El Capital en Su Laberinto

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PARTE I

LUCHAR POR LA TIERRA:REVUELTAS RURALESEN EL CAPITALISMO TARDO


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siendo producto del compromiso con uno de los actores enpugna, el anlisis de clase, al tiempo que refleja la correlacin defuerzas, la altera transformndose en arma ideolgica de algncontendiente.Es por ello que los grandes anlisis sobre las clases y sectores declase en el campo han sido parte de programas agrarios,elementos constitutivos de plataformas polticas. Kautsky,Lenin, Mao elaboran sus anlisis procesando a travs de lascategoras del marxismo un rico bagaje de experiencias en lalucha campesina, y el resultado no son esquemas estticos de lasclases, sino programas agrarios. Esto no rebaja sus

aportaciones a la investigacin en torno al problema de las clasesrurales al terreno de la lucha ideolgica; al contrario, agrega unaindicacin metodolgica invaluable: la especificidad de laproduccin cientfica est retotalizada por el proyecto polticodentro del cual se sita. Las aportaciones de estos autores soncientficas porque son proyectos de lucha orgnicamentevinculados a los sujetos de la transformacin poltica y porqueson capaces de confrontar ideolgicamente a otras concepciones

y otros programas.


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PARTE II

CAPITALISMO DISFORME: MODALIDADES

PERVERSAS EN LA DISTRIBUCIN DELEXCEDENTE ECONMICO

LA RENTA DE LA TIERRA: REMANENTE HISTRICOFENMENO ESTRUCTURAL5

INTRODUCCIN

Abordar hoy la cuestin de la renta de la tierra como una pade la teora del modo de produccin capitalista, y para elloexplorar los planteamientos de Marx en el tomo III deEl capy en laHistoria crtica de la teora de la plusvala, requierelo menos una justificacin.A pesar de su alto grado de abstraccin, este ensayo pretend

inscribirse en la corriente de investigacin sobre la cuestinagraria en Mxico y particularmente en aquella vertiente,relativamente nueva, que aborda estos problemas desde unaperspectiva marxista. Sin duda la viabilidad de tal vertiente investigacin depende, ante todo, de su vinculacin con elproceso actual de la lucha de clases en el campo mexicano. compromiso concreto y la investigacin que de l deriva lonico que puede justificar las pretensiones marxistas de esto

trabajos. Para nosotros la coherencia terica es impensable scomplementa y est al servicio de la coherencia poltica.La clave de las relaciones sociales que dominan en el campomexicano slo se revela en la lucha de clases rural, lucha quslo se da sobre la base de estas relaciones sociales, sino quadems las constituye. Pero adems tal clave nicamente semuestra en la medida en que se toma posicin de parte de loexplotados. Esto significa en concreto que el eslabn principde la cadena es la investigacin orientada a recoger ysistematizar la experiencia de las propias luchas campesinaspues stas nos revelan, ms que cualquier otro enfoquemetodolgico, las condiciones reales de existencia de susparticipantes. Es evidente, sin embargo, que tal experiencia ser sistematizada y que las relaciones sociales que en ella se

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Artculo publicado originalmente en la revista Cuadernos Agrarios, nm. 2, reeditanmero monogrfico sobre la renta de la tierra, aparecido en marzo de 1979.


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excedentes, pero el control poltico, econmico y administrque se ejerce sobre los medios de produccin en que encarngarantiza que, en lo fundamental, el incremento del plusvalorrelativo generado por su utilizacin siga fluyendo por los canalesradicionales.

ativoan

Este tipo de acumulacin y reproduccin ampliada de la

economa campesina tiene muy poco que ver con la dinmica dela empresa capitalista y responde mucho ms a un mecanismo deexplotacin ampliada por la va del incremento relativo delplusvalor. La coyuntura que permite a ciertas unidadescampesinas incrementar su productividad responde no a undebilitamiento de la explotacin, sino a un reforzamiento de losmecanismos de control unido a una estrategia externa demaximizacin de ganancias. Los campesinos son tan poco

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dueos de estos nuevos medios de produccin como de losexcedentes incrementados que gracias a ellos podrn transferiren el futuro.


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homogneos y cuantificables, es decir, susceptibles de serexplicados por la ciencia econmica.LaUSC, en cambio, ha sido definida por nosotros como unidaddel trabajador y los medios de produccin, y por ello tambincomo unidad de produccin y consumo; no todos los elementosque la constituyen son valores de cambio y los que s tienen estecarcter no lo poseen de manera inmediata. Cierto es que por

cuanto la USCes mercantil, el trabajo y el consumo estn enbuena medida mediados por un acto de compraventa; sinembargo, en el interior de esta produccin mercantil no se haoperado an la inversin propia del capitalismo y es la unidad deproduccin y consumo y no el mercado quien establece laracionalidad. La proporcin no se establece, pues, de la maneraautomtica y objetiva como opera el mercado, sino de la manerasubjetiva y teleolgica como opera el sujeto que produce para

consumir.Dentro de una sociedad cuya produccin se regula y organiza de manera

automtica a travs del mercado, ciertas conductas del campesino resultan


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automtica a travs del mercado, ciertas conductas del campesino resultandistorsionantes y perversas. De la misma manera, en un enfoque puramenteeconmico de la reproduccin social, la dinmica de esta unidadsocioeconmica resultara inexplicable e irracional.


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