Fox Emmet - El Sermon Del Monte

8/13/2019 Fox Emmet - El Sermon Del Monte

http://slidepdf.com/reader/full/fox-emmet-el-sermon-del-monte 1/53

EL SERMÓNDEL MONTE

LA LLAVE PARA TRIUNFAR EN LA VIDA

EMMET FOX

Este libro fue pasado a forato !ord para fa"ilitar la difusi#$% & "o$ el prop#sito de 'ue as("oo usted lo re"ibi# lo pueda )a"er lle*ar a al*uie$ +s, -ERN.N

Para des"ar*ar de I$ter$et/ 0ibliote"a Nue1a EraRosario 2 Ar*e$ti$a

Ad)erida al Dire"torio Proi$eo

F!D/ 333,proi$eo,*',$u



A mis estudiantes de Gran Bretaña a América, que han sido la inspiración y el estímulo de este libro..

Prefa"io

Este libro es la esencia destilada de muchos años de estudios bíblicos y metafísicos, y de las muchasconferencias que he impartido. Hubiera sido tarea más fácil escribir una obra más amplia; pero mi objeto hasido ofrecer al lector un manual práctico de desarrollo espiritual, y con tal fin he condensado todo lo posible lamateria porque, como sabe muy bien todo estudiante, la concisión es indispensable para alcanzar el dominio

de cualquier asunto.ue nadie ima!ine que es posible asimilar todo el contenido del libro en una o dos lecturas. Es necesariorepasarlo muchas "eces para comprender a fondo el sentido completamente nue"o de la "ida y la !ama de"alores absolutamente ori!inales que el #ermón del $onte presenta a la humanidad. #ólo entonces see%perimentará el &ue"o &acimiento.

El estudio de la 'iblia no es distinto de la b(squeda de diamantes en )frica del #ur. *l principio, lose%ploradores hallaban sólo unos pocos en el barro amarillo, felicitándose por su buena fortuna, pensando queeso sería todo lo que "erían.

+ue!o, a medida que iban ca"ando capas más profundas, lle!aron al limo azul y quedaron mara"illados alencontrar en un día tantas piedras preciosas como las que antes habían obtenido en un año, y lo que antes leshabía parecido una !ran riqueza ahora resultaba insi!nificante en presencia del nue"o tesoro.

e i!ual manera, querido lector, en tu e%ploración de la -erdad en la 'iblia, procura no quedar satisfechoante los primeros descubrimientos espirituales, los del barro amarillo. #i!ue hasta que puedas dar con el rico

barro azul que se halla en el fondo. +a 'iblia, sin embar!o, difiere de los terrenos diamantíferos por el hechosublime de que debajo del limo azul a(n quedan en ella más y más estratos. stos son cada "ez más ricos yesperan el contacto de la percepción espiritual para toda la eternidad.

#obre todo, mi buen lector, cuando leas la 'iblia, afirma constantemente que la #abiduría i"ina te "ailuminando.

Es el camino para recibir la inspiración del /odopoderoso.He se!uido la con"eniente práctica moderna a la que se acomodan muchos autores de libros metafísicos y

que consiste en usar may(sculas en todos aquellos t0rminos que representen aspectos o atributos de ios.

4ap(tulo 567u8 e$se9# :es;s<

1E#2345#/6 es, sin duda, la fi!ura más importante que jamás haya aparecido en la historia de lahumanidad. Esto hemos de admitirlo; no importa cómo le consideremos. Ello es "erdad así le llamemos ios uhombre; y, si le consideramos hombre, ya le ten!amos por el más !rande 7rofeta y $aestro del mundo, omeramente como un bienintencionado fanático que, despu0s de una efímera y tempestuosa "ida p(blica,sufrió el dolor, la ruina y el fracaso. #ea cual sea nuestra interpretación, quedará el hecho incontro"ertible deque su "ida y su muerte, así como las enseñanzas que se le atribuyen, han influido en el curso de la historiamás que las de cualquier otro hombre que jamás haya "i"ido. $ucho más, incluso, de lo que lo hicieron *lejandro, o 30sar, o 3arloma!no, o &apoleón, o 8ashin!ton. #on muchas las personas influenciadas por susdoctrinas, o al menos, por las que se le atribuyen; se escriben, leen y compran multitud de libros acerca de l;se pronuncian más discursos 9o sermones: sobre su persona que sobre todos los nombres mencionados juntos.

l ha sido la inspiración reli!iosa de toda la raza europea durante los dos milenios en que 0sta ha dominadoy moldeado los destinos del mundo entero tanto cultural, como social, como políticamente, y durante el

período en que toda la superficie terrestre fue por fin descubierta y ocupada y sus ras!os salientes trazadospor la ci"ilización.Estos hechos lo colocan a El en el primer lu!ar de la importancia mundial.&o hay, por lo tanto, empresa más ele"ada que la de inquirir e in"esti!ar acerca de #us ideales.<u0 enseñó 1es(s= <u0 quiso "erdaderamente que crey0semos e hici0semos= <3uáles fueron los fines

que alber!aba en su corazón= >, <hasta qu0 punto lo!ró cumplir estos fines con #u "ida y con #u muerte=<Hasta qu0 punto ha e%presado o representado #us ideas el mo"imiento llamado cristianismo, tal como hae%istido durante los (ltimos diecinue"e si!los= <u0 alcance tiene el mensaje que el cristianismo de hoypresenta al mundo= #i l "ol"iese ahora, <qu0 diría, en !eneral, de las naciones que se llaman cristianas, y enparticular de las i!lesias cristianas, de los ad"entistas del #0ptimo ía, de los an!licanos, los bautistas, loscatólicos, los cuáqueros, los !rie!os ortodo%os, los metodistas, los presbiterianos, los sal"acionistas o losunitarios= <u0 fue lo que enseñó 1es(s=

stas son las pre!untas que ten!o intención de responder en este libro. $e propon!o demostrar que el

mensaje que nos trajo 1es(s tiene un "alor (nico porque es la -erdad, la (nica e%plicación perfecta de lanaturaleza de ios y del hombre, de la "ida y del mundo, así como de la interdependencia que e%iste entreellos. > lo que es más, encontraremos que #u enseñanza no es una mera apreciación abstracta del uni"erso,lo cual sólo tendría un inter0s acad0mico, sino que constituye un m0todo práctico para el desarrollo del alma,

2



un m0todo que nos sir"e para reformar nuestra "ida y nuestro destino, de manera que podamos hacer de elloslo que queramos.

1es(s nos e%plica lo que es la naturaleza de ios y lo que es nuestra propia naturaleza; nos habla delsi!nificado de la "ida y de la muerte; nos enseña por qu0 cometemos errores; por qu0 caemos en la tentación;por qu0 enfermamos y nos empobrecemos, por qu0 nos hacemos "iejos; y, lo que es más importante, nos dicecómo pueden ser "encidos todos estos males, y cómo podemos traer salud, felicidad, y prosperidad "erdaderaa nuestras "idas y a la "ida de los que nos rodean, si ellos lo desean realmente.

+o primero que tenemos que comprender es un hecho de importancia fundamental, porque si!nifica rompercon los puntos de "ista ordinarios de la ortodo%ia. +a "erdad es que 1es(s no enseñó teolo!ía al!una. #uenseñanza es enteramente espiritual o metafísica. El cristianismo histórico, desafortunadamente, ha puesto sumayor atención en las cuestiones teoló!icas y doctrinales, las que, por e%traño que parezca, no tienen nadaque "er con la enseñanza e"an!0lica en sí. $ucha !ente sencilla se sorprenderá al comprobar que todas lasdoctrinas y teolo!ías de las i!lesias son in"enciones humanas, nacidas en la mente de sus autores eimpuestas a la 'iblia desde fuera. 7ero es así. &o hay absolutamente nin!(n sistema teoló!ico o doctrinal quepueda ser hallado en la 'iblia; sencillamente nin!uno. 7ersonas honradas que sintieron la necesidad deobtener cierta e%plicación intelectual de la "ida, creyendo tambi0n que la 'iblia era una re"elación de ios alhombre, lle!aron a la conclusión de que una debía encontrarse dentro de la otra, y lue!o, más o menosinconscientemente, se pusieron a crear aquello que querían encontrar. 7ero les faltaba la lla"e espiritual ymetafísica. &o estaban afirmados sobre lo que podemos llamar 'ase Espiritual, y en consecuencia buscaronuna e%plicación de la "ida puramente intelectual o tridimensional, y es imposible e%plicar la e%istencia consemejante criterio.

+a e%plicación "erdadera de la "ida del hombre descansa en el hecho de su entidad esencialmente espiritualy eterna, y en que este mundo, y la "ida que intelectualmente conocemos, no son más que lo que muestra uncorte en sección de la "erdad completa acerca de 0l. > un corte en sección de cualquier cosa sea unamáquina o un caballo no puede damos ni tan siquiera una e%plicación parcial de lo que es el todo.

$irando a un rinconcito del uni"erso y eso con ojos entreabiertos y colocándose en un planoe%clusi"amente antropoc0ntrico y !eoc0ntrico, los hombres han creado absurdas y horribles fábulas acerca deun ios limitado y semejante al hombre, que ri!e su uni"erso tal como un reyezuelo oriental, más bieni!norante y bárbaro, que manejara los asuntos de su pequeño reino. * este ser así creado se le atribuyen todasuerte de flaquezas humanas, tales como la "anidad, la inconstancia, y el rencor. +ue!o sur!ió una leyendaforzada e inconsecuente acerca del pecado ori!inal, la e%piación por la san!re, el casti!o infinito portrans!resiones finitas, y, en ciertos casos, se añadió una doctrina increíblemente horrible de la predestinaciónal tormento eterno o a la felicidad eterna. +a 'iblia no enseña nin!una teoría semejante. > si estu"iera en losobjeti"os de la 'iblia sostener tal cosa, ello aparecería claramente e%puesto en al!(n capítulo u otro, pero no

es así.El ?7lan de #al"ación? que fi!uraba con tanta prominencia en los sermones e"an!0licos y en los libros deteolo!ía de la pasada !eneración, es tan desconocido para la 'iblia como lo es para el 3orán. &unca hubo talplan en el uni"erso, y la 'iblia no lo e%pone en nin!una manera. +o que ha sucedido es que al!unos te%tososcuros del @0nesis, ciertas frases sacadas acá y allá de las epístolas de #an 7ablo y unos cuantos "ersículosaislados de otras partes de las #a!radas Escrituras, han sido entresacados y reunidos por los teólo!os parasostener la clase de doctrina que a su parecer debería encontrarse en la 'iblia. 1es(s desconocía todo esto.3laro está que El no es en modo al!uno como 7ollyanna o un optimista. &os ad"ierte, no ya una "ez sinomuchas, que la obstinación en el pecado trae en "erdad muy serias consecuencias, y que el hombre queperdiere la inte!ridad de su alma, aun cuando !anare el mundo entero, resulta e%tremadamente necio. 7orotra parte, nos enseña que somos casti!ados a causa de nuestros propios errores, o mejor a(n, son nuestrospropios errores los que nos casti!an. 1es(s nos enseña tambi0n que cada hombre o mujer, por encene!adosque est0n en lo impuro y malo, tienen acceso directo a un ios de misericordia, paternal y todopoderoso, quien

los perdonará y les proporcionará #u propia fortaleza para ayudarles a descubrirse de nue"o a sí mismos,setenta y siete "eces si es necesario.1es(s ha sido tambi0n mal comprendido y mal representado en "arias otras maneras. 7or ejemplo, no hay

nin!(n fundamento en su enseñanza sobre el cual establecer determinada forma de eclesiasticismo, jerarquía,o tal o cual sistema ritualista. l no autorizó semejante cosa, y, de hecho, todo el contenido de su pensamientoes definiti"amente antieclesiástico. * tra"0s de toda su "ida p(blica lo "emos frente a los cl0ri!os y demásoficiales reli!iosos de su propio país. 7or eso ellos se le opusieron y lo persi!uieron despu0s, lle"ados por uninstinto de propia conser"ación instinti"amente sintieron que la -erdad, tal como l la e%ponía, anunciaba elfin de su poderío, y más tarde le hicieron matar. l pasó por alto la pretendida autoridad que tenían elloscomo representantes de ios; y hacia su ritual y ceremonias no mostró otra cosa que impaciencia y desprecio.

7arece ser que, en materia reli!iosa, la naturaleza humana está más predispuesta a creer en aquello quequiere que en tomarse el trabajo de escudriñar las Escrituras con una mente abierta. Hombres realmentesinceros, por ejemplo, se han abro!ado el papel de !uías del cristianismo con los más imponentes y preA

suntuosos títulos, y despu0s se han "estido de hábitos elaborados y ma!níficos para impresionar así a las!entes, pese a que su $aestro, en el más claro len!uaje, ordenó estrictamente a #us discípulos que nohiciesen nada de eso "Pero vosotros no os ha!is llamar abbí, porque uno solo es vuestro maestro, el #risto,

3



y todos vosotros sois hermanos" 9$*/E6 BCD:. enunció a los fariseos como hipócritas.1es(s, como "eremos más adelante, no sancionó nunca la importancia de ceremonias rituales, ni de leyes

rí!idas, ni de ordenanzas se"eras de nin!una clase. En lo que sí insistió fue en que cierto espíritu pre"alecieraen la conducta de uno, siendo cuidadoso en enseñar sólo principios, sabedor de que cuando el espíritu es rectolos detalles lo serán en consecuencia, ?la letra mata pero el espíritu "i"ifica?, se!(n lo demostraba el tristeejemplo de los fariseos. #in embar!o, a pesar de esto, la historia del cristianismo ortodo%o se compone en sumayor parte de esfuerzos encaminados a hacer obser"ar a los fíeles toda clase de ritos e%ternos. 2n ejemplolo tenemos en los puritanos, al querer imponer a los cristianos el sábado de los judíos como día de descanso,a pesar de que las leyes sabáticas eran una ordenanza puramente hebraica. /ambi0n lo tenemos en loscrueles casti!os sufridos por los que descuidaban lo referente e%clusi"amente a la profanación del sábado; y apesar del hecho de que 1es(s no miraba con simpatía la obser"ancia supersticiosa del sábado, diciendo que elsábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado, e insistiendo en hacer cualquier cosa quecreyera oportuno en ese día. * tra"0s de #u enseñanza se ad"ierte claramente que el hombre debe hacer decada día un sábado espiritual, pensando y conduci0ndose de una manera espiritual.

Es ob"io, pues, que si el sábado hebreo fuera toda"ía impuesto a los cristianos, como 0stos no !uardan suobser"ancia sino la del domin!o, a(n estarían incurriendo en las mismas consecuencias de quebrantarlo.

$uchos cristianos modernos, sin embar!o, se dan cuenta de que no hay nin!(n sistema de teolo!ía en la'iblia, a menos que se quiera ponerlo allí de forma deliberada, y han renunciado casi por completo a lateolo!ía; pero toda"ía cuentan con el cristianismo porque sienten intuiti"amente que es la -erdad. En realidad,su actitud carece de justificación ló!ica puesto que no poseen la 3la"e Espiritual, que hace inteli!ible laenseñanza de 1es(s, y por eso tratan de racionalizar su actitud de di"ersas maneras. /al es el dilema de quienno posee ni la cie!a fe de la ortodo%ia, ni la interpretación espiritual y científica de la 'iblia. #e encuentra sinsost0n en todo aquello que no pertenece a la "ieja Escuela 2nitaria. #i no rechaza del todo los mila!ros, siente!ran incomodidad con respecto a ellos; le desconciertan y quisiera que no apareciesen en la 'iblia, seale!raría mucho si los pudiera dejar de lado.

2n bien conocido cl0ri!o ha publicado recientemente una $ida de %es&s que ilustra cuán falsa es estaposición. En este libro el autor concede la posibilidad de que 1es(s curase a al!unas personas o les ayudase acurarse a sí mismas; pero nada más. &ie!a rotundamente los otros mila!ros. #e!(n 0l, 0stos no fueron másque las acostumbradas leyendas que se forman alrededor de todos los !randes personajes de la historia.3uando ocurría la tempestad en el la!o, por ejemplo, los discípulos se hallaban en e%tremo asustados, hastaque se acordaron de 1es(s, y este pensamiento sólo sir"ió para calmar sus temores. Este hecho fuee%a!erado más tarde hasta con"ertirse en una historia absurda que describía a 1es(s mismo andando sobrelas a!uas para acercarse al barco. En otra ocasión, si!ue el mismo autor, parece que 1es(s reformó a unpecador, le"antándole de una sepultura de pecados, y esto, años despu0s, lle!ó a ser una leyenda ridícula en

que se relata la resurrección de un muerto. 6tra noche, mientras 1es(s oraba fer"orosamente, su rostro seiluminó con un e%traordinario resplandor, y 7edro, que se había dormido, se despertó sobresaltado. *ñosdespu0s 7edro refería, en un cuento confuso, cómo le pareció "er a $ois0s en aquella ocasión. *sí se creó laleyenda de la /ransfi!uración, y tal es el ori!en de otros y otros ejemplos semejantes.

7or supuesto, debemos escuchar con compasión los ar!umentos sinceros de un hombre que se hallaimpresionado por la belleza y el misterio de los E"an!elios, pero, faltándole la 3la"e Espiritual, cree sentir quesu sentido com(n y toda la erudición científica de los hombres están en contradicción con el contenido de esosE"an!elios. 7ero no es tan sencillo. #i los mila!ros no sucedieron realmente, todo el resto de los E"an!eliospierde su si!nificación real. #i 1es(s no creyó que fuesen posibles, tratando de lle"arlos a cabo nunca, escierto, por ostentación, pero sí constante y repetidamente, si l no creyó y enseñó muchas cosas en francacontradicción con la filosofía racionalista de los si!los dieciocho y diecinue"e, entonces el mensaje de losE"an!elios es caótico, contradictorio y carente de todo si!nificado. &o podemos eludir este dilema diciendoque 1es(s no estaba interesado en las creencias y supersticiones de su tiempo, y que las aceptó más o menos

pasi"amente porque lo que le interesaba en "erdad era el car!cter. ste es un ar!umento d0bil, porque estecarácter debe incluir una comprensión de la "ida inteli!ente y "ital a la "ez. *simismo debe incluir ciertascreencias y con"icciones definidas acerca de las cosas de importancia "aledera.

7ero los mila!ros sí ocurrieron. /odos los hechos que los cuatro E"an!elios relatan de 1es(s sucedieron, ymuchos más. "'uchas otras cosas hi(o %es&s, que si se escribiesen una por una, creo que este mundo no podría contener los libros" 91&. BFDBG:. 1es(s mismo justificó con sus obras lo que la !ente estimó ser unae%traña y mara"illosa enseñanza; pero l fue a(n más lejos y dijo refiri0ndose a aquellos que estudian ypractican sus enseñanzasD ?+as cosas que ha!o las har0is, y muchas más a(n.?

espu0s de todo, <qu0 es un mila!ro= +os que nie!an la posibilidad de los mila!ros apoyándose en elar!umento de que el uni"erso es un sistema de leyes que funcionan perfectamente sin que quepa el másmínimo fallo, están en lo cierto. 7ero ol"idan que el mundo que conocemos a tra"0s de los cinco sentidos, ycuyas leyes son las (nicas conocidas por la mayoría de los hombres, no es más que un pequeñísimofra!mento de todo el uni"erso e%istente en la realidad, y que cada ley está subordinada a otra superior en un

sentido de menor a mayor. *hora bien, el recurrir de una ley inferior a otra superior no es realmentequebrantar la ley, porque la posibilidad de tal cosa cabe dentro de la constitución suprema del uni"erso. 7oreso, en el sentido correcto de lo que la "iolación de una ley implica, los mila!ros no son posibles. Empero en

4



el sentido de que todas las leyes ordinarias y las limitaciones corrientes de lo físico pueden ser abro!adas ycontrarrestadas por al!o más alto que las comprenda, los mila!ros, en el sentido coloquial de la palabra, nosolamente son posibles sino que pueden ocurrir y ocurren.

#upon!amos, por ejemplo, que un lunes nuestros asuntos se encuentran en tal condición que, humanaAmente hablando, es se!uro que antes que la semana termine se producirán determinados cambios. 7uedetratarse de cuestiones le!ales, acaso al!una dura resolución judicial o problemas físicos en nuestra saludcorporal. 7uede que una alta autoridad m0dica haya decidido que es indispensable una operación muydelicada, o a(n más, que estime su deber decir al paciente que no hay esperanzas de que recobre su salud. *hora bien, si en presencia de tales condiciones el sujeto en cuestión pueden ele"ar su conciencia por encimade las limitaciones del plano físico lo cual no es más que una enunciación científica de lo que hacemoscuando oramos las condiciones de ese plano serán cambiadas, y de un modo del todo impre"isto eimposible normalmente, las trá!icas consecuencias esperadas se des"anecerán. +a sentencia le!al no sepronunciará, el paciente se recuperará en lu!ar de tener que sufrir la operación o de morir, y las cosas searre!larán para el pro"echo de todos.En otras palabras, los mila!ros, en el sentido corriente de la palabra, pueden suceder y, en efecto, suelen

suceder como resultado de la oración. )a oración tiene realmente el poder de cambiar las cosas. #í, !racias ala oración, las cosas pueden "enir en forma muy diferente a como hubieran "enido de no haberse orado. &oimporta cuál sea la dificultad que enfrentamos; no importan las causas que la hayan producido. #uficienteoración barrerá la dificultad; solamente debemos ser perse"erantes en nuestra apelación a ios.

+a oración, sin embar!o, es al mismo tiempo una ciencia y un arte; y fue a la enseñanza de esta ciencia y deeste arte que 1es(s dedicó la mayor parte de su ministerio. +os mila!ros de los E"an!elios sucedieron porque1es(s tenía aquella comprensión espiritual que le daba un poder en la oración superior al que nadie habíatenido jamás.

Encontramos otro intento de interpretar los E"an!elios di!no de tomarse en cuenta, que es el de /olstoi. stetrató de presentar El #ermón del $onte como una !uía práctica de "ida, tomando sus preceptos literalmente ypasando por alto la interpretación espiritual de la cual no era consciente; asimismo hizo e%clusión del 7lanodel Espíritu en el cual no creía. *ceptando de la 'iblia sólo los cuatro E"an!elios y suprimiendo de ellos losmila!ros, hizo un esfuerzo tan heroico como "ano de armonizar cristianismo y materialismo, y, por supuesto,fracasó. #u "erdadero lu!ar en la historia resulta así no el del fundador de un nue"o mo"imiento reli!ioso, sinoel del !enio cuyo anarquismo práctico abrió el camino a la re"olución bolche"ique tal como 4ousseau preparóel ad"enimiento de la 4e"olución rancesa.

Es la 3la"e Espiritual lo que re"ela el misterio del contenido de la 'iblia en !eneral, y de los E"an!elios enparticular. Es esa 3la"e o interpretación espiritual lo que nos e%plica los mila!ros, y nos muestra cómo 1es(slos hizo para probamos que nosotros tambi0n podíamos hacerlos y libramos así del pecado, de la enfermedad

y de las limitaciones. 3on esa 3la"e podemos prescindir de las inspiraciones de la elocuencia, y deshacemosde interpretaciones de la 'iblia literales y supersticiosas, y no obstante entender que es ella el más preciado yaut0ntico tesoro que posee la humanidad.

esde fuera, la 'iblia es una colección de documentos inspirados que fueron escritos a tra"0s de si!los porhombres de todos los tipos y en circunstancias di"ersas. $uy contados de estos documentos que han lle!adoa nosotros son ori!inales; en su mayoría se trata de redacciones y compilaciones de fra!mentos más anti!uos,y el nombre de los autores rara "ez se sabe con se!uridad. Esto, no obstante, no afecta en lo más mínimo alpropósito espiritual de la 'iblia; sino que en realidad carece de importancia. El libro, tal como lo tenemos, esuna fuente ina!otable de la -erdad espiritual, no importan los caminos por los que ha lle!ado a su formapresente. El nombre del autor de un capítulo cualquiera no tiene más inter0s que el de su amanuense a quiental "ez se lo hubiera dictado. +a #abiduría i"ina es el autor, y eso es todo lo que nos importa. +a e%0!esis oalta crítica se ocupa e%clusi"amente del aspecto e%terno, de la letra de las Escrituras, pasando por alto sucontenido profundo, y tal crítica carece de "alor desde el punto de "ista espiritual.

El mensaje profundo de la 'iblia nos es presentado a tra"0s de formas di"ersasD historia, bio!rafía, así comolírica y otras formas po0ticas; pero sobre todo se emplea la parábola para e%presar la "erdad espiritual ymetafísica. En ciertos casos, lo que nunca había sido destinado a ser más que una parábola, fue interpretadoliteralmente durante al!(n tiempo; de ahí que a menudo haya parecido que la 'iblia enseña cosas encompleta contradicción con el sentido com(n. 2n ejemplo de esto lo tenemos en la historia de *dán y E"a enel 1ardín del Ed0n. 5nterpretado correctamente, este relato es tal "ez la más mara"illosa de todas lasparábolas. &o fue el objeto del autor presentar esta historia como "erídica, pero muchos la han tomado así,dando ori!en a toda una serie de absurdas consecuencias.

+a 3la"e o interpretación espiritual de la 'iblia nos libera de todas estas dificultades, dilemas y aparentesinconsecuencias. *l mismo tiempo, nos e"ita caer en las falsas posiciones del ritualismo, del e"an!elismo ytambi0n del llamado liberalismo, porque nos da la -erdad. > la -erdad "iene a ser nada menos que lasorprendente pero inne!able realidad de que todo el mundo e%terior sea el cuerpo físico o las cosascomunes de la "ida, los "ientos y la llu"ia, las nubes, la tierra misma está sujeto al pensamiento del hombre,

y que 0l puede dominarlo cuando adquiere conciencia de ello. El mundo e%terior, lejos de ser una prisión decircunstancias como com(nmente se le supone, no tiene en realidad nin!(n carácter propio, ni bueno ni malo.#u carácter es ni más ni menos que el que nuestros pensamientos le dan. Es plástico a nuestro pensamiento,

5



cuya forma toma, y ello es cierto, entendámoslo o no, querámoslo o no.+os pensamientos que a lo lar!o del día ocupan nuestra mente, nuestro lu!ar secreto, están modelando

nuestro destino hacia lo bueno o hacia lo malo. -erdaderamente, toda la e%periencia de nuestra "ida no esmás que la proyección e%terna de nuestro pensamiento. *hora bien, está en nosotros ele!ir la clase de pensamientos que alber!amos en nuestro receptáculo mental.

*caso sea difícil cambiar el rumbo ordinario de nuestro "icioso modo de pensar, pero puede hacerse.7odemos esco!er la índole de nuestros pensamientos y en efecto, siempre lo hacemos así, porconsi!uiente, nuestras "idas son justamente el resultado de nuestra selección mental. #on, por lo tanto, lahechura de lo que nosotros mismos hemos dispuesto, y en consecuencia, e%iste perfecta justicia en eluni"erso. &o e%isten sufrimientos como consecuencia del pecado ori!inal de otro, sino que reco!emos lacosecha que nosotros mismos hemos sembrado. 7oseemos libre albedrío, pero este albedrío descansa ennuestra selección mental.

/al es la esencia de lo que 1es(s enseñó. Ello es, como "eremos, el mensaje fundamental de toda la 'iblia,pero no está e%presado con i!ual claridad a tra"0s de toda ella. En los primeros fra!mentos del libro brillatenuemente como la luz de una lámpara en"uelta en "elos, pero a medida que pasa el tiempo los "elos "andesapareciendo sucesi"amente y la claridad de la luz "a haci0ndose más fuerte, hasta lle!ar a los pasajes de1esucristo en que la luz alcanza su má%ima pureza y resplandor. +a -erdad nunca cambia, lo que cambia es lacomprensión que de ella tienen los hombres. * tra"0s de los si!los esta comprensión ha ido mejorando. En"erdad, lo que llamamos pro!reso no es más que la e%presión e%terior correspondiente a la idea cada "ez másadecuada y amplia que se "an formando los hombres de ios.

1esucristo recapituló esta -erdad, la enseñó cabalmente y a fondo, y sobre todo la encarnó, es decir, lademostró en su propia persona. *hora muchos de nosotros podemos comprender intelectualmente lo que debesi!nificar la plenitud de este mensaje, de lo que sucedería si se lle!ara a alcanzar una comprensión completadel mismo. 7ero lo que podemos demostrar es al!o muy diferente. *ceptar la -erdad es el primer paso, peropoco hemos adelantado hasta que no la probemos en nuestras acciones cotidianas. 1es(s demostró todo loque enseñó, hasta la "ictoria sobre la muerte en lo que llamamos la 4esurrección. 7or razones que no "iene alcaso e%plicar aquí, sucede que cada "ez que superamos una dificultad por medio de la oración prestamos unaayuda a toda la raza humana en !eneral, presente, pasada y futura; y la ayudamos a "encer esa misma clasede dificultad en particular. 1es(s, al "encer toda suerte de limitaciones a que la humanidad "i"e sujeta, y enparticular "enciendo a la muerte, lle"ó a cabo una obra de un "alor (nico e incalculable y por eso es lícito lla Amarle #al"ador del mundo.

En una ocasión de su ministerio que estimó con"eniente, 1es(s quiso reunir y e%presar toda su enseñanza enuna serie de discursos, que probablemente le lle"aron "arios días, hablando quizá dos o tres "eces al día. Esteordenamiento ha sido comparado en ocasiones y con bastante e%actitud, a cierto sistema de escuelas de

"erano que tenemos hoy día.1es(s apro"echó aquella oportunidad para hacer un resumen de su mensaje o, lo que es lo mismo, paraponer los puntos sobre las íes, como se dice "ul!armente. Es natural que muchos de los presentes tomaranapuntes, los cuales fueron más tarde debidamente reunidos y ordenados como el #ermón del $onte. 3adauno de los cuatro e"an!elistas reco!ió material de aquel sermón de acuerdo con sus puntos de "istapersonales, y es $ateo quien nos da la "ersión más completa y coherente. +a presentación que 0l nos ofrecees una codificación casi perfecta de la reli!ión de 1esucristo, y es por esa razón que se ha esco!ido la "ersiónde $ateo como te%to fundamental para este libro. $ateo contiene lo esencial; es personal y práctico; esconciso y específico, y no obstante su enseñanza es pictórica de luz. 2na "ez que el sentido de sus conceptosha sido debidamente comprendido, no falta sino ponerlos fielmente en práctica para obtener ense!uida losresultados. +a importancia y el alcance de tales resultados estarán en relación directa a la sinceridad yconstancia con que sus instrucciones sean aplicadas. sta es una cuestión indi"idual que cada uno tiene queresponderse a sí mismo ?nadie puede sal"ar el alma de su hermano, o pa!ar la deuda de su hermano?.

7odemos y debemos ayudamos unos a otros en determinadas ocasiones, pero es menester que cada uno denosotros aprenda a hacer su propio trabajo y a dejar de pecar, antes que pueda sucederle una cosa peor.#i lo que deseamos realmente es cambiar nuestras condiciones de "ida; si realmente queremos transforA

mamos; si de "erdad anhelamos la salud, la serenidad y el culti"o espiritual, debemos poner nuestra mira enel #ermón del $onte, porque allí 1es(s nos dice lo que tenemos que hacer. +a tarea no es fácil, pero estamosse!uros de que puede realizarse porque otros lo han hecho. $as es necesario pa!ar el precio, y 0ste consisteen aplicar estrictamente los principios de 1es(s en cada aspecto de la "ida y en cada hecho cotidiano, tanto sisentimos el deseo de hacerlo como si no, y especialmente en aquellos casos en que nos sentimos inclinados ano hacerlo.

#i estamos dispuestos a pa!ar ese precio, entonces el estudio de este ma!nífico #ermón del $onte secon"ertirá para nosotros "erdaderamente en el $onte de la +iberación.

4ap(tulo =

Las 0ie$a1e$tura$>as

> viendo la muchedumbre, subió a un monte*

6



y sent!ndose, se acercaron a él susdiscípulos. > abriendo su boca, les enseñaba, diciendo+Bienaventurados los pobres en espíritu+ porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran+ porque ellosser!n consolados. Bienaventurados los mansos+ porque ellosheredar!n la tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de usticia+ porque ellos ser!n saciados. Bienaventurados los misericordiosos+ porque

ellos alcan(ar!n misericordia. Bienaventurados los limpios de cora(ón+ porque ellos ver!n a -ios. Bienaventurados los pacíicos+ porque ellos

ser!n llamados hios de -ios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la usticia+

porque de ellos es el reino de los cielos.Bienaventurados seréis cuando os vituperaren y os persiuieren, y dieren de vosotros todo mal

por mi causa, mintiendo.Go(aos y aleraos* porque vuestra merced es rande en los cielos* que así persiuieron a los proetas que ueron antes quevosotros.

9$*/E6, - FAFB:

El #ermón del $onte comienza con las ocho 'iena"enturanzas. Esta es, sin duda, una de las secciones másconocidas de la 'iblia. *un aquellas personas cuyo conocimiento de las Escrituras se limita a media docena

de los capítulos más familiares, conoce de memoria las 'iena"enturanzas. 3asi nunca las comprenden, pordes!racia, y !eneralmente las consideran como consejos hacia una perfección teórica sin aplicación al!una enla "ida diaria. /al hecho se debe a una carencia completa de la 3la"e Espiritual.

+as 'iena"enturanzas constituyen un hermoso poema en prosa de ocho "ersos, formando un todo armoniosoque es al mismo tiempo un resumen acabado de la enseñanza cristiana. #e considera más una sinopsisespiritual que literaria, que reco!e el espíritu de la enseñanza mejor que la letra. 4es(menes de esta índoleson característicos del anti!uo sistema oriental de tratar una cuestión reli!iosa o filosófica. &os recuerda los6cho 3aminos del 'udismo, los iez $andamientos de $ois0s y otros compendios semejantes.

1es(s se dedicó e%clusi"amente a enseñar principios !enerales, los cuales tenían siempre que "er conestados mentales, porque l sabía que cuando se piensa con rectitud la conducta resulta asimismo recta, y,por el contrario, cuando el pensamiento toma una dirección torcida, nada puede salir bien. * diferencia deotros !randes !uías reli!iosos. 1es(s no nos da instrucciones detalladas acerca de lo que debemos o nodebemos hacer; no nos manda comer o beber ciertas cosas ni abstenemos de ellas; no nos ordena cumplir

tales o cuales obser"ancias rituales en determinados tiempos o estaciones. En realidad, todo su mensaje esantirritualista y antiformalista. 7or eso fue intransi!ente en todo momento con el clero judío y su teoría de lasal"ación mediante las ceremonias "erificadas en el templo, ?...es lle!ada la hora en que ni en este monte nien 1erusal0n adorar0is al 7adre... pero ya lle!a la hora y ahora es cuando los "erdaderos adoradores adoraránal 7adre en espíritu y en "erdad, pues tales son los adoradores que el 7adre busca. ios es espíritu y los quele adoran han de adorarle en espíritu y en "erdad.?

+os fariseos, con su terrible y detallado códi!o de requisitos e%ternos, fueron los (nicos contra quienes 1es(smostró una completa intolerancia. 2n fariseo escrupuloso de aquel tiempo la mayoría de ellos erane%tremadamente estrictos tenía que dar cumplimiento cada día a un sinn(mero de detalles e%teriores paraalcanzar conciencia de que había satisfecho las e%i!encias de su ios. 2n rabí contemporáneo ha calculado eln(mero de tales requisitos en unos seiscientos, y como es ob"io que nin!(n ser humano podría llenarcumplidamente una responsabilidad semejante, la consecuencia natural sería que la "íctima, sabi0ndosesiempre muy lejos del e%acto cumplimiento de su deber, "i"iera perennemente bajo un crónico sentimiento de

pecado. *hora bien, creerse pecador equi"ale prácticamente a ser pecador con todas las consecuencias quese deri"an de tal condición. +a 0tica de 1es(s contrasta con todo esto. #u objeto es precisamente liberar alcorazón de poner su confianza en cosas e%ternas, sea para lo!rar recompensas temporales o para alcanzar lasal"ación espiritual. l quiere lle"amos a una actitud mental completamente nue"a, y esto es lo que las'iena"enturanzas nos muestran !ráficamente.

/Bienaventurados los pobres en espíritu+ porque de ellos es el reino de los cielos./ *quí, desde el principio, hemos de tener en cuenta un hecho de !ran importancia práctica en el estudio de la

'iblia y es que está escrita en su len!uaje característico, es decir, con abundancia de !iros y e%presiones, yal!unas "eces palabras, que se emplean en un sentido muy diferente al que se les da actualmente en la "idadiaria. * esto tenemos que a!re!ar el hecho de que el si!nificado de muchos t0rminos ha "ariado desde quese tradujeron.

En realidad, la 'iblia es un te%to de metafísica, un manual para el desarrollo del alma, y todas las cuestiones

que en ella se tratan son consideradas sobre esa base. &unca será demasiado el 0nfasis que se d0 a estepunto. /al es la razón por la cual en la 'iblia cada asunto se toma en su apreciación más amplia. /odas lascosas se consideran allí en su relación con el alma humana, y muchas e%presiones comunes se usan en un

7



sentido mucho más profundo que el que suele dárseles corrientemente. 7or ejemplo, la palabra ?pan?, talcomo se emplea en la 'iblia, si!nifica no solamente cualquier clase de alimento para el cuerpo físico, lo cuales la interpretación literaria más comprensi"a, sino todas las cosas que el ser humano requiere, tales comoropa, alber!ue, dinero, educación, amistades, etc0tera, y, sobre todo, las cosas espirituales, como percepción,comprensión y, en especial, realización espiritual. ?anos hoy el pan de cada día.? ?>o soy el pan de la "ida.??El que coma de este pan...?

6tro ejemplo es la palabra ?prosperidad?. En las Escrituras si!nifica mucho más que la mera adquisición debienes materiales. #u "erdadero si!nificado es eficacia en la oración. 6btener respuesta a la oraciónD he aquí,para el alma humana, la (nica prosperidad que "ale la pena de ser buscada. > si alcanzamos tal respuesta esnatural tambi0n que todas nuestras necesidades materiales sean i!ualmente satisfechas. 3laro que ciertascosas materiales son esenciales en este plano de la e%istencia, pero esta clase de riqueza es, en efecto, lo quemenos importancia tiene en la "ida, y esto es lo que quiere decir la 'iblia cuando da a la palabra ?próspero? susentido "erdadero.

#er pobre en espíritu no si!nifica bajo nin!(n concepto lo que hoy en día llamamos ?pobreza espiritual?. #erpobre en espíritu si!nifica haber renunciado a toda idea preconcebida para buscar a ios de todo corazón. Elque es pobre en espíritu está dispuesto a dejar a un lado su actual modo de pensar, sus ideas y prejuicios, yhasta su presente manera de "i"ir si es necesario. En otras palabras, está dispuesto a echar por la borda todoaquello que pudiera representarle un obstáculo en su b(squeda de ios.

2no de los pasajes más conmo"edores de toda la literatura es el que se refiere al hombre rico y jo"en, elcual pasó por alto una de las oportunidades más !randes que se le brindaron. He aquí la historia de lahumanidad en !eneral. 4echazamos la sal"ación que 1es(s nos ofrece es decir, nuestra oportunidad deencontrar a ios porque ?tenemos !randes posesiones?. Esto no si!nifica que seamos muy ricos en lo que adinero se refiere los ricos son realmente una minoría. &uestras !randes posesiones suelen ser de otraclaseD opiniones preconcebidas, confianza en nuestro propio juicio y en las ideas con que estamosfamiliarizados, or!ullo espiritual como producto de m0ritos acad0micos, predisposición sentimental o materialhacia determinadas instituciones y or!anizaciones, hábitos de "ida que nos duele abandonar, preocupaciónpor el respeto de los demás, o quizá temor al ridículo, o un inusitado inter0s en los honores y distinciones delmundo. > todas estas ?posesiones? nos mantienen encadenados a la roca del suplicio que es nuestro e%ilio deios.

El hombre rico y jo"en es una de las fi!uras más trá!icas de todos los tiempos, no porque fuera rico, ya quela riqueza no es de por sí ni buena ni mala, sino porque su corazón estaba escla"izado por aquel amor aldinero al cual se refiere #an 7ablo cuando lo relaciona con la raíz del mal o de la per"ersión. *un cuandohubiera sido multimillonario en plata y en oro si no hubiese puesto su corazón en sus riquezas, habría podidoentrar en el 4eino de los 3ielos tan fácilmente como el mendi!o más pobre. Empero su confianza estaba en

sus posesiones, y esto le cerró la puerta.<7or qu0 el clero de 1erusal0n no recibió con re!ocijo el mensaje de 3risto= 7orque tenían !randesposesiones, posesiones de erudición rabínica, de honor e importancia p(blicos, de car!os autorizados por serellos los maestros oficiales de la reli!ión. Estas posesiones habrían tenido que ser sacrificadas para recibir laenseñanza espiritual de 1es(s. +a !ente humilde e i!norante que oía complacida al $aestro era feliz, a pesarde no tener tales posesiones que les pudiesen tentar a abandonar la -erdad.<7or qu0 me que en los tiempos modernos, cuando el mismo sencillo mensaje de 3risto anunciando la

inmanencia y acercamiento de ios así como la +uz 5nterior que arde perennemente en el alma humana,apareció de nue"o en el mundo, fueron otra "ez los sencillos e indoctos quienes lo recibieron de buena !ana=<7or qu0 no fueron los obispos, los decanos, los ministros o los presbíteros quienes lo dieron al mundo= <7orqu0 no fue 6%ford, o 3ambrid!e, o Har"ard, o Heidelber! el !ran centro de difusión de 0ste, el más importantede todos los conocimientos= +a respuesta "uel"e a serD porque tenían !randes posesiones; !randesposesiones de or!ullo intelectual y espiritual; !randes posesiones de e!oísmo y presunción; !randes

posesiones de honores acad0micos y de presti!io social.+os pobres en espíritu no sufren nin!uno de estos impedimentos, bien porque no los han tenido nunca, o bienporque se han ele"ado hacia un plano superior, !racias al influjo de la comprensión espiritual. #e han liberadodel amor al dinero y a los bienes terrenales, del temor al qu0 dirán y a la desaprobación de familiares oami!os. >a nin!una autoridad humana, por ele"ada que sea, los intimida. Han abandonado toda neciaconfianza en la infalibilidad de sus propias opiniones. 7or fin han comprendido que sus creencias másqueridas pueden haber estado equi"ocadas, y que acaso su modo de "er las cosas y sus ideas sobre ellaspodrían ser falsas y requieren de modificación. Están listos para emprender otra "ez la ruta de la "ida, ycomenzar de nue"o a aprender su si!nificación.

/Bienaventurados los que lloran+ porque ellos ser!n consolados./ +a des!racia y la aflicción no son, en sí, buenas, siendo la "oluntad de ios que cada criatura conozca la

ale!ría y alcance una "ida de !ozoso 0%ito. ?He "enido para que ten!an "ida, y para que la ten!an en

abundancia.? #in embar!o, el dolor y el sufrimiento son a menudo e%tremadamente (tiles, porque mucha!ente no se tomará la molestia de buscar la -erdad hasta que la ad"ersidad o el fracaso los fuerce a hacerlo.Entonces el dolor se con"ierte en al!o relati"amente bueno. /arde a temprano, cada ser humano tendrá que

8



descubrir la "erdad que es en ios, y "erificar por sí misma su propio contacto con El. /endrá que alcanzaraquella comprensión de la -erdad que le liberará para siempre de las limitaciones de nuestro mundotridimensional y sus concomitantes el pecado, la enfermedad y la muerte. 7ero la mayoría noemprenderán la b(squeda de ios de todo corazón a menos que los obli!ue a ello al!(n tipo de contrariedad.+o cierto es que no es necesario que el hombre sufra des!racias, porque si antes buscase a ios lasdes!racias nunca "endrían. #iempre es posible ele!ir entre aprender por medio del desarrollo espiritual omediante las dolorosas e%periencias, y si al!uien esco!e este (ltimo procedimiento, nadie sino 0l tiene laculpa.

7or re!la !eneral, sólo despu0s que se ha perdido la salud, y todos los recursos ordinarios de la medicinahan fallado en proporcionamos ali"io, es cuando nos decidimos seriamente a buscar esa comprensiónespiritual del cuerpo como encamación "erdadera de la -ida i"ina, (nica cosa que nos ofrece la !arantía desuperar la enfermedad y finalmente la muerte. 7ero si, conocedores de nuestra "erdadera naturaleza, nos"ol"i0semos a ios mientras nuestra salud es buena, no se daría nunca el caso de que cay0semos enfermos.

e i!ual manera sucede con la pobrezaD sólo cuando la apretura económica se e%trema, habi0ndose perdidolos más indispensables recursos, es cuando nos "ol"emos a ios como (ltimo refu!io, y aprendemos que el7oder i"ino es en realidad la fuente de todos los bienes que la humanidad recibe, y que las cosas materialesno son sino los canales por los cuales se manifiesta la bondad de ios.

7ero es necesario que esta lección sea aprendida a fondo antes de que un hombre pueda alcanzar e%peAriencias más altas y amplias que las que tiene en el presente. En la 3asa del 7adre hay "arias moradas perola lla"e de la morada superior es siempre el dominio completo de aqu0lla en la cual estamos. 7or eso resultamuy con"eniente el hecho de que debamos aprender lo antes posible de dónde y cómo nos "iene nuestraprosperidad. #i los que son prósperos reconocieran a ios como la "erdadera fuente de lo que tienen,mientras a(n están prósperos, y oraran re!ularmente por mayor comprensión espiritual acerca de este punto, jamás tendrían que lamentar pobreza o estrechez económica de nin!una clase. *l mismo tiempo, hemos detener presente que debemos emplear bien nuestros recursos actuales, no acumulando riquezas por e!oísmosino más bien reconociendo que es a ios a quien todo pertenece en el mundo, y que nosotros no somos másque sus a!entes u hombre de confianza. +a posesión de dinero lle"a consi!o una responsabilidad ineludible.7recisa que sea administrado con prudencia o, de lo contrario, habrá que atenerse a las consecuencias.

Este principio !eneral es aplicable a todos nuestros problemas, no solamente a las dificultades físicas ofinancieras, sino tambi0n a todos los otros males a que está sujeto el !0nero humano. &in!(n moti"o de pesarproblemas de familia, altercados e incomprensiones, pecados y remordimientos, etc0tera nos quitaránunca la paz si buscamos en primer lu!ar el 4eino de los 3ielos y la 4ecta 3omprensión. En cambio, si no lohacemos así, todo aquello nos "endrá, aunque el sufrimiento nos reconfortará, a pesar de su aparienciain!rata.

En la 'iblia ?confort? si!nifica 7resencia de ios, la cual es el final de toda lamentación.+as i!lesias ortodo%as nos han presentado con demasiada frecuencia un 3risto crucificado muriendo en lacruz; pero el que nos da la 'iblia es un 3risto que se alza triunfante.

/Bienaventurados los mansos+ porque ellos heredar!n la tierra por heredad./ * primera "ista esta 'iena"enturanza parece tener muy poco sentido, y los hechos ordinarios de la "ida

parecen contradecir el que tiene. &in!(n hombre cuerdo, obser"ando el mundo que le rodea y estudiando lahistoria, podría sinceramente aceptar este dicho al pie de la letra, y la mayoría de los cristianos lo han pasadopor alto en la práctica, sintiendo con pena que las cosas deberían ser así sin duda, pero que de hecho no loson ciertamente.

7ero esta actitud no conduce a nada. /arde o temprano el alma lle!a a un punto en que tiene que descartarde una "ez para siempre todas las e"asiones y subterfu!ios, y enfrentarse honradamente a las realidades dela "ida, cueste lo que cueste.

Es necesario admitir que o 1es(s pensaba lo que decía, o que no lo pensaba; que sabía de qu0 hablaba, o nolo sabía. e lo contrario, si esto no se toma en serio, nos "emos arrastrados a una posición que nin!(ncristiano querría aceptar o que 1es(s decía lo que no creía en "erdad, como hace la !ente pocoescrupulosa, o que decía disparates. Esta situación ha de ser definida en el mero principio de nuestroestudio del #ermón del $onte. Es decir, o tomamos en serio a 1es(s, o no, y en este caso su enseñanzadeberá ser abandonada del todo y la !ente debe dejar de llamarse cristiana. Honrar a 1es(s de labios afuera,decir que el E"an!elio es la -erdad di"inamente inspirada, jactamos de ser cristianos y despu0s e"adimos deponer en práctica en la "ida diaria todo lo que se infiere de su doctrina, es simplemente debilidad fatal ehipocresía de la peor especie. 6 1es(s es un !uía di!no de confianza, o no lo es. > si lo es, honr0mosleaceptando que l, en realidad, sabía lo que decía, y que conocía mejor que nadie el arte de "i"ir. +as penas yansiedades que padece la humanidad se deben por completo al hecho de que nuestro modo de "i"ir es tanopuesto a la -erdad que las cosas que 1es(s dijo y enseñó nos parecen a primera "ista absurdas y locas.

+o cierto es que cuando se la comprende correctamente, encontramos que la enseñanza de 1es(s es no

solamente "erdadera, sino sumamente practicable. En "erdad es la más practicable de todas las doctrinas.+le!amos a descubrir, pues, que 1es(s no era un "isionario sentimental ni un mero dispensador de triA"ialidades, sino un consumado realista como sólo un !ran místico puede serlo; y la esencia total de su doctrina

9



así como su aplicación práctica están comprendidas sumariamente en este te%to.Esta 'iena"enturanza se halla entre la media docena de los "ersículos más importantes de la 'iblia. 3uando

se está en posesión del sentido espiritual de este te%to, se posee el #ecreto de ominio, el secreto que noshace aptos para superar toda clase de dificultad. Es, literalmente, la +la"e de la -ida. Es el mensaje de 1es(sreducido a una sola frase.

Estas palabras son, actualmente, como la 7iedra ilosofal de los *lquimistas que transforman el metalbásico de la limitación y la aflicción en el oro del ?confort?, o sea, la "erdadera armonía.

&otemos que hay en el te%to dos palabras que obran como polos sobre la atenciónD ?manso? y ?tierra? ambas son empleadas en un sentido muy especial y altamente t0cnico, el cual ha de ser bien aclarado antesde que se re"ele el si!nificado oculto que lle"an en el fondo. En primer lu!ar, la palabra ?tierra? no se usaen la 'iblia como mera referencia al !lobo terrestre. #i!nifica manifestación; manifestación o e%presión es elresultado de una causa. Es necesario que una causa se manifieste o e%prese antes que podamos conocerla;y, por otra parte, toda manifestación o e%presión tiene que tener su causa. *hora bien, en la metafísicadi"ina, y particularmente en el #ermón del $onte, aprendemos que toda causa es mental, y que nuestroscuerpos y todo lo que nos concierne ho!ar, ne!ocios, toda nuestra e%periencia no son sino lamanifestación de nuestro propio estado mental. El hecho de que seamos inconscientes de la mayor parte denuestros estados mentales no quiere decir nada, porque de todos modos están ahí en la mentesubconsciente, no importa que ya los hayamos ol"idado o que jamás hayamos sido conscientes de ello.En otras palabras, nuestra ?tierra? si!nifica la totalidad de nuestra e%periencia e%terna, y ?heredar la tierra?

si!nifica adquirir dominio sobre esa e%periencia, o sea, tener la facultad de ordenar nuestra "ida encondiciones de armonía y 0%ito positi"o. ?/oda la tierra se llenará de la !loria del #eñor.? ?#u alma morará a!usto y su simiente 9oraciones: heredera la tierra? ?El #eñor reina, !ócese la tierra.? *sí "emos que cuando la'iblia habla acerca de la tierra poseer la tierra, !obernar la tierra, llenar la tierra de #u !loria, etc0tera, serefiere a nuestras condiciones de "ida, desde la salud corporal hasta el más mínimo detalle de nuestrosasuntos personales. > este te%to está ahí para decimos cómo podemos alcanzar pleno dominio sobre nuestra"ida y ser así los dueños de nuestro destino.

7ero "eamos cómo puede hacerse esto. +a 'iena"enturanza dice que el dominio, o sea, la capacidad de!obernar las condiciones de nuestra "ida, ha de alcanzarse de cierta manera, y de la más inesperada de lasformas nada menos que siendo manso. &o obstante, es tambi0n cierto que esta palabra está usada en unsentido especial y t0cnico. #u si!nificación "erdadera no es en modo al!uno la que hoy se la da en el len!uajemoderno. En efecto, actualmente hay pocas cualidades de la naturaleza humana más desa!radables queaqu0lla e%presada por la palabra ?mansedumbre?. 7ara el lector moderno el adjeti"o su!iere !eneralmente laidea de una persona d0bil, falta de "alor y de respeto hacia sí misma, y probablemente hipócrita y ruin almismo tiempo. &o ocurría lo mismo en tiempos de icIens. El lector moderno, con estas connotaciones de la

palabra en mente, se siente inclinado a menospreciar el concepto !eneral del #ermón del $onte, porque ya alprincipio se le dice que sólo siendo manso obtendrá la facultad de dominio; y tal doctrina le resultainaceptable.

7ero la palabra ?mansedumbre?, en sentido bíblico, quiere dar a entender una actitud mental que nin!unaotra palabra en particular describe con e%actitud, y precisamente en esa actitud mental radica el secreto de la?prosperidad? o del 0%ito en la oración. Es una combinación de mente abierta, de fe en ios, y delcon"encimiento de que la "oluntad de ios con respecto a nosotros es siempre al!o "ital e interesante, quetrae !ozo a la e%istencia, y muy superior a cuanto nosotros pudi0ramos ima!inar. Este estado mental incluyeasimismo una completa predisposición a permitir que la "oluntad de ios se manifieste en la forma queconsidere mejor la #abiduría i"ina, y no se!(n el modo particular que nosotros hayamos esco!ido.

Esta actitud mental, compleja en su análisis aunque sencilla en sí misma, es la +la"e del 7oder, o sea, el0%ito en la prueba. &o hay palabra para ella en el len!uaje corriente porque la cosa no e%iste sino paraquienes están afirmados sobre la 4oca Espiritual de la palabra de 1esucristo. #i deseamos heredar la tierra,

debemos absolutamente adquirir ?mansedumbre?.$ois0s, que tu"o un 0%ito tan e%traordinario en la oración, se destacaba notablemente por esta cualidad.#obrepasó la creencia establecida sobre la "ejez, mostrando la potencia física de un jo"en en plenitud de

"ida, cuando, de acuerdo con el calendario contaba ciento "einte años de edad, y por fin trascendiócompletamente su ser físico, o se ?desmaterializó?, sin morir. 4ecordamos tambi0n que $ois0s, además de su0%ito personal, realizó una obra mara"illosa por su pueblo, liberándolo de la escla"itud en E!ipto a tra"0s deincreíbles dificultades 9porque el afortunado %odo fue la ?prueba? de $ois0s y de unas cuantas almassuperiores que le ayudaban: e influyendo en todo el curso ulterior de la historia con su enseñanza y sushazañas. $ois0s tenía una mente abierta, lista siempre para aprender y poner en práctica nue"os modos depensar y de actuar. &o rechazaba una re"elación acabada de sur!ir con el prete%to de ser no"el ore"olucionaria, como habría hecho la mayoría de sus presuntuosos cole!as de la jerarquía reli!iosa en E!ipto.l no estaba e%ento, por lo menos al principio, de serias faltas en su carácter, pero su alma era demasiado!rande para ser tocada por el or!ullo espiritual o intelectual; por eso se fue alzando poco a poco sobre tales

defectos, a medida que el nue"o conocimiento de la -erdad actuaba en lo íntimo de su ser.$ois0s comprendía cabalmente que acomodarse de una manera estricta a la "oluntad de ios, lejos deacarrear la p0rdida de nin!(n bien, sólo podía si!nificar una "ida más alta, mejor y más espl0ndida. En

10



consecuencia, no consideró como un sacrificio la aceptación de esa -oluntad; por el contrario, la estimó comola más ele"ada forma de !lorificación personal, en el "erdadero y mara"illoso sentido de esta palabra. +a!lorificación personal del e!oísta es la "anidad "il que, al fin, conduce a la humillación. +a "erdadera!lorificación personal, la que es realmente !loriosa, es la !lorificación de ios.?El 7adre en mí. El hace eltrabajo. >o en /i y /( en mí?. $ois0s comprendió a la perfección el poder de la 7alabra hablada para hacersur!ir el bien, lo cual es fe científica. ue uno de los hombres más mansos que jamás hayan "i"ido, y nadie,con e%cepción de nuestro #eñor, ha recibido la tierra por heredad hasta tal punto.

0n delicioso proverbio oriental airma que "la mansedumbre obli!a a ios mismo?.

/Bienaventurados los que tienen hambre y sed de usticia+ porque ellos ser!n saciados./ ?1usticia? es otra de las palabras cla"e de la 'iblia que el lector tiene que poseer si quiere penetrar en el

profundo sentido del libro. e i!ual manera que ?tierra? y ?manso?, ?justicia? es un t0rmino t0cnico usado en unsentido definido y especial.

1usticia, en su acepción bíblica, tiene que "er no solamente con rectitud de conducta, sino con elpensamiento recto en cada aspecto de la "ida. * medida que nos adentremos en el estudio del #ermón del$onte, encontraremos en cada frase una reiteración de esta !ran "erdadD las cosas e%teriores no son sino lae%presión 9e%presar, presionar hacia fuera:, o manifestación !ráfica de nuestros pensamientos y creenciasinternas. Encontraremos tambi0n que tenemos el dominio o poder de !uiar a "oluntad el curso de nuestrospensamientos, por lo cual, indirectamente, somos nosotros quienes hacemos nuestras "idas conforme a laíndole de nuestro pensar. 1es(s nos repetirá constantemente en estas pláticas que nosotros no podemosejercer acción directa al!una sobre las cosas e%teriores, porque 0stas no son más que las consecuencias o,por decirlo así, las imá!enes de lo que ocurre en el +u!ar #ecreto. #i nos fuera posible cambiar directamentelo e%terior sin alterar nuestro modo de pensar, ello si!nificaría que podríamos pensar en una cosa y producirotra, lo cual sería contrario a la +ey del 2ni"erso. En efecto, es esta noción, errónea, la que constituyeprecisamente la base falsa de todas las des!racias humanas enfermedades, pecado, contiendas, pobreza, yhasta la misma muerte.

#in embar!o, la !ran +ey del 2ni"erso es ni más ni menos 0staD lo que lle"amos en nuestra mente es lacausa determinante de nuestra e%periencia. /al como es lo de dentro, así es lo de afuera. &o podemos pensaruna cosa y producir otra. #i queremos tener control sobre las circunstancias que nos rodean para hacerlasarmoniosas y felices, primero tenemos que con"ertir en armoniosos y felices nuestros pensamientos, yentonces lo e%terior se!uirá el mismo camino. #i deseamos salud, pensemos antes que nada en salud, y,record0moslo, esto no quiere decir solamente pensar en un cuerpo sano, aunque ello es importante, sino quetal estado mental incluye pensamientos de paz, de !ozo y de buena "oluntad para con todos, porque, como"eremos más adelante en el #ermón, las emociones ne!ati"as son una de las principales causas de la

enfermedad. #i queremos ele"ar nuestra estatura espiritual y crecer en el conocimiento de ios, debemosimprimirles un ritmo espiritual a nuestros pensamientos, y concentrar nuestra atención 9que es la "ida misma:en ios más bien que en nuestras limitaciones.

#i queremos prosperar materialmente, hemos de tener pensamientos de prosperidad, y hacer un hábito deeste pensar, porque lo que mantiene a la mayoría de la !ente en la pobreza es la costumbre de pensar ent0rminos de pobreza. #i queremos "emos rodeados de amable compañerismo y tener el afecto de los demás,es preciso que en nuestros pensamientos se reflejen el amor y la buena "oluntad. ?/odas las cosas trabajan juntas para el bien de aquellos que aman el bien.?

3uando un hombre despierta al conocimiento de estas !randes "erdades, naturalmente trata de aplicarlas ala "ida. 3omprendiendo al fin la importancia "ital de la justicia, o de mantener solamente pensamientosarmoniosos, un hombre razonable empieza en se!uida a tratar de poner en orden su casa. 7ero encuentraque, aunque la teoría es bastante simple, la práctica es cualquier cosa menos fácil. *hora bien, <por qu0 ha deser esto así= +a respuesta estriba en la e%traordinaria potencia del hábito; y nuestros hábitos de pensamiento

son a la "ez los más sutiles y los más difíciles de romper. *bandonar un hábito físico es comparati"amentemás fácil, si uno se lo propone con seriedad, porque la acción sobre el plano físico es mucho más lenta ypalpable que sobre el plano mental. 3uando se trata de hábitos mentales no podemos, por así decirlo,echamos a un lado y mirarlos objeti"amente como hacemos al contemplar nuestras acciones. &uestrospensamientos se deslizan por el campo del conocimiento en una corriente incesante, y con tal rapidez que sólocon una "i!ilancia acti"a y constante podemos diri!irlos. *demás, el teatro de nuestros actos es el lu!ar enque nos encontramos. &o puedo obrar más que en donde estoy. 7uedo, por supuesto, dar órdenes por carta opor tel0fono, o puedo tocar un timbre y obtener ciertos resultados a distancia. &o obstante, el acto mismoocurre donde estoy y en el momento actual. En cambio, con el pensamiento puedo recorrer todo el panoramade mi "ida, e"ocar a todas las personas que he conocido, y con i!ual facilidad puedo sumer!irme en el pasadoo remontarme hacia el futuro. -emos, por lo tanto, que la tarea de lo!rar un equilibrio de pensamiento justo ypleno de armonía, es mucho mayor de lo que a primera "ista parece.

7or esta razón, muchos se desalientan y se culpan a sí mismos, al no poder transformar ense!uida su ritmo

mental y, como dice #an 7ablo, destruir para siempre al "iejo *dán. Esto, por supuesto, es un !ra"e error. +acondena de sí mismo, al ser un pensamiento ne!ati"o y por lo tanto injusto, tiende a producir más dolor a(n,conser"ando el "iejo círculo "icioso. #i no pro!resamos tan aprisa como quisi0ramos, el remedio es redoblar

11



la "i!ilancia a fin de mantener el pensamiento en un cuidadoso estado de armonía. &o nos deten!amos ennuestros errores o en la lentitud de nuestro pro!reso. 3lamemos por la 7resencia de ios en nuestra "ida, contanto más ahínco cuanto mayor sea la dificultad que trata de desalentamos. 7idamos #abiduría, 7oder o7rosperidad en la oración. Ha!ámonos un in"entario mental y re"isemos con cuidado nuestra "ida, no sea queen al!(n rinconcito de nuestra mente a(n se escondan pensamientos torcidos. <#i!ue habiendo a(n al!(naspecto de nuestra conducta que no es del todo recto= <Hay al!uien a quien no hemos perdonado toda"ía=<&os permitimos al!(n tipo de odio político, reli!ioso, o racial= #i tenemos allí tal sentimiento, se!uro que estádisfrazado bajo la capa de una falsa justificación. #i lo descubrimos, arranqu0mosle el disfraz de ilusión conque se oculta, y desha!ámonos de 0l como si fuera una cosa perniciosa porque está en"enenando nuestra"ida. <#e nos ha colado en el corazón cierta dosis de en"idia personal o profesional= Este sentimiento "iciosoes mucho más com(n de lo que suele admitirse en buena sociedad. #i damos con 0l, ech0moslo, cueste loque cueste. <Estamos abatidos por al!una pena sentimental, al!(n anhelo in(til o imposible= En tal caso,refle%ionemos. 3omo almas inmortales e hijos de ios, poseyendo el dominio espiritual, nin!una cosa buenaestá fuera de nuestro alcance, aquí y ahora. &o mal!astemos tiempo lamentando el pasado, sino saquemosdel presente y del futuro la realización espl0ndida de los deseos de nuestro corazón <&os a!obia elremordimiento por faltas pasadas= 7ues ten!amos presente que 0ste, a diferencia del arrepentimiento, no esmás que una forma de or!ullo espiritual. @ozarse en 0l, como hacen al!unos, es traicionar al *mor y a la$isericordia de ios, quien diceD ?3ontemplad ahora el día de la sal"ación.? ?3ontemplad como ha!o cosasnue"as?.

En esta 'iena"enturanza, 1es(s nos aconseja que no nos desanimemos si no obtenemos ense!uida la"ictoria, si nuestro pro!reso parece lento. 7or otra parte, si no hacemos nin!(n pro!reso, ello se debe con todase!uridad a que no estamos orando bien, y nos toca a nosotros descubrir la causa e%aminando nuestra "ida ypidiendo de lo *lto sabiduría y dirección. En "erdad, debemos pedir constantemente a ios que nos ilumine ynos !uíe, y derrame sobre nosotros el poder "i"ificante del Espíritu #anto, para que la eficacia de nuestraoración nuestra prosperidad se acreciente de día en día. 7ero si "emos al!(n adelanto, si las cosasmejoran aun cuando sea despacio, no hay moti"o para que nos sintamos desanimados. /an sólo es necesarioque nos esforcemos resueltamente, y que nuestros intentos sean sinceros. Es imposible que un hombreperse"ere en buscar la "erdad y la justicia de todo corazón, sin que sea coronado por el 0%ito. ios no es falsoy no se burla de sus hijos.

/Bienaventurados los misericordiosos+ porque ellos alcan(ar!n misericordia./ He aquí un resumen conciso de la +ey de la -ida, que 1es(s desarrolla más adelante en el #ermón 9 $*/E6

J,FAG:. Esta 'iena"enturanza no requiere mucho comentario, porque las palabras empleadas comportan elsentido habitual que hoy se les da en la "ida diaria, y la frase es tan clara y ob"ia en su si!nificado como la ley

e%presada es sencilla e infle%ible en su acción.El punto que necesita tener en cuenta un científico cristiano que quiere aplicar científicamente su reli!ión esque, como siempre, la aplicación "ital del principio formulado en esta 'iena"enturanza ha de hacerse en elcampo del pensamiento. +o que en esencia importa es que seamos mentalmente misericordiosos. +as buenasacciones, si "an acompañadas de pensamientos no bondadosos, son pura hipocresía, dictadas por el temor, oel deseo de "ana!loria, o al!(n moti"o semejante. #on falsificaciones que no dan pro"echo al dador ni al quelas recibe. 7or otra parte, un pensamiento bueno hacia nuestro prójimo lo bendice espiritual, mental ymaterialmente, y nos bendice a nosotros al mismo tiempo. #eamos misericordiosos al juz!ar a nuestroprójimo, porque lo cierto es que todos somos uno, y cuanto mayor parezca ser su error, tanto más !rande esnuestro deber de ayudarle con el pensamiento adecuado, facilitándole así la manera de liberarse. /an prontocomprendamos el poder del 7ensamiento Espiritual la -erdad del 3risto adquirimos una responsabilidadque otros no tienen, y que no podemos e"adir. 3uando ten!amos e"idencia de la falta de nuestro prójimo,recordemos que el 3risto que está en 0l clama por el socorro de nosotros, que estamos iluminados; así que,

seamos misericordiosos.7orque en realidad y en "erdad todos somos uno; formamos parte del manto "i"iente de ios. El mismo tratoque hoy les damos a otros, tarde o temprano lo recibiremos; i!ualmente recibiremos la misma misericordia, enel momento en que la necesitemos, de aquellos que están más adelantados en el camino que nosotros. 7orencima de todo hay una "erdad, y es que, liberando a otros del peso de nuestra condena, hacemos posible elabsol"emos a nosotros.

/Bienaventurados los limpios cora(ón* porque ellos ver!n a -ios./ ste es otro de esos preceptos mara"illosos en los que la 'iblia es tan rica. /oda la filosofía de la reli!ión se

encuentra aquí, resumida en pocas palabras. 3omo es costumbre en las Escrituras, las palabras están usadasen un sentido t0cnico y abarcan una idea mucho más amplia que la que tienen en la "ida diaria.

Empecemos considerando la promesa que se nos hace en esta 'iena"enturanza. &ada menos que "er aios. *hora bien, sabemos desde lue!o que ios no tiene forma corporal, y por lo tanto el asunto no consiste

en ?"erle? tal como "emos físicamente con nuestros ojos a un semejante o un objeto. #i pudi0semos "er aios de esta manera, sería El limitado y, por lo tanto, ya no sería ios. ?-er? se refiere aquí a la percepciónespiritual, aquella capacidad de concebir la naturaleza "erdadera de ios, de la cual infortunadamente

12



carecemos.-i"imos en el uni"erso de ios, pero no conocemos en manera al!una cómo es en realidad. El 3ielo no es

un lu!ar lejano en el firmamento, sino que nos está rodeando ahora mismo. 7ero como nos falta la percepciónespiritual, no podemos reconocerlo, o, por decirlo de otro modo, no podemos e%perimentarlo. > 0se es elsentido en que podemos entender que se nos nie!a la entrada al 3ielo. Estamos en contacto con un fra!mentopequeñísimo de ese 3ielo al cual llamamos uni"erso, pero aun ese pequeño fra!mento lo "emos torcido en sumayor parte. El 3ielo es el nombre reli!ioso que si!nifica la presencia de ios. El 3ielo es infinito, peronuestra manera de "er las cosas nos lle"a a interpretarlo en función de un mundo de tres dimensiones. El3ielo es la Eternidad, pero la e%periencia que tenemos aquí lle!a a nuestro conocimiento en serie, en unasecuencia que llamamos ?tiempo?, lo cual nunca permite que comprendamos una e%periencia en su totalidad.ios es el Espíritu i"ino, y en ese Espíritu no hay limitaciones ni restricciones de nin!una clase. #in embar!o,"emos todas las cosas distribuidas en lo que llamamos ?espacio?, es decir, están espaciadas; ello da lu!ar auna restricción artificial que constantemente estorba el rea!rupamiento de los sucesos de nuestra e%perienciaque requiere el pensamiento creador.

El 3ielo es el reino del Espíritu, la #ustancia pura; allí no hay "ejez, ni decadencia, ni discordia; es el reinodel Eterno 'ien. > sin embar!o, a nuestros ojos todo está en"ejeciendo, decayendo, deteriorándose;floreciendo para marchitarse, naciendo para morir.

&os parecemos a un daltónico que estu"iera en un jardín rodeado de bellas flores. 7or todo su alrededor haycolores !loriosos, pero 0l no los percibe, no está consciente de ellos. 7ara 0l todo es ne!ro, o blanco, o !ris. #isuponemos que le falta tambi0n el sentido del olfato, comprenderemos que no puede apreciar más que unaparte infinitesimal de la ma!nificencia de ese jardín. &o obstante, todo ese resplandor está delante de 0l y espara 0l; pero no es capaz de percibirlo. * esta limitación se la conoce en /eolo!ía como ?3aída del Hombre? y consiste en tener una tendencia a

ejercer su "oluntad en oposición a la "oluntad de ios. ?ios hizo al hombre ínte!ro, pero 0ste se ha buscadomuchas limitaciones.? &uestra tarea es superar esas limitaciones tan rápidamente como sea posible, hasta quelle!uemos a conocer las cosas como en realidad son. Esto es lo que quieren decir las palabras ?"er a ios? y"erle ?cara a cara?. -er a ios es comprender la -erdad, una e%periencia que trae la libertad infinita y lafelicidad perfecta.

En esta mara"illosa 'iena"enturanza 1es(s nos dice e%actamente cómo habrá de cumplirse esta tareasuprema, y qui0nes son los que la lle"arán a caboD los limpios de corazón. *quí de nue"o hay que tener encuenta que las palabras ?puro? y ?pureza? tienen un sentido mucho más amplio que el que corrientemente seles atribuye. ?7ureza?, en la 'iblia, si!nifica mucho más que la limpieza física, por importante que 0sta sea. Enplenitud de sentido consiste en el reconocimiento de ios como la (nica 3ausa "erdadera y el (nico 7oder"erdadero que e%iste. Es lo que en otro lu!ar se denomina ?el ojo simple? y es nada menos que el secreto por

medio del cual podemos escapar de toda enfermedad, des!racia o limitación, en fin, a la caída del hombre.7or lo cual, bien podríamos parafrasear esta 'iena"enturanza más o menos de este modoD?'iena"enturados quienes reconocen a ios como la (nica 3ausa "erdadera, la (nica 7resencia "erdadera y

el (nico 7oder real, no de una manera teórica o formal, sino en la práctica, es decir, con palabras, y acciones;y no meramente en una parte de su "ida, sino en todo rincón de la "ida y del espíritu; no teniendo reser"aal!una para con ios, sino armonizando la "oluntad de ellos, aun en los detalles más menudos, con la"oluntad de l porque ellos "encerán todas las limitaciones de espacio, tiempo y materia, así como lasflaquezas de la mente camal; y estarán conscientes y !ozarán para siempre de la 7resencia de ios.?

7odemos ad"ertir lo tosca que resulta cada paráfrasis de la "erdad bíblica comparada con la concisión y!racia del +ibro #anto. 7ero con"iene que cada persona parafrasee de "ez en cuando los te%tos másconocidos de la Escritura, porque esto le ayudará a comprender con e%actitud cuál es el si!nificado que les "aatribuyendo. Ello tambi0n ser"irá para destacar al!(n sentido profundo sobre el cual se ha pasadoinad"ertidamente. &otemos que 1es(s habla de los limpios de corazón. +a palabra ?corazón? en la 'iblia indica

!eneralmente lo que los psicólo!os modernos llaman la mente subconsciente. Esto es de e%tremaimportancia, porque no basta que aceptemos la -erdad sólo con la mente consciente. En tal caso nuestraaceptación no es más que una opinión. #ólo cuando es aceptada por la mente subconsciente, y asimilada asípor toda la mentalidad, puede la -erdad reformar el carácter y transformar la "ida. ?3omo un hombre piensaen su corazón así es 0l.? ?@uarda tu corazón con dili!encia, pues de 0l brotan las fuentes de la "ida.?

$ucha !ente, especialmente la que se considera culta, posee un caudal de conocimientos que no lo!rancambiar ni mejorar su "ida. +os m0dicos saben todo sobre la hi!iene, pero "i"en a menudo de una manerapoco hi!i0nica; los filósofos que están enterados de la sabiduría humana atesorada a tra"0s de los si!los,contin(an conduci0ndose de una manera tonta y absurda. 7or consi!uiente, unos y otros tienen "idasfrustradas e infelices. +a razón de ello es que sus conocimientos son simplemente opinión, erudición acuAmulada en la mente. 7ara que un conocimiento pueda cambiamos es necesario que se incorpore a nuestramente subconsciente, "ale decir, que penetre hasta lo más íntimo del cora(ón. +os psicólo!os modernos estánen lo cierto al tratar de reeducar la mente subconsciente, aunque hasta ahora no han encontrado el m0todo

se!uro para ello. Ese m0todo no es otro que la 6ración 3ientífica, o sea, la práctica de la 7resencia de ios.

/Bienaventurados los pacíicos+ porque ellos ser!n llamados hios de -ios./

13



4ecibimos aquí una lección práctica de incalculable "alor sobre el arte de la oración y la oración,record0moslo, es el (nico modo de reno"ar nuestra comunión con ios. * primera "ista, esta 'ienaA"enturanza puede pasar por una !eneralización reli!iosa de carácter meramente con"encional, y hasta poruna de esas tri"ialidades sentenciosas que usan los que quieren impresionar a sus oyentes no teniendo nadaori!inal que decir. * decir "erdad, la oración es la (nica acción completa en el sentido más e%acto de lapalabra, porque es la (nica cosa capaz de cambiar el carácter. 2n cambio en el carácter o en el espíritu es un"erdadero cambio. 3uando se "erifica un cambio de esa clase, el sujeto se toma diferente, y durante el restode su "ida se conduce de manera diferente. En otras palabras, ya no es la misma persona de antes. El !radode diferencia puede ser casi imperceptible cada "ez que se ora; sin embar!o, aunque pequeño, tiene lu!ar,porque es imposible orar sin que nos ha!amos diferentes en al!(n !rado #i pudi0semos tomar conscienciaplenamente de la 7resencia de ios, un cambio radical y dramático se obraría en nuestro carácter en un abriry cerrar de ojos, transformando nuestro modo de pensar, nuestros hábitos, nuestra "ida entera. +a historiare!istra numerosos ejemplos de esta clase, tanto en 6riente como en 6ccidente; las llamadas con"ersionesson hechos aut0nticos que lo ejemplifican con claridad. /an radical es el cambio que resulta de la oración que1es(s lo llama ?nacer de nue"o?. En efecto, puesto que la persona se con"ierte en otro ser, es lo mismo que sinaciera de nue"o. +a palabra ?oración? incluye toda forma de comunión con ios, así como todo esfuerzoencaminado a ese fin, ya sea "ocal o puramente mental. +a oración puede ser tambi0n afirmación oin"ocación, siendo cada una de ellas buena en su propio lu!ar; puede ser asimismo meditación, y la másele"ada de todas las formas de oración, que es la contemplación.

#i no estamos acostumbrados a orar, todo lo que podemos hacer es e%presar nuestra personalidad tal comoes en cualquier circunstancia de la "ida en que nos encontremos. * tal punto es cierto esto, que la mayoría delos que nos conocen podrían decir de antemano cómo reaccionaríamos en presencia de cualquier dificultad ocrisis; pero la oración, al cambiar nuestro carácter hace posible una reacción nue"a.

3uando la oración es eficaz, la 7resencia de ios se realiza en nosotros, que es el secreto de nuestracuración y la curación de otros tambi0n; asimismo obtenemos aquella inspiración que es la "ida del alma y lacausa de nuestro desarrollo espiritual. 7ero para que esta 7resencia de ios sea un hecho en nosotros, ynuestras oraciones sean eficaces, es preciso que alcancemos cierto !rado de "erdadera paz mental. Esta pazinterior ha sido llamada por los místicos serenidad y ellos no se cansan jamás de repetirnos que la serenidades el !ran "ehículo de la 7resencia de ios el mar sua"e como un espejo que rodea al @ran /rono 'lanco. Esto no quiere decir que sin la serenidad no se puedan "encer por medio de la oración aun las mayoresdificultades, porque por supuesto se puede. En efecto, cuanto mayores son nuestros problemas, menor es laserenidad de que podemos disponer, y la serenidad misma sólo se obtiene por la oración y por la acción deperdonar a los demás y a uno mismo. 7ero hemos de tener la serenidad para a"anzar en el reino del espíritu,aquella tranquilidad de alma a la cual se refiere 1es(s con la palabra ?paz?, una paz que supera el

entendimiento humano.+os pacíficos de que se habla en esta 'iena"enturanza, son aquellos que realizan esta paz "erdadera o sereAnidad en sus propias almas, porque son ellos los que superan las dificultades y limitaciones y lle!an a ser nosólo potencialmente sino, "erdaderamente, los hios de -ios. Esta condición de espíritu es el objeti"o principalde todas las instrucciones que 1es(s nos da en el #ermón del $onte, y en otras partesD ?+a paz os dejo, mi pazos doy. &o se turbe "uestro corazón ni se intimide?. 3uando hay temor, o resentimiento, o al!una inquietud ennuestro corazón, esto es, mientras nos falta la serenidad o la pa(, no nos es posible lo!rar mucho.

7ara conse!uir la concentración del espíritu se precisa tener cierto !rado de serenidad.7or supuesto que ser pacífico en el sentido corriente, como el que se dedica a poner fin a las querellas de

otros, es sin duda cosa e%celente; pero, como bien sabe todo aqu0l que est0 dotado de sentido práctico, es unpapel bastante difícil de interpretar. 3uando uno interfiere en contiendas ajenas, !eneralmente las cosasempeoran en lu!ar de mejorar. 7or re!la !eneral, es nuestra opinión personal la que nos sir"e de !uía, y esraro que una opinión personal no sea injusta. #i lo!ramos que los ad"ersarios e%aminen de nue"o las causas

de la disputa desde otro punto de "ista, nuestros esfuerzos no habrán sido in(tiles; pero, por otra parte, sisolamente ponemos por obra un t0rmino medio en el cual consienten por moti"os de propio inter0s o porcompulsión, entonces la reconciliación no será más que superficial, no habiendo en ese caso paz "erdadera,porque ambos no se sienten así contentos e indul!entes.

2na "ez que comprendamos el poder de la oración, seremos capaces de sanar muchas disputas de maneradefiniti"a; al!unas "eces sin pronunciar palabra al!una. 7ensar silenciosamente en el *mor y la #abiduría del/odopoderoso es suficiente para disipar imperceptiblemente los moti"os que acarrean disputas. Entonces, lamejor solución para todos, cualquiera que sea, se efectuará !racias al poder silencioso de la 7alabra.

/Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la usticia+ porque de ellos es el reino de loscielos. Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiuieren y dieren de vosotros todo mal por micausa, mintiendo. Go(aos y aleraos* porque vuestra merced es rande en los cielos+ que así persiuieron alos proetas que hubo antes de vosotros./

3omo hemos "isto, el carácter esencial de la enseñanza de 1es(s es que la -oluntad de ios para nosotroses armonía, paz y !ozo; que tales cosas puedan con"ertirse en realidad para nosotros culti"ando un modo depensar justo y recto es una frase que nos sorprende. 1es(s nos dice constantemente que es la "oluntad de

14



nuestro 7adre damos su 4eino y que para merecer la justicia hemos de culti"ar la serenidad, la paz interior. ldeclara que los pacíficos que cumplen esto adquirirán orando prosperidad, heredarán la tierra, "erán a ios ysu duelo se transformará en !ozo. &o obstante, aquí aprendemos que los que son perse!uidos a causa de la justicia, son biena"enturados, porque de ese modo triunfarán; que el ser "ituperado y denunciado es causa de!ozo y felicidad, y que los 7rofetas y los !randes 5luminados tambi0n sufrieron estas cosas.

/odo esto es sin duda asombroso, y a la "ez perfectamente correcto; sólo que comprendamos una cosaD queel ori!en de toda esta persecución no es otra cosa que nosotros mismos. &o hay un persecutor e%terior anosotros mismos. #iempre que encontremos difícil lo justo o el pensar con rectitud; siempre que sintamos latentación de considerar injustamente determinada situación, o persona, o aun nosotros mismos; siempre quenos sintamos inclinados a ceder a la cólera, o a la desesperación, entonces somos perse!uidos a causa de la justicia, lo cual resulta ser una condición biena"enturada y bendita.

/odo tratamiento espiritual u 6ración 3ientífica implica una lucha con el ?>o inferior? el cual prefie re el "iejomodo de pensar y se le"anta y nos insulta, por decirlo dramáticamente, a la manera oriental.

/odos los !randes 7rofetas e 5luminados de la especie humana, que al fin alcanzaron la "ictoria, lo hicierontras una serie de batallas consi!o mismos, cuando su naturaleza inferior, el "iejo *dán, los perse!uía. 1es(smismo ?tentado en todo se!(n nuestra semejanza? tu"o más de una "ez que hacer frente a esta?persecución?, especialmente en el Huerto de @etsemaní, y durante al!unos minutos, en la 3ruz misma. *horabien, como estos combates con nuestra naturaleza inferior han de lle"arse a cabo tarde o temprano, serámejor efectuar la lucha y "encer lo antes posible. e manera que estas persecuciones resulten ser,relati"amente hablando, bendiciones di"inas.

&otemos que en realidad no hay "irtud al!una o pro"echo siquiera en el mero hecho de que otros nosmolesten o persi!an. &ada absolutamente "iene a nuestra e%periencia, a menos que haya al!o en nosotrosque lo atrai!a. 7or lo cual, si nos acontecen molestias o dificultades es sin duda debido a que al!o en nuestramente necesita ser e%aminado y aclarado; porque siempre "emos las cosas como somos capaces deconcebirlas. He aquí un peli!ro !ra"e para los d0biles, los "anidosos y los presuntuosos. #i los demás no lostratan como ellos quisieran, o si no reciben el respeto y la consideración que ellos creen que se les debe tener,aunque probablemente no lo merecen, se sienten con frecuencia inclinados a creer que son ?perse!uidos? acausa de su superioridad espiritual, e incurren en el absurdo de darse aires de !randeza con tal moti"o. Heaquí una pat0tica ilusión. #e!(n la @ran +ey de la -ida, de la cual todo el #ermón del $onte es unae%posición, solamente podemos recibir a tra"0s de nuestra e%istencia lo que en cada momento noscorresponde, y nadie puede impedimos el conse!uir lo que nos toca; por esta razón toda persecución ofrustración pro"iene absolutamente de lo interior. * pesar de que hay una tradición sentimental a la que "a unido, el martirio no conlle"a nin!una "irtud en sí.

#i el ?mártir? tu"iese una comprensión suficiente de la -erdad, no le sería necesario sufrir esa e%periencia.

1es(s no fue un mártir. Habría podido escaparse en cualquier momento, si hubiese querido e"itar lacrucifi%ión. 7ero era necesario que al!uien triunfase sobre la muerte, y por esa razón consintió en morir. lquiso, de forma deliberada y a su modo, realizar para nosotros una obra de antemano premeditada, y noprecisamente un martirio. +ejos est0 de nosotros el menospreciar el "alor ilustre y la abne!ación heroica de losmártires de todos los si!los; pero debemos recordar que si hubiesen tenido una comprensión cabal, no habríanlle!ado al hecho del martirio. /ener el martirio como un bien supremo, tal como hacían muchos, es tentar aldestino, porque se atrae toda cosa sobre la cual se concentra la atención. *(n admirándolos a causa de laele"ación espiritual que alcanzaron, sabemos que, si los mártires hubiesen amado a sus enemi!os lo bastantees decir, amarlos en el sentido científico de la palabra, reconociendo en ellos la -erdad, entonces susperse!uidores romanos incluso el mismo &erón habrían abierto las puertas de sus prisiones, y losfanáticos de la 5nquisición habrían reconsiderado su causa.

4ap(tulo ?4#o u$ )obre pie$sa

$osotros sois la sal de la 1ierra* pero si la sal se desvirt&a, 2con qué se la salar!3 Para nadaaprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres.$osotros sois la lu( del mundo. 4o puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni seenciende una l!mpara y se la pone debao de un celemín, sino sobre el candelera, para quealumbre a todos cuantos est!n en la casa. Así ha de lucir vuestra lu( ante los hombres, para que, viendo vuestras obras buenas, loriiquen avuestro Padre que est! en los cielos.

9$*/E6 -, FCAFK:

En este mara"illoso pasaje, 1es(s se está diri!iendo a aquellos que han lle!ado a comprender la escla"itudde las cosas materiales y adquirido al!una comprensión de la naturaleza del #er. Es decir, l está hablando aquienes reconocen la 6mnipotencia de ios o del 'ien, y la impotencia de lo malo en presencia de la -erdad.

15



* tales personas las llama ?la sal de la tierra y la luz del mundo?; y ello ciertamente no es ensalzar demasiadoa los que comprenden la -erdad y la ponen de manifiesto en sus "idas personales. Es posible, y en efecto, esdemasiado fácil, aceptar la "erdad de estos principios fundamentales, proclamar su belleza, y sin embar!o noponerlos en práctica en la propia "ida. 7ero 0sta es una actitud peli!rosa, porque en tal caso la sal ha perdidosu sabor y no es buena.

#i comprendemos y aceptamos lo que 1es(s enseña; si nos esforzamos por realizarlo en cada fase denuestra "ida diaria; si tratamos sistemáticamente de destruir en nosotros mismos todo aquello que sabemos nodebería estar ahí, es decir, el amor propio, el or!ullo, la "anidad, la sensualidad, la presunción, el recelo, laconmiseración de nosotros mismos, incluyendo tambi0n aquí el resentimiento, la condenación, etc0tera; si noalimentamos estos defectos cediendo a ellos, sino que los dejamos morir ne!ándonos a que tomen e%presión;si culti"amos con toda lealtad un recto pensar hacia todas las personas o cosas a nuestro alcance, yespecialmente a las personas que no nos son simpáticas y a las cosas que no nos !ustan, es entonces cuandosomos di!nos de ser llamados ?la sal de la /ierra?.

#i "erdaderamente "i"imos esta "ida, las circunstancias que nos rodean actualmente carecen de todaimportancia; cualesquiera que sean las dificultades con que ten!amos que luchar, serán superadas, y la"erdad de nuestra doctrina tendrá su demostración. > no solamente haremos esta demostración en el másbre"e tiempo posible, sino que seremos capaces, positi"a y literalmente, de ejercer una influencia luminosa ysanadora a nuestro alrededor, y ser bendición para toda la humanidad. Es más, haremos bien a hombres ymujeres en lu!ares y tiempos remotos, a personas que jamás han oído ni oirán hablar de nosotros, seremosasí la luz del mundo, por sorprendente y mara"illoso que parezca.

El estado de nuestra alma se manifiesta a tra"0s de las condiciones e%teriores de nuestra "ida material, y enla influencia intan!ible que irradiamos. Hay una +ey 3ósmicaD que nada puede ne!ar permanentemente supropia naturaleza.

Emerson dijoD ?+o que eres !rita con una "oz tan alta que no puedo oír lo que estás diciendo.? En la 'iblia lapalabra ?ciudad? simboliza siempre la conciencia, y la palabra ?montaña? simboliza la oración o acti"idadespiritual. "Al(o mis oos a los montes, de donde ha de venir mi socorro" 9#*+$6# FBF,F:. "5i 6ahvé no uarda laciudad, en vano viilan sus centinelas" 9#*+$6# FBJ, F.:

El alma que "a desarrollándose y que se construye en la oración no se puede esconder, brilla esplenAdorosamente a tra"0s de la "ida que "i"e. Habla de por sí, pero en un silencio profundo, y cumple sus mejoresobras inconscientemente. #u sola presencia sana y bendice sin esfuerzos todo lo que la rodea.

&unca debemos tratar de imponer a otros la -erdad Espiritual. $ás bien, "i"amos de tal manera que sequeden tan impresionados por nuestra conducta, por la paz y felicidad que nos iluminan el semblante, queacudan espontáneamente a pedimos que repartamos con ellos la cosa mara"illosa que poseemos. El almaque "i"e así habita en la 3iudad de 6ro, la 3iudad de ios. Esto es lo que si!nifica así ha de lucir vuestra lu(

para !loria de nuestro 7adre que está en los cielos. 9$/. G.FK:&o pens0is que he "enido a abro!ar la ley o los profetasD no he "enido para abro!ar, sino aconsumarla. 9$/. G,FK:7orque en "erdad os di!o, que antes pasarán el cielo y la tierra, que falte una jota o una tilde de laley, hasta que todo se cumpla.#i, pues, al!uno infrin!iere al!uno de estos preceptos menores, y así enseñare a los hombres, serátenido por muy pequeño en el reino de los cielos; pero el que practicare y enseñare, 0ste serátenido por !rande en el reino de los cielos.7orque os di!o, que si "uestra justicia no supera a la de los escribas y fariseos, no entrar0is en elreino de los cielos.

9$*/E6, -ABL:

El "erdadero cristianismo es una influencia totalmente positi"a. En!randece y enriquece la "ida del hombre,la hace más amplia y mejor; nunca más mezquina. El conocimiento de la -erdad no nos puede acarrear lap0rdida de nada que "al!a la pena poseer. +os sacrificios "ienen sin duda, pero las cosas que hemos desacrificar son aqu0llas cuya posesión nos hace infelices, no las que nos traen la felicidad. $uchas personastienen la idea de que comprender mejor a ios requiere la renuncia a muchas cosas que sentirían perder.ecía una jo"enD ?3onfiar0 en la reli!ión más tarde, o cuando sea "ieja, pero ahora quiero disfrutar un poco.?Esto es confundir la cuestión. +as cosas que uno tiene que sacrificar son el e!oísmo, el temor y la idea de quela limitación es necesaria. 2na cosa sobre todo ha de ser sacrificadaD la creencia de que el mal tiene al!unaresistencia o poder aparte del que nosotros mismos le concedemos creyendo en 0l. *cercarse a ios nohabría causado a aquella jo"en p0rdida al!una de felicidad. 7or el contrario, habría !anado un caudalinmenso de felicidad. 3ierto es que, a medida que su alma fuera !anando en desarrollo, habría encontradoque ciertas formas del placer ya no le causaban satisfacción. 7ero, de ocurrir esto, habría encontrado tambi0nuna compensación mucho más "aliosa en la nue"a luz que iluminaría toda fase de su "ida, y en los nue"os y

mara"illosos aspectos que "ería en las cosas a su alrededor. #on sólo las cosas sin "alor las que tienen quedesaparecer bajo la acción de la -erdad.7or otra parte, sería de todo punto insensato que una persona creyese que el conocimiento de la -erdad del

16



#er la colocaría por encima de la ley moral, autorizándola a quebrantarla. En tal caso descubriría muy prontoque había cometido un error fatal. 3uanto mayor es nuestro conocimiento espiritual, tanto más se"ero es elcasti!o que nos acarrea si "iolamos la ley moral. El cristiano no puede permitirse el ser más descuidado queotros en la obser"ancia ri!urosa de todo el códi!o moral; antes al contrario, debe ser mucho más cuidadosoque las demás personas. En efecto, todo desarrollo espiritual "erdadero "a acompañado necesariamente deun pro!reso moral definido. 2na aceptación teórica de la letra de la -erdad puede ir acompañada de descuidomoral 9con !ra"e peli!ro del delincuente:, pero es del todo imposible 7ro!resar en el aspecto espiritual amenos que se trate sinceramente de "i"ir se!(n la ley moral. &o es posible en manera al!una separar elconocimiento espiritual "erdadero de la conducta justa y moralmente sana que le corresponde. 2na ?jota? 9la jota !rie!a: si!nifica ?hod?, la letra más pequeña del alfabeto hebraico. +a ?tilde?, parecida a un ?pequeño cuerAno?, es una de esas pequeñas prominencias que distin!uen una letra hebraica de otra. Esto quiere decir quecon"iene no sólo "i"ir se!(n la letra de la ley moral, sino tambi0n en los más mínimos detalles. Hemos demostramos no sólo se!(n las normas morales corrientes, sino de acuerdo con el más ele"ado concepto delhonor.

+os escribas y los fariseos, a pesar de sus defectos, eran en su mayor parte hombres honrados, queobedecían en su "ida particular la ley moral tal como la comprendían. 7or des!racia, no conocían más que laletra de la ley a la cual se conformaban escrupulosamente, cumpliendo su deber tal como lo concebían. #usdefectos consistían en la fatal debilidad que sur!e dondequiera que haya formalismo reli!iosoD or!ulloespiritual y presunción de la propia rectitud. Ellos eran completamente inconscientes de tales defectos, creíanobrar bien en todo, lo cual es la mortal ilusión de estas enfermedades del alma. 1es(s comprendió esto y le diosu lu!ar; de ahí que ad"irtiera a sus se!uidores que, a menos que su conducta fuera tan buena como la deaquella !ente, y aun mejor, no debían en modo al!uno suponer que estaban pro!resando en el caminoespiritual. El desarrollo espiritual y el ni"el más alto de conducta deben ir juntos. &o puede e%istir lo uno sin lootro. * medida que crecemos en poder espiritual y en comprensión, "amos comprobando que muchas re!las que

!obiernan el aspecto e%terior de la conducta lle!an a ser completamente innecesarias; pero esto esconsecuencia de que nos hemos ele"ado sobre ellas; nunca, nunca, porque hayamos caído por debajo de suni"el. +le!ar a este punto, donde la comprensión de la -erdad permite pasar por alto ciertos requisitos yordenanzas e%teriores, es lle!ar a la $ayoría de Edad Espiritual. /an pronto como uno deja de ser esApiritualmente niño deja de necesitar al!unas de aquellas obser"ancias e%ternas que antes le parecíanindispensables. &uestra "ida, entonces, resulta más pura, más "erdadera, más libre y menos e!oísta de lo queera antes. > ello es la prueba.

7ara dar un sencillo ejemplo, al!unas personas encuentran que, en cierto estado de su pro!reso, susprocesos mentales alcanzan tal !rado de m0todo y claridad que pueden hacer su trabajo diario, cumplir sus

compromisos y desempeñar sus deberes sin necesidad de reloj. *l mismo tiempo sucede que un ami!o,sabedor de esto y deseando emularlos, deja en casa su reloj, y resulta que lle!a tarde a sus citas, trastornandoasí todas las ocupaciones del día tanto a sí mismo como a los demás. 3uando el discípulo est0 listoespiritualmente para pasar sin utilizar reloj, hará cada cosa a su tiempo sin tener que consultarlo. #i, por elcontrario, tiene que esforzarse para pasarse sin reloj y despu0s lle!a tarde a las citas del día, es e"idente quetoda"ía no ha alcanzado el poder espiritual necesario. Es mejor que lo lle"e y que trabaje a su hora, y que seconsa!re a cosas que realmente importan, tales como sanarse a sí mismo y a otros, "enciendo el pecado,esforzándose por lo!rar comprensión y sabiduría, etc0tera. &o se puede apresurar ni forzar el momento enque se alcanza la $ayoría de Edad Espiritual; tiene que lle!ar a su debido tiempo, cuando la conciencia est0lista, así como el florecimiento de un bulbo está sujeto a la e"olución natural de la planta. /enemos quemostramos allí dónde estamos. 7retender mostramos más allá de donde "erdaderamente estamos no esprueba de espiritualidad. El pro!reso espiritual es una cuestión de desarrollo, que no debe serimprudentemente apresurado. 7on!amos con entusiasmo nuestra atención en las cosas espirituales y,

mientras tanto, ha!amos todo lo que es necesario hacer, sencillamente; y sin tratar conscientemente deprecipitamos, nos sorprenderemos al comprobar lo rápido de nuestro pro!reso./omemos un simple ejemploD supon!amos que ha ocurrido un accidente en la calle y nos encontramos con

un hombre que se ha cortado una arteria y le brota la san!re a chorros. +o natural será que, si no se reprimeesa san!ría, la "íctima muera en pocos minutos. <u0 debemos hacer= <u0 actitud mental debemosasumir= +a respuesta es muy sencilla. ebemos ?mostrar la otra mejilla? conociendo la -erdad de la6mnipresencia de ios.

#i "emos esto lo suficientemente claro, como 1es(s lo haría, por ejemplo, la arteria cortada será curadaense!uida, y no habrá que hacer nada más. #in embar!o, es muy probable que la mayoría de nosotros nohaya alcanzado un desarrollo espiritual suficiente para obtener tales resultados, por lo cual, mostrando endonde estamos, debemos tomar las medidas habituales para sal"arle la "ida al hombre, impro"isando untorniquete.

6 supon!amos tambi0n, que un niño cae en un canal en el momento que pasamos por allí. #i tenemos

7oder Espiritual suficiente, el niño se "erá sano y sal"o; pero si no, entonces tendremos que sal"arle del mejormodo posible, sumer!i0ndonos si es necesario, orando al mismo tiempo.7ero, <qu0 diremos del hombre que, consciente de sus imperfecciones morales, acaso un !ra"e pecado

17



habitual, desea con sinceridad desarrollarse espiritualmente= <Ha de posponer la b(squeda de conocimientosespirituales hasta que su conducta sea reformada= e nin!una manera. En realidad, todo esfuerzo paramejorar moralmente sin un pre"io desarrollo espiritual está malo!rado de antemano. *sí como nin!(n hombrepara usar la frase de +incoln puede le"antarse del suelo tirando de las correas de sus botas, tampocopuede un pecador reformarse por sus propios esfuerzos personales. El (nico resultado de confiarse a sí mismoen tales casos será un repetido fracaso, el desaliento consi!uiente, y probablemente, al fin, la desesperaciónde no poder mejorar. +a (nica cosa que debe hacer la persona es orar sistemáticamente, sobre todo en elmomento de la tentación, y dejar a ios la responsabilidad del 0%ito. e esta suerte debe perse"erar, noimporta cuántos fracasos "en!an; y si contin(a orando, especialmente orando de una manera científica,encontrará muy pronto que, en efecto, el poder del mal se ha roto y que 0l mismo está ya libre de ese pecado.6rar científicamente es afirmar con insistencia que ios nos ayuda, que la tentación no tiene nin!(n podersobre nosotros, y que el hombre es, se!(n su naturaleza "erdadera, espiritual y perfecto. Este m0todo esmucho más eficaz que el de pedir simplemente la ayuda de ios. e este modo, la re!eneración moral y eldesarrollo espiritual se lle"an a cabo de manera simultánea. +a "ida cristiana no requiere que poseamos unaperfección de carácter; si así fuera, <qui0n de nosotros estaría capacitado para "i"irla= +o que sí se requierees un esfuerzo honrado y !enuino por acercamos lo más posible a tal perfección.

Hab0is oído que se dijo a los anti!uosD &o matarás; cualquiera que matare, será reo de juicio.$as yo os di!o, que quien se irrita contra su hermano, será reo de juicio; y cualquiera quedijere, a su hermano ?raca?, será reo ante el #anedrín y el que dijere ?loco? será reo de la!ehenna del fue!o.#i "as, pues, a presentar una ofrenda ante el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tieneal!o contra tiDeja allí tu ofrenda ante el altar, "e primero a reconciliarte con tu hermano, y lue!o "uel"e apresentar tu ofrenda.

9$*/E6, - BFABM:

+a +ey *nti!ua, al tener que "er con un estado más primiti"o y bajo de la conciencia humana, se aplicabanecesariamente a cosas e%teriores, porque la e"olución aparente del hombre primiti"o operaba mientras 0l sele"antaba del mundo de las meras apariencias hacia la "ida del pensamiento, de lo e%terior hacia lo interior;mientras que todo desarrollo espiritual se e%presa al re"0s, del espíritu hacia el mundo de apariencias, dedentro hacia fuera. /oda la atención del hombre primiti"o está concentrada en lo que le lle!a a tra"0s de sussentidos. l cree que puede encontrar en su mundo físico la causa y tambi0n los efectos. 7ero mientras sedesarrolla espiritualmente, lle!a a comprender que las cosas e%teriores no son más que el resultado de causasy sucesos interiores. 3uando esto se percibe, ha comenzado la b(squeda de ios. *sí, la +ey *nti!ua, por lo

menos en la letra, se ocupaba casi e%clusi"amente de cuestiones e%ternas, y quedaba satisfecha si erancumplidas. #i un hombre no mataba, obedecía la +ey, por !rande que fuese su deseo de matar, y por intensoque fuese su odio hacia su enemi!o. 3on tal que no se apropiase de los bienes de su "ecino, el hombre "i"íase!(n la +ey, por mucho que desease cometer el robo.

1es(s "ino a preparar a la humanidad para dar el paso más importante de todos, a saber, el de ensancharnuestras fronteras espirituales. El objeto principal del #ermón del $onte, que es la esencia del mensajecristiano, es mostramos la necesidad de dar este paso; es enseñamos que, para alcanzar la $ayoría de EdadEspiritual no solamente tenemos que conformamos con las re!las e%teriores, sino que tambi0n hemos decambiar toda nuestra "ida interior. 1es(s decía que el deseo de matar, o aun el enfadarse uno con suhermano, es por sí mismo bastante para impedimos la entrada al 4eino de los 3ielos, y por supuesto que asíes. ue un !ran paso en el pro!reso cuando se pudo persuadir a las !entes bárbaras y primiti"as, nosolamente de que no matasen a quienes los ofendían o a!ra"iaban, sino que era necesario además adquirirbastante control de sí mismos para dominar su cólera. &in!una prueba espiritual puede 3umplirse si no se

destruye la cólera en el corazón. Es imposible tener al!una e%periencia de ios, o ejercer una influenciaespiritual di!na de atención, o lle"ar a cabo la sanación de los enfermos hasta que uno se desha!a delresentimiento y de la condenación del prójimo. $ientras no estemos listos para deshacemos de estossentimientos malos, el resultado de nuestras oraciones será de muy poco "alor. &o cabe duda al!una de quecuanto más amor haya en el corazón, tanto más poder tendrán las oraciones; por eso los que se proponenalcanzar 0%ito en el camino del desarrollo espiritual, tienden a esforzarse constantemente para quitar de suespíritu todos los pensamientos de crítica y condenación. #aben que pueden esco!er entre la prueba o laindi!nación, pero nunca ambas a la "ez. > no mal!astan su tiempo tratando de realizar lo imposible.

+a indi!nación, el resentimiento, el deseo de casti!ar a otros o de "erlos casti!ados, el deseo de decirse a símismo ?le han pa!ado con la misma moneda?; el sentimiento de ?le está bien empleado?, todas estas cosasforman una barrera impenetrable a la acción espiritual. 1es(s, sir"i0ndose de símbolos a la manera oriental,nos dice que si "enimos con al!(n presente al altar y nos acordamos de que nuestro hermano tiene al!(nresentimiento contra nosotros, debemos depositar allí nuestro presente e ir a reconciliamos antes con nuestro

hermano; despu0s de lo cual, el presente será aceptable. 3omo sabemos, era costumbre lle"ar al temploofrendas de di"ersas clases desde toros y "acas hasta palomas, y tambi0n incienso, o, si con"enía, unaofrenda en dinero del mismo "alor de estas cosas. *hora, se!(n la &ue"a +ey o dispensa cristiana, nuestro

18



altar es nuestra propia conciencia y nuestras ofrendas son nuestras oraciones y nuestros ejerciciosespirituales. &uestros ?sacrificios? son los pensamientos malos que destruimos en el fue!o espiritual. > es poreso que 1es(s nos dice que, cuando "amos a orar, si nos acordamos de que tenemos un sentimiento"en!ati"o contra al!uno de nuestros prójimos o contra cierto !rupo, debemos detenemos allí, refle%ionar ymeditar hasta que nos desha!amos de este sentimiento enemi!o, y restablezcamos nuestra inte!ridad espiAritual.

1es(s desarrolla esta !ran lección, otra "ez se!(n la manera oriental, por pasos sucesi"os tres en estecaso. 7rimero dice que el que está enojado con su hermano corre un !ran ries!o; se!uidamente e%presaque el hombre que !uarda en sí un sentimiento "en!ati"o contra su prójimo está en peli!ro !ra"e; y finalmentenos ad"ierte que, si nos permitimos considerar a nuestro hermano un mar!inal fuera de los límites de conductaaceptable, y decirlo, nos cerramos así la puerta del 4eino de los 3ielos mientras nos manten!amos en eseestado mental. > por (ltimo nos pre"iene que el llamar a un hombre ?loco? en tal sentido equi"ale a no esperarnin!(n bien de 0l, esto es, ne!ar en un ser humano el poder del 3risto "i"iente. > muy serias consecuenciasse deri"arán se!uramente de semejante actitud.

$u0strate conciliador con tu ad"ersario mientras "as con 0l por el camino; no sea que teentre!ue al juez, y el juez al al!uacil, y seas puesto en prisión.ue en "erdad te di!o, que no saldrás de allí, hasta que pa!ues el (ltimo centa"o.

9$*/E6, - BGABK:

Este párrafo es de la mayor importancia práctica. En 0l 1es(s insiste en su mandamiento ?"elad y orad?. Esmucho más fácil superar una dificultad que acaba de aparecer que esperar a que ten!a tiempo de arrai!arseen la mente, hasta que se instale hondamente. +os soldados saben que mientras las tropas enemi!as marchena campo raso, es relati"amente fácil derrotarlas y destruirlas; pero una "ez atrincheradas su derrota se hacemuy difícil. *sí sucede con el mal. En el momento en que se presenta a nuestra atención, debemosrechazarlo, repudiarlo, ne!arle cabida en nosotros, y, afirmando serenamente la -erdad, no darle laoportunidad de instalarse. #i hacemos esto, encontraremos que no tendrá nin!(n poder sobre nosotros. Estem0todo implicará una !ran lucha mental, y es posible que por un momento el enemi!o parezca !anar terreno;pero, con tal que le ataquemos al principio, le "eremos de pronto desaparecer, y nosotros saldremos"ictoriosos.

e otro modo, aceptando un error y pensando en 0l, lo incorporamos a la mente; y en tanto persistamos ental actitud, más difícil será deshacemos de 0l. +a mayoría de nosotros hemos comprobado la "eracidad deesta afirmación tras una dolorosa e%periencia. 2na "ez que hemos aprendido a orar científicamente,encontramos relati"amente fácil "encer nue"as dificultades a medida que se "an presentando; pero aqu0llas

que se hallan alojadas en la mente ya por mucho tiempo, son difíciles de e%pulsar.#iempre que 1es(s deseaba acentuar para sus oyentes un punto de importancia especial, acostumbraba aser"irse de al!(n ejemplo tomado de la "ida diaria. +as leyes que entonces se referían a los deudores eran ene%tremo se"eras. 3uando un hombre estaba en deuda, le era importante lle!ar a un acuerdo con su acreedorde una manera u otra, y lo más pronto posible. *un hoy en día es con"eniente que el caso no lle!ue a lostribunales, si se quieren e"itar !astos in(tiles. 3uanto más dura el proceso, tanto más se aumenta su costoD loshonorarios de los abo!ados, los impuestos del tribunal y otros !astos di"ersos además de la deuda ori!inal. *sí sucede con las distintas dificultades que se nos presentan en la "ida diaria. +a dificultad inicial suelemultiplicarse muchas "eces por nuestros pensamientos erróneos acerca de ella, y no nos liberaremos hastaque la deuda no haya sido pa!ada. En cambio, poni0ndonos de acuerdo primero con el ad"ersario, esto es,aplicando al caso un pensamiento recto, no añadiremos !astos a la deuda, y la dificultad será "encida fácilAmente.

/omemos un ejemplo familiarD estamos estornudando. #i decimosD ?>a he "uelto a resfriarme? y conA

tinuamos, como suelen hacer muchas personas, pensando que hemos co!ido un catarro con toda la serie deincon"enientes que lo acompañan, estamos ofreciendo al resfriado incipiente un terreno de culti"o dondedesarrollarse. <> qui0n no se ha entre!ado al!unas "eces a una serie de refle%iones sobre las enfermedadesen !eneral y los resfriados en particular= /rata uno de determinar el momento e%acto en que se resfrió, ydecide con cierta satisfacción que este resfriado es probablemente el resultado de haberse sentado el martescerca de una "entana abierta, o de haberse quedado el mi0rcoles con un ami!o que tenía un resfriado,etc0tera. +ue!o se acuerda de "aA456# llamados remedios, los cuales, sin embar!o, han resultado ineficaces enrepetidas ocasiones. Empieza a pre!untarse cuánto tiempo durará este nue"o resfriado, suponiendo que diezdías o quince serán su duración apropiada. En ciertos casos, habiendo adquirido la costumbre de atribuirlesciertas complicaciones, decide que puede resultar una bronquitis, o un ensordecimiento !eneral, o un mal de"ientre, o cualquier otra cosa. /al como hemos "isto, 0ste es el orden e%acto en que se producen todas estascosas y, como consecuencia natural, ocurre que en el mismo orden pre"isto los síntomas "an dejándose "er.

#i tal persona tiene al!(n conocimiento !eneral de la -erdad, despu0s de estar pensando de aquel modo por

un tiempo, comenzará a aplicarse el tratamiento espiritual de la mejor manera a su alcance. 7ero ya el errorha tomado mucho cuerpo porque le ha permitido atrincherarse, y le será muy difícil entonces desembarazarsede su resfriado. En cambio, si al estornudar o sentir escalofríos, hubiese rechazado inmediatamente la idea de

19



resfriarse, reclamando su poderío y afirmando la -erdad, eso habría puesto fin al caso, o por lo menos, lamolestia se habría pasado al cabo de unas horas.

+a misma re!la "ale para cualquier otra forma de error mental. /anto las dificultades de la familia como lasde los ne!ocios o cualquier cosa de la "ida diaria, deberán ser tratadas de i!ual manera. #upon!amos quecierto día, al abrir las cartas en el correo de la mañana, encontramos malas noticias financieras. i!amos, porejemplo, que el banco en donde depositamos la mayor parte de nuestro dinero ha quebrado. +a actitud !eneralen tales casos es aceptar lo peor y estancarse en la mala noticia. En semejante situación, muchas personas sesaturarían completamente con la idea de la bancarrota, pensando en ella día y noche, y discutiendo todos losdetalles y repasando las di"ersas dificultades que podrán sobre"enir. *demás, sentirían en muchos casos una!udo resentimiento y condena hacia los ejecuti"os del banco y hacia todos aqu0llos que pudieran ser losculpables. 7ero incluso un conocimiento rudimentario del poder del pensamiento nos permite percibir losresultados ine"itables de esta actitud mental. #abemos que no puede hacer más que aumentar y multiplicarnuestras dificultades.

&aturalmente, en tal caso todo discípulo sincero de 1esucristo empezaría, tarde o temprano, a rechazar ensu mente tales pensamientos ne!ati"os y a sustituirlos por lo que está aprendiendoD la +ey i"ina. 7uede ser,sin embar!o, que, sorprendido por la precipitación y !ra"edad del suceso, pase al!(n tiempo antes de quecomience a "er el problema a la luz de la -erdad; y es esta tardanza lo que complicará en !ran medida ladificultad. e acuerdo con 1es(s, lo que con"iene hacer al recibir las malas noticias es "ol"erse a ios elapoyo "erdadero, ne!arse a aceptar los pensamientos de la p0rdida y el peli!ro, y todos los que ten!an que"er con el resentimiento y el temor. #i así se hace con persistencia hasta que se restablezca la tranquilidadmental, se encontrará pronto fuera del peli!ro, de una manera u otra; la des!racia se des"anecerá y el ordenserá restablecido. El banco recobrará su cr0dito y no hay razón al!una por la cual la oración de una solapersona no pueda sal"ar de la ruina las fortunas de miles de personas y al banco mismo pero, si por al!unacausa esto no ocurre, 0l recibirá una suma i!ual o más !rande que aqu0lla que perdió, y acaso de una maneratotalmente impre"ista.

Este mismo principio puede aplicarse i!ualmente a todas las dificultades, ya que la armonía uni"ersal es la+ey -erdadera de la creación. 2na disputa, una querella o una equi"ocación de cualquier clase, deben sertratadas de i!ual manera en el mismo momento en que aparecen.

Hab0is oído que fue dichoD &o adulterarásD$as yo os di!o, que todo el que mira a unamujer deseándola, ya adulteró con ella en sucorazón.

9$*/E6 -, BJAB:

En este párrafo inol"idable. 1es(s da 0nfasis a la -erdad $a!istral, tan marcadamente fundamental, aunquei!norada de los hombres, de que lo que importa de "eras es el pensamiento. +os humanos estánacostumbrados desde siempre a creer que, en tanto que los actos se conformen a la ley, ya se ha hecho todolo que razonablemente podía esperarse de ellos, y que los pensamientos y sentimientos son cosa de pocaimportancia, o que, por lo menos, no importan sino al indi"iduo. 7ero ahora sabemos no sólo que un acto es laconsecuencia de un pensamiento, sino tambi0n que el tipo de pensamientos a los que permitamos hacersehábito en nuestra mente irán, tarde o temprano, a e%presarse en el plano de la acción. 3omprendemos ahora,a la luz de la 'iblia, que nuestros pensamientos son realmente actos, y que nuestra conducta depende ene%clusi"a de la selección mental que ha!amos de nuestros pensamientos. En otras palabras, hemos aprendidoque un pensamiento malo es tan destructi"o como un acto malo.

+a consecuencia ló!ica de este hecho cierto es sorprendente. #i codiciamos los bienes de un "ecino somosen el fondo del corazón ladrones, aunque toda"ía no hayamos metido la mano en el cajón; y si continuamos!uardando en la mente un pensamiento codicioso, será sólo cuestión de tiempo el que cometamos el robo. #i

nos complacemos en un sentimiento de odio, somos realmente asesinos, aunque nuestras manos no se hayanmo"ido para matar. El que aun sólo mentalmente comete adulterio, está corrompiendo su alma, a pesar deque su pensamiento nunca se e%prese en el plano físico. +a lujuria, el recelo, el deseo de "en!anza, nopueden e%istir en nosotros a menos que los aceptemos en el alma; y en esa aceptación reside la mali!nidaddel pecado, aun cuando tales sentimientos no se hayan traducido toda"ía en actos e%teriores. "Guarda tucora(ón con toda cautela, porque de él brotan manantiales de vida. " 9746-, M,BC:

4ap(tulo @No resist+is al al

5i, pues, tu oo derecho te escandali(a,s!catelo, y arróalo de tí, porque meor te es que pere(ca uno de tus miembros, que no que

todo tu cuerpo sea arroado a la ehenna.> si tu mano derecha te escandali(a,córtatela y arróala de ti, porque meor te es que uno de tus miembros pere(ca, que no que

todo el cuerpo sea arroado a la ehenna.

20



9$*/E6, - BJACF:

+a inte!ridad del alma es la (nica cosa que importa. &o hay otro problema que resol"er ni otra necesidadque satisfacer sino 0sa, porque teni0ndola, se tiene todo. > es por eso que 1es(s se esfuerza constantementeen hacemos comprender la abrumadora importancia de esta "erdad profunda, y en enseñarnos cómopodemos realizarla. l insiste en que nin!(n sacrificio es demasiado !rande si ase!ura la inte!ridad del alma. *bsolutamente toda cosa que la impide debe abandonarse. 3ueste lo que cueste, implique lo que implique,hay que preser"ar la inte!ridad del alma, porque todas las demás cosas los pensamientos, la conducta, lasalud, la prosperidad, la "ida misma dependen de ella. $ejor es sacrificar el mismo ojo derecho, dice El, oamputar la mano derecha si fuera necesario, para que el alma pueda conse!uir la claridad de comprensión, sinla cual no hay sal"ación al!una.

/odo lo que se opon!a a nuestra comunión con ios debe desaparecer un pecado, un "iejo rencor toda"íasin perdón, la codicia de cosas materiales, cualquier cosa que sea, es necesario deshacerse de ella. /alescosas, sin embar!o, son tan e"identes, que el trans!resor no puede menos que descubrirlas. 7ero hay otras,en cambio, más sutiles, como el e!ocentrismo, el sentimos rectos se!(n nuestra propia estimación, el or!ulloespiritual, y demás, que son muy difíciles de percibir y e%orcizar; pero hay que hacerlo. *l!unas "eces ocurreque el ejercicio de cierta profesión, o la compañía de ciertas personas, o el ser miembro de cierto !rupo es loque nos impide el camino. En ese caso tampoco debemos "acilarD hay que pa!ar el precio.

/ambi0n se ha dicho dichoD El que repudiare a su mujer, d0le libelo de repudio.7ero yo os di!o que quien repudie a su mujer e%cepto el caso de fornicación la e%pone aladulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.

9$*/E6, - CFACB:

En el tiempo en que 1es(s enseñó, la ley hebraica concedía el di"orcio por razones insi!nificantes. +oscasados que no "i"ían armoniosamente estaban dispuestos a huir del problema obteniendo una disolución yprobando fortuna con otra persona. 7ero nin!una felicidad permanente puede ser obtenida de este modo.$ientras huyamos de un problema lo continuaremos encontrando bajo una nue"a apariencia a cada "uelta delcamino. +a solución científica es hacer frente a la dificultad allí donde aparece, mediante la acción espiritual ola 6ración 3ientífica. Esto se aplica a los problemas matrimoniales tanto como a los otros, si no más a(n.3omo nadie es perfecto, y tanto el querellante como el delincuente tienen cada uno sus faltas, ambosdeberían esforzarse, si es posible, para restablecer la armonía. #i el que se cree ofendido hace cuanto seaposible para "er en el otro la -erdad Espiritual, es casi se!uro que resultará una solución feliz.

>o podría citar "arios ejemplos. 2na mujer que había adoptado esa actitud mental hacia su marido, dijo

despu0s de al!unos mesesD ?El hombre del que me iba a di"orciar ha desaparecido; y el hombre con el queme cas0 ha "uelto. *hora "ol"emos a ser completamente felices.?#i una persona cambia de una "ocación a otra, o de un modo de "ida a otro sin efectuar un cambio en sí

misma, cada "ez se encontrará más o menos en las mismas condiciones. e la misma manera, los que sedi"orcian fácilmente "ol"iendo a casarse de nue"o, acaban siempre tan descontentos como empezaron. +osproblemas matrimoniales, como cualquier otra clase de dificultades, deben resol"erse cuando se presentanpor medio de la 6ración 3ientífica.

#in embar!o, lo que un hombre o una mujer pueden soportar en el matrimonio tiene su límite, y en casose%cepcionales la disolución es el mal menor;

pero sólo debe recurrirse a 0sta en (ltimo e%tremo. #abemos que 1es(s se abstu"o siempre de formularre!las a cal y canto para los detalles de nuestra conducta, persuadido de que, si obedecemos sus principios,nuestros actos se producirán en consecuencia; y podemos estar se!uros de que con su manera eminenAtemente realista y práctica de afrontar los problemas humanos. l habría encontrado en cada caso particular la

solución sabia y misericordiosa. ue así como, a pesar de las Escrituras, l perdonó a la mujer ad(ltera y ladespidió en paz, no obstante que, se!(n la +ey de $ois0s toda"ía "i!ente en aquel tiempo, ella debería habersido apedreada. /odos aquellos que est0n en duda acerca de cómo actuar en una situación como 0sta,cualesquiera que fueren las circunstancias, tienen a mano un sencillo recurso la 6ración 3ientífica.eberán afirmar mentalmente que la #abiduría i"ina los está iluminando y diri!iendo en sus acciones, ye"itar los pasos definiti"os hasta haber encontrado en la propia conciencia la !uía precisa.

Esta misma re!la sir"e para todas las situaciones de la "ida. &o acudamos precipitadamente al di"orcio, otratemos ense!uida de amputar lo malo; dejemos más bien que la dificultad "aya disol"i0ndose hasta quedesaparezca por completo en nuestra acción espiritual. *sí lo hizo la mujer que dijo que el hombre con quiense casó había "uelto; y consideró que su demostración era perfecta.

/ambi0n hab0is oído que se dijo a los anti!uosD &o perjurarás; antes cumplirás al #eñor tus juramentos.

7ero yo os di!oD &o jur0is en nin!una maneraD ni por el cielo, porque es el trono de ios; &i porla tierra, pues es el escabel de sus pies; ni por 1erusal0n, pues es la ciudad del !ran 4ey.&i por tu cabeza jurarás tampoco, porque no está en ti "ol"er uno de tus cabellos blanco o ne!ro.

21



#ea "uestra palabraD #í, sí; no, no; todo lo que pasa de esto, de mal procede.9$*/E6, - BCABJ:

&o jur0is, es uno de los puntos cardinales que 1es(s enseña. uiere decir, bre"emente, que no debemoshacer "otos, que no debemos hipotecar el futuro de antemano. &o prometer hacer o dejar de hacer al!omañana, o el año pró%imo, o de hoy en treinta años. Es insensato disponer hoy nuestra conducta o nuestrascreencias de mañana. Es parte "ital de la enseñanza de 1es(s esta obli!ación de buscar constantemente lainspiración directa de ios, y mantenemos siempre listos para permitir al Espíritu #anto manifestarse pormedio de nosotros. 7ues, si decidimos de antemano lo que "amos a hacer, o a creer, o a pensar mañana, o elaño que "iene o el resto de la "ida, y en especial si tomamos esta decisión irre"ocable por el acto solemne deun "oto, ya no estamos accesibles a la acción del 7aracleto, sino que por este acto le cerramos la puerta. #iqueremos dejamos !uiar por la #abiduría i"ina, es absolutamente necesario que manten!amos abierta lamente, porque muy a menudo ocurre que la actitud sabia no concuerda con nuestras opiniones personales osentimientos del momento. #i por un "oto o una promesa hemos comprometido nuestra alma, nuestra libertadse ha perdido; y si no somos libres, la acción del Espíritu i"ino no puede efectuarse. ste es, en efecto, nimás ni menos que el pecado contra el Espíritu #anto del que habla la 'iblia; pecado que ha asombrado tanto alos corazones sensibles, y del cual e%iste un falso concepto !eneral.

<3uál es ese pecado contra el Espíritu= /al pecado consiste en toda acción que impida en nosotros la obradel Espíritu #anto; todo aquello que intercepte la acción "i"ificante y siempre reno"adora de ios, porque esehecho es la "ida espiritual misma. El casti!o de este error es el estancamiento espiritual, y puesto que el (nicoremedio, en este caso, es buscar la acción directa del Espíritu #anto y nuestro error consiste precisamente enimpedir esa acción, la condición resultante de ello es un lamentable círculo "icioso. Es e"idente que las cosasno pueden cambiar mientras persistamos en nuestra equi"ocación. e ahí que, en este sentido, el pecado secon"ierte en irremisible, es decir, no tiene perdón. El problema no puede resol"erse de nin!una manera hastaque la "íctima no est0 lista para cambiar su actitud. +os síntomas de esta enfermedad son la parálisis del almay la falta de poder para ele"arse hacia la -erdad; síntomas 0stos que "an acompañados muchas "eces de unsentimiento de superioridad moral y de or!ullo espiritual.

&aturalmente, 1es(s no quiere decir que no debemos comprometemos en los ne!ocios ordinarios de la "ida,tales como tomar en alquiler una casa, firmar un contrato, aceptar un socio, o tantas otras cosas. /ampocoquiere decir que el juramento ordinario e%i!ido por los tribunales es inadmisible, porque estas cosas facilitanlas transacciones entre los hombres y son correctas y necesarias en una sociedad or!anizada. El #ermón del$onte, como hemos "isto, es una disertación sobre la "ida espiritual, que lo diri!e todo. El que comprende laenseñanza espiritual de 1es(s y la pone en práctica no podrá faltar a una obli!ación de honor. #erá un bueninquilino, un socio honrado, y un testi!o di!no de confianza ante los tribunales.

$uchas i!lesias e%i!en toda"ía a sus ministros, en el momento de su ordenación, que prometan soAlemnemente que "an a continuar creyendo durante el resto de su "ida en las doctrinas de su secta particular, yesto ocurre en un momento de su ejercicio en que toda"ía son jó"enes, y sus mentes carecen de madurez.Esto es e%actamente lo que 1es(s quería e"itar. #i un jo"en ora todos los días pidiendo esclarecimiento ydirección, es e"idente que no se!uirá !uardando las mismas ideas a medida que en"ejezca, sino que las iráampliando y corri!iendo continuamente. El hombre que es hoy, morirá cada día, para renacer al día si!uientemás sabio y mejor.

6tros mo"imientos reli!iosos toda"ía e%i!en a sus miembros que acepten determinado libro de re!las einstrucciones destinadas a ser"irles de !uía perpetua; pero esto resulta fatal porque impide automáticamenteque se realice la acción del Espíritu i"ino. En lo que a esto respecta, ciertas i!lesias or!anizadasrecientemente están tan faltas de sabiduría como las anti!uas. 3ada persona debe, en cada momento, serlibre de diri!ir los asuntos de su alma se!(n la inspiración recibida del *ltísimo. 6rar o dejar de orar, hacerlode esta manera o de otra, leer o no ciertos libros, asistir o no a la i!lesia todo esto no puede planearse

arbitrariamente de antemano, sino que debe decidirse se!(n la ur!encia espiritual del momento.En este mismo espíritu fatal, al!unos directores espirituales prohíben a sus discípulos que lean otros librosreli!iosos que no sean los de su propia i!lesia. ste es un crimen contra la "ida misma del alma, y resulta tanespantoso que no hay palabras para calificarlo.

En !eneral, este mandamiento contra las re!las a cal y canto se aplica sobre todo a nuestras oraciones.$uchas personas se han fabricado moldes rí!idos para la e%presión de sus oraciones, pero de esa ri!idezresulta infaliblemente, tarde o temprano, la destrucción de la "ida espiritual. 2nos dicenD ?#iempre comienzocon la ple!aria del #eñor? o con cierto #almo o al!una otra cosa. /odo esto debe e"itarse, porque siemprecon"iene orar se!(n la inspiración del momento, !uiados por la acción del Espíritu #anto. Es la oraciónespontánea, el pensamiento que se produce en el momento mismo, lo que tiene la eficacia suficiente. 2npensamiento que se nos da de esta manera tiene diez "eces más poder que uno que pudi0ramos seleccionarde antemano. 4ecordemos, sin embar!o, que sólo las re!las infle%ibles deben e"itarse. Es bueno teneral!unos modelos de oraciones que podrán ser usadas cuando no se presente al!o mejor; y a la mayoría de los

principiantes tal cosa les será necesaria por al!(n tiempo. +o que importa es estar siempre dispuesto aabandonar la re!la para escuchar al Espíritu. *l!unas "eces se lle!a a un e%tremo en que las oracionesparecen no tener resultado. Esto se debe con frecuencia a que la forma re!lamentada de la oración la ha

22



con"ertido en una cosa maquinal. En tal caso, es necesario buscar a tientas al!una inspiración, dejarse !uiarpor el primer pensamiento que lle!ue, o bien tratar de descubrir la inspiración abriendo la 'iblia a la "entura.

Este pasaje del #ermón nos enseña, además, que no debemos empeñamos en señalar nosotros mismosdeterminadas condiciones o circunstancias, o soluciones particulares a nuestros problemas. 3uando ten!amosque enfrentamos a al!una dificultad debemos pedir espiritualmente la armonía y la libertad, pero no tratar dedeterminar la solución e%acta que haya de acontecer, o decidir el curso e%acto que "ayan a se!uir las cosas.#i uno se resuel"e de antemano a obtener una cosa particular, podrá, si tiene cierto tipo de mentalidad,lo!rarla; pero de ese ejercicio del libre albedrío resulta, casi infaliblemente, una serie de complicaciones. +apersona obtendrá lo que deseaba, pero lue!o lo lamentará profundamente.

#í, sí; no, no, representan lo que llamamos en la 6ración 3ientífica la *firmación y la &e!ación, resApecti"amente. stas son la *firmación de -erdad y *rmonía y la 6mnipresencia de ios en la 4ealidad;

y la ne!ación de cualquier poder en el error y la limitación.

Hab0is oído que se dijoD 6jo por ojo, y diente por diente.7ero yo os di!oD &o resistáis al mal, y si al!uno te abofetea en la mejilla derecha, dale tambi0nla otra;> al que quiera liti!ar conti!o y quitarte la t(nica, d0jale tambi0n en manto, y si al!uno terequisara para una milla, "ete con 0l dos.a a quien te pida y no "uel"as la espalda a quien desea de ti al!o prestado

9$*/E6 -, CAMB:

1es(s es el más re"olucionario de todos los maestros. El "uel"e las cosas de arriba abajo para los queaceptan su enseñanza. 2na "ez que se aco!e su mensaje, todo cambia de aspecto; nada "uel"e a ser comoera antes. /odos los "alores humanos se transforman de manera radical. *quellas cosas en las cuales conAsumíamos caudales de ener!ía y de tiempo, parecen lue!o no "aler en absoluto la pena de poseerse, mientrasque otras que pasábamos por alto lle!an a ser las (nicas que nos importan. 3omparados con 1es(s, el restode los re"olucionarios y reformadores de la historia no han hecho más que escarbar en la superficie arre!lando un poco los detalles e%ternos y de menor importancia. En cambio 1es(s ahondó hasta la raízmisma de las cosas.

+a -ieja +ey, destinada a mantener cierto !rado de orden, por rudimentario y sencillo que fuese, entre unpueblo bárbaro porque cualquier ley es siempre mejor que la anarquía se había basado en la conocidafraseD ojo por ojo y diente por diente. 3ualquier daño que un hombre hiciese a otro, tendría que sufrirlo en símismo por "ía de casti!o. #i mataba a otro, la ley lo mataba a 0l. #i le sacaba un ojo a otro hombre losoficiales de la justicia le sacaban el suyo propio. En la medida en que 0l dañara o perjudicara a otro, estaba

condenado a recibir en sí mismo id0ntico casti!o. > sin embar!o, un códi!o así era mejor que nin!uno, yacaso no fue malo como comienzo. 7ara !ente bárbara, incapaz de apreciar la idea abstracta de la justicia yde "er más allá de la pasión momentánea, sin ima!inación para darse cuenta de un casti!o que no era ob"ioesto sir"ió, sin duda al!una, en la mayoría de los casos, de freno eficaz a los instintos primiti"os. +ue!o, amedida que pasó el tiempo y la barbarie se fue con"irtiendo en ci"ilización, la misma opinión p(blica se fueencar!ando de modificar paulatinamente este códi!o primiti"o hasta hacerse menos rudo y brutal de lo quehabía sido hasta entonces.

/al me el caso en lo que a la justicia p(blica se refiere. En la "ida pri"ada, no obstante, el "iejo códi!ocontinuó imperando en los corazones y en las mentes, aunque ya sin traducirse en actos de e%trema "iolencia;y no es e%a!erado decir que su influencia ha subsistido hasta la hora presente. El deseo de "en!anza, derecobrar lo propio, de traer las cosas a su ni"el de una manera u otra cuando nos han lastimado o hemossufrido una injusticia o hemos sido testi!os de cosas que no aprobamos, subsiste toda"ía en nosotros yse!uirá subsistiendo a menos que lo destruyamos deliberadamente. ?+a "en!anza?, dijo 'acon, ?es una

clase de justicia sal"aje?, y el hombre natural, con su instinti"a sed de justicia 9porque la "erdadera justicia esparte de la i"ina *rmonía, y los hombres en cada etapa de su desarrollo parecen tener un destello intuiti"ode esa *rmonía Espiritual y i"ina que se esconde tras todas las apariencias: siente que el camino máse%itoso para restablecer el roto equilibrio de la justicia, no es otro que pa!ar con la misma moneda.

7ero 0ste es precisamente el error fatal que se encuentra en la raíz de toda discordia, p(blica o pri"ada, eneste mundo. Es la causa directa de las !uerras internacionales, de las discusiones en familia y de las querellaspersonales y, como "eremos en el estudio científico de la 'iblia, es tambi0n la causa de muchas, si no de lamayor parte, de nuestras enfermedades y otras miserias que acaecen en la "ida del hombre. 7ero he aquí que1es(s siempre nos e%pone el re"erso de esta situación, es decir, que si al!uien nos hace daño, en lu!ar debuscar "en!anza o de pa!arle con la misma moneda, debemos perdonarle y dejarle ir en paz. &o importa cuálsea la pro"ocación ni cuántas "eces se haya repetido; hemos de proceder de esa manera. 3on"iene liberarle ydejarle ir en paz, porque solamente así conse!uiremos liberamos a nosotros mismos, y de este modopodremos conser"ar la inte!ridad de nuestra alma. e"ol"er mal por mal, responder a la "iolencia con la

"iolencia y al odio con el odio, es entrar en un círculo "icioso en el que se consumirá nuestra "ida y tambi0n lade nuestro hermano.?El odio no cesa con el odio?, dijo la +uz de *sia, enunciando con muchos si!los de anterioridad esta !ran

23



-erdad 3ósmica; y 1es(s, la +uz del $undo, la puso en primer lu!ar en su enseñanza, porque es la piedraan!ular de la sal"ación.

Esta doctrina de la ?noAresistencia al mal? es el !ran secreto metafísico. *l mundo profano que no lo puedecomprender, esta rendición completa al a!resor le parece un suicidio moral; sin embar!o, a la luz re"elada en1esucristo, adquiere un aspecto nue"o, y "emos que en realidad constituye una estrate!ia espiritual admirable.3uando consideramos con hostilidad una situación, le damos el poder de !obernamos; cuando no leofrecemos resistencia, la pri"amos del poder y el presti!io.

3omo hemos "isto. 1es(s es el #upremo $etafísico, y l mismo se interesa solamente por los estados deconciencia, los pensamientos y las creencias que adoptan los hombres, porque 0stas son las cosas queimportan, las cosas en las que residen las fuerzas causales. El no da instrucción al!una en lo referente a losdetalles de la conducta o las acciones e%teriores; y cuando habla de los procedimientos de la justicia, de laropa y del manto, de prestar o pedir prestado y de "ol"er la otra mejilla, está sir"i0ndose de símbolos paradescribir estados mentales, y estas palabras no deben interpretarse en un sentido literal. Esto no representa unintento de e"adirse o de e"itar comentar un te%to difícil. &unca recordaremos demasiado que si nuestropensamiento es justo, nuestra conducta no puede ser mala; y por otra parte, toda acción moti"ada por causase%teriores puede ser mala o buena, porque no hay re!las !enerales adecuadas para una conducta recta.&in!(n maestro puede decir que determinada acción será justa en cualquier tiempo, porque el jue!o decircunstancias de la "ida es demasiado complicado para una predicción tal. 3ualquier persona con la másli!era e%periencia del mundo sabe, por ejemplo, que prestar dinero sin discriminación a cuantos lo pidan no essiempre un acto sabio muchas "eces incluso injusto para uno mismo y para los que de uno dependen, y enmuchos casos hasta al que recibe el dinero prestado le resulta un mal en lu!ar de un bien. &otemos que1es(s mismo, cuando le !olpearon en casa de 7ilato, hizo frente con di!nidad solemne a sus a!resores. +ae%hortación de "ol"er la otra mejilla no tiene más que un "alor simbólico. #e refiere a lo que debemos hacercon los pensamientos cuando estamos en presencia del error, y simboliza el acto de oponerle al error, no otroerror, sino la -erdad, lo cual funciona !eneralmente como por arte de ma!ia.

3uando al!uien est0 comportándose mal a nuestros ojos, si en "ez de pensar en la falta cometida apartamosla atención de lo humano para fijarla en lo i"ino o en la 4ealidad Espiritual de la persona en cuestión,"eremos cómo su conducta cambiará de forma inmediata. Este es el secreto para tratar con personas decarácter difícil, y 1es(s había comprendido esto profundamente #i los que nos rodean se molestan, notenemos más que cambiar deliberadamente nuestro pensamiento respecto a ellos, y ense!uida cambiaránellos tambi0n. /al es la "erdadera "en!anza. Este procedimiento ha sido probado miles, acaso millones, de"eces; y nunca falla si se aplica de buena fe. * "eces es hasta di"ertido "erlo funcionar como un mecanismo.#i al!uien entra de mal talante en nuestra casa, en la oficina o en la tienda donde estamos, no lecontrarrestemos a!resi"amente ni pensemos en huir de la dificultad; todo lo contrario. ij0monos en la

*rmonía i"ina, y nos complaceremos al "er cómo la ira desaparece de su semblante y se sustituye por otrae%presión. #us facciones sin duda re"elarán el cambio pro!resi"o que tiene lu!ar en el corazón. /al "ez puedeque al principio nos sea más fácil lle"ar a cabo el ?tratamiento? sin mirar directamente al sujeto, pero cuandoten!amos práctica nos será posible "er a tra"0s de 0l la -erdad Espiritual.

2na mujer se incomodó oyendo a dos hombres que trabajaban debajo de su "entana y que, i!norando supro%imidad, se e%presaban de una manera !rosera. 7or un momento la ira y el desprecio se le"antaron en ellapero, recordando este mandamiento, ense!uida concentró su atención en la 7resencia i"ina en cada uno delos hombres presencia que duerme en el fondo del corazón de todo ser humano y 9hablando en t0rminosreli!iosos modernos: saludó mentalmente al 3risto que había en ellos. *l instante cesó el len!uaje "ul!ar. Elladijo que fue como si la con"ersación se hubiera cortado con un cuchillo. 7robablemente ella se dio cuenta deuna forma tan intensa de la -erdad y, en ese caso, los dos hombres recibieron una sustancial ele"ación, un leA"antamiento espiritual, y acaso quedaron del todo curados de su "ul!aridad oral.

/odos los que han tenido al!una e%periencia en estas aplicaciones prácticas de la -erdad podrían citar

numerosos ejemplos en los que se ha restablecido la armonía por este m0todo sencillo de 1es(s. +os animalesresponden a(n más fácilmente a este tratamiento que los seres humanos. 4ecuerdo dos ocasiones en queunos perros luchaban con tal ferocidad entre ellos que todos los esfuerzos para separarlos habían resultadoin(tiles, cuando la "isión mental del *mor i"ino en todas las criaturas bastó para restablecer la paz. En unode estos casos el efecto tomó "arios minutos; en el otro fue prácticamente instantáneo. *l!unas "eces ocurre que uno se encuentra en un !rupo donde la con"ersación tiende a ser muy ne!ati"a.

#e habla de enfermedades o des!racias de toda índole, describi0ndolas detalladamente, o se critica sin piedada los ausentes. 7or una u otra razón puede sernos difícil abandonar la reunión; en tal caso, nuestro deber esclaroD debemos mentalmente ?"ol"er la otra mejilla?, y ayudar así tanto a los que hablan como a sus "íctimas?0jale tambi0n la capa? y ?"ete con 0l dos millas?, son dos e%presiones dramáticas que subrayan a(n más elprincipio de no ofrecer resistencia mental a las condiciones aparentes del mal. #impaticemos con la actitud delprójimo tanto como sea posible, concedamos cada punto que no sea absolutamente esencial, y redimamos elresto con la -erdad de 3risto. &unca nos rindamos al error, por supuesto; pero es al pecado y no al pecador a

quien debemos condenar.

Hab0is oído que fue dichoD *marás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemi!o.

24



7ero yo os di!oD *mad a "uestros enemi!os y orad por los que os persi!uen para que seáishijos de "uestro 7adre que está en los cielosD l hace salir el sol sobre malos y buenos y llue"esobre justos e injustos.7ues, si amáis a los que os aman, <qu0 recompensa tendr0is= <&o hacen esto tambi0n lospublicanos=> si saludáis solamente a "uestros hermanos, <qu0 hac0is de más= <&o hacen esto tambi0nlos !entiles=

9$*/E6 -, MCAM:

*mad a "uestros enemi!os, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad porlos que os ultrajan y os persi!uen. ?El odio no cesa con más odio?, he aquí el mismo tema otra "ez;

pero ahora 1es(s presenta esta "erdad fundamental de una manera tan clara y sencilla que hasta un niño decorta edad puede entenderla. En lu!ar de odiar al que parece ser nuestro enemi!o, como el instinto primiti"onos incita a hacer, debemos amarle. * las maldiciones debemos responder con bendiciones; al odio, conbondad. ebemos orar en especial por aquellos que lle"an las cosas hasta el e%tremo de perse!uimos. 1es(snos lo dice de una manera plena y directa, y a fin de ser comprendido por todos, hasta por los más sencillos;añadeD ?#i al amor respond0is con amor, <qu0 recompensa tendr0is=? &ada se!uramente, porque cualquieraharía otro tanto. 7ara adelantar en los caminos del espíritu hay que hacer mucho más. Hay que deshacerse dela hostilidad y del resentimiento; hay que cambiar el estado mental hasta ser consciente sólo de la armonía yla paz interiores, y mantener un sentimiento de buena "oluntad hacia todos.

Este sistema no solamente es el más práctico, sino que, por razones que forman la base del #ermón del$onte, es el (nico con el cual se puede hacer al!(n pro!reso. +a misma salud física, por ejemplo, es un biendel cual no podemos !ozar indefinidamente si no !uardamos sentimientos de misericordia y de buena "oluntadhacia los demás; y aun nuestra prosperidad material desaparecerá un día si nuestra alma no se ha purificadode la hostilidad y la condenación. En efecto, tal libertad es requisito sin el cual es imposible pro!reso al!uno, ytodos los que ten!an sentido espiritual reconocerán fácilmente esto cuando les toque a ellos. /odo aqu0l quelle!a a ser consciente del si!nificado de la 5dea Espiritual encuentra que estos "ersículos constituyen unalección mara"illosa para la práctica del tratamiento espiritual o la 6ración 3ientífica. +a 5dea Espiritual es lacomprensión del hecho fundamental de la permanencia, la omnipresencia y la omnipotencia del 'ien; y lacomprensión de que el mal es una ilusión transitoria, sin base ni carácter propio, que es destruido por la6ración 3ientífica. e ahí que, lo que podemos llamar el secreto del tratamiento espiritual, no reside en lucharcontra el error, porque eso sólo le da más "ida y poder, sino en destruirlo, ne!ándole precisamente esaener!ía de creer en 0l, que es lo que hace que tome cuerpo. +a (nica e%istencia que posee es la que nosotrosle damos animándolo temporalmente con nuestros pensamientos. uit0moselos, y se esfumará en la nada.

&osotros hemos pensado el error en la e%istencia, conscientemente o, con muchas más frecuencia,inconscientemente, y así le damos "ida. Está en nuestro poder quitarle esa "ida. ejemos de pensarlo. Essiempre nuestro pensamiento lo que importa. En realidad, como dice #haIespeareD ?&o hay nada del todobueno o malo, sino que es el pensamiento el que hace que lo parezca.? *sí pues, el temor, el odio y el reAsentimiento son ideas car!adas de emoción, y cuando las añadimos a cualquier dificultad no hacemos sinoinyectarle nue"a y "i!orosa ener!ía haci0ndola a(n más difícil de "encer. Es más, el mero repaso mental decualquier dificultad le infunde nue"a "ida. -ol"er sobre pasados a!ra"ios, pensar cuán injustamente nos tratóal!uien en cierta ocasión, recordando los detalles, por ejemplo, tiene como efecto el "i"ificar aquello queestaba muriendo lentamente por abandono.

3ualquiera que sea la dificultad que se nos presenta de impro"iso, es la aco!ida mental que le brindamos, laactitud que adoptamos hacia ella, lo que determina completamente el efecto que producirá en nosotros. Estoes lo que importa. &o las personas, o las cosas, o las circunstancias en sí, sino los pensamientos y la posiciónmental que obser"amos hacia ellas. &o es la conducta de otros lo que nos mejora o nos frustra, sino nuestros

propios pensamientos. Escribimos la historia futura de nuestra "ida con nuestros pensamientos de hoy. #omosnosotros mismos los que construimos nuestro destino día a día, por el modo como reaccionamos a lascircunstancias que se nos presentan. 4eaccionar correctamente es el arte supremo de la "ida, y 1es(scondensó el secreto de ese arte en unas palabrasD 4o resist!is al mal.

&o resistir al malD he aquí el principio que, referido a su sentido espiritual, constituye el !ran secreto del 0%ito.&os permite salir de la tierra de E!ipto y de la 3asa de #er"idumbre, re!enerar el cuerpo, liberar el alma, y en"erdad rehacer la "ida de arriba abajo. /an pronto como resistamos mentalmente una circunstanciadesa!radable, o inesperada, le damos por esa resistencia un poder que se "ol"erá contra nosotros, y en i!ualmedida reducimos nuestros propios recursos. 3ualquiera que sea la dificultad con la que nos enfrentemos ya se refiera a la salud, a los bienes materiales, a los ne!ocios o a los sentimientos personales no noslancemos contra ella mentalmente, como es la costumbre !eneral, ni nos plantemos obstinadamente en mediodel camino e%clamandoD

?N&o conse!uirás lo que pretendesO? 6bedezcamos la ley de 1es(s, y no resistamos al mal. *bsten!ámonos

de contrarrestarla mentalmente, así como de alimentarla con nuestra propia esencia. 'usquemosmentalmente, a tientas, la 7resencia de ios, como buscaríamos al!(n apoyo si de repente nos encontráAramos metidos en un cuarto oscuro. ijemos nuestro pensamiento firmemente en esa 7resencia que está con

25



nosotros, y que está tambi0n en la persona o en el lu!ar en que el mal se ha presentado; en otras palabras?ofrezcamos la otra mejilla?. #i así lo hacemos, la situación desfa"orable y el malestar pro"ocado por lamisma, desaparecerán en la nada, de donde "inieron, y nos dejarán libres. En esto consiste el "erdaderom0todo espiritual de amar a nuestros enemi!os.

El amor es ios, y es, por consi!uiente, todopoderoso. /al es la aplicación científica del amor, al cual nin!(nmal puede resistir. El amor destruye las condiciones del mal, y si se refiere a una persona, la libera a ella tantocomo a nosotros. 7ero responder al odio con el odio, a la maldición con la maldición, al temor con la a!resión,no hace más que aumentar la dificultad, i!ual que un sonido d0bil es multiplicado por el amplificador.

e"ol"er amor por odio a la manera científica es se!uir el camino real de la liberación trazado por1esucristo. ste es el m0todo perfecto de prote!emos ante cualquier circunstancia y por medio del cual noshacemos in"ulnerables.

#i al!uien nos trata con odio no nos enfademos; no resistamos al mal. -eamos en el enemi!o la 7resenciai"ina y todo marchará bien. l cesará de molestamos, cambiando su actitud hacia nosotros, o desaparecerápor completo de nuestra "ida, sacando pro"echo de nuestro pensamiento. #i recibimos malas noticias, no lasresistamos mentalmente; seamos conscientes de la naturaleza inmutable y la armonía infinita del 'ien,siempre a nuestro alcance en cada momento de nuestra e%istencia, y todo se arre!lará. #i estamosdescontentos en nuestro trabajo, o en casa, no resistamos estas condiciones mentalmente.

/ampoco nos quejemos ni nos compadezcamos a nosotros mismos. /ales cosas no harán sino fortalecer esaparticular materialización del error; no resistáis al mal. 'usquemos a tientas la 7resencia del Espíritu i"ino enderredor nuestro; afirmemos su realidad en todas las cosas; proclamemos que tenemos dominio sobre todacircunstancia, cuando decimos la 7alabra en nombre de >o #oy El que #oy, y pronto nos "eremos libres. *demás, amar a los enemi!os se!(n este m0todo científico es tambi0n el secreto de la salud física, que es

imposible de alcanzar si no se posee ese amor. /al secreto se basa en la realización de la -ida i"ina y del *mor i"ino. /odo mejoramiento físico si!ue al descubrimiento de este secreto; no lo precede. Hoy día sehabla mucho de la influencia de las !lándulas en el or!anismo, pero las !lándulas mismas son !obernadasenteramente por nuestras emociones. 7or lo tanto, si queremos ase!urarnos de que funcionan a la perfecciónes preciso culti"ar sentimientos !enerosos, inclusi"e en la mente subconsciente, lo cual sólo puedeconse!uirse mediante el tratamiento u 6ración 3ientífica.

#ed, pues, perfectos, como perfecto es "uestro 7adre celestial.9$*/E6, - M:

Este mandamiento de 1es(s es una de las cosas más tremendas que aparecen en toda la 'iblia. $editemos#us palabras. El nos manda que seamos perfectos como ios mismo es perfecto; y, como sabemos que l no

ordenaría lo imposible, "emos cómo l afirma aquí la doctrina de que es posible que el hombre pueda lle!ar aser di"inamente perfecto. 7ero a(n es másD 1es(s lo propone como al!o que tenemos que efectuar. e aquíse desprende, por tanto, que el hombre no puede ser ese hijo del pecado, desheredado y sin esperanza, quetan a menudo nos ha presentado la teolo!ía, sino que es de linaje di"ino hijo del 7adre que está en los3ielos y en consecuencia potencialmente di"ino y perfecto. *hora bien, si en "erdad somos hijos de ios, capaces de e%presar la perfección di"ina, no puede e%istir

nin!(n poder "erdadero en el mal o en el pecado que nos pueda mantener permanentemente escla"izados. Esdecir, usando el m0todo correcto, será sólo cuestión de tiempo el que alcancemos nuestra "erdadera sal"aciónespiritual; por lo tanto, no "acilemos más antes de emprender la marcha hacia arriba. Es preciso que, en estemismo momento, si toda"ía no lo hemos hecho, nos le"antemos como el hijo pródi!o de entre los desperdiciosde la materialidad y la limitación y, confiándonos a las promesas de 1es(s, e%clamemosD ?$e le"antar0 e ir0hacia mi 7adre?.

+os que se sientan desanimados por un sentimiento de indi!nidad y de falta de comprensión propias, y se

crean a sí mismos muy lejos del camino, deberán recordar que todos los @randes $aestros Espirituales hancon"enido en una frase que "iene a recordarD ?7ara alcanzar el reino de los cielos hay que pasar por latormenta.?

4ap(tulo Tesoro e$ los 4ielos

7stad atentos a no hacer vuestra usticia delante de los hombres para que os vean*de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que est! en los cielos.

#uando haas, pues, limosna, no vayas tocando la trompeta delante de ti, como hacen loshipócritas en las sinaoas y en las calles, para ser alabados de los hombres+ en verdad os

dio que ya recibieron su recompensa.

#uando des limosna, no sepa tu i(quierda lo que hace la derecha, para que tu limosna seaoculta, y el Padre que ve en lo oculto te premiar!.> cuando oréis no se!is como los hipócritas, que ustan de orar en pie en las sinaoas, y enlos !nulos de las pla(as, para ser vistos de los hombres* en verdad os dio, que ya recibieron

26



su recompensa.1&, cuando ores, entra en tu c!mara, y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que est! en losecreto* y tu Padre que ve en lo escondido te recompensar!. > orando, no se!is habladorescomo los entiles, que piensan ser escuchados por su mucho hablar. 4o os asemeéis, pues, aellos* porque vuestroPadre conoce las cosas de las que tenéis necesidad, antes que se las pid!is.

9$*/E6 -5, FAM:

+a esencia de esta parte del #ermón está contenida en los "ersos K y J, especialmente el mandamiento quediceD ?6ra a tu 7adre que está en lo secreto; y tu 7adre que "e en lo secreto, te recompensará.? +a doctrinadel ?+u!ar #ecreto? y su importancia como centro de control del 4eino es el factor esencial de lo que1esucristo enseña.

El hombre es el soberano de un reino, aunque en la mayoría de los casos no lo sabe. Ese reino no es otroque el mundo de su propia "ida y e%periencia. El *nti!uo /estamento abunda en historias de reyes y dereinos; de reyes sabios y de reyes necios; de reyes buenos y de reyes malos; de reyes "ictoriosos y de reyes"encidos; de reinos que sur!en y de su decadencia, debido a toda suerte de causas. 1es(s, e%presándose enparábolas, se sir"e a menudo de la misma idea y de los mismos símiles. ?Había un !ran rey...?, comienza lmuchas "eces. 7ues cada uno de estos reyes es, en "erdad, cada uno de nosotros, se!(n los distintosaspectos en que nuestros di"ersos estados del alma nos presentan. +a 'iblia es el libro de cada hombre.#obre todo es un manual de metafísica, un manual para el desarrollo del alma, y toda ella, desde el @0nesis al *pocalipsis, se ocupa de ese desarrollo, de ese despertar del indi"iduo. /odos nuestros problemas se estudian

en ella desde todos los án!ulos posibles, y las lecciones fundamentales de la -erdad Espiritual se presentande la manera más "ariada, para responder a todas las condiciones, a todas las necesidades y a casi todas lasdisposiciones de ánimo de la naturaleza humana. 2nas "eces somos un rey, otras un pescador, un jardinero,un tejedor, un alfarero, un comerciante, un sacerdote, un capitán o un mendi!o.

En el #ermón del $onte el hombre es rey; es el soberano absoluto de su propio reino. > esto no esmeramente una fi!ura retórica, porque cuando realizamos en nosotros la -erdad Espiritual, lle!amos a ser,literalmente hablando, monarcas absolutos de nuestras propias "idas. 3reamos nuestras propias condiciones ypodemos destruirlas. 3reamos o destruimos nuestra propia salud; atraemos a cierta clase de personas ocircunstancias y rechazamos otras; atraemos la riqueza o la pobreza, la serenidad o el temor, y todo se!(n lamanera como !obernamos nuestro reino. esde lue!o, el mundo i!nora esto. +a mayoría de los hombrescreen que lo que les pasa depende principalmente de las personas y circunstancias que les rodean. 3reen queestamos siempre e%puestos a accidentes de todas clases, a acontecimientos impre"istos que pueden cambiar,y aun destruir todos nuestros proyectos. 7ero la -erdad del #er es precisamente lo contrario de todo eso y,

como la humanidad ha aceptado en !eneral la interpretación falsa, no podemos e%trañamos de que la historiaest0 llena de toda suerte de calamidades, sufrimientos y errores innumerables.El empeño por diri!ir cualquier ne!ocio basándonos en falsos principios, sólo puede traer como conA

secuencia la des!racia y la confusión, así como el persistir en razonar usando premisas erróneas ynaturalmente eso es lo que ha sucedido. El hombre ha sufrido porque se ha en!añado acerca de la natuAraleza de la "ida y de la suya propia, y es por eso que 1es(s el #al"ador del $undo dijoD ?3onoce la-erdad, y la -erdad te hará libre.? > por eso tambi0n pasó l los años de su "ida p(blica enseñando esa-erdad, hablando de las relaciones entre ios y el hombre, y e%plicando cómo se debe "i"ir.

#i es "erdad como indudablemente lo es que nuestras des!racias nacen de nuestros pensamientoserróneos, presentes y pasados, se puede pre!untar, considerando el sublime !rado de conciencia lo!rado por1es(sD <7or qu0 tu"o El que enfrentarse de "ez en cuando con tantas dificultades, y, sobre todo, por qu0 esaterrible lucha con el miedo en @etsemaní, y su muerte en la cruz=

+a respuesta es que el caso de 1es(s es del todo e%cepcional, porque l sufrió, no por al!(n pensamiento

erróneo suyo, sino por los nuestros. @racias a su alto ni"el de comprensión, habría podido abandonar la "idatranquilamente, sin sufrimiento al!uno, como $ois0s y Elías lo hicieron antes. 7ero fue l quiendeliberadamente esco!ió emprender su terrible tarea para ayudar a la humanidad; por lo cual bien merecidotiene el título de #al"ador del $undo.

3onsideremos ahora nuestro reino más detalladamente, y encontraremos que el 7alacio del 4ey, las oficinasdel !obierno, por decirlo así, son nada menos que nuestra conciencia, nuestra propia mentalidad. ste esnuestro !abinete particular donde se tratan nuestros asuntos, que son el torbellino de pensamientos queatra"iesan continuamente nuestra mente. Es lo que el salmista llama el ?+u!ar #ecreto del 4eino? y es secretoporque nadie más que nosotros sabe lo que pasa en 0l. Es un recinto pri"ado bajo nuestro dominio e%clusi"o. *llí podemos !uardar los pensamientos que queramos; tambi0n podemos esco!er unos y rechazar otros; y enese lu!ar somos soberanos. 3ualquier pensamiento que elijamos para fijarnos en 0l tendrá, tarde o temprano,su realización en cosas o en hechos en el mundo e%terior; de ahí nuestra responsabilidad. Habiendoalimentado ciertas ideas, no tenemos poder para cambiar sus consecuencias. &uestra libertad consiste en la

facultad de ele!ir nuestros pensamientos. #i no deseamos tener ciertas consecuencias desa!radables, "alemás que nos absten!amos de los pensamientos que las en!endran. #i queremos e"itar que una máquina sepon!a en marcha, no abriremos la "ál"ula; si queremos e"itar que un timbre suene, no tocaremos el botón.

27



7or consi!uiente, si realmente entendemos lo que implica este principio fundamental, haremos bien en ser deahora en adelante muy cuidadosos con nuestro pensar.

#i entendemos que los pensamientos de hoy determinan los hechos de mañana; que nuestra salud ynuestros ne!ocios es decir, todo lo que nos importa dependen de lo que pasa en la conciencia, selecAcionaremos nuestros pensamientos 9nuestro alimento espiritual: con el mismo cuidado con que esco!emossiniestro alimento físico. &o ol"idemos nunca que la idea que hoy se fija en la mente, "a a traducirse mañanaen un hecho correspondiente, no necesariamente id0ntico a nuestro pensamiento, pero siempre de la mismanaturaleza. 7or ejemplo, si pensamos mucho en las enfermedades, estamos minando nuestra salud; sipensamos mucho en la pobreza y la depresión en el mundo de los ne!ocios, estamos arries!ándonos a atraera nuestra propia "ida la pobreza; y si pensamos en las des!racias, las discordias y los actos deshonrosos,estamos atray0ndonos estos males. +o que realmente ocurre, consecuencia ló!ica de nuestras refle%iones, esrara "ez la reproducción e%acta de una sucesión de pensamientos en particular. Es más bien el resultado de laacción combinada de esa sucesión de pensamientos y nuestra actitud mental !eneral.

El pensar en la enfermedad sólo es uno de los dos factores que la producen, y !eneralmente es el menosimportante. El otro factor, más importante, es alimentar emociones ne!ati"as o destructi"as, hecho que, alparecer, es muy poco comprendido, incluso por los estudiantes de metafísica. #in embar!o, es tan importanteque nunca se insistirá demasiado en el hecho de que la mayoría de las enfermedades son producidas poremociones destructi"as. &unca se repetirá lo bastante que la ira, el resentimiento, los celos, el rencor, etc.,son perjudiciales para la salud, y muy aptos para dañarla seriamente. +a cuestión no estriba en si talessentimientos pueden o no justificarse Ello no tiene nada que "er con los resultados, ya que se trata de lasconsecuencias de una ley natural.

#upon!amos que al!uien diceD ?/en!o derecho a enfadarme? afirmando así que ha sido "íctima de un tratoinjusto y que, por lo tanto, posee como un permiso especial para alimentar sentimientos de ira sin que sucuerpo reciba las consecuencias naturales. Esto es, por supuesto, absurdo. &o hay nadie que pueda concedertal permiso, y si ello pudiera ser admitiendo que en circunstancias especiales una ley !eneral pudieraecharse a un lado tendríamos entonces, no un uni"erso, sino un caos. #i oprimimos el botón, sea con unaintención buena o mala, bien para sal"arle la "ida a un hombre o bien para quitársela, el timbre el0ctricosonará, porque tal es la ley de la electricidad. #i inad"ertidamente bebemos un "eneno letal, moriremos o, porlo menos, nuestro cuerpo sufrirá daños, porque tal es la ley. *un cuando creamos beber un líquido inofensi"o,no se cambiará el resultado de nuestro acto, porque la ley no hace caso de la intención. 7or la misma razón, elpermitirse !uardar emociones ne!ati"as es una in"itación a la des!racia primero, a las que atañen a nuestrasalud física, y despu0s, toda clase de molestias, aun cuando estimemos que estas emociones ne!ati"as estánenteramente justificadas.

2na "ez encontr0 un "iejo sermón pronunciado en +ondres durante la 4e"olución francesa. El autor, 8ue

tenía una "isión e%tremadamente superficial del E"an!elio decía, refiri0ndose al #ermón del $onteD?&aturalmente, es justificable odiar a ese archiAcarnicero 4obespierre y e%ecrar al asesino de 'ristol?. Estasentencia ilustra perfectamente la falacia que hemos estado considerando. *lentar el odio es atraerse ipsoacto desa!radables consecuencias y, en cuanto a nosotros se refiere, no importa el nombre al que "aya"inculada la emociónD ?4obespierre o ulano, o Putano, o $en!ano. +a cuestión de si 4obespierre era, enefecto, un án!el de la luz o de las tinieblas no tiene nada que "er con lo que nos ocupa. 7ermitir que laemoción del odio nos domine aun cuando creamos que la persona en cuestión bien lo merece equi"aleinfaliblemente a atraer la des!racia sobre nosotros, en proporción a la intensidad de la emoción y al tiempoque se haya dedicado a ella. &in!(n estudioso de la 'iblia considerará jamás que el odio o la e%ecraciónpuedan justificarse en circunstancia al!una; pero sea cual fuere nuestra opinión personal al respecto, lasconsecuencias prácticas son las mismas. 7ensar otra cosa sería tan tonto como el beber dos tra!os de ácidopr(sico. #abemos perfectamente las consecuencias del "eneno.

Es muy si!nificati"o el hecho de que 1es(s haya llamado a nuestra conciencia el ?+u!ar #ecreto?. l desea,

como siempre, imprimir en nosotros la "erdad de que lo interior es la causa de lo e%terior, y no es 0ste lo quedetermina las condiciones de aqu0l. &i puede nunca un hecho e%terior ser la causa de otro hecho e%terior.3ausa y efecto act(an de dentro hacia fuera. Esta ley absoluta es fácil de comprender en teoría, una "ez quese ha enunciado claramente; sin embar!o, en el torbellino de la "ida diaria, es muy difícil no perderla de "ista.Estamos constituidos de tal manera que nuestra atención sólo puede concentrarse en una sola cosa a untiempo, y cuando no estamos deliberadamente atendiendo a la obser"ancia de esta ley, cuando el inter0s de loque hacemos o decimos monopoliza nuestra atención, es e"idente que nuestros hábitos ya formados "an adeterminar la índole de nuestros pensamientos. 6l"idamos constantemente la obediencia a esa ley absolutaen la práctica, hasta que no nos hayamos ejercitado en su cumplimiento con el más ri!uroso cuidado. $ientrastanto, siempre que dejemos de cumplirla, aunque fuere por causa de ol"ido, estaremos e%puestos a sufrir elcasti!o.

e ahí se desprende que nada merece la pena ni tiene "erdadero "alor, a menos que si!nifique un cambiode orientación en el +u!ar #ecreto. 7ensad rectamente, y tarde o temprano todo cambiará alrededor en fa"or

"uestro. 7ero si nos conformamos con un cambio meramente e%terno sin cambiar tambi0n nuestrospensamientos y sentimientos, no solamente mal!astaremos nuestro tiempo, sino que podemos adormecemoscon facilidad en un falso sentido de se!uridad y, sin damos cuenta, caer en el pecado de la hipocresía.

28



esde tiempo inmemorial la humanidad ha mantenido la insensata ilusión de que los hechos e%teriores, tanfáciles de captar, pueden sustituir a un cambio interior de pensamientos y emociones, lo cual es de por sí tandifícil. Es muy fácil comprar y lle"ar "estidos ceremoniales, repetir a ciertas horas rezos aprendidos dememoria, practicar de"ociones estereotipadas, asistir a ser"icios reli!iosos en períodos determinados y, sinembar!o, dejar sin cambio al!uno el corazón. 7ara atar la fílacteria necesitaban los fariseos solamente unmomento; pero la limpieza del corazón requiere años de oración dili!ente y de disciplina mental.

Hace unos años decía un cuáquero eminenteD ?En mi ju"entud nosotros abandonamos el "estido distinti"o delos cuáqueros y al!unas otras costumbres. &os dimos cuenta de que personas que no cuidaban de se!uirnuestros ideales cuáqueros, se unían a nosotros con el fin de dar a sus hijos una educación a bajo costo yotras "entajas. +es era fácil declararse miembros de nuestra #ociedad de *mi!os, comprar y lle"ar un abri!osin botones ni cuello e intercalar en la con"ersación al!unas particularidades !ramaticales, mientras noobraban cambio al!uno en su carácter.?

+os cuáqueros no son los (nicos que han tenido que hacer frente a este problema. Este peli!ro fue tambi0nla roca contra la cual se estrelló el puritanismo. +os puritanos lle!aron al final a insistir en un cumplimientoe%terior con toda clase de prácticas que no eran esenciales y casti!aban se"eramente toda infracción de estecódi!o estricto. 4e!ulaban los detalles más nimios de la "ida. 3ierta manera de hablar, de "estirse, de andar;el poner a los niños nombres pomposos tomados del *nti!uo /estamento lle!ó a si!nificar para ellos unpasaporte a la promoción en la "ida ci"il, comercial o eclesiástica, como si la obser"ancia de tales futilidadespudiese tener en sí misma el menor "alor espiritual, y no condujese en realidad al autoen!año propio y a lahipocresía fla!rante. Es incuestionable que la espiritualización del pensamiento conduce, en la práctica, asimplificar la "ida de quien se aplica a ello, porque muchas cosas que antes parecían de !ran importanciaresultan lue!o carentes de "alor e inter0s. *simismo, es indudable que tal persona comprobará !radualmentecómo "a conociendo a !ente distinta, leyendo libros distintos y empleando su tiempo de manera distinta; ytambi0n, como es natural, que su con"ersación e%perimenta un notable cambio de calidad. ?+as cosas "iejaspasaron; he aquí que yo ha!o nue"as todas las cosas.? Estas cosas si!uen a un cambio de corazón; jamás lopreceden.

Esto nos demuestra cuán "ano es el intento de adquirir popularidad, o culti"ar la buena opinión de otros,pensando que de tales cosas puede deri"arse al!una "entaja. +os que escuchaban a 1es(s en el $ontehabían "isto a los más indi!nos de los fariseos lle"ar a cabo buenas obras de la manera más ostensible, para!anar entre los hombres la reputación de ser ortodo%os y santos, y tambi0n, probablemente, porque tenían laimpresión confusa de que así ser"ían a sus intereses espirituales. 1es(s analizó y denunció este error. l nosdice que la aprobación que reciben los actos e%teriores es su (nica recompensa, pero que aquellos cumplidosen el silencio del +u!ar #ecreto son los que alcanzan "erdaderamente la aprobación di"ina.

1es(s tambi0n pone aquí 0nfasis en la necesidad de que las oraciones ten!an "ida. +a mera repetición de

frases aprendidas, tal como hacen los loros, carece por completo de "alor. 3uando estemos en oracióndebemos proponemos ?sentir? la inspiración di"ina, poni0ndonos en actitud recepti"a 9no ne!ati"a: hacia ios.&o es malo repetir constantemente una frase; esto ayuda, aunque no se comprenda mucho su sentidoespiritual, con tal de que la repetición no se tome un acto puramente maquinal. 1es(s mismo repitió tres "eceslas mismas palabras en los instantes de su a!onía en el Huerto de los 6li"os. #i al!una "ez acontece quenuestro espíritu se embota mientras oramos, es mejor que nos deten!amos, nos ocupemos en otra cosadurante al!(n tiempo, y "ol"amos despu0s a orar con el espíritu "i"ificado.

+o que es bueno ya e%iste eternamente por la 6mnipresencia de ios; no tenemos que crearlo. &o obstante,hemos de ponerlo de manifiesto por medio de nuestra concepción personal de la -erdad. Este te%to nosi!nifica que nos absten!amos de pedir por nuestras necesidades y problemas particulares. &i tampoco, comolo creen al!unos, que no debamos buscar más allá de la armonía !eneral. e hacerlo así, los resultados denuestro orar se distribuirán por i!ual en cada aspecto de nuestra "ida, y la mejora en cada detalle particularpuede ser tan pequeña que no merezca ser tenida en consideración. +a actitud correcta es concentrar nuestro

pensamiento en aquello que queremos "er realizado en el momento.Es "erdad que no debemos orar por cosas materiales en sí; pero cuando ten!amos una necesidad, ya sea dedinero, pon!amos por caso, o de empleo, o de una casa, o de un ami!o, nos consideraremos a nosotrosmismos, es decir, a nuestra alma en relación con aquella necesidad. 3uando hayamos orado lo suficientecomo para lle!ar a una comprensión espiritual sobre aquel punto, la cosa necesitada aparecerá como unaprueba de que nuestra parte se ha realizado. +lenemos el "acío de nuestros anhelos con el sentido del *morde ios, y las cosas que necesitemos aparecerán en nuestra "ida como por encanto. 3uando ha!amosnuestras oraciones, no ten!amos temor de ser demasiado definidos, precisos y prácticos. El mismo 1es(s eraasí. &adie huyó más de la "a!uedad o de lo indefinido que El.

*sí, pues, hab0is de orarD 7adre nuestro que estás en los cielos, santif icado sea tu nombre."en!a tu reino, há!ase tu "oluntad, así en la tierra como en el cielo.anos hoy nuestro pan de cada día.

> perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.> no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del malD porque tuyo es el reino, y el poder, y la!loria, por todos los si!los. *m0n.

29



7orque si "osotros perdonáis a otros sus ofensas, tambi0n os perdonará a "osotros "uestro 7adrecelestial. 7ero si no perdonáis a los hombres, tampoco "uestro 7adre perdonará "uestras faltas.

9$*/E6 -5, QAFG:

sta, la más !rande de todas las oraciones, llamada com(nmente el 7adre &uestro, es en efecto unresumen ma!nífico de toda la enseñanza de 1esucristo. #e trata de un resumen que por lo bre"e y completono tiene i!ual. Es nada menos que un esquema acabado de la metafísica cristiana. En estos "ersos 1es(sdefine la naturaleza de ios y del hombre, y e%plica su interdependencia; nos dice lo que el uni"erso esrealmente, y proporciona un m0todo de rápida e"olución espiritual para quienes lo usen cada día de manerainteli!ente.

&otemos particularmente cuánto insiste 1es(s en la necesidad de perdonar y ser perdonados, si en "erdadqueremos alcanzar al!(n pro!reso en los dominios del espíritu.

> cuando ayun0is, no aparezcáis tristes, como los hipócritas, que demudan su rostro para que loshombres "ean que ayunan; en "erdad os di!o que ya tienen su recompensa./(, cuando ayunes, (n!ete la cabeza y la"a tu cara, para que no "ean los hombres que ayunas,sino tu 7adre que está en lo secreto; y tu 7adre, que "e en lo secreto, te recompensará.

9$ateo -5, FKAF:

El ayuno era una costumbre !eneral de aquel tiempo, y 1es(s lo da por sentado.El ayuno, como lo interpretan hoy en día los que tratan de lle"ar a la práctica científicamente la "ida

cristiana, consiste en abstenerse de ciertos pensamientos, sobre todo, de los pensamientos ne!ati"os o malos;pero en al!unos casos es necesario, si deseamos tener resultados positi"os, abstenemos de pensar por al!(ntiempo en la dificultad particular que nos inquieta. Hay ciertos problemas, casi siempre los que hemosrepasado muchas "eces en nuestra mente, que no se resuel"en sino ?sólo por medio de la ple!aria y delayuno?. En tal caso es preferible afrontar la cuestión definidamente y despu0s abandonarla por al!(n tiempo, otambi0n, confiarla a otra persona que la considere en su justa medida mientras nosotros nos fijamos en otrascosas.

El ayuno físico resulta a "eces eficaz para solucionar un problema, especialmente en el caso de lo quellamamos dificultades crónicas, pero debe ir acompañado de un tratamiento espiritual. Esto se debe al alto!rado de concentración que puede lo!rarse durante la abstinencia.

&otemos que el "ersículo F es sustancialmente una repetición del K. 3uando la 'iblia repite al!o de estamanera, es una indicación e"idente de que se trata de un punto de importancia primordial.

&o alle!u0is tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín los corroen y donde los ladrones horadany roban. *tesorad tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín los corroen, y donde los ladrones nohoradan ni roban. onde está tu tesoro, allí estará tu corazón.+a lámpara del cuerpo es el ojoD sí, pues, tu ojo estu"iere sano, todo tu cuerpo estará luminoso;pero si tu ojo estu"iese enfermo, todo tu cuerpo será tenebroso, pues si la luz que hay en ti estinieblas Nqu0 tales serán las tinieblasO

9$*/E6 -, FQABC:

Habi0ndose e%tendido acerca de la naturaleza del +u!ar #ecreto, y habi0ndonos dado la 6ración $odelo, o4ealización i"ina como la +la"e de la -ida, 1es(s si!ue llamando la atención sobre ciertas consecuenciasque se!uirán, a fin de mostramos que debemos conformar lo antes posible nuestra e%istencia a este principiofundamental. 7or ejemplo, una "ez que comprendamos que todo lo e%istente en el plano material no es más

que la e%teriorización de nuestros pensamientos, podemos hacemos car!o de lo necio que resulta acumular otratar de acumular riquezas o bienes materiales de cualquier clase. #i nuestra conciencia está en rectitud, estoes, si comprendemos que ios es *mor, que es la fuente dispensadora de todo bien, siempre estaremos enaptitud de lo!rar todo aquello que necesitemos, bien sea dinero o cualquier otra cosa, dondequiera queestemos y en cualquier circunstancia que nos encontremos. &ada nos lle!ará a hacer falta cuandocomprendamos que para el Espíritu i"ino demandar y obtener son la misma cosa. * la in"ersa, mientras nocomprendamos esto, siempre estaremos e%puestos a la pobreza o a cualquier necesidad. 7odemos,ciertamente, lle!ar a poseer !randes caudales de riqueza, acciones, bonos, casas, tierras pero, a menos queten!amos una comprensión espiritual de la propiedad, estos tesoros, tarde o temprano, adquirirán alas, y"olarán. En "erdad, no hay otro camino para alcanzar se!uridad que el de la comprensión espiritual.

+os bancos más se!uros hacen bancarrota; la 'olsa está e%puesta a catástrofes impre"istas; las minas y lospozos de petróleo pueden ser destruidos por un cataclismo natural; una nue"a in"ención puede arruinar a una"ieja; el abrir o cerrar una estación de ferrocarril o el iniciar una nue"a empresa en otro lu!ar puede

comprometer el "alor de nuestras tierras, sin hablar del efecto que sobre toda clase de propiedad causan lostrastornos inesperados que se producen en el mundo político. En pocas palabras, es mal!astar el tiempo diri!irdemasiado nuestro inter0s hacia la acumulación de bienes materiales, que son "ulnerables a los cambios y

30



"enturas.#i dedicásemos a la meditación y a la 6ración 3ientífica una pequeña parte del tiempo y de la atención que

empleamos en perse!uir los bienes del mundo, el cambio de conciencia resultante nos pondría a sal"o de lapobreza y la ad"ersidad.

#i tu"i0semos suficiente comprensión espiritual de las leyes que ri!en el apro"isionamiento de cada uno, esprobable que nuestras in"ersiones no fracasarían; y en caso de que salieran mal, las p0rdidas se sustituiríaninmediatamente, antes de que sufri0semos por ellas. En todo caso, el que tiene su mente puesta en un sentidode prosperidad, no puede empobrecerse; ni puede alcanzar bienestar material el que mantiene en la mente laidea de la pobreza. * la lar!a, nadie puede conser"ar lo que no le pertenece por derecho de conciencia; ni tampoco puede

perderlo aqu0l que lo tiene por el mismo derecho.7or lo tanto, haremos bien en no fundar nuestra paz sobre tesoros terrenales, sino más bien sobre riquezas

en los cielos, lo cual es la comprensión de la +ey Espiritual. #i concentramos nuestra felicidad en las cosasmateriales, transitorias y mudables, no es a ios a quien ponemos en el primer lu!ar de prioridad. #i El ocupael primer plano de nuestra "ida, nada nos causará inquietud ni ansiedad. *hondando con más detalle en el mismo tema, 1es(s nos dice que aquellos que establecen su "ida sobre

esta nue"a base estarán libres de las pequeñas inquietudes y afanes del "i"ir diario, que contin(anincomodando a los demás. 3uestiones de dieta, por ejemplo, se arre!larán por sí solas si pensamoscorrectamente. El que ha orientado su "ida por este nue"o rumbo no tiene que preocuparse por todo lo quecome, con"irtiendo así la función del comer en una car!a penosa. 3ome natural y espontáneamente elalimento ordinario que se presenta, sabiendo que la buena dirección de sus pensamientos habituales haráasimilable lo que come. #i realiza las oraciones de cada día con sabiduría y dirección comerá menos, es decir,la cantidad de alimento naturalmente requerida.

El mismo principio es aplicable a todos los detalles de la "ida cotidiana. #i oramos cada día de maneracon"eniente, encontraremos que las cosas secundarias de la "ida se arre!lan por sí mismas, sin necesidad deesfuerzo al!uno por nuestra parte. ij0monos en el contraste entre esto y el m0todo usual de ordenar las cosaspor separado, es decir, or!anizando mil y un detalles pequeños, y apreciaremos cuán mara"illosamente noslibera la nue"a base espiritual. #i, pues, tu ojo estu"iese sano, todo tu cuerpo estará luminoso. He aquí lae%presión absoluta de la -erdad. En efecto, si el ojo está sano, todo el cuerpo de la e%periencia estará lleno deluz.

El ojo simboliza la percepción espiritual. *quello en que ponemos nuestra atención, es la cosa que !obiernanuestra "ida. +a atención es de importancia capital. &uestro libre albedrío reside en la orientación de nuestraatención. *quello que capta nuestra atención con insistencia entrará en nuestra "ida para dominarla. #i no nosfijamos en nin!una cosa en particular y esto ocurre muy a menudo entonces nada en particular nos

acontecerá en la "ida e%cepto la duda y la incertidumbre; iremos "a!ando a la "entura. #i nos fijamos en elmundo e%terior, el cual por su naturaleza es "ariable y está sujeto a cambios, infaliblemente tendremos quesufrir la infelicidad, la pobreza y una salud deficiente. 7or otra parte, si diri!imos nuestra atención hacia ios,si la cosa que más nos importa es #u @loria y la norma de nuestra "ida es e%presar #u "oluntad, entoncesnuestro ojo será sano, y nuestro cuerpo y nuestra e%istencia toda serán luminosos.

&adie puede ser"ir a dos señores; pues, o bien aborreciendo al uno amará al otro, o bienadhiri0ndose al uno menospreciará al otro. &o pod0is ser"ir a ios y a las riquezas.7or eso os di!oD &o os inquiet0is por "uestra "ida, por lo que hab0is de comer o de beber, ni por"uestro cuerpo, por lo que hab0is de "estir. <&o es la "ida más que el alimento, y el cuerpo más queel "estido=$irad como las a"es del cielo no siembran, ni sie!an ni encierran en !raneros, y "uestro 7adrecelestial las alimenta. <&o "al0is "osotros más que ellas=

<ui0n de "osotros con sus preocupaciones puede añadir a su estatura un solo codo=> del "estido <por qu0 preocuparos= *prended de los lirios del campo, cómo crecen; no se fati!anni hilan.7ues yo os di!o, que ni #alomón en toda su !loria "istió como uno de ellos.7ues si la hierba del campo que hoy es, y mañana es arrojada al homo. ios la "iste así, <no harámucho más con "osotros, hombres de poca fe= &o os preocup0is, pues, diciendoD <u0 comeremos,qu0 beberemos, o con qu0 nos "estiremos=+os !entiles se afanan por todo eso; pero bien sabe "uestro 7adre celestial que de todo eso ten0isnecesidad.'uscad, pues primero el 4eino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura.

9$*/E6 -5, BGACM:

$uchos cristianos aceptan estos hechos en teoría, pero se manifiestan indiferentes cuando es cuestión de

ponerlos en práctica, y esta "acilación los mete siempre en un sinn(mero de dificultades, nacidas de suflaqueza e inconsecuencia. En !eneral, los materialistas son más felices, porque por lo menos "i"en se!(n susconocimientos y se conforman con lo que comprenden. /ratar de apoyarse en un principio ahora y en otro

31



lue!o es ser"ir a dos señores, y esto es imposible. &o pod0is ser"ir a ios y a las riquezas.El hombre es esencialmente espiritual, y ha sido creado a la ima!en y semejanza de ios. En consecuencia,

está hecho para "i"ir felizmente en el plano espiritual, y no puede realmente tener 0%ito en nin!(n otro. +asa"es del cielo y los lirios del campo le ofrecen al hombre una sorprendente lección por su completa adaptacióna las leyes de sus planos respecti"os. E%presan "erdaderamente su propia y aut0ntica naturaleza, "an a tra"0sde la "ida siendo a la perfección ellos mismos; y no conocen nada que se le parezca a la inquietud y laansiedad que destruyen tantas "idas humanas. +os lirios de los que aquí se habla son las ma!níficasamapolas sil"estres del 6riente, y quienquiera que haya "isto un campo de estas flores meci0ndose ybalanceándose a la brisa, apreciará el sentido de reposo y libertad de espíritu, y !ozo que se!(n 1es(spertenece a la humanidad por derecho de nacimiento.

7or supuesto. l no quiere decir que los seres humanos, que están en un plano bioló!ico infinitamente másele"ado, deban imitar al pie de la letra las "idas o los m0todos de los pájaros o de las flores. +a lección quetenemos que aprender es que nosotros debemos adaptamos a nuestro propio elemento, de la misma maneraque ellos lo hacen con el suyo. > nuestro "erdadero elemento, es la 7resencia de ios.

#an *!ustín dijoD ?/( nos has creado para ti mismo, y nuestros corazones están inquietos hasta que noreposan en ti? 3uando el hombre lle!ue a aceptar que la -erdad se encuentra en ios tan completa eindudablemente como las flores y los pájaros aceptan la "erdad de su propia condición, demostrará en sí laabundancia y la armonía di"inas tan perfectamente como lo hacen estas otras criaturas de ios.

#i al!uien fuere lo bastante necio para interpretar estos símiles de forma literal en "ez de espiritualmente, yse acostase en un campo de amapolas esperando a que ios hiciese un mila!ro dramático en su fa"or, muypronto se daría cuenta de que 0se no es el camino. 7oseyendo facultades infinitamente superiores a las de losanimales y las plantas, el hombre imitará en "erdad su sabiduría y su !loria siendo acti"o en su propia esfera,la de la oración y meditación. +a 'ase Espiritual no es un sinónimo de laisse( aire* si!nifica acti"idad intensa,pero en el plano espiritual, que es bien distinto del material. sta es la (nica forma por medio de la cual unopuede buscar el 4eino de los 3ielos; despu0s de lo cual todas las cosas necesarias "endrán como unaconsecuencia.

#i nos sentimos muy desanimados y desconcertados, ha lle!ado el momento de echamos mentalmente entrelas amapolas, leer la 'iblia y orar con serenidad, pero con perse"erancia, hasta que al!o suceda, o bien dentroo bien fuera de nosotros. > esto no es laisse( aire porque la oración es acción. 2na "ez, en +ondres, conocí auna señora cuyos asuntos se enredaron tan desesperadamente que parecía destinada ine%orablemente a lamás completa ruina. +a anim0 a que abandonase mentalmente toda su car!a y, sin temor a las consecuenciasinmediatas, pasase dos o tres días buscando en la 'iblia una inspiración y pidiendo en oración la paz y lafelicidad. *l cabo de una semana, sin que hubiese realizado acción material al!una, todo quedó aclaradocomo por arte de ma!ia.

+a manera normal de !anarse la "ida es tener una profesión o desempeñar una ocupación que resulte (til ya!radable. #e trata de hacer conscientemente la tarea y recibir a cambio una remuneración satisfactoria. +a6ración 3ientífica colocará a cada uno en tal posición, si no la tiene a(n, y entonces, si ora cada día comocon"iene, dándose cuenta de la "erdadera situación y pidiendo la oportunidad de ser"ir, cualquiera que sea suactual posición irá mejorando a medida que pasa el tiempo. 7ero tendrá que orar diariamente como con"iene.&o es necesario trabajar o ejercer una profesión fuera de casa. +a mujer que lle"a a cabo sus deberes en elho!ar es un miembro de la comunidad tan (til como cualquier otro; y muchas personas que no tienennecesidad de preocuparse por el dinero debido a sus in!resos personales, prestan !randes ser"icios a lahumanidad culti"ando las artes o la literatura y fomentando las in"esti!aciones científicas. +o cierto es quenadie cuya "ida repose en la 'ase Espiritual "i"irá inacti"amente, por !rande que sea su riqueza.

e "ez en cuando se oyen casos de ciertas personas que se creen tan espirituales que no necesitan !anarsela "ida. 6tra persona al!(n pariente o un ami!o que trabaja, porque no es demasiado espiritual, suelemantenerlos en la ociosidad. 7ero esa actitud mental habla por sí misma. #i la comprensión que una persona

tiene de la metafísica resulta suficiente para permitirle pasar sin el trabajo ordinario, se encontraráautomáticamente pro"ista de lo necesario, permaneciendo independiente y di!na de respeto. > esto no puedeen manera al!una aplicarse a los deudores o a los que "i"en a costa de otros. #i queremos e%perimentarapoyándonos en el poder de la 7alabra, bien; pero estemos se!uros de hacerlo con una sinceridad absoluta. El(nico modo de lle"ar a cabo este e%perimento de manera !enuina es dejar que sea una demostración de fe.e lo contrario, tendremos que atenemos a consecuencias e%tremas. #i contamos secretamente con al!uienque puede ayudamos, no estaremos confiando en la 7alabra i"ina. /odo adepto de la 3iencia Espiritualpuede esperar una prosperidad razonable que le permita "i"ir confortablemente y con se!uridad. $ientrastanto no podamos probar esa -erdad sólo por el poder de la 7alabra i"ina, debemos continuar practicando eltratamiento espiritual que nos lle"ará a alcanzar una posición adecuada en la que desen"ol"emos con 0%ito.

1es(s nos dice en este pasaje que todos nuestros esfuerzos de "oluntad serán insuficientes para aumentarun codo a nuestra estatura. sta es otra manera de e%presar la "erdad que l presenta de tantos modosdiferentes, esto es, que debemos "ol"er a nacer espiritualmente. En tanto permanezcamos como estamos, no

podremos, pese a todo esfuerzo, lo!rar cambio al!uno, ni en nosotros mismos, ni fuera de nosotros. #iemprehacemos lo que somos. &uestra "ida e%terior se corresponde siempre con la interior. &o podremos lo!rarnin!(n pro!reso si no nacemos de nue"o, esto es, si no lle"amos a efecto una toma de conciencia de la

32



7resencia de ios.

&o os inquiet0is, pues, por el mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus propias inquietudes;bástale a cada día su afán.

9$*/E6 -5, CM:

En la 6ración 3ientífica empleamos !eneralmente el tiempo presente. /odo el principio de la 6ración3ientífica consiste en corre!ir y orientar la conciencia, y eso tiene que hacerse en el presente. *sí, cuando senos presente un problema referente al futuro, por ejemplo, un e%amen que tendremos dentro de seis meses, oun "iaje desa!radable que tenemos que realizar la semana si!uiente, es ahora cuando con"iene orar. &oesperemos hasta el (ltimo momento. /rabajemos mentalmente ahora; esto es, trabajemos ahora en nuestraconciencia sobre el asunto, en el presente. &o proyectemos nuestro tratamiento espiritual hacia el futuro,porque de esa forma no se obtendrán los resultados esperados. El hecho, sin duda, concierne al por"enir, peroel acto de pensar en 0l ahora si!nifica que ya está en nuestra conciencia; y por tratarse de un pensamientoactual, puede y debe ser tratado en tiempo presente. e la misma manera podemos obrar respecto a loshechos pasados, y debemos hacerlo si a(n nos inquietan, tratándolos como si fueran presentes, porque hoy escuando persiste el pensamiento en nosotros. /ratemos todos los hechos, pasados y futuros, como siocurriesen en el momento presente. &o ol"idemos que ios está fuera de lo que llamamos tiempo y que, enconsecuencia, la acción ben0fica de #u #anta 7resencia es i!ualmente eficaz ayer, hoy y mañana.

4ecordemos que los (nicos pensamientos que importan son los de hoy. +os pensamientos de ayer o del añopasado ya no nos interesan, porque si nuestros pensamientos de hoy son justos, todo se encontrará rectificadoen este mismo momento. +a mejor manera de prepararse para el mañana es hacer serenos y armoniosos lospensamientos de hoy. /odos los demás bienes "endrán en consecuencia.

#ería in(til profundizar en nuestra mente para buscar obstáculos que pudi0semos erradicar. /ratemos fielAmente los errores que nos llaman la atención y nos estaremos ocupando de todo lo que está escondido.

En el mismo espíritu, el 3ristianismo 3ientífico nos disuade de conceder demasiada atención a otro plano o alas condiciones de la "ida despu0s de la muerte. /ales preocupaciones no suelen ser sino una e"asión de lasrealidades de esta "ida y los problemas cotidianos que deben afrontarse y resol"erse aquí y no e"adirlos o, loque es lo mismo, diferirlos en nuestro pensamiento.

/enemos que hacer hincapi0 en la -ida, y no en la muerte, y centramos en hacer nuestra demostración aquíy ahora.

4ap(tulo B4o$ la edida "o$ 'ue idi8reis

4o u(uéis, y no seréis u(ados, porque con el uicio con que u(areis, seréis u(ados, y con la medida con quemidiereis se os medir!. 2 #ómo ves la paa en el oo de tu hermano, y no ves la via en el tuyo3 2 9 cómo osas decir a tu hermano+ -ea que

te quite la paa del oo, teniendo t& unavia en el tuyo3 :ipócrita+ quita primero la via de tu oo, y

entonces ver!s de quitar la paa del oode tu hermano.

9$*/E6 -55, FAG:

Esta sección del #ermón del $onte consta de cinco "ersos cortos, y sólo unas cien palabras, y sin embar!ono se e%a!era diciendo que es el documento más sorprendente que jamás se haya presentado a lahumanidad. En estos cinco "ersos se nos dice más acerca de la naturaleza del hombre, el si!nificado de la"ida, la importancia de la conducta, el arte de "i"ir, el secreto de la felicidad y del buen 0%ito, la manera desuperar la ad"ersidad, el acceso a ios, la emancipación del alma, y la sal"ación del mundo, que lo que todoslos filósofos y todos los teólo!os y todos los sabios juntos nos han dicho, porque nos e%plica la @ran +ey. Esinfinitamente más importante que un hombre, y especialmente un niño, comprenda el si!nificado de estoscinco "ersos, que nin!una otra cosa que se enseña en las escuelas y las uni"ersidades. &o hay nada en loscursos de estudio corrientes, no hay nada que se pueda aprender en las bibliotecas o los laboratorios que"al!a la millon0sima parte de la enseñanza de estos "ersos. #i al!una "ez fuese posible justificar el dichofanáticoD ?uemen los demás libros porque todo está en 0ste?, se estaría haciendo mención a estos "ersos.

"4o u(uéis y no seréis u(ados, porque con el uicio que u(areis seréis u(ados y con la medida con quemidiereis se os medir!" 9$/. J, FAB:. #i el hombre com(n comprendiese, aun por un momento, el si!nificado deestas palabras, y "erdaderamente las creyese, de inmediato re"olucionarían toda su "ida de arriba abajo

radicalmente; su conducta diaria se transformaría por completo, y 0l mismo cambiaría tanto que, en un tiemporelati"amente corto, sus ami!os más íntimos casi no lo conocerían. /anto si fuese primer ministro como sifuese un hombre de la calle, esta comprensión le cambiaría el mundo, y, como la "erdad es más conta!iosade lo que se puede ima!inar, su metamorfosis transformaría el mundo tambi0n para muchos otros.

33



3ada "ez que leemos de nue"o el #ermón del $onte en una actitud mental recepti"a, nos asombramos deencontrar que las afirmaciones que contiene han sido, en la práctica, pasadas por alto por la mayoría de loscristianos. #i no se supiese que es un hecho que estas palabras se oyen constantemente en p(blico, y sonleídas en pri"ado por millones de cristianos de todas clases, casi no se podría creer que esto fuera posible;porque las "erdades e%presadas aquí parecen no tener nada que "er con los moti"os de su "ida y conductadiaria. #in embar!o, estas palabras e%presan la +ey de la -ida, sencilla e ine"itable.

7orque tal es la +ey de la -idaD tal como pensamos de otros, tal como hablamos de ellos, tal como nosportamos hacia ellos, así pensarán, y hablarán de nosotros, y así se portarán con nosotros. #ea cual fuerenuestra conducta, ine"itablemente nos será de"uelta. /odo lo que les hacemos a otros, tarde o temprano, aquío allí, al!uien nos lo hará. +o bueno que hacemos se nos de"ol"erá en el mismo !rado; y lo malo que leshacemos a otros de la misma manera se nos de"ol"erá tambi0n. Esto no quiere decir de nin!una manera quelas personas a quienes tratamos bien o mal sean las mismas que nos de"uel"an mañana la acción. 3asinunca ocurre así; pero lo que ocurre es que, en otro momento, tal "ez años despu0s, en otro lu!ar lejano,al!uien que no sabe nada de la acción anterior nos la pa!ará con la misma moneda. 7or cada palabra ásperaque decimos a otra persona o de otra persona, tal palabra se nos dirá o se dirá de nosotros. 7or cada "ez quedefraudemos, seremos defraudados; por cada "ez que en!añemos, seremos en!añados. 7or cada mentiraque di!amos, se nos mentirá tambi0n. 7or cada "ez que descuidemos un deber, por cada e"asión de unaresponsabilidad, cada abuso de la autoridad sobre otras personas, estaremos haciendo al!o por lo cual,ine"itablemente, se nos pa!ará haci0ndonos sufrir una herida i!ual. ?3on la medida que midiereis se osmedirá.?

<&o es e"idente que, si la !ente se diera cuenta de todo ello, de que es literalmente cierto, esto influiría ensu conducta en la forma más profunda= <&o haría más, en la práctica, tal comprensión para hacer disminuirlos crímenes y ele"ar el ni"el moral de toda la comunidad, que todas las leyes elaboradas por los parlamentos,o todos los casti!os impuestos por jueces y ma!istrados= +a !ente tiende a pensar, especialmente cuando latentación es muy fuerte, que probablemente podrán escaparse de la ley del país, escaparse del al!uacil, odeslizarse de las manos de las autoridades de cualquier otra manera. Esperan que los indi"iduos les perdonen,o que no puedan "en!arse, o que todo se ol"ide con el tiempo; o mejor a(n, que nunca se descubra la falta.#in embar!o, si comprendiesen que la ley de la retribución es una +ey 3ósmica, tan impersonal e inmutablecomo la ley de la !ra"edad, que no considera personas ni respeta instituciones, una ley sin rencor y sin piedad,refle%ionarían más antes de tratar injustamente a sus prójimos. +a ley de la !ra"edad nunca duerme, nuncaestá despre"enida, nunca se cansa, no es compasi"a ni "en!ati"a; y nadie podría ima!inar que pudiesee"adirla o en!atusarla, o sobornarla, o intimidarla. +a !ente la acepta como ine"itable e ineludible, y secomportan de acuerdo a ello. +a ley de la retribución es tan inmutable como la ley de la !ra"edad. /arde otemprano, el a!ua encuentra su ni"el; y el trato que les damos a otros se nos de"uel"e.

*l!unos cristianos, al oír la e%plicación de la ley de la retribución han puesto objeción diciendo que esta leyes de ori!en budista o indostano, y no cristiano. Es "erdad que esta ley es enseñada por los budistas y losindostanos, y hacen bien en enseñarla porque es la ley de la naturaleza. Es "erdad tambi0n que esta ley secomprende mejor en los países orientales que entre nosotros; pero eso no quiere decir que sea una posesiónoriental. +o que quiere decir es que las i!lesias ortodo%as cristianas han faltado a su obli!ación de e%poner ala !ente una sección importante de la enseñanza de 1es(s. * los que dicen que 0sta no es una ley cristiana, se les puede responderD <Es un documento cristiano el

E"an!elio de $ateo, o no= <Era cristiano o budista 1esucristo= Esta doctrina, nos !uste o no nos !uste, siqueremos, podemos tratar de pasarla por alto; pero no podemos ne!ar que 1esucristo la enseñó, y de lamanera más directa y enfática, cuando dijoD "4o u(uéis y no seréis u(ados, porque con el uicio con que u(areis seréis u(ados y con la medida que midiereis seréis medidos" 9$/. J, FAB:.

#ir EdRin *rnold, en su poema titulado )a #anción #elestial, describió esta ley implacable de la justiciainmanente.

&o hay nadie que la pueda menospreciar;quien la impida, pierde; quien la sir"a, !ana;el bien hecho en secreto da paz y deleite, el mal escondido trae dolor.

7or ella el cuchillo apuñaló al asesino;el juez injusto perdió su defensor,la len!ua falsa sentencia su propia mentira;y el "il ladrón despoja sólo para restituir.Ella lo "e y lo nota todo;s0 justo Nte recompensaráO5njusto serás pa!ado con la misma monedaaunque harma tal "ez tarde en lle!ar.

'ien claro está que con"iene no hacerle a otra persona lo que no quisi0ramos que al!uien nos hiciese anosotros, porque eso es lo que ocurrirá. Especialmente es 0ste el caso cuando actuamos mal con al!uien que

34



está en nuestro poder.e la misma manera, i!ualmente, es cierto que por cada buena acción que cumplimos, por cada palabra

bondadosa que pronunciamos, un día u otro recibiremos su equi"alente. $uchas personas suelen quejarse dela in!ratitud de aqu0llas a quienes han ayudado o a quienes han concedido fa"ores y frecuentemente conrazón; pero esta queja manifiesta una actitud mental que es importante corre!ir. 3uando al!uien se sienteofendido porque le han mostrado in!ratitud por un fa"or, es porque ha esperado !ratitud, y esto es un !ranerror. +a "erdadera razón para ayudar a otros es porque es nuestro deber ayudar en la medida en quepodamos hacerlo sabiamente; o porque es una e%presión del amor. 7or supuesto, el amor "erdadero no buscaun quid pro quo y haber cumplido nuestro deber tendría que ser la propia recompensa, record0moslo, o si lopreferimos así, de una manera u otra nuestra buena acción será reconocida a su tiempo. 3uando se espera la!ratitud, se crea en la otra persona un sentido de obli!ación, y esta persona, probablemente, tendrá esto en suinconsciente y lo sentirá con más fuerza, porque tal cosa es al!o que repu!na a la naturaleza humana.Ha!amos la buena acción y si!amos nuestro camino, sin esperar ni desear el reconocimiento personal.

<&o es acaso un pensamiento hermoso y estimulante que todas las oraciones que hemos pronunciado ennuestra "ida, todo lo bueno que hemos hecho y todas nuestras palabras bondadosas permanecen connosotros, y que nada puede quitárnoslas= En efecto, 0stas son las (nicas cosas que podemos !uardar, porquetodo lo demás ha de desaparecer. &uestros errores mentales, y orales, y nuestros pecados "an eliminándosese!(n la +eyD pero el bien si!ue incólume por toda la eternidad.

+os estudiosos del 3ristianismo 3ientífico que comprenden el poder del pensamiento, se darán cuenta deque es aquí, en el reino de los pensamientos, donde la +ey encuentra su "erdadera aplicación; y "erán que loque importa, en (ltima instancia, es !uardar pensamientos rectos hacia otros, lo mismo que hacia sí mismo.7ensar rectamente en lo tocante a ios, en lo tocante al prójimo y en lo tocante a sí mismo; esto es la +ey ylos 7rofetas. #abiendo que el dominio se encuentra en el +u!ar #ecreto, es en el +u!ar #ecreto donde hayque poner la atención, obser"ando el mandamientoD &o juz!u0is.

+a 4e!la de 6ro interpretada científicamente esD 7ensad de otros tal como quisierais que pensaran de"osotros. * la luz del conocimiento que ahora tenemos, la obser"ancia de esta re!la se con"ierte en un debersolemne, y más a(n, es una "ital deuda de honor. 2na deuda de honor es una obli!ación que nin!una leyescrita puede hacemos cumplir, una obli!ación que cumplimos en secreto para satisfacción de nuestraconciencia; y del mismo modo, como nadie puede saber, y mucho menos probar, lo que estamos pensando,no somos responsables por nuestros pensamientos ante nin!(n tribunal sino ante el más altoD el /ribunal quenunca se equi"oca y cuyas sentencias nunca se e"aden.

Habiendo comprendido la +ey #uprema y su función, resumidas tan mara"illosamente por 1es(s en estepasaje, el discípulo está preparado para dar el si!uiente paso importante y comprender cómo es posibleele"arse incluso por encima de la @ran +ey en el nombre de 3risto. En la 'iblia el t0rmino ?3risto? no es

sinónimo de 1es(s, el indi"iduo. Es un t0rmino t0cnico que quiere decir la -erdad Espiritual y *bsoluta acercade cualquier cosa. iscernir esta -erdad acerca de al!una persona, o condición o circunstancia,inmediatamente sana a esa persona o condición o circunstancia, siendo el mejoramiento en la misma medidadel !rado de toma de conciencia del que piensa. He aquí la esencia de la curación espiritual, y por eso "emosque en el sentido más amplio, y con total independencia, al mismo tiempo, de las obras especiales y sin parrealizadas por el mismo 1es(s, es "erdad que el 3risto "iene al mundo para redimirlo y sal"arlo. 3uandoquieraque el 3risto eso es, la 5dea -erdadera de al!o nace en el pensamiento de al!uien, la curación física, omoral, o mental, se!(n sea el caso, "iene a continuación.

2na curación mental consiste en hacer l(cida e inteli!ente a una persona est(pida. +os niños más atrasadosen la escuela responden como si fuera ma!ia a tal tratamiento espiritual. #e pide para ellos la 5nteli!enciai"ina y se cae en la cuenta de que ios es el alma del hombre. +a enfermedad y el pecado, la pobreza y laconfusión, la i!norancia y la flaqueza humana, todo desaparece bajo el poder del 3risto #anador. 7orprofundas que sean las raíces de nuestros males, una "isión clara del 3risto, una "isión de la -erdad

Espiritual, eternamente presente detrás de las apariencias, nos curará. 7ara esto no hay e%cepción al!una.7orque el 3risto es nada menos que la acción directa de ios mismo, el *utoconocimiento del Espíritu, pasapor encima de todo.

+a +ey Espiritual eclipsa y domina todas las leyes del plano físico y del plano mental. Esto, como hemos"isto en el primer capítulo, no si!nifica que las leyes del plano físico o del plano mental se pueden romper,sino que el hombre, por su naturaleza esencialmente di"ina, tiene el poder de le"antarse por encima de estosplanos al plano del Espíritu, plano de dimensión infinita, donde tales leyes no le afectan más. El no "iola susleyes, se a"entura más allá de sus fronteras. 3uando el !lobo aerostático se le"anta hacia el sol, no obstantesu peso, así que se hincha, parece que desafía la ley de la !ra"edad. #in embar!o, no se rompe esa ley, sinoque más bien se cumple por esa acción, aunque la e%periencia normal de la "ida diaria está, de hecho,in"ertida. +a +ey de Sarma, ley infalible que no respeta a nadie ni ol"ida nada, no "ale más que para losplanos físico y mental; no es una ley del Espíritu. En Espíritu todo es perfecto, eterno, inalterable. En estedominio no hay nada malo que se pueda cosechar porque no se puede sembrar, y por consi!uiente cuando el

hombre le"anta su atención hacia el mundo del Espíritu, por lo que llamamos la oración, la meditación o eltratamiento, transfiere su atención al dominio del Espíritu y así se pone a ese !rado bajo la ley del 'ienperfecto y se libera de Sarma.

35



*sí es que el hombre puede ele!ir entre Sarma o el 3risto. He aquí las mejores noticias que jamás hayarecibido la humanidad, y por eso se llama ale!re noticia, o buena nue"a, o E"an!elio, pues tal es el sentido deesta palabra. Esta es la carta de las libertades humanas; el dominio del ser humano, hecho a la ima!en deios y conforme a su semejanza, sobre todas las cosas. 7ero el hombre puede ele!ir. 7uede permanecer enla re!ión limitada el plano físico y el plano mental y en ese caso queda estrechamente atado a la ruedadel Sarma; o puede apelar, por medio de la oración y la meditación, al 4eino del Espíritu, esto es, al 3risto, y,de este modo, liberarse. 7uede ele!ir. 3risto o el Sarma; y 3risto es el #eñor del Sarma.

En 6riente, donde se comprende tan bien la ley del Sarma, la humanidad no ha recibido el mensaje del3risto; y por eso se encuentra en una posición de falta de esperanza. 7ero nosotros, así que penetremos elespíritu del E"an!elio, podemos liberamos. En otras palabras, resulta que el Sarma no es ine%orable sinomientras no hacemos oración. En cuanto oramos, comenzamos a ele"amos por encima del Sarma; es decir,comenzamos a erradicar !radualmente las consecuencias desa!radables de nuestros errores pasados. 7orcada falta, o tenemos que sufrir las consecuencias ser casti!ados o tenemos que cancelarlas por mediode la 6ración 3ientífica, por la 7ráctica de la 7resencia de ios. /enemos esa !ran alternati"a 3risto o elSarma.

<#i!nifica eso que cualquier falta, cualquier estupidez hasta un pecado !ra"e puede e%pur!arse del+ibro de la -ida, con todos los casti!os o sufrimientos naturalmente resultantes= #í, si!nifica nada menos queeso. &o hay nin!(n mal que pueda resistir la acción del 3risto #anador. ios ama tanto a la humanidad quemanifiesta su poder (nico por medio de 3risto, a fin de que el que lo eli!e no perezca a causa de su flaqueza ofra!ilidad, sino que ten!a la sal"ación eterna.

&o es necesario decir que no se debe suponer que las consecuencias de una falta pueden e"itarse a bajoprecio, repitiendo una oración a la li!era. 7ara borrar el casti!o que de otro modo si!ue al pecado no sir"enin!una oración superficial, sino que se requiere una toma de consciencia de ios suficiente para cambiarradicalmente el carácter del pecador. 3uando la oración o la sanación espiritual ha sido tan eficaz que elpecador lle!a a ser otro hombre 9un hombre nue"o: y ya no desea repetir el pecado, entonces está sal"ado.Entonces los casti!os están redimidos, porque 3risto es #eñor del Sarma.

4ap(tulo CPor sus frutos

4o deis las cosas santas a los perros, ni arroéis vuestras perlas a puercos, no sea que las pisoteen con sus pies y revolviéndose, osdestrocen.

9$/. -55, K:

+a inteli!encia es un factor del mensaje cristiano tan esencial como el amor. ios es amor, pero ios estambi0n la inteli!encia infinita y, a menos que estas dos cualidades est0n en equilibrio en nuestra "ida, nolo!ramos la sabiduría; porque la sabiduría es la fusión perfecta de la inteli!encia y del amor. El amor sin lainteli!encia puede hacer in"oluntariamente mucho daño el niño mimado es un ejemplo y la inteli!encia sinel amor puede resultar crueldad refinada. /oda acti"idad "erdaderamente cristiana ha de e%presar lasabiduría, porque el celo sin la discreción es pro"erbialmente per"erso.

#uele suceder que las personas que por primera "ez "en los horizontes infinitos de la -erdad y así se liberande al!una dificultad penosa, se e%altan tanto de ale!ría que acuden a todas partes derramando a otros lasnoticias de su descubrimiento; y probablemente solicitándoles que acepten tambi0n la -erdad. Esta actitud estotalmente comprensible, porque el amor no desea más que compartir su bien; sin embar!o, es muyimprudente. El hecho es que la aceptación de la -erdad implica, como hemos "isto, el abandono de todos los"alores "iejos; y, despu0s de todo, esto es un sacrificio tremendo que no se debe esperar de cualquierpersona; y en todo caso, no puede suceder sino cuando uno está espiritualmente preparado para el cambio. #iesta -erdad se le presenta de una manera atracti"a, el que está listo se ale!rará de aceptarla; si no lo está,nin!una discusión intelectual o ar!umento al!uno lo hará aceptarla.

&o confiemos en nuestro propio juicio para decidir qui0n está listo para recibir la -erdad, y qui0n no lo está;más bien dej0monos !uiar por el Espíritu #anto. +a mayoría de nosotros hemos tenido la e%periencia, cuandohemos caído en la cuenta de la 5dea Espiritual y lo que si!nifica, de obedecer al impulso natural de comunicarlo que se nos ha re"elado a al!unos de nuestros ami!os, a quienes creemos que podemos persuadirfácilmente y nos hemos encontrado con que, en la mayoría de los casos se nie!an por completo a recibirla. Encambio, al!unas personas, a quienes considerábamos poco desarrolladas espiritualmente, se muestran muyrecepti"as y emprenden con 0%ito la transformación de su "ida se!(n el nue"o conocimiento. #i oramosre!ularmente todos los días pidiendo sabiduría, inteli!encia y nue"as oportunidades de ser"ir, las personasadecuadas se presentarán sin que las busquemos; o nosotros iremos a ellos; y una ocasión con"eniente se

presentará para introducir el asunto. $ientras no estemos se!uros de que sea prudente hablar de la -erdad,absten!ámonos de hacerlo; en lu!ar de ello, oremos en silencio pidiendo que se nos !uíe y dejemos el asuntoen manos de ios. *l!unas "eces no ocurre nada, no se presenta nin!una oportunidad mientras estamos connuestro ami!o, lo cual quiere decir que no ha lle!ado la hora y que nuestros esfuerzos no habrían ser"ido para

36



nada. $uchas "eces, sin embar!o, una ocasión ob"ia se presenta en la con"ersación, o al!(n incidentee%terno brinda el prete%to para introducir el asunto. > he comprobado al!(n despertar sorprendente ya!radable que sur!ió de esta manera.

#obre todo absten!ámonos de obli!ar a las personas con quienes "i"imos o con quienes trabajamos aconsiderar la cuestión de la -erdad; especialmente en casa. Es fácil que nos con"irtamos en un fastidio traAtando de forzar con nuestras ideas a personas que no pueden apreciarlas, pues a(n no están preparadas.3omo nuestros familiares y nuestros socios tienen que "emos frecuentemente, no es prudente importunarlos oirritarlos. 0monos cuenta de que ellos, al no haber e%perimentado nuestro despertar personal, no puedan "erla cosa como nosotros la "emos; y que lo que ellos "en es otra cosa. /ambi0n es posible que toda"ía noten!amos el arte de e%plicar nuestras ideas de la mejor manera posible. inalmente es bueno recordar que losque nos rodean tendrán constantemente la oportunidad de e%aminar nuestra conducta personal, conocerán afondo nuestras faltas y flaquezas y que, si hablamos demasiado e indiscretamente de "alores espirituales,ellos esperarán de nuestra parte una demostración más !rande que la que al principio podamos hacer. <> notendrían que ser superiores a la mayoría de los seres humanos para no señalar al!unas "eces, en el momentomás inoportuno, aquellos actos nuestros que contradicen nuestras palabras= En otras palabras ?apresurarsedespacio? es el lema. 6brar con un ardor imprudente y adquirir la reputación de ser tonto o molesto no es unmodo correcto de propa!ar la -erdad. El modo más rápido de hacerlo es "i"ir la "ida uno mismo. Entonces losque nos rodean notarán el cambio en nosotros y en cuanto se den cuenta de que ha mejorado nuestra salud,que hay más prosperidad en nuestras "idas y que en nuestro rostro brilla la felicidad, "endránespontáneamente, pidi0ndonos que compartamos con ellos el secreto. &o habrá que persuadirlos de quebeban en las a!uas de la "ida.

3uando ten!amos deseos de presentar la -erdad a cierta persona, o a cierto !rupo, con"iene prepararnosmentalmente durante al!unos días. 7idamos que la 5nteli!encia y el *mor nos ayuden a superar todaimpaciencia y a hacer frente al ridículo y a la falta de afabilidad. > sobre todo re!uemos que esa #abiduría,que combina el *mor y la 5nteli!encia, nos inspire. *firmemos que la acción de ios nos ha!a decir la palabra justa en el momento oportuno, y que al mismo tiempo los que nos escuchan sean !uiados por las mismascualidades di"inas. &o nos permitamos ocupamos en modo al!uno de los resultados que puedan se!uir a ladiscusión. Hablemos se!(n la -erdad y dej0mosla obrar. * menudo nos sorprenderemos, unos días despu0s,de la eficacia de esa preparación espiritual.

7edid, y se os dará; buscad, y hallar0is; llamad, y se os abrirá.7orque quien pide, recibe, quien busca, halla y a quien llama, se le abre.7ues, <qui0n de "osotros es el que, si su hijo le pide pan, le da una piedra=<6 si le pide un pez, le da una serpiente=

7ues si "osotros, siendo malos, sab0is dar cosas buenas a "uestros hijos, Ncuánto más "uestro7adre que está en los cielos, dará cosas buenas a quien se las pideO9$*/E6 -55, J:

ste es el pasaje mara"illoso en el que 1es(s enuncia la "erdad primordial de la 7aternidad de ios. Esta"erdad se puede llamar fundamental porque es la piedra an!ular sobre la cual se ele"a el edificio de la reli!ión"erdadera. $ientras los hombres no comprendían la si!nificación profunda del hecho de que ios es 7adre delhombre, no les era posible conocer plenamente la e%periencia reli!iosa. $ientras creían que había diosesdi"ersos, el sentido esencial de la reli!ión escapaba a su alcance, porque la "erdadera e%periencia reli!iosa esla b(squeda de la unión consciente con ios. *ceptar a "arios dioses es imponerle a cada diosnecesariamente limitaciones, y como los dioses de antaño se representaban en conflicto perpetuo entre sí,sólo un pensamiento caótico podía acompañar tal creencia. +os que se habían desarrollado espiritualmentebastante para aceptar la idea de un ios (nico, el ios "erdadero, +e representaban toda"ía, casi en !eneral,

como un d0spota oriental, o un sultán caprichoso y sin misericordia, poseyendo a sus s(bditos y!obernándolos tiránicamente. El ios de muchos capítulos del *nti!uo /estamento es un tirano celoso y cruel,implacable en su ira, "indicati"o, insaciable. l parece no tener en com(n con los hombres nada más que loque los hombres tienen en com(n con los animales; menos, en efecto, porque el hombre sabe que 0l es"ulnerable al sufrimiento físico, al hambre y a la muerte, lo mismo que los animales.

Esta concepción oriental de un ios despótico, de hecho, ha sido mantenida por un !ran n(mero de ferA"orosos cristianos ortodo%os, ne!ando toda semejanza entre el hombre y el 3reador. 2n escritor moderno jocosamente ha comparado a este ios con cierto millonario in!l0s quien por puro capricho mantiene un jardínzooló!ico cerca de +ondres. Este jardín está lleno de animales que e%isten solamente porque interesan ydi"ierten al dueño. e "ez en cuando, el amo "iene a "erlos, y si!uiendo, sin duda, consejos e%pertos, mandaque se destruyan unos, que se trasladen otros a jaulas más espaciosas, y que otros se traten de una maneradeterminada. Es e"idente que no e%iste entre los animales y su dueño comunión espiritual al!una; ellos no sonmás que ju!uetes animados que le di"ierten. Esta comparación no es de nin!una manera una descripción

e%a!erada de las ideas de muchos hombres, de los fundamentalistas, por ejemplo.3uando se lee la 'iblia con la mente abierta, se "e que 1es(s, en este pasaje, una "ez para siempre, penetraen la raíz de esta superstición abominable. e una manera clara y definida, afirma dando 0nfasis del modo

37



más circunstancial que la relación "erdadera que e%iste entre el hombre y ios es la de un padre y un hijo.ios cesa de ser el soberano que trata con escla"os ser"iles, y lle!a a ser un 7adre, lleno de amor paranosotros, que somos #us hijos. Es sumamente difícil estimar el alcance de esta declaración en lo que toca a la"ida del alma. 3uando se lee y se relee este pasaje, afirmando la paternidad de ios, todos los días duranteal!unas semanas, se descubre que esto sólo resuel"e muchos problemas reli!iosos. #e puede decir que seaclara así, de una "ez para siempre, un sinn(mero de cuestiones perplejas. En el tiempo de 1es(s, esaenseñanza acerca de la 7aternidad de ios era ori!inal y (nica. En el *nti!uo /estamento nunca se llama aios ?7adre?. 3uando se hacen referencias a su 7aternidad, se refieren a l como padre de una nación y node los indi"iduos. En efecto, 0ste es el moti"o por el cual 1es(s hizo de la declaración de 7aternidad de iosla primera frase de lo que llamamos El 7adre &uestro. Esto e%plica, por ejemplo, la tremenda declaración del@0nesis de que el hombre es a ima!en y semejanza de ios.

Es e"idente, por supuesto, que la descendencia ha de ser de la misma naturaleza y la misma especie que elpadre; y entonces si ios y el hombre son en "erdad 7adre e hijo, el hombre ha de ser de esencia di"ina ysusceptible de un infinito crecimiento y pro!reso y desarrollo en el camino ascendente hacia la di"inidad. Estoquiere decir que, a medida que se desarrolle la naturaleza "erdadera del hombre, su carácter espiritual, lo cualquiere decir que "aya siendo cada "ez más consciente de ello, ampliará su conciencia espiritual hasta quehaya trascendido todos los límites de la ima!inación humana, cada "ez más hacia delante. Este es nuestro!lorioso destino, como ya hemos "isto. 1es(s mismo dijo, además, citando el *nti!uo /estamentoD ":e dicho

que sois dioses y todos vosotros hios del Altísimo" 912*& T, CMACG:. Entonces reforzó su declaración añadiendosi!nificati"amenteD ?> no se puede quebrantar la Escritura.?

7or consi!uiente, en este pasaje somos liberados, de una "ez para siempre, de la (ltima cadena que nos ataa un destino limitado y en"ilecido. #omos hijos de ios; y si somos hijos, coherederos con 1esucristo, comodice #an 7ablo; y. como hijos de ios somos herederos de los bienes de nuestro 7adre no somos e%traños, nicriados recompensados, ni mucho menos escla"os. #omos los hijos de la casa, quienes un día hemos de!ozar plenamente de nuestra herencia. 7or el momento nos encontramos colmados de limitaciones eincapacidades porque no somos sino niños, menores de edad desde el punto de "ista espiritual. +os niños sonirresponsables; les faltan la sabiduría y la e%periencia; hay que diri!irlos a fin de que sus errores no les trai!anconsecuencias !ra"es. 7ero así que el hombre lo!re su mayoría espiritual, reclama sus derechos y los obtiene.?$ientras el heredero es niño, siendo el dueño de todo, no difiere del sier"o, sino que está bajo tutores yadministradores hasta la fecha señalada por el 7adre.? 9@*+. M, FAB:; y cuando lle!a esa hora, se despierta a la-erdad y obtiene su mayoría espiritual. 3omprende que es la "oz de ios mismo la que está en su corazónhaci0ndole !ritarD ?*bba, 7adre?. Entonces, al fin, comprende que es el hijo del !ran 4ey, y que todo lo queposee su 7adre es suyo y que puede !ozarlo, ya sea salud, prosperidad, oportunidad, belleza, felicidad, ocualquier otra manifestación de ios.

+a cosa más perjudicial de la "ida es la lentitud del hombre, se puede decir su des!ana, para percibir supropio dominio. ios nos ha dado dominio sobre todas las cosas, pero, como niños asustados, rehuimosasumirlo, aunque asumirlo es la (nica salida para nosotros. +a humanidad se parece a menudo a un fu!iti"o,sentado al "olante de un automó"il listo para lle"arle a un lu!ar se!uro, pero que, debido a su ner"iosismo, nopuede co!er el control y ponerlo en marcha. *llí se queda, medio helado de terror, mirando atrás,pre!untándose si sus perse!uidores "an a alcanzarle y qu0 le pasará si eso sucede. 7odría, en cualquiermomento, escaparse a un lu!ar se!uro, pero no lo hará, ni se atre"erá.

1es(s, quien conocía el corazón humano como no lo ha conocido nadie, ni antes ni despu0s, comprendíanuestra dificultad y nuestra debilidad a este respecto; y con ese don sin i!ual de encontrar las palabras con"ida, con ese poder má!ico de e%presar las cosas más fundamentales en un len!uaje tan claro, tan sencillo,tan directo que hasta un niño puede comprenderlo, nos mandaD ?7edid, y se os dará, buscad y hallar0is,llamad y se os abrirá. 7ues quien pide recibe, quien busca halla y a quien llama se le abre?.

#ería imposible ima!inar una e%presión más clara, o encontrar palabras más precisas que 0stas.

#encillamente, no e%isten palabras de nin!una len!ua más claras ni más enfáticas; y, sin embar!o, la mayoríade los cristianos tranquilamente las pasan por alto, o las interpretan en un sentido tan estrecho que se pierdecasi todo su "alor.

> de nue"o nos enfrentamos a este dilema o 1es(s sabía lo que decía, o no lo sabía y, comodifícilmente podríamos creer que no, tenemos que aceptar esas palabras como ciertas <cabe aquí al!unaescapatoria=

7edid, y se os dará. <&o es 0sta la 3arta $a!na de la libertad personal de cada hombre, cada mujer, cadaniño del mundo= <&o es el decreto de la emancipación de toda clase de ser"idumbre, física, mental, oespiritual= <3abe lu!ar para la llamada "irtud de la resi!nación, tantas "eces predicada= El hecho es e"iAdenteD la resi!nación no es de nin!(n modo una "irtud. *l contrario, es un pecado. +o que condecoramospomposamente con el nombre bello de resi!nación es en "erdad una mezcla malsana de cobardía y pereza.&o tenemos derecho a aceptar con resi!nación la disarmonía, de cualquier clase que sea, porque ladisarmonía no puede ser la "oluntad de ios. &o tenemos derecho a aceptar con resi!nación la enfermedad, o

la pobreza, el pecado, la lucha, la infelicidad, o el remordimiento. &o tenemos derecho a aceptar nada menosque la libertad, la armonía, el !ozo, porque solamente así !lorificamos a ios, y e%presamos #u #anta-oluntad, que es nuestra razón de ser.

38



Es nuestro deber más sa!rado, en el nombre mismo de ios, ne!amos a aceptar al!o menos que la felicidadcompleta y el buen 0%ito y no nos conformaremos a los deseos y a las instrucciones de 1es(s si noscontentamos con menos. ebemos rezar y meditar con perse"erancia, y reor!anizar nuestra "ida se!(n losprincipios de su enseñanza, hasta que lo!remos nuestro objeti"o. &o solamente es posible nuestra "ictoriasobre todas las condiciones ne!ati"as, sino que nos ha sido definiti"amente prometida en esas !loriosaspalabras, que constituyen la di"isa de la libertad del !0nero humanoD ?7edid, y se os dará; buscad, y hallar0is;llamad, y se os abrirá.?

7or eso, cuanto quisiereis que os ha!an a "osotros los hombres, hac0dselos "osotros a ellos,porque 0sta es la +ey y los 7rofetas.

9$*/E6 -55, FB:

ste es el precepto sublime que llamamos la 4e!la de 6ro. 1es(s formula de nue"o la +ey #uprema en unresumen conciso. Esta repetición si!ue a la !ran declaración de la 7aternidad de ios. Esa ley se ori!ina en elhecho metafísico de que, fundamentalmente, somos todos uno, ya que cada uno de nosotros es una parte delEspíritu 5nfinito. > porque somos todos uno, hacerle daño al otro equi"ale a dañarse a sí mismo, mientras queayudar al otro es, en efecto, ayudarse a sí mismo. +a paternidad de ios nos hace aceptar tambi0n lacondición de hermanos de los hombres y, espiritualmente la fraternidad es unidad. +a comprensión de esta!ran "erdad contiene en sí cualquier otro conocimiento reli!ioso; y es lo que la fraseolo!ía de antaño llamaba+a ley y los profetas.

Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta, y espaciosa la senda que lle"a a laperdición, y muchos los que por ella entran. Nu0 estrecha es la puerta, y qu0 an!osta la sendaque lle"a a la "ida, y cuán pocos los que dan con ellaO

9$*/E6 -55, FCAFM:.

&o hay más que un modo bajo el sol de conse!uir la armonía, es decir, la salud, la prosperidad, la pazmental la sal"ación, en el sentido "erdadero de la palabra y es operar un cambio radical y permanente enla conciencia. ste es el (nico modo; no hay otro. Hace un sinn(mero de !eneraciones que la humanidad seesfuerza en lo!rar la felicidad de todos los otros modos posibles. urante muchos si!los el hombre se hapropuesto proyectos para conse!uir la felicidad haciendo "arios cambios en sus condiciones e%ternas. 7eromientras el hombre trate de modificar su uni"erso concreto, mientras se dedique a cambiar lo que le rodea ylas circunstancias e%ternas, sin preocuparse de la calidad de sus pensamientos y del pro!reso de su alma,todos sus esfuerzos resultan "anos. *hora podemos "er que, debido a la naturaleza de nuestro ser, no se

puede conse!uir un cambio "erdadero de las circunstancias e%teriores de nuestra "ida sino por latransformación de nuestra conciencia. Este cambio de la "ida interior es la ?puerta estrecha? de la que habla1es(s, y se!(n dice l, pocos son los que la encuentran. #in embar!o, realmente el n(mero aumenta de díaen día, y se!(n "ayan pasando los años, aumentará cada "ez más. *unque es comparati"amente pequeño,en tiempos de 1es(s lo era a(n mucho más. * esta doctrina se!(n la cual lo que pasa en nuestra conciencia es lo que importa, porque nuestros

conceptos son lo que "emos, 1es(s la llama el 3amino de la -ida; y El añade que todas las demás doctrinasno son sino caminos anchos que conducen a la destrucción y a la decepción. <7or qu0, entonces, está elhombre tan poco dispuesto, al parecer, a transformar su conciencia= <7or qu0, se!(n parece, prefiere probarcualquier otro m0todo que se presente, por arduo o forzado que sea= * tra"0s de la historia, se han probadotodos los m0todos ima!inables para efectuar la sal"ación de la humanidad, y todos han fracasado, porsupuesto; sabemos ahora por qu0; sin embar!o, el hombre raras "eces eli!e la senda ?estrecha?, a menos quele obli!ue a ello, indi"idualmente, una fuerza irresistible.

+a respuesta es que, como ya hemos "isto, el cambio de conciencia es realmente muy duro, e%i!e una"i!ilancia constante y el romper nuestros hábitos mentales, procedimiento penoso de sufrir durante un tiempo.El hombre es naturalmente perezoso; obedece a la ley del mínimo esfuerzo, y en esto, como en cosas demenos importancia, no "a al fondo de las cosas a menos que se "ea obli!ado a hacerlo.

El 3amino de la -ida, la puerta estrecha, "ale, sin embar!o, infinitamente más de lo que cuesta. En estecamino, las recompensas no son temporales, sino permanentes; cada milla !anada es !anada por toda laeternidad. #e puede decir que el cambio de conciencia es, en efecto, todo lo que "ale la pena conse!uir. 2nacomparación de la "ida diaria nos permite ilustrar esta idea. #upon!amos que hemos quitado una mancha auna prenda de "estir; nos apro"echaremos de esa acción durante unos meses, mientras dure la prenda. 7orotro lado, supon!amos que, haciendo ejercicios, desarrollemos una función corporal, di!amos la capacidad delos pulmones; ese mejoramiento nos durará todo el resto de la "ida, cincuenta o sesenta años, tal "ez. Ese"idente que de la se!unda acción hemos sacado más pro"echo que de la primera. En lo que toca al cambiocualitati"o de conciencia que resulta de la oración o de la sanación espiritual, no solamente sentimos los

efectos de ese cambio en cada fase de la "ida terrestre, sino que el cambio persistirá por toda la eternidad,porque no podemos perderlo nunca. +os ladrones no pueden ?horadar y lle"árselo?.En cuanto se obten!a la conciencia espiritual se encontrará que en "erdad todas las cosas concurren para el

39



bien de los que aman el 'ien o a ios. Entonces e%perimentaremos la perfecta salud, la prosperidad, lafelicidad completa. Entonces nos sentiremos tan bien de salud que el mero "i"ir será un placer ine%plicable; elcuerpo ya no será una car!a penosa, como la que lle"a tanta !ente, sino que parecerá tener alas en los pies.+a prosperidad será tal que ya no necesitaremos considerar la cuestión de dinero; tendremos bastante paralle"ar a cabo nuestros planes. &uestro mundo se llenará de personas simpáticas, deseosas de ayudamos todolo posible. &os ocuparemos en "arias acti"idades tan (tiles como a!radables e interesantes. /odas nuestrasambiciones, todos nuestros talentos encontrarán una esfera amplia de acción; y, en pocas palabras, adquirireAmos poco a poco esa ?personalidad completamente inte!rada y e%presada al má%imo?, con que suena lapsicolo!ía moderna. *quellos a quienes el mensaje de 1es(s no les haya re"elado toda"ía su secreto no pueden "er en todo eso

nada más que una bella "isión, ?demasiado hermosa para ser "erdad?, pero 0sa es precisamente la esenciamisma del mensaje de 3risto, que nada es demasiado hermoso para ser "erdad, porque el *mor y el 7oder deios son "erdad. Es precisamente esta creencia de que la completa armonía es demasiado hermosa para ser"erdad lo que nos impide conse!uirla. &osotros, al ser seres mentales, hacemos las leyes bajo las cuales"i"imos y tenemos que "i"ir bajo las leyes que hacemos.

2n error trá!ico, que cometen muchas personas que son reli!iosas de una manera ortodo%a, es asumir quela -oluntad de ios para con ellas debe de ser al!una cosa poco interesante, poco atracti"a, si noabsolutamente desa!radable. 3onscientemente o no, consideran a ios como un maestro implacable, o comoun padre puritano y austero. $uy a menudo sus oraciones parecen decir estoD ?ios, por fa"or, conc0deme esacosa buena que me hace tanta falta pero no creo que quieras, porque no creerás que eso es bueno paramí.? 5n(til es añadir que una oración de esa clase tiene la respuesta de todas las oraciones, se!(n la fe del queora; porque se recibe lo que se espera. +a "erdad es que la -oluntad de ios para con nosotros si!nificasiempre más libertad, una e%istencia más amplia, mejor salud, una prosperidad más se!ura, y másoportunidades para ser"ir a otros, una "ida más abundante.

#i uno está enfermo o es pobre, o tiene que hacer un trabajo que no le !usta, si se siente solo o tiene que"i"ir con personas antipáticas, puede estar se!uro de que no está e%presando la -oluntad de ios, y mientrasno e%prese la -oluntad de ios, es natural que e%perimente disarmonía; y es i!ualmente "erdad que, cuandouno e%prese la -oluntad i"ina, la armonía se restablecerá.

@uardaos de los falsos profetas, que "ienen a "osotros con "estidos de o"ejas, mas de dentro sonlobos rapaces.7or sus frutos los conocer0is. <7or "entura se reco!en racimos de los espinos, o hi!os de losabrojos=/odo árbol bueno da buenos frutos y todo árbol malo da frutos malos.

&o puede árbol bueno dar malos frutos, ni árbol malo buenos frutos.El árbol que no da buenos frutos es cortado y arrojado al fue!o.7or los frutos, pues, los conocer0is.

9$*/E6 -55, FGABL:

<Hay un m0todo infalible por el cual un hombre pueda a"eri!uar la -erdad acerca de ios, acerca de la "ida,acerca de sí mismo= <7uede a"eri!uar cuál es la reli!ión "erdadera, cuál es la i!lesia !enuina y cuál es falsa,y qu0 libros y qu0 maestros enseñan la -erdad= N3uántos honrados buscadores, confusos y perplejos ante elalboroto de las teolo!ías di"er!entes y las sectas ri"ales, han anhelado con todo el corazón poseer la piedrade toque de la -erdadO

<Hay un cristiano sincero que no se esforzara en conformar su "ida a las instrucciones de 1esucristo, sipudiese estar se!uro de cuáles son= /oda clase de personas y toda clase de i!lesias le dicen que sólo ellasrepresentan la doctrina "erdadera, y que es peli!roso pasar por alto sus doctrinas y sus disciplinas; y 0l percibe

que estos !rupos di"ersos no están de acuerdo entre sí sobre los puntos esenciales ni de teoría ni de práctica,y que cada !rupo a su "ez está lleno de inconsistencias iló!icas.#i en realidad le faltase al hombre un m0todo para discernir la -erdad, se encontraría en un lamentable

aprieto, pero afortunadamente, no es así. 1es(s, el más profundo, y al mismo tiempo el más directo y máspráctico de todos los maestros que el mundo haya conocido jamás, ha pro"isto lo necesario, dándonos unaprueba sencilla y uni"ersalmente aplicable. Es una prueba que cualquier persona puede aplicar, en cualquierparte; es tan decisi"a como la reacción química que nos muestra ense!uida si lo que tenemos en la mano esoro. Es esta sencilla pre!untaD <da frutos=

Esta prueba es de una sencillez tan sorprendente que muchas personas listas la han pasado por alto, comosi no "aliese la pena tomarla en cuenta, ol"idando que todas las cosas fundamentales de la "ida son sencillas.Esta si!ue siendo la prueba fundamental de la "erdad <da frutos= porque la "erdad siempre da frutos. +a"erdad siempre sana. 3uando se e%amina cuidadosamente una historia "erdadera, resulta coherente; mientrasque, cuando se analiza lo suficiente, la mentira más plausible se re"ela tal como es. +a -erdad sana el cuerpo,

purifica el alma, reforma al pecador, pone fin a las disensiones, y pacifica las luchas. e esto se desprendeque, se!(n 1es(s, la enseñanza que es "erdadera automáticamente se demostrará a sí misma en suaplicación práctica. "...en mi nombre echar!n los demonios, hablar!n lenuas nuevas, tomar!n en las manos

40



las serpientes, y si bebieren pon(oña, no les dañar!* pondr!n las manos sobre los enermos, y éstos seencontrar!n bien" 9$*436# FK, FJAF:. *l contrario, la enseñanza falsa, por atracti"amente que se presente, seael que fuere el presti!io social o acad0mico que posea, no puede cumplir nin!una de estas cosas. +os que laproponen son los profetas falsos que "ienen "estidos con piel de o"eja. *unque habitualmente son perfecAtamente sinceros en sus demandas y pretensiones, sin embar!o se interponen entre el buscador y la -erdadsal"adora, y son, por consi!uiente, a pesar de sus buenas intenciones, lobos rapaces en el ámbito espiritual.7or sus frutos los conocer0is. *sí que comprendemos claramente que los felices resultados son la prueba, y la (nica prueba, de la

comprensión "erdadera ya no nos quedan más prete%tos para des"iamos del 3amino. 7uede ser que nuestropro!reso, por una razón u otra, sea comparati"amente lento, pero por lo menos podremos se!uir el buen3amino. #i salimos del 3amino, lo sabremos siempre, porque los frutos malos nos ad"ertirán. +a mayoría denosotros encontramos dificultades particulares en demostrar ciertas cosas, mientras que nos es relati"amentefácil hacer nuestra demostración en otras. Esto es natural, y solamente quiere decir que hay que aplicarse conmás tenacidad a las cosas que parecen las más difíciles. #in embar!o, si nuestros esfuerzos no "anefectuando nin!(n cambio apreciable, es que hemos salido del 3amino, y que no estamos haciendo oraciónen el modo correcto; debemos entonces inmediatamente "ol"er al 3amino, afirmando que la 5nteli!enciai"ina nos inspira, y que estamos e%presando la -erdad. &in!(n mal puede resultar de este procedimiento,aun cuando el período infructuoso parezca durar mucho tiempo; y durante esta prueba aprenderemos mucho.7ero, por otra parte, si se!uimos el ejemplo del fariseo, y, en lu!ar de admitir francamente nuestro error,tratamos de justificamos, si practicamos el or!ullo espiritual, nos irá mal. #i, como al!unas personase%tra"iadas, decimos al!o asíD ?&o demuestro nada?; o tal "ez, ;

si hablamos así, no sólo decimos disparates, sino que pretendemos blasfemar de la misma #abiduría i"ina;y 0ste es el pecado contra el Espíritu #anto.

&o se buscan los resultados materiales como el fin (ltimo; solamente importa la b(squeda de la -erdad. >porque la +ey decreta que, tan pronto como se d0 un paso adelante en ese camino, si!ue automáticamente,un mejoramiento de las condiciones e%teriores ese cambio mismo constituye la prueba tan!ible de nuestrocambio interior ?el si!no e%terno y "isible de la !racia espiritual interior?. El mundo concreto es entonces comoel indicador que nos permite saber lo que pasa dentro de una caldera. 7or medio de las condiciones de nuestromundo material podemos saber infaliblemente dónde estamos.

+a razón "erdadera para desear demostraciones es que son la prueba de que hemos lo!rado la comprensión.&o hay tal cosa como una comprensión espiritual que no sea demostrable en el plano material. #i queremossaber dónde estamos en el 3amino de la -erdad, e%aminemos las condiciones e%teriores en que nosencontramos, comenzando con el cuerpo mismo. &o puede haber en el alma nada que, tarde o temprano, nose pon!a de manifiesto en el mundo e%terior, y no puede haber en el mundo e%terior nada que no ten!a su

correspondencia en el interior./anto si es una prueba para nuestra propia alma, como para un maestro, para un libro o una i!lesia, estaprueba es siempre sencilla directa e infalibleD

<Es beneficioso= <3uáles son sus frutos= 7orque ?por sus frutos los conocer0is.?

&o todo el que diceD N#eñor, #eñorO entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la"oluntad de mi 7adre, que está en los cielos.$uchos me dirán en aquel díaD N#eñor, #eñorO, <no profetizamos en tu nombre, y en nombretuyo lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos mila!ros=>o entonces les dir0D &unca os conocí; apartaos de mí, obradores de iniquidad.

9$*/E6 -55, BFABM:

El !0nero humano es lento en reconocer que no hay otro modo de sal"ación que cambiar la conciencia, lo

que si!nifica tratar de hacer la -oluntad de ios constantemente en cada aspecto de la "ida. /odos queremoshacer #u -oluntad al!unas "eces y en ciertas cosas; pero mientras que no estemos listos para hacerla entodas las cosas, !randes o pequeñas. una dedicación total de uno mismo, de hecho no obtendremos másque resultados parciales. $ientras que permitamos que una cosa secundaria se interpon!a entre nosotros y la3ausa 7rimordial, no seremos sal"ados. ?&o hay paz al!una para el alma que mantiene la sombra de unamentira? dijo @eor!e $eredith.

He aquí un peli!ro e%traordinariamente sutil. /an pronto como lo hemos e"itado en un lado, nos ataca porotro lado. E%i!e una "i!ilancia incesante, un "alor casi heroico. &ada es más cierto en la "ida del alma que elprecio de la libertad es una eterna "i!ilancia. &o debemos permitir que nin!una consideración, nin!unainstitución, nin!una or!anización, nin!(n libro, nin!(n hombre o nin!una mujer se interpon!a entre nosotros ynuestra b(squeda de ios. #i confiamos en otra cosa que nuestra propia comprensión de la -erdad, nuestrosesfuerzos dejarán de dar frutos. #i contamos indebidamente con otra persona, con cierto maestro o m0dico,por ejemplo, un día "endrá en que, a la hora de nuestra necesidad, 0l estará lejos, y no será suya la culpa.

3uando más le necesitemos, nos faltará. Este mismo principio se aplica a las personas que se permiten serdominadas por circunstancias especiales. 2na mujer dijoD ?#ólo puedo dedicarme a cosas espirituales cuandoestoy en la biblioteca de nuestra i!lesia; el ambiente en ella es tan hermoso.? 7oco despu0s, su marido fue

41



mandado por el !obierno a un puesto en el corazón de )frica donde tu"o que hacer frente a una crisis a milesde millas de cualquier biblioteca, y más de cien millas de cualquier otra mujer blanca. En ese momento tu"oque buscar refu!io en sus propios recursos espirituales y, naturalmente, a"anzó muchísimo en la comprensiónespiritual.

Es nuestro deber recibir la ayuda que podamos leyendo libros, escuchando a maestros; pero a menos queconfiemos en nuestro propio entendimiento, estaremos solamente diciendoD ?N#eñor, #eñorO? con los labios, ypretendiendo hacer profecías en #u &ombre mientras ?no +e conocemos?, lo cual, en la práctica, "iene a sercomo si l no nos conociera a nosotros. &o se entra de esa manera en el 4eino de los 3ielos. 4epitamos que,para lo!rar comprender a ios, tenemos que hacer un trabajo en nuestra propia conciencia, un trabajo!enuino, consecuente y difícil.

$uchas personas tardan en salir de una i!lesia ortodo%a en cuyas creencias ya no pueden consentir; porrazones prácticas o sentimentales, no quisieran romper una tradición de familia. 7eroD "7l que ama al padre oa la madre m!s que a mí no es dino de mí. " 9$/. FL, CJ: 6tras personas son bastante "alientes para salir deuna i!lesia ortodo%a, pero se "uel"en hacia al!una nue"a or!anización que les parece corresponder a unconcepto más ele"ado; aquí parecen dormirse de nue"o, bajo la ilusión de que al fin han encontrado la-erdad, y no necesitan preocuparse más. Este error del indi"iduo es e%actamente el de todas las i!lesiasortodo%asD ellas tambi0n, en el ori!en, querían reformar las herejías. <u0 se !ana separándose de unaor!anización, si se entre!a de nue"o la reci0n !anada libertad=

En al!unos casos se ha desarrollado una de"oción personal a al!(n maestro independiente que ha causadouna sumisión completa a su juicio. En otros casos se ha encontrado un libro fa"orito que se considera infalible.

+a (nica línea de conducta infalible conocida por el hombre es la que 1es(s nos ha dadoD ?7or sus frutos losconocer0is.?

#e debería sacar pro"echo !ozosamente de la inspiración recibida de un pastor esclarecido o de unconferenciante instruido. 3on"iene !uardar abierto el espíritu a las fuentes e%teriores, escuchar a los que,se!(n nuestro parecer, e%presan la sabiduría y nos pueden e%tender los horizontes mentales, y ser"imos delibros que nos estimulen el pensamiento; pero no rindamos nunca a otra persona nuestro propio juicioespiritual. emos las !racias a los que nos han ayudado; a!radezcamos el bien recibido; pero estemossiempre dispuestos a dar el paso que si!ue. &o ol"idemos que la -erdad del #er tiene que "er con el infinito,que es el impersonal 7rincipio de la -ida, y no puede someterse a la e%plotación ni de una persona ni de unaor!anización particular.

&o debemos ni un átomo de lealtad a nin!una persona ni a nin!una cosa en el uni"erso, e%cepto al 3ristoque mora en nuestro +u!ar #ecreto; solamente siendo leales a El, podemos conser"ar nuestra inte!ridadespiritual. #i el mero hecho de asociamos a al!(n !rupo fuese !arantía de la comprensión espiritual, lacuestión de nuestra sal"ación sería mucho más sencilla de lo que es. esafortunadamente el problema resulta

mucho más complejo. #ociedades, i!lesias, escuelas, conferencias y libros concurren para proporcionamos unlienzo en el cual podamos representar nuestra "ida espiritual; pero el trabajo de hecho ha de hacerse ennuestra conciencia íntima. Esperar demasiado de nuestro mundo e%terior no es más que superstición. 3uandolle!ue la hora de la prueba, si nos apoyamos en una i!lesia particular, o en nuestra de"oción a un directorespiritual, o bien en un conocimiento de un libro que sabemos de memoria, la -oz de la -erdad proclamaráque nunca nos ha conocido; y tendremos que pasamos sin nuestra demostración.

+a "ida del hombre y su personalidad son tan complejas que la 'iblia nos presenta cada problema desde"arios puntos de "ista. *sí se destaca de este pasaje del #ermón del $onte otra lección muy importante; asaber, que la (nica manera de alcanzar cualquier cosa es practicar la 7resencia de ios. Es el (nico m0todopor el cual se pueden obtener resultados permanentes. #e pueden obtener resultados temporales mediante elejercicio de la "oluntad, pero no son sino transitorios y, tarde o temprano, lo que parece !anarse de esamanera se pierde de nue"o, dejándolo todo peor que antes. 2na fortuna !rande, por ejemplo, puede seramontonada por la "oluntad misma de su dueño, pero al!(n día los bienes así adquiridos adquieren alas y

"uelan, dejando a la "íctima más pobre que nunca. #i el que amontona los bienes de este mundo no conoce la-erdad del #er, la -erdad no le conoce a 0l y entonces no puede ayudarle. ormulado a la manera oriental, ent0rminos dramáticos, la 'iblia nos ad"ierte de este peli!roD ?&unca os conocí; apartaos de mí, obradores deiniquidad.?

3uando una persona ha cometido tal error, el remedio consiste, e"identemente, en dejar de tratar de obrarsin ios. +a falta será perdonada, como lo son todas las faltas, en cuanto la corrijamos, así que nosarrepintamos de ella. Entonces se debe enriquecer la "ida espiritual, afirmando que ios es la fuenteina!otable y siempre accesible de toda abundancia. *sí se crea la conciencia de la prosperidad "erdadera, y,hecho esto, uno no puede nunca empobrecerse.

*quel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será como el "arón prudente queedifica su casa sobre roca.3ayó la llu"ia, "inieron los torrentes, soplaron los "ientos y dieron sobre la casa, pero no cayó,

porque estaba fundada sobre roca.7ero el que me escucha estas palabras y no las pone por obra, será semejante al necio que edificósu casa sobre arena.

42



3ayó la llu"ia, "inieron los torrentes, soplaron los "ientos y dieron sobre la casa, que se derrumbóestrepitosamente.

9$/.J, BMABJ:

El #ermón termina con una de esas ilustraciones que por la sencillez !ráfica y la fuerza directa no tieneni!ual fuera de la enseñanza de 1es(s. &adie que haya leído esta parábola de las dos casas puede ol"idarla.#e nos ad"ierte una "ez más de la "anidad de la teoría sin "erificación en la práctica, y del peli!ro !ra"e enque se encuentran los que conocen la -erdad, o por lo menos están al corriente de Ella, sin hacer todo loposible para practicarla. #ería mejor, tal "ez, no haber oído hablar nunca de la -erdad, que conocerla sinpracticarla.

2no de los símbolos más anti!uos y más importantes para el alma humana es el de un edificio morada otemplo que el hombre está ocupado en construir. El hombre que construye es un personaje de la tradiciónoculta tan com(n como el pastor, o el pescador, o el rey como lo hemos encontrado en una sección anterior . +a primera preocupación de todo constructor es ele!ir unos cimientos firmes, porque, sin 0stos, por muyhábil y concienzudamente que est0 hecha la construcción, se derrumbará en la primera tormenta que "en!a.1es(s, recordemos, fue educado en la casa y el taller de un carpintero, quien, en esa 0poca, hacía el papel deconstructor, como lo hace hoy día entre nosotros en remotos lu!ares rurales. En las cambiantes arenas deldesierto no es posible construir nada, y la !ente tiene que "i"ir en tiendas. 3uando el oriental desea construirun edificio permanente, busca una roca y allí se le"anta su casa. En la 'iblia, la palabra roca quiere decir el3risto, y la intención es e"idente. +a -erdad del 3risto es la (nica fundación sobre la cual es posible le"antarcon se!uridad el templo del alma re!enerada. Esa -erdad es lo (nico en la "ida que es absolutamente real,que nunca cambia, que nunca se muda la misma ayer, hoy y siempre. *sentados en este cimientoquedaremos se!uros cuando los "ientos, las llu"ias, las inundaciones del error, del temor, de la duda, delremordimiento "en!an a atacamos. Nue nos ataquenO &osotros los resistiremos, porque nos apoyamos en la4oca. 7ero en cuanto contemos con al!o menos que esa 4oca, con nuestra propia "oluntad, con nuestrallamada se!uridad material, con la buena "oluntad de otros, con nuestros propios recursos personales contodo menos con ios estamos construyendo sobre la arena, y !rande será nuestra ruina.

3uando acabó 1es(s estos discursos, se mara"illaban las muchedumbres de su doctrina, porque lesenseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus doctores.

9mt. J, BABQ:

*l terminar. $ateo nos dice sencillamente que la !ente se admiraba escuchando lo que le dijo 1es(s.#iempre es así. El mensaje del 3risto es completamente re"olucionario. /rastorna todas las ideas y todos los

m0todos, no solamente del mundo, sino tambi0n de la reli!ión con"encional y ortodo%a, porque diri!e nuestraatención desde el e%terior hasta el interior y desde el hombre y sus obras a ios.Enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. +a "entaja más !rande de la 'ase Espiritual

es que se comienza a saber. 3uando uno ha obtenido, !racias a la 6ración 3ientífica, la demostración másmínima, ha e%perimentado al!o que ya no puede perder; tiene dentro de sí el testimonio 9la prueba: de la-erdad. &o tiene por qu0 confiar más en la palabra de otra persona; lo sabe para sí; y esta re"elación es la(nica autoridad que "ale. 1es(s tenía esta autoridadD la probaba por sus obras. #i leemos el si!uiente capítulodel E"an!elio se!(n $ateo, aprendemos que inmediatamente despu0s de dar el (ltimo discurso del #ermóndel $onte, 1es(s, "ol"iendo al pueblo, curó instantáneamente a un leproso. *sí probó que sus preceptos noeran mera teoría, y lo probó con creces.

1es(s "i"ía en contacto directo con ios; y, por eso, cuando hablaba, pronunciaba la 7alabra de7oder.

El Padre NuestroU$a i$terpreta"i#$

6ra bien el que ama bien ya sea hombre, pájaro o fiera. 6ra bien el que ama bien a todas lascosas, !randes o pequeñas. 7orque el ios amado que nos ama, lo hizo y amó todo.

36+E45@E

Padre 4uestro que est!s en los cielos,santiicado sea tu nombre*

vena a nosotros tu reino.

h!ase tu voluntad, como en el cielo así en la tierra. 7l pan nuestro de cada día d!nosle hoy

43



y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

> no nos ponas en tentación, maslíbranos del mal*Porque tuyo es el reino, el poder,y la loria, por todos los silos.

Amén.

El Padre Nuestro

El 7adre &uestro es el más importante de todos los documentos cristianos. ue concebido cuidadosamentepor 1es(s con ciertos fines muy precisos. Es por eso que el 7adre &uestro es la más conocida y citada detodas sus enseñanzas. En efecto, es el denominador com(n de todas las i!lesias cristianas. 3ada una, sine%cepción, usa el 7adre &uestro, siendo tal "ez el (nico terreno en el que todas coinciden. * cada niñocristiano se le enseña el 7adre &uestro, y cada cristiano que ora lo dice casi todos los días. Es probable que suuso e%ceda al de casi todas las oraciones juntas. El que trata de se!uir el 3amino trazado por 1es(s debe sinduda usar el 7adre &uestro todos los días, y usarlo inteli!entemente.

7ara lle"ar a cabo esto, hemos de entender que el 7adre &uestro es una totalidad or!ánica cuidadosamenteor!anizada. $uchas personas la dicen rápidamente como loros, ol"idando la ad"ertencia de 1es(s de que noincurri0semos en repeticiones "anas; y, por supuesto, así no es posible sacar nin!(n pro"echo de ella.

+a @ran 6ración es una fórmula compacta para el desarrollo del alma. ue compuesta con infinito cuidadopara ese fin, de manera que aquellos que la usen re!ularmente comprendi0ndola, e%perimenten un "erdaderocambio en el alma. &o hay más pro!reso que este cambio, llamado en la 'iblia ?nacer de nue"o?. > es estecambio en el alma la (nica cosa que importa. +a mera adquisición por la "ía intelectual de conocimientosnue"os, no opera cambio al!uno en el alma; el 7adre &uestro está preparado especialmente para efectuar esecambio, y jamás deja de hacerlo cuando se usa re!ularmente.

3uanto más se analiza el 7adre &uestro, tanto más mara"illosa parece su construcción. 4esponde a lanecesidad de cada persona en cualquier plano que se encuentre. &o solamente ofrece un rápido desarrolloespiritual a aquellos que han a"anzado lo bastante para captarlo, sino que tambi0n en su sentido superficialpro"ee a los más sencillos y hasta a los más materialistas, lo que necesiten en el momento, con tal que usenla 6ración sinceramente.

Esta oración, la más !rande de todas, tiene a(n otra finalidad no menos importante. 1es(s pre"io que, en elcurso de los si!los, su enseñanza sencilla y primiti"a sería !radualmente cubierta por toda suerte de cosas

e%teriores que nada tienen que "er con ella. 7re"io que hombres que no le habían conocido, confiando,sinceramente sin duda, en su propia mente limitada, construirían teolo!ías y sistemas doctrinales, ofuscandola simplicidad directa del mensaje espiritual, y en realidad le"antando una muralla entre ios y el hombre. Elcompuso la 6ración de tal manera que pasaría a tra"0s de las edades sin sufrir alteración. +a ordenó conacierto perfecto, a fin de que no pudiese ser torcida o distorsionada, ni adaptada a nin!(n sistema hecho porhombres; a fin de que lle"ase realmente dentro de sí todo el mensaje cristiano, y que sin embar!o nopresentase en la superficie nada que pudiera atraer la atención de los que tu"ieran el hábito de cambiarlotodo. *sí, a tra"0s de todas las "icisitudes de los si!los de historia cristiana, esta oración ha lle!ado hastanosotros en toda su prístina pureza.

+a primera cosa que notamos es que la 6ración se di"ide naturalmente en siete cláusulas. Esto es muycaracterístico de la tradición oriental. El n(mero siete simboliza la perfección del alma indi"idual, así como eln(mero doce simboliza la armonía de todos los miembros de un !rupo. En el uso corriente encontramosmuchas "eces una octa"a cláusula añadida ?7orque tuyo es el reino, el poder y la !loria? pero aunque

0sta, es una e%celente afirmación, no es en "erdad una parte de la 6ración. +as siete cláusulas están unidascon el mayor cuidado, en perfecto orden y secuencia, y contienen todo lo que el alma necesita para su propia"ida. 3onsideremos la primera cláusula.

Padre Nuestro,,,Estas dos palabras por sí solas constituyen un sistema de teolo!ía completo y preciso. En ellas se fija clara y

distintamente la naturaleza y carácter de ios. 4esumen la "erdad del #er. &os dicen todo lo que el hombrenecesita saber acerca de ios, acerca de sí mismo y acerca de su prójimo. /odo lo que a ellas se añadapuede ser sólo a !uisa de comentario, pues muy bien podría oscurecerse y complicarse el sentido "erdaderodel te%to. 6li"er 8endell Holmes dijoD ?/oda mi reli!ión está contenida en las dos primeras palabras del 7adre&uestro.? > la mayoría de nosotros nos encontramos en pleno acuerdo con 0l.

&otemos lo conciso y directo de la afirmación, 7adre &uestro. En esta cláusula 1es(s establece de una "ezpara siempre que la relación entre ios y el hombre es la de 7adre e hijo. Esto quita toda posibilidad de queios pueda ser ese tirano cruel e implacable que nos presenta a menudo la teolo!ía, cual d0spota oriental!obernando a escla"os ser"iles. #abemos bien que los padres, sean cuales fueren sus defectos en otrosentido, tratan de hacer siempre todo lo mejor que pueden por sus hijos. es!raciadamente, e%isten padres

44



crueles que proceden contra esta re!la natural, pero son tan e%cepcionales que los periódicos losesti!matizan. Hablando de la misma "erdad. 1es(s dijo tambi0n= ?#i, pues, "osotros, siendo malos, sab0is darcosas buenas a "uestros hijos, Ncuánto más "uestro 7adre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quiense las pideO?; y por eso empieza su 6ración estableciendo el carácter del pacto de ios como 7adre perfectocon sus hijos.

&otemos que esta cláusula, que fija la naturaleza de ios, establece al mismo tiempo la naturaleza delhombre; porque si el hombre es hijo de ios, necesariamente tiene que participar de #u naturaleza, ya que lanaturaleza de los hijos es in"ariablemente similar a la de los padres. Es una ley cósmica que ?de tal padre talhijo?. &o es posible para un rosal producir lirios o para una "aca dar a luz a un potrito. +a prole, pues, es ytiene que ser de la misma naturaleza que los padres; y, así como ios es Espíritu i"ino, el hombre tiene queser esencialmente Espíritu i"ino tambi0n, no importa si las apariencias dicen lo contrario.

7ero deten!ámonos aquí un instante y tratemos de damos cuenta del pro!reso inmenso que hemos realizadoal comprender la enseñanza de 1es(s a este respecto. <&o es e"idente que así l eliminó de un !olpe elno"enta por ciento de la "ieja teolo!ía, con su ios "en!ati"o, sus almas predestinadas, su fue!o eterno delinfierno y todas las otras horribles creaciones concebidas por ima!inaciones enfermas y atormentadas= iose%iste. > el Eterno, el /odopoderoso, el 6mnipresente, es el 7adre misericordioso de la humanidad.

#i meditásemos en este hecho lo bastante para comprender, aun parcialmente, lo que en "erdad si!nifica, lamayoría de nuestras dificultades se encontrarían resueltas y nuestras enfermedades desaparecerían, porquesus raíces hallan sustento en el temor. > la causa fundamental de toda dificultad es el temor. #i pudi0semosentender, tan sólo en parte, que esta

#abiduría i"ina es nuestro "i"o y amante 7adre, casi todos nuestros temores desaparecerían. > sipudi0semos comprenderlo completamente, toda cosa ne!ati"a en nuestra "ida se disiparía, y la perfección denuestra e%istencia sería una demostración de nuestra perfecta condición espiritual. *sí podemos "er cuál erael propósito de 1es(s al e%presar esta cláusula en primer lu!ar.

#e!uidamente "emos que la 6ración no dice ?7adre $ío?, sino ?7adre &uestro?, lo cual si!nifica, sin nin!(nlu!ar a duda, el hecho "erdadero de la fraternidad de los hombres. Ello fuerza nuestra atención desde elprincipio a fijarse en el hecho de que todos los hombres son ciertamente hermanos, hijos de un mismo 7adre;y que "4o hay ya udío o rieo, no hay siervo o libre, no hay hombre o muer", 9@*+. C, B:; porque todos loshombres son hermanos. *quí 1es(s, al establecer su se!undo punto, pone fin a todos los disparates absurdostocantes a una raza ele!ida, o a la superioridad de un !rupo sobre otro. El disipa la ilusión de que los hombresde cierta nación, raza, color o clase social sean superiores a otros. +a creencia en la superioridad del !rupo alque uno pertenece, el ?rebaño?, como lo llaman los psicólo!os, es una ilusión a la que es muy dado el !0nerohumano, pero que no tiene lu!ar en la doctrina de 1es(s. l establece que lo que señala la posición de unhombre es la condición espiritual de su propia alma, y mientras est0 si!uiendo el camino espiritual no e%iste

diferencia al!una con respecto al !rupo al que pertenezca.3omo consecuencia final de estas palabras se desprende el mandamiento de que debemos orar nosolamente por nosotros mismos, sino por toda la humanidad. /odo in"esti!ador de la -erdad debería obser"arel pensamiento de la -erdad del #er para toda la raza humana por lo menos un momento cada día, porquenin!uno de nosotros "i"e para sí mismo ni para sí muere. #omos, en "erdad y en un sentido más literal delo que !eneralmente se cree miembros de un solo cuerpo. *sí empezamos a "er que es mucho más de lo que superficialmente aparece, el sentido que encierran las

simples palabras ?7adre &uestro?. #imples y a(n podríamos decir inocentes 1es(s ha escondido en ellasun e%plosi"o espiritual capaz de destruir todo sistema hecho por el hombre que manten!a escla"izada a lahumanidad.

7ue est+s e$ los 4ielos...espu0s de probar claramente que ios es el 7adre de los hombres, y que todos los hombres son hermanos,

1es(s si!ue e%plicando la naturaleza de ios y describiendo los hechos fundamentales de la e%istencia.Habiendo demostrado que ios y el hombre son 7adre e hijo. l e%pone sus funciones respecti"as en elsistema del uni"erso. E%plica que es propio de la naturaleza de ios estar en los cielos, y del hombre estar enla /ierra, porque ios es 3ausa y el hombre es manifestación. +a e%presión de una causa no puede ser lacausa misma, y contra tal confusión debemos mantenemos en !uardia. *quí la palabra ?cielos? de acuerdocon la fraseolo!ía reli!iosa si!nifica 7resencia de ios. En t0rminos metafísicos ios es lo *bsoluto, porquesu reino es el reino del #er 7uro e 5ncondicionado, de las ideas arquetipos. +a palabra ?/ierra? quiere decirmanifestación, y es la función del hombre manifestar o e%presar a ios. En otras palabras. ios es lo 5nfinito yla 3ausa 7erfecta de todas las cosas; pero la 3ausa ha de ser e%presada, y ios se e%presa a si mismo pormedio del hombre. El destino del hombre es e%presar a ios por toda suerte de medios !loriosos ymara"illosos. -emos parte de esta e%presión en lo que le rodea; primero su cuerpo, que es sólo la parte másíntima de su encamación; lue!o su casa, su trabajo, su recreación, en suma, su e%presión completa. E%presarquiere decir hacer salir, sacar a la luz lo que ya e%iste implícitamente. 3ada detalle o incidente de nuestra "ida

es la manifestación o e%presión de al!o que ya e%iste en el alma. *l!unos de estos puntos pueden parecer un poco abstractos al principio; pero como los conceptos falsos

acerca de la relación entre ios y el hombre son precisamente la causa de todas nuestras dificultades, "ale la

45



pena que nos tomemos la molestia de aprender bien la índole de tal relación. -i"ir en la manifestación sinpreocupamos por la 3ausa, es ateísmo o materialismo, que sabemos adónde conducen. > tratar de tener la3ausa sin la manifestación hace al hombre suponerse un dios personal, y esto frecuentemente termina enme!alomanía o en la parálisis de la e%presión. +o que importa saber es que ios está en los cielos y elhombre en la /ierra, y que cada uno tiene su propio papel en el orden uni"ersal. *unque son 2no, no sonid0nticos. 1es(s establece cuidadosamente esta distinción cuando diceD ?7adre &uestro que estás en loscielos?.

En la 'iblia, como en otras partes, el ?nombre? de una cosa si!nifica al mismo tiempo su naturaleza esencialy su carácter; por eso, cuando se nos dice lo que es el nombre de ios, se nos dice lo que es #u naturaleza, y#u nombre o naturaleza, dice 1es(s, es ?#antificado?. 7ero, <qu0 si!nifica la palabra ?santificado?= #ise!uimos su ori!en etimoló!ico "emos que pertenece al mismo !rupo que ?santo?, ?sano?, ?salud?, ?saludable?.e manera que la naturaleza de ios se nos re"ela, no solamente di!na de nuestra "eneración, sino completay perfecta enteramente buena. e aquí se deri"an notables consecuencias. Estamos de acuerdo en queun efecto es siempre de la misma naturaleza que la causa que lo produce, por lo tanto, como quiera que ioses santificado, todo lo que de l proceda no podrá ser menos que santificado tambi0n. *sí como el rosal nopuede producir lirios, no puede "enir de ios más que el bien perfecto. 6 como nos dice la 'iblia, ?2na mismafuente no puede hacer brotar a!uas dulces y saladas?. e todo esto se desprende que ios no puede, como la!ente piensa a "eces, en"iar la enfermedad, o la ad"ersidad, o los accidentes, ni mucho menos la muerte,porque esas cosas se contradicen con #u naturaleza. ?#antificado sea tu nombre? si!nifica, ?/u naturaleza esesencialmente buena y sólo /( eres autor del bien perfecto?. ?$uy limpio eres t( de ojos para contemplar elmal y no puedes soportar Ula "istaV de la miseria.? 9H*'. F, FC:.

#i pensamos que nuestras dificultades han sido en"iadas por ios, no importa cuán buena nos parezca larazón, estamos dando poder a tales dificultades, y esto hará muy difícil que nos libremos de ellas.

Ve$*a a $osotros Tu Rei$o,,,Há!ase /u "oluntad como en el cielo así tambi0n en la /ierra.El hombre como manifestación o e%presión de ios tiene un destino ilimitado. #u obra consiste en e%presar

en forma concreta y definida las ideas abstractas que ios le proporciona, y para hacer esto necesita estardotado de poder creador. #i el hombre careciese de este poder creati"o, sería solamente una máquina, unautómata manejado por ios. 7ero el hombre no es un autómata; es una conciencia indi"idualizada. ios seindi"idualiza en un n(mero infinito de puntos focales de conciencia, cada uno diferente del otro; enconsecuencia, cada uno de esos puntos está dotado de una capacidad distinta de percepción, de una maneraindi"idual de apreciar el uni"erso. &otemos cuidadosamente que la palabra ?indi"iduo? si!nifica ?indi"iso?. +aconciencia de cada ser es distinta de la de ios y de la de los otros, y no obstante no pueden ser separadas.

<3ómo puede ser esto= <3ómo pueden dos cosas ser una sin ser id0nticas= +a respuesta es que ello no esposible en el plano material, que es limitado; pero sí en el reino del Espíritu, que es infinito. 3on nuestraconciencia presente, limitada y tridimensional, no podemos "er esto; pero podemos comprenderlointuiti"amente a tra"0s de la oración.

#i ios no se indi"idualizara, no habría más que una e%periencia; pero es lo cierto que e%isten tantosuni"ersos como indi"iduos, quienes los conciben por el acto de pensarlos.?-en!a tu 4eino? si!nifica que es nuestro deber estar siempre ocupados en ayudar a establecer el 4eino de

ios en la tierra, a manifestar en el plano terrestre cada "ez más y más las ideas de ios. /al es nuestramisión aquí. El decir anti!uo de que ?ios tiene un plan para cada hombre, y tiene uno para tí?, esperfectamente correcto. 7ara cada uno de nosotros ios tiene proyectos mara"illosos; l ha planeado unaprofesión espl0ndida, llena de inter0s, "ida y ale!ría, para cada uno, y si nuestras "idas son insípidas, olimitadas, o mezquinas, no tiene l la culpa, sino nosotros.

#i solamente descubrimos este plan que l nos ha trazado indi"idualmente, y lo lle"amos a cabo, todas las

puertas se abrirán ante nosotros; todos los obstáculos en nuestro camino se des"anecerán; disfrutaremos del0%ito; no nos faltará el dinero que necesitemos, y seremos !loriosamente felices.Hay un "erdadero lu!ar en la "ida para cada uno de nosotros, que nos dará la se!uridad y la felicidad

completas, si sabemos hallarlo. #i no encontramos ese lu!ar, no conoceremos nunca la felicidad ni lase!uridad, no importan todos los demás bienes que poseamos. &uestro "erdadero lu!ar es el (nico dondepodemos poner de manifiesto el 4eino de ios, y decir con "erdad, ?-en!a tu 4eino?.

&osotros hemos "isto cuán a menudo el hombre ejecuta su libre albedrío de una manera ne!ati"a. #epermite a sí mismo pensar erróneamente, con e!oísmo, y este pensar injusto le acarrea toda suerte dedificultades. En lu!ar de comprender que su función esencial es e%presar a ios, estar siempre ocupado en losasuntos de ios, 0l trata de dedicarse a sus propios asuntos. /odos nuestros males se ori!inan en estainsensatez. *busamos de nuestro libre albedrío, tratando de obrar sin ios; y las consecuencias naturales sontodos los males, como la enfermedad, la pobreza, el pecado, las penas, y finalmente la muerte física. &i porun instante debemos tratar de "i"ir para nosotros mismos, o hacer nuestros planes sin contar con ios, o

suponer que podemos ser felices o alcanzar 0%ito en cualquier otro camino que no sea el de la -oluntad deios. #ea cual fuere nuestro deseo, tanto si concierne a nuestro trabajo diario, a nuestros deberes en el ho!ar,a nuestras relaciones con el prójimo, o a nuestros proyectos personales, si buscamos nuestro bienestar

46



personal en "ez de ser"ir a ios, estamos !uardando para nosotros toda clase de obstáculos, desilusiones einfelicidades, no obstante lo que las apariencias muestren en ese momento. $ientras que si nos disponemos aobrar conforme a lo que, mediante la oración, entendemos es #u -oluntad, entonces nos estamos ase!urandoel 0%ito, la libertad, el !ozo, por mucho sacrificio y autodisciplina que ello pueda requerir temporalmente.

+o que nos trae cuenta es poner en armonía lo antes posible toda nuestra naturaleza con la -oluntad deios, manteniendo una constante comunión espiritual con El y obser"ando una serena y continua "i!ilancia.?&uestra "oluntad es nuestra para hacerla /uya.?

?En #u -oluntad está nuestra paz?, dijo ante, y +a i"ina 3omedia es en "erdad un estudio de estadosfundamentales de la concienciaD el 5nfierno es la condición del alma que trata de "i"ir sin ios; el 7araíso, elalma que ha lle!ado a la unidad conciente con la -oluntad i"ina; y el 7ur!atorio, el alma que lucha parapasar de un estado al otro. ue este sublime conflicto del alma lo que arrancó del corazón del !ran *!ustíneste !ritoD ?/( nos has hecho para /i y nuestros corazones están inquietos hasta que no reposan en /i.?

El pa$ $uestro de "ada d(a d+$osle )o&,,,7orque somos los hijos de un 7adre que nos ama, podemos esperar de El todo lo que necesitamos. e

manera natural y espontánea los niños esperan recibir de sus padres todo lo que les falta, y de i!ual maneradebemos nosotros contar con ios. #i con fe y conocimiento lo hacemos así, jamás esperaremos en "ano.

Es la "oluntad de ios que nuestras "idas sean sanas, felices, abundantes en e%periencias de dicha;que pro!resemos libre y constantemente, día tras día y semana tras semana, a medida que "amos adelante

en el camino que conduce a la perfección. 7ara ese fin hemos menester alimento, ropas, abri!o, medios de"iajar, libros, etc; sobre todo necesitamos libertad, y la 6ración incluye todas estas cosas en la palabra pan. Elpan, es decir, no si!nifica solamente el alimento, sino todo lo que el hombre necesita para disfrutar una "idasana, feliz, libre y armoniosa. 7ero para obtener esos bienes tenemos que demandarlos, no necesariamenteen detalle, pero tenemos que pedirlos, reconociendo a ios, y sólo a ios, como la fuente de todo nuestrobien. /oda pri"ación será siempre e%plicable por el hecho de que hemos buscado nuestros bienes en al!unafuente secundaria, en "ez de recurrir a ios mismo, el *utor y ispensador de la "ida.

@eneralmente pensamos que nuestros recursos financieros nos "ienen de nuestras in"ersiones, o de ciertosne!ocios, o tal "ez de nuestro patrón; cuando en "erdad 0stos no son más que los canales por los cuales nos"iene lo que la uente Eterna pro"ee. El n(mero de canales es infinito; la uente es 2na. El medio particularpor el cual recibimos nuestros recursos de hoy, cambiará probablemente mañana, porque el cambio es leycósmica en la manifestación de la "ida. El estancamiento es la muerte, pero en tanto comprendamos que lauente de nuestras posesiones es el Espíritu inmutable, todo "a bien. #i un canal se obstruye, otro se abriráinmediatamente. 7or otra parte, si creemos, como la mayoría, que ese medio particular es la fuente de nuestraprosperidad, tan pronto como se obstruya, lo cual ocurre a menudo, nos encontraremos en la pobreza porque

creemos que la fuente se ha secado y los efectos en el plano físico son siempre tal y como nos los ima!inaAmos./omemos el ejemplo de un hombre que considera su profesión como la (nica fuente de sus recursos, y

supon!amos que, por una u otra razón, pierde su puesto. ebido a que 0l cree que su posición es su (nicafuente de in!resos, el perderla si!nificará, naturalmente, que sus in!resos cesan. e esta manera tiene quededicarse a buscar nue"o trabajo, y acaso transcurra un lar!o tiempo durante el cual se "ea prácticamente enla pobreza. 7ues bien, si tal hombre, mediante la comunión espiritual diaria, hubiese comprendido a ioscomo el (nico dispensador de sus bienes y a su puesto sólo como el camino particular por donde "enían,entonces, al cerrarse el que antes tenía, otro y probablemente uno mucho mejor se habría abiertoinmediatamente. #i su confianza hubiese estado en ios como fuente de sus recursos en ios, que esinmutable, infalible, eterno, entonces nue"a ayuda le habría lle!ado de aluna parte, a tra"0s de cualquiercanal, de la manera más fácil posible.

En un caso precisamente i!ual un hombre de ne!ocios puede encontrarse obli!ado, por razones que están

fuera de su alcance, a cerrar su empresa; o aqu0l cuyos recursos consisten en bonos y acciones puedeencontrar un día que sus "alores han bajado a cero, debido a acontecimientos inesperados en la bolsa, o aal!una catástrofe en una fábrica o una mina. #i este hombre considera su ne!ocio o sus in"ersiones como sufuente de recursos, creerá entonces que tal fuente se ha secado, y ló!icamente sufrirá las consecuencias;mientras que si su confianza descansa en ios, permanecerá en cierto modo indiferente al canal por el cualrecibe, que será fácilmente suplantado por uno nue"o. En suma, debemos ejercitamos en considerar a ioscomo la 3ausa o uente de donde nos "iene todo lo que necesitamos, que ya el canal cosa enteramentesecundaria "endrá por sí mismo.

En su sentido más importante y profundo, nuestro pan de cada día si!nifica la realización de la 7resencia deios la íntima con"icción de que ios no es solamente un nombre, sino la @ran 4ealidad; la se!uridad deque, porque l es ios, perfectamente bueno, omnipotente, sabio y misericordioso, no tenemos nada quetemer; que podemos confiamos a l porque l se encar!ará de nosotros, que l quiere pro"eemos de todo loque hemos menester, enseñarnos todo lo que necesitamos saber, y !uiar nuestros pasos de tal manera que

no cometamos errores. ste es el sentido de Emmanuel, o ios con nosotros; y sepamos que eso si!nifica,sin lu!ar a duda, cierto !rado de actual realización, es decir, cierta e%periencia consciente, y no un meroreconocimiento teórico del hecho; no simplemente hablar de ios, por muy bellamente que lo ha!amos, o

47



pensar acerca de l, sino tener de El una e%periencia real en al!(n sentido. 3ierto que debemos empezar porpensar en ios, pero esto debe conducir a la realización de su 7resencia, que es el pan, o maná. He aquí elpunto esencial. +a realización, o e%periencia de ios, es lo que importa. Ella es lo que marca el pro!reso delalma, lo que ase!ura la demostración; o la manifestación de ios en nosotros. +a realización, que nada tieneque "er con ele!antes teorizaciones de palabras, es ?la sustancia de las cosas que se esperan, la demosAtración de las cosas que no se "en?. /al es el 7an de -ida, el maná oculto; cuando uno lo tiene, posee todaslas cosas en "erdad y en hechos. 1es(s se refiere "arias "eces a esta e%periencia como pan, porque es elalimento del alma, tal como el alimento material es para la nutrición del cuerpo. 3on esta sustancia el alma sedesarrolla y se fortalece; pri"ada de ella se marchita y atrofia.El más corriente error, por supuesto, es pensar que basta un reconocimiento formal de ios, o que hablar de

las cosas di"inas, por más po0ticamente que se ha!a, es lo mismo que poseerlas; pero esto es e%actamente lomismo que suponer que mirar un plato de alimento o discutir acerca de la composición química de susin!redientes, equi"ale a com0rselo. /al error es la e%plicación al hecho de que mucha !ente ora durante lar!osaños sin resultados; porque si la oración es una fuerza "i"a, es imposible orar sin que al!(n resultado seproduzca.

+a realización no se obtiene por mero deseo; ha de "enir naturalmente como resultado de la oraciónmetódica diaria. 'uscarla por el poder de la "oluntad es la "ía más se!ura para no lle!ar a ella. 6remos conre!ularidad serenamente, recordando que todo esfuerzo o a!onía mental se frustra a sí misma, y lue!o, tal "ezcuando menos la esperemos, como ladrón en la noche, la realización "endrá. $ientras tanto, es bueno saberque toda clase de dificultades prácticas pueden ser "encidas por la oración sincera, aun sin que ocurra unarealización consciente. Hemos sabido de al!unas personas que han tenido sus mejores demostraciones con un!rado mínimo de realización; pero en !eneral no lo!ramos el sentimiento de se!uridad y bienestar, al cualtenemos derecho hasta que percibamos en nosotros mismos la 7resencia i"ina.

6tra razón por la cual la 7resencia de ios es simbolizada por un alimento, es que la acción de in!erirnuestro sustento material es esencialmente al!o que debe ser hecho por nosotros mismos. &adie puede asiAmilar alimento por otro. 7odemos emplear criados para que ha!an toda otra clase de menesteres; pero hayuna cosa que tiene que ser realizada por uno mismoD comer el propio alimento. e la misma manera, nadiepuede realizar por nosotros la 7resencia de ios. 7odemos y debemos ayudar a otros a sobrelle"ardeterminadas dificultadesD ?#obrelle"ad los unos las car!as de los otros?, pero nadie puede pensar ni sentir pornosotros, y el acto de "er en espíritu la ?sustancia? y la ?demostración? de la 7resencia i"ina no puede sercumplido sino por el indi"iduo mismo.

Hablando de este ?pan de "ida?. 1es(s lo llama el ?pan cotidiano?. +a razón de ello es muy fundamentalDnuestro contacto con ios debe ser latente y "i"o. Es nuestra actitud real hacia ios lo que !obierna nuestroser. ?He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de la sal"ación.? +a cosa más f(til del mundo es

tratar de "i"ir un concepto que pertenece al pasado. +a cosa que tiene "erdadero "alor espiritual en nuestra"ida es "erificar la 7resencia de ios aquí y ahora. &uestra más d0bil realización de hoy tiene infinitamentemás poder de ayudamos que la más "i"a de ayer. #eamos a!radecidos por nuestras e%periencias pasadas,sabiendo que ellas quedan con nosotros para siempre en el cambio que han operado en nuestro ser, pero noconfiemos un ápice en ellas para nuestras necesidades de hoy. El Espíritu i"ino Es, y el flujo y reflujo de laaprehensión humana no lo hace cambiar. El maná del desierto en el *nti!uo /estamento, es el prototipo deesto. +as tribus que "a!aban por el desierto recibieron la promesa de que les caería del cielo cada día unacantidad de maná suficiente para las necesidades de cada uno de ellos, con la ad"ertencia de que no!uardasen nada para el día si!uiente. 'ajo nin!(n concepto debían comer los alimentos del día anterior, y losque desobedecían eran casti!ados con la pestilencia o la muerte. *sí es con nosotros. En tanto tratemos de sustentamos en nuestra realización de ayer, estamos tratando de

"i"ir en el pasado; y "i"ir en el pasado es morir. El arte de la "ida es "i"ir en el presente, y hacer cadamomento actual tan perfecto como sea posible, cayendo en la cuenta de que somos instrumentos y la

e%presión misma de ios. +a mejor manera de preparamos para mañana es hacer que el día de hoy sea todolo que debe ser.

perd#$a$os $uestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores...

Esta cláusula es el centro de !ra"edad de la 6ración; la lla"e estrat0!ica de todo el /ratamiento Espiritual.&otemos que 1es(s ha compuesto esta mara"illosa 6ración de tal manera que corresponde perfectamente alos estados sucesi"os del desarrollo del alma, y del modo más conciso y eficaz. &o omite nada que seaindispensable para nuestra sal"ación, y, sin embar!o, tan concisa es que no sobra ni un pensamiento ni unapalabra. 3ada idea ocupa su lu!ar en un orden ló!ico y armonioso. *l!o más sería redundancia; al!o menos ladejaría incompleta. Este punto que tratamos ahora concierne al factor crítico de perdonar las ofensas.

Habi0ndonos dicho lo que es ios, lo que es el hombre, cómo funciona el uni"erso, cómo hemos de hacernuestra parte la sal"ación de la humanidad y de nuestras propias almas nos e%plica cuál es nuestro"erdadero alimento o pro"isión, y la manera de obtenerlo; y ahora "iene la cuestión del perdón de los pecados.

El perdón de los pecados es el problema central de la "ida. El pecado es una sensación de estar separadosde ios, y es la tra!edia mayor en toda la e%periencia humana. 7or supuesto que sus raíces están en ele!oísmo; el pecado es un esfuerzo para obtener un bien al cual no tenemos derecho en justicia. Es una

48



sensación de una e%istencia e%clusi"amente personal, aislada, e!oísta, mientras que la -erdad del #er es quetodo es 2no. &uestro ser real es 2no con ios, inseparable de l, e%presando #us ideas, testificando de #unaturaleza el 7ensamiento dinámico del Espíritu. > como todos somos 2no con el !ran /odo del que somosespiritualmente una parte, de esto se deduce que somos uno con todos los hombres. 7recisamente porque ?enEl "i"imos y nos mo"emos y somos?, todos, en un sentido absoluto, somos esencialmente uno.

El mal, el pecado, la caída del hombre, representan la ne!ación de esta idea en nuestros pensamientos./ratamos de "i"ir sin ios, de pasamos sin l, como si tu"i0semos una "ida independiente, un espírituseparado; como si nuestros proyectos, nuestros fines, nuestros intereses fuesen distintos de los #uyos. #i talfuese la "erdad, la "ida del uni"erso no sería coordinada y armoniosa, sino un caos de ri"alidades y de luchas;siendo separados de nuestro prójimo, podríamos injuriarle, robarle, herirle, o hasta destruirle, sin nin!(nperjuicio para nosotros mismos, más a(n, cuanto más quitáramos a los otros, tanto más tendríamos en nuestropro"echo. $ientras más pensásemos en nuestros propios intereses y más indiferentes fu0semos al bienestarde los demás, tanto más poseeríamos. e ello se se!uiría naturalmente que nuestros prójimos tratarían depa!amos con la misma moneda, y, de ser ello la "erdad, el uni"erso entero se re!iría por la ley de la jun!la, yacabaría por destruirse a sí mismo en la anarquía creada por su propia flaqueza. *fortunadamente, 0se no esel caso, y ahí reside la ale!ría de la "ida.

&o cabe duda que muchas personas se conducen como si creyesen que la "erdad es así, y muchas otras,que aparentemente no lo creen, tienen, sin embar!o, un sentimiento "a!o de que es así como estánor!anizadas las cosas, no obstante que su conducta no corresponda a tal noción. > es aquí precisamentedonde se encuentra la "erdadera base del pecado en todas sus manifestaciones, resentimiento, condena,celos, remordimientos, y toda la infinita !ama del mal.

Esta creencia en una "ida independiente y separada es el pecado primiti"o, y antes de esperar al!(npro!reso en nuestra "ida espiritual, hemos de tomar el cuchillo y cortar esta cosa mali!na de una "ez parasiempre. #abiendo esto. 1es(s insertó en el punto crítico de la oración una declaración cuidadosamentepreparada, destinada a dar cumplimiento a #u fin y al nuestro. #u cláusula con respecto al perdón nos colocaen un trance definido, sin posibilidad al!una de escape, e"asión, reser"a mental o subterfu!io de nin!unaclase, a lle"ar a cabo el !ran sacramento del perdón en toda su amplitud y poderoso alcance.

3uando repetimos inteli!entemente la @ran 6ración con refle%ión y sinceridad, nos encontramos de repente,por decirlo así, en un callejón sin salida, no quedándonos más remedio que hacer frente al problema. /enemospositi"a y definidamente que perdonar a todo aqu0l a quien de al!una manera debamos perdón,principalmente a aquellos que nos han ofendido. 1es(s no deja lu!ar para nin!(n posible rodeo en esteaspecto tan importante. l compuso #u oración con más habilidad que la que nin!(n abo!ado desple!aría jamás en redactar un contrato. e tal manera la ha formulado que, una "ez fija en ella la atención, nos espreciso, o perdonar a nuestros enemi!os con toda sinceridad, o nunca jamás repetir tal oración. #i tratamos de

recitarla sin perdonar de todo corazón, es probable que no podamos terminarla. Este !ran precepto central senos adherirá en la !ar!anta.&otemos cuidadosamente que 1es(s no dice, ?7erdóname mis deudas y yo tratar0 de perdonar a los otros?.

6 ?-er0 si puedo hacerlo?, o ?>o "oy a perdonar en !eneral, pero reser"ándome ciertas e%cepciones?. l nosobli!a a declarar que hemos perdonado en "erdad, y perdonado a todos, y es de este perdón que depende elnuestro. <ui0n es aqu0l que posee !racia suficiente para decir sus oraciones, sin anhelar al mismo tiempo elperdón u ol"ido de sus propios errores y faltas= <ui0n sería tan insensato como para buscar el 4eino de iossin desear el "erse redimido de su propio sentimiento de culpabilidad= &adie, sin duda. 7ues de la mismamanera nos encontramos co!idos en la proposición ineludible de que no podemos demandar nuestra libertad,antes de que hayamos liberado a nuestro hermano.

El perdón de las ofensas es el "estíbulo del 3ielo, y 1es(s, sabi0ndolo, nos ha conducido a la puerta. Hemosde perdonar a todo aqu0l que nos haya ofendido de al!una manera, y dejar fuera toda censura de la conductade otros, si queremos entrar. *l mismo tiempo cosa no menos importante hemos de liberamos de todo

sentimiento de propia condenación o remordimiento. Hemos de perdonar a los otros, y, habiendo cesado deincurrir en nuestros pecados, nos es preciso aceptar que ios tambi0n los perdona a ellos, o no podremosalcanzar nin!(n pro!reso espiritual. 2no tiene que perdonarse a sí mismo, pero no podrá hacerlo sinceramentehasta que no haya perdonado a otros primero. Habiendo perdonado a otros, uno debe estar listo paraotor!arse su propio perdón, porque rehusar hacerlo entraña solamente or!ullo espiritual. > por este pecadocayeron los án!eles. &unca se insistirá demasiado en este punto; es necesario perdonar. 7robablementee%iste muy poca !ente en el mundo que al!una "ez no haya sido ofendida, o maltratada, o despreciada, oinjuriada, o incomprendida, o tratada injustamente de al!una manera por al!uien. Estas heridas "iejas seocultan en la memoria formando abcesos supurantes, y no hay más que un remedio, e%tirparlas y arrojarlasfuera. > para eso no hay más que un m0todoD el perdón.

esde lue!o, nada hay tan fácil en el mundo como perdonar a quienes no nos han hecho mucho daño; nadaes tan fácil como ol"idar las p0rdidas insi!nificantes. /odo el mundo está dispuesto a hacer esto. 7ero la +eydel #er nos e%i!e no solamente el perdón de esas ba!atelas, sino tambi0n de aquellas cosas tan duras de

perdonar que al principio nos parece de todo punto imposible hacerlo. El corazón dolorido e%clamaD ?Eso esmucho pedir. /al cosa me ha herido demasiado. Es imposible. &o puedo perdonarlo.? 7ero el 7adre &uestropone como condición a nuestro perdón, que es escape de limitación y de culpa, el perdón de los otros. &o hay

49



alternati"a para esto; tiene que haber perdón no importa cuán hondamente hayamos sido ofendidos, o cuánterriblemente hayamos sufrido. /enemos que perdonar.

#i nuestras oraciones no obtienen respuesta, inda!uemos en nuestra conciencia y "eamos si hay al!uien aquien toda"ía no hayamos perdonado. /ratemos de descubrir si no hay al!(n "iejo moti"o que nos manten!allenos de resentimiento. 'usquemos, no sea que a(n alber!uemos un sentimiento de hostilidad 9tal "ezescondido en la con"icción íntima de que es nuestro derecho: contra al!(n indi"iduo, !rupo, nación, raza,clase social, determinado mo"imiento reli!ioso que desaprobamos, un partido político, etc. #i es así, entonceshay una acción de perdón que tenemos que lle"ar a cabo, y cuando lo ha!amos, probablemente podremosdemostrar en nuestra "ida la 7resencia de ios. #i no podemos perdonar en el presente, tendremos quea!uardar hasta que podamos "er realizadas en nosotros las obras de ios, y tambi0n tendremos que posponerla recitación del 7adre &uestro, so pena de colocamos en la posición de no desear el perdón de ios.

+iberar a otros si!nifica liberarse uno mismo, porque el resentimiento es en realidad una forma de sujeción.Es una -erdad 3ósmica que se necesitan dos para hacer un prisionero el propio prisionero y su !uardián.&o se puede ser prisionero de sí mismo; cada prisionero debe tener su carcelero, y 0ste pierde la libertad tantocomo su cauti"o. $ientras alimentamos resentimiento contra cierta persona, estamos atados a ella por unenlace cósmico, por una "erdadera cadena de carácter espiritual. Estamos cósmicamente unidos a lo queodiamos. +a (nica persona tal "ez a quien aborrecemos en el mundo, es la misma a quien nos unimos por unacadena más fuerte que el acero. <Es eso lo que deseamos= <Es 0sa la condición en la que queremos se!uir"i"iendo= 4ecordemos que pertenecemos a la cosa a la cual estamos atados en pensamiento, y que, si eseenlace subsiste, tarde o temprano el objeto de nuestro rencor inter"endrá de nue"o en nuestra "ida,probablemente para causar nue"as calamidades. <Estamos dispuestos a arrostrar tal contin!encia= #in dudaque no. En ese caso la (nica manera de liberamos es cortar los lazos que nos hacen "ulnerables por un actopuro de perdón. esatemos el objeto de nuestro resentimiento, y dej0moslo ir. $ediante el perdón noslibramos a nosotros mismos, y sal"amos nuestra alma. > como la +ey del *mor es la misma para todos,ayudamos tambi0n a nuestro ofensor a liberar la suya.

7ero <cómo, en el nombre de todo lo que es sabio y bueno, se lle"ará a cabo el acto má!ico del perdón,cuando hemos sido tan profundamente lastimados que, aunque lo hemos deseado con todo el corazón, nos hasido completamente imposible perdonar, y habi0ndolo intentado una y otra "ez hemos encontrado la tarea másallá de nuestras fuerzas=

+a t0cnica del perdón es suficientemente simple, y no difícil de poner en práctica tan pronto la entendamos.+a (nica cosa esencial es la "oluntad de perdonar. 2na "ez sentado que deseamos perdonar a nuestroofensor, la mayor parte de la obra está hecha ya. El acto de perdonar se con"ierte para muchos en unfantasma porque mantienen la impresión errónea de que perdonar a una persona implica al mismo tiempo,que tal persona nos a!rade. elizmente no es 0ste en modo al!uno el caso no se trata de que nos !uste

al!uien por quien no sentimos espontánea simpatía, y en "erdad no es posible sentir a!rado hacia otros porobli!ación. /ratar de hacerlo equi"ale a querer sujetar el "iento en la mano cerrada, y si uno persiste enforzarse a sí mismo a hacer tal, terminará por aborrecer a su ofensor en !rado a(n mayor que antes. $uchosbuenos cristianos solían pensar que, cuando al!uien los ofendía mucho, era su deber culti"ar un sentimientode amistad y cariño hacia quien los maltrataba; y como tal cosa es de todo punto imposible, resultaba quecaían en tristes estados de abatimiento y confusión, que terminaban necesariamente en una deplorablesensación de fracaso y de pecado. &o estamos obli!ados a sentir amistad por nadie, a no serespontáneamente; pero si estamos bajo la ineludible obli!ación de amar a todos; amor o caridad, como lollama la 'iblia, que si!nifica un sentimiento acti"o e impersonal de buena "oluntad. Esta actitud no tienedirectamente nada que "er con nuestras simpatías indi"iduales, aunque "a siempre se!uida, tarde o temprano,por una mara"illosa sensación de paz y felicidad.

Este es el m0todo para lle"ar a cabo el perdónD *part0monos a donde podamos estar en quietud; repitamosuna oración de nuestra preferencia, o leamos un capítulo de la 'iblia. Entonces repitamos serenamente, ?>o

perdono libre y totalmente a ;* lo libero y lo dejo ir. 7erdono sin reser"as todo lo tocante a este asunto. Entodo lo que a mí me concierne, está terminado para siempre. ejo al 3risto que está en mí toda mi car!a. *hora ; está libre y yo tambi0n. +e deseo bien en cada fase de su "ida. &uestro incidente ha terminado deltodo. +a -erdad de 3risto nos ha hecho libres a los dos. oy !racias a ios?. Entonces le"ant0monos y"ayamos a lo que nos interesa. 'ajo nin!(n concepto repitamos esta operación de perdonar, porque seentiende que lo hemos hecho de una "ez para siempre, y hacerlo una nue"a "ez si!nificaría tácitamente quehemos repudiado lo hecho con anterioridad. espu0s, siempre que el recuerdo del ofensor o de la ofensa"en!a a nuestra mente, bendi!ámosle bre"emente, y echemos fuera tal pensamiento. Ha!amos esto cuantas"eces tal pensamiento nos inquiete. -ol"erá cada "ez con menos frecuencia, y terminaremos ol"idándolo deltodo. +ue!o, es posible que tras un inter"alo más o menos lar!o el "iejo incidente "uel"a a la memoria una"ez más, pero entonces comprobaremos que toda la amar!ura y resentimiento han desaparecido, y queambos estamos libres, con esa libertad perfecta que conocen los hijos de ios. El acto de perdón ha sidocompleto, y una mara"illosa e%periencia de !ozo inundará nuestro ser como manifestación positi"a de la

7resencia de ios en nuestra "ida./odo el mundo debería practicar el perdón !eneral todos los días. 3uando ha!amos nuestras preces diariasdecretemos una amnistía !eneral, perdonando a cada uno que pueda habernos herido de al!una manera, pero

50



sin particularizar en lo más mínimo. #implemente di!amosD ?3on todo el corazón perdono a todos.? +ue!o, sidurante el día "iene el sentimiento de rencor a nosotros, bendi!amos bre"emente al culpable, y fijemos laatención en otra cosa. /al actitud disipará todo resentimiento y toda condenación; tendrá una influencia"i"ificante en nuestra salud y felicidad, y en "erdad efectuará en nosotros un cambio re"olucionario.

$o $os po$*as e$ la te$ta"i#$% as l(bra$os del al,,,Esta cláusula ha causado probablemente más contro"ersias que nin!una otra parte de esta oración. 7ara

muchas personas sinceras ha sido un "erdadero tropiezo. 3reen ellos, y con razón, que ios no podríaconducir a nadie hacia tentación o mal de nin!una clase, por lo cual el sentido de tales palabras no suenasincero.

7or este moti"o ha habido muchos intentos de modificar el contenido de esa frase, pensando que 1es(s noha podido decir lo que tales palabras suponen que dijo, y así se ha buscado cierta fraseolo!ía que "iniera másen concordancia con el tono !eneral de #u enseñanza. Heroicos esfuerzos se han hecho para "ariar el te%to!rie!o ori!inal; pero ha sido tiempo perdido. +a cláusula tal como está, e%presa a la perfección el contenidoíntimo del mensaje. &o ol"idemos que el 7adre &uestro abarca todos los aspectos de la "ida espiritual. 'ajosu forma condensada constituye un manual completo para el desarrollo del alma, y 1es(s conocía bastantebien los peli!ros sutiles y las dificultades sin n(mero que el alma encuentra en cuanto comienza a a"anzar enel camino de la perfección. 3omo los que se hallan toda"ía en una etapa preliminar de ese desarrollo noencuentran tales dificultades, concluyen que esta cláusula es innecesaria; pero se equi"ocan.

3uanto más meditamos, cuanto más tiempo dedicamos a la oración, tanto más se aumenta nuestrasensibilidad. > si consumimos un !ran tiempo inda!ando acerca de las cuestiones que atañen a nuestra alma,nos tomaremos e%traordinariamente sensiti"os. Ello es e%celente sin duda; pero como todo en este mundo,tiene sus peli!ros. 3uanto más lejos se lle!a en el camino de la "ida espiritual, tanto más poder se !ana en laoración; pero al mismo tiempo se hace uno más "ulnerable a nue"as tentaciones que son desconocidas a losno"icios. #e nota, además, que por faltas ordinarias, insi!nificantes a los ojos de la mayoría, uno es casti!adose"eramente; pero esto es bueno, porque nos obli!a a mantenemos en la línea recta, y en perenne "i!ilancia.+as trans!resiones aparentemente menores, ?los zorros pequeños que echan a perder nuestras "iñas?,malo!rarán todo nuestro poder espiritual si no las atendemos prontamente.

&adie que haya alcanzado este ni"el espiritual será tentado a meter la mano en la bolsa ajena, ni a robar unacasa, pero ello no implica que no ten!a tentaciones, y las que se presenten serán cada "ez más sutiles, y porlo tanto más difíciles de "encer. * medida que a"anzamos en el terreno espiritual, nue"as y poderosas tentaciones nos esperan en el camino,

siempre listas a derrotamos si no estamos "i!ilantes la tentación de luchar por la propia !loria enensalzamiento en "ez de por ios; tentación de buscar honores y distinciones, y aun "entajas, materiales;

tentación de permitir que las preferencias personales influyan en nuestros juicios cuando es un deber sa!radotratar a todos los hombres con perfecta imparcialidad. > más allá, y por encima de todos los pecados, estáel pecado mortal del or!ullo espiritual, ?la suprema flaqueza de un corazón noble?, que se embosca en estecamino. $uchas almas ele"adas que han pasado "ictoriosamente todas las otras pruebas, han caído en unacondición de superioridad moral y propia justificación que ha "enido a ser como una cortina de acero entreellos y ios. El mucho saber comporta mucha responsabilidad; y "iolar esa responsabilidad acarrea casti!osterribles. 4oblesse oblie es una "erdad primordial en las cosas espirituales. El conocimiento que uno tiene dela "erdad, por pequeño que sea, es un sa!rado depósito que nunca debe ser profanado. *sí como es ciertoque no debemos ?arrojar nuestras perlas a los cerdos?, ni imponer por fuerza la "erdad allí donde no quierenrecibirla, no es menos cierto que debemos sabiamente diseminar el conocimiento de ios entre la humanidad,a fin de que ?nin!uno de estos pequeñitos ten!a hambre? a causa de nuestro e!oísmo o indiferencia.?*pacienta mis corderos, apacienta mis o"ejas?.

+os "iejos escritores místicos estaban tan conscientes de estos peli!ros que, con su don de ale!oría, han

representado al alma en el camino ascendente como un "iajero detenido en cada "uelta y sometido a di"ersaspruebas antes de poder se!uir. #i lo!raba pasar las pruebas satisfactoriamente, podía continuar adelante conla bendición de quien lo había desafiado. 7ero si, desafortunadamente, fallaba, se le ne!aba el paso.

6curre que al!unas almas con escasa e%periencia, ansiosas por un rápido pro!reso, desean imprudenteAmente someterse a toda clase de pruebas, y aun se ponen a buscar dificultades que "encer, como si suspropios caracteres no les presentasen ya amplia ocasión para ejercitarse. 6l"idan la sabia r0plica de nuestro#eñor en el desiertoD ?&o tentarás al #eñor tu ios?, como está escrito, y los resultados de obrar en contra sonsiempre desastrosos. Es por eso que 1es(s ha insertado esta cláusula, en la cual pedimos que se nos libre detodo aquello que sea demasiado para nosotros de acuerdo con nuestro ni"el espiritual. 7ero si somos sensatosorando diariamente por sabiduría, inteli!encia, pureza, y la !uía del Espíritu #anto, jamás nos "eremos enpresencia de nin!una dificultad contra la cual no sean suficientes nuestros propios recursos para "encerla.?&in!una pla!a tocará tu morada.? ?He aquí que yo estoy con "osotros todos los días hasta el fin del mundo.?

Tu&o es el Rei$o & el Poder & la Gloria% por todos los si*los,He aquí una estupenda cláusula sentenciosa en la que se resume la "erdad esencial de la 6mnipresencia y

la /otalidad de ios. #i!nifica en "erdad que ios es el /odo en /odo; el hacedor, la acción y el hecho, y

51



podríamos decir tambi0n que el espectador. El reino en este caso si!nifica toda la creación, en todos losplanos, porque eso es la 7resencia de ios ios como manifestación o e%presión.

El poder es e"identemente el poder de ios. #abemos que ios es el (nico poder; por eso cuando obramosu oramos, es realmente ios quien se e%presa por medio de nosotros. *sí como el pianista e%presa su m(sicausando los dedos de su mano, aquellos que obedecen a ios "ienen a ser como #us dedos con los que Elobra. #uyo es el poder. #i cuando oramos mantenemos la idea de que es realmente ios quien act(a pormedio de nosotros, nuestras oraciones !anarán inmensamente en eficiencia. i!amos, ?Es ios quien meinspira?. *ntes de emprender una obra cualquiera pensemos sinceramente, ?+a i"ina 5nteli!encia estáactuando ahora a tra"0s de mí?, y nos sorprenderemos de "er con qu0 e%traordinario 0%ito lle"amos a cabo lastareas más difíciles.

El cambio mara"illoso que se opera en nosotros a medida que realizamos lo que la 7resencia de iosrealmente si!nifica, trasforma cada fase de nuestra "ida, "ol"iendo la tristeza en !ozo, la "ejez en ju"entud,las sombras en luz. /al es la !loria y la !loria que nosotros recibimos es, por supuesto, la de ios tambi0ny la felicidad que esa e%periencia nos trae es, de nue"o. ios mismo, quien está consciente de esa felicidad atra"0s de nosotros.

En años recientes, el 7adre &uestro se ha reescrito a menudo en la forma afirmati"a. *sí, por ejemplo, lacláusula ?-en!a /u reino, há!ase tu "oluntad?, "iene a ser ?/u reino ha "enido, tu "oluntad se estácumpliendo?. /odas estas paráfrasis son interesantes y su!esti"as, pero su importancia no es "ital. +a formaafirmati"a sería la más con"eniente con el propósito de curar, pero no es más que eso, una forma de oración.1es(s usaba la forma in"ocatoria muy a menudo, aunque no siempre, y su uso frecuente es indispensable parael desarrollo del alma. &o se debe confundir con la forma suplicatoria, en la cual se demanda !imiendo comoun escla"o que suplica a su dueño. Esa actitud es siempre falsa. +a forma más ele"ada de oración es lacontemplación, en la cual el pensamiento y el pensador se "uel"en uno. sta es la 2nidad de los místicos, lacual es rara "ez e%perimentada en los primeros estados del desarrollo espiritual. 4ece 2d. de la manera queencuentre más fácil, porque la manera más fácil es el mejor camino.

-enid a mí todos los que estáis fati!ados y car!ados, que yo os ali"iar0.♠

El #eñor es mi luz y mi sal"ación; <a qui0n temer= El #eñor es el baluarte de mi "ida; <antequi0n temblar=

♠

*unque acampe contra mí un ej0rcito, no temerá mi corazón. *unque se alzare en !uerra

contra mí, aun entonces estar0 tranquilo.♠

7orque si atra"iesas las a!uas, yo ser0 conti!o, si por los ríos, no te ane!arás. #i pasas por elfue!o, no te quemarás; las llamas no te consumirán.

♠

> mientras buscó al #eñor, ios le prote!ió.

H$di"e

7refacio ............................. .3apítulo F<u0 enseñó 1es(s= .................3apítulo B

+as 'iena"enturanzas ...............3apítulo C3omo un hombre piensa .............3apítulo M&o resistáis al $al .................3apítulo G/esoro en los 3ielos ...............3apítulo K3on la medida con que midiereis ......3apítulo J7or sus frutos ....................El 7adre &uestro 80na interpretación< ......Padre 4uestro... ..................... =ue est!s en los #ielos... ............... 5antiicado sea tu 4ombre... ............ $ena tu eino... ....................

52



7l pan nuestro de cada día d!noslo hoy... ...6 perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores... ........ 6 no nos ponas en la tentación mas líbranos del mal... ..........................1uyo es el eino y el Poder y la Gloria por todos los silos ..................

Fox Emmet - El Sermon Del Monte

Documents

Transcript of Fox Emmet - El Sermon Del Monte