El mesianismo ofendido: el discurso...2016/05/06  · 1 N. FAIRCLOUGH, Discourse and Social Change,...

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1 N. FAIRCLOUGH, Discourse and Social Change, Polity Press, Cambridge, 1992, p. 37. ntre el acuerdo de asocia- ción con la (en aquel mo- mento) Comunidad Euro- pea (1991), la solicitud for- mal de adhesión (1994) y el periodo de largas negocia- ciones sobre esta adhesión (1998-2002), el referente político europeo era mas bien un elemento virtual en la política polaca. Fue a partir de las negociaciones cuando Europa se convirtió en un tema habitual dentro del discurso público polaco y, en un típico movimiento descendente, también en el dis- curso privado. El referéndum de adhesión (junio de 2003) y sus consecuencias inmediatas —la implicación polaca en los contenidos del proyecto de constitución europea— hicieron cristalizar rápidamente este discur- so proteico sobre Europa. Este ensayo intentará describir las características del discurso público producido en Polonia sobre la Unión Europea, desde la campaña del referéndum de adhesión (mayo de 2003) hasta el fracaso de las cum- bres de Roma, Nápoles y Bruselas (noviembre-diciem- bre 2003). Entendemos como discurso público el que se caracteriza mediante los atributos de autoridad (es decir, aquel que producen los intelectuales y políticos) y difusión (canalizado por medios y técnicas de distri- bución masiva). El corpus textual que nos planteamos inicialmente estaba formado por las ediciones de los dos periódicos polacos más importantes (Gazeta Wyborcza y Rzeczpospolita) entre los periodos de mayo- junio y octubre-diciembre de 2003, el panfleto institu- cional Tak dla Polski (TDP) y los materiales icónicos producidos por los partidos políticos representados en el Sejm (Parlamento). Un análisis exhaustivo y multi- modal, como los que tienden a predominar entre los estudios de análisis crítico del discurso, habría añadi- do además, por ejemplo, los programas de la campaña institucional sobre la UE emitidos por el primer canal de la televisión pública polaca (TVP 1). Pero la canti- dad de material es tan enorme que una pretensión exhaustiva lo habría convertido, en definitiva, en una masa textual prolija y engorrosa. Consecuentemente, hemos decidido ceñirnos a la Gazeta Wyborcza (GW) de estos meses y al TDP. La elección se justifica con los siguientes criterios: 1. Tanto la GW como TDP son representativos del europeísmo “estándar” polaco, es decir, el discurso sobre la UE más común entre la clase media del país. A pesar de que los datos concretos sobre la tirada y difusión son secreto comercial, no son necesarios grandes esfuerzos estadísticos para ver que GW es el periódico más leído y el que tiene las tiradas más numerosas. TDP, por otra parte, no sólo resume los argumentos que el gobierno pola- co desarrolló durante la campaña del referéndum, y muchos de los que habían aparecido en el perio- do posterior a éste, sino que además se distribuyó a todos los hogares polacos un mes antes del refe- réndum. La elección respeta, por tanto, el criterio de difusión. 2. Tanto la GW como TDP aparecen vinculados a los puntos de vista del poder político vigente en el periodo estudiado. La línea editorial de la GW, aun- que pretenda ser independiente y reproducir todos los puntos de vista, muestra una afinidad constan- te con el que entonces era el gobierno socialdemó- crata del SLD, que durante este periodo estuvo presidido por Aleksander Kwa´ sniewski, y que tuvo a Leszek Miller como primer ministro. En este sen- tido, el criterio de autoridad también aparece con- venientemente representado. En total se trata de un folleto divulgativo de 16 páginas y 317 artículos de diversa extensión, entre notas margi- nales, diagramas comentados, resúmenes de portada, entrevistas de extensión variada, artículos descriptivo- narrativos y artículos de opinión. De acuerdo con los puntos de vista del análisis crítico del discurso (ACD), este estudio intentará ofrecer una interpretación históri- ca y sociológica de determinados usos lingüísticos. Según el rótulo de Norman Fairclough, puede ser con- siderado como un ensayo de Textually Oriented Discourse Analysis. 1 Esta interpretación tiene que poner E Guillem Calaforra es doctor en Lingüística por la Universidad de Cracovia, de la que ha sido profesor (2000-2005), ensayista y traductor de la Universitat de València. Palabras clave: - Polonia - discurso público - análisis del discurso - autoridad - difusión El mesianismo ofendido: el discurso público en Polonia sobre la Unión Europea GUILLEM CALAFORRA Este ensayo describe las características del discurso público producido en Polonia sobre la Unión Europea. Entendemos como discurso público el que se caracteriza mediante los atributos de auto- ridad (es decir, aquel que producen los intelectuales y políticos) y difusión (canalizado por medios y técnicas de distribución masiva). This paper deals with the character of Polish public discourse about the European Union. Public discourse means here a discourse based on authority (the discourse of intellectuals and politicians) and on diffusion (through means of communication).

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  • 11 N. FAIRCLOUGH, Discourseand Social Change, PolityPress, Cambridge, 1992, p. 37.

    ntre el acuerdo de asocia-ción con la (en aquel mo-mento) Comunidad Euro-pea (1991), la solicitud for-mal de adhesión (1994) y elperiodo de largas negocia-ciones sobre esta adhesión

    (1998-2002), el referente político europeo era mas bienun elemento virtual en la política polaca. Fue a partirde las negociaciones cuando Europa se convirtió en untema habitual dentro del discurso público polaco y, enun típico movimiento descendente, también en el dis-curso privado. El referéndum de adhesión (junio de2003) y sus consecuencias inmediatas —la implicaciónpolaca en los contenidos del proyecto de constitucióneuropea— hicieron cristalizar rápidamente este discur-so proteico sobre Europa.

    Este ensayo intentará describir las característicasdel discurso público producido en Polonia sobre laUnión Europea, desde la campaña del referéndum deadhesión (mayo de 2003) hasta el fracaso de las cum-bres de Roma, Nápoles y Bruselas (noviembre-diciem-bre 2003). Entendemos como discurso público el quese caracteriza mediante los atributos de autoridad (esdecir, aquel que producen los intelectuales y políticos)y difusión (canalizado por medios y técnicas de distri-bución masiva). El corpus textual que nos planteamosinicialmente estaba formado por las ediciones de losdos periódicos polacos más importantes (GazetaWyborcza y Rzeczpospolita) entre los periodos de mayo-junio y octubre-diciembre de 2003, el panfleto institu-cional Tak dla Polski (TDP) y los materiales icónicosproducidos por los partidos políticos representados enel Sejm (Parlamento). Un análisis exhaustivo y multi-modal, como los que tienden a predominar entre losestudios de análisis crítico del discurso, habría añadi-do además, por ejemplo, los programas de la campañainstitucional sobre la UE emitidos por el primer canalde la televisión pública polaca (TVP 1). Pero la canti-dad de material es tan enorme que una pretensiónexhaustiva lo habría convertido, en definitiva, en unamasa textual prolija y engorrosa. Consecuentemente,

    hemos decidido ceñirnos a la Gazeta Wyborcza (GW)de estos meses y al TDP. La elección se justifica conlos siguientes criterios:

    1. Tanto la GW como TDP son representativos deleuropeísmo “estándar” polaco, es decir, el discursosobre la UE más común entre la clase media delpaís. A pesar de que los datos concretos sobre latirada y difusión son secreto comercial, no sonnecesarios grandes esfuerzos estadísticos para verque GW es el periódico más leído y el que tiene lastiradas más numerosas. TDP, por otra parte, nosólo resume los argumentos que el gobierno pola-co desarrolló durante la campaña del referéndum,y muchos de los que habían aparecido en el perio-do posterior a éste, sino que además se distribuyóa todos los hogares polacos un mes antes del refe-réndum. La elección respeta, por tanto, el criteriode difusión.2. Tanto la GW como TDP aparecen vinculados alos puntos de vista del poder político vigente en elperiodo estudiado. La línea editorial de la GW, aun-que pretenda ser independiente y reproducir todoslos puntos de vista, muestra una afinidad constan-te con el que entonces era el gobierno socialdemó-crata del SLD, que durante este periodo estuvopresidido por Aleksander Kwaśniewski, y que tuvoa Leszek Miller como primer ministro. En este sen-tido, el criterio de autoridad también aparece con-venientemente representado.

    En total se trata de un folleto divulgativo de 16 páginasy 317 artículos de diversa extensión, entre notas margi-nales, diagramas comentados, resúmenes de portada,entrevistas de extensión variada, artículos descriptivo-narrativos y artículos de opinión. De acuerdo con lospuntos de vista del análisis crítico del discurso (ACD),este estudio intentará ofrecer una interpretación históri-ca y sociológica de determinados usos lingüísticos.Según el rótulo de Norman Fairclough, puede ser con-siderado como un ensayo de Textually OrientedDiscourse Analysis.1 Esta interpretación tiene que poner

    E

    Guillem Calaforra es doctoren Lingüística por laUniversidad de Cracovia, dela que ha sido profesor(2000-2005), ensayista y traductor de la Universitatde València.

    Palabras clave:- Polonia- discurso público- análisis del discurso

    - autoridad- difusión

    El mesianismo ofendido: el discursopúblico en Polonia sobre la Unión Europea GUILLEM CALAFORRA

    Este ensayo describe las características del discurso público producido en Polonia sobre la UniónEuropea. Entendemos como discurso público el que se caracteriza mediante los atributos de auto-ridad (es decir, aquel que producen los intelectuales y políticos) y difusión (canalizado por mediosy técnicas de distribución masiva).

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  • al descubierto el carácter de construcción social contin-gente en aquello que para el “consumidor” del discursoparece transparente y “natural”2 (en nuestro caso con-creto, lo aparentemente “natural” son los puntos de vistasocialmente aceptables sobre las relaciones entrePolonia y la Unión Europea). La ACD se propone tam-bién denunciar la funcionalidad política del discursocomo herramienta de creación, legitimación y repro-ducción de asimetrías y relaciones de poder y domina-ción.3 En el tema que nos ocupa, veremos cual es la rela-ción funcional que mantiene el discurso europeístaestándar con el capital político de la clase dominantepolaca partiendo del concepto de legitimación.4

    Simplificando las cosas, podríamos decir que el dis-curso público polaco sobre la Unión Europea presentados variantes opuestas pero no impermeables: el euro-peísmo (o “euroentusiasmo”) y el antieuropeísmo(eufemísticamente llamado “euroescepticismo” en unlenguaje políticamente correcto). Tanto uno como otropueden ser de carácter ideológico (es decir, con un pre-dominio claro de motivación doctrinaria) o de carácterpragmático (y, por tanto, centrado en la relación entrecostes y beneficios de la acción política). El europeís-mo estándar, que es el que nos interesa aquí, es ideo-lógico en la superficie y pragmático en el fondo.

    Los representantes de este discurso escenifican lin-güísticamente su autoafirmación nacional a través de laretórica del nosotros vs. ellos. Como todos sabemos,este recurso de exclusión (del exogrupo) y retracción(del endogrupo con respecto al exterior) ha sido estu-diado ampliamente en lo que se refiere al lenguaje polí-tico y al nacionalismo deportivo.5 Según nuestrorecuento estadístico, el 56% de las referencias a Poloniay los polacos están hechas en tercera persona, casitodas en forma de personificaciones y generalizaciones(del tipo Polonia, los polacos, el país, etc.):6

    Polonia se siente Europa desde hace mil años (GW4/6/03: 14).De acuerdo con las condiciones negociadas, Poloniatiene derecho a controlar el comercio de tierra agraria(TDP: 13).A los británicos y a los polacos no les gustan los artículospoco claros sobre la defensa europea (GW 1/9/03: 14).

    Una ínfima minoría se refiere a los actores políticosconcretos (el presidente, el primer ministro, el gobierno,el ministro W/lodzimierz Cimosiewicz, etc.). Con estaomisión metafórica del agente efectivo se desvía la res-ponsabilidad concreta hacia entidades colectivas. Perolo más sorprendente es el 44 % de referencias en pri-mera persona plural, expresada a través del sistemapronominal (nosotros, nos, nuestro) o mediante la pri-mera persona plural de los verbos. Este altísimo por-centaje de primera persona plural es más bien típicodel lenguaje de los políticos y los diplomáticos, dondetiene una función metonímica digamos rutinaria.7 Peroen los artículos de información y de análisis sobre polí-tica internacional no suele ser así; en textos periodísti-cos en lengua catalana, española, francesa o alemanadel mismo tipo, el porcentaje de primera persona pluralno sobrepasa nunca el 10%.

    Actuamos en la cuestión de Irak contra nuestros “aboga-dos” en el camino hacia la Unión, lo cual hizo refunfuñarde sorpresa a Berlín, y Chirac nos riñó bruscamente por-que “habíamos perdido una ocasión de sentarnos ensilencio” (GW 1/9/03: 14).

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    22 Véase N. FAIRCLOUGH,Critical Discourse Analysis:The Critical Study ofLanguage, Longman,Londres / Nueva York, 1995,pp. 28-36.33 Véanse N. FAIRCLOUGH, R.WODAK, ‘Critical DiscourseAnalysis’, en DiscourseStudies: A MultidisciplinaryIntroduction, vol. II, ed. byTeun A. Van Dijk, Sage,Londres, 1997, pp. 258-284(Estudios del discurso: intro-ducción multidisciplinaria.Volumen 2: El discurso comointeracción social, trad. de G.Vitale Gedisa, Barcelona,2000; véase ‘Análisis críticodel discurso’, pp. 367-404,392-398), TEUN A. VAN DIJK,‘Critical Discourse Analysis’,en Handbook of DiscourseAnalysis, ed. by DeborahSchiffrin, Deborah Tannen,Heidi Hamilton, BasilBlackwell, Oxford, 2001, pp.352-371, 363; y R. WODAK,‘De qué trata el análisis críti-co del discurso (ACD).Resumen de su historia, susconceptos fundamentales ysus desarrollos’, en Methodsof Critical DiscourseAnalysis, ed. by Ruth Wodakand Michael Meyer, Sage,Londres, 2001, pp. 17-34(Métodos de análisis críticodel discurso, trad. de T.Fernández Auz, Gedisa,Barcelona, 2003).44 Véanse T. A. VAN DIJK,Ideology: A MultidisciplinaryApproach, Sage, Londres,1998, pp. 318-327 (Ideología:Una aproximación multidis-ciplinaria, Gedisa,Barcelona, 2000), y G.CALAFORRA, ‘Ús lingüístic,legitimitat i discurs.Consideracions weberianes’,Caplletra 37, PAM-IIFV,Barcelona-València, 2004,pp. 197-216.55 Véanse P. MÜHLHÄUSLER,R. HARRÉ, Pronouns andPeople: The LinguisticConstruction of Social andPersonal Identity, BasilBlackwell, Oxford, 1990, pp.168-206, y H. BISHOP, A.JAWORSKI, ‘”We beat ‘em”:nationalism and the hege-mony of homogeneity in theBritish press reportage ofGermany versus Englandduring Euro 2000’, Discourse& Society, 14 (3), 2003, pp.243-271, p. 250-257.66 Todas las citas originalesen polaco o inglés han sidotraducidas por el autor.77 J. WILSON, PoliticallySpeaking: The PragmaticAnalysis of PoliticalLanguage, Basil Blackwell,Oxford, 1990, pp. 45-76.

    Análisis del discurso

    Nosotros quisiéramos el principio “un país igual a uncomisario igual a un voto” (GW 27/11/03: 8)Continuaremos celebrando nuestras festividades patrióti-cas, nacionales y eclesiásticas (TDP: 8)

    Por otra parte, el nosotros polaco es unívoco y exclu-sivo: significa siempre nosotros los polacos o, en todocaso, nosotros los europeístas polacos. En cambio, en lostextos producidos por los representantes políticos de laUnión Europea esta categoría pronominal suele oscilarentre tres niveles semánticos diferentes, que a menudose superponen y son incluyentes. Así, por ejemplo, enlas entrevistas del entonces primer ministro francés(Jean-Pierre Raffarin) que en este mismo periodopublicaba la GW, nosotros, podía significar “los france-ses”, “los habitantes de la Unión Europea” o “los miem-bros del “Triángulo de Weimar”” (Francia, Alemania,Polonia):

    La presencia económica de Francia en Polonia es muyfuerte, ya que somos [= Francia] vuestro principal inter-locutor comercial.Quisiéramos [= el “Triángulo”] encontrar junto conPolonia una manera eficaz de colaborar y tomar decisio-nes con espíritu de compromiso.Los países que entran en la Unión tienen sus expectati-vas, nosotros [= el resto de la Unión] tenemos la expe-riencia (GW 29-30/11/03: 14-15).

    Sería muy interesante hacer un estudio comparativosobre el contenido semántico de los pronombres per-sonales colectivos en Polonia, para ver si ahora mismoel nosotros polaco continúa siendo tan excluyente o si,por el contrario, se ha vuelto más polisémico y abierto.Nuestra hipótesis, pendiente de verificación o refuta-ción, es que se mantienen los usos descritos para elperiodo estudiado. En cualquier caso, la abundancia denosotros excluyentes y de las referencias a la UE en ter-cera persona sugiere de manera inequívoca que estaasociación de estados era percibida como algo extraño,exterior, al menos en el periodo que nos ocupa.

    Relacionado con el nosotros de este discurso aparecetambién el recurso antes citado de la personificación,utilizado de manera sistemática. Sintagmas como laUnión Europea o su pseudónimo, Bruselas, presentanlos mismos rasgos semánticos [+ animado, + humano]que su correlativo, Polonia. En lenguaje periodístico eshabitual, sobre todo referido a temas de política inter-nacional. Pero la campaña de defensa del tratado deNiza no sólo personificó este topónimo, sino que tam-bién le atribuyó los mismos sememas que tiene el coró-nimo Polonia, con efectos de significado grotescos.Véanse, por ejemplo, los titulares “Dad una oportuni-dad a Niza” (GW 6/10/03: 10), “Salir de Niza” (GW17/11/03: 18) y “Defendamos Niza” (GW 28/11/03) oel lema nacional, inventado por el diputado derechistaJan Rokita y repetido hasta la náusea: “Niza o muerte”(GW 19/9/03: 7).

    Desde el punto de vista de las estrategias de catego-rización del exogrupo, el europeísmo polaco modificala descripción según quien sea el adversario en cadamomento. Durante la campaña del referéndum, el peli-gro se centraba en los ámbitos antieuropeístas y en elabstencionismo ciudadano (hay que tener en cuentaque en doce de las dieciocho convocatorias anterioresa referéndum y elecciones, la participación fue inferioral 50%; véase GW 9/6/03: 6). Se ve claramente una ten-dencia a considerar de manera indiscriminada a los dos

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  • grupos, los votantes antieuropeístas y los abstencionis-tas, según las características que comparten: sabenmenos sobre la Unión Europea, son viejos, de clasebaja y sin formación, fatalistas, pesimistas, habitual-mente no votan o son votantes de extrema derecha,desprecian la democracia (GW 7/5/03: 9, 4/6/03: 6,9/6/03: 6, 10/6/03: 4). Esta caracterización coincidecon los resultados de las encuestas de CBOS y PBS,aunque se ha generado independientemente de ellas.Los antieuropeos activos, publicistas del “no”, son pre-sentados también con los atributos de agresividad (GW20/5/03: 7), manipulación (GW 21/5/03: 3), opciónque no conduce a ningún lugar (GW 3/6/03: 6), menorconocimiento del occidente europeo (GW 10/6/03: 4)e incluso antisemitismo (GW 9/6/03: 13). No es nece-sario señalar que a los europeístas se les atribuyen lascualidades opuestas, a menudo de manera implícita y aveces abiertamente.

    Después del referéndum, el papel de adversario setransfirió al famoso “núcleo duro” de la Unión:Alemania, Francia y sus aliados, que pretendían susti-tuir los acuerdos de la cumbre de Niza por las nuevasnormas de la propuesta constitucional de laConvención Europea. Si antes del referéndum la Uniónera presentada de manera global como una especie deredención de la historia polaca, después aparecerácada vez más como una corporación de estados quecompiten entre ellos para satisfacer sus pretensiones ysus intereses estrictamente particulares. Se difunde laoposición entre los “partidarios de una UE fuerte”, poruna parte, y los “patriotas”, por otra (GW 20-21/9/03:3); franceses y alemanes pretenden convertir la UE enun “rancho de gigantes”, son egoístas y aspiran a impo-ner sus dictados (GW 29/9/03), no juegan limpio (GW30/9/03: 8), son avaros (GW 9/10/03: 1, 8) y no tienenescrúpulos (GW 5/11/03: 1). Los partidarios de laConstitución Europea ejercen medidas de presiónsobre los polacos y los desprecian (GW 30/9/03: 8,8/12/03: 11, 10/12/03: 12, 15/12/03: 8) y “quieren ais-larnos y ponernos entre la espada y la pared enBruselas” (GW 10/12/03: 12). Sin embargo, no deja dereconocerse que los alemanes son los promotores de laentrada de Polonia en la UE (GW 29/9/03: 13), y quecon los polacos se comportan con más tacto que losfranceses (GW 12/9/03: Gosp.1). Las diferencias detrato son evidentes: una fotografía del entonces presi-dente polaco y José María Aznar (GW 30/9/03: 7) tienecomo titular con tipos de imprenta grandes “dos sobri-nos”, alusión a un dicho popular polaco que resume latradicional hermandad entre húngaros y polacos, quese podría traducir así: “el polaco y el húngaro [son] doshermanitos [literalmente: dos sobrinos], tanto con elcuchillo como con el vaso”:

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    En cambio, Schröder y el primer ministro aparecenjuntos bajo otra muestra elemental de intertextualidad:“Fiebre del sábado noche” (GW 13-14/12/03: 1):

    Determinados usos verbales peculiares hay queentenderlos desde una notoria intención persuasiva.Así, aunque el cuerpo de los artículos suele desarro-llar la secuencia correcta negociación-referéndum-inte-gración, los titulares a veces confunden la causa y elefecto, es decir, el referéndum y la integración:“Nuestros vecinos ya se encuentran en la Unión” (GW19/5/03: 1, resultado del referéndum en Eslovaquia),“Estamos en la Unión” (GW 9/6/03: 1, resultado delreferéndum en Polonia). Pero lo más interesante es laduplicidad de los campos semánticos de “recibir” y“aportar”. Es cierto que el europeísmo polaco es his-toricista (en el sentido popperiano) e interpreta laentrada en la UE como una necesidad histórica. Eneste sentido, las constantes profesiones de historicis-mo durante la campaña del referéndum se comple-mentan perfectamente con el fatalismo resignado dela mayor parte de los antieuropeístas:

    —¿Por qué, señor cura, los colgó [sc. los globos y ban-derines de la campaña institucional a favor del “sí” en elreferéndum], si está en contra de la entrada en la UE?—Porque son bonitos, de colores, y los daban gratis.—No lo entiendo.—Porque usted, señora, se toma demasiado seriamenteel referéndum. Yo lo trato como un entretenimiento. Sihubiera ganado el no, también nos habrían traído a la UE(GW 10/6/03: 7).

    Pero como la necesidad histórica puede no ser sufi-ciente para convencer a los incrédulos, el europeísmopone en juego un argumento pragmático, planteado demanera directa en diversos textos: la Unión Europeaes, por decirlo así, “un ente [personificado] que da (ytiene que dar) cosas”, principalmente dinero. “Quieroque Polonia sea rica, sonriente, segura” (GW 12/5/03:11), “El euro para el campesino” (GW 16/5/03: 20),“¿Qué nos dará esta Unión?” (GW 9/6/03: 9), “¿Quénos dará la unión?” (GW 9/6/03: 1), etc. Lo plantean demanera especialmente cruda dos comentarios opues-tos; en primer lugar, el político populista Tadeusz Gajda(GW 9/6/03: 12): “Tenemos la alternativa siguiente:sufrir cada año el saqueo de un grupo de gente, oentrar en este grupo y saquear a los demás”; y desde elcampo contrario, un artículo demoledor de RomanGraczyk (GW 24/9/03:14): “Para los polacos se tratade una Europa de la que se pueden recibir unas mone-das, pero que no nos obliga a nada”. Uno y otro soncoherentes con el mensaje de TDP: “Todas las cuentasdemuestran que Polonia recibirá del presupuesto de la

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  • Unión más de lo que pagará” (TDP: 10). La acción dedar es la función esencial que se atribuye a la UniónEuropea, hasta el punto de que a veces parece que seaEuropa la que se integra en Polonia, y no a la inversa.Las pocas ocasiones en que los europeístas se pregun-tan qué aporta su país al conjunto europeo, las res-puestas tienen que ver generalmente con el camposemántico del enriquecimiento espiritual y una ideaexplícita de misión histórica. Véase, por ejemplo, el par-lamento de Karol Wojty/la a los peregrinos polacos(GW 20/5/03: 6) en el que se refiere a “la importantemisión que estos países [sc. los candidatos que aspira-ban a integrarse en la UE] tienen que cumplir en elViejo Continente... Europa necesita a Polonia. La igle-sia en Europa necesita el testimonio de los polacos.”También se dice que, con su adhesión, Polonia aportauna ganancia política a la Unión (Bronis/law Geremek,GW 26/5/03: 6) o “nuevas oportunidades y valores”(Jan Szomburg, GW 6/10/03: 35). TDP afirma: “En lafamilia europea aportamos nuestro patriotismo, nues-tra cultura, laboriosidad y diligencia, amor por la liber-tad, respeto a la tierra, amor por los valores familiaresy morales y por la tradición” (TDP: 3). El publicistaRobert So/ltyk lo presenta de otra manera, tal vez unpoco menos lírica: “Polonia es… el país que tiene elmercado más grande para los exportadores de laUnión. También es una gran reserva de fuerza de tra-bajo cualificada para una Europa que envejece” (GW19/5/03: 11).

    La intención persuasiva, el interés por movilizar ycrear complicidad, se ve sobre todo en los dos eslóga-nes que circularon desde la polémica sobre el proyec-to de Constitución. La disyuntiva “Niza o muerte”, unevidente calco irónico del “Patria o muerte” acuñadopor los cubanos, representa simbólicamente la oposi-ción entre dos grupos: por una parte, los “patriotas”(entre los cuales hay que incluir a los que en aquelmomento jugaban el papel de aliados a favor del trata-do de Niza, como España), que representaban la “vida”de la nación; por otra, los partidarios de la ConstituciónEuropea, que implican la “muerte” de la patria. El otrolema, “Dad una oportunidad a Niza”, apela retórica-mente a la buena voluntad de los adversarios, insi-nuando que rechazan el punto de vista polaco sin some-terlo racionalmente a la prueba de ensayo-error.

    Esta voluntad de persuasión también busca conse-guir la complicidad del lector polaco a través de la evo-cación continuada de determinados conceptos que des-criben la versión políticamente correcta del conflictoentre la Unión y Polonia. En un primer momento deprimitivismo, de argumentación ingenua y poco elabo-rada retóricamente, las voces públicas polacas recono-cen que se trata de conservar el máximo poder posiblepara su país: “Se trata del poder” (GW 17/9/03: 9), afir-ma Jacek Pawlicki; poco después, los diputados con-servadores Donald Tusk y Jan Rokita invocan la “razónde estado polaca” que impulsa a Polonia a buscar “loque es mejor para ella” (GW 3/10/03: 21), porque,como dice Jacek Saryusz-Wolski, “cada cual tiene elderecho de defender sus intereses” (GW 30/9/03: 8).Pero en aquella misma entrevista de finales de sep-tiembre, Saryusz-Wolski, un importante asesor delentonces principal partido de la oposición, modifica eltono del discurso e introduce los tres temas clave:desde ahora se trata de defender una UE que funcionesobre las bases de la solidaridad, la cohesión y el equili-brio político. Desde entonces el primer ministro Miller

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    88 Bronis/law Geremek (n.1932), historiador y diputadodel partido conservadorUnia WolnoÊci, es uno delos políticos más respetadosen Polonia. Sus libros hansido traducidos a diferentesidiomas.99 Wojciech Jaruzelski (n.1923), último presidente delConsejo de Ministros de laPolonia comunista, respon-sable de la decisión dedeclarar la ley marcial (1981-1983), presidió la transicióndemocrática del país (1989).A pesar de sus responsabili-dades en el régimen ante-rior, se le respeta como esta-dista por conseguir quePolonia no sufriera una inva-sión soviética semejante alas de Hungría yChecoslovaquia.1100 Durante la SegundaGuerra Mundial, la ArmiaKrajowa o “Ejército del país”luchó contra los alemanesbajo el mando del gobiernopolaco exiliado en Londres.Sus supervivientes, humilla-dos, reciclados o persegui-dos por el régimen comunis-ta —que operaba con tropasformadas en la URSS—, sonconsiderados héroes nacio-nales y autoridades morales.

    Análisis del discurso

    utilizó esta argumentación en las negociaciones, y losperiodistas emblemáticos afines al régimen (por ejem-plo, Jacek Pawlicki y Robert So/ltyk, dedicados especí-ficamente a cuestiones europeas) lo siguieron discipli-nadamente: GW 6/10/03: 10 (dos alusiones al concep-to de equilibrio, una al de solidaridad); 7/10/03: 2. Deeste último procede el pasaje siguiente:

    El primer ministro Leszek Miller ha ido a la inauguraciónde la conferencia intergubernamental sobre el tema de laconstitución europea, para representar la posición fuertede Polonia en defensa de un sistema de votaciones favo-rable a Polonia. En vez de decir que defendemos el tra-tado de Niza porque nos garantiza una posición fuerte,Miller señaló que, evidentemente, garantiza la solidari-dad y la cohesión de Europa. Y es interesante concen-trarse en este cambio de punto de vista. Sólo es una lásti-ma que de momento allí nadie quiera creer en la Unión,de la misma manera que pocos creen que se puedadefender el tratado de Niza.

    También en GW 9/10/03: 15 (dos veces solidaridaden el artículo de opinión escrito a cuatro manos entreMarek Beylin y el redactor jefe de la GW y antiguo disi-dente de la Polonia comunista, el influyente AdamMichnik) y en GW 15/10/03: 8 (segunda entrevista aSaryusz-Wolski: “La argumentación polaca se basa encierta visión del equilibrio político en Europa y de lasolidaridad”).

    Tal como era previsible, el argumento de autoridades una falacia presente en este discurso, aunque demanera relativamente discreta. Durante el referéndumse recogen todas aquellas opiniones a favor del votoafirmativo que puedan resultar relevantes: la planamayor de la iglesia católica polaca (GW 5/5/03: 6, 7;22/5/03: 4; 26/5/03: 6; 9/6/03: 5) y lituana (10-11/5/03: 5); los miembros más prestigiosos o máspoderosos de la clase política (el presidente [12/5/03:11; 16/5/03: 18-19], la ministra de asuntos europeosHübner [20/5/03: 6], Bronis/law Geremek8 [20/5/03:6; 26/5/03: 6], Wojciech Jaruzelski9 [30/5/03: 16-17],Lech Wa/l,esa [30/5/03: 17; 9/6/03: 6]); los políticosextranjeros (Schröder [10-11/5/03: 1; 5/6/03: 8],Chirac [10-11/5/03: 1], Prodi [20/5/03: 6]; AndersFogh Rasmussen [3/6/03: 6], Günter Verheugen [17-18/5/03: 10-11]; los actores más populares (GW12/5/03: 10); los soldados de la Armia Krajowa10 (GW12/5/03: 10); los intelectuales, etc. Un caso interesan-te es el del personaje considerado en Polonia la máxi-ma autoridad moral e intelectual del país, el PapaWojty/l,a. Alrededor de abril de 2003, el entonces cabe-za de la iglesia católica hizo unas declaraciones en queincitaba a los polacos a votar a favor de la integraciónen la Unión Europea. Los círculos más ultramontanosde la extrema derecha polaca —representados política-mente por determinados partidos (Liga de FamiliasPolacas y Autodefensa —hoy en la coalición gobernan-te—, Partido Popular Polaco) y por el poder mediáticode la emisora Radio Maryja— ofrecieron una peculiarreinterpretación de las palabras del pontífice. Segúnellos, Wojty/l,a quería decir que estaba a favor de la inte-gración, pero con unas condiciones favorables aPolonia (que obviamente no podían ser las condicionespactadas por el gobierno). A causa de la curiosa agita-ción que esto provocó, el Obispo de Roma tuvo queinsistir en un discurso a los peregrinos polacos, ya cita-do más arriba, en que hacia un esfuerzo evidente parahablar de manera unívoca (GW 20/5/03: 6):

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  • Sé que hay mucha gente contraria a la integración.Aprecio su preocupación por el mantenimiento de laidentidad cultural y religiosa de nuestra nación.Comparto su inquietud ligada al juego de fuerzas econó-micas en que Polonia —después de los años del expolioeconómico del anterior sistema— parece ser un país congrandes posibilidades, pero no con muchos recursos.Tengo que subrayar de nuevo, sin embargo, que Poloniasiempre ha sido una parte importante de Europa y quehoy no puede desligarse de esta comunidad, que cierta-mente en diversos aspectos pasa por una crisis, pero queconstituye una familia de naciones basada en la tradicióncristiana común.

    La ultraderecha católica radical no supo qué hacerentonces con esta voz suprema que los desautorizaba.Las reacciones fueron contradictorias: algunos miem-bros de la LPR, como Bogdan P,ek o el actual “númerodos” del gobierno, Roman Giertych, se desvincularondel sentido del discurso papal (“El Santo Padre contoda seguridad no conoce el tratado de acceso y lascondiciones exactas con que nos quieren acoger en laUE”, GW 20/5/03: 6); otros, como Marek Kotlinowski,optaron por considerar que las palabras del Papa noeran unívocas y se podían interpretar de diversasmaneras (GW 21/5/03: 3), y Radio Maryja profirióvagos comunicados, acusando a los adversarios demanipular las palabras del Papa (GW 21/5/03: 3),hasta que abandonó discretamente el tema.

    Durante la segunda etapa estudiada, predominan demanera evidente los artículos que defienden el puntode vista representado por el gobierno polaco, pero elargumento de autoridad sólo aparece claramente en uncaso: cuando se dedican 25 líneas a explicar el currícu-lum de Saryusz-Wolski.

    Desde el punto de vista temático, el discurso sobre laUnión Europea en Polonia —tanto a favor como en con-tra de la integración— se estructura alrededor de uncatálogo muy limitado de lugares comunes o topoi.Estos núcleos semánticos recurrentes coinciden conlas obsesiones clásicas de la cultura polaca: la integri-dad de la patria —que incluye la defensa de la sobera-nía nacional, la intangibilidad de las fronteras y elmiedo a que los alemanes compren la tierra polaca—,la historia como legitimación omnipresente, ligada a laobsesión por el futuro, la identidad nacional, de la cualdestaca el patriotismo, la tradición, el catolicismo comorasgo fundamental, y las filias y fobias respecto a otrasnaciones (principalmente respecto a los alemanes,rusos, franceses y americanos); y, finalmente, la fija-ción por plantear todos los asuntos en términos econó-micos. Sólo la observación desde dentro puede ense-ñar hasta que punto estos topoi están vigentes en lavida cotidiana polaca y, sobre todo, en el discurso públi-co. La problemática de la integración europea los movi-lizó y concentró a todos en un tiempo reducido y en unespacio relativamente pequeño, como se puede com-probar con el análisis de TDP.

    Las ambivalencias de este discurso dejan entreverlas dificultades con las que se enfrenta cualquierintento de proponer una interpretación global. El pri-mer problema es la extensión que en este análisisexige la descripción del contexto histórico, político ycultural particular. Para entender el recurso omnipre-sente al tema de la tierra polaca o la obsesión por lasoberanía y las fronteras, hay que recordar la historiade Polonia y tener en cuenta que estas experienciashistóricas traumáticas se han trasmitido a través del

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    1111 Véase C. OFFE, ‘Is there,or can there be, a “Europeansociety”?’, en Images of theWorld: Science, Humanities,Art, ed. by Aleksander Koj,Piotr Sztompka, UniwersytetJagielloƒski, Cracovia, 2001,pp. 143-159, 156.1122 Véase U. MAAS, ‘Spracheim Nationalsozialismus.Analyse einer Rede einesStudentenfunktionärs’, enSprache im Faschismus, ed.zu Konrad Ehlich,Suhrkamp, Frankfurt amMain, 1989, pp. 162-197, 168-169.1133 J. TAZBIR, W pogoni zaEuropà, Sic!, Varsovia, 1998.1144 S. JERZY LEC, Pensamentsdespentinats, Brosquil,València, 2003.1155 M. JANION, ‘Polskami´dzy Wschodem aZachodem’, en Teksty drugie,6 (84), 2003, pp. 131-150.1166 La cursiva es nuestra.Véase E. TARNAWSKI,‘Polònia i la Unió Europea’,L’Espill, segunda época, 16,(2004), pp. 38-45.1177 P. SNARSKI, B. TUMI/LOWS-KI, ‘Dlaczego kochamyAmeryk´?’, Przeglàd, 10,(2003), reproducido en inter-net (http:// kiosk.onet.pl /art.html?DB=162&ITEM=1113314).1188 Como anécdota diverti-

    El mesianismo ofendido

    imaginario colectivo de generación en generación. Eslo que hace poco el politólogo alemán Claus Offe defi-nía como “un fuerte sentimiento de la precariedad yvulnerabilidad de su existencia como estado”.11 Así escomo se explica la convivencia en un mismo discursodel recelo soberanista obsesivo (una de las constantesdel europeísmo polaco) y el principio de cesión deesta misma soberanía (incluido de manera evidenteen el proyecto de unión europea); se podría decir que,en este punto, el nacionalismo polaco convierte lasdisyuntivas en duplicidades. Se trata de un ejemplo decómo cada término de este discurso tiene, como diríaUtz Maas, su propia autobiografía lingüística.12 Sonprecisamente los métodos alemanes de interpretaciónhistórica del discurso lo que pide el caso polaco, porsu atención a la génesis histórica de los topoi del dis-curso y al contexto donde adquieren sentido.Nosotros, aquí, sólo podemos esbozar mínimamenteesta posibilidad.

    El discurso que hemos analizado muestra una doblecara en su estructura argumental: por una parte, fun-ciona con los esquemas de la razón instrumental másdura; por otra, de este crudo pragmatismo se elimina lamala conciencia a través de un historicismo fatalistainseparable de la arraigadísima tradición del mesianis-mo polaco (Polonia como un “Cristo de la naciones”,expresión del poeta nacional Adam Mickiewicz que uti-lizó un sencillo transportista con el que conversábamossobre la integración europea cuando preparábamoseste análisis). Esta duplicidad enlaza con la indefiniciónque la cultura polaca arrastra sobre su posición en lacivilización europea. Es verdad —y lo recordaba el his-toriador Janusz Tazbir en uno de sus libros—13 que lospolacos hacen gala de su europeidad desde el sigloXVI; pero también es cierto que la constante necesidadde autoafirmación es un indicio de inseguridad. Comodecía Stanis/l,av Jerzy Lec, “[a los polacos] nos llamanoccidentales en oriente, y orientales en occidente”.14Maria Janion desarrolló el aforismo de Lec, con abun-dante material histórico y literario, en un interesanteartículo publicado en Teksty Drugie.15 No obstante, lasdudas y vacilaciones que se perciben en los discursospolacos sobre Europa desaparecen cuando se trata delos Estados Unidos. En un artículo en L’Espill, EduardTarnawski apunta: “A Michael Mandelbaum, despuésde viajar a Polonia, le parecía que éste era el país máspro americano del mundo, incluyendo los EstadosUnidos”.16 Lo que en algunos países europeos se pre-senta bajo la forma de antiamericanismo irreflexivo, enPolonia se convierte en entusiasmo pro americano adabsurdum. Resulta difícil imaginar, incluso dondepodría ser cierto, un título como el del artículo publi-cado en Przeglàd sobre las encuestas de opinión de lospolacos respecto a los norteamericanos: “¿Por quéquieren a América? La mayoría de los polacos conside-ra que América nos dio la libertad, y que puede darnostambién la riqueza”.17 Según aquellos estudios, el únicopaís hacia el que los polacos mantienen masivamentesentimientos positivos son los Estados Unidos (91%);son también el primer país en la lista de los que que-rrían visitar (24%) y el destino preferente para unaeventual emigración (25%). Un indicio interesante seríael hecho de que antes del referéndum aparecieronenormes carteles publicitarios con el lema “UE /NAFTA: ¿El referéndum te da a elegir?”. Se trataba deun libro publicado por Liwiusz Ilasz, un abogado pola-co que trabaja en los Estados Unidos; Ilasz propone

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  • que sería mejor que Polonia entrara en la NorthAmerica Free Trade Agreement que en la UE. La por-tada del libro, que se vendió bastante bien, es muyexpresiva:

    La excitación americanófila del abogado self-mademan18 es un ejemplo de una categoría que difícilmente

    se puede explicar con viejas historias como la partici-pación de Tadeusz Kościuszko en la Guerra deIndependencia, tal como insinúa Tarnawski.19 Nosparece que esta pasión fatal polaca —que seguramentenos reserva sorpresas a los demás europeos— es másbien el reverso de la relación ambivalente de Poloniacon Europa occidental, y también la válvula de escapede las frustraciones históricas acumuladas en su nefas-ta relación con los (ex)imperios vecinos (sobre todocon Alemania y Rusia).

    El europeísmo polaco se puede resumir con unaserie limitada de palabras clave: nacionalismo, pragma-tismo (o razón instrumental), mesianismo católico,belicosidad polémica, impotencia implícita. La conjun-ción de estas características tiene que interpretarse,según nuestro parecer, desde los conceptos de domi-nación y legitimidad. Los sociólogos polacos más sol-ventes ya han avisado de la crisis de legitimidad del sis-tema político en Polonia; esta crisis se centra sobretodo en el dramático descenso de confianza en las eli-tes dominantes que se ha difundido por la sociedadpolaca a lo largo de los años noventa. Incluso lostótems históricos de la talla de Wa/l,esa son ahora sos-pechosos de haber aportado al país una altísima dosisde vergüenza y falta de confianza en las propias fuer-zas. Piotr Sztompka ha señalado muy acertadamente lasubstitución en Polonia del discurso de la acción cons-ciente y de la elección racional —dominante en losaños setenta y ochenta, la época dorada deSolidarność— por el discurso del fatalismo.20 La inten-sificación del pragmatismo duro, latente en la culturapolaca, avanza pari passu con este cambio de discurso,tal como han documentado los resultados relativamen-te recientes del European Research on Social Values.21No es extraño que, como decía el sociólogo Zdzis/l,awKrasnod,ebski en un artículo publicado en Dialog,22

    el argumento que se formula más a menudo para la adhe-sión a la Unión Europea es la tesis de que sus institucio-nes obligarán a nuevas manera de funcionar, introduci-rán orden, vigilarán el cumplimiento de las leyes y lasreglas, garantizarán un mínimo de igualdad de derechosy de justicia... La Unión Europea aparece tratada como laúltima tabla de salvación.

    Hay que añadir que los seis informes de advertenciadirigidos a Polonia por el comisario Günter Verheugenrepiten sin variación una denuncia urgente sobre el altí-simo nivel de corrupción de las elites dirigentes pola-cas; y en las investigaciones de TransparencyInternational, Polonia ocupa el primer lugar en el índice

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    da, citaremos una de lasnumerosas frases brillantesdel libro: “Aunque habitual-mente se llama de ‘derecha’a los grupos políticos post-Solidaridad, y de ‘izquierda’a los poscomunistas, [enPolonia] todos son más omenos de izquierda, optanpor la Unión Europea antesque por la NAFTA, porqueaquella es sin duda una orga-nización de carácter socialis-ta”. Véase L. ILASZ, Nowawizja Polski, Ksià˝ka yWiedza, Varsòvia, 2002, p.42. La cursiva es nuestra1199 E. TARNAWSKI, ‘Polònia ila Unió Europea’.2200 P. SZTOMPKA,‘Mistrusting Civility:Predicament of a Post-Communist Society’, en RealCivil Societies: Dilemmas ofInstitutionalizatio, ed. by.Jeffrey Alexander, Sage,Londres, 1998, pp. 191-210.2211 K. SKAR˝YƒSKA, ‘NationalAttittudes of Young Poles’,Polish Psychological Bulletin,3, pp. 241-255.2222 Z. KRASNOD´BSKI,‘Ambiwalentne uczucia:Polacy w przededniuprzystàpiena do Unii’,Dialog, 62-63, (2003), pp. 17-19, 19.2233 Véase TRANSPARENCYINTERNATIONAL, CorruptionPerceptions Index 2003,reproducido en internet(http://www.transparency.org/pressreleases_archive/2003/2003.10.07.cpi.en.html).2244 Lew Rywin, productorcinematográfico, es el prota-gonista del escándalo mediá-tico y político más especta-cular de la Polonia poscomu-nista. Rolandas Paksas, pre-sidente de Lituania, es unpolítico desvergonzado rode-ado de escándalos de todotipo: conexiones con la mafiarusa, revelación de secretosde estado, prevaricación,etc. Comenzó a presidirLituania en 2003; un añomás tarde, los tribunales loconsideraron culpable devarios cargos y elParlamento lo expulsó de lapresidencia del país.

    Análisis del discurso

    de corrupción en la Europa de la primera ampliación (la“de los veinticinco”), con un indicador de transparenciade 3.6 sobre 10.23 Obviamente, la opinión pública polacaes consciente de esto, en tanto que los datos aparecenen los mass media: véanse, por ejemplo, los comentariosde la GW sobre este informe (GW 16/12/03: 26). Escomprensible por tanto que las voces más críticas y con-tundentes publiquen comentarios duros, como los deJanusz Ostrowski (GW 16/12/03: 12):

    [Las propuestas de la Convención] sirven totalmente alos intereses de la sociedad polaca. Precisamente porquedebilitan la influencia de los colegas de Rywin o del pre-sidente Paksas...24 Ante la alternativa entre un estado desalón de mafiosos o una sociedad empobrecida y tratadade manera instrumental, me declaro decididamente afavor de esta última. Me siento más cercano a los temo-res franco-alemanes que al miedo de la aristocracia pola-ca del dinero y del poder, aquella plutocracia de nuevosricos, cuya emanación política se encuentra constituidapor las fuerzas principales que ocupan el Parlamento yque encubren el sistema real de intereses de clase con lamáscara del eslogan nacional “Niza o muerte”

    En este contexto de bancarrota ideológica del siste-ma, el europeísmo de las elites dominantes polacas esun discurso que tiene como finalidad la recuperaciónde la legitimidad y la manufactura de la complicidadentre el ciudadano medio y la clase política. Durante lacampaña del referéndum de adhesión, sus ingredien-tes fueron las llamadas a la necesidad histórica y a losbeneficios materiales, el recurso de referirse al bienes-tar de las generaciones futuras y la deslegitimación deladversario antieuropeísta. En la segunda etapa estudia-da, el mesianismo católico arropa ideológicamente laescenificación pública de una lucha por los lugares depoder en Bruselas. Esta lucha, la pequeña epopeyanacional de “Niza o muerte”, comienza como un con-flicto por el poder y acaba travestida discursivamentecomo una batalla por la solidaridad europea y por elequilibrio entre los países grandes y los pequeños. Elfinal provisional de la historia, la paralización momen-tánea del proceso de creación de una constitucióneuropea, presenta un broche muy elocuente: con lamayoría de partidos del Sejm (Parlamento) felicitandoal gobierno en sesión plenaria, en diciembre de 2003.

    En resumen, creemos que el europeísmo de las cla-ses dirigentes polacas es un discurso que tiene la fun-ción, consciente o no, de mitigar la crisis de confianzade la sociedad polaca en un sistema político que cadavez tiene menos credibilidad y menos capital políticoentre los ciudadanos. Con este fin, su retórica pone enjuego todos los lugares comunes del imaginario histó-rico-político polaco. Sería interesante ver cómo va evo-lucionando este discurso entre las elites polacas a par-tir de la entrada efectiva de Polonia en la UE y, sobretodo, desde el cambio de gobierno que ha permitidollegar a puestos de máxima responsabilidad a políticosde la ultraderecha (con conexiones neonazis) másexplícitamente antieuropeísta.

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