecuencia tiene dificultades para encontrar su camino. Consideremos por lo tanto la existencia de la sociedad. Despus de todo podra surgir la sospecha de que ya como Weber estaba familiarizado con la economa austriaca y puesto que el primer ministro britnico ha declarado que la sociedad no existe y como un tal von Hayek es el trmino medio no declarado en estas proposiciones, de alguna manera Weber legitima esta forma de individualismo extremo. Eso, desde luego, se refuerza con el rechazo de Weber a iniciar su sociologa con la idea de la sociedad y su renuencia a emplear conceptos colectivos cotidianos. A pesar de ello, de vez en cuando Weber escribe sobre la sociedad, as como escribe sobre comunidades, empresas y mercados. Sin embargo, como siempre, su referencia a dichas estructuras est diseada para haper posible que el lector determine si est o no hablando de una estructura empricamente existente. Especifica los trminos en los cuales es apropiado hablar de mercados y luego uno puede identificar si en un caso particular existen. Por ejemplo, si tomamos las sociedades socialistas estatales, puede ser posible eliminar los mercados de bienes, dice Weber, pero los mercados de privilegios permanecern. Para la sociologa de Weber la pregunta interesante no es si el mercado es real sino si existen tipos particulares de mercado. El esclavismo, por ejemplo, es un mercado de seres humanos que emp- ricamente ha tenido periodos de mayor o menor prevalncia. En nuestra propia poca hemos visto el surgimiento de un mercado completamente nuevo, el de rganos humanos. Es necesario el mismo tipo de enfoque para la "sociedad". No obstante, el hecho de que un dirigente poltico pueda hacer ese tipo de declaracin basta para sugerir que se precisa la ms clara especificacin de trminos y condiciones empricas. (No tomaremos el burdo camino de sugerir el principio inverso al que se atribuye falsamente a Weber, es decir que si un individuo niega la existencia de una colectividad, sta debe por lo tanto existir, aunque sospecho que algunos de sus oponentes polticos preferiran dejarlo as.) La razn para la dificultad en el mundo moderno de emplear el trmino "sociedad" es precisamente debido a que las fronteras y el alcance de la accin social se han vuelto tan complejos. Una y otra vez se toma el estado-nacin como cierto tipo de sustituto para la sociedad y entonces, al compararlo con colectividades ms pequeas histricas o locales, es clasificado desfavorablemente en 355 cuanto a la calidad de la vinculacin social que impulsa. Pero la comunidad en s misma ha perdido su sitio geogrfico mientras nosotros hablamos de buena gana de la comunidad acadmica mundial. Pero la nocin implicada por la idea de sociedad acerca de una forma abarcadora para las relacione sociales es fuerte inevitable en sociologa, simplemente porque ahora es bastante posible rastrear las afiliaciones de un individuo en el mundo con redes globales de comercio, comunicaciones y poltica. Para aquellos de nosotros que pensamos en estos trminos, la idea de sociedad global no es problemtica; su naturaleza emprica est, desde luego, abierta a la indagacin. En otras palabras, siempre es posible conceptualizar una idea como la de sociedad de modo tal que se planteen una gama importante de asuntos empricos. La pregunta de la existencia de la sociedad es mucho menos interesante que la pregunta de lo que sabemos sobre ella. Negar su existencia es simplemente declarar que uno no quiere saber. Sin embargo, por grande o impositivo que sea el marco en el cual actan los seres humanos, es innegable que Weber afirmaba que slo lo sostenan los actos de la gente, quienes como individuos tenan la opcin de seguir manteniendo estas estructuras al multiplicarlas en sus actos diarios. Para una sociologa emprica, la sociedad sigue siendo una construccin humana. Conclusin Es una especie de irona que Weber, quien se resista a la bsqueda - tan en boga entonces - de la experiencia como base de la personalidad, haya fincado tanto en la experiencia su propia concepcin de la ciencia social. Los fundamentos epistemolgicos y ontolgicos no eran las bases para nuestro conocimiento; ms bien se inferan de nuestra experiencia. Sin embargo, hay una buena razn para identificar al individuo como un concepto central en la visin del mundo de Weber. Aunque, como espero haber demostrado, es bastante inadecuado considerar su sociologa como individualismo metodolgico - ya que de igual modo puede ser descrito como estructuralista o constructivista - , en dichos marcos el individuo cobra mucha importancia por dos simples razones. La primera es que por entonces el mundo a su alrededor estaba organizado sobre esa base y, en segundo lugar, que Weber era un individuo, en el sentido moral, totalmente kantiano, que pona un gran nfasis en el deber, la confiabi lidad y la responsabilidad. Experiment esas ideas en su vida y explor su profundidad y extensin hasta ese fin. Es aqu donde uno se acerca al ncleo inefable de la ciencia de Weber. Su base era la experiencia irracional, pero ello implicaba una exploracin de las estructuras que se haban fijado profundamente en el individuo. Como individuo era el portador de compromisos, valores que lo posean; lo impulsaban a dar cuentas ante un tribunal universal, a pesar de que saba, o tal vez debido a ello, que como individuo su destino era nico y su poca pasara. Traduccin: Gabriela Montes de Oca Vega Recibido en septiembre de 1990 Correspondencia: University of Wales, College of Cardiff/51 Park Place/Cardiff CF1 3AT/United Kingdom.Las teoras de la eleccin racional y el marxismo analtico Enrique de la Garza Toledo El MARXISMO SE ENCUENTRA en su peor crisis histrica, frente asta el marxismo analtico se presenta como una alternativa de reanimacin de un programa regresivo de investigacin. Pasar del estado de nimo de crisis del marxismo asu formulacin analtica no es tarea fcil. Primero, porque hace tiempo se acepta que un paradigma no es sustituido simplemente porque sus explicaciones o predicciones no se verifican. En segundo trmino, porque el estatus terico metodolgico del marxismo tambin ha sido un problema acerca del cual no ha habido consenso. Sin embargo, es probable que el marxismo sea de las pocas doctrinas que en el mbito de lo social llenasen los requisitos de Kuhn para ser un paradigma.1 Es decir, no se trataba de una simple teora positiva, sino que estaba permeado por un problema central, la transformacin del capitalismo hacia el socialismo; adems, este inters prctico implicaba un ngulo determinado en el anlisis de las relaciones sociales, el del poder y, en particular, el de la lucha de clases; asimismo, inclua teoras regionales que se pretenda estuviesen relacionadas con aquel problema, aunque no todas ellas estaban igualmente desarrolladas, como s lo estuvo la economa poltica; por ltimo, el marxismo pretendi tener su propia metodologa, aunque sta tampoco se desarroll suficientemente.2 La aparente unidad del paradigma marxista fue ms bien resultado de su conversin en doctrina de Estado, el marxismo-leninismo asumido por los partidos comunistas, sindicatos e intelectuales que simpatizaban con la URSS. Sin embargo, la realidad del marxismo histrico es que desde sus orgenes tuvo diversas interpretaciones y desarrollos desiguales, 1 T. Kuhn, Que son las revoluciones cientficas?, Paids, Barcelona, 1989. 1 E. de la Garza, Hacia una metodologa de la reconstruccin, Porra, Mxico, 1989. 357 358 no todos ellos con la misma aceptacin social y poltica: por un lado, los marxismos estructuralistas y por el otro, los que ponan el acento en la relacin dialctica entre sujeto y objeto. En trminos generales podramos afirmar que el marxismo que se impuso por la va de la Segunda Internacional, de Lenin y del estalinismo, posteriormente fue un marxismo cientificista y positivizante, que en forma ingenua crey que posea las leyes de funcionamiento y transformacin del capitalismo a la manera de "la mano invisible", leyes necesarias como en las ciencias naturales. En particular, el estalinismo, con su acostumbrada simplificacin, convirti ala concepcin de la historia de Marx en un conjunto de leyes semejantes a las de la naturaleza, en donde el desarrollo "natural" de las fuerzas productivas desencadenaba, tarde que temprano transformaciones en los otros pisos del edificio social. En este sentido, el concepto de ley era semejante al de Comte, es decir, inalterable por la voluntad, y la tarea de la ciencia (del materialismo histrico) era darla a conocer a los hombres para que emprendiesen acciones viables.3 Sin embargo, frente al marxismo positivizante y posteriormente estructuralista, aparecieron de manera muy temprana, posiciones que rescataron sobre todo el componente subjetivo y de la accin en el marxismo. Fue el caso de los marxistas de finales del siglo XIX y principios de ste, formados en tradiciones filosficas ms actualizadas y profesionales que los bolcheviques, influidos por las polmicas de su poca entre historicistas y fenomenlogos con positivistas. Como Gramsci que critic a la tendencia de "la filosofa de la praxis" ortodoxa representada por Plejanov, al considerar que caa en el materialismo vulgar y que su forma de plantear los problemas era tpica del mtodo positivista, en parte por concebir a la dialctica como una lgica.4 Es parecida la crtica de Marcuse al positivismo: pretender conocer los fenmenos como objetos neutrales y gobernados por leyes universales. En esta medida, seala el mismo autor, el positivismo es la renuncia a la filosofa crtica, que al limitarse a los hechos del orden existente transita fcilmente hacia su apologa.56 El marxismo como paradigma est en crisis: ha dejado de inspirar proyectos polticos o intelectuales (la utopa socialista es ahora poco reivindicada, sobre todo en el sentido de programa de investigacin con 3 E. de la Garza, Un paradigma para el anlisis de la clase obrera, UAM-Iztapalapa, Mxico, 1990. A. Gramsci, El materialismo histrico y la filosofa de B. Croce, Juan Pablos, Mxico, 1976. 5 H. Marcuse, Razn y revolucin, Alianza, Madrid, 1972. 6 T. Adomo, Dialctica negativa, R. Tiedemam, Madrid, 1973. 359 una heurstica positiva); la angulacin de la reflexin por la lucha de clases es poco atendida en estos momentos, la mayora de las teoras regionales marxistas son poco atractivas, no se diga de la concepcin materialista de la historia; la metodologa marxista en cualquiera de sus formas hace tiempo que qued olvidada y, por ltimo, la recepcin social y poltica del marxismo ha quedado reducida a los grupos fundamentalistas del Tercer Mundo (Sendero Luminoso, comunistas filipinos, etctera).7 Los otros marxismos tambin estn en dificultades, el acadmico estructuralista fll en sus intentos predictivos acerca de la marcha de la sociedad; el otro que rescata la relacin sujeto-objeto como activa, no logr desarrollarse suficientemente. Asimismo, el marxismo metodolgico que parte de Lukcs se mantuvo en un plano muy filosfico, sin llegar a convertirse en autntico rival del positivismo o de las actuales corrientes hermenuticas. Todos los marxismose han visto afectados por su decadencia como corriente poltico-prctica en sus diferentes versiones. Es as porque el marxismo, teniendo expresiones acadmicas, siempre se autoconcibi vinculado con un proyecto alternativo de sociedad y con determinadas fuerzas sociales y polticas ahora en descomposicin. En este contexto de crisis y desprestigio del marxismo aparece desde fines de los setenta el llamado marxismo analtico, con sus propuestas de revisin desde el individualismo metodolgico y la teora del actor racional. El marxismo analtico es de las pocas corrientes marxistas vivas (tal vez pudieran agregarse a ella la historiografa marxista inglesa y los neo-ricardianos de influencia marxista) en el sentido de tener un programa positivo de investigacin, tratar de insertarse en las polmicas actuales de la ciencia social y ser considerado por los no marxistas con cierta legitimidad. 1. La emergencia de las teoras de la eleccin racional Analizaremos en este apartado las causas del surgimiento ygnesis de las teoras actuales de la eleccin racional. La presencia del marxismo analtico se inscribe dentro de una reanimacin de las teoras de la eleccin racional en las ciencias sociales. Como seala Elster,8 en el siglo XIX se produjo una gran escisin en las ciencias sociales entre aquellas que manejaban algn tipo de holismo y las que despus seran llamadas 7 J. Elster, Una introduccin a Carlos Marx, Siglo XXI Editores, Mxico, 1972. 8 J. Elster, El cemento social, Gedisa, Madrid, 1991. 360 del individualismo metodolgico. Para las primeras habra entes supraindividuales con existencia no reducible a los individuos y que de alguna manera se impondran sobre stos. Esta perspectiva fue sintetizada muy bien por Durkheim cuando plante que lo social debe ser explicado por lo social y no por lo individual.9 De esta perspectiva forman parte conceptos como conciencia colectiva, conciencia de clase, clase social (en Marx), etctera. En cambio, el individualismo metodolgico negara explicaciones cientficas por lo colectivo.10 Como plantea Watkins, el individualismo metodolgico slo considera como entes reales a las disposiciones, creencias, recursos e interrelaciones entre individuos. Puede adoptar tres formas principales, dependiendo de la importancia que se d al contexto y si ste es referido no en forma individual: el conductismo que negara cualquier mencin a la conciencia; aquel que toma en cuenta el contexto como restricciones a lo individual, y el que reconoce de manera ms precisa la existencia de instituciones como entes restrictivos de lo individual. El antecesor de las teoras de eleccin racional es el liberalismo clsico. En tres se pueden resumir las premisas del liberalismo clsico: - el hombres egosta por naturaleza; adems, esto es una ley natural. - el hombre es un tomo en el universo natural-social, - es capaz de accionar racionalmente buscando su propio beneficio; en esta medida consigue involuntariamente el beneficio general. Las dos primeras premisas han sido revisadas en el siglo actual; sin embargo, aspectos profundos del liberalismo clsico como: slo son verificables los actos individuales (empirismo individualista); slo existe el individuo (ontologia individualista); los fines estn dados (egosmo esencialista al principio y posteriormente empirismo eficientista del mercado),11 permanecen. La escisin entre teoras holistas e individualistas metodolgicas se reafirm con el nacimiento de la teora econmica convencional (neoclsica). El neoliberalismo clsico, el de la primera parte de este siglo, surgi en un contexto diferente al del liberalismo clsico; primero, es el libera- 9 E. Durkheim, Las reglas del mtodo sociolgico, Morata, Madrid, 1974. 10 K. Popper, La sociedad abierta y sus enemigos, Paids, 1980. 11 S. Lukes, Individualismo, Ediciones Pennsula, Barcelona, 1975. 361 lismo que se dio durante el predomino del socialismo real y de los estados sociales interventores; segundo, las polmicas de la teora social de su tiempo implicaban al holismo y al individualismo, pero tambin al positivismo ya las teoras hermenuticas que no dejaron de influir al neoliberalismo. La concepcin utilitarista clsica de la eleccin racional haba recibido muchas crticas, y no es gratuito que haya quedado reducida a la economa neoclsica, marchando el resto de las ciencias sociales en sentidos diferentes. Primero, se cuestionaba que se concibiese al actor como si tuviese informacin completa del contexto, en particular, de los planes de accin de todos los otros (por el contrario, la informacin con la que cuenta cualquier actor es siempre incompleta); segundo, que se creyese que el actor tena una ciencia acabada acerca de la relacin entre los factores que le permitieran optimizar la relacin medios/fines alcontar con la informacin completa; tercero, que se considerase que los fines del actor estn dados (maximizar utilidades) y no que los fines son construidos socialmente; cuarto, que se partiese como si los factores de la produccin tuviesen capacidad ilimitada de adaptarse, y quinto, que se considerase todo lo no estrictamente econmico como exgeno y, por tanto, evitable. Dice Parsons que la paradoja de estas teorizaciones de la accin social es que siempre admiten que los supuestos de conocimiento total y razn total nunca se cumplen, en especial no proveen de un criterio de eleccin definida y suponen que slo lo cognoscitivo es criterio suficiente para la evaluacin de la situacin, o que la nica forma de relacin del yo con la experiencia es la ciencia.12 El neoliberalismo clsico de este siglo nace del contexto nuevo del capitalismo organizado, pero tambin de las crticas a la teora neoclsica y sus fundamentos. Frente a esta nueva situacin el neoliberalismo reitera el supuesto individualista metodolgico y utilitarista pero con los siguientes agregados: - Se reconoce que la definicin de la accin racional por el actor es incierta y no es predecible el resultado de la accin en sentido estricto, no slo por falta de informacin sino tambin por incapacidad de la ciencia para predecir al no poder dar cuenta de los motivos internos de la accin. - Es decir, de un racionalismo empirista clsico y neoclsico se pasa a un irracionalismo del actor; el actor y la accin ya no sern racionales en sentido clsico sino ms o menos eficientes. 12 T. Parsons, La estructura de la accin social, Guadarrama, Madrid, 1968. 362 - Donde el concepto de eficiencia no es tarea de la ciencia ni su prediccin, sino resultado emprico a posteriori de la accin en el mercado. - De la naturaleza humana como ley natural se pasa al mercado como autorregulado por un orden natural, pero no reducible a leyes congnoscibles. Deca Hayek: Nuestra adaptacin al medio consiste no slo en el conocimiento de las relaciones causa-efecto, sino en la subordinacin de nuestro comportamiento a normas adecuadas a la clase de mundo en que vivimos, es decir, realidades de las que quizs no seamos conscientes y que, sin embargo, son susceptibles de determinar el xito o el fracaso de nuestro quehacer [...]. Los rdenes espontneos se someten a normas que no necesitan ser conocidas, basta con reaccionar.13 Von Mises coincide, en general, con esta concepcin: habra que superar el objetivismo de la economa y considerarla una parte de la teora general de la accin, reivindicando el individualismo metodolgico, la incertidumbre frente al resultado de la accin, pero tambin el significado subjetivo de la accin. Frente a esta complejidad evidente que situaba al neoliberalismo en dilogo con las teoras filosficas, sociolgicas, psicolgicas y antropolgicas de su poca, la salida a la complejidad de las causas y consecuencias de la accin fue el empirismo del mercado, es decir, la accin puede deberse a muchas causas (no slo las egostas) y la incertidumbre es parte de la accin, la complejidad del mundo impide reducirlo a leyes congnoscibles, slo queda el empirismo del mercado que mostrar no por qu sino simplemente quines son los ms eficientes.14 Las teoras de la eleccin racional recibieron un empuje sugerente y rico a partir de la teora de H.A. Simon.15 Simon tambin rechaza la concepcin clsica de actor racional la cual supone que quien toma una decisin tiene una bien definida funcin de utilidad; que puede medir la utilidad de sus preferencias; que decide entre alternativas bien definidas; que conoce la probabilidad de los hechos futuros; que decide aquello que maximiza el valor esperado de su funcin de utilidad. Pero, evidentemente como seala Simon, la teora clsica del actor racional es inaplicable 13 F. Hayek, Derecho, legislacin y libertad, Unin Editorial, Madrid, 1985. 14 L. Von Mises, La accin humana, Unin Editorial, Mxico, 1986. 15 H. Simon, Naturaleza y lmites de la razn humana, FCE, Mxico, 1989. 363 en el mundo real porque nadie conoce todos lo hechos, ni hay una sola estructura de valores para decidir, ni el poder del razonamiento es tal que permita clculos individuales de funciones de utilidad. Las decisiones reales abarcaran segn este autor no todos los aspectos de la vida, sino campos parciales, tomados arbitrariamente como independientes; tampoco habra un clculo de series detalladas a futuro; es decir, las decisiones implicaran siempre una racionalidad limitada. Tambin critica la trampa de la confusin entre diagnsticos y normatividad de la teora neoclsica, es decir, considerar en la teora no que las acciones fueron realmente racionales sino "como si fueran", para luego atribuir los desequilibrios a irracionalidades o a factores de carcter exgeno. De esa manera no se resuelve el problema de qu hicieron realmente los actores ni mucho menos por qu lo hicieron. Tambin a la nocin de ptimo global (en el que todos ganan) contrapone la de ptimo parcial y de Pareto (mximo en el que no todos ganan), adems de negar las nociones estticas de equilibrio general y pensar ms en un proceso evolutivo hacia un blanco mvil. La crtica la hace extensiva al individualismo metodolgico, estableciendo, por el contrario, que es una falacia considerar en la sociedad a hombres libres con funciones de utilidad individuales, interactuando slo a travs de precios de mercado. Los valores alternativos y la comprensin de la situacin estaran determinados por la sociedad, adems de que la inconmensurabilidad entre los valores sera una limitacin adicional de la racionalidad. El neoliberalismo actual se debe a las tradiciones anteriores aunque presenta en s diferencias notables. Por un lado, la escuela de Chicago sera la ms tradicionalista en trminos de eleccin racional; es positivista, cree en hechos duros como definitorios de la verdad y en las leyes como generalizaciones de la experiencia. En cambio, los herederos de la escuela austriaca (los que hemos llamado anteriormente neoliberales clsicos) son individualistas metodolgicos extremos, aunque con componentes hermenuticas no presentes en la escuela de Chicago (la importancia del significado subjetivo de la accin). Estn en contra de todas las instituciones artificiales construidas, a diferencia de la escuela virginiana que acepta la construccin voluntaria de instituciones y de compromisos entre los actores (neocontractualismo), su individualismo no deja de tener componentes no naturalistas desde el momento en que lo satisfactorio se construira por acuerdo.16 16 N. Barry, "Review Artide: The New Liberalism", British Journal of Political Science, vol. 13, 1988, pp. 93-123. 364 En el campo de la economa, la teora de las expectativas racionales se inscribe dentro de las nuevas teoras de la eleccin racional, recuperando la idea de un actor con informacin imperfecta, pero combinando con equilibrio general y modelo de precios de mercado deficiente que funcionar lo mejor posible y, por tanto, no habra imperfecciones controlables, el gobierno no podra mejorar o empeorar la economa. La novedad estriba en considerar que el aprendizaje de los actores no es gradual ante nuevas informaciones o circunstancias, sino que adoptan nuevas reglas de decisin en forma rpida, observando sus expectativas a futuro ms que extrapolando del pasado.17 Pero, a despecho de la lnea individualista metodolgica, en casi todo el siglo actual en general las ciencias sociales se convirtieron en estructuralistas,18 interesadas ms en las combinatorias de invariantes y desajustes entre estructuras, poniendo entre parntesis la complejidad de las praxis y la subjetividad.19 Independientemente de cmo cada teora social conceba las partes del todo, haba coincidencia en que la sociedad tiene una estructura, con partes interrelacionadas entre s, cada parte desempeando una funcin positiva para el mantenimiento del todo; adems habra mecanismo de homestasis (si se modifica un elemento se modifican los otros) y las propiedades estructurales son las del todo que no es la simple suma de las partes.20 En las concepciones estructuralistas es comn que se considere a lo estructural como no racional, porque el concepto de racional que se impuso fue el de adecuacin entre medios y fines por la voluntad y clculo optimizador del actor. As, lo irracional es concebido como loincierto, lo sacro, lo vinculado con el carisma, el supery, el inconsciente o la falsa conciencia. Aunque, por otro lado, cabra diferenciar entre lo que puede ser analizado racionalmente de lo que no es y aquello irracional desde el punto de vista de la adecuacin consciente entre medios y fines por el actor.21 El estructuralismo en las ciencias sociales est en crisis desde hace veinte aos. Est en crisis el concepto de teora que le estuvo asociado: la teora estndar como sistema de hiptesis vinculadas entre s en forma deductiva y cerrada semnticamente. Lo ha sustituido la idea de discon- 17 L.C. Thurow, Corrientes peligrosas: el estado de la ciencia econmica, FCE, 1988. 18 J. Viet, Los mtodos estructuralistas en las ciencias sociales, Amorrurtu, Buenos Aires, 1965. 19 H. Lefebvre, Ms all del estructuralismo, La Plyade, Buenos Aires, s./f. 20 M. Barbut et al, Problemas del estructuralismo, Siglo XXI Editores, Mxico, 1975. 21 F. d'Agostino, La dinmica del razionale e non razionale nel processo del mutamento sociale, Franco Angeli Editorial, Miln, 1983. 365 tinuidad, rejilla, rbol terico, etc. Est en crisis tambin por su olvido o desprecio por la accin, la intensin, la subjetividad no determinada totalmente. En particular, est en crisis el estructuralismo situacionista, es decir, aquella doctrina que plantea que la accin y la subjetividad pueden explicarse por la posicin de los actores en determinadas estructuras.22 En estas condiciones toman la delantera las nuevas teoras de la eleccin racional, que siguen la lnea gentica que viene del liberalismo cl- sico, pero despus de haber recibido la influencia del neoliberalismo, hasta llegar a sus formas actuales. Las teoras actuales de la eleccin racional van ms all de las teoras econmicas, pretendiendo ser una opcin o modelo en las ciencias sociales como antes lo fue el estructuralismo. Habra que reconocer que las teoras actuales ms elaboradas de eleccin racional, no desconocen que la ciencia social trabaja con entes supraindividuales, aunque sean formas de abstraccin y, por tanto, se plantean como problema la realizacin de la reduccin a lo individual. Es el caso de la teora de Colleman, que como toda teora de eleccin racional considera que el punto de partida del anlisis de los fenmenos sociales son los individuos, sea en sus comportamientos individuales o bien en los procesos internos de dichos individuos (comprensiones, orientaciones), aunque reconoce que la tarea de las ciencias sociales no es explicar comportamientos individuales. El punto de partida en el individuo no presupone para Colleman considerarlo como tomo aislado, sino en interaccin; adems, no es necesario considerar todos los niveles individuales. Al individualismo metodolgico se aade ahora la teora de juegos, es decir, definir la accin como un juego (apuesta). En el juego hay determinados papeles de los actores, no definidos por el sistema sino por intereses o metas; habra reglas acerca de cada tipo de accin, que tambin regulan el orden de las jugadas, y reglas que especifican las consecuencias que cada accin tiene para los actores en el juego. Es decir, los actores juegan en una estructura del juego y los resultados dependen de sus intereses, pero tambin de las restricciones a la accin (reglas del juego), de las condiciones iniciales en el juego y del nuevo contexto impuesto por cada jugada. De cualquier manera se supone que es un actor racional que adeca medios y fines y que busca optimizar su utilidad. Se acepta la abstraccin del actor racional no obstante conocer las objeciones a ste: que los individuos eligen acciones que no dan ptimos, al sobrestimar probabilidades o aspectos de la situacin, al haber inconsistencias o desalientos; que no hay una clara estructuracin jerrquica de 22 A. Touraine, El retomo del actor, Ed. Sudamrica, Buenos Aires, 1984. 366 las elecciones; que puede haber acciones impulsivas sin metas; que la accin transcurre por etapas, con la inclusin en cada una de ellas de aspectos particulares a diferencia de la perspectiva del rational choise estndar. La respuesta de Colleman a estas evidentes objeciones al rational choise es que es un tipo ideal y, por tanto, no cabe buscarlo puro en la realidad. Las nuevas teoras de eleccin racional, no slo combinan el tipo ideal de actor con la teora de juegos, sino que todo esto es visto tambin dentro de la concepcin de actor estratgico. Es decir, actores y recursos seran los elementos mnimos de un sistema social. Los recursos seran otros actores y objetos sobre los que tienen control e inters. En otras palabras, la relacin sujeto-objeto es slo de control o inters y todas las acciones seran intencionalmente dirigidas. Entre los actores hay interacciones, pero stas quedan reducidas a relaciones de intercambio (no exclusivamente monetarios). Adems, como resultado del proceso de intercambios hay una redistribucin del control sobre los recursos que conducen a un ptimo social. En esta perspectivampliada de la eleccin racional, las funciones de utilidad no slo tienen elementos monetarios sino tambin de prestigio o de poder, pero todos son susceptibles de medida para dar ptimos. Adems, ya no se niega la existencia de valores culturales, rasgos de la personalidad o del discurso,