Historia de La Seguridad
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAS RELACIONES INTERIORES
JUSTICIA Y PAZ
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
CÁTEDRA: HISTORIA DE LA SEGURIDAD
AMBIENTE 63 – SECCIÓN 3C
HISTORÍA DE LA SEGURIDAD
DESDE EL AÑO 1908 HASTA EL
AÑO 1958
DISCENTES:
MOISÉS HERNÁNDEZ V-20.028.148
CARLOS TÓVAR V-22.295.097
DEIVY ROJAS V-15.755.584
HEIBEL RODRIGUEZ V-21.281.434
INDICE
1.1 MARCO TEÓRICO
PÁGINA 3
INTRODUCCIÓN
PÁGINA 4
LA SAGRADA
PÁGINAS 5,6,7 Y 8
CONFORMACIÓN DEL EJÉRCITO DE GÓMEZ
PÁGINAS 9 Y 10
NACIMIENTO DE LA GUARDIA NACIONAL
PÀGINAS 11 Y 12
SEGURIDAD NACIONAL
1.2 ANALISIS
PÀGINA 13
LA REVOLUCIÓN RESTAURADORA Y POSTERIOR CONFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO NACIONAL
INSTITUCIONALIZADO
PÁGINA 14
EL NACIMIENTO DE LAS PEQUEÑAS URBES VENEZOLANAS, DE LA MIGRACIÓN RURAL Y POSTERIOR
APARICIÓN DE UNA MASA OBRERA
“LA SAGRADA” COMO ORGANISMO DE INTELIGENCIA
PÀGINA 15
FALLECIMIENTO DE JUÁN VICENTE GÓMEZ Y TOMA DEL PODER DE ELEAZAR LÓPEZ CONTRERAS
NACIMIENTO DE LA GUARDIA NACIONAL
PAGINA 16
ISAÍAS MEDINA ANGARITA, LA APERTURA A UNA REPÚBLICA CON VALORES DEMOCRÁTICOS
NACIMIENTO DE LAS POLICÍAS MUNICIPALES COMO FORMA DE DESCENTRALIZAR EL APARATO DE
SEGURIDAD DEL ESTADO
PÀGINAS 17 Y 18
MARCOS PÈREZ JIMÉNEZ Y LA SEGURIDAD NACIONAL
PÀGINA 19
CAÍDA DE MARCOS PÉREZ JIMÉNEZ Y SEPARACIÓN DE LOS ÁMBITOS DE ACCIÓN POLICIAL
PÀGINA 20
CONCLUSIÒN
INTRODUCCIÒN
Todo lo que representa a la seguridad en nuestra nación durante el transcurso
del siglo XX, estuvo fuertemente atado, al punto de confundirse el uno con el
otro, con la preservación del poder por parte del gobierno establecido.
Desde la creación del Ejército Venezolano, pasando por la creación de la
Guardia Nacional, la conformación de La Sagrada o de la Dirección de
Seguridad Nacional, todos, sin excepción, tuvieron una mayor o menor
participación en el establecimiento y confirmación en el poder del gobernante
de turno.
Y es que no es si no hasta después de la caída del gobierno de Marcos Pérez
Jiménez, donde aspectos como la investigación criminal y la investigación
policial-política, se verían verdaderamente separadas y puestos a la orden de
organismos medianamente autónomos.
Así pues, a lo largo y ancho de estas páginas, veremos un recuento de la
historia venezolana durante el transcurso de la primera mitad del siglo XX,
desde una óptica fijada y basada en el aspecto de la seguridad y el Estado.
MARCO TEORICO
LA SAGRADA
"La Sagrada" la primera organización policial conocida en la historia de
Venezuela.
Integrada estrictamente por tachirenses, La Sagrada era la fuerza especial para
el cuidado personal del Benemérito General Juan Vicente Gómez, integrada
selectamente por los hombres más agresivos y disciplinados de los páramos
del Táchira, en especial de los pueblos de Pregonero y La Grita.
El cineasta español Juan Martínez Pozueta los recuerda así "era un cuerpo
muy disciplinado, cualquiera diría que eran mudos, porque nunca hablaban,
montaban cabalgaduras de muy poca alzada, sin casco ni casquillo, eran tal,
que caminaban por la calle y nadie sabía que había un ejército de sagrados
detrás de uno. Eran desconfiados, precavidos en todo, usaban un fusil
recortado que se llamaba mosquetón y lo cargaban siempre apretado en la
cintura, en un caso de apuro rodaban la mano, sin mover la posición de la
rienda del caballo ya estaban listos para disparar con increíble puntería(...)
Eran tan desconfiados que hasta para beber agua con una mano sujetaban el
caballo y con la otra el mosquetón listos para disparar (...) Vestían Liqui liqui,
llevaban siempre una cartuchera de lona con una pila de cartuchas (...) eran
unos tipos muy efectivos en sus ataques, muy silenciosos, poco corteses, muy
violentos y no se quitaban el sombrero ni para dormir"
La Sagrada era temida por ser un grupo élite de soldados sin piedad enfilados
para proteger al Benemérito y cazar bolcheviques o comunistas que ya en la
época empezaban a buscar protagonismo en la escena política nacional.
Aunque despiadados, eran hombres muy disciplinados, esos hombres a
quienes ya la opulencia de una Caracas afrancesada empezaba a insultar de
"gochos", los "cerdos" que se atrevían a atentar contra el poder económico,
entre estos poderes el banquero Manuel Antonio Matos, conocido por
enfrentarse años atrás al General Castro cuando aún estaba en el poder.
CONFORMACIÓN DEL “EJÉRCITO DE GÓMEZ”
Durante el régimen gomecista, el nivel de institución militar, había una
línea divisoria entre la Fuerza Armada que existió antes de la dictadura de
Gómez y la que encontramos más tarde, después de la Reforma Militar. El
llamado Ejército Nacional durante todo el siglo pasado era, en cierta manera,
un mero ejercicio intelectual del Secretario de Guerra y Marina cuando
presentaba sus Memorias al Congreso Nacional. Los intentos por tener una
fuerza de carácter nacional, fundamentada en la profesionalización de sus
cuadros, instrucción permanente, moderno armamento, eficacia en el control
fronterizo y al servicio del gobierno central y del Estado, se habían estrellado
contra las barreras de las unidades político-militares regionales, las cuales
venían a ser una verdadera alianza de intereses particulares. Había un
engranaje nacional que, comenzando en Caracas, pasaba luego por los
centros políticos y económicos de la provincia, para formar una perfecta
coordinación con los otros hasta tanto no sea roto porque de esta manera
garantizan al que está en Caracas la seguridad de la paz o los contingentes
humanos necesarios en caso de guerra. Ser gran propietario significaba para
algunos ocupar altos cargos, tanto en la jerarquía como en el poder político. De
este modo, ocurría un enriquecimiento fácil.
El Ejército como organización de cobertura nacional desaparece a
finales del siglo y con ello se acentúa el carácter regional de la Fuerza Armada.
El Caudillismo regional barre con las líneas organizativas integradoras que se
trataron de instrumentar recién instaurada la Republica. El hombre militar se
hace sobre el terreno y su única teoría viene a ser la batalla anterior y nunca un
centro de educación militar o cursos especializados. Hubo muchos intentos por
profesionalizar a las fuerzas militares, pero no pasaban de simples promesas o,
en todo caso, de “escuelas” de corta vida y sin influencia alguna. Era la época
de las montoneras y de los oficiales “chopo e’ piedra”.
Este modelo se derrumba a finales del siglo pasado. El agotamiento del
Liberalismo Amarillo como expresión político-militar coincide con una grave
crisis económica y social. Todo el cuadro permite que el débil ejército de los
Liberales Restauradores, comandado por Cipriano Castro y Juan Vicente
Gómez, logre llegar al centro del país, con una relativa facilidad dentro de
aquella anarquía y luego, mediante una negociación, entrar en Caracas. En
aquella coyuntura critica, el Ejército andino, tenia mayor coherencia y unidad de
mando y por ello los Restauradores se convierten en la política emergente que
triunfa ante aquellas fuerzas políticas agotadas.
2. Noción de la relación que existe entre el Estado y el Ejército.
Ejército y Estado siempre han conformado una unidad. Desde el siglo
pasado comenzó a desarrollarse un esquema nuevo de la organización militar,
el cual tenía como esencia el profesionalismo basado en un Ejército
permanente con un alto grado de organización y formación, cuya función
básica seria la carrera de las armas. Este profesionalismo vendría a ser una
meta cualitativa de los gobernantes.
2.1. Estado, Institucionalidad Militar y Profesionalismo.
El Estado siempre ha necesitado una fuerza bélica de apoyo. En los
tiempos modernos esta necesidad ha crecido. La organización militar se ha
hecho más compleja y su papel institucional ha adquirido mayor importancia.
Su papel como principal factor defensivo de un Estado y una política clasista lo
ha llevado a aumentar su nivel doctrinario, técnico y profesional hasta
confrontar una verdadera maquinaria de guerra.
La formación de los Estados nacionales Europeos y el avance del
capitalismo industrial junto a la necesidad de nuevos mercados y dominios de
otros territorios condicionó, que los nacientes Estados modernos le diesen
mayor importancia al Ejercito para ponerlo a la altura de las nuevas relacione
económicas, sociales y políticas; esto lo ubicamos a finales del siglo XVIII y XIX
cuando comienzan a fundarse las Escuelas Militares. La profesionalización
militar va pareja al desarrollo del Estado Moderno capitalista.
Mantener el poder al servicio interno de una clase social y de su política
expansionista pasada por construir una fuerza militar de grandes proporciones,
no exclusivamente en cuanto al número sino a la calidad del personal militar, su
nivel organizativo y su compromiso con una política de Estado.
La sociedad industrial se proyecta en la institución Armada y los cambios
tecnológicos son asimilados en el orden militar. En los tiempos que anteceden
a la primera Guerra Mundial los cambios serán mayores: la fuerza militar va
adquiriendo más responsabilidades en la acción Estatal, cuenta con recursos
financieros en grandes proporciones e incorpora nuevos elementos
organizativos.
La institucionalidad militar ha tenido nexos con los sectores dominantes
y el Estado como una expresión de formación económica social. El Ejército
dentro del Estado adquiere una condición jurídica que la diferencia de las otras
instituciones. Viene a ser la institución soporte de toda la estructura estatal.
Esta función tiene dos variables, la primera, relativa a la defensa del orden
interno establecido constitucionalmente por vía de derecho u otras vías y, la
segunda, defender la totalidad nacional contra elementos externos.
En el plano especial de Institución, el Ejército se caracteriza por tener
algunas particularidades. En primer lugar, posee sus propios símbolos que se
manifiestan en el lenguaje, vestuarios, señales, ceremonias, etc., lo cual se
diferencia de otras Instituciones y de ahí que los Estados modernos hayan
asumido todas las funciones para su debida reglamentación. En segundo lugar
comprende una “esfera de la tecnología”. En el manejo del instrumental bélico
se necesita de un personal especializado que debido a los constantes cambios
y aportes en lo material y a nivel organizativo, tiende a ser más importante en
manejo del aparato tecnológico y, en consecuencia, el militar asume un papel
muy específico. En la tercera esfera tenemos el relacionado con el estatus;
cada eslabón representa un poder interno determinado, con sus valores,
ingresos y normas, con una responsabilidad muy concreta sobre “personas y
cosas institucionales”. La otra esfera es la educacional; para aprender todas las
enseñanzas militares, trasmitir los valores institucionales e insertarse en su rol
especifico dentro de la división de trabajo, se forman diversos órganos
especializado.
NACIMIENTO DE LA GUARDIA NACIONAL
La Guardia Nacional o Fuerza Armada de Cooperación surge debido a la
necesidad de los gobernantes de mantener la integridad y seguridad de la
población y el territorio, así como para resguardar las instituciones del Estado.
El inicio de la institución se remonta al 10 de marzo de 1810, cuando la Junta
Suprema de Caracas recomienda crear un cuerpo armado para la salva y
custodia del Congreso, configurándose el mismo el 9 de marzo de 1811, al
crearse una Compañía denominada Guardia Nacional. En Julio de ese mismo
año se le atribuye además un Servicio Rural para proteger a los propietarios de
tierras y evitar robos y crímenes.
Con motivo de la desaparición de la Primera República , la Guardia Nacional es
olvidada por carencia de recursos, y en 1820 vuelve a resurgir en el panorama
Independentista con el triunfo de las Armas en Carabobo. Los años pasan, la
Gran Colombia que soñó Bolívar se disuelve, las guerras fraticidas
convulsionan al País y con ellas, en 1839, desaparece esta primera Guardia
Nacional. La institución resurge nuevamente bajo al mandato del General José
Antonio Páez en el año 1841, denominándose La Guardia Nacional de Policía y
cuya función era la Seguridad y el Orden, especialmente del medio rural,
además la misma tenía unas funciones adicionales como evitar crímenes, la
protección de la vida de las personas y de sus bienes, y la vigilancia y custodia
de los presos. Debido a la carencia de recursos económicos para su
mantenimiento ésta desaparece por medio de la derogación de la Ley que la
creó en el año 1847.
A partir del año 1925 el país se recupera notablemente desde el punto de vista
económico a raíz del auge petrolero y de los ingresos que esto generó. Con la
muerte del General Juan Vicente Gómez quien estuvo en la Presidencia de
Venezuela durante 27 años e implementó en el mismo un régimen dictatorial;
asume la Presidencia el General Eleazar López Contreras quien se
desempañaba como Ministro de Guerra y Marina.
A pesar de que el General logró calmar y dominar los ánimos políticos del país,
siguieron dándose hechos sociales derivados de la insatisfacción de la
sociedad, como: manifestaciones en las calles, aumento de la delincuencia, y
en particular un hecho muy delicado representado por la intensificación del
contrabando en las fronteras del país. Debido a este último hecho el Presidente
de la República se reúne con los Presidentes de los Estados para plantear la
necesidad de la creación de una Policía Rural, bien sea a caballo, a pie o en
vehículos, lo importante era mitigar el índice delictivo y garantizar la seguridad
de las familias, las propiedades y la soberanía de la nación.
El Presidente de la República después de innumerables reuniones decide
formar un Cuerpo de Policía Nacional, sin saber aún como estructurarlo, hasta
que el poeta, escritor y diplomático Don Rufino Blanco Fombona le sugiere la
creación de un cuerpo similar al de la Guardia Civil Española. Después de
conversaciones con el Gobierno español para que asesorará a Venezuela en la
constitución de este cuerpo, se establece la Escuela del Servicio Nacional de
Seguridad el 17 de septiembre de 1936.
SEGURIDAD NACIONAL
El origen de este organismo se remonta al 4 de agosto de 1938 cuando fue
sancionada la Ley de Servicio Nacional de Seguridad decretada por el
Congreso de los Estados Unidos de Venezuela. A partir de esta fecha empezó
a funcionar en Venezuela, el Cuerpo de Investigación Nacional.
Este servicio fue reorganizado en 1945, y a raíz del golpe militar del 18 de
octubre de ese año, la Junta Revolucionaria de Gobierno empezó a utilizarlo
para ejercer una fuerte represión contra la oposición política del país. Al ser
derrocado el Presidente Rómulo Gallegos en 1948, cambia la denominación
para tecnificar al cuerpo y pasa a ser la Dirección de Seguridad Nacional
dependiente del Ministerio de Relaciones Interiores. La Sección Político-Social
responsable de las persecuciones políticas fue creada mediante Decreto
Ejecutivo N° 162, de fecha 22 de junio de 1949.
La SN tuvo cuatro Directores:
Sr. Jorge Maldonado Parilli, desde el 24 de noviembre de 1948 (la
fundación) hasta el 31 de agosto de 1951.
Sr. Pedro Estrada Albornoz, desde el 31 de agosto de 1951 hasta el 10
de enerode 1958.
Coronel (Ej.) Luis Teófilo Velasco, desde el 11 de enero hasta el 21 de
enero de1958.
Sr. Régulo Fermín Bermúdez, desde el 22 de enero hasta el 24 de
enero de1958, momento de su disolución.
Durante su funcionamiento, la SN se encargó de enviar a 822 venezolanos
acusados de ser militantes de Acción Democrática y a comunistas al Campo de
Concentración de Guasina, en el Delta del Orinoco, el cual funcionó hasta
diciembre de 1952. Posteriormente deportó a estas personas a las diferentes
cárceles venezolanas. Según anécdotas de algunos de los políticos, esta
organización policial realizó tortura y desaparición como método sistemático de
interrogatorio así como la detención y allanamientos a domicilios sin necesidad
de orden judicial, gran parte de estas acusaciones nunca fueron probadas.
Las principales muertes que se le acusan a la Seguridad Nacional son las
de Cástor Nieves Ríos, Dr. Leonardo Ruiz Pineda, Dr. Alberto Carnevali,
Dr. Antonio Pinto Salinas y Luis Hurtado Higuera, el resto que suman unas 20
personas no pudieron ser probadas en los juicios posteriores, pues algunos
como el Teniente León Droz Blanco murió en Colombia .
LA REVOLUCIÓN RESTAURADORA Y POSTERIOR CONFORMACIÓN DE
UN EJÉRCITO NACIONAL INSTITUCIONALIZADO
Cuando en 1898 Venezuela fue sorprendida por la revoluciòn restauradora,
presidida por los andinos Cipriano Castro y Juan Vicente Gomez, su panorama
institucional cambiaría radicalmente, sobretodo, en lo que en matería de
seguridad y defensa de Estado. Y es que, cuando en 1908, cuando Cipriano
Castro abandonó el poder debido a enfermedad, su compadre, Juan Vicente
Gómez tomaría el poder y buscaría la forma de preservarse en el poder y esto
implicaría, un mayor gasto en materia de seguridad y, por supuesto, una mejor
organización e institucionalidad en este sentido. Además, el país fue testigo del
descubrimento de diversos yacimientos petroliferos en varias partes del
territorio nacional, lo que originaría una mayor inversión extranjera en nuestra
nación y con ello, un mayor presupuesto para las arcas del “Benemérito” de los
Andes, quién, viéndose amenazado por la formación de diversos caudillios
rurales en el interior del país, empezó a formar un verdadero ejército nacional,
con escuelas de formación, jerarquías y disciplina, una institución que le
mantendría en el poder durante 27 años.
EL NACIMIENTO DE LAS PEQUEÑAS URBES VENEZOLANAS, DE LA
MIGRACIÓN RURAL Y POSTERIOR APARICIÓN DE UNA MASA OBRERA
“LA SAGRADA” COMO ORGANISMO DE INTELIGENCIA
Además, para poder movilizar a este nuevo ejército que acabaría con las
legiones de mercenarios de los caudillos del interior, invertiría grandes sumas
de dinero en lo que a construcción de caminos y carreteras se refiere,
expandiendo con ello la movilidad de estas tropas y creando una nación más
centralizada, es decir, más dependiente del poder central y de la capital, con lo
que empezaron a aparecer verdaderas urbes más cercanas a lo que hoy día
conocemos como ciudades. Esto, que fue para nosotros una suerte de
pequeña “revolución industrial” propia, donde el venezolano empezó a
abandonar los campos y a poblar la ciudad, en búsqueda de mejores trabajos y
mejores sueldos, creó comunidades de obreros que, poco a poco, se fueron
influenciados por ideas políticas de izquierda, que jóvenes estudiantes de
clases burguesas traían a Venezuela desde Europa, por lo que empezaron a
conformarse sindicatos y movimientos politicos de corte socialista, que
buscarían reinvindicar al obrero ante el patrono, por lo que, la seguridad del
Estado o más bien, de la estabilidad de su gobierno, se veía nuevamente
amenazada.
Es por ello que, Juan Vicente Gómez, hombre de campo, desconfiado, con un
afán de poder muy grande, formalizó y especializó un cuerpo de seguridad
propio, hecho para si mismo, al que la ciudadanía conocería como “La
Sagrada”, donde, por desconfianzas del dictador, todos sus miembros debían
ser de origen andino (así como todos aquellos soldados que formaron parte de
la revolución restauradora) y a ser posible, de origen “chácaro”, es decir, de las
poblaciones de Lobatera y Pregonero, pues eran estos hombres, toscos, de
modales poco finos, acostumbrados al uso de la fuerza bruta y de las armas,
acostumbrados a ir a caballo y celosos de todas aquellas personas de las
urbes, eran en quiénes Gómez confiaba más.
Comentaban cronistas de la época que “La Sagrada” se podía dividir en dos.
Una, su parte de “inteligencia”, la cual era cuando sus miembros andaban “de
paisano” por las calles y, ante el menor rumor en contra del gobierno o del
Estado, llevaban detenidas a las personas, sin ningún otro tipo de
requerimiento judicial, haciéndoles llevar a Tribunales poco “legales” quiénes
inmediatamente le confinaban a trabajos forzados o, cuando menos, a sufrir de
las peores torturas en la cárcel conocida como “La Rotunda”, ubicada en lo que
hoy en día conocemos como Plaza La Candelaria, en la parroquia del mismo
nombre, en Caracas. Y la otra, quizá pese a todo la más conocida, la que se
transformaba en una suerte de “guardia pretoriana” y escolta personal del
Dictador.
FALLECIMIENTO DE JUÁN VICENTE GÓMEZ Y TOMA DEL PODER DE
ELEAZAR LÓPEZ CONTRERAS
NACIMIENTO DE LA GUARDIA NACIONAL
Pero cuando Gómez fallece, dejó al país sumido en el suspenso de quién
asumiría el poder, pero era más que evidente que sería algún hombre cercano
a él, posiblemente emergido del Ejército que él mismo creó y muy
seguramente, andino también y en efecto, así era, asumía el poder el General
Eleazar López Contreras, andino, quién había surgido en medio de lo que ya
era la Academia Militar del Ejército Venezolano, y quien, pese a ser un poco
más “dócil” y abierto que Gómez, no hizo que el gobierno sufriera mayores
cambios en materia de seguridad. No obstante, si bien los conflictos internos en
materia caudillista habían sido solventados, López Contreras que, al ser un
profesional de las armas era un hombre un poco más institucionalizado, vio que
era extremadamente necesario una “policía” que pudiera asumir asuntos
aduaneros y que se encargara de la seguridad de parajes remotos, de zonas
fronterizas y de zonas de difícil acceso, por lo que, basándose en el modelo
español de la Guardia Civil, creó a la Guardia Nacional, quién vería en “Villa
Zoila” su primera escuela de formación.
Y si bien “La Sagrada” ya no era lo que en la época de Gómez, y fue sustituida
poco a poco por una policía más organizada e institucionalizada, la represión
en contra de los movimientos de izquierda continuaba, así como su expresa
prohibición incluso, en lo que a materia propagandística se refería.
ISAÍAS MEDINA ANGARITA, LA APERTURA A UNA REPÚBLICA CON
VALORES DEMOCRÁTICOS
NACIMIENTO DE LAS POLICÍAS MUNICIPALES COMO FORMA DE
DESCENTRALIZAR EL APARATO DE SEGURIDAD DEL ESTADO
Posteriormente, López Contreras cedería el poder a su también paisano y
compañero de armas, Isaías Medina Angarita, quién si mantendría una póstura
más abierta al campo democrático, dejando que aparecieran e hicieran vida,
diversos partidos y movimientos políticos y quién empezaría a formalizar
mediante decretos del ejecutivo nacional, la aparición de las “policias
municipales”, como una manera (al menos, en el papel) de descentralizar el
poder. Esto, daría origen a la aparición en la escena del poder a Rómulo
Gallegos, quién sería verdaderamente el primer presidente constitucional de
Venezuela, elegido mediante sufragio universal directo, quién no duraría
demasiado tiempo en el poder, por cuanto el binomio conformado por andinos y
militares, de costumbres más bien ortodoxas, no permitirían que el poder les
fuese arrebatado tan fácilmente por un politico venido de la social democracia
venezolana.
MARCOS PÈREZ JIMÉNEZ Y LA SEGURIDAD NACIONAL
Es así como se fraguaría el golpe de estado que le derrocaría y que daría inicio
al triunvirato de Delgado Chalbaud-Marcos Pérez Jiménez y Llovera Páez,
pero, más que todo, dirigido por el primero, pero que duraría poco tiempo,
antes de que el mismo fuese asesinado por un miembro del Partido Comunista
de Venezuela, lo que daría lugar a una férrea dictadura impuesta por Marcos
Pérez Jiménez, quién en materia de seguridad conformara una auténtica red de
espionaje con lo que, legalmente era conocido como “Dirección de Seguridad
Nacional” pero coloquialmente solo fuese conocido como “Seguridad Nacional”.
Organismo que abarcaba tanto lo que es la inteligencia policial política, como lo
que es la policía judicial y que, fuertemente influenciada e incluso entrenada,
por personal de la Seguridad Nacional Francesa, sería la columna vertebral de
la dictadura del también andino Marcos Pérez Jiménez.
Además, durante su régimen serían más conocidos (aunque ya existían) los
campos de concentración, en especial, los ubicados en los islotes de Guasina y
Sacupana, en las orillas del rio Delta, estado Delta Amacuro, y su fuerte
represión a todo movimiento de izquierda (en su mira figuraban, ante todo, el
partido Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela) tendría
muchisimas victimas mortales, entre las que figuran la de Leonardo Ruiz
Pineda, Alberto Carnevalli, Antonio Pinto Salinas o Luis Hurtado Higuera,
quiénes eran los principales dirigentes políticos de la oposición. No obstante,
otros tantos como Jóvito Villalba, Pío Tamayo, Gustavo Machado, Rómulo
Betancourt o Rafael Caldera, tuvieron que mantener la clandestinidad `política
o sufrieron el exilio judicial del territorio de Venezuela.
No obstante, no todo durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez fue
negativo. Pues fue en esta época donde los Estados Unidos de Venezuela
viera su mayor desarrollo en la primera mitad del siglo XX. Teniendo una de las
economías más fuertes de todo el continente e incluso del globo, se dedicaron
grandes sumas de dinero a todos los ámbitos de la vida cotidiana, tales como
la salud, la educación, la vivienda, la seguridad, el empleo, etcétera.
Así mismo, el poryecto político bautizado como “Nuevo Ideal Nacional” de
Pérez Jiménez, tuvo entre sus principales metas, la desaparición de las
barriadas populares que para aquel entonces se veían por doquier en las
recién nacientes urbes venezolanas, producto de aquella época de
“urbanización” de nuestra nación. Estas barriadas habían traido consigo, un
aumento considerable de la tasa delictiva en el país, por lo que, su posterior
reducción casi total, siendo sustituidas dichas viviendas por “apartamentos” y
grandes soluciones habitacionales (como lo fue, por citar un ejemplo, la
Urbanización 2 de Diciembre, posteriormente denominada durante la IV
República 23 de Enero, en honor a la caída de Pérez Jiménez) fue vital para
reducir el auge delictivo.
Sin embargo, también es destacable que, el artífice principal de la Seguridad
Nacional y Director de la misma durante más tiempo, Pedro Estrada, quiénes
muchos aseguran era la verdadera mano derecha de Pérez Jiménez, logró
desarrollar diversos mecanismos de investigación criminal que hasta la fecha
se siguen utilizando incluso por cuerpos policiales de Europa (pues, a saber, a
la caida de Pérez Jiménez, Pedro Estrada huyó a Francia, donde fue acogido
hasta el día de su muerte y en donde dio diversas cátedras en la Academia de
la Policía Nacional Francesa) por lo que, pese a lo represivo que pudo haber
sido este régimen en nuestra historia, hubo desarrollos considerables que no
pueden ser menospreciados.
CAÍDA DE MARCOS PÉREZ JIMÉNEZ Y SEPARACIÓN DE LOS ÁMBITOS
DE ACCIÓN POLICIAL
El 23 de enero de 1958, es una fecha crucial en la historia y en la política de
nuestra nación, por significar la caída de Marcos Pérez Jiménez y con ello, el
nacimiento de una nueva estructura republicana que se afianzaría en el poder
durante 40 años y que significaría la caída de la hegemonía andina y del poder
militar.
Y es que, al poco tiempo de caída la dictadura del General Marcos Pérez
Jiménez, el nuevo presidente de facto, General Wolfgang Larrázabal,
decretaría la desaparición de la Dirección de Seguridad Nacional y establecería
el nacimiento de dos nuevos modelos policiales, la DIGEPOL (Dirección
General de Policía) encargada de los aspectos políticos y del CTPJ (Cuerpo
Técnico de Policía Judicial) dando lugar así, a la separación de la investigación
criminal, de la investigación política, con lo que se desarrollaría de esta
manera, la formación policial y la separación de estos ámbitos policiales, tal y
como la conocemos actualmente, pues, tenemos en lo que era la DIGEPOL, lo
que actualmente es el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y
en lo que era el CTPJ, el actual Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales
y Criminalísticas (CICPC).
CONCLUSIÓN
Así pues, para concluir, podemos evidenciar que, en efecto, en lo que serían
los años de 1908 a 1958, lo que hoy en día conocemos como policías de
investigación criminal y policías de seguridad política, formaban parte de un
mismo cuerpo que, incluso, en determinados momentos, se transformaba y se
unían a las Fuerzas Armadas, siendo así una gran maquinaria de Estado, cuyo
verdadero único objetivo no era más, que la preservación en el poder por parte
del gobierno de turno.