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SOBRE TRES EJERCICIOS LITERARIO-FILOSFICOS DE MORAL DESDE EL
PRISMA DE JUAN DAVID GARCA BACCA.
Abstract:In this article I attempt to take a brief look at the notion of moral
sketched in Juan David Garcia Baccas grand work that is one of the most unknown and
unexamined Spanish philosophers in exile. Trough examining three literary exercises,
G. Bacca pretends to show what Evil and Good are and their relationship with Christian
morality, moreover he does so always following an essentially critical approach. Key
words:Garca Bacca, Ethics, Good, Evil, Christian morality.
Resumen: En el presente artculo se pretende exponer una pequea
aproximacin crtica en torno a la nocin de moral, segn lo expuesto en una obra de
uno de los ms desconocidos y desatendidos filsofos del exilio Espaol, Juan David
Garca Bacca. A travs del anlisis de tres ejercicios de literatura, G. Bacca pretende
exponer qu es eso de Bien y de Mal y su relacin con la moral cristiana, siempre
siguiendo una posicin esencialmente crtica.
Introduccin.
En el presente trabajo presentamos las principales tesis referentes al sentido y
valor que el filsofo espaol Juan David Garca Bacca atribuye a su propuesta
antropolgica del hombre entendido como gentil pagano. Dicho proyecto
antropolgico queda presentado y desarrollado en Sobre virtudes y vicios. Esta obra
forma parte de una coleccin titulada Pensamiento crtico/Pensamiento utpicoeditada
por Anthropos. La citada coleccin est compuesta por un total de 73 ttulos de autores
con un denominador comn, a saber, su compromiso con un discurso filosfico y crtico
capaz de denunciar los males endmicos de la racionalidad moderna.1
"Destacamos autores de la talla filosfica de: M. Heidegger, M. Horkheimer, J. Derrida que compartencartel editorial con ensayistas del panorama filosfico espaol como: M. Zambrano, A. Valcrcel o E.Morin.Garca Bacca participa en dicha coleccin con un total de 17 obras, entre ellas, el trabajoanalizado en el presente artculo.
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La lnea de la mentada coleccin gira en torno a la necesidad de pensar y
analizar el presente filosfico, poltico y social de la cultura occidental. La lgica
argumentativa de esta coleccin analiza desde una perspectiva esencialmente
hermenutica y crtica, el contexto histrico, social y poltico actual con el fin de
encontrar posibles respuestas al encorsetamientoen el que ha devenido tanto el hombre,
as como la cultura y la poltica moderna.
Como ms tarde expondremos a travs del anlisis y comentario de Sobre
virtudes y vicios, Juan David Garca Bacca nos presenta un estudio crtico centrado,
entre otras cuestiones importantes, en el modo y la manera en el que un esquema
religioso de corte cristiano es capaz de definir el sentido ontolgico de categoras
morales tales como el vicioy la virtud respectivamente2
.
Sobre virtudes y viciossigue, en cierto sentido, un camino ascendente. En ella el
pensador espaol presenta al lector a travs de tres ejercicios crtico-hermenuticos, los
procesos necesarios para transustanciar el concepto de vicio que, inevitablemente,
asociamos al concepto de pecado cristiano. La principal intencin de Garca Bacca en
Sobre virtudes y viciosse fundamenta, groso modo, en el desarrollo de su particular y
original proposicin filosfica, es decir, en dar con el sentido prctico de categoras
ontolgicas tales como: transfinitud yrefrenador respectivamente3. Para ello, el filsofo
espaol centra su atencin en conceptos de su propio sistema ontolgico recursos
vitales y radioantropolgicos de hombre- los cuales, como podremos comprobar ms
adelante, estn ntimamente relacionados con una forma de pensamiento que baila
pegado a la estructura de la lgica cientfica.
Las bases del quehacer crtico.
#En cierto sentido, autores como Nietzsche ya denunciaron crticamente el modo en el que la moralcristiana haba contribuido en la creacin y consolidacin de valores tanto positivos, as como negativos.Vase:La genealoga de la moral.En el caso de Garca Bacca, este trat muy de soslayo la obra delfilsofo alemn en una de sus primeras obras:Invitacin a Filosofar, 1940.$La obra filosfica de Garca Bacca est preada de multitud de categoras ontolgicas tales como:transfinitud, transustanciacin, Nos, refrenadores y un largo etc. En la inmensa mayora de los casos,estas categoras ontolgicas van sufriendo cambios y reajustes en sus matices debido al flujo dialctico al
que el filsofo espaol someta su propio sistema filosfico. Todas y cada una de las diferentes categorasgarcibaccquianas siempre remiten a la propia facticidad y praxis, es decir: todas tienen un valor materialque las desliga de un posible idealismo.
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A travs de cuatro consignas o consejos vitales, Garca Bacca expone cul
debera ser la forma adecuada y responsable para poder -y deber- enfrentarse a la lectura
de su obra.
A nuestro juicio, el conjunto de consignas o consejos presentados por el filsofoespaol no son nicamente restringibles al acontecimiento mismo de la lectura de su
obra sino que, ms bien, Garca Bacca est asentando las bases de toda una declaracin
de principios vitales. Es decir: presenta las directrices del quehacer moral que le
compete a cada uno de los sujetos independientes y autnomos constituyentes de una
sociedad bien ordenada que, bajo el principio de reconocimiento recproco, configuran
el conjunto de una sociedad que pretende y persigue para s un grado relativamente
considerable de autonomay libertad real.
Garca Bacca enuncia, desde el inicio mismo de la obra, los fundamentos ticos
de un proyecto hermenutico que trasciende, de modo considerable, el mbito de la
mera lectura. Veamos, pues, cules y en qu consisten dichas consignas o principios
filosficos.
1. Primera consigna
La primera de las consignas dice textualmente: No delegar en nada religin o
profano, filosfico, econmico, poltico- ni en Nadie: sea Papa, patriarca, Ayatollah,
Premier de un Presidium el pensar por cuenta propia. (Garca Bacca, J. D. 1993, P.
7).
Con esta primera ley, Garca Bacca destaca la importancia y valor del acto de
pensar por nosotros mismos atribuyndole, de ese modo, un estatus de prioridad
existencial. El filsofo espaol demanda una reconciliacin entre el hombre autnomo y
el pensamiento crtico basado, esencialmente, en la renuncia y superacin de la
comodidad que supone la delegacin del acto mismo de la reflexin personal en los
otros, es decir: encomendar la tarea y responsabilidad de pensar por nosotros mismos, a
estructuras poltico-sociales previamenteestablecidas. Estructuras que, con la falsa idea
de estar en lo correcto, no persiguen un fin distinto que el de desviar la atencin de
aquellas cuestiones que realmente importan para el desarrollo personal y crtico del
conjunto de la sociedad, as como de los individuos particulares que la constituyen .
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Si esto es as, entonces tiene sentido que el filsofo espaol considere que la
renuncia voluntaria del pensamiento crtico por parte del hombre conlleve, como
principal y ms terrible consecuencia, el encorsetamiento social, poltico, religioso,
econmico y filosfico del hombre.
Esta inactividad crtica acarrea un reproche desde un orden de discurso tico por
parte del propio Garca Bacca. Es ticamente reproblable, por irresponsable, ceder la
capacidad crtica a sper estructuras poltico-sociales pre fabricadas y pre establecidas.
2. Segunda consigna.
Al hilo de lo expuesto hasta el momento, se define la segunda de las leyes o
consejos presentados en el prlogo. Dice as Garca Bacca: No delegar en nada religioso- ni en nadie Papa- el decidir por cuenta y responsabilidad privada, o sea:
renunciar a la libertad (Bacca, 1993, p. 8) .
En efecto: la libertad del hombre incluida la de pensamiento- tiene que ver,
como decamos unas lneas ms arriba, con la responsabilidad. Es decir, libertad y
responsabilidad van de la mano. No se puede ser libre, sin asumir individualmente el
sentido y valor de la propia responsabilidad tanto para con uno mismo, as como para el
conjunto de la sociedad. No existe, ni tampoco es posible instituir, construir o pensar en
una sociedad libre, si los sujetos que la constituyen delegan en otros el propio pensar
por ellos mismo.
El acto de responsabilidad ineludible de cada sujeto que se sabe a s mismo ente
libre pasa, ineludiblemente, por la conciencia y posibilidad de poder forjar un proyecto
de vida buena. Un proyecto que debe ser meditado, pensadoy sentido en las propias
carnes. Por esa misma razn, Garca Bacca valora como acto de absoluta
irresponsabilidad moral el abandono de la capacidad crtica del ente social.
Pensar es, en definitiva: la mayor responsabilidad tica para con nosotros
mismos y, en consecuencia, para el conjunto de una sociedad bien ordenada. Pensar
constituye el acto primario que se nos abre constante y primariamente ante nosotros. A
travs de la autoaprehensin moral de s mismo, el ente social logra abrirse ante la
posibilidad fctica y real de la libertad. Con el pensamiento nos pensamos, es decir,
pensamos al otro y pensamos, tambin, el acontecimiento tico que conlleva laresponsabilidad de tener que realizarlo constante y continuamente.
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Se debe renunciar, pues, al conjunto de pre estructuras de pensamiento que,
como principal caracterstica, traen consigo esquemas y frmulas de pensamiento
predeterminadas que empujan, de modo inevitable, al encorsetamiento ontolgico. Estas
pre estructuras de pensamiento oprimen y reducen al hombre hasta convertirlos en un-
uno-de-tantos.4
3. Tercera consigna.
A propsito de la idea de fijeza de pensamiento defendida como sotana y
crucifijo, Garca Bacca se plantea la contra-tesis expuesta en el tercero de los consejos.
Dice as:No poner lmites a la imaginacin, entendido por esta palabra
(Bacca, 1993, P. 8).
Es decir, la imaginacin actuar en Garca Bacca como recurso creativo-
inventivo del ser humano. De este modo, la imaginacin y la inventiva no slo tienen
que ver con ciertos acontecimientos humanos. Garca Bacca coloca dichas categoras en
primera lnea de accin ontolgica para que, de ese modo, acompaen al acto mismo de
pensar. Los pares categoriales formados por (Pensar-Crear) y (Pensar-Imaginar) se
oponen, de modo radical, a la fijeza de la lgica del discurso y pensamiento religioso.
Garca Bacca declara (como se ha podido comprobar en la primera y segunda de las
leyes), una ms que evidente oposicin a las rdenes religiosas que predeterminan a
travs de sus consignas fijas y estrictas, la lgica que debe guiar y ordenar el correctoy
buenuso del acto de pensar.
Segn lo expuesto hasta el momento, se hace comprensible que Garca Bacca
proponga a la imaginacin como la alternativa ms real y deseable ante la fijeza del
pensamiento cristiano. La imaginacin-pensante parece, pues, convertirse en la forma
ms eficaz para restaurar la originaria hegemona del pensamiento crtico.
%Garca Bacca ha establecido a lo largo de su obra, una especie de catlogo de estados ontolgicos en losque puede encontrarse el hombre dentro de una sociedad. El estado del uno-de-tantosno tiene por qureferir necesariamente un aspecto negativo pues, para el pensador espaol, todos los hombres son y
pueden comportarse como un uno de tantos hombres. Aun as, en la obra que aqu tratamos, el tono ysentido que atribuye Garca Bacca al uno-de-tantosest, indudablemente, asociado a otro estadoontolgico muy comn y reiterado en la obra del pensador espaol. Nos referimos al estado decualquierismoque, hacia el final de sus obras, tal y como ocurriera en sus primeros escritos, adquiere untono crtico. El ser un uno-de-tantoso un cualquieraconstituye al menos en esta obra-, un juicio moral
por parte de Garca Bacca debido la ausencia, renuncia o evasin por parte del hombre, de laresponsabilidad poltica, filosfica y social que conlleva el tener que ponerse a pensar por uno mismo.
Para mayores referencias respecto a los diferentes estados ontolgicos en lo que se puede encontrar elhombre en la concepcin garcibaccquiana: Cf. Garca BaccaAntropologa y ciencia contempornea(Curso de diez lecciones), 1983.
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Cada una de las mximas encuentra correspondencia directa con cada uno de los
ejercicios planteados en la obra. Hemos terminado con las mximas propuestas por el
filsofo espaol? De ningn modo. La cuarta y ltima de las mximas tiene, a nuestro
parecer, la forma de una conclusin o reformulacin mucho ms general que las tres
mximas expuestas por el momento.
4. Cuarta consigna.
Esta cuarta mxima parece recoger a la perfeccin, y con marcado tono
sarcstico, cules han sido las razones por las que algunas lgicas de pensamiento -
como en el caso de la moral cristiana-, han terminado por abocar a sus fieles a cometer
un pecado maysculo, a saber, el de negar esa responsabilidad y tarea que, de modo
natural, se autoimpone a s misma. Razn esta, por la que Garca Bacca afirma lo que
sigue: No abdiquemos de ser dioses, aunque no estemos ya en Paraso alguno. Y
asumamos las consecuencias: buenas, malas, peligrosas. xito o fracaso (Bacca,
1993, p, 9).
Efectivamente: ser como dioses es sinnimo de absoluta posibilidad casi
ilimitada de poder. Poder de crear, inventar, imaginar y pensar. Se trata, en definitiva,
de ampliar y liberar tanto el pensamiento transustanciador, as como las posibilidades
creativas e inventivas del hombre. Ser como dios es, para Garca Bacca,
autorreconocerse como ente creador e inventor de novedades. Creador de nuevas formas
y estructuras no slo de pensamiento crtico y social sino, tambin, de nuevos enseres5y
herramientas de accin poltica, filosfica, religiosa o social. Esa es, en definitiva, la
consigna o mxima del proyecto ontolgico y metafsico de Garca Bacca6.
&El trmino enserposee en la propuesta garcibaccquiana el sentido de til tanto terico, as comoprctico. Un enser es cualquier tipo de creacin humana que pueda ser usada para la mejora de la propiaexistencia y comprende desde una simple lavadora o un auto, hasta leyes judiciales, estructuras polticas oeconmicas, pasando por categoras o conceptos de orden filosfico. Para una mayor profundizacin en elconcepto de enser dentro del proyecto garcibaccquiano: Cf. Garca Bacca,Metafsica natural estabilizada
y problemtica metafsica espontnea. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1963.'Tal vez no sea aventurado afirmar que una de las principales mximas ontolgicas garcibaccquianas secentra en intentar demostrar filosficamente, el hecho de que el hombre es, por esencia, un ente creadoreinventorde novedades.Esta idea de la creacin e invencin como esencial posibilidad puede encontrarsede modo ms o menos evidente o explcito casi en la totalidad de sus obras aunque, a nuestro parecer, a
partir de 1963 y su publicacin de Metafsica natural estabilizada y problemtica metafsica espontnea,puede encontrarse esta tesis casi de modo continuo y sin mayores rectificaciones en el resto de sus obras.
Especial mencin a los trabajos de finales de los aos 60 y, tambin, a los de la dcada de los 80 dondeGarca Bacca pone en prctica ste principio de la creacin e invencin de novedades. Destacamos tresttulos por su importancia respecto al asunto de la creacin e invencin como esencia ontolgica del
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Pecado original - inocencia original. Virtudes y vicios naturales
Este primer ejercicio est dividido, a su vez, en dos apartados. El primero de
ellos lleva por ttulo pecado original inocencia original.En este primer apartado,
Garca Bacca realiza un anlisis histrico en el que nos remonta hasta los primerosmomentos narrados por el viejo testamento. Los esfuerzos de Garca Bacca se centran
en evidenciar las deficiencias y limitaciones intrnsecas del viejo testamento. En
concreto, la tesis segn la cual, los hijos de Dios nicamente eran los habitantes de Asia
menor.7
De este modo, Garca Bacca defiende la tesis de que nosotros, es decir,el resto
del mundo, no somos, en ningn caso, herederos del pecado original. Por esa misma
razn, tampoco podemos considerarnos descendientes directos de Adn y Eva.
Tampoco somos, en consecuencia, hijos de No. De la aparente trivialidad de no poder
considerarnos pueblo de Dios, ni tampoco descendientes directos de los primognitos
creados a imagen y semejanza de Dios, Garca Bacca extrae dos tesis de crucial
importancia.
1. La imposibilidad de heredar el pecado original.
La primera de las ideas argumenta sobre la posibilidad y naturaleza del pecado
original. Expone que el pecado original es heredado por el conjunto del mundo
conocido. Mundo en el que no nos encontraramos nosotros y razn de ms, para no
sentirnos, en ningn caso, herederos de ningn tipo de pecado original. El fundamento
ideolgico cristiano afirma que: el pecado es heredado por el conjunto de la humanidad
desde el instante mismo del nacimiento.
Pero existe un modo de erradicar ese pecado, esto es, de purificar el alma
manchada desde el mismo nacimiento. La fe cristiana deposita sus esperanzas de
salvacin en el ritual del bautismo que, como nos recuerda el propio Garca Bacca,
erradica el pecado original. De ese modo, se restaura la pureza del espritu con el que
fueron inicialmente diseadas y concebidas las almas por el creador.
hombre: Curso sistemtico de filosofa, 1969,Parmnides-Mallarm. Necesidad y Azar, 1985 y, como no,Qu es Dios, quin es Dios, 1986.(Cabe recordar al lector que en la poca del viejo testamento, dicha regin del mundo era la nica que se
conoca.Como podremos comprobar, Garca Bacca emplear argumentos de diversa ndole para poner demanifiesto las mltiples dificultades que conlleva hoy da hacer una interpretacin literal del librosagrado.
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Garca Bacca trata de esclarecer el valorintrnsecodel bautismo analizado desde
la perspectiva de un afectado por el pecado original que, tras la asuncin del primero de
los sacramentos, cree haber restaurado la pureza de su alma:
Consideremos brevemente el valor del bautismo. Alhombre concebido por el coito en , el bautismo
no slo borra, destruye, elimina el pecado aspecto o componente
negativo-, sino que aporta dones la gracia- sobrenaturales; hace
que la Trinidad: padre, hijo y espritu santo, habiten en el alma
en todo el hombre: alma y cuerpo. Y, como secuela real la de
-, el bautismo desconecta
pecado y muerte. Garantiza una cierta inmortalidad. (Bacca,1993, P. 18)
A travs del primer sacramento, el hombre de fe logra la anhelada y deseada
inmortalidad. Esto ocurre porque el alma recibe, a travs del agua bautismal y del poder
purificador ejercido por la santa Trinidad, la impregnacin de lagracia divina. Gracias
a esta impregnacin, el alma logra erradicar el mal heredado. De ese modo, el alma
alcanza cierto grado de pureza que, por razn y causa del pecado original, haba
perdido.
En definitiva: parece que los herederos del pecado original estn desde el
instante mismo de nacer, inevitablemente condenados por pecadores. Esto es: marcados
y estigmatizados antes de toda posible accin. Los hijos de Dios son herederos tanto del
pecado original, as como de su peso y su deshonra. Todos los hombres, previo
bautismo, arrastran las consecuencias de una cierta irresponsabilidady desobediencia
de la que an no tienen conciencia, y de la que no es posible escapar sin purificar sus
almas a travs del sacramento del agua bendita. Una penalizacin heredada que debe ser
redirigida, limpiada y purificada a travs de un rito que, como sostiene Garca Bacca,
siempre ha sido superfluo:
Por otra suerte, el bautismo ha producido el que, desde hace
siglos, haya quedado eliminado el pecado original. El bautismo
es ya superfluo. Y, por tanto, son realmente, lgicamente,
superfluas todas las Iglesias: catlicas, protestantes, ortodoxaoriental(Bacca, 1993, p, 19)
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2. La ausencia del pecado original como posibilidad ontolgica para
la libertad
La segunda de las tesis a la que hacamos anteriormente referencia la presenta el
filsofo espaol, como una consecuencia directa de lo expuesto en la primera. Es decir:si consideramos seriamente la idea de que nosotros no somos efectiva y realmente
herederos de la losa del pecado original, entonces, es posible tenerse por hombres libres
o, como el propio Garca Bacca propone: paganosgentiles. Ahora bien: de qu modo
lo somos?, hasta qu punto somos realmente paganos y gentiles?
Dice el propio Garca Bacca a propsito de esto: Digamos clara y
valientemente: todos somos ya gentiles y paganos. De hecho, de prctica, aunque no
todos nos atrevemos a serlo de pensamiento y palabra. (Bacca, 1993. p, 19).
Al parecer, debemos abandonar la fatal costumbre de considerarnos herederos de
un pecado que, filogenticamente hablando, no parece correspondernos. El acto mismo
de desconsiderar el pecado original como posibilidad real nos convierte, a juicio de
Garca Bacca, en gentiles paganos. Si esto es as, cabe hacerse la siguiente pregunta:
somos tambin libres y buenos por naturaleza?
Garca Bacca expone en la cita anterior lo que, a su parecer, nos resistimos a
considerar, es decir, la posibilidad de ser gentilmente paganos por derecho propio. De
ser as y como veremos ms adelante-, el temor de considerarse y asumirse uno mismo
como gentil y pagano, nos aleja del deber y de la responsabilidad de generarnuestras
propias virtudes y vicios. Ser gentil y pagano pasa, de este modo, a ser condicin
necesaria para crear el espacio necesario para la puesta en prctica tanto de la libertad,
as como de la salvacin ontolgica del ente creador e inventor de novedades. Salvacin
que, en trminos no necesariamente religiosos, es fruto de la exoneracin de los malesproducidos por la evasin o fuga de nuestra principal responsabilidad como entes libres,
a saber: la creacin e invencin de novedades.
Damos paso, pues, al segundo de los apartados de este primer ejercicio.
Virtudes y vicios naturales. Y sus actos.
Somos nosotros mismos los generadores de virtudes y defectos? debemos
seguir sin miramientos las prerrogativas, leyes, mandatos y votos de una iglesia, sea la
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que fuere? tienen premio o castigo las consecucin o no de dichas virtudes? Garca
Bacca parece responder a estas cuestiones cuando afirma lo siguiente: La virtud
natural posee en s misma la calidad de serlo, sin necesidad de premio, alabanza,
condecoraciones. Ella es suficiente premio de s misma.(Bacca, 1993, p, 22)
Garca Bacca entiende que la virtud natural es aquella que surge de nosotros
mismos, es decir: El filsofo espaol considera que la virtud no debe entenderse como
el respeto y asuncin de un mandato ajeno a s mismo producto de alguna religin,
institucin o congregacin con intencin moralista. De este modo, el hecho mismo de
ser paganos y gentiles sea de palabra, pensamiento o acto- convierte en nico
responsable moral al propio ente creador e inventor de novedades. Es ms, al ser
nosotros los creadores de las leyes o mandatos que nos rigen social, poltica oreligiosamente, la virtud naturalno dispone de otro premio para s, que el de la propia
autosatisfaccin.
Es decir: Garca Bacca no est afirmando que la virtud y el defecto sean algo
externo a nosotros. La responsabilidad de pensarse y de actuar generndose no
constituye, en cualquier caso, una obligacin impuesta desde fuera. Por esa misma
razn, no existe algo as como una recompensa por algo que slo nosotros nos
imponemos, aconsejamos o nos recomendamos como cdigos o planes de vida buena.
En esta lnea de pensamiento nos repite una vez ms Garca Bacca:
Virtud que para serlo exija premio es en s misma despreciable. Vicio
que en s mismo no lleve su castigo es tambin despreciable como
vicio; es externamente, superficialmente vicio. Tal es la moral del
Antiguo Testamento y, en parte, del Nuevo. (Bacca, 1993, p, 23)
Para el pensador espaol la conciencia nicamente puede requerir para s elpremio de la autosatisfaccin. Si esto es as, la conciencia tampoco merece mayor
sancin, que la impuesta por la propia autocrtica fruto de nuestro pensar y sentir
personal. Para Garca Bacca, lo que se est reivindicando es lo siguiente, a saber: la
hegemona del espacio natural y primario del pensar y sentir humano, entendido como
fuente de toda creatividad e inventiva. Un pensar propio y natural que abre al hombre
ante la radical e ineludible libertad que lo determina como ente.
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En el caso de Garca Bacca tanto la libertad, as como el valor de la autonoma,
no se caracterizan por asentar las bases de un solipsismo. Ms bien, libertad y
autonoma contribuyen, de modo conjunto, a restaurar el valor ontolgico de un sujeto
que reconoce, a propsito de la mirada del Otro,la tarea y responsabilidad compartida
de tener que hacerse de modo constante y permanente a s mismo8.
Avanzamos, pues, hacia el segundo de los ejercicios propuestos por Bacca.
Recursos vitales y radioantropolgicos del hombre. Los vivenciales
Este segundo ejercicio propuesto por el filsofo espaol debe entenderse, a
nuestro juicio, como una anticipacin terica y general de lo que en el tercero de los
ejercicios se expondr con mayor claridad y concrecin por parte de Garca Bacca.
Como podremos comprobar, el pensador espaol desarrolla de modo ms
especfico y concreto todos y cada uno de los conceptos expuestos hasta el momento.
Conceptos que, por el momento, se nos antojan difusos pero que, finalmente, creemos
que terminarn por adquirir una mayor consistencia y claridad terminolgica para los
lectores. Por el momento, centremos nuestra atencin en el desarrollo de este segundo
ejercicio.
De nuevo, y contando con 91 aos de edad, Garca Bacca inserta en el ncleo
argumentativo de la presente obra, la mxima ya empleada por l en sus primeros aos
de incursin metafsica. Nos referimos, como no, a la metfora bergsoniana que asocia
vida y surtidor de la que emana, de modo absolutamente espontneo, el conjunto de
las infinitas posibilidades existenciales del ente. Con el descaro filosfico que siempre
caracteriz a Garca Bacca, el filsofo espaol toma la mxima bergsoniana del ente
como surtidor de novedades, y la amplia hasta dar con un nuevo acorde vital.9 El
)El tema delOtroo delNoses, en Garca Bacca, ontolgicamente capital. En el presente trabajo, debidoa una evidente falta de espacio, se nos antoja imposible desarrollar en su totalidad el valor e importanciade dichos trminos. Baste, para la ocasin presente, apuntar el hecho de que el Otro oNos son empleados
por el filsofo espaol como principios necesarios para que el propio proceso dialctico delautorreconocimiento tenga legitimidad y praxis. Garca Bacca desarrollar estos conceptos especialmentea partir de los primeros aos de la dcada de los 60. Especialmente destacamos la que, a nuestro parecer,sea tal vez la obra ms significativa y representativa de este perodo en el que el filsofo espaol centra suatencin filosfica en la mirada del Otro. Cf:Invitacin a filosofar segn espritu y letra de Antonio
Machado, 1967.*La idea de que el hombre es un surtidor de novedades -jaillissement de nouveauts- la toma Garca
Bacca de la obraL Evolution craticedel filsofo francs H. Bergson. Esta idea que aqu reitera elfilsofo espaol a los 91 aos de edad es de las pocas tesis metafsicas que, desde mediados de la dcadade los 40, hasta su ltima obra publicada en vida, mantendr Garca Bacca de modo invariable. Respecto
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esquema garcibaccquiano de acorde vital queda, pues, del siguiente modo: surtidor
de: novedades, espontaneidades, originalidades y transcendentalidades. (Bacca, 1993,
p, 31).
Lo primero que debemos dejar claro en este punto de la argumentacin es elhecho de que, a pesar de que Garca Bacca restrinja inicialmente a cuatro el nmero de
principios que constituyen dicho acorde vital: novedades, espontaneidades,
originalidades y trascendentales no implican, en ningn caso, que dicho nmero sea
determinante y cerrado. No lo es, porque la aparicin de los mismos se debe, en primera
instancia, al conjunto de circunstancias existenciales y temporales de cada hombre; es
decir, no se padecen los mismos vivenciales siendo joven, que siendo viejo.
Garca Bacca se dedica a exponer el sustento ontolgico de los vivenciales por l
propuestos realizando, para ello, un repaso por las que, a su juicio, son las principales
caractersticas de los mismos. Caractersticas que, en cualquier caso, no constituyen una
novedad terica o terminolgica en el conjunto argumentativo y terico de Garca
Bacca.
La ausencia de pre en los vivenciales. La hegemona de la espontaneidad.
La primera de las caractersticas que destaca el filsofo espaol es la siguiente:
Si los vivenciales carecen y tiene que carecer de todo pre, vienen a
la realidad sin porqus; son, con la palabra corriente,
irracionales. No queda ms frase que la de vienen a realidad, a
ser, porque s, de s. Son casos de creacin: de autocreacin.
Y el sujeto en quien surgen es realmente, y no palabreramente,
creador. Para carecer de pre, no hay razn suficiente para que
existan, vengan a ser. Pero hay razones necesarias que hacen de
a la referencia para una mayor profundizacin en la figura e importancia de Bergson en el pensamientogarcibaccquiano destacamos la obra del filsofo espaol,Nueve grandes filsofos contemporneos y sustemas. Vol I: Bergson, Husserl, Unamuno, Heidegger, Scheler, Hartman. Vol II: W. James, Ortega yGasset, Whitehead. Caracas: Imprenta Nacional, Ministerio de Educacin de Venezuela, 1947. Nuevaedicin en 1990. Anthropos. El texto es publicado en 1947, pero Garca Bacca los escribe muy
posiblemente entre los aos 1943 y 1944. Segn el propio filsofo espaol advierte en el prlogo a lareedicin de 1990, el texto reeditado fue concebido como unas clases para la universidad de Mxico en elao 1944.
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fondo propio, de fundamento necesario: la sorpresa tiene por fondo
propio y necesario el de lo cotidiano, normal, seguro de la vida.
(Bacca, 1993, P. 35).
La idea de que los vivenciales carecen de pre no es nueva en Garca Bacca y,en el caso que nos ocupa, el filsofo espaol emplea dicha tesis para desmontar
cualquier intento argumentativo por asociar los vivenciales con cualquier modelo
ontolgico de tipo rgido o excesivamente cientificista.
Si esto es as, es decir, si los vivenciales carecen de cualquier tipo de pre,
entonces, su aparicin es absolutamente espontnea. La espontaneidad es un trmino
vital en el argumento ontolgico-existencial garcibaccquiano porque, sin el, carece de
sentido hablar de la creacin como el principio ontolgico primario de cualquier ente.
Si el hombre es, tal y como Garca Bacca pretende, un ente sustancialmente
creador de novedades surtidor de novedades tal y como Bergson propona- entonces,
decamos, es menester que los vivenciales que lo constituyen como ente creador
carezcan de pre o previo calculable. Aun as, el hecho de que los vivenciales carezcan
de previo calculable no impide, en ningn caso, que el conjunto de vivenciales queden
regulados por las leyes de la probabilidad.
Si esto es as, la coyuntura existente ente necesidad y azar dentro del
mundo de los hombres y, por lo tanto, dentro de los vivenciales, es algo que no
podemos descartar o ignorar. Aun as, aun teniendo en cuenta la relacin necesidad-
azar, el estatus ontolgico que determina al ente y sus vivenciales es la siguiente: no hay
manera de poder fijar con rigurosidad clarividente el qu, cundo, de qu manera, cmo,
etc., del conjunto de espontaneidades vivenciales propias del ente que, en su
autoconquista de s, tiene conciencia de ser un ente creador e inventor de novedades.
Las coimplicaciones de grado entre vivenciales.
Una de las caractersticas de los vivenciales que debe ser destacada es la
siguiente: las llamadas coimplicaciones de grado que existe entre ellos. Gracias a esas
coimplicaciones entre vivenciales, es posible descartar la idea de una sorpresa o
espontaneidad pura y radical. Es decir, el hombre creador y surtidor de novedades que
vive sus vivenciales termina por tomar conciencia de la imposibilidad de un estadovivencial en el cual, nicamente predomina el estado de pura originalidad. Todos los
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estados se distribuyen y experimentan -como expusimos anteriormente-, segn la
circunstancia y estado temporal-existencial del hombre. En cualquier caso, ninguno de
los vivenciales termina por desaparecer o aniquilarse de modo definitivo. Por esa razn,
los cuatro estados destacados por Garca Bacca se coajustan en diversos grados de
coimplicacin.
A nuestro juicio, la propuesta filosfica ofrecida por Garca Bacca a los 91aos
de edad constituye, por derecho propio, un esfuerzo legtimo por intentar dar respuesta a
la cuestin de saber si el conjunto de los vivenciales por l propuestos, servirn para
transformar a la altura de ciencia y tcnica actual, los clsicos conceptos y normas de
la moral. Dicha propuesta ontolgica se basa, en primera instancia, en un ejercicio
fctico que intenta equiparar los supuestos ontolgicos con ciertos fundamentos y leyesgenerales de la ciencia moderna.
Pensamos, pues, que Garca Bacca intenta superar la apora constituida por el
par universalidad-probabilidad asegurando, para ello, que la ley de la entropa no
colisionar frontalmente con la posibilidad de insertar la probabilidad dentro del
esquema ontolgico por l propuesto. Si esto es as, existe un nmero suficiente de
hombres, circunstancias y vivenciales, como para que la distribucin de las gentes, as
como el conjunto de sus circunstancias, quede repartido del siguiente modo: Mayora -
dos minoras10.
Mayora-dos minoras.
Veamos, pues, de qu modo lo expone sucintamente el propio Bacca:
Repitamos: con el mismo derecho, llmeselo as, con que en muchos
teoremas intervienen las propiedades de simetra, igualdad,
transitividad, conmutabilidad, la misma estructura Mayora dos
"+El tema de la probabilidad y de su insercin como principio ontolgico tampoco es novedoso enGarca Bacca. Por lo que sabemos, es un tema que hereda directamente del filsofo ingls A. N.Whitehead. Especialmente toma algunas nociones claves respecto a este y otros asuntos de su obra
Process and Reality, 1929. En el caso de Garca Bacca, esta idea se encuentra a lo largo y ancho demuchas de sus obras desde los aos 40, hasta el final de sus obras en los aos 80. Es de destacar las yamencionadas obras en la nota al pi de pgina 5. Baste para el lector saber que el filsofo espaoldistribua las probabilidades de los estados del hombre en tres bloques repartidos del siguiente modo: 1
un estado general o comn en el que se encontraba la mayor parte de la gente. Un 2 estado supray, lgicamente, un 3 estado infra. Es lo que Garca Bacca sola entender como: una mayora-dosminoras.
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minoras, la misma, acta y se impone por ser la estructura bsica
del universo, intrnseca, en todo. (Bacca, 1993, Pp. 45-46).
Es decir: si en el universo actan las leyes de la entropa, en el caso del hombre
no puede ser diferente. Garca Bacca est intentando reajustar a nuevos paradigmascientficos y tcnicos la metafsica y, al mismo tiempo, tambin, propone ampliar dicho
reajuste tanto a la filosofa, as como a la antropologa. Esfuerzo absolutamente legtimo
que tiene, como principal punto de referencia, tanto a la ciencia, as como a la tcnica
actual. Guste o no, las ciencias actuales son las encargadas de comprender,
transustanciar y transfinitar no slo el universo en su estado de neutro sino que, adems,
expanden dicha transustanciacin y trueque al mundo de los hombres. Mundo creado a
imagen y semejanza del nuevo Dios, es decir: el hombre transfinito ytransustanciador.
El esfuerzo de Garca Bacca por equiparar y coajustar ciencia, tcnica y filosofa
es, a nuestro juicio, el esfuerzo definitivo y ltimo por parte del pensador espaol.
Esfuerzo que persigue una revitalizacin del humanismo positivo tanto como
proyecto terico, as como prctico. El humanismo positivo el que est an por hacer-
ser nicamente posible, si el hombre decide y se pone a ser actual. Es decir, si opta por
actuar de modo consecuente con aquellos canales y vas que posibilitan el trnsito del
estado neutro del universo, a un mundo poblado por hombres creadores e inventores de
novedades11.
No est de ms en este punto de la argumentacin, recordar que los medios a
travs de los cuales se ejecuta la transformacin del universo y del mundo corresponden
en la poca de Garca Bacca y tambin en la nuestra-, tanto la ciencia, as como la
tcnica. Una ciencia y tcnica que deben ser pensadas, desarrolladas y ejecutadas de
modo paralelo al desarrollo de nuevas y espontneas herramientas metafsicas. Dichas
herramientas metafsicas no deben encargarse de re-pensar lo pensado sino que, ms
bien, deben preocuparse por crear e inventar nuevos enseres de pensamiento capaces de
""A partir de los aos 60 se considera por el conjunto de estudiosos de la obra y vida de Garca Bacca,entre los que destacamos: C. Beorlegui, I. Izuzquiza o C. Aretxaga; los cuales apuntan a la existencia deun salto o trnsito por parte del filsofo espaol hacia las ideas marxistas. Dentro de este perodomarxista, destacamos la obra:Humanismo terico, prctico y positivo segn Marx. Fondo de CulturaEconmica, Mxico-Madrid-Buenos Aires. 1965. Reimpresiones: 1974, 1980, 1985 (Presente, pasado y
porvenir de Marx y el marxismo).Es en esta obra de Garca Bacca, donde de modo monogrfico se centraen la figura de Marx y las tres etapas del marxismo: terico, prctico y positivo.
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asumir el conjunto de novedades, problemas y circunstancias surgidas del desarrollo
cientfico-tcnico del mundo actual.
En este caso, la cuestin que debemos abordar es la siguiente: saber si los
vivenciales propios y caractersticos de un nuevo modelo ontolgico propuesto porGarca Bacca sirven para trocar y transustanciar los viejos modelos ticos. Para intentar
dar respuesta a dicha cuestin, es menester centrar nuestra atencin en el tercer y ltimo
de los ejercicios propuestos por el filsofo espaol.
Transfinitadores y Refrenadores humanos y divinos
Partamos de la siguiente cita de Garca Bacca que, tal y como comentaremos
posteriormente, a nuestro juicio se nos antoja como la prueba definitiva de que, tal ycomo hemos sostenido anteriormente, el filsofo espaol hace de la ciencia y la tcnica
actual, los canales necesarias para llevar a cabo la praxis del humanismo positivo.
Humanismo que, bajo nuestro criterio, constituye el sentido ltimo del proyecto
antropolgico garcibaccquiano.
Dice Bacca al inicio del tercer y definitivo ejercicio:
Pues bien: el hombre, en estado natural, emite a ratos, actos,
oficios esa inmensa, casi infinita riqueza de recursos vivenciales y
radioantropolgicos que en el Ejercicio segundo se ha exhibido
pormenorizadamente.
Todo ello desaprovechado, por siglos y milenios. Pero el
hombre tcnico, a la altura de la ciencia y tcnica actuales, ha
inventado, ms modestamente dicho, intenta aprovechar esa cantidad
y calidad de recursos para metas y empresas jams imaginables porel hombre dejado a su naturaleza.
Los transfinitadores humanos son la potencia motora de una
explosin que se verifica en el hombre mismo; y los refrenadores
humanos son los instrumentos que ensillan, dominan, la potencia en
principio desaforada, tendiente al infinito- de los transfinitadores.
() Sentirse transfinitador y refrenador de s mismo. Y, por ello, de
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una Humanidad nueva, espontnea, original y trascendental. (Bacca,
1993, P. 52).
El valor de una propuesta optimista y transustanciadora.
El Juan David Garca Bacca de 91 aos ha dejado de lado toda la retrica de sus
primeros aos, as como el elitismo metafsico propio de la etapa existencialista de la
dcada de los aos 40 del pasado siglo. El filsofo nonagenario opta por una claridad y
contundencia tal, que su propuesta bien pudiera ser tachada de excesivamente optimista
y poco realista.
Por lo que a nosotros respecta, pensamos que acusar de optimismo desaforado la
propuesta del filsofo espaol constituye un exceso de interpretacin, as como unaopinin tal vez poco prudente y justa. Pensar que la obra filosfica de Garca Bacca en
especial la desarrollada a partir de los aos 80- adolece de un desmesurado optimismo
queda, a nuestro juicio, muy alejado de la realidad.12
Si Garca Bacca desprende optimismo, no es porque desatienda los posibles
peligros de la ciencia. El optimismo del filsofo espaol se sustenta en la legitimidad
que le proporciona no precisamente la esperanza en un nuevo modelo antropolgico
ideal. Ms bien, se lo proporciona la suficiencia de una ciencia y tcnica que,
indudablemente, estn contribuyendo activa y directamente en la transformacin del
mundo de los hombres.
Si esto es as, el filsofo responsable y honesto no puede dejar escapar la
oportunidad de generar, crear e inventar nuevos mecanismos y herramientas de
pensamiento que ayuden y contribuyan fctica y realmente, a la creacin de mundo o,
como el propio Garca Bacca dice: una Humanidad nueva. Humanidad nueva que, a
todas luces, tiene que ver con la meta infinita e inacabable de llevar a la prctica un
modelo social y poltico basado en el humanismo positivo.
"#Especialmente pensamos en las opiniones vertidas respecto a este y otros asuntos por C. Beorlegui enalgunas de sus obras en las que trabaja sobre la vida y obra del Garca Bacca. Sobre el optimismogarcibaccquiano tratado por C. Beorlegui:La filosofa de J. D. Garca Bacca en el contexto del exiliorepublicano. Universidad de Deusto. Bilbao. 2003. Y, en especial:El pensamiento de J. D. Garca Bacca,
una filosofa para nuestro tiempo (Actas del Congreso Internacional de Filosofa: Centenario delnacimiento de Juan David Garca Bacca). Universidad de Deusto. Bilbao. 2003.
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No cabe la menor duda, pues, que se necesita estar en posesin tanto de un
nuevo y creativo modelo antropolgico y ontolgico a la altura de las ciencias y tcnicas
actuales, as como de un fuerte optimismo capaz de ayudar a impulsar un modelo de
sociedad y humanidad mejor. Por estas razones, pensamos que el optimismo
garcibaccquiano no puede reducirse a una mera locura propia de un nonagenario que, al
final de sus das, sostuvo la utopa imposible de un mundo mejor. A nuestro entender, el
sentido que atribuye Garca Bacca a la nocin de mundo mejor consistira en lo
siguiente, a saber: entender que la tarea y responsabilidad de transustanciar el mundo de
los hombres nicamente puede atribuirse al ente capaz de transfinitar el humanismo
prctico, en un humanismo positivo an por venir.
El modelo de hombre propuesto por Garca Bacca trata de estar a la alturafilosfica, metafsica, antropolgica, social, poltica, cientfica y tcnica de su
actualidad. Efectivamente: dicha propuesta constituye una perspectiva optimista por
parte de Garca Bacca. Pero es optimista justamente y precisamente porque se basa en la
capacidad esencial del hombre de ser un ente creador e inventor; transustanciador y
transfinitador. El hombre es, por natural espontaneidad, surtidor de novedades con
capacidad transfinitadora y transustanciadora que, al mismo tiempo en el que
evoluciona la ciencia y la tcnica, es capaz de crear nuevos mecanismos de pensamientocapaces de actuar de modo fctico sobre las nuevas circunstancias que ante l se abren.
Los refrenadores.
Es decir: el hombre moderno, en su progresin existencial, es capaz de aplicar
refrenadores habilitados para extraer, controlar y ensillar el potencial radiontolgico
del hombre. De otro modo: el uso de los refrenadores por parte del hombre actual se
basa, primordialmente, en la capacidad de sacar provecho social, poltico, filosfico,
cientfico y tcnico a las potencias creadoras e inventoras del hombre.
No nos parece casual, pues, que casi las ltimas palabras literales y literarias de
Garca Bacca fueran las siguientes:
Estar siendo y sintindose PAGANO es, pues, sentirse siendo
manantial de novedades, improvisador de espontaneidades,
estrenador de originalidades y transportador de
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transcendentalidades. En una palabra: estar siendo y sintindose
VIVIENTE. (Bacca, 1993, p. 87).
Es decir, la simplicidad con la que concluye su ltima obra publicada en vida no
deja de impresionar por sincera y abrumadoramente honesta. Son palabras contundentesfilosfica y socialmente hablando.
El horizonte antropolgico, social y humano propuesto por Garca Bacca en la
presente obra y tambin en el conjunto de sus publicaciones pertenecientes a su ltima
etapa filosfica- puede resumirse del siguiente modo13: el Viviente autoconsciente de
su capacidad transustanciadora y transfinitadora se encuentra, por derecho propio, en un
estado ontolgico y fctico de Pagano. Es decir, ser un pagano poco o nada tiene quever con el sentido clsico y lato de ser un infiel religioso. Garca Bacca se refiere, ms
bien, al modo en el que el hombre actual se revela contra el sentido rgido de las
mximas de orden social, religioso, poltico, filosfico, cientfico o tcnico.
Un estado de real pagano que, sabindose viviente ente real y verdaderamente
creador e inventor de novedades- asume, bajo su control crtico, las potencialidades de
los propios vivenciales transfinitadores-, con el control y aprovechamiento de lospropios refrenadores. Unos refrenadores que, en caso de ser absolutos dogmas y leyes
creadas por el propio hombre-, son capaces de ensillarlo en un estado de mayora o
cualquierismo personal y social..
"$Debido a la inmensa produccin filosfica de Juan David Garca Bacca a lo largo de 50 aos, y con
ms de 500 ttulos repartidos entre obras de propia produccin, traducciones, artculos, antologas,ediciones, recensiones, reseas bibliogrficas y un largo etctera., hemos optado porseguir las directricesde autores expertos en la obra y vida de Garca Bacca de la talla de Carlos Beorlegui o Ignacio Izuzquiza.Estos autores han convenido repartir su amplsima obra en diferentes estadios o etapas generales. Entrelos especialistas suele existir un cierto consenso en dividir la obra y vida de Garca Bacca en un total de 4 5 etapas. En los que a nosotros respecta, presentamos un divisin en 4 etapas basada en nuestras propiasreflexin a partir de un estudio completo de las obras del filsofo espaol, as como un repaso por las
principales obras dedicadas al estudio de la obra y vida de Garca Bacca. En cualquier caso, y como mstarde se podr comprobar, cualquier divisin o subdivisin de su obra termina convirtindose en unacuestin de relativa arbitrariedad.1 Etapa escolstica: 1928-1933. 2 Etapa lgico-cientfica: 1933-1940. 3 Etapa existencialista: 1940-1960. 4 Etapa Marxista: 1960-1992. En lo que a nosotros respecta, no afirmamos que esta divisin en 4etapas bien definidas sean secundadas por Beorlegui o Izuzquiza.
Para mayores referencias sobre el conjunto y reparto de la obra de Garca Bacca ver Cf. IgnacioIzuzquiza:El proyecto filosfico de Juan David Garca Bacca. 1984. Cf. Carlos Beorlegui:La audacia deun pensar. 1988.La filosofa de J. D. Garca Bacca en el contexto del exilio republicano. 2003.
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Ser pagano es, a todas luces, la manera que tiene el hombre actual de transgredir,
transfinitar, transustanciar y trascender los propios lmites autoimpuestos en ellos
mismos, as como en las sociedades vectorizadas por la mediocridad de los refrenadores
absolutos y dogmatizados. El paganismo es, pues, el modo que tiene el hombre de
trascender los lmites de la cobarda a la propia transgresin social, poltica, moral,
religiosa, filosfica, etc. Sea como fuere, El Garca Bacca de 91 aos es, efectivamente,
un redomado optimista que lejos de estar en las nubes, tiene los pies firmemente
sujetos al suelo.
Si esto es as, entonces, ser Dios ha dejado de ser una posibilidad imposible para
pasar a ser considerada la mayor y ms probable de las posibilidades humanas.
Posibilidad con visos de ir incrementando su probabilidad a medida que el hombre
actual sea capaz a base de poner en praxis consigo mismo, la responsabilidad de llevar a
cabo el ejercicio fctico que conlleva el paganismo transustanciador y transfinitador.
Garca Bacca nos empuja, forzosamente, a tomar conciencia de nuestras infinitas
posibilidades como entes creadores; como divinidades humanas en la eterna tensin
existente entre la animalidad ms natural del hombre racional, y la pretensin de querer
y poder llegar a ser Dioses en la tierra.14Ser Viviente no es estar siendo realmente
humano cosa que, en el caso del filsofo espaol, se basa en el conjunto de normas y
leyes que regulan el universo-. Ser viviente es, pues, sinnimo de interpretar al hombre
garcibaccquiano, como un ente comprometido con el conjunto de circunstancias
caractersticas propias de un mundo por l creado. Dicho viviente se compromete a no
cejar en su empeo por ampliar el rango de las posibles creaciones e invenciones
propias de los paganos.
"%La idea garcibaccquiana que describe la esencia del filsofo como el equilibrio en una maroma sujetaen sus extremos a Dios y el hombre respectivamente, se encuentra en:Invitacin a filosofar. Vol. I: La
forma del conocer filosfico.En Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1940. Nosotros trabajamos conla edicin electrnica en:http://www.cervantesvirtual.com/ servlet/SirveObras/12482399770132621865846/p0000001.htm#1.Como el propio filsofo espaol explica en la obra mencionada, ese estar en equilibrio entre dos extremosrepresenta la figura del hombre endemoniado. El propio Garca Bacca reconoce enInvitacin a
filosofar, que la metfora del hombre endemoniado es tomada con algunas variaciones-, de la obra de
NietzscheAs habl Zaratustra.
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El ser viviente es, en este caso, el modo que posee Garca Bacca para sealar la
mayor y ms capital responsabilidad del hombre pagano. Responsabilidad basada en el
desarrollo de un mejor y prspero humanismo positivo.
Conclusin.
Si nos hemos centrado nicamente en Sobre virtudes y vicios es porque, a
nuestro parecer, esta pequea obra recoge muchos de los principales y ms capitales
axiomas y principios de la extensa trayectoria bibliogrfica y filosfica de Garca
Bacca. Resulta casi imposible concentrar en un solo trabajo el sentido del proyecto
antropolgico garcibaccquiano sin expandirlo casi al infinito. Por esa razn, y para no
generar la sensacin en el lector de que el proyecto del filsofo espaol es inabarcable,
hemos optado por centrar nuestro comentario nicamente en una obra y, a partir de ella,
extraer algunas tesis capitales de su pensamiento tales como:
1. La capacidad creativa e inventiva del hombre como esencia de su propia
libertad.
2. La esencial responsabilidad de llevar a la praxis su propia capacidad creadora e
inventora, como la condicin necesaria para sustentar la facticidad de un
proyecto social a travs de los horizontes proporcionados por el humanismo
positivo.
3. La quiebra con los esquemas predeterminados que persiguen la fijeza del
hombre en un tipo de esencia sustentada por una moral de la que participa como
un-uno-de-tantos.
4. Finalmente, tambin hemos apuntado muy de soslayo hacia algunas categoras
tales como la transustanciacin y transfinitacin entendidas como tiles para el
trueque tanto de los conceptos preestablecidos, as como de la propia realidad.
Hemos intentado seguir un hilo conductor medianamente asequible a modo de
aproximacin e introduccin en el proyecto antropolgico del filsofo espaol, y hemos
intentado apoyar este nico hilo conductor con algunas referencias bibliogrficas de
capital importancia, con el fin de poder ayudar a todos aquellos interesados en la vida y
obra del filsofo espaol.
En resumen: la obra y vida de Garca Bacca es amplia en aos y ttulos. Vivi 91
aos y dej ms de 500 ttulos. 91 aos de generosa contribucin literaria y filosficaque, siendo injustos con el propio sentido ontolgico del proyecto filosfico
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garcibaccquiano, resumiremos diciendo que: si de algo debe preocuparse el filsofo y el
hombre, es de seguir siendo un gentil pagano capaz de hacerse cargo de su
responsabilidad como creador e inventor de novedades. Novedades sociales, polticas o
filosficas que, en su encontrarse con otros en el mundo en su misma circunstancia
existencial, es capaz de poner en jaque dichos enseres o herramientas encargados de
construir material y dialcticamente hablando-, el porvenir del socialismo positivo.