H einrich Pfei ffef; S. -...

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H einrich Pfei ffef; S . J.

Esta. página y la anterior:

A ndrea Pozzo, S. J.

Alegoría de América, 1691-1694.

Iglesia de san Ignacio, Roma.

Sea/alAr! Resource,N Y.

LA ENORME LABOR DE "ABRIR ESPACIOS INTERIORES " QUE HACEN LOS EJERCICIOS

ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO EN QUIENES LOS HAN EXPERIMENTADO SE HA CON-

VERTIDO, PARA ALGUNOS ARTISTAS , EN UN DESCUBRIMIENTO QUE LES HA SERVIDO

PARA ENRIQUECER CONSIDERABLEMENTE SUS FACULTADES CREATIVAS. ESTO ES

VISIBLE EN LA OBRA DE RUBENS, UN ARTISTA TAN CERCANO A LA COMPAÑIA DE

JESÚS. EL JESUITA ANDREA POZZO TRADUJO SU EXPERIENCIA INTERIOR EN COM-

POSICIONES ESTÉTICAMENTE SORPRENDENTES CON UN CONCEPTO PECULIAR DE LA

PERSPECTIVA Y DE LOS COLORES . A TRAVÉS DE SUS OBRAS , EL AUTOR DE ESTE

ENSAYO NOS MUESTRA LAS HUELLAS DE CADA ETAPA DEL LIBRO IGNACIANO.

os Ejercicios espirituales de san Ignacio

han sido para los artistas, sin duda, un

enorme descubrimiento que les ha permi­

tido penetrar en el mundo interior del ser

humano. No sólo por algunos elementos del

famoso libro, como el "primer preámbulo"

(EE 47) para la Primera Semana, que invi­

ta a "ver con la vista imaginativa y con­

siderar mi ánima ser encarcelada en este

cuerpo corruptible", y este conjunto de al­

ma y cuerpo "como desterrado entre bru­

tos animales". Tampoco por el preámbulo

del ejercicio que invita a aplicar los cinco

sentidos en la meditación del infIerno y a

considerar detenidamente la inmensidad

de su espacio ("Iongura, anchura y profun­

didad", EE 65), ni por la aplicación de cada

uno de los sentidos en esa "meditación" (EE

66-70). En realidad todos los Ejercicios es­

pirituales tienen esa naturaleza interior y,

por tanto, nos abren al mundo de la inte­

rioridad, al que no podemos acceder sino

por medio de los sueños.

IHS Quien realmente practica los Ejercicios

espirituales y no se conforma con escu­

char algunas predicaciones inspiradas en

el texto ignaciano, podrá observar cómo

se abren algunos espacios interiores que

hasta el momento le resultaban totalmen­

te desconocidos. Por esta razón era inevi­

table que la pintura y la arquitectura, que

tienen su fundamento en la articulación

entre el espacio tridimensional y el va­

cío, mostraran un gran interés por estos

Ejercicios.

21

IHS Después de esta breve introducción ,

conviene explorar, paso a paso, el famoso

opúsculo de san Ignacio y notar los ele­

mentos que pueden servir para enrique­

cer las facultades artísticas de la persona.

Todo lo que encontremos por este camino

nos introducirá en la comprensión de la

actividad artística de los jesuitas en ge­

neral y, en particular, la del hermano An­

drea Pozzo.

1", Los Ejercicios espirituales de san Ignacio

enseñan que todos los medios, sean moral­

mente buenos o al menos neutrales, deben

encontrar su proporción y subordinarse al

fm al que han de conducirse.

IHS El pasqje titulado "Principio y funda­

mento" (EE 23 ) declara : "El hombre es crea­

do para alabar, hacer reverencia y servir a

Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar

su ánima, y las otras cosas sobre la faz de

la tierra son creadas para el hombre y pa­

ra que le ayuden en la prosecución del fm

para que es creado".

IHS Esta relación de los medios con el fm se

encuentra ligada a la perspectiva lineal,

con la diferencia de que, en este caso, las

líneas de fuga no convergen en un hori­

zonte infmito, sino que se encuentran en

un elemento concreto y único en el fondo

de la pintura.

1'" De esta manera, la actividad artística de

los jesuitas ha llegado a imaginar, para pro­

mover la devoción de las Cuarenta horas,

esas enormes apoteosis teatrales, en las que

todas las líneas convergen hacia el centro,

Derecha y abajo:

Andren Pozzo, S.J

Perspectim Pictorum et

Architectorum,1693.

Biblioteca Francisco Xavier Clavigero.

Universidad Iberoamericana, M.éxico.

Página siguiente:

Andrea POZZO, S.J.

Autorretrato, /686·/687.

Galerí(, degli Uffizi, Florencin.

Sea /a/Arl Resoltrce, N. Y.

hacia la hostia consagrada en su ostensorio,

rodeado de nubes, de rayos y de elementos

arquitectónicos en perspectiva. De esta ma­

nera, como en un gran ostensorio luminoso,

el monograma IHS de la Compañía de Jesús

aparece en medio de nubes, de rayos y de

santos del paraíso que adornan la bóveda

de la iglesia madre en Roma.

IHS Andrea Pozzo, como lo veremos más

adelante, es quien llevará esta aplicación

de la perspectiva lineal hasta sus últimas

consecuencias. Al principio de su Pers­

pectiva pictorum et architectorum, exhor­

ta al lector con estas palabras: "Comienza

pues [ ... ] tu trabajo con alegría; traza fu­

memente todas las líneas de tus construc­

ciones dirigiéndolas hacia el único punto

de convergencia verdadero que es la glo­

ria de Dios".

IHS El mundo interior, sin tener necesidad de

la materialidad para expresarse en colo­

res y figuras, en paisajes y construcciones

arquitectónicas, puede traducirse en obras

de arte que pertenecen al mundo exterior.

Sin embargo, y esto es muy importante, el

mundo interior es más bello que el mundo

exterior, precisamente porque éste es sólo

apariencia. Para el artista, la relación en­

tre realidad y apariencia, entre la realidad

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tangible y la visión lejana, constituye el

alma de sus proyectos.

IHS Desde el momento en que el ejercitan­

te se sirve de su imaginación al hacer los

Ejercicios espirituales de san Ignacio y po­

ne en práctica las "adiciones" (EE 74, 78) Y

los "preámbulos" (EE 47, 65), crea una rela­

ción entre un mundo aparente y el mundo

real, entre las imágenes que expresan el es­

tado del alma del pecador y la realidad mis­

ma del estado de pecado, entre el sentimiento

del pecado y la convicción absoluta de ser

pecador.

IHS Quien practica los ejercicios de la Prime­

ra Semana debe sentirse constantemente

como un prisionero encadenado (EE 74b),

Y no permitirse pensamiento alguno de

"cosas de placer ni alegría" (EE 78), Y aun

debe evitar la claridad del día cuando no

es indispensable, cerrando puertas y ven­

tanas (EE 79). Ya habíamos hablado de los

dos "preámbulos". Ahora debemos agregar

que el pecado, objeto de la meditación, es

un concepto abstracto, y que puede ser

transformado en imagen cuando uno de­

cide aplicar la imaginación para meditar

en él (EE 47d). De esta manera se crea una

relación entre la palabra y la imagen que

se presenta como una de sus representa-

Andrea P OZZO, S.J.

San Francisco Ja"ier bautiza

a los gentiles,s.j

Museo N ucio1!ul de Trelilo, Ila liIL.

Seu/alArt Resollrce,N. Y.

ciones. Un movimiento así es un proceso

artístico que encarna una relación entre la

apariencia de la imagen y la realidad ex­

presada por la palabra.

IIiS También la imaginación es un medio que

ha de ser orientado hacia un fm. Cuando

el ejercitante, usando sus facultades de

memoria, entendimiento y voluntad, ha

hecho las meditaciones de los tres peca­

dos -el de los ángeles, el de Adán y Eva y

el de un pecador cualquiera que muere en

pecado mortal, sin haberse arrepentido (EE

50-52 ) - , san Ignacio lo lleva a usar la ima­

ginación para representarse, de la manera

más viva, ante Jesús crucificado y entablar

un diálogo con él (EE 53) .

IIiS Una vez que se ha realizado la conversión

del pecador, gracias a un arrepentimiento

sincero de todos los pecados que ha come­

tido, y después de una confesión general,

el ejercitante puede aplicar la imaginación

al reino de Cristo, a los pasajes de su vida,

de su Pasión y su Resurrección (EE 91 , 103 ,

11 2, etcétera), durante las tres Semanas si­

guientes. Ahora su imaginación ya se en­

cuentra purificada y le permite represen-

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tarse, con todo su misterioso encanto, la

Tierra Santa, los palacios y las sinagogas

por donde pasó Jesús.

IIiS Con esto se abre un espacio casi infini­

to en quien practica los Ejercicios espiri­

tuales. Puede llegar a ver, reflejadas en su

alma, a las tres personas de la Trinidad,

como también a todas las que viven sobre

la faz de la tierra (EE 106). Ahora es ca­

paz de aplicar sus sentidos para entrar en

contacto, por mediación de ellos, con los

personajes de la historia sagrada: no sólo

se encontrará con la divinidad en la per­

sona de Jesús y en su reverberación sobre

María, José y las demás personas que lo

rodean, sino que además podrá verla, es­

cucharla, gustarla y tocarla (EE 121-125) .

IIiS Esta experiencia le permite pasar de un

mundo imaginario a una realidad que vive

en su alma con una sensación de realismo

como la que deja el mundo exterior. Así

éste se convierte casi en una apariencia, en

contraste con el mundo interior.

IIiS Si un artista ha llegado a experimentar

este mundo interior por medio de los Ejer­

cicios espirituales, se siente preparado pa-

Derecha y abajo:

A ndrelt Pozzo, 8.J

Perspectiva Pictoru m et

Al"chi tectorum, 11m.

Bibl-ioleca Francisco Xavier Clavigero.

Universidall lberoa,mericana" NI éxico.

ra transmitir su experiencia al mundo ex­

terior, utilizando los colores y las formas

sobre la tela o sobre los muros en los que

ha de plasmar sus frescos. Se trata siempre

de una traducción de sensaciones interio­

res en sensaciones exteriores. El artista

intenta representar a los santos ("ver las

personas" EE 106) sobre el lienzo o sobre los

muros, sin conseguir la pureza cristalina

de los colores que haya experimentado su

alma al utilizar los sentidos, como lo ense­

ña san Ignacio (EE 122-125). Cualquier ma­

teria resulta siempre menos pura, menos

transparente, menos luminosa. Sin em­

bargo, Andrea Pozzo, y con esto entramos

en materia, consiguió concentrar la visión

sobre los personajes representados en sus

cuadros y en sus frescos.

IHS El pintor no puede representar "lo que

dicen las personas", como lo experimen­

ta quien se ejercita en los doce puntos de

contemplación de las tres Semanas dedica­

das a la vida de Jesús, hasta su entrada en

Jerusalén, su Pasión y sus apariciones des­

pués de la Resurrección; pero puede exal­

tar vigorosamente los gestos y servirse de

los significados simbólicos de los colores y

puede revestir sus fIguras del azul propio

de la contemplación, del rojo de la caridad

y del dorado de la santidad.

biS Por ejemplo, sobre el fresco que represen­

ta la partida de san Francisco Javier hacia

25

la India, en el presbiterio de la iglesia de

san Ignacio en Roma, un ángel acompaña

al santo. Este ángel está vestido con una

túnica blanca y una capa azul, dos colores

que expresan la pureza de la fe y el espíri­

tu contemplativo del misionero.

IHS Al fmal del libro de los Ejercicios espi­

rituales, se encuentra un nuevo estímulo

importante para la imaginación (EE 232).

Cuando el ejercitante logra realizar la gran

"Contemplación para alcanzar amor" se

imagina "delante de Dios nuestro Señor, de

los ángeles y de los santos" que interceden

por él para que pueda recibir la gracia del

verdadero amor.

IHS ¿Quién no piensa inmediatamente en los

frescos de las grandes cúpulas barrocas, en

cualquier parte del mundo donde la Igle­

sia católica ha aportado un nuevo mensaje

cultural después del Concilio de Trento? Es

verdad que Correggio ya había pintado sus

cúpulas de Parma con visiones del paraíso

celestial antes de que Ignacio hubiera ejer­

cido su influencia por medio de su obra. Pe­

ro las mismas técnicas de perspectiva serán

utilizadas más tarde para plasmar en obras

de arte las experiencias celestiales vividas

por medio de los Ejercicios espirituales.

IHS Rubens es el primer artista que apli­

có esta técnica al norte de los Alpes, en

Flandes, para crear un mundo de ilusión

celestial. Lo hizo en el techo de la iglesia

de san Ignacio de Amberes. También es el

primer artista que vivió desde la infancia

en contacto con los jesuitas y su espiri­

tualidad. Por primera vez se representan

Páginas 26 a 29'

Andrea Pozzo, S.J.

Perspectiva Pictorum et

Architectorum, 169.3.

Biblioteca Francisco Xavier Clavigero.

Universidad Iberoamericana, Méx·ico.

los misterios de la vida, de la muerte y la

resurrección de Cristo, la lucha entre los

ángeles buenos y los malos, y una infini­

dad de santos y santas, que aparecen en

medio de una amplia visión sobre un cielo

abierto. La fIcción desempeña un papel im­

portante en esta representación de las vi­

siones celestiales. Andrea Pozlo, siguien­

do esa lógica, afIrma que en sus frescos y

en sus columnas de los altares, en los que

utiliza el estuco para imitar el mármol, la

realidad material no determina la verdad

de las cosas. Ésta se deriva de la forma y

del color, sin importar la autenticidad de

los materiales ni su identifIcación al tacto.

IHS Al realizar frescos cuyas ingeniosas pers­

pectivas en trompe l'aeil engañan alojo con

una falsa realidad, no miente; más bien reve­

la realidades que son espirituales antes que

materiales, interiores antes que exteriores.

biS Andrea PozlO, en sus dos autorretratos

-que se encuentran uno en la galería Degli

Ufflzi, en Florencia, y el otro en el corre­

dor de la sacristía de la iglesia del Gesu de

Roma- quiso representarse como un me­

diador entre la tierra y el cielo: se apoya en

la praxis para ofrecer la verdadera teoría;

en otras palabras, la visión.

'HS De esta manera, la apariencia supera la

fmitud terrenal y se vuelve, al mismo tiem­

po, la realidad verdadera: la que el artista

jesuita pudo experimentar en sus ejercicios

interiores, que le abrieron por primera vez

la infinitud del espacio que existe en la re­

lación de las tres Personas divinas con este

mundo, y que podría irse a la deriva sin la

voluntad salvífica de la Trinidad.

'liS Una perspectiva que mira desde la tierra

hacia el cielo, desde las cosas de acá aba­

jo hacia las profundidades de allá arriba,

sirve para dar una dimensión a todas las

criaturas, consideradas como medios, en

su relación con el fm: la celebración y glo­

rifIcación de Dios. De esta manera, el cielo

que está representado en el gran fresco de

la bóveda de la iglesia de san Ignacio en

Roma aparenta estar mucho más alto de lo

que realmente está.

'HS Antes de observar detenidamente este tra­

bajo, que sin duda es la apología de toda la

obra artística del hermano jesuita, exami­

nemos brevemente su recorrido personal.

IHS Al inicio de su trabajo su arte mostraba

una gran simplicidad, su estilo poseía la

retórica más sencilla, que permitía ver con

toda claridad a las personas y sus acciones.

Estos dos elementos corresponden exacta­

mente al primero y al tercer punto de los

ejercicios de la Segunda Semana en los que

se pide "ver a las personas" (EE 106) Y "mi­

rar lo que hacen" (EE lOS).

IHS Como ejemplo tenemos dos composicio­

nes del hermano Pozzo, que representan a

Cristo entre los doctores del templo, casi

idénticas en su fIguración ; una, en forma

de media luna, es una tela que se encuentra

por encima de un altar lateral de la iglesia

de san Defendente, en Romano de Lombar­

día, en la provincia de Bérgamo, y la otra

es un fresco situado sobre una puerta, en la

iglesia del Gesu en Frascati. Existe una ter­

cera, semejante a la primera, que sirvió de

modelo para el fresco de san Defendente y

que está fechada en 1672. Ésta fue adquirida

por la colección Lemme de Roma.

IHS El artista utiliza las mismas fIguras y la

misma composición en la primera versión

lombarda y posteriormente en la de Fras­

catL Lo único que difIere un poco son los

gestos. En una, el Jesús niño apunta al cie­

lo con el dedo, mientras que en la otra, el

brazo está extendido hacia los doctores, y

en especial hacia su principal interlocutor,

cuya fIgura tiene los mismos gestos y una

cabeza semejante en ambas obras.

IHS Resulta impresionante la forma en que

el artista jesuita plasmó su visión interior

tal como la experimentó en algún ejerci­

cio contemplativo, valorándola como algo

defmitivo. En este caso, debe subrayarse,

antes que nada, el contraste entre la pos­

tura totalmente vertical del niño Jesús y

la de su principal interlocutor, recostado

horizontalmente en una silla.

IHS Otros dos ejemplos de este estilo sencillo

son La comunión de san Estanislao de Kost-

ka y San Estanislao besa el pie del niño Je­

sús. Estos dos cuadros se encuentran en el

museo de Bellas Artes en Nantes. El primer

cuadro narra cómo los ángeles vestidos

de rojo, blanco y azul, es decir de caridad,

de pureza y de contemplación, dan la co­

munión al novicio jesuita. Dos ángeles ex­

tienden un enorme lienzo blanco por debajo

de los brazos y la cabeza del santo, mien­

tras un tercero le presenta la hostia. Otros

personajes, relegados al fondo, asisten a la

escena sacramental. La segunda composi­

ción utiliza casi los mismos elementos, por

ejemplo los dos ángeles arrodillados que

miran la escena. Con esto se puede obser­

var que este episodio se transformó en una

experiencia que san Ignacio llamó aplica­

ción de sentidos, y que san Estanislao prue­

ba con la boca: besa el pie de Jesús niño,

que María, la madre, le presenta.

1", Estas dos telas están fechadas al inicio de

la estancia romana del artista. De una épo­

ca romana posterior es El ángel de la guar­

dia que se encuentra en el museo de Bellas

Artes en Caen. En el primer plano de la

obra, el ángel, vestido de blanco, azul y ro­

jo, camina hacia el espectador sin mirarlo.

Su mirada pareciera dirigirse al interior de

sí mismo. Su vestimenta se ve fuertemente

sacudida por el viento del Espíritu Santo,

especialmente su manto rojo, que signifIca

el amor divino.

IH' Un niño, pequeño y desnudo, está senta­

do detrás, a su izquierda. Mueve las pier­

nas, aunque aún no camina. Mira hacia el

ángel de la guardia, quien dirige su mano

izquierda hacia él, mientras que, con la de­

recha, que se dirige diagonalmente fuera

de! cuadro, muestra e! camino del cielo.

IHS Los dos brazos del ángel crean así el eje

diagonal que une la tierra con el cielo, uno

de los temas principales del arte extático

del barroco, desde la colosal estatua del

Longino de Bernini en el nicho de una de

las pilastras de la cúpula de la basílica de

san Pedro en el Vaticano.

IHS La misma temática caracteriza también

las dos fIguras principales del más gran­

dioso fresco de Pozzo: los santos Ignacio y

Francisco Javier en la bóveda de la iglesia

romana del santo fundador de la Compa­

ñía de Jesús. San Ignacio fue e! primero

en toda la historia de las espiritualidades,

cristianas y no cristianas, que abrió la mi­

rada completa a todo e! globo terráqueo

con su contemplación de la "Encarnación

de Dios". Quien hace este primer ejerci­

cio de la Segunda Semana, debe recordar

desde el primer preámbulo "cómo las tres

personas divinas miraban toda la planicie

y redondez de todo el mundo llena de hom­

bres" (EE 102), Y en el segundo deberá ver

"la grande capacidad y redondez del mun­

do, en la cual están tantas y tan diversas

gentes; asimismo después particularmente

la casa y aposentos de Nuestra Señora, en

la ciudad de Nazaret" (EE 103).

IHS Las tres personas divinas están repre­

sentadas en la iglesia de san Ignacio a una

altura que, al mirarlas, provoca vértigo, y

también aparecen los cuatro continentes

de la tierra entonces conocidos. Un rayo de

luz surge de la Trinidad, y particularmente

del corazón de Jesús, y llega hasta el cora­

zón de san Ignacio. Este corazón es como

el aposento de Nazaret, que fue represen­

tado por Federico Zuccari, como la casa de

Loreto en el ábside de la primera iglesia del

Colegio Romano: la Annunziata.

IHS De la misma manera en que e! ángel fue

enviado a María, los hijos espirituales de

san Ignacio, tocados por los mismos rayos

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del amor divino, son enviados a los cuatro

continentes, después de haber contempla­

do a "las personas [ ... ] de la faz de la tierra,

en tanta diversidad, así en trajes como en

gestos, unos blancos, otros negros, unos

en paz, otros en guerra [ ... ] unos sanos y

otros enfermos" y después de haber visto

y considerado a "las tres divinas personas

[ ... ] cómo miran toda la faz y redondez de

la tierra y todas las gentes" (EE 106).

IHS En el fresco de Pozzo, san Ignacio y sus

compañeros se encuentran ya sentados por

encima de las nubes del cielo, junto con

todas las almas conquistadas por Dios, de

todas partes del mundo, y con los ángeles

que han servido de ayuda a los misioneros

cuando imitaron y repitieron por todo el

mundo la misión del ángel Gabriel ante la

Virgen María.

IHS Al crear un único punto de referencia

para la perspectiva, el hermano jesuita

puede unir la visión celestial con la pro­

longación flcticia de la arquitectura real

a través de un segundo piso, que existe

únicamente pintado sobre las arcadas de la

nave de la iglesia. Con esto parece que el

mundo celestial, con sus ángeles y santos,

irrumpiera en el mundo terrenal; pero lo

que para el ojo profano es pura apariencia,

para el ojo de la fe, que se ha ejercitado en

el método de san Ignacio, es la auténtica

realidad.

IHS Andrea Pozzo, al traducir las experien­

cias de los Ejercicios espirituales de san

Ignacio, las hace suyas, para así participar,

a quienes visitan la iglesia de san Ignacio,

de su fe, de esta experiencia ejercida des­

de su interior con los Ejercicios espiritua­

les, y exteriormente a través de su trabajo

artístico como pintor. Traducción de Miguel

Romero, S.J.

HEINRICH PFEIFFER, S.J. Doctor en historia del arte

por la Universidad de Basilea (Suiza). Es titular de

la cátedra en historia del arte en la Universidad

Gregoriana, en Roma. Ha publicado numerosos es­

tudios sobre el arte del Renacimiento, particular­

mente acerca de Rafael y Miguel Ángel. Este texto

fue tomado del libro Baroque visionjésuite. Du Tin­

toret ti Rubens.