Filosofia y Lucha de Clases Louis Althusser

5/10/2018 Filosofia y Lucha de Clases Louis Althusser - slidepdf.com

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Maqueta: RAG

sobre ilustracion de Rogelio Naranjo

© Akal Editor, 1980Sta. Marfa de 1a Cabeza, 132. Madrid-26.

Telefs: 460 3250 - 460 3350

ISBN: 84-7339-477-1Deposito legal: M- 7243 - 1980

lmpreso en: Graficas Elica - Boyer, 5 - Madrid-32

AlTHUSSER MACHEREY. BAUBAR

FILOSOFIA Y LUCHA

DE CLASES

I'

"--------aka bolsillo-------"*'



LA TRANSFORMACION DE LA FILOSOFIA (*)

Louis Althusser

Can vuestro permiso, quisiera presentaros algunas

reflexiones sobre Ia filosofia marxista.Vivimos un periodo histor ico, en el que el rnarxisrno,

la teoria marxista forma parte de nuestra cultura. Lo

cual no quiere decir que este integrada en ella. Por el

contrario, el marxisrno (dis)funciona en nuestra cultura,

como un elernento y una fuerza de division. Que el mar-

xismo sea un objeto de conflicto, UnaQoctrina defendida

porunos y violentamente atacada y deformada por

otros, a nadie puede extrafiar ._P_Q_LQl!e".el_marxjsmo~u

t_eoriay su filosofia, porien sobre el tapetela cuestion de

la Iucha de clases. Y todos sabemos muy bien que detras

'~ e 'las opciones te6ricas abiertas por el marxismo late

.siernpre la realidad de urias opciones politicas y de una

Iucha politica,

Sin embargo, y a pesar de su gran interes, dejare a unlade este aspecto de la cuestion yconcretare mi exposi-

ci6n en las caracteristicas paradojicas de la filosofia rnar-:

xista.

(*) Conferencia pronunciada en la Universidad de Granada.Facultad de Filosofia y Letras, el 26de marzo de 1976.

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La filosof'ia marxista presenta efectivamente una'para~

dqg en S 1 misma que, en principio, no~ deja estupefactos

y cuya lucidacion resulta muy cornpleja. Se pued~ enun-

dar esa paradoja diciendo simplemente: !~ilo~ofia mar-

xist~exist&Y~ sin. embargoc.nuncaha sidoproducida.co--rno tal «filosofja». i.Que quiere decir esto? Somos cons-

c i e n t e s - d e -que'todas las filosofias que conocemos, desde

Plat6n a Husser l, Wittgenstein y Heidegger han sido pro-

ducidas como «filosofias» y han aportado ellas mismas

las pruebas de su existencia filos6fica, mediante sistemas

teoricos racionales, gerierando discursos, tratados y

otros escritos sistematicos, perfectamente aislables e

identificables como «filosoficos- en la historia de la cul-

tura. Esto noes todo: tales sistemas teoricos racionales y f

sistematico's han producido siempre la prueba de su exis-]

tencia filosofica, mediante el conocimiento 0mediante ell

descubrimiento de un objeto propio (ya se trate de la idea'

del todo, del Ser, de la Verdad, de las condiciones, a ;priori de cualquier conocimiento 0 de cualquier acci6nl

posible, del Origen , del Seritido 0del Ser, del Ente) .. . IQ:;,das las filosofia§.__£QDocidas., por lanto, se.han _p_re_sentad0j

enTahistoria._cle_nu~stra_cultura .como __filosoffan.y .en..e11 ,

- c a i l l R . Q : S i ; ~l~_historia de.Ia.filosof'ia», bajo la, £orma~dei

discursos de tratados 0de§i~temas_r_adonales que.corn-]

port("m-el' con;ci~i~~to 'd-e-.unobjeto pr?p~o. . ;

~ Perc es necesario ir mas alia. AI constrtuir se como «f1-

losofias», dentro del campo de l~ cult~ra. ,_.t,~g'!;;._l~sfilosofias conocidas se han _autodiferenciado .s}empr·e, .

-cuidadosament~- -de las demas formas de discursosode

sua!g!:!ier.~__ik_~~~tr~5~obr_as --escriias. Cuan~o Plat6n

escribe sus dialogos 0 susobras didact icas , nene buen

cuidado de diferenciarse de cualquier discurso literario,

retorico 0 sofistico. Cuando Descartes 0 Spinoza escri-

ben, es evidente para todo el mundo que 10 que ellos ha-

cen no es «literatura». Cuando Kant 0Hegel escr iben, no.

se trata de una exhortaci6n moral, un sermon religioso 0

una novela. La filosofia se produce asia d!§tinguieI1SlQ~~

l]!gJ&rum_ente_de_los_.restantes.g:eJleros-morn~iticos-,

religjQ~Q~_o literarios. Eero-lo..qus;_.r'-~Jllil:a1Das_impgrtante..

~s _ q _ ~ _ ~ I , a . : fiJq~pfi~se_ pr_O~u._c_~,__c._Q_Il.lQ.__taG<filQSofia».,dis--Ji l1gl!!~!!.c!_<?§ ~_ de las. .ciencias o__-8.Q.uLs:e,p.!?!ltea uno de.Iosaspectos ~as_ decisivos deIa _cuesti6n." Parece como ..si.eldestin-a,-de la filosofia estuviese profundamente ligado.a

ii-existencia de las ciencias, ya que es necesario que exista. Y . in a · ciencia p a r a que - (al igua'('que~ ocurre en Grecia con

"·Pi~t6n. ai surgirIa geornetria) .se provoque la aparicion

de la filosofia. Y esta vinculacion, dentro de un destine

camt in , es -t~nto mas profunda cuanto que la existencia

de la filosofia no puede producirse sin contar previamen-

-i; con l~ existencia del discuqg .racional de unaciencia

:g~[?- '(c~rri~o-a geon;~t~-iae n el caso de Platon , la

geornetria analitica y la fisica en el de Descartes, la fisica

newtoniana en el de Kant, etc.). Prueba de. ~1l9~~oqu~~J~_iilQ.gtn~L-"I!9.._~)ds(e, (y no puede apartarse de los mitos, de

la religion, de la exhortaci6n moral 0 politica y de la sen-

sualidad estetica)~mas que con .la CPI1~~j9.j.Q;p"bsoluta de. .

poder ofrecer ella rnisma. un.discnrso, racional, .cuyorno- .tP

"delc la filosofia s610 puede encontrarlo enel discurso ri-

gli[~so de las ciencias -existentes. J'.eroen este punta Ias

'cosas sufren una sorprendente inversion: la misrna

~fifosofia. que toma de las ciencias puras existentes el rno-

d~l~de su propio discurso racional puro (pensemos en la

'tradici6n quevadesde el «que nadie entre en la filosofiasi no es geornetra», a la filosofia expuesta «more geo-

metrico» de Spinoza y a «la filosofia como ciencia rigu-

rosa» de Husserl), invierte cornpletamente en el interior

de su discurso su relacion con las ciencias . Es decir , la

filosofia se separa rigurosaJE~PJ~_,d5! .las cienn~{as~reale,s.~~_~!i~Q.gj~t :9iycfe '~I_ar: i~i . l i~,~_~}_~!l .~j~LQ~ro,o en, el sen-

tido de las ciencias ordinarias (que no saben de 10 que.~_~~~=_ .; ~- " '' ' '' ' '' ' '' ' '' ~ ~U u . ' - - .. . : . • -e--e

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hablan}, §ing_SLue as~gu.{J.L.q!!e~H~,s~J~t_u~ns;;J;;tuprema,,,

J_~_<;:iencia_de:.Jas__ciencias_.la_.ciencia---de-la&",<;ondiciones'-jq

PEQ[[ d.e_c_1.!_alquieL:den~_i_a,Jasi.~I!<;ja,.g.ea logica dialecti-

ca, que convierte Cl_~2q~~ las ciencias reales__n.meras.de-_t,ermin,<l,ciones de.I_~_QJ~JHiirn.i~Qto,tc,..En otras palabras.,la filosofia torna prestado de las ciencias.existentes elmo-_ _ _ _ _ ~ r·-·

dele de _un discurso racional _pur~. Esta, pues, «someti-

da» a las «ciencias reales»,__g__u~s~m~ucondicion.deposi-

~~lic[ad_:-~~f!..~})ilrg()~ - - e n . .el. interior _del propio discurso

fiiosof ico, _.~~produce _U_Il~ inversion _del problema: el dis-

<:.~ r_s9Ji IQ~_g_r - i . t ; .Q_£QnY!~Ij :_e_ .e_s_ t a_sumisionn te las ciencia s

_~n__na ..relacion __e .dorninio sobre las ciencias. La- . -- - ~.-, - .. -~-----_.f.i~Q_s.ofia_se_situa~_en tanto que tal filosofia, par ~J\cjma

9~las cienciasrtomael pode:r . sobre_~Jl_~_~.Asi es como en Platon Ias maternaticas se reiegan al or-

den subordinado de la «diarioia ». disciplinas hipoteticas

sometidas a las anhipoteticas," que son el objeto de Ia

filosofia. Asi es tambien como en Descartes las, cienciasson s610 ramas salidas del tronco de la metafisica. Asies

como en Kant y Hegel y Husser! la filosofia es la que

tiene la ultima palabra con respecto a la s ciencias, es de-.

cir , su criterio de justeza, su sentido, en la dialectica de la

logica pura , en el origen del sujeto trascendental concre-.

to. Ese vinculo singular y altamente contradictorio, que

liga - - a ~ f a - l i J o s o f i a '-c-ori--las-ciencias. -esa operacion q u etransforms las condiciones de existencia de la filosofia (y

por consiguiente de las ciencias) en determinaciones su-

bordinadas ala propia filosofia, esa operacion por la quela propia filosofia se situaa si misma en el poder, decla-rando que s6lo ella posee la verdad de y sabre las ciencias

que Jeproporcionan el modelo de su propio discurso ra-

donal y sistematico, forma parte de la produccion de la

filosofia como «filosofia». Y ella nos permite sospechar

que entre la prirnera demarcaci6n que hemos-senalado

(aquella por la que la filosofiase distingue de los mi!.Qs,_Y

, c!~.Ja._I.eUgi6:n,de la exhortacion moral y de .Ia. aratoriapolitica 0de la poesia y la literatura) y lasegunda demar-

.s-,~.ci6nque a.cabamos de indicar, .laque se refiere a. las

,,~i{!I!cias, existe una profunda -relacion de parentesco.

Porque si observamos de cerca la cuestion, podrernos

darnoscuenta de que la filosofiano se eontenta ni_con

dorninar a las ciencias ni con «decir» la verdad. .de, las

.ciencias. La filosof'ia impone su daminio igualmente res-peeto de la religion y la moral, respecto de Lapolitica y la

.estetica; e incluso sabre 10 econ6mico (desde Platen, en el

que encontrarnos una sorprendente teoria del salario, y

Arist6teles, can sus apreciaciories sabre el «valor» y e]

«sistema esclavista»), _~a filosofia aparece asi coma la

ciencia del todo, es deci;, de-t~da~ l~s"~osas. La filosofia

_~nuncia la verdad de todos los objetos exteriores, revela

.10 que tales objetos son incapaces de decir sabre ellos

I'!!i.?mos:les «dice», les revela 'su esencia. Y es Iegitirno

pensar que la formula que se utiliza para las ciencias(<<quenadie entre en la filosofia si no. es geornetra») re-

sulta igualrnente valida para los demas temas: para poderhablar de religion, el filosofo debe ser-religiosoc.para po-

der hablar de moral el fil6sofo debe ser moral, para po-

.der hablar de politica debe ser politico, para poder

hablar de arte debe ser «esteta », etcv El mismo tipo de in-

~~rsi6n que hemos vista actuar en el terreno de la ciencia,

actua-igualmente, s610 que en silencio, respecto a todos

.Ios demas objetos. «Objetos» que habitan , de una mane-

.ra especifica, el espacio de la filosofia rsolo que Ia.

.filosofia no les deja aceeder a tal espacio sino. a condicion

de imponer previarnente su podersobre ~lJos,-----&nuna pa-

J_~~~:_J!_J2rod~c._~i_?I].,_! ~ ".!~_Jilo~Qria. , .eD . t?n\Q~ qi ie~._d.:I~?_'?i!_'!!!.L~Q_(\~jer_ue.atQ9a,sJa.;.s_i_c!~~~,ya_~9ciasas prac-.ticas .humanas, ,pero.-siempre_subordinando todas -estas_a

la.«filosofian.es decir , sornetiendolas a _una«forma filo-

.sofica» radical. Y es_este proceso de «subordinacion» de

10



las practicas e ideas humanas a la «forma filosoficaoIo

que vernos realizarse en los .dialogos, _lostratados yIos

sistemas filosoficos;

En el fonda, podria resultar ingenioso plantear la cues-

ti6n siguiente: lPor que siente la filosofia esa necesidad

de hablar tornando todas las precauciones, para des mar-

carse de las ciencias y de cualquier otra idea 0practica

social? [Si la filosofia 5610 habla de ellas! Digamos que la

cuesti6n no es tan simple . . .s .i l i ! .JHosQ_fia eJrn_~rirru:nta la

necesidad ...~o_mejQI.~.un,. s.e._em::,argade.hablar. y.de.consig-

.narloquetieneque decir.en tratados.separados identifi-

·c·;ble.s,.~_s.porque considera -en suintima .conYicciop

i1{st6rica- .que tiene una tarea ..irrernplazable.. que

cumplir , Esta tarea es la de decir la Verdad sobre todas

las practicas e ideas hum anas. _La filosof'ia considera , en

su intima conviccion historica, que nadie ni nada puede

hablar en su nombre, y que si ella no existiera, al mundo .

Ie faltaria su Verdad. Porque para que el mundo existaes

preciso que tal Verdad sea dicha. Esta Verdad es ellogos,

o el origen, a el sentido. Y como existe una identidad ori-

ginaria entre ellogos y el decir (entre logos y legein, entre

IaVerdad y el discurso), dicho de otra manera, como Ia

existencia especifica del logos no es la materialidad o.Ia

pracrica 0cualquier otra forma, sino el decir , Ia voz sla

palabra, par esto, para hacer. coriocer el logosv-consi-

guienternente, 1a Ver dad , solo hayunmedic: la.forma,

del discurso , Esta intimidad entre ellogos y el decir hace

que 1a Verdad , ellogos, solo pueda ser encerrado0

reco-gido y ofrecido enteramente en el discurso de la filosofia.

Par eso la filosofia no puede sobrepasar de nirigu n modo

su propio discurso. Por 10 tanto , est a claro que su discur-

so no es un rnedio ni un interrnediario entre ella y la ver-

dad, sino que es 1 a presencia misma de la V~rdaclro.m..o

!.9gq_~: .Pero ahora nos sale al paso la extrafra paradoja de la

filosofia marxista. La filosofia marxista existe y, sin eIT'.-

bargo, no ha sido producida como filosof'ia en el sentido

que acabamos de analizar , No hay que ir demasiado lejos

para convencerse. Dejando aparte las breves frases, ful-

gurantes y enigrnaticas, de las Tesissobre Feuerbach, que

anunciaban una filosofia que no ha llegado jamas; de-

jando .aparte las mordaces criticas filos6ficas dirigidascontra los neohegelianos en La Ideologia alemana, que se

limitaban a zambullir a toda la filosofia en la nada vapo-

rosa de la ideologia , y al margen de las celebres alusiones

a Hegel en el prefacio ala segunda edicion alemana de EI

Capital, Marx no nos ha dejado ningun tratado , ningun

discurso de filosof'ia. Por dos veces, en dos cartas , Marx

nos prornetio una veintena de paginas sobre la dialectica ,

pero tales pagirias no nos llegaron nunca. Podemos pre-

surnir que no eran nada faciles de escribir . Es verdad que

Engels nos ha dejado su critica filosofica de Duhring , y

que Lenin nos dejo Materialismo y Empiriocriticismo, de

nuevo otra cri tica. Igualmente cierto que de una critica se

pueden extraer muchos elementos, p"ero (_c6mo «pen-

sarlos»?; lcomo «estr uctur ar teoricamente» tales ele-mentos? i.,se trataria de elementos de un todo, aun

auserites , aun sin presencia efectiva, elementos, pues,

que bastaria con reelaborar segun los moldes tr adi-

cionales, como suelen hacer los fil6sofos marxistas

que siguen .aun inmersos en la «ontologia»? ~;,o se

trataria par eI contra rio de elementos a los que es precise

interrogar y descifrar en si mismos , «preguntandoles»precisamente por que siguen siendo s610 y unicarnente

«elementos»? Ciert o que contamos tarnbien can los

«cuadernos» de Lenin sabre Hegel, pero tarnbien aqui

nos surgen necesariamente las misrnas preguntas: j,que

sentido puede darse a esas simples notas de lect ura , a esas

indicaciones brillanres peroenigmaticas ? En surna , resul-

ta forzoso corrclu ir que en ninguno de esos casas, Engels

12 13



o Lenin nos han dejado nada que sea comparable, aun de

lejos, a las forrnas clasicas del discurso de la filosofia.

Ah9T.c;t_p_i.e_n:lcolmo de laparadoja radica mas . a n * .Radica en que est a ausencia de un discurso filosoficoen

.elinterior del marxismo ha producido, sin embargo.prp-

_4igios.os efectos filos6ficos. Nadie puede negar que la

filosofia que hemos heredado, la gran filosofia clasica

(de Plat6n a Descartes. de Kant a Hegel y Husserl) se ha

tambaleado desde sus mismas raices (yen todas sus pre-

tensiones) par elimpacto de ese algo inconcreto, casiin-

definido, que le lleg6 de pronto con la presencia de

Marx. Alga que, sin embargo, no se present6 nunca bajo

la forma directa de un discurso filos6fico sino, muy al

contrario , bajo la forma de un texto como El Capital, 0

.sea, no un texto «filosofico», sino un texto donde se po-

ne en cuesti6n el modo de producci6n capitalista (y a tra-

ves de el las estructuras de las formaciones sociales), don-

de de 10 que se trata es s6lo de un conocimiento cientificoligado a la lucha de c1ases (ese conocirniento cientifico

que, de esta forma, se nos ofrece 10 de un conocimiento

como siendo a la vez parte de esta misma lucha de cla-

ses proletariat es decir, de 10 que a partir de Marx mis-

rna esta representado en El Capita!). Entonces: lc6mo

comprender tal paradoja?

Quisiera aclararla tomando el camino mas corto, aun

cuando este camino no sea exactamente el de la historia

real.

Asi, diria de entrada que. pese a toda su brevedady

conformaci6n inacabada, las Tesis sabre Feuerbach con-

tienen el esbozo de una indicaci6n capital. Cuando Marx

escribe en la Tesis I:«El defecto fundamental de todo el

materialismo anterior (incluyendo el de Feuerbach) cs

que s610 concibe el objeto , la realidad, el mundo sen-

sible, bajo la forma de objeto, de intuicion , perc no en

-tanto que actividad hurnana concreta, en tanto que prac-

tica, de manera subjetiva», emplea sin duda formulas

que pueden interpretarse en el sentido de una filosofia

trascendental de la praxis; y algunos no han dejado de

arnpararse en esta subjetividad activa para pensarla co-

mo legitimante de una filosofia humanista, cuando Marx

habla de algo muy diferente, ya que declara expresamen-

te que esa filosofia es «critica» y «revolucionaria». Pero

en esta frase enigrnatica, al oponer de modo muy preciso

la practica a «la forma-objeto» y a la «forma-intuici6n»,'

Marx no hizo int'erv~iLQ.traJlQ.Ci6n.l:ilQs~6f_ica_queestaria'

~!!J .L _iP lsn io~-pi ;oo que--la_.forma-objeto_._Q_~:la~~furma-intl!.~.!Qn__yQl!~_~staria~~PQL!_~fl10~('-~sJinad.a e a . reernpla-zarlaspara .fundar. una nueva .filosofia, para Inaugurar

~.I!nuevo discurso ...ilos6fic,o.,$inQ.qu.e hizo intervenir

u~a realidad que posee ia particularidad de estar .a

la vez presupuesta en todos-Ios diseursos filos6ficos

tradicionales y, por su naturaleza, excluida de tales dis-

.cursos. Esto que digo aqui no se deduce solo de la prime-ra Tesis sabre Feuerbach, sino de toda la obra de Marx.

de El Capital y de todas las obras que tratan de la lucha

de clases del movimienro obrero. E'sta irrupci6n de la

pr actica en la tradici6n filos6fica, incluso mat erialista

(ya que el materialismo del siglo XVIII no era un mate-

rialismo de la practicajcconstltuye en su base una critica

radical de esa forma de existencia clasica de la filosofia,

que yo definia como «producida en tanto que filosofia».

lQue son, en efecto, la «forma-objeto» 0 la «forma-

intuicion»? Son, bajo las especies esta vez de la metafora

de la visi6n (metafora que es intercarnbiable conIa de la

presencia 0la de la palabra del logos), la condensacion

misma de la pretensi6n. Para la filosofia, los hombres vi-

~en y actuan sornetidos ..ll~isIeyei,~s.tl~~propi.a~p~:actf-

.cas sociales: no saben 10 que hacen. Creen estar en pose-

sion de verdades, pero no conocen 10 que saben. Gracias

aDios, la filosof'ia esta ahi, ve por ellos y habla por ellos,

14 15



para decirles 10 que hacen y 10 que no saben. Ahora bien,

,hi', irrupcion de la practica va a hacer tambalearse este

__dificio, estas evidencias y esta pretension. La irrupcion

de 1a practica es la denuncia de la filosofia producida co-

mo .tal filosofia. Es decir , contra Ia pretension de la

filosof'ia de abarcar el conjunto de las practicas sociales

(ylas ideas), de ver el «tcdo», como decia Platon , paraestablecer su dominio sobre estas misrnas practicas:

. contra la pretension de la filosofia de no tener «un espa-

cio exterior», el marxismo afirma que ciertamente la

filosofia tiene «un exterior» 0 por decirlo con mejores

palabras: que la filosofia no existe mas que par ese «exte-

rior» y para d. Este exterior (que la filosofia quiere ba-

cerse la ilusi6n de sorneterlo a la Verdad) es la practica,

las practicas sociales.

Hay que aceptar la radicalidad de esta critica para en-

tender sus consecuencias.

~P~,!~~.~a ,~,o~,tr.a.r:iaal Iogos (es decir , a una representa-

cion de algo supremo a 10 que se llama «la Verdad» y cu-

ya esencia se reduce al «decir» -0 la inmediata presencia

de la vista 0de la voz-),Ja practica, .que es ajena por

completo al logos, no es la Verdad y no se reduce, no se

Irealiza, en el Decir 0en el VeL

! La practica es unproceso de transformaci6n sometido

siernpre a sus propias condiciones de existencia y que

produce, no la Verdad, sino «Verdades» (0 la Verdad,

ldigamos , de los resultados 0de los conocimientos, todo

'ello en el interior del campo de sus propias condicionesde existencia).

.Y 5i la_.Qr<!cticA_t_i~lle,agentes"noiene , sin embargo. un

~iel_Q(,':_QW_Q_O_ri.g~n_trasce,ndental u ontologico de su.ob-

kt iy"Q_._Q_~__supr oyecto.icomo tampoco tiene el fin como

,Verdad de su proceso ...Esun proceso sin sujeto nifrn,'

I" - · S i - aceptamos el terrnino de Verdad en su sentido r ne .sofico , de Plat6n a Hegel, y si 10 confrontamos a 1aprac-

tica, proceso sin sujeto ni fin,' segun Marx, hay, que afir-

. . .maI .Au.e__nQ._h_~y yerdad de Ia_m:..:;1.~C.li.c~__T . ~__ _

No hay. por tanto, problema en asignar a la practica ,

rnornentaneamente, el papel de la Verdad , del fundamen-

to, del or igen , de una nueva filosofia, que ser ia una

filosofia de la praxis (si cito esta expresion no es en

contra de Gramsci, que nunca tuvo esto en cuenta).,_b.~,P_~.§._c:tie~no es__HP.. .sustituto .de Ia , Verdad para una

.~t~l_Q?.Qfiainmutable; es, por el contrario, 1 0 que hace tam-

J?j!J~~r~e, aTa filosofia. .La practica es aquello que la

_filosofia. a 10 largo de toda su historia, ya sea bajo la for-

ma de la causa errante.dela materia como la lucha de cla-_ '- . & ' _~c , .. .. .. .. __

.ses, no ha podido nunea asumir , La practica es aquella

QUa.cpsa a partir de la cual.)JSL~6Io.se puede hacer tam-

~~;::t.fjlQsQfia sjno m a s , aun, gracias a la eual pede-

m.q.§.$.m£~?:~~~':l_ye~laroenel interior.de la filosofia.

Decia antes: «la practica obliga a la filosofia a recono-cer que esta tiene un exterior». Conocemos Ia afirmaci6n

de Hegel: la conciencia de si tiene un enves , y no 1 0 sabe.

A eso responde la confidencia de Francois Mauriac cuan-do recuerda que, de nino , e l creia que las personas

ilustres no tenian culo. La irrupci6n de la practica coge a

la filosofia por la retaguardia y fijern orios como ocurre

esto.

.Tener un espacio exterior y tener un trasero se dira que

es 10 mismo. Pero tener «un detras» es tener un exterior

~jnesperado. Y la filosofia, desde luego, cuenta con esto.l.Acaso la filosof'ia no ha introducido en el dominio de su

pensamiento la totalidad misma de todo 1 0 que exist e,

incluso el fango del que habla Socrates. 0 el esclavo del

que habla Arist6teles 0incluso de la acumulaci6n de ri-

quezas en un polo y de la miseria en el otro de que habla-

baHegel? Para Plat6n, el fil6sofo observa el todo; para

Hegel, e1 filosof'o piensa el todo; de hecho , todas las

16 17



practicas sociales estan ah i,en la filosof'ia , y no solo la

fabricacion de zapatos y de barcos, no s6lo el dinero. el

salario , la politica y la familia, sino tarnbien todas las

ideas sociales, la moral, la religi6n, las ciencias y las ar-

tes, del mismo modo que estan Jas estrellas en el cielo.:,...~i_

todo esta ahi, si todo esta perfectamente recogido y

reunido en el interior de la filosofia, l.d6nde esta el espa-

do exterior? l,Acaso el mundo real, el mundo material,

no existe para todas las filosofias, incluso para la

filosofia idealista? Berkeley, por ejernplo , era UTI obispo

para el cual, segun 1a frase de Alain, «la comida estaba

ya cocinada»; sin embargo, este obispo era tambien un

hombre como cualquier otro, que no se equivocaba en

absoluto sobre la existencia de la «carne asada», es decir,

sobre la existencia del mundo exterior.

iEn que consiste, entonces, este proceso malignoque

se da en la filosofia? Para ser precisos, hay un pequeno

matiz sabre el eual es necesario detenerse. A fin de hacerentrar a todas las practicas y a las ideas sociales en el do-

minio de su pensamiento, y para imponerse ella misma

sobre todas estas practicas e ideas sociales para decirles

su verdad, la filosofia hace trampas: es decir, cuando la

filosofia las absorbe y las reelabora de acuerdo con su

propia forma filos6fica, en absoluto hace esto respetan-

do escrupulosamente la realidad (la propia naturaleza) de

tales practicas e ideas sociales. Al contrario , al afirmar su

poder de Verdad sobre ellas, la filosofia ha tenido que

obligarlas a sufrir una verdadera transformaci6n, aun-

que esta suela ser imperceptible. l.Que hacer si no para

ajustarlas y pensarlas bajo la unidad de una unica y mis-

rna Verdad? Tampoco hay neeesidad de ir demasiado le-

jos para entender esto: ahi estan, por ejemplo, el impulso

de Descartes a la Iisica de Galileo -jque es, sin duda, al-

go mas que experimentaci6n!-, ° la pequena operacion

de Kant sobre la quimica y la psieologia, para no hablar

de las grandes ma niobras de Plat6n y Hegel sobre la mo-

ral, la politica 0 la economia. La filosofia, cuando se le>

objeta que tiene un espaeio exterior, tiene raz6n al pro-

testar y responder que no 10tiene, puesto que ella se haee i

cargo de todo. Ciertamente, su espacio .~xterior hay ql,lel

buscarlo y ericontr arlo dentro de ella rnisma, en esa apro-I

piaci6n del espacio exterior filos6fico que se realiza sobre,

las practicas sociales , en esa operaci6n de explotaci6n y,\

por tanto, de deformaci6n de las practicas sociales que le

perrnite a la filosofia unificar tales practicas bajo la Ver.~

.dad.El verdadero espacio _ .exterior, de la Filosofia esta

d ~ ; ; t r o --d ~ la-propTa-'-fii~sofia, ,0..sea , en esta separacion ,

~_sta.distancia de la deforrnacion y de la explotaci6n. Por

el ~ontrario. 1a practica.es.el empefio de existir por enci-

~_~_de_taLexplotaci6n y de.tal rransf'orrnaoion , es la resis-

~~ia!:l.~sa __iolencia .filusofica.; ..

- Pero queda por decir 10 mas impor tante . Porque 10dicho hasta ahara podria interpretarse en terrninos de vo-

luntad de poder, contando la historia de la filosofia un

poco a la manera de Nietzsche: existiefon en un determi-

nado momento hombres movidos por el resentimiemo

que, heridos par e! mundo , emprendieron la tar ea de do-

minarlo mediante el pensamiento y concibicndolo exclu-

sivamente a tr aves de este. Los fi16sofos fueron precisa-

mente estos especialistas de la vio lencia del concept o, del

Begriff, de 1a apropiacion , y. adernas , afirrnaron su

potencia sometiendo a la ley de 1a Verdad (de su verdad)

todas las practicas sociales de los hombres, que seguian

entristeciendo y viviendo en 1a noche . Sabemos que tal

perspectiva no es del todo extrana a algunos de nuestr os

conternporaneos, que de forma natural buscan y en-

cuentran en la filosofia el arquetipo de la potencia , el

modelo de cualquier poder , Ellos mismos escriben la

ecuaci6n saber =poder, y a la manera de los modernos

18 19



anarquistas cultivados , dicen que la violencia, Ia tirania,

el despotismo de Estado es culpa de Plat6n, 10 misrno

que haee tienpo se decia que la revoluci6n es culpa'de

Rousseau. La mejor manera de responderles es la de ir

mas Iejos que ellos, introduciendo la fractura escandalo-

sa de la practica dentro de la naturaleza de la filosofia.

.Aqui es quiza donde se aprecia de forma mas profunda la

inf1uencia de Marx.

,_Hernos heche creer h_a.s_t~ahora que la filosof'ia se con-

tentabacon introducir en.su pensarniento el conjunto de

practicas y de ideas hurnanas, para enunciar can ella Ia

-Yerdad. Y.hemos supuesto a titulo provisional que siIa

filosofia (que absorbia el conjunto de las practicas __.o-

eiales en su pensarniento) las deformaba era, en .ciertamedida, por razones 16gicas y tecnicas; en definitiva, pa-

.ra poder unificarlas. Si queremos introducir un cierto nu-

mero de obj etos en una maleta llena, sera necesario ple-:

garlos y deformarlos. Si queremos irnaginar las practicassociales bajo la unidad del Bien, haran falta muchas de-

formaciones para llegar a plegarlas bajo esta unidad. En-

gels dijo en algun sitio algo parecido cuando afirmaba

que toda filosofia era sistematica en funci6n de la «eter-

na necesidad del espiritu humane de superar las contra-

dicciones »._P.u~~_l?ien, pienso que esto no es totalmente

exacro ....-que estas deforrnaciones de la unidad de la

contradiccion no son mas que deformaciones formales Y.

conciernen unicamente a la peculiar 16gica del discurso

filos6fico.

Se perfectamente que en todo fil6sofo, como en todo

matematico que sabe apreciar la elegancia de una de-

mostraci6n, hay dormido tarnb ien un amante de las

bellas artes, y no faltan fil6sofos que creyeron, como

Kant, que la realizacion de un sistema era cuesti6n no so-

lamente de logica, sino tambien de estetica , Cuando no

basta la logica (0 para hacerla digerible) se Ie afiade un

pequefio complemento de estetica, 10 Bello y 10 buerro ,

que en nuestra historia tienen la costumbre de salir en fa-

milia para hacerse no tar par la buena sociedad. Pero es-tas son las pequef\as debilidades de los fi16sofos, y no se

debe juzgar a la filosofia a partir de ellas, como tampoco

se debe juzgar a las matematicas por la elegancia de los

maternaticos.

La. Verdad es otra cosa: paraiverla no solo pay que, despreciarla p~i~;;logia d e i~ s filosofos, sino tarnbien esa

ilusion en la que la filosofia se encuentra a gusto: la ilu-

si6n de su propio poder sobre las practicas sociales. Por-

. que -" y ..aqui es donde se decide todo-e- 1 0 importante no'

_es,.que.La filosofia tome el poder sobre las practicas y.las

ideas sociales. Estas no son mas que forrnas de ejercicio

_de su poder y de sus resultados, sino que la filosofia no

incorpora de modo gratuito las practicas sociales bajola

"unidad de su pensamiento.· Lo hace quitando Sil propio

_e,§I?_~~i.o_~ l~s _ practicas soc!<!le:s .y estableciendo una_j_~[arquia..Tnterna entre la practica y las ideas socialesv.lo.

l1qce.sometiendo esta _jerarquia a. un orden internoique

'~o~stit\lYe su verdadera unificacion. .. ':

- ' = ' P o r decirlo con otras palabras: el mundo que piensa la

filosof'ia es un mundo unificado , en tanto que desarticu-

-,i~'d~y rearticulado, es decir , reordenado por la filosofia,

-Es un mundo en el que las diferentes. practicas sociales

'descompuestas y recompuestas se distribuyen en un cier-

to orden de distincion y jerarquias que es significative.

Lo que i e haee ser significativo no es que la filosofia do-

mine sus objetos, sino que ella los descomponga y los re-

. componga para distribuirlos en un orden especial, de

jerarquia y de distinei6n inter nas., orden que es precisa-

mente el que da su significacion a toda la operaci6n de Ia

filosofia. Es evidente que' para realizar toda esta opera-

.cion, para distribuir sus objetos en este orden, la

Iilosofia debe dominarlos, 0dicho de otro modo: es par

2021



esta necesidad par 10 que la filosofia esta obligada a_«toe,mar el poder » sobre eUos.

»: Pero tengamos siempre en cuenta que el «paden) no/

significa nunea un «poder» par el «poder», ni siquiera en

el ambito politico. Muy a1 eontrario, el poder no es otra

cosa que 10 que se haee con el, esto es, 10 que produce co-

mo resultado. Y S1 la filosofia es «aquella que ve el

todo», no 10 ve mas que para reordenarlo, para imponer .

~ a los diversos elementos del todo un orden dete:rminado. I

No puedo entr ar aqui en detalles. Es indudable que

habria miles de ejemplos muy faciles de desarrollar, pero

se me perrnitira atenerme a uno bien claro: el «Iugar » res-

pectivo que Descartes, Kant y Hegel conceden cada uno a

10 que ellos conciben como la moral y la religi6n. Eviden-

temente, este «Iugar» (que no es nunca el mismo en la

unidad de cada uno de estos sistemas) repercute profun-

damente sobre la significaci6n de cada una de las doctri-

nas. O. para tomar otro ejemplo mas abstracto, recorde-mos como la presencia de una teoria del conocimiento en

Descartes y su ausencia en Spinoza y Hegel son hechos

que dernuestran la existencia de tratamientos diferentes

de la practica cientifica, hechos que son ellos m.ismos

efectos de 1a orientaci6n global de cada una de estas

doctrinas.

/' No puedo ahara profundizar mas en este tipo de ada-

Iraciones. Pero si quisiera que se prestara mucha atenei6n

, a una de las consecuencias de 10 que acabamos de decir.

Cuando se avanza la hip6tesis de que 1a filosofia se sirve

de las practicas y de las ideas sociales para imponerles un

sent ido especifico en eI interior de su sistema, esta claro

que Ia f11050fia debe «descornponer» primero y «recorn-

po ner » luego tales practicas , Es decir, que la filosofia ne-

cesita recortar de un modo especifico a las practicas 50-

ciales para retener de ellas s610 aquellos elementos que la

fi losof ia considera los mas significativos para su empre-

sa, recomponiendo luego tales practicas a partir .de esos

elementos. Asi, cada fil6sofo se fabrica, a partir de la

realidad de la practica cientifica, una idea de la ciencia; a

partir de la realidad de la practica moral, una idea de la(

moral, etcetera., . I t : ' "

Esta dctormacicn sistematica .(ef!..~1_s~I)tLdQ_fgs:r1~)

p; ;_v~~~(la-por~'Cs,isf~inaJellt~ndi~do.~est~.?o~como S~Sr

" tema 16gico, sino como sisteru.::u;lsclommaclOn ...como.sis-tema que impone una significaci6n, una Verdad.,a .las

practicas sociales) produce objetos filos6fico~ que se ase-

mejan a los objet os reales, pero que son dif'erentes de

ellos. SQlo__que_hay-aJgo-mas-~mpG-rt.ante aun ,··Esto-:pa~a

~ha~e(aparecer en.el.n_t~t;_i.9.rde todas las practicas 0ideas

sociales Ia V erdad que ella les quiere, imponer , y para po-

·der mantener al todo en un bloque unico, la filosofia se

~~ ~'bligada a inventar lo que yoIlamaria objetos ~ilos6fi-

.cos sin referente real y ernpirico, y qU_t ; : :_SOI1, par ejernplo ,

·lo~'objetos de la f'ilosofia como objetos filosoficos: la.Y.erdad •..e1Uno, el Todo, el cogito ; el sujeto trascend~n-

tal y muchas otJa.~_~.?t.~gQr!ils..,Qetmismo genero que no

$it~p ..ro'fi~q~~;11] ,"Ji l9~Qfi.a<cc.H~ce .anos escribi ': Iue -~a. .ulO 'sof . ia no tiene objeto en el sentl~o en-que ..una--cI~ncla---o una practica social tJen~.!1.\tn..o.bJero....pero que.existenQbIetosfii~~-6ficos. La filosofia tiene sus objet osen ~l1.a.

misma, y trabaja sobre ellos continuamente, los .modifi-

.ca, los retoma, no puede prescindir de ellos , po:que tales

.objetos filos6ficos (que no son mas que el o~Jeto de la

"filosofia) son los medios a traves de los cuales ~st~ alcan-

za los objetivos de su misi6n: imponer a las practicas y. a

'las ideas sociales que figuran en su sistema, la deforma-

ci6n impuesta por el orden determinado de ese sistema.

Hablaba hace un instante de la teoria del conocimiento, y

decia que su presencia en Descartes y Kant) 10 mismo que

su ausencia en Spinoza y Hegel, tierien un scntid o; en

efecto. la teoria del conocimiento es uno de esos objetos

22 23



de la filosofia que no pertenecen mas que a la filosof'ia y

a prop6sito del cual los filosof'os pueden enfrentarse,

desde el momento en que can este objeto estamos en el

corazon de 10 que constituye 10 propio de la filosofia, los

objetos que son Sl!. lYOS y s610 de ella y en los que se juega

todo el destine de su actividad ,

Si se acepta seguir este camino, se podra comprender

mejor en que viene a irrurnpir la practica para tomar a la

filosof'ia a la inversa y mostrar que tiene en su exterior.

Su espacio exterior, una vez mas. es 10 que sucede dentro

de ella; no s610 las deformaciones logicas de las practicas

sociales para someterlas a la unidad formal no contradic-

toria de un pensamiento sistematico que abarca a la tota-

lidad, sino eI desmembramiento y la recoristruccion, Ia

puesta en orden de esas mismas practicas sociales defor-

madas; una doble deforrnacion , pues , requerida por las

exigencias de esa puesta en orden que, en definitiva, do-

mina todo y da a la filosofia su sentido , (' .'_ . "lCual puede ser, ento nces , ese sentido? Porque hasta

aquitoOcJTieneTugare-n texros escritos, en discursos abs-

tractos, que parecen muy lejanos a las practicas sociales

reales, que no aparecen en la filoso f'ia mas que bajo la

iforma de c~~egorias y nociones, ~e corriprerrde que toda

esta oper acion mental pueda satisfacer al autor de una

bella unidad conceptual, responder a su necesidad de

«busqueda de la verdad». Despues de todo , son muchos'

iDS coleccionistas y los jugadores de ajedrez. Pero i.que

puede tener que ver con la historia este pequerio affaireconceptual privado , una vez desenmascarados sus pe-

quenos procedirnientos , una vez que ya no se cree que

enga vocacion alguna de decir la verdad? En realidad,

aqui es donde las eosas empiezan a ser serias -yesto se

10 debemos a Marx. Es evidente que 10 que vay a decir no

-sta con todas sus letras en Marx, pero sin el no

podriamos decirlo.

Nadie negara que, al menos en ciertos campos, la his-

tori a no sabe seleccionar demasiado bien y reconocer a

los suyos. Y seguramente no es un azar que este hecho

haya consagrado la existencia hist6rica de la filosofia: no•

es un azar que la filosofia siga con vida, que esos sagra-

dos textos abstractos, interrninablemente leidos y

releidos par generaciones de estudiantes, interminable-

mente comentados y glosados, se marrtengan.contra vien-to ymarea en nuestro universe cultural y jueguen en el su. papel, Y como 10 que inspira su lectur a no es el 'amor al

arte a la fidelidad a su historia.jsi .talesjexros subsisten,,' ." _ .... ------- ,.-~ ........ .._~ •• '_,...,.~ Ja ,.

, P _Qf_paradojicoyque p.~~,~:z£~,_~_ p_Q,eJQS . r e su l t ados que

producen; y.si producen_resultados,.e5__qlle_esos..:r,~~~it~d~s

Jg_§_s:xigen_Jas .sociedadesida.nuestra historia .._i_od~ -lacuestion consiste exactamente en~~be-;-'·~~ft.i~SYde_q~e--

.orden son esos resultados. Quiero prevenir al auditorio

de que 10 que voy a decir no pretende agotar el tema. Al

igual que cualquier otra realidad social y cultural, lafilosofia, por excelencia, esta sobredeterrninada. Pero

quisiera hacer res altar 10 que considero su determinacion

esencial, su determinaci6n en ultima instancia.

Porque hasta ahara hem as olvidado una realidad de

una importancia fundamental. .En_efecto: la filosofia. . . . . - - - - - ~ ~ ~ ~ . , . _. . . .- ~~ . .,

~~~~teI!_C!_~_45!j_~renunciada.parasicrnpre la Verdad de_las_ ._CQ_§E,~,_ ~,presef).ta_esta ._.c;~rac;:_teristica_-de ..hechaI2arad6.jica:-::=.de ser , poresenciajconflictiva, y ello. per-

~pelu_.aIllente. Kant dijo -de la filosofia -la anterior .a la

suya, claro- que era un campo de batalla. Y todos los fi-

16sofos que han venido al mundo, antes y despues de el,

le han dado 1a razo.n, puesto que jarnas escribieron nada

sino a condici6n de guerrear con tal 0 eual de sus prede-

cesores -,J'Ja_Ji.lQ~ofiad2.9LJa_nto (y con una insistencia y

una constancia tan impresionantes que esta condici6n

expresa su naturaleza), .es una _g1!erra,I?~rp_etuaentreIas

.ideas. i,Por que esta guerra? No pueden ser neurastenias- .

24 25



~!}~reL__ersonas _.su.s_c~pj]1:>I.~s.os innumerables sub-

fil6sofos, filosofos-una, fil6sofos-cabelIos, como decia

Marx, que entraron. en guerra por simple espiritu de

contradiccion, como autores fracasados que buscaban

pelea, no han dejado huella en Ia historia. Perc en cam-

bia, todos los que han quedado en la historia no hicieron

mas que pelearse entre si, y como combatientes verdade-

ramente astutos sabian buscar apoyos contra el adversa-

rio principal en los argumentos de los adversarios secun-

darios, hacerse aliados de estos distribuyendo los insultos

y los elogios, tomando, en suma, posiciones, y posiciones

beligerantes, sin equivoco posible, Sabre el fonda de esta

Iucha general hay que intentar comprender los resultados

producidos por la existencia de una filosofia hist6rica. Y

es aqui donde eI pensamiento de Marx resulta decisivo.

En efecto: Marx lanz6 la idea, en el Prefacio a la

Contribucion del 59, de que una formaci6n social des-

cansa sobre su infraestructura econ6mica, es decir, sobrela unidad de las fuerzas productivas y las relaciones de

producci6n. En la infraestructura es donde esta enraiza-

da la lucha de clases, que enfrenta a los poseedores de los

medics de producci6n con los trabajadores inmediatos

explotados, Y Marx anadio que sabre esta infraestructu-

ra se elevaba toda una superestructura que comprendia el

Derecho y el Estado de una parte, y las ideologias de

otra. La superestructura no hace mas que reflejar Iainfraestructura. Porque, evidentemente, hay que dar vi-

da a esta topica, que se presenta como un corte en la his-toria de una formaci6n social, y pensar que si una forma-

cion social existe en el sentido fuerte, es que es capaz, c o -mo todo ser vivo, de reproducirse, pero a dife-

rencia de los otros seres vivos, reproduciendo sus propias

condiciones de existencia: Las condiciones rnateriales de

la reproducci6n estan aseguradas par la propia pro due-

cion, que asegura tambien una gran parte de las condi-

ciories de la reproducci6n de las relaciones de 1aproduc-

ci6n. Pero las condiciones econ6micas y pofiticas de la

reproduccion estan aseguradas por el Derecho y el Esta-

do. En cuanto a las ideologias , participan en las rela-

ciories de producci6n y en el conjunto de las relaciones

sociales, asegurando la hegemonia ideal a cultural de la

clase dominante. Entre estas ideologias se encuentran, engeneral, la ideologia juridica, la ideologia politica, la

Ideotogia moral, 1aideologia religiosa, y 10 que Marx lla-

ma la ideologia filos6fica.-'--AI hablar deestas ideologias, dice Marx que ,~nellas .

los hombres taman conciencia de sus conflictos de clase y

«los llevan hasta el final». Dejo a un lado la cuesti6n de

saber si la dcnominacion de Marx -«ide alogia filosofi-

ca»- cubre exactamente 10 que hasta aqui hemos desig-

nado con la palabra «filosofia». Pero retendre dos indi-

caciones esenciales: 1.a) )0 que ocurre dentro de 1a

filosofia guarda una relaci6n estrecha con 10 que ocurreen las ideologias; 2. a) _I o que ocurre dentro de las

ideologias guarda una relaci6n estrecha con la lucha de

c1ases.-: Hasta ahora, y con el unico fin de simplificar , he

hablado, sobre todo, de las practicas sociales, diciendo

que la filosofia se propo nia enunciar su Verdad, puesto

que se consideraba a 5 1 misma como la unica capaz de ha-

cerlo. Pero simultfmeamente he hablado de las practicas

yde las ideas sociales, para subrayar claramente el hecho

de que Ia filosofia no se interesa unicarnente par la pro-ducci6n de un objeto fabricado, como se observaen Pla-

t6n en Aristoteles yen Hegel, a proposito de la produc-

ci6~ de camas, de barcos 0de mercancias. Tarnbien he

intentado subrayar que la filosofia tampoco se interesa

exclusi~amente por la practica de la producci6n de cono-

cimientos (cientificos 0 de cualquier otro tipo), como se

observa en todos los autores; ni tampoco se interesa

26 27



exc1usivamente por la practica jur idica., moral 0politica,

ni por cualquier otra practica que tienda a transformar 0

a conservar algo en el mundo , _He senalado todo esto

P9.r._q1J~~_a~ismo tiempo que se interesapor las practicas

sociales, la filosofia se interesa par las ideas que los hom-

bres se hacen de tales practicas: .ideas que en unos cases

serviran para condenar y critiear y en otros para aprobar,

pero que a fin de euentas sirven para proponer una nuevainterpretacion, una nueva Verdad. Esto ocurre porque,":

""en realidad , las practicas sociales y la idea que los

, hombres se hacen de eIlas estan ligadas estrechamente.

Puede decirse que no hay practica sin ideologia, y que

cualquier practica, inc1uso cientifica, se realiza a traves de

una ideologia. En todas las practicas sociales (ya corres-

pondanal dominic de la producci6n economica, al de la

ciencia, el arte 0el derecho, al de la moral 0al de la politi-

cal, los hombres que actuan estan sametidos a las ideolo-

gias correspondientes, independientemente de su voluntady, par 1 0 general, con una total ignorancia de ello.

Llegados a este punto , creo poder avanzar la idea de

que Ia filosofia s610 se satisface actuarrdo sabre el con-

junto contradictorio de las ideologias existentes, actuan-

do sabre el fondo de la lucha de clases y su protagonismo

historico , Tal accion en absoluto es esteril. Ningun mar-. f

xista podr a defender la idea de que la aeci6n que la

ideologia ejerce sobre las practicas basta para carnbiar la

naturaleza y la orientacion general de esas practicas. Y

esto porque no es la ideologia 10 determinante en ultima

instancia. Sin embargo, la eficacia de la ideologia no es

ni mucho menos nula; POI' el contr ario, puede ser bastan-

te grande, yen ese sent.ido Marx le reconocio (de acuerdo

can la experiencia de la historia real) un papel muy im-

portante en la reproducci6n y la transforrnacion de las

relaciones sociales~l:'~~~ybi[~_~l .t>~.L.f~rrp.alm~l!te

~~_posibilidad .de__na .accion de la ideologia _sobre.Ias

_p.!..<!.C!t~'!s~.ociaJ.~s). las que confiere.cierta.unidad y cier-_~tCloricntacion en una fase .dad a de IasIuchas.de.clasesc.Si

el conjunto de las ideologiasescapaz ..de esta accion ysi.

. IQ..··pecu[iar de la filosofia ..consiste en ..actuar. sobre las

j4£QlqgiC!~ Y, a traves de ellascsobre elconjunto de las

practicas sociales y su orientacion.cse cornprendera mejor

.entonces la razon de serde Ia filosof'ia.y de su alcance ,

Pero quiero insistir sobre este punto: ..s610 formalmente_.es comprensible su raz6n de ser, por que .hasta ahara no

~,se_comprende en absolute por.que.esimprescindible que

~.d.cQnjunto de las ideologias reciban deja filosofia, bajo

_!ii!§._categoriasde LaVerdad, esta unidad y su orientacion •.

Para cornprenderlo es necesario, en Ia perspectiva de'

Marx, haeer intervenir 10 que yo Hamada la,_forma

politico de la existencia de las ideologlas en el conjunto

de lasprdcticas sociales. Hay que sacar a relueir la lucha

de clases y el concepto de ideologia dominante. Si la 50-

ciedad a considerar es unasociedad de clases, el poderpolitico, el del Estado , estara detentado par la clase

explotadora , Para que su poder sea duradero (y esto 10

sabemos mueho antes que Marx, desde que Maquiavelo

,estableciera la teoria politica) es preciso que la clase do-

fminante transf'orme su poder violento ~n__npoder.__D_n-._~entido. Es precise que dicha clase dominante obtenga , '

mediantecl.consentuniento libre y consuetudinario de8us--slljetos, una obediencia que con la sola fuerza no,

podria mantener. Para esto es para 10 que sirve el siste-

ma, contradictorio, de las ideologias. .

Es 1 0 que, siguiendo en esto a Gramsci, he Hamada elsistema de los_Ap'~.lQ§.1.Q.~QJ6gi£q!L.9£,g$tac!.Q.~ntendi-

. . f !Q"~_~ .Qm9_! ! . . 1coniunto de.las instituciones.ideologicasv re-,..

JigiDs~S. mor ales J famjliares s.jurldicasc..politicas, f esteti-

cas, etc., .rnediante las cuales la clase en. el.poder ~_aLmis.,..rno tiempo que se unifica, logra imporier a Iasmasas

explotadas su ideologia .peculiar .como .Ia ideologia pro-

28 29



_ p i : ; t _ Q f _ _ dkh.as mas as. Cuando esto ha tenido lugar, Ia rna-

sa del pueblo, penetrada par la Verdad de la ideologia de

,Ia c1asedominante, acepta sus val ores (dando asi consen-

timiento al orden existente) y la violencia siempre necesa-

ria puede ser, 0 bien dejada a un lado, 0 bien utilizada

como ultimo recurso,

Pero este estado de cosas, que en Ia historia, salvoperiodos excepcionaIes, se ha alcanzado s610 tendencial-

mente, sup one 10 que. al contrario de 10 que se cree, no es

tan evidente, 0sea, la existencia de una Ideologta domi-

nante. La ideologia dorninante, decia Marx, es la

ideologia de la clase dominante. Pero esta situacion es el

resultado de una lucha extraordinariamente complicada.

Y Laexperiencia historica muestr a que haee falta tiernpo,

a veces mucho tiempo, para que una c1asedominante que

ha tornado el poder, llegue a forjarse una ideologia que

finalmente se convierta en dominante. Mirad la

burguesia: ha necesitado nada menos que cinco siglos,

del XIV al XIX, para lograrlo. E incluso en el XIX.•

cuando tenia que afrontar las primeras luchas del prole-

tariado, se batia aun contra la ideologia de 1a aristocracia

terratenienre, heredera de la feudalidad. De esta disgre-

sian hay que reterier que la constituci6n de una ideologia

dominante es, para la clase dominante, un problema de

lucha de clases: en el caso de la burguesia del siglo XIX,

un asunto de lucha de clases en dos frentes, Ahara bien,

esto no es todo. Porque no se trata solamente de fabricar

una ideologia dominante porque haga falta una, pordecreta, no se trata solarnente de constituirla en una Iar-

ga historia de lucha de clases. Hay que constituirla a par-

tir de 10 que existe, a partir de los elementos, de las re-

giones de Ia ideologia existente, a partir de 10 que el pasa-

do ha legado, que es diverso y contradictorio, y tambien

a traves de los acontecirnientos inesperados que surgen

continuarnente tanto en la ciencia como en la politica. En. . . . . . _

-la.lucha.de.clases y SU$__contradicciones-(sebre-~a-base--.de

lQ~d~meotos hleo16gif.":os cqlltradictorios.legados...p,or elJ:t~.§.~do),deja que se trata es de constltuir. una ideologia

.que supere todas esas contradicciones, ..unaideologia que

este unificada en torno a los intereses esenciales de la cla-

se dominante para asegurarles 10 que Gramsci llamaba su

_hegemonia.Si entendemos asi la realidad de la ideologia dorninan-

te, podemos -al menos es la hip6tesis que quisiera

plantear-s- captar la funcion propia de la filosof'ia. L.~_

filosofi~_nQ es ni una operacion gratuita niuna actividad

"~.sp~culatiya.La pureza, las rnanos jimpias y la especula-

cion conternpjan su conciencia de si. Pero los grandes fi-

losofos tenian ya una conciencia muy distinta de su rni-

si6n: sabian que respondian a las grandes cuestiones

practicas y politicas: (,c6mo orientarse en el pensamiento

y en la politica? l,que hacer? , l,en que direcci6n ir?

Sablan incluso queestas cuestiones politicas eran hist6ri-

cas; es decir, aunque las viesen como temas eternos,

sabian que estaban planteadas por los intereses vitales de

la sociedad para la que pensaban. Pero seguramente no

sabian 10 que Marx nos perrnite eomprender y que yo

quisiera decir con pocas palabras. Me parece , en efecro,

q_u~n.Q_s_e,puedecomprender la tarea determinante e n ul-tima Instancia de [a filosofia mas que en relaci6n con las.exigencias de .la lucha de clases en la ideclogia, 0 sea, la

cuestion central de la hegemonia, de la constitucion de la

ideologia dorninante ante todo. Lo que hemos visto que'ocurre en la filosofia, esa reorganizaci6n y esa puesta en

orden de las practicas y de las ideas sociales dentro de

una unidad sistematica bajo su Verdad (alga que oeurre

aparenternente muy lejos de 10 rea1i,en la abstraccion fi-

losofica) , podemos verla producirse, de forma por su-

puesto comparable y casi superponible -pero no

simultanea->, en la lucha de c1ases ideologica , En los dos _

30 31



casas se trata de reorganizar, desmembrar, recornponer Y

unificar , bajo una orientacion definida, toda una serie de

practicas sociales y sus ideologias correspondientes, para

llevar al poder , par encima de los elementos subordina-

dos, una determinada Verdad que les imponga una de-

terminada orientaci6n, garantizando esta orientacionpor aquella Verdad. Si esta correspondencia es exacta,

podemos inducir de ella que 1a filosofia, que continua a

su manera 1a l ucha de clases en la teoria, que es lucha declases en la teoria, responde a una exigencia fundamen-

talmente politica ...La tarea que l~ . es ta asignada Y .. de l~ .&a -da _por_la Iucha de clases en general, y mas directamente

por la lucha de clases ideologica, es [a de contribuira la

unificaci6n de las ideologias en una ideologia dominante

y a garantizar esta Ideologia dominante como Verdad

;:,C6mo contribuye a ella? Pues justarnente proponiendo-

se pensar las condiciones te6ricas de posibilidad de redu-

cir las contradicciones existentes y, por tanto, de unificar

las practicas sociales y sus ideologias. Se trata de un tra-bajo abstracto, de un trabajo de pensarniento puro , de

una teorizacion pura, a priori par tanto. Y su resultado

es pensar , bajo la unidad y 1a garantia de. una misma

orientacion, la diversidad de las diferentes practicas y de

sus ideologias. Al satisfacer esta exigencia que ella vive

como una exigencia interna, pero que Ie viene de los

grandes ccnflictos de c1ase y de los grandes aconteci-

mientos de la historia i,9,_l!thace l~f.i__I_9s.ona?Produce 10-

do un dispositive de categorias que permiten pensar.y

que colocan en un lugar determinado las diferentes prac-ticas sociales bajo las ideologias, es decir, en el lugar que

deben inexcusablemente ocupar para que jueguen el.pa- ..

pel que. en la constitucion de la ideologia dominante, se

espera de ellos .. La filosofia produ.ce una problematica _

general, es decir, una manera de plantear y, por tanto, de

resolver los problemas que puedan surgir ._. En_.fin,~Ja

32

. . . . . .i l ~ ~ _ i _ ~ j?E9.~_~£~_.~!lQs._e.s.quemas~te6F-icos,-unas.flgurasJ~J?'Ij£as._que-,..sirven, de-..mediadorascpara ..«sup.er:.a.D)...las

~"contradiGciones y de Iazu pa[a"xeliga{Jo$~difexen1e.1L~~-~Il),~ntosde la ideologia"Ademas, al actuar. comodomina-. dora __de las practicas sociales, asi reordenadas, .. la

filosofia garantiza Ia Verdad de-este -ordenvenunciado

bajola forma de 1a garantia de.un discursoracional,

Creo que, entonces, puede representarse la filosofia de

la manera siguiente. No esta fuera del mundo, fuera delos conflictos y de los acontecimientos historicos. En su

forma concentrada, la mas abstracta, la de las obras de

los grandes filosofos, es algo que esta al lade de las

ideologias, como una especie de laboratorio ideologico

dondle experimentalmente se pone a punto, en la abstrac-

cion, el problema fundamentalmente politico de la

hegemonia ideologica, es decir, de la constituci6n de la

ideologia dominante. Ahi es dande se pan en a punta las

categorias y las tecnicas te6ricas que haran posible la uni-

ficaci6n ideologica, que es un aspecto esencial de lahegemonia ideo16gica. Porque el trabajo efectuado por

los fil6sofos mas abstractos no queda en letra muerta; 10

que la filosofia ha recibido de la lucha de clases como

exigencia, 1 0 devuelve bajo la forma de pensamientos que

van a actuar sabre las ideologias para transformarlas y

unificarlas. De la m.isma forma que en la historia se

pueden observar empiricamente las condiciones de exis-

tencia impuestas a la filosofia, de igual manera se pueden

observar empiricamente los efectos de la filosof'ia sobre

las ideologias y las practicas sociales. Baste pensar en elracionalismo del siglo XVII y en la filosofia de las Luces,

por utilizar dos ejernplos conocidos; los resultados del

trabajo de elaboraci6n filos6fica se dan en la ideologia y

en las practicas sociales. Estas dos etapas de la filosofia

burguesa son otros dos momentos constitutivos de la

ideologia burguesa en ideologia dominante ..Esta consti-

33



tucion se ha heche en la lucha, y la filosof'ia ha jugadoen

ella su papel decimiento teorico para la unidad de esta

ideologia.

i Pero si todo 10 que acaba de decirse puede ser manteni-

.do, y sabre todo, si todo 10 que acaba de deci.rse ha side. posible decirlo porel descubrimiento que Marx nos hizo

de la naturaleza de una sociedad de clases, del papel deli Estado y de las ideologias en la superestructura, la cues-

, tion de la filosofia marxista se convierte entonces en m a sparadojica todavia. Porque si Lafilosofia juegacen ulti-ma instancia, el papel de laboratorio de unificaci6n y de

cimiento teorico para la ideologia dorninante, lcmU esel

papel de los fil6sofos que sc niegan a servir ala ideologia

dominante? ,[,Cual es el papel de un hombre como Marx,

que declaraen el Postfacio a Ia segunda edicion alernana

de El Capital, que su libra es «una critica que representaa una clase cuya mision es la de derribar a le clase domi-

na.nte y la de suprimir todas las clasesn'i.Dicho de otra

manera: si 10 que he propuesto puede ser pensado, iC6. -

rno puede pensarse como posible una filosofia marxista?

Para cornprender esa posibilidad, basta con. .refle-xionar sabre el hecho de que la expresion «ideologia -do-

minante» no tiene sentido .s i no se contrapone con otra

expresion: Ia ideologia dorninada. Y esto resulta de: Ia

cuestion misma de la hegemonia ideclogica. EI hecho deque, en una sociedad dividida en clases, la clase domi-

nante deba forjarse una ideologia que sea dominante (pa-

ra unificarse a sl misma e imponerse a su vez a las clasesdominadas) es un proceso que se desarrolla con bastante

resistencia, En particular porque, mas alla de Laideologiade la antigua clase dominante, que subsiste todavia, en lasociedad de clases existen 10 que Lenin llamaba «elemen-

tos» de otra ideologia distinta, la de la clase explotada ..

La ideologia de la clase dominante no se constituye comodominante mas que contra los elementos ideologicos de

ja clase dorninada .._TaLQposici6n~".olveD1_gs a encontrarla_~il~.eL.i~teriormismo ·de-laJllosofia-como unode los-ele-

mentes del pr.oblema hegemonico .queIa filosofia debe

resolver ..Por eso encontramos en la filosofia esa guerrad~t~dos contra todos, esa guerra perpetua que esel efec-to y el eeo que la lucha de c1ases provoca en la filosofia, Ypor eso las posiciones antag6nicas de las ideologias anta-

g6nicas estan representadas en el interior mismo de la

filosofia. La filosofia, que trabaj6 en su proplo laborato-rio teorico por la hegemonia ideo16gica de la clase ascen-

dente 0dominante, sin darse cuenta de ell°,afronta a suspropios adversarios, generalmente en nombre del mate-

rialismo. En principia, oeurre can la filosofia alga serne-jante a 10 que ocurre en una sociedad de clases: al igualque la unidad y la lucha de clase expJotada se organiza

bajo la dominaci6n de cIase, las farmas del partido filo-

s6fico que representan ala clase dominada se constituyen

en las formas que constituyen a la filosofia en fiIasofia,

y. par tanto, bajo las forrnas de Ia cuestion de la

hegemonia ideo16gica. Asi es como toda Ia historia de la

filosofia. resuena sordamente con el eco de los explotadoso de los oponentes. Algunos, como los matcrialistas del

siglo XVIII, llegaron a oponer su propio sistema de laverdad a los reprcsentantes de la clase dominante. Pero

mas que los materialistas del siglo XVIII (que no repre-

sentaban a los explotados, sino a una nueva dase explo-

tadora, tratando entonees la burguesia de realizar una

alianza con la aristocracia, segun el modelo Ingles), 10

que quiza debe interesarnos son aquellos que no lograronmas que a medias (0 que apenas 10 lograron) dar a su

oposicion la forma de una filosofia producida como tal«filosofia». En mi caso, yo investigar ia de buen grado en

torno a Epicuro 0 en torno a Maquiavelo, por no citar

mas que a dos de ellos; pero si hago esto es s610 para tra-

tar de comprender a Marx: es decir, su silencio.

34 35



En el fonda, toda la paradoja de Marx radica aqui. EI,

que habia recibido una forrnacion de fil6sofo, rehus6

escribir una filosofia. EI. que casi nunca hablo de

filosofia (pero que habia hecho tambalearse a toda la

filosofia tradicional al escribir en la XI tesis sabre Feuer-

bach la palabra «practica»), practice, sin embargo, la

filosofia que nunca habra escrito al escribir El Capital. Y

al escribir El Capital Marx nos ha dado, como nadie hi-

ciera antes, las claves para empezar a comprender 10 quese juega en el interior de la fi1050[1a, es decir , para poder

empezar a escribir alga as! como una teoria de la

filosofia. Y tras el, tanto Engels como Lenin, no han

escrito mas que criticas 0 fragmentos aislados. De nuevo

entonees: ic6mo comprender esta paradoja?,

l.podriamos comprenderla a partir de las propuestas que

hemos venido hacienda?

Yoy a intentar expaner 10 que yo crco al respecto, sin

ocultar que con ella me arriesgo a enuneiar una hip6tesis

muy aventurada. Pero ereo que merece la pen a correr es-

te riesgo.

Cuando observamos la historia del movirniento obrero

marxista, desde el prisma de las formas filosoficas en que

e l se ha reconocido, nos encontramos frente ados si-

tuaciones perfectamente tipicas. En Ia prirner a nos en-

contramos can Marx, Engels, Lenin. Gramsci y Mao,

que, de un modo u otro, siernpre dan Ia impresion de des-

confiar, como de la peste, de todo 10 que pueda parecerse

a una filosofia pr oducida como tal «filosofia» en las for-

mas de la hegemonia ideologica que hemos analizado.

Por el contrario , en la .segunda situaci6n nos encontra-

mas con hombres como Lukacs, aunque no sea deterrni-

nante, y sobre todo Stalin (que si que 10 ha sido, al abrir

todas las grandes vias para una fiIosofia rnarxista produ-

cida coma «filosofia»). Stalin hizo esto al retornar algu-

nas desdichadas frases de Engels sobre la materia y el

movimiento, sobre las «leyes de la dialectica» como «le-

yes del movimiento», etc., y al orientar la filosofia mar-

xista por la via d e una ontologia 0 una metafisica mate-

rialista en la que las tesis de la filosofla estarian realizadas

a traves de la materia. Esta claro que Stalin no tuvo la.extrernada prudencia de Marx, Lenin y Gramsci , y par

eso se fue al extrema opuesto. Seria absurdo considerar

que las posiciories filosoficas de Stalin estuvieron en el

origen de su linea politica y de sus practicas ter roristas,aunque no es dif'icil mostrar que esas posiciories filos6fi-

cas de Stalin, no s6lo eran extrafias a la linea politica del

stalinismo , sino que, mejor aun, Ie fueron perfeetamente

utiles. Pero tampoeo seria dif'icil mostrar c6mo, en el in-

terior de Ia profunda crisis stalinista (de la que apenas

empezamos ahara a recuperarnos), las posiciones filos6-

ficas de Stalin fueron las que pusieron en marcha la

«filosofia» marxista.

Todo ocurre, pues, como si la historia del movimiento

obrero rnarxista hubiera dado, en un punto todavia oscu-

ro , la raz6n a Marx, Lenin y Gramsci, €ontradiciendo a

Plejanov, Bogdanov v . sobre todo, a Stalin. Todo ocurre

como si (debido a la extrema cerraz6n, a la vez que gran

discrecion , de sus intervenciones directamente filos6fi-

cas, junto a su constante practica de una filosofia que

nunea quisieron escribir) Marx, Lenin y Gramsci hu-

bieran sugerido que Ia filosofia que neeesitaba el marxis-

rno no era en absoluto una filosofia producida como:

«filosofia» sino una nueva prdctica de ta filosofia,

Para comprender la razon de fondo de todo esto, se

puede partir de la nota de Marx en el Postfacio de la se-

gunda edici6n alemana, que opone dos concepciones de

la dialectica y da a entender que es facil pasar de 1a se-

gunda ala prirnera , En la prirncra concepci6n, la dialec-

tica sirve -es cita- «para glorificar el orden de cosas

existente»; se trata, pues, de algo apologetico y al servi-

36 37



cio de la clase dominante. En la segunda, 1adialectica es

«critica y revolucionaria». Esta ultima concepcion es la

unica que puede servir al proletariado. Sirnplificando,

podria decirse que es correcto pensar Que Stalin cay6 en

la primera concepcion y que, para guardarse en este pe-

ligroso extrema, Marx se atuvo firmemente a la segunda

y no escribi6 nunca de filosofia como «filosof'ia»,

Para Marx, evidentemente, producir una filosofia co-

mo «filosofia» era una forma de entrar en el .iuego deladversario; incluso bajo la forma de oposicion, era

entrar en el juego de la cuestion hegem6nica y contribuir,

indirectamente, a forzar a Ia ideologia burguesa, dan-

do por valida su forma de expresion filosofica; se

compromet:ia el futuro -y por tanto tam bien el

presente- de la ideologia pr oletaria, al revestirla de for-

mas exigidas por la cuesti6n de la hegemonia ideo16gica

burguesa ; en suma, era arriesgarse a caer, en filosofia, en

el partido del Estado.

Porque la historia de las relaciones de la filosofia y delEstado , que tan bien ha captado el filosofo frances P.

Nizan, es una larga historia. De ella hablaba yo, por otra

parte, cuando aludia a la cuesti6n de la ideologia dorni-

nante._La ideologia dorninante es 1a de la clase dominan-

te, por.tanto de la clase que detenta el poder del Est'ado.

De Plat6n a Descartes, Spinoza, Kant, Hegel e incluso

Husserl, la cuestion del Estado obsesiona a la filosofia ,porIo general bajo la forma de una Hamada nostalgica

que el fi16sofo dirige al Estado para Que tenga a bien es-

cucharlo, cuando no es bajo la forma del suefio delfi16sofo-jefe-de-Estado.

p e otro lado, con un instinto politico muy seguro,

Marx '"tenia:-'-bien clara la importancia de la cuestion

politica y filos6fica del Estado. No pensaba solamente en

el Estado burgues existente (cuyos lacayos -decia Dietz-

gen, con la aprobaci6n de Engels, en una Frase dura y

celebre- son los profesores de la filosofia) ..No pensaba

solarnente en el Estado burgues, «la primera potencia

ideologica», como decia Engels, capaz de importer la for-

ma de su ideologia a tad a producci6n filos6fica. Marx

vela mucho mas lejos. Pensaba.en Ia forma del Estado. . . . . _ _ _ _ ~ ~ . -

J!lJuro, la que tcndria que, construirse despues de la Re-

-YQ!1!l.ci6n.de fa que la experiencia de la Comuna le habia

..Q_ad9una primera idea, y que debia ser no un Estado sino

l1!HL«comunidad» Q, segun fa expresion de Engels, «unEstado que sea un no-Estado», Dicho brevemente: una

forma totalmente nueva.queprodueiria -su propia.desa-

~ p i ! ! k i _ 6 . n , su extincion, Naturalmente, este punta de vista

~str~te~ico .~e Marx, que subvertia toda la idea que. era

normal hacerse (y que.aun.hoy.se hace) del Estado, no

era una quimera, sino que se apoyaba en una profunda

~onvicci6n de Marx: la de que el proletariado, tal como

habia sido producido y concentrado por el modo de pro-

duccion capitalista, tal como era educado por sus gran-

des luchas de clases, poseia en si mismo recursos total-mente extranos al mundo burgues, y, ante todo , el recur-

-so de inventar forrnas de organizacion salidas de la base,

tales como la Comuna de Paris y los Soviets de 1905 y

1't .17, que son buenos ejemplos de formas de organiza-

don adecuadas para hacer existir al proletariado al mar-

g~n_d_elEstadojNaturalmente, esta vision estrategica de 'i o o a = . j , ~ '

Marx, que apuntaba a la destrucci6n del Estado , afecta>

ba a toda la superestructura, incluidas las ideologias (y,

por tanto, a l~deologia dominante, total mente insepara-

ble del Estadoj.l No se excluye (por las razones que entre-lazaban a la filtsofia tradicional con el Estado y par las

razones que hacian prever a Marx la abolici6n del Esta-

do) que Marx haya tenido siempre la misma desconfian-

za respecto de la filosofia y respecto del Estado. No se

trataba en absoluto de un rechazo anarquizante del Esta-

do, a pesar de ciertas afinidades de Marx con los anar-

38 39



quistas, del mismo modo que tampoco se trataba .de un

rechazo de la filosofia; sino que se trataba, por el contra-

rio, de una profunda desconfianza contra una institu-

cion, el Estado, y una forma de unificaci6n de la

ideologia dominante, la filosofia. Ambas Ie parecian

profundarnente ligadas entre &1.en tanto que com.prome-

tidas en el mismo mecanismo de dorninacion de la clase

burguesa. Por mi parte, creo que es aqui donde radica la. razon por la que Marx se abstuvo de toda filosofia pro-

ducida como tal «filosofta»: para no caer en laeglorifi-

-caci6n del estado de cosas existentes».

Si esto es verdad, Marx 11a legado a los marxistas

(cruelmente instruidos por la contraexperiencia de la

ontologia staliniana) una tarea especialmente dificil.. Ya

que, del mismo modo que leg6 al movimiento obrero.la

tarea de encontrar nuevas forrnas de comunida~~U;e

convertirian al Estado en algo superfluo, igualmente

Marx ha legado a los fil6sofos marxistas Ia tarea de in-

ventar nuevas form as,de intervencion filosofica que ace-

leren el fin de la hegernonia ideologica burguesa, En SU - ; fI

rna: !a~_t~re_~q~. i!!venjar _.J1.!l~_Jlu:e"ya.practice de la:_

filosofia.

---p;;; apoyarnos, por comparaci6n, en el Estado revo-

lucionario, que debe ser un Estado que sea un «no-

Estado», es decir , un Estado que tienda a su aniquila-

cion, a ser reernplazado por forrnas libres de asociacion,

puede decirse, die igual modo. que la filosofla queobse-

siona a Marx, Lenin y Grarnsci, debe ser una filosofia

que sea una «no-filosofia», es decir , que deje de ser pro-

ducidla en la forma de una filosofia y cuya funci6nde

hegemonia teorica desaparezca para dejar el sitio a

nuevas formas de existencia filosofica. Y 10 mismo que la

libre 'asociacion de trabajadores debe, segun Mar~,_·t?~+.

mar el Iugar del Estado para jugar un papeltotalmepteij

distinto del delEstado (no un papel de violenciayrepre-e:. . . . - _ ...

40

si6n), podemos decir que las nuevas formas de existencia

de la filosofia Iigadas al futuro de estas libres aso-

ciaciones dejaran de tener como funci6n esencial la cons-

tituci6n de la ideologia dorninante, con todos los

compromisos y las explotaciones que Ieestan unidos, pa-

ra contribuir en cambio a la liberacion y al libre ejercicio

de las practicas sociales y de las ideas humanas ,

Y al igual que las perspectivas sabre el Estado, esta ta-rea de la filosofia marxista no es una tarea para el futuro

lejano. Es una empresa de ahara mismo para la que los

marxistas deben formarse. Marx fue el prirnero en dar

ejemplo al poner en practica la filosofia de una forma

desconcertante y nueva, rechazando producir una

filosofia en tanto que «filosofia», pero practicandola en

suobra cientifica, critica y politica, inaugurando, en su-

ma una nueva relacion, «critica y revolucionaria- -son, ,/1

sus palabras-, entre Ia fiIosofia y las practicas sociales,

que son a Lavez 10 queesta en juego y el Iugar privile-giado de la lucha de clases. .E.st~, 1 !v .~~_ .e ,~ "a . s !~~~~ ~ _ "afilQSQfi~.§.iI:y~.a .Ia lucha de .clases-proletaria, .no.Impo-

_niendol e una unidad ideologica .opresi va.Isabcmcs.donde

radica esa opresion), sino creandole las condiciones-ideo-

JQ~as para la liberaciony libre desarrollo de las practi-cas sOClales:--~-

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Filosofia y Lucha de Clases Louis Althusser

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